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DERECHO PRIVADO 1 A) PERSONA HUMANA: CONCEPTO.

TÉCNICAS DE
REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA (ARTS. 560 Y S.S. CCCN) PERSONA HUMANA: El
Código Civil y Comercial no recepta una noción de persona, como lo hacía el sistema del Código
velezano,sino que se limita a regular los efectos jurídicos patrimoniales y extrapatrimoniales que
tienen fuente en esa personalidad. La noción de persona tiene dos elementos que se complementan y
subsumen: a)uno de tipo material: que es el ser humano (persona humana), el concebido (persona
por nacer) o una organización humana ya sea a partir del individuo o un grupo organizado (persona
jurídica individual o plural, en ambos supuestos); b)otro de naturaleza formal:se relaciona
directamente con esa capacidad genérica para 2 ser titular de derechos y obligaciones. En el Código
Civil y Comercial se reconocen dos tipos de personas; 1)Las personas humanas:El nuevo código no
contiene una definición, pero se entiende por ser humano a “toda aquella persona que presente
signos característicos de humanidad sin distinción de cualidades o accidentes” . El ser humano
abarca dos etapas de su existencia: a) el concebido que no ha nacido (arts. 19 Y 20 C.C. y C.)
ARTÍCULO 19.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción. ARTÍCULO 20.- Duración del embarazo. Época de la concepción. Época de la
concepción es el lapso entre el máximo y el mínimo fijados para la duración del embarazo. Se
presume, excepto prueba en contrario, que el máximo de tiempo del embarazo es de trescientos días
y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento. b) las «personas humanas
propiamente dichas»: etapa que comienza con el nacimiento con vida 3 (art 21 CC y C.) y termina
con su fallecimiento (art. 93 C.C. y C.). ARTÍCULO 21.- Nacimiento con vida. Los derechos y
obligaciones del concebido o implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace
con vida. Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió.El nacimiento con vida se
presume. ARTÍCULO 93.- Principio general. La existencia de la persona humana termina por su
muerte. 2) Las personas jurídicas,tienen como base a una organización humana, a partir de un
individuo o un grupo, que confornan un ,nuevo «ente» diferenciado de cada uno de sus integrantes.
TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA (ARTS. 560 Y S.S. CCCN)
ARTÍCULO 560.- Consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida. El centro de
salud interviniente debe recabar el 4 consentimiento previo, informado y libre de las personas que
se someten al uso de las técnicas de reproducción humana asistida. Este consentimiento debe
renovarse cada vez que se procede a la utilización de gametos o embrión. ARTÍCULO 561.- Forma
y requisitos del consentimiento. La instrumentación de dicho consentimiento debe contener los
requisitos previstos en las disposiciones especiales, para su posterior protocolización ante escribano
público o certificación ante la autoridad sanitaria correspondiente a la jurisdicción. El
consentimiento es libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona
o la implantación del embrión. ARTÍCULO 562.- Voluntad procreacional. Los nacidos por las
técnicas de reproducción humana asistida son hijos de quien dio a luz y del hombre o de la mujer
que también ha prestado su consentimiento previo, informado y libre en los términos de los
artículos 560 y 561, debidamente inscripto en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas, con 5 independencia de quién haya aportado los gametos. ARTÍCULO 563.- Derecho a la
información de las personas nacidas por técnicas de reproducción asistida. La información relativa a
que la persona ha nacido por el uso de técnicas de reproducción humana asistida con gametos de un
tercero debe constar en el correspondiente legajo base para la inscripción del nacimiento.
ARTÍCULO 564.- Contenido de la información. A petición de las personas nacidas a través de las
técnicas de reproducción humana asistida, puede: a. obtenerse del centro de salud interviniente
información relativa a datos médicos del donante, cuando es relevante para la salud; b. revelarse la
identidad del donante, por razones debidamente fundadas,evaluadas por la autoridad judicial por el
procedimiento más breve que prevea la ley local. B) CAPACIDAD DE LA PERSONA 6
HUMANA: RÉGIMEN DE CAPACIDADES PROGRESIVAS. PERSONAS INHABILITADAS Y
CON CAPACIDAD RESTRINGIDA. CAPACIDAD Se puede definir a la capacidad en general
como «la aptitud o el grado de aptitud de la persona para ser titular de derechos y deberes jurídicos».
CLASES: 1-La capacidad de derecho o capacidad de goce: El art. 22 del C.C. Nos. brinda el
principio general sobre capacidad de derecho al establecer que «Toda persona humana goza de la
aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad
respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados . La capacidad de derecho no
puede faltar de 7 manera absoluta pero tampoco puede reconocerse sin limitaciones. No se puede
carecer totalmente porque esta institución constituye el núcleo central de la personalidad jurídica; es
un atributo de cada clase de persona. Todas las personas son titulares de ciertos derechos que no se
limitan a la celebración de actos jurídicos para establecer relaciones jurídicas. Así, todas las
personas (niños, ancianos, discapacitados, aborígenes, mujeres, hombres,sin excepciones) gozan de
los derechos que hacen al respeto de su dignidad personal y pueden hacer valer esos derechos frente
a otros particulares y frente al Estado, quien asume incluso obligaciones para hacer eficaces las
declaraciones programáticas del ordenamiento jurídico. Limitaciones a la capacidad de derecho: El
Código Civil y Comercial establece además algunas incapacidades de derecho del penado. Así
establece la incapacidad para: a) Ser tutor o curador a quienes hayan sido 8 privados de ejercer la
responsabilidad parental o sean condenados a pena infamante (arts. 110, inc. e y 138). b) Ser
testigos en instrumentos públicos a quienes por sentencia estén privados de serlo (art. 295, inc.a). c)
Contraer matrimonio con quien haya sido autor, cómplice o instigador del homicidio doloso de uno
de los cónyuges (art.403 inc. e), entre otros supuestos. La falta de una plena capacidad de obrar
implica que el ordenamiento jurídico se debe ocupar de la protección de los intereses y derechos de
que la sufre. Se establecen, a tal efecto, normas apropiadas instituyendo la representación legal del
incapacitado o exigiendo un complemento de su capacidad. En definitiva, las incapacidades están
previstas para proteger a sus destinatarios. La forma de protección empleada para los incapaces, en
el sistema vigente, depende de la extensión de su incapacidad y puede existir en dos grados
diferentes. Sobre algunas personas pesa una incapacidad tal que no pueden hacer nada por sí
mismas. Están totalmente privadas 9 de la facultad de actuar jurídicamente. Es pues necesario que
los actos que les incumben sean realizados en su nombre y por su cuenta, por una persona capaz que
las represente, sin que sean llamadas a intervenir. Para otras personas la incapacidad es menos
extensa. Existen personas con capacidad restringida que, en alguna medida, pueden comprender el
alcance de sus actos y que no tienen necesidad de ser representados. Pueden actuar por sí mismos, y
solamente deben ser autorizados por alguien que los asista.La falta o disminución de la capacidad se
suple con la representación o con la asistencia, esta última a través de los «apoyos». La
representación implica sustituir al representado en el otorgamiento del acto. La asistencia,tomada
esa palabra en el sentido de asistencia jurídica, es una distinta forma de proteger a las personas con
capacidad restringida, respecto de las consecuencias perjudiciales que podrían resultar de su
inmadurez, con ocasión del otorgamiento de los actos jurídicos que deba celebrar. 10 En los casos
de representación hay una sustitución de personas. En el acto que se otorga es «parte» el
representado, porque es el titular del interés o derecho que el acto moviliza, pero en virtud de
aquella sustitución, quien formula la declaración de voluntad es el representante. En los casos de
apoyo o asistencia se configura una «adición» de voluntades. Se trata de un acto complejo que se
integra con la voluntad sustancial del principal interesado (el restringido en su capacidad) y la
voluntad confirmativa del apoyo, que actúa como su asistente. 2-La capacidad de ejercicio o de
obrar: El art. 23 del CC. sienta como principio general la capacidad de ejercicio: «Toda persona
humana puede ejercer por si misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas
en este Código y en una sentencia judicial». Esto significa que la capacidad puede 11 presentarse de
modo pleno, o también de manera restringida, y sólo se predica de la persona humana. Esta norma
implica el reconocimiento expreso como regla general de la capacidad de obrar de la persona
humana, mediando limitaciones que resultan de la propia ley o de una sentencia judicial
razonablemente fundada. Limitaciones a la capacidad de ejercicio: La incapacidad prevista en el art,
12 C.P., alcanza solamente los aspectos en ella contemplados: a) Privación de la responsabilidad
parental: Esta privación subsiste mientras dure la condena. No implica la pérdida (art.700) sino sólo
la suspensión transitoria de su ejercicio (art. 702 inc. b). En este caso, el ejercicio de la
responsabilidad parental corresponde al otro progenitor (art. 703). Si ambos padres son incapaces o
están suspendidos o privados del ejercicio, los hijos menores quedan sujetos a tutela (art. 703); en
este caso, el curador del incapaz es tutor de sus 12 hijos menores (art. 140). b) Privación de la
administración de sus bienes: Esta es una medida de protección del penado, por lo que ante la
imposibilidad material del recluso, es razonable que la administración de sus bienes pase al curador,
tal como en la curatela de otros incapaces. Lógicamente, el curador se encuentra obligado a rendir
cuentas de su gestión. c) Privación del derecho a disponer de sus bienes por actos entre vivos: La
incapacidad que importa la norma en cuestión se limita sólo a los actos de disposición entre vivos.
Por lo tanto, el penado conserva intacta su capacidad para disponer de ellos mortis causa a través
del testamento. INCAPACIDAD 1-Incapacidad de derecho Son prohibiciones que se imponen a un
individuo para ser titular de ciertas relaciones jurídicas. Esta incapacidad se presenta como una
prohibición legal para realizar un acto jurídico o para adquirir algún derecho en particular. 13 Este
concepto es aplicable a todo tipo de personas, tanto a la persona humana como a las personas
jurídicas. Es siempre relativa, porque hablar de incapacidad absoluta de derecho implicaría negar la
personalidad jurídica, siendo la capacidad de derecho un atributo inseparable del concepto de
persona. El fundamento de la incapacidad de derecho es proteger un interés ajeno a la persona que
padece la incapacidad. No hay incapaces de derecho, sino incapacidades de derecho en relación a
ciertos hechos o actos . Las incapacidades de derecho, a diferencia de la incapacidad de ejercicio,
no son susceptibles de remedio o subsanación. Los actos prohibidos no pueden celebrarse
válidamente ni por el propio sujeto ni por otra persona en su nombre. Entre sus caracteres
encontramos que: 1-se sustentan, generalmente, en razones de orden público, ético y moral; 2-son
siempre relativas, 3-no son susceptibles de remedio o 14 subsanación, pues sería contradictorio de
la prohibición legal que se previera algún modo de eludirla; 4-se instituyen no para favorecer a la
persona que la padece, sino en su contra; 5-dan lugar a la nulidad del acto . En principio, esa
nulidad habrá de ser absoluta, de forma tal que el acto no podrá ser confirmado a fin de preservar el
fundamento y la finalidad en que se asienta esta incapacidad . 6-en cuanto a la ley aplicable, las
incapacidades de derecho estan sujetas a la ley territorial. 7-no se encuentran sistematizadas en uno
o más artículos, sino que se hallan dispersas en diferentes normas del CCY C. No hay propiamente
incapaces, de derecho, sino personas que tienen incapacidad de derecho con relación a ciertos actos.
a. Con relación a las personas: El art. 689 C.C. y C. establece la prohibición a los padres por sí o por
interpósita persona de hacer contrato alguno con el hijo que está bajo su responsabilidad parental.
La norma referida establece: «Los progenitores no pueden hacer 15 contrato alguno con el hijo que
está bajo su responsabilidad. No pueden, ni aún con autorización judicial, comprar por sí ni por
persona interpuesta, bienes de su hijo ni constituirse en cesionarios de créditos, derechos o acciones
contra su hijo; ni hacer partición privada con su hijo de la herencia del progenitor prefallecido, ni de
la herencia en que sean con él coherederos o colegatarios; ni obligar a su hijo como fiadores de ellos
o de terceros». Tales prohibiciones se hacen extensivas al tutor en relación a su tutelado (art. 120) y
a los curadores en relación a las personas con capacidad restringida que están bajo su cuidado (art.
138). También en materia de donaciones, el art. 1550 C.C. y C., prohíbe a los tutores y curadores
recibir donaciones de quienes han estado bajo su tutela o curatela antes de la rendición de cuentas y
el pago de cualquier suma que hayan quedado adeudándoles. 16 El art. 1001 del C.C. y C. establece:
«Inhabilidades para contratar. No pueden contratar, en interés propío o ajeno, según sea el caso,los
que están impedidos para hacerlo conforme a disposiciones especiales. Los contratos cuya
celebración está prohibida a determinados sujetos tampoco pueden ser otorgados por interpósita
persona». Así, el art. 1002 inc. d) veda la posibilidad de contratar en interés propio a «... Los
cónyuges bajo el régimen de comunidad, entre sí ... »;ello ha sido objeto de críticas por no ser
totalmente coherente con el valor que se ha asignado a la autonomía de la voluntad en estos
aspectos en el derecho familiar. Sin embargo, el legislador ha entendido que habida l matrimonio, si
los cónyuges optaron por el régimen de comunidad de bienes, se torna desaconsejable -para su
propia preservación- la pugna de intereses económicos que supone la celebración de contratos entre
ellos. Razones similares son las que sustentan las prohibiciones fijadas en los arts. 279 y 450, en
cuanto hace a la contratación entre padres e 17 hijos ,menores, o entre tutores y pupilos. b. Con
relación a las cosas: Cuando se las vincula con la calidad de la persona a la que se le prohíbe el acto.
No se trata en la especie de una prohibición en razón de la cosa en sí misma, supuesto en que nos
encontraríamos ante un objeto prohibido, sino en razón de la persona a quien pertenece la cosa
objeto del acto. Así se establece en el art. 1002: «No pueden contratar en interés propio: a) Los
funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o han estado
encargados; b) Los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros Y mediadores, y sus
auxiliares, respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenido; e)
Los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en los que intervienen o han
intervenido. d) Los cónyuges bajo el régimen de comunidad, entre sí. 18 Los albaceas que no son
herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre los bienes de las testamentarias que
estén a su cargo». De ello se desprende que la incapacidad de derecho se establece en razón de
pertenecer los bienes a los hijos menores, pupilos, mandantes,etc., lo que obstaculiza la libre
disposición de éstos por sus padres, tutores o curadores. c. Con relación a ciertos actos: En estos
supuestos se prohíbe a un sujeto la realización de determinado acto o el ejercicio de una función, de
tal modo que salvo el que resulta vedado, puede libremente realizar otros. Por ejemplo el caso del
art.108 del C.C. y C. que establece las prohibiciones para ser tutor y el art. 11 O que detalla las
personas excluidas para ser tutores, entre ellas las que no tienen domicilio en la república, las
quebradas no rehabilitadas, las que han sido privados o suspendidas en el ejercicio de los la
responsabilidad parental . 19 El Código unificado elimina la prohibición de contratar a los
religiosos profesos.En relación a las personas jurídicas,se establece también, como principio general,
su capacidad de derecho limitada por el principio de especialidad, así se señala en el art. 141: «Son
personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para
adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación». Esto implica que las personas jurídicas sólo poseen capacidad de derecho para alcanzar
los fines propios de su institución. 2-Capacidad restringida e incapacidad de hecho o de ejercico: La
incapacidad de ejercicio consiste en la falta de aptitud de ciertas personas humanas para otorgar por
sí mismas actos válidos de la vida civil. Esta incapacidad es una categoría jurídica que solamente
alcanza a las personas humanas, por ser las únicas que poseen voluntad. Por ello no puede
predicarse de las personas jurídicas. 20 El art. 24 del Código Civil y Comercial dispone: Personas
incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio: a-la persona por nacer; Que es la persona que
está concebida en el seno materno y aún no ha nacido; para que sus derechos y obligaciones queden
irrevocablemente adquiridos, debe nacer con vida, pues, de lo contrario, se considerará que ella
nunca existió. b-la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2a de este Capítulo; La regla es que las personas, para gozar de la plena
facultad para ejercer los derechos, deben ser mayores de dieciocho años,salvo algunas excepciones:
-el supuesto de los adolescentes en relación a los tratamientos no invasivos -el caso de los menores
emancipados por matrimonio que gozan de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones
previstas -la persona menor de edad con título profesional habilitante que puede ejercer 21
profesión sin necesidad de previa autorización También son considerados incapaces de obrar las
personas mayores de edad que no cuenten con madurez suficiente, pues el artículo utiliza la
conjunción copulativa “y”, requiriéndose ambos requisitos para que alguien sea considerado capaz.
En definitiva, estas dos pautas, edad y madurez suficiente, predeterminan el límite, ya que, si la
persona tiene edad y madurez suficiente, puede validar su actuación autónoma; de lo contrario es
incapaz de ejercicio. c-la persona declarada incapaz por sentencia judicial, Cuando la persona se
encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar y expresar su voluntad, el sentenciante
puede declarar la incapacidad y designar un curador. Por último,comprende a los inhabilitados por
prodigalidad, a quienes se les designará un apoyo para el otorgamiento de actos de disposición ente
vivos y en los demás actos que determine la sentencia. 22 A través de la declaración de incapacidad
de hecho el orden jurídico tiende a proteger a la persona que se encuentra en una situación de
inferioridad en las relaciones jurídicas, por las razones expresadas. A diferencia de lo que ocurre
con las incapacidades de derecho,entre los caracteres de la incapacidad de ejercicio encontramos
que: 1-Se instituye en razón de una ineptitud psíquica del sujeto para el pleno y libre ejercicio de
sus derechos. 2-Se suple por el representante, o con intervención de un asistente con un sistema de
apoyos,subsanándose así el impedimento. Es decir, tiene remedio legal. 3-Persigue un fin tuitivo de
la persona sobre quien recae: es una medida de protección. 4-No obstante esa diferenciación, es
dable destacar que las incapacidades de ejercicio también deben interpretarse en forma restrictiva,
ya que en caso de duda se estará a favor de la capacidad. 5-Es susceptible de gradación. 6-Sanción:
da lugar a una nulidad relativa del 23 acto, ya que se protege un interés particular o privado, el de la
propia persona considerada incapaz o con capacidad restringida. CAPACIDAD PROGRESIVA El
concepto de incapacidad de ejercicio ha ido variando en nuestro derecho por la influencia del
derecho constitucional y los tratados internacionales, que tienen jerarquía constitucional. Así, en
consonancia con los postulados de la Convención sobre los Derechos del Niño, se deben superar las
fronteras rígidas y estáticas que caracterizaban el antiguo sistema, que clasificaba a los personas
menores de edad en impúberes y adultos; o incapaces -capaces, por un régimen más flexible y
dinámico. La faz dinámica consiste en otorgar al niño y al adolescente,intervención activa en toda
cuestión que atañe a su persona y en algunos aspectos referidos a sus bienes, de acuerdo con su
madurez y desarrollo;de modo que esa voluntad sea tenida en cuenta e incluso, en 24 ciertas
oportunidades, resolver conforme a dicha voluntad. En ello radica el principio de “capacidad o
autonomía progresiva”,significa reconocer que este sujeto de derecho adquiere discernimiento a
medida que crece para comprender el sentido de sus acciones, esta receptado en la ley 26.061 de
Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que en su art. 3o incs, b y d
establece que se debe respetar «el derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su
opinión sea tenida en cuenta», sirviendo como pauta de ponderación «la edad, grado de madurez,
capacidad de discernimiento y demás condiciones personales» De esta manera,se escucha y da
participación al niño y al adolescente en ciertos actos, no obstante su incapacidad general. Como el
desarrollo y la evolución del sujeto son graduales y progresivos -y no abruptos e instantáneos,
constitucionalmente debe aceptarse que el menor, por debajo de los dieciocho años de edad, pueda
ejercer, efectivamente, los derechos que se le 25 reconocen en la convención internacional citada.
La ley 26.579 (2009) de mayoría de edad, modificó la edad en la que se adquiere la plena capacidad,
disminuyéndola de 21 a 18 años. El Código Civil y Comercial recepta expresamente los nuevos
paradigmas constitucionales y elimina la clasificación entre incapacidad de hecho absoluta y
relativa y la distinción entre menor impúber (art. 54 C.C. incapaz absoluto) y menor adulto (art, 55
CC. incapaz relativo);suprime también la situación jurídica general de los dementes y sordomudos
como incapaces de hecho absolutos (art, 54 C.C.). También se ha ido relativizando el concepto en
materia de incapacidad o capacidad restringida por razones de salud mental. INHABILITADOS
ARTÍCULO 48.- Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes por la 26 prodigalidad en la gestión de
sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad a
la pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a toda persona que
padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad
y medio social implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o
laboral. La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y descendientes.
ARTÍCULO 49.- Efectos. La declaración de inhabilitación importa la designación de un apoyo, que
debe asistir al inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y en los demás
actos que el juez fije en la sentencia. ARTÍCULO 50.- Cese de la inhabilitación. El cese de la
inhabilitación se decreta por el juez que la declaró, previo examen interdisciplinario que dictamine
sobre el restablecimiento de la persona. 27 Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar
la nómina de actos que la persona puede realizar por sí o con apoyo. PERSONAS CON
CAPACIDAD RESTRINGIDA Previo a establecer la distinción entre personas con capacidad
restringida y con incapacidad, es dable señalar que el art. 31 del Código Civil y Comercial establece
reglas generales en materia de restricción a la capacidad. ARTÍCULO 31.- Reglas generales. La
restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas generales: a-la
capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada
en un establecimiento asistencial; b-las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se
imponen siempre en beneficio de la persona; c-la intervención estatal tiene siempre carácter
interdisciplinario, tanto en el tratamiento como 28 en el proceso judicial; d-la persona tiene derecho
a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su comprensión; e-la persona
tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada,que debe ser proporcionada
por el Estado si carece de medios; f-deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos
restrictivas de los derechos y libertades. Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen
todo lo referido a las restricciones al ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, y son
producto especialmente de la aprobación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad (ley 26.378) y de la Ley Nacional de Salud Mental (ley 26.557). Manteniendo el
criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos supuestos diferenciados: a)
incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en cada sentencia b) incapacidad
de ejercicio absoluta. 29 ARTÍCULO 32.- Persona con capacidad restringida y con incapacidad. El
juez puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada,de suficiente gravedad,
siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a
sus bienes. En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé
el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las necesidades
y circunstancias de la persona. De la lectura del art. 32 del Código se advierte que, a partir de los
trece años se puede restringir judicialmente la capacidad de una persona cuando ésta padece una
adicción o alteración mental permanente o prolongada de entidad suficiente – elemento biológico- y
se estime que de no restringirle la capacidad pueda ocasionar un daño a su persona o a sus bienes –
elemento jurídico; o 30 excepcionalmente declarar la incapacidad “cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier
modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz” La persona con capacidad
restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no podrá ejercer por sí sola determinados actos
que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc. “c”). El juez, en la sentencia, debe designar el o los
apoyos que estime convenientes,siempre tratando de limitar lo menos posible la autonomía de la
persona,favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona tutelada y, de esta
manera, garantizar el respeto de los derechos de la persona protegida. El o los apoyos que se
designen no tienen por misión sustituir la voluntad del sujeto, sino todo lo contrario; promueven la
libertad, la autonomía, “la comunicación, la comprensión y la manifestación de la voluntad de la
persona 31 para el ejercicio de sus derechos” . Ahora bien, se considerará una persona incapaz de
ejercicio absoluta cuando: a) se encuentre imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar
su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado b) el sistema de apoyos cualquiera que
fuere resulte ineficaz. En este supuesto, el juez deberá designarle un curador para que represente al
incapaz, siendo de aplicación los arts. 138 a 140 (curatela). Es dable señalar que, si no se dieran
estos requisitos esenciales, corresponderá una sentencia de capacidad restringida y no una
declaración de incapacidad absoluta. ARTÍCULO 33.- Legitimados. Están legitimados para solicitar
la declaración de incapacidad y de capacidad restringida: a-el propio interesado; b-el cónyuge no
separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya cesado; c-los parientes dentro
del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del segundo grado; d- el Ministerio Público.
ARTÍCULO 34.- Medidas cautelares. Durante el proceso, el juez debe ordenar las medidas
necesarias para garantizar los derechos personales y patrimoniales de la persona. En tal caso, la
decisión debe determinar qué actos requieren la asistencia de uno o varios apoyos, y cuáles la
representación de un curador. También puede designar redes de apoyo y personas que actúen con
funciones específicas según el caso. ARTÍCULO 35.- Entrevista personal. El juez debe garantizar la
inmediatez con el interesado durante el proceso y entrevistarlo personalmente antes de dictar
resolución alguna, asegurando la accesibilidad y los ajustes razonables del procedimiento de
acuerdo a la situación de aquél. El Ministerio Público y, al menos, un letrado que preste asistencia
al interesado, deben estar presentes en las audiencias. ARTÍCULO 36.- Intervención del interesado
en 33 el proceso. Competencia. La persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso es parte y
puede aportar todas las pruebas que hacen a su defensa. Interpuesta la solicitud de declaración de
incapacidad o de restricción de la capacidad ante el juez correspondiente a su domicilio o del lugar
de su internación, si la persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso ha comparecido sin
abogado, se le debe nombrar uno para que la represente y le preste asistencia letrada en el juicio. La
persona que solicitó la declaración puede aportar toda clase de pruebas para acreditar los hechos
invocados. ARTÍCULO 37.- Sentencia. La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes
aspectos vinculados a la persona en cuyo interés se sigue el proceso: a-diagnóstico y pronóstico; b-
época en que la situación se manifestó; c- recursos personales, familiares y sociales existentes; d-
régimen para la protección, asistencia y 34 promoción de la mayor autonomía posible. Para
expedirse, es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario. ARTÍCULO 38.- Alcances
de la sentencia. La sentencia debe determinar la extensión y alcance de la restricción y especificar
las funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la
menor posible. Asimismo, debe designar una o más personas de apoyo o curadores de acuerdo a lo
establecido en el artículo 32 de este Código y señalar las condiciones de validez de los actos
específicos sujetos a la restricción con indicación de la o las personas intervinientes y la modalidad
de su actuación. ARTÍCULO 39.- Registración de la sentencia. La sentencia debe ser inscripta en el
Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas y se debe dejar constancia al margen del acta
de nacimiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 45, los actos mencionados en este
Capítulo producen efectos contra terceros recién a partir 35 de la fecha de inscripción en el registro.
Desaparecidas las restricciones, se procede a la inmediata cancelación registral. ARTÍCULO 40.-
Revisión. La revisión de la sentencia declarativa puede tener lugar en cualquier momento, a
instancias del interesado. En el supuesto previsto en el artículo 32, la sentencia debe ser revisada
por el juez en un plazo no superior a tres años, sobre la base de nuevos dictámenes
interdisciplinarios y mediando la audiencia personal con el interesado. Es deber del Ministerio
Público fiscalizar el cumplimiento efectivo de la revisión judicial a que refiere el párrafo primero e
instar, en su caso, a que ésta se lleve a cabo si el juez no la hubiere efectuado en el plazo allí
establecido. ARTÍCULO 41.- Internación. La internación sin consentimiento de una persona, tenga
o no restringida su capacidad, procede sólo si se cumplen los recaudos previstos en la legislación
especial y las reglas generales de esta Sección. En particular: a-debe estar fundada en una
evaluación de un 36 equipo interdisciplinario de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 37, que señale
los motivos que la justifican y la ausencia de una alternativa eficaz menos restrictiva de su libertad;
b-sólo procede ante la existencia de riesgo cierto e inminente de un daño de entidad para la persona
protegida o para terceros; c-es considerada un recurso terapéutico de carácter restrictivo y por el
tiempo más breve posible; debe ser supervisada periódicamente; d- debe garantizarse el debido
proceso, el control judicial inmediato y el derecho de defensa mediante asistencia jurídica; e-la
sentencia que aprueba la internación debe especificar su finalidad, duración y periodicidad de la
revisión. Toda persona con padecimientos mentales, se encuentre o no internada, goza de los
derechos fundamentales y sus extensiones. ARTÍCULO 42.- Traslado dispuesto por autoridad
pública. Evaluación e internación. La autoridad pública puede disponer el traslado de una persona
cuyo estado no admita dilaciones 37 y se encuentre en riesgo cierto e inminente de daño para sí o
para terceros, a un centro de salud para su evaluación. En este caso, si fuese admitida la internación,
debe cumplirse con los plazos y modalidades establecidos en la legislación especial. Las fuerzas de
seguridad y servicios públicos de salud deben prestar auxilio inmediato. C) MENORES: ACTOS
DE LOS MENORES Y ACTOS QUE REQUIEREN CONSENTIMIENTO (DE UNO O AMBOS
PROGENITORES). REQUISITOS. MENORES De conformidad al art. 25 del Código Civil y
Comercial, menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años y adolescente, la
persona menor de edad que cumplió trece años. Es decir que todas las personas, desde su
nacimiento hasta que cumplen dieciocho años, son “menores de edad”, especificando la
denominación de “adolescente” a la persona 38 menor de edad que ha cumplido la edad de trece
años. EJERCICIO DE LOS DERECHOS POR LA PERSONA MENOR DE EDAD. ARTÍCULO
26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona menor de edad ejerce sus
derechos a través de sus representantes legales. No obstante, la que cuenta con edad y grado de
madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico.
En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales, puede intervenir con
asistencia letrada. La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le
concierne así como a participar en las decisiones sobre su persona. Se presume que el adolescente
entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no
39 resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o
integridad física. Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en
riesgo la integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus
progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la
base de la opinión médica respecto a las consecuencias de la realización o no del acto médico. A
partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo. El derecho a ser oído El artículo 26 del Código Civil y
Comercial, en concordancia con el art. 12 de la Convención de los Derechos del Niño y con la ley
26.061, consagra el derecho de los menores a ser oídos, el que implica que, siempre que los
menores tengan edad para poder expresar una opinión con fundamento, deben ser escuchados y
debe 40 ser tenido en cuenta su parecer. Las decisiones de los menores en el ámbito de la salud a)
Tratamientos no invasivos,el artículo 26 del código unificado establece una presunción de que el
adolescente de entre trece y dieciséis años puede y se considera facultado para aceptar y consentir
por sí mismo ciertos tratamientos, siempre que estos no resulten invasivos ni comprometan su
estado de salud o provoquen un riesgo grave en su vida o integridad física. Esta presunción
funcionará siempre que el adolescente pueda comprender los aspectos esenciales relativos a la
práctica propuesta, aunque, de ser necesario,una última determinación siempre quedará en manos de
los tribunales, la lex artis y la costumbre, y, por lo general, será el médico tratante quien decida
acerca de la aptitud del tratamiento, con base en criterios que desde el ámbito médico se van
pautando. b) Tratamientos que comprometen la salud del menor .Ahora, si se trata de un tratamiento
que compromete su estado de salud o está en riesgo 41 su vida, el adolescente debe prestar su
consentimiento con la asistencia de sus progenitores, y, en caso de existir un conflicto entre ambos,
se resolverá judicialmente teniendo en cuenta el interés superior del niño y la opinión médica
respecto de las consecuencias de la realización del acto. c) Los cuidados del propio cuerpo del
mayor de dieciséis años.Por último, el art. 26 establece que la persona mayor de dieciséis años es
considerada como un adulto para las decisiones sobre el cuidado de su propio cuerpo. De esta
manera, se reconoce una anticipación de la capacidad de los menores para dar consentimiento o
asentimiento para ciertos actos de intrusión en su cuerpo. En el caso de desacuerdo entre el menor,
el médico y los padres, deberá intervenir la justicia a fin de que se valore la situación concreta del
sujeto. La persona menor de edad con título profesional habilitante. efectos 42 La persona menor de
edad que ha obtenido un título habilitante para ejercer la profesión puede ejercerla por cuenta propia
sin necesidad de previa autorización; consecuentemente, se le otorga la facultad de administración y
disposición de los bienes que adquiera con el producto de aquélla, pudiendo también estar en juicio
civil o penal por cuestiones vinculadas con dicho ejercicio (art. 30 CCCN). Alguno de los derechos
que pueden ejercer los menores de edad sin necesidad de que intervengan sus representantes legales
son: a) El menor de edad que ha obtenido título habilitante puede ejercer la profesión por cuenta
propia (art. 30). b) La persona mayor de dieciséis años es considerada adulta para las decisiones
sobre su propio cuerpo, así como el adolescente tiene aptitud para decidir sobre tratamientos que no
resulten invasivos, ni comprometan su estado o provoquen un riesgo grave para su vida o integridad
física (art. 26). c) El adoptado con edad y grado de madurez 43 suficiente tiene derecho a conocer
los datos relativos a su origen y puede acceder a ellos cuando así lo requiera (art. 596). d) Los
progenitores adolescentes, estén o no casados, ejercen la responsabilidad parental de sus hijos,
pudiendo decidir y realizar por sí mismos las tareas necesarias para su cuidado, educación y salud
(art. 644). e) El hijo menor de edad puede reclamar a sus progenitores por sus propios intereses sin
previa autorización judicial, si cuenta con la edad y grado de madurez suficiente y asistencia letrada
(art. 679). f) El hijo adolescente no precisa autorización de sus progenitores para estar en juicio
cuando sea acusado criminalmente (art. 680). En definitiva, la persona menor de edad debe actuar
por medio de sus representantes legales, salvo en los casos en que el Código establezca que pueden
hacerlo por sí solos (art. 26). ACTOS QUE REQUIEREN EL CONSENTIMIENTO DE AMBOS
PROGENITORES: 44 ARTÍCULO 645.- Actos que requieren el consentimiento de ambos
progenitores. Si el hijo tiene doble vínculo filial se requiere el consentimiento expreso de ambos
progenitores para los siguientes supuestos: a. autorizar a los hijos adolescentes entre dieciséis y
dieciocho años para contraer matrimonio; b. autorizarlo para ingresar a comunidades religiosas,
fuerzas armadas o de seguridad; c. autorizarlo para salir de la República o para el cambio de
residencia permanente en el extranjero; d. autorizarlo para estar en juicio, en los supuestos en que
no puede actuar por sí; e. administrar los bienes de los hijos, excepto que se haya delegado la
administración de conformidad con lo previsto en este Capítulo. En todos estos casos, si uno de los
progenitores no da su consentimiento o media imposibilidad para prestarlo, debe resolver el juez
teniendo en miras el interés familiar. Cuando el acto involucra a hijos adolescentes, es necesario su
consentimiento expreso. 45 D) NOMBRE DE LA PERSONA: APELLIDO DE LOS HIJOS.
CAMBIO DE NOMBRE. NOMBRE El nombre es el atributo de la persona que la identifica y la
individualiza del resto. Características a) Es necesario: toda persona tiene el deber y el derecho de
portar un nombre b) Es único: las personas sólo pueden tener un nombre. c) Es inalienable: se
encuentra fuera del comercio. d) Es relativamente inmutable: permanece durante toda en vida de la
persona, salvo que existan justos motivos, razón por la cual se puede modificar. De acuerdo con lo
dispuesto por el art. 69 del Código Civil y Comercial esa mutación o cambio procede en
determinados supuestos por 46 intervención judicial y en otros directamente por pedido de la parte
ante el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. Elementos del nombre 1) El
prenombre: También llamado «nombre de pila», que es el elemento individual de designación de las
personas y que identifica a ese hombre o mujer, dentro de su grupo familiar (arts,63 y 68 C.C. y C.).
Es la designación que los progenitores -como principio general eligen libremente para sus hijos,
salvo ciertas y determinadas limitaciones, y que diferenciará a ese hijo dentro del grupo familiar.
Así se dejan de lado una serie de restricciones que existían en la ley 18.248 derogada que en su art.
3° prohibía los nombres «que sean extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras costumbres, que
expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto del
sexo de la 47 persona a quien se impone» o «extranjeros, salvo los castellanizados por el uso o
cuando se tratare de los nombres de los padres del inscripto, si fuesen de fácil pronunciación y no
tuvieran traducción en el idioma nacional». El nuevo Código, en cambio, abre las posibilidades de
elección del prenombre de los hijos, estableciendo como únicas limitaciones que «no pueden
inscribirse más de tres prenombres, apellidos como prenombres,primeros prenombres idénticos a
primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco pueden inscribirse prenombres extravagantes»
(art, 63 inc. b). En el último supuesto, es decir la elección de un «prenombre extravagante», será
una facultad del oficial público, la no inscripción. En su caso, quien se resista a esa negativa tendrá
abiertos los mecanismos administrativos y judiciales para oponerse. El art. 68 del Código unificado
es una norma de remisión que dispone que todo lo relativo a la elección del nombre de los hijos se
regirá por lo dispuesto en el Capítulo 5, Título VI del 48 Líbro Segundo de] Código, en donde se
regula lo atinente a la filiación adoptiva. Así, en esas normas especiales surge que la elección del
prenombre de los hijos adoptivos merece una consideración especial ya que según lo dispuesto por
el art. 623 debe respetarse el prenombre que ya tenga el hijo adoptivo -sea la adopción simple, plena
o de integración-. Es decir que la persona adoptada conservará el prenombre con el que ya era
conocido antes del proceso por el cuál se otorga la adopción. Sin embargo esta regla admite
excepciones: 1) cuando el nombre que ya tiene el niño se encuentra en colisión con las
prohibiciones antes mencionadas ( art. 63 inc. b ); 2) cuando el adoptado se identifica y usa otro
nombre, con el que se siente identificado. En estos dos supuestos, el juez que resuelva la adopción
podrá disponer la modificación del prenombre que el adoptado tenía, mutándolo por el peticionado
por los adoptantes. 49 En la ley de nombre derogada existía una distinción según si el niño adoptado
tenía más o menos de seis años de edad. Así, en el art. 13 de la 18.248 se establecía que si el niño
adoptado tenía menos de seis años de edad, los adoptantes podrían pedir el cambio del nombre con
el que hubiera sido inscripto o la adición de otro. En cambio si tuviera más de seis años, sólo se le
podrá agregar otro nombre después del que anteriormente tenía el adoptado, siempre que no supere
el máximo de tres prenombres. Se puede apreciar cómo hoy esa distinción ya no se puede realizar y
solamente en los casos de excepción mencionados podrá mutarse el nombre con que
originariamente fue inscripta la persona que luego fue adoptada. Se adquiere por su inscripción en
el acta de nacimiento de las personas. De acuerdo con lo reglado en el art. 63 la elección del
prenombre corresponde sea realizada por ambos progenitores «o a las personas a quienes ellos den
su autorización 50 para tal fin». Además, el mismo artículo dispone que en caso de «falta o
impedimento de uno de los padres, corresponde la elección o dar la autorización al otro». Esto
sucederá por ejemplo en caso que uno sólo de ellos haya inscripto al hijo o en el caso de muerte del
otro progenitor. Si ninguno de ellos puede realizar esta elección (fallecimiento o falta de capacidad
de ambos) o no lo hacen por cualquier motivo, el Código Civil y Comercial establece que «en
defecto de todos, debe hacerse por los guardadores,el Ministerio Público o el funcionario del
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Persona». 2) El apellido: Es la designación común de
todos los individuos que pertenecen a una misma familia. Antes de la sanción del Código Civil y
Comercial los hijos llevaban como primer apellido el del padre. Esta clasica mirada ya habia sufrido
un verdadero cimbronazo al sancionarse la ley 51 26.618 de matrimonio de personas del mismo
sexo,en donde hubo que buscar una solución que contemplara la nueva realidad de hijos de dos
padres o de dos madres. Con el Código unificado termina de cerrar este cambio, haciendo que Ja ley
interna sea acorde a los postulados constitucionales de igualdad de ambos progenitores, y
adaptándola a las convenciones internacionales que rigen en nuestro país, en especial a la
Convención para la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer . De esta manera,
hoy los progenitores podrán elegir cuál de los apellidos llevarán los hijos. 1-El apellido de los hijos
en caso de adopción plena: En el caso de la adopción plena, el art. 626 cc.el apellido del hijo se
regirá por las siguientes reglas: a) si se trata de una adopción unipersonal, el hijo adoptivo lleva el
apellido del adoptante; si el adoptante tiene doble apellido, puede solicitar que éste sea mantenido; b)
si se trata de una adopción conjunta, se 52 aplican las reglas generales relativas al apellido de los
hijos matrimoniales; c) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a
petición de parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido
del adoptante o al de uno de ellos si la adopción es conjunta; d) en todos los casos, si el adoptado
cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, el juez debe valorar especialmente su opinión. 2-
En la adopción simple, Según lo establecido en el art. 627 inc. d),el apellido de Jos hijos se rige por
las mismas reglas y pautas que lo dispuesto para la adopción plena. Sin embargo se prevé
expresamente que tanto el adoptado «que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente» o los
mismos adoptantes, puedan requerir que el apellido de origen sea adicionado o antepuesto al
adoptivo. 3- El apellido matrimonial: Otro cambio sustancial que trae el Código unificado y que
también se encuentra en consonancia con las normas constitucionales que prevén la igualdad y la no
discriminación 53 en materia de género, hacen a la posibilidad del uso del apellido del otro cónyuge
en todas las configuraciones matrimoniales. Cabe recordar que en el sistema anterior -que mereció
una importante adaptación con la sanción de la ley de matrimonio de personas del mismo sexo-
se.distinguía cuando el matrimonio era heterosexual, del caso del matrimonio homosexual. En el
primer caso existía la facultad de la mujer, de usar el apellido del marido precedido de la
preposición «de»,opción que no se le brindaba al hombre casado con una mujer. En cambio
cualquier integrante del matrimonio homosexual podía usar el apellido de su cónyuge. El Código
Civil y Comercial subsana esta desigualdad, estableciendo en su art. 67 que «cualquiera de los
cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposíción 'de' o sin ella». El derecho al
uso del apellido del o de la cónyuge, que se encuentra plenamente vigente 54 durante la subsistencia
del matrimonio, cesa en dos casos, según lo resuelve la segunda parte del art, 67 C.C.: a) Divorcio o
nulidad del matrimonio: b) Viudez: el sobreviviente podrá seguir usando el apellido del otro
cónyuge, pero ese derecho cesará en caso que celebre un nuevo matrimonio o constituya una unión
convivencial. Acciones de protección del nombre: a-Acción de reclamación o reconocimiento: El
art. 71 inc. a)dispone que es la que se le otorga a «aquel a quien le es desconocido el uso de su
nombre, para que le sea reconocido y se prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se
debe ordenar la publicación de la sentencia a costa del demandado». b-Acción de impugnación del
nombre: Está receptada en el art. 71 inc. b) que dispone que es la que se confiere a «aquel cuyo
nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese uso». 55 c-Acción de supresión del
nombre: Esta acción está contemplada en el me. e) del art. 71 que dispone que la posee «aquel cuyo
nombre es usado para la designación de cosas o personajes de fantasía, si ~!lo le causa perjuicio
material o moral, para que cese el uso». Cambio del prenombre y del apellido Los arts. 69 y 70 del
Código Civil y Comercial receptan la posibilidad del cambio del prenombre y del apellido sólo de
mediar, a criterio del juez, justos motivos. Al respecto, formula una enunciación de justos motivos:
a) cuando el seudónimo hubiese adquirido notoriedad; b) por “la raigambre cultural, étnica o
religiosa” 19 ; c) por “la afectación de la personalidad de la persona interesada,cualquiera sea su
causa, siempre que se encuentre acreditada” . Así, para lograr el cambio del nombre y/o del
prenombre, es precisa la intervención del Poder Judicial y esa es la regla, con excepción de los 56
dos supuestos contemplados en el último párrafo del art. 69. En tales casos no se requiere la
intervención judicial y se consideran justos motivos cuando se pretende “el cambio del prenombre
por razón de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de
desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad”.
El cambio de nombre tramitará “por el proceso más abreviado que prevea la ley local, con
intervención del Ministerio Público” , debiendo “publicarse en el diario oficial una vez por mes en
el lapso de dos meses”, a fin de que presenten las oposiciones y se soliciten informes respecto de
“las medidas precautorias que existieren con relación al interesado” . Una vez inscrita en el Registro
de Estado Civil y Capacidad de las Personas, será oponible a terceros. E) Emancipación: actos que
puede realizar el emancipado con autorización judicial y actos prohibidos. 57 EMANCIPACIÓN
ARTÍCULO 27.- Emancipación. La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años
emancipa a la persona menor de edad. La persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio
con las limitaciones previstas en este Código. La emancipación es irrevocable. La nulidad del
matrimonio no deja sin efecto la emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien
cesa a partir del día en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada. Si algo es debido a la
persona menor de edad con cláusula de no poder percibirlo hasta la mayoría de edad, la
emancipación no altera la obligación ni el tiempo de su exigibilidad. ACTOS PROHIBIDOS
ARTÍCULO 28.- Actos prohibidos a la persona 58 emancipada. La persona emancipada no puede,
ni con autorización judicial: a.aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito; b.hacer donación
de bienes que hubiese recibido a título gratuito; c.afianzar obligaciones. ACTOS QUE PUEDE
REALIZAR EL EMANCIPADO CON AUTORIZACIÓN JUDICIAL ARTÍCULO 29.- Actos
sujetos a autorización judicial. El emancipado requiere autorización judicial para disponer de los
bienes recibidos a título gratuito. La autorización debe ser otorgada cuando el acto sea de toda
necesidad o de ventaja evidente. F) PERSONA JURÍDICA: CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.
PERSONA JURÍDICA El artículo 141 del Código Civil y Comercial 59 precisa el concepto de
persona jurídica. Dispone que “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento
jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de
su objeto y los fines de su creación.” CLASIFICACIÓN ARTÍCULO 145.- Clases. Las personas
jurídicas son públicas o privadas. 1-ARTÍCULO 146.- Personas jurídicas públicas. Son personas
jurídicas públicas: a. el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
municipios, las entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la República a las
que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter; b.los Estados extranjeros, las organizaciones a
las que el derecho internacional público reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica
constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable; c. la Iglesia
Católica. 60 2-ARTÍCULO 147.- Ley aplicable. Las personas jurídicas públicas se rigen en cuanto a
su reconocimiento, comienzo, capacidad, funcionamiento, organización y fin de su existencia, por
las leyes y ordenamientos de su constitución. ARTÍCULO 148.- Personas jurídicas privadas. Son
personas jurídicas privadas: a.las sociedades; b.las asociaciones civiles; c.las simples asociaciones;
d.las fundaciones; e.las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas; f.las mutuales;
g.las cooperativas; h.el consorcio de propiedad horizontal; i.toda otra contemplada en disposiciones
de este Código o en otras leyes y cuyo carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas
de funcionamiento. G) BIENES: NUEVA CLASIFICACIÓN. 61 DEFINICIÓN DE BIENES El art.
16 del C.C. y C. establece que los derechos individuales pueden recaer sobre bienes susceptibles de
valor económico. «Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las cosas
son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del
hombre». Así, la noción de bien está estrechamente vinculada al enfoque económico y no afectivo y,
por lo tanto, no podría aplicarse a los bienes ambientales, o al cuerpo, o partes del cadáver.
DERECHOS Y BIENES ARTÍCULO 15.- Titularidad de derechos. Las personas son titulares de
los derechos individuales sobre los bienes que integran su patrimonio conforme con lo que se
establece en este Código. ARTÍCULO 16.- Bienes y cosas. Los derechos referidos en el primer
párrafo del artículo 15 62 pueden recaer sobre bienes susceptibles de valor económico. Los bienes
materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a
las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre. CLASIFICACION 1-
muebles e inmuebles a-inmuebles: Los inmuebles son aquellas cosas que se encuentran fijas e
inmovilizadas en un lugar, mientras que los muebles pueden trasladarse de un lugar a otro, ya sea
por sus propios medios como los semovientes (o animales) o por una fuerza externa como los
locomóviles (autos,motos, lanchas). Los bienes inmuebles pueden clasificarse: a-de acuerdo a su
naturaleza: Art. 225: Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las
cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho
del 63 hombre. Así, son inmuebles por su naturaleza: el suelo, es decir la corteza terrestre, lo
incorporado orgánicamente a él, como los vegetales, y lo que está debajo de él,es decir los árboles,
ríos, minerales enterrados, etc. b-por accesion: Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por
accesión las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con
carácter perdurable. En este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser
objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran inmuebles por
accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario. Son
inmuebles por accesión:como son todas las clases de construcciones, casas, edificios, obras de
infraestructuras en general. Como ejemplos de inmuebles por accesión podemos mencionar los
edificios. o cualquier 64 tipo de construcción hecha sobre pilares o armazones de hierro, las
cañerías de una casa. No son inmuebles por accesión las construcciones provisionales como
tinglados, obradores, o galpones armados para ocasiones determinadas o por un lapso, por faltarles
perdurabilidad. b-muebles: Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebles las que pueden
desplazarse por sí mismas o por una fuerza externa”. Dentro de esta categoría se encuentran los
semovientes; es decir, los animales, siendo, para algunos de ellos y por su valor, obligatoria su
inscripción en un registro especial.Así ocurre con los caballos de pura sangre de carrera o los perros
de pedigrí. También se consideran incluidos dentro de esta categoría los automotores: los.
automóviles, camiones, camionetas rurales, furgones de reparto, ómnibus, micro ómnibus y
colectivos, entre otros. La transmisión del dominio de los automotores 65 debe formalizarse por
instrumento publico o privado y sólo producirá efectos entre las partes y con relación a los terceros
desde la fecha de su inscripción en el Registro de la Propiedad Automotor. Desaparece la
clasificación de muebles por su naturaleza y muebles por su carácter representativo (son todos los
instrumentos públicos o privados donde constare la adquisición de derechos personales, x ejemplo
un pagare o un cheque los instrumentos publicos o privados que comprueben la existencia de
derechos personales o reales sobre cosas muebles,ejm la prenda. Consecuencias jurídicas derivadas
de la clasificación de los bienes muebles e inmuebles: -Los inmuebles se rigen por la ley del lugar
en que se encuentran situados.Respecto de las cosas muebles hay que distinguir, si éstas tienen una
situación permanente, se regirían por la ley del lugar donde se encuentran, mientras que si las lleva
consigo el propietario o son de su uso personal, se rigen por el 66 domicilio del dueño. -La
transmisión de bienes inmuebles o la constitución de derechos reales sobre ellos requiere del título
(escritura pública), el modo (tradición de la cosa) y para su perfeccionamiento frente a terceros,la
correspondiente registración en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria. Por el contrario, la
transmisión de cosas muebles, en principio no requiere formalidad alguna, salvo que se trate de
bienes. Muebles registrables como los automotores, animales de raza, etc.. -La adquisición de
inmuebles por prescripción administrativa breve está regulada en el art. 1898 CC requiere justo
titulo, buena fe y una posesión continuada; diez años. El art. 1899 regula la prescripción adquisitiva
larga que es cuando se adquiere un inmueble pasados veinte años de posesión continuada sí no
existe Justo titulo o buena fe. En relación con los bienes muebles sí la cosa es mueble hurtada o
perdida el plazo de prescripción es de dos años según lo dispuesto por el art. 1898. Se sigue el
principio de que la posesión de una cosa mueble presume la propiedad de quien la tiene en su poder,
es decir que la persona que tenga en su poder una cosa mueble que no sea robada ni perdida se
presume su dueño. El dominio sobre las cosas muebles se adquiere por simple posesión de buena fe,
salvo que se trate de cosas muebles robadas o perdidas, en cuyo caso la propiedad se adquiere por la
posesión continuada y de buena fe durante dos años, en cambio si la cosa mueble es registrable el
plazo de dos años se cuenta a partir de la registración del justo título (art. 1898 in fine). -Los
derechos reales de hipoteca y anticresis sólo pueden recaer sobre bienes inmuebles mientras que la
prenda puede constituirse sobre bienes muebles. -Para entender en las acciones reales sobre bienes
inmuebles es competente el juez del lugar donde está situada la cosa. En cambio, en acciones que se
refieren a cosas muebles es competente el juez del lugar donde la cosa se encuentra o el domicilio
del dueño a elección 68 del demandante. 2-bienes registrables y no registrables El dominio de
inmuebles debe siempre registrarse a los fines de darle publicidad ante los terceros y también el
Estado tiene intereses impositivos y de control. Art 1893 CC. La adquisición o transmisión de
derechos reales constituidos de conformidad a las disposiciones de este Código no son oponibles a
terceros interesados y de buena fe mientras no tengan publicidad suficiente. Se considera publicidad
suficiente la inscripción registral o la posesión, según el caso. Si el modo consiste en una
inscripción constitutiva, la registración es presupuesto necesario y suficiente para la oponibilidad
del derecho real. No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni
aquellos que conocían o debían conocer la existencia del titulo del derecho real» Las cosas muebles
se dividen en aquellas cuya registración es obligatoria (v.gr., buques, 69 caballos de pura sangre de
carrera, aeronaves,automóviles) ya que por su valor económico se ha dispuesto su registro
obligatorio respondiendo a criterios de protección y publicidad; y aquellas cuyo registro no es
posible, como todas las otras cosas muebles de escaso valor que no revisten interés ni para los
terceros, ni para el Estado o no es legalmente obligatorio. También existen otros registros como el
de propiedad intelectual, el de marcas y señales y el de marca de comercio e industria, etc. La
registración de los automotores es obligatoria, ya que se impone un sistema de registro constitutivo
sin lo cual no existe el derecho ni su transmisión. Este sistema se encuentra regulado por el decreto-
ley 6582/58 que crea el Registro de la Propiedad Automotor. En la ley 22.939 de marcas y señales
se dispone que todo propietario de ganado mayor o menor debe tener registrado a su nombre el
diseño que emplea para marcar o señalar, presumiéndose, 70 salvo prueba en contrario, que el
ganado mayor marcado y el ganado menor señalado, pertenecen a quien tiene registrado a su
nombre el diseño de la marca o señal aplicada al animal. En cuanto a la propiedad de los ejemplares
de pura raza se probará por certificado de inscripción en los registros genealógicos y selectivos
reconocidos. Respecto de la adquisición y transmisión de derechos reales sobre aeronaves y buques,
el Código Aeronáutico y la ley General de Navegación contemplan el marco legislativo . Si bien el
Código Civil y Comercial no contiene un capítulo específico de los bienes registrables, su mención
se encuentra dispersa en el articulado al regular distintas instituciones; por ejemplo, en el régimen
de comunidad del matrimonio (arts, 466, 470 inc. a); en la cesión (art. 1620);en el fideicomiso (art.
1684); en el proceso sucesorio (art. 2334) y específicamente en los art. 2665 cuando trata la
jurisdicción competente con respecto de las acciones reales sobre bienes registrables o en el 71
art.2666 cuando regula la jurisdicción en relación a los bienes no registrables 3-cosas fungibles y no
fungibles. a-fungibles: ARTÍCULO 232.- Cosas fungibles. Son cosas fungibles aquellas en que todo
individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras
de la misma calidad y en igual cantidad. b-no fungibles: no son fungibles aquellas cosas que tienen
características que las hacen únicas y, por ende, no pueden ser sustituidas por otras de
características exactamente idénticas, como ser un caballo de carrera, puesto que éste tiene
particularidades. Consecuencias jurídicas de la distinción: Esta clasificación tiene importancia en
las obligaciones de dar, ya que si la cosa no fuera fungible solo, quedará extinguida la obligación
con la entrega de la cosa misma o con la perdida no culpable de ella (obligaciones de dar cosas
ciertas, en cambio si la cosa es fungible 72 el obligado puede entregar cualquier cosa de la misma
especie, calidad y cantidad; el deudor no se libera de la obligación por la perdida de las cosas hasta
que no hayan sido elegidas contadas ,pesadas y medidas, oportunidad en la que se opera la
«concentración» de la prestación (obligaciones de género y de dar cantidades de cosas). 4-cosas
consumibles y no consumibles; a-consumibles: ARTÍCULO 231.- Cosas consumibles. Son cosas
consumibles aquellas cuya existencia termina con el primer uso. Son cosas no consumibles las que
no dejan de existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque sean susceptibles de consumirse o
deteriorarse después de algún tiempo. Así pues, existen dos clases de cosas consumibles: -Las cosas
que se extinguen con el uso que de ellas se haga, como los alimentos. -Las que dejan de existir para
su propietario, como el dinero. 73 b-no consumibles: Las cosas no consumibles no se extinguen con
el primer uso, aunque puedan consumirse o deteriorarse por el uso más o menos prologado, como
los muebles de una casa, la vestimenta, etc. Consecuencias jurídicas de la distinción: Las cosas
consumibles pueden ser objeto del llamado contrato de préstamo de consumo, ya que se debe
devolver en el tiempo pactado una cosa de igual especie,cantidad y calidad. En cambio, las cosas no
consumibles pueden ser objeto de préstamo de uso, ya que debe devolverse la misma cosa que se
presto en el tiempo pactado. 5-cosas divisibles e indivisibles; a-divisibles: Art 228.- Cosas
divisibles. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales sin ser destruidas,
cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las 74 otras partes como a la
cosa misma. Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su
uso y aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario
corresponde a las autoridades locales. Así las cosas, para que una cosa sea divisible deben darse los
siguientes presupuestos: -Que la cosa pueda dividirse de hecho. -Que las cosas obtenidas formen un
todo homogéneo. -Que sean análogas a las demás partes y a toda la cosa. b-indivisibles: Las cosas
no podrán ser divididas, aunque se den todos los requisitos desarrollados anteriormente, si su
división convierte en antieconómico su uso. Esto puede ocurrir con una colección de monedas, por
ejemplo, o con la división de la tierra en parcelas que impidan su adecuado aprovechamiento (en tal
caso, ello dependerá de las características del suelo,pues 75 puede influir, para determinar si es
divisible o no, cuán fértil sea la tierra o la extensión del terreno o el clima). Es por ello que, en
materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario les corresponde a las
autoridades locales, pues es un problema de política económica agraria. 6-cosas principales y
accesorias; a-principales: ARTÍCULO 229.- Cosas principales. Son cosas principales las que
pueden existir por sí mismas. Así, son cosas principales las que tienen una existencia propia e
independiente de cualquier otra (por ejemplo un auto) b-accesorias: ARTÍCULO 230.- Cosas
accesorias. Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas por otra
cosa de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa principal,
excepto disposición legal en contrario. 76 Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un
todo sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal, es principal la de mayor valor. Si son
del mismo valor no hay cosa principal ni accesoria. Así, son cosas accesorias las que jurídicamente
carecen de existencia propia por depender de otras, por ello siguen la suerte de la principal. La
calidad de accesorias de las cosas puede manifestarse: -Por la accesión física: es el caso de las cosas
que natural o artificialmente están adheridas al suelo del que son accesorias, por ejemplo un edificio.
-Por la dependencia: es el caso de las cosas muebles adheridas a otras cosas muebles con el fin de
uso, adorno, complemento o conservación. Así, en los anteojos, las lentes son lo principal y el
marco lo accesorio. La calidad de accesorio se determina por la función o el fin para el que se ha
unido, y sólo cuando no pueda distinguirse la cosa principal de la accesoria se tendrá por principal
la de 77 mayor valor, y si son iguales, no habrá cosa principal o accesoria. La consecuencia jurídica
de la distinción, Radica en que, como debe haber una relación de dependencia o de subordinación
de una para con la otra, la cosa accesoria síguela suerte de la principal. También importa la
finalidad o el valor de las cosas para determinar lo accesorio y lo principal. Se entiende que la
propiedad de una cosa comprende simultáneamente la de los accesorios que se encuentran en ella
natural o artificialmente unidos, v.gr., en un anillo la piedra y el engarce. 7-Frutos y productos a-
frutos: Se llaman frutos a los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se altere o
disminuya su sustancia. No se exige la periodicidad de su producción y pueden ser periódicas o
eventuales. Se clasifican en: 78 -frutos naturales que son las producciones espontáneas de la
naturaleza, v.gr., la leche de la vaca; -frutos industriales que son los que producen por la industria
del hombre o el cultivo de la tierra; v.gr., la cosecha de soja, las verduras de la quinta; -y los frutos
civiles que son las rentas que la cosa produce; v.gr., el alquiler que se percibe de la locación de una
propiedad, las remuneraciones del trabajo. b-productos son los objetos no renovables que separados
o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia, v.gr., el mineral o las piedras extraídas de
una cantera o el petróleo que surge del yacimiento. Los frutos naturales e industriales y los
productos forman un todo con la cosa si no son separados. Tanto los frutos como productos, están
previstos en el art. 233 C.C. Consecuencias jurídicas de la distinción: Los efectos se advierten en la
forma de 79 adquisición y en materia de posesión, pues el poseedor de buena fe hace suyos los
frutos sí los hubiese percibido, pero en cambio debe restituir los pendientes y productos que siempre
se restituyen ( arts.1934, 1935 y 1936 e.e. y e.). En relación con el matrimonio, si se hubiera optado
por el régimen patrimonial de comunidad de bienes, los frutos de los bienes propios son gananciales
(art. 465 incs. e y d); no así, los productos que conservan la calidad de propios con excepción de los
de las canteras y minas (art. 464 inc. e). 8-Dentro y fuera del comercio Los bienes están en el
comercio o fuera de él según puedan o no ser objeto de las relaciones jurídico patrimoniales. El art.
234 e. C. y e. establece que están fuera del comercio los bienes cuya trasmisión está expresamente
prohibida, ya sea por la ley o por actos jurídicos, siempre y cuando el Código permita esas
prohibiciones. Los bienes dentro del comercio siguen siendo 80 todos aquellos no prohibidos, y si
bien desaparece la categoría de «bienes relativamente inenajenables», sigue existiendo ya que para
disponer de esos bienes se necesita previa autorización; v.gr. los bienes privados del Estado cuya
venta requiere autorización legal, los bienes de los niños, niñas o adolescentes (art. 122), o de las
personas restringidas en su capacidad por enfermedad mental o declaradas incapaces o la partición
de bienes del presunto fallecido (art. 91). En cambio los bienes absolutamente inenajenables son
aquellos cuya venta se encuentra totalmente prohibida; v.gr.. un órgano humano. Consecuencias
jurídicas de la distinción: Los efectos jurídicos dependerán entonces de su disponibilidad, que afecta
su posibilidad de ser objeto de los actos jurídicos (art. 279 CC.) CLASIFICACIÓN DE LOS
BIENES CON RELACIÓN A LAS PERSONAS. Desde el punto de vista de las personas que los
poseen, cabe distinguir: 81 1-bienes pertenecientes al dominio público; Los bienes pertenecientes al
dominio público son muebles o inmuebles que,siendo de propiedad del Estado Nacional, de los
estados provinciales o de los municipios, están destinados a satisfacer una finalidad de utilidad
pública y afectados al uso general y gratuito de todos los particulares. El Estado no tiene sobre ellos
un derecho de dominio, sino que tiene la facultad de reglamentar su uso. Además puede ejercer
algunas de las facultades semejantes a las de dominio privado, como por ejemplo ejercer el derecho
dereivindicación, ejercer acciones posesorias, disponer de los frutos, etc Los bienes de dominio
público del Estado, de conformidad a lo prescripto por el art. 237 del CCCN, son: Inenajenables:
pues no pueden ser vendidos, ni gravados con hipoteca, ni objeto de acto de disposición, ni pueden
ser embargados. Esta inenajenabilidad no impide que se conceda la explotación de parte de la cosa,
siempre que no 82 importe vedar su uso y goce al público en general, ni tampoco impide la
percepción y venta de los frutos por parte del Estado. Imprescriptibles: ya que las cosas de dominio
público no pueden adquirirse por prescripción adquisitiva, pues no pueden ser poseídos. Y son de
uso público general por parte de todos los habitantes. Sin embargo,ello no quita que el Estado pueda
disponer que deba pagarse un canon a esos efectos, directamente a él o a un concesionario a quien
le fue asignada la explotación por un período de tiempo. Finalmente, debe señalarse que el carácter
nacional, provincial o municipal de los bienes de dominio público será establecido por la
Constitución Nacional, la legislación federal o el derecho público local. Dispone el art. 235: a)
bienes del dominio privado del Estado b) bienes de los particulares. Bienes pertenecientes al
dominio público. Son bienes pertenecientes al dominio público, 83 excepto lo dispuesto por leyes
especiales: a-el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la
legislación especial, sin perjuicio del poder jurisdiccional sobre la zona contigua, la zona económica
exclusiva y la plataforma continental. Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;
b-las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos,ancladeros y las playas marítimas; se
entiende por playas marítimas la porción de tierra que las mareas bañan y desocupan durante las
más altas y más bajas mareas normales, y su continuación hasta la distancia que corresponda de
conformidad con la legislación especial de orden nacional o local aplicable en cada caso; c-los ríos,
estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas navegables,
los glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer
usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular
del derecho del propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su 84 interés
y con sujeción a las disposiciones locales. Se entiende por río el agua, las playas y el lecho por
donde corre, delimitado por la línea de ribera que fija el promedio de las máximas crecidas
ordinarias. Por lago o laguna se entiende el agua, sus playas y su lecho,respectivamente, delimitado
de la misma manera que los ríos; d-las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona
económica exclusiva, la plataforma continental o en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los
lagos o lagunas navegables,excepto las que pertenecen a particulares; e-el espacio aéreo
suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina, de conformidad con
los tratados internacionales y la legislación especial; f-las calles, plazas, caminos, canales, puentes y
cualquier otra obra pública construida para utilidad o comodidad común; g-los documentos oficiales
del Estado; h-las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos. 2-Por otro lado, están los
bienes de dominio 85 privado del Estado, Que son aquellos sobre los cuales éste ejerce un derecho
de dominio regido por las normas de derecho privado, aun cuando corresponda distinguir aquellos
bienes que, por estar directamente afectados a un servicio público, no son susceptibles de ser
embargados, de aquellos no afectados a un servicio público y, por ende,embargables y prescriptibles.
El Estado ejerce sobre los bienes que integran su dominio privado un derecho de propiedad regido
por las normas del derecho privado. Estos bienes no están afectados al uso general; sin embargo, los
que están afectados a un servicio público, están sujetos a un régimen especial . Estos bienes están
enumerados en el art. 236 del Código Civil y Comercial, que dispone: Bienes del dominio privado
del Estado. Pertenecen al Estado nacional, provincial o municipal, sin perjuicio de lo dispuesto en
leyes especiales: a-los inmuebles que carecen de dueño; 86 b-las minas de oro, plata, cobre, piedras
preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según lo normado por el Código de
Minería; c-los lagos no navegables que carecen de dueño; d-las cosas muebles de dueño
desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros; e-los bienes adquiridos por el Estado
nacional, provincial o municipal por cualquier título. 3-Finalmente, están los bienes de los
particulares. Así, el art. 238, reza: Bienes de los particulares. Los bienes que no son del Estado
nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, son bienes de los
particulares sin distinción de las personas que tengan derecho sobre ellos, salvo aquellas
establecidas por leyes especiales. Es decir que los bienes que no pertenecen al dominio público ni al
dominio privado del Estado, pertenecen a los particulares y están sujetos al régimen ordinario del
Código, por lo que cabe remitirse a la normativa específica de 87 los derechos reales y a la del resto
del Código, en cuanto refiere a cosas y bienes en general. El art. 239 por su parte, prevé: Aguas de
los particulares. Las aguas que surgen en los terrenos de los particulares pertenecen a sus dueños,
quienes pueden usar libremente de ellas, siempre que no formen cauce natural. Las aguas de los
particulares quedan sujetas al control y a las restricciones que en interés público establezca la
autoridad de aplicación. Nadie puede usar de aguas privadas en perjuicio de terceros ni en mayor
medida de su derecho. Pertenecen al dominio público si constituyen cursos de agua por cauces
naturales. Los particulares no deben alterar esos cursos de agua. El uso por cualquier título de aguas
públicas, u obras construidas para utilidad o comodidad común, no les hace perder el carácter de
bienes públicos del Estado, inalienables e imprescriptibles. El hecho de correr los cursos de agua
por los terrenos inferiores no da a los dueños de éstos derecho alguno. 88 BIENES CON
RELACIÓN A LOS DERECHOS DE INCIDENCIA DE COLECTIVA. El artículo 240 del código
único relativiza el ejercicio de los derechos individuales en función de la protección de los derechos
de incidencia colectiva. El mencionado artículo otorga un importante margen de incidencia a las
normas de derecho administrativo dictadas en interés público, tanto nacionales como locales. El
Código antepone, a los derechos individuales, los de incidencia colectiva: flora, fauna,
biodiversidad, agua, valores culturales, paisaje, entre otros, siendo meramente ejemplificativa la
enumeración que realiza la norma en comentario. Los derechos de incidencia colectiva, consagrados
en el art. 43 de la Constitución Nacional, tienen vías específicas de protección, como ser el amparo
colectivo. 89 H) HECHO JURÍDICO: CONCEPTO. INSTRUMENTOS PÚBLICOS.
ESCRITURAS Y ACTAS. VALOR PROBATORIO. INSTRUMENTOS PRIVADOS. HECHO
JURÍDICO ARTÍCULO 257.- Hecho jurídico. El hecho jurídico es el acontecimiento que,
conforme al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas. 1-INSTRUMENTOS PÚBLICOS: Tradicionalmente se ha definido al
instrumento público como aquel otorgado con las formalidades que la ley establece, en presencia de
un oficial público (agente administrativo o funcionario), a quien la ley le confiere las 90 facultad de
autorizarlos , y a los que otorga plena fe sin necesidad de posteriores pruebas o verificaciones . Ello
es así dado que emana de persona que según derecho, es idónea y competente para dar fe de los
actos en los cuales interviene en razón de la materia de que se trata y de la jurisdicción en la que
actúa. El Código Civil establecía, en general, la presencia del oficial público como requisito
esencial. Esta presencia dominante agrega su autoridad al documento dándole un carácter propio
que es el de la autenticidad. En virtud de ésta,dichos instrumento se prueban per se, sin necesidad de
reconocimiento de la firma como ocurre con el instrumento privado. Por ser fedatarios, su presencia
da una seguridad muy superior a la de los instrumentos privados, ya que se les reconoce
autenticidad entre las partes y frente a terceros, poseen fuerza ejecutiva, su fecha es considerada
cierta y la copia, adecuadamente extraída, tiene el mismo valor que el original. 91 El Código Civil y
Comercial menciona supuestos de instrumentos públicos en los tres incisos del art.289 en el que se
prescribe: «Enunciación. Son instrumentos públicos: a. Las escrituras públicas y sus copias o
testimonios; b. Los instrumento que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los
requisitos que establecen las leyes; c. Los títulos emitidos por el Estado Nacional, provincial, o la
ciudad autónoma de Buenos Aires, conforme a las leyes que autorizan su emisión; Requisitos de
validez subjetivos y objetivos Para que el instrumento público sea válido y eficaz, produciendo
plena prueba :respecto de su contenido, la ley exige que se satisfagan ciertos requisitos. Estos son
subjetivos, cuando se refieren a la capacidad y competencia que debe reunir el oficial público que
interviene en el acto, y objetivos si se refieren al cumplimiento de las exigencias determinadas por
la ley en relación con el acto de que se trate. 92 A ellos se refiere el art. 290 C.C. y C.: «Requisitos
del instrumento público. Son requisitos de validez del instrumento público: a. La actuación del
oficial público en los límites de sus atribuciones y de su competencia territorial, excepto que el
lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella b. las firmas del oficial público, de las
partes y en su caso de sus representantes; si alguno de ellos no firma por sí mismo o a ruego, el
instrumento carece de validez para todos». a-Requisitos subjetivos En primer lugar se exige que sea
otorgado por un oficial público en los límites de sus atribuciones y de su competencia territorial y
material,salvo que el lugar sea generalmente comprendido como parte de ella. Por lo tanto, los
instrumentos públicos otorgados de conformidad con las prescripciones legales, gozaran de entera
fe y producen los mismos efectos en todo el territorio de la República, cualquiera sea la jurisdicción
donde se hayan otorgado (art. 293 93 C.C. y C.). b-Requisitos objetivos La competencia y la
idoneidad del oficial público deben además, ser complementadas con la observancía de las
formalidades que para cada acto en particular la ley ha dispuesto Las formalidades legales que se
agregan a las generales varían según cada instrumento público en particular, salvo la firma de todos
los interesados que aparecen como partes o sus representantes, la del oficial público interviniente, la
presencia de testigos, cuando el acto así lo requiriera, y que se hayan salvado tachaduras, enmiendas
o alteraciones si las hubiera. La falta de los requisitos determinará la nulidad del instrumento
público. Fuerza probatoria: presunción de autenticidad Los instrumentos públicos dan «fe pública»,
es decir que gozan de autenticidad, se prueban por sí mismos sin necesidad de que haya un
reconocimiento previo. Cuando el instrumento aparece como regular en 94 cuanto a sus formas, se
presume auténtico. Este privilegio singular se justifica ya que emana de persona que, según dijimos,
es idónea y competente para dar fe por sí de los actos en los que interviene, además de estar
revestido de las formalidades impuestas por ley por ello. El art. 296 del e.e. y C. respecto de la
eficacia probatoria del instrumento público establece: «Eficacia probatoria, El instrumento público
hace plena fe: a) en cuanto a que se ha realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial
público enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que sea declarado falso en juicio civil o
criminal b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos,
reconocimientos y enunciaciones de hechos directamente relacionados con el objeto principal del
acto instrumentado,hasta que se produzca prueba en contrario.» Contenido del instrumento: clases
de enunciaciones 95 Los hechos cumplidos por el oficial público o pasados ante su presencia en los
que tuvo una participación directa, gozan de plena fe mientras no prospere una querella judicial de
falsedad en sede civil o penal. El instrumento público hace plena fe hasta que sea argüido de falso,
por acción civil o criminal, de la existencia material de los hechos, que el oficial público hubiese
anunciado como cumplidos por él, o que han pasado en su presencia. La acción de impugnación de
falsedad es de graves consecuencias ya que, en la mayoría de los casos, implica imputar al
funcionario público interviniente de un delito, como lo es el de la falsificación del instrumento. El
fin que persigue la acción es desvirtuar la eficacia probatoria del instrumento, atacando el mismo
por su falsedad material o ideológica. La falsedad es material cuando el instrumento ha sido
formalmente adulterado, como en los supuestos de falsificación, alteración o supresión;v.gr. la
imitación de un verdadero 96 documento, su modificación del original. La falsedad ideológica, en
cambio, se determina por la falta de veracidad en su contenido, siendo el instrumento formalmente
válido. La falacia está en lo que el oficial dice Haber presenciado cuando nunca ocurrió. Por vía
civil, la querella de falsedad puede ser interpuesta por acción, como pretensión principal del proceso,
o a modo de defensa, alegando la falsedad de instrumento público que se opone al demandado. Para
que la fe del instrumento caiga, será necesario que se dicte sentencia ya que hasta tanto esto suceda
el instrumento conserva toda su fuerza probatoria. Instrumentos públicos usuales Se consideran
instrumentos públicos usuales: los extendidos por el Registro Nacional de las Personas tales como
el documento nacional de identidad, informes y certificaciones emanados 97 de sus dependencias
como por ejemplo actas de nacimiento, así como las de defunción, o de matrimonio, del registro
nacional de reincidencias, o de la propiedad,etc.; los extendidos por notarios, llamados actas
notariales, vgr. las actas de protocolización de testamentos, las actas de realización de inventario
para aceptar la herencia bajo ese beneficio; las actas de exámenes así como las que constatan
infracciones públicas; las sentencias, resoluciones las Acordadas de la Corte Suprema de Justicia,
las Resoluciones de los juzgados de paz, tribunales arbitrales, juntas electorales; los asientos de los
matrimonios en los libros parroquiales o en los registros municipales y las copias sacadas de esos
libros o registros; podemos considerar asimismo como instrumentos públicos los decretos o
resoluciones del presidente de la República, los ministros o gobernadores. ARTÍCULO 299.-
Escritura pública. Definición. La escritura pública es el instrumento matriz extendido en el
protocolo de un escribano público o de otro funcionario autorizado para ejercer las mismas
funciones, 98 que contienen uno o más actos jurídicos. La copia o testimonio de las escrituras
públicas que expiden los escribanos es instrumento público y hace plena fe como la escritura matriz.
Si hay alguna variación entre ésta y la copia o testimonio, se debe estar al contenido de la escritura
matriz. ARTÍCULO 305.- Contenido. La escritura debe contener: a. lugar y fecha de su
otorgamiento; si cualquiera de las partes lo requiere o el escribano lo considera conveniente, la hora
en que se firma el instrumento; b.los nombres, apellidos, documento de identidad, domicilio real y
especial si lo hubiera, fecha de nacimiento y estado de familia de los otorgantes; si se trata de
personas casadas, se debe consignar también si lo son en primeras o posteriores nupcias y el nombre
del cónyuge, si resulta relevante en atención a la naturaleza del acto; si el otorgante es una persona
jurídica, se debe dejar constancia de su denominación completa, domicilio social y datos de
inscripción de su constitución si corresponde; 99 c.la naturaleza del acto y la individualización de
los bienes que constituyen su objeto; d.la constancia instrumental de la lectura que el escribano debe
hacer en el acto del otorgamiento de la escritura; e.las enmiendas, testados, borraduras, entrelíneas,
u otras modificaciones efectuadas al instrumento en partes esenciales, que deben ser realizadas de
puño y letra del escribano y antes de la firma; f.la firma de los otorgantes, del escribano y de los
testigos si los hubiera; si alguno de los otorgantes no sabe o no puede firmar, debe hacerlo en su
nombre otra persona; debe hacerse constar la manifestación sobre la causa del impedimento y la
impresión digital del otorgante. ARTÍCULO 310.- Actas. Se denominan actas los documentos
notariales que tienen por objeto la comprobación de hechos. ARTÍCULO 311.- Requisitos de las
actas notariales. Las actas están sujetas a los requisitos de las escrituras públicas, con las siguientes
modificaciones: 100 a.se debe hacer constar el requerimiento que motiva la intervención del notario
y,en su caso, la manifestación del requirente respecto al interés propio o de terceros con que actúa;
b. no es necesaria la acreditación de personería ni la del interés de terceros que alega el requirente; c.
no es necesario que el notario conozca o identifique a las personas con quienes trata a los efectos de
realizar las notificaciones, requerimientos y otras diligencias; d.las personas requeridas o
notificadas, en la medida en que el objeto de la comprobación así lo permita, deben ser previamente
informadas del carácter en que interviene el notario y, en su caso, del derecho a no responder o de
contestar; en este último supuesto se deben hacer constar en el documento las manifestaciones que
se hagan; e.el notario puede practicar las diligencias sin la concurrencia del requirente cuando por
su objeto no sea necesario; f.no requieren unidad de acto ni de redacción; pueden extenderse
simultáneamente o con posterioridad a los hechos que se narran, pero en el mismo día, y pueden
separarse en dos o más partes o diligencias, siguiendo el orden cronológico; g.pueden autorizarse
aun cuando alguno de los interesados rehúse firmar, de lo cual debe dejarse constancia. ARTÍCULO
312.- Valor probatorio. El valor probatorio de las actas se circunscribe a los hechos que el notario
tiene a la vista, a la verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las personas, se
circunscribe a su identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios
que emiten. Las declaraciones deben referirse como mero hecho y no como contenido negocial. 2-
INSTRUMENTOS PRIVADOS: La firma es la condición esencial para "la existencia del acto bajo
forma privada y constituye la identificación gráfica de la persona que sirve, dentro de nuestro
derecho positivo, para establecer derechos y determinar obligaciones. 102 El art. 1O12 Código Civil
la establecía como requisito esencial de validez del instrumento privado.La mera transcripción
literal del nombre y apellido de la persona no constituye la firma, en tanto que se entiende por tal, la
manera en que la persona acostumbra signar declaraciones de voluntad con el objeto de asumir las
responsabilidades inherentes al documento que suscribe. Al decir de Rivera, es la forma habitual de
expresar la voluntad; se agrega:«Nada importa si es legible o no, si es que constituye la forma
habitual en la que el sujeto expresa su conformidad con el escrito». Las iniciales o signos que no
tengan el valor de visado sino que pretendan tener el valor de firma, podrán serlo en tanto se
demuestre que es de esa manera como habitualmente se manifiestan las declaraciones de voluntad
de su emisor. La función de la firma, claramente es la imputación de la autoría del acto y la
demostración de una voluntad que concuerda con lo que está instrumentado, siempre con la
exigencia de su reconocimiento y pudiendo la 103 misma consistir, en trazos, gráficas si es el modo
habitual que de puño y letra se signan manifestaciones de su voluntad. El Código Civil y Comercial
suprimió el requisito de validez del ejemplar múltiple para los contratos sinalagmáticos perfectos ya
que «en rigor es una exigencia a los fines probatorios» (Saucedo). Subsisten como requisitos de los
instrumentos. privados la firma y el tratamiento de las enmiendas (arts. 288, 313 y 316 del C.C. y
C.). Respecto de estas últimas se destaca que, a semejanza de lo preceptuado para los instrumentos
públicos y las escrituras públicas, las correcciones que afecten partes esenciales del documento,
deben ser salvadas con la firma de los interesados; en caso de no hacérselo, quedan libradas a la
apreciación judicial las consecuencias de tal irregularidad formal en la fuerza probatoria del
instrumento (conf. art. 316 del C.C.). Efecto entre partes y frente a terceros 104 a-Entre partes: A
diferencia de los instrumentos públicos que gozan de una presunción de autenticidad, los
instrumentos privados no la tienen; carecen de valor probatorio en tanto la firma que los rubrica no
haya sido reconocida por el interesado o declarada debidamente reconocida por juez competente.
Para las partes y los sucesores a título universal, establecida la autenticidad de la firma, el
instrumento privado tiene efecto y no puede ser desconocido, excepto por vicios en e! acto del
reconocimiento. El reconocimiento de la firma implica el del cuerpo del documento lo cual le da el
valor probatorio entre las partes y sus sucesores a título universal. La autenticidad del instrumento
privado se determina por la verificación de que la firma corresponde a quien lo suscribió pues ésta
es el requisito esencial del instrumento privado. La verificación de autenticidad de la firma se puede
llevar a cabo mediante el reconocimiento del firmante o en su defecto por la declaración 105
judicial de autenticidad. El art, 314 del CC a quien se presente un instrumento cuya firma se le
atribuye debe manifestar si ésta le pertenece. Los herederos pueden limitarse a manifestar que
ignoran sí la firma es o no de su causante. La autenticidad de la firma puede probarse de cualquier
medio. El reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del instrumento privado.
El instrumento privado reconocido, declarada auténtico por sentencia o cuya firma está certificada
por escribano, no puede ser impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto por vicios en el
acto del reconocimiento. La prueba resultante es indivisible. El documento signado con la
impresión digital vale como principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su
contenido» b-Frente a terceros La eficacia probatoria de los instrumentos privados debidamente
reconocidos se extiende a terceros cuando adquieren fecha cierta. Por 106 fecha cierta se entiende
aquella que otorga certeza de que el instrumento privado ya estaba firmado al momento de su
producción y no pudo ser firmado después de su acaecimiento. El art. 314 del Código Civil y
Comercial, omite enunciar los supuestos en virtud de los cuales el instrumento privado adquiere
fecha cierta,tal como lo enunciaba el Código Civil, así como la de su exhibición en juicio o en una
repartición pública, la del fallecimiento de la parte que la firmó, etc. Cartas misivas Carta misiva es
toda comunicación escrita a modo de correspondencia entre personas conun lazo de relación sean
esquelas, postales, cartas propiamente dichas, etc. donde la principal cuestión es quién es su dueño
y qué facultades tiene sobre ella. La admisibilidad actual de las cartas enviadas a un tercero como
medio de la prueba encuentra su limitación en el orden constitucional dado la inviolabilidad de la
correspondencia privada y por el ordenamiento privado en el art.318 C.C. 107 y C. al expresar que:
«La correspondencia, cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitirla, puede
presentarse como prueba por el destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin
consentimiento del remitente. Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin
asentimiento del destinatario y del remitente si es confidencial». Valor probatorio e impugnación
del instrumento privado El examen de la fuerza probatoria de los instrumentos privados nos lleva a
distinguir lo atinente al instrumento considerado en sí mismo y luego lo relativo a su contenido. En
cuanto al primer aspecto, como venimos señalando, el instrumento privado no se prueba per se. A
diferencia de los instrumentos públicos que están revestidos de autenticidad; por el contrario, el
instrumento otorgado entre los particulares torna necesario saber si emana realmente de las personas
a las que se les atribuye, de allí la relevancia que cobra la verificación de las firmas. 108
Documentos no firmados Diariamente se celebran cientos de actos cuyos soportes no son el papel;
se alude en estos supuestos a la «liberación del papel», lo que significa que el material sobre el cual
se transmite la comunicación es otro, v.gr. los soportes informáticos ópticos y auditivos. En éstos la
autoría se determina mediante la identificación de quien recibe y emite el mensaje. También
negocios o transferencias bancarias que se efectiviza a través de cajeros automáticos donde la clave
numérica personal reconoce al titular mediante la lectura del password. Parece entonces que el
objetivo que se obtuviera mediante la firma se obtiene hoy por otros medios distintos de los
señalados. Efectos entre las partes y terceros Quien se vale o utiliza este tipo de instrumentos, debe
hacerse cargo de su autenticidad y contenido. Las más de las veces, tal como lo hemos expuesto,
estaremos en presencia de principios de prueba por escrito. 109 En otros casos, podrían tener la
peculiaridad de acreditar hechos de modo tal que por las condiciones que lo rodean, marcan un
grado de certidumbre que en ciertos supuestos equivalen a plena prueba. Sobre este punto las
Segundas Jornadas Bonaerenses de Derecho Civil Comercial y Procesal establecieron que «La
prueba resultante de registros informáticos puede ser tenida como prueba por escrito y debe ser
admitida de conformidad con el principio de amplitud y libres convicciones». Tales documentos
suelen ofrecer grados de seguridad, fiabilidad y lo que es más importante, rapidez que supera al
papel, por lo que habiéndose comprobado su autenticidad, será el juez quien determine el valor
probatorio. Documento electrónico. Valor probatorio Entendemos por tal a «la representación
informática de actos,hechos, datos jurídicamente relevantes que pueden ser recuperados en forma
comprensible, como 110 contenidos en la memoria de un ordenador o en soportes externos como
los discos, que tienen la característica de que no son leídos por el hombre sino aprehendidos por las
máquinas» El documento electrónico es equiparado, en realidad, a lo que genericamente se ha
denominado como instrumento particular .Así,el art. 6o in fine de la ley 25.506 de firma digital,
reza: «Un documento digital también satisface el requerimiento de la escritura». El valor jurídico
del documento depende de la posibilidad de considerarlo auténtico y seguro pudiendo, en definitiva,
identificar su autoría ya que esto nos permite atribuir su contenido a la voluntad del suscriptor. La
tecnología brida actualmente los medios para asegurar la autenticidad e integridad de un documento
electrónico con un grado de seguridad que excede la función que se asigna a la firma en el soporte
papel. El Código Civil y Comercial señala al respecto 111 que la expresión escrita «. .. puede
hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su contenido sea representado con texto
inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos» (art. 286). El ,texto surge claramente que la
expresión escrita puede incluir medios técnicos que traen aparejadas las nuevas tecnologías
electrónicas. Pero aunque los documentos electrónicos sean verdaderos documentos no por ello
dejan de presentar una serie de peculiaridades que los separan. de los documentos en soporte papel.
No es menor la posibilidad de la existencia del mismo documento en distintos soportes electrónicos
sin posibilidad de distinguir entre original y copias, ni la grafía que es binaria y no alfabética. Los
documentos electrónicos presentan en la actualidad algunos problemas de custodia y de autenticidad
que están lejos de resolverse. Firma digital: 112 La ley 25.506 de firma digital establece en su art.
2o: «Se entiende por firma. digital al resultado de aplicar a un documento digital un procedimiento
matemático que requiere información de exclusivo conocimiento del firmante, encontrándose ésta
bajo su absoluto control. La firma digital debe ser susceptible de verificación por partes, tal que
dicha verificación simultáneamente permita identificar al firmante y detectar cualquier alteración
del documento digital posterior a su firma ... ». En su art. 3o agrega que: «Cuando a ley requiera
una firma manuscrita esa exigencia también queda satisfecha por una firma digital». Lo importante
es señalar que un documento digital, firmado digitalmente tiene los efectos de un instrumento
particular firmado; es decir, de un instrumento privado. Se produce así una equivalencia funcional
entre la firma digital y la firma manuscrita. Esto es así salvo en los supuestos del art. 4" de la ley
25 .506, donde quedan excluidas las 113 siguientes hipótesis: a) Las disposiciones por causa de
muerte. b) Los actos jurídicos del derecho de familia. c) Los actos personalísimos en general. d) Los
actos que deban ser instrumentados bajo exigencias o formalidades incompatibles con la utilización
de la firma digital, ya sea como consecuencia de disposiciones legales o acuerdo de partes. -En
primer término aparece claro que los testamentos no pueden ser otorgados en documento digital ni
firmados digitalmente. Pero la expresión «disposiciones por causa de muerte» comprende mucho
más que.el testamento; así, por ejemplo, no podría establecerse por este medio el destino del
cadáver, la dación de órganos o disposiciones referidas a las honras fúnebres. -En la mención a los
«actos jurídicos del derecho de familia»,quedarían incluidos el matrimonio, el reconocimiento de
hijos, el discernimiento de la tutela o curatela. -En los «derechos personalísimos» se abarcan,
además de los expuestos, los referidos a la personalidad espiritual, los tratamientos 114 médicos y
quirúrgicos, las directivas anticipadas, etc. -Finalmente, el cuarto supuesto, excluye los actos cuyas
formalidades legales o consensuadas por las partes (forma convencional) así lo establecieran. El art.
288 del C.C. y C. en cuanto a la firma digital, señala en su segundo párrafo «... en los instrumentos
generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda satisfecho si se
utiliza una firma digital que asegure indubitablemente la autoría e integridad del instrumento». I)
NULIDADES: CLASIFICACIÓN VIGENTE. NULIDAD Un acto jurídico está afectado de nulidad
cuando la ley,en virtud de causas existentes desde el origen mismo del acto, le priva de los efectos
que regularmente debía producir. En otras palabras, la nulidad es una sanción legal que priva de sus
efectos normales a un 115 acto jurídico en virtud de una causa originaria, es decir, existente en el
momento de su celebración, y es también una ineficacia absoluta en tanto, a diferencia de la
inoponibilidad, el acto jurídico inválido es completamente ineficaz no sólo respecto de terceros sino
también entre las mismas partes que lo celebraron. CLASIFICACIÓN DE LAS NULIDADES.
CRITERIOS DE DISTINCIÓN Es posible clasificar a las nulidades en las siguientes categorías: 1-
Actos de nulidad absoluta y actos de nulidad relativa (arts. 387 y 388 del CCCN); La distinción
entre las de carácter absoluto y las de carácter relativo responde a una causal de naturaleza
sustancial, en tanto, para poder determinar frente a qué tipo de nulidad nos encontramos, es
necesario verificar el interés jurídico lesionado por el vicio. En esta línea, en los supuestos de
nulidades absolutas, el vicio que afecta al acto jurídico 116 que se reputa inválido lesiona un interés
general, es decir que se encuentra de por medio el orden público (a diferencia de los casos de
nulidades relativas, en los cuales se afecta un interés particular, individual de los sujetos que forman
parte del negocio jurídico). Así, la nulidad absoluta ha sido establecida por el legislador en defensa
del orden público, para proteger el orden social y las buenas costumbres y, al contrario, la nulidad
es relativa cuando sólo se está afectando el interés particular de algunos de los contratantes. Esta
clasificación tiene incidencias prácticas pues, con relación a la forma de su declaración, la nulidad
absoluta puede ser declarada de oficio por el juez sin que medie petición de parte. También puede
ser solicitada por el Ministerio Público y por cualquier interesado, salvo quien haya dado lugar a la
nulidad (art. 387 del CCCN). En cambio, en los casos de nulidad relativa, la situación es diferente;
al encontrarse de por medio intereses particulares de las partes, la 117 nulidad no puede ser
declarada de oficio por el juez, sino que corresponde que sea pedida por la parte en cuyo beneficio
se establece. Excepcionalmente puede invocarla la otra parte si es de buena fe y ha experimentado
un perjuicio importante (art.388 del CCCN). Por otro lado, cabe señalar que el acto afectado por
una nulidad absoluta no es confirmable, en tanto, por estar de por medio un interés de carácter
general, es la misma sociedad la interesada en su invalidez, por lo que el acto podrá llevarse a cabo
nuevamente sin el vicio que afecta al anterior y sin que sea posible su confirmación. En cambio, si
se trata de una nulidad relativa, al estar en juego un interés de carácter particular, el vicio del que
adolece el acto jurídico sí puede ser confirmado; ello es consagrado en el art. 388 del CCCN.
Finalmente, decimos que la acción derivada de la nulidad absoluta es imprescriptible, mientras que
la nulidad relativa puede sanearse por prescripción. 2-Actos de nulidad total o parcial (art. 389 del
CCCN). 118 Teniendo en cuenta como criterio de distinción el alcance de la sanción de nulidad ,
podemos decir que estamos frente a una nulidad total cuando los efectos de ineficacia se propagan a
la totalidad del acto jurídico; y estamos frente a una nulidad parcial cuando sólo una cláusula o
disposición resulta ineficaz, sin afectar la validez de aquellas partes no alcanzadas por la nulidad.
En esta línea, cabe tener en cuenta el art. 389 del Código, que dispone: Principio. Integración.
Nulidad total es la que se extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de
sus disposiciones. La nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si son
separables. Si no son separables porque el acto no puede susbisitir sin cumplir su finalidad, se
declara la nulidad total. En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez debe integrar el acto
de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse perseguidos por
las partes. 119 En este orden de ideas, se advierte que la nulidad parcial depende de que la cláusula
o disposición respecto de la cual se declara la invalidez sea separable de las otras disposiciones,
pues, de lo contrario, debe declararse la nulidad total. En efecto, la condición para que un acto
jurídico pueda ser sólo parcialmente nulo, es que sus diversas disposiciones, o mejor dicho, los
diversos actos de disposición que él encierra, sean separables. En los casos en que pueda declararse
sólo la nulidad de alguna disposición y por lo tanto subsista la eficacia del acto jurídico, el
magistrado debe integrar el acto de acuerdo a la naturaleza y los intereses que puedan considerarse
perseguidos por las partes. EFECTOS DE LA NULIDAD: 1-Efectos de la nulidad entre las partes
Ahora bien, con respecto a los efectos que la nulidad del negocio jurídico genera en relación a las
partes contratantes, es preciso diferenciar si nos 120 hallamos en supuestos en los cuales el acto
defectuoso tuvo principio de ejecución o no. Así, si el acto no fue ejecutado, una vez dictada la
sentencia que declare su nulidad, las partes no podrán exigir o demandar su cumplimiento. En
cambio, si el acto jurídico tuvo principio de ejecución o se ejecutó en su totalidad, al declararse su
invalidez corresponde la aplicación del art. 390 del Código; las partes deben restituirse mutuamente
lo obtenido en virtud del acto anulado, a fin de volver las cosas al estado anterior al del acto
inválido. Por otro lado, debemos señalar que una o ambas partes del acto nulo por sentencia pueden
haber sufrido daños como resultado de la invalidez del acto jurídico; daños materiales y aun
morales que es preciso reparar para lograr que la situación jurídica de las partes retorne al estado
anterior a la celebración del acto. En esta línea, el art. 391 del Código expresa: “Hechos simples.
Los actos jurídicos nulos, aunque no produzcan los efectos de los actos 121 válidos, dan lugar en su
caso a las consecuencias de los hechos en general y a las reparaciones que correspondan.” Desde
esta perspectiva, analizando los efectos con miras al futuro, por más que el acto sea declarado nulo
y, con ello, se impida la producción de los efectos propios que se tuvieron en cuenta al momento de
celebrarlo, en función de la norma transcripta se considera el negocio jurídico anulado como un acto
ilícito o hecho jurídico en general. Es por ello que corresponde indemnizar los daños y perjuicios
que hayan ocasionado, en tanto se genera la obligación de reparar el daño causado. Es decir que,
además de la restitución, se estipula la indemnización de daños y perjuicios como acción
complementaria. 2-Efectos de la nulidad frente a terceros Es necesario precisar que la declaración
de nulidad de un determinado acto jurídico puede generar efectos no sólo en relación a las partes
sino también con respecto a terceros. Así, el art. 392 del Código Civil y Comercial 122 dispone:
Efectos respecto de terceros en cosas registrables. Todos los derechos reales o personales
transmitidos a terceros sobre un inmueble o mueble registrable, por una persona que ha resultado
adquirente en virtud de un acto nulo, quedan sin ningún valor, y pueden ser reclamados
directamente del tercero,excepto contra el subadquirente de derechos reales o personales de buena
fe y a título oneroso. Los subadquirentes no pueden ampararse en su buena fe y a título oneroso si el
acto se ha realizado sin intervención del titular del derecho. 36 Se advierte que la problemática se
genera con relación a los subadquirentes, es decir aquellas personas que, en función de un acto
jurídico celebrado entre las partes, que es nulo, adquirieron un derecho real o personal, generándose
el problema en torno a si recae sobre ellos la obligación de restituir lo que hubiesen recibido en
función a dicho acto. 123 En esta línea, el efecto retroactivo de la sentencia de nulidad, que
constituye la regla general en materia de efectos, no sólo resulta aplicable en relación a las partes
del negocio jurídico, sino también con respecto a los terceros. Es decir que se aplica el efecto
retroactivo de la sentencia de nulidad respecto de los terceros en cosas registrables. El tercero a
quien el adquirente por acto nulo ha transferido la propiedad de una cosa registrable y otro derecho
sobre la materia es alcanzado por la sentencia de nulidad y privado de esos derechos. Ahora bien, el
artículo 392 establece una limitación a la obligación de restitución que recae sobre los terceros.
Respecto de terceros subadquirentes de derechos reales o personales sobre cosas registrables, de
buena fe y a título oneroso, no procede la obligación de restitución. Cabe precisar que, para que
funcione tal protección de los subadquirentes de buena fe y a título oneroso, es necesario que se
cumplan ciertos recaudos: a)debe ser invocada por un subadquirente, 124 b) ha de referirse a
derechos reales o personales sobre inmuebles o muebles registrables, c) título oneroso d) buena fe.
La falta de alguno de los requisitos antes mencionados significa volver al principio general
establecido y, en consecuencia, el subadquirente estará obligado a la restitución de la cosa
registrable al primer enajenante. Por último, el precepto mencionado recepta los casos en que la
transmisión de la cosa haya sido otorgada por quien no es el titular del derecho de propiedad ni se
encuentra legitimado para representarlo. Es decir, aquellos supuestos en que el verdadero
propietario no participa de la transmisión al adquirente. En estos casos, el subadquirente de buena fe
y a título oneroso no puede ampararse en la protección, pues la primitiva enajenación ha sido
realizada por quien no era su propietario. 125 J) RESPONSABILIDAD CIVIL: FUNCIONES DE
PREVENCIÓN Y PUNICIÓN. ACCIONES DE PREVENCIÓN Y PUNICIÓN EXCESIVA.
RESPONSABILIDAD CIVIL La noción de responsabilidad revela que el ordenamiento jurídico
reacciona ante el hecho, positivo o negativo, que quebranta sus normas y por ello obliga a
«responder». Si la reacción obedece a una finalidad sancionatoria, ejemplificadora y
predominantemente pública, nos encontramos en el área de la responsabilidad penal, que mira
fundamentalmente a la situación del «delincuente», Si la necesidad de dar una respuesta apunta a
una función preventiva, reparatoria o pecuniariamente punitoria y predominantemente privada,
estarnos frente a la responsabilidad civil o por daños, que se centra en la posición de la «victima».
La institución designada como «responsabilidad civil», hace referencia a la «obligación de
responder» y abarca las 126 múltiples funciones que se le atribuyen: preventiva (arts. 1710 a 1713
C.C. y C.) y reparatoria (arts. 1716 y ss.) Funciones El Código Civil y Comercial establece dos
funciones de la responsabilidad civil, la preventiva y reparatoria; éstas actuarán una u otra,exclusiva
o concurrentemente,en los casos en que la reparación acompañe a las medidas de prevención. a-
Función preventiva Se plasma expresamente en la nueva legislación,el «deber de prevención del
daño» que pesa sobre toda persona, «en cuanto de ella dependa»; es decir, que no alcanza a aquellos
que no están en condiciones de impedir el perjuicio, por lo que no les es exigible. Como lo establece
el ARTÍCULO 1710.- Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella
dependa, de: a. evitar causar un daño no justificado; b. adoptar, de buena fe y conforme a las 127
circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un daño, o disminuir su
magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería
responsable, tiene derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a
las reglas del enriquecimiento sin causa; c. no agravar el daño, si ya se produjo. ARTÍCULO 1711.-
Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica hace
previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la
concurrencia de ningún factor de atribución. ARTÍCULO 1712.- Legitimación. Están legitimados
para reclamar quienes acreditan un interés razonable en la prevención del daño. ARTÍCULO 1713.-
Sentencia. La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido de parte o de oficio,
en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no hacer, según corresponda; debe
128 ponderar los criterios de menor restricción posible y de medio más idóneo para asegurar la
eficacia en la obtención de la finalidad. ARTÍCULO 1714.- Punición excesiva. Si la aplicación de
condenaciones pecuniarias administrativas, penales o civiles respecto de un hecho provoca una
punición irrazonable o excesiva, el juez debe computarla a los fines de fijar prudencialmente su
monto. ARTÍCULO 1715.- Facultades del juez. En el supuesto previsto en el artículo 1714 el juez
puede dejar sin efecto, total o parcialmente, la medida. b-Función resarcitoria Tradicionalmente se
ha definido a la responsabilidad civil o derecho de daños por su función resarcitoria. En efecto,
tanto en lo cuantitativo corno lo cualitativo, prevalece como «la obligación de reparar un daño
injustamente causado o sufrido a cargo del autor o de quien se sindique según las razones de su
atribucion». 129 Esta faceta de la responsabilidad civil es la que se destaca también en el nuevo
Código Civil y Comercial que pone el acento en la función compensatoria, a tenor de lo expresado
en los Fundamentos del Anteproyecto y Jo que surge del art. 1716 C.C. y C. ARTÍCULO 1716.-
Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación,
da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código. K)
REPARACIÓN DEL DAÑO: LA REPARACIÓN PLENA Y LAS INDEMNIZACIONES POR
LESIONES O INCAPACIDAD PERMANENTE FÍSICA O PSÍQUICA, TOTAL O PARCIAL.
DAÑO MORAL: LEGITIMADOS. El daño es un concepto amplio, impreciso que suele ser
utilizado como sinónimo de detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia. Con tal amplitud
de significado, la vida cotidiana resulta ser una fuente incesante de daños, así por ejemplo, ocasiona
daño quien 130 se impone a los competidores en un concurso,quien capta mayor clientela con
mejores servicios, etc. Ese detrimento además de ser un fenómeno físico, se convierte a su vez en
un fenómeno jurídico e ingresa en el terreno del derecho. El daño así concebido, pues, como
fenómeno jurídico, no pierde su esencia física sino que a ésta se añade la jurídica, está compuesto
por: 1) un elemento material o sustancial constituido por el hecho físico; 2) un elemento formal
proveniente de la norma jurídica, representado por la reacción del ordenamiento jurídico a
consecuencia de la perturbación provocada en el equilibrio social y alteración perjudicial de un
interés jurídicamente tutelado. El menoscabo, la pérdida, el deterioro - ya sea patrimonial o
extrapatrimonial-, adquiere relevancia cuando es considerado por el derecho que le adjudica
consecuencias jurídicas. CONCEPTO DE DAÑO EN EL CÓD. CIVIL Y COMERCIAL DE LA
NACIÓN. 131 ARTÍCULO 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un
interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona,el patrimonio, o
un derecho de incidencia colectiva. El interés puede ser individual a la persona o el patrimonio,
incorporándose además los derechos de incidencia colectiva. Calvo Costa entiende que los derechos
de incidencia colectiva son de dos categorías: a) aquellos que tutelan bienes colectivos (que no son
susceptibles de apropiación individual excluyente, indivisibles, y que pueden ser disfrutados por
varias personas sin ser alterados), b) los que sin recaer sobre bienes colectivos, poseen condiciones
de ejercicio homogéneas en relación a una pluralidad de titulares, cuyas posibilidades para acceder
a la justicia resultan obstaculizadas por las circunstancias del caso. En síntesis, se contemplan como
daños: los individuales tradicionales (patrimonial o 132 moral), y los daños colectivos cuando se
lesionan derechos de incidencia colectiva. INDEMNIZACIÓN El Código Civil y Comercial de la
Nación regula las consecuencias indemnizables de la lesión a un derecho o a un interés, en el:
ARTÍCULO 1738.- Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o disminución del
patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la
probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Incluye especialmente las
consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad
personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la
interferencia en su proyecto de vida. Por su parte, el art. 1741 regula la indemnización de las
consecuencias no patrimoniales: 133 ARTÍCULO 1741.- Indemnización de las consecuencias no
patrimoniales. Está legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no
patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad
también tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato familiar ostensible. La
acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste. El
monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias
que pueden procurar las sumas reconocidas. ARTÍCULO 1744.- Prueba del daño. El daño debe ser
acreditado por quien lo invoca,excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos. ARTÍCULO 1746.- Indemnización por lesiones 134 o incapacidad física o psíquica.
En caso de lesiones o incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la indemnización
debe ser evaluada mediante la determinación de un capital, de tal modo que sus rentas cubran la
disminución de la aptitud del damnificado para realizar actividades productivas o económicamente
valorables, y que se agote al término del plazo en que razonablemente pudo continuar realizando
tales actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y por transporte que resultan
razonables en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de incapacidad
permanente se debe indemnizar el daño aunque el damnificado continúe ejerciendo una tarea
remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al
damnificado. Así se ha destacado que en oportunidad de referirse a los danos resarcibles, los arts.
1738, 1741, 1744 y 1746 dejan bien en claro que lo que se repara son las consecuencias de aquella
lesion,. que se proyectan ora en el patrimonio, ora en la esfera 135 extrapatnmonial de la persona.
Requisitos Para que proceda la indemnización se deben reunir los requisitos generalmente
aceptados en doctrina y jurisprudencia y que se enuncian en el art. 1739 CC. ARTÍCULO 1739.-
Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto,
actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su
contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador.
Forma de reparación y atenuación El Código unificado mantiene el principio de que la reparación
del daño debe ser plena. ARTÍCULO 1740.- Reparación plena. La reparación del daño debe ser
plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al 136 estado anterior al hecho
dañoso,sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico,
excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo,en cuyo caso se
debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la
identidad personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus
partes pertinentes, a costa del responsable. La reparación plena se asienta en cuatro reglas
fundamentales: 1-el daño debe ser fijado al momento de la decisión; 2-la indemnización no debe ser
inferior al perjuicio; 3-la apreciación debe formularse en concreto; 4-y la reparación no debe ser
superior al daño sufrido La reparación plena admite supuestos de limitación por razones de equidad,
en función del patrimonio del deudor, la situacion personal de la víctima y las circunstancias del
hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de dolo 137 del responsable» (art. 1742 C.C. y C.).
Clases de daños a. Daño patrimonial Los daños patrimoniales son aquellos en los que se produce un
detrimento o disminución de bienes que admiten valoración pecuniaria,ya sea por afectar
directamente el patrimonio o por afectar derechos en sí mismos no patrimoniales pero cuyas
consecuencias tienen incidencia en este aspecto. La enunciación referida nos permite una primera
distinción. Daño directo: Tales son los daños que inciden directamente en el patrimonio; son los que
producen la pérdida o deterioro de una cosa o la disminución de su valor, suponen el desembolso de
valores pecuniarios o la asunción de deudas, etc., V.gr. los daños sufridos en el automotor debido a
una colisión y los gastos realizados para alquilar otro; la pérdida de una suma de dinero como
consecuencia de un asalto, etc. 138 Daño. indirecto: Es el que recae inmediatamente sobre la
persona pero ello impacta en el patrimonio, de modo que la lesión a un derecho no patrimonial
determina una consecuencia dañosa de orden pecuniario.V.gr. quien realiza gastos para rehabilitarse
luego de ser atropellado por un automóvil; la persona que es desfigurada como consecuencia de una
mala practica médica y pierde su trabajo como modelo fotográfica; los honorarios profesionales que
se deben al psiquiatra para superar la «sinistrosis» padecida por haber sido víctima de un hecho
delictivo· los ingresos que se pierden para el profesional desacreditado por injurias al ser
abandonado por sus clientes. Elementos del daño patrimonial Los elementos del daño patrimonial,
sea directo o indirecto, están enunciados en el Código Civil y Comercial en el art. 1739: «La
indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima,el lucro cesante en
el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva 139 de su obtención y la
pérdida de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos
personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica,sus afecciones
espirituales y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida». De dicha norma se pueden
discriminar los elementos del daño que son: El daño emergente: que es el perjuicio efectivamente
sufrido. Ello ocurre, por ejemplo, cuando se cubren los costos de traslado y arreglo del automóvil
roto en la colisión; los honorarios médicos y los medicamentos necesarios para recuperar la salud,
etc. El lucro cesante: que es la ganancia frustrada como consecuencia del hecho ilícito; v.gr. la
pérdida de los ingresos futuros como consecuencia de haber debido dejar el automóvil que se utiliza
como taxi en el taller para su reparación; los honorarios no percibidos como consecuencia de la
pérdida de la clientela por la difamación, etc. 140 En los hechos pueden producirse ambos o sólo
alguno de estos aspectos, tanto desde la perspectiva del daño directo como indirecto, que hemos
mencionado. Así, por ejemplo, existirá sólo daño emergente si la persona puede seguir trabajando; o
se dará sólo lucro cesante, si quien fue calumniado no tiene gastos actuales pero se encontró
impedido de continuar obteniendo ganancias. Casos especiales ARTÍCULO 1745.- Indemnización
por fallecimiento. En caso de muerte, la indemnización debe consistir en: a-los gastos necesarios
para asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a repetirlos incumbe a quien los paga,
aunque sea en razón de una obligación legal; b-lo necesario para alimentos del cónyuge, del
conviviente, de los hijos menores de veintiún años de edad con derecho alimentario, de los hijos
incapaces o con capacidad restringida, aunque no hayan sido declarados tales judicialmente; esta
indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado indirecto; el
juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el tiempo probable de vida de la víctima, sus
condiciones personales y las de los reclamantes; c- la pérdida de chance de ayuda futura como
consecuencia de la muerte de los hijos; este derecho también compete a quien tenga la guarda del
menor fallecido. ARTÍCULO 1746.- Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica. En
caso de lesiones o incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la indemnización debe
ser evaluada mediante la determinación de un capital, de tal modo que sus rentas cubran la
disminución de la aptitud del damnificado para realizar actividades productivas o económicamente
valorables, y que se agote al término del plazo en que razonablemente pudo continuar realizando
tales actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y por transporte que resultan
razonables en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de incapacidad
permanente se debe indemnizar el daño aunque 142 el damnificado continúe ejerciendo una tarea
remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al
damnificado. ARTÍCULO 1747.- Acumulabilidad del daño moratorio. El resarcimiento del daño
moratorio es acumulable al del daño compensatorio o al valor de la prestación y, en su caso, a la
cláusula penal compensatoria, sin perjuicio de la facultad morigeradora del juez cuando esa
acumulación resulte abusiva. b. Daño no patrimonial El daño no patrimonial, también es llamado,
«moral», «extrapatrimomal», «agravio moral», «daño a la persona», «no económico» o a la
«integridad espiritual». Requisitos El daño moral es extrapatrimonial y autónomo del daño material
en o conceptual y funcional; puede ser directo o indirecto, según lesione a la persona o aspectos
patrimoniales que tengan repercusión. en lo 143 personal; persigue la reparación plena y aunque por
sus particularidades difícilmente pueda «volverse al estado anterior», por vía del dinero se procura
una compensación sustitutiva de lo padecido. Los requisitos son los comunes a todos los daños es
decir, que el daño no patrimonial debe ser cierto, serio, al no evidenciar una excesiva
susceptibilidad de quien lo alega y subsistente conforme hemos explicado más arriba. Las
particularidades del daño moral se dan en materia del requisito de la personalidad del reclamante,
pues en principio debe invocarlo el damnificado directo o indirecto en ciertos casos. Las
concepciones doctrinarias y su impacto en la jurisprudencia se reflejan en la reforma y el código
unificado ha ampliado las posibilidades de legitimación activa a otras personas ante la muerte de la
víctima. Siguiendo propuestas anteriores y los fallos que dictaminaron la inconstitucionalidad de las
144 restricciones a los reclamantes, el Código vigente, además del damnificado directo, reconoce en
caso de muerte o gran discapacidad de la víctima, que pueden reclamar a título personal el cónyuge,
ascendientes, descendientes y quienes convivían con ella recibiendo trato familiar ostensible. La
acción solo se transmite a los sucesores universales legítimos si es interpuesta por este .... >>art.
1741CC. También puede entenderse indirecto y reparable el daño no patrimonial padecido como
consecuencia del ataque a bienes patrimoniales cuando su desaparición o deterioro produce
afecciones de orden no patrimonial en Ja persona; tales son, v.gr. el padecimiento que supone la
pérdida de un bien con valor afectivo o histórico; la afectación de la paz familiar como
consecuencia de la destrucción o deterioro serio de la vivienda en la que se desarrolla la vida de la
familia, etc. Pueden ser demandados, como legitimados pasivos, en una acción por daño moral, el
que responde por el hecho propio y quien lo hace 145 por un hecho ajeno -principal por el
dependiente, padres, curadores o tutores por el hecho del hijo o pupilo-; las personas jurídicas por el
ilícito cometido por quienes las dirigen o administren; el dueño o guardián de la cosa - sea el
perjuicio causado «con» o «por» la cosapor los daños causados por ésta; quien debe responder en
función de una indemnización de equidad; también el autor del hecho, sus consejeros o cómplices,
los sucesores universales de los legitimados pasivos y el asegurador del responsable en la medida
del seguro. Forma y extensión de la reparación. Casos especiales según el bien lesionado La
indemnización por tal daño tiene carácter resarcitorio, conforme la moderna doctrina y
jurisprudencia, y no es sancionatorio, tesis prácticamente abandonada. La reparación de daño
atiende a la medida del perjuicio sufrido y,generalmente, se apoyará en presunciones a tenor de lo
común de la naturaleza humana. Sin embargo, la presunción 146 que resulta de lo que acontece
habitualmente puede ser destruida por prueba en contrario o,si se tratara de supuestos en los que la
relación que determinaría el daño no se presume por su proximidad de parentesco o existencia de
vínculo jurídico, deberá demostrarse por cualquier medio de prueba. Para cuantificar la
indemnización por daño no patrimonial no es importante la génesis del perjuicio, pues procede
incluso ante daños causados por actos lícitos. A los fines de su determinación se tendrán en cuenta
los padecimientos sufridos como consecuencia del acto lesivo y las secuelas resultantes en el ámbito
espiritual, psicológico y social(angustias y dolores por intervenciones quirúrgicas,
rehabilitaciones,lesiones estéticas, incertidumbres laborales, restricciones a la vida afectiva y social,
a la autoestima, afectación de la consideración en el medio, etc.) conforme las condiciones
personales de la víctima. Las modificaciones sufridas en los diversos aspectos de la persona
servirán para establecer una indemnización en dinero que supla o 147 compense el desmedro
injustamente sufrido ya que, a partir de evaluar las consecuencias perjudiciales que puede provocar
el hecho en el común de las personas, debe atenderse a la luz de las circunstancias particulares
acreditadas en la causa. Es decir que la determinación de la indemnización por daño moral no está
sujeta a cánones objetivos, sino a la prudente ponderación del juzgador. En este sentido el Código
unificado señala que «- .. El monto de la indemnización debe .fi.f arse ponderando las satisfacciones
sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas»(art. 1741 in fine). Pese a
las diferentes designaciones como daños a la persona (salud, biológico, a la vida de relación,
existencial, a la tranquilidad familiar, al proyecto de vida, etc.) en nuestro derecho sólo existen el
daño resarcible patrimonial o extrapatrirnonial, sea directo o indirecto, según que las lesiones al
derecho recaigan en una disminución de aspectos pecuniarios o morales de lo que es titular el sujeto.
Es dable advertir, por lo tanto, 148 que las consecuencias pecuniarias del ataque a tales aspectos de
la persona caerán en la órbita del daño patrimonial indirecto, si tienen traducción pecuniaria por sí,
y los aspectos extrapatrimoniales (neurosis,fobias, angustias, depresiones, desinhibiciones
disfuncionales, etc.) en la del daño no patrimonial pues no se trata de categorías que puedan
fragmentarse. En cuanto a la posibilidad de que la persona jurídica reclame por daño no patrimonial,
una doctrina minoritaria, sustenta que puede requerir resarcimiento por ser titular de derechos como
el honor, libertad de acción, a la seguridad personal, a la intimidad, a la protección de los valores de
afección y al derecho moral del autor; otra corriente entiende que no puede padecer « daño moral»,
toda vez que la protección que se le dispensa apunta a la consecución de objetivos patrimoniales,
aunque sean altruistas y que «uo hay un soporte vital propio y autónomo» o «existencial». En una
posición intermedia, se sostiene que el daño no 149 patrimonial procedería cuando la persona
jurídica no persigue lucrar, como sucede con las fundaciones,aunque se limita el resguardo al buen
nombre o fama. La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que la persona jurídica carece
de aptitud para ser víctima del daño moral. Prueba del daño El Código unificado señala que «El
daño debe ser acreditado por quien Jo invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja
notorio de los propios hechos» (art. 1744 C.C. y C.). Ciertos daños se presumen legalmente. Tal
sucede actualmente,con las presunciones de jurís tantum previstas por el art, 768 C.C y C ... Esta
norma se refiere a los intereses que deben los deudores morosos. Son intereses moratorios los que el
deudor debe por retener un capital después de la fecha en que debía devolverlo, y ellos representan
la indemnización o resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos por el acreedor en las 150
obligaciones de dar sumas de dinero. El acreedor no necesita probar que el retardo le ocasionó
perjuicios, porque la ley estima que esos perjuicios son inevitables, forzosos y automáticos, porque
no pudo disponer oportunamente de un capital productor de frutos, salvo que se pruebe que su mora
se debió a caso fortuito o fuerza mayor. El daño no patrimonial, en principio, debe ser probado por
quien reclama su reparación. En numerosos casos, sin embargo, surgirá la existencia del daño in re
ipsa; es decir, que lo dañoso resultará acreditado del hecho mismo y sus consecuencias al devenir
del «curso natural y ordinario de las cosas»; es decir que generalmente se presumen. Tal sucede, por
ejemplo, cuando se lesionan derechos de índole puramente subjetiva como el derivado de la muerte
de un hijo de un familiar muy cercano, del conviviente o cónyuge o de haber crecido sin filiación
paterna. Sin embargo, quien es demandado podría demostrar que no se ha ocasionado ningún
perjuicio en los aspectos espirituales del 151 accionante;v.gr. probar que la madre que reclama la
reparación por la muerte de la hija menor fue· abandónica a su respecto y que no terna vinculo
afectivo alguno que justificara atender a la pérdida como daño no patrimonial;demostrar que los
miembros de la pareja o los cónyuges se encontraban separados y enemistados desde largo tiempo
atrás; sino se pudiera demostrar que el padre alegado conoció la existencia del hijo antes de la
notificación de la demanda o resultara que fue la progenitora quien ocultó la filiación paterna al hijo,
no prosperará la demanda por daño no patrimonial por falta de reconocimiento contra el finalmente
declarado padre, entre otras hipótesis. Factores de atribucion de la responsabilidad Los factores de
atribución aluden al fundamento de la obligación de responder; es decir al «por qué» se debe reparar
el daño. Es decir que a partir de su consideración, se determina si la conducta o el resultado se
puede imputar al autor (responsabilidad directa) o a otra persona que se sindique como 152
obligado, lo que sucede cuando el agente del daño no debe reparar o no es el único obligado a
hacerlo (responsabilidad indirecta). Los factores de atribución pueden ser de dos clases: subjetivos y
objetivos. El Código Civil y Comercial,refiere que la atribución de un daño al responsable puede
basarse en factores objetivos y subjetivos y se agrega que, en ausencia de normativa, el factor de
atribución es la culpa. En los «Fundamentos» del Proyecto hoy vigente se expresa que no hay
relación de jerarquía entre los factores objetivos y subjetivos,señalando una paridad cualitativa entre
ambos criterios, siguiendo doctrina de gran difusión. Se agrega que los factores objetivos son
mencionados en primer lugar por ser mayoritarios y se mantienen los factores de atribución
subjetivos tradicionales (culpa y dolo); es decir, que conviven ambos con igual importancia. Se
expresa que en «el supuesto en que no hubiera ninguna previsión legal[ ... ] se aplica la culpa» pues
«cuando hay una laguna, es decir, no hay ninguna norma ni es posible 153 una aplicación analógica,
rige la culpa ... como factor de atribución residual». En cuanto a la función de la culpabilidad, en
esta propuesta se dividen las opiniones entre quienes entienden que la culpa opera como norma de
cierre y quien, por el contrario, estima que «todo es responsabilidad objetiva salvo cuando haya una
laguna que resulte imposible de colmar, en cuyo caso aparece la culpa de manera residual, que no es
lo mismo que ésta venga a ser la norma de cierre del sistema» . 1. Factores subujetivo de atribución
de responsabilidad Los factores subjetivos de atribución, tradicionalmente fundaron la
responsabilidad civil contractual y extracontractual,a partir del principio plasmado en el Código
Civil por el que no existía responsabilidad sin culpa,este fundamento ha ido cediendo paso a las
pautas objetivas de atribución. En efecto, los factores subjetivos de atribución tienen en
consideración la subjetividad del 154 agente y se realiza un reproche humano a su comportamiento;
es lo que se denomina «culpabilidad» en sentido «lato». Ello presupone la voluntariedad del acto.
Es decir, que la imputabilidad moral del acto resulta de haber sido obrado con
discernimiento,intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior En cuanto al primer
elemento de la «voluntad interna»,por entendérselo referido a la aptitud general de conocer, en el
sistema del Código Civil y Comercial se consideran inimputables los menores de diez años y quien
está privado de razón al momento de realizarlo La intención y la libertad deben ser sanas; es decir,
carecer de vicios que las excluyan. La imputabilidad moral del resultado deviene de la
«culpabilidad»del autor en sentido amplio, la que abarca la culpa y el dolo. a-culpa En el Código
unificado que nos ocupa los factores subjetivos de atribución de responsabilidad son la culpa y el
dolo. «. .. La culpa consiste en la omisión de la 155 diligencia debida según la naturaleza de la
obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la
negligencia y la impericia en el arte o profesión, El dolo se configura por la producción de un daño
de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos» (art. 1724 C.C. y C.).
Las modalidades de la culpa, que doctrina y jurisprudencia ya reconocen en el ámbito civil, son la
negligencia, la imprudencia y la impericia «en el arte o profesión», tal como recoge el nuevo
ordenamiento en la norma referida. La negligencia consiste en omitir comportamientos que
previsiblemente hubieran evitado el daño; supone descuido,distracción; La imprudencia se presenta
como un actuar precipitado irreflexivo que no mide las consecuencias; puede verificarse por
temeridad, desinterés, exceso de confianza (v.gr. cruzar la calle con el semaforo en rojo;no usar
casco en la moto; extraer un órgano sin esperar los resultados de una biopsia, etc.). 156 La impericia
evidencia falta de habilidad específica, deficiente capacitación, carencia de habilidad técnica. (v.gr..
usar un aparato de precisión sin conocer acabadamente su funcionamiento; anestesiar sin saber
canalizar o entubar al paciente; asumir un JUlClO complejo sin suficiente experiencia o
conocimiento de la materia, etc.).Es preciso recordar que en el caso de profesionales se juzga el
error humano y no el científico. La culpa de la víctima también tiene consecuencias
jurídicas;cuando los daños se producen por el obrar culposo, positivo o negativo,de quien lo padece
no hay responsabilidad y asi estaba previsto en el ,art. 1111 Código Civil. En el Código unificado la
cuestión se ubica en el arca de Ja causación en cuanto se señala que «La responsabilidad puede ser
excluida o limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la producción del daño, excepto
que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra
circunstancia especial» (art. 1729 CC.). 157 Existe culpa concurrente cuando a la producción del
daño han contribuido quienes Jo causaron y quienes lo padecen; ambos reúnen la calidad de autor y
víctima. En estos casos cada agente quedará obligado en la proporción en que su conducta culposa
contribuyó a la causación. Los criterios de valoración de la culpabilidad resultan de la línea fijada
por el art. 1725 e.e. y C. que establece: « Valoración de la conducta Cuanto mayor sea el deber de
obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y
la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una confianza especial, se
debe tener en cuenta la naturaleza del acto y las condiciones particulares de las partes. Para valorar
la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la facultad intelectual de una persona
determinada, a no ser en los contratos que suponen una confianza especial entre las partes. En estos
casos, se estima el grado de responsabilidad, por la condición especial del agente». Por lo tanto se
trata de diseños que miran al 158 autor y las circunstancias de su conducta. Es decir que se trata de
un sistema de culpa «única»(no hay categorías: culpa grave, leve y levísima); «genérica» (aplicable
tanto al orden extracontractual como al contractual) y «en concreto»; ya que se aparta de la
denominada «culpa in abstracto» que responde a patrones que son cartabón para medir la
culpabilidad (la diligencia del buen padre de familia; del diligente hombre de negocios; etc.). Lo
dicho no impide que, en determinadas hipótesis, se hayan introducido pautas «abstractas» o que se
propugnara atender a «subjetividades agravadas»; ello se predica en la acusación calumniosa
(art.1771 C C.). La prueba de los factores de atribución y sus eximentes corresponde, en principio, a
quien lo alega (art. 1734 CC.). Las eximentes de la culpabilidad, en realidad, hacen a los vicios de
la voluntad interna que es su presupuesto. Tales son el error, el dolo y la violencia que afectan a la
intención y la libertad. Es dable advertir que en el acto ilícito culposo 159 cabe la posibilidad de que
se morigere la reparación, por razones de equidad, según establece el art. 1742 P. de CC. En general,
entonces, quien invoca la culpa debe probar su existencia. Es dable advertir, sin embargo, que la
teoría de la carga dinámica,la de las «cargas probatorias compartidas» y las de la «solidaridad o
colaboración», pretenden obtener una versión de lo acontecido lo más próxima a la realidad
(Peyrano); se reclama para ello la cooperación de las partes, e incluso el ejercicio de potestades
judiciales, reconociendo a los jueces la calidad de directores del proceso. Ello genera un
desplazamiento de la carga probatoria que puede caer sobre quien esté en mejores condiciones para
probar y toman irrelevante que éste sea el actor o el demandado. Estas posiciones gozan de gran
consenso científico y de aceptación jurisprudencial en nuestra materia, lo que ha sido recogido en el
art. 1735CC. que expresa: «No obstante, e/juez puede distribuir la carga de la prueba de la culpa o
de haber actuado con la diligencia 160 debida. ponderando cuál de las partes se halla en mejor
situación para aportarla. Si el juez lo considera pertinente, durante el proceso comunicará a las
partes que aplicará este criterio, de modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los
elementos de convicción que hagan a su defensa». La discusión se centra en establecer el momento
y el modo en que el juez operaría la facultad durante el proceso. También se aceptan fórmulas de
limitación convencional; el Código unificado, en su art, 1743, prevé la «Dispensa anticipada de la
responsabilidad» y expresa: «Son inválidas las cláusulas que eximen o limitan La obligación de
indemnizar cuando afectan derechos indisponibles,atentan contra la buena fe, las buenas costumbres
o leyes imperativas, son abusivas. Son también inválidas si liberan anticipadamente, en forma total
o parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas por las cuales debe responder.» Por
lo tanto, si se trata de derechos disponibles, no se afectan los principios referidos y no existe dolo,
serían válidas. Sin embargo, están 161 especialmente prohibidas en ciertos contratos (v.gr.,
transporte de personas, depósito en hoteles o similares, servicios de caja de seguridad). b. El dolo.
El Código unificado, por su parte, señala que « ... El dolo se configura por Ta producción de un
daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos ... » (art. 1724CC)
Entendemos que esta disposición incluye la noción de «dolo eventual» pues se trata de la hipótesis
de que quien obra lo hace con indiferencia respecto de las consecuencias dañosas y desprecia su
producción, lo que estimamos incluido en nuestro concepto. El actuar doloso puede concurrir con la
culpa de la víctima pero en este caso el primero absorbe los efectos de la culpa. No podrá alegar la
conducta dolosa de otro quien también obra con dolo; ello impide que se anule el acto cuando hay
dolo recíproco y la aplicación del principio que reza que «Nadie puede alegar su 162 propia
torpeza>>. Prueba del dolo. El dolo no se presume y siempre debe ser probado por quien lo invoca;
además, está prohibida su dispensa anticipada (art.1743 cc.). 2. Factores objetivos de atribución de
responsabilidad Los factores objetivos surgen de la ley, por lo que pueden concluirse por
interpretación analógica y en nuestros días, fundan la mayor cantidad de casos trascendentes de
responsabilidad civil. Estas razones para imputar el daño no reprochan conducta alguna al agente ni
es imprescindible que la autoría, propia o ajena, se advierta inmediatamente de la lesión del derecho
o interés tutelado y sus consecuencias. No se valora el comportamiento del agente y se asienta en
otros fundamentos de interés legal. 163 Se caracterizan porque ponen el acento en la reparación del
daño y no en la actitud del responsable; no requieren ser probados; se amplían según las nuevas
circunstancias dañosas y se dan en numerosos supuestos en los que el autor del daño es distinto del
responsable. El Código Civil v Comercial no los define pero los caracteriza, cuando la culpa es
írretevante para atribuir responsabilidad y cuando de la obligación resulta que se debe obtener un
resultado (arts. 1722 y 1723 CC.). Se ha criticado esta definición por ser una formulación
negativa .Esta es la forma de atribución de responsabilidad a las personas jurídicas (art, 1763C C.);
a los daños producidos por el «hecho de las cosas y actividades riesgosas» y «por animales» (art.
1757 CC) y por el «hecho de los dependientes» (v.gr. el empleador responde por el daño causado
por sus empleados) conforme art. 1753 e.e. y. C.; la de los «propietarios de establecimientos
educativos» (art. 1767 C C.). Los factores más difundidos se apoyan en la 164 teoría del
riesgo,equidad, garantía o seguridad, abuso del derecho y exceso en la normal tolerancia entre
vecinos, pero no se limitan a estas hipótesis. La referencia al riesgo como factor objetivo de
atribución (riesgo creado o riesgo- beneficio) alude a que quien ejerce una actividad lícita y
beneficiosa para sí debe razonablemente cargar con el riesgo de reparar los daños que produce; es
decir, que si se crea o se tiene control sobre un elemento generador de la probabilidad de ocasionar
perjuicio,se debe asumir las consecuencias si éste ocurre. La teoría referida se aplica especialmente
a los daños producidos por la intervención de las cosas y actividades riesgosas ya citada; los daños
derivado de los accidentes de tránsito (art. 1769 C C.); la del dueño y ocupante de un edificio por
las cosas suspendidas o arrojadas (art. 1760 C C.). También se ha fundado en el riesgo la
responsabilidad por los daño~ causados por todo tipo de anímales (art. 1759 C C.). 165 El Código
Civil y Comercial trata especialmente lo relativo a las actividades riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización (arts. 1757, 1758)Y
también se refiere a la responsabilidad del grupo en caso de actividad peligrosa y la responsabilidad
del grupo en caso de autoría anónima (arts.176Iy 1162 CC.). Es asimismo objetiva la llamada
«indemnizacián de equidad»consiste en la justicia aplicada en el caso concreto por el juez en uso de
su facultad discrecional. Es fundamento de la reparación de daños involuntarios (art. 1750 C.C..).
En estos casos, la reparación debe tener en cuenta «la importancia del patrimonio del autor del
hecho y la situación de la víctima». La equidad puede sustentar la reparación en supuestos de «daño
necesario», Este fundamento ha sido consideran especialmente por la reforma para la atenuación de
la responsabilidad (art. 1742 C C.). La garantía o seguridad, como factor objetivo 166 de
responsabilidad, supone «la seguridad que un sujeto brinda a terceros de que si se produce un daño
en determinadas circunstancias, afrontará su resarcimiento y puede tener origen extracontractual o
contractual» (Zavala de González). Parte de la doctrina sustenta en este principio la responsabilidad
del principal por el hecho del dependiente En materia de responsabilidad por el hecho de terceros la
normativa vigente se hace eco de posiciones doctrinarias que postulaban que la responsabilidad de
los padres, de los tutores, curadores y otras personas encargadas de los menores e incapaces debía
superar su fundamento subjetivo e impone la responsabilidad objetiva (arts. I 754, 1755, 1756C.C.).
También es de esta naturaleza la que recae en la actualidad sobre los titulares de los
establecimientos educativos (art. 1767 P. de CC.). El ejercicio abusivo del derecho supone que si el
titular lo ejerce abusando de sus 167 prerrogativas y causa un daño a otro, está obligado a reparar el
perjuicio que causó . En tal caso, el juez analizará, según los criterios abstractos que fija la ley, si el
comportamiento irregular es contrario a los fines del ordenamiento jurídico o excede los límites de
la buena fe, moral y buenas costumbres ( art. 1 O C.C.). En este fundamento suelen también
considerarse comprendidos los daños ocasionados por abuso en la normal tolerancia de los vecinos;
ello pues quien causa un daño en tales condiciones hará de su derecho de propiedad un uso abusivo.
Parte de la doctrina entiende al abuso del derecho como antijuridicidad y no como factor objetivo de
atribución de responsabilidad En el orden contractual se funda la responsabilidad en factores
objetivos cuando se trata de obligaciones de resultado (art. 1723 C.C..); es decir, aquéllas en la que
el deudor se compromete a obtener en resultado exitoso que le es asegurado al acreedor (medico en
emigra estética o realización de un estudio -análisis, placa radiográfica, resonancia magnética-. 168
locación de obra, etc.). En esto~ supuestos, ante,el incumplimiento, el deudor sólo podrá liberarse
mediante la demostración del quiebre de la relación causal. Por el contrarío, en materia de
obligación de medios, el deudor solamente compromete su diligencia para obtener un resultado que
no garantiza; v.gr. el abogado no asegura que el pleito se resolverá a favor de su cliente; sólo se
obliga a poner su diligencia para que se llegue a una resolución favorable; así sucede en la locación
de servicios. Por lo tanto,sí el resultado esperado no se produce, como el factor de atribución es
subjetivo, el acreedor deberá probar la culpa del incumplidor a menos que se trate de hipótesis en la
que la culpa se presume o quepa aplicar la carga dinámica de la prueba (art. 1768 C.C). Es
importante destacar, entonces, la trascendencia de la voluntad de las partes quienes pueden convenir
que la obligación sea de medios o resultados (arts. 958 y 959 CC.). Es necesario señalar que cuando
no existe 169 acuerdo expreso ni norma legal que especialmente establezca la responsabilidad
objetiva, la calificación de la obligación como de medios o resultados, a los fines de determinar la
posibilidad de demostrar la responsabilidad civil dimanada de su incumplimiento, deberá ser
analizada a la luz de otros facto:es (el alea en el contrato, usos y costumbres, la buena fe, el riesgo
asumido, etc.). Se evidencia, entonces, que la nueva normativa incrementa notoriamente los
supuestos de responsabilidad objetiva. Relacion de causalida Para que exista responsabilidad, este
presupuesto no puede faltar en ningún caso, ya se trate de responsabilidad por el hecho propio o por
el hecho ajeno, con factor subjetivo u objetivo de atribución; aunque el hecho sea lícito por mediar
una causa de justificación y opera conrelación al daño ya producido, actual o futuro, y frente al
peligro de daño en la función preventiva. 170 Ello pues vincula el hecho con la consecuencia
dañosa (imputación material). Se realiza un juicio «en abstracto», «objetivo» y «fáctico»conforme
reglas de probabilidad que tornen previsible el resultado y es anterior a la indagación de los factores
de atribución. La relación causal se presenta de manera compleja y si bien es un requisito general
puede no ser «contundente»en cuanto podría vincularse con otros eventos preexistentes,
subyacentes, simultáneos o permanecer ocultos, lo que dificulta establecerla claramente. Debe
recordarse que la causalidad jurídica no es igual a la causalidad de la naturaleza. La primera se
funda en el principio lógico de razón suficiente que expresa que «todo lo que es, es por alguna
razón» Sistema jurídico argentino. Distinción con la culpabilidad. A fin de establecer sí la acción u
omisión ha sido idónea para producir «regular o normalmente» el resultado, el juez debe evaluar ex
post facto la concatenación de fenómenos en el tiempo y espacio para 171 determinar la
congruencia del hecho con el resultado, según las normas o patrones generales. Por ello se ha
llamado a la «causalidad adecuada»,«pronóstico objetivo», Debe establecerse si el suceso ha sido
factor causante de derivaciones lesivas. El juicio de comprobación objetiva se realiza sobre la base
de la «aptitud normal de previsibilidad en abstracto»; es decir, el del hombre medio de inteligencia
normal, de modo que para tal aptitud resultare verosímil, regular y probable que dado el hecho se
produjera la consecuencia. Para concluir si el resultado dañoso ha sido causado por aquel a quien
pretende hacerse responsable, « ... la pregunta a contestar es:la acción (u omisión) del presunto
responsable ¿era por sí misma capaz de ocasionar normalmente este daño?» . Si la respuesta es
positiva habrá relación de causalidad adecuada. La «causalidad» como presupuesto de la
responsabilidad civil,apunta, entonces, a determinar la imputatio facti, o sea atribuir objetivamente
el resultado al autor del hecho. 172 La «culpabilidad» en cambio, determina la imputatio iuris o sea
cuándo y en qué condiciones el daño es imputable subjetivamente al autor. La semejanza estriba en
que ambos elementos se fundan en la «previsibilidad» del resultado. Las diferencias son que en la
relación causal esta «previsibilidad» es «abstracta» y se prescinde de evaluar la situación individual
del presunto responsable. Por el contrario, en la culpabilidad la «previsibilidad» que se considera y
cuya faltas se reprocha al agente, es «concreta», Ello significa que no previo lo previsible en el caso
particular y según las condiciones objetivas y subjetivas que rodearon el hecho. La importancia de
esta distinción radica en que el reproche subjetivo (culpabilidad), realizado luego de estableoido el
nexo causal entre el hecho y el daño, influye en la extensión del resarcimiento. En general, la
trascendencia de este reproche (culpa, dolo o factor de atribución objetivo) determina la amplitud de
la 173 imputación de las consecuencias del acto voluntario. Es decir, hasta qué consecuencias
(mediatas, inmediatas, casuales),consideradas en abstracto, deberá responderse. Determinación de
las consecuencias y extensión del resarcimiento Dice el art. 1727 C.C. y C.:«Tipos de
consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y
ordinario de las cosas, se llaman en este código consecuencias inmediatas. Las consecuencias que
resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman
consecuencías 'mediatas'. Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman
'consecuencias casuales ». Conforme lo enunciado, para que exista «causalidad adecuada» la
relación entre el hecho y el daño debe ser: previsible, normal, 174 verosímil,regular y que se
produzca el resultado según lo que acostumbra a suceder en el curso ordinario de las cosas. Dicha
concatenación es evaluada por el juez ex post facto: determina la congruencia del hecho con el
resultado en general (la adecuación entre hecho y resultado). La extensión de la obligación de
reparar pesa sobre el responsable como regla;« .. , Excepto disposición legal en contrario, se
indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles» (art. 1726 C.C.). Asimismo se
expresa que puede plantearse una «previsibilidad contractual». Dice el art. 1728: « ... En los
contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al
momento de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en
cuenta estas consecuencias también al momento del cumplimiento». Prueba:principios y
excepciones En principio, el nexo causal se debe acreditar 175 por quien lo invoca. Sin embargo, la
doctrina y la jurisprudencia han enunciado algunos supuestos de «presunciones de causalidad», lo
que determinaría la inversión de la carga de la prueba. Se avanza hacia la presunción de causalidad
cuando hay nexo aparente entre el daño y el elemento o agente causante (presunciones hominisy o
cuando la ley sólo admite la ruptura del nexo para liberar de responsabilidad. V .gr. en materia de
accidentes automovilísticos, probado el daño, se puede concluir que éstos son fruto del hecho si se
demuestra que ha sido idóneo para provocar los deterioros acreditados; el shock producido
inmediatamente después de una transfusión de sangre del grupo equivocado; muerte en asalto
violento,etc. Tales presunciones invierten la carga de la prueba y corresponde al deudor demostrar
que los daños existían con anterioridad o con posterioridad al accidente, por lo que no habían sido
causados por la conducta que se le atribuye. En este punto el Código vigente señala que «La carga
de la prueba de Ja relación de causalidad corresponde a quien la alega, excepto que la ley 176 la
impute o la presuma ... » (art. 1736 C.C). Interrupción del nexo causal. Supuestos. Efectos La
relación causal entre el daño y el hecho se «quiebra» por la interferencia de ciertos acontecimientos
que tornaron, total o parcialmente, inadecuada in abstracto la aptitud del hecho para producir el
daño. Es decir que al hacer desaparecer el presupuesto no puede existir responsabilidad o está
limitada por la incidencia de otros factores. Se trata de «causas extrañas»o de «causa ajena» al
hecho del presunto responsable. Tales son: a- Hecho del damnificado Dice el art. 1729 C.C. y C.:
«Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del
hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que
debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial». b-Hecho de un
tercero por el cual no responde 177 ni la victima, ni el autor del hecho dañoso (art. 1731 C.C. ) Es
decir que la invoca; v.gr. el hecho del visitante que da alimentos contraindicados al enfermo cuya
ingesta le produce la muerte o el de la persona que empuja a la calle a quien es atropellado por un
vehículo que circula correctamente; por ello no debe indemnizar ni el medico ni el conductor. Es
decir que el hecho del tercero debe ser totalmente ajeno .Igual razonamiento al realizado con
relación a la causación por la víctima, cabe en el supuesto de que el nexo causal se interrumpa por
la conducta de un tercero por el que no se responde. Como vimos en los ejemplos anteriores, el
tercero con relación a la víctima, puede haber sido una persona que obrara sin discernimiento y esto
no cambia la situación por haberse quebrado el nexo causal entre el hecho el daño que se pretende
reparar aunque no haya existido culpa. En igual sintonia,el Código actual señala que es eximente el
hecho del tercero que «reúne los caracteres del caso fortuito» (art. 1731 ). 178 d-Caso fortuito o
fuerza mayor El art. 1730 CC. expresa: «Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o
fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto, 0 que. habiendo sido previsto, no ha podido
ser previsto o que habiendo sido previsto,no ha podido ser el evitado. El caso fortuito o fuerza
mayor exime de responsabilidad excepto disposición en contrario. Este código emplea los terminos
caso fortuito y fuerza mayor como sinonimos.» La imprevisibilidad o inevitabilidad debe ser
absoluta (para todos en iguales condiciones), actual (al momento de ocurrido el. hecho) y
sobreviniente; v.gr. un accidente cerebrovascular, incendio, guerra, terremoto y otras catástrofes
naturales o humanas. en estos casos se advierte que falta la relación causal entre el hecho atribuido
al presunto responsable y el daño, impide que pueda importársele, pues no ha podido preverse (por
ser extraordinario) o aun previsto no puede evitarse (por ser irresistible). 179 El caso fortuito,
además ha de ser «exterior» o sea totalmente «extraño» a las actividades del agente, su empresa,
cosas de su propiedad, etcétera. Por ello no se consideran eximentes por ser «interiores» la causa
ignorada, la no culpa, etcétera. Por ejemplo, no podrá alegarse para eludir la atribución de
responsabilidad, la mala construcción, la obsolescencia de los materiales o sus defectos, etc Es decir,
el caso fortuito o la fuerza mayor son, además de imprevisibles, irresistibles, extraños, e
insuperables. Se engloba con iguales consecuencias los conceptos de caso fortuito y fuerza mayor;
v.gr. son daños resultantes de estas «causas ajenas», las lesiones a la integridad física de una
persona que se producen por el impulso de un huracán o el daño derivado del incumplimiento
contractual resultante de la prohibición legal de la prestación, sobreviniente al contrato. En el
sistema actual se equiparan las consecuencias del caso fortuito con la de 180 imposibilidad de
cumplimiento y se regula la imposibilidad objetiva y absoluta de incumplimiento obligacional. El
hecho del damnificado en el ámbito contractual y en el extracontractual excluye o limita la
responsabilidad propia y la refleja, cuando tiene incidencia en la producción del daño (art. I 729
C.C. y C.). Sin embargo, por la autonomía de la voluntad se puede convenir o puede surgir de la ley
que el deudor responda sólo en caso de culpa, dolo, o cualquier circunstancia especial. Si el
cumplimiento de la obligación se torna imposible de modo «objetivo y absoluto no imputable al
deudor», queda eximido (art. 1732 C.C. y C.) salvo algunos supuestos especialmente previstos (art.
1733 CC.). Daños causados por personas La responsabilidad civil por la actividad contractual no
tiene diferencia alguna con la que cabe a la persona humana a tenor del texto de su propia definición:
«Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el 181 ordenamiento jurídico les confiere
aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines
de su creación «(art. 141 C.C. y C.). En lo que respecta a la responsabilidad extracontractual el
Código Civil y Comercial trata la cuestión entre los supuestos especiales (art. 1763). La
responsabilidad civil de las personas jurídicas no fue atendida cuando se atribuía su naturaleza a la
teoría de la ficción ya que, por carecer de voluntad y estar la responsabilidad fundada en la
culpabilidad,la conclusión era que no podían ser responsables. Sin embargo, la creciente
trascendencia dañosa de las actividades de esta clase de persona y su relevancia en gran cantidad de
relaciones jurídicas complejas, determinaron un cambio en la perspectiva con fundamento en un
factor objetivo de atribución. En cuanto a lo que le es específico, se abarcan los daños causados por
el hecho de directores o administradores, lo que se sustenta en la 182 teoría del órgano, apoyada en
la realidad de la persona jurídica; éstos actúan por ella como su instrumento operativo y la
consecuencia dañosa se atribuye directamente a aquélla en virtud de un factor objetivo de
responsabilidad. Se reconoce gran amplitud a la responsabilidad extracontractual de las personas
jurídicas en tanto responden de los hechos dañosos producidos en «ejercicio y con ocasión» de sus
funciones. Es decir que si lo que perjudica guarda una relación razonable con la función atribuida al
órgano, la persona jurídica queda comprometida; ello, aunque quien obrara como agente del daño se
haya excedido en la precisión de su cometido. Igualmente no caben discriminaciones cuando
quienes dañan son los dependientes o de las cosas de las que se sirve o tiene a su cuidado pues rigen
las reglas ordinarias en esa materia. El Anteproyecto girado al Poder Ejecutivo Nacional, regulaba
la responsabilidad del Estado, conforme los cánones resultantes de la labor de la doctrina y
jurisprudencia. Se 183 atribuía responsabilidad objetiva al Estado por los daños derivados de sus
actos lícitos que sacrifican intereses de los particulares con desigual reparto de las cargas
públicas,con reparación del daño emergente y excepcionalmente de. otros rubros. Asimismo se
expresaba que el Estado responde, objetivamente, por los daños causados por el ejercicio irregular
de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su autor, conforme la naturaleza de la
actividad,los medios de que dispone el servicio, el lazo que une a la víctima con el servicio y el
grado de previsibilidad del daño. También se previó que el funcionario y el empleado público
fuesen responsables por los daños causados a los particulares por acciones u omisiones que
implican el ejercicio irregular de su cargo.las responsabilidades del funcionario o empleado público
y del Estado se planteaban como concurrentes. Sin embargo, las normas previstas por el
Anteproyecto fueron esencialmente modificadas por el Poder Ejecutivo y se 184 estableció que las
disposiciones del titulo referido a la responsabilidad civil no se aplicarían a la responsabilidad del
Estado de manera directa ni subsidiaria, ya que se regiría por las normas y principios del derecho
administrativo nacional o local según corresponda: asimismo , ocurriría con los hechos y las
omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una
manera irregular las obligaciones legales que les están impuestas. L) RIESGO CREADO: NUEVA
CONCEPCIÓN. ARTÍCULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona
responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean
riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su
realización. Entendemos que esta disposición incluye la noción de «dolo eventual» pues se trata de
la hipótesis de que quien obra lo hace con indiferencia respecto de las consecuencias 185 dañosas y
desprecia su producción, lo que estimamos incluido en nuestro concepto. La responsabilidad es
objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de
la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención. ARTÍCULO 1758.- Sujetos
responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por las cosas.
Se considera guardián a quien ejerce,por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa,
o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa
fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o peligrosa
responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo
dispuesto por la legislación especial. ARTÍCULO 1759.- Daño causado por animales. El daño
causado por animales, cualquiera sea su especie, queda comprendido 186 en el artículo 1757. M)
RESPONSABILIDADES ESPECIALES: A) RESPONSABILIDAD PATERNA. CESACIÓN.
OTROS RESPONSABLES; ARTÍCULO 638.- Responsabilidad parental. Concepto. La
responsabilidad parental es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores
sobre la persona y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea
menor de edad y no se haya emancipado. ARTÍCULO 643.- Delegación del ejercicio. En el interés
del hijo y por razones suficientemente justificadas, los progenitores pueden convenir que el
ejercicio de la responsabilidad parental sea otorgado a un pariente, sin perjuicio de lo establecido en
el artículo 674. El acuerdo con la persona que acepta la delegación debe ser homologado
judicialmente, debiendo oírse necesariamente al hijo. Tiene un plazo máximo de un año, pudiendo
renovarse judicialmente por razones debidamente fundadas, por un 187 período más con
participación de las partes involucradas. Los progenitores conservan la titularidad de la
responsabilidad parental, y mantienen el derecho a supervisar la crianza y educación del hijo en
función de sus posibilidades. Igual régimen es aplicable al hijo que sólo tiene un vínculo filial
establecido. ARTÍCULO 674.- Delegación en el progenitor afín. El progenitor a cargo del hijo
puede delegar a su cónyuge o conviviente el ejercicio de la responsabilidad parental cuando no
estuviera en condiciones de cumplir la función en forma plena por razones de viaje, enfermedad o
incapacidad transitoria, y siempre que exista imposibilidad para su desempeño por parte del otro
progenitor, o no fuera conveniente que este último asuma su ejercicio. Esta delegación requiere la
homologación judicial, excepto que el otro progenitor exprese su acuerdo de modo fehaciente. 188
ARTÍCULO 699.- Extinción de la titularidad. La titularidad de la responsabilidad parental se
extingue por: a. muerte del progenitor o del hijo; b. profesión del progenitor en instituto monástico;
c. alcanzar el hijo la mayoría de edad; d. emancipación, excepto lo dispuesto en el artículo 644; e.
adopción del hijo por un tercero, sin perjuicio de la posibilidad de que se la restituya en caso de
revocación y nulidad de la adopción; la extinción no se produce cuando se adopta el hijo del
cónyuge o del conviviente. B) RESPONSABILIDAD DEL FUNCIONARIO Y EMPLEADO
PÚBLICO. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO; ARTÍCULO 1765.- Responsabilidad del Estado.
La responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios del derecho administrativo
nacional o local según corresponda. ARTÍCULO 1766.- Responsabilidad del 189 funcionario y del
empleado público. Los hechos y las omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus
funciones por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales que les están
impuestas se rigen por las normas y principios del derecho administrativo nacional o local, según
corresponda. C) RESPONSABILIDAD DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS;
ARTÍCULO 1767.- Responsabilidad de los establecimientos educativos. El titular de un
establecimiento educativo responde por el daño causado o sufrido por sus alumnos menores de edad
cuando se hallen o deban hallarse bajo el control de la autoridad escolar. La responsabilidad es
objetiva y se exime sólo con la prueba del caso fortuito. El establecimiento educativo debe contratar
un seguro de responsabilidad civil, de acuerdo a los requisitos que fije la autoridad en materia
aseguradora. 190 Esta norma no se aplica a los establecimientos de educación superior o
universitaria. D) RESPONSABILIDAD DE LOS PROFESIONALES LIBERALES. ARTÍCULO
1768.- Profesionales liberales. La actividad del profesional liberal está sujeta a las reglas de las
obligaciones de hacer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se haya comprometido un
resultado concreto. Cuando la obligación de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no está
comprendida en la Sección 7a, de este Capítulo, excepto que causen un daño derivado de su vicio.
La actividad del profesional liberal no está comprendida en la responsabilidad por actividades
riesgosas previstas en el artículo 1757. N) RESPONSABILIDAD COLECTIVA Y ANÓNIMA
ARTÍCULO 1760.- Cosa suspendida o arrojada. Si de una parte de un edificio cae una cosa, o si
ésta es arrojada, los dueños y 191 ocupantes de dicha parte responden solidariamente por el daño
que cause. Sólo se libera quien demuestre que no participó en su producción. ARTÍCULO 1761.-
Autor anónimo. Si el daño proviene de un miembro no identificado de un grupo determinado
responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que demuestre que no ha contribuido
a su producción. ARTÍCULO 1762.- Actividad peligrosa de un grupo. Si un grupo realiza una
actividad peligrosa para terceros, todos sus integrantes responden solidariamente por el daño
causado por uno o más de sus miembros. Sólo se libera quien demuestra que no integraba el grupo.
O) PREJUDICIALIDAD PENAL Y EFECTOS DE LA CONDENA PENAL SOBRE EL
PROCESO CIVIL De manera similar a como lo hacen los artículos 1102 y 1103 del actual Código
Civil, los artículos 1776 y 1777 del Proyecto de 192 Código Civil y Comercial establecen que la
sentencia dictada en sede penal hace cosa juzgada respecto de la que se vaya a dictar en sede civil,
es decir, que constituye una cuestión prejudicial. En esta dirección, como también lo hace el artículo
1101 del vigente Código Civil, el artículo 1775 del Proyecto de Código Civil y Comercial prescribe
que si la acción penal precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el dictado de la
sentencia definitiva se debe suspender en el proceso civil hasta la conclusión del proceso penal. Sin
embargo, el artículo 1101 del actual Código Civil contiene sólo dos excepciones a este principio: 1)
que el acusado hubiese fallecido –lo cual produce la extinción de la acción penal-, en cuyo caso la
pretensión civil podía ser intentada o continuada contra los respectivos herederos, 2) que el acusado
se encuentre ausente, por lo cual la acción penal no se pueda intentar o continuar. 193 Siendo
frecuente que en la praxis forense las causas penales se demoren más de lo razonable o, incluso, que
queden en un estado vegetativo sin que se adopte ningún temperamento procesal tendiente a
impulsarlas o resolución que les ponga fin como, por ejemplo, declarando la prescripción de la
acción penal. La jurisprudencia se hizo hecho cargo de esta situación admitiendo la prosecución del
proceso civil y el dictado de sentencia sin que se encuentre concluida la causa penal. Receptando
esta problemática, acertadamente el artículo 1775 del Proyecto de Código Civil y Comercial
establece como excepciones para la suspensión del dictado de la sentencia civil las siguientes: a)si
median causas de extinción de la acción penal; b) si la dilación del proceso penal provoca en los
hechos, una frustración efectiva del derecho a ser indemnizado; c) si la acción por reparación del
daño está 194 fundada en un factor objetivo de responsabilidad. Esto significa que dado el supuesto
de existir una causa de extinción de la acción penal como, por ejemplo, el fallecimiento del
imputado o que opere la prescripción de la acción penal, aun sin declaración expresa en sede penal
de extinción de la acción por muerte del imputado o por prescripción, se debe dictar la sentencia
civil. La segunda excepción se refiere directamente al tiempo excesivo o irrazonable de tramitación
de la causa penal, contemplando casos en los cuales damnificados por hechos ilícitos deben esperar
a que termine el proceso penal lo cual provoca una frustración efectiva del derecho a ser
indemnizado por cuanto recién después de la sentencia penal estará en condiciones de obtener un
pronunciamiento civil que les reconozca el derecho a ser resarcido y establezca la indemnización,
eventualmente el de la cámara de apelaciones, y así, con posterioridad intentar lograr su percepción.
Cabe puntualizar en este sentido que hubo 195 casos de accidentes de tránsito en los cuales la
tramitación de la causa penal demoró tanto hasta la sentencia penal –absolutoria o condenatoria- o
declaración de la prescripción de la acción, que sumado al tiempo para el dictado de la sentencia
civil en primera instancia y luego de la alzada, cuando se intentó percibir la indemnización
definitivamente fijada, la aseguradora había entrado en liquidación forzosa y el demandado –aun
absuelto o con prescripción de la acción penal- estaba insolvente. En cuanto a la tercera excepción
contemplada ahora en el artículo 1775, inc. c, del Proyecto de Código Civil y Comercial,aparece
como una innovación acertada y congruente con el espíritu de acentuar la responsabilidad objetiva.
Evidentemente si el factor de atribución es objetivo,y consecuentemente la responsabilidad es
objetiva, como sucede en los casos de accidentes de tránsito, cuando la existencia del hecho no está
en discusión, no se justifica que se tenga que aguardar que concluya la causa penal pues en ella, aun
en el eventual caso de 196 recaer sentencia condenatoria, sólo lo será por establecer la culpa del
imputado en el hecho, es decir, el factor de responsabilidad subjetivo desde el punto de vista civil.
Cuando la sentencia penal es condenatoria, hace cosa juzgada en el proceso civil en cuanto a la
existencia del hecho y a la culpa del condenado (artículo 1776 del Proyecto de Código Civil y
Comercial), sin perjuicio de que se pueda considerar la posibilidad de culpa concurrente de la
víctima o de un tercero por quien aquél no debe responder. Por otro lado, si la sentencia penal es
absolutoria,únicamente hace cosa juzgada en sede civil respecto de la inexistencia del accidente de
tránsito sobre el cual hubiese recaído la absolución o la falta de participación del sindicado como
responsable (artículo 1777, 1 er. párr., del Proyecto de Código Civil y Comercial 19 ), mas no
cuando la absolución ha sido dictada por caso de duda, de donde se sigue que igualmente puede ser
considerado responsable civilmente de manera 197 exclusiva o concurrente con la propia víctima o
con un tercero por quien no debe responder –más allá de las dificultades interpretativas de los
artículos 1729 y 1731 del Proyecto de Código Civil y Comercial a las que antes me referí). Dado
que el actual Código Civil no lo contempla, la jurisprudencia debió establecer que tampoco el
sobreseimiento dictado en el proceso criminal hace cosa juzgada en el proceso civil, ni aunque se
funde en la inexistencia del hecho mismo que constituye la causa de la acción resarcitoria,solución
que encuentra justificación en que la absolución se dicta después de un proceso en el que las partes
han tenido oportunidad de alegar y probar todo lo que hace a la defensa de sus derechos, mientras
que el sobreseimiento se decreta antes de que la causa llegue a plenario o juicio oral, lo que
significa que el damnificado no ha tenido oportunidad de ejercer su derecho de defensa; si se hiciera
valer contra la víctima la sentencia dictada en el proceso penal, se violentaría la garantía
constitucional contemplada en el artículo 18 de 198 la Carta Magna. Si bien esta era una cuestión
discutible durante la vigencia del el artículo 1103 del actual Código Civil en tanto éste sólo confería
valor de cosa juzgada a la absolución –es decir, mediando sentencia definitiva respecto de la
inexistencia del hecho principal, sin mencionar el sobreseimiento, acertadamente ahora no sólo que
en el primer párrafo del artículo 1777 del Proyecto de Código Civil y Comercial, se menciona a la
“sentencia penal” en forma genérica por lo que cabe concluir que también comprende a una
sentencia interlocutoria como es la que decreta el sobreseimiento, sino que en su segundo párrafo,
además de indicar de la misma manera genérica a la “sentencia penal”,aclara que si ésta decide que
un hecho no constituye delito penal o que no compromete la responsabilidad penal del agente, en el
proceso civil se puede discutir libremente ese mismo hecho en cuanto generador de responsabilidad
civil. 9 Dable es puntualizar que como innovación el artículo 1780 del Proyecto de Código Civil y
199 Comercial, ahora establece que la sentencia penal posterior a la sentencia civil no produce
ningún efecto sobre ella, excepto en el caso de revisión, la cual procede ex-clusivamente, y a
petición de parte interesada: a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiones
resueltas por la sentencia penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones, excepto que deriva de
un cambio de legislación; b) en el caso previsto en el artículo 1775, inc. c, del Proyecto de Código
Civil y Comercial, si quien fue juzgado responsable en la acción civil es absuelto en el juicio
criminal por inexistencia del hecho que funda la condena civil, o por no ser su autor; c)otros casos
previstos por la ley.

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