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Mientras que los animales uricotélicos, las aves y reptiles, la disponibilidad de agua es
limitada. Puesto que la excreción de urea por la orina necesita un gran volumen de agua,
esta circunstancia haría imposible el vuelo de las aves y provocaría una deshidratación de
los reptiles que habitan hábitats áridos. Para evitar esto, el amoniaco se convierte en ácido
úrico, compuesto insoluble que se excreta en forma de masa semisólida de cristales de
ácido úrico en las heces.
La acumulación de amonio tiene consecuencias tóxicas. Por lo tanto se debe eliminar con
la misma rapidez con la con la que se genera. Los animales acuáticos eliminan
directamente amonio gracias a que pueden captar y expulsar cantidades ilimitadas de
agua. En cambio los animales terrestres necesitan
trasformarlo en un compuesto que pueda excretarse sin que ello implique una pérdida
importante de agua. Las aves y los reptiles producen ácido úrico y los mamíferos urea. La
urea se forma a lo largo de una secuencia de cinco reacciones en el hígado, de la cuales
cuatro forman un ciclo:
5) Por último la arginasa hidroliza a la arginina con lo que se restaura la ornitina y se libera la
urea. La urea es excretada a través de la orina y la ornitina es trasladada a la mitocondria,
para que nuevamente reaccione con el carbamoil fosfato y el ciclo continúe.
El ciclo de la urea es un procedimiento a través del cual el organismo convierte el amonio
en urea y lo elimina del cuerpo por medio de la orina.
Todos los seres vivos necesitan desechar los excesos de nitrógeno de sus organismos. Sin
embargo, no todos lo excretan de la misma manera. Los seres acuáticos desechan este
compuesto en forma de amonio; por esta razón son llamados organismos amonotélicos.
Los reptiles y la mayoría de las aves liberan el nitrógeno del organismo en forma de ácido
úrico; dada esta característica, son clasificados entre los organismos uricotélicos.
Por esta razón, es muy importante que exista un ciclo de la urea fluido, para así poder evitar
reacciones tóxicas en el organismo.
A continuación se detallarán las características de cada una de las cinco etapas del ciclo
de la urea:
Primera fase
El proceso inicia en la mitocondria, órgano celular cuya función es producir energía durante
el proceso de respiración celular.
En la mitocondria se produce un primer grupo amino que se deriva del amoníaco. Las
mitocondrias contienen bicarbonato, que se genera como consecuencia de la respiración
celular.
Segunda fase
En esta fase aparece otro compuesto: un aminoácido llamado ornitina, cuya función
principal es actuar en la desintoxicación del organismo.
Tercera fase
Además del amoníaco, en la mitocondria surge un segundo grupo amino derivado del
aspartato, aminoácido que tiene múltiples funciones entre las que destaca el transporte de
nitrógeno. El aspartato se une a la citrulina y se genera argininosuccinato.
Cuarta fase
Quinta fase
En la última fase del ciclo de la urea, la arginina reacciona ante la acción de la enzima
arginasa, lo que trae como consecuencia la aparición de urea y ornitina.
Puede ocurrir que las enzimas degradadoras del amonio no funcionen correctamente. Si
esto ocurre, el organismo tiene dificultades para desechar el amonio y termina
acumulándolo tanto en la sangre como en el cerebro.
Este fenómeno es conocido como hiperamonemia, y está referido a altos niveles de amonio
en el organismo.
Las fallas en la síntesis de algunas enzimas son hereditarias, por lo cual puede generar
trastornos congénitos en el ámbito metabólico. Es posible que un niño nazca con
desórdenes en el ciclo de la urea como consecuencia de información genética errónea.
Si esto ocurre, el niño tendrá problemas para desechar el amonio, lo acumulará y podrá
intoxicarse con éste.
Los síntomas que presentará pueden ser leves, como vómitos o rechazo de alimentos, pero
también pueden ser más graves, generando incluso un estado de coma.