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LA PSICOLOGÍA DE LA DANZA

La Psicología de la Danza es un campo de la Psicología aplicada que busca


otorgar a los bailarines herramientas que les permitan lograr un mayor rendimiento
en la práctica de su disciplina, así como un mayor disfrute de la misma, a través
de un mejor conocimiento de su “mundo interno”. Podríamos establecer, al menos,
cuatro áreas que deberían estar presentes en la preparación del bailarín:
 Área técnica: Correcta realización de los distintos movimientos que
comprenden la danza.
 Área física: Desarrollo de la flexibilidad, la resistencia, la fuerza, la
elasticidad, el equilibrio.
 Área teórica: Conocimientos acerca de las diferentes danzas, su historia, el
contexto cultural al que pertenecen, la música que las acompaña.
 Área psicológica: Motivación, confianza en sí mismo, ansiedad,
concentración.
Los aspectos psicológicos suelen ser poco tenidos en cuenta, abordados de forma
poco sistemática e incluso ignorados en muchas escuelas de danza y, sin
embargo, suelen ser causa de que algunos artistas tengan un rendimiento inferior
al que podrían alcanzar por sus facultades técnicas, o de que bailarines
talentosos, con aparente gran futuro, abandonen la actividad. Existen múltiples
aspectos en los que la práctica y la enseñanza de la danza puede nutrirse de los
conocimientos provenientes del campo de la Psicología:
 Implementación de estrategias que permitan a bailarines desarrollar
aspectos cognitivos y emocionales involucrados en la danza: motivación,
autoconfianza, manejo de la ansiedad y de las presiones, concentración,
memoria, motricidad, coordinación audiomotriz, creatividad, aceptación de
las críticas.
 Conocimiento de los principales hitos evolutivos, crucial en el momento de
trabajar con niños.
 En el caso de grupos, optimización de la comunicación entre los
integrantes, aumento de la cohesión, resolución de conflictos.
 Integración de personas con necesidades educativas especiales.
 Acompañamiento a bailarines lesionados, tanto durante el tiempo que dure
el alejamiento de la actividad como en el momento de retomarla.

La Psicología del deporte trata de estudiar los factores psicológicos que influyen
en el rendimiento en la actividad física. La Psicología de la danza es un campo
específico de la anterior, que trata de proporcionar a los bailarines estrategias
eficientes con las que lograr un mayor rendimiento y disfrute de su disciplina.
Algunos aspectos psicológicos como la motivación, la creatividad, el manejo de la
ansiedad y de las presiones, la confianza en sí mismo y la concentración, son
determinantes en esta materia para desarrollar al máximo el propio potencial y
hacerlo de manera agradable y satisfactoria.
Así como las habilidades técnicas se desarrollan mediante la práctica continua,
una y otra vez, las habilidades psicológicas necesitan igualmente de esta práctica
reiterada para su correcta adquisición.

Motivación
En ese sentido, la motivación resulta fundamental. En cierta manera, implementa
la voluntad que permite mantener el deseo de seguir bailando a pesar del dolor y
el sufrimiento, la fatiga, el aburrimiento o la iniciativa de abandonar y dedicar su
tiempo a hacer otras cosas. La clave para desarrollar la motivación es el
establecimiento de metas a corto, medio y largo plazo, cuidando que se traten de
retos realistas y alcanzables.

Autoconfianza
Otro aspecto fundamental sería la autoconfianza o competencia percibida. Es la
creencia o grado de seguridad que tiene un bailarín para el correcto desarrollo de
los ejercicios o funciones. Representa la valoración que tiene de sí mismo en
comparación con los demás. Es un factor determinante ya que, aunque se tengan
capacidades técnicas suficientes, si se cree que no se va a poder hacer bien y se
siente de algún modo inferior a sus compañeros, puede afectar a su rendimiento,
pudiendo desistir a la hora de conseguir sus objetivos e incluso sentirse incapaz
de poner en práctica sus habilidades.
Ansiedad
A la hora de gestionar el nivel de activación, es importante analizar el grado de
excitación, ansiedad y nerviosismo que puede tener el bailarín antes de las
actuaciones. Dicha activación, se caracteriza por cambios en la presión
sanguínea, la tasa cardiaca, la frecuencia respiratoria y la producción de
adrenalina, entre otros. Esto no siempre es algo negativo para el rendimiento del
bailarín, de hecho es necesaria cierta activación, siempre que se mantenga dentro
de unos niveles adecuados y no supere el valor umbral de cada uno, en donde el
exceso de activación se torna desagradable y perjudicial para el rendimiento. Para
el manejo de la activación se recomienda el aprendizaje de técnicas de relajación.
Atención y concentración
Por otra parte se encontraría la atención-concentración. Es la capacidad de
focalizarse en una tarea y dirigir la atención hacia los aspectos más relevantes de
una actividad durante un período determinado de tiempo. Para aumentar y lograr
sostener la concentración, puede resultar útil desarrollar rutinas y protocolos
específicos que permitan al bailarín estructurar su tiempo y pueda centrarse en lo
que realizará a continuación, evitando las distracciones incluso de su propia
mente. En la medida en que las rutinas sean de utilidad, podrá aplicarlas en
situaciones reales de tensión, asociando de este modo dicha rutina concreta con
la activación óptima necesaria para el mantenimiento de la concentración.
Psicología de la danza: entrenamiento mental
A la hora de la verdad, puede resultar fundamental un adecuado desarrollo de las
mencionadas habilidades psicológicas en los bailarines, de cara a potenciar su
bienestar y maximizar su crecimiento y rendimiento artístico. De lo contrario, es
probable que el bailarín se frustre en sus expectativas, pudiendo llegar al cese de
su actividad. Para evitar tal cosa, son esenciales la motivación intrínseca, la
autovaloración positiva y el apoyo recibido.

COREOGRAFÍA Y ELEMENTOS DE LA DANZA


Coreografía:
(literalmente "escritura de la danza", también llamada composición de la danza).
Es el arte de crear estructuras en las que suceden movimientos; el término
composición también puede referirse a la navegación o conexión de estas
estructuras de movimientos. La estructura de movimientos resultante también
puede ser considerada como la coreografía.
Los elementos (movimientos) y características específicas de una danza, se
utilizan para elaborar una coreografía, y a partir de ellos pueden inventarse nuevos
movimientos para crear nuevas coreografías. La coreografía también es utilizada
situaciones especiales, como en la cinematografía, el teatro, musicales,
conciertos, performances, eventos y presentaciones artísticas.

Elementos de la danza:

La danza se compone de diversos elementos básicos que se interrelacionan,


logrando transmitir emociones al público y para el mismo bailarín.

 Movimiento: Es un cambio de posición en el espacio de algún tipo de materia


de acuerdo con un observador físico.

 Ritmo: puede definirse generalmente como un movimiento marcado por la


sucesión regular de elementos débiles y fuertes, o bien de condiciones
opuestas o diferentes. Es decir, un flujo de movimiento, controlado o medido,
sonoro o visual, generalmente producido por una ordenación de elementos
diferentes del medio en cuestión.

 Expresión corporal: Con material educativo, la expresión corporal se refiere al


movimiento, con el propósito de favorecer los procesos de aprendizaje,
estructurar el esquema corporal, construir una apropiada imagen de sí mismo,
mejorar la comunicación y desarrollar la creatividad. Su objeto de estudio es la
corporalidad comunicativa en una relación: estar en movimiento en un tiempo,
un espacio y con una energía determinada. Las estrategias para su
aprendizaje se basan en el juego, la imitación, la experimentación y la
imaginación. Estos procesos son los que se ponen en juego para el desarrollo
de la creatividad expresiva, aplicada a cualquiera de los lenguajes. Como tal,
ofrece a los educadores una amplia gama de posibilidades en su trabajo
específico.

 Espacio: es el espacio donde se encuentran los objetos y en el que los eventos


que ocurren tienen una posición y dirección relativas. El espacio físico es
habitualmente concebido con tres dimensiones lineales, aunque los físicos
modernos usualmente lo consideran, con el tiempo, como una parte de un
infinito continuo de cuatro dimensiones conocido como espacio-tiempo, que en
presencia de materia es curvo. En matemáticas se examinan espacios con
diferente número de dimensiones y con diferentes estructuras subyacentes. El
concepto de espacio es considerado de fundamental importancia para una
comprensión del universo físico aunque haya continuos desacuerdos entre
filósofos acerca de si es una entidad, una relación entre entidades, o parte de
un marco conceptual.

 Estilo: Un movimiento artístico es una tendencia referente al arte, con una


filosofía o estilo común, seguida por un grupo de artistas durante un período
(como el movimiento dadaísta o el pop-art), o característico de una época más
extensa de la Historia del Arte, como el renacentista o barroco.

T GRÁFICA
Representación gráfica de la cuenta contable con sus diferentes elementos. La
cuenta T nos permite hacer registros contables y es la forma más utilizada para
registrar los diferentes hechos económicos.

El saldo de la cuenta es el resultado de restar a los débitos el valor de los créditos.


En el caso de la cuenta de ejemplo, que es una cuenta del activo, en la cual su
naturaleza es débito, el saldo debe ser débito. Caso contrario sucede en una
cuenta de naturaleza crédito como el pasivo o el patrimonio, donde el saldo de la
cuenta debe ser también crédito.

La cuenta T nos permite visualizar perfectamente que cada cuenta tiene un lado
debito y un lado crédito, o un debe y un haber, que cada cuenta tiene la capacidad
de dar y recibir, cumpliéndose así el principio de la partida doble, según el cual, en
toda contabilización, en todo registro contable, siempre hay como mínimo una
cuenta que entrega y una cuenta que recibe y que cada cuenta está en
condiciones tanto de recibir como de dar.

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