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1.-Cómo s e iidqiniere la l i b e r t a d .
74.-Despues de haber estado sometidas a las mismas reglas durante
todo el tiempo de la República, las manumisiones fueron objeto de varias
reformas desde el reinado de Augusto. H a y que distinguir dos perlodos:
1. Desde los primeros siglos hasta el Imperio, la manuniisión es
regulada según principios rigurosos. Interesa a un mismo tiempo al
señor propietario, a quien despoja de un bien, y a la ciudadanla. a quien
d a un ciudadano m& Por tanto, son prrcisas dos condiciones para
adquirir la libertad: a) Que la mannmisión tenga lugar por la voluntad
del sefior propietario, y b) Que sea hecha en formas solemnes, donde
esté representada la ciudadanla.
Jqabla de tres es ecies. L a manumisión podía tener lugar: cenaw,
cindicto, l e a t m e & ~ (!Ypiano, 1, 6).
1. Censu.-Con el consentimiento del señor, el esclavo es inscritu
en los registros, del censo, donde cada ciudadano tenla su capitulo.
Este modo de manumisión, aunque parece ser muy antiguo, data, sin
aue cada cinco años. v en e momento
(i'lpiano, 1. 5 8:. -
\.
duda alguna, de Servio Tulio V n o 14, 2), no pudiendo emplearse mas
. de las operaciones del censo
2. Vindieto.-Es 1.3
el procedimiento más ~ ~ r á c t i c o . señor, aconlpa-
nado del esclavo, y a veces de un tercero, casi siempre nn Lictor, se
presenta en cualquier sitio delante del magistrado, y entonces tiene
lugar la ficción de un proceso en reclamación de libertad. E l tercero,
llamado adaevtor libertalis, confirma que el esclavo esta libre; el señor
no hace contradicción alguna, y el magistrado consagra la afirmación
del adeerlw, siendo libertado el esclavo (1).
3. Testanenro.-La voluntad de un ciudadano expresada en su
testamento es oliligatoria, según la ley de las X I I tablas.
Iil testador, pues, puede dejar directamente r n libcrtad a s u escla-
?o, diciendo en su testamento: Stiehr~aliliev eslo. Entonces el esclavo es
libre, en cuanto el testamento produzca su efecto (2). Como toda dis-
-
(3) 1 Iplsim. 1. 6. I).. de Jtirlll.. l. 1: Ainniimi<r;oiirrq u o ~ , i rl u r l , prniiiint runl. E s l
aulm rn~iniintiraln.d. inoiiii misiiu. U rrl iIiitin lilirrll?. .-Ad. l. pr.. hl.
N. del 'C.-~m~,ten podin lil,rrtnr I P ~ I I I I P I ~ I P 11,. l a ~ w l i l v ~ t u51" d mniiunii-ihn. en
ilnunm casos ~rrrwtorpor I?r l'onditiieinnrs inil~rr1nli.ry W r <e rliurnrrsn r n el Iltorslo
m cl luulo r.pditl I>P h r qtJi sin, i i m r ~ i n i i s \ i o ~nd ~ r lih..rl<itr#<iiirrt>rii,wd 181. l . 41). 1 . VIII).
rurcj~n.~slo. iin e d i c t o d e i:liiii<liin dwlarn Iil,re y .ln p;itrniin i i l c+vo s qiiim a l ~ a n i l o n 6
s u d u r n o e c w i w d r alwn:i riirvrmrdad o nchnqiic ( I r y II!. Un r r v r i p l o de Viirrn Aiircllo
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<i <le qiir el cninpridor Ir r l n d
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vcii<lwlor ii~liiiiiw~i nian,tr~iiicloiinn roltintiad ron1r:iria :S In que cxr>rosd ti1 hserr,r In
vcnts (ley 111I.
71. i l I ('f. I'lplnno, 1, 7.-1. 3 2. de lihcrl., 1, 5.-A ostn closc do manumlsidn
In rlrnc el nomhre de un junquillo, riindicln o tcsfiicn con el c i d 01 odsrrlor Iibrrlalir tocaba
al eiciiivo. i d e ~ u n q i i i l l oera i m a ~ c nde In Innzo. al&bolo de la prolilednil ((in?o. IV. $ 18.
ir, time.-V., i l n eniliargo. Tllo Livio, 11. 5.
(2) 1 Ipinno. l. 8 0.- -11. f .-En r r t e caso. cl crelavo ndquicre 1s lilmrtnd par elwto
directo del t e s t ~ m m l o(dirrrlo librrla,). 1% rl libertado del ditunlo. librrlrir orriniia. Ea
m u y dlitinto nd enso en que cl tcrtudor ruega o su Iirrrilrro que m:inumlts al rselnvo
(Fidric.riintisanrin lihrrlar). Entonerr er el heredero quien Ic da la libcrtad por le vindicta
o por el censo, qued~indoscsin patrono. Ulpiano, 11. R.-V. n.. 655.
D E l . l S P E H S O X A S 89
do a la aprobación de un consejo (6). De manera que, salvo esta excep-
c i h , donde la manumisión está justificada y rodeada de garantias
particulares, la ley separaba del niimero de ciudadanos aquellos libertos
cu a juventud pudiera ser objeto de desórdenes. Aunque t a m b i h ,
haxiendo dado pruebas de moralidad o rendido algún servicio al Esta-
do, les facilitaba, según veremos m4s adelante, la adquisición de la
ciudadania (V. n.O 75, 1, 2).
b) La manumisi6n hecha por un señor menor de veinte años se
declara nula, pues es de suponer que un señor tan joven se dejase llevar
sin reflexión de sus actos, dando libertad a esclavos poco dignos de este
favor. Pero, así :y todo, la ley no se aplica, habiendo un motivo legítimo
de manumisión y estando aprobado por el consejo; en cuyo caso el
señor menor de veinte años puede libertar a su esclavo por la vindicta,
haciendo un ciudadano, o inter mnicos, haciendo un latino (Gayo,
1, §§ 38 Y 41) (7).
c) La ley declara nula la mauumisión hecha en j r a i d e & aweedc-
res. Se consideraba como tal la que, disminuyendo la fortuna del señor,
le hacía insolvente o aumentaba su insolvencia, causando, por tanto,
un perjuicio a sus acxeedores (8). Aunque habia ciertos jurisconsultos
que exigían además que el señor tuviese conciencia del daño que hacia
a sus acreedores, acabando por prevalecer esta opinión. Si estas dos
condiciones van unidas, la ley impide producir su efecto a la manumi-
sión en interés de los acreedores (9
Entonces el esclavo es libre de echo, pero no lo será de derecho
hasta asegurarse bien de que los acreedores no harán prevalecer la ley
Sentia. Su interks debía llevarles a una pronta solución, aunque, si11
embargo, no parece que ningún plazo les haya sido concedido (10).
d ) La ley .4efia $entia crea una tercera clase de manumitidos, los
dedietiiins. Todo esclavo que durante su esclavitnd haya sufrido ciertos
castigos no será. digno de hacerse por la manumisión ni ciudadano ni
latino. La ley siilo le concede la condición de peregrinos dedicticios, con
cierta agravaciiiri (Gayo 1, 13.-Ulpiano 1, 11.-V. n.O TI>, 1, 3).
A todas las disposiciones anteriormente citadas la ley hacia uua
importiinte exci:gción. En favor del señor, y a fin de tener seguro un
heredero, decidia que el esclavo, instituído y libertado por el testamen-
to de su amo, si: haría libre y ciudadano siempre que tuviese menos de
treinta años, quii no estuviera en situación de Iiaierse dedicticio, que
(6) Gnyo. 1. 5% 18 y 10.-Ulpiana, L. 16, pr., D., de nian. viridicl., Xi., 2.-.El Consejo
se componia en Roma d e cinco senadores y de cinco caballoror piitieron. y en isr demlr
provin~iasde veint,e reouperadores ciudadanm romanos (Gayo, 1, 9 201.
(71 131 swlor qiuc desdc la edad d e catorce anos podía por testamento disponer de
suo blene, no podia libertar rus esclavos d e la misma manera que si tuviera veinte años
(Gayo, 1, S 40). E s una disporici6n d e la cual no hay que oxtrafinrsc, pllerto que la ley ha
querido impedir. ni, la transmbión do in propiedad de,los esclavos. sino su manumisidii
por un srfior dcmssindo joven. Sin razón Jurlininno critica y reforma lo que a 61 le Parece
m e incomouencia ( i 5 7. qui,U quib., a eous.. I 6.-Nov. 1919, c. 2 ) .
N. áei T.-E" 18, Oianumisión hoeha por ei se& menor de veinte arios no se aplicaba
la ley Aaiio Senlio, habiendo un motivo legítimo do manu!nisión. Esas causan legales eran.
por ejemplo (y decjimos por ejemplo porque Justiniano cita $610 algunas. por vla de tal.
wiiili, w>n lo cual r,e indica quo habia otras), cuando se manumltla al padre o madre, a l
preoeptor, nodriza o hermwo de leche. Asimismo ouundo se manumitia n una esdava
para eprsrse con ella o a un esclavo para hacerle su procurador.
(8) Gayo, L. 1i3, D.,qizi el o quib., SI., 9.-Pamponio, L. 23, D., ood.-1, 5 3, qui el
wib. rz C U I ~ S . . 1, 6.
(9) Gayo, 1,
Sentia irnpedil libri'lrilem.
...
37: Qui in frnirdm crrdiloruni manuniiilil, nihii ayii quia ir* Aciio
(lo) Mientras l.anto, el eiclivo seni un sloluiibor. Asi se llamaba a l esdavo libertado
bajo termino o oondici6ii. La esperanza de la libertad descansa sobre 61, y se hace libre
de derecho pleno al Ile@r el t & m i n o a condición. Esta situaci6n puede resultar, bien sea
de una manumisión en fraude de aereeddores, o bien por una manumisión Iedurnenlarin, some-
tida rxprerumente si un tbmino o condici6n.-13nuio, 1.. 1. pr.. y S 1, U.,<le sloliil.. XL, 7.-
ulpiano, 11, 9 5 1 i i .s.
90 L I B R O P R I M E R O
(2) Gayo, 1. $8 29 a 32.-E1 latino podia llegar tambih s la eiudadania romana por
1s crroris causae orobotio (V. n.0 94. c.l.
92 I.IBHO P R I M E R O
caer otra vez en esclavitud y de ser vendidos ellos y sus bienes, con l a
cl4usula siguiente: de no poder nunca jamás ser manumitidos. E n fin,
que no habia medio de mejorar su condición ni de llegar a l a ciudada-
nia (Gayo 1, $9 27 y 29). Este rigor estaba justificado por su conducta
anterior, pues se presumía que hubiesen sido ciudadanos peligrosos.
11. Relaciones de los manunzitidos con el p a t ~ o n o - S e a cual Iuere
la condición del liberto, sus relaciones con el patrono son las mismas,
aparte de ciertas diferencias para el reglamento de su sucesión (V. nú-
meros 670 y 674).
Siendo a su antiguo seriar a quien el libertado debe s u existencia
civil, debe estar con 61 en relación análoga a la del hijo con su padre.
Por tanto, toma el nombre (5), ovigen y domicilio legal del patrono (6),
formando también parte de su gens.
Por otra parte, con motivo del agradecimiento que debe al patro-
no, tiene que sujetarse hacia 61 a ciertas obligaciones que constituyen
los ' a r a p a t ~ o n a t u s o derechos de patronato. Estos derechos pasan
tamtién a los hijos agnados del patrono, y se pueden dividir en tres
grupos: a) 0bsequium.-El patrono tiene derecho al respeto y conside-
raciones por parte del liberto (7). Este derecho se manifestaba bajo las
formas más variadas; por ejemplo, el libertado no podia perseguir a s u
patrono sin autorización de un magistrado (L. 4, 5 1, D. de i n ~ U B
voc. 11, 4), debiéndole también alimentos en l a necesidad (Paulo, S. 11,
32). Esta obligación estuvo por mucho tiempo desprovista de sanción,
pero la ley Aelia Sentia estableció penas contra el liberto ingrato (Tbci-
to, An. XIII, 26), y en los tiempos de Cómodo pudo ser puesto otra
vez en esclavitud (V. n.o 64 i n fine).
b) Opera.-Ademas, el señor hacia prometer ciertos servicios al
liberto, opevae, bien fuera con ayuda de alguna estipulación o bien por
juramento (V. 337). Estos dos procedimientos hacian nacer l a misma
obligación sancionada por l a acción opcrarum [L. 2, 5 1;L. 8 pr. y L. 15,
5 1, D., de o p . liber., XXXVIII, 1). Habia dos clases de operae. Las
operae officialerr consistian en los servicios domésticos; por ejemplo,
administrar los asuntos del patrono, cuidar su casa durante su ausencia
y acompañarle en sus viajes (L. 38, 5 1 y L. 50, D., eod). Estos servi-
cios, naturalmente, se consideraban como debidos al agradecimiento,
cesando esta obligación a la muerte del patrono. Los opwae f a b ~ i l e s
tentan un carácter pecuniario, reservándose el atrono cierto número
de jornales de trabajo, según el oficio, arte o prozsión del liberto. Podia
ceder o arrendar este censo, y pasar a sus herederos (8).
c) Eii fin, el patrono tenia importantes derechos sobre la tutela y
la sucesión del liberto. (V. núms. 108, 1 y 689).
(5) Desde el fin de la Repú-blica, el liberto tuvo tres nombres: al plaenomern y al no-
nien penlililium del patrono une como cognomen el nombre que tenla siendo eaclsvo. Por
ejempio: Herme$, liberto de Mareo Valcrio. se llamaba M. Volerius M. L. Harmea, es demr,
Marco Volerio (Marcilibertus Hernies Por regla general, las mujeres libertadas no tenlan
apellido, como los ingenuos (d. noS1 &a 2). El liberto de una mujer tomaba el apellida
del a d r e d e su patrona. Cf. Corp. in&. lol. VI, 3.939.
83) Ulpiano, L. 6, 8 3. D., od rnunieip.,'~.1: Libertini originem potronorurn no1 dorni-
eillurn seairunlur: ileni qui e z Iiis nnscun1ur.-El origen resulta del lugar del nacimiento.
El libertado entonces es considerado como originario de la misma ciudad que el patrono.-
CI. L. 22, § 2 Y L. 23, pr., D..eod.
(7) Ulpiano, L. 9, D., de obs XXXVIII, 1% Liberlo e l tilio s e m p e ~honesta d sanela
persona polris ae palroni uideri d%l.
( 8 ) Uipiano, L. 6. D., de op. liber, XXXVIII, 1: Fobriles operae eelernmpue quoe qu-1
iri pecnnioe praelalione eonilrlunl. od heredrrenz lranseunl: offieiales uero non lransaunl.
D E L A S P E R S O N A S 93
111.-bltimo e s t a d o d e l Derecho.
Apéndice.-Del colonato.
..-" ".
(4). L. 1, 5 1. C . , d e col. Ihrne., XI, 52: ...LLet eondiliono uideanlur ingenui, serol Lamen
terrae ii>rrizs, mi ...
no!, s m l , c r i s ~ i n i ~ n i ~ i r
N. del T.-Por eso. era eonsiderndo el eolonnto c o m o un estado iiiferrnedio entre la
libertad y lu cíciauitud. 1.03 eolonor eran prqiicñor irwndaturios, de condici6n juridica
Iibre, pero vinculados perpctuamenle al Iundo cullivodo por ellos.