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Gil et al.

/ Potencialidades en el uso de tracción animal 81


Rev. Fac. Agron. (Maracay) 28:81- 92. 2002.

Potencialidades en el uso de tracción animal en


Biruaca, Venezuela

Yván E. Gil P.*; Héctor González*;


Gustavo Rodríguez*

ABSTRACT

Farm socio-economic variables, as well as biophysical parameters of animals


were analyzed, by means of hypometric measures and study of some agricultural
mechanized operations with animal traction, in Biruaca, Apure state, Vene-
zuela. The region under study presents a great potential for applying animal
traction in different agricultural practices with a real necessity for mechanization
technologies. The agricultural equipment required drafting force from 0.3 to 0.6 kN
for sowing, whereas the required drafting force for plowing was of 0.53 kN,
in order to reach a 10 cm depth. When using donkeys, the most popular
traction animal in the region, plowing was carried out 3.19 km/h speed, and
sowing at 4.51km/h. Maximun power for plowing was of 0.70 kW.
Key words: Mechanization, agricultural operation, drafting force, animal traction

Recibido: septiembre, 2001 Aceptado: octubre, 2002

* Instituto de Ingeniería Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela.


Apdo. 4579. Maracay, 2101. Aragua, Venezuela.
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COMPENDIO

Se analizaron las variables de tipo socio-económico de las unidades de


producción, así como parámetros del tipo biofísico de los animales con medi-
ciones hipométricas y estudio de algunas operaciones agrícolas mecanizadas
realizadas con tracción animal en Biruaca, Edo. Apure, Venezuela. La zona
presenta una gran potencialidad para el uso de la tracción animal en las distintas
operaciones agrícolas, un gran número de explotaciones con superficie entre las
6 y 20 ha, con claras necesidades de mecanización por el difícil acceso de los
productores de la zona a tecnologías avanzadas de mecanización. La poca exis-
tencia de material genético de animales para tracción animal, permiten inferir
en la necesidad de un programa de mejoramiento con introducción de equinos
y bovinos de raza, que se pueden mezclar con el material existente en la zona.
Los equipos agrícolas mostraron un requerimiento de fuerza de tiro que va
desde los 0.3 kN para la operación de siembra, hasta los 0.6 kN; la surcadora
presentó un requerimiento de 0.53 kN, realizado a una profundidad de 10 cm.
Al utilizar el animal con mayor uso en tracción en la zona, el asno, las operaciones
fueron realizadas a velocidades entre los 3.19 km/h (surcado) y los 4.51 km/h
(siembra y abonado), llegando a desarrollar una potencia máxima, en la operación
de aradura, de 0.70 kW.
Palabras clave: mecanización, operaciones agrícolas, potencia, tracción animal

INTRODUCCION

Desde el comienzo de la historia el recurso animal ha estado íntimamente


relacionado con las actividades del ser humano, brindándole comida, vestido,
compañía y colaboración en el trabajo (Hopfen, 1970). Hoy día, en los países
en desarrollo, los animales continúan beneficiando a las comunidades, sobre
todo en el trabajo y en el aporte de proteínas. En Latinoamérica los animales de
tracción son el eje que sostiene los sistemas de producción de pequeños
agricultores, siendo un factor fundamental por su contribución energética en
las actividades de producción, ya sea en la preparación de tierras para los
distintos cultivos, en las prácticas postcosecha o simplemente como carga y
transporte (Chirwin, 1995).
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La utilización de animales de tracción o de cualquier tecnología conside-
rada apropiada en los sistemas agrícolas de pequeños productores podría
interpretarse como un retraso tecnológico, pero valdría la pena preguntarse, sí
nuestras comunidades rurales han experimentado los avances tecnológicos de
los últimos años, sí nuestros campesinos cuentan con los recursos económicos
para acceder a las tecnologías actuales, y sí los pequeños productores cuentan
con un patrimonio tecnológico eficiente para su desarrollo.
La respuesta a estas interrogantes se encuentran en el seno de las comuni-
dades rurales, en la búsqueda exhaustiva de un cambio de paradigma, en el
fortalecimiento de los valores y en la interpretación de los sistemas con un
enfoque que permita insertar a las pequeñas unidades de producción en el
desarrollo económico y productivo.
Tomando en cuenta lo expuesto anteriormente, es posible sugerir la
caracterización de los sistemas agrícolas de pequeños productores, en los
siguientes aspectos:
- Condiciones socio-económicas de la fuerza de trabajo
- Cultivos tradicionales y alternativos
- Disponibilidad de animales de trabajo (actuales y potenciales)
- Nivel tecnológico para la producción de equipos (artesanal o no) para
la agricultura
- Aptitudes de los animales seleccionados para la tracción.
Esto permitiría definir las estrategias tecnológicas apropiadas para ejecu-
tar un programa de desarrollo para pequeños productores, que en el marco de
una economía de mercado pueda disminuir las consecuencias desfavorables de
la situación actual.
El presente trabajo permitió caracterizar el sector La Morita del Municipio
Biruaca del estado Apure y proponer, con base en las disponibilidades existen-
tes en la zona, las tecnologías apropiadas con énfasis en la tracción animal con
el objeto de iniciar un programa tecnológico que permitiría incrementar la
productividad, reducir los costos de producción y consecuentemente iniciar un
proceso de mejoramiento de la calidad de vida de los agricultores de la zona.
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Antecedentes
La tracción animal o tracción de sangre, ha sido utilizada desde tiempos
inmemorables para realizar distintas actividades como: transporte, preparación
de suelos, siembra y producción de cosechas. De esta manera y de muchas
otras, la energía animal ha contribuido al desarrollo cultural y económico del
hombre desde antes de la invención de la rueda. Actualmente, en muchas regio-
nes del mundo occidental y oriental, a pesar del acelerado desarrollo de la meca-
nización agrícola durante el ultimo siglo, los animales continúan suministrando
una gran proporción de la energía utilizada en la agricultura (Pearson, 1994).
El uso de la tracción animal en Venezuela no es nada sorprendente ni
nuevo, pués en los Andes Venezolanos se emplea esa técnica desde hace mucho
tiempo utilizando una acción de tiro ejercida por bueyes. En esta zona existen,
lugares en donde se prepara la tierra con maquinaria motorizada, pero ésta no
ha podido desplazar al antiguo sistema de trabajo, utilizándose la tracción animal
como fuente de energía, ya que las condiciones topográficas de la zona no
permiten el uso de otra tecnología que no sea la existente, con factibilidad de
ser mejorada (Medina y Zamora, 1987).
Según Gil (1990), en 1958 se inició un estudio sobre la mecanización
menor en Venezuela con la idea de elaborar un programa nacional de la utiliza-
ción de la tracción animal, para llevar a los pequeños productores el conoci-
miento de estas tecnologías y conseguir soluciones apropiadas a los problemas
relacionados con su aplicación.
Asimismo, se señala que en 1960 el Consejo de Bienestar Rural comenzó
a prestar asistencia técnica a cargo de especialistas instruidos en cursillos técnicos-
prácticos que dictó el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE)
en cada estado, pero inexplicablemente este programa fue paralizado y a partir
de allí sólo se conocen esfuerzos aislados de organizaciones e investigadores
que se han preocupado por este programa, como es el caso de la Facultad de
Agronomía que, por medio del Instituto de Ingeniería Agrícola, ha realizado
varios trabajos entre los que se encuentran: un estudio del nivel de mecanización
agrícola del Municipio Vargas, Distrito Juaregui del estado Táchira en 1984,
y la construcción de una asperjadora halada por tracción animal, en 1990
(Camero, 1990). Otra institución que ha contribuido es el Fondo Nacional
de Investigaciones Agropecuarias (FONAIAP) el cual construyó y adoptó
un arado para ser halado con tracción animal en la zona árida y semiárida del
estado Falcón en 1984 (Medina y Zamora, 1987).
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MATERIALES Y METODOS

El estudio de la potencialidad de uso de tracción animal en la zona se


realizó en dos grandes etapas:
La primera etapa consistió en un diagnóstico del estado actual de la
mecanización en el lugar, a través de la realización de encuestas de campo a
19 productores agrícolas, los cuales trabajan un área de 141 ha. A efectos de
comprender el nivel de mecanización se utilizaron tanto el número de tractores
e implementos en cada una de las parcelas, así como el uso de equipos de
alquiler para las labores mecanizadas. Además se registraron los tipos de
animales presentes en cada unidad de producción, potencialmente utilizables en
el trabajo agrícola.
La segunda etapa del trabajo correspondió al estudio físico de los animales,
en primer lugar se efectuaron evaluaciones de tiro, medidos a través de un
dinamómetro, estimando la velocidad y el cálculo de la potencia de tiro desarro-
llada por los animales, al accionar cada implemento: sembradora, arado y culti-
vadora. Este estudio se realizó con tres asnos pertenecientes a productores de
la zona, los mismos son usados para actividades distintas en cada una de las
fincas, como transporte, carga y preparación de tierras.
Para evaluar las características físicas y biológicas de los animales con
aptitud para tracción animal se utilizó una encuesta que contenía datos del o de
los propietarios de los animales, así como las medidas hipométricas (alzada,
perímetro metacarpiano, longitud escápuloisquial y perímetro torácico) de los
mismos, de acuerdo con la metodología propuesta por Pérez et al. (1993). Se
midieron todos los caballos y asnos que fueron encontrados en las unidades de
producción estudiadas, procediendo de la manera siguiente: se colocaron en
una superficie plana horizontal con la cabeza en posición natural, con las extre-
midades paralelas entre sí y perpendiculares respecto al plano de sustentación
(Sucre et al., 1998), estas medidas se obtuvieron utilizando una cinta métrica.
Alzada (A): se procedió a medir verticalmente la distancia que había desde la
superficie de apoyo hasta la cruz del animal.
Perímetro torácico (PT): de la misma manera se obtuvo las medidas de la
zona inmediatamente posterior a la cruz, la región costal lateral y la parte inferior
del tórax.
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Longitud escápuloisquial: además se tomó la medida del tronco del animal,


que va en forma oblicua desde hombro (articulación escapulohumeral) hasta el
punto de mayor convexidad de la nalga.
Perímetro metacarpiano: también se obtuvo la medida de la circunferencia de
la caña en la zona correspondiente a su parte media.
Una vez obtenidas las medidas hipométricas en campo, se procedió a los
cálculos respectivos de peso estimado (PE) (Cortes, 1979), índice anamorfósico
(IA) (Cassai, 1944) y débito kilogramétrico (DK) (Cassai, 1944), utilizando
los siguientes algoritmos:

- El peso estimado (PE):


PE = (-601144 + 5945) PT

- El índice anamorfósico (IA):


(PT) 2
IA=
A

- El débito kilogramétrico (DK):


é (PT) 2 ù
DK= 30 ê ú 0.75 (A)
ë A û

- Para conocer el peso estimado (PE) de los asnos se utilizó el algoritmo:


PE = (-601144 + 5945) PT

Para conocer la unidad de trabajo útil que produce un asno o un


caballo en un segundo, se utilizó el concepto de débito kilogramétrico que
no es más que el producto de la potencia desarrollada por la velocidad a
paso lento. La potencia está relacionada con el perímetro torácico y la alzada,
estos parámetros deben guardar cierta relación que permita al animal poseer
resistencia para realizar trabajo de tiro pesado (Pérez et al., 1993).
Estos cálculos permitieron, definir las aptitudes de los posibles animales
de tracción que se encontraron disponibles en la zona, y clasificarlos siguiendo
los tipos morfológicos propuestos por Pérez et al. (1993) en: tractor de labor
agrícola (TLA), tiro pesado lento (TPL), tiro medio pesado (TMP), tiro
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liviano (TL) y silla (S) según el caso. Esta clasificación indica la capacidad
que posee un animal para realizar trabajo, siendo el tractor de labor agrícola el
animal con mayor capacidad y el tipo silla el de menor aptitud para realizar
trabajo.
Las variables hipométricas fueron correlacionadas con los valores obtenidos
de potencia para cada uno de los casos, aplicando un análisis lineal de correla-
ción simple que permitió estimar cual de los parámetros morfológicos podría
tener mayor influencia en el trabajo desarrollado por los animales.
Actividad sérica de las enzimas: se tomaron tres animales (asnos, específi-
camente) proporcionados por los productores de la zona, los cuales fueron
sometidos a labores agrícolas de siembra y arado con una sembradora (abonadora
de siembra directa y un arado reversible tipo ¨TATU¨ de fabricación Brasilera)
por un período de 45 minutos ininterrumpidos, para luego, de acuerdo a las
recomendaciones de Pérez et al. (1997), extraerle a cada animal aproximada-
mente 18 ml de sangre, por punción directa en la vena yugular, utilizando tubos
de vacío y agujas estériles en cada tiempo de muestreo. La extracción de esta
sangre se llevo a cabo antes y después de ser sometidos a las actividades antes
mencionadas.

RESULTADOS Y DISCUSION

Nivel de mecanización: se observó que la disponibilidad de maquinarias en


La Morita es casi nula, encontrándose que sólo un productor posee tractores
(5.26%), dos productores declararon poseer implementos (10.52%) y seis
productores afirmaron alquilar maquinarias (31.58%), para una superficie
cultivada de 141 hectáreas, lo que sugiere un nivel bajo de mecanización si se
compara con el nivel de mecanización nacional que según estadísticas de la
FAO es de un tractor por cada 65 hectáreas.
Los animales predominantes en las fincas fueron los bovinos, siguiéndoles
los equinos representados por asnos y caballos, y un 11% de otros animales
como: cerdos, ovejos, gallinas (Figura 1), lo que significa que el potencial de
animales para la tracción es bastante alto, puesto que más de la mitad de la
población total de los animales es bovino, los cuales pueden ser transformados
en bueyes.
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Otros
11%

Caballos
16%

Bovinos
57%

Asnos
16%

Figura 1. Distribución porcentual de los animales presentes en la zona con


vocación para la tracción animal

Fuerza de tiro, potencia y eficiencia de la tracción animal: la potencia


desarrollada por el asno en la operación de siembra fue de 0.37 kW
(Cuadro 1), menor que los requerimientos de surcado y aradura, que fueron
de 0.45 (Cuadro 2) y 0.70 kW (Cuadro 3) respectivamente, siendo el arado
el implemento que requirió de mayor potencia de tiro para ser accionado en las
condiciones de prueba. El tiempo y la velocidad desarrollada por el animal en
las labores de siembra, aradura y surcado, mostraron una clara variación, que
podría atribuirse al desempeño del animal en cada una de las labores realizadas.
La surcadora requiere un paso lento debido a la penetración de los dientes en el
suelo, por esta razón el animal desarrolló una potencia más alta con respecto a
los demás implementos.
Mediciones zoométricas: las medidas hipométricas de los asnos estudiados
resultaron ser medidas que se encuentran en la clasificación descrita por Pérez
(1994) para animales de tipo silla, el peso estimado promedio fue de 267 kg
para los asnos y de 320 kg para caballos, los cuales se ajustan con los valores de
alzada y perímetro torácico para animales de conformación corporal bien
formada, caracteres que nos permiten inferir que estos animales podrían desti-
narse para trabajos intensos, corta duración y carga mediana.
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Cuadro 1. Promedio de fuerza de tiro, tiempo, velocidad y potencia
para la sembradora
F (kg) t (s) V (km/h) kW
Media 30.30 16.02 4.51 0.370
Desv. 4.34 0.96 0.27 0.057
CV % 14.30 6.01 6.12 15.370

Cuadro 2. Promedio de fuerza de tiro, tiempo, velocidad y potencia


para el arado
F (kg) t (s) V (km/h) kW
Media 61.60 17.93 4.07 0.70
Desv. 21.54 2.24 0.57 0.34
CV % 34.98 12.54 14.03 49.6

Cuadro 3. Promedio de fuerza de tiro, tiempo, velocidad y potencia


para la surcadora
F (kg) t (s) V (km/h) kW
Media 53.75 23.02 3.19 0.45
Desv. 11.08 3.75 0.49 0.03
CV % 20.63 16.31 15.65 8.55

Actividad sérica de las enzimas: la actividad sérica de CK, luego de someter a


los animales a esfuerzo físico, específicamente tirar implementos de siembra y
arado, antes, durante y después de accionar los mismos, varió significativamente,
con oscilaciones bien marcadas, encontrándose valores más altos durante la
ejecución de la actividad. La CK en todos los casos se mantuvo relativamente
alta antes de someter a los animales al ejercicio, esto con respecto a los valores
de CK reportados después y durante del ejercicio, por otra parte la actividad
sérica de la enzima AST, mantuvo un comportamiento más o menos estable en
la mayoría de los casos, sólo se detectó un descenso brusco de los niveles de AST
(también en los niveles de CK) en uno de los animales, lo cual se atribuye a la
actividad física sistemática que realiza y al nivel de entrenamiento de este animal.
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Los niveles de CK durante y después del ejercicio mostraron un compor-


tamiento variable, que se mantuvo por debajo de los niveles iniciales, no encon-
trándose valores críticos ni picos que mostrasen una elevación significativa en
los niveles de la enzima, consideramos que los animales al momento de la extrac-
ción de sangre, pre-ejercicio, realizaron alguna actividad previa con sus dueños
(que pudo haber sido transporte o carga) y por tanto produjo que los niveles de
CK en estado basal fueron tan altos para dos de los animales, uno de ellos
mostró niveles bajos respecto a los otros como muestra la Figura 2.
450
450
400
400
actividad enzimatica
Actividad enzimática

350
350
Bas
Basal
300
300
post
Post estímulo
250
250
Pos
Post EP1
200
200
Pos
Post EP2
150
150
100 Pos
Post EP3
100
50
50
00
B1 B2 B3
B1 B2 B3
Asnos
Asnos
Figura 2. Actividad enzimática de asnos sometidos a labores de tracción

Las variaciones de los valores de AST y CK en distintos niveles de


ejercicio de los animales permite inferir la posibilidad de establecer, para cada
especie animal e incluso para cada raza, diversos límites de esfuerzo que estos
pudiesen desarrollar sin presentar daños permanentes en su estructura muscular,
de esta manera se emitirían recomendaciones sobre el desempeño en campo de
cada animal, además de tener bases para fomentar el mestizaje entre distintas
razas con características propias a cada zona y tipo de labor agrícola.

CONCLUSIONES

Evidente necesidad de incorporar nuevos elementos de mecanización


menor, pues el nivel observado es muy bajo, hecho que se traduce en poca
eficiencia dentro del proceso productivo.
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El uso de la tracción animal representa una alternativa viable desde el
punto de vista socio-económico, cultural y tecnológico dentro de la zona.
La aptitud de la zona refleja posibilidades de uso de equinos y bovinos -en
menor grado- para trabajo agrícola.
La conformación corporal de los asnos estudiados, clasificación tipo silla, y
la potencia desarrollada por ellos al accionar los distintos implementos, permite
inferir que el mismo posee aptitudes para labores de siembra directa, no respon-
diendo de la misma manera al realizar labores de labranza.
El comportamiento de la actividad sérica de las enzimas CK y AST
refleja una respuesta fisiológica del animal al ser sometido a esfuerzo físico, lo
cual permite establecer límites de tiempo en el trabajo a realizar.

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