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como la primitiva y enclavada en las orillas del rio Eresma, fue destruida durante la
persecución arriana del año 516.
La segunda catedral, conocida como la antigua, fue mandada construir por el rey
Alfonso VII (1126-1157) en estilo románico y consagrada en el año 1228,
encontrandose situada en las cercanias del actual Alcazar, en el lugar que hoy
ocupan los jardines que anteceden al castillo. Esta catedral tenia tres naves,
crucero y un claustro gótico que es de lo poco que quedó despues de su
destrucción.
La actual Catedral fue mandada construir por el rey Carlos I, ya que la anterior
románica construida por Alfonso VII fue destruida en 1520 durante las guerras de
las Comunidades, al hacerse fuerte las tropas comuneras en la Catedral, frente a
las tropas imperiales situadas en el Alcazar, a escasos metros de distancia.
Rodrigo Gil sólo estuvo tres años al frente de las obras, aunque habría de volver
más tarde. Se hizo cargo de la dirección de las obras García de Cubillas que ya
participaba en los trabajos desde el comienzo de las obras.
Hacia 1550 ya estaban hechas las tres naves y sus cubiertas, desde los pies hasta
el crucero, se habia levantado la torre hasta el cuerpo de campanas, se había
trasladado el claustro desde la anterior Catedral románica y se hallaba muy
avanzada la sala capitular.
En 1559 fallece Garcia Cubillas y recoge el testigo de las obras nuevamente Rodrigo
Gil de Hontañón hasta su fallecimiento en 1577.
El morir Rodrigo Gil de Hontañón en 1577, le sucede Juan de Mugaguren que cierra
las bóvedas del crucero con una cúpula en estilo escurialense, termina los brazos
del transepto y construye en 1615 la puerta neoclásica de San Frutos.
La segunda catedral, conocida como la antigua, fue mandada construir por el rey
Alfonso VII (1126-1157) en estilo románico y consagrada en el año 1228,
encontrandose situada en las cercanias del actual Alcazar, en el lugar que hoy
ocupan los jardines que anteceden al castillo. Esta catedral tenia tres naves,
crucero y un claustro gótico que es de lo poco que quedó despues de su
destrucción.
La actual Catedral fue mandada construir por el rey Carlos I, ya que la anterior
románica construida por Alfonso VII fue destruida en 1520 durante las guerras de
las Comunidades, al hacerse fuerte las tropas comuneras en la Catedral, frente a
las tropas imperiales situadas en el Alcazar, a escasos metros de distancia.
Rodrigo Gil sólo estuvo tres años al frente de las obras, aunque habría de volver
más tarde. Se hizo cargo de la dirección de las obras García de Cubillas que ya
participaba en los trabajos desde el comienzo de las obras.
Hacia 1550 ya estaban hechas las tres naves y sus cubiertas, desde los pies hasta
el crucero, se habia levantado la torre hasta el cuerpo de campanas, se había
trasladado el claustro desde la anterior Catedral románica y se hallaba muy
avanzada la sala capitular.
En 1559 fallece Garcia Cubillas y recoge el testigo de las obras nuevamente Rodrigo
Gil de Hontañón hasta su fallecimiento en 1577.
El morir Rodrigo Gil de Hontañón en 1577, le sucede Juan de Mugaguren que cierra
las bóvedas del crucero con una cúpula en estilo escurialense, termina los brazos
del transepto y construye en 1615 la puerta neoclásica de San Frutos.
Caracteristicas
La girola dispone de siete capillas absidiales y las naves laterales un total de doce
capillas, seis a cada lado.
En su fachada, de gran sencillez, encontramos las dos puertas laterales con arcos
trilobulados y la puerta central en cuyo parteluz encontramos una imagen en piedra
sobre una peana y bajo un dosel, de la Virgen Inmaculada. En la misma posición
pero en el interior de la catedral, y esta de madera policromada, también otra
Virgen sobre peana y dosel, obra de Sebastián Almonacid (siglo XV).
De finales del siglo XVIII, tiene una escultura de San Geroteo obra de Manuel
Pacheco. El conjunto de estilo neoclásico es de una gran sencillez.
Puerta de San Frutos La Puerta de San Frutos ocupa el brazo norte del crucero y
desemboca a la Plaza Mayor de Segovia. Es del siglo XVII y esta dedicada a San
Frutos patrón de la ciudad nacido en el año 642 en esta ciudad. Es la puerta de
entrada habitual en la Catedral.
En el nicho central del segundo cuerpo una estatua de San Frutos, diseñada en el
1611 por Pedro de Brizuela y labrada en piedra de granito por Pedro Monasterio y
Nicolás González.
La torre De planta
cuadrada, tiene 88
metros de altura y en su
momento fue la más alta
de España, estaba
construida toda ella en
estilo gótico y terminaba
en un chapitel de madera
de caoba, traida de America y que fue destruida por un rayo en 1614, por lo que el
arquitecto Mugaguren colocó en su lugar una cúpula de estilo herreriano (muy
parecida a la existente en el crucero) y rebajando su altura en 12 metros.
Capilla Mayor El actual altar fue mandado construir por Carlos III (1759-1788),
con diseño de Francisco Sabatini (1722-1795). Se inició en 1768 y fue terminado
en el 1775 en los talleres del Palacio Real de Madrid.
En la parte superior del retablo, sobre la cornisa dos imagenes sentadas en color
blanco, de San Valentin y Santa Engracia con las palmas del martirio, y en el centro
del frontón el anagrama de la Virgen. En la cuspide una cruz entre ángulos.
Las rejas que cierran el Altar Mayor son obra barroca de Antonio de Elorza (1736) y
fueron doradas por Miguel y José Borbúa de Segovia. Se encuentra decorada con
azucenas, blasones y medallones en las cresterías.
Coro Situado frente al Altar Mayor, se cierra por una reja obra de Antonio Elorza de
1729.
La silleria fue traida desde la antigua catedral, y colocada en 1558 por Juan Gil y
Jerónimo de Amberes, y terminada en el año 1790 por Fermín Huici. Es de estilo
gótico flamigero, de finales del siglo XV y fue mandada hacer por el obispo don
Juan Arias Dávila.
La arqueria que forma el respaldo de las sillas son arcos conopiales que a su vez
encierran arcos rebajados que apoyan en larguisismas columnas. En la parte
superior, la sillería se adorna con tracerias caladas.
Sobre la silla episcopal el escudo de Juan Arias Dávila, y los dos asientos mas
cercanos a la reja, se reservaban a los reyes, para poder seguir los oficios divinos.
Ambos asientos se encuentran rematados por dos pequeñas cupulas góticas.
El facistol de estilo plateresco, cuyo pie se atribuye a Vasco de la Zarza, es del siglo
XVI.
En este mismo lugar encontramos dos cajas barrocas que guardan los dos organos
de los que dispone la catedral, uno de ellos obra de José Chavarria y Pedro
Chavarria en 1770 (el situado en el lado del Evangelio) nietos de don Pedro Liborna
Chavarría, que es el constructor del otro organo del lado de la Epistola y que es del
año 1702. Las cajas que los contienen son obra del tallista Juan Maurat. Ambos
organos se encuentran en perfecto estado de funcionamiento.
Capilla de San Cosme y San Damian La reja que la cierra es obra barroca del
siglo XVIII de Antonio Elorza. El retablo obra del segoviano Domingo Fernández es
de 1629 y está formado por tres cuerpos, en el inferior, bajo el nicho San Cosme y
San Damian, diversas imagenes que representan el martirio de los Santos titulares
y seis apostoles o doctores. En el segundo cuerpo una imagen de Nuestra Señora
de la Concepción, atribuida a Gregorio Fernández y en el tecer cuerpo el
Descendimiento de Cristo.
La reja es de caoba maciza, es de las primeras que se trajeron del Nuevo Mundo, a
bordo de la nave del Almirante Miñano de Contreras.
Los muros se cubren con lienzos del sevillano Ignacio de Ries, discípulo de
Zurbarán, fechados en torno a 1653, como el titulado el Árbol de la vida.
La traza es del arquitecto Ventura Rodriguez (1717-1785) del año 1784 y las
estatuas de San Felipe y Santa Isabel situadas en sendas hornacinas en los
laterales del retablo son obra en mármol de Hubert Dumandré y Juan Tierri (ambos
franceses), realizadas en memoria de Felipe V e Isabel de Farnesio. En el centro la
urna con los restos de San Frutos, Santa Engracia y San Valentin (todos ellos
santos segovianos).
En los laterales del trascoro en la parte recayente a las naves laterales, los muros
estan estucados y en ellos encontramos en parejas de a dos a los cuatro
evangelistas con sus respectivos simbolos. San Marcos con el león, San Juan con el
aguila, San Lucas con el toro y San Mateo con el evangelio.
Capilla de San Blas Por esta capilla se accede a la torre. Tiene una reja
plateresca, un retablo barroco y en su altar encontramos una imagen del Santo
titular de la capilla.
Capilla del Cristo Yacente Se cierra mediante una verja barroca obra de Antonio
Elorza del siglo XVIII.
En la capilla encontramos una pila bautismal gótica del siglo XV, con las armas del
rey Enrique IV y que procede de la Catedral antigua.
Capilla de Santiago Se
cierra por una verja
barroca obra de Juan de
Salamanca y pintada
por Juan del Rio.
El retablo obra barroca de Pedro de Bolduque es del año 1595. Tiene tres cuerpos,
en el primero o sotobanco nos encontramos con una escena del traslado del cuerpo
del Apóstol Santiago en una carreta de bueyes; en el cuerpo central la figura del
apóstol Santiago con vestimenta de peregrino; en el cuerpo superior un gran
relieve de Santiago a caballo, en la batalla de Clavijo. En los lados del retablo, dos
pinturas con la vida del santo, y en el sotobanco una pintura del fundador de la
capilla. Todas estas pinturas son obra
de Alonso de Herrera (segoviano)
aproximadamente sobre el 1600.
La puerta de acceso al claustro fue realizada por Juan Guas en el año 1483 por
encargo de la Reina Católica, por lo que también procede de la antigua Catedral.
Las esculturas que la integran son obra de Sebastián de Almonacid. Se trata de una
portada adscrita al gótico florido y compuesta de una doble portada en piedra
policromada, una que da al interior de la catedral y la otra recayente al claustro.
Las figuras de los laterales estan policromadas en oro sobre fondo azul.
En su interior encontramos dos sepulcros con efigies yacentes, uno del obispo
segoviano don Raimundo de Losana (1249-1259) y el otro del obispo de Segovia
don Diego de Covarrubias (1564-1577) hijo del arquitecto Covarrubias.
Claustro
Situado en el
lado sur de la
catedral, es
obra de Juan
Guas
procedente de
la antigua
catedral. Se trata de una obra gótica flamigera del siglo XV (terminado en 1470) en
el que destacan sus ventanales con tracerías caladas. fue una obra encargada por
el obispo Arias Dávila.
Tiene una base cuadrada de 36 metros x 36,80 metros de lado. Las galerias tienen
una anchura de 5,25 metros y está construido en piedra de sillería. En el centro del
patio encontramos un pozo. Las galerias se cubren con bóvedas altas de tracería
simple en todas ellas, menos en una, que es un poco más complicada. Están
divididas en secciones por pilares y baquetones apuntados y arcos formeros,
nervaduras ornamentadas con filetes de fronda y claves más abundantes en los
ángulos. En dos de ellas los escudos del rey Enrique IV y del obispo don Juan Arias
Dávila.
En cada muro, en la parte
recayente al patio, cinco
ventanales de 3,55
metros de ancho y altura
proporcionada partidos
por siete maineles o
columnillas sobre un
podium. Sobre estas
columnillas alternando
dos a dos, forman arcos
redondos que a su vez encierran dos pequeños arcos con caireles. Sobre el espacio
superior por encima de estos arcos tracería calada con diversas combinaciones
geometricas.
Enfrente de esta capilla, otra de estilo gótico flamigero que cobija los restos del
canónigo don Fernando de Cabrera, muerto en 1576.
Otra capilla es la que mandó hacer el canónigo don Iñigo López Aguado en estilo
plateresco junto a la puerta de la Sala Capitular.
Cerca de esta capilla empotrada en el muro, una urna con las cenizas de Maria del
Salto (la judia Esther) a quien salvó la Virgen de Fuencisla en un hecho milagroso.
Presidiendo la estancia un gran Cristo bajo un dosel y debajo, el sitial del Obispo
del siglo XVI.
Tambien destacamos un caliz regalado por don Beltran de la Cueva en 1140 y una
sacra de plata de época renacentista.
Para finalizar la custodia procesional realizada en 1656 por Rafael Gonzalez, orfebre
toledano.
La misma la componen dos capillas: la primera que se nos abre a nuestro paso la
del Cristo de la Agonia y al fondo la de los Ayala.
Sobre la cornisa se abren las pechinas adornadas por los santos segovianos San
Frutos, San Valentin, Santa Engracia y San Geroteo en altorrelieve. Adornos de
grutescos y decoración barroca completan la decoración.
Cubre la capilla una bóveda de media naranja con barandilla interior, ocho
ventanales y labor de filigrana en piedra con linterna.
El retablo de José de
Churriguera (del año
1686) y Juan de
Ferraras, fue dorado por
Santiago Casas y
Lorenzo Villa
(segovianos). Destacan
dos grandes columnas
salomonicas ricamente
decoradas y una esfera
ovoide que representa al Mundo. En los laterales se guardan las reliquias de
diversos santos. Alrededor de la esfera entre rayos de luz, angeles cantores y otros
que tañen instrumentos musicales. En la cuspide la imagen de la Fé, que levanta un
cáliz en la diestra y en la izquierda la cruz. A los lados dos relieves; el de la derecha
representa la venida del Espiritu Santo sobre los apostoles y el segundo la
Anunciación.
A los lados del altar dos arcángeles, obra de Bartolomé del Rio (segoviano).
Finalmente colgados en el muro, dos cuadros de San Geroteo y San Frutos; y
adosados varios relieves de yeso: San Pedro, San Pablo y varios obispos, primitivos
mártires segovianos según nos indican sus incripciones.
La Girola
Ocho
capillas
absidiales,
la de San
Pedro con
un retablo
y una
escultura
policromad
a del santo titular de finales del siglo XVI obra de Pedro de Bolduque; la capilla de
San Ildefonso, con un retablo del siglo XVIII, decorado con un altorrelieve que
representa la imposición de la casulla a San Ildefonso; la capilla de San Geroteo
fundada por el obispo Juan José Martínez Escalzo en 1173 para que sirviera de
enterramiento; la de San Frutos con tres retablos barrocos dedicados a San Frutos,
San Valentin y Santa Engracia, los tres santos segovianos y ademas hermanos; la
capilla de San Antonio de Padua con un altar barroco. Le sigue la capilla de Nuestra
Señora del Rosario en la que se puede encontrar un lienzo de la Virgen del Rosario
realizada en 1789 por Ramón Bayeu; la capilla de San José de escaso interes
artistico y finalmente la Capilla de San Antón.
La capilla de San Antón, cerrada por una verja barroca del siglo XVIII del taller de
Antonio Elorza. Dispone de un retablo dorado atribuido a Juan de Ferraras
iluminado por dos ventanas en su parte superior. A la izquierda encontramos
adosado al muro el sepulcro en actitud orante del obispo don Antonio Idiaquez
Manrique fallecido en 1615, aunque el sepulcro es de fecha posterior a la muerte
del prelado, seguramente obra de Andres de Monasterio hacia 1700.
Exterior de la catedral
Interior de la catedral
En el interior se puede apreciar su estilo gótico tardío.
Nave central
Retablo mayor.
Capilla Mayor
El actual altar fue mandado construir por Carlos III (1759-1788), con diseño de
Francisco Sabatini (1722-1795). Se inició en 1768 y fue terminado en el 1775 en los
talleres del Palacio Real de Madrid.
Las rejas que cierran el Altar Mayor son obra barroca de Antonio de Elorza (1736) y
fueron doradas por Miguel y José Borbúa de Segovia. Se encuentra decorada con
azucenas, blasones y medallones en las cresterías.
Coro
Vista nocturna.
Situado frente al Altar Mayor, se cierra por una reja obra de Antonio Elorza de 1729. La
silleria fue traída desde la antigua catedral, y colocada en 1558 por Juan Gil y Jerónimo
de Amberes, y terminada en el año 1790 por Fermín Huici. Es de estilo gótico
flamigero, de finales del siglo XV y fue mandada hacer por el obispo don Juan Arias
Dávila.
La arquería que forma el respaldo de las sillas son arcos conopiales que a su vez
encierran arcos rebajados que apoyan en larguisismas columnas. En la parte superior, la
sillería se adorna con tracerias caladas. Hay asientos reservado a los reyes, más cercanos
a la reja, para poder seguir los oficios divinos. Ambos asientos se encuentran rematados
por dos pequeñas cupulas góticas. Sobre la silla episcopal el escudo de Juan Arias
Dávila
Órganos
Capilla de la Piedad
La capilla de la Piedad, también conocida como capilla del Santo Entierro, fue fundada
por Juan Rodríguez de Noreña, canónigo fabriquero de la propia catedral, quien encargó
el retablo de la capilla a Juan de Juni, que realizó en 1571 una pieza similar al Entierro
de Cristo que realizara a mediados del siglo XVI en Valladolid. Frente al altar mayor se
conserva un lienzo que representa la duda del apóstol Santo Tomás, atribuido a Alonso
Sánchez Coello.2
Fue fundada por Andrés de Madrigal, tesorero y canónigo de la catedral, que instituyó
dos capellanías y dotó al espacio de reja y retablo.
Situada a los pies de la catedral y junto a la denominada puerta del Perdón, fue
construida en 1531. Contiene bóveda de crucería de terceletes, decorada por Juan del
Río en 1622 con símbolos de la Inmaculada Concepción. El cabildo catedralicio la cedió
en patronato en 1645 al capitán Pedro Fernández de Miñano y Contreras, gobernador de
Cádiz, caballero de la Orden de Santiago, capitán de la flota de la Plata al servicio de
Felipe IV de España, para destinarla a panteón familiar.6
Destaca en ella una colección de obras del pintor flamenco y afincado en Sevilla Ignacio
de Ries realizada en 1653, compuesta por el Árbol de la Vida, la Adoración de los
Pastores, la Conversión de San Pablo, el Bautismo de Cristo, la Coronación de la
Virgen y El rey David, que constituyen su mejor obra.2 Además, preside la capilla un
retablo de madera policromada, que alberga en su espacio centrar una imagen de María
Santísima de la Limpia Concepción, encargada por el cabildo a Antonio de Herrera
Barnuevo, escultor de Felipe IV, en 1621.6
La verja que cierra la capilla fue realizada en Jerez de la Frontera en madera de caoba
procedente de América por Francisco Jiménez, a finales de la primera mitad del siglo
XVII.6
El retablo que preside la capilla es de estilo barroco, está dedicado al apóstol Santiago y
es obra de Pedro de Bolduque en 1595, siendo el ejemplo más depurado de retablo
bolduquiano, con una estructura clásica y una decoración influida por la obra de Gaspar
Becerra. La policromía fue realizada por el pintor segoviano Alonso de Herrera, y el
retrato del fundador contenido en el conjunto está atribuido a Alonso Sánchez Coello.8
Al lado derecho del retablo hay una puerta con jambas de granito, de la que arranca una
escalera compuesta de quince peldaños, también de granito, que baja a una cripta,
también denominada en algunos documentos como “sacristía”. Se trata de la única pieza
excavada en el subsuelo de la catedral, y ya debía estar terminada en 1604, y fue
proyectada por Rodrigo del Solar. Una vez abajo se localiza un rellano o vestíbulo
desde el que se pasa a dos estancias. La de la derecha, larga y estrecha, está
pavimentada con ladrillo, y los muros y bóveda están decorados con ángeles, en
grisalla, portando los instrumentos de la Pasión. A la izquierda, y a través de tres
escalones se localiza una estancia más desahogada, con la función de panteón familiar.
Está iluminada por dos tragaluces abiertos al jardín del claustro, y en el muro de
poniente hay un profundo rebaje, mientras que en de oriente una losa de granito
incrustada hace las funciones de retablo, decorada con la imagen de Nuestra Señora de
la Antigua, que la humedad ha borrado casi por completo, excepto la imagen del Niño,
de buena factura.7
Cierra la capilla una reja barroca datada en 1594, obra de Juan de Salamanca y decorada
por Juan del Río, que fue modelo para las restantes de la catedral.
Fue concedida a Antonio Idiáquez Manrique, obispo de Segovia, con destino a panteón
familiar. Conserva un retablo barroco ejecutado por José Vallejo Vivanco entre 1696 y
1697, y dedicado a San Antón, cuya imagen preside el conjunto, obra de Pedro Valle,
quien también comenzó el sepulcro del prelado y que dejó sin terminar al morir. La
imagen orante de Idiáquez, acompañado de un paje, fue realizada finalmente por el
segoviano José Galbán, yerno de Juan Alonso de Villabrille y Ron. La efigie del santo
titular fue estofada por Pedro Gutiérrez, y pintada por Matías de Ortega, y las pinturas
se deben a Francisco Herranz.
Dentro de los enseres más destacados de la capilla llama la atención el retablo cerámico
realizado por Daniel Zuloaga para el Santísimo Cristo de la Agonía, un crucificado que
fue donado por Ramona López de Ayala y del Hierro, madre del historiador Juan de
Contreras y López de Ayala, marqués de Lozoya. La obra fue realizada en 1897 en la
Fábrica de loza La Segoviana y constituye una de las obras más importantes que en su
tiempo se fabricaron en cerámica. Completa el conjunto una reja, candelabros y
lámparas de forja del rejero Ángel Pulido.2
Capillas en la girola
Vitrales
Vitral dedicado a la Virgen María en la Catedral de Segovia, obra de Francisco Herranz
en el siglo XVII.
Los vitrales de la catedral son uno de los conjuntos más importantes del patrimonio
vidriero español.9 El conjunto se compone de 65 piezas que se distribuyen en el tiempo
en tres fases diferentes.
La primera fase corresponde al siglo XVI, conforma una de las series más importantes
de vidrieras manieristas realizadas por el taller de los Pierres (Pierres de Holanda y
Pierres de Chivarri, junto con Nicolás de Vergara, Nicolás de Holanda y Gualter de
Ronch), y son uno de los grupos renacentistas más importantes de Europa.9
La segunda fase fue ejecutada en el siglo XVII por Francisco Herranz, quien realizó una
programación teórica de las vidrieras en un manuscrito titulado Orden de las Ystorias
que se han de poner en las vidrieras de la Yglesia Mayor de Segovia, conservado en el
Archivo Catedralicio de Segovia. Este conjunto se compone de 33 piezas y es la fase
más amplia. Finalmente, una tercera fase tuvo lugar en 1916, cuando se incluyeron siete
vitrales para la capilla mayor realizados por la Casa Maumejean de Madrid.
Otras dependencias
Claustro
Sala capitular
Sacristía