Dn 9:2-3 ) "En el año primero de su
”, como José con Potifar
reinado, yo Daniel miré atentamente
en los libros el número de los años
de que habló Jehová al profeta
Jeremías, que habrían de cumplirse
las desolaciones de Jerusalén en
setenta años. Y volví mi rostro a Dios
el Señor, buscándole en oración y
ruego, en ayuno, cilicio y ceniza".
Daniel fue casi toda su vida un cautivo,
una persona muy observada por todos
sus enemigos y un extranjero.
Para la gran mayoría de personas que
estaban como Daniel en Babilonia
cautivos, su mayor deseo era hacer
buenos negocios, un buen trabajo y el
bienestar familiar. ¿Es malo desear esto?
¡NO!
Observando, hoy en día, a miles de
personas que se ven obligadas a
emigrar, se nota algo,
1º No suelen comportarse como lo
hacían en su país.
2º Algunos que son cristianos dejan de
congregarse, la excusa es el trabajo.
( Dn 1:8 ) “Y Daniel propuso en su
corazón no contaminarse con la porción
de la comida del rey, ni con el vino que
él bebía”.
Es por este motivo que el Señor vio el
corazón de Daniel y dice: ( v. 9 ) “Y
puso Dios a Daniel en gracia”. Esta es la
razón del “¿por qué unos hallan gracia
delante de Dios?
en la cárcel; con el faraón y el pueblo.
El Señor desea que su gracia repose
sobre todos sus hijos; Pero… Primero, el
tomar cargas que Dios nunca nos dio
y segundo, el actuar de forma distinta a
como lo hacían antes, hace en muchos
casos que nada nos salga bien. Son
obstáculos que las personas, sin darse
cuenta, ponen, llevados por la
“necesidad material”. Sin embargo, la
primera necesidad de toda persona
debería ser, el Señor Jesús. ( He 12:1,2
) “Por tanto, nosotros también, teniendo
en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y
del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por
delante, puestos los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe”.
En el capitulo 9, Daniel tenía ya unos 66
años. ¿Cuál era el motivo de oración de
Daniel? Daniel oraba de acuerdo a una
profecía de Jeremías, por la liberación
del cautiverio. (Jer 29:10) “Porque así
dijo Jehová: Cuando en Babilonia se
cumpla los setenta años, yo os visitaré, y
despertaré sobre vosotros mi buena
palabra para haceros volver a este
lugar”.
Entendía, Daniel, que ya sólo quedaban
cuatro años de cautiverio en Babilonia.
Nótese dos aspectos: Nº 1 El resto del
pueblo se ocupaba de lo material. Daniel
se ocupaba primero de lo espiritual. Nº
2 Daniel creía en las profecías y hacía
sus oraciones en base a estas profecías.
La mayoría del pueblo oraba, pero en
base a sus necesidades materiales, las
espirituales estaban algo más distantes.
( Dn 9:9 ) “De Jehová nuestro Dios es el
tener misericordia y el perdonar, aunque
contra él nos hemos rebelado”. Esta
oración está hecha sobre tres
bases. 1) Sobre la misericordia de
Dios; una persona arrogante y
autosuficiente nunca buscará la
misericordia del Señor, ya que su orgullo
y vanidad se lo impiden. 2) Sobre
el perdón; esta palabra no está en el
vocabulario de muchas personas,
piensan: “¿De qué tengo, yo, que pedirle
perdón a Dios?”. La Biblia habla bien
claro, en multitud de casos, que los
hombres deben de perdonar, para que
Dios les perdone a ellos. 3) Sobre
el nombre de Dios; dice: “De Jehová
nuestro Dios” y “contra él”.¡Contra Dios!
Cuando Dios no es lo primero en
nuestras vidas…no hay comunión con él.
(Nótese que en Edén, antes de caer el
hombre, la comunión con el Señor era
buena. En primer lugar, la comunión
estaba con el espíritu, segundo el alma y
tercero el cuerpo. Cuando se rebeló y
pecó contra Dios, lo primero que perdió
la comuniñon fue el cuerpo, segundo el
alma y tercero el espíritu).
Por tanto, todo aquel que no haya nacido
del Espíritu no podrá entrar al reino de
Dios, esto fue lo que le dijo el Señor
Jesús a Nicodemo en el evangelio de
Juan capitulo tres.
( Dn 9:21 ) “Aún estaba hablando en
oración, cuando el varón Gabriel, a quien
había visto en la visión al principio,
volando con presteza, vino a mí como a
la hora del sacrificio de la tarde”.
Llama la atención que Daniel dice: “vino
a la hora del sacrificio”, recordemos que
estaban cautivos en Babilonia y el templo
había sido destruido en Jerusalén, que es
donde hacían los sacrificios.
Daniel deseaba de todo corazón, que el
pueblo de Dios restaurara la verdadera
adoración y culto al Todopoderoso; que
la oración que él hacía por fe, la veía
contestada por Dios.
Daniel nos muestra con el ejemplo de su
vida que pese a ser un cautivo y un
extranjero, esto, no le impedía tener
comunión con el Señor y servirle. Daniel
no estaba envuelto en los negocios del
mundo, ya que él se propuso en su
corazón servir al Todopoderoso. Daniel
no pasaba su tiempo malgastándolo si no
escudriñando las escrituras.
El cristiano es templo del Espíritu de
Dios ( 1ª Co 3:16 ); pero, por diversas
causas, algunos templos tienen
necesidad de ser restaurados. “Si
confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda
maldad”. Amén