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“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

MONOGRAFIA
EMPRESAS MULTINACIONALES

CURSO:
SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN LA GLOBALIZACIÓN
DOCENTE:
Lic. JAIME LUCIO BELLOSO GARRIDO

Ciclo: III-CONTABILIDAD

ESTUDIANTES:
CINDY BARRIOS RAMIREZ
MARIA BEATRIZ ENCISO CASSANI
LEIDY DIANA MORALES
BRENDA MARCELO
MARY ROSALES
PATY
ANDREA TEMBLADERA

LIMA - PERÚ
2018
Índice

CAPITULOS
Desarrollo
EMPRESAS MULTINACIONALES

Una empresa multinacional o internacional es aquella que fue creada y


registrada en un país, pero que cuenta para fines de venta con filiales en todo
el mundo, y aunque crea ofertas de trabajo en esos lugares, la mayor parte de
las ganancias regresan al país de origen de la multinacional. Son también un
poderoso agente de globalización. Actúan con una estrategia global para
obtener el mayor margen de beneficios; compran las materias primas donde les
resulta más barato; instalan sus fábricas en los lugares más favorables, y
venden sus productos casi en cualquier punto de la Tierra.Comprendiéndose
como la creación de un grupo de empresas a nivel internacional implantadas a
través la economía, la tecnología y la comunicación, cuya finalidad es la
captación de nuevos clientes, creando una nueva cultura de comercialización
de productos de reconocimiento a nivel universal.
El término multinacional debe entenderse en lo que a mercado se refiere, no a
la naturaleza de la compañía: de hecho, es habitual que se califique el
término multinacionales como engañoso, y se prefiera
llamarlas transnacionales, ya qué, aunque operen en varios países, el
planteamiento de su estrategia y su administración central está generalmente
en un sólo país

Se denomina empresas multinacionales a aquéllas empresas que no sólo


operan y tienen presencia en su país de origen, sino que también se
encuentran en otros países. Están en más de una nación (multi-nacional).
Aunque el concepto lingüístico es sencillo, la dinámica y el funcionamiento de
este tipo de empresas es muy complejo y merece ser analizado.
Las multinacionales expanden operaciones como la producción o la
administración alrededor del mundo, y movilizan plantas industriales de un país
a otro. Tienen una visión global de la economía y de su ámbito de trabajo.
Operan para todo el mundo, y sus clientes son los mercados, países,
empresas, organizaciones, de todo el planeta. Al ser multinacionales, conciben
al mundo entero como su mercado potencial, y sobre él actúan y se mueven.

El término multinacional ha de ser entendido como descripción del ámbito de


actuación, no de la naturaleza de la compañía. Una empresa multinacional no
es una empresa cuyo origen esté en muchas naciones, sino que opera y actúa
en un gran número de ellas. Por ejemplo The Coca-Cola Company es una
empresa de Estados Unidos (es una empresa nacional estadounidense) que
está presente en todo el mundo (es una empresa multinacional a nivel global).
The Coca-Cola Company es una empresa estadounidense, no una empresa
multinacional, en tanto en cuanto no es una empresa de varias naciones.
Debido a la posibilidad de caer en un error, algunos autores prefieren referirse
a este tipo de corporaciones que operan en varios países como empresas
transnacionales.

La globalización va de la mano de las multinacionales

Las multinacionales son los principales agentes del proceso de globalización.


Junto a su expansión por el mundo se difunde la economía, la política e incluso
la cultura.

Las multinacionales expanden la economía por el planeta porque trasladan sus


actividades (económicas) a otros países, de forma que la inversión, los
beneficios o las pérdidas afectan no sólo al país de origen de la empresa, sino
también a los nuevos países en los que la empresa se ha instalado. Toyota
(multinacional japonesa), cuando se instala en Tailandia, afecta a la economía
de Japón pero también a la de Tailandia.

Por otro lado, las multinacionales difunden las políticas porque, en el fondo, la
política va estrechamente ligada a la economía. Los gobiernos de los países se
preocupan por la economía, y no hay mayor entidad económica que una gran
multinacional. La voluntad de las empresas se ve muchas veces plasmada en
las políticas que adoptan los Estados y los organismos internacionales.
Finalmente, las multinacionales también propulsan la difusión de la cultura por
todo el mundo. Casi siempre son multinacionales occidentales, así que es la

cultura occidental la que triunfa en su expansión global. Por ejemplo, cuando


una empresa como Adidas (multinacional alemana) llega hasta Indonesia, los
jóvenes indonesios comienzan a vestir como los alemanes. Así, la forma de
vestir, la música que se escucha, los refrescos que se beben y las películas
que se ven son las mismas en todo el mundo, porque han llegado a todos los
países gracias a las empresas multinacionales, que han extendido sus
productos por todo el planeta. Este fenómeno es lo que se puede llamar
‘globalización cultural’.

Así pues, dentro del proceso de globalización, podemos distinguir varios tipos:

-Globalización económica. La globalización se caracteriza en la economía por


la integración de las economías locales en una economía de mercado mundial,
donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a
escala planetaria, cobrando mayor importancia el papel de las empresas
multinacionales y la libre circulación de capitales, junto con la implantación
definitiva de la sociedad de consumo.

-Globalización política. Este tipo de globalización consiste en la creciente


integración de las distintas políticas nacionales en una única política mundial. A
través de organismos internacionales, y bajo la constante presión de las
empresas multinacionales, las decisiones políticas de importancia mundial
están siendo fomentadas y extendidas por todo el planeta para que afecten a
todos los países del mundo. Aunque no sólo son políticas económicas, también
se han ‘globalizado’ políticas medioambientales (ONGs) , políticas de defensa
(OTAN), políticas de cultura (UNESCO), políticas sociales (ONU)…
-Globalización cultural. En la que las prendas, música, modas, formas de
actuar, pensamiento, etc. adquieren dimensiones y presencia globales. Las
tendencias occidentales se difunden por todo el mundo, y se adoptan en países
como Brasil, Egipto, Malasia, Bolivia o la India. Hoy en día se pueden ver
camisetas de fútbol de equipos europeos en cualquier país del mundo, así
como zapatillas de Nike o películas de Hollywood.

En estos tres tipos de globalización están muy presentes las empresas


multinacionales. De hecho, son ellas quienes ayudan a que cualquier aspecto
de la vida cotidiana (política, cultura, economía…) adquiera dimensiones
globales. Las multinacionales están siendo el principal conducto por el cual la
globalización se está desarrollando y, a su vez, ésta está promoviendo el
rápido desarrollo de las empresas multinacionales (es decir, que las empresas
se transnacionalicen o que las que ya han acometido ese proceso crezcan aún
más, fusionándose con otras o ampliando sus mercados). Así pues,
globalización y multinacionales van de la mano y se autoalimentan,
reforzándose mutuamente.

INTERESANTE: Globalización: la dictadura de las


multinacionales (rebelion.org)

Pero, si la globalización fomenta el crecimiento de las multinacionales, cabe


preguntarse hasta dónde puede llegar el tamaño de estas empresas. Adam
Smith decía que el tamaño de las empresas estaba relacionado con el tamaño
del mercado. Siguiendo esta hipótesis se puede decir que la globalización,
ampliando los mercados para las empresas, por un lado, y aumentando la
competencia, por otro, crea unas enormes oportunidades para el desarrollo de
las empresas y de los países donde están ubicadas.

José Luis Sampedro decía que la tan celebrada globalización no era mas que
un proceso en el que se transfería el poder de los Estados a las
multinacionales. Efectivamente, con el proceso de globalización son las
empresas y no los gobiernos y los Estados los que toman la iniciativa y el
protagonismo en la economía mundial, si bien es cierto que estos últimos
tienen todavía en sus manos los instrumentos de regulación para asegurar
un mundo más competitivo y más justo (económica y socialmente). En el fondo,
la globalización consiste en que el poder pase desde la política a la economía.

VER ARTÍCULO: La globalización

Multinacionales con demasiado poder

Ya lo adelantó J.K Galbraith en El nuevo estado industrial (1967), cuando dijo


que las grandes corporaciones se convertirían en la unidad económica
estratégica de mayor significado y entidad en el mundo. Se ha cumplido.
Hemos llegado a un punto en la historia en el que encontramos empresas cuyo
tamaño las hace más fuertes económicamente que incluso países enteros. Por
ejemplo ExxonMobil tiene más dinero que Malasia, Perú o Ucrania.
Este poder económico conlleva a un aumento del poder de decisión, mediante
la presión a la política. Aunque no sea de forma directa, muchas veces las
multinacionales de sectores estratégicos controlan la política en todos los
niveles geográficos: local, nacional, regional y mundial. Los casos más
conocidos son los de las multinacionales petroleras, del gas, financieras,
informáticas… etc. Grandes empresas que controlan sectores muy importantes
para el desarrollo de la vida de las personas y de los países.

INTERESANTE: Análisis sobre Gazprom, la multinacional rusa líder del


sector del gas a nivel mundial. Una empresa muy criticada por su excesiva
influencia en la política de Rusia y de varios estados del Este de Europa, a los
que ha llegado a doblegar cortándoles el suministro de gas.

En el siguiente ranking se combinan países y empresas, de forma que,


comparando producto interior bruto (PIB) e ingresos (revenues). La propia
Gazprom, por ejemplo, tiene más dinero que Bangladesh o Irak. Esta lista está
elaborada con datos de 2011, y no deja de ser sorprendente que entonces, de
las 100 mayores economías del mundo, 60 fueran países y 40 empresas.

Los procesos de fusión y las alianzas entre grandes empresas les permiten
alcanzar un enorme tamaño, a la vez que crecen su poder e influencia en la
economía mundial. Mediante estas prácticas han conseguido formarse grandes
corporaciones que superan el volumen económico de muchos países y, por lo
tanto, tienen más poder de decisión a nivel internacional.

En su libro El mercado y la globalización (2002), José Luis Sampedro habla así


de las empresas multinacionales: “La técnica moderna, con actividades que
exigen instalaciones industriales muy costosas y complicadas, junto con las
ventajas económicas de la producción en gran escala, entre otras, fomentan y
a veces imponen la creación de grandes empresas, con las cuales es muy
difícil lanzarse a competir. Con frecuencia las encontramos dominando los
mercados dentro y fuera del país (empresas multinacionales o transnacionales)
y aliándose con otras afines o complementarias o absorbiendo empresas
rivales. Gracias a sus excepcionales medios técnicos y financieros dominantes
consiguen créditos y concesiones públicas privilegiadas, influyendo en países
cuyos gobiernos tienen menos poder que ellas mismas y presionando incluso a
las autoridades de las naciones más fuertes.”

Las empresas tecnológicas estadounidenses se encuentran entre las mayores


evasoras de impuestos gracias a su tributación en paraísos fiscales. Fuente:
Statista
Además de ser más poderosas e influyentes que naciones enteras, el poder de
las grandes empresas mundiales está concentrado en manos de unas pocas.
Un interesante estudio sobre la red global que forman las empresas
multinacionales realizado en 2011 ponía de manifiesto que apenas 140
empresas controlan el 40% del valor de todas las multinacionales del mundo.
La mayor parte de estas multinacionales poderosas son entidades financieras y

bancarias.

Arrojando más datos sobre la mesa, puede no sorprendernos que actualmente


las empresas multinacionales controlen dos terceras partes del comercio
mundial de bienes y servicios. Es decir, que el comercio exterior lo realizan
mayoritariamente empresas, no países. De este comercio que realizan las
multinacionales, alrededor de un tercio se realiza entre establecimientos de una
misma multinacional, es un comercio intraempresa, pero que atraviesa
fronteras.

Este exceso de poder por parte de entidades de carácter privado, no sujetas a


regulación por parte de organismos públicos, pone de manifiesto que las
multinacionales se mueven por el mundo controlando la economía (y en
ocasiones la política) sin ser realmente entidades democráticas ni con objetivos
sociales. ¿Es oportuno que estos gigantes económicos que se alimentan de
dinero decidan el destino de un mundo formado por personas físicas y
humanas?

Porque el poder de las multinacionales traspasa la dimensión económica y


abarca también la política, el medio ambiente, los ámbitos sociales y militares…
etc. El hecho de tener objetivos puramente económicos no implica estar al
margen de todo lo demás. Muchas veces se han de manejar bien la política y la
sociedad para conseguir esos ansiados números positivos con muchos ceros
en las cuentas de la empresa.

Por eso mismo, para asegurar sus ganancias y aprovechando su posición de


fuerza, las grandes empresas multinacionales ejercen una enorme presión
sobre la política mundial. Como dice Laurent Carroué para LeMonde
Diplomatique: “Desde hace décadas y en un marco cada vez más liberal, las
multinacionales occidentales han presionado ampliamente, en su propio
beneficio, sobre las reglas organizativas de la gobernanza económica mundial
a escala a la vez nacionales, continentales y mundiales por medio de un
incesante lobbying, en particular en el FMI, la OMC, el Banco Mundial o la
OCDE.”

Denuncia contra el poder de las multinacionales

El presidente chileno Salvador Allende, en una intervención en la Asamblea


General de la ONU en 1972, denunció el poder que habían adquirido algunas
empresas multinacionales y la falta de control sobre éstas, que ponía en peligro
la autoridad de los propios estados. Estas fueron sus palabras:

“Estamos frente a un verdadero conflicto frontal entre las grandes


corporaciones transnacionales y los estados. Éstos son interferidos en sus
decisiones fundamentales (políticas, económicas, militares), por organizaciones
globales que no dependen de ningún Estado y que no responden ni están
fiscalizadas por ningún Parlamento, por ninguna institución representativa del
interés colectivo. En una palabra: es toda la estructura política del mundo la
que está siendo socavada. Las grandes empresas transnacionales no sólo
atentan contra los intereses genuinos de los países en desarrollo, sino que su
acción avasalladora e incontrolada se da también en los países industrializados
donde se asientan.”

Multinacionales occidentales y multinacionales emergentes

Los países desarrollados controlan el 81% de las empresas y el 83% de las


ventas de las 500 multinacionales más grandes del mundo. Aun así, el
crecimiento de los grandes países emergentes y la crisis estructural de los
países desarrollados están provocando un nuevo orden económico mundial,
notablemente más multipolar. En este “nuevo orden” están apareciendo
grandes empresas que podemos denominar “multinacionales emergentes”,
como los países de los que proceden.

Laurent Carroué, geógrafo y director de investigación del Instituto Francés de


Geopolítica de París-VIII, recuerda que:

“Entre 2006 y 2010, el número de empresas de los países del Sur pasó de 61 a
94 (+54%), en particular a causa de la escalada de China, cuyas
multinacionales aumentaron de 20 a 46. En cambio, el capitalismo anglosajón
sufrió de lleno la crisis: Estados Unidos ha retrocedido de 170 a 139 unidades,
y el Reino Unido de 38 a 29. La brasileña Vale, la india Tata, la rusa Gazprom,
las chinas CNPC, Sinochem y CNOO en el sector energético, Lenovo en el
informático o China Minmetals, aceleran sus inversiones en Rusia y en Asia
Central, en África o en Latinoamérica.”

Se están multiplicando los flujos y los acuerdos políticos y económicos Sur-Sur,


aumentando así el comercio y la actividad económica entre países que hace un
par de décadas estaban al margen de la economía mundial. Los números y el
volumen de estos movimientos está llegando a superar al de los flujos
económicos que se dan en Occidente, con grandes potencias como Brasil,
China o India encabezando el crecimiento del Sur.

La sintonía política de este nuevo ‘bloque’ de países hace que las grandes
empresas de dichos países encuentren grandes oportunidades de negocio y
beneficios mucho mayores que en socios tradicionales de Europa,
Norteamérica o Japón. La crisis económica y financiera de Occidente y el auge
de los países emergentes fomenta que sean empresas multinacionales de
países en desarrollo las que amenazan con arrebatar el poder a las grandes
empresas occidentales.

Fuente: Cartografía EOM.

Pero estas buenas noticias para las naciones emergentes traen consigo una
serie de inconvenientes para las poblaciones de estos países en desarrollo:
explotación laboral, daños al medio ambiente, más poder que los débiles
gobiernos nacionales… Además, “la creciente movilidad mundial de las
grandes empresas hace difícil que los países en desarrollo, carentes de
mecanismos de supervisión, puedan responsabilizar a esas compañías por
violaciones a los derechos humanos y ambientales” recuerda Daniel Mittler,
de Amigos de la Tierra.

Las multinacionales también tienen problemas


Pero, aunque son poderosas y controlan el destino del mundo, las empresas
multinacionales tienen que enfrentarse a algunos problemas. En este S.XXI las
grandes empresas se encuentran con resistencias como la opinión pública, la
acción de las ONG, o el ascenso de los países emergentes. En estos tres
casos, las multinacionales tienen que buscar estrategias para sobreponerse de
las críticas, denuncias y peticiones de cambio.

Los países emergentes se perfilan como enemigos de las multinacionales


occidentales en escenarios como el de la Organización Mundial del Comercio
(OMC), donde las economías en desarrollo esperan tomar el mando. Los
objetivos de los gobiernos de los países emergentes choca frontalmente con
los de las grandes multinacionales.

La OMC, aunque lleva unos años viviendo un problema de relevancia


internacional (ha perdido el estatus y la importancia que tuvo en otros tiempos),
es mucho más “democrática” que otras instituciones internacionales como el
FMI o el Banco Mundial. En la OMC se sigue el principio de “un país, un voto”.
Así, los países del Sur se han podido oponer a las lógicas económicas que
querrían imponer las potencias occidentales.

Este enfrentamiento entre los países occidentales y los países del Sur ha
llevado a que las negociaciones para liberalizar el comercio mundial, conocidas
como la Ronda de Doha (que comenzaron en 2001) estén estancadas desde
hace casi un lustro, lo que ha erosionado considerablemente la credibilidad de
la entidad, acabando con la paciencia de los países occidentales y
evidenciando que, por primera vez en la historia, el destino de la economía y el
comercio mundial depende de los países en desarrollo.

NOTICIA: Se insta a los países emergentes a “salvar la OMC” (elPais.com)

Otros de los frentes con los que las multinacionales tienen que combatir son la
opinión pública, los movimientos sociales y las ONG. Estos factores de “presión
moral” actúan como vigilantes y correctores de la actividad empresarial.

La acción de las ONG ayuda a que las multinacionales recuerden que no son
todopoderosas y que están sometidas a poderes que (en un principio) están
por encima de ellas: poder político, poder judicial, poder social… Se puede
decir que las ONG se encargan de supervisar que los empresarios se guían por
unos códigos éticos y morales a la hora de realizar sus movimientos
empresariales y de que, por supuesto, se respeten los Derechos Humanos y
Ambientales.

Ante un delito medioambiental o una injusticia laboral, siempre están ahí las
ONG para denunciar a las grandes multinacionales y defender los derechos de
los trabajadores y para recordar lo importante que es cuidar el medio ambiente.
En cierta manera, sin la acción de muchas ONG las empresas podrían
pasearse por el mundo sin barreras morales para hacer cualquier tipo de
actividad de cualquier forma. Y, en muchos casos, eso es precisamente lo que
ocurre con las multinacionales.
NOTICIA: Las ONG ponen en jaque a las multinacionales (swissinfo.ch)

VIDEO: La ONG ‘Sierra Club’ denuncia con un sencillo video la dinámica


del petróleo en EEUU

Finalmente, la opinión pública determina la forma de proceder de las


multinacionales. Si bien es cierto que muchas de ellas esperan a que estalle un
escándalo para corregir malas prácticas, cuando esto ocurre no dudan en
limpiar su imagen aplicando nuevas políticas. Por ejemplo, fue sonado el caso
de la empresa Foxconn, el mayor fabricante de componentes electrónicos del
mundo, que sobreexplotaba a 300.000 trabajadores en la ciudad china de
Shenzhen para la fabricación de teléfonos móviles para Apple, Sony y Nokia.
Después del suicidio en masa de parte de los trabajadores, Foxconn
aumentó el salario de sus empleados. Este terrible suceso conmocionó a la
opinión pública y dio muy mala imagen a la empresa y a las multinacionales
occidentales que subcontrataban sus servicios.

NOTICIA: Un periodista infiltrado denuncia las condiciones de trabajo del


fabricante chino del iPhone 5 (elPeriodico.com, 2012)

Otro caso famoso relacionado con las multinacionales y la opinión pública fue
el de la petrolera inglesa BP en el Golfo de México. Sucedió el 10 de abril de
2010, cuando una explosión en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon
hizo que ésta se hundiera. Murieron once trabajadores y se vertieron 779.000
toneladas de crudo, siendo el mayor vertido de petróleo de la historia.

Se formó un derrame petrolífero no controlado de 6.500 km 2 de extensión, que


amenazó a las costas de varios estados norteamericanos. La opinión pública
señaló a la multinacional inglesa. El gobierno de Estados Unidos declaró a BP
responsable del suceso y tuvo que costear todos los procesos de limpieza y
la reparación de todos los daños. La empresa no lo dudó y se declaró culpable.
No podía perder más prestigio.

NOTICIA: BP se declara culpable del vertido en el Golfo de México y


pagará 3500 millones(elpais.com, 2012)

De esta forma, vemos que las empresas multinacionales no son inmunes al


poder político y social. Puede que no se guíen por códigos éticos o tengan una
verdadera conciencia medioambiental o social, pero harán lo que sea para
vender sus productos y mantener una buena imagen. Una empresa con mala
imagen está destinada a fracasar. Las multinacionales no fracasan. Siempre
ganan. Aunque a veces se equivocan, y arreglan el error como mejor saben
hacerlo: con dinero. Mucho dinero.

Las grandes empresas se van a otro sitio

Las multinacionales, que se mueven por la búsqueda del máximo beneficio, se


han dado cuenta de que una de las mejores formas de conseguir su objetivo es
reducir los costes de producción. ¿Cómo se pueden reducir esos costes?
Trasladando la producción a otro lugar, donde sea más barato producir. Es
sencillo.

En el siguiente mapa podemos ver representado el fenómeno de


la deslocalización, que consiste en trasladar ciertas actividades o procesos de
una empresa a otras zonas, buscando una mayor rentabilidad para dichas
tareas. Se pueden deslocalizar actividades que requieren de alta cualificación,
como procesos informáticos, ingeniería o servicios avanzados, pero lo más
normal es que se deslocalicen las tareas más sencillas y por las que se puede
pagar un menor salario.

Nacimiento e historia de las empresas multinacionales

Las empresas multinacionales nacieron como consecuencia del proceso de


ampliación de los mercados. La primera empresa que puede ser considerada
antecedente de las actuales multinacionales fue la Compañía de Moscovia,
empresa de origen inglés fundada en Londres en 1555, dedicada al comercio
entre Inglaterra y Rusia. Otro precedente se pueden encontrar en las
compañías de Indias que surgieron en Gran Bretaña, Holanda, Suecia y
Dinamarca en el siglo XVII o, anteriormente, la banca Rothschild, que se
extendió por diversos países europeos.
Mapa de las primeras corporaciones coloniales europeas
El germen de las actuales empresas multinacionales surgió a finales del siglo
XIX, cuando un conjunto de empresas decidieron construir fábricas fuera de
sus países de origen. De este modo reducián los costes de transporte y
evitaban los fuertes aranceles establecidos a la importación de sus productos.1

Características de las empresas multinacionales


Las principales características de este tipo de empresas, son las siguientes: 1

 Se extienden en todo el globo. Sus propietarios llevan sus productos o


servicios a cualquier territorio, abriendo nuevas sucursales incluso en varios
continentes, fuera del de su origen.
 Poseen plantas en todo el mundo y trabajan con importantes cantidades de
productos.
 Utilizan nuevas tecnologías, organización industrial, mercadotecnia y
publicidad.
 Son fuertes inversores en investigación y desarrollo para las comunidades.
 Tienen un conocimiento profundo de las estructuras y funcionamiento de los
mecanismos políticos de los países donde están implantadas.
 Crecen habitualmente a través de fusiones y adquisiciones.
 Sus productos no son terminados en la misma planta en la cual inician; lo
transportan a otra planta en otro continente para ser finalizado, y se
comercializan en otro sitio.
Un restaurante McDonald's en Guantánamo, Cuba. Se trata de una
multinacional integrada horizontalmente. Abajo, expansión cronológica de
McDonald's.

Las multinacionales y la competencia

El comentador más conocido


acerca del origen y
consecuencias de las
multinacionales es John
Kenneth Galbraith, quien
desde 19672 proclamó que la
elevación a la primacía de
este tipos de empresas a partir
de las Segunda Guerra
Mundial tiene profundas
implicaciones económicas,
sociales y políticas.
Entre otras, él postula que las multinacionales superan el problema del riesgo,
central a las empresas tradicionales, lo que logran principalmente con las
ventajas que poseen, por un lado, al estar en posición de obtener contratos de
largo plazo en el área tanto de compraventa (incluidos con sindicatos) como de
relaciones con países y, por el otro, al expandir sus actividades al sector
financiero.
A consecuencia de lo anterior, la libre competencia, tal como se concibe en las
concepciones clásicas, deja de existir y se transforma en una situación que es,
quizá, de competencia imperfecta. Por ejemplo, una condición de la
competencia verdadera es la información adecuada e independiente. Sin
embargo, las empresas multinacionales distorsionan esa información a través
del control de la publicidad, que se extiende entonces a la producción de líneas
completas de revistas o periódicos.
Sin duda, algunas de las empresas anteriores o clásicas llegaron a ser muy
grandes y se extendieron a diversos países o regiones, pero en las empresas
clásicas como las de Rockefeller, Vanderbilt, Carnegie o Rothschild , el
propietario era quien tomaba las decisiones. Esa situación empieza a cambiar
en las dos primeras décadas del siglo veinte; ya en 1911 Schumpeter3 hace
referencias a la importancia que asume lo que se podría llamar el empresario
profesional (emprendedor), quien es (en palabras de Schumpeter) “el individuo
que asume riesgos económicos no personales”.
Adam Smith tenía una visión muy critica de tal situación. Para él, el riesgo y la
recompensa era una cuestión entre individuos que se encuentran en el libre
mercado. ¿Cómo podrían esos individuos competir libremente si delegan su
representación a otros? En realidad, ¿cómo puede haber libre competencia si
los propietarios de algún bien o servicio (desde el trabajo al capital) se agrupan
a fin de compartir o disminuir el riesgo? Esa situación simplemente es una
distorsión del mercado.[cita requerida]
Galbraith apunta otra consecuencia del surgimiento del empresariado
profesional, consecuencia que sigue directamente de la percepción clásica del
comportamiento económico de los individuos. Ese empresariado procederá
inevitablemente a la persecución de sus intereses -tanto como individuos como
grupo. De la misma manera que otros individuos o grupos buscan manipular el
mercado a fin de beneficiarse, estos empresarios buscarán hacerlo. Smith
mismo previó la situación: los accionistas -que son los que en términos de
Smith asumen el riesgo económico- sólo recibirán “lo que los directores
consideren apropiado darles”.4 Acerca de “los directores” dice que “sin un
privilegio de exclusividad … generalmente han manejado mal la empresa. Y,
con ese privilegio, la han manejado mal y también la han restringido”. 5
Mucho se ha escrito sobre el carácter y papel del “entrepreneur
(emprendedor)”. En general aquellos que se consideran partidarios del
capitalismo y liberalismo (en sus versiones clásicas o neo) olvidan ese aspecto
de la posición tanto de Smith, Schumpeter y otros para concentrarse en otra
parte del análisis schumpeteriano: el entrepreneur como innovador
(ver emprendedor). Si bien es cierto que Schumpeter identifica ese gerente
profesional como un innovador, no es menos cierto que esa innovación no es
necesariamente favorable a los inversionistas o a la sociedad en general
porque, como Galbraith apunta, no está ni puede estar motivada por el mejor
deseo por otros, sino el personal. En una sociedad donde todos persiguen el
interés personal, no se puede esperar que quienes controlan las empresas
sean la excepción, sean los que están motivados por el bien de otros.
Que el empresariado profesional manipule las empresas y el mercado para
ganancia personal no es solo una cuestión moral o legal. Más allá de casos
extremos -como el de ENRON - el problema se centra en la
percepción smithiana de mal manejo y restricción de la empresa. En ese
sentido es ejemplario el caso de IBM, una de las primeras multinacionales
modernas, la cual partiendo de una fuerte posición en el mercado llegó casi a la
bancarrota a los fines del siglo XX (en 1993 IBM anuncio lo que era perdida
más grande en la historia de ese país hasta esa fecha: US$ 4.97 mil millones
en 1992), situación que se debió al fenómeno previsto por Galbraith:
proliferación de la burocracia en la forma de más y más capas de gerentes: se
dice que IBM llegó a tener más de diez gerentes por empleado que trabajaba,
Al mismo tiempo, esas capas se transformaron en un verdadero freno a la
innovación: cada capa necesitaba hacer un análisis antes de recomendar una
acción al nivel superior. El resultado fue que meses pasaban antes que una
propuesta llegara al nivel que realmente podía decidir. Y cuando se llegaba a
ese nivel, sucedía que empresas competidoras ya habían implementado o
incluso superado la innovación.
Sin embargo, no se puede negar que una característica central a toda empresa
-desde el periodo clásico en adelante- es la planificación de la producción
presente en relación al mercado futuro. Es esa planificación, complementada
por su control del mercado, la que en gran medida ha estado detrar del éxito y
auge de las internacionales y que ese planificación se ha beneficiado
enormemente de la introducción de un sistema de gerencia profesional.
En ese sentido, y considerando quizá la experiencia de su empresa, es
que Sam Palmisano, gerente general de IBM, ha propuesto que el desarrollo
lógico (facilitado por la tecnología) sería una “empresa integrada a nivel
mundial”,6 En esta visión, los servicios de back office (administración y
gerencia, etcétera) podrían estar ubicados en cualquier lugar en el que sea
conveniente. Aquellos servicios o funciones que no pueden ser centralizados
pueden ser subcontratadas o ‘externalizadas’, por ejemplo, IBM en lugar de
tener una serie de sistemas de transporte (por región, área de producción, etc)
tiene ahora un solo sistema, traspasando mucha de la actividad anterior a
empresas que se especializan en el transporte.
De llegar tales empresas integradas mundialmente a hacerse una realidad,
significaría quizá el corte final de la relación de una empresa a un país
determinado: los centros administrativos y de producción podrían situarse
donde sea que tales servicios sean “más económicos” (o crecientemente, a ser
“externalizados” a otras empresas, multinacionales o no, especializadas en
proveerlos). Las investigaciones y desarrollos podrían ser llevadas a cabo en
universidades y otros centros intelectuales dispersados a través del mundo y el
“centro ejecutivo” para propósito de ingresos e impuestos podría estar en
un paraíso fiscal mientras los gerentes podrían vivir donde les guste y
“reunirse” a través de Internet.
Eso nos deja con el aspecto de la propiedad de la empresa. Y en relación a
esto hay otro aspecto del cambio que no se ha considerado a menudo, el
desarrollo que está significando que “el capitalista” clásico se transforme cada
día más en una especie en peligro de extinción. Por ejemplo, China anunció
recientemente un fondo de inversiones “soberano” (es decir, del estado) que
consiste de entre 200 y 300 mil millones de dólares americanos 7 Mientras ese
es el más reciente de los grandes, no es el mayor, otros “fondos soberanos de
inversión” (Sovereign Funds en inglés) lo superan ampliamente: el de los
Emiratos Árabes Unidos tiene 675 mil millones de dólares. Uno de los de
Singapur consiste de 330 mil millones de dólares, el de Arabia Saudita y el de
Noruega 300 mil millones cada uno, etc8 Se calcula que para el 2010, esos
fondos tendrán en conjunto 17 billones hispanos (trillones en el sistema de
EEUU) de dólares, lo suficiente como para comprar todas las empresas de
EEUU en existencia9
El fondo de Noruega hace otro punto interesante, se llama “Goverment Pension
Fund” y nos recuerda que en estos momentos los inversionistas privados más
numerosos y poderosos son los trabajadores y sus fondos de jubilación, ya sea
administrados por el Estado (como en el caso de Noruega) o por ellos mismos
o a través de empresas privadas. Esos “fondos de jubilaciones” poseían en
común, un poco antes del 2005, la cifra de seis trillones de dólares americanos
(millones de millones, o billones hispanos)10
Mirando a lo anterior se podría quizá concluir que el llamado de Marx a que los
trabajadores controlen los medios de producción (a través del Estado como una
primera fase) se está transformando en realidad de una manera imprevista no
solo por sus seguidores. Igualmente sorprendente es el aparente entusiasmo
con que los “emprendedores” o los que consideran sus representantes por
excelencia abrazan o por lo menos no rechazan esta “intervención estatal”.
Pero es aquí que la observación de Galbraith acerca de la importancia de la
nueva diferencia entre accionistas y gerencia se percibe en su totalidad. No es
solo que estos nuevos administradores manipulen los mercados y decidan por
si mismos si es que y cual será la recompensa que otorgaran a los que asumen
el riesgo, es que junto a ese control, las empresas adquieren la influencia y
poder político que antiguamente poseían los propietarios del capital. Donde
anteriormente la empresa capitalista oprimía al proletariado, hoy la
multinacional, sugiere Galbraith, oprime a todos los habitantes, en sus roles de
trabajadores, consumidores, accionistas y, crecientemente, como ciudadanos.

Clasificación
Según su estructura
De acuerdo a su estructura, las empresas multinacionales pueden ser
clasificadas en:

 Corporaciones integradas horizontalmente: Tienen bases de producción en


diferentes países pero producen el mismo o muy similar producto.
(Ejemplos McDonald's, United Fruit Company, BHP Billiton y Mercadona).
 Corporaciones integradas verticalmente: Principalmente producen en
ciertos países bienes intermedios, que sirven de abastecimiento para la
producción final en otros países. (Ejemplo: Timex, General
Motors, Adidas y Nutella)
 Corporaciones diversificadas: Producen diferentes bienes o servicios en
diferentes centros de producción a nivel internacional. Por
ejemplo, Alstom; Altria Group; Novartis(productora de medicinas y otros
productos químicos, alimentos, pesticidas, semillas, etc.). y Samsung (no
solo productos electrónicos pero también industria pesada,
entretenimientos, servicios comerciales y financieros, venta al público, etc.).
Según su grado de descentralización[editar]
Según la tipología de Howard Perlmutter, las empresas multinacionales se
pueden clasificar en:

 Etnocéntrica: con una fuerte centralización en el país de origen de la


empresa y una estructura exterior bastante sencilla. Todas las decisiones
importantes son tomadas en la casa matriz.
 Policéntricas: Se busca descentralizar, transfiriendo un mayor grado de
libertad a las filiales.
 Geocéntricas: La descentralización se lleva al máximo, de manera que cada
filial desarrolla su propia política.
Defensores
Los seguidores de este tipo de compañías argumentan que el establecimiento
de estas en un país determinado contribuye con la ocupación de personas del
país en el cual se establecen; es decir, generan empleo para muchos
trabajadores de este lugar.
De la misma forma, estas empresas multinacionales también deben enfrentar
la competencia de otras multinacionales o de empresas locales fuertes en los
mercados en los cuales venden sus productos. Esta competencia requiere que
estas compañías respondan a las necesidades y exigencias de los mercados
locales sin perder eficiencia a nivel mundial, haciendo que inviertan recursos en
investigación y busquen avances tecnológicos, administrativos y productivos
con los cuales puedan obtener beneficios. Al aplicar estas tecnologías y
conocimientos, se produce una transferencia de estos a los países en los
cuales hacen presencia tales empresas.

Crítica

Rótulo de McDonald's tirado.


Los críticos de las compañías multinacionales, por su parte, argumentan que
estas compañías se convierten en explotadoras y agresivas en su política en
los países en los que se encuentran, pues a menudo se ubican en países en
los cuales los salarios de los trabajadores son bajos y sus derechos laborales
son mínimos, lo que hace que los costos de los productos sean menores.
Mientras que los defensores argumentan que las transnacionales son la
auténtica esencia de la economía global y que son cruciales para
el progreso de las poblaciones de un mundo en desarrollo (ver Consenso de
Washington), los críticos piensan que su existencia enrriquece a un reducido
grupo de personas a costa de la destrucción de la competencia y la explotación
de sus trabajadores.
Las empresas transnacionales emplean solo un 3% de la fuerza de mundial (y
menos de la mitad de estos empleados está en el Sur). En aquellos sitios en
los que son, la contienda entre gobiernos para atraer las inversiones de las
transnacionales ha provocado una caída espectacular de las condiciones
laborales, dando paso a una precariedad que ha perjudicado los derechos de
los trabajadores. Y mientras que las grandes corporaciones utilizan su inmenso
poder de compra y de acción para tomar las riendas de los mercados locales,
las compañías locales son literalmente barridas de la escena.
Algunos ejemplos de esta explotación es la destrucción de ecosistemas
completos por parte de grandes corporaciones mineras y petroleras, las miles
de personas muertas en desastres como el de Bhopal, en India.
Diversas organizaciones, sindicatos, partidos y ONG llevan a cabo diferentes
campañas contra los abusos de esas corporaciones industriales. En Internet
destaca como modo de acción el ciberactivismo.
Estos son algunos de los pros y los contras de las empresas multinacionales,
las cuales, a pesar de las grandes críticas, son un fenómeno que se hace cada
vez más fuerte a nivel mundial.

Esta categoría incluye las siguientes 85 subcategorías:

 ► Abengoa
 ► Adidas
 ► Advanced Micro Devices
 ► Alphabet Inc.
 ► Apple Inc.
 ► Arcor
 ► Avaya

 ► Banco Sabadell
 ► Bayer
 ► BBVA
 ► Beechcraft
 ► Robert Bosch GmbH
 ► Bunge & Born
 ► Burger King

 ► Cencosud
 ► Coca-Cola
 ► Compañía de Cervecerías Unidas

 ► Danone
 ► DuPont

 ► EMI
 ► Empresas multinacionales con sede en China
 ► Endesa
 ► EXMIBAL

 ► Fiat Chrysler Automobiles


 ► Fiat Group
 ► France Telecom

 ► Gas Natural Fenosa


 ► Gazprom
 ► General Electric
 ► General Motors
 ► Google
 ► Grupo Auchan
 ► Grupo CGE
 ► Grupo El Corte Inglés
 ► Grupo Falabella
 ► Grupo Interbank
 ► Grupo Piaggio
 ► Grupo Restalia
 ► Grupo Romero
 ► Grupo Telefónica
 ► Grupo Zeta

 ► Henkel
 ► Hewlett-Packard
 ► Honda

 ► Iberdrola
 ► IBM
 ► Inditex
 ► Indra Sistemas
 ► Intel
 ► Intercorp
 ► International Airlines Group

 ► Johnson & Johnson

 ► LAN Airlines
 ► LATAM Airlines

 ► Mapfre
 ► Mars Inc.
 ► McDonald's
 ► Microsoft
 ► Motorola

 ► Nestlé
 ► Nokia
 ► Nortel
 ► Novell, Inc.

 ► Oracle Corporation

 ► Parque Arauco
 ► PepsiCo
 ► Philips
 ► PRISA

 ► Raytheon
 ► Repsol

 ► Grupo Santander
 ► SAP
 ► Scotiabank
 ► Siemens AG
 ► Sony Ericsson
 ► Sony Mobile Communications
 ► Sun Microsystems

 ► Grupo Techint
 ► Teksid
 ► Toyota

 ► United Fruit Company

 ► Virgin Group
 ► Vodafone
 ► Volkswagen

 ► Walmart
Ejemplos de las empresas multinacionales más importantes:

La mayoría de empresas multinacionales provienen de Estados Unidos, con un


total de 140 firmas. Le sigue Japón, con 68 empresas y Francia, con 40
compañías.

Dos de las más importantes del mundo son:

– Coca-Cola: de Estados Unidos. Esta firma de bebidas tiene presencia en más


de 200 países y su logo es reconocido por el 94% de la población mundial.

– McDonald’s: de Estados Unidos. Sigue muy de cerca a Coca-Cola, ya que


está en 117 naciones y sus productos de comida rápida son unos de los más
populares del mundo.

– Avianca y LAN: son dos de las multinacionales latinas más importantes.


Estas dos empresas aéreas -una colombiana y la otra chilena- han logrado
expandir operaciones y adquirir aerolíneas de otros países para ofrecer sus
servicios.

– Bimbo: la empresa mexicana de productos de panadería tiene presencia en


17 países y su éxito se ha basado en la calidad y presentación de nuevos
artículos.
2 Preguntas del tema

CONCLUSION

Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Multinacional
https://elordenmundial.com/2013/04/05/empresas-multinacionales/
http://eco.unne.edu.ar/economia/catedras/micro1/2013/U4_Teoria_comple
mento.pdf
https://revistadematematicas.uchile.cl/index.php/REI/article/.../1445

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