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2.2.1 Esmalte
Los bastoncillos o prismas de esmalte están ordenados más o menos en ángulo recto
a la zona de unión amelo-dentinaria, en tanto que se pueden medir ángulos de 55º a
100º entre los prismas y la superficie exterior del diente. Las únicas zonas donde los
bastoncillos adamantinos están ordenados verticalmente a la superficie dental son en
los extremos de las cúspides y los bordes proximales.
Se emplea agua presurizada (de la jeringa triple de la unidad dental) para enjuagar
correctamente el ácido remanente por lo menos durante 15 segundos, asegurando así
que el ácido no siga actuando en algún área y pueda determinar patrones de grabado
no adecuados por exceso de acondicionamiento.
Se seca luego la superficie con chorro de aire por pocos segundos (3 a 5) con aire
seco y limpio. Dependiendo del adhesivo a emplear (con resinas hidrófugas o
hidrófugas-hidrófilas) podría ser necesario dejar algo de humedad también en el
esmalte para que la infiltración sea más eficaz (Uribe Echevarría, 2003).
Una vez enjuagado el ácido y secada la superficie, el resultante es una superficie con
microrrugosidades de aspecto blanco opaco con una alta energía superficial lo que
favorecerá decididamente la infiltración posterior. Recuérdese que las resinas que
infiltran son líquidos orgánicos y como tales poseen baja tensión superficial siendo por
esto fácilmente atraídos por superficies de alta energía superficial (Macchi R, 2000).
Hoy en día es posible hacer ese grabado sobre el esmalte con otros ácidos que
forman parte de resinas que se aplican no sólo con la finalidad de grabar sino también
de infiltrar. O sea, no se realiza el grabado en forma independiente sino que como
parte de un proceso más complejo.
A pesar que hoy en día la máxima atención de las técnicas adhesivas está puesta
sobre la dentina, la adhesión al esmalte nunca debe dejarse en segundo plano.
Este mecanismo de unión dentina – resina compuesta ha sido descripto como capa
híbrida.
El ácido sin reaccionar y los productos de reacción con los tejidos son posteriormente
eliminados con agua.
Por ello es que el secado posterior al enjuague del ácido es crítico. Debe asegurar la
existencia de esa trama infiltrable. O sea, debe haber algo de agua en su interior.
Y a continuación se aplican las resinas. Pero éstas deben ser especiales, ya que no
todas polimerizarían y serían viables en un medio acuoso. Deben tener afinidad por el
agua, interactuar y solubilizarse en ella y asimismo ser capaz de humectar el colágeno
que se acaba de exponer. Se emplean entonces resinas solubles en agua o
hidrófilas.
Asimismo estas resinas necesitan de otras sustancias para penetrar y ocupar esa
trama colágena expuesta, que está ocupada por el agua. Es así que deben ser
vehiculizadas o trasportadas por un vehículo o solvente.
Estas resinas hidrófilas con su vehículo reciben el nombre de primer.
La acetona tiene gran afinidad por el agua, lo que implica que su función será
adecuada cuando la dentina esté suficientemente húmeda. El secado posterior al
grabado es para estos primers (o primers/ adhesivos) crítico.
En cambio, los primers (o primers/adhesivos) que emplean etanol o etanol con agua
tienen en este sentido menor susceptibilidad.
1) El ácido debe desmineralizar y exponer sólo el colágeno que será infiltrado. O sea,
no deberían quedar porciones de esa trama colágena sin infiltrar por las resinas. Pero
el ácido normalmente expone más trama colágena que lo que es factible infiltrar.
Quedan así porciones de colágeno sin soporte de la resina. Esto se transforma en un
problema a distancia, ya que ese colágeno, resistente al inicio, está ocupado por agua
y comienza a sufrir un proceso degenerativo por hidrólisis y es susceptible a la
degradación por proteasas de origen bacteriano.
Este fenómeno es más evidente toda vez que se aumente el tiempo de exposición del
ácido sobre la dentina ya que la desmineralización será mayor.
Es de poco valor y muy riesgoso exponer más de 5 micrones de trama colágena. Para
ello no deberían superarse los 15 segundos de aplicación del ácido fosfórico al
37% sobre la dentina.
Ante un exceso de secado, es posible lograr sólo una reexpansión parcial de la trama
colágena empleando agua aplicada con pincel o un aplicador de adhesivos, o bien con
productos específicos a base de HEMA, o bien soluciones acuosas de clorhexidina
para conseguir, además un efecto antiséptico.
Los adhesivos con acetona como solvente son muy dependientes de la presencia de
agua en la trama colágena para infiltrarla adecuadamente. El secado de la dentina
después del grabado es para estos adhesivos, crítico. Y debe interpretarse
también que su eficacia será diferente sobre dentina con distinto grado de
humectación, aún en una misma cavidad ya que en el piso encontrarán más humedad
que en las paredes, y se constituya para estos adhesivos en un mejor sustrato de
adhesión.
Los adhesivos con etanol son menos sensibles al desecamiento de la dentina después
del grabado en comparación con los que poseen acetona, pudiendo en forma parcial,
rehidratar la trama colágena colapsada, aunque en general esto es mejor si poseen
agua.
Los que poseen etanol (sólo o con agua) son más lentos en el proceso de infiltración
pero más estables durante su almacenamiento.
Esa gran salida de fluidos dificultará la infiltración del colágeno y alterará el medio
interno de las células pulpares más superficiales (odontoblastos) que resultan
agredidas.
Más complicada se hace la situación ya que gran parte de los monómeros de las
resinas adhesivas no polimerizarán por la gran cantidad de agua. Permanecen como
monómeros libres, y son altamente citotóxicos para las células pulpares. Téngase
presente que dada la cercanía y por la alta permeabilidad del tejido, y aún con la salida
de fluidos, los monómeros difundirán fácilmente hacia la pulpa.
Además en estas cavidades profundas, por la gran cantidad de túbulos de gran calibre
disminuye proporcionalmente la dentina intertubular factible de ser hibridizada por lo
que bajan los valores de adhesión.
O sea, para ese tipo de cavidades, las más cercanas a la pulpa y por lo tanto más
permeables, el ácido fosfórico al 37% que normalmente acompaña a esta modalidad
de adhesión es un acondicionador demasiado fuerte.
5) Existe una gran variación en la eficiencia del proceso adhesivo de acuerdo a las
características de las superficies a acondicionar. Ya se discutió como en áreas de gran
permeabilidad la resistencia adhesiva se ve comprometida, pero lo mismo puede
ocurrir en sustratos que presenten alto grado de mineralización.
Estas capas de minerales, bacterias, cristales, etc. son llamadas barreras de difusión
por autores como Tay y Pashley (2004). Son, en definitiva, las sustancias que el ácido
debe disolver para permitir la difusión resinosa. Los mismo debe considerarse
respecto del barro dentinario en dentina normal recién instrumentada.
Otro sustrato muy especial y complejo lo constituye la dentina del diente tratado
endodónticamente: el colágeno se altera con el paso del tiempo, las fibras colágenas
sufren fracturas, o se desnaturalizan lo que disminuye la eficiencia de las técnicas
adhesivas (Scotti, Ferrari 2004 / Uribe Echevarría, 2003).
Son básicamente líquidos donde las resinas han sido combinadas con el ácido. Es
decir, las mismas resinas poseen monómeros con grupos acídicos lo que les da la
posibilidad de grabar (abrir el camino: disolver el barro dentinario y superficialmente la
dentina) e infiltrar esa dentina desmineralizada al mismo tiempo. Pueden presentar
adicionalmente ácidos débiles en bajas concentraciones.
- Los primeros en aparecer al mercado presentaban tres frascos, de los cuales dos
correspondían al primer. Por lo que se debía mezclar una gota de cada uno de los
frascos y aplicarlo sobre el diente. Posteriormente se aplica el adhesivo que viene
provisto en el tercer envase. Hoy es común encontrar una variedad de estos con el
primer en un solo frasco y el adhesivo en otro. Estos son los adhesivos de grabado no
independiente (o de autograbado o autoacondicionante) de dos pasos, o 6ª
generación de adhesivos.
Esta mayor o menor acidez les dará a cada sistema diferentes características y
seguramente, indicaciones y posibilidades clínicas.
La sustancia que graba (que abre el camino a las resinas) es la misma que infiltra.
Recuérdese que se trata de monómeros del primer o primer /adhesivo al que se le
agregaron grupos acídicos, o incluso ácidos débiles incorporados especialmente.
La capa híbrida que se obtiene con los sistemas de grabado independiente que
emplearon como agente de grabado al ácido fosfórico, en el poco probable caso de
infiltrar ese espesor completamente, posee un espesor de 5 a 10 micrones. En
cambio, la obtenida con los autograbantes dependiendo de su pH es sustancialmente
más delgada, y puede tener entre 0,5 y 5 micrones.
Ac. fosfórico SAG
Fig. 5 y 6: El grosor de la capa de hibridización así como la formación de tags depende del pH
del sistema autograbante. El espesor de la capa híbrida puede oscilar entre 0,5 y 5 micrones
(Fotografías gentileza de Ivoclar – Vivadent).
La diferencia y razón por la cual los valores de resistencia adhesiva son similares en lo
inmediato es que la capa híbrida obtenida con un sistema autograbante o
autoacondicionante es más homogénea, es decir, menor espesor de colágeno
expuesto pero completamente infiltrado.
También al acondicionar el tejido especialmente con los AAG más suaves suele
quedar algo de hidroxiapatita entre la trama colágena expuesta, por lo que se
establece un patrón de adhesión micromecánico diferente y tal vez más estable entre
las resinas y la dentina. Algunos sostienen que al conservarse esa hidroxiapatita
existiría también la posibilidad de lograr adhesión química con algunos monómeros
de la composición del adhesivo colocados a tal fin.
Con los sistemas de autograbado más suaves (Ej. Futurabond NR, VOCO GmbH –
Clearfil SE Bond, Kuraray) es posible la conservación de los tapones de barro
dentinario (smear plugs) y de esa manera no aumentar la permeabilidad
dentinaria y evitar los problemas adhesivo/biológicos arriba descriptos. Por lo que
adicionalmente a las ventajas anteriores aparecen otras de índole biológica.
DENTINA
ESMALTE
Los más fuertes en cambio (ej. Tyrian SPE, Bisco – Xeno III, Dentsply – Adper
Prompt/3M Espe) tendrían en ese sentido un comportamiento más similar al ácido
fosfórico.
También se reconoce una mayor simplicidad técnica y facilidad de uso con estos
adhesivos ya que el paso de grabado y su enjuague posterior no se realizan.
Algunos pueden incorporar nanopartículas en su composición y así generar una capa
híbrida de mejores propiedades (Ej: Futurabond NR, VOCO GmbH) al ser más gruesa
por la presencia del relleno cerámico. Asimismo el relleno disminuye la contracción de
polimerización del mismo adhesivo mejorando su integración / adhesión.
Fig. 15 y 16: Futurabond NR, VOCO GmbH, en versión de dos frascos y unidosis. La presencia
de nanopartículas mejora la calidad de la capa de hibridización (Fotos gentileza de VOCO
GmbH).
En este sentido hay que enumerar en especial para los más suaves, falta de grabado
del esmalte o de otras superficies con importante grado de mineralización como
la dentina esclerótica. Esto puede implicar procedimientos adicionales para
compensar ese problema.
AdheSE®
Clearfil SE Bond
Prompt L-Pop
Fig. 17, 18 y 19. : Acción de diferentes sistemas autograbantes sobre el esmalte. Nótese el
grabado poco evidente que genera el Clearfil SE Bond (Kuraray), adhesivo autograbante suave
(Fotografías gentileza de Ivoclar – Vivadent).
Se recomienda dejar actuar más tiempo el líquido para maximizar el grabado sobre el
esmalte, frotar sobre el mismo durante unos 20-30 segundos o bien grabar ese tejido
en forma independiente con un ácido fuerte como el fosfórico al 37% y luego
aplicar el adhesivo autoacondicionante sobre el esmalte y la dentina.
En el caso de efectuar ese “doble grabado” sobre el esmalte (ácido fuerte en alta
concentración primero y luego el generado por el adhesivo autoacondicionante) se
podría lograr adhesión en las áreas aprismáticas del esmalte. La fuerza de unión
de esta manera no se reduce sino que más bien podría aumentarse.
Esta modalidad adhesiva, ácido fuerte para el esmalte, y luego ácidos más débiles
para la dentina se ha denominado “adhesión selectiva”.
Con los adhesivos autoacondicionantes más fuertes estas maniobras pueden ser
innecesarias pero recuérdese que pueden ser más agresivos sobre la dentina, en
especial en cavidades de alta permeabilidad.
Fig. 20 y 21: Acción sobre el esmalte de un adhesivo autograbante fuerte Adhe-SE (Ivoclar –
Vivadent) que se parece al generado por el ácido fosfórico al 37%. (Fotografías gentileza de
Ivoclar – Vivadent).
Este fenómeno es más evidente en los adhesivos más fuertes por su menor pH (o
mayor acidez).
Se ha cuestionado también el destino de los productos del barro dentinario y
dentinarios disueltos e incorporados en la capa adhesiva y su influencia al cabo de
cierto tiempo.
Pero a pesar de sus limitaciones, los problemas que exhiben así como su
complejidad de empleo parecen ser significativamente menores que en el caso
de los adhesivos de grabado independiente, por lo que estos más recientes
autoacondicionantes se han constituido en los adhesivos de mejor perspectiva
en el futuro cercano.
Los adhesivos y las interfaces se degradan con el tiempo, siendo este fenómeno más
evidente al emplear algunos adhesivos
Por la reducción de la presión de vapor del agua: Al mezclar el agua con la mezcla
solvente / resina, inicialmente la presión de vapor de la mezcla aumenta respecto del
agua pura. En la medida que el agua y el solvente se evaporan, la concentración de
monómeros aumenta y la presión de vapor de la mezcla cae abruptamente.
Se genera muy escasa probabilidad que el agua residual sea eliminada previamente
a la polimerización del adhesivo. Esta permanencia del agua en la capa adhesiva,
condena a las resinas y al colágeno a sufrir hidrólisis y plastificación,
perdiéndose la integridad de la capa híbrida en cortos períodos.
Los adhesivos que tengan mayor tendencia a incorporar agua, harán más compleja la
situación. Para que un adhesivo incorpore más agua, habrá que considerar:
1. Grado de conversión.
Fig. 22, 23 y 24: Fenómeno de “wáter treeing” donde se observa el camino que sigue el agua
permeabilizando la capa híbrida (Fotografías gentileza de compañía Bisco).
Será importante considerar que en líneas generales toda simplificación de las técnicas
adhesivas conlleva una disminución de la eficiencia adhesiva (De Munck et al 2005).
Toda vez que se simplifique una técnica adhesiva se dejarán capas adhesivas más
hidrófilas (mayor proporción de monómeros hidrófilos) favoreciendo el ingreso de
agua y degradación de los polímeros.
Asimismo estas capas adhesivas podrían tener una alta proporción de monómeros
ácidos que no polimerizarán (en especial en sistemas AAGs) y se establecerá un
circuito de salida de agua de la dentina o del mismo adhesivo hacia el exterior ya que
establecen un gradiente osmótico.
Fig. 26, 27 y 28: Fenómeno de formación de gotas de agua sobre la capa adhesiva en
adhesivos que determinen capas ácidas (Gentileza Bisco).
Los monómeros ácidos sin polimerizar (en la capa inhibida por el oxígeno) originan
un gradiente osmótico que hace salir al agua.
32
Fig. 31, 32 y 33: Salida de agua del adhesivo hacia el exterior por el gradiente osmótico
generado por monómeros ácidos sin polimerizar en la superficie de la capa adhesiva (Gentileza
Bisco).
Fig. 34 y 35: Salida de agua del adhesivo hacia el exterior por el gradiente osmótico generado
por monómeros ácidos sin polimerizar en la superficie de la capa adhesiva, observando las
gotas como negativos sobre la superficie del composite (Gentileza Bisco).
Los adhesivos de grabado independiente de tres pasos, o los AAGs de dos capas, al
dejar una capa más hidrófuga y menos ácida en la superficie son menos críticos en
estos aspectos.
Fig. 41: Medio cementante de activación dual (Bifix DC, VOCO GmbH) con sistema de
adhesión de grabado independiente de pasos separados (4ª generación).
BIBLIOGRAFÍA