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La grave crisis del sistema capitalista en el mundo ha traído una serie de consecuencias funestas para los
pueblos y trabajadores, y particularmente para los jóvenes. El problema principal de la juventud: el
desempleo, ha aumentado en los principales países europeos y en los EEUU. En España, tras la crisis, el
desempleo juvenil llega al 49.6% constituyéndose como el país europeo con mayor desempleo juvenil.
“España sigue siendo el país con más jóvenes desempleados de Europa, según los datos publicados a
principios de junio por Eurostat, la oficina estadística europea. 775.000 españoles menores de 25 años
estaban sin trabajo en abril de 2015, muchos más que en cualquier otro país europeo de los que se
tienen datos actualizados. La tasa de desempleo juvenil en España es del 49,6%. Sólo los jóvenes de
Grecia, país del que no se conocen datos correspondientes a abril y marzo, pero sí de febrero (50.1%)
se encuentran en una situación similar a los españoles. Croacia (45,5%, datos correspondientes a
marzo de 2015) e Italia (40,9%) también presentan altos índices de desempleo en menores de 25
años.”1
En América Latina la tasa de desempleo juvenil es del 14% y estos representan a su vez el 43% del total
de desempleados según la OIT. Así mismo los sueldos y salarios de los jóvenes son bajísimos. Los
ajustes económicos que las potencias capitalistas implementan para reimpulsar sus economías recortan
derechos a los trabajadores, sobre todo a los jóvenes que son explotados como mano de obra barata. De
ahí que en las luchas contra la crisis capitalista en el mundo hayamos visto a los jóvenes adelante porque
ellos soportan en mayor medida las consecuencias de la crisis capitalista.
Efectos de la desaceleración económica: recorte de derechos laborales para los jóvenes y el pueblo
Muchos jóvenes abandonan sus estudios para dedicarse a trabajar. Esa es una realidad palpable, la
necesidad de sobrevivir, la falta de oportunidades, las carencias familiares obligan a una gran parte de la
juventud a interrumpir su formación profesional para insertarse al mercado laboral. Así mismo existe en
nuestro país medio millón de jóvenes entre 14 y 17 años que no estudian ni trabajan. Sabiendo esa
realidad exigimos se brinden facilidades para que los jóvenes trabajen sin dejar sus estudios.
Los jóvenes que trabajan lo hacen en pésimas condiciones, su condición en su gran mayoría es de
trabajador informal o subempleado. En el 2014 el 14% de jóvenes de nuestro país está desempleado y el
47.8% labora en condición de subempleado2. Es decir más del 60% de jóvenes no cuentan con un
contrato estable, no tienen seguro social, no participan en los sindicatos y son presa de toda una
propaganda mediática de despolitización que los medios arteramente generan para adormecer la
conciencia social del joven trabajador, para que no reflexione sobre su realidad ni menos se organice
para luchar por sus derechos fundamentales. Por ello tenemos la tarea urgente de remocionar la
conciencia de los jóvenes sobre la necesidad de la organización sindical, de porqué es importante
defender los derechos laborales y de organizarse en sindicatos, de desenmascarar esta campaña de
criminalización de sus luchas y despolitización que el Estado emprende contra los jóvenes que luchan
Frente a la política reaccionaria que aplica el Estado contra el pueblo y sus organizaciones, corresponde
a la juventud luchar por la democratización de la sociedad peruana. Corresponde organizarse para
recuperar y ampliar los derechos laborales conculcados en estos 25 años de neoliberalismo. El pueblo no
quiere seguir viviendo como está y necesitamos transformar esta sociedad. Los jóvenes tienen una gran
responsabilidad en la actualidad como es la de servir con la mayor convicción al desarrollo del camino
del pueblo.