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Escuela politécnica nacional

Facultad de ciencias administrativas


Desarrollo gerencial

Estudiante:
Orozco Espinoza Alex Mauricio
Tema:
La administración de la excelencia: De la deificación del dirigente a la cosificación del
empleado.
Curso:
7mo “A” aula 320
Fecha de entrega:
Jueves 26 de abril del 2018

I. De la paradoja del ser del hombre al mito de la divinidad del rey y del dirigente
de una empresa.

El ser humano es esa criatura particular, que está condenada a vivir con una conciencia
clara, evidente y permanente de su propia muerte, en esto reside toda la cuestión de la
contingencia y de la no-necesidad del ser del hombre frente al ser absoluto, del que no
puede tener la idea, o la noción, sino aceptando la negación del ser sí mismo como ser: es
el no-ser del hombre lo que fundamenta la idea de ser absoluto que transciende los
individuos y el tiempo.
El elemento principal que hace que estas nociones sean interesantes es, claro está, la
cuestión de la estrecha e incuestionable relación que dichas nociones establecen con el
poder, la naturaleza de este, su legitimidad, su ejercicio y sus efectos.
Hay que tener cuidado al utilizar la fuerza y los medios que confiere el poder para
garantizar un mínimo de justicia y de equidad, un mínimo de redistribución de las riquezas
y de la seguridad de los súbditos. Lo cual implica, entonces, un mínimo de preocupación
y de comportamiento “ético” por parte de los que detentan el poder, es decir, un
comportamiento que se preocupa por el bienestar de todos y por los medios para hacer
que los menos favorecidos tengan acceso a dicho bienestar.

II. El fantasma de la omnipotencia y el mito fundamental del gerente: obstáculos


estructurales para la personificación del empleado y la asociación cooperativa.

Todos los libros de administración retoman con ahínco la famosa fórmula de Fayol en la
que el dirigente sería el “cerebro” del “organismo social” que es la empresa, mientras que
los empleados serían los “miembros”, los “órganos”. De esa forma, los gerentes se
confieren transcendencia e inmortalidad mediante su identificación con la organización y
la instancia que posee el saber y el poder de administrarla, puesto que “organización” e
“instancia omnipotente de gestión” transcienden ambas a la simple condición del humano
mortal que corresponde al que “es objeto de administración”.

Bibliografía
Cruz, F., Aktouf, O., & Carvajal, R. (2003). El lado inhumano de las organizaciones. Cali:
Universidad del Valle.

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