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a las once horas con treinta minutos del día veintiuno de marzo del año dos mil trece.-
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admisibilidad del recurso, los Arts. 153, 156, 158 y 160 LPF, detallan el tipo de
decisiones que admiten apelación.
En tal sentido, y del análisis liminar del expediente, el agravio aludido se puede
vincular entre las interlocutorias que pueden apelarse, según el literal i) del artículo 153
LPF “La que deniegue la promoción de un incidente y la que lo resuelve.”, y que en el
presente caso se refiere a la resolución que resolvió no ha lugar el incidente de
incompetencia planteado por la licenciada “””””””””””””, con respecto a la competencia
del Juzgado Especializado de la Niñez y Adolescencia de San Salvador de conocer el
Proceso General de Protección a favor de “”””””””””””””””””””””””, por encontrarse la
niña en supuesta disposición de la Procuraduría General de la República en proceso de
adopción.
CONSIDERACIONES DE LA CAMARA
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que el Juzgado Especializado de la Niñez y Adolescencia de San Salvador, no tenía
competencia para conocer del caso, por considerar que al haber sido declarada la
adoptabilidad de la niña “”””””””””””””””””””””””””, la niña se encontraba a
disposición de la Señora Procuradora General de la República.
En el presente caso, los hechos fácticos responden a una niña de cuatro años de
edad, que actualmente se encuentra bajo la medida de acogimiento institucional y a
quien se le ha involucrado en un trámite de adopción internacional.
Una de las condiciones legales que encontramos es el Artículo 168 del Código
de Familia, como garantía especial del interés superior de una niña, niño, o adolescente
sujeto de adopción y el respeto de sus derechos fundamentales, es que la misma debe
estar autorizada por el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y
Adolescencia y la Procuraduría General de la República y decretada por el juez o jueza
competente, según los requisitos de ley.
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Respecto a la adopción por personas extranjeras, existen condiciones especiales,
como lo es haber agotado toda posibilidad de colocación familiar o adopción en el país
de origen. Esto responde a lo regulado por la Convención sobre los Derechos del Niño
en su artículo 21, en el que se establece que “Los Estados Partes que reconocen o
permiten el sistema de adopción cuidarán de que el interés superior del niño sea la
consideración primordial y: literal b) Reconocerán que la adopción en otro país puede
ser considerada como otro medio de cuidar del niño, en el caso de que este no pueda
ser colocado en un hogar de guarda o entregado a una familia adoptiva o no pueda ser
atendido de manera adecuada en su país de origen”.
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“””””””””””””””””””””””, tal como lo exige la Convención Sobre los Derechos del
Niño, y el Convenio Relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de
Adopción Internacional y la LEPINA.
Si bien, el Art. 180, letra i) LEPINA establece que el ISNA tendrá las
competencias adicionales que el ordenamiento jurídico le señale, no se puede afirmar
que el contenido del Art. 168 LPF le corresponda. La razón de su inclusión en dicha
norma familiar era que el ISNA se constituía como ente rector en materia de niñez y
adolescencia. Con la aprobación de la LEPINA, dicha institución deja de ser el referente
u órgano rector máximo, y se transforma en una entidad de atención, pues la función de
la rectoría del sistema le corresponde al CONNA. Las funciones del ISNA, a partir de
su nueva naturaleza, se sintetizan en actividades de coordinación y supervisión, diseño
y ejecución de programas, de difusión o divulgación de derechos, y ejecución de
decisiones judiciales.
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El Art. 248 de la LEPINA determina una situación de competencia muy clara
respecto de los niños, niñas y adolescentes que, al momento de entrar en vigencia dicha
ley, se encuentran en situación de institucionalización. Es decir, a partir de enero de dos
mil once, todos esos niños, niñas y adolescentes institucionalizados pasaron a
conocimiento de los jueces y juezas especializados en materia de niñez y adolescencia,
quienes iban a revisar y determinar su situación jurídica.
Con ello, queda claro entonces, la competencia para conocer de todos los
supuestos de niños, niñas y adolescentes en condición de institucionalización, por
estipulación de la LEPINA, como ley especial, correspondía a los jueces y juezas de
niñez y adolescencia. El Art. 248 LEPINA se posiciona como una norma de transición
entre la situación anterior a la vigencia de dicha ley y el nuevo escenario de protección,
cuyo propósito fundamental es resolver, jurídicamente, la situación del fenómeno de la
institucionalización de un número importante de niños, niñas y adolescentes. A futuro,
cualquier supuesto de conocimiento de casos de vulneración de derechos de estas
personas se tramitaría bajo las reglas procesales, administrativas y judiciales, que
determina la LEPINA.
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Según el escenario planteado en el caso en comento, la declaratoria de
adoptabilidad se realizó a pesar de que la niña “”””””””””” se encuentra a la orden del
Juzgado Especializado de la Niñez y Adolescencia de San Salvador, por estarse
tramitando los procesos generales de protección (JENA SS 249-226-11-J1C3 y JENA
SS 175-226-11-J1C1), acumulados a su favor, y con resolución judicial a partir del día
veinticinco de julio del dos mil once, mucho antes de que la OPA considerara a la niña
“”””””””””””””””” apta para ser adoptada y quedando a disposición de la Señora
Procuradora General de la República, tal y como consta en la certificación de la
resolución de dicha instancia administrativa, emitida a las ocho horas y cuarenta y cinco
minutos del día diez de octubre del dos mil once. Folios 245 a 250.
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“”””””””””””””””””””””, coordinador local de la Unidad de Defensa de la familia, niñez
y adolescencia y es hasta el día trece de febrero del dos mil doce, seis meses después
del último requerimiento, que se muestra parte.
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De la situación, que se evidencia en el proceso, se concluye que para evitar
vulneraciones a los derechos de las niñas, niños y adolescentes, deberá ser el Juez o
Jueza Especializado, el que debe evaluar las posibilidades de un niño, niña o
adolescente en situación de institucionalización, y sólo en el caso de haberse agotado
cualquier posibilidad de acogimiento familiar, es que deberá ordenar a la Procuraduría
General de la República que verifique el proceso de declaratoria de adoptabilidad, para
su posterior puesta en conocimiento del juez de familia competente.
Sobre la Decisión.
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de la Procuraduría General de la República, en orden a que se decrete su adoptabilidad
y luego se pase al conocimiento del juez de familia competente, una vez que se hayan
agotado las posibilidades de acogimiento familiar prescritas en la ley. Ello implica, por
ejemplo, valorar la condición y perfil de la abuela y tías maternas que se han mostrado
parte en el proceso para optar a la colocación familiar.
OTRAS CONSIDERACIONES
Evidentemente, hay acá una clara violación de las normas procesales. El Art. 156
LPF determina que cuando se interpone un recurso en audiencia, contra una
interlocutoria, el juez o jueza, decidirá tenerlo por interpuesto. Esto equivale a entender
que si lo tendrá por interpuesto, los traslados también se deben plantear en forma oral
en el mismo acto de la audiencia. Ese es el trámite que legalmente corresponde en
consonancia con los principios de economía, celeridad, concentración y oralidad que
rigen al proceso de familia, según los Arts. 3 letras b), c) y d), y 7 letras a) y b) LPF.
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en esta instancia y no dilatar el proceso, pues es su obligación evitar su paralización,
según el Art. 3, letra b) LPF, por ser la directora del proceso y la encargada de dar el
trámite que legalmente corresponda.
ACTOS DE COMUNICACIÓN
Esta providencia deberá notificarse de la siguiente manera: 1) a la Licenciada
“”””””””””””””””, apoderada de los señores “”””””””””””””””””, en Edificio Niza,
Local doscientos seis, Diecinueve Calle Poniente y Primera Avenida Norte, Barrio San
Miguelito, San Salvador o a el Telefacsímil número 2226-4511, folios 561 fte.; 2) a el
Licenciado “””””””””””””””””””””””, en su carácter personal y en su calidad de
apoderado de la señora “””””””””””””””” en Condominio Héroes Norte, tercera planta,
local 3-14, Boulevard Los Héroes, San Salvador, frente a entrada a anexo Hospital
Benjamín Bloom, a folios 9 vto.; 3) al licenciado “””””””””””””””, en su calidad de
abogado de oficio de la Señora “”””””””””””””””””””””, en el Socorro Jurídico de la
Universidad Tecnológica de El Salvador, a folios 606 fte. 4) a la Licenciada
“”””””””””””””””””, en la Unidad de Defensa de Niñez y Adolescencia de la
Procuraduría General de la República, ubicada en Centro de Gobierno de San Salvador,
folios 605; 5) a los Licenciados “””””””””””””””” en representación del ISNA,
Institución demandada en su calidad transitoria de Junta de Protección, mediante el
telefacsímil número 2270-13-48, o en la Oficina de Asesoría Legal del ISNA en
Colonia Costa Rica, avenida Irazú, final calle Santa Marta número dos, San Salvador,
propuesto a fs. 216 vto.; 6) a los Licenciados “””””””””””, apoderado de las señoras
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“””””””””””””””””””””””””””””””””””””””, en Colonia Lomas Verdes, pasaje Las
Margaritas y quinta calle poniente, número ciento cuarenta y uno, San Salvador, folios
260 fte. y 495 vto.; 7) a la Licenciada “”””””””””””””””””””””””””””, Defensora
Pública Especializada de Niñez y Adolescencia, adscrita, en la sede del Tribunal.-
LA DECISIÓN
LICDA. SONIA DINORA BARILLAS DE SEGOVIA LIC. ALEX DAVID MARROQUIN MARTINEZ.
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