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2.

2 – ADHESIÓN CON SISTEMAS DE ADHESIÓN PARA RESINAS COMPUESTAS

Autor: Dr. Alejandro Bertoldi Hepburn

2.2.1 Esmalte

El esmalte es un tejido mineralizado extremadamente duro y se compone de un 96%


en peso de hidroxiapatita y de un 4% en peso de material orgánico y agua. Está
constituido de prismas en forma de bastoncillos o varillas con un diámetro de
aproximadamente 5 micrones.

Dentro de los prismas, presenta cristales de hidroxiapatita se encuentran ordenados


en paralelo a los lados longitudinales de los bastoncillos.

Los bastoncillos o prismas de esmalte están ordenados más o menos en ángulo recto
a la zona de unión amelo-dentinaria, en tanto que se pueden medir ángulos de 55º a
100º entre los prismas y la superficie exterior del diente. Las únicas zonas donde los
bastoncillos adamantinos están ordenados verticalmente a la superficie dental son en
los extremos de las cúspides y los bordes proximales.

Los prismas de esmalte no hacen un recorrido recto desde la unión amelo-dentinaria


hasta la superficie externa. Grupos de prismas hacen una serie de dobleces a lo largo
del recorrido. Esto da lugar a lo que se conoce como bandas de Hunter-Schreger
(Lendemann U, 2003).

2.2.2 Adhesión al esmalte

El proceso de adhesión de resinas compuestas sobre el esmalte prácticamente no ha


cambiado desde el momento en que Michael Buonocuore introdujo la técnica de
grabado ácido en 1955, o sea ya hace más de medio siglo atrás.

Hoy en día la idea sigue siendo la misma: desmineralizar y disolver la matriz


inorgánica de los cristales o parte de los mismos cristales de hidroxiapatita de los
prismas adamantinos con un ácido. Se generan así microporos y microsurcos que son
ocupados luego por la resina adhesiva fluida. Una vez polimerizada y trabada esa
resina dentro de esas rugosidades se genera una unión firme, segura y estable en el
tiempo.

Los microporos y microsurcos pueden provenir de la desmineralización de diferentes


zonas del prisma adamantino:

• Se produce un patrón de grabado tipo I (con formación posterior de


“microtags”) si se desmineraliza la porción central del prisma, con acción
fundamentalmente sobre los cristales de hidroxiapatita.

• Se produce un patrón de grabado tipo II (con formación posterior de


MACROTAGS) si desmineraliza la porción periférica del prisma,
fundamentalmente sobre la matriz inorgánica de los cristales.

• Se produce un patrón de grabado tipo III cuando el resultado es mixto, por lo


general por acción prolongada del ácido, donde pueden formarse microporos
poco profundos y más anchos.
Se acepta no superar los 15 segundos como tiempo de grabado al emplear en forma
independiente al ácido fosfórico en concentraciones del 35 al 40%, a diferencia de
filosofías de trabajo anteriores que admitían grabados de mayor tiempo (30 a 60
segundos). De superar los 15 segundos se genera un patrón de acondicionamiento
muy agresivo (el descripto como tipo III), que se caracteriza por microporos menos
profundos y más anchos, no siendo el patrón ideal para conseguir la mejor retención
micromecánica con la resina (Uribe Echevarría, 2003).

El ácido más comúnmente empleado fue y es el fosfórico al 35 – 40 %, empleándose


en forma de gel como un paso independiente. Luego de su aplicación se aspira con
suctor de alta potencia el gel ácido sin reaccionar y luego se efectúa un enjuague con
agua de lo que quede de ese ácido y de los productos de reacción con el esmalte
(cristales de fosfato de calcio) y dependiendo de la técnica, de la dentina también.

Se emplea agua presurizada (de la jeringa triple de la unidad dental) para enjuagar
correctamente el ácido remanente por lo menos durante 15 segundos, asegurando así
que el ácido no siga actuando en algún área y pueda determinar patrones de grabado
no adecuados por exceso de acondicionamiento.

Se seca luego la superficie con chorro de aire por pocos segundos (3 a 5) con aire
seco y limpio. Dependiendo del adhesivo a emplear (con resinas hidrófugas o
hidrófugas-hidrófilas) podría ser necesario dejar algo de humedad también en el
esmalte para que la infiltración sea más eficaz (Uribe Echevarría, 2003).

Una vez enjuagado el ácido y secada la superficie, el resultante es una superficie con
microrrugosidades de aspecto blanco opaco con una alta energía superficial lo que
favorecerá decididamente la infiltración posterior. Recuérdese que las resinas que
infiltran son líquidos orgánicos y como tales poseen baja tensión superficial siendo por
esto fácilmente atraídos por superficies de alta energía superficial (Macchi R, 2000).

Hoy en día es posible hacer ese grabado sobre el esmalte con otros ácidos que
forman parte de resinas que se aplican no sólo con la finalidad de grabar sino también
de infiltrar. O sea, no se realiza el grabado en forma independiente sino que como
parte de un proceso más complejo.

Algunos de estos ácidos incorporados en las resinas adhesivas (los llamados


“adhesivos autograbantes o autoacondiconantes”) consiguen también un adecuado
acondicionamiento de la superficie del esmalte, aunque otros son un tanto débiles y
los patrones de grabado no son los ideales. Se discute este tema más adelante.

Se considera la existencia de dos tipos de patrones de infiltración de las resinas o


“tags”. Los “macrotags” donde la resina penetra y polimeriza circularmente en la
periferia de los prismas (a partir de un patrón de grabado tipo II) y los “microtags”
donde lo hacen en la porción central, en una multitud de porosidades creadas a partir
de la disolución de cristales de hidroxiapatita (patrón de grabado tipo I) (Van Meerbeek
B, Vargas M et al., 2001).

A pesar que hoy en día la máxima atención de las técnicas adhesivas está puesta
sobre la dentina, la adhesión al esmalte nunca debe dejarse en segundo plano.

Clínicamente sigue siendo la más confiable y fácil de conseguir. Por lo que el


conservar el esmalte remanente a los fines de adherirlo debe ser siempre un
objetivo primordial, y como se describió, un grabado con un ácido fuerte en alta
concentración aplicado en forma independiente sigue siendo la forma más
confiable de lograr una adhesión eficiente.
2.2.3 - Adhesión a la dentina:

La adhesión a la dentina es mucho más compleja y regulada por innumerables


variables.

El proceso adhesivo más difundido sobre la dentina para la inserción posterior de un


resina compuesta se caracteriza por la aplicación de un ácido que disuelve el barro
dentinario y desmineraliza superficialmente la dentina exponiendo la trama de
fibras colágenas. Éstas son posteriormente infiltradas por resinas que polimerizan in
situ y se unen luego a la matriz resinosa de la resina compuesta de restauración o
cementante.

Este mecanismo de unión dentina – resina compuesta ha sido descripto como capa
híbrida.

El proceso es, sin embargo, complejo y no exento de problemas.

Los sistemas convencionales o de grabado independiente parten de la aplicación de


un ácido como un paso previo independiente que abre el camino para las resinas. Se
emplea al mismo ácido que se describió como muy eficiente sobre el esmalte: el ácido
fosfórico (ácido mineral fuerte) en concentraciones cercanas al 37%, que se aplica
simultáneamente sobre ambos tejidos.

La indicación generalizada es de no exceder los 15 segundos de aplicación tanto en


dentina como en esmalte y de esa forma acondicionar - desmineralizar aprox. 5
micrones de dentina.

El ácido sin reaccionar y los productos de reacción con los tejidos son posteriormente
eliminados con agua.

Quedará expuesta entonces la trama de fibras colágenas de la dentina intertubular, y


los túbulos dentinarios abiertos con parte o toda la dentina peritubular disuelta. Para
que esa trama colágena sea factible de ser infiltrada por las resinas, debe tener una
estructura tridimensional en forma de red. Y para que ello ocurra, estar ocupada
por agua. Sin ella las fibras espontáneamente se unirían entre sí, haciendo colapsar la
trama, y el resultante sería una barrera de difícil posibilidad de infiltración.

Por ello es que el secado posterior al enjuague del ácido es crítico. Debe asegurar la
existencia de esa trama infiltrable. O sea, debe haber algo de agua en su interior.

Y a continuación se aplican las resinas. Pero éstas deben ser especiales, ya que no
todas polimerizarían y serían viables en un medio acuoso. Deben tener afinidad por el
agua, interactuar y solubilizarse en ella y asimismo ser capaz de humectar el colágeno
que se acaba de exponer. Se emplean entonces resinas solubles en agua o
hidrófilas.

Una de las resinas con esas características más empleadas es el HEMA.

Estas resinas se encargan de preparar el sustrato para facilitar la infiltración del


adhesivo propiamente dicho.

Asimismo estas resinas necesitan de otras sustancias para penetrar y ocupar esa
trama colágena expuesta, que está ocupada por el agua. Es así que deben ser
vehiculizadas o trasportadas por un vehículo o solvente.
Estas resinas hidrófilas con su vehículo reciben el nombre de primer.

Normalmente a manera de vehículo se emplean solventes orgánicos, como la acetona


o el etanol, pero también agua o combinaciones de ella con etanol, y aún existen las
presentaciones sin solvente.

Estos solventes trabajan en forma diferente en base a su afinidad por el agua.

La acetona tiene gran afinidad por el agua, lo que implica que su función será
adecuada cuando la dentina esté suficientemente húmeda. El secado posterior al
grabado es para estos primers (o primers/ adhesivos) crítico.

En cambio, los primers (o primers/adhesivos) que emplean etanol o etanol con agua
tienen en este sentido menor susceptibilidad.

Luego de ingresadas esas resinas hidrófilas, y luego que humecten al colágeno


expuesto se deberá aplicar otras (hidrófilas / hidrófugas y más afines a la matriz del
composite) para que copolimericen con las primeras (primer) y luego con la resina
compuesta, cuya matriz se unirá con los monómeros más hidrófugos.

Estas resinas son conocidas como adhesivo o bond.

Quedan entonces tres pasos en la técnica bien definidos:

- El acondicionamiento ácido (apertura del camino para las resinas).

- La infiltración de la trama colágena con las resinas hidrófilas.

- La copolimerización con las resinas hidrófugas.

Y tres sustancias: un ácido (normalmente el fosfórico al 37%), primer y adhesivo.

Pueden ser presentadas comercialmente por separado o combinando las resinas en


sólo un frasco.

Así se habla de la 4ª ó 5ª generación de adhesivos dentinarios respectivamente. O


bien, se hace referencia a la cantidad de frascos, siendo sistemas multifrascos los
que presenten primer y adhesivo por separado y monofrascos, los que los junten en
uno sólo.

En el caso de reunir ambos tipos de resina en un solo frasco se pretende una


simplificación de la técnica, pero como se explicará más adelante, se pueden
comprometer algunos aspectos muy importantes que hacen a la estabilidad y
duración de la adhesión conseguida.

A esta modalidad de adhesión a la dentina donde el paso de grabado es una


maniobra realizada en primera instancia y separada de las otras, se la conoce
como adhesión de grabado independiente o adhesión sin barro dentinario ya que
el mismo es eliminado al aplicar y enjuagar el ácido.

Ejemplos comerciales: Solobond M/ VOCO GmbH, One Step/Bisco, Single Bond/ 3M


Espe, Optibond Solo/Kerr, etc.

2.2.3.1 - Problemas y limitaciones de las técnicas de grabado independiente.


Son varios:

1) El ácido debe desmineralizar y exponer sólo el colágeno que será infiltrado. O sea,
no deberían quedar porciones de esa trama colágena sin infiltrar por las resinas. Pero
el ácido normalmente expone más trama colágena que lo que es factible infiltrar.
Quedan así porciones de colágeno sin soporte de la resina. Esto se transforma en un
problema a distancia, ya que ese colágeno, resistente al inicio, está ocupado por agua
y comienza a sufrir un proceso degenerativo por hidrólisis y es susceptible a la
degradación por proteasas de origen bacteriano.

Investigadores como Pashley, Nakabayashi y Perdigao sostienen que los valores de


resistencia adhesiva inicialmente alcanzados pueden disminuir hasta un 68% en un
período de tres años.

Este proceso de pérdida gradual de adhesión por la hidrólisis del colágeno se


conoce como nanofiltración (Sano, 1995).

Este fenómeno es más evidente toda vez que se aumente el tiempo de exposición del
ácido sobre la dentina ya que la desmineralización será mayor.

Es de poco valor y muy riesgoso exponer más de 5 micrones de trama colágena. Para
ello no deberían superarse los 15 segundos de aplicación del ácido fosfórico al
37% sobre la dentina.

2) Es muy difícil determinar la concentración ideal de agua remanente que debe


quedar en la dentina luego del secado posterior al enjuague del ácido.

La interpretación de que una cavidad no esté exageradamente seca ni húmeda es una


habilidad que el operador debe desarrollar (Pereira – Segala, 2003).

Un exceso de agua, podría llevar a una incompleta infiltración de la trama colágena


y redundar en unos fenómenos similares al anterior con monómeros sin polimerizar y
bajos valores de adhesión.

Un déficit de agua, conduciría a un colapso de las fibras colágenas, ausencia o


deficiencia de la infiltración y bajos valores de adhesión.

Se describieron diversas formas de secar la dentina de la cavidad una vez realizado


el enjuague del ácido. No es recomendable hacerlo con chorro de aire directo, aunque
puede ser útil emplear un elemento absorbente (tipo Pele Tim, Voco GmbH) para el
exceso de agua. La superficie de la cavidad se verá con cierto brillo pero sin acúmulo
apreciable de agua.

Ante un exceso de secado, es posible lograr sólo una reexpansión parcial de la trama
colágena empleando agua aplicada con pincel o un aplicador de adhesivos, o bien con
productos específicos a base de HEMA, o bien soluciones acuosas de clorhexidina
para conseguir, además un efecto antiséptico.

No obstante estas posibilidades, lo más recomendable es evitar el colapso de esa


trama por secado excesivo desde el momento inicial de las maniobras de secado, ya
que la eventual re expansión del colágeno nunca es tan completa como podría resultar
en un comienzo.
Los adhesivos que contengan agua como solvente (o etanol y agua) son capaces de
conseguir una rehidratación y re expansión parcial de la trama colágena en casos de
deshidratación de la misma. En general estos adhesivos tienen valores de adhesión
más bajos que sus pares con vehículos a base de etanol o acetona, cuando la variable
hidratación de la trama colágena sea correctamente considerada.

Pero como contrapartida, esa agua debe ser completamente eliminada. En la


actualidad se comprende que a partir de la presencia residual de la misma puede
producirse la degeneración del colágeno y de los polímeros por hidrólisis. Se amplía al
respecto más abajo.

Los adhesivos con acetona como solvente son muy dependientes de la presencia de
agua en la trama colágena para infiltrarla adecuadamente. El secado de la dentina
después del grabado es para estos adhesivos, crítico. Y debe interpretarse
también que su eficacia será diferente sobre dentina con distinto grado de
humectación, aún en una misma cavidad ya que en el piso encontrarán más humedad
que en las paredes, y se constituya para estos adhesivos en un mejor sustrato de
adhesión.

Estos adhesivos basados en acetona son en principio más eficientes en la eliminación


del agua de la trama colágena, aunque como se explicará luego, aún puede
permanecer restos que generen los fenómenos de hidrólisis colágena o de polímeros.

Los adhesivos con etanol son menos sensibles al desecamiento de la dentina después
del grabado en comparación con los que poseen acetona, pudiendo en forma parcial,
rehidratar la trama colágena colapsada, aunque en general esto es mejor si poseen
agua.

3) Además de considerar el grado de humectación de la dentina, se deberán conocer


las variables de aplicación de cada adhesivo en virtud del solvente que posee.

El solvente debe transportar las resinas dentro de la trama colágena y


volatilizarse. De quedar restos del solvente se podría alterar la polimerización
del adhesivo.

Los que poseen acetona son más rápidos en el proceso de infiltración y en la


eliminación por volatilización del solvente, lo que favorece la polimerización del
adhesivo, pero tienen, por igual razón, problemas de almacenamiento ya que en las
sucesivas aperturas del frasco que los contiene se evapora parte del solvente.

Los que poseen etanol (sólo o con agua) son más lentos en el proceso de infiltración
pero más estables durante su almacenamiento.

Relacionado con la volatilización del solvente, otro problema común en estos


adhesivos de grabado independiente es el secado del primer o del primer /
adhesivo.

En caso de que el vehículo del primer se evapore anticipadamente (por secado


excesivo con aire) es probable que no se haya completado la infiltración del colágeno,
y que queden porciones del mismo sin ser humectado por la resina.

Asimismo, el secado deficiente del primer (o primer /adhesivo) podría generar la


permanencia de restos de solvente lo que alteraría la polimerización del adhesivo.
Uribe Echevarría J (2006) recomienda en adhesivos con base de etanol o acetona
emplear la succión de alta potencia para favorecer la volatilización del solvente sin
dejar capas adhesivas muy delgadas, y para los de base acuosa un secado más activo
como la insuflación con aire limpio y seco.

4) Esta modalidad de adhesión lleva aparejada también inconvenientes de índole


biológica.

Al trabajar en cavidades cercanas a la pulpa, donde existe una alta permeabilidad


dentinaria por gran cantidad de túbulos de grueso calibre, se corren riesgos ya que el
ácido fosfórico elimina el barro dentinario y sus prolongaciones dentro de los túbulos
(los llamados tapones de barro dentinario o smear plugs) que detienen el circuito de
entrada y salida de sustancias de la pulpa al exterior y viceversa. Asimismo se
disuelve la dentina peritubular (más mineralizada) abriendo adicionalmente la luz del
túbulo.

Con estos fenómenos se exacerba la permeabilidad.

La hipertonía de los geles de grabado colabora con la salida de fluidos.

Esa gran salida de fluidos dificultará la infiltración del colágeno y alterará el medio
interno de las células pulpares más superficiales (odontoblastos) que resultan
agredidas.

Más complicada se hace la situación ya que gran parte de los monómeros de las
resinas adhesivas no polimerizarán por la gran cantidad de agua. Permanecen como
monómeros libres, y son altamente citotóxicos para las células pulpares. Téngase
presente que dada la cercanía y por la alta permeabilidad del tejido, y aún con la salida
de fluidos, los monómeros difundirán fácilmente hacia la pulpa.

Además en estas cavidades profundas, por la gran cantidad de túbulos de gran calibre
disminuye proporcionalmente la dentina intertubular factible de ser hibridizada por lo
que bajan los valores de adhesión.

O sea, para ese tipo de cavidades, las más cercanas a la pulpa y por lo tanto más
permeables, el ácido fosfórico al 37% que normalmente acompaña a esta modalidad
de adhesión es un acondicionador demasiado fuerte.

El empleo de un acondicionador fuerte como el ácido fosfórico al 37% en


cavidades profundas, se traduce entonces en bajos valores de adhesión e
irritación a la pulpa. Asimismo pueden aparecer síntomas de sensibilidad
postoperatoria inmediata o cuadros de mortificación pulpar asintomáticos a cierta
distancia del tratamiento.

Se recomienda leer más acerca de este tema en el capítulo 1.

5) Existe una gran variación en la eficiencia del proceso adhesivo de acuerdo a las
características de las superficies a acondicionar. Ya se discutió como en áreas de gran
permeabilidad la resistencia adhesiva se ve comprometida, pero lo mismo puede
ocurrir en sustratos que presenten alto grado de mineralización.

En la dentina esclerótica existe por aumento del desarrollo de la dentina peritubular


escaso colágeno para hibridizar y menor área tubular para formación del tag.
En algunas lesiones como en las llamadas abfracciones el túbulo se presenta
obliterado por la presencia de cristales (witlokita) que no son solubles a la acción de
los ácidos. Asimismo una capa externa de sales minerales y bacterias cubre la
superficie y hacen que esta sea difícil de acondicionar.

Estas capas de minerales, bacterias, cristales, etc. son llamadas barreras de difusión
por autores como Tay y Pashley (2004). Son, en definitiva, las sustancias que el ácido
debe disolver para permitir la difusión resinosa. Los mismo debe considerarse
respecto del barro dentinario en dentina normal recién instrumentada.

Fenómenos similares pueden ocurrir en dentinas esclerosadas cubiertas por productos


de corrosión de materiales como la amalgama, y constituirse en sustratos de difícil
infiltración por parte de las resinas.

Estas barreras de difusión no permiten exponer la trama colágena para hibridizar ni


abrir el túbulo para formación de tags; no se puede “abrir el camino” y se genera un
serio compromiso en el resultado adhesivo.

Otro sustrato muy especial y complejo lo constituye la dentina del diente tratado
endodónticamente: el colágeno se altera con el paso del tiempo, las fibras colágenas
sufren fracturas, o se desnaturalizan lo que disminuye la eficiencia de las técnicas
adhesivas (Scotti, Ferrari 2004 / Uribe Echevarría, 2003).

Esta densidad de colágeno disminuida y la imposibilidad de formar tags que depende


de la limpieza del terreno y otros factores afectan también seriamente la eficiencia
adhesiva.

2.2.3.2 - Sistemas autograbantes o autoacondicionantes (AAG)

Pretenden corregir los problemas de los sistemas de grabado independiente hasta


aquí expuestos.

Son básicamente líquidos donde las resinas han sido combinadas con el ácido. Es
decir, las mismas resinas poseen monómeros con grupos acídicos lo que les da la
posibilidad de grabar (abrir el camino: disolver el barro dentinario y superficialmente la
dentina) e infiltrar esa dentina desmineralizada al mismo tiempo. Pueden presentar
adicionalmente ácidos débiles en bajas concentraciones.

Pueden presentarse comercialmente de diferentes formas:

- Los primeros en aparecer al mercado presentaban tres frascos, de los cuales dos
correspondían al primer. Por lo que se debía mezclar una gota de cada uno de los
frascos y aplicarlo sobre el diente. Posteriormente se aplica el adhesivo que viene
provisto en el tercer envase. Hoy es común encontrar una variedad de estos con el
primer en un solo frasco y el adhesivo en otro. Estos son los adhesivos de grabado no
independiente (o de autograbado o autoacondicionante) de dos pasos, o 6ª
generación de adhesivos.

- Otra posibilidad es una simplificación de la presentación anterior, donde el primer y


adhesivo están combinados y la presentación es en dos envases. Deberá mezclarse
una gota del contenido de cada uno de ellos y llevar el producto al diente. Estos son
los adhesivos de grabado no independiente (o de autograbado) de un paso, de 7ª
generación.
- Más recientemente estos adhesivos autograbantes pueden resumirse a un solo
frasco, y obviamente, un solo paso (algunos ya los llaman de 8ª generación).

Sea cual fuere la modalidad de presentación comercial, poseen características


similares en cuanto no se realiza un grabado como paso previo independiente, y
el proceso de disolución del barro dentinario/desmineralización superficial de la
dentina y la infiltración de la misma son simultáneos, ya que son realizados por
la misma sustancia.

2.2.3.2.1 - Clasificación de los adhesivos autograbantes

Una forma de clasificarlos, independientemente de la generación a la que


pertenezcan, es por su acción ácida.

Es así que existen:

Suaves: poseen valores de pH mayor a 2


Moderados: pH entre 1 y 2
Fuertes: pH menor a 1

SUAVE MODERADO FUERTE

Clearfil SE Bond Futurabond NR Tyrian SPE


(pH 2.6) (pH 1.4) (pH 0.4)

Fig.: 1, 2, 3, 4: Ejemplos de sistemas autograbantes o autoacondicionantes fuertes, moderados


y suaves.

Recuérdese que cada punto de diferencia de pH indica una variación de acidez en


diez veces.

Esta mayor o menor acidez les dará a cada sistema diferentes características y
seguramente, indicaciones y posibilidades clínicas.

2.2.3.2.2 - Ventajas de los AAG

Son varias, y en gran medida solucionan los problemas de la 4ª y 5ª generación de


adhesivos más arriba expuestos. Pero como se analizará luego, también incorporan
sus propios inconvenientes.

En primer lugar y como observación más obvia, el hecho de no exigir un grabado


independiente cuyo resultante deba ser enjuagado y secado hace que no exista el
problema de cuanto secar la dentina y las posibilidades de generar un déficit o
exceso de agua en ella.

El barro dentinario y los productos de la desmineralización superficial de la


dentina no son eliminados sino que se combinan con las resinas y son
incorporados en la capa híbrida.

No se podría grabar excesivamente (con sus problemas asociados: exceso de


colágeno expuesto, desnaturalización del colágeno, aumento de efecto hipertónico)
como ocurre con los sistemas de grabado independiente que emplean al ácido
fosfórico.

La sustancia que graba (que abre el camino a las resinas) es la misma que infiltra.
Recuérdese que se trata de monómeros del primer o primer /adhesivo al que se le
agregaron grupos acídicos, o incluso ácidos débiles incorporados especialmente.

Por lo tanto, no existe la posibilidad de dejar áreas de exposición de colágeno sin


resina que lo infiltre y será menos probable la situación descripta para los adhesivos
de grabado independiente donde el colágeno sin infiltrar se degenera por hidrólisis con
la resultante pérdida de adhesión (nanofiltración). Aunque como se explicará luego,
el agua puede provenir del exterior, de la misma dentina o ser la misma que
constituye el solvente del adhesivo que no llegó a eliminarse.

La acción desmineralizante va a depender fundamentalmente del pH del adhesivo. Los


más suaves (pH más alto) desmineralizarán menos que los sistemas autograbantes de
pH más fuerte y lógicamente de los sistemas donde se emplee el ácido fosfórico por
separado como agente acondicionante donde el pH es cercano a cero.

El lector podría razonar que a menor desmineralización, menor trama colágena


expuesta y menor espesor de capa híbrida posiblemente se obtengan menores valores
de adhesión. Pero normalmente, si bien existe una menor profundidad de
desmineralización, esto no se traduce en menores valores de adhesión.

La capa híbrida que se obtiene con los sistemas de grabado independiente que
emplearon como agente de grabado al ácido fosfórico, en el poco probable caso de
infiltrar ese espesor completamente, posee un espesor de 5 a 10 micrones. En
cambio, la obtenida con los autograbantes dependiendo de su pH es sustancialmente
más delgada, y puede tener entre 0,5 y 5 micrones.
Ac. fosfórico SAG

Prof. Dr. J. Perdigao


Univ. of Minnesota, USA

Fig. 5 y 6: El grosor de la capa de hibridización así como la formación de tags depende del pH
del sistema autograbante. El espesor de la capa híbrida puede oscilar entre 0,5 y 5 micrones
(Fotografías gentileza de Ivoclar – Vivadent).

La diferencia y razón por la cual los valores de resistencia adhesiva son similares en lo
inmediato es que la capa híbrida obtenida con un sistema autograbante o
autoacondicionante es más homogénea, es decir, menor espesor de colágeno
expuesto pero completamente infiltrado.

Esa homogeneidad compensa la profundidad de la obtenida con los sistemas de


grabado independiente. Fundamentalmente no existen áreas con ausencia de
infiltración.

También al acondicionar el tejido especialmente con los AAG más suaves suele
quedar algo de hidroxiapatita entre la trama colágena expuesta, por lo que se
establece un patrón de adhesión micromecánico diferente y tal vez más estable entre
las resinas y la dentina. Algunos sostienen que al conservarse esa hidroxiapatita
existiría también la posibilidad de lograr adhesión química con algunos monómeros
de la composición del adhesivo colocados a tal fin.

Con los sistemas de autograbado más suaves (Ej. Futurabond NR, VOCO GmbH –
Clearfil SE Bond, Kuraray) es posible la conservación de los tapones de barro
dentinario (smear plugs) y de esa manera no aumentar la permeabilidad
dentinaria y evitar los problemas adhesivo/biológicos arriba descriptos. Por lo que
adicionalmente a las ventajas anteriores aparecen otras de índole biológica.

Es posible considerarlos una opción adhesiva menos agresiva e invasiva y por lo


tanto con mayor aceptación biológica ya que modifican en menor grado la estructura
original de la dentina (Souza Costa, 2003).
Ac. fosfórico AAG débil

DENTINA

ESMALTE

Fig. 7, 8, 9 y 10: Comparación entre la acción de un sistema de grabado independiente con


ácido fosfórico en esmalte y dentina contra un adhesivo autograbante suave. Obsérvese con
este último la conservación de tapones de barro dentinario a nivel de la dentina y el escaso
acondicionamiento del esmalte.

Los más fuertes en cambio (ej. Tyrian SPE, Bisco – Xeno III, Dentsply – Adper
Prompt/3M Espe) tendrían en ese sentido un comportamiento más similar al ácido
fosfórico.

Fig.: 11, 12, 13 y 14: Distintos sistemas autograbantes o autoacondicionantes.

También se reconoce una mayor simplicidad técnica y facilidad de uso con estos
adhesivos ya que el paso de grabado y su enjuague posterior no se realizan.
Algunos pueden incorporar nanopartículas en su composición y así generar una capa
híbrida de mejores propiedades (Ej: Futurabond NR, VOCO GmbH) al ser más gruesa
por la presencia del relleno cerámico. Asimismo el relleno disminuye la contracción de
polimerización del mismo adhesivo mejorando su integración / adhesión.

Fig. 15 y 16: Futurabond NR, VOCO GmbH, en versión de dos frascos y unidosis. La presencia
de nanopartículas mejora la calidad de la capa de hibridización (Fotos gentileza de VOCO
GmbH).

Resumiendo: los sistemas autograbantes evitan el problema del déficit / exceso de


agua después del grabado, no dejan colágeno sin infiltrar y se evita inicialmente la
nanofiltración, poseen los más suaves un comportamiento biológico menos agresivo y
en general mayor simplicidad técnica.

2.2.3.2.3 - Limitaciones de los sistemas autograbantes

Si bien solucionan parte de los problemas de los adhesivos de grabado independiente,


tienen sus propios problemas y limitaciones.

En este sentido hay que enumerar en especial para los más suaves, falta de grabado
del esmalte o de otras superficies con importante grado de mineralización como
la dentina esclerótica. Esto puede implicar procedimientos adicionales para
compensar ese problema.

AdheSE®

Ac. fosfórico SAG

Clearfil SE Bond

Prompt L-Pop
Fig. 17, 18 y 19. : Acción de diferentes sistemas autograbantes sobre el esmalte. Nótese el
grabado poco evidente que genera el Clearfil SE Bond (Kuraray), adhesivo autograbante suave
(Fotografías gentileza de Ivoclar – Vivadent).

Se recomienda dejar actuar más tiempo el líquido para maximizar el grabado sobre el
esmalte, frotar sobre el mismo durante unos 20-30 segundos o bien grabar ese tejido
en forma independiente con un ácido fuerte como el fosfórico al 37% y luego
aplicar el adhesivo autoacondicionante sobre el esmalte y la dentina.

En el caso de efectuar ese “doble grabado” sobre el esmalte (ácido fuerte en alta
concentración primero y luego el generado por el adhesivo autoacondicionante) se
podría lograr adhesión en las áreas aprismáticas del esmalte. La fuerza de unión
de esta manera no se reduce sino que más bien podría aumentarse.

Esta modalidad adhesiva, ácido fuerte para el esmalte, y luego ácidos más débiles
para la dentina se ha denominado “adhesión selectiva”.

Con los adhesivos autoacondicionantes más fuertes estas maniobras pueden ser
innecesarias pero recuérdese que pueden ser más agresivos sobre la dentina, en
especial en cavidades de alta permeabilidad.

Ac. fosfórico SAG

Prof. Dr. J. Perdigao


Univ. of Minnesota, USA

Fig. 20 y 21: Acción sobre el esmalte de un adhesivo autograbante fuerte Adhe-SE (Ivoclar –
Vivadent) que se parece al generado por el ácido fosfórico al 37%. (Fotografías gentileza de
Ivoclar – Vivadent).

También se ha notado cierta incompatibilidad química con materiales resinosos que


autopolimericen por lo que habrá que reconsiderar fundamentalmente el empleo de
medios de fijación de activación dual o química con estos adhesivos, ya que la acidez
de la capa adhesiva destruye las aminas terciarias (iniciadores químicos) del material
resinoso y éste puede no polimerizar adecuadamente.

Esto es especialmente riesgoso en fijaciones donde se dependa fundamentalmente de


la autoactivación del medio cementante como por ejemplo dentro de conductos
radiculares u otras situaciones donde la luz fotoactivadora no logre acceder en
cantidad suficiente.

Este fenómeno es más evidente en los adhesivos más fuertes por su menor pH (o
mayor acidez).
Se ha cuestionado también el destino de los productos del barro dentinario y
dentinarios disueltos e incorporados en la capa adhesiva y su influencia al cabo de
cierto tiempo.

Presentan al igual que los adhesivos de grabado independiente problemas relativos


a la durabilidad de la adhesión lograda (se discute en apartado inferior).

Pero a pesar de sus limitaciones, los problemas que exhiben así como su
complejidad de empleo parecen ser significativamente menores que en el caso
de los adhesivos de grabado independiente, por lo que estos más recientes
autoacondicionantes se han constituido en los adhesivos de mejor perspectiva
en el futuro cercano.

2.2.4 – Durabilidad de la adhesión a la dentina:

En los últimos tiempos la investigación en la ciencia de los materiales dentales ha


puesto mucha atención en la durabilidad de los procesos adhesivos y de las interfaces
entre las resinas compuestas con los tejidos dentarios.

Los adhesivos y las interfaces se degradan con el tiempo, siendo este fenómeno más
evidente al emplear algunos adhesivos

Las interfaces están sujetas a degradación química y mecánica, generando como


resultado nano y microfiltración.

Se reconocen como causas para la degradación de las interfaces a los siguientes


fenómenos:

ƒ Estrés por tensiones de contracción de polimerización.


ƒ Estrés mecánico.
ƒ Estrés por cambios térmicos por diferente coeficiente de variación dimensional
térmica con los tejidos dentarios.
ƒ Hidrólisis y degradación por enzimas bacterianas del colágeno sin infiltración
de resinas (ruptura de fibras y fibrillas), proceso conocido como nanofiltración
(Sano, Hashimoto, Burrow, 1995).
ƒ Exposición de la capa híbrida al agua con la degradación de los polímeros por
hidrólisis y plastificación (Tay, Pashley, Carvalho, 2002).

La durabilidad de la adhesión está limitada por la hidrólisis y degradación de los


componentes que forman la capa híbrida y que son las fibras colágenas y los
polímeros que la infiltran.

Las técnicas de adhesión de grabado independiente en la dentina se basan en el


empleo del agua como forma de lograr correcta infiltración. A partir de los cual existe
una particular paradoja. Esa misma agua degrada a los adhesivos, llevando a una
disminución gradual de la adhesión.

El agua queda como residuo de la incompleta evaporación después de la


infiltración con el primer, o proviene del exterior, o de la misma dentina, ya que los
adhesivos polimerizados se comportan como membranas semipermeables que dejan
pasar el agua.

Como residuo después de la infiltración:


1. Por el colapso parcial de la matriz colágena que no permite su evaporación, y
dificulta la difusión del mismo adhesivo.

2. Por la reducción de la presión de vapor del agua.

Colapso parcial de la matriz colágena: El agua mantiene a las fibras colágenas


expandidas por su alta energía cohesiva que evita que se puedan establecer puentes
de H entre ellas. Al mezclar el agua con los solventes y monómeros del primer, la
energía cohesiva de la mezcla agua / monómeros / solvente disminuye, y las fibras
colágenas se colapsan.

Disminuye así la posibilidad de difusión del primer en los espacios interfibrilares y la


evaporación del agua residual.

Por la reducción de la presión de vapor del agua: Al mezclar el agua con la mezcla
solvente / resina, inicialmente la presión de vapor de la mezcla aumenta respecto del
agua pura. En la medida que el agua y el solvente se evaporan, la concentración de
monómeros aumenta y la presión de vapor de la mezcla cae abruptamente.

Esto también impide la evaporación del agua y solventes residuales.

Se genera muy escasa probabilidad que el agua residual sea eliminada previamente
a la polimerización del adhesivo. Esta permanencia del agua en la capa adhesiva,
condena a las resinas y al colágeno a sufrir hidrólisis y plastificación,
perdiéndose la integridad de la capa híbrida en cortos períodos.

Los adhesivos que tengan mayor tendencia a incorporar agua, harán más compleja la
situación. Para que un adhesivo incorpore más agua, habrá que considerar:

1. Grado de conversión.

2. Características hidrófilas (capacidad de absorber agua después de la


polimerización).

Después de la polimerización, en presencia de monómeros hidrófilos, solvente y


agua residual, el agua del medio externo se absorbe con facilidad, migrando hacia
áreas de porosidad interna, y áreas del polímero donde están las moléculas hidrófilas.

La capacidad del agua de permeabilizar al adhesivo polimerizado depende de la


característica hidrófila de la capa formada.

Si al agua se le colocan trazadores puede seguirse su camino. Se utiliza para ello el


nitrato de plata. El camino trazado se parece a una estructura semejante a las ramas
de un árbol (por ello el fenómeno es conocido como “water treeing”), y es reconocido
como la primera señal de degradación de los polímeros por hidrólisis
Bisco, Inc.

Fig. 22, 23 y 24: Fenómeno de “wáter treeing” donde se observa el camino que sigue el agua
permeabilizando la capa híbrida (Fotografías gentileza de compañía Bisco).

La exposición del adhesivo al medio acuoso determina un proceso inmediato de


absorción de agua. Se produce una plastificación de las moléculas, con cambios en
sus propiedades mecánicas. O bien, hidrólisis de las uniones covalentes de los
monómeros.

Esto es más evidente en los adhesivos simplificados por su naturaleza hidrófila y


su mayor tendencia a captar agua

Fig. 25: Adhesivos de grabado independiente simplificados (5ª generación).

Será importante considerar que en líneas generales toda simplificación de las técnicas
adhesivas conlleva una disminución de la eficiencia adhesiva (De Munck et al 2005).

Toda vez que se simplifique una técnica adhesiva se dejarán capas adhesivas más
hidrófilas (mayor proporción de monómeros hidrófilos) favoreciendo el ingreso de
agua y degradación de los polímeros.
Asimismo estas capas adhesivas podrían tener una alta proporción de monómeros
ácidos que no polimerizarán (en especial en sistemas AAGs) y se establecerá un
circuito de salida de agua de la dentina o del mismo adhesivo hacia el exterior ya que
establecen un gradiente osmótico.

Si la fotoactivación se demora o existe activación química del composite, la salida de


agua afectará a la unión con el adhesivo, disminuyendo considerablemente la
adhesión.

La capa adhesiva polimerizada se comporta como un membrana semi permeable en


los adhesivos de pasos simplificados (Suh, Pashley, Carvalho & Tay, 2002).

Con los adhesivos simplificados (5a, 6a y 7a generación), de bajo pH y agua en su


composición se forman “blisters” o gotas de agua sobre la superficie de adhesión
luego de un cierto tiempo.

Fig. 26, 27 y 28: Fenómeno de formación de gotas de agua sobre la capa adhesiva en
adhesivos que determinen capas ácidas (Gentileza Bisco).

Los adhesivos se comportan como membranas semipermeables y dejan pasar el agua


(residual a la infiltración de la dentina, o de su propia composición) hacia el exterior, o
bien, incorporar agua del medio hacia su propia estructura.
Fig. 29 y 30: Fenómeno de formación de gotas de agua sobre la capa adhesiva en adhesivos
que determinen capas ácidas. Al aplicar el composite se marcan las gotas de agua sobre su
superficie. Los valores de adhesión en esos casos caen en forma abrupta (Gentileza Bisco). (

En algunos estudios, el fenómeno se acrecienta cuando la dentina tiene más agua y


cuando se retrase la aplicación y fotoactivación del material.

Los monómeros ácidos sin polimerizar (en la capa inhibida por el oxígeno) originan
un gradiente osmótico que hace salir al agua.

Este fenómeno puede ser particularmente visible en adhesivos de autograbado de


pasos simplificados, en especial los de pH más bajo (fuertes). Recuérdese que
además existe agua a manera de solvente en su composición lo que favorece el
fenómeno.

Pero también estos fenómenos se presentan en adhesivos de grabado independiente


monofrascos (5ª generación) con solventes a base de alcohol y agua, siendo menos
evidente en los que poseen acetona (One Step, Prime & Bond NT, Solobond M, etc.).

Ac. fosfórico SAG

32
Fig. 31, 32 y 33: Salida de agua del adhesivo hacia el exterior por el gradiente osmótico
generado por monómeros ácidos sin polimerizar en la superficie de la capa adhesiva (Gentileza
Bisco).

La fotoactivación demorada y el curado químico (del adhesivo y/o del composite)


pueden entonces generar problemas con la unión del composite.

Fig. 34 y 35: Salida de agua del adhesivo hacia el exterior por el gradiente osmótico generado
por monómeros ácidos sin polimerizar en la superficie de la capa adhesiva, observando las
gotas como negativos sobre la superficie del composite (Gentileza Bisco).

Los adhesivos de grabado independiente de tres pasos, o los AAGs de dos capas, al
dejar una capa más hidrófuga y menos ácida en la superficie son menos críticos en
estos aspectos.

Fig. 36, 37, 38,39 y 40: Adhesivos autograbantes de pasos separados.

La solución al emplear los adhesivos simplificados más hidrófilos (5a, 7a generación)


puede ser colocar y fotoactivar como última capa una resina hidrófuga sin solvente, de
pH neutro.
Muy relacionado con los fenómenos anteriores habrá que considera que la presencia
de monómeros ácidos en la capa adhesiva lleva a la destrucción de aminas terciarias
que generan autoactivación de algunos composites (autocurables) y de los medios
cementantes de activación dual. Por esta razón muchos cementos resinosos duales
siguen empleando sistemas de 4a generación (primer y adhesivo por separado).

Fig. 41: Medio cementante de activación dual (Bifix DC, VOCO GmbH) con sistema de
adhesión de grabado independiente de pasos separados (4ª generación).

BIBLIOGRAFÍA

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3. Lendenmann U (2003). Ivoclar Vivadent AG. Departamento científico. Schaan.
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8. Van Meerbeek B, Vargas M et al. (2001).”Adhesives and cements to promote
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Proceedings from the International Symposium. Charleston. EE UU. Operative
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