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Diaz Araujo, E. Apuntes de historia argentina contemporánea.

1987

La Gran guerra actuó como “gran línea divisora” de la historia de América Latina. Su importancia
es notoria porque permite que América Latina entre de lleno en la política mundial. La intención
del libro es ver la Gran Guerra desde la Argentina desde un eje de preocupación: en la “relación
triangular” Gran Bretaña-Estados Unidos- Argentina (y en este caso con el añadido del cuarto en
discordia, Alemania). Finalmente, se busca hacer una historia científica, ajena a las epopeyas
partidarias.

Victorino de la Plaza: Neutralidad pasiva

OPINIONES

Manuel Galvez: Dos años de neutralidad por una conducta blanca y cobarde

Gabriel del Mazo: Se hicieron ocho sucesivas declaraciones de neutralidad, entrando a una suerte
de desesperación. La neutralidad fue un puro formalismo

Carlos Ibarguren: Firme neutralidad, sosteniéndose patrióticamente la independencia y la


soberanía a pesar de incidentes y presiones

CONFLICTOS

 Caso Dinant: El 24 de agosto de 1914 se ocupó el pueblo de Dinant, donde el Sr Remy


Himmer, un francés que se desempeñaba como vicecónsul argentino honorario, fue
fusilado tras ser aprehendido por las fuerzas alemanas. Los alemanes al ocupar el edificio
(que era una fábrica textil y casa particular de Himmer) cometieron diversos desmanes
que luego fueron publicados en el Diario “La Nación”. Los hechos, como tales, no se
pudieron conocer bien, en razón de las característica propias de la guerra, pero si
trascendió la propaganda: fusilamiento del Vicecónsul argentino, y 140 subditos belgas
entre los que se encontraban mujeres y niño; ofensa a la bandera patria, saqueo del
consulado, y pabellón nacional hecho pedazos.
Ante esto el Procurador General de la Nación, Julio Botet, no ve agravio al honor nacional
en virtud de que Himmer no era argentino, no revestía ninguna vestidura diplomática, y
que si había participado en la lucha por su país, la Argentina no debía pedir reparaciones
por su situación.
El autor opina que este asunto no se le puede reprochar al Presidente, ya que la razón
estaba de su parte

 Caso Mitre: El 28 de noviembre de 1915 los cruceros de la escuadra británica “Orama” y


“Macedonia” apresaron al vapor “Presidente Mitre” entre Buenos Aires y puertos
patagónicos (aguas territoriales argentinas) y con bandera arriada. El “Mitre” estaba
registrado con matrícula nacional, con pabellón, capitán, tripulación, carga y pasajes
argentinos. Pero el Almirantazgo británico reslvió que por ser su compañía armadora la
Hamburgo-Sudamericana, quedaba derogado su derecho de izar bandera argentina, y
pasaba a ser considerado “propiedad enemiga”.
El gobierno reclama la devolución del barco, pero no la ofensa al pabellón nacional.
Murature decía: “El gobierno argentino atribuye la captura del “Presidente Mitre” a un
error de interpretación del comando de la flota británica y espera verlo reparado por el
espíritu ecuánime de V.E. y su gobierno”. Y no se reputó agravio para el pabellón de la
República por la forma en que los oficiales de la flota británica arriaron el vapor. El Foreign
Office ofreció una transacción: devolver el buque sin reclamar daños y sin reconocer
expresamente el atropello cometido, a lo que Murature y Plaza aceptaron
El autor opina que no sólo los ingleses habían violado la convención de Londres de 1909
sobre banderas mercantes, sino que la declaración del 1º de marzo de 1915 sobre
apresamiento de neutrales sólo se refería a lo que condujeran mercaderías alemanas o
para puertos alemanes, que no era este el caso. Era un buque argentino, en aguas
argentinas y sí se ofendió la soberanía; el derecho argentino era muy claro. Considera que
en esta situación la debilidad de Plaza y Murature merecía el nombre de cobardía

DECLARACIONES DE NEUTRALIDAD

Fueron 8: 1 en 1914 + 5 en 1915 + 2 en 1916

La desesperación de los gobiernos sin juicio propio por “declarar” la neutralidad procede de un
espíritu de dependencia: rendido de antemano o por intereses o por sentimientos de inferioridad.
Y esta situación se complicó más cuando se encuentra la inevitable presión de los aliados, que
pretendían incorporar al país a la contienda.

Díaz Araujo, Enrique (1987), Apuntes de Historia Argentina Contemporánea. Tomo I. Mendoza:
FFyL UNCuyo.

Resumen páginas 139 a 191.

I. Las Ideas diplomáticas de Yrigoyen

Principales ideas-fuerza de Yrigoyen en materia internacional:

a) “Las naciones tienen como valor categóricamente principal el de su soberanía, que


enlaza identidad, independencia, voluntad popular, etc.”

b) “La paz o, lo que es lo mismo, la neutralidad, es el estado normal de las naciones.”

c) “La paz no se declara, se declara la guerra.”

d) “La guerra es lícito declararla solamente en defensa de la soberanía de la Nación; es decir,


cuando media un ataque exterior o una amenaza contra su independencia, sus
ciudadanos o su integridad territorial.”
e) “La nación no está con nadie, contra nadie, sino con todas las naciones para bien de
todas.”

f) “Ninguna nación debe ser obligada a ir a la guerra, ni impedida de hacerla cuando con ella
defiende su soberanía.”

g) “La soberanía es la rectora de la paz y la guerra.”

h) “Ninguna nación debe ser perturbada o agredida en su paz y neutralidad.”

i) "En el marco internacional, todas las naciones deben ser iguales en sus derechos y
obligaciones: no deben existir naciones grandes y naciones chicas, ni mucho menos
naciones privilegiadas y naciones marginadas.”

j) “El mundo debe vivir en un ordenamiento armónico y pacífico sin imposiciones.”

k) “Los pueblos son sagrados para los pueblos.”

En resumen, se busca la emancipación del gobierno en cuanto a su política exterior. Esta


afirmación se ve claramente manifiesta ante el intento de Estados Unidos de alinear su política
beligerante en la Segunda Guerra Mundial con el resto de las naciones del continente americano.
No hay porqué unirse al grupo de los aliados solo porque los yankees lo quieren. Es indispensable
salvar nuestra personería, la Argentina se unirá a una guerra siempre y cuando sea decisión propia
y no externa. Es decir, Yrigoyen se opone al imperialismo (estadounidense en este caso) en todas
sus formas. Por otra parte, afirma que económicamente somos una colonia inglesa y que
efectivamente somos tratada como una.

En cuanto a su estilo discursivo, se mantiene en un plano de grandezas morales, de sentimientos


nobles, de ambiciones de justicia y reparación. Sus plurales proceden del Krausismo. Su sentido de
la paz universal proviene de Krause. Es evidente que Yrigoyen, en el orden teórico, es un néutrata
o pacifista trascendental, desasido de las realidades de este mundo. Sin embargo, en tanto que
político práctico, es un buen táctico que sigue con atención los vaivenes de la balanza del poder
internacional. Admitía el predominio yankee, pero, él pensaba que lo querían arrastrar a la
adopción de determinada línea de conducta, y no le gustaba ser arrastrado.

Sin embargo, en un primer momento se encontraba más alineado a Estados Unidos y en una
postura antitética con Inglaterra. Esto cambia a partir de acontecimientos bélicos muy
particulares:

1) Declaraciones sobre la guerra submarina

Declaración alemana: Constata la guerra submarina, a raíz del bloqueo inglés, y por lo tanto la
advertencia a todos los buques y submarinos neutrales de un posible ataque en caso de ingresar a
zona bélica. La respuesta argentina fue de neutralidad, alegando que se ajustarían a las normas de
derecho internacional, y respetando de la misma forma a todos los beligerantes. Según Díaz
Araujo, esta posición tomada correspondería a la ausencia de un marco jurídico internacional al
cual remitirse con cierta seguridad. La Argentina podía lamentar la decisión germana, pero no
podía ignorar la realidad fáctica en que se apoyaba, especialmente que a sus expensas se había
aplicado el bloqueo de cereales con quien hasta 1913 había ocupado el segundo lugar en su
intercambio. Se adopta una política de reserva para seguir atentamente el curso de los
acontecimientos futuros. Sobre todo, cuando el presidente tiene que computar también dentro de
la realidad a una opinión interna mayoritariamente anglófila prácticamente hasta el servilismo.

La postura de Yrigoyen durante el conflicto bélico no dejó de tener esa neutralidad benévola con
los Aliados. Éste alegaba que la imprescindible inserción de la Argentina en el mercado mundial
había resultado desequilibrada en los términos del vínculo. Las mismas habíanse vuelto
progresivamente dominadas por Inglaterra y los otros países. No se oponía a esa inserción del
país, sino al referido desequilibrio. Aceptaba los aportes ingleses al país, pero al mismo tiempo
rechazaba sus abusos.

Empero, la búsqueda argentina de un equilibrio inestable fue imposible, sobre todo a


partir de la entrada de Estados Unidos en la guerra.

En un primer momento, Inglaterra presionaba para que declaráramos la guerra a las


potencias centrales. Sin embargo, nunca lo hicieron de una manera hóstil ya que necesitaban
mantener el statu quo económico. Los yanquis querían desalojar a un tiempo a los alemanes y a
los ingleses de la vida argentina. Estados Unidos exigió el aliniamiento detrás de su bandera de
todos los vecinos continentales.

Inglaterra  Confiaba en la superioridad de su marina para mantener su imperio marítimo.


Coaccionaba a sus abastecedores neutrales para transformarlos en benévolos. Política sigilosa.

Alemania  Utilización del submarino para torpedear el nervio vital del imperio inglés. Política de
arrogancia.

USA  Empleo de un discurso convincente, falso y veraz a un tiempo, basado en el Destino


Manifiesto que “quiere salvar a los países del sur del estigma hispano-católico”, por medio de sus
inversiones directas y de cartera, sin perjuicio de que ellas contribuyan a equilibrar su balanza de
pagos. La Doctrina Monroe, destinada a evitar la intervención de las potencias europeas, se había
convertido en una justificación para la intervención de los Estados Unidos. Esta postura halló con
Woodrow Wilson, a partir de 1917, un momento culminante.

La reparación yrigoyenista no era sino el trasunto político del avance cultural de la


conciencia nacional argentina. El novecentismo, coetáneo del Radicalismo, aspiraba a la esperanza
de ser una unidad y no un cero dentro de la cultura universal. Sabía que el imperialismo no tiene
forma ni color especial.

Con la declaración norteamericana de guerra a Alemania, se dieron instrucciones para


invitar a los neutrales a que siguieran el proceder norteamericano. La respuesta argentina al
formal anuncio de los Estados Unidos fue una simple nota de reconocimiento, de simpatía y sin las
palabras de confraternidad panamericana que los yankees habían “sugerido”. En Argentina, la
opinión se dividió, entre aquellos que felicitaban al país del Norte ante esta decisión, y aquellos
que alababan la decisión del presidente. Los bandos estaban delimitados, los diarios tildaban a la
prensa pro-yrigoyenista de germanófila y a los liberales de aliadófilos.

Mientras tanto, Estados Unidos consigue fácilmente que numerosas repúblicas


sudamericanas con las que está unida en la Unión Panamericana tomen parte en la guerra contra
Alemania. La Argentina quedaba al margen de esta “comunidad atlántica”, sumisa a los dictados
de Washington. Mas, de momento, fueron los alemanes los que obligaron la atención de
Argentina.

2) Hundimiento del Monte Protegido

El 4 de abril de 1917, el carguero Monte Protegido fue hundido por un submarino alemán mientras
navegaba en aguas del Atlántico Norte. Iba cargado de lino con destino al puerto neutral de
Rotterdam. Era propiedad del armador Pablo Arena e izaba pabellón argentino. No obstante,
todos sus tripulantes eran noruegos.

Los funcionarios argentinos manifestaron que el hundimiento del buque constituye una ofensa a la
soberanía argentina que pone al gobierno de la república en el caso de formular la justa protesta y
la reclamación de las explicaciones subsiguientes. Alemania respondió por su parte que lamentaba
este hecho, consecuencia de la guerra intensiva, y que ofrecería en cuanto pudiera, ofrecer
respeto y saludo al pabellón argentino por la propia escuadra imperial.

Esto fue una victoria tajante y absoluta de la soberanía patria, y un costoso error para los
alemanes que develaron un sistema comercial de intercambios directamente localizado hacia
Imperios Centrales. Esto no solamente afectaba sus relaciones diplomáticas con la Argentina en un
momento crucial, sino que ponía al descubierto ante los Aliados los embarques “sin destino” que
venían maniobrando económicamente con los gobiernos argentinos.

3) Convocatoria al Congreso Latinoamericano de Neutrales

El 8 de mayo de 1917 la cancillería argentina cursó una nota a todas las naciones americanas
neutrales en las que expresaba su voluntad de procurar entre ellas una inteligencia con motivo de
la guerra que cada día abarcaba mayor extensión en el mundo. La reunión se articularía bajo dos
conceptos: uno coyuntural, el de la guerra; y uno más amplio, el de la armonía de los estados
americanos que constituye un ideal político y un propósito al que prestaría su preferente atención.
La neutralidad actual es una cosa bien distinta a la antigua neutralidad. Ha dejado de ser una
actitud pasiva para convertirse en una forma de actividad. La neutralidad ya no es una situación,
constituye una política.

El congreso de los neutrales haría que la República Argentina no apareciera como una
individualidad aislada, sino que conglomeraría a su alrededor a todos los demás neutrales de
América; define un pensamiento, una actitud, una voluntad. Este proyecto de unidad
hispanoamericana no podía sino inquietar a los norteamericanos, dueños e inventores del
panamericanismo. No hace falta aclarar que quien fomenta y es el principal ideólogo de este
congreso es el mismo Yrigoyen.

Los norteamericanos reaccionan lógicamente ante esto, y se encargaron de sembrar entre las
diferentes cancillerías el rumor y la presión yankee, de que el congreso sería un fracaso. De
manera que cuando Yrigoyen señala las influencias inconfesables de los Estados Unidos que han
logrado sembrar entre las cancillerías de todo el sur, sabía de qué estaba hablando. El veto yankee
fue entonces el causante de este fracaso de reedición de la idea bolivariana de la anfictionía de
Panamá.

4) Hundimiento del Oriana

El 6 de junio de 1917, cerca del puerto francés de Tolón, fue hundida la barca velera del pabellón
argentino “Oriana”, cuyo puerto de destino era Génova. Aquí nuevamente se permitió el
salvamiento de la tripulación,

Antes de presentar el reclamo correspondiente, la cancillería argentina realizó investigaciones.


Concluyeron que no podía considerarse como nave argentina, verdaderamente por el pabellón;
conducía hierro y acero que podía ser contrabando de guerra, sujeto al derecho de presas, y la
compañía aseguradora pagó al armador el seguro correspondiente.

Congruentemente, el gobierno se abstuvo de toda reclamación.

5) Hundimiento del Toro

El 22 de junio, en las cercanías del Peñón de Gibraltar, un submarino alemán hundió al carguero de
matrícula argentina “Toro”, de dueños argentinos y mayoría tripulante argentina. Transportaba
lanas, carnes, grasas, cueros y taninos. Nuevamente se respetó a la tripulación. Coincidentemente
también se dirigía al puerto de Génova.

Pero acá la Argentina, segura de su derecho, se jugó a fondo en defensa de los principios de
neutralidad. Alegaron que, ante la reiteración del hecho, las satisfacciones morales y las
indemnizaciones del daño material eran insuficientes para salvar el derecho vulnerado.
Reclamaban entonces que además del desagravio moral y de la reparación del daño, la seguridad
del gobierno alemán de respetar en lo sucesivo a los barcos argentinos en su libre navegación de
los mares.

Esto consistía en un gran desafío: pretender la seguridad de respetar la libre navegación de los
mares era una verdadera temeridad. Los diarios de Buenos Aires pensaron que al final estaban
ante un casus belli. Entretanto, la respuesta alemana demoraba. El 24 de julio respondía a la
Argentina que el incidente era producto de la aplicación de las reglas generales internacionales del
derecho en la guerra marítima. Evidentemente una respuesta que no satisfacía para nada la
demanda. Seguido de este hecho, el gobierno argentino (Yrigoyen) afirmaba que las convenciones
que aquéllos afirman le son extrañas o por imposiciones de una lucha en la que no participaban.
No es posible que sus productos naturales se califiquen en momento alguno como contrabando de
guerra. Ahora entonces reafirma su reclamo: reparación moral y material, libertad de los mares y
los productos argentinos no son contrabando de guerra. La respuesta alemana fue un triunfo
absoluto para la Argentina. Confirmaron todas las demandas que había efectuado Yrigoyen.

En medio de este conflicto, se menciona un rumor sobre la firma de un protocolo secreto con el
ministro de relaciones exteriores de Alemania en Argentina, Karl Luxburg. Este tratado habría
consistido en que el gobierno argentino procuraría que no salieran más buques con su bandera
para hacer viajes a través de las zonas de guerra. Varios autores afirman que el protocolo fue
rechazado por Yrigoyen, quedando firme la declaración pública alemana.

Luxburg informó a su gobierno para que cumpliera estrictamente lo prometido a Yrigoyen a fin de
evitar complicaciones inconducentes. Y si llegaba el caso de que la marina alemana considerase
que algún buque de bandera argentina debía hundirse, lo hiciera sin dejar rastros porque el
canciller Honorio Pueyrredón notorio asno anglóflio esperaba la oportunidad para romper
relaciones. Esta última información ha podido conocerse gracias a que forma parte de uno de los
tres telegramas interceptados por los ingleses y publicados por los norteamericanos el 7 de
septiembre.

Como fuere, lo cierto es que, a la época del hundimiento del Toro y sus públicas tratativas, el
supuesto arreglo secreto de mayo estaba denunciado de hecho. Posteriormente navegaron
buques argentinos hacia los puertos aliados o neutrales sin ser molestados jamás y que el fue
liquidado fue Luxburg. Todo esto huele en realidad a una guerra psicológica. Los norteamericanos
y sus amigos nativos no podían tolerar el éxito de Yrigoyen frente a los alemanes.

6) Visita de la escuadra del almirante Caperton

En julio de 1917, los norteamericanos aprovecharon la coyuntura para enviar una escuadra
encargada de patrullar el Atlántico Sur (realizado hasta entonces por los ingleses), con el muy
notorio propósito de hacer sentir a Argentina, su fuerza y obligarla al alineamiento forzoso. La
visita de barcos norteamericanos durante cuatro o cinco días obligaría a la Argentina a revocar su
neutralidad. El embajador de los Estados Unidos lo hace saber al gobierno: la escuadra entrará en
el puerto de Buenos Aires incondicionalmente. Yrigoyen le contesta que no permitirá la entrada
de barcos en el puerto. El embajador le pide que desista de su actitud y que solicite la entrada de
los barcos como visita de cortesía. Finalmente, el gobierno los acoge y el diario oficial da un
almuerzo a la marinería. Hay un cálido recibimiento, especialmente de parte de los aliadófilos;
pero no se logró la buscada pérdida de la neutralidad.

7) Telegramas Luxburg

El 12 de septiembre el gobierno argentino declaró que el conde Karl Von Luxburg había dejado de
ser persona grata, quedando así terminada su misión diplomática cerca del gobierno argentino. El
gobierno alemán lamentó vivamente lo ocurrido y desaprueba en absoluto las ideas expresadas
por Luxburg en los telegramas publicados por sus adversarios, sobre la forma de hacer la guerra de
cruceros. Esas ideas eran puramente personales. Ellas no tuvieron ni habrían tenido ninguna
influencia sobre la decisión y las promesas de gobierno imperial.

Como vemos, el gobierno argentino actuó contra Luxburg y no contra su gobierno. La renuencia
del presidente a utilizar la conducta de aquel como causa de ruptura de relaciones no satisfizo a
amplios sectores de la prensa argentina, la población y el Congreso. El presidente parecía más
molesto con Norteamérica por publicar sin consentimiento suyo cables reservados atinentes a
hombres y cosas de su país.
CONCLUSIONES

 Yrigoyen acertó y erró en la conducción de la diplomacia argentina ante la Gran Guerra,


mucho más lo primero que lo segundo. De las 16 situaciones conflictivas, salió airoso de
11, por lo tanto la historia le hace un balance favorable
 Felix Luna: En momentos de presión de USA amenazando la soberanía latinoamericana, la
política de Yrigoyen alentó a la conciencia emancipadora en el hemisferio, Argentina fue la
campeona de América.
 Manuel Galvez: Yrigoyen como gran figura moral que resiste al poder inmenso de las
grandes potencias del mundo, el tiempo le daría la razón. Tuvo mucha razón en negarse a
complicar su patria en aquel gigante desastre.
 Calro Ibarguren: Yrigoyen en una situación tan difícil se apoyó en sentimientos argentinos
de no comprometer a su país en tremendo conflicto. El presidente se apoyó en las masas
populares e interpretó su sentir con certero olfato político. Rescata valores gaucos y la
“altivez argentina”, heredada de España.
 Lascano: Manejó con la mayor altivez las relaciones exteriores del país
 Manross (historiador de USA): La desconfianza hacia el imperialismo de USA fue uno de los
motivos por los cuales Yrigoyen se mantuvo neutral
 Van der Karr (hist de USA): Las opiniones varían pero con excepción de Franco en España,
ningún otor líde occidental pudo evitar tomar partido abiertamente
 Vemos una notable persistencia, fortaleza y patriotismo! Yrigoyen el hombre del misterio
y del silencio: siguió “la sagrada causa de la Patria”, porque en política exterior no hay, ni
puede haber, otra causa.

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