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EVALUACIÓN Y MANEJO

PERIOPERATORIO

ERRNVPHGLFRVRUJ
Evaluación y manejo
perioperatorio
Editor:
Dr. Raúl Carrillo Esper
Academia Nacional de Medicina. Academia Mexicana de Cirugía.
Profesor Titular de Posgrado de Medicina del Enfermo en Estado Crítico.
Ex–Presidente del Colegio Mexicano de Anestesiología, A. C.
Ex–Presidente de la Asociación Mexicana de
Medicina Crítica y Terapia Intensiva, A. C.
Jefe de la UTI, Fundación Clínica Médica Sur.

Editorial
Alfil
Evaluación y manejo perioperatorio
Todos los derechos reservados por:
E 2012 Editorial Alfil, S. A. de C. V.
Insurgentes Centro 51–A, Col. San Rafael
06470 México, D. F.
Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57
e–mail: alfil@editalfil.com
www.editalfil.com

ISBN 978–607–8045–84–6

Dirección editorial:
José Paiz Tejada

Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco

Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores

Revisión técnica:
Dr. Jorge Aldrete Velasco

Diseño de portada:
Arturo Delgado

Dibujos:
Alejandro Rentería

Impreso por:
Solar, Servicios Editoriales, S. A. de C. V.
Calle 2 No. 21, Col. San Pedro de los Pinos
03800 México, D. F.
Julio de 2012

Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas terapéuticos sean correctos y compatibles
con los estándares de aceptación general de la fecha de la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la informa-
ción proporcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cuidadosamente el material de instruccio-
nes e información incluido en el inserto del empaque de cada agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial,
cuando se utilizan medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alteración, pérdida o daño que
pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y aplicación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Colaboradores

Dr. Armando Adolfo Álvarez Flores Acad. Dr. Raúl Carrillo Esper
Anestesiólogo. Médico de Base, Hospital “Juárez” de Academia Nacional de Medicina. Academia Mexicana
México. de Cirugía. Jefe de la UTI de la Fundación Clínica Mé-
Capítulo 8 dica Sur.
Capítulo 5
Acad. Dr. Jesús Carlos Briones Garduño
Dr. José Antonio Castelazo Arredondo
Académico Titular de la Academia Mexicana de Ciru-
Neuroanestesiólogo. Jefe de Servicio, Hospital “Juá-
gía. Académico de Número de la Academia Nacional de
rez” de México.
Medicina. Profesor de pregrado y posgrado de la Escue-
Capítulo 3, 7
la Superior de Medicina del IPN. Profesor de posgrado,
Facultad de Medicina UAEM. Fundador de la especiali- Dr. Antonio Castellanos Olivares
dad de Medicina Crítica en Obstetricia, UAM. Funda- Servicio de Anestesiología, UMAE, Hospital de Espe-
dor del Diplomado en Medicina Crítica en Obstetricia, cialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda G.”, Centro Médi-
DIF–UAEM. Director del Curso para Médicos Genera- co Nacional “Siglo XXI”, IMSS.
les de la Academia Mexicana de Cirugía. Capítulo 13
Capítulo 17
Dra. Ailyn Cendejas Schotman
Dra. Roxana Carbó Zabala Médico Anestesiólogo, Servicio de Apoyo Respirato-
Departamento de Fisiología. Instituto Nacional de Car- rio, Hospital Ángeles del Pedregal.
diología “Ignacio Chávez”. Capítulo 28
Capítulo 4
Prof. Dra. Idoris Cordero Escobar
Especialista en Anestesiología y Reanimación. Profe-
Dr. Jorge Raúl Carrillo Córdova
sora e Investigadora Titular. Doctora en Ciencias. Vice-
Pasante de Servicio Social. Facultad de Medicina,
presidenta de la SCAR. Hospital Clínico Quirúrgico
UNAM. Departamento de Hematología, Instituto Na-
“Hermanos Ameijeiras”. Ciudad de La Habana, Cuba.
cional de Cardiología “Ignacio Chávez”.
Capítulo 18
Capítulo 5, 23
Dr. Aurelio Cortés Peralta
Dr. Luis Daniel Carrillo Córdova Médico Anestesiólogo, Adscrito al Hospital General de
Estudiante de Medicina. Grupo NUCE. Facultad de Zona Nº 1 “Dr. Demetrio Mayoral Pardo”, IMSS, Oaxa-
Medicina, UNAM. ca, México.
Capítulo 5 Capítulo 16

V
VI Evaluación y manejo perioperatorio (Colaboradores)

Dra. Evelyn Cortina de la Rosa Dra. Erika León Álvarez


Departamento de Hematología. Instituto Nacional de Neuroanestesióloga. Médico Adscrito, Departamento
Cardiología “Ignacio Chávez”. de Anestesiología del Instituto Nacional de Pediatría,
Capítulo 23 México (Cirugía Neurológica).
Capítulo 15
Dr. Alfredo Covarrubias Gómez
Médico Adscrito al Departamento de Medicina del Do- Dr. Ricardo López Rodríguez
lor y Paliativa del Instituto Nacional de Ciencias Médi- Anestesiólogo Cardiovascular, Hospital “Juárez” de
cas y Nutrición “Salvador Zubirán”. Médico Adscrito México.
a la Clínica del Dolor de la Fundación Médica Sur. Capítulo 7
Capítulo 10
Dr. Pastor Luna Ortiz
Dr. Carlos de la Paz Estrada Departamento de Anestesia, Instituto Nacional de Car-
Especialista de Segundo Grado en Anestesiología y diología “Ignacio Chávez”.
Reanimación. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Capítulo 4
Asistente, Hospital General Docente “Guillermo Luis
Fernández Hernández–Baquero”, Cuba. Dr. Manuel Marrón Peña
Capítulo 19 Médico Anestesiólogo en Gíneco–Obstetricia. Miem-
bro Titular de la Academia Mexicana de Cirugía.
Capítulo 6
Acad. Dr. Manuel Antonio Díaz de León Ponce
Académico Emérito de la Academia de Mexicana de Ci-
rugía. Académico Titular de la Academia Nacional de Dr. Martín Martínez Rosas
Medicina. Expresidente de la Sociedad Mexicana de Departamento de Fisiología, Instituto Nacional de Car-
Nefrología, de la Asociación Mexicana de Medicina diología “Ignacio Chávez”.
Crítica y Terapia Intensiva y del Colegio de Médicos Capítulo 4
Posgraduados del IMSS. Certificado y Recertificado en
Nefrología y Medicina Crítica. Fundador de la Socie- Dr. Zalatiel Maycotte Luna
dad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva. Fundador Hospital Ángeles Lomas.
de los Consejos de Nefrología y Medicina Crítica. Capítulo 26
Capítulo 17
Dr. Gabriel E. Mejía Terrazas
Anestesiólogo–Algólogo. Adscrito al Servicio de Anes-
Dr. Uriah Guevara López
tesiología del Instituto Nacional de Rehabilitación. Pro-
Director de Enseñanza y Educación en Salud de la
fesor Asociado del Curso de Posgrado para Médicos
UMAE “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, IMSS.
Especialistas en Anestesia Regional, Universidad Na-
Capítulo 10
cional Autónoma de México.
Capítulo 11
Dra. Clara Elena Hernández Bernal
Anestesióloga Adscrita al Servicio de Anestesiología, Dra. Marcela Mena de la Rosa
Hospital “Juárez” de México. Neuroanestesiólogo. Profesor Adjunto de Neuroaneste-
Capítulo 21 sia, Hospital “Juárez” de México.
Capítulo 3
Dr. Raúl Izaguirre Ávila
Departamento de Hematología, Instituto Nacional de Dra. Cecilia U. Mendoza Popoca
Cardiología “Ignacio Chávez”. Anestesiólogo. Departamento de Anestesiología, The
Capítulo 23 American British Cowdray Medical Center.
Capítulo 22
Dr. Sergio Enrique Leal Osuna
Departamento de Hematología, Instituto Nacional de Dra. Salomé Alejandra Oriol López
Cardiología “Ignacio Chávez”. Médico Anestesiólogo, Hospital “Juárez” de México.
Capítulo 23 Capítulo 20
Colaboradores VII

Dr. Efraín Peralta Zamora Dr. Arturo Silva Jiménez


Médico Anestesiólogo. Subespecialista en Anestesia Jefe de Anestesiología y Área Quirúrgica, Hospital Cen-
Regional, Hospital Regional de Alta Especialidad. tral Norte, PEMEX.
Capítulo 24 Capítulo 12

Dr. Jesús Ojino Sosa García


Dr. Javier A. Ramírez Acosta Médico Internista. Atención del Enfermo en Estado
Médico Anestesiólogo. Jefe del Área de Servicio de Crítico en Unidad de Terapia Intensiva, Hospital Médi-
Apoyo Respiratorio, Hospital Ángeles del Pedregal. ca Sur.
Capítulo 28 Capítulo 9

Dr. Mario Suárez Morales


Dr. Eduardo Homero Ramírez Segura Anestesiólogo. Departamento de Anestesiología, The
Neuroanestesiólogo. Médico Adscrito, Departamento American British Cowdray Medical Center.
de Anestesiología del Hospital General Naval de Alta Capítulo 22
Especialidad, Secretaría de Marina–Armada de México.
Médico Adscrito, Anestesia en Cirugía Neurológica, S. Dra. Petra Isidora Vásquez Márquez
C., Fundación Clínica Médica Sur. Revisor Editorial de Servicio de Anestesiología, UMAE, Hospital de Espe-
la Revista Mexicana de Anestesiología. Colegio Mexi- cialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda G.”, Centro Médi-
cano de Anestesiología, A. C. co Nacional “Siglo XXI”, IMSS.
Capítulo 15 Capítulo 13

Dr. Jaime Vázquez Torres


Dra. María Elena Rendón Arroyo Hospital de Traumatología “Dr. Victorio de la Fuente
Médico Anestesiólogo. Jefe del Servicio de Anestesio- Narváez”, IMSS.
logía, UMAE Hospital de Oncología, Centro Médico Capítulo 25
Nacional “Siglo XXI”, IMSS.
Capítulo 14 Lic. T. R. Martha Yolanda Velásquez Moreno
Licenciada en Fisioterapia. Servicio de Apoyo Respira-
torio, Hospital Ángeles del Pedregal.
Dra. Arizbe Rivera Ordóñez Capítulo 28
Anestesióloga–Algóloga, Hospital General Xoco.
Capítulo 2 Dra. Guadalupe Zaragoza Lemus
Anestesióloga–Algóloga. Posgrado en Anestesia Re-
gional. Jefe del Servicio de Anestesiología del Instituto
Dr. Martín de Jesús Sánchez Zúñiga Nacional de Rehabilitación. Profesor Titular del Curso
Médico Cirujano, Especialista en Medicina Interna y de Posgrado para Médicos Especialistas en Anestesia
Medicina del Enfermo Adulto en Estado Crítico. Ads- Regional, Universidad Nacional Autónoma de México.
crito a la Unidad de Terapia Intensiva de la Fundación Capítulo 11
Clínica Médica Sur y a la Unidad de Terapia Intensiva
del Hospital “Dr. Enrique Cabrera” del GDF. Médico de Dra. Ofelia Zárate Vázquez
Base de la Unidad de Urgencias del Hospital General de Hospital de Traumatología “Dr. Victorio de la Fuente
México. Narváez”, IMSS.
Capítulos 1, 27 Capítulo 25
VIII Evaluación y manejo perioperatorio (Colaboradores)
Contenido

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XI
Raúl Carrillo Esper
Capítulo 1. Tratamiento de la hiperglucemia en el perioperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Martín de Jesús Sánchez Zúñiga
Capítulo 2. Evaluación y manejo de la hepatopatía en el perioperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Arizbe Rivera Ordóñez
Capítulo 3. Evaluación preoperatoria del paciente neurológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Marcela Mena de la Rosa, José Antonio Castelazo Arredondo
Capítulo 4. Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Martín Martínez Rosas, Roxana Carbó Zabala, Pastor Luna Ortiz
Capítulo 5. Función y disfunción del ventrículo derecho en el perioperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Raúl Carrillo Esper, Jorge Raúl Carrillo Córdova, Luis Daniel Carrillo Córdova
Capítulo 6. Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Manuel Marrón Peña
Capítulo 7. Insuficiencia cardiaca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Ricardo López Rodríguez, José Antonio Castelazo Arredondo
Capítulo 8. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con asma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Armando Adolfo Álvarez Flores
Capítulo 9. Impacto y significado de la presión intraabdominal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Jesús Ojino Sosa García
Capítulo 10. Evaluación y alivio del dolor posoperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Alfredo Covarrubias Gómez, Uriah Guevara López
Capítulo 11. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente sometido a anestesia raquídea,
regional de plexos y nervios periféricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Guadalupe Zaragoza Lemus, Gabriel E. Mejía Terrazas
Capítulo 12. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria . . . . . . . . . . 131
Arturo Silva Jiménez
Capítulo 13. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente geriátrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Antonio Castellanos Olivares, Petra Isidora Vásquez Márquez
Capítulo 14. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163
María Elena Rendón Arroyo

IX
X Evaluación y manejo perioperatorio (Contenido)

Capítulo 15. Evaluación y manejo perioperatorio para el trasplante de órganos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175


Erika León Álvarez, Eduardo Homero Ramírez Segura
Capítulo 16. Evaluación y manejo perioperatorio de la vía aérea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Aurelio Cortés Peralta
Capítulo 17. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda . . . . . . . 195
Manuel Antonio Díaz de León Ponce, Jesús Carlos Briones Garduño
Capítulo 18. Anestesia y enfermedades neuromusculares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
Idoris Cordero Escobar
Capítulo 19. Evaluación y manejo perioperatorio para cirugía fuera del quirófano . . . . . . . . . . . . . . . 217
Carlos de la Paz Estrada
Capítulo 20. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus . . . . . . . . . . . . . . 223
Salomé Alejandra Oriol López
Capítulo 21. Estatinas en el perioperatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Clara Elena Hernández Bernal
Capítulo 22. Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo craneoencefálico . . . . . . . . . . . . . . 261
Cecilia U. Mendoza Popoca, Mario Suárez Morales
Capítulo 23. Evaluación preoperatoria de la hemostasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
Raúl Izaguirre Ávila, Jorge Raúl Carrillo Córdova, Sergio Enrique Leal Osuna,
Evelyn Cortina de la Rosa
Capítulo 24. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido . . . . . . . . . . . . . 293
Efraín Peralta Zamora
Capítulo 25. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
Jaime Vázquez Torres, Ofelia Zárate Vázquez
Capítulo 26. Nutrición perioperatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331
Zalatiel Maycotte Luna
Capítulo 27. Monitoreo hemodinámico y neurológico multimodal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Martín de Jesús Sánchez Zúñiga
Capítulo 28. Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355
Martha Yolanda Velásquez Moreno, Ailyn Cendejas Schotman, Javier A. Ramírez Acosta
Índice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367
Introducción
Raúl Carrillo Esper

La anestesiología ha dado un giro radical en los últimos manera, se analizan a profundidad el abordaje y el ma-
años. De ser una rama de la medicina centrada para faci- nejo perioperatorio de enfermos con diabetes mellitus,
litar el manejo quirúrgico de los enfermos se ha trans- hepatopatías, cardiopatía isquémica, insuficiencia car-
formado en una especialidad multifacética que se encar- diaca, asma bronquial, preeclampsia/eclampsia, insufi-
ga no sólo de la ciencia/arte de mantener la analgesia, ciencia renal, obesidad, neuropatía y problemas oncoló-
la sedación, la relajación y la homeostasis del paciente gicos. Se analizan situaciones de gran importancia,
durante el transoperatorio, sino de su evaluación y ma- como la hipertensión intraabdominal, la evaluación del
nejo integral desde el periodo preoperatorio hasta su re- riesgo tromboembólico venoso, tromboprofilaxis, mo-
cuperación total y seguimiento. A lo anterior se le ha nitoreo, disfunción de la coagulación, evaluación y ma-
denominado medicina perioperatoria. Esta nueva disci- nejo de la vía aérea. Se enfatizaron el análisis y el mane-
plina ha extendido los horizontes de la anestesiología y jo del enfermo adulto mayor, del que va a ser sometido
del anestesiólogo, al que ha transformado en parte acti- a trasplante de órganos, a cirugía ambulatoria y fuera de
va del manejo y la toma de decisiones. quirófano, traumatismo craneoencefálico, estado de
Lo anterior ha impactado en la preparación de las choque y del enfermo neurológico y con enfermedad
nuevas generaciones de anestesiólogos, cuyo entrena- neuromuscular, para terminar con temas de gran actua-
miento ya no se centra exclusivamente en el desarrollo lidad, como son los nuevos abordajes para anestesia ra-
de destrezas y el aprendizaje de técnicas anestésicas, quídea y el uso de estatinas en el perioperatorio.
sino también en el conocimiento profundo de la fisiopa- La lectura de este libro abre una ventana al conoci-
tología y la medicina interna. Estos conceptos son la ra- miento de la medicina perioperatoria y actualiza al lec-
zón de este texto, lo que permite brindar a todos los tor sobre los conceptos más recientes respecto a entidades
especialistas en formación o a los ya entrenados un pa- a las que se enfrenta cotidianamente en los quirófanos.
norama actualizado y escrito por expertos de los temas Cada uno de los capítulos fue escrito por expertos en el
de más impacto en el ámbito de la medicina periopera- tema, lo que asegura la calidad y el contenido de cada
toria. uno de ellos. Seguramente el conocimiento derivado
Se eligieron los temas que de acuerdo a los expertos del análisis científico y crítico de esta obra impactará en
en esta nueva área de la medicina son los de más impac- un mejor manejo de los enfermos y elevará la calidad y
to y trascendencia para la práctica cotidiana. De esta la seguridad del procedimiento anestésico.

XI
XII Evaluación y manejo perioperatorio (Contenido)
Capítulo 1
Tratamiento de la hiperglucemia
en el perioperatorio
Martín de Jesús Sánchez Zúñiga

INTRODUCCIÓN años, su estudio se enfatizó hasta años recientes, poste-


rior a la polémica que desató el grupo de estudio de van
den Berghe en cuanto al control estricto de la glucosa
(demostrando que el control estricto de la glucosa en
La hiperglucemia es frecuente en los pacientes quirúrgi- rangos de 80 a 110 mg/dL con terapia insulínica intensi-
cos con o sin diabetes mellitus; es un fenómeno obser- va disminuye el riesgo de falla orgánica y muerte), que
vado con más frecuencia en los pacientes graves con se inició con una serie de investigaciones sobre el tema
trauma múltiple, cirugía urgente, infarto agudo del mio- con mayor profundización en los mecanismos fisiopa-
cardio y sepsis, entre otros. Cuando esta respuesta se de- tológicos que desencadena esta respuesta metabólica
sencadena ocurren tres fenómenos principales: hiperin- del organismo.
sulinemia, aumento de la gluconeogénesis hepática y
resistencia a la insulina en los tejidos periféricos. Sin
embargo, aunque esta situación se ha considerado como
FISIOPATOLOGÍA
un mecanismo adaptativo compensatorio, es bien sabi-
do que actúa como un factor de riesgo independiente de
aumento de la morbimortalidad.
La hiperglucemia que se presenta durante el periopera-
torio de los pacientes diabéticos o no diabéticos es de
CONSIDERACIONES GENERALES origen multifactorial; el principal mecanismo se asocia
a la resistencia a la insulina, que es el resultado de la in-
capacidad de esta hormona para llevar a cabo su efecto
metabólico, sea por la disminución en la cantidad y la
Tradicionalmente la hiperglucemia de estrés se ha des- calidad de sus receptores periféricos o bien por el blo-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

crito como una respuesta endocrina normal del organis- queo en las vías de señalización y activación en las cua-
mo ante un evento de estrés agudo o crónico, caracteri- les interviene. La respuesta inicial de hiperglucemia se
zada no sólo por las alteraciones en el metabolismo de presenta en las primeras 24 a 48 h del estímulo agudo
la glucosa, sino también por la presencia de resistencia (estrés, sepsis, trauma, etc.), resultando en hipergluce-
a la insulina, la cual se observa en pacientes diabéticos mia secundaria por incremento en la secreción de hor-
y no diabéticos que sufren de enfermedades graves o se- monas de la hipófisis anterior y bloqueo de los recepto-
rán sometidos a procedimientos quirúrgicos. res periféricos para hormonas anabólicas. Esta fase se
Este fenómeno fue descrito en 1877 por Claude Ber- caracteriza por niveles elevados de cortisol y hormona
nard al observar a una paciente con choque hipovolémi- adrenocorticotropina, los cuales generan hiperglucemia
co secundario a hemorragia, pero, aunque el término se al estimular la gluconeogénesis mediada por la trans-
emplea en la literatura médica desde hace más de 100 cripción de los genes de la enzima fosfoenolpiruvato

1
2 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 1)

° Ácidos grasos libres


° DGA ° Lipólisis
° Ceramidas

° Gluconeogénesis
Glicerol, piruvato,
aminoácidos ° Adipocinas
° Glucogenólisis

° Hiperglucemia

Fuentes exógenas ° Glucólisis


S Dextrosa, nutrición parenteral, ° Proteólisis
catecolaminas, esteroides, etc. ° Glucogenólisis

Figura 1–1. Factores que inducen el desarrollo de hiperglucemia.

carboxicinasa, la cual utiliza sustratos —como lactato, en el incremento de las respuestas vasopresora e inotró-
alanina y glicina— para incrementar hasta 200% la pro- pica y en los niveles elevados en plasma de angiotensina
ducción de glucosa (figura 1–1). II, catecolaminas y vasopresina. El estado de hipercorti-
Otro efecto de dicha respuesta inicial es el bloqueo solismo ocasiona supresión de la respuesta inmunitaria,
de la entrada de glucosa en la célula mediada por insuli- como un mecanismo que intenta disminuir la respuesta
na, ya que hay inhibición de la translocación de GLUT4 inflamatoria (figura 1–2).
hacia la membrana plasmática, lo que facilita el predo- La respuesta inflamatoria que se genera es mediada
minio de la fosforilación de residuos de serina y la acti- por una oleada en la síntesis y secreción de mediadores
vación de la vía de la MAPK y los estados proinflamato- plasmáticos, durante la cual las citocinas producen re-
rio y protrombótico. Este estado de hipercortisolismo sistencia a la insulina derivada de la fosforilación de re-
desvía el metabolismo de carbohidratos, grasas y pro- siduos de serina, que perpetúan las vías inflamatorias y
teínas para que la energía resultante esté disponible en permiten la disociación de los sustratos de los recepto-
forma selectiva para los órganos vitales; esto se refleja res de insulina (IRS) y su degradación, y nulifican la

Activación de la respuesta inflamatoria


(factores de transcripción, mediadores,
citocinas, especies reactivas de oxígeno

Hormonas Hormonas
contrarreguladoras contrarreguladoras
Resistencia a la
insulina e
hiperglucemia
Disfunción Estado
endotelial protrombótico

Disfunción Disfunción Estrés del retículo


inmunitaria mitocondrial endoplásmico

Figura 1–2. Respuesta inflamatoria y desarrollo de hiperglucemia y resistencia a la insulina.


Tratamiento de la hiperglucemia en el perioperatorio 3

Inflamación aguda
Glucosa
NPT

Citocinas
MAPk inflamatorias

JNK Núcleo
UPR
Apoptosis
RE IKK FNkb
Activación genes
proinflamatorios
ROS

Mitocondrias
Hormonas
contrarreguladoras Sepsis

Figura 1–3. Hiperglucemia y activación de los mecanismos proinflamatorios.

entrada en la célula, generando de manera secundaria puesta inicia la activación de diversas vías de síntesis y
hiperglucemia e hiperinsulinemia. permite el desarrollo de respuestas adaptativas, como la
El factor de necrosis tumoral (TNF, por sus siglas en sobreproducción de proteínas desdobladas, vía que se
inglés) suprime la expresión a nivel celular del receptor relaciona con la inhibición de los mecanismos de señali-
de insulina y del GLUT–4, además de que actúa de ma- zación de insulina y la activación de vías proinflamato-
nera directa como inhibidor de la tirosincinasa y en el rias, perpetuando así el daño inflamatorio y el estrés
tejido adiposo suprime la expresión del peroxisoma oxidativo (figura 1–3).
proliferador activado gamma (PPARg), facilitando la La hiperglucemia y la resistencia a la insulina redu-
fosforilación de residuos de serina con el bloqueo subsi- cen la producción de óxido nítrico y promueven la vaso-
guiente de la vía de los efectos metabólicos de la insulina. constricción y la hipoxia tisular; además, el incremento
Además de todos estos efectos, el TNF actúa también de de ROS al unirse al óxido nítrico forma peroxinitrito,
manera indirecta en la producción de hiperglucemia al que promueve la agregación plaquetaria y el desarrollo
estimular la secreción de hormonas contrarreguladoras de un estado protrombótico. La hiperglucemia incre-
que inducen gluconeogénesis. menta la sensibilidad a las endotoxinas y una mayor ex-
La hiperglucemia es un mediador proinflamatorio presión del factor tisular, así como la generación secun-
que genera un ambiente de estrés tanto en las mitocon- daria de trombina, mientras que la hiperinsulinemia
drias como en el retículo endoplásmico (RE), principal- incrementa los niveles de PAI–1, el principal inhibidor
mente en los hepatocitos y en el tejido insulinodepen- del sistema fibrinolítico endógeno. La hiperglucemia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

diente. La disfunción mitocondrial se caracteriza por un también promueve la formación de productos avanza-
incremento en la producción de especies reactivas de dos de la glicación, los cuales inducen la formación de
oxígeno (ROS), falla en la producción energética y de- ROS y exaltan la oxidación, con mayores efectos dele-
fectos en el metabolismo, como disminución en la oxi- téreos en la función endotelial (cuadro 1–1).
dación mitocondrial de los ácidos grasos e incremento
secundario de los niveles intracelulares de graso–acil–
CoA, diacilglicerol y ceramidas, que a su vez permiten TRATAMIENTO
la fosforilación de residuos de serina, la activación de
la vías de MAPk, JNK, PCK e Ikkb, y el bloqueo de la
fosforilación de residuos de tirosina, con la consecuente
resistencia a la insulina. La presencia de estos ácidos La prevención de la hiperglucemia y el control estricto
grasos, el exceso de ROS y la activación de vías proin- de la glucosa en el perioperatorio son dos de los factores
flamatorias producen estrés a nivel del RE, que en res- más importantes y benéficos de la terapia con insulina,
4 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 1)

Cuadro 1–1. Efectos deletéreos Cuadro 1–2. Efectos de la insulina


de la hiperglucemia
Antiinflamatorios
S Alteraciones en electrólitos S Disminución de citocinas proinflamatorias
S Incremento en el grado de estrés oxidativo S Disminución en los niveles de FNkb
S Efectos procoagulantes S Incremento en los niveles de Ikb
S Alteraciones en el sistema cardiovascular S Supresión de la acción de PAI–1
S Alteraciones en el sistema inmunitario (mayor predispo- Mejoría del perfil de coagulación
sición a sepsis) S Supresión del factor tisular
S Incremento en el riesgo de desarrollo de insuficiencia S Supresión de PAI–1
renal aguda S Supresión de metaloproteinasas
S Incremento en el riesgo de desarrollo de polineuropatía Mejoría del estado cardiovascular
S Resistencia a la insulina S Incremento en la formación de óxido nítrico y su
S Disfunción del hepatocito expresión a nivel endotelial
S Disfunción mitocondrial S Efectos cardioprotectores
S Desarrollo de un estado proinflamatorio Efectos a nivel celular
S Previene la disfunción mitocondrial
S Mejora el perfil lipídico
independientemente de los efectos antiinflamatorios y S Efectos antiapoptósicos
homeostáticos que generan. La insulina tiene efecto en
el control de la glucosa plasmática y un potente efecto
antiinflamatorio. Se ha demostrado que disminuye los de 8% del riesgo absoluto. Los metaanálisis recientes
niveles de factor nuclear kappa–beta (NFkb, por sus si- del control estricto de la glucosa con terapia insulínica
glas en inglés), suprimiendo las acciones proinflamato- mostraron una disminución de la mortalidad a corto pla-
rias de varios factores de transcripción, así como la pre- zo en 15% de los pacientes y aun menor en los pacientes
sencia de metaloproteinasas; asimismo, revierte el admitidos en una unidad de cuidados intensivos quirúr-
efecto protrombótico de la hiperglucemia mediante la gicos; sin embargo, hubo aumento de las complicacio-
supresión del factor tisular y del inhibidor del activador nes con el uso de infusiones de insulina durante más de
del plasminógeno tipo 1 (PAI–1), e incrementa los nive- tres días y retraso del tratamiento.
les de óxido nítrico a nivel endotelial, con lo que induce Aunque los efectos benéficos de la terapia intensiva
vasodilatación y disminución de la agregación plaque- con insulina sobre la mortalidad no han sido claramente
taria. El óxido nítrico disminuye la expresión de molé- confirmados por otros estudios en pacientes no quirúr-
culas de adhesión celular mediante la inhibición de la gicos, uno de los principales obstáculos en cuanto a su
activación del NFkb; contribuye a la disminución de la aplicación es el riesgo de desarrollar hipoglucemia. El
producción de ROS, con mejoría secundaria de la fun- riesgo de hipoglucemia se presenta entre 0 y 30% de los
ción mitocondrial y del RE, y presenta efectos cardio- casos; las diferencias son amplias, en parte por la impre-
protectores y antiapoptósicos al activar la vía de la PI3– cisión en cuanto a las definiciones de hipoglucemia para
k–AkT, con disminución en la activación de la MAPk hacer las comparaciones.
(cuadro 1–2). El control estricto de la glucosa se considera en la ac-
En 2001 van den Bergue demostró que la terapia in- tualidad como una terapia basada en la evidencia. Cons-
tensiva con insulina reduce la mortalidad y la morbili- tituye uno de los principales cuidados estándar en el ma-
dad de los pacientes que ingresaron en una unidad de nejo del paciente con sepsis quirúrgico o no quirúrgico.
cuidados intensivos en estado posoperatorio. Otros aná- Entre las principales observaciones del estudio Normo-
lisis logísticos de regresión multivariados mostraron glycemia in Intensive Care Evaluation and Survival
que el control de la glucosa, y no las dosis de insulina Using Glucose Algorithm Regulation (NICE–SUGAR)
administrada, explicaba los efectos benéficos de la tera- está la de confirmar que los niveles de glucemia óptimos
pia con insulina en los pacientes críticos. Inicialmente para evitar complicaciones oscilan entre 140 y 180 mg/
se consideró que los niveles de glucosa menores de 110 dL, así como la terapia insulínica con infusiones conti-
mg/dL eran necesarios para prevenir la presencia de co- nuas predice mejores resultados y disminuye el riesgo
morbilidades. de hipoglucemia cuando se suma a un monitoreo hora-
La reducción absoluta de la mortalidad demostrada rio de los niveles de glucosa.
en los primeros estudios fue de 3 a 4%, mientras que el El control constante de las concentraciones séricas de
beneficio en la sobrevida se asoció con una reducción glucosa representa el abordaje terapéutico recomenda-
Tratamiento de la hiperglucemia en el perioperatorio 5

Cuadro 1–3. Protocolo de tratamiento de la hiperglucemia basado


en la administración de insulina rápida por vía intravenosa
Monitoreo Concentración glucosa sérica Ajuste dosis insulina
Glucosa al ingreso en la UCI > 11.1 mmol/L Iniciar infusión 2 a 4 UI/H
11.1 a 6.1 mmol/L Iniciar infusión 1 a 2 UI/h
< 6.1 mmol/L Monitorear cada 4 h
Medir glucosa cada 12 h hasta rangos nl > 7.8 mmol/L Incrementar 1 a 2 UI/h
6.1 a 7.8 mmol/L Incrementar 0.5 UI/h
¿Rangos normales? Ajustar 0.1 a 0.5 UI/h
Medir glucosa cada 4 h ¿Rangos normales? Ajustar 0.1 a 0.5 UI/h
¿Normal? No cambiar
Disminuye rápidamente Disminuir la dosis a la mitad y monitorear
3.3 a 4.4 mmol/L Reducir dosis y monitorear cada hora
2.2 a 4.4 mmol/L Para infusión, monitorear cada hora y aporte
< 2.2 mmol/L Para infusión, aportar monitorear cada hora,
administrar SG 10%
Para convertir valores de glucosa sérica se requiere multiplicar mmol/L x 18.

do en los diferentes protocolos y algoritmos descritos 3. El tratamiento y el control del paciente diabético
para el tratamiento. Para lograr este objetivo se han de- se deben basar en guías, considerando los casos
sarrollado algoritmos para mantener la normoglucemia, especiales e individualizando el tratamiento para
con modificaciones en diferentes grupos de trabajo cada paciente.
(Bélgica, Vancouver, Yale, etc.); dichos algoritmos va- 4. La evaluación de un paciente diabético que amerita
rían en la dosis de insulina, las cifras de glucosa desea- tratamiento quirúrgico inmediato se deberá ape-
das, el método para tomar la muestra, la frecuencia de gar a la búsqueda de complicaciones potencial-
monitoreo y los criterios de suspensión (cuadro 1–3). mente letales y al establecimiento de recomenda-
ciones que limiten el daño que pueda presentarse,
sin diferir los procedimientos quirúrgicos que son
indispensables para la sobrevida.
GUÍAS DE TRATAMIENTO DEL PACIENTE
DIABÉTICO EN EL PERIOPERATORIO
RECOMENDACIONES EN EL
PACIENTE CON TRATAMIENTO
ANTIHIPERGLUCEMIANTE ORAL
Hay cuatro aspectos fundamentales que se deben consi-
derar en el tratamiento perioperatorio del paciente dia-
bético:
Cirugía menor (superficial o
1. Hacer una evaluación preoperatoria del paciente, procedimientos endoscópicos)
en busca de la presencia de alteraciones cardiovas-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

culares, renales y neurológicas que pudieran mo- 1. No administrar tratamiento antihiperglucemiante


dificar la conducta durante el transoperatorio y el oral (AHO) el día de la cirugía. Evitar la adminis-
posoperatorio. tración de soluciones glucosadas.
2. Analizar de manera retrospectiva el control de la 2. Monitorear la glucosa capilar de acuerdo con el
glucosa: la medición de hemoglobina glucosilada criterio clínico (cada cuatro horas).
(HbA1c) indica de manera directa el control de la 3. Con procedimientos quirúrgicos matutinos y sin
glucosa alrededor de tres meses atrás. Los valores complicaciones es posible reiniciar la alimenta-
por arriba de 9% indican un mal control y riesgo ción y el tratamiento AHO por la tarde.
de complicaciones menores, mientras que los va- 4. En los procedimientos vespertinos se recomienda
lores mayores de 12% indican la necesidad de di- suspender el AHO por la mañana y sólo adminis-
ferir una cirugía programada y otorgar tratamiento trar líquidos claros.
hasta que haya una mejoría, debido al elevado 5. No es necesario suspender la administración de
riesgo de complicaciones mayores. metformina.
6 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 1)

6. El tratamiento oral puede ser restablecido tan 5. Los pacientes que consumen metformina en
pronto como el primer alimento posoperatorio. combinación con una insulina se deben evaluar
7. Existe una baja probabilidad de acidosis láctica de manera individual. Se recomienda suspender
asociada con metformina; es más probable en los el empleo de metformina.
pacientes que cursan con alteraciones de la fun- 6. En la mañana antes de la cirugía se deben monito-
ción renal e índices de filtrado glomerular (IFG) rear los niveles de glucosa sanguínea.
menores de 30 mL/kg/min. Las dosis menores de 7. Suspender la administración de esquemas subcu-
500 mg al día pueden ser toleradas, pero deben ser táneos y verificar que no se haya administrado al-
monitoreadas estrechamente. guna dosis de insulina por vía subcutánea (riesgo
8. Si el reinicio de metformina está contraindicado y de hipoglucemias con el inicio de infusiones de
se requiere otro AHO, se debe consultar al espe- insulina).
cialista. 8. Iniciar la infusión de soluciones de glucosa a
10% e insulina rápida de acuerdo con los requeri-
mientos de la valoración preoperatoria.
Cirugía mayor 9. Mantener el monitoreo continuo, midiendo la
glucemia capilar cada hora.
10. En el posoperatorio iniciar la administración de
1. Los pacientes diabéticos bien controlados que re-
insulina subcutánea cuando el primer alimento
quieren cirugía mayor deben ser tratados con insu-
pueda ser administrado.
lina de acción rápida. Hasta el momento no se han
11. Continuar con la infusión de soluciones glucosa-
demostrado ventajas si el tratamiento se inicia una
das a 10% e insulina rápida vía intravenosa hasta
vez que el paciente está en ayuno o bien en el poso-
60 min después de la primera administración de
peratorio, con la primera comida. Se recomienda
insulina subcutánea.
el monitoreo continuo por hora en el transoperato-
12. Solicitar una valoración por parte del especialista
rio, ya que es posible que durante el mismo se re-
para continuar con el control mediato.
quiera iniciar el tratamiento intensivo.
2. Los pacientes descontrolados con HbA1c mayor de Cirugía menor o de corta estancia:
9% que requieren cirugía de urgencia deben ser tra-
tados desde el preoperatorio con insulina rápida. 1. El paciente diabético en estas condiciones debe
ser programado como el primero de la lista.
2. Si el paciente se encuentra bajo tratamiento con un
Recomendaciones para el paciente régimen de inyecciones múltiples o con insulina
de acción prolongada o ultralarga, se deberá conti-
con tratamiento con insulina
nuar con el mismo tratamiento.
3. Suspender por la mañana o a media mañana la ad-
Cirugía mayor: ministración de insulina.
4. Mantener el análisis continuo de la glucosa me-
1. Todos los pacientes deben tener un control de la diante el monitoreo capilar.
glucosa por lo menos 48 h antes de la cirugía (ex- 5. Reiniciar la administración habitual de insulina y
cepto en la cirugía de urgencias). la dieta después del procedimiento.
2. Es posible que los pacientes que utilicen dos do- 6. Si la recuperación es rápida se puede programar el
sis de insulina al día continúen con el mismo egreso tras dos horas de observación y de tolerancia
esquema, aunque pueden ser tratados con un ré- a los alimentos y a la administración de insulina.
gimen progresivo de administración múltiple du- 7. Si el paciente no tolera la dieta y presenta hiper-
rante el transoperatorio y el posoperatorio. glucemia hay que valorar el empleo del esquema
3. En los pacientes con dosis múltiples de insulina de infusión intravenosa de insulina.
y análogos de acción ultralarga (glargina) se re-
comienda no suspender el esquema habitual, ya
que esto disminuye el riesgo de cetosis y facilita
Esquema de infusión de insulina
la transición a un esquema de administración Esquema glucosa–potasio–insulina
subcutánea en el posoperatorio.
4. Monitorear los niveles de glucosa sanguínea, 1. Preparar una solución glucosada a 10%, de 500
electrólitos séricos, urea y creatinina. mL, a la cual se le agrega insulina rápida de acuer-
Tratamiento de la hiperglucemia en el perioperatorio 7

Cuadro 1–4. Cuadro 1–5.


Determinación de Unidades de insulina Glucosa (mg/dL) Unidades de insulina (mL/h)
glucosa (mg/dL) por bolsa de solución
< 70 0.5 Vigilar la hipoglucemia
glucosada a 10%*
70 a 120 1
< 70 Monitorear y solicitar ayuda
120 a 200 2
70 a 130 10
200 a 280 4
130 a 230 15
280 a 360 5 Cambiar las soluciones gluco-
230 a 300 20
sadas por salinas
> 300 Solicitar ayuda al especialista
> 360 6 solicitar ayuda al especialista
*Agregar 20 mEq de KCl (cloruro de potasio) si no hay insuficiencia
renal o hipercalemia (reduce el riesgo de hipocalemia por la infusión
de insulina).

2. Se utilizan soluciones de glucosa a 10% por sepa-


rado de la infusión de insulina rápida. Hay que va-
do con los valores de glucosa antes determinados lorar el uso de potasio en las soluciones glucosa-
(cuadro 1–4). das, con la finalidad de disminuir el riesgo de
2. Iniciar la velocidad de infusión a 100 mL/h me- hipoglucemia.
diante bomba. 3. Se inicia la infusión de soluciones glucosadas a
3. La meta del control de la glucosa capilar con este 10% a 100 mL/h. Ajustar la velocidad en pacientes
esquema de tratamiento es de 120 a 180 mg/dL. con problemas renales o cardiópatas.
4. Si se presenta hipoglucemia menor de 60 mg/dL, 4. Iniciar en una infusión por separado la prepara-
administrar 50 mL de glucosa a 10% y cambiar las ción de solución salina a 0.9% 100 mL/h más 100
concentraciones de las soluciones con insulina. UI de insulina rápida y titular de acuerdo con el
5. Si el paciente es obeso o consume esteroides se re- monitoreo de glucosa capilar (cuadro 1–5).
comienda agregar 5 UI de insulina rápida por cada
bolsa de solución.
6. Si el paciente tiene insuficiencia renal crónica se
debe ajustar la velocidad de infusión de soluciones CONCLUSIONES
y de insulina.
7. Monitorear cada hora la infusión de insulina; si el
paciente está estable en el posoperatorio el moni-
toreo se debe llevar a cabo cada dos horas. La hiperglucemia de estrés y la resistencia a la insulina
8. Monitorear los niveles de potasio séricos en el forman parte de los principales hallazgos relacionados
transoperatorio y en el posoperatorio, al menos con las alteraciones metabólicas presentes en el periodo
una vez por intervalo. perioperatorio. Hay múltiples mecanismos fisiopatoló-
9. Iniciar la administración de insulina subcutánea gicos que se encuentran interrelacionados; sin embargo,
con la primera comida; suspender la infusión de entre los más importantes factores de esta condición es-
insulina hasta 60 min después de la primera dosis. tán los mediadores proinflamatorios y las hormonas
contrarreguladoras. La hiperglucemia per se es proin-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Esquema de infusión de insulina flamatoria y su contraparte, la insulina, es antiinflama-


mediante bomba continua toria, por lo que la evidencia actual indica que el control
estricto de la glucosa mediante la terapia intensiva con
1. Este esquema es una alternativa al esquema gluco- insulina representa uno de los principales mecanismos
sa–potasio–insulina; se puede usar a partir del pre- para disminuir la morbimortalidad de los pacientes qui-
operatorio. rúrgicos y no quirúrgicos.

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
10 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 1)
Capítulo 2
Evaluación y manejo de la hepatopatía
en el perioperatorio
Arizbe Rivera Ordóñez

El conocimiento de la estructura y de la función hepáti- cinco espacios porta rodean a cada lobulillo. Los espa-
cas es la base para la comprensión de las enfermedades cios porta están compuestos por arteriolas hepáticas, vé-
del hígado y de sus manifestaciones clínicas. Aun siendo nulas portales, canalículos biliares, vasos linfáticos y
tan importantes los aspectos anatómicos en la compren- nervios. El acino, la unidad funcional del hígado, pre-
sión de las enfermedades hepáticas, muchas de ellas y sus senta un espacio porta en el centro y venas centrolobuli-
manifestaciones sólo se pueden valorar en el contexto de llares en la periferia. El acino tiene una distribución
la complejidad funcional del hígado a nivel celular. zonal de sus células según su oxigenación; las más cer-
canas a las zonas portales están bien oxigenadas, mien-
tras que las próximas a las venas centrolobulillares son
las menos oxigenadas.1
ANATOMÍA HEPÁTICA

FISIOLOGÍA HEPÁTICA

La forma general del hígado suele compararse con la de


la mitad superior de un ovoide seccionado siguiendo su
Funciones vasculares del hígado
eje mayor, con un gran extremo derecho y uno más pe-
queño izquierdo en posición acostada y transversal bajo
Control del flujo sanguíneo hepático (FSH)
el diafragma. Se trata de un órgano con una relativa
plasticidad que se adapta a la cara inferior de la cúpula El FSH normal es de aproximadamente 1 500 mL/min,
diafragmática derecha y sobresale respecto a la región lo que supone de 25 a 30% del gasto cardiaco total. De
antropilórica, la primera porción del duodeno y de la ca- 25 a 30% del flujo se deriva de la arteria hepática y de
beza del páncreas, y el ángulo derecho y la porción dere- 70 a 75% de la vena porta. La distinta oxigenación de
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cha del colon transverso. ambos vasos determina que el aporte de oxígeno al híga-
Su aspecto es liso, de consistencia flexible y de colo- do sea de 50% de cada vaso. El hígado mantiene un sis-
ración parda rojiza, constituido por un parénquima fria- tema de regulación de su FSH, que tiene la misión de
ble que está rodeado de una cápsula fibrosa delgada evitar una caída de éste y, por lo tanto, un deterioro de
(cápsula de Glisson). Sus dimensiones, volumen y peso las funciones hepáticas y la necrosis hepática. Dicho
presentan una gran variabilidad. Tiene un peso de 1 400 sistema de regulación se puede sintetizar del siguiente
a 1 500 g en un cadáver y de 2 300 a 2 500 g en una per- modo:
sona viva, pues contiene sangre.1 Está constituido por
unidades anatómicas separadas, llamadas lobulillos, los S Regulación intrínseca:
cuales están formados por hileras de hepatocitos dis- 1. Autorregulación: constituye la tendencia a
puestas alrededor de una vena centrolobulillar; cuatro o mantener el FSH constante independientemen-

11
12 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)

te de las variaciones de la presión arterial (PA). topatía sufren un descenso de los niveles de
Se ha constatado en la arteria hepática en situa- glucógeno, disminución de la capacidad de neo-
ción activa del hígado (posprandial), pero no en glucogénesis y descenso de la sensibilidad de los
ayuno (anestesia programada). receptores hormonales, con el consiguiente riesgo
2. Control metabólico: el FSH se modifica según de hipoglucemia perioperatoria.
las variaciones del pH, la PaCO2 y la PaO2. 2. Metabolismo de las grasas: el hígado es el res-
3. Respuesta buffer de la arteria hepática: ponsable de la oxidación de los ácidos grasos en
constituye un mecanismo mediante el cual la los cuerpos cetónicos, así como de la síntesis de
reducción del aporte de la vena porta se com- colesterol, fosfolípidos y lipoproteínas.
pensa con un incremento en el de la arteria he- 3. Metabolismo proteico:
pática. Este mecanismo está mediado por la S Desaminación de los aminoácidos.
adenosina. S Transformación del amonio en urea.
S Regulación extrínseca: S Síntesis de albúmina. La albúmina es una pro-
1. Control nervioso: está mediado por el sistema teína con una vida media de 15 a 20 días, por lo
nervioso autónomo; ante una estimulación sim- que no cabe esperar su aumento en la falla hepá-
pática se produce vasoconstricción con el co- tica aguda. Además de ser la principal respon-
rrespondiente desplazamiento del FSH. sable del mantenimiento de la presión oncótica
2. Factores hormonales: glucagón, vasopresina, del plasma, sirve de transporte a múltiples sus-
etc.2,3 tancias, por lo que su unión a fármacos tiene
una especial importancia. Su disminución pro-
voca un aumento de la fracción libre de fárma-
Función de reservorio cos lipofílicos (barbitúricos y benzodiazepi-
nas), aumentando el grado de aclaramiento y
La presión de la vena porta es de 7 a 10 mmHg, pero la acortando su vida media.
baja resistencia de las sinusoides hepáticas permite un S Factores de coagulación: sintetizan la mayoría
gran flujo por parte de ésta. Los cambios menores en el de los factores de la coagulación, tanto los de-
tono venoso hepático producen grandes cambios en el pendientes de vitamina K (II, VII, IX, X) como
volumen sanguíneo hepático, confiriéndole al hígado los no dependientes (V, XI, XII, XIII y fibrinó-
una función de reservorio sanguíneo. geno). La coagulopatía se hace evidente cuan-
El volumen sanguíneo hepático es de 450 mL. Una do caen por debajo de niveles de 30 a 50%. Los
disminución en la presión venosa hepática (como en una dependientes de vitamina K tienen una especial
hemorragia) desplaza sangre a la circulación sistémica, importancia, dado que la falta de mejoría del
aumentando el volumen circulatorio hasta 300 mL. Por tiempo de protrombina (TP) tras su administra-
el contrario, en los pacientes con insuficiencia cardiaca ción parenteral indica una grave disfunción he-
congestiva el aumento de la presión venosa central hace pática.
que se acumule sangre en el hígado, retirando hasta 1 L S Síntesis de colinesterasa plasmática: responsa-
de sangre de la circulación sistémica. ble de la degradación de succinilcolina, miva-
curio y anestésicos locales tipo éster.
S Síntesis de otras proteínas.
4. Excreción de bilirrubina: la bilirrubina es cap-
Función de depuración de la sangre
tada de la circulación sistémica por los hepatoci-
tos. En el interior de éstos se conjuga especialmen-
Las células de Kupffer del sistema monocito–macrófa- te con ácido glucurónico, y es excretada de forma
go son las responsables de la función inmunitaria del hí- activa a los canalículos biliares. Una fracción re-
gado. ducida se reabsorbe hacia la sangre. Parte de la bi-
lirrubina secretada al intestino será reabsorbida
para ser excretada de nuevo en la bilis (circulación
Funciones metabólicas del hígado enterohepática).
5. Biotransformación de fármacos: el proceso fun-
1. Metabolismo de los hidratos de carbono: el hí- damental de la biotransformación consiste en la
gado desempeña un papel fundamental en la ho- conversión de productos liposolubles en hidroso-
meostasis de la glucemia. Los pacientes con hepa- lubles y en el favorecimiento de su eliminación en
Evaluación y manejo de la hepatopatía en el perioperatorio 13

un medio líquido (orina o bilis). Hay dos reaccio- Clasificación de las hepatopatías
nes encargadas de esta transformación:4
Ninguna clasificación de los diversos tipos de enferme-
S Fase I: modificación de los grupos químicos dades hepáticas es totalmente satisfactoria, dado que en
reactivos a través de enzimas oxidasas del sis- muchos casos la etiología y los mecanismos patogéni-
tema citocromo P–450, generando procesos de cos no están claros. Debido a ello es posible encontrar
oxidación, reducción, desaminación, sulfoxi- una gran variedad de nombres y etiquetas aplicados a
dación, desalquilación o mutilación. En deter- los trastornos hepáticos. Algunos utilizan el término he-
minados casos los productos resultantes pue- patitis con el significado de infección viral, mientras
den ser más tóxicos. Estas reacciones pueden que otros lo emplean para denotar la existencia de infla-
ser importantes en la toxicidad relacionada con mación hepática. Los usuales términos agudo, subagu-
el halotano. do y crónico son ambiguos. La cronicidad suele refe-
S Fase II: pueden o no seguir a una reacción de rirse a enfermedades persistentes o recurrentes (implica
fase I. Implican la conjugación de la sustancia duración). El término actividad señala la evidencia de
con ácido glucurónico, sulfato, taurina o glicina la perpetuación del daño celular hepático, el cual se va-
con el fin de hacerla hidrosoluble. lora mediante la elevación de las transaminasas séricas
y el grado de necrosis hepatocelular en la biopsia. En la
Algunos sistemas de enzimas, como el citocromo P–450, actualidad la clasificación morfológica de las enferme-
se inducen con determinados fármacos: dades hepáticas es más práctica que la de origen etioló-
gico.5
S Etanol, barbitúricos, ketamina y quizá benzo-
diazepinas (p. ej., diazepam): tienen la capaci- Clasificación morfológica
dad de generar inducción enzimática porque de las hepatopatías5
aumentan el metabolismo de estos fármacos, pro-
vocando un aumento en la tolerancia de los mis- 1. Parenquimatosas:
mos. a. Hepatitis: aguda o crónica.
Pueden provocar también tolerancia cruzada a b. Cirrosis: alcohólica, posnecrótica, biliar, etc.
otros fármacos de metabolismo por las mismas en- c. Infiltraciones: grasa, biliar, glucógeno, ami-
zimas. loide, linfomas y granulomas.
d. Lesiones ocupantes de espacio: hepatomas,
El metabolismo de algunos fármacos es dependiente del tumores, abscesos y quistes.
FSH, como el de la lidocaína, la morfina, el verapamilo, e. Trastornos funcionales asociados con ictericia.
el labetalol y el propranolol, los cuales tienen un índice 2. Hepatobiliares:
de alta extracción hepática de la circulación, por lo que a. Obstrucción biliar extrahepática: cálculos, re-
una disminución en su depuración metabólica suele re- tracción o tumores.
flejar una reducción del FSH más que disfunción hepa- b. Colangitis.
tocelular.4 3. Vasculares:
a. Congestión pasiva crónica y cirrosis cardiaca.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

b. Trombosis venosa hepática.


c. Trombosis de la vena porta.
d. Malformaciones arteriovenosas.
QUÉ ES UNA HEPATOPATÍA

CAMBIOS FISIOPATOLÓGICOS
DURANTE LA ENFERMEDAD HEPÁTICA
El concepto más sencillo de hepatopatía la define como
una inflamación aguda del hígado por cualquier causa
patológica.
Esta definición va más allá del concepto “hepatitis Sin importar el tipo de intervención quirúrgica, existen
aguda”, atribuido generalmente a las hepatopatías cau- varios parámetros clínicos y bioquímicos que incre-
sadas por virus hepatotropos específicos. mentan el riesgo perioperatorio. El estado funcional del
14 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)

paciente con hepatopatía es cambiante y con frecuencia Puede existir enfermedad vascular pulmonar con al-
compromete otros órganos y sistemas, afectando de ma- teración por:
nera adversa el evento anestésico y quirúrgico. Sin em-
bargo, son pocas las pruebas disponibles con la sufi- S Vasodilatación extrema (síndrome hepatopulmo-
ciente fuerza predictiva para establecer la reserva de los nar) (18 a 20%); las causas más frecuentes suelen
sistemas alterados. ser la presencia de vasodilatación del árbol vascu-
lar con la pérdida de la capacidad de vasoconstric-
ción pulmonar y los shunts arteriovenosos pulmo-
Sistema cardiovascular nares.7
S Vasoconstricción extrema (hipertensión portopul-
monar).
Se caracteriza por un estado hiperdinámico con resis-
tencias vasculares sistémicas bajas, gasto cardiaco ele-
vado y shunts arteriovenosos, así como una respuesta Coagulación
disminuida a las catecolaminas.
Suele existir una alteración de los sistemas regulado- Se observan anemias microcítica y macrocítica hipo-
res, en especial un desequilibrio entre las sustancias va- crómica, coagulopatía por deficiencia en la síntesis–
sodilatadoras y las vasoconstrictoras, ante el predomi- consumo (factores I, II, V, VII, IX y X), prolongación
nio de las primeras. Existe una alteración de la función del TP y el TPT, trombocitopenia relacionada con hiper-
endotelial, como aumento de endotelina y óxido nítrico esplenismo, riesgo de coagulación intravascular dise-
(relacionado con la gravedad de la cirrosis). Este efecto minada y fibrinólisis aumentada.
vasodilatador condiciona una activación crónica del sis-
tema simpático y el sistema renina–angiotensina
Sistema nervioso

La encefalopatía hepática se relaciona con el aumento


Sistema renal
de aminoácidos aromáticos y con disminución de los
aminoácidos ramificados.
La disminución del volumen plasmático efectivo activa La acumulación de toxinas (amonio, manganeso) y
el sistema–renina–angiotensina y el sistema nervioso la alteración de neurotransmisores (GABA y glutama-
simpático produciendo vasoconstricción renal y dismi- to) origina edema del sistema nervioso central, presente
nución del flujo sanguíneo renal. Esto favorece un esta- en 80% de los pacientes con falla hepática aguda fulmi-
do de avidez por el sodio, lo que facilita la aparición de nante.
ascitis y edema.
Otros sistemas, como el hiperaldosteronismo secun-
Flujo hepático total
dario, el aumento de hormona antidiurética y el trata-
miento depletivo con diuréticos, pueden contribuir al Existe una alteración de los mecanismos autorregulado-
deterioro de la función renal, así como a la aparición de res, por lo que la respuesta ante situaciones de bajo flujo
hiponatremia severa en el paciente con cirrosis. difícilmente se compensa, comprometiendo el aporte de
El síndrome hepatorrenal merece una mención espe- O2 a los hepatocitos de la zona 3. Así, tras una interven-
cial, dado que se trata de una alteración funcional (ya ción quirúrgica no son infrecuentes el aumento de ne-
que los riñones funcionan correctamente) de evolución crosis centrolobulillar y la agravación de la función he-
generalmente fatal, que se revierte generalmente con el pática.8
trasplante hepático.

CONSIDERACIONES PREANESTÉSICAS
Aparato respiratorio

En general, los pacientes presentan una oxigenación


inadecuada (ascitis, derrames pleurales, atelectasias y Determinar el riesgo quirúrgico de pacientes con dife-
desnutrición) que compensan mediante la hiperventila- rentes tipos de hepatopatía implica un verdadero desa-
ción; así, el perfil ventilatorio más frecuente observado fío al sentido común, debido a la complejidad en la elec-
es el que incluye normoxemia más hipocapnia. ción de los estudios a evaluar.
Evaluación y manejo de la hepatopatía en el perioperatorio 15

El hígado tiene una gran reserva fisiológica, por lo transfusiones, uso de alcohol, medicamentos que utiliza
que le es posible permanecer asintomático con un tercio y episodios de ictericia en el pasado. En el examen físico
del parénquima, lo que determina que puede asumir un se deben buscar síntomas, como la astenia y el prurito,
gran deterioro funcional sin que el paciente presente y signos, como la ictericia, la hepatoesplenomegalia y
síntomas. De este modo, los pacientes con enfermedad los estigmas cutáneos de hepatopatía crónica. Si en fun-
hepática avanzada, en principio asintomáticos y con ción de este examen existieran sospechas acerca de la
pruebas funcionales con alteraciones mínimas, pueden presencia de enfermedad hepática, se deberán solicitar
manifestar un gran deterioro clínico y funcional en el diferentes pruebas de función hepática. En caso de exis-
periodo posoperatorio. No es necesario el estudio ruti- tir una alteración se debe considerar si se trata de:
nario de la función hepática en pacientes asintomáticos
y sin factores de riesgo. 1. Pacientes asintomáticos con transaminasas eleva-
Las pruebas utilizadas para valorar la función hepáti- das, en quienes se debe sospechar la presencia de
ca se pueden englobar en tres grupos: infecciones virales crónicas, fármacos potencial-
mente tóxicos o bien hígado graso como causales
1. Función de síntesis: TP y albúmina. El TP refleja etiológicas más frecuentes.
los niveles plasmáticos de los factores de la coagu- 2. Pacientes sintomáticos en quienes se debe descar-
lación de síntesis hepática II, V, VI y X. La albú- tar una hepatitis en curso de origen viral o tóxico.
mina constituye un índice de utilidad en las hepa- 3. Pacientes con examen físico y de laboratorio de
topatías crónicas, ya que su vida media es de 14 a hepatopatía crónica. La cirugía deberá ser evalua-
21 días, por lo que no es de utilidad para la valora- da para considerar el riesgo operatorio, en especial
ción de las hepatopatías agudas. para el paciente que presenta hepatopatía cró-
2. Función excretora: bilirrubina. Los niveles plas- nica.11
máticos de bilirrubina son un buen índice de valo-
ración de la función excretora del hígado en la Los estudios clínicos sobre factores predictores de ries-
enfermedad extrahepática y en la intrahepática. go que incluyen pruebas bioquímicas y depuración y
3. Grado de disfunción hepatocelular: transami- perfusión hepáticas han intentado predecir el riesgo qui-
nasas (GOT y GPT), fosfatasa alcalina, deshidro- rúrgico del paciente cirrótico.
genasa láctica y gamma glutamil transpeptidasa.
El aumento de las transaminasas se relaciona con
el grado de lesión hepatocelular, sobre todo las Cuantificación de la función hepática
GOT, aunque se observa también en el corazón, el
músculo esquelético y los riñones, aceptándose Se trata de un modelo iniciado en 1964 por Child y Tur-
como necrosis hepatocelular sólo cuando se han cotte, con el objetivo de estratificar el riesgo quirúrgico
excluido otras causas extrahepáticas (infarto agu- de los pacientes con descompensación portal.12 Dicho
do del miocardio, pancreatitis aguda, anemias he- modelo fue modificada en 1972 por Pugh, quien cambió
molíticas, miopatías, etc.). La GOT usualmente el parámetro del estatus nutricional por el tiempo de
excede a la GPT en los procesos hepáticos agudos, protrombina; esta escala tiene vigencia en la actualidad
excepto en las hepatopatías alcohólicas. La fosfa- (cuadros 2–1 y 2–2).13
tasa alcalina está elevada prácticamente en todos Esta escala fue derivada empíricamente al nacer para
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los tipos de enfermedad hepática; se excreta en la estratificar el riesgo quirúrgico; sin embargo, es el siste-
bilis y se encuentra elevada en los procesos coles- ma más usado para clasificar el grado de disfunción he-
tásicos intrahepáticos y extrahepáticos.9,10 pática en hepatopatías, siendo validado como un buen
predictor pronóstico de las complicaciones de la hiper-
Los pacientes con enfermedad hepática avanzada con tensión portal.14
frecuencia requieren ser sometidos a procesos quirúrgi- Los pacientes cirróticos con escala Child–Pugh A to-
cos, generalmente relacionados con su enfermedad. Así, leran bien la cirugía, los pacientes con Child–Pugh B
10% de los pacientes con cirrosis se someten a interven- presentan un bajo riesgo aceptado con preparación pre-
ción quirúrgica durante los dos últimos años de su enfer- quirúrgica y los pacientes con Child–Pugh C tiene con-
medad, cuando su reserva funcional hepática es menor. traindicación de cirugía. Esta clasificación representa
A todo paciente al que se le va a realizar una cirugía una disminución de la función hepática de 30, 50 y 90%,
electiva se le debe elaborar una historia clínica detallada respectivamente. No existen estudios controlados que
sobre la existencia de antecedentes de drogadicción, demuestren que el tratamiento previo a la cirugía para
16 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)

Cuadro 2–1. Escala de Child–Pugh Escala MELD = 9.57 Ln(Creat) + 3.78 Ln(Bili)
+ 11.2 Ln(INR) + 6.43
Parámetros Puntos asignados
1 2 3 Su aplicabilidad está por el momento limitada al tras-
plante hepático, pero conforme tome fuerza en distintas
Ascitis Ausente Leve Moderada
Bilirrubina mg/dL <2 2a3 >3
poblaciones es posible que sustituya a la escala de
Albúmina g/dL > 3.5 2.8 a 3.5 < 2.8 Child–Pugh en las instituciones médicas.
Tiempo de pro- Otras pruebas que evalúan la función hepática inclu-
trombina yen la prueba de eliminación de galactosa, la prueba de
S Segundos 1a3 4a6 >6 la aminopirina espirada, el aclaramiento de verde de in-
sobre el con- docianina, la tasa de metabolización de la lidocaína y el
trol
APACHE III.11 Sin embargo, ninguno de ellos ha de-
S INR < 1.8 1.8 a 2.3 > 2.3
Encefalopatía No Grados 1 y 2 Grados 3 y 4
mostrado mayor utilidad que la escala de Child–Pugh.
El abordaje preoperatorio de todo paciente se esta-
INR: Índice Internacional Normalizado.
blece conjuntando los siguientes puntos:17,18

1. Antecedentes personales, ictericia, transfusiones


mejorar la función hepática impacte en la evolución sanguíneas, sangrado gastrointestinal, anestesias
posoperatoria de los pacientes cirróticos. previas, tolerancia al ejercicio, astenia, anorexia,
Otra escala muy utilizada actualmente en los pacien- antecedentes de hepatopatía aguda, hepatitis víri-
tes en espera de trasplante hepático de la Clínica Mayo ca previa, coluria, acolia consumo de alcohol y
es el Model for End–Stage Liver Disease (MELD), que contacto con fármacos hepatotóxicos, barnices y
fue incorporado como modelo de predicción de supervi- pinturas.
vencia para definir el grupo de pacientes con enferme- 2. Examen físico exhaustivo, que haga hincapié en la
dad hepática terminal que se podrían beneficiar de un presencia de hepatoesplenomegalia, ascitis, car-
sistema de derivación intrahepática transyugular porto- diomiopatía y encefalopatía, y la presencia de cir-
sistémico y que se encuentran en espera de un trasplante culación colateral, edemas maleolares, situación
hepático.15,16 cardiovascular hiperdinámica y disnea.
Éste es un modelo matemático de predicción de la so- 3. Exámenes de laboratorio, pruebas funcionales he-
brevida de una persona con enfermedad hepática basa- páticas, coagulograma completo, prueba de fun-
do en valores del laboratorio de rutina, que mide la fun- ción renal, glucemia, gasometría arterial, hemo-
ción renal por la creatinina, la función hepática grama, electrocardiograma y radiografía de tórax.
excretora por las bilirrubinas y la función sintética del 4. Opinión del hepatólogo.
hígado por el Índice Internacional Normalizado (INR, 5. Valoración del riesgo quirúrgico.
por sus siglas en inglés). 6. Instauración de la terapéutica adecuada con el ob-
Es más objetivo y más preciso que la clasificación de jetivo de optimizar el estado del paciente antes de
Child–Pugh. El puntaje va de 6 a 40, siendo el menor ir al quirófano:
puntaje el de mejor pronóstico. El cálculo está basado S Volemia: corregir y llevar al paciente a la nor-
en la siguiente fórmula: movolemia con electrólitos séricos normales,
proteínas y hemoglobina normales.
S Mantener la terapéutica habitual.
S Corregir los trastornos de la coagulación:
Cuadro 2–2. Grados de enfermedad hepática, S Ante la presencia de menos de 50 000 mm3
según la escala de Child–Pugh hay que corregir con concentrado de plaque-
Grados Puntos Sobrevida Sobrevida
tas (una unidad de plaquetas incrementa en-
al año (%) a los 2 tre 5 000 y 8 000/mm3).
años (%) S Si existe tiempo de protrombina prolongado,
A: enfermedad bien 5a6 100 85 hay que administrar vitamina K en dosis de
compensada 10 mg cada ocho horas durante un día.
B: compromiso fun- 7a9 80 60 S Corregir la ascitis con la restricción de sodio y
cional significativo el uso de diuréticos.
C: enfermedad des- 10 a 15 45 35 S Premedicación de acuerdo con la situación clí-
compensada nica del paciente; hay que tener en cuenta las al-
Evaluación y manejo de la hepatopatía en el perioperatorio 17

teraciones farmacocinéticas y farmacodinámi- Monitoreo e inducción


cas que existen en estos pacientes.
S Profilaxis de la broncoaspiración con antago- El monitoreo debe estar relacionado con el tipo de inter-
nista H2 histamina (ranitidina), metocloprami- vención y con la gravedad del paciente. La pérdida de
da y citrato de sodio. calor es frecuente, debido a la pérdida hemática y a la
S Monitoreo hemodinámico, respiratorio, hemos- frecuente alteración del centro termorregulador en los
tático, renal y neuromuscular. pacientes con cirrosis hepática
7. Seleccionar el tipo de anestesia de acuerdo con el Asimismo, se debe realizar un monitoreo invasivo,
grado de reserva hepática de la clasificación de ya que las cirugías prolongadas requieren la vigilancia
Child–Pugh. continua de las presiones hemodinámicas, los gases
S Anestesia local o regional, asumiendo que el sanguíneos, etc. Los parámetros mínimos incluyen el
estado de coagulación es aceptable (clase A). electrocardiograma continuo, la oximetría de pulso, la
S Anestesia general (clases B y C). Anestesia ge- capnografía, el baumanómetro de presión, el catéter ve-
neral con intubación endotraqueal para prote- noso central y la línea arterial.
ger la vía aérea y evitar la hipoxemia y la hiper- La inducción anestésica, en el caso de anestesia gene-
capnia; se debe considerar la dosificación ral, debe garantizar una vía aérea permeable mediante
adecuada de los fármacos anestésicos y de los intubación endotraqueal y ventilación controlada. En
relajantes musculares de acuerdo con su farma- los pacientes con ascitis significativa se debe utilizar la
cocinética y farmacodinamia en el hígado da- inducción de secuencia rápida, debido al riesgo de re-
ñado. Utilizar remifentanilo (opioide) y cisatra- gurgitación. En el mantenimiento anestésico se deben
curio (relajante muscular), los cuales no se usar mezclas de oxígeno con un halogenado y suple-
metabolizan, no afectan la función hepática y mento de narcótico.22
no modifican el flujo sanguíneo al hígado.
S Vigilar durante el mantenimiento de la anestesia
la relación aporte–demanda de oxígeno al hígado. Manejo de líquidos
S Evitar las complicaciones posoperatorias.
La sueroterapia es especialmente importante en este
tipo de pacientes, sobre todo en presencia de ascitis. Los
escasos depósitos de glucógeno hepático para poder lle-
MANEJO INTRAOPERATORIO var a cabo la glucogenólisis hacen indispensable el
aporte exógeno de glucosa para poder asegurar el sus-
trato energético celular, intentando evitar el empleo de
fuentes energéticas alternativas, como grasas y proteí-
La anestesia y la cirugía pueden afectar la función hepá- nas, que podrían favorecer la pérdida de nitrógeno y
tica de forma directa debido a los efectos tóxicos de los agravar los estados de encefalopatía. Por todo ello es re-
anestésicos en los hepatocitos o, de forma indirecta, por comendable la hidratación con suero glucosado, aunque
disminución del suministro de sangre y de oxígeno al hí- se precise con frecuencia el aporte de insulina para man-
gado. tener las cifras de glucemia en niveles adecuados. La
La anestesia causa una reducción moderada del flujo necesidad de restringir el aporte de sodio se debe tener
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sanguíneo hepático de la arteria hepática y de la oferta en cuenta, sobre todo en los pacientes con síndrome he-
de oxígeno; los efectos clínicos de esos cambios en vo- patorrenal y Child–Pugh B y C. Cuando se precise la ad-
luntarios sanos no han sido demostrados, pues dichos ministración de coloides es preferible el uso de albúmina
valores regresaron a valores basales durante la ciru- a 5%.
gía.19,20 Hay que recordar que tanto los derivados hemáticos
El estrés quirúrgico produce desórdenes en la ho- como la albúmina contienen sodio en cantidades impor-
meostasis, incluyendo alteraciones de la función y la tantes. Se deben restringir las soluciones que contengan
circulación hepáticas por incremento de las catecolami- lactato, ya que se puede dificultar su metabolización a
nas circulantes, del cortisol, de la hormona de creci- nivel hepático.
miento, de la hormona antidiurética, de la aldosterona La técnica anestésica elegida debe facilitar la correc-
y del sistema renina–angiotensina, dado que todos ellos ta reposición volémica, que puede ser importante en
producen desequilibrios en la circulación esplácnica y, muchas ocasiones, por lo que los accesos venosos deben
por ende, en el flujo sanguíneo hepático.21 ser de gran calibre.23
18 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)

Efectos de los anestésicos en el hígado 3. No generan hepatotoxicidad.


4. Producen espasmo del esfínter de Oddi.
5. Eliminación demorada de fentanilo, morfina y
Metabolismo reducido de los fármacos
alfentanilo, que producen efectos acumulati-
vos, por lo que la dosificación se debe reducir.
S Eliminación de los fármacos: el hígado es el
6. Disminución del flujo sanguíneo hepático se-
principal órgano del cuerpo que metaboliza mu-
cundario a la hipotensión por la liberación de
chas sustancias en productos solubles en agua para
histamina (morfina).
ser excretados a través de la bilis y del riñón.
S Relajantes musculares:
S Citrato de sodio: es el anticoagulante más utiliza-
1. No tienen efecto directo sobre la función y el
do en la sangre de banco; es metabolizado en el hí-
metabolismo hepáticos.
gado. Normalmente en personas sanas se metabo-
2. Disminución de la degradación del pancuronio,
liza en cerca de 10 min, pero en aquellas con
el pipecuronio y el vecuronio, con prolonga-
disfunción hepática puede ocurrir intoxicación
ción de sus efectos farmacológicos.
por citrato (hipotensión).24
3. Efecto prolongado de la succinilcolina y el mi-
vacurio por descenso de la concentración plas-
Alteración de la cinética de los fármacos mática de la colinesterasa plasmática.
4. Disminución del flujo sanguíneo hepático se-
S Distribución alterada: rápida distribución por cundario a la hipotensión que se produce por la
gasto cardiaco elevado de los fármacos endoveno- liberación de histamina, d–tubocurarina, meto-
sos e inhalados. curina, mivacurio y atracurio.
S Reducción de la unión a proteínas: menos unión 5. Es preferible usar los relajantes que se metabo-
de los fármacos y mayores fracción libre y efecto. lizan por la vía de Hoffman, como el cisatracu-
S Cinética de las eliminaciones: es lenta por la dis- rio y el atracurio.
minución del aclaramiento de los fármacos en el S Agentes inhalantes:
hígado. 1. Disminuyen el flujo sanguíneo hepático (halo-
tano y enflurano) secundario a la reducción del
Todos estos problemas presentes en la enfermedad he- gasto cardiaco, gracias a su efecto vasodilata-
pática traen como consecuencia una alteración en la far- dor; algunos lo hacen en menor grado (isoflura-
macocinética de los agentes anestésicos, los relajantes no, sevoflurano y desflurano).27
musculares y los analgésicos, aunque la mayor parte de 2. El óxido nitroso no produce alteraciones en el
los fármacos afectan de manera directa e indirecta la flujo sanguíneo hepático, pero sí potencia la to-
hemodinámica hepática por acción directa sobre la xicidad por halotano.
musculatura vascular esplácnica, modificaciones he- 3. Producción de hepatotoxicidad, sobre todo con
modinámicas y activación de mecanismos hormonales/ el halotano, sugerida por diversas teorías, entre
neuronales por liberación de hormona.24 las cuales están la producción de elementos tó-
Se debe recordar que los tres parámetros más impor- xicos del metabolismo, la hipersensibilidad, la
tantes para determinar las variaciones de la magnitud hipoxia hepática local, la predisposición gené-
del efecto de los fármacos incluyen la depuración (una tica y la alteración de la homeostasis del calcio
medida de la capacidad del organismo para eliminar el hepatocelular.28,29
compuesto), el volumen de distribución (una medida 4. Relación aporte–demanda alterada por inade-
del espacio aparente del organismo para contener el fár- cuada oxigenación del hepatocito.
maco) y la biodisponibilidad (la fracción del fármaco 5. Incremento de las concentraciones plasmáticas
que es absorbido y pasa a la circulación sistémica).25,26 de las enzimas hepáticas (transaminasas y fos-
Las acciones en la hemodinámica y la función hepáti- fatasa alcalina).
ca de los fármacos anestésicos incluyen las siguientes. S Anestésicos generales endovenosos:
1. Disminuyen el flujo sanguíneo hepático secun-
S Fármacos opioides: dario a la hipotensión, como los barbitúricos, las
1. Disminución del flujo sanguíneo hepático y es- benzodiazepinas y el propofol (reducción de
plácnico. 17%); esto no lo generan la ketamina ni el eto-
2. Incremento de sus efectos secundarios por re- midato, aunque la ketamina se comporta de ma-
ducción de las proteínas plasmáticas. nera similar en pacientes críticamente enfermos.
Evaluación y manejo de la hepatopatía en el perioperatorio 19

2. Incremento de los efectos fisiológicos por re- MANEJO POSOPERATORIO


ducción de su metabolismo.
3. Inducción enzimática (tolerancia farmacociné-
tica), que trae como resultado la necesidad de
incrementar las dosis para lograr el efecto far- Las normas para el cuidado posoperatorio de estos pa-
macológico. cientes son similares a las del periodo intraoperatorio,
4. Aumento de las concentraciones plasmáticas de con especial atención en una serie de aspectos.
las enzimas hepáticas (tiopental y ketamina). Es recomendable realizar la hidratación con aporte
5. Los pacientes con cirrosis tienen aumentados de glucosa a 5%, llevando a cabo controles de glucemia
los receptores GABA, por lo que poseen una sanguínea, con el aporte de insulina necesario para cada
mayor sensibilidad a las benzodiazepinas, como paciente. Es recomendable realizar profilaxis de la he-
el oxazepam y el lorazepam, los cuales son los morragia digestiva, sobre todo en los pacientes con hi-
preferidos debido a su menor metabolismo he- pertensión portal.
pático. La función renal y la presencia o ausencia de ascitis
S Anestésicos locales aminoamidas: deben ser estrictamente controladas. Si antes de la ciru-
1. Incremento de las concentraciones plasmáticas gía el paciente estaba siendo tratado con diuréticos se
por disminución de su aclaramiento plasmático debe mantener la misma pauta.
y mayor posibilidad de toxicidad. Durante la cirugía en pacientes con ascitis hay una
2. Disminución de la a1 glucoproteína y la albú- pérdida casi total de la misma, aunque se volverá a ins-
mina, menor unión a las proteínas plasmáticas, taurar en las primeras 24 a 48 h del posoperatorio. Este
mayor fracción libre del anestésico local y ma- hecho puede significar para muchos pacientes una mar-
yores efectos farmacológicos. cada reducción del volumen plasmático, manifestada
3. Vida media de eliminación prolongada por dis- con hipotensión arterial y oligoanuria, lo que requiere la
minución del metabolismo hepático. infusión de grandes cantidades de líquidos y, sobre todo,
4. No afectan el flujo sanguíneo hepático. de albúmina a 20 o a 5%, según el estado hemodinámico.
S Anestésicos locales aminoésteres: Se debe asegurar una buena oxigenación hepática, por
1. Incremento de la concentración plasmática de lo que se aconseja mantener los niveles de hemoglobina
estos fármacos con aumento de la toxicidad sis- no inferiores a 9 mg/dL y una PaO2 adecuada. El monito-
témica. reo de la coagulación y de la función hepática se rela-
2. No afectan el flujo sanguíneo hepático. ciona con la agresión quirúrgica y el estado del paciente.
Igual que en toda cirugía abdominal supramesocó-
lica, la del hígado provoca un intenso dolor posoperato-
Efectos de la cirugía en el hígado rio, cuyo control es de carácter prioritario. En cuanto el
paciente supere la anestesia se le debe administrar mor-
La laparotomía genera mayor reducción del flujo arte- fina por vía endovenosa; luego él mismo podrá regular
rial hepático que una cirugía extraabdominal, debido a la analgesia por administración autocontrolada (PCA).
una mayor tracción de vísceras, resultando en una hipo- De este modo es posible obtener con rapidez un control
tensión sistémica refleja. La laparoscopia, en compara- satisfactorio del dolor (EVA < 3) en reposo.32 No obs-
ción con la laparotomía, presenta menor morbimortali- tante, esta técnica no resuelve bien el problema del
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dad en los pacientes cirróticos;30 sin embargo, la dolor durante las movilizaciones. Si bien los métodos de
hipertensión portal limita su uso y obliga a veces a su analgesia local y regional resultan más eficaces, están
conversión a laparotomía convencional. contraindicados cuando existe un trastorno preoperato-
Los pacientes con hepatopatía crónica sometidos a rio de la hemostasia. Así pues, parece lógico desaconse-
cirugías abdominales previas presentan adherencias al- jarlos aun en las hepatectomías mayores sin anomalías
tamente vascularizadas que aumentan el riesgo de he- preoperatorias, ya que se correría el riesgo de alterar la
morragia intraoperatoria. hemostasia posoperatoria.
En los pacientes con enfermedad hepática se han de- En los pacientes cirróticos está contraindicada la ad-
mostrado mayores mortalidad y morbilidad en cirugías ministración de paracetamol, incluso en pequeñas do-
de urgencia, en comparación con las electivas. En estas sis, dado que puede provocar una crisis de insuficiencia
últimas también se ha evidenciado un riesgo aumentado hepática aguda. Asimismo, se comprobó que para con-
en la colecistectomía, las hepatectomías, las cirugías gás- trolar el dolor después de una hepatectomía la asocia-
tricas y las colectomías.31 ción de nefopam (20 mg/4 h) y morfina por PCA (bolo
20 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)

de 1 mg en un periodo refractario de siete minutos) es fano y las graves alteraciones que presentan en los dife-
superior a la asociación de paracetamol y morfina por rentes sistemas orgánicos hacen que la optimización de
PCA.33 No se recomienda el uso de antiinflamatorios no la situación general del paciente constituya un eslabón
esteroideos, debido al riesgo de hemorragia —aun en importante en la reducción de la morbimortalidad poso-
pacientes con función hepática normal— y a sus efectos peratoria. Al elegir la anestesia se deben tener en cuenta
potencialmente nocivos sobre la función renal del pa- el estado de funcionamiento hepático, las variaciones
ciente con cirrosis. Sigue siendo recomendable la co- farmacocinéticas y farmacodinámicas, la repercusión
bertura con antibióticos durante el posoperatorio. sobre la función y la hemodinámica hepática de los dife-
rentes fármacos anestésicos. En el posoperatorio es ne-
cesario optimizar la función cardiopulmonar y mante-
CONCLUSIONES ner una adecuada relación aporte–demanda de oxígeno
al hígado, evitando siempre que sea posible la presencia
de complicaciones; si éstas se presentan se deben mane-
El número elevado de pacientes que acuden al quiró- jar de manera temprana.

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22 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 2)
Capítulo 3
Evaluación preoperatoria
del paciente neurológico
Marcela Mena de la Rosa, José Antonio Castelazo Arredondo

INTRODUCCIÓN Generalidades

La evaluación preoperatoria se debe realizar en un am-


biente tranquilo. El paciente se siente seguro cuando per
La evaluación preoperatoria es un elemento esencial de cibe una actitud entusiasta y atenta por parte del aneste-
la seguridad anestésica, puesto que los datos obtenidos siólogo. Cualesquiera que sean el paciente y el acto qui-
durante ella permiten elegir la técnica anestésica y los rúrgico previsto la consulta debe comprender las si-
cuidados perioperatorios más adecuados al estado clíni- guientes etapas (cuadro 3–1):
co del paciente y al procedimiento programado. Dicha
S La anamnesis, que permite precisar los principales
evaluación la debe llevar a cabo un anestesiólogo.
acontecimientos anestésicos, los trastornos fun-
En las intervenciones programadas la valoración pre-
cionales y los tratamientos en curso.
anestésica se debe realizar días antes de la cirugía, con
S El examen clínico, incluido el neurológico.
una revaloración momentos antes de administrar la
S El manejo psicológico.
anestesia.
S La elección de los exámenes complementarios en
El periodo entre esta evaluación y la anestesia debe
función de las informaciones precedentes y de la
tener en cuenta el estado clínico del paciente y la impor-
intervención.
tancia de la intervención quirúrgica. Este lapso debe ser
S La elección del tipo de anestesia.
suficiente para permitir la eventual realización de ex-
S La información y el consentimiento.1–4
ploraciones complementarias y establecer o modificar
un tratamiento médico para mejorar o estabilizar el es-
tado clínico del paciente.
La consulta no dispensa la realización de la visita pre
anestésica la víspera o la mañana del día de la inter-
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vención.
Para la planificación correcta de una anestesia neuro-
quirúrgica son imprescindibles el conocimiento preo-
peratorio detallado de la enfermedad neurológica del
paciente y sus efectos fisiopatológicos, así como una
valoración habitual de su estado general. El propósito
en la evaluación preoperatoria es permitir esta valora-
ción, informar al paciente acerca de los riesgos y de las
opciones anestésicas, y formular junto con el cirujano
el plan adecuado para el manejo de la anestesia (figura
3–1). Figura 3–1.

23
24 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

Cuadro 3–1. Objetivos de la Historia neurológica


evaluación preoperatoria
Obtener los datos del paciente para la historia clínica La historia neurológica proporciona información valio-
Evaluar los riesgos ligados al paciente y al tipo de cirugía sa sobre el proceso patológico del paciente y el estado
Optimizar el estado clínico por adaptación de los trata- neurológico actual. La historia normalmente se obtiene
mientos farmacológicos de manera narrativa, con la participación de un familiar
Seleccionar los exámenes complementarios o de alguien que conozca al paciente. Si no se refiere de
Seleccionar la técnica anestésica manera voluntaria, se preguntará específicamente sobre:
Informar acerca de la técnica anestésica, las complicacio-
nes, la transfusión sanguínea, la analgesia posoperato- 1. Ficha de identificación. Incluye datos fidedignos
ria y la prevención de la enfermedad tromboembólica
como nombre, domicilio y teléfono, importantes
Obtener el consentimiento informado del paciente
para ingresar a los pacientes en la base de datos y/o
Tratar la ansiedad mediante la información y la premedi-
cación
para protocolos de investigación.
S Edad. La edad del paciente es un determinante
esencial en la causa del padecimiento neuroló-
gico.
La determinación de una estrategia anestésica para S Sexo. Ciertos trastornos neurológicos son fre-
una intervención neuroquirúrgica dada depende de un cuentes o específicos de un sexo.
minucioso conocimiento del estado neurológico y gene- S Dominancia manual. Es indispensable anotar
ral del paciente, de la intervención planeada y de la inte- este dato en la evaluación, ya que indica el he-
gración holística de estos factores. misferio cerebral dominante; las habilidades de
Las características del paciente y la intervención pla- éste incluyen comprensión, repetición, nom-
neada se deben comentar con el cirujano implicado. El bramiento, lectura y escritura.7,8
principal objetivo de la evaluación preoperatoria es va- 2. Antecedentes familiares. Investigar la presencia
lorar el estado neurológico del paciente y, de esta forma, de familiares con patología similar a la del paciente
estimar si está elevada la presión intracraneal (PIC) (y u otras, como diabetes mellitus, hipertensión arte-
cuánto), el grado de alteración de la distensibilidad in- rial, cardiopatías, neoplasias, enfermedades psi-
tracraneal y de la autorregulación, y cuánta reserva ho- quiátricas, suicidio, epilepsia, demencia, enfer-
meostática de PIC y el flujo sanguíneo cerebral (FSC) medad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson,
se mantiene antes de que se desarrollen isquemia cere- enfermedades reumáticas y tiroideas, tuberculo-
bral y alteraciones neurológicas. sis, etc.5,6
Otro objetivo consiste en valorar el daño permanente 3. Antecedentes personales no patológicos:
y reversible que ya está presente (si es que lo hubiera, S Etnia. Algunos padecimientos son más fre-
zonas de penumbra o infartos cerebrales), con el fin de cuentes o específicos de ciertos grupos étnicos.
reducir la morbilidad y la mortalidad perioperatorias.5 S Religión. En especial en los pacientes que son
Testigos de Jehová, que no aceptan hemotrans-
fusión.
Interrogatorio S Estado socioeconómico. Determinados trastor-
nos son más frecuentes en las personas de bajo
La evaluación del paciente neurológico siempre debe estado socioeconómico. Dichas afecciones in-
iniciar con un interrogatorio minucioso y mucha pa- cluyen alcoholismo, tabaquismo y drogadic-
ciencia, ya que puede existir limitación por parte del pa- ción, los cuales deben ser cuantificados, así
ciente (afasias) para responder o entender lo que se le como traumatismos, desnutrición e infecciones.
pregunta, por lo que es necesario el apoyo de una perso- S Antecedentes perinatales. Características del
na cercana al paciente que lo conozca bien y pueda con- parto y desarrollo psicomotor, incluyendo el
tribuir. rendimiento escolar.
En el interrogatorio se incluye la indicación del pro- S Actividad sexual. Factores de riesgo (promis-
cedimiento quirúrgico, ya que es útil para determinar la cuidad y relaciones homosexuales).7
urgencia de la operación. Los procedimientos con ur- 4. Antecedentes personales patológicos:
gencia real se relacionan con la aceptación de mayores S Alergias. Es preciso investigar la presencia de
morbilidad y mortalidad, y requieren una evaluación atopia (eccema, rinitis y asma alérgica) y de aler-
más breve.6 gia medicamentosa o alimentaria. La descrip-
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 25

ción que el paciente hace de los síntomas suele sis y el tumor primario ha sido tratado con ra-
permitir descartar el diagnóstico de alergia. En dioterapia.
caso de duda se puede justificar la realización de S Quimioterapia. Los pacientes con tumores
un estudio inmunoalérgico preanestésico. Con primarios normalmente no reciben quimiotera-
excepción de un antecedente comprobado de pia previa a la cirugía. Los pacientes con metás-
alergia a un medicamento anestésico o a un ad- tasis pueden haber recibido quimioterapia para
yuvante (látex y soluciones coloides), el terre- el tratamiento del tumor primario. Los citostáti-
no atópico y los demás antecedentes alérgicos cos tienen efectos importantes sobre los siste-
no parecen aumentar la frecuencia de las reac- mas cardiovascular, respiratorio y hematológi-
ciones anafilactoides intraanestésicas. Los pa- co. Es importante conocer los fármacos que se
cientes con espina bífida tienen una incidencia utilizaron y revisar los aparatos frecuentemente
mucho mayor de alergia al látex. En este grupo afectados por ellos.
se deben buscar específicamente los síntomas S Tratamiento médico. Con frecuencia los pa-
de alergia al látex, los cuales incluyen alergias cientes neuroquirúrgicos toman diversos fárma-
durante cirugías previas, edema facial o asma cos, como anticomiciales, antipsicóticos, anti-
con los globos, reacciones a los guantes o caté- bióticos, antihipertensivos e hipoglucemiantes,
teres de látex. Si se encuentran síntomas suge- por lo que es muy importante continuar el trata-
rentes de alergia al látex se debe asumir que el miento al cual esté siendo sometido el paciente.
paciente es alérgico hasta que las pruebas de Algunos de ellos merecen consideraciones es-
alergia demuestren lo contrario. peciales. Los esteroides pueden producir diabe-
S Cirugía y anestesia. La historia del paciente tes mellitus. La AspirinaR, los antiinflamato-
neurológico, en lo que se refiere a la cirugía y rios no esteroideos (AINE) y el valproato
la anestesia (tipo de anestesia y antecedentes de pueden generar disfunción plaquetaria; la As-
intubación), proporciona información funda- pirinaR se debe suspender entre 7 y 10 días an-
mental para el tratamiento en este caso. Si es tes para lograr el cese de su acción, mientras que
posible, se deben revisar las hojas de anestesia los AINE se deben suspender cinco vidas
y cirugía previas, ya que muchos pacientes neu- medias antes; el valproato causa disfunción pla-
roquirúrgicos son intervenidos en repetidas quetaria en aproximadamente 30% de los
ocasiones. Los problemas específicos que plan- pacientes. Sin embargo, algunos centros reali-
tea el paciente deben ser tratados con profundi- zan craneotomías sin la suspensión del fárma-
dad. En caso necesario se debe contactar con co. Los anticomiciales, en especial la fenitoína,
los anestesiólogos y los cirujanos anteriores la carbamazepina y los barbitúricos, aumentan
para aclarar la naturaleza de los problemas de el metabolismo de los relajantes musculares es-
entonces. En los pacientes que hayan sido so- teroideos (pancuronio, vecuronio y rocuronio).
metidos anteriormente a una o varias anestesias Los inhibidores de la enzima convertidora de
es útil informarse acerca de los eventuales inci- angiotensina se pueden asociar con una inesta-
dentes, como náuseas y vómitos posoperato- bilidad intraoperatoria. Muchos de los pacien-
rios, la intensidad del dolor posoperatorio y los tes con enfermedad carotídea toman Aspiri-
medios terapéuticos utilizados, la somnolencia naR, pero en quienes la AspirinaR no controla
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posoperatoria y el despertar agitado. los ataques isquémicos transitorios (AIT) ten-


S Transfusiones. La transfusión sanguínea se re- drán que recibir anticoagulantes —warfarina
fiere a la administración perioperatoria de com- en la situación crónica y heparina en la situa-
ponentes de sangre y sangre, por lo que se debe ción aguda. Es importante saber si éstos contro-
interrogar acerca del tipo de hemoderivado uti- lan los AIT.6,9,10
lizado, el tiempo en que se administró, los efec- 5. Antecedentes médicos:
tos adversos y el grupo sanguíneo. Con ello se S Cardiovasculares. La historia debe buscar la
pretende conocer los riesgos relativos que cau- identificación de las condiciones cardiacas se-
san morbilidad y mortalidad en asociación con veras, como los síndromes coronarios inesta-
la transfusión sanguínea. bles, la angina anterior, el infarto agudo del
S Radioterapia. La irradiación local tiene poca miocardio reciente o pasado, la enfermedad
importancia anestésica; sin embargo, sí se debe cardiaca descompensada, las arritmias signifi-
tener en cuenta si el paciente presenta metásta- cativas y la enfermedad valvular severa. Tam-
26 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

bién se debe determinar si el paciente tiene una A quienes presentan una historia clara de enfermedad
historia anterior de marcapasos o desfibrilador cardiaca isquémica o insuficiencia cardiaca congestiva
implantable, e historia de intolerancia ortostá- se les debe preguntar acerca de otras pruebas, interven-
tica, así como identificar los factores de riesgo ciones hasta la fecha y medicaciones. También es im-
asociados con el perioperatorio, los cuales au- portante determinar si las intervenciones y los trata-
mentan el riesgo cardiovascular. En los pacien- mientos han tenido algún efecto benéfico. La estenosis
tes con enfermedad cardiaca establecida se de la arteria carótida es responsable de aproximada-
debe conocer cualquier cambio reciente y la mente 30% de las alteraciones isquémicas. La enferme-
medicación actual. La historia también debe dad isquémica es una contraindicación relativa para la
buscar la determinación de la capacidad funcio- hipotensión inducida. Los efectos de la posición, como
nal del paciente. Una valoración de la capaci- es la sedestación, tienen escasa tolerancia en los pacien-
dad del individuo al realizar una serie de tareas tes con una función cardiaca alterada. Los antecedentes
diarias comunes se correlaciona con la absor- de comunicación interauricular o interventricular, o de
ción máxima de oxígeno. foramen oval permeable demostrado, son una contrain-
dicación absoluta para la posición sedente (debido al
Cuanto mayor sea la edad de los pacientes, más proba- riesgo de embolia aérea paradójica). La hipertensión ar-
ble será que presenten enfermedad cardiovascular. Los terial no controlada modifica los rangos de autorregula-
pacientes que se someten a cirugía cerebrovascular tie- ción cerebral, por lo que es necesario aumentar estos
nen una mayor incidencia de enfermedad cardiovascu- rangos para asegurar la autorregulación (hay que consi-
lar. Los pacientes con tumores hipofisarios también tie- derar las presiones que se registran a diferentes horas
nen una mayor probabilidad de padecer problemas del día en la hoja del reporte de signos vitales por parte
cardiovasculares y pulmonares, que pueden pasar inad- del personal de enfermería).
vertidos. Se debe preguntar específicamente acerca de Un infarto del miocardio (IM) en los últimos seis
infartos del miocardio previos, angina (su relación con meses es una contraindicación relativa para la cirugía.
el ejercicio, frecuencia y tratamiento), capacidad de Sin embargo, la mayoría de las intervenciones neuro-
ejercicio (cuantificable con el número de pisos de un quirúrgicas no son electivas, por lo que retrasar la ciru-
edificio que pueden subir sin parar), disnea nocturna y gía hasta que pase esta fase normalmente no es muy pru-
edemas maleolares (cuadro 3–2). dente.
Para determinar el mejor equilibrio entre los riesgos
cardiacos y el retraso en la cirugía es necesario valorar,
Cuadro 3–2. Requerimientos estimados de en cada caso en particular, los riesgos asociados con la
energía para varias actividades (METS) cirugía y la anestesia (cuadro 3–3), y realizar una revi-
sión cardiológica y pruebas específicas de función car-
1 MET:
diaca.9–14
¿Se cuida por sí solo?
¿Come, se viste y va al baño?
¿Camina adentro o alrededor de su casa? Respiratorios
¿Camina en un terreno nivelado a una velocidad de 2 a
3 mph o de 3.2 a 4.8 km/h? La evaluación pulmonar preoperatoria es importante en
4 MET: los pacientes neurológicos que serán intervenidos qui-
¿Hace trabajo ligero en su casa, como lavar los platos? rúrgicamente, debido a que se debe poner una especial
¿Sube un tramo de escaleras o camina ascendiendo atención en los niveles de PaCO2 que se manejan en
una colina? forma basal, ya que en muchas ocasiones estos niveles
¿Camina en un terreno nivelado a 4 mph o 6.4 km/h?
pueden estar alterados y generalmente aumentados, y
¿Corre una distancia corta?
no se debe llevar a concentraciones arteriales de PaCO2
¿Hace trabajo pesado en su casa, como fregar el piso
de 25 a 30 mmHg, como en el paciente sin patología pul-
o levantar o mover muebles?
¿Participa en actividades recreativas moderadas, como
monar, sino a niveles acordes con las cifras que manejen
golf, boliche y baile? estos pacientes, es decir, si se determinan cifras basales
¿Juega tenis (dobles), lanza en el béisbol o tira en el de PaCO2 altas de 45 a 50 mmHg en estos pacientes, la
fútbol? hipocapnia se encontraría en rangos de 35 a 40 mmHg,
> 10 METS: medida mediante la cual se logra una vasoconstricción
¿Participa en deportes enérgicos, como natación, tenis a nivel cerebral en forma transitoria para disminuir el
(solo), fútbol, baloncesto o esquí? volumen y la PIC durante la cirugía.
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 27

Cuadro 3–3. Factores clínicos que incrementan Endocrinológicos


el riesgo cardiovascular perioperatorio
Las alteraciones endocrinológicas en el perioperatorio
Riesgo mayor representan factores de riesgo cardiovasculares y pro-
Síndromes coronarios inestables: gresión de la diabetes mellitus, por lo que el conoci-
S Infarto agudo del miocardio o reciente con eviden-
miento de ellas es de suma importancia en el paciente
cia de isquemia, importante riesgo por síntomas
clínicos o estudio no invasivo neuroquirúrgico para marcar las pautas a seguir en
S Angina severa o inestable (clases III o IV) cuanto a la glucemia y las complicaciones existentes.
Falla cardiaca descompensada
a. Diabetes insípida (DI). Se asocia a la enfermedad
Arritmias significativas:
S Bloqueo auriculoventricular de alto grado
hipofisaria (disfunción de la hipófisis posterior).
S Arritmia ventricular sintomática en presencia de
El paciente relata historia de poliuria y polidipsia.
enfermedad cardiaca La nicturia es una pista útil en una persona joven.
S Arritmia supraventricular con frecuencia ventricular Si el paciente recibe tratamiento, es necesario es-
incontrolable pecificar en qué consiste, con qué frecuencia lo
Enfermedad valvular severa toma y si ha resultado eficaz. Un paciente con DI
Riesgo intermedio y confusión se puede deshidratar con mucha rapi-
Angina de pecho leve (clases I o II) dez y desarrollar alteraciones hidroelectrolíticas si
Infarto del miocardio previo o historia de ondas Q pato- la reposición de líquidos no es adecuada.
lógicas b. Diabetes mellitus (DM). Los pacientes sometidos
Falla cardiaca anterior o compensada a cirugía intracraneal con frecuencia están en trata-
Diabetes mellitus (particularmente la insulinodepen- miento con corticoides, que es común que induzcan
diente)
o empeoren la DM, por lo que se recomienda un
Insuficiencia renal
control estricto de la misma y el establecimiento de
Riesgo menor
Edad avanzada
manejo con esquema de insulina para mantener
Electrocardiograma anormal (hipertrofia ventricular
niveles inferiores a 180 mg/dL, pues está demos-
izquierda, bloqueo de rama izquierda, anormalidades trado que niveles altos de glucosa y los eventos hi-
en T–ST) poxicoisquémicos conllevan a un mayor daño neu-
Otro ritmo diferente al sinusal (p. ej., fibrilación auricular) rológico. La valoración de la DM incluye el tipo
Baja capacidad funcional de control (tratamiento). El paciente debe ser capaz
Hipertensión arterial no controlada (se modifican los de indicar si los controles recientes han sido satis-
rangos de autorregulación cerebral) factorios y las complicaciones que ha tenido. Los
pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de en-
fermedad vascular (cerebral, cardiaca y periférica),
enfermedad renal y disfunción autonómica.
La incidencia de complicaciones pulmonares poso- c. Panhipopituitarismo. Esta afección no es infre-
peratorias es alta, asociándose a morbilidad y mortali- cuente después de la cirugía hipofisaria ni en los
dad sustanciales, así como a estancias hospitalarias pro- grandes tumores hipofisarios. Los síntomas clíni-
longadas. Muchos de los pacientes son fumadores, por cos casi siempre son mínimos.
lo que se debe anotar la cantidad de cigarrillos que fu- d. Acromegalia. Los pacientes se quejan de que sus
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man al día y el tiempo que llevan haciéndolo; asimismo, guantes y sus zapatos ya no les quedan y de que su
se debe valorar la capacidad de ejercicio del paciente y voz se hace más grave; pueden referir poliuria y
determinar sus factores limitantes. La presencia de en- polidipsia por DM.
fermedad reversible de la vías aéreas (asma), su estado e. Enfermedad de Cushing. Los pacientes se que-
actual y su tratamiento son también importantes. Se jan de debilidad, especialmente al levantarse de
debe especificar si la valoración se hace a través de la una silla (miopatía proximal), obesidad central,
medición de flujo o de los síntomas clínicos. El asma estrías, aparición de hematomas con facilidad y
que comienza en la edad adulta con frecuencia es más poliuria y polidipsia por DM.9,10,17,18
difícil de controlar. Toda la información referente al uso
necesario de corticoides por vía oral, los ingresos hospi- Hematológicas
talarios previos y la necesidad de intubación/ventila-
ción es importante para determinar la gravedad de la en- La fácil aparición de hematomas, las cortaduras que tar-
fermedad.9,10,14,16 dan mucho en dejar de sangrar y los problemas de san-
28 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

grado en operaciones previas o intervenciones dentales cir la morbilidad del perioperatorio y la mortalidad.
deben alertar sobre la posibilidad de un problema hemo- Cuando el paciente puede relatar la historia se debe in-
rrágico, lo cual se debe investigar antes de proceder a la vestigar acerca de:
cirugía. La mayoría de las intervenciones neuroquirúr-
gicas no permiten la colocación de un drenaje y los com- 1. Convulsiones. Es la forma más frecuente de pre-
partimentos en los que se interviene no se distienden, sentación de los tumores (hay que averiguar si fue-
por lo que las hemorragias posoperatorias producen ron generalizadas o focales, si se inició un trata-
complicaciones graves. miento anticomicial y si éste ha sido eficaz).
2. Signos focales. La otra forma más habitual de pre-
S Enfermedades renal y hepática. Los pacientes sentación de los tumores es una historia de cam-
con enfermedad renal o hepática actual represen- bios neurológicos en relación con la localización
tan un desafío para el anestesiólogo, dado que es- del tumor; cada historia en particular ayudará a en-
tas condiciones implican un manejo distinto de focarse en la localización de la lesión.
agentes anestésicos, así como trastornos sistémi- 3. Síntomas y signos de presión intracraneal ele-
cos multiorgánicos. La insuficiencia renal se aso- vada. No son específicos y dependen principal-
cia con la enfermedad vascular. Los síntomas son mente de la causa y la rapidez de comienzo de la
leves hasta que el proceso está muy avanzado. La patología subyacente. Los síntomas son el resulta-
insuficiencia renal se asocia con anormalidades do de un compromiso en la presión de perfusión
plaquetarias, además de que es una contraindica- cerebral o bien de los efectos en el desplazamiento
ción relativa para el uso de manitol y furosemida cerebral. Los síntomas generales de una PIC ele-
debido al riesgo de hipovolemia o al agravamiento vada incluyen cefalea (clásicamente mas intensa
de la insuficiencia renal. El uso de contraste du- por la mañana y que empeora con la tos), náuseas,
rante la tomografía computarizada (TC) se debe vómitos, alteración de la conciencia y problemas
restringir en presencia de insuficiencia renal, de- visuales (parálisis de los nervios III y VI).
bido a su toxicidad.9,10,19,20 4. Signos de irritación meníngea. Cefalea, fotofo-
bia y rigidez de nuca son los signos y síntomas clá-
Ayuno sicos.
5. Sistema nervioso periférico. Se debe descartar
Se debe anotar el tiempo que ha pasado desde la última una historia de pérdida de fuerza y sensibilidad en
ingestión de alimentos. Es importante recordar que en los brazos y las piernas. El nivel exacto de los cam-
el paciente politraumatizado el periodo de ayuno está bios motores o de sensibilidad ayuda a determinar
representado por el tiempo desde la ingesta previa hasta la localización de la lesión.
el momento en que ocurrió el accidente. 6. Ataques isquémicos transitorios. Los AIT duran
desde minutos hasta 24 h. Cuando el déficit dura
más de 24 h y no se resuelve en 72 h se denomina
déficit neurológico isquémico irreversible. Si el
ANTECEDENTES OBSTÉTRICOS déficit dura más de 72 h, se denomina ictus. Los
eventos cerebrovasculares antiguos deben ser
aclarados, incluyendo cuándo ocurrieron, cómo se
trataron y cómo han evolucionado.9,10
En las mujeres es necesario detallar los antecedentes
obstétricos y la fecha de la última menstruación. En las
pacientes en edad fértil se aconseja realizar una prueba
de embarazo.6,9,10 EXAMEN FÍSICO NEUROLÓGICO

PADECIMIENTO ACTUAL Además del paciente, para un examen neurológico


completo se requieren los siguientes artículos:

S Sofá para examen.


La evaluación completa de pacientes con enfermedades S Estetoscopio.
neurológicas que serán sometidos a cirugía puede redu- S Lámpara portátil.
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 29

S Diapasón. S Información general: se refiere al conocimiento


S Alfiler de seguridad. general que poseen la mayoría de las personas,
S Papel de seda. como nombre del presidente y personas famosas,
S Tubos de ensayo con agua caliente y fría para capitales de los países y acontecimientos actuales.
pruebas térmicas. S Orientación en el tiempo (día, mes y año), el lugar
S Tubo de ensayo con café para estudios del olfato. y la persona.
S Discriminador de dos puntos. S Recuerdo de acontecimientos recientes y remotos,
S Martillo de dos puntos. como fechas de nacimiento y boda, nombres y
S Oftalmoscopio. edades de niños y familiares cercanos, y detalles
S Carta de agudeza visual. de acontecimientos recientes.
S Abatelenguas. S Lenguaje: incluye una estimación de la expresión,
S Cinta para medir. la comprensión, la afluencia y la prosodia del len-
S Examen. guaje hablado, así como la repetición, la habilidad
para leer, la escritura y el reconocimiento y nom-
El propósito del examen neurológico es estudiar la es- bramiento de objetos familiares.
tructura y la función de diferentes regiones del sistema S Cálculo: se valora la capacidad del individuo para
nervioso. Incluye la valoración del nivel de conciencia contar del 1 al 20, contar hacia delante y hacia
y el examen de las funciones corticales más altas, los atrás, contar siete en serie (contar del 100 hacia
nervios craneales, la función motora, la coordinación, atrás en incrementos de siete) y multiplicar y divi-
la función sensorial y los reflejos, con la finalidad de es- dir dígitos, así como la retención y repetición de
tablecer un compromiso moral y profesional de hacer dígitos en orden natural o inverso (por lo general
todo lo que esté al alcance del grupo médico para que al siete hacia delante y cinco hacia atrás). La exten-
finalizar el procedimiento se conserve el mismo estado sión de estas pruebas varía con el nivel educativo
neurológico basal. del paciente
S Juicio: se valora al solicitarle al paciente que inter-
prete el significado de proverbios sencillos o un
cuento.
Función cortical S Ánimo: se evalúa el grado de ansiedad, apatía, ela-
ción y depresión.
Nivel de conciencia S Interpretación sensorial: estereognosia, orienta-
ción espacial y grafestesia.
Debe valorarse el nivel de alerta del paciente (alerta y
orientado, hiperalerta, somnoliento, letárgico, estupo-
roso, comatoso, etc.) mediante la escala de coma de
Nervios craneales
Glasgow (GCS), la cual es el estándar en la valoración
del estado neurológico de un paciente y es útil para el En todo paciente que será sometido a un procedimiento
manejo y el pronóstico. La GCS se desarrolló en 1974 neuroquirúrgico es necesario investigar las alteraciones
como una herramienta clínica para la valoración longi- de los nervios craneales (NC) (cuadro 3–4). Un examen
tudinal de la gravedad de la conciencia dañada. Como completo de la función de los nervios craneales debe
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consecuencia, se ha usado como una herramienta de es- valorar los siguientes aspectos:
tratificación e indicadora de la gravedad de la enferme-
dad para ayudar en la comparación de pacientes en va- S Olfato (NC I): se estudia con el empleo de aromas
rios estudios clínicos. El paciente inconsciente no puede familiares no irritantes, como café, menta, mentol
proteger la vía aérea; en situación aguda se necesitará la y otros.
intubación. Una GCS menor o igual a 9 normalmente es S Agudeza visual (NC II): se valora con la carta de
indicativa de intubación y ventilación del paciente. Snellen u otra de agudeza visual.
S Campo visual (NC II): se evalúa mediante la técni-
ca de confrontación o perimetría.
Función cortical más alta S Respuesta pupilar a la luz y la acomodación (NC
II y III): se valora tras iluminar una pupila, obser-
El examen de la función cerebral más alta debe incluir var la reacción de ambas (respuesta a la luz) y ver
la valoración de los siguientes aspectos: un objeto cercano (reacción de acomodación).
30 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

Cuadro 3–4. Nervios craneales S Simetría facial (NC VII): se valora al pedirle al
y sus diferentes alteraciones paciente que sonría, silbe, frunza los labios, mues-
Nervio Signos y síntomas
tre los dientes, cierre los ojos y arrugue la frente.
craneal S Gusto (NC VII, IX y X): se aplican soluciones de
azúcar, vinagre, sal y quinina en la lengua.
I: olfatorio Anosmia
S Audición (NC VIII): se valora tras aplicar un dia-
II: óptico Disminución de la agudeza visual
Respuesta pupilar anormal a la luz
pasón activado en la frente y una prominencia
III: oculomotor Diplopía
ósea detrás de la oreja.
Pupila dilatada, sin respuesta S Elevación del paladar (NC IX y X).
Ptosis S Reflejo nauseoso (NC IX y X): se estudia al tocar
Desviación del ojo hacia abajo y hacia la faringe con un abatelenguas.
afuera S Encogimiento del hombro contra resistencia (NC
IV: troclear Diplopía XI).
V: trigémino Disminución de las sensaciones faciales S Giro de la cabeza y del cuello contra una resisten-
Disminución del reflejo corneal cia (NC XI).
Músculo masetero débil S Masa y movimiento linguales (NC XII).
VI: abductor Diplopía
Disminución de la abducción de los ojos
VII: facial Disminución de la fuerza de los múscu-
los de la expresión facial FUNCIÓN MOTORA
Disminución de la sensación del gusto
VIII: auditivo– Sordera
vestibular
Vértigo El examen de la función motora debe incluir la valora-
IX: glosofarín- Disartria ción de los siguientes aspectos:
geo
Disfagia S Marcha y posición erguida: postura, equilibrio,
Disminución del reflejo nauseoso balanceo del brazo y movimiento de la pierna.
X: vago Disartria S Tono muscular: resistencia de la extremidad al
Disfagia movimiento pasivo.
Disminución del reflejo nauseoso S Volumen muscular.
Disminución de la elevación del paladar S Fuerza muscular (brincar, hacer sentadillas y ca-
XI: accesorio Disminución de la fuerza al girar el cuello minar en los talones y las puntas de los dedos de
y encoger el hombro
los pies; valoración de los grupos musculares de
XII: hipogloso Disartria
manera individual). La fuerza muscular se gradúa
Disfagia
en una escala de 0 a 5 (en el cuadro 3–5 se esquema-
Atrofia de la lengua
tiza la fuerza muscular dependiendo del grado).
Disminución del movimiento de la lengua
Desviación de la lengua protruida

Coordinación motora

S Movimientos extraoculares en los planos horizon- El examen de la coordinación motora consiste en la va-
tal y vertical (NC III, IV y VI): se le pide al pa- loración de las funciones del cerebelo y los ganglios ba-
ciente que mueva los ojos de forma lateral y de sales; incluye:
arriba abajo.
S Sensaciones faciales (raíz sensorial del NC V): se S Estabilidad de la marcha y la postura.
estudian al pasar un alfiler o una pieza de algodón S Marcha en tándem. Caminar talón con punta sobre
en la cara y la parte anterior del cuero cabelludo. una línea en el piso.
S Reflejo corneal (NC V y VII): se toca con suavi- S Movimiento alternado rápido.
dad la córnea con un hisopo de algodón. S Prueba de dedo a nariz a dedo. El paciente toca rá-
S Desviación forzada de la mandíbula hacia un lado pidamente la nariz con la punta del dedo índice y
(raíz motora del NC V): músculo pterigoideo. a continuación el dedo de quien lo examina.
S Bruxismo (raíz motora NC V): músculo masetero. S Prueba de talón a rodilla a espinilla. Mover el talón
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 31

Cuadro 3–5. Grados de fuerza muscular a. Bíceps (C–5 y C–6).


b. Tríceps (C–7 y C–8).
Grado Fuerza muscular
c. Supinador largo (C–5 y C–6).
0 Ausencia de contracción d. Cuadríceps (rodilla, reflejo rotuliano) (L–3 y
1 Intento o indicios de contracción L–4).
2 Movimiento sólo con eliminación de la gravedad e. Aquiles (tobillo) (S–1 y S–2).
3 Movimiento contra la gravedad sin resistencia 2. Reflejos superficiales:
4 Movimiento contra la gravedad y resistencia
a. Plantar (S–1). El frotamiento firme del borde
5 Fuerza normal
externo de la planta del pie origina flexión de
los dedos.
b. Abdominales (T–8 y T–12). El frotamiento
de forma cuidadosa hacia arriba y abajo de la espi- suave del abdomen en cada cuadrante tracciona
nilla opuesta. el ombligo en esa dirección.
S Golpeteo ligero con los dedos de la mano. Aproxi- c. Cremastérico (L–1 y L–2). El frotamiento lige-
mación de la pulpa del pulgar al cojín de cada dedo ro de la superficie interna del muslo causa re-
en sucesión rápida y precisa. tracción del testículo ipsilateral.
3. En los trastornos de la neurona motora superior se
presentan reflejos patológicos:
FUNCIÓN SENSORIAL a. De Babinski.
b. Clono.
c. De liberación frontal.
d. Aductor cruzado.
El examen de la función sensorial es el más subjetivo; e. Flexor de los dedos de las manos.
requiere paciencia, determinación y un conocimiento f. De Trommer.
completo de los patrones sensoriales. Debe incluir la va- g. De sacudida mandibular.
loración de las siguientes modalidades sensoriales:
En el signo de Babinski el frotamiento de la superficie
S Sentido de la vibración: se coloca el diapasón en externa de la planta de pie provoca dorsiflexión del dedo
vibración sobre las prominencias óseas de las ex- gordo y separación de los otros dedos del pie.
tremidades superiores e inferiores. Por lo general se describen 13 diferentes métodos
S Sentido de la posición articular: se le solicita al in- para obtener el signo de Babinski, con grados variables
dividuo que determine la posición de los dedos de de respuesta positiva:
los pies y las manos cuando el examinador los S El signo de Gonda–Allen se obtiene al estirar de
mueve de forma pasiva. modo forzado hacia abajo o golpear la falange dis-
S Dolor: se aplica la punta de un alfiler en la parte del tal del segundo o el cuarto dedos del pie.
cuerpo que se estudia. S El signo de Allen–Cleckley se provoca al doblar
S Temperatura: se colocan tubos con agua caliente súbitamente hacia arriba el segundo dedo del pie
y fría en las partes del cuerpo que se valoran. y liberarlo de manera repentina, o presionar sobre
S Tacto ligero: se toca la parte del cuerpo en estudio la porción pulposa de dicho dedo.
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con una pieza de algodón. S El reflejo de Chaddock (signo maleolar externo)


S Discriminación de dos puntos: es la capacidad del se induce al arañar la piel debajo del maleolo ex-
paciente para reconocer dos estímulos que se apli- terno de atrás hacia adelante.
can de manera simultánea en las partes del cuerpo S El signo de Cornell se induce al arañar el lado in-
en estudio. La distancia entre los dos estímulos va- terno del dorso del pie.
ría según la parte del cuerpo (de 0.3 a 0.6 cm en las S El reflejo de Oppenheim se obtiene mediante una
yemas de los dedos, de 1.5 a 2 cm en las plantas de fuerte presión con los dedos pulgar e índice sobre
los pies y las palmas de las manos). la superficie anterior de la tibia y la espinilla, de la
rodilla al tobillo.
S El signo de Bing se consigue al pinchar el dorso
Reflejos del pie con un alfiler.
S El signo de Schaffer se induce tras pellizcar el ten-
1. Reflejos tendinosos profundos (miotáticos): dón de Aquiles.
32 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

S El signo de Moniz se obtiene mediante una flexión


plantar pasiva del tobillo.
S El signo de Strümpel se observa mediante presión
forzada con el dedo y el pulgar en la espina tibial
anterior.
S El signo de Throckmorton se induce al golpear el
dorso de la primera articulación metatarsofalán-
gica justo adentro del tendón extensor.
S El signo de Gordon se obtiene tras apretar los mús-
culos de la pantorrilla.
S El reflejo de Thomas se induce al frotar dos o tres
veces la planta del pie con la parte posterior de los
nudillos. Figura 3–2.
S El signo de Stransky se consigue al traccionar el
dedo pequeño del pie hacia fuera y soltarlo de for-
ma súbita.7,21–23 res) y la valoración de los pulsos periféricos (por lo me-
nos de las extremidades superiores). En los pacientes con
enfermedad vascular es importante comparar los pulsos
Examen físico general en ambas arterias radiales; si se detecta alguna diferencia
se debe medir la presión arterial en ambos brazos. Tam-
Cardiaco bién es importante realizar la prueba de Allen. Estos
pacientes pueden sufrir estenosis de la subclavia con bas-
El propósito de la valoración preoperatoria es realizar tante diferencia de presión arterial en ambos brazos. El
una evaluación del estado médico actual del paciente, brazo con la mayor presión arterial es el que se maneja
hacer las recomendaciones acerca de la evaluación, di- para la medida de la presión arterial (figura 3–2).12,13,24
rección y riesgo de problemas cardiacos en el periopera-
torio, y proporcionar un perfil del riesgo clínico del pa- Respiratorio
ciente que los médicos, el anestesiólogo y el cirujano
pueden usar para tomar decisiones del tratamiento que La exploración preoperatoria de la función respiratoria
pueden influir en los resultados cardiacos a largo plazo. se reduce en la mayoría de los pacientes al examen clíni-
La meta de la evaluación es el cuidado óptimo del pa- co, que asociado a la interpretación de las placas radio-
ciente. Las complicaciones cardiovasculares son im- gráficas de tórax la mayoría de las veces no sólo permite
portantes y a menudo temidas por los pacientes, los ci- establecer el diagnóstico de una eventual patología
rujanos y los anestesiólogos. Aunque la valoración del broncopulmonar, sino también precisar su gravedad.
riesgo cardiovascular preoperatorio ha mejorado desde Por ello el recurso de las pruebas funcionales respirato-
que Goldman y col. publicaron su artículo, es adecuado rias se reserva para situaciones particulares. El examen
establecer dicho índice en el paciente con patología car- general debe incluir la frecuencia y el trabajo respirato-
diovascular, así como las modificaciones realizadas por rio, la presencia de cianosis y la auscultación pulmonar.
Detsky y col. en 1986 y por Larsen y col. en 1988. Estos Al pedirle específicamente al paciente que realice una
índices permiten definir diferentes grupos de pacientes inspiración y una espiración forzada se obtiene una
según un puntaje. Para el índice de Goldman la clase I aproximación de la capacidad vital, que con frecuencia
(0 a 5 puntos) es de muy bajo riesgo, la clase II (6 a 12 se encuentra disminuida en los pacientes con escoliosis,
puntos) es de bajo riesgo, la clase III (13 a 25 puntos) es mielopatía cervical y antecedentes de tabaquismo. Las
de riesgo moderado y la clase IV (más de 25 puntos) es estrategias eficaces para prevenir las complicaciones en
de alto riesgo. El índice modificado por Detsky y col. el periodo posoperatorio son pocas. La espirometría in-
agrega la variable de la angina y clasifica a los pacientes centiva y la presión positiva de la vía aérea continua son
en clase I (0 a 15 puntos), clase II (20 a 30 puntos) y clase las únicas modalidades de beneficio probado.15,16
III (más de 30 puntos).
El examen general debe incluir medidas de la tensión Endocrinológico
arterial y la frecuencia cardiaca, la presencia de edema
periférico y presión venosa yugular elevada, la ausculta- La endocrinopatía se debe valorar y controlar lo mejor
ción del corazón (soplos y presencia de lesiones valvula- posible durante el periodo preoperatorio, con el fin de
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 33

disminuir la morbilidad y la mortalidad de los pacientes, Tomografía computarizada


y buscar las alteraciones que la enfermedad ha provo- y resonancia magnética
cado, así como las complicaciones que presente el pa-
ciente durante la evaluación. Pueden estar presentes las Hemorragia
manifestaciones de la enfermedad de Cushing (cara de
La tomografía computarizada (TC) muestra la hemorra-
media luna, obesidad central, hirsutismo, estrías, hema-
gia como un área de alta densidad (blanco). Los sangra-
tomas con facilidad, debilidad muscular proximal y plé-
dos extraaxiales (epidural, subdural y subaracnoideo)
tora) y la acromegalia (rasgos faciales, prognatismo,
se asocian comúnmente con el traumatismo. Los san-
macroglosia y pies y manos grandes); ambas se asocian
grados subaracnoideos e intraventriculares se asocian
también a DM.17,18
con la rotura de un aneurisma. La TC detecta 90% de to-
dos los sangrados subaracnoideos en las primeras 24 h.
Vía aérea El sangrado intraparenquimatoso aislado probablemen-
te se deba a causas no traumáticas (hipertensión, tumo-
Se debe valorar siempre de forma cuidadosa. La clasifi- res o lesiones vasculares).
cación de Mallampati modificada es un examen de la
vía aérea normal que evalúa la apertura de la boca y las Fracturas
estructuras dentro de la cavidad oral. Datos recientes
sugieren que la apertura máxima de la boca (medida por La TC es mejor que la resonancia magnética (RM) en
la distancia interdental) sólo es posible con la extensión el diagnóstico de fracturas de cráneo, además de que es
de la unión del craneocervical, lo cual mejora la especi- la técnica radiológica de elección en el traumatismo cra-
ficidad de la valoración. También se deben incluir las neoencefálico. Para detectar fracturas de cráneo o de la
clasificaciones de Patil Aldreti, Bell House y Doré; asi- columna cervical alta siempre se deberá realizar una
mismo, hay que inspeccionar adecuadamente las es- proyección lateral en la TC, ya que éstas podrían no ver-
tructuras dentales. Entre los pacientes neuroquirúrgicos se si sólo se hacen las proyecciones axiales.
los acromegálicos presentan mandíbula, cara y lengua
Edema cerebral
grandes que pueden dificultar el manejo de la vía aérea
y la intubación. Los pacientes que se presentan para una El edema aparece en la TC como una disminución de
descompresión temporal pueden tener una abertura bu- densidad, que se muestra un tanto oscura. En los estu-
cal limitada, debido a la fibrosis de la articulación tem- dios T1 de RM el aumento de agua se muestra como un
poromandibular. Los pacientes con traumatismos pue- descenso de la señal (negro), mientras que en los estu-
den tener lesiones faciales, del cuello o de la laringe, por dios tipo T2 se muestran como un incremento de la señal
lo que requieren una valoración cuidadosa.25–27 (blanco). El realce del contraste sucede de forma muy
precoz en el edema vasogénico y de manera tardía en el
Volemia edema citotóxico (figura 3–3).

Síndromes de herniación
El volumen intravascular debe ser valorado cuidadosa-
mente en los pacientes con traumatismos, DM, DI, La herniación del cerebro puede ocurrir cuando hay in-
aneurismas y obnubilación, y en los pacientes que fue- crementos no uniformes de la PIC.
ron sometidos recientemente a angiografías o que se en-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cuentran en ayuno.19

ESTUDIOS DE IMAGEN

Lo ideal es contar con acceso a los estudios diagnósticos


de neuroimagen, pero, como es frecuente su falta de dis-
ponibilidad, al menos se deberán revisar todos los infor-
mes. No hacer lo anterior puede llevar a la pérdida de
información útil. Figura 3–3.
34 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

Tumores Angiografía, embolización, oclusiones


con balón y prueba de Wada
La TC y la RM demostrarán la localización específica
y el tamaño de la lesión, al mismo tiempo que darán al- Conviene revisar siempre el informe de la angiografía
guna indicación sobre su naturaleza. Con esto se podrá antes de la anestesia. Se puede obtener información útil
determinar la probable colocación durante la cirugía y sobre la vascularización de la lesión y si hay algún vaso
la necesidad de contracción cerebral (para lesiones pro- implicado o riesgo durante la operación (lo que ayuda
fundas). También se puede determinar el grado de vas- a saber si está indicado el monitoreo con PE y, si es así,
cularización del tumor, la hidrocefalia, el edema perifé- de qué tipo), así como el estado general de la vasculari-
rico, el desplazamiento de la línea media y algunos zación intracraneal y la presencia de circulación colate-
indicios de PIC elevada. ral. Los vasos más grandes de los tumores muy vascula-
rizados y las malformaciones arteriovenosas se suelen
embolizar en el momento de la angiografía, lo cual re-
Hidrocefalia
duce sustancialmente el sangrado quirúrgico, pero con-
lleva a cierto riesgo de hemorragia, oclusión inadver-
En la hidrocefalia comunicante la obstrucción se en-
tida de los vasos funcionales y edema cerebral. Es
cuentra a nivel de la absorción de líquido cefalorraquí-
importante saber hasta qué punto la embolización ha
deo (LCR); en la TC todos los ventrículos (lateral, ter-
sido o no eficaz, para poder planear el tipo de acceso ve-
cero y cuarto) están proporcionalmente dilatados. En la
noso y los tipos de calentadores de sangre y sistemas de
hidrocefalia no comunicante la obstrucción se encuen-
infusión rápida que se requerirán.
tra dentro del sistema ventricular y una porción de él es-
En ocasiones, cuando el cirujano quiere saber si la
tará más dilatada que el resto.
oclusión de un vaso es segura, el radiólogo ocluye el
vaso con un balón mientras el paciente está despierto y
Neumocefalia se observa si ocurren cambios neurológicos. En la prue-
ba de Wada el radiólogo inyecta un barbitúrico de ac-
Se puede detectar en una TC después de intervenciones ción rápida en la circulación cerebral (en la carótida o
(tanto por aire in situ como por fístulas de LCR), fractura en la cerebral posterior) para valorar el efecto en cada
de cráneo, neumoencefalogramas o punciones lumbares. lóbulo temporal. El propósito es identificar el lóbulo do-
minante respecto al lenguaje y la memoria.5,6,9,10
PIC elevada
Ecocardiografía
Los signos de PIC elevada en la TC equivalen a borra-
miento de los surcos corticales, cisternas basales, fístu- La ecocardiografía transesofágica intraoperatoria sirve
las interhemisféricas, ventrículos comprimidos (si la hi- como un instrumento de diagnóstico para la patología
drocefalia no es la causa) y síndromes de herniación. de los vasos cardiacos; además, identifica anormalida-
des estructurales e incluso la presencia y la magnitud de
las anormalidades congénitas, la enfermedad aórtica,
Radiografías simples de cráneo las masas intracardiacas y la enfermedad pericárdica. Es
importante conocer el grado de estenosis carotídea en
los pacientes que se van a someter a una endarterecto-
Su indicación está limitada a investigación de lesiones mía carotídea. La presencia de estenosis u oclusión con-
penetrantes (especialmente para trayectos, localización tralateral hace más probable la presencia de isquemia
y número de fragmentos en lesiones generadas por arma con el clampaje. La presencia de una estenosis asinto-
de fuego), localización de cuerpos extraños y presencia mática severa puede aconsejar su tratamiento antes que
y relaciones de fracturas de cráneo por aplastamiento. el de cualquier otra patología. Si no se trata, es mucho
más probable que una hipotensión intraoperatoria pro-
duzca isquemia cerebral.14,28
Tomografía por emisión de positrones
Doppler transcraneal
Permite la valoración in vivo de la bioquímica y la fisio-
logía cerebrales; es útil para diferenciar la recidiva tu- Se realiza con frecuencia en los pacientes que han sufri-
moral de la necrosis producida por la radioterapia. do una hemorragia subaracnoidea, para detectar la pre-
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 35

sencia de vasoespasmo. El diagnóstico se hace con base Osmolaridad en plasma y orina


en un aumento de la velocidad de flujo. La presencia de
vasoespasmo, incluso si es subclínica, es una contrain- Se toma como punto de referencia para cambios poste-
dicación relativa para la hipotensión inducida y un fac- riores. La corrección rápida de la hiperosmolaridad cró-
tor de riesgo si se produce hipotensión perioperatoria nica secundaria a la hipernatremia producirá un edema
inadvertida.9,10 cerebral. La hiperosmolaridad debida a la uremia no tie-
ne importancia en la génesis del movimiento del líquido
en el tejido cerebral, ya que la urea atraviesa libremente
Campos visuales (cirugía de hipófisis) la barrera hematoencefálica, por lo que no ejerce un
efecto osmótico. La hipoosmolaridad se debe corregir
de manera preoperatoria para reducir la posibilidad de
Se debe realizar una evaluación preoperatoria de los
edema cerebral.
campos visuales para especificar el grado de afectación
prequirúrgica (si es que existe), para documentar en el
posoperatorio si hubo o no cambios. Los tumores hipo- Pruebas hepáticas
fisarios con frecuencia afectan los campos visuales, lo
cual se puede agravar con la cirugía (a menudo de forma
Son necesarias en los pacientes que consumen antico-
pasajera). Los campos visuales se valoran de forma ruti-
miciales, especialmente la fenitoína, ya que no es raro
naria antes de este tipo de cirugía.29
que produzcan toxicidad hepática.

EXÁMENES DE LABORATORIO Hematología

Se debe realizar en todos los pacientes neuroquirúrgi-


cos. El recuento de plaquetas ayuda a determinar el ries-
Se ha escrito mucho acerca de la necesidad de ser selec- go de sangrado. La hemoglobina indica el riesgo de is-
tivo a la hora de las pruebas preoperatorias; sin embargo, quemia cardiaca y cerebral, y proporciona un nivel
el paciente neuroquirúrgico es diferente. Los procesos basal en caso de producirse una hemorragia. El recuento
patológicos obligan a las siguientes pruebas rutinarias. de leucocitos es útil para detectar infección, pero se ele-
va con frecuencia con el uso de esteroides y durante el
posoperatorio.
Electrólitos
Pruebas de coagulación
Los trastornos hidroelectrolíticos son comunes antes y
después de la cirugía. Los cambios en el sodio sérico Si el paciente presenta una historia sugestiva de tras-
(Na) se asocian con cambios marcados en el volumen torno hemorrágico se deben medir el tiempo de pro-
cerebral. La pérdida de potasio (K) es frecuente con el trombina (TP) y el tiempo de tromboplastina parcial
uso de diuréticos y esteroides. El cloro (Cl) y el CO2 to- (TTP) para valorar la coagulación. Si éstos resultan
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tal (TCO2) ayudan al diagnóstico de las alteraciones anormales, se deben realizar otras pruebas para llegar al
electrolíticas más comunes. La determinación de la glu- diagnóstico de esa alteración y su tratamiento periope-
cemia es necesaria, ya que la hiperglucemia es habitual ratorio. Se debe consultar al hematólogo.
con el uso de esteroides y en algunas alteraciones endo-
crinas, y puede exacerbar el daño neurológico si se pro-
duce isquemia cerebral. Tanto la hipocalemia como la Pruebas de función plaquetaria
hipercalcemia son hallazgos frecuentes en las neopla-
sias; la hipocalcemia es un factor de riesgo para las con- Se deben realizar en pacientes que toman fármacos que
vulsiones. interfieren con la función plaquetaria si las consecuen-
Si se encuentran niveles bajos de calcio se debe com- cias del sangrado son grandes (cirugía intracraneal) o,
probar el nivel de albúmina, ya que la hipoalbuminemia si la operación no se puede retrasar, hasta que los efectos
produce una falsa hipocalcemia (50% está unido a la al- del fármaco hayan pasado. Incluso si se procede con la
búmina). cirugía estas pruebas son útiles, ya que si ocurre una he-
36 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 3)

morragia intraoperatoria y las pruebas de función pla- Angiografía coronaria


quetaria son normales no existiría indicación para admi-
nistrar plaquetas, excepto en caso de una hemorragia Es la prueba fundamental para el diagnóstico de enfer-
importante. medad coronaria. La ventriculografía también aporta
Se necesitan horas para realizar las pruebas de fun- datos sobre la función del ventrículo izquierdo, así
ción plaquetaria, por lo que no se pueden obtener en si- como de las válvulas mitral y aórtica. Si la lesión lo per-
tuaciones de urgencia. mite puede realizarse una angioplastia en el momento
de la exploración.

ESTUDIOS CARDIOLÓGICOS
PRUEBAS DE FUNCIÓN RESPIRATORIA

Electrocardiograma
Espirometría
El electrocardiograma (ECG) está indicado en el preo-
peratorio de varones mayores de 40 años de edad, muje- Está indicada en cualquier paciente con enfermedad
res mayores de 50 años de edad y en cualquier paciente pulmonar o en aquellos con una reserva respiratoria
con historia de enfermedad cardiaca o en riesgo elevado comprometida (mielopatía cervical y escoliosis).
de padecerla (hipertensión, hipercolesterolemia, diabe-
tes, aneurisma cerebral, enfermedad vascular con dife-
rente localización o anormalidades electrolíticas). Tam- Gasometría
bién se debe realizar en todos los pacientes en quienes
haya posibilidad de inducir hipotensión. Se sugiere que Se debe realizar cuando el paciente tiene una enferme-
la validez en cuanto a tiempo del ECG es de 30 días. dad pulmonar significativa. Los pacientes con retención
de dióxido de carbono tienen una reserva respiratoria
mínima. Los pacientes con hipoxemia de base necesita-
Ecocardiografía rán monitoreo con pulsioximetría durante al menos 48
h después de la cirugía.
La ecocardiografía está indicada en pacientes que tie-
nen o pueden tener una función cardiaca alterada o en-
fermedad valvular. También puede formar parte del pre- Radiografía simple de tórax
operatorio de los pacientes que van a ser intervenidos en
posición sedente, para detectar la presencia de un fora- Sólo está indicada en enfermedad cardiovascular, enfer-
men oval permeable. medad pulmonar significativa y anatomía anormal del
árbol traqueal, y cuando exista sospecha de tuberculosis
o de enfermedad intratorácica maligna. Como requiere
Prueba de esfuerzo, escáner con talio la colocación de un catéter central para su procedimien-
durante el ejercicio, imágenes to quirúrgico, sirve para verificar la adecuada instala-
con talio y dipiridamol ción del mismo.

Se utilizan para establecer la causa de dolores precor-


diales y el significado de cambios en el ECG. A los pa- Apnea del sueño
cientes que pueden hacer ejercicio normalmente se les
realiza primero una prueba de esfuerzo (probablemente Los pacientes requieren disponibilidad de sistemas de
en combinación con una prueba de talio). A los que no presión de la vía aérea positiva en la unidad de reanima-
pueden realizar ejercicio se les administra el dipirida- ción, así como monitoreo con pulsioximetría posopera-
mol, para provocar un secuestro intracoronario y simu- toria.
lar el ejercicio. Se recomienda la consulta con un car- Debido al riesgo de hipoxemia posoperatoria, los pa-
diólogo si se sospecha la presencia de una enfermedad cientes en quienes se sospeche esta enfermedad deben
cardiaca importante. ser evaluados antes de la cirugía.5,6,9,10
Evaluación preoperatoria del paciente neurológico 37

RESUMEN obstrucciones e infecciones agudas o crónicas; detección


de posibles problemas de intubación; estado de las piezas
dentarias; semiología facial; semiología abdominal: dis-
tensión abdominal y circulación colateral; examen neu-
La evaluación preoperatoria es una función esencial del rológico; temperatura corporal y accesos venosos), exá-
servicio de anestesiología, por lo que es un error limitar- menes complementarios y evaluación psicológica. Los
la sólo a una evaluación rápida del paciente y a la peti- beneficios que se obtienen al realizar la evaluación pre-
ción de exámenes complementarios. Hecha de forma operatoria en el paciente neurológico son varios, como
rutinaria y sin interés muestra la falta de valor que se les la valoración de riesgos (anestésicos, cardiovasculares,
da a los datos que se pueden obtener de la realización respiratorios, de la vía aérea, del estado de conciencia
consciente de la misma. Todo paciente neurológico que y tromboembólicos), la preparación del acto quirúrgico
va a ser sometido a una intervención electiva debe ser —incluyendo recomendaciones para el ayuno e indica-
sometido a una evaluación preanestésica, igual que el ciones de la premedicación—, la prevención de posibles
que será operado de urgencia. Los objetivos incluyen la complicaciones (vía aérea difícil), el tratamiento de las
confección de una historia clínica completa, examen fí- patologías existentes, la formulación del plan anesté-
sico minucioso (hábito corporal: grado de obesidad y al- sico y la obtención del consentimiento informado. Todo
teraciones musculosqueléticas; sistema cardiovascular: lo anterior permite establecer una relación de confianza
tensión arterial, frecuencia cardiaca, soplos, arritmias, entre el anestesiólogo y el paciente y su entorno fami-
cianosis o disnea; aparato respiratorio: apertura bucal, liar, disminuyendo la ansiedad ante lo desconocido.

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Capítulo 4
Evaluación y manejo perioperatorio
de la cardiopatía isquémica
Martín Martínez Rosas, Roxana Carbó Zabala, Pastor Luna Ortiz

INTRODUCCIÓN sa de muerte posoperatoria.2 En el caso del paciente car-


diópata que va a ser sometido a cirugía no cardiaca el
manejo perioperatorio constituye un reto para el equipo
formado por el anestesiólogo, el cirujano y el cardió-
Una gran proporción de las muertes que ocurren durante logo, quienes se enfrentan a la tarea de evaluar el riesgo
una cirugía se deben a complicaciones cardiovascula- y diseñar la estrategia a seguir.
res, principalmente asociadas a eventos coronarios agu- Mucho se ha escrito sobre la evaluación del riesgo tan-
dos.1,2 El proceso anestésico y la cirugía imponen al or- to en pacientes cardiópatas como no cardiópatas, por lo
ganismo del paciente un estrés fisiológico generalizado, que se han publicado diversos índices de predicción de
en el cual el corazón es uno de los órganos más afecta- riesgo basados en análisis multivariados para reducir la
dos; particularmente en pacientes cardiópatas. Por otra morbimortalidad cardiaca asociada con la cirugía no
parte, la esperanza de vida de la población mundial ac- cardiaca.1–4 Sin embargo, las guías del Colegio Ameri-
tualmente supera los 70 años de edad, lo que lleva a una cano de Cardiología y la Asociación Americana del Co-
mayor demanda de procedimientos quirúrgicos y a un razón (ACC/AHA, por sus siglas en inglés) actualizadas
aumento en la probabilidad de encontrar pacientes con en 20075 son las más difundidas y utilizadas. Estas guías
enfermedad coronaria. Por estas razones, en la actualidad están basadas en evidencias reportadas con un enfoque
se realizan grandes esfuerzos para diseñar estrategias que sistemático y estratificado que ha probado ser altamente
permitan evaluar, diagnosticar y tratar oportunamente la práctico y efectivo para la toma de decisiones. Este capí-
isquemia miocárdica durante la cirugía no cardiaca. tulo busca sentar las bases que apoyen la evaluación pre-
En los países industrializados se estima que de los pa- operatoria adecuada del paciente y sugiere recomenda-
cientes no seleccionados sometidos a cirugía general ciones sobre el diagnóstico y el manejo de eventos
30% presentan coronariopatía establecida o riesgo alto isquémicos cardiacos en el periodo perioperatorio.
de presentarla durante el perioperatorio, y que de 3 a 5%
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tendrán complicaciones cardiacas asociadas con even-


EVALUACIÓN CARDIOVASCULAR
tos coronarios.3 En 2005 se encontró que el número de
PREOPERATORIA PARA
complicaciones cardiovasculares de cirugía no cardiaca
excedió el millón de pacientes durante ese año.4 Así, se CIRUGÍA NO CARDIACA
podría estimar que uno de cada seis pacientes en edad
adulta que llegan a las salas de cirugía general tienen un
riesgo intermedio de presentar isquemia miocárdica du- Determinación del riesgo
rante la intervención. Por otra parte, la incidencia de in- cardiaco preoperatorio
farto agudo del miocardio (IM) perioperatorio se sitúa
entre 0.1 y 3.5%, con una mortalidad temprana que se El esquema general de las guías ACC/AHA5 se basa en
ubica entre 24 y 37%, convirtiéndose en la primera cau- el abordaje clínico y el examen físico completos. El ár-

39
40 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

Cuadro 4–1. Factores de riesgo dependientes del paciente


Predictores clínicos mayores. También se conocen como “condiciones cardiacas activas”; requieren un diagnóstico preciso
y el tratamiento intensivo de la posible patología, lo cual podría llevar a un retraso de la cirugía o a su cancelación, excepto
si es una emergencia:
S Síndromes coronarios inestables (infarto agudo del miocardio o reciente con riesgo isquémico evidente y angina inesta-
ble o grave) (clases II y IV canadiense)
S Insuficiencia cardiaca congestiva descompensada
S Arritmias graves (bloqueo auriculoventricular de alto grado, arritmia ventricular sintomática con cardiopatía basal, arritmia
supraventricular con frecuencia ventricular descontrolada)
S Enfermedad valvular grave: estenosis aórtica severa (gradiente de presión medio > 40 mmHg, área valvular aórtica < 1
cm2 o sintomática) y estenosis mitral sintomática
Predictores clínicos intermedios. Aumentan el riesgo de complicaciones cardiacas perioperatorias, por lo que se justifica la
realización de un examen exhaustivo del estado clínico del paciente antes de someterlo a la cirugía propuesta:
S Angina moderada (clases I y II canadiense)
S Infarto del miocardio antiguo, clínico o electrocardiográfico
S Insuficiencia cardiaca congestiva previa o compensada
S Diabetes mellitus (en especial de DM tipo 2)
S Insuficiencia renal
Predictores clínicos menores. Son marcadores de enfermedad cardiovascular que no aumentan el riesgo perioperatorio de
manera aislada:
S Edad avanzada
S Alteración del electrocardiograma (hipertrofia ventricular izquierda, bloqueo de rama izquierda, alteraciones del ST–T)
S Ritmo no sinusal
S Historia de evento vascular cerebral
S Hipertensión arterial sistémica no controlada
S Baja capacidad funcional

bol de decisiones se fundamenta en la valoración de dos puede observar que los riesgos perioperatorios aumen-
aspectos principales: los factores de riesgo clínicos rela- tan de manera importante en los pacientes sometidos a
cionados con el paciente y los factores de riesgo relacio- procedimientos vasculares.4
nados con el tipo de cirugía. Combinando estas varia- El algoritmo de las guías para la estratificación del
bles se puede llegar a un punto de definición de los riesgo se presenta en la figura 4–1. Es importante seña-
pacientes altamente confiable, sin que haya necesidad lar que este algoritmo representa un apoyo en la toma de
de realizar pruebas diagnósticas adicionales. decisiones y no reemplaza el criterio clínico y el manejo
El hecho de clasificar los factores de riesgo en depen- coordinado multidisciplinario de las especialidades mé-
dientes del paciente y dependientes de la intervención dicas involucradas. El algoritmo está compuesto por los
quirúrgica permite estratificar el riesgo. En los primeros siguientes cinco pasos:
se buscan factores de predicción clínicos que pudieran
aumentar el riesgo cardiaco durante la cirugía (cuadro S Paso 1. ¿El paciente requiere cirugía de emergen-
4–1).5 Los predictores clínicos mayores son considera- cia? Si es así, hay que llevarlo al quirófano sin
dos también como “condiciones cardiacas activas”, es retardo; el manejo perioperatorio y el control de la
decir, condiciones que aumentan de manera directa y en isquemia se pueden hacer después de la operación.
gran medida la posibilidad de eventos isquémicos car- S Paso 2. ¿El paciente tiene una condición cardiaca
diacos durante la cirugía. activa? Si es así, es deseable que recurra a una con-
En el caso de los factores dependientes de la inter- sulta cardiológica y que se realice pruebas diag-
vención quirúrgica se consideran factores como la dura- nósticas adicionales antes de proceder con la inter-
ción y la ubicación anatómica de la cirugía, entre otros vención quirúrgica.
(cuadro 4–2).5 Se consideran de riesgo cardiológico S Paso 3. Si el paciente tiene bajo riesgo, entonces
quirúrgico alto a los factores que presentan una tasa de se puede proceder con la cirugía sin ninguna prue-
mortalidad (o tasa de IM) mayor de 5%, intermedio a los ba cardiaca adicional. El riesgo de las complica-
que presentan una tasa de mortalidad menor de 5% pero ciones cardiacas perioperatorias en cirugías de
mayor de 1% y bajo a los que presentan una tasa de mor- bajo riesgo es mayor de 1%, aun en pacientes de
talidad menor de 1% en una población de pacientes. Se alto riesgo.
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 41

Cuadro 4–2. Factores de riesgo dependientes de la intervención quirúrgica


Localización anatómica de la cirugía
Duración de la cirugía
Pérdidas hemáticas y alteraciones del balance hídrico y electrolítico
Necesidad de pinzamiento aórtico
Riesgo cardiológico quirúrgico alto (tasa > 5%). Incluye cirugía mayor de urgencia (principalmente en personas ancianas),
cirugía aórtica o vascular mayor, cirugía vascular periférica y cirugías prolongadas (torácica, abdominal, de cabeza o cue-
llo) en las que sean previsibles los cambios hemodinámicas importantes
Riesgo cardiológico quirúrgico intermedio (tasa > 1 < 5%). Incluye cirugía urológica y ortopédica, procedimientos abdomi-
nales, torácicos y de cabeza y cuello no complicados, y endarterectomía carotídea
Riesgo cardiológico quirúrgico bajo (tasa < 1%). Incluye intervenciones dermatológicas y oftalmológicas (cataratas), pro-
cedimientos endoscópicos y superficiales, cirugía de mama y cirugía prostática transuretral

S Paso 4. ¿El paciente presenta buena capacidad respecto a la recomendación de los b bloqueado-
funcional sin síntomas? En pacientes asintomáti- res, por lo que se recomienda ver la sección que
cos altamente funcionales el manejo rara vez lle- trata acerca de estos fármacos). Si el paciente no
gará a cambiar al realizar pruebas cardiovascula- puede alcanzar un esfuerzo físico equivalente a 4
res adicionales. Es importante que en este paso se MET (unidades para medir la capacidad aeróbi-
considere el uso de b bloqueadores para el control ca), es sintomático o tiene una capacidad funcio-
de la frecuencia cardiaca perioperatoria en pacien- nal (CF) desconocida, entonces la presencia de
tes con enfermedad cardiovascular o con al menos factores de riesgo clínicos determinará la necesi-
un factor de riesgo clínico (existe controversia con dad de una evaluación posterior.

¿Necesidad de cirugía no Sí Sala de Vigilancia perioperatoria


Paso 1
cardiaca de emergencia? operaciones Estratificación del riesgo
y manejo del mismo
No en el posoperatorio

¿Condiciones Sí Evaluar y tratar mediante


Paso 2 cardiacas activas? las guías ACC/AHA Considerar cirugía

No

Cirugía de bajo Sí Proceder con la


Paso 3 riesgo cirugía planeada

No

Buena capacidad Sí Proceder con la


Paso 4 funcional sin síntomas cirugía planeada

No o desconocido
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Paso 5

3 o más factores de riesgo 1 o 2 factores de riesgo Ningún factor


de riesgo
Cirugía de Cirugía de
Cirugía vascular riesgo intermedio Cirugía vascular riesgo intermedio
Proceder con la
cirugía planeada
Considere más pruebas Proceder con la cirugía planeada con control de la
si cambia el manejo frecuencia cardiaca o considere pruebas no invasivas
si cambia el manejo

Figura 4–1. Esquema del plan de valoración preoperatoria de pacientes que serán sometidos a cirugía no cardiaca. Adaptada
del algoritmo de la ACC/AHA, 2007.5
42 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

S Paso 5. ¿El paciente presenta factores de riesgo tre estas pruebas se encuentran el electrocardiograma
clínicos asociados con un riesgo cardiaco periope- (ECG) de 12 derivaciones, la radiografía de tórax, la
ratorio aumentado (enfermedad cardiaca isquémi- prueba de esfuerzo o de tolerancia al ejercicio, la eco-
ca, falla cardiaca previa o compensada, evento ce- cardiografía bidimensional, de esfuerzo y dinámica, y
rebrovascular o ataque isquémico transitorio, la medicina nuclear, entre las más importantes.
diabetes mellitus tipo 1 o insuficiencia renal)? To- Estas pruebas tienen una baja sensibilidad en los pa-
mando en cuenta la presencia de estos factores de cientes sanos; sin embargo, en los pacientes con sospe-
riesgo se pueden tener las siguientes situaciones: cha de enfermedad arterial coronaria (EAC) se convier-
a. Ningún factor de riesgo: se procede con la ciru- ten en herramientas de predicción altamente valiosas.
gía. Por ejemplo, la prueba de esfuerzo por sí sola puede in-
b. Uno o dos factores de riesgo: se procede con la dicar riesgo de isquemia miocárdica perioperatoria. El
cirugía, con control de la frecuencia cardiaca ECG ambulatorio en pacientes con EAC con frecuencia
mediante b bloqueadores (ver más adelante), o revela episodios de isquemia miocárdica silenciosa.
bien se puede considerar la realización de prue- Los resultados de estas pruebas se consideran factores
bas no invasivas en caso de cambiar el manejo. de predicción independientes de resultados adversos
c. Tres o más factores de riesgo: en caso de cirugía cardiacos posoperatorios.
de riesgo intermedio se puede proceder con el
control de la frecuencia cardiaca usando b blo- Electrocardiograma de 12 derivaciones
queadores, o bien considerar la realización de
pruebas no invasivas si cambiara el manejo. En El ECG de 12 derivaciones revela información objetiva
caso de cirugía vascular o procedimiento qui- muy importante para la evaluación del paciente. Se con-
rúrgico extenso se pueden considerar las prue- sidera que es la mejor prueba inicial, ya que se realiza
bas no invasivas para una mejor estratificación de manera rápida, su costo es bajo y es accesible. La pre-
del riesgo —solamente si cambiara el manejo sencia de cambios isquémicos, particularmente depre-
del paciente. sión del segmento ST, identifica al paciente de alto ries-
go; por otro lado, un ECG normal identifica al paciente
Por otra parte, independientemente del índice de riesgo con bajo riesgo de sufrir IM y complicaciones isquémi-
que se haya calculado para un paciente, se deben men- cas. Sin embargo, presenta la desventaja de que no ex-
cionar las contraindicaciones para la cirugía. En el cua- cluye la posibilidad de un evento isquémico periopera-
dro 4–3 se presentan las contraindicaciones absolutas y torio.
las relativas; estas contraindicaciones no aplican para el Hay que considerar que el ECG representa un solo re-
caso de una urgencia. gistro en un tiempo único en el análisis de un paciente
en el que puede haber alteraciones temporales en la rela-
ción aporte–demanda que conduzca a isquemia. Existe
Pruebas preoperatorias suplementarias la posibilidad de que el ECG no capte un episodio de is-
quemia, particularmente en ausencia de síntomas. Sin
El objetivo de las pruebas preoperatorias suplementa- embargo, la evaluación inmediata del ECG de 12 deri-
rias no invasivas como parte de la evaluación preopera- vaciones continúa siendo la regla para la evaluación,
toria consiste en mejorar aún más la estratificación del aun cuando puede presentar poca especificidad diag-
riesgo y predecir la posibilidad de complicaciones. En- nóstica.

Cuadro 4–3. Contraindicaciones absolutas y relativas para llevar a cabo la cirugía


Contraindicaciones absolutas:
Infarto el miocardio con menos de un mes de evolución
Síndromes coronarios agudos
Insuficiencia cardiaca congestiva grave
Contraindicaciones relativas (se incluyen en los factores de riesgo dependientes del paciente que deben ser evaluados):
Insuficiencia cardiaca congestiva leve
Infarto del miocardio de entre tres y seis meses de evolución
Alteraciones de la coagulación
Angina clases II y III
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 43

Cuadro 4–4. Criterios para un Riesgo del


electrocardiograma anormal procedimiento
en pacientes no cardiacos
Hipertrofia ventricular izquierda
Ondas Q patológicas Riesgo Riesgo Cirugía de
bajo intermedio o alto urgencia
Anormalidades del segmento ST
Aleteo o fibrilación auricular
Ritmo marcapaso Evaluación Electrocardiograma
Latidos ectópicos ventriculares clínica
Taquicardia sinusal (no relacionada con la enfermedad)

Riesgo Riesgo Anormal Normal


Se ha demostrado que la simple clasificación del bajo alto
ECG en normal o anormal mejora las capacidades pro-
nósticas de la evaluación clínica en pacientes no cardió- Valoración cardiológica
patas.6 Para propósitos preoperatorios prácticos, un
ECG “anormal” se define cuando se observan diversas
Obtener diagnóstico
condiciones (cuadro 4–4).6 Por otro lado, la informa-
ción pronóstica obtenida del ECG preoperatorio se hace
más relevante en los pacientes coronarios. El hecho de Ajuste de la terapia
contar con un ECG previo puede ser particularmente farmacológica
útil para incrementar la veracidad diagnóstica de un
ECG anormal.
El algoritmo propuesto para la evaluación electrocar-
diográfica de los pacientes a quienes se les practicará ci- Manejo perioperatorio Proceder a
la cirugía
rugía no cardiaca se muestra en la figura 4–2.6 El algo-
ritmo considera que los estudios de ECG deberían ser
ordenados para pacientes que: Figura 4–2. Algoritmo sugerido para el estudio electrocar-
diográfico perioperatorio.6

a. Serán sometidos a cirugía de emergencia.


b. Tienen un alto riesgo debido a comorbilidades (fa-
lla cardiaca, EAC, evento vascular cerebral, dia- manda aeróbica de determinadas actividades de la vida
betes, insuficiencia renal e hipertensión no contro- diaria, recogidas en un cuestionario clínico (índice de
lada). actividad de Duke) o mediante una prueba de esfuerzo
c. Serán sometidos a procedimientos de riesgo alto (se considera que 4 MET corresponden a la posibilidad
o intermedio (los de bajo riesgo son aquellos en de lograr una frecuencia cardiaca superior a 100 sin re-
quienes se utilizará anestesia local o regional o percusión para el paciente). En el cuadro 4–5 se presen-
serán sometidos a procedimientos dentales, ciru- tan los requerimientos de energía, estimados en MET,
gía endoscópica y cirugías de seno, endocrinoló- para diversas actividades. El riesgo perioperatorio y a
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

gicas, ginecológicas, plásticas y reconstructivas). largo plazo de presentar complicaciones cardiacas está
elevado cuando los pacientes no son capaces de alcan-
Si el ECG resulta anormal se realizará una valoración zar los 4 MET.
cardiológica como lo propone el algoritmo.6
Ecocardiografía
Capacidad funcional
La ecocardiografía transtorácica o transesofágica preo-
La CF es un factor de predicción muy confiable que se peratoria es útil para diagnosticar la disfunción ventri-
mide en unidades, llamadas equivalentes metabólicos cular izquierda y valorar las válvulas cardiacas. Las
(MET). Un MET corresponde a un consumo de oxígeno anormalidades del movimiento regional del ventrículo
de 3.5 mL/kg/min (promedio estimado para un varón de y la fracción de eyección (FE) determinadas por este
40 años de edad y 70 kg de peso en reposo). Los múlti- método tienen una buena correlación con los hallazgos
plos del valor de un MET se usan para expresar la de- angiográficos. El ecocardiograma de reposo no contri-
44 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

Cuadro 4–5. Requerimientos de energía estimados en MET para diversas actividades


1 a 4 MET (CF mala) 4 a 7 MET (CF moderada) 7 a 10 MET (CF excelente)
Cuidado propio Subir un piso sin descansar o subir una Tareas domésticas pesadas (mover
Asearse, vestirse y comer cuesta muebles, limpiar pisos)
Caminar dentro de la casa Caminar en plano a 6 km/h Realizar deportes, como esquí, tenis,
Conducir Realizar jardinería natación o fútbol
Hacer tareas domésticas ligeras (lavar Hacer las camas Subir escaleras con peso
platos, hacer el aseo) Baile de salón lento
Caminar una o dos cuadras en plano de Actividad sexual ordinaria
3.2 a 4.8 km/h Correr distancias cortas
CF: capacidad funcional.

buye apreciablemente en la predicción de resultados ad- tanto en precisión diagnóstica como en calidad de ima-
versos, de manera que el análisis de la movilidad de la gen.
pared del ventrículo izquierdo durante la infusión de
dipiridamol, dobutamina o atropina (prueba de estrés Tomografía computarizada e
farmacológico) es una buena técnica para valorar la car- imagen con resonancia magnética
diopatía isquémica, particularmente en los pacientes sin
historial de IM. El ecocardiograma de estrés con dobu- La tomografía computarizada de alta velocidad permite
tamina proporciona resultados comparables a los de visualizar calcificaciones en las arterias coronarias. La
perfusión miocárdica y de función valvular. administración intravenosa de medio de contraste ra-
diográfico mejora la clarificación de las imágenes. La
Ventriculografía con medicina nuclear resonancia magnética proporciona aún mayor claridad
de las imágenes y puede delinear la parte proximal de
La ventriculografía con medicina nuclear cuantifica las la circulación arterial coronaria.
funciones sistólica y diastólica ventriculares. Esta téc-
nica ha demostrado ser muy útil clínicamente en pacien-
tes con EAC, ya que permite realizar un diagnóstico MANEJO DE LA ISQUEMIA
preciso de esta enfermedad y determinar el grado de ex- MIOCÁRDICA PERIOPERATORIA
tensión y gravedad de la misma, así como la detección
de la afección en etapas subclínicas, además de que
constituye un apoyo para definir el pronóstico. Por
ejemplo, la FE < 50% predice un riesgo aumentado en Características del infarto
el posoperatorio de insuficiencia cardiaca en pacientes del miocardio perioperatorio
de cirugía de aorta abdominal.
Los pacientes con EAC o con factores de riesgo de car-
Tomografía por emisión de positrones diopatía isquémica presentan una mayor frecuencia de
IM perioperatorio, muerte cardiaca y otras morbilida-
La tomografía por emisión de positrones (PET) es con- des relacionadas con la isquemia. La mortalidad por IM
siderada como la técnica de mayor precisión para el es- en cirugía no cardiaca es de alrededor de 15%.7,8
tudio no invasivo del flujo sanguíneo miocárdico. La La fisiopatología de la isquemia miocárdica y del IM
perfusión miocárdica se puede cuantificar en mililitros posoperatorio es diferente a la de los infartos que se pre-
por minuto por gramo de tejido (mL/min/g). Entre los sentan fuera del entorno quirúrgico, ya que existen fac-
radiotrazadores empleados en imagen PET se considera tores específicos secundarios a la cirugía y a la aneste-
que el N–amonio es el mejor, debido a su vida media lar- sia, como son liberación de citocinas, la activación
ga (10 min), su elevada fracción de extracción y sus ca- simpática, la hipercoagulación y las fluctuaciones he-
racterísticas energéticas. Las imágenes de perfusión modinámicas, todos ellos factores que pueden desenca-
miocárdica mediante PET con N–amonio han demos- denar la cascada isquémica.4 La frecuencia del IM pe-
trado ser un método altamente sensible (94 a 98%) y es- rioperatorio aumenta con la edad y con cirugías más
pecífico (95 a 100%) para la detección de EAC, superior complejas en los pacientes de alto riesgo. Ashton y col.8
a la tomografía por emisión de fotón único (SPECT) encontraron una frecuencia de 4.1% en los pacientes de
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 45

alto riesgo, de 0.8% en los pacientes de riesgo interme- rúrgicos de riesgo alto o intermedio se obtendrá un ECG
dio y de 0% en los pacientes de bajo riesgo. Los factores basal inmediatamente después del procedimiento qui-
independientes asociados a IM perioperatorio incluyen rúrgico y durante los dos días siguientes a la cirugía. Pa-
la edad mayor de 75 años, la insuficiencia cardiaca pre- rece ser que ésta es la estrategia con mayor relación cos-
operatoria y la cirugía vascular. to–eficacia. La medición de troponinas específicas de
El riesgo del IM perioperatorio ocurre con mayor fre- tejido cardiaco debería estar limitada a pacientes con
cuencia a los dos días del posoperatorio, cuando se co- cambios en el ECG o síntomas sugestivos de síndrome
mienza a movilizar el líquido administrado en la sala de coronario agudo (SICA). Algunos expertos recomien-
operaciones, por lo que hay mayor riesgo de formación dan la medición posoperatoria de las troponinas como
de trombos. La cirugía se acompaña de elevación de ca- una medida para monitorear a los pacientes asintomáti-
tecolaminas, las cuales se exacerban con el dolor poso- cos, quienes tienen un alto riesgo de sufrir eventos car-
peratorio;9 el aumento de la frecuencia cardiaca y la pre- diacos posoperatorios (p. ej., los pacientes de cirugía
sión arterial pueden producir alteraciones en la oferta y vascular); sin embargo, la utilidad de esta estrategia no
demanda de oxígeno miocárdico,10 además de que el es- está justificada.
tado protrombótico del posoperatorio promueve la rup-
tura de la placa y la trombosis coronaria. Características del electrocardiograma
durante la isquemia miocárdica
perioperatoria
Diagnóstico de la isquemia
Se debe recalcar que la mayoría de los IM en el periope-
miocárdica perioperatoria ratorio son no transmurales, por lo que no aparece la
onda Q en el ECG. Este hecho se debe a que la fisiopato-
Los IM perioperatorios a menudo ocurren en las prime- logía del IM en este contexto no es habitualmente debi-
ras 48 h después de la cirugía, con mayor frecuencia du- da a la ruptura de una placa ateroembólica, sino a un
rante la tarde del día de la cirugía. A diferencia de los desequilibrio entre el aporte y el consumo de oxígeno
síntomas usuales que se presentan con la isquemia mio- miocárdico, como se mencionó. Un número elevado de
cárdica, en la isquemia perioperatoria a menudo el pa- isquemias miocárdicas posoperatorias cursan con un
ciente no presenta dolor. El IM perioperatorio inicia con ECG anodino, mientras que en caso de alteraciones pre-
un incremento de la frecuencia cardiaca de 90 a 100 lat/ domina el descenso sostenido del segmento ST.
min, seguido de la depresión del segmento ST en el La presencia de elevación persistente del segmento
ECG y la elevación de las enzimas cardiacas. Es común ST o un bloqueo de rama izquierda de nueva aparición
encontrar junto con el IM perioperatorio falla cardiaca, determinan una actitud terapéutica inmediata. Si tras el
arritmias, hipotensión y confusión. monitoreo se presenta lo anterior en el caso de un pa-
Badner y col.7 estudiaron a 323 pacientes con EAC ciente posoperado, se deberá llevar a cabo un tratamien-
sometidos a cirugía no cardiaca, encontrando IM poso- to inmediato de los primeros signos y síntomas, así
peratorio en 18 pacientes (5.6%) monitoreados con la como medición de las enzimas miocárdicas. Por otro
medición diaria de las enzimas cardiacas y registro del lado, se valorará la realización de una coronariografía
ECG durante siete días. Por otra parte, 40% de los IM y, si procede, la de una angioplastia primaria con posibi-
fueron asintomáticos y 56% fueron IM sin ondas Q. La lidad de colocación de un stent coronario.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mayoría de los IM (44%) ocurrieron el día de la cirugía, La isquemia miocárdica también puede aparecer en
mientras que 34% ocurrieron el primer día posoperato- el ECG como arritmias, desviaciones del eje eléctrico,
rio, 16% el segundo día y solamente 6% el cuarto día bloqueos de rama, bloqueos auriculoventriculares, etc.
posoperatorio.
Hasta la fecha no existen datos suficientes que apo- Perfil de las enzimas cardiacas
yen una estrategia óptima para el seguimiento del IM
perioperatorio. Las guías de la ACC/AHA recomien- Las enzimas cardiacas son marcadores del daño miocár-
dan, con base en evidencia limitada, que la vigilancia en dico. La mejor valoración de éstas será mediante la me-
los pacientes sin EAC debería estar restringida a los pa- dición seriada durante las primeras 24 h y después todos
cientes que presentaron signos perioperatorios de dis- los días. Existen muchas variables que pueden alterar el
función cardiovascular. Para los pacientes con riesgo valor de estas enzimas, como traumas musculares, in-
clínico alto o intermedio en quienes ya se sabe o se sos- farto mesentérico, circulación extracorpórea en la ciru-
pecha EAC y que son sometidos a procedimientos qui- gía cardiaca, arritmias o desfibrilación eléctrica. Sin
46 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

embargo, la evolución en sus niveles y el ECG brinda- que presentaron IM posoperatorio va de 15 a 25%,7
rán el diagnóstico definitivo del SICA. mientras que los pacientes que sobrevivieron a la hospi-
La creatin fosfocinasa–dímero MB (CPK–MB) em- talización tuvieron un riesgo incrementado de muerte
pieza a elevar su concentración plasmática entre tres y cardiovascular y AIM no fatales durante los seis meses
seis horas después del IM, alcanzando un valor máximo siguientes a la cirugía.12
entre las 18 y las 24 h, con un descenso hasta la normali- Los pacientes que presentaron un IM sintomático
dad entre 48 y 72 h. después de la cirugía tuvieron un riesgo incrementado
La troponina I comienza su ascenso a las seis horas de muerte (de hasta 40 a 70%),2 de manera que es nece-
posteriores al IM, permaneciendo elevada entre 7 y 10 sario que estos pacientes reciban un manejo cercano y
días después. un seguimiento para la reducción del riesgo más allá del
Los valores de referencia de las enzimas miocárdicas periodo perioperatorio.
para pacientes posoperados son controvertidos. Sin em- El tratamiento médico para el grupo de los IMEST,
bargo, el valor enzimático que se debe tener en cuenta además de la estabilización del paciente y el tratamiento
en un paciente posoperado no cardiaco será comparable de los signos y síntomas, se basa en la terapia antitrom-
con el de un paciente ambulatorio que acuda a urgen- bótica y en el tratamiento antiisquémico. Para la terapia
cias. antitrombótica se utilizan AspirinaR en dosis de 150 a
Por su parte, en los pacientes operados de cirugía car- 300 mg/día y clopidogrel en dosis de carga de 300 mg,
diaca la evolución de los valores, más que el valor abso- con la continuación de 75 mg/día. Es recomendable la
luto, es lo que se debe considerar, además de tomar en asociación de dos antiagregantes tras la isquemia mio-
cuenta el tipo de cirugía y las posibles complicaciones cárdica sin elevación del ST. Sin embargo, en los indivi-
(p. ej., durante la circulación extracorpórea). Algunos duos posoperados es necesario valorar el riesgo–benefi-
autores refieren que un valor de troponina I < 15 ng/mL cio de esta terapia.
entre 24 y 48 h después de la cirugía cardiaca indica au- Cuando el paciente se encuentra hemodinámicamen-
sencia de isquemia miocárdica perioperatoria. te estable se considera la posibilidad de anticoagulación
con heparina, aunque se recomienda valorar el riesgo–
Ecocardiografía beneficio de su aplicación en los pacientes de reanima-
ción en cada caso.
En caso de que se instaure la anticoagulación con he-
Ante la posibilidad de isquemia intraoperatoria se debe-
parina, ésta se deberá mantener durante tres a cinco días.
ría realizar un ecocardiograma transesofágico, dado que
La enoxaparina se administra en dosis de 1 mg/kg de
es más sensible y específico que el transtorácico, el cual
peso cada 12 h por vía subcutánea; no se debe adminis-
permite determinar zonas de mala contractilidad del
trar en caso de insuficiencia renal (creatinina w 2 mg/
ventrículo y la baja fracción de eyección del ventrículo
dL) ni ante insuficiencia hepática severa.
izquierdo.
En estos casos se sugiere utilizar heparina no fraccio-
nada, la cual se aplica en bolo inicial de 70 UI/kg (con
un máximo de 4 000 UI) seguida de infusión intrave-
Manejo de la isquemia nosa continua de 15 UI/h (máximo 1 000 UI/h), ajustan-
miocárdica perioperatoria do posteriormente la dosis para un tiempo de trombo-
plastina parcial activado (TTPa) de 50 a 70 seg. Para
No existen estudios controlados aleatorizados dirigidos ello se debe realizar una medición del TTPa a las tres o
al manejo médico del IM posoperatorio. En la actuali- cuatro horas de la dosis inicial y después cada 24 h una
dad los IM posoperatorios se clasifican en función de la vez logrado el objetivo terapéutico. Además, se debe
presencia (IMEST) o ausencia (IMNEST) de elevación hacer un control de la TTPa a las seis horas posteriores
del segmento ST en el ECG. a cualquier cambio en la dosis o inmediatamente en caso
El manejo del IM posoperatorio es complicado, de- de que las condiciones clínicas del paciente cambien de
bido al riesgo incrementado de sangrado en el paciente manera significativa (recurrencia de la isquemia, el san-
posoperado, en especial cuando se consideran los fár- grado y la hipotensión).
macos trombolíticos y los agentes antiplaquetarios y an- El tratamiento antiisquémico se basa en los siguien-
titrombóticos. Existen algunas propuestas de algorit- tes fármacos:
mos11 que pueden ayudar a manejar los IMEST y los
IMNEST en el periodo perioperatorio (figuras 4–3 y 1. Nitratos (sublingual, transdérmico y parenteral):
4–4).11 La tasa de mortalidad hospitalaria para pacientes se utilizan con la finalidad de determinar la ausen-
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 47

IMNEST

Inestabilidad Hemodinámicamente estable


Hemodinámica/choque
cardiogénico

AspirinaR
Vasopresores como se requieran

Isquemia
Cateterización cardiaca refractaria
inmediata con Manejo médico inicial*
revascularización planeada

AspirinaR/clopidogrel
Bloqueadores b
Estatinas
IECA

Sí Síntomas recurrentes No
Cateterización cardiaca una vez Características de Estratificación del riesgo
que el sangrado sea aceptable alto riesgo** en 4 a 6 semanas

Figura 4–3. Algoritmo sugerido para el manejo del infarto del miocardio perioperatorio con ausencia de elevación del segmento
ST. * El manejo médico inicial incluye la administración de sulfato de morfina, oxígeno, nitroglicerina y AspirinaR con o sin heparina
fraccionada si el riesgo de sangrado es aceptable. ** Las características de alto riesgo incluyen arritmias mayores (taquicardia
ventricular, fibrilación ventricular), depresión del segmento ST dinámico en múltiples derivaciones, patrón de ECG que previa-
mente incluye determinación de cambios en el segmento ST, evidencia de insuficiencia cardiaca congestiva severa o disfunción
ventricular izquierda. La isquemia refractaria no responde al manejo médico. Modificado de Adesanya et al.11

Inestabilidad IMEST Hemodinámicamente


hemodinámica/choque estable

AspirinaR Aspirina, bloqueadores b


Vasopresores como Nitroglicerina IV
se requieran Sulfato de morfina
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Contraindicación
absoluta a la
anticoagulación
Capacidad de con heparina
anticoagulador con heparina

Cateterización cardiaca Manejo médico**


y angioplastia Bloqueadores b
primaria AspirinaR/clopidogrel
IECAS
Estatinas

Figura 4–4. Algoritmo sugerido para el manejo del infarto del miocardio con presencia de elevación del segmento ST. * El clopido-
grel no se debe administrar si se tiene programada una cirugía de revascularización coronaria dentro de los siguientes cinco días.
** El manejo médico incluye sulfato de morfina, oxígeno, nitroglicerina y AspirinaR. Modificado de Adesanya et al.11
48 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

cia de sintomatología. Contraindicaciones: hipo- Posibles complicaciones durante el


tensión y tensión arterial media < 30% del nivel de manejo de la isquemia perioperatoria
tensión arterial común para hipertensos, cefalea y
consumo de sildenafil (ViagraR) durante las 24 h Choque cardiogénico
previas.
2. b bloqueadores: están indicados en todos los pa- Es definido como la incapacidad del corazón (por dete-
cientes con angina inestable e IM sin onda Q, pro- rioro de su función) para suministrar suficiente flujo a
curando una frecuencia cardiaca de 50 a 60 lat/min. los tejidos para cubrir sus demandas metabólicas. Su
Contraindicaciones: bloqueo auriculoventricular, etiología más frecuente es el IM, con una pérdida de más
frecuencia cardiaca < 60, hipotensión arterial TAS de 40% de la función cardiaca de forma aguda. El diag-
< 90 mmHg, insuficiencia cardiaca congestiva e nóstico y el tratamiento se deben realizar al mismo tiem-
hiperreactividad bronquial importante. Cuando po. Es necesario canalizar los accesos venosos para ini-
no se puedan administrar b bloqueadores se pue- ciar la fluidoterapia con soporte respiratorio, según lo
den emplear antagonistas del calcio. precise el paciente, y realizar una radiografía de tórax.
Se debe llevar a cabo el monitoreo invasivo pertinente
En el grupo de pacientes con IMNEST el tratamiento y un ecocardiograma; el transesofágico es la prueba
primordial tras su monitoreo adecuado y su estabiliza- diagnóstica más eficaz. Debe existir un fácil acceso para
ción hemodinámica consiste en la realización de angio- el marcapasos y el desfibrilador si fuera necesario. Los
plastia primaria y la implantación urgente de un stent. objetivos a perseguir en estos pacientes incluyen:
Para ello se recomienda administrar AspirinaR en dosis
de 100 a 300 mg/día. Se deberá valorar si es posible em- S Optimizar el gasto cardiaco.
plear también nitratos y clopidogrel en el paciente poso- S Disminuir la demanda de oxígeno miocárdico
perado en cuestión. (evitando un excesivo volumen y la taquicardia).

Cateterismo cardiaco Lo más importante es intentar reperfundir el miocardio


de manera precoz, puesto que si esto no se consigue la
En general, cuando se observa una elevación persistente mortalidad puede ascender hasta 80 o 90%.
del ST o un nuevo bloqueo de rama izquierda se debe Ante el fracaso del tratamiento médico el siguiente
realizar con urgencia una angioplastia primaria, en es- paso consiste en el balón de contrapulsación intraaórti-
pecial en caso de: co (BIACP), ya que mejora la presión arterial y la perfu-
sión coronaria, disminuyendo el trabajo miocárdico y la
a. IM anterior o extenso (más de tres derivaciones) poscarga, entre otros efectos.
y de menos de seis horas de evolución. Aún es una controversia el mejor momento para rea-
b. IM en choque cardiogénico en pacientes menores lizar la angioplastia primaria en un paciente con choque
de 75 años de edad, con menos de 12 h de evolu- cardiogénico por IM con elevación del ST en el posope-
ción. ratorio, dado que la inestabilidad hemodinámica y la
c. IM en pacientes con contraindicación para los fi- necesidad de traslado para la realización de la prueba,
brinolíticos, como ocurre en los pacientes posope- entre otros factores, la dificultan.
rados (una contraindicación absoluta de los fibri- Sin embargo, dicha prueba se debe realizar lo antes
nolíticos). posible; quizá el mejor momento incluya la individuali-
zación de cada caso, tras la primera estabilización he-
Hasta la fecha no existen situaciones protocolizadas modinámica y después de la realización de un ecocar-
para llevar a cabo una cirugía de revascularización, aun- diograma diagnóstico.
que existen probables indicaciones tras la valoración
del paciente: Valvulopatías agudas (insuficiencia mitral)

S Fracaso de la angioplastia primaria y estenosis co- Suelen producirse más frecuentemente por la rotura
ronaria de alto riesgo. aguda de un músculo papilar. Suponen de 0.5 a 5% de
S Choque cardiogénico y estenosis coronaria no tri- las muertes tras IM, con una prevalencia entre 0.4 y
butaria de angioplastia. 0.9% de los IM. Se presentan generalmente como cho-
S Angina o isquemia persistente, y estenosis no tri- que cardiogénico agudo y edema de pulmón agudo. La
butaria de angioplastia. prueba diagnóstica más eficaz es el ecocardiograma
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 49

transesofágico, que suele precisar el recambio valvular en los pacientes con cardiopatía isquémica que tuvieron
o la reparación urgente de la válvula o del septum. cirugía no cardiaca.15 Este beneficio se observó en los
pacientes sometidos a cirugía meses o años después; el
beneficio en la mortalidad no se presentó en los pacien-
tes con cirugía de bajo riesgo. Este estudio fue retros-
ESTRATEGIAS DE REDUCCIÓN DEL
pectivo, por lo que no tomó en cuenta la mortalidad aso-
RIESGO CARDIACO PERIOPERATORIO ciada a la cirugía de las arterias coronarias.
En otro estudio aleatorizado y controlado con más de
1 500 pacientes se compararon la revascularización co-
ronaria y la no revascularización antes de la cirugía vas-
Paciente de alto riesgo y cular electiva.16 La mortalidad a 30 días fue igual en los
revascularización coronaria previa dos grupos; el IM no fatal y los resultados fueron igua-
les, aunque hay que mencionar que los dos grupos fue-
En los pacientes clasificados de alto riesgo el reto para ron tratados con b bloqueadores (estudio CARP).
el anestesiólogo consiste en determinar el tipo de inter- La cirugía de revascularización coronaria antes de la
vención que puede disminuir dicho riesgo. Se puede cirugía no cardiaca es razonable en los pacientes con
considerar la revascularización coronaria si se encuen- síntomas y en los pacientes con estenosis coronaria sig-
tra una estenosis significativa en la angiografía. Las for- nificativa en la angiografía. Las indicaciones de cirugía
mas de revascularización disponibles son: coronaria incluyen:

1. Angioplastia coronaria. 1. Lesión de tronco.


2. Angioplastia con stent. 2. Lesión de tres vasos y disfunción ventricular iz-
3. Cirugía de revascularización coronaria. quierda.
3. Dos vasos más el descendente anterior.
La decisión de efectuar una revascularización es relati- 4. Isquemia intratable.
vamente fácil en los pacientes con cardiopatía isquémi-
ca sintomática, pero la mayoría de los pacientes son
asintomáticos, por lo que el beneficio en ellos es menos Betabloqueadores
evidente.
La angioplastia sola es una opción en los pacientes Los b bloqueadores son los medicamentos estudiados
que requieren cirugía en un periodo corto, en quienes no con más frecuencia para la disminución del riesgo car-
se deben administrar AspirinaR ni clopidogrel. Sin em- diaco perioperatorio. El mecanismo propuesto para este
bargo, aun en estos pacientes la cirugía se debe pospo- efecto benéfico implica su capacidad para disminuir el
ner entre 7 y 10 días siempre que sea posible. Los stents efecto de las catecolaminas y reducir así las demandas
de metal tienden a formar trombos después de cuatro a de oxígeno miocárdico.17,18 Estos fármacos han demos-
seis semanas de su colocación.13 trado que disminuyen las complicaciones cardiovascu-
Una revisión retrospectiva realizada recientemente lares en la cirugía vascular (IM no fatal, angina inesta-
compara las complicaciones de la cirugía no cardiaca ble, arritmias, muerte cardiaca e insuficiencia cardiaca).
entre pacientes que recibieron angioplastia coronaria Los primeros estudios demostraron que los b blo-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

transluminal percutánea (ACTP) sola y los pacientes a queadores disminuyen la ocurrencia de IM y de muerte
los que les colocaron stents.14 Los resultados entre los después de la cirugía no cardiaca.19,20
dos grupos no fueron estadísticamente significativos. Las guías de 2007 de la ACC/AHA5 recomiendan los
La frecuencia de muerte y de infarto fue alta en los dos b bloqueadores para los pacientes que ya los toman,
grupos; la muerte y el sangrado fueron altos durante las para los que están programados para cirugía vascular y
primeras dos semanas. Estos datos sugieren que no se para los que presentaron isquemia en los exámenes pre-
debe practicar la cirugía electiva en un periodo de tres operatorios (clase I), o bien que en la cirugía no vascular
meses después de la angioplastia y del stent. Algunos presentan riesgo intermedio o alto de EAC (clase II).
estudios recomiendan esperar un año. Algunos estudios aleatorizados no recomiendan su
La cirugía de las arterias coronarias puede mejorar uso y no encuentran que tengan efectos benéficos en el
los resultados después de la cirugía. El Coronary Artery perioperatorio. A pesar de esto, las guías de la ACC/
Surgery Study (CASS, por sus siglas en inglés) demos- AHA5 indican que “aunque muchos de los estudios con-
tró una baja mortalidad y pocos infartos del miocardio trolados aleatorizados con el tratamiento con b bloquea-
50 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

dores son pequeños, el peso de la evidencia sugiere un más de cuatro días constituye un factor de predicción in-
beneficio de la terapia con estos fármacos durante la ci- dependiente de mionecrosis posoperatoria.
rugía no cardiaca en pacientes de alto riesgo”. En el es-
tudio PeriOperative Ischemia Evaluation (POISE), pu-
blicado recientemente,21 el metoprolol se asoció con Agonistas alfa 2
30% de disminución de infarto del miocardio no fatal,
a expensas de un aumento de 33% de la mortalidad por En un metaanálisis de 32 estudios acerca de la adminis-
todas las causas y de 17% de evento vascular cerebral. tración de a2–agonistas en 3 395 pacientes, Wijeysun-
La selección de los pacientes para la administración dera y col.32 encontraron que estos fármacos reducen la
de b bloqueadores es tan importante como la forma de mortalidad y el IM en la cirugía vascular. Por otro lado,
administración. Los datos recientes sugieren que las do- Wallace y col.,33 en un estudio prospectivo doble ciego
sis altas y el control estricto de la frecuencia cardiaca se con pacientes con riesgo de isquemia miocárdica, deter-
asocian con una disminución de la lesión y de la isque- minaron que la administración de clonidina tiene efec-
mia miocárdica perioperatoria.22 tos hemodinámicos mínimos y disminuye la mortalidad
Los b bloqueadores usados para el control de la fre- hasta por dos años.
cuencia cardiaca pueden obviar la necesidad de más
exámenes perioperatorios en los pacientes de riesgo in-
Bloqueadores de calcio
termedio (estudio DECREASE).23 En resumen, el am-
plio uso de los b bloqueadores ha disminuido debido a
En 2003 se publicó un metaanálisis sobre el uso de blo-
las publicaciones que no han demostrado beneficios, es-
queadores de calcio en cirugía no cardiaca; se identifi-
pecialmente en los pacientes de bajo riesgo. La reco-
caron 11 estudios con 1 007 pacientes, encontrando que
mendación actual indica su uso en pacientes de alto ries-
disminuyen significativamente la isquemia miocárdica
go, identificándolos mediante el índice de riesgo
y la taquicardia supraventricular, lo cual se asoció con
cardiaco revisado (IRCR).24 Idealmente, debe existir
una tendencia a la disminución de la mortalidad y de la
tiempo suficiente para administrar la dosis adecuada
aparición de IM.34 El diltiazem en dosis de 1 y 5 mg/kg/
hasta lograr una frecuencia cardiaca de 55 a 70, con su
min en infusión disminuye la isquemia sin producir hi-
continuación durante al menos siete días posoperatorios
potensión ni bradicardia.
o bien 30 días, aunque no hay suficiente evidencia que
apoye esta recomendación.25 Aunque la mayoría de los
estudios con resultados positivos han usado b1 selecti- Estratificación del riesgo
vos, no hay estudios con otros b bloqueadores.26
En el paciente estable sometido a cirugía no cardiaca
electiva se han descrito clásicamente seis predictores
Estatinas en el perioperatorio independientes del índice de riesgo cardiaco revisado
por Lee,23 los cuales incluyen cirugía de alto riesgo, car-
Las citocinas inflamatorias están elevadas en el periodo diopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, enfermedad
perioperatorio, lo cual expone a los pacientes a un au- cerebrovascular, diabetes insulinodependiente y creati-
mento del riesgo cardiovascular. Las estatinas tienen nina mayor de 2.0 mg/dL. La presencia de varios de es-
propiedades estabilizadoras de la placa de ateroma, así tos factores de riesgo aumenta la frecuencia de compli-
como efectos antiinflamatorios.27 Por lo tanto, es lógico caciones cardiacas posoperatorias. Por lo tanto, es
que estos mecanismos sean de beneficio para disminuir probable que los pacientes con cardiopatía isquémica
los eventos cardiacos perioperatorios. Mucha de la evi- importante que se presentan para cirugía no cardiaca
dencia proviene de estudios prometedores aleatoriza- sean candidatos a una o más estrategias de disminución
dos y prospectivos.28,29 del riesgo, dependiendo de las necesidades de la cirugía.
La evidencia acumulada hasta el momento sugiere La cirugía de revascularización no es necesaria en el
un efecto protector del uso de las estatinas en el periope- preoperatorio. El manejo médico puede mejorar los re-
ratorio contra las complicaciones cardiacas durante la sultados de la cirugía. La intervención en las arterias
cirugía no cardiaca. Hindler y col. efectuaron un metaa- coronarias debe estar guiada por las condiciones del pa-
nálisis para valorar el efecto de las estatinas en el preo- ciente y las consecuencias potenciales de posponer la ci-
peratorio, observando una reducción de 44% de la mor- rugía.
talidad.30 Le Machach y col.31 demostraron que la En los pacientes con cardiopatía isquémica estable
suspensión de las estatinas en el posoperatorio durante no se indican las intervenciones coronarias previas.
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 51

Intervención coronaria percutánea puesta a la activación de catecolaminas y aumentar la


probabilidad de isquemia.
La angioplastia coronaria antes de la cirugía no cardiaca
electiva puede mejorar los resultados. La angioplastia
no siempre se acompaña de la colocación de stent; cuan- Aumento de la demanda de oxígeno
do se coloca stent es necesario el tratamiento antipla-
quetario para prevenir la trombosis coronaria aguda y El incremento en el requerimiento de oxígeno por parte
mantener la permeabilidad de los vasos coronarios. del miocardio que sobrepase la capacidad de la circula-
Cuando se suspenden la AspirinaR y el clopidogrel el ción coronaria para aportarlo da por resultado isquemia
riesgo de trombosis coronaria se incrementa en gran miocárdica. Es el mecanismo causal más frecuente de
medida, por lo que se prefiere y recomienda sólo la sus- episodios isquémicos en la angina estable crónica y du-
pensión del clopidogrel y mantener la AspirinaR du- rante la prueba de esfuerzo.
rante toda la cirugía. Aunque hay muchos factores que Durante el transoperatorio el anestesiólogo debe vi-
influyen en la producción de la trombosis del stent, está gilar los factores determinantes del consumo miocárdi-
muy claro que si se suspende el tratamiento se predispo- co de oxígeno y proteger al paciente de la isquemia por
ne a la trombosis, con una morbilidad y una mortalidad “demanda”. Los principales factores determinantes del
significativas. consumo miocárdico de oxígeno comprenden: la fre-
Las siguientes precauciones se deben adoptar: cuencia cardiaca, la contractilidad miocárdica y la ten-
sión de la pared (presión de la cavidad x radio/grosor de
1. Determinar la fecha de colocación del stent y su la pared). Los requerimientos metabólicos basales son
clase. factores determinantes menores del MVO2 (consumo
2. Considerar el alto riesgo: de O2 miocárdico).
S Menos de seis semanas con stent de metal. Se han propuesto varios índices de la relación entre
S Menos de un año con stent con fármaco. aporte de oxígeno y demanda para guiar el tratamiento.
3. Revisar el tiempo de la cirugía propuesta. El producto presión–frecuencia (frecuencia cardiaca x
presión arterial sistólica) proporciona un buen cálculo
La suspensión o la modificación de la terapia antipla- del MVO2, aunque no se correlaciona bien con la isque-
quetaria debe llevarlas a cabo un equipo multidiscipli- mia cuando la frecuencia cardiaca es alta y la presión ar-
terial baja.
nario conformado por cardiólogo, cirujano y anestesió-
logo. Si la cirugía es de urgencia o emergencia se debe La relación del índice del tiempo de presión diastó-
lica y el índice de tiempo de presión sistólica fue diseña-
efectuar en un hospital con departamento de hemodina-
mia y cardiología intervencionista, para que se puedan da para calcular el riego subendocárdico.
manejar adecuadamente las complicaciones de trombo-
sis del stent.
Disminución del aporte

El aumento de la frecuencia cardiaca puede reducir el


MANEJO ANESTÉSICO DEL riego subendocárdico por acortamiento de la diástole y
PACIENTE CON ISQUEMIA aumentar el consumo de oxígeno. La anemia y la hipo-
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xia también alteran el aporte de oxígeno al miocardio.


Es importante evitar cambios excesivos o persistentes
en la frecuencia cardiaca o en la presión arterial. Se re-
Todas las técnicas y los agentes anestésicos tienen en comienda mantener la frecuencia y la presión dentro de
mayor o menor grado efectos sobre el sistema cardio- 20% de lo normal de control, aunque muchos episodios
vascular, por lo que es indispensable la elección de un de isquemia miocárdica perioperatoria ocurren en au-
monitoreo adecuado para distinguir la isquemia mio- sencia de cambios hemodinámicos.
cárdica. Lo primero que se busca es prevenir un episo-
dio isquémico, optimizando la oferta de oxígeno para el
miocardio y disminuyendo las demandas. Por otro lado, Inducción de la anestesia
se busca manejar adecuadamente el dolor perioperato-
rio mediante analgésicos por vía intravenosa, epidural La ketamina no está indicada, debido a que aumenta la
o controlada por el paciente, con el fin de reducir la res- frecuencia cardiaca y la presión arterial. La laringosco-
52 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 4)

pia para la intubación traqueal debe durar menos de 15 Por otra parte, para muchos pacientes la cirugía re-
seg. La lidocaína laringotraqueal o intravenosa, el es- presenta la primera oportunidad de recibir una valora-
molol y el fentanilo se han usado para prevenir la taqui- ción apropiada de su riesgo cardiaco a corto y a largo
cardia de la intubación traqueal. plazos. De esta manera, el médico sirve mejor al pacien-
te, pues, además de hacerle recomendaciones dirigidas
a la disminución del riesgo cardiaco perioperatorio in-
Mantenimiento de la anestesia mediato, determina la necesidad de estratificación del
riesgo posoperatorio subsiguiente y la necesidad de in-
Los pacientes con función ventricular izquierda normal tervenciones dirigidas a modificar los factores de riesgo
pueden presentar taquicardia e hipertensión en respues- coronario.
ta a la intubación traqueal y al estímulo quirúrgico. La Se requieren estudios prospectivos futuros dirigidos
depresión miocárdica controlada con anestésicos volá- a determinar el valor de la terapia médica profiláctica de
tiles puede ser útil para minimizar la actividad del siste- rutina, en comparación con el valor de pruebas e inter-
ma nervioso simpático. Los anestésicos volátiles pue- venciones diagnósticas más extensas.
den ser útiles y benéficos en pacientes con cardiopatía En este sentido, a pesar de que en los últimos años se
isquémica al disminuir los requerimientos de oxígeno ha logrado un avance importante en la evaluación perio-
miocárdico y preacondicionar al miocardio para tolerar peratoria de la cirugía no cardiaca, se requieren estudios
eventos isquémicos. que identifiquen subgrupos de pacientes en quienes la
Los pacientes con función ventricular disminuida revascularización coronaria preoperatoria reduzca el
pueden no tolerar la depresión miocárdica inducida por IM y la muerte en el perioperatorio y a largo plazo, dado
la anestesia, por lo que en ellos es mejor usar opiáceos que hasta ahora se desconoce cuál es el método más
o etomidato para la inducción y mantener la anestesia efectivo.
con técnica balanceada. Por otra parte, se conoce el beneficio de las pruebas
de valoración cardiaca preoperatorias, especialmente
en los pacientes con EAC establecida; sin embargo, se
requieren estudios para evaluar la relación costo–bene-
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS ficio y el valor de varios métodos de evaluación car-
diaca para reducir las complicaciones.
Asimismo, es necesario establecer también la utili-
dad del monitoreo intraoperatorio y posoperatorio del
El periodo perioperatorio puede inducir cambios im- segmento ST en pacientes con EAC conocida o en aque-
portantes e impredecibles en las respuestas fisiopatoló- llos que serán sometidos a cirugía vascular para detectar
gicas del paciente, como la isquemia miocárdica. La isquemia miocárdica durante el perioperatorio. Ade-
evaluación preoperatoria es una herramienta muy valio- más, este tipo de monitoreo podría ser considerado en
sa para valorar el riesgo y disminuir las complicaciones los pacientes con factores únicos o múltiples para desa-
que se presentan durante el periodo perioperatorio de la rrollar EAC a quienes se les practicará cirugía no car-
cirugía no cardiaca. Esta evaluación persigue en reali- diaca.
dad dos objetivos complementarios; uno es estratificar En general, también es necesario definir de mejor
el riesgo del paciente tomando en cuenta las posibles manera la implementación de las estrategias farmacoló-
complicaciones perioperatorias de la cirugía a la que se gicas del bloqueo beta y del uso de estatinas y anticoa-
someterá y adoptando las medidas adecuadas para redu- gulantes. En este sentido, aunque se han estudiado los
cir dichas complicaciones. efectos de los b bloqueadores en eventos cardiacos en
El otro objetivo es identificar a los pacientes con fac- el perioperatorio mediante ensayos aleatorizados y los
tores de riesgo cardiovasculares o portadores de cardio- estudios observacionales han demostrado el beneficio
patías. Estos pacientes se beneficiarían con un trata- de las estatinas, se requieren más evidencias, sobre todo
miento adecuado a largo plazo, independientemente de en los pacientes que se someterán a cirugía vascular ma-
la estrategia inmediata para la cirugía a desarrollar. Por yor. De igual forma, hace falta evaluar otros aspectos,
ejemplo, los pacientes con una cardiopatía resultante de como la relación costo–beneficio de los tratamientos.
riesgo medio o elevado requieren supervisión continua Se espera que en los próximos años se tenga un ma-
y tratamiento intensivo para reducir ese riesgo, ya que yor número de evidencias para afinar aún más las estra-
se conoce la alta incidencia de eventos cardiovasculares tegias de evaluación y manejo de la isquemia periopera-
adversos a largo plazo. toria.
Evaluación y manejo perioperatorio de la cardiopatía isquémica 53

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Capítulo 5
Función y disfunción del ventrículo
derecho en el perioperatorio
Raúl Carrillo Esper, Jorge Raúl Carrillo Córdova, Luis Daniel Carrillo Córdova

William Harvey, en su obra De motu cordis, fue el pri- condiciones de desarrollo normal el asa dextroventricu-
mero en destacar la importancia de la función ventricu- lar del VD gira a la derecha. El desarrollo espiral com-
lar derecha al describir que el “ventrículo derecho tiene plejo del tracto de salida explica la relación entre los
la función de propulsar la sangre a los pulmones y no de tractos de salida del VD y del ventrículo izquierdo (VI);
nutrirlos.” Durante muchos años el estudio de la fisiolo- el del VD está localizado en un plano más anterior, a la
gía cardiaca se centró en el ventrículo izquierdo, mien- izquierda del tracto de salida del VI.1
tras que el derecho se consideró como una cámara de El VD es la cámara cardiaca situada en sentido más
paso sin mayor importancia en la hemodinamia. A partir anterior. Se encuentra por debajo del esternón y está de-
de 1950 los cirujanos cardiovasculares retomaron el limitado por el anillo de la válvula tricúspide y la vál-
concepto de la función ventricular derecha al evaluar vula pulmonar; tiene tres componentes:
procedimientos encaminados al manejo de la hipoplasia
ventricular, lo que inició una nueva era en el estudio de 1. Tracto de entrada: constituido por la válvula tri-
su fisiología y fisiopatología en insuficiencia cardiaca, cúspide y las cuerdas tendinosas.
infarto agudo del miocardio, hipertensión pulmonar, es- 2. Miocardio apical trabeculado.
tados de choque, síndrome de insuficiencia respiratoria 3. Infundíbulo o cono: corresponde al tracto de sa-
aguda, enfermedades congénitas del corazón y cirugía lida.
cardiaca, entre otras. De esta manera, el conocimiento Por otro lado, el VD se puede dividir en tres paredes
de la función del ventrículo derecho y sus diferentes ti- —anterior, lateral e inferior— y en tres secciones —api-
pos de respuesta y evaluación es fundamental durante el cal, basal y medial.
abordaje perioperatorio de los pacientes que van a ser El VD está constituido por tres prominentes bandas
sometidos a cirugía. musculares, que son la parietal, la septomarginal y la
moderadora. A través de su extensión inferior la banda
septomarginal continúa con la banda moderadora, que
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se une a su vez al músculo papilar anterior. Cuando la


EMBRIOLOGÍA Y ANATOMÍA banda septomarginal se hipertrofia o tiene una configu-
ración anatómica anormal divide al ventrículo en dos
cámaras, lo que se denomina VD bicameral. Otra carac-
terística anatómica del VD es la presencia del pliegue
El ventrículo derecho (VD) y su tracto de salida derivan ventriculoinfundibular que separa la válvula tricúspide
del pliegue cardiaco anterior. Los factores de transcrip- de la pulmonar. La forma del VD es compleja. En con-
ción HAND1 y HAND2 tienen un papel importante en traste con el diseño elipsoidal del VI, el del VD es trian-
la formación y el desarrollo del VD. El segmento sinu- gular en su proyección lateral y de media luna en el corte
sal del VD se deriva de la porción ventricular del tubo transversal. Su forma varía de acuerdo con la posición
cardiaco primitivo y el infundíbulo del conus cordis. En del septum interventricular. En condiciones de carga y

55
56 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)

ÃÃÃ
ÃÃÃ
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BM TP

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ÃÃ ÃÃÃ
Tracto
salida

ÃÃÃÃÃ
VD I
VI

ÃÃÃÃ ÃÃÃ
ÃÃÃÃ
TSM

AI
ÃÃÃÃÃÃÃÃ
Tracto

ÃÃÃÃÃÃÃÃ
entrada BM

ÃÃÃ
AD

ÃÃÃ Ápice

Figura 5–1. Características anatómicas del ventrículo derecho. AD: aurícula derecha; VD: ventrículo derecho; AI: aurícula izquier-
da; VI: ventrículo izquierdo; BM: banda moderadora; TP: tronco de la pulmonar; I: infundíbulo; TSM: trabeculación septomarginal.

eléctricas normales el septum es cóncavo hacia el VI que representa la base fisiológica de la tracción de la
tanto en la sístole como en la diástole. La forma y la po- pared del VD condicionada por la contracción del VI y
sición del septum determinan que su volumen sea mayor el sustento anatomofisiológico de la interdependencia
que el del VI. Por ser una estructura que maneja flujo, ventricular.
su masa constituye un sexto de la del VI (figura 5–1).2 El aporte sanguíneo al VD varía de acuerdo con la do-
Las características distintivas del VD incluyen:2 minancia de la circulación coronaria. En un sistema de-
recho dominante, el cual se presenta en 80% de la pobla-
S Posición más apical de la línea septal de la válvula ción, la arteria coronaria derecha es la encargada de
tricúspide en relación con la valva anterior de la irrigar el VD. La pared lateral es irrigada por ramas mar-
mitral. ginales, mientras que las paredes posterior e inferosep-
S Presencia de banda moderadora. tal son irrigadas por la arteria coronaria descendente
S Más de tres músculos papilares. posterior, y las paredes anterior y anteroseptal por ramas
S Tres valvas tricuspídeas unidas al músculo papilar de la arteria coronaria descendente anterior. La zona in-
septal. fundibular recibe su irrigación de la arterial del cono, la
S Trabeculaciones profundas. cual tiene un origen ostial separado en 30% de los indi-
viduos.
Los ventrículos están constituidos por múltiples capas Este arreglo anatómico explica la preservación de la
musculares que tienen un arreglo tridimensional. El VD contracción infundibular cuando existe oclusión de la
tiene dos capas, una superficial y una profunda. Las fi- arteria coronaria derecha proximal.3
bras superficiales tienen un arreglo circunferencial y En condiciones fisiológicas la perfusión del VD se
paralelo al anillo auriculoventricular, cambiando a un presenta tanto en la sístole como en la diástole, pero en
patrón oblicuo al dirigirse al ápex. las ramas marginales del VD predomina el flujo corona-
La capa muscular profunda del VD se alinea longitu- rio diastólico. El VD tiene la característica circulatoria de
dinalmente de la base al ápex. A diferencia del VD, el mantener una buena reserva a la isquemia, explicada por:
VI tiene una capa de fibras musculares superficiales
oblicuas, fibras longitudinales en el subendocardio y fi- S Menor consumo de oxígeno en relación con el VI.
bras circulares entre estas dos. S Extensa circulación colateral, en especial a expen-
Este arreglo contribuye al movimiento más complejo sas de la arteria de la banda moderadora, una rama
del VI, que se caracteriza por torsión, traslación, rota- de la primera perforante septal que se origina de la
ción y engrosamiento. Es importante señalar que hay arteria descendente anterior.
continuidad entre las fibras musculares del VD y el VI, S Capacidad de reserva para incrementar la extrac-
la cual no sólo es anatómica sino también funcional, lo ción de oxígeno.
Función y disfunción del ventrículo derecho en el perioperatorio 57

FISIOLOGÍA c. Desplazamiento de la pared libre del VD al septum


durante la contracción del VI, favoreciendo el
mantenimiento de una mejor Fex derecha.

La función ventricular derecha es fundamental para El acortamiento del VD es mayor en su eje longitudinal
mantener el estado hemodinámico por lo siguiente:4,5 que en el radial. Por su mayor relación superficie/volu-
men es necesario un menor acortamiento circunferen-
S El VD bombea sangre a la circulación pulmonar cial para mantener el mismo volumen latido que el VI.6
a baja presión, condicionando que la curva de pre- El VD está acoplado con la circulación pulmonar,
sión/volumen del VD difiera de la del VI. La pre- que en condiciones fisiológicas es un sistema altamente
sión generada en el VD durante la contracción iso- distensible y de baja resistencia. Comparada con la cir-
volumétrica es muy baja y favorece que el VD culación sistémica, la pulmonar tiene baja resistencia,
mantenga el flujo y el gasto a la circulación pul- mayor distensibilidad y un bajo coeficiente de refle-
monar aun al inicio del periodo de relajación. De xión. Lo anterior condiciona que las presiones genera-
esta manera, el VD funciona a bajas presiones y al- das por el VD sean menores que las del VI. El trazo de
tos volúmenes, lo cual lo hace muy sensible a in- presión muestra un pico sistólico temprano con un rá-
crementos agudos en la poscarga. Su perfusión pido descenso, lo que inscribe un patrón triangular, a di-
ocurre tanto en sístole como en diástole, determi- ferencia del izquierdo, que es cuadrático. El tiempo de
nada por el gradiente de presión entre la raíz aórti- contracción isovolumétrico es más corto y la presión
ca y la aurícula derecha. Así, un VD dilatado y so- sistólica generada excede rápidamente la baja presión
bredistendido es muy sensible a modificaciones diastólica de la arteria pulmonar. Los estudios hemodi-
en la presión sanguínea. námicos han mostrado que el flujo al final de la sístole
S El VD y el VI están estrechamente relacionados, puede continuar en presencia de un gradiente de presión
dentro de un espacio confinado por el pericardio, negativo ventriculoarterial.
por lo que la dilatación del VD restringe al VI e in- Los factores determinantes primarios de la función
duce la disfunción diastólica. Este fenómeno se sistólica del VD son la contractilidad, la poscarga y la
denomina interdependencia ventricular, y explica precarga; otros son la frecuencia y el ritmo cardiaco, la
por qué en algunas situaciones en el VD puede ser sincronía de la contracción ventricular, la relación fuer-
precarga independiente, mientras que el VI es de- za–intervalo y la interdependencia ventricular. A pesar
pendiente de precarga. de su geometría y su patrón hemodinámico característi-
S El retorno venoso sistémico es directamente pro- cos, el VD tiene un modelo de elastancia, la cual es el
porcional a la capacidad del VD para mantener mejor índice de contractilidad del VD. La poscarga del
una adecuada fracción de expulsión (Fex). La dis- VD representa la resistencia que tiene que vencer duran-
función del VD incrementa la presión de la aurícu- te la eyección. A diferencia del VI, el VD es muy sensi-
la derecha, disminuyendo el retorno venoso y li- ble a la modificación de la poscarga. En la práctica clíni-
mitando la eficiencia de la expansión del volumen ca la forma más sencilla de evaluar la poscarga es
intravascular. mediante la determinación de la resistencia vascular
pulmonar, pero lo ideal sería hacerlo a través de un mo-
La función del VD consiste en recibir sangre del retorno delo que incluyera los componentes estático y dinámico
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venoso sistémico y bombearla a la circulación pulmo- de la impedancia vascular pulmonar y el potencial del
nar. En condiciones fisiológicas el VD está conectado componente resistivo valvular e intracavitario.7
en serie al VI, por lo que su Fex y el volumen latido son La precarga del VD es la carga presente previa a la
semejantes. La contracción del VD es secuencial; se ini- contracción, que se representa mediante el volumen
cia en el tracto de entrada y la zona trabeculada y ter- diastólico final y el estiramiento de la sarcómera. Den-
mina en el infundíbulo. La contracción infundibular es tro de límites fisiológicos el incremento en la precarga
de mayor duración que la del tracto de entrada. El VD mejora la contracción del VD con base en el mecanismo
se contrae por tres diferentes mecanismos: de Frank–Starling. Si éste se rebasa, el sobreestiramien-
to de la sarcómera comprime el VI por desplazamiento
a. Movimiento hacia dentro de la pared libre. del septum e interdependencia ventricular. A diferencia
b. Contracción de las fibras longitudinales, lo cual del VI, el llenado diastólico del VD se inicia antes y ter-
acorta el eje largo y favorece que el anillo tricuspí- mina después. El tiempo de relajación isovolumétrica
deo se desplace al ápex. es más corto y las velocidades de llenado son más lentas,
58 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)

pero las variaciones respiratorias del llenado diastólico presente dilatación del VD. En estados caracterizados
son más pronunciadas, a diferencia del VI. Los factores por sobrecarga aguda de presión y volumen del VD la
que determinan el llenado del VD son el estado de volu- desviación a la izquierda del septum altera la geometría
men intravascular, la relajación ventricular, la distensi- del VI e incrementa el efecto pericárdico sobre el llena-
bilidad de la pared y la cámara ventriculares, la frecuen- do diastólico. Como resultado de esto, la curva de pre-
cia cardiaca, el llenado ventricular izquierdo, el sión–volumen del VI se desplaza hacia arriba, lo que
gradiente de presión pericárdico y las características representa una disminución de la distensibilidad, condu-
funcionales y de llenado y vaciamiento de la aurícula.8,9 ciendo una potencial disminución de la precarga ventri-
La presión media en la arteria pulmonar es de 12 " cular, un incremento de la presión al final de la diástole
2 mmHg y la de la aurícula izquierda es de 6 a 12 mmHg, del VI y una disminución del gasto cardiaco. Este fenó-
con un gradiente de presión transpulmonar de 6 mmHg. meno también se asocia con disminución de la elastancia
Para un gasto cardiaco de 5 lat/min el gradiente de pre- del VD. Por otro lado, el aumento de la presión y el volu-
sión entre el ventrículo izquierdo y la aurícula derecha men del VI induce desviación del septum a la derecha, lo
es de 80 a 100 mmHg, lo que condiciona que la resisten- que redistribuye el llenado ventricular derecho.10–12
cia al flujo a través de la circulación pulmonar sea muy Los mecanismos que regulan la función ventricular
baja. El incremento de la presión dentro del circuito pul- derecha son la frecuencia cardiaca, el mecanismo de
monar altera de manera significativa la función ventri- Frank–Starling y el sistema nervioso autónomo. El
cular derecha y su interrelación con el VI. Se define efecto del sistema nervioso autónomo es diferente en el
como hipertensión pulmonar a la presión pulmonar sis- tracto de entrada y en el de salida. La estimulación vagal
tólica que rebasa los 30 mmHg y como presión pulmo- y la bradicardia resultante prolongan la secuencia de ac-
nar media los 20 mmHg.9 tivación, mientras que la estimulación simpática re-
El ritmo sinusal y la sincronización auriculoventricu- vierte la secuencia de activación en estas dos regiones.
lar (AV) son clave para mantener una adecuada función Por otro lado, la estimulación simpática y el efecto de
ventricular derecha, sobre todo en los casos de disfun- los inotrópicos es mayor en el infundíbulo que en el
ción. La fibrilación auricular y el bloqueo AV completo tracto de entrada.12,13 En el cuadro 5–1 se resumen las
son poco tolerados en el infarto del ventrículo derecho, principales características estructurales y funcionales
la embolia pulmonar aguda y la insuficiencia crónica de ambos ventrículos.
del VD. La falta de sincronización ventricular derecha
se refiere al concepto de una función y coordinación
subóptimas de la mecánica y la hemodinamia del VD, EVALUACIÓN DE LA FUNCIÓN
que pueden agravar la insuficiencia del VD. En estos ca- VENTRICULAR DERECHA
sos la resincronización eléctrica mejora de manera sig-
nificativa la función.
La interdependencia ventricular (IDV) es un proceso
hemodinámico en el cual los cambios en el tamaño, la La evaluación de la estructura y la función del VD tiene
forma y la distensibilidad de un ventrículo pueden mo- en la práctica clínica algunas limitaciones derivadas de
dificar el tamaño, la forma y la relación presión–volu- la compleja geometría del VD, la limitada definición de
men del ventrículo contralateral. La IDV se hace más la superficie endocárdica causada por el miocardio tra-
evidente con modificaciones agudas de la precarga, beculado, su posición retroesternal y una importante de-
como las que se presentan durante la respiración y los pendencia de los índices de función ventricular derecha
cambios posturales súbitos. La IDV es un proceso fisio- dependientes de precarga.
patológico fundamental que se presenta en la insufi- En los últimos años se han descrito varias técnicas
ciencia ventricular derecha aguda. El pericardio es fun- para evaluar la función del VD, pero las más accesibles
damental en la IDV diastólica, mientras que la sistólica y que se pueden practicar a la cabecera del paciente son
es mediada fundamentalmente por el septum interven- la ecocardiografía y la evaluación hemodinámica me-
tricular. Los estudios experimentales en animales mues- diante el catéter de flotación pulmonar. El monitoreo
tran que de 20 a 40% de la presión sistólica del VD y del hemodinámico con el catéter de flotación pulmonar tie-
flujo sistólico dependen de la contracción del VI. En al- ne las ventajas de que se realiza en la cabecera del pa-
gunos estudios experimentales se ha demostrado que la ciente, brinda medidas hemodinámicas en tiempo real
disfunción del VD inducida por lesión o reemplazo de —como la presión pulmonar y la resistencia vascular
la pared libre del ventrículo derecho puede ser sustitui- pulmonar— y, mediante dispositivos especiales, deter-
da y revertida por el movimiento septal en tanto no se mina la fracción de expulsión del VD. También tiene li-
Función y disfunción del ventrículo derecho en el perioperatorio 59

Cuadro 5–1. Diferencias entre el ventrículo derecho y el izquierdo


Características VD VI
Estructura Miocardio trabeculado, infundíbulo, Región de entrada y miocardio, no
región de entrada hay infundíbulo
Forma Vista lateral: triangular Elíptico
Corte transversal: semilunar
Volumen diastólico final (mL/m2) 75 " 13 (49–101) 66 " 12(44–89)
Masa (g/m2) 26 " 5 (17–34) 87 " 12(64–109)
Grosor de la pared ventricular (mm) 2a5 7 a 11
Presiones ventriculares (mmHg) 25/4([15–30]/[1–7]) 130/8([90–140]/[5–12])
FE% 61 " 7 (47–76) 67 " 5(57–78)
Distensibilidad ventricular (mmHg/mL) 1.30 " 0.84 5.48 + 1.23
Distensibilidad al final de la diástole (mmHg) Mayor que la del VI 5 " 0.52 x 10–2
Perfil de llenado Inicia antes y termina después, velo- Inicia más tarde y termina antes,
cidad de llenado menor velocidad de llenado más rápida
RVP vs. RVS 70(20–130) 1 100 (700–1 600)
Reserva de ejercicio ° FE w 5% ° FE w 5%
Resistencia a la isquemia Mayor Más susceptible a isquemia
Adaptación a la enfermedad Mejor adaptación a los estados de Mejor adaptación a estados de
hipervolemia sobrecarga de presión
VD: ventrículo derecho; VI: ventrículo izquierdo; FE: fracción de expulsión; RVP: resistencia vascular pulmonar; RVS: resistencia vascular sisté-
mica.

mitaciones, como el hecho de que es un procedimiento Otros estudios de imagen que se han desarrollado para
invasivo y requiere conocimientos profundos de hemo- evaluar la función y la estructura del VD son los realiza-
dinamia para hacer una adecuada interpretación de las dos mediante medicina nuclear y angiotomografía.14
curvas y presiones que se analizan. En ciertas condicio- Las modificaciones en la forma y el volumen del VD
nes una Fex normal puede reflejar un VD disfuncional son marcadores de disfunción, sobrecarga de presión y
en presencia de poscarga alta, y Fex bajas en sujetos volumen, y displasia arritmogénica del VD. Para anali-
normales en quienes existe una hemodinamia normal. zar de manera integral la estructura del VD es impor-
Es importante señalar que el monitoreo hemodinámico tante incluir en su evaluación los siguientes factores:
es reflejo de la circulación pulmonar, pero no de la fun-
ción ventricular derecha. En los pacientes con hiperten- S Volumen.
sión pulmonar aguda, como la que se presenta en el sín- S Forma y arquitectura interna.
drome de insuficiencia respiratoria aguda, la resistencia S Hipertrofia y masa.
vascular pulmonar depende del índice cardiaco, por lo S Caracterización tisular.
que el incremento de éste disminuye las resistencias y S Evaluación de masas potenciales.
su disminución las incrementa, lo cual refleja un acopla-
miento matemático. La ecocardiografía es en la actuali- Para la evaluación del volumen del VD es importante te-
dad el mejor método para estudiar la función ventricular ner en mente su forma, que es compleja, en la cual el in-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

derecha, debido a su versatilidad y disponibilidad, a que fundíbulo puede constituir de 25 a 30% del volumen
no es invasiva y permite observar directamente la es- ventricular.
tructura del VD, sus interrelaciones, el septum, el peri- El estudio de la función ventricular derecha en la
cardio, y realizar una adecuada evaluación hemodiná- práctica clínica es todo un reto. El índice ideal de con-
mica a través de índices derivados de Doppler, como tractilidad es aquel que sea independiente de la precarga
son el de función miocárdica y la aceleración isovolu- y la poscarga, sensible a modificaciones del inotropis-
métrica transtricuspídea. La resonancia magnética car- mo, fácil y seguro de aplicar, y que se pueda realizar en
diaca está ganando un lugar importante en el estudio la cabecera del paciente. El marcador más empleado en
perioperatorio del VD, ya que permite calcular los volú- la práctica clínica para evaluar la función ventricular
menes sistólico y diastólico, la Fex, el flujo transvalvu- derecha es la Fex del VD, aunque es altamente depen-
lar (semilunares y auriculoventriculares), la fracción re- diente de las condiciones de carga. Debido a las dimen-
gurgitante, el gasto cardiaco y el cortocircuito, además siones del VD, su Fex es más baja que la del VI, con una
de que tiene el potencial de analizar el flujo pulmonar. variación de 40 a 75%, dependiendo de la metodología
60 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)

Cuadro 5–2. Evaluación de la función contráctil del ventrículo derecho


Parámetros funcionales Valores normales Dependencia Utilidad clínica
de carga
FEVD (%) 61 " 7% (47 a 76%) +++ Validación clínica, bien aceptada. Pronóstico en
desórdenes cardiopulmonares
ACFVD (%) > 40 a 45% +++ Buena correlación con FEVD, valor pronóstico en
IM y cirugía por bypass
MSPAT (mm) > 15 +++ Medida simple, buena correlación con FEVD
Doppler tisular (cm/seg) > 12 +++ Buena sensibilidad y especificad para FEVD < 50%
Distensión Basal: 19 " 6 +++ Correlación con el volumen latido
Medio: 27 " 6
Apical: 32 " 6
Frecuencia de distensión s–1 Basal: 1.50 " 0.41 ++ Correlación con la contractilidad
Medio: 1.72 " 0.27
Apical: 2.04 " 0.41
IDMVD 0.28 " 0.04 ++ Índice global no geométrico de funciones sistólica y
diastólica, valor pronóstico en HTP y ECC
Dp/dt max, mmHg/s 100 a 250 ++ Bajas especificidad y sensibilidad; índice confiable
de contractilidad
Elastancia máxima del VD 1.30 " 0.84 + Índice más confiable de contractilidad
(mmHg/mL)
FEVD: fracción de expulsión del ventrículo derecho; ACFVD: área de cambio fraccional del ventrículo derecho; IM: infarto del miocardio; MSPAT:
movimiento sistólico del plano anular de la tricúspide; HTP: hipertensión pulmonar; ECC: enfermedad cardiaca congénita; IDMVD: índice de de-
sempeño miocárdico del ventrículo derecho; dp/dt: primera derivada de la presión en relación con el tiempo.

empleada. La Fex del VD se puede calcular mediante cárdicos y exacerbación de algún problema intrínseco.
ecocardiografía, el método de Simpson, estudios con Las causas de insuficiencia del VD son muchas, pero
medicina nuclear y resonancia magnética. Otros méto- entre las que se presentan con más frecuencia en la prác-
dos para evaluar la función contráctil del VD son la ex- tica son la secundaria a insuficiencia ventricular iz-
cursión sistólica del anillo tricuspídeo, el Doppler tisu- quierda y la hipertensión pulmonar de diferente etiolo-
lar, el índice de eficiencia de VD, el dP/dt y la elastancia gía. Es importante mencionar que el VD tiene varios
ventricular máxima. En el cuadro 5–2 se describen los mecanismos de adaptación que dependen del agresor
índices aceptados para la evaluación de la contractilidad primario y su tiempo de instalación, a los que se respon-
del VD. de con activación del sistema neurohormonal, expre-
sión genética alterada y remodelación ventricular. En
general, el VD se adapta mejor a la sobrecarga de volu-
men que a la de presión, pero los estudios recientes han
DISFUNCIÓN VENTRICULAR DERECHA demostrado que la sobrecarga crónica de volumen del
VD incrementa la morbimortalidad.15
A diferencia de la sobrecarga de volumen, la de pre-
sión lleva rápidamente a dilatación e insuficiencia del
La insuficiencia ventricular derecha se define como un VD e isquemia; si es crónica condiciona incremento en
síndrome clínico complejo secundario a una disfunción la densidad del tejido conectivo miocárdico, disminu-
cardiovascular o estructural que altera la capacidad del ción en la expresión del gen de cadenas pesadas de mio-
VD para el llenado y la expulsión de sangre. Las mani- sina e incremento en la expresión de cadenas pesadas de
festaciones clínicas de la falla del VD incluyen: miosina fetal.16
En los pacientes con insuficiencia del VD se presen-
1. Retención de líquido. tan modificaciones significativas en la respuesta del sis-
2. Disminución de la reserva sistólica y gasto car- tema nervioso autónomo, del sistema renina–angioten-
diaco bajo. sina–aldosterona, de los péptidos natriuréticos, del
3. Arritmias auriculares y ventriculares. sistema de endotelinas y de la activación de la respuesta
inflamatoria sistémica, que conlleva a incremento en la
En el perioperatorio el VD puede estar sujeto a sobre- expresión y síntesis de citocinas. Está demostrado que
carga de presión y volumen, isquemia, problemas peri- en estos pacientes se presentan:
Función y disfunción del ventrículo derecho en el perioperatorio 61

S Hiperactividad simpática. condiciona modificaciones en la geometría del VI.


S Disminución en la expresión de receptores beta. La dilatación del VD favorece el efecto limitante
S Incremento en la síntesis y niveles de catecolami- del pericardio sobre el llenado diastólico. Estos
nas. cambios fisiopatológicos disminuyen la distensi-
S Hiperreninemia e hiperaldosteronismo (retención bilidad y precarga del VI, lo que a su vez dismi-
de líquidos y remodelación ventricular). nuye el gasto cardiaco.
S Incremento en la expresión genética de genes con- S Conforme disminuye el gasto cardiaco se presenta
troladores de endotelina. disminución de la presión pulmonar.
S Incremento en la síntesis y niveles séricos de pép- S La disfunción diastólica del VD altera el llenado
tido natriurético auricular tipo beta. de las cavidades derechas e incrementa las presio-
S Incremento en la activación de citocinas, en espe- nes, en especial de la aurícula derecha.
cial del factor de necrosis tumoral. S La insuficiencia del VD es factor de riesgo para el
desarrollo de taquiarritmias ventriculares y auri-
Las consecuencias hemodinámicas y sistémicas de la culares, sobre todo de fibrilación auricular.
insuficiencia del VD incluyen:
En la figura 5–2 se muestra la fisiopatología de la insufi-
S Gasto cardiaco bajo: secundario a disfunción sis- ciencia del VD.
tólica, insuficiencia tricuspídea, interdependencia
ventricular, bradicardia, taquiarritmias y precarga
subóptima. El gasto bajo y la hipotensión resul- IMPORTANCIA DE LA FUNCIÓN
tante agravan aún más la insuficiencia del VD e DEL VENTRÍCULO DERECHO
inducen isquemia miocárdica. EN EL PERIOPERATORIO
S Interdependencia ventricular: en especial en los
casos de sobrecarga aguda de presión, como la
embolia pulmonar. El fenómeno de interdepen-
dencia ventricular se caracteriza por desviación El perioperatorio es un periodo crítico, ya que represen-
del septum interventricular a la izquierda, lo que ta un reto hemodinámico para el VD, en especial para

Sobrecarga ventricular (presión o volumen)


Isquemia del miocardio
Enfermedad del miocardio
Defecto congénito

Lesiones del miocardio


Remodelamiento ventricular
Activación de citocinas y neurohormonas
Expresión alterada de genes
Disfunción del ventrículo derecho
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Interdependencia Disfunción sistólica Disfunción diastólica


ventricular

Arritmia Insuficiencia tricuspídea

Disfunción sistólica y Gasto cardiaco bajo Cortocircuito Componente congestivo


diastólica del VI Hipotensión derecha–izquierda

Compresión vascular Fallo circulatorio Isquemia del Hipoxemia Hepatopatía congestiva


coronaria por la arteria miocardio (riesgo de cirrosis)
pulmonar Edema periférico
Enteropatía perdedora
de proteína
Figura 5–2. Fisiopatología de la insuficiencia ventricular derecha.
62 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)

los pacientes que son portadores de insuficiencia car- por largos periodos de tiempo sin mayor inestabi-
diaca izquierda, hipertensión pulmonar o una baja re- lidad hemodinámica, pero recientemente Mes-
serva funcional, estructural y hemodinámica del VD. sika–Zeitoun demostró que se asocia con dismi-
Esto se debe a los cambios hemodinámicos inducidos nución de la sobrevida y mayor riesgo de
por modificaciones en los factores determinantes de la insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular.18
función ventricular derecha, entre los que destacan el S Displasia arritmogénica del VD: es una miopa-
volumen circulante, la ventilación mecánica, los gases tía que afecta sobre todo al VD, caracterizada por
arteriales, las modificaciones en la presión arterial pul- la sustitución del miocardio normal por tejido gra-
monar, el efecto de los diferentes medicamentos anesté- so y fibroso. La primera manifestación de esta en-
sicos y las respuestas endógenas (neurohormonales e tidad puede ser la muerte súbita. Los factores de
inflamatorias). Por todo ello, siempre se debe conside- riesgo asociados a esta complicación son dilata-
rar la evaluación de la función del VD en el periodo pe- ción del VD, alteraciones de la repolarización,
rioperatorio, sobre todo en los pacientes que cursan con compromiso del VI y carreras de taquicardia ven-
entidades asociadas a disfunción de éste, entre las que tricular. Otras formas de presentación son la insu-
destacan: ficiencia cardiaca, la displasia y la disfunción del
ventrículo derecho.19
S Insuficiencia cardiaca: la disfunción del VD se S Síndrome de insuficiencia respiratoria aguda:
presenta en los casos de insuficiencia cardiaca iz- en esta entidad la disfunción del VD se presenta
quierda de tipos isquémico y no isquémico. En es- entre 15 y 25% de los pacientes. Es secundaria a
tos casos la insuficiencia del VD es secundaria a hipertensión pulmonar inducida por obstrucción y
hipertensión venosa pulmonar, compromiso mio- disfunción de la microcirculación pulmonar y al
cárdico intrínseco, interdependencia ventricular, efecto de la ventilación mecánica.20
interacciones neurohormonales e isquemia mio- S Sepsis: la sepsis es causa frecuente de disfunción
cárdica. En estos pacientes la Fex del VD es un miocárdica, la cual involucra al VD. Se llega a pre-
marcador muy importante de sobrevida, lo cual se sentar hasta en 50% de los pacientes con choque
refleja en la clínica como la capacidad y reserva al séptico y sepsis grave. Se caracteriza por gasto
ejercicio. Es importante evaluar en estos pacientes cardiaco bajo, pero se puede presentar en estados
la función diastólica del VD, la velocidad del flujo hiperdinámicos. Hay elevación de troponina I y de
tricuspídeo diastólico y el movimiento sistólico de péptido natriurético B. Su presencia se relaciona
la tricúspide. con un mal pronóstico. Una vez controlado el esta-
S Infarto del VD: el infarto del VD se deberá consi- do séptico la disfunción ventricular se revierte en-
derar en el perioperatorio en los pacientes que pre- tre 7 y 14 días.21
sentan la tríada de ingurgitación yugular, hipoten- S Cirugía cardiaca: la reserva funcional del VD es
sión y campos pulmonares limpios en presencia de un factor determinante de sobrevida y evolución
un síndrome coronario agudo. Entre 20 y 50% se de los pacientes que son sometidos a cirugía car-
asocia a infarto agudo miocárdico inferior. Se re- diaca, tanto en la revascularización coronaria
laciona con un incremento del riesgo de muerte, como en el reemplazo valvular. La disfunción del
choque cardiogénico, bloqueo auriculoventricular VD en estos pacientes es factor de riesgo indepen-
avanzado, taquicardia y fibrilación ventricular.17 diente de mal pronóstico. En los pacientes posope-
S Valvulopatías: la disfunción del VD se puede rados del corazón que cursan con inestabilidad he-
asociar a cualquier problema valvular, en especial modinámica se deberá descartar la presencia de
a la estenosis mitral cuando el área valvular es me- disfunción del VD, la cual se puede presentar has-
nor de 1 cm2, situación en la que se relaciona con ta en 5% de los pacientes posoperados de revascu-
hipertensión pulmonar, con una mortalidad que va larización, recambio valvular y trasplante cardia-
de 60 a 70%. En la insuficiencia mitral grave se co, y en aquellos a quienes se les colocó un
presenta insuficiencia del VD en cerca de 50% de dispositivo de asistencia ventricular izquierdo. La
los casos. En la estenosis aórtica la función sistóli- fisiopatología está relacionada con isquemia, le-
ca habitualmente se mantiene, pero es frecuente la sión por reperfusión, hipertensión pulmonar, em-
disfunción diastólica, que se puede asociar a dis- bolismo pulmonar, sepsis y disfunción del ventrí-
minución del gasto cardiaco y mayor requeri- culo izquierdo, sea diastólica o sistólica.22
miento de inotrópico en el periodo perioperatorio. S Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La insuficiencia tricuspídea se puede mantener (EPOC): se asocia a hipertensión pulmonar e
Función y disfunción del ventrículo derecho en el perioperatorio 63

hipertrofia y dilatación del ventrículo derecho, lo S Hipertensión arterial pulmonar primaria: se


cual se denomina cor pulmonale. Los pacientes presenta en la gente joven, de preferencia en las
cursan con diferentes grados de disfunción del mujeres, con un mal pronóstico. En estos pacien-
VD. La disfunción del VD se agrava cuando se tes la reserva funcional del VD es un factor deter-
presentan hipoxemia, sobrecarga de volumen, in- minante de sobrevida y de capacidad funcional.24
fecciones pulmonares y de la vía aérea, embolismo
pulmonar o insuficiencia ventricular izquierda. En
pacientes con EPOC la disfunción del VD es un OPTIMIZACIÓN Y MANEJO DE LA
factor independiente de riesgo de mal pronóstico. FUNCIÓN DEL VENTRÍCULO
S Enfermedad tromboembólica venosa: la embo- DERECHO EN EL PERIOPERATORIO
lia pulmonar aguda y crónica es una causa fre-
cuente de disfunción del VD. El grado de la disfun-
ción está en relación con la magnitud del
embolismo; en casos de embolia pulmonar masiva La evaluación integral de la función del VD en el perio-
la falla ventricular derecha es una de las principa- peratorio es crítica, ya que es fundamental para desarro-
les causas de muerte y de inestabilidad hemodiná- llar las estrategias que optimicen su función y aseguren
mica. Si este cuadro se asocia a estado de choque una mejor evolución de los pacientes. Se deberá evitar
la mortalidad puede llegar a ser de 50%. El embo- en la mayor medida posible cualquier evento que condi-
lismo pulmonar crónico recurrente es causa de cione incremento de la presión arterial pulmonar (PAP),
hipertensión arterial pulmonar y de disfunción del ya que este evento hemodinámico es uno de los princi-
VD.23 pales detonantes de la descompensación de la función

Etiología Precarga Hemodinámicamente Mantenimiento Apoyo


Terapia específica Optimización inestable del ritmo sinusal ventilatorio
y sincronía
auriculoventricular
Embolismo pulmonar Estado sobrecarga Infarto VD, embolia Evitar
S Anticoagulación +/– de volumen pulmonar o Presión inspiratoria
S Trombólisis Especialmente hipovolemia Cardioversión > 30 cmH 2O
S Trombectomía Falla aguda/crónica Antiarrítmicos Auto Peep
VD Considerar 300 a Marcapaso Hipercapnia
Infección miocardio VI Balance negativo 600 mL de Resincronización Acidosis
S Terapia de reperfusión 500 mL –1 L diario solución salina Hipoxemia
S ICP o trombolisis
Sin respuesta Sin respuesta
Hipertensión pulmonar
arterial Perfusión continua de Inotrópico– Indicación
S Óxido nítrico diurético de asa y vasopresor
S Terapia prostanoides combinación de
S Sildenafil diuréticos Dobutamina Normotensión
Milrinona Normotensión
Endocarditis Sin respuesta Dopamina Hipotensión sin taquicardia
S Antibióticos Norepinefrina Hipotensión
S Cirugía Considerar ultrafiltración Fenilefrina Hipotensión–taquicardia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Vasopresina Hipotensión–taquicardia
Enfermedad coronaria Epinefrina Hipotensión refractaria
S Intervención o cirugía Combinación Basado en respuesta
Minimizar transfusiones
Falla cardiaca con Considerar
disfunción de VI
S Optimizar función
de VI Óxido nítrico inhalado o
prostanoides inhalados

Septostomía atrial
Asistencia VD
ECMO
Trasplante

Figura 5–3. Abordaje terapéutico de la insuficiencia ventricular derecha.


64 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)

del VD. En la práctica clínica los principales factores a. Los que median su efecto por incremento del
determinantes de incremento de la PAP son la hipoxia, AMPc.
la hipercapnia, la acidosis, el tono simpático y las sus- b. Los que median su efecto por incremento del
tancias vasoconstrictoras endógenas y exógenas, por lo GMPc.
que es prioritario optimizar en el perioperatorio el esta- 4. Optimizar el inotropismo del VD mediante el em-
do ácido–base, la oxigenación, la ventilación, la tempe- pleo de inotrópicos.
ratura y el planeamiento cuidadoso de la técnica anesté- 5. Evitar la bradicardia y controlar las taquiarritmias.
sica a seguir. En cuanto a la función del VD, se deberá
mantener un equilibrio de los factores determinantes de El manejo del paciente con disfunción ventricular dere-
su función, entre los que destacan la precarga, la poscar- cha en el perioperatorio es complejo, por lo que requiere
ga, la contractilidad, la frecuencia cardiaca y el ritmo, un abordaje multidisciplinario. En la figura 5–2 se resu-
en especial cuando existe hipertensión arterial pulmo- men las recomendaciones terapéuticas a seguir en estos
nar, para lo cual se recomienda lo siguiente (figura 5–3): pacientes.
1. Mantener una precarga adecuada al ventrículo de-
recho.
2. Mantener la poscarga sistémica elevada, debido a
que el VD es incapaz de incrementar el gasto car-
CONCLUSIONES
diaco ante una disminución de la resistencia vas-
cular sistémica (RVS). Cuando se presenta dismi-
nución de la RVS hay un ciclo progresivo de
hipotensión, isquemia del VD, disminución del El VD es fundamental para mantener el estado hemodi-
gasto cardiaco y mayor hipotensión, lo que lleva námico durante el perioperatorio, por lo que es reco-
a una más profunda insuficiencia ventricular dere- mendable hacer una evaluación integral de su función
cha. y su reserva funcional, en especial en los pacientes que
3. Evitar un incremento en la poscarga del VD. Para cursan con entidades que pueden alterar su funciona-
lograr este objetivo se recomienda el uso racional miento, con el fin de favorecer la implementación tem-
de vasodilatadores pulmonares, los cuales son de prana y oportuna de diferentes estrategias para optimi-
dos tipos: zar su función y mejorar la evolución de los pacientes.

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66 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 5)
Capítulo 6
Manejo perioperatorio de
la preeclampsia–eclampsia
Manuel Marrón Peña

INTRODUCCIÓN tías, las nefropatías, las neumopatías, las neuropatías,


las enfermedades infectocontagiosas, las alteraciones
de la coagulación, las hemorragias obstétricas, el sufri-
miento fetal y la preeclampsia–eclampsia; esta última,
La obstetricia es la única rama de la medicina que repre- en pleno tercer milenio, sigue siendo la causa más fre-
senta el interés de dos pacientes, ambos tan íntimamente cuente de morbimortalidad materna y perinatal, así
ligados que ocasionalmente pueden ser antagónicos, lo como de un crecimiento uterino retardado y de naci-
cual puede suceder en la preeclampsia. El embarazo es mientos prematuros tanto por edad gestacional como
un estado normal que causa cambios anormales inten- por bajo peso al nacer.1–3 El síndrome de preeclampsia–
sos y temporales de la fisiología materna, que esporádi- eclampsia es motivo de preocupación en los distintos
camente se pueden transformar en un estado patológico; hospitales ginecoobstétricos de México y de otros paí-
esto puede ser de mucha gravedad e incluso causar la ses en desarrollo, debido a dos razones:
muerte, como ocurre con la eclampsia. Por lo anterior,
1. Es la causa registrada en las estadísticas naciona-
la atención en salud que se brinda a las mujeres, en parti-
les e internacionales que mayor mortalidad materna
cular a las que se encuentran en edad reproductiva y en
ocasiona2–4 y la que más número de ingresos pro-
especial en las gestantes, es un parámetro que sirve para
duce en las salas de cuidados intensivos gineco-
medir el grado de desarrollo de un país. Otro parámetro
obstétricos,5–7 por las complicaciones que genera.
que tiene el mismo fin y tal vez sea más importante es
2. Es un grave problema de salud pública materna y
el de la morbimortalidad obstétrica, debido a que las
perinatal por el alto costo que representa en cuanto
complicaciones de un embarazo pueden aparecer en
a vidas humanas y el tratamiento hospitalario. Fi-
cualquier momento y reflejar deficiencias en el diag-
nalmente, la dificultad y las polémicas que genera
nóstico, en el tratamiento y ciertamente en los recursos
entre los médicos al tratar de dilucidar su etiolo-
con los que se cuenta para ofrecer una atención de alta
gía, fisiopatología y terapéutica han hecho que se
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calidad, como la que se brinda en los países desarrolla-


considere como un síndrome controversial y de
dos.1 Los resultados epidemiológicos de mortalidad se-
moda en su manejo ante una etiología hasta ahora
ñalan que los casos de muerte obstétrica pueden ser pre-
desconocida.
venibles hasta en 85% y que las complicaciones pueden
resolverse satisfactoriamente hasta en 95% cuando la
atención es temprana, de calidad y especializada.2
PROPÓSITO
En el mundo se considera que el embarazo siempre
es de alto riesgo por las complicaciones médicas que se
asocian a él. En México actualmente se considera que
20% de los embarazos se pueden complicar con padeci- El propósito de este capítulo es inducir al anestesiólogo
mientos del tipo de las cardiopatías, las endocrinopa- a tener un pleno conocimiento de la preeclampsia–

67
68 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

eclampsia, de su manejo perioperatorio y de los méto- durante el embarazo; su etiología se desconoce, aunque
dos y técnicas anestésicas usados en México para el par- está caracterizada por hipertensión arterial, proteinuria
to y la cesárea, así como tratar de aclarar algunas de las y edema. Su aparición ocurre después de la vigésima se-
contradicciones generadas acerca de ella, en particular mana de gestación. Antes de esta semana generalmente
la del uso de anestesia general vs. anestesia neuroaxial. aparece complicando el estado de embarazo molar, la
enfermedad del trofoblasto o el embarazo gemelar. Su
presentación es súbita, siendo más frecuente durante el
tercer trimestre (semanas 34 a 36) y en las primeras 48
HISTORIA h del puerperio. Cuando se suman convulsiones al pade-
cimiento se denomina eclampsia, que proviene del grie-
go eclampse, “relámpago”.1,8 También se le considera
como un estado proinflamatorio, protrombótico y mul-
El registro más antiguo de la eclampsia se encuentra en
tisistémico, mediado por alteraciones endoteliales con
el papiro egipcio de Kahun, que data de hace 3 000 años. etiología multifactorial.1,8,9
Esta entidad también fue conocida en la época de Hipó-
crates (siglo IV a.C.) con el nombre de eclampse, que se
caracterizaba en las embarazadas por las presencia súbi-
ta de convulsiones. François Mauriceau (1693 a 1709) CLASIFICACIÓN
fue el primero en reconocer que las convulsiones no
eran de naturaleza epiléptica, como se creía hasta ese
momento. En 1739 De Sauvage introdujo por primera
vez el término eclampsia parturientum en un tratado de La preeclampsia está incluida dentro de los estados hi-
obstetricia. El primer indicio de una fase preconvulsiva pertensivos asociados al embarazo, los cuales han sido
o preeclampsia lo hizo Lever en 1843, al observar un clasificados en cuatro categorías de acuerdo con el Wor-
manejo anormal de nitrógeno y proteína por parte del ri- king Group of the National High Blood Pressure Educa-
ñón en una paciente que después se convulsionó. La in- tion Program in Pregnancy.9–12 La clasificación de hi-
vención del esfigmomanómetro en 1875 y la descrip- pertensión arterial en el embarazo propuesta por este
ción de las fases de Korotkoff permitieron descubrir que grupo en su último reporte es la siguiente:
la hipertensión arterial sistémica (HTA) está íntima-
mente asociada a la preeclampsia–eclampsia,8 lo cual S Preeclampsia: presión arterial sistólica w 140
causó un retraso en las investigaciones etiológicas y fi- mmHg y presión arterial diastólica w 90 mmHg,
siopatológicas del padecimiento, ya que la atención se que aparecen después de las 20 semanas de emba-
enfocó en el estudio y el manejo del estado hipertensivo. razo en una mujer normotensa. Los niveles de pro-
Los nombres que ha recibido a lo largo del tiempo teinuria son w 300 mg en orina de 24 h.
dieron como resultado la primera controversia, dado S Hipertensión arterial gestacional: presión arte-
que se le ha conocido como gestosis del embarazo, toxe- rial sistólica w 140 mmHg y presión arterial dias-
mia gravídica, enfermedad hipertensiva aguda del em- tólica w 90 mmHg, que se presentan después de
barazo, hipertensión proteinúrica del embarazo, hiper- las 20 semanas del embarazo en una mujer normo-
tensión latente del embarazo, hipertensión transitoria, tensa, sin proteinuria.
hipertensión inducida por el embarazo y preeclampsia– S Hipertensión arterial crónica: presión arterial
eclampsia. El comité de terminología del American Co- sistólica w 140 mmHg y presión arterial diastóli-
llege of Obstetricians and Gynecologists, para resolver ca w 90 mmHg que se presentan antes de las 20
toda controversia al respecto, decidió nombrarla en de- semanas de gestación o previas al embarazo.
finitiva preeclampsia–eclampsia.8 S Preeclampsia asociada a hipertensión arterial
crónica. Es la exacerbación aguda y súbita de la
hipertensión arterial, acompañada de datos multi-
sistémicos, como trombocitopenia, alteración de
DEFINICIÓN pruebas de las funciones hepática (elevación de
enzimas) y renal (proteinuria) en una embarazada
con hipertensión previa.

Hoy se define a la preeclampsia como un trastorno fre- La preeclampsia–eclampsia se clasifica, a su vez, en


cuente que sólo se presenta en las mujeres y únicamente leve, grave y eclampsia. Para ello se toman en cuenta las
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 69

cifras tensionales, la proteinuria y la presencia o ausen- y vitaminas C y E), actividad laboral durante el embara-
cia de convulsiones o de un estado de coma; es impor- zo, con nulo o deficiente control prenatal y factores ge-
tante mencionar que esta clasificación de la preeclam- néticos (pacientes cuya madre tuvo el padecimiento y
psia de acuerdo con los parámetros mencionados no varones en quienes durante su etapa de gestación la ma-
tiene en la actualidad mucha importancia, ya que su im- dre desarrolló preeclampsia y luego sus hijas la padecie-
previsibilidad es tal que puede evolucionar rápidamente ron). Finalmente, un factor poco investigado por los
a eclampsia u otra complicación grave.12 médicos y que aparece consignado en el expediente clí-
nico —en más de 95% de las hojas de trabajo social—
es el relacionado con una deficiente relación psicoafec-
tiva de las pacientes con sus familiares en línea directa,
EPIDEMIOLOGÍA es decir, con el padre, con la pareja e incluso con la pro-
pia madre, refiriéndose como un trastorno disfuncional
familiar, al que responden con rechazo al hombre e in-
cluso al producto. La causa de estos hechos es la sensa-
La frecuencia de preeclampsia es de 2 a 8% de todos los ción de abandono que padecen desde la niñez, que en
embarazos. En los hospitales institucionales de concen- muchos casos es real, ya que un alto número de estas pa-
tración de México las cifras se elevan hasta 20%. En el cientes son futuras madres solteras o no cuentan con
Hospital de Gíneco Obstetricia “Luis Castelazo Ayala”, ningún apoyo desde el inicio de su embarazo.
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),7 se Por otro lado, el tabaquismo y la placenta previa pa-
registran 20 000 nacidos vivos por año. El promedio de recen ser factores que disminuyen el riesgo de pree-
mujeres que ingresan en la unidad de cuidados intensi- clampsia.
vos con el diagnóstico de preeclampsia–eclampsia es de
450 cada año, de las cuales 405 padecen preeclampsia
severa y 45 eclampsia. Se calcula que en todo el país hay
2 500 casos de eclampsia cada año. ETIOLOGÍA

FACTORES DE RIESGO La causa sigue siendo desconocida, aunque se conocen


factores genéticos, inmunitarios, ambientales y endo-
crinos, así como una implantación anormal de la pla-
centa.
Los factores de riesgo identificados8,9,13,14 para desarro-
llar esta afección durante el embarazo incluyen edad S Factores genéticos: el antecedente hereditario se
mayor de 35 años, primigestas jóvenes (menores de 20 ha reportado en varios estudios, siendo el respon-
años de edad) o añosas (mayores de 40 años de edad), sable de 26% de los casos. Se ha corroborado que
nuliparidad, cambio de pareja sexual (lo que sugiere un quien es susceptible de padecerla tiene una eleva-
componente inmunitario), periodo interginésico largo da frecuencia de HLA–DR4, encontrándose que la
(más de 10 años), obesidad (principalmente de tipo susceptibilidad a la preeclampsia está localizada
mórbido), enfermedades maternas asociadas (lupus eri- en el locus del cromosoma 7 y en el brazo largo del
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tematoso, diabetes mellitus en cualquiera de sus tipos, cromosoma 4, a lo que se asocian mutaciones
hipertensión arterial crónica, síndrome antifosfolípi- trombofílicas y la del factor V de Leiden de la coa-
dos), enfermedades del tejido conectivo, deficiencia de gulación.9
proteínas C y S, mutación del factor V de Leiden, pade- S Factores inmunitarios: en el embarazo normal
cimientos renales, infecciones de las vías urinarias, em- existe una tolerancia inmunitaria mutua entre el
barazo múltiple, antecedentes de preeclampsia–eclam- producto y la madre, la cual se pierde en la pree-
psia en otros embarazos, enfermedad trofoblástica clampsia por un rechazo inmunitario materno al
(aumento de tamaño y cantidad del trofoblasto), raza aloinjerto fetal paterno (el producto) que actúa
negra, niveles elevados de homocisteína en sangre, fac- como antígeno desencadenante.
tores ambientales (más frecuente en áreas rurales o mar- S Disfunción endotelial por una implantación
ginadas con bajo nivel socioeconómico), desnutrición anormal de la placenta: esta situación se caracte-
(dietas inadecuadas, ricas en hidratos de carbono y defi- riza por la ausencia de cambios anatómicos a nivel
cientes en selenio, calcio, zinc, ácidos grasos esenciales de los vasos sanguíneos del espacio intervelloso y
70 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

Espacio
intervelloso
Decidua

Cambios
Arterias fisiológicos
espirales estructurales
(Ĭ 500 mm) Arterias
espirales

Semanas
15 y 16
Miometrio

Segmento
sin dilatar Arteria
Arteria basal
basal
Arteria
radial Arteria
Pared radial
músculo–elástica
(Ĭ 150–250 mm)
Normotensión Preeclampsia

Figura 6–1. Explicación de la fisiopatología de las arterias espirales en el embarazo normal y en el embarazo complicado por
preeclampsia–eclampsia. Angiogénesis de la placenta humana durante el primero y el segundo trimestre del embarazo.

del miometrio uterino, en particular los que acon- anatómicos previamente descritos como normales se
tecen en las arterias espirales de la placenta nor- deben efectuar y finalmente no se llevan a cabo.
mal y responsables directas en gran parte del flujo Una secuencia de hechos de acuerdo con lo explica-
sanguíneo útero–placenta–feto. Durante la inva- do, que resume los mecanismos implicados en la etiolo-
sión trofoblástica normal las arterias pierden su gía de la preeclampsia, se puede observar a continua-
capa musculoelástica y la inervación autónoma, ción:
por lo que se dilatan y, aunque carecen de inerva- Alteraciones cromosómicas y de los antígenos de
ción, responden a sustancias vasopresoras y hor- histocompatibilidad (HLA) elevados y ³ rechazo in-
monas, manteniendo durante la gestación normal munitario ³ implantación anormal de la placenta ³ hi-
un sistema de perfusión de baja resistencia y flujo poxia ³ liberación de citocinas ³ activación de neu-
alto que aseguran la adecuada nutrición y respira- trófilos y ³ lesión endotelial, con endoteliosis
ción del embrión inicialmente y del feto más tarde placentaria inicial y luego generalizada a todos los órga-
(figura 6–1).8,9 nos de la economía, responsable en gran medida del flo-
rido cuadro clínico, cuyas características principales
La invasión trofoblástica inadecuada durante el proceso son las de una hipoperfusión celular, tisular y orgánica,
de placentación en la preeclampsia es de etiología des- con gravedad progresiva.
conocida; las lesiones características son secundarias a
una invasión endovascular defectuosa, en la que las ar-
terias espirales de la decidua materna no cambian mu- FISIOPATOLOGÍA
cho y menos lo hacen durante la fase de invasión trofo-
blástica del tercio miometrial, conservado ahí su capa
musculoelástica y su inervación, por lo que están hipo-
tróficas e incluso ocluidas, con lesiones aterósicas del La patogénesis de la preeclampsia–eclampsia involucra
endotelio y necrosis de la capa media (figura 6–1). Esto a las arterias espirales defectuosas por una invasión del
produce una lesión endotelial de los vasos placentarios, trofoblasto y una invasión endovascular inadecuadas,
constituyendo el eje de la fisiopatología de la preeclam- ocasionando un desequilibrio en la liberación a favor de
psia, ya que se mantiene durante el embarazo un sistema las sustancias vasoconstrictoras que se incrementan con-
de alta resistencia y flujo bajo a partir de la decimoquin- tra las sustancias vasodilatadores que disminuyen; así, la
ta o decimosexta semanas, que es cuando los cambios disminución de óxido nítrico por destrucción directa
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 71

(inhibe la agregación plaquetaria y relaja el músculo Cuadro 6–1. Fisiopatología de la preeclampsia.


liso endovascular) y de prostaciclina (inhibe la agrega- Desequilibrio de proteínas angiogénicas
ción plaquetaria y es vasodilatador), con el aumento y antiangiogénicas
exagerado del tromboxano A2 (TXA2) (vasoconstric- Trimestre Fase Factores Consecuencias
tor que aumenta la agregación plaquetaria), favorecen
1º y 2º Preclínica Genéticos, Placentación
la vasoconstricción, aunados a lesión endotelial, una
ambienta- aberrante. Dis-
mayor adherencia leucocitaria, aumento de sustancias les, inmuni- minución de la
mitógenas y de endotelina 1 (es el más potente vaso- tarios perfusión pla-
constrictor conocido), junto con el incremento de molé- centaria
culas de adhesión celular, de homocisteína (citotoxici- 3º Clínica sFlt aumen- Disfunción endo-
dad por liberación de óxido y superóxido de hidrógeno) tado, telial, hiperten-
y defectos en el material mitocondrial celular, que gene- VEGF dis- sión arterial,
minuido, coagulopatías,
ran globalmente más vasoconstricción y adhesión celu- PIGF dis- glomeruloen-
lar aumentada con disminución del flujo sanguíneo a ór- minuido doteliosis, pro-
ganos blanco. teinuria
En estudios recientes9 se encontró que la relaxina
está disminuida y que actúa en los receptores endotelia-
les de endotelina necesarios para la angiogénesis utero- proteínas angiogénicas y antiangiogénicas medibles a
placentaria; sus efectos son vasodilatadores renales, in- partir de la decimosexta semana del embarazo. La fms–
crementando el filtrado glomerular, por lo que su cinasa similar a la tirosina 1 (sFlt 1) está aumentada en
disminución en la preeclampsia afecta la función glo- la placenta y el suero de las preeclámpticas, lo mismo
merular. En relación con otros cambios patológicos en que la endoglina (sEng), las cuales son proteínas antian-
el riñón, se han identificado anticuerpos contra el recep- giogénicas que se combinan para producir disfunción
tor de angiotensina II AT1 presentes al inicio de la fase endotelial y preeclampsia severa, ya que el factor de
clínica de la preeclampsia, los que además persisten crecimiento vascular endotelial (VEFG) está disminui-
hasta seis semanas después del parto. Es posible que es- do en ellas, lo mismo que el factor de crecimiento pla-
tos anticuerpos den inicio a cambios importantes en la centario (PIGF) (cuadro 6–1).
fase extrínseca de la coagulación actuando como pro-
trombóticos. Por otro lado, hay disminución del volu-
men intravascular, hipovolemia, bajo gasto urinario, ne- DIAGNÓSTICO Y MARCADORES
fropatía (glomeruloendoteliosis, insuficiencia renal), PREDICTIVOS DE LA PREECLAMPSIA
alteraciones microcirculatorias, disminución de la pre-
sión venosa central (PVC), de la perfusión general y
placentaria que generan sufrimiento fetal crónico que se
puede agudizar, y bajo peso. La hipoalbuminemia por En el cuadro 6–2 se pueden apreciar los principales da-
trastorno renal y fuga de proteínas causa edema genera- tos clínicos y de laboratorio de la preeclampsia de
lizado, edema pulmonar y cerebral. La lentitud circula- acuerdo con el cambio patológico que aparece durante
toria y la hipoxia secundaria también producen aumento su evolución.8,9 Los parámetros comparativos de labo-
en los depósitos de fibrina, alteraciones de la coagula- ratorio de las mujeres sin embarazo, con embarazo y
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ción, como trombocitopenia, y coagulación intravascu- con preeclampsia aparecen anotados en el cuadro 6–3.
lar diseminada.1,8 Recientemente, además de lo anterior, Algunos nuevos datos de laboratorio de interés, que
se han encontrado incrementos de diversas sustancias, en los cuadros 6–2 y 6–3 no aparecen completos, son los
tales como las moléculas de adhesión endotelial relacionados con los estados proinflamatorio y pro-
VCAM–1, ICAM–1, CD31, CD62, que reflejan una trombótico.9,16 Ellos sirven además como potenciales
disfunción del endotelio, por lo que se pueden usar marcadores predictivos de preeclampsia, por lo que se
como marcadores predictivos de la preeclampsia. Otras mencionan a continuación: aumentan el factor de netro-
sustancias que se elevan en la disfunción mediada por sis tumoral alfa (TNF–a), IL–6, PAI–1, endotelina, ce-
preeclampsia son la interleucina (IL) 6, la IL–1, el li- ruloplasmina, a1–antitripsina, expresión CD11b y cal-
gando Fas, los productos de la oxidación lipídica, las cio ionizado intracelular. Disminuyen la proteína C
neurocininas y la dimetilarginina asimétrica.9 La evi- reactiva activada. Reflejan una resistencia a la insulina:
dencia actual15 sugiere que la fisiopatología de la pree- hiperglucemia e insulina aumentada; hablan de disfun-
clampsia está relacionada con un desequilibrio entre las ción endotelial; cifras anormales de fibronectina, endo-
72 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

Cuadro 6–2. Diagnóstico clínico patológico y de laboratorio de la preeclampsia


Afectación patológica Datos clínicos o de laboratorio
Vasoespasmo generalizado Hipertensión arterial, síndrome vasculoespasmódico, anormalidades en el fondo de ojo,
retinopatía
Hipoperfusión generalizada Acidosis metabólica, lactacidemia, hiperuricemia, sufrimiento fetal, bajo peso al nacer
Daño endotelial Proteinuria en orina de 24 h, trombocitopenia (<100 000 plaquetas/mm3), síndrome de
HELLP, fibronectina y laminina elevadas, endotelina aumentada, antitrombina III baja
(indica respuesta procoagulante)
Glomeruloendoteliosis Proteinuria, disminución de la depuración de creatinina, de urea, de ácido úrico y de crea-
tinina
Hipovolemia, hemoconcentración Oliguria, reducción de la PVC y de la PCAP, aumento de hemoglobina y hematócrito
Hipoproteinemia Edema, ascitis, hipoalbuminemia
Síndrome de HELLP Hemólisis microangiopática con esquistocitosis en frotis de sangre fresca, hemoglubinu-
ria, aumento de enzimas hepáticas, trombocitopenia
Coagulopatía Alargamiento del tiempo de protrombina y del tiempo parcial de tromboplastina, fibrinó-
geno bajo, presencia de dímero D, tiempo de coagulación aumentado, petequias y
hemorragias en sitios de punción, trombocitopenia, trombosis microvascular, CID
Lesión hepática Hemorragia periportal y necrosis, aumento de enzimas, dolor abdominal en barra que
predice ruptura hepática, hematoma hepático y eclampsia
Cardiovascular y respiratoria Estado hiperdinámico, edema pulmonar, edema de glotis y lengua con insuficiencia car-
diaca e insuficiencia respiratoria aguda, cardiomiopatía, aumento del volumen plasmá-
tico hasta 30%
Sistema nervioso central Cefalea, acúfenos, fosfenos, retinopatía, vasoespasmo e isquemia y hemorragia cerebral,
convulsiones, coma y muerte. Eclampsia, EVC isquémicos o hemorrágicos
Metabolismo Diabetes, resistencia a la insulina, obesidad
Fetal Aumento del crecimiento uterino, oligohidramnios, DPPNI, recién nacidos prematuros con
bajo peso, sufrimiento fetal crónico agudizado, muerte fetal
CID: coagulación intravascular diseminada; PVC: presión venosa central; DPPNI: desprendimiento prematuro de placenta; PCAP: presión en
cuña pulmonar; EVC: evento vascular cerebral.

telina y óxido nítrico; se observa la función plaquetaria plo, la ausencia de hemólisis en algunos casos del mis-
alterada a través de trombocitopenia y prostaciclina ba- mo, que son menos graves.
jas; hay presencia de citocinas TNF–a, FAS, PCR; acti- Afortunadamente, la aparición de algunos datos de
vidad fibrinolítica: PAI–1, PAI–2, AT III; también dis- alarma ayuda a detectar oportunamente a las pacientes
función renal; calicreína, elevación de creatinina, urea con mayor riesgo de complicaciones, aun sin presentar
y ácido úrico, con hipocalciuria y aclaramiento de crea- la tríada completa; estas manifestaciones se enumeran
tina bajo; aparecen péptidos placentarios: inhibina, a continuación:17
hCG, HCR, leptina. Se agregan datos de estrés oxidati-
vo: antioxidantes, triglicéridos, homocisteína y, final- 1. Cefalea.
mente, la invasión anormal del trofoblasto (moléculas 2. Acúfenos.
de adhesión solubles) se demuestra con16 VEGF dismi- 3. Fosfenos, visión borrosa, escotomas y fondo de
nuido, IGF, sVCAM–1, sICAM–1, sE–selectina, sL– ojo anormal.
selectina y sP–selectina. 4. Tensión arterial de difícil control; elevaciones
El ultrasonido Doppler en los estudios de gabinete es bruscas y súbitas de la misma.
necesario y muy útil. 5. Náusea y vómito.
En la valoración inicial se deben tomar en cuenta los 6. Epigastralgia, dolor en barra.
criterios diagnósticos establecidos, en donde la tríada 7. Oliguria persistente.
clásica de hipertensión, proteinuria y edema puede ser 8. Hematuria.
insuficiente para detectar todos los casos de preeclam- 9. Trombocitopenia.
psia, pues se ha visto que hasta 20% de los casos de 10. Elevación de las enzimas hepáticas.
eclampsia aparecen con una hipertensión mínima e in- 11. Proteinuria de más de 5 g/dL, sufrimiento fetal y
cluso sin proteinuria; además, está registrado que hasta crecimiento fetal intrauterino restringido.
50% de los pacientes con síndrome de HELLP tienen 12. Oligohidramnios.
presentaciones atípicas,17,18 siendo notable, por ejem- 13. Abruptio placentae (DPPNI).
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 73

Cuadro 6–3. Parámetros de laboratorio comparativos en pacientes no gestantes,


embarazadas y gestantes con preeclampsia. Norma técnico–médica
para la prevención y el manejo de la preeclampsia–eclampsia
Parámetro Valores normales medios Valores normales medios Preeclampsia
en las no gestantes en gestantes
Creatinina sérica 0.7 mg/dL 0.5 mg/dL > 0.8 a 0.9 mg/dL
BUN sérico 12 mg/dL 9 mg/dL > 13 a 14 mg/dL
Glucemia 70 a 110 65 a 90 mg/dL –
Ácido úrico sérico 3.7 mg/dL 3.2 mg/dL > 5 mg/dL
Na+ sérico 138 a 145 mEq/L 135 mEq/dL > 148 mEq/L
K+ sérico 3.5 a 4.5 mEq/L 3.6 mEq/L > 5 mEq/L
Cl– sérico 95 a 105 mEq/L > 106 mEq/L
Ca++ sérico 8 a 10 mg/dL o 4.5 a 5 mEq/L ± 10% *
Bicarbonato sérico 24 18 a 22 mEq/L
Osmolaridad plasmática 288 278 a 280 mOsm/K
Aclaramiento de creatinina 100 a 110 mL/min ° 130 a 140 mL/min < 70 mL/min
° 40 a 50%
AST 12 a 46 UI/L < 40 UI/L < 40 UI/L
ALT 3 a 50 UI/mL < 40 UI/L < 40 UI/L
DHL 90 a 200 U/L < 600 UI/L > 600 (HELLP)
BT 0.2 a 1 mg/dL 1 mg/dL > 1.2 mg/dL (HELLP)
Albúmina 3.5 a 5.0 g/dL Variable < 3.5
Globulina 2.3 a 3.5 g/dL Variable < 2.3 g/dL
Proteínas totales 6 a 8 g/dL Variable < 5 g/dL
Relación albúmina–globulina >1 >1 >1
Hemoglobina > 12 g/dL 10.5 a 11 g/dL > 10 g/dL (valora hemocon-
centración)
Hematócrito > 36 35% en el 2º trimestre > 37% (signo de alerta)
37% al término
Frotis en sangre periférica Normal Normal Esquistocitos y reticulocitos
Plaquetas 150 000 a 400 000 > 100 000 > 100 000
TP 75 a 100% w 12.5” Normal a prolongado
(40.5 a 12.5”)
TPT 32 a 39” o < 7” del control w 39” Normal a prolongado
Fibrinógeno 200 a 400 mg/dL > 220% < 200 mg/dL
Productos de degradación Negativo a 40 mg/dL > 12.5” > 40 mg/dL
F–f
EGO
Densidad 1.015 a 1.025 < 4.015 Normal a prolongado > 1.015
Sedimento – – Cilindros granulosos
Proteinuria < 180 mg/24h 300 a 500 mg/24h > 300 mg/dL**
Glucosuria Negativo o < 100 mg/día Cantidades variables > 500 mg/24h
BUN: nitrógeno ureico sanguíneo; ASP: aspartato aminotransferasa; ALT: alanino transaminasa; DHL: deshidrogenasa láctica; BT: bilirrubina total;
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TP: tiempo de protrombina; PTP: tiempo total de protrombina; EGO: examen general de orina. * Se incrementa hasta 220% de los valores norma-
les. ** Varía con el uso de MgSO4.

En conjunto predicen eclampsia, ruptura hepática o he- elevados en las pacientes con preeclampsia, mientras
morragia cerebral, por lo que siempre se tiene que pen- las concentraciones activas de VEFG y PIGF están dis-
sar que la preeclampsia es progresiva, impredictiva y le- minuidas. También se comprobó que la administración
tal. de suero en mujeres con preeclampsia inhibía in vitro la
La solicitud de determinación de marcadores predic- angiogénesis y la vasodilatación arterial y, lo que es más
tivos en pacientes con riesgo de padecer preeclampsia importante aún, que ambos efectos fueran reversibles a
es otro hecho que se debe tomar en cuenta desde la deci- la administración de VEGF y PIGF exógeno.
moquinta semana, ya que son detectables principalmen- Otros trabajos posteriores corroboraron la relación
te en orina. Por ejemplo, Maynard19 demostró, como se entre el aumento del SFLT–1 y el desarrollo de pree-
mencionó, que los niveles de SFLT–1 están realmente clampsia.20,21
74 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

Thadani22 encontró que los niveles de PIGF durante hipertensión severa (160/110 o 150 mmHg de tensión
el primer trimestre estaban reducidos en las pacientes arterial media); es de tipo difuso y genera encefalopatía
que desarrollarían preeclampsia. hipertensiva con convulsiones y estado de coma, e in-
Levine y col.23–25 señalaron el valor de la dosifica- cluso hemorragia cerebral.
ción urinaria de PIGF, ya que antes de la enfermedad re- El manejo del edema cerebral incluye la corrección
nal establecida la molécula de SFLT–1 es muy grande de la hipoxia y la hipercarbia, el control de la presión
para ser filtrada en la orina; en cambio, el PIGF sí apare- sanguínea y la temperatura corporal y evitar el uso de
ce tempranamente. Estos autores observaron una dismi- agentes anestésicos inhalados.
nución significativa del PIGF urinario cinco semanas La hiperventilación manual o mecánica asistida se
antes del desarrollo de la preeclampsia clínica. Se plan- debe practicar manteniendo un control de la hipocapnia,
tea también que el índice SFLT–1/PIGF, después de es- procurando mantener la PCO2 entre 25 y 30 mmHg, lo
tablecida la enfermedad clínica, puede ser utilizado que reduce la hipertensión intracraneana y el edema ce-
como un indicador de la gravedad de la enfermedad. rebral.
Las consecuencias prácticas de todas estas investiga- La administración de agentes osmóticos, como el
ciones incluyen: manitol, reduce el edema. La terapia esteroide es efecti-
va para el edema cerebral crónico localizado, como en
1. Se podría contar con una prueba relativamente fá- el caso de tumores o abscesos, pero es menos benéfica
cil de realizar y no invasora (PIGF urinario) para en el edema cerebral agudo difuso de la paciente pree-
predecir la preeclampsia semanas antes de su ma- clámptica; sin embargo, otras condiciones generales
nifestación clínica. La Organización Mundial de mejoran con su uso e incluso ayudan a la maduración
la Salud (OMS) está coordinando un gran estudio pulmonar fetal, por lo que se debe emplear dexametaso-
prospectivo para determinar su confiabilidad real. na en dosis de 10 mg por vía intravenosa (IV) cada 12
2. La posibilidad de disponer de un agente terapéuti- h, como ya se comentó.
co (VEGF–121) que pueda revertir la hipertensión
y la proteinuria en humanos, efecto ya demostrado
en ratas. Síndrome de HELLP

Este síndrome se caracteriza por hemólisis, elevación


de las enzimas hepáticas y trombocitopenia.1,8,17,27 La
COMPLICACIONES hemólisis es el resultado del paso de eritrocitos entre los
vasos trombosados dañados; rara vez produce anemia.
La trombocitopenia es secundaria a la destrucción peri-
férica de plaquetas a nivel microcirculatorio y en oca-
Las complicaciones más graves del síndrome son he-
siones la cuenta plaquetaria es menor de 100 000. Se re-
morragia cerebral, evento vascular cerebral isquémico,
comienda la transfusión de 10 unidades de concentrado
edema pulmonar agudo, cardiomiopatía, insuficiencia
plaquetario cuando la cifra sea menor de 50 000/mL;
respiratoria aguda, insuficiencia renal, ruptura o hema-
administrar cinco concentrados plaquetarios en 24 h si
toma hepático, coagulación intravascular diseminada,
la cuenta se encuentra entre 50 000 y 100 000/mL. Ade-
eclampsia y síndrome de HELLP.1,8 Los dos últimos,
más, se recomienda transfundir una unidad de plasma
por su importancia, serán descritos brevemente a conti-
fresco congelado cada ocho horas, por las plaquetas que
nuación.
contiene.
Hay que tener presente que este tipo de pacientes se
acompañan de una mayor pérdida sanguínea durante el
Eclampsia parto y la operación cesárea y que en ocasiones se asocia
a desprendimiento prematuro de placenta (DPPNI). La
Es una forma complicada de la preeclampsia, más la elevación de enzimas hepáticas es otro signo de disfun-
presencia de convulsiones generalizadas tónico–clóni- ción multisistémica; la enzima transaminasa glutámi-
cas y estado de coma. co–oxalacética es la que comúnmente se encuentra ele-
Se presenta en 46.3% en el anteparto, en 16.4% en el vada y se puede acompañar de hipoglucemia. La
intraparto y en 37.3% en el posparto.1,8 dexametasona, el sulfato de magnesio y otras medidas
En la preeclampsia–eclampsia el edema cerebral re- que se verán más adelante son útiles en el tratamiento
sulta de la pérdida de la autorregulación cerebral por la integral.
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 75

MORBILIDAD Y MORTALIDAD Prevención de la preeclampsia

Hasta ahora no se ha encontrado la forma de prevenirla;


los estudios con fármacos, como el ácido acetilsalicíli-
La morbilidad está representada por las complicaciones co, el calcio y los ácidos grasos omega 3, no han logrado
anotadas. En relación con la mortalidad, la OMS estimó demostrar su utilidad en este sentido.9,17 Los marcado-
en 2000 cerca de 600 000 fallecimientos maternos res para la fase preclínica están en investigación, pero
anuales en el mundo, de los cuales 98% ocurrieron en se espera que el padecimiento se pueda detectar desde
países en vías de desarrollo. antes de la vigésima semana, en que se manifiestan los
En el continente americano la OPS registró en 2002 descensos y las elevaciones de estos marcadores, princi-
la muerte de más de 23 000 mujeres gestantes, con una palmente de las moléculas de adhesión solubles, para
tasa global superior a 190 decesos por cada 100 000 na- iniciar un tratamiento más selectivo antes de que se pre-
cidos vivos. En México las tasas de mortalidad materna sente la fase clínica de la preeclampsia.16 El uso de
oscilan entre 60 y 70 muertes por cada 100 000 naci- VEFG 12118 parece prometedor, pero se requieren más
mientos.2 estudios al respecto para valorar su utilidad.
En el sistema hospitalario del IMSS de todo el país
se observó en el quinquenio de 2000 a 2005 un descenso
MANEJO PERIOPERATORIO
en la tasa general de mortalidad materna de 38.9 a
33.4,2,3 debido a los programas de atención implemen-
tados para reducirla; lo mismo ocurrió en todo el Sector
Salud mexicano. La preeclampsia–eclampsia es uno de los mejores ejem-
Las primeras tres causas de mortalidad materna en el plos para la práctica de la medicina perioperatoria, la
IMSS en el periodo de 2000 a 2005 son las que se mues- cual se está tratando de impulsar en México, porque su
tran en el cuadro 6–4. manejo integral incluye un cuidado multidisciplinario
En relación con la preeclampsia,2,3 la tasa de 12.3 por e interdisciplinario en donde interactúan grupos de es-
cada 100 000 nacidos vivos aún equivale a 36.8% del pecialistas en ginecología y obstetricia, internistas, en-
total de muertes obstétricas registradas en el lapso men- docrinólogos, cardiólogos, neumólogos, intensivistas,
cionado (1 613 fallecimientos), por lo que ocupa el pri- de cuidados en medicina critica, anestesiólogos, urgen-
mer lugar de la mortalidad; la hemorragia obstétrica ciólogos y pediatras neonatólogos. La especialización
ocupó el segundo lugar con 15.3% y los abortos el terce- individual en cada una de estas ramas es el modelo que
ro, con 5.5%. Entre las otras causas de muertes obstétri- actualmente se sigue; pensamos que es necesaria la for-
cas directas se encuentran la sepsis, los traumatismos y mación de nuevos especialistas en medicina periopera-
también las ocurridas por accidentes anestésicos con un toria, en donde se incluya globalmente a todas las espe-
bajo porcentaje (1.4%), pero aun reducibles si se mejo- cialidades mencionadas para una sola figura médica,
ran las medidas de seguridad anestésica. aunque ello implique un mayor número de años de estu-
dios de posgrado.

Cuadro 6–4. Mortalidad materna de 2000 a 2005 TRATAMIENTO GENERAL


E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

en el Instituto Mexicano del Seguro Social de HOSPITALARIO PREVIO A LAS


acuerdo con sus tres causas principales SEMANAS 34 A 36 DE GESTACIÓN
Causas Defuncio- Porcentaje Tasa*
nes totales (%)
Obstétricas directas e 1 613 100.0 33.4 Las medidas terapéuticas actuales parecen ser sólo pa-
indirectas liativas y de beneficio temporal, aunque permiten mejo-
Obstétricas indirectas 361 22.4 7.5 rar el pronóstico materno y fetal. El objetivo principal
Obstétricas directas 1 252 77.6 25.9 es mejorar la perfusión tisular, para lo cual se tienen a
Preeclampsia–eclam- 594 36.8 12.3 su vez tres objetivos:1,7,9,17,26–30
psia
Hemorragia materna 250 15.5 5.2 1. Reposición del volumen intravascular.
Abortos 86 5.3 1.8 2. Control de la hipertensión arterial.
Otras causas directas 322 20.0 6.6 3. Prevención o reversión de las convulsiones.
76 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

Para cumplir con estas metas se siguen protocolos de Prevención o reversión


manejo, entre los que destaca el del Colegio Americano de las convulsiones
de Ginecología y Obstetricia, que con algunas modifi-
caciones es el que se usa en los hospitales de ginecoobs- Inicio: un bolo IV de sulfato de magnesio de 4 a 6 g en
tetricia de concentración de la República Mexicana, por 10 a 20 min. También se utiliza por vía intramuscular
lo que a continuación se menciona, partiendo de la pre- profunda en cada glúteo a razón de 5 g, con repetición
misa que señala la individualización de las pacientes cada cuatro horas.
como lo más importante. Mantenimiento: infusión continua de 1 a 3 g/h. Se
preparan 40 g de MgSO4 en 1 000 mL de solución salina
a 0.9% para administrar de 25 a 75 mL/h. El rango tera-
Reposición del volumen intravascular péutico oscila entre 5 y 7 mg/dL.
Es importante medir las cifras de este compuesto en
Suministrar HaemaccelR o dextrán 40, o almidón a 6 y sangre, debido a su toxicidad en el sistema nervioso. En
10% a razón de 500 mL en dos o cuatro horas de acuerdo Europa no se usa, pero se sustituye por diazepam, feni-
con la PVC, el grado de oliguria y la PCP; en los casos toína (250 mg IV cada ocho horas) o fenobarbital, y re-
graves (repetir cargas hasta la normalización) hay que presenta otras alternativas del manejo.
agregar de 125 a 150 mL de cristaloides por hora (solu- Las medidas generales incluyen reposo en cama,
ción mixta, solución de Hartmann y solución fisioló- control de peso diario, administración semanal de beta-
gica). También se pueden usar 50 mL de albúmina a metasona o dexametasona, evaluación de los paráme-
25% cada ocho horas (alto costo) o plasma en dosis de tros relacionados con los órganos blanco más afectados,
15 mL/kg cada ocho horas en lugar de los coloides arti- anamnesis diaria sobre cefalea, alteraciones visuales,
ficiales o después de ellos. Aplicar cloruro de potasio de recuento cotidiano de movimientos fetales, control se-
acuerdo con los electrólitos séricos (en general se usan manal del volumen de líquido amniótico y ecosonogra-
dos ampolletas IV cada 12 h). fía para control del crecimiento uterino cada dos sema-
Los diuréticos (furosemida) se usan hasta que la vole- nas.
mia sea más adecuada, o como prueba de la función renal Se sabe que el tratamiento definitivo de la preeclam-
ante oliguria persistente. psia es la interrupción del embarazo, ya que una vez que
se obtiene el producto y se produce el alumbramiento
las condiciones clínicas empiezan a mejorar; el proble-
ma radica en la decisión del momento oportuno para ha-
Control de la hipertensión arterial cerlo, lo cual depende de la respuesta materna al trata-
miento médico, de las condiciones de la madre y de la
Se indican 500 mg de alfametildopa más 50 mg de hi- repercusión fetal, porque se considera que es más ries-
dralazina cada ocho horas, o isoxuprina en dosis de 50 goso someter a cirugía y anestesia a una paciente que no
mg en 250 mL de cristaloide según la respuesta y la recibe un tratamiento previo estabilizador de sus condi-
valoración cada 10 min, o labetalol 20 mg en bolos para ciones generales que a otra que tiene los beneficios del
luego seguir con 40 u 80 mg hasta llegar a un máximo manejo compensatorio.1,7,9,17,18,26–30
de 220 mg, así como nifedipino sublingual en dosis de Las metas del periodo de estabilización que una vez
10 mg si la tensión arterial diastólica está por arriba de cumplidas son el indicador de que la paciente está com-
100 mmHg. Repetir este esquema cada 30 min por tres pensada y se puede interrumpir el embarazo si la edad
ocasiones hasta lograr el control de las cifras tensiona- fetal u otros factores así lo permiten son las siguientes:
les; si esto no se logra se debe seguir con nitoprusiato de
sodio (90 mL de solución glucosada a 5% más 10 mL 1. Volemia corregida: PVC igual a 6 u 8 cmH2O, pre-
de nitroprusiato para pasar de 0.5 a 3 mg por minuto) y sión en cuña pulmonar de 8 a 12 mmHg, volumen
revalorar cada tres minutos; si aún no hay un control, se urinario mínimo de 50 mL/h; el ideal es 1 mL/kg/h.
decide la interrupción del embarazo y se suspende el ni- 2. Evaluación y corrección de fallas orgánicas: car-
troprusiato. Fármacos contraindicados: inhibidores de diacas, renales, hepáticas y de coagulación.
la enzima convertidora de angiotensina y bloqueadores 3. Ausencia de crisis convulsivas o coma.
ATII, debido a que causan anormalidades fetales e in- 4. Control efectivo de la presión arterial (diastólica
cluso la muerte fetal. de 95 mmHg y media de 110 mmHg).
La dexametasona IV se usa a razón de 500 mg/kg o 5. Feto sin sufrimiento, evaluado y reanimado si fue
bien se aplican bolos IV de 10 mg cada 12 h. necesario.
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 77

6. Acceso vascular garantizado (dos venoclisis con 7. Vigilar la actividad uterina y la frecuencia car-
catéteres de 14 a 16 y el de PVC) . diaca fetal.
7. Monitoreo materno y fetal completos. 8. No usar ningún vasodilatador sin reponer previa-
8. Tiempo mínimo de estabilización de seis a ocho mente el volumen. Los líquidos se deben admi-
horas, para cumplir ayuno y conocer los resulta- nistrar con cautela, debido al riesgo de edema
dos de los exámenes de laboratorio y gabinete. pulmonar. Valorar continuamente la función car-
9. Comunicación entre el grupo de manejo multidis- diaca.
ciplinario con funciones bien definidas para cada 9. Continuar con soluciones coloides tipo albúmina
uno de sus integrantes. o plasma cada ocho horas y aplicar cristaloides en
relación con la PVC.
10. Reponer el potasio de acuerdo con los electróli-
tos séricos, el electrocardiograma y la diuresis.
TRATAMIENTO HOSPITALARIO 11. Control de la hipertensión arterial como ya se se-
PREOPERATORIO ñaló.
12. MgSO4 de acuerdo con lo descrito.
13. Si una vez repuesta la volemia persisten bajos los
volúmenes urinarios se debe administrar una do-
En la paciente con preeclampsia–eclampsia que es can- sis única de 40 a 100 mg de furosemida.
didata a cirugía y a un método y técnica anestésicos, la 14. Verificar que las metas del tratamiento estabiliza-
conducta terapéutica recomendada en distintos medios dor estén cumplidas.
hospitalarios mexicanos incluye:1,7,9,17,26–30
En caso de eclampsia se procede de la siguiente mane-
ra:1,7,9,17,18,26–30
1. Internar a la paciente, de preferencia en terapia
intensiva, y minimizar los estímulos. 1. Llevar a cabo todo lo anterior.
2. Ayuno absoluto si hay inminencia de eclampsia 2. Tener AmbúR y equipo de intubación a la mano.
o probabilidad de cirugía a corto plazo. 3. Administrar difenilhidantoína en dosis de 250 mg
3. Posición de Fowler y oxígeno con puntas nasales como dosis inicial y 125 mg/8 h durante 48 h.
o mascarilla a 3 L/min, y periodos de reposo en 4. Administrar manitol a 20% en dosis de 250
decúbito lateral izquierdo varias veces al día. cm3/12 h.
4. Colocar el catéter venoso central e iniciar con co- 5. Administrar metilprednisona (SolumedrolR) de
loides y cristaloides, como ya se indicó, de acuer- 5 mg/kg dosis inicial; después 1 mg/kg/8 h o de-
do con la PVC, la frecuencia cardiaca y la oligu- xametasona de 16 a 24 mg como dosis inicial y
ria. Iniciar el manejo hemodinámico con cargas 8 mg/8 h para maduración pulmonar fetal.
rápidas (expansores del plasma, albúmina huma- 6. Si con el tratamiento persisten las convulsiones,
na y cristaloides). irritabilidad extrema o estado de coma, se proce-
5. Vigilar los datos de progresión de la enfermedad de después de intubación traqueal a poner a la pa-
y los de alarma ya mencionados. Verificar el fondo ciente en coma barbitúrico con tiopental sódico
de ojo y valorar la hiperreflexia osteotendinosa. en dosis de 10 mg/kg en 50 cm3 de solución glu-
6. Solicitar biometría hemática, química sanguínea, cosada IV cada 30 min tres o cuatro dosis, para
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tiempos de protrombina, tiempo parcial de pro- después continuar con 100 mg/kg en 500 mL de
trombina, dímeros B, C y D —para evaluar los solución glucosada para 24 h dosis respuesta, ba-
diferentes factores de coagulación—, cuenta pla- sada en la concentración plasmática del fármaco,
quetaria, fibrinógeno y productos de degrada- que debe ser de 2.5 mg a 5 mg por 100 en el elec-
ción del mismo, tiempo de sangrado activado y troencefalograma y en el índice biespectral si se
formación del coágulo en un tubo sin anticoagu- cuenta con él.
lante, pruebas sanguíneas cruzadas, transamina- 7. Relajación muscular con vecuronio cada cuatro
sa glutámico oxalacética, TGP, DHL, fosfatasa horas.
alcalina, proteínas totales, bilirrubina directa e 8. Mantener el estado de coma de 24 a 48 h. Durante
indirecta, frotis de sangre periférica con búsque- el estado de coma no es necesario dar sulfato de
da de células de Burn, electrólitos séricos, gaso- magnesio.
metría arterial, ultrasonido hepático y medidores 9. La interrupción del embarazo por causa fetal se
predictivos. basa en la persistencia de una tensión arterial de
78 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

165/110 o mayor a pesar del tratamiento, la eli- 7. El uso de sedantes y barbitúricos se asocia con un
minación urinaria menor de 400 mL en 24 h, el mayor riesgo de sufrimiento fetal.
recuento plaquetario menor de 50 000/mm3, el 8. El sulfato de magnesio prolonga la acción de los
aumento progresivo de creatinina sérica, el DHL sedantes, los anticonvulsivos y los relajantes
mayor de 1 000 unidades, la disminución de los musculares, sobre todo los no despolarizantes; se
movimientos fetales, los trazos cardiacos fetales elimina a través del riñón, tiene efecto inotrópico
de sufrimiento y el flujo sanguíneo umbilical negativo, es tocolítico y vasodilatador e inhibe la
diastólico invertido. Las causales maternas in- agregación plaquetaria; sus niveles en sangre de-
cluyen sangrado agudo (DPPNI, placenta previa, ben oscilar entre 4 y 8 mEq/L; las determinacio-
ruptura uterina y ruptura hepática) u otras emer- nes de 12 mEq producen depresión respiratoria.
gencias obstétricas. 9. Los antihipertensivos, como la metildopa y la hi-
dralazina, interactúan con el bloqueo simpático
que se produce con la anestesia peridural al po-
tenciar el efecto vasodilatador.
Implicaciones preanestésicas 10. La oliguria es una manifestación de que el gasto
por la enfermedad y por el urinario y la filtración glomerular han disminui-
tratamiento instituido1,6,9,17,27–30 do; ambos son importantes en la eliminación de
sustancias anestésicas.
1. Antes de iniciar cualquier procedimiento anesté- 11. La disminución de la presión coloidosmótica con
sico se debe administrar un volumen intravascu- la que evolucionan estas pacientes refleja el gra-
lar adecuado, principalmente a base de coloides do de hipoproteinemia, lo cual es muy importan-
y cristaloides. te, dada la fijación de los anestésicos a las proteí-
2. Antes de iniciar cualquier maniobra de penetra- nas.
ción corporal se deberán tener tiempos de coagu- 12. La efedrina, la epinefrina, la ergonovina, la keta-
lación y recuento plaquetario, ya que la mayoría mina, los relajantes musculares despolarizantes
de estas pacientes tienen alteraciones hematoló- y el enflurano son medicamentos de muy elevado
gicas. riesgo en estas pacientes, por lo que su uso no se
3. Cualquiera que sea la técnica anestésica a em- recomienda o deberá estar supeditado, principal-
plear conviene incrementar la fracción inspirada mente la efedrina, a la técnica anestésica emplea-
de oxígeno, pues en el embarazo se encuentran da y a la hipotensión arterial que ésta produzca,
disminuidos los volúmenes de reserva inspirato- pues es bien conocido que la efedrina incrementa
ria y residual, así como la capacidad residual fun- la presión arterial sin afectar la circulación utero-
cional. Se debe prevenir la broncoaspiración placentaria.
(síndrome de Mendelson) con el empleo de anti- 13. En la mayoría de estas pacientes hay disminución
ácidos claros, como citrato de sodio a 0.3% a ra- de la distensibilidad del miocardio, de manera que
zón de 30 mL por vía oral, aspiración gástrica, ra- son más susceptibles a insuficiencia cardiaca.
nitidina de 150 mg VO dos horas antes de la 14. El bloqueo epidural puede ser utilizado en pa-
cirugía, omeprazol de 40 mg IV 30 min antes y cientes tratadas con AspirinaR. En ausencia de
metoclopramida IV 10 min antes de la anestesia. otros signos y síntomas de coagulopatía lo mejor
4. Se debe prevenir la compresión aortocava y el es la anestesia neuroaxial con bloqueo epidural o
síndrome de hipotensión supina. subaracnoideo y no deben estar contraindicados
5. La mayoría de las pacientes tienen edema farín- en estas pacientes, ya que son bien tolerados y no
geo, laríngeo y de lengua, lo cual dificulta la intu- producen complicaciones por esta causa.
bación endotraqueal. Además, sufren edema ce-
rebral, por lo que al realizar varios intentos de
intubación existe la posibilidad de incrementar VALORACIÓN PREANESTÉSICA
las presiones arterial e intracraneal, y producir
crisis convulsivas y hemorragia.
6. Se administraran fármacos como lidocaína, es-
molol, alfentanilo o remifentanilo para prevenir Los cambios fisiológicos que produce el embarazo en la
la hipertensión de la laringoscopia y la intuba- gestante deben ser conocidos por el anestesiólogo, ya
ción traqueal. que son muchas las implicaciones que producen durante
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 79

el acto anestésico. Las clasificaciones conocidas de enfermedad cardiaca sobreagregada y oliguria


riesgos y estados físicos de la American Society of Anes- que no responde a una carga de líquidos.
thesiologists, la New York Heart Association, Mallam- f. Electrocardiograma continuo en DII y V5.
pati y otras de examinación de la vía aérea son útiles en g. Oximetría de pulso y capnografía (durante la anes-
la valoración preanestésica y se deben usar con mucho tesia).
criterio, ya que no necesariamente contemplan dentro
de sus esquemas a la paciente ginecoobstétrica, al bino-
mio madre–hijo ni a la paciente preeclámptica; sin em-
MANEJO ANESTESIOLÓGICO
bargo, normativamente el anestesiólogo tratante las de-
berá consignar en el expediente clínico.1,6 TRANSOPERATORIO

MEDICACIÓN PREANESTÉSICA En la figura 6–2 se muestra el algoritmo recomendado


en la preeclampsia–eclampsia para la selección de la
anestesia.6 Un esquema del manejo anestésico de la pre-
eclampsia–eclampsia y del síndrome de HELLP que se
La individualización de cada paciente es lo más apro- sugiere6 es el que se muestra en el cuadro 6–5.
piado; su indicación dependerá del tipo de cirugía y su
duración, y las condiciones psicológicas y patológicas
de la paciente. Se pretende causar el menor daño posible Manejo anestésico durante
al feto, por lo que es aceptada una medicación preanes- la labor y el parto1,6,27–30
tesia sin sedantes ni hipnóticos, porque ya están medica-
das con este tipo de fármacos desde la terapia. Sólo se La analgesia epidural se inicia muy temprano durante la
puede aplicar un anticolinérgico del tipo de la atropina labor; cuando la paciente tiene las primeras molestias se
o la escopolamina. instala un catéter peridural inerte sin recibir narcóticos
Si está planeada una anestesia regional se evitará de ni sedantes en esta fase. Los requisitos para iniciar la in-
preferencia cualquier medicación en el cuarto de la pa- fusión epidural incluyen buena formación del coágulo
ciente; excepcionalmente se medicará a la paciente en y ausencia de evidencia clínica de anormalidades en la
el quirófano. Los anticonvulsivos, la clorpromazina y coagulación. Si está recibiendo sulfato de magnesio
los sedantes o barbitúricos que se usan en el tratamiento debe ser continuado durante la labor y el parto.
son suficientes para mantener tranquila a la paciente du- Durante el trabajo de parto casi nunca se utilizan
rante la anestesia regional.1 analgésicos o sedantes por vía sistémica.

Preparación para la colocación


Monitoreo1,6,27–30 del bloqueo epidural

a. Frecuencia cardiaca fetal, perfil biofísico, cardio- Volumen intravascular óptimo, es decir, PVC entre 6 y
tocografía fetal continua; en algunos casos pH fe- 8 cmH2O o presión en cuña pulmonar entre 8 y 12 mmHg;
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tal del cuero cabelludo. mantener colocada a la paciente en decúbito lateral iz-
b. Sonda vesical para cuantificar cada hora el volu- quierdo; monitoreo fetal sin datos de deterioro; corro-
men urinario, las proteínas, etc. borar que no hay contraindicaciones y aplicar elbloqueo
c. Presión arterial no invasiva. La canulación arterial peridural; administración de dosis de prueba de 2 a 3 mL
rara vez se usa; está indicada sólo cuando se re- de lidocaína a 2% c/e; completar la analgesia con lido-
quieren gasometrías arteriales frecuentes. caína a 1% simple (100 mg) hasta que ascienda a T10.
d. Catéter de PVC usualmente por condiciones anes- Los narcóticos peridurales brindan ayuda analgésica sin
tésicas y por presión diastólica mayor de 100 producir hipotensión (meperidina de 50 a l00 mg y fen-
mmHg, oliguria y uso de antihipertensivos. tanilo de 50 a 100 mg). La bupivacaína a 0.25% también
e. Catéter en la arteria pulmonar sólo cuando existan se emplea, igual que la ropivacaína a 0.2%. Asegúrese
signos de edema pulmonar (PVC inicial alta, w 10 de que exista desplazamiento uterino hacia la izquierda
cmH2O, elevación rápida de la PVC con una infu- y maneje la hipotensión (si se presenta una disminución
sión modesta de líquidos, dolor torácico y disnea), de 25% de la presión sistólica, una cifra menor de 100
80 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

Cuadro 6–5. Anestesia recomendada ble reinyecte lidocaína o bupivacaína, o ropivacaí-


de acuerdo con la presentación de la na en las concentraciones señaladas.
preeclampsia–eclampsia S Reinyecte anestésicos locales con reloj en mano
Padecimiento Bloqueo Anestesia
cada dos horas. Un bloqueo de este tipo rara vez
peridural (%) general (%) interfiere significativamente con el segundo pe-
riodo del trabajo de parto, ya que la dimensión fe-
Preeclampsia leve 98 2
Preeclampsia severa 88 12
tal es pequeña y la actividad uterina en la pree-
compensada clampsia se encuentra incrementada.
Preeclampsia severa no 83 17
compensada
Síndrome de HELLP 52 48 Manejo anestésico de la
Eclampsia 8 92
operación cesárea electiva1,6,27–30

El bloqueo epidural debe alcanzar por lo menos el nivel


mmHg o cualquier caída de la presión arterial que oca- T4; se realiza en dos o tres etapas inyectando el anestési-
sione cambios deletéreos en la frecuencia cardiaca del co local en dosis fraccionadas.
feto) a base de hidratación con soluciones balanceadas Preparación: hidratar hasta que la PVC alcance a po-
o bolos de efedrina en dosis de 5 mg intravenosos, los sitivizarse (4 cmH2O) y si es posible a normalizarse,
cuales se pueden repetir hasta en tres ocasiones. como ya se mencionó, y continuar con la aplicación de
1 a 2 L de solución electrolítica balanceada. En casos se-
veros no se debe pasar de 1 000 mL de solución; si es
necesaria una mayor hidratación, se administra coloide
Mantenimiento del bloqueo epidural (albúmina). Se utilizan de 15 a 20 mL fraccionados, ya
sea de bupivacaína a 0.5% o de lidocaína a 1.5 o 2% con
S Mantenga un bloqueo sensitivo sólido a nivel de epinefrina a 1:400 000, o ropivacaína a 0.5% más la adi-
T8–T6. En el momento en que se encuentre esta- ción de 50 a 75 mg de fentanilo en la última dosis.

Preeclampsia–eclampsia

Valoración clínica: Analítica


De aparatos y sistemas, T/A, FC, PVC Hb, Ht, plaquetas, perfil hepático, perfil tóxemico,
uresis, tratamiento estado fetal ionograma, proteinuria, pruebas de coagulación,
pruebas cruzadas

No Convulsiones Sí

Preeclampsia Hay Eclampsia


Emergencia obstétrica:
Leve Severa SFA, DPPNI, placenta
previa, ruptura hepática,
HELLP, ruptura uterina,
No hemorragia Sí

Es una urgencia obstétrica, compensar el padecimiento en Cesárea inmediata


8 a 12 h (volemia, T/A, ayuno, anemia, plaquetas). Si la Monitoreo invasivo
coagulación es normal y trabajo de parto inicial: BPD para (dos anestesiólogos)
parto. Si persiste descompensación: cesárea con el BPD, AGB o AGE
pero si hay anomalías en plaquetas o coagulación o contraindicación
para el bloqueo dar AGB o AGE (dos anestesiólogos)

Figura 6–2. Algoritmo para la selección del método y la técnica anestésica.


Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 81

Puntos adicionales: se mantiene el desplazamiento El bloqueo subaracnoideo con aguja # 27 de punta de


uterino hacia la izquierda hasta después de obtenido el lápiz pasada a través de una aguja de Touhy previamen-
producto. La hipotensión severa se maneja a base de te colocada en el espacio epidural se puede emplear en
efedrina intravenosa en bolos de 5 mg e hidratación con- pacientes en estas condiciones, pero con esta técnica
tinua con soluciones balanceadas. Con frecuencia se puede existir un alto grado de bloqueo del sistema ner-
presenta hipotensión súbita acompañada de náuseas y vioso simpático que dé como resultado una marcada hi-
vómito varios minutos posteriores a la extracción del potensión materna. Siempre utilice efedrina para tra-
producto secundaria al uso de oxitocina. Para tener una tarla y anestésico local hiperbárico:30,31 lidocaína a 5%
buena analgesia preventiva posoperatoria se pueden en dosis de 70 a 80 mg o bupivacaína a 0.75% en dosis
administrar 5 mg de morfina o 50 mg de fentanilo por vía de 12 a 15 mg, o ropivacaína a 0.5% en dosis de 15 a
epidural al finalizar la cirugía. 22.5 mg para la anestesia subaracnoidea; luego pase un
catéter peridural en dirección cefálica y úselo en caso
necesario durante la cirugía o para la analgesia posope-
ratoria.
Manejo anestésico de la operación
cesárea de emergencia
Anestesia general en la
Las causas más comunes de una operación cesárea de preeclampsia–eclampsia1,6,26,30
emergencia en las pacientes con preeclampsia inclu-
yen1,6,26–30 sufrimiento fetal agudo grave, DPPNI y pla- Este método está indicado cuando existen contraindica-
centa previa sangrante. Sin embargo, no se justifica el ciones para el bloqueo epidural, tales como coagulopa-
paso directo de una paciente de admisión, de la sala de tía, hipovolemia, septicemia, rechazo materno, sufri-
labor o de terapia intensiva al quirófano si no se ha in- miento fetal severo y hemorragia obstétrica grave. Los
tentado obtener las metas establecidas de estabilización detalles técnicos incluyen:
durante el periodo de compensación materna y fetal.
La conducta a seguir consiste en valorar conjunta- 1. Perfusión adecuada.
mente si es imperiosa la operación o puede esperar un 2. Prevención de los efectos cardiovasculares que
tiempo razonable de tratamiento médico. Se debe recor- ocasionan la laringoscopia y la intubación endo-
dar que la vida de la madre es prioritaria y que las prisas traqueal con la administración de lidocaína sim-
en el diagnóstico y en la cirugía obligan a una anestesia ple a 1% en dosis de 100 mg en infusión tres mi-
general indebidamente preparada, lo cual es muy peli- nutos antes de la intubación o bolos de 1 mg/kg
groso para el binomio. IV, o esmolol IV, alfentanilo o remifentanilo por
Si fue colocado un catéter epidural previamente: ele- esta vía.
ve rápidamente el nivel de bloqueo mediante la inyec- 3. Presión cricoidea después de la inducción anesté-
ción lenta y fraccionada de la dosis total de lidocaína sica.
simple a 2% con dosis de 300 a 340 mg (15 a 17 mL), 4. Se debe evitar la presión positiva extrema con la
o de bupivacaína a 0.5% en dosis de 65 a 75 mg o de mascarilla para evitar regurgitación y broncoas-
ropivacaína de 0.5 a 0.75% en dosis de 97.5 a 112.5 mg piración.
a las que no se requiere adicionar epinefrina.31 Esto pro- 5. Inducir en posición de litotomía, con la paciente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ducirá un bloqueo adecuado a un nivel sensitivo de T4 ya vestida quirúrgicamente y el cirujano con el


en cinco a ocho minutos. La suma de bicarbonato de so- bisturí en la mano, realizando una intubación rá-
dio a la lidocaína puede resultar en un comienzo más rá- pida.
pido del bloqueo (1 mL de bicarbonato por cada 20 mL 6. Contar con tubos endotraqueales de calibres me-
de lidocaína). nores del habitual e incluso equipo de cricotiroi-
También se pueden agregar de 50 a 75 mg de fentanilo dotomía.
a la solución anestésica. 7. Inducción anestésica con tiopental, etomidato o
Si no se encuentra colocado un bloqueo epidural: en propofol en las dosis habituales.
general refleja un error en el manejo de la paciente. El 8. Mantenimiento con oxígeno más halogenados
sufrimiento fetal y la insuficiencia uteroplacentaria no (de preferencia isoflurano o sevoflurano) en con-
son contraindicaciones absolutas para la colocación de centraciones mínimas equivalentes a dos terceras
un bloqueo epidural y con frecuencia existe suficiente partes de la CAM con ventilación manual o me-
tiempo para instalarlo. cánica controlada.
82 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)

9. Se puede usar fentanilo en dosis de 2 a 4 mg/kg 2. La etiología es multifactorial. Existen marcado-


para balancear la anestesia en la inducción, advir- res predictivos urinarios (PIGF e índice SFLT–1/
tiendo al neonatólogo para que esté preparado PIGF) que se deben valorar en las pacientes que
durante la reanimación del producto. Otros tienen riesgo de padecerla desde la decimoquinta
opioides, como el remifentanilo y el alfentanilo, o la decimosexta semanas antes de que aparezca
también dan buenos resultados analgésicos, con el cuadro clínico (decimoquinta o decimosexta
menos depresión del feto, debido a sus caracterís- semanas), para ser tratadas a partir de ese mo-
ticas farmacológicas. mento con sustancias angiogénicas (VEFG 121)
10. Además de esta técnica de anestesia general ba- o con otras de nueva aparición.
lanceada se pueden emplear técnicas de anestesia 3. En nuestro medio el sulfato de magnesio es el in-
general endovenosa sin gas y balanceada con dicado para la prevención anticonvulsiva, aun-
opioides. que no es significativamente útil en la estabiliza-
11. La anestesia general balanceada y la endovenosa ción hemodinámica.
además están indicadas en la histerectomía obs- 4. El uso de coloides y cristaloides debe ser conco-
tétrica y en la ligadura de los vasos uterinos, hi- mitante, sin predilección por alguno de ellos, de
pogástricos y tuboováricos como medidas para preferencia basados en la PVC.
salvar vidas por hemorragias masivas. 5. Los cuidados y el manejo de las pacientes de alto
riesgo, como las preeclámpticas, de preferencia
se harán en una sala de terapia intensiva, con tra-
tamiento y monitoreo especializados.
MANEJO POSPARTO 6. La paciente con preeclampsia se debe estabilizar
Y POSOPERATORIO1,6 en periodos mínimos de seis a ocho horas y hasta
12 h previas o más a la interrupción del emba-
razo.
7. La anestesia neuroaxial para parto y cesárea es la
Aproximadamente 30% de las preeclámpticas se hacen de elección.
eclámpticas en el posparto inmediato. El riesgo es por 8. El bloqueo peridural con catéter inerte refleja un
aproximadamente 48 h, aunque generalmente ocurre en buen manejo perioperatorio, ya que puede ser útil
las primeras ocho horas. Esto hace que las pacientes ten- para el trabajo de parto, para la cesárea electiva
gan necesidad de vigilancia en la unidad de terapia y para las emergencias, incluso puede ser indi-
intensiva. cado en la unidad de cuidados intensivos para el
Se requiere monitoreo 48 h posterior al parto o a la manejo preoperatorio de la hipertensión arterial.
cesárea, y continuar el manejo con dexametasona de 10 9. La anestesia combinada (subaracnoidea más pe-
mg IV/12 h durante dos días y luego de 5 mg/12 h du- ridural) actualmente es más utilizada en las pa-
rante dos días más; además, antihipertensivos y anticon- cientes que no tienen un catéter inerte instalado.
vulsivantes (MgSO4), así como la indicación de analge- 10. Hay evidencia sólida de que el bloqueo epidural
sia posoperatoria a través del catéter epidural usando en la preeclampsia aumenta el flujo sanguíneo in-
concentraciones bajas de anestésico local (bupivacaína tervelloso, disminuye el nivel de catecolaminas
a 0.125% sola o combinada con opioides y por medio de circulantes y previene el desarrollo de eclampsia,
bombas de infusión). sin aumentar el compromiso materno–fetal.

CONCLUSIONES En caso de que no se logre la compensación completa


la cirugía se atenderá con anestesia general de tipo ba-
lanceado o endovenoso bien planeada.
La anestesia mixta (peridural más general) y la gene-
Las contradicciones acerca de la preeclampsia hasta ral balanceada o endovenosa son las de elección en al-
ahora resueltas incluyen: gunas complicaciones médico–quirúrgicas de la pree-
clampsia, como son la cesárea en la eclámptica, la
1. El nombre correcto es el de preeclampsia–eclam- laparotomía exploradora, la histerectomía obstétrica y
psia y pertenece a los estados hipertensivos del la ligadura de las arterias uterinas, hipogástricas o tu-
embarazo. boováricas en la hemorragia obstétrica grave.
Manejo perioperatorio de la preeclampsia–eclampsia 83

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84 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 6)
Capítulo 7
Insuficiencia cardiaca
Ricardo López Rodríguez, José Antonio Castelazo Arredondo

INTRODUCCIÓN El corazón tiene dos funciones fundamentales: pro-


ducir un gasto cardiaco suficiente para cubrir todas las
demandas fisiológicas y metabólicas, y generar una pre-
sión arterial suficiente para el riego de los órganos. La
Las enfermedades cardiovasculares son la principal insuficiencia cardiaca puede ser definida como un esta-
causa de morbilidad y mortalidad en los países desarro- do en el cual el corazón se encuentra incapacitado para
llados. La insuficiencia cardiaca congestiva es la causa enfrentarse a las necesidades variables metabólicas y de
más frecuente de hospitalización en los pacientes de oxígeno del cuerpo, es decir, un estado en el cual el gasto
edad avanzada.1 La insuficiencia cardiaca es un síndro- cardiaco se encuentra disminuido en relación con las de-
me de etiología múltiple que presenta manifestaciones mandas metabólicas corporales.4
clínicas comunes y se caracteriza por la función defi- La insuficiencia cardiaca debe ser diferenciada de
ciente del corazón como bomba, secundaria o no a dis- otras causas en las que disminuye el gasto cardiaco y,
función miocárdica. El síndrome clínico de insuficien- por lo tanto, los requerimientos energéticos del organis-
cia cardiaca se ha constituido en la vía final de varias mo no se satisfacen, como en el caso de la hipovolemia
entidades patológicas de diversa etiología.2 El aneste- y la limitación del llenado ventricular en caso de tumo-
siólogo se enfrenta cada día más a pacientes que presen- res o tamponade cardiaco.
tan insuficiencia cardiaca en sus diferentes etapas y que
requieren cirugía cardiaca o extracardiaca, por lo que el
conocimiento de este síndrome es indispensable para
EPIDEMIOLOGÍA
quien se enfrenta a este tipo de pacientes.

DEFINICIÓN Su incidencia y su prevalencia evolucionan proporcio-


E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nalmente a las de las enfermedades crónicas y a la ten-


dencia de longevidad de las poblaciones. Es un padeci-
miento que genera altos índices de mortalidad,
La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico que re- discapacidad y costos de atención.3 En México la tasa
sulta de cualquier daño cardiaco estructural o funcional de mortalidad generada por enfermedades cardiovascu-
que impide el adecuado llenado o vaciamiento de la san- lares se ha incrementado de 12.5 a 15.9 % en la pobla-
gre en el ventrículo para satisfacer las necesidades meta- ción general y de 21.5 a 23.1% en los pacientes mayores
bólicas del organismo. Se caracteriza por un trastorno de 65 años de edad. En México se calculó la existencia
progresivo en la perfusión tisular y el incremento de agua de 750 000 pacientes con insuficiencia cardiaca, con
en los tejidos. Sus principales manifestaciones son edema, una incidencia de cerca de 10% de la prevalencia, es de-
disnea, disminución de la tolerancia al ejercicio y fatiga.3 cir, cada año se agregan 75 000 casos nuevos.5

85
86 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 7)

Cuadro 7–1. Etiología de la insuficiencia La primera respuesta al estado de disfunción cardia-


cardiaca en México ca es la actividad incrementada del sistema simpático,
Causas %
con liberación de catecolaminas endógenas para incre-
mentar la presión de perfusión y normalizar el gasto car-
Isquémica 46 diaco; esta respuesta es inicialmente benéfica, pero con
No isquémica 54
el paso del tiempo se presenta desensibilización de los
Hipertensión 28
receptores y los niveles de catecolaminas aumentan en
Idiopática 15
forma importante, produciendo cambios estructurales
Cardiopatía reumática 5
del miocardio que llevan a hipertrofia y posteriormente
Enfermedad de Chagas 3
a distrofia en la matriz extracelular, con depósitos de fi-
Diabetes 3
broblastos y muerte celular, por apoptosis o por anoxia.
También se activa el sistema renina–angiotensina–
aldosterona, principalmente por hipoperfusión renal y
otras sustancias, como los péptidos endoteliales, los
ETIOLOGÍA péptidos natriuréticos y citocinas como el factor de ne-
crosis tumoral alfa y las interleucinas 1 y 6.5–8

La insuficiencia cardiaca es el resultado del descontrol


de algunas enfermedades comunes en la población gene- EVALUACIÓN
ral, como son infarto del miocardio, hipertensión arterial
y cardiopatía valvular. La cardiopatía isquémica es la
principal causa de insuficiencia cardiaca (cuadro 7–1).5,6
Por su evolución se clasifica en aguda y crónica, por Las manifestaciones de insuficiencia cardiaca se pue-
su fisiopatología en diastólica y sistólica, y por su causa den presentar de manera insidiosa y evolucionar lenta-
en daño miocárdico directo (infarto agudo del miocar- mente, por lo que es necesario tener un alto nivel de sos-
dio), daño por sobrecarga de trabajo (hipertensión arte- pecha en pacientes con antecedentes de riesgo y
rial y valvulopatías) y daño desconocido, como las car- brindarles atención ante cualquier síntoma, por mínimo
diomiopatías.7 que sea. El cuadro clínico del paciente con insuficiencia
cardiaca puede ser asintomático hasta presentarse con
un cuadro clínico grave de edema pulmonar agudo. Las
primeras manifestaciones de la enfermedad pueden ser
FISIOPATOLOGÍA taquicardia, incremento del peso corporal a expensas de
retención de líquidos, disminución del apetito y de la
masa muscular, respiración periódica y ortopnea. Las
manifestaciones clínicas se pueden deber a congestión
Existen dos tipos de insuficiencia cardiaca: la sistólica vascular pulmonar o sistémica, o ambas, disnea progre-
y la diastólica. Generalmente se presentan simultánea- siva hasta llegar a la ortopnea y disnea paroxística noc-
mente, por lo que se habla del predominio de un tipo so- turna, edema, ascitis y anasarca, galope, plétora yugular
bre el otro. En la insuficiencia sistólica el ventrículo y expectoración asalmonada. También podrían ser efec-
expulsa un menor volumen debido a su capacidad con- to de la hipoperfusión o del bajo gasto la hiporexia, la
tráctil deficiente, el volumen residual aumenta y el ven- fatiga, la taquicardia, la hipotermia, la confusión mental
trículo se dilata; se caracteriza por disminución en la y la baja tolerancia al esfuerzo físico.
fracción de expulsión (< 40%). En la insuficiencia car- La insuficiencia cardiaca puede ser derecha o iz-
diaca diastólica el problema es la dificultad del llenado quierda. Los pacientes con cuadro de insuficiencia car-
ventricular, lo que genera volúmenes de llenado bajos; diaca izquierda tienen síntomas de gasto cardiaco dis-
sin embargo, su mecanismo contráctil está conservado, minuido y aumento de la presión venosa pulmonar; el
generalmente su fracción de expulsión es adecuada (> síntoma predominante es la disnea. En la insuficiencia
50%).8,9 cardiaca derecha predominan los signos de retención de
Los mecanismos relacionados con la insuficiencia líquido y el individuo presenta edema, congestión hepá-
cardiaca sistólica y la diastólica son diferentes, aunque tica y en ocasiones ascitis. La mayoría de los pacientes
las manifestaciones hemodinámicas y el cuadro clínico presentan signos de insuficiencia derecha e izquierda a
son similares. la vez, mientras que la disfunción ventricular izquierda
Insuficiencia cardiaca 87

Cuadro 7–2. Clasificación por estadios ciones cardiacas perioperatorias y desarrollar estrategias
que disminuyan el riesgo cardiaco, mejorando la sobre-
Alto riesgo para desarrollar insuficiencia cardiaca, no hay
alteración estructural
vida a corto y largo plazos. La identificación de las dife-
Anormalidad estructural, sin síntomas rentes variables perioperatorias que influyen de manera
Anormalidad estructural y síntomas actuales o previos adversa en los pacientes sometidos a cirugía no cardiaca
Síntomas de insuficiencia cardiaca refractarios al trata- y la estratificación del riesgo ayudan a tomar una deci-
miento sión médica y a determinar el tratamiento óptimo.
En los últimos años se han evaluado una gran varie-
dad de métodos y procedimientos diagnósticos no inva-
sores para predecir el riesgo perioperatorio, con inclu-
es la causa primaria de la insuficiencia ventricular dere-
sión de índices de riesgo multifactorial, vigilancia
cha.
electrocardiográfica ambulatoria, ventriculografía,
El American College of Cardiology y la American
imagen de perfusión miocárdica farmacológica y eco-
Heart Association clasifican la insuficiencia cardiaca
cardiografía de estrés con dobutamina o dipiridamol.12
en cuatro estadios (cuadro 7–2):
Lee y col. estudiaron a pacientes sometidos a cirugía
electiva no cardiaca; identificaron seis predictores de
S Estadio A: pacientes propensos a desarrollar in-
complicaciones: la cirugía de alto riesgo, los anteceden-
suficiencia cardiaca, sin alteración estructural.
tes de cardiopatía isquémica, los antecedentes de insufi-
S Estadio B: pacientes con alteración estructural
ciencia cardiaca, el evento vascular cerebral, el trata-
sin la presencia de síntomas.
miento con insulina y los niveles de creatinina mayores
S Estadio C: cambios estructurales y presencia de
de 2.0 mg/dL.13
síntomas.
El American College of Cardiology y la American
S Estadio D: pacientes en etapas terminales, que
Heart Association dictaminaron las guías para la eva-
son refractarios al tratamiento.
luación cardiovascular perioperatoria en cirugía no car-
diaca; el propósito es propiciar el cuidado de los pacien-
La enfermedad coronaria y la hipertensión arterial sisté-
tes que son sometidos a cirugía no cardiaca en los
mica son los principales factores de riesgo para desarro-
periodos preoperatorio, transoperatorio y posoperato-
llar insuficiencia cardiaca; sin embargo, existen otras
rio. Se definieron predictores clínicos de riesgo cardio-
causas, como la diabetes mellitus, las valvulopatías
vascular14 (cuadro 7–4) y se elaboró una clasificación
—principalmente la estenosis aórtica—, la insuficien-
de riesgo específico de cirugía (cuadro 7–5).
cia mitral y las cardiomiopatías. Por lo regular la causa
Las pruebas preoperatorias adicionales están enfoca-
es multifactorial.10 De acuerdo con su limitación fun-
das en determinar la capacidad funcional y detectar is-
cional, la NYHA clasifica a la insuficiencia cardiaca en
quemia miocárdica preoperatoria o alteraciones del rit-
cuatro clases (cuadro 7–3).
mo. Esto se realiza por pruebas no invasivas:
La insuficiencia cardiaca está relacionada con com-
plicaciones cardiacas posoperatorias; en general se con-
S Electrocardiograma de 12 derivaciones.
sidera el control de la insuficiencia cardiaca en el preo-
S Evaluación no invasiva de la función ventricular.
peratorio para disminuir los riesgos.11
S Pruebas de estrés.
La finalidad de la evaluación preoperatoria es obtener
información acerca de la enfermedad cardiovascular
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

para detectar a los pacientes con alto riesgo de complica-


TRATAMIENTO

Cuadro 7–3. Clasificación de


la New York Heart Association El tratamiento de la insuficiencia cardiaca tiene la fina-
Clase I: no manifiesta síntomas al realizar sus activida-
lidad de restaurar la función miocárdica, lo cual es im-
des físicas habituales posible en la mayoría de los casos. Por lo tanto, el trata-
Clase II: presenta síntomas al realizar actividades físicas miento generalmente es paliativo, disminuyendo los
moderadas síntomas para mejorar la calidad de vida y retrasar la
Clase III: presenta síntomas al realizar actividades físicas progresión de la enfermedad.10
mínimas El tratamiento dependerá del estadio de la insuficien-
Clase IV: sintomático en reposo cia cardiaca; en el estadio A no es farmacológico, sino
88 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 7)

Cuadro 7–4. Predictores clínicos que aumentan El tratamiento combinado con fármacos inotrópicos po-
el riesgo cardiovascular perioperatorio sitivos, diuréticos, vasodilatadores, antagonistas de
Mayores
los receptores b y anticoagulantes tiene un papel defini-
Síndromes coronarios inestables
tivo en la insuficiencia cardiaca.15
Infarto del miocardio reciente (7 a 30 días) El tratamiento se divide en hemodinámico y del blo-
Angina inestable queo neurohumoral. El tratamiento hemodinámico se
Insuficiencia cardiaca congestiva descompensada utiliza principalmente en la fase aguda; el tratamiento
Arritmias graves con bloqueo neurohumoral se utiliza en la fase crónica.
Bloqueo auriculoventricular avanzado
Arritmias ventriculares sintomáticas
Arritmias supraventriculares
Tratamiento hemodinámico
Enfermedad valvular grave
Desde este punto de vista, el tratamiento farmacológico
Intermedios
Angina de pecho moderada
se divide en medicamentos que modifican el trabajo sis-
Infarto del miocardio previo
tólico, es decir, que favorecen la contractilidad miocár-
Insuficiencia cardiaca previa o compensada dica, y en fármacos que modifican la precarga y la pos-
Diabetes mellitus carga.
Menores Mecanismo de acción de los fármacos inotrópicos:
Edad avanzada
ECG anormal (hipertrofia ventricular izquierda, bloqueo
1. Bloqueo de la ATPasa de la bomba de sodio y po-
de rama) tasio.
Ritmo no sinusal (fibrilación auricular) 2. Bloqueo de la fosfodiesterasa.
Capacidad funcional baja (< 4 MET) 3. Estimulantes de receptores b adrenérgicos para
Hipertensión arterial sistémica descontrolada activar la adenilatociclasa.
Antecedentes de evento vascular cerebral
El objetivo primordial de los inotrópicos es aumentar el
calcio intracelular para incrementar la fuerza de con-
tracción. Actualmente se sabe del efecto sinérgico que
que se inicia con medidas generales y el control de los
se obtiene cuando se utilizan simultáneamente fárma-
factores de riesgo.
cos inotrópicos con diferente mecanismo de acción; de
En los estadios B, C y D está indicado el tratamiento
esta manera también disminuye el efecto indeseable de
farmacológico específico debido a que existe una alte-
estos fármacos, como taquicardia o hipotensión, al dis-
ración estructural cardiaca.
minuir la dosis de cada uno de ellos.7

Bloqueadores de la ATPasa
Cuadro 7–5. Clasificación de de sodio y potasio
riesgo específico de cirugía
Alto riesgo (riesgo cardiaco > 5%) Digital
Cirugía de aorta Inhibe la bomba de intercambio de sodio y potasio, cau-
Cirugía vascular mayor sando acumulación de sodio en la célula, de tal forma
Cirugía vascular periférica que incrementa el calcio intracelular, mejorando la con-
Intermedio (riesgo cardiaco de 1 a 5%) tractilidad cardiaca; bloquea la conducción en el nodo
Cirugía de abdomen y tórax auriculoventricular y se utiliza para control de frecuen-
Cirugía de carótida cia ventricular en caso de fibrilación auricular y aleteo.
Cirugía de cabeza y cuello
Cirugía ortopédica Fármacos inhibidores de la fosfodiesterasa
Cirugía de próstata
Bajo riesgo (riesgo cardiaco < 1%) Amrinona y milrinona
Procedimientos endoscópicos Son derivados de la biperidinas, inhiben a la fosfodies-
Procedimientos superficiales terasa tipo III y presentan acción inotrópica y vasodila-
Cirugía de cataratas tadora a nivel sistémico y pulmonar. La milrinona tiene
Cirugía de glándula mamaria una potencia 20 veces mayor a la de la amrinona, con un
Cirugía ambulatoria menor efecto trombocitopénico.
Insuficiencia cardiaca 89

Fármacos inotrópicos betaestimulantes neurohumoral aceptado en la actualidad se establece en


el sistema adrenérgico con los b bloqueadores y en el
S Dobutamina: catecolamina sintética; es un ago- sistema renina–angiotensina, con los inhibidores de la
nista directo de los receptores b1 que incrementa enzima convertidora de angiotensina II y los bloquea-
la contracción miocárdica y tiene efecto b2 a nivel dores de los receptores de angiotensina I.16
periférico. Los inhibidores de la enzima convertidora de angio-
S Dopamina: catecolamina precursora de adrenali- tensina disminuyen la poscarga y los b bloqueadores au-
na y noradrenalina, tiene acción directa sobre los mentan el tiempo de llenado diastólico, además de que
receptores a1, b1 y 2, así como en los receptores modifican los efectos celulares activados por el estímu-
dopaminérgicos. lo neurohumoral persistente al interferir con la regula-
S Adrenalina: catecolamina producida por la mé- ción de receptores y el estímulo de muerte celular.
dula suprarrenal; tiene efecto directo en los recep- Los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen un
tores a1 y 2, b1 y 2, y es un poderoso inotrópico riesgo aumentado de tromboembolias como consecuen-
con efecto variable; además, tiene actividad lusi- cia del gasto cardiaco bajo y de la alta incidencia de fi-
trópica y mejora la presión de riego coronario. brilación auricular coexistente, por lo que es frecuente
S Noradrenalina: neurotransmisor simpático pos- la anticoagulación profiláctica con warfarina.
ganglionar que tiene efecto directo sobre los re-
ceptores a1, 2 y b1; favorece el riego cerebral y
cardiaco a expensas de vasoconstricción a otros MANEJO ANESTÉSICO
órganos y aumenta la presión pulmonar.

Tratamiento de la precarga y la poscarga El manejo anestésico del paciente con insuficiencia car-
diaca depende del estadio de la misma, así como del tipo
Una parte fundamental del tratamiento hemodinámico de cirugía que se va a realizar. Al valorar todos los as-
es la disminución de la presiones de llenado. Esto se lo- pectos de la situación cardiaca del paciente se pueden
gra con el uso de diuréticos y vasodilatadores de predo- seleccionar la técnica anestésica y el tipo de fármaco
minio venoso, con el objetivo de disminuir la poscarga. anestésico que mejor se acomode a la situación cardiaca
Los más importantes son el nitroprusiato y la nitroglice- actual. Sin embargo, no hay un fármaco o una técnica
rina. que puedan garantizar la estabilidad hemodinámica del
paciente, ya que estos cambios se pueden deber a la pro-
pia fisiopatología de la enfermedad y a una reducción
S Nitroprusiato: vasodilatador directo arterial, se
del tono simpático que puede provocar vasodilatación,
convierte en ácido nítrico en la musculatura vas-
depresión cardiaca e hipovolemia.15
cular, tiene efecto equilibrado en territorio veno-
En general continúa el uso de los fármacos cardio-
so, es vasodilatador pulmonar y disminuye la pos-
vasculares que toma el paciente hasta el día de la inter-
carga en mayor proporción comparada con la
vención quirúrgica y se retoma la administración lo más
precarga.
pronto posible en el posoperatorio, excepto de los fár-
S Nitroglicerina: es principalmente un vasodilata-
macos anticoagulantes, como la warfarina, la cual se
dor venoso; en dosis altas tiene efecto arterial, re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

suspende al menos tres días previos a la cirugía; se uti-


duce el retorno venoso —en consecuencia la pre-
liza heparina fraccionada o de bajo peso molecular si es
carga— y el consumo de oxígeno, e incrementa el
necesario continuar con la anticoagulación y se suspen-
flujo coronario en diástole; elimina el espasmo co-
de de 8 a 12 h, respectivamente, antes de la cirugía.
ronario y mejora el flujo de la circulación colateral
En casos de urgencia, cuando no es posible suspender
y la función de bomba al reducir la isquemia.
la warfarina, se corrigen los tiempos de coagulación con
plasma fresco congelado.
La premedicación forma parte fundamental de la téc-
Bloqueo neurohumoral nica anestésica; se prefiere que los pacientes inestables
no reciban premedicación antes de llegar a un área que
Además de continuar con el tratamiento hemodinámico permita su vigilancia continua por personal capacitado,
en la fase crónica de la insuficiencia cardiaca, es impor- como es el quirófano. Se sugiere midazolam de 30 a 50
tante el bloqueo del estímulo neurohumoral. El bloqueo mg/kg por vía intravenosa, morfina de 30 a 70 mg/kg por
90 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 7)

vía intravenosa o fentanilo de 0.5 a 1 mg/kg por vía intra- hemodinámica transoperatoria con catéter de flotación
venosa. Son importantes el monitoreo básico (electro- pulmonar, en especial en procedimientos quirúrgicos
cardiograma, presión arterial no invasiva y pulsioxíme- mayores, como cirugía intratorácica, abdominal supe-
tro) y el oxígeno suplementario antes de administrar una rior y cirugía vascular.12
sedación, incluso para colocar el monitoreo invasivo. En el caso de anestesia general los fármacos seleccio-
El monitoreo invasivo es útil durante el periodo de nados dependen de la condición clínica actual del pa-
inducción anestésica, por lo que en ocasiones se coloca ciente y de la experiencia del anestesiólogo. Los objeti-
previo a la inducción la presión arterial invasiva; la vía vos consisten en atenuar las respuestas hemodinámicas
central se coloca de preferencia después de la induc- a la laringoscopia y la cirugía sin aparición de una hipo-
ción, así como el catéter de flotación pulmonar cuando tensión excesiva. Se debe tener preparado y listo para su
es necesario. administración al menos un fármaco inotrópico positi-
En los pacientes con insuficiencia cardiaca congesti- vo, un vasopresor y un vasodilatador, todos conectados
va es necesario un tratamiento médico preoperatorio a una bomba de infusión y listos para su utilización.
para disminuir la morbilidad y la mortalidad cardiacas Cuando la técnica anestésica seleccionada sea regional
durante procedimientos quirúrgicos no cardiacos. En se sugiere de preferencia bloqueo peridural fracciona-
pacientes con disfunción ventricular izquierda impor- do; para evitar cambios hemodinámicos importantes se
tante confirmada por ecocardiografía y con datos clíni- recomienda el monitoreo invasivo de la presión arterial
cos de insuficiencia cardiaca está indicada la vigilancia y de la presión venosa central.

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Capítulo 8
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente con asma
Armando Adolfo Álvarez Flores

INTRODUCCIÓN DEFINICIÓN

El asma es una de las enfermedades crónicas más fre- El asma es una enfermedad inflamatoria crónica del
cuentes en los niños. En México cerca de 10% de la po- pulmón caracterizada por problemas de respiración re-
blación la padece, de la cual 40% es menor de 15 años currentes de las vías aéreas asociados a obstrucción va-
de edad, mientras que en el mundo afecta a 300 millones riable del flujo aéreo (generalmente reversible, sea de
de personas; en América Central y América del Sur 40 manera espontánea o con tratamiento) y a un incremen-
millones de personas la padecen y se estima que en Mé- to en la reactividad de las vías aéreas a una gran variedad
xico más de 4 000 personas mueren por asma cada año. de estímulos. En un principio el asma fue reconocida en
En nuestro país este padecimiento representa un pro- términos puramente clínicos, en los que el broncoespas-
blema de salud pública, ya que es una de las 10 primeras mo ha sido sinónimo de sibilancias. Sin embargo, ahora
causas de visita a los servicios de urgencias, así como se conoce bien el mecanismo de producción de este fe-
de consulta externa. nómeno y su frecuente asociación con múltiples enfer-
El asma es un serio problema de salud pública en Mé- medades respiratorias, pero durante un ataque del asma
xico y a nivel mundial. Personas de todas las edades en existen tres factores que determinan la disminución del
países de todo el mundo se ven afectadas por esta enfer- diámetro de las vías aéreas: el edema y la inflamación
medad crónica, que cuando no se controla puede afectar de la pared bronquial, la hipersecreción de moco y la
en gran medida la calidad de vida y en ocasiones inclu- contracción de la musculatura lisa de la pared bron-
sive podría ser fatal. quial.1–3 Un historial médico cuidadoso, un examen físi-
Aunado a lo anterior, el asma es una enfermedad cró- co y las pruebas de la función pulmonar proporcionan
nica que consume recursos importantes de salud por su la información necesaria para el diagnóstico de asma.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

costo elevado. Las pruebas de función respiratoria permiten distin-


De acuerdo con una investigación sobre la prevalen- guir la respuesta normal de las vías respiratorias de
cia de esta enfermedad en México mediante el Estudio aquella que se presenta en algunos individuos de mane-
Internacional de Asma y Alergias en la Infancia ra exagerada ante estímulos específicos e inespecíficos
(ISAAC), realizado en las ciudades de Tijuana, Mexica- (término denominado hiperreactividad bronquial). Sin
li, Monterrey, Ciudad Victoria, México, Toluca, Cuer- embargo, esta alteración funcional, a pesar de que tam-
navaca, Mérida, Veracruz y Villahermosa, se detectó bién se asocia a otras enfermedades respiratorias (como
que la mayor prevalencia de síntomas de asma en esco- infección viral aguda o enfermedades crónicas, como la
lares se observó en Mérida (11 %) y que en los adoles- bronquitis crónica y la fibrosis quística), se presenta en
centes de Ciudad Victoria la prevalencia fue mayor individuos que no padecen asma ni la desarrollarán, ca-
(12%). racterística esencial de la enfermedad.

91
92 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 8)

FACTORES DE RIESGO edad adulta, periodo en el que predomina claramente la


enfermedad en las mujeres, debido quizá a diferencias
en el estado hormonal. Una explicación alternativa es la
posibilidad de que el menor tamaño de las vías aéreas de
Atopia las mujeres puede favorecer una mayor obstrucción. Pa-
rece ser que en los hombres jóvenes la gravedad del
asma es mayor. Se han demostrado en las poblaciones
Es la alteración inmunitaria de hipersensibilidad a antí-
latinas (mexicanas y portorriqueñas) diferencias en la
genos ambientales comunes, casi siempre derivados de
morbilidad por asma y en la respuesta a la terapia atri-
agentes como el polen y los ácaros del polvo casero. La
buidas a diferencias farmacogenéticas.
producción de inmunoglobulina E (IgE) contra antíge-
nos ambientales es el mecanismo subyacente básico,
cuyo incremento se asocia con una mayor prevalencia
Infecciones respiratorias
de asma e incluso con un pronóstico desfavorable. Los
alergenos más comunes son los provenientes de los áca-
Las infecciones respiratorias causadas por virus en los
ros del polvo, las cucarachas y las mascotas (en especial
primeros años de la vida incrementan la probabilidad de
gatos). El alergeno más reconocido es el ácaro del polvo
asma, debido a que producen una extensa lesión del epi-
casero, por lo que el hogar es el sitio de mayor exposi-
telio bronquial, lo que favorece el incremento de la hi-
ción debido a los reservorios y al mayor tiempo de per-
perreactividad bronquial y una mayor sensibilización a
manencia de las personas. Así, las concentraciones de
los aeroalergenos.
más de 100 ácaros por gramo de polvo se consideran un
factor de alto riesgo. La gente que convive estrecha-
mente con mascotas, como gatos y perros, tiene mayor
Dieta
riesgo de sensibilización específica, en comparación
con aquellos que no tienen esta exposición. La exposi-
ción a alergenos de cucarachas resulta ser muy impor- La alimentación con leche materna en los infantes tiene
tante, debido a su frecuencia y altos niveles de contacto. un efecto estimulante del sistema inmunitario y un efec-
Se relaciona directamente con clima y condiciones so- to protector contra la aparición de problemas alérgicos
cioeconómicas. alimentarios, dérmicos y la incidencia de sibilancias en
los primeros tres años de la vida. Por otra parte, se ha ob-
servado un efecto protector del consumo de ácidos gra-
sos omega 3 provenientes del pescado en ciertas pobla-
Factores genéticos
ciones del mundo en las que la prevalencia del asma es
muy baja.
En las poblaciones de una misma raza existen diferen-
cias genéticas y cambios en la prevalencia del asma. En
general las observaciones muestran que el asma tiende Tabaquismo (contaminación intramuros)
a agruparse en familias. El Estudio Colaborativo de la
Genética del Asma ha confirmado la relevancia de algu- Los efectos en la salud de la adicción al tabaco durante
nas regiones de los cromosomas 5q, 6p, 11q, 12q, 13q el embarazo citan una mayor frecuencia de síntomas
y 14q, y sugiere la participación de nuevas regiones, respiratorios y disminución funcional respiratoria en ni-
como 2q, 5q, 11p, 17p, 19q y 21q. En algunos de los ge- ños nacidos de manera prematura o que tuvieron bajo
nes descritos se encuentra el polimorfismo de los recep- peso al nacer.
tores b2, que son muy importantes en la regulación del
tono bronquial. En otros cromosomas (p. ej., el 11q)
probablemente se determina la influencia en la concen- Contaminación (extramuros)
tración sérica de IgE.
No hay evidencias sólidas que indiquen que la calidad
del aire ambiental esté implicada en la aparición de nue-
Sexo y factores étnicos vos casos de asma; en cambio, sí es posible relacionar
el aumento de los síntomas respiratorios en sujetos as-
Se reconoce el predominio de la enfermedad durante la máticos con el incremento de las partículas inhaladas,
infancia; sin embargo, existe una relación inversa en la ozono y dióxido de azufre, probablemente debido a que
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con asma 93

favorecen una mayor permeabilidad bronquial a los Células cebadas


alergenos y al efecto irritativo de las vías aéreas.
Las células cebadas, o mastocitos, se encuentran distri-
buidas en las vías aéreas y en el parénquima pulmonar.
Músculo liso bronquial Existen dos tipos bien diferenciados: mucoso y conec-
tivo. En los pacientes asmáticos las células cebadas de
tipo mucoso son predominantes. Las células cebadas del
La excesiva contracción del músculo liso bronquial paciente asmático muestran características diferentes
siempre ha sido considerada uno de los mecanismos de las de las personas sanas, como incremento en el nú-
más importantes del asma; esta respuesta exagerada mero y mayor facilidad para ser estimuladas y, por lo
puede estar condicionada por varios factores: propieda- tanto, degranuladas. Cuando el estímulo se realiza a tra-
des intrínsecas del músculo liso bronquial, moviliza- vés de la interacción de un antígeno con las IgE de su
ción intracelular de iones de calcio y mayor activación superficie el mecanismo es de tipo inmunitario. Tam-
muscular debido al incremento de uniones de baja bién pueden ser estimuladas a través de mediadores de
impedancia. estimulación directa, como el factor liberador de hista-
Por otra parte, también se presentan cambios morfo- mina y la acetilcolina. Las células cebadas actúan como
lógicos derivados de factores de crecimiento produci- un importante reservorio de mediadores químicos pre-
dos en enfermedades inflamatorias que originan hiper- formados, pero con la capacidad de síntesis de novo y
trofia (aumento de tamaño de las células) e hiperplasia otros más. Por otra parte, poseen un gran potencial de
(proliferación celular) del músculo liso bronquial. degranulación; son las primeras células en activarse y
desencadenar la respuesta asmática temprana, e influ-
yen de manera directa en el inicio y el mantenimiento de
Epitelio bronquial la respuesta asmática tardía a través de la liberación de
factores quimiotácticos de otras células inflamatorias.
El epitelio bronquial actúa como mecanismo de defensa
del aparato respiratorio, al no permitir el paso de alerge- Eosinófilos
nos inhalados. Sin embargo, cuando el epitelio se lesio-
na se incrementa la permeabilidad, no sólo favorecien- Producen una serie de enzimas que protegen de alguna
do la mayor sensibilización del paciente a los alergenos, manera a las vías respiratorias de mediadores químicos
sino exponiendo a la superficie epitelial los receptores promotores de inflamación. Tal es el caso de la histami-
de irritación (terminaciones nerviosas que en condicio- nasa, la arilsulfatasa y la fosfolipasa D, que metabolizan
nes anatómicas normales se sitúan en la parte más pro- la histamina, los leucotrienos C y D y un factor activa-
funda del epitelio), facilitando así los reflejos vagales. dor de plaquetas, respectivamente. En el paciente asmá-
Como consecuencia del proceso inflamatorio activo del tico se ha corroborado un incremento en la celularidad
asma el epitelio se descama, y estas células pueden ser de los eosinófilos, no sólo en sangre periférica, sino
observadas en el esputo de los pacientes en forma de también en las vías aéreas, así como una mayor labili-
conglomerados, llamados cuerpos de Creola. Esta de- dad a liberar sus mediadores químicos y enzimas.
nudación del epitelio es un factor adicional que favore-
ce el aumento en la permeabilidad.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El epitelio libera un mediador, denominado factor re- Neutrófilos


lajador derivado del epitelio (que posee propiedades in-
hibitorias de la contracción del músculo liso de la vía Estas células mantienen la respuesta asmática tardía. La
aérea), producido en respuesta a estímulos farmacológi- liberación de mediadores químicos es variada; su prin-
cos y sustancias endógenas inductoras de contracción. cipal relevancia son las enzimas que liberan, ya que cau-
Cuando el epitelio se lesiona intensamente deja de pro- san severa lesión epitelial de la vía aérea, el cual es pro-
ducir este factor, lo que produce contracción del mús- bablemente su mecanismo de daño más importante.
culo liso traqueobronquial.
En el epitelio también son producidos otros media- Plaquetas
dores, como la prostaglandina E2, que inhibe la libera-
ción de mediadores químicos por las células inflamato- Participan activamente a través del metabolismo y la li-
rias y posee actividades relajadoras del músculo liso beración de mediadores de inflamación, como son los
traqueobronquial. tromboxanos (particularmente TxA2) y los leucotrie-
94 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 8)

nos, ambos con propiedades broncoconstrictoras. Las membrana de las células inflamatorias (cebadas, eosi-
plaquetas se encuentran activadas por parte del factor nófilos, neutrófilos, macrófagos, monocitos, basófilos
estimulante de plaquetas proveniente de otras células y plaquetas) mediante receptores específicos. Al con-
inflamatorias (capítulo 15). tactar con un antígeno inhalado inmediatamente se pro-
duce la liberación de diversos mediadores químicos, los
cuales favorecen la contracción del músculo liso o bien
Macrófagos promueven o sostienen la inflamación.

Los macrófagos son estimulados y tienen el potencial de Ácido araquidónico


liberar más mediadores químicos: leucotrienos, trom-
boxanos y prostaglandinas. Forman parte de los fosfolípidos que constituyen las
membranas celulares. Cuando la fosfolipasa A2 hidroli-
za estos fosfolípidos el ácido araquidónico es metaboli-
Mecanismos neurales zado a través de dos vías enzimáticas: la ciclooxigenasa,
que sintetiza las prostaglandinas y los tromboxanos, y
Las vías aéreas poseen inervación colinérgica, adrenér- la lipooxigenasa y los leucotrienos. La ciclooxigenasa
gica y no adrenérgica no colinérgica (NANC). El sis- es inhibida por medicamentos antiinflamatorios no es-
tema nervioso vagal colinérgico inerva el músculo liso teroideos, por lo que el metabolismo es desviado a la vía
traqueobronquial; mediante la estimulación de los re- de la lipooxigenasa, con la subsecuente producción de
ceptores muscarínicos por un neurotransmisor (la ace- leucotrienos, razón por la cual la prescripción de estos
tilcolina) produce contracción, secreción de moco por medicamentos está contraindicada en pacientes asmáti-
parte de las glándulas y dilatación de los vasos sanguí- cos.
neos; por lo tanto, los nervios colinérgicos representan La relevancia de la participación e interrelación de
una de las principales vías broncoconstrictoras del árbol cada una de estas células en el cortejo inflamatorio se
traqueobronquial del ser humano. Los receptores musc- puede entender con mayor claridad a través de las res-
arínicos M2 (en condiciones normales) inhiben la libe- puestas asmáticas temprana y tardía. En la temprana,
ración de acetilcolina en las vías aéreas; se piensa que cuando el sujeto se expone a un estímulo desencadenan-
en el asma estos receptores pueden ser disfuncionales. te, las células cebadas son estimuladas y generan, por
El sistema nervioso adrenérgico posee terminaciones una parte, broncoconstricción y, por otra, la liberación
alfa y beta. Los receptores b2 son predominantes en las de mediadores quimiotácticos de otras células inflama-
vías aéreas; su estimulación causa broncodilatación y torias. Esta primera respuesta es desencadenada en po-
favorece un adecuado transporte mucociliar. Existe otro cos minutos, con una duración promedio de dos horas.
sistema, el NANC. Las vías aéreas humanas tienen vías Sin embargo, dado que se ha iniciado el proceso infla-
nerviosas NANC inhibitorias con actividad broncodila- matorio, algunas horas después se presenta la respuesta
tadora, particularmente en las vías aéreas centrales. El asmática tardía, la cual puede ser sostenida durante días
neurotransmisor broncodilatador ha sido identificado o semanas, en la que participan de manera muy activa
como óxido nítrico. Los reflejos axónicos vagales favo- prácticamente todas las células inflamatorias.
recen la liberación de neuropéptidos que provocan dife-
rentes efectos, como la sustancia P (SP) y el péptido in-
testinal vasoactivo (PIV), que son los más relevantes; la VALORACIÓN PREANESTÉSICA
SP no sólo es un neurotransmisor excitatorio (produce
broncoconstricción y edema), sino que posiblemente
también genera degranulación de las células cebadas;
La responsabilidad del anestesiólogo inicia con la valo-
en cambio, el PIV es un neurotransmisor inhibitorio con
ración preoperatoria completa y la evaluación de la fun-
efecto relajante del músculo liso traqueobronquial.
ción pulmonar.4
El diagnóstico del asma se basa en la detección de
signos y síntomas respiratorios con determinadas carac-
Inmunoglobulina E terísticas:

Se desarrolla como una respuesta inmunitaria a los aler- S Los síntomas respiratorios se presentan en ata-
genos en personas atópicas. Esta proteína se fija a la ques.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con asma 95

S Los síntomas respiratorios son desencadenados intensa limita en forma variable algunas de las activida-
por diversos estímulos. des cotidianas. La disnea es un síntoma que acompaña
S Los síntomas respiratorios nocturnos despiertan al siempre a las crisis asmáticas. Evidentemente, en la me-
paciente o aparecen en las primeras horas de la dida en que la obstrucción bronquial progresa, su inten-
mañana. sidad aumenta.
S El paciente necesita sentarse para mejoría de los Su evaluación es difícil, ya que la percepción del pa-
síntomas. ciente es muy subjetiva. Tradicionalmente la disnea se
S Desaparición de los síntomas de manera espontá- clasifica como de grandes, medianos y pequeños esfuer-
nea o con medicamentos antiasmáticos. zos, y de reposo. Tratando de objetivizar esta manifesta-
S Los pacientes tienen antecedentes de alergias per- ción clínica se han diseñado diversos métodos, por
sonales y familiares. ejemplo, la escala de Borg, que mide la disnea de mane-
S Los pacientes tienen historia de rinitis. ra numérica, de modo que el paciente señala en una es-
cala numérica de 0 a 10 la intensidad de la disnea —to-
Estos signos pueden presentar cambios reversibles en la mando el 0 como ausencia de dificultad respiratoria y el
función respiratoria. 10 como el grado máximo.

Patrón de los síntomas


Síntomas respiratorios
De acuerdo con la frecuencia de los síntomas, éstos pue-
den ser continuos, episódicos o continuos con agudiza-
Sibilancias
ciones. Según la época del año en que se presenten
pueden ser perennes, estacionales o perennes con exa-
La traducción clínica de la obstrucción bronquial son
cerbaciones estacionales; según la hora del día pueden
las sibilancias, sonidos respiratorios anormales caracte-
ser diurnos o nocturnos.
rísticos y principal manifestación de la enfermedad. Son
de grado variable en cuanto a intensidad y frecuencia. Es
importante tener presente que la intensidad no necesa- Signos respiratorios
riamente se relaciona con el grado de limitación del flujo
Generalmente el paciente asmático intermitente o leve
aéreo, es decir, puede existir una obstrucción bronquial
persistente suele encontrarse sin la presencia de signos
leve o incluso moderada sin que el paciente perciba sibi-
en el momento de la revisión clínica. En los pacientes
lancias. En casos de obstrucción bronquial grave es co-
con asma moderada y grave persistente los datos clíni-
mún que las sibilancias se escuchen a distancia; sin
cos más constantes son el incremento en la frecuencia
embargo, pueden desaparecer a medida que el cierre de
respiratoria y la auscultación de estertores silbantes,
los bronquios progrese, lo cual puede ser interpretado
principalmente en la fase espiratoria.
como mejoría clínica de manera errónea y peligrosa.
Los pacientes que tienen asma perenne pueden pre-
sentar datos de hiperinflación torácica (tórax en tonel).
Tos

Se puede presentar en forma aislada o en accesos, de- Detección clínica de


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pendiendo del nivel de gravedad; generalmente es pro- pacientes de alto riesgo


ductiva, y se puede presentar durante la noche en casos
de descontrol de la enfermedad. La expectoración del La gravedad de los síntomas y la pérdida de la función
paciente asmático es de característica mucosa y de mo- pulmonar se relacionan directamente con un mayor
derada cantidad; puede ser muy adherente en casos de riesgo de complicaciones. Por ejemplo, un paciente am-
descontrol, lo que dificulta su drenaje. Con frecuencia es bulatorio que manifiesta cotidianamente disnea de me-
de color amarillo por destrucción de células inflamato- dianos o pequeños esfuerzos (a pesar de un tratamiento
rias, en especial eosinófilos, que tiñen la expectoración. óptimo) tiene mayor riesgo de que ante una exacerba-
ción de la enfermedad los síntomas se incrementen.
Disnea Las complicaciones pulmonares perioperatorias son
frecuentes y conducen a un aumento de la morbilidad.
Es posible que no se presente en casos controlados o en En general las enfermedades pulmonares ponen al
formas leves de la enfermedad; sin embargo, cuando es paciente en un riesgo muy alto de complicaciones perio-
96 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 8)

peratorias, como broncoespasmo transoperatorio, nece- punto de vista práctico, una manera de facilitar la inter-
sidad de ventilación posoperatoria, desarrollo de atelec- pretación de estos resultados es mediante la obtención
tasias y neumonía. Al interrogar al paciente no se debe del porcentaje del predicho normal para cada paráme-
olvidar obtener el antecedente de la frecuencia de las vi- tro. Por ejemplo, una FVC o un FEV1 igual o mayor de
sitas al servicio de urgencias, el número de hospitaliza- 80% se consideran normales.
ciones o los internamientos en la unidad de cuidados El FEV1 es la medida más específica y dependiente
intensivos que ameritaran intubación orotraqueal. La de la obstrucción bronquial; en el asma se observa un
necesidad del empleo de esteroides sistémicos a largo descenso de estos parámetros espirométricos. Cuando
plazo implica una forma grave de la enfermedad y, por se demuestra obstrucción bronquial se debe valorar la
tanto, dificultades en el control del paciente. reversibilidad con una prueba broncodilatadora, que
El requerimiento de fármacos más potentes (aun con consiste en administrar un agonista b2 adrenérgico por
mayor riesgo de efectos adversos) para el control del vía inhalatoria y repetir la espirometría a los 20 min.
asma se convierte en una alerta no sólo de difícil mane- El asma es una enfermedad que se caracteriza por es-
jo, sino de paciente de alto riesgo. trechamiento de la luz bronquial, por lo que el patrón
funcional que se espera es de tipo obstructivo y la limi-
tación al flujo de aire es parcial y puede ser completa-
Pruebas de función respiratoria mente reversible de manera espontánea o con trata-
miento.
La evaluación de la función pulmonar es un criterio de- La espirometría se debe realizar en todos los pacien-
terminante para definir el diagnóstico de asma. Es impor- tes en los que por su cuadro clínico se sospeche el diag-
tante que la interpretación de estas pruebas sea de la nóstico.
mayor veracidad posible, pues de ahí depende la toma de
decisiones. Una vez confirmadas las pruebas de función
respiratorias se convierten en una herramienta práctica, Clasificación del asma
objetiva y segura en el seguimiento de estos pacientes.
La frecuencia y la intensidad de algunos parámetros clí-
Espirometría nicos, en conjunto con algunos parámetros funcionales,
es tomada en consideración para establecer la gravedad
Es un procedimiento útil, sencillo, no invasivo y repro- de la enfermedad (cuadros 8–1 y 8–2).
ducible que permite cuantificar la capacidad de los pul- Una vez considerados estos parámetros es posible
mones para introducir y sacar aire. Los parámetros más realizar la siguiente clasificación:
importantes que se determinan incluyen:
S Asma leve intermitente.
S La capacidad vital forzada (FVC, por sus siglas en S Asma leve persistente.
inglés). S Asma moderada persistente.
S El volumen espiratorio forzado del primer S Asma grave persistente.
segundo (FEV1).
S La relación entre los parámetros anteriores
(FEV1/FVC). MANEJO PREANESTÉSICO
S El flujo espiratorio máximo.
S Los flujos periféricos.

Los valores obtenidos son expresados en litros y en por- Como un principio general, la función pulmonar debe
centaje del predicho normal para cada sujeto. Desde el ser optimizada dependiendo del tipo de enfermedad pul-

Cuadro 8–1. Clasificación del asma


Mensuales Semanales Diarios Continuos
> 80% Leve Moderado Grave
60 a 80% Moderado Moderado > moderado Grave
< 60% > grave Grave < grave Grave
Clasificación Internacional propuesta por la Iniciativa Global para el Asma (GINA).
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con asma 97

Cuadro 8–2. Clasificación de la gravedad del asma


Pasos Síntomas Síntomas nocturnos VEF o PEF
Paso 4, persistente severo Continuos, actividad física limi- Frecuentes v 60% del predicho, variabi-
tada lidad > 30%
Paso 3, persistente mode- Diario, crisis que afectan la > 1 vez por semana 60 a 80% del predicho, varia-
rado actividad bilidad > 30%
Paso 2, persistente leve > 1 vez por semana pero < 1 > 2 veces por mes w 80% del predicho, variabi-
vez al día lidad de 20 a 30%
Paso 1, intermitente < 1 vez por semana asintomá- v 2 veces por mes v 80% del predicho, variabi-
tico y PEF normal entre crisis lidad 20%
PEF: flujo espiratorio máximo. De la International Union Against Tuberculosis and Lung Disease (IUATLD), 1996; basado en la Iniciativa Global
para el Asma (GINA) para aplicación en países de escasos recursos económicos.1

monar de cada individuo; en el paciente con asma se en el paciente asmático se debe enfocar en evitar la
debe alcanzar un óptimo control de los síntomas.5 broncoconstricción e inducir la broncodilatación.
El manejo preoperatorio en el asmático debe incluir Durante la anestesia general con o sin intubación de
las siguientes medidas: la tráquea hay una reducción del tono muscular palatino
o faríngeo, acompañado de una reducción del volumen
1. El broncoespasmo debe ser tratado con b2 agonis- pulmonar y un aumento de la placa líquida de la pared
tas inhalados. de la vía aérea. Estos factores predisponen a una vía aé-
2. Si el paciente está en riesgo de complicaciones se rea inestable, obstrucción del flujo aéreo y una conside-
sugiere tratar con 40 a 60 mg de prednisona al día rable resistencia de la vía aérea. La instrumentación de
o hidrocortisona en dosis de 100 mg/8 h por vía in- la vía aérea causa broncoconstricción refleja mediada
travenosa (IV). Un paciente con un FEV1 < 80% por el sistema parasimpático. El estímulo mecánico de
del predicho en el preoperatorio debe recibir este- la vía aérea puede activar las terminales periféricas de
roides. las fibras C aferentes; estas fibras nerviosas liberan sus-
3. Las infecciones deben ser erradicadas con antibio- tancia P y neurocinina A, las cuales generan un incre-
ticoterapia. mento en la permeabilidad muscular, constricción del
4. Los desequilibrios hidroelectrolíticos deben ser músculo liso bronquial y vasodilatación local. Por lo
corregidos, dado que las altas dosis de b2 agonis- tanto, siempre que sea posible se debe evitar intubar al
tas pueden causar hipocalemia, hiperglucemia e paciente y cualquier instrumentación de la vía aérea en
hipomagnesemia. Esto se puede deber a una baja pacientes asmáticos, reduciendo así las complicaciones
respuesta a los b2 agonistas y a predisposición a posoperatorias. El embarazo puede afectar adversa-
arritmias cardiacas. mente el curso del asma, incrementando el riesgo, por
5. Tratamiento profiláctico con cromolín para preve- lo que la anestesia regional es la técnica de elección para
nir la degranulación de mastocitos; la liberación pacientes asmáticas embarazadas y parturientas, espe-
de mediadores debe continuar. cialmente si se administran prostaglandinas y otros de-
6. La fisioterapia pulmonar mejora la calidad del es- rivados para aborto o parto.
puto y el drenaje bronquial. Cuando la anestesia regional no sea factible y sea
requerida la anestesia general se debe pensar en un trata-
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7. Otras condiciones, como el cor pulmonale, deben


ser tratadas. miento profiláctico antiobstructivo, anestésicos voláti-
8. La suspensión del tabaquismo reduce los niveles les, propofol, opioides y una adecuada elección de rela-
de carboxihemoglobina. jantes musculares para minimizar el riesgo anestésico.
Asimismo, el uso de mascarilla facial o mascarilla larín-
gea producen menor irritación de la vía aérea.7
ELECCIÓN DE LA TÉCNICA ANESTÉSICA
PREMEDICACIÓN

Aunque el manejo recomendado puede variar en gran


medida dependiendo del procedimiento y del paciente, Se debe realizar una adecuada sedación para evitar com-
hay varios principios generales.6 El manejo anestésico plicaciones. Para este propósito las benzodiazepinas
98 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 8)

son una buena elección, dado que son seguras y no alte- El sevoflurano se compara favorablemente ante el
ran el tono bronquial. Kil y col. informaron que el mida- halotano y es menos agresivo como pungente ante la vía
zolam por vía oral (0.5 mg/kg) no altera la saturación de aérea humana frente al isoflurano y el desflurano. Ade-
oxígeno, la frecuencia respiratoria ni el pulso en niños más, posee una ventaja teórica ante los otros agentes vo-
con asma leve a moderada para tratamiento dental. Los látiles y su baja solubilidad le permite un equilibrio más
receptores antagonistas H2, como la cimetidina, se de- rápido en los tejidos.
ben evitar.2,7

Anestésicos intravenosos
ANESTESIA REGIONAL
Ketamina

Es un anestésico general intravenoso considerado como


una atractiva elección por sus propiedades simpatico-
Cuando se trata de evitar la intubación y la instrumenta-
miméticas broncodilatadoras. La ketamina relaja la
ción de la vía aérea para evitar broncoespasmo se elige
musculatura bronquiolar y previene la broncoconstric-
anestesia regional.
ción inducida por histamina, reduciendo el riesgo de
El bloqueo de los plexos periféricos generalmente es
broncoespasmo durante la inducción anestésica. Este
seguro porque causa mínimos cambios en la función
efecto se deriva tanto de una acción directa en el mús-
pulmonar; sin embargo, algunas técnicas regionales
culo bronquial como de la potenciación de catecolami-
pueden comprometer la función pulmonar. Por ejem-
nas. Sin embargo, la ketamina aumenta la producción de
plo, los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva
secreciones bronquiales, por lo que es común adminis-
crónica con frecuencia muestran actividad de los mús-
trar en conjunto un agente anticolinérgico, como la atro-
culos espiratorios abdominales; las técnicas neuroaxia-
pina. Las alucinaciones son un efecto colateral desagra-
les pueden abolir esta actividad y producir disnea. Otros
dable, pero puede ser minimizado con sedación
necesitan sedación, la cual puede comprometer la fun-
concomitante con benzodiazepinas.4,6
ción respiratoria; finalmente, la técnica regional no
debe ser llevada a cabo de manera imprudente.8
Propofol

Es ampliamente usado como anestésico intravenoso de


ANESTESIA GENERAL corta acción, y se asocia con menor broncoconstricción
durante la inducción anestésica que otros agentes. El
propofol es considerado seguro en pacientes con asma
que requieren intubación.
Aunque la anestesia general no es la técnica anestésica
de elección para los pacientes asmáticos, se puede hacer Opioides
una cuidadosa selección de los fármacos más confiables
para cada caso y cada paciente en particular, dependien- Aunque los opioides pueden liberar histamina, son con-
do de otras patologías concomitantes. siderados seguros para pacientes con hiperreactividad
bronquial. El fentanilo y sus análogos, con frecuencia
usados en la inducción anestésica, pueden producir rigi-
Anestésicos inhalados dez de tórax, que puede ser mal interpretada como bron-
coespasmo.
Los agentes inhalados poseen efectos broncodilatado-
res, reducen la respuesta de la vía aérea y atenúan el Relajantes musculares
broncoespasmo inducido por histamina. El halotano y
el isoflurano han sido recomendados para anestesia ge- Dependen del receptor muscarínico que estimulen; au-
neral en pacientes con enfermedades obstructivas de la mentan o disminuyen el tono bronquial y se puede espe-
vía aérea durante muchos años y han sido de utilidad en rar reactividad. Se ha demostrado que los relajantes que
el tratamiento del status asmático. Se debe hacer una ex- estimulan los receptores M2, como la galamina, el pipe-
cepción con el desflurano, que produce aumento de se- curonio y el rapacuronio, pueden causar broncocons-
creciones, tos, laringoespasmo y broncoespasmo. tricción. Los relajantes que actúan en los receptores M3
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con asma 99

(como el vecuronio, el rocuronio, el cisatracurio y el S Hidrocortisona en dosis de 200 mg IV.


pancuronio) no inducen broncoespasmo y son conside- S Cambiar los parámetros del ventilador:
rados seguros. S Alargar el tiempo espiratorio (disminuir la fre-
cuencia respiratoria, aumentar el flujo inspira-
Anestésicos locales torio).
S Evitar la presión positiva al final de la espira-
Los anestésicos locales del tipo de las amidas atenúan ción externa.
el bloqueo de conducción de los nervios aferentes y efe- S Disminuir el volumen minuto (8 mL/kg).
rentes de las fibras nerviosas autonómicas. Los reflejos S Frecuencia respiratoria de 8 a 10 rpm (hiper-
autonómicos, como la tos o la broncoconstricción refle- capnia permisiva).
ja, pueden ser suprimidos con lidocaína. En pacientes
voluntarios asmáticos la lidocaína IV en dosis de 1 a 2
mg/kg redujo significativamente el broncoespasmo in- MANEJO POSANESTÉSICO
ducido por histamina. Puede ser usada para atenuar la
respuesta a irritación de la vía aérea, como la intubación
o la aspiración endotraqueal.9,10
S Mantener la intubación traqueal hasta una com-
pleta reversión de los relajantes musculares.
S Usar la terapia multimodal como analgesia pre-
TRATAMIENTO INTRAOPERATORIO ventiva y la dexmedetomidina y los bloqueos re-
DEL BRONCOESPASMO gionales para maximizar la analgesia; disminuir el
uso de opioides que pueden causar depresión res-
piratoria.
S Considerar analgesia regional para el control de
S Descartar obstrucción mecánica del tubo endotra- dolor (que no necesariamente reduce el riesgo pul-
queal. monar). El tratamiento del dolor permitirá la mo-
S Auscultar. vilización de secreciones. Los analgésicos, como
S Oxígeno a 100%. el paracetamol, el ibuprofeno y el diclofenaco, han
S Suspender el estímulo quirúrgico. sido usados con seguridad; cualquier reacción
S Profundizar la anestesia con halogenados si se to- ocasional es leve, sobre todo en los niños mayores.
lera hemodinámicamente. S Uso de oxígeno humidificado y terapia respirato-
S Uso de b2 adrenérgicos (de primera elección en los ria (espirometría incentiva).
episodios agudos), como salbutamol a dosis de 2.5 S Ambulación temprana.
mg (3 mL) en nebulización o de 5 a 10 puffs (los
halogenados y los b2 adrenérgicos se potencian). Fármacos que favorecen la aparición de broncoespasmo
y se deben evitar en los pacientes asmáticos:
Si falla el tratamiento inmediato recurrir a lo siguiente:
S Analgésicos (ácido acetilsalicílico y antiinflama-
S Bromuro de ipratropio (0.25 mg nebulizado). torios no esteroideos).
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S Adrenalina a 0.1% en dosis de 0.1 a 0.5 vía subcu- S Barbitúricos (tiopental).


tánea o adrenalina IV (bolos de 10 mg). S Relajantes musculares (galamina, pipecuronio,
S Ketamina (2 mg/kg IV). atracurio y mivacurio).
S Lidocaína (1.5 mg/kg). S Anestésicos volátiles (desflurano y etrane).
S Magnesio (2 g IV lento). Inhibe la constricción S Opiáceos (morfina y meperidina).
mediada por calcio y parasimpática. S Anticolinérgicos (neostigmina).

REFERENCIAS
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Temas selectos. Cap. 15. Madrid, Elsevier, 2006:255–269. 3. Barash GP, Cullen FB, Stoelting KR: Anestesia clínica. 3ª
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100 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 8)

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respiratory disease. En: Schwartz AJ: The ASA Refresher
Capítulo 9
Impacto y significado de
la presión intraabdominal
Jesús Ojino Sosa García

INTRODUCCIÓN nicas y sistémicas relacionadas con el grado de HIA a


niveles cerebral, pulmonar, cardiovascular, renal y gas-
trointestinal para su manejo y evitar posibles complica-
ciones.
El conocimiento y la medición de la presión intraabdo-
minal (PIA) como parte del monitoreo integral de los
pacientes graves fueron subestimados hasta 1984, cuan- DEFINICIONES Y CONCEPTOS BÁSICOS
do Kron y col. acuñaron el término de síndrome com-
partimental abdominal (SCA) con base en una serie de
alteraciones fisiopatológicas derivadas del incremento
de la PIA en pacientes con ruptura de aneurisma aórtico Presión intraabdominal
abdominal.1 Este trabajo representó un hito en la medi-
cina, ya que después de él aparecieron en la literatura El abdomen es una cavidad cerrada con paredes rígidas
una gran cantidad de publicaciones encaminadas a co- (los arcos costales, la columna vertebral y la pelvis) y
nocer el comportamiento de la PIA en diferentes entida- flexibles (la pared abdominal y el diafragma). La elasti-
des clínicas y en modelos experimentales, para definir cidad de sus paredes y su contenido determinan la pre-
con precisión su impacto en la evolución y morbimorta- sión dentro del abdomen. La PIA es un estado fijo de
lidad de los pacientes. En la práctica anestésica el moni- presión dentro del abdomen, la cual puede aumentar du-
toreo continuo del paciente en el perioperatorio incluye rante la inspiración (contracción del diafragma) y dis-
una diversidad de parámetros hemodinámicos con la fi- minuir en la espiración (relajación del diafragma).2 La
nalidad de garantizar las condiciones óptimas dentro del PIA se modifica directamente por el volumen de los ór-
quirófano y proporcionar un alto grado de seguridad para ganos sólidos, las vísceras huecas, la ascitis, la sangre,
el paciente. Los procedimientos anestésicos en los que las lesiones ocupativas de espacio (tumor o útero grávi-
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se incluye la medición de la PIA son limitados; entre los do) o las condiciones que limitan la expansión de la pa-
más importantes se encuentra la cirugía laparoscópica, red abdominal.
que requiere la insuflación de dióxido de carbono con
el objetivo de alcanzar una presión intraabdominal de
10 a 15 mmHg que permita una visualización adecuada Presión de perfusión intraabdominal
de los órganos intraabdominales.
La importancia de la medición de la PIA en el perio- La presión de perfusión abdominal (PPA) ha sido pro-
peratorio se debe a los cambios fisiológicos secundarios puesta como predictor de perfusión visceral y una meta
al grado de hipertensión intraabdominal (HIA) y en de reanimación en el paciente crítico. La PPA se obtiene
ciertos casos el desarrollo de SCA durante la anestesia, de la diferencia de la presión arterial media (PAM) y la
ya que se deben tomar en cuenta las manifestaciones clí- PIA. La PPA se considera un factor de predicción de su-

101
102 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 9)

pervivencia estadísticamente significativo en la HIA y tanciales con graves consecuencias a nivel orgánico.9
el SCA. En múltiples estudios de regresión logística la Los valores actuales que definen la HIA varían de 12 a
PPA es superior a otras metas de reanimación, incluyen- 25 mmHg, con base en efectos deletéreos a nivel renal,
do el pH arterial, el déficit de base, el lactato arterial y cardiaco y gastrointestinal.10,11 Con el objetivo de deter-
el gasto urinario. El objetivo es mantener una PPA igual minar la prevalencia, las causas y los factores de predis-
o mayor de 60 mmHg, la cual ha demostrado una corre- posición asociados con la HIA en la unidad de terapia
lación de supervivencia en la HIA y el SCA.3,4 intensiva mixta, los estudios multicéntricos recientes
definen la HIA como la elevación patológica sostenida
o repetida de la PIA igual a o mayor de 12 mmHg.
Medición de la presión intraabdominal Los niveles críticos de HIA (grado IV) son una ur-
gencia que requiere descompresión médica y quirúrgi-
El método validado para medición de la PIA de acuerdo ca. Con base en los estudios más recientes de HIA/SCA,
con las guías del consenso de la Sociedad Mundial de con una modificación de la clasificación original de
Síndrome Compartimental Abdominal es por vía vesi- Burch y col., es apropiado estratificar a los pacientes
cal, debido a su fácil implementación y bajo costo. La con elevación de la PIA y guiar el tratamiento clínico.
PIA debe ser medida al final de la espiración en posición Los grados de HIA incluyen:
supina después de asegurarse de que la contracción de
los músculos abdominales esté ausente y con el trans- S Grado I: de 12 a 15 mmHg.
ductor en cero a nivel de la línea media axilar en la cresta S Grado II: de 16 a 20 mmHg.
iliaca después de la instalación de volumen de 25 mL de S Grado III: de 21 a 25 mmHg.
solución salina.5 La medición se debe realizar en forma S Grado IV: > 25 mmHg.
intermitente cada cuatro a seis horas; en los pacientes
con disfunción orgánica la frecuencia de medición debe La HIA también se subclasifica de acuerdo con la dura-
ser horaria. La medición del PIA puede ser disconti- ción de los síntomas:
nuada cuando los factores de riesgo para HIA estén
resueltos o el paciente no tenga signos de disfunción S HIA hiperaguda: elevación de la PIA entre se-
orgánica y los valores de PIA estén por debajo de 10 a gundos y minutos (risa, tensión, tos, estornudos,
12 mmHg durante 24 a 48 h. defecación o actividad física).
S HIA aguda: se desarrolla en periodos de horas; se
observa en pacientes de origen quirúrgico como
resultado de trauma o hemorragia intraabdominal;
Valores de presión intraabdominal habitualmente progresan a SCA.
S HIA subaguda: se establece en días y es la más
En sentido estricto, los rangos normales de PIA son de observada en pacientes de origen médico, como
0 a 5 mmHg. Existen condiciones fisiológicas y patoló- resultado de una combinación de factores de ries-
gicas, como la obesidad mórbida, el tumor ovárico, la go y entidades asociadas.
cirrosis y el embarazo, que se asocian con elevaciones S HIA crónica: se desarrolla en un periodo de me-
crónicas de la PIA de 10 a 15 mmHg sin repercusión pa- ses (embarazo) o años (obesidad mórbida, tumor
tológica significativa. En pacientes críticamente enfer- intraabdominal, diálisis peritoneal, ascitis crónica
mos la PIA con frecuencia se eleva por encima de la pre- o cirrosis), predisponiendo a los pacientes a desa-
sión basal (se considera como normal el rango de 5 a 7 rrollar HIA aguda o subaguda cuando están críti-
mmHg). La cirugía abdominal, la sepsis, la falla orgáni- camente enfermos.12
ca, la ventilación mecánica y los cambios en la posición
del cuerpo se asocian con elevación de la PIA, la cual Existen enfermedades que requieren monitoreo conti-
puede ser transitoria (segundos o minutos), prolongada nuo de PIA para detección y manejo oportunos de la
(horas o días) o culminar en disfunción orgánica.6–8 HIA (cuadro 9–1).

Hipertensión intraabdominal Síndrome compartimental abdominal

La PIA anormal varía de elevaciones leves sin efectos El SCA no es una enfermedad, tiene muchas causas y se
adversos clínicamente significativos a incrementos sus- puede desarrollar en múltiples procesos patológicos. El
Impacto y significado de la presión intraabdominal 103

Cuadro 9–1. Indicaciones de monitoreo Clasificación


continuo de hipertensión intraabdominal
Posoperatorio de cirugía abdominal Los pacientes con una elevación prolongada de PIA no
Trauma abdominal penetrante o contuso tratada comúnmente manifiestan una perfusión inade-
Fractura pélvica con sangrado retroperitoneal cuada y subsecuentemente falla orgánica. Las comorbi-
Pacientes en la UCI con ventilación mecánica, con otra lidades preexistentes, como la falla renal crónica, la
disfunción orgánica (incremento de la puntuación de enfermedad pulmonar o la cardiomiopatía, desempeñan
SOFA o DOM)
un papel importante en la agravación de los efectos de la
Empaquetamiento abdominal temporal posterior a cierre
abdominal por trauma múltiple o trasplante hepático PIA y pueden reducir el umbral de HIA que causa SCA.
Abdomen abierto (puede desarrollar SCA, especialmente
en el posoperatorio) S SCA primario. HIA aguda o subaguda de causa
UCI: unidad de cuidados intensivos; SOFA: valoración de falla intraabdominal, como trauma abdominal, aneu-
orgánica asociada a sepsis; DOM: disfunción orgánica múltiple; risma aórtico abdominal roto, hemoperitoneo,
SCA: síndrome compartimental abdominal. pancreatitis aguda, peritonitis secundaria, hemo-
rragia retroperitoneal o trasplante hepático.
S SCA secundario. HIA subaguda o crónica que se
desarrolla como resultado de una causa extraab-
término SCA fue descrito por primera vez por Fiets- dominal, como sepsis, fuga capilar, quemaduras
man,13 a finales de 1980, describiendo las anomalías en mayores u otras condiciones que requieren reani-
pacientes con HIA secundaria a cirugía de aneurisma mación masiva con líquidos. Es más común en los
aórtico. Las manifestaciones principales consistieron pacientes médicos o quemados.
en incremento de la presión ventilatoria y de la presión S SCA recurrente o terciario. Representa la recu-
venosa central, y disminución del gasto urinario. El rrencia de SCA resuelto, ya sea de tipo primario o
SCA se puede desarrollar en unidades tanto médicas secundario.
como quirúrgicas.
La HIA representa una variación continua de la PIA En ocasiones existen pacientes que presentan signos y
según el paciente y el momento de acuerdo con los fac- síntomas de SCA tanto primario como secundario; por
tores causantes, el estado cardiaco, la presencia de dis- ejemplo, los pacientes que desarrollan sepsis posterior
función orgánica y las comorbilidades preexistentes.14 a la estabilización quirúrgica por trauma.
En la mayoría de los pacientes críticos los valores de la
PIA varían en un rango de 10 a 15 mmHg. El SCA es la
progresión natural de los cambios orgánicos inducidos Síndrome policompartimental
por la HIA. El valor de la PIA que define el SCA está
sujeto a debate, ya que ningún valor absoluto de la mis- El síndrome compartimental (SC) puede ser localizado
ma se relaciona con disfunción orgánica. como SC pélvico o global, como el SCA. Scalea15 acuñó
La definición del SCA generalmente aceptada cum- el término SC múltiple para referirse a pacientes con
ple con la siguiente tríada: aumento de la PIA, la presión intratorácica (PIT) y la
presión intracraneal (PIC). Los pacientes con SC múlti-
ple presentan una alta tasa de mortalidad (42 vs. 31%).
a. Estado patológico causado por incremento agudo
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Este síndrome debe ser considerado en pacientes con


de la PIA entre 20 y 25 mmHg.
lesión múltiple con incremento de la PIC que no res-
b. Presencia de disfunción orgánica o diferentes
ponde al manejo.16
complicaciones.
c. Efecto benéfico posterior a la descompresión in-
traabdominal.
ETIOLOGÍA
Malbrain definió el SCA como la elevación de la PIA
de 20 mmHg o mayor acompañada de disfunción orgá-
nica de uno o más sistemas de acuerdo con el puntaje El SCA se diagnostica cuando existe un incremento de la
SOFA de tres o más puntos. En conclusión, el SCA se PIA con evidencia de disfunción orgánica. Existen múl-
define como la PIA > 20 mmHg (con o sin PPA < 60 tiples causas de deterioro agudo de las funciones cardio-
mmHg) acompañada con nueva disfunción orgánica. pulmonar, renal, hepatoesplácnica o neurológica, por lo
104 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 9)

que es importante la medición de la PIA, ya que por sí sistémica secundaria a disminución de la precarga y el
sola es factor de riesgo independiente de disfunción gasto cardiaco.
orgánica. Por lo tanto, las indicaciones para monitoreo de Existe disminución del flujo sanguíneo cerebral y la
la PIA se deben basar en la presencia y ausencia de di- saturación del bulbo de la yugular. La presencia de ele-
chos factores de riesgo. Las condiciones asociadas con vación de la PIA es una causa extracraneal de hiperten-
HIA/SCA se clasifican en cuatro categorías: condiciones sión intracraneal en pacientes con trauma abdominal sin
que disminuyen la distensibilidad de la pared abdominal, lesiones craneocerebrales.17
condiciones que incrementan el contenido intraluminal,
condiciones relacionadas con colecciones abdominales
de líquido, aire o sangre, y condiciones relacionadas con Función cardiovascular
fuga capilar y reanimación hídrica (cuadro 9–2).
El desplazamiento cefálico del diafragma, la presión
pleural y la PIT están incrementados. La disfunción car-
diovascular (gasto cardiaco bajo y resistencias vascula-
FISIOPATOLOGÍA res elevadas) es común en HIA/SCA. Existen múltiples
alteraciones cardiovasculares, como aumento de la pre-
sión de oclusión de la arteria pulmonar, presión venosa
central, agua pulmonar extravascular, variación del vo-
El abdomen es un compartimento cerrado, limitado en lumen sistólico, resistencias vasculares sistémicas, fre-
su parte inferior por el piso pélvico, en su parte superior cuencia cardiaca y presión arterial media, así como dis-
por el diafragma y en sentido circunferencial por la minución de la presión de llenado transmural, índice de
pared abdominal. El diafragma no es una barrera rígida, volumen telediastólico, volumen telediastólico del ven-
por lo que transmite los incrementos de la presión abdo- trículo derecho, gasto cardiaco, retorno venoso y disten-
minal hacia el tórax. sibilidad del ventrículo izquierdo, entre otras variables
La fisiopatogenia del SCA se debe a un incremento hemodinámicas.18
anormal de la presión en un compartimento no expandi-
ble, con alteraciones del flujo sanguíneo de los tejidos
intracompartimentales, inicialmente a nivel microvas- Función pulmonar
cular, posteriormente a nivel de lecho venoso y arterial,
progresando a este nivel cuando la elevación de la PIA
El compartimento abdominal y el torácico están vincu-
es mayor a la resistencia del flujo venoso, congestión
lados por el diafragma; en promedio 50% (25 a 80%) de
venosa secundaria e incremento de la presión intracom-
la transmisión de la PIA ha sido referida en estudios en
partimental.
animales y en seres humanos. Los pacientes con SCA
Los valores de la PIA mayores de 20 mmHg disminu-
desarrollan síndrome de insuficiencia respiratoria agu-
yen en forma significativa la perfusión capilar, trayendo
da secundario. El principal problema es una reducción
consigo isquemia y la activación de los mediadores de
de la capacidad residual funcional.
la inflamación. Es por ello que hay un incremento de
La HIA disminuye la distensibilidad del sistema res-
fluido extravascular, elevando el volumen intraabdomi-
piratorio. Existe un aumento de la PIT, la presión pleu-
nal y, en consecuencia, la PIA. Las manifestaciones clíni-
ral, la auto–PEEP, la presión pico de la vía aérea, la pre-
cas y sistémicas del SCA están relacionadas con la HIA
sión plateau, la ventilación del espacio muerto, los
a niveles cerebral, pulmonar, cardiovascular, renal y gas-
cortocircuitos intrapulmonares, la infiltración inflama-
trointestinal (figura 9–1).
toria pulmonar, el edema alveolar y las atelectasias, así
como disminución de la CFR, volúmenes pulmonares y
distensibilidad dinámica, estática y de la pared torácica,
Función neurológica entre otros parámetros respiratorios.19

La HIA aguda puede causar incremento de la presión in-


tracraneana (PIC) por un aumento de la presión intra- Función hepática
pleural. La presión de perfusión cerebral (PPC) dismi-
nuye por una obstrucción funcional del flujo venoso El hígado es particularmente susceptible a la lesión por
cerebral, por incremento de la PIT, por elevación cefá- elevación de la PIA. En estudios en animales y humanos
lica del diafragma y reducción de la presión sanguínea se ha demostrado una alteración de la función de las cé-
Impacto y significado de la presión intraabdominal 105

Cuadro 9–2. Factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión


intraabdominal/síndrome compartimental abdominal
Relacionados con disminución de la distensibilidad abdominal:
S Ventilación mecánica, especialmente disociación con el ventilador y uso de los músculos accesorios
S Uso de PEEP o presencia de auto–PEEP
S Neumonía basal
S Alto índice de masa corporal
S Neumoperitoneo
S Cirugía abdominal (vascular), especialmente con cierre abdominal tenso
S Prendas antichoque neumáticas
S Posición prona
S Sangrado de la pared abdominal o hematomas en la vaina de los rectos
S Corrección de grandes hernias, gastrosquisis u onfalocele
S Quemaduras con escaras abdominales
Relacionados con el incremento del contenido intraabdominal:
S Gastroparesia
S Distensión gástrica
S Íleo
S Vólvulos
S Seudoobstrucción colónica
S Tumor abdominal
S Hematoma retroperitoneal o de la pared abdominal
S Alimentación enteral
S Tumor retroperitoneal o intraabdominal
S Laparotomía de control de daños
Relacionados con colecciones abdominales de líquido, aire o sangre:
S Disfunción hepática con ascitis
S Infección abdominal (pancreatitis, peritonitis y abscesos)
S Hemoperitoneo
S Neumoperitoneo
S Laparoscopia con presión de inflación excesiva
S Trauma mayor
S Diálisis peritoneal
Relacionados con fuga capilar y reanimación hídrica:
S Acidosis (pH < 7.2)
S Hipotermia (temperatura < 33 _C)
S Coagulopatía (plaquetas < 50 000 mm3, tiempo parcial de tromboplastina activado mayor de dos veces su valor normal,
tiempo de protrombina < 50% o INR > 1.5)
S Transfusiones múltiples/trauma (> 10 concentrados eritrocitarios/24 h)
S Sepsis
S Sepsis grave o bacteriemia
S Choque séptico
S Reanimación hídrica masiva (> 5 L de coloide o > 10 L de cristaloide/24 h con fuga capilar y balance hídrico positivo)
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Quemaduras mayores
La combinación de acidosis, hipotermia y coagulopatía ha sido descrita en la literatura como la tríada letal.
PEEP: presión positiva al final de la espiración; INR: índice internacional normalizado.

lulas hepáticas y de la perfusión hepática con elevacio- alteración del metabolismo de la glucosa y alteración de
nes moderadas de la PIA de 10 mmHg. La falla hepática la función mitocondrial.
aguda, la enfermedad hepática crónica descompensada
y el trasplante hepático con frecuencia se complican
ante la presencia de HIA y SCA.20 Función renal
El incremento de la PIA disminuye el flujo arterial
hepático y el flujo venoso portal, así como el incremen- La HIA se ha asociado a alteración de la función renal
to de la circulación portocolateral. Los efectos fisiológi- desde hace más de 150 años. En estudios clínicos se ha
cos incluyen disminución de la depuración de lactato, identificado a la HIA (w 15 mmHg) como factor inde-
106 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 9)

PIA HIA/SCA

Cerebro Pulmón Corazón Riñón Hígado

Presión Diafragma Presión Gasto cardiaco Flujo arterial


intratorácica Presión intratorácica Flujo renal Flujo venoso
Presión intratorácica Compresión Compresión portal
intracraneal y pleural cardiaca de vasos Flujo porto
Presión pico y parénquima colateral
Presión plateau renal

± Presión de ± Capacidad Volumen telediastólico Filtrado glomerular Depuración de


perfusión funcional residual Gasto cardiaco Oliguria lactato
cerebral ± Distensibilidad Distensibilidad del Anuria Metabolismo de
pulmonar ventrículo izquierdo la glucosa
Hipercapnia FC Función de la
Hipoxia PVC p450
POAP
RVS

Figura 9–1. Fisiopatología de la hipertensión intraabdominal y el síndrome compartimental abdominal. PIA: presión intraabdomi-
nal; HIA: hipertensión intraabdominal; SCA: síndrome compartimental abdominal; FC: frecuencia cardiaca; PVC: presión venosa
central; POAP: presión de oclusión de la arteria pulmonar; RVS: resistencia vascular sistémica.

pendiente asociado a alteración de la función renal e DIAGNÓSTICO


incremento de la mortalidad. La etiología de estos cam-
bios no está bien establecida; se asocia a múltiples fac-
tores, como disminución de la perfusión renal, reduc-
ción del gasto cardiaco, incremento de las resistencias
La determinación del perímetro o la circunferencia
vasculares sistémicas y alteración de los factores humo-
abdominal no puede ser utilizada como método sustitu-
rales y neurogénicos. La oliguria se desarrolla con una
tivo de la medición de la PIA, dado que tiene una escasa
PIA de 15 mmHg y una anuria con PIA de 30 mmHg en
correlación con la misma. Está demostrado que la esti-
presencia de normovolemia y bajos niveles de PIA en
mación clínica es una técnica poco precisa con una sen-
pacientes con hipovolemia o sepsis. La presión de perfu-
sibilidad y un valor predictivo positivo de 40 y 60%, res-
sión renal y el gradiente de filtración renal son determi-
pectivamente, en el diagnóstico de SCA. Los estudios
nantes de falla renal inducida por elevación de la PIA.21
de imagen, como la placa simple de abdomen, el ultra-
sonido abdominal y la tomografía computarizada de ab-
domen, son poco sensibles en la presencia de elevación
Función gastrointestinal de la PIA.
La clave para el diagnóstico del SCA en pacientes
La HIA tiene efectos en los órganos esplácnicos, cau- graves consiste en la medición de la PIA, la cual es una
sando disminución de la perfusión, acidosis de la muco- herramienta para identificar la HIA y guiar la terapia de
sa y disfunción orgánica múltiple. reanimación del SCA.
El SCA produce hipoperfusión esplácnica, la cual La PIA puede ser medida en forma directa con un
puede ocurrir en ausencia de hipotensión o disminución catéter intraperitoneal conectado a un transductor o por
del gasto cardiaco. insuflación de CO2 por cirugía laparoscópica a través de
La HIA dispara un círculo vicioso de edema intesti- la aguja de Veress. Los métodos de medición indirectos
nal, isquemia, translocación bacteriana y finalmente incluyen técnica rectal, gástrica, vena cava inferior y
disfunción orgánica múltiple, por lo que el manteni- vesical.
miento de una presión de perfusión adecuada (PPA w Las únicas utilizadas en la práctica clínica son la vía
60 mmHg) es esencial. gástrica y la vesical. El método indirecto considerado a
Impacto y significado de la presión intraabdominal 107

Pacientes con un criterio de


seguimiento o mínimo dos
factores de riesgo para HIA:
1. Admisión a la UTI
2. Evidencia de deterioro clínico

Sí PIA > 12 mmHg sostenida No

Paciente Paciente no
tiene HIA tiene HIA

Se procede a Paciente en
manejo de HIA/SCA observación
Monitoreo de PIA
en caso de deterioro

Figura 9–2. Algoritmo diagnóstico de hipertensión intraabdominal. HIA: hipertensión intraabdominal; UTI: unidad de terapia inten-
siva; SCA: síndrome compartimental; PIA: presión intraabdominal.

través de los años como el estándar de oro es la vía vesi- 1. Mejoría de la distensibilidad de la pared abdo-
cal. El monitoreo de la PIA está asociado con una reduc- minal:
ción de la morbilidad y la mortalidad, por lo que se reco- S Sedación y analgesia. El dolor, la agitación, la
mienda su empleo22 (figura 9–2). asincronía con el ventilador y el uso de múscu-
los accesorios durante el trabajo respiratorio
pueden incrementar el tono de los músculos to-
TRATAMIENTO racoabdominales, disminuyendo la distensibi-
lidad abdominal y el incremento de la PIA. Los
pacientes bajo sedación y analgesia reducen el
tono muscular, por lo que se reduce potencial-
El tratamiento apropiado de la HIA y el SCA está basa- mente la PIA.24
do en cuatro principios generales: S Bloqueo neuromuscular. El dolor, el cierre
abdominal a tensión y la presencia de líquido en
1. Procedimientos específicos para reducir la PIA y el tercer espacio pueden incrementar la PIA. El
las consecuencias del SCA. bloqueo neuromuscular se ha sugerido en dife-
2. Soporte general de los pacientes graves. rentes reportes como método efectivo para re-
3. Descompresión quirúrgica. ducir la PIA en casos de HIA de leve a modera-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

4. Optimización posterior a la descompresión qui- da. Los efectos benéficos incluyen la reducción
rúrgica; contrarrestar los efectos adversos especí- del tono muscular abdominal, aunque se debe
ficos asociados con la descompresión.23 valorar el riesgo de parálisis prolongada.25
S Posición del cuerpo. La elevación de la cabeza
incrementa de manera significativa la PIA, en
Manejo médico comparación con la posición supina. La posi-
ción de semifowler mayor de 20_ incrementa la
Antes de que se considere la corrección quirúrgica se PIA más de 2 mmHg.
debe optimizar el tratamiento médico menos invasivo. 2. Evacuación del contenido intraluminal:
El tratamiento de la HIA tiene la finalidad de mejorar la S Descompresión nasogástrica y colónica, y
distensibilidad de la pared abdominal y disminuir el vo- agentes procinéticos. El íleo intestinal es co-
lumen intraabdominal. Esto se basa en cinco mecanis- mún en los pacientes que son sometidos a ciru-
mos diferentes: gía abdominal; la peritonitis, el trauma mayor, la
108 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 9)

reanimación hídrica o las anormalidades elec- 3. Corrección de fuga capilar y balance hídrico
trolíticas son factores de riesgo independientes positivo:
de HIA/SCA. Los drenajes nasogástrico y rectal S Reanimación. La reanimación con líquidos es
son métodos no invasivos para reducir la PIA y un factor de predicción independiente para
tratar la HIA de leve a moderada. Los agentes HIA/SCA y es la principal causa de SCA secun-
procinéticos, como la eritromicina, la metoclo- dario. La reanimación hídrica en los pacientes
pramida y la neostigmina, favorecen el peristal- que están en riesgo de presentar HIA/SCA debe
tismo y el movimiento del contenido, lo que dis- ser monitoreada para evitar la sobrecarga de
minuye la distensión y la presión intraluminal. volumen.26

Paciente con HIA No

Iniciar opciones de tratamiento


médico para disminuir PA

No Mediciones seriadas ¿PIA < 12 mmHg


¿PIA > 20 mmHg con falla orgánica? de PIA cada 4 h consistentemente?
en paciente clínico

Paciente tiene SCA Sí


¿Paciente con SCA primario SCA secundario Descontinuar medición de PIA
o recurrente Mantener al paciente en
observación en caso de
Sí deterioro clínico

Valorar descompresión Sí ¿Las opciones de


abdominal con cierre tratamiento médico
abdominal temporal han fallado?

No
No
Continuar con ¿PIA < 12 mmHg
tratamiento médico consistentemente?
para reducir la PIA

No Mediciones seriadas de PIA


cada 4 h en paciente crítico

No

Reanimación con cristaloides/coloides/


vasopresores para mantener PPA > 60 mmHg
Considerar cierre
abdominal (si
está abierto)
Sí Sí guiado por
¿Puede mantenerse ¿PIA < 20 mmHg mediciones
la PPA > 60 mmHg? consistentemente? de PIA o PPA

Figura 9–3. Algoritmo terapéutico del síndrome compartimental. HIA: hipertensión intraabdominal; PIA: presión intraabdominal;
SCA: síndrome compartimental abdominal; PPA: presión de perfusión abdominal.
Impacto y significado de la presión intraabdominal 109

S Diuréticos y hemofiltración/ultrafiltración oliguria y elevación de la presión de la vía aérea. El re-


venosa continua. La terapia de reemplazo re- traso en la intervención quirúrgica se asocia con un in-
nal está indicada en pacientes que desarrollan cremento significativo de la morbimortalidad. La des-
oliguria o anuria. El uso de diuréticos combina- compresión profiláctica y el cierre abdominal temporal
dos con coloides sirven para remover el líquido en pacientes quirúrgicos con riesgo de HIA/SCA redu-
intersticial en los pacientes hemodinámica- cen significativamente el desarrollo de estas afecciones
mente estables.27 y mejoran la sobrevida.
4. Evacuación de colecciones abdominales: Leppaniemi31 describió una técnica menos invasiva
S Descompresión percutánea. La descompre- para la descompresión abdominal, la cual consiste en la
sión con catéter percutáneo representa un mé- liberación subcutánea de la línea alba en pacientes con
todo menos invasivo para el tratamiento de la pancreatitis aguda. Esta técnica reduce la PIA, restaura
HIA o el SCA secundario debido a líquido libre la función orgánica y mantiene la piel y el peritoneo
en la cavidad, el aire, los abscesos y la sangre. intactos, como protección de los órganos intraabdomi-
Esta técnica es potencialmente efectiva para co- nales.
rregir la disfunción orgánica inducida por La descompresión quirúrgica es a base de abdomen
HIA.28,29 abierto, el cual debe ser cerrado en forma protectora
5. Tratamiento específico: como cierre abdominal temporal. Una variedad de téc-
S Presión abdominal negativa continua y presión nicas equivalentes a cierre abdominal temporal inclu-
abdominal externa negativa, con la finalidad de yen los clips towel, el empaquetado al vacío, la bolsa de
mejorar la PPA. Bogotá y el cierre asistido al vacío.32–34 Si el SCA es de
tipo recurrente, el cierre abdominal temporal debe ser
Manejo quirúrgico removido inmediatamente y recolocado para reducir la
PIA a un valor aceptable. En el paciente sometido a des-
El tratamiento estándar para los pacientes que desarro- compresión quirúrgica, una vez resuelto el SCA el si-
llan SCA es la descompresión abdominal vía laparoto- guiente paso terapéutico consiste en el cierre definitivo
mía. Representa una intervención de rescate para los pa- del abdomen. En un gran porcentaje de pacientes la des-
cientes con HIA refractaria al tratamiento médico y compresión temprana disminuye de manera significati-
disfunción orgánica.30 La descompresión quirúrgica es va la disfunción orgánica y favorece el cierre facial pri-
efectiva, con resolución inmediata de la hipotensión, mario entre cinco y siete días (figura 9–3).

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Capítulo 10
Evaluación y alivio del dolor posoperatorio
Alfredo Covarrubias Gómez, Uriah Guevara López

EL DOLOR POSOPERATORIO Un elemento que ayuda a explicar un menor número


COMO UN PROBLEMA DE SALUD de procedimientos quirúrgicos en México posiblemente
se encuentra relacionado con el porcentaje del producto
interno bruto (PIB) que es destinado a la salud. A la fe-
cha México destina 6.6% del PIB a este rubro.4,5 Com-
El dolor posoperatorio es una eventualidad observada parativamente, EUA utiliza 15.3% y Canadá 10% (figura
con frecuencia. En EUA se estima que 10.1% de la po- 10–2).5 A pesar de lo anterior, durante 2005 se realiza-
blación general requirió una intervención quirúrgica ron cerca de 1.2 millones de procedimientos quirúrgicos
durante 2004,1 mientras que en Canadá esto se observó en México.6 Esto obliga a reflexionar que en materia de
en 6.9% durante 2006.2 En México se observó lo propio salud se deben optimizar los recursos y utilizarlos de
en 1.1% durante 2005.3 Pese a que estos datos sugieren forma racional y eficaz, con la finalidad de utilizar al
que en nuestro país se realizan un menor número de pro- máximo los recursos disponibles para proporcionar
cedimientos quirúrgicos, es importante destacar que se atención médica de calidad.
ha presentado un incremento anual de 10% (durante el Como ya se ha comentado, el dolor agudo posopera-
quinquenio de 2000 a 2005)1 (figura 10–1). torio es una eventualidad observada con frecuencia en

1 400 000

1 200 000
Número de procedimientos

1 000 000

800 000
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

600 000

400 000

200 000

0
2000 2001 2002 2003 2004 2005
Año

Figura 10–1. Intervenciones quirúrgicas realizadas en México de 2000 a 2005. Fuente. Sistema Nacional de Información en Sa-
lud (SINAIS).

111
112 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 10)

20
18
16
Porcentaje del PIB
14
12
10
8
6
4
2
0
Reino Unido Francia España Alemania Canadá EUA México
Europa América del Norte
Figura 10–2. Porcentaje del PIB destinado a la salud por país en 2006. Fuente: Organización para la Cooperación Económica
y el Desarrollo, 2008.

los procedimientos quirúrgicos; lamentablemente, su cimiento en forma eficaz. A nivel nacional se han reali-
presencia recibe poca atención. En este sentido, diver- zado diversos esfuerzos para proporcionar guías de ma-
sas series internacionales han documentado que 80% de nejo o parámetros de práctica para el manejo de este tipo
los sujetos que son intervenidos quirúrgicamente lo pre- de dolor. El resultado de estos esfuerzos fructificó con
sentan.7,8 En México no se cuenta con cifras específicas; una publicación en una revista nacional de proyección
sin embargo, un estudio nacional identificó que 96% de internacional.11 Pese a la relevancia de dicho documen-
los pacientes hospitalizados refieren dolor agudo duran- to, es improbable que genere un cambio en la conducta
te su internamiento (un porcentaje no especificado de de los médicos tratantes si se conceptualiza de manera
esta muestra fueron pacientes posquirúrgicos).9 Aunada aislada. Para que esto ocurra son necesarias su difusión
a su frecuencia destaca su intensidad; sobre ello se ha y su implementación.12
documentado que 20% describen el dolor como severo Lamentablemente, a pesar de que resulta evidente la
en cuanto a intensidad2 y que 80% lo perciben como de utilización de un esquema analgésico que permita el ali-
moderado a severo.10 Estos datos son coincidentes con vio eficiente del dolor agudo posoperatorio, sólo 36%
lo observado en México (figura 10–3).9 de los casos la reciben,7 mientras que 32% han tenido
Esta información pone de manifiesto que se deben que esperar más de 15 min para recibir un analgésico.13
generar estrategias que permitan el control de este pade- Esta serie de elementos soporta el hecho de que 46% de
los pacientes se encuentran insatisfechos o mediana-
mente satisfechos con la actuación del grupo médico
respecto al alivio del dolor (figura 10–4).13 Lo anterior
es una señal de alerta que debe replantear la actuación
Severo con respecto a la analgesia que reciben los pacientes. Si
21% se traslada esta evidencia al marco de la prestación de
servicios a nivel empresarial, la recomendación respec-
Leve
38% to a la satisfacción se centraría en el establecimiento de
programas que mejoraran la percepción del usuario de
dichos servicios.14
Una analgesia deficiente se asocia a la presencia de
Moderado complicaciones potencialmente adversas (íleo, atelec-
41%
tasias, neumonía, tromboembolia, sangrado y alteracio-
nes psicológicas, entre otras); por el contrario, una anal-
gesia eficaz mejora las condiciones generales del
Figura 10–3. Proporción de dolor agudo de acuerdo a su paciente, facilita una recuperación más rápida y dismi-
intensidad (n = 55). nuye la estancia hospitalaria.15 En el contexto de la opti-
Evaluación y alivio del dolor posoperatorio 113

considera agudo el dolor que tiene menos de tres meses


de haber iniciado y que es producido por un daño tisular
15% real o potencial identificable.17 Lo anterior, aunque ar-
Severo
bitrario, proporciona un marco de referencia en cuanto
a tiempo, atribuyendo a la lesión características que la
hacen reconocible. Finalmente, la acción se refiere al
54% evento quirúrgico, el cual se entiende como “ejecutar
Moderado
31% sobre el cuerpo animal vivo, con ayuda de instrumentos
Leve
adecuados, diversos actos curativos, como extirpar, am-
putar, implantar, corregir, coser, etc., órganos, miem-
bros o tejidos”.18 Con ello, se puede identificar puntual-
mente la causalidad de la lesión; aunado a ello, la
palabra posoperatorio proviene de las raíces latinas
post– (después de) y opus, óperis (obra, trabajo),19 por
Figura 10–4. Proporción de la satisfacción obtenida con la
analgesia en dolor agudo. lo que en este contexto el trabajo o la obra es la cirugía
per se.
En consecuencia, se puede definir el dolor agudo
mización de recursos resulta evidente que proporcionar posoperatorio como “aquella experiencia sensorial y
una analgesia eficiente disminuirá los costos asociados emocional no placentera que se asocia a un daño tisular
al internamiento y a las complicaciones. Por ello, aun- real e identificable, que tiene menos de tres meses de ha-
que se cuenta con lineamientos que ayudan a los clíni- ber iniciado y que ocurre a consecuencia de un acto qui-
cos a proporcionar esquemas de manejo analgésico fun- rúrgico, ya sea por la propia intervención o como resul-
damentados en la evidencia médica disponible,11 se tado de la misma (drenajes, tubos, complicaciones,
requiere la implementación de los mismos, con la finali- etc.)”.20 Situándonos en el referencial de causa–efecto,
dad de proporcionar un servicio óptimo, expedito, ra- la utilidad de este concepto se centra en el hecho de que,
cional y eficiente.12 por definición, la lesión tisular real, identificable y atri-
buible a una cirugía condicionará la presencia de un do-
lor que ocurrirá en forma aguda y se mantendrá durante
un tiempo finito. Por ello, ante este evento predecible se
DEFINIENDO EL PROBLEMA deben iniciar las medidas tendientes a disminuir su in-
tensidad.

Se ha expuesto la importancia de proporcionar una anal- EVALUACIÓN DEL DOLOR


gesia eficaz al paciente que es intervenido quirúrgica- AGUDO POSOPERATORIO
mente. Para que esto ocurra es necesario unificar el
concepto que guía el actuar médico, por lo que es im-
prescindible exponer con claridad y exactitud los carac-
teres genéricos y diferenciales que enmarcan el dolor El objetivo principal de la evaluación médica es realizar
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

agudo posoperatorio. En este sentido, se puede inferir un diagnóstico correcto que permita proporcionar una
que en dicho concepto participan tres elementos impor- estrategia terapéutica óptima. En este sentido, la reali-
tantes: el resultado (en este caso, la presencia de dolor), zación de un diagnóstico médico requiere la realización
la temporalidad (en este caso, en forma aguda) y la ac- de complejos algoritmos de análisis por parte del médi-
ción (en este caso, posterior a una cirugía). co que lo establecerá, que en la mayoría de las ocasiones
Sobre el resultado, la Asociación Internacional para se fundamenta en el conocimiento que éste tiene de las
el Alivio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) defi- diversas entidades nosológicas y de sus experiencias
ne el dolor como “una experiencia sensorial y emocio- previas con respecto a dichas enfermedades.21
nal no placentera, que se asocia a un daño tisular real, Dado que, por definición, el dolor agudo posoperato-
potencial o descrita en términos de dicho daño”.16 Pese rio se presenta como condición sine qua non de un even-
a la ambigüedad que presenta esta definición, orienta to quirúrgico, la realización de un diagnóstico correcto
acerca de las múltiples dimensiones que engloban este no presentará mayor desafío. Sin embargo, a pesar de la
fenómeno biológico. Respecto a la temporalidad, se simplicidad de ese concepto, es imperativo que el médi-
114 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 10)

co realice las acciones que permitan un diagnóstico sin- Cuadro 10–1. Semiología del dolor
dromático y etiológico, con el objetivo de proporcionar
Temporalidad Agudo vs. crónico
una terapéutica óptima y eficaz. Por ello el clínico nece-
Causalidad Oncológico vs. no oncológico
sita realizar una historia dirigida (historia de dolor pre-
Ubicación Localización anatómica
vio a la intervención, referencia de dolor en procedi- Especialidad Localizado, referido, distribuido o irra-
mientos previos, historial médico, historia psicológica diado
y psicosocial e historia familiar), permitir la expresión Tipo de dolor Nociceptivo (somático vs. visceral), no
libre siempre que sea posible y registrar esta informa- nociceptivo (periférico vs. central),
ción en forma clara, concisa, lógica y ordenada.21 patrones mixtos
La realización de una historia clínica dirigida permi- Características Punzante, pulsátil, quemante, ardoroso,
tirá diferenciar elementos sobre condiciones dolorosas difuso, localizado, etc.
Severidad o Escala visual análoga, escala frutal aná-
previas que pudieran modificar las decisiones terapéuti-
intensidad loga, escala numérica análoga, escala
cas. Por ejemplo, se sabe que 21% de los procedimien- de caritas, escala verbal análoga, etc.
tos quirúrgicos se realizan en pacientes ancianos22 y que Duración y Continuo, intermitente, irruptivo, paro-
83% de la población geriátrica presenta dos o más co- periodicidad xístico
morbilidades;23 si la diabetes mellitus y la enfermedad Circunstancias Predominio de horario, factores desen-
articular degenerativa son frecuentes en este grupo po- coincidentes cadenantes, factores atenuantes, etc.
blacional,24 entonces es de esperarse que una propor-
ción de estos pacientes presenten dolor crónico antes y
después de un procedimiento quirúrgico. Por tal moti- la finalidad de documentar la eficacia de la analgesia
vo, es necesario identificar si el dolor presente ocurre a empleada y los posibles eventos adversos asociados a la
consecuencia del evento quirúrgico o de las comorbili- terapéutica.
dades agregadas. La omisión en este proceso favorecerá En este sentido, existe un sinnúmero de escalas que
la utilización de un esquema analgésico deficiente, con han sido utilizadas para la estimación de la intensidad del
las consecuencias que ello representa. dolor. Sin embargo, las escalas recomendadas en el con-
Dado que no se cuenta con instrumentos de precisión texto del dolor agudo posoperatorio son las siguientes:
que permitan la evaluación del dolor en forma objetiva,
la libre expresión de las manifestaciones dolorosas por 1. La escala visual análoga (EVA), que consiste en
parte del paciente constituye el único elemento capaz de una línea horizontal de 10 cm de longitud en la que
permitir su puntual caracterización. De esta acción se el cero representa la ausencia de dolor y 10 el peor
deben obtener todos los elementos que promuevan la dolor posible; en ella el clínico documenta en cen-
descripción semiológica del síndrome (cuadro 10–1) y tímetros o milímetros el punto seleccionado por el
la información sobre la terapéutica analgésica emplea- paciente, partiendo del valor cero.
da11 para este u otros eventos dolorosos, sean agudos o 2. La escala numérica análoga (ENA), que es una
crónicos. Lo anterior permitirá una correcta evaluación escala verbal en la cual se le solicita al paciente
diagnóstica, evitará la supresión de esquemas iniciados que caracterice su dolor en escala del 0 al 10; el va-
con anterioridad (p. ej., opioides y neuromoduladores lor de cero corresponde a la ausencia de dolor y el
en el caso de dolor crónico) y favorecerá la realización de 10 al peor dolor posible.
de los ajustes necesarios en la farmacoterapia que se 3. La escala verbal análoga (EVERA), que consiste
pretende utilizar para el alivio del dolor actual (p. ej., en una escala categórica que agrupa la intensidad
mayor concentración de opioides en el consumidor cró- del dolor en ausente, leve, moderado y severo.11
nico de estos fármacos).
El registro de la información en forma clara, concisa, La relevancia de documentar puntualmente la intensi-
lógica y ordenada se debe realizar de manera objetiva, dad del dolor radica en el hecho de que varios grupos de
sistemática y periódica. Esta labor evitará omisiones consenso han sugerido que la farmacoterapia debe to-
diagnósticas y terapéuticas potencialmente graves, per- mar como eje esta característica.11,25,26 Aunado a ello, y
mitiendo proporcionar una analgesia posoperatoria se- con la finalidad de establecer puntos de corte, se han
gura y eficaz. Para ello se precisa el establecimiento de realizado estudios comparativos entre las diversas esca-
un protocolo hospitalario que contenga, además de di- las que evalúan dicha cualidad. En el caso del dolor pos-
cha información, escalas que permitan la estimación del operatorio se ha identificado que una puntuación en la
dolor y de otras variables asociadas (p. ej., náusea, vó- EVA de 1 a 4 corresponde a dolor leve, de 5 a 7 a mode-
mito, sedación, retención urinaria, prurito, etc.),11 con rado y de 8 a 10 a severo.11,27 Estos elementos permiti-
Evaluación y alivio del dolor posoperatorio 115

Intervencionismo
Disminuye

Opioides potentes
Disminuye
Opioide débil

" analgésico no opioide " analgésico no opioide " analgésico no opioide

"adyuvante "adyuvante "adyuvante

Dolor leve Dolor moderado Dolor severo

EVA 1–4 EVA 5–7 EVA 8–10

OMS: por vía oral, con horario, por la escalera, para el individuo, con atención al detalle

Figura 10–5.

rán el inicio de un esquema analgésico eficaz (figura con la técnica epidural éstos se presentan con menor fre-
10–5). Además de lo anterior, la analgesia planeada cuencia, en comparación con la técnica parenteral con-
debe considerar la historia clínica del sujeto, que el do- tinua, la PCA y la PCEA (a excepción del bloqueo mo-
lor posoperatorio es severo por definición28 y que en el tor).32,33 Con estos elementos se puede concluir que se
adulto mayor la EVERA presenta mayor sensibilidad.29 cuenta con evidencia suficiente para sugerir el empleo
de la analgesia epidural continua en el alivio del dolor
agudo posoperatorio.
La vía de administración tiene evidencia suficiente
FUNDAMENTOS DE LA para su recomendación, lo cual no ocurre con los fárma-
ANALGESIA POSOPERATORIA cos que se pueden utilizar en dicha técnica analgésica,
por lo que cabe puntualizar lo siguiente: en la revisión
sistematizada de las guías para el manejo del dolor pos-
operatorio propuestas por la Sociedad Americana de
Analgesia epidural Anestesiólogos (ASA, por sus siglas en inglés) se sugie-
re que la evidencia soporta la efectividad de los opioides
epidurales para el alivio del dolor posoperatorio (fenta-
En estudios de nivel 1 (metaanálisis) se ha evidenciado
nilo y morfina).25 Así, se puede asumir que el empleo de
que la analgesia epidural presenta diversos beneficios.
opioides es recomendable. Sin embargo, respecto a las
Se ha identificado que este abordaje ofrece una dismi-
combinaciones de fármacos por esta vía no se cuenta
nución de la frecuencia de diversas complicaciones pos-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

con evidencia de nivel 1. Acerca de esto, diversos gru-


operatorias, como el caso del infarto agudo del miocar-
pos de consenso recomiendan el empleo conjunto de
dio durante el posoperatorio.30 Asimismo, la analgesia
opioides y anestésicos locales.11,26 Lo anterior se funda-
proporcionada por esta vía presenta un mayor alivio del
menta en estudios de nivel 3.34–36 Lamentablemente, no
dolor que otras técnicas analgésicas; entre ellas se inclu-
se cuenta con estudios comparativos de corte metaanalí-
yen la analgesia por vía intramuscular,31 la analgesia por
tico que identifiquen el mejor opioide, el mejor anesté-
vía endovenosa en infusión continua o en bolos32 y la
sico local o la mejor combinación, concentración y
analgesia por vía endovenosa controlada por el paciente
dosis.
(PCA, por sus siglas en inglés).31,33
Aunado a lo anterior, se ha identificado que la anal-
gesia epidural continua proporciona un mayor alivio del Analgesia opioide
dolor que la analgesia epidural controlada por el pacien-
te (PCEA, por sus siglas en inglés).33 Respecto a los La vía epidural es la recomendada para la analgesia pos-
eventos adversos observados, se ha documentado que operatoria, pero en algunos pacientes, o por algunas téc-
116 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 10)

nicas quirúrgicas, el empleo de este abordaje no puede 6. La PCA presenta menos complicaciones pulmo-
ser posible. Tal es el caso de los pacientes que cuentan nares, en comparación con otras vías de adminis-
con contraindicaciones absolutas para su utilización o tración.37
bien los eventos quirúrgicos realizados en la cabeza y el
cuello. En todos estos escenarios, e independientemente De lo anterior se puede deducir que la analgesia opioide
de la vía que se seleccione, se debe iniciar una analgesia endovenosa por PCA es segura y eficiente; sin embargo,
coincidente con la intensidad del dolor que refiere el se deben tomar en consideración los costos que repre-
paciente. En este sentido, dado que el dolor agudo poso- senta su empleo y que en México no se cuenta con esta
peratorio es por definición severo en intensidad, la op- opción en la mayoría de los hospitales públicos.
ción lógica es la utilización de analgésicos opioides (de Acerca de la administración endovenosa de opioides
acuerdo con la escalera analgésica). En adición, si existe en infusión continua, no se cuenta con evidencia acerca
la imposibilidad de utilizar la vía epidural, resulta evi- de su eficacia comparativa. Por otro lado, su administra-
dente que la administración de estos medicamentos se ción endovenosa en dosis únicas (estudios nivel 2)
realizará por otras vías. Si se considera que el paciente muestra que:
quirúrgico es sometido a ayuno antes y después del pro-
1. En comparación con el placebo, los opioides
cedimiento y que existe riesgo de náusea y vómito poso-
(morfina o tramadol) presentan un alivio signifi-
peratorio, la siguiente opción lógica es el uso de la vía
cativo del dolor.39–41
parenteral. Para ello la búsqueda bibliográfica realizada
2. La comparación de opioides contra analgésicos no
presenta los siguientes inconvenientes:
opioides manifiesta resultados contradictorios.42–44
3. La evaluación comparativa de opioides sugiere
1. Los estudios de nivel 1 evalúan diversos fármacos que:
de este tipo en forma aislada, limitando una visión S La analgesia con metadona es mayor o similar
comparativa global de estos medicamentos en que con morfina.45,46
conjunto. S Con morfina y tramadol es similar.47
2. Estos reportes contemplan únicamente dosis úni- S Con morfina es mayor que con fentanilo.48
cas, lo cual presenta un sesgo al no contar con los S Con fentanilo y buprenorfina es similar y ma-
elementos que orienten sobre el comportamiento yor que con nalbufina.49
de dichos medicamentos en forma continua. Con
este marco de referencia se puede concluir que se Ante esto, llama la atención la falta de estudios que fun-
carece de evidencia que fundamente la primera lí- damenten nuestro actuar diario; no obstante, si se anali-
nea farmacológica de opioides por vía parenteral. za la información disponible, se puede identificar que
los opioides son mejores que el placebo y que la meta-
En estudios de nivel 1 se identifica la administración pa- dona proporciona un efecto similar al de la morfina (y
renteral de opioides por PCA.37,38 En ellos se documen- el tramadol). Pese a lo atractivo de esta sugerencia, es
ta que: vital considerar que la metadona presenta alteraciones
en la conducción cardiaca, las cuales son dependientes
1. Los pacientes que reciben analgesia opioide pre- de la dosis. El tramadol y la morfina pudieran ser utiliza-
fieren su administración por PCA al comparar su dos con relativa seguridad, ya que parece que presentan
uso por otras vías (subcutánea, intramuscular e in- una mejor analgesia en dosis únicas, en comparación
travenosa, sin diferenciar la administración conti- con otros opioides. Sin embargo, esta última asevera-
nua o en bolo horario) e intravenosa “por razón ne- ción presenta sesgos de interpretación a consecuencia
cesaria”.37,38 de la carencia de estudios y la disparidad metodológica
2. La analgesia opioide por PCA no presenta diferen- de los existentes. En consecuencia, se deben generar lí-
cias entre los diversos fármacos evaluados con neas de investigación tendientes a aclarar estas interro-
este método (morfina, petidina, nalbufina y piri- gantes.
tramida).37 En los pacientes que no tienen contraindicación algu-
3. Los pacientes que reciben PCA presentan un ma- na para la administración oral de medicamentos (como
yor consumo de opioides.38 sería el caso del posoperatorio por cirugía ambulatoria)
4. En los pacientes que reciben PCA se observa una es conveniente el empleo de dicha vía. Acerca de los
mayor incidencia de prurito.38 opioides por vía oral, se identificaron tres estudios de
5. La analgesia con PCA y la endovenosa presentan nivel 1 referentes a esta intervención. Sobre esto se ha
eventos adversos similares.38 documentado que la administración oral de oxicodona
Evaluación y alivio del dolor posoperatorio 117

presenta mejor analgesia que el placebo (oxicodona de lular), mientras que los no esteroideos provienen de di-
15 mg, NNT 4.6) y que su combinación con paraceta- versas familias. Así, se puede inferir que es posible que
mol presenta una mejor respuesta en dicho análisis (oxi- su acción sobre la vía inflamatoria presente diferencias.
codona de 10 mg más paracetamol de 650 mg, NNT Esto es de especial relevancia debido a que los antiinfla-
2.7),50 y que la mezcla de tramadol con paracetamol pre- matorios no esteroideos son los medicamentos más
senta mejor analgesia que sus componentes en forma prescritos en EUA y los eventos adversos derivados de
aislada (NNT 3).51,52 De lo anterior se puede inferir que su administración crónica son potencialmente deleté-
la administración oral de opioides es superior al placebo reos. Por lo anterior, es vital que el clínico identifique
y que su combinación con paracetamol presenta una las diferencias presentes en este grupo de fármacos.
mejor analgesia. De este modo, cabe destacar que los antiinflamato-
rios no esteroideos (AINE) se pueden agrupar en los que
no tienen actividad selectiva sobre la ciclooxigenasa
Analgesia no opioide (COX1/COX2) y los que tienen actividad selectiva so-
bre la ciclooxigenasa (COX2) (figura 10–6). No obstan-
Como se comentó anteriormente, este grupo de fárma- te la relevancia de esta enzima, cabe mencionar que exis-
cos constituyen el primer escalón analgésico; sin em- ten otras más involucradas en la respuesta inflamatoria y
bargo, dado que el dolor posoperatorio es severo no re- que, al igual que la COX, utilizan al ácido araquidónico
presentan la primera elección terapéutica en el alivio de como sustrato (p. ej., lipooxigenasa). En adición, la
este tipo de dolor. Esto se debe a que no tienen un impac- acción de estos fármacos sobre la COX no constituye su
to en el tratamiento del dolor severo en cuanto a intensi- único mecanismo de acción. La utilidad de dicha clasifi-
dad.11 Más aún, este grupo de medicamentos engloban cación radica en que con ella es posible obtener informa-
diversas familias farmacológicas que tienen mecanis- ción acerca de sus posibles efectos adversos (además de
mos de acción diferentes en algunos casos y similares en ser el primer mecanismo de acción identificado).
otros. Dada su gran diversidad, es conveniente concep- Por otro lado, uno de los analgésicos no opioides sin
tualizarlos como grupo. En este sentido, se podrían defi- acción antiinflamatoria que ha competido a nivel co-
nir como “los fármacos capaces de producir un alivio o mercial con los AINE es un derivado del para–aminofe-
supresión del dolor que no son derivados del opio”.18 nol, conocido como paracetamol o acetaminofén. Du-
La conceptualización grupal es útil en la práctica, rante décadas este fármaco ha representado un reto para
pero ambigua en farmacología. Por ello, con la finalidad los investigadores básicos, debido a que su mecanismo
de comprender sus diferencias, es posible agruparlos en de acción no había sido caracterizado sino hasta fechas
los que tienen actividad antiinflamatoria (esteroideos y recientes. Actualmente se sabe que este medicamento
no esteroideos) y los que no tienen actividad antiinfla- actúa sobre los receptores cannabinoides (posiblemente
matoria (derivados del para–aminofenol y otros). Esta CB1) y vanilloides (TRPV1), después de ser conjugado
cualidad orienta acerca de las diferencias en los posibles con el ácido araquidónico por una hidrolasa de los áci-
mecanismos de acción que les son atribuidos; sin em- dos grasos (AM404). El mecanismo de actuación del
bargo, esta generalización es útil en la docencia, pero li- AM404 (N–araquidonil–fenol–amida) incluye la inhi-
mita el conocimiento del clínico sobre sus diferencias bición de la recaptura de anandamida (un endocannabi-
estructurales (cuadro 10–2). noide), el agonismo sobre el receptor TRPV1, la movili-
Los de tipo antiinflamatorio se pueden diferenciar de zación de otros endocannabinoides (N–araquidonil–
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acuerdo con su estructura química, de tal forma que los dopamina), la inhibición de la COX al disminuir la con-
de tipo esteroideo presentan una estructura derivada del centración de ácido araquidónico y la posible inhibición
esterol (un esterolípido constitutivo de la membrana ce- de la formación de prostaglandina E por parte de los ma-

Cuadro 10–2. Esquema conceptual de los analgésicos no opioides


Analgésicos no opioides Con acción antiinflamatoria Esteroideos Esteroles
No esteroideos Con inhibición de la COX Metilsulfonas
Arilsolfonas
Sin inhibición selectiva de la COX Ácido salicílico
Ácido acético
Ácido propiónico
Sin acción antiinflamatoria Paraaminofenol
118 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 10)

Afinidad por COX–1 Afinidad por COX–2


100.00 Naproxeno Meloxicam
Nimesulida
Ibuprofeno
10.00 Celecoxib
Ketoprofeno
COX–2 IC 50 ( m M)

Etoricoxib
Indometacina Rofecoxib
1.00
Ketorolaco Valdecoxib
Lumiracoxib
0.10
Diclofenaco
Etodolaco
0.01 0.01 0.10 1.00 10.0 100.0
COX–1 IC 50 ( m M)

Figura 10–6. Equivalencia inhibitoria COX–1 y COX–2.

crófagos.53–56 Es posible que la activación de los recep- Por otro lado, con respecto a los analgésicos no opioi-
tores CB1, a consecuencia del incremento de endocan- des, no esteroideos, con acción antiinflamatoria durante
nabinoides, incida en el sistema opioide endógeno me- el periodo posoperatorio, se han identificado diversos es-
diante mecanismos aún desconocidos (disminución de tudios de nivel 1. Se observa que su administración a do-
dinorfina A en la corteza frontal).55 Aunado a ello, su sis única presenta una disminución significativa del do-
acción selectiva sobre la COX2, únicamente al dismi- lor en comparación con el placebo. De igual forma, al
nuir las concentraciones de ácido araquidónico, explica calcular los números necesarios para tratar de este grupo
su escaso efecto antiinflamatorio.56 La extensa diserta- farmacológico durante el posoperatorio se identifica la
ción sobre los mecanismos de acción del paracetamol presencia de diferencias con escasa repercusión clínica
presenta especial interés, ya que a la fecha aún hay clíni- (cuadro 10–3).57–64 Estos datos sugieren que dicho grupo
cos que lo consideran como un antiinflamatorio “débil” presenta analgesia posoperatoria, pero también que la
sin acción analgésica. idea de “potencia” es inespecífica y carente de signifi-
cancia clínica. Lo anterior se fundamenta en que no se
han identificado diferencias significativas en la analgesia
durante el análisis comparativo de los inhibidores selec-
Cuadro 10–3. NNT de AINE empleados a dosis tivos de la COX2, de los AINE selectivos contra los no
únicas por vía oral en dolor posoperatorio selectivos y entre los AINE no selectivos,65,66 por lo que
Etodolaco 100 mg 4.8 no es posible establecer una tabla de potencias con los
Etodolaco 200 mg 3.3 AINE. En conclusión, se sabe que los analgésicos no
Ibuprofeno 200 mg 2.7 opioides son útiles en el alivio del dolor posoperatorio
Ibuprofeno 400 mg 2.5 cuando se administran en combinación con opioides, que
Diclofenaco sódico 50 mg 6.7 empleados de forma aislada carecen de utilidad, que su
Diclofenaco sódico 100 mg 4.5 mecanismo de acción está determinado por la familia de
Diclofenaco potásico 50 mg 2.1 la cual se derivan, que el paracetamol no es un AINE, que
Diclofenaco potásico 100 mg 1.9 son mejores que el placebo y no hay diferencias compa-
Etoricoxib 120 mg 1.9 rativas respecto a la analgesia que proporcionan. Por ello
Naproxeno 500 mg 2.7 su empleo debe tener en cuenta estas consideraciones.
Paracetamol 325 mg 3.8
Paracetamol 500 mg 3.5
Paracetamol 1 000 mg 3.6 CONCLUSIONES
Paracetamol 1 500 mg 3.7
Celecoxib 200 mg 4.2
Celecoxib 400 mg 2.5 El dolor posterior a una intervención quirúrgica es un
Lumiracoxib 400 mg 2.7 problema frecuente. Por desgracia, se carece de esque-
Evaluación y alivio del dolor posoperatorio 119

mas que garanticen el alivio de esta eventualidad. Más identificar los fármacos que son efectivos, accesibles y
aún, diversos estudios que evalúan la satisfacción de los económicos. Con este objetivo, diversos grupos de con-
pacientes con respecto a la analgesia intrahospitalaria senso nacional se han dado a la tarea de proporcionar
reportan resultados poco alentadores. Esto posiblemen- parámetros de práctica que fortalezcan las posibles de-
te se deba a que los profesionales de la salud carecen de bilidades con respecto a la evaluación y la terapéutica.
elementos durante su formación que aseguren la identi- El adecuado manejo farmacológico del dolor poso-
ficación temprana y el tratamiento óptimo del dolor en peratorio proporciona beneficios en la calidad de vida
el paciente quirúrgico. del paciente, disminuye las complicaciones y los tiem-
En la última década el bombardeo constante de infor- pos de estancia hospitalaria y ahorra recursos. En la ac-
mación acerca de nuevos productos para el alivio del tualidad estos elementos deben ser evaluados concien-
dolor se ha convertido en un elemento que genera con- zudamente para proporcionar una atención de calidad
fusión. Los anestesiólogos tienen la responsabilidad de que beneficie a todos los mexicanos.

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122 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 10)
Capítulo 11
Evaluación y manejo perioperatorio del
paciente sometido a anestesia raquídea,
regional de plexos y nervios periféricos
Guadalupe Zaragoza Lemus, Gabriel E. Mejía Terrazas

INTRODUCCIÓN es un prerrequisito para asegurar un servicio de blo-


queos neuronales regionales consistente en cualquier
institución. Una vez que se hace el bloqueo de nervios
el manejo intraoperatorio requiere una observación dili-
La anestesia regional ofrece múltiples ventajas clínicas gente y juiciosa, así como el uso suplementario de fár-
que contribuyen a mejorar los resultados y disminuir en macos para ansiólisis y sedación. El manejo posopera-
conjunto los costos de los cuidados de la salud. Los blo- torio incluye la educación para el paciente y el personal
queos de nervios periféricos (BNP) brindan una exce- de enfermería, la discusión de la duración del bloqueo,
lente anestesia y alivio del dolor posoperatorio, reducen las expectativas del déficit sensorial y motor, y un plan
las complicaciones en la curación de heridas, en compa- de manejo del dolor, así como la desaparición del blo-
ración con la anestesia por infiltración, generan menos queo, lo cual conforma el elemento final requerido para
efectos colaterales que la anestesia general y facilitan la el éxito con anestesia regional —espinal, de plexos y de
actividad física temprana. Los BNP se usan con fre- nervios periféricos.
cuencia en los pacientes ancianos para limitar el exceso
de sedación mientras ofrecen un excelente control del
dolor. La anestesia regional se ha asociado con una re- MANEJO PREANESTÉSICO
ducción del uso de opioides para el dolor posoperatorio,
menos complicaciones posoperatorias y egreso hospita-
lario temprano. Los bloqueos regionales de inyección
única y los catéteres periféricos continuos tienen una Aunque el anestesiólogo conozca al paciente, la planea-
función invaluable en el abordaje multimodal para el ción del manejo anestésico se inicia con una revisión de
manejo del dolor del paciente críticamente enfermo y la cirugía elegida que incluya la atención al procedi-
brindan un excelente confort mientras reducen la res- miento, el conocimiento de la parte del cuerpo que está
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puesta fisiológica al estrés. Sin embargo, el éxito de la involucrada (considerando dermatomas, miotomas y
anestesia general, en comparación con los bloqueos del osteotomas) y la preferencia del cirujano por una posi-
neuroeje y los BNP, depende más del anestesiólogo. Las ción especial (silla de playa, en navaja sevillana, Tren-
habilidades técnicas son requeridas y determinantes delenburg, etc.), con el fin de implementar las técnicas
para la implementación exitosa de los bloqueos regio- de anestesia regional. Asimismo, es necesario el cono-
nales. Algunos factores, como la identificación exacta cimiento de las habilidades del cirujano, las cuales de-
de las marcas anatómicas y un número adecuado de blo- sempeñan un papel importante en la selección de la técni-
queos supervisados, por seguridad es necesario cierto ca del bloqueo y el tipo de anestésico local. Antes de la
número de intentos exitosos para cada bloqueo, imple- llegada del paciente la planeación avanzada incluye la
mentación de bloqueos de nervios periféricos efectivos. colocación del equipo y suministros necesarios para la
Un dedicado equipo de anestesiólogos bien entrenados elección de la técnica en el área de bloqueo o en el quiró-

123
124 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 11)

fano, lo cual incrementa la eficiencia y la experiencia saria la coadministración de anestesia general. El perfil
anestésica. de medicación es importante para alertar al anestesió-
logo acerca de la presencia de alergias, el tratamiento de
enfermedades, la terapia anticoagulante, la terapia del
dolor y los estados de tratamiento crónico. Se deben re-
REVISIÓN DEL EXPEDIENTE visar las terapias de herbolaria y vitamínicos, ya que al-
gunas de ellas afectan la respuesta a la medicación y a
la función plaquetaria, así como el consumo de tabaco,
drogas ilícitas y bebidas alcohólicas. La historia de abu-
Se deben revisar la historia clínica y sus detalles rele- so de cocaína puede excluir el uso de epinefrina en la
vantes, los hallazgos del examen físico y los estudios de solución de los anestésicos locales (AL) o dictar el uso
laboratorio que puedan influir en el plan anestésico. La de vasoconstrictores directos (fenilefrina) en caso de hi-
revisión del expediente se realiza con todo cuidado, potensión inducida por anestesia neuroaxial.
involucrando al cirujano para una anestesia general. De
igual forma, se deben revisar los exámenes de laborato-
rio, el electrocardiograma (ECG), el riesgo cardiovas- SELECCIÓN DEL PACIENTE
cular, los reportes radiográficos y las consultas adicio-
nales (neumología, alergología y endocrinología). Los
exámenes de laboratorio de rutina no están indicados en
los pacientes con procedimientos de bajo riesgo. Los es- Un paciente programado para cirugía de una extremi-
tudios de laboratorio selectivos, como el hematócrito, el dad debería ser considerado un candidato para anestesia
perfil de coagulación y el nivel de urea en nitrógeno regional en cualquiera de sus modalidades: BNP y blo-
ureico/creatinina, se deben revisar en los pacientes de queo de plexos o neuroeje. La anestesia regional única
alto riesgo, cuando se espera una pérdida sanguínea o en o en combinación con la anestesia general es fácil y de-
pacientes que se sabe que tienen terapia anticoagulante. seable en la mayoría de los pacientes quirúrgicos some-
La prolongación de los elementos del perfil de la coagu- tidos a un solo sitio quirúrgico. Se deben considerar fac-
lación (tiempo de protrombina, tiempo parcial de trom- tores como la indicación primaria de la cirugía, la
boplastina e índice normalizado internacional) pueden coexistencia de enfermedades, las contraindicaciones
ser una contraindicación de los bloqueos del neuroeje, potenciales y el estado fisiológico del paciente. La anes-
pero los BNP específicos se pueden realizar con seguri- tesia regional puede ser particularmente desafiante en
dad. En general los bloqueos se asocian con un elevado los pacientes quirúrgicos de alto riesgo de cirugía orto-
riesgo de sangrado debido a la proximidad de vasos ma- pédica, torácica, abdominal o vascular. Los diabéticos
yores o a que éstos atraviesan capas de músculos gran- y los ancianos se benefician de la anestesia selectiva
des, por lo que se podrían realizar cuatro horas después dada por el BNP. La vasodilatación aislada dada por el
de la última dosis de heparina subcutánea, 12 h después bloqueo simpático en cirugías de la extremidad en pa-
de la última dosis de heparina de bajo peso molecular, cientes con enfermedad vascular periférica severa es
siete días después de descontinuar el clopidogrel y cua- benéfica para el cirujano y para el paciente. Los pacien-
tro semanas después de la discontinuación de inhibido- tes con asma en quienes se evita la instrumentación de
res GIIa/IIIb. Los antiinflamatorios no esteroideos y la la vía aérea son también excelentes candidatos para
AspirinaR no son contraindicación para colocar un blo- BNP.
queo. Se debe obtener un ECG y evaluarlo en los pa-
cientes de alto riesgo o en quienes se conoce la presencia
de una enfermedad cardiovascular. El ECG se debe re- Educación y entrevista con el paciente
visar en cuanto a cambios sugestivos de isquemia mio-
cárdica, infarto, disritmias nuevas o defectos de con- La educación del paciente es vital para el éxito de la
ducción que puedan requerir evaluación adicional antes anestesia regional. Entre el público general, y en parti-
de la cirugía. Las radiografías de tórax usualmente no cular el anciano, hay una ausencia común de la concien-
se requieren en un paciente asintomático sin factores de cia del uso y beneficio potencial de la anestesia regio-
riesgo. La radiografía de tórax en un paciente de alto nal. A los pacientes comúnmente se le ofrece la elección
riesgo se debe revisar de la misma manera en que se ha- entre dos descripciones simplistas de opciones anestési-
ría antes de la cirugía para anestesia general. El aneste- cas: “una aguja en el cuello” o “sueño profundo”. Nin-
siólogo debe reconocer el hecho de que puede ser nece- guna de estas acciones describe con exactitud la natura-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente sometido a anestesia raquídea, regional de plexos... 125

leza de los cuidados anestésicos, por lo que muchos CONSENTIMIENTO INFORMADO


pacientes tienden a elegir la anestesia general, debido a
la ausencia de entendimiento de lo que comprende la
anestesia regional (AR) y la ansiedad de la inserción de
la aguja durante la realización del bloqueo. Otro malen- El consentimiento informado se debe obtener antes de
tendido es que los BNP se asocian con un riesgo incre- iniciar la sedación del paciente. Este documento debe
mentado de lesión nerviosa. De hecho, los datos de los incluir el método de anestesia regional a utilizar con una
estudios de reclamos sugieren que la mayoría de las explicación de los riesgos, beneficios y posibles com-
complicaciones de las lesiones neurológicas reportadas plicaciones agudas y posoperatorias. Además, debe in-
se asocian a anestesia general debido a problemas con cluir la posibilidad de cambiar a anestesia general en
la posición del paciente. Durante la visita preoperatoria caso de que la técnica regional sea insuficiente o incom-
el anestesiólogo debe ayudar a que el paciente entienda pleta y haya cambio de los planes quirúrgicos y de las
lo básico del manejo anestésico y a establecer expectati- condiciones de confort del paciente, como cuando se
vas realistas. El anestesiólogo debe estar personalmente prolonga excesivamente el procedimiento quirúrgico. La
convencido de que la propuesta técnica es la mejor elec- Norma Oficial Mexicana hace mención a este docu-
ción o será difícil brindarle confianza al paciente. Los mento en sus puntos 4.12, 8.1 y 8.2, el cual es una respon-
pacientes deben ser educados acerca de los principales sabilidad del prestador de los servicios de anestesiología.
beneficios de la anestesia regional —evitar la anestesia
general, manejo de la vía aérea, mejoría del control del
dolor y reducción de la incidencia de náusea y vómi- EXAMEN FÍSICO DIRIGIDO
to—, lo cual es evidente en el periodo posoperatorio in-
mediato.
El paciente debe saber que podrá estar sedado o lige-
ramente dormido mientras el bloqueo inicia su efecto y Además de la exploración física rutinaria para emitir el
que no recordará el procedimiento. Esta promesa debe estado físico del paciente se debe realizar una explora-
estar totalmente acompañada del uso y combinación de ción dirigida al área que se va a bloquear, iniciando con
midazolam y un narcótico durante el bloqueo. El pa- la técnica primaria a utilizar, además del área a la que se
ciente debe saber que el bloqueo podría no ser exitoso puede recurrir en caso de que se tuviera que cambiar de
y las razones de ello. tipo de bloqueo. Para la realización de bloqueos del ple-
xo braquial, como el interescalénico o el supraclavicu-
lar, se inicia con la revisión del cuello del paciente para
valorar las prominencias óseas, el espesor de los múscu-
CONSIDERACIONES QUIRÚRGICAS los, la movilidad del cuello y la localización de la claví-
cula, del músculo esternocleidomastoideo y de la vena
yugular externa, que son las referencias anatómicas más
confiables aun en pacientes obesos con cuello corto o en
Un inteligente y educado cirujano es muchas veces el pacientes con alteraciones de la anatomía. Si se utiliza
más grande promotor de la anestesia regional. Los pa- un bloqueo infraclavicular se evalúan el área superior
cientes bajo varios procedimientos quirúrgicos —ciru- del tórax, la clavícula y el área del hombro. La principal
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gías de mano, pediátrica, vascular y ortopédica— pue- marca anatómica es el proceso coracoideo, el cual es di-
den recibir AR. fícil de identificar en el paciente obeso, en los pacientes
Los cirujanos adoptarán y demandarán rápidamente con un tórax musculoso y en las mujeres con busto pro-
la anestesia regional para facilitar los cuidados del pa- minente; en estos casos se recomienda realizar el blo-
ciente cuando sea implementada de manera eficiente y queo con el paciente sentado. Para el bloqueo axilar la
consistente. Sin embargo, algunos cirujanos pueden te- principal marca anatómica que se debe localizar es la ar-
ner reservas acerca del empleo de las técnicas de aneste- teria axilar; en los pacientes obesos puede ser difícil pal-
sia regional hasta que ellos ven que pueden ser incre- parla, por lo que el uso de ultrasonido está totalmente
mentadas la eficiencia del quirófano y la satisfacción indicado. En los pacientes en quienes se va a optar por
del paciente, y pueden ser reducidos los asuntos del do- una técnica neuroaxial se debe tener presente que la ex-
lor posoperatorio, así como que los resultados favora- ploración de la vía aérea nunca se debe pasar por alto,
bles se asocian con procedimientos de anestesia regio- así como la de la región cervical. La evaluación de la
nal realizados apropiadamente. columna vertebral es obligada para poder tomar una
126 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 11)

decisión entre la utilización de una técnica neuroaxial por lo que es necesario aplicar la escala de Wilson, con
en posición sedente o lateral, de acuerdo con la dificul- la cual se mide la sedación durante la anestesia regional.
tad encontrada al realizar dicho examen; además, se Para el logro del grado de sedación adecuado es necesa-
debe buscar intencionadamente la presencia de infec- rio basarse en parámetros objetivos del paciente, del
ción, escoliosis o defectos congénitos que puedan modi- monitoreo y de la observación del anestesiólogo. Dos
ficar la técnica. Por otro lado, si el paciente cuenta con parámetros cruciales marcan el nivel de sedación trans-
una placa simple de rayos X se pueden valorar los espa- operatoria: el primero depende del tipo de cirugía (dolo-
cios intervertebrales y escoger el que mantenga una ana- rosa, invasiva y abierta o no invasiva, y limpiezas no
tomía conservada, principalmente en los pacientes seni- traumáticas), de acuerdo con la cual se recibirán distin-
les o que presentan patologías osteoarticulares. En el tos grados de profundidad en la sedación; el otro pará-
paciente en quien se va a utilizar un bloqueo de las extre- metro es el tipo de paciente —biotipo, condiciones co-
midades inferiores, como bloqueo femoral y ciático, se mórbidas, personalidad y grado de ansiedad. El grado
debe valorar la presencia de neuropatías, infecciones, de premedicación implica un riesgo de obstrucción de
enfermedad vascular periférica o insuficiencia arterial la vía aérea, desaturación de oxígeno y ocasionalmente
que involucre la arteria femoral, lo cual podría contrain- aspiración. El oxígeno suplementario debe ser adminis-
dicar la utilización de un bloqueo femoral; en el área del trado rutinariamente con monitoreo del CO2 expirado
tobillo se valora la presencia de infección, linfedema o para evaluar la frecuencia ventilatoria y la presencia de
edema maleolar, los cuales podrían contraindicar o difi- obstrucción de la vía aérea y de apnea. Es importante re-
cultar la utilización de un bloqueo en esta región. La ex- cordar que en la cirugía de hombro se puede lograr la vía
ploración física del área a bloquear brinda información aérea, aunque se podría perder durante una sedación
de las alteraciones o variantes anatómicas del paciente, profunda. Al contrario, una sedación demasiado ligera
con lo cual se puede planear una estrategia anestésica en en un paciente ansioso puede resultar ser una mala elec-
cuanto al bloqueo a realizar y al equipamiento necesario ción para un bloqueo regional. El uso de agentes ansiolí-
para realizarlo. ticos es controversial en el paciente anciano, pero es ra-
cional usar estos fármacos en pequeñas dosis o en el
preoperatorio directamente a través de una inyección
intravenosa. Los opioides sistémicos y los analgésicos
PREMEDICACIÓN no opioides se usan para reducir la incomodidad asocia-
da con la inyección del anestésico local y la inmoviliza-
ción prolongada. Ahora bien, para la realización de blo-
queo interescalénico se recomienda no administrar una
Se debe recordar que el anestesiólogo trabaja con perso- sedación muy profunda, ya que se puede relacionar con
nas cuyas emociones facilitan u obstaculizan la eficacia la presencia de complicaciones debido a que, si el pa-
de su práctica. El temor y la angustia son, sin duda, un ciente está demasiado sedado, no advierte la colocación
inconveniente para el médico y el paciente. El miedo y intraneural de la aguja, que es dolorosa, sobre todo al
la ansiedad son sensaciones inherentes al ser humano, administrar el anestésico local.
que se expresan en general cuando el paciente es some-
tido a un procedimiento invasivo; en este contexto el
anestesiólogo debe establecer durante la visita preanes- REALIZACIÓN DEL PROCEDIMIENTO
tésica una relación estrecha con su paciente. Un estudio EN LA SALA DE BLOQUEOS Y EN
demostró que cuando en esta visita se le explica al pa- LA SALA DE QUIRÓFANO
ciente la naturaleza del procedimiento y sus efectos has-
ta 91% de los pacientes argumentan confianza en el
anestesiólogo, además de que disminuyen la ansiedad y
el miedo, reduciendo con ello la necesidad de fármacos La principal necesidad de realizar la anestesia regional
ansiolíticos; durante la realización de procedimientos en una sala de bloqueos tiene el fin de disminuir el uso
de anestesia regional es necesario que el paciente se en- de horas de sala de quirófano, optimizando así los cos-
cuentre cómodo y seguro en cuanto a sus constantes vi- tos de la atención. La utilización de una sala especial
tales. Este objetivo ha comprometido al anestesiólogo para bloqueos depende de la experiencia del anestesió-
con múltiples opciones de manejo que brinden una am- logo y del grupo de anestesiólogos de la institución las
plia satisfacción durante el periodo transanestésico y ventajas de estas áreas incluyen la reducción del uso de
aseguren el control de los riesgos por sobresedación, horas de quirófano —principalmente desde la llegada a
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente sometido a anestesia raquídea, regional de plexos... 127

la sala y el inicio de la cirugía—, de la ansiedad y el es- gional se puede realizar en un paciente confortablemen-
trés en la enseñanza a los residentes, ya que se cuenta te sedado, se puede requerir sedación profunda continua
con tiempo para la realización del procedimiento, y un durante todo el periodo operatorio. El tamaño del pa-
cambio en el plan anestésico en caso de que la técnica ciente, la función de la vía aérea, si se trata de un caso
sea insuficiente o parcial. Las desventajas de esta área de urgencia o no (estómago lleno), la combatividad y la
implican la necesidad de personal capacitado en el área, confusión son factores que se deben considerar al elegir
monitoreo básico necesario y equipamiento necesario, la técnica anestésica. Las técnicas de anestesia general
como el carro de anestesia regional, el carro rojo y todo y regional se compararon en dos grandes ensayos alea-
el material para llevar a cabo las técnicas de anestesia torizados en pacientes con cambios de status mental
regional, así como el material necesario para llevar a preoperatorio. En ambos grupos las técnicas de aneste-
cabo una reanimación de emergencia. sia regional fueron realizadas de forma segura y sin di-
ferencias significativas en cuanto a la morbilidad y la
función cognitiva intraoperatoria y posoperatoria.
CONSIDERACIONES ESPECIALES
Paciente anciano

El número de pacientes ancianos sometidos a cirugía y


Paciente obeso anestesia se ha incrementado de manera exponencial.
La AR es usada con frecuencia en estos pacientes debi-
El paciente obeso con apnea del sueño, confusión o deli- do a la mínima sedación que se usa para el procedimien-
rium requiere consideraciones especiales. La anestesia to y el excelente control del dolor posoperatorio. Los
regional puede ser usada con éxito en la mayoría de es- factores específicos del paciente anciano, tales como
tos pacientes; sin embargo, se debe evaluar el índice enfermedades coexistentes, cambios en el status mental
riesgo–beneficio. La obesidad le confiere un cambio a tipo y la duración de cirugía, deben ser evaluados antes
todas las formas de la anestesia, incluyendo los accesos de instituir un BNP. El envejecimiento afecta la farma-
intravenosos, la identificación de las marcas anatómi- cocinética y la farmacodinamia de los AL. Los cambios
cas, la obstrucción de la vía aérea con sedación, una en la absorción sistémica, la distribución y el aclara-
rápida desaturación de oxígeno secundaria a una dismi- miento de los AL causan un incremento en la sensibili-
nución de la capacidad funcional residual y las intuba- dad, disminución de las dosis requeridas y cambios en
ciones difíciles. En un estudio de 9 000 bloqueos Niel- el inicio y la duración de la acción. La epinefrina puede
sen y col. encontraron que los pacientes con un índice prolongar la duración del bloqueo, pero crea un mayor
de masa corporal (IMC) mayor o igual a 30 kg/m2 fue- riesgo de neurotoxicidad isquémica en los nervios peri-
ron 1.62 veces más propensos a falla del bloqueo. Debi- féricos del anciano. Quizá la única contraindicación ab-
do a otras variables, como un incremento del riesgo de soluta para la anestesia regional sean una infección acti-
la anestesia general, dificultad en el alivio el dolor poso- va en el sitio de punción, coagulopatía sistémica severa
peratorio y readmisiones hospitalarias, los pacientes y alergia “verdadera” a los AL. La educación del pa-
obesos no deben ser excluidos automáticamente de los ciente mediante el informe de un anestesiólogo podría
procedimientos de la anestesia regional. En conjunto, la siempre asegurar el reclutamiento de un paciente para
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satisfacción de los pacientes obesos vs. los no obesos es consentir un bloqueo. Sin embargo, un paciente opo-
igual. Cuando el IMC se incrementa a 46 kg/m2 los pa- nente e inflexible a los bloqueos regionales por ninguna
cientes se deben presentar en el quirófano con espiro- razón debe ser coaccionado. Las alergias verdaderas a
metría, rayos X de columna lumbosacra, gasometría y los AL son extremadamente raras y han sido encontradas
ecocardiograma, independientemente de su edad, debi- como respuestas tóxicas a fármacos no relacionados. La
do a las potenciales complicaciones. En el transoperato- neuropatía posoperatoria debe ser difícil de evaluar ante
rio se debe recurrir a la FiO2 a 100% con dispositivos es- una AR con AL de larga duración. Si el examen neuro-
peciales o con anestesia general. Se debe conocer la lógico se hace en el posoperatorio inmediato, entonces
expectativa de un posoperatorio doloroso extremo, con se puede administrar un AL de corta acción. Debido a
bloqueos e infusiones planificadas. La confusión, la de- su potencial de baja toxicidad se prefieren los AL de ac-
mencia, la desorientación y la falta de cooperación del ción corta en los pacientes hemodinámicamente frági-
paciente constituyen un desafío particular cuando se les. En algunos pacientes o escenarios clínicos el nivel
considera la anestesia regional. Aunque la anestesia re- de ansiedad es alto sobre los resultados neurológicos,
128 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 11)

por lo que se puede agregar la anestesia general para ha- por pacientes en quienes sólo se utilizó dosis única
cer la opción más práctica, insistiendo en el manejo pos- (0.4%). Las lesiones que se presentan secundarias a las
operatorio intensivo y la interacción con el resto del técnicas anestésicas son debidas principalmente al trau-
equipo médico. El uso de la AR en pacientes con enfer- ma mecánico originado por la manipulación de la aguja
medades neurológicas preexistentes es una manera de y la toxicidad producida por el anestésico aplicado. Esto
juicio y experiencia. ha hecho que se modifique el diseño de la punta de las
agujas, de forma que actualmente se utiliza una punta no
cortante y roma, aunque esta condición no excluye el
riesgo de lesión si no se realizan movimientos cuidado-
ENFERMEDAD NEUROLÓGICA sos y lentos. Las técnicas regionales han demostrado
PREEXISTENTE mayor beneficio que la anestesia general en la cirugía
ortopédica, en especial en la cirugía de mano, en la que
disminuye el dolor en el posoperatorio inmediato, redu-
ce la aparición de náuseas posoperatorias y promueve la
Las lesiones o enfermedades neurológicas de los plexos recuperación al facilitar la movilización. En la evalua-
braquial y lumbar establecidas previamente a la cirugía ción preanestésica se debe realizar una minuciosa ex-
constituyen una contraindicación para la aplicación de ploración física que incluya una detallada exploración
técnicas regionales en dichos plexos, debido principal- neurológica, específica en cuanto a la presencia y ubica-
mente a que no hay una delimitación adecuada de la res- ción de déficit, como son hipoestesia, paresias, hipoto-
ponsabilidad en caso de empeoramiento de dicho déficit nía y datos referentes a dolor neuropático —alodinia,
en el posoperatorio y al advenimiento de los problemas hiperpatía y disestesia—, incluidas su intensidad y loca-
legales en la práctica médica, por lo que esta cuestión lización. Se debe contar con un estudio de velocidades
continúa sin esclarecerse. Quizá esto se deba a que las de conducción nerviosa y electromiografía para tener
técnicas regionales podrían aumentar el daño preexis- una constancia de la lesión presentada y el grado de la
tente, secundario al uso de parestesia para obtener la misma. En el transoperatorio se debe utilizar como mé-
localización correcta de la aguja en el plexo. Las lesio- todo de localización la guía ultrasonográfica sola o, de
nes nerviosas secundarias a la aplicación de bloqueo del preferencia, acompañada de neuroestimulación para
plexo braquial en la población sana con esta forma de colocar el anestésico local lo más específicamente posi-
localización de la vaina nerviosa durante la década de ble, así como utilizar la dosis de anestésico más baja; no
1980 era de 2.75%, aunque hay reportes muy dispares se recomienda el empleo de vasoconstrictores. En el
que van de 0.04 a 14%. En la década de 1990 se reporta- posoperatorio es necesario valorar los datos de aumento
ba la misma presencia de complicaciones neurológicas de la sintomatología previa y brindar medicación neuro-
independientemente de la técnica de localización usada, moduladora, en su caso, para disminuir la incomodidad
aunque se comenzaban a reconocer algunas ventajas de del paciente; asimismo, se deben repetir los estudios de
la neuroestimulación, como una menor cantidad de electrodiagnóstico a las seis semanas del procedimiento
anestésico local utilizado. Otro estudio comparó ambas para valorar la lesión presentada previamente.
técnicas de localización y reportó que los pacientes en
quienes se generó parestesia presentaron una incidencia
de 13%, en comparación con los pacientes en quienes se EMBARAZO
utilizó neuroestimulador, los cuales reportaron un por-
centaje menor (8.1%). Aunque se ha descrito que duran-
te la aplicación de la neuroestimulación hasta en 15% de
los pacientes se presenta parestesia antes de desencade- La paciente embarazada se convierte en un reto de cui-
nar contracción muscular (que desaparece al disminuir dado, ya que se debe preservar el binomio madre–feto.
el voltaje del equipo), este fenómeno tiene una presenta- Es por ello que se debe contar con una adecuada historia
ción más importante en el abordaje interescalénico. Los clínica que brinde una idea precisa del estado físico de
estudios más recientes han reportando una incidencia de la paciente, así como de los padecimientos que presenta,
0.4 a 0.5%, que es menor en comparación con la repor- además de que no hay que olvidar los cambios fisiológi-
tada en las décadas anteriores. También se ha valorado cos que se presentan durante el embarazo. Los estudios
su presencia en los pacientes en quienes se coloca caté- de laboratorio deben estar enfocados en la patología de
ter a permanencia en el plexo, estimándose que la inci- base que se presente, pero en términos generales se re-
dencia de lesión neurológica es similar a la presentada quiere una biometría hemática para valorar la existencia
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente sometido a anestesia raquídea, regional de plexos... 129

de anormalidades y el cálculo de sangrado máximo per- 4. Parálisis periódica familiar en sus variantes hiper-
misible. Un estudio necesario consiste en las pruebas de potasémica e hipopotasémica.
coagulación, como son plaquetas y tiempos de coagula- 5. Miotonías metabólicas.
ción, con principal interés en el índice internacional
normalizado, debido a que uno mayor de 1.5 contraindi- Se debe conocer el manejo básico de las mismas y las
ca la aplicación de procedimientos de anestesia regio- posibles interacciones, ya que éstas pueden producir
nal. Los cambios metabólicos y de la función renal se parálisis prolongada, hiperpotasemia, rigidez muscular
valoran mediante una química sanguínea; es importante e hipertermia maligna. Durante la evaluación preopera-
conocer estos datos, dado que pueden modificar la ad- toria se debe valorar la esfera psicológica, debido a que
ministración de fármacos nefrotóxicos; sin embargo, se es una enfermedad crónica e incapacitante, lo cual pue-
sabe que los anestésicos locales no tienen gran impacto de generar ansiedad y depresión. En cuanto al resto de
sobre el metabolismo renal, por lo que son seguros en los aparatos y sistemas, se debe revisar el sistema mus-
ambas condiciones. La paciente embarazada se consi- culosquelético, debido a la afectación progresiva y difu-
dera con estómago lleno por los cambios de la motilidad sa que puede producir retracciones, miotonías y atrofia.
gástrica producidos por la progesterona y al aumento en El aparato respiratorio presenta debilidad de la caja to-
la salivación, por lo que se debe premedicar con proci- rácica y respiración rápida y superficial en un afán por
néticos y bloqueadores de la producción de ácido. Debi- compensar la debilidad; el patrón pulmonar es restric-
do a estos factores en operaciones cesáreas el tiempo de tivo, con un VEF1 muy bajo (25%), mientras que en la
ayuno se debe mantener en ocho horas estrictas; durante placa de rayos X se observan atelectasias e infiltrados
el trabajo de parto sin complicaciones y en pacientes difusos, además de que se presenta dificultad para toser
que no tienen riesgo de operación cesárea es posible y manejar las secreciones. Se debe realizar una evalua-
consumir líquidos claros de forma moderada, aunque ción minuciosa de la vía aérea debido a que las altera-
ante la menor inminencia de alguna complicación se ciones musculares pueden condicionar una intubación
debe restringir la vía oral. En la paciente embarazada la difícil. En cuanto al ámbito cardiovascular, la degenera-
técnica de elección siempre será la anestesia regional en ción miocárdica progresiva reduce la contractilidad car-
sus diferentes modalidades, como son la epidural conti- diaca, produciendo miocardiopatía dilatada, además de
nua, la subaracnoidea o el bloqueo de nervios pudendos alteraciones de la conducción auriculoventricular, valvu-
guiado por neuroestimulación y ultrasonido. lopatías, hipertrofia del ventrículo izquierdo y disfun-
ción autonómica, por lo que se requiere una valoración
cardiovascularpreoperatoria. Asimismo, se presentan
ENFERMEDADES MUSCULARES alteraciones nutricionales del tipo de la desnutrición
proteico–calórica, así como polifarmacia con el uso de
inhibidores de la monoaminooxidasa, antidepresivos
tricíclicos y corticoides. Se debe realizar una evalua-
Estas patologías se dividen básicamente en cinco tipos: ción clínica y radiológica de la columna vertebral, debi-
do a que la presencia de cifoescoliosis importante puede
1. Distrofias musculares: incluyen la enfermedad de dificultar la anestesia espinal. Por todo lo anterior, la
Duchene, la distrofia muscular de Becker, la dis- elección de manejo en este tipo de pacientes consiste en
trofia escapulotorácica, la enfermedad de Emery– anestesia regional. Se debe tener precaución con el uso
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Dreifus y la distrofia de cinturas. de ropivacaína en la analgesia epidural posoperatoria


2. Síndromes miotáticos: distrofia miotónica congé- debido a que se reportó un caso de bloqueo motor com-
nita, miotonía congénita, paramiotonía congénita, pleto en un paciente con distrofia muscular de Du-
enfermedad de Schwartz–Jampel y enfermedad chenne en quien se empleó una infusión de ropivacaína
de Steinert. en dosis bajas, la cual revirtió tres horas después de su
3. Miotonías congénitas: central core y miopatías. suspensión.

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130 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 11)

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Capítulo 12
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente para cirugía ambulatoria
Arturo Silva Jiménez

INTRODUCCIÓN planeamiento, el diseño, la construcción y el equipa-


miento de los centros quirúrgicos para cirugía ambula-
toria.
La unidad la cirugía ambulatoria se define como una
La cirugía ambulatoria, o sin ingreso hospitalario, es un unidad en la que se llevan a cabo procedimientos de ci-
modelo de asistencia sanitaria caracterizado por el trata- rugía y otros en pacientes previamente programados
miento quirúrgico multidisciplinario realizado bajo para un tipo especial de cirugía de baja y mediana com-
cualquier tipo de anestesia que le permite al paciente ser plejidad y procedimientos de diagnóstico.
dado de alta pocas horas después del procedimiento qui- Este tipo de cirugía permite el rápido retorno del pa-
rúrgico. Es un modelo asistencial de gran calidad, segu- ciente a su vida normal y disminuye el tiempo de espera
ridad y eficacia. de los pacientes para su tratamiento.
El paciente es el protagonista principal de este mode- La cirugía ambulatoria es conocida también con los
lo, por lo que hacia él se deben orientar todos los esfuer- nombres de cirugía de día o cirugía sin ingreso.
zos de la organización con el fin de incluirlo en el Pro- Es importante que cada hospital cuente con un ma-
grama Internacional de Seguridad en el Paciente y nual de procedimientos en el que se consideren los re-
conseguir una atención más personalizada y pronta re- quisitos previos para la selección de los pacientes, como
instalación a sus actividades personales y laborales. La la clasificación de los procedimientos quirúrgicos por
cirugía de corta estancia conduce sobre las estructuras niveles según la clasificación de la American Society of
sanitarias a un mejor uso de los recursos puestos a nues- Anesthesiologists y otros datos, tales como la edad, las
tra disposición y a una disminución de los tiempos de alteraciones patológicas de tipo psiquiátrico, la accesi-
espera para el tratamiento de los procesos subsidiarios. bilidad del domicilio del paciente al hospital o al lugar
Las instituciones públicas y privadas hospitalarias donde se llevará a cabo su posoperatorio, además de
deben contar con dicha organización, así como contri- otras consideraciones, como mínimo dolor posoperato-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

buir a optimizar la funcionalidad de las actividades, rio y ninguna posibilidad de sangrado posquirúrgico.
aportando los elementos necesarios para mantener las Estas unidades deben estar organizadas de tal manera
condiciones de trámites, comodidades, áreas seguras y que le ofrezcan al paciente todas las medidas de seguri-
condiciones estrictas de asepsia que se requieren para dad establecidas y cuenten con manual de organización
reducir los riesgos, así como el uso seguro de equipos y funciones, manual de normas y procedimientos, guías
de soporte vital, monitores, equipos de electrocirugía de de atención claramente definidas y aprobadas, consenti-
alta complejidad y desechos de gases anestésicos. miento informado al paciente, historia clínica que for-
Con este propósito, la Secretaría de Salud establece me parte de la historia única del hospital e infraestruc-
en la NOM 170 las normas técnicas para la infraestruc- tura física que permita brindar confort al usuario interno
tura y el equipamiento de las unidades para cirugía am- y externo con una clara diferenciación de los ambientes
bulatoria de un centro quirúrgico que servirán para el físicos.

131
132 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

ÁREAS DE OPORTUNIDAD PARA LA sor, revistas, bebidas diversas, teléfono público y


SEGURIDAD DEL PACIENTE EN EL servicios sanitarios diferenciados por sexo. Es preferi-
PROGRAMA DE CIRUGÍA AMBULATORIA ble que la habitación esté ubicada cercana a la salida al
exterior del edificio para facilitar el egreso del paciente.

Área quirúrgica Justificación

Sala de operaciones. Es el ambiente donde se llevan a Desde 1919 Waters dejó constancia del origen de los
cabo los procedimientos quirúrgicos en condiciones de métodos y normas para preparar a una persona para una
máxima seguridad en relación con las contaminaciones. operación extrahospitalaria. “La evaluación obliga a
De acuerdo con el tipo de cirugía que se va a realizar va- practicar un examen físico cuidadoso para identificar
rían el equipamiento y el personal involucrados, lo que todos los riesgos sospechados.”
a su vez implica seguridad en el área de la sala de opera- En los últimos años se ha producido un gran aumento
ciones. en la demanda y la utilización de cirugía ambulatoria.
Se estima que en la década de 1990 más de 60% de todas
las cirugías en EUA se realizaron de forma ambulatoria.
Los factores determinantes de su progresivo interés in-
Unidad de cuidados posanestésicos
cluyen:

En este ambiente se lleva a cabo la vigilancia personali- S Beneficio económico para el paciente y el sistema
zada y el monitoreo de las funciones vitales hasta la de salud (reducción de costos entre 40 y 80%).
recuperación del paciente, para posteriormente trasla- S Menor ruptura del paciente y sus familiares con la
darlo al ambiente familiar para su readaptación. Es obli- vida cotidiana, disminuyendo significativamente
gatorio contar con un monitoreo similar al de la sala qui- el estrés y las alteraciones emocionales del pacien-
rúrgica para continuar con la vigilancia y la medición de te, especialmente en los niños.
todos los parámetros (monitoreo tipo II); se deberá con- S Reducción del riesgo de adquisición de infeccio-
tar con líneas de oxígeno y sistemas de aspiración. nes nosocomiales.
En esta área se lleva a cabo la vigilancia del restable- S Aportación de tratamientos de alta calidad y exce-
cimiento total de las funciones vitales por parte del per- lente relación costo–efectividad. El elemento de-
sonal especializado, formado por médico anestesiólo- finidor de la calidad asistencial es la satisfacción
go, médico cirujano tratante y personal de enfermería del paciente.
familiarizado con el trato de los pacientes en el posanes-
tésico; se confirma la total conexión del paciente con su La buena selección y la preparación preoperatoria de los
entorno y se continúa con la evaluación del cirujano y pacientes es un requisito fundamental para la seguridad
del anestesiólogo previa al alta del paciente, dando las y el éxito de la cirugía ambulatoria. En la selección se
indicaciones precisas a los pacientes y sus familiares deben tener en cuenta diversos aspectos (cuadro 12–1).
para el periodo de convalecencia. La edad no constituye un criterio de selección. En los
ancianos la edad cronológica es mucho menos impor-
tante que la edad fisiológica y el estado funcional. Es ne-
Readaptación al medio ambiente cesario conocer los cambios farmacocinéticos y farma-
codinámicos asociados al envejecimiento y los posibles
Es recomendable que después de la desaparición de los problemas sociales.
efectos anestésicos el paciente sea ubicado en un am- Se aconseja que no sean incluidos los pacientes pe-
biente confortable y seguro, que de preferencia cuente diátricos con historia de síndrome de distrés respiratorio
con iluminación natural. Para el establecimiento de este y prematuros o menores de 46 a 56 semanas de edad,
ambiente se debe contar con el siguiente equipamiento: debido a la alta incidencia de episodios de apnea, hasta
una cama o sillón confortable, luz adecuada en la cabe- que la edad y madurez sean más apropiadas. La edad se-
cera, provisiones de oxígeno y aspiración —que pueden gura para la realización de cirugía ambulatoria oscila
ser portátiles— y un asiento para el acompañante. Asi- entre las 50 y las 60 semanas después del nacimiento.
mismo, debe contar con elementos que hagan más pla- Otro factor importante que se debe tener en cuenta es
centera la estancia en esta ruta, como pueden ser televi- el llamado entorno social, dado que el paciente es dado
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 133

Cuadro 12–1. Características del paciente Cuadro 12–3. Riesgo anestésico:


clasificación ASA
S Participación voluntaria en el programa
S Cooperación S ASA I: paciente completamente sano
S Capacidad de comprensión de las instrucciones preo- S ASA II: paciente con ligera afectación del estado general
peratorias y posoperatorias S ASA III: paciente con afectación importante de algún
S Capacidad para asumir las molestias y el dolor posope- órgano o sistema no incapacitante
ratorios como una parte del tratamiento S ASA IV: afectación sistémica severa, de carácter no
reversible, que supone peligro vital
S ASA V: grave estado general, con esperanza de vida
< 24 h tanto si se opera como si no
de alta a las pocas horas de la intervención; las curas Se añade una “U” cuando el caso es urgente.
posoperatorias dependen en gran parte de la coopera-
ción del paciente y del apoyo de su entorno familiar
(cuadro 12–2). pacientes que se intervendrán a primera hora de la ma-
Se admitirán todos los pacientes con clasificación del ñana.
estado físico de la American Society of Anesthesiolo-
gists (ASA) I y II. En los programas de cirugía ambula-
toria con más experiencia se incluyen los pacientes EVALUACIÓN DEL PACIENTE EN EL
ASA III, quienes deberán estar estables médicamente al PROGRAMA DE CIRUGÍA AMBULATORIA
menos durante tres meses antes de la intervención (cua-
dro 12–3).
La obesidad con sobrepeso superior a 30% del peso
ideal teórico tendría que ser excluida, debido a su aso- La consulta de anestesia es obligatoria por ley y se debe
ciación con trastornos sistémicos (hipertensión arterial, practicar varios días antes de la intervención, excepto en
diabetes, tromboembolismo y enfermedad cardiaca), los casos de urgencia (esta circunstancia es rara en la ci-
tendencia a la hipoxia, broncoespasmo, obstrucción de rugía ambulatoria). Dicha consulta debe confirmar el
las vías aéreas y dificultades técnicas (punción venosa, fundamento de la indicación ambulatoria establecida
ventilación e intubación). por el cirujano. Como toda consulta, debe incluir anam-
También se deberían excluir los pacientes farmaco- nesis, examen físico, prescripción eventual de exáme-
dependientes, debido a su tendencia a complicaciones nes de laboratorio preoperatorios y entrega obligatoria
relacionadas con el síndrome de abstinencia, infeccio- de un documento con informaciones y recomendaciones.
nes, edema pulmonar, tromboflebitis, etc., además de Los estudios preoperatorios no tienen utilidad si la
contar con un entorno social no adecuado. anamnesis y el examen físico no revelan nada anormal
Otros motivos de exclusión son los antecedentes de además del motivo de la intervención, pues en la mayo-
epilepsia, la hipertermia maligna, el tratamiento con ría de los casos los pacientes tienen clasificación ASA
inhibidores de la monoaminooxidasa y los trastornos de
la coagulación (cuadro 12–4).
Los diabéticos pueden ser aceptados, pero precisan Cuadro 12–4. Candidatos poco probables
una colaboración estrecha entre anestesiólogos y endo- para anestesia ambulatoria
crinólogos para mantener en condiciones óptimas a los Lactantes en riesgo:
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

S Parto prematuro y < 45 semanas de edad posgesta-


cional
S Episodios de apnea
Cuadro 12–2. Entorno social S Síndrome de insuficiencia respiratoria que requirió
S Que un adulto responsable se pueda hacer cargo del apoyo ventilatorio
paciente las primeras 24 h S Displasia broncopulmonar
S Que tenga un teléfono accesible S Antecedentes familiares del síndrome de muerte
S Si vive en un edificio, según el tipo de intervención qui- súbita y edad < 12 meses
rúrgica, se debe considerar la existencia de ascensor S Susceptibilidad a hipertermia maligna
(p. ej., artroscopia, etc.) S Actividad convulsiva incontrolable
S Que la vivienda tenga buenas vías de transporte hacia S Situación médica inestable
el hospital S Obesidad mórbida y otras enfermedades sistémicas
S Distancia al hospital menor de 1 h S No cooperador o inestable, o ambas cosas
134 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

Cuadro 12–5. Estudio preoperatorio estándar tes y las patologías susceptibles de incluirse en la anes-
tesia ambulatoria.
S Hemoglobina o hematócrito para todos los pacientes o
por lo menos en la mujer
La base de la entrevista radica en la historia clínica
S Electrocardiograma en pacientes mayores de 40 o 50
y el examen físico; éstos son los mejores medios para
años de edad, o con problema cardiaco detectar una enfermedad. La necesidad de una investi-
S Rayos X de tórax en los pacientes mayores de 50 o 60 gación preoperatoria (radiografía de tórax, ECG, gluce-
años de edad, o en caso de problema cardiaco de mia, urea, creatinina, electrólitos y pruebas de coagula-
menos de seis meses ción) es cuestionable en el paciente sano asintomático
S Nomograma sanguíneo en caso de diabetes, hiperten- sin una historia clínica precisa o en quien el examen mé-
sión arterial o insuficiencia renal dico no indique la necesidad de mayores investigacio-
S Hemoclasificación y búsqueda de aglutininas irregula- nes, tanto en adultos como en niños.
res con hemostasia cuando la intervención es hemorrá-
Idealmente, la valoración preanestésica se debe reali-
gica o en caso de anestesia locorregional; no todas
ASA I en menores de 40 años de edad:
zar unos días antes del procedimiento quirúrgico, per-
S Hombres; nada
mitiéndole al paciente conocer a los miembros del equi-
S Mujeres; hemoglobina y prueba de embarazo
po quirúrgico, completar las pruebas de laboratorio
necesarias o proporcionar tiempo suficiente para estabi-
lizar cualquier patología previa (angina, arritmia y
asma) con la valoración de otro especialista si fuera soli-
I o II y la intervención es poco agresiva. Algunos esti- citada.
man que el electrocardiograma (ECG) no es necesario La valoración del mismo día resulta menos aconseja-
en los pacientes menores de 60 años de edad, excepto en ble, ya que aumenta el número de cancelaciones. Una
casos de problemas cardiacos, y que la determinación situación intermedia consistiría en una entrevista telefó-
de la hemoglobina es inútil si la intervención no es po- nica o un cuestionario postal antes de la cirugía, deter-
tencialmente hemorrágica (cuadro 12–5). minando en él la necesidad de pruebas de laboratorio
Una parte esencial de la consulta de anestesia con- complementarias o, si el estado médico del paciente lo
siste en brindar a los pacientes amplias explicaciones justifica, la evaluación anestésica días antes de la inter-
sobre las medidas que deberán tomar y los riesgos–be- vención. Se han desarrollado cuestionarios específicos
neficios, no sólo ante la intervención (ayuno, reglas de para adultos y para pacientes pediátricos (cuadros 12–6
higiene y dietéticas, interrupción del tabaquismo, inte- y 12–7).
rrupción o modificación de ciertas medidas terapéuticas Por lo tanto, en el caso de los pacientes sanos en ciru-
y hora de llegada a la institución), sino también después gía ambulatoria se propone el protocolo I, estableciendo
de ella. Estas últimas recomendaciones se recordarán de la necesidad de pruebas complementarias específicas
nuevo antes de que el paciente salga del centro después preoperatorias en función de la historia clínica o la
de la intervención, acompañadas de un documento expli- anamnesis (cuadro 12–8).
cativo que el paciente y su acompañante tienen que leer.
También se le debe entregar al paciente un documen- Cuadro 12–6. Cuestionario previo a la
to explicativo (consentimiento informado) sobre la anestesia del paciente ambulatorio
anestesia y la lista de posibles incidentes, accidentes y
S ¿Se siente enfermo?
complicaciones de la anestesia general y de la anestesia
S ¿Tiene algún padecimiento grave (hipertensión, diabe-
locorregional. Se deben indicar incluso las complica- tes)?
ciones raras (graves). En los textos reglamentarios se S En comparación con otras personas de su edad, ¿ha
estipula que el médico debe proporcionarle al paciente notado si hace más esfuerzo para respirar durante el
una información exacta, clara y apropiada sobre los ejercicio?
riesgos graves relacionados con los métodos anestési- S ¿Tose?
cos propuestos; el médico no podría ser dispensado de S ¿Tiene sibilancias?
este deber por el solo hecho de que esos riesgos ocurren S ¿Tiene dolor torácico durante los esfuerzos?
excepcionalmente. S ¿Presenta edema de tobillos?
El objetivo fundamental de un estudio preoperatorio S ¿Ha tomado medicamentos en los últimos tres meses?
consiste en valorar el estado de salud de la persona que S ¿Tiene alergias?
va a ser intervenida, con el fin de controlar y reducir los S ¿Usted o sus parientes han presentado complicaciones
riesgos relacionados con la anestesia y la cirugía, así en la anestesia?
como establecer una adecuada selección de los pacien- S ¿Podría estar embarazada?
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 135

Cuadro 12–7. Cuestionario previo a la anestesia Cuadro 12–8. Pruebas preoperatorias


ambulatoria del paciente pediátrico complementarias en cirugía programada
electiva del paciente sano (protocolo I)
Hable con los padres del niño acerca de:
si fuma más de 20 cigarrillos al día
S Ataques de espasmo de sollozo
S Problemas cardiacos respiratorios u otros Protocolo recomendado
S Antecedentes de prematuridad; si es así: Edad (años) Varones Mujeres
1. ¿Se utilizó oxígeno? Niños Reconocimiento por parte del pediatra
2. ¿Se requirió intubación traqueal? Neonatos, Hb o Hcto
3. ¿Quedó alguna secuela? Menores de 40 Ninguna Hb o Hcto
4. ¿Tiene problemas musculares? Hb o Hcto
5. ¿Presenta retraso en el desarrollo? De 40 a 59 BUN o creatinina y glucemia
6. ¿Padece asma o resfriados frecuentes? ECG normal si no existe uno de refe-
7. ¿Toma medicamentos? rencia
8. ¿Ha tenido una exposición reciente a enfermedades Mayores de 60 Hb o Hcto
contagiosas? BUN o creatinina y glucemia
ECG
Radiografía de tórax
Recomendaciones añadidas
La visita preanestésica se desarrolla en la mañana de S Con sobrepeso (IMC > 30): radiografía de tórax
la intervención, cuando el paciente llega a la estructura S Si fuma más de 20 cigarrillos al día: radiografía de
ambulatoria. Consiste en verificar si el paciente está en tórax
ayuno, si no tomó un producto prohibido (antiagregan- S Si toma de 500 a 750 mL de vino diarios o gramos
de alcohol equivalentes: TP o TPT
tes plaquetarios), si no hubo modificaciones considera-
Validez de las pruebas
bles de su estado de salud, si siguió estrictamente las
S La validez de las pruebas es de un año si no existen
prescripciones y recomendaciones hechas en la consul- episodios patológicos intercurrentes
ta de anestesia y si los exámenes de laboratorio que se Cirugía programada electiva
le solicitaron fueron efectuados, presentando resultados S Complejidad menor
compatibles con el acto previsto. En este momento se S Pérdida sanguínea inferior a 500 mL
administra la medicación preanestésica por vía oral (si S Duración no mayor de 2 h
es necesaria) y los medicamentos usuales que no se pue- Hb: hemoglobina; Hcto: hematócrito; BUN: nitrógeno ureico en san-
den interrumpir. Esta visita preanestésica se reporta su- gre; ECG: electrocardiograma; IMC: índice de masa corporal; TP:
tiempo de protrombina; TPT: tiempo parcial de tromboplastina.
cintamente en la historia clínica.

lizan durante un procedimiento anestésico y, por lo tan-


Etapa transanestésica to, los gastos para el paciente y la unidad hospitalaria.
Segundo: debido al rápido aclaramiento de los fármacos
La directriz de la anestesia ambulatoria es contar con un que se usan en la actualidad o por el temor a que se tenga
tipo de situación anestesicoquirúrgica que permita la re- una emersión anestésica lenta se manejan concentracio-
cuperación rápida de la conciencia y de las funciones fi- nes plasmáticas subanestésicas, con el riesgo de que el
siológicas, con efectos analgésicos residuales y un alta paciente pueda presentar un despertar intraoperatorio.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

rápida de los pacientes, a bajo costo, con el fin de que El despertar intraoperatorio tiene una baja incidencia
todo culmine en la vuelta temprana y segura al hogar. durante la anestesia general, con una incidencia de 0.1
Tal tarea ha sido muy complicada por obstáculos, de los a 0.2 %.4 Su importancia radica en las secuelas psicoló-
cuales el más importante es el desconocimiento farma- gicas que se pueden presentar (estrés postraumático) y
cológico exacto del mecanismo de acción de los anesté- afectar al paciente durante un largo periodo.
sicos en el órgano efector, que es el encéfalo.
Conforme ha evolucionado la anestesiología como
una importante rama de la medicina se ha intentado en- TIPOS DE MONITOREO
contrar una o varias formas de monitorear la profundi- DE LA FUNCIÓN CEREBRAL
dad anestésica, que durante la anestesia ambulatoria re-
toma gran importancia por dos principales razones. La
primera es que se puede disminuir el consumo de hipno- La emergencia de nuevos anestésicos combinados con
sedantes, opioides, anestésicos inhalados, etc., que se uti- opioides y bloqueadores neuromusculares hace que el
136 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

uso de un criterio clínico se dificulte. Con estas dificul- Entropía


tades, un número de técnicas fueron descubiertas para
mejorar el monitoreo de la profundidad anestésica. La entropía espectral es aplicada por el módulo de en-
Estas técnicas están basadas en el principio de monito- tropía del monitor de anestesia S/5 (GE Healthcare Fin-
rear la intensidad de una función fisiológica que varía land, Helsinki, Finlandia). El módulo de entropía colec-
con el efecto anestésico. Entre las técnicas clínicas usa- ta una bioseñal no refinada de un solo canal obtenida a
das para vigilar el estado de conciencia intraoperatorio partir de una electroencefalografía y una electromiogra-
están el movimiento, la respuesta a estímulos verbales, fía desde la región frontotemporal del paciente. La bio-
la apertura ocular, el reflejo palpebral, la respuesta pupi- señal es recolectada con un sensor de entropía autoadhe-
lar, la ventilación y el lagrimeo. rible que consta de tres electrodos. La señal es
Los sistemas de monitoreo convencional incluyen amplificada, digitalizada y procesada en el módulo de
los que se mencionan en los estándares de la ASA para entropía. Del análisis resultan dos números: el estado de
el monitoreo transoperatorio: saturación de O2, electro- entropía (ES: entropy state) y la entropía de respuesta
cardiografía de tres y cinco derivaciones, presión arte- (RE: response entropy). La ES es una medición de la ac-
rial no invasiva, capnografía en caso necesario, así tividad electroencefalográfica y la RE provee una infor-
como el analizador de gases anestésicos al final de la es- mación combinada del EEG y la electromiografía fron-
piración. totemporal.
Se han realizado múltiples estudios para valorar la Esto tiene su principio fisiológico, ya que durante la
correlación entre los cambios de los signos vitales y el anestesia la actividad electromiográfica puede aumen-
despertar intraoperatorio. Los consultantes y miembros tar como resultado de los intensos estímulos nocicepti-
de la ASA están de acuerdo en que el monitoreo conven- vos y de la disminución de las concentraciones plasmá-
cional es valioso y debería ser usado como ayuda para ticas de los fármacos durante la emersión anestésica. El
valorar el despertar intraoperatorio. A pesar de lo co- monitor muestra los valores de ES, que varían desde 0
mentado anteriormente, se han reportado casos de des- (supresión del EEG que indica anestesia profunda) has-
pertar intraoperatorio en ausencia de taquicardia o hi- ta 91 (indica que el paciente se encuentra despierto).
pertensión. Los valores de RE pueden variar entre 0 y 100. Los valo-
res de RE siempre son mayores o iguales a los de ES.
Cuando no hay actividad electromiográfica el ES y el
RE muestran el mismo número. Los rangos recomenda-
Índice biespectral
dos para una adecuada anestesia son parámetros que van
de 40 a 60 para ambos.
El índice biespectral es resultado de la validación esta- Finalmente, los monitores que miden la actividad
dística de un algoritmo con referencia para el acceso clí- eléctrica del cerebro se deberían usar en pacientes con
nico de la sedación o la respuesta a un estímulo quirúrgi- condiciones que pueden ponerlos en riesgo de un des-
co en adultos que recibieron uno o varios hipnóticos. El pertar intraoperatorio; por ejemplo, en pacientes que re-
algoritmo convierte un canal único de un electroencefa- quieren menores dosis de anestésicos y cirugía ambula-
lograma a nivel frontal en un índice de nivel hipnótico. toria.
Son tres las variables principales que se miden desde el
EEG frontal usadas en este algoritmo: el radio de oscila-
ciones rápidas (radio beta), el radio de supresión de rá- TÉCNICAS ANESTÉSICAS
faga y la sincronización de oscilaciones (análisis bies-
pectral).
Se cuenta con una escala de valores de 0 a 100 con
rangos específicos (40 a 60) reportados que reflejan una Hipnóticos intravenosos
baja probabilidad de conciencia durante un procedi-
miento con anestesia general. Tiopental
El uso de monitores de electroencefalografía ha pro-
bado una disminución del consumo de fármacos duran- Barbitúrico que se caracteriza por su inicio de acción rá-
te la anestesia. Recientemente cobraron valor, ya que el pido y una duración breve tras una dosis de 5 mg/kg–1,
uso del monitor de índice biespectral ha demostrado en aunque su eliminación es lenta (12 h). Aún se utiliza
algunos estudios que disminuye la incidencia de desper- como inductor anestésico, ya que la inducción es agra-
tar intraoperatorio. dable, no dolorosa y tiene pocos efectos excitatorios;
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 137

sus efectos hemodinámicos muestran una reducción de y para la sedación complementaria en las técnicas loco-
la tensión arterial por vasodilatación periférica, aumento rregionales. Sus propiedades farmacocinéticas lo hacen
de la frecuencia cardiaca refleja y disminución del gasto un agente de acción de comienzo rápido y duración bre-
cardiaco. Las reacciones anafilactoides son raras y le- ve, gracias a su tiempo de efecto pico cercano al minuto
ves. Es barato, aunque no es recomendado para el man- y una semivida de equilibrio entre el plasma y la biofase
tenimiento anestésico porque retrasa la recuperación menor de tres minutos, que aunado a su gran volumen
temprana sin modificar las fases intermedia y tardía. de distribución y aclaramiento elevado de 30 mL/kg/
min, con una vida media sensible al contexto baja, lo
Midazolam que reduce su acumulación aun después de las perfusio-
nes, hace que los pacientes recuperen rápidamente la
A pesar de la importancia de la ansiedad preoperatoria conciencia después de la administración de propofol.
y su tratamiento el beneficio en pacientes sometidos a Los efectos hemodinámicos del propofol son compa-
cirugía ambulatoria es controvertido, principalmente tibles con la disminución de las resistencias vasculares
por su interferencia con la fase de recuperación. El mi- periféricas (reduce 30% la presión arterial media) de-
dazolam es una benzodiazepina potente con inicio de pendientes de la dosis, situación que se puede atenuar
acción lento y una vida media de eliminación breve (dos cuando se administra en forma lenta precedido de una
horas). Los efectos sedantes del midazolam son varia- carga hídrica; hay que evitar su uso en personas hipovo-
bles de acuerdo con el paciente, al igual que el lapso de lémicas. También provoca bradicardia, en especial en
recuperación completa, pudiendo persistir la amnesia presencia de opioides potentes.
aun después de recuperar la conciencia. Sus efectos he- Cuando se utiliza propofol en dosis bajas sus efectos
modinámicos son leves, excepto en los pacientes con sobre la función respiratoria son moderados y permiten
deterioro cardiovascular previo o hipovolémicos en la ventilación espontánea durante el mantenimiento de
presencia de otros hipnosedantes y opioides. La toleran- la anestesia y la sedación. En dosis subhipnóticas con
cia de las vías respiratorias suele ser aceptable, pero en propofol (0.03 a 0.06 mg/kg/min–1) se logra un nivel de
algunos pacientes se puede advertir apnea obstructiva sedación fácilmente “ajustable” a cada paciente; la an-
tardía. No se utiliza para inducir o conservar la incons- siólisis y la amnesia que ocasiona son semejantes a las
ciencia en pacientes ambulatorios, sino más bien como obtenidas con el midazolam.
medicación preanestésica o en la sedación consciente. La incidencia de náusea y vómito es baja debido a sus
propiedades antieméticas directas.
Para el propofol en infusión se utilizan modelos far-
Etomidato macocinéticos que predicen las concentraciones plas-
máticas y el sitio efector, lo que le permite al anestesió-
Es un derivado imidazólico que en dosis de inducción logo seleccionar la concentración deseada según el peso
de 0.3 a 0.4 mg/kg–1 brinda una estabilidad hemodiná- y la edad del paciente, mientras que el dispositivo TCI,
mica satisfactoria. A pesar de sus excelentes propieda- tomando como base el perfil farmacocinético poblacio-
des farmacocinéticas para cirugía ambulatoria (potente nal de su sistema computarizado, administrará el fárma-
agente de acción corta), posee otras que limitan su uso, co (microgramos sobre mililitros). De este modo se tra-
como dolor en el sitio de inyección (50%), flebitis, mo- baja directamente con la relación concentración–efecto,
vimientos excitatorios (70%) y una alta incidencia de logrando un grado de predictibilidad elevado. Se reco-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

náusea y vómito en el posoperatorio (55%), en compa- mienda una dosis de carga de propofol de 1 a 3 mg/ kg–1
ración con el tiopental.6 Para reducir el dolor de la in- y continuar una perfusión de mantenimiento de 50 a 200
yección se ha empleado con éxito lidocaína de 10 a 20 mg/kg/min–1, ajustando la profundidad de la hipnosis de
mg o una presentación lipídica (etomidato lipuro); los acuerdo con la combinación con opioides y bloqueado-
movimientos anormales se pueden reducir con midazo- res neuromusculares.
lam y fentanilo previos. Otra desventaja es la inhibición
transitoria de la esteroidogénesis durante cuatro a ocho
horas aun con dosis únicas. Analgesia transoperatoria

Propofol Hoy en día la analgesia es el componente más importan-


te de cualquier técnica anestésica, ya que tiene implica-
Es el fármaco más conveniente para la inducción y el ciones legales. Para reducir las respuestas de tipo autó-
mantenimiento de la anestesia intravenosa total (ATIV) nomo a los estímulos anestesicoquirúrgicos nocivos
138 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

con agentes intravenosos se requieren concentraciones mito que el fentanilo. Desafortunadamente, no está dis-
suficientes de analgésicos opioides, ketamina y anesté- ponible en la actualidad en México.
sicos locales.
Con la analgesia óptima con opioides se puede lograr Sufentanilo
un comienzo de acción rápido, primordialmente con
fármacos con efecto pico breve, como el alfentanilo y Es el opioide más potente del mercado, aunque por el
el remifentanilo, ya que cuando se emplea fentanilo se momento no se dispone de él en México; sin embargo,
requieren cerca de cuatro minutos para que alcance su el sufentanilo tiene un tiempo de efecto máximo mayor
efecto (histéresis, equilibrio en la concentración plas- al de los demás opioides del grupo (seis minutos), por
mática y la concentración en sitio efector o biofase), si- lo que la capacidad de ajuste y cuantificación es peque-
tuación que se debe tomar en cuenta al seleccionar el ña en comparación con las de otros opioides, siendo ésta
opioide, ya que se requiere mantener una concentración la principal causa por la que no es muy utilizado en ciru-
constante en el plasma y la biofase para asegurar la anal- gía ambulatoria.
gesia suficiente, según los estímulos nociceptivos.
Remifentanilo
Fentanilo
Tiene cerca de 10 años en el mercado mundial y recien-
temente se dispuso de él en México; es un opioide sinté-
Es un opioide potente del grupo de las fenilpiperidinas
que está disponible en México y ha tenido mucha acep- tico que posee características que lo hacen un opioide
tación en su manejo en bolos de 2 a 5 mg/kg–1, con un único. Está disponible en un vial con polvo blanco liofi-
lizado de 2 y 5 mg. Contiene glicina, por lo que su uso
efecto pico de tres a cinco minutos; se ha utilizado en la
es exclusivamente por vía intravenosa; está contraindi-
mayoría de las cirugías ambulatorias o como comple-
cado por vía epidural o espinal, dado que la glicina es
mento de la vigilancia anestésica monitoreada y las
neurotóxica. En su estructura química contiene un en-
técnicas de sedación, brindando la posibilidad de una
lace éster metilo que lo hace vulnerable al metabolismo
analgesia posoperatoria temprana e incluso como anal-
por esterasas plasmáticas y tisulares no específicas, pro-
gésico de rescate en la fase de recuperación, permitien-
vocando que tenga una semivida terminal ultracorta,
do el tiempo suficiente para que los analgésicos no
además de que el metabolito resultante no tiene trascen-
opioides ejerzan sus efectos sin afectar el egreso domi-
dencia clínica por su baja afinidad al receptor opioide.
ciliario.
Su perfil farmacocinético indica que es un agonista m es-
Aunque el fentanilo es el más utilizado en México
pecífico equipotente al fentanilo, pero con una acción
para el mantenimiento de la ATIV en tasas que oscilan
mucho más corta; posee un volumen de distribución pe-
entre 0.02 y 0.08 mg/kg/min–1, no se recomienda su ad-
queño que le otorga un rápido tiempo de efecto pico (1.2
ministración en infusión continua en procedimientos
a 1.5 min) y un tiempo de permanencia del fármaco en
mayores a dos horas, ya que su vida media sensible al
el receptor también muy breve, lo que le otorga una gran
contexto requiere otras dos horas para bajar su concen-
predictibilidad y facilidad de titulación.
tración plasmática a 50% (posibilidad de acumulación
El remifentanilo tiene una vida media sensible al
y retardo de la recuperación ambulatoria).
contexto breve (cuatro minutos) que no depende de la
duración de la infusión, es decir, no tiene capacidad de
Alfentanilo acumulación aun en perfusiones prolongadas, lo que le
confiere un plus en la anestesia ambulatoria, como
Pertenece al mismo grupo que el fentanilo, pero es me- consta en muchas publicaciones.
nos potente; su principal ventaja radica en su comienzo Muchos autores aconsejan la administración de re-
rápido de acción (efecto pico en 1.5 min), lo cual facilita mifentanilo para la ATIV y la anestesia general balan-
su titulación y el ajuste de dosis–profundidad de la anal- ceada en bolo inicial de 0.5 a 1 mg/kg–1 de forma lenta
gesia con base en la frecuencia respiratoria en personas (> 30 seg), seguido de perfusión continua con tasas des-
que ventilan en forma espontánea. Se recomienda una de 0.020 hasta 0.800 mg/kg/min–1, que el anestesiólogo
dosis de carga de 10 a 30 mg/kg–1 para obtener analgesia elige y ajusta según las necesidades de analgesia y los
durante 10 min, pudiendo ajustar una perfusión de 0.5 estímulos nociceptivos a los que se somete el paciente
a 2.0 mg/kg/min–1, lo que reduce los efectos perioperato- durante el procedimiento anestesicoquirúrgico.
rios adversos de las inyecciones intravenosas rápidas e El remifentanilo fue sintetizado para cubrir las nece-
intermitentes, con una menor incidencia de náusea y vó- sidades de la anestesia ambulatoria; sin embargo, su
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 139

principal desventaja es que al cerrar la perfusión intra- coeruleus, nervios simpáticos y neuronas noradrenérgi-
venosa se va la analgesia de forma súbita, pues no tiene cas inhibiendo la liberación de noradrenalina) y postsi-
efectos residuales, lo que obliga a usar analgésicos com- náptico en diferentes tejidos, destacando el asta dorsal
plementarios para conservar la analgesia adecuada en el de la médula espinal. Existen trabajos que destacan los
posoperatorio, logrando buenos resultados con técnicas efectos de la clonidina para analgesia peridural sola o en
de analgesia preventiva y analgesia multimodal aplica- combinación con anestésicos locales y opioides, y dex-
das mucho antes de interrumpir el uso de remifentanilo. medetomidina intravenosa para sedación y analgesia.
En la esfera hemodinámica destacan la disminución de
la frecuencia cardiaca y la hipotensión por disminución
Ketamina
en el tono simpático e incremento en el tono vagal. La
dexmedetomidina tiene un mínimo efecto en la ventila-
Es un agente anestésico intravenoso disociativo que se ción cuando se emplea en sedación a 1 mg/kg–1 durante
ha empleado durante más de 30 años y ha sido utilizado
10 min, con mantenimiento de 0.2 a 0.7 mg/kg–1/h–1.
ampliamente para analgesia y sedación, complemen-
tando los hipnosedantes en la anestesia ambulatoria. Es
Bloqueadores neuromusculares
una mezcla racémica que consiste en dos enantiómeros
ópticos —el R (–) y el S (+)— y cloruro de bencetonio A pesar de que la mayoría de los procedimientos ambu-
como conservador. Su mecanismo de acción es comple- latorios no requieren relajación neuromuscular, excepto
jo sobre el sistema nervioso central (SNC), y se sabe que cuando son imprescindibles la instrumentación y el
es no competitivo del receptor NMDA con interaccio- control de la vía aérea para optimizar las condiciones
nes en los canales dependientes del voltaje (Na+ y Ca+), quirúrgicas durante los procedimientos anestésicos, el
provocando analgesia somática y amnesia. Desde el uso de bloqueadores neuromusculares (BNM) reduce los
punto de vista farmacocinético, la ketamina tiene distri- requerimientos de hipnosedantes y opioides sin afectar
bución y semivida de eliminación relativamente cortas, de forma significativa los tiempos de recuperación.
siendo metabolizada en el hígado; su metabolito (norke- No existe un agente BNM ideal; la succinilcolina se
tamina) muestra 30% de la potencia del compuesto ori- utilizó durante mucho tiempo; sin embargo, sus efectos
ginal, lo cual puede prolongar la analgesia. colaterales la han desplazado en el campo ambulatorio,
Su uso en procedimientos cortos o de mínima inva- situación que ha favorecido que el rocuronio, el mivacu-
sión se sustenta en que en la esfera cardiovascular brin- rio y, con menor frecuencia, el cisatracurio y el vecuro-
da una gran estabilidad hemodinámica, mientras que a nio, sean empleados en dosis únicas, aconsejando su
nivel respiratorio se acompaña de mínima depresión monitoreo transanestésico; para la anestesia ambulato-
ventilatoria, broncodilatación y conservación de los re- ria no se aconsejan las perfusiones continuas, debido a
flejos protectores de la vía aérea. No se debe olvidar que la posibilidad de acumulación.
generalmente se utiliza ketamina precedida de atropina
y midazolam o diazepam para reducir sus efectos inde-
seables. La ketamina ofrece analgesia en concentracio- TÉCNICAS INTRAVENOSAS
nes plasmáticas mucho menores que las que producen
inconsciencia (100 a 200 ng/mL–1) para lograr efectos
analgésicos que corresponden aproximadamente a una
perfusión de 5 a 10 mg/kg–1/min–1. Las técnicas de administración apropiada para los agen-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

tes descritos son importantes para aprovechar de mane-


ra satisfactoria las propiedades farmacocinéticas y far-
Dexmedetomidina macodinámicas de los agentes intravenosos.
Recientemente los agentes agonistas a2 han cobrado in-
terés por sus propiedades en las técnicas de sedoanalge- Anestesia intravenosa total
sia y como adyuvantes en el manejo anestésico. Aunque
su empleo no es rutinario, a pesar de tener muchos efec- La ATIV es la técnica anestésica en que la hipnosis, la
tos deseables (ansiólisis, analgesia, sedación, estabili- analgesia y la relajación neuromuscular se obtienen ex-
dad hemodinámica perioperatoria y disminución del clusivamente por vía intravenosa en combinación con
consumo de anestésicos), su papel en procedimientos oxígeno, lo que reduce la polución ambiental.
ambulatorios aún no se ha dilucidado. Los receptores a2 Los pacientes de tipo ambulatorio esperan recuperar
se distribuyen en el SNC a niveles presináptico (locus el estado funcional que tenían antes de la operación des-
140 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

de el posoperatorio inmediato, motivo por el cual los de la función cognitiva, acompañado de un mayor esta-
anestesiólogos harán todos los esfuerzos para llevar al do de placidez.
mínimo las molestias y obtener la satisfacción del pa- Se sabe del riesgo profesional al que se somete el per-
ciente. La ATIV está ganado aceptación en la cirugía sonal de anestesiología, por lo que el empleo de técnicas
ambulatoria gracias a la disponibilidad de hipnóticos con baja polución ambiental tal vez favorezca su desa-
(propofol) y opioides (remifentanilo) que tienen un co- rrollo profesional y social.
mienzo de acción rápido y una corta duración, lo que
permite la dosificación de forma independiente para
controlar la profundidad anestésica a pesar de los cam- ANESTESIA GENERAL INHALATORIA
bios en el estímulo quirúrgico. En realidad, el concepto
no es diferente al de anestesia inhalatoria, ya que ambas
técnicas requieren un balance entre los componentes
anestésicos empleados. Los anestésicos halogenados son líquidos de aspecto
Los fármacos intravenosos se utilizan tradicional- acuoso, transparentes, olorosos, a veces con un aroma
mente en bolos fraccionados, con las desventajas de las pungente y desagradable, y con temperaturas de ebulli-
fluctuaciones en las concentraciones plasmáticas y en el ción de 50.2 _C (halotano), 56.5 _C (enflurano), 48.5 _C
sitio efector, con los consecuentes picos y valles, el fiel (isoflurano), 58.5 _C (sevoflurano) y 22.8 _C (desflura-
reflejo de inconsistencia en los efectos y la posibilidad no), por lo que son necesarios vaporizadores específica-
de acumulación. mente diseñados para cada uno de ellos, para permitir
su administración teniendo como vehículos general-
mente el oxígeno, el óxido nitroso y el aire.
Los halogenados tienen la ventaja de una inducción
Ventajas de las técnicas intravenosas y un despertar rápidos, evitando la depresión respirato-
ria posoperatoria. La concentración alveolar mínima
Como consecuencia del empleo de fármacos con perfi- (CAM) y la igualdad de presiones parciales alveolar y
les farmacológicos de acción corta y fácil titulación, cerebral permiten la apreciación objetiva del nivel anes-
como el propofol y el remifentanilo, los nuevos disposi- tésico a partir del monitoreo de las concentraciones
tivos TCI favorecerán el uso común de las técnicas y anestésicas en los gases inspirados y espirados (cuadro
aumentarán su seguridad. 12–9).
Las técnicas intravenosas de sedación consciente en Por sus propiedades fisicoquímicas y sus perfiles far-
lugares alejados del quirófano no requieren máquinas macocinéticos los agentes más empleados en la actuali-
de anestesia ni vaporizadores complejos, por lo que es dad son el sevoflurano, el desflurano y, en muchos luga-
posible llevar a un mínimo el equipo ventilatorio, mien- res, el halotano, principalmente en niños.
tras que si se utilizan las técnicas por inhalación el costo
de agentes volátiles menos solubles y la necesidad de
conservar un nivel bajo de contaminación dentro del Mecanismo de acción
quirófano obligan a usar un circuito con medición “di- de los anestésicos inhalados
recta” de las concentraciones espiratorias del anestésico
mencionado. El conocimiento científico actual sobre el mecanismo
Un aspecto fundamental en la anestesia ambulatoria de acción de estos fármacos ha avanzado considerable-
consiste en reducir las náuseas y el vómito posoperato- mente; sin embargo, hay más preguntas que respuestas
rios (NVPO), prolongando la permanencia dentro de las sobre el particular. Se ha sugerido que el proceso anesté-
unidades y ocasionando el ingreso no planeado hospita- sico es una acción farmacológica reversible, principal-
lario, lo que incrementa los costos, los retrasos en la ap- mente sobre el sistema nervioso central, que produce
titud del paciente para volver a su hogar y las incomodi- dos elementos producto de la anestesia inhalatoria: la
dades del paciente. Algunos estudios han demostrado el amnesia y la inmovilidad en presencia de estímulos no-
efecto antiemético del propofol en las técnicas de seda- civos.
ción, y la administración de los setrones es de gran utili- El contexto general señala que la médula espinal es
dad para prevenir los NVPO. la mediadora de la inmovilidad, mientras que los centros
La satisfacción del paciente es un aspecto importante superiores son mediadores de la amnesia, a través de un
para el anestesiólogo en cirugía ambulatoria. El propo- mecanismo diferente. Las moléculas que tienen carac-
fol ha demostrado una buena calidad en la recuperación terísticas polares y no polares son la productoras de la
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 141

Cuadro 12–9. Solubilidad de los halogenados


Coeficiente de partición Isoflurano Enflurano Halotano Desflurano Sevoflurano Óxido nitroso
Sangre/gas 1.4 1.9 2.4 0.42 0.68 0.46
Cerebro/sangre 1.6 1.5 1.9 1.3 1.7 1.1
Músculo/sangre 2.9 1.7 3.4 2.0 3.1 1.2
Grasa/sangre 45.0 36.0 51.0 27.0 48.0 2.3.0
CAM (vol% 30 a 55 años) 1.15 1.68 0.75 7.25 2.05 1.05
Presión vapor (mmHg, 20 _C) 240.0 172.0 244.0 669.0 160.0 –
Peso molecular (Daltons) 184.5 184.5 197.4 168.0 200.0 44.0
Estable en cal sodada Sí Sí No Sí No Sí
CAM: concentración alveolar mínima.

inmovilidad, mientras que las no polares son la requeri- traciones superiores a 60% produce amnesia y analge-
das para la producción de la amnesia. Se sabe que los sia. El óxido nitroso parece generar una anestesia
anestésicos inhalados deprimen la neurotransmisión ex- general a través de la interacción con las membranas
citatoria e incrementan la neurotransmisión inhibitoria. celulares del SNC mediante mecanismos aún no cono-
cidos por completo; es marcada su diferencia si se usa
a nivel del mar en lugar de hacerlo a otras altitudes.
GENERALIDADES SOBRE LOS
ANESTÉSICOS INHALATORIOS Efectos adversos

Los principales efectos adversos del óxido nitroso son


la expansión en espacios aéreos cerrados, la hipoxia por
Los anestésicos inhalatorios, como el óxido nitroso y difusión, la oxidación de la vitamina B12, la depresión
los halogenados, son los anestésicos generales más usa- de la médula ósea, la inducción de náuseas y vómitos,
dos en todo el mundo en la práctica clínica habitual. y los efectos teratogénicos.

Expansión en espacios aéreos cerrados


Óxido nitroso
El coeficiente de partición sangre/gas del N2O es 34 ve-
ces mayor que el del nitrógeno. Esta solubilidad dife-
El óxido nitroso se usó inicialmente como gas hilarante
rencial es lo que explica que este gas abandone la sangre
en algunas representaciones. Se empleó por primera vez
y entre en cavidades llenas de aire unas 34 veces más rá-
con fines anestésicos en 1844, resultando un fracaso.
pidamente que el nitrógeno.

Propiedades físicas
Halotano
El óxido nitroso es un gas incoloro, inodoro, dulzón y
no irritante. Se almacena de forma líquida en unos cilin- El halotano se introdujo en 1956 en la práctica anesté-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

dros. Su CAM es de 104%, lo cual indica su escasa po- sica clínica, lo que implicó el comienzo de una nueva
tencia anestésica. era de la anestesia por inhalación, ya que carece de pro-
Es poco soluble, ya que el coeficiente grasa/gas es de piedades explosivas, como sucedía con el ciclopropano.
1.4. El coeficiente de partición sangre/gas es de 0.46, lo El halotano es un líquido volátil de olor agradable, inco-
que indica que la inducción y la recuperación anestésica loro y no irritante. Se descompone con la luz y la hume-
son rápidas. Habitualmente se emplea asociado a un dad. Su CAM es de 0.7, lo que indica su gran potencia
anestésico inhalatorio para obtener un efecto de segun- anestésica. El coeficiente sangre/gas es de 2.4 y el de
do gas, es decir, para disminuir la CAM del halogenado. grasa/gas es de 138.
Una de las justificaciones de la búsqueda de un nuevo
Farmacocinética y farmacodinamia anestésico inhalatorio, diferente al halotano, fue la he-
patotoxicidad potencial que produce este halogenado,
Es un gas inerte que no se metaboliza; se elimina inalte- dado que llega a producir necrosis hepática masiva con
rado por vía pulmonar durante la espiración. En concen- insuficiencia hepática aguda grave, generando una mor-
142 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

talidad muy alta. Los factores que favorecen la apari- Propiedades físicas y farmacocinética
ción de hepatotoxicidad por halotano son el rango de
edad entre 40 y 70 años, el sexo femenino, la obesidad, El sevoflurano es un líquido volátil, derivado fluorado
los factores determinantes genéticos y las exposiciones del metil–isopropil–éter que contiene un halógeno —el
previas y continuas al halogenado. flúor— en una cantidad de siete átomos. Es incoloro, no
es irritante y tiene un olor agradable, lo cual permite su
administración mediante mascarilla facial como induc-
Isoflurano tor anestésico, especialmente en niños.
Es muy poco soluble en agua y muy soluble en la gra-
sa; sin embargo, su solubilidad es la misma a cualquier
El isoflurano se sintetizó en 1971 y se comercializó a
edad. Su coeficiente de partición sangre/gas es de 0.62.
comienzos de la década de 1980. Es un metil–etil–éter
El sevoflurano tiene una solubilidad muy baja en san-
halogenado, isómero del enflurano. A temperatura am-
gre, lo que indica que la relación de la concentración al-
biente es un líquido transparente, con olor similar al del
veolar inspirada debe aumentar rápidamente con la in-
éter, no inflamable y poco irritante. Su CAM es de 1.1,
ducción (captación) y también disminuir rápidamente
lo que indica que tiene una buena potencia anestésica.
al cesar la administración del agente (eliminación). Su
Presenta una solubilidad intermedia, con un coeficiente
coeficiente de partición grasa/gas es de 53.
de partición sangre/gas de 1.4 y una alta estabilidad.
Es importante saber que el sevoflurano se degrada
con los absorbentes de CO2 altamente alcalinos, la cal
Farmacocinética y farmacodinamia sodada y la cal baritada, dependiendo de la temperatura,
en cinco productos denominados compuestos A, B, C,
Es el halogenado con menos biotransformación y el que D y E. Se elimina por vía pulmonar y a través del riñón
posee menos potencial hepatotóxico. Se elimina de for- en forma de metabolitos en 2 a 3%. Se metaboliza en el
ma inalterada a través de la vía pulmonar y en forma de hígado a través del citocromo P–450 2E1, siendo los
metabolitos (trifluoroacético, FL, CL) por vía renal. A productos metabólicos más importantes el ion flúor y el
nivel cardiovascular aumenta la frecuencia cardiaca y a hexafluoroisopropanol.
nivel coronario es un vasodilatador importante; asimis-
mo, disminuye las resistencias vasculares sin modificar
el gasto cardiaco. Posee un efecto depresor directo so- Desflurano
bre la contractilidad miocárdica.
A nivel del respiratorio es pungitivo y produce una El desflurano, que es un metil–etil–éter fluorado, se uti-
moderada broncodilatación. Actúa sobre los centros lizó por primera vez en Londres, en 1988.
medulares produciendo depresión respiratoria y en los
reflejos de la vía aérea. A nivel del SNC deprime la fun- Propiedades físicas y farmacocinética
ción cortical, disminuyendo la transmisión excitatoria
Es un líquido volátil, irritante y picante que puede pro-
de la corteza cerebral. Potencia moderadamente los re-
lajantes musculares no despolarizantes y aumenta lige- ducir tos y espasmo de la laringe. Su punto de ebullición
es de 23.5 _C y su presión de vaporización a 20 _C es
ramente la presión intracraneal.
de 652, por lo que su vaporización no se puede realizar
con los vaporizadores convencionales, sino que ha de
Contraindicaciones ser tipo TEC.
El coeficiente de partición sangre/gas es de 0.42, el
Está contraindicado en presencia de choque hipovolé- más bajo de todos los anestésicos inhalatorios. El hecho
mico y si hay riesgo de hipoperfusión coronaria. En el de que la concentración alveolar del gas se aproxima
decenio de 1990 se introdujeron a la práctica clínica dos mucho más rápidamente a la concentración inspirada
nuevos anestésicos inhalatorios: sevoflurano y desflu- permite un inicio de acción más rápido. A su vez, la eli-
rano; ambos mejoran las características del isoflurano. minación es más rápida, por lo que el despertar será más
rápido.
El coeficiente grasa/gas es el más bajo de los anesté-
Sevoflurano sicos inhalatorios. El valor de la CAM del desflurano va
de 6 a 9%, dependiendo de la edad del paciente. El nivel
Se introdujo para su uso en 1990 en Japón; es utilizado de metabolización del desflurano es de tan sólo 0.02%,
de forma satisfactoria en gran parte del mundo. y no es nefrotóxico en humanos.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 143

Por último, se ha comprobado que el desflurano de- Recuperación Recuperación Recuperación


prime la función neuromuscular y potencia el efecto de temprana intermedia tardía
los relajantes neuromusculares.
En conclusión, el desflurano tiene una solubilidad
muy baja, por lo que produce una inducción y un desper-
tar rápidos. Su marcada estabilidad explica la ausencia Minutos Horas Días
de toxicidad, aunque dado el efecto irritante que ejerce
sobre las vías aéreas no se aconseja su uso en la induc- Final de la Recuperación Criterios Recuperación
anestesia de los reflejos de alta de las funciones
ción inhalatoria. En cambio, suele utilizarse amplia- vitales cumplidos psicomotoras
mente en procedimientos que se realizan de forma am- Escala de tiempo modificada por:
bulatoria. S Tipo de anestesia
S Selección de fármacos
S Salud del paciente
Conclusiones S Efectos de la cirugía

Figura 12–1. Fases de recuperación del paciente.


Las medidas de seguridad ideales para la anestesia am-
bulatoria incluyen acceso venoso permeable, control y
protección de la vía aérea, hemostasia quirúrgica es- no eran idóneos para tales operaciones las personas con
tricta, profundidad anestésica adecuada en el transope- un IMC mayor de 30.
ratorio, emersión anestésica rápida con una extubación
exitosa, control del dolor y baja incidencia de complica-
ciones para un egreso oportuno. Fases de la recuperación del paciente
El buen éxito anestésico de una cirugía ambulatoria
se manifiesta por la pronta recuperación posoperatoria La recuperación posanestésica del paciente es un pro-
del estado de alerta, la reanudación de la ambulación, la ceso continuo y constante, que se puede dividir en tres
ausencia de dolor y la tolerancia a los alimentos. fases: temprana, intermedia y tardía (figura 12–1).6 La
valoración durante la fase temprana incluye la medida
de parámetros fisiológicos, como la presión sanguínea,
el ritmo respiratorio y el grado de alerta (cuadro 12–10).
CRITERIOS DE ALTA EN La fase intermedia de recuperación posanestésica se
LA CIRUGÍA AMBULATORIA prolonga hasta que el paciente se encuentra preparado
para ir a casa, se muestra clínicamente estable y es capaz
de permanecer en casa bajo el cuidado de un adulto res-
ponsable. Es sólo al final de la fase tardía, cuando todas
La recuperación de la anestesia debe ser evaluada en tér- las funciones psicomotoras vuelven a la normalidad,
minos de sencillez y calidad, es decir, debe ser rápida, cuando se considera listo al paciente para desarrollar su
segura y sin efectos secundarios; las complicaciones se vida normal en la calle, pata trabajar, para conducir, etc.7
relacionan con el estado físico, la técnica anestésica y el Con la introducción de los agentes anestésicos de
procedimiento quirúrgico. corta acción se pasa de una fase a otra de forma más rá-
La cirugía mencionada permite la recuperación más pida y el periodo tardío se reduce de días a horas.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

temprana del estado fisiológico anterior a la enferme-


dad, un número menor de complicaciones, una merma
de la discapacidad psíquica y física y la reanudación
temprana de las actividades normales. Cuadro 12–10. Prueba de
Fuera de EUA raras veces se da de alta a un paciente recuperación temprana
con drenes o catéteres; sin embargo, tal medida no debe S Ojos abiertos
impedir el alta. S Indica la fecha de su nacimiento
En EUA e Inglaterra 22.5 y 15% de la población, res- S Orientación (lugar, fecha, etc.)
pectivamente, tienen un índice de masa corporal (IMC) S Obedece órdenes
mayor de 30 kg/m2. Para afrontar estos cambios en el S Prueba de Aldrete (actividad, respiración, circulación,
peso corporal de la población en la actualidad se acepta conciencia, color)
que los obesos pueden ser operados fuera de los hospita- S Prueba de Stewart (conciencia y color)
les, en tanto que hace unos 10 años se consideraba que S Prueba modificada de Stewart
144 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

Tanto la enfermera de la sala de recuperación como Cuadro 12–11. Escala de Aldrete


el anestesiólogo, el cirujano, el paciente y el acompa-
Puntuación
ñante desempeñan funciones importantes en la determi-
Movilidad espontánea o al requerirse
nación del estado “preparado para ir a su domicilio”. La
4 extremidades 2
decisión definitiva para conceder el alta a un paciente 2 extremidades 1
después de un procedimiento ambulatorio depende de 0 extremidades 0
un médico autorizado, con responsabilidad y conoci- Respiración
miento del caso del paciente. El algoritmo de transfe- Capaz de respirar y toser 2
rencia de los pacientes de una fase a otra de recupera- Disnea/respiración superficial 1
ción posanestésica incluye las siguientes fases. Apnea 0
Circulación
TA " 20 mmHg de su nivel preoperatorio 2
Fase 1 TA " 20 a 50 mmHg de su nivel preo- 1
peratorio
Corresponde a la fase temprana de recuperación posa- PA + 50 mmHg de su nivel preoperatorio 0
Conciencia
nestésica. La finalidad de esta fase es que el paciente
Despierto 2
consiga un nivel de recuperación suficiente que no obli- Se despierta al llamarle 1
gue a un monitoreo intensivo ni a cuidados exhaustivos No responde 0
por parte del personal de enfermería durante la fase 2. Color*
Existen sistema de puntuación desarrollados para in- Normal 2
dicar el momento en que un paciente puede ser transfe- Pálido, ictérico, otro 1
rido de la unidad de recuperación posanestésica a la ha- Cianótico 0
bitación; el más usado consta de los criterios clínicos de * Se ha propuesto sustituir el color con la pulsioximetría, de manera
alta descritos por Aldrete y Kroulit en 1970,8 que asig- que la capacidad para mantener una saturación > 92% con aire
ambiente se considera de 2, la necesidad de oxígeno suplementa-
nan una puntuación de 0, 1 o 2 a la movilidad espontá- rio para mantener una saturación > 90% se considera de 1 y una
nea o al ser requerido, a la respiración, a la circulación saturación < 90% a pesar de oxígeno suplementario se considera
(presión arterial preoperatoria), el grado de conciencia de 0. TA: tensión arterial; PA: presión arterial.
y a la coloración cutánea o pulsioximetría. La puntua-
ción de 10 indicaría las mejores condiciones de alta de micilio de forma segura bajo los cuidados de un adulto
la unidad de cuidados posanestésicos (UCPA) (cuadro responsable. En esta etapa se inicia la ingestión oral lí-
12–11). En los pacientes a quienes se les ha administra- quida; el adulto responsable acompaña ya al paciente y
do una anestesia regional se puede utilizar la escala de comienza a recibir las instrucciones para el alta.9
Bromage para valorar el grado de recuperación motora En la fase 2 de recuperación los criterios para dar el
de las extremidades inferiores (cuadro 12–12). alta no pueden ser los mismos que en la fase 1. En conse-
En la actualidad se acepta que existe un grupo de pa- cuencia, la capacidad para andar, tolerar la ingestión
cientes que pueden ser transferidos desde el quirófano oral y orinar, y la ausencia de dolor importante, náuseas
hasta la fase 2 de recuperación. Antes de decidir la trans- y vómitos, son criterios importantes para el alta del pa-
ferencia directa el anestesiólogo debe comprobar que el ciente ambulatorio.
paciente respira, está alerta, responde, tiene signos vita- La medición de los efectos residuales de los fármacos
les estables, es capaz de moverse con la mínima asisten- anestésicos tiene cada vez más importancia en el desa-
cia, tiene el dolor bien controlado y no presenta náuseas rrollo de anestésicos para uso en cirugía ambulatoria.
ni vómito. Básicamente, los criterios para ser transferido
de la fase 1 a la 2 son los siguientes (cuadro 12–13):
Cuadro 12–12. Escala de Bromage

S Signos vitales estables. Criterio Grado de bloqueo


S Reflejos protectores recuperados. Movimiento libre de los pies y las Nulo (0%)
S Ejecución de órdenes. manos
Sólo flexión de la rodilla, con movi- Parcial (33%)
miento libre de pies
Fase 2 No hay flexión de la rodilla, pero sí Casi completo
movimiento libre de pies (66%)
La finalidad de esta fase es el alcance de recuperación Imposibilidad para mover los pies y Completo (100%)
suficiente para que el paciente sea dado de alta a su do- las piernas
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 145

Cuadro 12–13. Pacientes que pueden Cuadro 12–14. Criterios para un alta
ser transferidos directamente a fase 2 segura en cirugía ambulatoria
desde el quirófano
S Signos vitales estables durante al menos 1 h
S Pacientes que han recibido solamente anestesia local S Ausencia de depresión respiratoria
S Pacientes que han recibido anestesia local con mínima S El paciente debe:
sedación con fármacos de corta duración Estar orientado en persona, espacio y tiempo
S Pacientes que han recibido anestesia regional, como Tolerar líquidos orales (beber antes del alta es reco-
bloqueo de las extremidades superiores o inferiores mendable pero no obligatorio)
solos o en combinación con sedación mínima con fár- Ser capaz de orinar (es recomendable pero no obli-
macos de corta duración (sin anestesia intradural o gatorio, excluyendo la anestesia intradural o epidu-
epidural) ral, o la cirugía pélvica)
Ser capaz de vestirse solo o con ayuda
Andar sin ayuda
S El paciente no debe tener:
Existen dos razones fundamentales para llevar a cabo Náuseas o vómitos
estas mediciones; en primer lugar, proporciona infor- Dolor intenso
mación sobre la duración de la actividad sedante de los Hemorragia
agentes anestésicos de vida corta; en segundo lugar, S El paciente debe ser dado de alta por su anestesiólogo
brinda información acerca del momento en que el pa- y su cirujano, o por la persona que ellos designen. Se
ciente se encuentra street–fit , esto es, listo para desarro- deben adjuntar instrucciones escritas para el periodo
llar una actividad diaria normal (trabajar, conducir, posoperatorio en el domicilio, así como un teléfono de
contacto con la persona a la que se puede consultar si
etc.). Según Korttila, la máxima duración de los efectos
fuera necesario
anestésicos, de acuerdo con una amplia variedad de prue- S El paciente debe tener un adulto responsable que lo
bas cognitivas y psicológicas, no es mayor de cinco ho- acompañe a casa y permanezca con él
ras, por lo que sugiere que las actividades con riesgo po-
tencial de accidentes, como conducir vehículos, deben
ser evitadas durante las siguientes 24 h posanestésicas;
Harvard12 incluso recomienda no conducir vehículos en alta entre quienes “bebían líquidos siguiendo órdenes”
las siguientes 48 h. y quienes bebían líquidos claros si lo deseaban.
Se ha utilizado una gran variedad de pruebas psico- En los lineamientos de cuidados posanestésicos se ha
motoras en la valoración de la recuperación de una anes- eliminado la ingestión “obligada” de líquidos; en ellos
tesia ambulatoria. se recomienda que el consumo de líquidos no debe ser
Los criterios clínicos mínimos para un alta segura parte de un procedimiento de alta y que pueden ser nece-
fueron sugeridos por Kottila (cuadro 12–14). sarios sólo en pacientes escogidos y de modo indivi-
Aldrete ha incluido cinco variaciones en su escala de dual. Por todo lo anterior, se le puede indicar al personal
recuperación posanestésica para adecuarla a las nuevas médico y de enfermería que beber líquidos no es un re-
necesidades de la cirugía ambulatoria: apariencia, seve- quisito para el alta, por lo que habrá que modificar los
ridad del dolor, capacidad para permanecer de pie y an- métodos de este trámite.
dar, tolerancia a los líquidos orales y capacidad para ori-
nar espontáneamente (cuadro 12–15).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

¿Es necesario que el paciente


orine antes de ser dado de alta?
Ingestión de líquidos en la unidad
de cuidados posanestésicos Por costumbre se ha considerado que la micción consti-
tuye un requisito para dar de alta al paciente después de
En el pasado había renuencia de los clínicos para dar de operaciones ambulatorias, con el fin de que una vez en
alta a los pacientes y que volvieran a su hogar si no ha- su hogar no muestre retención urinaria. Insistir en que
bían ingerido líquidos por náuseas u otras razones. Las haya micción antes del alta puede prolongar innecesa-
publicaciones no son suficientes para valorar los benefi- riamente la permanencia en el hospital. Se ha señalado
cios de beber líquidos y retenerlos en el estómago antes que la incapacidad de orinar retrasa de 5 a 19% el alta.
del alta. Schreiner y col. estudiaron a niños, advirtiendo La retención urinaria en el posoperatorio puede ser cau-
que había una mayor frecuencia de náuseas y retraso del sada por inhibición del reflejo de micción proveniente
146 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

Cuadro 12–15. Escala de Aldrete modificada para cirugía ambulatoria


Puntuación
Movilidad espontánea o al ser requerido
4 extremidades 2
2 extremidades 1
0 extremidades 0
Respiración
Capaz de respirar y toser 2
Disnea/respiración superficial 1
Apnea 0
Circulación (presión arterial preoperatoria)
TA " 20 mmHg de su nivel preoperatorio 2
TA " 20 a 50 mmHg de su nivel preoperatorio 1
PA + 50 mmHg de su nivel preoperatorio 0
Conciencia
Despierto 2
Se despierta al llamarle 1
No responde 0
Capacidad para mantener la saturación de oxígeno
> 92 % con aire ambiente 2
Necesidad del oxígeno para mantener una saturación > 90% 1
Saturación de oxígeno < 90% a pesar de oxígeno inhalado 0
Vestuario
Seco y limpio 2
Húmedo pero estacionario o marcado 1
Área de humedad creciente 0
Dolor
Sin dolor 2
Dolor leve controlado con medicación oral 1
Dolor severo que requiere medicación parenteral 0
Deambulación
Capaz de permanecer de pie y andar recto 2
Vértigo cuando se incorpora 1
Mareo cuando está en decúbito supino 0
Alimentación precoz
Capacidad para beber líquidos 2
Náuseas 1
Náuseas y vómitos 0
Diuresis
Ha orinado 2
No orina pero está conforme 1
No orina y está molesto 0
Nivel de actividad
El paciente será capaz de ambular en el nivel que tenía antes de la operación
S Marcha segura, sin mareos o similar al nivel que tenía antes de la operación 2
S Necesita auxilio 1
S Incapaz de caminar 0
Náuseas y vómitos
El paciente debe tener un nivel mínimo de náuseas y vómitos antes de ser dado de alta
S Mínimo: desaparecen satisfactoriamente o con medicamentos 2
S Moderados: desaparecen satisfactoriamente o con fármacos intramusculares 1
S Intensos: persisten después de repetir el tratamiento 0
Dolor
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 147

Cuadro 12–15. Escala de Aldrete modificada para cirugía ambulatoria (continuación)


Puntuación
El paciente debe tener dolor mínimo o no tenerlo antes de ser dado de alta
El nivel del dolor debe ser aceptable para el propio paciente
El dolor debe ser controlable con analgésicos orales
El sitio, el tipo y la intensidad del dolor deben ser congruentes con las molestias previstas en el posoperatorio
S Dolor aceptable 2
S Dolor inaceptable 1
Hemorragia por la incisión
La hemorragia posoperatoria debe ser congruente con la pérdida hemática prevista con el método
Mínima: no necesita cambios de apósitos 2
Moderada: se necesitan dos cambios de apósitos 1
Intensa: se necesitan más de tres cambios de apósitos 0
Puntuación máxima = 10. Las personas que tienen 9 puntos o más están aptas para volver a su hogar. TA: tensión arterial; PA: presión arterial.

de la manipulación quirúrgica, la administración exce- para combatir el dolor posoperatorio; además de produ-
siva de soluciones que culmina en distensión vesical, la cir una analgesia eficaz, sus efectos contra la inflama-
administración de opiáceos, dolor, ansiedad y los efec- ción son útiles para aplacar el edema local y así reducir
tos residuales del anestésico raquídeo o epidural. Entre al mínimo el uso de opioides y sus efectos adversos. Hay
los factores de riesgo de sufrir retención están los ante- que considerar el momento de administración de los an-
cedentes de historia previa, la raquianestesia/anestesia tiinflamatorios mencionados; si la técnica operatoria
epidural, las operaciones pélvicas o urológicas y el son- fue breve el empleo como premedicación de AINE por
deo en el perioperatorio. Los lineamientos de cuidados vía oral permite que ejerzan su acción y eficacia cuando
posanestésicos recomiendan que la exigencia “rutina- el paciente recupera la conciencia. Incluso por vía intra-
ria” de orinar antes del alta no sea parte del procedi- venosa se requieren al menos 30 min para que los AINE
miento de vuelta al hogar, dado que quizá sólo se nece- ejerzan su acción. Los preparados parenterales son más
site en pacientes seleccionados. Si se juzga que la caros que sus equivalentes ingeribles.
micción es parte integral de la recuperación, el paciente La infiltración de anestésicos locales en la incisión y
puede volver a su hogar con indicaciones claras de soli- los bloqueos de los nervios periféricos son procedi-
citar auxilio médico si no puede expulsar orina al tér- mientos sencillos y seguros que han terminado por ser
mino de seis a ocho horas posteriores al alta. parte importante de la estrategia multimodal para lograr
una analgesia posoperatoria fuera de los hospitales. La
morfina intraarticular puede ser útil para aplacar la
Dolor en el posoperatorio intensidad del dolor y el consumo de opioides en el pos-
operatorio de cirugía ortopédica. Los opioides siguen
Uno de los criterios principales para realizar operacio- siendo los analgésicos perioperatorios primarios, a pe-
nes ambulatorias es la existencia de un mínimo dolor en sar de que ocasionan náuseas, vómitos y sedación, los
el posoperatorio, que se pueda controlar con analgési- cuales son elementos que pueden retrasar el alta. En las
cos orales. A pesar de innumerables medios para lograr técnicas ambulatorias más penetrantes habrá que usar
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la analgesia, el dolor sigue siendo la explicación más opioides de larga acción, como la morfina, en un intento
frecuente de retraso en el alta, de contacto con el médico por evitar las náuseas y los vómitos en el posoperatorio.
de la familia y de hospitalizaciones imprevistas. Para El dolor que siente la persona al estar en la UCPA se
combatir eficazmente el dolor es importante conocer sus debe combatir de inmediato con dosis pequeñas de anal-
características y definir todos los factores predictivos de gésicos opioides potentes de acción rápida. Claxton y
su surgimiento con gran intensidad en el posoperatorio. col. observaron que las dosis equipolentes de fentanilo
El control del dolor después de la cirugía se debe ini- y morfina generaron analgesia en el paciente dentro de
ciar durante la misma o en circunstancias óptimas antes la UCPA; la morfina tuvo un efecto analgésico más sos-
de ejecutarla, para que el restablecimiento del paciente tenido, pero originó más crisis de náuseas y vómitos
sea indoloro. La estrategia puede ser multimodal, para después del alta. El fentanilo es un opioide de acción
lo que se utilizarán antiinflamatorios no esteroideos breve, por lo que su uso en la UCPA se debe acompañar
(AINE), opioides y técnicas con anestésicos locales. de la ingestión de un fármaco que genere una analgesia
Los AINE han tenido una aceptación cada vez mayor más duradera.
148 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 12)

Náuseas y vómitos en el posoperatorio mer fármaco combate las náuseas en mayor grado que el
vómito, en tanto que priva la situación contraria en el
caso de los antagonistas de 5HT3. Abiv y col. demostra-
Los NVPO siguen siendo un problema frecuente y mo-
ron que también la combinación de un antagonista de
lesto después de las operaciones ambulatorias. A pesar
5HT3 con droperidol o dexametasona tiene una mayor
de los progresos en el campo de la anestesia, la inciden-
eficacia para evitar los NVPO.
cia de ambas complicaciones es de aproximadamente
30%. Las náuseas y el vómito rara vez causan la muerte,
pero desde la perspectiva del paciente constituyen situa-
ciones muy molestas. Evitar su aparición constituye una CONCLUSIONES
prioridad absoluta en los pacientes recién operados, al
grado de que aceptan gastar incluso 1 000 pesos de su
propio dinero para obtener un efecto antiemético eficaz.
Para tratar eficazmente a los pacientes es necesario La cirugía y la anestesia ambulatorias brindan una aten-
identificar los factores de riesgo generadores de náuseas ción adecuada y segura, con un alto grado de satisfac-
y vómitos en el posoperatorio. Apfel y col. elaboraron ción para el paciente, y las siguientes ventajas:
una puntuación simplificada de riesgo que comprendía
cuatro elementos de predicción: sexo femenino, antece- S Se alteran en mínimo grado el estilo de vida del pa-
dentes de NVPO o cinetosis, no fumar y el uso de opioi- ciente y su dinámica familiar.
des en el posoperatorio. En situaciones en las que no ha- S Se brinda una atención más individualizada.
bía un solo factor de riesgo o aparecían alguno o los S Los costos se reducen sin necesidad de sacrificar
cuatro la incidencia de NVPO fue de 10, 20, 39, 61 y la seguridad.
79%, respectivamente (cuadro 12–16). S Existe menos incapacidad posoperatoria y un re-
La dexametasona se ha utilizado eficazmente para greso mucho más rápido a las labores cotidianas.
combatir las náuseas y el vómito en pacientes que reci- S Existe menor riesgo de contaminación o infección
ben quimioterapia. Algunas investigaciones han de- intrahospitalaria.
mostrado su utilidad para evitar y combatir los NVPO. S Disminuye los costos, aumenta el campo de la in-
La eficacia de 8 mg de dexametasona fue similar a la de vestigación y amplía el horizonte de trabajo del
4 mg de ondansetrón después de operaciones ginecoló- personal de anestesiología.
gicas ambulatorias.
Se han utilizado innumerables combinaciones de Las desventajas de este sistema de atención quirúrgica
antieméticos; la más común ha sido la de un antagonista parecen ser muy pocas, entre las cuales se incluyen las
de la 5HT3 con un antagonista de dopamina o con dexa- siguientes:
metasona. También con las combinaciones de droperi- Si bien el cirujano tiene la oportunidad de explorar y
dol y ondansetrón se ha logrado una disminución de al valorar al paciente al programar una operación, el anes-
menos 90% de la frecuencia de NVPO, dado que el pri- tesiólogo no tiene la misma oportunidad de acceso al pa-
ciente de acuerdo con algunos sistemas de programa-
ción y admisión en hospitales y unidades quirúrgicas,
sobre todo en el sector privado de atención médica, aca-
parado actualmente por aseguradoras, las cuales desig-
Cuadro 12–16. Estimación del riesgo de que nan fechas, horarios y lugares de programación aneste-
surjan náuseas y vómito posoperatorios sicoquirúrgica mediante su personal administrativo,
después de la anestesia por inhalación
totalmente ajeno a las necesidades del anestesiólogo.
Numero de factores de Riesgo porcentual Múltiples grupos o sociedades médicas que han im-
riesgo para que surja NVPO de NVPO % plementado unidades de cirugía ambulatoria lo han he-
0 10 cho ajenos a la opinión de la comunidad de anestesiólo-
1 20 gos o con pocas aportaciones de ellos, lo que deriva en
2 39 sistemas de trabajo e instalaciones que no toman en
3 61
cuenta las necesidades propias del acto anestésico.
4 79
Dado el éxito de los programas de cirugía ambulato-
Entre los factores de riesgo para que surjan NVPO están ser del
sexo femenino, no fumar, haber tenido en ocasiones anteriores
ria, sobre todo en la disminución de los costos, ha surgi-
NVPO o cinetosis y el consumo previo de opioides. NVPO: náuseas do una actitud tendiente a escatimar cada vez más gas-
y vómito posoperatorios. tos; por desgracia, son los implementos de índole
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente para cirugía ambulatoria 149

anestésica los que en primer lugar se intenta sacrificar de la práctica anestésica un ambiente hostil, estresante
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Capítulo 13
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente geriátrico
Antonio Castellanos Olivares, Petra Isidora Vásquez Márquez

Aunque el envejecimiento es un fenómeno universal e ten ser intervenidos quirúrgicamente, ya sea de manera
inevitable, ningún ser humano tiene el deseo consciente electiva o, desafortunadamente, de urgencia. El índice
y genuino de envejecer; nadie puede contemplar con de procedimientos quirúrgicos es directamente propor-
ecuanimidad la decadencia gradual de sus funciones y cional al aumento de la edad. Se practican cerca de 136
permanecer impasible ante el deterioro progresivo de la intervenciones por cada 100 000 habitantes de 45 a 64
apariencia física.1 Afortunadamente, con los adelantos años de edad, pero éstas aumentan a 190 por cada
en la atención médica y el mejoramiento de las condi- 100 000 en los pacientes de 75 años de edad en adelante.
ciones de vida, existe un cambio en la pirámide pobla- Dado que el envejecimiento es una experiencia única y
cional, ya que actualmente existe un estrato constituido personal, cada paciente que va ser sometido a cirugía se
por individuos de 65 años de edad o más y se espera que debe abordar de manera individual. Se suele definir al
para 2050 entre 13 y 20% de la población mundial for- anciano “normal” como una persona con un margen es-
mará parte de ese estrato. Por otro lado, el aumento de trecho de reserva de todos los órganos y aparatos del
la expectativa de vida promedio de la población es un cuerpo humano. La valoración de la reserva funcional
hecho real que determinó el establecimiento de un sec- ha llegado a ser la parte más importante en el plan anes-
tor de personas que han sido denominadas como “ancia- tésico del paciente senil, siendo un marcador pronóstico
nas” o “de la tercera edad”, que incluye a personas ma- integral. El conocimiento de la reserva y de la capacidad
yores de 60 años, aunque existe la percepción de que la funcional del organismo ayudará a minimizar los ries-
edad no es un parámetro exacto para medir la senectud, gos de la anestesia y de la cirugía. Se estima que al me-
ya que en muchas ocasiones la edad cronológica no nos 50% de los sujetos con una edad superior a los 65
coincide con la biológica.2 La Organización Mundial de años requerirán cirugía antes de morir. Por lo tanto, cada
la Salud considera como anciana a toda persona con 60 vez es más común administrar anestesia a los pacientes
años de edad o más. A pesar de que no existe un criterio de mayor edad, lo cual ha motivado a los anestesiólogos
unánime de cuándo comienza la senectud en el hombre, a perfeccionar, refinar y crear nuevas técnicas anestési-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ésta se debe enmarcar en el momento en que inicia el en- cas que ofrezcan un alto margen de seguridad y calidad
vejecimiento biológico y no en el cronológico, debido en la atención médica. Contrario a lo que sucedía en los
a que el proceso es muy variable de un individuo a otro. primeros años del siglo pasado, en los que se pensaba que
Desde el punto de vista fisiológico, algunos pacientes las personas mayores de 50 años no deberían ser inter-
pueden parecer octogenarios jóvenes al compararlos venidas quirúrgicamente, actualmente existe suficiente
con otros que son considerados sexagenarios relativa- evidencia científica para que la cirugía no sea diferida,
mente viejos, afirmándose que la edad cronológica es tomando exclusivamente como criterio la edad cronoló-
menos importante que la edad biológica en lo que con- gica, pues existe una gran variabilidad en el proceso de
cierne al riesgo de complicaciones perioperatorias.3 envejecimiento de una persona a otra e incluso entre los
A medida que la población envejece aumenta la pro- aparatos y sistemas de una misma persona, por lo que es
babilidad de que los integrantes de mayor edad necesi- más trascendente considerar la edad fisiológica.4

151
152 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)

El papel de la anestesiología en el manejo del pacien- Se acepta que a partir de la sexta década de la vida,
te senil ha sido fundamental, ya que aplica un enfoque debido al proceso de envejecimiento natural y a las
basado en los preceptos de la medicina perioperatoria, enfermedades coexistentes, aparece una disminución
en el que la intervención del anestesiólogo a partir de la de la capacidad de reserva funcional de diversos órga-
etapa preoperatoria, los cuidados y las medidas terapéu- nos y sistemas del cuerpo humano, por lo que es de espe-
ticas que se aplican durante el periodo transoperatorio, rar que exista una mayor probabilidad de complicacio-
la vigilancia y el tratamiento durante el posoperatorio nes, influyendo de manera directa los diagnósticos
exigen una actuación más precisa con una atenuación de coasociados a la cirugía. Todo lo anterior exige un ma-
los factores de riesgo y la búsqueda de indicadores de yor esfuerzo para prevenir la morbimortalidad secunda-
buen pronóstico basados en las maniobras que han de- ria al acto anestésico quirúrgico. Por esta razón, durante
mostrado un mayor beneficio de acuerdo con lo que dic- la valoración preanestésica se deben tomar en cuenta los
ta la medicina basada en evidencias científicas. Este en- cambios específicos que acompañan al envejecimiento,
foque ha sido esencial para el crecimiento de la las enfermedades intercurrentes y el impacto que tienen
especialidad, pero sobre todo para el bienestar y la segu- sobre la homeostasis del paciente.8–10
ridad del paciente, que continúan siendo la misión pri- La evaluación preoperatoria es una tarea compleja y
mordial del buen anestesiólogo.5 multidisciplinaria que incluye el establecimiento del
En 2005, durante la reunión anual de la American So- riesgo anestésico, la solicitud de exámenes de laborato-
ciety of Anesthesiologists (ASA), Mark Warner pidió a rio y estudios de gabinete para evaluar el estado preope-
los anestesiólogos que aumentaran el campo profesio- ratorio, y la obtención del consentimiento para la anes-
nal y que ampliaran las labores tradicionalmente limita- tesia. Además, es necesario obtener la información
das a la sala quirúrgica y a la sala de recuperación en el pertinente, como la edad, el peso, el historial médico, la
periodo posoperatorio inmediato, para atender a más medicación actual, la experiencia vivida con procedi-
pacientes críticamente enfermos tanto en el quirófano mientos anestésico–quirúrgicos previos, el tiempo de
como en la unidad de cuidados intensivos. Del mismo ayuno y la capacidad cognitiva y mental. Los cambios
modo, Ronald D. Miller encabezó un grupo de trabajo anatómicos y fisiológicos que se producen con la edad
dedicado a identificar los retos de la anestesia para constituyen características muy diferentes a las del pa-
2025, e hizo hincapié en que los anestesiólogos tienen ciente joven; la hipotermia, la deshidratación, los pro-
la necesidad de modificar los paradigmas de su práctica blemas electrolíticos, los cambios de volumen por pér-
profesional a fin de asegurar una posición de liderazgo didas en el tercer espacio, las funciones renal o cardiaca
en la medicina del futuro. Lo anterior implica la expan- disminuidas y las variaciones farmacodinámicas son
sión de su área laboral para incorporarse al manejo perio- puntos muy importantes en la planificación del cuidado
peratorio de los pacientes, brindando a los cirujanos la para el adulto mayor. Habitualmente el anestesiólogo se
garantía de que sus pacientes están perfectamente prepa- entrevista con el paciente para determinar la mejor com-
rados para la cirugía y de que el anestesiólogo está debi- binación y dosificación de fármacos. Se sensibiliza a los
damente capacitado para atender las posibles complica- pacientes para que proporcionen una información veraz
ciones de acuerdo con los factores de riesgo identificados y exacta durante la entrevista, con la finalidad de que se
previamente en los pacientes mediante la valoración pre- puedan seleccionar los medicamentos más apropiados;
anestésica, de modo que cuantifica el papel de las enfer- por ejemplo, un paciente alcohólico, usuario de drogas
medades intercurrentes como factores determinantes del o con antecedente de consumo de ViagraR, puede tener
riesgo anestésico–quirúrgico y considera las complica- una mayor interacción con los agentes anestésicos, lo
ciones relacionadas con el estado cognitivo y con los cual pone en peligro su vida. Muchas veces la presencia
tiempos de recuperación del paciente geriátrico.6,7 de enfermedades crónicas que requieren estabilización
Cuando nos referimos a un paciente geriátrico habla- para llevar al cabo la cirugía propuesta exigen una pre-
mos de una persona mayor que tiene problemas específi- paración más compleja e intencionada del equipo médi-
cos que el anestesiólogo debe resolver satisfactoriamen- co y de enfermería, con el fin de garantizar un trata-
te. Las necesidades que presenta son de diversa índole, miento anestésico seguro y eficaz, después del cual el
ya que van desde las psicológicas —depresión, demen- paciente debe regresar a su estado de normalidad.11,12
cia, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkin- La reserva funcional depende en gran medida de la
son, etc.— hasta las anatomofisiológicas —hiperten- capacidad fisiológica; la mejor manera de evaluarla co-
sión arterial sistémica, diabetes mellitus, insuficiencia mienza con la relatoría y la cuantificación de las activi-
renal, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, even- dades de la vida diaria de cada paciente. Estas activida-
tos vasculares cerebrales, insuficiencia coronaria, etc. des comprenden tres esferas fundamentales:13,14
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente geriátrico 153

1. Física: capacidad que tiene una persona para eje- pérdida progresiva de la actividad funcional; se pueden
cutar por sí sola las actividades básicas de la vida modificar en grado variable los procesos de absorción,
diaria, como alimentarse, vestirse, bañarse, cami- distribución, metabolismo y excreción, lo que puede
nar y controlar los esfínteres. incrementar la presencia de efectos adversos por sobre-
2. Instrumental: se valoran las habilidades y la dosificación si no se modifican los esquemas terapéuti-
capacidad para interactuar con el mundo, como to- cos de acuerdo con la edad de los pacientes.16
mar un taxi, conducir un vehículo, hacer compras, Está ampliamente estudiando que la edad por sí sola
administrar el dinero y hacer trabajo ligero. no es un factor de riesgo para la anestesia y la cirugía,
3. Social: refleja el dominio de sí mismo y del entor- sino que la comorbilidad y los cambios fisiológicos pro-
no, como pertenecer a clubs, ir a fiestas y mantener pios de los ancianos son los que realmente determinan
un proceso adecuado de socialización. un aumento en las tasas de morbimortalidad de esta po-
blación. En síntesis, los principales objetivos de la eva-
Otro aspecto importante es conocer la relación que luación preoperatoria son:
guarda la farmacocinética con el envejecimiento como
1. Reducir la morbimortalidad perioperatoria.
consecuencia de un fenómeno progresivo que se carac-
2. Recabar información de la historia clínica y eva-
teriza por una disminución gradual de diferentes funcio-
luar los estudios de laboratorio y de gabinete.
nes, muchas de las cuales repercuten de forma directa en
3. Establecer los riesgos anestésico–quirúrgicos.
la biotransformación de los medicamentos.15
4. Informar al paciente del plan anestésico y reducir
La disminución de las funciones fisiológicas co-
su grado de ansiedad.
mienza a manifestarse en el hombre de manera gradual
5. Obtener el consentimiento informado.
entre los 25 y los 30 años de edad a un ritmo que se pue-
6. Mejorar la calidad de atención médica.17
de asemejar a un proceso de orden cero aparente, con
acusadas variaciones interindividuales según los hábi- Se define como riesgo quirúrgico la probabilidad de que
tos personales, el estilo de vida, el estado nutricional y con la cirugía no se obtengan los resultados deseados en
las condiciones patológicas. El grado de afectación so- un paciente concreto. Es importante determinar en una
bre algunas funciones fisiológicas es mayor a los 65 etapa inicial el estado que guarda el paciente, así como
años de edad, como se puede observar en los parámetros la presencia de diferentes factores de riesgo, para tomar
referidos en el cuadro 13–1. Esos cambios obligan a ha- la decisión adecuada. En el cuadro 13–2 se mencionan
cer consideraciones farmacocinéticas que alteran el los factores asociados a una mayor frecuencia de com-
efecto de diferentes fármacos como consecuencia de una plicaciones.
Otro factor de riesgo común en el paciente geriátrico
es la asociación de enfermedad vascular periférica y en-
fermedad de las arterias coronarias, lo cual se presenta
Cuadro 13–1. Modificaciones en 30% de los casos con un riesgo quirúrgico de 6 a 18%
secundarias a la edad (cuadro 13–3).
Variable Disminución Disminución
por año a partir por año a par- Cuadro 13–2. Factores de riesgo de
de 25 años tir de 65 años complicaciones perioperatorias
de edad (%) de edad (%)
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Edad > 60 años asociada a falla renal aguda 6%


Albúmina sérica 0.25 10
Presencia de otras enfermedades o reacción 10 a 15%
Metabolismo basal 0.38 15.2 a medicamentos
Masa celular M 0.20 a 1.5 8 a 60 Pobre estado general de salud 5%
Agua total F 0.16 6.4 Falta de buena condición física e inmovilidad 7%
Agua total M 0.20 8 Cirugía de urgencia con deshidratación y 33%
F 0.13 5.2 descompensación del paciente
Gasto cardiaco 0.75 30 Delirio, depresión, trastornos electrolíticos 10 a 50%
Fluido intracelular 0.38 15.2 Magnitud de la cirugía necesaria con dete- 32%
FS cerebral 0.35 a 0.5 14 a 20 rioro funcional
FS hepático 0.3 a 1.5 1.2 a 60 Incontinencia al egreso 11%
FS renal 1.1 a 1.9 44 a 76 Infecciones: neumonía, infección urinaria 23%
FS tisular 1.3 52 Desnutrición, úlceras de presión 61%
Filtración glomerular 0.66 26.4 Tromboembolismo pulmonar 5%
154 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)

Cuadro 13–3. Estratificación del riesgo cardiaco 1. Antecedentes familiares: con especial mención
de las enfermedades influidas por factores am-
Riesgo Factores clínicos de riesgo cardiaco
bientales (asma) o hereditarias (déficit de seudo-
Bajo Únicamente enfermedad vascular colinesterasa).
Menor Electrocardiograma anormal, ritmo no sinusal, 2. Antecedentes personales: se debe obtener infor-
hipertensión arterial no controlada, ataque
mación sobre enfermedades previas, intervencio-
cardiaco
Interme- Angina de pecho estable, infarto del miocar-
nes quirúrgicas, accidentes y terapéutica aplicada.
dio dio antiguo, insuficiencia cardiaca compen- También se atenderá a los aspectos principales de
sada, insuficiencia renal, diabetes mellitus la enfermedad quirúrgica actual y los sistemas
Mayor Angina de pecho inestable, infarto agudo del afectados.
miocardio < 1 año, insuficiencia cardiaca 3. Interrogatorio por aparatos: el entrevistador re-
descompensada, bloqueo auriculoventricu- visa cada sistema desde la cabeza hasta los pies,
lar de tercer grado, arritmias ventriculares
con objeto de que ningún síntoma o signo se le
sintomáticas y supraventriculares no con-
troladas con respuesta ventricular, enfer- pase por alto. En los síntomas generales es impor-
medad valvular descontrolada tante recabar información relacionada con pérdida
de peso reciente, astenia, adinamia y fiebre. En la
exploración física del rostro se deben utilizar las
escalas con la mayor sensibilidad y especificidad
Es sumamente importante evaluar la capacidad fun-
para predecir una intubación difícil, corroborando
cional que guarda el paciente senil antes de la cirugía de
siempre las condiciones de la dentadura —si es
acuerdo con la evaluación propuesta por Eagle y Berger,
propia o postiza—, si hay sangrado de las encías
quienes expresaron esa capacidad en equivalentes me-
y la capacidad para abrir bien la boca.
tabólicos (MET). En reposo el consumo basal de oxíge-
no para un adulto de 40 años con un peso de 70 kg es de
Aparato respiratorio. Será fundamental valorar la per-
3.5 mL/kg/min. Se considera que una persona con más
meabilidad de la vía aérea y descartar la existencia de
de 10 MET tiene una capacidad excelente; es buena de
patologías concomitantes, como enfisema, bronquitis e
7 a 10 MET, moderada de 4 a 6 MET y escasa cuando
infecciones agudas o crónicas de las vías respiratorias,
es menor de 4 MET (cuadro 13–4).
así como evaluar la presencia de tos, expectoración, di-
Es bien sabido que el interrogatorio del anciano suele
ficultad respiratoria y dolor en el pecho. Si el tiempo lo
ser una tarea difícil, ya que con frecuencia el paciente
permite, se deberán proporcionar medidas profilácticas
cursa con trastornos de la audición y pérdida de la me-
y terapéuticas; por ejemplo, en el caso de los fumadores
moria. Además, la historia clínica es muy amplia debido
crónicos se recomienda dejar de fumar nueve meses an-
a la existencia de una gran cantidad de síntomas, como
tes de la cirugía o al menos 15 días antes de la misma,
reflejo de las enfermedades asociadas. Solamente una
y en casos de urgencia hasta 24 h antes del procedimien-
minoría de los pacientes son los que darán una descrip-
to anestésico (figura 13–1).
ción clara de su enfermedad, siempre y cuando se logre
guiar la entrevista con preguntas concretas, que deberán
estar dirigidas a los sistemas orgánicos que se pueden
afectar durante la anestesia.18 60
52
50

Cuadro 13–4. Índice metabólico


% 40 33
Índice Características
30
1 MET Obedece órdenes, como comer, vestirse, usar
el tocador, caminar en el cuarto
20
2 MET Trabajo ligero en casa: lava trastes o trabajo 12
leve de jardinería
10
3 MET Camina de una a dos cuadras, hace trabajo 2 1
pesado en casa, se divierte, baila, juega
golf, etc. 0
ASA 1 ASA 2 ASA 3 ASA 4 ASA 5
4 MET Realiza actividades deportivas, como tenis,
natación, fútbol Figura 13–1. Estado físico de los pacientes geriátricos.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente geriátrico 155

Sistema circulatorio. Se deberá evaluar la presencia Cuadro 13–5. Escala de coma de Glasgow
de insuficiencia cardiaca congestiva, miocardiopatía,
Característica Puntos
cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, angina de
pecho, insuficiencia cardiaca y disritmias cardiacas, Apertura de ojos Espontánea 4
que son más frecuentes en la población geriátrica. Se ha A una orden verbal 3
demostrado que más de 50% de los trastornos obtenidos Al dolor 2
mediante la valoración preanestésica se asocian con en- Ninguna 1
Respuesta verbal Orientada, conversa 5
fermedades cardiovasculares, aunque un alto porcenta-
Desorientada, conversa 4
je de los sujetos permanecen asintomáticos, ya que exis-
Palabras inapropiadas 3
ten mecanismos compensadores que mantienen la
Sonidos incomprensibles 2
función cardiaca basal dentro de los límites normales.
Ninguna 1
Sistema musculosquelético. Valorar el grado de se-
Respuesta motora Obedece órdenes verbales 6
veridad de la artritis y la pérdida de la fuerza muscular, Localiza el dolor 5
ya que pueden producir una marcada reducción de la Flexión/retiro 4
movilidad torácica o cervical, con una disminución se- Flexión anormal (decortica- 3
vera de los espacios intervertebrales. ción)
Aparato urogenital. En el envejecimiento se produ- Extensión (descerebración) 2
ce de forma fisiológica una disminución del aclara- Ninguna 1
miento de creatinina, una reducción del flujo total y un Total 3 a 15
descenso más lento y a la vez compensador de la filtra-
ción glomerular. Por lo tanto, se debe interrogar inten-
cionadamente sobre enfermedades renales, tratamiento presentar alteraciones físicas propias de la edad o enfer-
con diálisis, presencia de cálculos renales, dificultad en medades asociadas de comorbilidad que aumentan el
la micción, etc. riesgo perioperatorio. Por ello es muy importante que el
Perfil personal y social. Es sumamente importante anestesiólogo conozca los procesos anatomofisiológi-
conocer el tipo de medicamentos que ingiere el pacien- cos, con el fin de que el paciente senil llegue al quirófa-
te, en especial tranquilizantes, analgésicos, antihiper- no en las mejores condiciones y pueda responder al es-
tensivos, insulina, hipoglucemiantes orales, corticoides trés anestésico–quirúrgico de manera adecuada y evitar
y anticoagulantes. Finalmente, se debe realizar un exa- resultados indeseables o fatales; es gracias a esto que
men del estado mental, mediante algunas de las siguien- cada día es más común ver a pacientes adultos mayores
tes: ¿En qué año estamos, ¿qué fecha y día de la semana sometidos a cirugía. Keller informó que de los 40 millo-
es hoy?, ¿cuál es su nacionalidad?, ¿qué ciudad es esta nes de cirugías efectuadas en 2000 en EUA, 14.7 millo-
y en qué hospital estamos? El recomendado por la ma- nes fueron en personas mayores de 65 años de edad.23,24
yoría de autores es el Mini–Mental State Examination En 2001 Arbous publicó los resultados de un estudio
(MMSE) de Folstein, que tiene una sensibilidad de 89% de cohorte que incluyó 869 483, pacientes sometidos a
y una especificidad de 66%. La escala de Glasgow es cirugía; de ellos, 811 murieron dentro de las primeras 24
otra herramienta útil porque es simple, clara y confia- h después de que recibieron la anestesia general balan-
ble19,20 (cuadro 13–5). ceada (AGB) o anestesia combinada (AGB + bloqueo
En todo paciente sometido a cirugía es fundamental peridural); 15% (119) de las muertes fueron atribuidas
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

determinar en qué parte de la historia natural o curso clí- a la anestesia, con una incidencia de mortalidad perio-
nico se encuentra ubicado el paciente, reconocer las peratoria de 8.8 (IC 95%, 8.2 a 9.5)/10 000. La muerte
condiciones de comorbilidad y valorar la vigencia y atribuida a la anestesia fue de 1.4 (IC 95%, 1.1 a 1.6),
pertinencia de los estudios de laboratorio o de gabinete mientras que 52% se asociaron a trastornos cardiovas-
—biometría hemática, química sanguínea, examen ge- culares y 48% a la técnica anestésica (10% por un mal
neral de orina, radiografía de tórax, espirometrías, elec- manejo de la ventilación y 10% por monitoreo inade-
trocardiograma—, todo esto con la finalidad de optimi- cuado; en 25% existió una preparación preoperatoria
zar el manejo intraoperatorio y prevenir o tratar de deficiente). Otros errores frecuentes fueron las fallas
manera oportuna las complicaciones posoperatorias.21,22 durante la inducción, la selección inadecuada de la téc-
La anestesia es un componente indispensable para la nica anestésica, la impericia del anestesiólogo, el trata-
realización exitosa de cualquier procedimiento quirúr- miento ineficaz de los trastornos cardiovasculares y el
gico o diagnóstico. Sin embargo, los pacientes geriátri- monitoreo insuficiente durante la emersión. En el poso-
cos, sobre todo los mayores de 85 años de edad, pueden peratorio inmediato predominaron la falta de vigilancia
156 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)

de los pacientes y la comunicación inadecuada con el trículo izquierdo durante la diástole, aumentando la pre-
personal encargado de los cuidados posanestésicos.25 sión diastólica del ventrículo izquierdo; si esta presión
En el paciente senil puede ser difícil distinguir entre se propaga retrógradamente a la circulación pulmonar
los órganos sanos y los que tienen una reserva disminui- hay congestión de las venas pulmonares y riesgo de ede-
da, asociada con cambios importantes en el corazón, los ma pulmonar agudo. El uso de diuréticos o inotrópicos
pulmones, el riñón, el hígado o el cerebro, los cuales au- puede exacerbar la disfunción diastólica. Otto y col. de-
mentan el riesgo operatorio. Los procedimientos de mostraron que la esclerosis de la válvula aórtica es fre-
riesgo elevado incluyen procedimientos vasculares aór- cuente en los ancianos y se asocia con un aumento del
ticos, operaciones de emergencia, procedimientos vas- riesgo de muerte de 50%.29 Se ha postulado que las cal-
culares periféricos y procesos prolongados asociados a cificaciones de la válvula mitral producen aumento del
grandes pérdidas de sangre y líquidos. Las cirugías de volumen de choque, disminución del gasto cardiaco y
riesgo intermedio son la endarterectomía, los procedi- aumento de la presión arterial sistólica y de la velocidad
mientos intraperitoneales e intratorácicos, la cirugía or- de llenado temprano durante la sístole.30
topédica y la cirugía de próstata. Las intervenciones de Los objetivos de la anestesia en el paciente geriátrico
poco riesgo son procedimientos endoscópicos, las ope- serán acordes al tipo de técnica que se requiera según las
raciones de la piel y del pecho, la cirugía de catarata y condiciones del paciente y el tipo de cirugía. La meta
los procedimientos superficiales. Si el paciente ha teni- será provocar un estado de inconsciencia, producir am-
do revascularización coronaria en los últimos cinco nesia y proporcionar analgesia y la relajación neuro-
años y no ha presentado ningún síntoma se puede some- muscular necesaria para asegurar la manipulación qui-
ter a cirugía. Si tiene síntomas recurrentes con una eva- rúrgica. Para alcanzar estos objetivos se pueden usar
luación coronaria negativa mediante angiografía o una gran variedad de medicamentos con amplio margen
prueba de esfuerzo recientes puede ser sometido a ope- de seguridad, menos efectos secundarios y buena acep-
ración. Si los resultados de la prueba diagnóstica son tación por el paciente, como los anestésicos intraveno-
positivos se debe diferir la cirugía hasta mejorar las con- sos o inhalatorios, los analgésicos, los sedantes, los hip-
diciones del paciente.26 También es conveniente consi- nóticos y los agentes bloqueadores neuromusculares,
derar los cambios cardiovasculares primarios y secun- como el cisatracurio y el vecuronio.31
darios condicionados por la edad; los primeros ocurren Las técnicas anestésicas pueden incluir anestesia ge-
sobre los vasos sanguíneos como consecuencia de cam- neral balanceada, inhalatoria o intravenosa total, anes-
bios a nivel de las fibras de elastina y colágeno; los se- tesia regional (espinal, epidural y bloqueos periféricos)
gundos son cambios morfológicos que ocurren en la pa- o anestesia local. Cada técnica tiene ventajas y desven-
red del ventrículo izquierdo por disminución de los tajas, y la decisión final dependerá de las condiciones
miocitos. Está ampliamente documentado que hay alte- del paciente y de los objetivos de la cirugía. La anestesia
raciones en las fibras de conducción por disminución regional parece disminuir en el paciente anciano las res-
del número de células del nodo senoauricular. Estos puestas endocrina, metabólica y catabólica durante el
cambios deprimen la contractilidad y aumentan la pre- estrés quirúrgico; además, la confusión y desorientación
sión de llenado ventricular, disminuyendo la sensibili- posoperatorias son menores, existe menor sangrado
dad de los receptores b adrenérgicos conforme avanza transoperatorio, no hay invasión al árbol traqueobron-
la edad. Por otro lado, la presión arterial media y la pre- quial, los reflejos de protección de la vía aérea se con-
sión del pulso se encuentran aumentadas.27 servan y disminuyen la incidencia de trombosis venosa
La función del sistema vascular asegura la eficiencia profunda por la vasodilatación periférica que produce el
mecánica de los vasos periféricos y la bomba cardiaca, bloqueo; además, los anestésicos locales inhiben la
con aumento de las resistencias vasculares periféricas. agregación plaquetaria. Con la anestesia general la fre-
Los cambios cardiovasculares más importantes en el cuencia de hipertensión es de 10% y la de taquicardia es
sistema autónomo son la disminución de la estimula- de 16%, sobre todo en el momento de la laringoscopia
ción de los receptores b y un aumento en la actividad de y la intubación traqueal.
los receptores del sistema nervioso simpático, lo que Pese a que la anestesia moderna es extremadamente
permite que el incremento en la demanda metabólica y segura, con una mortalidad de 1 en 250 000, el riesgo
la labilidad intraoperatoria sea bien tolerado por el an- quirúrgico aumenta por las condiciones físicas que se
ciano.28 Esto no ocurre cuando hay hipertrofia ventricu- mencionaron anteriormente. El riesgo de muerte es va-
lar izquierda, enfermedad isquémica, cardiomiopatía riable según el estado físico de los pacientes, de acuerdo
hipertrófica y enfermedad valvular. Los problemas se con la clasificación de la Sociedad Americana de Aneste-
presentan cuando disminuye la distensibilidad del ven- siólogos32 (cuadro 13–6).
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente geriátrico 157

Cuadro 13–6. Mortalidad de acuerdo o la enfermedad de Alzheimer. Aunque en el paciente


con el estado físico según la Asociación despierto el valor basal del BIS oscila de 96 a 99%, se
Americana de Anestesiólogos ha visto que los pacientes con trastornos vasculares a
Estado físico según la Asociación Mortalidad
nivel cerebral pueden mostrar un incremento en la acti-
Americana de Anestesiólogos vidad de las ondas lentas y una disminución en las ondas
rápidas del electroencefalograma.33
Paciente únicamente con la patología qui- 0.03%
rúrgica En un estudio que incluyó 72 pacientes mayores de
Paciente con una o dos enfermedades con- 0.2% 75 años se hipotetizó que la línea basal del BIS era más
troladas y sin limitación física más la baja en los pacientes con demencia senil en relación con
patología quirúrgica los pacientes sanos. A ambos grupos se les aplicó el Mi-
Varias enfermedades sistémicas descontro- ni–Mental State Test; 38% de los pacientes con demen-
ladas con limitación (infarto del miocardio cia tuvieron un BIS < 93 vs. 11% del grupo control (p
reciente o angina de pecho)
= 0.006).34
Varias enfermedades descontroladas que 8%
ponen en riesgo la vida del paciente más
la patología quirúrgica
PERIODO POSANESTÉSICO
Paciente moribundo cuya muerte puede 34%
ocurrir en las siguientes 24 h después de
la cirugía
Paciente con muerte cerebral declarada, 100% Al finalizar cualquier procedimiento anestésico es
con propósito de ser donador de órganos importante que el paciente sea transportado desde el
quirófano hasta la unidad de cuidados posanestésicos
vigilado por el anestesiólogo, la enfermera y el cirujano;
se debe cuidar que el paciente vaya con la cabeza ele-
MANEJO ANESTÉSICO vada o en decúbito lateral para favorecer la permeabili-
PARA EL PACIENTE SENIL dad de las vías aéreas, así como proporcionar oxígeno
con mascarilla facial para disminuir el riesgo de hipo-
ventilación o hipoxia. Deberá continuar con vigilancia
y monitoreo estrechos durante el tiempo necesario para
La anestesia del paciente senil inicia conociendo los asegurar que ha recuperado sus reflejos de defensa y las
datos clínicos pertinentes a través de la evaluación prea- estabilidades respiratoria y cardiohemodinámica, y que
nestésica, el monitoreo necesario de acuerdo con la hay ausencia de dolor, con el fin de egresarlo al área de
magnitud de la intervención quirúrgica (invasiva o de hospitalización. El informe más completo y detallado
mínima invasión) y la duración estimada de la misma. con relación al comportamiento transanestésico lo rea-
Existe controversia en el monitoreo mediante el catete- liza el anestesiólogo tratante al entregar el paciente al
rismo de la arteria pulmonar, pues se considera que es personal de la unidad de cuidados posanestésicos, por
una técnica de alto riesgo en el anciano y no hay eviden- lo que es imprescindible que se sigan los lineamientos
cias científicas que apoyen su uso, ya que diversos estu- que se mencionan en el cuadro 13–7.35,36
dios aleatorizados no han encontrado una disminución
en la mortalidad hospitalaria. Se recomienda mantener
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

los aspectos fisiológicos en forma óptima para obtener Cuadro 13–7. Entrega de pacientes en
la unidad de cuidados posanestésicos
los mejores resultados quirúrgicos, por ejemplo, las pre-
siones arteriales que permitan la perfusión de órganos Identificación y edad Intervención Diagnóstico
vitales, como el cerebro, el corazón, el riñón, el hígado, Historia clínica previa quirúrgica Alergias medi-
los pulmones, etc. No se sabe si la técnica de hipoten- Signos vitales preope- Medicación camentosas
ratorios habitual
sión inducida es perjudicial o no en los ancianos, aun-
Tamaño y localización Algunas características especí-
que la mayoría la recomiendan en casos de cirugía orto- de catéteres endo- ficas, como acusia o hipoacu-
pédica, siempre y cuando las cifras de tensión arterial no vasculares sia. Trastornos de personali-
desciendan de 45 a 55 mmHg. El índice biespectral Fármacos intraopera- dad o lenguaje
(BIS) se ha propuesto como un monitoreo confiable du- torios Incidentes y complicaciones
rante la sedación de los pacientes ancianos para evaluar Procedimiento quirúr- transoperatorias
el estado basal de los pacientes con enfermedades del gico exacto Equilibrio ácido–base y balance
sistema nervioso central, como son la demencia senil de líquidos final
158 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)

de edad de 69.4 " 11.3 años. El delirio se presentó en


Renales Hemodinámicas Neurológicas 45% de los casos; predominó en las mujeres y se rela-
5% 25% 1.5 a 10%
cionó con la medicación previa de atropina y midazo-
lam. A las 24 h de seguimiento 16% de los pacientes
continuaban con delirio.41
Náusea y vómito Delirio Bloqueo motor
20 a 50% 15 a 50% 20% También se ha visto que después de la cirugía cardia-
ca los pacientes más viejos están en mayor riesgo de
complicación que los de menor edad (6.1 vs. 1.9%) La
falla renal aguda posoperatoria se presenta en 1.8% de
Hipotermia Respiratorias Dolor
60% 37% 25% los pacientes de 80 años de edad, en 1.5% entre los de
70 y 79 años y en 0.9% en los de 60 a 69 años de edad.
La mortalidad al año es de 16% y el índice de muerte o
Figura 13–2. Complicaciones posoperatorias.
de trauma es de 20%. Un estudio multicéntrico reciente
que comparaba los tratamientos para los pacientes con
enfermedad de la arteria coronaria inestable encontró
La frecuencia de resultados favorables después de la una menor incidencia de muerte o de infarto del miocar-
cirugía en pacientes geriátricos es cada vez mayor, de- dio después de seis meses de seguimiento en los pacien-
bido a una mejor preparación preoperatoria de los tes sometidos a cirugía, en comparación con los que no
pacientes, los avances en anestesia y reanimación, el re- se les realizó, asociando una disminución significativa
finamiento en las técnicas quirúrgicas, la disminución del infarto agudo del miocardio de 0.39%.42
de los tiempos anestésico–quirúrgicos, la nutrición pa- El Hospital de Especialidades del CMN está clasifi-
renteral, la terapia hídrica y los nuevos esquemas para cado como una unidad médica de alta especialidad;
el control del dolor posoperatorio. Sin embargo, a pesar cuenta con 51 servicios de atención médica, ofreciendo
de lo anterior, la posibilidad de complicaciones posope- 14 especialidades médicas y 11 quirúrgicas para atender
ratorias siempre estará latente; entre las más reportadas los problemas de salud de los derechohabientes. El Ser-
se incluyen la hipotermia (50%), la náusea y el vómito vicio de Anestesiología es un pilar fundamental de la
posoperatorios (10%), la insuficiencia respiratoria que atención de esta población, por lo que mediante un dise-
amerita apoyo mecánico de la ventilación (7%), la hi- ño metodológico tipo encuesta del archivo clínico del
pertensión o la hipotensión arterial (4%), las arritmias Servicio de Anestesiología se revisaron 9 165 registros
(1.4%), los trastornos neurológicos, las alteraciones anestésicos de pacientes sometidos a cirugía o a proce-
metabólicas y el infarto agudo del miocardio (0.3%)37,38 dimientos diagnósticos durante el periodo comprendido
(figura 13–2). del 1 de enero al 31 de diciembre de 2009. Se encontró
El delirio es un trastorno médico común que ocurre que 36% (3 320 personas) tenían una edad igual a o ma-
entre 14 y 50% de los pacientes hospitalizados, y se aso- yor de 60 años y que 64% (5 845 pacientes) eran meno-
cia con una mortalidad de 10 a 65% de los casos. En el res de 60 años de edad.
anciano sometido a cirugía la frecuencia oscila de 10 a La edad promedio en años para el grupo de mayores
70%, ya que hay una mayor probabilidad de que se pre- de 60 años fue de 70.03 " 7.67. Según el sexo, 49% fue-
sente cuando existen los siguientes factores: enferme- ron hombres y 51% mujeres. El peso promedio fue de
dad previa, tiempo anestésico–quirúrgico prolongado, 67.25 " 16.99 kg, con una talla de 150.81 " 33.86 cm.
pérdida sanguínea aumentada, hematócrito disminuido, La distribución de sujetos de acuerdo con el estado físi-
depresión y dependencia funcional.39 Mediante un estu- co, según el ASA, fue la siguiente (figura 13–3):
dio de cohortes Leung y col. encontraron que los ancia-
S ASA 1: 2%.
nos con más de seis síntomas depresivos tenían 2.69 (IC S ASA 2: 33%.
95%, 1.04 a 6.93) veces más riesgo de desarrollar deli-
S ASA 3: 52%.
rio de mayor duración que aquellos que sólo presenta- S ASA 4: 12%.
ban dos síntomas depresivos.20 En el Hospital de Espe- S ASA 5: 1% (cuadro 13–8).
cialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda G.”, del Centro
Médico Nacional “Siglo XXI”, durante 2008 se realizó La distribución de sujetos de acuerdo con el servicio fue
un estudio de cohorte en pacientes geriátricos someti- la siguiente: oftalmología 24.9%, endoscopia 14.4%,
dos a cirugía para determinar la incidencia de delirio neurocirugía 11.8%, gastrocirugía 11.4%, cirugía de
posoperatorio en el servicio de oftalmología; se inclu- colon y recto 10.1%, urología 7.3%, angiología 7.2%,
yeron 67 pacientes de cualquier sexo, con un promedio cirugía de cabeza y cuello 5.3%, hemodinamia 3.6%,
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente geriátrico 159

50 44
Ã
à AGB
Enfermedad Tratamiento educacional
leve (dejar de fumar)

40
à BRB + SED
Sin

Ã
Sin Educación y
SED limitación insuficiencia tratamiento

Ã
AGE funcional respiratoria farmacológico
% 30

Valoración inicial
Ã
BPL
Enfermedad Educación y
AGB + BPL moderada Sin tratamiento
20 16 16 a severa insuficiencia farmacológico
respiratoria y rehabilitación
10
10 Con
5 limitación
0.5 funcional Educación y
tratamiento
0 Con Farmacológico
insuficiencia Rehabilitación
Figura 13–3. Técnicas anestésicas en pacientes geriátricos. respiratoria Oxigenoterapia
y ventilación
mecánica

otorrinolaringología 2.8%, cirugía plástica y recons- Figura 13–4. Toma de decisiones en pacientes geriátricos
tructiva 0.6%, cirugía maxilofacial 0.3%, unidad de con antecedente de tabaquismo.
trasplantes 0.2% y cirugía cardiotorácica 0.1%.
En relación con los antecedentes personales predo-
minó el tabaquismo en 49% y el etilismo en 42% de la sido sometidos a cirugía, pues 89% de ellos manifestaron
población geriátrica. La mayoría de los pacientes estu- antecedentes anestésico–quirúrgicos positivos (figura
diados (87%) padecían diabetes mellitus tipo 2 y habían 13–4).
De acuerdo con la clasificación de Goldman, 63%
pertenecían a la clase 1, 17 a la clase 2 y 6 a la clase 3.
El resto a las clases 4 y 5. Según la clasificación de
Cuadro 13–8. Riesgo tromboembólico Detsky, 90% eran clase 1, 6% clase 2 y el resto clases 3
y 4. En 44% de los casos atendidos se administró aneste-
1. Anestesia 6. Estado cardiaco, NYHA
sia general balanceada, en 10% anestesia general endo-
Local 0 I 0
venosa, en 16% de los casos se aplicó bloqueo retrobul-
General/regional II 1
< 45 min 1 III 2
bar más sedación, en 5% bloqueo peridural lumbar, en
> 45 min 2 IV 3
16% sedación y en 5% anestesia local más sedación. En
Mayor a 3 h 3 7. Obesidad 1.5% de los pacientes se usó sedación más analgesia y
2. Edad (años) < 175% del peso ideal 0 solamente en 0.5% se aplicó una técnica mixta de anes-
Menor de 40 0 > 175% del peso ideal 3 tesia general balanceada más bloqueo peridural (cuadro
De 40 a 70 1 8. Trauma en extremidades 13–9).
Mayor de 70 2 No 0 Las enfermedades más frecuentes en esta población
3. Historia de TVP o Tejidos blandos 1 incluyeron cataratas (13.8%), hemorragia vítrea (9.7%),
TEP cáncer (8.5%), tumor (6.8%), hemorragia del tubo di-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

No 0 Fx de tibia/peroné 2 gestivo (5.4%), insuficiencia arterial (4.5%), colecisti-


Sospecha 1 Fx de fémur 3 tis crónica litiásica (4.2%), desprendimiento de retina
Probable 2 Fx de cadera, pelvis 4
Múltiples 3 9. Sistema de coagulación
4. Inmovilidad Normal 0 Cuadro 13–9. Características generales
No 0 Sospecha de alteración 1
1 a 3 días 1 Alterado tratado 2 Variable Frecuencia
> 3 días 2 Alterado sin tratar 3 Tamaño de la muestra 3 320
5. Malignidad 10. Sistema endocrino Edad (años) 70.03 " 7.67
No 0 Normal 0 Sexo M/F (%) 49/51
Adenocarcinoma 1 Tratamiento hormonal 1 Peso (kg) 67.25 " 16.99
Tumor extenso 2 Talla (cm) 150.81 " 33.86
Metástasis 3 Cirugía electiva/urgencia (%) 70/30
160 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)

(3.5%), glaucoma (3.4%), disfagia (2.9%), enfermedad El perfil epidemiológico que en la actualidad carac-
carotídea (2.5%), litiasis urinaria (2.4%), hemorragia teriza a México es el predominio de las enfermedades
subaracnoidea (2.4%), hidrocefalia (2.6%), hernia in- no transmisibles y las lesiones por accidentes, situación
guinal (1.7%), hipertrofia prostática (3.5%), dacrioeste- que está relacionada con el envejecimiento de la pobla-
nosis (1.7%), insuficiencia renal crónica (1.5%), em- ción y con estilos de vida poco saludables. La transfor-
piema y sepsis (1.4%), estenosis esofágica (1.4%), mación en el patrón de daño a la salud impone nuevos
dehiscencia de la herida quirúrgica (1.2%), enfermedad desafíos en la manera de organizar y gestionar los servi-
por reflujo gastroesofágico (1.2%), intubación prolon- cios médicos, ya que las etapas intermedias y terminales
gada (1.2%), otitis media crónica (1.1%), fístula de lí- de las enfermedades que nos aquejan demandan una
quido cefalorraquídeo (1%), colitis (1%) y cirrosis he- atención compleja, costosa y de larga duración que exige
pática (0.4%). el empleo de alta tecnología y que precisa la participa-
Fallecieron seis pacientes (cuatro hombres y dos mu- ción de múltiples áreas, entre las cuales la especialidad
jeres); cuatro eran del Servicio de Angiología (tres por de anestesiología desempeña un papel trascendental, al
ruptura de aneurisma de aorta abdominal y uno por insu- atenuar o modificar mediante el tratamiento anestésico y
ficiencia arterial crónica agudizada), uno de Urología analgésico los riesgos propios de la edad o de la cirugía,
(choque hipovolémico) y otro de Cirugía de Cabeza y contribuyendo de esta manera a incrementar el bienestar
Cuello (choque hipovolémico), lo cual brinda una tasa de de los pacientes y la calidad de la atención médica.
18 por cada 10 000 pacientes geriátricos anestesiados.43

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162 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 13)
Capítulo 14
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente oncológico
María Elena Rendón Arroyo

INTRODUCCIÓN hasta el tratamiento, la rehabilitación, el control y la


promoción de una buena calidad de vida.
La terapéutica del cáncer evoluciona día a día de ma-
nera espectacular; gracias a estos adelantos y al número
El cáncer constituye un grupo de enfermedades crónico creciente de pacientes que sobreviven más tiempo es se-
degenerativas provocadas por factores genéticos here- guro que los pacientes oncológicos se presenten a ciru-
dados o externos. La Organización Mundial de la Salud gía con mayor frecuencia.
(OMS) señala que el consumo de tabaco es el principal La anestesiología oncológica es una rama de la medi-
factor de riesgo para desarrollar la enfermedad, así cina especializada en la atención perioperatoria de pa-
como el sobrepeso y la obesidad, una dieta escasa en cientes con padecimientos malignos en su mayoría que
frutas y verduras, el sedentarismo, el consumo de alco- serán sometidos a procedimientos médico–quirúrgicos
hol, la presencia de enfermedades de transmisión sexual diagnósticos o terapéuticos, por lo que el anestesiólogo
—como el virus de la inmunodeficiencia humana y el debe conocer a fondo la biología, la histopatología y la
virus del papiloma humano—, la contaminación del fisiología básicas del cáncer, así como las toxicidades
aire urbano y la presencia de humo por la utilización de tempranas y tardías derivadas de su tratamiento.6
combustibles sólidos —como la leña.1,2
La incidencia de casos nuevos de cáncer aumenta día
con día, por lo que se reconoce que el cáncer es un im- EPIDEMIOLOGÍA
portante problema de salud pública debido a la alta fre-
cuencia de casos, a su impacto económico y a su trans-
cendencia social en cuanto al sufrimiento humano que A nivel mundial el cáncer es una de las principales cau-
origina. A nivel mundial se encuentra dentro de las pri- sas de mortalidad, atribuyéndosele 7.9 millones de de-
meras causas de muerte. funciones en 2007. La OMS estima que alrededor de 84
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

La Cumbre Mundial contra el Cáncer para el Nuevo millones de personas morirán a causa de esta enferme-
Milenio se celebró el 4 de febrero en París. En ella se es- dad entre 2005 y 2015. Asimismo, reporta que la morta-
tableció una alianza entre investigadores, profesionales lidad más alta es debida al cáncer de pulmón, seguido
de la salud, pacientes, gobiernos, industria y medios de por el de estómago, de hígado, de colon y de mama. De
comunicación para luchar contra esta enfermedad, dan- acuerdo con el sexo las incidencias más frecuentes en
do como resultado la Carta de París, que da fe de dicha los hombres son el cáncer de pulmón, de estómago, de
alianza y establece el 4 de febrero como el Día Mundial hígado, de colon y recto, de esófago y de próstata; y para
contra el Cáncer.2,4,5 las mujeres el de mama, de pulmón, de estómago, de co-
El tratamiento integral de un paciente oncológico va lon y recto y cervicouterino.
desde la prevención, la detección, el diagnóstico antes En México los tumores malignos ocupan el tercer lu-
de la aparición de síntomas y la evaluación completa gar entre las principales causas de muerte, por debajo de

163
164 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 14)

1515.5 15.5 15.4 15.3 15.6 15.2 15.7 15.4 de cáncer de los órganos digestivos, seguido del aparato
14.7
13.6 13.4 respiratorio y de los órganos genitales; en la población
13.2 13.3 13.4 13.4 13.6 13.4 menor de 20 años de edad resalta el cáncer del tejido lin-
12.4 12.7 12 12 11.9 11.8
11.4 11.5 11.7 11.8 fático, de los órganos hematopoyéticos y de tejidos afi-
10.6 10.9
nes, así como las lesiones de ojo, de encéfalo y de otras
partes del sistema nervioso central, y de los órganos ge-
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
nitales masculinos (siendo común el cáncer testicular).
Figura 14–1. Porcentaje de defunciones por tumores malig- En las mujeres la incidencia de cáncer en menores de 20
nos por sexo según el año de ocurrencia, 1998–2007. años de edad la encabezan los tumores del tejido linfáti-
co, órganos hematopoyéticos y tejidos afines, seguido
de ojo, encéfalo y otras partes del sistema nervioso cen-
los decesos por las enfermedades cardiovasculares y las tral y los órganos digestivos, genitales y mama. Sin em-
enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas. bargo, en la población de 50 a 59 años es cuando se en-
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INE- cuentra la mayor prevalencia de defunciones por estos
GI)2 informó que de 1988 a 2007 se reportó un incre- tipos de cáncer.
mento en las defunciones por tumores malignos, siendo
las mujeres las que presentan los porcentajes más altos
(figura 14–1). MECANISMOS DE LA ENFERMEDAD
Algunos tipos de cáncer se localizan de forma dife-
renciada en mujeres y hombres, sea por factores bioló-
gicos o de riesgo, lo que influye en su prevalencia. Los
tres principales tipos de cáncer que causaron defuncio- El cáncer se debe a la acumulación de mutaciones en los
nes en las mujeres fueron el de mama (13.8%), el cervi- genes que regulan la proliferación celular. Los genes in-
couterino (12.1%) y el de hígado (7.6%), mientras que tervienen en la carcinogénesis, bien como consecuencia
en los hombres fueron el cáncer de próstata (15.7%), de de rasgos hereditarios que predisponen al desarrollo de
tráquea, bronquios y pulmón (14%) y de estómago (9%) neoplasias (metabolismo alterado de sustancias poten-
(figura 14–2). cialmente carcinógenas y disminución de la función del
Por otro lado, la edad de la población está relacionada sistema inmunitario) o bien por la mutación de genes
con el tipo de cáncer que padece. Los hombres mayores normales a oncogenes. El cáncer parece surgir de los
de 60 años de edad presentan mayor incidencia de casos efectos carcinógenos en dos diferentes clases de genes.

2006 2007 Tumores malignos 2006 2007


3.6 3.1 Encéfalo 2.6 2.3

2.5 2.3 Laringe 0.4 0.3


16.6 14.0 Tráquea, bronquios y pulmón 7.7 6.8
0.1 0.1 Mama 15.0 13.8

8.6 7.1 Hígado 9.2 7.6


5.6 5.2 Páncreas 5.8 5.4
10.4 9.0 Estómago 8.4 7.5
3.5 3.3 Vías urinarias 2.2 2.0
17.1 15.7 Próstata Ovarios 5.5 4.9
Cuello del útero 13.9 12.1
5.0 4.6 Colon 4.6 4.7

7.0 6.2 Leucemia 5.8 5.4


4.0 3.6 Linfoma no Hodgkin 3.0 2.7
16.0 25.8 Otros 15.9 24.5

Figura 14–2. Distribución porcentual de las defunciones por tumores malignos para cada sexo, 2006–2007. Fuente: INEGI: Esta-
dísticas vitales. Defunciones 2006 y 2007. Base de datos.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico 165

La primera comprende agentes que dañan los genes in- metastásica o a los efectos de sustancias secretadas por
volucrados en el control de la proliferación celular (pro- el tumor que repercuten en la función de órganos a dis-
tooncogenes); la otra categoría incluye agentes que no tancia (síndromes paraneoplásicos).21 Estas manifesta-
dañan los genes pero potencian selectivamente el creci- ciones en forma aislada no se distinguen de los signos
miento de las células tumorales.7 y síntomas de anomalías benignas; por lo tanto, el cán-
El cáncer surge cuando una célula acumula varias cer debe figurar en el diagnóstico diferencial de cual-
mutaciones, por lo general a lo largo de varios años, y quier afección, por inocente o trivial que parezca. Por lo
al final escapa de las restricciones de la proliferación; general el cáncer es asintomático y cuando se manifiesta
las mutaciones le permiten a la célula y a sus descen- clínicamente la masa tumoral pone en peligro la función
dientes acumular alteraciones adicionales y perpetuar- de órganos vitales.
las en un número creciente de células formando un tu-
mor. A los factores que mutan estas dos categorías de
genes se les conoce genéticamente como factores ini- DIAGNÓSTICO Y ESTADIFICACIÓN
ciadores y factores promotores.9,10
El principal peligro de las neoplasias malignas es su
capacidad para generar metástasis, es decir, permiten
que algunas de estas células emigren, transportando la La confirmación inicial del diagnóstico de cáncer se
enfermedad a otras partes del cuerpo. hace casi siempre a través del estudio histopatológico de
Una teoría sostiene que muchos agentes ambientales, una muestra tomada por aspiración, una biopsia o un es-
así como el envejecimiento y otros procesos vitales, pécimen quirúrgico. De manera excepcional, el diag-
participan incrementando la generación de radicales li- nóstico se sustenta en circunstancias especiales mediante
bres en el cuerpo. Los radicales libres son fragmentos marcadores tumorales altos en el contexto de un cuadro
de moléculas químicamente reactivas que mediante clínico compatible. Para delimitar la presencia del
reacciones con el ácido desoxirribonucleico (DNA) tumor y su grado de propagación se utilizan las técnicas
pueden dañar y mutar al gen de modo permanente. de imagen, como la tomografía computarizada y la reso-
Otros agentes que pueden causar cáncer, como los virus, nancia magnética.20 Una vez establecido el diagnóstico
parecen actuar de modo diferente, al acelerar la tasa de histológico, cuando la situación clínica lo permite, se
división celular. Las mutaciones que ocurren en una cé- efectúan los estudios de extensión pertinentes, que per-
lula madura se llaman mutaciones somáticas.11 mitirán asignar una etapa clínica. Un sistema muy utili-
Los genes heredados de los padres también tienen in- zado para la estadificación de los tumores sólidos es el
fluencia en el desarrollo del cáncer. Algunos individuos TNM, basado en el tamaño del tumor (T), la afectación
nacen con mutaciones que promueven directamente el de los ganglios linfáticos (N: del inglés node, que quiere
crecimiento excesivo de ciertas células o la formación decir “ganglio”) y las metástasis a distancia (M). Con
de más mutaciones. Las mutaciones presentes en todas este sistema los pacientes se distribuyen en estadios que
las células desde la morfogénesis de un organismo se van de los que tienen mejor pronóstico (estadio 1) a los
conocen como mutaciones germinales.19 ,30 que tienen peor pronóstico (estadios 3 y 4). La estadifi-
cación cumple los siguientes objetivos:

S Facilita la comunicación entre médicos.


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MANIFESTACIONES CLÍNICAS S Permite comparar resultados entre diferentes for-


mas de tratamiento o instituciones.
S Sirve como guía de tratamiento.
S Permite emitir un pronóstico.
Desde el punto de vista clínico, cáncer es un término ge-
nético de muchas enfermedades que tienen en común la La capacidad de infiltración de un tumor depende de la
proliferación sin restricciones de una clona con capaci- liberación de distintos mediadores tumorales que modi-
dad para destruir los tejidos sanos con los que interac- fican el microambiente adyacente, de forma tal que las
ciona o con capacidad para diseminarse a distancia, o células cancerosas puedan propagarse a lo largo de las
ambas cosas. En consecuencia, no existe una manifesta- líneas de menor resistencia. Los canales linfáticos no
ción típica de cáncer, sino que las manifestaciones refle- tienen membrana basal, por lo que la extensión local del
jan la localización del tumor en determinado órgano o cáncer depende de la anatomía de los ganglios linfáticos
sistema, o los efectos a distancia debidos a enfermedad regionales.25,27,28
166 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 14)

TRATAMIENTO Esta medida terapéutica es utilizada antes o después de


la cirugía oncológica o en combinación con la quimiote-
rapia; en el primer caso se emplea para reducir el tama-
ño del tumor, de manera que su resección quirúrgica sea
Los objetivos generales del tratamiento oncológico in- más accesible, y en el segundo caso para complementar
cluyen la curación, es decir, la completa erradicación de el tratamiento quirúrgico.
la enfermedad. Si esto no es posible, la segunda priori- La radioterapia se podría clasificar en dos grandes
dad es la paliación y el mantenimiento de una buena ca- grupos:
lidad de vida.
La decisión correcta en la selección del tratamiento 1. Radioterapia curativa. Se trata del tipo de radio-
del cáncer requiere el conocimiento perfecto de la evo- terapia radical que se usa no combinada con otros
lución y la extensión de la enfermedad. El tratamiento elementos terapéuticos, la cual es curativa en un
abarca la quimioterapia, la radioterapia, la cirugía y las alto porcentaje de los casos.
combinaciones de ellas. 2. Radioterapia paliativa, para disminuir algunos
El tratamiento adecuado se debe considerar a la luz síntomas del cáncer en busca de mejorar la calidad
del objetivo a perseguir, es decir, el intento por curar o de vida; se usa en los pacientes con dolor de difícil
los fines paliativos. El objetivo terapéutico requiere el control, casos de hemorragias o secreciones féti-
reconocimiento del pronóstico, incluidos los factores das o purulentas, obstrucción bronquial o de las
inherentes al tumor, los factores del paciente, los riesgos vías aerodigestivas, aumento de la presión intra-
anestésico y quirúrgico, las limitaciones terapéuticas craneana, ulceraciones y otras.22,25
impuestas por trastornos concomitantes, los deseos del La administración de dosis altas de radioterapia en pe-
paciente y el efecto del tratamiento en la calidad de vida. queños volúmenes de tejido puede producir alteracio-
Una faceta imprescindible en el tratamiento de estos pa- nes patológicas en órganos específicos que son impor-
cientes es el alivio adecuado del dolor agudo y el cró- tantes en la anestesia, como la radiación en la laringe y
nico.18,22 los ganglios paratraqueales, que puede dar lugar a ede-
Sin duda, los mejores resultados se obtienen de los ma y congestión de la mucosa de la epiglotis, la glotis
esfuerzos coordinados de un grupo de especialistas mé- y el cartílago cricoides, produciendo a largo plazo teji-
dicos y paramédicos que permitan diseñar las mejores dos fibrosos acartonados y fácilmente sangrantes. En el
estrategias de manejo y rehabilitación. pulmón provoca neumonitis por radiación, que es un
proceso mediado inmunitariamente que resulta en una
alveolitis linfocítica de linfocitos T, y fibrosis de los
RADIOTERAPIA vértices pulmonares; la fase aguda de la neumonitis por
radiación aparece en un mes, mientras que en la fibrosis
pulmonar crónica tardía el colágeno prolifera en los va-
sos pulmonares y aparece una fibrosis subendotelial y
La radioterapia es una alternativa de tratamiento para perivascular que se puede presentar hasta transcurridos
tumores radiosensibles. Cuando una radiación ionizan- 18 meses de la radiación. La radiación del tórax puede
te, sea electromagnética o de partículas, incide en los te- provocar arritmias cardiacas, cambios en ST y en la T
jidos, se inicia una serie compleja de eventos que, si se en el electrocardiograma, esclerosis de la arteria coro-
tiene éxito, conducen a la destrucción de las células tu- naria conducente a angina o infarto del miocardio,
morales y a la erradicación final del tumor. El blanco ce- disminución de la función ventricular, pericarditis e in-
lular crítico es el núcleo y su concentración de DNA. La suficiencia cardiaca congestiva. En las glándulas supra-
radiosensibilidad y la radiocurabilidad dependen de va- rrenales hay disminución en la producción de corticos-
rios factores, entre los que se incluyen: teroides. La radioterapia en el riñón produce nefritis por
radiación; se genera estenosis de la arteria interlobuli-
1. El número de células en proliferación activa. llar y se pueden necrosar los glomérulos; asimismo,
2. El porcentaje de células diferenciadas y que no es- puede haber hipertensión en relación con los niveles de
tán en etapa mitótica. renina en plasma, pudiendo ser necesaria la nefrecto-
3. La tensión de oxígeno en los tejidos. mía. En el hígado se puede producir hepatitis por radia-
4. La capacidad del tejido u órgano de repoblar con ción con disminución de la actividad de al menos una
tiempo suficiente. enzima hepática que metaboliza los fármacos. A los tres
5. El tamaño tumoral del tipo de tumor. meses de radiación se puede presentar una degenera-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico 167

ción grasa leve, acidofilia periportal y algún infiltrado potencia citotóxica de cada uno de los agentes por sí so-
inflamatorio en los tabiques interlobulillares. En cuanto los. Esto es evidente en el tratamiento quimioterapéu-
a la tiroides, el hipotiroidismo se debe a la acción de la tico de cáncer de mama, linfoma, cáncer testicular, cán-
radioterapia sobre las neoplasias de áreas de la cabeza cer de vejiga, cáncer pulmonar y leucemia aguda.26
y el cuello, y a tratamiento del hipertiroidismo con yodo La quimioterapia se utilizó por primera vez en 1940
radiactivo. En las arterias principales las dosis masivas y ha tenido una evolución sorprendente; se han podido
de radiación producen ocasionalmente aterosclerosis y desarrollar fármacos antineoplásicos muy eficaces. En
estenosis de los vasos subclavios, iliacos y femorales. la actualidad se han establecido protocolos (fármacos,
En el sistema nervioso central la radioterapia puede pro- dosis y ciclos) específicos en función del tipo, el estadio
vocar un síndrome de anorexia, irritabilidad, letargo y y las características particulares del cáncer de cada pa-
somnolencia, así como neuropatías periféricas. En la ciente afectado. Los tratamientos tienen un fin dirigido:
piel produce inflamación que puede llegar a la necrosis;
las lesiones de la piel de la cara, la mucosa oral y la S Adyuvante: posterior a la cirugía para evitar recu-
xerostomía de los dientes en ocasiones presentan pro- rrencia.
blemas durante la intubación, por lo que al colocar la S Neoadyuvante: antes de la cirugía; intenta dismi-
mascarilla se debe tener cuidado de no lesionar directa- nuir el tamaño del tumor.
mente las zonas de necrosis y al introducir el laringosco- S De consolidación: para mantener la remisión una
pio se procurará evitar el contacto con los dientes en mal vez que el tumor remitió.
estado, que son fáciles de desprenderse o fracturarse, lo S De mantenimiento: en dosis menores para pro-
que puede provocar sangrados que dificulten la visuali- longar la remisión.
zación de la tráquea, que puede estar desviada por las re- S De primera elección: terapia estándar.
tracciones de la fibrosis. S De segunda elección: cuando la enfermedad no
Después de la radioterapia la región radiada puede responde a la primera elección o cuando recurre
presentar tejidos congestivos que pueden provocar san- después de la quimioterapia estándar.
grados abundantes durante la cirugía.20,21 S Paliativa: para disminuir los síntomas ocasiona-
dos por la enfermedad sin esperar que disminuya
o desaparezca.

QUIMIOTERAPIA El tratamiento sistémico con agentes antineoplásicos es


utilizado con mayor frecuencia en el control de la enfer-
medad neoplásica y en la prevención a diversos órganos
y sistemas. Las complicaciones de toxicidad se presen-
tan de manera aguda o crónica, y pueden ser de tipo pro-
Incluye el uso de productos farmacéuticos antineoplási-
gresivo con duración de semanas o meses, o bien mani-
cos con actividad citotóxica o citocida. Como disciplina
de la terapéutica anticancerosa la quimioterapia desem- festarse varios años después del tratamiento. Una vez
diagnosticado el paciente con enfermedad maligna re-
peña una función importante junto con la cirugía y la ra-
quiere un tratamiento multidisciplinario por parte de un
dioterapia como una forma primaria de tratamiento.
equipo de especialistas que interactúan en diversas eta-
Se sabe que gran parte de los agentes citotóxicos ac-
pas de acuerdo con la evolución de la enfermedad.
túan en fases específicas del ciclo celular, sobre todo en
Se debe recordar que el empleo de varios agentes qui-
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la células que se encuentran en etapas de división rápida.


mioterapéuticos actúa también sobre tejidos normales
La terapia antitumoral se puede clasificar en dos
grandes grupos: de proliferación rápida, como el tracto gastrointestinal
(mucositis), el folículo piloso (alopecia) y la médula
ósea (mielosupresión y anemia).22,26,28
1. Específica: incluye fármacos que ejercen su acti-
Ningún agente quimioterapéutico está desprovisto
vidad tumoral en ciertas fases del ciclo de la célula
de reacciones adversas, de las cuales las más comunes
cancerosa en división.
incluyen:10
2. No específica: incluye fármacos que poseen acti-
vidad antitumoral en cualquier etapa de la división a. Náusea.
celular o durante el estado de reposo. b. Vómito.
c. Escalofríos y fiebre.
En la actualidad está reconocido el hecho de que la com- d. Flebitis.
binación de agentes antineoplásicos puede aumentar la e. Reacciones de hipersensibilidad.
168 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 14)

f. Erupciones cutáneas. tas de anestésicos locales en el transoperatorio, como la


g. Insuficiencia renal. bupivacaína y la lidocaína, en pacientes que hayan reci-
h. Hipocalcemia. bido tratamiento con adriamicina, esta combinación pue-
i. Neuropatías periféricas dolorosas. de resultar mortal por lo difícil que resulta reanimar a
estos pacientes por la cardiomiopatía existente. En estu-
dios de necropsia se han observado pérdida de células
Toxicidad pulmonar miocárdicas con cambios fibróticos y aumento en los de-
pósitos de Ca++ intracelular.25 El uso de agentes volátiles,
En los pacientes tratados con fármacos quimioterapéu- como el isoflurano, los anestésicos locales (bupivacaína/
ticos que producen efectos secundarios pulmonares co- lidocaína) en altas dosis o bien el empleo de ketamina,
nocidos es necesario considerar la posible presencia de produce un importante efecto cardiodepresor. Los cam-
toxicidad en estos órganos. En este sentido, una historia bios electrocardiográficos que se presentan incluyen:
preoperatoria de fibrosis pulmonar (disnea, tos y tos no
productiva) puede influir de manera importante en el a. Insuficiencia biventricular.
comportamiento durante la anestesia y después de ella. b. QRS de bajo voltaje.
c. Extrasístoles auriculares y ventriculares.

En el estudio de ecocardiografía se observa una dismi-


Fibrosis pulmonar nución de la contractilidad cardiaca. La cardiomiopatía
por adriamicina contribuye a la muerte del paciente por
Con la presencia de un pulmón fibrótico se presentan insuficiencia cardiaca, manifestada por disnea, taqui-
cambios en el transporte de oxígeno. Existen cerca de cardia, ingurgitación yugular, hepatomegalia, tos no
19 tipos diferentes de agentes quimioterapéuticos que productiva, QRS de bajo voltaje y cardiomegalia.
son utilizados de manera rutinaria, los cuales están liga- La cardiomiopatía asociada a antraciclinas es una de
dos al desarrollo de síndromes pulmonares.31 las formas más importantes de cardiotoxicidad. Tam-
La evaluación pulmonar preoperatoria de estos pa- bién la miocarditis asociada a ciclofosfamida y 5–fluo-
cientes como candidatos a cirugía requiere el conoci- rouracilo causa isquemia e infarto del miocardio en más
miento específico de los agentes quimioterapéuticos de 17% de los pacientes.5,10 Hay evidencia de que otros
empleados y conocer los efectos tóxicos de las dosis agentes, como la ciclofosfamida en grandes dosis, pue-
acumulativas, así como las posibles lesiones pulmona- den producir pericarditis y derrame pericárdico, el
res producidas a corto, mediano y largo plazos23,24 Al- 5–fluorouracilo puede generar isquemia cardiaca y la
gunos agentes citotóxicos pueden producir daño pulmo- vincristina y la vinblastina se han relacionado con pade-
nar por alteración en el balance entre la formación de cimientos de la arteria coronaria, incluyendo vasoes-
metabolitos oxigenorreactivos, tales como el ion super- pasmo, angina e infarto.23,25,29
óxido, el peróxido de hidrógeno y el radical hidróxido
y su sistema antioxidante.
Los factores de riesgo que predisponen al desarrollo
de toxicidad pulmonar varían en cuanto a los diferentes
SÍNDROME DE LISIS TUMORAL
agentes quimioterapéuticos utilizados, los cuales inclu-
yen la dosis total, la edad, la terapia previa con radiacio-
nes ionizantes o concomitantes, la exposición a la terapia Se debe a la destrucción brusca de células tumorales por
con empleo de agentes citotóxicos y la enfermedad pul- el tratamiento, con liberación de precursores del ácido
monar previa.10 Entre los agentes quimioterapéuticos úrico, el potasio y el fosfato. Este síndrome es más fre-
que producen daño pulmonar destaca de manera impor- cuente en el tratamiento de las neoplasias hematológi-
tante la bleomicina y con menor importancia la mitomi- cas, tales como la leucemia linfoblástica aguda. La insu-
cina, las nitrosoureas, la ciclofosfamida y el metotrexato. ficiencia renal favorece la hiperuricemia, pero en caso
de alteración renal son más frecuentes la hipercalcemia
y las arritmias cardiacas. Por el contrario, la hipofosfa-
Complicaciones cardiacas temia puede producir una hipocalcemia secundaria, con
aumento del riesgo de arritmias cardiacas debidas a la
La cardiomiopatía es una entidad de gran interés para el hipopotasemia, que también puede causar síntomas
anestesiólogo, debido a que cuando se utilizan dosis al- neuromusculares, como la tetania.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico 169

VALORACIÓN PREANESTÉSICA La clasificación de Karnofsky es una escala análoga


de 0 a 100 directamente proporcional al estado clínico
del paciente con cáncer. Un paciente sin repercusión al-
guna y una calidad de vida óptima corresponde a 100;
La valoración preanestésica del paciente oncológico se gradualmente se va deteriorando hasta cero, que corres-
debe realizar de forma sistemática y cuidadosa, con la ponde a un paciente muerto.14 Fue creada por David
finalidad de cubrir los siguientes objetivos: Karnofsky, Abelmann, Craver y Burchenal en 1948
(cuadro 14–1); fue modificada por Thorne y reciente-
S Evaluar al paciente a través de la historia clínica, mente fue rectificada en Australia con el fin de aumen-
el examen físico y los estudios complementarios; tar su utilidad clínica, ya que no sólo sirve para estable-
solicitar nuevas pruebas si son necesarias. cer un estado clínico determinado por el efecto de la
S Revisar la etapa clínica de la patología oncológica neoplasia, sino que su utilidad mayor radica en que per-
y los tratamientos previos sin importar la antigüe- mite evaluar la respuesta a los tratamientos, como qui-
dad, su toxicidad y el grado de recuperación de la mioterapia o radioterapia, ya que al haber una respuesta
toxicidad. mejora la calidad de vida; si existe toxicidad importante
S Revisar la patología preexistente y su control en la calificación baja. Esto último es importante en los pa-
los últimos meses, haciendo énfasis en la medica- cientes que van a ser sometidos a cirugía, ya que la toxi-
ción actual y las alergias, así como detectar patolo- cidad de los tratamientos disminuye la tolerancia del
gías nuevas o no diagnosticadas para su adecuado paciente a los efectos depresores de los anestésicos y au-
control, y determinar el grado de riesgo indivi- menta su toxicidad. La ECOG tiene el mismo principio
dual. clínico que la escala de Karnofsky; sin embargo, no es
S Mejorar el estado del paciente ajustando el trata- una escala análoga, sino una clasificación en seis cate-
miento si es necesario, teniendo en cuenta las posi- gorías (de 0 a 5) con relación inversa al grado de dete-
bles interacciones medicamentosas con agentes rioro del paciente secundario a la neoplasia, que evalúa
anestésicos. principalmente su desempeño en las actividades coti-
S Solicitar las interconsultas o estudios de laborato- dianas y el autocuidado. En el cuadro 14–2 se ilustra la
rio y gabinete necesarios. clasificación original, a la cual se le han hecho modifi-
S Establecer una relación médico–paciente cordial caciones menores para hacer cómodo su uso rutinario.
y relacionada con el proceso anestésico: se trata de Ambas escalas son de fácil aplicación en el paciente
conocer al paciente y hacerle entender el proceso oncológico. Es recomendable utilizar ambas, ya que a
anestésico–quirúrgico; está demostrado que una pesar de ser muy similares permiten ampliar el conoci-
relación de confianza reduce la ansiedad y se con- miento de la calidad de vida del paciente fuera del hos-
siguen mejores resultados en la recuperación pos- pital y a través de la revisión del expediente clínico co-
anestésica. nocer su evolución en los últimos meses, pues impactan
S Desarrollar una estrategia de manejo anestésico en la preparación preoperatoria, la tolerancia a los trata-
adecuado para todo el proceso perioperatorio en mientos y el estado nutricional.
busca del máximo beneficio con el mínimo riesgo. Una forma práctica de habituarse a su uso consiste en
S Informar al paciente y a sus familiares sobre los correlacionar ambas escalas (cuadro 14–3), destacando
riesgos, las posibles complicaciones y la necesi- las equivalencias entre las categorías de la escala ECOG
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dad de monitoreo invasivo. y de Karnofsky a manera de resumen.16 Cabe aclarar


S Motivar el cambio de hábitos para optimizar el tra- que es sólo una referencia para familiarizarse con estas
tamiento preoperatorio, como dejar de fumar, ha- escalas, pues lo correcto es utilizar las clasificaciones
cer ejercicio, bajar de peso, etc. estándar completas de la forma más objetiva posible.
S Premedicación en todos lo pacientes. Antes de la cirugía puede ser necesario corregir las
S Obtener cobertura legal mediante la realización deficiencias nutricionales, la anemia, la coagulopatía y
del consentimiento informado para procedimien- los trastornos electrolíticos. Las náuseas y los vómitos
tos anestésicos. son los efectos secundarios más frecuentes y molestos
de la quimioterapia y de la radioterapia. La metoclopra-
Se han creado dos valoraciones para establecer la reper- mida y los antagonistas de la serotonina, como el ondan-
cusión funcional que ejerce el cáncer en el paciente: la setrón, pueden ser de mucha utilidad. Los antidepresi-
clasificación de Karnofsky y la clasificación del East- vos tricíclicos resultan útiles para potenciar los efectos
ern Cooperative Oncology Group (ECOG).11 analgésicos de los opiáceos utilizados para el tratamien-
170 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 14)

Cuadro 14–1. Escala de Karnofsky y sus modificaciones


Puntuación Karnofsky original Karnofsky modificado por Karnofsky modificado
Thorne en Australia (2005)
100 Normal, no presenta signos o sín- Normal, no presenta signos o sín- Normal, no presenta signos o sín-
tomas de la enfermedad tomas de la enfermedad tomas de la enfermedad
90 Capaz de llevar a cabo actividad Capaz de llevar a cabo actividad Capaz de llevar a cabo actividad
normal, signos y síntomas leves normal, signos y síntomas leves normal, signos y síntomas leves
80 Actividad normal con esfuerzo, Actividad normal con esfuerzo, Actividad normal con esfuerzo,
algunos signos o síntomas de algunos signos o síntomas de algunos signos o síntomas de
enfermedad enfermedad enfermedad
70 Capaz de cuidarse, pero incapaz Capaz de cuidarse, pero incapaz Capaz de cuidarse, pero incapaz
de llevar a cabo actividad normal de llevar a cabo actividad normal de llevar a cabo actividad normal
o trabajo activo o trabajo activo o trabajo activo
60 Requiere atención ocasional; sin Requiere la visita de un profesional Requiere atención ocasional; sin
embargo, puede atender la al menos una vez a la semana embargo, puede atender la
mayoría de sus necesidades mayoría de sus necesidades
50 Requiere asistencia y frecuentes Requiere la visita de un profesional Requiere asistencia y frecuentes
cuidados médicos más de una vez a la semana cuidados médicos
40 Discapacitado, necesita cuidado y Encamado más de 50% del tiempo Encamado más de 50% del tiempo
atenciones especiales
30 Invalidez severa, hospitalización Postrado en cama casi todo el Postrado en cama casi todo el
indicada y tratamiento general tiempo tiempo
de sostén
20 Inválido grave, necesita hospitali- Totalmente postrado en cama, Totalmente postrado en cama,
zación y tratamiento general de requiere grandes cuidados de requiere grandes cuidados de
sostén enfermería por parte de profesio- enfermería por parte de profesio-
nales o familiares nales o familiares
10 Moribundo, rápida progresión de la Comatoso, apenas despierto Comatoso, apenas despierto
enfermedad hacia la muerte
0 Muerto Muerto Muerto

to del dolor crónico por cáncer; pueden causar sedación MANEJO ANESTÉSICO
preoperatoria. La presencia de alteraciones hepáticas o
renales influye en la elección de los fármacos anestési-
cos y de los relajantes musculares; hay que tener cui-
dado con estos últimos, en especial con los que requie- Una gran cantidad de datos científicos básicos apoyan
ran colinesterasas plasmáticas para su metabolismo, ya la hipótesis de que la respuesta al estrés quirúrgico au-
que hay agentes de quimioterapia, como los alquilantes, menta la probabilidad de diseminar el cáncer y la metás-
que las inhiben y pueden prolongar su efecto. tasis durante la cirugía del cáncer y después de ella. El

Cuadro 14–2. Escala del desempeño del Eastern Cooperative Oncology Group
Categoría Características
ECOG 0 El paciente se encuentra totalmente activo y es capaz de realizar un trabajo y actividades normales cotidianas
previas a la enfermedad sin restricciones
ECOG 1 Restricción para realizar actividad vigorosa, pero ambulatorio y capaz de realizar trabajo ligero o sedentario, por
ejemplo, trabajo de oficina
ECOG 2 Ambulatorio y capaz de cuidar de sí mismo, pero no es capaz de realizar ninguna actividad o trabajo. Se man-
tiene activo en 50% o más del tiempo que permanece despierto
ECOG 3 Únicamente es capaz de un autocuidado limitado. Confinado en cama o silla más de 50% de las horas en que
se encuentra despierto
ECOG 4 Totalmente incapacitado, no puede cuidar de sí mismo, totalmente postrado en cama
ECOG 5 Muerto
The Eastern Cooperative Oncology Group, Robert Comis, Group Chair. Traducido de Oken MM, Creech RH, Tormey DC, Horton J, Davis TE et
al.: Toxicity and response criteria of the Eastern Cooperative Oncology Group. Am J Clin Oncol 1982;5:649–655.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico 171

Cuadro 14–3. Correlación entre las escalas Karnofsky y del Eastern Cooperative
Oncology Group de acuerdo con la capacidad del paciente
ECOG Nivel de capacidad del paciente con cáncer Karnofsky
0 Asintomático. Actividad normal 100
1 Sintomático pero ambulatorio 80 a 90
2 Sintomático: en cama menos de 50% del día. Casi no requiere asistencia 60 a 70
3 Sintomático: en cama más de 50% del día. Requiere asistencia considerable 40 a 50
4 100% confinado a la cama. Gravemente incapacitado 20 a 30
Moribundo 10
5 Muerto 0

manejo anestésico del paciente con cáncer, por lo tanto, peñar un papel en este proceso e indirectamente podría
puede influir en el resultado a largo plazo. Los datos promover el desarrollo de células malignas.35,36
preclínicos sugieren que los enfoques benéficos inclu- La técnica anestésica seleccionada debe estar dirigi-
yan la inducción de selección de medicamentos, como da a evitar los efectos adversos y no agravar el estado
el propofol, minimizando el uso de anestésicos voláti- metabólico del paciente oncológico, lo cual va a depen-
les, y la administración conjunta de antagonistas de la der de la cirugía planeada y de las regiones anatómicas
ciclooxigenasa con opiáceos sistémicos. involucradas (cirugía de cabeza y cuello, tórax, abdo-
Ensayos clínicos sugieren que la adición de la aneste- men alto, abdomen bajo, órganos genitales y miembros
sia regional podría disminuir la recidiva después de la superiores e inferiores).
cirugía del cáncer. Otros factores, como la transfusión Se deben tomar decisiones basadas en las ventajas y
de sangre y la regulación de la temperatura, también desventajas que ofrecen las técnicas (local, general re-
pueden tener una influencia significativa en los resulta- gional o una combinación de ellas).
dos a largo plazo en lo referente a la diseminación del
cáncer.
La idea de que la cirugía promueve la reincidencia Anestesia general
del cáncer local y metástasis a distancia no es nueva. De
hecho, hace más de dos milenios las observaciones rela- La utilización de los diferentes fármacos anestésicos
tivas a los efectos negativos de la manipulación quirúr- para la inducción y el mantenimiento de la anestesia
gica sobre la progresión del cáncer se han documentado. dependen de la patología preoperatoria y de las condi-
Alfred A. L. M. Velpeau (1795–1867)31,32 observó que ciones generales del paciente en cuanto al balance
la extirpación quirúrgica del cáncer estaba asociada con hidroelectrolítico y el estado nutricional (adaptando las
el retorno de la enfermedad y que la operación tiende a dosis a la posible hipoalbuminemia).
acelerar el tumor. Estos pacientes presentan un riesgo elevado de re-
Las terapias modernas, como la quimioterapia y la ra- gurgitación, por lo que habrá que tomar las medidas
diación, han impedido muchas muertes por cáncer; sin oportunas en la inducción.
embargo, a pesar de los avances en la técnica de trata- La técnica de inducción anestésica de secuencia rápi-
miento del cáncer, la recurrencia metastásica sigue sien- da, que permite intubar al paciente en menos de 60 seg
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do la principal causa de muerte por cáncer. tras la administración de opioides hipnóticos y relajan-
Se han defendido varias teorías para explicar la fre- tes musculares, ha demostrado ser de gran utilidad para
cuente incidencia de recurrencia del cáncer, la enferme- evitar la regurgitación en esta fase.
dad mínima residual en particular y la diseminación de La presencia de sonda nasogástrica es muy frecuente,
células tumorales en el momento de la cirugía; posible- pero hay controversia sobre las ventajas e inconvenien-
mente esta respuesta al estrés quirúrgico incluya la libe- tes de que esté presente en el momento de la inducción.
ración de mediadores químicos que han sido directa e Al parecer, la técnica que reúne mayor ventaja consiste
indirectamente implicados en el crecimiento del cáncer. en proceder al vaciado del estómago antes de la induc-
Estos mediadores podrían causar una regulación al alza ción y retirar la sonda momentos antes de proceder a
de las principales vías de recidiva tumoral, dando lugar ella.
a una alteración de la homeostasis normal del tumor y Con ello se evitarán la incompetencia del esfínter
favoreciendo las metástasis locales ya distancia. Es im- esofágico inferior y las dificultades para la ventilación
portante destacar que el tipo de anestesia puede desem- que origina la presencia de la sonda nasogástrica.
172 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 14)

Anestesia combinada (general–epidural)36,37 mulo doloroso representa el inicio de la analgesia


preventiva, para que su efecto esperado se extienda más
Es la más indicada. Las principales ventajas son la pre- allá del tiempo que dure la cirugía y evitar el desarrollo
vención de las reacciones neuroendocrinometabólicas de la hiperexcitabilidad central. Los impulsos nocicepti-
frente a las manipulaciones viscerales, y la menor dosis vos aferentes generados por el trauma quirúrgico llegan
de fármacos para el transoperatorio. Primero se aplica a la médula espinal produciendo cambios medulares
el bloqueo peridural, se instala el catéter y se aplica la electrofisiológicos y morfológicos; se ha sugerido que
dosis requerida; luego se procede a la inducción de la son generados por N–metil–D–aspartato, y son conside-
anestesia general. rados como los receptores de la memoria del dolor,
El mantenimiento posterior requiere dosis muy pe- debido a que mantienen la neuroplasticidad y la hiperal-
queñas de anestésicos —agentes inhalados, opioides y gesia aun después de haber concluido el estímulo doloro-
anestésico local— y brinda excelentes condiciones de so inicial.45,46 No siempre se han observado beneficios,
relajación neuromuscular con una adecuada analgesia a excepción de algunos estudios en los que se utilizaron
en el posoperatorio inmediato, mediato y tardío. procedimientos locorregionales (anestésicos locales)
Esta técnica suprime la respuesta al estrés quirúrgico; antes de la cirugía y dichas técnicas se mantuvieron en
dicha respuesta es máxima tras la incisión inicial y con- el periodo posoperatorio. El debate continúa.47
tinúa durante al menos cinco días. El uso de anestesia Los objetivos primordiales de la analgesia preventi-
epidural con anestésicos locales puede suprimir el com- va son:
ponente catabólico de respuesta.41
S Evitar la sensibilización central y periférica pro-
ducida por la lesión quirúrgica.
S Disminuir la hiperactividad de los nociceptores.
DOLOR AGUDO S Evitar la amplificación del mensaje nociceptivo.

La sensibilización periférica produce una agresión tisu-


lar directa (acto quirúrgico) que media una reacción
El dolor es un potente estimulante del eje hipotálamo– inflamatoria, la cual produce una excitación simpática,
hipofisario–adrenal (HPA), que se ha implicado en la reacción que a su vez desencadena la liberación de sus-
causa de la inmunosupresión, lo que hace que el manejo tancias algógenas (prostaglandinas, bradicininas, hista-
del dolor posoperatorio sea especialmente importante mina, leucotrienos, péptidos, noradrenalina, etc.), pro-
en el paciente sometido a cirugía oncológica. El dolor vocando el descenso del umbral de los nociceptores,
activa el eje HPA y el sistema nervioso simpático, des- con una estrecha vinculación con el desencadenamiento
encadenando así una cascada de eventos que conducen de la cascada del ácido araquidónico.
a la inmunosupresión.36 La sensibilización central se debe a:

S Aumento de la excitabilidad de neuronas del asta


posterior de la médula, capaces de desencadenar
Analgesia preventiva una actividad simpática refleja.
S Estimulación de los centros medulares de control
La analgesia preventiva es un concepto utilizado en respiratorio y circulatorio.
anestesiología, específicamente en el área dedicada al S Estimulación de los centros hipotalámicos, los
control del dolor agudo posoperatorio, administrando cuales van a generar respuestas neuroendocrinas
medicamentos antes de que se produzca el estímulo no- capaces de mantener y aumentar la respuesta al es-
ciceptivo. Su efectividad es aún controvertida.43,44 trés quirúrgico.
Entre las metas de la anestesiología moderna está
asegurar que el paciente intervenido quirúrgicamente se Estas modificaciones llevan a la aparición del estado de
recupere de la anestesia con un aceptable control del hiperalgesia primaria (aumento de las respuestas a los
dolor, lo cual crea la necesidad de establecer estrategias estímulos nociceptivos y no nociceptivos, traduciéndo-
terapéuticas adecuadas antes del inicio del procedi- se en un dolor patológico), encontrado no sólo a nivel
miento anestésico–quirúrgico, lo que incluye no sólo la de la lesión tisular generada por el acto quirúrgico, sino
elección del analgésico, sino también de la vía de admi- también a nivel de los tejidos adyacentes no lesionados
nistración adecuada para cada paciente. La administra- (contractura muscular refleja, problemas vasomotores
ción de fármacos analgésicos antes de cualquier estí- de origen simpático, etc.).
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente oncológico 173

Analgesia posoperatoria la estancia hospitalaria y a la predisposición de compli-


caciones.48
El control del dolor posoperatorio debe tener como pri-
mer objetivo brindar una mejor calidad de atención hos-
pitalaria, lo cual implica un adecuado tratamiento. CONCLUSIÓN
Es importante destacar que dicho tratamiento debe
ser precoz y eficaz, manteniéndose los días que sean ne-
cesarios de acuerdo con el tipo de cirugía y el umbral do-
loroso de cada paciente. El paciente oncológico representa todo un reto para el
La analgesia perioperatoria pretende evitar la sensi- anestesiólogo, ya que su objetivo principal debe estar
bilización central y periférica, así como la amplifica- basado en el establecimiento de estrategias adecuadas
ción del mensaje nociceptivo producido por la agresión de manejo anestésico perioperatorio para cada caso en
quirúrgica. particular; con base en el conocimiento profundo de la
La analgesia posoperatoria se debe realizar en todos enfermedad oncológica que presenta el paciente, así
los periodos: como las repercusiones sistémicas que ésta causa en to-
dos los órganos y sistemas, además de las toxicidades
S Posoperatorio inmediato (en la unidad de cuida- generadas por los tratamientos a que los pacientes son
dos posanestésicos). sometidos.
S Posoperatorio mediato (de 24 a 72 h). Con la rápida progresión de la inmunología, la rela-
S Posoperatorio tardío (mayor de 72 h). ción entre la inmunidad y la homeostasis, este tema ha
sido de gran interés para muchos investigadores, y se
En la actualidad se cuenta con una gran gama de posibi- puede afirmar que los pacientes sufrirán depresión in-
lidades terapéuticas para tratar el dolor en cada una de munitaria, especialmente los que ya tienen un sistema
estas fases. inmunitario afectado. Esta depresión es especialmente
Los infusores elastoméricos proporcionan una alter- celular después de un trauma severo y de cirugía mayor.
nativa de fácil manejo, económica y muy eficaz, ya que Se comprende que el daño y el estrés causados por la
permiten mantener niveles y dosis adecuados de medi- cirugía son la razón primaria de la depresión inmunita-
camentos en infusión continua, de manera que siempre ria, sin dejar de lado el efecto inmunitario de la anestesia
se tiene a los analgésicos dentro de niveles adecuados y el tratamiento de alivio del dolor, el cual también debe
en la ventana terapéutica. ser considerado. Por lo tanto, el impacto que causa en
A pesar de que las técnicas quirúrgicas han mejorado, el paciente oncológico un adecuado manejo anestésico
en muchos casos no se realiza un adecuado control del es de suma importancia, como lo demuestra la evidencia
dolor posoperatorio, lo que conlleva a un incremento de que existe en la literatura médica.

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Capítulo 15
Evaluación y manejo perioperatorio
para el trasplante de órganos
Erika León Álvarez, Eduardo Homero Ramírez Segura

Las células son específicas del individuo al que pertenecen.


Carrel
El trasplante de órganos es hoy por hoy uno de los gran- EUA); desde entonces el reemplazo de órganos ha teni-
des milagros de la medicina del siglo XX que han per- do una evolución espectacular. En los países desarrolla-
mitido alargar y mejorar las condiciones de vida de los dos representan ya una forma efectiva de tratar enfer-
receptores de órganos. No sólo es un hecho que merece medades en estado terminal en órganos como el riñón,
las palmas desde el punto de vista científico, sino tam- el páncreas, el corazón, el pulmón y el hígado.
bién por ser de solidaridad humana; sin embargo, esta En las últimas décadas el trasplante de órganos ha ob-
práctica se ha visto opacado por numerosas denuncias tenido avances importantes en la sobrevida de los pa-
de actos de tráfico de órganos, hecho que preocupa a la cientes y de los injertos, debido a una combinación de
comunidad científica y a las organizaciones internacio- factores, evolución de los agentes y las técnicas de anes-
nales, como la Sociedad de Trasplantes, la Sociedad In- tesia, menor frecuencia de complicaciones quirúrgicas,
ternacional de Nefrología, la Organización Mundial de avances en el cuidado posoperatorio en las unidades de
la Salud y la Comisión Internacional de los Derechos cuidados intensivos (UCI), mejores estrategias de pre-
Humanos, por nombrar algunas. En 2008 se llevó a cabo servación de órganos y, probablemente uno de los as-
una cumbre en Turquía, en la cual se estableció la De- pectos más importantes, la capacidad de mantener el
claración de Estambul sobre el Tráfico de Órganos y Tu- injerto funcionando, disminuyendo la probabilidad de
rismo de Trasplantes.1 rechazo al conocer cada vez más el sistema inmunitario,
La peculiaridad de que las células sean específicas la identificación de los antígenos de histocompatibili-
del individuo al que pertenecen ha impedido hasta ahora dad y el desarrollo y la utilización de inmunosupresores
la difusión del trasplante con fines terapéuticos, declaró más selectivos.3
Carrel,* quien demostró la posibilidad técnica de reali- En México el mayor número de donantes correspon-
zar injertos a principios del siglo pasado e invitó a la den al tipo vivo relacionado, al cual le siguen el cadavé-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

aventura y al reto técnico, ético, legal, moral y religioso rico y el vivo no relacionado (figura 15–1). Los estudios
a todo individuo que desee sumar experiencias, restar experimentales y clínicos confirman que la superviven-
diferencias y enriquecer su espíritu a través de una ver- cia y la funcionalidad del injerto de donante vivo son
dadera labor de equipo. mucho mayores que las del cadavérico, sobre todo de ri-
El viejo sueño de tratar diversas enfermedades me- ñón, corazón, pulmón e hígado.4
diante la sustitución del órgano enfermo por uno sano Hay muchas razones por las cuales no todos los órga-
comenzó a ser realidad a partir del primer trasplante exi- nos son trasplantados (edad del donante, comorbilida-
toso de riñón efectuado por Merril2 (1954, Boston, des, respuesta inflamatoria, etc.), pero la inestabilidad
hemodinámica que ocurre en los donantes con muerte
* Alexis Carrel, científico y humanista, premio Nobel de Medi- cerebral (MC) parece ser la más importante. Por lo tan-
cina (1912). to, la reanimación óptima del donante es importante

175
176 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 15)

2500

169
2000 105 170
143
Riñón–páncreas cadavérico
37
Órgano y tipo de donador
1500

1382 1492 1501 Pulmón cadavérico


1244 1370
1000 Corazón cadavérico

Hígado de vivo no relacionado

500 Hígado de vivo relacionado

477 590 Hígado cadavérico


506 574
535
0 Riñón de vivo no relacionado
Riñón de vivo relacionado

Figura 15–1. Totalidad de trasplantes realizados en México de 2004 a 2008. Fuente: CENATRA, México.

para aumentar el número y la calidad de los órganos a Estos conceptos se definen en la Ley General de Salud,
trasplantar. Título decimocuarto. Donación, trasplante y pérdida de
Todo paciente con deterioro neurológico progresivo la vida. Cap. I, Diario Oficial de la Federación, 2009.
que alcanza un estado de irreversibilidad debe ser consi-
derado como potencial donante. Una vez que se hace el Artículo 314:
diagnóstico de MC,5 el manejo médico se debe encami- Fracción VII. Donador o donante: el que tácita
nar a evitar la muerte somática y, obviamente, la muerte o expresamente consiente la disposición de su
celular. A partir de este momento se deberá considerar cuerpo o componentes para su utilización en
que los órganos del donante cadavérico ya pertenecen trasplantes.
al receptor, por lo que todas las medidas de orden médi- Fracción XII: Receptor: persona que recibe
co se deberán enfocar en procurar que el órgano donado para su uso terapéutico un órgano, tejido, célu-
se encuentre en las mejores condiciones al ser trasplan- las o productos.
tado.
Los trasplantes de órganos y tejidos consisten en De acuerdo con el lugar del implante los trasplantes
transferir un órgano o un tejido de un individuo a otro pueden ser isotópicos cuando hay coincidencia local e
o en un mismo individuo, con objeto de reemplazar la hística del punto de la extracción e implantación; orto-
función que llevan a cabo dichos órganos o tejidos. De tópicos cuando hay coincidencia local, y heterotópicos
acuerdo con la relación genética entre el donante y el re- cuando no hay coincidencia local.3
ceptor, los trasplantes se pueden dividir en: En general, los trasplantes se realizan por enfermeda-
des graves e irreversibles de los distintos órganos. La
población que requiere recibir el trasplante de un órgano
S Autotrasplantes o autoinjertos: se utiliza el teji- o tejido ha aumentado vertiginosamente en México; la
do del propio individuo, es decir, donante y recep- lista de espera en las instituciones de salud pública y pri-
tor son la misma persona. vadas muestra que la demanda rebasa en gran medida el
S Isotrasplantes: entre gemelos idénticos o univi- número de órganos de los que se dispone. Este desfase
telinos, es decir, cuando el donante y el receptor observado en México reproduce la situación mundial,
son genéticamente idénticos. lo que plantea la necesidad de un Sistema Nacional de
S Homotrasplantes o alotrasplantes: el donante y Trasplantes bien organizado.
el receptor pertenecen a la misma especie, pero Durante los últimos cuatro años se ha impulsado la
son genéticamente diferentes. participación del personal de la salud, capacitándolo
S Heterotrasplantes o xenotrasplantes: entre su- para detectar, validar y concretar los procesos de dona-
jetos de diferentes especies. ción, con el fin de que funja como coordinador y genere
Evaluación y manejo perioperatorio para el trasplante de órganos 177

Pacientes en lista de espera declaración de MC5 hasta la procuración de los órganos


es muy prolongado debido a razones sociales, médicas,
Riñón
2
Hígado
éticas, legales y administrativas. Sólo entre 15 y 20% de
336
Corazón los individuos que cumplen con criterios para ser do-
52
5778 Pulmón nantes de órganos lo hacen.10 Esto es explicado por múl-
4
Páncreas tiples razones: la falta de consentimiento, la ausencia de
un equipo capaz de resolver problemas logísticos, el uso
de criterios estrictos para donar y un manejo subóptimo
Figura 15–2. Total de pacientes en lista de espera hasta
julio 2009. Fuente: CENATRA, México. en las UCI de potenciales donantes de órganos. Esto ha
propiciado la realización de esfuerzos conjuntos para
mejorar el cuidado médico otorgado a los potenciales
un mayor número de órganos y tejidos de procedencia donantes de órganos, así como reducir la escasez de ór-
cadavérica.6 ganos, mejorar la tasa de conversión, aumentar la pro-
Los órganos que más se trasplantan son el riñón, la curación de órganos y promover la supervivencia del in-
córnea, el hígado, el corazón, el pulmón, el páncreas, la jerto.10
médula ósea, el hueso y la piel. Aquí nos enfocaremos Más de 80% de los donantes de órganos son pacientes
en el manejo del trasplante de órganos sólidos. En Méxi- que mueren en la UCI después del cese irreversible de
co los trasplantes de riñón se llevan a cabo en 24 estados todas las funciones cerebrales.5 Durante este periodo de
del país, los cuales agrupan 20 hospitales, representan- observación clínica de 5 a 10% de los potenciales do-
do 30% del total de los autorizados por la Secretaría de nantes sufren paro cardiaco y el resto de sus órganos ya
Salud para esta actividad; ellos son responsables de la no pueden prolongar su función para ser procurados, de-
realización de 77.2% del total de trasplantes a nivel na- bido a un insuficiente o inadecuado apoyo fisiológico y
cional.6 terapéutico —definido como reanimación biológica del
En México, al igual que en otros países, el órgano cerebro muerto, mantenimiento del donante o trata-
trasplantado con mayor frecuencia es el riñón, con un miento intensivo del donante.11
total de 10 295 trasplantes (2004 a 2008), lo que equiva- La prevención o atenuación de la disfunción orgánica
le a 2 059 trasplantes por año. El principal tipo de do- en los donantes con MC requiere el conocimiento de las
nante es el vivo relacionado (67%), seguido del donante consecuencias fisiopatológicas de la MC. Después de la
cadavérico (26%) y del donante vivo no relacionado declaración de MC5 el tratamiento de un potencial do-
(6%). Hasta julio de 20093 se encontraban en lista de es- nante se debe enfocar en acortar el deterioro somático
pera 5 778 pacientes (figuras 15–1 y 15–2), lo que ratifi- progresivo (que se presenta en las primeras 48 a 72 h)
ca la desigualdad que existe entre el número de donantes y mantener la función específica del órgano a trasplan-
y el de receptores. Los órganos para trasplante que si- tar, lo cual aumenta la calidad, la viabilidad y la eventual
guen en frecuencia son el hígado (506 casos), el corazón función del órgano en el receptor. Es para este fin que
(84 casos), el páncreas (11 trasplantes) y el pulmón (7 se deben optimizar la perfusión y la homeostasis endo-
casos).3 crina del órgano.11 Los eventos adversos posteriores a
En 2008 EUA contaba con 100 000 pacientes en lista la MC incluyen cambios cardiovasculares, alteraciones
de espera para trasplante de varios órganos, habiendo metabólicas y endocrinas, desequilibrio de la homeos-
tan sólo 5 000 donantes con MC, donando sólo 2.8 órga- tasis interna de la coagulación sanguínea y balance hi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nos cada uno.7 Esta gran disparidad entre los pacientes droelectrolítico.8,11 La MC también sobrerregula la libe-
en lista de espera y el limitado número de órganos dispo- ración de moléculas proinflamatorias. Esta demostrado
nibles representa una importante crisis de salud pública que la MC está asociada con una respuesta inflamatoria
mundial. Sin un aumento previsible en el número de do- sistémica. Aún no está bien definido si esta respuesta in-
nantes es necesario maximizar la utilización de órganos flamatoria es por la MC o por los fenómenos que llevan
de los donantes existentes. Actualmente la opción más a la MC.4,12 La presencia y la gravedad de estas altera-
realista para aumentar la donación de órganos es el in- ciones dependen de la etiología y del curso de la MC. En
cremento del uso de órganos de donantes con muerte ce- la práctica clínica la hipotensión (80% de los casos), la
rebral.8 Desafortunadamente, estos donantes rara vez diabetes insípida (DI) (65%), la hipotermia moderada y
son manejados de forma agresiva por el equipo de sa- las alteraciones electrolíticas (natremia) son más fre-
lud.9 cuentes que la coagulación intravascular diseminada,
Muchos donantes se pierden antes de llegar al quiró- las arritmias cardiacas, el edema pulmonar y la acidosis
fano porque el tiempo que pasa desde que se hace la metabólica.13
178 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 15)

IDENTIFICACIÓN DEL DONANTE 5. Identificación de complicaciones, con apego al


control y al manejo de infecciones.
6. Tratamiento intensivo para corregir las alteracio-
nes electrolíticas y las arritmias.8,14
La declaración de la muerte se deberá hacer antes de
pasar al paciente a la sala de operaciones; el certificado Recomendaciones y puntos de debate
de defunción deberá estar firmado para entonces. Es para el tratamiento de las alteraciones
obligación del anestesiólogo corroborar que se cumpla del sistema cardiovascular
con todos los criterios y consentimientos debidamente
autorizados, cual si se tratara de un paciente sano que La estabilidad hemodinámica en los pacientes con MC
fuera a ser intervenido quirúrgicamente. Se deberá veri- es primordial para la viabilidad del órgano a trasplantar.
ficar la documentación médica y legal pertinente en La progresión del daño cerebral a infarto del tallo cere-
cada caso, así como el consentimiento de los familiares. bral causa daño de los centros vasomotores, con pérdida
En tanto no se cumplan estos requisitos ningún donante de la autorregulación de la presión arterial sistémica y del
deberá pasar a quirófano. tono simpático, dando como resultado una disminución
de las resistencias vasculares sistémicas. Posteriormente
ocurren hipovolemia relativa e hipotensión, generando
MANTENIMIENTO DEL DONANTE en ocasiones disfunción cardiaca multifactorial. No
siempre todos estos cambios son graves; lo que sí es fre-
cuente es la inestabilidad hemodinámica. El grado de
inestabilidad está relacionado directamente con el tiem-
po.18 El objetivo del manejo consiste en lograr la nor-
Manejo preoperatorio
movolemia, aumentando el volumen, manteniendo pre-
sión sanguínea y optimizando el gasto cardiaco, así
El manejo se ha complicado por la reciente incorpora- como en contar con una adecuada presión de perfusión
ción de órganos “marginales”, definidos como órganos y flujo sanguíneo con gradientes que promuevan la fun-
que no cumplen con alguno de los criterios tradicionales ción del órgano con el menor apoyo de fármacos vaso-
de donante.11,14 La escasez de órganos ha llevado a in- activos. Estos fármacos originan a menudo vasocons-
corporar una serie de medidas para aumentar el número tricción, que causa hipoperfusión e isquemia orgánica.
de donantes, tal como la extensión de los criterios de po- Las guías actualmente aceptadas recomiendan mante-
tenciales donantes. Desde la década pasada se usan ór- ner la presión arterial media en 70 mmHg, el gasto urina-
ganos tanto de donantes muy jóvenes como de donantes rio entre 0 y 3 mL/kg/h, la presión venosa central de 8 a
cadavéricos mayores de 50 años de edad; el uso de estos 12 mmHg, la frecuencia cardiaca de 60 a 120 lat/min y
últimos ha aumentado hasta 135%, lo que ha originado la hemoglobina > 10 g/dL, con hematócrito > 30%. El uso
un aumento en el fracaso (órganos no funcionales) des- adecuado de cristaloides/coloides y vasopresores (dopa-
pués de la procuración.14 mina y noradrenalina) implica la menor dosis posible y
apoyo inotrópico (dobutamina) si hay falla cardiaca.8,15
Protocolo de manejo agresivo Habitualmente la MC se asocia con un aumento ma-
sivo de los niveles de catecolaminas plasmáticas (tor-
Se han publicado varios protocolos y guías de manejo menta simpática o autonómica) que, aun cuando es bre-
de medicina basada en evidencia para simplificar el tra- ve y puede no requerir tratamiento, origina aumento en
tamiento de estos pacientes.15–17 la frecuencia cardiaca, la presión arterial, el gasto car-
diaco y las resistencias vasculares sistémicas; asimis-
1. Cateterización de la arteria pulmonar para moni- mo, promueve la agregación plaquetaria acompañada
toreo continuo del estado hemodinámico y de la de liberación de serotonina, provocando efectos espás-
perfusión tisular. ticos en las arterias coronarias y reduciendo el flujo san-
2. Administración de grandes volúmenes de líqui- guíneo coronario. Se ha demostrado que durante esta
dos. tormenta simpática los niveles circulantes de dopamina
3. Infusión de vasopresores cuando la presión arte- aumentan hasta 800%, los de epinefrina hasta 700% y
rial media sea < 70 mmHg a pesar de la reanima- los de norepinefrina hasta 100%.19 Las consecuencias
ción con líquidos. de esta tormenta autonómica incluyen un desequilibrio
4. Terapia hormonal. entre la demanda y el aporte de oxígeno miocárdico, lo
Evaluación y manejo perioperatorio para el trasplante de órganos 179

cual desencadena alteraciones metabólicas y algunas disminuye la regulación de los receptores b en el


veces daño cardiaco (miocitólisis y mionecrosis),20 ob- miocardio.
servándose cambios electrocardiográficos de isquemia, S Las altas dosis de b agonistas pueden producir una
anormalidades en la conducción y arritmias. Los estu- vasoconstricción importante en el órgano a donar.
dios experimentales y las recientes observaciones clíni- S Es menos probable que los vasoconstrictores
cas sugieren que el control de la tormenta autonómica puros, como la arginina–vasopresina, causen aci-
(b bloqueadores de corta acción o nitroprusiato de so- dosis metabólica o hipertensión pulmonar. Tal vez
dio) es una buena estrategia para atenuar la disfunción sean mejores que la noradrenalina para la fase de
miocárdica y aumentar el número y la tasa de éxito de choque vasopléjico.17
corazones procurados y trasplantados.21 El paciente con
MC generalmente está hipovolémico debido a aumento La saturación venosa central de oxígeno (SvcO2) es un
de la permeabilidad capilar y de la pérdida de líquidos indicador relativamente seguro de adecuada perfusión,
(uso de diuréticos osmóticos o de asa), y a desarrollo de la cual se mide de forma intermitente en muestras san-
DI. El monitoreo de la presión venosa central y de la guíneas o bien de forma continua mediante oximetría de
presión capilar pulmonar es indispensable, mientras catéter venoso central (SvO2). Ambas se usan amplia-
que el de la inserción de un catéter en la arteria pulmonar mente en el tratamiento de los pacientes críticos con
(CAP) sólo se debe considerar si la fracción de eyección sepsis severa, choque y trauma. Por lo tanto, se sugiere
es menor de 40%, si la inestabilidad hemodinámica per- mantener al donante con una SvcO2 > 70% o con una
siste a pesar de un adecuado manejo con líquidos y si SvO2 > 65%. Manteniendo este estado de oxigenación
hay necesidad de utilizar vasopresores.15 El objetivo es la extracción tisular de oxígeno se conserva dentro de
lograr una presión capilar pulmonar de 6 a 10 mmHg, los rangos fisiológicos, constituyendo un indicador de
un índice cardiaco > 2.4 L/min/m2 y resistencias vascu- adecuada perfusión orgánica. Se recomiendan valores
lares sistémicas de 800 a 1 200 dinas/seg/cm. Para algu- altos de SvcO2 y de SvO2, debido a la disminución del
nos autores22 el CAP es muy invasivo, por lo que sugie- consumo cerebral de oxígeno. Así, el monitoreo invasi-
ren utilizar las variaciones en la presión de pulso, ya que vo y el manejo intensivo se deben realizar de forma tem-
tiene una alta especificidad para medir la respuesta del prana. Un estudio piloto25 mostró que este manejo en los
paciente a la precarga, la cual se ve aumentada como donantes con MC, logrando una SvcO2 > 85%, disminu-
producto de la respuesta inflamatoria que se da en los ye los periodos de hipotensión y las dosis de vasopreso-
pacientes con MC. res, con la procuración de mejores órganos. Rosendale26
La ecocardiografía transesofágica tiene altas sensibi- menciona que, aun con tratamiento agresivo, más de
lidad y especificidad para excluir anormalidades estruc- 25% de los potenciales donantes se pierden debido a la
turales y medir la fracción de eyección ventricular iz- inestabilidad hemodinámica.
quierda. Se puede realizar ecocardiografía de corazón
bajo estrés con dobutamina para detectar anormalidades
reversibles en el movimiento de la pared de un miocar- Manejo para las alteraciones
dio neurogénicamente aturdido. Estos estudios han me- del sistema endocrino
jorado el manejo del estado hemodinámico de potencia-
les donantes de órganos.8,23 Los estudios recientes con Los efectos de la MC sobre el eje hipotálamo–hipófisis
monitoreo volumétrico por termodilución transpulmo- son importantes. La alteración más frecuente e inme-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nar, el CAP y el ecocardiograma transoperatorio de- diata es el desarrollo de DI producido por pérdida de la
muestran claramente la respuesta del paciente a la pre- secreción de hormona antidiurética secundaria a isque-
carga, por lo que se recomienda su uso en la práctica mia de los núcleos supraóptico y paraventricular del hi-
clínica, sobre todo durante el trasplante de hígado y de potálamo. Los riñones son incapaces de concentrar la
pulmón.24 orina, por lo que secretan grandes cantidades de orina
No existe un inotrópico mejor que otro para el mane- diluida (> 4mL/kg/h, densidad urinaria < 1.005 y osmo-
jo de estos pacientes; la elección del vasopresor se hará laridad urinaria < 200 mOsm/L). Esto origina hiperna-
de acuerdo con las condiciones clínicas, en particular: tremia (> 145 mEq/mL), osmolaridad sérica elevada e
hipovolemia. Se han observado niveles casi indetecta-
S El efecto vasodilatador de la dobutamina puede bles de hormona antidiurética en 75% de los donantes
llevar a hipotensión y taquicardia. con MC, lo que favorece aún más la inestabilidad hemo-
S La terapia b agonista se debe usar con precaución, dinámica. El objetivo del tratamiento para la DI consiste
ya que depleta el trifosfato de adenosina (ATP) y en restablecer el volumen, el sodio sérico y la osmolari-
180 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 15)

dad, así como lograr un gasto urinario aceptable. La des- monar ofrece a muchos pacientes en etapa terminal una
mopresina (1–deamino–8–D–arginina–vasopresina) es mejoría de la calidad de vida y un aumento en la supervi-
el fármaco de elección como terapia sustitutiva. vencia. Sin embargo, a pesar de estos avances, pocos pa-
Generalmente la función de la adenohipófisis está cientes se benefician del trasplante de pulmón —sea por
preservada, pero se ha descrito una deficiencia variable la escasez de órganos o por la falta de un manejo óptimo
de las hormonas reguladas por la adenohipófisis, inclu- para salvar los pulmones de potenciales donantes, o por
yendo T3, tiroxina (T4), hormona adrenocorticotrópica, ambos. Más de 30% de los pulmones teóricamente ade-
hormona estimulante de la tiroides y hormona del creci- cuados para donación desarrollan hipoxemia severa
miento. Esta deficiencia hormonal, muy común en los posterior a la MC. El daño cerebral libera mediadores
modelos animales, es incierta y cuestionable en la prácti- proinflamatorios en la circulación sistémica, que a su vez
ca clínica, pero se ha implicado en el trastorno hemodi- originan daño pulmonar preclínico; esto se ha encon-
námico posterior a la MC.13 Algunas de las alteraciones trado en potenciales donantes, pudiendo predisponer a
metabólicas indeseables posteriores a la insuficiencia los receptores a un mal pronóstico posterior al trasplan-
adenohipofisaria aguda incluyen cambios en el aporte te pulmonar. El cerebro seriamente dañado desencade-
de oxígeno al miocardio (de lo aeróbico a lo anaeróbico) na daño pulmonar agudo en 15 a 20% de los casos. Ade-
y disminución de fosfatos de alta energía, con un aumen- más, la función pulmonar se puede deteriorar por otros
to en la producción de lactato. Las guías recientes reco- mecanismos, como edema pulmonar neurogénico,
miendan la administración de un paquete de reanima- broncoaspiración, hemotórax, neumotórax, atelectasias
ción hormonal: metilprednisolona (15 mL/kg en bolo y neumonía. Estas alteraciones se han atribuido a la tor-
único) o dosis bajas de hidrocortisona (50 mg IV c/6 h) menta autonómica y al aumento de la respuesta inflama-
más triyodotiroxina (4 mg en bolo IV seguido de infu- toria sistémica al desencadenar la infiltración de neutró-
sión a 3 mg/h) y arginina–vasopresina (1 U en bolo e in- filos en el pulmón. La administración de altas dosis de
fusión a 0.5 a 4 U/h). Esta terapia se recomienda amplia- esteroides27 en potenciales donantes con MC mejora la
mente en potenciales donantes con una baja fracción de oxigenación y la utilización del pulmón, al limitar el
eyección (< 40%) o inestabilidad hemodinámica con daño celular mediado por citocinas, principalmente por
apoyo vasoactivo.15,17 Un análisis de regresión logística interleucina (IL) 6. Un estudio piloto22 realizado en 21
mostró una disminución de las dosis de fármacos vasoac- donantes con MC demostró que todos tuvieron concen-
tivos y un aumento importante en el número de riñones, traciones plasmáticas altas de IL–6, IL–10 y factor de
corazones e hígados procurados de donantes que recibie- necrosis tumoral posterior a la MC, lo cual persistió has-
ron esta terapia hormonal. Zarrof y col. mencionan que ta la procuración, relacionando esta elevación en las ci-
usando esta manejo combinado 92% de los órganos que tocinas con disfunción y menor viabilidad de los órga-
no entraron en el protocolo de donación en una evalua- nos trasplantados.
ción inicial se pueden recuperar y ser donados, lo cual ha La falla primaria del injerto pulmonar es una forma
llevado a un aumento de 30% del número de donantes. de daño pulmonar agudo que resulta de la serie de even-
Además, se mostró un aumento en la supervivencia a un tos involucrados en el trasplante pulmonar, que van des-
año del injerto renal y de corazón en los receptores.14,17,26 de la MC del donante, la isquemia pulmonar y la preser-
Posterior a la MC hay compromiso del centro termo- vación del órgano hasta los procedimientos durante el
rregulador del hipotálamo con la consecuente pérdida trasplante y la reperfusión del tejido del receptor. Esta
de calor, aunada a la vasodilatación periférica, lo que falla primaria pone al receptor en riesgo de desencade-
genera hipotermia sistémica. Por ello es importante nar bronquiolitis obliterante que genera una ventilación
mantener la eutermia (36.5 a 37.5 _C) mediante la ad- mecánica prolongada, una mayor estancia en la UCI y
ministración de líquidos intravenosos a temperatura una tasa de mortalidad mayor de 60%.28
templada, el uso de mantas calientes y la procuración de Se recomiendan las siguientes estrategias de ventila-
temperaturas adecuadas en las UCI y en los quirófanos. ción para potenciales donantes:11

1. Mantener una adecuada oxigenación (PaO2 > 100


mmHg) con una FiO2 baja y una presión positiva
Manejo para tratar las
al final de la espiración de 5 cmH2O.
alteraciones respiratorias
2. Usar volumen corriente de 10 a 12 mL/kg para
mantener la PaCO2 entre 30 y 35 mmHg (pH: 7.35
Debido a los importantes avances en las técnicas quirúr- a 7.45) con una presión pico de vía aérea de < 30
gicas y en el manejo farmacológico, el trasplante pul- cmH2O.
Evaluación y manejo perioperatorio para el trasplante de órganos 181

3. Hacer broncoscopias y aspiraciones gentiles. La incluyendo deterioro de la microvasculatura, inflama-


función de un pulmón inflamado de potenciales ción y daño histológico. Esto lleva a disfunción de las
donantes de órganos se puede deteriorar aún más células b, con posterior incapacidad de la célula para
por el efecto dañino de la ventilación mecánica, secretar suficiente insulina. También se ha descrito un
haciéndolo inapropiado para el trasplante, por lo páncreas normal con desarrollo de resistencia a la insu-
que el manejo se encamina a la preservación de ór- lina. Cualesquiera que sea el caso, la hiperglucemia re-
ganos no pulmonares, con parámetros ventilato- sultante lleva a diuresis osmótica y deshidratación celu-
rios dirigidos a conservar el equilibrio ácido–base lar, por lo que se deben administrar líquidos e insulina
mediante el control de la PaCO2 (30 a 35 mmHg). para lograr niveles de glucosa de 120 a 180 mg/dL.
Se ha demostrado que 45% de los potenciales do-
nantes con una PaO2/FiO2, índice de Kirby < 300, Alteraciones renales
telerradiografía de tórax normal y baja presión
meseta de la vía respiratoria no son aptos para la Los estudios experimentales han reportado que inme-
donación de pulmón. diatamente después de la MC hay una importante vaso-
constricción renal con aumento de la resistencia vascu-
Las guías actuales sugieren que la prioridad en el mane- lar regional hasta cuatro veces más de lo normal. La
jo intensivo de potenciales donantes de órganos debe hipoperfusión renal activa el sistema renina–angioten-
cambiar de estrategias de protección cerebral a estrate- sina–aldosterona, que produce más vasoconstricción y
gias capaces de preservar la función de los órganos peri- retención de sodio y agua, lo que compromete aún más
féricos. el flujo sanguíneo renal. Se genera un riñón insuficien-
No existe un consenso entre los centros hospitalarios te, comprometiéndose la viabilidad renal y la función
y las organizaciones regionales de procuración y dona- postrasplante. Por todo lo anterior, es importante moni-
ción de órganos en lo referente a protocolos específicos torear la volemia y el gasto urinario, así como el estado
de ventilación y procedimientos para optimizar la dis- general de hidratación del donante.19
ponibilidad de pulmones para trasplante. La escasez de
pulmones ha llevado a reexaminar los criterios tradicio- Alteración en la coagulación
nales y ampliarlos para aumentar el número de donan-
tes. Con esto se ha logrado aumentar el porcentaje de El problema final que ocurre ocasionalmente en el suje-
pulmones procurados de donantes seleccionados de to con MC es la coagulopatía. La liberación continua de
11.5 a 22.5%, con un aumento importante en el número grandes cantidades de agentes fibrinolíticos tisulares
de trasplantes realizados sin afectar adversamente los del cerebro necrótico o isquémico probablemente ini-
resultados, es decir, el aumento en la donación no cam- cian y mantienen la coagulopatía. Los productos de la
bió la tasa de supervivencia de los receptores.29 fibrina y los depósitos de hemoglobina libre en diferen-
tes órganos (principalmente el riñón y los pulmones) y
el sangrado clínico dificultan el mantenimiento de estos
Alteraciones hepáticas
donantes. En estos pacientes se transfunden paquetes
globulares para mantener un hematócrito por arriba de
Se ha encontrado que el flujo sanguíneo hepático dismi-
30% y concentrados plaquetarios para mantener una
nuye después de la MC, pero las implicaciones de este
cuenta de plaquetas sobre 30/109/L, así como plasma
fenómeno son poco claras. De hecho, existe controver-
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fresco congelado hasta que cese el sangrado evidente de


sia; se ha reportado19 que los cambios morfológicos en
las heridas y de los sitios de punción percutánea.
el hígado son leves y que este órgano es viable durante
Por esta serie de cambios fisiopatológicos, es impor-
más de seis horas posteriores a la MC, mientras que otro
tante que en el paciente potencial donante de órganos el
estudio reporta que las funciones hepáticas están dete-
diagnóstico de MC5 se haga con precisión y rapidez, con
rioradas. Se ha implicado a la hiperosmolaridad secun-
el objeto de evitar el deterioro irreversible de los órga-
daria a DI en la destrucción de la célula hepática por al-
nos que en algún momento serán extraídos. Es muy im-
teración mitocondrial.
portante que durante la fase de identificación del do-
nante y el establecimiento de la MC el candidato a
Alteraciones pancreáticas donante reciba tratamiento específico en la UCI, sin re-
parar en costos, destinado a evitar el deterioro somático,
Obermaier y col.30 determinaron que la MC causa alte- como si el sujeto estuviera vivo y en estado crítico po-
raciones fisiopatológicas importantes en el páncreas, tencialmente recuperable.
182 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 15)

Manejo transoperatorio vas y células impermeables. Los impermeantes y


los sacáridos logran la homeostasis del contenido
El manejo implementado en la UCI debe continuar en de agua intracelular. La homeostasis del espacio
el quirófano, con énfasis en optimizar la perfusión orgá- intersticial se logra contrarrestando una fuerza
nica y la oxigenación, ya que con el mejoramiento de las hidrostática durante el lavado inicial con coloides.
funciones metabólicas y de perfusión tisular el estado de 3. Se debe evitar la acidosis celular excesiva con
choque espinal se puede limitar y finalmente desapare- concentraciones suficientes de amortiguador del
cer. Es posible que durante la incisión quirúrgica los pa- tipo del ion hidrógeno, la histidina o el citrato.
cientes experimenten cuadros de hipertensión y taqui-
cardia, rigidez muscular, piloerección, movimientos La Universidad de Wisconsin tiene una solución están-
involuntarios, diaforesis e inestabilidad hemodinámica, dar para la conservación de muchos órganos para tras-
por lo que será conveniente anticiparse a tales circuns- plante. A pesar de que la solución permite una conserva-
tancias que podrían ocasionar respuestas conductuales ción fría durante un largo tiempo, algunos estudios han
desfavorables en el personal de quirófano durante la ex- demostrado que el tiempo de isquemia fría puede au-
tracción. mentar el riesgo de infección, favorecer las alteraciones
El manejo tiene el fin de brindar una anestesia com- vasculares y aumentar el riesgo de disfunción primaria
pleta. El uso de hipnóticos, narcóticos y relajantes mus- postrasplante, sobre todo en el trasplante hepático.32 Se
culares tiene el fin de evitar la actividad neuromuscular han hecho modificaciones a la solución; por ejemplo,
refleja y facilitar la exposición quirúrgica. Para mante- Morariu y col. sugieren que el uso de hidroxietil almi-
ner la estabilidad hemodinámica se pueden utilizar los dón de bajo peso molecular puede mejorar la calidad de
algoritmos de manejo descritos anteriormente. En caso la solución de la Universidad, al disminuir la agregación
de paro cardiaco durante la extracción se deberá iniciar de los eritrocitos en el órgano, que permite obtener un
la reanimación cardiopulmonar para mantener una cir- efecto benéfico en la conservación y la función del órga-
culación y una perfusión efectivas. no trasplantado al disminuir la disfunción primaria pos-
El apoyo anestésico del donante de órganos conti- reperfusión.31
nuará hasta la oclusión quirúrgica de la aorta proximal Se han hecho estudios experimentales con diferentes
y el inicio in situ de lavado de los órganos, después de técnicas de conservación con la finalidad de mejorar la
lo cual todas las medidas de monitoreo y de apoyo vital supervivencia del injerto. Un estudio33 en un modelo
deben cesar. hepático de cerdo indicó una perfusión normotérmica;
El éxito de un trasplante o de la funcionalidad del in- se mantuvieron la presión, el flujo y la temperatura fi-
jerto no sólo depende del manejo perioperatorio y trans- siológica del órgano (con aporte de oxígeno y nutrien-
operatorio, sino también de otros factores, como el tes) durante la conservación, observando una disminu-
tiempo de isquemia, el lavado de los órganos, los méto- ción del daño en el órgano y éxito en el trasplante de
dos de conservación y la calidad de reperfusión en el re- hígados normales e hígados con daño isquémico leve.
ceptor. Las soluciones de conservación se formularon Esta técnica tiene el potencial de guiar nuevas técnicas
para aminorar los efectos adversos fisiológicos y bio- de conservación de órganos para trasplante.
químicos de la isquemia bajo hipotermia. El conocimiento de la fisiopatología de la muerte ce-
Puntos importantes para una conservación fría:31 rebral y sus efectos sobre el donante y el receptor ha pro-
gresado en las últimas dos décadas, lo que ha permitido
1. El lavado vascular durante la procuración debe re- una reducción del daño en el donante y una mejoría de
mover rápidamente la sangre, enfriar el tejido y la función del órgano postrasplantado. Se espera que to-
permitir un equilibrio de temperatura entre la solu- das estas medidas de protección mejoren gracias al sur-
ción de conservación fría y el tejido. gimiento de ciencias post mortem, las cuales incluyen
2. La solución debe prevenir el edema celular e in- factores farmacogenómicos, prevención de la inflama-
tersticial mediante sustancias osmóticamente acti- ción y modulación biológica.

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184 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 15)
Capítulo 16
Evaluación y manejo perioperatorio
de la vía aérea
Aurelio Cortés Peralta

INTRODUCCIÓN El piso está formado por la mandíbula, la articula-


ción temporomandibular y la lengua.
S Faringe: la forman capas concéntricas en forma
de “U” de concavidad anterior que se insertan en
La valoración y el manejo de la vía aérea en el periope- el tubérculo faríngeo del esfenoides, la cara inter-
ratorio son de trascendental importancia en cualquier na de la apófisis pterigoides y el arco del maxilar
edad que tenga el paciente; el conocimiento de la anato- a través del ligamento pterigomaxilar; es una es-
mía y la fisiología, los análisis de los datos recopilados tructura de 14 cm de longitud aproximadamente,
en el interrogatorio y la exploración física, así como las compuesta por nasofaringe, bucofaringe e hipofa-
guías, las estrategias y los algoritmos, ayudarán a preve- ringe, que termina hasta la sexta vértebra cervical.
nir las dificultades, establecer el manejo adecuado y S Nasofaringe: se sitúa por detrás de la porción in-
abatir la morbimortalidad del paciente quirúrgico.1 terna de la nariz. Se inicia desde el orificio de las
coanas hasta el plano del paladar blando. En su pa-
red anterior contiene los orificios nasales internos
Anatomía y los orificios de las trompas auditivas de Eusta-
quio, mientras que en su pared posterior alberga
La vía aérea (VA) superior comprende la nariz, la boca, las amígdalas faríngeas o adenoides.
la faringe y la laringe. La VA inferior comprende la trá- S Orofaringe: se localiza detrás de la cavidad oral,
quea, los bronquios y los bronquiolos. iniciándose después del istmo de las fauces, desde
el paladar blando hasta el hueso hioides. En este
S Nariz: se extiende desde las narinas hasta entre 10 sitio se encuentra el surco glosoepiglótico, locali-
y 12 cm de la nasofaringe; su irrigación arterial zado entre la raíz de la lengua y la epiglotis —en-
está dada por la facial y la nasal dorsal, y la venosa trada a la laringe—, así como las amígdalas palati-
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por la angular; está inervada por los nervios senso- nas y linguales. Se encarga de evitar la entrada de
riales no olfatorios derivados del trigémino. saliva en la vía respiratoria; tiene funciones respi-
S Boca: comprende en su parte anterior los labios, ratorias y digestivas.
en la posterior los pliegues palatoglosos y a los la- S Hipofaringe: se localiza entre la cuarta y la sexta
dos las arcadas gingivodentales. El techo lo for- vértebras cervicales; hacia abajo tiene el hueso
man los paladares duro —conformado por los hioides y continúa con el esófago hacia atrás y con
huesos palatino y maxilar, que constituyen el lado la laringe hacia delante; contiene los pliegues ari-
interno del piso de la cavidad nasal— y blando tenoepiglóticos y los recesos piriformes. La mus-
—constituido por un grupo de músculos que parti- culatura faríngea está formada por el elevador de
cipan en el cierre de la cavidad nasal al deglutir y la faringe (estilofaríngeo) y los constrictores supe-
que ayuda a mantener abierta la faringe al respirar. rior, medio e inferior, que se contraen sinérgica-

185
186 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 16)

mente con la deglución. La irrigación arterial está pero mantienen una actividad tónica durante la espira-
realizada por las faríngeas superior, media e infe- ción; su regulación está dada por impulsos mecánicos,
rior. La venosa es llevada a cabo por las venas químicos, musculosqueléticos y cardiovasculares; los
faríngeas, que drenan a la yugular interna. Está nervios laríngeos superiores y el trigémino se encargan
inervada por el plexo simpático cervical y el para- del control muscular, mientras que la contracción de los
simpático (par craneal IX). músculos del velo del paladar determina la respiración
S Laringe:2 se encuentra a la altura de la tercera a nasal u oral.5
la sexta vértebras cervicales, referenciada exter-
namente por los cartílagos tiroides y cricoides y el
VENTILACIÓN E INTUBACIÓN NORMALES
hueso hioides. El tiroides se encuentra a nivel de
C5, tiene forma de escudo por la unión de dos lá-
minas fusionadas en la línea media; la prominen-
cia anterior indica el nivel de las cuerdas vocales. Es normal o fácil cuando después de realizada la induc-
ción anestésica, al posicionar la mascarilla facial en la
VA del paciente, se posibilita el paso del oxígeno libre-
El cricoides se ubica por abajo del tiroides y se puede
mente, manteniendo la saturación en más de 92%, y en
utilizar para establecer una vía aérea urgente, debido a
la laringoscopia es posible visualizar las cuerdas voca-
la ventaja de que se localiza superficialmente y sin es-
les con realización de la intubación como máximo en el
tructuras anatómicas que puedan lesionarse, como las
segundo intento en un tiempo menor de 10 min.
glándulas o los grandes vasos; forma la base de la larin-
ge a nivel de C6, tiene forma de anillo de sello y es el
único de cartílago completo. Al hueso hioides se le unen Manejo normal de la vía aérea
los músculos de la lengua y los constrictores faríngeos; Actualmente no hay ningún factor anatómico único que
se une al temporal por el ligamento estilohioideo y al ti- determine la dificultad o la facilidad para realizar un
roides por la membrana estilohioidea; tiene forma de buen manejo de la VA; el manejo adecuado requiere,
herradura e indica el nivel de la epiglotis y la entrada de además de habilidades técnicas de intubación, el cono-
la laringe. Su musculatura se divide en músculos extrín- cimiento anatomofisiológico orotraqueal, el reconoci-
secos, que controlan la posición de la laringe durante la miento de las consecuencias y los eventos adversos de
respiración y la fonación; los intrínsecos se encargan de dicho procedimiento, y la consideración de las diversas
la apertura y del cierre de la glotis y del mantenimiento condiciones patológicas que pueden comprometer al ár-
de la tensión de las cuerdas vocales. Su inervación es bol traqueobronquial.
sensitiva y motora, realizada por cuatro ramas del par
craneal X: el nervio laríngeo superior y el inferior o re-
currente.3 PERIODO PREOPERATORIO
La VA inferior comprende a la tráquea, que inicia en O PREANESTÉSICO
el cricoides a nivel de C6; tiene una longitud de 10 a 20
cm con 12 mm de diámetro y contiene de 16 a 20 anillos
cartilaginosos en forma de herradura; se divide en dos El manejo de la VA es la actividad primaria del aneste-
bronquios en la carina a nivel de T5.4 siólogo; para conservar su permeabilidad se requiere
conocer ampliamente los antecedentes y la historia clí-
nica, y realizar una exploración física dirigida que pro-
Fisiología porcione elementos importantes para su adecuada eva-
luación, consistente en reunir y analizar toda la
información y los datos del paciente provenientes de
La VA participa en las funciones de ventilación, deglu- forma directa o indirecta.
ción y fonación, acondicionamiento del aire inspirado
y activación de sus reflejos protectores. Su función res-
piratoria es la de conducir el aire desde las fosas nasales OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN
hasta la laringe, humidificándolo y calentándolo. La DE LA VÍA AÉREA
función de deglución se lleva a cabo en tres tiempos: bu-
cal por medio de la masticación, faríngea y esofágica.
Las contracciones de los músculos dilatadores de las S Reconocer las condiciones clínicas por las que el
vías aéreas superiores se realizan durante la inspiración paciente atraviesa para decidir el manejo más
Evaluación y manejo perioperatorio de la vía aérea 187

apropiado, con el fin de prevenir y combatir los realizar todas las preguntas en las que pudiera estar in-
posibles eventos adversos. volucrada alguna patología de la VA, así como la pre-
S Identificar oportunamente las patologías y prepa- sencia de enfermedades crónico–degenerativas, pues
rar al paciente con riesgo de presentar dificultades pueden afectarla secundariamente, lo cual se deberá co-
para la ventilación y la intubación en el periopera- rroborar mediante la exploración física. Los tumores de
torio, mejorando así la seguridad. cabeza y cuello crean cambios anatómicos; la radiotera-
S Reducir la morbilidad llevando en condiciones pia y la quimioterapia pueden ocasionar fibrosis y necro-
óptimas al paciente antes de la intervención anes- sis de la laringe, lo cual predice una ventilación difícil
tésica y manipulación de la VA, estableciendo los con mascarilla, debido a la imposibilidad de desplazar
diversos planes y estrategias de manejo adaptados los tejidos durante la laringoscopia por los cambios en
a cada paciente, utilizando la más apropiada. la elasticidad del espacio submandibular y la deficiente
S Clasificar las patologías de acuerdo con el grado extensión del cuello.6 La radioterapia puede causar mu-
de dificultad o gravedad previendo posibles inci- cositis y xerostomía por daño en las glándulas salivales;
dentes. limitar la capacidad para hablar, masticar, deglutir y sa-
S Obtener un historial clínico completo, una explora- borear; edematizar las cuerdas vocales y la articulación
ción detallada y el consentimiento informado que temporomandibular; generar trismus, anquilosis fun-
especifique las condiciones de la VA y los posibles cional y fibrosis de la cavidad oral, imposibilitando su
incidentes en su manipulación, evitando con ello apertura aun con relajación.7
las demandas legales, además de cumplir con la
normatividad y reducir la ansiedad del paciente.
S Disponer en el área de trabajo del equipo necesa- Exploración física
rio y dispositivos supraglóticos e infraglóticos, al
igual que algoritmos, estrategias o guías de mane- Una exhaustiva revisión puede exhibir datos predicti-
jo actualizadas para el mantenimiento de la VA y vos importantes, lo cual beneficia tanto al paciente
para casos de emergencia en el perioperatorio. como al anestesiólogo, dado que permite evitar el es-
trés, las maniobras apremiantes y las lesiones innecesa-
rias; se deberá realizar de frente y de perfil. Gracias a la
exploración el clínico experimentado podrá reconocer
HISTORIA CLÍNICA
qué paciente puede presentar problemas, para prestarle
mayor atención.

S Cabeza: tamaño y forma, encefalocele, sarcoma


Interrogatorio de tejidos blandos, macrocefalia, hidrocefalia y
mucopolisacaridosis.
Antecedentes S Cara: tamaño y forma, anormalidades de la boca
y la lengua, prominencia de los incisivos o los ca-
Interrogar acerca de los antecedentes genéticos o con- ninos, caries, deformaciones, adoncia parcial o to-
génitos, patologías de nariz, atresia de coanas, hipertro- tal, parodontosis, coronas laxas o frágiles, próte-
fias amigdalinas y de los aparatos y sistemas, alergias, sis, placas, bandas y brackets, microstomía,
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eventos perioperatorios adversos en intervenciones an- rasgos faciales, quemaduras o secuelas, estomati-
teriores, intubación difícil o fallida —esto se deberá tis, edemas, angina de Ludwig, alteraciones del
preguntar de manera rutinaria, ya que las personas no lo paladar, defectos en el arco, paladar ojival y hendi-
manifiestan espontáneamente—, antecedentes de dien- do, hematomas, masas, asimetría e hipoplasia del
tes flojos, parálisis, luxación de aritenoides, estridor, si- maxilar, la mandíbula o los submaxilares, contrac-
bilancia, disnea, cianosis, obesidad, disfunción cere- turas cicatriciales de partes blandas, anormalida-
bral, apnea del sueño, somnolencia diurna, asma, des de la articulación temporomandibular, tumo-
enfisema, bronquiectasias, ortodoncias, radioterapia, res, hemangiomas y linfangiomas.
intervenciones quirúrgicas —como resección o recons- S Nariz: funcionalidad, abertura, tamaño de los cor-
trucción mandibular, de boca, de lengua o de nariz, fija- netes, desviación del septo, atresia de coanas, va-
ción intermaxilar y ablación de la órbita—, alteraciones riantes anatómicas producidas por trauma, ciru-
endocrinas y metabólicas, infecciones, traumatismos y gías, infecciones, tumores, quemaduras, alergias
lesiones nerviosas de la estructura de la VA. Se deben y lesiones por piercings.
188 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 16)

S Faringe: amigdalitis, adenoiditis, tumores, alte- S Enfermedad de Behçet: causa úlceras en la boca
raciones en la pared y absceso retrofaríngeo o pa- en forma de llagas dolorosas, artritis y procesos in-
rafaríngeo. flamatorios en los ojos, los sistemas nerviosos
S Laringe: lesiones supraglóticas, glóticas o sub- central y periférico, los intestinos, las arterias y las
glóticas, calidad de la voz, ronquera o disminu- venas, así como otras alteraciones.8
ción de su amplitud, las cuales se pueden deber a
alteraciones de las cuerdas vocales generadas por En los niños existen síndromes que causan alteraciones
tumores, nódulos, papilomas o parálisis. La pre- en la VA, como micrognatia, fisura palatina, macroglo-
sencia de una voz áspera y estridente sugiere tu- sia, glosoptosis, hipoplasia malar y maxilar, disostosis
mor glótico; si es amortiguada, puede ser supra- mandibulofacial y faríngea, microstomía, atresia de coa-
glótico o faríngeo. Se pueden presentar luxación nas, occipitalización del atlas, paladar ojival, fusión
de la aritenoides, laringe fibrosa, edema, tumores, hemivertebral, craneosinostosis, mandíbula prominente,
nódulos, papilomas, lesiones inflamatorias, impo- hidrocefalia, paladar hendido, cráneo ancho con propto-
sibilidad de desplazamiento de los tejidos blandos sis, sinostosis de sutura sagital–coronal, fusión de las
y anomalías de posición, forma y relación. vértebras cervicales y puente nasal mal desarrollado.
S Cuello: movilidad, nivel de cricoides y carina, al- Las enfermedades infecciosas agudas o crónicas
teraciones de la tráquea, estenosis por compre- pueden dificultar la ventilación y la intubación por la
sión, tumor o traqueostomía, cicatrices de quema- presencia de edema laríngeo, crup y abscesos peribuca-
duras, cuerpos extraños, divertículo de Zenker y les e intrabucales. Las afecciones que originan deformi-
espondilitis anquilosante. dad anatómica incluyen la espondilitis anquilosante, la
S Columna: retracciones supraesternales e infraes- anquilosis de columna cervical, los tumores —higro-
ternales, anomalías cervicales y de la caja toráci- mas quísticos, lipomas y adenomas—, la estenosis tra-
ca, y cicatrices retráctiles. queobronquial, la fijación de la laringe o la tiroides, el
S Enfermedades crónico–degenerativas y estruc- carcinoma de lengua, laringe o tejidos adyacentes, las
turas de la VA implicadas que pueden dificultar la bronquitis recurrentes, las neumopatías, la odinofagia,
ventilación y la intubación. la disfagia y la disfonía.9
S Artritis reumatoide. Enfermedad autoinmunita-
ria multisistémica que puede causar disfagia e
inestabilidad de la tercera, cuarta y quinta cervica- ESCALAS PREDICTIVAS DE
les por luxación o subluxación subaxial, y de otras VALORACIÓN DE LA VÍA AÉREA
regiones de la columna, así como inmovilidad de
la articulación temporomandibular (Tm) o arite-
noidea, anquilosis, fibrosis ósea, artritis de laringe Algunas valoraciones predictivas son de mayor utilidad
y cricoaritenoidea, posible torcedura laríngea, si- que otras cuando son tomadas en cuenta las característi-
novitis crioaritenoideas y Tm, y compresión de las cas faciales y raciales.
raíces nerviosas o de la médula espinal.
S Diabetes mellitus: limitaciones en los movimien-
tos de las articulaciones de la espina cervical, Tm Distancia tiromentoniana
y atlantooccipital, que constituyen el síndrome de o de Patil–Aldreti
articulaciones rígidas y presentan el signo de la ora-
ción. La causa es la glucosilación de las proteínas Es la distancia entre el borde superior del cartílago tiroi-
tisulares por hiperglucemia crónica, resultando en des y la punta del mentón con el cuello en hiperexten-
enlaces cruzados anormales del colágeno. sión y la boca cerrada; determina la facilidad de alinear
S Acromegalia: el interior nasal del paciente puede los ejes laríngeo y faríngeo con extensión de la articula-
cursar con diferentes tamaños de cornetes, puente ción atlantooccipital. Cuando esta medida es inferior a
ancho y alto e hipertrofia de la lengua y la úvula 6.5 cm o menos de tres dedos en los adultos se relaciona
que pueden comprimir el nervio laríngeo, así con una mayor frecuencia de intubación traqueal difícil,
como estrechez del cricoides, nódulos laríngeos, porque ambos ejes forman un ángulo más agudo, es más
engrosamiento de las cuerdas vocales, deforma- dificultoso su alineamiento y hay menos espacio para
ción de la glotis, mandíbula prominente y movili- desplazar la lengua durante la laringoscopia. Es objeti-
dad cervical disminuida. Se observa difícil venti- va y fácil de medir, aunque tiene un elevado porcentaje
lación con mascarilla facial. de falsos positivos.
Evaluación y manejo perioperatorio de la vía aérea 189

Cuadro 16–1. Escalas predictivas de valoración


Distancia tiromentoniana Distancia interincisiva Distancia esternomentoniana
Calificación/cm Clase Calificación Clase/cm Calificación Clase/cm
> 6.5 Probabilidad de éxito I >3 1 > de 13
6 a 6.5 Posibilidad de intubación difícil II 2.6 a 3 2 12 a 13
III 2 a 2.5 3 11 a 12
<6 Imposibilidad de intubación IV <2 4 < 11

Distancia interincisiva posible y tampoco se alinean los incisivos, se considera


una protrusión mandibular limitada, predictiva de intu-
Es la comprendida entre los incisivos superior e inferior bación difícil (ID).
con la boca completamente abierta; en casos de adoncia
se mide la distancia entre la encía superior y la inferior
a nivel de la línea media. Valoración atlantooccipital
de Bellhouse–Doré
Distancia esternomentoniana
La flexión moderada (25 a 30_) posterior de la articula-
ción atlantooccipital y su extensión anterior alinean los
Es una línea recta que va del borde superior del manu- ejes oral, faríngeo y laríngeo (posición de olfateo); el
brio esternal a la punta del mentón, con la cabeza en ángulo normal es de 35_, por lo que una extensión me-
completa extensión y la boca cerrada, con el paciente en nor de 30_ puede limitar la visión laringoscópica y difi-
decúbito dorsal (cuadro 16–1). cultar la intubación.
Ayuda a valorar la capacidad de extensión completa
Valoración de del cuello; el grado de extensión se calcula por un nuevo
Mallampati–Samsoon–Young10,11 ángulo. Se prevé dificultad con un ángulo reducido en
un tercio (cuadro 16–2).
Se realiza con el paciente sentado, la cabeza en posición
neutra y la boca completamente abierta; se toma en con-
sideración el tamaño de la lengua en comparación con
Prueba de la mordida12
la bucofaringe. No toma en cuenta la movilidad del cue-
llo ni el tamaño del espacio mandibular, por lo que Es una prueba reciente que se basa en la importancia que
existe variabilidad de acuerdo con el observador. tienen para la visión laringoscópica la libertad del movi-
miento mandibular y la arquitectura de los dientes. Se
le pide al paciente que muerda con su dentadura inferior
Valoración de protrusión mandibular el labio superior, para dividir la mordida en tres clases;
una mordida de clase III se relaciona con ID.
El paciente en posición neutra debe protruir los incisi- Esta prueba es similar a la valoración de protrusión
vos inferiores más allá de los superiores; si esto no es mandibular.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cuadro 16–2.
Valoración de Mallampati–Samsoon– Valoración de protrusión mandibular Valoración atlantooccipital
Young
Calificación Clases Grados Clases Grados
1 Visibilidad paladar blando, I Incisivos inferiores delante de los supe- I Sin limitación
fauces, úvula y pilares riores
2 Paladar blando, fauces y II Incisivos inferiores a nivel de los supe- II Limitación en 1/3
úvula riores
3 Paladar blando y base de III Los incisivos inferiores no alcanzan a III Limitación en 2/3
la úvula los incisivos superiores; no protruyen
4 Paladar duro IV Limitación completa
190 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 16)

Cuadro 16–3. Grados de laringoscopia tiene forma de embudo hasta los ocho años de edad, lo
que hace que el cricoides sea más angosto. Asimismo,
Grado I: la mayor parte de la Grado III: sólo la epiglotis
glotis es visible es visible
las cuerdas vocales están inclinadas, formando un ángu-
Grado II: la parte posterior de Grado IV: no se visualiza lo con la comisura anterior; la tráquea tiene un ángulo
la glotis es visible la epiglotis estrecho con diámetro corto y longitudes variables se-
gún la edad,18 y las costillas están horizontales, entre
otros cambios.

Clasificación de Cormack y Lehane13


Vía aérea en la paciente embarazada
Valora el grado de laringoscopia difícil; se realiza des-
pués de la inducción anestésica (cuadro 16–3). Se realiza una valoración preanestésica tomando en
Hay otras escalas, como la de Wilson, que consideran cuenta los factores predictivos de manejo ventilatorio19
cinco factores: peso, movilidad de la cabeza y el cuello, y los cambios anatómicos y fisiológicos al utilizar la
movimiento mandibular, retroceso mandibular y denta- anestesia general. Los posibles eventos adversos inclu-
dura grande y extruida. yen dificultad para la ventilación o intubación, bronco-
En la predicción de la ID se toman en consideración aspiración, intubación esofágica, broncoespasmo, ina-
la sensibilidad y el valor predictivo positivo (VPP). La decuada fracción de inspiración, convulsiones y
sensibilidad identifica a la mayoría de los pacientes en problemas con el equipo. Los efectos del estrógeno y el
quienes la intubación será difícil; el VPP indicará que aumento del volumen de sangre contribuyen a edema y
un porcentaje menor de pacientes etiquetados como di- friabilidad de las mucosas de la VA; asimismo, puede
fíciles de intubar en realidad serán fáciles. Los porcen- existir congestión nasal y sangrado a la manipulación;
tajes tienen una variabilidad según diversos autores, por ante edema de laringe se requiere un tubo de calibre me-
lo que ninguna prueba por sí sola es suficiente y es reco- nor. Los cambios en el aparato respiratorio dan lugar a
mendable utilizar tres o más escalas.14–16 una desaturación rápida con hipoxemia y apnea por dis-
La intubación nasotraqueal es requerida en la cirugía minución en la capacidad residual funcional, además de
de maxilar inferior y de lengua, o de su base, así como disminución del volumen de reserva espiratoria y otros
en fijación intermaxilar, tumoración oral y trismo; está cambios en la caja torácica, dolor, hiperventilación, etc.
contraindicada en fracturas de la base del cráneo y de Se debe tener preparado todo lo necesario ante una
nariz, pólipos o coagulopatías. La epistaxis dificulta la emergencia de manejo de la VA por un bloqueo fallido
intubación si el sangrado es excesivo; los posibles even- o alto, toxicidad del anestésico local o paro cardiaco.20
tos adversos incluyen lesiones en la adenoides, los cor-
netes, la faringe y las partes blandas, y perforación del
septo; se pueden presentar formación de recesos pirifor- Vía aérea en pacientes ancianos
mes, necrosis de nariz si el tubo endonasal ejerció pre-
sión, rinitis, otitis, sinusitis o faringitis posintubación. Se deben considerar los cambios estructurales por la
edad. Se pueden presentar obstrucción respiratoria por
pérdida de apoyo muscular faríngeo y pérdida de los
Vía aérea en los pacientes pediátricos reflejos protectores de la tos y deglución (probable por
una desaferenciación periférica), lo que incrementa el
Difiere en gran media de la del adulto en cuanto a anato- riesgo de aspiración.
mía, fisiología, tamaño, forma, posición y estructura,
dado que la circunferencia del cráneo (occipucio) es
más grande, la cavidad oral es pequeña, la lengua es re- Vía aérea en traumatismos
lativamente más grande, la laringe es angulada–pirami-
dal, la epiglotis es cartilaginosa larga, laxa y omega, la Muchas veces el paciente con trauma es manejado e in-
mandíbula presenta hipoplasia fisiológica, el cuello es tubado por personal médico o paramédico, quienes de-
corto, las respiración es nasal por la posición alta de la ben recibir instrucciones constantes para evitar lesiones
epiglotis, el hueso hioides está situado junto a C3–C417 involuntarias en la columna vertebral cervical.21 En las
y la laringe es más cefálica en C3–C4 en neonatos y en lesiones de cabeza, cara, cuello y tórax la ventilación o
C4–C5 hasta los dos años de edad; la posición hace más intubación puede ser difícil, dado que el paciente no
agudo el ángulo entre la glotis y la base de la lengua; coopera por lesión o contusión encefálica. La valora-
Evaluación y manejo perioperatorio de la vía aérea 191

ción utilizada es la de Glasgow, de modo que una pun- siólogo. Hay situaciones de incapacidad para insertar
tuación menor de 9 requiere intubación y guía de mane- algún dispositivo respiratorio en el manejo de la VA, por
jo. La VA en el paciente traumatizado dependerá de las ejemplo, limitación de la apertura bucal, posición co-
condiciones en que se encuentre, del momento de aten- rrecta del dispositivo, ventilación sellada —como en los
ción, del grado de urgencia y de la destreza para llevar casos de alteraciones traqueales (estenosis)—, disminu-
a cabo la intubación. En situaciones de emergencia se ción de la distensibilidad pulmonar u obstrucción pato-
prefiere la intubación endotraqueal bajo laringoscopia; lógica, sea en las cuerdas vocales o debajo de ellas.
ocasionalmente es posible mantener al paciente con La incidencia de dificultad en la ventilación con mas-
ventilación bajo mascarilla y trasladarlo a un centro carilla que resulta inadecuada e inestable y requiere dos
hospitalario que cuente con dispositivos especiales, anestesiólogos es de 1.4%. La ventilación y la intuba-
como fibrobroncoscopio, intubación despierto y mas- ción difícil van de 1.5 a 0.38%.30 Se presenta intubación
carilla laríngea; no se debe utilizar el combitubo porque difícil31 en niños de un día a un año de vida (0.57%), de
puede desplazar la columna cervical (3 a 9 mm).22 En uno a cinco años de edad (0.12%) y de 5 a 17 años
los pacientes alcoholizados se debe prever el vómito, el (0.05%).32 La imposibilidad para la ventilación tiene
cual complica el manejo de la VA debido a que el vacia- una incidencia de 0.16%, con una frecuencia de intuba-
miento y la motilidad intestinal están retrasados, las be- ción imposible de 0.05 a 0.35%.33
bidas fermentadas y no destiladas aumentan los niveles
de gastrina y secreción ácida, y algunas bebidas alcohó-
licas contienen ácido maleico y succínico.23 Valoración de la vía aérea difícil

Previo al manejo de la VA no se debe subestimar ningún


aspecto. La máxima de “todo paciente es difícil de ven-
VÍA AÉREA DIFÍCIL
tilar o de intubar” debe estar presente, por lo que ante
una situación de VAD se debe conservar la calma; si la
saturación se mantiene en los parámetros normales y es
posible la ventilación, se debe asegurar una relajación
Definición adecuada e intentar una laringoscopia de exploración,
así como verificar si es factible el control de la VA con
Es la situación clínica en la cual un anestesiólogo capa- los recursos con que se cuenta en ese momento o si es
citado de manera ordinaria experimenta dificultades necesario utilizar algún dispositivo de rescate; hay que
para la ventilación con mascarilla o la intubación tra- reposicionar al paciente, repasando mentalmente qué
queal, o ambos procedimientos.24 falta para lograr una adecuada visión de la glotis y de las
Una situación de vía aérea difícil (VAD) es la obesi- cuerdas vocales. La Asociación Americana de Aneste-
dad mórbida; antes de la inducción anestésica el posi- siólogos22 definió y creó las guías de manejo en los ca-
cionamiento de la cabeza es determinante para la venti- sos de VAD mediante cuatro algoritmos que tienen el
lación, la laringoscopia y la intubación.25 La obesidad objetivo de valorar la posibilidad y el impacto clínico de
per se no es predictiva de intubación difícil;26,27 sin em- los problemas de ventilación, la intubación, la dificultad
bargo, se pueden presentar disminución de la capacidad con la cooperación, el consentimiento del paciente y la
residual, desaturación rápida, posicionamiento difícil, traqueostomía difícil. Dichas guías recomiendan la ad-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

presión abdominal aumentada, circunferencia de cuello ministración de oxígeno a lo largo de todo el manejo de
aumentada,8 apnea del sueño y otros factores. Las difi- la VAD, tomando en cuenta las ventajas y desventajas
cultades en la técnica de ajuste de la mascarilla incluyen de cada acción a realizar, así como el desarrollo de estra-
mandibulectomía previa, maxilectomía, ablación de ór- tegias primarias y alternativas. Los algoritmos de la
bitas, radical de nariz, barba espesa, hernia discal cervi- ASA indican lo siguiente:
cal, patologías con rigidez articular, amiloidosis, enfer-
medad de Still, espondilitis anquilopoyética, adoncia, 1. Intubación con el paciente despierto. Si la intu-
asma, neumotórax, prematuridad, ancianidad, embara- bación falla en un paciente despierto se propone:
zo, estado crítico, derrame pleural, discapacidad y poli- a. Cancelar la intubación.
traumatismos; otras situaciones incluyen cara grotesca, b. Considerar anestesia bajo mascarilla, anestesia
historial de ronquido, pacientes neonatos, pacientes ma- local, regional o intubación después de la in-
yores de 45 años de edad,29 equipo o material inapropia- ducción.
do e incluso el pequeño tamaño de las manos del aneste- c. Practicar un acceso quirúrgico de la VA.
192 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 16)

2. Intento de intubación posterior a la inducción Cuadro 16–4. Mascarillas laríngeas


anestésica. Si fallan las recomendaciones pro-
Tamaño Peso (kg) Número Inflado del
puestas se debe recuperar la ventilación espontá- globo
nea, despertar al paciente, solicitar ayuda y conti-
Neonatos 5 kg 1 < 4 mL
nuar con cualquiera de los siguientes algoritmos.
Infantes 5 a 10 kg 1½ < 7 mL
3. El paciente no se puede intubar pero sí ventilar
Infantes–niños 10 a 20 kg 2 < 10 mL
correctamente. Se recomienda intentar la intuba-
Niños 20 a 30 kg 2½ 10 a 14 mL
ción utilizando métodos alternativos (diferentes
Niños > 30 kg 3 20 mL
hojas de laringoscopio, intubación a ciegas oral o Adulto normal 50 a 70 kg 4 30 mL
nasal, o despierto, con fibrobroncoscopio, estilete, Adulto grande > 70 kg 5 40 mL
cambiador de tubo o varilla luminosa o retrógra-
da); si la falla persiste las posibilidades implican
despertar al paciente, continuar la anestesia bajo
La manipulación de la VA se debe realizar de manera
mascarilla o realizar una vía quirúrgica; si la venti-
gentil y cuidadosa, evitando al máximo lesiones en las
lación con mascarilla es inadecuada se continúa
cavidades nasal y oral, los labios, los dientes, la lengua,
con el siguiente algoritmo.
los pilares, la úvula, la epiglotis, la vallécula y las cuer-
4. Vía aérea de emergencia. Previamente se reco-
das vocales, así como ruptura de la laringe, la tráquea o
mienda la mascarilla laríngea; si logra una ventila-
el esófago.
ción adecuada se regresa al algoritmo anterior; si
no es así o no se consigue colocar dicha mascarilla
se pasa a la vía aérea de emergencia. Si ésta falla
se pasa a la vía quirúrgica, pero si funciona se pasa
PERIODO TRANSANESTÉSICO
al primer algoritmo. Son opciones de vía aérea no O TRANSOPERATORIO
quirúrgicas de emergencia la ventilación por jet
transtraqueal o mediante broncoscopio rígido y el
combitubo esofagotraqueal. Son quirúrgicas la La vigilancia debe ser continua para evitar desconexión
traqueostomía quirúrgica o percutánea y la cricoti- del tubo endotraqueal, extubación accidental o involun-
roidotomía. taria, desplazamiento, acodamiento, sellado incomple-
to con fuga, obstrucción por secreciones, aumento de la
Existen otras guías de manejo de la VAD, aunque es re- presión del neumotaponamiento, ventilación de un solo
comendable elaborar una de acuerdo con la infraestruc- pulmón con colapso del otro y fijación ineficaz; es im-
tura del hospital de que se trate. portante utilizar el capnógrafo para descartar estos even-
tos. La extubación accidental se puede presentar al rea-
lizar rotación de la cabeza, en neurocirugía, cirugías de
Dispositivos para el manejo oído y de cuello, procedimientos quirúrgicos con exten-
sión de la cabeza, oncología y otorrinolaringología.
de la vía aérea difícil

S Mascarilla laríngea: aumenta su uso cotidiano, pue- PERIODO POSANESTÉSICO


de ser útil en casos de “no se puede ventilar, no se O POSOPERATORIO
puede intubar”; son clásica, flexible, desechable
FastrachR y ProsealR (cuadro 16–4).
S Dispositivos supraglóticos: combitubos, tubos la-
ríngeos, mascarilla perilaríngea, mascarilla I–gel, La aspiración de secreciones se debe realizar con el pa-
SLIPAR, CobraR, mascarilla AmbúR, estiletes ciente dormido para evitar estimularlo. Se pueden pre-
luminosos, fibrobroncoscopio, mascarilla larín- sentar eventos adversos, como hipoxia, hipercapnia,
gea CTrachR y laringoscopios de Bullard, de Up- obstrucción de la VA, taquipnea, bradipnea, espasmo la-
sher, CTrachR, WuScopeR, Airway Scope, vi- ríngeo, broncoaspiración, disfonía, edema periglótico,
deolaringoscopio y GlideScopeR, entre otros. perforación esofágica o faríngea, y parálisis de las cuer-
S Dispositivos infraglóticos: intubación retrógrada, das vocales.
ventilación jet, punción cricotiroidea y traqueoto- En pacientes con intubación difícil o manipulación
mía percutánea o quirúrgica. traumática es necesario asegurar el tratamiento antie-
Evaluación y manejo perioperatorio de la vía aérea 193

dema, la recuperación de la conciencia y los reflejos para cuyo retiro el personal requiere un programa de
protectores, y la aplicación de analgésicos; asimismo, manejo.
se debe valorar la posible extubación o dejar en la trá- Las condiciones emergentes pueden requerir una re-
quea un intercambiador de tubos o una guía metálica intubación, la cual debe ser manejada con rapidez y ha-
para reintubación en caso necesario. bilidad, sin producir lesiones.
Es necesaria una revisión preventiva previa al retiro
del tubo endotraqueal para buscar lesiones en los tejidos
orales y nasales —por intubación al utilizar esta vía— CONCLUSIONES
debidas a una laringoscopia traumática y luxación tem-
poromandibular durante la ventilación; lesiones en la-
bios, encías o dientes, y fractura o caída de dientes; el El paciente que permanece bajo los efectos anestésicos
estridor puede ser debido a una intubación prolongada, o sus residuales no debe ser descuidado, ya que sigue
a tubos grandes o con globo (en niños), a movimientos siendo responsabilidad del anestesiólogo. La valora-
del tubo, a reintubaciones, a traumatismo o a infeccio- ción y el manejo perioperatorios de la vía aérea deben
nes. Ante la sospecha de vómito se debe descomprimir ser minuciosos en todo paciente, sin pasar por alto nin-
la cámara gástrica con una sonda orogástrica tanto en ni- gún dato ni minimizar o subestimar nada ni a nadie. Son
ños como en adultos y aplicar antieméticos, antagonis- importantes los conocimientos de anatomía y fisiología
tas H2 y analgésicos. para identificar las estructuras que se van a manipular,
En el servicio de recuperación el manejo de la VA con cuidado de no lesionarlas y alterar sus funciones.
incluye vigilancia continua, prevención y tratamiento. Las condiciones clínicas, las patologías y las anomalías
En los hospitales de segundo nivel, generalmente des- anatómicas son diferentes en los pacientes, por lo que es
provistos de personal de anestesia, son los residentes, fundamental su identificación para tomar las medidas
los internos o el personal de enfermería quienes se en- preventivas y decidir el manejo más apropiado sin esca-
cargan del cuidado del paciente,34 por lo que deben reci- timar costos; las escalas predictivas son de gran utili-
bir capacitación continua, ya que no son asignados du- dad, por lo que no se deben obviar. Cada hospital debe
rante un largo tiempo. Algunos hospitales de tercer nivel contar con guías, estrategias y planes secuenciales para
sí cuentan con un anestesiólogo responsable del área, el manejo apropiado de la vía aérea. Es recomendable
quien se encarga de los posibles eventos adversos; hay que el servicio de anestesiología cuente con dispositivos
situaciones en las que el paciente necesitará ventilador, y material para rescate de una emergencia respiratoria.

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Capítulo 17
Evaluación y manejo perioperatorio del
paciente con insuficiencia renal aguda
Manuel Antonio Díaz de León Ponce, Jesús Carlos Briones Garduño

Para entender el tratamiento perioperatorio que debe re- La IRA prerrenal se caracteriza por disminución de
cibir un paciente con insuficiencia renal aguda (IRA) es la perfusión renal como respuesta a la hipoperfusión re-
necesario conocer este síndrome, por lo que nos referi- nal moderada. Las causas de la insuficiencia renal pre-
remos a él en su definición, etiología, fisiopatología y rrenal se presentan en el cuadro 17–1.
tratamiento. La IRA intrínseca se asocia con lesión del parénqui-
ma renal, generalmente como resultado de isquemia,
nefrotoxicidad, glomerulopatías y alteraciones vascula-
DEFINICIÓN Y ETIOLOGÍA DE LA
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Cuadro 17–1. Causas de insuficiencia
renal aguda prerrenal
Disminución del volumen intravascular
La IRA es un síndrome que se caracteriza por una dismi-
Hemorragia
nución abrupta (de horas a días) de la filtración glome-
Pérdidas gastrointestinales: vómito, diarrea, succión
rular. Esta alteración en la función renal puede ocurrir por sonda nasogástrica
con o sin lesión renal evidente, o puede ser producto de Pérdidas renales: diuresis osmótica, diabetes insípida,
la exacerbación en un paciente con enfermedad renal insuficiencia adrenal
previa. La manifestación primaria de la IRA es la acu- Pérdidas cutáneas o por mucosas: quemaduras, hiper-
mulación de productos nitrogenados, principalmente termia
urea y creatinina. Asimismo, se caracteriza por altera- Pérdidas por “el tercer espacio”: pancreatitis, hipoalbu-
minemia, peritonitis
ciones del flujo urinario, que cuando es menor de 400
Disminución del gasto cardiaco
mL en 24 h se denomina insuficiencia renal aguda clási-
Enfermedades del miocardio, las válvulas, el pericardio
ca, oligúrica o anúrica, y cuando es mayor de 2 000 mL
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

o el sistema de conducción
en 24 h se le llama no clásica, poliúrica o de gasto alto. Hipertensión pulmonar o embolismo pulmonar
En las primeras horas el cuadro clínico se caracteriza Vasodilatación sistémica
por la causa desencadenante y posteriormente por la re- Sepsis, falla hepática o anafilaxis
tención azoada, el desequilibrio hidroelectrolítico y las Vasoconstricción renal
alteraciones ácido–base. La morbimortalidad de este Generada por epinefrina, ergotamina, enfermedad he-
síndrome dependerá de su asociación con otros síndro- pática, sepsis o hipercalcemia
mes agudos de órganos vitales, variando desde 0 hasta Agentes farmacológicos que alteran la autorregula-
100%. ción renal
Las causas de la IRA se dividen en tres grandes gru- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
pos: prerrenales, renales o intrínsecas y posrenales. Antiinflamatorios no esteroideos

195
196 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)

Cuadro 17–2. Causas de insuficiencia Cuadro 17–3. Causas de insuficiencia


renal aguda intrínseca renal aguda posrenal
Necrosis tubular aguda Obstrucción alta del tracto urinario (obstrucción bila-
Isquemia teral u obstrucción del único riñón funcional)
Hipoperfusión Intrínseca
Choque hipovolémico Cálculo
Sepsis Necrosis papilar
Falla cardiaca Coágulos
Nefrotoxicidad inducida por fármacos Carcinoma
Aminoglucósidos Extrínseca
Agentes de radiocontraste Fibrosis retroperitoneal
Anfotericina Aneurisma aórtico
Cisplatino Cáncer retroperitoneal o pélvico
Acetaminofén Obstrucción baja del tracto urinario
Nefrotoxicidad endógena Estenosis uretral
Hemólisis intravascular Hipertrofia prostática benigna
Rabdomiólisis Cáncer de próstata
Nefritis intersticial aguda inducida por fármacos Carcinoma
Penicilina Cálculos vesicales
Cafalosporinas Coágulos
Sulfonamidas Vejiga neurogénica
Rifampicina Sonda uretral disfuncional
Furosemida
Antiinflamatorios no esteroideos
Para que la IRA posrenal se presente son necesarias
Nefritis intersticial aguda inducida por infección
la obstrucción del flujo urinario entre el meato uretral
Infección bacteriana
Infección viral
externo y el cuello de la vejiga, la obstrucción ureteral
Infección por Rickettsia
bilateral y la obstrucción uretérica unilateral en un pa-
Tuberculosis ciente con un riñón o con insuficiencia renal crónica
Enfermedades sistémicas (IRC) preexistente. Además, hay que tener en cuenta
Lupus eritematoso sistémico que la neuropatía obstructiva puede causar también
Sarcoidosis IRA. Las causas de IRA posrenal se presentan en el cua-
Síndrome de Sjögren dro 17–3.
Neoplasias
Infiltración maligna del intersticio
FISIOPATOLOGÍA DE LA
Mieloma múltiple
Idiopática
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Glomerulonefritis aguda
Glomerulonefritis posestreptocócica
Glomerulonefritis posinfecciosa Desde 1941 la mayoría de los autores correlacionan a la
Endocarditis asociada a glomerulonefritis IRA con la necrosis tubular aguda (NTA); sin embargo,
Vasculitis sistémica hay que tener en cuenta que en la fisiopatología de la
Púrpura trombocitopénica IRA se han descrito cinco grupos de lesiones: glomeru-
Glomerulonefritis rápidamente progresiva lares, necrosis tubulointersticial, necrosis cortical, ne-
Síndrome vascular agudo crosis papilar y sin lesión demostrable.
Tromboembolia de la arteria renal Para entender integralmente la fisiopatología de la
Disección de la arteria renal IRA se puede tomar la división etiológica, que com-
Trombosis de la vena renal prende la IRA prerrenal, la intrínseca y la posrenal.
Enfermedad ateroembólica

Insuficiencia renal aguda prerrenal


res e intersticiales. Las causas de la insuficiencia renal La IRA prerrenal es la causa más común de falla renal
intrínseca se presentan en el cuadro 17–2. aguda y representa la respuesta fisiológica a hipoperfu-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda 197

sión renal moderada. En la IRA prerrenal el parénquima merular (FG), lo que produce aumento de la presión in-
renal no sufre daño; sin embargo, en la hipoperfusión traluminal por arriba del sitio de la obstrucción. Como
severa puede ocurrir lesión tisular por isquemia, lo que resultado de dicha presión hay distensión gradual del
generaría daño renal intrínseco. uréter proximal, la pelvis y los cálices renales, generan-
La hipovolemia genera una caída de la presión arte- do finalmente una caída en el FG.
rial media, la cual es detectada por barorreceptores car-
diacos y carotídeos cuya activación genera una serie de
respuestas neuronales y humorales que se caracterizan Insuficiencia renal aguda intrínseca
por la estimulación del sistema nervioso simpático y del
sistema renina–angiotensina–aldosterona, y la libera- Desde el punto de vista clínico–patológico, las causas
ción de la hormona antidiurética. La epinefrina, la an- de IRA intrínseca se pueden dividir en:
giotensina II y la hormona antidiurética estimulan la va-
soconstricción de los lechos vasculares no esenciales, 1. Enfermedades de los grandes vasos renales.
como la circulación esplácnica y la musculocutánea en 2. Enfermedades de la microcirculación renal y glo-
su intento por mantener la presión sanguínea y preser- mérulos.
var las perfusiones cardiaca y cerebral. También dismi- 3. IRA isquémica y nefrotóxica.
nuyen la pérdida de sal y agua mediante la inhibición de 4. Enfermedades tubulointersticiales.
las glándulas sudoríparas y el aumento de la sed, promo-
La mayoría de los casos se deben a isquemia o a nefroto-
viendo la retención de sal y agua.
xicidad; ambos mecanismos culminan en NTA, la cual
Como resultado de la hipoperfusión disminuye la
es una entidad anatomoclínica que se caracteriza morfo-
presión de perfusión renal; no obstante, la perfusión
lógicamente por destrucción de las células del epitelio
glomerular, la presión de ultrafiltrado y la tasa de filtra-
tubular y clínicamente por la anulación de la función re-
ción se preservan debido a la presencia de receptores en
nal. La NTA originada por isquemia o por nefrotoxici-
las arteriolas aferentes que se activan en respuesta a la
dad comparte fenómenos fisiopatológicos esenciales,
reducción de la presión intraglomerular. Esta respuesta
como la lesión tubular y los trastornos graves y durade-
se caracteriza por vasodilatación de la arteriola aferente
ros del riego sanguíneo.
debido a un reflejo miogénico local. Otro mecanismo
que genera dilatación de la arteria aferente es la síntesis
Insuficiencia renal aguda por isquemia
de prostaglandinas vasodilatadoras, principalmente la
prostaglandina E2 y la prostaciclina (PGI2). La dilata- Se caracteriza por necrosis y apoptosis focales del epite-
ción máxima de la arteriola aferente se da con una pre- lio tubular en varios puntos a lo largo de la nefrona con
sión arterial media de 80 mmHg, por lo que las cifras extensas zonas entre ellas que conservan la normalidad
menores a dicho valor se asocian con una disminución y se acompañan a menudo de ruptura de la membrana
crítica de la presión de ultrafiltrado glomerular y de la basal (tubulorrexis) y oclusión por cilindros de las luces
tasa de filtrado glomerular. La angiotensina II induce la de los túbulos. Se presenta cuando la hipoperfusión in-
constricción de la arteriola eferente. La suma de estos duce lesión isquémica en las células del parénquima re-
mecanismos compensadores ayuda a mantener la pre- nal, principalmente el epitelio tubular. En su forma más
sión intraglomerular, aunque en la hipoperfusión severa grave la isquemia genera necrosis cortical bilateral y
estos mecanismos se ven superados. falla renal irreversible.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Durante el desarrollo de la IRA por isquemia se han


identificado tres fases:
Insuficiencia renal aguda posrenal
S Fase inicial: abarca desde la instauración de la hi-
La obstrucción del tracto urinario representa menos de poperfusión hasta una o dos semanas después; es
5% de los casos de IRA. Para que la IRA posrenal se pre- el periodo inicial de la hipoperfusión renal durante
sente es necesaria la obstrucción del flujo urinario entre el cual comienza la lesión isquémica. La lesión se
el meato uretral externo y el cuello de la vejiga, la obs- puede limitar si se restaura el flujo sanguíneo renal
trucción ureteral bilateral y la obstrucción uretérica uni- en este periodo.
lateral en un paciente con un riñón o con IRC preexis- S Fase de mantenimiento: dura de una a dos sema-
tente. La obstrucción del cuello de la vejiga representa nas, que es el tiempo en que se establece la lesión
la causa más común de IRA posrenal. Durante las pri- de las células renales. El FG llega a su punto más
meras horas de la obstrucción continúa el filtrado glo- bajo y se presentan complicaciones por uremia.
198 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)

S Fase de recuperación: puede haber diuresis im- Isquemia


portante debido a la excreción de sodio y agua re-
tenidos durante las dos primeras fases. Para la nor-
malización de la perfusión renal se requiere la Agotamiento del ATP
regeneración de las células renales.

La lesión isquémica es más importante en la porción Alteración en el


recta del túbulo proximal y la rama gruesa ascendente transporte de
del asa de Henle en la médula renal. Los segmentos membrana
mencionados tienen mayor propensión a la lesión isqué-
mica porque tienen una gran concentración de transpor-
Edema celular
tadores activos dependientes de ATP y están localizados
en la zona del riñón que es relativamente isquémica aun
en condiciones basales.
Existen también otros factores que predisponen a los Ruptura del
citoesqueleto
túbulos per se a la lesión celular, como la presencia de
una extensa superficie de reabsorción tubular dotada de Perdida de Desprendimiento
carga eléctrica y la capacidad para concentrar eficaz- la polaridad celular
mente la orina.
La hipoxia genera diversas alteraciones celulares,
como el agotamiento del ATP y con ello la energía nece-
saria para el funcionamiento de los mecanismos de Acumulación de calcio
transporte de membrana y mitocondriales, lo que gene-
ra acidosis intracelular, inhibición del transporte activo
de sodio y otros iones, edema celular, ruptura del citoes- Activación de fosfolipasas y proteasas
queleto, alteración en la polaridad celular, desprendi-
miento de las células, acumulación del calcio intracelu-
lar y finalmente activación de enzimas fosfolipasas y Necrosis o
proteasas. apoptosis
El conjunto de estas alteraciones conduce a la apop-
tosis o necrosis (figura 17–1).
Un resultado precoz pero reversible de la isquemia Disminución del FG
tubular es la pérdida de la polaridad de la célula, debido
a redistribución de las proteínas de membrana que pasan Figura 17–1. Posibles mecanismos patogénicos de la insu-
desde la superficie basolateral hasta la superficie lumi- ficiencia renal aguda isquémica. FG: filtrado glomerular.
nal celular, dando lugar a un transporte anormal de iones
que salen de la célula y generan mayor oferta de sodio
en los túbulos distales. Este fenómeno produce la llama- provoca aumento de la presión intersticial y colapso de
da retroalimentación tubuloglomerular, la cual produce los túbulos (figura 17–2).
vasoconstricción. La reperfusión posterior aumenta las La principal alteración hemodinámica de la lesión re-
lesiones con la generación de radicales libres de oxíge- nal isquémica es la vasoconstricción renal, que origina
no e infiltración de leucocitos; surge por la expresión de disminución del flujo plasmático glomerular con la con-
moléculas de adhesión ICAM–1 que originan su reclu- secuente disminución en la liberación de oxígeno hacia
tamiento. La necrosis del epitelio tubular y su despren- los túbulos funcionalmente importantes de la porción
dimiento en la luz de los túbulos, junto con la proteína externa de la médula (porción gruesa de la rama ascen-
de Tamm–Horsfall secretada por la porción ascendente dente y porción recta del túbulo proximal).
del túbulo distal, da lugar a la formación de cilindros ce- En la vasoconstricción están implicados factores
lulares que obstruyen la luz de los túbulos renales. Esta como la disfunción endotelial, que genera liberación de
obstrucción origina un aumento de la presión hidrostáti- endotelina y disminuye la producción de óxido nítrico
ca intratubular que se transmite al espacio de Bowman, y de PGI2, así como la activación del sistema renina–
disminuyendo el FG. También el líquido de los túbulos angiotensina, estimulado por el aumento de sodio en la
lesionados puede escapar y filtrarse al intersticio, lo que nefrona distal.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda 199

Figura 17–3. Microfotografía de un paciente con insuficien-


Figura 17–2. Microfotografía de una lesión tubular e intersti- cia renal aguda con lesiones vascular y glomerular.
cial.

siva es la causa más común. Esta entidad se caracteriza


por proliferación de células epiteliales en el espacio uri-
Nefrotoxicidad como causa nario junto con una mezcla de fagocitos mononuclea-
de insuficiencia renal aguda res, ocasionalmente neutrófilos, y precipitación de fi-
brina. La lesión puede variar según su tamaño, y va de
La NTA nefrotóxica tiene una incidencia elevada en los pequeña y segmentaria a extensa y oclusiva. En la fase
pacientes de la tercera edad y en aquellos con IRC pree- extensa existe daño fibrocelular, mientras que en la pe-
xistente. Los agentes nefrotóxicos se pueden dividir en queña sólo hay adhesiones capsulares (figura 17–3).
exógenos o endógenos. Las sustancias exógenas son ge-
neralmente fármacos o agentes de radiocontraste. El Causas vasculares de
mecanismo pivote en la NTA nefrotóxica generada por insuficiencia renal aguda
ciclosporina, tacrolimus y agentes de radiocontraste es
la vasoconstricción. Estos agentes inducen los mismos Entre estas causas está la vasculitis, cuyo mecanismo fi-
mecanismos fisiopatológicos que en la IRA prerrenal. siopatológico es similar al isquémico. Otras causas im-
El aciclovir, los aminoglucósidos, la anfotericina B, la portantes de IRA son la microangiopatía trombótica y
pentamida, el cisplatino, el carboplatino y la isofosfa- la coagulación intravascular diseminada.
mida son fármacos que inducen NTA, provocando daño
tubuloepitelial directo y obstrucción intratubular.
Sepsis como causa de
Las nefrotoxinas endógenas más comunes son el cal-
insuficiencia renal aguda
cio, la mioglobina, la hemoglobina, el urato y el oxalato.
La hipercalcemia puede comprometer el FG mediante Se piensa que la sepsis produce daño renal debido a una
la inducción de vasoconstricción intrarrenal. La mio- combinación de factores, como hipotensión sistémica,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

globina y la hemoglobina, o cualquier otro compuesto vasoconstricción renal, infiltración de células inflama-
derivado del músculo o de eritrocitos, causan NTA por torias en el riñón, lesión tubular y disfunción de la cas-
lesión tóxica de las células epiteliales. La hemoglobina cada de la coagulación y del sistema fibrinolítico, que
y la mioglobina son inhibidores potentes del óxido nítri- contribuye a trombosis intraglomerular (figura 17–4).
co, lo que promueve vasoconstricción e isquemia. La
hiperuricosuria y la hiperoxaluria producen obstrucción
intratubular.
CUADRO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO
DE LA INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Causas glomerulares de
insuficiencia renal aguda

Cualquier lesión glomerular severa puede producir IRA; Los signos y síntomas de la IRA no se presentan en las
sin embargo, la glomerulonefritis rápidamente progre- primeras 24 a 48 h de la lesión, ya que éstos estarán
200 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)

Sepsis En la IRA posrenal se presenta dolor suprapúbico o


en el flanco si se produce distensión aguda de la vejiga,
del sistema colector renal o de la cápsula. El dolor cólico
en el flanco con irradiación a la ingle sugiere obstruc-
Hipotensión Hiperglucemia CID ción ureteral aguda. Es posible que exista vejiga neuro-
génica en pacientes tratados con anticolinérgicos o que
presenten signos de insuficiencia autónoma. En los pa-
Isquemia Disfunción Microtrombosis cientes varones con antecedentes de nicturia, polaquiu-
renal celular vascular y
glomerular ria, micción intermitente y próstata aumentada de tama-
ño al tacto rectal se debe sospechar la presencia de
enfermedad prostática.
IRA Para muchos médicos el diagnóstico sólo se basa en
el signo de la diuresis, es decir, se sospecha que el pa-
Figura 17–4. Algunos de los factores que desencadenan la ciente puede tener IRA cuando presenta oliguria o anu-
falla renal aguda en la sepsis. CID: coagulación intravascu- ria a pesar de la carga de líquidos o del uso de diuréticos
lar diseminada. de asa, lo cual da como resultado errores en el diagnósti-
co; otros utilizan la determinación de sodio en orina,
que cuando es mayor de 40 mEq/L se toma como un va-
dados por la causa desencadenante y posteriormente se lor positivo, igual que la hipoosmolaridad urinaria. Sin
agregarán los de la falla renal propiamente dicha, que embargo, para llegar a un diagnóstico certero se deben
son secundarios a la uremia (dermatitis urémica, halito- tomar en cuenta cinco puntos:
sis urémica, gastroenteritis urémica, neumonitis urémi-
1. Causa desencadenante (ver etiología).
ca, encefalitis urémica, carditis urémica, anemia, etc.),
2. Alteraciones del flujo urinario (no necesariamente
el desequilibrio hidroelectrolítico (hipernatremia e hi-
debe existir oliguria).
percalemia) y las alteraciones del equilibrio ácido–base
3. Alteraciones de las pruebas funcionales renales
(acidosis metabólica). Además de la sintomatología co-
(cuadro 17–4).
mún de la IRA existe sintomatología propia según la
4. Alteraciones de las pruebas farmacológicas (ya de
clasificación etiológica.
poco uso).
En la IRA prerrenal es posible la presencia de sed,
5. Biopsia renal (se utiliza para investigación o como
hipotensión ortostática, taquicardia, reducción de la
pronóstico en pacientes con más de 30 días de anu-
presión venosa yugular, disminución de la turgencia cu-
ria).
tánea, sequedad de las mucosas y reducción de la sudo-
ración. En la IRA intrínseca puede haber dolor en el No se utiliza ningún estudio de imagen, ya que sólo
flanco debido a oclusión arterial aguda o a enfermeda- mostraría aumento del tamaño de los riñones y si se em-
des parenquimatosas que distienden la cápsula renal. La
presencia de placas color naranja brillante en las arterio-
las retinianas junto con nódulos subcutáneos e isquemia Cuadro 17–4. Fórmulas de las pruebas de
digital sugiere ateroembolia. La IRA asociada con oli- función renal con valores normales y anormales
guria, edema, hipertensión y sedimento urinario es indi- Fórmula Normal Anormal
cativa de glomerulonefritis aguda o vasculitis. La pre-
UCr mgńdL x V mLńmin 120 a 140 < 15 mL/min
sencia de fiebre, artralgias y erupción eritematosa DCr + mL/min
PCrńmgńdL
pruriginosa tras la exposición a un fármaco sugiere ne- UmOsm x V mLńmin 2 a 3 mL/min < 1.5 mL/min
fritis intersticial medicamentosa. Algunos autores re- DmOsm
PmOsm
fieren que cuando existe necrosis tubular el paciente –1.5 a 0.5 > 0 mL/min
DH 2OL VmLńmin * DmOsm
puede presentar dos fases del cuadro clínico; la primera mL/min
es la fase oligúrica, que dura de 6 a 14 días y el paciente > 1 a 1.8 <1
UńPmOs Uosmolaridad
Posmolaridad
presenta las manifestaciones de la uremia y del desequi- UNa mEqńL x V mLńmin < 1 a 2% > 2%
librio hidroelectrolítico y ácido–base ya referidas; la se- FENa +
PNa nmEqńL x FG mL
gunda fase es la poliúrica, que es cuando el paciente ini- U KmEqńL x V mLńmin < 15% > 50%
FEK
cia una diuresis de más de 1 000 mL en 24 h. Estas fases PK mEqńL x FG mLńmin
se han modificado debido los cambios en la terapéutica IFR U/P Na mEq/L/U/P Cr mg/ < 1 a 2% > 2%
dL%
del paciente con IRA.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda 201

plean estudios con medios de contraste existe el riesgo la optimización del volumen vascular asegura una per-
de aumentar el daño renal. Las pruebas funcionales que fusión renal adecuada y, por lo tanto, evita la falla renal.
tienen mayor sensibilidad y especificidad son la depura- El hecho de evitar o suspender medicamentos que au-
ción de creatinina endógena (que debe ser menor de 15 mentan la vasoconstricción renal, como los antiinfla-
mL/min) y el U/PmOsm (que debe ser menor de 1). matorios no esteroideos o los inhibidores de la COX–2,
disminuye sustancialmente el riesgo de IRA. Además,
se debe valorar cuidadosamente el uso de medicamentos
o medios de contraste que puedan causar nefrotoxicidad.
TRATAMIENTO DE LA
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Tratamiento farmacológico
de la insuficiencia renal aguda
Durante los últimos años se han evaluado diversos me-
El tratamiento de la IRA ha sufrido variaciones durante dicamentos con la finalidad de atenuar la falla renal.
las últimas seis décadas, desde que fue descrito por pri- Algunos han tenido buenos resultados en modelos ani-
mera vez en 1941 por los ingleses durante la Segunda males, pero este éxito no se ha ratificado en seres huma-
Guerra Mundial. En Holanda Kolff descubrió el riñón nos, por lo que existe una gama limitada en lo referente
artificial; sin embargo, con el tiempo la diálisis extra- al tratamiento farmacológico de la IRA. A continuación
corporal y la diálisis peritoneal se convirtieron en el tra- se citan algunos de esos medicamentos.
tamiento de elección del paciente con insuficiencia re-
nal crónica. En el paciente con IRA se utilizaba el Dopamina
tratamiento médico a base de glucosa hipertónica, dosis
altas de diuréticos como la furosemida, anticoagulantes Usada en infusión (0.5 a 2 mg/kg/min) aumenta el flujo
y antiagregantes plaquetarios, lo que daba como conse- plasmático renal, la tasa de filtrado glomerular y la ex-
cuencia una mortalidad elevada. Para que estos pacien- creción de sodio, debido a la activación de los recepto-
tes fueran sometidos a diálisis se debían cumplir los si- res dopaminérgicos. En dosis mayores la dopamina se
guientes criterios: creatinina sérica mayor de 10 mg/dL une a receptores adrenérgicos, lo que provoca vaso-
o urea mayor de 200 mg/dL, hipercalemia, acidosis me- constricción y efectos inotrópicos positivos. A pesar de
tabólica y edema pulmonar agudo refractario al trata- la controversia actual en cuanto a la dopamina en dosis
miento farmacológico. Los resultados con el uso de la bajas, algunos grupos continúan utilizándola para pre-
diálisis eran desastrosos; hace tres décadas se inició en venir la necrosis tubular aguda en el paciente crítico,
México el uso de la diálisis temprana, que posterior- pues se argumenta que incrementa el flujo renal; sin em-
mente los estadounidenses llamaron diálisis profilácti- bargo, esto es controversial, ya que los pacientes hipo-
ca. Cuando además de la IRA el paciente presentaba volémicos a consecuencia de esta vasoconstricción de-
insuficiencia respiratoria aguda y síndrome de coagula- sarrollan IRA, por lo que se ha abandonado este
ción intravascular se efectuaba diálisis con exsanguino- tratamiento.
transfusión a través del riñón artificial, logrando una
Diuréticos de asa
disminución importante de la mortalidad que llegó a 0%
cuando sólo existía la IRA sin patología agregada. Con Este grupo de medicamentos, encabezados por la furo-
el advenimiento de la diálisis de flujo continuo el ma-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

semida, han sido ampliamente utilizados en el tratamien-


nejo de estos pacientes fue mejor, con una mayor sobre- to de la IRA. Los efectos benéficos de los diuréticos de
vida. Por lo anterior, se puede concluir que el tratamien- asa teóricamente se fundamentan en el incremento del
to de elección de la IRA es la diálisis en cualquiera de flujo urinario, que arrastra cualquier sustancia que obs-
sus modalidades, pero de preferencia la de flujo conti- truya el flujo intratubular, así como la disminución del
nuo, sin dejar de lado que el manejo farmacológico, transporte activo de la porción ascendente del asa de
aunque controvertido, puede ser una alternativa. Henle, que provoca disminución de los requerimientos
energéticos celulares, lo que les confiere protección en
caso de hipoperfusión renal.
Prevención de la insuficiencia renal aguda
Péptido auricular natriurético (PAN)
Prácticamente en todos los casos la hipoperfusión renal El PAN aumenta la filtración glomerular al dilatar la ar-
está involucrada en el desarrollo de la IRA, por lo que teriola aferente y provocar la constricción de la arteriola
202 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)

eferente. En algunos estudios se ha demostrado que el Indicaciones para iniciar


tratamiento con PAN disminuye la necesidad de diálisis la terapia renal de reemplazo
y posiblemente reduzca la mortalidad en el paciente con
IRA; sin embargo, son necesarios más estudios en seres Las indicaciones generalmente aceptadas para el co-
humanos para concretar dichas afirmaciones. mienzo de la terapia en el paciente con IRA incluyen
hipercalemia, acidosis metabólica severa, sobrecarga
Factor de crecimiento de volumen refractario al uso de diuréticos, síndrome
similar a la insulina (IGF–I) urémico o elevación progresiva de azoados.

Se ha observado que durante la lesión renal aguda au- Selección de la terapia


menta la producción de algunos factores de crecimien- renal de reemplazo
to, como el IGF–I, y que posiblemente potencien la re-
generación celular después de la lesión isquémica o Varios estudios han demostrado que las técnicas de re-
nefrotóxica. Existen modelos experimentales en los que emplazo continuo se relacionan con un mejor control
los factores de crecimiento reducen las áreas de daño re- metabólico, en comparación con las técnicas intermi-
nal y aceleran la recuperación de la función renal. Tam- tentes. Una ventaja importante de las técnicas de reem-
bién se han utilizado antioxidantes para bloquear sus plazo continuo es que la gran cantidad de infusión de
efectos dañinos durante la lesión, pero esto sólo se ha líquidos, necesaria para antibióticos, alimentación ente-
efectuado en animales de experimentación y no hay nin- ral e infusión de fármacos, se le puede administrar al pa-
gún estudio en humanos que confirme esta posibilidad. ciente sin alterar su balance de líquidos.
En resumen, no se han demostrado efectos contun- La hemofiltración arteriovenosa (CAVH) se usa po-
dentemente benéficos en la terapia farmacológica en los cas veces debido a que es incapaz de mantener un con-
pacientes con IRA, por lo que es necesario continuar trol metabólico adecuado en la mayoría de los pacientes
con la investigación de los efectos de estos medicamen- en una unidad de cuidados intensivos. Las variantes ve-
tos en los seres humanos. novenosas de la terapia renal de reemplazo tienen la
inherente desventaja de que necesitan dispositivos más
complejos que los necesarios para la CAVH. En la prác-
Terapia renal de reemplazo tica la hemofiltración venovenosa continua (CVVH) es
la terapia de elección en la mayoría de las unidades de
cuidados intensivos de EUA, donde la CAVH es la se-
Dada la falta de efectividad del tratamiento farmacoló- gunda opción.
gico, el manejo de la IRA continúa fundamentándose en
la terapia renal de reemplazo. La hemodiálisis intermi-
tente fue el tratamiento estándar para la IRA, pero Acceso vascular
debido a la inestabilidad hemodinámica en muchas uni-
dades de cuidados intensivos el tratamiento de elección En la mayoría de los casos el acceso vascular consiste
actual es la terapia renal de reemplazo continuo en un catéter de doble lumen; algunas de sus desventajas
(CRRT); para efectuarla existen diferentes técnicas: son la recirculación y el insuficiente flujo sanguíneo.

S Ultrafiltrado de flujo continuo (extracción de vo-


Anticoagulación
lumen).
S Hemofiltración de flujo continuo (extracción y re-
Cuando se utilizan flujos elevados de sangre la anticoa-
posición de volumen).
gulación es menos crítica, desde el momento en que es
S Hemodiálisis de flujo continuo (diálisis y extrac-
reducido el contacto entre la sangre y las superficies ar-
ción de volumen).
tificiales.
S Hemodiafiltración (diálisis con extracción de vo-
lumen y sin reposición).
Membranas y hemofiltros
Todas estas técnicas pueden ser venovenosas o arterio-
venosas, de acuerdo con el tipo de cateterización del pa- Los filtros sintéticos, hechos de poliamida, poliacriloni-
ciente. trilo y polisulfona, inducen niveles bajos de adhesión
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda 203

molecular, los cuales se ven reflejados en cuentas leuco- S Monitor con programa inteligente.
citarias y plaquetarias menores. La importancia clínica S Cuatro bombas para:
de esto es que los filtros varían extensamente en su ca- S Sangre.
pacidad para absorber o eliminar los mediadores de la S Líquido dializante.
inflamación. S Líquido de reinyección.
Los altos volúmenes de hemofiltración requieren S Líquido efluente.
grandes hemofiltros para completar la tarea de alcanzar S Tres balanzas para pesar líquidos (dializante,
un fluido de intercambio diario de 100 L, para lo cual se reinyección y efluente).
necesitan hemofiltros de un rango de 2 m2. S Un sistema de anticoagulación.
En todos estos filtros se utilizan membranas de flujo S Un juego PrismaR compuesto de hemofiltro y
elevado, las cuales se emplean generalmente con un dializador de membrana AN69 y de línea preco-
coeficiente de permeabilidad de entre 30 y 40 mL/h/ nectada.
mmHg x m2. Estas membranas tienen solutos con coefi- S Jeringas de 10, 5 y 3 cm3.
cientes cercanos a 1 en un espectro de pesos molecula- S Gasas.
res amplio. Así, en muchos casos los valores de depura- S Heparina de 1 000 U/mL.
ción equivalen a la cantidad de ultrafiltrado alcanzado. S Guantes, gorro y cubrebocas.
Un aspecto importante es la posibilidad de alcanzar S Bolsa de líquido de diálisis de 2 L o bolsa de
presiones equilibradas de filtración en el hemofiltro. acetato o lactato de 5 L.
Mientras la sangre fluye dentro de las fibras el agua es
removida por la ultrafiltración; como consecuencia, la
Procedimiento
concentración de proteínas se incrementa con la presión
oncótica, por lo que hay un punto dentro del filtro en el
Preparación
que a una determinada presión oncótica se iguala la pre-
sión hidrostática de la sangre y la filtración cesa. S En el monitor de la máquina se efectúan todas las
operaciones a través de la pantalla táctil con el
software de apoyo.
Fluidos de sustitución S El usuario coloca el juego PrismaR siguiendo los
pasos que le informa la pantalla, la cual indica de
En los fluidos de sustitución se usan lactato o bicarbona- manera automática errores o aciertos. En ésta se
to como tampón (buffer). Los estudios clínicos recien- observa el balance de líquido de las tres básculas
tes muestran que no hay diferencia alguna entre el uso de los flujos de diálisis, reinyección y efluente.
de lactato o de bicarbonato. S El conjunto de alarmas controla la coagulación del
sistema y del paciente, así como la obstrucción o
conmutación del hemofiltro; también indica los
cambios en las bolsas de diálisis. La máquina se
Máquinas de hemofiltrado autoevalúa cada dos horas para seguridad del pa-
de alto volumen ciente.
S El equipo se conecta a dos accesos venosos o a un
Recientemente algunos autores informaron acerca de catéter de doble línea. Los flujos sanguíneos se
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una mayor sobrevivencia de los pacientes tratados con pueden mantener de 10 a 180 mL/min; el prome-
técnicas de hemofiltrado de alto volumen. Se ha formu- dio puede ser de 150 mL/min. El flujo de líquido
lado la hipótesis de que estos resultados están parcial- de diálisis varía de 0 a 2 000 mL/h, excepto cuan-
mente relacionados con una mejor remoción de sustan- do se utiliza bolsa de 5 000 mL de lactosa o acetato
cias nocivas de peso molecular medio, como citocinas para efectuar diálisis más ultrafiltración; el pro-
o eicosanoides. medio es de 60 a 80 mL/h.
La máquina PrismaR fue desarrollada por Hospal, S El flujo de líquido de reinyección varía de 0 a
en Francia, para lograr un rango completo de terapias 2 000 mL/h y dependerá de las condiciones hemo-
renales de reemplazo continuo. Así, esta máquina puede dinámicas del paciente.
efectuar ultrafiltración venovenosa continua, CVVH, S El flujo del efluente varía de 0 a 5 500 mL/h, de-
hemodiálisis venovenosa continua, hemofiltración ve- pendiendo del tipo de tratamiento y del objetivo
novenosa continua, CAVH e intercambio terapéutico de terapéutico que desee el médico (pérdida de líqui-
plasma (figura 17–5). do); el promedio es de 750 a 1 500 mL/h.
204 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)

P4 P2
B
Efluente B Reinyección
P2 Sensor de presión S
prefiltro Anticoagulante
P3
P4 Sensor de presión del
efluente B B Flujo sanguíneo
Sensor de presión
P3 de retorno de sangre Diálisis S
Sensor de presión P1
P1 de entrada de sangre
S Toma de muestras
B Bombas

Líquido de diálisis Líquido de reinyección

Efluente
Entrada de sangre
Salida de sangre

Figura 17--5. Esquema de la máquina PrismaR y sus componentes.

S La coagulación se mantiene con bolos de 5 mL al Complicaciones


inicio y después con 1 a 2 mL/2 h. Se efectúan
tiempos de coagulación cada dos horas (15 a 18 S Sangrado por anticoagulación.
min). S Hipovolemia.
S Choque.
S Infecciones.
Las presiones de los sistemas se deben mantener entre
los siguientes parámetros:
Diálisis peritoneal
a. Línea de entrada entre --250 y +50 torr.
b. Línea de retiro entre --50 y +350 torr. La diálisis peritoneal tiene una baja efectividad para re-
c. Prefiltro entre --50 y +500 torr. mover solutos y fluidos, en comparación con la hemo-
d. Efluente entre --350 y +50 torr. diálisis, lo cual limita su utilidad en pacientes que
requieren la remoción de grandes cantidades de volu-
men y solutos. Asimismo, aumenta la presión intraab-
Ventajas dominal y puede comprometer la función pulmonar. Lo
anterior se refleja en la mortalidad de los pacientes trata-
En el paciente críticamente enfermo con alteraciones dos con diálisis peritoneal, que es de 47%, en compara-
hemodinámicas, oliguria y sobrecarga de líquidos se ción con los pacientes tratados con hemodiálisis (15%).
puede efectuar extracción de líquidos con reposición de Por lo anterior, se puede concluir que en un paciente
soluciones y electrólitos o nutrición parenteral en gran- con insuficiencia renal aguda que va a ser sometido a un
des cantidades, o ambas cosas, para contrarrestar el procedimiento quirúrgico se pueden utilizar todos los
estado catabólico, tolerando la reposición de líquidos. medicamentos que necesita el anestesiólogo siempre y
Asimismo, se mantiene la estabilidad hemodinámica y cuando el paciente sea dializado por cualquier procedi-
se evita el desequilibrio hidroelectrolítico. miento que no afecte el área quirúrgica; de hecho, se
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con insuficiencia renal aguda 205

puede mantener la diálisis durante el procedimiento, cación de RIFLE se pueden cometer errores. De
pero es necesario tener en cuenta los siguientes paráme- acuerdo con esta clasificación, un paciente con aumento
tros en la química sanguínea: urea menor de 70 mg/dL, de la creatinina y disminución de los volúmenes urina-
creatinina menor de 3 mg/dL, electrólitos en valores rios puede estar en riesgo o sufrir daño, y este paciente
normales y un control estricto de líquidos para mantener no tiene insuficiencia renal aguda, sino que tiene una in-
el balance neutro sin importar los valores de la depura- suficiencia prerrenal por reducción del gasto cardiaco o
ción de creatinina ni los volúmenes urinarios. Es nece- hipovolemia de cualquier etiología.
sario tomar esto muy en cuenta, dado que con la clasifi-

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206 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 17)
Capítulo 18
Anestesia y enfermedades
neuromusculares
Idoris Cordero Escobar

INTRODUCCIÓN Existen múltiples clasificaciones de las enfermeda-


des neuromusculares; sin embargo, pongo a la conside-
ración del lector la que, a mi modo de ver, resulta más
didáctica.
Las enfermedades neuromusculares (ENM) represen-
tan un grupo de entidades nosológicas muy heterogé- S Lesiones intracraneales: hemiplejía, enfermedad
neas que se deben a una alteración primaria o secundaria de Parkinson, trastornos intracraneales difusos,
de las células musculosqueléticas. Aunque son poco co- esclerosis múltiple y coreas.
munes, no es extraño que con cierta regularidad alguno S Lesiones de la médula espinal: paraplejía, cuadri-
de estos pacientes acuda a la práctica de estudios diag- plejía, esclerosis lateral amiotrófica y poliomieli-
nósticos para recibir alguna acción anestésico–quirúr- tis.
gica de una de sus complicaciones o para intervenciones S Lesiones de la unión neuromuscular: miastenia
no relacionadas con su enfermedad de base. Estos pa- gravis y síndrome miasténico.
cientes pueden presentar una amplia gama de complica- S Lesiones de los nervios periféricos: polineuropa-
ciones relacionadas con el procedimiento anestésico, tías y denervación muscular.
sobre todo aquellos en quienes la evolución de la enfer- S Lesiones musculares: distrofias musculares y sín-
medad es más severa o ésta se encuentra en los últimos dromes miotónicos.
estadios y el principal problema es la insuficiencia res- S Otras: pacientes quemados e inmovilizados du-
piratoria.1,2,4–6 rante un largo tiempo.
Desde el punto de vista anestésico, estas enfermeda-
des presentan síntomas variados y representan un alto La hemiplejía, la enfermedad de Parkinson, los trastor-
riesgo para cualquier procedimiento anestésico. En cir- nos intracraneales difusos, la esclerosis múltiple y las
cunstancias especiales los opioides, los relajantes mus- coreas quizá resulten las más frecuentes en el grupo de
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culares (RM) y los anestésicos intravenosos pueden in- las lesiones intracraneales. A continuación se describi-
terferir con este tipo de desórdenes. Las complicaciones rán algunas de ellas.
durante o después de la anestesia pueden dar lugar a
reacciones adversas y cambios primarios o secundarios
en relación con la ENM subyacente. Por ello la con- Hemiplejía
ducta perioperatoria se debe individualizar para garan-
tizar la máxima seguridad de los pacientes.4 Predomina la lesión a nivel de la motoneurona superior
El objetivo de esta revisión es hacer una puesta al día intracraneal. Existe un patrón de debilidad por disfun-
de las enfermedades neuromusculares más frecuentes, ción de haces corticospinales descendentes, por lo que
así como las particularidades anestésicas en el curso de se producen espasticidad e hiperreflexia. Existe una re-
ellas. ducción del número de unidades motoras y un aumento

207
208 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 18)

de nuevas ramas axonales que provoca un aumento del cientes. Pueden existir trastornos de la función respira-
área sensible a la acetilcolina, mediada principalmente toria (obstructivo o restrictivo) por rigidez de la pared
por receptores extrasinápticos.6 torácica, así como modificaciones en el control respira-
Para Forés, Manzano, Urrengoetxea y Aguilera6 no torio, alteraciones del SNA y exceso de salivación.6
existen evidencias que permitan recomendar algunos Estos pacientes son sensibles a los agentes anestési-
fármacos hipnóticos sobre otros, por lo que sugieren cos, como el propofol, el sevorano, los antieméticos y
elegirlos en función del estado hemodinámico del pa- los opioides. El mecanismo postulado resulta en un des-
ciente y de sus enfermedades asociadas. En relación con equilibrio entre los neurotransmisores dopaminérgicos
los relajantes neuromusculares no despolarizantes y colinérgicos en el ganglio basal.10
(RMND), señalaron que el segundo día de la lesión cere- El uso de ketamina se ha cuestionado por su capaci-
bral aparece cierta resistencia al bloqueo neuromuscular dad para provocar una respuesta exagerada del SNA.
(BNM), pues no existen suficientes receptores postsi- Algunos autores3,6,8 la consideran como una alternativa
nápticos. Éstos requieren aproximadamente dos meses válida en pacientes con manifestaciones severas de la
para poblar nuevamente la membrana muscular, hecho enfermedad, en los que se prevé intubación difícil y en
que se produce posiblemente por un desequilibrio entre los que tengan disfunción faríngea con riesgo de bron-
la inhibición y la facilitación que ejerce el sistema ner- coaspiración. Los anestésicos inhalatorios pueden in-
vioso central (SNC) sobre la unión neuromuscular. De crementar la concentración de dopamina extracelular
esta manera, las lesiones intracraneales provocarían una cerebral, pero las implicaciones prácticas de estos hallaz-
facilitación de la función neuromuscular. gos son escasas. La respuesta a los RMND no lleva im-
plícita modificación de su respuesta y no se produce hi-
perpotasemia tras la administración de succinilcolina.6
Enfermedad de Parkinson
Esclerosis múltiple
Es una enfermedad crónica y progresiva a nivel extrapi- Es una enfermedad desmielinizante del SNC. Se mani-
ramidal que cursa con tremor, rigidez, acinesia, demen- fiesta con periodos de exacerbación y remisión a inter-
cia y depresión causada por un déficit de dopamina.7 valos imprevisibles. La clínica se caracteriza por debili-
Además, se conoce el síndrome de Parkinson secunda- dad muscular, ataxia, parestesia, alteraciones visuales y
rio a la administración prolongada de fenotiazinas, re- ocasionalmente contracturas musculares. Es común la
serpina, butirofenonas, traumatismos craneales, intoxi- debilidad de los músculos respiratorios como conse-
caciones por monóxido de carbono, manganeso o cuencia de lesiones neurológicas o atrofia por desuso.
encefalitis.6 Se debe evitar el uso de anticolinérgicos para dismi-
Entre las peculiaridades presentes en estos pacientes nuir la posibilidad de un aumento de la temperatura,
hay que considerar no sólo las alteraciones inherentes a pues es obligatorio mantenerla cercana a 37 _C. Un au-
su afección neurológica, sino también a los cambios mento de 1 _C puede favorecer la aparición de una cri-
fisiológicos y enfermedades concomitantes que se pre- sis. Los anestésicos hipnóticos no producen efectos ad-
sentan en el adulto mayor. La edad es un factor a consi- versos, y no hay evidencia para recomendar anestesia
derar, pues su asociación con la enfermedad de Parkin- intravenosa o inhalatoria. Es rara la hiperpotasemia por
son predispone a fracturas. Esto se basa en que succinilcolina, pero es posible en pacientes severamen-
conforme aumenta la edad existe una pérdida de células te debilitados con atrofia muscular y déficit neurológi-
dopaminérgicas nigras que, en conjunto con los proble- co.6 Existen discrepancias en lo referente a los RMND.
mas motores, la respuesta del sistema nervioso autóno- Para algunos autores3,6,9–12 la respuesta es la habitual,
mo (SNA), así como las interacciones entre agentes mientras otros defienden que puede existir bloqueo pro-
anestésicos y antiparkinsonianos, puede llegar a repre- longado y hasta resistencia a su efecto. No existe contra-
sentar una verdadera contraindicación para el procedi- indicación absoluta para aplicar anestesia subaracnoi-
miento anestésico quirúrgico.8–11 dea, pero se aconseja utilizar dosis menores de
Esta enfermedad constituye un factor de riesgo ma- anestésicos locales que las habituales, así como evitar
yor, pues se pueden presentar complicaciones periope- técnicas que incluyan grandes dosis de anestésicos
ratorias. Existe riesgo de regurgitación y broncoaspira- (anestesia regional intravenosa),6 porque se han descri-
ción, por lo que están indicadas la intubación de to casos de exacerbación de las crisis tras su empleo, po-
secuencia rápida y su profilaxis. La neumonía por aspi- siblemente porque la desmielinización predispone a la
ración es la causa más frecuente de muerte en estos pa- médula a la neurotoxicidad de los anestésicos locales.
Anestesia y enfermedades neuromusculares 209

Corea de Huntington Existe sensibilidad aumentada a los RMND; sin em-


bargo, si la lesión es baja y sólo involucra las extremida-
Es una lesión extrapiramidal de carácter genético con des inferiores su administración no debe producir com-
transmisión de patrón dominante que cursa con disar- plicaciones; la lesión alta y la afección a los músculos
tria, movimientos coreicos y demencia. Existe una mar- respiratorios pueden implicar alteración respiratoria
posoperatoria. No hay ninguna evidencia de que la
cada atrofia del núcleo caudado y menor en el putamen
y el globus pallidus. Se ha demostrado disminución de anestesia regional empeore la situación neurológica del
los niveles de ácido gamma–aminobutírico (GABA) y paciente lesionado medular crónico.
sus enzimas sintetizadoras, así como mayor producción
de somatostatina.
La atropina puede exacerbar los movimientos corei- Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
cos por los efectos anticolinérgicos, por lo que se reco-
mienda utilizar glicopirrolato. Aunque es poco frecuen- Es una enfermedad degenerativa del SNC.12 Es un tras-
te, se puede observar una mayor susceptibilidad a los torno de las neuronas motoras superiores e inferiores.
hipnóticos barbitúricos, con un retraso en el despertar.6 Existen diferentes formas de esta enfermedad, como la
Es común una disminución de la actividad de la ace- ELA con afectación de las motoneuronas superiores e
tilcolinesterasa plasmática, lo que provoca un efecto inferiores. Se presentan parálisis bulbar y atrofia mus-
prolongado de la succinilcolina. El uso de RMND no cular espinal (atrofia muscular progresiva) con afecta-
metabolizados por la acetilcolinesterasa es seguro. ción de las motoneuronas inferiores, principalmente. La
parálisis seudobulbar y la esclerosis lateral primaria
afectan las motoneuronas superiores; también se pue-
den presentar paraplejía familiar espástica y enferme-
Lesiones de la médula espinal dad de Kennedy.
La afectación de las motoneuronas inferiores provo-
Las más frecuentes son la paraplejía y la cuadriplejía, la ca debilidad y atrofia. Con el tiempo se afectan la mayo-
esclerosis lateral amiotrófica y la poliomielitis. ría de los músculos esqueléticos, incluidos los de la len-
Tanto en la paraplejía como en la cuadriplejía inicial- gua, la faringe, la laringe y la musculatura torácica. Si
mente aparece una parálisis flácida con pérdida de regu- se afecta la musculatura bulbar existe dificultad para la
lación de la temperatura y reflejos espinales por debajo deglución, la masticación y los movimientos de cara y
de la lesión, con disminución de la tensión arterial, bra- lengua, con el riesgo aumentado de aspiración pulmo-
dicardia y trastornos electrocardiográficos. La fase de nar. Si existe participación corticomedular pueden apa-
choque medular oscila entre una y seis semanas. Duran- recer hiperactividad de reflejos y espasticidad. También
te este periodo las principales causas de morbimortali- se puede afectar el SNA mediante hipotensión ortostáti-
dad son el deterioro de la ventilación alveolar y el ede- ca y taquicardia en reposo.6 No existe evidencia de que
ma pulmonar, que puede ser iatrogénico o neurogénico. un anestésico sea mejor que otro, pero se ha llegado a
Se debe considerar la posibilidad de estómago lleno con considerar que la anestesia general pudiera agravar la
riesgo de regurgitación y broncoaspiración. La intuba- evolución de determinados pacientes con ELA. Se pue-
ción dependerá de la condición del paciente, del grado de producir hiperpotasemia tras el empleo de succinil-
de lesión, el tiempo de evolución y la experiencia del colina, por lo que sólo se debe administrar si se puede
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anestesiólogo.6 descartar denervación extensa y atrofia muscular. A ve-


La elección del hipnótico dependerá del estado he- ces puede provocar contracturas tipo miotonía. En este
modinámico del paciente. No hay fármacos contraindi- caso se proscribirá si la creatinfosfocinasa está elevada.
cados, y se debe buscar el equilibrio entre la excesiva La respuesta a los RMND puede estar exagerada por
profundización con hipotensión y la superficialidad con aumento de sensibilidad.3 Se deben usar los de vida me-
hipertensión e hiperreflexia autonómica. dia intermedia y corta, así como monitorear la función
No se debe utilizar succinilcolina, debido a la posibi- neuromuscular para ajustar la dosis siempre que sea po-
lidad de producir hiperpotasemia. Su gravedad no está sible.
relacionada con la dosis, sino con el grado de afectación Algunos autores6–10 indican que la anestesia locorre-
muscular y la proliferación de receptores extrasinápti- gional está formalmente contraindicada; sin embargo,
cos. Existe riesgo de hiperpotasemia desde transcurri- para otros no estaría contraindicada, aunque se han des-
das las primeras 24 h hasta nueve meses o incluso más crito exacerbaciones de la lesión neurológica preexis-
tardíamente, por lo que no se recomienda su uso. tente con técnicas de raquianestesia. Ante bloqueos es-
210 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 18)

pinales se recomienda evitar el bloqueo superior a T6 res colinérgicos e interfieren en el mecanismo de la


para mantener el mecanismo de la tos y una ventilación transmisión neuromuscular, ya sea por la acelerada de-
eficaz. gradación de los receptores de la membrana postsináp-
tica, por la reducción de la síntesis de los mismos o por
el simple bloqueo de los anticuerpos que impiden la
Poliomielitis unión entre la acetilcolina y el receptor.15,16 También se
han titulado anticuerpos antimúsculo estriado. Estos úl-
Se produce como consecuencia de una destrucción de timos se observan en personas en quienes la enfermedad
los ganglios motores de la médula espinal y el bulbo. Es aparece tardíamente. Se ha descrito que existen respues-
una disfunción tipo neurona motora inferior. Cursa con tas mediadas por células que pudieran intervenir en la
debilidad muscular y parálisis flácida de las extremida- patogenia de esta enfermedad. Los linfocitos sirven
des que puede involucrar los músculos respiratorios. Se como células auxiliares en la producción de inmunoglo-
ha sugerido que puede existir lesión a nivel de la unión bulina, invocándose una predisposición genética a la
neuromuscular.6 pérdida de la autotolerancia.15
No hay referencias sobre la elección de hipnóticos, La medicación preoperatoria mediata no es aconseja-
aunque se recomienda utilizar sólo la mitad de las dosis ble, debido a la facilidad con que puede generar depre-
usuales de los agentes anestésicos. Igual que en la ma- sión respiratoria. Se recomienda en la medicación in-
yor parte de las ENM, se puede presentar hiperpotase- mediata una benzodiazepina de acción corta, como el
mia tras el uso de succinilcolina. Los problemas poten- midazolam en dosis de 2 a 3 mg vía intramuscular.
ciales de estos pacientes incluyen sensibilidad La conducta anestésica dependerá del procedimiento
aumentada a los RMND, cuya repercusión clínica de- quirúrgico a realizar y de las preferencias del cirujano
penderá del nivel de la lesión; se sugiere utilizar la mitad y el anestesiólogo. Esta enfermedad ha tenido a través
de la dosis inicial e individualizar la de mantenimiento. de los años diferentes enfoques en relación con la técni-
Si los músculos respiratorios están involucrados su ad- ca anestésica, los agentes de inducción, el manteni-
ministración puede provocar necesidad de ventilación miento y los bloqueadores neuromusculares.14–19
mecánica posoperatoria. Todos los sobrevivientes de la Se debe considerar si el procedimiento es para una ti-
poliomielitis, especialmente aquellos con historia de mectomía o para una intervención electiva o de urgen-
complicaciones respiratorias, necesitan indicarle a su cia. En procedimientos menores se pueden utilizar
cirujano y anestesiólogo que la padecieron.11–13 Ade- anestesia local infiltrativa y bloqueos peribulbares de
más, son muy sensibles al dolor, particularmente en los nervios tronculares o plexales. La anestesia subaracnoi-
miembros largos paralizados, y suelen requerir analgesia dea o peridural no está contraindicada de manera abso-
de rescate como tratamiento del dolor posoperatorio.13 luta; sin embargo, se debe precisar de forma individual
Ningún estudio publicado documenta problemas y controlar la clasificación y el tiempo de evolución
anestésicos en los sobrevivientes de la poliomielitis. Sin para evitar la prolongación del periodo anestésico en el
embargo, algunos han pensado que los síntomas típicos posoperatorio. En estos pacientes se deben proscribir
posteriores a la poliomielitis llegaron a ser peores des- los anestésicos locales del tipo éster y utilizar los del
pués de anestesia regional.6,13 grupo aminoamidas.14
Las timectomías abiertas y de mínimo acceso se de-
ben realizar con anestesia general o combinada (general
+ catéter peridural). La inducción se puede realizar con
Lesiones de la unión neuromuscular
hipnóticos barbitúricos o no de acción corta, como tio-
pental (3 a 5 mg/kg), propofol (2 a 2.5 mg/kg) y opioi-
Las más representativas de este grupo son la miastenia des. Se prefiere el uso de los opioides sobre los haloge-
gravis y el síndrome miasténico. nados, pues estos últimos potencian la acción de los
RM, hecho particularmente importante en estos pacien-
tes.
Miastenia gravis Mora, Cortés, Matero, Pla y Cabarrocas18 sostienen
que en los pacientes con MG es posible utilizar diferen-
La miastenia gravis (MG) es una enfermedad autoin- tes técnicas anestésicas y RM bajo control de la función
munitaria que se caracteriza por la presencia de anti- neuromuscular (FNM), además de analgesia posopera-
cuerpos circulantes del tipo de la inmunoglobulina G toria, siempre que se mantengan bajo vigilancia; asimis-
(IgG).14 Estos anticuerpos interactúan con los recepto- mo, recomendaron que estos pacientes debieran perma-
Anestesia y enfermedades neuromusculares 211

necer en salas de cuidados intensivos para evitar las Ningún paciente debe ser descurarizado al finalizar
complicaciones en el periodo posoperatorio inmediato. el acto quirúrgico, por lo que la recuperación de todos
Las dosis propuestas para los diferentes RM incluyen debe ser de forma espontánea. La extubación se debe
vecuronio de 25 mg/kg, atracurio de 125 mg/kg, mivacu- realizar una vez que el paciente haya recuperado satis-
rio de 50 mg/kg y cisatracurio de 25 mg/kg.14 factoriamente la fuerza muscular, tanto desde el punto
El bromuro de vecuronio es un fármaco que mostró de vista clínico como por monitoreo. Se debe valorar el
una adecuada estabilidad hemodinámica, aunque el estímulo con el tren de cuatro, pues brinda la posibilidad
tiempo total de bloqueo (TDT) se duplicó cuando se uti- de estimar cuantitativamente el grado de bloqueo y su
lizó en estos pacientes. El atracurio tiene un metabolis- profundidad. El cociente T4/T1 es la amplitud de la cuar-
mo particular (hidrólisis de Hoffman), por lo que resultó ta respuesta frente a la primera del mismo estímulo en
también ser un buen RMND para los pacientes miasté- tren de cuatro. Esto se traduce en la garantía de la recu-
nicos.19 Se utilizó rocuronio sin grandes ventajas sobre peración objetiva de la contracción muscular y la segu-
el vecuronio en cuanto al bloqueo total, así como cisa- ridad absoluta para extubar a dichos pacientes. Deben
tracurio, preconizándose en este último dosis de 15 permanecer en unidades de cuidados intensivos, donde
mg/kg para lograr tiempos intermedios de TDT.14 se mantendrá la vigilancia estricta de la ventilación y el
Cordero, Parisi y Benítez20 utilizaron mivacurio en tratamiento del dolor. Se debe evaluar si por cualquier
dosis de 50 mg/kg, las cuales no concuerdan con las ad- causa tuviera prolongación de la ventilación mecánica
ministradas por Seigne y Scott,21 Paterson, Hood, Ru- por la extensión del bloqueo neuromuscular, pues se pue-
sell, Weston y Hirsch.22 Ellos utilizaron 30 mg/kg; sin de incrementar el riesgo de sepsis en pacientes que se en-
embargo, los resultados al monitorear las variables de cuentran inmunodeprimidos farmacológicamente.14–19
FNM fueron semejantes. Las dosis de mantenimiento La preparación preoperatoria ha influido satisfacto-
con mivacurio fueron múltiples. Esto depende en gran riamente en la prevención de las crisis miasténicas pos-
medida de que este fármaco posee una vida media muy operatorias, así como en la incidencia de sepsis.
corta. Cuando se utilizaron vecuronio y atracurio los pa- La inmunoglobulina hiperinmunitaria EV (Intacglo-
cientes no necesitaron dosis de mantenimiento, debido binR) se debe administrar en días alternos en dos dosis
a lo prolongado del bloqueo. La timectomía es el trata- de 400 mg/kg/día por vía. Con ello se utiliza la acción
miento de elección de los miasténicos. Se ha publicado inmunomoduladora e inmunocompetitiva de este fár-
que se logran remisiones entre 57 y 86% de los pacientes, maco. A pesar de que su mecanismo de acción se desco-
mientras entre 20 y 30% del total fueron permanentes. noce, se señala que existe una baja regulación de la pro-
Existen varias hipótesis en cuanto al mecanismo de ducción de anticuerpos y su uso parece ser satisfactorio
acción de la timectomía. La más aceptada sostiene que en el tratamiento preoperatorio.20–23 Se debe mantener
las células mioides interactúan con los linfocitos veci- en el posoperatorio inmediato.
nos, células que serán estimuladas de forma anormal
para formar anticuerpos o servir como células excitado-
ras en la producción de inmunoglobulinas. Síndrome miasténico de Lambert–Eaton
Estos pacientes requieren un adecuado monitoreo
perioperatorio, así como prevención del dolor. El mejor Es un defecto presináptico, con disminución del núme-
método de monitoreo de la FNM es la estimulación de ro de canales de calcio en la terminal presináptica. Se
un nervio motor periférico accesible y la valoración de produce por un mecanismo autoinmunitario con incre-
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la respuesta del músculo por él inervado. Durante la mento de la inmunoglobulina IgG, que actúa sobre los
anestesia no es posible medir la contracción muscular canales de calcio dependiente de voltaje.24–28 Nagel28
voluntaria. sugirió que más de 50% de los pacientes con manifesta-
El acelerómetro es el monitor de FNM más aceptado ciones de neuropatía sensitiva, neuropatía autonómica
en el intraoperatorio. Su principio se basa en la segunda y compromiso del SNC, como síndromes atáxicos y en-
ley de Newton, o ley de la dinámica. Si se sabe que la cefalopatías, presentan un síndrome paraneoplásico que
fuerza es directamente proporcional a la masa por la cursa con debilidad muscular de predominio proximal
aceleración en igualdad de masa, la fuerza será propor- y en los miembros inferiores. Pueden presentar compro-
cional a la aceleración.33 Para medir la aceleración se ha miso poco frecuente y transitorios de los músculos ex-
empleado un dispositivo piezoeléctrico de cerámica que traoculares (diplopía y ptosis). El diagnóstico puede ser
se fija con bandas adhesivas al pulgar. El desplazamien- clínico y electrofisiológico.3 El tratamiento de la enfer-
to del mismo crea una señal eléctrica proporcional a la medad es farmacológico, con inhibidores de la AChE,
aceleración.14–19 inmunosupresores e inmunoglobulina intravenosa.24,26
212 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 18)

Lesiones de los nervios periféricos cia en los pacientes relajados con pancuronio y vecuro-
nio, caracterizada por debilidad de los músculos proxi-
Polineuropatías y denervación muscular. males y distales, sin afectación sensitiva, con
disminución de los potenciales evocados motores y es-
casa afectación de los movimientos espontáneos. La ve-
Neuropatías periféricas locidad de conducción no se encuentra afectada. Hay
aumento de la creatincinasa plasmática, y la biopsia
Se pueden afectar los nervios periféricos o craneales. La muscular evidencia atrofia y degeneración de las miofi-
lesión del axón lleva a la degeneración del segmento brillas. Es necesario saber diferenciar un cuadro seme-
distal del nervio, lo cual se denomina degeneración wa- jante a éste, conocido como polineuropatía del paciente
lleriana, provocando falta de transmisión del impulso crítico, que no es más que una degeneración axonal de
nervioso que a su vez origina paresias y cambios trófi- las fibras motoras y sensitivas que ocurre en los pacien-
cos en el músculo correspondiente.6 Aparece degenera- tes sépticos con falla múltiple de órganos.3,32 Su etiolo-
ción de las células de Schwann con la consiguiente des- gía es incierta, y guarda relación con este proceso y no
mielinización segmentaria, la cual se traduce en una con la administración de BNM. Posteriormente se pu-
lentificación de la conducción del impulso nervioso sin blicó un artículo con este mismo cuadro clínico, pero
cambios tróficos en el nervio.29 La clínica incluye pér- con el uso de atracurio, el cual pertenece a otro grupo
dida de sensibilidad, parestesias, debilidad muscular, farmacológico (bencilisoquinolínicos), lo que creó una
atrofia y pérdida de los reflejos tendinosos. En algunos gran disyuntiva en el mecanismo patogénico de esta en-
casos se asocia a neuropatía autonómica, incrementán- tidad.
dose el riesgo de broncoaspiración. Se pueden adminis- El uso de RM en la UCI debería ser la excepción y no
trar tanto fármacos inductores intravenosos como volá- la regla, debido a las múltiples complicaciones produci-
tiles. Se ha descrito BNM profundo y prolongado.6 La das en pacientes sin tono motor.3,33–35
hiperpotasemia tras la administración de succinilcolina En estos pacientes pueden influir múltiples factores,
es una complicación potencial, por lo que se debe evitar como el uso concomitante de fármacos —corticoides y
su uso y dosificar los RMND con un adecuado control antibióticos—, alteraciones en la farmacocinética y en
de la FNM. No existe contraindicación para realizar téc- la farmacodinamia de los RM, y alteraciones propias de
nicas locorregionales en los pacientes con estas enfer- denervación farmacológica, así como sobredosis abso-
medades. Se recomienda realizar un examen neurológi- lutas o relativas de estos fármacos.
co exhaustivo antes de la realización de la técnica para Khuenl Brady34 estudió este mecanismo a nivel del
diagnosticar una deficiencia sensitivomotora preexis- receptor y concluyó que la causa radicaba en el bloqueo
tente y evitar pensar erróneamente en una complica- constante sobre los receptores acetilcolínicos, mediante
ción.6 un mecanismo de up regulation o sobreestimulación.

Denervación química
DISTROFIAS MUSCULARES
La mayoría de los pacientes ingresados en las unidades
de cuidados intensivos (UCI) requieren monitoreo de
varios sistemas y aparatos; sin embargo, a pesar de utili-
zarse estos fármacos con mucha frecuencia, y a veces de Distrofia muscular progresiva
forma indiscriminada, es la menos monitoreada de to- o enfermedad de Duchenne
das las variables del paciente crítico.3,30
El uso de RMND en el paciente crítico es un tema Es la miopatía más frecuente de la infancia (30 casos por
muy controvertido.31 Ha disminuido considerablemen- cada 100 000 nacimientos). Se transmite por un gen re-
te su uso después de apreciar determinados síntomas cesivo ligado al cromosoma X. Se caracteriza por debi-
con el uso de RMND de tipo esteroideo en los pacientes lidad muscular proximal y seudohipertrofia. Aparece a
asmáticos, quienes desarrollaron la denominada miopa- temprana edad y progresa paulatinamente hasta el fra-
tía severa. Esta entidad tiene varias denominaciones, caso ventilatorio y la muerte al final de la segunda déca-
pero la más aceptada en la actualidad es el síndrome de da. La afectación de la musculatura respiratoria, que in-
miopatía aguda en cuidados intensivos, la cual parece cluye el diafragma, produce dificultad respiratoria con
guardar una relación con una profunda “denervación incapacidad progresiva para toser y patrón restrictivo en
química” del músculo. Se observó con mayor frecuen- las pruebas de función pulmonar.3,6,35–37 Se presentan
Anestesia y enfermedades neuromusculares 213

muchas veces insuficiencia cardiaca congestiva, valvu- medad intrínseca del músculo que no es prevenida ni
lopatías y alteraciones del ritmo y la conducción. El aliviada por la anestesia general ni la regional, ni por los
músculo liso gastrointestinal se puede afectar y produ- RM. Puede resultar efectivo el uso de cinina, procaina-
cir hipomotilidad, retraso en el vaciamiento gástrico y mida o fenitoína, o bien la infiltración del músculo con
aumento del riesgo de aspiración.6,36 anestésico local.41–45
Aunque su detección es tardía —crea susceptibilidad
a la administración de fármacos que pueden desencade-
nar reacciones mortales— la anestesia general endove- Distrofia miotónica o
nosa total en pacientes con DMD parece ser la más indi- enfermedad de Steinert
cada.36 Una segunda opción puede ser la anestesia
inhalatoria; sin embargo, los agentes halogenados pue- Es la miopatía más frecuente de la edad adulta. Se trans-
den desencadenar rabdomiólisis e hipertermia maligna; mite de forma autosómica dominante (de 3 a 5 casos por
si se tiene en cuenta el uso tan difundido de sevoflurano cada 100 000). La forma de presentación es variable y
en pediatría, parece ser que el riesgo es excepcional.36,37 se asocia a atrofia de los músculos de la cara y el cuello,
En relación con los RM, la succinilcolina puede pro- los músculos abdominales, el diafragma, el velo del pa-
ducir hiperpotasemia, rabdomiólisis e hipertermia ma- ladar y la faringe.
ligna. Los RMND generalmente producen un bloqueo Los pacientes cursan con enfermedades endocrinas
prolongado. Ortiz, López y Adame38 utilizaron rocuro- como atrofia testicular, diabetes, hipotiroidismo e insu-
nio, e informaron que su rápido inicio de acción pudo ficiencia suprarrenal; asimismo, tienen un coeficiente
evitar la administración de succinilcolina para una intu- intelectual bajo. Los estudios de función pulmonar
bación de secuencia rápida. Además, comprobaron un muestran un patrón restrictivo, hipoxemia moderada
alargamiento del tiempo de acción y de recuperación del con escasa respuesta ventilatoria a la hipoxemia y a la
fármaco. Cordero, Aguado y Berro39 utilizaron atracu- hipercapnia, y disminución de la sensibilidad del centro
rio en dosis de 125 mg/kg y publicaron que el paciente respiratorio con hipersensibilidad a fármacos depreso-
presentó retardo en el despertar y el TDT fue 2.2 veces res, hipersomnia y apnea del sueño.3
superior que en los pacientes sin esta afección. La ven-
taja del atracurio es su metabolismo por hidrólisis de
Hoffman; su desventaja radica en que, aunque la lauda- Miotonía congénita o
nosina es un metabolito que pudiera ser neurotóxico en enfermedad de Thomsen
altas dosis, se ha demostrado que en dosis habituales no
causa esta complicación. Se transmite de forma hereditaria y dominante. Cursa
con una ligera disminución de la fuerza muscular y no
es evolutiva, aunque se pueden presentar alteraciones
Distrofia muscular de Becker de la conducción e insuficiencia cardiaca.3,6,40

Es una variante de la anterior. Aparece más tardíamente


Condrodistrofia miotónica o
con evolución más lenta y gran variabilidad en la forma
enfermedad de Schwartz–Jampel
de expresión clínica, tanto en la afectación del músculo
esquelético como del cardiaco. Se transmite de forma
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recesiva, ligada al sexo. Son frecuentes los trastornos de Afecta a los niños. Se caracteriza por anomalías faciales
la conducción auriculoventricular (bloqueos de rama o y oculares, microsomía y rigidez mandibular.2–4,41
completo) y se han descrito arritmias ventriculares se-
veras como causa de muerte súbita.40
Miopatías congénitas

Son extremadamente raras. Cursan con debilidad mus-


Síndromes miotónicos cular, alteraciones de los músculos inervados por pares
craneales, deformidades y retracciones. En la enferme-
Se caracterizan por presentar un signo clínico y electro- dad central son características la luxación congénita de
fisiológico común: la miotonía o contracción persis- cadera, la escoliosis y el pie cavo, así como insuficien-
tente del músculo que no cesa al finalizar la contracción cia respiratoria y miocardiopatía dilatada, que pueden
voluntaria o la estimulación del mismo. Es una enfer- ocasionar la muerte.3–6,42–44
214 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 18)

PARÁLISIS PERIÓDICAS pacientes quemados con graves lesiones de la vía respi-


ratoria se mantengan durante periodos prolongados en
asistencia respiratoria mecánica (ARM), con relajación
muscular y técnicas de anestesia balanceada que requie-
Hiperpotasemia familiar ran relajación muscular. Las respuestas anómalas a los
RM se pueden observar en los pacientes previamente
Se inicia con el ejercicio o el ayuno. En el electrocardio- sanos, así como en los pacientes críticos. Éstas pueden
grama aparecen ondas T picudas durante las crisis. Se ser variadas y presentarse fundamentalmente como pa-
pueden presentar arritmias severas. La duración de la rálisis prolongada, resistencia o sensibilidad a la acción
crisis oscila entre una y dos horas. de estos fármacos, o un aumento del potasio sérico.45–49
Las causas incluyen cambios en el número y el tipo de
receptores nicotínicos —regulación ascendente y regu-
lación descendente—, los desórdenes musculares con
Hipopotasemia familiar
pérdida de la función o de unidades motoras, la disfun-
ción muscular en pacientes crónicamente ventilados,
Hipotonía que puede durar de horas a días, relacionada las alteraciones inducidas por terapia crónica con fár-
con el estrés. El tratamiento consiste en infundir solu- macos, la disfunción orgánica y las variaciones por la
ciones glucosadas e insulina y prevenir la hipotermia. edad.
La disminución de la fuerza muscular y una mayor Por lo tanto, desde el punto de vista farmacocinético
sensibilidad a ciertos anestésicos pueden predisponer a y farmacodinámico resulta imprescindible diferenciar
falla respiratoria en el periodo posoperatorio. Es nece- los efectos de los RMND y los despolarizantes.45 La
sario el conocimiento básico de la conducta anestésica quemadura produce una regulación ascendente de re-
de estas enfermedades como grupo, así como su poten- ceptores en la placa neuromuscular. El aumento de los
cial interacción con ciertos agentes anestésicos, con el receptores hace a los pacientes hipersensibles a los ago-
fin de evitar el incremento de la morbilidad posoperato- nistas por aumento de los receptores fetales (succinilco-
ria.6,41 lina y ACH) e hiposensibles a los antagonistas postsi-
Para el paciente portador de una miopatía, cualquiera nápticos, como el pancuronio y el vecuronio.46
que ésta fuese, la administración de ciertos fármacos en Los RM se administran exclusivamente por vía en-
general y de RM en particular puede ser la responsable dovenosa. Su distribución se hace básicamente en el
de una respuesta habitualmente exagerada que se carac- compartimento intravascular y líquido extracelular.
teriza por parálisis prolongada, hiperpotasemia, rigidez Esto se debe a que son fármacos altamente ionizados a
muscular e incluso hipertermia maligna en los pacientes pH corporal y no atraviesan las membranas lipídicas.
susceptibles. Para ir desde la sangre hasta el líquido extracelular atra-
Sin duda, la valoración preoperatoria de estos pa- viesan los poros endoteliales; una vez en el líquido ex-
cientes es de vital importancia, por lo que se debe contar tracelular se puede decir que están en su lugar de acción.
con una historia clínica detallada que mencione el tipo La unión neuromuscular tiene mayor irrigación que el
de enfermedad neuromuscular, los grupos musculares músculo esquelético, por lo que llegará a ella primero.
afectados en grado y magnitud, su evolución y el estadio Pueden actuar en los receptores autonómicos cardiacos
clínico actual, debidamente documentado mediante in- o producir liberación de histamina.45–50 Los relajantes
forme neurológico y estudios complementarios.42–44 bencilisoquinolínicos, potencialmente liberadores de
histamina, no se deberían usar en el paciente hemodiná-
micamente inestable.
Clasificación que incluye otros El paciente quemado no presenta grandes variacio-
nes para la vida media alfa de los RMND, debido a que
Abarca los pacientes quemados y los pacientes inmovi- son fármacos hidrosolubles de volumen de distribución
lizados durante un largo tiempo. limitado; sin embargo, su vida media beta puede verse
alterada por el metabolismo y la excreción.45 Presentan
Pacientes quemados una baja unión a proteínas plasmáticas, por lo que hay
un gran porcentaje de fármaco libre en el plasma, que es
Muchas veces no es imprescindible contar con relaja- el que llega a los receptores; la variación en las proteínas
ción muscular para curar, desbridar, tomar piel o colocar plasmáticas no altera de forma importante la farmacoci-
injertos; sin embargo, la alta tecnología ha hecho que los nética.46
Anestesia y enfermedades neuromusculares 215

Los agentes bloqueadores neuromusculares se admi- succinilcolina. La administración de succinilcolina dio


nistran conjuntamente con sedantes, hipnóticos y anal- lugar a hipercalemia, falla cardiaca y muerte. Después
gésicos para anestesia general y para una adecuada ven- de movilizarse nuevamente, los cambios en la placa
tilación mecánica en los pacientes críticos. Sin neuromuscular se revirtieron a la normalidad en un pla-
embargo, se debe recordar que es posible el acúmulo de zo de 20 a 50 días. Estudiando el efecto de la inmoviliza-
todos estos fármacos en pacientes con falla orgánica ción de un solo miembro en animales se demostró que
múltiple, por lo que se requiere monitoreo continuo de la respuesta a los RMND no sólo sensibiliza el miembro
la función neuromuscular cuando se utilicen de manera inmóvil, sino también los otros miembros no inmovili-
continua.45–49 zados; sin embargo, el diafragma no se afecta.51
En el caso de la inmovilización total del cuerpo el ini-
Inmovilización cio de la vulnerabilidad a la hipercalemia inducida por
La inmovilidad prolongada que confina a los pacientes succinilcolina no se ha definido bien. Se publicó la
a sillas de ruedas o a la cama se asocia con la atrofia del muerte causada por falla cardiaca e hipercalemia des-
músculo en forma secundaria por desuso. En contraste pués de la administración de succinilcolina en un pa-
con la enfermedad de la neurona motora superior o infe- ciente cinco días después de la inmovilización. Por esta
rior, aunque los nervios no se encuentran dañados, la razón, se debe evitar la succinilcolina cuando la inmovi-
síntesis disminuida de la proteína y su degradación cre- lización del cuerpo excede las 24 h.50,51
ciente atrofian el músculo y disminuyen la captación de Se concluye que la enfermedad neuromuscular trae
la glucosa, observándose apoptosis después del desuso consigo complicaciones serias y con frecuencia graves,
o la inmovilización del músculo, hecho que se atribuye por lo que sólo el conocimiento de la enfermedad, la ci-
a la baja acción de la insulina, molécula necesaria para nética y la dinámica de los agentes anestésicos, los
las acciones anabólicas.50 Existe resistencia a los opioides, los analgésicos y los RM podrá prevenir las
RMND y sensibilidad importante a la acetilcolina y la complicaciones en este tipo de pacientes.

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Capítulo 19
Evaluación y manejo perioperatorio
para cirugía fuera del quirófano
Carlos de la Paz Estrada

INTRODUCCIÓN porte ventilatorio. Hoy en día se introducen nuevos con-


ceptos y técnicas anestésicas que permitan ofrecerle al
paciente seguridad, analgesia y estabilidad emocional
en procedimientos que requieren su intervención fuera
El número creciente de procedimientos diagnósticos y del área de cirugía; esto se apareja con los grandes avan-
terapéuticos que se realizan ha originado la necesidad ces en las nuevas técnicas anestésicas, los medicamen-
de brindar atención anestésica fuera de los límites tradi- tos más predecibles y el monitoreo más estricto, que
cionales del quirófano. Los principios fundamentales permitan su intervención en el manejo anestésico del
de la anestesia, como la capacidad para llevar a cabo el paciente y en el tratamiento de las posibles complicacio-
monitoreo y aportar oxígeno suplementario y ventilación nes que se presenten. Apoyar otras ramas de la medicina
pulmonar, así como la disponibilidad de equipo, fárma- fuera del quirófano tiene varios fundamentos: los avan-
cos anestésicos y aspiración, entre otros, no difieren de ces en la tecnología médica han hecho posible la realiza-
los que se aplican en el quirófano. Sin embargo, la fre- ción de procedimientos intervencionistas por parte de
cuente localización apartada de estas áreas, que implica especialistas médicos clínicos (radiólogos, cardiólogos
menos facilidad para pedir ayuda y obtener en tiempo y neumólogos, entre otros); el desarrollo de tratamien-
equipo o fármacos de urgencia, y las exigencias particu- tos alternativos a la cirugía mediante técnicas no invasi-
lares de cada procedimiento (limitación del acceso a las vas, y el aumento significativo de procedimientos diag-
vías aéreas), plantea dificultades excepcionales. Estos nósticos durante la última década.4–6
procedimientos, a pesar de ser en apariencia asumibles Se requiere estar familiarizado con las diversas en-
y muy cómodos para el paciente y los médicos tratantes, fermedades y las múltiples respuestas que los pacientes
llevan consigo un aumento del riesgo de complicacio- presentan de acuerdo con sus estados patológicos y con
nes mayores o muerte, incluyendo las complicaciones las diversas edades de los enfermos que serán sometidos
relacionadas con la anestesia.1–3 Debido a lo planteado, a procedimientos diagnósticos, pronósticos, de rehabi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

es de vital importancia para el anestesiólogo familiari- litación o terapéuticos que se realizan en salas fuera del
zarse con estos aspectos y evaluar la disponibilidad del quirófano, como la resonancia magnética, la endosco-
equipamiento necesario y los medicamentos previos a pia, los rayos X y la tomografía axial computarizada.
la inducción. Son de especial importancia la posibilidad
de mayor exposición a la radiación y el adecuado con- EVALUACIÓN PREANESTÉSICA
trol de la eliminación de los gases anestésicos.
Una vez finalizado el procedimiento el traslado del
paciente a la unidad de cuidados posanestésicos puede
requerir el transporte a una distancia considerable, in- La evaluación del paciente que se someterá a un proce-
crementando la posibilidad de requerir monitoreo con- dimiento fuera del quirófano deberá ser tan precisa
tinuo, administración de oxígeno suplementario y so- como la del paciente que se va a someter a un procedi-

217
218 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 19)

miento quirúrgico, cumpliendo las normas básicas. La S Personal paramédico poco habituado y sin entre-
historia clínica de anestesia debe realizársele al paciente namiento para con el paciente anestesiado, y falta
que va a ser sometido a un procedimiento fuera del qui- de enfermeras quirúrgicas entrenadas.
rófano, cumplir adecuadamente con las horas de ayuno, S Desconocimiento de los medicamentos y del equi-
los medicamentos que toma para su enfermedad de base po anestésico básico para el monitoreo de los pa-
o cualquier patología aguda asociada. Con el fin de uni- cientes.
ficar criterios acerca del ayuno Morrison y col.7 reco- S Escasa o nula posibilidad de valoración preanesté-
miendan para los lactantes lo siguiente: sica y presencia de pacientes en estado crítico con
trastornos psiquiátricos, como ansiedad o claus-
1. Los que ingieren líquidos claros, dos horas. trofobia, y en edad pediátrica.
2. Para la leche materna, cuatro horas. S Lugares poco funcionales y no diseñados para la
3. Seis horas para fórmula. administración de anestesia, carentes de buena ilu-
4. Dieta blanda y normal, seis y ocho horas, respecti- minación, mesas o camillas aptas para el paciente
vamente. inconsciente, toma de oxígeno, aspiradores, co-
5. Se propone para los adultos una dieta normal con rriente eléctrica, medicamentos e instrumentos
un ayuno de ocho horas. básicos para el abordaje de la vía aérea y reanima-
ción, así como un nulo equipo de monitoreo y ca-
Es imprescindible contar con un familiar responsable rencia de un área física adecuada para recupera-
del paciente y la necesidad de autorizar procedimientos ción y cuidados posanestésicos.
adicionales o complementarios, carta de consentimien- S Dificultades para acceder al paciente —a veces es
to informado y los estudios de laboratorio necesarios casi imposible— en algunos casos.
para complementar la historia clínica del paciente. S Escasa ayuda en caso de problemas o situaciones
Profundizar en los antecedentes del paciente permi- de urgencia por falta de personal entrenado y leja-
tirá conocer el estado funcional del paciente, experien- nía de la posible ayuda.
cias anestésicas previas y otros problemas médicos; la S Iluminación inadecuada; mesas poco aptas para
preparación previa a la técnica (medicamentos, equipo, pacientes que se encuentran bajo efecto de la anes-
monitores, etc.) deberá ser igual que la realizada para tesia.
pacientes que van a entrar a quirófano.8–11 Se deberá te-
ner precaución con la utilización en ciertos procederes Por todo lo referido anteriormente, cuando se requieren
de medios de contraste, los cuales muchas veces causan los servicios de un anestesiólogo fuera del quirófano se
reacciones alérgicas que pueden llegar hasta la reacción debe inspeccionar detenidamente el sitio donde se ad-
anafiláctica, producto de la liberación de histamina de ministrará la anestesia, considerar los requerimientos
las células cebadas. El control de la vía aérea se puede de espacio, el tiempo de permanencia, la instalación
dificultar por los cambios de posición de los pacientes, eléctrica, las tomas y fuentes de oxígeno, los sistemas
ya sea prona o en decúbito lateral, por lo que se debe eva- de comunicación, la iluminación, el movimiento de per-
luar con certeza la colocación de un tubo orotraqueal o sonal ajeno al procedimiento y los riesgos potenciales
una máscara laríngea. Para garantizar una técnica anes- para el paciente y el personal que labore en el área (área
tésica segura, unos cuidados de urgencia, el traslado a de recuperación anestésica, radiación, campos magnéti-
la sala de recuperación y disponer de ayuda inmediata cos, etc.). Considerar la necesidad de acceder inmedia-
ante cualquier complicación, el equipo de anestesia de- tamente al paciente y a los equipos de anestesia, de tal
bería estar formado por dos anestesiólogos capacitados. manera que el equipo, los monitores o sus cables no sean
una fuente de posibles obstáculos y tropiezos.12–15
En forma general, las aéreas donde se realizan estos
procedimientos son los cubículos de urgencias (fractu-
FACTORES QUE DIFICULTAN LA ras, suturas), imagenología (tomografía, resonancia
ADMINISTRACIÓN DE LA ANESTESIA magnética nuclear, medicina nuclear), gastroenterolo-
gía (endoscopias, colonoscopias), fisiología pulmonar
(broncoscopias), cardiología (ecocardiografía, catete-
rismos), consultorios (técnicas de fertilización in vitro,
Existen varios factores que influyen o atentan contra la aplicación de láser) y otras áreas, como litotripsia y es-
realización segura de estos procedimientos fuera del pacios utilizados para aspiraciones de médula ósea, por
quirófano, entre los cuales se incluyen los siguientes: mencionar algunos.
Evaluación y manejo perioperatorio para cirugía fuera del quirófano 219

Estos espacios se han clasificado en tres grupos: dazolam y un opioide, o propofol y un opioide, que en
dosis adecuadas pueden permitir rangos de sedación de
S Clase A: espacios que sólo se encuentran acondi- acuerdo con las necesidades del paciente y el procedi-
cionados para administrar anestesia local o tópica. miento que se va a realizar. Estos medicamentos pueden
S Clase B: donde se encuentra la infraestructura ne- ser administrados solos o combinados, en dosis única,
cesaria para contemplar la anestesia regional, la en bolos o en infusión. Algunos de los opioides utiliza-
analgesia y la sedación intravenosa. dos para este fin son el fentanilo, la morfina, la nalbufi-
S Clase C: preparados con todo lo necesario para na y el remifentanilo. Si el paciente presenta náuseas y
proveer una anestesia general.16 vómito se debe agregar un antiemético, como ondanse-
trón o tropisetrón; ante la carencia de éstos se puede re-
currir a la metoclopramida como una alternativa efi-
caz.18,19
TÉCNICAS DE ANESTESIA En la actualidad el propofol ha sobresalido por ser un
fármaco predecible en cuanto a efectos y tiempos de re-
cuperación, además de que ofrece la posibilidad de va-
riar las dosis en bolos o en infusión y lograr planos su-
En varios países existen normas oficiales en las que se perficiales de sedación y técnicas de anestesia general
reglamentan las acciones que deben ser cumplidas por endovenosa, dependiendo de las dosis utilizadas y la
el anestesiólogo, tanto en los requerimientos de equipa- asociación de analgésicos potentes. Los tiempos de re-
miento y monitoreo como en la autorización previa del cuperación son rápidos, con una disminución de la inci-
paciente y sus familiares. La evaluación del estado clí- dencia de náuseas y vómitos posanestésicos. La depre-
nico del paciente y el procedimiento que se va realizar sión respiratoria con propofol es más frecuente en los
constituyen los dos parámetros fundamentales que de- niños que en los adultos, en quienes el ritmo de consumo
terminarán la técnica anestésica empleada. Todos los de oxígeno con base en la capacidad funcional residual
pacientes, sin excepción, deben recibir una consulta es mayor; la apnea que se presenta es reversible al cabo
preanestésica. de 60 a 120 seg y se compensa adecuadamente con oxí-
La asistencia médica por parte del anestesiólogo es geno suplementario. La hipotensión observada puede
muy variada en estos pacientes, pudiendo abarcar una ser atribuida a la interacción entre los barorreceptores,
gran variabilidad de medicamentos; por ello la Ameri- la vasodilatación periférica, la disminución de la activi-
can Academy of Pediatric17 define tres niveles de pro- dad del sistema nervioso simpático y posiblemente la
fundidad en estos casos: disminución de la contractilidad miocárdica; este efecto
de hipotensión es transitorio, y se revierte de manera es-
1. Sedación consciente: consiste en una depresión pontánea sin necesidad de adicionar líquidos en exceso
mínima de la conciencia con mantenimiento con- o medicamentos vasopresores.20,21
tinuo de la permeabilidad de la vía aérea y una res- Aunque ya no es frecuente su uso, la ketamina —uti-
puesta adecuada a la estimulación física y a las ór- lizada preferentemente en niños— brinda grandes ven-
denes verbales. tajas tanto en el paciente pediátrico como en el adulto;
2. Sedación inconsciente o profunda: es un estado además de que logra la inmovilidad del paciente, pro-
controlado de depresión de la conciencia en el cual porciona una analgesia adecuada y mantiene los reflejos
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el paciente no tiene un fácil despertar, con pérdida protectores de la deglución y la ventilación. No se puede
parcial o total de los reflejos protectores de la vía obviar que este anestésico es capaz de producir alucina-
aérea y de la capacidad para mantener la vía aérea ciones con sueños vívidos; sin embargo, asociado a una
o responder adecuadamente al estímulo físico o a benzodiazepina este efecto se suprime o minimiza.
la orden verbal. El uso de nuevos anestésicos, como la dexmedetomi-
3. Anestesia general: estado controlado de incons- dina y el remifentanilo en infusión, ha favorecido el me-
ciencia acompañado por una pérdida total de los nor consumo de otros fármacos anestésicos y provee
reflejos protectores, incluidas la capacidad para mejor estabilidad cardiovascular, como menos efectos
mantener la vía aérea, la respuesta al estímulo físi- residuales y adversos durante su utilización.
co y las órdenes verbales. El remifentanilo es un potente opioide sintético de
acción corta, con una vida media de eliminación aproxi-
Dentro del arsenal terapéutico se cuenta con la asocia- mada de nueve minutos; es metabolizado por esterasas
ción de medicamentos como fentanilo y droperidol, mi- plasmáticas y titulares, lo cual lo hace ideal para su uso
220 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 19)

en periodos cortos con rápida recuperación. Produce hi- tirá disminuir el dolor del paciente y complementará la
potensión y bradicardia moderada; cuando se asocia a analgesia.
propofol disminuye hasta 23% la presión arterial. Las
dosis elevadas no producen liberación de histamina.
Ocasiona depresión respiratoria dependiente de la do- MONITOREO
sis, pero una infusión de 0.1 mg/kg/min permite mante-
ner la respiración espontánea. La dosis de inducción su-
gerida es de 1 mg/kg aplicado entre 30 y 60 seg; el rango
de dosis de infusión es de 0.05 a 2 mg/kg/min para anes- A partir del decenio de 1990 la Sociedad Americana de
tesia general y de 0.025 a 0.1 mg/kg/min para sedación. Anestesiología diseñó lineamientos prácticos en rela-
Reduce los requerimientos de anestésicos hasta 75%; en ción con el monitoreo y el equipamiento, considerando
los ancianos se recomienda disminuir la dosis 50%. El conceptos como el número de tomas eléctricas que se
uso de analgésicos previo al retiro de la infusión de remi- necesitarán o los recursos de iluminación del área.27
fentanilo es indispensable, debido a que éste no presenta Es vital el uso permanente de pulsioximetría y la vi-
efecto analgésico residual y sus efectos terminan entre gilancia del ritmo respiratorio, sea por observación di-
los 5 y los 10 min posteriores. El remifentanilo tiene un recta o indirecta (a través de cámaras y ventanas), con
efecto sinérgico con la analgesia producida por a ago- el uso de cualquier anestésico. El pulsioxímetro propor-
nista (clonidina y dexmedetomidina); el uso de altas do- ciona datos como la frecuencia cardiaca y la oxigena-
sis y rápida infusión puede provocar rigidez muscular to- ción. La capnografía puede ser útil como medida no in-
rácica con insuficiencia respiratoria.22–24 vasiva del estado ventilatorio del paciente. La presión
Por otra parte, la dexmedetomidina es un agonista a arterial y el electrocardiograma son imprescindibles para
adrenérgico que a nivel presináptico inhibe la liberación los casos de sedación profunda o anestesia general.28
de norepinefrina, que produce sedación, y a nivel post- Es elemental reiterar que un adecuado monitoreo
sináptico inhibe la actividad simpática, con lo que dis- puede disminuir las complicaciones hasta 50%, según
minuyen la presión arterial y la frecuencia cardiaca. los reportes de algunos autores.29 El monitoreo del pa-
El mecanismo de acción sedante, hipnótico y ansiolí- ciente, tanto dentro como fuera del quirófano, debe ser
tico es similar por acción directa en el locus coeruleus; el mismo.
este núcleo, que se encuentra situado en el tallo cerebral,
recibe y envía conexiones a través del cerebro de mane-
ra difusa, y es el principal centro de regulación del ciclo CUIDADOS POSANESTÉSICOS
sueño–vigilia. Tiene un inicio de acción rápida, con una
unión a proteínas de 94%, un extenso metabolismo he-
pático por N–glucuronidación e hidroxilación alifática,
vida media de distribución de seis minutos y elimina- La sala de cuidados posanestésicos puede ser la misma
ción a los 120 min. En los pacientes posquirúrgicos no que la utilizada para la recuperación posanestésica del
altera la función adrenocortical ni la respuesta inflama- área quirúrgica, pero como por lo general suele estar
toria. alejada de las salas de rayos X, endoscopia, resonancia
Se usa en impregnación en dosis de 0.5 a 1 mg/kg/min magnética, tomografía, etc., será conveniente adecuar
durante 10 min, seguidos de 0.2 a 0.6 mg/kg/h durante un área anexa al lugar del procedimiento para vigilar es-
todo el procedimiento, cerrando la infusión a los 20 min trechamente al paciente. Se debe realizar un monitoreo
de finalizado el procedimiento. Entre los efectos adver- básico consistente en cardioscopio, presión arterial no
sos se incluyen hipotensión y náuseas, que se presentan invasiva y pulsioximetría. Las complicaciones, como
en menos de 10% de los pacientes a los que se le admi- náusea y vómitos, pueden aparecer durante este perio-
nistra dexmedetomidina en infusión; es menos frecuen- do, por lo que en la prevención de esta sintomatología
te la presencia de fibrilación auricular, bradicardia, do- se debe considerar la administración de medicamentos
lor en el sitio de inyección, oliguria e hipoxia. Sobresale que no interactúen con la anestesia.30–33
el margen adecuado de sedación con un rango de des- Se debe contar con un sistema capaz de proporcionar
pertar a través de estímulos verbales y físicos que en oxígeno a presión a una concentración mínima de 90%
ciertas circunstancias permite contar con un paciente y un flujo continuo de 15 L/min, ya que se deben admi-
tranquilo pero cooperador.25,26 nistrar suplementos de oxígeno. Se debe disponer de una
La administración antes o durante el procedimiento fuente de succión exclusiva para el manejo anestésico
de un analgésico antiinflamatorio no esteroideo permi- y no se deben obviar el material y el equipo necesarios
Evaluación y manejo perioperatorio para cirugía fuera del quirófano 221

para el manejo de la vía aérea y reanimación (laringos- CRITERIOS PARA EL ALTA DEL SERVICIO
copio, mascarillas, sondas endotraqueales, mascarillas
laríngeas, etc.).
Siempre al lado del anestesiólogo se deben encontrar
los medicamentos para la administración de la anestesia Para asegurar que el paciente puede ser dado de alta del
y la reanimación (narcóticos, inductores, bloqueadores servicio se evalúan los siguientes criterios: actividad
neuromusculares, aminas, analgésicos, antieméticos, an- muscular, respiración, circulación, estado de concien-
tagonistas y otros que se consideren necesarios). Es im- cia y coloración de tegumentos (escala de Aldrete). En
portante una buena iluminación del área. Por último, no cuanto a los pacientes pediátricos, se recomienda eva-
se debe comenzar el procedimiento sin disponer de un luar la función cardiovascular estable, la protección de
consentimiento informado.34–38 los reflejos de la vía aérea y la capacidad de hablar y sen-
tarse sin ayuda. En general el paciente debe mostrar el
mismo nivel de respuesta presentado antes de la seda-
ción. El alta prematura de un paciente puede tener con-
COMPLICACIONES secuencias fatales, en especial si se utilizaron fármacos
con vida media prolongada o se administraron los fár-
macos mediante una vía de absorción lenta, como la in-
tramuscular. Por ello se han propuesto nuevas escalas y
Entre los eventos adversos más frecuentes observados criterios de alta para los pacientes pediátricos, como la
en los pacientes anestesiados fuera del quirófano están escala de la Universidad de Michigan, combinada con
la depresión respiratoria, la apnea y el paro cardiorrespi- la escala modificada de alerta.41
ratorio.39,40 Las causas de estas complicaciones se rela- Otros aspectos que se deben vigilar en los pacientes
cionan con: adultos son la ausencia de náusea, vómito, dolor o dolor
leve, la capacidad para comunicarse y recordar indica-
S Interacción farmacológica (el uso de más de un ciones, la presencia de micción espontánea después del
fármaco para estos procedimientos se encuentra procedimiento y que se encuentre acompañado por sus
fuertemente asociado a complicaciones anestési- familiares. El alta del paciente la deberá realizar el mé-
cas). dico anestesiólogo, quien será el único profesional cali-
S Reanimación inadecuada. ficado para autorizar el traslado del paciente a su habita-
S Monitoreo inadecuado. ción en el área de hospitalización.42–46

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480–485.
Capítulo 20
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente con diabetes mellitus
Salomé Alejandra Oriol López

INTRODUCCIÓN grado. Los defectos no se presentan en un solo gen y


existe un cierto polimorfismo en las proteínas transpor-
tadoras de glucosa (GLUT): la relacionada con la capta-

La diabetes constituye un problema de salud y socioeco-


nómico que actualmente afecta a más de 285 millones
de personas en el mundo y se espera que alcance los 438 350
Glucosa posprandial
Glucosa mg/dL

millones en 2030. La mayoría de los casos están regis- 300


trados en países en vías de desarrollo. King realizó un 250
estudio en el que estima la prevalencia y la proyección 200
de la diabetes de 1995 a 2025, en el cual en 1995 México Glucosa de ayuno
150
se ubicó en noveno lugar con 3.8 millones de pacientes,
cifra que ascenderá al séptimo lugar en 2025 con 11.7 100
millones de pacientes diabéticos: 92% serán pobladores
del medio urbano, 70% serán mujeres, 49% tendrán entre
45 y 64 años y 42% serán mayores de 65 años de edad.
Los pacientes viven 20 años con la enfermedad; anual-
mente se registran 210 000 casos y fallecen 30 000; por 250 Resistencia a la insulina
cada uno que perece se detectan siete casos nuevos. La
(%) en relación

200
diabetes es la principal causa de consulta externa y una
a lo normal

de las principales causas de hospitalización. Se sabe que 150


el riesgo genético es importante, pero también lo son 100
Niveles de
otros factores, como el estilo de vida y los aspectos 50 En riesgo insulina
de diabetes Falla de la célula b
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sociales y antropológicos. Afecta a una de cada cuatro 0


personas mayores de 60 años de edad; la aparición en –0 –5 0 5 10 15 20 25 30
personas menores de 40 años es una prueba de la suscep- Años
tibilidad de la población y un gran reto, ya que tienen Figura 20–1. Historia natural de la diabetes mellitus tipo 2.
una mayor probabilidad de desarrollar complicaciones Los niveles de glucosa se encuentran alterados 10 años an-
crónicas, porque la enfermedad es más grave y el tiem- tes de que se presente la sintomatología propia de la enfer-
po de exposición a la hiperglucemia es mayor (figura medad. Cuando se detectan niveles w 126 mg/dL se puede
hacer el diagnóstico de DM o prediabetes. La resistencia a
20–1).1–3 la insulina también se inicia antes y se sostiene durante la
Existe una fuerte predisposición genética, presentán- enfermedad; al fallar las células b los niveles de insulina
dose en gemelos idénticos y entre dos y cuatro veces decaen progresivamente. Adaptado del International Dia-
más en personas con familiares diabéticos en primer betes Center.

223
224 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

ción de glucosa basal (GLUT–1), la responsable de la gresiva en la secreción de insulina pancreática, produc-
captación de glucosa estimulada por insulina, que deter- ción hepática libre de glucosa y otras deficiencias hor-
mina su acción hipoglucemiante a nivel del tejido mus- monales. Antes de la aparición de síntomas clínicos
cular y del adipocito (GLUT–4), la hexocinasa II, la fos- puede estar presente un grado de hiperglucemia, cau-
fofructocinasa, el glucógeno–sintetasa y la calpaína 10, sando cambios patológicos y funcionales en varios teji-
que codifican proteínas implicadas en las señales posre- dos blanco. La mayoría de los individuos afectados son
ceptor y para enzimas clave del metabolismo interme- obesos, por lo que tienen grados variables de resistencia
diario.4,5 a la insulina; los no obesos pueden tener un porcentaje
La diabetes es una enfermedad crónica que requiere incrementado de grasa visceral, que puede causar resis-
control médico continuo y educación del paciente para tencia a la insulina. También son factores de riesgo el
sus autocuidados, con el fin de prevenir complicaciones incremento en la edad y el sedentarismo. Ocurre más
agudas y reducir el riesgo de complicaciones tardías. frecuentemente en mujeres con historia de diabetes ges-
Una alteración importante es la elevación de la gluce- tacional y en individuos con hipertensión o dislipide-
mia, cuyos síntomas clásicos incluyen poliuria, polidip- mia. Tiene una fuerte asociación con la predisposición
sia, polifagia, pérdida de peso, visión borrosa e infec- genética.7
ciones recurrentes; en las fases iniciales el paciente se La American Diabetes Association la clasifica en
encuentra asintomático. Es el resultado de la resistencia cuatro clases:
a la insulina, acompañada de síndrome metabólico.
S Tipo 1: resulta de la destrucción de células b, con-
duciendo generalmente a una deficiencia absoluta
de insulina.
DEFINICIÓN S Tipo 2: es resultado de un defecto secretor de in-
sulina progresivo en el fondo de la resistencia a la
insulina
S Otros tipos específicos de diabetes debidos a di-
La diabetes mellitus (DM) es una alteración metabólica ferentes causas: defectos en la función celular,
descrita por la presencia de hiperglucemia crónica, defectos genéticos en la acción de la insulina, en-
acompañada de modificaciones en el metabolismo de fermedades del páncreas exocrino (como la fibro-
los carbohidratos, las proteínas y los lípidos; su etiolo- sis quística) o inducidas por químicos o fármacos
gía puede ser muy diversa, con alteraciones en la secre- (como en el tratamiento del SIDA o después de un
ción de insulina o en la sensibilidad a la acción de la hor- trasplante).
mona, o ambas. Los factores de riesgo incluyen historia S Diabetes mellitus gestacional: diabetes diagnos-
familiar de diabetes, enfermedad cardiovascular, obesi- ticada durante el embarazo.
dad o sobrepeso, sedentarismo, glucemia previa alterada
o prueba de tolerancia a la glucosa alterada, hipertensión, La clasificación confusa de insulinodependencia se re-
niveles elevados de triglicéridos, bajas concentraciones fiere a:
de lipoproteína de alta densidad, colesterol, historia de
diabetes gestacional, producto con un peso mayor de 4 a. Tipos específicos de diabetes asociados a defectos
kg y síndrome de ovarios poliquísticos.6 genéticos de la célula b, defectos genéticos en la
acción de la insulina, enfermedades asociadas a
procesos que afectan el páncreas exocrino, endo-
crinopatías, fármacos o sustancias químicas, in-
CLASIFICACIÓN fecciones, formas infrecuentes de diabetes autoin-
munitaria y otros síndromes asociados a la
enfermedad.
b. Diabetes gestacional.8
En sus Guías médicas para el manejo de la diabetes me-
llitus en la práctica clínica la American Association of
Clinical Endocrinologists menciona que de 90 a 95% de DIAGNÓSTICO
todos los casos son causados por la combinación de des-
órdenes metabólicos complejos que resultan de múlti-
ples defectos en los órganos, con resistencia a la insulina
en el músculo y en el tejido adiposo, disminución pro- El diagnóstico se puede fundamentar si se observan:
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 225

1. Glucemia plasmática ocasional w 200 mg/dL ob- triglicéridos de 250 mg/dL, mujeres con síndrome
tenida en cualquier momento del día independien- de ovarios poliquísticos, alteraciones previas en
temente del tiempo de ayuno, además de poliuria, glucemias, otras condiciones clínicas asociadas
polidipsia y pérdida inexplicable de peso. con resistencia a la insulina (obesidad severa,
2. Glucemia plasmática en ayuno w 126 mg/dL (sin acantosis nigricans) e historia de enfermedad car-
ingesta durante al menos ocho horas). diovascular.
3. Glucemia plasmática w 200 mg/dL a las dos ho- 2. En ausencia de los criterios anteriores podría ini-
ras de la prueba de tolerancia oral a la glucosa, con ciarse a los 45 años de edad.
75 g de glucosa anhidra (PTOG). La PTOG, defi- 3. Si los resultados son normales el examen se debe-
nida como tolerancia normal a la glucosa, implica rá repetir cada tres años, considerando la frecuen-
glucemia < 140 mg/dL a las dos horas. Se estable- cia de los intervalos y dependiendo del resultado
cen, además, dos nuevas categorías diagnósticas, inicial y el estado del riesgo. Los pacientes obesos
a saber: cursan con intolerancia a la glucosa. En 90% de
a. Tolerancia disminuida a la glucosa después de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2)
una PTOG; la glucemia a las dos horas es w ésta se atribuye al exceso de peso; sin embargo, la
140 y < 200 mg/dL. cirugía bariátrica ha demostrado que la resuelve
b. Glucosa basal alterada/glucosa alterada en ayu- en aproximadamente 75% de los casos en el poso-
no si los niveles de glucemia están w 110 < 126 peratorio. Berber y col. demostraron en un estudio
mg/dL. La glucemia plasmática en ayuno nor- que el perímetro abdominal promedio de la pobla-
mal sería < 110 mg/dL (cuadro 20–1).6,8 ción mexicana es > 85 cm en mujeres y > 90 cm
en hombres.9,10
La PTOG se puede solicitar en adultos asintomáticos:

1. Con sobrepeso (índice de masa corporal de 25 ETAPAS DE LA DIABETES


kg/m2) además de factores de riesgo adicional,
como sedentarismo, historia de diabetes en primer
grado, miembros de poblaciones étnicas de alto 1. Normoglucemia: los niveles de glucemia son
riesgo (p. ej., latinos, afroamericanos, nativos de normales, pero los procesos fisiopatológicos ya
América), perímetro abdominal > 88 cm en muje- han dado inicio, incluso se pueden reconocer en
res y > 102 cm en hombres, mujeres diagnostica- algunos individuos. Incluye a sujetos con altera-
das con diabetes mellitus gestacional o con pro- ción potencial o previa de la prueba de tolerancia
ductos mayores de 4 kg, hipertensión (140/90 a la glucosa.
mmHg o con terapia antihipertensiva), niveles de 2. Hiperglucemia: los niveles de glucemia superan
colesterol HDL (cHDL) de 35 mg/dL y niveles de los límites normales; se divide en:
a. Regulación alterada a la glucosa (incluye glu-
cemia en ayuno alterada e intolerancia a la glu-
cosa).
Cuadro 20–1. Diagnóstico de diabetes mellitus b. Diabetes mellitus, que a su vez se subdivide en
Diagnóstico de Glucemia Glucemia no insulinodependiente, insulinodependiente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

diabetes mellitus en ayuno en PTOG para lograr el control metabólico e insulinode-


mg/dL mmol/L mg/dL mmol/L pendiente para sobrevivir.11
Plasma o suero w 126 w7 w 200 w 11.1
venoso
La DM se ha extendido a nivel mundial debido a cam-
Sangre venosa w 110 w 6.1 w 180 w 10 bios en el estilo de vida de la población (migración rural
total hacia las zonas urbanas) que se asocian a cambios en el
Plasma capilar w 126 w7 w 220 w 12.2 patrón alimenticio, el incremento del sedentarismo, los
Sangre capilar total w 110 w 6.1 w 200 w 11.1 factores de predisposición a la obesidad y la resistencia
PTOG: prueba de intolerancia oral a la glucosa. El diagnóstico se a la insulina (RI), reconociéndose que existen dos even-
establece de acuerdo con los niveles de glucemia encontrados en tos relacionados con las alteraciones del metabolismo
ayuno y en la prueba de tolerancia oral a la glucosa, tanto en mg/dL
como en mmol/L (recordar que 1 mmol/L = 18 mg/dL), en las dife-
de la glucosa: deficiente acción de la insulina, deficiente
rentes muestras que se pueden obtener. Tomado de las Guías de secreción de la hormona o un efecto combinado de las
la Asociación Latinoamericana de Diabetes. dos.
226 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

Se admite la RI en los tejidos primarios como evento Para compensar la hiperinsulinemia el individuo es ca-
primario y en los defectos asociados a una deficiencia paz de mantener una tolerancia normal a la glucosa du-
relativa de secreción de la hormona. Se define la RI rante periodos finitos; cuando este mecanismo es insufi-
como la disminución de la capacidad de la insulina para ciente ocurren la intolerancia a los hidratos de carbono
ejercer sus acciones biológicas en los tejidos blanco tí- y, por lo tanto, la aparición de la diabetes mellitus tipo
picos (músculo, hígado o tejido graso).4,9 2. La prediabetes (alteración de la glucosa en ayuno e
intolerancia a la glucosa) ejerce una acción deletérea
durante un tiempo variable y prolongado sobre diferen-
tes órganos, por acción de la glucotoxicidad.13
FISIOPATOLOGÍA Los mecanismos vinculados a la disfunción de las cé-
lulas b incluyen la disminución del número de células
b pancreáticas, aunque también se menciona el defecto
en la secreción; tienen vías comunes que regulan la pro-
En el mecanismo fisiopatológico se observan tres fases: liferación–apoptosis —procesos que se creían disocia-
dos— dependiendo de la concentración predominante
S Primera fase: hay aparición de RI periférica, aso- y las vías intracelulares activadas; pueden ser deletéreos
ciada generalmente a valores de normoglucemia. en el número de células b o comportarse como protecto-
S Segunda fase: relacionada con una RI mayor a ni- res o inhibidores de la función celular.14
vel de tejidos periféricos (como músculo y grasa), Una hipótesis en la generación de DM2 contempla el
en la cual existe una sobreproducción de insulina efecto glucotóxico de la hiperglucemia como el factor
que no alcanza a controlar la homeostasis de la primario para causar RI asociada con obesidad y pérdi-
glucosa (manifestándose con hiperglucemia pos- da de la funcionalidad de la célula b pancreática, consi-
prandial). derando así a la DM2 como una enfermedad del meta-
S Tercera fase: se asocia con declinación del fun- bolismo de la glucosa en la que se juzga que las
cionamiento de las células b pancreáticas, dismi- complicaciones son consecuencia de la hiperglucemia
nuyendo la síntesis de la hormona (por glucotoxi- y el metabolismo mitocondrial.13,14
cidad y lipotoxicidad), por lo que surge la La distribución de la grasa, en especial la intraabdo-
hiperglucemia en ayuno. Este fenómeno se tradu- minal, y el depósito visceral, tienen una influencia ne-
ce como la totalidad del fenotipo para la DM2; di- gativa que genera una hipótesis —la lipotoxicidad—,
versos estudios concuerdan en que este fenotipo es que considera a la hiperglucemia, la RI y la disfunción
consecuencia de la interacción balanceada entre celular b secundarias al efecto agresor de los lípidos, la
genes asociados a la RI y otra familia de genes re- lipotoxicidad y el depósito ectópico de grasa; esta hipó-
lacionados con la disfunción de las células b pan- tesis se apoya en los estudios de cirugías de banda gás-
creáticas.12 trica, en los cuales la corrección de peso y la sobrecarga
lipídica han logrado una remisión de 70% de la DM2.
Las alteraciones asociadas con la RI se encuentran a dis- Los estudios han demostrado que la acumulación ectó-
tintos niveles: pica de lípidos en los islotes del páncreas puede provo-
car destrucción de las células b por lipotoxicidad, pre-
1. Eventos prerreceptor: anticuerpos antirreceptor sentándose hiperglucemia. Ambos efectos se presentan
y los anticuerpos antiinsulina. en forma casi simultánea en los pacientes con DM2; se
2. Fenómenos a nivel del receptor de insulina: considera que la lipotoxicidad tiene mayor predominio
mutaciones aberrantes y alteraciones que condi- en la RI y la glucotoxicidad en la disfunción de las célu-
cionan la funcionalidad del receptor (fosforilación las b.11,14–16
anómala de uno de sus brazos). A nivel celular la mitocondria convierte las calorías
3. Alteraciones posreceptor: presencia de varian- en energía utilizable mediante la fosforilación oxidativa
tes genéticas asociadas a una señalización intrace- (OXPHOS), además de que genera especies reactivas
lular alterada, alteraciones a nivel de complejos de oxígeno (ROS) como subproducto tóxico. En la DM2
enzimáticos y anomalías tanto en la síntesis de el aumento del flujo de ácidos grasos libres en la mito-
glucotransportadores como en la expresión a nivel condria eleva la producción de ROS, interfiriendo en la
de membrana celular; existe una baja tasa de cap- señalización de la insulina. Ante la existencia de un de-
tación y oxidación de las moléculas de glucosa en fecto en la OXPHOS las células disminuyen su capaci-
el músculo y el tejido adiposo. dad para utilizar la energía. Al ingerir dietas altamente
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 227

calóricas estos individuos sobrecargan sus mitocon- en las proteínas mitocondriales glucosiladas, las cuales
drias, hiperpolarizando el potencial de membrana y blo- actúan en forma coordinada entre sí para mantener las
queando, por consiguiente, la utilización tisular de glu- señales de estrés (figura 20–3).18
cosa, que al no ser metabolizada permanece a nivel Los mecanismos mediante los cuales la hipergluce-
sérico, creando una alteración en la señalización de las mia produce daño vascular coinciden. Recientemente el
células b para secretar insulina —porque el exceso de estrés oxidativo se ha propuesto como una “hipótesis
ROS mitocondrial en estas células inhibe la producción unificadora” —que culmina en las complicaciones vas-
de insulina debido a una cantidad inadecuada de ATP culares diabéticas— con cuatro vías:
para activar a la glucoquinasa. La relación ATP/ADP
disminuida en cantidad no permite activar el canal de 1. Aumento en el flujo de la vía de poliol.
potasio dependiente, provocando elevados niveles de 2. Incremento en la formación de los productos fina-
glucosa con baja concentración de insulina. En caso de les de la glucosilación avanzada.
continuar la sobrecarga calórica la célula b pancreática 3. Elevación del flujo de la vía de la hexosamina.
activa el mtPTP b celular, estimulando el proceso de 4. Activación de la proteína cinasa C (PKC) que guía
apoptosis, el cual provoca diabetes insulinodependien- a un proceso inducido de hiperglucemia, señalan-
te. Por otro lado, cuando el gen mitocondrial (mitofusi- do la sobreproducción de superóxido por parte de
na 2) relacionado con la DM2 se sobreexpresa aumen- la mitocondria.
tan la oxidación de sustratos, el potencial de membrana La hiperglucemia altera el balance oxidante–antioxi-
mitocondrial y la expresión de complejos de la cadena dante, eleva la producción de ROS y disminuye la de-
respiratoria. La expresión tanto de la proteína como del fensa antioxidante, llevando a alteraciones o activación
mensajero de la mitofusina 2 está reprimida en el mús- de vías de señalización, que a su vez causan cambios ge-
culo esquelético de los pacientes en situación de obesi- néticos y ulteriormente llevan a una estructura y función
dad o de DM2. El estrés oxidativo crónico mitocondrial vasculares anormales. El endotelio es muy sensible a
de los tejidos periféricos subsecuentemente daña la reti- cambios en el estrés oxidativo. Aunque las enfermeda-
na, las células vasculares endoteliales, las neuronas pe- des microvasculares y macrovasculares se han estudia-
riféricas y las neuronas, dando lugar a las secuelas clíni- do por separado, están íntimamente relacionadas; la
cas en las etapas finales de la DM2. Existe una vía evidencia de que la enfermedad microvascular aumente
reguladora mitocondrial que relaciona el receptor de pe- el riesgo de la macrovascular puede ser secundaria a un
roxisoma proliferador activado g coactivador–1a proceso vascular generalizado, involucrando varios
(PGC1a, PGC1b), el receptor de estrógeno a (ERRa) mecanismos intracelulares que incrementan la inflama-
y la mitofusina 2; las alteraciones en esta vía interven- ción y el estrés oxidativo.18
drían directamente en la IR y la DM2. El ejercicio au- La hiperglucemia también causa inmunosupresión,
menta el contenido, el tamaño y la capacidad oxidante afecta la función de los leucocitos —incluyendo la adhe-
y de oxidación de glucosa aeróbica de las mitocondrias rencia, la quimiotaxis y la fagocitosis—, incrementa la
en el músculo (figura 20–2).17,18 actividad de la aldosa reductasa e inhibe la glucosa
Otro punto de discusión ha sido la capacidad o ausen- 6–fosfato deshidrogenasa, mecanismos que guían a dis-
cia de ella que tendría la célula b pancreática de respon- minuir la producción de neutrófilos superoxidados y
der con mayor o menor eficiencia a los estímulos, como daño en la función bactericida de los mismos.19
la glucosa, los lípidos y los radicales libres, mencionan- La polineuropatía diabética (PND) es una de las com-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

do el equilibrio existente entre la expansión celular plicaciones más frecuentes de la DM2; se presenta en
(replicación, hipertrofia y neogénesis) y la involución los pacientes con más de 10 años de enfermedad y es
celular (apoptosis, atrofia y necrosis), que permite man- irreversible. Tiene diferentes teorías de etiopatogenia
tener el control entre proliferación y muerte celular; en que pueden estar implicadas entre sí. Los criterios para
la DM2 la hiperglucemia es un factor importante en el la clasificación de la PND se basan en:
desvío de este equilibrio. También con el concepto de
“memoria metabólica” se ha demostrado que el control 1. Disminución de la velocidad de conducción ner-
metabólico inicial de la glucemia reduce el riesgo de viosa en dos o más de los nervios examinados.
complicaciones microvasculares y macrovasculares; 2. Elevación del umbral de percepción vibratoria y
los mecanismos asociados en la propagación de esta térmica en las manos y los pies.
“memoria” están asociados a la glucosilación no enzi- 3. Disminución de la variabilidad de la frecuencia
mática de proteínas y lípidos celulares, con el exceso de cardiaca en reposo o en la prueba de las seis respi-
ROS y de nitrógeno, particularmente de las originadas raciones profundas.
228 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

Dieta
Actividad física
Variantes en otros genes

ÃÃ ÃÃ
?

ÃÃ ÃÃ
? ?

ÃÃÃ ÃÃÃ ÃÃÃ


PGC–1a

ÃÃÃ ÃÃÃ ÃÃÃ


Disminución en
Disminución la PGC–1a

ÃÃÃ ÃÃÃ ÃÃÃ


Incremento en en la
la PGC–1 a PGC–1a

ÃÃÃ ÃÃ
ÃÃ ÃÃÃ ÃÃÃ
Incremento en la
PGC–1a

ÃÃ ÃÃ ÃÃ ÃÃÃ
Disminución en Disminución en las Disminución de la
miofibrinas tipo 1 termogenesis adaptativa

ÃÃ ÃÃÃÃÃ ÃÃ
la secreción de
insulina oxidativas
Incremento en la

ÃÃÃ ÃÃ
Disminución en la gluconeogénesis
oxidación de glucosa hepática

Grasa
Célula b

ÃÃÃ
ÃÃÃDisminución en el

ÃÃÃ metabolismo no Gly482Ser

ÃÃ ÃÃÃ
PGC–1a

ÃÃ
oxidativo de la
glucosa Envejecimiento

ÃÃ ÃÃ
ÃÃ
? ?

ÃÃ Decremento en
la PGC–1b

à PGC–1b
ÃÃ
à ÃÃ
? ?
?

Variantes en otros genes


Dieta Actividad física

Figura 20–2. Retroalimentación que existe entre los PGC–1a y los PGC1b (reguladores de la función mitocondrial y del número
de mitocondrias) que aumentan o disminuyen la glucogenólisis, la proteólisis, la lipólisis, la glucogénesis y la secreción de insulina
a nivel mitocondrial, tomando en cuenta las variantes genéticas, la dieta y la actividad física, que pueden afectar de forma positiva
o negativa la resistencia a la insulina. Modificado de Shuldiner AR, McLenithan JC: Genes and pathophysiology of type 2 diabetes:
more than just the Randle cycle all over again. J Clin Invest 2004;114(10):1414–1417.

4. Ausencia de los reflejos patelar y aquiliano, dis- S Estadio 1 (neuropatía subclínica o asintomática):
minución de la fuerza muscular y trastornos de la dos o más criterios del 1 al 4, con ausencia de sín-
sensibilidad. tomas neuropáticos.
5. Síntomas neuropáticos. S Estadio 2 (neuropatía sintomática): dos o más de
los criterios 1 a 4, con síntomas neuropáticos.
La PND se clasifica de la siguiente manera:
A nivel musculosquelético los pacientes diabéticos cur-
S Estadio 0 (sin neuropatía): menos de dos hallazgos san con infarto muscular, mionecrosis isquémica y asép-
entre los criterios 1 a 4. tica, degeneración muscular focal y atrofia muscular,
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 229

° Glucogenólisis ° Glucosa

]
Hígado Diuresis osmótica Deshidratación
A
° Gluconeogénesis

B ° Proteólisis [ Músculo] ° Aminoácidos

° Glicerol
C ° Lipólisis [Tejido graso ] ° Ácidos grasos libres

D ° Cetogénesis [ Hígado] ° 3 hidroxibutirato


° Acetoacetato ] Acidosis metabólica

Figura 20–3. La deficiencia de insulina en los pacientes modifica las respuestas a nivel hepático, del músculo y de la grasa
mediante los siguientes mecanismos: A. Aumento de la glucemia, cuya falta de control puede producir diuresis osmótica y deshi-
dratación. B. El incremento de la proteólisis también incrementa la glucogénesis y la cetogénesis. C. Al aumentar la lipólisis se
incrementan la glucogénesis y la cetogénesis. D. Al elevarse la cetogénesis se acentúa la acidosis metabólica, por lo que la insuli-
noterapia es importante para disminuir todas estas respuestas. Modificado de Sonksen P, Sonksen J: Insulin: understanding its
action in health and disease. Br J Anaesth 2000;85:65–79.

todas debidas a aterosclerosis, obliteración esclerótica pruebas de que los pacientes con niveles de HbA1c > 9%
y fenómeno autoinmunitario.20 pueden desarrollar diuresis osmótica con la conse-
La hemoglobina de los seres humanos está compues- cuente pérdida de electrólitos; con valores de 12 a 15%
ta por tres variedades de hemoglobina, llamadas hemo- se presentan cetoacidosis y desequilibrio electrolítico
globina A (HbA), hemoglobina A2 (HbA2) y hemoglo- (cuadro 20–2).21
bina F (HbF); la hemoglobina A es la más abundante
porque sola representa aproximadamente 97%. En esta
misma fracción hay varios grupos, conocidos como SÍNDROME METABÓLICO
fracciones menores (HbA1a, HbA1b y HbA1c), las cua-
les se diferencian entre sí de acuerdo con la velocidad
de movimiento durante el proceso de electroforesis. La
HbA1c es la más abundante de los componentes meno- En 1988 Reaven describió el síndrome metabólico,
res de la hemoglobina en los eritrocitos humanos, for- cuya presencia aumenta en los pacientes con DM2 o
mada por la condensación de la glucosa en la porción glucemia basal alterada, con una prevalencia variable
N–terminal de la cadena beta de la hemoglobina, de tal
forma que el organismo se encuentra expuesto a la mo-
dificación de su hemoglobina por la adición de residuos Cuadro 20–2. Niveles de hemoglobina
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de glucosa: cuanto mayor es la glucemia, mayor es la glucosilada y su correlación con la glucemia


glucosilación de la hemoglobina. HbA1c% mg/dL (ADA) mmol/L
Existe una relación directa entre la HbA1c y el pro- 6 126 7.0
medio de glucosa sérica porque la glucosilación de la 7 154 8.6
hemoglobina es un proceso relativamente lento, no enzi- 8 183 10.2
mático, que ocurre durante los 120 días de vida media 9 212 11.8
del eritrocito; esto explica que se piense que la HbA1c 10 240 13.4
representa un promedio de la glucemia en las últimas 11 269 14.9
12 298 16.5
seis a ocho semanas. La meta para el control de glucosa
en sangre implica un nivel de HbA1c dentro de un inter- ADA: American Diabetes Association. Se considera un adecuado
control glucémico con niveles v 7%. Al conocer el porcentaje de
valo normal, ya que ofrece una estimación del control glucosilación se podrá interpretar la glucemia que ha estado soste-
de los tres meses anteriores; si esto no es así, aumentará niendo el paciente en las últimas ocho semanas. Tomado de la
la incidencia de complicaciones a largo plazo. Existen American Diabetes Association.
230 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

de acuerdo con la población estudiada de 32 a 40.8% de EVALUACIÓN PREANESTÉSICA


los casos de DM.
La definición mundial del síndrome metabólico pro-
puesta por la International Diabetes Federation (IDF)
incluye obesidad central, con un perímetro abdominal Es un elemento de seguridad anestésica que debe ser
> 102 cm en los hombres y > 88 cm en las mujeres (si efectuado por un anestesiólogo varios días antes de una
el índice de masa corporal es > 30, no es necesario medir intervención quirúrgica programada. Los datos obteni-
el perímetro abdominal), más dos de cualquiera de los dos de ella permiten elegir el procedimiento anestésico
siguientes factores: y los cuidados perioperatorios adecuados al estado del
paciente, efectuar exploraciones complementarias, ins-
S Aumento de los triglicéridos w 150 mg/dL o rea- tituir o modificar un tratamiento médico con el objetivo
lizar un tratamiento específico para esta alteración de disminuir el riesgo de complicaciones, reducir al má-
lipídica. ximo la morbilidad, incluir el manejo racional de exá-
S Disminución de las lipoproteínas de alta densidad menes de laboratorio y gabinete complementarios y
cHDL < 40 mg /dL en varones y < 50 mg/dL en acortar el tiempo de hospitalización, mejorando así la
mujeres, o tratamiento específico para esta altera- calidad de la atención perioperatoria. En procedimien-
ción lipídica. tos electivos es posible identificar los problemas poten-
S Aumento de la presión sistólica w 130 mmHg o ciales y corregirlos, así como estabilizar al paciente an-
de la diastólica w 85 mmHg, o tratamiento antihi- tes de la cirugía.
pertensivo previo. En el paciente con DM2 se evalúa la presencia de le-
S Incremento de la glucemia en ayuno w 100 mg/dL. sión en órganos blanco, como disfunción del sistema
S Diagnóstico de diabetes tipo 2. cardiovascular (angina de pecho, claudicación de los
miembros inferiores, disminución de los pulsos perifé-
Se recomienda la realización de una prueba de toleran- ricos y electrocardiograma anormal), falla pulmonar,
cia oral a la glucosa.22 nefropatía, problemas hematológicos, anormalidades
La actualización de la definición de síndrome meta- electrolíticas, anemia y complicaciones relacionadas
bólico según la Adult Treatment Panel III (ATP–III), con la DM2 —macrovasculares y microvasculares neu-
propuesta en 2005 por la American Heart Association ropáticas (neuropatía diabética, disfunción del sistema
y por el National Heart, Lung and Blood Institute, se nervioso autónomo y retinopatía). Las alteraciones del
fundamenta en la presencia de tres a cinco de los crite- funcionamiento cardiovascular pueden no ser diagnos-
rios que también son mencionados en la definición de ticadas, aunque son comunes, en los pacientes con ante-
la IDF; la diferencia es que aquí se hace referencia a que cedente de infarto del miocardio o angina inestable; el
deben ser encontradas al menos tres de estas guías, ade- riesgo de complicaciones posoperatorias puede dismi-
más de que en el criterio de glucemia incluye el trata- nuir si se realiza una angioplastia o una revasculariza-
miento farmacológico de la hiperglucemia y se presu- ción previa a la cirugía; se puede solicitar un electrocar-
pone que los pacientes que ingieren fibratos y ácido diograma de esfuerzo si hay sospecha de enfermedad
nicotínico cursan con elevación de los triglicéridos y cardiovascular. Los pacientes pueden presentar isque-
disminución del cHDL.9,23 mia silenciosa, isquemia coronaria atípica o cardiomio-
El estrés de una enfermedad aguda y de la cirugía in- patía, y pueden ser hipertensos y obesos. La neuropatía
ducen una aceleración transitoria y reversible de la pro- cardiaca se presenta entre 16 y más de 30% de los casos,
gresión de la RI. predisponiendo a hipotensión perioperatoria. Se sospe-
La magnitud de la RI y la respuesta metabólica al es- cha su presencia ante taquicardia en reposo (> 15 lat/
trés quirúrgico puede estar asociada a la magnitud de la min), hipotensión ortostática (disminución de la presión
invasión de la cirugía; la pérdida hemática puede tener sistólica > 20 mmHg de 5 a 10 min después de cambiar
una correlación directa e independiente con la RI poso- de la posición supina a la bipedestación), signos que in-
peratoria, y se relaciona con la duración del trauma qui- dican inestabilidad hemodinámica, neuropatía periféri-
rúrgico; se ha visto que la utilización de glucosa está ca y variabilidad de la frecuencia respiratoria. La neuro-
disminuida después de una cirugía prolongada. La re- patía puede complicar y prolongar la recuperación
sistencia a la insulina se manifiesta por hiperglucemia posoperatoria. El incremento en los niveles de creatini-
en el periodo perioperatorio. na se observa cuando la disfunción renal ya está avanza-
Se sugiere continuar con el manejo perioperatorio da, pero la función renal se puede estimar mediante la
con estatinas.24 fórmula de aclaramiento de la creatinina, para lo cual
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 231

hay que medir los niveles de creatinina en orina de 24 En los pacientes que no se sabe que padecen diabetes
h. Los pacientes diabéticos con proteinuria o aclara- se debe sospechar el diagnóstico si presentan:
miento anormal de creatinina tienen un riesgo elevado
S Infecciones de heridas que tardan en sanar.
de desarrollar falla renal aguda. En la enfermedad cróni-
S Micosis recurrentes.
ca se presenta reducción de la función pulmonar (volu-
S Historia de sed o poliuria y nicturia, o pérdida de
men espiratorio forzado, volumen espiratorio pico y
peso.
capacidad de difusión del monóxido de carbono), rela-
S Enfermedad vascular periférica, hipertensión o
cionada con la duración y el daño vascular, pudiendo
enfermedad cardiaca isquémica.
complicar el retiro de la ventilación mecánica. La inci-
dencia de DM en el paciente geriátrico ha aumentado, Previo a la admisión de los pacientes mayores de 40
especialmente si cursa con una enfermedad aguda o se años de edad con datos de infección que sean candidatos
encuentra críticamente enfermo.15,25–27 a cirugía mayor se debe medir la glucemia. Si los niveles
La evaluación física preoperatoria puede descubrir de glucosa son w 126 mg/dL y existe sintomatología se
neuropatía diabética, manifestada como hipotensión or- debe realizar el diagnóstico de DM2; en ausencia de
tostática, episodios de síncope, mononeuropatías o poli- ellos se deben realizar otros exámenes.
neuropatías, disfunción eréctil o vesical, enfermedad Es necesario determinar la correcta clasificación de
cerebrovascular, afección renal con microalbuminemia la DM2, averiguar el control farmacológico, el tipo de
y glucosilación del colágeno de la articulación atlan- fármaco, la dosis y el horario. Los pacientes con un con-
tooccipital en 30 a 40% de los diabéticos, con limitación trol inadecuado —glucemia entre 120 y 300 mg/dL—
de la movilidad, causando rigidez y probable dificultad sin datos de descompensación, como deshidratación,
en el manejo de la vía aérea (intubación y laringoscopia) cetoacidosis, hiperosmolaridad o hipoglucemia, deben
de mínima a moderada en 4.8% de los casos. Para evaluar ser sometidos a una evaluación del endocrinólogo para
el signo del orador se le pide al paciente que aproxime establecer medidas de control de la glucemia antes y
la superficie palmar de sus manos; si no puede aproxi- después de la cirugía, y programarla de forma electiva.
mar la superficie palmar de las articulaciones interfa- Los pacientes fuera de control no son candidatos para
lángicas a pesar del máximo esfuerzo, se considera que cirugía programada. El tratamiento con sulfonilureas de
es positivo, además de que muestra “piel de cera”.28,29 larga duración (clorpropamida) debe ser suspendido en-
Fórmula para el cálculo del aclaramiento de creati- tre 48 y 72 h antes de la cirugía. Los otros fármacos,
nina: como tolbutamida, tolazamida, acetohexamida, glipizi-
da, gliburida y glibenclamida, se deben suspender la no-
1. Clcr (hombre) mL/min = [(140 – edad) x peso che previa o el día de la cirugía, por lo que hay que ini-
(kg)]/[72 x Crs (mg/dL)] ciar un tratamiento con insulina de acción corta.
2. Clcr (mujer) mL/min = [(140 – edad) x peso (kg) El control de la glucemia se mantiene mediante el ba-
x 0.95]/[72 x Crs (mg/dL)] lance entre la insulina y las hormonas contrarregulado-
3. Clcr (mL/min) = [Cr en orina (mg/dL) x volumen ras (glucagón, epinefrina, cortisol y hormona de creci-
(mL)]/[Cr en suero (mg/dL) x tiempo (min)] miento). La insulina estimula la toma y utilización de la
glucosa por parte del músculo y la grasa, suprime la glu-
La determinación de HbA1c está reemplazando la coneogénesis y la glucogenólisis y previene el desarro-
PTOG como el estándar de oro en el diagnóstico y los llo de cetosis y la ruptura de proteínas. Un adecuado ni-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

niveles de control de la enfermedad, con un valor de vel de insulina durante el periodo perioperatorio puede
HbA1c v 7%. Se considera que existe un adecuado prevenir la descompensación metabólica. La hiperglu-
control glucémico cuando disminuyen los riesgos de cemia ocurre tanto en el paciente diabético como en el
complicaciones; los valores constantes > 8% indican no diabético con enfermedad aguda, reconociéndose
probables complicaciones microvasculares y un mal que es causa de respuestas adversas.30,31
control. Si el paciente cursa con infecciones urinarias Algunos factores que afectan la glucemia y la fun-
frecuentes se solicitan electrólitos séricos y se examina ción pancreática incluyen el estrés de la cirugía, una en-
la función renal. Entre las pruebas de gabinete se deben fermedad aguda, la anorexia, la anestesia que enmas-
solicitar al menos un electrocardiograma y una espiro- cara los síntomas hipoglucémicos y el ayuno, por lo que
metría. En relación con la cirugía (corta o mayor) se los objetivos del control glucémico son evitar la hipo-
debe analizar si es de urgencia o programada, así como glucemia, la hiperglucemia y la pérdida de electrólitos
la duración y el horario en que se realizará (matutino o (potasio, magnesio y fosfato), y prevenir la lipólisis y la
vespertino). proteólisis. Los elementos que tienen importancia en
232 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

los niveles de glucosa perioperatoria son la diabetes por anestésicos; los antihipertensivos y los tratamientos
sí misma, el ayuno preoperatorio y el posoperatorio, la pulmonares coadyuvan en la estabilidad hemodinámica
respuesta metabólica y hormonal a la cirugía, los fárma- y pulmonar. En los últimos años la medicación herbal
cos anestésicos y la inmovilización. se ha popularizado, pero como aún se desconocen sus
El monitoreo de la glucosa en pacientes que se con- efectos se debe suprimir su consumo. En cuanto a la me-
trolan con insulina idealmente debe ser antes y después dicación antidiabética por vía oral, se debe suspender el
de los alimentos, y en reposo; las insulinas de larga ac- día de la cirugía, en previsión de la hipoglucemia (nive-
ción se descontinúan de 24 a 48 h antes de la cirugía, les de glucosa < 50 mg/dL). La metformina produce aci-
sustituyéndose por insulina de acción intermedia com- dosis láctica por acumulación, principalmente en insu-
binada con las de acción corta dos veces al día o sólo de ficiencia renal, por lo que algunos autores sugieren su
acción corta antes de los alimentos. El adecuado control suspensión entre 48 y 72 h previas; dichos autores reco-
glucémico disminuye el riesgo de neumonía, infeccio- miendan sustituir las sulfonilureas de larga duración por
nes en la herida y en las vías urinarias, y sepsis. las de corta duración entre 48 y 72 h antes de la cirugía,
Es importante revisar que con frecuencia los pacien- sobre todo teniendo en cuenta que los pacientes se en-
tes sometidos a cirugía están en tratamiento crónico con cuentran en ayuno, restableciéndose el tratamiento con
uno o varios medicamentos que no tienen relación con metformina al normalizarse la función renal. Las tiazo-
la enfermedad que ocasiona la cirugía. Los factores que lidinedionas y las glitazonas incrementan la captación
coadyuvan son el envejecimiento de la población y los de glucosa mediada por insulina en los tejidos periféri-
avances en los tratamientos quirúrgicos y anestésicos. cos y en el tejido graso, elevan la sensibilidad hepática
Las complicaciones cardiovasculares son frecuentes en a la acción de la insulina disminuyendo la gluconeogé-
el periodo perioperatorio. Se ha mencionado que dicha nesis y mejoran la capacidad de la insulina para dismi-
medicación incrementa 2.7% el riesgo relativo de desa- nuir las concentraciones de ácidos grasos libres, por lo
rrollar complicaciones; el retiro brusco de algunos fár- que se reduce la glucemia basal y posprandial. La
macos puede aumentar la tasa de complicaciones de for- HbA1c y las concentraciones de insulina y de ácidos
ma proporcional al tiempo sin tomar la medicación. En grasos libres circulantes aumentan la reabsorción de so-
las cirugías programadas se sugiere suprimir de forma dio, causando retención hídrica, por lo que se deben in-
temporal toda la medicación innecesaria antes de la ci- terrumpir varios días antes de la cirugía.33,34
rugía por un tiempo entre tres y cinco vidas medias (t1/2) Hay dos familias de hormonas gastrointestinales, re-
de ser posible, ya que se eliminarán el fármaco y sus me- presentadas por las incretinas y la amilina, que tienen
tabolitos; asimismo, es una oportunidad para verificar efectos significativos sobre la homeostasia de la gluco-
las indicaciones y contraindicaciones del tratamiento y, sa, o efecto “incretinas”, y estimulan la secreción de
si es necesario, modificarlo. En situaciones de urgencia insulina en respuesta al incremento de glucosa por una
no hay tiempo para modificar el tratamiento antes de la carga de carbohidratos a nivel enteral; ellas son el pép-
cirugía, pero se deben seguir las mismas pautas de ma- tido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP) y
nejo.32 el péptido similar al glucagón (GLP–1). La amilina es
Durante la inducción y el mantenimiento de la anes- otra hormona intestinal. Las náuseas y el vómito consti-
tesia los pacientes se encuentran expuestos a medica- tuyen las reacciones adversas de estos fármacos. Los
mentos nuevos durante un tiempo corto e intenso, antagonistas de la GLP–1, como la exenatida, disminu-
presentando un elevado potencial de interacciones far- yen la motilidad gástrica, retardando la recuperación
macológicas, especialmente con los bloqueadores neu- gastrointestinal; son antiapoptósicos y regeneradores
romusculares, cuyas consecuencias son clínicamente de las células b. Los inhibidores de la enzima dipeptidil
relevantes, por lo que es importante anticiparse a las peptidasa–4 (DPP–4) realzadores de las incretinas,
mismas siempre que sea posible. El halotano, el sevo- como la sitagliptina, actúan por un mecanismo depen-
flurano y el propofol inhiben la agregación plaquetaria diente de la glucosa y es improbable que causen hipo-
de forma reversible y dependiente de la dosis; el riesgo glucemia; se utilizan para moderar la glucemia pospran-
de sangrado se encuentra elevado en los procedimientos dial durante el ayuno. En los pacientes con diabetes
de cirugía mayor, prostatectomías, neurocirugía y ciru- mellitus tipo 1 (DM1) se debe continuar preoperatoria-
gía de la retina, en la que el mínimo sangrado puede te- mente con los reemplazos de insulina —de 0.2 a 0.3
ner consecuencias graves. La inmovilidad y el estrés U/kg/día de insulina de larga acción. Al paciente con
quirúrgico promueven la hipercoagulabilidad. La ma- DM2 se le administra insulina basal o se modifica la hi-
yoría de las medicaciones crónicas deben continuar du- perglucemia con insulina si no tiene vía oral, individua-
rante el perioperatorio, ya que no interfieren con los lizando según la dosis diaria y la glucemia establecida.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 233

Cuadro 20–3. Hipoglucemiantes orales utilizados con frecuencia en los pacientes diabéticos
Fármaco Nombre Inicio (min) Duración (h) Vida media (h)
Sulfonilureas Tolbutamida 60 6 a 12 3 a 28
1ª generación Acetohexamida 180 24 4a6
Tolazamida 240 12 a 24 4a8
Clorpropamida 120 24 a 60 36
2ª generación Gliquidona NR 12 a 24 1a2
Gliburida 30 24
Glibenclamida 240 10 a 16 10
Glipizida 90 12 a 24 2a4
3ª generación Glimepirida 120 a 180 16 a 24 5a9
Biguanidas Metformina 60 a 180 17 1a5
Tiazolidinedionas Rosiglitazona 60 a 180 4 3a4
Pioglitazona 120 6 3a7
Meglitinidas Repaglinida 30 a 90 4 1
Inhibidor de la a–glucosidasa Acarbosa 120 4 2
Incretinas Exenatida < 15 6 a 12 2a4
Amilinas Pramlintida < 15 2a4
Inhibidor de DPP–4 Sitagliptina 60 a 240 12 8 a 14
DPP–4: dipeptidil peptidasa–4. Es importante conocer todos estos parámetros para el manejo perioperatorio, así como los efectos adversos, prin-
cipalmente hipoglucemia, náusea y vómito, y el retardo en el vaciamiento gástrico.

El monitoreo de la glucosa capilar cada cuatro a seis ho- el uso diario es similar al doble de la insulina NPH—;
ras se usa para corregir los niveles con insulina de rápida no es compatible con otras insulinas, se prepara por se-
acción; la insulina regular se administra cada seis horas parado, tiene un pH ácido y no se puede administrar por
(cuadro 20–3).35,36 vía intravenosa (cuadro 20–4).
La insulina inhalada tiene un inicio de acción más
rápido que el de la administrada por vía subcutánea; su MANEJO ANESTÉSICO
duración es similar a la de la insulina regular, aprobada
para uso preprandial; los efectos adversos son tos seca
y disminución moderada de la FEV1. En progreso se en- Los problemas que enfrenta el paciente diabético candi-
cuentran otras dos preparaciones de insulina inhalada, dato a cirugía incluyen:
por lo que en un futuro los pacientes tendrán esta herra-
mienta en el quirófano. Se está desarrollando una pre- 1. La respuesta al estrés con secreción de hormonas
sentación oral, con el fin de disminuir el dolor durante catabólicas.
la administración de la insulina. Las bombas de infusión 2. Ayuno que se puede prolongar después de una ci-
de insulina subcutánea son las que simulan mejor la li- rugía gastrointestinal.
beración fisiológica de la misma; se libera un bolo ini- 3. Alteraciones de la conciencia, enmascarando sín-
cial de insulina, posprandial, que se sobrepone a la ad- tomas de hipoglucemia.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ministración basal de insulina continua subcutánea.


También existen dispositivos de pluma y reusables con
Cuadro 20–4. Diferentes tipos de insulina
cartuchos reemplazables de insulina que permiten pro- empleadas en el control del diabético
gramar la dosis específica del paciente, por lo que la do-
Nombre Inicio Efecto Duración
sis está disponible cuando es necesaria.32,37,38
(min) máximo (min) (h)
La insulina lispro es la de verdadera acción rápida. La
Lispro 15 a 30 30 a 90 3a4
insulina regular por vía subcutánea produce dímeros y
Regular 30 a 60 120 a 180 3a6
hexámeros, los cuales retardan la absorción; con la lis- NPH 120 a 240 480 a 720 10 a 16
pro se disminuye esta agregación y es rápidamente ab- Ultralenta 180 a 360 120 a 1200 24 a 36
sorbida; si se utiliza con bomba de infusión el control Glargina 60 No existe 24
glucémico es mejor, con una menor frecuencia de hipo- Los parámetros analizados son el inicio de acción, el efecto máximo
glucemia. La insulina glargina es un análogo recombi- y la duración, los cuales son primordiales en el perioperatorio para
nante humano de larga duración sin efecto pico —con determinar el uso o no de infusiones de insulina.
234 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

4. Alteraciones circulatorias asociadas con la aneste- Las acciones anabólicas de la insulina se pueden res-
sia y la cirugía, las cuales modifican la absorción tituir o amortiguar durante la cirugía, estimulando la re-
de insulina subcutánea. utilización de glucosa y el almacenamiento de glucóge-
no, reutilizando aminoácidos y sintetizando proteínas
La anestesia y la cirugía producen una respuesta neuro- por parte del músculo, sintetizando ácidos grasos hepá-
endocrina al estrés liberando hormonas contrarregula- tica y su almacenamiento en adipocitos, y reabsorbien-
doras que resultan en resistencia periférica a la insulina, do sodio en el riñón, con la preservación del volumen
aumento en la producción de glucosa hepática, defi- intravascular. Los efectos catabólicos de la insulina in-
ciente secreción de insulina y rompimiento de grasa y cluyen la inhibición de la ruptura de glucógeno hepá-
proteínas; incluso en los pacientes con una adecuada se- tico, la gluconeogénesis, la lipólisis, la oxidación de áci-
creción de insulina existe el riesgo potencial de producir dos grasos y la formación de cuerpos cetónicos, así
hiperglucemia y en algunos casos cetosis; el nivel de como la proteólisis y la oxidación de aminoácidos. Al
respuesta dependerá de la complejidad de la cirugía y de inhibir la secreción de insulina y su acción cambia el
las complicaciones. La resistencia a la insulina inducida ambiente perioperatorio hacia el hipercatabolismo.12,39,40
por las hormonas contrarreguladoras y el estrés quirúr- Las hormonas contrarreguladoras, como la norepine-
gico tienen efectos deletéreos en la función de las célu- frina, se elevan principalmente durante la cirugía, mien-
las b pancreáticas (figura 20–4).12,31 tras que la epinefrina en el posoperatorio estimula la
glucogenólisis y la gluconeogénesis al impedir la utili-
zación de glucosa por parte de los tejidos periféricos y
Trauma fisiológico la secreción de insulina. La fosforilación de la glucóge-
no sintasa disminuye la síntesis de glucógeno, predispo-
Liberación de hormonas niendo a una severa hiperglucemia, exacerbada por el
de estrés efecto estimulador en la secreción de glucagón. Tam-
bién se estimulan la lipólisis y la cetogénesis a través de
° Glucosa la hormona sensitiva lipasa y la liberación de ácidos gra-
± Insulina
sos hacia la circulación; las catecolaminas tienen efec-
tos similares sobre el glucagón, mientras que la hormo-
Estimulación de vías
catabólicas na del crecimiento y los glucocorticoides potencian los
efectos catabólicos de las catecolaminas y el glucagón.
° Ácidos grasos libres, Los glucocorticoides elevan la producción de glucosa
cetonas y lactato hepática e inducen la lipólisis y el balance de nitrógeno
negativo al ocasionar proteólisis. Los productos de la li-
Liberación de péptidos pólisis y de la proteólisis (ácidos grasos libres, glicerol,
reactivos, proteínas, citocinas
y superóxidos alanina y glutamina) proporcionan sustratos para au-
mentar la gluconeogénesis hepática. La combinación de
Vasoconstricción, una relativa disminución de insulina, la resistencia a la
inflamación y coagulación
insulina y el excesivo catabolismo resultante de la ac-
ción de las hormonas contrarreguladoras es una amena-
Daño tisular, isquemia,
infarto y apoptosis za, sobre todo en los pacientes que no tienen un adecua-
do control de la glucosa, por lo que en los pacientes
Aumento en la diabéticos que serán sometidos a procedimientos qui-
morbimortalidad rúrgicos será necesario administrar terapia con insulina
en el perioperatorio.40–43
Un exceso de hormonas contrarreguladoras, la relati-
Figura 20–4. Durante el estrés, la anestesia, las infecciones
y la liberación y aumento de las hormonas contrarregulado- va deficiencia de insulina, el ayuno y la depleción de vo-
ras se elevan los niveles de glucosa, disminuyendo los de lumen contribuyen a una descompensación metabólica.
insulina, con la consecuente liberación de ácidos grasos La extrema hiperglucemia, la hiperosmolaridad y la de-
libres, lo cual estimula la inflamación, la vasoconstricción y pleción de volumen asociadas con cambios en el estado
la coagulación, e induce deterioro tisular, alteraciones vas- mental resultan de una inadecuada acción de la insulina,
culares y muerte celular, con la consecuente implicación de
una alta morbimortalidad. Modificado de Lindeman RJ,
diuresis osmótica, pérdida de líquidos por la cirugía o
Cheng EY: Intensive insulin therapy for acute hyperglyce- sobredosis de diuréticos y mal reemplazo de líquidos.
mia. Advanced Crit Care 2007;18(2):200–212. La hiperglucemia causa hiperosmolaridad e hipervisco-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 235

sidad, generando trombogénesis por aumento en la ral; también las concentraciones circulantes de cateco-
agregación y adhesividad plaquetaria. La hipergluce- laminas, cortisol y glucagón son mayores. Al estimular
mia inhibe la inmunidad contra las infecciones, inclu- el sistema nervioso simpático los anestésicos inhalados
yendo funciones leucocitarias; también daña las heridas pueden inhibir la secreción de insulina e incrementar la
al afectar la formación de colágena, disminuyendo la producción hepática de glucosa, dando como resultado
tensión en la herida. También eleva las citocinas infla- una acentuada hiperglucemia. Varios autores han de-
matorias (interleucina–6 y el factor de necrosis tumoral mostrado que el mal control glucémico transoperatorio
alfa); otros factores que provocan RI son la revasculari- se correlaciona con una mayor morbimortalidad, por lo
zación coronaria, la sepsis, la terapia con esteroides y la que es probable que el control posoperatorio tenga un
nutrición parenteral total. A nivel gastrointestinal pro- mayor efecto.50
voca daño en las células ganglionares, inhibiendo la Hay que recordar que los anestésicos inhalados de-
motilidad y retardando el vaciamiento gástrico y el in- primen la contractilidad miocárdica, son inotrópicos
testinal, por lo que se debe considerar que el paciente negativos y dependen de las dosis, halotano > enflurano
tiene estómago lleno. El paciente debe ser tratado preo- > isoflurano > desflurano > sevoflurano; también dis-
peratoriamente con inhibidores de hidrogeniones; asi- minuyen la presión arterial relacionada con la concen-
mismo, se debe neutralizar la acidez estomacal e incre- tración, el halotano y el enflurano por depresión de la
mentar el vaciamiento gástrico. La metoclopramida es contractilidad y del gasto cardiaco, el isoflurano, el des-
útil en la profilaxis de la aspiración, así como otros fár- flurano y el sevoflurano por una disminución mayor en
macos eficaces en la prevención de náusea y vómito las resistencias periféricas. También sensibilizan al
posoperatorios; la dexametasona se debe utilizar con miocardio ante los efectos arritmogénicos de las cateco-
precaución, debido a sus efectos en la glucemia. La vía laminas, halotano > enflurano > isoflurano > desflurano
oral se suspende 12 h antes; es recomendable usar una > sevoflurano. Dichos efectos son marcados en el pa-
inducción de secuencia rápida para disminuir el riesgo ciente diabético, además de que acentúan la acción de
de aspiración, además de realizar el vaciamiento gástri- los bloqueadores neuromusculares y actúan a nivel de
co en los pacientes tratados con medicamentos que ac- la unión neuromuscular. Debido al daño del nervio mo-
túan por vía de las incretinas o las amilinas, sobre todo tor y del sistema musculosquelético en el diabético el ni-
en las cirugías de urgencia. La saturación de oxígeno vel de potenciación puede variar. Dichos anestésicos de-
disminuye porque la glucosa se une con un enlace cova- primen el reflejo barorreceptor, deteriorando el control
lente a la molécula de hemoglobina, afectando el trans- de la presión arterial en los pacientes con disautonomía.
porte de oxígeno mediante los glóbulos rojos.44–47 Causan vasodilatación coronaria moderada, evitando
Los eventos cerebrovasculares, la enfermedad vas- hipotensión y taquicardia, pero no existe alteración en
cular periférica y el infarto del miocardio son comunes la redistribución de la perfusión miocárdica que resulte
en los pacientes diabéticos y con aterosclerosis, por lo en isquemia. El desflurano produce una estimulación
que es necesario disminuir el riesgo de estrés de la in- simpática cuando se aumenta bruscamente la concen-
ducción controlando la labilidad en la presión arterial y tración, manifestada por taquicardia e hipertensión; este
la isquemia relacionadas con enfermedad vascular o au- efecto también se observa con el isoflurano, si bien en
tonómica mediante b bloqueadores y opioides, con el menor grado. Al tomar en cuenta la solubilidad se sabe
fin de reducir la depresión cardiovascular. La obesidad que cuanto menor es la solubilidad mayores serán la ab-
y la rigidez de la articulación atlantooccipital son condi- sorción y la excreción; también se modificará la veloci-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

ciones que pueden dificultar el manejo de la vía aérea dad con la que cambiarán las constantes hemodinámi-
(síndrome de stiff joint). Mashour y col. analizaron una cas al variar la concentración administrada.51,52
variante de la escala de Mallampati (se valora con hiper- Los inductores endovenosos pueden causar hipoten-
extensión de la articulación atlantooccipital, abriendo sión, la cual se presenta en mayor grado si existe com-
totalmente la boca, protrusión máxima de la lengua y promiso autonómico, ya que no se puede compensar
ausencia de fonación, con el paciente en posición de con una rápida vasoconstricción. Los barbitúricos dis-
sentado y el examinador de frente a él); ellos apreciaron minuyen la presión arterial y el gasto cardiaco depen-
que el diagnóstico de DM y una clasificación 3 o 4 en diendo de la dosis; la frecuencia cardiaca puede aumen-
esta escala son factores de predicción de laringoscopia tar por activación del reflejo barorreceptor. El tiopental
difícil en pacientes con un índice de masa corporal w produce un mayor efecto inotrópico negativo que el
40 kg/m2.48,49 pentobarbital. Las benzodiazepinas en grandes dosis
La anestesia general eleva las concentraciones san- declinan la secreción de hormona adrenocorticotropa y
guíneas de glucosa más que las anestesias local o epidu- la producción de cortisol, reducen la estimulación sim-
236 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

pática y, paradójicamente, estimulan la secreción de metaboliza en el hígado. La succinilcolina eleva el pota-


hormona de crecimiento; como consecuencia disminu- sio 0.5 mEq/L y se emplea en insuficiencia renal crónica
ye la respuesta glucémica al procedimiento quirúrgico, posterior a diálisis; se debe monitorear con tren de cua-
produciendo una leve vasodilatación y disminución del tro.56–58
gasto cardiaco. Si existe un bloqueo del sistema nervio- Las técnicas anestésicas con altas dosis de opioides
so autónomo la ketamina puede deprimir el miocardio, producen estabilidad hemodinámica, hormonal y meta-
contrario a sus efectos esperados, como aumento de la bólica, y bloquean el sistema nervioso simpático y el eje
frecuencia cardiaca y de la presión arterial sistémica y hipotálamo–pituitaria al abolir la respuesta catabólica
de la arteria pulmonar, por liberación de catecolaminas —también lo hará con la hiperglucemia. El fentanilo es
endógenas. El etomidato es el agente de elección para una buena elección en la insuficiencia renal, aunque se
la inducción de la anestesia en un paciente hemodinámi- realza su respuesta si existe alteración en las enzimas
camente inestable; el mantenimiento con etomidato y que lo metabolizan.44
opioides produce estabilidad hemodinámica en presen- Las técnicas neuroaxiales (epidural y espinal) modu-
cia de neuropatía cardiovascular autonómica. El propo- lan la secreción de hormonas catabólicas y de insulina
fol disminuye la presión arterial y el gasto cardiaco, y (la que consiguiera secretarse), modifican la produc-
depende de la dosis; hay que tener en cuenta el incre- ción de glucosa sin afectar la utilización y producen blo-
mento de los lípidos y la probabilidad de alteración me- queo simpático, disminuyendo la precarga y la poscar-
tabólica. Kadoi y col. investigaron la respuesta a la hi- ga. La neuropatía diabética compromete la respuesta
percapnia en pacientes anestesiados con propofol; los para mantener la presión arterial, presentándose hipo-
datos revelaron que los pacientes diabéticos tienen dete- tensión severa y de difícil control; la neuropatía diabé-
riorada la respuesta vasodilatadora a la hipercapnia, la tica se puede confundir con una complicación de la
cual se relaciona con la severidad de la DM. Los pacien- anestesia. El riesgo de infección y el daño vascular están
tes con retinopatía tienen una respuesta cerebrovascular aumentados; sin embargo, hay beneficios: el paciente
anormal al CO2; se reporta que la circulación retiniana está alerta, el ayuno es menor, se bloquea la respuesta
representa la circulación cerebral vascular, además de metabólica al estrés, se asocian con menor sangrado in-
correlacionar la HbA1c y la retinopatía con la respuesta traoperatorio, la vía oral se reinstala más rápidamente,
al CO2. Los a2 adrenérgicos no son apropiados en los existe una mejor analgesia posoperatoria y disminuyen
pacientes diabéticos, ya que tienen un efecto inhibidor la insuficiencia respiratoria y el tromboembolismo ve-
directo en la secreción de insulina; no obstante, otros es- noso. El uso de anestesia local en pacientes sometidos
tudios con clonidina demuestran que esto se compensa a cirugía de catarata tiene menos alteraciones en el me-
por las propiedades simpaticolíticas del fármaco.51,53–55 tabolismo de la glucosa, más rápida recuperación, me-
La recuperación del bloqueo neuromuscular se en- jor analgesia y menos náusea y vómito. En general las
cuentra retardada en los pacientes diabéticos, quizá por- anestesias regional, de nervios periféricos y local evitan
que tienen degeneración, desmielinización, pérdida la intubación endotraqueal en pacientes con gastropare-
axonal en el nervio motor a nivel de la unión neuromus- sia y síndrome de rigidez de la articulación atlantoocci-
cular y atrofia o infarto del músculo esquelético. Saitoh pital. Es frecuente el uso de adyuvantes en la anestesia
y col. estudiaron la recuperación del bloqueo neuro- regional, como la epinefrina, que no ha mostrado daño
muscular con vecuronio en pacientes diabéticos, encon- debido a isquemia de la médula espinal en pacientes con
trando que el retorno de T2, T3 o T4 está retardado en la circulación espinal comprometida; combinada con
anestesia con sevoflurano; no obstante, la recuperación anestésicos locales a nivel perineural y periférico puede
de T1 es más lenta pero no está alterada en el paciente disminuir la circulación perineural periférica asociada
diabético. El TOF muestra retraso en la DM. El bloqueo a daño neural, pero aunada a la neurotoxicidad del anes-
neuromuscular (BNM) residual provoca hipoxemia, tésico local empeora el daño neuronal. La clonidina y la
disminución de la respuesta ventilatoria hipóxica, obs- dexmedetomidina han demostrado ser neuroprotectoras
trucción de la vía aérea superior, disfunción faríngea y mediante administración perineural con anestésicos lo-
aspiración. La cuidadosa conducción del fármaco blo- cales.15,59,60
queador neuromuscular mediante el empleo de dosis Los pacientes diabéticos por la microangiopatía tie-
mínimas y monitoreo disminuirá la incidencia de BNM nen mayor susceptibilidad de isquemia de tejidos blan-
residual en el posoperatorio inmediato. El rocuronio es dos. El daño nervioso se evita al posicionar al paciente
una opción de manejo en los pacientes diabéticos que y cuidar los puntos de presión, evitando la epinefrina en
cursan con insuficiencia renal; hay que tener cuidado sitios distales. Las complicaciones neurológicas poste-
con el paciente que cursa con hepatopatía, dado que se riores a la anestesia regional son extremadamente raras;
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 237

los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de sufrir tirotoxicosis, feocromocitoma), interacción farmacoló-
daño neuronal perioperatorio después de un bloqueo gica (glucocorticoides, bloqueadores b adrenérgicos y
epidural, sea como técnica anestésica o analgésica, por de los canales de calcio, H2, fenitoína, antipsicóticos) y
lo que se deben tener en cuenta los riesgos y los benefi- periodo posquirúrgico (toracotomías, cirugías intraab-
cios, así como la presencia de neuropatía previa.30,60 dominales, vascular mayor y neurológica).19
Los halogenados alteran la tolerancia a la glucosa du- El monitoreo de la glucosa en el perioperatorio para
rante la cirugía y algunos estudios han mostrado que in- mantener niveles de 80 a 110 mg/dL o < 140 mg/dL en
hiben la secreción residual de insulina, por lo que con- pacientes estables y < 180 mg/dL en pacientes críticos
viene preguntarse: ¿es posible recomendar una técnica es un manejo establecido. Muchos protocolos se basan
anestésica para el paciente diabético? La anestesia re- en el conocimiento de que cada unidad de insulina de
gional, sobre todo el bloqueo específico de nervios, es corta acción disminuye la glucemia aproximadamente
una opción. La anestesia general balanceada debe ser 25 mg/dL. Consideremos que la glucosa enlaza a la he-
utilizada con todo cuidado hasta que los efectos de los moglobina de manera covalente, disminuyendo la satu-
halogenados sobre la secreción de insulina sean bien es- ración de oxígeno y el transporte de oxígeno por parte
tablecidos, por lo que el uso de anestesia total endove- del eritrocito; la disfunción autonómica eleva el riesgo
nosa es una opción; no obstante, si se utiliza propofol, de hipotermia, quizá por una inapropiada regulación de
la carga de lípidos puede perturbar el metabolismo en la vasoconstricción periférica para conservar la tempe-
estos pacientes. ratura corporal, y también afecta la habilidad para regu-
Muchos pacientes diabéticos que requieren cirugía lar la presión arterial. La denervación puede involucrar
de urgencia no tienen un buen control metabólico e in- el control vagal de la frecuencia cardiaca. Estos pacien-
cluso pueden tener cetoacidosis. Lo primero es contro- tes tienen un mayor riesgo de sufrir infarto del miocar-
lar la glucemia, los electrólitos, el estado ácido–base y dio, por lo que deben ser evaluados cuidadosamente en
los líquidos; este paso es crítico si hay alteraciones en busca de enfermedad coronaria; asimismo, pueden pre-
la acidosis o el potasio, por lo que se debe considerar si sentar isquemia silenciosa. Se le debe preguntar al pa-
se puede retrasar la cirugía hasta que se estabilice el es- ciente acerca de su tolerancia al ejercicio y la presencia
tado metabólico.31 de disnea, ya que ello aporta información relacionada
Varios reportes han demostrado la correlación entre con la enfermedad y el grado de compensación. Durante
la glucemia y la insuficiencia cardiaca congestiva des- la inducción estos pacientes están en riesgo de hipoten-
pués de sufrir infarto del miocardio. En los pacientes sión.
quirúrgicos la hiperglucemia aumenta la estancia en las
unidades de cuidados intensivos, las infecciones poso-
peratorias, los eventos neurológicos y el riesgo de mor- CONTROL GLUCÉMICO
talidad hospitalaria; los pacientes que desarrollan hiper-
glucemia, los prediabéticos, los que no se sabe que
padecen diabetes y los que tienen respuesta al estrés o
la enfermedad tienen mayor mortalidad que los diabéti- Las variaciones en los niveles de glucemia son tan im-
cos conocidos e hiperglucémicos. La respuesta catabó- portantes como el valor absoluto de glucosa. Se ha de-
lica y simpática al trauma y la cirugía puede estar acen- mostrado que causan mayor daño que la hiperglucemia
tuada en los pacientes diabéticos durante la cirugía. Los sostenida, dado que la menor variación puede ser más
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

pacientes con DM2 tienen mayores concentraciones de cardioprotectora y la mortalidad se relaciona más con
glucosa plasmática y glucagón, y menos insulina que ella, lo mismo que los cambios en los niveles de HbA1c.
los pacientes sin diabetes. La administración preopera- Las causas de hiperglucemia en la cirugía y la recupera-
toria de carbohidratos ha probado reducir la RI y la pro- ción son el estrés y la suspensión de medicaciones hipo-
teólisis. La cirugía de mínima invasión y la anestesia glucemiantes orales e insulina. Diversos estudios han
locorregional disminuyen la RI y la hiperglucemia pe- demostrado que un adecuado control glucémico dismi-
rioperatorias.61 nuye la morbimortalidad de los pacientes diabéti-
Las causas de hiperglucemia aguda incluyen infec- cos.47,62–64
ciones a cualquier nivel, trauma (sangrado, aumento de Los pacientes con DM1 tienen riesgo de cetosis, el
la presión intracraneal, quemaduras, etc.), eventos car- cual aumenta con el estrés de la cirugía si no reciben in-
diovasculares, iatrogenia (diálisis peritoneal, alimenta- sulina. La cantidad de insulina exógena es importante
ción enteral o parenteral, administración de soluciones para decidir el tratamiento transoperatorio, así como el
glucosadas), afección endocrina (síndrome de Cushing, tipo (programada o de urgencia), la duración, el horario
238 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

(matutino, vespertino o nocturno) y la extensión de la adrenérgica se caracteriza por agitación, diaforesis, ta-
cirugía. Algunos protocolos sugieren que en los pacien- quicardia, hipertensión, arritmias y angina; si se prolon-
tes con diabetes severa se inicie el día de la cirugía una ga la hipoglucemia se presentan convulsiones, daño
infusión de glucosa (2 mg/kg/min) a la hora en que de- neurológico focalizado, coma y muerte; los pacientes
berían consumir alimentos, midiendo la glucosa antes geriátricos presentan menor sintomatología, mientras
de la operación. Si se les administra insulina la infusión que las mujeres responden con menor fuerza que los
se inicia a una tasa de 0.5 a 1.25 U/h. Dependiendo de hombres a la hipoglucemia. Los afectados con DM2
la cantidad de insulina normalmente administrada se pueden presentar hipoglucemia en niveles normales de
mide la glucemia cada hora, para mantener los niveles glucosa, por lo que se debe ser cuidadoso al corregir la
entre 80 y 110 mg/dL; al estabilizar estos niveles se eva- glucosa en estos pacientes. Las indicaciones para el tra-
lúan los niveles de glucosa en orina y los cuerpos cetóni- tamiento con infusiones de insulina en diabéticos cono-
cos para asegurar que la glucosuria se debe a un umbral cidos o con hiperglucemia son la cetoacidosis diabética,
bajo. En los pacientes mal controlados o que serán so- el estado hiperosmolar no cetósico, el manejo periope-
metidos a cirugía mayor se interrumpe la insulina de ac- ratorio y durante la cirugía, el posoperatorio después de
ción intermedia o larga, iniciándose el manejo con infu- cirugía cardiaca, el trasplante de órganos, durante el
sión endovenosa o subcutánea a razón de 1 a 2 U/h. Los parto, la DM1 en ayuno, el estado crítico que requiera
pacientes con obesidad, hepatopatía, corticoterapia o ventilación mecánica, el infarto agudo del miocardio, el
sepsis requieren mayores dosis; las dosis extremas se re- choque cardiogénico y el tratamiento con altas dosis de
quieren en los procedimientos estresantes, por ejemplo, esteroides.65,67,68
en cirugía de revascularización (w 80 U/h).65 Los futuros estudios con glargina establecerán si los
Se recomienda operar a los pacientes diabéticos en el análogos de insulina de larga duración con efectos ma-
primer turno de cirugía; sin embargo, esto no siempre es yores de 24 h serán útiles para el manejo perioperatorio
posible, dado que es difícil predecir el tiempo de espera, de insulina. Los pacientes con DM2 con adecuado con-
por lo que se deben administrar infusiones combinadas trol no deben recibir insulina durante el procedimiento
de glucosa e insulina después de medir la glucemia ante quirúrgico; la glucemia se puede elevar en respuesta
valores > 100 mg/dL durante el periodo de espera, vigi- metabólica al estrés, por lo que se debe medir cada dos
lando los datos de hipoglucemia. El establecimiento de horas; si los niveles aumentan entre 180 y 200 mg/dL se
esquemas de control de glucemia agresivos ha demos- debe iniciar la insulinoterapia. La obesidad, la sepsis, la
trado su beneficio al disminuir las infecciones, las diáli- administración de esteroides, el mal control metabólico
sis, las transfusiones de hemoderivados y la aparición preoperatorio y la cetoacidosis incrementan los requeri-
de polineuropatía aguda; no obstante, se puede llevar a mientos perioperatorios de insulina.50
estados hipoglucémicos. El reemplazo de insulina pre- Gandhi y col. realizaron el control estricto de la glu-
prandial se efectúa con insulina de acción rápida para cosa con infusión de insulina para mantener glucemias
cubrir las necesidades nutricionales; a muchos pacien- entre 80 y 100 mg/dL, comparándolo con el tratamiento
tes diabéticos se les reemplazaría preoperatoriamente convencional, en el que se administró insulina con glu-
para controlar la glucemia de ayuno durante la cirugía; cemias > 200 mg/dL; en la cirugía cardiaca no encontra-
si ésta es de alto riesgo o prolongada se debe iniciar con ron diferencias significativas en la morbimortalidad; se
infusiones de insulina; en el posoperatorio la transición ha señalado que los niveles estrictos de glucemia (80 a
de las infusiones demanda la sustitución más insulina de 100 mg/dL) pueden ser nocivos para los pacientes dia-
acción rápida; hasta que se inicia la nutrición (oral, ente- béticos.69
ral o parenteral) se inicia la insulina prandial o nutricio- El uso de infusiones de insulina es simple; trata de
nal.66 mantener los niveles de glucosa de 120 hasta 180 mg/
Los objetivos del control glucémico perioperatorio dL; en el periodo perioperatorio el inicio de la infusión
consisten en evitar la hiperglucemia, la hipoglucemia, es de 2 a 3 UI/h. Los niveles de glucosa por arriba de 200
otras alteraciones metabólicas —manteniendo el equili- mg/dL o menores de 100 mg/dL se deben evitar; para
brio entre los electrólitos y los líquidos— y la cetoaci- impedir la hiperglucemia y la hipoglucemia se debe in-
dosis, sobre todo en la DM1; el control debe ser fácil de dividualizar el régimen. Las infusiones de insulina tie-
entender y aplicable en una variedad de situaciones (en nen una gran flexibilidad, son efectivas si oscilan las
quirófano, en unidad de cuidados posanestésicos y en necesidades y rápidas en la corrección metabólica; sus
procesos médicos o quirúrgicos en general). Los sínto- inconvenientes son que se deben monitorear cada hora,
mas de hipoglucemia incluyen confusión, irritabilidad, con riesgo de descompensación metabólica si se inte-
fatiga, dolor de cabeza y somnolencia. La respuesta rrumpe una de las soluciones. El inicio de las infusiones
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 239

de glucosa–insulina–potasio (GIK) es de 100 mL/h; se Cuadro 20–5. Infusión de insulina con


adiciona potasio para prevenir la hipocalemia y se mo- el método de glucosa–insulina–potasio
nitorean los niveles séricos; son infusiones seguras y El día de la cirugía, entre 6 y 7 a.m., se deben administrar
simples de manejar, pero tienen el problema de que soluciones con las siguientes características: solución
cuentan con poca flexibilidad, el control es insuficiente glucosada a 10% + 10 unidades de insulina regular + 20
si oscilan las necesidades y no es posible ajustar las do- mEq de potasio, en dosis de 85 mL/h. Si es necesaria
sis de insulina y glucosa requeridas de acuerdo con los la solución fisiológica, se debe emplear en “Y” con las
soluciones glucosadas. Ajustar la velocidad de infusión
cambios que se presenten, por lo que se deben preparar
según el estado de hidratación, la presión venosa cen-
nuevas infusiones. La inyección subcutánea de insulina tral, los datos de insuficiencia cardiaca o hipertensión
de larga acción o intermedia se administra en la mañana arterial, modificando también las soluciones glucosadas
de la cirugía, pero no se puede predecir la absorción de Establecer el control de la glucemia capilar como sigue:
la insulina, por lo que el control puede no ser adecuado. S Antes y después de la cirugía. Si se retrasa la ciru-
Los niveles de glucosa se deben medir tantas veces gía, cada 2 h
como sea posible —cada dos horas— e iniciar una infu- S Durante el posoperatorio, según las indicaciones del
sión de glucosa a 5% (100 a 125 mL/h) para prevenir la médico responsable o del endocrinólogo
hipoglucemia. La hiperglucemia se trata con dosis de S De acuerdo con los resultados obtenidos se modifi-
can las unidades de insulina de la solución gluco-
insulina de corta acción, análogos o bien insulina lispro
sada, aproximadamente de 2 en 2 U. Por ejemplo,
cada dos horas en dosis de 0.05 a 0.1 U/kg. Hay que evi- ante una glucemia > 200 mg/dL aumentar la insulina
tar estas infusiones en los pacientes con mal control de en 2 U; si es > 120 mg/dL, disminuir 2 U, sustitu-
la diabetes y con hipercalemia (K > 5 mmol/L). Existe yendo la solución glucosada cuantas veces sea
la probabilidad de deshidratación por usar sólo 2 L de necesario para cambiar el tratamiento
soluciones en 24 h, así como de hiponatremia; en el an- Si las glucemias son < 80 mg/dL o > 300 mg/dL, repetir el
ciano se corre el riesgo de insuficiencia cardiaca. En la control y modificar cada hora hasta lograr el control
glucémico óptimo, dos o más valores sucesivos de 120
cirugía cardiaca se incrementan los requerimientos de a 200 mg/dL, sin necesidad de variar el tratamiento. Si
insulina (cuadro 20–5).70,71 la cifra de glucemia es > 300 mg/dL hay que cambiar la
Para preparar infusiones de insulina se mezclan 100 solución glucosada por fisiológica (p. ej., 250 mL de
U de insulina de acción corta en 100 mL de solución sa- solución fisiológica + 9 U de insulina regular a 40 mL/
lina a 0.9%. La concentración es de 1 U/mL, iniciando h), repitiendo los controles capilares hasta estabilizar el
control, momento en el que se reinicia la solución glu-
la infusión independiente de solución glucosada a 5%
cosada
en dosis de 100 a 125 mL/h. La glucosa se debe medir
Controlar los electrólitos y los niveles de urea
cada hora; si el paciente se encuentra estable cada dos En caso de hipoglucemia iniciar con solución glucosada a
horas, se deben ajustar los requerimientos usando algu- 10% durante 15 min en dosis de 100 a 150 mL/h. Con-
no de los algoritmos propuestos en la literatura.31,68 trolar la glucemia cada 15 min hasta conseguir un valor
Los requisitos necesarios para administrar una infu- superior a 120 mg/dL; reiniciar en este momento la infu-
sión de insulina incluyen: sión con la mitad de insulina que se estuviera infundien-
do en el momento en que se detectó la hipoglucemia

1. Descontinuar la medicación diabética previa, in-


cluyendo la insulina subcutánea.
tar de acuerdo con el estado del paciente si es necesario
2. Elaborar la infusión: insulina regular de 100 UI en
cada media hora, sobre todo si se obtienen niveles < 80
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

100 mL de solución salina.


mg/dL. La hipoglucemia causa más daño que la hiper-
3. Verificar si el potasio es menor de 3.5 mEq/L.
glucemia. Existen diferentes protocolos de manejo uti-
4. Iniciar la infusión de insulina.
lizados en el manejo perioperatorio para aplicar el que
5. Monitorear la glucemia horaria hasta tener tres
mejor se ajuste a las condiciones del paciente diabético
medidas consecutivas entre 80 y 110 mg/dL; al ob-
que se esté manejando (cuadros 20–6 a 20–11).
tener niveles como los mencionados se debe dis-
minuir la insulina cada dos horas durante cuatro
horas y luego cada cuatro horas. Se debe reiniciar
LÍQUIDOS, ELECTRÓLITOS Y GLUCOSA
el proceso si hay cambios en la tasa de infusión.68

El éxito de cualquier protocolo de infusión utilizado


consiste en el adecuado monitoreo de los niveles de glu- Existen alteraciones en la regulación de líquidos en los
cosa; se recomienda que sea horario, pero se puede ajus- pacientes diabéticos mal controlados que resultan de las
240 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

Cuadro 20–6. Protocolo de infusión de insulina


Tratamiento 1* Tratamiento 2** Tratamiento 3***
Glucosa (mg/dL) Insulina (U/h) Glucosa (mg/dL) Insulina (U/h) Glucosa (mg/dL) Insulina (U/h)
> 400 18 > 400 25 > 400 30
351 a 400 16 351 a 400 22 351 a 400 27
301 a 350 14 301 a 350 20 301 a 350 24
251 a 300 12 251 a 300 18 251 a 300 21
201 a 250 10 201 a 250 15 201 a 250 18
176 a 200 8 176 a 200 12 176 a 200 15
151 a 175 6 151 a 175 9 151 a 175 12
121 a 150 4 121 a 150 7 121 a 150 9
101 a 120 2 101 a 120 4 101 a 120 6
80 a 100 1 80 a 100 2 80 a 100 3
< 80 No < 80 No < 80 No
* Iniciar con este tratamiento o reiniciarlo cuando se haya descontinuado por niveles de glucosa < 80 mg/dL. ** Utilizar este tratamiento si no se
alcanzan niveles de 80 a 100 mg/dL en dos horas usando el tratamiento 1, disminuyendo 50 mg/dL en la hora anterior. *** Emplear estas tasas
de infusión si al aplicar el tratamiento 2 durante dos horas no se logra disminuir la glucosa a entre 80 y 100 mg/dL, o la disminución fue < 50 mg/dL.
Si los niveles de glucosa alcanzados son < 80 mg/dL, iniciar el tratamiento con glucosa. (Protocolo de infusión de Gandhi.)

deficiencias de insulina, como son la disminución del de nitrógeno en orina —estos efectos causan deshidra-
consumo de glucosa con la consecuente hiperglucemia, tación y acidosis. Entonces, los objetivos de la terapia
glucosuria, diuresis osmótica y alteraciones electrolíti- son la hidratación, la corrección electrolítica y del es-
cas, el aumento de la lipólisis generando cetogénesis y tado ácido–base, así como el control glucémico apro-
cetonuria, y el aumento del catabolismo proteico que piado. Los niveles séricos de sodio disminuyen 1.6
también eleva los aminoácidos plasmáticos y la pérdida mEq/L por cada 100 mg/dL que aumenta la glucosa en
plasma. La solución salina normal es la utilizada para
corregir la deshidratación y deficiencias de sodio que se
presentan en condiciones moderadas a severas —en
Cuadro 20–7. Protocolo de infusión propuesto cantidades de 250 a 1 000 mL/h—, considerando cuán
para pacientes con control con insulina
subcutánea
Suspender la administración de insulina subcutánea
antes del inicio de la infusión Cuadro 20–8. Régimen de Vellore
Iniciar la infusión de solución glucosada a 5% mediante
bomba de infusión Glucemia Tratamiento
Preparar una solución de 250 U de insulina regular en (mg/dL)
500 mL de solución salina normal. Incorporarla a la < 70* Detener la infusión de insulina. Iniciar infu-
infusión de solución glucosada mediante una bomba de sión con glucosa a 5% (100 mL), medir la
infusión. Purgar el sistema glucemia 15 min después
Monitorear la glucemia capilar cada hora 71 a 100 Detener la infusión de insulina. Iniciar infu-
Ajustar la infusión mediante el siguiente esquema: sión con glucosa a 5%, 100 mL/h
101 a 150 1 U de insulina + 100 mL de glucosa a 5%
Glucemia Insulina Insulina Solución gluco-
por hora
(mg/dL) (mL/h) (U/h) sada a 5%** (mL/h)
151 a 200 2 U de insulina + 100 mL de glucosa a 5%
< 70* 1 0.5 150 por hora
71 a 100 2 1.0 125 201 a 250 3 U de insulina + 100 mL de glucosa a 5%
101 a 150 3 1.5 100 por hora
151 a 200 4 2.0 100 251 a 300 4 U de insulina + 100 mL de glucosa a 5%
201 a 250 6 3.0 100 por hora
251 a 300 8 4.0 75 > 300 1 U de insulina por cada 1 a 50 mg más de
> 300 12 6.0 50 los 100 mg/dL + 100 mL de solución
salina normal por hora
* Detener la infusión y administrar un bolo de glucosa a 50% en 25
mL de solución, reiniciando la infusión cuando la glucemia supere Este esquema es simple de manejar.
los 80 mg/dL. ** Administrar solución glucosada a 10% si se quiere Después de los 300 mg se debe adicionar 1 U de insulina por cada
disminuir el volumen administrado. La concentración que aquí se 50 mg que se eleve la glucemia, utilizando insulina de acción
propone es de 0.5 U/mL. rápida.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 241

Cuadro 20–9. Algoritmos para Cuadro 20–11. Propuesta de control glucémico


infusión de insulina en cirugía menor o ambulatoria mediante
Glucemia inicial Infusión inicial Infusión inicial insulina de corta acción
(mg/dL) de insulina (U/h) de insulina (U/h) Día de la cirugía (ayuno)
Algoritmo 1 Algoritmo 2 a. No administrar la dosis regular de hipoglucemiante
Menos de 60 oral o insulina
61 a 109 b. Medir la glucemia capilar antes y después del proce-
110 a 119 0.5 – 1 dimiento, y cada 2 o 4 h
120 a 149 1 1.5 c. Administrar insulina de acción rápida, de acuerdo
150 a 179 1.5 2 con el siguiente esquema, hasta reiniciar el trata-
miento habitual
180 a 209 2 3
210 a 239 2 4 Glucemia (mg/dL) Insulina (unidades)
240 a 269 3 5
< 150 0
270 a 299 3 6
151–200 2
300 a 329 4 7
201–250 3
330 a 359 4 8
360 a 399 6 10 251–300 5
400 o + 8 12 > 300 6

El algoritmo 1 se usa en la mayoría de los pacientes. El algoritmo Día de la cirugía (ayuno)


2 se emplea en pacientes con posoperatorio de revascularización a. Administrar la dosis regular de hipoglucemiante oral
coronaria y trasplante de órgano que están recibiendo terapia con o insulina
glucocorticoides, o bien en pacientes diabéticos que reciben más b. Medir las glucemias antes y después del procedi-
de 80 U de insulina por día.
miento
c. Administrar un suplemento de insulina si la glucemia
> 250 mg/dL
depletados estén el volumen circulante y la función car- d. Reiniciar el tratamiento habitual en la comida
diaca. La acidosis disminuye al instalarse el tratamiento
con insulina y líquidos; los niveles de bicarbonato < 20
mEq/L con glucemia normal son señal de déficit de
insulina y glucosa intracelulares, necesarios para rever- co; no obstante, se puede requerir más glucosa si éste es
tir la lipólisis. muy estresante. Se recomienda utilizar soluciones mix-
Existe una disminución del potasio sérico, el cual tas a 0.45% en dosis de 100 mL/h en procedimientos
mejora con la insulinoterapia, aunque se pierde a través cortos o menores; en las cirugías largas se debe evitar la
de la orina; si disminuye el fósforo se puede observar excesiva administración de líquidos con glucosa a 10%;
debilidad muscular, por lo que hay que reemplazarlo si la restricción es importante se pueden utilizar solucio-
cuando la concentración plasmática esté por debajo de nes de glucosa a 20 o 50%, solamente a través de un ca-
1 mg/dL.15 téter central.
La mayoría de los autores recomiendan suministrar Los niveles de potasio no necesariamente reflejan la
glucosa (5 g) por hora para requerimientos energéticos concentración del potasio total corporal; éstos se afec-
basales y prevenir la hipoglucemia, la cetosis y el rom- tan por la insulina y la epinefrina, que estimulan la en-
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pimiento de proteínas durante el procedimiento quirúrgi- trada de potasio en la célula. La hiperosmolaridad causa
translocación del potasio de las células al espacio extra-
Cuadro 20–10. Bolos de insulina regular
celular, mientras que la acidosis provoca cambio de po-
como método alternativo tasio intracelular por hidrogeniones extracelulares, cau-
sando hipercalemia.
Glucemia inicial (mg/dL) Insulina (bolo)
Las soluciones cristaloides son usadas para rehidra-
Menos de 60 * tar y para mantenimiento; el lactato promueve la gluco-
60 a 150 Ninguna neogénesis, que puede estar elevada en los diabéticos
151 a 200 2 como resultado del estrés por la cirugía y la anestesia.
201 a 250 4 La reposición del ayuno con solución glucosada a 5%
251 a 300 6 a 125 mL/h mantiene un mejor control glucémico perio-
301 a 350 8 peratorio; la solución salina normal también incrementa
351 a 400 12 la glucemia, aunque en menores concentraciones.72–74
242 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)

POSOPERATORIO CIRUGÍA AMBULATORIA

En la unidad de cuidados posanestésicos la frecuencia Muchos procedimientos se realizan de forma ambulato-


de presentación de eventos respiratorios críticos, como ria; de igual manera la anestesia, el dolor y la ansiedad
hipoxemia, obstrucción de la vía aérea superior y venti- pueden descompensar al paciente por la respuesta meta-
lación inadecuada que requieren intervención activa, bólica al estrés. Generalmente se utiliza anestesia local;
aumenta el riesgo en los pacientes diabéticos. Los facto- los pacientes con DM2 con tratamiento oral se manejan
res que influyen son la edad, la diabetes, las cirugía ab- igual que los pacientes hospitalizados. Las infusiones
dominal, ortopédica, de larga duración y de emergencia, de insulina endovenosa o subcutánea deben continuar.
y el uso de anestesia general, opioides y BNM —los Se administran protocolos de manejo para que ellos
efectos residuales de estos últimos contribuyen a dichos mismos monitoreen los niveles de glucemia, de acuerdo
eventos adversos. El uso cuidadoso de BNM durante el con el tipo de DM que padezcan. Al utilizar insulina el
transoperatorio en dosis mínimas, antagonismo tempra- monitoreo de la glucemia se realiza cada dos horas. En
no y monitoreo neuromuscular reduce la incidencia de la DM2 se debe medir la glucosa cada cuatro horas, con
parálisis residual en el posoperatorio inmediato.58 instrucción de llamar al médico ante niveles que exce-
No hay reportes de náusea y vómito posoperatorios dan los 250 mg/dL. Al regresar a la dieta normal o lo
(NVPO) inusuales atribuidos a la medicación hipoglu- más cercana a ella el paciente retomará su manejo preo-
cemiante del tipo de las incretinas; sin embargo, es de peratorio, aunque será necesario permitir incrementos
esperarse que se experimenten NVPO más frecuentes o en los requerimientos de insulina. La administración
severos debido a que existe gastroparesia y dicha medi- juiciosa de insulina y glucosa prevendrá la hipogluce-
cación retarda el vaciamiento gástrico y se eleva el ries- mia. El éxito de un adecuado manejo perioperatorio
go de aspiración en el periodo perioperatorio. Se deben consiste en la medición frecuente de electrólitos, glu-
prevenir los NVPO con tratamiento especifico y una cosa, estado ácido–base y el aporte de líquidos, lo que
adecuada reposición de líquidos, así como vigilando los ayudará a prevenir las complicaciones quirúrgicas re-
niveles séricos de Na, ya que los NVPO producen hipo- sultantes de la hiperglucemia. Es mejor equivocarse en
natremia, aumentando la gastroparesia. La glucemia se los abastecimientos de insulina que en la retención. Los
debe mantener entre 120 y 180 mg/dL; al iniciar la vía estados hiperosmolares o cetoacidósicos resultantes de
oral existe la probabilidad de presentar hiperglucemia, una dosificación inadecuada son difíciles de manejar.31
por lo que no se deben suspender las infusiones hasta Ya se ha indicado que en cirugía menor la insulina se
entre 30 y 60 min después de la administración de la do- administra a la mitad o dos tercios de la dosis habitual
sis subcutánea. de insulina subcutánea. En cirugía mayor se utilizan in-
Si la glucemia es < 180 mg/dL en los pacientes trata- fusiones de insulina de acuerdo con el esquema institui-
dos con hipoglucemiantes orales se inicia el tratamiento do; para prevenir la hipoglucemia se debe administrar
habitual; si la glucemia es mayor, entonces se suminis- glucosa en infusión; aparte se aporta potasio ante nive-
tra insulina hasta lograr el control.32,70 les normales o bajos, pero no en insuficiencia renal cró-
Los pacientes con DM presentan mayores califica- nica o hipercalemia.
ciones de dolor que los no diabéticos, el cual se puede Las infusiones de insulina se continúan por dos horas
manifestar como fiebre, taquicardia, taquipnea y leuco- después de que se consume el primer alimento. La pre-
citosis, lo que se traduce en hiperglucemia. Una ade- vención de la náusea y el vómito y su tratamiento son
cuada analgesia para controlar el dolor disminuye la primordiales para restablecer la vía oral lo más pronto
secreción de hormonas catabólicas. Para el uso de anal- posible. Una buena analgesia es primordial, ya que dis-
gésicos antiinflamatorios no esteroideos se debe tener minuye la secreción de hormonas catabólicas; los anal-
precaución, sobre todo si el paciente cursa con insufi- gésicos antiinflamatorios no esteroideos se deben utili-
ciencia renal.75 zar con precaución, sobre todo en los pacientes con
Si se presenta sudoración se debe sospechar hipoglu- insuficiencia renal. Las glucemias < 200 mg/dL en el
cemia, aunque también se puede deber a la neuropatía, posoperatorio disminuyen la presencia de infecciones y
a infarto del miocardio o a infección. Si existe hiperglu- la mortalidad.
cemia sin causa aparente se debe buscar la presencia de En el preoperatorio debe existir un buen control me-
infección; se puede presentar aumento de la glucosa an- tabólico, midiendo la HbA1c. Las excepciones para no
tes de la fiebre.27 iniciar con el paciente diabético la primera cirugía
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con diabetes mellitus 243

incluyen emergencias y heridas secas; si hay más de un utilizando solución salina normal. En los pacientes dia-
paciente diabético en la lista se debe investigar el mane- béticos controlados o en cirugía menor se debe evitar el
jo de la DM. En el periodo transoperatorio se debe medir uso de hipoglucemiantes orales y de insulina. En la ciru-
la glucemia por capilaridad cada dos a cuatro horas; hay gía mayor es primordial el buen control glucémico, el
que recordar que los anestésicos y los opioides enmas- cual se puede lograr con infusiones de insulina; si los ni-
caran la hipoglucemia, por lo que ésta se debe mantener veles son cercanos a los 180 mg/dL se deben iniciar in-
entre 90 y 126 mg/dL. En el posoperatorio se presentan fusiones de solución glucosada para evitar la hipogluce-
glucemias capilares cada cuatro horas, hasta que el pa- mia, así como suministrar continuamente glucosa
ciente tolere la vía oral; en las cirugías mayores, en los tratando de normalizar el metabolismo celular, con mo-
procedimientos menores, antes de la alimentación y en nitoreo de la glucemia al menos cada dos horas.
reposo es necesario conocer los requerimientos basales Será mejor para el paciente quirúrgico tener hiper-
de insulina para hacer los ajustes necesarios.40,76 glucemia que hipoglucemia, ya que los síntomas de esta
última pueden ser enmascarados por la anestesia y sus
alteraciones neurológicas pueden ser catastróficas. La
CONCLUSIÓN hiperglucemia moderada puede ser bien tolerada; las ci-
fras de glucemia entre 125 y 200 mg/dL son las reco-
mendadas durante el perioperatorio. Las infusiones
subcutáneas son más frecuentes con insulina lispro o as-
El paciente diabético puede cursar con múltiples altera- part, porque se absorben con mayor rapidez. La cirugía
ciones como resultado de la cronicidad del padecimiento de urgencia en el paciente inestable debe seguir las mis-
y del control metabólico previo; en diferentes órganos mas guías en el manejo de la glucosa; los líquidos y los
blanco se requiere medicación crónica. El diagnóstico electrólitos requerirán un manejo más intensivo. Los
temprano es de gran impacto en el paciente, ya que dis- NVPO retardan la ingesta oral de fármacos, por lo que
minuye la presencia de dichas alteraciones. Una evalua- se debe continuar con la administración de insulina. Al-
ción preanestésica meticulosa indicará el estado del pa- gunas cirugías, como las amigdalectomías y la correc-
ciente, el tipo de cirugía y si está con un adecuado ción de estrabismo y del oído medio, se asocian con una
control, con el fin de implementar un manejo periopera- mayor presencia de NVPO, por lo que la administración
torio de fármacos hipoglucemiantes orales, insulina y de tratamiento preventivo disminuye la aparición de di-
anestésico que disminuya los estados hiperglucémicos. cha complicación, la cual puede estar aumentada por la
Los objetivos del manejo perioperatorio del paciente gastroparesia y la medicación hipoglucemiante (increti-
diabético implican prevenir la hiperglucemia asociada nas). Se debe normar el ingreso del paciente diabético
con la pérdida de líquidos y electrólitos, prevenir la ce- en el primer turno quirúrgico del día. No importa si el
toacidosis diabética, evitar la hipoglucemia y disminuir manejo se hace con nuevas o viejas tecnologías y si los
la morbilidad y la mortalidad con un excelente control fármacos son nuevos o ya conocidos; el objetivo es
glucémico. La hidratación corrige las alteraciones elec- mantener los niveles de glucemia seguros durante el pe-
trolíticas, el estado ácido–base y el control glucémico, riodo perioperatorio. Las nuevas tecnologías y formas
el cual se manejará de acuerdo con la gravedad del pade- de administrar la insulina pueden facilitar el control glu-
cimiento y el tipo de cirugía con el régimen apropiado, cémico del paciente.
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246 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 20)
Capítulo 21
Estatinas en el perioperatorio
Clara Elena Hernández Bernal

INTRODUCCIÓN FACTORES DE RIESGO


CARDIOVASCULAR

Cada año un millón de pacientes se someten a cirugía no


cardiaca en todo el mundo. De los pacientes a quienes La obesidad es un factor de riesgo para padecer numero-
se le practica cirugía cardiovascular 10% tienen compli- sas patologías, como diabetes mellitus tipo 2, hiperten-
caciones cardiovasculares. sión arterial sistémica, dislipidemia, algunas neoplasias
La mayor causa perioperatoria de morbilidad y mor- y trastornos hepáticos, gastrointestinales, cardiacos,
talidad tardía son las complicaciones cardiacas, sobre pulmonares, neurológicos, trombóticos y osteoartro-
todo en los pacientes con cirugía vascular. Esto se rela- musculares; es un padecimiento crónico que se relacio-
ciona particularmente con la enfermedad isquémica na con factores genéticos y ambientales —estos últimos
subyacente, que con frecuencia es asintomática y tiene se asocian con el estilo de vida.
una prevalencia aumentada en muchos países. A pesar La importancia epidemiológica de la obesidad se
del mejoramiento en la seguridad de la anestesia mo- debe no sólo a su agente causal, sino también a su eleva-
derna, mediante mejores fármacos y avances en el mo- da prevalencia, ya que algunas organizaciones, como la
nitoreo perioperatorio del paciente, la mortalidad por Asociación Americana de Cardiología y la Organiza-
infarto del miocardio después de cirugía no cardiaca si- ción Mundial de la Salud, afirman que hoy en día consti-
gue siendo de 10 a 15%. tuye una pandemia de graves proporciones. La obesidad
Algunos autores han señalado que el uso de estatinas relacionada con enfermedades cardiometabólicas (obe-
en el periodo perioperatorio reduce el riesgo de eventos sidad androide, central o abdominal) es aquella en la
cardiovasculares. que la grasa se distribuye en los órganos intraabdomina-
La enfermedad aterosclerótica se conoce como una les y en la pared abdominal.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

enfermedad inflamatoria crónica integrada por depósi- Las medidas o índices antropométricos, como el ín-
tos de lípidos y otra serie de anormalidades que van de dice de masa corporal (IMC), la circunferencia de la
la disfunción de la célula endotelial a la formación de cintura (CC), la medida de la cintura/cadera (Ci/Ca) y
placa y pérdida de la estabilidad de ésta, propiciando el la medida de la cintura/talla (C/T), son valiosas para
desarrollo de un síndrome coronario agudo. Otras com- brindar información sobre el riesgo cardiovascular de
plicaciones de esta enfermedad son el desarrollo de vas- los pacientes. La obesidad es un factor pronóstico para
culopatías periféricas y los eventos cerebrovasculares. evitar episodios cardiovasculares en los hombres y en
Actualmente existen herramientas suficientes para las mujeres. El método universal para determinar el gra-
identificar a los pacientes de riesgo, así como mejores do de obesidad es la medición de la circunferencia o pe-
tratamientos para las prevenciones primaria y secunda- rímetro abdominal. La Secretaría de Salud de México
ria de la enfermedad isquémica.1,2 propone que los parámetros de la cintura abdominal w 80

247
248 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

cm en las mujeres y w 90 cm en los hombres constitu- y la administración de inhibidores de la hidroximetil-


yen la obesidad abdominal.3,4 glutaril coenzima A reductasa (HMG–CoA reductasa)
Los estudios epidemiológicos muestran una elevada o estatinas (ES) para pacientes de riesgo elevado duran-
prevalencia de obesidad en la población mexicana. Sán- te el periodo perioperatorio. Las ES han demostrado ser
chez Castillo y Arellano Montaño revelan que entre 70 eficaces en la reducción del riesgo de eventos cerebro-
y 75% de la población adulta padece sobrepeso u obesi- vasculares, vasculopatías periféricas y otras vasculopa-
dad. México ocupa el segundo lugar en cuanto a preva- tías tanto en los pacientes con cifras elevadas de coleste-
lencia de obesidad y el primero en obesidad femenina rol–lipoproteína de baja densidad (C–LDL) como en
en todo el mundo. En consecuencia, las enfermedades aquellos que presentan niveles normales o bajos, pero
relacionadas con la obesidad abdominal son más fre- con riesgo aumentado. En general las ES disminuyen el
cuentes en esta población.5,6 colesterol total y el C–LDL y aumentan la concentra-
La Organización Mundial de la Salud estimó que ción de colesterol–lipoproteína de alta densidad
1 000 millones de personas sufren sobrepeso y 300 mi- (C–HDL).
llones tienen obesidad en todo el mundo. Hay diferen- Los estudios recientes de los efectos de las ES en la
cias notables entre los países, pues la prevalencia de morbilidad y la mortalidad perioperatorias sugieren que
obesidad varía de 5% en China y Japón hasta 75% en éstas, de manera muy similar a los b bloqueadores, tie-
Samoa y México. Un punto rojo es que existen 22 millo- nen un efecto real en la reducción del riesgo en el perio-
nes de niños obesos en todo el mundo. En México la pre- do perioperatorio. Los niveles sanguíneos elevados de
valencia de obesidad ha crecido rápidamente durante la C–LDL y triglicéridos y los niveles bajos de C–HDL se
última década, lo cual la convierte en un problema de sa- han relacionado, junto con otros parámetros (genético,
lud pública y en una epidemia a combatir en los siguien- epidemiológico y datos de modelos animales), con la
tes años. En México el sobrepeso y la obesidad son los aterogénesis y, por lo tanto, con un incremento de la
factores más importantes para padecer diabetes mellitus morbimortalidad cardiovascular.
tipo 2, dislipidemia aterogénica (hipercolesterolemia, Las ES son inhibidores de la HMG–CoA, la cual con-
hipertrigliceridemia e hipoalfalipoproteinemia) e hi- trola los pasos en la síntesis del colesterol, y tienen la
pertensión arterial sistémica, y desarrollar enfermeda- capacidad de reducir significativamente los niveles
des cardiovasculares, como la cardiopatía isquémica. plasmáticos de C–LDL y de triglicéridos, a la vez que
Por ello es importante detectar las dislipidemias a partir aumentan los niveles sanguíneos de C–HDL. Es de gran
de los 20 años de edad, tanto en los pacientes enfermos relevancia el uso de ES en los pacientes con niveles san-
como en los que son clínicamente sanos, sin importar el guíneos elevados de C–LDL, ya que se ha demostrado
sexo, con el fin de evitar complicaciones, como infarto en estudios clínicos prospectivos controlados y aleatori-
agudo del miocardio y enfermedad vascular cerebral.7,8 zados que disminuyen o previenen la progresión de
Los pacientes que presentan hipertrigliceridemia tie- morbimortalidad cardiovascular. Así, el uso de ES en
nen un riesgo cardiovascular variable y no pueden ser pacientes sanos pero con niveles sanguíneos elevados
analizados sin tomar en cuenta el valor de colesterol to- de C– LDL previene el avance de la enfermedad cardio-
tal. Es decir, se ha demostrado que la existencia de hi- vascular y disminuye la incidencia de eventos corona-
perlipidemia mixta aumenta marcadamente la inciden- rios mayores y cerebrovasculares.9
cia de eventos cardiovasculares.
Las complicaciones cardiológicas son una causa im-
portante de morbilidad y mortalidad perioperatorias. A FARMACOLOGÍA DE LAS ESTATINAS
través del tiempo se ha intentado disminuir estas com-
plicaciones, así como la muerte en el periodo periopera-
torio, mediante la estratificación de riesgos perioperato- El colesterol es parte esencial de la membrana celular;
rios a base de una intervención farmacológica reservada es el precursor de las hormonas esteroideas y de los áci-
para aquellos que padecen enfermedad tratable que tie- dos biliares. Sin embargo, en cantidades excesivas el
nen un riesgo elevado. La prevención primaria consiste colesterol se convierte en un factor de riesgo muy im-
en reducir el colesterol mediante cambios en el estilo de portante para que se presente patología cardiovascular,
vida, por ejemplo, aumentar la actividad física y llevar como se ha demostrado en estudios clínicos (la investi-
una dieta baja en grasas saturadas y grasas trans insatu- gación Framingham y el Estudio de Intervención de
radas. Actualmente el enfoque ha pasado de la estadifi- Riesgo Múltiple).
cación del riesgo a la reducción del mismo mediante in- A pesar de que el colesterol contribuye a los cambios
tervención farmacológica con el uso de b bloqueadores de los niveles de colesterol plasmático, más de dos ter-
Estatinas en el perioperatorio 249

cios del colesterol corporal se sintetizan en el hígado. macos que disminuyen el colesterol, aprobados para su
De ahí que la inhibición de la síntesis hepática del coles- uso clínico en humanos.9–11
terol haya surgido como el tratamiento de elección para Desde entonces se dispone de algunas ES, unas natu-
reducir los niveles plasmáticos de colesterol. rales y otras químicamente modificadas, incluidas la
Las ES inhiben en forma reversible la HMG–CoA pravastatina, la simvastatina, la fluvastatina, la atorvas-
reductasa, la cual tiene que ver con el último paso de la tatina, la cerivastatina (retirada del mercado en 2001 por
formación intracelular del colesterol; la reducción del producir rabdomiólisis fatal), la pitavastatina y la rosu-
colesterol intracelular lleva a los hepatocitos a un incre- vastatina.
mento de los niveles de los receptores hepáticos de C– Aunque inicialmente las ES se introdujeron como
LDL, con la consecuente reducción de C–LDL a nivel fármacos para disminuir el colesterol, poseen múltiples
sanguíneo, disminuyendo así la aterogénesis crónica. actividades ateroprotectoras independientes de lípidos,
La acción de las ES también afecta la apolipoproteína como mejoría de la disfunción endotelial, inhibición de
B y reduce la síntesis de triglicéridos ricos en lipoproteí- la inflamación vascular y de la trombosis y reducción
nas. No obstante, ninguna de estas acciones parece ex- del estrés oxidativo. Estas acciones se conocen como
plicar la disminución de la mortalidad en el síndrome efectos pleiotrópicos de las ES. Es por ello que los efec-
coronario agudo. Además, el mevalonato —producto tos benéficos de estos fármacos no sólo se observan en
final de la HMG–CoA reductasa, es el precursor no sólo los pacientes hiperlipidémicos, sino también en los nor-
del colesterol sino de muchos compuestos isoprenoida- molipidémicos
les no esteroideos; estas acciones resultan en muchos de Las ES aumentan la expresión de los receptores he-
los efectos pleiotróficos de las ES, a las que se les impu- páticos para C–LDL, aumentando así el aclaramiento
tan otros efectos, conocidos como pleiotróficos: de C–LDL; además, disminuyen los niveles sanguíneos
de triglicéridos y aumentan los de C–HDL. Los pacien-
tes con hipercolesterolemia familiar presentan cantida-
S Antioxidantes. des deficientes de receptores LDL y tienen niveles exce-
S Moduladores de la disfunción endovascular.
sivos de apolipoproteína B100 (Apo B–100) de baja
S Inductores directos de la sintetasa del óxido ní- densidad, que se sintetiza en el hígado y es una molécula
trico.
que interacciona con el receptor de C–LDL, debido a
S Agente antiinflamatorio mediante un efecto sobre una incapacidad de unir, internalizar, degradar y regular
el músculo liso arterial, proliferación, migración la síntesis intracelular del colesterol.
y apoptosis. La b–hidroximetilglutaril coenzima A (HMG–CoA)
S Estabilizador de la placa aterosclerótica inestable. reductasa cataliza la etapa limitante en la síntesis del co-
S Preventivo de la activación plaquetaria.
lesterol, una deacilación de HMG–CoA a CoA y meva-
S Reductor de la formación de trombos. lonato.
Las ES funcionan inhibiendo en forma reversible la
La enzima límite en la biosíntesis del colesterol hepáti- HMG–CoA reductasa por medio de cadenas laterales
co es la HMG–CoA reductasa, que cataliza la conver- que se unen al sitio activo de la enzima, bloqueando el
sión de la HMG–CoA a ácido mevalónico. Los inhibi- producto del sustrato en estado de transición de la enzi-
dores de la HMG–CoA reductasa o ES se identificaron ma. Así, todas las ES comparten una mitad parecida de
originalmente como metabolitos secundarios de un hon- HMG e inhiben la reductasa mediante un mecanismo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

go. En 1976 se aisló del Penicillium citrinium una de las muy similar.
primeras ES naturales, la mevastatina, en cuya forma La estructura de la parte catalítica del complejo de la
activa se asemeja al colesterol precursor HMG–CoA. HMG–CoA reductasa humana se determina en diversas
Por desgracia, la mevastatina causó una hepatotoxici- ES. El abultado complejo hidrofóbico de las ES se une
dad inaceptable, por lo que su desarrollo clínico se sus- al sitio de unión en el HMG y bloquea el acceso al sus-
pendió. trato HMG. La unión tan fuerte de las ES se debe a un
Posteriormente, en 1979, Hoffman aisló un metabo- número muy grande de enlaces de van der Waals entre
lito activo del hongo Aspergillus terreus, la mevinolina ellas y la HMG–CoA reductasa.
o lovastatina, que difiere de la mevastatina por una sus- La administración oral en ratas y perros mostró que
titución de un grupo metilo. La lovastatina es un inhibi- estos fármacos son extraídos predominantemente a tra-
dor de la HMG–CoA reductasa más potente que la vés del hígado, con un decremento de 30 a 50% de co-
mevastatina; no causó toxicidad hepatocelular al admi- lesterol plasmático total y una disminución importante
nistrarla en ratas; de ahí surgió la primera clase de fár- en los niveles urinario y plasmático de ácido mevalóni-
250 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

co, producto final de la reacción de la HMG–CoA re- plasmático in vivo (p. ej., simvastatina > lovastatina). Las
ductasa. En humanos se han reportado resultados simi- ES sintéticas de tercera generación, que incluyen fluvas-
lares. tatina, cerivastatina, atorvastatina, pitavastatina y rosu-
Debido a que los receptores hepáticos C–LDL cons- vastatina, son mucho más potentes que los derivados de
tituyen el mecanismo más importante de su aclaramien- la mevastatina. Las ES más nuevas son compuestos ac-
to de la circulación, la disminución sustancial en los tivos que comparten propiedades físicas y químicas con
niveles de colesterol plasmático se acompañan de un in- la pravastatina, pero tienen una afinidad por los lípidos
cremento de la actividad del receptor de C–LDL hepáti- y una vida media mayor (figura 21–1).
co. Por lo tanto, las ES reducen efectivamente los nive- Así, la atorvastatina, la pitavastatina y la rosuvasta-
les de colesterol sérico mediante dos mecanismos tina son bastante efectivas para disminuir los niveles del
diferentes. colesterol sérico, en parte porque poseen la capacidad
El rango en forma decreciente de la potencia de los de unirse a la HMG–CoA reductasa hepática con una
inhibidores de la HMG–CoA reductasa junto con la se- mayor afinidad, inhibiendo la enzima por un tiempo
gunda generación de ES: simvastatina > pravastatina > más prolongado.
lovastatina > mevastatina, con valores de concentración Las ES que existen tienen diferente permeabilidad en
inhibitoria de 50% (IC50) en tejido de simvastatina y me- los tejidos, de ahí que las potencias para la inhibición
vastatina. extrahepática de la HMG–CoA reductasa sean diferen-
Los valores de IC50 para estas ES corresponden a su tes, así como los efectos secundarios. Las ES lipofílicas,
potencia relativa para disminuir los niveles de colesterol como la simvastatina, entran en la célula endotelial por

Naturales HO a
HO O
b COO– Na+
O g d OH
O O
R1 3’ 1’
4’ O
O 2’
CH 3 8 1 CH 3
CH 3
7 2
6
3
R2 HO 5 4
Mevastatina R1 = R 2 = H Pravastatina
Lovastatina R1 = H; R 2 = CH 3
Simvastatina R1 = R 2 = CH 3
HO
COO– Na+ F
Sintéticos OH HO
HO HO + Na – O COO– Na+
F = OH
CH 3 O

N H3 CO
CH 3 H3 C CH 3
N
CH 3 CH 3
Fluvastatina Cerivastatina
OH OH O – 1/2Ca 2+
F
OH OH O – 1/2Ca 2+
N CH 3
N O
CH 3
S
N N
HN
F

Atorvastatina Rosuvastatina

Figura 21–1. Clasificación y estructuras químicas de las estatinas.


Estatinas en el perioperatorio 251

Cuadro 21–1. Farmacocinética de las estatinas


Fármaco Solubilidad Dosis Biodisponi- Unión a pro- Metabo- Vida media Excreción
(mg/24 h) bilidad (%) teínas (%) lismo de elimina- renal (%)
ción (H)
Lovastatina Lipofílica 20 a 80 5 >95 CYP3A4 2a3 10
Simvastatina Lipofílica 10 a 80 5 95–98 CYP3A4 1a3 13
Pravastatina Hidrofílica 10 a 40 20 43–67 Sulfatación 2a3 20
Fluvastatina Lipofílica 20 a 80 24 98 CYP2C9 0.5 a 3.0 6
Atorvastatina Lipofílica 10 a 80 12 98 CYP3A4 13 a 16 2
Rosuvastatina Hidrofílica 10 a 80 20 90 CYP2C9 19 10
Pitavastatina Lipofílica 1a8 80 96 Hepático 11 ND
Cerivastatina* Lipofílica 0.2 a 0.3 60 99 CYP3A4 2a3 30
* Fuera del mercado. ND: no disponible. Modificado de Statins for all: the new premed? Br J Anaesth 2009;103:99–107.

medio de difusión pasiva, a diferencia de las hidrofíli- G heterotrimérica: láminas nucleares y proteínas pare-
cas, como la pravastatina y la rosuvastatina, que se diri- cidas a la Ras, como Rho, Rab, Rac, Ral o Rap. En la iso-
gen al hígado. De cualquier forma, la lipofilicidad no prenilación las proteínas ligando son pequeñas, como el
predice la capacidad de las ES para ejercer los efectos guanosín trifosfato (GTP). Estas proteínas intervienen
extrahepáticos, como se ha visto en estudios en anima- en los mecanismos de transducción de señal, la prolife-
les y en humanos. Hay otros factores no identificados ración de las células del músculo liso vascular, la apop-
que desempeñan un papel importante como mecanis- tosis y la regulación de la actividad vascular de la
mos específicos de las ES hidrofílicas para entrar en las enzima NAD(P)H oxidasa. Las ES inhiben la isopreni-
células extrahepáticas (endoteliales), parecidos al me- lación de Ras y de Rho propiciando la acumulación de
canismo que se presenta en el hígado, en el que el trans- estos compuestos en su forma inactiva dentro del cito-
portador orgánico (OATP–C) habilita a las ES hidrofíli- plasma.
cas para ingresar en los hepatocitos (cuadro 21–1). El paso de Ras del citoplasma a la membrana plasmá-
Hasta hace poco se creía que los efectos pleiotrópicos tica dentro de las células endoteliales depende de la far-
de las ES eran mediados por la inhibición de la síntesis nesilación y de la translocación de Rho, que depende de
del ácido mevalónico. Sin embargo, se reporta que éstas la geranio geranilación. Como Rho es el blanco princi-
se unen a un sitio alostérico nuevo con función asociada pal de la geranil geranilación, la inhibición de Rho y de
al antígeno–1 (LFA–1) b2 integrina, que es indepen- Rho–cinasa es uno de los mecanismos que median algu-
diente de la producción del mevalonato. La LFA–1 per- nos efectos pleiotrópicos de las ES en la pared vascular.
tenece a la familia de las integrinas y desempeña un pa- Los efectos hipolipemiantes de las ES resultan de la
pel muy importante en la circulación del leucocito y la inhibición de la HMG–CoA reductasa hepática; los
activación de la célula T. La lovastatina es un inhibidor efectos independientes del colesterol se pueden ejercer
de la interacción LFA–1/molécula de adhesión intrace- en todo tipo de células. Por ejemplo, cada miembro de
lular (ICAM) 1.10 la familia de la Rho GTPasa, como son Rho A, Rac y
Cd42, tiene funciones específicas en términos de forma,
movilidad, secreción y proliferación celular. La activa-
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ción de RhoA en los fibroblastos Swiss 373 por parte de


PROTEÍNAS ISOPRENILADAS ligandos extracelulares, como el ácido lisofosfatídico
derivado de la plaqueta, lleva a una cadena ligera de fos-
forilación de miosina y a la formación de complejos de
adhesión locales.
Al inhibir la síntesis del ácido mevalónico las ES tam- También la proteincinasa asociada a Rho aumenta la
bién previenen la síntesis de otros isoprenoides, impor- sensibilidad del músculo liso vascular al calcio en la hi-
tantes intermediarios en la biosíntesis del colesterol, pertensión y en el espasmo coronario. En contraste, la
como son el farnesil pirofosfato (FPP), el geranil gera- activación de Rac1 deriva en la formación de lamelipo-
nilpirofosfato (GGPP) y la ubiquinona (figura 21–2). dia y en la descomposición de membrana; asimismo, la
Estos compuestos intermediarios sirven como im- inducción de Cdc42 provoca la formación de protrusio-
portantes enlaces lipídicos para la isoprenilación de va- nes con superficies ricas en actina, conocidas como filo-
rias proteínas, incluyendo la subunidad g de la proteína podia.9–11
252 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

c–LDL

Acetil CoA

HMG–CoA HMG–CoA
Estatinas reductasa Efectos
Farnesil–pirofosfato (PP) pleiotrópicos
Mevalonato Geranilgeranil (PP)
Estatinas X Fenilación
Isoprenoides
Proteína G, Ras, Rho, Rab
Escualeno
eNOS

Colesterol

Figura 21–2. Cascada de mevalonato y acción de las estatinas. Modificado de Mennickent CS: Efectos pleiotrópicos de las estati-
nas. Rev Med Chile 2008;136:775.

FUNCIÓN ENDOTELIAL del colesterol. Las ES aumentan la producción del NO


endotelial estimulando y regulando a la alta la no sinte-
tasa endotelial (eNOS). También se ha demostrado que
las ES restauran la actividad de eNOS en presencia de
El endotelio vascular funciona como un órgano auto- hipoxia y LDL oxidada (ox–C–LDL), estado que lleva
crino y paracrino relevante que regula el estado contrác- a una disfunción endotelial. Además, las ES incremen-
til de la pared vascular y la composición celular. La hi- tan la expresión del activador plasminógeno del tipo ti-
percolesterolemia altera la función endotelial; esta sular (t–PA) e inhiben la expresión de la endotelina–1,
disfunción es una manifestación temprana de la ateros- un poderoso vasoconstrictor y mitógeno. Así, las ES po-
clerosis, que ocurre aun sin evidencia de enfermedad nen en acción muchos efectos favorables en el endotelio
mediante angiografía. que atenúan la disfunción endotelial en presencia de
Una característica considerable de la disfunción en- factores de riesgo de aterosclerosis (figura 21–3).
dotelial es la alteración de la síntesis, liberación y activi- A pesar de que los efectos de las ES en la isoprenila-
dad del óxido nítrico (NO, por sus siglas en inglés) en- ción de Ras y Rho son reversibles ante la presencia de
dotelial. Se ha demostrado que el NO endotelial inhibe FPP y GGPP, respectivamente, sus efectos sobre las ex-
componentes del proceso aterogénico. El óxido nítrico presiones de eNOS sólo son reversibles por GGPP y no
endotelial produce relajación vascular e inhibe la agre- por FPP o C–LDL. Claro está que la inhibición directa
gación plaquetaria, la proliferación de músculo vascu- de la geranil geraniltransferasa o RhoA conduce a un in-
lar liso y las interacciones endotelio–leucocitos. La cremento de la expresión de eNOS. Estos hallazgos son
inactivación del NO endotelial por el anión superóxido consistentes con el efecto de disminución no colesterol
(O2–) limita la biodisponibilidad del NO y lleva a la tole- de las ES y sugieren que la inhibición de RhoA por ES
rancia del nitrato, vasoconstricción e hipertensión.9–12 media los aumentos de la expresión eNOS. Regula a la
La aféresis plasmática aguda de C–LDL mejora la alta la expresión de eNOS prolongando la vida media de
vasodilatación endotelial, sugiriendo que las ES pueden eNOSmRNA, pero no la transcripción del gen eNOS.
restaurar la función endotelial al reducir los niveles de Debido a la hipoxia, la ox–C–LDL y las citocinas, como
colesterol sérico. Sin embargo, en estudios con ES la el TNF–a, disminuyen la expresión de la eNOS redu-
restauración significativa de la función endotelial ocu- ciendo la estabilidad de la eNOSmRNA. La capacidad
rrió antes de que se presentara una disminución evidente de las ES para prolongar la vida media de la eNOS las
de colesterol sérico, sugiriendo que hay efectos adicio- convierte en agentes efectivos que neutralizan las con-
nales en la función endotelial más allá de la disminución diciones que regulan a la baja la expresión eNOS. Otro
Estatinas en el perioperatorio 253

Función
CÉLULAS ENDOTELIALES MADRE
plaquetaria Viscosidad

Función Se ha encontrado que las estatinas aumentan el número


endotelial
Coagulación Colágeno
de células endoteliales madre en la circulación (EPCs).
Las EPCs aumentan la neovascularización inducida por
Macrófagos
isquemia, aceleran la reendotelización después de una
Inflamación lesión por instalación de balón carotídeo y mejoran la
función cardiaca posisquemia. También inducen la an-
Metaloprotei–
nasas de giogénesis promoviendo la proliferación, la migración
matriz y la supervivencia de las EPCs. En pacientes con enfer-
Radicales
libres medad coronaria estable las ES durante cuatro semanas
c–LDL
c–HDL aumentaron las EPCs circulantes y mejoraron la capaci-
Triglicéridos dad funcional de los pacientes.13 Estos hallazgos con-
Figura 21–3. Efectos pleiotrópicos de las estatinas (modifi- cuerdan con datos anteriores que demostraron la movi-
cado de Edres: 2005). lización rápida de las EPCs de la medula ósea por las ES
y la formación acelerada de la estructura vascular por
vía de la activación de la fosfatidilinositol–3–cinasa
(PI3K)/proteincinasa Akt y la eNOS.
efecto importante de las ES en relación con la función Estos efectos angiogénicos se observaron con con-
de eNOS es la inhibición de caveolín. La actividad de centraciones bajas de ES e independientes del coleste-
la eNOS está aumentada mediante la activación de la vía rol. En concentraciones elevadas parece ser que las ES
fosfatidilinositol 3 cinasa/proteincinasa Akt (PI3K7 tienen un efecto antiangiogénico, sugiriendo que tienen
Akt). La fosforilación de Akt es un suceso importante un comportamiento bifásico en la angiogénesis. Sin em-
en varias actividades celulares; así, la producción de bargo, existe controversia, ya que algunos estudios con
NO por parte del endotelio puede estar regulada por la dosis altas de ES también han demostrado que son an-
fosforilación y la activación de eONS por Akt, promo- giogénicas.
vida por la presencia de las ES. La caveolín–1 se une al
eNOS en las caveolae, regulando negativamente la en-
zima. La exposición de plasma hipercolesterolémico a PROLIFERACIÓN DE CÉLULAS
células endoteliales cultivadas regula a la alta a la ca- DE TEJIDO MUSCULAR LISO
veolín–1 y promueve la asociación de caveolín–1 y el
eNOS a complejos inhibitorios, disminuyendo la pro-
ducción de NO. Las ES han demostrado que reducen la
caveolín–1, disminuyendo su acción inhibitoria tanto La proliferación de SMCs vascular es parte central de
en actividad basal como en la estimulación agonista del la patogénesis de las lesiones vasculares, incluyendo re-
eNOS. Otro mecanismo de acción potencial en que las estenosis posangioplastia, aterosclerosis en trasplante y
ES mejoran la función endotelial a través de sus efectos oclusión venosa de injertos. Las ES atenúan la enferme-
antioxidantes. Un ejemplo es que las ES mejoran la rela- dad vascular proliferativa y la inhibición de la síntesis
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jación dependiente del endotelio inhibiendo la produc- de isoprenoide, no así la síntesis del colesterol, disminu-
ción de especies reactivas de oxígeno (ROS), como el yendo la síntesis de PDGF–DNA inducido en la lesión
radical superóxido e hidroxilo, de las aortas de conejos vascular. Los hallazgos indican que la RhoA interviene
alimentados con colesterol. Las ES también atenúan la en la proliferación de SMCs inducida por PDGF y que
producción de radicales libres producida por la angio- esta inhibición de RhoA por parte de las ES deriva en la
tensina II en las células del músculo liso (SMCs, por sus inhibición de la proliferación vascular de SMCs.
siglas en inglés) inhibiendo la actividad de Rac–1 me-
diada de la NADH oxidasa, que regula a la baja la expre-
sión del receptor AT1.
FUNCIÓN PLAQUETARIA
El hallazgo de que el NO es desechado por las ROS
indica que las propiedades antioxidantes de las ES pue-
den contribuir a su capacidad para mejorar la función Las plaquetas tienen un papel básico en el desarrollo de
endotelial.10–12 los síndromes coronarios agudos, dado que se asocian
254 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

con la formación de trombos murales en el sitio de la quemia–reperfusión. Una serie de modelos preclínicos
ruptura de la placa y la lesión vascular. La hipercoleste- demostraron que las ES reducen el tamaño de la lesión
rolemia se asocia al incremento de la actividad plaque- tisular (tamaño del infarto), de la disfunción tisular y de
taria. la falla orgánica en modelos de lesión por isquemia–re-
Estas anormalidades se relacionan con un aumento perfusión en el miocardio, el cerebro, el intestino y el ri-
del índice colesterol/fosfolípidos en las plaquetas. ñón. También protegen los órganos lejanos de la lesión
Otros mecanismos son el incremento de la síntesis de isquémica, disminuyen la severidad de la lesión pulmo-
tromboxano A2 (TXA2), la densidad del receptor a2– nar después de una isquemia–reperfusión intestinal y
adrenérgico de la plaqueta y el calcio citosólico plaque- reducen la disfunción coronaria en un modelo animal de
tario. infección respiratoria.
Se ha demostrado que las ES tienen influencia en la Cada vez existe una evidencia mayor de que las ES
función plaquetaria, aunque los mecanismos involucra- reducen la incidencia y la magnitud del infarto del mio-
dos no están del todo comprendidos. El efecto bien co- cardio después de intervenciones coronarias, disminu-
nocido del NO endotelial es la inhibición de la agrega- yen la incidencia de disfunción renal y mejoran a largo
ción plaquetaria; la ES media la regulación al alta de la plazo la vasculopatía después de un trasplante.12,13
eNOS que se asocia a la regulación a la baja de los mar-
cadores de la reactividad plaquetaria. También dismi-
nuyen la producción de TXA2 y la modificación del SEPSIS Y ESTATINAS
contenido de colesterol en las membranas plaquetarias.
Mas aún, los experimentos in vitro han demostrado que
las ES inhiben la expresión del factor tisular por macró-
fagos, reduciendo potencialmente los eventos trombóti- Los procesos celulares afectados por las ES son ubicuos
cos en la pared vascular. en los humanos; esta afectación en la función ocurre en
la mayoría de los tipos celulares, por lo que el impacto
en la inflamación involucra la modulación del compor-
tamiento biológico del leucocito, la función alterada de
CÉLULAS INFLAMATORIAS antígeno que presenta la célula y los cambios epitelia-
les. Éstas son las acciones pleiotrópicas de las ES que
subrayan su efectividad potencial como inmunomodu-
ladoras ante la presencia de sepsis. La sepsis conlleva a
Los fagocitos son una fuente importante de especies un aumento significativo de reclutamiento de leucoci-
reactivas de oxígeno (EROs) que son generados por tos, adherencia y trasmigración de éstos, y a la expre-
NAD(P)H oxidasa de la membrana celular en respuesta sión de P–selectina en el endotelio vascular. Las ES re-
a citocinas inflamatorias. Al estimular NAD(P)H oxi- ducen en forma espectacular el lipopolisacárido (LPS)
dasa se generan grandes cantidades de anión superóxido inducido y la toxina de Staphylococcus aureus que
hacia el espacio extracelular, donde es convertido en induce la migración de leucocitos y su reclutamiento.
otra EROs, incluyendo el peróxido de hidrógeno y el hi- Asimismo, reducen la adhesión de leucocitos al endote-
poclorito. Las ES disminuyen la actividad de NAD(P)H lio por medio de una regulación a la baja de la expresión
oxidasa inhibiendo la geranil geranilación de la proteína de superficie de la adhesión de la molécula P–selectina,
Rac, de la familia reguladora de vías de señalización en la célula endotelial. También modifican las funcio-
que unen los estímulos extracelulares o intracelulares a nes de los monocitos atenuando la regulación a la alta
la estructura y organización de la actina del citoesquele- de los receptores de tipo Toll (proteínas importantes en
to. Además de actuar directamente sobre los fagocitos, el sistema inmunitario) y la superficie de los monocitos.
las ES ejercen efectos antiinflamatorios generales, ya Las evidencias sugieren que en un futuro el trata-
que disminuyen la producción de citocinas inflamato- miento de la sepsis se puede beneficiar incluyendo la
rias, de proteína C reactiva y de moléculas de adhesión. terapia con ES. Gracias a sus efectos pleiotrópicos, que
Los efectos benéficos pleiotrópicos de las ES, como se relacionan con la fisiopatología de la sepsis, el trata-
son la inhibición de la respuesta inflamatoria, la dismi- miento con ES sería el próximo paso lógico en la bús-
nución de la trombosis, el aumento de la fibrinólisis, la queda de terapia adyuvante. Sin embargo, aún no exis-
disminución de la reactividad plaquetaria y la restaura- ten estudios aleatorizados con una muestra lo
ción de la vasorreactividad de la microcirculación, deri- suficientemente grande como para determinar si es be-
van en un efecto protector evidente en la lesión por is- néfico o no el tratamiento con ES en sepsis.14–16
Estatinas en el perioperatorio 255

CASCADA DE LA COAGULACIÓN CIRUGÍA CARDIACA

Las estatinas mejoran la función plaquetaria y disminu- En 2004 Pan y col. hicieron un estudio retrospectivo de
yen la actividad procoagulante debido a reducción en la cohorte con 1 663 pacientes que se sometieron a cirugía
agregación plaquetaria, actividad TF y merma de la de bypass con revascularización de la arteria coronaria
conversión de protrombina a trombina, resultando una (CABG): 943 con tratamiento preoperatorio con ES y
disminución de la actividad de la trombina y una decli- 720 sin tratamiento antihiperlipidémico.
nación de los niveles de fibrinógeno. Este estudio demostró una reducción de 53% en la
Parece ser que también estimulan la fibrinólisis alte- mortalidad a 30 días de todas las causas, 3.75% contra
rando el nivel y la actividad del activador del plasminó- 1.8% (p < 0.05). Sin embargo, el tratamiento con ES no
geno tisular (figura 21–3). se relacionó directamente con una disminución del ries-
go posoperatorio de infarto del miocardio (IM), arrit-
mia, evento vascular o disfunción renal.
En 2006 Clark y col. llevaron a cabo un estudio re-
EFECTOS ADVERSOS trospectivo en el que evaluaron a 3 829 pacientes some-
tidos a cirugía cardiaca —1 044 fueron tratados con ES
en el preoperatorio y 2 785 pacientes no tuvieron trata-
miento—, demostrando una reducción de la mortalidad
Los efectos adversos de las estatinas son muy raros. La a 30 días de 57%; después de un conteo de tendencia la
Food and Drug Administration reportó 42 muertes atri- reducción fue de 45%.
buibles a la administración de ES (1/millón de personas/ Collard y col. hicieron un estudio retrospectivo de
años) y 30 casos de falla hepática atribuible a las ES 2 666 pacientes sometidos a cirugía electiva CABG, de
(1/millón de personas/años). El efecto adverso más gra- los cuales 1 352 recibieron ES en el preoperatorio y
ve de las ES es la rabdomiólisis, la cual se asoció con el 1 314 pacientes no recibieron tratamiento. Después de
tipo de ES que se usó primero (cerivastatina) y con fac- un conteo de tendencia y un análisis de regresión multi-
tores que incrementaron la concentración plasmática de variada el uso de ES se asoció independientemente con
ES, como baja estatura, peso, edad avanzada, patologías una reducción de 75% en la mortalidad (0.3 vs. 1.4%)
renal y hepática, diabetes, hipotiroidismo y el uso de (p < 0.03). No se constató una disminución de IM poso-
fármacos que interaccionan con el metabolismo de las peratorio.
ES, como la ciclosporina, los agentes antimicóticos, los En 2005 Ali y Buth efectuaron un estudio retrospec-
bloqueadores del calcio y la amiodarona. La cerivastati- tivo con 5 469 pacientes —1 443 por grupo. La mortali-
na, que ya no está disponible en el mercado, fue la pri- dad no ajustada en el grupo de ES vs. el grupo no tratado
mera ES asociada a esta complicación (3.16 eventos/ fue 48% menor (2.6 vs. 5.0%), mientras que la inciden-
millón de prescripciones). cia de evento vascular fue de 1.9 vs. 3.3% y la incidencia
El riesgo de rabdomiólisis por otras ES comunes tie- de ventilación preoperatoria prolongada fue de 10.2 vs.
ne un rango de 0 a 0.19 eventos por millón de prescrip- 16.6%.
ciones. Un metaanálisis reciente mencionó que el incre- Sin embargo, a pesar de que el estudio demostró dife-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mento de la creatincinasa (de 10 veces las cifras rencias sustanciales en los resultados después de un aná-
normales) en el periodo perioperatorio ocurre con más lisis de tendencia, no se apreciaron diferencias estadísti-
frecuencia en los pacientes tratados con ES que en los camente significativas.
pacientes que recibieron placebo (0.17 vs. 0.13%, res- Patti y col. demostraron en estudio reciente, prospec-
pectivamente).1,9,15,16 tivo, una disminución de la incidencia de fibrilación au-
¿El riesgo perioperatorio se modifica? Para poder de- ricular posoperatoria en pacientes tratados preoperato-
terminar si realmente las ES disminuyen el riesgo perio- riamente con ES.
peratorio hay que apoyarse en la medicina basada en El metaanálisis de Hindler y col., que incluyó mu-
evidencia mediante estudios controlados prospectivos chos de los estudios antes mencionados y otros estudios
aleatorizados. con menor población, demostró una disminución del
Para fines prácticos la evidencia de estudios efectua- riesgo de mortalidad después de cirugía cardiaca de
dos se divide en tres grandes grupos: ES y cirugía car- 38% en pacientes con terapia preoperatoria con ES (1.9
diaca, cirugía vascular y cirugía general. vs. 3.1%; p = 0.0001).17–22
256 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

CIRUGÍA VASCULAR miento en conjunto con b bloqueadores las ES se aso-


ciaron a una reducción de la mortalidad de 73%.
Cuando se combinaron b bloqueadores y ES éstas tuvie-
ron un impacto en la disminución de la mortalidad; sin
Durazzo y col. llevaron a cabo un estudio prospectivo, embargo, la reducción total en la mortalidad, incluidos
doble ciego, controlado con placebo, con una muestra los pacientes con b bloqueadores, fue de cualquier for-
de 100 pacientes que en forma aleatorizada recibieron ma alta (60%).
atorvastatina en dosis de 20 mg o placebo durante 45 Otro estudio consistió en un análisis retrospectivo de
días; durante al menos 14 días los pacientes debían reci- 780 591 pacientes sometidos a cirugía mayor no cardia-
bir tratamiento preoperatorio. Los resultados incluye- ca. Se incluyó un subgrupo de 65 399 pacientes opera-
ron mortalidad por causa cardiaca, mientras que la mor- dos de cirugía vascular, pero los datos de estos pacientes
bilidad por infarto agudo del miocardio, ataque vascular no se analizaron en forma independiente de los demás.
y angina inestable disminuyó 68% en el grupo tratado Se trataron 77 082 pacientes (9.9%) con agentes hipoli-
con ES (9.1 vs. 28.3%; p = 0.03). Poldermans publicó pemiantes durante el primero y el segundo días de hos-
un estudio retrospectivo caso–control de 2 816 pacien- pitalización; supuestamente estos pacientes tenían un
tes sometidos a cirugía vascular mayor, en el que se ob- tratamiento largo con esos agentes, de los cuales 81%
servó que en los pacientes que tuvieron tratamiento pre- (70 159) recibieron ES. Este grupo estaba conformado,
operatorio con ES el riesgo de mortalidad se redujo en promedio, por pacientes en edad geriátrica con un
78%. En un estudio retrospectivo Kertai y col. analiza- alto índice de riesgo cardiaco, quienes fueron compara-
ron a 570 pacientes sometidos a cirugía de aneurisma de dos con una cohorte de 131 835 pacientes. La mortalidad
la aorta abdominal, observando que el tratamiento preo- fue de 2.18% en el grupo de ES vs. 3.25% en el grupo
peratorio con ES disminuyó la mortalidad en 30 días y sin tratamiento, con una reducción del riesgo de 38%.29
redujo 66% la incidencia de IM (3.7 11.0%; P = 0.01). Kapoor y col. concluyeron en su metaanálisis que sí
McGirt y col. estudiaron a 1 566 pacientes que se some- es razonable abogar por el uso de ES en el preoperatorio
tieron a endarterectomía de la carótida (1 440) o a en- en cierto tipo de pacientes que son candidatos a este tipo
darterectomía de carótida combinada con CABG (126). de terapia (razones médicas), independientemente de la
El uso preoperatorio de ES disminuyó la mortalidad cirugía propuesta; sin embargo, también consideraron
(0.3 vs. 2.1%; p < 0.01, riesgo ajustado de 0.14), el ries- que es prematuro recomendar el uso de ES en pacientes
go de apoplejía (1.2 vs. 4.5%; p < 0.01, riesgo ajustado en quienes no se ha establecido la presencia de enferme-
de 0.29) y el tiempo de internamiento (2 vs. 3 días; p < dad arterial coronaria, por lo menos hasta que se cuente
0.05). con la evidencia de estudios potentes, prospectivos y
En un estudio de cohorte, retrospectivo, O’Neil– aleatorizados, puesto que la evidencia disponible en
Callahan y col. estudiaron a 997 pacientes sometidos a este momento es insuficiente para recomendar el uso
1 163 procedimientos vasculares mayores. El trata- rutinario de las ES para la reducción del riesgo cardio-
miento preoperatorio con ES se asoció a una reducción vascular en el perioperatorio.2
de 48% de complicaciones perioperatorias. Por último, Como se puede observar, la mayoría de los estudios
en un metaanálisis acerca del uso de ES en el preopera- comentados fueron retrospectivos, no aleatorizados, y
torio y sus resultados en la cirugía vascular, Hindler y el número de pacientes evaluados fue muy pequeño.
col. demostraron una reducción de 72% de la mortali- Sólo los estudios grandes, prospectivos y aleatorizados
dad posoperatoria (1.7 vs. 6.1%; p < 0.0001), de 53% de acerca de la terapia de ES en el perioperatorio serán con-
IM posoperatorio (2.9 vs. 6.2%; p = 0.0001) y de 39% tundentes para establecer los beneficios de las estatinas
de apoplejía (2.0 vs. 3.3%; P = 0.049).23–28 en dicho periodo. Algunos de estos estudios están en de-
sarrollo, pero serán orientadores en algunos puntos de
la terapia con ES durante el perioperatorio:
CIRUGÍA GENERAL
S Se confirmará o se desechará el beneficio de la in-
troducción de ES antes de la cirugía.
S Se estratificará a los pacientes que pueden ser be-
Noordzjj y col. publicaron un estudio retrospectivo neficiados con el tratamiento perioperatorio con
caso–control que incluyó 889 muertes y 1 879 controles ES.
de aproximadamente 75 581 pacientes que se sometie- S Se determinará la dosis óptima y la duración de la
ron a 108 593 procedimientos. Cuando no se usó trata- terapia de ES en el perioperatorio.
Estatinas en el perioperatorio 257

Cuadro 21–2. Recomendaciones sobre las seguridad de las estatinas,


según la Asociación Nacional de Lípidos
Efectos mus- 1. Pretratamiento: medición de los niveles sanguíneos de CK no son necesarios a menos de que el paciente
culares esté en alto riesgo*
2. Mediciones de rutina de niveles de CK no son necesarios en pacientes asintomáticos
3. Asesorar a pacientes de la posibilidad de molestia muscular durante la terapia con ES y de la importancia
de reportar síntomas
4. En pacientes sintomáticos: los niveles de CK deberán ser medidos
a. Si los niveles de CK > 10 veces de ALN la terapia con ES puede continuar o disminuir dosis con moni-
toreo estrecho
b. Si los niveles de CK > 10 000/L o 10 veces arriba de ALN se deben internar e iniciar con hidratación
parenteral, monitoreo de función renal y tratamiento de rabdomiólisis
c. Independientemente de los niveles de CK, si los síntomas musculares son intolerables, la terapia con ES
debe suspenderse con la administración de agente diferente o una dosis menor cuando esté asintomático
d. Si los síntomas recurren, se debe considerar otro tratamiento alternativo
Efectos hepá- 1. Efectuar mediciones de niveles de transaminasas antes de iniciar tratamiento. A las 12 semanas de inicio
ticos de tratamiento, después de un ajuste de dosis, y posteriormente periódicamente
2. Monitoreo de signos de hepatotoxicidad potencial: ictericia, indisposición, fatiga y letargia. Si se presen-
tan, medir niveles plasmáticos de transaminasas hepáticas, niveles de bilirrubina fraccionada y pruebas
de función hepática
3. Si el paciente está asintomático, las transaminasas están entre 1 a 3 veces ANL, considerar continuar
tratamiento con ES, con monitoreo estrecho de pruebas de función hepática
4. Si niveles de transaminasas incrementan tres veces de ANL, reducir dosis de ES o descontinuar trata-
miento mientras se buscan otras posibles etiologías
5. Si hay evidencia bien documentada de lesión hepática entonces descontinuar tratamiento con ES y referir
al paciente con el gastroenterólogo
Efectos rena- 1. Mediciones rutinarias de creatinina sérica y proteinuria no son necesarias para pacientes con tratamiento
les ES
2. Nivel basal de creatinina sérica antes de iniciar el tratamiento puede ser de ayuda para identificar pacien-
tes con una enfermedad renal concomitante que puede estar en mayor riesgo de toxicidad muscular
3. Si los niveles de creatinina se incrementan con el tratamiento ES, se requiere un ajuste a la dosis de ES
4. Si se detecta proteinuria se debe considerar ajuste en dosis de ES
5. Cualquier alteración en el índice renal deberá investigar otras causas que no sean por ES
6. En pacientes con enfermedad renal crónica la terapia con ES debe ser iniciada con atención estrecha en
los ajustes de dosis en enfermedad renal de moderada a severa
* Factores de riesgo para toxicidad muscular: terapia concomitante con derivados de ácido fábrico, eritromicina, antimicóticos de la familia azole,
edad avanzada, cuerpo pequeño, función renal deteriorada, infección, trauma con cirugía reciente, alcoholismo, hipotiroidismo no tratado. CK:
creatincinasa, ALN: arriba de límite normal. Modificado de Vasc Health Risk Manag 2008:4(2).

RECOMENDACIONES EN EL Desde 2002 se ha acumulado información de estu-


PERIODO PERIOPERATORIO dios sobre la suspensión de la terapia con ES en el perio-
peratorio, en los cuales han sido evidentes los efectos
deletéreos. Los estudios in vitro han demostrado que
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

una interrupción abrupta de las ES deriva en un aumento


A pesar de que en 2002 el Comité integrado por el Cole- de la translocación y activación de Rho, causando la re-
gio Americano de Cardiología, la Asociación America- gulación a la baja de la producción de sintetasa endote-
na de Cardiología, el Instituto Nacional Cardiaco, Pul- lial de ácido nítrico por debajo de los niveles basales. A
monar y Sanguíneo y las Guías Clínicas del Uso y pesar de que se observó una rápida mejora en la función
Seguridad de las Estatinas recomendaron que las ES de- endotelial después de la dosificación de ES, con un día
berían ser descontinuadas en el periodo perioperatorio de suspensión de ES el flujo sanguíneo endotelial de-
debido al riesgo de rabdomiólisis, actualmente el Co- pendiente disminuyó por debajo de los valores basales.
mité se enfocó en los factores de riesgo que aumentan La dependencia del óxido nítrico de esta suspensión se
la incidencia de rabdomiólisis, como son la edad avan- demostró en un modelo de ratón en el que la supresión de
zada, la falla renal, el uso de ES en combinación con las ES derivó en una supresión de la producción de sinte-
otros fármacos y los eventos que pueden ocurrir durante tasa endotelial de óxido nítrico en dos días. En un estudio
el perioperatorio (cuadro 21–2).34 de ES y cirugía cardiaca de Collard y col. se observó que
258 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)

la suspensión de ES se relacionó con un incremento de la en el periodo perioperatorio. En cuanto a los pacientes


mortalidad (2.64 vs. 0.6%; P < 0.01), en comparación que tienen un riesgo perioperatorio elevado, pero que no
con la continuidad de la terapia con ES.28,29,33 cuentan con criterios para un tratamiento crónico con
LeManach observó en un estudio de ES y pacientes ES , aún no se sabe exactamente cuándo se debe descon-
sometidos a cirugía vascular que la suspensión del trata- tinuar el tratamiento con ES; algunos investigadores su-
miento con ES en el periodo posoperatorio inmediato gieren que se debe prolongar 72 h después de la cirugía,
aumentó cinco veces más el riesgo perioperatorio de IM ya que corresponde al periodo de mayor riesgo periope-
y que en pacientes con síndrome coronario agudo la sus- ratorio. En los pacientes sin tratamiento con ES durante
pensión de ES en el periodo posoperatorio inmediato el periodo posoperatorio que desarrollan síndrome co-
aumentó siete veces más la mortalidad.30 ronario agudo se deben administrar ES de inmedia-
Así, los datos recientes sugieren el incremento de la to.31–33
morbimortalidad asociada a la suspensión de las ES,
debido a la rara posibilidad de un incremento de rabdo-
miólisis asociada con el uso continuo de ES en el perio- EL FUTURO
peratorio. Por ello, el tratamiento perioperatorio con ES
debería ser continuado. Mas aún, las recomendaciones
actuales para todos los pacientes con historia de patolo-
gía coronaria, enfermedad vascular, evento vascular ce- Las ES han surgido como un parteaguas en el tratamien-
rebral o diabetes incluye el control de C–LDL por to de la dislipidemia. La evidencia clínica sobre la
debajo de 100 mg/dL. Por lo tanto, se debe incluir trata- reducción agresiva del C–LDL continúa y el uso de ES
miento con ES antes de que el paciente llegue al quirófa- de segunda y tercera generaciones seguirá creciendo a
no, así como un plan para su continuación en el posope- la par. La rosuvastatina, una ES de tercera generación,
ratorio de los pacientes que van a ser sometidos a CABG ha demostrado tener eficacia y seguridad razonables en
o a cirugía vascular, así como en los pacientes con un varios estudios clínicos y metaanálisis posteriores a su
riesgo elevado y en los pacientes sometidos a cirugía no lanzamiento.
cardiaca. Sin embargo, los estudios recientes mencionan que
Para los pacientes que se presentan para cirugía sin el grado de reducción de C–LDL no se correlaciona con
tratamiento con ES, que van a ser sometidos a cirugía los eventos adversos, sino que es más un fenómeno de-
cardiaca o vascular o que tienen un riesgo elevado de pendiente de la dosis de ES. El conocimiento claro y
complicaciones perioperatorias durante cirugía no car- preciso de las guías sobre la seguridad de las ES es fun-
diaca o cirugía no vascular, se recomienda iniciar el tra- damental para el tratamiento de los pacientes con disli-
tamiento con ES lo más temprano posible y continuarlo pidemias durante el periodo perioperatorio.34,35

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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
260 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 21)
Capítulo 22
Evaluación y manejo perioperatorio
en traumatismo craneoencefálico
Cecilia U. Mendoza Popoca, Mario Suárez Morales

INTRODUCCIÓN CLASIFICACIÓN

Por su presentación las lesiones se clasifican en abier-


El traumatismo craneoencefálico (TCE) se define como tas, que abarcan la penetración del cráneo (con frecuen-
un daño físico al tejido cerebral que altera su función de cia las meninges y el tejido cerebral subyacente), y ce-
manera temporal o permanente. rradas, que típicamente ocurren después de un golpe
De acuerdo con datos publicados en 2008 por la Se- con un objeto romo, causando un mecanismo de acele-
cretaría de Salud, en México el TCE se sitúa como la ter- ración/desaceleración que impacta el tejido, tanto en el
cera causa de muerte (superado por el cáncer y los pro- sitio del golpe como en el polo opuesto (contragolpe).
blemas cardiovasculares) con 35 567 defunciones, las El tejido cerebral y los vasos se pueden desgarrar o rom-
cuales corresponden a una tasa de 38.8 por cada 100 000 per, dando lugar a contusiones y hemorragia intracere-
habitantes. La relación hombre–mujer es de 3:1 y afecta bral o subaracnoidea, y a hematomas, los cuales pueden
principalmente a la población de 15 a 45 años de edad. ser epidurales o subdurales.
El origen más frecuente de estas muertes en 75% de las Por su intensidad y efectos el TCE se clasifica de la
ocasiones son los accidentes de vehículos automoto- siguiente manera:
res.1
En EUA cada año más de un millón de pacientes reci- S Concusión o TCE leve: se define como una alte-
ben evaluación y tratamiento por TCE; en 70% de los ración del estado de conciencia temporal y rever-
casos éste es leve, en 20% moderado y entre 5 y 10% es sible que habitualmente dura de segundos a minu-
fatal, lo cual indica un promedio de 153 288 muertes al tos y, por definición arbitraria, menos de seis
año o 19.3 por cada 100 000 habitantes. Se calcula que horas. En general no hay daño cerebral subyacente
hay 5.5 millones de pacientes sobrevivientes de TCE en importante.3
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

EUA con diversos grados de incapacidades físicas y que S Daño axonal difuso: ocurre provocado por el me-
el costo total de gastos directos e indirectos por TCE es canismo de aceleración/desaceleración que gene-
de 46 000 a 53 000 millones de dólares anuales.2 ra una fuerza que rasga las fibras axonales y su en-
Por lo anterior, el TCE se considera un problema de voltura. Se encuentran hemorragias distribuidas
salud pública muy importante, así como en los aspectos en el encéfalo que son identificables a través de to-
social y económico, debido al enorme gasto que genera mografía computarizada. Cuando no hay lesión
la atención de estos pacientes y la repercusión que tiene específica focal es causante de la inconsciencia de
sobre la familia y la persona encargada de cuidar al pa- más de seis horas de duración.
ciente. Por lo tanto, los esfuerzos están encaminados en S Contusión cerebral: puede ocurrir en las lesiones
primer lugar a la prevención y posteriormente a la limi- abiertas y cerradas, causando daño a varias fun-
tación del daño cerebral secundario. ciones dependiendo de su localización y tamaño.

261
262 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

La contusión puede crecer e inclusive reunirse con La primera etapa de daño neuronal proviene de una serie
lesiones adyacentes, siendo identificadas como de fenómenos que tienen como principales causas la
hematomas intracerebrales. La frontera entre con- reducción del flujo sanguíneo cerebral (FSC), la vaso-
tusión y hematoma cerebral no está bien definido. constricción cerebral, la hipoxemia y los estados de au-
S Hematomas: pueden tener tres tipos de presenta- mento del metabolismo cerebral, todo lo cual conduce
ciones: epidural, subdural o intracerebral. El me- a isquemia. Con la presencia de ésta las reservas de fos-
nos frecuente es el epidural, el cual es causado fatos de alta energía se depletan en el primer minuto, las
principalmente por sangrado arterial (meninge reservas de glucosa en cuatro minutos y las reservas de
media). El tratamiento incluye cirugía inmediata, adenosín trifosfato (ATP, por sus siglas en inglés) entre
de lo contrario el paciente se deteriora con rapidez cinco y siete minutos. La pérdida de reservas de energía
y puede fallecer. lleva a la falla de la bomba de sodio (Na), permitiendo
En contraposición con su origen se encuentra el la entrada en la célula de Na y cloro (Cl), la salida de po-
hematoma subdural, definido como la colección tasio (K) y despolarización de la membrana. La entrada
hemática entre la dura y la piamadre; es secunda- masiva de Na y K se acompaña de moléculas de agua,
rio a la laceración del cerebro o bien a la ruptura lo que produce edema celular. Con el aumento de la con-
de las venas puente entre la corteza y los senos du- centración de K extracelular se presenta la apertura de
rales; con frecuencia se asocia con caídas y acci- los canales de calcio (Ca) dependientes de voltaje y un
dentes automovilísticos. incremento de la concentración de neurotransmisores
Son comunes la coexistencia de edema cerebral excitatorios presinápticos. Este fenómeno es de gran
y el aumento de la presión intracraneana (PIC), las importancia en la patogénesis del daño neuronal. Se tra-
cuales ensombrecen el pronóstico y obligan a una ta principalmente de los aminoácidos dicarboxílicos
cirugía de urgencia.4 glutamato y aspartato. Normalmente el glutamato está
almacenado en vesículas presinápticas y se libera cuan-
do el axón presináptico es despolarizado mediante in-
flujo de Ca. A continuación el glutamato actúa sobre su
FISIOPATOLOGÍA receptor específico en la neurona postsináptica, incre-
mentando su concentración en la hendidura intersináp-
tica durante un corto periodo, ya que inmediatamente se
recaptura en las terminales nerviosas, finalizando así su
En cuanto a su presentación en relación con el tiempo, acción. Este fenómeno de recaptura se realiza con un
se han distinguido dos tipos de lesiones en el TCE: la le- gasto de energía. Hay tres receptores principales postsi-
sión primaria, causada por el trauma mismo, y la secun- nápticos para los neurotransmisores dicarboxílicos: el
daria, definida como el daño celular que no está eviden- N–metil–D–aspartato (NMDA), el a–amino–3–hidro-
ciado inmediatamente después del evento traumático y xi–5–metil–4–isoxazol (AMPA) y el kainato. Los re-
que se desarrolla tardíamente, pero que es potencial- ceptores NMDA están distribuidos ampliamente en
mente tratable y prevenible. Este daño cerebral secun- todo el encéfalo, pero son más abundantes en las capas
dario se puede generar directamente como consecuen- 3, 5 y 6 de la corteza cerebral, el tálamo, los núcleos es-
cia de la acción de un número de cascadas bioquímicas triados y la región CA1 del hipocampo; los receptores
e inflamatorias. AMPA se localizan en las capas más profundas de la
Desde el punto de vista temporal el daño celular se- corteza cerebral, el tálamo, el cerebelo y la capa pirami-
cundario ocurre en dos etapas: dal del hipocampo; y los receptores kainato se encuen-
tran sólo en la región CA3 del hipocampo. Esto, como
1. Inmediatamente después del trauma mecánico las se verá más adelante, explica la especial vulnerabilidad
neuronas pueden morir por isquemia, con disrup- de estas regiones a la isquemia. El glutamato puede ac-
ción de la membrana y alteraciones irreversibles tuar en cualquiera de los tres receptores, mientras que
metabólicas por excitotoxicidad. el aspartato sólo actúa sobre el NMDA. Los tres recep-
2. La segunda etapa de necrosis neuronal es respon- tores mencionados forman parte fundamental de los ca-
sabilidad de los mecanismos de apoptosis o muer- nales de cationes y ejercen el control de su apertura. El
te celular programada, la cual puede ser responsa- kainato y AMPA forman parte de los canales de mem-
ble de hasta 30% de la muerte neuronal total. Aquí brana que permiten el flujo de Na, mientras que el
se revisarán someramente los mecanismos de cada NMDA se encuentra acoplado a los receptores permea-
una de ellas. bles de Na y Ca. Este último receptor es el más estu-
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 263

diado y conocido de los tres. Se sabe que el acoplamien- La apoptosis o muerte celular programada ha sido
to del glutamato a su sitio específico es facilitado por la identificada desde la década de 1960 como el proceso
glicina y puede ser bloqueado por antagonistas compe- de eliminación celular normal que acaba con las células
titivos. Además, en la luz del canal se encuentran recep- infectadas, malignizadas o de mayor edad. Entre sus ca-
tores de magnesio (Mg) y zinc como elementos de segu- racterísticas se encuentran la fragmentación del DNA,
ridad para evitar su apertura no programada. Se ha la condensación de la cromatina, la contracción celular
teorizado que los iones de Mg retienen agua y mediante y la formación de cuerpos apoptósicos, los cuales son
este aumento de volumen en la luz del canal bloquean barridos mediante la acción de los fagocitos. Su presen-
el canal del receptor NMDA. Durante el estado normal cia en el proceso patológico celular después de un TCE
de reposo de membrana el canal se encuentra cerrado, fue descubierta hace unos 10 años.7 En los últimos años
pero con la acción de un neurotransmisor se induce un se le ha dado una gran importancia a su estudio, ya que
pequeño flujo de iones. La despolarización resultante constituye una forma extraordinariamente agresiva de
activa levemente el receptor NMDA y desplaza el Mg, muerte celular en las zonas perilesionales, cuya presen-
que bloquea el canal para después abrir completa y bre- cia tiene una relación directa con un pronóstico som-
vemente el canal permitiendo el influjo de Na y Ca en brío, demostrándose que la tasa de apoptosis encontrada
el interior de la célula y, en consecuencia, mediante las es un factor independiente asociado con mortalidad a
bombas de membrana volver a su estado de reposo. Du- los seis meses.8
rante la isquemia cerebral, cuando hay una falta de ener- La apoptosis puede ocurrir mediante dos vías:
gía, se produce un aumento de la liberación presináptica
1. Por la activación de la familia de proteasas de cis-
y una disminución importante de la recaptura de los
teína, o caspasas.
neurotransmisores, resultando en una concentración ex-
2. Mediante la liberación de factores apoptósicos de
tracelular anormal que los convierte en neurotóxicos.
la pared de la mitocondria o por vía independiente
Los cambios patológicos producidos por la presencia de
de caspasa.
glutamato son de dos tipos: daño inmediato y muerte
neuronal retardada. El daño inmediato se caracteriza La apoptosis dependiente de caspasas incluye la partici-
por la apertura permanente de los canales de Na con en- pación de 14 variedades de caspasas. Éstas son sinteti-
trada caótica de Na y Cl, y también de agua, con despo- zadas como proenzimas y se activan en el momento en
larización inmediata y permanente de la membrana que son fragmentadas. Las caspasas iniciadoras (8, 9 y
celular y depleción de energía, que trae como conse- 10) son activadas al principio, para más tarde promover
cuencia edema celular, lisis de la membrana y muerte. la acción de las caspasas 3, 6 y 7, o ejecutoras, las cuales
La muerte neuronal retardada, que se hace aparente 24 son responsables de la desintegración del citoesqueleto,
h después de la lesión, está dada por el Ca. Una vez que la fragmentación del DNA y la interrupción definitiva
se establece la apertura constante e irregular de los re- de los procesos de reparación celular y de DNA. A su
ceptores NMDA por la presencia de glutamato el influjo vez, la apoptosis dependiente de caspasa puede ocurrir
de Ca a la célula es incontenible, concentrándose al por vía extrínseca o intrínseca.
principio en el citoplasma. El Ca activa a las fosfolipa- La vía extrínseca incluye la participación de recepto-
sas A1, A2 y C, que a su vez hidrolizan los fosfolípidos res de superficie de membrana, presentes en muchas cé-
en el interior de la mitocondria y de las membranas celu- lulas, como las neuronas. El acoplamiento del factor de
lares para al final romperlas. Estas enzimas no requieren necrosis tumoral con los receptores de superficie celula-
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oxígeno o energía, de tal suerte que pueden funcionar res correspondientes hace que este receptor active a las
durante o después de la isquemia. A su vez, la hidrólisis caspasas 8 y 10; posteriormente es fragmentada la cas-
de los fosfolípidos de la membrana libera ácidos grasos pasa 3, momento en el que el proceso se convierte en
libres, los cuales tienen propiedades detergentes y des- irreversible.
truyen porciones lipídicas de las membranas. El más ac- La vía intrínseca es iniciada por estrés en los organe-
tivo de los ácidos grasos libres es el ácido araquidónico, los celulares, los cuales incluyen la mitocondria y el re-
que a su vez puede ser metabolizado a radicales libres, tículo endoplásmico. Es iniciada mediante la liberación
prostaglandinas y leucotrienos, los cuales pueden pro- mitocondrial de citocromo C, inducido por la despolari-
ducir aún mayor daño en la membrana celular y, por lo zación de la membrana de la mitocondria y la formación
tanto, en la distribución de iones, culminando en muerte de poros transicionales de permeabilidad mitocondrial.
celular.6 El citocromo C liberado al citoplasma interactúa con el
De manera paralela a los fenómenos descritos se desa- factor apoptósico liberador de proteasa (Apaf–1), el
rrolla la apoptosis, o segunda etapa de necrosis neuronal. ATP y la procaspasa 9 para formar un complejo denomi-
264 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

nado apoptosoma, el cual es capaz de activar la caspasa que irremediablemente se manifiesta con la formación
3 y hacer irreversible el proceso. Otra familia de enzi- de poros en la mitocondria. Cuando se encuentra un ba-
mas que también contribuyen a la muerte celular des- lance de concentración a favor de las proteínas anti-
pués del TCE son las calpaínas, que son proteasas de- apoptósicas en la mitocondria la formación de poros en
pendientes de Ca y tienen varios objetivos que atacar, la mitocondria es menor y tiende a ser más resistente al
incluyendo los elementos del citoesqueleto. La activa- proceso de muerte celular programada.10
ción de las calpaínas ocurre después del TCE y es sin- Es tal la importancia del papel que desempeña la fa-
crónica con la activación de la caspasa 3. Se ha demos- milia de proteínas bcl–2 que Hoh y col. establecieron
trado que los inhibidores de la calpaína reducen el daño que las variaciones y la calidad de los genotipos de
neuronal después de un TCE. bcl–2 es de extrema importancia en los resultados a 3,
La apoptosis independiente de caspasa es capaz de 6, 12 y 24 meses en cuanto a calificación funcional y
inducir la apoptosis sin la participación de ésta, por lo neurocognoscitiva de los pacientes que sufrieron TCE.
que no es afectada por los inhibidores de las caspasas. Existen variantes genéticas que se relacionan con resul-
Tiene su origen en varias proteínas mitocondriales, tados favorables o con desenlaces sombríos.11
entre las que se encuentra el factor de inducción de
apoptosis (AIF, por sus siglas en inglés), que es una fla-
voproteína que se libera como consecuencia de la des- FACTORES QUE INCIDEN
polarización de la membrana de la mitocondria. Una SOBRE LA FISIOPATOLOGÍA
vez liberado el AIF se introduce en el núcleo celular y
produce una fragmentación del DNA a gran escala. Este
tipo de apoptosis mediada por AIF ocurre en neuronas
bajo condiciones de estrés oxidativo, TCE e isquemia Todos los fenómenos indeseables citados anteriormente
cerebral. Otras proteínas mitocondriales capaces de ini- se ven facilitados ante la presentación y prevalencia de
ciar y promover la apoptosis son la endonucleasa G y la algunas de las siguientes condiciones:
SMAC/Diablo.9
Las apoptosis dependientes e independientes de cas- 1. Reducción del flujo sanguíneo cerebral.
pasa son reguladas por la presencia de la familia de las 2. Hipertensión intracraneana y presión de perfusión
proteínas Bcl–2 (con alrededor de 25 variedades), cuyo cerebral.
nombre se deriva de la proteína fundadora, el protoon- 3. Tratamiento del edema cerebral.
cogén Bcl–2 (B–cell lymphoma 2), segundo miembro 4. Hipotensión arterial.
de un grupo de proteínas inicialmente descritas en estu- 5. Hipoxemia.
dios de la translocación recíproca entre los cromosomas 6. Hipertermia.
14 y 18 observada en linfomas foliculares. Esta familia 7. Hiperglucemia.
de Bcl–2 se encuentra en la mitocondria y regula la per- 8. Hiperventilación.
meabilidad de la membrana exterior de la mitocondria
y la formación de poros. De acuerdo con su papel en la
apoptosis, unas de estas proteínas son proapoptósicas y Reducción del flujo sanguíneo cerebral
otras antiapoptósicas. Las proapoptósicas incluyen la
Bax, la Bid y la Bad, que facilitan la liberación de cito- Diversos estudios llevados a cabo en animales y en seres
cromo C y endonucleasa G de la mitocondria. En con- humanos han investigado los efectos del TCE sobre el
traposición con las anteriores existen miembros anti- flujo sanguíneo cerebral. Con base en estudios, entre los
apoptósicos, como Bcl2, Bcl–xl, gadd45 y Mcl–1l, que que se encuentra la tomografía computarizada con
inhiben la formación de poros mitocondriales. La sensi- 133Xe o con emisión de positrones, se ha establecido que

bilidad de las células al estímulo apoptósico puede de- tanto en los momentos posteriores al evento traumático
pender del balance de proteínas proapoptósicas y anti- como en estados tardíos es frecuente la isquemia cere-
apoptósicas Bcl2. Cuando se produce la lesión la mayor bral global y focal.12
cantidad de proteínas proapoptósicas en el citoplasma, A pesar de que el volumen total de isquemia cerebral
en el que actúan como sensores de daño celular y de es- rara vez es mayor de 10%, esta sola cantidad es suficien-
trés, migran a la superficie de la mitocondria y promue- te para asociarse con un pronóstico sombrío.13
ven la formación de poros. En el caso de predominio de Los mecanismos causantes de la isquemia postraumá-
concentración de proteínas proapoptósicas se bloquea tica van desde daño morfológico de los vasos, hipoten-
la función normal de las proteínas antiapoptósicas, lo sión arterial, falla en el mecanismo de autorregulación
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 265

del flujo sanguíneo cerebral y falla en la producción de rante los primeros tres días es cuando alcanzan el pico
óxido nítrico hasta la aparición de vasoconstricción se- más alto la mitad de los pacientes, mientras que otro
cundaria a las acciones de las prostaglandinas.14 25% lo hacen hasta los cinco días.18
Este tipo de pacientes pueden desarrollar hiperperfu- La imposibilidad para controlar la HI es la causa más
sión (> 55 mL/100 g/min) en las primeras etapas de la frecuente de muerte en estos pacientes, por lo que este
presentación del TCE, la cual muchas veces se acompa- tema continúa siendo de primordial importancia en el
ña de hiperemia. Esta etapa parece ser tan grave como tratamiento del TCE. Es por ello que se recomienda el
la isquemia en cuanto al pronóstico, debido a que el au- monitoreo de la PIC, ya que permite el manejo de la pre-
mento del flujo sanguíneo cerebral por arriba de la de- sión de perfusión cerebral (PPC) e indica el momento
manda metabólica del tejido cerebral se relaciona con óptimo para proceder al drenaje del líquido cefalorra-
parálisis vascular, teniendo como consecuencia aumen- quídeo.
to del volumen cerebral y, en consecuencia, hiperten- La frontera a partir de la cual se debe iniciar un trata-
sión intracraneana.15 miento vigoroso de la HI es aún motivo de debate. No
De lo anterior se desprende que la autorregulación obstante, se propone fijar el límite de 20 mmHg, ya que
del flujo sanguíneo cerebral y la reactividad de los vasos por arriba de este umbral la presión de perfusión cere-
cerebrales a la concentración de CO2 son importantes bral se ve gravemente deteriorada.19
mecanismos para mantener un flujo sanguíneo cerebral Dado que la autorregulación puede estar dañada des-
estable y dentro de límites aceptables. Después del TCE pués de un TCE, surge el problema de tratar de estable-
la autorregulación del flujo sanguíneo cerebral se en- cer una cifra promedio de PPC en un grupo heterogéneo
cuentra deficiente o abolida en la mayoría de los pacien- de pacientes con diferentes grados de autorregulación.
tes. El comportamiento de esta patología es impredeci- El límite crítico del FSC para el desarrollo de daño
ble, ya que se puede instalar inmediatamente después tisular irreversible se ha asentado en 15 mL/100 g/min.
del trauma o bien desarrollarse conforme va pasando el Como la posibilidad de la medición del FSC a nivel clí-
tiempo, con una duración independiente de la gravedad nico es muy baja, clínicamente se utiliza la PPC; sin
del TCE. embargo, se ha demostrado una escasa correlación entre
Comparada con la autorregulación, la reactividad de el FSC global y los diferentes rangos de PPC en pacien-
los vasos a la concentración de CO2 sí parece seguir un tes con TCE, lo cual se atribuye a la pérdida parcial de
patrón más estable, ya que en pacientes con trauma gra- la autorregulación.20
ve la reactividad desaparece de manera temprana.16 Con estos antecedentes a la mano es evidente que
Un fenómeno ligado directamente al pronóstico del existen controversias en cuanto al manejo del asegura-
paciente con TCE es el vasoespasmo cerebral, cuya sola miento de la perfusión cerebral. Existen tres teorías pro-
presencia indica un daño cerebral importante; se pre- puestas para este fin:
senta en cerca de un tercio de los pacientes. En general
se manifiesta entre el segundo y el decimoquinto días S Mantenimiento de la PPC: es el método más an-
posteriores al trauma; 50% de los pacientes con vasoes- tiguo; fue propuesto por Rosner y col. en 1995. Su
pasmo presentan hipoperfusión de una o varias regiones principio indica que en general la curva de auto-
cerebrales. El origen del vasoespasmo no está del todo rregulación se encuentra preservada pero con ten-
dilucidado; sin embargo, se implican con seguridad va- dencia a relocalizarse a la derecha, por lo que se
rios mecanismos, como son la disminución de la pro- requiere una mayor PPC para mantener un ade-
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ducción de óxido nítrico y de la concentración del GMP cuado FSC. Al aumentar la PPC se puede suponer
cíclico a nivel del músculo vascular, la formación de ra- que también puede disminuir la PIC mediante la
dicales libres e inclusive la intervención de prostaglan- reducción del volumen sanguíneo cerebral e in-
dinas.17 clusive del edema cerebral existente a través de la
vasoconstricción autorreguladora. Esta teoría se
basa clínicamente en su aplicación a 158 pacientes
con TCE y puntuación de la escala de Glasgow
Hipertensión endocraneana
menor de 7. En el estudio se echó mano de vaso-
y presión de perfusión cerebral
presores (fenilefrina y dopamina) y manitol para
mantener una PPC > 70 mmHg. Los autores pre-
Una buena cantidad de pacientes con TCE desarrollan sentaron en sus resultados una mortalidad de 29%,
hipertensión intracraneana (HI) secundaria a hemato- con una recuperación favorable a 10.5 meses de
mas, contusiones y edema. Se ha demostrado que du- 59%. Estos resultados se comparan de manera
266 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

muy favorable con los del banco de datos acerca TCE un comparativo entre la teoría de Lund y el princi-
de coma secundario a traumatismo.21 pio tradicional de Rosner; en el grupo de Lund hubo 8%
S Acoplamiento entre el FSC y extracción de oxí- de muerte y 13% de daño neurológico severo, en com-
geno: es una teoría propuesta por Cruz y col. que paración con el grupo tradicional, en el que se encontró
descansa en la presunción de que el consumo cere- una mortalidad de 47% y 11% de daño neurológico se-
bral de oxígeno se ve disminuido después de un vero.24
TCE y por lo tanto en realidad se está en la presen- Después de examinar estas teorías se puede concluir
cia de un cuadro de hiperperfusión cerebral. Es sa- que no existe hasta el momento una conducta clínica de-
bido que esta condición se asocia a mal pronóstico, finitiva. De hecho, la cifra de PPC en estos casos con-
por lo que los autores propusieron una hiperventi- tinúa siendo un motivo de controversia, ya que los cam-
lación óptima que mejore el acoplamiento entre el bios en la autorregulación del FSC traen como
FSC y la extracción de oxígeno, consiguiendo la consecuencia variaciones importantes en las regiones
normalización de la PIC. Los autores, que publica- cerebrales aún adyacentes después de un TCE. En un
ron sus resultados tres años después de los de Ros- inicio la Fundación para Trauma Cerebral (BTF: Brain
ner y col., señalaron que en el estudio del manteni- Trauma Foundation), que es el referente para el tema,
miento de la PPC no se midieron el FSC, el recomendaba (1995) una PPC de 70 mmHg, lo cual fue
volumen sanguíneo cerebral ni la extracción de duramente criticado al paso de los años, ya que se mos-
oxígeno, lo que condujo erróneamente a pensar traba un riesgo mayor de síndrome de estrés respiratorio
que persiste la preservación de la autorregulación. por el uso de vasopresores en estos pacientes, además de
En su investigación clínica reportaron que existe que los pacientes con diagnóstico de este síndrome te-
una fuerte asociación entre la disminución del flu- nían 2.5 veces más posibilidades de un aumento de la hi-
jo sanguíneo cerebral y la extracción cerebral de pertensión intracraneana refractaria al tratamiento, lo
oxígeno, con lo que se comprueba la premisa de cual equivale a una mayor mortalidad o estado vegetati-
disminución de metabolismo cerebral posterior a vo. Otro punto que habla en contra de una PPC demasia-
TCE. Cruz incluyó en sus resultados clínicos una do alta es el hecho de que existe una meseta de pO2 cere-
mortalidad de 9% en los pacientes manejados bajo bral a una PPC de 60 mmHg.
su concepto, contra 30% de mortalidad en otro gru- Está demostrado el daño secundario a una PPC dis-
po manejado con el mismo concepto de Rosner.22 minuida en el paciente con TCE, pero es incierta la PPC
S Manejo del volumen cerebral o teoría de Lund: máxima óptima, ya que existe una gran variación de las
se basa en que la barrera hematoencefálica crea un condiciones de cada paciente, así como del volumen de
gradiente osmótico entre el tejido cerebral y el es- tejido cerebral dañado, por lo que se prefiere la indivi-
pacio intravascular, regulando el movimiento de dualización de cada caso. Actualmente la guía de la
líquidos a través de la membrana. Las propiedades Fundación para Trauma Cerebral establece una meta de
de la barrera hematoencefálica se pierden como PPC de 50 a 70 mmHg como rango aceptable.25
consecuencia del TCE, por lo que desde ese mo-
mento ya no son las fuerzas osmóticas las que
regulan el movimiento de los líquidos, siendo sus- Edema cerebral
tituidas por la presión hidrostática capilar y la pre-
sión oncótica intravascular. Con esto en mente, los El edema cerebral puede tener dos fuentes de origen: el
autores de la teoría Lund proponen lo siguiente: vasogénico, relacionado con el flujo transcapilar de Na
1. Reducir la presión hidrostática capilar median- y otros iones tras la ruptura o falla de la barrera hemato-
te b bloqueadores, a antagonistas o inhibición encefálica, y el edema citotóxico, que es resultado de
de la acción de la angiotensina. varios procesos patológicos. Este último se define como
2. Mantener la normovolemia y el aumento de la el proceso patológico en el cual el Na extracelular y
presión coloidosmótica mediante la adminis- otros cationes entran tanto en las neuronas como en los
tración de albúmina. astrocitos y se acumulan en su interior, debido en gran
3. Evitar a toda costa la vasoconstricción cerebral, parte a la falla en la bomba de Na, la cual implica energía
prohibiendo el uso de hiperventilación y de va- dependiente. La entrada de estos cationes se hace prin-
soconstrictores cerebrales. cipalmente por los canales propios, los cuales se man-
4. Mantener el control de la PIC (< 25 mmHg).23 tienen abiertos ante la falta de energía necesaria para su
adecuado control de apertura y cierre armónico. La en-
Eker y col. reportaron en un grupo de 53 pacientes post trada de cationes está acompañada de moléculas de agua
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 267

que resultan en una expansión osmótica celular y, por lo de la concentración de Ca extracelular, condicio-
tanto, en edema. El edema celular no es el mecanismo nes que ocurren en el área de daño celular.
único del edema cerebral, pues al depletar el espacio ex- S Canal NKCC: media el movimiento acoplado de
tracelular de Na, Cl y agua se crea un gradiente para Na y de K con Cl. Su papel es mantener la homeos-
estas moléculas a través de la barrera hematoencefálica, tasis celular, ya que desempeña un papel impor-
y con los cambios en la permeabilidad capilar este nue- tante en la secreción y absorción de Na, la regula-
vo gradiente resulta en una fuerza importante conduc- ción del volumen celular y el mantenimiento de la
tora de edema iónico. Por ello el edema citotóxico es im- concentración de Cl. Los diuréticos de asa, como
portante por sí mismo, debido a que envía señales claras la bumetanida, pueden inhibir este canal. En con-
de un proceso que la mayoría de las veces lleva a la diciones patológicas este canal contribuye en gran
muerte celular. medida a la entrada de Na en la célula. Los datos
La evidencia experimental muestra una secuencia de in vitro señalan que la pérdida de Cl es suficiente
respuestas metabólicas de la deprivación de flujo san- y necesaria para su activación.
guíneo. El área cerebral en la que el flujo sanguíneo está S Receptores NMDA: son canales ionotrópicos
ausente o es menor de 10 mL/100 g de tejido por minuto que requieren la unión de ácido glutámico y glici-
es rápida e irreversiblemente dañada en menos de seis na; son dependientes del voltaje. Mientras la
minutos, conociéndose como centro isquémico. El teji- membrana está en reposo el receptor es bloqueado
do que rodea a esta zona se ha denominado zona de pe- por magnesio, aun en la presencia de ácido glutá-
numbra, la cual continúa rescatable al tener un flujo de mico y glicina, el cual se encuentra instalado en la
alrededor de 20 mL/100 g de tejido por minuto. Estas luz del canal. Es necesaria la despolarización de la
células son las que sufren edema citotóxico y otros cam- membrana, lo que remueve el bloqueo del Mg y
bios que son reversibles si la perfusión sanguínea se res- permite la conducción de Na, K y Ca. Este meca-
tablece satisfactoriamente en las próximas horas; sin nismo dual de seguridad sirve para mantener un
embargo, cuando no es así este grupo celular tiende a control celular estricto de la concentración de Ca,
morir. ya que además de participar en varios mecanismos
Sobresale de inmediato la importancia que tienen los metabólicos su presencia en exceso puede llevar
canales de cationes involucrados en el edema citotóxi- a la muerte celular, a través de la liberación de pro-
co. Hay dos tipos de canales de iones: los selectivos, que teasas y fosfolipasa A2, y daño mitocondrial. El
son típicamente permeables a un solo ion, y los no selec- glutamato es el principal neurotransmisor del sis-
tivos, que son permeables a todos los iones. Los estu- tema nervioso central; a su vez, los canales
dios experimentales han demostrado que la inhibición NMDA se encuentran en la mayoría de las neuro-
de los canales iónicos reduce el daño isquémico en roe- nas y están implicados en aspectos cruciales de las
dores, por lo que el conocimiento de sus variedades es actividades normal y patológica del cerebro. En
importante: condiciones de reposo la concentración de gluta-
mato en la hendidura sináptica es de aproximada-
S Canales ácido sensitivos (CAS): están presentes mente 0.6 mM. Durante la lesión isquémica la
en los sistemas nerviosos central y periférico. Se concentración llega a 320 mM y se sostiene duran-
les llama sensibles al ácido debido a que son cana- te varios minutos e incluso horas, resultando en
les activados por la concentración de hidrogenio- despolarización celular, remoción del bloqueo de
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nes. Estos canales en general se encuentran inacti- Mg e influjo de Na y Ca en el interior de la célula,


vos al pH fisiológico (7.4) y se activan conforme con presencia de edema y muerte celular por exci-
se reduce el pH. Todos los CAS son permeables al totoxicidad.
Na y en menor grado al Ca. La activación de estos S Canales de agua: el transporte de agua a través de
canales aumenta la excitabilidad celular. La pro- las membranas puede ser pasivo. Las moléculas
babilidad de apertura de los CAS se incrementa de agua se pueden disolver en las capas lipídicas
conforme el pH disminuye de 7.0 y se activan a su y moverse a través de las membranas celulares por
máximo con un pH de 6.2, el cual constituye el simple difusión. Sin embargo, dado que este pro-
rango que se encuentra en el área de penumbra, en ceso es tardado e ineficiente, las membranas plas-
especial ante la presencia de hiperglucemia. La ac- máticas de muchos tipos de células han desarrolla-
tivación del canal es una consecuencia del estre- do canales de agua especializados que sirven
chamiento de la membrana, la liberación de ácido como conductos pasivos de transporte de agua, in-
araquidónico, la producción de lactato y la caída crementando la permeabilidad de la membrana.
268 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

Estos canales son pequeñas proteínas transmem- de Cooper y col., quienes las administraron en forma
brana que de manera selectiva transportan agua y prehospitalaria a pacientes con TCE, pero no demostra-
en ocasiones glicerol y urea. Se han identificado ron una superioridad en cuanto a los resultados al com-
siete variedades de estos canales en el sistema ner- pararlas con el placebo, por lo que el uso de las SH per-
vioso central. El tipo 1 se encuentra en las células manece hasta el momento en observación y reservado
del plexo coroideo. Se ha implicado en la forma- para los casos en los que cualquier otra medida ha sido
ción de edema con la presencia de tumores. Otros inútil.28
tres tipos —3, 5 y 8— se encuentran en los astroci- Los corticoides como tratamiento del edema cerebral
tos, que resultan alterados en presencia de hipoxe- fueron impulsados en el decenio de 1960, con la finali-
mia.26 dad de restaurar la permeabilidad vascular cerebral y
disminuir la producción de radicales libres, característi-
El tratamiento del edema cerebral secundario a TCE es cas observadas en modelos experimentales. A pesar de
aún objeto de controversia. que su uso es benéfico en pacientes con tumoraciones
Además, hay otras maniobras que son fundamenta- cerebrales, no ocurre lo mismo en los pacientes con
les, como la hiperventilación, el drenaje de LCR, la ele- TCE. Esto ha sido probado a través de múltiples investi-
vación de la cabeza, el uso racional de soluciones y el gaciones; sin embargo, Roberts y col. llevaron a cabo un
manejo estrecho de electrólitos. Las soluciones hipotó- estudio concluyente, llamado CRASH, el cual es multi-
nicas y glucosadas están formalmente contraindicadas. céntrico e internacional, diseñado para confirmar o re-
El uso de soluciones osmóticas tiene una importancia futar el uso de corticoides, mediante la creación de dos
primordial en el caso de TCE. grupos. Un grupo fue tratado con metilprednisolona y
El agente osmótico ideal es el que establece un gra- otro con placebo. A pesar de que estaba programado
diente osmótico fuerte y duradero mediante la mayor para incluir a 20 000 pacientes, al llegar a 10 008 pa-
permanencia posible en el compartimento intravascu- cientes el proyecto se detuvo, ya que se demostró que el
lar; además, debe ser inerte, no tóxico y con efectos se- riesgo de muerte en las primeras dos semanas era supe-
cundarios mínimos. Se ha probado con diferentes solu- rior en el grupo de corticoides —1 052 (21.1%) vs. 893
ciones a base de urea, glicerol y sorbitol, las cuales han (17.9%)—, con un riesgo relativo de 1.18 y una p =
tenido efectos secundarios muy importantes o bien no 0.0001, en comparación con el de placebo. Esta investi-
han mostrado la eficacia que se requiere. Actualmente gación es tajante en cuanto a la contraindicación de la
la base del tratamiento osmótico descansa en dos agen- administración de corticoides en el paciente con TCE.29
tes: el manitol y las soluciones hipertónicas salinas, que
van de 1.7 a 29.2%.
Una posibilidad para controlar el edema cerebral y, Hipotensión arterial
por lo tanto, la hipertensión intracraneana, es el manitol,
un agente hiperosmolar que produce un aumento en el La hipotensión (< 90 mmHg sistólica) es una variable
FSC y favorece la entrega de O2. Su efecto osmótico fa- con una influencia muy notable sobre el resultado final
cilita la disminución del edema cerebral, acción que en los pacientes con TCE. Chesnut y col. la citan entre
toma de 15 a 30 min en aparecer y dura entre dos y seis las cinco variables con mayor poder predictivo de mal
horas. Esta premisa se basa en que, como ya se había pronóstico, además de la edad, la calificación de Glas-
apuntado anteriormente, las regiones cerebrales conser- gow en el momento de la admisión hospitalaria, el diag-
van todavía la integridad de su barrera hematoencefáli- nóstico intracraneano y el estado pupilar. Un solo episo-
ca. El primer efecto del manitol es la expansión inme- dio de hipotensión se asocia a un aumento de la
diata del plasma, reduciendo el hematócrito y la morbilidad y duplica la mortalidad, en comparación con
viscosidad de la sangre. En los pacientes con hipoten- los pacientes que no tienen hipotensión. Varios estudios
sión, nefropatía y sepsis el uso de manitol está relativa- han analizado la asociación entre hipotensión intrahos-
mente contraindicado, debido a la posibilidad del esta- pitalaria y aumento de la mortalidad, de tal manera que,
blecimiento de insuficiencia renal.27 de acuerdo a Manley y col., un episodio de hipotensión
Las soluciones hipertónicas (SH) son útiles debido a aumenta el riesgo relativo 2.05 veces, mientras que en
que también producen un gradiente osmótico entre los el caso de dos o más episodios el riesgo relativo de mor-
compartimentos intravascular e intersticial, por lo que talidad se eleva 8.1 veces.30
conducen a una reducción del edema cerebral y de la En un estudio muy interesante Henzler y col. inclu-
PIC. A diferencia del manitol, los estudios de las SH son yeron a los pacientes hospitalizados en año y medio por
limitados en seres humanos. Entre ellos está el trabajo TCE severo que sobrevivieron más de cuatro horas des-
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 269

pués de su admisión. Se incluyeron 95 pacientes con las ma citotóxico y la disfunción mitocondrial son otras
características mencionadas y se hicieron dos grupos: causas de hipoxia cerebral.
uno de sobrevivientes y otro de no sobrevivientes; ex- Aunque no se ha establecido un límite de PPOC, se
cluyeron a 21 pacientes, por lo que se centraron para sus sabe que los valores sostenidos de 5 a 15 mmHg (normal
conclusiones en 74 pacientes, conformando 37 por gru- 30 mmHg) o menores de 6 mm Hg durante 30 min se
po. No hubo diferencia entre los grupos en cuanto a asocian directamente con un pronóstico sombrío. Según
edad, sexo, calificación de la escala de coma de Glas- la revisión llevada a cabo por Maloney y col., las proba-
gow ni calificación del índice de gravedad del trauma. bilidades de muerte o incapacidad grave a los seis meses
Después de examinar diferentes variables, entre las que son cuatro veces mayores cuando la PPOC es menor de
se cuentan la temperatura, la determinación del estado 10 mmHg.34
ácido–base, la oxigenación, los líquidos administrados Por lo anterior, en general se recomienda mantener
y la glucemia, Henzler y col. concluyeron en su investi- una oxigenación en los pacientes con TCE a partir de la
gación que el único factor determinante y discriminati- primera hora posterior al TCE, u hora dorada, brindán-
vo fue la presencia de hipotensión en las primeras cuatro dole al paciente un manejo óptimo. Para lograr esta
horas de estancia intrahospitalaria (no sobrevivientes: meta se recomienda que en los pacientes con califica-
71 " 16 vs. 80 " 15 mmHg en sobrevivientes con p = ción de la escala de Glasgow < 8 se proceda a la intuba-
0.16). Este periodo crítico —después de la admisión ción orotraqueal y a la ventilación mecánica lo antes po-
pero antes del monitoreo intensivo— en el quirófano o sible, aunque queda en duda si es recomendable hacerla
en la unidad de cuidados intensivos, en los que la inten- en el sitio del accidente por parte de personal con poca
sidad de manejo terapéutico es menor, parece que se experiencia en el manejo de la vía aérea, sobre todo si
asocia directamente con una perfusión cerebral inade- el centro de atención definitiva está cercano al sitio del
cuada y con un aumento de la lesión secundaria al TCE. accidente. De hecho, se ha comprobado que si la intuba-
Este estudio pone de manifiesto que el mantenimiento ción y la ventilación mecánica son llevadas a cabo con
de una presión arterial media w 80 mmHg puede ser deficiencias las consecuencias negativas son mayores
una buena manera de minimizar el daño cerebral secun- que los beneficios a los que se pretende acceder —los
dario a TCE y mejorar el pronóstico de los pacientes que intentos múltiples y prolongados, la oxigenación inade-
lo han sufrido.31 cuada entre esos intentos y la ventilación excesiva son
De hecho, la guía publicada por la BTF propone que defectos que pueden contribuir a aumentar la lesión ce-
la presión arterial debe ser monitoreada y evitar a toda rebral secundaria.35
costa una presión sistólica < 90 mmHg, ya que es el más Por lo anterior, la conclusión de la BTF es evitar una
poderoso de los predictores modificables de pronóstico, paO2 < 60 mmHg o una SpO2 < 90%, lo cual hará que
junto con la hipoxemia.32 el pronóstico del paciente sea más esperanzador.32

Hipoxemia Hipertermia

A pesar de que la hipotensión arterial y el control y man- El mecanismo mediante el cual se produce la fiebre en
tenimiento de una adecuada PPC ocupan un lugar prio- pacientes con TCE no se conoce por completo. Sin em-
ritario en el tratamiento temprano del paciente con TCE, bargo, el aumento en el tono simpático y la inflamación
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hay evidencia incontrovertible de que aun con estas está muy relacionado. La posibilidad de que el edema
variables bajo control es posible la aparición de daño cerebral o la presencia de sangre en los espacios intra-
por isquemia en el tejido cerebral. A partir de 1968 fue ventriculares alteren la fisiología normal de los centros
posible medir la presión parcial de oxígeno cerebral termorreguladores en los núcleos preópticos del hipotá-
(PPOC), dando comienzo una era en la que es posible lamo, al igual que en los centros pontinos, es elevada.
la investigación de este parámetro. En fechas recientes Varios estudios concluyen que existe un aumento en la
se demostró que existe una correlación entre la PPOC excitotoxicidad neuronal secundario a la presencia de
y la fracción inspirada de oxígeno, al igual que con la fiebre, ya que determina una mayor liberación de neuro-
PAM y la PPC. Sin embargo, en ocasiones la PPOC no transmisores, una elevada producción de radicales oxí-
tiene una correlación directa con estos últimos factores, geno y una mayor concentración de glutamato en el es-
ya que, a pesar de haber realizado un correcto manejo pacio extracelular.
de ellas mediante su normalización, existen estudios La presencia de fiebre después de TCE es un signo
que señalan que la microtrombosis intravascular, el ede- ominoso, ya que indica disfunción hipotalámica. Su
270 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

ocurrencia en la primera semana se asocia con aumento lores entre 300 y 200 mg/dL dan como resultado desen-
de la PIC, patología neurológica considerable y mayor laces pobres.39
tiempo de estancia en la unidad de cuidados intensivos. Van den Berghe y col. fueron de los primeros autores
Este hecho es demostrado por Jiang y col. en un amplio en proponer el mantenimiento de un control estricto de
estudio de 846 casos de TCE, en los que se investigan la glucemia mediante el uso de insulina con un rango de
los factores determinantes de un mal pronóstico y se cita 80 a 110 mg/dL. Los autores incluyeron un número re-
una baja calificación de la escala de coma de Glasgow, ducido de pacientes internados en terapia intensiva,
edad avanzada, repuesta pupilar temprana patológica, pero no notaron una mejoría en la mortalidad, aunque
hipoxemia y aumento de la PIC asociados a la hiperter- sí una disminución de los días de estancia en la unidad,
mia, lo cual no deja duda de la correlación entre la fiebre así como del tiempo de dependencia del ventilador. En
y un mal pronóstico.36 contraste con estos resultados, los pacientes con estan-
Debido a lo anterior se propone el combate de la fie- cias menores de tres días aumentaron su mortalidad.
bre mediante la administración de agentes antipiréticos, También aumentó seis veces la presencia de hipogluce-
como el acetaminofén y la AspirinaR, o algún agente mia severa (< 40 mg/dL), la cual ha sido señalada como
antiinflamatorio no esteroideo que inhiba la cascada de una causa independiente de un incremento notable de la
la ciclooxigenasa, o bien a través de métodos no farma- morbilidad y la mortalidad.40
cológicos, como enfriamiento externo con baños de es- Se ha demostrado que después del TCE hay un au-
ponja o mantas enfriadoras, y la administración de solu- mento del metabolismo cerebral que la mayoría de las
ciones frías, como la solución fisiológica a 4 _C en 30 veces se lleva a cabo en las zonas más afectadas del ce-
min, la cual reduce la temperatura a razón de 2.5 _C una rebro mediante metabolismo anaeróbico, resultando en
hora después de haber iniciado la infusión.37 una falta de eficiencia en la producción de ATP por parte
El tiempo que debe durar este control de la tempera- de moléculas de glucosa. Puede haber un aumento de la
tura no ha sido establecido, ya que conforme se va utili- demanda metabólica debido a la presencia de episodios
zando es más frecuente observar un mayor número de de epilepsia. Dado que es un consumidor obligado de
complicaciones, entre las que se incluyen la presencia glucosa, el cerebro y sobre todo las regiones más afecta-
de shivering y la infección, disminuyendo a largo plazo das del mismo están en mayor riesgo ante la presencia
el beneficio del control de la temperatura. de hipoglucemia. Por lo anterior, es probable que un es-
Dados los riesgos inherentes a la eliminación de la quema de control estricto de glucosa con insulina pueda
fiebre, es de capital importancia encontrar cuál es el poner en riesgo el tejido cerebral mediante la limitación
tiempo mínimo necesario para que su control sea bené- de la entrega del sustrato primario de las neuronas du-
fico para la protección cerebral, ya que se supone que rante condiciones de demanda aumentada.
ocurre en las fases tempranas después del evento trau- La microdiálisis cerebral es una herramienta pode-
mático. Parece ser razonable el control de la fiebre du- rosa cada vez más accesible que permite monitorear lo-
rante las primeras horas de tratamiento para suspender- calmente la actividad metabólica cerebral. Con ella es
lo posteriormente.38 posible determinar la concentración de glucosa, lactato,
piruvato y glutamato para detectar signos de isquemia
o disfunción metabólica.
Hiperglucemia Vespa y col. utilizaron este método para examinar las
microdiálisis de 47 pacientes que sufrieron TCE; 14 de
La hiperglucemia ha demostrado una relación con un ellos se sometieron a control de la glucemia mediante
pronóstico sombrío en el paciente críticamente enfer- insulina, dando como resultado que 70% cursaron con
mo, en particular en el paciente neurológico después de hipoglucemia, la cual estuvo directamente asociada al
evento vascular cerebral, hemorragia subaracnoidea y aumento de la relación lactato–piruvato y de glutamato,
traumatismo craneoencefálico. Sin embargo, no se sabe situaciones que atestiguan un estado de estrés metabóli-
hasta ahora si la hiperglucemia es la responsable de este co neuronal.41
pronóstico oscuro o es nada más un marcador de un Oddo y col. utilizaron el mismo método en fechas re-
daño neurológico mayor. cientes. Recolectaron los resultados de 20 pacientes con
Desde hace algunos años se demostró, que sin lugar patología neurológica y utilizaron insulina para el con-
a dudas, la hiperglucemia va de la mano con un mayor trol de la glucosa; asimismo, tomaron muestras y, de
daño neurológico. Lam y col. demostraron que los valo- acuerdo con la respuesta glucémica, los dividieron en
res > 300 mg/dL constantes se asocian directamente con control estricto (80 a 120 mg/dL) vs. intermedio (121 a
desenlaces fatales en caso de TCE, mientras que los va- 180 mg/dL). Los autores definieron como estrés meta-
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 271

bólico una concentración de glucosa cerebral por mi- mmHg. Se recomienda utilizar como medida temporal
crodiálisis menor de 13 mg/dL con una relación lactato– de control de la PIC y en general se acepta que debe ser
piruvato mayor de 40. Mediante el análisis de 2 131 evitada en las primeras 24 h posteriores al TCE, debido
muestras llegaron a la conclusión de que el grupo de a la reducción del FSC cerebral; se debe adecuar a cada
control estricto se asociaba con una mayor incidencia de paciente y a las posibilidades de monitoreo de que se
niveles bajos de glucosa cerebral (65 vs. 36%, p < 0.01) disponga.44
y de crisis de energía cerebral (25 vs. 17%, p < 0.01) que La ventilación mecánica de los pacientes después del
el grupo intermedio. Esto también se relacionó con el TCE ha estado también rodeada de controversias. Uno
pronóstico de los pacientes, ya que la cifra de glucosa de los puntos que complican la toma de decisiones es la
fue menor en los pacientes no sobrevivientes que en los alta incidencia de pacientes con TCE, que también son
sobrevivientes (8.28 " 4.14 vs. 18.72 " 10.18 mg/dL, sujetos de aspiración pulmonar, contusiones pulmona-
p < 0.05). A su vez, el estrés metabólico se asoció a una res, edema pulmonar neurogénico y desarrollo de daño
mayor mortalidad, con una probabilidad de 7.36 y una pulmonar agudo, lo cual se presenta en 20% de ellos.
p = 0.02.42 Dos son los puntos principales a considerar: el volumen
Se podría concluir que en general existe un consenso corriente y la aplicación de presión positiva al final de
de que una hiperglucemia significativa debe ser comba- la espiración (PEEP). En cuanto al primer tema, hay una
tida enérgicamente en pacientes con TCE. Sin embargo, publicación reciente de Mascia y col. con los resultados
el control estricto que se ha propuesto (< 110 mg/dL) no de un estudio multicéntrico de 86 pacientes con TCE,
ha demostrado efectos benéficos en cuanto a mortalidad quienes fueron sedados con propofol o midazolam y so-
y mejoría neurológica, mientras que promueve una se- metidos a relajación muscular; en él se concluyó que el
vera hipoglucemia. Con base en los anteriores argumen- volumen corriente elevado se asocia de manera feha-
tos quizá sea necesario optar por unos límites más am- ciente con la presencia o el aumento de daño pulmonar,
plios de control de la glucemia, lo cual puede ser más por lo que se recomienda el uso de volúmenes corriente
seguro para los pacientes. de entre 6 y 8 mL/kg de peso.45
La aplicación de PEEP también es controversial; se
asocia a disminución del retorno venoso, aumento de la
Hiperventilación PIC y, por lo tanto, a reducción de la PPC. Esto último
ocurre en la mayoría de las ocasiones cuando la PEEP
La hiperventilación ha sido utilizada para el manejo del disminuye la PAM y no por el aumento de la PIC.
TCE durante más de 40 años, desde que Lundberg y col. Cuando se restablece la PAM la PPC vuelve a la norma-
la utilizaron para disminuir la PIC en 1959. Esto se logra lidad, como fue demostrado por Muench y col.46
aprovechando la vasoconstricción cerebral que pro- El nivel óptimo de PEEP es incierto. Al parecer, de
mueve y, por lo tanto, reduce el contenido cerebral de acuerdo con los datos recientes, el límite de la PEEP es
sangre. Sin embargo, la desventaja importante de este el mantenimiento de la PAM, que a su vez debe ser el
método es el riesgo de producir isquemia cerebral. En mínimo necesario para obtener variables gasométricas
cuanto a este tema, el interés ha crecido para conocer la adecuadas.47
relación entre hiperventilación y oxigenación cerebral
mediante el uso de oximetría del bulbo de la yugular y
recientemente la medición de la PPOC. Se demostró SIGNOS Y SÍNTOMAS
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una disminución de la PPOC de 40% —entre 36 " 11


y 20 " 9 mmHg de paCO2— después de la hiperventi-
lación. La hiperventilación permanece como un objeto
de controversia dado que, a pesar de que es útil para dis- Inicialmente los pacientes que cursan con TCE signifi-
minuir la PIC, sus efectos secundarios son deletéreos. cativo pierden la conciencia por segundos o minutos e
Esto conduce a la búsqueda de un justo medio entre el inclusive pueden presentar convulsiones, después de lo
momento de su aplicación, el flujo y la oxigenación ce- cual se puede presentar estupor y llegar al coma. En ge-
rebral, para lo cual se requiere un monitoreo intensivo neral la duración de la inconsciencia en un factor pro-
e invasivo del paciente.43 nóstico. La escala de coma de Glasgow es una herra-
Actualmente se acepta que la hiperventilación agre- mienta muy útil, rápida y fácilmente reproducible que
siva (paCO2 v 25 mmHg) no está recomendada, propo- se utiliza de manera rutinaria en las valoraciones inicial
niéndose como práctica común la hiperventilación mo- y las subsiguientes para estimar la gravedad del TCE
derada, que resulta en una paCO2 de entre 31 y 34 (cuadro 22–1).
272 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

Cuadro 22–1. Escala de coma de Glasgow paciente, agitación central y conducta aberrante,
a la vez que fluctuación en el estado de conciencia,
Función Respuesta Puntos
seguido por somnolencia. El patrón respiratorio
Apertura Espontánea 4 puede ser normal o estar intercalado con bostezos
ocular Con orden verbal 3 o suspiros. En ocasiones se puede identificar un
Con estímulo doloroso 2 patrón respiratorio tipo Cheyne–Stokes. Durante
Sin respuesta 1 las etapas iniciales el paciente se retira ante el estí-
Respuesta Orientada 5
mulo doloroso. Conforme el cono de presión pro-
verbal Desorientada, pero con res- 4
gresa en sentido caudal y la disfunción del mesen-
puesta
Respuesta inapropiada; pala- 3
céfalo se hace más aparente es frecuente encontrar
bras comprensibles pupilas irregulares y de mediano tamaño, así
Conversación incomprensible 2 como respuestas bilaterales motoras de flexión, al
Sin respuesta 1 mismo tiempo que se establece en forma constante
Respuesta Obedece órdenes 6 el patrón respiratorio de Cheyne–Stokes o bien hi-
motora Localiza el estímulo doloroso 5 perventilación sostenida, todo lo cual constituye
Se retira del estímulo doloroso 4 un cuadro de gravedad importante.
Flexiona ante el estímulo dolo- 3 S El síndrome de herniación uncal se refiere al des-
roso (decorticación) plazamiento de la zona medial del lóbulo temporal
Extiende a estímulo doloroso 2 (uncus) a través del tentorio, hacia el tallo cere-
(descerebración)
bral. Durante este movimiento el III par es compri-
Sin respuesta 1
mido, produciendo dilatación pupilar del mismo
lado, lo que constituye un síntoma temprano de
gran valor.
Por convención, la gravedad del TCE es establecida
por la puntuación de la escala de coma de Glasgow. Así, Cualquier paciente con evidencia de daño cerebral debe
de 13 a 15 puntos indican que es leve, de 9 a 12 que es ser sometido a una evaluación neuroquirúrgica. El anes-
moderada y de 3 a 8 que es grave. Sin embargo, esta per- tesiólogo podrá calificar a grandes rasgos el grado de
cepción clínica se afina con los hallazgos de una tomo- gravedad neurológica mediante datos clínicos y estu-
grafía computarizada y de otros estudios. dios de resonancia magnética y tomografía computari-
Los síntomas del hematoma epidural se desarrollan zada para integrar el diagnóstico, que puede incluir he-
rápidamente después del traumatismo, existiendo un matoma, edema cerebral, hernia uncal, etc.
periodo lúcido intermedio que puede durar minutos u
horas, posterior al cual se presentan cefalea, disminu-
ción de la conciencia, déficit neurológicos focales y, por TRAUMA CRANEOENCEFÁLICO
último, midriasis con pérdida de la reactividad a la luz. Y ANESTESIA
El vómito habitualmente indica aumento de la PIC.
A este síntoma casi siempre se le agregan hipertensión
arterial, bradicardia y depresión respiratoria (tríada de
Cushing). La mayoría de las ocasiones el concurso del anestesió-
El daño cerebral difuso severo o el aumento marcado logo en el escenario de un paciente con TCE es el de
de la PIC generan posturas de decorticación o descere- practicar la evacuación quirúrgica de una masa de
bración, las cuales reflejan un pronóstico sombrío. expansión rápida, como es el caso de los hematomas
Otras manifestaciones que conviene tener en mente epidural, subdural o intracerebral, lo cual se debe hacer
son las que se refieren al síndrome de deterioro rostro- lo antes posible y de preferencia no más de cuatro horas
caudal y el de herniación del uncus: después del evento traumático. Ante esta urgencia se
tiene poco tiempo para conocer al paciente y realizar un
S El síndrome de deterioro rostrocaudal orienta a la examen preanestésico adecuado. En atención a esta cir-
presencia de una lesión central, la cual se va ex- cunstancia se recomiendan los siguientes puntos princi-
pandiendo y produce presión en el diencéfalo y en pales:
la parte superior del mesencéfalo. La compresión
de estos sitios anatómicos da como resultado clíni- S Estado de la vía aérea (las lesiones cervicales son
co una pérdida de interés en el medio que rodea al frecuentes en estos pacientes).
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 273

S Ventilación y oxigenación. quienes basaron su reporte en casos de TCE en soldados


S Estado circulatorio. en operaciones militares y compararon los resultados
S Patología asociada. desde el punto de vista neurológico a largo plazo entre
S Estado neurológico (escala de coma de Glasgow). la anestesia total intravenosa y la anestesia inhalatoria
S Traumatismos en otras regiones corporales. en dos grupos de pacientes, concluyendo que no hay di-
S Tiempo transcurrido desde el accidente. ferencia en este aspecto.53
S Duración de la inconsciencia.
S Asociación con el consumo de alcohol y drogas.
PERSPECTIVAS DE PROTECCIÓN
Estos datos permiten continuar el manejo inicial brin- CEREBRAL EN TRAUMA
dado en el sitio del accidente, en el transporte hacia el CRANEOENCEFÁLICO
hospital y en el área de urgencias.
Las principales metas durante el manejo anestésico
se centran en mejorar la PPC y la oxigenación, de tal
manera que se prevenga un mayor daño secundario y se Son varias las vías de investigación que se han seguido
proporcione un campo quirúrgico adecuado. De acuer- en busca de la manera de proporcionar protección cere-
do con lo asentado, es necesario combatir la hipotensión bral a los pacientes que sufren TCE. Aquí se exponen las
consecuente, ya sea por el uso de los anestésicos o por propuestas que pueden estar al alcance de los anestesió-
la presencia de una hemorragia transoperatoria impor- logos y sus resultados:
tante. El mantenimiento del hematócrito adecuado (30
a 35%), del gasto cardiaco dentro de límites normales, S Anestésicos. Entre las propiedades de protección
de una hiperventilación moderada y de un nivel de glu- cerebral atribuibles a los anestésicos se pueden ci-
cosa entre 80 y 150 mg/dL son medidas generales acep- tar las siguientes; desde hace tiempo se sabe de va-
tadas en todo el mundo. rias propiedades de los anestésicos que permiten
No hay hasta el momento un consenso en cuanto a la disminuir el daño cerebral en caso de sufrimiento
técnica anestésica ideal para el paciente con TCE. oxidativo. Entre ellas se encuentran la disminu-
Los anestésicos inhalados proporcionan una dismi- ción del consumo de oxígeno cerebral, la posibili-
nución del consumo de oxígeno cerebral e inclusive se dad de actuar como barredores de radicales de oxí-
les ha conferido la posibilidad de ejercer cierto grado de geno, la disminución de liberación de glutamato y
protección cerebral.49 Sin embargo, estas ventajas se de la actividad de los receptores NMDA, y la pro-
ven reducidas por otras características no adecuadas, piedad de aumentar la recaptura de glutamato.54
entre las que se cuentan la vasodilatación cerebral, el Además de las propiedades citadas, los anestési-
aumento del FSC, el incremento en el volumen sanguí- cos en concentraciones clínicas pueden alterar los
neo cerebral y el aumento de la PIC.50 procesos de apoptosis —el propofol ha sido citado
Además de los efectos mencionados, se pueden su- en diversas ocasiones como inhibidor del proceso
mar la alteración de la autorregulación cerebral depen- de apoptosis. Este punto se logra por dos vías: pue-
diente de la dosis, fenómeno que crea una dependencia de aumentar la expresión de la proteína bcl–2, la
de la PPC a la PAM.51 cual tiene propiedades antiapoptósicas, y reducir
Cada vez hay más autores que tienden a favorecer la a su vez la concentración de proteínas proapoptó-
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anestesia total intravenosa con propofol en neuroanes- sicas, como la Bax. Esta última propiedad la com-
tesia, debido en gran parte a que muchos de los efectos parte con el sevoflurano, según el trabajo de En-
indeseables de los anestésicos inhalados se eliminan. gelhard y col.55,56
Igual que ocurre con los anestésicos inhalados, el pro- S Magnesio. Con los antecedentes de estudios en
pofol confiere cierta protección cerebral, pero además animales, en los que se observó que el Mg era ca-
preserva la uniformidad del flujo sanguíneo cerebral y paz de bloquear los receptores NMDA, Temkin y
promueve la vasoconstricción cerebral reduciendo el col. lanzaron un estudio para cuantificar su acción
volumen sanguíneo cerebral, lo cual disminuye la en 499 pacientes mayores de 14 años de edad con
PIC.52 TCE de moderado a severo; los pacientes fueron
A pesar de las diferencias entre ambas técnicas anes- divididos y asignados a uno de tres grupos: dos de
tésicas, a la fecha no hay estudios concluyentes y defini- ellos recibieron magnesio intravenoso en las pri-
tivos en cuanto a que un método anestésico sea superior meras ocho horas durante cinco días; uno en dosis
a otro, situación comprobada por Grathwohl y col., que fueran suficientes para llegar a una concentra-
274 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 22)

ción sérica de 1.0 a 1.85 mmol/L de Mg y otro para dencia física, estado vegetativo o muerte) en 57%
alcanzar una concentración sérica de 1.25 a 2.5 de los pacientes de ambos grupos, con una morta-
mmol/L. Al tercer grupo se le dio placebo. Los au- lidad de 28% en el grupo hipotérmico y de 27% en
tores reportaron que el magnesio no tuvo un efecto el grupo normotérmico, sin diferencia entre los
positivo significativo sobre la calificación a los grupos, por lo que al inicio se concluyó que la hi-
seis meses. Los pacientes con altas dosis de mag- potermia era inefectiva como protectora cerebral
nesio obtuvieron una calificación de 55 vs. 52 con en TCE. Sin embargo, se notó un cambio en la in-
el placebo. Los pacientes asignados a la dosis baja cidencia de la elevación de la presión intracranea-
de magnesio tuvieron inclusive una calificación na, ya que en el grupo hipotérmico fue menor que
menor (48) que los pacientes sometidos a placebo. en el normotérmico. Mediante el análisis de sub-
Se concluyó que la infusión continua de magnesio grupos se encontró también que los resultados ad-
durante cinco días en pacientes con TCE no fue versos en el grupo de hipotermia se asociaron con
neuroprotectora y que inclusive tuvo un efecto ne- las edades mayores de 45 años y los mejores resul-
gativo a seis meses.57 tados se obtuvieron en pacientes que llegaron hi-
S Hipotermia. Las investigaciones orientadas a de- potérmicos al área de urgencias y fueron manteni-
mostrar la acción protectora de la hipotermia so- dos de esa manera. Esta hipotermia inicial se
bre el cerebro comenzaron hace cerca de 60 años. asoció con los meses de invierno, el consumo de
En 1950 Bigelow y col. reportaron que con hipo- alcohol, una pequeña superficie corporal y la ad-
termia de 20 _C en perros se extendía el tiempo se- ministración de soluciones frías intravenosas.58
guro de isquemia de unos cuantos minutos a 15
min. Esta tendencia de investigación estaba dirigi- La protección conferida por la hipotermia se puede
da a la cirugía cardiaca en espera de poder lograr deber a dos factores principales: la disminución de la hi-
la asistolia sin daño neuronal, lo cual se pudo reali- pertensión intracraneana y la limitación de cascadas
zar con el empleo de la bomba de perfusión extra- bioquímicas deletéreas iniciadas después del TCE, cul-
corpórea. En el decenio de 1960 se trató de intro- pables de la lesión secundaria cerebral. En cuanto a los
ducir la hipotermia profunda para la reparación de mecanismos protectores de la hipotermia a nivel meta-
aneurismas complejos, pero los resultados fueron bólico, se ha establecido que son multifactoriales, como
poco satisfactorios, por lo que se abandonó su uso. la reducción de la tasa metabólica cerebral, la mejoría
En 1987 Busto y col. reportaron que una pequeña del flujo sanguíneo cerebral, la reducción del umbral
diferencia de temperatura cerebral era altamente crítico de oxigenación celular, el bloqueo parcial de los
protectora durante isquemia global, mucho más mecanismos de excitotoxicidad, el antagonismo del cal-
que cualquier fármaco con estos fines. Este ha- cio, la preservación de la síntesis de proteínas, el decre-
llazgo fue sorprendente, dado que históricamente mento de la formación de edema cerebral, la modula-
siempre se había buscado una hipotermia < 30 _C. ción de la respuesta inflamatoria y la intervención sobre
Con base en lo anterior se lanzaron una serie de es- los mecanismos de apoptosis celular. A este último pun-
tudios tendientes a probar la eficacia de la hipoter- to se le han dedicado una gran cantidad de estudios e in-
mia como protector cerebral en el TCE. En este vestigación tendientes a descubrir los efectos de la hipo-
escenario Clifton y col. iniciaron un estudio multi- termia sobre la apoptosis. En un estudio en modelos de
céntrico en 1994, en el que incluyeron a 392 pa- ratas Eberspacher y col. encontraron que después de
cientes de 16 a 65 años de edad, con calificación isquemia cerebral parcial durante 30 min —comparan-
de Glasgow de 8 o menor secundaria a TCE grave. do un grupo normotérmico con uno hipotérmico (34
El grupo control recibió tratamiento tradicional a _C)— se produce una disminución considerable de pro-
una temperatura de 37 _C, mientras que el grupo teína Bax (proapoptósica) en modelos hipotérmicos vs.
de hipotermia lo recibió a 33 _C. La hipotermia normotérmicos (85 vs. 260%).59
fue iniciada a las 4.1 " 1.2 h después del evento En otra investigación de neuronas cultivadas se pro-
traumático mediante enfriamiento de superficie. vocó apoptosis mediante la deprivación de medio de
La temperatura blanco de 33 _C se alcanzó a las cultivo; se destinaron a un grupo neuronas sometidas a
8.4 " 3.0 h y se mantuvo durante 48 h. La recupe- hipotermia (33 _C) y a otro neuronas sometidas a nor-
ración de la temperatura en estos pacientes se lle- motermia (37 _C); al cabo de 48 h se encontraron dife-
vó a cabo mediante calentamiento gradual en 18 rencias en varios pasos de la cascada apoptósica: la acti-
h. El estudio terminó en 2000 y los resultados a los vidad de las caspasas 3, 8 y 9 se vio significativamente
seis meses fueron pobres (definidos como depen- aumentada en el grupo normotérmico y claramente dis-
Evaluación y manejo perioperatorio en traumatismo creneoencefálico 275

minuida en el grupo hipotérmico, al igual que la translo- de 33 _C durante 48 h. Esta temperatura se alcanza antes
cación del citocromo C y la cantidad de activación de de cuatro horas después del TCE. Incluye solamente pa-
los receptores de membrana del factor de necrosis tu- cientes de 16 a 45 años de edad. El estudio fue programa-
moral. Los autores concluyeron que el descenso en la do para terminar en enero de 2012. Existe un optimismo
temperatura inhibe la apoptosis de manera temprana, bien fundamentando en cuanto a que los resultados de
quizá en su inicio y antes de la activación de la cascada esta investigación sean positivos.61
de las caspasas.60 Como se puede apreciar, la investigación con el fin
Con este cúmulo de evidencia se han proyectado va- de encontrar un medio adecuado, eficaz y accesible de
rias investigaciones, entre las que destaca el National neuroprotección para los pacientes con TCE continúa a
Acute Brain Injury Study: Hypothermia II (NABIS:H nivel mundial y va rindiendo frutos poco a poco. Sin
IIR), encabezado por Clifton. Se trata de un estudio embargo, en la actualidad la mejor medida es la cultura
prospectivo, multicéntrico y al azar, cuyo objetivo es de la prevención y una agudeza clínica para poder brin-
determinar si hay una mejoría en el resultado final en los darle a los pacientes, mediante un manejo transanestés-
pacientes que llegan a urgencias con hipotermia de 35 ico, una mejor posibilidad de ser lo más parecidos a las
_C. Posteriormente se les aplica hipotermia moderada personas que eran antes de sufrir el TCE.

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Capítulo 23
Evaluación preoperatoria de la hemostasia
Raúl Izaguirre Ávila, Jorge Raúl Carrillo Córdova, Sergio Enrique Leal Osuna,
Evelyn Cortina de la Rosa

La hemorragia es una complicación potencial de cual- relevante tanto en los vasos de gran calibre como en los
quier tipo de cirugía, por lo que tanto el anestesiólogo grandes lechos quirúrgicos en que se han seccionado
como el cirujano deben tener la suficiente información una gran cantidad de capilares, vénulas y arteriolas. El
para identificar a los pacientes con riesgo de sufrir esta éxito fisiológico para detener la hemorragia sólo ocurri-
complicación y tomar las medidas de prevención y de rá si el paciente cuenta con un sistema hemostático com-
tratamiento adecuadas. En la mayoría de los casos el ci- pleto en lo que se refiere a los diversos componentes que
rujano es responsable de la hemostasia durante la ciru- lo integran y que se encuentre funcionalmente íntegro
gía y después de ella. Además de realizar la hemostasia en su actividad, en la que cada uno de los elementos in-
quirúrgica es conveniente que el anestesiólogo y el ciru- volucrados (contracción vascular, plaquetas, enzimas
jano conozcan, de preferencia desde la visita preopera- de la coagulación, coenzimas e inhibidores) cumpla su
toria, las causas que pueden provocar una hemorragia acción en el momento y en el sitio en que se requiere.
crítica. El objetivo es identificar algún trastorno de la Para ello también es necesario que se mantengan esta-
hemostasia que pueda ser corregido antes de la opera- bles las condiciones en que se desarrollará la hemosta-
ción si es posible; si el defecto no tiene corrección su sia, en particular la temperatura y el pH, pues las reac-
identificación permite planear una conducta de manejo ciones de la coagulación que detendrán la hemorragia
apropiada que se aplique desde la preparación de la ciru- sólo ocurren cuando esos dos últimos parámetros se en-
gía, durante el procedimiento quirúrgico y en la etapa cuentran en condiciones fisiológicas.
del posoperatorio. Aun cuando no se pueda identificar
algún defecto específico, se deberá estar preparado para
afrontar cualquier complicación hemorrágica imprede- EXPLORACIÓN DE LA INTEGRIDAD DEL
cible. Además, se requiere el conocimiento de las técni- SISTEMA HEMOSTÁTICO EN LA ETAPA
cas de conservación de sangre, los hemoderivados espe- PREOPERATORIA
cíficos que se deben emplear, los riesgos y las
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

limitaciones de la terapia transfusional y los diversos


medicamentos hemostáticos a los que se puede recurrir
en casos de hemorragia incontrolable. Historia familiar de hemorragia
La manera de evaluar la hemostasia en la etapa preo-
peratoria varía de acuerdo con el tipo de cirugía que se El mejor método clínico para descubrir una tendencia
practicará y si es electiva o de urgencia. Los procedi- hemorrágica significativa y clave fundamental para re-
mientos quirúrgicos que implican sección de tejidos y ducir al mínimo la pérdida de sangre sigue siendo la his-
vasos de diferente calibre representan un reto para el sis- toria clínica, que deberá enfatizar y ampliar el interroga-
tema hemostático, que debe generar un coágulo lo sufi- torio de forma intencionada para descubrir una posible
cientemente resistente en cada uno de los sitios vascula- insuficiencia en la hemostasia del paciente. La entrevis-
res que sufren una sección. Esto tiene una importancia ta no se debe limitar sólo al paciente, sino que en los ca-

277
278 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

sos en que se sospeche un trastorno hemorrágico es in- Cuadro 23–1. Enfermedades hemorrágicas
dispensable interrogar a varios miembros de la familia, hereditarias más frecuentes
en especial los más cercanos desde el punto de vista con- Enfermedades de las plaquetas
sanguíneo. En ocasiones el propio paciente conoce su Tromboastenia de Glanzmann
tendencia hemorrágica o sabe que pertenece a una fami- Enfermedad de Bernard–Soulier
lia que ha tenido problemas con la coagulación. Eso se Trastornos de los gránulos plaquetarios
aplica a las enfermedades hereditarias de la hemostasia, Deficiencia de factores de la coagulación
que en la población de pacientes quirúrgicos represen- Hemofilia A
tan la minoría. Por lo tanto, habrá que estar preparado Hemofilia B
a que la mayor parte de los pacientes desconozcan si Hemofilia C
realmente tienen una tendencia hemorrágica familiar. Deficiencia de factores II, V, VII, X, XIII
Se deberán recabar datos que brinden información des- Enfermedad de von Willebrand
de el nacimiento, indagando si ocurrió hemorragia ex- Enfermedades de la fibrinólisis
cesiva durante la caída del cordón umbilical o, en el caso Deficiencia de alfa 2
de los niños, durante la circuncisión, o si eran frecuentes Deficiencia del inhibidor del activador del plasminógeno
las equimosis o sufusiones hemorrágicas durante los (PAI–1)
primeros intentos por caminar. Todos los niños sufren Alteraciones de la fase vascular
traumatismos en esta etapa y desde entonces se puede Enfermedad de Ehlers–Danlos
distinguir a los que tienen tendencia a formar equimosis Telangiectasias hemorrágicas
o a sangrar con facilidad. La siguiente etapa de prueba
es durante la dentición, por lo que invariablemente ha-
brá que preguntar si ocurrió hemorragia excesiva cuan- Historia personal de hemorragia
do se desprendieron los dientes primarios. El interroga-
torio debe poner en evidencia si el paciente, en Los padecimientos hereditarios de la hemostasia son ra-
comparación con el promedio de las personas, tarda más ros y se sospechan si existe una historia familiar de
tiempo en que se detenga la hemorragia cuando ha sufri- hemorragia o tendencia hemorrágica en el paciente des-
do heridas superficiales en la piel o en la mucosas, o du- de el nacimiento. El cuadro 23–1 muestra las enferme-
rante un procedimiento quirúrgico, como biopsias, pun- dades hemorrágicas hereditarias más frecuentes, que
ciones, extracciones dentales, etc. En cuanto al examen aun así son raras en la población general. Es más fre-
físico, es necesario identificar petequias, equimosis, he- cuente encontrar alteraciones adquiridas de la coagula-
morragia por las mucosas e indagar si el paciente ha te- ción, que son en las que se habrá de enfocar la atención
nido hematomas profundos, por ejemplo, en los múscu- (cuadro 23–2). Se sospecha una condición adquirida
los o las articulaciones. En las mujeres una historia de cuando un paciente refiere que la tendencia hemorrági-
hipermenorrea debe llamar la atención, sobre todo si en ca ha aparecido recientemente o que durante la infancia
los partos o durante una cesárea ha tenido hemorragia y la juventud su hemostasia era normal. Durante la visi-
abundante. No se conoce la frecuencia de la enfermedad ta preoperatoria se tendrá especial cuidado de interrogar
de von Willebrand en México y su diagnóstico resulta sobre alguna de estas enfermedades. La enfermedad he-
difícil, pero es necesario sospechar esta posibilidad pática produce deficiencia de factores de coagulación,
cuando el interrogatorio es sugestivo. En los varones se en particular los dependientes de vitamina K, por dismi-
puede presentar hemofilia A o B, la cual en ocasiones, nución en la síntesis; además, pueden existir fibrinólisis
y debido a que no ha tenido un curso grave, puede pasar y trombocitopenia, esta última relacionada con hiperes-
inadvertida clínicamente. plenismo por hipertensión portal o congestión cardio-
La hemofilia grave se manifiesta prácticamente des- génica.
de el nacimiento y hay una historia relevante de hemo- Con menos frecuencia las hepatopatías producen hi-
rragia frecuente y grave asociada a traumatismos o ciru- percoagulabilidad debido a la disminución en la síntesis
gía previa, así como hemartrosis, particularmente en las de inhibidores, en especial antitrombina III y proteínas
rodillas. C y S de la coagulación. La enfermedad renal puede cur-
Sin embargo, los casos evidentes y bien diagnostica- sar con trombocitopenia y trombocitopatía por dismi-
dos de enfermedad hemorrágica no representan proble- nución en la producción medular de trombocitos y por
ma de identificación y son muy raros. El problema radi- depuración plasmática retardada de algunos productos
ca en los casos de curso clínico moderado y leve, que con acción antiplaquetaria. La uremia causa disminu-
pueden pasar inadvertidos. ción de la función plaquetaria, la cual se puede poten-
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 279

Cuadro 23–2. Enfermedades hemorrágicas adquiridas más frecuentes


1. Trastornos de la fase vascular
Púrpura senil
Cambios atróficos de la piel
Corticoterapia prolongada
Deficiencia de vitamina C
Púrpura de Henoch–Schönlein
Disproteinemias
2. Trombocitopenia:
Púrpura trombocitopénica autoinmunitaria
Trombocitopenia por medicamentos que actúan sobre las plaquetas circulantes
Trombocitopenia por medicamentos supresores de la trombopoyesis
Trombocitopenia hiperesplénica (insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión portal)
Trombocitopenia por disminución de la trombocitopoyesis (primaria, mieloptísica, anemia aplásica, síndromes mielodisplá-
sicos, síndromes mieloproliferativos, supresión por tóxicos y medicamentos, etc.)
Trombocitopenia asociada a enfermedades autoinmunitarias
3. Inhibidores adquiridos de la coagulación:
Enfermedades autoinmunitarias
Síndrome de anticuerpos antifosfolípidos
Síndromes linfoproliferativos
Cáncer
Postransfusión
4. Insuficiencia hepática (cirrosis, congestión hepática cardiogénica, insuficiencia hepática aguda, etc.):
Disminución de los factores de la coagulación, principalmente los dependientes de vitamina K
Disminución de inhibidores de la coagulación
Fibrinólisis
Trombocitopenia
Disminución en la depuración de algunos medicamentos
5. Cáncer:
Disfibrinogenemia hemorragípara
Trombocitopatía
Trombocitopenia por quimioterapia
Trombocitopatía por medicamentos
Erosión vascular por invasión cancerosa
Disecciones extensas en tejidos neoplásicos
Coagulación intravascular diseminada crónica
6. Trastornos hematológicos:
Leucemia promielocítica
Enfermedad hemorrágica del recién nacido
Paraproteinemias
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Gammapatías monoclonales
7. Coagulación intravascular diseminada:
Sepsis
Complicaciones ginecoobstétricas (aborto séptico)
Cáncer
Traumas intensos
8. Insuficiencia renal:
Trombocitopatía
Retardo en la depuración de medicamentos (heparina de bajo peso molecular), antiinflamatorios no esteroideos, etc.)

ciar cuando el paciente consume AspirinaR o algún La exploración física ayuda a identificar padeci-
otro antiagregante plaquetario. mientos con tendencia hemorrágica, como signos de in-
280 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

Cuadro 23–3. Diagnóstico diferencial entre las enfermedades de la coagulación y las de las plaquetas
Manifestaciones clínicas Enfermedades de la coagulación Enfermedades de las plaquetas
Heridas superficiales, abrasiones No excesivas Profusas y prolongadas
Hematomas espontáneos Profundos y diseminados Pequeños, superficiales y múltiples
Hemartrosis Común Rara
Heridas profundas No controladas por presión Controladas por presión
Petequias Comunes
Sitios de hemorragia Tejidos profundos, músculos, articulaciones Epistaxis, menorragia, gastrointestinal

suficiencia hepática, nefropatía, desnutrición, cáncer, inhiben también la ciclooxigenasa de las plaquetas; los
mala absorción intestinal, vasculitis, hemopatías malig- calcioantagonistas pueden bloquear el flujo de iones de
nas, como mielodisplasias y leucemias, etc. calcio de las plaquetas y los b bloqueadores pueden
El cuadro 23–3 muestra el diagnóstico diferencial de inhibir la agregación plaquetaria dependiente de cateco-
las manifestaciones clínicas, que permite orientar la laminas. Los antidepresivos inhibidores de la captación
sospecha de coagulopatía o trombocitopatía. de serotonina podrían disminuir la función plaqueta-
ria;1,2 se han asociado con hemorragia en cirugía ortopé-
dica,3 revascularización coronaria4 y otras.5
Empleo de medicamentos que
pueden afectar la hemostasia Empleo de antiagregantes plaquetarios
en la etapa preoperatoria
Existen numerosos medicamentos que pueden interferir
con la hemostasia, por lo que es conveniente contar con AspirinaR
una lista de los que toma el paciente. Se deberá iniciar
el interrogatorio preguntando si recientemente fue so- De todos los medicamentos mencionados anteriormen-
metido a algún tipo de tratamiento anticoagulante, anti– te la AspirinaR es la causa más frecuente de un defecto
plaquetario, trombolítico, etc. Los medicamentos más adquirido en la función plaquetaria. En ocasiones los
empleados con estos fines son los anticoagulantes ora- pacientes ignoran si han tomado AspirinaR en algún
les (acenocumarol y warfarina). Los antiagregantes pla- compuesto que contenga varios medicamentos, como
quetarios más empleados son la AspirinaR, el clopido- algunos antigripales y analgésicos. La AspirinaR inhi-
grel y la ticlopidina, pero en México existen otros be la ciclooxigenasa de las plaquetas disminuyendo par-
menos conocidos, como el triflusal y el ibuprofeno, que cialmente la síntesis de tromboxano, uno de los mecanis-
tienen un potente efecto antiagregante. En los pacientes mos determinantes de la amplificación en la respuesta
hospitalizados generalmente se usan anticoagulantes hemostática. La AspirinaR la ingieren pacientes con
por vía parenteral, como las heparinas convencionales enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y
y de bajo peso molecular. Se deberá tener especial cui- enfermedad arterial periférica, pero también algunos
dado en los pacientes que recientemente hayan recibido pacientes con enfermedades autoinmunitarias o simple-
tratamiento trombolítico (estreptocinasa, activador ti- mente como analgésicos. La AspirinaR no prolonga el
sular del plasminógeno y otros), cuyo efecto puede du- tiempo de hemorragia de manera significativa pero tie-
rar varias horas y causará serios problemas hemorrági- ne un efecto aditivo en los trastornos subyacentes de la
cos si se practica una intervención quirúrgica en este hemostasia, como la enfermedad de von Willebrand, las
periodo, llamado de lisis sistémica. Recientemente se trombocitopatías hereditarias y los trastornos de la coa-
introdujeron nuevos anticoagulantes y antiagregantes, gulación. El efecto de una dosis de AspirinaR se pro-
como los inhibidores del factor Xa, el factor IIa y las tie- longa durante siete días, debido a que inhibe en forma
nopiridinas. irreversible a la ciclooxigenasa.
Sin embargo, existen otros medicamentos que no son Varios estudios han demostrado que la AspirinaR in-
identificados como antiagregantes plaquetarios, pero crementa el riesgo de hemorragia en la cirugía de cora-
que tienen efecto secundario sobre la función plaqueta- zón abierto6 e incrementa la frecuencia de reoperacio-
ria. Entre ellos se incluyen los antiinflamatorios no este- nes7 y el consumo de transfusiones.8 En un estudio del
roideos, algunos calcioantagonistas y algunos b bloquea- Servicio de Hematología del Instituto Nacional de Car-
dores, debido a que determinados antiinflamatorios diología de México se encontró que si la AspirinaR se
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 281

suspende antes de tres días previos a la cirugía no tiene Cuadro 23–4. Medicamentos antitrombóticos
ningún efecto sobre la hemorragia, mientras que si se y combinaciones empleados con más
había administrado dentro de los tres días previos a la frecuencia en diversas enfermedades
cirugía la hemorragia se incrementa significativa- Medicamento Patología
mente.9
AspirinaR CI, EVC
El clopidogrel se emplea en México desde hace apro- Clopidogrel Stents IC, EVC, CI
ximadamente una década. Es un inhibidor del receptor AAS + clopidogrel Stents IC, EVC, CI
de difosfato de adenosina (ADP) en la superficie de las HBPM Profilaxis, Tto TVP
plaquetas, con lo cual disminuye uno de los mecanis- HBPM + ASS SAAF, Emb, angina inestable
mos que incrementan la respuesta plaquetaria, ya que la ACO Prot Valv, ETEV, EVC
estimulación del receptor de ADP es la primera etapa ACO + ASS Prot Valv Card
para que se pueda expresar el receptor de fibrinógeno y Abciximab SCA
Abciximab + ASS + CDGR SCA
concluir la agregación plaquetaria. El clopidogrel lo in-
+ Hepr
gieren pacientes con padecimientos cardiovasculares y Tirofibán SCA
cerebrovasculares, y con frecuencia se usa en combina- Tirofibán + ASS + Hepr + SCA
ción con AspirinaR, lo que incrementa aún más el ries- CDGR
go de hemorragia. Estreptocinasa IAM SCA
Numerosos estudios han demostrado que el clopido- atPIGr IAM, SCA, EVC
grel incrementa la hemorragia antes de la cirugía cardia- Urocinasa IAM, EVC, SCA
Heparina convencional Múltiples patologías
ca y en otros tipos de cirugía.10–12 El clopidogrel tiene
Hirudina SCA
un efecto acumulativo en el plasma y produce un signi- Argatrobán TCIH
ficativo incremento en el tiempo de hemorragia.13 En Triflusal CI
los pacientes con angina inestable es cuestionable si se Indobufeno CI
debe suspender la AspirinaR y el clopidogrel antes de Estos fármacos pueden causar hemorragia durante procedimien-
la cirugía. Se debe valorar el riesgo vs. el beneficio, ya tos quirúrgicos.
que algunos estudios indican que si se suspende antes de ASS: AspirinaR; HBPM: heparina de bajo peso molecular; Hepr:
heparina; CDGR: clopidogrel; atPlG: activador tisular del plasminó-
la operación se puede incrementar el riesgo de infarto en geno; IC: intracoronario; CI: cardiopatía isquémica; EVC: enferme-
los días siguientes.14 En el cuadro 23–4 se muestran los dad vascular cerebral; Tto: tratamiento; TVP: trombosis venosa
medicamentos antitrombóticos y las combinaciones profunda; SAAF: síndrome de anticuerpos antifosfolípidos; Emb:
empleadas con más frecuencia en algunas enfermeda- embarazo; Prot Valv Card: prótesis valvular cardiaca; SCA: síndro-
mes coronarios agudos; IAM: infarto agudo del miocardio; TCIH:
des trombóticas; en el cuadro 23–5 se incluye un inte- trombocitopenia inducida por heparina.
rrogatorio sugerido en la valoración preoperatoria.

gulación sólo son útiles en un porcentaje muy bajo de


pacientes; numerosos estudios han sugerido el escaso
EVALUACIÓN PREOPERATORIA DE LA valor predictivo que tienen cuando se realizan antes de
HEMOSTASIA MEDIANTE PRUEBAS DE la cirugía. En un estudio de 500 pacientes en quienes se
LABORATORIO practicó tiempo de protrombina (TP), tiempo de trom-
boplastina parcial activada (TTPA) y cuenta de plaque-
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tas antes de la cirugía se identificaron primero los gru-


pos de riesgo de hemorragia mediante la historia
Las pruebas de hemostasia tienen el objetivo de aportar familiar personal de hemorragia, así como la historia de
información para que el médico haga un diagnóstico los medicamentos que alteran la hemostasia. Las altera-
adecuado sobre una tendencia hemorrágica congénita o ciones que se encontraron en el TP y el TTPA mostraron
adquirida. Permiten conocer el estado de la hemostasia una estrecha relación con los que tenían riesgo de hemo-
de cada paciente en particular, así como detectar precoz- rragia detectado en la historia clínica.15 En otro estudio
mente alguna alteración y tomar las medidas preventi- de 828 pacientes programados para cirugía general no
vas de una potencial complicación hemorrágica; ade- cardiaca se revisaron las pruebas de hemostasia en la
más, las pruebas de laboratorio permiten seguir la etapa preoperatoria (TP, TTPA y plaquetas). Para cada
evolución de la complicación hemorrágica en caso de paciente en el que se encontraron anomalías en alguna
que se presente y evaluar la mejoría al tratamiento que prueba se incluyeron dos controles de la misma cirugía
se indique. Se debe tener presente que la pruebas de coa- por edad y sexo que tenían resultados normales. La ciru-
282 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

Cuadro 23–5. Interrogatorio sugerido en la visita preoperatoria


Evaluación preoperatoria del riesgo hemorrágico
No. Registro:____________________
Nombre del paciente: ___________________________________________________
Edad: _______________ Sexo: ________________ Religión: __________________

Interrogatorio Sí No
1. ¿En su familia existen personas que sangren con facilidad?
1.1. Especifique la rama genealógica:
2. ¿Sabe usted de algún familiar cercano que tenga problemas de coagulación?
3. ¿Usted sangra con facilidad?
4. Cuando usted sufre una pequeña herida, ¿la hemorragia se detiene en un tiempo similar al de otras perso-
nas?
5. ¿Sabe usted si sangró de más al quitarle el cordón umbilical?
6. ¿Le hicieron circuncisión?
Sí (pase a la siguiente pregunta)
No (pase a la pregunta No. 8)
7. ¿Le han comentado si tuvo hemorragia abundante?
8. ¿Lo han operado?
8.1. ¿Qué tipo de cirugía?
a. Cirugía menor
b. Cirugía intermedia (cavidad abdominal)
c. Cirugía compleja (de tórax, neurocirugía)
9. Durante la cirugía ¿ha sido un problema la coagulación?
10. ¿Se ha convertido en un problema la hemorragia?
11. Cuando usted “mudó los dientes”, ¿tardó mucho en detenerse la hemorragia?
12. Cuando le han extraído piezas dentales, ¿ha sangrado mucho?
13. Cuando le hacen limpieza dental, ¿sangra mucho?
14. ¿Sangra usted con frecuencia por la nariz?
14.1. Si la respuesta es afirmativa, ¿es siempre de la misma narina?
15. ¿Sangra usted por las encías?
16. ¿Con frecuencia le aparecen moretones (equimosis)?
17. ¿Sangra usted frecuentemente por el excremento o por la orina?
18. ¿Sabe usted si padece del hígado?
19. ¿Sabe usted si padece del riñón?
20. ¿Le han dicho a usted que no tiene buena coagulación o que tiene las plaquetas bajas?
21. ¿En los últimos 10 días ha tomado AspirinaR o algún medicamento para el dolor?
¿Cuál?__________________________________________________________
22. ¿Toma usted medicamentos para controlar la presión? (buscar calcioantagonistas)
23. ¿Toma usted antidepresivos?
¿Cuál?__________________________________________________________
24. ¿Ha tomado algún antibiótico en los últimos 10 días?
¿Cuál?__________________________________________________________

gía mayor se definió como la que se asocia a hemorragia anormales antes de la operación, aunque no hubo dife-
significativa; sólo se encontraron alteraciones en la rencia en las complicaciones hemorrágicas entre quie-
cuenta de plaquetas en 2.2% de los pacientes y TP y nes tenían pruebas anormales. La conclusión del estudio
TTPA anormal en 2.1%, lo que indica la baja frecuencia es que la cirugía por sí sola no constituye una indicación
de las alteraciones de la hemostasia en la población so- para las pruebas de coagulación, sino que se deben se-
metida a cirugía general. Esos datos fueron suficientes leccionar de acuerdo con la historia clínica sugestiva de
para hacer cambios en el plan de la anestesia en 36% de alguna tendencia hemorrágica. El valor de las pruebas
los pacientes que tenían alguna alteración en las prue- también ha sido estudiado en pacientes pediátricos.16
bas. Las transfusiones de plaquetas y de plasma fueron Entre 416 niños sometidos a amigdalectomía a quienes
más frecuentes en el grupo de los que tenían pruebas se les practicaron TP y TTPA antes de la operación se
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 283

encontró que solamente 3% con TP prolongado y 8% y la extensión del interrogatorio, que debe abarcar desde
con TTPA prolongado tuvieron hemorragia en la ciru- los antecedentes familiares hasta los medicamentos in-
gía. La conclusión es que las pruebas de coagulación en geridos unos días antes de la operación. Las pruebas de
la etapa preoperatoria tienen poca sensibilidad y bajo coagulación se deberán seleccionar sólo una vez que se
valor predictivo, por lo que los autores sugieren que es- haya agotado el interrogatorio. El cuadro 23–6 indica en
tas pruebas no deben ser indicadas, a menos que exista qué casos y qué pruebas se deben practicar.
una historia clínica sugestiva de coagulopatía.17 En un En general el riesgo de hemorragia tiene tres catego-
metaanálisis de 384 pacientes sometidos a amigdalecto- rías:
mía se presentó hemorragia en 3.3% de los que tenían
pruebas normales y en 8.7% de los que tenían pruebas
anormales antes de la operación; la conclusión es que no 1. Es de riesgo bajo una cirugía sobre órganos no vi-
hay diferencia en la tendencia hemorrágica entre las tales, con disección limitada, sobre todo en sitios
pruebas de coagulación anormales y las normales.18 quirúrgicos expuestos sobre los que hay buena vi-
Así, se calcula una frecuencia de hemorragia periopera- sibilidad y sobre los que se puede hacer compre-
toria en 3.3% y muerte por hemorragia en sólo 0.1%. sión mecánica con facilidad (biopsias superficia-
Son de mayor utilidad los antecedentes personales del les, de ganglio linfático, extracciones dentales
paciente junto con la exploración física; existe dificul- múltiples, etc.).
tad para evaluar el riesgo de hemorragia antes de la ciru- 2. El riesgo de hemorragia es moderado en la cirugía
gía con las pruebas disponibles, como son el TP y el que se realiza sobre órganos vitales con una disec-
TTPA. Algunos autores han sugerido que el tromboe- ción profunda sobre cavidades; en esta categoría
lastograma podría tener mayor utilidad, aunque se ha se incluyen todas las cirugías que se realizan por
comunicado que esta prueba no detecta la alteración laparotomía, toracotomía y mastectomía.
plaquetaria inducida por el clopidogrel, ya que en un es- 3. El riesgo de hemorragia es alto en la cirugía sobre
tudio el tromboelastograma fue normal en todos los pa- cavidades profundas y estrechas con escasa visibi-
cientes que ingerían clopidogrel, pero 84% de ellos te- lidad o en sitios en donde no se puede hacer com-
nían inhibición casi total de la agregometría plaquetaria presión mecánica sobre tejidos altamente vascula-
inducida con difosfato de adenosina.19 Es por ello que rizados o de difícil disección. Esto se aplica a las
el valor de las pruebas de rutina se ha cuestionado seria- cirugías que ya se sabe que se asocian a hemorra-
mente y se han propuesto alternativas con pruebas más gia o cuando se piensa que la hemorragia podría
especializadas. De cualquier manera, desde el punto de comprometer el resultado de la operación. A este
vista legal puede estar justificada la práctica de al menos grado corresponden la mayor parte de los casos de
una cuenta de plaquetas, el TP, el TTPA y posiblemente neurocirugía, cirugía plástica y cirugía oftálmica,
el tiempo de hemorragia; esta última prueba sólo podría así como las operaciones que ya se sabe que pro-
tener valor si se realiza mediante la técnica de Ivy–Miel- ducen complicaciones hemorrágicas, como la ci-
ke, a sabiendas de que se tienen muy pocas posibilida- rugía de próstata, tejido que se sabe que tiene una
des de encontrarla alterada y de que los valores norma- gran cantidad de activadores de la fibrinólisis que
les en las pruebas no aseguran que el paciente no tendrá serán estimulados durante la manipulación o di-
hemorragia. Es necesario enfatizar que la manera más sección del órgano, con producción de fibrinólisis
confiable de tratar de predecir una hemostasia normal local y eventualmente fibrinólisis sistémica por
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o una complicación hemorrágica será por la acuciosidad extensión.

Cuadro 23–6. Lineamientos para la evaluación preoperatoria


de la hemostasia y pruebas de laboratorio a considerar
Nivel I Historia clínica y examen físico negativos. Cirugía menor No se requieren pruebas de coagulación
Nivel II Historia clínica y examen físico negativos. Cirugía mayor Plaquetas, TTPA en busca de coagulopatía
Nivel III Historia sospechosa o confusa. Procedimiento con alto Plaquetas, TP, TTPA, TH
riesgo de hemorragia
Nivel IV Historia fuertemente sugestiva de alteración grave de TH con ASS para descartar EvW. Pruebas para EvW.
la coagulación Factores VIII, IX y XI para hemofilias A, B y C. TT para
disfibrinogenemia. Considerar pruebas de fibrinólisis
ASS: AspirinaR; TP: tiempo de protrombina; TTPA: tiempo de tromboplastina parcial activada: TH: tiempo de hemorragia; EvW: enfermedad de
von Willebrand.
284 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

La circulación extracorpórea (CEC) presenta un alto gulación, por lo que deberán ser cuidadosamente eva-
riesgo de hemorragia, pero se analiza en otro capítulo de luados con las pruebas básicas y con pruebas de fibrinó-
este mismo libro. En las cirugías de alto riesgo basta ha- lisis si es necesario, ya que el paciente con hepatopatía
cer una historia clínica cuidadosa, pero en las de mode- tiene una tenencia particular a desarrollar esta compli-
rado y alto riesgo es necesario añadir la cuenta de pla- cación. En los pacientes urémicos existe disfunción pla-
quetas, el TP y el TTPA. Si la historia clínica es negativa quetaria que se puede agravar con la administración de
de hemorragia y se va practicar una cirugía de bajo ries- AspirinaR o algún otro medicamento antiplaquetario.
go se puede prescindir de las pruebas de coagulación; en Los pacientes con mieloma múltiple cursan con diver-
cambio, si la historia es poco confiable o confusa, con- sos grados de paraproteinemia, la cual causa tromboci-
viene solicitar las pruebas antes mencionadas. En los topatía.22 En los pacientes con neoplasias malignas se
casos en que se va a practicar una cirugía complicada o pueden presentar alteraciones en la síntesis y la estruc-
que puede comprometer la hemostasia conviene solici- tura del fibrinógeno; se ha descrito una disfibrinogene-
tar las tres pruebas, en especial si la historia sugiere una mia que puede incrementar el riesgo de hemorragia.23
tendencia hemorrágica. Cuando la historia clínica es al- En los pacientes que han sido transfundidos en el pasado
tamente sugestiva de algún trastorno hereditario o ad- o que tienen inmunopatías pueden existir inhibidores
quirido de la hemostasia, además de las tres pruebas específicos contra factores de la coagulación; los más
mencionadas se debe considerar la práctica de un tiem- frecuentes son los anti–VIII y anti–IX, aunque también
po de hemorragia, pruebas para enfermedad de von Wi- se han descrito anti–X y anti–VII; podría haber inhibi-
llebrand o dosificación específica de algunos factores dores contra cualquier factor de la coagulación. En el
de la coagulación (VIII y IX). cuadro 23–7 se muestran las pruebas de hemostasia para
evaluar la función de las plaquetas y la coagulación, así
como las pruebas de fibrinólisis más empleadas. Estas
Algunas situaciones especiales pruebas se utilizarán en casos especiales y de preferen-
cia en una estrecha comunicación con el servicio de he-
Son cirugías de alto riesgo las que por sí solas pueden matología.
inducir una alteración de la coagulación; como ejem- En la actualidad la tendencia es practicar la medicina
plos relevantes están la cirugía de próstata, la cirugía basada en la evidencia y en procedimientos que certifi-
oncológica sobre tejidos cancerosos con disección ex- quen la garantía de la calidad, por lo que ya numerosos
tensa y la cirugía del sistema nervioso central. En estos laboratorios e instituciones han logrado tales certifica-
tres casos es muy frecuente que se active el sistema fi- ciones. Independientemente del valor predictivo que pue-
brinolítico, por lo que es de primordial importancia no dan o no tener las pruebas, es necesario considerar las
dejar coágulos retenidos que favorezcan la fibrinólisis condiciones de calidad en que se hayan realizado para
local, ya que en estos casos el paso de los dímeros D y garantizar que el médico tiene un resultado confiable y
los productos de disolución de la fibrina a la circulación preciso. La etapa preanalítica de las pruebas de coagula-
sistémica puede prolongar el tiempo de trombina (TT) ción es fundamental para obtener exactitud y confiabili-
e interferir con la formación de un coágulo estable. En
algunos casos será necesario recurrir a medicamentos
fibrinolíticos locales y sistémicos. En la cirugía obsté- Cuadro 23–7. Pruebas de hemostasia
trica el desprendimiento prematuro de placenta ocasio- más frecuentes
na fibrinólisis primaria y un síndrome de desfibrina- Pruebas para evaluar las plaquetas:
ción,20 que en muy corto tiempo puede producir una Cuenta de plaquetas
grave hipofibrinogenemia en la paciente, quien reque- Tiempo de sangría
rirá, además de tratamiento antifibrinolítico, la reposi- Agregometría plaquetaria
ción del fibrinógeno mediante la aplicación de liofiliza- Pruebas de fase plasmática:
do o crioprecipitados. Después de cirugía cardiaca con Tiempo de protrombina
CEC los coágulos retenidos en el mediastino pueden ser Tiempo de tromboplastina parcial activado
fuente de fibrinólisis local y sistémica, por lo que es im- Tiempo de trombina
portante retirarlos en forma precoz. Algunas enferme- Fibrinógeno
dades sistémicas pueden complicarse con hemorragia Dosificación de factores
grave después de una cirugía; los pacientes con insufi- Pruebas de fibrinólisis:
ciencia hepática tienen importantes alteraciones de la Dímeros D, productos de disolución de la fibrina, lisis
hemostasia primaria21 y de la fase plasmática de la coa- de euglobulinas
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 285

Cuadro 23–8. Fase preanalítica que insistir hasta donde sea posible en que las muestras
de las pruebas de coagulación de coagulación sean tomadas directamente de una vena
Condiciones del paciente durante la toma de muestra:
periférica. Sólo en casos extremos se puede recurrir a la
El paciente debe estar relajado
toma de catéteres, en cuyo caso se deberá suspender la
Se debe hacer de preferencia por la mañana. Ritmos instilación de cualquier solución o medicamento, lavar
circadianos la línea con solución salina y desechar los primeros 5
El estrés y el ejercicio estimulan la fibrinólisis y el factor mL de sangre; en caso de catéteres largos puede ser ne-
VIII cesario repetir este procedimiento. Ante la sospecha de
De preferencia sin torniquete: contaminación con heparina se debe emplear un método
Causa hemoconcentración para removerla o neutralizarla; se dispone de tubos con
Incrementa la fibrinólisis heparinasa que se emplean para este propósito, además
Activa las plaquetas y los factores de que se recomienda mantener una estrecha colabora-
Produce secreción desde las plaquetas ción con el laboratorio clínico para garantizar la calidad
Flujo libre, continuo en la toma de la muestra. Siendo la toma de la muestra
Recomendaciones al usar torniquete: una labor multidisciplinaria, se debe entrenar periódica-
Ligero. Usarlo menos de 1 min o lo menos posible
mente a enfermeras, auxiliares de enfermería, quími-
Retirarlo tan pronto se obtenga la muestra
cos, técnicos de laboratorio, médicos y estudiantes e
instalar políticas de control en cada laboratorio u hospi-
tal, así como revisar periódicamente las recomendacio-
dad en los resultados de laboratorio de numerosos labo- nes de los comités y sociedades de laboratorio clínico,
ratorios y centros hospitalarios. patología clínica, química clínica y hematología sobre
La fase preanalítica se escapa del control del labora- la manera de obtener las muestras para pruebas de coa-
torio clínico y aun de los propios médicos; se sabe que gulación. Por otra parte, es necesario mantener la pro-
el cuidado en la toma de la muestra condiciona la preci- porción de sangre con el reactivo del tubo para las prue-
sión de los resultados y que la mayoría de los resultados bas de coagulación, que es de 9:1. Si se coloca una
incorrectos no son resultado de errores en la etapa analí- cantidad menor de sangre el resultado mostrará tiempos
tica que realiza el laboratorio. La etapa preanalítica in- prolongados, y si se coloca una cantidad mayor de san-
cluye desde la toma de la muestra y su manejo hasta el gre los tiempos serán cortos. Otro factor que influye es
transporte al laboratorio. Hay numerosas condiciones el hematócrito de los pacientes, particularmente en los
durante la toma de la muestra que pueden prolongar los que viven a una gran altitud sobre el nivel del mar o que
tiempos de coagulación y causar confusión en el médico tienen eritrocitosis secundaria a hipoxemia crónica
que las interpreta. Es necesario que los clínicos se fami- (neumopatía, cardiopatía, etc.). En estos casos el hema-
liaricen con las reglas y las recomendaciones para reco- tócrito mayor de 60% produce una disminución de la
lectar las muestras. En el cuadro 23–8 se muestran las proporción del plasma, que se verá excesivamente anti-
condiciones que pueden alterar el resultado de las prue- coagulado en el tubo con el reactivo que contiene. En el
bas de coagulación. caso de los pacientes anémicos, con hematócrito por de-
Con frecuencia se toman muestras en el quirófano o bajo de 30%, el incremento en la proporción del plasma
en la sala de recuperación anestésica, por lo que es nece- hará que quede insuficientemente anticoagulado con el
sario insistir en las desventajas que tiene la toma de reactivo del tubo. Por ello, en pacientes con hematócrito
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muestras de los catéteres, ya que éstos contienen coágu- mayor de 60% y menor de 30% se recomienda solicitar
los y están recubiertos por fibrina y plaquetas que pue- al laboratorio clínico tubos especiales para pruebas de
den aspirarse durante la toma de la muestra. Además, las coagulación en los que se haya ajustado la cantidad del
muestras tomadas de catéter contienen trazas de trombi- reactivo al hematócrito del paciente. Otro factor de error
na y están contaminadas por jugos tisulares o por medi- se debe al método con que el laboratorio cronometra la
camentos que hacen variar el pH; también pueden estar coagulación; la mayor parte son métodos ópticos en los
diluidas con la propia solución que se está instilando o que un rayo de luz detecta la formación del coágulo en
por los medicamentos administrados; algunas rutinas de el tubo. Habrá error en el análisis cuando la muestra no
mantenimientos de catéteres incluyen el lavado con he- tiene la transparencia del plasma total, debido a hemóli-
parina, la cual puede pasar inadvertida para el personal sis, lipemia o hiperbilirrubinemia.
que toma las muestras, pudiendo ser un factor que dé Finalmente, se debe mencionar que los tiempos de
como resultado una prolongación del TP, el TTPA y el coagulación se practican a 37 _C, por lo que el resultado
TT, así como una baja dosificación de fibrinógeno. Hay no reflejará las alteraciones de los pacientes que se en-
286 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

cuentren bajo hipotermia. El pH ácido afecta los resulta- de las plaquetas, o el tiempo en que se produce un coá-
dos de las mismas pruebas. gulo in vitro, como TP, TTPA y FG, o pruebas que ex-
Los beneficios que se obtienen al practicar las prue- presan el porcentaje de actividad, como son los factores
bas de coagulación se ven sólo en individuos con altera- de coagulación. La mayor parte de los tiempos de coa-
ciones francamente evidentes. Aunque este grupo de gulación que se practican en el laboratorio consisten en
pacientes es más bien raro, el conocimiento de las ano- observar el tiempo en que tarda en formarse un coágulo
malías en las pruebas permitirá una respuesta rápida por de fibrina en el plasma recalcificado y libre de plaque-
parte del médico para hacer ajustes en el tratamiento an- tas, al que se añade una tromboplastina completa (TP),
ticoagulante antes de la cirugía, para predecir qué he- una tromboplastina parcial (TTPA) o directamente
moderivados podrían requerirse y para distinguir entre trombina (TT) o fibrinógeno (FG).
una complicación hemorrágica de origen mecánico por
hemostasis quirúrgica insuficiente o por un verdadero
trastorno de la coagulación. Además, ante la presencia Pruebas de hemostasia primaria
de una complicación hemorrágica en el transoperatorio (número y función de las plaquetas)
es de gran valor comparar las nuevas pruebas de coagu-
lación durante la complicación con los valores que se te- Cuenta de plaquetas
nían desde la etapa preoperatoria. La cuenta de plaquetas forma parte de la biometría he-
mática, la cual es una prueba de fácil y rápido acceso.
Normalmente deben existir de 150 000 a 450 000 pla-
SIGNIFICADO E INTERPRETACIÓN DE quetas por microlitro, aunque una cuenta por arriba de
100 000/mL es hemostática si no hay otros factores que
LAS PRUEBAS PREOPERATORIAS DE
interfieran con la función de las plaquetas. El cuadro
LA HEMOSTASIA 23–9 muestra los grados de trombocitopenia de acuerdo
con los criterios de la Organización Mundial de la Sa-
lud. La trombocitopenia grado I generalmente es asinto-
mática y sólo se descubre accidentalmente en un exa-
En general hay dos maneras de hacer las pruebas de coa- men de laboratorio. En la trombocitopenia grados II y
gulación: una es practicarlas en un laboratorio clínico y III existe hemorragia fácil y puede haber epistaxis e hi-
la otra es realizarlas al pie de la cabecera del paciente, permenorrea, aunque la hemorragia no es grave. Por de-
como en el quirófano, la sala de terapia intensiva o la bajo de 20 000 plaquetas/mL puede aparecer espontá-
sala de hemodinámica. La mayoría se realizan de la pri- neamente púrpura con equimosis y petequias. La
mera forma; en ella están incluidas la cuenta de plaque- trombocitopenia menor de 10 000/mL puede ocasionar
tas y las pruebas coagulométricas (TP, TTPA, TT, cuan- hemorragia gastrointestinal o del sistema nervioso cen-
tificación de fibrinógeno y dosificación de factores de tral grave o fatal. En términos generales se recomienda
coagulación). Estas pruebas tienen la ventaja de que que una cirugía se realice con un mínimo de 100 000
brindan información detallada sobre la capacidad del plaquetas/mL, aunque algunas situaciones de gravedad
paciente para la formación de fibrina, la retracción del o urgencia se pueden llevar a cabo con cifras menores,
coágulo y la función plaquetaria. Las desventajas son siempre y cuando se tengan disponibles transfusión de
que implican más tiempo en ser practicadas. A la segun- plaquetas, de preferencia por aféresis. La detección de
da categoría pertenecen el tiempo de hemorragia, que se una trombocitopenia moderada puede ser el primer dato
realiza en la piel del paciente, y las que se practican con de otros padecimientos o situaciones que causan trom-
instrumentos en la cama del paciente, como el tromboe-
lastograma, el tiempo de coagulación en sangre total ac-
tivada, el SonoclotR, la trombinografía y el PFA–100. Cuadro 23–9. Clasificación de la
De ellas el tromboelastograma se ha incorporado con trombocitopenia según la Organización
mayor frecuencia a las salas de quirófano y de recupera- Mundial de la Salud
ción; las tres últimas aún no se han generalizado en Mé-
Grado Cuenta de plaquetas mL
xico. La ventaja de estas pruebas es que se tienen resul-
tados en forma inmediata y son de gran utilidad en Grado 1 75 000 a 99 000
algunos tipos de cirugía, como CEC, trasplante hepáti- Grado 2 50 000 a 74 000
co, cirugía obstétrica y recuperación posoperatoria. En Grado 3 25 000 a 49 000
cuanto a los métodos, existen recuentos, como es el caso Grado 4 < 25 000
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 287

bocitopenia, tales como hiperesplenismo asociado a in- de esta función, a saber, los factores VII, V, X, II y I. Su
suficiencia hepática, hipertensión portal, acción de me- valor generalmente va de 10.5 a 14 seg, dependiendo de
dicamentos, hipoplasia de la médula ósea, infecciones la sensibilidad de cada reactivo. Se prolonga con la in-
de diversa índole, enfermedades autoinmunitarias o gesta de anticoagulantes orales, en la sobredosis de he-
neoplásicas, etc. parina, en casos de insuficiencia hepática aún muy pre-
coz o en deficiencias adquiridas o congénitas de los
Tiempo de hemorragia factores mencionados, así como ante la presencia de al-
gún inhibidor contra los mismos factores. En general se
Es una prueba que en México se solicita con mucha fre- debe evaluar el resultado comparándolo con el de la
cuencia sin tener la seguridad de que sus resultados sean prueba hecha en un plasma normal —sea un control co-
confiables. La mayor parte de los laboratorios clínicos mercial o de donadores sanos voluntarios—; a esta
de nuestro país la practican mediante la técnica de prueba se le llama “testigo”. Se obtiene el cociente divi-
Duke, descrita en 1910. Esta prueba es obsoleta y ha diendo el resultado del paciente entre el resultado del
sido reemplazada con la técnica de Ivy–Mielke. Si no se testigo y se considera un margen de seguridad por abajo
tiene la seguridad de que se practique con esta técnica de 1.5. El resultado en el Índice Internacional Normali-
resulta inútil solicitarla por el antiguo método, que con- zado sólo se utiliza en pacientes que ingieran anticoagu-
siste en practicar un pinchazo con lanceta en el pulpejo lantes orales y cuyos valores de seguridad estén por de-
de algún dedo o en el lóbulo de la oreja, y cuantificar con bajo de 2 en procedimientos menores y abajo de 1.5 en
un cronómetro el tiempo en que cesa la hemorragia. La cirugías mayores.
prueba no está estandarizada, por lo que se debe aban-
donar su empleo. Resulta más confiable la técnica de Tiempo de tromboplastina parcial activado
Ivy–Mielke, que se realiza con una lanceta calibrada en
la que están controladas tanto la longitud y la profundi- En esta prueba el reactivo fundamental es una trombo-
dad de la incisión como la presión capilar para cuantifi- plastina parcial o incompleta que se obtiene de la extrac-
car el tiempo de hemorragia. Esta prueba se prolonga ción de fosfolípidos de cerebro de conejo mediante al-
con una cuenta de plaquetas menor de 100 000/mL, por cohol o acetona. Esta fracción liposoluble no puede
lo que sólo se debe realizar en individuos con una cuenta reaccionar con el factor VII de la coagulación, porque
normal de plaquetas. La prueba se prolonga en casos de al carecer del factor tisular no es una tromboplastina
disfunción plaquetaria. No es sensible para detectar la completa. Por lo tanto, es un error llamarlo tiempo par-
acción de la AspirinaR, pues tiene muy bajo índice pre- cial, ya que la palabra “parcial” se refiere a lo incomple-
dictivo; sin embargo, es muy sensible para la acción del to de la tromboplastina y no a una fracción de tiempo.
clopidogrel. No se conoce su verdadero valor en otros Esta prueba mide el tiempo que tarda en coagular el
medicamentos con acción antiplaquetaria. Otras causas plasma, previamente decalcificado y desprovisto de
de tiempo de hemorragia prolongado son las tromboci- plaquetas, una vez que se añade una sustancia activado-
topatías hereditarias y adquiridas. ra de la coagulación, que puede ser caolín, sílica micro-
nizada, ácido elágico u otros. La sustancia activadora
tiene el objetivo de estandarizar la intensidad con que se
inicia la coagulación in vitro para evitar variaciones que
Pruebas de coagulación (fase
dependan del recipiente que contiene la muestra. En la
plasmática de la hemostasia)
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

actualidad prácticamente todos los laboratorios practi-


can un TTPA y no un TTP. La diferencia es que en este
Tiempo de protrombina último no se usaba una sustancia activadora y produce
tiempos muy largos con resultados muy variables. Ade-
Esta prueba se realiza en plasma al que se le ha retirado más del activador, el reactivo que se añade contiene los
el calcio mediante citrato de sodio y que ha sido despro- fosfolípidos liposolubles (tromboplastina parcial), de-
visto de plaquetas. Se mide el tiempo en que aparece el nominados cefalina, que tienen la finalidad de estanda-
coágulo después de que se añaden cloruro de calcio y rizar los fosfolípidos que en circunstancias fisiológicas
tromboplastina entera. Cabe mencionar que la trombo- (in vivo) proporcionan las plaquetas del individuo. La
plastina entera es un extracto total, generalmente obte- variación en la cuenta de plaquetas de cada paciente
nido del cerebro del conejo y, con menos frecuencia, del produciría variaciones en los resultados del TTPA, ra-
cerebro o la placenta humanos, que activa el factor VII zón por la que se ha optado por eliminar completamente
de la coagulación, con lo que explora la vía extrínseca las plaquetas de la muestra y sustituirlas por una con-
288 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

centración conocida de cefalina. Finalmente, al añadir de solubilidad del coágulo en urea. El cuadro 23–10
el cloruro de calcio se completan todos los componentes muestra algunos trastornos hemorrágicos que podrían
necesarios para que ocurran las reacciones de coagula- pasar inadvertidos debido a que no siempre afectan las
ción que se iniciaron con la activación del factor XII pruebas de hemostasia.
producida por el activador empleado en el reactivo.
Cada laboratorio debe proporcionar sus propios valores
de referencia que, en términos generales, van de 28 a 36 CLASIFICACIÓN PREOPERATORIA
seg, de acuerdo con la sensibilidad de cada reactivo. El DEL RIESGO DE HEMORRAGIA
TTPA explora los factores de la vía intrínseca y común
de la coagulación que son prácticamente la totalidad del
sistema (XII, XI, X, IX, VIII, V, II y I). Con esta prueba
El equipo médico y quirúrgico que toma la decisión de
no se exploran los factores VII y XIII. Se prolonga en
llevar a un paciente a cirugía deberá preguntarse antes
casos de deficiencia congénita o adquirida de estos fac-
de realizarla si el sistema hemostático de ese paciente en
tores, como las hemofilias A, B, y C, la insuficiencia he-
particular responderá al reto quirúrgico o si existe algún
pática avanzada, la coagulopatía por consumo, la coa-
tipo de insuficiencia en las diferentes etapas fisiológicas
gulopatía por dilución o la presencia de inhibidores,
de la hemostasia: vascular (vasculitis lúpica, fragilidad
como el anticoagulante lúpico o inhibidores específi-
capilar, estados de desnutrición, atrofia de la piel, púr-
cos. En caso de sospecha de alguna otra coagulopatía es
pura senil, etc.), de las plaquetas o de la coagulación.
conveniente llamar al hematólogo para practicar un gru-
También se deberá preguntar si la respuesta hemostática
po de pruebas especiales de coagulación y establecer el
del paciente se verá interferida por factores como medi-
diagnóstico.
camentos con acción antiplaquetaria, de la dieta o del
entorno fisiológico donde ocurre la coagulación (hemo-
Consideraciones especiales dilución, hipotermia, hipocalcemia y acidosis), o si ten-
drá que afrontar algún tipo de hemorragia incontrolable.
Se debe recordar que no todas las enfermedades hemo- Para ello se han hecho intentos por calcular el riesgo de
rragíparas afectan las pruebas de coagulación. En el hemorragia antes de la cirugía. El cuadro 23–11 muestra
caso de las hemofilias leves o moderadas en ocasiones los tipos de cirugía que corresponden a riesgo bajo, mo-
se encuentran los tiempos de coagulación normales. Al- derado y alto de hemorragia. Cuando se realiza una ciru-
gunas deficiencias no producen hemorragia anormal, en gía de bajo riesgo, como la escisión de un ganglio linfá-
particular las deficiencias de factor XII y algunas de fac- tico superficial, basta con indagar la historia clínica
tor XI. Generalmente la actividad de los factores de coa- hemorrágica. Para las cirugías de riesgo moderado o
gulación es hemostática por arriba de 40% y sólo habrá alto se ha recomendado practicar —además de la histo-
que considerar los casos en que, por efecto de hemodilu- ria— el tiempo de protrombina, el tiempo de trombo-
ción, alguna deficiencia preexistente pueda agravarse plastina parcial y la cuenta de plaquetas. Si la historia
para hacer disminuir la actividad de determinado factor clínica es sugestiva de trastorno de la hemostasia es con-
a valores de riesgo hemorrágico. La deficiencia de fac-
tor XIII no se detecta en ninguna de las pruebas coagu-
lométricas (TP, TTPA y TT), sólo practicando la prueba Cuadro 23–11. Escala de evaluación
del riesgo hemorrágico preoperatorio
Riesgo Tipo de cirugía Ejemplo
Cuadro 23–10. Algunos trastornos Bajo Órganos no vitales Biopsia ganglio linfá-
de la hemostasia que no afectan las Disección limitada tico
pruebas de rutina de laboratorio Sitio quirúrgico Extracción dental
expuesto
Enfermedad de von Willebrand
Moderado Órganos vitales Laparotomía
Trastornos de la coagulación hereditarios leves o mode-
Disección profunda o Toracotomía
rados (deficiencia de factor XI)
extensa Mastectomía
Portadores heterocigotos de coagulopatías hereditarias
Alto Hemorragia fre- Neurocirugía, cirugía
Algunos tipos de disfibrinogenemia cuente que proba- plástica, prostáti-
Púrpura telangiectásica hereditaria blemente compro- ca, oftálmica y he-
Vasculitis meterá el resul- mostática, circula-
Púrpuras alérgicas o vasculares tado de la cirugía ción extracorpórea
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 289

veniente solicitar la opinión de un especialista en he- haber un incremento de la actividad fibrinolítica en los
mostasia y trombosis, y agregar pruebas especiales: pacientes con amiloidosis y con insuficiencia hepática,
tiempo de hemorragia, pruebas para enfermedad de von la cuales se agravan durante el trasplante hepático. En
Willebrand y dosificación de los factores VIII, IX, XI el caso de la neurocirugía las características del tejido
y XIII. nervioso no permiten el colapso de los vasos sanguíneos
y menos la compresión mecánica intensa o el empaque-
tamiento, lo que produce hemorragia abundante de difí-
Cirugías de alto riesgo cil control que puede requerir medidas terapéuticas si-
milares a las descritas anteriormente.
Existen algunos tipos de cirugía que ya se sabe que cau- Un apartado especialmente complejo es el de la he-
sarán hemorragia abundante, en especial las que se rea- morragia ginecoobstétrica, que puede ser causa de 25 a
lizan en cavidades profundas, en sitios de difícil com- 30% de todas las muertes maternas. En EUA hasta 17%
presión mecánica o en tejidos con gran actividad de las muertes relacionadas con el embarazo son debi-
fibrinolítica. Una de ellas es la cirugía de próstata, la das a hemorragia. Se calcula que ocurre un caso de he-
cual se ha relacionado con hemorragia abundante. El morragia posparto que pone en peligro la vida en cada
mecanismo pudiera consistir en un incremento de la fi- 1 000 partos. Las complicaciones derivadas de esta he-
brinólisis local por manipulación del tejido de las vías morragia grave incluyen síndrome de insuficiencia res-
urinarias bajas. Existen numerosas medidas para con- piratoria del adulto, necrosis de la pituitaria, choque y
trolar esta complicación, que van desde la irrigación con coagulopatía por hemodilución. Los principales facto-
soluciones frías hasta el empleo de diferentes sustancias res de riesgo se pueden presentar desde la etapa antepar-
de acción local e irrigación con medicamentos antifibri- to, durante el parto y en el posparto inmediato. El primer
nolíticos. Los dos más empleados son el ácido tranexá- periodo se define como hemorragia del tracto genital
mico y el ácido épsilon–aminocaproico. Cuando la he- después de las 24 semanas de gestación y las principales
morragia no responde a estas medidas se emplean causas son anomalías placentarias, en especial placenta
medicamentos hemostáticos sistémicos, entre los que se previa y desprendimiento prematuro de placenta nor-
incluyen los concentrados de factores de coagulación y moinserta. Las complicaciones son graves e incluyen el
los antifibrinolíticos. En el caso de la oncocirugía el estado de choque materno, el riesgo de parto prematuro,
problema puede ser más complejo, ya que el paciente la hipoxia fetal y la muerte súbita fetal. Durante el parto
con cáncer tiene un desequilibrio entre el sistema pro- se puede presentar hemorragia por ruptura uterina, ya
coagulante y el sistema anticoagulante natural; en espe- sea durante el trabajo de parto o durante los procedi-
cial se puede activar la fibrinólisis en neoplasias, como mientos quirúrgicos, como la aplicación de fórceps o la
la leucemia aguda, sobre todo promielocítica, el cáncer cesárea. Los factores de riesgo incluyen cirugía uterina
de pulmón, de estómago, de páncreas, de colon y recto, previa, traumatismos, anomalías congénitas del útero,
de mama, de próstata, de ovario y de cerebro, y en el os- parto distócico, medicamentos uterotónicos e implanta-
teosarcoma, el melanoma maligno y el mieloma múlti- ciones anormales de la placenta. La hemorragia pos-
ple.24 Además de la fibrinólisis, en el hepatocarcinoma parto ocurre durante las siguientes 24 h y origina una
puede existir disfibrinogenemia. El cáncer también gran mortalidad y morbilidad maternas. Generalmente
puede cursar con coagulación intravascular diseminada se debe a atonía uterina, restos placentarios retenidos,
crónica, trombocitopenia por mieloptisis o interacción laceraciones y traumas del tracto genital, y coagulopatía
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

de medicamentos y otras causas, insuficiencia hepática por dilución. El personal ginecoobstétrico y de aneste-
por metástasis o toxicidad por medicamentos, etc. En sia que atienden a estas pacientes debe estar preparado
estos casos se pueden presentar complicaciones trom- para afrontar estas potenciales complicaciones, con me-
bohemorrágicas que van desde la enfermedad trombo- didas que van desde el tratamiento de la atonía uterina
embólica venosa hasta la hemorragia masiva, la cual (oxitocina, metergina, misoprostol y prostaglandina E)
ocurre en los extensos lechos cruentos que dejan las ci- hasta la aplicación de taponamientos, suturas compresi-
rugías radicales y que llevan a una hemorragia capilar vas en el útero, embolización por arteriografía, ligadu-
(hemorragia en capa) de muy difícil control. Para ello ras de las arterias regionales e histerectomía. Además,
se han empleado hemostáticos locales, como las gomas habrá que manejar la pérdida del volumen hemático con
de fibrina, las combinaciones de fibrina y trombina, los una óptima reposición de hemoderivados. En casos de
antifibrinolíticos locales, el empleo de transfusiones de hemorragia que comprometan la vida se puede emplear
plasma y plaquetas, y la aplicación de concentrados de factor VII recombinante.25–27 En el sangrado asociado
factores, aprotinina y antifibrinolíticos. También puede a desprendimiento prematuro de placenta se puede pre-
290 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)

sentar un síndrome de desfibrinización aguda por fibri- diferente, ya que habitualmente no produce complica-
nólisis primaria o secundaria. También la atonía del úte- ciones hemorrágicas, a pesar de que el TTPA se prolon-
ro, la placenta acreta y los grandes desgarros uterinos ga; este inhibidor, también llamado anticoagulante lúpi-
pueden ser causa de hemorragia mayor o masiva que co, se asocia más a trombosis y se ha encontrado en
obligan a una serie de medidas similares a las anteriores diversas enfermedades autoinmunitarias, como el lupus
y que pueden culminar en la histerectomía. eritematoso sistémico, el síndrome de anticuerpos anti-
fosfolípidos y otras afecciones, así como en cáncer, en-
fermedades inmunoproliferativas, infecciones y en aso-
ciación a diversos medicamentos, como la hidralazina,
Casos especiales la procainamida y la fenitoína. Los pacientes con anti-
coagulante lúpico podrían sangrar cuando a este fenó-
Algunas enfermedades sistémicas producen tendencia meno se sume otro defecto de la hemostasia, como
hemorrágica incrementada, como la uremia, que pro- trombocitopenia, trombocitopatía, uremia, medica-
duce trombocitopatía; ésta se puede agravar por medi- mentos antiagregantes plaquetarios y la presencia de
camentos, como los antiagregantes plaquetarios o la he- otros inhibidores específicos de la coagulación.
parina de bajo peso molecular, que en el caso de Una situación compleja se presenta cuando se debe
insuficiencia renal crónica hacen necesario ajustar la practicar una cirugía de urgencia después de que el pa-
dosis. En la insuficiencia hepática existe una deficiencia ciente recibió un tratamiento trombolítico, en especial
múltiple de factores, incluyendo los dependientes y los en los síndromes coronarios agudos, ante la falla de la
no dependientes de vitamina K; en los casos avanzados reperfusión farmacológica y mecánica. En esos casos
se agrega la hipofibrinogenemia, además de una ten- los pacientes han recibido numerosos medicamentos
dencia a la fibrinólisis que puede provocar complicacio- antitrombóticos: AspirinaR, clopidogrel, inhibidores
nes hemorrágicas durante y después de la cirugía. En el de la glucoproteína IIb/IIIa, alguna heparina, que puede
caso del trasplante hepático se debe saber que la hemos- ser de bajo peso molecular o convencional, y trombolíti-
tasia pasa rápidamente por varias etapas que van desde cos. En el caso de los trombolíticos sistémicos se produ-
las alteraciones propias de la insuficiencia hepática en ce el llamado estado lítico sistémico, caracterizado por
el preoperatorio hasta una etapa anhepática que ocurre una disminución del fibrinógeno, una reducción de los
al ser retirado el hígado del paciente y antes de reconec- factores V y VIII, un incremento de los productos de di-
tar el órgano trasplantado. En esa etapa el fibrinógeno gestión del fibrinógeno y la inhibición de la función pla-
puede disminuir prácticamente a cero y generar compli- quetaria; en esa situación se presenta la necesidad de lle-
caciones hemorrágicas graves. Una vez que se reperfun- var al paciente a quirófano para una revascularización
de el órgano trasplantado se restablece la coagulación quirúrgica de urgencia. Si es posible, se puede intentar
en las siguientes horas; las complicaciones hemorrági- revertir el estado postrombólisis mediante la adminis-
cas que se presenten podrían estar relacionas con la dis- tración de antifibrinolíticos y corregir la hipofibrinoge-
función del injerto, el procedimiento quirúrgico, los nemia con crioprecipitados y la trombocitopatía con
medicamentos, etc. En el mieloma múltiple la parapro- concentrados o aféresis de plaquetas. El equipo quirúr-
teinemia puede generar una tendencia hemorrágica y gico debe estar informado y preparado para afrontar una
alterar la función plaquetaria y las pruebas de coagula- grave complicación hemorrágica que podría compro-
ción. En las enfermedades autoinmunitarias se pueden meter el resultado de la cirugía. Esos casos se relacionan
presentar inhibidores adquiridos contra uno o varios con elevados consumos de hemoderivados y podrían
factores de la coagulación. Estos casos en particular son requerir tratamiento con concentrado de factores o apli-
muy graves, sobre todo cuando hay inhibidores de los cación de factor VII recombinante. Desde la etapa preo-
factores VIII, IX, V y X, y con menos frecuencia de fac- peratoria el equipo quirúrgico debe contemplar la diver-
tor II. Esos inhibidores también se han descrito después sidad de medidas terapéuticas que podrían usarse en
de hacer transfusiones sanguíneas, por lo que habitual- caso de hemorragia quirúrgica, incluyendo los hemode-
mente el médico o el cirujano no piensan en esa posibili- rivados, los medicamentos hemostáticos y los concen-
dad. El diagnóstico es difícil y requiere una prueba de trados de factores o factores recombinantes, así como
laboratorio de coagulación con experiencia en el rastreo las medidas locales de compresión, suturas, emboliza-
de inhibidores, ya que pueden ser dependientes del ciones, cirugía hemostática, gasas con fibrina, tapona-
tiempo y la temperatura. El caso del inhibidor lúpico es mientos y otros.
Evaluación preoperatoria de la hemostasia 291

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292 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 23)
Capítulo 24
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente obeso y obeso mórbido
Efraín Peralta Zamora

INTRODUCCIÓN En consecuencia, es deber de todo anestesiólogo en


nuestro país conocer el manejo perioperatorio de este
tipo de pacientes y tratar de prever todas las posibles si-
tuaciones que se nos plantean al realizar un evento anes-
Un alto porcentaje de la población mexicana se ha visto tésico quirúrgico, esté o no relacionado con la cirugía
afectada por la obesidad. No se requieren estudios epi- bariátrica. La obesidad es un factor de predisposición de
demiológicos complejos para darse cuenta de que la po- patologías graves bien definidas y de un riesgo periope-
blación de obesos ha ido aumentando considerablemen- ratorio significativamente mayor en términos de morbi-
te en los últimos años. Los registros de la Encuesta mortalidad,6,7 así como también es una patología con
Nacional de Salud1 indican que cerca de 4.5 millones de cambios anatomofisiológicos, ahora más estudiados y
niños tienen sobrepeso y más de 6 millones padecen mejor comprendidos,8 que plantean retos en ocasiones
obesidad; aproximadamente 42.5 millones son mayores sumamente difíciles de superar para el anestesiólogo.
de 20 años de edad. De 1980 a la fecha el porcentaje de
personas con sobrepeso y obesidad se ha triplicado, y se
ha observado un importante aumento en la población in- DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
fantil con más de 700 niños al año diagnosticados con
diabetes del adulto, así como una creciente demanda por
su tratamiento a cualquier edad.2,3 En 2006, según la Or-
ganización Mundial de la Salud (OMS), México ocu- La palabra “obeso” viene del latín obesus (persona que
paba el segundo lugar a nivel mundial en sobrepeso y come mucho). Obesidad significa “exceso de grasa cor-
obesidad.4,5 Actualmente se presume que ocupa el pri- poral”. Pero más allá de una descripción de la configu-
mer lugar.5 ración y armonía corporal de un individuo, la obesidad
Lo anterior conduce a dos puntos importantes en el a nivel médico define un desequilibrio dependiente de
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ámbito anestesiológico y de la medicina perioperatoria: la relación aporte–consumo calórico y realiza correla-


ciones entre la cantidad de grasa corporal y las conse-
1. Es muy probable que su próximo paciente tenga cuencias a nivel fisiológico y metabólico de los pacien-
sobrepeso u obesidad. tes. La OMS define el sobrepeso y la obesidad de
2. Será más frecuente la necesidad de lidiar con los acuerdo con un parámetro actualmente aceptado a nivel
problemas y las complicaciones relacionados con mundial: el índice de masa corporal (IMC), el cual es
el sobrepeso y la obesidad, que solían ser tomados calculado como el producto de dividir los kilogramos de
en cuenta muy poco. En otras palabras, se tendrá peso entre los metros de estatura al cuadrado (kg/m2).9
que crear conciencia y tomar las precauciones per- Un paciente se define con sobrepeso cuando el índice
tinentes ante el reto que representa, si es que no so- es superior a 25 kg/m2 (OMS) y como obeso cuando di-
lía hacerse. cho índice es superior a 30 kg/m2 (OMS, 1995).

293
294 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

El resultado de este índice se puede clasificar en va- Cuadro 24–1. Resumen de las alteraciones
rios niveles, que definen el grado de obesidad del indivi- ventilatorias frecuentes en los pacientes
duo (Guía publicada por los Institutos Nacionales de obesos11–14
Salud de EUA, 2003): Parámetro ventilatorio Alteración detectada en los
pacientes obesos
S Clase I (obesidad): IMC de 30 a 34.9 kg/m2. VRE Disminuido. Proporcional a la
S Clase II (obesidad mórbida): IMC de 35 a 39.9 sobrecarga ponderal hasta
kg/m2. 60%
S Clase III (obesidad extrema): IMC > 40 kg/m2. Volumen residual Normal o ligeramente dismi-
nuido
CRF Disminuye 20% con un IMC
La denominación de obesidad mórbida se considera a > 30
partir de IMC mayores de 35 kg/m2. La superobesidad Distensibilidad toracopul- Disminuida. Hay aumento
se define con un IMC mayor de 55 kg/m2.9 monar del trabajo respiratorio
Si bien el IMC tiene una correlación de morbilidad Aumento del gasto de oxí-
muy bien definida (un IMC mayor de 30 kg/m2 incre- geno de la ventilación
menta la morbimortalidad en forma importante), no dis- Menor capacidad de sumi-
nistro de oxígeno por ven-
crimina si el sobrepeso proviene de tejido graso o mus- tilación cuando aumenta la
cular. En México se considera a nivel clínico que el demanda ventilatoria
sobrepeso se define con un IMC mayor de 27 kg/m2 en VMM Disminuida. Menor capaci-
los hombres y un IMC mayor de 25 kg/m2 en la mujeres. dad de respuesta al
Esto se debe a la baja estatura promedio de nuestra po- aumento de demanda ven-
tilatoria
blación.5
Disminución de CRF + Baja relación ventilación–
aumento del volumen perfusión. Aumento de
sanguíneo intratorácico cortocircuito pulmonar
CARACTERÍSTICAS, CONSIDERACIONES Alteraciones circulatorias Alta relación ventilación–per-
+ vasoconstricción pul- fusión. Aumento del espa-
Y PARTICULARIDADES DEL PACIENTE monar hipóxica cio muerto
OBESO Flujo espiratorio Normal
Volumen espiratorio Normal
máximo por segundo
(FEV1) y relación
FEV1/CV
Consideraciones acerca de la
Los estudios son diferentes entre sí, por lo que aquí se muestra un
obesidad y la obesidad mórbida resumen de las anomalías detectadas más frecuentes con fines de
información práctica. VRE : volumen de reserva espiratoria; CRF:
capacidad residual funcional; VMM: ventilación máxima por minuto;
Ser obeso no sólo implica tener sobrepeso y una gran
FEV1: volumen espiratorio máximo por segundo; CV: capacidad vital.
masa adiposa. Más allá de la apariencia física hay impli-
caciones fisiológicas a todo nivel. El acúmulo de grasa
y las alteraciones consecuentes tienen afecciones a ni- La consecuencia de todas estas modificaciones es la
vel sistémico y en múltiples órganos blanco, las cuales hipoxemia crónica. Taylor y col. encontraron una PaO2
pueden enmascarar cuadros y patologías graves o difi- de 70 a 60 mmHg en obesos en medición basal.15
cultades técnicas insospechadas. La hipoventilación alveolar del obeso (síndrome de
hipoventilación del obeso), también conocida como
Riesgos respiratorios síndrome de Pickwick, es poco frecuente. Los pacientes
presentan somnolencia, respiración periódica, hipoven-
La sobrecarga adiposa a nivel torácico y abdominal in- tilación, poliglobulia e hipertrofia ventricular derecha.
crementa la dificultad de ventilación en estos pacientes. La distensibilidad toracopulmonar se disminuye hasta
Aun las personas jóvenes no fumadoras y sin patología 60%. En general la capacidad de respuesta hiperventila-
agregada tienen modificaciones en la ventilación, que toria se encuentra muy disminuida. Las pruebas de fun-
afectan la distensibilidad, los volúmenes y la relación ción ventilatoria muestran una reducción importante de
ventilación–perfusión.11 la ventilación máxima por minuto.16 Estos pacientes tie-
El cuadro 24–1 resume las alteraciones observadas nen hipertensión pulmonar por vasoconstricción hipó-
en este tipo de pacientes.12–14 xica crónica, con un aumento del trabajo respiratorio.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 295

Se sospecha que este síndrome tiene algún componente cuito pulmonar y disminución de la distensibilidad pul-
de tipo central. monar, lo que produce un aumento del trabajo ventilato-
En resumen, en general las alteraciones ventilatorias rio y del consumo de oxígeno.18
de los pacientes obesos son moderadas. Se encuentra
evidentemente disminuido el volumen de reserva espi- Modificaciones ventilatorias en pacientes
ratoria y rara vez hay hipoxemia menor de 70 mmHg. obesos bajo efectos de anestesia
Si se encuentran alteraciones importantes u otras distin-
tas en las pruebas de función respiratoria, se debe buscar Como si todas las alteraciones anteriores no fueran
un origen diferente a la obesidad (enfermedad pulmonar poco, hay consideraciones que se deben tomar en cuenta
obstructiva crónica, infección, etc.).11 en la función ventilatoria de los obesos bajo efecto anes-
tésico. La disminución del tono muscular de los múscu-
Efecto de la postura en la ventilación los involucrados en la ventilación favorece la cefaliza-
ción del diafragma y el contenido abdominal, lo cual
Con la posición de decúbito dorsal la capacidad residual representa una disminución adicional de la capacidad
funcional disminuye drásticamente, debido al desplaza- residual funcional, misma que puede llegar incluso a
miento cefálico del diafragma y las vísceras abdomina- –51% en pacientes con un peso medio de 152 kg.19
les.17 La capacidad de cierre es el volumen al cual las Como se mencionó, esto afecta de manera impor-
vías aéreas de pequeño calibre se colapsan y se mantie- tante la relación con la capacidad de cierre, aumentando
ne constante. Sin embargo, debido a la relación entre la la resistencia de las vías respiratorias y favoreciendo la
capacidad residual funcional y la capacidad de cierre, al formación de atelectasias.
disminuir la primera hay riesgo de atelectasias e hipoxe- Los pacientes obesos en ventilación mecánica tienen
mia (figura 24–1).11 un desfasamiento de la relación ventilación– perfusión,
Con la posición en decúbito dorsal aumenta el flujo pues las áreas perfundidas se ubican en zonas declives,
sanguíneo intratorácico, con incremento del cortocir- mientras que las regiones ventiladas se distribuyen pre-
ferentemente en las zonas superiores del pulmón.11

Efectos de la cirugía en la ventilación


Obeso Obeso en de los pacientes obesos
Paciente despierto decúbito Obeso
no obeso de pie o dorsal anestésiado
CFR La incisión quirúrgica repercute en la función ventilato-
ria; sus efectos son más pronunciados cuanto más alta
V CFR y próxima esté al diafragma.20 Disminuyen la capacidad
C
CFR
vital y el volumen espiratorio máximo en un segundo
CC (FEV1) hasta en 60% de los casos el primer día posope-
CFR
CFR CPT ratorio, tardando en volver a los niveles normales entre
9 y 14 días. Las incisiones transversas producen hipoxe-
Volumen residual mia en mayor grado que las verticales a partir del cuarto
día posoperatorio. Las incisiones infraumbilicales tie-
PaO2 nen menor repercusión, disminuyendo la capacidad vi-
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tal y la FEV1 hasta en 30%.21


En vista de todo lo anterior, se debe estar consciente
Figura 24–1. Modificaciones en la capacidad funcional resi- de que el paciente obeso tendrá consecuencias en el pe-
dual y relación con el volumen de cierre en el paciente obeso rioperatorio, como el agravamiento de la hipoxemia y
y en el paciente obeso anestesiado. El obeso anestesiado,
manejará una capacidad residual funcional más baja inclu-
la formación de atelectasias. La disminución de la PAO2
so que estando despierto. El volumen de cierre queda por después de la cirugía alcanza su punto máximo a las 24
arriba del volumen corriente, incluso en pacientes obesos h y puede persistir hasta 96 h en el posoperatorio.22
en decúbito sin anestesiar, provocando colapso de vías aé-
reas de pequeño calibre y formación de atelectasias. La
PaO2 disminuye de manera progresiva y paralela a la dismi-
Apnea obstructiva del sueño
nución de la diferencia CFR–VC. Modificado de la referen-
cia 11. CFR: capacidad residual funcional; CPT: capacidad La prevalencia de esta patología es mayor en la pobla-
pulmonar total, CC: capacidad de cierre, PaO2: presión arte- ción obesa, ya que hasta 71% de los pacientes con obesi-
rial de oxígeno: VC: volumen corriente. dad mórbida que se someten a cirugía bariátrica tienden
296 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

a padecer apnea obstructiva del sueño (AOS).23 Es más latación ventricular que a la larga también aumenta la
frecuente en los hombres obesos de edad media. No hay poscarga. Estas modificaciones llevan a una hipertrofia
correlación entre el IMC y la presencia o severidad de ventricular de tipo excéntrico6,32 en la mitad de los pa-
la AOS. Esta condición se asocia a muerte súbita duran- cientes obesos mórbidos.
te el sueño, como resultado de un infarto del miocardio Si el paciente obeso también padece hipertensión ar-
o arritmias.24 terial y, además de la elevación de la precarga que ya se
La sintomatología comprende periodos de apnea du- había mencionado, se suma un aumento de la poscarga
rante el sueño, somnolencia diurna, dificultad para con- por causa de la hipertensión arterial, corre el riesgo de
centrarse, problemas de memoria, ronquidos fuertes, presentar una disfunción diastólica por hipertrofia mio-
cefalea matutina y frecuentes despertares a mitad del cárdica, que dará como consecuencia una insuficiencia
sueño (sueño no reparador). Hay policitemia por hipo- cardiaca congestiva.6,33
xia crónica. Los pacientes obesos que pierden peso y lo conser-
La polisomnografía del sueño confirma el diagnós- van presentan una normalización de las alteraciones
tico y demuestra los periodos de apnea (10 seg o más del cardiovasculares mencionadas, aun cuando puede per-
cese total del flujo de aire de la respiración continua sistir cierta disfunción ventricular.6,34
contra una vía aérea cerrada). Estos periodos de apnea El riesgo de fibrilación auricular se incrementa 50%
son significativos cuando se presentan más de cinco en en la población obesa; no hay que olvidar que la hiper-
una hora o más de 30 en una noche. Los pacientes que tensión asociada, la diabetes y las dislipidemias incre-
presentan esta patología se benefician con el uso de pre- mentan el riesgo de sufrir enfermedad coronaria, la cual
sión positiva de la vía aérea continua (CPAP), ya que se puede manifestar en el perioperatorio.35,36
reduce la hipercarbia, la hipoxemia y la vasoconstric- Se debe determinar la capacidad funcional del obeso.
ción arterial pulmonar, así como la incidencia de com- La determinación de la capacidad para efectuar activi-
plicaciones hipoxémicas. Es aconsejable tomar un eco- dades de la vida diaria por arriba de 4 MET mejora el
cardiograma y un electrocardiograma para descartar la pronóstico. Los b bloqueadores pueden disminuir el
presencia de hipertensión pulmonar.25,26 Es frecuente la riesgo de isquemia perioperatoria, infarto o arritmia en
hipertrofia ventricular derecha. pacientes con enfermedad coronaria preexistente.38

Efecto de los anestésicos sobre la


Riesgo cardiovascular fisiología cardiovascular de los obesos

Hay que considerar que la mayoría de las veces el obeso


La obesidad es un factor de riesgo cardiovascular. Los llega al evento anestésico con una reserva cardiaca dis-
pacientes obesos tienen un riesgo de hasta 30% más de minuida. El efecto inotrópico negativo de la mayoría de
padecer coronariopatías, insuficiencia cardiaca y riesgo los anestésicos puede llevar a observar una disfunción
de muerte súbita con respecto de la población general.28 ventricular latente. La intubación y el despertar (escalo-
La obesidad también favorece la aparición de otros fac- fríos, dolor y aumento de trabajo ventilatorio) son fuen-
tores de riesgo cardiovascular, como hipertensión arte- tes agregadas de aumento de consumo de oxígeno y, en
rial, dislipidemias y diabetes mellitus.29 consecuencia, del gasto cardiaco, con lo que se obtiene
un aumento extra en el consumo de oxígeno del miocar-
Alteraciones cardiovasculares dio.11 En consecuencia, las necesidades de oxígeno se
provocadas por la obesidad elevan, pudiendo desencadenar isquemia, infartos (so-
bre todo si hay lesión previa) o incluso un choque car-
diogénico, aunque también es posible que la afección
El aumento de tejido adiposo aumenta el consumo de
pase de manera inadvertida o subclínica.
oxígeno de los tejidos de manera paralela al aumento del
volumen sanguíneo total por el incremento del lecho
vascular; dicho incremento es proporcional al peso.30 Riesgo tromboembólico
Este aumento en la demanda de oxígeno es compensado
mediante la elevación del gasto cardiaco sin modifica- Por el solo hecho de ser obeso el paciente tiene un riesgo
ción de la frecuencia (aumento de volumen sistólico);31 moderado de sufrir enfermedad tromboembólica; si a
hay un aumento de la presión de llenado y la presión te- ello se agregan situaciones como el sedentarismo, el
lediastólica del ventrículo izquierdo, con un incremento sexo femenino y las cirugías que impiden la moviliza-
consecuente de la precarga, misma que provoca una di- ción del paciente, el riesgo se torna elevado.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 297

La relación entre la trombosis y la obesidad parece gramo de grasa que los que tienen obesidad moderada.
ser debida a un incremento en la presión intraabdominal Respecto a la unión con proteínas, parece ser que los pa-
y la estasis venosa que sufren estos pacientes. Estos cientes obesos tienen diferencias en las concentraciones
efectos se acentúan por factores intraoperatorios, como de proteínas plasmáticas.45 La a1 glucoproteína ácida
el neumoperitoneo y los bloqueadores neuromuscula- se encuentra elevada en pacientes obesos, aunque su rol
res, y la parálisis consecuente. La obesidad también se y su influencia en la farmacocinética del paciente obeso
asocia a un estado de hipercoagulabilidad que se cree permanecen en duda.46–48 En general las lipoproteínas
que es debido a niveles elevados de fibrinógeno, factor se encuentran elevadas en el paciente obeso, lo cual po-
VIII y factor de von Willebrand. En los obesos mórbi- dría disminuir la fracción libre de los fármacos, dismi-
dos y superobesos con enfermedad cardiaca, arritmias nuyendo la biodisponibilidad de los mismos tanto a ni-
severas o antecedente de trombosis puede estar indicada vel hepático como a nivel renal y de sitio efector.11
la colocación de un filtro de vena cava, a fin de evitar El hígado de individuos obesos con frecuencia pre-
tromboembolia pulmonar, antes de someterse a cual- senta infiltración grasa. Estas lesiones pudieran influir
quier evento quirúrgico.38–40 significativamente la actividad metabólica del hígado,
aunque esto es muy difícil de demostrar in vivo, aun con
marcadores enzimáticos.49,50
Complicaciones endocrinas En cuanto al aclaramiento, los datos son variados y
no son concluyentes, pues demuestran desde la ausencia
El periodo posoperatorio cursa con elevación de cateco- de efecto hasta la elevación del mismo.51–54
laminas, cortisol, glucagón y hormona del crecimiento, Por otro lado, hay que tomar en cuenta los factores
mismas que estimulan la glucogenólisis y la gluconeo- propios de los fármacos, en especial la liposolubilidad,
génesis, e inducen un estado de resistencia a la insuli- la cual explicaría la variabilidad de efectos en los pa-
na.41 La hiperglucemia resultante puede llevar incluso cientes obesos.11,45
a una cetoacidosis grave o estados hiperosmolares de di- Un mecanismo que también podría estar involucrado
fícil manejo. La glucemia deberá ser vigilada frecuente- es el de los cambios del volumen sanguíneo hepático y
mente en el posoperatorio.42 renal. La degeneración grasa hepática puede progresar
a fibrosis hepática y afectar el aclaramiento hepático. El
aclaramiento renal se incrementa a causa del incremen-
to de la masa renal, el flujo sanguíneo renal y la tasa de
Complicaciones sépticas
filtración glomerular.45,55

Es frecuente que los pacientes obesos cursen con infec-


ciones de la pared abdominal en el posoperatorio (1 a Anestésicos y obesidad
15%). Hay dos veces más riesgo de una infección de la
pared abdominal en un paciente obeso que en un pacien- Agentes endovenosos
te que no lo es; esto parece estar relacionado también
con la elevada incidencia de dehiscencia de herida qui- Debido a la liposolubilidad de la mayoría de los fárma-
rúrgica.11 cos anestésicos, en los pacientes obesos el volumen de
distribución se encuentra elevado. Las benzodiazepi-
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nas, el tiopental y el metohexital tienen un mayor volu-


Modificaciones farmacocinéticas men de distribución pero igual aclaramiento, por lo que
resultan en una vida media prolongada hasta casi tres
Está demostrado que los obesos tienen alterados los me- veces mayor.11,45,56–60 Sólo el propofol conserva una
canismos de distribución y eliminación de fármacos. vida media similar, pues, aunque también tiene un ma-
Parecer ser que la absorción no está afectada.11,43 yor volumen de distribución, sufre un aumento en la ve-
Los principales factores que afectan la distribución locidad de aclaramiento.45,61
de los fármacos son el volumen de distribución, la com-
posición corporal, el flujo sanguíneo regional y la unión Agentes inhalados
a proteínas del plasma.43,44
El flujo sanguíneo del tejido adiposo es muy bajo y Se podría pensar que por su alta liposolubilidad se acu-
disminuye conforme el tejido graso aumenta. Los pa- mularían y retrasarían el despertar del paciente obeso,
cientes con obesidad mórbida tienen menor flujo por pero no es así. Se ha demostrado teóricamente que se re-
298 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

querirían varios días de administración de halotano para romuscular de elección para pacientes obesos y con
lograr una acumulación tal que retrase el despertar del obesidad mórbida. Es más predecible que el rocuronio
paciente obeso.62 Ningún halogenado ha demostrado y el vecuronio, por lo que brinda mayor seguridad en el
mayor toxicidad en los pacientes obesos que la que se posoperatorio.70–73
presenta en la población sana. Aun así, se recomienda
utilizar agentes que tengan un menor metabolismo en el
cuerpo, minimizando la posibilidad de toxicidad hepá- MANEJO PREOPERATORIO
tica. El isoflurano, el sevoflurano y el desflurano pare-
cen ser buenas elecciones.45 El óxido nitroso parece ser
un agente seguro de rápida eliminación y buena analge-
La evaluación preoperatoria en el paciente obeso se
sia; sin embargo, la posibilidad de hipoxia limita su uso.
debe referir, sobre todo, al aparato respiratorio, al siste-
ma cardiovascular y a las alteraciones metabólicas.
Opioides

Aparentemente el fentanilo se comporta del mismo Evaluación ventilatoria


modo en cuanto a su farmacocinética tanto en pacientes
sanos como en obesos.63 Su administración se reco- Es una de las más importantes; no se debe obviar, dado
que es la primera causa de morbilidad perioperatoria. El
mienda, sin embargo, con base en el peso magro y no en
el peso real.45 La vida media del sufentanilo se encuen- interrogatorio se debe dirigir a los principales síntomas
que hagan suponer cualquiera de las patologías conco-
tra prolongada con base en su mayor volumen de distri-
mitantes y agravantes de la obesidad: síndrome de obe-
bución.45,64 La recomendación final sobre estos dos
sidad–hipoventilación, apnea del sueño y episodios de
opioides es el uso limítrofe, a fin de evitar la posibilidad
obstrucción de las vías respiratorias altas, especialmen-
de depresión ventilatoria posoperatoria.11 La única ex-
te si se han presentado durante alguna anestesia. Es muy
cepción es el remifentanilo, un poderoso y noble fár-
aconsejable realizarle al paciente un examen clínico que
maco de ultracorta acción que no prolonga su vida
permita detectar y cuantificar el grado de intolerancia al
media aun en pacientes obesos. Se recomienda adminis-
esfuerzo, la posible presencia de disnea o la tolerancia
trarlo basado en el peso ideal, con lo cual demuestra in-
ventilatoria a la posición en decúbito.
cluso un menor volumen de distribución en los pacien-
Las exploraciones complementarias, como la gaso-
tes obesos que en los sanos.65,66
metría arterial y las pruebas funcionales respiratorias,
están indicadas cuando se prevea una cirugía de larga
Bloqueadores neuromusculares duración (más de dos horas) o cuando la cirugía se prac-
tique en el tórax y el abdomen alto. También se reco-
Succinilcolina: su vida media y su farmacocinética son mienda la telerradiografía de tórax como estudio de ru-
las mismas en pacientes obesos debido al aumento de tina.11
volumen extracelular y, por lo tanto, al incremento de Ante la detección de una gran dificultad ventilatoria
seudocolinesterasas. La dosis se debe calcular con base se puede solicitar la preparación ventilatoria con espiro-
en el peso total.67 metría incentiva.
El vecuronio no ha demostrado variaciones en los pa- No se puede dejar de mencionar que el paciente obe-
cientes obesos ni en los no obesos. Incluso sus volúme- so y, sobre todo el obeso mórbido, seguramente presen-
nes de distribución parecen ser menores en los pacientes tará una dificultad importante para la intubación orotra-
obesos. El vecuronio se administra según el peso ideal queal.
en kilogramos.68 El atracurio tampoco muestra diferen- La evaluación de la vía aérea debe ser minuciosa y
cias; de hecho, ha demostrado mayores requerimientos contemplar todas las posibilidades al alcance del anes-
en los pacientes obesos. Se piensa que esto se debe a la tesiólogo, para comentarlas con el paciente y sensibili-
fijación a proteínas o tal vez a alguna resistencia de los zarlo para obtener su confianza y cooperación, así como
receptores colinérgicos al atracurio. Por lo tanto, la do- enterarlo del riesgo potencial que existe.
sis se calcula con base en el peso real.69 El cisatracurio Por fortuna las posibilidades en la actualidad son
es más potente que el atracurio y tiene las mismas carac- múltiples y se cuenta con una ventaja: la vía aérea difícil
terísticas farmacocinéticas, con menos efectos histami- puede ser reconocida y detectada con suficiente antela-
nógenos. Sus dosis se calculan de acuerdo con el peso ción como para diagnosticar, prever y tratar oportuna-
ideal más 25% extra. Este último es el bloqueador neu- mente.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 299

No se escatimará en pruebas clínicas o de imagen sión son mayores que en una persona sana. Las medidas
—exploración física, escala de Mallampati, movilidad del gasto cardiaco y los valores que se derivan de ellas
cervical, cuerpos extraños y tumores orales— ni en el (índice de trabajo ventricular) permiten detectar una
estado dental. disfunción ventricular en situación asintomática.75,76
La laringoscopia directa con anestesia local y seda-
ción puede brindarnos una idea de las posibilidades rea-
les de intubación. Una visualización aceptable de la glo- Aspecto metabólico
tis (clasificación de Cormack–Lehan 1 o 2) indica que
se puede proceder con seguridad a intentar la intubación La diabetes debe estar controlada antes de la interven-
orotraqueal de la manera tradicional. Son útiles las ra- ción. En caso de una cirugía mayor o de larga duración
diografías cervicales de los tejidos blandos de frente y en el paciente obeso diabético es necesario el tratamien-
de perfil, al igual que la exploración por parte de un es- to con insulina rápida por vía intravenosa en el periodo
pecialista en otorrinolaringología. Se puede intentar la preoperatorio y el posoperatorio. Los exámenes deben
aplicación de una mascarilla facial con el paciente des- incluir biometría hemática —para cálculos de volumen
pierto y observar las posibles dificultades de ventilación. circulante y sangrado permisible, descartar policitemia,
En los casos más difíciles se deberá contar con la po- etc.—, química sanguínea —con electrólitos séricos,
sibilidad de efectuar la intubación con el paciente des- urea y creatinina—, hemoglobina glucosilada, ionogra-
pierto mediante fibrobroncoscopio flexible, intubación ma —para determinar el estado metabólico, las hiper-
retrógrada o incluso el establecimiento de una vía aérea glucemias, la hiperosmolaridad, la función renal, etc.—
quirúrgica.11,74 y pruebas de función hepática —para identificar una po-
sible disfunción por esteatosis hepática. Las pruebas de
coagulación brindan una referencia para el control y la
Evaluación cardiovascular anticoagulación posoperatorios.11

Debido a la fuerte posibilidad de una disfunción ventri-


cular latente, sobre todo en los pacientes con obesidad Problemas técnicos
mórbida, la evaluación cardiovascular preoperatoria
tendrá el objetivo de descartarla. Todos los anestesiólogos conocen la serie de dificulta-
También se detectarán y controlarán las comorbilida- des que plantea el manejo de este tipo de pacientes. Los
des relacionadas con el agravamiento de la condición problemas a resolver van desde la movilización del
cardiovascular del paciente obeso (hipertensión, coro- paciente y la consecución de equipos y monitoreo espe-
nariopatía y diabetes mellitus).6,11 cializado hasta (tristemente) la actitud del personal de
Es altamente recomendable realizar una ecocardio- atención del mismo.
grafía incluso en ausencia de cardiomegalia en la radio- La evaluación de los accesos venosos es indispensa-
grafía de tórax y de hipertrofia ventricular izquierda en ble. Esto podría dar como resultado la necesidad de soli-
el electrocardiograma. Además de definir la funcionali- citar venodisección o colocación de catéteres centrales
dad cardiaca, puede brindar información acerca de la en forma previa al proceso, con control radiográfico
presencia de hipertrofia ventricular excéntrica, la cual obligado. Podría ser necesaria la colocación de catéter
conlleva un alto riesgo de extrasístoles ventriculares. guiado por ultrasonido. El calibre dependerá, como
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Esto puede alertar sobre la posibilidad de una caída de siempre, del tipo de cirugía y la expectativa de sangrado.
la fracción de eyección ante el esfuerzo. Si se sospecha En los grandes obesos se debe prever un material de
coronariopatía es aconsejable una prueba de esfuerzo, tamaño específico en el quirófano: manguito para medir
aunque su realización suele ser difícil. Puede ser nece- la presión arterial que cubra 70% de la circunferencia
sario recurrir a una gammagrafía miocárdica con talio, braquial, mascarilla facial, agujas largas para anestesia
sensibilizada con dipiridamol.6 locorregional y mesa quirúrgica —algunas tienen un lí-
En conjunto con el cardiólogo se deberá definir la mite de peso inferior a los requerimientos del paciente
necesidad de efectuar un control hemodinámico perio- obeso, por lo que se deberá conseguir con antelación la
peratorio y posoperatorio mediante cateterismo cardia- mesa adecuada con los aditamentos idóneos para la po-
co derecho, según el tipo de cirugía prevista (vascular, sición del paciente, así como corroborar su adecuado
torácica, digestiva compleja), a fin de definir si los valo- funcionamiento. La mayoría de los cirujanos no prevén
res de la presión de la aurícula derecha (PAD), de la pre- que el paciente quedará por encima del nivel acostum-
sión arterial pulmonar media (PAP) y de la PAP de oclu- brado sobre el piso debido a su gran masa corporal, por
300 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

lo que en ocasiones será necesario contar con tarimas y la preparación. Este periodo se prolonga lo necesario
bancos de altura suficiente, etc.11,77,78 para cubrir los puntos esenciales de movilización, colo-
Como se puede apreciar, hay un sinnúmero de deta- cación del paciente, monitoreo e inducción anestésica.
lles técnicos y obstáculos a salvar en forma previa al Se debe contar con el apoyo de camilleros y del resto del
procedimiento. Esto dependerá en gran medida de las equipo quirúrgico. Las posiciones para la anestesia y la
condiciones y el equipamiento del quirófano. Algunos cirugía deben ser vigiladas cuidadosamente, pues en el
se adaptan más fácilmente que otros, pero en caso con- paciente obeso existe un riesgo incrementado de necro-
trario el equipo quirúrgico se verá en problemas al que- sis cutánea e incluso de daño renal por rabdomiólisis,
rer movilizar a un paciente de más de 120 kg en el mo- ocasionados por la presión incrementada en ciertos pun-
mento de la cirugía por la falta de previsión. tos de apoyo, piel y músculo.90 Por lo tanto, en las inter-
venciones de larga duración se prepararán protecciones
adaptadas a la morfología del paciente. Algunas postu-
Medicación preanestésica ras (decúbito supino o posición de declive) pueden re-
sultar imposibles. Para precisar las distintas modalida-
Al final de la evaluación la medicación preanestésica se des de instalación del paciente será necesario llegar a un
adaptará a las características individuales de cada pa- acuerdo con el equipo quirúrgico antes de la operación.
ciente. Con frecuencia se trata de pacientes ansiosos en- No se debe escatimar en acojinamientos, sábanas y col-
frentados a cirugías y procedimientos de gran magni- chones que permitan un adecuado posicionamiento del
tud. Muchos de ellos llegaron a ser obesos precisamente paciente, por ejemplo, para el momento de la intubación
por un desorden alimenticio derivado de una crisis de orotraqueal o de la colocación de algún catéter venoso
ansiedad y depresión. Es por ello que si está indicada central.91
una medicación ansiolítica, cuya dosis debe ser titulada Los colchones neumáticos o hídricos evitan la com-
y vigilada, el riesgo de depresión ventilatoria y de hipo- presión de las estructuras cutáneas y musculares de la
xia es muy grande.79 Se recomiendan los antihistamíni- espalda, los glúteos y las piernas. Es frecuente que los
cos, las benzodiazepinas en dosis bajas y las técnicas de pacientes obesos sean colocados en posiciones por de-
relajación psicológica. más antifisiológicas, como la de Trendelenburg, anti-
Actualmente no hay evidencia firme que soporte la trendelenburg, decúbito lateral, sedente o con las extre-
idea de que los pacientes obesos están más propensos a midades en abducción extrema, o en combinaciones de
sufrir aspiración de contenido gástrico que los pacientes las anteriores. Aunado a esto, se debe considerar que el
no obesos. No se ha demostrado que el contenido gástrico paciente se deslizará y cambiará de posición a lo largo
residual sea suficiente para provocar reflujo, hernia hia- de la cirugía, por lo que podría ocurrir tracción de ple-
tal o una disminución importante del pH gástrico en ma- xos, compresión de salientes óseas o estiramiento cutá-
yor proporción que en las personas no obesas. El vacia- neo extremo. Es por ello que la fijación a la mesa quirúr-
miento gástrico es más rápido en los pacientes obesos gica, la flexión de extremidades y la colocación de
que en los pacientes sanos. Así, la evidencia actual de- aditamentos específicos puedan ser más que necesarias
muestra que no es necesario tomar más medidas espe- antes de iniciar el procedimiento anestésico–quirúr-
ciales en las personas obesas que en las sanas. La medi- gico.91
cación con metoclopramida en dosis de 10 mg y de La ubicación del paciente en la mesa dependerá tam-
ranitidina en dosis de 50 mg una hora previa al procedi- bién de la capacidad del paciente obeso para tolerar la
miento será suficiente para reducir el volumen y la aci- posición en decúbito dorsal. En general los pacientes
dez del contenido gástrico en el paciente obeso.80–88 con obesidad mórbida no la toleran, por lo que se debe-
rán colocar cojines suficientes para mantener el plano
facial sobre el plano torácico. Esto mejora la ventila-
ción, disminuye la cefalización diafragmática y recti-
MANEJO TRANSOPERATORIO fica el eje faríngeo con el laríngeo (figura 24–2).

Monitoreo
Preparación del quirófano
Se recomienda contar con electrocardiograma de cinco
La clave del éxito en la mayoría de los procedimientos derivaciones, pulsoxímetro, monitor de presión arterial
a los que se verá sometido el paciente obeso consiste en automático con el manguito adaptado y monitoreo de
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 301

Plano facial

Eje laríngeo Plano torácico


Eje faríngeo
Plano facial
Eje laríngeo Plano torácico
Eje faríngeo

Figura 24–2. Puntos a cubrir para lograr posición de olfateo en pacientes obesos mórbidos. El posicionamiento es importante para
mejorar la ventilación y las posibilidades de intubación en el paciente obeso mórbido. Paciente con índice de masa corporal de
40 kg/m2. El uso de sabanas y cojines, y la elevación de la cabecera buscan la modificación de: A. Aumento de la distancia entre
el plano torácico y facial (líneas punteadas). B. Evitar el desfasamiento–escalonamiento de los ejes faríngeo y laríngeo. C. Despla-
zar mediante semifowler el diafragma del paciente, evitando su cefalización y mejorando, por lo tanto, la distensibilidad pulmonar
(no ilustrado).

tren de cuatro (TOF). El capnógrafo es esencial para co- tasias y el aumento del cortocircuito pulmonar y del es-
rroborar la correcta intubación orotraqueal y para vigi- pacio muerto. Esta situación se incrementa y agrava en
lar la ventilación mecánica transoperatoria. los pacientes que están en decúbito dorsal y aún más en
Muchos casos, sobre todo los pacientes superobesos los pacientes en decúbito dorsal bajo anestesia.
y obesos con patologías agravantes, cardiopatía mani- Se recomienda aplicar la técnica de desnitrogeniza-
fiesta, patología pulmonar agregada y cirugía de larga ción con inhalación de oxígeno a 100% durante tres mi-
duración o en la que se espera hemorragia abundante, y nutos o cinco ventilaciones de la capacidad vital del
los pacientes en quienes no se logra una correcta medi- paciente con oxígeno a 100%.26,92
ción de la presión arterial no invasiva (PANI), requerirán Se ha descrito últimamente una nueva técnica que in-
monitoreo de la presión arterial invasiva con catéter arte- volucra el uso de la CPAP (10 cmH2O) durante cinco mi-
rial que provea información más fiable que la PANI y nutos previos a la inducción de la anestesia, seguida por
permita el monitoreo secuencial de los gases arteriales.26 una presión continua de 10 cmH2O al final de la expira-
Ante el caso de una posible hemorragia abundante se ción (PEEP) con mascarilla antes de la intubación.93–95
aconseja la vigilancia de la presión venosa central; si Estas maniobras añaden hasta un minuto adicional de
hay cardiopatía ventricular grave o se ha corroborado tiempo antes de que el paciente se desature de manera
hipertensión arterial pulmonar basal, se deberá insertar significativa. La única limitación ocurre porque en oca-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

un catéter pulmonar para la vigilancia estrecha a este siones la ventilación con mascarilla facial resulta difícil
nivel. Los accesos vasculares pueden convertirse en una y sólo se tiene éxito en la aplicación de la CPAP, pero no
misión prácticamente imposible de llevar a cabo. La ve- en la de la PEEP. Los estudios sobre esta técnica han
nodisección y la colocación de catéteres venosos cen- demostrado una disminución de 4% de atelectasias e in-
trales está plenamente justificada cuando la dificultad cremento de la PaO2 de hasta 140 mmHg. No se ha de-
sea manifiesta.26 terminado si la CPAP, la PEEP o la combinación de ellas
son responsables de esta mejoría, pero lo más probable
es que sea la combinación.95
Oxigenación previa En cuanto a la ventilación con mascarilla, se sabe que
al inicio de la anestesia los pacientes obesos con un IMC mayor de 26 kg/m2
presentan un aumento en la dificultad de ventilación
Ya se comentaron los mecanismos de afectación en la con mascarilla facial.94 Esta dificultad se relaciona tam-
función ventilatoria, la predisposición a formar atelec- bién con los pacientes mayores de 55 años de edad, la
302 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

anodoncia parcial o total, la presencia de barba y el ante- opción, a fin de resolver rápidamente cualquier si-
cedente de ronquidos. Otros factores de predicción de tuación de emergencia que plantee la vía aérea de
intubación difícil incluyen la escala de Mallampati un paciente obeso.
clase III o más, y una circunferencia de cuello mayor de S La mascarilla laríngea clásica puede ayudar a sal-
40 cm.96–98 var muchas situaciones de urgencia por dificultad
para ventilar a un paciente obeso. Su aplicación es
sencilla y rápida, pero no se recomienda su uso
para mantenimiento anestésico, salvo en cirugías
Abordaje de la vía aérea muy breves y no laparoscópicas, con el paciente
en el paciente obeso en decúbito dorsal. El riesgo de fuga, aspiración
gástrica y desplazamiento de la misma es muy ele-
vado y siempre se deberá preferir el aseguramien-
Tradicionalmente la intubación del paciente obeso mór- to de la vía aérea con tubo endotraqueal y neumo-
bido se ha dejado para la fibrobroncoscopia con el pa- taponamiento adecuado.
ciente despierto; sin embargo, actualmente se cuenta
con otro instrumento de acceso a la vía aérea que ha de-
mostrado éxito en 96% de los casos al primer intento;
se trata de la mascarilla laríngea FastrachR (ILMA, por Anestesia general
sus siglas en inglés). En apoyo a esta técnica está el he-
cho de que 100% de los pacientes pudieron ser ventila- Inducción
dos con éxito previo a la intubación, lo que significa que
este dispositivo disminuye la posibilidad de colapso de
La inducción representa un momento crítico en el ma-
la vía aérea después de la inducción. Esta tasa de éxito
nejo del paciente obeso. Después de toda la preparación
es comparable con la de la intubación con laringoscopio
mencionada el anestesiólogo al fin se enfrenta a un pa-
y fibrobroncoscopia.99–101
ciente que puede presentar diversas y muy graves com-
Otras recomendaciones para el abordaje de la vía aé-
plicaciones en el momento de aplicar los primeros fár-
rea del paciente obeso comprenden:
macos.
La evaluación de la vía aérea definirá en ese momen-
S Se recomienda que sean dos los anestesiólogos to si es que se procede a intubar al paciente despierto o
que atiendan la vía aérea en este periodo. Es fre- se realizará primero la inducción.
cuente que uno se haga cargo de sostener la masca- Anteriormente se prefería utilizar una inducción de
rilla facial con ambas manos, mientras el otro ven- secuencia rápida, pensando en evitar la aspiración de
tila al paciente. En todo caso, el segundo contenido gástrico, hecho que no se ha comprobado que
anestesiólogo atiende mejor las maniobras que fa- sea de mayor relevancia que en los pacientes no obesos.
ciliten la intubación orotraqueal que algún otro Sin embargo, hay que tomar en cuenta el uso de succi-
miembro del equipo y representa otra opción para nilcolina como facilitador de intubación orotraqueal,
intentar la laringoscopia o maniobras avanzadas.99 debido a que si hay falla en el procedimiento, el paciente
S Tener siempre a la mano los recursos materiales y recuperara la ventilación espontánea, sobre todo en los
humanos en caso de requerir una vía aérea quirúr- casos de dificultad manifiesta de ventilación con mas-
gica de emergencia o una intubación con fibro- carilla facial por colapso de la vía aérea en el momento
broncoscopio. Si el anestesiólogo no es experto en de la inducción. Estos aspectos ya fueron comentados.
el manejo de dicho instrumental, el experto deberá En ocasiones la masa adiposa impide la auscultación co-
estar presente en el quirófano. rrecta de los sonidos ventilatorios, por lo que la coloca-
S La intubación retrógrada, el estilete luminoso, las ción correcta del tubo endotraqueal se deberá confirmar
hojas rectas tipos Miller y McCoy, el laringosco- siempre mediante capnografía.
pio de Bullard, el fibrolaringoscopio y la fibro- Los pacientes obesos tienen una capacidad de adap-
mascarilla laríngea, entre otros, son sólo ejemplos tación hemodinámica muy escasa. Esto queda eviden-
de otras técnicas que se pueden utilizar, aunque no ciado tras la inducción. Algunos reportes indican la po-
tienen indicaciones específicas para el paciente sibilidad real de colapso durante la inducción, más por
obeso. El anestesiólogo debe estar familiarizado los efectos inotrópicos negativos de los fármacos anes-
con varias técnicas de abordaje de la vía aérea difí- tésicos que por una hipovolemia relativa, como se ha su-
cil, practicarlas y siempre contar con alguna gerido. Los obesos mórbidos con hipertensión arterial
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 303

Cuadro 24–2. Cálculo de dosificación de fármacos


comunes en anestesia para pacientes con obesidad
Agente Peso Dosificación
Propofol Inducción: peso El aclaramiento sistémico y el volumen de distribución de estado estable se correlacionan
magro, man- con el peso total. Alta afinidad al tejido graso excedente. Alta extracción hepática, cuya
tenimiento: conjugación se correlaciona con el peso total. La depresión cardiovascular limita la dosis
peso total
Tiopental Inducción: Volumen de distribución incrementado; el gasto cardiaco y la masa muscular aumentan la
Peso magro dosis absoluta. Tiene una vida media de eliminación aumentada. La depresión cardiovas-
cular limita la dosis.
Succinilcolina Peso total Las colinesterasas plasmáticas incrementan su actividad en relación directa con el peso total
Vecuronio Peso ideal La recuperación se retrasa si se administra de acuerdo con el peso total
Rocuronio Peso ideal La recuperación se retrasa si se administra de acuerdo con el peso total
Atracurio, cis- Peso ideal Se ha demostrado un efecto prolongado en los pacientes obesos, aun si la dosis se basa
atracurio en el peso ideal
Fentanilo Peso magro Titular la dosis. Las dosis basadas en el peso total pueden causar sobredosis
Sufentanilo Peso magro Titular la dosis. Las dosis basadas en el peso total pueden causar sobredosis
Remifentanilo Peso magro Titular la dosis. Las dosis basadas en el peso total pueden causar bradicardia e hipotensión
Lidocaína, Peso magro No sobrepasar dosis tóxicas por kilogramo de peso. Los requerimientos son menores por la
bupiva- vía de infiltración debido a la liposolubilidad aumentada. Se recomienda reducir la con-
caína centración del anestésico local: 0.5 % para lidocaína y 0.125% para bupivacaína en
anestesia regional periférica
Modificado de la referencia 44. Peso ideal (kg): talla en cm – 100 en hombres y 105 en mujeres. Peso magro: peso ideal + 20 a 30%. Peso total:
peso real.

e hipertrofia excéntrica ventricular seguramente pre- frente al sevoflurano.109 Los tiempos de despertar va-
sentarán una caída brusca del gasto cardiaco, la cual se rían por los menos cuatro minutos entre ambos agentes,
debe corregir rápidamente.99 y parece ser más importante mantener cifras limítrofes
No se puede hablar de esquemas posológicos ni de bajas con control de BIS entre 45 y 55, y 60 al final de
recetas infalibles que aseguren el éxito del manejo del la cirugía, con lo que los tiempos del despertar son de
paciente obeso. Como se ha insistido en varias ocasio- menos de siete minutos con ambos agentes.104
nes, cada paciente obeso es diferente a otros, por lo que La anestesia balanceada o la total endovenosa serán
su manejo deberá ser único y adaptado específicamente cuidadosamente vigiladas. Se deberá limitar la dosifica-
a las condiciones evaluadas y detectadas en las valora- ción de opioides a fin de evitar acúmulos, que tras un
ciones previamente realizadas.102 Los fármacos que tiempo considerable retrasan el despertar del paciente o
mejores características y comportamiento han demos- deprimen la ventilación del mismo en periodos críticos
trado en el paciente obeso son el propofol, el sevoflura- del posoperatorio.11 Excepto el remifentanilo, cuya vida
no, el desflurano, el remifentanilo y, en menor grado, el media contexto sensible no se modifica con el tiempo de
fentanilo y las benzodiazepinas (cuadro 24–2); entre los administración ni con el tipo de paciente. Sin embargo,
bloqueadores neuromusculares se incluyen el atracurio se debe tener precaución al titular las dosis de la infu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y el cisatracurio. La titulación y la retroalimentación del sión, pues este agente produce bradicardia e hipotensión
paciente ayudan a establecer cada régimen dentro de un severas que pueden afectar el estado hemodinámico del
marco de seguridad.103,104 paciente.103
No hay que olvidar la sensibilización que el remifen-
tanilo produce en los receptores de NMDA y la hiperal-
Mantenimiento de la anestesia gesia resultante, con el fin de contar con una estrategia
analgésica antes de despertar al paciente.
Al respecto de los agentes inhalados, en teoría el desflu- Hay que vigilar la respuesta al tren de cuatro, a fin de
rano es el agente que exhibe una farmacocinética más monitorear la administración de bloqueadores neuro-
adecuada para los fines anestésicos de un paciente con musculares.11 Desde el punto de vista pulmonar las mo-
obesidad, debido a su rápida eliminación y su escaso dificaciones ventilatorias inducidas por la anestesia im-
metabolismo en el organismo. Sin embargo, en la clíni- plican un alto riesgo de hipoxemia. Después de la
ca no se ha demostrado la superioridad del desflurano intubación se recomienda una FiO2 de 1, disminuyendo
304 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

paulatinamente si el paciente lo tolera hasta una FiO2 de cuidados intermedios o intensivos, en su caso, para pro-
0.5 como mínimo.106,107 porcionarle dicha atención y vigilancia.
La estrategia de ventilación incluye volumen tidal de Antes de extubar a un paciente se debe corregir la hi-
10 a 20 mL/kg para limitar el barotrauma y una frecuen- potermia y estar seguro de que el efecto de los opioides
cia ventilatoria de hasta 14/min. Anteriormente se pen- es mínimo, así como de que el efecto de los bloqueado-
saba que la oxigenación arterial no mejoraba aun cuan- res neuromusculares ha cesado. También será conve-
do se añadiera una presión espiratoria positiva (PEEP) niente despertar al paciente en posición de semifowler
cuando los volúmenes corrientes insuflados eran altos y volver a acomodarlo en la posición inicial, si es que
y la PEEP poseía por sí misma efectos hemodinámicos ésta se perdió durante el procedimiento quirúrgico.
dañinos, por lo que solía estar contraindicada en el El paciente sólo será extubado cuando esté completa-
periodo perioperatorio.108 Sin embargo, actualmente se mente despierto, con el fin de evitar la aparición de una
recomienda mantener una PEEP de 5 a 10 cmH2O a fin depresión respiratoria posextubación que no pueda ser
de mejorar la oxigenación evitando atelectasias y baro- resuelta rápidamente por la dificultad de ventilación de
trauma por cierre–apertura de las vías aéreas de peque- estos pacientes.
ño calibre.27 Como resultado de todos estos procesos el tiempo de
La capnografía por sí sola no es un buen parámetro atención anestésico–quirúrgica se prolonga de manera
que ayude a decidir el manejo ventilatorio. Se debe co- importante aun en procedimientos quirúrgicos breves.
rroborar el manejo mediante gasometrías seriadas.108 Esto debe quedar en la conciencia de todo el equipo qui-
La evaluación del volumen intravascular puede ser difí- rúrgico para evitar presiones por retrasos. Se recomien-
cil. Se debe colocar un catéter urinario al inicio de la da firmemente que este tipo de procedimientos se pro-
cirugía que permita cuantificar el gasto urinario; sin em- gramen a primera hora, a fin de permitir una vigilancia
bargo, la laparoscopia puede disminuir el flujo sanguí- constante y estrecha en las horas siguientes a la inter-
neo renal y, por lo tanto, el gasto urinario. Si a esto se vención. El anestesiólogo sólo se retirará hasta estar se-
suma una hemorragia abundante, el efecto será mucho guro de que la vigilancia podrá ser continuada al menos
mayor.27 durante 24 h por personal capacitado, en un sitio que
Desde el punto de vista cardiovascular, los sujetos cuente con el equipo material y humano para resolver
obesos toleran mal la hipovolemia o la sobrecarga hi- cualquier emergencia respiratoria o cardiovascular.
drosalina. La resección quirúrgica de los tejidos adipo-
sos implica pérdidas sanguíneas, a veces abundantes.
En tales casos es necesario disponer de varias vías veno- Anestesia regional
sas que permitan la reposición vascular rápida, así como
el monitoreo de la presión venosa central y de la PAP.11 Las ventajas de evitar los inconvenientes que se presen-
tan en una anestesia general y que pueden ser salvados
Despertar mediante la aplicación de una anestesia regional pier-
den su encanto al enfrentar la realidad de la dificultad
La clave de este periodo se resume con cuatro palabras: técnica de su aplicación en un paciente obeso.
vigilancia y monitoreo continuo. La anestesia regional permite evitar la problemática
En general el despertar se caracteriza por un aumento de la vía aérea difícil; evita que los fármacos se acumu-
del consumo de oxígeno, de la ventilación y del gasto len, proporciona analgesia altamente satisfactoria, tiene
cardiaco. Dadas la mala adaptación al esfuerzo de los menor repercusión sobre la ventilación y, aplicada en
pacientes obesos y la insuficiencia coronaria frecuente regiones periféricas, afecta poco o nada la hemodina-
la técnica de despertar debe tratar de disminuir estas mia del paciente.109 Pero su aplicación no es tan senci-
modificaciones. Con excepción de los actos quirúrgicos lla; a menudo se requiere equipo especial (agujas más
menores, es recomendable una ventilación posoperato- largas, uso de neuroestimuladores y ultrasonografía).
ria de varias horas en el paciente obeso mórbido.11 Cada Las dosis que no son calculadas adecuadamente pueden
caso se debe evaluar de manera individual y observar la rayar la toxicidad, pues a menudo se calculan con base
posible respuesta ventilatoria al final de la cirugía. La en el peso real. Las marcas anatómicas de superficie son
posibilidad siempre latente de requerimientos de apoyo totalmente distintas, cambian, no son palpables o están
ventilatorio persiste hasta 24 h posteriores al fin de la ci- cubiertas por grandes colgajos de piel que impiden ma-
rugía, especialmente en cirugías abdominales —supra- niobrar correctamente.
umbilicales y torácicas—, y siempre se debe contar con Aun cuando se logra colocar el procedimiento regio-
la posibilidad de traslado del paciente a una unidad de nal es de temer el fracaso de la técnica, pues obliga a
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 305

transformar la anestesia a un procedimiento general, pués de la primera semana la preocupación comienza a


con todas las implicaciones negativas que conlleva. desplazarse a las complicaciones tromboembólicas y
En un estudio con 6 920 obesos que recibieron algún sépticas. La técnica anestésica utilizada parece no tener
tipo de bloqueo periférico de la extremidad superior o efecto en la morbimortalidad posoperatoria.116
la inferior, paravertebral, neuroaxial o combinado se Hay un riesgo elevado de hipoxia los primeros tres
observó una tasa de éxito alta (89.1%); sin embargo, días posteriores a la cirugía.23 La edad y la situación de
específicamente los pacientes con un IMC mayor de 30 la herida quirúrgica son factores agravantes. Por ello se
kg/m2 tuvieron 1.62 veces más posibilidades de tener un recomienda prolongar el monitoreo con pulsioximetría,
bloqueo fallido y una elevación de la tasa de complica- ya que se han observado descensos en los valores de la
ciones de 0.3%. Los bloqueos con mayor tasa de falla PaO2 menores de 60 mmHg.23
fueron el lumbar y el interescalénico continuo (9.5 y Para evitar esto se recomienda sentar a los pacientes,
15.2%, respectivamente).110 administrar analgesia adecuada e indicar ejercicios ven-
La obesidad se acompaña de modificaciones del vo- tilatorios. Si la cirugía fue en la región abdominal se re-
lumen del líquido cefalorraquídeo (LCR) y del espacio comienda oxigenoterapia entre 48 y 72 h.
peridural, así como de un aumento del flujo venoso lum- Asimismo, los pacientes con antecedente de patolo-
bar, las cuales repercuten de manera difícilmente previ- gía respiratoria, obesidad mórbida o superobesidad, o
sible sobre la cinética de los medicamentos inyectados que se sometieron a cirugía abdominal alta o torácica,
en el espacio peridural o en el LCR.111,112 presentan un muy elevado riesgo de complicaciones
Contrario a la creencia popular, las dosis de anesté- posoperatorias, por lo que debieran pasar a una unidad
sico local a emplear son menores en comparación con de cuidados intensivos para su vigilancia durante 24 a
las usadas en personas sanas; sin embargo, se ha descri- 72 h.117 Hasta 45% de los pacientes con cirugía abdomi-
to que la extensión del bloqueo sensitivo es muy varia- nal superior presentarán atelectasias, las cuales son más
ble de una persona a otra.113–115 frecuente si se realiza neumoperitoneo. Sin embargo, la
La colocación de un catéter subaracnoideo o epidural cirugía laparoscópica cursa con menor dolor y menor
permitirá titular dosis y fraccionarlas de manera segura afectación de la función ventilatoria posoperatoria. Se
en estos pacientes. Así se evitará un desequilibrio indica deambulación temprana y espirometría incentiva
hemodinámico poco deseable en el paciente obeso y —sea CPAP o presión positiva de dos niveles en la vía
afectación en la mecánica ventilatoria. aérea.118,119
Cada vez se utilizan más las técnicas mixtas de anes-
tesia regional y anestesia general, en las que la reduc-
ción de dosis de ambos componentes disminuye las mo- Riesgo tromboembólico
dificaciones metabólicas y hemodinámicas del periodo
posoperatorio inmediato, amén de proveer una excelen- La mejor forma de prevenir un evento tromboembólico
se basa en la aplicación de heparinas de bajo peso mole-
te analgesia. Se disminuyen las cantidades de opioides
y bloqueadores neuromusculares, y el paciente muestra cular en dosis profilácticas, movilización temprana y te-
una menor limitación ventilatoria posoperatoria secun- rapias con heparina intravenosa.
daria a dolor de herida quirúrgica. Asimismo, permite La recomendación actual indica aplicar heparina de
la movilización temprana y disminuye la respuesta hu- bajo peso molecular en dosis de 40 a 80 mg por vía sub-
cutánea a las 24 h de la cirugía y después cada 24 h. Tam-
moral al estrés, lo cual es el origen de desórdenes meta-
bién se puede utilizar la heparina intravenosa, que tiene
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bólicos que desembocan en hiperglucemia posoperato-


un control de coagulación más fiable debido a la vía uti-
ria en los pacientes obesos.
lizada (absorción y distribución más fiable de la vía in-
travenosa contra la vía subcutánea en el paciente obeso)
y la posibilidad de revertir el efecto.120,121
PERIODO POSOPERATORIO
Otros riesgos

Se tomarán todas las medidas pertinentes para la pre-


Función ventilatoria vención de infecciones de la pared abdominal, como
aseo diario de heridas, cambio de apósitos, reconoci-
Durante los primeros días del posoperatorio la vigilan- miento temprano de datos de infección o dehiscencia de
cia se centra sobre todo en el riesgo ventilatorio. Des- pared, y profilaxis antibiótica en el perioperatorio.11
306 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 24)

La glucemia se vigilará diariamente y se controlará mera hora, 3 mg/min en la segunda hora y 2 mg/min el
con insulina rápida, incluso en los pacientes obesos no resto del tiempo anestésico; 0.17 mg/kg/h de ketamina
diabéticos. Esto se llevará a cabo durante un periodo de y 80 mg/kg de sulfato de magnesio. Este régimen man-
24 h y se extenderá según los resultados obtenidos. En tuvo sin sedación a los pacientes y disminuyó significa-
caso de hiperglucemias es aconsejable el control de lí- tivamente los requerimientos de morfina por ACP.127
quidos y electrólitos, a fin de detectar y evitar estados Parece ser que la clonidina se puede utilizar con se-
de hiperosmolaridad.11 guridad, además de que disminuye los requerimientos
de todos los demás analgésicos; 20 mg por dosis intrave-
nosa son suficientes en la mayoría de los casos para lo-
Analgesia posoperatoria grar analgesia adyuvante adecuada.128 La ketamina se
encuentra en la misma situación: 250 mg/kg reducen el
No es raro pensar que las necesidades posoperatorias de consumo de analgésicos, pero no disminuyen la seda-
opioides son menores en el paciente obeso que en el ción de los pacientes en el posoperatorio.129,130 La lido-
paciente no obeso. Sin embargo, los trabajos actuales caína intravenosa tiene varios adeptos por su marcado
relativos al uso de bombas portátiles para analgesia con- efecto antiinflamatorio y antihiperalgésico. La dosis
trolada por el paciente (ACP) desmienten este hecho y descrita renglones arriba es complemento suficiente
demuestran que el paciente obeso requiere opioides en para muchos regímenes de analgesia multimodal.131–133
la misma medida que el paciente no obeso, aunque la La analgesia proporcionada por la anestesia regional
posibilidad de ocasionar depresión ventilatoria por no tiene discusión. Sólo se agregará que una vez supera-
opioides es real. Por eso la modalidad de ACP se adapta do el obstáculo de la dificultad de instalación se debe
bien a las necesidades de estos pacientes, pues la varia- anticipar la posibilidad de complementar la analgesia
bilidad del umbral del dolor es independiente del peso residual, pues el dolor que se presenta al finalizar el
y la predictibilidad de las dosis por peso (aun con ajustes efecto del bloqueo es muy intenso como para echar a
al peso magro, ideal o real) es muy baja. La ACP per- perder todo el manejo establecido previamente.
mite que el paciente se sienta confortable con la menor
cantidad de opioides posible, evitando así las sobredosi-
ficaciones por cálculos basados en el peso. Se prefiere CONCLUSIONES
la vía epidural con anestésicos locales y morfina. Los
opioides endovenosos o intramusculares no se reco-
miendan. Con esto se logra ambulación temprana y los
pacientes sufren menos complicaciones ventilatorias. El manejo de los pacientes obesos, y en especial de los
En estos pacientes no es deseable la infusión conti- obesos mórbidos y superobesos, presenta muchas difi-
nua de opioides, prefiriendo la modalidad “en deman- cultades y particularidades que hay que enfrentar tarde
da”; se aconseja disminuir progresivamente los bolos y o temprano, aun cuando no nos dediquemos a la aten-
las dosis máximas en intervalos de tiempo. Por supues- ción de este tipo de pacientes de manera específica (ci-
to, los antiinflamatorios no esteroideos se pueden admi- rugía bariátrica), ya que la obesidad ha alcanzado di-
nistrar con toda seguridad y debe hacerse en forma hora- mensiones epidémicas a nivel mundial y nuestro país no
ria, sólo vigilando no sobrepasar dosis tóxicas hepáticas es la excepción.
y/o renales o que puedan afectar la coagulación.122–125 Los problemas centrales en los obesos son de tipo
La infiltración de heridas con anestésicos locales y la ventilatorio y cardiovascular. Otras problemáticas,
instilación intraabdominal son técnicas muy satisfacto- como el riesgo de tromboembolia, sepsis, complicacio-
rias de analgesia.126 nes metabólicas y dificultades técnicas para la atención
Actualmente la mejor manera de llevar la analgesia del paciente obeso, no carecen de importancia y a menu-
posoperatoria consiste en la llamada analgesia multi- do constituyen verdaderos retos para el equipo quirúrgi-
modal. Basado en múltiples fármacos que se comple- co, el cual mediante una evaluación correcta y anticipa-
mentan entre sí, un esquema típico para el control del ción a todas las dificultades detectadas individualizará
dolor posoperatorio de cirugía de bypass gástrico con- el manejo de cada uno de los pacientes y saldrá avante
sistiría en 60 mg de metilprednisolona previos a la ciru- con un paciente satisfecho y agradecido.
gía; 30 mg de ketorolaco al inicio y al final de la cirugía; No es raro que el anestesiólogo sea el médico que
de 300 a 500 mg de clonidina por vía intravenosa en la deba liderar estas acciones, lo cual contribuirá a definir
primera hora de anestesia; 100 mg de lidocaína intrave- de manera más clara su papel como médico especialista
nosa en bolo y posterior infusión de 4 mg/min en la pri en medicina perioperatoria.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente obeso y obeso mórbido 307

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Capítulo 25
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente con trauma
Jaime Vázquez Torres, Ofelia Zárate Vázquez

INTRODUCCIÓN bazo o el hígado, así como de todo tipo de fracturas o


lesiones asociadas.
La calidad en los cuidados de asistencia en este perio-
do, que de acuerdo con R. Adams Cowley se considera
El problema de salud debido a los traumatismos ocasio- “el periodo de oro”, debe ocurrir en un tiempo menor de
nados por accidentes y actos de violencia continúa con 9 minutos entre el incidente y la llegada de asistencia;
una frecuencia ascendente y una correlación directa con el cuidado prehospitalario comprende 10 min, con un
los grandes centros de población, comportándose como mínimo de 2 a 5 min para evaluación y corrección
una epidemia silenciosa. La mortalidad es el aspecto mediante el ABCD protocolizado; y se requieren otros
que, paradójicamente, mejor describe la situación de la 10 min para el traslado a un hospital especializado, por
salud de la población. El trauma se ha convertido en la lo que se considera que dicho periodo debe comprender
tercera causa de mortalidad en México, según lo revelan menos de 30 min, dado que a mayor tiempo agregado,
las cifras del SINAIS, con 35 450 casos, mientras que mayor será el riesgo de pérdida sanguínea, de descon-
en el Distrito Federal ocupa el cuarto lugar después de trol de la vía aérea y de muerte. Por último, en el pico
las cardiopatías, los trastornos endocrinos y el cáncer, faltante se observa mortalidad en los siguientes días o
con 15 461 casos.1 Es la causa de muerte más frecuente semanas de 20% de los casos, debida a sepsis, falla orgá-
en los adolescentes y jóvenes (44% por accidentes y nica múltiple y complicaciones, o bien al tratamiento
19.3% por lesiones intencionales), con afectación de la inadecuado de las secuelas de las lesiones.4
población económicamente activa entre 24 y 44 años de La principal causa de muerte por trauma a nivel mun-
edad (26% por accidentes y 14% por lesiones intencio- dial es el accidente automovilístico. En 2000 murieron
nales); cuanto mayor es la edad se observa una tenden- alrededor de cinco millones de personas por lesiones
cia a la disminución (9.4% por accidentes).2 multisistémicas graves y se estima que para 2020 serán
La mortalidad debida a traumatismos tiene una dis- 8.4 millones de personas las afectadas por este tipo de ac-
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tribución trimodal; aunque esta clasificación ha sido cidentes.5 El trauma no tiene pródromos; se presenta con
motivo de controversia en algunos centros de trauma,3 patrones de alta y mediana energía como una enfermedad
en la práctica es aceptable para la comprensión del pro- de dificultad diagnóstica, manejo integral complejo y
blema de esta afección. El primer pico se observa duran- atención multidisciplinaria de alto costo económico.
te los primeros minutos, correspondiendo a 50% de los La atención especializada generalmente se debe ini-
casos, y generalmente se produce a consecuencia de le- ciar en el sitio del accidente o desastre para evitar más le-
siones en órganos vitales, grandes vasos y afectación siones en forma involuntaria o por iatrogenia, y conti-
craneofacial severa. El segundo pico ocurre dentro de nuar con ella hasta llegar al hospital de traumatología,
las primeras horas del evento traumático (30% de los ca- donde una vez que el paciente es evaluado en forma mul-
sos), ocurriendo la muerte a consecuencia de hematoma tidisciplinaria y bajo protocolos específicos se establece
subdural o epidural, hemoneumotórax o rupturas del el diagnóstico preciso y se determina el plan terapéutico

311
312 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

para resolver el problema de daño orgánico funcional de- ción preanestésica coincide con los esfuerzos de reani-
sencadenado por el traumatismo mediante tratamiento mación y la conducción anestésica se inicia con una va-
integral médico–quirúrgico en forma oportuna.6 loración mínima o apresurada sin conocimiento del
Las consideraciones prácticas permiten determinar un entorno traumático del paciente que se atiende. Por ello
plan anestésico perioperatorio que lleve a cumplir los ob- es necesario establecer prioridades sistematizadas a ma-
jetivos primordiales de la presencia del especialista en nera de manual de procedimientos que permitan jerar-
anestesiología en el equipo multidisciplinario de aten- quizar los puntos clave de la evaluación preanestésica
ción al trauma, que consisten en garantizar y optimizar la de utilidad no sólo en el manejo perioperatorio, sino
perfusión y oxigenación tisular mediante el equilibrio también en la evolución posoperatoria y de rehabilita-
homeostático, controlando el dolor y la ansiedad.7 ción que nos permita ser partícipes de una atención mé-
dica integral de calidad que reintegre lo más pronto po-
sible al paciente en las mejores condiciones anatómicas
y fisiológicas a su entorno familiar, social y laboral pre-
GENERALIDADES vio al evento traumático. De ahí el interés de presentar
algunas consideraciones pertinentes en la valoración y
el manejo del paciente afectado por la enfermedad del
traumatismo.10
Se debe contar con el diagnóstico traumático principal,
así como con los diagnósticos concomitantes, pues toda
respuesta resolutiva inicia con un buen planteamiento 1. Evaluar y documentar en un expediente clínico y
del problema con el fin de otorgar atención de calidad una hoja de registro de conducción anestésica el
dirigida a la satisfacción del paciente y sus familiares. diagnóstico quirúrgico preciso; el traumatismo
Los protocolos específicos de atención generalmente se puede tener diferentes orígenes, por lo que es
muy probable que el personal de anestesiología
elaboran con base en el paciente politraumatizado,8 con
se encuentre con traumatismos de baja, de media-
una mejoría de la sobrevida cuando el paciente es trans-
na y de alta energía, cerrados, penetrantes o com-
ferido de manera temprana a un centro especializado,
binados, y con quemaduras que podrán presentar
por lo que es imprescindible que el personal de aneste-
diferentes manifestaciones en cada uno de los pa-
siología en trauma integre a la práctica el conocimiento
cientes afectados. Asimismo, se debe interrela-
del mecanismo de lesión, las respuestas fisiopatológicas,
cionar el mecanismo de lesión y el tiempo de evo-
la repercusión orgánica del trauma y las manifestacio-
lución entre el momento del evento traumático y
nes clínicas que determinen e infieran las consecuencias
el acto anestésico–quirúrgico, pues la calidad de
clínicas que se presentarán en el manejo perioperatorio
la atención prehospitalaria, la oportunidad y el
y permitan elegir adecuadamente los métodos, las técni-
grado de complejidad del trauma11 pueden condi-
cas y los procedimientos indicados en cada caso en es-
pecial, evitando establecer el manejo de la conducción cionar la elección del manejo anestésico, así
como reportar cada dato de interés o factor de
anestésica mediante “recetas de cocina”.
Se debe diferenciar entre un paciente con heridas riesgo presentes que permitan inferir modifica-
ciones en el tratamiento anestésico planeado.
múltiples, heridas graves, policontusiones y politrau-
ma; de ahí que el manejo perioperatorio se inicia con 2. Continuar con el manejo protocolizado de aten-
apego al concepto de que un paciente politraumatizado ción inicial al trauma, con el objetivo de salva-
es “un paciente crítico que está en peligro inminente de guardar la vida del paciente (PHTLS, ATLS,
muerte por interferencia con las funciones vitales, con- PTC, ABLS, etc.)12 mediante atención sistemati-
zada de procedimientos de control de la vía aérea
secutivas a lesiones traumáticas a diversos órganos,
aparatos o sistemas”.9 y estabilización de la columna cervical, ventila-
ción, circulación y control neurológico (ABCD).
Se deben evaluar y corregir los parámetros que
aún faltasen en la asistencia de urgencia hasta el
EVALUACIÓN PREANESTÉSICA inicio de la cirugía.
3. Realizar la evaluación preanestésica y la planea-
ción perioperatoria con cuidado de mantener los
estados hemodinámico y neurológico adecua-
Es preciso rediseñar la rutina de atención médica del dos, garantizando la perfusión tisular y una oxi-
personal de anestesiología, pues en ocasiones la valora- genación sistémica de calidad.13
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 313

4. Mantener la estabilización y la alineación axial maxilar de manera que el tercio medio de la


no sólo de la columna cervical, sino de toda la co- cara se encuentra totalmente separado del res-
lumna y la pelvis, pues mientras no se demuestre to del esqueleto craneofacial y suspendido
lo contrario hay que suponer que el paciente trau- sólo por partes blandas.
matizado tiene lesión cervical y se deben adoptar Con esta explicación se comprende la importan-
las precauciones necesarias para su manipula- cia de conocer la clasificación y la posible y peli-
ción y traslado, a fin de no provocar mayor daño grosa repercusión en la práctica al intentar una
en lesiones concomitantes no valoradas o no es- intubación nasotraqueal o succión, o la coloca-
tabilizadas previamente.14 ción de sondas nasales, así como su considera-
5. Reunir la información pertinente de la historia ción para el manejo anestésico ante la presencia
clínica acerca de las circunstancias que conduje- de rinorrea u otorrea de líquido cefalorraquídeo.
ron a la lesión, el mecanismo y el patrón de le- En 1986 Manson propuso un cuarto tipo de frac-
sión, el tiempo transcurrido en ser rescatado del turas Le Fort, en el cual se involucra el hueso
escenario traumático, la repercusión orgánica frontal en el trazo fracturario; circunstancias que
inicial del trauma, la aspiración bronquial previa, actualmente obligan a que el tratamiento quirúr-
las lesiones asociadas, las cantidades aproxima- gico de estos pacientes se realice en forma multi-
das de sangrado previo, las patologías concomi- disciplinaria y simultánea con especialistas de
tantes, los antecedentes de exposición o consumo neurocirugía, oftalmología y cirugía plástica y
de sustancias tóxicas, drogas, medicamentos o maxilofacial.16
fármacos de control crónico, los antecedentes 8. Evaluar y determinar las condiciones de acceso
anestésico–quirúrgicos, las transfusiones previas de la vía aérea. En el paciente politraumatizado
y las limitaciones religiosas para el uso de hemo- implican un riesgo importante el manejo y el
derivados.15 abordaje de la vía aérea, particularmente con le-
6. Si es posible, analizar los exámenes de laborato- sión en el complejo craneomaxilofacial y cervi-
rio disponibles, de gabinete y rayos X, así como cal, y en el caso de quemaduras,17 por lo que
reportes documentados de resultados de inter- siempre deben estar tener presentes las siguientes
consultas y valoraciones previas, plan terapéuti- consideraciones:
co o quirúrgico de otra especialidad quirúrgica S La vía aérea puede contener objetos extraños
diferente a la que interviene por prioridad al pa- que si no han sido valorados adecuadamente y,
ciente. en su caso, retirados pueden obstruir el flujo
7. Evaluar y determinar la existencia de lesión fa- de oxígeno o ser impulsados a las estructuras
cial en el caso de politrauma, policontusión o laríngeas subyacentes en el momento de la in-
trauma en el complejo craneomaxilofacial, para ducción y la intubación.18
lo cual será útil la clasificación de Le Fort, que S Manejarla como una situación de urgencia real
consiste en determinar el grado de afectación con “estómago lleno”, puesto que la respuesta
anatómica: metabólica al trauma condiciona alteraciones
S Tipo I: la fractura se extiende de una articula- gástricas e intestinales que pueden ser perjudi-
ción pterigomaxilar a la articulación contrala- ciales en el proceso de inducción e intubación
teral, incluyendo apófisis alveolar, bóveda pa- traqueal, por lo que obliga la técnica de secuen-
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latina y apófisis pterigoides. cia rápida de intubación traqueal.19


S Tipo II: fractura piramidal en la apófisis fron- S Realizar el procedimiento considerando la po-
tal del maxilar que se extiende lateralmente sibilidad de cursar con lesiones craneales y
por los huesos lagrimales, el piso de las órbi- cervicales concomitantes dependiendo de la
tas, la articulación cigomaticomaxilar, la pa- edad del paciente y del mecanismo de lesión
red lateral del maxilar y la articulación pteri- del trauma, así como la intensidad del mismo
gomaxilar. en la afectación biomecánica de las estructu-
S Tipo III: conocida como disyunción craneofa- ras afectadas.20
cial. El trazo se extiende desde la articulación S Los procedimientos de acceso de la vía aérea
frontomalar hasta la sutura nasofrontal a tra- deben ser seguros, confiables, visualizables y
vés del piso de las órbitas, completando la des- corroborados; nunca debe existir duda en el
articulación del tercio medio de la cara; el ma- procedimiento, pues en nuestro desempeño no
lar y los huesos nasales se mantienen unidos al se puede permitir el error.21
314 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

S Disponer y llevar a cabo el monitoreo conti- Cuadro 25–1. Escala de coma de Glasgow29
nuo.22
Apertura Respuesta Respuesta
S Aplicar, según el caso, todos los métodos de de ojos verbal motora
evaluación de la vía aérea adaptados a las con-
Espontánea 4 Orientado 5 A las órdenes 6
diciones y protocolos de manejo del paciente
A las órdenes 3 Confuso 4 Localiza el dolor 5
traumatizado —Mallampati, Patil–Aldreti,
Al estímulo 2 Inapro- 3 Retiro al dolor 4
Bellhouse–Doré, distancia esternomentoniana, doloroso piado Flexión inapro
distancia interincisivos y Wilson, entre otros—, Ninguna 1 Incompren- 2 piada 3
para determinar que la posibilidad de acceso a sible Extensión 2
la vía aérea será difícil.18,21 Ninguna 1 Ninguna 1
S Utilizar métodos, algoritmos, guías y recomen-
daciones de acceso de la vía aérea difícil valida-
das y recomendadas por la American Society of Para una evaluación protocolizada se cuenta con la es-
Anesthesiologists (ASA). cala de coma de Glasgow, o alguna otra alternativa, que
S Disponer de instrumentos de acceso a la vía aé- brinda un esquema de evaluación repetitiva y uniforme,
rea alternativos a la laringoscopia directa de intervalos definidos por cada unidad, reportes estanda-
acuerdo con la habilidad, capacitación, expe- rizados y la posibilidad de error de apreciación que con-
riencia y disponibilidad de los mismos; en ca- dicionen efectos negativos en la evolución neurológica
sos de lesión de columna cervical, y en general del paciente (cuadro 25–1).
en el trauma del complejo craneomaxilofacial, Se puede agregar al registro de evaluación preanesté-
se ha observado la utilidad del TrachlightR,2 el sica la clasificación de Becker, quien en 1971 propuso
estilete luminoso, la videolaringoscopia me- la clasificación para afectación del trauma craneal en
diante GlidescopeR24 y el Air TrachR; además grados de acuerdo con los hallazgos clínicos:
se dispone del FastrachR,25 el Air TrachR17 y
la hoja de laringoscopio McCoy, que permiten S Grado I: pérdida transitoria del estado de alerta.
realizar el acceso a la vía aérea endotraqueal sin En la revisión el paciente se aprecia alerta, orien-
hacer movimientos en el cuello ni alineación de tado y sin déficit neural. Se puede acompañar de
los ejes auxiliares de intubación orotraqueal. cefalea, náuseas y vómito.
S En caso de pacientes con quemaduras faciales S Grado II: estado de conciencia alterado. Capaz de
hay que adecuar los cuidados a las condiciones obedecer órdenes simples. Puede estar alerta con
de edema facial y la aplicación de mascarilla, déficit neurológico focal.
así como a la presencia de edema de mucosa na- S Grado III: incapaz de seguir una orden sencilla,
sal, oral y perilaríngea, además de las modifica- deterioro del estado de alerta. Puede usar palabras
ciones anatómicas a consecuencia de las que- en forma inapropiada. La respuesta motriz varía
maduras que limitan el uso de aditamentos desde la reacción localizada al dolor hasta la pos-
supraglóticos.26 tura de descerebración.
9. Determinar la presencia o ausencia de fractura de S Grado IV: no hay evidencia de función cerebral
órbita y lesión ocular mediante una valoración por (diagnóstico de muerte cerebral).30
parte de oftalmología, con el fin de disminuir las
Se debe agregar a la nota preanestésica el resultado de
modificaciones de la presión intraocular o la posi-
la evaluación de la tomografía reportado por el neuroci-
bilidad de agravar las lesiones oculares por frag-
rujano tratante.31
mentos óseos o cuerpos extraños penetrantes.27
10. Es obligada la evaluación del estado neurológico
en todos los pacientes traumatizados para descar- Evaluación de la columna cervical
tar o detectar oportunamente la repercusión de la
lesión secundaria desencadenada por el trauma Todo paciente con politrauma tiene la posibilidad de
craneal, la cual provoca diferentes procesos pato- cursar con trauma craneal y lesión de columna cervical,
lógicos que dan como resultado isquemia, exci- por lo que se debe realizar la estabilización precoz de la
totoxicidad, falla energética en el metabolismo columna.
neuronal, inflamación, edema cerebral, incre- La evaluación cervical radiográfica consiste en una
mento en la presión intracraneal y apoptosis neu- proyección lateral que incluya las siete vértebras cervi-
ronal.28 cales y el espacio intervertebral C7 y T1, así como:
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 315

a. La lordosis normal. Función respiratoria


b. Alineación de los bordes anteriores y posteriores
de los cuerpos vertebrales. La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) es una ame-
c. Alineación de líneas vertebrolaminares. naza vital que resulta de obstrucción de las vías aéreas
d. El aspecto del cuerpo vertebral, la apófisis espino- y afectación toracopulmonar o del sistema nervioso,
sa “en abanico” y las fracturas de láminas, pedícu- que condicionan hipoxia con una PaO2 < 70 mmHg.
los u odontoides. Se puede presentar IRA en la lesión vertebromedular
e. El espacio prevertebral entre la faringe y el cuerpo (sección o isquemia) superior a C4, en presencia de
vertebral debe ser menor de 5 mm. cuerpos extraños en las vías superiores, en hematoma de
f. Los espacios de los discos intervertebrales están la base de la lengua, en fracturas mandibulares conmi-
ensanchados cuando se comparan con los espacios nutas con lesión del músculo geniogloso, en trauma tra-
adyacentes. queal y fractura de cricoides, en contusión pulmonar por
pérdida de área de intercambio gaseoso y en casos en
En el paciente con lesión medular aguda los signos clí- que se presenten focos neumónicos y atelectasias; se
nicos incluyen esfínter rectal incontinente, respiración debe sospechar en casos de ruptura traqueobronquial,
diafragmática, hipotensión con bradicardia32 y pria- neumotórax, hemotórax, enfisema mediastínico o cer-
pismo. En las lesiones inferiores a nivel de C6 y C7 el vical; hay susceptibilidad de que se presente síndrome
diafragma queda intacto; las parálisis intercostales pue- de distrés respiratorio progresivo.36
den producir respiración paradójica, imposibilidad para
toser y dificultad para movilizar las secreciones. Las Función circulatoria
lesiones proximales al nivel de C5 provocan parálisis
diafragmática y, por consiguiente, trastornos ventilato- El factor patogénico fundamental es la disminución del
rios severos. Se requiere ventilación mecánica cuando retorno venoso, condicionado por hipovolemia, neumo-
el volumen ventilatorio del paciente es menor de 3 mL/ tórax, taponamiento o factores que aumenten la presión
kg y la capacidad vital está por debajo de un litro. El intraabdominal. Las causas de falla circulatoria inclu-
choque neurogénico provoca una brusca pérdida de la yen contusión miocárdica, lesiones valvulares traumáti-
inervación simpática, manifestado como simpatecto- cas, simpatectomía (por lesión medular, encefálica o
mía con hipotensión y bradicardia.33 medicamentosa), alteraciones hidroelectrolíticas y áci-
En el paciente estable a quien se le realizó reducción do–básicas, hipotermia e infarto agudo del miocardio.
o estabilización de fracturas mandibulares mediante sis- El trauma grave puede provocar deterioro de la función
temas de fijación con ligas interdentarias, éstas se debe- celular por incapacidad del aparato circulatorio para sa-
rán cortar y retirar antes de realizar cualquier adminis- tisfacer las necesidades metabólicas de los órganos y te-
tración de sedantes, opioides o anestésicos; hay que jidos, manifestado como estado de choque traumático
considerar la posibilidad de acceso difícil de la vía (palidez, extremidades frías, cianosis, hipotensión arte-
aérea. rial y oliguria, hipoperfusión periférica, taquicardia, ob-
nubilación y polipnea).

Evaluación multisistémica Función renal


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Dirigir y revalorar el tratamiento de lesiones asociadas Resulta afectada en el trauma urinario o indirectamente
en otros segmentos corporales afectados distintos al in- en relación con las alteraciones hemodinámicas y bioló-
tervenido. Se debe evaluar cuidadosamente la función gicas, y las complicaciones evolutivas que provocan
cardiaca en todos los pacientes traumatizados, en espe- deuda de perfusión por incapacidad de soportar produc-
cial en los ancianos; hay reportes de trastorno del ritmo ción de orina que traduzca el mantenimiento normal del
y conducción cardiacos en pacientes que presentan trau- balance hídrico y electrolítico, y de los niveles plasmáti-
ma craneoencefálico moderado; se debe vigilar el posi- cos de urea y creatinina; en el trauma se requiere una
ble curso evolutivo de la contusión miocárdica.34 emisión horaria de hasta 100 mL por el estado de hiper-
La repercusión orgánica del trauma puede modificar catabolismo y reabsorción de hematomas. La fase evo-
la conducta anestésica perioperatoria y orientar el ma- lutiva de la falla renal puede llevar a necrosis tubular
nejo anestésico en forma racionalizada, individual y aguda generalmente reversible o necrosis cortical aguda
con estricto apego a los requerimientos de cada pacien- en principio irreversible. La pérdida hemática de 30%
te.35 de velocidad de sedimentación globular se acompaña de
316 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

hipotensión arterial y vasoconstricción renal. La fun- seminada es provocada por la activación de factores de
ción renal se puede afectar ante la severidad de la hipo- hemostasia por parte de enzimas proteolíticas, activa-
volemia por disminución del flujo sanguíneo renal y fil- ción del sistema intrínseco por la penetración de trom-
tración glomerular, reduciendo el aclaramiento de sodio boplastina tisular en la circulación proveniente de teji-
osmolar y del débito urinario; también por rabdomiólisis dos lesionados en casos de embolia grasa,39 atrición
en aplastamiento muscular extenso, contusiones múlti- grave del parénquima cerebral rico en tromboplastina y
ples y síndrome compartimental por isquemia prolon- fosfolípidos, y activación del sistema intrínseco por el
gada espontánea o provocada intencional (torniquetes). factor de Hageman. La coagulación por lisis se presenta
por activación local de fibrinólisis, un fenómeno fre-
Función hepática cuente en el politraumatizado.40

Función neuroendocrina
La afectación implica isquemia de los hepatocitos por
vasoconstricción o colapso del lecho esplácnico, reab- Se manifiesta principalmente por variaciones en la
sorción de toxinas microbianas intestinales, medica- secreción de insulina, glucosa, suprarrenal y activación
mentos y agentes anestésicos. La principal manifesta- del sistema renina–angiotensina–aldosterona, adreno-
ción es la alteración de las enzimas séricas TGO y LDH, corticotropina, vasopresina, hormona de crecimiento,
hiperbilirrubinemia, disminución del complejo pro- prolactina y endorfinas entre la gran cantidad de sustra-
trombínico e ictericia generada por hemólisis y toxiin- tos, enzimas y sustancias que aseguran el aprovisiona-
fección con agravamiento por la concomitancia de afec- miento celular de sustratos y oxígeno.36
tación renal y pulmonar en la falla orgánica múltiple.37
Equilibrio hidroelectrolítico
Función digestiva Se presenta un tercer espacio hídrico perilesional, reten-
ción de sodio, hiponatremia dilucional, hipercalemia
A consecuencia del nivel de estrés, en los primeros 30 transitoria e hipocalcemia.
min se pueden desarrollar ulceraciones gastroduodena-
les como consecuencia de la isquemia en el tracto gas- Equilibrio ácido–base
trointestinal, aumento de ácido estomacal, hipersecre-
En el estado de choque el déficit microcirculatorio pro-
ción de gastrina y disminución de la resistencia de la
voca acidosis metabólica con aumento de ácido láctico
mucosa gástrica por hipercortisolemia. Las alteraciones
y reducción del catabolismo hepático de los lactatos.
de la coagulación favorecen la hemorragia. Se puede
Contribuye al deterioro metabólico, las alteraciones
presentar colecistitis aguda alitiásica por causa del es-
respiratorias, la insuficiencia renal, la hipotermia y la
tado de choque, agentes que alteran el flujo biliar, au-
multitransfusión.
sencia de descarga biliar secundaria a nutrición parente-
ral y efectos de lisolecitinas en el embolismo graso. Son Modificaciones biológicas
frecuentes la estasis intestinal y el íleo con proliferación
bacteriana con las posibles repercusiones orgánicas ge- Existe elevación en las cifras de TGO, DHL y CPK en
neralizadas; no tan raras pueden ser la necrosis y la per- caso de lesión hepática, pulmonar, cerebral, muscular y
foración intestinal por isquemia de la pared intestinal. ósea. La CPK se encuentra anormalmente elevada en el
traumatismo muscular extenso. La isoenzima CPK–
Hemostasia MB es representativa de afección miocárdica por enci-
ma de 3 a 10% de actividad total de CPK —también au-
mentada en casos de acidosis láctica, falla hepática,
Es común la coagulopatía mixta por dilución, consumo
hipotermia e isquemia cerebral— y puede ser conse-
y lisis. La más frecuente es la de dilución a consecuencia
cuencia de una liberación excesiva de catecolaminas en
de la pérdida de factores de coagulación por hemorragia
el traumatismo craneoencefálico; también se incremen-
o fuga plasmática, por reconstitución insuficiente y por
ta la proteína C reactiva. En el trauma pancreático se
administración de soluciones sin factores de coagula-
puede encontrar elevación de la amilasa.41
ción.38 La coagulopatía de consumo se determina al en-
contrar alargamiento de los tiempos de coagulación, Equilibrio térmico
complejos solubles y productos de degradación del fi-
brinógeno, y disminución de las plaquetas y de los fac- Hay termólisis exagerada en relación con la termogéne-
tores de coagulación. La coagulación intravascular di- sis. Se puede presentar hipotermia con varios factores
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 317

concomitantes, como las exploraciones prolongadas y ventilación/perfusión, resultando en hipoxemia. Al


repetidas (por protocolos de valoración), las soluciones conjuntarse la obstrucción y la vasoconstricción pulmo-
de soporte y reposición sanguínea fría, irrigaciones frías, nar hipóxica se genera un incremento de la resistencia
cirugías prolongadas y gases anestésicos fríos. La ter- vascular pulmonar y de la presión arterial pulmonar;
mogénesis se ve afectada en el trauma craneoencefálico cualquier evento de hipovolemia o hipotensión arterial
por el consumo previo al evento traumático de alcohol, severa puede alterar el equilibrio hemodinámico condi-
drogas, depresores del sistema nervioso central y el uso cionando un bajo gasto cardiaco y falla aguda del ventrí-
de bloqueadores neuromusculares.42 La hipotensión ar- culo derecho. Hay varias teorías que tratan de explicar
terial, la bradicardia y la alteración del ritmo y la conduc- las características clínicas por la relación con la fisiopa-
ción cardiacos (extrasístoles ventriculares, alargamiento tología (intravasación, bioquímica de la lipasa y ácidos
de PR, QRS y QT, y modificaciones de ST y T) son efec- grasos libres, activación del sistema de coagulación en
tos indeseables de la hipotermia; se prolonga el estado el vaso medular, hipovolemia en estado de choque, sín-
comatoso, se retrasa el despertar posanestésico, se alte- drome de respuesta inflamatoria sistémica, respuesta
ran la farmacología de los agentes anestésicos y los antiinflamatoria compensatoria) que finalmente provo-
mecanismos de hemostasia, y se favorece el sangrado.43 cará daño endotelial, edema intersticial, distrés respira-
torio, falla ventricular derecha y colapso circulatorio.44
Las características clínicas incluyen:
Mecanismo de defensa
S Disfunción respiratoria: en 90% de los casos se
La función inmunitaria se deprime por el trauma, afec-
presentan tos, disnea, hemoptisis, taquicardia,
tando la función de inmunidad no específica —polimor-
ansiedad, cianosis, daño pulmonar agudo y sín-
fonucleares, macrófagos, proteína de la cascada de la
drome de disfunción respiratoria aguda.
coagulación, sistema de complemento, fibronectina y
S Disfunción neurológica: cefalea, mareo, somno-
opsoninas, principalmente—, con alteración en los fe-
lencia, irritabilidad, delirio, confusión, convulsio-
nómenos de quimiotactismo, opsonización y fagocito-
nes, coma hasta focalización neurológica con ani-
sis de los leucocitos; esta afectación es paralela a la gra-
socoria, hemiplejía y afasia. El edema cerebral es
vedad del traumatismo por afectación del sistema
vasogénico y citotóxico con ruptura de la barrera
reticuloendotelial secundario a la hipoperfusión y en el
hematoencefálica; se puede asociar a petequias,
estado de choque. En la afectación de la inmunidad es-
fiebre, taquicardia e hipotensión.
pecífica se alteran las funciones de los monocitos y los
S Disfunción hematodermatológica: las petequias
linfocitos B y T, caracterizadas por parálisis inmunitaria
se presentan en 50% de los casos en la conjuntiva,
por pérdida de la función facilitadora de monocitos y
la mucosa oral, el pliegue cutáneo del cuello, las
reducción del sistema de defensa contra la inflamación,
axilas y el tórax; esta distribución se puede deber
magnificando la repercusión orgánica del síndrome de
a la acumulación de grasa en el arco aórtico previo
respuesta inflamatoria sistémica que conlleva a falla or-
a la embolización. Hay trombocitopenia y anemia
gánica múltiple.
quizá por coagulación intravascular diseminada.45
La inmunodepresión resultante en el paciente traum-
S Embolia sistémica: en los pacientes sometidos a
atizado se potencia por un estado nutricional deficiente,
artroplastia de cadera sin patología cardiaca (co-
antecedentes de diabetes, edad avanzada, procesos on-
municación interauricular) se explica por la defor-
cológicos, esplenectomía, procesos anestésicos, trans-
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mabilidad del émbolo graso que puede pasar a tra-


fusiones sanguíneas, antibióticos y esteroides.
vés de la red capilar pulmonar.46
Como consecuencia final, la infección y la falla mul-
tiorgánica son las causas principales de muerte tardía en
el politraumatismo.36,41 Profilaxis de la tromboembolia pulmonar

Aun cuando es controversial la relación entre la trombo-


sis venosa profunda (TVP) y la tromboembolia pulmo-
Riesgo de embolia grasa nar (TEP), la evidencia indica que la TVP precede a la
TEP en el contexto de una TVP asintomática. Sin trom-
Este síndrome complejo tiene un origen mecánico y boprofilaxis la incidencia de TVP va de 10 a 40% de los
funcional: en cuanto se libera la grasa al torrente venoso pacientes con patología médica o con algún tipo de ciru-
provoca obstrucción mecánica en el lecho vascular pul- gía general; esta incidencia aumenta a 50% en los pa-
monar que condiciona un desequilibrio en la relación cientes con enfermedad vascular cerebral, hasta 60% en
318 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

los pacientes sometidos a cirugía ortopédica y hasta lacionados, hospitalizaciones prolongadas, múltiples
80% en los politraumatizados o pacientes críticamente curaciones, cirugías, anestesias, posibles complicacio-
enfermos.47 nes y afectación en el área psicoafectiva. La gravedad
Por lo tanto, en la elección de la técnica anestésica es de la lesión depende de la intensidad, la duración y el
conveniente considerar que todos los pacientes con factor etiológico que incide histológicamente en el con-
trauma, lesiones de médula espinal y quemaduras pue- sumo de oxígeno, con duplicación en la tasa metabólica,
den estar bajo régimen de tratamiento con profilaxis de vasodilatación y reacción inflamatoria sistémica que
tromboembolismo de rutina o específica en cada unidad pueden evolucionar a falla orgánica múltiple y a la
hospitalaria, sin dejar pasar el hecho de que en la hemo- muerte. Condiciona dificultad del manejo perioperato-
rragia aguda o ante un alto riesgo de hemorragia clínica- rio en el acceso a la vía aérea, comportamiento farmaco-
mente importante será conveniente discutir con el ciru- lógico de anestésicos, líquidos transoperatorios y con-
jano la posibilidad de modificar los esquemas de trol del dolor.50
profilaxis.48 En los casos de cirugías prolongadas (8 a El manejo perioperatorio del paciente quemado se
12 h) en pacientes politraumatizados se debe considerar orientará a lo establecido en el soporte vital, por lo que
el empleo de heparinas de bajo peso molecular. hay que determinar:
Se debe documentar en el registro anestésico el ries-
go tromboembólico del paciente. Asimismo, es conve- S Tipo de quemadura.
niente anticipar las posibilidades de manejo urgente del S Extensión de la quemadura y áreas cruentas de
síndrome de reperfusión por isquemia intencionada en secuelas. En relación con el porcentaje de afecta-
las extremidades mediante elementos técnicos adyu- ción hay que aplicar la regla de los “nueves”. El
vantes, como los manguitos y el sistema tipo Kidde, o área correspondiente al tamaño de la palma de la
la utilización de torniquete de Esmarch. mano del paciente se considera que equivale a 1%.
S Profundidad de acuerdo con la clasificación del
grado de afectación determinada por el médico
Paciente pediátrico cirujano plástico o de urgencias en el momento del
ingreso.
S Lesiones asociadas, edad y sexo.
Es conveniente considerar los siguientes factores:
S Estado de volemia.
S Quemaduras de la vía aérea o inhalación de humo
S Mayor riesgo de hipotermia. y calor.
S Presión arterial en el límite a pesar de una pérdida S Determinar el índice de Baux: % de sobrevida =
sanguínea importante con descompensación más edad + % de superficie corporal quemada.
rápida y grave.
S Mayor dilatación gástrica postrauma. Se deberá establecer un esquema individualizado de
S Posibilidad de trauma torácico sin signos aparen- control de líquidos horario (cuadro 25–2).51
tes.
S Obstrucción de las vías respiratorias por diferen-
cias anatómicas respecto del adulto. Paciente geriátrico
S Dificultad para los exámenes clínico, neurológico
y radiológico.
La cifra de pacientes de edad avanzada que requieren
S Presencia o ausencia de dientes dependiendo de la
atención en trauma ha crecido, por lo que se agregará
edad.
una valoración de apoyo al estado físico (ASA) y riesgo
S Mayor inestabilidad cervical–craneofacial.
anestésico quirúrgico, debido a la presencia de enferme-
S Exige mayor atención y toma de decisión oportu-
dades concomitantes, reducción en las reservas fisioló-
na de cirugía temprana.49
gicas y trastornos en hematopoyesis.52 La anemia en el
anciano se relaciona con incremento de la mortalidad,
incidencia de enfermedad cardiovascular, deterioro cog-
Paciente con quemaduras nitivo y alto riesgo de fracturas,53 además de las modifi-
caciones fluctuantes hemodinámicas, en control de líqui-
La quemadura es un trauma que pone en peligro la vida dos y efectos farmacológicos en dosis inadecuadas.54
por desencadenamiento de diversos procesos fisiopato- Es necesario documentar el resultado de la valora-
lógicos, metabólicos e inmunitarios complejos interre- ción de índice de puntuación del traumatismo (Trauma
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 319

Cuadro 25–2. Esquema de líquidos transoperatorios


S Requerimientos estimados de líquidos por hora: 1 500 a 1 800 mL/m2/24 h
S Déficit estimado de líquidos por horas de ayuno a reponer de acuerdo con el esquema del General Hospital Massachusetts
S Requerimientos estimados por superficie corporal quemada (RESQ) equivalente a la pérdida por evaporación horaria del
área cruenta:
(25 + superficie corporal quemada) m2 = mL/h
Reposición por exposición de área cruenta (40% de RESQ)
Reposición por aseo de área cruenta (40% de RESQ)
Reposición por fricción de área cruenta (RESQ):
S Pérdida por exposición quirúrgica
S Pérdida sanguínea. Considerar que por cada 1% de superficie desbridada y escindida se pierde hasta 2% del volumen
sanguíneo circulante
S Reposición por ventilación
S Diuresis
S Otras pérdidas hídricas perioperatorias

Score) como adyuvante de la valoración preanestésica, el Utilizar guías de práctica clínica aplicadas al pacien-
estado físico de ASA y el riesgo anestésico, cuya utili- te quirúrgico para procedimientos electivos y de urgen-
dad es práctica en la evaluación de la repercusión del cias modificadas a las condiciones establecidas por el
trauma en la determinación de sobrevida (cuadro 25–3).9 trauma.

Seguridad del paciente


Cuadro 25–3. Índice de puntuación
Aplicar esquemas y lineamientos de acciones de la se-
del traumatismo
guridad del paciente,55 como el de “los cuatro correctos
Parámetro Valores Puntuación en cirugía”, que tiene la finalidad de disminuir los erro-
del trauma
res en la atención quirúrgica, los cuales consisten en:
Escala de coma de Glas- 14 a 15 5
gow
S Identificar al paciente correcto.
11 a 13 4
8 a 10 3 S Realizar cirugía y llevar a cabo el procedimiento
5a7 2 correcto.
3a4 1 S Identificar el sitio quirúrgico correcto.
Frecuencia respiratoria 10 a 24 4 S Realización en el momento correcto.56
25 a 35 3
> 36/min 2 Es conveniente no iniciar el procedimiento anestésico
1 a 9/min 1 sin cumplir y documentar este subproceso, pues el bene-
Expansión respiratoria Normal 1
ficio de ello lo reciben tanto el paciente como el equipo
Retracción/nula 0
Tensión arterial sistólica > 90 mmHg 4
multidisciplinario de atención al trauma.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

70 a 98 mmHg 3
50 a 69 mmHg 2
0 a 49 mmHg 1 Posición quirúrgica del paciente
Ausencia de pulso caro- 0
tídeo Los factores determinantes de la posición en la que se
Llenado capilar Normal (2 seg) 2
coloca el paciente para la cirugía incluyen el procedi-
Tardío (> 2 seg) 1
miento quirúrgico planeado, la vía de acceso, la técnica
Ausente 0
Puntuación total 1 a 16 anestésica, la edad, el sexo, la estatura, el estado cardio-
Puntuación: 15 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 pulmonar y las enfermedades asociadas; asimismo, se
Porcentaje de supervivencia: 99 96 93 87 76 60 42 26 15 deben preservar con mínima afectación las funciones
842100 respiratoria y circulatoria con protección y prevención
Modificado de Cashman JN: Traumatismo múltiple. En: Adams AP: de posibles lesiones nerviosas, compromisos vasculares
Anestesia de urgencias. Salvat, 1994:30. y afectaciones musculares. La determinación de la posi-
320 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

ción quirúrgica adecuada exige que todos los partici- disminución del hematócrito de hasta 20%, proteínas
pantes del equipo quirúrgico correlacionen los conoci- totales, calcio sérico, albúmina y yodo proteico; hay au-
mientos de anatomía y fisiología con el equipo mobilia- mento en el flujo urinario y también se observa incre-
rio disponible, y conozcan las posiciones corporales mento del tono del esfínter esofágico; en las pacientes
quirúrgicas y la mecánica de la mesa quirúrgica y su ma- embarazadas se puede presentar el síndrome de hipo-
nejo. tensión supina.
En traumatología y ortopedia las posiciones más uti- Las variaciones de decúbito lateral disminuyen la ca-
lizadas son: pacidad vital. Si se agrega flexión parcial de los muslos
sobre el tronco se reduce la capacidad residual funcio-
a. Posición supina o en decúbito dorsal. nal; la flexión lateral puede obstruir el retorno venoso
b. Posición prona o en decúbito prono. al comprimir u ocluir la vena cava inferior que, de ma-
c. Posición lateral. nera concomitante con estasis venosa, puede producir
d. Posición de Fowler; hay diferentes variaciones, una caída brusca de la presión arterial. En la posición de
como la “silla de playa”. nefrectomía se restringe el descenso del hemidiafragma
ipsilateral y se presenta disminución del gasto cardiaco
La posición supina tiene tres variaciones principales: la por reducción del retorno venoso.
tradicional, la contorneada y la de piernas flexionadas. En la posición prona hay un aumento de la resisten-
Es importante considerar los cambios fisiológicos que cias vasculares sistémica y pulmonar, y disminución del
ocurren en decúbito supino a efectos de la gravedad que volumen latido y del índice cardiaco; aumenta la capa-
determinan que el volumen intravascular y las sustan- cidad residual funcional y mejoran los volúmenes pul-
cias extravasculares se acumulen en el punto en declive monares y la oxigenación. Puede haber hipotensión ar-
del cuerpo. Esta posición altera la distribución del lí- terial por estasis gradual del volumen sanguíneo. La
quido intravascular, las propiedades mecánicas de los perfusión de la médula espinal se autorregula en la mis-
pulmones y los riñones, y las fuerzas de los tejidos ex- ma forma que lo hace la perfusión del cerebro, estable
travasculares. La ventilación con presión positiva pro- a presiones arteriales sistémicas medias de 50 a 135
duce un aumento de la presión venosa central y la pérdi- mmHg.57
da de tono muscular. Durante la anestesia disminuyen En el paciente traumatizado con afección de las ex-
las fuerzas que desplazan los líquidos hacia la circula- tremidades torácicas el tratamiento quirúrgico requiere
ción, por lo que se presenta una tendencia a la hipoten- en ocasiones la posición en Fowler modificada, llamada
sión, incremento en la precarga con aumento en las con- “en silla de playa”. Si concurren contusión torácica con
centraciones de renina plasmática y regulación de los o sin fracturas costales y contusión pulmonar y se indica
niveles plasmáticos de péptido auricular natriurético y bloqueo de plexo braquial con abordaje interescalénico
de vasopresina arginina, que contribuyen al manteni- o paraescalénico, se puede presentar el síndrome hipo-
miento del líquido intravascular y la homeostasis de la tensivo supino, conocido como reflejo de Bezold–Ja-
presión arterial, asociados también con vasodilatación, risch, común en pacientes en posición sedente, debido
natriuresis y diuresis con participación activa de los ba- a una disminución del retorno venoso asociado a un es-
rorreceptores arteriales. Se presenta reducción de la tado de contractilidad cardiaca aumentado generado por
presión arterial media, la frecuencia cardiaca y la resis- los efectos b adrenérgicos de la epinefrina adicionada a
tencia vascular periférica con aumento del gasto cardia- los anestésicos locales. Esto se traduce en una vasodila-
co y el volumen latido, así como disminución de la pre- tación arterial refleja de causa parasimpática asociada
sión diastólica. Estos cambios pueden ser magnificados a bradicardia de comienzo lento entre 12 y 24 min des-
en los pacientes geriátricos, en quienes se reduce la sen- pués de administrar la dosis y hasta una hora después del
sibilidad de los reflejos neurológicos que intervienen en bloqueo caracterizada por sudoración fría, mareos, bos-
los cambios de postura, como en casos de diabetes, hi- tezo, sensación nauseosa e hipotensión arterial. Res-
pertensión, alcoholismo crónico, insuficiencia renal, ponden rápidamente al tratamiento con efedrina 10 mg
infarto del miocardio reciente e insuficiencia cardiaca o atropina de 0.1 mg/kg, o ambas.58
congestiva. Se presenta reducción de la capacidad resi- Es necesario proteger al paciente anestesiado contra
dual funcional de 20%, aumento de la capacidad inspi- los efectos nocivos de la posición, pues todas las posi-
ratoria debido a la elevación del diafragma y disminu- ciones afectan en cierto grado la circulación y la respira-
ción de aproximadamente 300 mL de la capacidad vital ción, modifican los reflejos e imponen alteraciones,
forzada. Se han reportado otros cambios de importancia tensión e interferencia circulatoria de los diferentes ór-
para el manejo anestésico en la posición supina, como ganos involucrados por declive o compresión. Hay que
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 321

evitar las posiciones extremas durante tiempos prolon- a. Estado físico de la ASA.
gados; se debe mover al paciente con suavidad y lenti- b. Riesgo tromboembólico.
tud en virtud de que está sujeto a alteraciones severas en c. Indice de puntuación del traumatismo (Trauma
su fisiología y se encuentra incapacitado para compen- Score).
sar los cambios posturales.59 d. Valoración de riesgo cardiaco para cirugía no car-
diaca.
e. Evaluación de la New York Heart Association.
Consideraciones legales f. Clasificación de Goldman.
g. Valoración de Gustilo–Burnham de indicadores
negativos de sobrevida.
Corroborar que el expediente contenga los formatos de
h. Índice de Karnofsky (adaptado al paciente con
aceptación y autorización de la documentación corres-
trauma).
pondiente del procedimiento quirúrgico. Confirmar o
en su caso obtener la autorización del consentimiento
bajo información para el procedimiento anestésico,
transfusión, manejo de posibles complicaciones, acci- ELECCIÓN DE LA TÉCNICA ANESTÉSICA
dentes e incidentes anestésicos, así como la no reanima-
ción en casos extremos de gravedad (si así lo considera-
ran conveniente los familiares o representantes legales
del paciente). Es posible que el paciente se encuentre Casi todas las intervenciones quirúrgicas en el paciente
involucrado en un caso médico legal, por lo que es perti- politraumatizado obligan a la aplicación de anestesia
nente agregar al expediente o gestionar en la unidad de general, particularmente las primeras 48 h, periodo en
urgencias el aviso al Ministerio Público. el cual las funciones vitales están alteradas. La simpa-
Recabar en la mayor medida posible los resultados de tectomía de la anestesia epidural y de la raquianestesia
las pruebas toxicológicas realizadas al paciente en el pe- impide la adaptación circulatoria a la hipovolemia y la
riodo prequirúrgico.60 hipoxia, que obligaría a una intubación traqueal y venti-
Tener presentes las interacciones farmacológicas de lación mecánica. El foco quirúrgico y las intervenciones
la exposición a medicamentos, psicofármacos, sustitu- simultáneas o sucesivas sobre regiones diferentes ex-
tos dietéticos, estimulantes e inhibidores del apetito, lo cluyen la anestesia locorregional.
cual es cada día más frecuente en los pacientes que son La punción lumbar es incompatible con un aumento
atendidos de urgencia y podría orientar en la elección de de la presión intracraneal; de hecho, la raquianestesia y
cada uno de los elementos de que se dispone para el pro- la analgesia epidural están contraindicadas ante la sos-
cedimiento anestésico; se presentan algunos ejemplos: pecha de lesión vertebromedular.
Cuando las condiciones del paciente lo permiten y
fueron descartadas las afectaciones encefálicas y verte-
S Mariguana más cocaína: incremento de la fre-
bromedulares se podrán utilizar técnicas de anestesia
cuencia cardiaca.
regional y local que además sean compatibles con los
S Mariguana más depresores (benzodiazepinas,
esquemas de profilaxia de trombosis venosa y trombo-
barbitúricos, opiáceos y alcohol): alucinaciones,
embolia preoperatoria con vigilancia estrecha de los pa-
amnesia e incoordinación motora.
rámetros de pruebas de coagulación.62
S Cocaína: hipersensibilidad de los receptores
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

GABA a las benzodiazepinas.


S Anfetaminas: convulsiones, alteración del com-
portamiento; aceleran y desincronizan el electro- MONITOREO
encefalograma.61

La vigilancia perioperatoria del paciente con trauma


Conclusión de la evaluación está dirigida por la evaluación inicial sistematizada,
preanestésica continua, secuencial y ordenada de las condiciones ge-
nerales y hemodinámicas del paciente que permitan
Determinar el resultado de la evaluación y documentar- adecuar las condiciones respiratorias, circulatorias y
la en el registro de conducción anestésica y la nota mé- neurológicas a las expectativas del tratamiento quirúr-
dica preanestésica: gico con monitoreo visual, auditivo y de contacto direc-
322 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

to. La indicación del tratamiento quirúrgico definitivo Capnografía


dictará las prioridades en las lesiones que atenten contra
la vida. Dispositivo de monitoreo mixto, cardiovascular y respi-
Los cuidados perioperatorios de vigilancia incluyen ratorio. Reporta suspiro a suspiro la concentración de
una serie de conductas que permiten mantener la calidad CO2 espirado. Brinda información acerca de la produc-
de la homeostasis en el paciente anestesiado; lo más im- ción de CO2 por minuto como indicador del metabolis-
portante será tratar al paciente, no atender el monitor. mo, que se puede incrementar por fiebre, tensión emo-
Hay que desarrollar la interpretación adecuada del re- cional, ansiedad, angustia y dolor; mide la eficacia de la
porte del monitor y la interrelación entre la fisiopatolo- ventilación. Se puede encontrar hipercapnia en los pa-
gía y la repercusión orgánica del trauma con la severi- cientes con hipoventilación alveolar por desconexión,
dad del tratamiento quirúrgico y sus modificaciones obstrucción o falla del ventilador, e incremento del CO2
anatómicas y fisiológicas consecuentes. El grado de exhalado en el síndrome de reperfusión en isquemia
monitoreo depende de la disponibilidad de equipo, la intencional provocada por torniquetes usados en cirugía
comprensión de la tecnología y la relación costo–bene- ortopédica.65
ficio, pues el objetivo principal del monitoreo es dismi-
nuir o evitar la morbilidad perioperatoria, considerando
que al salvar una vida no debe importar el costo. Presión sanguínea
Se deberán cubrir los requisitos de monitoreo perio-
peratorio contenidos en la Norma Oficial Mexicana Es de suma utilidad tanto en la no invasiva como en la
para la práctica de la anestesiología,22 para lo cual son invasiva; sin embargo, en el paciente con trauma es po-
de utilidad el pulsioxímetro, la capnografía, el electro- sible encontrar modificaciones en caso de vasoconstric-
cardiograma, el termómetro, la presión arterial, la sonda ción periférica marcada por hipovolemia o estado de
vesical, el catéter para medir la presión venosa central, choque; la inflación continua y prolongada en los pa-
el monitoreo de función neuromuscular y el monitoreo cientes con compromiso circulatorio, geriátricos y bajo
neurológico para evaluar la integridad medular median- tratamiento con medicamentos vasoconstrictores puede
te potenciales evocados motores y sensoriales; el siste- provocar lesiones en tejidos blandos, equimosis y com-
ma Doppler también es de utilidad en trauma para la presiones nerviosas. La indicación de presión arterial
detección oportuna de eventos embólicos. invasiva debe ser precisa y justificada.

Oxímetro de pulso Cardioscopio

Proporciona en forma no invasiva la medición latido a Constituye el símbolo del monitoreo perioperatorio; de-
latido, el estado de saturación de hemoglobina en sangre tecta disritmias, isquemia, desequilibrio hidroeléctrico
arterial, la frecuencia y el ritmo del pulso. Se pueden y el efecto de los anestésicos y fármacos adyuvantes.
presentar imprecisiones en los pacientes con hipoter-
mia, vasoconstricción, hipotensión, circulación no pul-
sátil, artefactos por movimientos, obesidad, edema ge- Presión venosa central
neralizado, interferencias de radiofrecuencia, lámparas
de rayos infrarrojos, quemaduras, isquemia local y car- Resulta de la presión generada en la aurícula derecha
boxihemoglobina. Hay lecturas erróneas ante la presen- como efecto del retorno venoso y de la función ventricu-
cia de congestión venosa, uñas artificiales o teñidas y lar derecha; se puede modificar con los cambios de dis-
suciedad o material adhesivo en el sensor; la anemia tensibilidad ventricular por acidosis severa. Es útil en
brinda una señal inadecuada, así como la luz intensa y procedimientos de alto riesgo de embolismo aéreo y en
el uso de bisturí eléctrico.63 la evaluación de resultados del uso de diferentes volú-
Hay algunos métodos de monitoreo sofisticado para menes de reposición intravascular.64
la medición de la saturación de oxígeno en sangre veno-
sa mixta de utilidad para detectar cualquier trastorno de
oxigenación tisular, gasto cardiaco bajo, descenso de Presión capilar pulmonar
hemoglobina o elevado consumo de oxígeno mediante
mediciones directas a través de un catéter en la arteria Indica datos de función ventricular izquierda bajo efec-
pulmonar, en la yugular o en la vasculatura cerebral.64 to del llenado vascular. En el trauma es útil en la presión
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 323

arterial baja con ausencia de hemorragia activa, anuria líquidos electrolíticamente útiles, productos sanguí-
que no remite a la terapia con líquidos y aminas, falla neos, derivados y sustitutos.
orgánica y sepsis.

Neurológico
Gasto cardiaco
Es necesario evaluar de manera continua las condicio-
El gasto cardiaco normal en reposo es de 4 a 6 L/min. nes de conciencia; ante casos indicados se deben llevar
Las modificaciones patológicas en trauma se encuen- a cabo monitoreo de presión intracraneal, electroence-
tran aumentadas en el síndrome de respuesta inflamato- falograma y vigilancia de integridad medular mediante
ria sistémica, la sepsis, la anemia, la cirrosis hepática, potenciales evocados y somatosensoriales.32
el síndrome de distrés respiratorio progresivo del adul-
to, la falla respiratoria, la medicación con catecolami-
nas exógenas y el hipertiroidismo. Las disminuciones se Profundidad hipnótica
observan en hipovolemia, hipotermia, uso de drogas y
fármacos, estado de choque, hipotiroidismo, falla car- El índice biespectral es un monitor neurofisiológico que
diaca y anestésicos cardiopresores. evalúa directamente la función cerebral mediante un
complejo análisis del electroencefalograma que se ex-
presa en números que van de 0 a 100; de modo que 100
Función renal representa un estado de vigilia alerta y el 0 el grado
máximo de depresión del sistema nervioso central; el
valor del índice biespectral es una cuantificación del
Es obligado vigilar el sistema excretor. La producción
grado hipnótico que se correlaciona con los cambios clí-
de orina de 1 mL/kg/h puede indicar normalidad de la
nicos en el nivel de conciencia y que es independiente
función renal, así como una efectiva perfusión orgánica
del agente hipnótico utilizado; refleja el nivel de activi-
y efectividad en la reanimación con líquidos. El trauma
dad cerebral y no la concentración del fármaco o agente
directo uretral y la presencia de hemorragia transuretral
anestésico.66 Su utilidad pudiera encontrarse en la dosi-
son contraindicaciones absolutas de aplicación de
ficación precisa de anestésicos y el mantenimiento de
sonda de Foley.
un plano de profundidad adecuado, así como en la eva-
luación de la recuperación anestésica. Se limita en las
cirugías craneal y del complejo craneomaxilofacial.
Temperatura

La vigilancia y el control permiten disminuir los efectos Embarazo


deletéreos de la hipotermia que incrementa demanda de
oxígeno, retrasa la recuperación anestésica, prolonga la El monitoreo incluye los datos de irritabilidad uterina,
inestabilidad hemodinámica, incrementa la sensibili- viabilidad y bienestar fetal, así como los cambios fisio-
dad a fármacos y drogas e interfiere con la función neu- lógicos normales de la gestación agravados por los cam-
romuscular, por lo que el manejo incluye control tér- bios patológicos provocados por el trauma.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

mico con colchones y mantas térmicas, y calentamiento


de las soluciones endovenosas y de irrigación; el quiró-
fano se debe mantener entre 20 y 24 _C de temperatura
CONDUCCIÓN ANESTÉSICA
ambiente para la comodidad del paciente.43

Pruebas de laboratorio La individualización de la atención es el principio fun-


damental de la anestesia en trauma. Es primordial la co-
El trauma es un proceso evolutivo de deterioro de fun- municación efectiva interactiva con el equipo multidis-
ciones orgánicas y estados de hipoperfusión que pone ciplinario en la determinación de prioridades para
en riesgo la viabilidad tisular, por lo que el monitoreo desarrollar un proceso anestésico seguro y eficaz sin
hematológico permite anticipar, corregir o evitar la afectar el campo operatorio, sin agravar lesiones o se-
morbilidad perioperatoria mediante la utilización de cuelas perioperatorias y sin interferir, interrumpir o
324 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

afectar el manejo protocolizado del paciente traumati- central. Asimismo, se observa dilatación de las ar-
zado desencadenado en el lugar del accidente, el trasla- teriolas terminales y los vasos de capacitancia.68
do hospitalario y ahora en el quirófano. Se hará referen- S Etomidato: tiene pocos efectos cardiovasculares;
cia al procedimiento con anestesia general sin dejar de disminuye la CMRO2 y la PIC; en los pacientes
lado que en caso de indicación precisa se pueden utilizar cardiópatas puede reducir la resistencia vascular
técnicas de anestesia de los plexos, raquianestesia y periférica. El efecto secundario es la inhibición
analgesia epidural. reversible y temporal de la 2 b–hidroxilación du-
rante la esteroidogénesis que provoca supresión
corticosuprarrenal entre tres y cinco horas posin-
ducción; tiene un uso limitado en lesiones ocula-
INDUCCIÓN res.69
S Propofol: tiene una acción breve, emergencia rá-
pida, efectos antieméticos y antioxidantes; dismi-
nuye la CMRO2 y la PIC; provoca depresión de la
La elección de fármacos inductores de anestesia en trau- resistencia vascular sistémica.70
ma es aún controversial, pues ninguno asegura la pérdi- S Ketamina: estimula la actividad del sistema ner-
da de conciencia sin afectación sistémica, por lo que la vioso simpático adrenérgico y aumenta la frecuen-
disposición del inductor está supeditada a la fase evolu- cia cardiaca, el gasto cardiaco y las resistencias
tiva del trauma, el mecanismo de lesión y la severidad vasculares periféricas;71 tiene un uso precautorio
de la repercusión orgánica, condiciones generales del en el trauma craneal, ya que incrementa la PIC y
paciente y diagnóstico quirúrgico preciso. la presión intraocular.72
¿Cuál es el inductor ideal? El que provoque mínimos S Midazolam: inducción suave sin marcada depre-
efectos farmacológicos en caso de hipovolemia, colap- sión cardiovascular; en hipovolemia puede depri-
so vascular, deterioro neurológico e inestabilidad meta- mir el miocardio y las resistencias periféricas, y
bólica y electrolítica; que no repercuta en la función provocar hipotensión arterial. Se utiliza en combi-
miocárdica, el metabolismo cerebral, el flujo sanguíneo nación con inductores para potenciar los efectos
cerebral, la presión intracraneal y la presión intraocular, farmacológicos con una mínima repercusión he-
y que además sea útil en la secuencia rápida de intuba- modinámica.74
ción.
En el trauma se acondicionan las dosis y la velocidad
de inyección con una disminución de hasta 40% de las BLOQUEADORES NEUROMUSCULARES
utilizadas habitualmente en el paciente no traumatizado
con énfasis en la optimización de la estabilidad hemodi-
námica preinducción por la posibilidad de hipoperfu-
sión tisular, hipoxia e hipotermia concomitantes. Las Para el acceso y aseguramiento de la vía aérea se elige
dosis estándar de los inductores pueden provocar hipo- un bloqueador neuromuscular alternativo al uso de suc-
tensión arterial. En el estado de choque existe una dis- cinilcolina, con un periodo de latencia corto, que ade-
minución del volumen de distribución y del gasto car- más permita mantener condiciones de relajación mus-
diaco, lo que provoca mayores concentraciones cular para el transoperatorio y la ventilación mecánica.
plasmáticas del fármaco por la hipoalbuminemia condi-
cionada por la administración de volumen incrementa- S Rocuronio: su uso en politrauma, trauma craneo-
do de líquidos en reanimación y por la disminución del encefálico, trauma raquimedular y quemaduras
flujo sanguíneo hepático.67 Según su disponibilidad, facilita la intubación traqueal en 35 a 60 seg.75
pueden ser útiles los siguientes inductores: S Cisatracurio: reporta condiciones de intubación
dentro de los 60 seg considerados como margen de
S Tiopental sódico: en lesiones cefálicas tiene la seguridad en condiciones ideales de intubación.
capacidad de reducir la presión intracraneal (PIC) S Vecuronio: permite la intubación entre 45 y 90
y la velocidad metabólica de consumo de oxígeno seg de latencia.
(CMRO2). Sus efectos no deseados incluyen libe-
ración de histamina, disminución del gasto cardia- Lo controversial en el uso de bloqueadores neuromus-
co y presión arterial media por efecto inotrópico culares no despolarizantes es el tiempo de recuperación,
negativo directo y disminución del flujo simpático ya que pudieran condicionar problemas en situaciones
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 325

de dificultad ventilatoria y de intubación orotraqueal, o facial, evitando la traqueostomía, con las debidas
imposibilitar el procedimiento. precauciones en periodos posoperatorios prolon-
Hay que tener presente que el uso de succinilcolina gados de ventilación mecánica, daño neurológico
tendría limitantes en presencia de aumento de presión severo, trauma torácico mayor, posibilidad de ci-
intracraneal y ocular, riesgo de hipercalemia en lesión rugías repetitivas y lesiones severas del piso de la
medular, aplastamiento muscular extenso, quemaduras, boca.78
polifracturas y lesión de globo ocular abierta.
Es común que el paciente politraumatizado no se pueda
ventilar, no se pueda intubar y no se pueda diferir el pro-
cedimiento quirúrgico, por lo que se obliga al experto en
ACCESO DE LA VÍA AÉREA anestesiología en trauma a habilitar las capacidades
resolutivas con actitud y disponibilidad de medios con
que cuente su unidad hospitalaria, pues la evidencia re-
fiere el peligro potencial de perder vidas en el periopera-
La elección de la técnica, el método y el instrumento torio por complicaciones en el acceso de la vía aérea y
para asegurar la vía aérea con mantenimiento de la ali- sostén de la circulación, por inexperiencia o falta de en-
neación axial de la columna cervical dependerá del trenamiento al utilizar recursos de innovación en casos
diagnóstico quirúrgico, las condiciones generales del de urgencia y de dificultad técnica con los recursos ha-
paciente, la urgencia establecida para realizar el proce- bituales.79 Lo pertinente será apegarse a flujogramas,
dimiento y la experiencia de cada anestesiólogo en el algoritmos y recomendaciones emitidas por la ASA, las
correcto establecimiento y salvaguarda de la permeabi- normas oficiales y las guías de práctica clínica debida-
lidad de la vía aérea corroborada. mente validadas.
Entre las múltiples alternativas de manejo y control
de vía aérea conocida se refieren las posibilidades prác-
ticas y de disponibilidad, teniendo como estándar de re- MANTENIMIENTO ANESTÉSICO
ferencia la laringoscopia directa.

S Laringoscopia directa mediante laringoscopios y


hojas convencionales o con Air TrachR. No se ha precisado la técnica ideal para la inestabilidad
S Mascarilla laríngea tipo FastrachR y ProsealR.25 hemodinámica a consecuencia del trauma; sin embargo,
S Estilete iluminado:23 se debe evitar en trauma di- después de la inducción–intubación la conducción
recto de las vías aéreas superiores o ante la presen- anestésica precisa un analgésico opioide, agente halo-
cia de cuerpos extraños, tumores y epiglotitis.76 genado, bloqueo neuromuscular, adyuvantes, solucio-
S Retrógrada. nes electrolíticas y componentes sanguíneos de calidad
S Laringoscopia con fibra óptica: recientemente se que preserven la función orgánica mediante una ade-
refirió como el estándar de oro, de uso limitado en cuada perfusión y oxigenación tisular.80
sangrado activo y alteración traumática anatómica La concentración alveolar mínima de los anestésicos
importante. volátiles disponibles puede estar disminuida en los pa-
S Combitubo traqueoesofágico: alternativa en quie- cientes con anemia e hipoxemia, aunque es pertinente
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

nes no se puede ventilar e intubar con medios tra- considerar que los efectos farmacológicos son imprede-
dicionales. cibles en cada paciente afectado por el trauma y ser ob-
S Técnica combinada con fibra óptica e intubación jetivos en la elección del agente a utilizar, particular-
retrógrada; laringoscopia directa y fibra óptica. mente en los pacientes con lesión hepática.
S Accesos quirúrgicos: traqueostomía, cricotiroto- El isoflurano en pacientes euvolémicos produce una
mía y traqueostomía percutánea.77 intensa vasodilatación periférica pero conserva la esta-
S Intubación con el paciente despierto, en alerta, con bilidad hemodinámica mediante incremento en la fre-
anestesia local, bloqueo de nervio laríngeo supe- cuencia cardiaca; en los pacientes traumatizados que
rior, anestesia transtraqueal y sedación cons- cursan con aumento de la frecuencia cardiaca su capaci-
ciente. dad para compensar una reducción de la resistencia pe-
S Intubación orotraqueal con derivación submento- riférica está alterada, por lo que en estas circunstancias
niana del tubo orotraqueal: permite el acceso in- el isoflurano puede provocar hipotensión arterial subsi-
traoperatorio en todo el complejo craneomaxilo- guiente.
326 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)

El desflurano provoca menos depresión miocárdica, la necesidad de cada una es el paciente, de modo que si
con una estabilidad hemodinámica similar a la del iso- se decide reponer las pérdidas sanguíneas de volumen
flurano. elevado (y no se cuenta con recuperador celular, cell
Se refiere buena estabilidad hemodinámica con el saver) con concentrados globulares85 o derivados san-
uso de sevoflurano en los pacientes con trauma, trauma guíneos87 la decisión no se debe retardar, en especial si
craneoencefálico y quemaduras, por lo que se considera las condiciones hemodinámicas están comprometidas a
confiable con las debidas precauciones.81 pesar de la terapia establecida con líquidos.
En el complemento analgésico son de gran utilidad En casos de urgencia quirúrgica diferida el paciente
los opioides, como el fentanilo, el remifentanilo y el su- traumatizado se puede integrar a un programa preopera-
fentanilo, considerando también las fluctuaciones del torio de donación sanguínea autóloga.88
volumen plasmático secundarias al trauma, la hipovole-
mia y la hemorragia aguda que magnifican las respues-
tas a cada uno de los fármacos. SEGURIDAD TRANSANESTÉSICA
Los bloqueadores neuromusculares son indispensa-
bles en el manejo anestésico para mantener la ventila-
ción controlada, facilitar la relajación muscular y coad- El manejo perioperatorio del paciente con trauma exige
yuvar en la exploración quirúrgica, la aplicación de las siguientes consideraciones:
técnicas de estabilización osteomuscular y la adecuada
identificación de lesiones que requieran hemostasia S Verificación de funcionalidad de la máquina de
quirúrgica; son de utilidad los referidos para maniobras anestesia y el equipo de monitoreo.
de acceso a la vía aérea, como el rocuronio, el vecuronio S Comunicación efectiva con los integrantes del
y el cisatracurio, a elegir según la disponibilidad y la in- grupo multidisciplinario de atención perioperato-
dicación de acuerdo con la afectación orgánica de cada ria.
paciente, sea en dosis secuenciales o en infusión endo- S Utilizar implementos de bioseguridad personal.
venosa. S Iniciar el procedimiento anestésico con líneas en-
Es necesario agregar adyuvantes indicados, como dovenosas de calibre 14.
bloqueadores H2, esteroides, benzodiazepinas, antie- S Evaluación de las lesiones asociadas que requie-
méticos y antihistamínicos, y establecer o continuar con ran prioridad de atención.
esquemas multimodales de control del dolor periopera- S Detectar y tratar el neumotórax o el hemotórax in-
torio con antiinflamatorios no esteroideos, opioides y mediatamente.
neuromoduladores. S Descartar la presencia de hemopericardio en poli-
trauma y contusión torácica; tratarlo oportuna-
mente.
Líquidos transoperatorios S Realizar la inducción anestésica o la anestesia
regional, si así está indicado, una vez restablecida
Es conveniente llevar un control estricto del manejo de la volemia.
líquidos para evitar el deterioro de las funciones orgáni- S Reconocer y tratar oportunamente el estado de
cas comprometidas por el trauma.82 Aportar calidad en choque en el adulto joven, el niño y el anciano.
las soluciones y líquidos de reposición en un esquema S Estabilización e inmovilización de lesiones de
individualizado que garantice el restablecimiento de la fracturas o luxaciones asociadas no tratadas pre-
volemia con una diuresis adecuada (> 0.5 mL/kg/h) y viamente.
permita la perfusión y optimización de la oxigenación S Dosis adecuadas de fármacos e inhalatorios, con
tisular.83 Para la reposición vascular se cuenta con una una elección oportuna.
estrategia de aportes conjuntos de cristaloides y macro- S Conservar la estabilización de la columna verte-
moléculas de síntesis; la elección entre las diferentes bral.
soluciones se puede dirigir por sus características fisi- S Llevar a cabo un monitoreo continuo.
coquímicas y repercusiones inmunitaria, renal y sobre S Protección con almohadillas a puntos y sitios de
la hemostasia. Los sustitutos del plasma tienen indica- presión sobre la mesa quirúrgica.
ciones y restricciones de uso; los más utilizados son los S Evitar la hipotermia.
dextranos, las gelatinas y el hidroxietil–almidón.84 S Reemplazo adecuado de volumen intravascular.
Aunque hay debate y controversia acerca de la utili- S Disposición oportuna de diferentes tipos y calidad
zación de las soluciones, quien tiene la evidencia y dicta de soluciones, elementos sanguíneos y sustitutos.
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente con trauma 327

S Evaluación y detección oportuna de tromboembo- CONCLUSIÓN


lismo pulmonar y síndrome compartimental.
S Posibilidad latente de mantener la intubación tra-
queal posoperatoria.
S Interconsulta oportuna con la unidad de cuidados
intensivos. La calidad en la evaluación y el manejo del paciente con
S Establecer o continuar el esquema multimodal de trauma incluye una correcta toma de decisiones racio-
control del dolor perioperatorio.89 nalizadas en la atención individualizada, con sustento
S No extubar si las condiciones generales y hemodi- en el conocimiento de cada una de las fases en la evolu-
námicas no son estables. ción del traumatismo y la repercusión orgánica en el pe-
S Evaluación neurológica seriada, continua y siste- rioperatorio, a fin de garantizar una adecuada perfusión,
matizada. oxigenación y aporte de nutrientes celulares que permi-
S Realizar las interconsultas pertinentes acordes al tan mejorar la sobrevida y la reincorporación temprana
manejo anestésico quirúrgico y su anticipación a del paciente a las actividades personales desarrolladas
la evolución posoperatoria. antes de la lesión traumática.

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330 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 25)
Capítulo 26
Nutrición perioperatoria
Zalatiel Maycotte Luna

INTRODUCCIÓN todos los órganos y sistemas que permita plantear tera-


péuticas y recomendaciones que modifiquen el poten-
cial riesgo quirúrgico.3
Partiendo de esta base, algunas áreas no quirúrgicas
El concepto perioperatorio equivale al entorno que vive de la medicina han cimentado estructuras de manejo in-
un paciente en el momento de constituir el centro en una tegral y nutricional del paciente quirúrgico que procu-
toma de decisiones médicas para ser intervenido quirúr- ran fortalecer líneas de atención multidisciplinaria;
gicamente y efectuar un cambio en la evolución de su creando en el paciente un ambiente más seguro en cuan-
enfermedad. Sin embargo, hoy en día el concepto va to a tratamiento efectivo y la detección oportuna de po-
más allá del estricto acto quirúrgico; ya que dicha im- tenciales complicaciones. La nutrición perioperatoria
presión ha evolucionado para crear un contexto médico contempla un aspecto crucial en la adecuada evaluación
flexible y dinámico en el que una diversidad de especia- del paciente quirúrgico, ya que permite conocer las li-
lidades médicas y quirúrgicas se involucran para crear mitaciones nutricionales y las consecuencias metabóli-
estrategias, protocolos de atención y niveles de seguri- cas a las que la enfermedad y el desgaste han llevado al
dad que acreditan la calidad en la atención del paciente paciente como resultado de una compleja adaptación a
quirúrgico. La medicina perioperatoria surgió en EUA la mala nutrición y la respuesta inflamatoria.4
en la década de 1980 e históricamente ha incursionado Los estados de desnutrición y sus permisibles com-
en esta transición gracias a la anestesiología, que por plicaciones son un problema frecuente del paciente pe-
motivaciones auténticas ha instituido fuertes procesos rioperatorio. La enfermedad de origen como condición
y estrategias que promueven la seguridad del paciente primaria puede provocar fenómenos de la motilidad
quirúrgico. Su impacto ha demostrado que la utilización gastrointestinal, anorexia, trastorno de malabsorción o
de dichos protocolos, fármacos y técnicas anestésicas alteraciones graves que conducen al desequilibrio meta-
puede modificar positivamente la morbilidad y mortali- bólico y el deterioro general del cuerpo, por lo que el re-
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dad del paciente quirúrgico,1 por lo que el objetivo prin- querimiento de nutrientes se incrementa y, contrario a
cipal en el paciente que requiere ser intervenido quirúr- esto, disminuye paulatinamente la ingesta. Los trastor-
gicamente consiste en una evaluación preoperatoria, nos de la motilidad también pueden alterar la homeosta-
dirigiendo con esto el cuidado anestésico general, el sis intestinal e inducir cambios en la flora intestinal, fa-
cuidado posoperatorio estándar, o cuidado crítico, y la cilitando los fenómenos de translocación bacteriana.5
evaluación y el manejo del dolor.2 La desnutrición tiene una frecuencia variable en los
En el presente la evaluación perioperatoria constitu- diferentes medios hospitalarios que va de 10 a 50%.6–9
ye un nuevo enfoque del paciente sometido a una ciru- Cuanto mayor sea el grado de desnutrición, mayores se-
gía en la que interviene todo un equipo multidisciplina- rán las complicaciones posoperatorias, la estancia hos-
rio con el fin de optimizar el abordaje perioperatorio, pitalaria prolongada y el aumento en los costos de aten-
por lo que es indispensable una evaluación integral de ción médica.10,11

331
332 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 26)

Cuadro 26–1. Índice de riesgo nutricional preoperatorio de 8 a 12 h ha representado una técnica de


“seguridad”, instituida para prevenir las complicacio-
IRN = 1.519 x albúmina sérica (g/L) + 0.417 x peso
actual/peso habitual) x 100 nes pulmonares asociadas a vómitos y aspiraciones del
contenido gástrico.18 La razón de esta medida era garan-
Sin riesgo nutricional IRN > 100
Riesgo nutricional limítrofe IRN > 97.5 tizar el vaciamiento gástrico y evitar la broncoaspira-
Riesgo nutricional leve IRN de 83.5 a 97.5 ción en el momento de la inducción anestésica; ya era
Riesgo nutricional severo IRN < 83.5 conocido que el límite máximo de 25 mL de contenido
IRN: índice de riesgo nutricional.
gástrico eran suficientes para asegurar la ausencia de
este riesgo durante la inducción anestésica;19 cuando el
ayuno preoperatorio fue cuestionado ya se sabía que el
vaciamiento gástrico de líquidos con bajo contenido ca-
La desnutrición se acompaña de una diversidad de al- lórico y sin residuos era lo suficientemente rápido.20
teraciones que dependen del grado de expresión y del El ayuno induce un estado metabólico no favorable
tiempo de permanencia. Hasta 20% de los pacientes para el paciente sometido a cirugía programada, ya que
hospitalizados sufren desnutrición por el ayuno prolon- lo incluye en un ambiente de potenciales complicacio-
gado; esta potencial expresión tiene su inicio en el ayu- nes,21 como son la hiperglucemia, los productos del
no posquirúrgico simple no complicado, en el que existe estrés posquirúrgico, el desequilibrio en el sistema anti-
un descenso del contenido de reserva grasa, situación oxidante, el aumento del estrés oxidativo de los pulmo-
que es médicamente tolerada en nuestros días y puede nes y el intestino, y la depresión del sistema inmunitario
tener una indicación obligada por la patología de fon- por numerosos mecanismos; esto se refleja en la dismi-
do;12 sin embargo, la forma más grave de desnutrición nución del número de linfocitos T y el aumento de los
del paciente hospitalizado es al inicio de un catabolismo mediadores de la inflamación; cuando esto ocurre el
aumentado por complicaciones de su estado patológico paciente es más susceptible a infecciones nosocomia-
o por traumas quirúrgicos asociados o no a entidades les, aumentando la morbimortalidad posoperatoria.22 El
sépticas (cuadro 26–1).13 El ayuno prolongado muestra proceso quirúrgico y el ayuno desencadenan el estrés
un franco deterioro de la reserva proteica (aminoácidos suficiente para estimular las respuestas neuroendocri-
libres y proteína muscular) por un consumo ineludible, nas que aumentan los niveles de glucemia en sangre y
siendo las estructuras cerebrales y suprarrenales las me- generan un descenso de los depósitos corporales de glu-
nos afectadas. cógeno y mayor liberación de cortisol y glucagón. Por
La desnutrición en el paciente quirúrgico es muy otra parte, dicha respuesta trae consigo un incremento
conocida, pero la desnutrición leve a menudo no es per- de resistencia a la insulina, responsable de una hiperglu-
cibida y, por ende, no tratada,14 lo que provoca debilidad cemia sostenida, del aumento de lipólisis, del consumo
muscular, alteraciones de la inmunidad y retraso en la proteico y de un potencial anabólico abolido.23 Este es-
curación de heridas; a esto se le suma un mayor tiempo tado hipercatabólico desencadena también una inmuno-
de estancia hospitalaria, acrecentando el potencial de supresión relativa que logra un descenso local y sistémi-
morbilidad y mortalidad.15,16 Ulterior a la cirugía los pa- co de linfocitos y de macrófagos; dicha respuesta
cientes se tornan vulnerables al desarrollo y las conse- humoral altera especialmente la inmunidad celular, la
cuencias de la desnutrición, debido a las restricciones relación CD4/CD8 y, en consecuencia, disminuye la ac-
impuestas por la operación, el dolor, las náuseas, la ex- tividad fagocitaria y bactericida de los monocitos y los
posición de tejidos y los periodos prolongados de ayu- neutrófilos. No se tiene un sustento metodológico sufi-
no, siendo esta última la primera señal potencial de des- ciente en humanos que describa el efecto preoperatorio
nutrición a la que el paciente quirúrgico es expuesto. El que causa el ayuno sobre la morbilidad y la mortalidad;
trauma quirúrgico se acompaña de un periodo catabóli- sin embargo, es aceptable que las reservas de glucógeno
co caracterizado por la liberación de hormonas de estrés sean agotadas después de un ayuno de 12 h (una noche
y una diversidad de mediadores inflamatorios;17 estos de ayuno);24 esto sin considerar la patología de base y
procesos metabólicos y celulares salen del orden fisio- los estragos de la misma. El resultado es un paciente en
lógico para establecer un estado desordenado y de caos ayuno que se ve obligado a utilizar aminoácidos circu-
que puede exacerbar y empeorar la respuesta proinfla- lantes y proteínas musculares para la gluconeogénesis
matoria que contribuye al contexto mórbido. de un estrés metabólico que va de moderado a severo.
El ayuno preoperatorio adecuado implica una reduc- Los efectos metabólicos que proporcionan los carbo-
ción del número de complicaciones relacionadas con el hidratos por vía oral mediante su consumo incluyen la
paciente que tiene el estómago lleno. El ayuno nocturno reducción de la sed en el preoperatorio y del hambre y
Nutrición perioperatoria 333

la ansiedad preoperatorias y posoperatorias, así como la antes de la inducción anestésica.33 Una revisión siste-
disminución de la pérdida posoperatoria de masa corpo- mática en Cochrane Database System34 confirmó esos
ral magra.25 También se puede acelerar la recuperación resultados, demostrando que el residuo gástrico des-
después de la cirugía, ya que tiende a reducirse la dura- pués de un ayuno convencional se parece al ayuno de
ción de la estancia hospitalaria.26 En los pacientes car- dos horas con líquidos claros.
diovasculares se ha demostrado que el tratamiento con La mayoría de las investigaciones que evalúan los
insulina disminuye la pérdida o el consumo de proteí- efectos de la nutrición perioperatoria se centran en el
nas. En 1984 Crowe y col.27 demostraron que la admi- lapso que el paciente transcurre hospitalizado; está de-
nistración preoperatoria de una alta dosis de glucosa re- mostrado que 70% de los pacientes quirúrgicos conti-
sultó en una disminución del consumo de la proteína de núan perdiendo peso posterior a su alta hospitalaria.35 El
intercambio. Por su parte, Thorell y col.28 mostraron en origen de este hallazgo posoperatorio es multifactorial
1999 que la suplementación con insulina durante la ope- y en general está relacionado con grandes cambios en
ración disminuyó aún más la tasa de mortalidad en los los líquidos corporales, por su redistribución anómala
pacientes que requirieron más de cinco días de atención y acúmulo en los espacios anatómicos, lo que favorece
crítica (p = 0.005). Es concluyente que el ayuno preope- su retención y la formación de edema; por otro lado, se
ratorio y sus consecuencias son determinantes de un en- ven ocultas las pérdidas importantes de masa corporal
torno poco predecible y que se ve reflejado en resulta- total.36 Durante el posoperatorio y la convalecencia me-
dos posquirúrgicos entorpecidos; por lo tanto, aun diata la expresión de este fenómeno ponderal se explica
cuando la nutrición preoperatoria no llega a ser mejor por el retiro de las infusiones intravenosas, el aumento
empleada, una buena alternativa es un suplemento oral de la diuresis por recuperación de compartimentos ana-
o el uso de carbohidratos líquidos, debido a una osmola- tómicos y la disminución progresiva del edema, situa-
ridad relativamente baja (265 mOsm/L) y a que el tiem- ciones que pueden explicar en parte la pérdida de peso
po de vaciamiento gástrico de los hidratos de carbono reportada de manera consistente. Sin embargo, la sim-
llega a ser similar al del agua.29 El uso de carbohidratos ple falta de alimentos o la reducción de su consumo son
por vía oral debe cumplir con dos criterios. En primer también consideraciones importantes. Tras el alta los
lugar, la bebida debe ser segura y vaciarse rápidamente pacientes siguen siendo vulnerables a las náuseas, los
del estómago para disminuir el riesgo de aspiración. En vómitos, la anorexia y las alteraciones del gusto y del ol-
segundo lugar, la bebida debe inducir una respuesta en- fato, que afectan el deseo y el consumo de alimentos.
dógena de insulina lo suficientemente alta para cambiar Un punto de relevancia en el aspecto posoperatorio
el metabolismo de la forma deseada. Para cumplir con es el relacionado con la presencia de íleo paralítico, así
estas condiciones una bebida especial con 12.5% de car- como el vómito asociado a fármacos anestésicos y anal-
bohidratos induce una respuesta de la insulina similar a gésicos en el posoperatorio inmediato. El paciente suele
la observada después de comer un alimento regular.30 requerir un mínimo de cuatro a cinco días de reposo di-
Una bebida tipo complemento isoosmolar con seguri- gestivo o ayuno antes de que sea posible la introducción
dad podría ser administrada hasta dos horas antes del de alimentos comunes. Hoy en día las técnicas quirúrgi-
evento anestésico; la ingestión de 800 mL por la noche cas menos invasivas, junto con el empleo de nuevos fár-
antes de la operación y de 400 mL dos a tres horas antes macos anestésicos y analgesia sin opiáceos (multimodal
de la cirugía disminuye la resistencia de insulina poso- surgical strategies),37 logran disminuir la presencia de
peratoria tan eficazmente como la infusión de glucosa íleo paralítico y de vómito. Fernández de Bustos y col.38
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por vía intravenosa.31 Los estudios clínicos han demos- demostraron una tolerancia de 100%, protocolizando el
trado una mejoría del bienestar del paciente, tanto antes inicio posoperatorio de una dieta líquida con fórmula
como después de la operación, y una reducción de la sed nutricional polimérica sin fibra, con lo que se logró el
posoperatoria. Con el advenimiento de la medicina ba- egreso hospitalario entre el tercero y el quinto días de
sada en evidencias, los estudios prospectivos y aleato- 60% de los pacientes. Los beneficios de acortar los
rios mostraron repetidamente que reducir el tiempo de tiempos de ayuno posoperatorio permiten conservar el
ayuno preoperatorio en dos horas con bebidas que con- trofismo intestinal, mantener la inmunidad local, preve-
tienen carbohidratos no determina ningún riesgo de as- nir la translocación bacteriana y limitar la desnutrición.
piración asociado a la anestesia.32 En 1988 y 1994 Ca- Las herramientas de soporte nutricional posoperatorio
nadá y Noruega fueron los primeros países en adoptar con fórmulas poliméricas sin fibra ni residuos por vía
las nuevas directrices nacionales sobre el ayuno preope- digestiva permiten la nutrición precoz del paciente, ya
ratorio; esto significaba que a los pacientes se les permi- que son absorbidas en los segmentos proximales del in-
tía beber líquidos claros, como café o té, hasta dos horas testino delgado.
334 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 26)

La recuperación funcional del paciente es más rápida bien sabido que desde 1936 Studley44 demostró un vín-
y mejora la sensación subjetiva de bienestar. Aún no se culo entre los pacientes con úlcera péptica sometidos a
conoce con certeza el periodo de inanición posoperato- gastrectomía, creando una línea divisoria en la medi-
rio que puede ser tolerado con la menor presencia de cina contemporánea, ya que mostró que estos pacientes
complicaciones, pero sí es seguro que depende del es- sufrieron una pérdida de peso de al menos 20%, con una
tado nutricional previo del paciente, de la severidad del mortalidad de 3.5%, en comparación con los que pre-
estrés operatorio y de la naturaleza y la importancia de sentaron una pérdida de peso mayor de 20% y tuvieron
la enfermedad concurrente. Lewis y col.39 concluyeron una mortalidad de 33%. En tal contexto, la diferencia
que la restricción dietética posoperatoria no tiene bene- estribó en el estado de nutrición, por lo que se asume que
ficios y que la alimentación temprana es potencialmente el soporte nutricional toma fortaleza de una plataforma
capaz de reducir los tiempos de estancia hospitalaria y sistemática de estrategias para efectuar el abordaje del
las complicaciones infecciosas. Los estudios diseñados paciente quirúrgico con base en metas para llevar a cabo
para determinar la eficacia del soporte nutricional poso- dicho proceso:
peratorio en la reducción de la frecuencia de complica-
ciones posquirúrgicas siguen siendo escasos, por lo que S Disminuir la mortalidad quirúrgica.
han contribuido con resultados de poca fortaleza; otros S Reducir las complicaciones quirúrgicas e infec-
estudios contradictorios no examinaron los efectos de la ciosas.
suplementación nutricional en los pacientes quirúrgicos S Disminuir el estado catabólico y restaurar el ana-
después del alta hospitalaria, además de que ninguna de bolismo.
las intervenciones tiene efectos directos sobre la morta- S Soportar la depleción del paciente a través de una
lidad. fase catabólica de recuperación.
El manejo clínico del paciente quirúrgico ha mejora- S Reducir los tiempos de estancia hospitalaria.
do sustancialmente en los últimos años; sin embargo, al- S Acelerar los procesos de alivio y recuperación.
gunas actitudes de la práctica quirúrgica diaria —inter- S Asegurar el pronto retorno de la función gastroin-
vención del tracto gastrointestinal—, la falta de testinal y reiniciar el consumo oral normal lo más
evaluación nutricional temprana y los periodos prolon- pronto posible.
gados de ayuno perioperatorio aún son prevalentes.40 La
mortalidad y la morbilidad de los pacientes, así como su Lo anterior expone un panorama diferente para el pa-
estancia hospitalaria, siguen siendo afectadas de mane- ciente quirúrgico que permite incluirlo en la visión, el
ra negativa por la desnutrición; si consideramos que los sentido y la dirección de la toma de decisiones respecto
lineamientos de la nutrición afirman que cualquier pa- al soporte nutricional perioperatorio.
ciente que sea incapaz de consumir la cantidad adecua-
da de nutrientes por vía oral (60% del requerimiento
nutricional) al menos durante cinco días para el paciente
EVALUACIÓN NUTRICIONAL
crítico o de 7 a 14 días en la población en general, debe- PERIOPERATORIA
ría ser incluido en un soporte nutricional especiali-
zado.40
En la actualidad se reconoce la importancia del so- La evaluación nutricional es el proceso sistemático me-
porte nutricional, y sobre todo de la nutrición enteral, en diante el cual se obtienen, verifican e interpretan datos
la disminución del riesgo de infección y de insuficiencia clínicos y bioquímicos para tomar decisiones sobre la
orgánica múltiple después de traumatismos craneoen- naturaleza y las causas de los problemas relacionados
cefálicos, de tórax y de abdomen.41,42 con la nutrición; asimismo, brinda las bases para un
diagnóstico nutricional que permita formular e instau-
rar planes y metas de tratamiento. Se caracteriza por ser
un proceso continuo y dinámico de evaluación y análisis
METAS DEL SOPORTE de las necesidades del paciente, que facilita los medios
NUTRICIONAL PERIOPERATORIO para estimar la eficacia de la terapia.45 Lograr establecer
las estimaciones apropiadas respecto a la prevalencia de
la desnutrición y la incidencia de complicaciones aso-
ciadas requiere la estandarización de conceptos que cla-
La nutrición perioperatoria no ha dejado de ser un im- sifiquen el desarrollo de la enfermedad en sus diferentes
portante componente de la atención perioperatoria. Es presentaciones clínicas:46
Nutrición perioperatoria 335

S Buena nutrición: sin pérdida significativa de peso más relevantes y solicitadas.49 Las necesidades protei-
y niveles de albúmina preoperatorios mayores de cas pueden ser consideradas con base en la edad, la talla,
3.5 g/dL. las características físicas, las condiciones clínicas y la
S Desnutrición leve: pérdida de menos de 10% del cirugía proyectada, pero su medición mediante la excre-
peso, con albúmina preoperatoria entre 3.2 y 3.5 ción urinaria de nitrógeno en una recolección de orina
g/dL. de 24 h permite una mayor certeza.50 Tales requerimien-
S Desnutrición moderada: pérdida de peso entre 10 tos se evalúan midiendo el nitrógeno ureico urinario
y 20% con albúmina preoperatoria de 2.5 a 3.2 (NUU) o el nitrógeno total urinario (NTU) en 24 h.
g/dL.
Requerimientos proteicos = (NTU + 4) x 6.25 =
S Desnutrición grave: pérdida de más de 20% del
= consumo proteico estimado
peso con albúmina preoperatoria menor de 2.5
g/dL. La Sociedad Americana de Nutrición Enteral y Parente-
ral recomienda efectuar una estimación nutricional me-
Los parámetros de evaluación nutricional perioperato- diante un proceso de evaluación inicial para todos los
ria incluyen una historia clínica completa, antecedentes pacientes ambulatorios, hospitalizados, en su domicilio
quirúrgicos previos y sus posibles complicaciones, his- o en centros de atención especializada. El tamiz debe in-
toria dietética, examen físico, evaluaciones de laborato- corporar datos objetivos, como son la altura, el peso, el
rio, antropometría y una calorimetría indirecta en el diagnóstico principal y la presencia de comorbilidades;
momento apropiado. La evaluación física completa es recomendable utilizar más de dos indicadores para
también puede ayudar a identificar deficiencias nutri- detectar la desnutrición aguda en los pacientes.51
cionales específicas, por lo que se debe correlacionar
con el historial del paciente y los reportes de laboratorio
para establecer un diagnóstico estructural y carencial.47 HERRAMIENTAS PARA LA ESTIMACIÓN
En esta evaluación también se incluyen estimaciones de
energía y requerimientos proteicos. La más empleada es
la ecuación de Harris–Benedict.48
El índice de riesgo nutricional es una herramienta que
S Cálculo del metabolismo basal para hombres: estratifica la eficacia de la nutrición parenteral periope-
MB = 66 + (13.7 x P) + (5 x A) – (6.76 x E) ratoria en el preoperatorio de pacientes sometidos a
S Cálculo del metabolismo basal para mujeres: cirugía torácica o abdominal; se basa en la medida de la
MB = 655 + (9.6 x P) + (1.8 x A) – (4.7 x E) albúmina sérica y las diferencias entre el peso actual del
paciente y el peso previo (cuadro 26–1). El índice de
Donde: pronóstico nutricional utiliza las concentraciones séri-
P: peso en kg. cas de albúmina y transferrina, las mediciones del gro-
A: estatura (altura) en cm. sor del pliegue del tríceps y las pruebas de la hipersensi-
E: edad en años. bilidad cutánea para predecir el riesgo de morbilidad y
S Cálculo del requerimiento calórico diario: mortalidad en relación con el estado nutricional.52 El
S Hombres: MB x 1.55 = actividad ligera; MB x porcentaje de cambio de peso indica cualquier cambio de
1.78 = actividad moderada; MB x 2.10 = activi- peso en forma involuntaria dentro de un lapso corto; está
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dad intensa. dado por la relación entre el peso actual y el peso usual,
S Mujeres: MB x 1.56 = actividad ligera; MB x y se calcula mediante la siguiente fórmula:
1.64 = actividad moderada; MB x 1.82 = activi- % de cambio de peso = (PU – PA)/PU x 100
dad intensa.
Donde:
La medición de proteínas viscerales es útil para evaluar
el estado nutricional; éstas son afectadas por diversos PU: peso usual en kilogramos.
factores relacionados con la enfermedad quirúrgica, PA: peso actual en kilogramos.
como son la hidratación, la inflamación sistémica y el
estado metabólico, entre otros. La albúmina, la transfe- Cualquier pérdida mayor de 10% en un corto periodo de
rrina, la prealbúmina y la proteína ligada al retinol son tiempo es clínicamente significativa (cuadro 26–2).
los indicadores más contundentes del estado nutricio- Ante ese contexto de sistemas de evaluación no deja
nal; sin embargo, la albúmina y la prealbúmina son las de tener gran valor y utilidad la valoración global subje
336 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 26)

Cuadro 26–2. 1. Peso corporal


Pérdida en los últimos seis meses
Tiempo Pérdida signifi- Pérdida grave Total:__________ Porcentaje:_________%
cativa de peso de peso Variaciones en las últimas dos semanas
- Aumento
1 semana 1 a 2% > 2% - Sin cambio
1 mes 5% > 5% - EI disminución
2. Cambios en el aporte dietético
3 meses 7.5% > 7.5%
No________ Sí_________
6 meses 10% > 10% Duración______________semanas.
Tipo:
- Dieta oral sólida insuficiente
- Dieta oral líquida hipocalórica
- Dieta oral líquida exclusivamente
tiva, desarrollada por Detsky y col.,53,54 que hoy en día - Ayuno completo
sigue siendo una técnica clínica que evalúa las alteracio- 3. Síntomas gastrointestinales con una duración superior
nes en el consumo de alimentos, la digestión y la absor- a dos semanas
- Ninguno
ción, así como en la fuerza, la actividad y la composi- - Náuseas
ción corporal. Esta técnica ha ganado amplios márgenes - Vómitos
de sensibilidad y especificidad; predice complicaciones - Diarrea
- Disfagia
relacionadas con la nutrición en diferentes poblaciones, - Dolor abdominal
incluyendo los pacientes quirúrgicos (figura 26–1). - Anorexia
De los más de 70 métodos de tamiz existentes para 4. Capacidad funcional
- Completa
detectar desnutrición o riesgo la European Society for - Disfunción. Duración__________semanas. Tipo:
Clinical Nutrition and Metabolism recomienda utilizar - Trabajo limitado
para la población en general la evaluación Malnutrition - Ambulatorio
- Encamado
Universal Screening Tool (MUST), para el paciente 5. Enfermedad y su relación con los requerimientos
hospitalizado el Nutrition Risk Screening (NRS–2002) nutricionales
y para el anciano frágil el Mini Nutritional Assessment Demandas metabólicas (estrés):
Diagnóstico primario
(MNA). La MUST55 se deriva de tres datos fundamen- - No estrés
tales: el IMC, la pérdida de peso en tres a seis meses y - Estrés bajo
el efecto de enfermedad aguda; incluye guías de actua- - Estrés moderado
- Estrés alto
ción para desarrollar el tratamiento nutricional y puede
ser empleada en el paciente hospitalizado y grave. Su ta- B. Examen físico
miz predice la frecuencia de admisión en el hospital y (Para cada opción especificar: 0 = normal; 1+ = leve;
2+ = moderado; 3+ = severo)
manifiesta el beneficio de la intervención nutricional en
la evolución de los pacientes. La Evaluación del Riesgo Pérdida de gasa subcutánea (tríceps, tórax):___________
Nutricional, o NRS–2002,56 es un método simple que Edemas maleolares:__________
Ascitis:___________
formula cuatro preguntas categorizadas con el siguiente Pérdida de masa corporal (cuádriceps, deltoides):_______
enfoque: ¿es el IMC < 20.5?, ¿la ingesta se ha reducido Edemas sacros: _____________
durante la última semana?, ¿ha perdido peso? y ¿está el
Figura 26–1. Evaluación global subjetiva. Detsky AS et al.:
paciente gravemente enfermo? Si la respuesta es afir- JPEN 1987;11:8–13.
mativa, se debe realizar el tamiz completo que valora,
además del IMC, el porcentaje de pérdida de peso en un
tiempo determinado y el consumo de alimentos; su cali- periódicas, mientras que las puntuaciones entre 17 y
ficación se basa en la presencia de enfermedad y en la 23.5 indican una situación de riesgo, y la calificación
edad (cuadro 26–3). menor de 17 expresa desnutrición (ver figura 26–2).57
El MNA consiste en un cuestionario creado específi-
camente para la población anciana que clasifica al pa-
ciente en tres categorías: desnutrido, en riesgo de desnu- MANEJO NUTRICIONAL
trición y con buen estado nutricional. Se compone de 18 PERIOPERATORIO
preguntas sobre parámetros antropométricos, valora-
ción global, historia dietética, autopercepción de la sa-
lud y estado nutricional. La puntuación total posible es
de 30 puntos. Una puntuación mayor de 23.5 clasifica Tras el inicio de un soporte nutricional en pacientes bien
al sujeto como bien nutrido, recomendando revisiones nutridos los beneficios de dichas intervenciones llegan
Nutrición perioperatoria 337

Cuadro 26–3. Índice de riesgo nutricional (NRS–2002). Kondrup J et al.:


ESPEN Guidelines for Nutrition Screening. Clin Nutr 2003;22:415–421.
Tamizaje inicial
Sí No
1. ¿El IMC es menor de 20.5?
2. ¿El paciente ha perdido peso en los últimos tres meses?
3. ¿El paciente ha reducido el consumo en su dieta en la
última semana?
4. ¿El paciente está gravemente enfermo? (p. ej., está en
terapia intensiva)
Sí: si cualquiera de las respuestas es afirmativa, se debe pasar al tamizaje final. No: si todas las respuestas son negativas, el paciente se debe
evaluar cada semana. Si el paciente está programado para una cirugía mayor, se debe considerar un plan nutricional preventivo para evitar riesgos
asociados.
Tamizaje final
Estado nutricional deficiente Gravedad de la enfermedad
(= incremento de los requerimientos)
Normal: 0 puntos Estado nutricional normal Normal: 0 puntos Requerimientos nutricionales normales
Leve: 1 punto Pérdida de peso > 5% en tres meses Leve: 1 punto Pacientes con fractura de cadera, cró-
o consumo energético de 50 a 75% nicos, con complicaciones agudas
en la última semana —cirrosis, EPOC—, con hemodiáli-
sis, diabéticos, oncológicos
Moderado: 2 pun- Pérdida de peso > 5% en dos meses Moderado: 2 puntos Cirugía mayor de abdomen, neumonía
tos o IMC de 18.5 a 20.5 más deterioro grave, neoplasias hematológicas
del estado general, o consumo
energético de 25 a 60% de los re-
querimientos generales en la última
semana
Severo: 3 puntos Pérdida de peso > 5% en un mes (> Severo: 3 puntos Trauma craneal, trasplante de médula
15% en tres meses) o IMC < 18.5 ósea, paciente en cuidados intensi-
más deterioro del estado general o vos (APACHE 10)
consumo energético de 25% de los
requerimientos generales en la últi-
ma semana
Puntuación + Puntuación = puntuación final
Edad Si es > 70 años, se debe agregar 1 a = edad ajustada a la puntuación total
la puntuación total
Puntuación w 3: el paciente tiene riesgo nutricional, por lo que se debe iniciar un plan de cuidados nutrimentales lo antes posible. Puntuación
< 3: el paciente debe ser evaluado cada semana. Si el paciente está programado para una cirugía mayor se debe considerar un plan nutricional
preventivo para evitar riesgos asociados. IMC: índice de masa corporal; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

a ser modestos o muy poco perceptibles. El paciente no SOPORTE NUTRICIONAL


complicado puede tolerar hasta un máximo de 10 días PREOPERATORIO
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de ayuno sin la suma de consecuencias médicas. Los pa-


cientes que presentan un estado de mala nutrición, en el
que son evidentes datos clínicos de desnutrición mode-
rada o severa, requieren un soporte nutricional lo más Los accesos del soporte nutricional preoperatorio pue-
accesible y temprano posible para que los beneficios su- den ser enteral o intravenoso. Respecto al primer rubro,
peren los riesgos. existe una regla general que indica que, si el intestino
Llevar a cabo estrategias de nutrición no sólo implica presenta funciones de digestión y absorción, éste debe
integrar el contexto patológico que condujo al paciente ser usado y que la suplementación oral será siempre el
a ese consumo energético y su consecuencia clínica; al primer recurso a agotar durante al menos tres semanas
implementar una ruta de acceso ésta debe ser acorde con previas al procedimiento. Sin embargo, ante una vía oral
la vía de administración más segura y sostenible, ya que incierta o limitada para soportar el total energético nece-
de esto depende que las formulaciones enterales o paren- sario los sistemas auxiliares o dispositivos enterales
terales cumplan sus cometidos. —como la sonda nasogástrica y la sonda nasoenteral—
338 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 26)

1. ¿Ha perdido el apetito? Ha comido menos por no tener 10. ¿Cuántas comidas hace al día
hambre, problemas digestivos, dificultad para masticar 0 = 1 comida
o alimentarse en los últimos tres meses? 1 = 2 comidas
0 = anorexia severa 2 = 3 comidas
1 = anorexia moderada 11. La persona consume...
2 = sin anorexia Productos lácteos al menos una vez al día
2. Pérdida reciente de peso (< 3 meses) Sí j No j
0 = pérdida de peso > 3 kg Huevos o legumbres una o dos veces por semana
1 = no lo sabe Sí j No j
2 = pérdida de peso entre 1 y 3 kg Carne, pescado o aves diariamente
3 = sin pérdida de peso Sí j Noj
3. Movilidad 0.0 = 0 o 1 sí
0 = de la cama al sofá 0.5 = 2 sí
1 = autonomía en el interior 1.0 = 3 sí
2 = sale de su casa 12. ¿Consume frutas o verduras al menos dos veces al día?
4. ¿Ha habido enfermedad aguda o situación de estrés 0 = No 1 = Sí
psicológico en los últimos tres meses? 13. ¿Cuántos vasos de agua u otros líquidos toma al día?
0 = Sí 1 = No (agua, zumos, café, té, leche, vino, cerveza, etc.)
5. Problemas neuropsicológicos 0.0 = menos de tres vasos
0 = demencia o depresión severa 0.5 = de 3 a 5 vasos
1 = demencia o depresión moderada 1.0 = más de 5 vasos
2 = sin problemas psicológicos 14. Modo de alimentarse
6. Índice de masa corporal 0 = necesita ayuda
(IMC = peso/talla 2) 1 = come solo con dificultad
0 = IMC < 19 2 = come solo sin dificultad
1 = 19 < IMC < 21 15. El paciente se considera; él mismo, bien nutrido
2 = 21 < IMC < 23 (problemas nutricionales)
3 = IMC > 23 0 = malnutrición severa
IMC = 29 kg/m 2 1 = no lo sabe o malnutrición moderada
Total puntos 2 = sin problemas de nutrición
16. Comparándose con las personas de su edad, ¿cómo
w 12 puntos: normal, no es necesaria una está su estado de salud?
valoración completa 0.0 = peor 0.5 = igual
v 11 puntos: posible malnutrición, continuar 1.0 = no lo sabe 2.0 = mejor
con la valoración 17. Circunferencia braquial (CB en cm)
0.0 = CB < 21
0.5 = 21 v CB v 22
7. ¿La persona vive en su domicilio? 1.0 = CB > 22
0 = No 1 = Sí 18. Circunferencia de la pierna (CC en cm)
8. ¿Toma más de tres medicamentos al día? 0 = CC < 31 1 = CC w 31
0 = Sí 1 = No Puntuación total: (máximo 30 puntos)
9. ¿Tiene úlcera o lesiones cutáneas?
0 = Sí 1 = No w 24 puntos: estado nutricional satisfactorio
17 a 23.5 puntos: riesgo de malnutrición
< 17 puntos: mal estado nutricional

Figura 26–2. Evaluación mínima nutricional. Guigoz et al.: Nutr Rev 1996;54:S59–S65.

se emplean en pacientes despiertos con competencia la yeyunostomía percutánea endoscópica (YPE). Las son-
para proteger la vía aérea, siendo ésta la forma más fácil das de gastrostomía endoscópica constituyen una exce-
de acceso para la nutrición enteral preoperatoria. Su co- lente vía de acceso al tracto gastrointestinal; son coloca-
locación puede ser manual, con la ayuda de fluorosco- das sin anestesia general, permiten la alimentación
pia o endoscopia con visión fluoroscópica o sin ella. Las gástrica casi de inmediato y son altamente efectivas en
contraindicaciones de estos sistemas, considerados pro- el paciente incapaz de proteger su vía aérea. Algunas li-
cedimientos a ciegas, son las fracturas de la base de crá- mitantes para su instalación son la estenosis esofágica
neo, las maxilofaciales y las basilares.58 Al iniciar un y el carcinoma de la vía aérea superior, ya que existe la
esquema de alimentación mediante un dispositivo naso- posibilidad de provocar siembras cancerosas. Hoy en
gástrico la alimentación por bolos es la más idónea, a di- día se cuenta con nuevos dispositivos de GPE que pue-
ferencia de la alimentación continua, que requiere sonda den ser colocados por vía percutánea a través de la pared
nasoyeyunal apropiadamente instalada, ya que el princi- abdominal mediante una técnica de punción dirigida y
pal riesgo de este tipo de alimentación es la aspiración. guía metálica, que gracias a la dilatación secuencial
La siguiente línea de soporte nutricional enteral la com- (bajo visión endoscópica o fluoroscopia) permite finali-
ponen la gastrostomía percutánea endoscópica (GPE) y zar la instalación segura de la sonda. Tales sistemas no
Nutrición perioperatoria 339

están exentos de riesgos durante su colocación, ya que te nutricional para resguardar las reservas proteicas en
pueden ser traccionados, migrar o infectar el estoma. riesgo o mantener un nivel de anabolismo necesario
El sistema tiene la capacidad de mejorar su función para el evento quirúrgico que se avecina.
en los pacientes con trastornos de la motilidad gástrica
(intolerancia o gastroparesia) al colocarse una exten-
sión yeyunal; esta segunda luz se coloca a través del SOPORTE NUTRICIONAL
tubo de GPE y se dirige más allá del píloro mediante en- POSOPERATORIO
doscopia o fluoroscopia. Una vez completo el sistema
“gastroyeyunal”, el dispositivo permite el drenaje gás-
trico y la alimentación yeyunal de manera simultánea.
La YPE, que no es un dispositivo tan empleado como Los pacientes bien nutridos o con desnutrición leve to-
la GPE, es un procedimiento técnicamente más riguro- leran el estrés quirúrgico sin gran dificultad y la mayoría
so, de mínima invasión para el acceso enteral a largo no requieren soporte nutricional. Los pacientes bien nu-
plazo, que no deja de ser un planteamiento efectivo para tridos o levemente desnutridos que reanudan su ingesta
asegurar la nutrición. oral dentro de los primeros 10 días posteriores a la ciru-
Los procedimientos de soporte enteral que requieren gía no se benefician del soporte nutricional posoperato-
técnicas de mayor invasión son la gastrostomía y la ye- rio, por lo que sólo incidirían en costos adicionales y
yunostomía laparoscópica; ambos procedimientos son riesgos clínicos, mientras que los pacientes con desnu-
de mínima invasión de acceso a la cavidad abdominal trición moderada o grave sí son beneficiados con el so-
por medio de la cirugía laparoscópica, la cual puede per- porte nutricional posoperatorio. En los momentos en los
mitir la colocación de tubos de alimentación por el estó- que el soporte nutricional temprano es implementado el
mago o por el intestino delgado. La mayoría de estos paciente quirúrgico se beneficia de una gama de altos
procedimientos son efectuados de forma ambulatoria; riesgos, observándose que disminuye la morbilidad
los riesgos son similares a los vistos en la cirugía abierta séptica, se mantiene la inmunocompetencia y mejoran
tradicional.59 la cicatrización y la recuperación global. Dados los be-
neficios del soporte nutricional posoperatorio la ali-
mentación temprana alienta al paciente quirúrgico de
alto riesgo a no reanudar la vía oral dentro de los 10 días
DISPOSITIVOS CENTRALES posteriores a la cirugía. A esto es importante agregar
ENDOVENOSOS que la función gastrointestinal y su uso son potencial-
mente aceptables. Los estudios con bario han demostra-
do que la motilidad del intestino delgado continúa en el
tiempo posoperatorio a pesar de la gastroparesia, la cual
Son sistemas de permanencia temporal o permanente, puede estar presente de 24 a 48 h, mientras que la pare-
tunelizados o guiados por ultrasonografía, cuyo objeti- sia del colon se observa de tres a cinco días.60 La nutri-
vo es facilitar la terapia parenteral preoperatoria. La ins- ción enteral no deja de ser superior a la parenteral, debi-
talación de los diferentes catéteres, dependiendo del do a la presencia de menos infecciones posoperatorias
tiempo del mismo, se puede llevar a cabo en el quirófa- y menos días de estancia.61,62
no o en la cabecera del paciente. El sitio de acceso es La problemática se presenta en el momento en que
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

fundamental para lo extendida de la terapia parenteral; dicha estrategia, con todos sus beneficios, no logra ser
en esencia se recomiendan abordajes subclavios, bra- empleada o aceptada por todos los pacientes quirúrgi-
quiales y bacilares; otros accesos son usados en condi- cos de alto riesgo, por lo que el estado nutricional preo-
ciones poco comunes. Ineludiblemente, los accesos peratorio, sin lugar a dudas, debe ser tomado en cuenta
centrales conllevan riesgos de infección local, sistémica durante la cirugía para efectuar la elección de la ruta del
o trombosis en sistemas permanentes en el momento de soporte nutricional, lo cual puede influir en el momento
la colocación. La razón de un dispositivo endovenoso se de la operación.
fundamenta en la necesidad de proporcionarle al pa- El abordaje terapéutico nutricional posoperatorio se
ciente un soporte nutricional parenteral, que si bien pue- divide en enteral y endovenoso; al igual que el soporte
de ser un soporte total o periférico, esto depende de la preoperatorio su acceso se torna más viable si la toma
circunstancia, funcionalidad y tolerancia digestiva que de decisiones para efectuar el acceso o vía de alimenta-
el paciente enfrente, por lo que se requiere crear una for- ción se acompaña de una evaluación nutricional com-
mulación que permita generar en el paciente un ambien- pleta.
340 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 26)

Accesos enterales Cuadro 26–4. Complicaciones


Sépticas No sépticas
Las sondas nasogástrica rutinariamente son colocadas Infección de la Dehiscencia de la Tromboembolia
durante una cirugía mayor, antes del evento anestésico herida herida pulmonar
o en el momento de éste, cuando el paciente es plena- Infección urinaria Falla respiratoria Tromboflebitis
mente capaz de proteger la vía aérea. La alimentación Neumonía Fístulas Falla orgánica
gástrica se puede llevar a cabo una vez que los trastor- múltiple
Choque séptico Atelectasia Evento cerebro-
nos de la motilidad gástrica posoperatoria se han resuel-
vascular
to. Si se espera que la función gástrica sea limitada, al Choque y muerte
mismo tiempo pueden ser colocadas la sonda nasoyeyu-
Tomado de la referencia 13.
nal y la gástrica durante la cirugía, bajo un contexto muy
semejante, lo cual permite que la alimentación pueda
ser iniciada en la luz del intestino delgado en el posope-
ratorio inmediato en caso de que no haya otra contrain- taanálisis de Klein y col.,63 en el que demostraron un
dicación. Hay que recordar que la motilidad gástrica ini- incremento de 10% de las complicaciones posoperato-
cia su funcionalidad en las primeras 24 h; el intestino rias; gran parte de los estudios clínicos con nutrición
delgado (duodeno, yeyuno e íleon) lo hace dentro de las parenteral posoperatoria no han demostrado una clara
primeras ocho horas, mientras que el colon lo hace hasta disminución de las complicaciones y sí se han observa-
72 h después de la cirugía. do resultados pobres. Por lo tanto, no se debe recomen-
dar el uso sistemático de la nutrición parenteral en todo
paciente posoperatorio, aunque los lineamientos enfati-
Gastrostomía y yeyunostomía quirúrgica zan que los pacientes para cirugía electiva con desnutri-
ción preoperatoria y una mala recuperación en el inicio
de la vía oral entre el séptimo y el décimo días deben
La gastrostomía y la yeyunostomía, como accesos de
recibir nutrición parenteral total. Los casos en los que
larga permanencia, se llevan a cabo durante el procedi-
se planea utilizarla entre cinco y siete días es mejor em-
miento quirúrgico, lo que permite tener un acceso ente-
plear sistemas parenterales periféricos, siempre y cuan-
ral prolongado si así se requiere. La decisión se basa en
do se satisfagan las necesidades calóricas. No es justifi-
el procedimiento quirúrgico a realizar, el estado nutri-
cable utilizar la nutrición parenteral cuando se espera
cional preoperatorio, la presunta necesidad de un sopor-
una recuperación de la función intestinal en el trans-
te nutricional y el tiempo de permanencia. Este acceso
curso de siete días posteriores a la cirugía en pacientes
quirúrgico no está exento de complicaciones, por lo que
sin evidencia de desnutrición.64
los riesgos se deben balancear con los beneficios nutri-
La Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y
cionales. La gastrostomía endoscópica puede ser insta-
Enteral ha desarrollado guías prácticas, basadas en evi-
lada durante la intervención o en el posoperatorio en la
dencia, sobre el soporte nutricional perioperatorio.65
mayoría de los casos, permitiendo llevar a cabo la ali-
mentación gástrica casi inmediatamente, además de que
a. El soporte nutricional especializado preoperatorio
es efectiva en los pacientes incapaces de proteger su vía
se debe administrar durante 7 a 14 días a pacientes
aérea.
con desnutrición moderada o severa sometidos a
una cirugía gastrointestinal mayor si la cirugía
puede ser pospuesta con seguridad.
SOPORTE NUTRICIONAL PARENTERAL b. La nutrición parenteral no se debe indicar de ma-
nera rutinaria en el posoperatorio inmediato a pa-
cientes sometidos a procedimientos gastrointesti-
nales.
No deja de ser hoy en día una actividad cotidiana la ins- c. El soporte nutricional posoperatorio debe ser im-
talación de sistemas endovenosos centrales para dar ini- plementado en pacientes que no sean capaces de
cio al soporte parenteral posoperatorio, el cual mantiene satisfacer sus necesidades nutricionales por la vía
líneas de controversia respecto a su beneficio absoluto. oral entre 7 y 10 días posteriores a la cirugía (cua-
Sin embargo, este soporte quedó en desventaja en el me- dro 26–4).
Nutrición perioperatoria 341

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Capítulo 27
Monitoreo hemodinámico
y neurológico multimodal
Martín de Jesús Sánchez Zúñiga

Cuando se habla de monitoreo del paciente generalmen- e indirectamente la presión de llenado del ventrículo ip-
te llegan a la mente pensamientos que suponen grave- silateral. Es un marcador indirecto de volumen intravas-
dad o factores de riesgo que pueden favorecer el descon- cular que tradicionalmente se ha utilizado como índice
trol cardiopulmonar, renal o cerebral del paciente. de hidratación y de la función contráctil del ventrículo
Entonces se hace referencia a un buen numero de técni- derecho (infarto agudo del miocardio del ventrículo de-
cas y procedimientos, invasivos y no invasivos, que recho).
ofrecen un sinnúmero de datos cuyo significado debe- La PVC es el resultado de la interacción del retorno
mos analizar para decidir su utilidad en el tratamiento. venoso hacia la aurícula derecha y la presión de llenado
La metas que se buscan en el monitoreo están enfoca- del ventrículo derecho. Ambos parámetros son depen-
das principalmente en la detección temprana de anor- dientes de las presiones abdominal y pulmonar, del tono
malidades y factores de riesgo, y una vez que son detec- vasomotor y del volumen sanguíneo. Sus rangos de nor-
tados establecer una guía para su corrección temprana malidad son de –2 cmH2O en la inspiración a + 4 cmH2O
a través de una terapéutica apropiada, y de esta manera en la espiración, con un rango de seguridad hasta de 12
mejorar el resultado y el pronóstico de los pacientes. cmH2O, los cuales se deberán tomar con cautela en con-
En las décadas pasadas el monitoreo de los pacientes junto con otros parámetros clínicos con valores mayo-
estaba restringido a medir las variables fisiológicas, que res de 10 cmH2O cuando sus factores determinantes se
comprendían comúnmente la frecuencia cardiaca, la encuentran alterados (figura 27–1).1–3
frecuencia respiratoria, la presión arterial, la tempera-
tura corporal, etc. Pero con el desarrollo tecnológico en
el campo de la medicina se han incorporado nuevos dis-
positivos que permiten contar con herramientas diag- PVC
nósticas y terapéuticas que impactan en el abordaje y el
Volumen Presión
manejo de los pacientes. Este capítulo está enfocado en sanguíneo intratorácica
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

el análisis de las técnicas y los parámetros utilizados con


mayor frecuencia en el monitoreo de los pacientes, así Retorno
como su significado en la evolución y el tratamiento. venoso

Tono Presión
vasomotor abdominal
PRESIÓN VENOSA CENTRAL
Ventrículo
derecho

La presión venosa central (PVC) es una expresión nu- Figura 27–1. Interrelación de los factores que determinan
mérica que representa la presión de la aurícula derecha la presión venosa central. PVC: presión venosa central.

343
344 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 27)

Cuadro 27–1. Factores que alteran Cuadro 27–3. Interpretación clínica


la presión venosa central de la presión venosa central
Volumen sanguíneo: Estado fisio- PVC baja PVC alta
S Hipovolemia patológico
S Hipervolemia Alteraciones Hipovolemia: deshi- S Hipervolemia,
Tono vasomotor: del volumen dratación, san- restitución rápi-
S Vasoconstricción sanguíneo grado da de líquidos
S Administración de vasopresores Cambios en la Maniobra de Rive- S Neumotórax
presión in- ro–Carvallo S Hemotórax
Aumento de la presión torácica:
tratorácica S EPOC
S Síndrome de la vena cava superior
S Asma
S Neumotórax
S Ventilación me-
Aumento de la presión intraabdominal: cánica con
S Ascitis PEEP, CP, PS
S Síndrome de hipertensión abdominal S Síndrome de la
S Sepsis de origen abdominal vena cava su-
Alteración de la bomba: perior
S Embolia pulmonar S Maniobra de
S Taponamiento pericárdico Valsalva
Cambios en la Síndrome de hiper-
S Pericarditis restrictiva
presión in- tensión abdomi-
S Cor pulmonale
traabdomi- nal
S Insuficiencia cardiaca nal Abdomen agudo
Ascitis
Hipertensión portal
Síndrome de la
La PVC se ha usado durante muchos años como un vena cava inferior
índice de volumen sanguíneo; lamentablemente, la vali- Alteraciones S Insuficiencia
dez de esta medida ha sido puesta en duda en numerosos en la bomba ventricular de-
estudios clínicos. Aunque la PVC alta sugiere un au- cardiaca recha
mento del volumen circulante efectivo, puede ser un va- S Taponamiento
cardiaco
lor erróneo y realmente tener un bajo volumen de llena-
S Insuficiencia o
do ventricular. El ejemplo clásico se demuestra en el estenosis tri-
infarto del ventrículo derecho, en el que la PVC será alta cuspídea
por la falla contráctil del miocardio, a pesar de existir hi- S Pericarditis
povolemia (cuadro 27–1). S Cor pulmonale
La medición de la PVC se usaba para monitorear la agudo
estabilidad hemodinámica en los pacientes sometidos a S IAM derecho
Cambios en el Colapso circulatorio S Uso de vaso-
ventilación mecánica, que requerían presión positiva al
tono vaso- Sepsis presores en al-
final de la espiración (PEEP). No obstante, se ha demos- motor Choque séptico tas dosis
trado que las mediciones de PVC no reflejaban la verda- Choque anafiláctico
dera función de bomba ni el volumen intravascular y Choque medular
que eran inconstantes con niveles de PVC mayores de PVC: presión venosa central; EPOC: enfermedad pulmonar obstruc-
10 cmH2O (cuadros 27–2 y 27–3).1–3 tiva crónica; PEEP: presión positiva al final de la espiración; CP: con-
trol de presión; PS: presión soporte; IAM: infarto agudo del miocardio.

Cuadro 27–2. Indicaciones de la medición PRESIÓN CAPILAR PULMONAR


de la presión venosa central
Control de la infusión de líquidos en pacientes crítica-
mente enfermos
Apoyo en el diagnóstico diferencial La presión capilar pulmonar (PCP) es el resultado de
Monitoreo de la función cardiaca medir la presión no pulsátil creada al inflar el balón del
Estabilidad hemodinámica secundaria a ventilación mecá- extremo de un catéter colocado en la arteria pulmonar.
nica Esta presión equivale a la presión existente en la micro-
Monitoreo hemodinámico y neurológico multimodal 345

circulación pulmonar (llamada capilar pulmonar, en Cuadro 27–4. Indicadores hemodinámicos de


cuña o de enclavamiento). Para su medición se requiere la utilidad del catéter de arteria pulmonar
un catéter especial que se introduce a través de una vía Monitoreo hemodinámico:
venosa de amplio calibre (yugular, subclavia, femoral o S Gasto cardiaco
venodisección). S Índice cardiaco
El catéter de la arteria pulmonar fue introducido en S Resistencias vasculares
el decenio de 1970 por los cardiólogos Harold James C. S Medición de presiones auriculares derechas
Swan y William Ganz. Este catéter cuenta con varios Monitoreo de la función vascular pulmonar:
orificios y conductos, así como con un balón en la punta, S Presiones de la arteria pulmonar
que al ser inflado le permite ser arrastrado hacia la arte- S Presión capilar pulmonar
ria pulmonar. El objetivo inicial de este catéter colocado Medición de oximetría de sangre de la arteria pulmonar:
en la arteria pulmonar consistía en el monitoreo de la S Consumo de oxígeno
función cardiaca y las presiones pulmonares. S Transporte de oxígeno
Es una medición de la presión media de la aurícula iz- S Disponibilidad de oxígeno
quierda que corresponde a la presión telediastólica del Sitio Presión
ventrículo izquierdo, siempre que las funciones de bom-
Media aurícula derecha 0a 7
ba y valvular sean normales. Cuando el balón ocluye el
Ventrículo derecho:
interior del vaso el transductor mide la presión que se
S Sistólica 15 a 25
transmite por los vasos pulmonares proveniente de la au- S Diastólica 8 a 15
rícula izquierda. Esta medición se deberá hacer siempre Arteria pulmonar:
durante la espiración, en especial si el paciente está bajo S Sistólica 15 a 25
ventilación mecánica, ya que en ese momento es cuando S Diastólica 8 a 15
se evita el efecto de la presión pleural.4–8 S Media 10 a 20
Presión de enclavamiento 6 a 12

Usos clínicos
Los criterios de Morris y Chapman de validación de
El juicio clínico es el mejor indicador para la colocación la funcionalidad de la presión de enclavamiento pulmo-
del catéter, por lo que se deben evaluar los riesgos de la nar permiten validar las mediciones, indicando una bue-
misma, así como los beneficios del monitoreo continuo na colocación del catéter de la arteria pulmonar en la
y sistemático. De modo que el uso de este catéter sólo zona 3:
se justifica si los datos obtenidos modificarán el diag- 1. (PO2 de enclavamiento – PO2 arterial) > 19
nóstico y el tratamiento, considerando que las medicio- mmHg.
nes de la presión capilar pulmonar son medidas indirec- 2. (PCO2 arterial – PCO2 de enclavamiento) > 11
tas de la precarga ventricular izquierda, la presión mmHg.
hidrostática pulmonar y el volumen circulante efectivo, 3. (pH de enclavamiento – pH arterial) > 0.008.
y que los valores obtenidos se deben evaluar en conjun-
to con otras mediciones y el contexto clínico (cuadro
27–4).
Curva de presión
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

En la actualidad se reconoce que la colocación de un ventricular derecha


catéter de arteria pulmonar y su correcta interpretación Curva de presión
son útiles sólo en los pacientes con daño miocárdico se- de enclavamiento
vero, infartos complicados, cirugías cardiacas de alto
riesgo y pacientes con trauma múltiple que requieren
tratamiento de reanimación agresivo. Con el desarrollo
tecnológico se han creado nuevos equipos de monitoreo
que también permiten medir en tiempo real algunos pa- Curva de presión
rámetros, como la temperatura interna, el gasto cardiaco de arteria pulmonar
derecho, las funciones ventriculares derecha o izquier- Curva de presión
auricular derecha
da, la saturación venosa mixta, etc., lo que permite que
la interpretación de los resultados sea un tanto más com- Figura 27–2. Curvas de presión al introducir el catéter de
pleja y completa (figura 27–2). arteria pulmonar.
346 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 27)

Cuadro 27–5. Patrón hemodinámico


y de presión capilar pulmonar en el
Presión estado de choque
alveolar
Tipo de Gasto Presión de Resistencias
choque cardiaco enclava- vasculares
Presión miento sistémicas
arterial Zona 1: PA > Pa > Pc Cardiogénico Bajo Alta Altas
Distributivo Alto Baja Bajas
Zona 2: Pa > PA > Pc Obstructivo Bajo Normal o alta Altas
Hipovolémico Bajo Baja Altas

Zona 3: Pa > Pc > PA


Presión
Presión aurícula
arterial izquierda 2. Ventrículo no distensible: presión de enclava-
miento menor que la presión telediastólica por cie-
Presión
capilar rre prematuro de la válvula mitral.
3. Insuficiencia respiratoria: presión de enclava-
Figura 27–3. Zonas pulmonares. PA: presión alveolar; Pa: miento mayor por hipertensión pulmonar por va-
presión arterial pulmonar; PC: presión capilar pulmonar.
soconstricción secundaria.
4. Los patrones esperados de PCP en el estado de
choque dependen de su etiología (cuadro 27–5).
El principio de la medición de la presión de enclava-
miento está basado en el equilibrio de las presiones en
los dos extremos del lecho vascular en el momento de SATURACIÓN VENOSA MIXTA O
ocluir con el globo. “Al inflar el globo se obstruye el flu- SATURACIÓN VENOSA CENTRAL (SvO2)
jo de sangre y se crea una columna de sangre estática
entre la punta y la aurícula izquierda, lo cual indica que
las presiones a ambos lados son similares.” De esta ma-
nera la PCP es el reflejo de la presión de la aurícula En los últimos años se han realizado diferentes estudios
izquierda, pero sólo en la zona 3, en la que la presión ca- clínicos aleatorios que han demostrado que la utiliza-
pilar pulmonar es mayor que la presión alveolar (figura ción de catéteres pulmonares no ha logrado obtener
27–3). ventajas sobre el monitoreo convencional (hay excep-
Existe una correlación adecuada entre el nivel de ciones citadas anteriormente), por lo que el monitoreo
PCP y el desarrollo de edema pulmonar sólo cuando los con catéter de arteria pulmonar está en desuso y ha sido
aumentos de ésta son mayores de 25 mmHg. No obstan- sustituido por la medición de la saturación mixta venosa
te, puede haber un retraso importante de más de 12 h en- de O2 (SvO2), que se obtiene al determinar la saturación
tre el inicio del cuadro clínico, los signos radiológicos de la sangre obtenida en la arteria pulmonar. No obstan-
y la elevación de la PCP. Asimismo, la evaluación clí- te, debido a la necesidad de un dispositivo para la toma
nica puede no correlacionarse con el nivel de PCP, como de muestra de la arteria pulmonar, se han realizado va-
en los pacientes con infarto del ventrículo derecho que rios estudios que han demostrado que existe una rela-
desarrollan hipotensión con presiones de enclavamien- ción entre la tendencia de la SvO2 y la saturación venosa
to bajas hasta en 40% de los casos y que muestran signos central (obtenida de sangre en la vena cava superior),
clínicos y radiográficos de congestión pulmonar. En por lo que esta última es un buen parámetro equivalente
otras circunstancias, como en el empleo de la PEEP, se de reanimación, tal como lo demostró el grupo de Ri-
reduce el área total de la tercera zona pulmonar; cuando vers en el manejo de la sepsis, que manteniendo una sa-
esto ocurre la PCP no es una medida fidedigna de la pre- turación venosa mixta o saturación venosa central
sión auricular izquierda, por lo que es recomendable (SvcO2) arriba de 70%, además de otras variables, lo-
que la medición de la PCP ocurra durante el final de la graron una disminución de 15% de la mortalidad.9–12
espiración. El valor normal de la SvO2 refleja un equilibrio entre
el aporte (DO2) y el consumo de O2 (VO2), y su valor
1. Insuficiencia aórtica: la presión de enclavamiento normal alrededor de 75%. Normalmente el VO2 es inde-
es menor que la presión telediastólica del ventrí- pendiente del DO2, ya que se puede incrementar la ex-
culo izquierdo por reflujo retrógrado. tracción cuando el DO2 disminuye; cuando se llega al lí-
Monitoreo hemodinámico y neurológico multimodal 347

Cuadro 27–6. Dispositivos para el monitoreo de la presión intracraneal


Dispositivo Ventajas Desventajas
Catéter intra- Estándar de oro para mediciones, permite el drenaje del Requiere calibración constante. Oclusión de
ventricular líquido cefalorraquídeo. Los sensores son acoplados a columna por aire o restos cerebrales. Riesgo
la burbuja de aire alrededor del extremo del catéter elevado de infecciones
Tornillo sub- No hay violación del tejido cerebral; tasa de infección muy El edema cerebral puede producir mediciones
aracnoideo baja. Tornillo de Richmond o Becker falsamente bajas. Los movimientos de la ca-
beza pueden descalibrarlo
Transductor de Se puede insertar en el parénquima cerebral, el ventrículo Una vez insertado no se puede recalibrar; es
fibra óptica lateral o el espacio subdural; tiene una alta resolución, costoso; la ruptura de la fibra óptica lo inutiliza
independiente del cambio de posición de la cabeza
Epicraneales A nivel de la fontanela anterior o en sitios de defectos Muy costosos; de uso casi exclusivo en pedia-
óseos como resultados de craneotomías, con sensores tría
telemétricos sobre todo en niños hidrocefálicos, pu-
diendo estar conectados o no al sistema derivativo
Emisiones Constituye uno de los métodos más recientes en la medi- Según los estudios realizados son bastante
otoacústicas ción de la presión intracraneal; se realiza mediante el efectivos, además de que tienen escasa o
monitoreo de la presión que transmiten los líquidos nula invasión
cocleares a la base del estribo

mite de la relación se presenta una disminución de la dominante, pues traduce con fiabilidad los aumentos de
SvO2, con niveles de SvO2 entre 55 y 70% que indican presión y permite también la evacuación de líquido ce-
que hay compensación de la relación, pero con niveles falorraquídeo. El método más utilizado para el monito-
de entre 50 y 30% ya no existe dicha compensación y el reo de la PIC es a través de la conexión del transductor
metabolismo anaerobio precipita la acidosis láctica por a un equipo, que es capaz de proyectar en su pantalla las
la grave hipoperfusión tisular. Recientemente se han de- curvas de la PIC. El patrón de la curva de la PIC es el
sarrollado tecnologías que permiten el monitoreo conti- resultado de la transmisión de las ondas de presión arte-
nuo del volumen latido a base de la diferencia de pulso rial y venosa a través del líquido cefalorraquídeo y del
de un catéter arterial, determinando la ScvO2 y el gasto parénquima cerebral. El patrón normal de las curvas se
cardiaco probable de manera continua. Este sistema de asemeja a una curva de presión arterial. Normalmente
monitoreo se conoce comercialmente como VigileoR. la curva tiene tres o más picos, identificados como P1,
P2 y P3 (figura 27–4).9–14

PRESIÓN INTRACRANEAL
P2

P1
Las primeras mediciones de la presión intracraneal
(PIC) las realizaron Quincke y col. en el espacio suba-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

racnoideo, a nivel lumbar; plantearon que los valores


normales estaban entre 90 y 100 mmH2O. Años después P3
Jackson y col. midieron la presión con este método en
algunas condiciones patológicas y más tarde se utilizó
en pacientes con traumas craneoencefálicos, estable-
ciéndose criterios para la decisión de cirugía por encima Figura 27–4. Morfología de la onda de presión intracraneal.
de los 200 mmH2O. A pesar de los avances médicos y P1: llamada onda de percusión, corresponden a la presión
tecnológicos no se ha logrado establecer un método sistólica. Presenta un pico agudo y una amplitud consis-
completamente eficaz e inocuo para la medición de la tente. P2: llamada onda de meseta, es el resultado de la pre-
sión en el LCR, tiene una amplitud y forma variables y ter-
PIC, de tal manera que hasta estos momentos los méto- mina en una escotadura dicrótica. P3: llamada onda dicró-
dos invasivos son los predominantes (cuadro 27–6).13–17 tica, debido a que la presión diastólica se encuentra inme-
El sitio más utilizado para medir la PIC son los ven- diatamente después de la escotadura dicrótica y declina
trículos laterales, específicamente su cuerno frontal no hacia la posición diastólica basal.
348 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 27)

Los estudios de Lundberg marcaron la pauta en el ciones directas de la vena yugular interna, que poste-
monitoreo de la PIC en 143 pacientes con síntomas y riormente fueron sustituidas por la punción percutánea
signos de hipertensión endocraneana, en los cuales el y la colocación de un catéter retrógrado en la vena yugu-
monitoreo continuo describió las siguientes ondas: lar que permitió valorar en forma seriada la SvjO2. Ac-
tualmente se dispone de catéteres de fibra óptica que mi-
S Ondas A: plateau o en meseta; son un signo que den la SvjO2 de manera continua a través de un sensor
indica descompensación intracraneal severa. Se fotoeléctrico que cuantifica la cantidad de luz absorbida
caracterizan por aumentos repentinos de la PIC de por la oxihemoglobina. El monitoreo de este parámetro
50 a 100 mmHg, que duran de 5 a 20 min, acompa- mide de manera indirecta los cambios del FSC de acuer-
ñan al deterioro neurológico e indican la inminen- do con el metabolismo cerebral en relación con el con-
te herniación cerebral. Lundberg explicó inicial- sumo de oxígeno cerebral (CMRO2). En los casos en los
mente la aparición de ondas A como secundarias que la autorregulación está alterada el FSC puede estar
a alteraciones del flujo, lo cual confirmaron Ros- disminuido, normal o incrementado, independiente-
ner y Becker, quienes consideran que las ondas A mente de la CMRO2, conduciendo a cambios en la dife-
son la expresión de un mecanismo de compensa- rencia arteriovenosa de oxígeno (AVDO2).18,19
ción ante la disminución de la presión de perfusión En la práctica clínica es aceptado que las simples me-
cerebral (PPC), ya que aparece durante la hiper- diciones de la SvjO2 estiman de manera indirecta el FSC
capnia inducida y en cambios metabólicos alteran y reflejan el balance entre el aporte y el consumo cere-
el flujo sanguíneo cerebral (FSC).9–14 La onda A bral de O2. En cambios paralelos entre el aporte y el con-
tiene cuatro fases bien delimitadas, las cuales sumo la SvjO2 se mantiene constante. Cuando el aporte
reflejan todo el mecanismo de autorregulación es insuficiente o las necesidades son excesivas la SvjO2
ante la disminución de la PPC. disminuye. Cuando el aporte supera al consumo o el
1. Fase de caída de la PPC. consumo está muy reducido la SvjO2 aumenta (figura
2. Fase de meseta. 27–5).20,21
3. Fase de respuesta isquémica. Los valores normales de la SvjO2 en personas sanas
4. Fase de resolución. se encuentran en el rango de 55 a 71%, con una media
S Ondas B: son oscilaciones agudas y rítmicas que de 61.8%, mientras que en los pacientes con lesión en-
duran de uno a dos minutos, con una PIC que cefálica aguda el rango se considera un tanto más
oscila entre 20 y 50 mmHg; aparecen antes que las
ondas plateau; se presentan en pacientes en quie-
nes la respiración es de tipo Cheyne–Stokes, en es-
tados de somnolencia y durante el sueño de movi- Desaturación < 50% 55 a 75% Hiperflujo
mientos oculares rápidos.
S Ondas C: aparecen en la cresta de las ondas A con
una frecuencia de cuatro a ocho por minuto y una PIC
amplitud menor a la de las ondas A y B. No son clí-
nicamente significativas; corresponden a cambios PaCO2 < 28 mmHg Hipotermia
CMRO 2 :
respiratorios o de la presión arterial (reflejo de Sedantes
Traube–Hering–Mayer). Presión sistólica
S Ondas no cíclicas: son generadas por estímulos
Flujo cerebral
externos o internos (generalmente), como manio- Fiebre
bra de Valsalva, y durante la tos, la aspiración de CMRO 2 :
Convulsiones
secreciones, la hipoxia, el alza térmica, las con- Contenido O2 arterial
vulsiones, el dolor y los cambios de posición. Vasoespasmo cerebral
Comunicación AV
Otros
Hipoxia arterial Muerte cerebral
SATURACIÓN DEL BULBO YUGULAR
CMRO 2 CMRO 2
FSC FSC
Durante 1930 y 1940 se iniciaron las investigaciones de
la saturación del bulbo yugular (SvjO2) a partir de pun- Figura 27–5. Factores determinantes de la SvjO2.
Monitoreo hemodinámico y neurológico multimodal 349

amplio (32 a 96%) y la media es de 68.1% " 9.7%. Los Ventana


transorbitaria
niveles de SvjO2 que se encuentran por debajo de 50%
se asocian con hipoxia cerebral progresiva, mientras
que los niveles menores de 20% se presentan cuando el
daño isquémico es irreversible. Por otro lado, los valo- Ventana
res por encima de 75% sugieren hiperemia cerebral y se transtemporal
asocian a un mal pronóstico.22,23
En la práctica clínica existen ciertas limitantes en la
medición de la SvjO2; una de ellas es la poca sensibili-
dad para medir una región cerebral en específico, al ser
una muestra de la actividad metabólica global. Otra de
las limitantes es el error de interpretación de la satura-
ción venosa cuando la muestra es aspirada con rapidez, Ventana suboccipital
ya que una aspiración enérgica puede contaminar la
muestra con sangre venosa extracraneal.24 Figura 27–6. Ventanas del ultrasonido Doppler transcra-
neal y su relación con las arterias intracraneales.

ULTRASONIDO DOPPLER do la onda de pulsatilidad. En condiciones normales la


TRANSCRANEAL onda de pulsatilidad refleja la resistencia cerebrovascu-
lar, la cual es calculada por el índice de pulsatilidad (IP
o índice de Gosling):
El ultrasonido Doppler transcraneal (DT) es una herra- IP = (VF sistólica – VF diastólica)/VFm.
mienta que permite detectar estenosis u oclusión de ar-
terias intracraneales, monitorear la evolución de los pa- Los rangos normales del IP varían entre 0.6 y 1.1. Otro
cientes que presentan vasoespasmo tras una hemorragia índice que puede estimar la resistencia vascular es el ín-
subaracnoidea, detectar embolismos cerebrales, prede- dice de resistencia o de Pourcelot (cuadro 27–7):27
cir eventos isquémicos, evaluar el sistema vascular in- El DT tiene la ventaja de ser un método no invasivo
tracerebral y determinar la muerte cerebral. Mediante en el monitoreo de los pacientes con lesión encefálica
este dispositivo es posible evaluar las arterias cerebral aguda, además de que tiene un costo relativo bajo que
media (ACM), cerebral anterior, cerebral posterior, ce- permite evaluar continuamente la dinámica cerebral de
rebral distal interna, basilar, vertebral, carótida interna los pacientes neurocríticos en condiciones como el va-
extracraneal y oftálmica, así como el sifón carotídeo. La soespasmo secundario a hemorragia subaracnoidea, así
información de estas arterias se observa a través de las como la evaluación de la autorregulación cerebral y la
ventanas acústicas del cráneo, que comprenden la ven- reactividad vascular, parámetro que se ha considerado
tana transtemporal, la ventana transorbitaria, la ventana útil en el monitoreo de los pacientes con trauma craneal
suboccipital y la ventana submandibular, las cuales per- grave y que está asociado con mal pronóstico, así como
miten insonar determinadas arterias de acuerdo con la en el monitoreo en conjunto con la presión intracraneal
ventana de la que esté accediendo (figura 27–6).25,26 y la SvjO2, ya que permite estimar de manera no inva-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El flujo sanguíneo actúa como un reflector que recibe siva la presión de perfusión cerebral mediante la FVm
la transmisión de la onda desde el transductor y después de la ACM y la presión arterial, con una diferencia de
envía la señal de regreso al transductor. El flujo sanguí- 13 mmHg menos que la PPC real (PAM–PIC).28–32
neo a través de un vaso depende de la velocidad del mo-
IR = (VF sistólica – VF diastólica)/VF sistólica
vimiento del componente sanguíneo y el diámetro de di-
cho vaso; así, a un determinado flujo sanguíneo la
velocidad se incrementa a medida que el diámetro del
vaso se estrecha. La velocidad del flujo medio (VFm) OXIGENACIÓN TISULAR CEREBRAL
es el promedio de las velocidades de flujo a través de un
vaso, con un valor normal de 55 " 12 cm/seg, el cual
se correlaciona con el FSC. Al insonar la velocidad de
flujo de un determinado vaso se inscriben el pico sistó- El monitoreo de la oxigenación tisular cerebral (PticO2
lico y el flujo diastólico en cada ciclo cardiaco, forman- u OTC) es un parámetro fidedigno entre el aporte y el
350 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 27)

Cuadro 27–7. Monitoreo normal del Doppler transcraneal


Arteria Profundidad (mm) VFm (cm/seg) Ventana acústica Dirección de flujo
ACM 38 a 62 58 " 12 Transtemporal Anterógrada
ACA/ACM 54 a 64 – Transtemporal Bidireccional
ACA 60 a 78 50 " 12 Transtemporal Retrógrada
ACld 56 a 64 38 " 10 Transtemporal
ACP 60 a 72 40 " 10 Transtemporal Anterógrado
ACle 50 a 64 37 " 9 Submandibular Retrógrado
AO 40 a 58 21 " 5 Occipital Retrógrado
AV 60 a 85 37 " 10 Suboccipital Retrógrado
AB 80 a 120 40 " 10 Suboccipital Retrógrado

consumo de oxígeno cerebral regional. Para su medi- MICRODIÁLISIS CEREBRAL


ción es necesaria la introducción de un microsensor en
el parénquima cerebral; el dispositivo es colocado en la
zona de mayor daño cerebral de acuerdo con el sitio de
lesión y los hallazgos tomográficos o clínicos. Existen La técnica de microdiálisis permite analizar de manera
dos microsensores: el LicoxR, que permite la medición continua los cambios bioquímicos del tejido cerebral
de la PIC, la temperatura cerebral y la PticO2, y el Neu- mediante la colocación de un catéter cuyo diámetro es
rotrendR, que mide la presión parcial de bióxido de car- de 0.62 mm, y contiene una membrana dialítica dentro
bono cerebral (PtiCO2c), el pH y la PticO2. del parénquima cerebral. Este catéter es perfundido con
La PticO2 normalmente es inferior a la presión par- lactato de Ringer o solución salina a 0.9% con flujos
cial de oxígeno arterial debido a la colocación de los ultrabajos (0.1 a 2.0 mL/min) con una bomba de perfu-
sensores en el compartimento extravascular y al eleva- sión. Todas las sustancias que tienen un diámetro menor
do metabolismo cerebral (15 a 50 mmHg). La PtiCO2c al de la membrana semipermeable (entre 10 000 y
en general es más alta que la presión parcial de bióxido 20 000 Da) difunden desde el espacio extracelular hacia
de carbono arterial debido a la capacidad de difusión del la solución que se emplea como perfusión, la cual es re-
bióxido de carbono. El pH normalmente es menor en el colectada cada 10 a 60 min. Entre las sustancias que per-
tejido cerebral, lo cual es sinónimo del elevado metabo- meabilizan se encuentran la glucosa, el lactato, el piru-
lismo cerebral (pH de 7.05 a 7.25).32 Los niveles de vato, el glutamato, la acetilcolina, la colina y el glicerol.
PticO2 pueden variar según la región cerebral en la que Las membranas semipermeables entre 10 000 y 30 000
se coloque el sensor; siendo más elevada en las regiones Da permiten la difusión de polipéptidos y proteínas des-
con un mayor número de neuronas, como en la región de el espacio extracelular, como las citocinas, los anti-
del hipocampo y la corteza cerebral, que en la sustancia bióticos y la fenitoína (figura 27–7).40–42
blanca.33–38 La microdiálisis se debe colocar en los pacientes con
En los pacientes con trauma craneal los niveles de hemorragia subaracnoidea y con trauma craneal; en
PticO2 inferiores a 15 mmHg durante periodos prolon- aquellos con lesiones focales se recomienda colocar un
gados o niveles menores de 8 mmHg en un solo evento catéter en la zona de penumbra y otro en una zona donde
se correlacionan con un incremento de la mortalidad. En el tejido cerebral sea “normal”, para comparar los valo-
los pacientes neurocríticos con trauma grave se demos- res obtenidos a partir del parénquima cerebral y el tejido
tró que en aquellos cuyo objetivo fue mantener una dañado.
PticO2 mayor de 25 mmHg la mortalidad disminuyó Cuando la glucosa cerebral en el tejido lesionado
25%. desciende sin cambios en los valores obtenidos en la
Además, el monitoreo de la PticO2 permite evaluar zona cerebral normal o subcutánea la interpretación co-
continuamente el umbral de isquemia cerebral, la capa- rresponderá a un evento de hipoperfusión. Sin embargo,
cidad de autorregulación cerebral, la reactividad cere- los valores aislados de la simple determinación de glu-
bral vascular durante los cambios de presión parcial de cosa no son sensibles para determinar hipoperfusión de
bióxido de carbono durante la ventilación mecánica, el la zona de lesión cerebral, por lo que se deben tomar en
vasoespasmo en los pacientes con hemorragia subarac- cuenta otros productos del metabolismo cerebral, como
noidea y el monitoreo de la temperatura cerebral en los el lactato, el piruvato y el glicerol, como el incremento
pacientes con hipotermia.39 del índice lactato/piruvato. El valor normal del índice es
Monitoreo hemodinámico y neurológico multimodal 351

Cánula de microdiálisis Cánula de inyección

Regreso de lavado de
Flujo de perfusión microdiálisis hacia el
por dentro de la contenedor
membrana semipermeable

Membrana dialítica

Tejido cerebral
Líquido extracelular

Salida de líquido para lavado de tejido cerebral

Figura 27–7. Componentes del catéter de microdiálisis cerebral.

de 15 a 20, por lo que un incremento mayor de 25 consti- celular subcutáneo, el cráneo y el cerebro hasta varios
tuye un evento isquémico.43,44 centímetros; estas ondas son absorbidas a diferente lon-
Los valores normales de glicerol en la solución diali- gitud de onda por la oxihemoglobina, la deoxihemoglo-
zante son de 50 a 100 mm. Por lo tanto, la elevación de bina y el citocromo C oxidasa. En cada unidad de volu-
los niveles de glicerol se correlaciona con los cambios men de tejido cerebral de 70 a 80% del contenido
en la PPC y las zonas de isquemia. Mientras tanto, el ca- hemático se localiza en el lecho venoso, por lo que la
téter en la zona donde la perfusión es normal el glicerol mayor cantidad de información de la espectroscopia
es sensible del estrés metabólico y del tono simpático. será del contenido venoso cerebral. Los cambios en la
La elevación de los niveles de glutamato está relaciona- hemoglobina total están relacionados con los cambios
da directamente con daño celular neuronal; sin embar- en el volumen sanguíneo cerebral.47–48
go, el incremento o las variaciones de los niveles de glu- La mayor aplicación de la espectroscopia infrarroja
tamato no son marcadores sensibles de daño cerebral, se ha realizado en los pacientes que son sometidos a en-
por lo que se tiene que interpretar junto con los niveles darterectomía carotídea con pinzamiento carotídeo
de glucosa, glicerol, piruvato y lactato.45,46 transquirúrgico y durante la cirugía cardiaca. También
se ha demostrado su eficacia en la detección de hemato-
mas intracraneales de aparición retardada. Sin embargo,
ESPECTROSCOPIA INFRARROJA su eficacia no ha sido demostrada en los pacientes con
trauma craneoencefálico o lesión difusa del sistema ner-
vioso central, ya que no se correlaciona con los cambios
La espectroscopia infrarroja (EI) es un método no inva- en la SvjO2 o la PticO2. Actualmente el uso de la espec-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sivo que permite detectar cambios en la oxigenación ce- troscopia infrarroja no está recomendado como un pará-
rebral regional. El mecanismo biotecnológico de la es- metro único en la toma de decisiones en los pacientes
pectroscopia infrarroja se basa en la capacidad de las con lesión encefálica aguda, aunque en ciertas patolo-
ondas de luz (700 a 1 000 nm) para penetrar en el tejido gías neurocríticas sí está fundamentado su empleo.49–52

REFERENCIAS
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354 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 27)
Capítulo 28
Evaluación y manejo perioperatorio
del paciente neumópata
Martha Yolanda Velásquez Moreno, Ailyn Cendejas Schotman, Javier A. Ramírez Acosta

INTRODUCCIÓN cirugía o en el posoperatorio, por lo que sólo queda rea-


lizar el manejo posoperatorio adecuado.

En los pacientes con neumopatías agudas y crónicas so- COMPLICACIÓN PULMONAR


metidos a cualquier tipo de intervención quirúrgica las POSOPERATORIA
complicaciones respiratorias posoperatorias son signi-
ficativamente más frecuentes y severas que en los pa-
cientes sin patología pulmonar.1–4
Definición
La cirugía de tórax, los procedimientos quirúrgicos
de abdomen superior, las cirugías extensas y prolonga-
La complicación pulmonar posoperatoria se desarrolla
das y las realizadas en pacientes con padecimientos cró-
o se exacerba después de un procedimiento quirúrgico.
nicos y debilitantes incrementan el riesgo de complica-
Su presentación clínica es variable; se acompaña habi-
ciones respiratorias posoperatorias. Su presencia
tualmente de alteraciones radiológicas y gasométricas.
genera un incremento de la morbimortalidad, mayores
Algunas veces se presenta hipertermia; otras se observa
gastos, mayor tiempo de hospitalización y mayor núme-
aumento en la producción de secreciones bronquiales y
ro de acciones terapéuticas, incluyendo el manejo en
de tos ineficaz que lleva a una acumulación de secrecio-
áreas críticas, reintervenciones quirúrgicas, etc. Por lo
nes en las vías respiratorias, desarrollo de zonas de colap-
tanto, en estos pacientes es importante llevar a cabo me-
so pulmonar con microatelectasias y macroatelectasias
didas que prevengan o disminuyan la frecuencia y la
que alteran la mecánica respiratoria, y la ventilación, así
intensidad de las complicaciones respiratorias posope-
como aumento del trabajo respiratorio, llegando a cau-
ratorias mediante programas de evaluación y optimiza-
sar insuficiencia respiratoria aguda y a requerir ventila-
ción preoperatoria, así como de manejo perioperatorio
ción mecánica. Las complicaciones posoperatorias más
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

por parte de anestesiólogos y cirujanos con experiencia


frecuentes se incluyen en el cuadro 28–1.
en este tipo de pacientes, que conozcan la información
científica del tema y las medidas de manejo más efica-
ces recomendadas en la literatura mundial. Fisiopatología
El riesgo de complicaciones respiratorias está deter-
minado por las condiciones del paciente, el tipo de ciru- En el transoperatorio y el posoperatorio ocurren cam-
gía que se va a realizar, el sitio y la extensión de las inci- bios pulmonares tanto en pacientes normales como en
siones quirúrgicas y, sobre todo, el manejo anestésico los que padecen enfermedad pulmonar preexistente.
durante el transoperatorio y el posoperatorio. En algu- Las causas son múltiples y se deben al procedimiento
nos casos las complicaciones respiratorias surgen de si- quirúrgico, al manejo anestésico perioperatorio y al ma-
tuaciones no prevenibles que se presentan durante la nejo del dolor, ya que en conjunto o de manera separada

355
356 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 28)

Cuadro 28–1. Complicaciones dolor y la ansiedad impiden la expansión pulmonar.


respiratorias posoperatorias Además, la biomecánica del tórax se altera por restric-
S Atelectasias ción en la excursión diafragmática y por disminución en
S Hipoxemia e hipercapnia de diversas causas la contracción de los músculos accesorios de la respira-
S Procesos infecciosos bronquiales y parenquimatosos ción intercostales externos y pectorales, lo que lleva a
S Mal manejo de las secreciones bronquiales disminución de la ventilación alveolar, manifestada
S Exacerbación de la insuficiencia respiratoria crónica como respiración superficial y formación de atelecta-
S Daño pulmonar agudo (ALI, SIRPA) sias. Otra causa de alteración en la movilidad del dia-
S Tromboembolia pulmonar fragma son las lesiones del nervio frénico, debido al uso
S Ventilación mecánica prolongada
de sustancias cardiopléjicas o a incisiones quirúrgicas
S Muerte por causa respiratoria
próximas a este músculo.
ALI: lesión pulmonar aguda; SIRPA: síndrome de insuficiencia res-
piratoria progresiva aguda.
FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS
CON EL PACIENTE

alteran la mecánica pulmonar, el patrón ventilatorio, el


intercambio gaseoso y los mecanismos de defensa pul- Entre los factores de riesgo relacionados con el paciente
monar, propiciando el desarrollo de complicaciones destacan el tabaquismo, el estado general de salud y la
respiratorias.5 presencia de padecimientos respiratorios agudos y cró-
Los anestésicos inhalados e intravenosos, los analgé- nicos, en especial los que se acompañan de inflamación
sicos narcóticos y los sedantes deprimen el control neu- sistémica.6,7
rológico central de la respiración; la manifestación clí-
nica es la hipoventilación alveolar, cuya magnitud Tabaquismo
puede ser causa de hipoxemia e hipercapnia. La incisión
quirúrgica, los anestésicos inhalados y los relajantes Se sabe que el consumo de cigarrillos es un factor que
musculares alteran el funcionamiento de los músculos incrementa el riesgo de complicaciones respiratorias en
respiratorios incluyendo los músculos de la laringe, lo el posoperatorio independientemente de que esté activo
que propicia alteraciones de la mecánica pulmonar e in- el hábito tabáquico o de que sea ex fumador. Los fuma-
capacidad para proteger la vía aérea. Las alteraciones de dores presentan cierre temprano de la vía aérea, bronco-
la mecánica pulmonar se manifiestan como pérdida de espasmo y alteraciones en la mucosa traqueobronquial
volumen pulmonar, disminución de la capacidad resi- con alteración de los mecanismos de defensa, que favo-
dual funcional y ventilación pulmonar llevada a cabo recen las infecciones bronquiales y el exceso de secre-
por debajo del volumen de cierre, lo que significa que ciones. Estas manifestaciones clínicas pueden dismi-
algunas zonas del pulmón mantienen la vía aérea peque- nuir si los pacientes abandonan el consumo de tabaco
ña colapsada durante el ciclo respiratorio, originando ocho semanas previas al procedimiento quirúrgico, con
atelectasias, factor que se suma al cierre temprano de la lo cual se reduce la incidencia de complicaciones respi-
vía aérea, situación similar a la que se presenta cuando ratorias. Si se deja de fumar sólo algunos días previos
existe broncoespasmo o edema de la vía aérea.6,7 a la cirugía no se modifican la hipersecreción mucosa ni
La capacidad residual funcional (CRF) disminuye en las posibilidades de desarrollar broncoespasmo; asi-
las cirugías abdominales altas y en las torácicas. La la- mismo, se puede presentar síndrome de abstinencia por
parotomía inferior produce una reducción de 10 a 15% déficit de nicotina, que condiciona hipersecreción e hi-
de la CRF, la laparotomía del abdomen superior la redu- perreactividad bronquial. Además, es frecuente que los
ce hasta 30% y la toracotomía con resección pulmonar fumadores de muchos años cursen con neumopatías
puede producir reducciones de la CRF de 35% o más. bien establecidas y que presenten bronquitis crónica, hi-
Durante los procedimientos de cirugía torácica, en poxemia, hipercapnia e hipertensión pulmonar.12,13
especial de la cirugía cardiovascular, las alteraciones
mecánicas de la pared del tórax se manifiestan clínica- Edad avanzada
mente de diferentes formas, como restricción mecánica
originada por la apertura del tórax, pérdida de la presión Los cambios fisiológicos normales a nivel pulmonar ge-
intratorácica por la apertura de las pleuras y cerclaje nerados por la edad son un factor importante para el de-
esternal que genera inestabilidad de la pared torácica; el sarrollo de complicaciones respiratorias en el posopera-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata 357

Cuadro 28–2. Condiciones fisiopatológicas pulmonares del paciente de edad avanzada


Alteración estructural Manifestación fisiopatológica
S Disminución de la superficie alveolar S Pérdida de la capacidad de difusión
S Fenestración intraalveolar = poros de Kohn S Alteración del espacio muerto fisiológico
S Aumento del tejido conectivo intersticial S Alteración en la difusión alveolar
S Bronquiolos y conductos alveolares alargados S Aumento del espacio muerto anatómico
S Proteólisis en la elastina S Inestabilidad endobronquial, cierre temprano de la vía aérea
S Desequilibrio en la relación fibras elastina/colágeno S Disminución de la distensibilidad del parénquima pulmonar
S Composición alterada del surfactante S Disminución volumen corriente
S Presencia de PEEP intrínseco (atrapamiento de aire)
S Microatelectasias
S Calcificación de las articulaciones costovertebrales S Rigidez de la caja torácica
S Disminución de la distensibilidad de la caja torácica
S Taquipnea
S Pérdida de masa muscular respiratoria S Disminución de la efectividad de la contracción muscular
S Disminución de la resistencia a la fatiga
S Alteración en la respuesta al ejercicio
PEEP: presión positiva al final de la espiración.

torio. Además, entre los pacientes de la tercera edad hay cirugía abdominal, la cirugía de abdomen superior, la
fumadores o ex fumadores con patologías respiratorias neurocirugía, la cirugía de cabeza y cuello, y la cirugía
crónicas; en ellos, a los cambios pulmonares de la vejez vascular.3,4 La cirugía torácica incluye la esternotomía
se suman los cambios de las enfermedades respiratorias, media, utilizada para cirugía cardiovascular, que tiene
por lo que las complicaciones pulmonares posoperato- una menor incidencia de complicaciones que las toraco-
rias (CPP) son muy frecuentes (cuadro 28–2).3 tomías laterales que involucran la apertura de la cavidad
Existen otros factores que son propios del paciente y pleural.
son predictores de CPP, como la disminución de la capa-
cidad para hacer ejercicio, dependencia permanente o
parcial del oxígeno, mal estado nutricional u obesidad, ESCALAS DE RIESGO DE
que si bien no son factores determinantes de desarrollo COMPLICACIONES RESPIRATORIAS
de CPP, sí pueden condicionar estados de alteración en
la función del diafragma. Otros factores, como la dismi-
nución de la distensibilidad de la caja torácica o fibrosis
pulmonar, pueden ser causa de disminución de la capa- Los índices de riesgo cardiaco contienen elementos de
cidad residual funcional y de aumento del trabajo respi- evaluación clínica global, útiles para predecir el riesgo
ratorio. pulmonar. La clasificación del estado físico de la Socie-
dad Americana de Anestesia (ASA) tiene también fines
de predicción de complicaciones pulmonares; los pa-
cientes con ASA mayor de 2 tienen hasta 4.87 veces más
FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS
riesgo de desarrollar complicaciones respiratorias.3
CON EL PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Torrington y Henderson8 diseñaron una escala de


riesgo pulmonar con base en datos clínicos y factores
que afectan de manera directa o indirecta la función pul-
monar, clasificando el riesgo en bajo, medio o alto. Coll
Sitio de la cirugía y col.9 estudiaron un grupo quirúrgico sometido a ciru-
gía abdominal alta y establecieron tres grupos según el
El sitio quirúrgico es un factor importante a considerar. riesgo predecible de sufrir complicaciones pulmonares
El riesgo se incrementa en la medida en que las incisio- posoperatorias.
nes se aproximan al diafragma. Las cirugías que no invo- Los parámetros estudiados incluyeron cirugía abdo-
lucran el tórax o el abdomen rara vez presentan compli- minal alta, edad mayor de 60 años, obesidad, previsión
caciones respiratorias en pacientes sin neumopatías.1,2 de duración de la cirugía, tabaquismo y antecedentes de
Los sitios de mayor riesgo para CPP son la repara- enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La
ción de aneurisma aórtico, la cirugía torácica, cualquier suma de todas las puntuaciones permitió clasificar el
358 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 28)

Cuadro 28–3. Índices de riesgo pulmonar. Cuadro 28–4. Estratificación


Escala de Torrington y Henderson del riesgo quirúrgico
Factor Puntaje Factor Puntaje Riesgo
Espirometría Puntos condicionante de riesgo
Cirugía abdominal 1
S CVF < 50% 1
alta
S VEF1 de 65 a 75% 1
Edad > 60 años 1
S VEF1 de 50 a 65% 2
Obesidad con IMC 1 Bajo v 3 puntos
S VEF1 < 50% 3
w 30 Intermedio 3 a 5 puntos
Edad > 65 años 1
Alto > 6 puntos
Obesidad mórbida con IMC 1
Prevención, inter- 1
> 45
vención, tiempo
Cirugía torácica 2
quirúrgico w 3 h
Abdomen alto 2
Tabaquismo 1
Otra 1
EPOC leve 3
Historia pulmonar de neuro- 1
EPOC severa 5
patía
Fuma (últimos dos meses) 1 IMC: índice de masa corporal; EPOC: enfermedad pulmonar obs-
Síntomas respiratorios acti- 1 tructiva crónica.
vos
Antecedentes de neuropatía 1
Interpretación del puntaje
0a3 Riesgo bajo EVALUACIÓN PREOPERATORIA
4a6 Riesgo moderado
>7 Riesgo alto
Los pacientes con riesgo
bajo tienen 6% de posibili- Para un manejo perioperatorio óptimo se requiere que
dad de presentar compli- el paciente sea valorado adecuadamente por el aneste-
caciones pulmonares, los
siólogo con el apoyo del área de neumología y medicina
de riesgo moderado 23% y
los de riesgo alto 35% interna. Desde el punto de vista del riesgo respiratorio,
el primer paso fundamental para evaluar a un paciente
Valoración del riesgo
pulmonar consiste en realizar un cuidadoso interrogatorio y un
examen físico. Según las alteraciones encontradas se se-
Clase 1 CVF y FEV1 mayores de
80%, > 7 mets leccionarán los exámenes de laboratorio y gabinete, así
Clase 2 CVF de 60 a 79, FEV de como las pruebas funcionales respiratorias requeridas
60 a 79%, 5 a 7 mets para completar el estudio del paciente.16
Clase 3 CVF de 51 a 59%, FEV Los pacientes con neumopatía crónica requieren exá-
de 41 a 59%, 4 a 5 menes de laboratorio para saber si cursan con hiperglo-
mets
bulia, infección en las vías aéreas o alteraciones del áci-
Clase 4 CVF < 50%, FEV < 40%
do–base y los electrólitos; asimismo, requieren una
CVF: capacidad vital forzada; FEV1: volumen espiratorio forzado
evaluación cardiovascular minuciosa. El ecocardiogra-
en el primer segundo; IMC: índice de masa corporal; FEV: volumen
espiratorio forzado. ma brinda información valiosa acerca de la función car-
diaca sistólica y diastólica, de la fracción de eyección,
de la presencia de hipertensión pulmonar y del grado de
gravedad. En todo paciente neumópata se debe realizar
una espirometría simple. Si se encuentra broncoespas-
riesgo de sufrir complicaciones pulmonares posopera- mo se debe completar con espirometría con broncodila-
torias (cuadro 28–3). tador. Es necesario contar con gasometría arterial en
La aplicación simultánea de las escalas de Torrington aire ambiente. La tomografía axial computarizada de
y Henderson y la de Coll permite la evaluación de facto- tórax proporciona mayor información para el manejo
res que inciden en la aparición de CPP. La puntuación ob- transoperatorio y el posoperatorio que las radiografías
tenida permite tomar medidas preventivas. En las ciru- simples de tórax.
gías de urgencia el anestesiólogo debe prever el riesgo de La evaluación preoperatoria debe proporcionar infor-
CPP y llevar a cabo el manejo perioperatorio, orientado mación para establecer medidas terapéuticas dirigidas a
a evitar la aparición de complicaciones (cuadro 28–4). optimizar al paciente, como suspender el tabaquismo,
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata 359

tratar infecciones traqueobronquiales, utilizar medidas ESTRATEGIA PREOPERATORIA PARA


de fisioterapia y rehabilitación pulmonar y mejorar el REDUCIR LAS COMPLICACIONES
estado nutricional y la capacidad de ejercicio. Si la ciru- PULMONARES
gía es electiva y se tiene tiempo para optimizar al
paciente se deben llevar a cabo todas las medidas posi-
bles, dado que las complicaciones respiratorias posope-
ratorias están relacionadas directamente con el estado Consiste en las medidas tendientes a optimizar al pa-
funcional respiratorio previo a la anestesia. ciente para disminuir del riesgo de desarrollar compli-
En los pacientes a quienes se les realizará cirugía de caciones respiratorias. Estas medidas se deben realizar
tórax con resección pulmonar es importante determinar en todos los pacientes de acuerdo con el tiempo que per-
el grado de alteración de la función ventilatoria previa mita la programación de la cirugía.
a la cirugía y definir los criterios de operabilidad basa-
dos en los resultados de pruebas funcionales.5 De igual
forma, en los pacientes que requieren oxígeno crónico Abandono del hábito de fumar
es importante precisar la fracción inspirada de oxígeno
que requieren para mantener la PaO2 o la saturación de Está demostrado que quienes fuman mucho tienen una
O2 de la hemoglobina dentro de valores aceptables. mayor tasa de complicaciones que los que fuman me-
Cuando la cirugía es urgente o sólo permite un tiem- nos. El cese del hábito debe ser de al menos ocho sema-
po corto de preparación, se deberá hacer todo lo que sea nas previas a la cirugía, con el fin de disminuir las com-
posible para mejorar las condiciones del paciente. Aun plicaciones respiratorias posoperatorias.12,18,19
en cirugías de urgencia se pueden realizar medidas útiles,
como capacitar al paciente para que en el posoperatorio
colabore con el uso del equipo de apoyo respiratorio, Reducción de peso
para controlar adecuadamente el dolor posoperatorio y
para realizar medidas de expansión pulmonar y ejerci- En los pacientes obesos está demostrado que una reduc-
cios para prevenir trombos venosos en los miembros ción de más de 9 kg disminuye significativamente el
inferiores. Se debe interrogar acerca de la presencia de riesgo de complicaciones respiratorias. Se debería pos-
disnea y valorar la tolerancia al ejercicio mediante la poner toda cirugía electiva hasta que se intente por todos
escala de Borg,17 y la presencia de tos crónica, de bron- los medios posibles la reducción de peso.
coespasmo o de infección respiratoria activa. De igual
manera, es necesario saber qué medicamentos recibe
para el manejo crónico de la patología respiratoria o Tratamiento de la obstrucción
para otras enfermedades concurrentes, como la hiper- del flujo aéreo
tensión arterial, la hipertensión pulmonar o la insufi-
ciencia cardiaca. Es necesario conocer los efectos inde- En los pacientes con asma o EPOC el tratamiento previo
seables de estos medicamentos —como es el caso de los con broncodilatadores y corticoides disminuye la inci-
broncodilatadores b agonistas, que causan hipopotase- dencia de complicaciones respiratorias. En pacientes
mia— y las interacciones de estos medicamentos con asmáticos sintomáticos la última dosis de corticoides
los anestésicos y fármacos adyuvantes que se utilizarán inhalados se debe administrar durante las 12 h previas
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durante el transoperatorio. al procedimiento; asimismo, si el paciente recibe bron-


La información anterior le permite al anestesiólogo codilatadores, por lo general deben continuarse siguiendo
tomar decisiones acerca del tipo de anestesia que va a el horario habitual. Si el anestesiólogo considera nece-
utilizar, la cual debe ser la más segura para el paciente, sario utilizar un broncodilatador de rescate se recomien-
así como planear el manejo posoperatorio inmediato y dan salbutamol o salbutamol con ipratropio una hora
la analgesia posoperatoria si el paciente va a estar en la antes del inicio de la anestesia.20
sala de recuperación posanestésica o en terapia intensi- En casos de obstrucción bronquial persistente o seve-
va. Asimismo, esta información brinda elementos para ra es conveniente administrar esteroides por vía oral o
establecer el pronóstico que debe discutir con el pacien- parenteral hasta que la obstrucción desaparezca o sea
te y los familiares. Es importante recordar que, para mínima.
efectos legales y protección del anestesiólogo, esta in- El monitoreo preoperatorio y posoperatorio de la
formación deberá constar por escrito y con toda claridad broncoconstricción con un medidor del flujo espiratorio
en el expediente clínico. máximo (peak flow meter) permite administrar los
360 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 28)

broncodilatadores racionalmente, ya que este equipo néticos para disminuir las posibilidades de broncoaspi-
proporciona información cuantitativa de la broncocons- ración, y llevar a cabo medidas que contribuyan a dismi-
tricción y la respuesta a los broncodilatadores. nuir las complicaciones quirúrgicas, como son la
administración de antibióticos profilácticos una hora
antes de la incisión quirúrgica o el precalentamiento
Tratamiento de las infecciones para evitar o disminuir la hipotermia transoperatoria.
respiratorias
Transanestésico
La profilaxis antibiótica para evitar las infecciones res-
piratorias no tiene sentido. Solamente se deben tratar Existen lineamientos generales para el manejo anesté-
con antibióticos los pacientes que presenten evidencia sico transoperatorio de pacientes con neumopatías agu-
de infección activa (expectoración purulenta). En los das o crónicas:
pacientes neumópatas con infección respiratoria activa
se recomienda un curso de 10 días de antibióticos basa- a. Utilizar anestesia local o regional siempre que sea
dos en la identificación de los gérmenes causantes y en posible y cuando se considere que el paciente pue-
el antibiograma. de mantener una adecuada ventilación espontá-
nea, aun si se requiere utilizar tranquilizantes o se-
dantes.
Fisioterapia y rehabilitación pulmonar b. Si es necesario utilizar anestesia general, se debe
evitar la intubación traqueal y controlar la vía aé-
El diseño y la ejecución de un plan de fisioterapia y de rea con algún instrumento supraglótico.
rehabilitación pulmonar basado en las alteraciones del
paciente disminuyen significativamente las complica- La incidencia de complicaciones pulmonares es mayor
ciones respiratorias posoperatorias, además de que se con la anestesia general que con los bloqueos regiona-
capacita al paciente y a la familia en los procedimientos les. La anestesia regional es adecuada para cirugías pe-
de higiene respiratoria y de rehabilitación pulmonar que riféricas, en las que no se penetra a las cavidades abdo-
se van a continuar en el posoperatorio y posiblemente minales o torácicas y que tengan menos de dos o tres
en casa del paciente. Es fundamental la educación preo- horas de duración. No se recomienda la anestesia neuro-
peratoria a cargo de los terapeutas respiratorios para lo- axial con niveles motores o sensitivos por arriba de T6,
grar una mayor adherencia al tratamiento. De esta ma- ya que reduce los volúmenes pulmonares y los flujos es-
nera se optimiza la función ventilatoria y se permite un piratorios necesarios para mantener la tos efectiva y una
manejo apropiado en el posoperatorio, lo cual disminu- ventilación adecuada.
ye la frecuencia de CPP y permite un manejo terapéuti- No hay ninguna técnica de anestesia general superior
co integral del paciente neumópata quirúrgico.21–23 a otras para el manejo de los pacientes con neumopatías
agudas o crónicas. Más importante que la técnica anes-
tésica o los fármacos utilizados en el transoperatorio es
tener en cuenta que el paciente neumópata puede desa-
MANEJO ANESTÉSICO rrollar insuficiencia respiratoria aguda posoperatoria,
por lo que es necesario considerar la vigilancia estrecha
en el posoperatorio inmediato en las salas de recupera-
ción anestésica o en algunos casos en la terapia intensi-
Preanestesia va y utilizar en el momento adecuado medidas de apoyo
respiratorio, como la ventilación mecánica no invasiva
Los tranquilizantes y los sedantes que se utilizan en este o invasiva. El uso de narcóticos y relajantes musculares
periodo se deben evitar o bien administrarse hasta que de acción prolongada se asocia con una mayor inciden-
el paciente cuente con vigilancia y monitoreo continuo, cia de complicaciones respiratorias debido a efectos
y se encuentre en un área donde se pueda detectar y residuales en el posoperatorio inmediato.27,28 Se reco-
manejar la depresión respiratoria que estos medicamen- miendan el monitoreo transoperatorio de la relajación
tos pueden causar.16 Se deben administrar broncodilata- muscular y el empleo de narcóticos de acción corta. La
dores si el paciente tiene broncoespasmo activo o enfer- depresión ventilatoria producida por opioides, tiopental
medad broncoespástica, así como asegurarse de que el y midazolam es más prolongada en los pacientes con
paciente esté en ayuno, administrar antiácidos y proci- EPOC que en los pacientes sin esta enfermedad
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata 361

Se debe evitar causar mayor daño en la vía aérea que fundamentalmente la CRF. En los pacientes obesos,
el que ya tienen los neumópatas crónicos, por lo que hay bronquíticos y enfisematosos la anestesia hace que la
que evitar intubar la tráquea si el tipo de cirugía lo per- CRF disminuya en gran medida, pudiendo llegar a ser
mite.16 En caso de que sea necesario utilizar el tubo menor al volumen de cierre.
endotraqueal se debe evitar que la presión del manguito En la EPOC el cierre de las vías aéreas se genera a vo-
del tubo endotraqueal sea superior a 25 cmH2O, para no lúmenes pulmonares más altos, causando un aumento
dañar la mucosa traqueal. del volumen residual (VR) por atrapamiento de aire, lo
Los gases inhalados deben estar adecuadamente que causa reducción de la elasticidad y aumento de la re-
acondicionados, es decir, a 37 _C de temperatura 100% sistencia de la vía aérea favoreciendo la aparición de
saturados de vapor de agua (conteniendo 44 mg de H2O unidades alveolares de vaciado lento, que generan zo-
por litro de gas) y filtrados, lo cual implica que estén nas de auto–PEEP. El resultado es la falta de posibilidad
libres de patógenos y partículas extrañas. Para lograrlo de prolongación de la espiración durante el tiempo ne-
se deben utilizar los humidificadores de arrastre que cesario para que se vacíen por completo estas unidades,
usan los ventiladores mecánicos en terapia intensiva y favoreciendo el aumento del VR y de la CRF. Estas alte-
los filtros en las ramas inspiratoria y espiratoria del cir- raciones se deben tener en cuenta en la estrategia venti-
cuito de anestesia. También se pueden utilizar los inter- latoria durante la anestesia.
cambiadores de calor y humedad (narices artificiales), Para el manejo ventilatorio transoperatorio se deben
aunque éstos son de utilidad parcial, ya que los más efi- tomar en cuenta las alteraciones fisiopatológicas que
caces sólo pueden calentar los gases hasta 32 _C y pro- presenta el paciente neumópata. El anestesiólogo debe
porcionar de 70 a 80% de humedad relativa. Se deben considerar si existen atrapamiento de aire, sobredisten-
usar los gases adecuadamente acondicionados desde el sión, hiperinsuflación pulmonar, auto–PEEP, aumento
inicio de la inducción hasta la extubación, ya que los de la resistencia de la vía aérea y disminución de la dis-
gases fríos y secos estimulan el broncoespasmo.29 tensibilidad pulmonar, o si se pueden desarrollar áreas
Cuando se administra óxido nitroso se debe tener en de colapso pulmonar.
cuenta el posible paso de este gas a las áreas enfisemato- La recomendación actual de ventilación transopera-
sas, que puede generar neumotórax a tensión durante la toria en los pacientes neumópatas consiste en utilizar la
anestesia. estrategia conocida como protección pulmonar, para
Es importante recordar que los anestésicos inhalados tratar de evitar el daño que la ventilación mecánica pue-
pueden atenuar la vasoconstricción pulmonar hipóxica de causar a las estructuras pulmonares, descrito como
regional provocando mayores grados de cortocircuito volutrauma, barotrauma, atelectrauma y biotrauma.32
intrapulmonar de derecha a izquierda.9 Como regla general se deben utilizar volúmenes de aire
La posición supina y la relajación muscular pueden corriente de 6 a 7 mL/kg de peso ideal, con límite de pre-
causar desplazamiento del diafragma en sentido cefáli- sión inspiratoria de 35 cmH2O, frecuencia de entre 10
co, afectando directamente el descenso del mismo du- y 15 por minuto para mantener valores normales de CO2
rante la inspiración. Algunas posiciones quirúrgicas, y PEEP de al menos 5 cmH2O.16,33–35
como la lateral, y el uso de retractores en la cavidad ab- La FiO2 suministrada debe ser la necesaria para man-
dominal, impiden la excursión diafragmática, causando tener la saturación de oxígeno por arriba de 90%. El vo-
disminución de la capacidad residual funcional y favo- lumen minuto debe ser el suficiente para tratar de man-
reciendo la formación de microatelectasias y macroate- tener valores de CO2 similares a los que el paciente tiene
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lectasias. Para contrarrestar esta situación se recomien- en el preoperatorio y evitar variaciones en el equilibrio
da utilizar presión positiva al final de la espiración ácido–base.
(PEEP) de 5 cmH2O o más en el transoperatorio.30 Es posible manipular los flujos inspiratorios y utili-
En el paciente anestesiado en posición de decúbito zar flujos lentos en presencia de broncoespasmo y flujos
supino existe un aumento de la resistencia de la vía aé- altos en pulmones rígidos por fibrosis. Los tiempos es-
rea, como producto de la disminución de la CRF y la piratorios prolongados en situaciones de atrapamiento
presencia del tubo orotraqueal, así como debido a la re- aéreo favorecen el vaciamiento alveolar, y la PEEP con-
sistencia del circuito externo de ventilación, condición trarresta la auto–PEEP y evita el colapso alveolar y las
que se suma a la disminución del calibre de la vía aérea atelectasias.16 Asimismo, se recomienda realizar ma-
propio de la patología obstructiva.7 niobras de expansión pulmonar periódicas durante el
En los pacientes sin patología obstructiva el volumen transoperatorio y siempre al final de la cirugía para evi-
pulmonar disminuye aproximadamente 1 L del estado tar el colapso alveolar posoperatorio en pacientes con
de vigilia al estado de anestesia profunda, reduciendo situaciones patológicas que las propician, como la obe-
362 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 28)

sidad mórbida.31 Los flujos inspiratorios lentos minimi- ca o funcional el aire queda atrapado en la zona obstacu-
zan la probabilidad de flujo turbulento a través de las lizada y los alveolos no se colapsan hasta que el aire que
vías respiratorias y mantienen una adecuada relación contienen se reabsorbe, por lo que la atelectasia no es in-
V/Q. Las frecuencias respiratorias lentas proporcionan mediata.38 La reducción de los movimientos respirato-
tiempo suficiente para que el retorno venoso sea ade- rios, en especial la disminución de la excursión diafrag-
cuado y no disminuya el gasto cardiaco, mejoran la rela- mática, es un factor que afecta directamente la
ción inspiración/espiración y permiten una espiración biomecánica respiratoria, generando un síndrome res-
más prolongada para disminuir el atrapamiento de aire. trictivo transitorio con disminución de la distensibili-
Se debe considerar el riesgo de barotrauma en pacientes dad pulmonar, que se ve reflejado en la reducción de la
con bulas enfisematosas. capacidad inspiratoria y de la capacidad vital, las cuales
se manifiestan en el posoperatorio inmediato. Hay una
disminución notable en la profundidad y la frecuencia
Toracotomía y resección pulmonar de las respiraciones y de los suspiros fisiológicos. En los
pacientes con EPOC la capacidad de cierre también está
aumentada a causa de la alteración en la recuperación
La incidencia de complicaciones en el grupo sometido elástica del pulmón y de la patología intrínseca de la vía
a estos procedimientos es de aproximadamente 30%. aérea, así como de la disfunción de la actividad mucoci-
Las alteraciones respiratorias se deben principalmente liar.
a la condición respiratoria previa a la cirugía, así como
al volumen del tejido resecado, a la alteración que la ci-
rugía causa en la mecánica de la pared del tórax y al Factores quirúrgicos transoperatorios
efecto que la apertura del tórax tiene sobre las presiones que disminuyen las complicaciones
intratorácicas. El dolor posoperatorio es un factor que
pulmonares posoperatorias
influye en la mecánica de la pared del tórax, restringe el
movimiento diafragmático y limita la expansión de la
parrilla costal.5 Reducción del tiempo quirúrgico
La patogénesis del dolor posterior a la toracotomía
Esta situación depende del tipo de cirugía, de los hallaz-
involucra múltiples respuestas moduladoras nocicepti-
gos durante la misma y de la experiencia y habilidad del
vas derivadas de la incisión quirúrgica, el estiramiento
grupo quirúrgico. Los cirujanos deben estar conscientes
de ligamentos, el uso de retractores en la caja torácica,
de que las CPP están directamente relacionadas con el
la manipulación quirúrgica y pleural, la respuesta infla-
tiempo quirúrgico, la extensión de la cirugía y las com-
matoria y la manipulación de la pleura/pericardio, y la
plicaciones quirúrgicas transoperatorias y posoperato-
activación del dolor visceral bronquial a través de afe-
rias.3
rencias de los nervios frénico y vago.36
Cirugía de invasión mínima
Cirugía abdominal La cirugía laparoscópica reduce las complicaciones res-
piratorias, mientras que la toracoscopia altera menos la
La incidencia de complicaciones respiratorias posope- biomecánica de la pared torácica y, por ende, disminuye
ratorias es de cerca de 25%. La disfunción de la pared el desarrollo de complicaciones respiratorias en el
abdominal, la irritación diafragmática, el dolor y la dis- paciente con neumopatía crónica.9
tensión abdominal son factores que favorecen la dismi-
nución de la CV y la CRF. Es necesario tener en cuenta Ventilación invasiva programada
que permanecer en una misma posición durante un
tiempo prolongado, sea en decúbito dorsal o lateral, a lo En los pacientes con muy baja reserva respiratoria o con
largo de la intervención y en el posoperatorio, favorece neumopatía moderada sometidos a procedimientos qui-
la pérdida de volumen pulmonar en las áreas declives. rúrgicos extensos, prolongados o que presentaron du-
El parénquima pulmonar tiende a colapsarse espontá- rante el transoperatorio inestabilidad hemodinámica o
neamente.37 En condiciones en las que existe disfunción ácido–base, o requirieron volúmenes grandes de líqui-
diafragmática, como sucede en la cirugía abdominal, se dos o multitransfusiones, es recomendable que perma-
altera la expansión pulmonar, favoreciendo las atelecta- nezcan con ventilación mecánica en el posoperatorio in-
sias. Cuando hay obstrucción bronquial aguda, mecáni- mediato hasta que estén estables y haya pasado el
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata 363

periodo en el que los cambios fisiológicos que causa el pleural, que son menos efectivas que la epidural y la sis-
trauma anestésico quirúrgico son más intensos. Con 24 témica; sin embargo, se pueden utilizar como parte de
a 72 h de ventilación mecánica se logra disminuir la fre- analgesia multimodal.
cuencia y la intensidad de las complicaciones respirato- Los pacientes con neumopatías avanzadas maneja-
rias posoperatorias. dos con analgesia epidural o sistémica que cursan de
manera crónica con hipoxia severa o hipercapnia re-
quieren permanecer en áreas de vigilancia intensiva con
monitoreo completo, incluyendo oximetría de pulso y
MANEJO DEL DOLOR capnografía continuas, ya que en ellos las depresiones
respiratorias que llevan a paro cardiorrespiratorio son
frecuentes.
En muchas partes del mundo el dolor posoperatorio
El objetivo del manejo del dolor posoperatorio es evitar sigue siendo mal manejado, por lo que la incidencia de
o reducir el dolor y la sensación de malestar del paciente dolor intenso sigue siendo alta. De 40 a 80% de los pa-
con los métodos más efectivos y con los mínimos efec- cientes quirúrgicos presentan en algún momento del
tos secundarios o adversos. posoperatorio dolor severo o muy severo, cuya causa
El dolor posoperatorio causa un patrón restrictivo de fundamental es el desconocimiento del grupo quirúrgi-
la ventilación al impedir las inspiraciones profundas; co de las diversas opciones de combinaciones de fárma-
asimismo, disminuye el desplazamiento caudal del dia- cos y de técnicas de analgesia multimodal.
fragma, lo que contribuye a colapso pulmonar, atelecta-
sias, tos inadecuada y mal manejo de secreciones.1
Para controlar el dolor adecuadamente se requieren MEDIDAS DE APOYO RESPIRATORIO
esquemas analgésicos multimodales. Prácticamente to- POSOPERATORIO
dos los esquemas se basan en narcóticos, anestésicos lo-
cales y otros medicamentos que tienen como efecto co-
lateral la depresión de la respiración, lo cual constituye
un alto riesgo para el paciente neumópata. Todos los pacientes con neumopatías agudas o crónicas
La analgesia posoperatoria por vía epidural es la más requieren en el posoperatorio monitoreo continuo de la
efectiva.39 Se debe utilizar en todos los pacientes en oxigenación y la ventilación. Se les debe administrar
quienes se haya utilizado para llevar a cabo el procedi- oxígeno suplementario continuo, el cual deberá estar
miento quirúrgico. En las cirugías torácicas o de abdo- adecuadamente humidificado y calentado. El método
men alto que sean manejadas con anestesia general es de administración y la interfase a utilizar se deben ade-
recomendable colocar un catéter epidural, con la finali- cuar a las necesidades y a la comodidad del paciente.
dad de utilizarlo en el posoperatorio para el manejo Hay numerosas opciones, como flujos bajos a flujos al-
analgésico, además de que se puede utilizar la técnica de tos de oxígeno, sondas faríngeas, puntas nasales, mas-
anestesia mixta (general más epidural), cuyos benefi- carillas oronasales, tiendas faciales, etc. Este tema es
cios son diversos: menor respuesta neuroendocrina al bien conocido por los anestesiólogos, por lo que no se
trauma anestésico quirúrgico, menos frecuencia de for- profundiza en él. Es más importante referirse a dos téc-
mación de trombos en los miembros inferiores y menos nicas muy efectivas pero poco utilizadas por los aneste-
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requerimientos de anestésicos inhalados o intraveno- siólogos en el manejo transoperatorio y posoperatorio


sos, así como de relajantes musculares. de los pacientes con disminución severa de la función
La analgesia posoperatoria por vía epidural con anes- respiratoria: la ventilación no invasiva y la fisioterapia
tésicos locales y opiáceos iniciada antes de que el proce- pulmonar.
dimiento quirúrgico termine permite que al despertar de
la anestesia los pacientes ventilen sin la restricción que
causa la presencia de dolor, lo cual facilita la extubación Ventilación no invasiva
temprana. El manejo del dolor con analgésicos sistémi-
cos requiere técnicas modernas, como el uso de bombas La ventilación mecánica no invasiva (VNI) es un méto-
de analgesia controlada por el paciente, las cuales mini- do de soporte ventilatorio que permite incrementar la
mizan los efectos colaterales indeseables.27,40 Hay otras ventilación alveolar y mejorar el intercambio gaseoso
técnicas que se utilizan en estos pacientes, como los blo- sin necesidad de invadir la vía aérea del paciente. Con
queos de los nervios intercostales y la analgesia inter- este procedimiento se busca evitar la intubación tra-
364 Evaluación y manejo perioperatorio (Capítulo 28)

queal y las complicaciones asociadas.38 Además, per- aumentar el volumen minuto y disminuir la frecuencia
mite que el paciente mantenga la capacidad de comuni- respiratoria principalmente por aumento del volumen
carse verbalmente y preservar los mecanismos de corriente y disminución del esfuerzo inspiratorio.
defensa de la vía aérea. La VNI se puede utilizar de ma- La ventilación no invasiva comprende la presión po-
nera continua e intermitente; asimismo, disminuye la sitiva continua de la vía aérea con ventilación espontá-
necesidad de sedación y se puede ventilar al paciente sin nea (CPAP) y la ventilación no invasiva con presión po-
el uso de relajantes musculares. sitiva (VNIPP o BIPAP). El uso de CPAP aumenta la
Hay mucha literatura en cuanto al uso de la VNI du- CRF, reduce las atelectasias, disminuye los cortocircui-
rante el transoperatorio, en la sala de recuperación anes- tos derecha–izquierda, disminuye el trabajo respirato-
tésica, en la unidad de terapia intensiva, en los pisos de rio e incrementa el gasto cardiaco por disminución en la
hospitalización y en el domicilio del paciente. La segu- precarga del ventrículo izquierdo y la poscarga del mis-
ridad de este procedimiento ha sido demostrada amplia- mo. No existen diferencias significativas entre el uso de
mente en el tratamiento crónico de pacientes con apnea CPAP y el uso de otras técnicas de VNI, pero teórica-
del sueño, en el manejo a largo plazo de pacientes con mente la ventilación no invasiva con presión positiva
trastornos neuromusculares y en anestesia. En la terapia (VNIPP) es capaz de mejorar rápida y efectivamente la
intensiva la VNI se ha utilizado para manejar a los insuficiencia respiratoria. Todas las técnicas de VNI son
pacientes con insuficiencia respiratoria aguda de distin- equiparables en cuanto a la mejoría de los signos vitales
tas etiologías, en el posoperatorio de pacientes quirúrgi- y de la oxigenación, así como en la disminución de la
cos y en el destete de la ventilación mecánica invasiva. tasa de intubación. Para utilizar la ventilación no invasi-
La VNI se ha utilizado en pacientes con insuficiencia va el anestesiólogo requiere el apoyo de terapeutas res-
respiratoria aguda de casi cualquier etiología, pero su piratorios que conozcan y dominen esta técnica, ya que
eficacia sólo se ha podido demostrar con ensayos clíni- el éxito y el fracaso dependen de que se sigan los proto-
cos controlados y aleatorizados en los pacientes con in- colos de manejo establecidos. Lo importante es que el
suficiencia respiratoria hipercápnica. Existe suficiente procedimiento esté bien indicado y se cuente con perso-
evidencia científica para recomendar que la VNI sea el nal capacitado y con los equipos e insumos adecuados.
tratamiento de primera elección en los pacientes con
exacerbaciones de la EPOC. En estos pacientes la VNI
está asociada a menores tasas de intubación, de dismi- Fisioterapia y rehabilitación respiratoria
nución de la mortalidad y de reducción de los días de es-
tancia hospitalaria. El patrón respiratorio inmediato a la cirugía general-
La VNI se ha utilizado durante el transoperatorio en mente es costal superior, comportándose como un pa-
pacientes neumópatas avanzados manejados con blo- trón ventilatorio restrictivo, con aumento de la frecuen-
queos neuroaxiales. La ventilación no invasiva permite cia respiratoria, disminución del volumen corriente y
sedar a los pacientes y mantener una oxigenación y una sin modificaciones del volumen minuto, lo que genera
ventilación adecuadas. Se ha utilizado en procedimien- zonas no ventiladas debido a colapso pulmonar. Esta si-
tos endoscópicos como broncoscopias, panendoscopias tuación es más intensa si existen alteraciones previas a
y colonoscopias. No se debe utilizar en pacientes que la cirugía que modifican la excursión diafragmática,
necesariamente requieran intubación, así como en quie- como el aplanamiento diafragmático que se da en el pa-
nes no colaboren con el procedimiento. Se ha utilizado ciente con EPOC, así como la disfunción de la vía aérea
también en la sala de recuperación anestésica para el y el aclaramiento mucociliar, lo que hace que estos pa-
manejo de la falla respiratoria debida a efectos residua- cientes tengan una mayor frecuencia de CPP.
les de anestésicos o relajantes musculares, evitando la La fisioterapia y la rehabilitación respiratoria poso-
intubación o reintubación de pacientes neumópatas y no peratoria tienen el objetivo de prevenir y manejar las
neumópatas. atelectasias, para mejorar la relación V/Q, la CRF, la CV
Los objetivos de la VNI consisten en asegurar el in- y la fuerza espiratoria, con el fin de lograr una adecuada
tercambio adecuado de los gases y disminuir el trabajo higiene bronquial y la función de la biomecánica tora-
respiratorio. La VNI se emplea cuando se desea preve- copulmonar, lo cual da como resultado una oxigenación
nir el colapso de la vía aérea durante la espiración, au- y una ventilación óptimas.26,41–43
mentar la capacidad residual funcional, incrementar la Para alcanzar estos objetivos es conveniente realizar
distensibilidad pulmonar, disminuir los cortocircuitos una valoración clínica en el posoperatorio y dirigir las
pulmonares, mejorar la relación ventilación/perfusión estrategias terapéuticas para conseguir la optimización
(V/Q) y aumentar la oxigenación. La VNI es capaz de de las funciones alteradas utilizando las técnicas dispo-
Evaluación y manejo perioperatorio del paciente neumópata 365

Cuadro 28–5. Estrategias de intervención terapéutica en el paciente quirúrgico


S Higiene bronquial: fisioterapia pulmonar —drenaje postural, vibración, aceleración de flujo, ejercicios diafragmáticos, ejer-
cicios de reexpansión pulmonar, hiperinsuflación manual, reclutamiento alveolar pasivo o activo, según la condición clínica
del paciente
S Manejo de pacientes con hipersecreción mucosa y atelectasias: terapia percusiva intrapulmonar, CoughAssistR, cha-
leco percutor
S Rehabilitación pulmonar: el objetivo es reacondicionar la musculatura respiratoria, prevenir la polineuropatía del paciente
crítico por estancias prolongadas en ventilación mecánica y promover el destete y la desinstalación rápida del ventilador
S Pacientes extubados: humidificación de la vía aérea, administración de oxígeno terapéutico a temperatura y humedad
adecuadas. Aerosolterapia que facilite la fluidificación de secreciones, el manejo de broncoespasmo y la hipersecreción
mucosa. Fisioterapia pulmonar, cuyo objetivo primordial es la movilización y la expulsión de secreciones. Técnicas instru-
mentales para higiene bronquial: terapia percusiva intrapulmonar, CoughAssistR, chaleco percutor, AcapellaR. Inspirome-
tría incentiva según la condición clínica del paciente
S Rehabilitación pulmonar: previa valoración de la musculatura respiratoria se diseña un plan de trabajo para optimizar la
función diafragmática, disminuir el atrapamiento aéreo y mejorar la expansión toracopulmonar

nibles. Se pueden utilizar resistencias, movimientos remoción de las secreciones bronquiales, como el Flut-
sincrónicos del ciclo respiratorio y manejo de los volú- terR o la AcapellaR. Hay otros equipos, como el Per-
menes pulmonares tanto inspiratorios como espirato- cussionaireR o los chalecos percutores, que utilizan la
rios. De igual manera, hay que elegir maniobras de hi- alta frecuencia para mejorar el manejo de secreciones.
giene bronquial, sean manuales o instrumentales, para En México hay muy poco personal técnico entrenado en
mantener un buen funcionamiento del escalador ciliar fisioterapia pulmonar. Los equipos antes mencionados
y el aclaramiento y la expulsión de secreciones. son una opción que el anestesiólogo puede utilizar para
El uso de la inspirometría incentiva en pacientes con prevenir o manejar las complicaciones respiratorias en
EPOC no es recomendable, teniendo en cuenta que esta el paciente con neumopatías agudas o crónicas.
patología se acompaña de obstrucción y de atrapa- En resumen, el manejo perioperatorio del paciente
miento de aire; la presencia de bulas en el paciente enfi- con neumopatías agudas y crónicas representa un reto
sematoso contraindica el uso de técnicas de hiperinsu- para el anestesiólogo; el tema es muy amplio, por lo que
flación pulmonar. En estos casos se deben utilizar requiere la participación multidisciplinaria de varios
ejercicios útiles para el “desatrapamiento” de aire. Hay especialistas, lo cual muchas veces es difícil por las im-
técnicas para mejorar el aclaramiento mucociliar y rea- plicaciones éticas y económicas que conlleva.
condicionar la musculatura respiratoria accesoria, en En el cuadro 28–5 se indican algunas de las interven-
pro de mejorar los volúmenes pulmonares y, por ende, ciones que se pueden utilizar en el paciente neumópata
la oxigenación y la ventilación. Actualmente se cuenta quirúrgico, las cuales se eligen según la valoración clíni-
con equipos desechables de uso individual útiles para la ca y el requerimiento individualizado de cada paciente.

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Índice alfabético

Números nítrico, 89 de la coagulación, 67, 316


propiónico, 117 del equilibrio ácido–base, 200
5–fluorouracilo, 168 salicílico, 117 electrolítica, 35, 178
tranexámico, 289 hematológica, 78
úrico, 168 hidroelectrolítica, 315
A acidofilia periportal, 167 intersticial, 196
acidosis, 64, 105, 240, 241, 288, isquémica, 26
abciximab, 281 322 metabólica, 158
abdomen agudo, 344 celular, 182 psicológica, 112
aborto, 75 intracelular, 198 vascular, 195
séptico, 279 láctica, 6, 232, 316, 347 ventilatoria, 294
absceso, 13, 74, 105 metabólica, 72, 177, 179, 200, visual, 208
abuso de cocaína, 124 201, 202, 229, 316 alveolitis linfocítica, 166
acantosis nigricans, 225 acolia, 16 amigdalitis, 188
acarbosa, 233 acromegalia, 27, 33, 188 amiloidosis, 191
acenocumarol, 280 adenoiditis, 188 amiodarona, 255
acetaminofén, 117, 196, 270 adenoma, 188 amrinona, 88
acetilcolina, 215 adrenalina, 89, 99 anafilaxis, 195
acetohexamida, 231, 233 adriamicina, 168 anasarca, 86
aciclovir, 199 afasia, 24 anemia, 52, 74, 167, 200, 230,
ácido alcoholismo, 24 318, 322, 323
acético, 117 crónico, 320 aplásica, 279
acetilsalicílico, 75, 99 alergia, 134, 187 hemolítica, 15
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

araquidónico, 94, 117, 172, al látex, 25 macrocítica hipocrómica, 14


263, 267 alimentaria, 24 microcítica, 14
desoxirribonucleico, 165 medicamentosa, 24, 157 anestesia
épsilon–aminocaproico, 289 alfametildopa, 76 epidural, 321
gamma–aminobutírico, 209 alfentanilo, 18, 78, 81, 138 espinal, 129
glucurónico, 12, 13 alodinia, 128 general, 68, 90, 123, 124, 125,
glutámico, 267 alopecia, 167 156, 159, 209, 302, 304
láctico, 316 alotrasplante, 176 local, 156, 159
lisofosfatídico, 251 alteración neuroaxial, 68
mevalónico, 251 ácido–base, 195 regional, 97, 123, 124, 125,
nicotínico, 230 ácido–básica, 315 127, 156, 209, 304

367
368 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

subaracnoidea, 81, 208 ascitis, 14, 16, 86, 101, 105, 344 broncoaspiración, 180, 192, 332
anestesiología oncológica, 163 crónica, 102 broncoconstricción, 97, 360
aneurisma, 33, 274 asma, 27, 91, 92, 93, 94, 96, 97, inducida por histamina, 98
aórtico, 103, 196, 357 134, 187, 191, 344 broncoespasmo, 91, 97, 98, 133,
abdominal roto, 103 alérgica, 24 190, 356, 358, 359, 360, 361
cerebral, 36 Aspergillus terreus, 249 inducido por histamina, 98
de la aorta abdominal, 256 AspirinaR, 25, 46, 47, 48, 49, 51, transoperatorio, 96
anfotericina, 196 78, 124, 270, 279, 280, 281, bronquiectasia, 187
B, 199 283, 284, 287, 290 bronquitis, 154
angina, 26, 27, 32, 40, 42, 48, ataque crónica, 91, 356
134, 166, 168, 238 cardiaco, 154 obliterante, 180
de Ludwig, 187 isquémico transitorio, 25, 42 recurrente, 188
de pecho, 27, 88, 155, 157, 230 vascular, 256 bumetanida, 267
estable, 154 ataxia, 208 bupivacaína, 79, 81, 82, 168, 303
inestable, 154 atelectasia, 14, 96, 112, 180, 295, buprenorfina, 116
estable, 51 305, 340, 356
inestable, 40, 49, 88, 230, 256, atelectrauma, 361 C
281 ateroembolia, 200
anodoncia, 302 aterogénesis, 248 calcificación de la válvula mitral,
anomalía placentaria, 289 aterosclerosis, 167, 229, 235, 252, 156
anorexia, 16, 231, 331 253 cálculo, 13, 196
anormalidad atopia, 24 renal, 155
electrolítica, 36, 230 atorvastatina, 249, 250, 251, 256 vesical, 196
plaquetaria, 28 atracurio, 18, 99, 211, 212, 213, cáncer, 159, 163, 165, 261, 279,
anoxia, 86 298, 303 280, 290, 311
anquilosis, 188 atresia de coanas, 188 cervicouterino, 163, 164
de columna cervical, 188 atrofia de bronquios, 164
ansiedad, 218 muscular, 208, 209, 228 de cerebro, 289
anticoagulación con heparina, 46, espinal, 209 de colon, 163
47 progresiva, 209 y recto, 163, 289
apnea, 132, 190, 221 testicular, 213 de estómago, 163, 164, 289
del sueño, 127, 187, 191, 213, atropina, 44, 79, 98, 139, 158, de hígado, 163, 164
298 209, 320 de mama, 163, 164, 167, 289
obstructiva, 137 autoinjerto, 176 de ovario, 289
del sueño, 295 autotrasplante, 176 de páncreas, 289
apoplejía, 256 de próstata, 163, 164, 196, 289
apoptosis, 86, 198, 234, 262 de pulmón, 163, 164, 289
neuronal, 314 B de tráquea, 164
argatrobán, 281 de vejiga, 167
arginina–vasopresina, 179, 180 bacteriemia, 105 pélvico, 196
arritmia, 25, 40, 45, 46, 49, 134, barotrauma, 304, 361 pulmonar, 167
158, 178, 179, 238, 255, 296, betametasona, 76 retroperitoneal, 196
297 bicarbonato de sodio, 81 testicular, 164, 167
cardiaca, 97, 166, 168, 177 biotrauma, 361 carbamazepina, 25
supraventricular, 40, 88 bleomicina, 168 carboplatino, 199
ventricular, 88, 213 bloqueo auriculoventricular, 40 carcinoma, 196, 338
sintomática, 40, 154 bradicardia, 58, 61, 64, 137, 209, de lengua, 188
supraventricular, 154 272, 303, 320 cardiomegalia, 168, 299
artralgia, 200 bradipnea, 192 cardiomiopatía, 16, 72, 74, 86, 87,
artritis, 188 bromuro 103, 168, 230
cricoaritenoidea, 188 de ipratropio, 99 hipertrófica, 156
de laringe, 188 de vecuronio, 211 por adriamicina, 168
Índice alfabético 369

cardiopatía, 24, 52, 67, 285, 311 crónica, 289 craneosinostosis, 188
isquémica, 39, 44, 50, 86, 87, por lisis, 316 crisis
155, 248, 281 coágulo, 196 asmática, 95
reumática, 86 coagulopatía, 12, 14, 71, 72, 81, convulsiva, 76
valvular, 86 105, 181, 190, 280 miasténica posoperatoria, 211
ventricular, 301 de consumo, 316 crup, 188
cardiotoxicidad, 168 hereditaria, 288 cuadriplejía, 207, 209
carditis urémica, 200 por consumo, 288
caries, 187 por dilución, 288, 289 D
catarata, 41, 159 por hemodilución, 289
cefalea, 28, 48, 72, 76, 272 sistémica, 127 dacrioestenosis, 160
celecoxib, 118 cocaína, 321 daño
cerivastatina, 249, 250, 251, 255 colangitis, 13 celular hepático, 13
cetoacidosis, 229, 231, 238, 297 colapso cerebral, 178, 180, 261, 265,
diabética, 238, 243 alveolar posoperatorio, 361 272
cetogénesis, 240 circulatorio, 317 endotelial, 317
cetonuria, 240 pulmonar, 355, 361, 363, 364 inflamatorio, 3
cetosis, 231, 234 vascular, 324 isquémico, 267, 349
choque, 179, 204, 340 colecistitis miocárdico, 86
anafiláctico, 344 aguda alitiásica, 316 mitocondrial, 267
cardiogénico, 48, 62, 238, 296 crónica litiásica, 159 neurológico, 27, 35, 325
hipovolémico, 142, 160, 196 colesterol HDL, 225 neuronal, 262, 264, 274
medular, 209, 344 colitis, 160 perioperatorio, 237
neurogénico, 315 coluria, 16 por isquemia, 269
séptico, 105, 340, 344 coma, 76, 238, 271, 317 pulmonar, 168, 271, 317, 356
vasopléjico, 179 barbitúrico, 77 agudo, 271
cianosis, 32, 187, 315, 317 secundario a traumatismo, 266 renal, 197, 199
ciclofosfamida, 168 complicación por rabdomiólisis, 300
ciclopropano, 141 cardiaca, 247 tisular, 113, 234
ciclosporina, 199, 255 cardiovascular, 39, 247 irreversible, 265
cifoescoliosis, 129 hemorrágica, 277, 281, 286 vascular, 227, 231, 236
cimetidina, 98 trombohemorrágica, 289 debilidad muscular, 33, 210
cirrosis, 14, 102, 279 condrodistrofia miotónica, 213 deficiencia
alcohólica, 13 confusión mental, 86 de insulina, 229, 234, 240
biliar, 13 congestión de vitamina C, 279
cardiaca, 13 cardiogénica, 278 nutricional, 335
hepática, 160, 323 hepática cardiogénica, 279 déficit
posnecrótica, 13 pulmonar, 346 de dopamina, 208
cisatracurio, 17, 18, 99, 139, 156, vascular de seudocolinesterasa, 154
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

211, 298, 303, 324, 326 pulmonar, 86 neurológico, 208, 272


cisplatino, 196, 199 sistémica, 86 isquémico irreversible, 28
citrato de sodio, 78 contaminación con heparina, 285 degeneración
claustrofobia, 218 contractura muscular, 208 miocárdica progresiva, 129
clonidina, 50, 139, 220, 236, 306 contusión, 265 muscular focal, 228
clopidogrel, 46, 47, 48, 49, 51, encefálica, 190 dehiscencia de la herida quirúr-
124, 280, 281, 283, 287, 290 miocárdica, 315 gica, 160
clorpromazina, 79 pulmonar, 271, 315, 320 delirio posoperatorio, 158
clorpropamida, 231, 233 torácica, 320 delirium, 127
coagulación cor pulmonale, 63, 97, 344 demencia, 24, 127, 152, 208, 209
intravascular diseminada, 14, corea, 207 senil, 157
71, 72, 74, 177, 199, 200, de Huntington, 209 denervación muscular, 207, 212
279, 316, 317 coronariopatía, 39, 296, 299 depresión, 152
370 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

cardiaca, 89 diclofenaco, 99, 118 cardiaca, 155


cardiovascular, 235, 303 sódico, 118 distensión
miocárdica, 52 difenilhidantoína, 77 gástrica, 105
respiratoria, 99, 142, 145, 210, dificultad respiratoria, 154 vesical, 147
219, 221, 272, 360, 363 digital, 88 distrés respiratorio, 317
posextubación, 304 diltiazem, 50 distrofia
posoperatoria, 140 dipiridamol, 36, 44, 87, 299 de cinturas, 129
ventilatoria diplopía, 30, 211 escapulotorácica, 129
por opioides, 306 disartria, 30, 209 miotónica, 213
posoperatoria, 298 disección de la arteria renal, 196 congénita, 129
dermatitis urémica, 200 disestesia, 128 muscular, 129, 207, 212
dermatoma, 123 disfagia, 30, 160, 188 de Becker, 129, 213
derrame disfibrinogenemia, 288, 289 progresiva, 212
pericárdico, 168 hemorragípara, 279 diuresis osmótica, 229, 234, 240
pleural, 14, 191 disfonía, 188, 192 dobutamina, 44, 63, 87, 89, 178,
descompensación metabólica, disfunción 179
231, 234 autonómica, 27, 129 dolor, 190
desequilibrio cardiaca, 86, 178 abdominal, 72
electrolítico, 229 cardiovascular, 45, 60, 104 agudo posoperatorio, 111, 113,
hidroelectrolítico, 195, 200, celular, 200 114, 115, 172
204, 322 cerebral, 187 crónico, 114
metabólico, 331 coronaria, 254 por cáncer, 170
desflurano, 18, 98, 99, 140, 141, diastólica, 57, 62, 156, 296 en el pecho, 154
142, 235, 298, 303, 326 endotelial, 71, 198, 249, 252 perioperatorio, 51, 327
deshidratación, 152, 231, 239, 240 eréctil, 231 posoperatorio, 19, 111, 115,
desmopresina, 180 faríngea, 208 123, 125, 127, 131, 172,
desnutrición, 14, 24, 69, 153, 280, hepática, 12, 15, 18, 105 173, 362, 363
288, 331, 334 hipotalámica, 269 suprapúbico, 200
aguda, 335 hepatocelular, 13 torácico, 134
en el paciente quirúrgico, 332 metabólica, 270 visceral bronquial, 362
proteico–calórica, 129 miocárdica, 62, 85, 179 donante con muerte cerebral, 175
desorden metabólico, 224 mitocondrial, 3, 4, 269 dopamina, 63, 89, 148, 178, 201,
desprendimiento de retina, 159 muscular, 214 208, 265
deterioro neurológico, 348 orgánica, 102, 103, 109, 177, drogadicción, 24
dexametasona, 74, 76, 77, 82, 214 droperidol, 148, 219
148, 235 múltiple, 103, 106
dexmedetomidina, 99, 139, 219, plaquetaria, 25, 284, 287 E
236 renal, 230, 254, 255
diabetes, 36, 43, 72, 86, 133, 134, respiratoria, 317 eccema, 24
213, 223, 224, 242, 255, 299, sistólica, 61 eclampsia, 67, 68, 72, 73, 74, 77,
317, 320 tisular, 254 80, 82
autoinmunitaria, 224 ventricular, 62 edema, 14, 68, 85, 86, 187, 190,
gestacional, 224 izquierda, 47 200, 265
insípida, 27, 177, 195 vesical, 231 alveolar, 104
insulinodependiente, 50, 227 dislipidemia, 247, 296 celular, 198, 262, 263, 267
mellitus, 1, 24, 25, 27, 40, 42, aterogénica, 248 cerebral, 33, 34, 35, 71, 74, 78,
69, 87, 114, 152, 154, 159, disnea paroxística nocturna, 86 262, 264, 265, 266, 267,
188, 223, 224, 225, 226, disostosis 268, 269, 272, 274, 314,
247, 248, 296, 299 faríngea, 188 317, 347
gestacional, 224, 225 mandibulofacial, 188 citotóxico, 33, 266, 267, 269,
diálisis peritoneal, 102, 105, 237 displasia broncopulmonar, 133 317
diazepam, 13, 76, 139 disritmia, 124 de la vía aérea, 356
Índice alfabético 371

de laringe, 190 cardiaca, 27, 36, 133, 297 metabólica, 164


de lengua, 78 congénita, 60 metastásica, 165
de pulmón agudo, 49 descompensada, 25 muscular, 129
facial, 25, 314 isquémica, 26, 42, 231 neoplásica, 287
faríngeo, 78 cardiometabólica, 247 neurológica, 23
intersticial, 317 cardiovascular, 26, 36, 40, 85, neuromuscular, 207, 214, 215
intestinal, 106 87, 124, 155, 164, 224, 225, nutricional, 164
iónico, 267 230, 248, 280, 318 parenquimatosa, 200
laríngeo, 78, 188 carotídea, 160 pericárdica, 34
maleolar, 16, 26, 126 cerebrovascular, 50, 231, 280 por reflujo gastroesofágico, 160
periférico, 32, 34 congénita del corazón, 55 prostática, 200
periglótico, 192 coronaria, 36, 87, 237, 296 psiquiátrica, 24
pulmonar, 71, 133, 177, 209, crónica, 91 pulmonar, 36, 95, 97, 103, 168,
346 de Alzheimer, 24, 152, 157 355
agudo, 74, 86, 201 de Bernard–Soulier, 278 obstructiva crónica, 62, 152,
neurogénico, 180, 271 de Chagas, 86 295, 337, 344, 357
vasogénico, 33, 266, 317 de Cushing, 27, 33 renal, 27, 28, 74, 155, 278
efedrina, 78, 80, 320 de Duchenne, 129, 212 respiratoria, 91, 357
embarazo de Ehlers–Danlos, 278 reumática, 24
gemelar, 68 de Emery–Dreifus, 129 tiroidea, 24
molar, 68 de Kennedy, 209 trofoblástica, 69
embolia de la fibrinólisis, 278 tromboembólica, 24, 296
grasa, 316 de las arterias coronarias, 153 venosa, 63, 289
pulmonar, 61, 63, 344 de las plaquetas, 278 trombótica, 281
aguda, 58, 63 de Parkinson, 24, 152, 207, 208 valvular, 25, 27, 36, 40, 88, 156
masiva, 63 de Schwartz–Jampel, 129, 213 descontrolada, 154
sistémica, 317 de Steinert, 129, 213 vascular, 28, 36, 154
embolismo de Still, 191 cardiaca, 27
aéreo, 322 de Thomsen, 213 cerebral, 27, 248, 281
cerebral, 349 de transmisión sexual, 163 periférica, 27, 126, 153, 231,
graso, 316 de von Willebrand, 278, 280, 235
pulmonar, 62, 63, 195 283, 284, 288, 289 proliferativa, 253
crónico recurrente, 63 del miocardio, 195 pulmonar, 14
empiema, 160 del tejido conectivo, 69 enfisema, 154, 187
encefalitis, 208 del trofoblasto, 68 cervical, 315
urémica, 200 endocrina, 164, 213 mediastínico, 315
encefalocele, 187 hemorrágica, 278 enflurano, 18, 78, 140, 141, 142,
encefalopatía, 16, 17, 211 del recién nacido, 279 235
hepática, 14 hereditaria, 278 enoxaparina, 46
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hipertensiva, 74 hemorragípara, 288 epiglotitis, 325


endocarditis, 196 hepática, 11, 13, 15, 16, 28, epilepsia, 24, 133, 270
endocrinopatía, 67, 224 195, 278 epinefrina, 63, 78, 81, 124, 127,
enfermedad crónica descompensada, 105 178, 195, 197, 236, 320
aórtica, 34 hipertensiva aguda del emba- epistaxis, 190, 286
arterial razo, 68 equimosis, 278, 286
coronaria, 42, 256 infecciosa, 188 ergonovina, 78
periférica, 280 infectocontagiosa, 67 ergotamina, 195
articular degenerativa, 114 inflamatoria, 93 eritrocitosis, 285
ateroembólica, 196 crónica, 91 eritromicina, 108
aterosclerótica, 247 inmunoproliferativa, 290 erupción
autoinmunitaria, 280, 287, 290 intratorácica maligna, 36 cutánea, 168
broncoespástica, 360 isquémica, 26, 156, 247 eritematosa pruriginosa, 200
372 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

esclerosis etilismo, 159 fenobarbital, 76


de la arteria coronaria, 166 etodolaco, 118 fentanilo, 18, 52, 79, 81, 82, 90,
de la válvula aórtica, 156 etomidato, 18, 52, 81, 137, 236, 98, 115, 116, 137, 138, 147,
lateral 324 219, 236, 298, 303, 326
amiotrófica, 207, 209 etoricoxib, 118 feocromocitoma, 237
primaria, 209 etrane, 99 fibrilación
múltiple, 207, 208 evento auricular, 43, 58, 61, 88, 89,
escoliosis, 36, 126, 213 cardiovascular, 52, 237 220
escopolamina, 79 cerebrovascular, 28, 42, 235, posoperatoria, 255
esmolol, 52, 78, 81 247, 248, 340 ventricular, 47, 62
espasmo coronario, 39, 248 fibrinólisis, 14, 254, 278, 279
coronario, 89, 251 agudo, 39 fibrosis
laríngeo, 192 embólico, 322 hepática, 297
espondilitis isquémico, 349 ósea, 188
anquilopoyética, 191 cardiaco, 40 pulmonar, 168, 357
anquilosante, 188 perioperatorio, 42 crónica tardía, 166
estado traumático, 262, 311, 312 quística, 91, 224
comatoso, 317 tromboembólico, 305 retroperitoneal, 196
de choque, 55, 63, 316, 317, trombótico, 254 fístula, 340
322, 323, 324, 326 vascular, 255 de líquido cefalorraquídeo, 160
espinal, 182 cerebral, 40, 43, 50, 72, 87, fisura palatina, 188
traumático, 315 152, 270 flebitis, 137, 167
de coma, 74, 77 isquémico, 74 fluvastatina, 249, 250, 251
lítico sistémico, 290 excitotoxicidad, 314 fotofobia, 28
vegetativo, 266 exenatida, 232, 233 fractura, 33, 208, 311
estasis intestinal, 316 basilar, 338
esteatosis hepática, 299 costal, 320
estenosis, 191 F de cráneo, 33, 34
aórtica, 40, 62, 87 de cricoides, 315
carotídea, 34 falla de la base del cráneo, 338
coronaria, 48 cardiaca, 42, 43, 45, 178, 196, de la columna cervical, 33
de la arteria carótida, 26 215, 323 de órbita, 314
esofágica, 160 descompensada, 27 mandibular, 315
mitral, 40, 62 circulatoria, 315 maxilofacial, 338
traqueobronquial, 188 hepática, 195, 255, 316 pélvica, 103
tricuspídea, 344 aguda, 12, 105 fragilidad capilar, 288
uretral, 196 multiorgánica, 317 fuga capilar, 103
estigma cutáneo, 15 orgánica, 102, 254, 323 furosemida, 28, 76, 77, 196, 201
estomatitis, 187 múltiple, 311, 317, 318, 340
estrabismo, 243 pulmonar, 230 G
estreptocinasa, 280 renal, 106, 196, 200, 201, 257,
estrés 315 galamina, 98, 99
agudo, 1 aguda, 158, 231 gammapatía monoclonal, 279
crónico, 1 crónica, 103 gastroenteritis urémica, 200
metabólico, 270 irreversible, 197 gastroparesia, 105, 242, 243, 339
neuronal, 270 respiratoria, 214, 323, 340, 364 gastrosquisis, 105
oxidativo, 3, 249, 264, 332 ventricular, 317 gestosis del embarazo, 68
crónico mitocondrial, 227 derecha, 63 glaucoma, 160
posquirúrgico, 332 faringitis, 190 glibenclamida, 231, 233
postraumático, 135 fenilefrina, 63, 124, 265 gliburida, 231, 233
quirúrgico, 230, 234 fenitoína, 25, 35, 76, 213, 237, glicopirrolato, 209
etanol, 13 290 glimepirida, 233
Índice alfabético 373

glipizida, 231, 233 obstétrica, 67, 75, 81, 82 inducida por succinilcolina,
gliquidona, 233 por ruptura uterina, 289 215
glomeruloendoteliosis, 71 posparto, 289 transitoria, 316
glomerulonefritis, 199 retroperitoneal, 103 hipercapnia, 17, 64, 192, 213,
aguda, 196, 200 subaracnoidea, 34, 160, 261, 356, 363
posestreptocócica, 196 270, 349 hipercoagulabilidad, 278
posinfecciosa, 196 transoperatoria, 273 hipercolesterolemia, 36, 248, 252,
glomerulopatía, 195 transuretral, 323 254
glosoptosis, 188 vítrea, 159 hipercortisolemia, 316
gluconeogénesis hepática, 1 hemotórax, 180, 315, 344 hipercortisolismo, 2
heparina, 25, 124, 203, 281, 285, hiperemia cerebral, 349
287, 290 hiperesplenismo, 14, 278, 287
H de bajo peso molecular, 89, hiperglucemia, 1, 2, 3, 35, 97,
124, 279, 280, 281, 290, 200, 230, 231, 235, 236, 238,
halitosis urémica, 200 305, 318 239, 264, 267, 270, 297, 299,
halotano, 13, 18, 98, 140, 141, fraccionada, 47, 89 332
232, 235, 298 no fraccionada, 46 crónica, 188, 224
hemangioma, 187 hepatitis, 13, 15 posoperatoria, 305
hemartrosis, 278, 280 aguda, 13 posprandial, 226
hematoma, 27, 33, 187, 261, 265, crónica, 13 hiperinsulinemia, 1, 3, 226
272, 278 por radiación, 166 hipermenorrea, 278, 286
cerebral, 262 vírica, 16 hipernatremia, 179, 200
de la pared abdominal, 105 hepatocarcinoma, 289 hiperosmolaridad, 231, 234, 299
epidural, 261, 262, 272, 311 hepatoesplenomegalia, 15, 16 hiperoxaluria, 199
hepático, 72, 74 hepatoma, 13 hiperpatía, 128
intracerebral, 262, 272 hepatomegalia, 168 hiperpotasemia, 129, 208, 209,
intracraneal, 351 hepatopatía, 13, 14, 236, 238, 278 210, 212, 213, 214
retroperitoneal, 105 aguda, 16 familiar, 214
subdural, 261, 262, 272, 311 alcohólica, 15 por succinilcolina, 208
hemiplejía, 207, 317 crónica, 15 hiperreactividad bronquial, 48, 91
hemofilia, 278, 283, 288 hepatotoxicidad, 18 hiperreflexia, 207
hemoglobinuria, 72 por halotano, 142 osteotendinosa, 77
hemólisis microangiopática, 72 hernia, 105 hiperreninemia, 61
hemoneumotórax, 311 discal cervical, 191 hipersensibilidad a antígenos
hemopatía maligna, 280 hiatal, 300 ambientales, 92
hemoperitoneo, 103, 105 inguinal, 160 hipersomnia, 213
hemorragia, 1, 72, 277 uncal, 272 hipertensión, 33, 36, 136, 156,
aguda, 326 herniación 182, 200, 225, 251, 299, 320
capilar, 289 cerebral, 348 arterial, 24, 26, 68, 71, 72, 75,
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

cerebral, 72, 73, 74 del cerebro, 33 76, 82, 86, 133, 134, 155,
crítica, 277 heterotrasplante, 176 158, 272, 296, 302, 359
del tracto genital, 289 hidralazina, 76, 78, 290 crónica, 68, 69
del tubo digestivo, 159 hidrocefalia, 34, 160, 187, 188 no controlada, 154
digestiva, 19 comunicante, 34 pulmonar, 63, 64, 301
gastrointestinal, 286 hidrocortisona, 97, 99, 180 sistémica, 40, 68, 87, 152,
ginecoobstétrica, 289 hígado graso, 15 247, 248
incontrolable, 277, 288 higroma quístico, 188 descontrolada, 88
intraabdominal, 102 hiperaldosteronismo, 14, 61 endocraneana, 348
intracerebral, 261 hiperbilirrubinemia, 285, 316 hepatopulmonar, 14
intraoperatoria, 36 hipercalcemia, 35, 168, 195, 199 inducida por el embarazo, 68
masiva, 289 hipercalemia, 7, 200, 201, 202, intraabdominal, 101, 102, 103,
materna, 75 215, 241, 242 105, 106, 107, 108
374 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

intracraneal, 104 familiar, 214 inestabilidad


intracraneana, 74, 264, 265, hipoproteinemia, 72, 78 electrolítica, 324
266, 268, 274 hiporexia, 86 hemodinámica, 48, 63, 178,
latente del embarazo, 68 hipotensión, 45, 88, 177, 178, 179, 182, 230
no controlada, 43 179, 200, 235, 303, 317 metabólica, 324
portal, 15, 19, 278, 279, 287, arterial, 19, 158, 264, 268, 316, infarto, 124, 234, 296
344 317, 320, 324 agudo del miocardio, 1, 15, 25,
proteinúrica del embarazo, 68 inducida por anestesia neuroa- 27, 39, 40, 55, 86, 115, 154,
pulmonar, 55, 58, 60, 62, 179, xial, 124 158, 238, 248, 256, 281,
195, 294, 296, 346, 356, intrahospitalaria, 268 315, 343, 344
358, 359 ortostática, 200, 230 cerebral, 24
transitoria, 68 perioperatoria, 230 del miocardio, 26, 27, 40, 42,
venosa pulmonar, 62 sistémica, 199 47, 49, 50, 86, 88, 154, 157,
hipertermia, 195, 264, 269, 270, hipotermia, 86, 105, 152, 158, 158, 166, 168, 230, 235,
355 274, 288, 304, 315, 316, 323, 242, 247, 254, 255, 296, 320
maligna, 129, 133, 213, 214 324 perioperatorio, 44
hipertiroidismo, 167, 323 sistémica, 180 del músculo esquelético, 236
hipertrigliceridemia, 248 transoperatoria, 360 del tallo cerebral, 178
hipertrofia hipotiroidismo, 167, 213, 255, del ventrículo derecho, 58
excéntrica ventricular, 303 323 mesentérico, 46
miocárdica, 296 hipoventilación alveolar del muscular, 228
prostática, 160 obeso, 294 infección
benigna, 196 hipovolemia, 63, 71, 72, 81, 85, abdominal, 105
ventricular, 296 89, 178, 179, 197, 204, 315, bacteriana, 196
excéntrica, 299 316, 317, 322, 323, 324, 326, bronquial, 356
izquierda, 40, 156 344 de la vía
hiperuricemia, 72, 168 hipoxemia, 17, 190, 213, 242, aérea, 63
hiperuricosuria, 199 264, 268, 269, 270, 295, 317, urinaria, 69
hiperventilación, 264 356 nosocomial, 132, 332
hipervolemia, 344 crónica, 285 por Rickettsia, 196
hipoacusia, 157 hipoxia, 52, 133, 192, 198, 220, pulmonar, 63
hipoalbuminemia, 35, 72, 171, 324, 363 respiratoria, 359, 360
195, 324 cerebral, 269 traqueobronquial, 359
por trastorno renal, 71 progresiva, 349 urinaria, 153, 231, 340
hipoalfalipoproteinemia, 248 crónica, 296 viral, 13, 196
hipocalcemia, 168, 288, 316 fetal, 289 aguda, 91
hipocalemia, 35, 97, 239 hepática, 18 crónica, 15
hipocapnia, 14 tisular, 3 inflamación
hipofibrinogenemia, 284, 290 hirsutismo, 33 hepática, 13
hipofosfatemia, 168 hirudina, 281 sistémica, 356
hipoglucemia, 4, 74, 231, 232, homotrasplante, 176 vascular, 249
233, 238, 239, 243, 270, 271 inmunopatía, 284
hipomagnesemia, 97 inmunosupresión, 172
hiponatremia, 14, 239, 242 I insuficiencia
dilucional, 316 adenohipofisaria aguda, 180
hipoperfusión tisular, 347 ibuprofeno, 99, 118, 280 adrenal, 195
hipoplasia ictericia, 13, 15, 16, 316 aórtica, 346
de la médula ósea, 287 íleo, 105, 112 arterial, 126, 159
malar, 188 paralítico, 333 crónica, 160
maxilar, 188 incretina, 243 cardiaca, 42, 44, 49, 50, 55, 62,
ventricular, 55 indobufeno, 281 72, 78, 85, 86, 87, 90, 155,
hipopotasemia, 359 indometacina, 118 168, 213, 296, 344, 359
Índice alfabético 375

compensada, 154 lispro, 233, 239, 243 cerebral, 208, 269, 316, 350
congestiva, 26, 40, 47, 48, NPH, 233 cervical, 272, 313
85, 155, 166, 213, 237, intolerancia craneal, 313
279, 296, 320 a la glucosa, 225 craneocerebral, 104
descompensada, 40, 88 a los hidratos de carbono, 226 de columna cervical, 314
descompensada, 154 ortostática, 26 de globo ocular, 325
diastólica, 86 intoxicación de la laringe, 33
izquierda, 62 por citrato, 18 de médula espinal, 207, 209,
preoperatoria, 45 por monóxido de carbono, 208 318
sistólica, 86 invasión cancerosa, 279 del cuello, 33
coronaria, 152, 304 ipratropio, 359 encefálica, 315, 351
hepática, 46, 141, 279, 280, isoflurano, 18, 81, 98, 140, 141, endotelial, 71
287, 288, 290 142, 168, 235, 298, 325 facial, 33, 313
aguda, 19, 279 isofosfamida, 199 glomerular, 199
por metástasis, 289 isotrasplante, 176 hepática, 72, 316
mitral, 49, 87 isoxuprina, 76 hepatocelular, 15
orgánica múltiple, 334 isquemia, 44, 104, 106, 168, 179, inflamatoria, 188
prerrenal, 205 195, 196, 234, 253, 262, 314 intracraneal, 207
renal, 7, 27, 28, 40, 42, 43, 46, cardiaca, 168 isquémica, 197, 198, 202, 254,
71, 74, 134, 152, 154, 168, cerebral, 24, 34, 263, 264, 271, 267
232, 236, 242, 268, 316, 320 316, 350 medicamentosa, 315
aguda, 4, 195, 196, 199, 201, coronaria, 230 medular, 315, 325
202, 205 digital, 200 muscular, 207, 316
anúrica, 195 miocárdica, 39, 46, 50, 51, 52, nefrotóxica, 202
clásica, 195 61, 62, 124 nerviosa, 125
de gasto alto, 195 perioperatoria, 44, 50 neurológica, 125, 128, 208
intrínseca, 197 posoperatoria, 45 ocular, 314, 324
isquémica, 198 preoperatoria, 87 ósea, 316
no clásica, 195 silenciosa, 42 pulmonar, 254, 316
oligúrica, 195 postraumática, 264 aguda, 356
poliúrica, 195 pulmonar, 180 renal, 195
posrenal, 196, 197 refractaria, 47 aguda, 202
prerrenal, 196 renal, 200 tisular, 113, 254
crónica, 7, 160, 196, 242, silenciosa, 230, 237 por isquemia, 197
290 traumática, 327
intrínseca, 196 tubular, 197, 199
prerrenal, 195 K valvular, 32
respiratoria, 158, 207, 213, traumática, 315
ketamina, 13, 18, 52, 78, 98, 99,
220, 236, 346, 364 vascular, 33, 199, 253, 254
138, 139, 168, 208, 219, 236,
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aguda, 72, 74, 201, 315, 355 vertebromedular, 321


306, 324
posoperatoria, 360 leucemia, 280
ketoprofeno, 118
crónica, 356 aguda, 167, 289
ketorolaco, 118, 306
suprarrenal, 213 linfoblástica aguda, 168
tricuspídea, 61, 62, 344 promielocítica, 279
uteroplacentaria, 81 L leucocitosis, 242
ventricular lidocaína, 13, 16, 52, 78, 79, 81,
derecha, 61, 64 labetalol, 13, 76 99, 137, 168, 303, 306
izquierda, 63 lactacidemia, 72 linfangioma, 187
insulina, 6, 27, 87, 155, 214, 215, laringoespasmo, 98 linfedema, 126
270, 299, 333 lesión linfoma, 167
aspart, 243 cefálica, 324 lipoma, 188
glargina, 6, 233, 238 celular, 198 lipotoxicidad, 226
376 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

litiasis urinaria, 160 mielosupresión, 167 intersticial


lorazepam, 19 milrinona, 63, 88 aguda inducida
lovastatina, 249, 250, 251 miocardiopatía, 155 por fármacos, 196
lumiracoxib, 118 dilatada, 129, 213 por infección, 196
lupus eritematoso, 69 miocarditis, 168 medicamentosa, 200
sistémico, 196, 290 miocitólisis, 179 por radiación, 166
luxación de aritenoides, 187 mionecrosis, 179 nefropatía, 67, 71, 230, 280
aséptica, 228 nefrotoxicidad, 195, 197, 199, 201
isquémica, 228 endógena, 196
M posoperatoria, 50 inducida por fármacos, 196
miopatía, 15, 27, 129 neoplasia, 24, 196
macrocefalia, 187 congénita, 213 maligna, 165
macroglosia, 188 severa, 212 neostigmina, 99, 108
malformación arteriovenosa, 13 miotoma, 123 neumocefalia, 34
manitol, 28, 74, 77, 265, 268 miotonía, 209 neumonía, 96, 105, 112, 153, 180,
mariguana, 321 congénita, 129, 213 340
melanoma maligno, 289 misoprostol, 289 por aspiración, 208
meloxicam, 118 mitomicina, 168 neumonitis
meperidina, 79, 99 mivacurio, 12, 18, 99, 139, 211 por radiación, 166
metadona, 116 mononeuropatía, 231 urémica, 200
metástasis, 25 morfina, 13, 18, 19, 81, 89, 99, neumopatía, 67, 188, 285, 356
metergina, 289 115, 116, 147, 219, 306 neumoperitoneo, 105, 297
metformina, 5, 232, 233 mucopolisacaridosis, 187 neumotórax, 180, 191, 315, 344
metildopa, 78 mucositis, 167, 187 a tensión, 361
metilprednisolona, 180, 268, 306 muerte neuropatía, 67, 126, 242, 358
metilprednisona, 77 cardiaca, 44, 49 autonómica, 211, 212
metoclopramida, 17, 78, 108, 169, celular, 86, 89, 267 cardiaca, 230
219, 235, 300 cerebral, 157, 314, 349 cardiovascular autonómica, 236
metocurina, 18 fetal, 72, 76 diabética, 230, 231, 236
metohexital, 297 obstétrica, 67 obstructiva, 196
metoprolol, 50 súbita fetal, 289 periférica, 167, 212, 230
metotrexato, 168 dolorosa, 168
mevastatina, 249, 250 posoperatoria, 127
mevinolina, 249 N sensitiva, 211
miastenia gravis, 207, 210 nicturia, 27, 200, 231
micosis, 231 nalbufina, 116, 219 nifedipino, 76
microalbuminemia, 231 naproxeno, 118 nimesulida, 118
microangiopatía, 236 necrosis nitroglicerina, 47, 89
trombótica, 199 centrolobulillar, 14 nitroprusiato, 89
micrognatia, 188 cortical, 196, 197 de sodio, 76, 179
microsomía, 213 aguda, 315 nódulo, 188
microstomía, 188 cutánea, 300 noradrenalina, 89, 178, 179
microtrombosis de la pituitaria, 289 norepinefrina, 63, 178, 220, 234
glomerular, 200 hepática, 11, 141 normoxemia, 14
intravascular, 269 hepatocelular, 13, 15 nutrición perioperatoria, 331, 334
vascular, 200 neuronal, 262, 263
midazolam, 89, 98, 125, 137, 139, papilar, 196 O
158, 210, 219, 271, 324, 360 tubular, 200
midriasis, 272 aguda, 196, 201, 315 obesidad, 27, 33, 69, 127, 133,
mielodisplasia, 280 tubulointersticial, 196 142, 187, 224, 225, 226, 235,
mieloma múltiple, 196, 289, 290 nefopam, 19 238, 247, 248, 293, 294, 297,
mielopatía cervical, 36 nefritis 305, 357
Índice alfabético 377

abdominal, 247, 248 con apnea del sueño, 364 orgánica múltiple, 215
androide, 247 con ascitis, 17, 19 con gastroparesia, 236
mórbida, 102, 133, 191, 294, con asma, 91, 95, 97, 124, 359 con hemorragia subaracnoidea,
298, 305, 358, 362 con cáncer, 169, 171, 289 350
obliteración esclerótica, 229 con cardiopatía isquémica, 49, con hepatopatía, 12, 284
obstrucción 51, 52 crónica, 19
biliar extrahepática, 13 con choque con hipercolesterolemia fami-
bronquial, 95, 96, 166, 359, cardiogénico, 48 liar, 249
362 hipovolémico, 1 con hipertensión
intratubular, 199 séptico, 62 portal, 19
ureteral, 196 con cirrosis, 14, 15, 19, 20 pulmonar aguda, 59
aguda, 200 hepática, 17 con hipotensión, 268
oclusión arterial aguda, 200 con demencia senil, 157 con hipotermia, 322, 350
odinofagia, 188 con descompensación portal, con hipoventilación alveolar,
oligoanuria, 19 15 322
oliguria, 220 con deterioro con hipovolemia, 106
omeprazol, 78 neurológico progresivo, 176 con hipoxemia, 325
ondansetrón, 148, 169, 219 vascular, 137 con insuficiencia
onfalocele, 105 con diabetes mellitus, 223, 225, cardiaca, 85, 86, 89
osteosarcoma, 289 232 congestiva, 12, 90
osteotoma, 123 con disautonomía, 235 hepática, 284, 289
otitis, 190 con disfunción renal, 242
media crónica, 160 orgánica, 102 aguda, 195, 199, 204
oxazepam, 19 ventricular crónica, 201
oxicodona, 116 derecha, 64 respiratoria
óxido izquierda, 90 aguda, 364
nítrico, 3, 4, 14, 63, 70, 94, con distrofia muscular de hipercápnica, 364
198, 199, 249, 252, 265 Duchenne, 129 con isquemia, 51
nitroso, 18, 140, 141, 298, 361 con enfermedad con lesión
oxitocina, 81, 289 cardiaca, 26 encefálica, 348, 349
cardiovascular, 41 hepática, 325
carotídea, 25 medular, 315
P coronaria, 39, 253, 296 con metástasis, 25
de la arteria coronaria inesta- con mieloma múltiple, 284
paciente ble, 158 con mielopatía cervical, 32
alcohólico, 152 hepática, 15, 19 con nefropatía, 268
alcoholizado, 191 terminal, 16 con neoplasia maligna, 284
ambulatorio, 137 maligna, 167 con neumopatía, 360, 363, 365
anciano, 114, 123, 126, 127 neurológica, 28, 128 aguda, 355
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anémico, 285 obstructiva de la vía aérea, crónica, 355, 358, 362


anestesiado, 221, 320 98 con obesidad, 238, 303
ansioso, 126 pulmonar, 36 mórbida, 295, 297, 299, 300
asmática embarazada, 97 obstructiva crónica, 98 con pancreatitis aguda, 109
asmático, 93, 94, 95, 97, 212, renal, 195 con politrauma, 314
359 vascular, 32 con preeclampsia, 73, 81, 82
bronquítico, 361 cerebral, 317 con preeclampsia–eclampsia,
cardiópata, 39, 324 periférica, 124 77
cardiovascular, 333 con escoliosis, 32 con quemadura, 318
cirrótico, 15, 19 con espina bífida, 25 facial, 314
con amiloidosis, 289 con falla con retinopatía, 236
con anemia, 325 hepática aguda fulminante, con riesgo de isquemia miocár-
con angina inestable, 48, 281 14 dica, 50
378 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

con ruptura de aneurisma aór- pediátrico, 134, 219, 221, 282, faríngea, 192
tico abdominal, 101 318 intestinal, 316
con sepsis, 4, 106, 268 perioperatorio, 331 pericarditis, 166, 168, 344
con trastorno politraumatizado, 28, 312, 313, restrictiva, 344
neuromuscular, 364 318, 321, 325 peritonitis, 103, 105, 107, 195
vascular, 157 preeclámptica, 74, 79 petequia, 72, 278, 280, 286, 317
con trauma, 190, 311, 318, 321, quemado, 103, 207, 214, 318 petidina, 116
322, 326 quirúrgico, 1, 116, 119, 124, pioglitazona, 233
abdominal, 104 185, 331 pipecuronio, 18, 98, 99
craneal, 349, 350 senil, 126, 151, 152, 154, 155, piritramida, 116
craneoencefálico, 347, 351 156, 157 pitavastatina, 249, 250, 251
grave, 265 séptico, 212 plétora yugular, 86
múltiple, 345 superobeso, 301, 306 polaquiuria, 200
con traumatismo, 33 traumatizado, 191, 314, 315, policitemia, 296, 299
con tumor 317, 320, 324, 325, 326 policontusión, 313
hipofisario, 26 urémico, 284 polidipsia, 27, 224
primario, 25 padecimiento neurológico, 24 polifagia, 224
con tumoración cerebral, 268 paladar hendido, 188 polifractura, 325
con úlcera péptica, 334 pancreatitis, 105, 195 poliglobulia, 294
con vasoespasmo, 265 aguda, 15, 103 polineuropatía, 4, 207, 212, 231
coronario, 43 pancuronio, 18, 25, 99, 212, 214 aguda, 238
críticamente enfermo, 123 panhipopituitarismo, 27 del paciente crítico, 212
crítico, 101, 103, 201, 212, papiloma, 188 diabética, 227
214, 215 paracetamol, 19, 99, 117, 118 poliomielitis, 207, 209, 210
de alto riesgo, 42, 124 parálisis, 129, 187, 188, 214 pólipo, 190
diabético, 1, 5, 6, 231, 233, bulbar, 209 politrauma, 313, 324
234, 235, 236, 237, 238, de las cuerdas vocales, 192 politraumatismo, 191, 317
239, 241, 242 diafragmática, 315 poliuria, 27, 224, 231
con proteinuria, 231 flácida, 209, 210 pramlintida, 233
embarazada, 128, 129, 320 inmunitaria, 317 pravastatina, 249, 250, 251
enfisematoso, 361, 365 intercostal, 315 prediabetes, 223, 226
geriátrico, 151, 152, 155, 156, periódica, 214 prednisona, 97
158, 159, 160, 231, 238, 320 familiar, 129 preeclampsia, 67, 68, 69, 70, 71,
ginecoobstétrica, 79 hiperpotasémica, 129 72, 73, 74, 75, 76, 80, 81, 82
hiperlipidémico, 249 hipopotasémica, 129 preeclampsia–eclampsia, 67, 68,
hipovolémico, 201 seudobulbar, 209 70, 73, 74, 75, 77, 79, 81, 82
hospitalizado, 280, 332 vascular, 265 priapismo, 315
miasténico, 211 paramiotonía congénita, 129 procainamida, 213, 290
neumópata, 358, 360, 361, 363, paraplejía, 207, 209 propofol, 18, 81, 97, 98, 137, 140,
364 familiar espástica, 209 171, 208, 210, 219, 220, 232,
neurocrítico, 349 paraproteinemia, 279, 284, 290 236, 237, 271, 273, 297, 303,
neurológico, 23, 24, 26, 37, 270 parestesia, 208 324
neuroquirúrgico, 25, 35 paro propranolol, 13
obeso, 125, 127, 225, 293, 294, cardiaco, 177, 190 proteinuria, 68, 71
295, 296, 297, 298, 299, cardiorrespiratorio, 221, 363 ptosis, 30, 211
301, 302, 304, 305, 306, parodontosis, 187 púrpura, 286
359, 361 penicilina, 196 alérgica, 288
diabético, 299 Penicillium citrinium, 249 de Henoch–Schönlein, 279
mórbido, 293, 296, 301, 302, pentamida, 199 senil, 279, 288
304, 306 pentobarbital, 235 telangiectásica hereditaria, 288
no diabético, 306 perforación trombocitopénica, 196
oncológico, 163, 169, 171, 173 esofágica, 192 autoinmunitaria, 279
Índice alfabético 379

vascular, 288 de cetosis, 6, 237 isquémico, 40


de cirrosis, 61 perioperatorio, 155
de depresión ventilatoria, 300 quirúrgico, 15
Q de descompensación metabó- tromboembólico, 296, 305, 318
lica, 238 rifampicina, 196
quemadura, 103, 105, 187, 195, de disfunción primaria postras- rigidez
237, 313, 318, 324, 325, 326 plante, 182 articular, 191
quiste, 13 de edema pulmonar, 77 muscular, 129, 182
agudo, 156 rinitis, 24, 95, 190
de embolia rocuronio, 25, 99, 139, 211, 213,
R aérea paradójica, 26 236, 298, 303, 324, 326
grasa, 317 rofecoxib, 118
rabdomiólisis, 196, 213, 249, 255, de evento cardiovascular, 247 ropivacaína, 79, 81, 129
257, 316 de falla orgánica, 1 rosiglitazona, 233
ranitidina, 17, 78, 300 de fibrilación auricular, 62, 296 rosuvastatina, 249, 250, 251
rapacuronio, 98 de fractura, 318 ruptura
reacción de hemorragia, 34, 280, 283, de aneurisma de aorta abdomi-
alérgica, 218 288 nal, 160
anafiláctica, 218 intraoperatoria, 19 del bazo, 311
anafilactoide, 137 de hipercalcemia, 325 del hígado, 311
rechazo materno, 81 de hiperpotasemia, 209 hepática, 72, 73, 78
recurrencia metastásica, 171 de hipoglucemia, 4, 7 traqueobronquial, 315
reflujo, 300 perioperatoria, 12 uterina, 78
remifentanilo, 17, 78, 81, 138, de hipoperfusión coronaria, 142
140, 219, 298, 303, 326 de hipotensión, 237 S
repaglinida, 233 de hipotermia, 237, 318
reserpina, 208 de hipovolemia, 28 salbutamol, 99, 359
resistencia de hipoxemia, 303 sangrado, 112
a la insulina, 1, 2, 4, 7, 72, 223, posoperatoria, 36 intestinal, 16
224, 225, 228, 234, 297, 332 de infarto, 281 intraparenquimatoso, 33
vascular pulmonar, 57 de infección, 182, 236 intraventricular, 33
respuesta de insuficiencia cardiaca, 62, por anticoagulación, 204
antiinflamatoria compensatoria, 239 posquirúrgico, 131
317 de isquemia retroperitoneal, 103
inflamatoria, 2 cardiaca, 35 subaracnoideo, 33
inmunitaria, 2 cerebral, 35 sarcoidosis, 196
retención miocárdica perioperatoria, sarcoma de tejidos blandos, 187
hídrica, 232 42 sedentarismo, 224
urinaria, 114, 145 perioperatoria, 296 sepsis, 1, 4, 62, 75, 102, 103, 105,
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retinopatía, 72, 230 de muerte súbita, 296 160, 179, 195, 196, 199, 200,
riesgo de neumonía, 232 211, 232, 235, 238, 254, 279,
cardiaco, 87, 256 de neurotoxicidad isquémica, 306, 311, 323, 344
perioperatorio, 42, 49 127 de origen abdominal, 344
cardiológico quirúrgico, 40 de parálisis, 107 septicemia, 81
cardiovascular, 26, 50, 52, 124, de pérdida sanguínea, 311 seudoobstrucción colónica, 105
247, 248, 256, 296 de rabdomiólisis, 255, 257 sevoflurano, 18, 81, 98, 140, 141,
de apoplejía, 256 de sangrado, 35, 232 142, 213, 232, 235, 273, 298,
de aspiración, 333 de sepsis, 211 303, 326
de aterosclerosis, 252 de sufrimiento fetal, 78 sevorano, 208
de broncoaspiración, 208, 212 de tromboembolia, 306 SIDA, 224
de broncoespasmo, 98 de trombosis coronaria, 51 siembra cancerosa, 338
de cardiopatía isquémica, 44 hemorrágico, 288 sildenafil, 48, 63
380 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

simvastatina, 249, 250, 251 de reperfusión, 322 taquiarritmia, 61, 64


síndrome por isquemia, 318 auricular, 61
antifosfolípidos, 69 de respuesta inflamatoria sisté- ventricular, 61
atáxico, 211 mica, 317, 323 taquicardia, 62, 86, 88, 136, 156,
compartimental, 107, 316, 327 de rigidez de la articulación 179, 182, 200, 235, 238, 317
abdominal, 101, 103, 105, atlantooccipital, 236 en reposo, 230
106, 108 de Sjögren, 196 sinusal, 43
coronario de stiff joint, 235 ventricular, 47
agudo, 45, 62, 247, 249, 253, hepatopulmonar, 14 taquipnea, 192
281, 290 hepatorrenal, 14, 17 telangiectasia hemorrágica, 278
inestable, 88 hipotensivo supino, 320 tetania, 168
de abstinencia, 133, 356 metabólico, 224, 229 ticlopidina, 280
de anorexia, 167 miasténico, 207, 210 tiopental, 19, 81, 99, 136, 210,
de anticuerpos antifosfolípidos, de Lambert–Eaton, 211 235, 297, 303, 360
279, 281, 290 miotático, 129 sódico, 77, 324
de articulaciones rígidas, 188 miotónico, 207, 213 tirofibán, 281
de coagulación intravascular, paraneoplásico, 165, 211 tirotoxicosis, 237
201 policompartimental, 103 tolazamida, 231, 233
de Cushing, 237 pulmonar, 168 tolbutamida, 231, 233
de desfibrinación, 284 urémico, 202 toxemia gravídica, 68
de desfibrinización, 290 vascular agudo, 196 toxicidad
de deterioro rostrocaudal, 272 vasculoespasmódico, 72 hepática, 35, 298
de distrés respiratorio, 132 sinovitis cricoaritenoidea, 188 por halotano, 18
progresivo, 315 sinusitis, 190 por medicamentos, 289
del adulto, 323 sitagliptina, 232, 233 pulmonar, 168
de estrés respiratorio, 266 sobrepeso, 133, 224, 248, 293 tramadol, 116, 117
de HELLP, 72, 74, 79 sordera, 30 translocación bacteriana, 106,
de herniación, 33, 34 Staphylococcus aureus, 254 331, 333
uncal, 272 status asmático, 98 trasplante, 176, 180, 224, 253,
de hipertensión abdominal, 344 succinilcolina, 12, 18, 139, 208, 254
de hipotensión supina, 78, 320 209, 210, 212, 213, 214, 215, cardiaco, 62
de hipoventilación del obeso, 236, 298, 302, 303, 324 de hígado, 179
294 sufentanilo, 138, 298, 303, 326 de órganos, 175, 238, 241
de insuficiencia respiratoria, sufrimiento fetal, 67, 72, 81 sólidos, 177
133 crónico, 71, 72 de pulmón, 179, 180
aguda, 55, 59, 62, 104 sulfato de riñón, 177
del adulto, 289 de magnesio, 74, 77, 78, 79, 82, hepático, 14, 16, 103, 105, 182,
progresiva aguda, 356 306 286, 289, 290
de la vena cava de morfina, 47 pulmonar, 180
inferior, 344 superobesidad, 294, 305 trastorno
superior, 344 cardiaco, 247
de lisis tumoral, 168 de la coagulación, 133, 280,
de Mendelson, 78 T 286
de miopatía aguda, 212 hereditario, 288
de muerte súbita, 133 tabaco, 163 de la hemostasia, 277
de obesidad–hipoventilación, tabaquismo, 24, 32, 69, 92, 97, de la motilidad, 331
298 134, 159, 356, 357 de malabsorción, 331
de ovarios poliquísticos, 224, tacrolimus, 199 endocrino, 311
225 tamponade cardiaco, 85 gastrointestinal, 247
de Parkinson, 208 taponamiento hemorrágico, 35, 278, 288
de Pickwick, 294 cardiaco, 344 hepático, 247
de preeclampsia–eclampsia, 67 pericárdico, 344 hidroelectrolítico, 35
Índice alfabético 381

intracraneal difuso, 207 por quimioterapia, 279 valproato, 25


neurológico, 158, 247 tromboembolia, 89, 112 valvulopatía, 62, 86, 129, 213
osteoartromuscular, 247 de la arteria renal, 196 aguda, 49
psiquiátrico, 218 preoperatoria, 321 vasculitis, 199, 200, 280, 288
pulmonar, 247 pulmonar, 297, 317, 340, 356 lúpica, 288
trombótico, 247 tromboembolismo, 133, 318 sistémica, 196
trauma, 102, 179, 311, 313, 324 pulmonar, 153, 327 vasculopatía, 254
abdominal, 103 venoso, 236 periférica, 247, 248
anestésico quirúrgico, 363 tromboflebitis, 133, 340 vasoconstricción
craneal, 314, 324 trombosis, 249, 254, 290, 297, hipóxica crónica, 294
craneoencefálico, 272, 315, 339 pulmonar hipóxica, 294, 317,
317, 324, 326 coronaria, 45 361
del tracto genital, 289 aguda, 51 renal, 198, 199, 316
múltiple, 1, 103 de la vena vasoespasmo, 168
muscular, 46 porta, 13 cerebral, 265
pancreático, 316 renal, 196 vasopresina, 63
quirúrgico, 172, 230, 332 del stent, 51 vecuronio, 18, 25, 77, 99, 139,
raquimedular, 324 intraglomerular, 199 156, 211, 212, 214, 236, 298,
torácico, 325 microvascular, 72 303, 324, 326
traqueal, 315 venosa, 321 vejiga neurogénica, 200
urinario, 315 hepática, 13 verapamilo, 13
traumatismo, 24, 33, 75, 187, 272, profunda, 156, 281, 317 vinblastina, 168
311, 312 tropisetrón, 219 vincristina, 168
craneal, 208 tuberculosis, 24, 36, 196 virus
craneoencefálico, 33, 261, 270, tumor, 13, 28, 33, 34, 74, 85, 101, de la inmunodeficiencia
316, 334 159, 187, 188, 325 humana, 163
de abdomen, 334 abdominal, 105 del papiloma humano, 163
de tórax, 334 de cabeza y cuello, 187 vitamina
muscular, 316 glótico, 188 B12, 141
trifusal, 280, 281 hipofisario, 27 C, 69
triyodotironina, 180 intraabdominal, 102, 105 D, 69
trombo, 45, 49, 363 maligno, 163 K, 12, 16, 278, 279, 290
mural, 254 ovárico, 102 volutrauma, 361
venoso, 359 retroperitoneal, 105 vólvulo, 105
tromboastenia de Glanzmann, 278
trombocitopatía, 278, 279, 280,
284, 290 U W
hereditaria, 280
por medicamentos, 279 úlcera de presión, 153 warfarina, 25, 89, 280
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.

trombocitopenia, 14, 71, 72, 278, uremia, 278, 290


279, 286, 290
hiperesplénica, 279 X
inducida por heparina, 281 V
por medicamentos, 279 xenotrasplante, 176
por mieloptisis, 289 valdecoxib, 118 xerostomía, 187

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382 Evaluación y manejo perioperatorio (Índice alfabético)

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