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Artículo de Revisión

Linfoma no Hodgkin: Conceptos Generales

Los linfomas se originan del tejido linfoide y se desarrollan como consecuencia de


la expansión clonal de una u otra línea (o sublínea) linfoide (linfocitos B o T y más
raro NK) dando los dos grandes grupos: linfoma Hodgkin (LH) y linfoma no Hodgkin,
los primeros casos registrados de linfoma corresponden al año 1832.
La prevalencia aumenta con la edad y es 50% mayor en hombres que en mujeres.
Los linfomas malignos se derivan de los linfocitos B en diversas etapas de
diferenciación. El genoma de las células de linfoma es relativamente estable y, como
ocurre en otros cánceres humanos, también incluyen la activación de proto-
oncogenes e interrupción de genes supresores de tumores.
El virus de Epstein-Barr puede dar origen a procesos linfoproliferativos en pacientes
con inmunodeficiencias congénitas, con inmunosupresión prolongada
postrasplante, etc.
Este virus también se ha encontrado en el Linfoma Hodgkin, sobre todo en el tipo
de celularidad mixta. Los pacientes que han padecido mononucleosis infecciosa
tienen un mayor riesgo de desarrollar LH. El herpes virus humano se ha relacionado
con un tipo raro de linfoma confinado a las cavidades serosas del cuerpo. Se
presenta con mayor frecuencia en pacientes seropositivos al virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH). La inmunosupresión se ha asociado con el
desarrollo de linfoma.
Los linfomas se identificaron como entidades específicas sobre la base de las
apariencias morfológicas, por el inmunofenotipo y las características genéticas.
El diagnóstico de los linfomas es histopatológico y se requiere de material sufíciente;
puede obtenerse con biopsia guiada por ecografía (US) o tomografía computarizada
(TC).
La presentación depende del sitio de localización, la historia natural del linfoma y la
presencia o ausencia de síntomas B (pérdida de peso > 10%, sudores nocturnos,
fiebre). Los linfomas indolentes a menudo presentan linfadenopatía periférica que
generalmente crece y decrece con el tiempo y suele ser asintomática, a menos que
cause compresión. La presentación también puede ser multifocal.
Los factores asociados con mal pronóstico son: edad mayor de 60 años, subtipo
histológico, velocidad de sedimentación globular alterada, mal estado general,
síntomas B, estadio diseminado, una masa abdominal de más de 10 cm de
diámetro, tres o más sitios extraganglionares de la enfermedad, compromiso de
hueso y médula, concentración de deshidrogenasa láctica en suero por encima de
lo normal y transformación de los grados histológicos anteriores.
El Índice Pronóstico Internacional se utiliza para estimar el pronóstico de los
pacientes, tomando en cuenta la edad, los valores séricos de la deshidrogenasa
láctica, el estado funcional, el estadio de la enfermedad y la presencia de
enfermedad extraganglionar.
Los pilares del tratamiento para el linfoma no Hodgkin han sido la quimioterapia con
el esquema base de ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona o la
radioterapia.
Los linfomas indolentes representan más de la mitad de los linfomas malignos e
incluyen al linfoma folicular, linfoma de linfocitos pequeños/ leucemia linfática
crónica B, linfoma linfoplasmocítivo, al linfoma de la zona marginal ganglionar y a
los linfomas MALT.
Los linfomas agresivos incluyen el linfoma difuso de células B grandes, linfoma de
Burkitt, linfoma linfoblástico, linfoma periférico de células T, linfomas
extragaglionares, linfoma gástrico de tipo MALT, linfoma del sistema nervioso
central y linfoma testicular.
Artículo de revisión
Leucemia para el médico general

Leucemia es el término que se utiliza para definir a un grupo de enfermedades


malignas de la sangre. Se caracteriza por tener una proliferación clonal, autónoma
y anormal de las células que dan origen al resto de las células normales de la
sangre. Las células anormales ocupan paulatinamente el espacio de la medula ósea
normal y provocan anemia progresiva, sangrado anormal y predisposición a las
infecciones. Si éstas células invaden otro tejido, se producirá falla del
funcionamiento de éste.
Manifestaciones clínicas
Dependerá del tipo de la leucemia: aguda o crónica, las manifestaciones
inespecíficas son:
 Fatiga
 Cansancio fácil
 Debilidad generalizada
 Deseos de permanecer en reposo o cama
 Requiere de ayuda para sus necesidades básicas
Las leucemias crónicas son de curso indoloro y algunos casos se descubren en
revisiones de rutina o de laboratorio.
En la forma aguda, las manifestaciones específicas derivan de las deficiencias
celulares:
1. Eritrocitos: anemia, disnea
2. Plaquetas: petequias, equimosis, hemorragia
3. Leucocitos: fiebre, diaforesis, infecciones
4. Síndrome infiltrativo: hepatomegalia, adenomegalia, cutis leucémica, dolor
óseo, sarcoma granulocítico, testicular, SNC, etc.
5. Transtornos metabólicos: acidosis, aumento de DHL, hiperkalemia,
hiperuricemia, etc.
Las alteraciones del laboratorio que obligan a una revisión especial incluyen:
1. Anemia
2. Leucopenia o leucocitosis
3. Trombocitopenia
4. Combinaciones: bicitopenia o pancitopenia
El aspirado de médula ósea es indispensable para el diagnóstico y se requiere de
20% de blastos para que sea leucemia aguda.
El tratamiento es dirigido a el aspecto específico antieucémico (3 etapas: inducción
de la remisión, consolidación y mantenimiento) y las complicaciones que presente
el paciente, como: anemia, hemorragia anormal, infecciones pulmonares, etc. Para
las formas agudas lo recomendable es la remisión molecular y si persiste la
traslocación entonces se deberá continuar con la eliminación total de la clona.
Los factores pronósticos son: el tipo de leucemia, alteración molecular inicial y su
persistencia, edad, quimioterapia, terapia de apoyo, trasplantes de médula ósea
Las leucemias crónicas pueden ser linfocítica o mieloide.
Las neoplasias malignas hematológicas se clasifican en:
1. Neoplasias mieloides
Se derivan de progenitores en la médula ósea. Hay 3 categorías principales:
leucemia mieloide aguda, síndromes mielodisplásicos (producción ineficaz y
displasia) y neoplasias mieloproliferativas (grupo de trastornos clonales asociados
con la proliferación de una o más líneas mieloides).
2. Neoplasias linfoides
3. Enfermedades de los mastocitos o células cebadas
4. Enfermedades histocísticas y de células dendríticas
Las neoplasias linfoides son aquellas que se originan de las células que se
desarrollan en linfocitos T o B. Se dividen en precursores linfoides y los provenientes
de linfocitos maduros.
Artículo:
Linfoma de Hodgkin

El linfoma de Hodgkin consiste es una consecuencia de una lesión en el ADN de un


linfocito, éste daño se adquiere, no se hereda. El ADN alterado en el linfocito
produce un cambio canceroso que da una proliferación descontrolada de los
linfocitos cancerosos.
El LH se presenta con mayor frecuencia en personas de 20 a 34 años, que no tienen
factores de riesgo identificables.
El signo más común de LH en las primeras etapas de la enfermedad es la
inflamación indolora de uno o más ganglios linfáticos. Además de fiebre, fatiga
persistente, tos persistente y dificultad para respirar, diaforesis, pérdida de peso,
esplenomegalia, prurito.

Diagnóstico
 Pruebas de imagenología
Muestran un agrandamiento de ganglios linfáticos en el pecho, abdomen o ambos.
Las masas tumorales pueden aparecer también fuera de los ganglios linfáticos,
pulmones, huesos u otros tejidos.
 Biopsia de ganglio linfático
Se extirpa quirúrgicamente todo o parte del ganglio linfático, ya que éste se requiere
para confirmar el diagnóstico.
 Inmunofenotipificación
Ésta se usa para distinguir LH de otros tipos de linfoma o de otras enfermedades
cancerosas. Se busca la presencia de las células de Reed-Sternberg y de Hodgkin
para confirmar un diagnóstico.

Subtipos de Linfoma de Hodgkin


 Linfoma de Hodgkin
o Esclerosis nodular
o Celularidad mixta
o Depleción linfocítica
o Clásico rico en linfocitos
 Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular

Se utiliza el examen físico y las pruebas de imagenología para determinar la


extensión de la enfermedad. Éstas evalúan la ubicación y distribución del
agrandamiento de los ganglios, si hay otros órganos afectados, si existen masas en
otra zona. Las pruebas de imagenología incluyen la radiografía de tórax, TAC de
tórax y pelvis, resonancia magnética en casos selectos y tomografía por emisión de
positrones para evaluar todo el cuerpo.
Además, a los pacientes se les hacen conteos de las células sanguíneas y otras
pruebas de sangre para medir los indicadores de la gravedad de la enfermedad.

El tratamiento para LH tiene como meta lograr la cura. Se debe tomar en cuenta el
subtipo de la enfermedad, la etapa y la categoría, si es resistente al tratamiento o
en recaída, la edad del paciente y las co-morbilidades.
La radioterapia del campo infectado con quimioterapia es el enfoque de tratamiento
más común.
El tratamiento puede tener algunos efectos secundarios, como: infecciones por la
disminución de la función del sistema inmunitario, inhibición de la formación de
células sanguíneas a causa de la quimioterapia, efectos sobre la fertilidad, y además
el tratamiento puede causar náuseas, vómitos, diarrea, fatiga extrema, fiebre, tos o
caída del cabello.

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