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Moya Mena*
Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LII (132), 99-110, Enero-Abril 2013 / ISSN: 0034-8252
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cargar ellos mismos con la responsabilidad de aplicar sus propios procedimientos de justicia
asegurar la justicia en cada una de las disputas en es, de acuerdo con Nozick, brindarles protección
las que se veían involucrados. a cargo de los clientes de la asociación. Consi-
El proceso de mano invisible hace que los guientemente, son los operadores y miembros de
individuos se unan a la asociación protectora más la agencia de protección dominante los que tienen
fuerte y que distintas agencias se unan entre sí, la obligación moral de convertir al Estado “ultra-
dando origen a una única organización que viene mínimo” en “mínimo” (Nozick, 1988: 39).
a constituir algo así como un proto-Estado o Esta- De esta manera, Nozick explica cómo se
do “ultra-mínimo” (Nozick, 1988: 35). Se trata constituye un Estado sin violar los derechos de
de un Estado similar a los convencionales, pues los individuos, dando paso a una situación que es
ostenta ya el monopolio del uso de la fuerza, pero mucho más conveniente que el previo Estado de
todavía no garantiza completa protección a todos naturaleza.
los individuos, pues existen todavía individuos Ahora bien, este proceso crea un Estado
fuertes e individualistas que quedan sin protec- mínimo que se limita a la protección contra la
ción. Darles esa protección implicaría violentar violencia, el robo, el fraude y el cumplimiento de
los derechos de otros, mientras que no protegerlos los contratos (Nozick, 1988: 7), más allá de estas
no viola por sí sus derechos, aunque ello haga tareas no se justifica la existencia de un Estado
más fácil que algún otro viole los derechos de que lleve a cabo políticas redistributivas inspira-
los mismos. Este constituye un aspecto básico de das en algún afán igualitario. No es que Nozick
la concepción de Nozick sobre el Estado: la no- objete ad portas la idea de la igualdad, lo que
violación de derechos, como “restricciones mora- objeta es el establecimiento de pautas que preten-
les indirectas” para la consecución de cualquier dan establecerla, algo que “violaría los derechos
fin, que según él emana del principio kantiano de los individuos” (Nozick, 1988: 153). Nada hay
de “considerar a cada individuo como un fin y no de malo en que las personas se auto-organicen y
como un medio”. Lo anterior quiere decir que, el formen una sociedad de iguales. Lo que resulta
Estado no puede emplear los derechos de los indi- incorrecto es que se imponga sobre otros, contra
viduos en favor de un bien social, como podría ser su voluntad, pautas igualitarias. Las personas
el dar protección a todos. son naturalmente diferentes entre sí, por lo que
Luego de brindar argumentos y contra- cualquier emprendimiento orientado a igualar-
argumentos en favor de las diferentes alternati- las termina frustrándose (Gargarella, 1999: 54).
vas, Nozick sostiene que “debe consentirse que ¿Por qué -se pregunta Nozick- deben justificarse
los individuos -así como a las agencias de pro- las diferencias entre personas? (Nozick, 1988:
tección a las que los primeros ceden sus dere- 220). En una sociedad libre la mayor porción de
chos- castiguen a los independientes, que llevan la distribución no llega a través de acciones del
a cabo procedimientos de justicia no confiables, gobierno y no cambiar los resultados de intercam-
pues al utilizarse este tipo de procedimientos bios individuales localizados tampoco constituye
se genera un miedo general, que además en el “acción estatal” (Nozick, 1988: 220).
caso de emplearse frente a una persona inocen- Según Ángel Puyol, lo que está en juego no
te, se convierte en un miedo no compensado” es una batalla entre la libertad y la igualdad,
(Nozick, 1988: 73). pues no hay un argumento contra la igualdad
Sin embargo, los clientes de la agencia de como valor. Lo que se debate es qué interpre-
protección dominante tienen la obligación de apli- tación de la libertad es la más adecuada. En
car el principio de compensación, es decir, deben ese debate, Nozick supone que la igualdad se
indemnizar a los independientes no asociados a acaba con el derecho igual a la libertad, porque
la agencia para compensarles las desventajas que cualquier intento de limitar o de poner trabas a
les supone la prohibición de sus procedimientos un derecho tal atenta contra nuestra naturaleza
de justicia. El modo menos oneroso de compensar moral (Puyol, 2001: 21).
a estos individuos independientes que se resisten Nozick estima que una teoría de la justicia
a comprar los servicios de la agencia y prefieren distributiva pautada o de estado final, como
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la de Rawls, sólo se puede llevar a cabo a De cada quien según lo que escoge hacer, a
través de intervenciones continuas en la vida cada quien según lo que hace por sí mismo
de las personas, tales como la prohibición de (tal vez con la ayuda contratada de otros) y lo
transacciones o las confiscaciones de bienes, que los otros escogen hacer por él y deciden
como los impuestos, y nadie tiene el derecho a darle de lo que les fue dado previamente
(según esta máxima) y no han gastado aún o
quitarle al individuo sus recursos, aun si se hace
transmitido o más simplificadamente en “De
con el objeto de impedir que los menos favoreci-
cada quien como escoja, a cada quien como
dos mueran de hambre. es escogido” (Nozick, 1988: 163).
Nozick presenta como alternativa su princi-
pio de la justicia de las pertenencias, compuesto a
La teoría de las transferencias justas de
su vez por tres principios:
Nozick ha sido sometida a una extensa crítica
por parte de autores como Thomas Nagel o
1) El principio de justicia en la adquisición.
Will Kymlicka, que por razones de espacio no
2) El principio de justicia en las transferencias.
se puede reseñar en este artículo1. En todo caso,
3) El principio de rectificación.
esta teoría configura el marco general de la
posición nozickiana sobre el Estado y la justicia.
En esta teoría, básicamente, los dos pri-
Se trata evidentemente de un Estado policía,
meros principios son los medios legítimos
que no interviene más allá de las competencias
que permiten que una distribución sea justa,
por tanto, se adquiera el derecho de propie- anteriormente señaladas y mucho menos, impo-
dad sobre los bienes distribuidos, pues cual- ne impuestos al producto del trabajo, que para
quier distribución que resulte de transferencias Nozick, equivalen a “trabajo forzado”. (Nozick,
libres a partir de una situación justa es justa 1988: 170). El autor añade:
en sí misma. Por su parte, el principio de rec-
Apoderarse de los resultados del trabajo de
tificación se encarga de resolver las injusticias
alguien equivale a apoderarse de sus horas
en las pertenencias producidas por actuaciones
y a dirigirlo a realizar actividades varias. Si
ilegítimas pasadas. las personas lo obligan a usted a hacer cierto
Una transacción justa para Nozick es un trabajo o un trabajo no recompensado por un
acto voluntario sin intervención de fuerza ni de periodo determinado, deciden lo que usted
fraude, dada una apropiación inicial igualmente debe hacer y los propósitos que su trabajo
justa. “Una distribución es justa si surge de otra debe servir, con independencia de las deci-
distribución justa a través de medios legítimos,” siones de usted. Este proceso por medio del
o como principio más general, “cualquier cosa cual privan a usted de estas decisiones los
que surge de una situación justa, a través de hace copropietarios de usted, les otorga un
pasos justos, es en sí misma justa” (Nozick, derecho de propiedad sobre usted (Nozick,
1988: 54-55). 1988: 174).
La teoría de las transferencias de Nozick
implica que la libertad, asumida como ausencia Nozick sostiene que bastan los principios
de coerción y fraude, desbarata cualquier orde- de justicia en la adquisición y en la transferencia
namiento de justicia pautado como el de Rawls, para regular la distribución de bienes en una
esto es, donde ninguna dimensión natural -mérito sociedad, no siendo necesario un Estado más
moral, inteligencia, necesidad, utilidad, etc.- o extenso que el “mínimo”. Más allá de la pro-
ninguna combinación de un número de ellas tección, todas las demás actividades estatales
sirven de pauta para la distribución de bienes. violan derechos. No hay espacio para labores
De este modo, el elemento que posibilita que la típicas de los gobiernos como un banco central,
distribución de bienes beneficie a todos no es otro un ministerio de obras públicas, un ministerio
que la libre transmisión individual, lo que consti- de educación y por supuesto nada que se parezca
tuye el epicentro del sistema retributivo defendido a un Estado de bienestar. El Estado sólo debe
por Nozick: garantizar libertad negativa de las personas. No
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hay ningún intento de institucionalizar el alivio la propiedad y la libertad (Puyol, 2001: 20). El
de la pobreza, los individuos no pueden solicitar control social ejercido a través del Estado, deberá
ayuda del Estado, no importa lo necesitados que salvaguardar los intereses fundamentales de los
estén y no existen mecanismos justificados para individuos, entre los que no se encuentra la pro-
la transferencia de la riqueza de un individuo a tección de unos “hipotéticos derechos sociales”.
otro. ¿Qué alternativa queda frente a problemas En el espacio absoluto de los derechos indivi-
como la pobreza? Únicamente la posibilidad de duales no hay cabida para otra clase de derechos.
donaciones voluntarias. Cualquier otro tipo de derecho tiene como límite
infranqueable el derecho natural a la propiedad y
la libertad.
6. El individuo en Nozick La comunidad, al disponer de los bienes de
los individuos está, de hecho, disponiendo de
Tal y como se ha reseñado, Nozick dice basar ellos mismos. Cuando el Estado interviene en los
su posición sobre el individuo a partir del impe- bienes de las personas, es como si dispusiera de
rativo categórico kantiano (Nozick, 1988: 44). sus talentos. En ese sentido, no hay una diferencia
La idea es que el ser humano, como ser racional de principios entre un Estado que establece un
dotado de auto-conciencia, libre albedrío y la impuesto a los ricos para obligarles a ayudar a los
posibilidad de formular un plan de vida, tiene una pobres y otro que les obligue a trabajar.
dignidad inherente y no puede ser correctamente
tratado como una mera cosa, o usado en contra
de su voluntad, como un instrumento o recurso 7. Justicia, individuo y Estado en Rand
en la forma en que un objeto inanimado puede
serlo. Sobre esta base, Nozick describe a los seres
7.1. Justificación del Estado
humanos como “auto-propietarios”. La tesis de
la auto-propiedad, concepto que se remonta en la
De forma similar a los planteamientos de
filosofía política, al menos a John Locke, implica
Nozick, Rand considera que para excluir la vio-
que “los individuos se poseen a sí mismos”: sus
lencia de las relaciones sociales se necesita una
cuerpos, sus talentos y habilidades, el trabajo, los
institución que se encargue de la tarea de pro-
frutos o productos de su ejercicio de sus talentos,
teger los derechos de los individuos. Esta es
habilidades y trabajo.
Pero si los individuos son fines inviolables en la misión del Estado y por cierto, la única que
sí mismos y dueños de sí mismos, se sigue -dice posee “justificación moral”. El único propósito
Nozick- que tienen ciertos derechos, en particular correcto y moral es la protección de los derechos
derechos a la vida, la libertad y a los frutos de su del individuo, lo cual significa protegerlo de la
trabajo y “nadie puede interferir de manera jus- violencia física, proteger su derecho a la vida, a la
tificada en la vida o en la libertad de otro con la libertad, a la propiedad privada y a la prosecución
excepción de legítima defensa o castigo legítimo”. de su felicidad. Sin embargo, Rand advierte que,
Los derechos de propiedad son absolutos, en el potencialmente, un gobierno es la “amenaza más
sentido de que si usted posee algo, usted puede peligrosa a los derechos del hombre”, ya que tiene
hacer lo que quiera con eso siempre que no se el monopolio legal del uso de la fuerza física con-
violen los derechos de los demás: “puedo usar mi tra víctimas legalmente desarmadas. Un gobierno
cuchillo como quiera, pero no puedo clavarlo en es el “enemigo mortal del hombre cuando no está
tu pecho” (Nozick, 1988: 172). limitado y restringido por los derechos de los
Las libertades individuales son así, liberta- individuos” (Rand, 2009b: 184). Una sociedad en
des absolutas. En el espacio absoluto de los dere- la que el gobierno (los poderes públicos) escoge e
chos individuales no hay cabida para otra clase impone los objetivos por ser perseguidos, los fines
de derechos. Cualquier otro tipo de derecho tiene a ser logrados y la manera de lograrlos, no es más
como límite infranqueable el derecho natural a que un “Estado totalitario” (Rand, 2009a: 390).
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Para Rand, en una sociedad capitalista todas primordialmente por su propio bien, no para el
las relaciones humanas son voluntarias y los de los demás” (Burns, 2009: 42). A partir de
hombres son libres de cooperar entre ellos o supuestos como este, Rand plantea una explícita
no. La propiedad privada es la institución que apología del egoísmo.
protege e implementa el derecho a disentir y La autora reconoce que el egoísmo tiene
así, mantiene el camino abierto al atributo más mala prensa y es visto incluso como “sinónimo
valioso del hombre: “la utilización de su mente de maldad”. La imagen que invoca el egoísta es la
creativa” (Rand, 2009a: 24). El principio ético de un “bruto sanguinario capaz de pisotear un sin-
más relevante viene a ser una relación indisoluble número de cadáveres para lograr su fines” (Rand,
entre el derecho a la vida, como fuente de todos 2009b: 10). Sin embargo, Rand señala que el sig-
los derechos, y el derecho a la propiedad, como nificado real de egoísmo, según el diccionario, es
única forma de implementarlo. Sin el derecho a la “preocupación por los intereses personales”. Ese
propiedad ningún otro derecho es posible y con- genuino sentido ha sido tergiversado por la “ética
secuentemente, es moralmente obsceno conside- del altruismo” que afirma que “preocuparse del
rar la riqueza como un producto anónimo, tribal, interés personal es malo, mientras que toda acción
y hablar de “redistribuirla” (Rand, 2009a: 36). realizada en beneficio de los demás es buena”.
El principio básico que guía la justicia en A esta “ética del altruismo” Rand contrapone
todos los casos establece que ningún hombre la “ética objetivista,” que postula que el hombre
puede obtener valores de otros sin el consenti- debe ser el beneficiario de sus acciones y tiene
miento del propietario. No existe tampoco algo que actuar a favor de su propio interés racional.
así como un “excedente social”, pues toda riqueza Su derecho a actuar así, deriva de su propia
es producida por alguien y le pertenece a alguien. naturaleza humana y de la función de los valores
Es por esto que para la autora, la imposición de morales; en consecuencia, es aplicable únicamente
gravámenes o impuestos significa “una iniciación en el contexto de un código racional de principios
al uso de la fuerza”. ¿Cómo entonces se financia- morales, demostrado y validado de manera objeti-
rían las labores mínimas del Estado en cuanto va, que defina y determine sus auténticos intereses
a policía, fuerzas armadas, tribunales, únicas personales. La preocupación por el propio interés
tareas legítimas del Estado? Según Rand a través es la esencia de una existencia moral y el hombre
de “impuestos voluntarios” que los ciudadanos debe ser beneficiario de sus propias acciones
pagarían tal y como lo hacen con los seguros. (Rand, 2009b: 14). No caben a partir de esta lógica
El principio del financiamiento voluntario de preocupaciones de tipo colectivo:
las actividades gubernamentales se fundamenta
sobre en la premisa de que el gobierno “no es el Por ejemplo, los objetivistas oyen muchas
veces una pregunta como esta: “Qué se hará
dueño de las rentas de los ciudadanos” (Rand,
por los pobres o lo incapacitados en una
2009b: 219).
sociedad libre?
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mercado muestra de qué modo se puede orientar En tercer lugar, la perspectiva de la libertad
el egoísmo. En el mercado hay penalizaciones, pero dentro de la visión libertaria de la justicia termina
no hay sujeto penalizador. Las penalizaciones son siendo una libertad de la que inevitablemente no
consecuencia de la acción de todos, pero no son puede disfrutar más que una pequeñísima minoría
voluntarias ni existe agente “penalizador”. Este que viviría rodeada de una mayoría insatisfecha y
Homoeconomicus no solo constituye una abstrac- crecientemente descontenta. Es una libertad negati-
ción unidimensional, tampoco soporta la crítica ni va aislada de los demás elementos de una existencia
de la economía moderna ni de las comparaciones social satisfactoria y elevada a una supremacía nor-
transculturales. Las sociedades humanas están for- mativa incuestionable que ni siquiera es fiel a los
madas más bien por una tupida red de lazos sociales mejores puntos de vista de la tradición liberal, pues
que implican un despliegue de afectos, solidaridad, como lo afirma Thomas A. Spragens, en la corrien-
capacidad de compartir y de implicarse, sentimien- te principal del liberalismo histórico, las libertades
tos de reciprocidad y, por supuesto, altruismo. individuales no son el todo y el fin de una buena
En segundo lugar, la factibilidad de una sociedad. En su lugar, se asocian con otros bienes y
concepción sólida de la justicia que no reconoce obligaciones sociales (Etzioni, 1998: 23). En efecto,
siquiera la existencia de la sociedad, resulta alta- la tradición liberal había reconocido que ciertas
mente cuestionable. Tanto el “Estado mínimo” acciones destinadas a mitigar las injusticias de la
de Nozick como el mero conjunto de “hombres naturaleza y la herencia social eran intrínsecamente
individuales” de Rand, no constituyen más que correctas en términos morales, así como necesarias
ficciones que no soportarían el peso de las cir- para la preservación de la libertad y para el sustento
cunstancias objetivas. Ambas imágenes podrían de una comunidad política viable. Como habría
convivir sin problemas con situaciones de carencia insistido J.J. Rousseau, la ciudadanía democrática
de democracia o explotación, que muchos podrían sería incompatible con una situación en la que unos
considerar como injustas. En el caso de Nozick puedan comprar a sus conciudadanos y otros se
y tal como lo ha demostrado G. A. Cohen, no es vean obligados a venderse a sí mismos (Rousseau,
cierto que todas las transacciones libres de fuerza 1999: 83). Por otro lado, los autores de El Federa-
y de fraude preservan la justicia inicial. La mezcla lista abrazaron la importancia de la libertad y la
de justicia con justicia no resulta necesariamente descentralización del poder, pero no con el objeto
en una situación justa y no sólo los actos delibera- de maximizar la libertad per se, sino para alcanzar
la meta más compleja de la justicia, que “es la meta
damente fraudulentos pueden arruinar la pulcritud
del gobierno, la meta de la sociedad civil” (Madi-
de las transacciones de mercado. Las transacciones
son, 1986:133).
justas pueden tener resultados injustos en términos
Los libertarios distorsionan la visión liberal
de desigualdad no advertida por los participantes.
de una buena sociedad cuando subestiman a la
El libertarismo de Nozick y Rand no tiene
comunidad como un objetivo social importante.
una cómoda convivencia doctrinal con la demo-
Por ejemplo, la palabra comunidad o las frases
cracia. La política tiene un límite intocable: los
“bien común”, “bien público,” “bien general”, o
derechos negativos. Las decisiones públicas, de
“bien del pueblo”, figuran prominentemente en
todos, empiezan donde acaban los derechos. En
los argumentos de John Stuart Mill sobre la legi-
ese sentido la democracia se opone a los derechos
timidad del poder. En Consideraciones sobre el
y a la libertad: hay que evitar que la voluntad de
Gobierno Representativo, Mill rechaza la idea de
todos se entrometa en la vida de los individuos
que la sociedad no puede ser nada más que una
violando su libertad. La máxima libertad es la concatenación de proyectos públicos y privados.
que es mínimamente política, y el mejor Estado En una sociedad puramente privatista, dice Mill:
es el más inactivo (Ovejero, 2002: 71). Frente a
una democracia que “ha dado plenos derechos a El prójimo sólo aparece corno un rival, y en
las mayorías”, convendría más bien una “demo- caso necesario como una víctima. No siendo
cracia de los superiores”, como lo planteó expre- el vecino ni un aliado ni un asociado, no se
samente Rand (Burns, 2009: 44). ve en él más que un competidor. Con esto se
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extingue la moralidad pública y se resiente la una teoría de la justicia robusta, que efectivamen-
privada. Si tal fuera el estado universal y el te haga de este valor una norma de convivencia
único posible de las cosas, las aspiraciones profunda en la sociedad y no un principio mera-
más elevadas del moralista y del legislador se
mente contractual. El libertarismo de Nozick y
limitarían a hacer de la masa de la comuni-
Rand carece de una idea de bien social y entiende
dad un rebaño de ovejas paciendo tranquila-
mente unas al lado de otras (Mill, 1976: 77). los derechos (negativos) como anteriores a cual-
quier idea de justicia que, en todo caso, queda
Resulta particularmente interesante remitirse relegada a árbitro de unas mercantilizadas rela-
al mismo Adam Smith, a quien el libertarismo ciones sociales.
considera un referente indiscutible. Smith dice en La justicia libertaria parece no violar
su Teoría de los sentimientos morales: los derechos contractuales libremente esta-
blecidos por los individuos. ¿pero qué pasa
El hombre sabio y virtuoso está en todo cuando nuestra capacidad contractual está
momento dispuesto a que su propio interés inhibida por circunstancias ajenas a nuestra
privado debe ser sacrificado ante el interés voluntad, como la pobreza, la explotación o la
público de su propio orden o sociedad en discriminación? ¿Qué pasa además con otros
particular. Él está también dispuesto a que derechos, como los derechos humanos o los
el interés de ese orden o la sociedad debe
derechos positivos, plenamente compatibles
ser sacrificado ante el interés superior del
Estado o la soberanía, de la cual es sólo con la libertad política?
una parte subordinada. Debe, por tanto, La justicia libertaria falla no solo en presen-
estar igualmente dispuesto a que todos esos tar una alternativa al liberalismo igualitarista de
intereses inferiores deben ser sacrificados Rawls, falla también al proporcionar un modelo
ante el interés superior del universo, a los de justicia robusta que sirva de base a una buena
intereses de esa gran sociedad de todos los sociedad, en la que los individuos se traten entre
seres sensibles e inteligentes, de los cuales sí como fines en sí mismos y no como simples
Dios mismo es el administrador y director
instrumentos; como totalidades personales y no
inmediata. (Smith, 2007: 279).
como fragmentos; como integrantes de una comu-
nidad, vinculados por lazos de afecto y compro-
Finalmente, un Estado mínimo que se limita
miso mutuo, y no exclusivamente como “partes
a la protección contra la violencia, el robo, el
contratantes”. El modelo del Homoeconomicus,
fraude y el cumplimiento de los contratos y que
no da cabida para otros derechos (como los dere- socialmente indiferente y egoísta, constituye no
chos humanos), no es sólo un Estado no funcional solo una pobre y unidimensional abstracción de
y que tampoco crea justicia. No es funcional - la compleja naturaleza humana, es también una
entre otras razones - porque suponer, como lo degradación de la ciudadanía y - tal y como se
hace Rand, que podría financiar sus actividades ha probado - es dudosamente fiel a la tradición
(justicia, policía, defensa) a través de “impuestos histórica liberal.
voluntarios” es irrisorio. La evidencia reciente Tal y como lo plantea Solís, “si quienes
muestra más bien que el Estado es necesario, no carecen de los bienes elementales o mínimos
precisamente en función de la lógica “esclavizan- para vivir una vida digna son dejados a su
te” del altruismo, sino para salvar al capitalismo suerte, los efectos negativos inmediatos serían
de su propia lógica auto-destructiva. la erosión de la cohesión social, la seguridad
y estabilidad sociales; es decir, se crearían
las condiciones para la volatilidad social; y
9. Reflexiones finales esto representaría una amenaza seria para las
libertades que los libertarios valoran como un
A partir de las concepciones libertarias de todo” (Solís, 2010: 42). Este es el peligroso
individuo y Estado parece difícil poder constituir contorno de la utopía libertaria.
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