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Resumen
La presente investigación realizada entre los años 2010 y 20124 tiene como
principal objetivo analizar las actitudes que tienen frente al rol sexual y de
género 30 niños, niñas y adolescentes (NNA) entre los 4 y 16 años que se
encuentran estudiando en la institución Proinco Hogar de Cristo, Corazón
de María de la ciudad de Pasto, con base en criterios de inclusión referidos
por docentes y directivos como manifestaciones sexuales (verbales, no
verbales y físicas) adelantadas para su edad. Los niños elegidos además
debían tener el deseo de participar en la investigación y sus padres debían
firmar el consentimiento de la participación en la misma. Las condiciones de
la población son de gran vulnerabilidad, pobreza, desprotección y violencia.
La metodología utilizada es la investigación acción, sin embargo el presente
artículo hace parte de la fase inicial de la investigación que constituye la
fase exploratoria donde se describen los pensamientos, comportamientos y
emociones de los niños, niñas y adolescentes en relación con el rol sexual
y de género, la segunda fase se desarrolla a partir de estos resultados,
los cuales serán la base para la propuesta de un programa de educación
sexual y género en el contexto escolar. Las técnicas utilizadas en la primera
fase fueron la entrevista a grupo focales, la observación participante, los
diarios de campo y los talleres. Los resultados muestran que las actitudes
de los niños frente a su rol sexual y de género se evidencian en emociones,
pensamientos y comportamientos que son coherentes con sus vivencias
cotidianas. Las emociones principales son tres: La alegría del juego con sus
pares, la tristeza por las vivencias familiares y la ira al ser sujetos de maltrato
por sus padres y compañeros. Los pensamientos son: Una identificación
del rol de acuerdo a su género en tres aspectos: El trato, la vestimenta y
el juego. Los comportamientos son: La agresión física y psicológica entre
niños y niñas. Es preciso resaltar que en el género masculino se mantienen
pautas de control, poder y dominancia y en el género femenino pasividad,
obediencia y receptividad. Se concluye a partir de este estudio que los
aprendizajes de estos NNA en cuanto al rol sexual y de género han sido
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casa: ehhh arreglar a hacer oficio…por 6.2.1 Valores sobre rol de genero
veces cocinar…yo hago de todo, yo hago
En Durante el desarrollo de la investiga-
sopas, yo hago arroz, hago lo que dice mi
ción se encontró que en uno de los talleres
mamá….”.
que se realizaron con los más pequeños,
Es claro que se siguen mantenien- en el caso de los atributos físicos, las niñas
do pautas relacionadas con los oficios discutían que la figura humana femenina
tradicionales del hombre y la mujer y debía tener el cabello largo, faldas rosa-
que estos niños y niñas han aprendido das y maquillaje mientras que la figura
de sus familias reproduciéndolas en su masculina le añadían accesorios como
cotidianidad. balones o carros; los niños destacaban
Parece ser, que en algunos casos, los que la figura femenina debería ser alta,
niños a pesar de su corta edad, deben de cabello largo y jugar con muñecas, y
aportar económicamente a la familia y a la figura masculina debían tener bigote,
salir a rebuscarse la vida compartiendo sombreros y dinero. En relación con los
el trabajo con los padres o buscando sus rasgos físicos un niño pequeño manifestó
propios trabajos. En estos contextos vul- que “los hombres son fuertes, las niñas
nerables se aprecian responsabilidades débiles... las niñas son más delicadas”.
a muy temprana edad y a pesar de los Evidentemente hay diferencias entre
intentos de apoyar a la niñez, este esfuer- niños y niñas. Sin embargo estas dife-
zo no suple la realidad encontrada ya que rencias se refieren más a la apariencia
se sigue presentando deserción escolar física como su cabello y sus vestidos y a
para suplir necesidades prioritarias como los estereotipos adquiridos en la familia o
el alimento diario. contexto inmediato por ejemplo: la delica-
6.1.4 Normas y estilos deza de las mujeres o la fuerza física de
los hombres. En todos los casos las expli-
de autoridad caciones fueron sencillas y no retomaron
Los padres se comportan de modo diferencias fuera de lo evidente, en este
distinto con los niños según sea el sexo, caso la debilidad aparente de las mujeres
aunque no son siempre conscientes del y la fortaleza dada por la contextura física
trato diferenciado que les confieren. Ellos de los hombres.
son modelos de identificación y al mismo Además del aprendizaje sobre rol
tiempo sus relaciones son un referente de género que reciben de sus padres
de relación entre los sexos. Un ejemplo y el aprendizaje con pares, existe un
claro son las formas de castigo que se aprendizaje del propio cuerpo y de las
imparten a los adolescentes: mientras actitudes que se asumen del mismo. El
que un adolescente menciona que ante la reconocimiento del aspecto físico es muy
transgresión de la norma “Me cascan y me importante; a la edad entre 8 a 11 años
dejan afuera de la casa”, una adolescente se notan con más claridad las diferencias
menciona: “Mis papas me regañan y me entre niños y niñas y más aún entre niñas
hacen hacer las cosas”. entre los 10 y los 11 años, las diferencias
6.2 Pensamientos se muestran en la forma de vestirse, los
intereses y el autocuidado. Así se observa
Los pensamientos de los NNA del cuando se hace alusión a las voces de los
presente estudio, muestran gran parte niños: “Las niñas son más sinceras y se
de los aprendizajes que tienen en su arreglan más y se ponen cosas en la ca-
vida cotidiana, además de lo que debe beza, los niños sólo se visten. De acuerdo
ser de acuerdo a su género, se aprenden con lo anterior, a las niñas les gusta usar
estereotipos que de cierta manera distor- más artículos y prendas de vestir que
sionan el papel del hombre y la mujer en acentúen su género.
nuestro contexto.
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los hace sentir felices, comparten con sus Es importante reconocer que la es-
pares y amigos con los cuales juegan y cuela también ejerce un papel clave en el
desarrollan su proceso de socialización. aprendizaje del niño o niña de sus roles
La escuela les brinda un espacio dife- y comportamientos sexuales. (Flores,
rente a la casa, en donde pueden jugar, 2005,67) plantea que si bien existen esca-
interactuar con compañeros y aprender sas diferencias formales en los programas
cosas nuevas, lo cual les llena de gus- educativos de hombres y de mujeres, los
to por estar allí. Para los niños y niñas mecanismos de discriminación se relacio-
preescolares el suceso más emocionante nan con el contenido sexista de los textos
y significativo de sus vidas infantiles tiene escolares, con los materiales didácticos,
lugar el día en que ingresan en la escuela y con la relación del profesorado con sus
primaria “Me encanta mi escuela, aquí alumnas, lo que constituye un currículo
juego con mis amigas”, “me gusta mucho oculto que reproduce roles y concepciones
mi escuela, aprendo lo que me enseña mi discriminatorias hacia la mujer.
profe”. Aparentemente la escuela es ese En primer lugar se retomará lo aprendi-
espacio de felicidad en donde el niño(a) do en el hogar, luego lo que les enseñan
puede expresarse, pensar y sentir con los pares y por último lo aprendido en el
más libertad. contexto escolar. Lo anterior fue explícito
en el presente trabajo donde se aprecia
7. Discusión de resultados como los niños tienden a imitar compor-
Para cumplir con los objetivos de la tamientos observados en los progenitores
investigación, se hace referencia a que del mismo género puesto que desde eda-
las actitudes en el ser humano muestran des muy tempranas estos observan que
tres componentes fundamentales como conductas son apropiadas para su género
son el sentir, el pensar y el actuar. El de- de acuerdo a un previo reforzamiento
sarrollo humano no es más que un cambio social directo y vicario. Este se hizo más
sostenido en el modo en que una persona evidente en los deberes que los NNA reali-
interpreta, percibe, experimenta su���� am- zaban en sus casas ya que principalmente
biente y se relaciona con él (Guitart 2008, las madres inculcan o exigen tareas en
14). Cada uno puede mostrar direcciones el hogar muy propias de cada género.
distintas o al contrario complementarse Tal como lo afirma (Monjas 2004,11) “La
para una mejor comprensión del fenó- identificación con el padre o madre –según
meno. En lo que se refiere a estos NNA, el sexo- y la imitación de sus respectivas
se identificaron recurrentemente pautas conductas constituyen otra posible vía de
adquiridas por ellos desde la familia, el refuerzo de los roles de género tradicio-
contexto inmediato y reproducido obvia- nales”. En el juego de representación, de
mente en la escuela. dramatización de roles (hace que barre,
que cocina, que arregla el coche...), o en
La socialización de género tiene su pri- los juegos de muñecas (las viste, da de
mer escenario en la familia. Es allí donde comer...), los niños reproducen las relacio-
niños y niñas comienzan a moldear su nes entre los adultos del mundo cercano
personalidad, aprenden la existencia de familiar, escolar y social que les rodea, y
los conflictos, conforman su identidad se- ello contribuye al progresivo proceso de
xual y su identidad de género por medio identificación con el modelo del adulto
de la interacción afectiva con la madre y (Garaigordobil, 2005,38).
el padre y la incorporación de los modelos
a través de mecanismos como la identi- En relación con las normas de autori-
ficación, la imitación o la diferenciación dad también es claro que el castigo físico
como lo indican (Gómez, Bernal y García, es más común para los varones, las niñas
2001,4) no están excluidas de estas prácticas de
control, sin embargo ellas siguen más
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fácilmente las reglas. La transgresión de proceso como uno de los principales pro-
los límites sociales es más aceptada y cesos implicados en el establecimiento
tolerada en el caso de los hijos, quienes de relaciones interpersonales debido a
poseen un mayor grado de libertad y per- que las personas tras sentir una emoción,
misividad, pero en el trato con las hijas la expresan verbalmente y la comparten
predomina la idea de que deben ser más con otros individuos. Estos niños y niñas
obedientes y no romper las reglas (Barne- expresan emociones de tristeza, ira, ale-
veld, González, López, Zarza, 2010, 92). gría, pero en general sus emociones nos
Frente a lo anterior surgen preguntas permiten identificar aquello que ocurre
que posiblemente orienten el trabajo a en el entorno que los afecta, también nos
desarrollar en el futuro: ¿Cómo puede proporcionan información útil para la toma
influir el contexto educativo para que se de decisiones”.(Ministerio de Protección
modifiquen estas pautas muchas veces Social, 2011,14).
inapropiadas? ¿Qué propuestas de traba- Los niños también manifiestan que les
jo formativo se pueden sugerir para estos alegra maltratar a otros niños, lo que pare-
hogares de gran vulnerabilidad y que se cería un aprendizaje de cómo relacionarse
conviertan en aprendizajes significativos con sus pares desde una posición varonil
para ellos y sus niños? de poder; (Chitiva 1997citado en Jaramillo,
La identidad sexual, en los primeros Cárdenas y Forero 2007,4) menciona que
años ha estructurado en el niño y la niña “Entre los niños hay muchos intercambios
unos patrones de comportamiento, unas agresivos como los empujones, puntapiés
formas de comunicarse, de vestirse, de y coscorrones, lo cual les agrada porque
hablar; en general de relacionarse con el representa masculinidad y demuestra su
mundo que le rodea, de allí que todo lo fuerza y poder”. (Coie y Cols 1991, citados
aprendido defina la postura que adopten en Jaramillo, Cárdenas y Forero 2007, 4),
tanto hombres como mujeres frente al mencionan que:
otro género. “Estos intercambios que evidencian
Las actitudes respecto al rol también agresión por obtener un poder y una po-
son reforzadas por pares, estos niños y sición de defensa y status frente al grupo
niñas del mismo sexo refuerzan continua- no genera mayores conflictos y son en la
mente las creencias estereotípicas y los mayoría de las veces pasajeros; en cam-
comportamientos. En la edad de tres años, bio, la agresión instrumental que también
los compañeros del mismo sexo refuerzan se puede evidenciar entre los niños y niñas
de forma positiva los juegos tipificados de puede llevar a reacciones de rechazo en
género, alabando, imitando o disfrutando el grupo que pueden prolongarse en el
actividades con compañeros de la misma tiempo, y esto se da por transgresión de
edad. También se puede apreciar que los la norma”,
preescolares son criticados por sus com- Los comportamientos son reforzados
pañeros cuando seleccionan actividades por su grupo como una necesidad de
del sexo opuesto. Es más fuerte esta pertenencia y construcción del propio con-
tendencia en los niños que en las niñas y cepto en un aprendizaje mutuo; así como
para ser reconocidos como hombres en lo enuncia (Bennett & Sani, 2008 citado
una cultura patriarcal, necesitan descon- en Nesdale, 2011, 600): «La pertenencia
taminarse de lo femenino, “Ser hombre se a grupos son una parte integral de sus
vuelve para ellos no ser mujer” (Thomas, conceptos de sí mismos”.
2006, 167). Situación muy recurrente en estos NNA
En el ámbito de la expresión emocional de la escuela. Es claro que el llamado
(Martínez, Zech & Páez,2004, citado en acoso escolar también aparece en este
Malúa y Muñoz, 2010, 24), entienden el contexto, donde los más pequeños son
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fuerte que vence, gana puntos y es centro sonas a cargo del niño/a no han encon-
de admiración, (Vaca y Romero 2007,38) trado salidas óptimas para mejorar estos
lo cual se podría ver en las voces de las comportamientos.
niñas cuando afirman que el vocabulario Además del aprendizaje sobre rol
usado por los niños es más agresivo y de género que reciben de sus padres
ejercen más poder en las relaciones. Hoy y el aprendizaje con pares, existe un
se sabe que chicos y chicas expresan la aprendizaje del propio cuerpo y de las
agresión de forma diferente: las chicas actitudes que se asumen del mismo. El
utilizan formas más indirectas o relaciona- reconocimiento del aspecto físico es muy
les (exclusión social, difusión de rumores importante; a la edad entre 8 a 11 años
negativos) que los chicos (Cairns & Cairns, se notan con más claridad las diferencias
1994 citado en García Bacete 2008,211), entre niños y niñas y más aún entre niñas
hecho que concuerda con lo observado entre los 10 y los 11 años, las diferencias
en la escuela. se evidencian en la forma de vestirse,
Por su parte, los menores más peque- intereses, autocuidado, en los gustos y
ños califican a los niños como fuertes, actividades entre géneros en esta edad
rápidos y crueles y a las niñas como teme- se hacen más marcadas.
rosas e indefensas tal como se encontró En los adolescentes entre 12 y 16 están
en el presente estudio y es corroborado en un proceso de reconocimiento por lo
por (Ruble y Martin 1998, citados en Pa- tanto las diferencias no son tan arraiga-
palia, 2001,287). das, hay más libertad en los intereses, el
En este caso, se aprecia muy claramen- vestir y en el trato, como lo dice (Heinze y
te que los niños se juntan con niños y las Horn 2011, 608) Los adolescentes pueden
niñas con las otras niñas, en los juegos, ser particularmente propensos a tener
recreo y demás actividades, de manera múltiples e incluso contradictorias creen-
que, así se van diferenciando del otro sexo cias debido al hecho de que la mayoría de
e identificando con sus iguales. Se elige a los jóvenes están empezando el desarrollo
los compañeros de juego y de relación por de una comprensión de su propia sexua-
las semejanzas y por lo que se tiene en lidad y la de los otros.
común con ellos y en este sentido no es Las niñas tienden a estar más unidas
de extrañar que se elija preferentemente y tener más apegos, los grupos de niñas
a los del mismo género (Haselager 1998 no solo tienden a ser más pequeños que
citado en Sureda, García-Bacete y Monjas los de los niños, sino que parecen funcio-
2009,307). nar bastante diferente. “Las niñas le dan
Por otra parte, en esa construcción de más importancia a la proximidad física y
la identidad de género los niños y las niñas a la conversación intima. (Arenas 1996
tienen diferentes gustos en las actividades citado en Jaramillo, Cárdenas y Forero,
lúdicas como en la recreación y el deporte, 2007,3) Existe un patrón de comporta-
los grupos suelen ser formados por niños miento femenino y otro masculino de
del mismo sexo, no hay un interés exclu- relaciones interpersonales en la infancia y
sivo por el otro género. en la adolescencia y se señala que: a) los
Es importante mencionar que aunque chicos son más agresivos y competitivos
los niños pueden aprender muchas acti- en situaciones sociales; b) las chicas son
tudes de sus pares, los padres definen y más cooperativas y colaboradoras; c) las
determinan desde su autoridad el com- chicas prefieren la interacción social ver-
portamiento de sus hijos. Es evidente que bal, mientras que los chicos la prefieren
los NNA de esta investigación rechazan a través de las manos y de la actividad
la norma y autoridad en las actividades física; d) las chicas se adaptan mucho
cotidianas de clases y sus padres o per- mejor que los chicos a las expectativas
sociales del profesorado tales como, estar al. (2003,157). Diversos estudios corro-
sentadas y escuchando, seguir las normas boran que encuentran que el alumnado
y cooperar con el docente” (Navarro, 2004 de educación secundaria manifiesta ac-
citado en Sureda, García-Bacete y Mon- titudes estereotipadas en relación con el
jas, 2009,307). género en la dimensión corporal, social,
Aquí es evidente que todo lo teórico intelectual y emocional, descubriendo
concuerda con lo encontrado en estos que los chicos parecen tener más interio-
NNA, reafirmando que el aprendizaje tiene rizado los estereotipos de género que las
que ver con los estereotipos enseñados en chicas(Colás y Villaciervos 2007 citado en
los contextos familiar y escolar. Se mues- García ,et. al. 2010)
tra además que entre 8 y 11 años tanto los Es una realidad el que se sigan pre-
niños como las niñas confían más en la sentando pautas machistas y de control
figura femenina que masculina, de allí que hacia la mujer, que evidentemente des-
tanto niños como niñas sientan un mayor califican y menosprecian su papel dentro
apego y confianza con la figura femenina de la sociedad. ¿Cómo se buscará la
y se sientan más protegidos y sus sensa- equidad en los géneros en un contexto
ciones sean de bienestar; como lo enuncia complejo y cerrado? ¿Son los niños y
(Pinedo y Santelices 2006, 202) cuando niñas los protagonistas de esos cambios
mencionan “Estas conductas que permiten necesarios?
establecer relaciones significativas entre La posibilidad de comprender la sexua-
los cuidadores y los niños surgen a partir lidad como una construcción social per-
de representaciones mentales internaliza- mite la guía y orientación de dicha cons-
das”. El alumnado asume a título personal trucción y esto adquiere relevancia en
ciertos mandatos de género, lo que se la adolescencia, pues la gran revolución
refleja en la creencia de que lo mejor para física, psicológica y social que implica,
una mujer es casarse y ser madre (García, puede ser un riesgo y una oportunidad
Rebollo, Buzón, González, Barragán y que coexisten en la construcción de la
Ruiz, 2010,225). Se sigue manteniendo el identidad a partir del rol sexual y de gé-
papel protagónico de la mujer en la crianza nero. Este estudio exploratorio pone de
de los hijos/as, es posible que ¿algún día relieve que aunque la revolución femeni-
los hombres asuman con mayor propiedad na ha dado unos pasos enormes frente
la crianza compartida? al yugo machista, en estos contextos
A lo largo de la historia se ha menciona- vulnerables se siguen manteniendo y
do que “los hombres son más racionales y reforzando pautas de sumisión de la niña,
las mujeres más emocionales y delicadas” y poder ejercido por el niño con pensa-
(Goleman 1996,161). A la hora de expre- mientos, comportamientos y emociones
sar sus afectos, las niñas se muestran que marcan inequidades en los juegos,
más sensibles y simpáticas que los niños actividades cotidianas, relaciones inter-
(López, 2007,134). Este estereotipo cul- personales y especialmente en los roles
tural se aprecia todavía en estos NNA ya sexual y de género que se harán cotidia-
que reflejan representaciones sociales nos en el futuro de estos individuos.
respecto a las emociones de la mujer y De acuerdo con el programa de Edu-
del hombre al igual que en el niño y la cación sexual integral para la educación
niña perpetuando la debilidad femenina primaria propuesto en Buenos Aires en
y acrecentando la fortaleza masculina. 2009 “ La escuela es uno de los ámbitos
Entre los 7 y 9 años cobra gran fuerza la específicos para avanzar hacia la trans-
tendencia a actuar según los estereotipos formación de prácticas culturales, fuer-
de género, estereotipos que, en el caso temente arraigadas, que profundizan las
de los varones, prescriben elementos de desigualdades y obstaculizan el desarrollo
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