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Diez años atrás COfu.elius C.

1s­
toriadis comenzó la publicación de
una serie de libros compuestos por
trabajos parciales que tendían a con­
fluir en una gran obra. Se los cono­
ció corno Las encrucijadas del labe­
rinto y Los dominios del homore.Ls:
última etapa de su obra esta repre­
sentada por El mundo fragmentado,
en la cual anuncia los temas y pers­
pectívas preparatorios de Ti~J!JPº y
creación, obra que ha estado prepa­
rando durante la úitifila década. Se
hallara en estos textos que los temas
. fundamentales del pensamiento ac­
tual son analizados desde modalida­
í.~;~Úadkalesy poco complacientes
con fa jerga de moda. La autonomía
social, el poder de la tecnocíencia, el
destino de la idea de revolución el
conformismo como síntoma de épo­
ca son algunos de los problemas
objeto de su reflexién. Se incluyen
dos trabajos de importancia capital,
un. análisis de la supuesta crisis de la
filosofía y una indagación sobre la
condícíoa del tiempo en las socíeda­
des actuales.
. ~.

Título original:
Le monde morcelé

Advertencia
El mundo ­no solamente el nuestro­está fragmentado. Sin embargo, no
se cae a pedazos. ME parece que reflexionar sobre esto es una de las primeras
tareas de la filosofía actual. \
Es lo que intentan hacer los textos aquí reunidos, escritos entre 1987 y
1989, y que forman parte de los libros La creación humana y El elemento
imaginario, en los que estoy trabajando. El lector podrá contextualizarlos
más fácilmente, si se remite a los prefacios delas encrucijadas del laberinto
(1978) y de Los dominios del hombre (1986).

París, diciembre de 1989.

© Ed, du Senil, 1990


Por la edición castellana:
© Editorial Altamira
Corrientes 1134
Tel: 382­7285
Capital Federal, Argentina
© Editorial Nordan­Comunidad
Avda. Millán 4113
Tel: 35 56 09
Montevideo, Uruguay
ISBN (Nordan­Cornunídad): 9974­42­001­6
Ilustración de tapa:
Malabares ideológicos
Ralveroni
Maqueta de colección: Virginia Nembrini
­'..;_

¿El fin de la ñlosoña?

Estamos atravesando un período de crisis prolongada de la cultura


occidental. El diagnóstico no se invalida por la simple razón de haberse
repetido innúmeras veces­desde Rousseau y los románticos hasta Nietzsche,
Spengler, Trotski, Heidegger y demás. En realidad, las vías mismas sobre las
que han intentado establecerla la mayoría de estos autores y otros son de por
sí síntomas de la crisis y pertenecen a ella.'
Pertenecen; también a la crisis la proclamación ­particularmente por
Heidegger, ffi<,IS no solo por él­ del "fin de la filosofía", y toda la gama de
retóricas decqnsrructivistas y posmodernas. La filosofía es un elemento
central del pro.~ecto greco­occidental de autonomía individual y social; el fin
de la filosofía significaría, pues, ni más ni menos que el fin de la libertad. La
libertad no solo está amenazada por los regímenes totalitarios o autoritarios.
Lo está también, de un modo más oculto pero no menos fuerte, por la atrofia
del conflicto y la crítica, la expansión de la amnesia y la irrelevancia, la
creciente incapacidad para cuestionar el presente y las instituciones existen­
tes, ya sean éstas propiamente políticas o ya bien contengan las concepciones
del mundo. En esta crítica, la filosofía siempre ha tenido una parte central,
si bien su acción ha sido indirecta la mayor parte del tiempo. Esta acción está
desapareciendo, en primer término y fundamentalmente bajo el peso de las
tendencias social­históricas contemporáneas, que no discutiré aquí.2 Pero un
efecto de estas tendencias, reforzadas por él a su vez, es la influencia de la
adoración heideggeriana y post­heideggeriana de la "realidad" bruta, y las
proclamaciones heideggerianas "no tenemos nada por hacer", "no hay nada
que nacer",> Se percibe fácilmente la combinación de ambas en la gloríñca­:
cion del "pensamiento débil" (pensiero debo/e), es decir, de un pensamiento
tibio y flexible adaptado explícitamente a las sociedades de los medios de

­­ ~ ..
7
120 El mundo fragmentado Cornelius Castoriadis 121

comunicación." La "crítica" deconstructivista, que se limita escrupulosa­ que el crítico no comprende qué es la filosofía. Los filósofos del pasado no
mente a la deconstrucción de libros viejos, es de por sí uno de los síntomas pueden ser criticados, solo pueden ser sobrepasados, aufgehoben; debe
de la crisis. mostrarse que cada uno de ellos conduce "desde adentro" hacia la filosórfa
La proclamación del "fin de la filosofía" no es nueva por cierto. Su final siguiente, y así sucesivamente, hasta el momento en que alcanzamos el Saber
ya fue enfáticamente decretado por Hegel. Este deriva, tanto en Hegel como absoluto, es decir, el sistema hegeliano. (Evidentemente, Hegel mismo no
en Heidegger, de una filosofía que es, de manera indisoluble, ontología (o pudo permanecer fiel a este programa.) Los lazos profundos de esta actitud
"pensamiento del Ser"), filosofía de la historia y filosofía de la historia de la con el conjunto de la filosofía de Hegel son tan claros como las intratables
filosofía. No es mi propósito aquí discutir las ontologías de Hegel o de imposibilidades a las que conduce. El fin de la filosofía no es el humor o la
Heidegger por sí mismas. Me limitaré a hacer algunas observaciones que me opinión de Hegel, sino la implicación necesaria de su sistema total, que se
parecen pertinentes respecto de mi tema. sostiene o cae con ella.
La filosofía implícita de la historia de Heidegger ­la historia como En el fondo, la situación con Heidegger no es diferente. No puede haber
Geschick, destino, destinación y don del Ser y por el Ser­, así como la una discusión crítica de los filósofos del pasado. Los "pensadores" expresan
totalidad de sus escritos, hallan su condición necesaria en la ceguera momentos de la "historia del Ser", el Ser habla por boca de ellos. (Resulta
congénita de Heidegger ante la actividad crítica/política de los seres humanos . harto evidente que tampoco Heidegger podía permanecer fiel a su programa.)
(que se encuentra en la raíz de su adhesión al nazismo y al Führerprinzip). Los filósofos del pasado solamente pueden ser interpretados y "deconstruidos"
Una ceguera completada por otra, aparentemente también congénita, ante la (con total literalidad, el programa anunciado en Sein und Zeit es die
sexualidad y, de manera más general, ante la psyché. Estamos aquí frente al Destruktion der Ontologie; "deconstrucción" es un fruto más reciente). Esto
extraño espectáculo de un filósofo que habla interminablemente de los significa que es 1preciso mostrar en cada caso: 12) que todos los filósofos
griegos, y en cuyo pensamiento se constatan huecos en lugar de la polis, el pasados participal1 de la "metafísica", entendida como encubrimiento de la
eros y la psyché. Pero una "interpretación" de la filosofía griega que ignora "diferencia ontológica", olvido del Ser, preocupación por el ser de los entes
sistemáticamente el hecho de que la filosofía ha nacido en y por la polis, y y desatención respecto de la pregunta sobre el sentido del Ser; y que, 22) a
que forma parte del mismo movimiento que ha creado las primeras democra- pesar de esto, curiosamente este "olvido" en cierto modo "progresa" (es decir,
cias, se ve condenada a una tara incurable. Si, como una vez escribió regresa) con un movimiento hegeloíde a través de la historia hacia formas
Heidegger, el griego no es "una" lengua sino la lengua, predestinando por lo más y más completas, de modo que el completamiento y la culminación de
tanto a la filosofía, ¿qué hacemos con los espartanos, que hablaban griego­e la metafísica, así como el olvido del Ser, ya aparecen con Platón desde un
incluso, mejor que los demás griegos: lakonizein­pero no produjeron ningún comienzo (incluso tal vez con los presocráticos), pero se encuentran más
filósofo? 5 La misma ceguera conduce a Heidegger a no ver en el período completas aun con Hegel y ­más tarde­ con Nietzsche. A lo largo de este
contemporáneo más que el dominio de la técnica y la "ciencia" ­en ambos camino, los conflictos, las contradicciones, las luchas entre filósofos se
casos, con una aceptación increíblemente ingenua de su supuesta ignoran o se encubren, y el conjunto de la historia de la filosofía aparece como
omnipotencia­ y lo vuelve incapaz de percibir la crisis interna del universo un recorrido lineal que alcanza su resultado predestinado, la clausura de la
tecno­científico y (lo que es todavía más importante) las actividades de Jos metafísica y del pensador de esta clausura, Heidegger.
seres humanos dirigidas contra el sistema establecido y las posibilidades Con Hegel, todas las filosofías se reducen a lo mismo, en el sentido en
contenidas en ellas. que todas ellas no son sino "momentos" del proceso de la conciencia de sí y
Su filosofía de la historia conduce a Heidegger a un.método de interpre­ del conocimiento de sí del Espíritu ­estando condenados todos esos "mo­
tación de la historia de la filosofía de núcleo hegeliano, por las mismas mentos" a ser "momentos" del Sistema (hegeliano)­. Con Heidegger, todos
razones y, de hecho, con los mismos resultados que en la obra de Hegel. Para los filósofos se reducen a lo mismo. 6 Ellos representan vías diferentes, del
decirlo brevemente: una verdadera discusión crítica de los filósofos del olvido del Ser, del pensamiento del Ser como presencia, de la confusión entre
pasado se encuentra prohibida o se vuelve imposible. De este modo, la presencia y lo que cada vez es presente. Entre los post­heideggerianos, esto
democracia filosófica, el ágora intemporal en donde filósofos vivos y se convertirá en el círculo ínfracturable del onto­teo­logo­falocentrismo
muertos se reúnen por encima de los siglos y discuten realmente, se ve greco­occidental. Felizmente aún no estamos del todo perdidos. Con ayuda
abolida. En Hegel, la crítica a los filósofos del pasado no es sino un signo de del Zeitgeist se hacen más y más perceptibles algunos ruidos relativos a la
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posibilidad de salir de este círculo recurriendo al Antiguo Testamento (no el empezar todo de nuevo -la ilusión de la tabula rasa­. La filosofía es una
Nuevo por cierto, contaminado sin remedio por esos malditos griegos). En actividad refle~iva que se de~plieg~ a la vez libremente y bajo las restricci~
tanto habíamos llegado casi a convencernos casi de la inexistencia de todo nes de su propio pasado. La filosoffa no es acumulativa sino profundamente
"significado trascendental", nos advierten ahora que Jehová, sus leyes y la histórica.
ética de los hebreos pueden y deben restaurarse en el lugar de cierto Se crea visiblemente así una situación circular, que no resulta de ningún
significado (meta­? o post­?) trascendental. De modo que podemos empezar "defecto lógico", sino que expresa la esencia misma de la autorreflexión en
a tener esperanzas en que nos baste con reemplazar la filosofía por la el horizonte necesariamente total del pensamiento filosófico ­o el hecho de
revelación para lograr la salvación. que su centro es su periferia, y viceversa.Una historia crítica de la filosofía
No es nada sorprendente en estas condiciones que, aparte de algunas s?lo es posi?le si ~no ma\viente un punto de vista propio. No obstante, sigue
escasas excepciones, la filosofía se ejerza cada vez menos, y que la mayor sm ser posible sr falta una concepción de qué es la historia ­la historia
parte de lo que circula hoy como filosofía no es más que comentario e humana, en el sentido más amplio y profundo­y del lugar de la filosofía en
interpretación, o mejor dicho, comentario al cuadrado e interpretación al esta historia. (Respecto de esto, Hegel y Heidegger, por cierto, son formal­
cuadrado. Esto provoca también una distorsión de la historia misma de la mente correctos.) Esto no significa en absoluto que Platón y Aristóteles se
filosofía, desmembrada entre un academicismo escolástico falto de espíritu "expliquen" y ("refuten") por la existencia de la esclavitud, Descartes y
y la irrelevancia deconstructivista. Locke, por el ~scenso de la burguesía, y todos los muy conocidos absurdos
El modo de abordar la historia de la filosofía, es decir, el trabajo de los ~e esu: especie. Por el contrario: significa muy categóricamente que Ja
filósofos importantes del pasado, es, evidentemente, una cuestión inmensa. fllosoffa pasada (y presente) debe ubicarse en la historia del imaginario
Deben señalarse aquí algunos puntos cardinales. humano y de la lucha difícil y multisecular contra la institución heterónoma
Un filósofo escribe y publica porque cree que tiene cosas verdaderas e de 1.a socieda~. Sería igual~ente estúpido negar las determinaciones y
importantes que decir, pero también, porque quiere ser discutido. Ser motivos esencialmente poltticos de la filosofía de Platón, su lucha contra la
discutido implica la posibilidad de ser criticado y, eventualmente, refutado. democracia y sus lazos estrechos con el conjunto del pensamiento de Platón
Todos los grandes filósofos del pasado ­hasta Kant, Fichte y Schelling i~cluid,a su ontología, como negar que Platón ha re­creado y re­instituido I~
incluidos­ han discutido, criticado y refutado de manera explícita ­o f~losof~a por segunda v~z, y que, desde esta perspectiva hasta el día de hoy,
pensaban que refutaban­ a sus predecesores. Pensaban acertadamente que sigue siendo el mayor filósofo de todos. De modo similar, aunque a un nivel
pertenecían a un espacio social­histórico público y transtemporal, al agora· mucho más modesto, sería igualmente estúpido negar los motivos y rasgos
transhistórica de la reflexión, y que su crítica pública a los otros filósofos era profundamente antidemocráticos y reaccionarios del pensamiento de
un factor esencial para el mantenimiento o la ampliación de ese espacio como Heidegger­ya manifestados en Sery tiempo(seis años antes del Discurso del
espacio de libertad en donde no se encuentran autoridades, ni revelación, ni rectorado) ypersistentes hasta el fin (en la entrevista póstuma de Der
secretarios generales, ni Fiihrer, ni Destino del Ser; espacio en donde se Spiege9­ y la íntima relación de ésto~ con el conjunto de sus concepciones
confrontan las diferentes doxae y en donde cada uno tiene el derecho, a su de la rrusma manera que negar que Heidegger haya sido uno de los filósofos
propio riesgo, de expresar su desacuerdo. ii;nportantes del siglo XX o ~firmar que un filósofo podría hoy día ignorarlo
Por esto es que para un filósofo no puede haber una historia de la filosofía sm más. La aparente parado] a que se implica en este punto en verdad exigiría
que no sea crítica. La crítica presupone evidentemente el más laborioso y elucidación, pero ahora no es éste nuestro tema.
desinteresado de los esfuerzos para comprender la obra criticada. Pero La filosofía no es acumulativa ­como sí podría decirse de la ciencia si
jambién exige una constante vigilancia respecto de las posibles limitaciones bie~ también en este caso las cosas son menos claras de lo que parecen serlo
de esa obra, limitaciones que resultan de la clausura casi inevitable de toda hab1tual~ente. D.e todos :nodos, en la práctica uno puede aprender hoy
obra del pensamiento que acompaña su ruptura con la clausura que la precede. matemáticas o física estudiando los tratados contemporáneos, sin necesidad
También es por eso que para un filósofo debe haber una historia crítica de recurrir a .New~o~, Einstein, Arqu!medes, Ga~ss o Cantor. El arte tampoco
de la filosofía. Si dicha historia no es crítica, él no es filósofo; sólo es es acumulativo, sr bien de manera diferente. La inmersión en la cultura en la
historiador, intérprete o hermeneuta. Y si no ve en ella una historia en el que fue creada una obra de arte dada es casi siempre condición de su
sentido denso y pleno del término, sucumbirá a la ilusión fatal de volver a "comprensión" (si ésta no debe permanecer exterior). Pero no se sigue de esto
124 El mundo fragmentado
Cornelius Castoriadis 125

que uno no pueda entusiasmarse con Wagner (por ejemplo) a menos de haber y la democracia han nacido en la misma época y en el mismo sitio. Su
recorrido todas las etapas que van del canto gregoriano a Beethoven,_ e~c. solidaridad resulta de que ambas expresan el rechazo a la heteronomía ~
El caso de la filosofía todavía es otro distinto. En tanto actividad rechazo a las pretensiones con validez de reglas y a las representaciones que
autorreflexiva del pensamiento, la filosofía implica que i~ealme~te tot!'1 se encuentran allí sin más, la negativa a toda autoridad ext('..ma (aun y
forma de pensamiento le es pertinente; por lo ta~to, son tamb1~n obligatoria­ especialmente, "divina") y de toda fuente extra­social de laverdad y de la
mente pertinentes para un filósofo los pensamientos. de_l?s filó~~fos que lo justicia; en suma, el cuestionamien:o. a las institucio.nes exist~nte~ ~ la
precedieron. Pero autorreflexividad ciertamente s1g_mf1ca cntI~e _un afirmación de la capacidad de la colectividad y el pensamiento para msntuirse
filósofo que critica a filósofos del pasado podemos decir que hace au~rfüca a sí mismos de manera explfcita'y reflexiva. 7 Para decirlo de otra manera, la
(con razón o sin ella es otra cuestión). No puedo despertarme una ma~a~a con lucha por la democracia es Iuchabor un verdadero autogobierne. El prop?sito
una idea que contradiga todo lo que pensaba hasta ~ntonces, ~ precipitarme del autogobierno no acepta ningún límite externo, el verdadero autogobierno
a desarrollarla olvidando todo lo que pude haber dicho antenormen_te. Los implica una auto­institución explícita que, evidentemente, presupone el
pájaros cantan con inocencia_ n~evamente cada r:iañana­pero son pájaros, ~ cuestionarniento de la institución existente y esto último ­en principio­, en
cantan el mismo canto­, Asimismo, no puedo ignorar el hecho de que mi todo momento. El proyecto de autonomía colectiva significa que la colecti­
pensamiento, por original que pueda creerlo, no es. má~ qu~ una pe~ueña vidad, que no puede existir sino como instituida, reconoce su carácter
ondulación, una ola a lo sumo, del inmenso río social­histórico surgido en instituyente y lo recupera explícitamente, y se cuestiona a sí misma y a sus
Jonia hace veinticinco siglos. Me encuentro ubicado bajo este doble manda­ propias actividades. En otras palabras, la democracia es el régimen de la
to: pensar libremente, y pensar bajo la restricción de la historia. Esta autorreflexividad (política). ¿Qué leyes debemos tener, y por qué razones?
antinomia aparente y real no forma un doble vínculo; es resorte y fue~te de Esto vale también para la filosofía. La filosofía no gira en torno de la pregunta
vigor para el pensamiento filos?fico: Es re_sorte y f~ente de un d_1álogo sobre qué es el Ser, o cuál es el sentido del Ser, o por qué hay algo y no nada,
monológico o de un monólogo dialógico de mmensa nqueza potencial. etc. Todas estas preguntas son secundarias, en el sentido en que todas ellas
Por último, esto también significa que debo tener­o formar gradu~lmen­ están condicionadas por la emergencia de una pregunta más radical (y
te- una concepción de qué es la filosofía, la actividad autorre~e.x1va del
radicalmente imposible en una sociedad heterónoma): ¿qué debo pensar (del
pensamiento. Ahora bien; sabemos que la filosofí~ ha vuelto a defm~rs.e cada ser, de la phusis, de la polis, de la justicia, etc. ­y de mi propio pensamien­
vez, explícita o implícitamente, por cada ~lóso!o importante­y definirse en
íntima relación con el contenido de su ñlosoffa, Dicho de otra manera, es ~~ . . .
Este cuestionamiento continúa y debe continuar incesantemente por una
imposible definir qué es la filosofía sin ~ierta compren.sión ~e lo dicho por sencilla razón. Todo ser para sí existe y sólo puede existir dentro de. una
los filósofos ­esto es casi una tautología­ pero también, sm adoptar una clausura. Esto vale también para la sociedad y el individuo. La democracia
actitud crítica al respecto (la que por cierto puede simplemente desembocar es el proyecto de romper la clausura a nivel colectivo. La filosofía, q~e crea
en una re­confirmación de lo dicho). Así, la concepción que me formo de la la subjetividad reflexionante, es el proyecto de romper la clausura a mvel del
filosofía está fuertemente ligada a la concepción que me formo de la historia pensamiento. Pero evidentemente toda ruptura de la clausura, a menos de
de la filosofía, y viceversa. Pero también es imposible pensar qué es la quedar en una abertura que nada rompe en absoluto, debe plantear algo,
filosofía sin cierta concepción de la historia, puesto que la ~losofía es alcanzar algunos resultados y, partiendo de esto mismo, arriesgarse a crear
también un dato social­histórico (Cualesquiera sean las pretensiones desde una nueva clausura. La continuación y renuevo de la actividad reflexiva­no
el punto de vista "trascendental", no seguiría ~iscutie?d~ con alguie_n q~e por el placer de renovar sino porque esto mismo es la actividad reflexiva­
sostuviera que Aristóteles podría haber sido chmo,. o siquiera _Hegel? 1tall~­ provoca en consecuencia el cuestionamiento de los resultados pre~edentes
no ). Y, para cerrar el círculo, esto muestra que la filosofía es imposible sm (no necesariamente su descarte), así como tampoco el carácter revi~able de
una filosofía de lo social­histórico. · las leyes en una democracia no significa que todas deban ser modificadas
Respecto de todo lo anterior, aquí solo puedo resumir d~gmáticamente cada mañana). .
mis propias posiciones. Creo que es imposible compren~er_qué es realmente De este modo, nacimiento de la filosofía y nacimiento de la democracia
la filosofía sin tomar en cuenta su lugar central en el nacimíento y desarrollo no coinciden, ca­significan. Ambas son expresiones y encamaciones centra­
del proyecto social­histórico de autonomía (social e individual). La filosofía les del proyecto de autonomía. Y debe encararse aquí otro aspecto de la
126 El mundo fragmentado Cornelius Castoriadis 127

deformación que sufrió y sigue sufriendo Grecia a manos de los occidentales principal. El filósofo deja de ser un ciudadano. Sale de la polis, o se alza por
nunca del todo descristianizados. La creación política griega ­la polis y la sobre e~la, y .dice a los ciudadanos qué tienen que hacer, lo que él deduce q~""'
democracia­se ha visto siempre como un "resultado" estátiejb, y Jos "méritos su propia epistéme. Busca, y cree encontrar, una ontología unitaria­es decir,
"y "equivocaciones" de la democracia ateniense han sido discutidos como una ontología teológica­. En el centro de esta ontología, como de todo lo
si este régimen estuviera destinado a ser modelo o antimodelo para todo demás, ubica la metaidea de lo determinado (peras, Bestimmheiú. De esta
tiempo y lugar," en vez de verse que lo que por sobre todo el resto es ontología trata de derivar el régimen político ideal. Y más tarde (con los
verdaderamente democrático en Atenas, y posee para nosotros la mayor estoicos y, mucho más, con el cristianismo) santifica la realidad, es decir,
importancia, no es una u otra institución particular establecida en tal comienza a racionalizar lo existtrtífeen todos los ámbitos.
momento (aunque, entre esas instituciones, muchas contienen lecciones para·. Nos es posible demorarnos apenas en el largo período intermedio. Tiene
nosotros) sino el proceso continuo de autoinstitución democrática que se lugar un nuevo nacimiento en Euroopa occidental, durante los siglos XII y
prolonga durante casi tres siglos: allí está la creatividad, allí está la reflexividad, XIII, con la emergencia de la prótoburguesía y la constitución de las ·
allí está la democracia, allí está la lección. Asimismo, lo importante en lo colectividades políticas ­las nuevas o renovadas ciudades­ que quieren
concerniente a la filosofía griega ­por encima de todos los "resultados" por acceder al autogobierne, A partir de ese momento, la filosofía, si bien situada
ella alcanzados de los que sabemos el peso que conservan­ es el proceso bajo pesadas restricciones teológicas, vuelve a convertirse en parte funda­
continuo de su autoinstitución. La aparición de Tales de inmediato condicio­ mental del movimiento emancipador de Occidente, sin liberarse, empero,
na la aparición de otro filósofo, y así sucesivamente: comienza a desplegarse nunca por completo en su corriente central de la torsión platónica.
un movimiento autorreflexivo del pensamiento en una dimensión verdade­ A partir del siglo XVI, la lucha se vuelve manifiesta al interior de la
ramente histórica, encamándose en discusiones y críticas continuas, abiertas filosofía misma. De este modo, la galaxia en despliegue de la filosofía
y públicas, sin tratarse aquí de una vana afirmación de "individualidades", europea, desde Occam y Duns Escoto hasta Husserl y Heidegger, presenta
puesto que estos pensadores conocen y reconocen sus posiciones respecto de constantemente caracteres antinómicos. La filosofía participa en ocasiones
los demás e intercambian argumentos (los cuales debemos tener en cuenta de los combates por la emancipación; las más de las veces, permanece
hoy la mayor parte del tiempo). Realizan así no una "progresión dialéctica" indiferente a ellos, y los mira en ciertos casos con hostilidad y desprecio. La
sino un autodespliegue histórico auténtico del pensamiento. No hay aquí dos actitud predominante sigue siendo, bajo formas diversas, la que conduce a
o tres "escuelas" congeladas para siempre que comentan interminablemente construir sistemas, sacralizar la realidad y mirar la colectividad desde arriba.
la enseñanza de Confucio o de Lao Tsé, sino varias decenas de pensadores Esto a veces desemboca en los más extraños resultados, como el de los
verdaderamente independientes. Con excepción de los pitagóricos, las pensadores "críticos" Marx y Nietzsche, quienes, sin duda, comparten la
"escuelas" comienzan a existir solamente cuando comienza la decadencia: mentalidad de la sancta rea/itas (leyes de la historia, "inocencia del devenir",
con Platón y quienes le siguen. Con la caída de la democracia, y los estoicos, etc.). Durante todo este período, la principal contribución de la filosofía al
la filosofía se rigidíza en "escuelas" y se dedica más y más al comentario y movimiento emancipador no se halla tanto en los "contenidos" de las
la interpretación. filosofías sino en el sostenimiento de un debate abierto y del espíritu crítico.
Este último período comienza en el momento en que termina el período Así, a pesar de negarla en principio, la mayor parte del tiempo, reinstaura de
de creación política democrática. Los años 404­la derrota de los atenienses facto el agora filosófica.
en la guerra del Peloponeso­ y 399 ­la condena a muerte de Sócrates­ son Exceptuando la idea de determinidad, los rasgos que he subrayado más
en lo simbólico fechas de igual importancia. Sócrates es el último arriba como característicos de la torsión platónica (y estoico­cristiana) son
filósofo­ciudadano ­y el demos de los atenienses dejó de ser el demos de los manifiestos en Heidegger y subyacen en su proclamación del "fin de la
siglos VI y V­. Puede parecer paradójico que el período de decadencia que filosofía". El principio sancta realitas es en él decisivo. La dominación
comienza en ese entonces haya producido dos de los mayores filósofos que planetaria de la tecnociencía se plantea como insuperable no por obra de una
hayan existido, Platón y Aristóteles­si bien Platón el matricida se crió y se reflexión sobre las posibilidades y fuerzas social­históricas (reflexión que,
formó bajo la democracia. justificadamente, no podría arribar a un resultado categórico ni resolver la
Con Platón comienza la torsión (y distorsión) platónica que desde cuestión), sino a partir de proclamaciones totalmente arbitrarias y estricta­
entonces ha dominado la historia de la filosofía o por lo menos su corriente mente "metafísicas" (en el sentido depreciativo del término) relativas al
128 El mundo fragmentado Comelius Castoriadis 129

"destino del Ser". Esto resulta afín y se combina con la visión menos crítica amenazadora (no se esperó a Heidegger para ver y decir esto), no puede ser
posible -en realidad, falta de información­ respecto de la técnica y la ciencia hoy considerada pornadie como definitiva e irreversiblemente victoriosa. No
contemporáneas". vivimos todavía en la Roma o Constantinopla del siglo V.10 ''""""'
·· El fundamento "teórico" de la proclamación del fin de la filosofía .No existe de hecho la posibilidad real de que la filosofía sea absorbida por
-brevemente hablando, que la filosofía es "metafísica" y que la metafísica ha la tecnociencia. Lo que sí es posible, y que se desarrolla en efecto a nuestra
sido absorbida restlos, sin residuo, por la ciencia contemporánea­solamente vista, es que las verdaderas preguntas filosóficas sean enterradas a una
adquiere sentido a partir de la tesis de Heidegger de que puede haber un profundidad cada vez mayor, bajo una espesa capa de calmo y blanduzco
"pensamiento del Ser" o un "pensamiento del ser del Ser" separado de toda dogmatismo de metafísica positivista. Esto se hace, por lo demás, en secreta
reflexión relativa al ente o al ser del ente. La tesis es estéril y carente de complicidad con un "anarquismo/escepticismo" a la Feyerabend: el "todo
sentido a la vez. . vale" expresa una posición profundamente positivista. Todo vale; en verdad,
Su esterilidad resulta manifiesta: en Heidegger, no condujo más que a nada vale, pero algunas cosas valen de manera provisoria; la cuestión de la
palabras roncas y pseudoproféticas (como das Gevier, etc.); en ningún sitio verdad es una cuestión metaffsiea.etc, Al mismo tiempo, en otros edificios
puede verse, siquiera de manera aproximada, en qué consiste el "pensamiento de la Universidad, los historiadores de la filosofía siguen masticando los
del Ser". No es sorprendente que los epígonos de Heidegger se hayan· frutos secos de su especialidad y, en el fabuloso libre mercado de las ideas,
mostrado incapaces de producir alguna cosa en esta dirección, y que hayan algunas sectas punk­filosóficas ofrecen ideoclips para el consumo de los
tenido que confinarse dentro de la interminable "interpretación" y diferentes medios de comunicación.
"deconstrucción" de los filósofos del pasado. Debo dejar de lado aquí la cuestión de saber si, en la situación social­
Pero su tesis también tendría sentido al basarse en la presuposición hístórica presente, una persona aislada que reconoce lo que considero como
errónea de que el objeto de la filosofía es el que provee, por ejemplo, la las tareas auténticas de la filosofía y trabaja en ellas podría hacer más que una
pregunta del Ser, o de por qué hay algo en vez de nada, etc. La verdad, como obra personal. Cuál puede ser la resonancia de una obra tal, en qué medida
lo he dicho más arriba, es que el objeto de la filosofía es la pregunta: qué debo, podría estimular una renovación de la actividad filosófica, son evidentemen­
que debemos pensar ­del Ser, del conocimiento del Ser, del "YÜ", de te preguntas a las que no puede responderse de antemano. Como en otros
"Nosotros", de nuestra constitución política, de la justicia, etc. Un resultado campos, la única máxima válida también en este caso es haz lo que debas,
manifiesto de Ja restricción heideggeriana es que toda reflexión política y pase lo que pase.
ética, por ejemplo, deviene imposible, a la vez por razones de "sustancia" Por mi parte, quisiera, con ayuda de un ejemplo, hacer resaltar por qué
(puesto que "no tenemos nada que hacer, simplemente esperar": Gelassenheit), considero imposible ­de jure­ la "desaparición de la filosofía en el mundo
siendo esto, evidentemente, consecuencia inmediata de la concepción de la de la ciencia tecnificada".
historia como "don y destinación del ser", y por razones de "método", puesto Cuando la filosofía herededa, virtualmente en su conjunto, habla del
que, por ejemplo, la polis y todo el resto no pueden pertenecer sino a lo mundo o del ser físico (y psíquico), tiene en vista ya sea la Lebenswelt, el
"óntico", y no constituyen, en consecuencia, un digno objeto del pensamien­ "mundo de la vida" (la mayoría los antiguos filósofos, Kant en parte y,
to del Ser. evidentemente el Husserl de la vejez y Heidegger), o bien el mundo "clásico"
¿Vale la pena subrayar la admirable concordancia de todo esto con die de la física matemática (a partir de Descartes). En los dos casos, estas
geistige und politische Situation der Zeit, la situación espiritual y política de imágenes han jugado un papel decisivo, tanto como paradigmas del ente (on,
los tiempos? Esto por cierto no exime de tener que discutir su sustancia. Mas Seiendes) como de punto de partida para un método. Pero la Lebenswelt (es
tampoco puede olvidarse que estas proclamaciones aparecen en una época en decir, el retomo de Husserl durante su vejez al punto de partida de Aristóteles)
donde las preguntas: ¿qué debemos pensar? ¿qué debemos hacer? adquieren provee en verdad una superficie inicial común e indispensable, pero es una
una inmediatez y urgencia trágicas. En este sentido, ]a filosofía heideggeriana superficie resbaladiza, llena de hoyos y arenas movedizas. Y el edificio
y sus vástagos no son más que una de las expresiones (y uno de los factores ffsíco­matemático "clásico" yace en ruinas.
menores) de la tendencia general hacia la descomposición de la sociedad y La cosa, el tiempo, el espacio, la materia se han vuelto más enigmáticos
la cultura occidentales ­es decir, hacia el desvanecimiento del proyecto de aun de lo que hayan sido alguna vez. La física moderna, por regla general sin
autonomía. Pero esta tendencia, incuestionablemente real y cada vez más saberlo, se encuentra incómodamente sentada sobre sus cuatro pares de
J
130 El mundo fragmentado 1 Cornelius Castoriadis 131
·I
antinomias kantianas al mismo tiempo, a las que agrega una multitud de otras í ontológica" o la supremacía de la pregunta concerniente al "sentido del Ser".
nuevas. Su maravilloso "instrumento", la matemática, exhibe más y más su La pregunta sobre el "sentido del Ser", en el giro resueltamente no­ y anti­
aterradora eficacia que ninguna razón aparente justifica (las razones kantianas aristotélico que Heidegger quiere imprimirle, carece de sentido, salvo cmño
no son de ningún auxilio ante una multiplicidad casi riemaniana de cuatro o, pregunta antropomórfica, antropológica y/o teológica.¿ Quien nos dijo, pues,
quizá, diez dimensiones). La progresión de la matemática continúa a un ritmo que hay un sentido del Ser? Y la "diferencia ontoíógíca'<es finalmente un
alucinante, pero revela al mismo tiempo el abismo situado en su fundamento. pesado subterfugio (o chatura) sin un contenido sustancial. Ser~s inseparable
Los teoremas de la indecidibilídad (Godel, Turing, Church) se combinan con de los modos de ser, inseparables de los entes a su vez. En la Jerga del clan:
hipótesis paradojales (axioma de la elección) para llevar hacia una situación la presencia, como tal, ciertamente es diferente de lo que es presente cada vez
(Gódel y Paul Cohen sobre la hipótesis de lo continuo) en donde deviene ­pero la presencia misma cada vez es diferente, se encuentra en un modo de
posible un número indefinido de teorías de conjuntos "no euclidianas" ("no relación diferente con lo que se presenta. La presencia de un amante no es la
cantorianas"). presencia de un cocodrilo (en todo caso, no necesariamente). El fe~omenalismo
La matemática aparece cada vez más como una creación libre de la de los fenómenos por supuesto no es un dato fenoménico. Pero el
imaginación humana que trabaja bajo ciertas restricciones (consistencia, fenomenalismo del pensamiesse, .por ejemplo, no es el fenomenalismo de
economía). Pero también aparece a) extrañamente ligada al mundo físico; una estrella. Hablar solamente de fenomenalismo (o de presencia, o de
todas las teorías ñsicas están matematizadas, aunque, a veces, de manera muy presencia/ausencia, etc.) necesariamente deviene palabra hueca (logicon kai
extraña (como en el caso de la teoría cuántica) y las consideraciones kenon, diría Aristóteles), lo que sencillamente significa: algo es dado ­es
puramente matemáticas juegan un papel heurístico enorme en la ffsica gibt, estin einai­, algo debe ser dado.
contemporánea y b) en choque con restricciones, necesidades y parentescos Algo es dado ­algo debe ser dado, pero ¿a quién? y ¿cómo? ¿Nos es
intrínsecos que no son de factura humana. Parece que estamos creando un "dada" lama temática o bien creamos nosotros lama temática? ¿En qué región
mundo ideal de estratos múltiples, el cual, de la manera más extraña y menos son "dados" los espacios hilbertianos de dimensión infinita?¿ y quién piensa
examinable, se encuentra a la vez con un mundo físico de estratos múltiples el Ser? Es el Dasein, ese espurio y heterogéneo constructo (espurio y
y con un mundo "ideal" en si: heterogéneo como casi siempre lo es el "sujeto" filosófico) que ignor~ sus
Todo el mundo conoce, o debería conocer, la caótica situación teórica de elementos constitutivos, yuxtaposición artificial de componentes psíquicos,
la física fundamental; una situación más sorprendente aún por no obstaculi­ social­históricos y reflexivos salpicado con un polvo que despide fuertemen­
zar en absoluto la precisión y eficacia de la física en los campos de la te los olores de la situación social­histórica ligada a su fabricación­y
experimentación, la observación y la aplicación, ni su capacidad predictiva. elecciones de valor como idiosincrasias de su fabricante? < ii · .·
Las dos teorías principales ­relatividad general y quanta­ son ambas Si filosofamos (o incluso si "pensamos el sentido del Ser"), deb~tr1()s
continuamente corroboradas por la observación y la experimentación, mien­ preguntarnos: ¿quién es ese "nosotros"? y ¿qué es él? ¿Quién y qué soyy()­.> <
tras que cada una de ellas siempre contiene profundos problemas sin resolver cuando dejo de ser simplemente un Dasein y comienzo a pensarla preg!l~ta.:
y se contradicen una a otra. El edificio clásico de las categorías ­de ningún quién y qu~ soy qu~D~sein? La era m~s recie~te asiste a l~,amplia protr1.°'c1~ff . •·
modo se trata solamente de la causalidad­ es una máquina rota que sigue de un potaJe ecléctico, incongruente e irreflexivo llamado muerte d~lsujet() /
fabricando productos maravillosos. Y podría seguir yo con esto durante (y del hombre, del sentido, de la historia, etc.), bajo la invocació~d~.tvf~p.c, / .\
páginas. Nietzsche y Freud, y también, extrañamente, de Heidegger.. coffi() ~~ffi:nt~ii .: >
Sería inepto considerar todo esto como tocante a cuestiones simplemente filosófico. Pero era y sigue siendo imposible discernir en ~~til. eq:ip{~~~ l~ >
"epistemológicas" o "metafísicas" incluso (en sentido heideggeriano). Esta­ menor consciencia de las verdaderas cuestiones que; •. a ~1vel f~lqs<}fif()~/
mos en el corazón de la pregunta ontológica. ¿Cuál es el ser de este ente suscitan el psicoanálisis o lo que puede ser válido del pe?salliiertgp~ . .t\lf~l°'f (i.
(humano) que puede crear libremente formas que revelan tener relación con, o de Nietzsche. No vale siquiera la pena recordar la ~v1d~l}te,~1f~~fH~Bl~i> .
e incluso encontrar algo dado desde lo exterior? Pero también: ¿qué debemos objeción que un bachiller inteligente habría opue~to aesm r~t9p~:.~1~g~g1g·i ii
pensar del ser como tal, si el ser también pertenece a un ente capaz de creación que dicen ustedes está determinado por vu~stro 1ncon.sc~ert~.(9 P'?f~~~~ffi: i >ii
libre, la que a la vez encuentra y fracasa en su tentativa de encontrar lo que posición social, o cualquier otra interpretación), tarnb~~pl()t~~.~~til.l.Il~~~~ /
es? Sería risible creer que es tas preguntas se ven eliminadas por la "diferencia concepción que defienden (todo esto ya se sabía enA.ten~~P·ªfi.~~l~~~~;~~)f ',
132 El mundo fragmentado Cornelius Castoriadis 133

Pero el problema sustantivo es: dado que es verdad que en el núcleo del nes, que pretendernoswalidez para lo que decimos independientemente del
"sujeto" (cualquiera sea el sentido de este término) una psiquis inconsciente lugar, el momento, los motivos y las condiciones. Por consiguiente, debemos
motiva la mayor parte del tiempo sus actos y, por ende, también sus juicios; reconocer la validez del punto de vista efectivo y del punto de vista reflexivO'
dado que es verdad que nadie nunca puede saltar por encima de su época o a la vez. Y debemos hacer frente al hecho de que es solamente en y por lo
arrancarse de la sociedad a la que pertenece; dado que es verdad que todo social­histórico (y apuntalándose sobre ciertas capacidades dela psyché) que
enunciado contiene un elemento inelíminable de interpretación, correspon­ lo reflexivo (una de cuyas dimensiones es lo "trascendental") deviene
diente a la posición, al punto de vista, a los intereses del intérprete­dado que efectivo. Si no podemos pensar en la posibilidad y la efectividad de un
todo esto es verdadero, ¿cómo somos capaces de una actividad compromiso entre el jus y el factum, sencillamente ya no podemos pensar.
autorreflexionante, incluida la que nos conduce a los enunciados arriba Pero también sabemos que el pensamiento reflexivo, así como la
citados, y a todos los demás? democracia, tampoco están presentes desde siempre. Esta ha emergido, ha
Ante esta situación­que, repito, básicamente no es nueva­yexcluyendo sido creada por intermedio de la actividad humana en cierta época y lugar
un escepticismo radical que se condena a sí mismo al silencio, solo parecen (tras lo cual es claro que deviene virtualmente accesible a todos los humanos).
posibles dos posiciones. · Debemos, por lo tanto, reconocer en ella una creación humana; así, también
O bien aceptamos la idea de que tal o cual individuo o filósofo ­por de esta forma esto nos lleva a reconocer sin más el hecho, a todas luces
ejemplo, Heidegger o stultiores minoresque aiii­. ha sido dotado, sin razón evidente, de que la historia humana es creación ­creación de significaciones
alguna, de la capacidad de enunciar la verdad (o la meta­ o post­verdad) y, y de instituciones que las encaman, del individuo social a partir del material
en todo caso, de proceder a proclamaciones que valen para todos pero sobre: de la psyché, y de la subjetividad reflexionante. Ubicándonos entonces en el
las que no es posible ninguna investigación ulterior. Volvemos simplemente punto de vista de la tradición a la que la filosofía y la democracia pertenecen,
entonces a la consagración como profeta de tal filósofo en particular, es decir, podernos ver que casi todas las sociedades se han instituido como heterónomas
volvemos a la posición religiosa. en y por la clausura de sus instituciones y significaciones. Asimismo,
O bien nos limitamos a la tradición greco­occidental y no reconocemos podemos ver que filosofía y democracia son manifestaciones gemelas de una
a ningún profeta ­sea Dios o el Ser que habla por boca de ellos­. Permane­ ruptura social­histórica que ha creado el proyecto de autonomía (social e
cernos entonces bajo la obligación del logon didonai, de dar cuenta y razón individual). El sentido de este proyecto es el rechazo a la clausura y la
de todo lo que decimos y hacemos en público. Logon didonai no significa, instauración de una nueva relación entre lo instituyente y lo instituido a nivel
por cierto, demostración matemática o corroboración experimental ­tampo­ colectivo, entre la imaginación radical y el individuo socializado a nivel del
co la investigación y exhibición de una "fundacíón"-. Por el contrario, ser humano singular, entre la incesante actividad reflexiva del pensamiento
efectivamente implica que aceptamos la crítica y la discusión; y no es posible y sus resultados y alcances en cada momenro dado.
la discusión sin el requisito de consistencia mínima (que no es una consis­ Se trata aquí de creaciones. No hay ningún medio de mostrar que la
tencia conjuntista­identítaria). condensación de las galaxias, el Big Bang o las propiedades combinatorias
­ También tenemos entonces realmente que hacer frente a este desafío: del carbono fueran condiciones necesarias y suficientes para la emergencia
¿cómo puede un ser psíquico, que al mismo tiempo es social­histórico, de la democracia y la filosofía. Por un lado, esto vuelve a conducimos a la
devenir una subjetividad reflexionante? A esta pregunta, la posición kantiana pregunta ontológica: existe por lo menos un tipo de ser capaz de alterar su
no ofrece respuesta. No podemos conformamos con el punto de vista modo de ser ­y esto es un modo de ser; luego, pertenece a lo que pensamos
"trascendental" o, en otras palabras, con la simple distinción entre la quaestio del Ser-, Por otro lado, esta creación contiene la creación de un espacio
juris y la quoestio facti, pues el "sujeto" que nos interesa, que tiene una social­histórico y de un tipo de individuo (la subjetividad reflexionante) en
importancia decisiva para todo lo que pensamos y hacemos, no es un sujeto donde y para quien la cuestión de la verdad puede surgir y elucidarse de
"trascendental" sino un sujeto efectivo.P Nos encontramos enfrentados a dos manera no vacía. Esto significa que lo reflexivo pertenece a lo efectivo ­ y
consideraciones a primera vista antinómicas: sabemos, y no podemos argüir que lo efectivo puede contener lo reflexivo. Nada tiene que ver esto con un
que no sabemos, que para todo lo que pensamos y hacemos existen condicio­ Geschick des Seins, una destinación/don del Ser. La creación del proyecto de
nes (¡no "causas"!) social­históricas; pero tampoco podemos simular ignorar autonomía, la actividad reflexiva del pensamiento y la lucha por la creación
que tratamos de pensar, discutir y juzgar sin tomar en cuenta estas condicio­ de instituciones autorreflexivas, es decir, democráticas, son resultados y
El mundo fragmentado

manifestaciones del hacer humano. Es la actividad humana la que ha


engendrado la exigencia de una verdad que parte el muro de las representa­
ciones de la tribu instituidas una y otra vez. Es la actividad humana la que ha
creado la exigencia de libertad, de igualdad, de justicia, en su lucha contra las ''
instituciones establecidas. Y es nuestro reconocimiento, libre e histórico, de
la v~lidez de este proyecto y de la efectividad de su realización, hasta aquí
parcial, el que nos enlaza con estas exigencias ­de verdad, libertad, igualdad,
justicia­y nos motiva para la continuación de esta lucha.
Trabajar bajo estas exigencias es, pues, una tarea a la vez política y
filosófica, en todos los sentidos de estos términos. Desde el punto de vista
más específicamente filosófico, la clausura que encontramos ante nosotros es
la clausura conjuntista­identitaria que, desde los estoicos, ha dominado la
Tiempo y creación
filosofía cada vez más. Desde este punto de vista, la idea de un "fin de la
filosofía" no expresa sino la impotencia ante la clausuraconjuntista­identitaria
y el vano intento de escapar a ella refugiándose en pseudo­poemas y pseudo­
poesías disfrazados de pensamiento.
Cuando pensamos el tiempo ­como cuando de hecho pensamos cual­
La noche solo ha caído para los que se han dejado caer en la noche. Para ~
los que están vivos, quier cosa­, nos resulta imposible evitar una división insuperable: .
helios neos eph 'hémerei estin ­Tiempo para nosotros ­O para un sujeto o ser para sí, con diversas
el sol es nuevo cada día (Heráclito, Diels 22, B 6). características evidentes y enigmáticas a la vez (aunque más no fuera su
pulverización entre todos los sujetos efectivos y posibles);
­Tiempo en el mundo o del mundo, como rec~ptáculo y dime~~ión de
todo lo que pudiera aparec~r, y como,grg(;!l ...Y.!!!~9~~ de e~titªP~l"].c;i_?1l: .
Prankfort; noviembre de 1986 Llamérnoslos Y !l~!P:P~ ... ?.!?1('.J!Y9·
provisoríamente (ÍY.JP.­PQ,:­gt!?J~lly_Q;
Paris,octubre de 1988 Surge entonces de inmediato {(l c@~ifélK~dé(_tí.~fuPQSQ~_tqJi de ~n .tercer
término que posibilita hablar del tiempo subjetivo y del tiempo Objetivo en
/ tanto tiempo. ;1 tiel!lp<)~Ol!l().~~l. ~p~~:c~~~­~~~§Qkref­@@do~_!.<?_!~s
· diversos tiempos sübjetiy§s ­el mío, el de üstédes, el tiempo d~ los aztecas
yeftiempo"cfoTosocCiCfe~tales, el tie~po de las ?allenas y ~l nempo de las
abejas­, es decir, las variedades de tiempos privados º. tiempos para un
sujeto, sin~ !'.t.JP:l?J§1,1_fügQs,J()S, ti~Il1P()S,Pªrtic;ul!'lf.e§ c;u¡¡lql.ll~ffi.SJ~a ~µ J1M.ura­
1eza, incluido el tiemp() . ()~j~~iyo y sus fragll1~11t<l~!<?~(!S, J~Q_s,1~les (t~l
fragmentaCión existe para fa relatividad general), y pos1.b1htanto~ por medio
de innúmeras articulaciones y encastres cruzados, su ajuste reciproco o, al
menos su acomodación y "correspondencia".
D~ este modo, hablamos, podemos hablar y tenemos la obligación de
hablar de tiempo en general, pero siempre teneniendo en cu~nta de qu~ hay
varias especies de tiempos ­o varios sentidos para este término, del mismo
modo que Aristóteles decía del ser que es un pollach.os lego'!'enon, un
término utilizado de varias maneras diferentes­. La mención a Aristóteles en
este punto no es accidental: me propongo so&t~ne.rque el.tíempo .esinsepa­
rable del ~~!:_No es que se nos ocurra otorgar sentidos diferentes a un mismo .
168 El mundo fragmentado Comelius Castoriadis 169

p.54­62. absoluta del mundo". Fórmula absolutamente absurda de la que no he podido


2 Francoís Furet, Penser la Révolution francaise, París, Gallimard, 1978. encontrar huella en los escritos de Heisenberg. Hay cuanto mucho una frase (banal,
3 Cornelius Castoriadis, La institución imaginaria de la sociedad, op. cit. para quien está al tanto de la labor de la física moderna) en sus GiffordLectures'fr¬ ''
4 Cf. también F. Furet, op.cit., pp.36­41. 1955­1956 (Physics andPhilosophy,Penguin, Londres, 1989, p.155) que expresa
5 Le Débat, nQ 57, nov.­dic. de 1989. la "esperanza" de que un día se llegue a una "comprensión total" de la "unidad de
6 Op.cit., pp.113­172. la materia"; evidentemente se trata de las teorías llamadas "de unificación", que
7 L.Trotski, Historia de la revolución rusa, vol. I efectivamente han avanzado mucho desde entonces ­y en modo alguno de la
"fórmula absoluta del mundo"­. Heisenberg expresa de manera totalmente explí­
¿El fin de la filosofía? cita sus dudas sobre la posibilidad de reducir los fenómenos de lo viviente a meras
leyes físicoquímicas (ibid., p. 143, 187). Es altamente improbable que Heisenberg
Las ideas de este texto han sido expuestas primeramente en ocasión de una haya podido pronunciar alguna vez un absurdo tan absoluto como el de "la fórmula
conferencia en la Universidad Goethe de Frankfort, en noviembre de 1986. La absoluta del mundo" (era uno de los últimos grandes físicos que poseían un
versión aquí publicada es la de una conferencia dictada en el Skídmore College conocimiento y sentido de la filosofía). Pero, aun si en alguna ocasión lo hubiera
(octubre de 1988) y publicada enSalmagundi nº 82­83 (primavera­verano de 1989). hecho, un filósofo tendría que haber sonreído tristemente ante esto, a la vez por
razones de principio y porque debería saber que desde Newton, pasando por Lord
1 Por mi parte, he tratado la cuestión en "Le mouvement révolutíonnaíre sous le Kelvin y George Gamow, hasta los promotores contemporáneos de la TOE (theory
capital is me moderne", S ouB., números 31, 32 y 33 (1960­1961 ), reproducido ahora of everything,teoría de todo), los físicos han proclamado periódicamente la llegada
en Capitalisme moderne et Révolution, París, 10/18, 1979, vo1.2 y en varios otros de una teoría que pondría fin a todas las teorías; por supuesto, una y otra vez los.
textos, entre ellos, "La críse de la société moderne" (1965, ibid.), y "Transformation periodistas han propagado rápidamente la Buena Nueva. En realidad Heidegger
social e et création culturelle" (1978, retomado en Le Contenu du socialisme, París, cree ingenuamente en la ciencia y la técnica modernas del mismo modo que lo hace
10/18, 1979). un empleado de banco aficionado a revistas de vulgarización científica. Nunca vio
2 Cf. los textos citados en la nota anterior. las profundas antinomias y aporías internas de las que está colmada la ciencia
3 Cf., por ejemplo, y entre muchas otras formulaciones, "No debemos hacer nada, contemporánea.
solo esperar" ("Pour servir de commentaire a Sérénité", Questlons /JI, París, 10 A veces se oye decir a personas simpáticas, honestas y sinceras: pero usted no
Gallimard, 1966, p.188). La entrevista póstuma de Der Spiegel es igualmente puede negar que Heidegger es el crítico de la técnica moderna. Evidentemente, no
enfática en este punto. se tgtta de un provincianismo y una ignorancia "epocales". La crítica a la técnica
4 Así,El pensamiento débil, Gianni Vatimo y Pier Aldo Rovati Cátedra, Barcelona, moderna comienza por lo menos con Rousseau y los románticos, sigue presente
1989 y Gianni Vatimo, El fin de la modernidad Gedisa, Barcelona, 1987. durante todo el siglo XIX (por ejemplo, William Morris, Ruskin, etc.) y se convierte
5 ­Excepción hecha de Chilón el Lacedemonio, uno de los Siete Sabios­, La en lugar común en Alemania entre uno y otro siglo con Max Weber, Tonnies, Alfred
monstruosa (y, en el punto decisivo, claramente política/reaccionaria) "interpreta­ Weber, Simmel, etc. El capítulo "La reificación y la consciencia del proletariado"
ción" por Heidegger del célebre stasimon de Antígona ("Numerosos son los en Historia y concienciade clase de G. Luckaks (1923), que desarrolla las ideas de
terribles, pero nada más terrible que el hombre ... ") al final de su Introducción a la Marx y Max Weber, contiene, tras oropeles claramente marxistas, la mayoría de lo
metafísica lo muestra profundamente ajeno al mundo y al espíritu griegos. que, en este punto, tiene algún contenido en Ser y tiempo (1927) y Einfuhrung in
6 Cf. las últimas páginas de La sentencia de Anaximandro, 1946, en donde die Metaphysik (1935). Debe mencionarse asimismo, dentro del mismo contexto,
Aristóteles, Platón, Heráclito, Parménides y Anaxímandro son presentados como la Escuela de Francfort. (Nadie parece haber destacado que gran parte de los escritos
pensando "lo mismo".(Incluido en Sendas perdidas, Ed. Losada. Bs.As. 1960) de M. Foucault no son sino una aplicación de las ideas de Lukaks y de la Escuela
7 Véase mi texto "La polis griega y la creación de la democracia" (1983), incluido de Francfort a algunos campos específicos.) En síntesis, la crítica a la técnica
en Los dominios del hombre, op. cit. moderna y el mundo por ella creado, la sociedad reifícada y la Entzauberung der
8 Lo peor: la mayor parte del tiempo, los filósofos políticos occidentales ­por Welt corría parios desagües de la Alemania de Weimar (y los otros países europeos;
ejemplo, Leo Strauss­ tienen la costumbre de hablar acerca de "pensamiento véase por ejemplo D. H. Lawrence), y era un caballito de batalla de losoponentes
político de los griegos" entendiendo por esto Platón (y en mucha menor medida, de "derecha" tanto como de "izquierda" a la sociedad capitalista. El "agregado" de
Aristóteles). Es como si se hablara del "pensamiento político de la Revolución Heidegger ha sido el hacer de la técnica el resultado de la "metafísica occidental",
francesa" citando a Bonald, de Maistre o Charles Maurras. en lugar de ver que a) el nacimiento del capitalismo y la emergencia, digamos, de
9 Heidegger escribe (en el "Prólogo" de "Temps et Etre" ­Questions !Y, París, Descartes/Leibniz son manitestacíones paralelas de un nuevo imaginario social­
Ga11imard, 1976, p.12) que Wemer Heísenberg estaña "en busca" de la "fórmula histórico (ni la metafísica de Plotino ni la de Tomás de Aquino "produjeron" la
170 El mundo fragmentado.

técnica moderna o el capitalismo); y b) simultánea, y antinómicamente, el proyecto


de autonomía (el movimiento emancipador o democrático) nunca dejó de manífes­ .
tarse durante ese período y de interferir­en una relación extremadamente compleja
de antagonismo y contaminación recíproca­ con el proyecto capitalista de expan­
sión ilimitada del pseudodominio pseudorracional. Pero, evidentemente, para
Heidegger el movimiento democrático no puede ser nada más que otra expresión
del moderno olvido del Ser.
11 Como se sabe, o debería saberse, Kant vacila en este punto. Constantemente
habla de "nosotros hombres" (wir Menschen) y de los "intereses de nuestra razón"
­y construye un sujeto trascendental del que nunca se sabe si representa el modo
en que funcionamos efectivamente o en que deberíamos funcionar. En síntesis, la
respuesta "trascendental" deja a oscuras la cuestión del estatuto ontológico del Indice
sujeto cognoscente. Véase al respecto "Alcance ontológico de la historia de la
ciencia" ,Los dominios del hombre, op. cit. y, en lo que concierne a la relación entre
la psiquis y el pensamiento reflexivo, el cap. VI de La institucion imaginaria de la
sociedad, la primera parte, "Psyché" de Las encrucijadas del laberinto y, en este
mismo lugar, "El estado del sujeto hoy"(Incluido en El psicoanálisis. Proyecto y Primera parte. Koinonia 9
elucidación). La época del conformismo generalizado 11
Reflexiones sobre el racismo 23
Tiempo y creación
¿Camino sin salida? 35
Las ideas de este texto han sido expuestas por primera vez en una
conferencia en ocasión del coloquio Temps et devenir en Cerisy­la­Salle Segunda parte. Polis 59
(junio de 1983). El texto reelaborado ha provisto la base de mi conferencia Los intelectuales y la historia 61
introductoria al coloquio The Construction of Time efectuada en Stanford, Poder, política, autonomía 69
en febrero de 1988. Lo he traducido al francés, con algunas modificaciones Psicoanálisis y política 91
secundarias. La revolución ante los teólogos 103

Tercera parte. Logos 117


¿El fin de la filosofía? · 119
Tiempo y creación 135

Notas 163

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