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GEOMETRÍA

1
Finura

La finura confronta con el hecho de que la mayoría de la arquitectura no está resuelta con
la lógica de un único modelo, una única superficie o un único material. En cambio, la
arquitectura lidia con ensamblajes que involucran múltiples modelos, superficies y
materiales. La arquitectura generalmente no es una cosa continua, monolítica sino que
está hecha de múltiples partes y modelos de organización operando a diferentes escalas.
La arquitectura moderna en sus diversas formas ha lidiado con estas cuestiones, pero el
sistema racionalizado de construcción que emplea típicamente se ha resuelto como un
todo que no es mayor a la suma de sus partes.

La cuestión entonces es cómo hace uno para lidiar u operar con estas diversas
organizaciones y elementos, no como una mera acumulación de diferencias sino como
multiplicidades dentro de una organización emergente, tal que la totalidad sea mayor que
la sumatoria sus partes. Una manipulación y un entendimiento apropiado de la finura son
cruciales para lograrlo.

La finura es una categoría que define la culminación de técnicas descriptas en este libro.
Supone un examen de la arquitectura en todas las escalas. La finura rompe la construcción
bruta del edificio en partes cada vez más finas de tal modo que puedan registrar pequeñas
diferencias mientras mantienen una coherencia en el conjunto. El argumento de la finura
se encapsula en la densidad de una esponja: si es demasiado fino actúa como un sólido
homogéneo; si es demasiado grueso termina confinado en sus partes. La arquitectura
debe actuar de modo similar, justo en el balance correcto entre geometría material y
fuerza.
Epígrafe superior: Demasiado fino - Adecuado - Demasiado grueso.
Epígrafe inferior: Arriba - Densidades de una esponja
Abajo – “Esponja de cristal”: Euplectella aspergillium, también conocida como Canasta de Flores de Venus.
2
Diferencia de clase/Diferencia de grado

Podríamos decir que la arquitectura clásica es como un juego de ajedrez. Siguiendo la


analogía entre los juegos de Ajedrez y de Go que hace Gilles Deleuze, los órdenes
arquitectónicos son como las piezas del ajedrez: tienen entidades claras y fijas y un rango
de movimientos en relación a esa identidad. El ajedrez, finalmente, es semiótica.
Cualquier transformación más allá de los movimientos prescriptos se mantiene en el reino
de la desviación, porque en este sistema el cambio sólo puede ser considerado de clase, a
través de su relación con un modelo fijo. El modo de realizar tal desvío está limitado a la
elaboración o deformación -en realidad, versiones manieristas o barrocas del original.

En contraste, nuestro trabajo opera a veces como un juego de Go, en donde cada
elemento carece de sentido intrínseco y estable por fuera de las relaciones contextuales.
Cada cuerda en una red, o una pieza de Go, no se diferencia de la otra. El sentido es
adquirido en relación al comportamiento y a los efectos específicos que se buscan en una
zona dada del proyecto. Por ejemplo, las varas tensadas de una red generan una zona de
la estructura tipo-columna que es a la vez estructural y atmosférica. Para el clásico, una
columna es una columna y no otra cosa. Donde el modelo clásico despliega la alternancia
ordenada de columnas e intercolumnios (ornamento de relleno) nosotros desplegamos un
campo de barras con grados de mayor y menor densidad, las áreas densas actuando de
modo columnar, desarrollando características columnísticas. Estas áreas producen zonas
oscurecidas que actúan predominantemente como pantallas ornamentales. En este
modelo, no existe una distinción clara entre ornamento y estructura, ni tampoco ocupan
zonas distintas.
3

Ref.: Diferencia de clase – Diferencia de grado.


Ajedrez/Ordenes: Significados estables – Go/Red: Relaciones contextuales.
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Semejanza y diferencia

No puede haber semejanza sin diferencia, y no puede haber diferencia sin semejanza.

-Claude Lévi-Strauss

Existen dos desarrollos generales en la cuestión de la semejanza y la diferencia que son


mutuamente excluyentes. Más allá de simples acumulaciones de diferencias, la semejanza
puede emerger de la diferencia y la diferencia puede emerger de la semejanza. Gilles
Deleuze y Félix Guattari hacen la analogía del caballo de carreras que se asemeja más al
galgo, y del caballo de tiro más cercano al buey, que cada uno al otro. A pesar de que se
ven diferentes, son similares en el nivel de su actuación (performance).

En los niveles formales y organizativos, nos estamos desplazando de un entendimiento de


lo discreto (lo discriminado), que en la historia reciente ha significado lo único, hacia lo
continuo –esto es, hacia un entendimiento de elementos discretos como parte de una
estructura autosimilar. Aún cuando se vean similares, se comportan diferente.
Ref.: Galgo – Buey.
Caballo de carrera – Caballo de tiro.
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Variedad (diferencia) vs. Variación (auto-semejanza)

La cantidad es un pre-condición para la finura.


La repetición en modelos múltiples es necesaria para realizar selecciones.
La repetición en un modelo único es necesaria para registrar diferenciaciones.
La diferencia, o la posibilidad de diferencia, se produce como respuesta a un programa.

La mera cantidad solo introduce la cualidad de la mera cantidad. Pero la cantidad


intensiva genera un todo irreductible a la suma de sus partes: en otras palabras,
relaciones de todo con todo.

La lógica de la repetición, como la lógica de las estadísticas o la lógica de la información,


puede ser aplicada sin tener en cuenta el contenido. Este es el punto capital de la teoría
de la composición de Edgar Allan Poe. (como se indica en el capítulo “Estribillo”, referido a
su poema “El cuervo”).

Lo que emerge como profundamente interesante en este método es el patrón. Cuando se


encuentra limitado a la información (y no a la semántica o significación), el patrón se
convierte en la cantidad fundamental del diagrama. Un sistema de repetición diferencial
se convierte en un medio para manipular una variedad de material dentro de la misma
organización.

Así como un único pelo es insuficiente para hacer un peinado, del mismo modo un
elemento sólo en arquitectura nunca podrá revelar las ricas posibilidades de organización
inherentes cuando grandes cantidades se ponen en juego.
Ref.: “La cantidad tiene una cualidad muy propia” –Josef Stalin.
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Selección vs. Clasificación

Además de evitar el pensamiento esencialista, la especulación de Deleuze sobre la virtualidad está


guiada por la directamente vinculada restricción de evitar el pensamiento tipológico, ese estilo de
pensamiento en el que el individualismo se consigue a través de la creación de clasificaciones y de
un criterio formal de pertenencia a esas clasificaciones.
-Manuel DeLanda, Ciencia intensiva y Filosofía Virtual

La tipología juega un rol significativo dentro de una práctica material. Permite una clara
selección de organización arquitectónica dentro de las casi ilimitadas posibilidades hoy
disponibles. A través de seleccionar un modelo tipológico particular estamos en
condiciones de establecer un correlato, como lo haría un modernista, entre una tipología
cruda y un criterio funcional o estructural. Vemos a la tipología como algo que se extiende
más allá del análisis de Manuel DeLanda sobre Gilles Deleuze. La tipología no sólo es útil
como una forma de clasificar algo en el final de un proceso, sino también como un
dispositivo crudo para emplear en el proceso de diseño.

Tipos de nubes
Esto requiere una reevaluación de cada tipo dentro de un rango de flexibilidad y
posibilidades de transformación. De hecho en este modelo en vez de definir un tipo
trascendente, los tipos se trascienden. En contraste con la concepción del tipo de Jean
Nicolas Louis Durand como un conjunto limitado combinatorio de elementos clásicos,
elegidos de acuerdo con sus propiedades cívicas, nuestro desarrollo del tipo tiende a la
selección de un rango, no de un modelo fijo. Sin excluir la mutabilidad y el matiz,
limitamos el modelo trabajando dentro de la selección de ciertos parámetros.
La selección de una tipología ahora conduce a un proceso dentro de un número limitado
de restricciones someramente definidas por el tipo. DeLanda las llama “restricciones
proscriptivas”. Basadas en las asunciones de lo que un tipo no puede o no va a hacer, nos
dejan límites abiertos sobre lo que necesariamente puede o va a hacer: “no lo que hacer,
sino lo que evitar hacer”. La tipología es, por lo tanto, no tanto una clasificación o
codificación sino la base para un proceso de expresiones materiales restringidas. La
selección es un elemento de lo generativo, del campo de fuerzas que contribuye a la
instanciación (la creación de una instancia) de la arquitectura. Una vez que el artefacto
está completo, hay otro proceso selectivo basado en lo performativo –la constelación de
programas y actividades que pueden actuar en la arquitectura. Esta clasificación de
propiedades implica agrupar figuras “por su respuesta a los eventos que les ocurren”. Tal
selección tiene que ver más con establecer un sesgo o una tendencia que una categoría.

Planar Lineal Puntual

Tipos crudos
MATERIA

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Intensivo y extensivo

Si dividimos un volumen de materia en dos mitades equivalentes, obtendremos dos


volúmenes, cada mitad la extensión del original. Las propiedades intensivas, por otra
parte, son propiedades como la temperatura y la presión, que no pueden ser divididas.

-Manuel DeLanda, Ciencia intensiva y filosofía virtual

La distinción más importante en nuestra cambiada noción de diseño arquitectónico es el


desplazamiento de la geometría como regulador abstracto de los materiales de
construcción hacia una noción donde la materia y el comportamiento material deben
estar implicados dentro de la geometría misma. En los modelos antiguos, el rol soberano
era regular e imponerse sobre las condiciones irracionales o accidentales de la materia;
así, la medida, la proporción y todos los elementos de extensión pura mantienen prioridad
sobre aquello que regulan. El nuevo modelo no debe ser entendido como una superación
de la acción de medir sino como el enlazamiento de diferencias intensivas y extensivas.

Las diferencias intensivas, también conocidas como gradientes, son propiedades de la


materia con diferencias indivisibles, como peso específico, elasticidad, presión, calor,
densidad, color y duración. Cualquier propiedad intensiva que se divida en mitades
mantiene una propiedad equivalente en cada mitad. En otras palabras, un pote de agua
hirviendo, cuando se divide a la mitad, está tan caliente como cuando estaba entero. En
contraste, las propiedades extensivas son propiedades de la materia con diferencias
divisibles, tales como medida, restricciones, límites, códigos legales, modulación, masa,
volumen total y tiempo. Si un pote de agua hirviendo es dividido a la mitad, cada mitad
tiene la mitad de la masa del entero.
Ref.: Izquierda: Diferencia Intensiva: Campo Gradiente – Derecha: Diferencia Extensiva: Sistema Escalar.
No debemos caer en la trampa de decir que lo extensivo es cuantitativo y lo intensivo es
cualitativo. En realidad, uno es simplemente cuantitativo y lo otro, ya que está
inherentemente encajado en un campo material, existe siempre como cantidad y calidad.
Por supuesto, los poetas dirán que sin duda hay una dimensión intensiva a las cinco de la
tarde como lo artistas dirán que ciertas medidas extensivas, como las proporciones
humanas o la sección áurea resuenan en el alma. Pero en ambos casos, uno podrá discutir
que los aspectos efectivos del número aparecen como el resultado del contexto y por
razones materiales. En el primer caso el número no es meramente el tiempo del reloj sino
el tiempo del día, con dimensiones materiales, en el segundo hay una inmediación para
esa cosa que adquiere una proporción como material, sin recurrir a un sistema
trascendente.

La relación entre lo intensivo y lo extensivo siempre ha subyacido en las prácticas


artesanales menores, así como en alguna dimensión de formas especializadas del diseño
arquitectónico, tales como la albañilería de piedra medieval. Pero no fue posible incluirla
en la economía de toda la construcción, salvo en la producción más especializada. La
tecnología del siglo XIX y el proceso de mecanización marginalizó esa dimensión de la
práctica en la escala arquitectónica porque no pudo ser sistematizada fácilmente, ni fue
susceptible a la estandarización –dos procesos prevalecientes de la modernización. Sobre
todo, filosóficamente, no parecía encajar en las nociones de racionalidad que gobernaron
no sólo la construcción de los edificios sino también su organización.

El legado de una aproximación esencialista a la arquitectura, que eleva la racionalidad por


sobre la materia (fundamentalmente a través de los lineamientos de la geometría),
obstruye la rica y productiva capacidad de la materia de definir o influir a la geometría.
Permitirle operar a esta dinámica es especialmente importante no tanto dentro del campo
de los nuevos materiales, sino para que la arquitectura pueda reconcebir a la tectónica y a
la organización.
Ref.: Planta en una maceta: Proliferación intensiva, Límite extensivo.
Ref.: Si una cantidad de materia es dividida en dos partes iguales, cada parte va a tener el mismo valor que el
original, y la mitad de los valores de sus propiedades extensivas.
Calor – Elasticidad – Presión
Densidad-Color
Placer/dolor-Duración-Velocidad/Lentitud
Intensivo (Gradientes): Comportamientos de materia, Diferencia Indivisible.
Ref.: Dos propiedades extensivas se adicionan de un modo simple,
las propiedades intensivas no se adicionan, sino que más bien se promedian.
-Manuel DeLanda, Ciencia intensiva y Filosofía Virtual.
Medidas-Restricciones-Códigos & reglas
Modulación-Masa-Peso
Volumen total-Tiempo-Movimiento
Extensivo: Sistema de Medición, Diferencia Divisible.
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Geometría y Materia

Su compañero, el monje-albañil Garin de Troyes, invoca una lógica operatoria del


movimiento que permite al “iniciado” trazar, luego cortar los volúmenes “en profundidad
en el espacio”, y hacer que “el trazo produzca la cifra”. No se representa, se engendra y se
recorre. Esta ciencia no se caracteriza tanto por la ausencia de ecuaciones como por el
papel muy diferente que éstas adquieren eventualmente: en lugar de ser buenas formas
que organizan absolutamente la materia, son “generadas”, como “producidas” por el
material, en un cálculo cualitativo de lo óptimo… La ciencia real o de Estado sólo soporta y
hace suya la talla de las piedras por paneles (lo contrario del corte a escuadra), en
condiciones que restablecen la primacía del modelo fijo de la forma, de la cifra y de la
medida. La ciencia real sólo soporta y hace suya la perspectiva estática, sometida a un
agujero negro central que le niega toda capacidad heurística y deambulatoria.

-Gilles Deleuze y Félix Guattari. Mil Mesetas.

El manejo de la diferencia intensiva y extensiva establece los motivos y los límites para
una aproximación materialista hacia la arquitectura. En qué grado un modelo es usado y
en qué etapa y dónde se rinde al otro son las preguntas para el arte hoy. Los modelos
extensivos definen límites, pero no son generativos. Contrariamente, los modelos de pura
diferencia, sin los límites que los modelos extensivos proveen, nunca podrán adquirir la
definición estable que la arquitectura, más allá de su dinámica, demanda.
Ref.: Arriba: El escuadrado emplea el código como límite y sistema de transferencia.
Abajo: La proyección es aquí un instrumento generativo.
La lógica de la ciencia nómade reconoce las capacidades creativas del campo material y
capta la variabilidad intensiva. Esto ha sido históricamente el motor para que emerja lo
imprevisto en el proceso de diseño. Sistemas codificados de formateo, o incluso el uso de
las convenciones del dibujo como planos, secciones y elevaciones son, en contraste,
técnicas autolimitantes. Las geometrías nómades y del Estado se correlacionan con los dos
roles complementarios para la geometría en la práctica arquitectónica –el intensivo y el
extensivo. Uno ve la geometría como una herramienta generativa, el otro ve la geometría
como un modo de domesticar la materia dentro del espacio métrico. En dibujos de
proceso, por ejemplo, las formas son trasladadas a un espacio coordenado con el
propósito de mantener la comunicación invariante aún si el sistema de coordenadas no
fue usado como una herramienta generativa. Este es un proceso que se remonta a las
convenciones del bocetado y la proyectación arquitectónica. La planta, la sección y la
elevación originalmente fueron desarrollados como un sistema para medir ruinas
arqueológicas. Sólo luego se convirtieron en instrumentos para proyectar.1

La geometría derivada de campos de materia de diferencia intensiva puede ser usada


generativamente. Estos campos graduados son entendidos como transescalares y flexibles
pero para operar arquitectónicamente deben ser escalados precisamente trayéndolos en
relación con modelos extensivos. La tendencia creativa de los campos intensivos y la
tendencia a la codificación de los campos extensivos no operan meramente en sucesión.
Como los dibujos de proceso siguiendo a los bocetos creativos, debe haber reciprocidad
entre ambos. Las unidades extensivas forman límites, un tímpano contra el cual las fuerzas
en el espacio intensivo resuenan. Mientras tales límites no son creativos en sí mismos,
hacen posible la innovación, a través del funcionamiento de sus restricciones.
Ref.: Las implicancias más radicales entre superficie y espacio de la arquitectura de Meissonier están
realizadas en su platería, un espacio rococó liberado del imperativo clásico de domesticar al rocalle (la
estilización del rococó) como decoración.
Arriba: La Sopera “Thyssen Meissonier”.
Abajo: Firma en la fuente sopera “Hecha por I.A. (Just-Aurele) Meissonier – Arquitecto”.
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Materia y contexto

La eliminación de lo extraño, tanto en la experimentación como en la teoría, ha sido la


base verificable de todo avance científico desde el siglo diecisiete, y nos ha conducido a un
punto donde prácticamente todo lo que esté por encima del átomo se comprende “en
principio”. Antes o después, sin embargo, el avance de la ciencia habrá agotado la
provisión de problemas que involucren solamente estos aspectos de la naturaleza que
pueden ser estudiados distendidamente, en simple aislamiento. La gran necesidad actual
se compromete con los sistemas de complejidad mayor, con los métodos para tratar con la
naturaleza complicada tal como existe. El artista viene realizando hace tiempo
enunciaciones comunicables y significativas, aunque no siempre precisas, sobre las cosas
complejas. Si los nuevos métodos, que seguramente le deberán algo a la estética, debieran
permitir al científico moverse hacia campos más complejos, su área de interés se
aproximará a la del humanista, y la ciencia podrá una vez más mezclarse suavemente con
todo el campo de la actividad humana.
Cyril-Stanley Smith. Una búsqueda de la Estructura.

Un arquitecto operando bajo el esencialismo extraería de un sistema natural, tal como un


panal de abejas, todo lo que es invariante, una celda hexagonal esencial, viendo todos los
desvíos de ella en el modelo como error o accidente. Nosotros reconocemos a esos
errores preservados como tan inherentemente sistemáticos como cualquier geometría
pura, el resultado de influencias del contexto o del propio interior del sistema. Desde un
punto de entendimiento de los sistemas naturales, la forma pura es una abstracción o, en
su mejor versión, un caso especial dentro de un amplio rango de variación.
Ref.: Arriba: Diagrama Esencial
Abajo: Enrejado Real de Cristal con Singularidades.
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Exacto / Inexacto-aún así-riguroso

Gilles Deleuze define tres tipos de geometría: la exacta, que concierne a la ciencia regular
o regia; lo inexacto, una aproximación accidental o mundana a la geometría exacta; y lo
anexacto, que corresponde con la ciencia vaga o nómade.

Edmund Husserl habla de una protogeometría que se dirigiría a esencias


morfológicas difusas, es decir, vagabundas o nómadas. Esas esencias se distinguirían
de las cosas sensibles, pero también de las esencias ideales, regias o imperiales. La
ciencia que trataría de ellas, la protogeometría, también sería difusa, en el sentido
de vagabunda: no sería ni inexacta como las cosas sensibles, ni exacta como las
esencias ideales, sino anexacta y sin embargo rigurosa (”inexacta por esencia y no
por azar). El círculo es una esencia fija, ideal, orgánica, pero la redondez es una
esencia difusa y fluente que se distingue a la vez del círculo y de las cosas redondas
(un vaso, una rueda, el sol). Una figura teoremática es una esencia fija, pero sus
transformaciones, distorsiones, ablaciones, y acrecentamientos, todas sus
variaciones, forman figuras problemáticas que son vagas y aun así rigurosas: “con
forma de lente”, “con forma de panza”, “mellada”. Se puede decir que las esencias
vagas extraen de las cosas una determinación que es más que la cosidad –la
condición de ser una cosa-, que es la corporeidad, y que quizás incluso implica un
espíritu de cuerpo.
-Gilles Deleuze y Félix Guattari. Mil Mesetas.

Lo que hace diferente a lo anexacto es que su geometría se asume para actuar en el


espacio real, más que en el espacio ideal de la geometría abstracta.
Ref.: Fachada de vidrio – Estructura – Superposición
Los desvíos locales, una vez aislados, aparecen como erróneos o accidentales.
Vistos juntos, producen efectos ópticos emergentes.
Lo anexacto es por lo tanto el resultado de fuerzas sobre la materia, donde lo exacto y lo
inexacto son solo son valoraciones relativas a un modelo puramente geométrico.
En lo anexacto, la referencia a la relación materia/fuerza es precisamente aquello que
establece su rigor y lo distingue de lo inexacto, que es meramente una forma menos
precisa de lo exacto. Por lo tanto lo anexacto está íntimamente ligado al campo material,
cuyas expresiones son los indicadores directos de fuerzas y energías que se manifiestan a
través de la intensidad. Por ejemplo, en lugar de ver una catenaria como una parábola
correcta (exacta) o incorrecta (inexacta) lo anexacto la ve como el cálculo de fuerzas sobre
la materia. En contraste con la dicotomía de lo exacto y lo inexacto, cuyas esencias son
leídas e interpretadas desde el significado, el campo anexacto es asignificante, y
transporta expresiones basadas en la intensidad y sus efectos consecuentes en lugar de la
significación. Institucionalizar este comportamiento resulta entonces un problema social,
ya que no se presta a leyes y códigos fijos. Un estado de flujo avanza contra todos los
sistemas que la sociedad establece para llevar a cabo la construcción. Lo anexacto emerge
entonces como una categoría consecuente del alejamiento tanto de las concepciones
idealistas como esencialistas de la materia y la geometría, hacia una geometría que está
inextricablemente ligada al campo espacial, que es material. Es interesante que la
dualidad clásica forma/materia persiste en la arquitectura del modernismo tanto como
concpeto filosófico fundamental del diseño en sí mismo, como en la forma que el diseño
llega al campo social. Porque la misma dualidad que estipula una dura división entre
forma soberana y materia pasiva refuerza una correspondiente división del trabajo entre
concepción y construcción. Por lo tanto, no es sorprendente que ante la ausencia de
cualquier paradigma que vaya más allá de la relación forma/materia, los modernistas
verían a las prácticas que naveguen las singularidades y variaciones de la materia en el
mejor de los casos como un temporario mal necesario, y en el peor como faltas de ética.
Este trabajo sería visto como excesivo: formalmente, estructuralmente (ornamentando), y
económicamente los oficios tradicionales resisten la estandarización y la generalización
tanto cuantitativa como cualitativamente.
A pesar de que los nuevos modelos de producción no han podido hacer algunos reclamos
excesivos en favor de sus efectos de liberación social, han incrementado sin embargo los
grados de libertad disponibles para el diseñador y, por extensión, para la producción.
Virtualmente cada faceta del proceso de diseño, incluyendo el espectro de efectos y
propiedades materiales, es un actor en el campo paramétrico. Además, este nuevo patrón
de organización opera no solo en la escala del campo material del que ha derivado, sino
que puede migrar hacia regímenes materiales y de escala radicalmente distintos. En
efecto, esto implica que un vasto espectro de modelos organizativos se vuelve disponible
para la arquitectura, desde lo microscópico hasta lo macroscópico, y opera no como
representaciones en la arquitectura, sino como principios organizativos para la
arquitectura.
Ref.: Descartes de la Fábrica Limoges (porcelana fina).
Diferencias tales como las de las tazas Limoges, que no son catastróficas pero se alejan de la perfección,
imparten un claro ánimo al objeto, que las geometrías perfectas simplemente no producen. Los restaurantes
“tres estrellas” en París las mandarían directamente al tacho de basura, si fueran capaces de llegar tan lejos.
Nosotros las buscamos con avidez.
Lo Inexacto.

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