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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Integrantes:

Andrade Alison Naranjo Jovani GRUPO: 3


Castellano Yanaira Naranjo Fernando
Gonzales John Ortiz Melanie
Mestanza Miguel Pallo Andrea
Montenegro Nataly Villarreal Ray

Segundo Ciencias Políticas

La riqueza de las Naciones, Capítulo 3:


La división del trabajo está limitada por la extensión del mercado
Introducción
“Así como la capacidad de intercambiar da lugar a la división del trabajo, así la profundidad de esta división
debe estar siempre limitada por la extensión de esa capacidad, o en otras palabras por la extensión del mercado”
(Smith, 1776, p. 30). Es así como Adam Smith introduce el capítulo 3 de su obra más emblemática “La riqueza de
las Naciones”, donde nos da a conocer la diferencia de la división del trabajo en las periferias, el centro y en orillas
de ríos y mares de las naciones, donde en este último se explica como la navegación y la exploración de nuevas
rutas marítimas favoreció a los comercios internos, de los países que poseían estas rutas.
Además de citar varios ejemplos, donde nos pone en el contexto histórico del desarrollo de cada situación
para facilitar el entendimiento del lector, a través de esto pretende darnos a conocer por un lado las diferentes formas
de divisiones de trabajo entre unas naciones y otras, y por otro el surgimiento del desarrollo mercantil interno de
nada nación.

Desarrollo
El filósofo escocés empieza este capítulo explicando que la división del trabajo, se daba poco en los pueblos
pequeños, ya que muchas veces una misma persona realizaba muchos trabajos, Smith nos da el ejemplo de los
carpinteros rurales, quienes realizaban todas las labores que tenían que ver con la madera, es decir, ensamblar
muebles, ruedas o carruajes. De la misma manera se manejaban otros oficios como la herrería, o la albañilería, pero
estos artesanos estaban separados por millas, es decir de pueblos a pueblos, por lo que las familias debían aprender
a realizar estos pequeños trabajos que en las ciudades reclamarían una sola especialización.
Smith asimismo decía que “Cuando el mercado es muy pequeño, ninguna persona tendrá el estímulo para
dedicarse completamente a una sola ocupación, por falta de capacidad para intercambiar todo el excedente del
producto de su propio trabajo, por encima del consumo, por aquellas partes que necesita del producto del trabajo de
otras personas” (Smith, 1776, pág. 30), esto lo explica con el ejemplo de las partes más apartadas de las tierras altas
de Escocia en donde no se podía concebir un fabricante de clavos, ya que el artesano no lograría vender todo lo que
produjo, y por lo tanto no habría un excedente, ya que la demanda de clavos sería muy baja, si solo se especializa
específicamente en eso, ya que este pueblo el herrero forjaría los clavos necesarios que el carpintero precisaría, por
lo que no habría necesidad de un fabricante exclusivamente de clavos, Smith llama a esto “esfera demasiado
estrecha”. Por el contrario en lugares más poblados, llamémosle el centro, si serían necesarias las especializaciones
ya que la demanda seria alta, por lo que la división de trabajo sucedería de una manera más compleja que en los
poblados con menos personas, llamémosle, las periferias.

Después de ponernos en contexto con lo que pasa en tierra tanto en el centro como en las periferias, Smith
pasa a explicar cómo el transporte y el desarrollo de las rutas marítimas abren un mercado de intercambios de bienes
más amplio que con el transporte terrestre, explica que en las orillas de los ríos es donde empieza el progreso de la
nación y la subdivisión del trabajo, pero que debe transcurrir un largo periodo de tiempo para que este progreso se
traslade al interior del país.
El transporte marítimo es más beneficioso que el terrestre, explica Smith ya que se logra transportar mayores
cantidades de mercancía, en menos tiempo, recorriendo mayores distancias y empleando menos mano de obra y
menos desgaste del medio de trasporte que el anterior, facilita el comercio en lugares distantes y existe mayor
seguridad al transportar dichas mercancías, ya que en tierra los carruajes pasan por territorios llenas de naciones
bárbaras. Por la ventaja de las rutas fluviales naturalmente se da un mayor desarrollo de la industria y el arte, porque
allí se vive un mundo más accesible por dicha facilidad de intercambio de mercado.

En un contexto histórico Smith manifiesta que “…las naciones que se civilizaron primero fueron las
establecidas en torno a la costa del mar mediterráneo.” (Smith, 1776, pág. 32), este mar de gran envergadura,
superficie pacífica, numerosas islas de orillas cercanas, fue de gran beneficio para la naciente navegación del
mundo, aunque los arcaicos marinos de la época no explotaron mucho los océanos ya que tenían temor y aun se
adecuaba correctamente los navíos y artefactos necesarios para navegar grandes distancias como la brújula.
Luego de unos años de que se adecuaran más los buques y las rutas marítimas, llegó el desarrollo, una
muestra de esto es Egipto siendo el primer país en desarrollar el comercio marítimo interno, ya que tenía a su favor
el rio Nilo. Pero las naciones que contaban con el beneficio de las vías marítimas de intercambio no estimularon el
comercio internacional, sino que potenciaron la navegación y el comercio interno.

Pero, ¿Qué hacer cuando una nación no poseía una ruta de comunicación marítima propia?, normalmente
no se desarrollaba como aquella que si la tenía, ya que normalmente los ríos no eran aptos para usarlos como rutas
ya que estaban muy separados los unos de los otros y si este pasaba por otro territorio, las naciones que dominaban
esa zona podían bloquear la comunicación de dicha nación con el mar, impidiendo su desarrollo. Por lo tanto estas
naciones debían buscar otras opciones de comunicación.
Conclusión
Adam Smith en este tercer capítulo de La Riqueza de las Naciones, analiza cómo es que al patentar las rutas
fluviales y las embarcaciones, las naciones lograron un despegue en el desarrollo interno, expandiendo de esta
manera su mercado, e intercambio de bienes y también llevando a la división del trabajo en una forma más compleja
que la se llevaba en el interior de las mismas, ya que aquí se requería mayor especialización que en las periferias
donde una persona desempeñaba varios trabajos, y cada familia debía tener conocimiento de varios oficios ya que
los artesanos se encontraban a varias millas de distancia los unos de los otros.
Concluyo diciendo que Smith hace una gran exposición de los orígenes del desarrollo marítimo, y la
división del trabajo que luego llevarían al desarrollo de la economía de las naciones, hasta consolidarse en lo que
es hoy en día, pero como dijo el mismo Smith “la riqueza de las naciones no está en la riqueza material, sino en el
trabajo de su gente”.

Bibliografía

Smith, A. (1776). La Riqueza de las Naciones. Escocia: epublibre.

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