Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
DE KUHN
Abstrac:
El realismo científico es una suma de posiciones epistemológicas, ontológicas,
semánticas y otras más. Con todo, es una posición filosófica que pretende
explicar el éxito de las teorías científicas con alguna especie de isomorfismo
entre el lenguaje de la ciencia y el mundo. En cuanto a sus dificultades, a
diferencia de lo que ocurrió en el periodo clásico de la filosofía de la ciencia, es
con Kuhn donde la idea del realismo se pondrá en discusión como nunca antes.
Si bien Kuhn no dio una respuesta definitiva a esta cuestión se abrirán dos
tradiciones en sus raíces que tendrán connotadas implicancias para el
problema: i) el proyecto sociologista fuerte y ii) las concepciones semánticas. En
esta última tradición resaltan Giere y Niiniluoto con su defensa del realismo
científico con un gran grado de sofisticación. A pesar de esto, concluiremos que
Moulines tiene razón al etiquetar de pseudorealista a Giere y también
argumentaremos que las mismas críticas alcanzan las ideas de Niiniluoto.
Keywords:
Filosofía de la ciencia – Thomas Kuhn – concepciones semánticas – realismo científico
Hablar del realismo científico supone una serie de tesis que muchas veces se
confunden entre sí. Por ejemplo, siguiendo a Dieguéz Lucena (1998), podemos
distinguir, sin ser excluyentes, entre:
Todas estas versiones que configuran el significado del “ser realista” hacen que
no se tenga una doctrina con los límites claros. Salvo Bunge y quizá Popper ningún
filósofo que se llame a sí mismo un realista se ha comprometido con todas esas
versiones del realismo. De hecho, podemos decir que el realista dibujado por Larry
Laudan (comprometido con todas estas versiones) no es más que un espantapájaros
para hacer fácil su objetivo de invalidarlo.
Asimismo, podemos notar como si bien algunas versiones implican a otras (ser
realista epistemológico implica el ontológico y ser realista semántico implica al teórico),
es posible mantener solo la versión epistemológica y no así la semántica ni la
progresiva, por ejemplo.
A diferencia de lo que hacían los filósofos del periodo clásico, son los llamados
“nuevos filósofos de la ciencia” comandados por Kuhn quienes empezarán a cuestionar
muchos de los presupuestos filosóficos del estudio de la ciencia. Por ejemplo, la ya
clásica distinción ente contexto de descubrimiento y justificación pasará a ser solo una
distinción entre actitudes de estudio (evaluativo-explicativo), de modo que el cambio
teórico pasaría a tener una importancia trascendental. Adicionalmente, con este
filósofo (si bien ya antes en autores como Otto Neurath) se pondrá énfasis en el rechazo
del análisis en términos de la lógica clásica de las teorías al ser infértil en la medida en
que la ciencia es una actividad esencialmente pragmática.
Con esto podemos dar tres razones fundamentales por lo cual rechazar la
concepción de las teorías como sistemas axiomáticos:
Visto así el asunto, solo podemos decir que lo que identifica a una teoría
empírica no es otra cosa que los modelos que satisfacen a las diversas axiomatizaciones
posibles. Habíamos dicho que los filósofos de esta tradición no tenían un único
concepto de modelo. Así, si bien Bass C. Van Fraassen es el autor más representativo de
este periodo, lo cierto es que aa concepción más desarrollada de modelo ha sido la
forma conjuntista (y de teoría de modelos) presentada inicialmente por Suppes y
desarrollada detalladamente por el estructuralismo metateórico de Stegmüller, Balzer,
Sneed y Moulines.
Por lo demás, han sido los estructuralistas metateóricos los que más han
detallado esta cuestión. A su decir, una teoría seria <N, K> donde N es el núcleo teórico
y K el conjunto de modelos de aplicación intencionales.
Este no es espacio para desarrollar por completo sus ideas, sin embargo, se hace
necesario explicitar las razones de que estos hayan complejizado el asunto. En primer
lugar, es necesario restringir los “modelos parciales” y también es vital establecer
condiciones de ligaduras entre los diversos modelos de modo que, por ejemplo, si el
conceptor partícula en la mecánica clásica refiere a k en diversos modelos, por lo
menos, k debe tener la misma masa en todos los modelos.
“Ron Giere (1988) presenta una opinión similar diciendo que una teoría es
trivialmente cierta en un modelo definido, y el modelo es similar con el "sistema real"
en aspectos especificados y con grados especificados. De esta manera, Giere intenta
evitar el uso de los conceptos difíciles o bastardos de la verdad y de la verdad
aproximada.
Sin embargo, Giere no nota aquí que verdad + similitud = verosimilitud.
Más precisamente, una teoría puede ser definida como "aproximadamente verdadera"
si es verdadera en un modelo que es similar al sistema real (es decir, al fragmento del
mundo real que nos interesa en nuestra investigación). Una teoría sería "similar a la
verdad", si es similar a la declaración informativa más verdadera (de nuestro sistema
conceptual relevante). Si la teoría contiene hipótesis ideales contrafácticas, entonces
tiene que ser comparada con estados factuales a través de la "concretización", donde se
eliminan las idealizaciones” (1991, p. 160).
Vemos pues, como Ron Giere mantiene una posición realista pese a concebir de
forma semántica las teorías científicas al considerar una relación de similaridad entre
los sistemas reales y los modelos. En el caso de Niiniluoto la situación es más compleja.
Este filósofo trata de ser más riguroso que Giere cuando entiende al mundo como una
base de hechos posibles en un espacio-tiempo que "eligen" su aparto conceptual ("L") y
define verosimilitud en términos de distancia hacia el enunciado verdadero más
informativo en L. Asimismo, utiliza teoría bayesiana al momento de definir
probabilidad epistémica.
Ahora bien, la cuestión sobre si en efecto estas visiones han salvado al realismo
científico de la idea de que las concepciones semánticas son implícitamente
antirrealistas es una cuestión que discutiremos en las conclusiones.
5. Conclusiones
Pese a lo sofisticado del llamado realismo crítico de Niiniluoto (que pretende ser
más riguroso que el realismo constructivo de Giere) lo cierto es que no sortea
fácilmente la crítica de Moulines a Giere: "Los instrumentalistas o los antirrealistas
pueden muy bien aceptar que haya modelos más o menos adecuados a un cierto
dominio de la experiencia, mientras que otros no lo son. Pero si no se es un poco más
preciso que Giere sobre la naturaleza de los sistemas reales que determinan, por medio
de la relación de “semejanza suficiente”, que ciertos modelos son válidos y otros no, y si
el propio criterio de “semejanza suficiente” se deja al arbitrio de la comunidad científica
del momento, entonces el instrumentalista no se dejará impresionar. Como en el caso
de Suppe, aunque por otras razones, el "realismo, constructivo” de Giere se revela, al fin
peligrosamente próximo al pseudorealismo o a un verdadero instrumentalismo"
(Moulines, 2011, p. 133).
Y creemos que no supera esta objeción pues, el modo en el que Niiniluoto define
la elección del mundo a una estructura L que hace verdadera un lenguaje a lo Tarski
deja mucho que desear pues, ¿en qué consiste esa elección? Niiniluoto apela acá a
cuestiones de “acción racional” (¿qué tipo de racionalidad? PROYECTO 1:
DETALLAR AÚN MÁS LOS MODELOS DE RACIONALIDAD Y CRITICAR LA
VISIÓN FORMALISTA DE RACIONALIDAD QUE ASUME NIINILUOTO)
cosa que sigue siendo oscura. Adicionalmente, un le podría preguntar a Niiniluoto ¿por
qué usar lógica inductiva bayesiana para saber si nos acercamos a lo más verdadero en
L? Niiniluoto nuevamente es oscuro aquí. (PROYECTO 2: DETALLAR MÁS LAS
DIFICULTADES DE LA LÓGICA BAYESIANA PARA LA ELECCIÓN DE
TEORÍAS Y TRATAR DE ENCONTRAR MODELOS ALTERNATIVOS)
Con todo lo rico que puede ser el análisis de Niiniluoto, concluimos que cae bajo
la misma trampa de Suppe y Giere: son subrepticiamente antirrealistas disfrazados con
conceptos que son maleables y poco claros.
Sin embargo, a pesar de tener como insuficientes a los dos realismos aludidos,
creemos que las intuiciones realistas son las correctas. Quizá Moulines tiene razón
cuando nos dice que la filosofía de la ciencia es aún demasiado joven para responder a
la pregunta de si el éxito de las teorías científicas se puede explicar con la cada vez más
isomorfa relación entre el lenguaje de la ciencia y el mundo.
Así, podemos decir que defender el realismo es aún un proyecto. Y no solo eso,
sino un proyecto que empieza a progresar. El paso de las ideas de Hacking a las de
Giere y los desarrollos actuales de Niiniluoto son muestra de ello. Después de todo,
quizá estemos en el camino correcto.
6. Bibliografía