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MEMORIAL

DEL EJERCITO DE CHILE


ORGANO OFICIAL DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL
EJERCITO.
NUMERO ESPECIAL
B A T A L L A D E M A I P O

AÑO LXI Nº 342 MARZO-ABRIL 1968

UMARIO
MAIPO
Maipo
Manuscrito O'Higgins a
Pueyrredón
Pág.
5
8
A QUELLA jornada memorable de nuestra independencia,
no sólo debe ser recordada para enseñanza perdurable
de chilenos y argentinos; ella pertenece a la tradición
gloriosa de los ejércitos unidos que allí combatieron valero-
samente, y ocupa un lugar prominente en la historia de los
Manuscrito San Martin a países beneficiados por sus consecuencias políticas."
Pueirredón 11 "Pero Maipo es más que una batalla: es el complemento
parte Oficial de la Bat. de Chacabuco, es la coronación de la campaña de los Andes,
(De Sn. Martín al Dir. es el afianzamiento definitivo de la emancipación de Chile,
Supremo O'Higgins) .... 12 es la realización de la expedición libertadora que ha de
instrucciones para la ba- levantar para siempre la América libre e independiente."
talla dictadas por el "Después de Maipo, el escenario de la revolución pierde
Gral. San Martin 19 su carácter local y asume las grandes proporciones de un
Batalla de Maipo 21 drama continental."
Gral. de Div. Ramón Frei- "La naciente República de Chile adquiere por derechos
re 53 de conquista y en forma legendaria, el dominio del mar; y
Batalla de Maipo 59 la mano segura de San Martín hace flamear en la capital
Gral. de Div. Dn. Juan G. del virreinato, en el centro de todo el poder colonial, la
Las Heras 89 bandera de Chile que en horas de graves responsabilidades
Batalla de Maipo 92 le confiara el director supremo O'Higgins."
Gral. de Brig. Mariano "Maipo marca el momento en que el soberbio edificio
Osorio 98 español, levantado en América por la epopeya de la conquista,
Batalla de Maipo 108 sostenido por un régimen secular y defendido denodadamente
Gral. de Brig. J. M. Bor- por sus valientes capitanes, se siente estremecer' para ser
goño 144 sacudido, en seguida, vigorosamente, desde sus cimientos de
Tte. Crl. Santiago Bueras 148 granito."
Recuerdos del Crl. A m a - "La campaña restauradora es trascendental en la historia
gada 152 de los destinos humanos; su gloria ha sido más fecunda por
Brigadier José Ordónez .... 160 móvil y por objeto la independencia y la libertad de un
Batalia de Maipo 170
mundo; fue obra de redención y no de sojuzgamiento."
"Boyacá es la consecuencia del mismo plan y corresponde
Batalla de Maipo 175 a la realización de la misma obra; es el asalto glorioso de los
Sintesis de la evolución Andes, el triunfo definitivo de las armas libertadoras, la
de los Ejército Peninsu- respuesta de Bolívar al llamamiento de O'Higgins para
lares 181 emprender una campaña combinada contra el virreinato del
Acuerdos del Centenario Perú y concurrir así unidos a la emancipación de América."
de la Batalla de Maipo 189 "Y Ayacucho es la coronación de aquella empresa conti-
Nerología Gral. Guerrero 199 nental: la escuadra de Chile ha asentado en forma incon-
Nerología Tte. Crl. Bar- trastable su dominio en el mar; San Martín ha proclamado
dina 205 la independencia del Perú y las huestes emancipadoras de
Colombia sellan en aquellas jornadas la obra de común
redención."
'MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE'

C O N S E J O C O N S U L T I V O

JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO

General de Brigada Rene Cabrera Soto

JEFE SUBROGANTE DE LA DIRECCION DE INTELIGENCIA

Coronel Ernesto Baeza Michaelsen

PUBLICACIONES MILITARES

D I R E C T O R DEL M E M O R I A L

JEFE DE REDACCION DE REVISTAS MILITARES

Prof. Aux. Carlos F. Alcaide Neat

S E C C I O N H I S T O R I A

Prof. Aux. Edmundo González Salinas

B I B L I O T E C A

E. C. Gonzalo Mendoza Aylwin.


General Don José de San Martín.
Copia fotostática de. original. (Gentileza del señor Sergio Martínez Baeza).
PARTE OFICIAL
DE LA BATALLA DE MAIPO
5 DE ABRIL DE 1818

COMUNICACION DE SAN MARTIN AL DIRECTOR SUPREMO


DE CHILE GENERAL BERNARDO O'HIGGINS.

"El inesperado acaso de la noche no, me decidí por la de AB que ma-


del 19 del pasado, en Cancha-Ra- nifiesta el plano Nº 1; en su con-
yada, hizo vacilar la libertad de secuencia, dí las órdenes para que
Chile y la suerte de Sudamérica. se corriese toda nuestra ala dere-
Presentaba una escena a la verdad cha a ocuparla; mas apenas este
espantosa el ver disperso sin ser movimiento se hubo ejecutado e
batido a un ejército compuesto de iba a emprenderse en la izquierda,
valientes y lleno de disciplina e cuando un ataque, el más brusco
instrucción. y el más desesperado de parte de
"Yo, desde que abrí la campaña, los enemigos, puso en una total
estaba tan satisfecho que contaba confusión nuestro bagaje y nues-
cierta la victoria; todos mis movi- tra artillería que estaba en movi-
mientos fueron siempre dirigidos miento. Era las nueve de la noche,
a que fuese completa y decisiva, y y a esta confusión no tardó en se-
el enemigo desde el momento que guirse la dispersión de nuestra iz-
abandonó a Curicó no halló posi- quierda después de un vivo fuego
ción en que nuestras fuerzas no le que duró cerca de media hora, en
amenazasen en flanco, amenazan- que el enemigo sufrió una pérdida
do envolverlo: así fue que ambos grande y nosotros la más sensible
ejércitos caimos a un tiempo mis- e irreparable de ver herido al va-
mo el 19 sobre Talca, siéndole de liente general O'Higgins.
consiguiente imposible al enemigo "Yo hice cuantos esfuerzos fue-
emprender su retirada ni repasar ron imaginables, así como los de-
el Maule. más jefes y oficiales, para practi-
"Esta situación, la más desespe- car la reunión sobre el cerro C, lo
rada, vino a serle, por un acaso, que por el pronto se verificó bajo
la más dichosa: nuestras columnas la protección de la reserva: aquí
de infantería no alcanzaron a lle- volvió a empeñarse uno de los
gar sino a caídas del sol y en esa combates más obstinados; pero la
hora me era imposible emprender noche entorpecía cualquier medida
un ataque al pueblo. El ejército y al fin no hubo más recurso que
entonces formó provisionalmente ceder.
en dos líneas, ínterin se reconocía "Nuestra derecha no había sido
la posición más ventajosa que con- incomodada suficientemente y el
venía darle: examinando el terre- coronel Las Heras tuvo la gloria de
MEMORIAL DEL EJERCITO 13
conducir y retirar en buen orden con la victoria. En este caso no ha-
los cuerpos de infantería y de ar- llé otro partido que tomar, que el
tillería que la componían. Este era de replegarme rápidamente sobre
el solo apoyo que nos quedaba a mi Santiago, poner todos los resortes
llegada a Chimbarongo: entonces en movimiento y procurarme cuan-
tomé todas las medidas posibles tos auxilios estaban a mi alcance
para practicar la reunión, espe- para salvar al país.
cialmente sobre la angostura de "Es increíble, Excmo. señor, si
Regulemú. El cuartel general se se asegura que en el término de
situó en San Fernando. tres días el ejército se reorganizó
"Aquí permanecí dos días, y en el campo de instrucción, distan-
aseguro a V. E. que nuestra posi- te una legua de esta ciudad: el es-
ción era la más embarazosa. Todo píritu se reanimó y a los trece días
el bagaje y todo el material del de la derrota, con una retirada de
ejército lo habíamos perdido; des- ochenta leguas, estuvimos ya en el
provistos de todo, de todo necesitá- caso de poder volver a encontrar
bamos para poder hacer frente a al enemigo. El interés, la energía
un enemigo superior y engreído y firmeza con que los jefes y ofi-
14 MEMORIAL DEL EJERCITO

cíales todos del ejército cooperaron sus escuadrones de granaderos y


al restablecimiento del orden y la de la izquierda a la del coronel
disciplina les hará un honor eter- don Ramón Freire con los escua-
no. Verdad es que nuestras fuer- drones de la escolta del Excmo. di-
zas eran ya muy inferiores a las rector de Chile y los Cazadores a
suyas: muchos de nuestros cuer- caballo de los Andes.
pos estaban en esqueleto y tenía- "Notado por el enemigo nuestro
mos batallones que no formaban primer movimiento, tomó la fuer-
doscientos hombres. te posición AB destacando al pe-
"Entretanto, el enemigo se avan- queño cerro aislado C, un batallón
zaba con rapidez, y el 1º del co- de cazadores para sostener una ba-
rriente tuve avisos positivos de tería de cuatro piezas que colocó
haber pasado todo el grueso el en este punto a media falda: esta
Maipú por los vados de Lonquén y disposición era muy bien entendi-
que marchaba en la dirección de da, pues aseguraba completamente
las gargantas de la Calera. su izquierda y sus fuerzas flan-
"La posición del campamento queaban y barrían todo el frente
no era segura ni militar. El 2 de la posición.
marchamos a campar sobre las "Nuestra línea, formada en co-
Acequias de Espejo: este día, el 3 lumnas cerradas y paralelas, se
y el 4 hubo fuertes tiroteos entre inclinaba sobre la derecha del ene-
las guerrillas, y el ejército pasó migo, presentando un ataque obli-
todas estas noches sobre las ar- cuo sobre este flanco que, a la ver-
mas. El enemigo se nos acercó al dad, tenían descubierto. La reser-
fin el día 5: todos sus movimien- va, cargada también a retaguar-
tos parecían dirigidos a doblar en dia sobre el mismo, estaba en ac-
distancia nuestra derecha, amena- titud de envolverlo y sostener
zar la capital, poder cortarnos las nuestra derecha. Una batería de
comunicaciones de Aconcagua y ocho piezas de Chile, mandada por
asegurarse la de Valparaíso. el comandante Blanco Cicerón, se
"Cuando vi trataba de practicar situó en la puntilla D, y otra de
este movimiento, creí era el mo- cuatro, por el comandante Plaza,
mento preciso de atacarlo sobre su en E, desde donde principiaron a
marcha y ponerme a su frente por jugar con suceso y a cañonear la
medio de un cambio de dirección posición enemiga.
sobre la derecha. V. E. lo verá mar- "En esta disposición se descol-
cado en el plano Nº 2, y fué el pre- garon nuestras columnas del bor-
parativo de las operaciones poste- de de la pequeña colina que forma-
riores. ba nuestra posición para marchar
"Bajo la conducta del beneméri- a la carga y armas al brazo sobre
to "brigadier Balcarte, puse desde la línea enemiga. Esta, rompió en-
tonces
luego toda la infantería: la desdecha mandada uncoronel
por el fuego Las
horrendo, pero es-
Heras, la izquierda por el teniente to no detenía la marcha: su bate-
coronel Alvarado y la reserva por ría de flanco en el cerro C nos ha-
el coronel don Hilarión de la Quin- cía mucho daño. En el mismo ins-
tana. La caballería de la derecha al tante un grueso trozo de caballería
coronel don Matías Zapiola con enemiga situado en el intervalo
CB se vino a Ja carga sobre los
MEMORIAL DEL EJERCITO 15

granaderos a caballo que forma- esto y de los esfuerzos de los co-


dos en columna por escuadrones mandantes Alvarado y Martínez,
avanzaban siempre de frente. El que mostraron más que nunca su
escuadrón de la cabeza lo manda- bravura, nuestra línea trepidó y
ba el comandante Escalada, que vaciló un momento: los infantes
verse amenazado del enemigo, e ir- de la Patria no pudieron menos
se sobre él sable en mano fue obra que retroceder también; mas al
de un instante: el comandante Me- mismo instante, di orden al coro-
dina sigue este mismo movimiento, nel Quintana para que con su re-
los enemigos vuelven caras a vein- serva cargase al enemigo, lo que
te pasos y fueron perseguidos has- ejecutó del modo más brillante.
ta el cerrito, de donde a su vez fue- Esta se componía de los batallo-
ron rechazados los nuestros por el nes Nº 1 de Chile, tres de id. y sie-
fuego horrible de la infantería y te de los Andes al mando de sus
metralla enemiga. Los escuadro- comandantes Rivera, López y Con-
nes se rehacen con prontitud y de- de: esta carga y la del comandante
jando a su derecha el cerro pasan Thompson, del 1º de Coquimbo, dió
persiguiendo la caballería enemi- un nuevo impulso a nuestra línea
ga que se replegaba sobre la coli- y toda volvió sobre los enemigos
na B: aquí fué reforzada conside- con más decisión que nunca.
rablemente y rechazó a los escua-
drones que vinieron a rehacerse "Los escuadrones de la escolta
sobre el coronel Zapiola que soste- y cazadores a caballo, al mando del
nía con firmeza estos movimien- bravo coronel Freire, cargaron
tos: todos vuelven nuevamente a igualmente y a su turno fueron
la carga hasta que el enemigo fué cargados en ataques sucesivos. No
por último deshecho en esta parte es posible, señor Excmo., dar una
y perseguido. idea de las acciones brillantes y
distinguidas de este día, tanto de
"Entretanto, el fuego se empe- cuerpos enteros como de jefes e
ñaba del modo más activo y san- individuos en particular; pero se
griento entre nuestra izquierda y puede decir que con dificultad se
la derecha enemiga: ésta la forma- ha visto un ataque más bravo, más
ban sus mejores tropas, y no tar- rápido y más sostenido: también
daron en venirnos igualmente a la puede asegurarse que jamás se vió
carga formados en columna cerra- una resistencia más vigorosa, más
da y marchando sobre su derecha firme y más tenaz. La constancia
a la misma altura otra columna de de nuestros soldados y sus heroicos
caballería. El comandante Borgo- esfuerzos vencieron al fin, y la po-
ño había remontado ya la loma con sición fue tomada regándola en
ocho piezas de la artillería de Chi- sangre y arrojando de ella al ene-
le que mandaba y que destiné a migo a fuerza de bayonetazos.
nuestra izquierda con el objeto de "Este primer suceso parecía de-
enfilar la línea enemiga: él supo bía darnos por sí sola la victoria;
aprovechar este momento e hizo un mas no fue posible desordenar en-
fuego a metralla tan rápido sobre teramente las columnas enemigas:
sus columnas, que consiguió des- nuestra caballería acuchillaba a su
ordenar su caballería: a pesar de antojo los flancos y retaguardia
16 MEMORIAL DEL EJERCITO

"GENERAL:

CHILE NO OLVIDARA JAMAS SU SACRIFICIO

PRESENTANDOSE EN EL CAMPO DE BATALLA

CON SU GLORIOSA HERIDA ABIERTA".

San Martín al Director Supremo de Chile, General


Bernardo O'Higginct (5 de abril de 1818).
18 MEMORIAL DEL EJERCITO

de ellas; pero siempre marchando señor general Balcarce. El ha lle-


en masas llegaron hasta los calle- vado el peso del ejército desde el
jones de Espejo, donde, posesiona- principio de la campaña, así como
dos del cerro F, se empeñó un nue- el ayudante general del Estado
vo combate que duró más de una Mayor, Aguürre y demás indivi-
hora sostenido éste por el Nº 3 de duos que lo componen, y cirujano
Arauco, infantes de la Patria y mayor don Diego Paroissien.
compañías de otros cuerpos que "También estoy satisfecho de la
iban entrando sucesivamente. Por comportación del ingeniero D'able,
último, los bravos batallones Nº 1 como igualmente de mis ayudantes
de Coquimbo y II, que habían sos- O'Brien, Guzmán y Escalada, y la
tenido nuestra derecha, los atacan del secretario de la guerra Zente-
del modo más decidido, cuyo arro- no y el particular mío Marzan.
jo puso a los enemigos en total "Me queda sólo el sentimiento
dispersión. Los portezuelos y todas de no hallar cómo recomendar su-
las principales salidas estaban ficientemente a todos los bravos a
ocupadas por nuestra caballería. cuyo esfuerzo y valor ha debido la
"Sólo el general en jefe Osorio patria una jornada tan brillante.
escapó con unos doscientos hom- "Ruego a V. E. que a continua-
bres de caballería y es probable no ción de este parte haga insertar la
salve de los escuadrones y demás relación de los jefes que han teni-
partidas que le persiguen: todos do la gloria de seguir esta campa-
sus generales se hallan prisioneros ña tan penosa como brillante.
en nuestro poder; de este número "Sé que ofendo la moderación
contamos a la fecha más de tres del valiente Excmo. señor supre-
mil hombres y ciento noventa ofi- mo director de este Estado, don
ciales con la mayor parte de los Bernardo O'Higgins; pero debo
jefes de los cuerpos. El campo de manifestar a V. E., que hallándose
batalla está cubierto de dos mil gravemente herido, montó a caba-
cadáveres. Su artillería toda, sus llo y llegó al campo de batalla a su
parques, sus hospitales con facul- conclusión, teniendo el sentimiento
tativos, su casa militar con todas que de estas resultas se ha agra-
sus dependencias; en una palabra, vado de su herida".
todo cuanto componía el ejército San Martín agrega a este parte
real, es nuestro prisionero, o está estas dos notas marginales:
en nuestro poder. "La acción principió a las doce
"Nuestra pérdida la regulo en del día y concluyó a las oraciones.
mil hombres entre muertos y he- "La fuerza del ejército enemigo
ridos. Luego que el Estado Mayor se componía de cinco mil trescien-
pueda completar la relación posi- tos hombres de todas armas: la del
tiva de ellos, tendré el honor de di- nuestro, de cuatro mil novecien-
rigirla a V. E., así como la de los tos" (I).
oficiales que más se hayan distin-
guido.
"Estoy lleno de reconocimiento (I) Archivo de la Nación Argentina,
de los infatigables servicios del infolio, vol. n, pág. 255.
INSTRUCCIONES PARA LA BATALLA DE MAIPO
DICTADAS POR EL GENERAL EN JEFE DEL
EJERCITO UNIDO, GENERAL DON JOSE DE
SAN MARTIN

reunión para en caso de contras-


te, el que comunicará a sus se-
gundos bajo la misma reserva po-
co antes de la batalla.
Art. 6º—Es absolutamente pro-
hibido el que ningún herido pue-
da retirare en la acción, escepto
los que puedan ejecutarlo por sus
pies, pues cada uno de ellos nece-
sita cuatro para su conducción, i
de este modo la línea quedará de-
bilitada en pocos momentos.
Art. 7º—Hará entender a su
tropa de un modo claro i terminan-
te, que si algún cuerpo se retira
es con orden espresa del jeneral
que manda la división, i que es una
astucia para atraer al enemigo.
Art. 9º—Si algún cuerpo, tan-
to de infantería como de caballe-
ría, fuese cargado al arma blanca,
jamás lo esperará a pie firme, i
si, a la distancia de 50 pasos, sal-
drá a encontrarlo a sable i bayo-
neta calada.
Art. 11. —Hai circunstancias en
que los jefes de los cuerpos no de-
NTES de dar esta batalla ben esperar orden del Jeneral. Ta-
A San Martín dictó algunas
disposiciones de carácter je-
les son la de ver a otro cuerpo ba-
tido i ser necesario pasar en su
ausilio; el de que el enemigo quie-
neral que merecen ser recordadas
porque podrían ser suscritas hoi ra envolver cualquiera de nuestros
mismo por cualquier jeneral de flancos; tal el de cargar cuando
talento, i porque muchas de ellas el contrario despliega o se halla
tuvieron decisiva influencia en la en marcha; i en fin, todo lo que
victoria. Citaremos sólo las prin- sea ayudar a restablecer el orden
cipales. con sus esfuerzos en cualquier
"Art. 3º—Antes de entrar en punto en que flaquee la línea.
acción se dará a cada jefe de cuer- Art. 14. —Mucho encargo a los
po reservadamente, el punto de jefes tengan el mayor cuidado en
20 MEMORIAL DEL EJERCITO

llevar las distancias en las colum- protejer, aún a costa del mayor
nas particulares, tanto abiertas riesgo, a cualquiera de los cuerpos
como cerradas, para poder entrar de infantería que lo vea en apu-
en línea. ros; nada hai mas recomendable
Art. 16. — Los señores jefes del para un oficial de caballería como
ejército deben estar persuadidos el de libertad a sus compañeros de
de que esta batalla va a decidir la infantería en el conflicto.
suerte de toda la América, i que es Art. 21. —Siendo el carácter de
preferible una muerte honrosa en nuestros soldados más propio pa-
el campo del honor, a sufrirla a ra la ofensa que para la defensa,
manos de nuestros verdugos: yo los jefes deberán tener presente
estoi seguro de la victoria con la que en caso apurado deberán to-
ayuda de los jefes del ejército a mar la primera".
los que encargo que tengan pre- Entre estas recomendaciones
sente estas observaciones. descuellan las de los artículos 9?,
Art. 18. — Mucho encargo a los 11, 18 i 21 que prescriben i esti-
comandantes de caballería no es- mulan la iniciativa, la cooperación i
peren orden para cargar al ene- el espíritu ofensivo, condiciones
migo siempre que la ocasión se fundamentales de la victoria.
les presente favorable, así como
LA BATALLA DE MAIPO (1)
(CONTADA AL PUEBLO SEGUN NUEVOS DATOS)
BENJAMÍN VICUÑA MACKENNA

Parte del mural pintado por Frai Pedro Subercaseaux, en el Museo Histórico de Maipú,
con escenas de la batalla.

El Gran San Martín decía: "¡Muchachos! No hai que temerle a las balas. Sable en mano
i a la carga.... !"
(Canción Popular - 1818)

"Dejando la tendalada
De godos en esos llanos (1) La mayor parte si no todos los
Los que libraron huyeron episodios de esta relación son completa-
Con su jefe don Mariano". mente inéditos, o por lo menos desco-
nocidos, porque han sido escritos, o sobre
(B. Guajardo - 1874) relaciones i reminiscencias orales que en
nuestra niñez bebimos de los labios de
22 MEMORIAL DEL EJERCITO

ANCHA RAYADA fué un in- por las faldas de la cordillera, sem-


C menso desastre. La noche i
el pavor, como los abismos
bradas de espinales, por las abertu-
ras de los valles que conducen a la
de la mitolojía antigua, se traga- costa, el clamor sordo de millares
ron en pocos minutos un ejército de fujitivos, que como bandadas de
de diez mil hombres. Cuando la pá- buitres sorprendidos en su madri-
lida luna de marzo asomó por la guera, corren jadeantes de cansan-
espalda del Descabezado sobre las cio, despavoridos como el terror:
llanuras de Talca, hacia las diez de tal era la nocturna derrota del ejér-
la noche del 19 de marzo de 1818, cito mas florido que habia armado
el campamento del ejército unido la América, i que un año hacia des-
que acababa de resonar con los cla- cendiera de los Andes "bordando de
rines de quince, batallones i Teji- victorias el mundo de Colon".
mientos inspirados por la victoria, El espanto de las poblaciones del
alumbró solo un lóbrego cemente- valle central, desde Curicó a San-
rio. tiago, fué mayor que el de las tro-
Los que no habian muerto, ha- pas en la primera hora.
bián huido. Esperiméntanse, en verdad, dos
Los que no habian podido huir, veces las derrotas de los ejércitos
agonizaban con lastimeros ayes de que defienden una gran causa na-
misericordia, que nadie escuchaba, cional: una vez en el campo de ba-
que nadie socorría... talla, al estampido del cañon que
I mas allá, hacia Santiago, en la aturde, del sable que degüella, de
inmensa llanada, sin árboles, ni ca- los caballos que aplastan a los ven-
seríos, ni senderos, en el vado de los cidos en la fuga. Pero esas derro-
ríos, en los chircales de las vegas, tas tienen compensación, porque se
muere matando, porque el coraje, la
rabia, el heroísmo, sostienen el co-
razón i los músculos de los que van
sus mas gloriosos héroes, como los jene- perdidos.
rales Freire i Las Heras, o sobre narra- Repítense otra vez esos horrores
ciones estranjeras que la historia no ha en el hogar de las naciones, i esas
tomado en cuenta, como la del viejo derrotas sordas que estallan sobre
Haigh, o recojidos sobre el terreno en un pueblo a la lectura de un boletín
una visita especial que hicimos al campo escrito con lápiz en el arzon de la si-
de batalla, para compajinar estas tradi- lla, al galopar de un posta por las
ciones, el domingo 11 de marzo último. calles de la ciudad dormida en la
Quien quiera estudiar militarmente i media noche, al dicho pavoroso de
en todos sus detalles estratégicos aquel un oficial cobarde que ha desampa-
gran acontecimiento, deberá consultar las rado su puesto i a quien las jentes
escelentes relaciones del señor Barros recelosas han visto pálido i deshe-
Arana, i la mas minuciosa todavía del cho, apearse del cansado caballo en
señor Sanfuentes. Nosotros no pretende- la puerta de su albergue, para
mos ir tan lejos, i ofrecemos solo el bos- ocultar su miedo; esas derrotas sin
quejo de aquel gran cuadro de gloria, detalles, sin testigos, sin otro co-
puesto a una nueva luz, pero sin alterar mentario que su propio anuncio,
en lo mas mínimo su inmutable fondo caen sobre el alma de una ciudad
histórico. con el hielo de un lápida mortuo-
MEMORIAL DEL EJERCITO 23

ría. Las puertas se cierran. Los Caxaravilla, Blanco, Lavalle, Neco-


hombres enmudecen i se ocultan. chea, Borgoño, todos los bravos que-
Las mujeres, mas animosas en ta- daban apilados sobre el cadáver del
les casos que los fuertes, porque héroe, héroes como é l . . . En la pri-
esas mujeres son madres o son es- mera hora de un desastre, desde
posas, o son en secreto las vírjenes Rancagua a Loncomilla, nadie ha
prometidas del bravo i del héroe, sobrevivido en los sangrientos bo-
oran i confortan. Solo las puertas letines del terror egoísta de San-
de las iglesias están abiertas para tiago. En Cancha Rayada no había
la esperanza, porque lo último que escapado una sola compañía, una
sucumbe en el pecho del cristiano bandera, un cañón, un hombre. Tal
es Dios i su amparo. era el conjunto del cuadro del pá-
La derrota del 19 de marzo reper- nico en la media noche del sábado.
cutió de esa manera en la capital, En la alborada que siguió a aque-
en la noche del 21, la noche triste lla horrible noche, las campanas de
de Santiago. Era otoño: las fami- las iglesias llamaban a los fieles con
lias, el pueblo, los próceres, los re- sus cadenciosos toques, i parecíale
zagados, la escasa guarnición mili- a aquel pueblo amortajado en su do-
ciana, todo reposaba en la profunda lor, que aquel llamamiento a la ple-
confianza de una victoria cierta, garia era el toque de difuntos de
asegurada, inevitable. En Chacabu- aquella jóven patria, la "patria nue-
co habían bastado los negros del va", tan amada, tan jóven en sus
núm. 8 para echar cuesta abajo, co- dias, tan acariciada en sus encan-
mo a una manada de puercos, a los tos, su negra cabellera, sus ojos de
horribles Talaveras. ¿I cómo el ejér- fuego, su tez iluminada por el res-
cito unido no habría de cojer al plandor de las victorias, su esbelto
Burgos dentro del cerco de acero de talle ceñido de los colores del cie-
sus seis mil bayonetas, para que lo lo, i en su frente la blanca estrella
redujesen a astillas los sables de los que amanecía con la aurora de su
granaderos arjentinos i de los caza- vida. Era domingo, i las iglesias en
dores de Chile? vez de cánticos resonaban con los
La confianza pública no tenia lí- sollozos de aquella ciudad prosterna-
mites. da reverente que parecía asistir a
Pero en los conflictos morales sus propios funerales. La patria ha-
acontece lo que en la lei de la ma- bia muerto, i a lo largo del polvo-
teria. El golpe arrecia en la propor- roso camino que conducía a las
ción de la altura de que hemos sido "ciudades de arriba", como se lla-
despeñados. maban todavía las poblaciones me-
En la tarde de un dia sábado. ridionales del valle central, desfila-
Nadie durmió en la noche que aprisa ba silencioso su cortejo de heri-
sobrevino. Circulaban en voz baja, dos, de enfermos, de cansados, de
de hogar en hogar, las mas aterra- malhechores, de cobardes, el cortejo
doras novedades. La noche del ho- de todas las derrotas.
rror había llegado junto con la de ¿Quién resucitaría aquella muer-
las sombras. San Martin habia pa- ta querida en medio del llanto uni-
sado la cordillera por el boquete del versal? ¿Quién recojeria del cam-
Teno, seguido de un puñado de en- po los fragmentos de la rota espa-
sangrentados jinetes... O'Higgins da para forjarlos en rayos de de-
habia perecido... Freire, Bueras, fensa i de victoria?
24 MEMORIAL DEL EJERCITO

No lucía un solo fulgor de espe- granaderos a la carga en aquel dia.


ranza en el cielo de bronce del do- Dijeron unos que el comandante Ne-
lor. cocea se habia roto un dedo al dis-
Las reputaciones de mayor denue- parar una pistola. Otros dijeron que
lo se eclipsaban. lo retuvo en sus blandos brazos la
El injeniero militar que en la no- querida gaditana de Morgado. Pero
che de Cancha Rayada habia presi- es lo cierto que aquel bravo necesi-
dido el cambio fatal de las posicio- tó a "Junin" para hacer olvidar a
nes del ejército —el andaluz Ar- "Maipo".
cos— habia ido a esconderse en la En las primeras horas nadie es-
bodega de un buque inglés surto en peraba, por lo mismo que la con-
Valparaíso. fianza anterior no habia tenido lí-
Alguien habia visto atravesar la mites. "Las escenas que presenta-
Cañada, seguido de un solo ordenan- ban las calles de la ciudad —dice
za i camino de los baños de Colina, un testigo de vista cuya deposicion
a aquel famoso jeneral de caballe- no ha escuchado todavía la histo-
ría Miguel Brayer, cuya bravura ria— eran verdaderamente desga-
mencionan Napoleon en su testa- rradoras. Todos huian o buscaban
mento de Santa Elena, legándole como huir para no volver mas a sus
una fortuna; i al propio testigo que hogares: Grupos de mujeres anega-
menciona la fuga del jeneral en Jefe das en lágrimas, sueltos sus cabe-
dela caballería patriota —el viajero- llos desgreñados, recorrían las ace-
mercader Haigh, recientemente lle- ras implorando la misericordia del
gado a Santiago— agrega que en cielo para los suyos; la plaza públi-
su última entrevista con San Mar- ca desbordaba con la inquieta mu-
tin éste havia dirijido testualmente chedumbre, i no se oia sino los la-
a aquel estas curiosas palabras de mentos de los que, preguntando por
reproche: "Señor jeneral, usted es los deudos, los del ejército, no obte-
un Carracho... " (1). nían por respuesta sino el hielo del
De todas suertes, Colina, era una silencio en lívidos o espantosos ros-
jornada mas, ganada en el camino tros".
de Mendoza por el jinete frances. El camino de Chacabuco era, des-
Monteagudo —el implacable car- de la mañana del domingo 22, una
nicero de la revolución— habia ya no interrumpida caravana de fuji-
pasado entre los primeros los An- tivos a pié, en mulas aparejadas, en
des, para derramar en la plaza de tardas carretas, en los vehículos
Mendoza la sangre de los Carreras, mas grotescos, incluso el lomo de
en la tarde que siguió a Maipo. I los bueyes, i a lo largo del polvoroso
aun aquel soldado de Junin, que fué sendero no se oia como en los dias
citado como el tipo del adalid de Rancagua, sino este lúgubre gri-
antiguo, seducido por una mujer to: "¡Mendoza! Mendoza! Mendo-
—prenda robada de un soldado za!"
enemigo— no guió su escuadron de I como si en todas las cosas hu-
manas, aun en las mas lóbregas i
terribles, ha de tener su parte de
(1) Estas son las testuales palabras ridículo la incurable necesidad de
en español que estampa el viajero en su las mortales, vióse al pié de los An-
relación inglesa (Sketches, páj. 215). des, camino de la cordillera, a un
MEMORIAL DEL EJERCITO 25

procer santiaguino quemar por su como los que oran al pié del lecho
propia mano su pintada calesa, de la madre que acaba de volar al
inútil ya para la fuga, i que no que- cielo, como los que estrechan con-
ría dejar con sus blasones para re- tra su pecho, caliente todavía, con
gocijo i comodidad del vencedor... las lágrimas del insomio i de la de-
Los usufructuarios usuales de to- sesperación, el dulce cadáver saca-
das las situaciones políticas —los do de su alma i de la cuna.
notables de Santiago— habían hui- Dos hombres se aparecieron en
do, los unos a las chácaras para abril de 1818 a la cuna de Chile li-
volver, los otros a la cordillera para bre, i verificaron ese milagro.
capitular. Fué el primero Manuel Rodrí-
Cada cuarto de hora pasaba por guez, que no venia, como se ha crei-
el puente del correjidor Zañartu, do, del campo de batalla, sino que
crujiendo sobre sus bocinas, una vivia en la capital "con la ciudad
pesada calesa, que arrastraban sen- por cárcel". No era la primera vez
das muías: era un notable que se que un redentor salia de los cala-
fugaba o se escondía. bozos.
Uno de esos notables —notabilí-
simo por su influencia i su fortuna
—mandó un caballo de gala al en-
cuentro de Osorio, lujosamente en-
jaezado, para su entrada triunfal en
Santiago: el caballo calzaba herra-
duras de plata. Cuando lo supo Ma-
nuel Rodríguez, mandó fusilar a ese
notable. Pero los notables de San-
tiago no mueren a bala: a lo más,
se les fusila con pólvora, a estilo de
los Carrera...
En resumen, Santiago se habia
liquidado.
La capital poltrona i goda se ha-
bia ido en calesa i en carreta. Que-
daba el Santiago criollo i heróico, la
ciudad sublime que sabría morir, co-
mo habían caido ya sobre el foso o
la trinchera la viril Concepción,
Chillan, Talca i Rancagua.
Santiago necesitaba encontrar en
la historia, para sí, propia, un gran
dia, i ese largo i glorioso dia fué
la última semana de marzo i la pri-
mera semana de abril de 1818.
Pero no anticipemos esas gran-
des fechas, i prosigamos.
Los pueblos sacudidos por repen-
tinos dolores, creen en los milagros,
26 MEMORIAL DEL EJERCITO

En la tarde de ese dia, el guerri- salvado tal vez en 1818, despues de


llero de 1816 alentó los dos prime- la catástrofe. Pero si la bala que
ros elementos que se reaccionan en rompió el brazo derecho del Direc-
la múltiple composición de la vida tor Supremo en Cancha Rayada, se
social: la juventud i la muchedum- hubiese desviado unas cuantas lí-
bre. Del cabildo abierto de esa tar- neas hácia el corazon, Chile no se
de nacieron los húsares de la muer- habría salvado...
te. Manuel Rodríguez habia sido el
Pero esa tropa i ese nombre no timonel que en la lóbrega borrasca
era la confianza: eran solo el he- saltó a la rueda, i enderezando el
roísmo. rumbo del esquife náufrago, aban-
La ciudad seguia postrada, silen- donado ya a las olas, encaminólo al
ciosa, envuelta en el sudario del puerto. I por este servicio, hecho a
miedo, paralizada como un cuerpo su patria en hora tan suprema, i
que hiela el mármol de la sepul- seguido tan de cerca por la de su
tura. Manuel Rodríguez recorría a bárbaro martirio, su nombre será
caballo la silenciosa ciudad aren- bendecido en las edades i su memo-
gando al pueblo, i el pueblo le escu- ria esculpida cuando haya justicia
chaba i le seguia. Pero los caudillos, retributiva para todos, en la colum-
los magnates, los notables de San- na en que Chile venidero escribirá
tiago, que eran su gobierno, su te- la breve lista de los que le salvaron
soro i su nervio, seguia desfilando en su cuna.
en sus calesas, camino de Mendo- Pero si esa fué la fe i la inmortal
za... hazaña del húsar-tribuno, O'Hig-
Pero el lunes 23 de marzo, a me- gins, jefe del país, caudillo de su
dia noche, solo o casi solo, llegó pueblo, jeneral de sus ejércitos, he-
O'Higgins. I cuando aquella ciudad rido, desangrando, exánime el cuer-
aterrada supo, al despertarse, que po con sus hondas fatigas, pero inal-
los centinelas de las boca-calles de terable su ánimo en la resolución de
la plaza habían visto apearse de su triunfar o de morir, fué el piloto
caballo, en la puerta del palacio, al sereno i prestíjioso que, convocando
vencedor de Chacabuco, con su bra- a su voz los acobardados tripulan-
zo en banda, pero ájil i resuelto, ta- tes, señaló a cada cual el puesto del
citurno i enérjico, sintió que las rá- deber i de la gloria.
fagas tenues de la calma precurso- Manuel Rodríguez, en la crisis de
ra del bienestar inundaban su pe- la independencia, fué el Lautaro de
cho i lo fortalecían. la leyenda antigua, cuando puesto
Santiago comenzó a revivir en la en medio de las rotas filas de los
mañana del martes 24 de marzo. suyos, dió el primer grito de em-
Es preciso declararlo ante la pos- bestida i de victoria. Pero don Ber-
teridad: Manuel Rodríguez fue en nardo O'Higgins —semejante a
Santiago, antes de Maipo, lo que Caupolicán— vivirá en los siglos
había sido en Chile antes de Chaca- con aquella limpia e inmutable ve-
buco, un inmortal precursor. Pero neración que las jeneraciones acu-
el jenio de la patria, su brazo, su es- mulan sobre la frente de sus cau-
pada, su éxito, su gloria, fué O'Hig- dillos i de sus redentores, —la ve-
gins. Chile con Rodríguez se habría neración de los jermanos por Ar-
MEMORIAL DEL EJERCITO 27

minio, de los cartajineses por Aní- Manuel Rodríguez hacia la pro-


bal, de los iberos por Viriato, de los fecía del heroísmo. Pero ¿habría
griegos por Temístocles, de los co- sospechado que aquel propio conse-
lombianos por Bolívar, de los ar- jo de amigos o de camaradas decre-
jentinos por San Martín. taría su muerte dos meses mas tar-
Manuel Rodríguez fué guerille- de?
ro, fué tribuno, fué mártir. Al caer la noche ese mismo
O'Higgins fué todo eso junto en dia de supremos consejos i de su-
grado mas conspicuo, porque fué li- premas resoluciones, llegó San Mar-
bertador. tin a su residencia favorita, la chá-
Un estranjero que habitaba la ca- cara de los antiguos franciscanos,
sa de la viuda del jeneral Macken- llamada el Conventillo, que hoi parte
na (hoi de la familia Salas en el por su frente la avenida meridional
ángulo noroeste de la calle Huér- del Camino de Cintura. Venia el je-
fanos i San Antonio), i que custo- neral en jefe del ejército unido, solo,
diaba, como consignatario i como estenuado, sombrío como todos, pero
huésped, mas de cien mil pesos en mas abatido que el resto de su ejér-
mercaderías en sus aposentos, nos cito. La responsabilidad mata como
ha conservado en sencillo lenguaje el cañon, i desangra el alma i el ce-
los detalles de la primera entrevis- rebro como acerado escalpelo. San
ta de Manuel Rodríguez i de O'Hig- Martin escondía en su sér impene-
gins, que tuvo lugar la noche del trable mas audaces cálculos que pa-
24 en una de las habitaciones de siones, i había visto desplomarse
aquella casa histórica. aquellos sin su culpa, en una hora,
Vivia allí el coronel del núm. 8, desde su mas alta cima. Era un ju-
don Enrique Martínez, i en sus pie- gador frío pero atrevido, que ha-
zas de alojado militar, que son bia perdido una gran parada. En su
al presente el almacen de "Salas marcha desde el Lircay al Maipo, el
Hermano", se reunieron en la noche orgulloso criollo había encontrado
del miércoles 24 de marzo, varios ademas muchas fisonomías, en cu-
jefes arjentinos, —Quintana, Zapio- ya espresion respetuosa, pero indi-
la, Necochea, Melian i otros oficia- finible se traducía esta emoción:
les de menor nota que habían llega-
do dispersos. O'Higgins i Rodríguez
presidian. Aquel consejo de guerra (1) Estos detalles íntimos i caseros
de la derrota, no fué ni largo ni ale- de los hombres de la revolución, que no
gre; pero no fué tampoco de des- ha descubierto o ha desdeñado hasta
aliento. O'Higgins, como de costum- aquí la historia, son sumamente inte-
bre, estuvo silencioso; Rodríguez, resantes, porque son característicos. Por
como siempre también, inspirado e ésto nos complacemos en citar las pala-
inflamable. "Yo estuve presente en bras testuales del narrador i testigo pre-
la sala del consejo —dice el viajero sencial de aquella escena. I was in the
ya citado, — i Manuel Rodríguez ha- room in a prívate house belonging to
bló con su acostumbrada animación, the widow os Mackenna; Manuel Rodrí-
inflamado por el convencimiento guez spoke with his usual animation, in
profundo de que se libraría con éxi- the highest hope that a succeseful battle
to una batalla a las puertas de la might be fought before the town. Sa-
ciudad". (1). muel Haigh — Sketches, páj. 198.
28 MEMORIAL DEL EJERCITO

¡ Vais vencido! Eran los mismos que vada i nervuda talla, porque San
saldrían a su encuentro, para agru- Martin, sin ser grueso, era corpu-
parse en torno suyo, para gritar lento.
con indecible regocijo el dia de una Cuando, despues de conferenciar
victoria todavía posible: ¡Viva el con O'Higgins en su palacio de la
vencedor! calle del Puente se dirijia a caballo a
Alguien que vivia en la intimidad su habitación, que era el palacio del
del caudillo, el coronel Guido, repre- obispo, en el ángulo opuesto de la
sentante de Buenos Aires, salióle al plaza, rodeóle la entusiasta muche-
encuentro, i nos ha legado la fiel es- dumbre, i al apearse, un hombre
presion de aquella melancólica en- del pueblo —un roto— le pidió un
trevista en la dilatada planicie, a la abrazo. O'Brien, cuya vida en Amé-
luz de las estrellas, en el negro si- rica consistió en galopar al lado de
lencio de la noche i del desierto. San San Martin i en defenderlo con su
Martin, profundamente conmovido, sable, quiso apartar al intruso, pe-
se echó en los brazos de su confi- ro el vencedor de Chacabuco no lo
dente i dijole solo estas palabras: consintió. Sabia que aquel abrazo
¡Mis amigos me han abandonado! le daría muchos soldados, i necesi-
(1). taba, como Pompeño, hacer brotar
Triste humanidad. El Voe victis lej iones de la tierra, apretándola
de los antiguos será tu última i eter- con su bota de caudillo.
na herencia; porque es la significa- Lo demas de ese dia i de esa con-
cion lejítima de tu incurable egois- ferencia con el pueblo, lo cuenta el
mo, eterno también... historiador Barros Arana con su
Reposado un tanto, San Martin acostumbrada fidelidad. Al viajero
penetró en la ciudad en la mañana inglés que ya hemos citado, i que se
del jueves 25 de marzo. Llegó, se- encontraba en esa coyuntura en la
gún los que le vieron, i en nuestra plaza, parecióle el jeneral criollo in-
juventud nos lo contaron, vestido tensamente fatigado; pero un niño
con su uniforme favorito de coronel de doce años que estuvo mirándole
de granaderos a caballo, pantalon i de hito en hito mientras arengó al
casaca ceñida de paño azul con vi- pueblo desde el zaguan del palacio,
vos encarnados, botas granaderas, conservó de él, de su estatura, de su
sombrero apuntado, forrado de hu- jesto, de su voz, de su traje esas
le, el mismo sobrio uniforme de cam- impresiones que, como leyenda es-
paña que ha inmortalizado el bron- culpida en mármol estatuario, son
ce. la perdurable i deslumbradora vi-
Como venia de viaje, traia cru- sión de la memoria: ese niño era
zado sobre el pecho una especie de mi padre.
túnica de paño o sobretodo azul, de En los rápidos diez dias que trans-
abotonadura amarilla, con las ar- currieron entre la vuelta del venci-
mas del Plata, orlado en todas sus do de Cancha Rayada i la entrada
orillas con una franja de piel de triunfal del vencedor de Maipo a la
nutria, i este atavío realzaba su ele- capital de Chile (marzo 25 - abril
5), aquel, a pesar de su postración
física, no se desnudaba ni dormía.
(1) Guido Reminiscencia (Revista de "Me parece que lo estoi viendo" es-
Buenos Aires, 1864). 23. clamaba su compañero de habita-
MEMORIAL DEL EJERCITO 29

Parte del mural pintado por Frai Pedro Subercaseaux, en el Museo Histórico de Maipú,
con escenas do la Batalla.

ción, de labor i de insomnio, echado ejército en Rancagua. ¿De dónde


sobre mi cama, vestido en su ropón habia salido aquel ejército de tres
azul de paño, sin desnudarse y pro- mil hombres? Había salido del fon-
fundamente trabajado por los de- do del campo de la derrota, en me-
beres que le imponía su posición. dio de la oscuridad que desgarraba
El coronel Guido, que ésto nos el lampo de la metralla. Ese Ejér-
cuenta medio siglo despues de los cito habia surj ido del caos como los
sucesos (1864), tenia sus habitacio- ánjeles buenos, i para salvarlo, pa-
nes en el palacio de los obispos, en ra conducirlo, para conservarlo in-
el primer patio, a la derecha del tacto, el jenio de Chile habia encon-
zaguán. El departamento de San trado un hombre que tenia el pe-
Martin ocupaba el costado izquier- cho de acero, el corazón de los leo-
do, i todas sus ventanas daban a la nes, la mirada de las águilas. Pró-
calle de la Compañía. fugo aturdidamente del campo el
En el preciso momento en que el coronel Quintana, jefe de la división
jeneral en jefe se instalaba en su de la derecha, Las Heras, simple co-
alojamiento de la plaza de Armas mandante de batallón, habia tomado
de Santiago (25 de marzo), el coro- su puesto; i formando en espesa co-
nel Las lleras se acampaba con un lumna seis batallones, i la artillería
30 MEMORIAL DEL EJERCITO

chilena que mandaba Blanco, em- anciano con aquella voz vibrante,
prendió a media noche la marcha seca, sonora, cortante como el ace-
de la salvación hacia el Norte. De ro, que en la conversación familiar
esos batallones, tres eran arjenti- parecía mandar todavía en la para-
nos —los cazadores de los Andes da i en el fuego; sí, señor, i toda
(Alvarado), el 7 (Conde), el 11 la columna pasó a tambor batiente
(Las Heras); i tres chilenos—, el 1 sobre sus cadáveres en el camino
(Rivera), el 2 (Rondizzoni) y el real...
glorioso Coquimbo (Thompson). I luego prosiguió su terrible re-
Blanco venia a la vanguardia con lato de la siguiente manera:
sus cañones: descargados i sin un —"Había intimado a la columna,
solo tiro en los armones. Alvarado • para evitar su desbande, que el sol-
cerraba la retaguardia. dado que sé apartase diez pasos de
Aquella columna silenciosa, api- los flanqueadores, seria en el acto
ñada, sombría, hambrienta, muda, fusilado. Dos infelices, acosados por
porque se impuso el silencio bajo el hambre i prevalidos de la niebla
pena de la vida, marchaba como un de una mañana, desbaldaron un
grupo de fantasmas apretado en rancho a orillas del camino; fueron
los brazos de fierro de sus jefes, por denunciados, cojidos infranganti i
la abierta llanura; descendía al pro- traídos a mi presencia. La columna
fundo i barrancoso cauce de los hizo alto. Llamé al capellán. Los
ríos; se internaba en los zarzales, dos reos se hincaron en él centro
siempre callada, siempre compacta, del camino. Rezaron un acto de con-
siempre terrible en su silencio, i tricción. La primera mitad de la
siempre marchaba, marchaba, mar- compañía de granaderos del Co-
chaba como negra nube que el aqui- quimbo, que venia a la cabeza hizo
lon empuja... En cuatro dias esa fuego; los cuerpos de los dos ajus-
columna, cuya retirada fue una de ticiados azotaron el polvo con sus
las mas gloriosas victorias de la in- convulsiones, i al toque de marcha,
dependencia, había recorrido las se- la columna pasó impasible sobre
senta leguas que separan el Maule ellos. ".
del Cachapoal. ¡ Terribles secretos de la guerra!
—¿Es cierto, señor, preguntába- Aquellos dos cadáveres —escar-
mos en una ocasion, hace veinte miento de un delito casi imajina-
años, al jeneral Las Heras, cuando rio— contribuirían a salvar un
por los dias del gran aniversario, ejército perdido en las llanuras, co-
acostumbrábamos sentarnos a su mo el abrazo fraternal de San Mar-
frugal mantel, i media docena de tin en la plaza de Santiago había
amigos i de deudos libábamos a contribuido al enganche de otro
Maipo la chicha nueva de su propia ejército.
vendimia, en su quinta de San Die- Las Heras llegó a Santiago el do-
go; es cierto, señor, le dijimos una mingo 29 de marzo a la caida del
tarde con respetuoso acento, que sol, i los que le vieron, como a San
Ud. hizo fusilar una mañana dos po- Martin en la antevíspera, imprimie-
bres soldados de la columna de ron con su relato en nuestra infan-
Cancha Rayada porque habían ro- til fantasía la imájen de aquel Aquí-
bado una gallina?.. les de las guerras americanas, como
—¡Sí, señor! nos contestó el fiero en papel de ideleble fotografía.
MEMORIAL DEL EJERCITO 31

Formó el salvador de Chile su Santiago, en abril de 1818, fué en


columna en los afueras de la calle la América la matrona del deber i
de San Diego, mas o menos en el de la gloria. La entrada triunfal de
sitio que hoi ocupa el Matadero los tres mil hombres de Las Heras
—la antigua pampa de Santiago—, habia completado el círculo de la
donde se habia situado provisoria- reacción del patriotismo, despues de
mente el campamento. I allí, a ca- la primera hora del terror. Manuel
ballo, con su uniforme azul-mezcli- Rodríguez habia sido la esperanza;
lla hecho jirones, la espada en la O'Higgins, la calma; San Martin, la
mano, el ceño adusto pero impasi- confianza: Las Heras fue la victo-
ble, se puso a esperar órdenes (1) ria.
Las Heras fué en la independencia En aquella semana, de eterno lus-
la encarnación de la disciplina, de la tre para Santiago, porque por la
moralidad, del rigor militar con- primera ocasion, en su larga histo-
forme a la ordenanza. Su batallón, ria, la capital pisoteó su secular
el famoso núm. 11, se componía en egoísmo, cada hora era una emo-
gran parte de gauchos malhechores, ción, cada día una vida. Desde el do-
i sin embargo, era el ejemplo de la mingo al juéves, desde el cabildo
subordinación i la bravura. Una abierto de Manuel Rodríguez a la
salva real anunció a la capital la parada de Las Heras. en la Alameda,
incorporación en el ejército, de la Santiago no habia dormido; la ciu-
columna salvadora, que era el ejér- dad era un campamento, la plaza
cito mismo. una trinchera, las torres de las igle-
En la tarde de aquel dia memora- sias cada una un atalaya, i el peñon
ble, la ciudad entera se habia tras- de Santa Lucía, que los tiranos de
ladado a la pampa de San Diego. El la reconquista habían enmurallado
pueblo, incrédulo todavía quería ver para quemar a bala roja la capital
con sus ojos aquella parada de sus patriota, fué el último baluarte de
redentores, quería tocar sus polvo- sus hijos. Los que estaban dispues-
rosos uniformes, acariciar sus ar- tos a morir, pelearían allí a la som-
mas, refrescar sus fauces, alimentar bra, como el héroe griego. Hace so-
su hambre, confortar sus vijilias, lo cuatro años que se demolieron las
besar las huellas de sus piés desnu- hornillas de San Bruno, destinadas
dos en el cálido sendero. El pueblo en los dos castillos que hoi cubren
condimentó la cena de aquel ejérci- las flores, a reducir a cenizas el pue-
to, en aquella tarde de entusiasmo, blo de Maipo.
con sus lágrimas de gozo. Todas las calles que desemboca-
El proveedor militar guardó sus ban hacia el sud i hacia el poniente,
raciones aquel dia: la próvida ciu- estaban fortificadas: en las ocho
dad había dado a sus salvadores, co- esquinas de la plaza se habia eriji-
mo la hija de la leyenda romana, la do apresuradas trincheras, como en
sustancia de sus robustos senos. Rancagua; el ganado de las cháca-
ras vecinas, engordado en la ociosa
alfalfa, mujia en el recinto como en
su potrero; en el vasto galpón que el
(1) Detalles comunicados por don presidente Amat habia hecho cons-
Bruno Larrain, que pocos meses despues truir, hacia medio siglo, para los
fuá hermano político de Las Heras. abastos públicos, al oriente de aquel,
32 MEMORIAL DEL EJERCITO

custodiábase la pólvora i la metra- Era algo de sublime i de grotesco a


lla. Hallábanse así depositadas las la vez, presenciar en la plaza, en la
municiones de guerra en los puestos Cañada, en las plazuelas de las igle-
de los proveedores de carne i de le- sias, aquellas rudas paradas cuyo
gumbres. El patriotismo enerva co- uniforme era la rústica ojota i el
mo la fiebre, i un pueblo que se ar- poncho atado a la cintura, pero el
ma para batirse, no tiene hambre. fusil empuñado con mano que no sa-
De noche la escena era mucho mas bría ya soltarlo.
siniestra. Días del patriotismo jeneroso,
La ciudad estaba completamente ¿en el fondo de qué arca de tres lla-
a oscuras, porque el alumbrado pú- ves habéis sido sepultados en poco
blico fué introducido solo un año mas de medio siglo?
mas tarde (1819), i en cada esqui- La hora de la batalla, entre tan-
na donde hai hoi un farol, paseába- to, se acercaba: Freire, que condu-
se un centinela, dando a los pasan- jo todas las cargas de la victoria i
tes i a las patrullas el grito de protejió todas las retiradas del ejér-
alerta: cito chileno, desde Yerbas Buenas
—¿Quién vive? al Pangal, enviaba hora por hora
—¡La patria! los boletines de la marcha del ene-
—¿Qué jente? migo. Uno de esos boletines fué la
—¡De paz! casaca ensangrentada de un oficial
I entonces pasaban los volunta- de los dragones de Morgado, que el
rios que hacían la ronda, los orde- bravo Bueras remitía a la incrédu-
nanzas que galopaban llevando ór- la ciudad como trofeo i como prue-
denes, los espresos que salían i vol- ba.
vían de todas las aldeas donde ha- La división Las Heras, es decir,
bía un soldado que enganchar, de el ejército independiente, despues
todos los partidos de campo donde del descanso breve de un día, i ves-
habia un caballo o una mula de po- tido lujosamente como todo el ejér-
rrata. cito unido, con su uniforme nuevo,
Desde el Maule al Aconcagua, de paño azul-oscuro, hallábase ya
Chile se habia despoblado, o mas listo para tomar de nuevo el campo
bien, habia concentrado su vida en (abril 1º 1818).
una sola vida. Santiago era el cora- Era ya tiempo: ese dia Osorio es-
zón de la patria, porque el enemigo taba en Rancagua, con seis mil sol-
vencedor marchaba a hincar en sus dados, ufanos con su última e ines-
fibras el dardo de la muerte. Por és- perada victoria.
to las provincias, las ciudades, las al- Los movimientos estraté jicos de
deas, las campañas, enviaban sus la batalla de Maipo han sido estu-
mejores hijos para ceñir a la madre diados i descritos por los historia-
i a la heroína su coraza. Melipilla, dores con perfecta claridad, gracias
Rancagua, la heróica Quillota, las al magnífico plano de la batalla que
tres veces heroica San Felipe, ha- formó el injeniero en jefe del ejér-
bían colectado sus milicias de jine- cito unido, Bacler d'Albe,, que en
tes i vaqueros diestros en el lazo; las guerras de la Península habia
sus artesanos, sus peones, los niños sido ayudante del mariscal Soult.
i ancianos escapados de las levas, Pero nadie ha podido fijar todavía
que no habían visto jamas un fusil. con exacta precision el sitio en que
MEMORIAL DEL EJERCITO 33

estuvo el campamento de los patrio- (que es hoi avenida urbana de la


tas durante los tres dias que prece- ciudad), con rumbo a Melipilla» a
dieron a la batalla. poco mas de una legua, llega al pun-
El "Llano de Maipo" era en esos to en que converje ese camino con
años una planicie ondulada de vein- el que va a la hacienda de la Cale-
te mil cuadras, sin un árbol, sin ra, i que las carretas de los jesuítas
una tapia, sin un solo punto de mi- habían labrado, desde hacia un s|-
ra, i los caminos mismos no consis- glo, con sus huellas.
tían sino en senderos trazados por En ese preciso lugar, provisto del
las recuas entre los matorrales del agua de la acequia de Lo Espejó,
huañil, única zarza de aquel desier- San Martin situó su campamento,
to de Sahara en miniatura. Fijar tres o cuatro cuadras al oriente del
una posición militar en aquellas sa- último sendero i en campos que for-
banas, era, como en el mar, cues- man hoi un potrero de la chácara
tión de brújula, mas que de com- del malogrado injeniero don Fer-
pás. nando Liona, que acaba de morir.
Ha escapado, sin embargo, a las Esa parte de la llanura de Maipo
inclemencias i al descuido de los había pasado a ser, hacia poco, pro-
tiempos, una tira de papel en que el piedad de un opulento procer de la
injeniero d'Albe trazó a vuelo de independencia, don Fernando Errá-
águila los contornos i perfiles mas zuriz; i fué en la medianía del siglo
salientes del terreno en que iba a último, estancia de ganados de una
jugarse la suerte de Chile entre el encumbrada familia de Santiago,
Maipo i el Mapocho; i este cróquis que le dio su nombre, —los Gutie-
precioso, conservado hoi en el mu- rrez de Espejo. Había sido el fun-
seo histórico de Santa Lucía, permi- dador de esta estirpe en Chile, el
te fijar con la certidumbre de una jeneral don Pedro Gutierrez de Es-
escala de medidas la posición del pejo, que vino de España en com-
ejército unido en los dias 2, 3 i 4 pañía del Presidente Marín de Po-
de abril, junto con su marcha hácia veda (1690).
el campo de batalla, en la mañana
del memorable día 5 (1). Vendieron aquella sus descendien-
Ese sitio está todavía perfecta- tes, en su decadencia, a un plebeyo
mente marcado por los accidentes llar, inatural
feliz filántropo, don Pedro del Vi-
de la Habana, descu-
que la vialidad posterior ha conser- bridor en Chile del único producto
vado a la abierta llanura.
Saliendo el viajero de Santiago industrial que no ha necesitado pri-
vilejio para enriquecer a su inven-
por el antiguo callejon de Padura tor: la chicha baya.
Con este fin, Chiñongo (que es-
(1) Este cróquis fué obsequiado por te era su nombre de chichero) ha-
el jeneral O'Higgins en su hacienda de bía plantado en los bajos de Lo Es-
Montalvan en el Perú, al apreciable ca- pejo dos grandes viñas, que regaba
ballero peruano don José Toribio Peque- con una acequia paralela a la que
ño, hace más de 30 años; i el último tu- los jesuítas habían labrado para la
vo la bondad de presentárnoslo en San Calera, i cuyos dos canales, conver-
Miguel (la hacienda de los Carreras) en tidos en espaciosos acueductos,
abril de 1874, cuando practicábamos la existen todavía. Al morir, Chiñon-
visita de la provincia de Santiago. go había legado sus haciendas i sus
Soldado de Caballería en Maipo.
MEMORIAL DEL EJERCITO 35

viñas a los hospitales de Santiago, mas directamente amenazados, el


i habia hecho bien, porque su chi- del sur i el del poniente. Dominaba
cha habría de mantenerlos perma- al propio tiempo todos los caminos
nentemente poblados, con especiali- del Llano, el de la Calera, el de Me-
dad sus salas de sangre... lipilla, el de la Granja, i podia cu-
El fundo de los enfermos habia brir por un movimiento rápido, la
sido comprado a censo por don Fer- carretera de Las Lomas, que condu-
nando Errázuriz, que fué financis- cía a Valparaíso.
ta "a la moderna". El jeneralísimo dió a su ejército,
Chiñongo habia sido sencillamen- en el campamento de Maipo, la mis-
te filántropo "a la antigua". ma formación que tenia en la llanu-
En los campos de aquella hacien- ra de Cancha Rayada durante la
da, repartida hoi en tres predios, tarde de la fatal sorpresa.
iban a tener lugar las marchas, las Dos espesas columnas, de tres ba-
escaramuzas, la batalla i la reden- tallones cada una, estaban agrupa-
cion de Chile (1). das a una cuadra de distancia, dan-
La posicion elej ida por San Mar- do vista al sud: la de la derecha, al
tin, que a diferencia de Bolívar, ha- mando de Las Heras, apoyándose
cia siempre la guerra a la europea, en el camino de la Calera; la de la
cuya escuela fué la suya, era per- izquierda, un poco mas al oriente,
fectamente estratéjica, porque cu- a las órdenes de Alvarado.
bría a la capital —objetivo militar Dos cuadras mas atras una se-
del enemigo— por sus dos flancos gunda línea.
En el centro de esta segunda lí-
nea i a su retaguardia, Quintana,
con la reserva compuesta de tres
(1) La antigua hacienda de Lo Es- batallones, i a los dos costados
pejo fué divida en 1842 por el agrimen- la caballería: — los granaderos con
sor don Juan de la Cruz Sotomayor, en- Zapiola, a la derecha, para cubrir
tre tres de los hijos de don Fernando el flanco de Las Heras; los cazado-
Errázuriz, i su distribución hoi dia es la res, con Freire, en el flanco izquier-
siguiente: do de Alyarado.
Hijuela de Maipú, comprada por los La artillería en la misma dispo-
señores Infante al señor José Manuel sición: Borgoño con Alvarado a la
Errázuriz en 1861, i que da vista al ca- izquierda, Blanco con Las Heras a
mino real de Melipilla. Mide 810 cua- la derecha.
dras. En esta precisa disposición de-
bían marchar todos los cuerpos del
La hijuela de Los Bajos, o más propia- ejército el dia de la batalla, i para
mente de Las Casas, que pertenece al ésto, era preciso únicamente hacer
apreciable caballero don Francisco Xa- un cambio de frente hácia el po-
vier Salas, i en cuyos terrenos se libró niente cuestion de dos minutos i
la batalla. Mide 744 cuadras. del toque de marcha por los clari-
I la Rinconada, la mas considerable de nes i los tambores.
todas, que se estiende hacia el ponien- El jeneral San Martin desplegó
te por el perfil de los cerros. Mide mas de antes de Maipo la misma admira-
2. 000 cuadras i se halla actualmente en ble sagacidad que fué su índole, su
venta. jenio i su renombre de criollo ame-
36 MEMORIAL DEL EJERCITO

ricano ántes de Chacabuco. I así co- reales aquella mañana, en lugar de


mo habia vencido al imbécil Marcó, marchar hácia Santiago por el ca-
embistiéndole por diversos flancos mino recto, oblicuó hacia su izquier-
de los Andes, así ahora se proponía da por el llano, para ganar, perfi-
destrozar por la misma táctica al lando los bajos de Espejo i de Pu-
beato Osorio. Sabia que éste hacia dahuel, la carretera del puerto que
sus campañas rezando el rosario i bloqueaban sus buques.
besando el escapulario de la virjen Aquel movimiento se hizo en la
de esta invocación, patrona jurada inmensa llanura como sobre el pros-
del ejército real, que por su paren- cenio de un teatro, y los jinetes que,
tesco con el virrei Pezuela, le cupo como el ingles Haigh, salían bien
mandar. Pero conocía desde la Pe- montados a galopar por las plani-
nínsula al cauteloso Ordoñez i a Pri- cies, podían distinguir, adelantán-
mo de Rivera mozo vehementísimo dose unas pocas cuadras del cam-
que daba esperanzas de ser un gran pamento patriota, las bayonetas del
soldado, como Ordoñez ya lo era. Burgos, que brillaban en el horizon-
Por ésto preveía el jeneralísimo del te cuando los últimos rayos del ti-
ejército unido, que los dos últimos bio sol de otoño herían de frente
habían de buscar el camino carre- las columnas en marcha: We saw,
tero de Valparaíso para prepararse at a distance, their bright arms
una línea de retirada, deber indis- gleaning in the setting sun (1).
pensable de todo jeneral cauto. Re- Grande i hermoso era aquel paisa-
tirarse hacia el sud en el estado en je de las armas. Acabábase ya, poco
que, a su paso, habían dejado los a poco, el dulce otoño de Chile, i so-
caminos i las haciendas los patrio- bre las marchitas praderas marcá-
tas, i descolgándose ya de prisa el base por tenues polvaredas, que la
invierno, era empresa imposible. brisa arrastraba, el paso de las tro-
San Martin no se hallaba, pues, pas. De improviso sentíase una serie
acampado al acaso en el vértice de de delineaciones que señalaban en el
los caminos de Melipilla i la Calera: horizonte leves penachos de humo,
estaba, conforme a su costumbre, en como blanco velámen de embarcacio-
el acecho. En cuanto a su línea de nes mecidas en un mar amarillento;
retirada, encontrábase escalonada i en seguida, cual si fuera puntos
desde Santiago a Colina, de Colina negros que se concentran sobre un
a los Andes, de los Andes a Mendo- foco comun, divisábanse nubadas de
za. En todas esas estaciones se aco- jinetes tendidos sobre la crin de sus
piaba víveres. Todavía en caso de caballos. Eran los guerrilleros del
desastre, era posible una segunda atrevido Bueras, que iban a descar-
reconquista. gar sus carabinas sobre las partidas
Osorio hizo matemáticamente lo volantes de Morgado, jefe inesperto
que sus consejeros le indicaron, i i recien nombrado de la caballería
San Martin habia previsto con ojos realista; i se replegaban en seguida
e instinto de viejo soldado. El 4 de
abril, al amanecer, hallábase el ejér-
cito español acampado en las casas (1) "Veíamos a la distancia sus bri-
de la Calera (Claustro de los Jesuí- llantes armas relucir al sol poniente"
tas). Pero Osorio, al levantar sus Haigh Sketches páj. 216.
MEMORIAL DEL EJERCITO 37

a todo escape al toque de la corneta. precipitación. Los esploradores des-


A un propio tiempo, ocho o diez gue- pachados por el camino de Valpa-
rrillas de ámbos campos escaramu- raíso, regresaron con la noticia de
ceaban en la llanada como los ára- que la división enemiga se concen-
bes en el desierto. traba sobre las casas de Espejo. Era
La noche del 4 de abril fué de una mas de media noche. Nadie dormía.
emocion profunda en el campo pa- El fuego de las guerrillas no cesó
triota, en la ciudad, en toda la lla- en toda aquella noche de universal
nura. Entrada ya la noche, llegó vijilia. Freire —el hermoso centau-
Osorio a las casas de Espejo, distan- ro de la independencia— habia
te una larga legua de San Martin, aprendido a dormir sobre el lomo
en línea recta. Pero una de sus divi- del caballo, apoyado en la empuña-
siones —la del impetuoso Primo de dura de su sable.
Rivera— se estravió en la marcha i Los poetas han solido pintar la
llegó hasta cerca de Pudahuel. Las noche que precede a la alborada de
guerrillas dieron aviso de aquel es- las batallas, con los ardientes colo-
traño movimiento, i el coronel d'Al- res del festín, de la loca alegría, del
be corrió a las diez de la noche a bullicioso entusiasmo. Pero los que
poner en noticia de O'Higgins en su eso cantan, no conocen ni al hom-
palacio, que la capital iba a ser ata- bre, ni al soldado, ni al vivaque. Al
cada por sus suburbios del ponien- contrario: en la víspera de esas ma-
te, donde no era posible ponerle re- tanzas, que la gloria colora pero no
sistencia. D'Albe dijo a O'Higgins: desfigura, el hombre se recoje den-
—Señor, incorporaos al ejército i tro de sí mismo i visita, por la última
abandonad la ciudad por esta no- vez, despierto o en su postrer sueño,
che. —¡Nó contestó O'Higgins, con el hogar querido, la madre, los hi-
la estóica tranquilidad del deber. jos, la esposa en lágrimas, que ora
Prefiero morir aquí; i si vienen, me por el que ama. Una enérjica me-
encontrarán en mi puesto. Fueron lancolía reina en todos los corazo-
éstas sus palabras testuales, oídas nes, i se refleja en los semblantes.
i escritas por un testigo de vista que Aquí i allá se oyen las voces del
se hallaba a esas horas en el pala- aturdimiento o del alcohol; pero el
cío de gobierno (1). campo duerme al derredor de las
El coronel d'Albe regresó al cam- fogatas, sumido en el letargo de
po a media noche, llevando la heroi- los presentimientos. Id, i alzad, uno
ca i tranquilizadora respuesta de en pos de otro, del rostro de aque-
O'Higgins. La serenidad del último llos fieros soldados los pliegues del
habia evitado un descalabro o una capote gris que los cubre; i si ha-
béis estudiado alguna vez la fisono-
mía humana a la luz de las pasio-
(1) No. I will die here, and if they nes, veréis dibujado en aquellas
find me, it shall be at my post. (Haigh, frentes el calco sombrío del dolor:
páj. 217) Tan persuadidos estaban en San- ese es el hombre. Solo cuando el
tiago de este ataque nocturno, que el via- clarín ha sonado la diana, i el ca-
jero Haigh refiere haberse echado ves- ñon ha tronado, i los labios han
tido sobre un canapé, con su caballo en- mordido el primer cartucho, des-
sillado a la puerta, esperando oir el tiro- pierta la fiera i mata: ese es el sol-
teo de un minuto a otro. dado.
38 MEMORIAL DEL EJERCITO

El ejército patriota durmió la casas su plata labrada i sus dos hi-


víspera de Maipo al derredor de sus jos don Fernando i don Javier, ni-
fogatas de huañil. San Martin se ños de corta edad que asistieron a
habia echado vestido sobre su ca- aquella famosa batalla, cada cual
tre de campaña, en un molino que dentro de una tinaja en la bodega,
estaba situado a la derecha del ca- i viven todavía, i han sido senadores
mino de Melipilla, sobre la acequia de la República.
de Lo Espejo. Allí estaba situado, Parpadeaba el alba, cuando San
desde hacia cuatro días, el cuartel Martin montó a caballo con su fiel
jeneral, i el viajero ingles Haigh, O'Brien, que era su sombra. Prote-
voluntario del campamento, que vi- jido por una guerrilla i con disfraz
sitaba hora por hora, i que nos ha de campesino, encaminóse por las
conservado tantos curiosos detalles, lomas i vió por sus ojos el movi-
no esplotados aun por la historia, miento de flanco que emprendían
denomina este punto, por la propen- aturdidamente los realistas. Los
sion de su idioma a las trasposicio- destellos de la victoria brillaron en
nes, el Espejo de la Molina, por de- la pupila del criollo, i con su pecu-
cir: "el molino de Lo Espejo". liar lenguaje dijo estas solas pa-
Al amanecer del 5 de abril, las labras: —¡Qué brutos son estos go-
guerrillas anunciaron que los espa- dos! i volvió a galope al campa-
ñoles se movian en masas. En la no- mento (1).
che habían llegado hambrientos; i, En aquel humilde cobertizo se
segun los raros sobrevivientes cam- reunían, dia a dia, O'Higgins, San
pesinos del lugar, interrogados ha- Martin i sus mas conspicuos jefes
ce poco por nosotros en el sitio, los para deliberar, cambiar noticias,
soldados del Burgos, pagaban ale- recibir e impartir órdenes. Era
gremente un peso fuerte, sellado en aquella una junta de guerra perma-
Lima, por una docena de tortillas. nente en que todo se hacia con se-
Los soldados: no dan ni reciben cam- veridad, con laconismo, con peculiar
bio en la víspera de morir. Al acla- prontitud. No habia un solo minu-
rar, los vaqueros de la hacienda tra- to que perder, porque cada minuto
jeron un centenar de vacas patrio- era un soldado, una arma, un ca-
tas, i comenzó el desposte. Era evi- ballo, un socorro mas que reforza-
dente que Osorio se preparaba a ba al ejército de la patria. San
marchar por la márjen izquierda Martin encontraba, sin embargo, en
del Mapocho para ganar la capital su antiguo buen humor alguna es-
por un prolongado movimiento de presión feliz i soldadesca en medio
circunvalación. de sus afanes. Ud., compañero —de-
Aquella marcha era una sorpresa cia a O'Higgins en esas varoniles
para todos, menos para el sagaz San
Martin. Permítasenos a este propó-
sito un detalle casero, conservado (1) Según O'Brien, que amaba con
como tradicion en lo Espejo: — idolatría a las mujeres, i que por lo mis-
Habia estado tan lejos de imaji- mo nunca habló sino en femenino, las
narse el propietario de la hacienda, palabras de San Martin fueron. — Qué
don Fernando Errázuriz, que allí bruta es esta goda! — Pero O'Brien has-
se libraría la batalla, que desde ha- ta su Salto, que era su recreo, no lo lla-
cia tres dias, habia enviado a las mó nunca sino La Salto...
MEMORIAL DEL EJERCITO 39

conversaciones de vivaque; — Ud., derla tiene a su retaguardia algo


como hijo de virrei, la escapará mas caro i mas eficaz que ese des-
bien. Pero lo que es yo, voi a parar tacamento, tiene el hogar.
a "Ceuta". San Martin habia tenido también
Reia de buena gana del cumplido la acertada precaución de interponer
el Director Supremo, i en respues- en las columnas los batallones chile-
ta, aseguraba a su amigo, que en su nos con los arjentinos; si es cierto
calidad de antiguo jefe i oriente del que "la gloria no se divide", como
ejército español, rejimentado casi dijo Ney a Napoleón en Elchingen,
entero por la masonería, en la clase su manto de fuego alcanza a cubrir
de jefes i oficiales, encontraría todos los que la aman i a todos los
amigos i protectores en Ordoñez, que la siguen. Por ésto en la co-
Primo de Rivera, Morgado i otros lumna de Alvarado, marchaba en-
hermanos de la lojia... tre los Cazadores de los Andes,
Sucedió así, en efecto, pero por reclutados en Cuyo, i los negros ar-
diverso camino. El coronel Las He- jentinos del núm. 8, el batallon san-
ras era masón, i cuando en la tar- tiaguino núm. 2, que mandaba el
de del 5 de abril, asaltó las casas coronel Cáceres. En la columna de
de Espejo con el núm. 11, muchos la derecha iban con Las Heras los
oficiales peninsulares, i entre ellos coquimbanos del núm. 1 de Coquim-
Ordoñez, debieron la vida a la fra- bo, los gauchos carabineros del
ternal intervención del vencedor núm. 11, y los bravos mulatos de la
(1). patria vieja llamados todavía los In-
Habia llegado el memento su- fantes de la patria. En la reserva la
premo. misma disposición: Conde mandaba
Se dió la órden de marcha, cam- el 7º arjentino, i Rivera i Lopez el
biando el frente a la derecha, i las núm. 1 i el 3 de Chile. En todo,
columnas se lanzaron en silencio ha- cuatro batallones arjentinos i cin-
cia el poniente, oblicuando un tanto co chilenos: la gloria de Maipo po-
hácia el sur. San Martin, escarmen- dia dividirse con entera equidad.
tado por el pánico de Cancha Raya- En la colocacion estratéjica de la
da, habia dado a los comandantes caballería habíase guardado la mis-
del cuerpo instrucciones terribles, ma táctica i la misma proporcion.
que se conservan en el ministerio Los Granaderos del Plata, que die-
de la guerra. Una de esas instruc- ron a la América veinte i cuatro je-
ciones disponía que a retaguardia nerales, iban en la derecha. Los
de cada batallon, se situaría un des- Cazadores de Chile, que habían es-
tacamento escojido con el encargo crito en su jóven bandera este lema:
de pasar a cuchillo a todo el que ¡ Siempre vencedores, jamas venci-
volviese la cara ¡Precaución inne- dos! marchaban en columna a la
cesaria! Un ejército que se bate a izquierda. Bueras, con el escuadron
la vista de una ciudad, i por defen- de la Escolta, seguia de cerca a Frei-
re i le apoyaba. Componían este úl-
timo destacamento de jinetes un pu-
ñado de bravos que obedecía al bra-
(1) En varias ocasiones nos refirió vo de los bravos. Don José María de
este episodio el mismo jeneral Las He- la Cruz i don José María Boyle eran
ras. sus capitanes. La artillería era toda
40 MEMORIAL DEL EJERCITO

o casi toda chilena, i estaba a cargo silla un pintoresco chabrac o man-


de dos héroes que decidirían la vic- dil de cuero de cordero, franjeado
toria, Borgoño a la izquierda, Blan- de orillas negras del mismo mate-
co a la derecha. rial. Sus armas eran únicamente
Hemos ya dicho que la infante- los renombrados sables con vaina
ría del ejército de la patria estaba de metal, afilados a molejon, que
holgadamente vestida de paño azul, por primera vez se vieron en Chile.
como para un dia de parada. De sus Existe una muestra en el Santa Lu-
uniformes de brin de verano no que- cía.
daban sino los harapos, esparcidos No describiremos nosotros la ba-
en los zarzales despues de las mar- talla de Maipo conforme a los de-
chas i contramarchas de Cancha Ra- talles estraté jicos de los boletines.
yada. Los nueve batallones que for- Han esplotado ya estos documentos
maron la parada de Maipo, tenían con admirable claridad, dos histo-
vivos rojos en sus uniformes, i go- riadores ilustres, Barros Arana i
rras redondas de cuartel. La artille- Sanfuentes. Contaremos solo lo que
ría los llevaba amarillos; los dos sabemos del conjunto, del avance i
cuerpos de cazadores de infantería, retroceso de las líneas del choque
de color verde. de las columnas, del entrevero, en
La caballería de Freire i de Bue- fin, esa confusion pintoresca i a la
ras montaba briosos caballos chile- vez terrible, peculiar a las batallas
nos, i sus jinetes llevaban morrion americanas, de que la paleta inspi-
bajo de hule, fornitura de cuero rada de Rugendas nos ha dejado un
blanco i uniforme azul, como se ob- maravilloso bosquejo en la tela que
serva en el cuadro iluminado en se conserva en la Bibloteca Nacio-
Lóndres aquel mismo año (1818) nal.
por indicaciones de Alvarez Con- La loma histórica en que Chile,
darco. i en cierta manera la América del
Pero indudablemente la tropa de Sud, rifó su destino en la boca de
preferencia del ejército unido eran los cañones, es hoi un potrero trian-
los granaderos a caballo. Fueron és- gular de la hacienda de Espejo, que
tos en su mayor parte, jinetes pun- mide 57 cuadras, i cuyo vértice o
tanos, hijos de las llanuras selváti- estremidad mas angosta mira apro-
cas de San Luis, hombres hercúleos ximadamente al poniente. A dos
ájiles, valientes, gauchos cebados en cuadras de esta punta que rebana el
el sable como los leopardos del de- canal de la hacienda, están situadas
sierto en los rebaños, verdaderos las casas, vastas bodegas en 1818,
centauros de las batallas de esa mi- hoi rasas con la tierra por las hu-
tolojía de la América que se llamó medades i los años, que son en sí
su independencia. Montaban los mas mismo invisibles ruinas. Desde esa
corpulentos caballos de la provincia cuchilla al caserío habia un callejon
de Cuyo, todos escojidos, i tenían de veinte varas de ancho, cuya di-
éstos la particularidad de llevar la
cola cortada uniformemente a una
cuarta del manro (1). El traje de
parada i de batalla de los granade- (1) Recuerdos históricos de la pro-
ros era morrion de cuero, uniforme vincia de Cuyo (Revista de Buenos Ai-
azul con franjas lacres, i sobre la res de julio de 1864.
MEMORIAL DEL EJERCITO 41

reccion marcan todavía los troncos ñones. En cuanto a los jinetes de


mutilados viejísimos álamos. Morgado, se contentó con arrear-
El centro de esa loma era la po- los.
sicion de los realistas cuando, sor- Para llegar a la loma de Maipo,
prendidos por la aparicion de San que coronaban los realistas con su
Martin, hicieron alto i dieron fren- frente oblicuo hácia Santiago, cu-
te al oriente, o mas propiamente, al yas torres diseñaba la claridad diá-
noreste, para esperarle. fana del otoño, avanzando por el
El ejército unido venia por esa camino de Melipilla, era preciso
dirección. atravesar otra loma tan estensa co-
Ordoñez, firme como una roca, mo aquella, pero ménos larga. Llá-
estaba a la derecha, frente a Al- mase todavía esta última la Loma
varado, con un batallon chileno (el Blanca, por el color calizo de sus
Concepción) i otro peruano (el In- tierras; i forma por sí sola una chá-
fante don Cárlos). En la izquierda, cara, cuyo dueño en el dia es el ca-
el impetuoso Primo de Rivera, con ballero don José Santos Valenzuela.
las compañías de preferencia cíe to- Una i otra loma no se alzan del lla-
dos los cuerpos (granaderos i caza- no sino quince o veinte metros, i
dores), frente a Las Heras. Primo de aquí el nombre de cerrillos que les
habia tomado posesion de un gracio- conserva el vulgo lugareño.
so i casi microscópico cerrillo que se Entre ámbas lomas existe depre-
levanta todavía en la pradera, i sión larga i angosta, que corre mas
que no hace mas impresion a la vis- o ménos de norte a sur, i tendrá 500
ta del espectador que la que haría metros (cuatro cuadras) de anchu-
un sutil lunar en el rostro de una ra. En ese estrecho valle, en una de
hermosa. cuyas estremidades se alza incon-
En el centro formaba lo que los clusa, pero intacta, una vasta igle-
antiguos tácticos llamaban la bata- sia de ladrillo —memoria troncha-
lla, es decir, el rejimiento Burgos, da de una gratitud que es una deu-
vencedor en Bailen, i a su lado el da insolita de dos naciones—, se li-
Arequipa, reclutado entre la mas braría la batalla mas famosa, sin
brava jente del Perú, —los arequipe- esceptuar a Boyacá ni Ayacucho, de
ños. San Martin habia encargado la América española. El recinto era
espresamente a sus comandantes, en mezquino, pero en gargantas mas
su característico estilo, que "carga- estrechas ha decidido la metralla de
sen la mano" a aquella tropa. El la suerte del mundo. No- es mas es-
Burgos, como la mayor parte del pacioso que el de Maipo el valle de
ejército realista, vestia su traje de Waterloo, i por eso, al verlo, escla-
marcha i de verano —brin sucio, mó lord Byron "Pequeño teatro pa-
salpicado por los innumerables lo- ra tan gran trajedia".
dazales de la marcha. Hubo un momento de pausa so-
La caballería realista era nume- lemne cuando los dos ejércitos, de
rosa, pero insignificante en su com- loma a loma, se avistaron.
posición, mal montada i peor man- Los realistas aguardaban.
dada. De suerte que los granaderos Los patriotas venian resueltos a la
darian pronto cuenta de ella. En embestida; pero hicieron alto en la
Maipo, la caballería patriota se ba- cumbre de la Loma Blanca, i que-
tió con la infantería i con los ca- daron firmes durante largo espacio.
42 MEMORIAL DEL EJERCITO

Los patriotas, a su turno, tam- el lomo de sus ájiles caballos, i de


bien aguardaban. cuando en cuando el cañon truena
Uno i otro ejército sabia que la en el llano...
victoria mecia sus alas de fuego en De improviso, San Martin, que
el fondo de aquel valle. Pero allí ya- ocupa el centro de la batalla, hace
cia tambien abierta la tumba del un movimiento brusco i ordena el
vencido. avance de toda línea loma a bajo.
San Martin, cien veces mas impa- Los realistas, a su vez, se adelan-
ciente que el pacífico Osorio, orde- tan al encuentro, i se traba, a me-
nó romper el fuego de cañon contra diodía en punto, la batalla en toda
la línea enemiga. La artillería rea- la línea. Ocupaba ésta un frente de
lista contestó tiro por tiro. Pero las doce cuadras, el mismo espacio que
líneas estaban inmóviles como dos mide hoi el elipse del campo de
muros de acero, coronando las lo- Marte, en que cada domingo hacen
mas con sus lucientes bayonetas. El ejercicio los soldados delante de las
campo de batalla aguardaba a su berlinas descubiertas.
vez. Según la enérgica i característi-
Solo las guerrillas disparan sus ca espresión de San Martin en su
carabinas, tendidos los jinetes sobre parte oficial de la batalla, los ba-

Parte del mural pintado por Frai Pedro Subercaseaux, en el Museo Histórico de Maipú,
con escenas de la batalla.
MEMORIAL DEL EJERCITO 43

tallones patriotas se descolgaron de que desde los lacedemonios, esa es


la Loma Blanca hácia la planicie la formacion de la victoria.
inferior, imitando así en su compac- La izquierda patriota, hecha pe-
to empuje i aun en su intrépido i dazos por aquel ataque, se dispersó
bullicioso avance, al torrente bra- en el llano. Solo quedaba en el per-
mador que desciente de las colinas fil de la Loma Blanca la artillería
al llano, empujando fuera de su cau- de Borgoño, guardada por los ca-
ce todo lo que detiene su paso. zadores de Freire.
Trabado de esa suerte el rudo A la una i media, la España había
combate de las infanterías, los pa- vencido. —Osorio llega hasta de-
triotas, cargando a paso acelerado, cir, que en ese instante dado, uno
los realistas formados en columnas de los tres batallones que obedecían
macizas e inmóviles como las ro- a Alvarado g r i t o : : ¡Viva el reí! Si
cas, mantúvose la lucha durante el episodio fue cierto, es de seguro
una hora, como acontece de ordina- que ese grito no salió del pecho de
rio —indecisa i varia. los negros...
Pero Alvarado, a quien alumbró I ¡ singular acaso! Notando el re-
en la guerra aciaga estrella, carga- molino de tropas que se hacía en
do por el indomable Ordoñez, comen- nuestra izquierda, los atalayas de
zó a flaquear hacia la una del dia. las torres de la capital, especialmen-
Los Cazadores de los Andes que ce- te el grupo de oficiales de milicias
rraban la estrema izquierda de la que observaba con anteojos el cam-
línea patriota, despues de haber tre- po de batalla desde la vieja torre de
pado bizarramente la loma de Mai- la Compañía, juzgaron que era
po, perdían terreno, i el 2 de Chile aquel el principio de la victoria, i
se desbandaba con sus jefes. Pero pusieron a vuelos las campanas.
los veteranos del 8 hacían prodijios Fué ese el momento en que el pue-
de heroísmo. Los negros no solo tie- blo entero de la capital se precipitó
nen la piel sino las entrañas de las en una masa confusa hácia las ca-
fieras bravas, i se batían con ver- lles i callejones que deban salida a
dadera taima de bárbaros, bajo la la llanura. Pero decir que la vista
voz del bravo Enrique Martínez. El de estas masas atemorizó a los rea-
8 quedó en esqueleto, i por ésto ya listas i provocó su desastre, es una
no hai negros en Chile... Un tes- simple quimera de la tradición del
tigo presencial refiere que, dos vulgo. Los soldados no se espantan
horas mas tarde, un negro del núm. con polvaredas ni con vocerías.
8, viejo ya lloraba a gritos porque Lo que cambió la faz de la bata-
no le dejaban matar un oficial pri- lla, fué otra cosa que un miraje,
sionero; la venganza es una pasion otra causa suprema que no era el
esencialmente africana. hado.
Ordoñez no era hombre que per- Fué la habilidad de San Martin
dia la primera ventaja conseguida. en no empeñar desde el principio su
Llamó a su lado el Burgos i el reserva; fué la admirable enerjía i
Arequipa, i formando de la derecha prontitud con que Las Heras se co-
i centro realista una sola columna, rrió con el núm. 11, de la derecha
la precipitó como un alud de fuego al flanco roto por Ordoñez; i sobre
sobre el valle. Torrente critica esta todo —preciso es no olvidarlo, hoi
informacion en masa; pero olvida que el arte paga a la gloria el tri-
44 MEMORIAL DEL EJERCITO

buto de la gratitud pública— fué el Las masas son iguales, el valor


tiro certero de los cañones con que compartido, la impulsión igual a la
Blanco i Borgoño, disparando sobre resistencia.
las cabezas mismas de los batallones Pasaron cinco minutos de pavoro-
prófugos de nuestra línea, contuvie- sa pausa, i en seguida el trueno de
ron la carga furiosa del Arequipa, la guerra estalla sangriento, rapido
del Infante don Carlos i del Burgos. i terrible. El choque fué mas te-
Por ésto, si en el pedestal del captor rrible. Los cazadores i granaderos,
de la Isabel esculpe el buril un re- desembarazados en los flancos, de
cuerdo al artillero de Maipo, el nom- huasos de Chillan i de los lleulles
bre de Borgoño no puede faltar en Anjeles, cargaron junto con la in-
su leyenda. Blanco i Borgoño son fantería, al paso que los infatiga-
dos jemelos gloriosos de Maipo. bles artilleros patriotas cubrían su
El primer batallon que llegó a frente de metralla.
sostener a los encarnizados negros, Hemos dicho que los granaderos
fue el de los mulatos Infantes de la a caballo esparcieron con sus sables,
patria, cuyo tambor de órdenes era como haces de frájiles espigas, a
en ese dia el inmortal José Romero. los Dragones de Morgado, situados
Este batallon, que guarnecía a Val- al pié de los cerrillos que Primo de
paraíso i acababa de incorporarse Rivera coronaba con sus compañías
en las filas, al mando del coronel de preferencia. Pero los Lanceros
Bustamante, se cubrió de gloria con del rei, opuestos a Freire en la es-
aquella maniobra salvadora. Des- trema derecha de la línea realista i
pues de Bustamante, entró el núm. en el sitio preciso que hoi ocupan
11 con Las Heras; despues la reser- los muros de la iglesia votiva de la
va, con Rivera, Lopez i Conde; des- batalla, mostraron mucho mejor ta-
pues el ejército entero, el recluta, el lante. Eran peninsulares los mas de
huaso, el guerrillero, la nacion en- estos soldados, torpes como jinetes,
tera hecha soldado. pero taimados como iberos, i esta-
A su turno, Primo de Rivera, no- ban ensorbecidos ademas por el fá-
tando que la batalla, como un tor- cil éxito que la petulancia de Brayer
bellino de fuego, se precipitaba les diera sobre la caballería patriota
hacia la estremidad opuesta a la en la tarde de Cancha Rayada.
que él ocupaba en la derecha, aban- Tenían los Lanceros del rei un
donó su posición en el Cerrillo re- uniforme pintoresco que los desta-
dondo (que así lo llaman todavía), caba como un punto especialmente
i corrió a sostener a Ordoñez i a marcado en el campo de batalla,
Morla, es decir, a la derecha i al porque vestían botas fuertes, "a la
centro, que ahora formaban un solo europea", pantalon de brin i cha-
núcleo en columnas paralelas. quetas coloradas. Su número, según
Eran las dos de la tarde. un boletín de Freire del otro lado del
Los batallones de reparo de la Maule, era de quinientos, i cada
patria, i las columnas rehechas a soldado, además de su lanza, llevaba
retaguardia, se adelantan ahora en la bota derecha una gran cuchi-
protejidas por el cañón desde la lla de combate, "a la americana".
altura. Alegróse el bizarro Freire de en-
Los realistas esperan otra vez a contrarse fronterizo con aquellos
pié firme en el fondo del valle. jinetes, a cuyas avanzadas había
MEMORIAL DEL EJERCITO 45

venido dando diaria batalla desde Ordoñez no pudo resistir a pié


las márjenes del Itata; i apénas hu- firme aquel empuje simultáneo i
bo entrado en línea, los cargó i los combinado de las tres armas: fue
volvió a cargar una i tres veces con aquella la pechada del huaso Chile.
su peculiar empuje, sostenido por el Los batallones americanos de la
bravo Bueras i su escolta. Hicieron columna realista flaquearon i vol-
los Lanceros del rei, con todo, lucida vieron cara, i se envolvieron como
resistencia; pero, inespertos en el un ovillo a retaguardia: el Burgos
manejo del caballo criollo, corrían a forma cuadro, la artillería retroce-
la desbandada por el llano gritando: de al galope como para tomar me-
No soi pasao! No soi pasao! jor posición, i mas allá divisábase
En el acento cerrado del asturia- un jinete obeso, cubierto con un
no i del gallego, conocían los hua- denso guarapon i una manta blanca,
sos, dispersos en grupos i en gue- que huye a toda brida. Es Osorio,
rrillas, a los leales cantabros, no el jeneral en jefe de las tropas del
ménos que en sus chaquetas de en- rei, que iba a escapar precisamente
cendido color; i así como las incau- por el camino que buscaba para su
tas moscas caen en la red de las retirada, —por la carretera de Val-
arañas, así eran cojidos aquellos en paraíso.
todas direcciones por los lazos de Sobrevino entonces lo que los sol-
Aconcagua, de Melipilla i Quilicura. dados antiguos de las guerras de
La mejor parte de los Lanceros del América llamaban con propiedad el
reí pereció en Maipo enlazada. entrevero. Participaba éste, a un
No fué comprada su derrota por mismo tiempo, del palenque de los
leve precio, sin embargo, porque en antiguos adalides i del rodeo del
una de las cargas con que Freire i ganado bravio de las estancias mon-
Bueras los embistieron, cayó éste tañosas. No había líneas, ni colum-
muerto de su caballo tordillo-negro, nas, ni voces de mando, ni jefes, ni
atravesado el hercúleo pecho de un separación de armas. Infantes, ji-
balazo de fusil o carabina. Freire netes, soldados, paisanos, jefes i
escapó con el golpe de una bala dis- reclutas, todos pelean a un solo
parada de soslayo, que le arrancó un tiempo con el fragor de la vorájine,
boton de su casaca, única lesion que i la victoria no es ya del hábil sino
en quince años de guerra, sacara del bravo. I es ese precisamente el
aquel adalid incomparable. Refería- instante elejido por el pintor mas
nos él mismo con cierto asombro, americano en su número, que haya
en nuestra niñez, este don del cielo, recorrido nuestros campos i nues-
que le hacia invulnerable como tra historia, el bávaro Rugendas,
Aquiles, i sin embargo, su muerte, para traspasar al lienzo su valiente
en edad todavía vigorosa (1851), i fiel concepcion.
fué producida por las heridas de un La lámina de colores que en el
implacable saratan. En cuanto al mismo año de la victoria hizo im-
episodio de Bueras, lo ha consigna- primir en Lóndres el enviado Al-
do con felicidad Rugendas en su te- varez Condarco, es un simple re-
la. El oficial que ha recojido en ella medo de las batallas europeas, en
el cuerpo del héroe i trata de reani- que la línea recta es todo. Pero el
marlo, es el capitan Viel, reciente- cuadro de Rugendas es un verdade-
mente incorporado al ejército chi- ro entrevero americano. Es preciso
leno. no solo mirar ese bosquejo, sino es-
46 MEMORIAL DEL EJERCITO

tudiarlo, para comprenderlo i para Hubo, empero, un episodio que


admirarlo. Está lleno de episodios, i el pintor no tomó, como muchos
sin embargo, su unidad i su conjun- otros, en cuenta, porque o lo ignoró
to es irreprochable por la anima- 0 no cupo en el angosto cuadro
cion que lo colora. En el centro está otorgado al jenio.
Bueras, caido de su caballo, segun Fué el de un clérigo, capellan de
dijimos, i el capitan Viel, que le- ejército, licenciado de la patria vie-
vanta en sus brazos el heróico ca- ja, que al estampido del primer ca-
dáver. Mas a la izquierda, un grupo ñonazo, montado en mal caballo i
de prisioneros de admirable efecto; arremangadas las sotanas, presen-
mas adelante del panorama, un va- tóse voluntario al fuego, i en lo mas
quero de Aculeo o de Panquehüe, recio del conflicto, muerta la flaca
que ha enlazado un caballo de ofi- bestia en que cabalgaba, cargó en
cial que huye despavorido; mas allá hombros su montura i discurría
todavía, en el estremo izquierdo de por el campo en demanda de nuevo
la tela. Borgoño, que hace disparar i mejor bridon que lo llevase a la
los cañones de la victoria, montado pelea. Ese héroe fué el famoso ca-
en un nervioso potro, que el estam- pellan de ejército don Juan Manuel
pido estremece. A la derecha del Benavides, natural de Quillota, i
lienzo está la agrupacion, en gran- que después de haber sido enérjico
de i fantástico desfile: —San Mar- diputado del partido liberal, falle-
tin i su estado mayor, los rejimien- ció de manso cura en Puchunca-
tos en columnas, las banderas des- ví (1).
plegadas, todas las licencias del ar- Ha sido tambien considerada
te májicamente trazadas. como digna de la historia, la brava

(1) £1 mismo capellán Benavides, las casas-molinos de la hacienda, donde


en una solicitud que presentó en su an- conseguí otro caballo medio cansado, en el
cianidad al Congreso para obtener una que monté i continué con el núm. 11.
pensión, contaba sus aventuras de aquel yendo a la cabeza de él hasta que nos
dia con estas palabras, tan sencillas como apoderamos de las casas de la hacien-
verídicas: — "Calzándome alas, decia, el da".
ardiente deseo de contribuir a la sal- No fué el capellán Benavides el único
vación de mi patria, en ménos de una sacerdote que se batió en Maipo. El fa-
hora me puse en el campo, i sin arre- moso padre mercedario frai Félix Aldao,
drarme peligro alguno, entré en lo mas hizo prodijios de valor i de barbarie, co-
vivo del fuego, animando, como otras ve- mo agregado al rejimiento granaderos. Ig-
ces, a los soldados, i trabajé en reunir i noramos si el fraile Beltran se encontro
conducir a la línea el batallón núm. 2, en la batalla de Maipo personalmente;
que se había separado i se hallaba todo pero él contribuyó poderosamente a la
disperso en pelotones. victoria remontando la artillería destroza-
"Despues de esta operación, marchan- da en Cancha Rayada i haciendo todos
do siempre en medio del fuego, fué heri- los servicios de la maestranza con una
do el caballo en que iba montado de una actividad asombrosa. El capellan de gra-
herida de bala de fusil en la cabeza, por naderos a caballo era el mas tarde cono-
la que arrojaba un golpe de sangre, i cido canónigo Navarro, fogoso pipiolo.
abandonándolo, cargué con la montura a San Martin le dió los despachos (sic)
MEMORIAL DEL EJERCITO 47

defensa que de su persona hizo hasta la rendición, es conocida de


contra cinco soldados del Burgos todos los chilenos. Ademas, todas
un sarjento de cazadores de los las derrotas se parecen. La de Mai-
Andes, llamado Vasconcelos, natu- po no tuvo mas novedad que la del
ral de San Juan, en Cuyo. Herido lazo de los aconcagüinos, que con-
en la boca i rota su mandíbula por virtió el campo de batalla en un
una bala, cuando su batallon, rehe- rodeo humano.
cho del primer encuentro, avanzó Realzaron, empero, esas crueles
sobre la loma de Maipo, se retiraba escenas el heróico sacrificio de los
con su fusil al hospital de sangre, coquimbanos en el callejon de Es-
solo i desangrando, cuando en la pejo, la entrevista de O'Higgins i
planicie de aquella le asaltaron cin- San Martin, al pié del espolon,
co soldados españoles, heridos i ca- i el emperramiento godo del cuadro
si moribundos como él, pero que del Burgos, digno de los antiguos
encontraban en su ira, fuerzas pa- tercios castellanos. El jeneral Frei-
ra armar el gatillo de sus armas i re, que fué el primer sableador en
dispararlas. El sarjento Vasconce- las batallas i el mas dulce de los
los empuñó su fusil por la trompe- hombres en el hogar de la familia,
tilla, i a garrotazos ultimó a tres o ponderaba en nuestra niñez, como
cuatro de los asaltantes, pidiéndole sublime, aquella resistencia sin es-
gracia el último. En 1860 pasaba peranza i sin ejemplo. Dábale el
revista en la ciudad de Paraná un valiente capitan carga sobre carga
teniente coronel de ejército, que en la llanura. Pero los castellanos
mascaba todavía malamente su viejos, cuya era la tropa del Bur-
lengua al pronunciarla: este jefe gos, erizaba sus bayonetas sobre el
del ejército arjentino era el sar- pecho de los caballos i quedaba
jento don Francisco de Borja sólida i silenciosa como una ba-
Vasconcelos, de los cazadores de los rrera de peñascos.
Andes (1). El resto de la batalla Esos soldados no quisieron ren-
hasta la derrota, i de la derrota dirse, ni querian tampoco retirar-
se. Si algo deseaban, era morir.
Pero el taimado Rodil, comandan-
de canónigo, porque se los confirió mi- te del Arequipa, destinado con otro
litarmente. empecinado de su escuela —el pun-
El presente y digno dean de la Catedral, donoroso Quintanilla— a disparar
don Manuel Valdés, se encontró en Mai- el último cañonazo de la España en
po en calidad de teniente de artillería, a el suelo americano, formó en co-
las órdenes de Blanco Encalada. lumnas aquellos pelotones, i se re-
tiraba con ellos en buen órden ha-
(1) Ha consignado este episodio el cia el Maipo, cuando una heroína
jeneral arj entino i soldado de Maipo, don ignorada, una humilde campesina
Jerónimo Espejo, en la Revista de Bue- de la hacienda de Espejo, puso a
nos Aires, vol. I, páj. 543. El jeneral Es- los fujitivos en deshecha confusion
pejo, simple teniente en Maipo, supo es- con un rasgo casi increíble de pa-
te lance en los hospitales de sangre de triotismo i de valor.
Santiago, i se lo confirmó, cuarenta i dos Desfilaba la columna española
años mas tarde, el mismo Vasconcelos por el sendero que de las casas de
en el Paraná. Espejo conducía al camino real de
48 MEMORIAL DEL EJERCITO

Melipilla, cuando una mujer, una desacreditado i sin la justificación


huasa jóven todavía i arrogante, del sacrificio, de una fiebre pútri-
notando que los acobardados arti- da en el Istmo.
lleros habían abandonado por el La Batalla de Maipo —rápida
cansancio de las cabalgaduras, un como una carga de bravos, decisi-
canon cargado frente a su rancho, va i completa como la victoria de
salió de su cocina con un tizon, un pueblo— había durado solo tres
arrimólo al estopín, i la metralla horas. A las tres de la tarde lle-
barrió la retaguardia de la colum- gaba el Director O'Higgins al
na en retirada. campo de batalla, i a esa hora la
De esta suerte, el último caño- derrota era completa: faltaba úni-
nazo de Maipo fué disparado por camente que el tenaz Ordoñez en-
una mujer heróica i desconocida, tregara su espada, como lo hizo
moderna Janequeo, que no tuvo, una hora mas tarde, al capitan La
como la de Arauco, bardo ilustre Prida, del núm. 11, en la viña de
que inmortalizase su nombre i su "Las Casas".
hazaña (1). Mas, ¿Cómo el Director O'Hig-
En cuanto a Osorio, había huido gins, encargado de la defensa de
desde que notó el avance simultá- la ciudad, herido, febril, deshecho
neo de todas las armas patriotas, por los insomnios i las fatigas de
al comenzar la segunda i decisiva incesante trabajo, habia llegado al
faz de la batalla. Segun él, perdió sitio del carnicero encuentro?
un caballo i se retiró el último, Esta es una de las páginas mas
culpando a Ordoñez de precipitado gloriosas de este glorioso soldado.
i a Primo de Rivera de envidioso, Otros la han contado a la poste-
porque no socorrió a tiempo con rioridad; pero nosotros cometería-
sus compañías escojidas el ala mos una egoísta injusticia no re-
rota que mandaba aquel. Pero Or- cordándola en este bosquejo de la
doñez i Primo quedaron en sus gloria. En ese día, para siempre
puestos i murieron en breve por su memorable, en, que de redimidos
reí, mientras que ámbos ejércitos de impotente cautiverio, comenza-
habían divisado desde temprano ron los chilenos a ser los redento-
segun contamos ya, flotando al res de cuatro naciones del Pacífi-
viento, por entre los espinales de co, el alma de Chile se encarnó en
Pudahüel, la manta blanca de don el pecho de aquel caudillo de todas
Mariano Osorio, quien, a diferen- sus proezas. Su caballo se habia
cia de los bravos que acusa por mantenido ensillado durante la no-
disculpa, iria a morir prófugo, che, i su fiel ordenanza Soto, com-
pañero desde Rancagua al sepul-
cro, teníalo por la brida, listo a la
(1) Refiriónos este episodio en Lima primera señal. O'Higgins habia
como auténtico, en 1860, un caballero hecho traer a la plaza (¡contraste
anciano llamado Zárate, natural de Are- sublime del patriotismo!) a los
quipa, i que concurrió a la batalla i a inválidos y a los cadetes, los bra-
la retirada de Rodil, como teniente del ba- vos que se iban, los héroes que
tallon que llevaba el nombre de su ciu- venían.
dad natal, i que mandaba aquel célebre Conocíase a primera vista, por
capitán español. los que en aquella, mañana le abor-
MEMORIAL DEL EJERCITO 49

(Jaban, que el soldado mestizo, i el perfume de los naranjos en


aquel celta vaciado por el amor en flor enbalsamaba la brisa, a medi-
molde ibero, tascaba el freno de la da que al lento paso de nuestros
impaciencia. Don Bernardo O'Hig- caballos, marchábamos mis com-
gins, ántes que político, que ma- pañeros i yo al campo de batalla"
jistrado, que caudillo, era soldado, (1).
i su corazón, a vuelcos en su pe- MUÍ de madrugada, el Director
cho, le decia que aquel no era su había enviado una estafeta a San
puesto entre murallas, sino donde Martin preguntándole dónde i a
tronase el cañon i relincharan qué horas empezaría la batalla.
briosos los caballos. San Martin sacó su reloj i respon-
O'Higgins fué siempre soldado dió de palabra, a lo espartano: —
hasta para morir, vistiendo por "En las casas de Espejo, a medios
mortaja su casaca. dia".
Por ésto su famosa abdicación Cuando faltaba una hora para
de 1823 no fué una abdicación: que ese plazo se cumpliese, O'Hig-
fué una rendición. gins no fué mas dueño de sí mis-
El Director entregó su banda a mo, i montó a caballo: el soldado
sus émulos en el salón del Consu- celta habia vencido al majistrado
lado, pero antes habia tirado su castellano.
espada al pueblo en la plaza públi- El Director se puso a la cabeza
ca. de los cadetes, que pedían con in-
El aspecto de la ciudad incita- fantil vocería ser llevados al com-
ba, por otra parte, a una resolución bate. En pos de aquellos niños su-
magnánima. Era domingo. El cie- blimes, aprendices de algo que en-
lo azul brillante puro i radioso, co- tonces era para el corazon de los
mo se imajina el alma irradia la chilenos como el abecedario de la
luz eterna en la etena gloria. Las vida —el patriotismo—, iban los
campanas llamaban otra vez a sangrientos heridos de Cancha Ra-
los fieles, como en el aciago do- yada. —Soi de vuestro cuerpo! les
mingo que sucedió a Cancha Ra- habia dicho el héroe al montar a
yada. Pero no se escuchaba ahora caballo, en la puerta del palacio,
rotos jemidos bajo las bóvedas. mostrando su brazo roto que sos-
Los que esperan, no lloran. Los tenia al cuello en banda. Una in-
que exhalan sus almas en plega- mensa muchedumbre le seguía,
rias, confian. —Solo la desespera- muda taciturna, pero enérjica i
ción es bulliciosa. resuelta.
Reinaba, al contrario, en los es-
píritus cierta secreta alegría, es-
ta hermana de cuna de la esperan-
za. "Ni una sola nube —dice de (1) Los Compañeros de Mr. Haigb, que
aquel dia un narrador que asistió ésto escribía, eran los dos únicos ingleses
a la batalla como aficionado— residentes en Santiago en aquel dia, don
oscurecía aquella mañana el bri- Juan Begg, íntimo amigo del jeneral
llante i perenne azul del cielo en O'Higgins, que hizo despues cuantiosas
este mes de la estación mas deli- especulaciones de minas en el Perú, i don
ciosa de Chile; las aves cantaban Diego Barnard, que ha dejado sucesión
como de costumbre en los huertos, en Chile.
50 MEMORIAL DEL EJERCITO

Columna levantada en el sitio en que se encontraban las casas de Lo Espejo, última resis-
tencia del valiente ejército español.

El Director tomó rumbo hácia a batir sus alas de augurio delan-


el campo de Maipo, que entónces te del caballo del caudillo, como en
comenzaba casi en la Alameda, por el Gránico a la vista de Alejan-
la calle en que, cincuenta y cuatro dro?...
años mas tarde, sus compañeros de Cuando la columna del pueblo,
armas pasarían sus banderas en que rodeaba, mas que seguía al
el dia de su apoteósis (mayo 9 de Director, desembocaba en el llano
1872). Las familias saludaban con por la calle de San Diego, se sintió
lágrimas indefinibles de gozo i el primer cañonazo. Eran las doce.
llanto aquel cortejo estraño, pero San Martin habia sido puntual.
sublime: era la última reserva del O'Higgins marchó lentamente,
patriotismo, la espuma del cáliz como se lo permitía su herida, to-
del sacrificio que desbordaba en davía abierta, al campo de batalla,
la hora de la prueba. ¿Por qué el i llegó en los momentos en que la
pincel del jenio no ha trasladado línea realista, un instante vence-
todavía al lienzo aquella marcha dora, se plegaba i arremolinaba
del pueblo cautivo que sigue a sus al impulso de las bayonetas patrio-
redentores como en Israel? ¿Por tas. El regocijo del caudillo de
qué las águilas de Chile no venían Chile, fué intenso, i sellólo con
MEMORIAL DEL EJERCITO 51

aquel abrazo de la gloria que ya reñas en las cumbres, el rumbo de


no morirá en la memoria de los las cargas en el valle.
hombres, porque lo ha consagrado Pero si la naturaleza se ha es-
en sus planchas el cincel de la in- merado en conservar intactos los
mortalidad. lugares, estínguese poco a poco en
La escena de Chacabuco habia la memoria de los hombres la im-
cambiado de hora, de paisaje, de presión que ha dejado en sus cu-
colorido, pero el fondo i los perso- nas la leyenda. El campesino de
najes eran los mismos. — No era Chile, mitad siervo todavía, no al-
San Martin el que llegaba a galo- canza a medir la intensidad de
pe a felicitar al jeneral de su van- aquellas luchas, ni a darse cuenta
guardia por la heróica insubordi- sino a medias del alcance de aque-
nación que hizo de una carga a la llas victorias de la libertad. La
bayoneta una victoria. Era O'Hig- niebla de su profunda ignorancia
gins el que venia a consagrar so- apaga su memoria, i los hijos i los
bre el pecho del vencedor de Mai- nietos de los que presenciaron,
po la eterna amistad de dos nacio- desde la histórica colina de Es-
nes. Nicanor Plaza ha esculpido pejo la batalla de Maipo, apénas
esa escena de sublime fraternidad disciernen hoi que esa fué una pe-
en el pedestal del héroe. lea entre los abajinos i arribanos.
Cuando, hace poco, sordos ru- Dos testigos presenciales sobre-
mores de insensatos odios llegaron viven todavía a los que enterraron
hasta nosotros entristeciendo el a los muertos del 5 de abril de
ánimo, quisimos ir a visitar aquel 1818. Llámase uno ño Marcos Diaz,
campo que la sangre de aquellas que recuerda las chaquetas colora-
dos naciones habia consagrado en das de la banda del Burgos, i un
un solo holocausto... Era un dia indio nonajenario llamado Tadeo
festivo como el de la batalla, cer- Macaya, que no recuerda absolu-
cano del memorable aniversario. tamente nada. Este patriarca del
Todo habia cambiado en el cami- lugar se ocupaba, en la mañana de
no, en el llano, en las granjas, en los nuestra visita, de pelar papas en
senderos, en los nombres mismos: su rancho, i no se dignó venir a
pero la loma del combate i de la nuestro llamado. Otro confidente
fraternidad estaba allí inmutable de mas lozana edad, i que aquella
como los altares de la naturaleza. mañana parecía venir de las cubas
La pala del acequiador no ha em- de Chiñongo, bamboleándose so-
papado todavía la agreste colina, bre sus estribos, tuvo a mal nues-
el buei no ha abierto el surco, i el tra presencia i nuestro interroga-
artista, el viajero, el soldado, pue- torio de guerra. I si no le sujetan
den estudiar aquel campo de bata- la brida, hace allí misma una car-
lla con la minuciosidad escrupulo- ga en falso, como las de Morga-
sa de la mañana que siguió a la do...
victoria: tanta es la fidelidad de Un mozo intelijente llamado
sus perfiles! Podría hasta marcar- Cirilo Alvarez, nos llevó a las se-
se con estacas el sitio que ocupó pulturas, —vastas fosas esparci-
cada batallon, la huella de las cu- das en el valle i que cubren hoi
52 MEMORIAL DEL EJERCITO

con sombra grata bosques de du- las barretas del esplorador de es-
raznos. — Allí fueron sepultados i tos osarios cavaba la tierra con su
quemados en piras alternadas de propio brazo, venia a la superficie
ramas i cadáveres, mil realistas i el polvo calcinado de los que mu-
ochocientos soldados del ejército rieron por un reí que no conocían,
unido. No hubo distinción para los i por una patria que les ha olvida-
que vencieron, ni para los que pe- do.
recieron en noble fracaso. I en
aquel dia de veneración, cuando Viña del Mar, Abril de 1877.
ACIÓ en Santiago, el 29 de
GENERAL DE DIVISION N noviembre de 1787. Fueron
sus padres doña Gertrudis
Serrano Arrechea y don Francis-
RAMON FREIRE co A. Freire Paz, hijo de Galicia y
capitán de Caballería del Real
Ejército. Hizo sus primeros estu-
dios en Concepción. A los 16 años
SERRANO de edad quedó huérfano y desde
entonces se desempeñó como so-
. brecargo de la fragata Begoña, de
propiedad de los Mendiburu, acau-
dalados comerciantes que habían
De "Soldados Ilustres del Ejército de extendido sus relaciones en el ra-
Chile". Por el Tte. Crl. (R). EDMUNDO mo hasta el virreynato del Perú.
GONZALEZ SALINAS Como consecuencia de los prime-
ros síntomas revolucionarios en la
América Hispana, fue despoja-
do de su cargo. El joven Freire de-
cidió, entonces, ingresar como ca-
dete del regimiento de caballería
"Dragones de la Frontera" (1811)
Dos años más tarde era ascendido
a teniente.
En el cuerpo de Dragones hizo
todas las campañas de la Patria
Vieja "y en ellas adquirió la re-
putación de ser uno de los mejo-
res brazos del Ejército patriota
—cuenta don Miguel L. Amunáte-
gui—. Cuando se hablaba de ofi-
ciales valientes, el nombre de Frei-
re se venía naturalmente a los la-
bios". Al iniciarse el sitio de Ran-
cagua, hubo de encerrarse con sus
300 dragones en la ciudad, conjun-
tamente con el grueso de las tro-
pas y cuando O'Higgins resolvió
emprender la retirada a través de
las trincheras realistas, Freire tu-
vo la intención de colocarlo en me-
dio de sus jinetes, a fin de prote-
ger su preciosa vida.
—"Capitán Freire. Usted es un
valiente —replicó O'Higgins—; ce-
lebro mandar hombres de su tem-
ple; pero no puedo aceptar el pues-
to que Ud. me prepara. Yo debo
atacar de frente al enemigo" (Ba-
rros Arana).
54 MEMORIAL DEL EJERCITO

La columna marchó hacia San- las Candelaria y Consecuencia. A


tiago, para dirigirse en seguida a mediados de febrero de 1816 ata-
Mendoza. Freire no participó allí caba a la plaza de Guayaquil; pero
en las desagradables desavenen- la resistencia que ella opuso le
cias entre o'higginistas y carre- obligó a retirarse. Los expedicio-
rinos. Sabedor de los aprestos que narios se dirigieron a las islas Ga-
hacía el almirante inglés M. Wil- lápagos y, luego más tarde, a Bue-
liam Brown para salir en corso por nos Aires. A mediados de 1816,
las costas del Pacífico, prefirió Freire y sus soldados entraban en
alistarse en la expedición. Hipóli- el Río de la Plata. En conocimien-
to Bouchard un francés que for- to de que el general don José de
maba parte de la tripulación, le San Martín organizaba en Mendo-
encargó «1 reclutamiento de las za un Ejército para libertar a Chi-
tropas de desembarco y le asignó le, se presentó en el campamento
más tarde el mando de ellas. A fi- de Plumerillo y fue incorporado en
nes de octubre de 1815 zarpaban sus filas con el grado de teniente
a Buenos Aires el bergantín Hal- coronel. San Martín le ordenó en-
cón, donde iba embarcado Freire, trara a Chile por el Planchón, al
y el queche Uribe, de propiedad del frente de una columna de 100 hom-
presbítero chileno del mismo nom- bres, insurreccionara a los pueblos
bre. Ambos barcos debían reunirse de la zona comprendida entre Tal-
en la isla de la Mocha con los ber- ca y San Fernando y consiguiera
gantines Hércules y Trinidad, que hacer creer a las fuerzas realistas
llevaba a su bordo al almirante que el grueso del Ejército Liberta-
Brown. Al atardecer del 17 de no- dor efectuaría la travesía por
viembre naufragaba el Uribe en el aquel paso. El aguerrido coman-
extremo austral, perecía toda su dante desempeñó su comisión con
tripulación y el Halcón proseguía singular éxito y al amanecer del 4
panosamente la ruta previamente de febrero de 1817 libró el primer
dispuesta. El capitán, creyendo combate en las vegas de Cumpeo.
perdido el barco, se descerrajó un Una semana más tarde ocupó la
pistoletazo en la sien derecha y ciudad de Talca.
Freire asumió el mando. En los El 7 de marzo abandonó esta ciu-
momentos en que disponía las dad; el 9 ocupó la villa de Linares,
medidas necesarias de sa'lvación, después de rechazar al adversario,
una ola lo precipitó al mar y y el 16 entraba a Chillán. Partici-
cuando ya sus fuerzas lo abando- pó en el combate de Gavilán el 5 de
naban, el propio mar se encargó de mayo y su actuación fue tan meri-
restituirlo a bordo. Se hizo atar a toria que el coronel Las Heras de-
uno de los palos del aparejo y con- jó especial constancia de ella en el
tinuó su tarea de dirigir la manio- parte oficial que elevó aJ Director
bra hasta lograr el cruce de Cabo Supremo del Estado.
de Hornos, primeramente, y la lle- Con el fin de desalojar al enemi-
gada al punto de reunión, más tar- go de los puntos que ocupaba en la
de (fines de diciembre). ribera meridional del Bío-Bío y
La escuadra prosiguió su nave- cortar, así, las subsistencias a Tal-
gación hacia el norte y en el Ca- cahuano, O'Higgins dispuso —a
llao capturó las fragatas españo- mediados de mayo— que el capitán
MEMORIAL DEL EJERCITO 55

José Cienfuegos capturase los enemiga. En la madrugada del 27


fuertes de Nacimiento y Santa de septiembre cayó éste sobre el
Juana y que el comandante Frei- campamento enemigo de Tubul y
re atacase a San Pedro. El enemi- la aniquiló total y absolutamente.
go de este último fugó precipitada- A raíz de la llegada de una nue-
mente y lo dejó abandonado (15 de va expedición realista, a las orde-
mayo). Logrado su objetivo, Frei- nes del general don Mariano Oso-
re salió en demanda de Arauco, al rio, el general O'Higgins empren-
frente de unos 300 hombres. El día dió la retirada hacia el norte, con
27 se encontraba en la ribera nor- la intención de reunirse con las
te del río Carampangue, que —a fuerzas que San Martín discipli-
causa de las abundantes lluvias de naba e instruía en el campamento
esos días— se presentaba muy cre- de Las Tablas. Freire, ascendido
cido. "A pesar de hallarse éste (el recientemente al grado de coronel,
río) invadeable, hacer una copio- tuvo muchas oportunidades para
sa lluvia y hacer el enemigo un vi- demostrar sus grandes cualidades
vo fuego de cañón y fusil, el intre- de Comandante de caballería en los
pido Freire lo pasó a nado a media- múltiples encuentros con la caballe-
noche con cien hombres e inmedia- ría adversaria, en su misión de
tamente forsó a sable y bayoneta proteger la retirada de las propias
una batería y entre tanto el resto tropas. Y el 5 de abril de 1813 com-
de su división ya amaneciendo pa- batió, con su acostumbrada biza-
saba a Carampangue, fugó el ene- rría, en los campos de Maipo, a la
migo vergonzosamente a los bu- cabeza, del recientemente creado re-
ques que estaban en la bahía... " gimiento de su arma "Cazadores
(Oficio del Ministro Zenteno). de la Escolta Directorial".
Interesado el General O'Higgins En 1819 se le confió la Intenden-
en conocer detalles acerca de los cia de Concepción, la más impor-
emplazamientos realistas de Tal- tante plaza del país después de
cahuano, que le permitieran elabo- Santiago. Allí organizó los servi-
rar un plan de ataque efectivo, re- cios administrativos, combatió a
solvió apoderarse de las patrullas las hordas del facineroso Vicente
de exploración que diariamente se Benavides y le infringió una com-
aproximaban a la línea patriota. pleta derrota en la acción de la
La misión recayó en Freire. Des- Alameda (27 de noviembre de
pués de una violenta acción al 1820). "Era una lucha, sin tregua
amanecer del 10 de septiembre, 50 que consumía vidas y agotaba en
realistas cayeron en el campo en- la desesperación a pueblos enteros.
tre muertos y prisioneros. Por su Pelea sin entrañas, que no se dete-
parte el coronel Ordóñez organizó nía ante el débil y que segaba a
una partida de tropas que logró párvulos, vírgenes y ancianos. Ul-
llegar hasta los territorios de in- tima y vana expresión de una cau-
dios amigos en Los Angeles y Tu- sa que moría sin remedio y sin re-
capel y provocar un alzamiento, a signación". (J. Eyzaguirre).
fin de distraer la atención de los Las relaciones de Freire con el
sitiadores hacia el sur. El Director Director O'Higgins se habían ido
encargó al Comandante Freire la resintiendo. Le disgutaba la absor-
tarea de acabar con esa partida ción y predominio de Santiago y
56 MEMORIAL DEL EJERCITO

llegó a creer que se le abandonaba embarcaciones— logró la conquis-


en Concepción y no se le quería ta del archipielago, para incorpo-
ayudar con medios humanos y ma- rarlo definitivamente a su patria.
teriales para continuar la horroro- Aburrido del poder, lo abando-
sa "guerra a muerte" por razones nó; pero de nada le valió esta ac-
de baja política. "Angustiado fre- titud, como que en las elecciones de
cuente mi espíritu —escribía al Di- 1829 —y pese de haberlas tachado
rector con fecha 4 de diciembre de de ilegales él mismo— fue obligado
1820— por la falta de recursos pa- a recibirse de la pesada carga. Co-
ra el sostén de la división de mi mo consecuencia, estalló la revolu-
mando en el espacio de dos años ción y el general D. Joaquín Prie-
de continua guerra en esta provin- to— al mando del Ejército del sur
cia, viéndome repetidas veces sin — lo derrotó en Lircay, el 17 de
tener víveres para estas virtuosas abril de 1830. El glorioso mariscal
tropas, mal pagadas y vestidas, mi de las campañas de la Emancipa-
salud se ha quebrantado y no me ción fue dado de baja y desterrado
permite desempeñar por más tiem- al Perú.
po ©1 cargo que se me ha. confiado". En julio de 1836 partía desde el
(Arch. O'Higgins). Callao al frente de una expedición
Producida la abdicación de armada, en dos naves de guerra, en
O'Higgins, a la cual contribuyó de dirección a Chiloé, con la intención
una manera u otra, se Le creyó el de derrocar al Gobierno de Prieto.
hombre indicado para ocupar el si- El 6 de agosto se encontraba frente
llón de su antecesor: asumió el a San Carlos de Ancud, "llamado
mando el 4 de abril de 1823. "Si en tan repetidas ocasiones por los
bien es cierto— comenta Barros pueblos de Chile para que los li-
Arana— que no poseía la perpicaz bre de un Gobierno despótico y ti-
penetración de un político consu- rano, como es el que los subyuga".
mado, si carecía de la ardiente ima- Freire y sus principales colabora-
ginación de un proyectista reaccio- dores fueron capturados el 29 de
nario, suplía estas faltas con las agosto, por tropas leales al Gobier-
mejores intenciones, con un desin- no. Conducidas a Valparaíso, se les
terés poco común, con un empeño sometió a proceso. La esposa del
para no separarse del recto cami- general, doña Manuela Caldera, fue
no de la justicia y con una genero- autorizada para acompañarlo y
sidad extraordinaria". "soportando toda, clase de incomo-
En 1824 realizó la primera expe- didades, hizo frente al destierro de
dición a Chiloé, que se mantenía su marido con la entereza de ca-
fiel a la Corona española, bajo el rácter que le era propia y trató de
mando del coronel don Antonio endulzar con su cariño la amarga
Quintanilla. Después de algunos situación del procer". (Reyno).
triunfos parciales, alcanzados por El 19 de noviembre, la Corte
el coronel Beauchef, la expedición Marcial condenaba a don Ramón
terminó en un fracaso. A fines de Freire y a otros conjurados "a la
abril, las tropas debieron regresar pena de diez años de destierro fue-
a Talcahuano y a Valparaíso. En ra de la República". En la tarde
enero de 1826 —al frente de una del día 22, la goleta Peruviana lar-
segunda expedición armada, en 10 gaba sus velas en nuestro primer
MEMORIAL DEL EJERCITO 57

puerto y ponía rumbo a Juan Fer- célebre reina Pomaré, al servirle


nández, conduciendo a su bordo a de embajador ante el almirante
17 reos del Estado. La nevegación francés Du Plessis de la Tour. A
duró hasta mediados del mes de di- través de su gestión se logró que
ciembre. Muy breve fue, empero, la Luis Felipe de Orleans y sus sub-
permanencia del ilustre cautivo en ditos dejaron en paz a los habitan-
la isla de Róbinson Crusce. Teme- tes de la idílica isla de Tahití.
roso el Gobierno de que fuera La guerra contra la confedera-
arrancado de su prisión por algún ción perú-boliviana interesaba allí
barco peruano, resolvió trasladar- a muchas personas relacionadas
lo a otro sitio que ofreciera mayo- con el comercio y las noticias lie-
res garantías. gabán hasta ellas con relativa ra-
El 14 de marzo de 1837 partía la. pidez.
corbeta La Libertad, conduciendo Freire seguía atentamente las
al general y a sus más conspicuos ocurrencias de la guerra y deseaba,
colaboradores da aventura, en di- naturalmente, el triunfo de la cau-
rección a Sidney (Australia). Mu- sa nacional. Resuelto sin embargo,
chas veces se encontró la nave en a no volver a América mientras du-
peligro de naufragar, hasta que rase la contienda —para evitar se
por fin arribó el 29 de junio a Port le hiciese víctima de desconfianzas
Jackson, en las proximidades de y calumnias por su amistad con
la ciudad da Sidney. En completa li- elevados personajes del Perú—, se
bertad allí, pero falto de recursos mantuvo en Tahití hasta el mo-
y sin conocimientos del idioma, los mento de conocer la noticia de la
desterrados sufrieron un sinnúme- victoria de Yungay y de la ruina
ro de contrariedades de todo orden. definitiva del imperio de Santa
Por tal motivo, como por la espe- Cruz.
ranza de poder proporcionar rela- En octubre de 1839 se embarcó
ciones con Chile y recibir noticias en una corbeta francesa que lo con-
de los seres queridos, el general de- dujo al puerto de Cobija. Allí en-
terminó establecerse en una de las contró la protección de un desinte-
islas de la lOceanía. A fines del mis- resado caballero argentino, don
mo año se trasladó a Tahití, que Gregorio Beeche, a quien el presi-
comenzaba a tener cierto renombre dente de Bolivia había entregado
por las complicaciones diplomáticas las funciones de prefecto del lito-
a que daba origen el establecimien- ral. Por petición del gobierno de
to de misiones religiosas y los pla- Chile, el general Freire fue desti-
nes de sometimiento de las gran- nado, más tarde, a Sucre, y a ella
des potencias. llegaba en julio de 1840.
Pronto se hizo amigo de un fran- El 23 de octubre de 1841 el Pre-
cés dedicado a la pesca, de apelli- sidente don Manuel Bulnes puso su
do Moerenhout, que por razones co- firma a una ley que concedía am-
merciales mantenía relaciones con nistía general "a todos los chile-
el puerto de Valparaíso. Así pudo nos que se hallan actualmente en
el glorioso desterrado mantener pe- destierro, a consecuencia de tenta-
riódicamente correspondencia con tivas o hechos contra las autorida-
su familia y sus amigos. El año des o contra el orden político del
1838 pudo prestar un importante Estado". Al expirar el citado año
servicio a la soberana de la isla, la
58 MEMORIAL DEL EJERCITO

41, Freire se dirigió a Santiago, y 9 de marzo y 15 de abril de 1830 y


poco después, el 6 de octubre de de los decretos del Gobierno del
1842, el Presidente de la Repúbli- mismo año". Con ello entraba a go-
ca rehabilitaba "en sus grados y zar de su sueldo y rango de Capi-
empleos a los generales, jefes y tán General del Ejército.
oficiales separados del servicio a El General don Ramón Freire
consecuencia de los acuerdos del falleció en Santiago el 9 de diciem-
Congreso de Plenipotenciarios del bre de 1851.
Parte del mural pintado por Frai Pedro Subercaseaux en el Museo Histórico de Maipu
con escenas de la batalla.

MAIPU (1)
AÑO 1818

BARTOLOME MITRE

la otra. Esto explica por qué


el ala izquierda y la reserva pa-
A sorpresa de Cancharraya- triota no fué activamente perse-
L da, como sucede en los en-
cuentros nocturnos no fué
decisiva y la dispersión fué tan
guida y que la columna de Las He-
ras, no obstante haber sido senti-
da, efectuase su retirada débilmen-
considerable de una parte como te hostilizada, teniendo ambas que

(1) Los nombres históricos de luga- consignan, pues si hubiera de hacerse re-
res, deben escribirse tal como la geogra- montando al origen de las palabras ó á
fía, ó los documentos correlativos los sus raíces para ello, la historia se con-
60 MEMORIAL DEL EJERCITO

vertiría en un tratado de etimología, que adverbio, pues. Maipún, es verbo, y según


á la vez haríala ininteligible. Pero su- Havestadt, significa, "terram fubigere,
cede en este caso, que la batalla de Mai- prosundere, arare", según Febres, signi-
pu, en que combatieron unidos argentinos fica también romper la tierra ó ararla ó
y chilenos, los primeros la llaman Maipo allanarla siendo probable que Maipú o
ó Maypo, y los segundos Máipu ó Maipú. tierra cultivada, se llamase el sitio en su
El lugar en que se dió la batalla se lla- origen. En un principio se usaron indis-
ma geográficamente desde el tiempo de tintamente las denominaciones de Maipu,
la conquista, el llano de Maipo, y Maipu Maypo y Maipú para designar la batalla.
y Maypo el río que lo limita al sud, se- San Martín, en sus partes oficiales de la
gún puede verse en las Actas capitula- Batalla, escribe Maipu; pero en otros do-
res de la fundación de Chile en 1545, y cumentos, escribe indistintamente maipo,
Ovalle, "Histórica Relación del reyno de maipú. El gobierno de Chile en su de-
Chile", año 1646, en la pág. 21 y en el creto de 10 de mayo de 1818 (Gac. mi-
mapa que la acompaña. Los argentinos le nist. de Chile, núm. 44) al determinar
agregaron el acento con que los pehuen- las leyendas de las medallas y escudos
ches y algunas de las tribus de la pam- de premio á los vencedores, dice: Maypu,
pa modifican la pronunciación de las pa- pero en las medallas de oro y plata pa-
labras de la lengua araucana, no obstante ra los jefes y oficiales se esculpió: May-
no ser esta palabra usada por ellos. La po; en el escudo de paño grana para los
etimología de la palabra es conocida: vie- sargentos y cabos, se bordó Maipú con
ne de mapu, tierra, patria, habitación, letras de oro, y en los de la tropa, Maipu
pueblo, que se conserva en toda su pu- con letras de plata en paño azul. El Con-
reza primitiva, y así la escriben todos los greso argentino en su ley de mayo 8 de
que han tratado de la lengua araucana, 1818, al mandar grabar una lámina con-
(Véase Valdivia: "Arte y vocabulario de memorativa del hecho, emplea constante-
la lengua de Chile", año 1606. Haves- mente la palabra Maypo; y el poder eje-
tadt: "Childúgu, sive tractatus linguae cutivo, al conceder al ejército cordones
ohilensis", año 1717, vol. II, p. 707. Febres: de honor por él, dice "llanuras de May-
"Arte de la lengua gral. del reyno de po". La costumbre ha hecho prevalecer
Chile", año 1777). Al pasar al oriente de el nombre de Maipú en la República Ar-
la cordillera, la acentuación de la pala- gentina, mientras en Chile se ha conser-
bra se altera, y los pehuenches pronun- vado inalterable el nombre geográfico de
eian mapú y así llaman á la región que Maypo.
habitan mamill-mapú, de mamull, lares y
mapú, tierra ó campo, según puede ver-
se en el "Viaje" de Luis de la Cruz, Col. Tratándose de un hecho en que la gloria
de Angelis, t, I, p. 42. Los indios pam- es común de dos pueblos, ambos debieran
pas la pronunciaban con el acento grave uniformar su nomenclatura histórica. Pa-
y la usan en la misma acepción que los ra armonizar estas disonancias, hemos
pehuenches. May, tomado aisladamente, adoptado escribir MAIPU, que no cambia
ó es una partícula que se pospone para la fisonomía ortográfica de la denomina-
dar significación á ciertas palabras, que ción argentina y se diferencia muy poco
en un caso sirve para afirmar, ó es el de Maipo en su sonido, ajustándose más
a su etimología, mápu.
MEMORIAL DEL EJERCITO 61

salvar el serio obstáculo del río Lir- cito é incorporarse á su vanguar-


cay. Al amanecer del día 20, todo dia en Quechereguas en el siguien-
era confusión en el campo de los te día, cuando el Ejército Unido,
vencedores, y sólo se veía reuni- rehecho en número de 4. 000 hom-
do el batallón de Arequipa, man- bres se replegaba sobre Santiago
dado por su comandante José Ra- para esperarle. La nueva campa-
món Rodil, destinado á ser el úl- ña estaba abierta.
timo que mantuviese enarbolada Desde Quechereguas empezó el
la bandera española en el conti- general español á dudar de la im-
nente americano. El general en je- portancia de su victoria. El ejér-
fe del ejército español, al recorrer cito independiente había desapa-
él campo de la acción y estimar los recido de su frente, pero sabía que
despojos opimos de la victoria á una columna, que componía la mi-
que no había concurrido, pudo cer- tad de él, habíase retirado hecha
ciorarse al mismo tiempo, que en del campo de batalla. No pudo dar
muertos y heridos le tocaba la peor alcance á ningún grupo importan-
parte. Como 400 cadáveres esta- te y sus partidas avanzadas ape-
ban tendidos en el campo, y de nas consiguieron tomar algunos
ellos, incluso 15 oficiales, más de dispersos aislados. El país estaba
la mitad eran realistas. La retira- desierto, los caminos inundados por
da de Las Heras, lo dejaba Heno el desborde de las acequias que los
de cuidados y le impedía medir la patriotas habían roto al retirarse,
importancia de las respectivas
fuerzas organizadas. Por otra par- y nadie le suministraba noticias
te, su caballería muy inferior en la posición del enemigo. Vencien-
número y calidad, estaba fatigadí- do dificultades y marchando á cie-
sima y muy mal montada. A pesar gas, llegó el 26 á orillas de Teño,
de esto, todo lo aconsejaba seguir y sólo el 28 alcanzó á San Fernan-
adelante para recoger los frutos do, que encontró abandonado y ex-
de la victoria, y cediendo al pri- hausto de recursos de movilidad.
mer impulso, vadeó el Lircay y Desde este punto empezó á tentar
avanzó hasta Pangue. Desde este el terreno, y al efecto, hizo ade-
punto, desprendió al mando de Or- lantar un destacamento de 200
dóñez una columna de dos bata- hombres de caballería, cuya avan-
llones, dos escuadrones y tres pie- zada encontróse el día 30 en la Re-
zas de artillería de montaña, re- quínoa con otra de 60 granaderos
gresando con el resto á Talca pa- á caballo de la vanguardia patrio-
ra reorganizar su ejército. Cuan- ta de Rancagua que cubría la mar-
do Ordóñez llegó á Quechereguas gen derecha del Cachapoal. La
el 21, Las Heras, que le llevaba una avanzada realista se puso en reti-
jornada ganada, había cruzado el rada; pero el capitán Miguel Ca-
Lontué. De allí para adelante, era jaravilla (argentino) que manda-
necesario prepararse una campa- ba los granaderos, la persiguió
ña formal, y en estos preparativos •

se pasaron cuatro días (2). El 24


pudo por fin Osorio ponerse en (2) Véase la nota del capítulo XVII
marcha con el grueso de su ejér- en que se explican las causas del retardo
de Osorio. • • •
62 MEMORIAL DEL EJERCITO

hasta su reserva, á la que cargó En la mañana del 3 cruzó este río


valientemente acuchillándola y ma- por el vado Lonquén, apartándose
tándole 30 hombres, y entre ellos diez kilómetros al oeste del cami-
uno de sus jefes, cuya casaca fué no central que llevaba, y acampó
remitida como trofeo al cuartel sobre su margen derecha en una
general (3). Este encuentro fue la antigua hacienda de los Jesuítas
primera noticia que tuvieron los denominada La Calera. Su plan de
realistas de que hallarían enemigo campaña era dominar por su fren-
con quien pelear. te el camino de Mélipilla á Santia-
El 31 de marzo, el ejército rea- go. Extenderse por su izquierda
lista, fuerte de 5: 500 hombres, por el que de La Calera conduce á
atravesó el río Cachapoal, límite de Valparaíso, amagando la capital
la antigua conquista quechua sobre por sud-oeste, y con este propósi-
los araucanos. Osorio mandó explo- to avanzó hasta la hacienda de Es-
rar el terreno de vanguardia, mi- pejo, donde se estableció en la mis-
diendo más cautelosamente sus ma noche, reconcentrando allí sus
marchas, por manera que, sólo el bagajes (4).
2 abril á la tarde pudo alcanzar El general realista, vacilante co-
á la margen izquierda del Maipo. mo siempre, al saber que tenía á

(3) ¡Parte del comandante Santiago no tiene ningún valor histórico ni mili-
Bueras de 30 de marzo de 1818, incluido tar, carece de datos topográficos, y es ra-
en of. de San Martín de 31 del mismo, dicalmente errado por lo que respecta á
imp. en h. suelta. la formación del ejército realista. El que
trae Torrente en su "Hist. de la Revol.
Hisp. Amer. " da una idea general de la
(4) Véase el plano de la batalla de Batalla, y me ha sido de alguna utilidad
Maipu, lam. núm. XL. Este plano a si- para determinar la formación de los es-
do coordinado, sobre la base de uno muy pañoles en sus posiciones y algunos de
completo, confeccionado en 1818 sobre el los movimientos de sus columnas. El que
campo, por el ingeniero del ejército de trae Gay en su "Hist. de Chile", es una
los Andes Bacler D'Albe, y confrontado imperfecta copia del plano de D'Albe, en
con otro hecho en el mismo año en Bue- que ha omitido pormenores de importan-
nos Aires por el ingeniero argentino Jo- cia que hacen precioso este documento
sé Arenales, según datos de San Martín gráfico. Además, hemos tenido presente
á lo que parece, pues éste lo conservaba un croquis anotado por el general Las
con cuidado entre sus papeles, y en él Heras con explicaciones del ingeniero del
se encuentran algunos datos topográficos ejército Antonio Arcos. Combinando todos
y tácticos que faltan en el de D'Albe. estos elementos con los documentos his-
Además, he tenido presente un croquis tóricos correlativos y nuestras observa-
rectificado por el general Las Heras con ciones sobre el campo de batalla, hemos
explicaciones del ingeniero del ejército coordinado el plano adjunto, que es sim-
Antonio Arcos. El plano de Maipu que plemente el de D'Albe, complementado
Miller trae en sus "Memorias", que re- en algunas de sus partes y rectificado en
presenta un simple é imaginario cambio algunos detalles, agregándole las explica-
de frente del ejército argentino-chileno, ciones de que carecía.
MEMORIAL DEL EJERCITO 63

su frente en actitud de pelea al go, se prolonga por el espacio co-


ejército que consideraba anonada- mo de diez kilómetros, en la direc-
do en Cancharrayada, reunió una ción antes indicada, una lomada
junta de guerra el día 4, y propu- baja de naturaleza caliza que por
so la retirada á Valparaíso, á da su aspecto lleva el nombre de Lo-
sazón bloqueado por la escuadra ma Blanca. Sobre la meseta de es-
española, con el objeto de estable- ta lomada evolucionaba el ejérci-
cer una nueva base de operaciones to patriota. En su extremidad oes-
que ofreciese mejores probabilida- te y á su frente, se alza otra loma-
des de buen éxito. Sus principales da más alta, que forma un trián-
jefes, y á su cabeza Ordóñez y Pri- gulo, cuyo vértice sud-oeste se apo-
mo de Rivera, se opusieron enér- ya en la hacienda de Espejo, an-
gicamente; y quedó decidido que tes mencionada, conduciendo á
la batalla se empeñaría al siguien- ella un callejón en declive como
te día (5). La distancia que me- de veinte metros de ancho y tres-
diaba entre los ejércitos beligeran- cientos de largo, cortado por una
tes no alcanzaba á cuatro kilóme- ancha acequia en su fondo, limi-
tros. tado á derecha é izquierda por vi-
ñas y potreros que cierran altos ta-
piales. Esta era la posición que
II ocupaba el ejército realista. Las
dos lomadas están divididas por
El teatro en que se desenvol- una depresión plana del terreno ú
vían estas operaciones, es una lla- hondonada longitudinal como de
nura, limitada al este por el río un kilómetro en su parte más an-
Mapocho que divide la ciudad de cha y doscientos cincuenta metros
Santiago; al norte, por serranía en la más angosta. Al este del vér-
que da separa del valle Aconca- tice ó puntilla de las lomas del sud
gua, y al sud por el Maipo que le se extiende un grupo de cerrillos
da su nombre. Hacia el oeste se aislados, y entre ellos uno más
levanta una serie de lomadas y al- elevado, en forma de mamelón,
gunos montículos que corren de que hace sistema con el triángulo
oriente á poniente, y se destacan ocupado por los realistas. El vér-
en monótonas líneas prolongadas tice este de esta posición, que era
en el horizonte, rompiendo la uni- su parte más elevada, se destaca-
formidad del paisaje algunos gru- ba como un baluarte, y hacía fren-
pos de arbustos espinosos en un te á un ángulo truncado fronte-
campo cubierto de pastos natura- rizo de la Loma Blanca que lo
les, y en lontananzas, las monta- flanqueaba por una parte y lo en-
ñas que circundan el valle y le dan filaba por otra.
su perspectiva. Al sud de Santia-
En este campo iba á decidirse la
suerte de la independencia sud-
(5) Torrente: "Hist. de la Revol. Hisp. americana (6).
Amer. " t. II, p. 427. Barros Arana: "Hist.
de la Indep. " t. IV, p. 348. Relación so- (6) En dos ocasiones he reconocido
bre la batalla de Maipu por el general el campo de batalla de Maipu: la una,
Las Heras. M. S. acompañado del general Las Heras, prin-
64 MEMORIAL DEL EJERCITO

El general San Martín, situado cero en reserva en segunda línea á


en la extremidad este de la Loma cargo del Coronel H. de la Quinta-
Blanca á diez kilómetros de San- na.
tiago, dominaba en su conjunción Confió á Balear ce el mando ge-
los tres caminos que comunican neral de la infantería, reservándo-
con los pasos del Maipo y amaga- se el de la caballería y de la re-
ba el de Valparaíso, asegurándose serva. El primer cuerpo lo forma-
una retirada, á la vez que cubría ban los batallones núm. 11 de Las
la capital por sus dos únicos pun- Heras (argentino), los Cazadores
tos vulnerables, la cual para ma- de Coquimbo, comandante Isaac
yor garantía hizo atrincherar, Thompson (chileno); los Infantes
guarneciéndola con 1. 000 milicia- de la Patria, comandante Busta-
nos y un batallón bajo la dirección mante, (chileno), el regimiento de
de O'Higgins á quien su herida caballería argentino Granaderos
impedía asistir al campo de bata- á caballo, á que se había agregado
lla. Su plan era atacar al enemigo un escuadrón provisional de ar-
sobre la marcha, sin darle tiempo á tilleros montados del ejército ar-
combinaciones, si se presentaba gentino por no tener piezas que
por ios caminos del frente; correr- servir, y la artillería chilena com-
se por su flanco derecho si toma- puesta de 8 piezas de campaña á
ba el de La Calera, é interceptar- cargo del mayor Blanco Encalada.
le el de Valparaíso, maniobrando El segundo cuerpo lo componían:
á todo evento con seguridad sobre los batallones núm. 1 de cazadores
la meseta de la loma un terreno (argentino), de Alvarado; el núm.
ventajoso para dar y recibir la ba- 8 de los Andes (argentino), co-
talla. Al efecto, dividió su ejérci- mandante Enrique Martínez; el
to en tres grandes cuerpos forma- núm. 2 de Chile, comandante Cá-
dos en dos díneas: el primero á ór- ceres; los Cazadores y Lanceros
denes de Las Heras, cubriendo el de Chile (argentinos y chilenos),
ala derecha; el segundo á las de á órdenes de Freiré (7) y Bueras,
Alvarado á la izquierda; y un ter- con nueve piezas ligeras de artille-
ría chilena á cargo del mayor Bor-
goño. La reserva constaba: de los
batallones núm. 1 y núm. 3 de Chi-
cipal actor en ella, y la otra, con los le, comandantes Rivera y López;
historiadores chilenos Barros Arana y núm. 7 de los Andes, (argentino)
Vicuña Mackenna que han descrito la ba-
talla, sirviéndonos de guía un anciano de
noventa años, dueño á la sazón de parte
del terreno, que tenia 17 años el día de (7) EL comandante Mariano Necochea
la batalla, que él presenció. En 1818 era era el jefe nato de los Cazadores de los
un campo abierto, á excepción de la ha- Andes; pero habiéndose herido una ma-
cienda de Espejo rodeada de viñas, y po- no él mismo por accidente con una pis-
treros cercados. Al presente conserva la tola, por esta causa no asistió á la bata-
fisonomía inalterable que la imprimen los lla de Maipu, tomando Freyre el mando
relieves del terreno y las largas líneas del cuerpo, en seguida el de toda la caba-
que lo señalan en el horizonte, pero cor- llería de la izquierda por muerte duran-
tado por cercas que entonces no existían. te la acción.
MEMORIAL DEL EJERCITO 65

comandante Conde, y cuatro pie- gentina y una encarnada, gritarían


zas de batir de á 12 mandadas por todas las tropas: ¡Viva la Patria!
De la Plaza, y servidas por los ar- y en seguida cada cuerpo carga-
tilleros argentinos que habían per- rá el arma blanca al enemigo que
dido su artillería en Cancharraya- tuviese al frente". Indicaba los
da. uniformes y banderas de los cuer-
Contando con el triunfo, el ge- pos del ejército realista (8), y al
neral de los Andes supo infundir referirse al Burgos, agregaba: "A
á todos su confianza, y en este con- este regimiento se le debe cargar
cepto, dió instrucciones detalladas la mano, por ser la esperanza y
á sus jefes en vísperas de la ba- apoyo del enemigo". Recomendaba
talla, á ejemplo de Federico. En á los jefes de caballería tomar
ellas disponía que, la dotación de siempre la ofensiva, por ser ésta
municiones de cada soldado sería la índole del soldado americano, y
cien tiros y seis piedras; que an- llevar á su retaguardia un pelo-
tes de entrar en pelea se les da- tón de veinte y cinco hombres pa-
ría una ración de vino ó aguar- ra sablear á los que volvieran ca-
diente, y los jefes perorarían con ra y perseguir al enemigo. Por úl-
denuedo á sus tropas, imponiendo timo les decía: "Esta batalla va á
pena de la vida al que se separase decidir de la suerte de toda la
de las filas avanzando ó retroce- América, y es preferible una muer-
diendo, y advertirían á la vez, de te honrosa en el campo del honor
un modo claro y terminante, que á sufrirla por manos de nuestros
si veían retirarse algún cuerpo, verdugos. Yo estoy seguro de la
era porque el general en jefe lo victoria con la ayuda de los jefes
mandaba así por astucia, según su del ejército á los que encargo ten-
plan. gan presente estas observaciones".
(9).
Preveníales: que los batallones
dé las alas debían siempre formar
en columna de ataque, desplegan-
do sólo en caso de necesidad ó con
expresa orden suya; y que todo (8) La infantería española vestía uni-
cuerpo de infantería ó caballería forme de brin blanquecino, con fornitura
cargado al arma blanca, no espe- blanca y morrión cono invertido; los dra-
raría la carga á pie firme, y á la gones del rey, chaqueta colorada, calzón
distancia de cincuenta pasos, debía claro y botas fuertes á la europea, y el
salir al encuentro á sable ó bayo- resto de su caballería, uniforme azul. El
neta. No se recogería ningún heri- ejército independiente vestía todo de azul:
do durante el fuego, porque, decía: la infantería con correaje blanco cruza-
"necesitándose cuatro hombres do, lo mismo que la caballería y morrio-
para cada herido, se debilitaría la nes bajos cono invertido.
línea en un momento".
La enseña del cuartel general (9) "Instrucciones dadas á los jefes
sería una bandera tricolor, y cuan- para el caso de una batalla", sin fecha,
do se levantasen tres banderas "la firmadas por San Martín. Doc. del archivo
tricolor de Chile, de bicolor ar- de guerra de Chile M. S.
66 MEMORIAL DEL EJERCITO

Tomada, estas disposiciones y una retirada más segura en caso


dictadas estas prevenciones, for- de contraste, pues la larga dis-
mó su ejército en dos líneas: en tancia y los ríos que tendría que
primera línea las divisiones 1ª y atravesar, la hacían dificilísima
2ª con sus respectivas baterías hacia el sud (11). Lo primero es-
desplegadas á cada uno de los flan- taba previsto y se neutralizaba por
cos y su caballería escalonada, po- un simple cambio de frente; lo
niendo la reserva en segunda lí- segundo era impracticable, pues
nea y su artillería de batir al cen- tenía que describir un arco, de cu-
tro de la primera. En este orden ya cuerda era dueño; y lo último,
permaneció los días 2, 3 y 4 de una promesa más de triunfo com-
abril, con una vanguardia volan- pleto. Para cerciorarse por sus
te mandada por Balcarce, en ob- propios ojos de este error estra-
servación de la línea del Maipo. Al tégico y concertar sus movimien-
tener noticia de que el enemigo tos tácticos, disfrazóse con un pon-
vadeaba el río inclinándose hacia cho y un sombrero de campesino,
el poniente, desprendió toda su ca- y acompañado por su inseparable
ballería con orden de atacar sus ayudante O'Brien y el ingeniero
puestos avanzados, hostilizar sus d'Albe, seguido de una pequeña es-
columnas en la marcha y mante- colta, se dirigió á gran galope al
nerlo durante la noche en constan- ángulo truncado de la Loma Blan-
te alarma. El fuego de las guerri- ca señalado antes. Desde allí pudo
llas, aproximándose cada vez más, observar á la distancia de cuatro-
y los repetidos partes, anunciaban cientos metros con el auxilio de su
que los realistas seguían avanzan- anteojo, la marcha de flanco que
do. La noche del 4 se pasó así en en perfecto orden ejecutaban las
alarma, rodeando los soldados pa- columnas españolas á tambor ba-
triotas grandes fogatas de huañil, tiente y banderas desplegadas, al
que iluminaban todo el campo posesionarse de la lomada trian-
(10). San Martín dormía mientras gular fronteriza prolongando su
tanto en un molino á la orilla del izquierda sobre el camino de Val-
camino, envuelto en su capote mi-
litar.
Al amanecer del día 5 de abril, (10) Arbusto espinoso y florido, ori-
las guerrillas patriotas al mando ginario de Chile y el Perú, de que está
de Freire y Melián se replegan, sembrado el llano de Maipo. El botánico
dando parte que el enemigo avan- español Lagasca, lo dedicó al célebre quí-
zaba en masa, en rumbo al cami- mico Proust, y su denominación científi-
no que entronca con el de San- ca es Proustia. Lagasca. V. Gay, "Hist.
tiago á Valparaíso. San Martín, de Chile. Botánica", t. III, p. 296 y Phi-
que lo había previsto por su di- lippi. "Elem. de Bot. " p. 334.
rección en el día anterior, pensó
que no podía tener por objeto si- (11) Parte detallado de la batalla de
no cortarle la retirada sobre Acon- Maipú por San Martín, de 9 de abril de
cagua, ó efectuar un movimiento 1818, publicado en la "Gaceta de B. Ai-
de circunvalación interponiéndose res", núm. 67 1818. Relación de Las He-
entre él y la capital, ó reservarse ras sobre la batalla de Maipu. M. S. cit.
MEMORIAL DEL EJERCITO 67

paraíso. "Qué brutos son estos go- de hacerlo, porque mi antigua he-
dos" — exclamó con esa mezcla rida de la pierna no me lo permi-
de resolución y buen humor que te". — San Martín le repuso en
caracteriza á los héroes en los mo- tono airado: — "Señor General,
mentos supremos. Y agregó: — el último tambor del Ejército Uni-
"Osorio es más torpe de lo que yo do tiene más honor que V. S. " —
pensaba". — Dirigiéndose luego á Y volviendo su caballo, dió orden
sus acompañantes, les dijo: — á Balcarce sobre la mareha, hicie-
"El triunfo de este día es nues- se saber al ejército que el general
tro. El sol por testigo" — El sol de veinte años de combate queda-
asomaba en aquel momento sobre
las nevadas crestas de los Andes
(12). La mañana estaba serena;
ninguna nube empañaba el cielo, (12) El general O'Brien, que á su pe-
el aire estaba cargado de perfu- sar de su larga residencia en América,
mes, y las aves cantaban entre los nunca pudo hablar correctamente el es-
espinos en florescencia (13). pañol, decía treinta años después (en
1849 Valparaíso) relatándonos esta esce-
III na histórica, que San Martín había ex-
clamado: "Que bruta esta goda Osorio.
A la diez y media de la maña- Triunfo nuestra. Sol testigo". Eran estas
na el ejército argentino - chileno formas proverviales en el estilo familiar
rompió una marcha de flancos en de San Martín, y siempre que pronosti-
dos columnas paralelas, caminan- caba algo, tenía por costumbre agregar,
do rumbo al oeste por encima de como consta de diversas cartas suyas:
la meseta de la Loma Blanca. En —"El tiempo por testigo". — Barros Ara-
el curso de la marcha, ocurrió un na y Vicuña Mackenna que oyeron rela-
episodio, que la historia debe re- tar esta escena á O'Brien, la confirma en
coger por la espectabilidad de los todos sus pormenores.
personajes, y da idea del temple
del alma del general en ese mo-
mento. A medio camino, presentó- (13) El viajero inglés Haigh, antes cit
se el mariscal Brayer solicitando que en ese momento se hallaba en el cam-
licencia para pasar á los baños de po de San Martín, dice: "It was sunday
Colina. San Martín le contestó morning, the 5 t. of. april, the most de-
fríamemente: — "con la misma li- lightful time of the year in Chile, not a
cencia con que el señor general se cloud obscured the bright and everlas-
retiró del campo de batalla de Tal- ting blue of the sky; the birds were sin-
ca, puede hacerlo á los baños; pe- ging, and the fragrance of the orenge
ro como en el término de media blossoms shed a dilightful perfume in the
hora vamos á decidir de la suerte breeze; there was balmy softness in the
de Chile, y Colina está a trece le- air so peculiar to the clime" (Sketches,
guas y el enemigo á la vista, pue- p. 219). Cuando en abril de 1883 visité
de V. S. quedarse si sus males se el campo de batalla, precisamente en el
lo permiten". — El mariscal con- mes de abril, el paisaje presentaba el mis-
testó: - " N o me hallo en estado mo aspecto.
68 MEMORIAL DEL EJERCITO

ba suspenso de su empleo por in- tinuó su marcha hasta enfrentar la


digno de ocuparlo (14). Después posición enemiga. Allí desplegó en
de este incidente, que hizo el efec- batalla en dos líneas de masas por
to de una proclama, el ejército con- batallones, con la artillería de ba-

(14) He aquí la versión del general antevíspera del 5 de abril por la noche
San Martín, en su "Contestación al Ma- y me habla en términos semejantes: "Mis
nifiesto" de Brayer, ps. 20-21: — "Des- conocimientos me hacen ver, sin duda
de el 20 de marzo no se volvió á presen- alguna, que todo está perdido. Nuestro
tar el señor Brayer hasta el 5 de abril ejército formado de una tropa derrotada
á las 11 de la mañana. Las columnas mar- y dispersa, no es capaz de batirse con un
chaban al enemigo, y nuestros tiradores enemigo vencedor y orgulloso. La perso-
estaban empeñados con los suyos. En es- na de V. importa mucho: póngase en si-
te momento crítico se me presentó el se- tuación de salvarse de un contraste, que
ñor Brayer cojeando y solicitando, le con- creo inevitable". Mis edecanes y algunos
cediese licencia para pasar á los baños oficiales dé la secretaría fueron testigos
de Colina: mi contestación fue, que con de esta vergonzosa sesión que luego se
la misma que se había retirado de Talca esparció en el pueblo. El tomó el parti-
á Santiago, podía hacerlo á los baños; do más seguro". — Brayer en su "Exposi-
pero que, respecto á que en el término ción" pág. 13, se limita á decir: — "In-
de media hora íbamos á decidir la suerte dignadamente se ha esparcido la voz de
de Chile, podía quedarse si sus males se que rehusé entrar en el asunto de Maypo:
lo permitían: el señor Brayer me contes- mentira abominable! "... En su "Manifies-
tó que no estaba en estado de hacerlo to", impreso en Montevideo, p. 15, véase
porque la antigua herida de su pierna cómo relata él mismo la escena: — "Lle-
no se lo permitía. Esta respuesta me exal- gado el momento de batirnos, se habían
tó en verdad: mi primer impulso fue el designado los puesto, y aún no se me ha-
de pasarlo por las armas; pero no pu- bía señalado el que debía ocupar!... In-
de contenerme de decirle: Señor general, dignado, mi primer impulso fue retirar-
el último tambor del Ejército Unido tie- me; pero vencido por mi carácter, quise
ne más honor que V. S. en seguida di hacer en persona un nuevo esfuerzo pre-
vuelta mi caballo, y dí orden al señor sentándome al general San Martín. Me re-
Balcarce, para que sobre la marcha se pelió, y olvidando su dignidad, reventó
hiciese saber al ejército, que el señor Ge- entonces en odio, acompañado de los acen-
neral de veinte años de combate queda- tos de la intemperancia, del delirio y del
ban suspenso del empleo por indigno de furor... Le opuse la firmeza, serenidad
obtenerlo. El señor Brayer se retiró á la y moderación;... y me fui". — En una
capital, y mientras que estaba cargando publicación posterior del mismo Brayer,
el equipaje con escándalo público, bati- publicada en Montevideo por la impren-
mos en Maipo esa misma tarde los ene- ta federal de William P. Griswald y John
migos de nuestras libertades". Los jefes Sharp, en 1819, el mariscal no sólo no
del Ejército de los Andes en su "Contes- rectifica la versión de San Martín, sino
tación al Manifiesto de Brayer", p. 15 que la confirma implícitamente: "Cuan-
confirman esta versión. OHiggins en la do un general no tiene empleo, y que es-
pág. 10 de "Rectificación á la cita del te general no se halla en tal ó cual ac-
General Brayer en su Manifiesto", dice: ción, no debe dar cuenta del motivo cual-
—"El señor Brayer se me presenta en la quiera que sea, de no. haber tomado par-
MEMORIAL DEL EJERCITO 69

tir al centro de la primera; la vo- mamelón, pero sin cubrir todos los
lante á sus dos extremos, y la ca- perfiles de la altura por el nor-des-
ballería cubriendo las dos alas en te. Colocó los batallones Infante
columnas por escuadrones, situán- Don Carlos y Arequipa formando
dose la reserva plegada en colum- división, al mando de Ordóñez; y
nas paralelas cerradas á 150 me- sobre la izquierda, el Burgos y el
tros á retaguardia. Concepción, á órdenes del coman-
El general realista, que había dante Lorenzo Moría, con cuatro
ocupado el promedio de la meseta piezas de artillería adscriptas á
de la loma triangular del sud, al cada una de las dos divisiones. La
observar el movimiento de los in- extrema derecha fue cubierta por
dependientes, desprendió sobre su los Lanceros del Rey y los Drago-
izquierda una gruesa columna nes de Concepción.
compuesta de ocho compañías de En esta disposición se hallaron
granaderos y cazadores con cuatro frente á frente los ejércitos beli-
piezas de artillería al mando de gerantes al sonar las doce del día,
Primo de Rivera, que ocupó el ma- separados únicamente por la an-
melón destacado por aquella par- gosta hondonada que promedia en-
te, con el doble objeto de amagar tre los dos cordones de lomas que
la derecha patriota y tomar por el ocupaban independientes y realis-
flanco sus columnas si avanzaban, tas. Los dos ejércitos permanecie-
á la vez que asegurar su retirada ron por algún tiempo inmóviles, en
por el camino de Valparaíso según sus respectivas posiciones, como
su idea persistente. esperando que el adversario tomase
El intervalo entre el mamelón la iniciativa (15). Todas las pro-
y la puntilla norte del triángulo, babilidades parecían estar contra
fue cubierto por Morgado con los el que llevase la ofensiva: tenía
escuadrones de dragones de la que atravesar un bajo descubierto
Frontera. Sobre la loma formó en sufriendo el fuego de la fusilería
batalla en la proyección nor-oeste y el cañón que lo barría y trepar
sud-este, en línea quebrada con el las alturas del frente para desa-
lojar de ellas al enemigo. Para los

(15) Osorio declara en su parte de la


te en ella personalmente. Fué después de batalla de Maipu: "En esta disposición
haber pedido un mando el (27 de marzo permaneció el ejército más de una hora,
según doc. que inserta) que me rehusaste. esperando conocer cuáles eran las ideas
¿Tiene audacia (se dirige á San Martín) del enemigo, quien desde luego puso en
que yo debía combatir en las filas como movimiento dos columnas de infantería
soldado? No. Yo te desprecié con una mi- y caballería en varias direcciones amena-
rada, es verdad: este solo, lenguaje del zando los flancos y nuestra posición por
desprecio y la indignación es el que pu- diferentes partes, haciendo avanzar su ar-
de tener contigo; es un hecho. " (Respues- tillería que no cesó de hacer fuego á
ta del teniente general Brayer al general nuestras columnas". (Parte oficial del ge-
San Martín). neral Osorio, de 17 de abril en Talcahua-
no, publicado en la Gaceta de Lima).
70 MEMORIAL DEL EJERCITO

patriotas la desventaja era aún adornarse con laureles prestados,


mayor, pues su derecha tenía que insinúa incidentalmente, que al or-
desalojar previamente las fuerzas den oblicuo se debió en parte la
que ocupaban el mamelón avanza- victoria, sin agregar que más que
do ó recorrer un espacio de mil todo, se debió a uso oportuno que
metros flanqueados por los fuegos hizo de su reserva, como se verá
de sus cañones. Ambas posiciones luego (16). Los relieves de las res-
eran fuertes, y bien calculadas pa- pectivas posiciones y las proyec-
ra la defensiva, y la de los realis- ciones de las dos líneas de batalla,
tas más ventajosa aún. En cuanto á eran casi paralelas; pero los rea-
las fuerzas físicas y morales, esta- listas habían retirado su derecha
ban casi equilibradas, siendo igual formando en el promedio de la lo-
la decisión de parte, á parte si bien ma, sin cubrir sus perfiles, como
la de los realistas era numérica- queda dicho, y de aquí resultaba
mente mayor. Por lo que respecta que la izquierda independiente des-
á las armas, la superioridad de los bordase la derecha realista en su
independientes era incontestable
en artillería y caballería en núme-
ro y también en calidad, y aun (16) El doctor V. F. López en su "Hist.
cuando éstos tenían nueve bata- de la Revol. Argentina", t. II, p. 331, re-
llones de infantería, algunos de lata una conversación de San Martin con
ellos no formaban sino 200 hom- Las Heras, en que leyéndole aquél el parte
bres, mientras los cuatro gruesos detallado de Maipú, el segundo le obser-
batallones con que contaban los vó: "General, esto que Vd. dice aquí que
primeros, divididos en ocho com- nuestra linea se inclinaba sobre la dere-
pañías, levantaban cerca de mil ba- cha del enemigo, presentando un orden
yonetas cada uno. Lo único que oblicuo sobre ese flanco fué, como Vd.
inclinaba la balanza de las proba- sabe, todo el mérito de la victoria; y pues-
bilidades, era el peso de las ca- to así como Vd. lo pone nadie lo va á
bezas de los generales; pero ya se entender. " El general se sonrió, y dijo:
había visto como, en Cancharraya- "Con eso basta y sobra. Si digo algo más
da, las más hábiles combinaciones han de gritar por ahí que quiero com-
que aseguraban el triunfo, dieron pararme con Epaminondas ó con Bona-
por resultado la derrota. El plan parte. Al grano, Las Heras, al grano ¡He-
de San Martín no era precisamen- mos amolado á los godos y vamos al Pe-
te el de una batalla de orden obli- rú! ¿El orden oblicuo nos salió bien? pues
cuo, y sin embargo, resultó tal por adelante, aunque nadie sepa lo que fue. "
el atrevimiento, el arte consuma- Y refregándose las manos agregaba: "Me-
do y la prudencia con que fué con- jor es que no lo sepan, pues aun así mis-
ducida. Fué una inspiración del mo, habrá muchos que no nos perdona-
campo de batalla, sugerida por rán haber vencido. " Puedo confirmar en
errores del enemigo y peripecias sustancia la verdad de esta anécdota por
de la acción en el momento decisi- habérmela contado el mismo general Las
vo, y esto realza su mérito como Heras en Santiago de Chile en 1850, la
combinación táctica. El mismo San que además está comprobada por el parte
detallado de Maipu como concepción, y
Martín jamás se atribuyó otro, y la historia como hecho incontestable.
desdeñando con orgullosa modestia
MEMORIAL DEL EJERCITO 71

posición y en su formación, y que su derecha. Las "columnas se des-


teniendo que recorrer por esa parte colgaron", 3egún la pintoresca ex-
la menor distancia de la hondona- presión del mismo general en su
da intermedia, pudiese llevar con parte, y "marcharon á la carga,
ventaja un ataque oblicuo ó de arma al brazo sobre la línea ene-
flanco con el apoyo de la reserva. miga", con entusiasmo, á paso ace-
Tal es la síntesis táctica de la ba- lerado. La reserva y la artillería
talla de Maipú en sus prelimina- permaneció en su puesto, esperan-
res. do las órdenes del general (17).
El general en jefe que había le-
vantado su enseña en el centro de IV
la primerai línea, observando la
inacción del enemigo, mandó rom- El movimiento se inició por la
per el fuego con las cuatro piezas derecha; pero no era éste el ver-
de batir servidas por los artille- dadero punto de ataque. Su obje-
ros argentinos, con el objeto de to era doble: desalojar la izquier-
descubrir sus fuegos de artillería da del enemigo destacada sobre el
y sus planes. Una de las balas ma- mamelón y amenazar el frente ó la
tó el caballo del general en jefe es- izquierda de su centro, concurrien-
pañol. En el acto, la artillería es- do así al ataque de la izquierda,
pañola contestó ese fuego con el que tenía que recorrer la menor
suyo, manteniendo su formación, distancia entre 'las alturas para
y suministró á San Martín el da- cargar sobre el flanco más des-
to que necesitaba. Era evidente guarnecido. Según el éxito de una
que Osorio se preparaba á una ba- ú otra ala, la batalla se empeñaría
talla defensiva, y lo indicaba cla- por la derecha ó por la izquierda,
ramente, además de su formación, interviniendo convenientemente la
la circunstancia de no haber ocu- reserva en sostén de la que lleva-
pado el perfil de las lomas de su se la ventaja ó la desventaja: en
posición, á fin de utilizar por más el primer caso, sería una batalla
tiempo los fuegos de su infantería de frente, cortando la izquierda y
y aprovechar el espacio para dar desbordando la derecha enemiga,
con ventaja en su oportunidad y en el segundo, un verdadero ata-
una carga á la bayoneta con sus que oblicuo de la derecha flan-
gruesos batallones, así que aquéllos queando ó tomando por retaguar-
diezmado los de los independientes. dia Las Heras las columnas realis-
El general San Martín, tuvo enton- tas y esto era lo que se proponía
ces la intuición de la victoria, que San Martín, al aprovechar el error
debía decidir de los destinos de la cometido por Osorio, que iba á
América independiente. Dió audaz- verse obligado á entrar en comba-
mente la señal del ataque, mandan- te con todas sus fuerzas alterando
do levantar en alto la bandera ar- su formación. En estas condicio.
gentina y chilena, y en medio de
ellas, la bandera encarnada como
una llamarada sangrienta. Su ojo
penetrante había descubierto el (17) Parte detallado de Maipu por San
flanco débil del enemigo, que era Martín, cit. Relación de Las Heras so-
bre Maipu, cit. M. S.
72 MEMORIAL DEL EJERCITO

nes el secreto de la victoria esta- y Medina son recibidos por los


ba en el uso oportuno de la re- fuegos de fusilería y de metralla
serva. del mamelón; remolinean, pero se
Las Heras avanzó gallardamen- rehacen con prontitud; dejan á su
te sin disparar un tiro, á la cabe- derecha la altura fortificada, y
za del núm. 11 de los Andes, que apoyados con firmeza por los es-
era el nervio de infantería del cuadrones de reserva mandados
ejército, sostenido por los dos ba- por Zapiola, siguen adelante en
tallones que formaban su brigada, persecución de los derrotados, que
y lanzó al llano los escuadrones de se dispersan ó se repliegan en des-
granaderos montados, amenazan- orden a la división de Morla so-
do la posición del mamelón. La bre la loma. Las Heras se estable-
batería de cuatro cañones del ma- ce sólidamente con el núm. 11 en
melón rompió el fuego sobre el un cerrillo intermedio, fronterizo
núm. 11 así que éste se presentó al mamelón y al ángulo nord-este
á la vista, causándole bastantes es- del triángulo, en actitud de ata-
tragos en sus filas pero siguió car el mamelón y concurrir al ata-
avanzando con rapidez seguido por que de la izquierda. El ala izquier-
los cazadores de Coquimbo y Jos da de los realistas quedaban así
Infantes de la patria de Chile, aislada, y la izquierda de su cen-
mientras la artillería de Blanco tro amagada (18).
Encalada, que había quedado en Casi simultáneamente con la
posición sobre la loma, apoyaba el carga de los granaderos a la de-
ataque lanzando sus proyectiles recha, el ala izquierda trepaba las
por encima de las columnas pa- alturas de la posición realista por
triotas que marchaban por el te- el ángulo Este, iniciando un mo-
rreno bajo. Primo de Rivera, que vimiento envolvente sin divisar to-
comprendió que el propósito de davía los cuerpos enemigos. Los
Las Heras era aislarlo de su línea realistas, apercibidos del error de
de batalla, lanza á su vez su ca-
ballería situada entre el mamelón
y la lomada triangular. Morgado (18) Las Heras: "Reí. sobre la batalla
carga con ímpetu á la cabeza de de Maipu. " M. S. cir. Parte detallado de
los dragones de la Frontera. Las San Martín, etc. cit. Torrente, haciendo
Heras se cierra en masa y espera, una confusión de momentos, confiesa em-
dando órdenes á Zapiola que car- pero la derrota de la caballería del costa-
gue por su derecha con la caba- do izquierdo realista, diciendo: "Dase or-
llería. Los dos primeros escuadro- den que los Dragones de la frontera man-
nes de granaderos á órdenes de dados por Morgado, carguen a la caballe-
los comandantes Manuel Escalada ría enemiga; pero la tardía y torpe eje-
y Manuel Medina, salen al encuen- cución de esta maniobra correspondió tan
tro sable en mano, y hacen volver desgraciadamente a la intrepidez de los
caras á los jinetes realistas, que soldados, que fueron acuchillados horro-
reciben en su huida los disparos de rosamente, y aún fueron víctimas de los
la artillería de Blanco Encalada, y fuegos de los Cazadores por la confusión
se ven obligados á refugiarse tras con que se replegaron sobre ellos. " "Hist.
de su anterior posición. Escalada de la Revol. Hisp. Amer. " t. II, p. 429
MEMORIAL DEL EJERCITO 75

San Martín, que se había man- El coronel H. de la Quintana, á la


tenido en la altura de la Loma cabeza de los batallones núm. 1º y
Blanca, en observación de los pri- 7º de los Andes, y el núm. 3 de
meros movimientos de su derecha, Chile, descendió la loma, atrave-
dictando con sangre fría sus ór- só la hondonada efectuando con
denes según las circunstancias, sus columnas una marcha oblicua
adelantóse con el cuartel general sobre su izquierda, y llegó al án-
hasta la proximidad de la posición gulo Este de la posición enemiga,
avanzada ocupada por Las Heras, en circunstancias que las columnas
para dirigir de más cerca las ope- españolas se habían replegado á
raciones de su línea. Al notar des- ella rechazadas por los certeros
de este punto el rechazo de su iz- fuegos de la artillería de Borgoño
quierda, dio orden á la reserva que (21). A vista de la reserva, los ba-
cargase en su protección, dirigién- tallones 8 de los Andes y 2 de Chi-
dose con su escolta al sitio donde le se rehacen y sobre la base de los
iba á decidirse la acción por un Andes, que no habían perdido del
último y supremo esfuerzo. todo su formación, entran en lí-

(21) Quintana, en su opúsculo titula- de cargar. De todos modos, la reserva no


do "Relación, p. s. 51-52, que es una re- pudo recorrer 1. 500 metros efectuando
seña documentada de su vida y servicios movimientos complicados sin que San
militares, dice: "Ataqué con la reserva sin Martín, que se hallaba presente sobre el
orden del General San Martín, á pesar terreno, autorizase esta operación decisi-
de que el General había prevenido no se va, cuando precisamente se había reser-
ejecutase movimiento alguno por las di- vado el mando inmediato de esa fuerza
visiones sin que él lo comunicara perso- para emplearla en el momento oportuno
nalmente. " San Martín, en su parte de- según su plan. Esto conciliaria la aparen-
tallado dice expresamente: "Al instante te contradicción, que en nada afecta al
(del rechazo de la izquierda) di orden al hecho en sí mismo; debiéndo tenerse pre-
coronel Quintana, para que con su re- sente, que Quintana, aunque valiente y
serva cargase al enemigo, lo que ejecutó probo, era un tanto jactancioso y confu-
del modo mas brillante. " Es posible que so en sus reminiscencias, como se ve por
Quintana iniciara el movimiento de avan- su misma relación; que no reclamó del
ce antes de recibir la orden de San Mar- parte de la batalla de Maipu; que se con-
tín para ganar tiempo, pues e' mismo de- formó agradecido con un informe que le
clara en su "Relación" (pág. 51): "En es- expidió San Martín declarando que "la
te momento vi al mayor de ingenieros batalla de Maipu se debía á su coraje",
D'Albe, y le dije: vaya v. d. y avise al y que solo veinte años despues, hizo por
general que voy a atacar con mi reserva la primera vez mención de las circuns-
sin su orden, pues si me dejo estar un tancias de cargar sin orden, omitiendo
solo momento sin moverme, todo es per- advertir que no pudo haberlo verificado
dido. " D'Albe que hacía las veces de ayu- sin que ésta fuese dada expresamente por
dante de campo del general, fue tal vez el general, como éste lo afirmó oficial-
el mismo que le dio ó confirmó la orden mente en su presencia.
76 MEMORIAL DEL EJERCITO

nea, mientras Quintana trepa la llevan una irresistible carga á fon-


altura del triángulo un poco á la do á los Lanceros del rey y los
derecha del punto por donde lo ha- Dragones de Concepción que salen
bía efectuado antes Alvarado. á su encuentro, los hacen pedazos
El ataque oblicuo se iniciaba, y la y los persiguen largo trecho en
batalla iba á cambiar de aspecto. desbande hasta dispersarlos com-
pletamente. Bueras muere en la
carga, atravesado de un balazo.
Freyre, tomando el mando de to-
dos los escuadrones, trepa la altu-
ra y amaga el flanco derecho de
Ordóñez. La caballería realista de
Aislada la izquierda realista, pri- ambos costados ha desaparecido.
vada del apoyo de la caballería que El combate final se traba entre la
la ligaba con su línea de batalla y infantería argentina-chilena y la
debilitada de las compañías de española.
granaderos que por orden de Oso- Los tres batallones de la reser-
rio habían acudido á formar la re- va mandados por Quintana, for-
serva general, Las Heras se dispo- man en línea de masas: el 7º de los
nía á arrebatar su posición, cuan- Andes más avanzado á la izquier-
do Primo de Rivera que la man- da; el núm. 3 y núm. 1º de Chi-
daba, emprendió su retirada, de- le al centro y la izquierda, un po-
jando abandonados en el mame- co más á retaguardia. Al trepar la
lón sus cuatro cañones. El núm. altura, encuéntranse casi á quema-
11 de los Andes y los cazadores de rropa con las columnas de Ordóñez
Coquimbo, convergen entonces ha- y Moría, que ocultas por un plie-
cia el contro, persiguiendo activi- gue del terreno oblicuaban en aquel
vamente las fuerzas de Primo de momento sobre su izquierda para
Rivera y toman la retaguardia hacer frente al nuevo ataque, sin
enemiga, mientras el batallón "In- cuidarse de la división de Alvarado
fantes de la Patria" de Chile, re- (22). El "Burgos", que no había
hecho, vuelve á concurrir al ata- entrado en pelea en el primer en-
que de la izquierda. La batalla se cuentro, hace flamear su secular
concentraba en breve espacio so- bandera, laureada en Baylén (28).
bre la meseta triangular de la lo-
mada de Espejo donde iba á deci-
dirse. (22) "Relación" del general H. de la
Casi simultáneamente, el com- Quintana, cit. p. 52.
bate se renovaba con más encar-
nizamiento por una y otra parte (23) El sobrenombre del Burgos era
en la extremidad opuesta de la lí- "El Sol" por llevar en su bandera este
nea. Para despejar el ataque por emblema en oro sobre campo azul, bor-
este lado, San Martín ordena á los dura en gules, con la leyenda tomada de
Cazadores montados de los Andes Isaías: "Cuvitas solis, vocabitur una", ó
y á los Lanceros de Chile, que sea "una sola será llamada ciudad del
arrollen la caballería de la dere- sol. " (Clonard: Hist. orgánica de las ar-
cha enemiga. Bueras y Freyre mas de infantería y caballería españolas",
cumplen bizarramente la orden: t. X, p. 365-366. )
MEMORIAL DEL EJERCITO 77

y sus soldados entusiasmados gri- rreno le viene estrecho, y se en-


tan: "Aquí está el "Burgos". ¡Diez vuelve en sus propias maniobras.
y ocho batallas ganadas. Ninguna El núm. 7 de los Andes y el núm.
perdida! (24). La batalla se empe- 1º de Chile cargan á la bayoneta,
ña con nuevo ardor á los gritos de á los gritos de ¡Viva la libertad!
¡Viva la Patria! ¡Viva el Rey! y la escolta de San Martín, al
(25) Independientes y realistas ha- mando del mayor Angel Pacheco,
cen esfuerzos heroicos para alcan- juntamente con Freyre cargan so-
zar la victoria. Las distancias se es- bre un flanco derecho (27). El
trechan. Los independientes atacan Burgos forma cuadro, y rechaza
con impetuosa intrepidez. Los rea- las cargas, aunque con grandes
listas resisten tenazmente, sin re- pérdidas. Hacía media hora que
troceder un solo paso. "Con difi- duraba el porfiado combate. Los
cultad, dice San Martín en su par- realistas, circundados sin caballe-
te, se ha visto un ataque más bra- ría que los apoye y exhaustos de
vo, más rápido y más sostenido, y fatiga, vacilan y empiezan á cejar,
jamás se vió una resistencia más pero sin desordenarse (28). La
vigorosa, más firme y más tenaz". última esperanza, es la reserva de
La división de Alvarado, rehe-
cha en gran parte, entra al fuego
por el mismo punto por donde ha- (24) Informe verbal del general Es-
bía trepado antes la lomada, y con- pejo, actor en la batalla.
curre al ataque de la reserva, á la
vez que Borgoño con ocho piezas (25) Haigh: "Sketches", etc. p. 224.
marcha al galope á ocupar la punti-
lla del este. La derecha patriota con (26) Clonard, en su "Hist. orgán. de
la artillería de Blanco Encalada las armas españolas", antes cit. dice en
avanzada, converge al centro y to- el t. X, p. 389: "Burgos pelea, como pe-
ma la retaguardia de los realistas. leaba en Finisterre y Baylén, como un
La caballería de Freyre vencedo- león; pero la fortuna vuelve la espalda
ra, amaga su flanco derecho. El al ejército europeo. "
"Burgos" agita su bandera, y pe-
lea como un león (26). El bata- (27) Haigh: "Sketches", etc. p. 224. —
llón Arequipa, mandado por Rodil, "Relación" del general H. de la Quintana,
mantenía impávido su posición. Los p. 52. —Informe verbal del general Las
batallones Infante don Carlos y Heras.
Concepción dirigidos personalmen-
te por Ordóñez, se baten con de- (28) San Martín lo declara así en su
sesperación. En esos momentos, el parte detallado, haciendo honor al valor
general en jefe del rey, abandona del enemigo: "Este primer suceso parecía
el campo de batalla y se entrega á debía darnos por sí solo la victoria; mas
la fuga. Ordóñez, el más digno de no fué posible desordenar enteramente
mandar á los realistas en la victo- las columnas enemigas. Nuestra caballe-
ria y en la derrota, toma la direc- ría acuchillaba á su antojo los flancos y
ción de la formidable columna de retaguardia de ellas; pero marchando en
la infantería española, é intenta masa, llegaron hasta los callejones de Es-
desplegar sus masas; pero el te- pejo. "
78 MEMORIAL DEL EJERCITO

granaderos desprendida de la iz- llegar á los suburbios, oye el pri-


quierda que no pudo llegar á tiem- mer cañonazo y apresura su mar-
po, y los cazadores de Morgado cha. En el camino, un mensajero
que perseguidos de cerca por Las le da la noticia que el ala izquier-
Heras, quedan cortados y se pre- da patriota ha sido derrotada, y
cipitan en fuga sobre el callejón sigue adelante sin trepidar; pero
de Espejo (29). Ordóñez, con sus al llegar á la loma tuvo la eviden-
filas raleadas emprende con sere- cia del triunfo. Adelantóse á gran
nidad la retirada hacia la hacien- galope con su estado mayor, y en-
da de Espejó, formado en masa cuentra á San Martín á inmedia-
compacta. San Martín redobla sus ciones de la puntilla sud-oeste del
órdenes para que la persecución triángulo, en momentos que dispo-
se haga vigorosamente á fin de im- nía el último ataque sobre la po-
pedir toda reacción, y condensa su sición de Espejo: le echa al cue-
ejército. Ordóñez continúa impá- llo desde á caballo su brazo iz-
vido su movimiento retrógrado, y quierdo, y exclama: "Gloria al
con sus últimos restos se refugia
en la hacienda de Espejo. La bata-
lla estaba decidida por los inde- (29) En el plano de la batalla de Mai-
pendientes. San Martín, con el la- pu se coloca la reserva de los granaderos
conismo de un general espartano, españoles en el punto que ocupó al final,
dicta desde á caballo el primer par- después de haber sido destacada á su iz-
te de la batalla, y el cirujano Pa- quierda y retirada de ella. Osorio, en su
roissiens lo escribe, con las ma- parte detallado, cit. dice: "Di órdenes que
nos teñidas en sangre de los heri- á retaguardia, como cuerpo de reserva
dos que ha amputado: "Acabamos se colocasen las compañías de granaderos
de ganar completamente la acción. y cazadores. El jefe de estado mayor
Un pequeño resto huye: nuestra (Primo de, Rivera) á quien se le repitió
caballería lo persigue hasta con- tres veces por mis ayudantes de campo
cluirlo. La patria es libre" (30). para que se concentrara sobre la 1ª y 2ª
Los enemigos del gran capitán división, á fin de apoyar en reserva al
sud-americano han dicho, que San flanco izquierdo de ésta, no lo verificó,
Martín estaba borracho al escri- y sí sobre la columna de granaderos; pe-
bir este parte. Un historiador chi- rú ya tarde. "
leno lo ha vengado de este insulto
con un enérgico sarcasmo: "¡imbé-
ciles, estaba borracho de glo- (30) Parte de San Martín sobre el
ria!" (81). campo de batalla. El viajero inglés Haigh,
que presenció la escena, fué el encarga-
En ese instante oyéronse gran- do de conducirlo á Santiago, y en su li-
des aclamaciones en el campo. Era bro describe el entusiasmo popular, cuan-
O'Higgins que llegaba. El direc- do al atravesar la alameda de la ciudad
tor, al saber que la batalla iba á con el papel ensangrentado en la mano,
empeñarse, devorado por la fie- anunció la victoria. V. Sketches, p. 228-
bre causada por su herida, monta 229.
á caballo y al frente de una parte
de la guarnición de Santiago, se (31) Vicuña Mackenna: "Rel. Hist"
dirige al teatro de la acción. Al art. "La batalla de Maipo", 1* parte.
MEMORIAL DEL EJERCITO 79

salvador de Chile". El general ven- Morgado, llega á la puntilla sud-


cedor, señalando las vendas ensan- oeste, fronteriza á la boca alta que
grentadas del brazo derecho del domina el callejón de Espejo. Dió-
director, prorrumpe: "General: se cuenta inmediatamente de la si-
Chile no olvidará jamás su sacri- tuación y prudentemente dispuso
ficio presentándose en el campo de que el batallón descendiera al lla-
batalla con su gloriosa herida no y se ocultase tras de un peque-
abierta. " Y reunidos ambos ade- ño mamelón al oriente del caserío
lantáronse para completar la vic- (izquierda española) y esperase la
toria. Eran las cinco de la tarde, señal de un toque de corneta para
y el sol declinaba en el horizonte. coronarlo y romper el fuego. A
La batalla no estaba terminada. medida que fueron llegando otros
Ordóñez, sin desmayar, se había batallones, les señaló sus puestos,
posesionado del caserío de Espejo, y estableció convenientemente la
dispuesto á salvar el honor de sus artillería en la parte alta de la
armas con la resistencia, ó la vi- puntilla a fin de cañonear la
da de sus soldados en una retirada posición antes de dar el asalto. En
protegida por la oscuridad de la esos momentos se presenta el ge-
noche. Reconcentró allá las com- neral Balcarce, y ordena imperio-
pañías de granaderos y cazadores samente que el batallón Cazadores
casi intactas, y los restos del Bur- de Coquimbo ataque sin pérdida
bos, el Concepción y el Infante don de tiempo por el callejón. El co-
Carlos, habiéndose el Arequipa re- mandante Thompson, da la señal
tirado hecho del campo con su co- y penetra resueltamente en colum-
mandante Rodil. El valeroso ge- na al desfiladero. Allí es recibido
neral español, con una admirable por la metralla de las dos piezas
sangre fría, lo dispone todo per- que lo defendían. Pretente avan-
sonalmente con habilidad y deci- zar; pero nuevas descargas de fu-
sión. Coloca en el fondo del calle- silería del frente y de los flancos,
jón, tras una ancha acequia fren- lo detienen, y al fin lo hacen retro-
te de un puentecillo, los dos úni- ceder en derrota, dejando en el si-
cos cañones que le quedaban, sos- tio 250 cadáveres, salvando con
tenidos por cuatro compañías de todos sus oficiales heridos. Volvió-
fusileros. Forma el grueso de su se entonces al bien calculado plan
infantería sobre una pequeña al- de Las Heras. Los comandantes
tura fronteriza á las casas, dando Borgoño y Blanco Encalada rom-
cara á los dos frentes vulnerables; pieron el fuego con 17 piezas, que
reconcentra en el patio de las ca- en menos de un cuarto de hora
sas su reserva, pronta á acudir á desconcertó las resistencias, obli-
todos los puntos amenazados; cu- gando á los realistas deshechos por
bre con destacamentos los callejo- el cañoneo, á refugiarse en las ca-
nes laterales, y extiende en cor- sas y en la viña del fondo. La señal
torno, protegidos por las tapias y de asalto se da: el núm. 11, soste-
emboscadas en las viñas, un círcu- nido por dos piquetes del 7º y 8º
lo de cazadores. En esta actitud de los Andes, carga por el flanco
decidida espera el último ataque. rompiendo tapias, y pasa á la ba-
Las Heras es el primero que yoneta cuanto se le presenta. La
persiguiendo á los cazadores de batalla estaba terminada. Los rea-
80 MEMORIAL DEL EJERCITO

listas se dispersan en pelotones en VI


las encrucijadas, viñas y potreros
adyacentes. En ese momento hace Los trofeos de esta jornada fue-
su aparición en la lucha final, un ron doce cañones, cuatro bande-
regimiento auxiliar de milicias de ras, 1. 000 muertos contrarios; un
Aconcagua, que lazo en mano se general, cuatro coroneles, siete te-
apodera de centenares de prisio- nientes coroneles, 150 oficiales y
neros como de reses en el aprisco. 2, 200 prisioneros de tropa; 3. 850
Los vencedores irritados por el sa- fusiles, 1. 200 tercerolas, la caja
crificio del Coquimbo, continuaban militar, el equipo y las municiones
matando, cuando se presentó Las del ejército vencido. Esta victoria,
Heras, y mando cesar la inútil car- la más reñida de la guerra de la
nicería. Pocos momentos después independencia sud-americana, fué
le entregan sus espadas como pri- comprada por los independientes
sioneros, el heroico general Ordó- á costa de la pérdida de más de
ñez, el jefe de estado mayor Pri- 1. 000 hombres entre muertos y he-
mo de Rivera, el jefe de división ridos, pagando el mayor tributo
Moría, los coroneles de la caballe- los libertos negros de Cuyo de los
ría Morgado y Rodríguez, y con cuales quedó más de la mitad en el
excepción de Rodil, todos los ofi- campo (33). Más que por sus tro-
ciales de la infantería realista, La- feos, Maipu, fué la primer gran
prida, Besa, Latorre, Jiménez, Na- batalla americana, histórica y cien-
via y Bagona y multitud de ofi- tíficamente considerada. Por las
ciales. Las Heras alargó ambas correctas marchas estratégicas que
manos á Ordóñez, y lo saludó co- la precedieron y por sus hábiles
mo á un compañero de heroísmo, maniobras tácticas sobre el cam-
ofreciéndole noblemente su amis- po de la acción, así como por la
acertada combinación y empleo
tad, y amparando con su autoridad oportuno de las armas, es militar-
á sus compañeros de infortunio mente un modelo notable si no per-
(32).

(32) Torrente, tan procaz siempre que (33) Tomamos los datos numéricos de
nombra á los jefes independientes, hace una relación oficial (original), firmada
justicia á la caballerosa conducta de Las por el general Las Heras en Santiago de
Heras en esta ocasión. "Los orgullosos Chile el 20 de junio de 1818, que incluye
insurgentes, dice, mancharon la victoria sólo 8 piezas de artillería tomadas, —1
con varios actos de crueldad cometidos de batalla y 4 de montaña—, y da 172 je-
sobre los desgraciados prisioneros: éstos fes y oficiales y 2. 289 individuos de tro-
cesaron sin embargo á la llegada de Las pa prisioneros; 3. 844 fusiles, 1200 terce-
Heras, quien animado de sentimientos más rolas y 2. 400 cartuchos tomados, además
generosos, empleó todo su influjo y au- de otros artículos de material de guerra
toridad para contener á la desenfrenada que detalla. Respecto de la caja militar
soldadesca. " (Hist. de la Revol. Hisp. dice Las Heras en su mencionada rela-
Amer. t. II, 451. ) ción: "La caja militar y varios útiles to-
MEMORIAL DEL EJERCITO 81

fecto, de un ataque paralelo que se pendientes en Maipu, Chile se pier-


convierte en ataque oblicuo, por de para la causa de la emancipa-
uso conveniente de las reservas ción, y con Chile, probablemente
sobre el flanco más débil del ene- la revolución argentina, encerra-
migo, por su formación y más fuer- da dentro de sus fronteras amena-
te por la calidad y núm. de tropas, zadas por dos ejércitos vencedores
inspiración que decide la victoria, por sus puntos más vulnerables,
siendo de notarse que San Martín, desde entonces inmunes. Sobre to-
como Epaminondas, sólo ganó dos do, sin Chile, no se obtiene el do-
grandes batallas, y las dos por el minio naval del Pacífico, la expedi-
mismo orden oblicuo inventado por ción al Bajo Perú se hace imposi-
el inmortal general griego. Por su ble, y Bolívar no hubiera podido
importancia trascendental, sólo converger hacia el sud, aun triun-
pueden equipararse á la batalla de fando en el norte de los ejércitos
Maipu, la de Boyacá, que fué su españoles con que luchaba, y da
consecuencia inmediata, y la de hacerlo, se habría encontrado con
Ayacucho que fue su consecuencia 30, 000 hombres que le hicieran
ulterior y final; pero sin Maipu, frente y el mar cerrado. Además,
no habría tenido lugar Boyacá ni Maipú quebró para siempre el ner-
Ayacucho (34). Vencidos los inde- vio militar del ejército español en

mados en el momento de la acción, no van ayudante de campo de San Martín; Esca-


inclusos, en razón de haber sido tomados lada (Manuel), de granaderos á caballos;
indistintamente por los soldados del ejér- Arcos, ingeniero del ejército, y otros je-
cito y tropas de milicias. " (Arch. San fes y oficiales de las tres armas, á saber:
Martín, vol. LXVI. M|S. ) En su "Rela- Generales Espejo, Olazábal (Félix), Juan
ción" descriptiva, M. S. antes cit. dice: "La Apóstol Martínez y Dehesa; y coroneles,
fuerza del enemigo pasaba de 5. 500 hom- Olavarría, Olazábal (Manuel), Pedro Jo-
bres en cuatro batallones y doce piezas de sé Díaz y Zado. He tenido presente, y me
artillería que son las que declara Osorio ha sido muy útil, la narración que de es-
en su parte, lo que corrige la omisión de ta batalla hace Barros Arana, basada en
su relación oficial. Para la descripción ge- gran parte en la "Relación" M. S. del
neral de la batalla y sus peripecias y epi- general Las Heras que hemos citado, así
sodios, hemos consultado y comprobado, como la que en sus "Relaciones históri-
además de los documentos así americanos cas" hace Vicuña Mackenna respecto de
como españoles citados (y otros no cita- algunos episodios y pormenores, sin ol-
dos que figuran en el Arch. San Martín, vidar la Memoria de Sanfuentes varias
vol. cit. ), los testimonios de los siguien- veces citada, que fué la primera exacta
tes actores en la batalla: Las Heras, jefe y bien coordinada que se publicó sobre
de la derecha; Alvarado, jefe de la izquier- ella.
da; Zapiola, jefe de la caballería de ídem;
Freyre, jefe de la caballería de la izquier- (34) El viajero inglés Haigh, cuya
da; Blanco Encalada, jefe de la artillería opinión puede citarse como imparcial, di-
de la derecha; Plaza, jefe de la artillería ce: "The batle of Maypo paved the way
del centro; Enrique Martínez, jefe del for the batle of Ayacucho" Sketches, etc.
Nº 8 de infantería de los Andes; O'Brien,
p. 239.
82 MEMORIAL DEL EJERCITO

América, y llevó el desánimo á to- Sólo salvaron del campo de ba-


dos los que sostenían la causa del talla, el batallón de Arequipa, que
rey desde Méjico hasta el Perú, mandado por Rodil se retiró en
dando nuevo aliento á los indepen- formación dispersándose al pasar
dientes. Chacabuco había sido la el Maule, y los dispersos de la ca-
revancha de Sipe-Sipe: Maipu, fué ballería. El general en jefe espa-
la precursora de todas las venta- ñol, atribulado, había abandonado
jas sucesivas. Tuvo además, el sin- el campo á las tres de la tarde, se-
gular mérito de ser ganada por un guido por su escolta, así que vió
ejército derrotado é inferior en nú- que su derecha y centro se reple-
mero á los quince días de su derro- gaban vencidos, sin pensar más que
ta, ejemplo singular en la histo- en la seguridad de su persona (36).
ria militar. (35). Señalada su fuga á San Martín,
por un poncho blanco que llevaba,

tener la evidencia de la extensión del


(35) Son los mismos militares y man- desastre de Maipu, reunió las corporacio-
datarios españoles en América los que re- nes, y en una arenga que se extractará
conocen esto. Osorio en su parte oficial más adelante, dijo debía dar por perdido
cet. declara: "Esta desgraciado suceso, para siempre el reyno de Chile y prepa-
que en lo humano era imposible preveer rarse contra la invasión que los indepen-
á vista de unas tropas que en cuantas dientes traerían inmediatamente al Pe-
ocasiones se presentaron al enemigo, lo rú. (Arch, San Martín, vol. LXVI). To-
batieron y arrollaron, y que formadas rrente confiesa paladinamente la impor-
por mí en persona al frente de las ban- tancia de la derrota en estos términos:
deras 24 horas antes, se hallaban llenas "Todo se perdió... un desenlace tan fatal
de entusiasmo protestando morir en el aterró el ánimo de todos los realistas", y
campo, antes que retroceder, de lo cual después de atribuir el contraste a la emu-
dió pruebas la infantería en el momen- lación y errores de los jefes realistas,
to del ataque á la bayoneta que fué ho- agrega: "Estas fueron las causas que más
rroroso, presenta á la vista del hombre influyeron en aquella horrible derrota, y
el cuadro más lastimero, y admira al más á ellas se debió que la victoria pasara rá-
diestro y valeroso guerrero, manifestan- pidamente y en el momento que menos
do con bastante claridad cuán distante podía esperarse, á fijarse en las filas de la
estaba de suceder semejante aconteci- rebeldía. " ("Hist. de la revol. hisp.
miento. "El general Camba, dice: "San Amer. ", t. II, p. 432).
Martín reunió con actividad sus disper-
sos, sacó refuerzos y artillería de la ca- (36) El mismo general Osorio lo de-
pital; reanimó su abatido espíritu públi- clara en su parte: "Se dispersó el ejér-
co, y se puso en disposición de aventurar cito de mi mando. En este estado se di-
el 5 de abril siguiente (desde 20 de mar- rigió el ejército hacia las casas de Espe-
zo) la memorable batalla de Maipú, en la jo. En vista, emprendí mi retirada hacia
que fueron los realistas completamente la costa, teniendo noticia que en la re-
derrotados, y la España perdió definiti- ferida casa de Espejo se refugió en de-
vamente el reyno de Chile. " (Memorias sorden parte de la infantería y algunas
de las armas españolas" etc. t. I. p. 271). piezas de artillería con el general Ordó-
El virrey del Perú, Pezuela, aún antes de ñez, cuya suerte ignoro hasta el día. "
MEMORIAL DEL EJERCITO 83

desprendió á su ayudante O'Brien irregulares que deshonraban la


con una partida para que lo persi- causa de la independencia, creán-
guiese sin descanso. Osorio pudo dole resistencias en el sud de país.
salvar tomando el camino de la Extrajo todo el material de guerra
costa, pero dejando en poder de de los depósitos de Talca, que los
O'Brien su equipaje y toda su co- enemigos en su fuga habían arro-
rrespondencia oficial y reservada. jado al río Maule. Estableció un
El vencido general llegó a Talca- servicio de vigilancia y de espio-
huano al frente de catorce hom- naje sobre la línea del Maule y el
bres (14 de Abril), y allí se le re- territorio dominado por el enemi-
unieron como 600 más escapados á go al sud del Nuble, y por último,
la derrota, último resto del ejérci- dió organización á las milicias de
to vencedor en Cancharrayada. El la localidad, preparándose á to-
general San Martín reincidió, co- mar la ofensiva parcial. Era todo
mo después de Chacabuco, en el cuanto podía hacerse con tan es-
error de no activar la persecución casos elementos (38).
sacando de su victoria todos los Osorio aprovechó el respiro que
resultados inmediatos. Se ha dicho le daba el vencedor para allegar
en su disculpa, que el gobierno algunos elementos militares y sos-
chileno se hallaba en la imposibi- tenerse en Concepción y Talca-
lidad de suministrar prontamente huano, tomando por línea de defen-
los recursos para la continuación sa el Nuble. Reunió las guarnicio-
activa de una nueva campaña al nes de la frontera de Arauco y
sud, siendo lo probable, que ocu- ordenó al coronel Sánchez que se
pado de más planes, sobre todo, del mantuviese firme en Chillán, con-
armamento naval que proyectaba siguiendo á mediados de mayo con-
para dominar el Pacífico y embar- tar con una fuerza organizada de
gaba toda su atención, descuidó 1. 200 hombres; pero con sólo 600
completamente, sin darle la debi- fusiles. En esta actitud pidió nue-
da importancia. Limitóse en los vas instrucciones y auxilios al Pe-
primeros momentos á desprender rú. El virrey Pezuela había dado
a Freyre con un destacamento de por perdido definitivamente a
caballería de línea, y sólo cuando Chile después de Maipu, y sólo
las partidas de milicianos que per- pensaba en proveer á la defensa
seguían á los fugitivos empezaron de su territorio amenazado. A la
á cometer depredaciones, dió orden primera noticia de la derrota, con-
al coronel Zapiola para que al fren- vocó en Lima una junta de corpo-
te de 250 granaderos montados se
dirigiese al sud y se mantuviera en
observación del enemigo sobre la (37) Barros Arana dice que Zapiola lle-
línea del Maule, acantonándose en gó a Talca el 18 de abril. Tenemos a la
Talca (37). La victoria era tan vista varias notas originales de Zapiola
grande, que daba para todo, hasta fechadas en Talca el 19 de abril. (Arch.
para cometer y corregir errores. San Martín, vól. LXVI).
Por su parte Zapiola desempeñó
su cometido con inteligencia y ac- (38) Papeles de Zapiola. (Arch. San
tividad. Desarmó las guerrillas Martín, vól. LXVI, M. S. ).
84 MEMORIAL DEL EJERCITO

raciones, y en una arenga que les batir nuestra escuadra, y en se-


dirigió dió á la batalla la importan- guida, hechos dueños de la mar,
cia continental que tenía, y que da mandar con mayor desahogo sus
testimonio de la profunda impre- expediciones de desembarco á los
sión que ella causó en los ánimos de puntos de la costa. Las providen-
los realistas en América. "Nuestros cias defensivas del gobierno han
cálculos ulteriores, dijo, deben debido abrazar por tanto dos dis-
partir del segurísimo concepto de tintos medios de resistencia" (39).
que los enemigos siempre activos, Fué tal el pavor que la derrota de
atrevidos y emprendedores, no des- Maipu produjo en el Perú, que
perdiciarían momento para expo- Pezuela, para aquietar los temores
ner en ejecución cualesquiera pla- de las tropas del país reunidas en
nes agresivos, cuyo éxito favora- los alrededores de Lima, entre las
ble les facilitarán sus recientes ven- cuales se anunciaba una nueva ex-
tajas. Estos planes no son otros pedición á Chile, vióse obligado á
que de apresurarse á mandar una dirigirles una proclama aquietán-
expedición á estas dilatadas cos- dolas: "Ha llegado á mi noticia
tas para introducir el desorden y que muchos de vosotros vienen dis-
la revolución en los pueblos, pro- gustados, creyendo que han de
pagarla de unos a otros hasta lo- marchar para Chile á incorporar-
grar hacer sucumbir á esta misma se al ejército del rey que allí ha
capital (Lima), objeto de sus per- quedado. Yo os aseguro, que el ob-
petuas miras por cuanto de su ina- jeto de vuestra venida á la capital,
gotable seno han salido desde el no es otro que mantener la tran-
principio de la revolución, y para quilidad pública" (40). El orgu-
lloso virrey, vencedor en Vilcapu-
todos los puntos contaminados, las gio, Ayohuma y en Sipe-Sipe tres
disposiciones y medios contra los años antes, al ponerse á la estricta
cuales tantas veces han escollado defensiva solicitaba en los térmi-
sus obstinados esfuerzos. Me cons- nos más angustiosos prontos au-
ta que tales han sido sus aspira- xilios del virrey Sámano y de Mo-
ciones en todos tiempos, y me hallo rillo en Venezuela y Nueva Gra-
cerciorado que se agitan actual- nada. "El tenor de las comunica-
mente con el más extraordinario
empeño por realizar cuanto antes
este su favorito proyecto. Para pro-
meterse un próspero suceso en sus (39) "Arenga del virrey del Perú á la
tentativas, sé que cuenta con al- junta de corporaciones que se celebró en
gunos adictos á sus ideas que ocul- Lima por las primeras noticias de la ac-
tos existen en los pueblos más fie- ción de Maipu el 4 de Mayo de 1818. " Es-
les; y cuentan con mayor funda- ta arenga, que se hizo pública en Lima,
mento con la pronta concurrencia fué comunicada manuscrita á San Martín
de la numerosa esclavatura que por sus agentes secretos. El extracto del
hay aquí, deseosa de libertad, así texto, es tomado de una copia auténtica
como lo han practicado en Buenos con la firma autógrafa de Balcarce.
Aires. Sé también, que para rea-
lizar lo proyectado han comprado (40) Proclama del virrey Pezuela de
dos navios, que su intención era 20 de setiembre da 1818.
MEMORIAL DEL EJERCITO 85

cionés ha reagravado la dolorosa debilitaba á los realistas en este


impresión del fatal suceso (de punto, facilitaba la invasión de
Maipu), desistiéndose la imagina- Bolívar á Nueva Granada. Era un
ción á convencerse cómo pudo su- nuevo contingente á la causa de la
ceder que un ejército completa- independencia americana, como
mente dispersado en un punto se más adelante se verá. El general
rehiciese á los quince días en otro, Morillo, que al frente de una ex-
ochenta y más leguas distantes, pedición peninsular de diez mil
en disposición de batir á sus ven- hombres había arribado á Costa
cedores, que no dejaron de perse- Firem, á la sazón extenuada en
guirlos de muy cerca por el mismo Venezuela, al conocer los detalles
hecho del corto número de días que de la batalla de Maipu, pronun-
medió entre ambas acciones. Pero ciaba palabras melancólicas que
es demasiadamente cierto el final hacían presentir la derrota fatal:
del funesto resultado, y que Osorio "El desgraciado suceso de las ar-
después de perdido todo habiendo mas de S. M. cerca de Santiago de
emprendido su retirada con mil Chile, me llena del más amargo
hombres, únicos del ejército que pesar. Yo entiendo que el ejército
pudieron salvarse, pudo llegar á del rey victorioso en Lircay con
Concepción con sólo catorce, por 5. 000 hombres sobre 10. 000 ene-
haber sido muertos ó dispersados migos, había sido batido igualmen-
por la caballería enemiga que los te contando con 55, 000, por las
persiguió acuchillando en tan lar- mismas tropas y los mismos jefes
ga distancia. Por de pronto, mis que lo han destruido en el llano de
Maipú" (43). Así, el plan de cam-
incesantes fatigas tienen por ob- paña continental, cuya intuición
jeto la colectación é instrucción de tuvo San Martín en 1814 en Tu-
los reclutas destinados á la defen- cumán, era al fin comprendido en
sa de la capital y costas del distri- todas sus consecuencias por el
to para resistir á cualquier agre- enemigo, que al anuncio de su se-
sión marítima, cuya diligencia pre- gunda etapa, ya no se consideraba
senta no pocas dificultades. Reite- seguro ni en la tierra ni en los ma-
ro, pues, mi súplica sobre cuando res, y presentía su total derrota
pedí en mi último oficio, persua- en toda la extensión de la Améri-
diéndose que mis apuros han lle-
gado hasta el grado sumo. " (41).
El virrey de Nueva Granada le
contestaba: "La fatal derrota que (41) Nota del virrey del Perú al de
han sufrido las tropas del rey, Nueva Granada de 29 de agosto de 1818
nuestro señor, cerca de Santiago en Lima.
de Chile, pone á aquel virreinato
(del Perú), y á todo este conti- (42) Notas del virrey de Nueva Gra-
nente por la parte del sur en cons- nada al del Perú, de 6 y 29 de julio de
ternación y peligro" (42), y junto 1818 en Santa Fe de Bogotá.
con estas palabras le enviaba el ba-
tallón Numancia, fuerte de 1, 200 (43) Ofi. del general Morillo al virrey
plazas que á la sazón se hallaba en del Perú de 28 de julio de 1818 en Bar-
Popayán refuerzo que á la vez que quisimeto (Venezuela).
86 MEMORIAL DEL EJERCITO

ca Meridional. Jamás una concep- y en la mañana del 21 de mayo,


ción militar tuvo tan decisiva in- sorprendió el pueblo del Parral al
fluencia moral en los acontecimien- norte de este río, pasando á cuchi-
tos, hiriendo de pavor al adversa- llo gran parte de su guarnición lo-
rio con sólo su amago, aun antes de cal. Casi simultáneamente, otro
experimentar de cerca sus efectos destacamento cruzaba el río Itata
finales. Son estas concepciones de y ocupaba el puerto Quirihue, ex-
largo alcance, metódicamente eje- tendiendo sus correrías hasta Cau-
cutadas, las que caracterizan el quenes en la misma zona con el
verdadero genio militar. objeto de proporcionarse víveres
y haciendo grandes estragos en la
VII comarca.
Al tener noticia Zapiola de estas
Aun bajo la impresión desalen- incursiones, desprendió una colum-
tadora que produjo la batalla de na de 200 hombres de caballería,
Maipu en las filas realistas, en to- entre granaderos y milicianos, á
da la extensión del continente ame- órdenes del valiente capitán Ca-
ricano, el virrey Pezuela, á no ha- jara villa, con orden de recuperar
ber perdido la serenidad, debió á todo trance la posición del Pa-
fomentar eficazmente la guerra en rral. Cajaravilla marchó durante
el sud de Chile, como un medio de cinco noches por caminos extra-
retardar la invasión que temían, viados, ocultando su movimiento,
sobre todo, teniendo la preponde- en la madrugada del 27 de mayo
rancia marítima del Pacífico y es- estaba sobre el pueblo. Dividió su
taba á la espera de una expedición fuerza en dos grupos: hizo ocu-
de 2, 500 hombres que había salido par todas las boca-calles con los
de España con tal objeto. Lejos milicianos á cargo del capitán Do-
de esto, no pensó sino reconcen- mingo Urrutia para cortar toda
trarse en el Perú, abandonar de- retirada, y por la retaguardia ata-
finitivamente á Chile como teatro có personalmente el punto á la ca-
de la guerra y activar la guerra beza de los granaderos. Avanzó
ofensiva por el Alto Perú, donde el cuartel, puso en fuga á su guar-
contaba con un ejército de 9, 000 nición, y obligó al resto á ence-
hombres, que por ese camino no rrarse en las casas circunvecinas,
encontraría sino derrotas. A pesar donde la rindió á sangre y fuego,
de esto, Osorio se sostenía ayuda- tomando 70 prisioneros, y entre
do por la opinión del país, como ellos varios oficiales y un coronel,
antes se había sostenido Ordóñez y exterminando el resto (44). El
después de Chacabuco, aunque no
con la misma energía. Alentado
por la inacción de los independien- (44) Partes del combate del Parral,
tes y sabedor de la corta fuerza publicados en el núm. 43 de la "Gaceta
situada en Talca á órdenes de Za- ministerial de Chile. " Los originales de
piola, se resolvió á tomar la ofen- estos partes se encuentran en el Arch. ge-
siva parcial. Un grueso destaca- neral, legajo: "Oral, del Exto. de los An-
mento de milicias al mando del ca- des, Guerra 1818. " En vez de un herido
pitán Manuel Bulnes, chileno par- que da el parte publicado, se dan dos en
tidario del rey, atravesó el Nuble, el original, M. S. •
MEMORIAL DEL EJERCITO 87

otro destacamento realista que ha- dirse sin pelear, y se replegó sobre
bía cruzado el Itata, fue atacado la plaza en buen orden. El oficial
en Quirihue el 21 de mayo por el patriota avanzó hasta la ciudad en
teniente de granaderos Juan Es- el orden que llevaba, y arrastrado
tévan Rodríguez, obligándolo á re- por su ardor, más bien que acon-
fugiarse en la población, donde lo sejado por la prudencia militar,
rindió por completo y le tomó 36 atacó simultáneamente por tres
•prisioneros, entre ellos un tenien- boca-calles con guerrillas de in-
te coronel y 17 fusiles, con la sola fantería sostenidas por piquetes
pérdida de un muerto y un herido. de granaderos montados; asalfó
Estos dos pequeños triunfos bas- las trincheras y llegó hasta el re-
taron para quebrar por el momen- cinto de la plaza principal, donde
to las últimas fuerzas morales de sus defensores se resistieron con
los realistas en el sud de Chile, y ventaja, posesionados de los fuer-
la línea del Nuble quedó inmune. tes edificios que la dominan, sos-
Reforzado Zapiola con el total teniéndose el fuego por una y otra
de los granaderos montados, el ba- parte hasta entrada la noche. Es-
tallón de Cazadores de Coquimbo taba escrito que Chillán sería siem-
y dos piezas de artillería, decidió pre funesto á las armas indepen-
tomar la ofensiva, teniendo por dientes. Cajaravilla se vió obliga-
objetivo á Chillán (45). Al efecto, do á desistir de su tan valeroso
desprendió de nuevo al capitán Ca- como impremeditado ataque, y em-
jaravilla con 100 granaderos á ca- prendió su retirada á San Carlos
ballo, una compañía de infantería con 14 prisioneros dejando tres
montada del Coquimbo y 150 mili- muertos y llevando 23 heridos
cianos, con orden de reunir todas (47). Esta ventaja reanimó un
tanto el abatido espíritu de los rea-
las guerrillas volantes de ultra- listas; pero les hizo comprender
Maulé (46). El destacamento in- lo peligroso de su situación.
dependiente atravesó el Ñuble el
21 de julio y el 31 avanzó en tres
columnas sobre Chillán. Mandaba
este punto el coronel Clemente (45) Parte del teniente Rodríguez, en
Lantaño, oficial distinguido de in- la "Gac. M. de Chile", núm. 44. El origi-
teligencia y valor, muy conocedor nal en los papeles de Zapiola. (Arch. San
de la localidad, que hace su apari- Martín, vol. XXXVIII. M. S. ).
ción en la escena, y que estaba des-
tinado como Elorreaga y Sánchez, (46) Nota de Balcarce de 7 de julio.
á alcanzar renombre manteniendo (Arch. gral. ) — Papeles de Zapiola. (Arch.
en el sud de Chile la bandera del San Martín, vol. XXXVIII, M. S. ).
rey. Tenía á sus órdenes como 500
hombres de infantería y caballería, (47) Parte de Cajaravilla de 1' de
y al anuncio de la irrupción, salió agosto de 1818 en San Carlos, publicado
á su encuentro al frente de un es- en la Gac. de Bs. Aires, de 16 de setiem-
cuadrón de Dragones. Al avistarse bre de 1818. El original existe en el Arch.
ambas fuerzas, Cajaravilla le inti- general y en los papeles de Zapiola, M.
mó rendición. El jefe realista con- S. El general Balcarce, en ofi. de 19 de
testó, que no era de caballeros ren- agosto de 1818 á Zapiola, desde Santiago,
88 MEMORIAL DEL EJERCITO

Osorio, desmoralizado por su de- dad de la resolución al general en


rrota, sin esperanzas de recibir au- jefe. Este, sin ánimo y sin ideas
xilios, y temeroso de ser atacado delegó el mando político y militar
en la primavera por el ejército en el famoso coronel Juan Fran-
chileno-argentino, resolvió retirar- cisco Sánchez (5 de setiembre) de-
se al Perú. El 25 de agosto reunió jándole 1600 hombres del país, con
una junta de guerra en Talcahua- 400 fusiles y 100 tercerolas; des-
no, y ante ella manifestó que las manteló las fortificaciones de Tal-
instrucciones del virrey Pezuela le cahuano, embarcó 35 cañones de
prevenían evacuar el territorio con posición con gran cantidad de per-
sus fuerzas de línea en el caso que trechos de guerra, y al frente de
los independientes preparasen una 700 hombres, último resto de la ex-
expedición contra el perú, dejan- pedición con que había invadido,
do en el sud de Chile tan sólo las dió la vela al Callao en la maña-
tropas nativas para mantener la na del 8 de setiembre (48). Tales
guerra de partidarios. Todos opi- fueron las consecuencias inmedia-
naron por la retirada; pero poseí- tas de la batalla de Maipu al sud
dos de tanto temor como incerti- de Chile: luego se dirá cuáles fue-
dumbre, dejaron la responsabili- ron respecto de la América.

á la vez de hacer honor á la intrepidez ha dirigido, no se han consultado las pre-


de Cajaravilla, le reprueba su imprudencia cauciones que eran propias de un oficial
en estos términos: "Nuestras tropas han de pericia y meditación manifestándole,
presentado un nuevo testimonio del valor que si aprecio sus esfuerzos con el desig-
que las distingue; más las empresas mili- nio de escarmentar al enemigo, tendré
tares aunque no sean funestas, no dejan sentimiento si su honor se ve comprome-
de ser censuradas cuando tocan en la raya tido por arrojarse á los lances con dema-
de temerarias. Un ataque dirigido á las siada precipitación. " (Papeles de Zapiola,
calles de una población cubierta de fo- Arch. San Martín vol. XXXVIII. ).
sos y trincheras, nunca podrá graduarse
de prudente y arreglado, cuando su eje-
cución se encomendase á fuerzas de ca-
ballería. Este es el caso sucedido; y aun- (48) Torrente dice que Osorio se reem-
que es verdad que los excesos de valor barcó con 729 hombres, y Barros Arana
son las faltas más disculpables del militar, que con 689, el primero hace ascender el
no por esto dejan de exponer á males de número de los que quedaron con Sánchez,
consecuencia. Haga V. S. conocer al ca- á 1, 100, y el segundo á 1, 618 fundándose
pitán Cajaravilla, que en el ataque que en documentos.
GENERAL DE DIVISION
DON JUAN GREGORIO LAS HERAS
De "Soldados Ilustres del Ejército de Chile" por
el Tte. Crl. EDMUNDO GONZALEZ SALINAS.

ACIO en Buenos Aires, el 11 las fuerzas del rey de España. Los


N de julio de 1780. Tenía 26
años, en 1806, cuando se
auxiliares marcharon a reunirse
con la división Mackenna y el ma-
incorporó en el Ejército de Bue- yor Las Heras pudo cubrirse de
nos Aires, como simple soldado de gloria en Cucha-Cucha, el 23 de
una de las compañías del comer- febrero de 1814 y en Membrillar,
cio constituidas para resistir las el 20 de marzo. En el resto de la
invasiones inglesas. Su padre, un campaña —paso del Maule, Tres
comerciante respetable, fue uno Montes y Quechereguas— se dis-
de los organizadores de esos cuer- tinguió igualmente y mereció es-
pos de voluntarios. Ascendido a cudos de honor del Gobierno de
sargento 1º por su heroico valor Chile y el grado de teniente coro-
en la defensa de la ciudad, pasó nel, concedido por las autorida-
a servir en una unidad de Húsa- des de Buenos Aires. Por ausen-
res de reciente creación y poco des- cia del coronel D. Marcos Gonzá-
pués fue nombrado capitán de mi- lez Balcarce, comandante de la di-
licias en la ciudad de Córdoba. En visión auxiliar, quedó ésta bajo las
1812 se le designó comandante en órdenes del distinguido teniente co-
propiedad de la guarnición acan- ronel.
tonada en la ciudad universitaria A raíz del tratado de Lircai se
de la colonia. retiró con su tropa a Aconcagua en
Fue uno de los primeros jefes el invierno de ese año y allí espe-
militares argentinos que vino a ró la apertura de la cordillera pa-
Chile a combatir por nuestra inde- ra volver a su patria. Ocurrió en-
pendencia. A mediados de 1813, tonces la invasión de Osorio, el
efectivamente, el Gobierno argen- glorioso cuanto desgraciado sitio
tino dispuso el envío de un desta- de Rancagua y la reconquista es-
camento de 300 hombres para au- pañola. Los patriotas debieron emi-
xiliar a Chile en su lucha contra grar a Mendoza y Las Heras coo-
90 MEMORIAL DEL EJERCITO

peró eficazmente a facilitar la re- en el nuevo estado libre. A su di-


tirada, batiéndose con las avan- rección estuvo confiado el sitio de
zadas del perseguidor. los castillos del Callao en circuns-
En Mendoza contribuyó a la or- tancias que era necesario batir-
ganización del Ejército de los An- se cada día y luchar con enemigos
des, lo que le valió el grado de co- esforzados y —sobre todo— con
ronel en enero de 1817. En los días la resistencia que oponían las más
de la invasión obtuvo, al frente formidables fortificaciones del Pa-
de la 1* columna de ese Ejército, cífico. La República del Perú pre-
las victorias de Potrerillos, Guar- mió sus servicios con el despacho
dia Vieja y Los Andes. Combatió, de Gran Mariscal (febrero de
también, en Chacabuco y —pose- 1821) y con la medalla concedida a
sionados los patriotas de la capital sus libertadores.
de Chile— el general San Martín Regresó a Chile a comienzo de
envió una división al sur al mando 1823 y pasó a Buenos Aires a pres-
del coronel Las Heras. Al frente tar sus servicios en la organiza-
de ella obtuvo las victorias de Cu- ción de la República. Fue elegido
rapaligüe y de Gavilán y partici- gobernador y capitán general de la
pó en el fracasado asalto de Tal- provincia de Buenos Aires (abril
cahuano. de 1824). Al separarse del Gobier-
Su acción militar más memora- no (mayo de 1826) resolvió esta-
ble fue la salvación de la división blecerse para siempre en Chile.
de su mando en el desastre noc- Habiéndose negado a reconocer a
turno de Cancha Rayada: Las He- las autoridades nacidas en la re-
ras conservó su sangre fría, reunió volución de 1830 fue dado de baja
su tropa y dispuso esa admirable en el escalafón del Ejército. Una
retirada hacia el norte, que dio por ley del Congreso le devolvió en
fruto la salvación de la casi tota- 1842 el goce de sus títulos y hono-
lidad del Ejército patriota de en- res. "Serán rehabilitados a sus
tonces. En la batalla de Maipo re- grados y empleos —decía el ar-
novó su lucida actuación, por lo tículo 1º de la ley de 6 de octubre
cual fue nombrado coronel del del año citado— los generales, je-
Ejército de Chile y miembro de la fes y oficiales separados del servi-
Legión de Mérito, creada por el cio a consecuencias de los acuerdos
Director O'Higgins en 1817. En del congreso de plenipotenciarios,
junio de 1820 fue designado coro- de 9 de marzo y 15 de abril de 1830,
nel general (general de brigada), y de los decretos del gobierno del
casi simultáneamente por los go- mismo año".
biernos de Chile y de Buenos Ai-
res y él Director O'Higgins lo nom- En 1861 el Gobierno lo llamó a
bró, además, Jefe del Estado Ma- desempeñar el cargo de Inspector
yor del Ejército Libertador. General del Ejército. Presentó la
renuncia en 1863 y no fue acepta-
En la Expedición Libertadora da, por estimarse que sus servicios
del Perú prestó de nuevo sus im- "son cada día más necesarios por
portantes servicios no sólo como el celo e inteligencia con que de-
jefe militar sino como consejero sempeña este destino". (28 de
del gobierno independiente creado abril).
MEMORIAL DEL EJERCITO 91

Falleció en Santiago, el 7 de fe- Advierte más adelante: —"Ja-


brero de 1866. más hubo nada que discutir en esa
"El Ferrocarril" decía en su ar- vida; no hubo sino aplaudir y ad-
tículo editorial: —"Su muerte se- mirar. Así la posteridad pudo lle-
rá un dolor americano, porque Las gar sin temor para él antes que la
Heras como hombre de guerra y muerte y pudo escuchar su fallo
como hombre de corazón, como sol- para él y para sus camaradas de
dado, como ciudadano, como pa- campamento, de causa y de victo-
triota pertenecía a América. Su ria".
espada había contribuido al naci- "Las Heras fue siempre el sol-
miento de tres pueblos y de tres re- dado de la libertad. Su fe en ella
públicas, a la consolidación de esa jamás sufrió desfallecimiento. Es-
empresa de gigantes que se llama to explica la perpetua juventud de
la independencia americana. Por sus ideas, sus tendencias y sus as-
eso, su gloria, si es chilena, si es piraciones. El progreso no le deja
peruana, si es argentina, es ante atrás, siempre le encuentra en la
todo y sobre todo americana. Como primera fila. Sólo su cuerpo sentía
su gloria era también su corazón. el peso de los años y de las cam-
Su patria estaba en todas partes, pañas".
su patria era un mundo".

BIBLIOGRAFIA:

Diccionario Histórico, Biográfico y Bibliográfico de Chile. Virgilio Figueroa.


Album del Ejército de Chile. Luis de la Cuadra.
Album Militar de Chile. Pedro P. Figueroa.
BATALLA
DE MAIPU
MARIANO TORRENTE
Historiador español de la Independencia
de América.

Rancagua, en cuyo punto cayó ines-


Columna que el Ejército de Chile ha le- peradamente la caballería enemi-
vantado como homenaje a España y que ga sobre una columna de dragones
se alza en el lugar en que se efectuara el de la Frontera i de Chillán, que fue
último ataque patriota. arrollada, llevando en triunfo a
Santiago la casaca del segundo co-
mandante escitando por este me-
dio, de poca monta al parecer, tan
AN MARTIN, Rodríguez, grande aliento i entusiasmo en el
O'Higgins i Las Heras des- ánimo de los insurjentes, que pa-
plegaron un grado de acti- sando rápidamente del abatimiento
vidad i enerjía que solo cabe en a la confianza pidieron con el ma-
pechos volcanizados: a los quince yor empeño ser conducidos a otro
dias tenían ya reunido un ejérci- nuevo combate para salvar en él
to, si no igual al que acababan de la mengua de su precedente derro-
perder, a lo ménos superior al de ta.
los realistas; i aunque su artillería Al ver San Martin la buena dis-
i parque no eran tan considerable, posición de sus tropas i el firme
bastaba sin embargo para fijar a apoyo que le prestaba el famoso
su lado todas las probabilidades de Manuel Rodríguez, a pesar de ha-
la victoria. llarse perseguido a aquella misma
El ejército español se mantuvo sazon por partidario de los Carre-
hasta el dia 24 en Talca, ocupado ras, se decidió a esperar a los rea-
en su arreglo i organizacion: em- listas en el campo de Maipú, dis-
prendida finalmente la marcha, tante tres leguas de la capital. En
llegó sin el menor tropiezo hasta el entretanto se. iba aproximando
MEMORIAL DEL EJERCITO 93

Osorio a dicho rio con su ejército: apoyado a una barranca forma-


al concluir su última marcha en el ba su principal defensa; se inclina-
dia 4 de Abril sobrevino la noche ba el terreno por la izquierda en
sin que se hubiera formado toda- descenso suave hasta un monteci-
vía un plan de operaciones a pesar llo de bastante altura que lo domi-
de hallarse el enemigo tan inme- naba todo, flanqueando la izquier-
diato. da de los realistas, i la derecha de
Deseoso por una parte el refe- los insurjentes.
rido Osorio de cortar con un golpe El lugar donde se formó la lí-
decisivo las últimas esperanzas a nea de las tropas de Osorio, era
los patriotas, i temeroso por otra un poco elevado con tres colinas
de entrar en una acción que le des- que, aunque pequeñas, podían ser-
truyera todos sus proyectos, si la vir para ocultar algunas fuerzas.
fortuna se le mostraba esquiva en Dispuesto en esta forma el plan
esta ocasión, dejó traslucir su dic- de aquella batalla, fue ocupado co-
támen de dirijirse a Valparaíso mo medida preliminar el cerro
para formar en aquel puerto, que avanzado por el flanco izquierdo,
entónces se hallaba bloqueado por i colocada en él para su defensa, la
la escuadrilla del Rei, una base fir- columna de cazadores i granade-
me de operaciones que lo pusiera ros a las órdenes de Primo de Ri-
al abrigo de todo reves i contraste. vera con dos cañones.
Este plan, que parecía el mas Eran las diez y media del dia,
juicioso i arreglado para no dejar cuando se presentó San Martin con
pendiente la suerte de Chile de los todas sus fuerzas, i se rompió en
azares que suelen acompañar aun el acto un vivo fuego de artillería
a las acciones mas bien combina- por el frente, i la caballería empe-
das, habría sido desaprobado uná- zó sus choques i escaramuzas por
nimemente por todos los jefes i uno de los flancos. El atrevido Or-
oficiales que se saboreaban ya con doñez con los batallones del Infante
el placer de dictar leyes desde la i de Concepción se mezcló por la
capital de aquel reino que tenían a derecha con tres cuerpos enemi-
la vista, i no se atrevió por lo tan- gos, a los que puso al principio en
to a proponerlo abiertamente por la mas completa derrota. La se-
no ver desairada su autoridad. gunda división, compuesta del pri-
Amaneció el dia 5, i en el acto mer batallón de Burgos i del de
mismo se presentaron las guerri- voluntarios de Arequipa, iba avan-
llas contrarias a provocar el com- zando en columna por el centro al
bate: puesto el ejército realista en mando de Morla, que había reem-
movimiento, halló a una milla de plazado interinamente al coronel
distancia en dirección de Santiago Baeza: al primer ataque que se dió
una posición sumamente ventajo- a la bayoneta, se abrió en dos mi-
sa, que parecía dispuesta por la tades el batallon de Burgos que iba
naturaleza para empeñar la bata- a la cabeza, i quedó dando fren-
lla. Se estendia aquella como me- te el de Arequipa sufriendo los
dia legua sobre el punto por donde mortíferos golpes de las baterías;
venia el enemigo; lo cortaba por la pero como el jefe principal de es-
derecha un prolongado valle que ta columna no tuviera la previsión
94 MEMORIAL DEL EJERCITO

de desplegar en batalla para que segundos sostuvieron asimismo


hiciesen menos estragos los fuegos otras cargas dadas con igual fir-
contrarios; i como lejos de correjir meza. Reunidos ámbos cuerpos al
este desórden, hubiera pasado a llegar a unos callejones que con-
retaguardia a pedir instruccio- ducían a las referidas casas de
nes; muertos ya casi todos los ofi- Espejo, tomaron posesión a las
ciales de las primeras compañías, órdenes del teniente-coronel Lato-
principió a ceder esta división rre con la idea de sostener el ho-
aunque sin desordenarse. nor de sus armas, i de emprender
Al verla vacilar los enemigos, por último recurso una retirada con
cargan sobre ella con la caballe- orden si la fatalidad del destino
ría; aflojan los lanceros realis- habia decretado que fuera infruc-
tas, i se ve envuelta i arrollada en tuosa toda resistencia.
un momento su infantería por to- Apoderándose los cazadores de
da la reserva del coronel mayor las alturas que dominaban aque-
Quintana. Observando San Martin llos callejones, i colocándose los
que la columna de cazadores al granaderos en reserva para cubrir
mando de Primo, no había hecho los heridos, pertrechos i equipajes,
movimiento alguno, pues que solo se principió una segunda batalla,
los granaderos habían acudido a que duró con el mayor teson hasta
tomar parte en la primera refrie- las tres i media, en que situando
ga, i no tan pronto como habia or- los enemigos toda su artillería so-
denado Osorio, se arrojó sobre ella, bre las alturas, i atacando el ba-
i se empeñó un reñido combate. tallon de Coquimbo, que no habia
Dáse la orden para que los dra- tomado parte en el primer perío-
gones de la Frontera, mandados do de la acción, salieron los realis-
por el coronel Morgado, carguen tas de sus trincheras, i trabaron
a la caballería enemiga; pero la el mas sangriento combate indivi-
tardía i torpe ejecucion de esta dual a la bayoneta, dando todos las
maniobra Correspondió tan desgra- mas terribles pruebas de arrojo e
ciadamente a la intrepidez i esfuer- impavidez, señaladamente el be-
zo de los soldados, que fueron acu- nemérito capitán Aznat.
chillados horrorosamente, i aun Huyeron los enemigos aturdidos
muchos fueron victimas del fue- con aquel estraordinario golpe de
go de los cazadores por la confu- valor; pero conociendo los realis-
sión con que se replegaron sobre tas que aquella ventaja parcial
ellos. no podia de modo alguno variar
Esta fue la señal del triunfo de el curso a la adversa fortuna se
los rebeldes; el campo quedó com- valieron del estupor causado en el
pletamente abandonado, i las co- campo insurjente, para ponerse con
lumnas de granaderos i cazadores un pronto repliegue fuera de su
que se conservaban intactas, em- alcance. Estaban ya en marcha los
prendieron su retirada en el me- cazadores para el rio Maipú cre-
jor órden sobre las casas llamadas yendo que seguían igual dirección
de Espejo: los primeros hubieron los granaderos que la habían em-
de formarse en cuatro para resis- prendido con antelación, cuando
tir a la furia de varios ataques, los informados por unos soldados dis-
96 MEMORIAL DEL EJERCITO

persos de que Ordóñez, Primo de delidad y bizarría; un número ma-


Rivera, Rodil i otros jefes trata- yor rindió las armas i los restan-
ban de hacer la última defensa den- tes perecieron en la dispersión, ex-
tro de las cercas de la dicha casa de cepto unos 800 que fueron con-
Espejo con los citados granaderos curriendo a Talcahuano. El bene-
i varios trozos de los demás cuer- mérito Ordóñez, despues de haber
pos, retrocedieron hácia aquel pun- hecho prodijios de valor, rompió
to para consagrar a la causa de la la espada ántes que rendirla al ene-
Monarquía los postreros esfuerzos migo: los orgullosos insurjentes
de su fidelidad i valentia; pero ya mancharon la victoria con varios
era tarde para que tamaña deci- actos de crueldad cometidos sobre
sión pudiese variar el infausto cur- los desgraciados prisioneros: éstos
so de la suerte. cesaron sin embargo a la llegada
Todo se perdió en aquella falsa de Las Heras, quien animado de
posición; los enemigos se apode- sentimientos mas jenerosos empleó
raron de las entradas; pocos se todo su influjo i autoridad para
atrevieron a franquear las eleva- contener a la desenfrenada solda-
das cercas, i aun de éstos solo se desca. El destino que se dió a es-
salvó el esforzado Comandante Ro- tos guerreros fué su confinación
dil que tan recomendable se había a la punta de San Luis en el terri-
hecho en esta campaña por su se- torio de las provincias de la Plata,
renidad e intelijencía, i por la ex- para ser víctimas primeramente
celente disciplina que habia sabi- de toda clase de padecimientos, i
do conservar con su enerjía en me- por último de la ferocidad de su
dio del desorden de los demas. gobernador Dupui.
Una estrella venturosa protejió Un descenlace tan fatal aterró
a aquel digno jefe, quién reunido el ánimo de todos los realistas: pri-
muí pronto con Osorio, fue encar- sioneros, destierros, saqueos, su-
gado de recojer las reliquias de la plicios, persecuciones i toda clase
infantería, en tanto que aquel se- de angustias fueron el premio de
guia su retirada para Talcahuano su constancia.
con la caballería i con algunos je- Los defectos a que deben atri-
fes i oficiales de la plana mayor. buirse todos aquellos desastres,
El imperturbable Rodil logró reu- aunque no nacieron de falta de leal-
nir de 6 a 700 hombres; pero el tad ni de valor, aparecerían sin em-
estado de sublevacion en que se ha- bargo como tantos lunares a la ca-
bia constituido el pais, i las infini- rrera de sus autores sino hubieran
tas bandas armadas que los hosti- acreditado uno i otro con el sacrifi-
gaban por todas partes, redujeron cio de sus vidas: se supuso que un
su fuerza a 300 cuando llegó a las pique personal de Primo de Rivera
orillas del Maule, i solo 90 cuando con algunos de sus compañeros hu-
entró en Talcahuano. biera sido causa de la poca activi-
Los demas jefes, oficiales i sol- dad i firmeza que se notó en las al-
dados sucumbieron a la fatalidad tas funciones que le estaban confia-
de su destino: cerca de 1. 000 hom- das como jefe del estado mayor, i
bres sellaron con su sangre derra- en su falta de resolucion para apo-
mada en el campo de batalla su fi- yar el primer ataque en que se vie-
MEMORIAL DEL EJERCITO 97

ron empeñadas las divisiones de noble desahogo de privadas pasio-


Ordóñez i de Morla; parece tam- nes. Las pájinas de dicha historia
bien que la caballería habría podi- están llenas de tan triste verdad:
do prestar también mas útiles ser- no nos cansaremos por lo tanto de
vicios si la fatal indisposición de encargar a nuestros militares es-
su comandante jeneral Olárria que pañoles huyan de este terrible es-
la habia obligado a quedarse en collo, si llega un dia venturoso en
Talca, la tardía designacion de su que puedan hacer resonar por
sucedor Morgado, i la dirección po- aquellos inmensos países la voz del
co acertada de este jefe no hubie- soberano español.
ran entorpecido el curso a la prós- Deben éstos tener presente que
pera fortuna. Estas fueron, pues, su gloria principal estriba en ser-
las causas que mas influyeron en vir a su Rei con toda clase de sa-
aquella horrible derrota, i a ellas crificios; que los de la opinion son
se debió que la victoria, que habia a veces mas importantes que los de
principiado a coronar los esfuer- la misma vida; que toda rencilla
zos de Ordóñez, pasara rápidamen- o resentimiento personal debe ce-
te, i en el momento en que ménos der a los intereses públicos; i que
podia esperarse, a fijarse en las es tan criminal quien por no saber-
filas de la rebeldía. se vencer asimismo arriesga el éxi-
No podemos menos de lamentar- to de una batalla, como el que la
nos asimismo de la funesta emula- vende al enemigo. Añadiremos asi-
ción de mando, que tanta parte ha mismo para que quede bien incul-
tenido en todos los reveses de los cado este principio, del que debe
realistas en América. No han sido, resultar la verdadera gloria, que se
pues, la opinion de los pueblos, ni pierde todo el mérito de un gue-
los bien concertados planes de los rrero sino sabe sujetarse a los dic-
caudillos insurjentes, i mucho me- tados de la prudencia i a los de la
nos el arrojo de sus batallones los utilidad i conveniencia de la cau-
ajentes de nuestra ruina, i sí el in- sa que sostiene.
GENERAL MARIANO OSORIO
Con el grado de Coronel fue en-
viado a Lima en 1812, como Co-
mandante General de Artillería y
como profesor de matemáticas de
la Escuela Militar, destinos que
desempeñaba a satisfacción del vi-
rrey. Con fecha 16 de junio de
1814 recibía éste un oficio del bri-
gadier Gaínza —General en Jefe
del Ejército realista de Chile—
que le comunicaba que, a pesar del
tratado de Lircay y de las exigen-
cias de los jefes patriotas, estaba
resuelto a no evacuar el territorio
de la provincia de Concepción;
que tenía bajo sus órdenes 2. 462
infantes y que era fácil aumentar
sus tropas para abrir una nueva
campaña con los refuerzos que se
le enviasen desde el Perú.
Abascal, que ya había decidido
separar a Gaínza del mando, por
haber firmado el tratado de Lir-
De "Soldados Ilustres del Reyno de Chile" cay, fijó su atención en el Coronel
por Tte. Crl. (R) EDMUNDO GONZALEZ Osorio. Sería él quien comandaría
SALINAS una nueva expedición armada a
Chile, cuyas fuerzas montaban só-
lo a 600 plazas (un batallón del re-
gimiento Talavera y una compañía
de artillería). El virrey agregó
además algunos oficiales de ca-
ACIDO en Sevilla por los años ballería, destinados a disciplinar
N 1772 y vástago de una fa-
milia emparentada con los
los nuevos cuerpos que se organi-
zasen en Chile. Ordenó que el des-
embarco se realizara en Talcahua-
condes de Altamira, Osorio había
hecho sus estudios en la famosa no y que tan luego como Osorio
Escuela de Artillería de la ciudad dispusiese lo conveniente para for-
de Segovia, a la cual no se daba tificar ese puerto y la ciudad de
entonces entrada a nadie que no Concepción, se dirigiese a Chillán
pudiese probar la nobleza de su a tomar el mando del Ejército del
cuna. En 1808 participó en los dos rey.
sitios de Zaragoza, con el grado de Los expedicionarios desembarca-
Capitán y en el segundo de ellos ban en Talcahuano el 13 de agos-
recibió una herida en una pierna, to, Osorio se trasladó inmediata-
que lo dejó postrado en cama al- mente a Concepción y allí le fue-
gunos meses. ron suministrados los informes ne-
MEMORIAL DEL EJERCITO 99

cesados acerca de la situación po- ban, él se vería en el caso de ini-


lítica de Chile. El Ejército realis- ciar las hostilidades.
ta tenía su Cuartel General en A poco de haber llegado Osorio
Chillán y, mediante sus guerrillas, a Chillán, su Ejército pudo poner
era dueño efectivo de la región que en fila cerca de 5. 000 hombres re-
se extiende al sur del río Maule. gularmente armados y equipados.
Los patriotas, en cambio, atrave- Pero su verdadera fuerza no consis-
saban por una crisis espiritual te- tía tanto en su cantidad como en
rrible, como consecuencia del últi- su calidad. La confianza absoluta
mo pronunciamiento de Carrera del Alto Mando descansaba, sobre
en la capital, por la formación de todo, en el batallón de Talavera,
un gobierno que no ofrecía garan- compuesto por veteranos que ha-
tías de seguridad y por la prisión bían hecho las campañas de la Pe-
y destierro de muchos hombres nínsula y que mostraban una dis-
que habían sido las más firmes ciplina hasta entonces desconocida
columas de la revolución. Osorio en América. Terminados los apres-
comprendió inmediatamente que tos y sin querer esperar la respues-
aquel estado de cosas era el más ta del Gobierno de Santiago, Oso-
favorable para sus propósitos y rio comenzó a mover sus tropas en
creyendo innecesario demorarse en dirección a Santiago. A orillas del
fortificar a Concepción y Tal- Maule recibía la arrogante contes-
cahuano, no se detuvo sino el tiem- tación de la Junta a sus proposi-
po necesario para desembarcar su ciones de paz. Desde ese momento
gente y los artículos que conducía no pensó sino en acelerar las ope-
del Perú. raciones.
Al partir de San Fernando fue
El 18 de agosto, entraba en Chi- alcanzado por un emisario que en-
llan. Allí le fueron confirmadas las viaba el gobernador intendente de
noticias del desconcierto que reina- Concepción, con un pliego del vi-
ba entre los patriotas y de la im- rrey del Perú. Le ordenaba que,
posibilidad absoluta para presen- si no había conseguido aún un des-
tar una resistencia medianamente enlace afortunado de su misión,
organizada. El jefe realista llegó a tratase de celebrar un arreglo
persuadirse de que los insurgentes ventajoso con los revolucionarios y
depondrían las armas a la primera se reembarcara con la mejor parte
intimación que les dirigiera y que de sus tropas y regresar al Perú,
se acogerían presurosos al perdón donde la causa realista estaba se-
que tenía encargo de ofrecerles. riamente comprometida. Ello, de-
Estos son los sentimientos que dic- bido a la. ocupación de la plaza de
taron al oficio que, con fecha 20 de Montevideo por los patriotas de
agosto, dirigió desde Chillán "a los Buenos Aires y por la insurrección
que mandaban en Chile". Anuncia- que acababa de estallar en el Cuz-
ba que el virrey del Perú había des- co. Celebróse inmediatamente una
aprobado el tratado de Lircay y les junta de guerra con asistencia de
declaraba que, si en el término de los jefes de alta graduación. Si bien
diez días no se resolvían a deponer el General en Jefe se mostraba dis-
las armas y a someterse al rey y a puesto a dar cumplimiento a las
las autoridades que lo representa- instrucciones recientes del virrey,
100 MEMORIAL DEL EJERCITO

la mayoría de los jefes oponía se- bre "fondeó en este puerto del Ca-
rias objeciones: los patriotas esta- llao la goleta Mercedes, proceden-
ban en vísperas de una ruina ine- te de Valparaíso, trayendo a su bor-
vitable y sólo bastaba un pequeño do a nueve valientes del ejército de
esfuerzo para consumar la recon- S. M. del reyno de Chile, con nue-
quista y pacificación de Chile. Re- ve banderas arrancadas al derrota-
solvióse en consecuencia proseguir do de sus infames opresores". La
la campaña... Gaceta del Gobierno de Lima que
A las 9 de la noche del día 30 se publicaba esta noticia no pasaba
puso en marcha el Ejército realis- más adelante y en vez de informar
ta desde la hacienda de Requínoa, que el Ejército realista de Chile ha-
a dos leguas de las márgenes del bía terminado la campaña con for-
Cáchapoal. Tres horas más tarde tuna —a pesar de la desobediencia
se encontraba a orillas del río y co- a las órdenes del virrey— atribuía
menzaba a atravesarlo tranquila- a este último la gloria de haberla
mente, sin encontrar la menor re- dirigido por medio de las instruc-
sistencia: "Se pasó el río, y al ama- ciones más precisas. "La guerra de
necer ya todo el ejército estaba del Chile —decía— se mira en el día
otro lado" — relata Osorio en el terminada con la mayor rapidez y
parte oficial de la jornada. cordura, no habiéndose apartado el
Su victoria en Rancagua fue jefe a quien fue encomendada del
completa. Los realistas entraron a camino trazado por el genio de
Santiago, se apoderaron del terri- nuestro virrey... " (12 de noviem-
torio del reyno y los patriotas emi- bre 1814). Esas palabras, destina-
graron a Mendoza. En la misma das a halagar la vanidad del man-
medida que D. Mariano Osorio se datario, provocaron en Osorio una
mostraba resuelto a perseguir efi- explosión de su amor propio heri-
cazmente a los restos dispersos del do y fueron causa de graves des-
enemigo y aún a los individuos que avenencias en lo futuro.
habían abandonado sus hogares pa- El coronel —hombre de "arro-
ra retirarse al norte, manifestaba gancia andaluza", al decir de Ba-
el propósito de evitar las persecu- rros Arana— escribió al editor de
ciones inútiles y otra medida que la Gaceta, diciéndole que la ha-
pudiera ofender o molestar a los bía leído "con bastante admira-
ciudadanos pacíficos que habían re- ción", por aquello del "camino tra-
suelto quedarse en Santiago. zado" y de "vastos planes que le ha-
En el virreynato del Perú se es- bían sido confiados"... "Este ca-
peraban con el más vivo interés las mino y estos planes, que no fueron
noticias de Chile. A comienzos de vastos ni finos, no se me dieron, ni
agosto el virrey Abascal había en- los traje, y si estaban hechos, sin
cargado a Osorio —lo hemos vis- duda se quedaron en ésa en poder
to— abandonase en cuanto fuese de V., pues que mi precipitada sa-
posible la campaña a fin de que re- lida no dio lugar a recogerlos". Es-
gresase al Perú, profundamente ta declaración, que fue publicada
perturbado por la reciente insu- en la Gaceta de Chile, produjo una
rrección. Dos meses habían pasado, gran irritación en el ánimo del vi-
sin que nada se supiera al respecto rrey Abascal. Aunque ya había re-
hasta que el domingo 6 de noviem- comendado empeñosamente al Go-
MEMORIAL DEL EJERCITO 101

bierno de la Metrópoli la conducta dir que en Chile se repitieran los


militar y política de Osorio en la patíbulos de Quito y del Alto Perú.
campaña de Chile, elevo después a Simple oficial subalterno de un
la Corte —por la vía reservada— mandatario de gran carácter, a la
informes de distinto carácter y que sazón omnipotente, como Abascal,
no dejaban en muy buen pie al efec- eludió con maña la dureza de sus
tado, naturalmente. Pero en esos órdenes, hasta donde era posible
primeros momentos, en que aún no hacerlo sin romper. Sin autoridad
había germinado los celos y rivali- propia ni apoyo de la corte, hizo
dades entre aquellos personajes, el frente a la avalancha de los realis-
virrey y sus allegados mostraron tas indignados con los fusilamien-
un contento espontáneo y efusivo. tos de Carrera en Concepción, los
Los coroneles Osorio y Maroto fue- azotes de Esponda y las demás ve-
ron ascendidos por decretos de 8 jaciones de que habían sido vícti-
de noviembre al rango de brigadie- mas; y dictando los decretos que no
res. podía resistir, a la vuelta de pocos
En junio de 1815 fue designado días, suavizaba de hecho su dure-
nuevo Presidente de Chile D. za".
Francisco Casimiro Marcó del Mas adelante agrega: "Otra de
Pont. Ello era la consecuencia de las grandes dificultades con que tu-
los informes reservados que el vi- vo que luchar fue la profunda rela-
rrey Abascal había elevado a la jación de la disciplina social. Co-
Corte. "El gobierno de Osorio — mo en todos los países convulsio-
comenta el Sr. Encina a propósito nados, las normas de vida civiliza-
de su relevo— no puede ser medi- da se habían relajado. Para no re-
do con el criterio estandarizado con cordar sino un aspecto del fenóme-
que el común de los historiadores no, el bandidaje, enérgicamente re-
juzga a los gobernantes. En vez del primido en los últimos días de la
país organizado y próspero, regido Colonia, resurgió con caracteres
por una sólida unidad espiritual aterradores desde que estalló la
que gobernaron O'Higgins, Aviles guerra civil. La vida en los cam-
y Muñoz de Guzmán, recibió un pos se había tornado imposible"...
pueblo espiritualmente disuelto y "En Santiago mismo las calles eran
reducido a la última miseria. Es teatro de riñas, desórdenes y sal-
una candidez reprocharle el resta- teos que las hacían intransitables
blecimiento del régimen colonial, y durante la noche para los vecinos
el no haber desplegado grandes ini- pacíficos"... "Desde el primer mo-
ciativas de progreso en el año y mento, Osorio encaró el difícil pro-
tres meses no cumplidos de su go- blema con la misma tenacidad inte-
bierno interino. Hizo lo único que ligente que puso en toda su ardua
era posible en los momentos en que labor administrativa".
le cupo gobernar; y lo hizo con ele- Termina el Sr. Encina: "Pero el
vación de alma, tacto y conocimien- más grave de los obstáculos que se
to de los hombres". atravesaban en el camino del man-
datario, era la falta de recursos pa-
"La espina dorsal de su corta ac- ra subvenir a las necesidades de la
tuación, es su tenaz empeño por administración, y especialmente, al
atenuar las represalias, por impe- pago de los sueldos del ejército. "
102 MEMORIAL DEL EJERCITO

Al regresar al Perú en junio de barco sería Talcahuano, que se su-


1816, el brigadier Osorio fue reci- ponía ocupado por Ordóñez. Se
bido con la mayor frialdad por el desembarcaría inmediatamente y
virrey Abascal, que por esos días se atacaría a las fuerzas patriotas
entregaba el mando. Supo luego que estacionadas en la provincia de
este funcionario había transmitido Concepción, hasta que no quedase
a la corte el informe a que nos he- soldado alguno al sur del río Mau-
mos referido más atrás. Osorio es- le. El Ejército se embarcaría de
timó de necesidad dirigir una re- nuevo para ir a tomar tierra en la
presentación al rey para justifi- costa de San Antonio y caer so-
carse de aquellos cargos y protes- bre la capital antes que los patrio-
tar su incontrastable fidelidad. El tas hubieran podido salir de la
nuevo virrey del Perú, D. Joaquín sorpresa consiguiente.
de la Pezuela —con cuya hija iba Las naves expedicionarias leva-
a casarse Osorio— apoyó ardoro- ron anclas en el Callao el 9 de di-
samente esta presentación en un ciembre y cuando estuvieron a la
largo oficio dirigido al Ministro de vista de Talcahuano, en los prime-
la Guerra de Madrid, con fecha 30 ros días de enero de 1818, el Ejér-
de julio de 1816. Decía en él que ig- cito patriota —que había estado
noraba quien hubiera podido dar sitiando la plaza— estaba en mar-
informes desfavorables acerca de cha para el norte, de acuerdo con
un hombre de honor, que se había el plan previamente acordado. El
ilustrado por la reconquista de Chi- 10 de enero desembarcó el general
le y que, sin embargo, se hallaba Osorio y sus tropas, bien arma-
"reducido a una situación lastime- das, regularmente vestidas y
ra por considerarse caído en el real compuestas en su mayor parte de
desagrado" y aseguraba que por el veteranos de la guerra de España,
conocimiento que tenía de los he- infundieron gran confianza a los
chos, podía certificar que el intere- defensores de la causa del rey.
sado era un profesional de recono- Osorio comenzó por disponer que
cida competencia y altamente dis- tres buques menores, resguardados
ciplinado. Las recomendaciones res- por la fragata Esmeralda, se di-
tablecieron en la Corte el crédito rigieran a bloquear a Valparaíso
de Osorio y pudo entrar éste a y a inquietar a los patriotas de la
desempeñar en el Perú los cargos zona. Envió también una proclama
a que nos referiremos en seguida. al pueblo chileno, que comenzaba
La victoria de Chacabuco, en fe- por recordar su campaña de 1814
brero de 1817 y el restablecimiento y la templanza que había usado
del gobierno nacional en Chile, es- con los vencidos y añadía que él
timularon a Pezuela a no omitir mismo había levantado la voz para
esfuerzo ni sacrificio para procu- excitar la clemencia del soberano.
rar la reconquista del país. Era Ahora volvía a Chile a restable-
preciso, en buenas cuentas, el en- cer nuevamente la tranquilidad
vío de una fuerte expedición en- perturbada por una revolución in-
cargada del sometimiento defini- sensata inspirada por ideas de
tivo. Para el mando de ella fue trastornos y de desorden.
designado de brigadier D. Maria-
no Osorio y el puerto de desem- Según instrucciones del virrey,
una vez restablecido el gobierno
MEMORIAL DEL EJERCITO 103

realista en Concepción, Osorio de- ros y completos sobre la cantidad


bía dejar allí a Ordóñez con algu- y actitud de las fuerzas enemigas.
na fuerza en el rango de intenden- Pero al lado suyo se encontraban
te de la provincia. Mas, éste soli- el brigadier Ordóñez y el coronel
citó empeñosamente el tomar par- Morgado que, en razón de la expe-
te efectiva en la campaña que se riencia adquirida en la guerra de
iniciaba y Osorio aceptó gustoso Chile, afectaban en alto desprecio
esta decisión. El Ejército realista por las tropas patriotas, por los
llegó a contar en Concepción poco jefes que las comandaban y por el
más de 5. 000 hombres. A las fuer- gobierno de quien dependían. El
zas provenientes del Perú, se ha- coronel Primo de Rivera, Jefe del
bían unido unos 2. 000 soldados que Estado Mayor, que por vez prime-
servían en Talcahuano bajo las ra pisaba suelo chileno, apoyaba
órdenes de Ordóñez. A fines de resueltamente el parecer de Ordó-
enero Osorio hizo salir de Concep- ñez y contribuyó a hacer prevale-
ción los primeros cuerpos y el 10 lecer su opinión. Encina estima,
de febrero salían los últimos y con sin embargo, que "lo que se ha ca-
ellos, el General en Jefe. lificado erróneamente de rivalidad
Al terminar el mes de febrero y falta de comando del ejército
se acercaba a las orillas del Mau- realista, no pasó más allá de las
le. A las dificultades opuestas para inútiles tentativas de Osorio por
acelerar su marcha por escasez de moderar el arrojo temerario de sus
medios de transporte y por la des- subalternos. "
población en que habían quedado El Ejército realista aceleró su
los distritos del sur, se unieron en marcha y en la mañana del 28 de
breve, embarazos de otro orden. febrero su vanguardia atravesaba
"Aunque Osorio era indeciso y ca- el Maule sin empedimento alguno.
recía del don de mando militar, in- El coronel Morgado siguió avan-
telectualmente volaba a mucha al- zando confiadamente hacia el nor-
tura sobre todos los mandatarios te y en la tarde del 1º de marzo
y generales españoles que actuaron ocupaba a Talca. Cuando se tuvo
en Chile durante la guerra de la conocimiento de este hecho en el
Independencia. Pronto comprendió Cuartel General de Osorio y de la
que sus fuerzas no le permi- dispersión de las fracciones pa-
tían esta vez descontar el éxito, triotas, desapareció toda vacila-
como en su campaña anterior. " ción. El coronel Primo de Rivera
(Encina). Carecía de noticias se- se adelantó el 12 de marzo hasta
guras sobre los recursos y fuerzas Curicó, con unos 800 hombres de
de los patriotas y, aunque obser- infantería y caballería. En cono-
vaba a éstos retirarse apresurada- cimiento del avance de fuerzas pa-
mente hacia la capital, sospechaba triotas, se replegó rápidamente a
que al norte del Maule podía las orillas del Lontué y en seguida
concentrarse un Ejército numero- a Quechereguas. Desde allí solicitó
so, bien disciplinado y equipado y refuerzos a Osorio.
capaz de mantener una resistencia Los jefes realistas comenzaban a
vigorosa. Habría querido retardar comprender los peligros de la situa-
la prosecución de las operaciones, ción. Las informaciones
en espera de informes más segu- revelaban que el Ejércitoobtenidas adversa-
104 MEMORIAL DEL EJERCITO

rio era numéricamente superior al saron en fracciones pequeñas y,


suyo, que estaba perfectamente ar- atravesando el obstáculo por diver-
mado y que parecía bien comanda- sos puntos, burlaron a sus persegui-
do. Resolvieron, entonces, replegar- dores. Las columnas realistas regre-
se a Talca. En la mañana del 18 de saron a Talca a medianoche. La sor-
marzo se ponía en marcha el Ejér- presa de Cancha Rayada habría si-
cito patriota, con la intención de do completa y definitiva si las ar-
cortar la retirada a los realistas. En mas realistas hubieran podido ex-
la tarde del 19 ambos. Ejércitos pa- plotar las ventajas alcanzadas en-
saban, casi a un mismo tiempo, el tonces. Pero el combate les había
río Lircay, separados por una dis- costado dolorosas pérdidas y no se
tancia de una legua y media apro- encontraban en estado de empren-
ximadamente. Viendo al enemigo ya der inmediatamente la persecución.
próximo a entrar en Talca, el gene- Fatigados con las marchas de los
ral San Martín dispuso un ataque, días precedentes y, más aún, con el
que —al ser ejecutado conveniente- ataque de la noche anterior, esca-
mente por el general Balcarce— sos de caballos y sin poder reno-
habría decidido la contienda ese var los estropeados, tenían además
mismo día. que reparar su propio material y
Al caer la tarde, el Ejército pa- atender a su reorganización.
triota pasaba al reposo en el llano La mayor parte del Ejército pasó
de Cancha Rayada, al nordeste de al norte del río Lircay y llegó has-
Talca. Los jefes realistas estimaban ta Panguilemu, donde se supo que
que una batalla contra un Ejército una división patriota se retiraba or-
de la categoría del chileno-argenti- denadamente en dirección a la ca-
no no podía dejar de serles fatal. En pital. Sólo el 25 de marzo se encon-
la junta de guerra habida entonces tró reunido todo el Ejército realis-
el brigadier Ordóñez propuso hacer ta en ambas orillas del río Claro,
esa misma noche una salida con sus próximo al caserío de Quechereguas
mejores tropas, caer de sorpresa y en la mañana del 2 de abril guia-
sobre el adversario y tratar de des- do por baqueanos, se apartó del ca-
organizarlo y dispersarlo por medio mino público y —dirigiéndose al
de un ataque vigoroso. La mayoría nordeste, a través de los campos de
de los jefes aprobó resueltamente Viluco— se acercó al vado de Lon-
el plan y el mismo Osorio —que se quén, en el río Maipo. En la tarde
mostraba irresoluto y débil— no se del mismo día lo atravesó tranqui-
atrevió a rechazarlo abiertamente, lamente e hizo alto en la orilla de-
persuadido de que era el único me- recha, próximo a la falda de los
dio de sacar a sus fuerzas de la si- cerros de La Calera.
tuación en que se encontraban. El encuentro con las fuerzas pa-
El éxito de la sorpresa fue nota- triotas se produjo en los llanos de
ble y la dispersión del Ejército pa- Maipo el 5 de abril de 1818 y la
triota adquirió contornos graves. victoria de estas últimas fue deci-
Los cuerpos realistas iniciaron la siva.
persecución y alcanzaron hasta las Cuando vio a su Ejército que,
orillas del río Lircay. Después de aniquilado se replegaba hacia las
un corto tiroteo en las proximida- casas de Lo Espejo, Osorio lo creyó
des de éstas, los patriotas se disper- todo perdido y no pensó sino en bus-
MEMORIAL DEL EJERCITO 105

car su salvación. Imposibilitado pa- en las actividades administrativas.


ra dirigirse al sur, por la presencia Pasaron los días y las semanas sin
de tropas enemigas, hizo reunir que se le informase de la presencia
unos 240 jinetes de caballería y a de fuerzas patriotas de alguna con-
su cabeza avanzó hacia Pudahuel, sideración. Mientras tanto, sus tro-
a fin de tomar allí el camino hacia pas continuaban aumentando con
Valparaíso. Al tanto de este hecho los fugitivos de Maipo, con los pri-
San Martín dispuso que el Capitán sioneros que lograban burlar la vi-
don Juan O'Brien iniciara su perse- gilancia de sus aprehensores y que,
cución con unos 150 granaderos a soportando mil penalidades, logra-
caballo. En Pudahuel supo por ban llegar a la provincia de Con-
unos campesinos que Osorio ha- cepción y, por fin, con los milicia-
bía tomado el camino de Valpa- nos y campesinos que por fuerza o
raíso. Pero al tratar de cortarle la persuación conseguían sus agentes
retirada en la cuesta de Prado, atraer a las filas. El 12 de mayo
por caminos extraviados, dio tiem- Osorio avisaba al virrey del Perú
po al fugitivo para que pudiera es- que tenía bajo sus órdenes unos
capar. Observando éste la dificultad 1. 200 hombres, pero que sólo conta-
de continuar la huida con tanta ba con 600 fusiles y, en consecuen-
gente, prosiguió con sólo 50 ó 60 cia, le pedía socorro de tropas y
hombres para el sur el mismo 6 de de armamento para recomenzar la
abril, mientras sus soldados esta- campaña.
ban entregados al reposo. Galopan- Pero el virrey Pezuela no se en-
do sin descanso por los caminos so- contraba en situación de prestar
litarios de la costa, mudando caba- esos auxilios y la respuesta que dio
llos cada vez que podían procurár- al pedido así lo demostró. Conside-
selos —a la buena o a la mala— y raba la pérdida de Chile como irre-
soportando toda clase de penalida- mediable, mientras no llegasen re-
des, Osorio y sus compañeros tar- fuerzos de consideración de Espa-
daron siete días en llegar a Concep- ña y temía ver al Perú invadido por
ción, su destino. las fuerzas chileno-argentinas en
La circunstancia da retirarse in- esos mismos momentos. Se limitó,
mediatamente casi a Talcahuano, pues, a remitir a Osorio 1. 200 fusi-
hizo creer que el vencedor no tarda- les, 150 sables, municiones y algu-
ría en llegar. Los habitantes cre- nos víveres. Juntamente con reno-
yeron que se aproximaba una era de var, en seguida, el envío, el virrey
angustias y de persecuciones y, tal recomendaba a su yerno —con fe-
vez, de terribles venganzas. "Du- cha 21 de junio— que si los patrio-
rante los dos días siguientes, el ca- tas preparaban alguna expedición
mino entre Concepción y Talcahua- militar contra el Perú, reuniese in-
no estuvo ocupado con bestias de mediatamente las fuerzas de su
carga y carros con hombres y mu- mando y se embarcase para el Ca-
jeres, viejos y niños, llevando cada llao y no dejase en Chile sino al-
cual todo lo que podía". (R. Cleve- gunas partidas de guerrilleros en-
land). En medio de aquella confu- cargados de sostener la guerra en
sión general, Osorio desplegó nota- el sur.
ble actividad y las dotes de discre- Los agentes que Osorio tenía en
ción y prudencia que sabia mostrar Santiago y en Valparaíso, le hicie-
106 MEMORIAL DEL EJERCITO

ron saber que el Gobierno de Chile en Maipo, y que aún los mismos ofi-
adelantaba prodigiosamente en los ciales que habían combatido a sus
trabajos de organización de la Es- órdenes le hacían imputaciones gra-
cuadra nacional, que ésta se encon- ves y hasta calumniosas, acusándo-
traría lista en uno o dos meses más lo ya de falta de resolución y aún
y que su plan no podía ser otro que de cobardía, ya de defectos de ca-
el de invadir las provincias austra- rácter, suponiendo por celos y por
les del Perú. El General creyó lle- envidia no se había sometido en la
gado el caso de dar cumplimiento campaña a los consejos de militares
a las últimas instrucciones del vi- discretos, más animosos y más ex-
rrey, esto es, embarcar la mejor perimentados. " (Barros Arana).
parte de sus tropas para regresar Osorio resolvió regresar a Espa-
a Lima y dejar en Chile algunas ña con su esposa, doña Joaquina de
fracciones con la misión de prose- la Pezuela y con dos hermanos del
guir la guerra de montoneras. Reu- virrey, niños entonces, que iban a
nido un consejo de jefes superiores hacer sus estudios en Madrid. Par-
y aprobado el plan, Osorio no pensó tió del Callao a mediados de no-
sino en acelerar la partida. Comen- viembre de 1818. "Osorio —refería
zó por disponer la demolición de las el virrey del Perú en oficio de 12 de
fortificaciones que Ordóñez había octubre de 1819 al Ministro de Gue-
construido en Talcahuano, rellenar rra— falleció en La Habana, en su
apresuradamente los fosos y clavar tránsito para España, según avisan
la artillería que no podía llevar cartas particulares, después de ha-
consigo. berle detenido en Panamá las enfer-
Con fecha 3 de septiembre con- medades que sufrió de resultas de
fiaba al coronel don Juan Francis- haber sido arrojado en aquella cos-
co Sánchez el mando de las tropas ta muchas leguas antes de su ca-
que quedaban en Chile y le trazaba pital (Panamá), perseguido por un
en forma concreta y clara las ins- corsario (chileno) el barco que le
trucciones de debía seguir. Cinco conducía con su joven esposa y dos
días más tarde se daba a la vela con hermanos de esta de menor edad,
los últimos restos del Ejército que que quedaron sin su sombra en La
ocho meses antes había desembar- Habana, así como el real cuerpo de
cado en las costas de Chile, con la artillería sin uno de los mejores ofi-
intención de someter al país al do- ciales, y el rey sin un jefe de mucho
minio español. Al llegar al Ca- honor que le servía con la mejor
llao fue favorablemente acogido voluntad y amor, y a quien única-
por el virrey, vio aprobada su con- mente se debe el feliz éxito de la
ducta por la Gaceta del Gobierno de batalla de Rancagua que recuperó el
Lima y, en particular, por un ofi- reyno de Chile en el año 1814 y la
cio concebido en términos lisonje- de Quechereguas (Cancha Rayada)
ros. Pronto observó, sin embargo, el 19 de marzo de 1818, en que con
que "era objeto de las más amargas menos de cuatro mil hombres arro-
críticas, injustas en su mayor par- lló por sorpresa al enemigo, que pa-
te; que se le reprochaba como una saba de diez mil".
mengua, y casi podría decirse como "Esto es lo cierto, como lo será
un crimen el haber sido derrotado también el que su opinión militar y
MEMORIAL DEL EJERCITO 107

distinguidos servicios, bien conocí- rada memoria que merece su di-


dos de todos estos habitantes, obra- funto marido". (Cit. p. Barros
rán en el ánimo de S. M. a favor de Arana).
la espresada su joven esposa y hon-

HISTORIA GENERAL DE CHILE (T. IX., X. y XI. ). —Diego Barros Arana.


HISTORIA DE CHILE (T. VI. y VII. ). —Francisco Antonio Encina.
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE CHILE (1810-1828). —Mariano Torrente.
REVISTA DE GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE. —José Rodríguez
Ballesteros.
AUTOBIOGRAFIA. —Antonio de Quintanilla.
MAIPO
ABRIL DE 1818
DIEGO BARROS ARANA

1. —Situacion del ejército realista había facilitado el ataque, no ha-


despues del combate de Can- bía permitido perseguir por largo
charrayada; e m p r e n d e la trecho a los dispersos; i en la ma-
marcha hacia Santiago i llega ñana siguiente comenzaron a com-
hasta la proximidad del rio prender aquellos que ese triunfo, si
Maipo. bien habia mejorado considerable-
mente su situación, no era en mo-
A SORPRESA de Cancharraya- do alguno decisivo.
L da, que puso la revolución
chilena al borde de su rui-
La resistencia opuesta por el je-
neral O'Higgins con el solo batallon
na, había sido una victoria ines- número 3 de Chile, como se recor-
perada de las armas españolas; i dará, no habia podido ser de lar-
habría sido seguramente completa ga duracion. Cortado por la impe-
i definitiva, si éstas hubieran po- tuosa carga de fuerzas inmensa-
dido aprovecharse de las ventajas mente mayores, envuelto por todos
alcanzadas aquella noche. Pero el lados, herido el mismo jeneral i
combate costaba a los realistas do- espuesto a caer prisionero, ese
lorosas pérdidas; la oscuridad, que cuerpo se vió forzado a replegarse
Parte del mural Pintado por Frai Pedro Subercaseaux en el Museo Histórico de Maipú
con escenas de la batalla.
MEMORIAL DEL EJERCITO 109

en desórden con pérdida de cerca Esta pérdida, sin ser numérica-


de un tercio de su tropa. Pero mente considerable, era en reali-
esa resistencia, aunque corta, ha- dad desanimadora, desde que la
bia sido enérjica, i costó al enemigo tropa i aun algunos oficiales, acu-
la muerte del comandante del ba- saban a los jefes de haber proce-
tallón de Concepcion don Juan Jo- dido con atolondramiento, i des-
sé Campillo, la de otros cinco ofi- concierto. La victoria, sin embar-
ciales realistas que quedaron en el go, les pareció en aquellos prime-
campo i la de un crecido número ros momentos sorprendente i has-
de soldados. Mas adelante sufrió ta decisiva. En el campo hallaron
todavía otras pérdidas, i segun sus algunas banderas, cerca de veinte
propios informes, parece que en la cañones, una gran cantidad de
confusion i la oscuridad sus mis- municiones i equipajes, i muchos
mas columnas se hicieron fuego papeles pertenecientes al estado
unas a otras sin poder reconocer- mayor patriota (2).
se. En la mañana siguiente, cuan-
do fue posible reunir a las parti-
das que se habían diseminado en ble desproporcion que habría entre los
diversas direcciones, i cuando soldados i oficiales que sucumbieron en
Osorio visitó el campo del comba- la jornada. El número de estos últimos
te, se notó la falta de cerca de permite conjeturar que la cifra que da-
trescientos hombres, cuyos cadá- mos en el texto se acerca mucho a la
veres estaban tirados en la llanu- verdad. Los oficiales realistas muertos
ra (1). en Cancharrayada fueron el teniente co-
ronel don Juan José Campillo, comandan-
te del batallón Concepción; don Andrés
Rambaud, primer ayudante del rejimien-
(1) La noticia que damos acerca de to Burgos; don Francisco María Enjuto,
las pérdidas del ejército realista en el capitan del Tejimiento Arequipa; don
combate de Caneharrayada, no consta de Agustín Somonte, teniente del batallon
los documentos de la época, sino de los Concepción; don Simon Aragones, tenien-
informes que en años atrás recojimos de te de lanceros del rei, i don Fernando
boca de los oficiales que servían bajo las Matrorena, cadete de zapadores.
órdenes de Osorio. Don Mariano Torren-
te, que, como sabemos, escribía sobre los (2) El parte de Osorio, que, como de-
datos que le suministraban algunos ofi- cimos en la nota anterior disminuye el
ciales españoles, dice a este respecto lo número de los muertos de su ejército,
que sigue: "La pérdida de los realistas exajera considerablemente el botín de la
no bajó de 300 hombres entre muertos jornada. "Se tomaron al enemigo, dice,
i heridos, inclusos catorce oficiales. " El veinticuatro piezas de artillería de dife-
parte dado por Osorio al virrei del Perú, rentes calibres, con trece obuses de siete
a lo menos en la forma que lo publicó la pulgadas, siendo algunos fundidos en
Gaceta de Lima, dice así: "Esta acción Buenos Aires, varias municiones de ca-
tan brillante costó mui poca sangre, pues ñon, trescientos mil cartuchos de fusil,
en todo el dia no hubo nías que 40 muer- cuatro banderas i entre ellas la insignia
tos i 110 heridos", i nombra en seguida del capitán jeneral, sin otras varias que no
seis oficiales muertos, lo que basta para pudieron salvarse del justo enojo del sol-
desautorizar aquellas cifras por la nota- dado, mas de sesenta cajas de guerra,
110 MEMORIAL DEL EJERCITO

Los prisioneros tomados en el del Lircai. La mayor parte del ejér-


combate no alcanzaban a cincuen- cito pasó al norte de este rio i lle-
ta; pero se habian reunido a los go hasta Panguilemu recojiendo
realistas algunos desertores o re- algunos dispersos i rezagados de
zagados del ejército patriota que los cuerpos patriotas, por los cua-
informaban que éste había sufrido les se supo que una considerable
una dispersion completa, que el su- division de éste se retiraba ordena-
premo director O'Higgins iba heri- damente hácia el norte. El impe-
do en el brazo derecho, i que todo tuoso Ordoñez, creyendo que era
parecía anunciar que la reorgani- posible alcanzarla i batirla, orga-
zación de esas tropas seria impo- nizó apresuradamente esa misma
sible. Todas estas noticias estimula- tarde una columna respetable de
ban a los jefes realistas a acelerar fuerzas de las tres armas; i en la
la persecucion de los patriotas para mañana siguiente (21 de marzo),
aprovechar las ventajas de la victo- se ponia en marcha a su cabeza.
ria; pero, como vamos a verlo, no Esa columna, compuesta del reji-
les fué posible hacerlo por falta de miento Infante don Cárlos, del ba-
elementos de movilidad, mas que tallon Concepcion (3), de los dos
por impericia, como contaron mas escuadrones de dragones de la
tarde algunos de los oficiales para frontera i de tres cañones de mon-
acusar a Osorio. taña, avanzó ese dia hasta Que-
El ejército realista no se hallaba chereguas, adonde llegó al ano-
en estado de emprender inmediata- checer, cuando la división patrio-
mente el movimiento precipitado ta que se proponía batir habia
que exijia la persecucion del enemi- acampado en Chimbarongo, diezi-
go. Fatigado con las marchas i con- seis leguas mas al norte. A pesar
tramarchas de los dias anteriores, de su arrogante confianza, Ordo-
i mas aun con el ataque de la no- ñez no se atrevió a pasar adelan-
che anterior que no le habia per- te, i se resignó a esperar allí la
mitido tomar algunas horas de des- reunion de todo el éjército. Las no-
canso, escaso de caballos, i sin po- ticias que recojian sus esplorado-
der renovar los que se hallaban es- res, dejaban comprender que las
tropeados, tenia ademas que reco- tropas patriotas habian comenza-
jer el botin tomado al enemigo, que do a reorganizarse, i que era im-
reparar su propio material, i que prudente atacarlas con una sola
atender a su reorganizacion. El 20 division.
de marzo, sin embargo, se mantuvo Osorio, entretanto, habia pasa-
todo el dia sobre las armas cerca do ese dia en Talca, ocupado en la
reorganizacion de su ejército i del
sus equipajes, papeles i correspondencias,
una crecida cantidad de grillos i cadenas, (3) Por muerte del comandante Cam-
destinadas sin duda para los oficiales que pillo en el combate de Cancharrayada, se-
hiciesen prisioneros. " Es posible que es- gun contamos antes habia tomado el man-
tas exajeraciones no se hallasen en el par- do de ese batallón el sarjento mayor don
te orijinal de Osorio i que fueran agre- Ramón Jimenez Navia, el mismo que lo
gados al publicar este documento en la había entregado al ejército realista en
Gaceta de Lima. marzo de 1813.
MEMORIAL DEL EJERCITO 111

material de guerra, i despachando te del actual pueblo de Rengo.


su correspondencia para Concep- Hasta entónces no habia hallado
cion i para el Perú, a fin de co- resistencia en ninguna parte. Los
municar el triunfo alcanzado por campos parecían tranquilos i casi
sus armas en la noche del 19. Tan- desiertos, i en todos aquellos luga-
to él como la mayoría de los jefes res no se veia un solo soldado pa-
que servían bajo sus órdenes, pa- triota; pero los caminos estaban
recian creer hasta entonces que la encharcados en muchos puntos por
derrota i dispersion de los patrio- el desbordamiento intencional de
tas, eran completas i definitivas, los canales i acequias. Miéntras
que éstos no podrían reorganizar tanto, los movimientos de los rea-
sus fuerzas para presentar una listas eran observados a la distan-
nueva batalla, i que por tanto no cia por las partidas de caballería
habia motivo para fatigar el ejér- • que San Martin habia dejado a
cito realista con una marcha pre- cargo del valiente i activo coman-
cipitada, negándole el descanso que dante Bueras. Evitando éstas el
tanto necesitaba. Solo el 22 de comprometerse en combate aven-
marzo comenzaron a moverse las turados, seguían retirándose gra-
tropas que habían quedado a ori- dualmente hacia el norte, i obser-
llas del Lircai, i dos dias despues vando a la distancia la marcha del
se ponia en marcha el jeneral en enemigo.
jefe. Estos movimientos que ha- El 30 de marzo Bueras se halla-
brian debido ser ejecutados con ba ya cerca de las orillas del Ca-
mucha rapidez para sacar venta- chapoal. Uno de los oficiales que
jas de la victoria, fueron, sin em- servían bajo sus órdenes, el capi-
bargo, bastante lentos, ya sea por tan don Miguel Ca jara villa, divisó
la falta de caballería i por la nece- una guerrilla de diez dragones ene-
sidad de procurar a las tropas un migos que se adelantaba tranquila-
descanso, que habia llegado a ha- mente, con intencion, sin duda, de
cerse indispensable, i de reparar su reconocer el paso de ese rio. A la
equipo, como sostenía Osorio, y no vista de las fuerzas patriotas, los
por vacilacion i debilidad de este esploradores realistas se replega-
jeneral como mas tarde se lo repro- ron precipitadamente i fueron a
charon sus acusadores. Sea de ello reunirse a un destacamento mas
lo que se quiera, el hecho es que considerable que habia quedado
solo el 25 de marzo se halló atras. Esto no salvó a aquella fuer-
reunido todo el ejército realista za de un vigoroso ataque. Ponién-
en ámbas orillas del rio Claro, en- dose á la cabeza de los sesenta ji-
tre los caseríos de las haciendas de netes que mandaba, el valiente
Parga i de Quechereguas. Ca jara villa cargó impetuosamen-
Desde este punto la marcha del te sobre los dragones realis-
ejército realista se regularizó con- tas, i los dispersó en poco rato,
siderablemente, i se hizo tambien persiguiéndolos largo trecho, ma-
mucho mas rápida. El 26 de marzo tándoles algunos hombres i tomán-
pasaba el rio Teno, el 27 acampa- doles un prisionero (4). Esta pe-
ba en Chimbarongo, el 28 en San
Fernando i el 29 llegaba a la ha- (4) Parte de Bueras, de 30 de marzo.
cienda de Mendoza, un poco al nor- Con esta comunicacion el comandante pa-
112 MEMORIAL DEL EJERCITO

queña escaramuza, que fue mui ce- Rancagua (5). Aunque en aquellos
lebrada por los patriotas, i que sir- contornos se hallaban algunas par-
vió, en efecto, para afirmar la con- tidas patriotas que observaban
fianza de sus tropas, no podía te- aquellos movimientos, se retiraron
ner en realidad, una importancia cautelosamente hacia el norte, de-
verdadera en la marcha de las ope- jando a los realistas en completa
raciones. Así fué, en efecto, que tranquilidad. El 1º de abril conti-
esa misma tarde pasaba Bueras el nuaban éstos su marcha; i sin ha-
Cachapoal con todas sus fuerzas, i llar obstáculo alguno, pasaron la
en la mañana siguiente lo atrave- Angostura de Paine, donde habían
saba el ejército de Osorio sin ha- temido hallar alguna resistencia, i
llar sérias dificultades. Los patrio- en la tarde llegaban a acampar a la
tas habían cortado los puentes col- hacienda de Hospital, a cinco le-
gantes que allí tenían, pero en esa guas solamente del rio Maipo. Al-
estacion el rio arrastra poca agua, gunos de los oficiales que acompa-
i ofrecía paso fácil por varios pun- ñaban a Osorio, perfectamente co-
tos. nocedores de aquella localidad, i
Los jefes realistas parecían aun relacionados con muchos de sus
ahora empeñados en recuperar el pobladores, pudieron recojer esa
tiempo perdido, i esperaban caer noche noticias seguras acerca de la
sobre el enemigo ántes que éste se situacion de los patriotas.
hubiera repuesto del pánico pro- Se supo entónces que éstos esta-
ducido por la sorpresa de Cancha- ban acampados al sur de Santia-
rrayada i reorganizado sus fuer- go; que sus partidas de caballería
zas. El paso del rio Cachapoal i el recorrían el llano de Maipo; que
trasporte de su tren, que habría acordonaban este rio en el punto
sido muy embarazoso en la época que era atravesado por el camino
del derretimiento de las nieves de público, i que habían cortado el
la cordillera, no los detuvo más puente colgante que allí existia.
que algunas horas: i en la tarde Pero se supo tambien que tres le-
del 31 de marzo acampaba todo el guas mas abajo habia un vado fá-
ejército tres leguas al norte de cil i seguro, sobre todo en esa esta-
cion, i que tomando ese rumbo era
posible llegar, mediante un corto
triota envió a Santiago al soldado realis- rodeo, hasta la. capital por el lado
ta que habia caido prisionero i la casa- del oeste, sin empeñar combate i
ca de un oficial enemigo muerto en ese dejando burlado al ejército patrio-
combate. Tanto el parte de Bueras como ta, que se habia establecido al sur
la proclama en que San Martin anunció de ella. Con arreglo a estos infor-
a sus tropas el 31 de marzo ese pequeño mes, se decidió la continuación de,
triunfo como preliminar de una gran vic- la marcha. En la mañana del 2 de
toria, han sido reproducidos por el je-
neral Guido entre los documentos del ar-
tículo Reminiscencias. El historiador To- (5) El ejército realista estuvo acam-
rrente, que conoció este pormenor, refie- pado esa noche cerca del Pan de Azúcar,
re que la exibición de esos despojos en cerro de forma cónica bastante regular,
el campamento patriota, sirvió sobrema- situado casi al lado del camino, a unos
nera para infundir aliento a las tropas. catorce kilómetros al norte de Rancagua.
MEMORIAL DEL EJERCITO 113

abril, el ejército, guiado por hom- En una o dos jornadas mas,


bres prácticos del terreno, se apar- hechas con la misma regularidad,
tó del camino público, i dirijién- el ejército realista habria podido
dose al noroeste, al traves de los llegar a Santiago, si el ejército pa-
campos de Viluco, se acercó al rio triota no hubiera salido a su en-
Maipo en el vado de Lonquen. Co- cuentro.
mo se le habia anunciado, allí no
halló tropa enemiga, ni embarazos 2. —Movimiento de los dos ejérci-
de ningun jenero, i el paso del rio tos en los primeros días de
no ofrecía la menor dificultad. En abril.
la tarde del mismo dia, el ejército
realista lo atravesaba tranquila- 2. —El ejército patriota conti-
mente, i tomaba posiciones en la nuaba, entretanto, reorganizándo-
orilla derecha, cerca de la falda de
los cerros de la Calera, en el punto (fines de julio i principios de agosto) lo
denominado el Mirador de Tagle, atendió con las mas esmerada hospitali-
por una construccion de esta cla- dad. Ruiz Tagle era tenido por patriota,
se, que el poseedor de esa hacien- i como tal, gozaba de las consideraciones
da habia levantado en ellos (6). del gobierno.
La noticia del desastre de Cancharra-
yada los sorprendió en su hacienda de la
(6) La hacienda de la Calera, anti- Calera, al lado de su familia. Creyendo,
gua propiedad de los jesuítas, formaba como creyeron, muchos patriotas, que la
entónces parte del mayorazgo, del cual causa de la revolución de Chile estaba
era poseedor don Francisco Ruiz Tagle, perdida para siempre, i no queriendo
diputado que habia sido al congreso de aventurarse en una emigración, que ha-
1811, i primer gobernador político de San- bria sido la ruina de su familia i la pér-
tiago en 1817, después de la victoria de dida de la ventajosa i cómoda posición
Chacabuco. Patriota frió i poco dispues- que ocupaban en Chile, prefirió alcanzar
to a contraer compromisos que pudieran el favor de Osorio, a quien habia trata-
envolverlo en dificultades i hacerlo obje- do en Santiago en 1815. Le escribió ofre-
to de las persecuciones, habia vivido tran- ciéndole sus servicios, lo atendió cuando
quilamente en Santiago bajo el réjimen el jeneral realista estuvo en su hacien-
de la reconquista española, sin sufrir des- da (los dias 2 i 3 de abril) i le regaló un
tierro ni persecución, como sufrieron ca- hermoso caballo. La imajinacion popular,
si todos los patriotas, Despues de haber al cabo de estos hechos, los adornó con
servido por corto tiempo al gobierno de la fábula de que ese caballo estaba herra-
Santiago, en febrero de 1817 el mayoraz- do con herraduras de plata. San Martin i
go Ruiz Tagle vivio alejado de toda in- O'Higgins tuvieron, después de la victo-
jerencia en los negocios públicos, pero ria de Maipo, noticia cabal i documenta-
cultivando relaciones de cortesía con los da de las relaciones que habían mediado
hombres de gobierno. Cuando el estado entre Osorio i Ruiz Tagle, pero conside-
de la salud de San Martín inspiró serios rando inútiles i aun perjudiciales las per-
cuidados, i cuando los médicos recomen- secuciones que se ejercían entónces por
daron a éste que se tomase una tempora- actos de esa clase, parecieron echarlas en
da de campo, para reponerse en el des- olvido, i aun confiaron mas tarde a aquél
canso, Ruiz Tagle lo llevó a su hacienda algunas comisiones en servicio de la cau-
de la Calera, i durante dos o tres semanas sa de la patria.
114 MEMORIAL DEL EJERCITO

se en el campo de instruccion que, division conducida por Las Heras


segun dijimos ántes, se habia es- i, los dispersos reunidos en varios
tablecido una legua al sur de la puntos del camino montaban solo
capital. Las noticias que allí lle- a poco mas de cuatro mil soldados
gaban acerca de los movimientos veteranos, en vez de los seis mil
del enemigo, fueron en los princi- seiscientos que formaban el ejér-
pios vagas i contradictorias. El cito de operaciones al abrirse la
29 de marzo se creia en Santiago campaña. Aquellas fuerzas fueron
que Osorio no habia salido de Tal- engrosadas con el batallon de In-
ca, i que sus tropas, disminuidas fantes de la Patria i con una com-
por las pérdidas sufridas en el pañía de artilleros, que acababan
combate i por la desercion consi- de llegar de Valparaíso, i con la
guiente, no habían podido picar la base de otro cuerpo de infantería
retirada a las fuerzas patriotas que desde un mes atras habia co-
(7). Aun circuló el rumor, creído menzado a organizarse en Santia-
por muchas personas, de que el go (8). Con estos refuerzos, el
ejército realista, imposibilitado ejército acampado al sur de la ca-
para continuar la campaña, estaba pital habia llegado a contar cerca
retirándose al sur del Maule. En de cuatro mil seiscientos hombres,
la noche del 30 de marzo, un par- divididos en nueve batallones de
te, enviado por el comandante Bue- infantería, ocho escuadrones de ca-
ras desde las orillas del Cachapoal, ballería i tres brigadas de artille-
llegó a tiempo para desvanecer ros. Con las piezas traídas de Val-
esas ilusiones, haciendo saber que paraíso, i las que se sacaron de
el enemigo ocupaba a San Fernan- Santiago, se alcanzó a completar
do i que sus esploradores se ha- un parque de veintiun cañones. En
bian dejado ver en la Requinoa. el campamento se situaron, ade-
Esta noticia, confirmada en las mas, algunos destacamentos de mi-
primeras horas de la mañana si- licias, que servían en la conducción
guiente con el parte referente al de bagajes, i en diversas comisio-
combate de avanzada, que hemos nes en varios puntos cercanos pa-
referido mas atras, vino a demos- ra reconocer los movimientos del
trar que el desenlace de aquella si- enemigo i para atacar las partidas
tuacion no podia tardar una se- volantes que éste adelantase.
mana mas. Dia a dia i casi hora a El número de estas tropas, su
hora, se recibieron desde entónces equipo regular i ordenado, que se
en el campamento patriota noti- remontó con los depósitos que ha-
cias exactas de la marcha del ene-
migo.
Desde ese momento, los trabajos (8) Era éste el batallon número 4 de
de organizacion militar se hi- Chile, que habia comenzado a organizar-
cieron mucho mas activos. Las tro- se bajo el mando del coronel don Pedro
pas salvadas del desastre de Can- Ramon Arriagada. Muchos de los solda-
charrayada, incluyendo en ellas la dos reunidos para este cuerpo, fueron
agregados al batallón número 3, que des-
pues de Cancharrayada, donde le cupo la
(7) Oficio de Guido al gobierno de peor parte, habia quedado reducido a mé-
Buenos Aires de 29 de marzo. nos de 200 hombres.
Detalle de la placa en el monumento recordatorio que se alza en Maipú.

bia en Santiago, distribuyéndoles, jencia para levantar el espíritu de


en efecto, un vestuario nuevo a ca- sus tropas i para estar perfecta-
si todas ellas, i el espíritu que do- mente preparado, lo incitó tambien
minaba entre los jefes, oficiales i a dictar las medidas que juzgaba
soldados, daban suficientes moti- necesarias para hacer ménos de-
vos para presajiar una victoria. El sastrosa una derrota posible, i pa-
pequeño combate empeñado carca ra facilitar la retirada de los res-
del rio Cachapoal entre las avan- tos del ejército. Creyendo que en
zadas de los ejércitos belij erantes, caso de efectuarse esa retirada, se-
habia infundido a los patriotas co- ria preciso tomar el camino de
mo contamos ántes la conviccion Uspallata para acojerse a Mendo-
de que a pesar del último desastre, za, San Martin pedia al supremo
se conservaba intacta su superio- director, el 31 de marzo, que hi-
ridad. San Martin, sin embargo, ciera colocar cien mil cartuchos de
cauteloso siempre, i mas cauteloso fusil en Santa Rosa de los Andes, i
ahora, despues de haber esperi- otros tantos doce leguas mas ade-
mentado en ese mismo ejército los lante en la Guardia de cordillera.
terribles efectos de la sorpresa i En cumplimiento de este plan,
del pánico, se mostraba mas des- O'Higgins dió el mismo dia al go-
confiado que de costumbre; i si bernador de ese distrito la órden
bien creia que todas las probabili- de tener acuarteladas las milicias
dades de victoria estaban de parte provinciales, i de colocar destaca-
de los patriotas, recelaba que, por mentos de cincuenta o de cien hom-
una causa o por otra, pudiera ocu- bres en Huechuraba, en el porte-
rrir un fracaso. Esta desconfianza, zuelo de Colina i en la cuesta de
que lo excitaba a no omitir dili- Chacabuco a cargo "de oficiales
116 MEMORIAL DEL EJERCITO

del mayor honor, que en un caso demora a Coquimbo para preparar


adverso, decia, puedan protejer la en los caminos de tierra los medios
emigracion, impedir la dispersion de facilitar esa retirada. "Las pre-
de la tropa, evitar la reunion de cauciones tomadas para un caso
partidas enemigas, i que, haciendo funesto, son siempre prudentes en
correrías, limpiasen los caminos un jeneral, aun cuando tenga en
de salteadores i de cualesquiera su favor la superioridad de las ar-
malvados". mas, decia el director supremo al
Pero O'Higgins creía que cual- coronel Cruz, en oficio de 1º de
quiera que fuese la importancia del abril. Por ello es que he acorda-
desastre que pudiera sufrir el ejér- do por punto de retirada la ciudad
cito en la próxima batalla siempre de Coquimbo. La distancia en que
tendría Chile elementos i recursos está situada esta plaza, pide que
para prolongar la guerra i para se preparen escalones de subsisten-
vencer en un tiempo mas o ménos cias para la tropa a quienes aque-
corto. Conservando su fe inque- lla proteja. La premura del tiem-
brantable en el triunfo de la revo- po solo puede vencerse con una ac-
lucion, i resuelto a cualquier sacri- tiva dilijencia, fruto de un vivo ce-
ficio para alcanzarlo, O'Higgíns lo, como el que a V. S. caracteriza.
quería evitar las continjencías de En consecuencia, deberá salir en
una nueva emigracion, o si acepta- el dia para desempeñar esta impor-
ba ésta, era solo para las familias tante comision, apostando, desde
que podían sufrir las insolentes ve- las cercanías de esta ciudad hasta
jaciones de los vencedores. Creia la citada de Coquimbo, en puntos
que todo hombre en estado de car- contiguos, milicias, municiones de
gar las armas, debia quedar en Chi- guerra i boca, caballería para el
le para hostilizar incesantemente trasporte i todo lo demas que se
al enemigo, i pensaba que en las considere necesario a este impor-
provincias del norte, donde no se tante objeto (9). " Cruz habia co-
habian hecho sentir los estragos de menzado a desempeñar esta comi-
la guerra, se abría un campo pro- sion, cuando los sucesos que vamos
picio para la defensa nacional. En a contar vinieron a hacerla inne-
esta conviccion, resolvió que, en ca- cesaria.
so de un desastre, las tropas se re- Las noticias que seguían llegan-
tirasen al norte, designando al do al campamento patriota, deja-
efecto, la ciudad de la Serena para ban ver que el ejército realista se-
centro de la reorganizacion mili- guia avanzando rápidamente. Los
tar. Así, al mismo tiempo que des- esploradores que San Martín tenia
pachaba a Valparaíso al capitan colocados al sur del rio Maipo, co-
don Guillermo Miller para que to- municaron en la mañana del 2 de
mase posesion de una fragata in-
glesa que acababa de comprar el
gobierno, i para que alistase ésta i (9) Este oficio, como los demas que
los otros buques disponibles para espidió O'Higgins en esos dias, lleva la
trasportar al norte los restos del firma del intendente de Santiago don
ejército que se salvasen de la de- Francisco de Borja Fontecilla, autorizado
rrota, dispuso que el coronel don para ello, como contamos ántes, por de-
Luis de la Cruz se trasladase sin creto de 26 de marzo.
MEMORIAL DEL EJERCITO 117

abril, que el enemigo, separándose vamente, por el coronel don Juan


del camino recto que conducía a la Gregorio de Las Heras (el de la
capital, se habían inclinado al oes- derecha); por el teniente coronel
te para ir a buscar el vado de Lon- Rudesindo Alvarado (el de la iz-
quen. Esta noticia, confirmada po- quierda) i por el coronel don Hi-
co mas tarde, dejaba presumir el larion de la Quintana (el de la re-
plan bien combinado de burlar al serva). Los cuatro escuadrones de
ejército patriota mediante un ro- granaderos a caballo fueron colo-
deo ejecutado a la distancia, para cados en el flanco derecho, i los
llegar por el lado de la Calera, San- cuatro de cazadores en el flanco
ta Cruz i Espajo hasta el camino de izquierdo, reservando solo un cor-
Valparaíso, i caer sobre Santiago to destacamento de jinetes lance-
por su costado occidental. San Mar- ros a retaguardia para el servicio
tin, que, hallándose convalenciente, del estado mayor (10). Todo aquel
habia recorrido esos campos en ju-
lio i agosto del ario anterior, en bus-
ca de descanso, sin sospechar que
pudieran ser el teatro de una bata- (10) Hé aquí la distribución de los
lla, los conocía suficientemente; pe- cuerpos del ejército, con los nombres de
ro tenia ademas a su servicio algu- los jefes que los mandaban.
nos hombres que los habían recorri- "División de la derecha". —Jefe, coronel
do en todas direcciones i que podían Las Heras. Batallones número 11 (coman-
dar noticia sobre sus menores ac- dante, Las Heras); cazadores de Coquim-
cidentes. Comprendiendo inmedia- bo (comandante Thompson), e infantes
tamente el plan del enemigo, San de la Patria (comandante Bustamante);
Martin puso en movimiento su ejér- cuatro escuadrones de granaderos a caba-
cito el mismo dia 2 de abril, i ade- llo (comandante, Zapiola), i una batería
lantándose una legua i media há- de ocho cañones de la artillería de Chi-
cia el sur, fue a colocarlo sobre una le (comandante, Blanco Encalada).
estensa loma conocida yo* les cam- "División de la izquierda". — Jefe, te-
pesinos con la denominación de niente coronel Alvarado. Batallones nú-
"los cerrillos" en un punto, i de la mero 2 (comandante, Cáceres); número
"Loma blanca" en otro. Allí, un po- 8 (comandante, Martínez); cazadores de
co al este del sitio en que se reu- los Andes (comandante, Alvarado); cua-
nen en uno solo los caminos que tro escuadrones de cazadores a caballo
conducen de Lonquen i de Melipi- (comandante, Freire); una batería de
lla, tendió sus tropas en orden re- nueve cañones de artillería de Chile (co-
gular de batalla, para defenderse, mandante, Borgoño).
si era atacado, o para hacerlas "División de reserva", situada tres cua-
avanzar hacia el oeste, si el enemi- dras a retaguardia de la línea. — Jefe, co-
go persistía en su plan de dirijir- ronel don Hilarion de la Quintana. Bata-
se por ese lado hasta Santiago. llones número 1 (comandante, Rivera);
El ejército patriota., activamen- número 3 (comandante, Lopez); número 7
te reorganizado, estaba, dividido en (comandante, Conde); un pequeño desta-
tres grandes cuerpos, compuestos camento de cazadores lanceros de la es-
cada uno de ellos de tres batallo- colta, i una batería de cuatro cañones de
nes de infantería i de una brigada la artillería de los Andes. (comandante,
de artillería, i mandados, respecti- Plaza).
118 MEMORIAL DEL EJERCITO

campo quedó dispuesto para espe- bastante precisas, de lo que debian


rar una batalla que no debía tar- hacer, cualquiera que fu-ase la for-
dar mas de tres o cuatro dias. Las ma del combate. Esas instruccio-
tropas no podían apartarse un ins- nes establecían el plan de señales
tante de la formacion, i pasaban la por las cuales podrían los jefes de
noche entera sobre las armas. En cuerpo comunicarse con el cuartel
el edificio ocupado por un molino, jeneral i recibir sus órdenes, reco-
a unos dos kilómetros mas atras mendaban las medidas convenien-
del ejército, quedó establecido el tes para conservar la rigurosa dis-
hospital de sangre, a cargo de los ciplina en el combate, regularizar
cirujanos militares. El plan de ba- el ataque, mantener las distancias
talla dependía da la manera como para no envolverse entre sí, i para
se presentara el enemigo, ya fuera obrar en ciertos casos sin esperar
atacando de frente, ya continuan- órdenes superiores cuando fuera
do su marcha a la distancia por el necesario a los cuerpos auxiliarse
flanco derecho de los patriotas, en unos a otros, o para precipitar la
cuyo caso éstos tendrían que cam- carga cuando hubiere necesidad de
biar de posicion para salirle al en- ello. "Los señores jefes del ejérci-
cuentro. San Martin, sin embargo to, dice el artículo 16, deben estar
dió allí mismo a los jefes de cuer- persuadidos de que esta batalla va
po instrucciones jenerales, pero a decidir la suerte de toda la Amé-
rica, i de que es preferible una
muerte honrosa en el campo del ho-
nor a sufrirla por mano de nues-
tros verdugos. Yo estoi seguro de la
Jefe de la infantería de las dos prime- victoria con la ayuda de los jefes
ras divisiones, brigadier jeneral don An- del ejército; á los que encargo ten-
tonio Gonzalez Balcarce. gan presentes esta observaciones"
Jefe de toda la caballería i de la infan- (11). San Martin i los jefes que
tería de la reserva, el mismo jeneral don
José San Martin.
El estado mayor, el cuerpo médico i
los demas sevicios militares estaban or-
ganizados, con mui cortas variaciones, co- (11) Don Cárlos Calvo, en sus Ana-
mo lo estuvieron al abrirse la campaña les Históricos de la revolucion de la
el mes anterior, segun contamos ántes. América latina, tomo IV, pájina 62, ha
El lector comprenderá mejor esta dis- publicado las instrucciones dadas por San
tribución del ejército, sus primeros mo- Martín a los jefes del ejército en las vís-
vimientos i las posiciones que tomó, exa- peras de la batalla de Maipo, segun un
minando el plano adjunto, que hemos borrador que existía entre los papeles de
formado con todo el esmero posible, en ese jeneral. Ese borrador, que consta de
vista del que levantó entónces el distin- nueve artículos no es, en realidad, mas
guido injeniero militar don Alberto Ba- que un estracto o resumen de las verda-
cler d'Albe. Nosotros hemos sido ayuda- deras instrucciones, que son formadas por
dos en este trabajo de confrontación i diezinueve artículos, de los cuales solo
dibujo de planos, por el jóven injeniero copiamos uno en el texto, por cuanto los
don Cárlos Soza Bruna, autor de los demás son de carácter puramente disci-
tres que acompañan el presente volúmen. plinario i militar.
MEMORIAL DEL EJERCITO 119

estaban a sus órdenes, presentían 3. —Alarma en Santiago la víspera


perfectamente la importancia que de la batalla.
aquella batalla iba a tener en los
destinos futuros de la revolucion 3. —Reinaba entretanto en San-
americana. tiago una intranquilidad que es ca-
Ese primer movimiento de avan- si imposible describir. Todos sus
ce del ejército patriota desconcer- pobladores sabían que la batalla
tó en cierto modo a los jefes rea- que debia empeñarse de un mo-
listas, que creían que aquél, des- mento a otro, iba a decidir de la
provisto de fuerzas para salir de suerte de la ciudad i probablemen-
una actitud estrictamente defensi- te de la revolucion chilena. Aun-
va apoyándose en los barrios del que en Santiago quedaban algu-
sur de la capital, podia ser burla- nas familias decidamente afecta-
do por la marcha emprendida pa- das al viejo réjimen, que anhela-
racaer sobre ella por el costado oc- ban con ardor i que esperaban con
cidental. En la mañana del si- fe incontrastable el restablecimien-
guí-ante dia, 3 de abril, pudieron to del gobierno del reí, aunque ha-
conocer mejor que la resistencia bia un número considerable de
que iban a hallar era mucho mas personas que por ignorancia o por
séria de lo que habían creído. egoísmo eran indiferentes en aque-
Cuando el ejército realista quiso lla gran contienda, la inmensa ma-
continuar su marcha, sus partidas yoría de la población se habia ple-
de avanzada recibieron el fuego de gado al partido de los independien-
algunas guerrillas patriotas que se tes i hacia votos por su triunfo en
habían adelantado hasta los cerros la próxima jornada. Los unos i los
de la Calera. Esta actitud, sin in- otros, así los partidarios del reí i
ducirlo a abandonar su plan, obli- los indiferentes como los patriotas,
gó, sin embargo, a Osorio a redo- temian las violencias de la plebe,
blar sus precauciones i disminuir que segun se creia, estaba ávida
la rapidez que en los dias anterio- de saqueo, temerosos todos de que,
res ha. bia impreso a su marcha. En vencedores los realistas i abando-
la tarde acampaba en los contor- nada la ciudad por las fuerzas de
nos del espacioso caserío de la ha- milicia que la guarnecían, iban a
cienda de la Calera; i el dia si- ser necesariamente el teatro de los
guiente, 4 de abril, persistiendo mas espantosos desórdenes. La de-
siempre en su plan de caer sobre vocion arraigada i tradicional de
Santiago por el costado del oeste, los habitantes de Santiago, se ma-
siguió su marcha hácia Espejo, sos- nifestó en esos dias por medio de
teniendo el ataque combinado de la rezos i plegarias incesantes dentro
guerrillas patriotas i sin poder pa- de cada casa, i por mandas i obse-
sar mas allá de las cercanías de esta. quios a los santos (12).
hacienda. "Todos los movimientos
del enemigo decia San Martin, pa- (12) El comerciante ingles Haigh, que
recian dirijidos a doblar en distan- se hallaba entónces en Santiago, al re-
cia nuestra derecha, amenazar la ferir en el capítulo IX del libro citado
capital, poder cortarnos las comu- los sucesos ocurridos aquí en esos dias,
nicaciones de Aconcagua i asegu- cuenta con cierta ironía algunos de esos
rarse la de Valparaiso". actos de sencilla devoción.
120 MEMORIAL DEL EJERCITO

O'Higgins, herido i afiebrado, quintas. O'Higgins mandó abrir


desplegó en esos dias una prodijio- anchos fosos en todas las bocas ca-
sa actividad. Visitó el campamen- lles que llegaban a esa avenida i en
to situado al sur de Santiago, reu- las inmediatas del lado del sur, co-
nía empeñosamente cuanto se nece- locando en las casas vecinas des-
sitaba en el ejército, reconcentra- tacamentos de milicianos que, pa-
ba las milicias que llegaban de va- rapetados en los edificios, podían
rias partes, i al mismo tiempo que defender esos pasos. El jefe supe-
mantenía el orden interior por me- rior de policía o intendente de San-
dio de patrullas, repartía centine- tiago, don Francisco de Borja Fon-
las en los afueras de la población tecilla, desplegó en la ejecucion de
para impedir que llegasen emisa- esos trabajos una grande activi-
rios del enemigo o que éste pudiera dad, i ántes de dos dias esas calles
adelantar cautelosamente algunas estaban foseadas convenientemen-
partidas. Todas estas providencias te para hacer imposible el tráfico
eran insuficientes para calmar la de caballería i aun difícil el de in-
inquietud, i los comerciantes cerra- fantería. El director supremo,
ban sus almacenes, reforzando las acompañado por el comandante je-
puertas con trancas i barrotes, ba- neral de armas don Joaquín Prie-
jo el temor de un saqueo que pare- to, recorría a caballo los puestos
cía inminente, i armaban a sus de- de milicianos colocados en esos lu-
pendientes para defenderse del gares i los cuarteles en que se man-
asalto que temían. Sin embargo to- tenían otros destacamentos sobre
do aquello no pasó de una simple las armas i listos para acudir al
alarma, i las medidas adoptadas punto que se viese amenazado. Si
por las autoridades bastaron para esas tropas colecticias, faltas de
mantener el órden público. disciplina e imperfectamente ar-
El 2 de abril se supo en la capi- madas, no estaban dispuestas para
tal que el ejército realista había entrar en combate en campo
pasado el rio Maipo por el lado de abierto, dejaban esperar que en
la Calera, i que, segun hacia sos- esas condiciones podrían defender
pechar ese movimiento, su inten- ventajosamente la ciudad.
cion era caer sobre la capital por el En la noche del 4 de abril fué
oeste, dejando burlado al ejército todavía mucho mayor la alarma i
patriota, que !a defendía por los la- la inquietud. Se sabia que esa tar-
dos del sur. Este anuncio aumentó de el ejército realista habia acam-
la turbacion jeneral. Aunque todo pado a cuatro leguas escasas de
hacia presumir que los realistas se- Santiago, i que a pesar de que los
rian atajados en su marcha, i que patriotas estaban situados a cor-
tendrían que empeñar una batalla ta distancia al lado del oriente, po-
ántes de llegar a la ciudad, se tra- dia mui bien aquél, aprovechando
tó de poner a ésta a cubierto de un la oscuridad de la noche, avanzar
golpe de mano que podia ejecutarse hácia el norte, o a lo ménos ade-
de sorpresa. Santiago tenia entón- lantar una division que llegase has-
ces por límite occidental un cami- ta el camino de Valparaíso, desde
no público que hoi forma la calle donde le habría sido fácil atacar la
que llamamos de Negrete, pasada capital i talvez apoderarse de ella.
la cual comenzaban las chácaras i En prevision de ese peligro, se co-
MEMORIAL DEL EJERCITO 121

locaron centinelas en todas las bo- ciudad; i como no observara movi-


cacalles de la ciudad, se doblaron miento alguno de ataque, duran-
las patrullas i se adoptaron las me- te la noche, al amanecer hizo un re-
didas de precaucion i de vijilancia conocimiento en los caminos inme-
que era posible tomar con los esca- diatos, sin divisar un solo enemigo.
sos elementos de defensa de que se Era efectivo, sin embargo, que un
podia disponer. cuerpo del ejército enemigo a car-
Estos temores no eran, como po- go del coronel Primo de Rivera ha-
dria creerse, una simple quimera bia intentado acercarse a la ciudad
inventada por el miedo. A las nue- por ese lado; pero la profunda os-
ve de la noche llegó a Santiago el curidad de la noche fue causa de
comandante de injenieros don Al- que se estraviara en su marcha, i
berto Bacler d'Albe. Venia del cam- de que, no pudiendo acertar con los
pamento, i traia la noticia de que, caminos vecinales o simples sende-
segun los informes de los espías, ros que habrían debido conducirlo a
una division del ejército realista las cercanías de Santiago, regresó
se habia adelantado en direccion a a su campo en la madrugada si-
Santiago, i de que probablemente guiente.
llegaría ántes de dos horas. Ba-
cler d'Albe no creia que ese movi- 4. —Batalla de Maipo: el ejército
miento asegurase la victoria del realista es batido i obligado
enemigo, pero sí temia que aquella a abandonar sus posiciones.
division, entrando de sorpresa a la
ciudad, pudiera producir una gran 4. —Los dos ejércitos, separados
perturbacion i tal vez apoderarse por una distancia de seis kilóme-
del director supremo. En conse- tros escasos, habían pasado aque-
cuencia, pedia a O'Higgins que lla noche sobre las armas. Un es-
abandonase la ciudad i que se aco- cuadron de cazadores a caballo
jiese al campamento patriota, don- mandado por el coronel Freire, i
de su persona estaría libre de un otro de granaderos bajo las órde-
golpe de mano. "Eso nó, dijo nes del comandante don José Me-
O'Higgins. Yo debo quedar aquí, i lian, sostuvieron un constante tiro-
si el enemigo nos ataca, me halla- teo con los dragones de Morgado,
rá en mi puesto (13)". El coronel Al venir el dia, todo el ejército rea-
don Joaquín Prieto fué a ponerse lista se puso en movimiento, ocupó
al frente de los milicianos que res- las casas de la hacienda de Espejo
guardaban la parte occidental de la i sus contornos i, casi sin demora
ni vacilacion, continuó su mar-
cha hácia el noroeste, obligando a
(13) El viajero Haigh, que ha consig- las avanzadas enemigas a reple-
nado estos hechos, refiere en el capítulo garse hácia su campo. Osorio pa-
X de su libro que se halló presente en la recía persistir en su plan de pasar
conferencia entre O'Higgins i Bacler adelante por una marcha de cir-
d'Albe. En la relación de estos sucesos, cunvalacion ejecutada a distancia
nosotros tomamanos por guia el diario del por el flanco derecho del ejército
oficial de milicias don Pedro N. Sepúl- patriota, e ir a ocupar el camino
veda, que servia al lado del supremo di- entre Santiago i Valparaíso. Ese
rector. plan, aun dado que no hubiera po-
122 MEMORIAL DEL EJERCITO

dido ocupar la capital, le habría to de lo que yo pensaba. El sol que


permitido en caso de un contraste comienza a asomar en la cordille-
contar con un lugar de retirada en ra va. a ser testigo de nuestra vic-
ese puerto, bloqueado a la sazon toria. " "Cuando vi que el enemigo
por la escuadra española. trataba de practicar ese movimien-
Advertido por el coronel Freire to, dice el mismo San Martin al
de este movimiento de los realis- describir los sucesos de ese dia,
tas, se adelantó San Martin, cuan- crei que era el instante preciso de
do apenas amanecía, a hacer un re- atacarlo sobre su marcha, i poner-
conocimiento personal. Acompa- me a su frente por medio de un
ñábanlo su ayudante O'Brien i el cambio de direccion sobre la dere-
comandante de injenieros Bacler cha.
d'Albe, vestidos, como el jeneral El ejército patriota, como sabe-
en jefe, con el traje de simples cam- mos, estaba acampado desde el 2
pesinos. Desde una distancia de de abril en un sitio de mediana ele-
quinientos a seiscientos metros, pu- vacion que forma parte de la esten-
do ver con la ayuda de un anteo- sa loma conocida con el nombre
jo, lo que allí pasaba; i volviéndo- vulgar de "Cerrillos" en su parte
se a sus compañeros les dijo lleno oriental, i de "Loma Blanca" en su
de confianza: "Osorio es mas inep- parte occidental. Daba entónces su
MEMORIAL DEL EJERCITO 123

frente hacia el este-sur; pero ha- este un callejón de unos trescien-


ciendo un movimiento de conver- tos metros de largo. En el término
sion sobre su derecha, i recorrien- de éste, al lado del oeste, el terre-
do en poco rato la distancia apro- no se levanta formando un estenso
ximatitiva de un kilómetro i me- lomaje de poca altura, de suelo
dio, iba a tenderse en línea de ba- regularmente plano i de una confi-
talla sobre el cordon de alturas mas guracion triangular bastante bien
lijeramente pronunciadas i tendi- demarcada. El costado de ese trián-
do casi regularmente de oriente a gulo que mira al norte, tiene una
occidente, que forma el costado extension de cerca de mil quinien-
sur de aquella loma. Los diversos tos metros, i corre casi paralela-
cuerpos, avanzando ordenadamen- mente con el cordon de lomas del
te, debían tomar allí la misma co- frente, donde iba a colocarse el
locacion que tenían en el campa- ejército patriota, destendiéndose
mento, con la sola diferencia de la entre una i otra línea de alturas
concentracion de la caballería en una banda de tierras bajas que mi-
los estremos de la línea, los grana- de un ancho de cuatrocientos a qui-
deros a la derecha i los cazadores nientos metros en su parte mas es-
a la izquierda. Desde ese punto, el trecha (en la estremidad oriental) i
ejército podia caer sobre el flanco un kilómetro en su parte mas espa-
izquierdo de los realistas, si éstos ciosa (la estremidad occidental).
persitian en su empeño de seguir Aquella altiplanicie triangular, que
avanzando hácia el norte para ocu- iba a ser el campo de batalla, fue
par el camino de Valparaíso. ocupada por el ejército realista sin
Este primer movimiento, aten- serias dificultades, obligando sin
tamente observado por las avan- grande esfuerzo a replegarse a las
zadas de Osorio, dejaba compren- guerrillas avanzadas de los patrio-
der que no era posible aplazar por tas. Conviene advertir que en esa
mas tiempo la batalla. El tiroteo época, aquellos campos no tenían
de las guerrillas se hacia mas vivo mas que una que otra habitacion
por momentos, i la marcha acele- de modestos inquilinos de las ha-
rada de los cuerpos patriotas para ciendas, i no estaban cerrados ni
acercarse a las posiciones que he- divididos entre sí por tapias o cer-
mos descrito, demostraba que en cas.
vez de querer mantenerse a la de- Osorio tendió su línea en poco
fensiva, como habían llegado a tiempo, enclinándose siempre ha-
creerlo sus enemigos, estaban re- cia la izquierda como si persistiera
sueltos a emprender el ataque. Oso- aun en acercase al camino de Val-
rio, de acuerdo con los jefes supe- paraíso. Sus columnas avanzaban
riores, o mas bien arrastrado por con el órden i la regularidad de las
la arrogante impetuosidad de és- tropas veteranas, i fueron toman-
tos, se decidió a empeñar allí mis- do sus puestos sin demora i sin va-
mo el combate, aprovechando los cilacion. El primer cuerpo, for-
accidentes del terreno que se le se- mado por las compañías de caza-
ñalaban como ventajosos para sus dores i granaderos de todos sus ba-
tropas. tallones, i de cuatro piezas de ar-
Del caserío de la hacienda de Es- tillería, fué, bajo las órdenes del
jo salía con direccion hácia el nor- coronel Primo de Rivera, a ocupar
124 MEMORIAL DEL EJERCITO

una pequeña altura destacada a la hemosos dias de otoño tan frecuen-


izquierda de la línea, i separada de tes en este clima, i en esa estacion
ella por una distancia de cerca de en que un cielo claro, sin nubes i
trescientos metros de tierras bajas sin viento, i un sol esplendoroso pe-
en que fue colocado el Tejimiento ro no ardiente, dan a la naturaleza
de dragones de la frontera, bajo la el aspecto de una placentera tran-
dependencia del mismo jefe. A la quilidad. Ese dia, sin embargo, rei-
derecha de esa division i sobre la naba en todo el territorio de Chile
estremidad occidental del lado del la mas azorosa inquietud; i en San-
triángulo de lomas que hemos des- tiago, sobre todo, las jentes, espar-
crito, otra, compuesta de los bata- cidas en las calles i plazas, espera-
llones Arequipa i Burgos i de cua- ban por instantes oir el espampido
tro cañones, i mandada por e1 te- del cañon que debia anunciarles que
niente coronel don Lorenzo Morla, se estaba decidiendo de modo irre-
formaba el centro de la línea. El vocable la suerte de la patria. En
ala derecha, mandada por el briga- efecto, en la estrecha porcion de te-
dier Ordoñez, era formada por los rreno que hemos descrito, se iba a
batallones Concepcion e Infante empañar la batalla mas sangrien-
don Carlos, la compañía de zapado- ta, mas considerable por el núme-
res, cuatro cañones i los escuadro- ro de los combatientes i mas im-
nes de lanceros del rei i dragones portante por sus resultados milita-
de Arequipa. El escuadron de dra- res, políticos i sociales de que hu-
gones de Chillan, fue distribuido biera sido teatro el suelo de Chile.
en partidas de tiradores al frente Los ejércitos que estaban a la vis-
de la línea para sostener el fuego ta, el uno enfrente del otro, conta-
de las avanzadas patriotas. El ejér- ban fuerzas aproximadamente
cito realista permaneció cerca de iguales, cerca de cuatro mil qui-
una hora en esos puntos, inmóvil, nientos hombres por cada lado, i
miéntras los patriotas tendían su aun podría decirse iguales en ins-
línea en el cordon de lomas del truccion i disciplina; i si los patrio-
frente. Osorio creia, sin duda, que tas eran superiores en caballería i
no debia intentar movimiento algu- artillería, tenían un menor núme-
no que lo hiciera salir de una posi- ro de infantes, por mas que pose-
cion que debia parecerle mui ven- yesen en la forma nueve batallones
tajosa. (14) en vez de los cuatro reales i efec-
El domingo 5 de abril de 1818 tivos con que contaba el enemigo
que iba a fijar para siempre los (15). La victoria debia ser de los
destinos de Chile, fue uno de esos
(15) Dice San Martin en el parte ofi-
(14) Por mas empeño que pongamos cial de la batalla que algunos de los ba-
en dar toda la claridad posible a la des- tallones del ejército patriota no alcan-
cripcion del terreno i a la relacion de los zaban a contar 200 hombres. Segun nues-
movimientos de las tropas que entraron tros informes, ninguno de ellos consta-
en batalla, creemos indispensable para ba ese dia de 500 plazas; miéntras que los
que el lector comprenda mas fácilmente cuatro batallones realistas i la compañía
los hechos, la observacion del plano ad- de zapadores completaban mas de 3. 400
junto. soldados.
126 MEMORIAL DEL EJERCITO

que en aquella jornada fuesen diri- él mismo, se descolgaron nuestras


jidos con mayor acierto, i desple- columnas del borde de la pequeña
gasen mas resolucion i mas firme- colina que formaba nuestra posi-
za. cion, para marchar a la carga i ar-
El combate, iniciado desde el ma al brazo, sobre la línea enemi-
amanecer por la renovacion del ti- ga. Esta rompió entónces un fuego
roteo de avanzadas, se habia man- horrendo, i su batería de flanco
tenido en esa forma con mas o mé- (avanzada, como dijimos, sobre la
nos vigor miéntras los ejércitos to- altura destacada de su izquierda)
maban sus posiciones respectivas. hacia mucho daño; pero esto no de-
A las once i media de la mañana, tenia la marcha. "La division pa-
cuando los patriotas estaban termi- triota de la derecha encargada
nando de tender su línea, San Mar- de atacar ese punto, i dirijida
tin mandó romper los fuegos da ar- por el coronel Las Heras, avanzó
tillería sobre el ejército enemigo, resueltamente sosteniendo el fue-
esperando causarle algun daño i go de fusil desde las tierras bajas
obligarlo a salir de sus posiciones. que mediaban entre los dos ejérci-
Los ocho cañones de la division de tos, miéntras el comandante Blan-
la derecha (artillería de Chile) que co, que habia quedado con sus ca-
dirijia el teniente coronel Blanco ñones en su primera posicion, man-
Encalada, i los cuatro de la divi- tenía el fuego de artillería por ele-
sion de reserva (artillería de los vacion entre una i otra colina. El
Andes), bajo las órdenes del co- coronel Morgado, que defendía esa
mandante Plaza, jugaron con parte de la línea realista con sus
maestría, sin poder, sin embargo, dos escuadrones de dragones de la
conseguir aquel intento. "La arti- frontera, se adelantó arrogante-
llería de los insurjentes, dice Oso- mente sobre la caballería patriota
rio, no cesó de hacer fuego a nues- de la division de Las Heras, com-
tras columnas, de tal modo que, ha- puesta, como se recordará, por el
llándome al flanco izquierdo de la rejimiento de granaderos. Dos es-
segunda division, una bala de ca- cuadrones de éste, capitaneados
ñon de a ocho me inutilizó el caba- por los comandantes don Manuel
llo que montaba. Viendo el enemi- Escalada i don Manuel Medina,
go que con sus maniobras nada cargan sable en mano contra los
adelantaba, se resolvió a atacarme dragones realistas, los desordenan
de frente. " El jefe realista, como rápidamente obligándolos o volver
se ve, se obstinaba en mantenerse cara, i marchando en su persecu-
en una actitud defensiva. cion, son recibidos por el fuego de
San Martin, en efecto, habia infantería. Obligados a replegar-
comprendido antes de media hora se hcia el punto en que quedaba
que los fuegos de su artillería no el resto del rejimiento, aquellos es-
bastaban para obligar al enemigo cuadrones se reorganizan, aumen-
a salir de sus posiciones; i pocos tan su fuerza con otro destacamen-
minutos ántes de medio dia daba to, vuelven a la carga con mayor
órden a sus divisiones de la dere- empuje, i desordenan segunda i
cha i de la izquierda de acortar la tercera vez a los dragones realis-
distancia i impeñar el combate tas, haciéndolos retroceder para
formal. "En esta disposicion, dice asilarse detras de su infantería.
MEMORIAL DEL EJERCITO 127

Aquel ataque, apoyado por los fue- zar la caballería de éste, miéntras
gos de la division patriota que Las los tres batallones de infantería
Heras mantenía sólidamente, in- (cazadores de los Andes, números
trodujo una gran perturbacion en 2 i 8) bajo la dirección del coman-
toda el ala izquierda del ejército dante Alvarado, avanzaban resuel-
realista (16). tamente para empeñar el ataque
La batalla se habia iniciado en- formal. Recorriendo en poco rato
tretanto en condiciones mui diver- la distancia que media entre las
versas en el estremo opuesto de la dos lomas, trepan sin dificultad
línea realista. Allí, donde es mu- las alturas del frente i van a caer
cho mas estrecha la banda de tie- sobre el flanco derecho del ejérci-
rras bajas que separaba a los dos to realista. Ordoñez, con la activi-
ejércitos, el comandante Borgoño dad i la destreza de un verdadero
con nueve cañones de la artillería veterano, hace cambiar de frente a
de Chile, habia roto un fuego sos- los dos batallones de su mando i
tenido i cartero contra la división opone una resistencia porfiada i
enemiga que mandaba el brigadier bien dirijida al ataque de la divi-
Ordoñez; consiguiendo desorgani- sion patriota. El combate se empe-
ñó allí con toda firmeza. Los bata-
llones patriotas, a pesar de su in-
ferioridad numérica, se sostuvie-
(16) El parte oficial de Osorio, embro- ron con admirable vigor; pero al
llado i confuso en la esposicion de las cabo de poco rato 96 hizo imposible
operaciones de la batalla, es, sin embar- la resistencia. La division de Or-
go, bastante claro para acusar a Morga- doñez fue reforzada con los bata-
do i a Primo de Rivera de flojedad en es- llones Burgos i Arequipa que esta-
tos accidentes, reprochándoles no haber ban en el centro i se halló en situa-
cumplido las órdenes que se les dieron, cion de batir sin dificultad a los
i ser por esto mismo causantes en gran cuerpos patriotas. El batallon nú-
manera del desastre. El historiador To- mero 8, que ocupaba el centro de
rrente, que debió recojer sus informes la columna de Alvarado, sufrió
acerca de la batalla de boca de algunos pérdidas enormes. El número 2,
de los oficiales que se hallaron en ella i que estaba a su derecha, fue arro-
que, como Rodil, Alaix, etc., regresaron llado i puesto en dispersion; i por
a España, acusa solo a Morgado, i refie- fin el de cazadores de los Andes, no
re esta carga en los términos siguientes: pudiendo sostenerse por mas largo
"Dase órden que los dragones de la fron- tiempo, se retiró en cierto órden.
tera, mandados por Morgado, carguen a Todas esas fuerzas bajaron acele-
la caballería enemiga; pero la tardía i tor- radamente de las colinas que aca-
pe ejecucion de esta maniobra correspon- baban de ocupar, esperando reor-
dió tan desgraciadamente a la intrepidez ganizarse pronto, pero la confu-
de los soldados, que fueron acuchillados sion consiguiente a este contraste
horrorosamente, i aun muchos fueron parecía el principio de una derro-
víctima de los fuegos de los cazadores ta.
(realistas de la división de Primo de Ri-
vera) por la confusion con que se reple- En efecto, las tropas realistas
garon sobre ellos. Torrente, obra i lugar que habían obtenido esta señalada
citado, tomo II, páj. 429. ventaja, se creyeron en ese mo-
mento próximas a obtener una vic-
128 MEMORIAL DEL EJERCITO

toria completa. Reconcentrando tes respectivos, don José Antonio


sus batallones en columnas cerra- Bustamante i don Isaac Thompson,
das, el intrépido Ordoñez se dispu- i ellos van a contener el movimien-
so a bajar de la colina en persecu- to de avance del enemigo. El pri-
cion de los dispersos, para pasar mero de estos cuerpos, formado ha-
en seguida adelante i caer, por fin, cia poco en Santiago de artesanos
sobre el flanco izquierdo de los i sirvientes domésticos negros i
cuerpos restantes del ejército pa- mulatos, desplegó tanta audacia
triota. Este movimiento, que podia como disciplina, i cayó resuelta-
decidir de la jornada, no ofrecía, al mente sobre el centro del ejército
parecer, grandes dificultades. En realista. Rechazado un momento,
el estremo izquierdo de la colina se rehace con prontitud i sostiene
que ocupaban los patriotas, no que- el combate con singular ardor, dan-
daban mas fuerzas que la artille- do tiempo a que llegaran fuerzas
ría del comandante Borgoño i los de refresco.
cazadores que mandaban Freire i Desde el borde de la loma en que
Bu-eras. Estos últimos, con aquella habia tendido su línea, San Mar-
entereza que hizo de ellos dos ver- tin, rodeado por sus ayudantes, se-
dad-aros héroes, se dispusieron a guia con la natural ansiedad, pe-
sostener esa posicion miéntras les ro con perfecta sangre fría, las pe-
quedase un solo soldado. El coman- ripecias de la batalla. Al distin-
dante Borgoño, por su parta, con guir al traves de las nubes de hu-
la tranquila maestría de un hábil mo que la division de Alvarado ha-
artillero que comprende en ese mo- bia sido rechazada i que retroce-
mento la suerte de la batalla de- día en desórden, da a su reserva,
pende de su esfuerzo, carga sus que se hallaba un poco mas atras,
nueve cañones a metralla, i rompe la órden de avanzar rapidamente a
sobre el enemigo un fuego terrible sostener aquellos cuerpos i a caer
i activamente sostenido que lo de- con ellos sobre el enemigo, i él mis-
tiene en su marcha. Repuestos de mo, despues de poner en movimien-
su primera perturbacion, los bata- to esas fuerzas i de inspeccionar la
llones de Ordoñez se reorganizan e colocacion que tomaban, fue a co-
intentan otra vez seguir adelante; locarse en una pequeña eminencia,
pero de nuevo son batidos por la situada al este del campo, para di-
metralla patriota, i no consiguen rijir mas de cerca las operaciones
descender de las alturas. del combate. Los tres batallones
Esa situacion, sin embargo, no que componían esa reserva, el 1 i el
habría podido prolongarse mucho 3 de Chile, llevando respectiva-
tiempo mas; pero ella dió tiempo mente a su cabeza a los comandan-
para que se reorganizaran en la tes Rivera i López, i el 7 de los An-
parte baja del terreno los grupos des, mandado por el coronel Con-
de soldados dispersos de la division de, avanzan al paso de carga, alien-
de Alvarado. En esos mismos mo- tan con su presencia a los disper-
mentos, el coronel Las Heras hace sos, que se reorganizan rápidamen-
adelantar rápidamente dos de los te a la voz de sus jefes, i suben con
batallones de su division, el de In- ellos a las alturas que ocupaba el
fantes de la patria i el Coquimbo, enemigo. La batalla entraba en-
bajo las órdenes de sus comandan- tonces en el momento mas decisivo.
PLANO
DE LA
BATALLA DE MAIPO
EL 5 DE ABRIL DE 1818
INDICACIONES
MARCHA DEL EJTO. PATRICIA
...... " " . . ," REALISTA
INFANTERÍA PATRIOTA
REALISTA
CABALLERÍA PATRIOTA
REALISTA
ARTILLERÍA PATRIOTA
REALISTA

El ejercito realista, contenido en tas i de cuatro cañones, quedaba,


su movimiento de avance, habia re- en esas circunstancias, fuera del
concentrado sus fuerzas en un cor- ataque i estaba espuesta a ser cor-
to trecho de terreno. La division tada. Primo de Rivera, que por ór-
que bajo las órdenes de Primo de den de Osorio habia desprendido
Rivera habia ocupado una altura ya las compañías de granaderos pa-
aislada a la izquierda de la línea, ra que concurriesen a defender el
compuesta, como sabemos, de las centro de la línea, se retiró apresu-
compañías de granaderos i caza- radamente de aquella posicion, de-
dores de todos los cuerpos realis- jando abandonados sus cañones i
130 MEMORIAL DEL EJERCITO

fue a juntarse al grueso del ejér- "Puede decirse que con dificultad
cito en los momentos en que el com- se ha visto un ataque mas bravo,
bate se empeñaba con mayor deci- mas rápido i mas sostenido, decía
sion por el ataque simultáneo de San Martín en la relacion oficial
todas las fuerzas patriotas. de esta batalla; pero también pue-
Ese ataque, dirijido con toda ac- de asegurarse que jamas vió una
tividad e iniciado sin vacilacion, resistencia mas vigorosa, mas fir-
debía resolver la batalla en poco me ni mas tenaz". Miéntras tanto,
tiempo. Los cazadores de Freire i las brigadas de artillería de Chi-
de Bueras, lanzados contra los es- le de los comandantes Blanco i
cuadrones que los realistas tenían Borgoño avanzan sobre los dos
a su derecha, caen sobre ellos como flancos del enemigo, los cazadores
un rayo, los destrozan i dispersan de Freire acuden tambien a estre-
en todas direcciones. El valiente charlo, i por fin los batallones 1 de
Bueras cae en esa carga con el pe- Chile i 7 de los Andes, que forma-
cho barrenado por una bala de fu- ban parte de la reserva patriota,
sil; pero Freire continúa la perse- cargan a la bayoneta con un em-
cucion de la caballería enemiga, i puje irresistible. Despues de mas
luego vuelve al campo a tomar par- de media hora de encarnizada pe-
te en los nuevos accidentes del com- lea, la línea realista, que habia su-
bate. Los batallones realistas, pri- frido pérdidas enormes, se sintió
vados de su caballería i de una. par- vacilar, i aunque los tres jefes de
te de su artillería, tenían aun fuer- division quisieron reconcentrarse,
za i resolucion para mantener una ya no les fue posible hacerlo, i se
vigorosa resistencia. Forman, en vieron obligados a emprender la re-
efecto, sus tropas en tres cuerpos o tirada, desplegando aun, en medio
divisiones espaciadas entre sí por de este contraste, un órden admi-
cortas distancias i mandadas res- rable. "Este primer suceso, dice
pectivamente por los tres jefes, San Martin, parecía debia darnos
Primo de Rivera a la izquierda la victoria; mas no fué posible des-
Morla en el centro i Ordoñez a la ordenar enteramente las columnas
derecha. Los soldados de Burgos i enemigas. Nuestra caballería acu-
del Infante don Cárlos, que venían chillaba a su antojo los flancos i
de España llenos de arrogancia con retaguardia de ellas; pero mar-
el recuerdo de sus victorias en la chando éstas en masa, llegaron has-
guerra contra los franceses, i que ta los callejones de Espejo". El
miraban con altanero desprecio a campo quedaba materialmente cu-
los ejércitos de los insurjentes de bierto de cadáveres, i en su retira-
América, formaban el núcleo mas da los realistas iban dejando una
vigoroso de la resistencia, i ellos huella de muertos i de sangre. "La
i las demás tropas que combatían compasion habia sido desterrada
a su lado, lanzaban atronadores gri- del pecho de uno i de otro bando,
tos de ¡ viva el reí! Los cuerpos pa- dice un estranjero testigo de la ba-
triotas los acometen con no ménos talla. La carnicería fué muí gran-
decisión por todos lados, al grito de de i algunos oficiales que habían
¡viva la patria! i acortando las dis- servido en Europa, me dijeron que
tancias, los estrechan mas i mas. nunca habían visto un choque mas
MEMORIAL DEL EJERCITO 131

sangriento que el que ocurrió en 5. —Llega O'Higgins al campo de


aquella parte del campo (17)". Los batalla: ataque de las casas de
diversos cuerpos patriotas, mar- Espejo i destrucción completa
chando a su cabeza los infantes de del ejército realista.
la patria i los cazadores de Coquim-
bo, siguieron picando obstinada- 5. —En esos momentos llegaba
mente la retaguardia al enemigo. O'Higgins al campo de batalla.
El grito de ¡victoria! resonaba es- Despues de una noche de fatiga i
trepitosamente en todo el campo. de alarmas en que, a pesar del es-
Eran las dos i cuarto de la tar- tado de salud, habia pasado algu-
de. La batalla estaba decidida; i nas horas a caballo recorriendo los
aunque los realistas se retiraban en puntos por donde el enemigo podía
número respetable i en bastante intentar un ataque a la ciudad, el
orden, todo hacia creer que su des- director supremo, impuesto de que
truccion seria completa i definiti- ese peligro habia desaparecido, se
va ántes de caer la noche. En me- recojió a su cama en busca de des-
dio del alborozo jeneral consiguien- canso. A la diez de la mañana es-
te a la victoria, San Martin firma- taba de nuevo en pié i pasaba re-
ba el parte siguiente, dirijido al vista a las milicias acuarteladas en
supremo director: "Acabamos de Santiago. Impuesto por instantes
ganar completamente la accion. Un de los movimientos del enemigo, i
pequeño resto huye. Nuestra caba- de cuanto ocurría en el campamen-
llería lo persigue hasta concluirlo. to de Maipo, i sabiendo que la ba-
La patria es libre. Dios guarde a talla debia empeñarse ese mismo
V. É. muchos años. —San Martín. " dia, O'Higgins comenzó por apar-
Un emisario partió inmediatamen- tar las milicias de infantería para
te conduciendo a Santiago ese pri- encargarles, bajo la dependencia
mer boletín de la victoria (18). del coronel don Manuel Astorga, la
conservacion del orden en la ciu-

(17) Haigh's, Sketches, etc. páj. 225. Santiago en los momentos en que se co-
noció el feliz desenlace de la jornada. La
(18) El viajero ingles ántes citado lectura de esas pájinas es mui interesan-
(Haigh) que se da por testigo de la ba- te; pero no es difícil descubrir en ellas
talla, i que ha hecho un cuadro mui ani- algunos accidentes de pura imajinacion
mado de ella en el capítulo X de su li- en un fondo de verdad. La noticia de la
bro, refiriendo con mucho colorido algu- victoria alcanzada, puede decirse así, a
nos de sus accidentes, pero que incurre las puertas de la ciudad, llegó a ésta tras-
en errores de detalle, cuenta (páj. 228) mitida de boca en boca por los numerosos
que él mismo trajo a Santiago el primer individuos que se acercaron al campo de
parte de la victoria, escrito en el hospi- batalla, o que se estacionaban en los ca-
tal de sangre por el cirujano Paroissien minos en medio de la ansiedad que es
i dirijido al director supremo; pero que fácil suponer. El primer parte oficial que
no habiendo hallado a éste en la ciudad, llegó a Santiago, es el que copiamos ín-
lo entregó al gobernador intendente don tegro en el texto. Consta de tres líneas.
Francisco de Borja Fontecilla. Con este Fué escrito por el ministro de la guerra
motivo describe con mucha animación el don José Ignacio Zenteno i firmado por
espectáculo que ofrecían las calles de San Martin.
132 MEMORIAL DEL EJERCITO

dad. Las fuerzas restantes, com- (19). Reconociendo el sitio en que


puestas de un numeroso rejimien- se hallaba el estado mayor, por una
to de milicianos de caballería de bandera tricolor enarbolada en al-
Aconcagua, mandado por el coro- to que le servia de enseña, O'Hig-
nel don Tomas Vicuña, de otro de gins corrió allá, i echando su bra-
Colchagua que tenia por jefe al zo izquierdo al cuello de San Mar-
coronel don José María Palacio, i tin, Le dijo lleno de emocion: "Glo-
de uno de Santiago que mandaba
don Pedro Prado, formaban cerca
de mil hombres armados de lanza, (19) Segun una version repetida por
de escasa instruccion militar, pero muchos oficiales así realistas como pa-
en su mayor parte fuertes i animo- triotas que se hallaron en la batalla (al-
sos, i ademas utilizables en ciertos gunos de los cuales nos suministraron da-
accidentes de la batalla, como lo tos que nos han servido para completar
fueron en efecto. Colocándose a su i hacer mas clara nuestra relacion), i
cabeza, i despues de dirijirles al- conservada por una tradición constante,
gunas palabras para alentar su pa- el arribo de O'Higgins i del numeroso
triotismo, O'Higgins se ponía en cuerpo de milicianos que lo acompañaba,
marcha poco ántes de medio dia. A fue de la mayor oportunidad i tuvo una
su paso por las calles que conducían influencia decisiva para desconcertar al
a los caminos del sur (las actuales enemigo i obligarlo a retirarse. Contábase
Estado i de Santa Rosa) el director que cuando los dos ejércitos estaban mas
supremo era saludado con respe- empeñados en el combate, los realistas
to i entusiasmo por los grupos de divisaron a lo léjos una espesa i esten-
jente, señoras principalmente, que dida polvareda, i momentos mas tarde la
permanecían en las puertas de las división de O'Higgins que avanzaba ace-
casas, anhelosos por recibir noti- leradamente. Sin poder apreciar la cali-
cias de los acontecimientos que se dad de estas tropas, i creyendo que fue-
oslaban desenvolviendo a corta dis- ra un cuerpo de reserva tan firme i só-
tancia de la capital. El estampido lido como los que se estaban batiendo, se
del cañon anunciaba en esos mo- convencieron de que iba a hacerse impo-
mentos que la batalla estaba empe- sible la prolongacion de la resistencia, i
ñada. comenzaron a vacilar. Los mismos jefes,
Durante la marcha, O'Higgins penetrados por esta persuasión, habrían
iba recibiendo noticias de los acci- dispuesto entónces el movimiento de re-
dentes del combate. En el camino tirada que fué la señal de la derrota.
se le fueron reuniendo diversas Aunque esta version reviste todos los ca-
partidas de milicianos rurales de racteres de verdad, i aunque no está en
los contornos de Santiago. Al lle- contradiccion con los demas acontecimien-
gar a las alturas que el ejército pa- tos, sino que, por el contrario, coincide
triota habia ocupado al iniciar el con ellos, nosotros no la acojemos sin
ataque, pudo contemplar, con el al- cierta reserva, por cuanto no lo hallamos
ma henchida de contento, que el espresamente consignada en el parte ofi-
enemigo, batido en la pelea, aunque cial de Osorio ni en la relación del his-
firme i compacto todavía, se reti- toriador Torrente, formada, como sabe-
raba apresuradamente, perseguido mos, sobre los informes de los oficiales
con obstinacion por destacamentos españoles.
considerables i llenos de resolucion
MEMORIAL DEL EJERCITO 133

ría al salvador de Chile". "Jemeral, hubiera sido dado conseguir ese re-
contestó San Martín, Chile no ol- sultado, la prolongacion de la gue-
vidará jamas el nombre del ilustre rra habría sido fácil en la provin-
inválido que el dia de hoi se pre- cia de Concepcion i se habría he-
sentó al campo de batalla en ese cho relativamente estéril la victo-
estado". I clavando las espuelas a ria alcanzada con tan supremo es-
sus caballos se dirijieron ámbos a fuerzo.
las cercanías de las casas de Espe- Las condiciones del terreno i de
jo para dar direccion e impulso a los edificios vecinos parecían fa-
las últimas operaciones del comba- vorecer este proyecto de los jefes
te, estrechar al enemigo i ponerlo realistas. El vasto caserío de la ha-
en la imposibilidad de prolongar la cienda de Espejo era de construc-
resistencia o de retirarse con algu- cion ordinaria, de poca altura, pe-
nas tropas. ro de una gran solidez. A sus la-
La derrota habia quebrantado dos habia dos estensos huertos i
considerablemente al ejército rea- otros mas pequeño, de viña i arbo-
lista; pero no lo habia desmorali- ledas, rodeadas de tapias que po-
zado. Su caballería implacable- dian servir de seguros parapetos. A
mente acuchillada, i perseguida en su derecha se alza una colina de po-
todas direcciones, no podia ya re- ca estension i de mediana altura,
organizarse. Sus artilleros se ha- desde donde se dominan con la vis-
bían visto forzados a abandonar en ta todos los contornos; i a su frente
el campo el mayor número de sus se abría una callejon de trescien-
cañones. Osorio, creyendolo todo tos metros de largo, que, como diji-
perdido, habia tomado la fuga, es- mos antes, conducía al campo de
coltado por los restos del rejimien- batalla. Con una rapidez asombro-
to de dragones de la frontera. Pe- sa, Ordoñez situó en ese callejon los
ro todavía quedaban en filas mas únicos dos cañones que le queda-
de dos mil quinientos soldados de ban, ocultándolos, en cierto modo,
infantería, i estaban mandados detrás de la puente de un canal que
por jefes i oficiales resueltos a lo atraviesa. Esos cañones, diriji-
abrirse una retirada gloriosa o a dos al punto por donde podian en-
pelear hasta morir. El brigadier trar los patriotas, quedaron defen-
Ordoñez, a quien por su graduacion didos por un fuerte destacamento
i por su prestíjio correspondía el de infantería. En la colina de la iz-
mando de esas fuerzas, lo asumió quierda se situaron cuatro compa-
con la mas heroica entereza, i des- ñías de tiradores de la division de
plegó una prodijiosa actividad pa- Primo de Rivera. El resto de las
ra organizar en pocos momentos tropas se distribuyó acertadamente
una defensa sólida i bien combi- en piquetes o guerrillas en los huer-
nada. Ni él ni sus compañeros pu- tos i arboledas de los lados, para
dieron creer por un solo instante romper el fuego desde las tapias,
que les seria posible cambiar la faz o se parapetó en las casas i bodegas
de la batalla, pero esperaban re- de la hacienda, convirtiendo las
concentrar sus fuerzas, reponerse puertas i ventanas en troneras des-
un poco de las fatigas de la jorna- de donde podian mantener una obs-
da, i aprovechar la oscuridad de la tinada defensa. Los realistas que
noche para retirarse al sur. Si les habían dejado allí sus bagajes en
134 MEMORIAL DEL EJERCITO

esa mañana, podian disponer de mo la primera, i de éxito si no pre-


un considerable repuesto de muni- cisamente dudoso, a lo ménos lar-
ciones. go i difícil. En esos momentos lle-
Los cuerpos patriotas que se- gaban al sitio de la refriega los je-
guian en su persecucion, iban nerales San Martin i O'Higgins, i
llegando unos en pos de otros a los con ellos las dos brigadas de la ar-
contornos de las posiciones en que tillería de Chile que mandaban
aquéllos se asilaban. Los batallones Blanco i Borgoño. Colocan éstos
Infantes de la Patria, número 3 de sus diezisiete cañones en la estre-
Chile i cazadores de Coquimbo, fue- midad de la loma que habia sido
ron los primeros en romper el fue- teatro del combate, i desde allí
go. El brigadier Balcarce, como co- rompen un fuego tan certero como
mandante jeneral de la infantería sostenido, que en pocos instantes
i el coronel Las Heras, como jefe ponen en dispersion a los cazado-
de una de las divisiones, daban co- res realistas, abre brecha en las
locacion a las tropas para empeñar tapias i facilita el avance de las co-
un ataque formal i definitivo. Co- lumnas patriotas, que atacan por
metióse en esos momentos un error todos lados las posiciones realistas.
deplorable que costó dolorosas El empuje irresistible con que era
pérdidas. El batallon de cazador-as ejecutada esta operacion i el arro-
de Coquimbo recibió órden de mar- jo con que los vencedores saltaban
char en columna a las casas de Es- los cercados i arrollaban en cada
pejo, por el callejon que defendían punto la resistencia que se les opo-
los cañones del enemigo. Recibido nia, fue haciéndolos dueños de to-
allí de improviso por el fuego de dos los contornos, i al cabo de una
fusil i de metralla, ese cuerpo de- hora no quedaba al enemigo mas
jó en el callejon casi la mitad de su terreno que el recinto de las casas
tropa, entre muertos, i heridos, i de Espejo, donde se proponía sos-
se vió obligado a retroceder en es- tener todavía una defensa desespe-
pantoso desórden. Reorganizóse rada. La ocupacion de esos edificios
sin embargo, en pocos instantes, i exijió un vigoroso esfuerzo i cos-
corriéndose por el lado de afuera, tó una abundante efusion de san-
los soldados sobrevivientes, ansio- gre. Las tropas penetraron sin di-
sos de venganza, saltan las tapias ficultad al patio principal de las
i caen por la espalda sobre la ba- casas; pero una vez allí se vieron
tería realista, apoderándose con envueltas repentinamente por el
ímpetu irresistible de los cañones i fuego sostenido que se les dirijia
pasando a cuchillo a sus defensores. desde las puertas i ventanas, que
El batallon número 11, entretanto los realistas, regularmente parape-
ocupando una pequeña eminencia tados, habían convertido en trone-
del terreno, batia por el flanco a ras de defensa. Esta actitud que los
la columna de cazadores que man- asaltantes consideraban una trai-
daba Primo de Rivera, miéntras el cion (20), los enfureció sobrema-
número 8 la atacaba resueltamen-
te por el frente.
Todo aquello presentaba, a pe- (20) Los oficiales i los soldados patrio-
sar de estas ventajas, el aspecto de tas contaban que los realistas encerrados
una segunda batalla tan reñida co- en las casas de Espejo, habían enarbolado
MEMORIAL DEL EJERCITO 135

nera, i redobló su ardor. En pocos Entre cinco i seis de la tarde, la


momentos rompen las puertas con batalla estaba terminada i la vic-
las culatas de los fusiles, penetran toria de los patriotas era definiti-
en la habitaciones i en los patios in- va i completa. El comandante es-
teriores, siembran la muerte por pañol don Ramon Rodil, encarga-
donde pasan i dejan el terreno cu- do de sostener la última resisten-
bierto de charcos de sangre i de ca- cia al lado sur de la casas de Espe-
dáveres destrozados. "La hermosa jo, habia logrado reunir cerca de
granja de Espejo, dice el testigo setecientos hombres, i cuando lo
presencial que acabamos de citar, vió todo perdido se retiró apresu-
presenjtaba un cuadro horroroso radamente hácia la Calera, por el
despues de la acción. Las puertas i mismo camino que habia traído el
ventanas perforadas por las balas ejército dos dias ántes. Grupos des-
de fusil, los corredores, las paredes ordenados de dispersos corrían en
i el suelo regados de sesos i de san- esa misma dirección, con la espe-
gre que comenzaba a coagularse, i ranza de pasar el rio Maipo esa
todo el lugar por dentro i por fue- misma noche i de ponerse en salvo,
ra, cubierto de cadáveres. "Los replegándose a Talcahuano. Las
vencedores, enfurecidos por la por- milicias de Aconcagua i de Colcha-
fiada resistencia, i persuadidos, gua, que O'Higgins habia llevado
ademas, de que ésta era la obra de al combate, fueron enviadas en per-
la perfidia de los realistas, pare- secucion de esos grupos de fujiti-
cieron dispuestos a no perdonar la vos, i desplegaron una prodijiosa
vida a nadie. La intervencion del actividad. Los campesinos que for-
coronel Las Heras i de otros ofi- maban esas milicias, diestrísimos
ciales que lo acompañaron en este en el manejo del lazo, tan usado en
empeño humanitario, logró, con no nuestros campos para la captura
poco esfuerzo, contener el furor de de los animales, lo tiraban sobre
los soldados e impedir que se con- los fujitivos tomándolos por pelo-
tinuara la matanza de los vencidos, tones de tres i cuatro individuos
que no podían huir ni prolongar la que desarmaban inmediatamente,
resistencia. haciéndolos volver a las inmedia-
ciones de las casas de Espejo, don-
de, bajo la vijilancia de buenos pi-
una bandera blanca en una ventana en quetes de tropa, se estaban reu-
señal de rendición; pero que cuando niendo los prisioneros. Otros cuer-
aquéllos entraron al patio, recibieron unas pos patriotas seguían en persecu-
tras otras, las descargas de fusilería que ción de las fuerzas realistas que lle-
se les dirijian de todos lados. Este acto vaban todavía algún orden. A las
de inaudita perfidia, decían, había irritado puestas de sol, el arrogante ejérci-
sobremanera a los vencedores i provoca- to de Osorio estaba completa i de-
do su furor en los últimos accidentes de finitivamente destruido (21).
la batalla. Aunque este hecho no consta
precisamente de los documentos oficia-
les, • los contemporáneos lo referían como
incontrovertible, i lo ha consignado un
testigo de la jornada, el viajero ingles
Haigh, en la pájina 226 del libro citado.
136 MEMORIAL DEL EJERCITO

6. —Primeros resultados de la ba- ria militar. Los realistas dejaban


talla: persecucion de los fuji- en el campo cerca de mil quinien-
tivos: escapada del jeneral tos muertos, toda su artillería for-
Osorio. mada por doce cañones, cerca de
cuatro mil fusiles, mil doscientas
6. —La victoria de Maipo, en tercerolas, muchas banderas, un
efecto, es una de las mas absolutas gran repuesto de municiones, el
i decisivas que recuerda la histo- hospital militar, i la caja del ejér-

tenido a la vista esas diversas relaciones; sonal de las operaciones del ejército pa-
pero, aunque todas no han sido útiles triota, i sobre los movimientos del ene-
para formarnos una idea mas cabal, he- migo, segun los informes suministrados
mos buscado nuestros guias principales por los mismos jefes realistas que cayeron
en los documentos de la época o en las prisioneros. Ese plano, de ochenta i cin-
versiones escritas u orales de los testi- co centímetros de ancho por sesenta i
gos i actores de la jornada; pudiendo re- cinco de alto, reducido por el mismo au-
cibir informaciones de esta última clase tor a menores proporciones en otras co-
de militares que servían, unos entre los pias, es un verdadero modelo en su jé-
patriotas i otros entre los realistas. Los nero por el cuidado i prolijidad en todos
partes oficiales de San Martin, son bas- sus detalles. El que nosotros damos, es
tante noticiosos; i el mas estenso i com- una reducción de ese plano que servirá
pleto de ellos, fechado en Santiago el 9 para hacer mas comprensible nuestra re-
de abril, i publicado en muchas ocasiones, lación, como nos ha servido el orijinal pa-
útil sin duda alguna para completar el ra trazarla. Hemos utilizado, además, una
conocimiento de los hechos, no es, sin relación manuscrita que escribió para nos-
embargo, suficientemente claro, i no ha- otros el jeneral don Juan Gregorio de Las
bríamos podido formarnos una idea ca- Heras, i la que ha hecho en el libro ci-
bal de la batalla si no hubiéramos podi- tado el viajero ingles Haigh, testigo de
do disponer de otras fuentes de informa- vista de aquellas jornada, i la cual con-
cion. El parte de Osorio, fechado en Tal- forme en el cuadro jeneral a lo que se
cahuano el 17 de abril, publicado en la halla en las otras fuentes de información,
Gaceta de Lima, i reproducido en otras pero incompleta o equivocada en algunos
publicaciones, aunque utilizable, en mu- detalles, contiene accidentes i rasgos de
chos accidentes, es mui incompleto, i ade- colorido de bastante interes. A las noti-
mas confuso i embrollado no solo por fal- cias que encontramos en estas diversas re-
ta de método en la esposicion de los he- laciones, pudimos agregar las que en años
chos, sino porque en jeneral parece solo pasados recojimos, como hemos dicho mas
empeñado en justificarse de la derrota de arriba, de boca de muchos militares que
su ejército, contrayéndose, por tanto, a asistieron a la batalla. El lector puede
los pormenores en que, segun él, no fue- consultar las descripciones que se hallan
ron ejecutadas sus órdenes. Existe, en en el último capítulo de la memoria ci-
cambio, como documento oficial el pla- tada de don Salvador Sanfuentes, en el
no de la batalla, levantado por el coman- primer volúmen de Relaciones históricas
dante de injenieros don Alberto Bacler de don Benjamín Vicuña Mackenna, i la
d'Albe, formado sobre un estudio cabal de don Bartolomé Mitre en el capítulo
del terreno, sobre su conocimiento per- XVIII de su historia dé San Martin
MEMORIAL DEL EJERCITO 137

cito, que fué saqueada por los sol- conducido a presencia del coronel
dados vencedores junto con las car- Las Heras para que entregase su
gas de ropas i equipajes que se ha- espada; los coroneles Morgado, Be-
llaban almacenados en las casas de sa i Primo de Rivera, los coman-
Espejo. El número de prisioneros dante Latorre, Morla, Rodríguez,
tomados a ese ejército en aquella Jimenez Navia i Bayona, el audi-
misma tarde en el campo de bata- tor de guerra clon Francisco Val-
lla i en sus contornos, pasó de mil divieso (peruano de nacimiento)
trescientos hombres, de los cuales los ayudantes del jeneral en jefe
ciento setenta i cuatro eran oficia- García del Postigo i Alaix, el con-
les i veintiun empleados civiles o tador don José Ignacio de Arangua,
simples particulares que acompa- el proveedor don Joaquín Medina
ñaban a Osorio por entusiasmo por i los capellanes de ejército. Los ci-
la causa del rei; i ese número al- rujanos i todo el material del hos-
canzó pocos dias despues a 2. 289. pital militar, habían caido tam-
Se contaban entre éstos el brigadier bien en poder de los patriotas.
Ordoñez, apresado por el capitan Estos últimos habían sufrido
don Manuel Laprida cuando saltaba tambien dolorosas pérdidas. Pue-
una tapia para ponerse en salvo, i de calcularse en ochocientos el nú-
138 MEMORIAL DEL EJERCITO

mero de sus muertos i en cerca de ron de la ciudad i se acercaron al


mil el de sus heridos. A pesar de lo campo de batalla. Las primeras no-
reñido del combate, solo habian te- ticias que llegaron a Santiago eran
nido cuatro oficiales muertos (el contradictorias, porque al paso que
bizarro comandante de cazadores a unos anunciaban que una division
caballo don Santiago Bueras, el te- patriota estaba vencedora i obliga-
niente del número 2 de Chile don ba al enemigo a abandonar sus po-
Juan Gana, y los subtenientes del siciones, otros decían que la divi-
número 7, don José Ortiz i don Ra- sion de la izquierda habia sido re-
mon Recabarren), pero en cam- chazada. Por fin, poco ántes de las
bio los oficiales heridos eran mui tres de la tarde, llegaron los pri-
numerosos, i entre ellos casi todos meros mensajes de la victoria. Los
los del batallon de cazadores de Co- patriotas vencedores en toda la lí-
quimbo. Estas pérdidas i estas des- nea, se decia, habian destrozado los
gracias, por sensibles que fuesen, cuadros enemigos, arrollando sus
no disminuían en manera alguna restos i obligándolos a retirarse há-
la importancia de la victoria, ni cia las casas de Espejo, donde iban
bastaban para turbar la alegría a ser atacados sin darles descanso
i el entusiasmo loco que aquélla ha- hasta obligarlos a rendirse a dis-
bía producido en el campo i en la crecion. Inmediatamente fueron
ciudad vecina. echadas a vuelo las campanas de la
En unas cuantas horas habia pa- ciudad para anunciar con sus pro-
sado ésta por las mas opuestas longados repiques que la patria es-
emociones. En la mañana, la pro- taba libre de sus antiguos opreso-
ximidad del ejército enemigo, la res. Las jentes recorrían las calles
certidumbre de que en ese día se en medio de las manifestaciones del
empeñaría una batalla decisiva, el mayor contento, disparando cohe-
temor de una derrota, de la eva- tes voladores i atronando el aire
cuacion de la ciudad por sus defen- con gritos estrepitosos de victoria.
sores que la dejarían a merced de Muchos centenares de personas de
la chusma, i luego de la saña im- todo rango unas a caballo i otras a pie,
placable de los vencedores, mante- se dirijian al campo de bata-
nían a todos los habitantes de San- lla en grupos considerables, lleva-
tiago en un estado de inquietud i de dos por la curiosidad i por el en-
alarma verdaderamente indescrip- tusiasmo.
tible. Algunas familias se asilaron
en las iglesias i en los monasterios La presencia de esa jente en el
de monjas, como únicos lugares en lugar que habia sido teatro de la
que se creían libres de los tumul- batalla, las manifestaciones de con-
tuosos desórdenes de que iba a ser tento a que se entregaban, corrien-
teatro la ciudad en el caso posible do de un lado a otro para buscar a
de triunfo del enemigo. La exita- sus amigos o deudos entre los ven-
cion i la ansiedad fueron todavia cedores, i las muestras de entusias-
mayores un poco mas tarde. Desde mo i de alegría de estos mismos,
medio dia, el estampido incesante aumentaban estraordinariamente
del cañon anunciaba que la batalla el desórden i la confusion que siem-
estaba empeñada. Muchas perso- pre se sigue a una victoria alcan-
nas de diversas condiciones salie- zada despues de una lucha tenaz.
La conduccion de los heridos al
MEMORIAL DEL EJERCITO 139

hospital de sangre, donde no había molino, donde otra guardia se en-


espacio ni comodidades para asilar- cargó de la custodia de los prisio-
los i para atenderlos debidamente; neros (22). " A entradas de la no-
la reunión de los prisioneros a quie- che, casi todos éstos fueron enca-
nes era preciso defender contra la minados a Santiago, donde debían
saña incontenible de muchos solda- ser distribuidos en los diversos
dos que, persuadidos de que la ba- cuarteles, reservando para los ofi-
talla se habia prolongado en las ca- ciales de mas alto rango el edificio
sas de Espejo por una perfidia de del consulado, que hoi ocupa la Bi-
los realistas, no habrían querido blioteca Nacional.
perdonar la vida de nadie; la pre- O'Higgins i San Martin entraron
sencia de numerosos rateros de la a Santiago, a las nueve de la no-
ciudad i de los campos que acudían che. La ciudad estaba alumbrada
a desnudar a los cadáveres para con luminarias en todas las puer-
llevarse la ropa, i por último, la tas de calle. Los repiques de cam-
proximidad i luego las tinieblas de panas se hicieron oir con mayor
la noche, aumentaban estraordina- insistencia, i por todas partes se
riamente aquel desorden. La ente- veían grupos de jente vivando es-
reza de algunos jefes i oficiales trepitosamente a los vencedores.
consiguió con dificultad reunir los Desde el palacio de gobierno, a
cuerpos al llamado de los tambores, donde concurrieron los vecinos
colocar algunos de ellos en los pun- mas caracterizados de la ciudad i
tos en que debían pasar la noche i los mas altos funcionarios del esta-
destinar los otros a la conduccion i do, se despacharon emisarios a to-
vijilancia de prisioneros. "Formá- das partes a llevar la noticia de la
ronse dos líneas de jinetes i los pri- victoria. En la mañana siguiente,
sioneros fueron colocados en el me- ésta era celebrada con grande en-
dio, dice un testigo de vista. Mis tusiasmo en Valparaíso, en Quillo-
amigos Begg i Barnard (dos co- ta, en Aconcagua i en Melipilla.
merciantes ingleses que habian En todos los pueblos fueron aque-
asistido a la batalla) i yo mismo, llos días de fiestas públicas, ardien-
fuimos puestos a requisicion con te y plancentera compensacion de
este motivo. Esta precaucion tenia las tribulaciones i alarmas que se
por objeto vijilar a los soldados e habian seguido al desastre de Can-
impedir que sacrificasen a sus cau-
tivos. Marchábamos lentamente, i
un oficial español que estaba a pié (22) Haigh's Sketches etc., páj. 235.
a mi lado, i que se hallaba tan fati- "Nada puede exceder la furia salvaje de
gado que apénas podía andar difí- los soldados negros que servían en el
cilmente, me pidió que le tomase a ejército patriota, dice en la misma pá-
la grupa de mi caballo. Me disponía jina. Habian sostenido la parte mas en-
a hacerlo, pero el coronel Parois- carnizada del combate contra las mejo-
sien (el cirujano en jefe del ejér- res fuerzas españolas i habian perdido
cito), me advirtió que esponía jun- la principal parte de su tropa i se hala-
tamente mi vida i la del prisionero, gaban con la idea de matar a los pri-
porque los soldados negros no deja- sioneros. Yo ví a un negro que gritaba
rían de hacer fuego sobre él. En es- con rabia cuando percibía a los oficiales
te órden marchamos hasta cerca del protejidos contra su furia.
140 MEMORIAL DEL EJERCITO

charrayada. Por decretos espedi- ca de las orillas del Maipo, donde


dos el 12 de abril, San Martin, en creyeron poder organizar una. des-
virtud de la autorizacion que le ha- esperada resistencia que les fran-
bía conferido el gobierno de las pro. quera el paso de este rio. El vigor
vincias unidas, confirió el ascenso con que era ejecutado el ataque de
de un grado a casi todos los jefes los patriotas frustró las esperanzas
i oficiales del ejército de los An- de los fujitivos, i si bien Rodil con
des, i el supremo director O'Hig- una porcion de los suyos consiguió
gins acordó la misma gracia a los atravesar el rio, una buena parte
del ejército de Chile (23). de su columna tuvo que rendirse a
Miéntras tanto la persecucion de discrecion. Los prisioneros toma-
los realistas fujitivos se había con- dos en ese lugar pasaron de tres-
tinuado con gran teson. El coman- cientos, entre los cuales habia die-
dante Freire con los cazadores a ziseis oficiales. El mayor Molina,
caballo, el sarjento mayor don encargado de conducirlos a Santia-
Francisco Javier Molina con la go, los presentó a O'Higgins a. las
mitad del batallon número 3 de doce de la noche, trasladándolos en
Chile, i algunos piquetes del núme- seguida al cuartel que habia en el
ro 7, sobre todo, se habían separa- antiguo colejio de jesuítas, donde
do del ejército patriota cuando és- hoi se levanta el palacio del Con-
te se disponía a dar el asalto defi- greso (24).
nitivo de las casas de Espejo, i Osorio, sin embargo, habia esca-
marchado en persecucion de las pado por una rara felicidad. Como
fuerzas realistas que se retiraban contamos antes cuando vió su ejér-
con cierto orden hacia el sur bajo cito, roto i rechazado en las lomas
la direccion del coronel Rodil. Aco- en que habia empeñado la batalla,
sadas éstas por sus porfiados per- replegarse hácia las casas de Espe-
seguidores, i perdiendo bastante jo, lo creyó todo perdido, i no pen-
jente, llegaron a entradas de la no- só más que en buscar su salvacion.
che a los cerros de la Calera, ya cer- Imposibilitado para retirarse al
sur, por cuanto las columnas pa-
triotas avanzaban rápidamente cor.
tándole la retirada hácia ese lado,
(23) Estos ascensos no fueron propia- hizo reunir con precipitación en-
mente jenerales para todos los jefes i ofi- tre los soldados dispersos de su ca-
ciales del ejército por cuanto no se hicie- ballería unos doscientos cuarenta
ron estensivos a los que solo habian ser- hombres mandados por el capitan
vido dos o tres meses con el grado que don Manuel Hornas, i a la cabeza de
tenian el dia de la batalla; pero por de- ellos se puso en fuga precipitada
creto subsiguiente, la promoción fué ha- hácia Pudahuel para tomar allí el
ciéndose estensiva a estos últimos cuando camino que conducía a Valparaíso.
contaron algun tiempo más de servicio. Lo escoltaban algunos oficiales i
El gobierno de Buenos Aires aprobó y dos o tres paisanos que venian
aun estendió en mayo siguiente las pro-
mociones hechas por San Martin. La lis-
ta de éstas fué publicada en la Gaceta (24) Esposición del mayor Molina al
de esa ciudad de 27 de mayo i 3 i 10 de senado conservador, de 19 de enero de
junio de 1818. 1819.
MEMORIAL DEL EJERCITO 141

acompañándolo en calidad de ayu- gun alimento, i continuando luego


dante, i llevaba a su lado al padre su marcha, se dirijieron apresura-
franciscano frai Melchor Martínez, damente hacia el lado de la costa.
el autor de la Memoria histórica de Al amanecer del dia 6 de abril pa-
la revolucion de Chile que hemos saron el rio Maipo a poca distan-
hablado en otras ocasiones (25), cia del lugar denominado Cuncu-
el cual por su conocimiento del men, i ántes de medio dia llegaron
país, podia servirle de guia hasta a. la hacienda de Bucalemu, donde
dejarlo fuera del alcance de los pa- pudieron tomar algunas horas de
triotas que habían de perseguirlo. descanso. En su marcha, los fuji-
La fuga de ese grupo de soldados tivos tomaban por la fuerza a los
realistas habia sido observada por campesinos de aquellos lugares los
los oficiales patriotas. Algunos pri- víveres y caballos que hallaban a la
sioneros declaraban ademas que en mano: i a veces esas requisiciones
él iba el jeneral Osorio, al cual era iban acompañadas de actos de vio-
fácil distinguir porque llevaba un lencia de que quedaron heridos al-
poncho blanco. Instruido de todo gunos infelices, i que contribuyeron
esto, San Martin dispuso en el mo- a hacer mas odioso el nombre espa-
mento que uno de sus ayudantes, ñol.
el capitan don Juan O'Brien, reu- En Bucalemu, los fujitivos pu-
niese unos ciento cincuenta grana- dieron creerse libres del alcance de
deros a caballo, i que marchara sin sus perseguidores, a lo ménos por
tardanza en persecucion de los fu- algunas horas. O'Brien, en efecto,
jitivos. Siguiéndoles la pista con movido por un exceso de celo en el
toda actividad, llegó éste hasta Pu- cumplimiento del encargo que lle-
dahuel, donde supo por unos cam- vaba, habia cometido un error que
pesinos que Osorio había tomado el dió tiempo a Osorio i sus compañe-
camino de Valparaíso. Todo hacia ros para ponerse en salvo. Siguien-
creer que se dirijia a algun punto do en pos de éstos, i distinguiéndo-
de la costa vecina a ese puerto, don- los a la distancia por la polvareda
de esperaba sin duda embarcarse que levantaban sus caballos, el ofi-
en uno de los buques españoles que cial patriota habia llegado hasta la
allí voltejeaban. cuesta de Prado a entradas de la
Los fujitivos, entretanto, conti- noche. De la cumbre de esa cuesta
nuaban su marcha por el camino partía hácia el norte un sendero
público i carretero. Trasmontaron áspero i accidentado (conocido con
la cuesta de Prado, i desde el pié oc- el nombre de "la cuesta vieja"),
cidental de ella, se dirijieron há- apénas traficable para caballos,
cia Melipilla por el camino vecinal que iba a bajar al camino de Val-
de los Rulos, Poangue i María Pin- paraíso, dos leguas mas adelante.
to. En los contornos de aquella vi- Creyendo que Osorio se dirijia a
lla, adonde llegaron poco ántes de ese puerto o a sus inmediaciones, i
las diez de la noche, solo se demora- esperando ganarle la delantera i
ron pocos instantes, para tomar al- caer de repente sobre él i cerrarle
el paso, O'Brien tomó aquel sende-
ro, i una vez en las tierras bajas,
(25) Véase el 2, cap. XXV, parte VII se colocó en acecho, resuelto a em-
de esta historia. peñar el combate i a desempeñar su
142 MEMORIAL DEL EJERCITO

comision a todo trance. Despues de tajas alcanzadas por la victoria de


un largo rato, cuando, cansado de Maipo.
esperar la pasada de los fujitivos Osorio no se detuvo en Bucale-
se resolvió a ir a buscarlos al pie mu mas que algunas horas. Gra-
de la cuesta retrocediendo por el cias al reconocimiento que de esos
camino público, reconoció su error lugares tenia el padre Martínez,
por los informes de algunos cam- pudo procurarse allí algunos caba-
pesinos que le avisaron que aque- llos de repuesto; pero eran insufi-
llos habían tomado, hacia mas de cientes para montar toda su tropa.
dos horas, el camino que conducía El jeneral realista, calculando la
a Melipilla. O'Brien no trepidó en dificultad de continuar en esas con-
seguir en la persecucion; pero ya diciones un viaje de mas de cien
era demasiado tarde, i solo logró leguas con toda la jente que lo
apresar a algunos soldados rezaga- acompañaba, resolvió abandonarla,
dos, apoderarse de unas cuantas persuadido de que ésta podría dis-
mulas que conducían alguna-s car- persarse i sustraerse a la persecu-
gas de municiones i de ropas, i en- cion, i de que en caso de caer pri-
tre ellas de una cargada con el equi- sioneros algunos soldados, la infe-
paje, con los despachos i con la co- rioridad de su rango los ponia a cu-
rrespondencia del jen-eral enemigo bierto de la saña de los vencedores.
(26). El plan de apresar a éste se Haciéndose acompañar solamente
habia frustrado; pero la correría por cincuenta o sesenta hombres,
del capitan O'Brien produjo otros entre los cuales estaban los oficia-
resultados que aumentaron las ven- les i las personas de alguna noto-

(26) El capitán O'Brien, mas tarde je- tró ademas algunas cartas escritas por
neral en el Perú, i mui conocido en to- dos o tres caballeros de Santiago, que,
dos estos paises que recorría periódica- tenidos por patriotas, se habian dirijido
mente hasta el fin de sus días (O'Brien a Osorio despues del desastre de Cancha-
falleció en Lisboa el 1º de junio de 1861, rrayada para espresarle su adhesion a la
a la edad de 74 años, hallándose nueva- causa del rei. En vez de emplear esas
mente en viaje para Chile), contaba con cartas como autos cabezas de proceso con-
todos sus accidentes i con mucho co- tra sus autores, San Martin las reservó
lorido esta correría en persecución de cuidadosamente; i un dia que salió con
Osorio. Refería a este respecto un ras- O'Brien a caballo a dar un paseo al Sal-
go de jenerosidad i de discrecion de San to, en los alrededores del norte de San-
Martin que la historia ha consignado i tiago, las quemó para no dejar memoria
que debe recordar. de esa culpable debilidad de hombres,
Cuando O'Brien trajo a Santiago la ba- por otra parte, buenos i utilizables en
lija que contenia la correspondencia de servicio de la causa de la revolución. En
Osorio, i la presentó a San Martin, este recuerdo de este acto de jenerosidad de
último la sometió a un minucioso exá- su jeneral, el fiel O'Brien adquirió mas
men. Halló en ella instrucciones dadas tarde el terreno en que éste habia sido
por el virrei del Perú al jeneral realis- ejecutado, lo convirtió en una modesta
ta i muchos otros documentos de carác- quinta de recreo, i allí levantó una co-
ter oficial o privado, útiles para descubrir lumna de madera conmemorativa de
los planes i recursos del enemigo, i encon- aquel hecho.
MEMORIAL DEL EJERCITO 143

riedad, partió para el sur el mismo hácia el poniente; i al saber el re-


dia 6 de abril, miéntras sus solda- sultado de la batalla, se adelantó
dos estaban entregados al descanso. por las orillas del rio de ese nom-
Galopando sin descanso por los ca- bre hasta San Francisco del Mon-
minos solitarios de la costa, mu- te para detener a los fujitivos rea-
dando caballos cada vez que po- listas que se retiraran por ese la-
, dian procurárselos arrebatándolos do. Engrosando su tropa con parti-
a los pacíficos habitantes de aque- das de campesinos resueltos i ani-
. lla rejion, i soportando todo jénero mosos, llegó luego a Melipilla, i si-
. de penalidades, Osorio i sus campa- guiendo adelante, avanzó hasta Bu-
ños tuvieron que sufrir mas ade- calemu donde contribuyó eficaz-
lante los ataques de las guerrillas mente a apresar a los soldados que
patriotas que los molestaron sobre- habia dejado Osorio. Mas de dos-
manera, i tardaron todavía siete cientos de éstos fueron tomados
dias mas para llegar a su destino. allí con sus armas, i remitidos sin
Los soldados que quedaron en tardanza a Santiago.
Bucalemu cayeron casi todos pri- Pero el valiente Eguiluz no se
sioneros, i con ellos el padre Mar- contentó con esto. Sabiendo que
tínez, que. estaba empeñado en Osorio seguía su marcha al sur por
mantenerlo en quietud. A las fuer- los caminos de la costa, pasó re-
zas de granaderos enviadas en per- sueltamente el rio Rapel, i conti-
secucion de Osorio, se habían uni- nuó con todo empeño la persecucion
do otras que contribuyeron mas efi- de los fujitivos, sosteniendo fre-
cazmente a la persecucion de los cuentes tiroteos con la retaguardia
fujitivos. En los dias que precedie- de éstos. En esos pequeños com-
ron a la batalla, habia sido coloca- bates, Eguiluz solo tuvo dos hom-
do en las orillas del rio Maipo, a la bres muertos a bala, pero acosan-
cabeza de unos cien milicianos de do sin descanso al enemigo hasta
caballería, el atrevido guerrillero la embocadura del Maule, consiguió
don Juan Francisco Eguiluz, que tomarle unos cuarenta prisioneros
se tenia conquistada la fama de que hizo conducir a Curicó. La fal-
hombre valiente i emprendedor. ta de municiones, i la certidumbre
Habia éste hostilizado a las avan- de que al otro lado de ese rio halla-
zadas enemigas en los cerros de la ría fuerzas realistas mejor orga-
Calera. Como se le cortara el ca- nizadas para oponer una vigoroso
mino para replegarse al campa- resistencia, le impidieron pasar
mento de Maipo, se habia retirado adelante (27).
la representación nacional" (Santiago,
La vida aventurera i movediza de 1851), i un estenso i noticioso artículo
O'Brien, siempre honorable i caballero- necrológico publicado por don Benjamín
sa, da materia para un interesante i ame- Vicuña Mackenna en la "Revista del Pa-
no estudio biográfico en que podria re- cífico" (Valparaíso, 1861), tomo V, pájs.
correrse la historia de la revolucion de la 193-204. Existe, además, un excelente re-
independencia de las provincias arjenti- trato de O'Brien, con su traje de jene-
nas, de Chile i del Perú en que sirvió con ral, litografiado con arte i esmero en
tanta decisión como actividad i valor. Lóndres en 1848, e impreso en una gran-
Pueden verse, entre otros muchos docu- de hoja.
mentos i relaciones, los que contiene un (27) Parte de Eguiluz, datado en Ma-
opúsculo titulado "El Jeneral O'Brien a taquito el 17 de abril.
GENERAL DE BRIGADA
JOSE MANUEL B0RG0Ñ0 NUÑEZ
De "Soldados Ilustres del Ejército de Chile. " Por
el Tte. Crl. (R) EDMUNDO GONZALEZ SALINAS

ACIO en Petorca en 1792. obras de ciencias exactas y mili-


N Fueron sus padres D. Fran-
cisco Borgoño y doña Car-
tares.
En diciembre de 1811 obtenía
su título de subteniente de arti-
men Núñez.
Ingresó en el Ejército en cali- llería y en septiembre dé 1812, el
dad de cadete en diciembre de de teniente.
1804. Solicitó permiso para tras- En 1813 le correspondió organi-
ladarse a Santiago a hacer sus zar e instruir una brigada de ar-
cursos de matemáticas, para me- tillería en la ciudad de Talca, con
jor conocimiento del arma de ar- la que entró inmediatamente en
tillería. Dos años vivió dedicado campaña. Se distinguió en la bata-
a estos estudios y cuando sus pro- lla del Membrillar, el 20 de mar-
fesores no tuvieron nada más que zo de 1814. Participó también en
enseñarle, continuó ensanchando Tres Montes (7 de abril) y en Río
su ilustración en la lectura de Claro y Quechereguas. El 20 de
MEMORIAL DEL EJERCITO 145

abril fueron premiados sus servi- En la batalla de Maipo su arti-


cios con el grado de ayudante ma- llería estaba situada en la Loma
yor y en septiembre se le conce- Blanca. Desde allí dirigió sus dis-
dieron los despachos de capitán paros con admirable precisión so-
de artillería. bre la caballería española, disper-
Después del desastre de Ranca- sándola completamente y el nu-
gua, debió refugiarse en los cam- trido y permanente fuego de sus
pos de Talca, obligado a la inacti- cañones evitó que la infantería
vidad por falta de medios para realista, batida desde un comien-
contribuir a la prosecución de la zo pudiera rehacerse.
guerra emancipadora. Pero al sa- Resuelta la expedición Liberta-
ber que San Martín había enviado dora del Perú, fue nombrado Cdte.
al Cdte. Freire, a Manuel Rodrí- Gral. de la Artillería, con el grado
guez y a Cabot a invadir a Chile de Tte. Coronel efectivo. Al tomar
desde su Cuartel General de Men- posesión de la ciudad de Lima el
doza, se internó por las cordilleras Ejército Libertador, el general
de Talca, para salir al encuentro San Martín lo nombró Gobernador
de sus compatriotas y ponerse de político y militar de la plaza, como
nuevo al servicio de la causa de la prueba de la mayor confianza en
soberanía nacional. Abandonó su su capacidad y aptitudes. En 1821
hogar recientemente formado y. viajó a Chile, conduciendo las
animado del propósito de llevar a cuatro banderas que los realistas
Freire algún contingente de sol- habían tomado en Rancagua al
dados, aparte del de su espada, se Ejército de la Patria Vieja. Al
dirigió al montonero Miguel Nei- entrar en Santiago las preciosas
ra. Mas éste, juzgándolo un oficial reliquias, fueron recibidas con
realista encubierto, lo mandó a fu- salvas de artillería, repiques de
silar... en mangas de camisa, campanas y aclamaciones de rego-
puesto que deseaba apoderarse del cijo popular.
uniforme de capitán. La sentencia De vuelta en el Perú, fue nom-
no se cumplió, afortunadamente, brado Pdte., de la Junta de Se-
bajo la promesa del obsequio de cuestros y Contribuciones por el
una casaca nueva. Borgoño se Protector San Martín. Renunció
reunió a Freire en el paso del Plan- porque en cierta ocasión llevaron
chón. En esta división cooperó a a su casa y no a su oficina varias
la dispersión de las tropas de Ma- cargas de plata. Su delicadeza no
roto, batidas en Chacabuco. Parti- aceptó error semejante.
cipó en el asalto de Talcahuano y San Martín le concedió la Cruz
allí se distinguió, como siempre, de la Orden del Sol y le nombró
por su pericia de artillero. Fue jefe de Estado Mayor del Ejército
ascendido a sargento mayor en del Centro, puesto —este último—
julio de 1817. que la Junta que sucedió al Pro-
En el desastre de Cancha Ra- tector, mantuvo en todo su vigor.
yada el mayor Borgoño salvó las San Martín le obsequió además su
piezas de artillería de su mando espada de guerrero victorioso
y al cruzar el río Lircay las hizo (espada de Bailén).
enterrar para que no cayesen en Regresó a Chile en 1823.
poder de los realistas. Un movimiento revolucionario
146 MEMORIAL DEL EJERCITO

que se produjo en Valparaíso, en carácter y su prestigio militar lo


1825, como protesta contra algu- escudaron de las emulaciones y de
nas providencias de la administra- las odiosidades que pudieron pro-
ción Freire, obligó a éste a nom- vocar sus reformas en el Ejército,
brar al coronel Borgoño inten- pues sólo un severo espíritu de
dente de la provincia. Había as- justicia y disciplina guiaba sus
cendido a coronel en diciembre de propósitos. " (P. P. Figueroa). En
1821 y nombrado en la misma fe- 1828 se vio obligado a volver a
cha comandante del 2º batallón de tomar la dirección del Ejército de
artillería. No había alcanzado a operaciones del sur, para aniqui-
tomar posesión de su puesto cuan- lar el bandidaje. Gran éxito. De
do fue nombrado Cdte. General de regreso a la capital, en mayo de
Armas de Santiago y encargado 1828, se hizo cargo nuevamente
de organizar la expedición liberta- del Ministerio de Guerra.
dora de Chiloé que, por segunda No obstante sus estado delicado
vez, disponía el general Freire de salud —consecuencia de la pe-
para coronar la independencia. La sada labor administrativa y de las
víspera de la partida (9 de no- campañas— su iniciativa en favor
viembre de 1825) fue agraciado del Ejército continuaba haciéndose
con el título de brigadier y nom- sentir eficazmente. Decretó que
brado 2º jefe de la expedición. un soldado de cada compañía de
Atacó las alturas de Bellavista, en los cuerpos, que supiese leer y es-
donde los aguardaba el general cribir, concurriese en calidad de
Quintanilla, en un fuerte erizado alumno al Liceo de Chile, que diri-
de cañones. El brigadier Borgoño gía el literario español D. José
y sus soldados acosaron a los úl- Joaquín de Mora. Además, mandó
timos defensores del rey en las al- organizar una escuela primaria en
turas del río Pudeto y los arroja- cada cuartel, haciendo obligatoria
ron aniquilados a la cima del cerro la instrucción para los soldados.
Bellavista (14 de enero de 1826).
Por razones de salud, renunció
Ese mismo año el brigadier al puesto de Ministro de Guerra
Borgoño fue nombrado General en en 1829. Triunfante en Lircay la
Jefe del Ejército de Operaciones revolución encabezada por el ge-
en la zona comprendida entre Col- neral Prieto, el general Borgoño
chagua y Concepción, con la mi- fue dado de baja en el Ejército,
sión de batir a los Pincheira. Ex- por haberse negado a reconocer al
tinguidas las montoneras en la nuevo Gobierno. Se retiró al cam-
provincia de Concepción, por ale- po para no intervenir en la marcha
jamiento de los Pincheira hacia política del país. Consagró sus ho-
las cordilleras de Mendoza, Bor- ras de reposo al estudio. Más tar-
goño regresó a la capital. de la Sociedad Nacional de Agri-
A mediados de 1827 fue nom- cultura, al establecerse, le acordó
brado Ministro de Guerra. Su el título de socio fundador por sus
principal cuidado fue el de reor- trabajos de campo y de labranza.
ganizar el Ejército de acuerdo con Fue también iniciador y primer
las más nuevas modalidades de la Presidente de la Sociedad Filar-
época. "Su entereza y rectitud de mónica y miembro protector de la
MEMORIAL DEL EJERCITO 147

Sociedad de Lectura. En 1835 el timaba necesarias para dotar al


Congreso acordó establecer rela- país de una organización militar
ciones diplomáticas con el Gobier- moderna en concordancia con ios
no de España. Y nombró al gene- progresos alcanzados hasta enton-
ral Borgoño Enviado Especial y ces.
Ministro Plenipotenciario ante Su Fatigado por el trabajo admi-
Majestad Real. En España fue re- nistrativo y herido de muerte por
cibido con las mayores distincio- la enfermedad crónica que minaba
nes. Su misión fue altamente afor- su organismo desde las campañas
tunada, pues logró suscribir un de la Independencia, falleció en
tratado de paz y amistad (abril Santiago el 29 de marzo de 184S.
de 1844). El general Borgoño re- D. Andrés Bello decía en un ar-
husó aceptar la Cruz de Carlos III tículo inserto en "El Araucano",
que le fue ofrecida por el Gobier- diario oficial de la época: "Anti-
no de España, estimando que como guo defensor de nuestra indepen-
diplomático había cumplido con dencia, plenipotenciario del trata-
un deber y que no tenía derecho a do en que España la reconoció so-
recompensa. lemnemente, y más de una vez di-
En noviembre de 1845 fue de- putado y Ministro de Estado, el
signado Inspector General del ilustre difunto ha dejado en los
Ejército y un año después, Minis- varios destinos recuerdos glorio-
tro de Guerra y Marina. Su Memo- sos, realzados por la memoria de
ria presentada al Congreso de sus virtudes privadas, que le ha-
1847, es un documento precioso cían un perfecto ciudadano y un
para la Historia del Ejército, pues ornamento de la sociedad chilena".
en ella señala las reformas que es-
ALBUM MILITAR DE CHILE. Pedro P. Figueroa. Hoja de Servicio. Archivo de Guerra.
ron perseguidos y en ello —cuen-
TENIENTE CORONEL ta la Historia— se distinguieron
los subtenientes Enrique Campino
y Santiago Bueras. En Yerbas
SANTIAGO Buenas lució nuevamente su arro-
jo y su audacia. "Avanzaron los
granaderos mandados por Bueras
—cuenta el Diario Militar de Ca-
BU ERAS rrera— y llevaron la muerte por
la parte que ellos querían, burla-
ron al enemigo hasta el extremo de
ABARÍA tomarlos por los cabellos, tirarlos
al suelo y acabarlos a bayoneta-
zos. "
De "Soldados Ilustres del Ejército
El joven oficial hizo toda la
de Chile" por el Tte. Crl. (R). EDMUNDO campaña a las órdenes del briga-
GONZÁLEZ SALINAS dier Carrera y del general O'Hig-
gins en los batallones de infante-
ría "Granaderos de Chile" y "Au-
xiliares de la Patria" y sus méri-
tos eran tantos —ratificados en
OSE Santiago María Esta- las acciones de El Manzano y Do-
J nislao Bueras Abaria nació
en Santiago el 7 de mayo de
ñihuelo— que la Junta de Gobier-
no que se encontraba en Talca re-
solvió conferirle el grado de te-
1786. Fue hijo del hacendado de
Santiago, D. Francisco Bueras y niente coronel (decreto de 31 de
de doña Josefa Abaria. Ya joven, enero de 1814).
solía llegar a la capital por asun- Sabedor de que los realistas alo-
tos de negocios —era hacendado jaban en la hacienda de Cuchacu-
como su padre— y en uno de esos cha, el coronel Mackenna resol-
viajes se encontró en la magna vió caer sobre ellos antes del ama-
asamblea de 18 de septiembre de necer del 22 de febrero. Así lo hi-
1810. La visión espectacular de zo... pero el enemigo había es-
las tropas de línea y de milicias capado. Ordenó entonces al co-
resguardando el desarrollo del ac- mandante Bueras, que, con par-
to, inflamó su entusiasmo por la te de su tropa, se hiciera cargo de
causa patriota y tan pronto fue algunos caballares y vacunos que
creado el batallón de infantería pastaban en los potreros vecinos.
"Granaderos de Chile" (2 de di- Cumplía la orden Bueras cuando
ciembre del mismo año), fue uno aparecieron fuerzas de caballería.
de los primeros en incorporarse a Les hizo frente y el adversario "se
sus filas, con el grado de subte- retiró a las alturas inmediatas des-
niente. de donde despechaba pequeñas
Tuvo su bautismo de fuego en partidas a tirotear, las que fueron
la sofocación del motín de Figue- perseguidas por dicha guerrilla
roa, el 1ºde abril de 1811. Cuan- (la de Bueras) y un piquete de
do los defensores de la Patria re- voluntarios al mando del alférez
chazaron a los realistas y éstos hu- Allende, cuya intrepidez y ardor
yeron hacia el norte del río, fue- de su tropa le hizo avanzar tanto
MEMORIAL DEL EJERCITO 149

que costó repetidas órdenes y la fue conducido a la presencia de


pérdida de mucho tiempo en ha- Marcó del Pont y a pesar de que
cerlas reunirse a su división" no se le pudo comprobar nada
(Parte oficial). Observando Mac- —fuera del hecho de haber sido
kenna que los realistas no se atre- oficial insurgente— fue llevado a
vían a atacarlo y que su columna Valparaíso, para ir más tarde a
carecía de los elementos móviles Juan Fernández. La espera debió
necesarios para darles alcance, dis- cumplirla en la fragata Victoria, y
puso el repliegue a las posiciones entre sus compañeros de cautive-
del Membrillar. Repentinamente rio se contaba el capitán don Jo-
fue acometido por fuerzas consi- sé de los Santos Mardones, futu-
derables que el enemigo había lo- ro gobernador de la colonia penal
grado reunir en los alrededores y de Magallanes.
que pretendían aislar las fraccio- La noticia de la victoria de Cha-
nes adelantadas del comandante cabuco se supo en Valparaíso el
Bueras; pero "este, con su acos- mismo 12 de febrero de 1817. Un
tumbrada intrepidez, hizo frente grupo de patriotas porteños se
por todos lados" y dio tiempo a que allegó, en una chalupa pescadora,
Mackenna acudiendo oportunamen- hasta el costado de la Victoria y
te dispersara al adversario y le comunicó la magna nueva del
causara algunas bajas en hombres triunfo. Una comisión de tres pri-
y caballos. sioneros —de los cuales uno de
Durante los preparativos de la ellos era Bueras— se apersonó al
defensa de la villa de Rancagua, capitán del buque, de apellido Var-
al comandante Bueras —como al gas, para que los pusiera en li-
comandante Freire y al capitán bertad esa noche y se le prometió
Fracisco Molina— le correspondió una buena recompensa. El capitán
la exploración hacia el sur, en di- accedió gustoso; pero en la noche
rección al enemigo. Esta partidas dejó en libertad sólo a los tres co-
se replegaron hacia las posiciones misionados y el resto quedó ence-
patriotas, en el último momento rrado en el entrepuente. Los comi-
solamente. sionados se pusieron a discutir aca-
Después del desastre de las loradamente con el oficial de guar-
armas de la Patria, emigró a dia, a fin de lograr la libertad de
Mendoza. El general don José sus compañeros. En ayuda del ofi-
de San Martín, en conocimien- cial, se lanzó el capitán contra los
to de sus grandes amistades e tres patriotas. Pronto la situación
influjo entre la gente de Acon- fue dominada completamente por
cagua y de su conocimiento de todo estos últimos. La tropa se limitó a
el valle, lo envió a Chile a organi- cruzarse de brazos, con la certeza
zar la guerra de guerrillas, junto de que las cosas habían cambia-
a Manuel Rodríguez y otros pa- do...
triotas decididos. Bueras reclutó A medianoche los prisioneros se
guerrilleros entre los hombres de embarcaron en un lanchón y en si-
su hacienda y, equipándolos y ar- lencio los fugitivos se pusieron a
mándolos a su costa, comenzó su remar furiosamente hacia la pla-
peligrosa misión. Tomado preso, ya lejana Al llegar a ésta, una pa-
150 MEMORIAL DEL EJERCITO

trulla realista dio el quién vive. de 1818 salvó al comandante Frei-


Luego de un instante de silencio, re y a uno de los escuadrones de
volvió a repetir el grito. Como no "Cazadores de la Escolta Direc-
hubiera contestación, hizo una des- torial" de ser aniquilado por la ca-
carga cerrada en dirección al lan- ballería realista. En cumplimiento
chón. Bueras se lanzó al agua jun- de una misión de exploración el
tamente con sus compañeros y ca- comandante Freire se encontró re-
da uno tomó distinto camino al pentinamente delante de tres es-
pisar tierra. Sólo lo acompañó el cuadrones adversarios. Freire hi-
teniente don José Santiago Aldu- zo frente al peligro, confiado en el
nate, futuro general de la Repú- auxilio que habría de enviarle el
blica. Luego encontraron insurrec- general Brayer, Comandante Ge-
tos, al frente de los cuales toma- neral de la Caballería patriota. Los
ron por sorpresa el castillo de San jinetes de Morgado habrían con-
José, la fortaleza principal de] cluido con el escuadrón de Caza-
puerto. dores si no hubieran divisado, al
Con fecha 30 de septiembre de llegar al río Lontué, a una tropa
1817 se le reconoció, por la Orden de caballería que acudía en su au-
General del Ejército, como coman- xilio. Era Bueras, que, aburrido de |
dante del batallón "Infantes de la esperar las órdenes que no llega-
Patria", aun cuando ya lo era ban, se lanzó por iniciativa con su
prácticamente desde comienzos de escuadrón en protección de Frei-
agosto. Al lado del general O'Hig- re.
gins, asistió a las acciones con- En la noche del desastre de Can-
tra el puerto fortificado de Tal- cha Rayada las fuerzas de caballe-
cahuano y a la retirada hacia el ría patriota se dispersaron com-
norte, con motivo de la expedición pletamente y sólo Bueras logró
Osorio, hasta el momento que el mantener reunidos unos 100 jine-
total de las tropas patriotas se reu- tes de "Cazadores de la Escolta".
nió en Chimbarongo. Llevado por su recio corazón, se
metió en el entrevero donde nadie
Hasta este momento vemos a sabía con quién peleaba. A punta
Bueras formar parte de unidades de sable llegó hasta el sitio en que
del arma de infantería. Hubo más: el general O'Higgins, recién heri-
con fecha 27 de septiembre de do y completamente cercado por el
1817 propuso a la superioridad enemigo, trataba de montar a ca-
militar la creación de un batallón ballo. Logró rescatarlo vivo y con-
de infantería a base de esclavos ducirlo hasta el cerro Baeza. Des-
negros. Pues bien, como compro- pués se retiró con sus cazadores
baremos en seguida, lo encontra- hacia San Fernando, conjunta-
remos incluido en una unidad de mente con la división Las Heras.
caballería a comienzos de 1818. No Fue a establecerse, con su escua-
hemos encontrado el documento drón, a orillas del Tinguiririca, a
oficial respectivo en donde exista fin de ayudar a los dispersos que
constancia de la fecha exacta del iban llegando unos tras otros, ob-
cambio de unidad o de arma. servar la marcha de la división Las
Efectivamente, el 14 de marzo Heras y mantener la exploración
MEMORIAL DEL EJERCITO 151

hacia el enemigo con patriotas vo- de un balazo en la cabeza, en los


lantes (patrullas). momentos en que su escuadrón
Una vieja tradición que ha lle- cargaba contra el ala derecha de
gado hasta nosotros, cuenta que la división Ordóñez.
en uno de los muchos encuentros La caballería chilena, agradeci-
con la caballería realista se le que- da de sus hazañas, ha escrito en
bró el sable, por cuya razón em- una piedra recordatoria, en el si-
pezó a usar en adelante dos. Así tio mismo de su holocausto: "Aquí
se presentó a la batalla de Maipo murió por la Patria, en demanda
el 5 de abril de 1818 y allí murió de su libertad. "

DICCIONARIO HISTORICO, BIOGRAFICO Y BIBLIOGRAFICO DE CHILE.


Virgilio Figueroa.
ALBUM MILITAR DE CHILE. Pedro P. Figueroa
REVISTA DE CABALLERIA N° 175. División de Caballería.
RELACION DEL CORONEL DON JOSE MARIA DE
LA ARRIAGADA, DE TODO LO SUCEDIDO EN EL
EJERCITO REAL, AL MANDO DEL SEÑOR JENE-
RAL DON MARIANO OSORIO, DESPUES DE
CANCHARRAYADA HASTA LA BATALLA
DE MAIPO

Colección de Historiadores de Chile.

L momento que nos posesio- meros al primer comandante del


namos del campo, partía a batallón de Concepción don Juan
escape a Talca, i le dí la José Campillo, que alcanzó a morir
noticia al señor jeneral, llegando en el hospital aquella misma noche,
poco despues el parte verbal dele de un balazo en la cabeza.
señor Ordoñez; inmediatamente se Por los estados i papeles que se
puso en marcha i se reunió al ejér- le tomaron a San Martin se impuso
cito a las orillas del Lircai, hasta el señor jeneral que la enemiga
cuyo punto persiguió al enemigo el fuerza constaba de 7. 600 i mas pla-
señor Ordoñez. zas de infantería i 1. 400 granade-
La victoria tan casual como ven- ros montados i cazadores. 36 piezas
tajosa i el excesivo fuego de la tar- de artillería i dos escuadrones mas;
de anterior no dejó de costarnos todos al mando del jeneral en jefe
alguna desgracia, pues tuvimos en- San Martin i de los de division
tre muertos i heridos como 200 Balcarce, Las Heras, Freire i Bra-
hombres, contándose entre los pri- yer i del Supremo Director de Chile
MEMORIAL DEL EJERCITO 153

O'Higgins. De la pérdida del ene- cero del rei, que lo asistía un reli-
migo no se pudo saber pero creo que jioso i un cuarto de efectos i per-
fue poco mas que la nuestra. trechos de guerra; a la oración nos
El 20, así que amaneció, se siguió reunimos al ejército.
siempre al enemigo i habiendo lle- El 27 vadeamos el rio Teno i
gado a las dos de la tarde al rio campamos en el convento de la Mer-
Pangue, acampamos en sus riberas; ced de Chimbarongo, en donde se
mas, viendo el señor jeneral que era nos reunieron el conde de la Con-
moralmente imposible perseguir al quista i el teniente de infantería
enemigo a marchas forzadas hasta don Manuel Asensio, que fue pri-
la capital porque estaba la caballe- sionero el 5 de mayo del año 17 en
ría bien maltratada, i porque la in- la salida que hicimos de la plaza de
fantería estaba bastante estropeada Talcahuano a tomar a Concepcion;
i con muchos dispersos; i que desde ambos dieron noticia que el enemi-
aquel punto a la capital habian 80 go se estaba reuniendo adelante de
leguas, ordenó que el señor Ordoñez Rancagua, para cuyo efecto San
siguiese para adelante poco a poco Martin habia repartido órdenes se-
con los batallones Infante don Cár- veras a los jueces de campo.
los i Concepcion, los dos escuadro-
nes de dragones de la frontera i El 28 vadeamos el rio Tinguiri-
tres piezas de artillería; i volverse rica i llegamos a la villa de San
a Talca con el resto del ejército Fernando en donde nos impusieron
para recomponer el carruaje i reu- que San Martin habia permanecido
nir los dispersos que casi era la allí dos dias reuniendo su ejército
quinta parte del ejército. i que el coronel Las Heras habia
pasado con una division bastante
El 21 salió el señor Ordoñez con grande de infantería i artillería.
su division i llegó hasta la hacien- El 29 campamos en la hacienda
da de Quecheréguas en donde hizo de don Manuel Valdivieso, nombra-
alto; i el señor jeneral se regresó da Malloa, i allí nos contó una mu-
a Talca a donde llegamos aquel dia jer que O'Higgins iba herido de la
a la una de la tarde. Allí permane- mano derecha i que ella lo había
cimos el 22 i el 23 en cuyos dos curado.
dias se cantó una misa en accion El 30 por la mañana al llegar el
de gracias, se arengó a la tropa en ejército a las casas de don Francis-
la plaza, se reunieron los dispersos co Valdivieso, hijo de don Manuel,
i se organizó tocio. las que ya habia dejado atras como
El 24 salimos de Talca i campa- dos leguas el coronel de dragones
mos en el Camarico: el 25 llegamos de Chillan don Cipriano Palma, que
a las once del dia a la hacienda de iba de descubierta, se encontró con
Várgas i allí nos quedamos por el una partida de caballería enemiga,
excesivo calor que hacia i en dis- que seria de 400 hombres, a la que
tancia de una legua de la primera atacó, llegando en su auxilio por
division. El 26, reunidos, vadeamos órden del señor jeneral, los drago-
el rio Lontué campamos en las in- nes de la frontera i fue batida, de-
mediaciones del rio Teno, pasando jando algunos muertos, los que
el señor jeneral con sólo su guardia tambien hubo de parte nuestra,
a la villa de Curicó, i en el convento siendo uno de ellos el capitan gra-
de San Francisco hallamos un lan- duado de teniente coronel don
154 MEMORIAL DEL EJERCITO

Francisco Perez del escuadron de mano pasar adelante al coronel|


Chillan; así que huyeron los enemi- Morgado con sus dragones a quien,
gos siguió el ejército, vadeando por ejemplo del señor Ordoñez, le[
aquella tarde el rio de Cachapoal i declararon comandante jeneral de
llegamos a la villa de Rancagua i caballería, al que los demas coman-
campamos en su cañada. dantes del arma no querían obede-
El 31 en el cerro de Pan de Azú- cer, i hubo una gran competencia,,
car, hallando los caminos casi in- Luego el señor jeneral ordenó que
transitables por la mucha agua. los lanceros del reí, dragones de
El dia Iº de Abril fuimos a cam- Chillan i de Arequipa fuesen a to-
par en las casas de la hacienda del mar posesión de unas alturas in-
Hospital, hallando allí al hijo de mediatas que dominaban nuestra|
don Pedro Alamos el que dijo sabia situación, con motivo de estarse ya
de cierto que San Martin con su batiendo los dragones de la fron-
ejército estaba fuera de la capital i tera a cuyo auxilio mandó la co-
que lo tenia casi todo reunido. lumna de cazadores con dos piezas
El dia 2 dejó el señor jeneral el de artillería, al mando del jefe del
camino real i se oblicuó con el ejér- estado mayor Primo, la que hizo
cito hacia la izquierda; a las 12 del replegar a la caballería enemiga
dia vadeamos el rio Maipo i cam- sobre su ejército i se posesionó o
pamos en el Mirador de Tagle, situó en la cima de los cerros. En
situacion bastante ventajosa por este ínter el señor jeneral dispuso
dominar todo el campo. su plan de ataque para esperar al
El 3 llegamos a las casas de la enemigo, seguro de que por ningu-
hacienda de la Calera a las 11 del
dia, distante cinco leguas de la ca- no de sus flancos ni por retaguar-
pital, i alli nos quedamos. Esa no- dia podía envolverlo por estar aco-:
che se impuso el señor jeneral de derado con las casas i si sólo por'
la situación del enemigo, con ha- su frente, i esto con bastante ven-
bérsele presentado un caballero taja nuestra, por la que la infan-
Ugarte de la capital, amigo suyo, i tería enemiga podía atacar, si sol
le regaló un guapo caballo. caballería por tener a la derecha
El 4 por la mañana se tirotea- dos cerros de espino impenetrables;
ron las guerrillas nuestras con las i por la izquierda un ciénago o fan-
del enemigo en los cerros que es- go que ni a pié podia transitarse,
tán delante de las casas i se reple- (1).
garon unas i otras sobre su cen-
tro. Como a las 10 del dia nos pu- Cuado ya estaba todo dispuesto,
simos en marcha oblicuando siem-
pre a la izquierda i paramos en la (1) Así se lee en la copia de que nos
hacienda de Espejo, inmediato a servimos, pero hai sin duda algun error,
sus casas i ya bien de noche, la que Talvez falta esta frase: pero no su caba-
pasamos sobre las armas por es- llería, etc., o bien esta otra al final de la
tar tres leguas de la capital i dos proposición: no hubiese estado en la im-
del campamento enemigo. posibilidad de auxiliarla. Creemos mas
El dia 5, al amanecer, ocupamos probable la primera por ser mas breve i
las casas i sus posesiones que te- por no existir la violenta trasposición que
nia ventajosas, haciendo de ante- se advierte en la segunda.
MEMORIAL DEL EJERCITO 155

viene el señor Ordoñez i le dice mandar la segunda división por


al señor jeneral que le dé al ejér- la estropeadura que recibió en
cito para irles atacar a la pampa Cancha Rayada, que colocase a los
o en la posición que tenían; el se- lanceros del rei, dragones de Chi-
ñor jeneral le respondió que no i llan i Arequipa al flanco derecho
que allí los esperaba, así por serle de la Iª división, compuesta del
aquel lugar ventajoso como por- Infante, Concepcion i compañía de
que su fuerza era incomparable- zapadores, al mando del señor Or-
mente menor que la que presenta- doñez, i al flanco izquierdo de la
ba el enemigo i que podia envol- 2ª división los dos escuadrones de
verlo; a esto le responde el señor dragones de la frontera, compues-
Ordoñez que era mostrar miedo, ta ésta de Búrgos i Arequipa al
que el enemigo se daria mas to- mando del 2º comandante de Bur-
no i que él aseguraba dispersar- gos don Lorenzo Morla i que de
los. cuerpo reserva se colocase al jefe
El señor jeneral viendo que no del estado mayor con las dos co-
podía convencer al señor Ordoñez lumnas de cazadores i granaderos,
le cedió, mandando avanzar la co- la mayor parte de su guardia.
lumna de granaderos a donde es- Cuando el coronel de Burgos re-
taba el jefe de estado mayor Pri- partía estas órdenes llegó a esca-
mo, i las dos divisiones de infan- pe a lo del señor jeneral el tenien-
tería con toda la artillería colo- te de dragones de la frontera don
cándose ésta en los claros, tenien- N. Cornejo, i le da el siguiente re-
do a su frente los dragones de Chi- cado o por mejor decir órden: "di-
llan repartidos en tiradores. Así ce mi coronel Morgado que si V. S.
se puso en marcha todo el ejército no avanza con su ejército él con
hasta que llegó paralelamente con sus dragones se va a tomar la ciu-
la altura que cubría el jefe del es- dad" el señor jeneral le respondió:
tado mayor, en donde mandó el "dígale V. a su coronel que deje
señor jeneral hacer alto, pues ve- de hacer de las suyas i que obe-
nia a retaguardia en el flanco iz- dezca la órden que le tengo dada".
quierdo llevando en el de la dere- El ejército se puso en marcha i
cha al señor Ordoñez. Allí se puso viendo el señor jeneral que ni el
a observar los movimientos del jefe del estado mayor ocupaban
enemigo que ya amenazaba por di- sus puestos les repitió la órden por
ferentes puntos, activando su arti- conducto de sus ayudantes de cam-
llería un vivísimo fuego, conforme po Valdes i Ara, mandándome al
iba avanzando, de suerte que una mismo tiempo, con cuatro solda-
bala de cañon le lastimó el caba- dos de su guardia, a retaguardia
llo en que iba montando, que por del ejército para observar sus ope-
poco lo hace pedazo, al que contu- raciones. Al tiempo de marchar-
vimos i mudó al momento. me llegó el ayudante don José Val-
A esto el enemigo avanzaba ya des i le dijo al jeneral: "dice el
de frente en masa i observado por coronel Morgado que no quiere
el señor jeneral ordenó al coronel obedecer. "
de Búrgos don José María de Be- Yo seguí los movimientos del
za, que iba a su lado por no poder ejército el que, con arma al bra-
156 MEMORIAL DEL EJERCITO

zo, sufriendo un violento fuego de Yo al momento partí a darle


la infantería i artillería enemiga, parte al señor jeneral del desór-
llegó casi a quemarropa i haciéndo- den de los lanceros i dragones i que
le su descarga se fue sobre él a la el ejército venia derrotado i lo en
bayoneta, consiguiendo ponerlo en contré con el coronel Beza toman-
fuga, matarle mucha jente i to- do la medida para auxiliarle, co-
marle alguna artillería. Pero ob- mo que a fuerza de instancia
servando el enemigo que nuestra mandó el jefe del estado mayor
izquierda estaba en descubierto Primo la columna de granaderos
cargó sobre ella una gruesa co- la que llegó cuando ya no podia
lumna de infantería que traia de hacer nada, porque lo mas
reserva i la flanqueó quedando ejército en dispersion habia lle-
siempre firme, sin embargo de ha- gado a las casas a donde se reple-
berle muerto el caballo i perdido gó también el señor jeneral i
casi la mitad de su batallon, el va- puso en el callejón de la derecha
liente comandane de Arequipa don a contener la caballería i reunir
José Antonio Rodil, sosteniéndose la infantería, entrando yo al pa
a la bayoneta con la división, por tio de la casa para hacer salir
haber arrancado el comandante de todos los asistentes i formar afue-
ella i de Burgos don Lorenzo Mor- r a ; cuando salí con ellos ya ví al-
ía al que el alférez Serrano le dió gunos lanceros reunidos, pero na-
de palos para que volviese a su ba- die quería obedecer i cada uno ti-
tallon. raba solo a escapar el bulto; al
Al mismo tiempo carga toda su teniente de zapadores Almoalla i
caballería sobre nuestra línea, a el de artillería Gascon con algunos
la que el intrépido coronel don soldados i dos piezas se pusieron
Cipriano Palma con sus dragones en una altura a contener a vivo
de Chillan resistió i fué batido, es- fuego, pero luego fueron derrota-
capando sólo las reliquias del es- dos. Él coronel Morgado, lejos de
cuadrón por causa de los lanceros obedecer, perdió sus dragones,
del rei i los dragones de Arequipa, quedando la mayor parte muer-
que sin dar una cuchillada volvie- tos en el campo, entre ellos el ca-
ron cara i huyeron a escape, sien- pitan don Pedro Benavente i a él
do los primeros sus comandantes, lo hizo obedecer su caballo i se re-
a quienes salí a contener i por po- fujió a la infantería. El jefe de
co me matan. Nuestra infantería estado mayor Primo de la posi-
quedó en descubierto i empezó a ción que ocupaba, de donde no qui-
retirarse para las casas de Espejo so salir, ni obedecer a las repeti-
defendiéndose de la caballería a das órdenes del señor jeneral se
bayonetazos, la que le acuchillaba replegó en desórdenes a las casas,
sin cesar, quedando, en el campo, Los enemigos, que no perdían mo-
muerto el segundo comandante del mentos circundaron con su nume-
batallon de Concepcion don Ra- rosa caballería las casas, tomán-
mon Arriagada, que mandó en jefe donos todas las salidas i con su in-
al batallon de la accion por haber fantería atacaron por el frente,
arrancado don Ramon Jiménez que haciendo grandes destrozos.
era el primero. El señor jeneral envuelto en
MEMORIAL DEL EJERCITO 157

desorden tan grande i que sus ór- nosotros, nos propuso que él nos
denes no eran obedecidas por la llevaría hasta el Maule, por cami-
confusion de confusiones que allí nos estraviados, para no encon-
se formó con motivo del tiroteo, i trarnos con una guerrilla manda-
de la polvareda que nos cubría, da por un clérigo Alvarado que ve-
trató de retirarse por el callejón nia en busca nuestra. A éste le creí-
que cubría para no ser víctima i mos i le seguimos; así que anoche-
salvar alguna tropa; en efecto, se ció nos metió por una montaña i
ejecutó a escape porque ya no po- como a las diez de la noche baja-
dia de otra suerte, siguiéndole yo mos de ella a la playa por unos
en la custodia con seis lanceros desfiladeros escabrosísimos i de-
de dragones de la frontera i me- jándonos allí encerrados entre el
díante a éstos i otros mas que se mar i una gran laguna, se desapa-
juntaron abrimos el paso a cuchi- reció.
lladas desalojando al enemigo de Viéndonos burlados i sin saber
la salida del callejón, por donde a dónde nos hallábamos por la os-
también desfilaron de 800 a 1. 000 curidad de la noche, empezamos a
hombres de todos cuerpos, los que calcular qué haríamos: a esto dice
fueron reuniendo al señor jeneral, un soldado "aquí hai un cerco" i
i seguimos por los montes i espi- nos entramos a él i grita un cha-
nares oblicuando a la derecha pa- carero "señores, no me maten". Le
ra tomar el camino de la costa i respondimos que se llegase sin re-
poder salvarnos de la caballería celo i, habiendo ejecutado, nos di-
enemiga. jo que estábamos perdidos, que
Toda la tarde i la noche no ce- aquello era una ensenada i le obli-
samos de caminar i amanecimos gamos a que nos sacase de aquel
inmediatos al rio Maipo, el que va- punto, lo que ejecutó circundando
deamos a las 7 de la mañana i, la laguna por un arenal inmenso
siguiendo siempre nuestra ruta, i nos puso en una llanada, la que
llegamos a la oración a las casas seguimos sin parar.
de la hacienda de Bucalemu, desde Al amanecer del dia 8 llegamos
donde ya nos empezaron a perse- a una casa i nos recibieron casi a
guir las partidas de huasos. De allí palos las mujeres, a las que contu-
salimos a las doce de la noche, vimos pero no pudimos sacar al-
guiados por un práctico que pro- gun socorro para remediar nues-
porcionó el reverendo padre misio- tra necesidad, que hacia tres dias
nero de Chillan, frai Melchor Mar- que no comíamos; así que amane-
tínez, por tener este relijioso gran ció tomamos el camino de las sa-
partido con aquella jente. linas cargándonos dos considera-
Al amanecer del dia 7 pasamos bles partidas de huasos con algu-
el río Rapel i seguimos todo el dia nos fusiles por vanguardia i reta-
por un camino a la costa en que guardia i a fuerza de balazos nos
nos dejó el práctico, molestados íbamos abriendo paso; a las doce
siempre por los huasos, hasta las del dia llegamos a las salinas en
cuatro de la tarde que se nos pre- donde tomamos algun alimento i
sentó uno i compadeciéndose de luego caminamos, parando a pues-
158 MEMORIAL DEL EJERCITO

tas del sol en una altura a dejar del día, haciendo alto de la otra
descansar las bestias i para que parte en unas casas solas por ha-
pastasen algo. berse refujiado sus habitantes en
Allí nos sitiaron las dos parti- los montes así que nos vieron, pe-
das de huasos i en cuanto anoche- ro dejaron la comida en la cocina,
ció emprendimos nuestra marcha, que se componía de frejoles i co-
llevando al frente como 50 tirado- chayuyo, lo que inmediatamente
res; luego nos dan el "quien vive" que comimos nos pusimos en mar-
i respondimos "la patria", "que cha para el Maule sin parar toda
jente" nos dicen, "la escolta de la noche.
San Martin que va en seguimien- No bien amaneció el dia 10 apu-
to de los godos" contestamos i nos ramos el paso porque ya una gue-
repiten "avance el comandante de rrilla enemiga nos venia a balazos
la escolta para ser reconocido", picando la retaguardia i llegamos
entónces se le dijo, con tono im- a la boca del rio Maule a las 9
perioso, "avance usted que quizá de la mañana i no encontramos en
será alguno de los godos que van que embarcarnos porque los ofi-
por este camino"; inmediatamen- ciales don Vicente, don Diego i don
se nos presentó un comandante, al Pedro González con algunos sol-
que circundamos dándole un golpe dados, que se adelantaron ocultos
por detras, con el que conoció que aquella noche, llegaron al rio bien
éramos sus enemigos i sin decir de mañana i se embarcaron en las
mas que "no señor", afirmó las canoas. Como a la hora vino por el
espuelas a su caballo i salió de en- rio arriba una canoa a sacarles sus
tre nosotros tirándole a quemarro- caballos que estaban en una isla a
pa tres tiros. Así que oyen los hua- la que hicimos allegarse a la ribe-
sos parten todos a escape sobre ra a balazos i en ella se embarcó el
nosotros gritando "viva la patria" señor jeneral con Villavicencio; cu-
i los recibimos con una descarga yo señor nos mandó todas las que
cerrada, quedando tres en el sue- estaban de la otra parte i fuimos
lo a nuestros pies entre ellos el sucesivamente pasando todos, que-
cacique del pueblo de Lora aplas- dando a protejer el embarque el ca-
tado por su caballo i diciendo él pitán don Eusebio Isabal al que
quien era lo mató de un pistoleta- atacaron a balazos los huasos i, co-
zo el capitán Labraque; los demas mo su fuerza era poca, se entró al
huyeron i nos dejaron el camino río i con el agua a la cintura se em-
libre, el que seguimos toda la no- pezó a defender i logró matar al
che. que traia una bandera, huyendo los
El día 9 hallándonos sumamente demás, la que presentó al señor je-
maltratados, llenos de necesidad i neral.
casi sin poder resistir lo escabro- Luego que pasamos el rio fuimos
so del camino, divisamos casual- mui obsequiados por aquellos veci-
mente desde la cima de un monte nos de la villa del Nuevo Bilbao;
el rio de Mataquito (cuya vista pasamos allí toda la tarde para
nos consoló por estar ya próximo fortalecernos i a la oracion nos
al Maule); le vadeamos a las 12 pusimos en marcha para la Con-
MEMORIAL DEL EJERCITO 159

cepcion; quedando el capitan Or- noche para Talcahuano, lo que ve-


nas con la comision de reunir to- rificamos a puestas de sol luego
da la tropa. que llegamos a Concepcion.
El dia 11 comimos en la villa Esta inesperada desgracia que
de Chanco i llegamos a la oracion sacrificó a tantos valientes defen-
a casa del juez Recabárren, desde sores de los derechos réjios, cau-
donde el señor jeneral ofició a to- sados no solo por la subordina-
dos los subdelegados, comandan- ción de los coroneles Morgado i
tes militares i gobernadores de Primo si no por los partidos que
Concepcion. en el ejército habían a favor del
El dia 12 salimos por la maña- señor Ordoñez por dejarse decir
na i sin parar todo el dia alojamos dicho señor que el Excmo. señor
en la noche en casa de un cacique virrei habia mandado aquella di-
quien nos obsequió grandemente. vision al mando del señor jeneral
El 13 vadeamos el rio Itata i don Mariano Osorio con solo el ob-
despues de haber comido en casa jeto de auxiliarle i que asi que
del juez don Domingo Vera, ami- apaciguase el reino se embarcaría
go mio, quien me prestó un ca- para Lima por pertenecerle a él la
ballo para el señor jeneral fuimos capitanía jeneral, cuyo título se da-
a alojar en un rancho de la costa ba desde el sitio de Talcahuano co-
de Pudema (¿Coelemu?). mo lo acreditan los encabezamien-
El 14 salimos lloviendo i a las tos de los despachos que en dicho
tres de la tarde llegamos a la cos- punto hizo estender a los oficiales
ta del Tomé en donde encontramos del batallon de Concepcion i reji-
dos lanchas en las que se embar- miento de dragones de la frontera
có el señor jeneral con parte de en los ascensos que les dió.
la comitiva para el puerto de Tal- Esto es todo lo que pasó en el
cahuano, mandándome i al capitán ejército, como testigo ocular que
Islas para Concepcion con recado fuí de sus operaciones, con moti-
al gobernador don Pedro Cabañas vo de haber hecho la campaña al
para que con el asesor Eguiluz i lado del señor jeneral. Chorrillos
ministro de real hacienda don Ma- i Octubre 28 de 1820. José Maria
tías de la Fuente fuesen aquella de la Arriagada.
BRIGADIER
JOSE
ORDOÑEZ
1
De "Soldados Ilustres del Reyno de Chile
por Tte. Crl. '(R) EDMUNDO GONZALEZ
SALINAS

i
N el tomo X de su Historia agregar que se distinguió en vari
E General de Chile (Pág. 469),
advierte el señor Barros
Arana que son escasas las noticias
acciones de guerra y que mereció ser
recomendado en algunos partes ofi
cíales, termina con el anteceden
que pudo recoger acerca de este de haber caído prisionero y ser con
ilustre soldado hispano de nuestra ducido a Francia, donde permane
Independencia. Cuenta que al esta- ció hasta 1814. Era teniente coro
llar en 1808 el movimiento popular nel.
contra la invasión francesa, servía Afortunadamente, en el tomo
Ordóñez en la guarnición de Valen- de la "Colección de historiadores
cia. El 29 de mayo de ese año, cuan- de Documentos Relativos a la Inde
do el populacho de Cádiz asesina- pendencia de Chile" (Pág. 181
ba bárbaramente al general don aparece un escrito de doña Jose
Francisco Solano, marqués del Soco- Puyol viuda de Ordóñez, de medí
rro, el populacho de Valencia come- dos de 1820, que solicita de S. !
tía un crimen análogo con don Mi- el rey de España se digne conceder
guel de Saavedra, de quien se sospe- le "la pensión que su real ánimo
chaba que mantenía relaciones amis- tenga a bien, para poder de algun
tosas con los franceses. Según ad- modo subvenir tanto a las necesida
vierte el conde de Toreno, el oficial des de ella como a la educación
encargado de custodiar a ese caba- sus (dos) desgraciados hijos: fav.
llero y que no pudo salvarlo del fu- que espera del magnánimo coras
ror popular, era Ordóñez. Luego de de Vuestra Magestad". La solicit
MEMORIAL DEL EJERCITO 161

empieza por enumerar los servicios miga lo ejecutó al frente de sus


de "su difunto esposo desde la tier- granaderos siendo el primero que
na edad de trece años con la mayor rompió el fuego en la gloriosa ac-
gloria en el servicio de Vuestra Ma- ción del 6 de diciembre de 1808,
gestad hasta la de treinta y nueve por cuyas heroicas acciones se le
años"... cuando "fue vil y atroz- concedieron varios grados y pre-
mente asesinado en la Punta de San mios a nombre de Vuestra Mages-
Luis". tad; que elegido ante todos para
Dice que empezó "a derramar su tomar la formidable batería ene-
sangre en la defensa del sitio de miga de la Huelva la asaltó al fren-
Ceuta; que hizo toda la primera te de cien granaderos, perdiendo
campaña contra los franceses; que treinta y seis y quedando grave-
se halló después en varias acciones mente herido; que rendida Zara-
contra los portugueses e ingleses, goza y sacado entre los muertos
distinguiéndose con especialidad escapó moribundo y en cuanto sus
en el ataque de la Graña; que ha- fuerzas se lo permitieron se pre-
llándose en San Sebastián en la sentó en Alcañir a las órdenes del
segunda campaña contra los fran- General Blake acompañándole en
ceses y precisado en julio de 1808 su honrosa retirada; que este mis-
a acompañar al Rey José para Ma- mo General lo destinó a Cataluña
drid, se fugó desde la Villa de To- con el Regimiento de fieles zara-
losa en Guipúzcoa dirigiéndose a gozanos; que se halló en las accio-
Aragón; que presentado al Coman- nes de Esparraguera y Manresa,
dante militar de Ladaba, habien- distinguiéndose en la acción de
do batido y aprisionado un Edecán seis de agosto en el estrecho de la
del Principe Neuchatel que pasaba Riva, en Granoller a las órdenes
con pliegos del Emperador, fue del General Inguanzo, en el reco-
encargado por el mismo Coman- nocimiento del Castillo del Coll de
dante para poner a todo riesgo los Balaguer, a las órdenes de General
pliegos en manos del General Pa- Campoverde, en la batalla del 3 de
lafox, bloqueado en Zaragoza, que mayo de 1811 y ataques a la villa
lo verificó burlando la vigilancia del mismo nombre en todo el pe-
del Ejército enemigo; que nom- noso sitio de la plaza de San Fer-
brado por el mismo General Co- nando de Figueras y en cuantas
mandante de la Batería del Con- salidas hizo su heroica guarnición
vento de San Agustín defendía para salvarse, quedando última-
hasta el extremo tanto aquel pun- mente prisionero cerca de tres
to como otros diferentes con el ma- años".
yor heroísmo; que en el segundo
sitio después de haber hecho varias A su regreso del cautiverio reci-
salidas contra la caballería enemi- bió el nombramiento de Goberna-
ga y distinguiéndose en todas, sin dor intendente de Concepción
embargo, de hallarse en el mismo (Chile). "Apenas se embarcó en
punto fue nombrado para asaltar una goleta mercante, continúa la
la Casa Colorada, lo que verificó solicitud cuando viéndose perse-
penetrando en ella a la bayoneta; guido de un corsario de fuerza
que vuelto a nombrar varias veces enemiga y obligando al capitán con
para salir contra la caballería ene- una pistola al pecho a defenderse,
no sólo salvó el buque sino que pu-
162 MEMORIAL DEL EJERCITO

do reforzar con el bloqueo de Car- mas a Santiago; pero Marcó no


tagena; que obtenida al fin su li- pudo remitirle sino 200 fusiles y
cencia por el General Morillo si- dos armeros para componer de al-
guiendo su ruta a Portobello y Pa- gún modo lo que había en Concep-
namá arribó después a Paita y en- ción. Hizo transportar a esta ciu-
contrando aquel punto indefenso dad las piezas de artillería que
le fortificó, deteniéndose en él lo existían en Chillán y se empeñó en
preciso para defenderle del pirata mantener las tropas concentradas
Brown; que, habiendo llegado pos- a fin de acudir prontamente al
teriormente a esta capital de Li- punto amagado.
ma, estando en la actualidad en- En estos trabajos Ordóñez en-
fermo, se embarcó para su destino contró útiles y activos colabora-
de Concepción". dores. Desde luego, los padres mi-
Se recibió del gobierno de la sioneros del colegio de Chillán
provincia de Concepción, en sep- desplegaron toda la actividad y to-
tiembre de 1816 y no tardó mucho dos los recursos que en 1813 los
en imponerse de la situación por habían hecho tan poderosos auxi-
que atravesaba el reyno: por to- lilares del Ejército realista. Mu-
das partes se percibía el espíritu chos habitantes de la provincia
revolucionario y se anunciaba un concurrían también a auxiliarlo
formidable estallido en el verano con sus servicios personales o con
próximo. El Gobierno y el hombre socorros de todo orden, para el
corriente se referirían, con singu- mantenimiento de las milicias. En
lar certidumbre, a la invasión del previsión de peligros, Ordóñez co-
territorio chileno por las tropas locó en la entrada de los caminos
concentradas en Mendoza y circu- de la montaña, pequeñas fracciones
laban en la provincia cartas y de tropas, con misión de vigilan-
proclamas firmadas por el general cia con la orden de dar pronto avi-
O'Higgins, que excitaban a sus so a Concepción de cualquier mo-
amigos de Chile a levantarse con- vimiento sospechoso. A fin de im-
tra sus opresores. Todo ello, como pedir que pudieran formarse gue-l
un anticipo de la precitada inva- rrillas en el territorio de su man-
sión militar... do, procedió a apresar a todos los [
En la provincia de Concepción patriotas o que parecieran serlo y
no había más fuerzas de línea que particularmente a los jóvenes cíe
el batallón de infantería del mismo familias acomodadas que habían
nombre y una pequeña fracción sido o podían ser militares y los
de dragones. Desplegando una ac- confinó en diversas partidas y en
tividad prodigiosa, Ordóñez reu- número de más de 400 a la isla de
nió las milicias de la provincia y la Quinquina.
seleccionó de entre ellas las más Los recelos de Ordóñez no ce-
aguerridas o instruidas a fin de saron, sin embargo, con esto. Pan
formar una división que empezó a ponerse a cubierto de la anunciada
disciplinar con el mayor empeño. invasión marítima patriota, se em-
El armamento que allí pudo pro- peñó en fortificar a Talcahuano y
curarse era insuficiente y en gran en colocar vigilancia en varios
parte viejo y defectuoso. Pidió ar- puntos de la costa, a fin de tener i
MEMORIAL DEL EJERCITO 163

rápidamente información de cual- El 19 de febrero había salido de


quiera aparición del enemigo. Se Santiago el coronel D. Juan Gre-
trasladó, asimismo, a la plaza de gorio de Las Heras, al frente de
Los Angeles a fines de diciembre una división de las tres armas en
y celebró con los caciques arauca- persecución de ¡os vencidos de
nos un ostentoso parlamento. Los Chacabuco que se habían retirado
indios acudieron a millares, reci- hacia Concepción. Poco después
bieron los festejos y regalos y pro- partía una nueva columna, a las
testaron, en largos y fatigosos dis- órdenes del coronel Merino. En la
cursos, su amistad hacia los espa- tarde del 4 de abril llegó Las Heras
ñoles y sus propósitos de ayudarlos a acantonar en las casas de la ha-
contra los rebeldes. Después de al- cienda de Curapalihue, distante
gunos días de borrachera y de or- unas 5 ó 6 leguas de Concepción.
gía, regresaron a sus t i e r r a s . . . Por medio de sus patrullas y de su
sin volver a acordarse de tan be- servicio de informaciones, Ordóñez
llas promesas. seguía detenidamente los movi-
mientos de las columnas Las Heras
El 9 de febrero de 1817 llegaba y Merino. A fin de sorprender a
a Concepción la primera noticia de la primera de ellas, dispuso que el
la invasión enemiga al norte del comandante Campillo marchara
Maule y ya el día 22 los informes esa misma noche con 500 infantes
no dejaban la menor duda de que y 100 de caballería en dirección a
el Ejército realista de la capital Curapalihue y cayese al amanecer
había sufrido una gran derrota y sobre ella. La sorpresa falló por-
que el río Maule estaba acordona- que los patriotas estaban preveni-
do por tropas patriotas que no de- dos y Campillo debió retirarse,
jaban pasar un solo fugitivo a los dejando en el campo 10 muertos y
distritos del sur. El mismo día 22 7 prisioneros.
dispuso Ordóñez que los subdele-
gados o gobernadores locales se Las ventajas alcanzadas por los
replegasen inmediatamente a Tal- patriotas los habían puesto en po-
cahuano con todas las milicias que sesión de los pueblos principales y
pudiesen reunir y con cuantos ga- de la mayor parte del territorio de
nados y víveres encontrase en la provincia de Concepción. Pero
sus distritos respectivos... los realistas, encerrados siempre
en Talcahuano, eran todavía due-
Según el Sr. Encina, el plan de ños de la región del sur del Bío-Bío
Ordóñez consistía en "mantener y de la comarca denominada la is-
enérgicamente el dominio espa- la de la Laja, donde existían algu-
ñol en toda la provincia (de Con- nas fracciones de milicianos de-
cepción); pero teniendo todo listo pendientes de Ordóñez. Este podía
para reconcentrarse en Talcahua- comunicarse, además, con sus sub-
no, en cuanto le acometieran fuer- alternos por medio de las pequeñas
zas superiores. Allí podía resistir embarcaciones que tenía a su dis-
con éxito las embestidas de los pa- posición y recibir por mar auxilios
triotas, hasta recibir refuerzos de de víveres y aun de gente, tanto de
hombres y municiones o retirar- Valdivia, o de Chiloé, como de Li-
se por mar, si las circunstancias ma. Llegáronle, además, 80 hom-
lo obligaban a ello". bres del batallón de infantería de
164 MEMORIAL DEL EJERCITO

Valdivia, procedentes de Valpa- diferentes de las desconcertadas


raíso y conducidos por los buques operaciones con que en 1813 se ha-
de guerra Sebastiana y Venganza. bían abierto las campañas milita-
El Iº de mayo desembarcaban res para alcanzar la independen-
en Talcahuano 1. 000 soldados rea- cia. "
listas enviados de Lima por el vi-
rrey del Perú. Eran los restos del El mismo día de la victoria,
Ejército de Marcó del Pont que. O'Higgins llegaba areunirse con
después del desastre sufrido en la Las Heras en Concepción. Pasados
cuesta de Chacabuco, habían lo- los primeros trasportes de júbilo,
grado embarcarse en Valparaíso y aquél comprendió que, si bien los
dirigirse al Callao. El virrey Pe- realistas habían sufrido un serio
zuela los recibió con profundo quebranto, la situación de los pa-
desagrado y en aquellos días no se triotas distaba mucho de ser lison-
habló, en los consejos de gobierno jera. Por otra parte, el primer re-
de Lima, sino de los asuntos de conocimiento de las posiciones rea-
Chile y de la urgencia de reforzar listas en Talcahuano le hizo com-
a Ordóñez a quien se suponía en prender que eran ellas más fuer-
Concepción al frente de algunas tes de lo que en un comienzo había
unidades. Fueron preparados cua- imaginado. Pero, pasado el tiempo
tro barcos mercantes y un ber- y efectuados nuevos y más prolijos
gantín armado en guerra y en ellos reconocimientos llegó a conven-
fueron embarcados los susodichos cerse que el asalto y toma de la pla-
fugitivos de Chacabuco y remiti- za era una empresa posible.
dos a Talcahuano.
Ordóñez concibió el proyecto de Se fijó un primer intento para
atacar a Las Heras en las posicio- el 23 de julio. Amaneció despeja-
nes que ocupaba cerca de Concep- do; pero horas después dejó ver la
ción. Estaba informado de que el proximidad de nuevas lluvias.
general O'Higgins iba en marcha "Aquella frustrada tentativa de
con refuerzos y comprendió que, ataque a las fortificaciones de Tal-
verificada la conjunción de las cahuano, emprendida en esas cir-
fuerzas patriotas, sería de dudoso cunstancias, en un tiempo tan poco
éxito un ataque contra ellas. El favorable y además sin las tropas
ataque se inició a las 3 de la maña- y recursos necesarios para tal em
na del 5 de mayo. A pesar de lo presa, había sido una impruden-
sorpresiva de la acción, la victoria c i a . . . aconsejada más que por fal-
estuvo nuevamente de parte del ta de conocimiento cabal de la si-
coronel Las Heras en el cerro del tuación y del poder del enemigo,
Gavilán —comenta Barros Ara- por el deseo temerario de precipi-
na— por las condiciones en que se tar la terminación de la guerra.
empeñó, no tuvo influencia tras- Sin importar un desastre material
cendental en la suerte de la cam- de las huestes patriotas, iba a te-
paña, sirvió para afianzar el pres- ner las consecuencias morales de
tigio de las armas de la Patria, ha- tal. Desde luego, ese resultado en-
ciendo ver que la guerra había en- valentonaba al enemigo, haciéndole
trado en un período de orden, de comprender, si no su superioridad
regularidad y de disciplina bien militar, al menos las ventajas de
su situación y la imposibilidad en
MEMORIAL DEL EJERCITO 165

que estaban los patriotas para do- rías. En previsión de una sorpresa,
minarla. " (Barros Arana). mantenía a su tropa permanente-
Un mes más tarde la situación mente sobre las armas y por la
de los realistas era todavía más noche sostenía un cañoneo cons-
ventajosa de lo que suponía O'Hig- tante, que agotaba sus municiones.
gins. Su rival, el coronel Ordóñez, "Si aquel estado de cosas... se hu-
había seguido consolidando las biera prolongado dos meses más
obras de defensa de Talcahuano y después del asalto, sin que los rea-
continuaba estimulando, con infa- listas recibieran los auxilios que
tigable tesón, el levantamiento esperaban del Perú, la defensa de
contra los patriotas en la fronte- la plaza habría llegado a hacerse
ra. Juntamente con provocar la insostenible. " (Barros Arana).
formación de nuevas montoneras El general O'Higgins se prepa-
realistas en la línea del Itata, con raba para intentar un nuevo ata-
suministro de armas, municiones que a la plaza de Talcahuano. Pe-
y algunos soldados, enviaba por ro sus planes hubieron de sufrir
mar socorros más abundantes to- postergación definitiva ante el
davía a los caudillos que, en las anuncio de una nueva expedición
cercanías del río Lebu, reunían realista al territorio chileno, que
gavillas de indígenas para recupe- debía desembarcar en Talcahuano,
rar la plaza de Arauco y extender- reunirse con las fuerzas de Or-
se a través de la frontera del Bío- dóñez y aniquilar a la división
Bío. O'Higgins. En seguida, aprove-
Por fin, el 6 de diciembre se rea- chando la movilidad que le propor-
lizó el asalto a las fortalezas de cionaban sus naves, don Mariano
Talcahuano, tras prolongada y pa- Osorio (Comandante en Jefe de
ciente preparación. Los patriotas la expedición) debía embarcarse
fracasaron en su intento y debie- para San Antonio, con la misión
ron emprender la retirada, dejan- de caer sobre Santiago... si era
do en el campo 150 muertos y 280 posible antes que sus pobladores
heridos" y entre unos y otros al- tuviesen noticias de la inevitable
gunos oficiales de verdadera dis- derrota del Director Supremo. Al
tinción que iban a hacer notable tanto de estos planes, el general
falta en el Ejército. " Pero si había
una pérdida relativamente consi- San Martín sacó de Santiago el
derable en muertos y heridos y si total de las fuerzas disponibles y
había gastado una porción crecida fue a situarse con ellas en la ha-
de sus municiones, podía repararlo cienda de Las Tablas, entre los
tocto sin graves inconvenientes con puertos de Valparaíso y San An-
los recursos y refuerzos que debían tonio, a fin de estar en disposición
llegar de la capital. En este aspec- de acudir a cualquiera de los dos
to, la situación de los realistas puntos amenazados. Ordenó, al
—que tenían que esperar auxilios mismo tiempo, a O'Higgins se reti-
del Perú— era aun más crítica y rara de Concepción con las tropas
apurada. Ordóñez se vio en la ne- de su mando hacia el norte. Este
cesidad de desembarcar una parte último levantó su campamento en
de la marinería de sus buques para los primeros días de enero de 1818
mantener la defensa de sus bate- y emprendió el repliegue ordena-
166 MEMORIAL DEL EJERCITO

do, arrastrando consigo a casi to- que fuese su número... De la mis-


dos los pobladores de las provin- ma confianza inconsciente parti-
cias sureñas, como también los ga- cipaba el Jefe de Estado Mayor,
nados y víveres, para privar de Primo de Rivera; y entre ambos
recursos a los realistas. impusieron su criterio. Lo que se
Por esos mismos días desem- ha calificado de rivalidad y falta
barcó el general Osorio en Talca- de comando del ejército realista,
huano y "fue saludado con estre- no pasó más allá de las inútiles
pitosas salvas de artillería que fue- tentativas de Osorio por moderar
ron oídas por O'Higgins y su es- el arrojo temerario de sus subal-
tado mayor cuando pasaban el río ternos. "
Itata. " Según las instrucciones im- Desbaratado su plan con la re-
partidas por el virrey, una vez tirada de O'Higgins hacia el nor-
restablecido el gobierno realista te, Osorio no pensó sino en inter-
en Concepción, debía dejar allí a narse en el país para emprender
Ordóñez en el rango de Intenden- la persecución. Las fracciones más
te de la provincia y proseguir la adelantadas recorrieron los cam-
campaña de sus tropas, hasta el pos de las provincias de Concep-
total sometimiento del territorio ción, Nuble y Maule; pero en to-
de Chile. El virrey del Perú, que das partes encontraron sólo las
enviaba a éste, el título de briga- huellas del enemigo... que conti-
dier —en premio de sus servicios nuaba su retirada ordenadamente.
en la defensa de Talcahuano— ha- En la tarde del 19 de marzo los
bía querido evitar su presencia en realistas se encontraban en las in-
el Ejército de Osorio, a fin de no mediaciones de Talca, en los mo-
dar margen a celos y rivalidades en mentos en que San Martín dispo-
el mando. Ordóñez, sin embargo, nía el ataque. Osorio logró evitar
solicitó empeñosamente el tomar el peligro, al encerrarse apresura-
parte de la campaña que se ini- damente en la ciudad. El General
ciaba y Osorio resolvió llevarlo a en Jefe patriota llevó sus fuerzas
su lado con el rango de segundo al llano de Cancha Rayada, al nor-
Jefe. deste de Talca.
Comenta el Sr. Encina: "Ordó- Los jefes realistas estimaban
ñez, que era un jefe divisionario que en un encuentro con un Ejér-
de primera fila, intrépido, resuelto cito más numeroso y más discipli-
y gran organizador, pero que ca- nado, las probabilidades de triun-
recía del vigor cerebral y del cri- fo eran escasas. El permanecer en-
terio que exige el comando en Je- cerrados en la ciudad les habría
fe, no obstante estar mejor infor- permitido sostener un sitio rela-
mado que Osorio de la calidad y tivamente prolongado, pero sin es-
del número de las tropas patrio- peranza de alcanzar una decisión
tas, que ya lo habían derrotado en favorable, desde el momento que
Curapalihue y Gavilán, estaba ani- no podía recibir refuerzos. El ge-
mado por un optimismo ciego. neral Osorio se mostraba débil e
Creía que bastaban los 2. 500 sol- irresoluto y el brigadier Ordóñez
dados peninsulares para arrollar a —en cambio— siempre resuelto y
las fuerzas patriotas, cualquiera animoso, sostenía que un golpe de
MEMORIAL DEL EJERCITO 167

audacia podría asegurar aun el fusión espantosa del momento se


triunfo de las armas del rey. En lo impedía. Dispuso, entonces, la
la junta de guerra celebrada apre- retirada hacia la hacienda próxi-
suradamente, propuso hacer una ma de lo Espejo. La persecución
salida esa misma noche con sus patriota no se hizo esperar y ella
mejores tropas, caer de sorpresa fue vigorosa, avasalladora, impla-
sobre el Ejército patriota a fin cable. Lo que no fue obstáculo pa-
de aniquilarlo. La mayoría de los ra que la masa de la infantería al-
jefes realistas aprobó el plan ca- canzara el objetivo fijado: los ca-
lurosamente y el mismo general llejones de Lo Espejo.
Osorio no se atrevió a rechazarlo Fue la fase postrera de la re-
abiertamente. sistencia española y durante la
Se realizó la sorpresa y el buen cual el encarnizamiento alcanzó
éxito correspondió a las esperan- caracteres inenarrables. La ma-
zas de Ordóñez. Las bajas patrio- tanza cesó sólo cuando fueron ma-
tas fueron inferiores a las realis- terialmente aniquilados los defen-
tas; más los restos del Ejército sores y quedó el campo sembrado
huyeron hacia el norte en espan- de cadáveres y de heridos. Poco
tosa confusión, siendo lo más gra- después llegaban a desprenderse
ve —no las pérdidas materiales— de sus espadas, para rendirlas al
sino la desmoralización de las tro- vencedor el brigadier Ordóñez, los
pas. Al aclarar del día 20 y, ce- coroneles Primo de Rivera, Mor-
diendo a la presión de Ordóñez, gado y Morla y varios oficiales de
Osorio dio la orden de marchar en infantería. El general Las Heras,
persecución de los fugitivos. Pero impresionado por la grandiosidad
hombres y caballos, fatigados por del drama, avanzó hacia el bravo
dos días de marchas forzadas y Ordóñez y le alargó ambas manos.
una noche de combate, se arras- General —le dijo— me siento
traban en vez de caminar. orgulloso de estrechar las manos
A entradas de la noche del 4 de de un valiente como vos.
abril, el Ejército realista llegaba Y sin esperar respuesta añadió:
a la hacienda de Espejo, a unos 7 —Vuestros oficiales y soldados
km. del campamento patriota. Es- han estado magníficos...
te último, repuesto completamente Los oficiales españoles prisione-
de la sorpresa del 19 de marzo, es- ros en Maipo fueron enviados a la
peraba confiadamente en el llano ciudad trasandina de San Luis de
de Maipo, en la mañana del día la Punta y se encontraron con el
siguiente. Allí ocurrió la batalla ex presidente Marcó del Pont y
del mismo nombre el 5 de abril los otros jefes españoles que resi-
de 1818. Osorio abandonó el teatro dían tranquilamente allí desde ha-
cuando estimó que todo estaba per- cía un año. Los llegados última-
dido y entró a reemplazarlo el in- mente eran "los más notables por
trépido Ordóñez. Intentó de inme- su graduación, sus talentos y su
diato desplegar sus unidades, a fin osadía", según don Benjamín Vi-
de neutralizar las ventajas conse- cuña Mackenna. El gobernador
guidas por el adversario. Pero todo don Vicente Dupuy recibió ins-
fue en vano: la estrechez y la con- trucciones de concederles la más
168 MEMORIAL DEL EJERCITO

amplia libertad y tratarlos con su autor al perverso Monteagudo".


la consideración debida a su valor, (Vicuña Mackenna).
sus prendas personales y su infor- El motín estalló una semana
tunio mismo. mas tarde.
En noviembre de ese mismo año En el parte oficial elevado por
de 1818 llegaba a San Luis de la el intendente de Cuyo al gobierno
Punta el auditor de guerra don de Buenos Aires sobre el trágico
Bernardo Monteagudo y la prime- suceso, encontramos los detalles de
ra visita que le correspondió aten- la muerte del brigadier Ordóñez y
der en su mansión fue la de los de los otros oficiales que forma-
caballerosos altos jefes españoles, ba parte de su grupo de asalto. "Se
brigadier Ordóñez y el coronel presentaron en mi casa —dice—
Primo de Rivera. El resentido tu- el brigadier don José Ordóñez, el
cumano lejos estuvo de sentirse coronel Joaquín Primo de Rive-
agradado por tan amable suceso y ra, el coronel don Antonio Morga-
así lo manifestó sin ambages, en do, el teniente coronel don Lorenzo
carta al Director O'Higgins por Morla, y el capitán don Antonio
aquellos mismos días. No es im- Carretero y el teniente don Juan
probable que concibiera por en- Burguillos; y después de las ex-
tonces la idea de influir en el áni- presiones de etiqueta, se pusieron
mo de Dupuy, a fin de que res- de pie, y tomando la palabra Ca-
tringiera la amplia libertad de que rretero, me dijo: so picaro estos
disfrutaban los cautivos. Los pri- son los momentos en que debe es-
sioneros, por su parte, sin dejar pirar V. "y en el momento car-
de reconocer el trato delicado de garon sobre mí con puñales, el mis-
que eran objeto, no tenían otro mo Carretero, Burguillos y Pri-
anhelo que encontrarse en libertad mo, disponiéndose los demás a ha-
y escapar cuanto antes hacia Es- cer lo mismo". Después de abun-
paña. El gobernador —sospechoso dar en detalles sobre la lucha que
quizás de que algo se tramaba y, se siguió, Dupuy añade que "con
más que todo, cediendo a las ins- el pretexto de aquietar al pueblo
tigaciones de Monteagudo— dictó que se hallaba a la puerta (y que
un severo bando con fecha Iº de se había reunido rápidamente) sa-
febrero de 1819. En un lenguaje lí de mi habitación, y el pueblo
poco comedido, prohibió a los ofi- cargó rápidamente sobre los ofi-
ciales españoles abandonar sus en- ciales españoles... "
cierros en la noche y visitar a las La escena de venganza y de ho-
amistades de la localidad, como rror que entonces se presenció no
hasta entonces lo habían acostum- es para descrita. "Este fue el ins-
brado. "Aquél bando... produjo tante —continúa relatando el in-
una indignación profunda en el es- tendente— en que los deberes de
píritu altivo de los prisioneros; pe- mi cargo y de mi autoridad se pu-
ro no los abatió. Ordóñez fue el sieron de acuerdo con la justa in-
más violento en sus quejas verti- dignación del pueblo. Yo los man-
das en el seno de sus compañeros, dé degollar en el acto, y espiaron
y no se equivocó al señalar como su crimen en mi presencia, y a la
MEMORIAL DEL EJERCITO 169

vista de un pueblo generoso donde ferior a la mediana. Su fisonomía,


no han recibido sino hospitalidad y oscura y rechazante".
beneficios. " Sobrevivieron a la Uno de los anexos que acompa-
masacre sólo unos cuantos infor- ña a la solicitud de la viuda del
tunados subalternos, heridos to- brigadier don José Ordóñez —ci-
dos de gravedad. Substancióse el tada al comienzo de la presente
proceso correspondiente y Bernar- biografía— es una recomendación
do Monteagudo, juez de la causa del Arzobispo de la Plata, Revdmo.
y perito, desplegó la actividad y Sr. Diego Antonio. Expresa que
el ardor infatigable que ponía en "el brigadier Ordóñez fue en Chi-
esta clase de comisiones. En el dic- le el terror y martirio de los in-
tamen correspondiente pidió la pe- surgentes; apoderados éstos de
na de muerte para los reos que so- aquel Reyno infeliz, hallaron un
brevivieron a la catástrofe del día muro de bronce en el valor y re-
8 sin perdonar siquiera a los mo- curso del Intendente de la Concep-
ribundos ni a varios de los elemen- ción, que con un puñado de hom-
tos civiles comprometidos en el bres desnudos y también ham-
motín. brientos, supo contenerlos, hacien-
Al clarear del 15 de febrero de do de sus soldados bisoños y ne-
1820 veinticinco banquillos apare- cesitados, veteranos y sufridos, que
cían alineados en la plaza pública resistieron constantemente por el
de San Luis y poco después eran término de un año los más furio-
pasados por las armas los últimos sos ataques de los enemigos de
culpables del levantamiento. Vuestra Magestad, los humillaron
Don José Ordóñez era un "mili- y les hicieron al fin evacuar toda
tar de verdadero mérito, que con la provincia de la Concepción. Los
plena justicia debe ser considera- mismos, señor, acaudillados por
do el jefe más entendido y ani- Ordóñez desbarataron el orgullo
moso que tuvo el Ejército realis- de los insurgentes, cuádruples en
ta en Chile durante el curso de la número, en Cancha Rayada, y hu-
guerra de la independencia" — ha bieran reconquistado el Reyno si
escrito don Diego Barros Arana. la complicación de circunstancias
(Téllez pág. 318). El capitán Ri- no hubieran paralizado los deseos
chard J. Cleveland, que estuvo por de aquel ilustre jefe, y dado lugar
esos años en nuestra Patria y lo a los enemigos a que, rehechos en
conoció de cerca, cuenta que "sus Maipú y debilitado Ordóñez, va-
modales eran los de un caballero: riase la fortuna de semblante y
y su carácter una reproducción de quedado aquel ilustre jefe prisio-
aquél con que Tácito ha retratado nero".
a Tiberio. Su estatura era casi in-
BIBLIGRAFIA:
HISTORIA GENERAL DE CHILE (T. X, XI, y XII), Diego Barros Arana.
LA GUERRA A MUERTE, Benjamín Vivuña Mackenna.
HISTORIA DE CHILE (T. VII y VIII), Francisco Antonio Encina.
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE CHILE. 1810-1828, Mariano Torrente.
COLECCION DE HISTORIADORES Y DE DOCUMENTOS RELATIVOS A LA INDE-
PENDENCIA DE CHILE (T. X. ) Biblioteca Nacional.
BATALLA DE MAIPO
General JUAN GREGORIO DE LAS HERAS.

L enemigo ocupaba desde el por el fuego de fusil y cañón que


E 5 de Abril la hacienda de la
Calera situada a la derecha
se sentía y por los partes que con
repetición los comandantes de ca-
ballería le dirigían al general en
del Maipú. El ejército de la Patria
estaba situado en lo que se llama jefe.
las Tres Acequias más allá de la Cuando el enemigo se hubo acer-
chacra de Ochagavía. cado a alguna distancia capaz de
En la tarde del día 4 por deci- reconocer nuestras líneas y nues-
sión de una junta de guerra, tra fuerte artillería, considerando
el ejército patriota se corrió so- sin duda la importancia de nues-
bre su izquierda para situarse tra caballería por lo mucho que lo
sobre la conjunción de los tres ca- había embarazado en su marcha y
minos que vienen de Maipú, y es- que si tenía un contraste no podía
perar allí al enemigo que debía di- repasar el Maule, se decidió a ha-
rigirse sobre esta capital, y ata- cer un movimiento sobre su iz-
carlo si era posible sobre su marcha quierda y dirigirse a las casas de
sin darle lugar de combinaciones. Espejo, y abrirse una retirada
En la noche del 4 al 5 se destacó más corta sobre Valparaíso en ca-
toda nuestra caballería para que so desgraciado y ponerse en con-
atacando los puestos avanzados del tacto con sus buques de guerra que
enemigo, lo tuviese en continua bloqueaban aquel puerto.
agitación y alarma y que si por la Cerciorado el general San Mar-
mañana emprendía su marcha tín del movimiento del enemigo
ejecutase lo mismo durante ella. mandó inmediatamente formar una
Así se hizo y el ejército indepen- columna general de su ejército,
diente conocía momentáneamente emprendiendo su. marcha como a
la aproximación de sus enemigos las once de la mañana. Grandes
MEMORIAL DEL EJERCITO 171

fueron los obstáculos que hubo que nuestra línea. La nuestra que se
vencer para facilitar el paso de movía con el mismo objeto desta-
nuestra columna por entre potre- có el primer batallón de su derecha,
ros rompiendo tapias y cercas, número 11, para atacar la posi-
hasta llegar al campo de batalla ción de la reserva enemiga la cual
como a las doce muy poco más del conociendo el movimiento rompió
día. el fuego de artillería sobre él. En
En el acto se formó una línea estos momentos entre el mamelón
de columnas paralelas, según está donde estaba la reserva enemiga y
demostrado en el plano, ocupando en el que estaban ambos ejércitos
nuestro ejército el costado más de infantería, se presenta una ca-
amplio del triángulo que hace ballería enemiga que manifiesta
frente al ángulo que viene a con- querer cargar al mismo once, és-
cluir en el callejón que conduce a te se cierra en masa y la espera,
la casa de Espejo. y yo dando órdenes al regimiento
Los enemigos ocupaban toda la de Granaderos a caballos que lo
casa de Espejo con sus bagajes y tenía sobre mi derecha, para que
parque y sus columnas ya se pre- la cargue por escuadrones, dispon-
sentaban sobre el extremo Este del go que la artillería de Blanco y Ci-
ángulo que se une al callejón se- cerón que tenía a mi derecha apo-
gún he dicho. yada por el batallón de Cazadores
La batalla se empezó rompien- de Coquimbo rompiese el fuego so-
do nosotros el fuego con las cua- bre la artillería enemiga; así se
tro piezas de grueso calibre que hizo, y aquella indecisa entre que-
teníamos en el centro de nuestra rer cargar y no poder organizarse
línea. Los enemigos contestaron por el estrago que sufría, dio lu-
del mismo modo, y entonces am- gar a que los Granaderos a caba-
bos ejércitos se decidieron a ata- llo la cargasen y derrotasen com-
carse empezando sus operaciones pletamente.
del modo siguiente: Entre tanto casi al mismo tiem-
El enemigo destacó un escua- po otros sucesos tienen lugar en
drón, aunque algo distante, sobre nuestra ala izquierda: el enemigo
el flanco derecho de nuestra línea, avanza sus columnas de infante-
quedando por esta medida en po- ría con alguna caballería a su de-
sesión de un camino que conduce recha; ésta luego que es vista por
desde esta capital a las Lomas y la nuestra situada al extremo de
de allí a Valparaíso y de consi- nuestra izquierda la carga sin tre-
guiente flanqueado nuestro flan- pidar dispersándola completamen-
co derecho. te y las columnas de infantería que
Colocó su reserva compuesta de como las nuestras marchaban a
ocho campañías de granaderos y chocarse sin verse porque en el
cazadores con cuatro piezas de ar- centro el terreno era más elevado,
tillería sobre un mamelón a la iz- se encuentran a muy corta distan-
quierda de las casas de Espejo y cia teniendo la ventaja los españo-
puso sus dos columnas de infan- les por encontrarse en la altura,
tería con alguna caballería a la sus fuegos pronto destruyen y de-
derecha en dirección del centro de sordenan al batallón número 8, que
172 MEMORIAL DEL EJERCITO

se pone en retirada en dispersión. Aquí la fortuna empieza de nuevo


El batallón número 2 quiere car- a favorecer a los patriotas. El ene-
gar a la bayoneta a la segunda co- migo agobiado de la gran pérdida
lumna enemiga que lo espera, pe- que sufre por nuestros fuegos, sin
ro al ejecutarlo también se disper- caballería que lo proteja y teme-
sa. En circustancias tan críticas roso a la nueva columna, nuestra
para el ejército de la Patria, nues- reserva, que se le acerca, trata de
tra artillería al mando de Borgo- retirarse, emprende el movimien-
ño, situada al extremo del ala iz- to, pero se envuelve y entonces
quierda cañonea con el mayor nuestra caballería de la reserva,
acierto las columnas enemigas. aprovechando los momentos, lo
Alvarado hace que su batallón Ca- carga y lo hace pedazos.
zadores de los Andes despliegue en Antes he dicho que la columna
batalla con un fuego vivo al enemi- de reserva de los enemigos ocupa-
go. Heras hace otro tanto con el ba un mamelón a la izquierda de
batallón de Infantes de la Patria las casas de Espejo y cuando Pri-
que es el que tiene más próximo el mo Rivera, su jefe, vio que su ca-
peligro y la reserva al mando del ballería intermedia entre sus co-
coronel Quintana compuesta de las lumnas y las otras dos que habían
tres armas, toca a la carga para avanzado había sido derrotada y
venir a cubrir el claro que resul- que el número 11 se dirigía a su
taba en nuestra línea por la de- posición para quitársela, la aban-
rrota del número 8 y número 2. donó dejando en ella cuatro pie-

Arreos de un soldado de la Batalla de Maipo de 1818.


MUSEO HISTORICO NACIONAL
MEMORIAL DEL EJERCITO 173

zas de artillería y se dirigió a ocu- do izquierdo de la puerta de calle


par la retaguardia como reserva de la casa de Espejo trataban de
de las otras dos columnas de su resistir, el coronel Heras que per-
ejército; pero cuando llegó ya la siguiendo a la columna de Primo
derrota era hecha, y aunque avan- Rivera fue el primer jefe que lle-
zó algún trecho no fue para ba- gó a la puntilla que domina el ca-
tirse sino para cubrir la retirada llejón que conduce a aquellas casas,
de sus dispersos. Entonces fue después que el citado Batallón de
cuando Heras con el batallón de Cazadores de Coquimbo tomase
Cazadores de Coquimbo y una posesión de aquel punto hasta nue-
compañía de Granaderos a caballo va orden, que fuesen varios oficia-
lo cargó hasta hacerlo descender les a retaguardia para que toda la
al callejón de Espejo y le quitó un artillería posible y los batallones
cañón con que se retiraba. de infantería avanzasen con cele-
Cuando los sucesos llegaron al ridad; el primero que se presentó
punto de vista que he referido, la fue el número 11 que recibió la
victoria era ya de los patriotas a orden de ocultarse trás de un pe-
no dudarlo; pero como los españo- queño mamelón que está a la iz-
les se veía que procuraban organi- quierda de la casa y que esperase
zarse y formando un cuadro al la- la señal de un corneta para rom-
174 MEMORIAL DEL EJERCITO

per el fuego; iguales órdenes, aun- llega la noche y los soldados de Ro-
que con diferencia de local se les dil se dispersan y él tiene que fu-
dieron a todos los cuerpos que fue- gar para la costa hasta que gane
ron llegando, y como también lle- a Talcahuano.
garon varias piezas de artillería,
todas se colocaron en la puntilla NOTA. —La fuerza del ejército enemigo
formando una batería. En estas pasaba de 5. 500 hombres en cuatro bata-
circunstancias se presentó el ge- llones, doce piezas de artillería y varios
neral Balcarce, quien mandó que escuadrones de caballería; y la del ejér-
atacase por el callejón el batallón cito de la Patria apenas podía llegar a
de Cazadores de Coquimbo; así lo 4. 500 en nueve batallones, como veinti-
hizo, pero en el acto fue recibido cinco piezas de artillería, cuatro escua-
con un fuego mortífero perdien- drones de Granaderos a caballo, dos es-
do como 250 hombres. Entonces cuadrones de Cazadores y dos de Lan-
se hace la señal indicada de la cor- ceros, resultando la diferencia que debe
neta, y la artillería e infantería notarse que nuestros batallones y escua-
rompen un fuego vivísimo que en drones, el que más fuerza tenía era só-
menos de quince minutos hace pe- lo la mitad de lo que le correspondía,
dazos el cuadro de los enemigos que en razón de la dispersión de Cancha Ra-
en dispersión se refugian en la ca- yada.
sa, donde son asaltados por el nú- La acción empezó a las doce y algunos
mero 11 que entra pasando a la minutos más del día y concluyó un poco
bayoneta todo lo que se le presen- antes de las cuatro de la tarde.
ta. Nuestra pérdida se avaluó en poco más
Sin embargo, el coronel Rodil de mil hombres entre muertos y heridos,
que manda el batallón de Arequi- y la del enemigo en más de mil quinien-
pa se retira por el camino a Mai- tos sin contar prisioneros.
pú con la mayor parte de su cuer- Todo el material del ejército enemigo
po en el mejor orden y el coronel en parque, comisaría y equipajes cayó en
Freire que lo persigue con su ca- nuestro poder en las casas de Espejo.
ballería no puede rendirlo; pero Santiago, 5 de Abril de 1856.
ASTA el lecho de O'Higgins se trata de algo demasiado grave
en San Fernando, ha llega- para perder un momento, y O'Hig-
do una comunicación de don gins sigue sin demora a Santiago,
Miguel Zañartu que reclama su en compañía de su ministro, lle-
presencia en la capital como único gando a la ciudad en las primeras
medio de evitar que el desconcier- horas del 24 de marzo.
to provocado en los ánimos por la Está decidido a ahogar el ger-
noticia de Cancha Rayada derive men de la menor indisciplina y ce-
hacia un estado de desorden y anar- rrar las puertas a todo intento de
quía. En realidad está muy lejos el Rodríguez y sus parciales de adue-
Director de hallarse en condiciones ñarse del poder. Y apenas llegado,
de emprender un viaje presuroso, ordena al coronel Cruz que convo-
pues la fiebre y la pérdida de san- que a palacio a las corporaciones
gre lo tienen en extremo debilita- para reasumir ante ellas el mando
do. El cirujano militar don Juan supremo del país.
Green le recomienda un reposo ab- A mediodía los principales dig-
soluto, pero, ¿es ahora momento natarios ocupan la sala del despa-
de tomarlo, cuando la patria se ha- cho directorial. Un silencio respe-

"DE LA BATALLA
DE MAIPO" Aspectos tomados de la obra "O'Higgins" de
Jaime Eyzaguirre.

lla expuesta a la perdición ? Es in- tuoso dominaba el ambiente. Lo


dudable que entre quedarse en ca- producía la presencia de O'Hig-
ma para sufrir inmóvil las mil an- gins, a quien muchos habían dado
gustias que ya le atormentan por por muerto y que ahora estaba allí
la suerte de Chile, o sobrellevar el a la vista de todos con el brazo he-
malestar físico y acudir sin demo- rido e inmovilizado por las vendas
ra al llamado de Zañartu, despe- y el rostro abatido por la. fiebre.
jando así las inquietudes que le ha Habló de manera sencilla, aunque
provocado su mensaje, es preferi- firme, e hizo una relación de toda
ble lo último. Y a pesar de las pro- la aventura corrida por el ejército
testas del médico, en la tarde del de la patria, sin ocultar la magni-
día 22 monta a caballo y al ama- tud del descalabro, pero a la vez
necer del siguiente día llega a Ran- sin abatir la esperanza. En él no
cagua. Aquí le alcanza el nervioso podía ésta desaparecer y se empe-
don Miguel, que en su carruaje ha ñaba en comunicarla a los demás.
hecho un viaje veloz para infor- "Abrigo —dijo— la profunda con-
marle del movimiento de opinión vicción de que hemos de salir victo-
favorable a Rodríguez que se ha riosos de la próxima batalla si vos-
producido en la capital y de la in- otros me ayudáis con vuestros es-
clusión de éste en el gobierno. Ya fuerzos individuales. No pienso exi-
giros dinero para esto; no pediré
nada hasta que nuestra conducta en
la batalla que va a decidir de vues-
tra suerte y de la de vuestros hijos
os manifieste que hemos cumplido
con nuestro deber. Quiero sólo que
me ayudéis con vuestros esfuerzos
personales y con vuestro entusias-
mo". La concurrencia, enteramen-
te ganada, respondió con una sola
aclamación.
Un nuevo esfuerzo a la esperan-
za que iba en camino de recobra-
ción, significó al día siguiente la
presencia del generalísimo San
Martín. Cuando éste, después de
una prolongada conferencia con
O'Higgins, apareció en la plaza, la
multitud le rodeó y le forzó a ha-
blar, lo que hizo con palabras vigo-
rosas que se comunicaron vivamen-
te a todos los ánimos. "La patria
existe y triunfará, y yo empeño mi
palabra de honor de dar en breve
un día de gloria a la América del Monumento recordatorio en Maipú.
Sur", concluyó en medio del uni-
versal vocerío. ¡ "Mi genaral, un
abrazo!", grita un roto, y San Mar-
tín, sin titubear, estrecha al hijo
del pueblo entre atronadores aplau- rio para darle el golpe de gracia.
sos. El desconcierto y el pesimis- No estaba extinguido el recuerdo
mo de los días anteriores han des- de Cancha Rayada y su desastre, y
aparecido por completo. ya la pericia de los jefes había lo-
Algunas horas después se cele- grado reconstituir casi en su anti-
braba una junta de guerra presi- gua fuerza el ejército da la patria.
dida por el generalísimo y el Direc- Los primeros días del mes de
tor Supremo, para acordar la for- abril van sucediéndose en medio
ma de continuar la campaña. Se de actividad inusitada. Las noti-
habló por unos de abandonar San- cias periódicas del avance hacia
tiago y replegarse al Norte, y por Santiago de las fuerzas enemigas
otros de defender la capital. San duplica los nerviosos preparativos
Martín, que ya tenía su plan, se li- para el encuentro de sangre que
mitó a hacer venir al fraile artille- decidirá la suerte de la patria. Y
ro don Luis Beltrán y preguntar- el Director Supremo, que no ciu-
le: "¿Cómo estamos de municio- da de la fiebre causada por su he-
nes?" "¡Hasta los techos!", con- rida, se mueve a caballo en todas
testó con más efusión que verdad el direcciones y repetidas veces va al
aludido. Si se tenía con qué resis- campamento de Maipo a entrevis-
tir no había motivos para huir de tarse con el generalísimo. Este to-
la ciudad. A sus puertas, en el lla- do lo ve y calcula con minuciosidad,
no de Maipo, se aguardaría a Oso- sin que detalle alguno se escape a
«3
o
178 MEMORIAL DEL EJERCITO

su cerebro ordenado y previsor donar de inmediato la capital y re-


hasta hacer caber el gracejo en tirarse a lugar seguro junto a San
medio de las más serias preocupa- Martín. Pero el Director, cuya in-
ciones. "Usted compañero —decía validez le impedía tomar una in-
a O'Higgins con socarronería—, gerencia directa en la inminente
como hijo de virrey la escapará batalla, estaba resuelto, en todo ca-
bien, pero lo que es yo, voy a parar so, a defender Santiago con sus po-
a Ceuta... " cos milicianos, y contestó con una
La población respondía con em- forma negativa: "Debo quedar
peño el llamado de sus jefes y en aquí. Si el enemigo ataca, me ha-
esos momentos de enorme tensión llará en mi puesto". Y de inmedia-
cada uno parecía sentir sobre sí el to ordenó al coronel Don Joaquín
peso de la responsabilidad total. Y Prieto practicar un reconocimien-
si se colmaron las iniciativas en el to por el flanco amagado y man-
orden humano, las súplicas religio- tener durante toda la noche una
sas, que nunca habían estado au- particular vigilancia.
sentes, parecieron ahora duplicar- Apenas unas pocas horas de re-
se. Hacía menos de un mes, el pue- poso tomó O'Higgins y ya muy de
blo de Santiago, al saber la proxi- madrugada envió un propio al ge-
midad de la expedición de Osorio, neralísimo para conocer el lugar
acudió con todas las autoridades a y momento en que esperaba dar la
la Catedral a testimoniar su con- batalla. La. repuesta de San Mar-
fianza en la intercecsión de la Vir- tín fue escueta y precisa, como del
gen del Carmen y juró construir que todo lo tiene previsto: "En la
un templo a su memoria en el lu- casa Lo Espejo, a mediodía". Que-
gar donde las armas afirmasen pa- daba aún tiempo para impartir las
ra siempre la libertad de Chile. últimas órdenes encaminadas a
Ahora que parecía llegar el momen- asegurar la mejor defensa de la
to, la promesa iba repitiéndose de ciudad. Y el Director, que tenía en
labio en labio, como una cadena que el patio del palacio su caballo enci-
a todos unía en la esperanza co- llado desde la noche, montó en él
mún. y fue a pasar revista a los milicia-
La noche del día 4 se introdujo nos acuartelados.
con una noticia que aumentó la ten- Ese 5 de abril la naturaleza es-
sión general. El comandante de in- taba pródiga de atractivos. El azul
genieros don Alberto Bacler d'Al- del cielo no se hallaba empañado
be llegó muy presuroso hasta el por una nube y la brisa matinal
Director Supremo, desde el campa- acariciaba los rostros, trayendo de
mento de Maipo a comunicar que los huertos el suave perfume de los
una división realista se acercaba a naranjos en flor. Había en toda la
Santiago por el poniente y que ha- riente decoración un presagio fa-
bía peligro de que se introdujera vorable para el drama que estaba
sorpresivamente a la ciudad, ya que a punto de desarrollarse. Y la pre-
no sería posible oponerle por ta'l sencia de O'Higgins, siempre en-
lado resistencia. Si esto ocurría era fermo, pero también siempre re-
de temer que el mismo O'Higgins suelto, completaba la esperanza.
cayera en manos de Osorio, y por Ahora iba a la cabeza de unos mil
eso Bacler d'Albe le instaba a aban- milicianos de caballería por la an-
MEMORIAL DEL EJERCITO 179

tigua calle del Rey. Su rostro des- sentó al campo de batalla en ese
encajado por las largas vigilias y estado".
la fiebre prolongada y su brazo in- La población de Santiago había
movilizado por las vendas eran el seguido con inmensa ansiedad el
testimonio de una fe sin quebran- curso de la batalla y cada noticia
to. Frente al hombre-símbolo mu- iba prendiendo más alborozo en los
chos no supieron si gritar de entu- ánimos. Las calles, desbordantes de
siasmo o callar de respeto. alegría vocinglera, presentaban
El sol estaba en el cénit. De la una extraordinaria animación y los
lejanía vino el eco de un cañonazo. cohetes voladores, con sus luces y
Era la hora de San Martín. estrépitos, festejaban el triunfo
Los caballos aceleraron la mar- aplastante alcanzado por las ar-
cha, como si la nerviosidad de los mas de la patria.
jinetes les hubiese comunicado un San Martín y O'Higgins, des-
nuevo impulso. Atravesaron la ca- pués del abrazo memorable, habían
lle de Santa Rosa para seguir en seguido en persecución del enemi-
un galope sin descanso hasta el go hasta las casas de Lo Espejo, ru-
campo de batalla. bricando así los últimos detalles de
Desde unas lomas, ocupadas an- la victoria. El número de prisione-
tes por el ejercito libertador, pudo ros realistas era enorme, y entre
contemplar O'Higgins todo el es- •ellos, oficiales de alta graduación,
pectáculo. Las tropas de la patria, como los coroneles Primo de Rive-
con un ímpetu incontenible, habían ra, Beza y Morgado. Aun entrada
arrollado al adversario que ahora la noche, encontrándose ya. el Di-
se replegaba con precipitación a rector de regreso en palacio, el ma-
las casas de la hacienda de Lo Es- yor don Francisco Javier Molina
pejo. Llegaban en el momento cul- llegó hasta él a presentarle otro
minante y decisivo de una lucha de grupo de trescientos capturados.
años y su corazón latía con incon- Tan solo Osorio, con los últimos
tenible emoción. Quizás en ese ins- restos de su ejército, había logra-
tante sintió ccmo nunca el lastre de do escapar de la. batida y ponerse
su brazo roto. a tiempo a salvo.
A una distancia fácil de cubrir En esos días, el gobierno había
flameaba la bandera de Chile, in- dispuesto diversas festividades
dicando el sitio del Estado Mayor. conmemorativas del triunfo de
Rápido galopó hasta allá. Quería Maipo y la ciudad tuvo un compás
llevar la voz de gratitud de la tie- de espera en las inquietudes polí-
rra al hombre que había consolida- ticas. Un solemne Tedeum en la
do su libertad. Y al llegar junto a Iglesia Catedral, presidido por el
San Martín, le estrechó con su bra- Director Supremo y altos dignata-
zo izquierdo, mientras sus labios rios del Estado, una revista mili-
se abrían con una salutación: tar que arrebató de entusiasmo al
"¡Gloria al salvador de Chile!" El pueblo, y un banquete en que alter-
vencedor, conmovido, tuvo la dig- naban los pavos y chanchos con los
na repuesta: "General, Chile no ol- helados de bocado y los celebrados
vidará jamás el nombre del ilustre dulces en almíbar de la Dolores
inválido que el día de hoy se pre- Vicuña, fueron los números más
180 MEMORIAL DEL EJERCITO

brillantes del programa. Y el día Catedral, al objeto de ratificar, co-


7 de mayo, O'Higgins firmaba un mo ratificaron expresamente aquel
decreto que le hacía solidario del juramento, ofreciendo erigirle un
pensamiento general: "La inmacu- templo en el lugar donde se diese
lada Reina de los Angeles en su ad- la batalla a que nos provocó el ge-
vocación de Nuestra Señora del neral enemigo Osorio. No debe tar-
Carmen, fue jurada patrona de darse un momento —agregaba el
las armas de Chile, primero por el Director— el cumplimiento de es-
voto general de este pueblo por ha- ta sagrada promesa; ya sabemos
ber experimentado su protección que otros países de menos historia
en el restablecimiento del Estado que nosotros, han cumplido sus
. . . , y después el 14 de marzo úl- deberes de reconocimiento a sus
timo, por el acto solemne en que héroes en la misma forma en que
concurrieron las corporaciones y ellos se sacrificaron por sus pa-
un universo pueblo en la Santa trias: generosamente. "
SINTESIS DE LA EVOLUCION DE LOS EJERCITOS
PENINSULARES Y EL NUEVO-EXTREMEÑO
JORGE DE ALLENDE SALAZAR ARRAU
Tte. Coronel (R)

Conferencia pronunciada bajo los la Patagonia, vecindades del estre


auspicios del "Instituto de Conme- cho de Le Maire, el 26 de febrero
moración Histórica de Chile", en el de 1535; Diego de Almagro hace
auditorio de la Escuela Militar, con su entrada en el valle de Copiapó,
motivo de los actos recordatorios del a través de la quebrada de Paipo-
sesquicentenario de dicho plantel mi- te, en los primeros días de abril de
litar. 1536; y el glorioso Pedro de Val-
divia, fundador de nuestra nacio-
os PERIODOS que dan con- nalidad, acampa sus tropas en
L tenido al desenvolvimiento
de los organismos de signi-
ficación social o colectiva han ido
aquel mismo valle, límite norte de
su jurisdicción, el 27 de agosto de
1540.
concatenándase en el transcurrir Los primeros, por el extremo
bajo la tuición operante de la ex- sur, Almagro en el septentrión:
periencia siempre renovada. Es todos ellos, y otros más, participan
decir, que nada nace de una moda- en el descubrimiento de esta bien-
lidad inicial que pueda eludir la amada tierra chilena. Al Conquis-
superación en permanente arrit- tador Pedro de Valdivia vanle a la
mia, lenta, unas veces, y sometida zaga los émulos que prosiguen la-
a notable aceleración en otras cir- boriosamente la heroica gesta;
cunstancias. luego, la Colonia, con la nutrida
Chile no data de 1810 ni desde gama de sus altibajos, y después
el triunfo definitivo de Maipo. la emancipación de la Metrópoli.
Surge de la contemplación de los Nadie podrá anticiparnos la pro-
acontecimientos un indudable or- gresión de su futuro.
den de prelación. Hay, entonces, una continuidad
Hernando de Magallanes pe- que coge su aliento en tiempos
netra en el estrecho nuestro, que muy alejados pero históricamente
lleva su nombre y descubriera el 21 reconstituibles. Y así, también, el
de octubre de 1520, lo atraviesa en Ejército nuevo-extremeño avanza
toda su extensión y arriba al Pací- por la ruta que el peninsular le
fico el 27 de noviembre siguiente*, señalara y la estructura de sus
García Jofré de Loayza navega defensas hállase calcada en el de-
ya por aquellas aguas el 5 de abril venir de las que España y el viejo
de 1526; el malaventurado portu- continente han de imponerle.
gués Simón de Alcazaba, al servi- Son etapas inevitables y el exa-
cio de España, tras de explorarlo, men de sus características nos per-
funda el puerto de Leones, o de miten comprender el presente de
los Lobos en la costa oriental de modo más cabal y objetivo. Por
182 MEMORIAL DEL EJERCITO

ello, me he adentrado en su pro- pación activísima en las confabu-


ceso con alguna resolución, que laciones que permitieron en segui-
acaso a más de alguien pareciera da la irrupción de los árabes en la
extemporánea; sin embargo, no Península.
me arredra este deambular mile- Desde luego, el monarca era el
nario que ahora emprendo, con la jefe supremo de las tropas ya mo-
esperanza de que mis intenciones vilizadas, cuya unidad típica o fun-
contribuyan a fijar la visión del damental tenía el nombre de "Mi-
conjunto. llena", constituida, como la deno-
minación así lo sugiere, bajo la
Génesis del Ejército Peninsular inspiración del sistema decimal.
Comandada por el "Thiufadus",
La multiforme trayectoria del integrábase por las "Centenas",
Ejército peninsular podría ini- que no se adaptaban siempre al
ciarse con la dominación visigoda, número que pareciera definirlas y
que, aunque no dio fijeza al esta- cuyo jefe era el "Centenarius", de
blecimiento de fuerzas permanen- quien, a su vez, dependían las
tes, mantuvo pequeñas guarnicio- "Decanías", obedientes a la direc-
nes en ciertas localidades, fronte- ta subordinación del "Decanus".
rizas o no, que facilitaban quizá Pero los ya emergentes señores
la defensa relativamente eficaz feudales poseían sus propios con-
frente a previsibles incursiones juntos, las "Mesnadas", aglomera-
enemigas. Sin embargo, los súbdi- ción de siervos, sayones y bucela-
tos estaban obligados a la pres- rios, estos últimos, hombres libres
tación de servicio y debían conser- sometidos voluntariamente a la
var junto a ellos el equipo de gue- tuición señorial. Aunque obligados
rra, lo que ofrece ligera semejanza a poner tan abigarrado agrupa-
a cierta singularidad que estuvo miento a disposición de la voluntad
hasta hace poco en uso (o aún lo real cuando el peligro lo requería,
está) en el Ejército suizo contem- no siempre cumplieron con tal de-
poráneo. ber condicionante.
No obstante, mantuvieron, bajo
la severa y precavida vigilancia de En todo caso, distinguíase en
los reyes, la guardia pretoriana de cierto modo un acentuado princi-
los "Spatarii", compuesta de ele- pio de organización y de ahí que
mentos selectos y de probada fide- hasta solieron establecerse co-
lidad, equipada con todos aquellos mandos regionales, a cuya cabeza
medios ofensivos que la época po- colocábase el "Dux" o duque, ase-
día proporcionar. Su nombre se sorado por jefes subalternos que
deriva de la espada ancha y des- tuvieron el nombre de "Cómites
nuda, que llevaban permanente- exercitum". Con el andar del
mente en la mano durante las ins- tiempo nació el empleo de mar-
pecciones palaciegas. Cabe aquí qués, alto oficial encargado subs-
recordar que el Conde espatario tancialmente de conservar la in-
don Julián traicionó la confianza violabilidad de la frontera o "mar-
de su monarca don Rodrigo, cuan- ca". De lo que se deduce que las
do, siendo capitán general de las denominaciones que atañen a los
fronteras de Africa, tuvo partici- posteriores títulos nobiliarios tu-
MEMORIAL DEL EJERCITO 183

vieron su indiscutible origen en la pués se suceden los "Cómites",


jerarquía militar primitiva. "Potestades", "Maiorinus"' (ante-
Las Armas fueron las que per- pasado, quizá, del rango de Ma-
duraron hasta el advenimiento yor), "Obispos", que carecen de
muy posterior del aporte artille- significación eclesiástica y su pa-
ro: la Infantería y la Caballería. pel estaba centrado en las tareas
Los servicios auxiliares se impro- inspectivas y de intendencia, los
visan en general de cualquier "Alféreces", de visible alcuña
manera y el suministro de los ali- oriental, etc.
mentos se obtenía por las requisas Es a comienzos del siglo XI
en las comarcas de tránsito obli- cuando se contrata personal forá-
gado, sistema que no escapa del neo para robustecer los efectivos
todo a las modalidades extremas del Ejército y de aquí nacen las
practicadas en los conflictos gue- tropas "mercenarias", que tuvie-
rreros de tiempos recientes. ron larga y casi ininterrumpida
Durante la guerra de reconquis- actuación. Los nombres que dis-
ta la recluta era circunstancial. tinguen a las unidades y los jefes
Cuando se trataba de una acción que las dirigen procedieron habi-
ofensiva la convocatoria se llama- tualmente de las tierras de su
ba "Fonsado", y "Apellido" si oriundez, a pesar de que cierta
había sido motivada por la urgen- vaga inclinación unitaria empeza-
te defensa del territorio. ba a vislumbrarse.
Nacieron entonces las Ordenes Los Reyes Católicos organizan
de Caballería: Calatrava, Santia- ya sus tropas de un modo que se
go y Alcántara, y casi con simul- asemeja precariamente a los mol-
taneidad las "Milicias concejiles" des iniciales de la Edad Moderna.
—formadas dentro de los términos De entonces puede señalarse el
jurisdiccionales de algunos sec- nacimiento del primer conato de
tores—, y los grupos destacados a Ejército permanente en la Penín-
cubrir las fortificaciones de ciu- sula. Fórmanse las "Guardias Vie-
dades y castillos. La Caballería, por jas de Castilla", integradas por
su reconocido grado de movilidad, 2. 500 hombres de infantería y di-
tuvo en esos tiempos un papel vididas en 25 Compañías de 100
preponderante y, además de la individuos cada una. Doce Compa-
vieja facción señorial, creóse la ñías comprenden la llamada "Co-
"Villana", reclutada entre las ronelía", a la que se agrega un
gentes de extracción modesta de Escuadrón de 500 a 600 jinetes y
¡os núcleos habitados (Villas), unas 60 piezas de artillería. Podría
siempre que poseyeran cabalgadu- calificársele de unidad reforzada.
ras propias en condiciones de Entre los mercenarios contratados
arrostrar las alternativas de la por los Reyes Católicos a fines del
campaña. siglo XV figuraron contingentes
Bajo la incaducable potestad "suigéneris" de arqueros ingleses
del rey, la escala de categorías ex- y piqueros suizos. El servicio mili-
perimenta intrascendente varia- tar se hace obligatorio y la cons-
ción: un "Cómes" es su represen- cripción debe cumplirse acogien-
tante o caudillo delegado, y des- do en las filas a un hombre de ca-
184 MEMORIAL DEL EJERCITO

da doce, entre los 20 y 40 años. Más tarde, Felipe II exige a la


Además de los que acudían volun- gente adinerada una contribución
tariamente (es posible que en es- obligatoria de armas y ganado,
casa proporción), los mercena- además de otras imposiciones con-
rios, de predominancia tudesca e minatorias, a fin de vigorizar la
italiana, y los provenientes de las defensa del reino. Estos milites
levas forzosas, los súbditos de edad remolones que, muy a regañadien-
provecta servían tareas comple- tes acaso, debieron concurrir al
mentarias y poco fatigosas. A to- ineludible llamado del monarca,
dos ellos hay que adicionar a los son los tan nombrados "Caballe-
penados o galeotes, que llenaban ros Quantiosos" (de fugaz exis-
funciones en la Armada de inci- tencia durante el reino de Isabel y
piente constitución, nacida en Fernando), que, aunque no duran
Castilla bajo el impulso de Fer- ahora más allá del medio siglo,
nando III el Santo y a! mando del supieron en reiteradas ocasiones
improvisado Almirante don Ra- desempeñarse con patriótico celo.
món Bonifaz, el 3 de mayo de Data su breve resurgir del 1º de
1248, cuando se logra desbaratar noviembre de 1563.
la defensa de Sevilla, reconquis- Llega ahora, con más claros ím-
tándola para España. petus, el momento en que el Ejér-
Ya en la época llamada propia- cito permanente opera en el exte-
mente moderna, el Ejército vive rior de España, mediante la im-
en plan de experimentación conti- perfecta continuidad de su sentido
nua, reflejado de las reformas de orgánico.
Isabel y Fernando. La unidad básica seguía siendo
El ilustre Cardenal Cisneros la "Coronelía", pero en torno a
crea en 1516 una milicia ciudada- 1550, y en ciertos casos hasta unos
na, llamada "Gente de Ordenanza" veinte años antes, se la reemplaza
y, como reminiscente prolongación por el "Tercio" (piqueros, arcabu-
de las que fueron las agrupaciones ceros y mosqueteros), al mando
extraídas de la nobleza organiza el de un "Maestre de Campo", con 12
"Cuerpo de Caballeros Pardos", a 15 Capitanes dependientes que
extinguido por 1518, réplica de los mantienen a sus órdenes inmedia-
"Villanos" a que antes he aludido. tas 250 a 300 hombres cada uno.
Además, se preocupa de la poten- De lo que resulta que un "Tercio",
cialidad artillera, construyendo los totalmente integrado, tendría apro-
primeros parques para la elabora- ximadamente 3.500 combatientes.
ción y el mantenimiento de los me- La Caballería conserva su nomen-
dios que les son de imprescindible clatura: el Escuadrón, fraccionado
utilidad. Por último, durante su en dos o tres Compañías de dota-
auspiciosa regencia la Ingeniería ción variable (50 jinetes como mí-
militar lanza sus primeros vagi- nimo), y la Artillería, que se divi-
dos. En seguida, cuando Carlos I de también de igual manera (en
asume de llano las responsabilida- Compañías). El pendón usado por
des del poder, las milicias provin- las unidades reproducía a menudo
ciales van adquiriendo su propia los símbolos heráldicos de los Ca-
fisonomía. pitanes que las comandaban, sobre-
MEMORIAL DEL EJERCITO 185

montadas por la cruz de Borgoña bando de 22 de enero de 1604, per-


o la de San Andrés. El guión real mitió al Gobernador Alonso de Ri-
llevaba en sus cuatro extremos los bera consolidar al máximo posible
emblemas dinásticos y, con fre- la eficiencia del elemento humano
cuencia, la imagen de algún santo que le ha sido confiado. Es el ge-
especialmente venerado. nuino organizador en Chile del
Este rápido tránsito a través de Ejército permanente, y fue via-
las metamorfosis del Ejército pe- ble su misión, al margen de sus ex-
ninsular ha sido explayado con so- traordinarias cualidades persona-
metimiento a la brevedad exclu- les, debido al aumento entonces
yente en numerosos pormenores. apreciable de la suma que las ar-
Son hitos de inevitable limitación, cas virreinales del Perú estaban
que permitirán quizá advertir có- obligadas año a año a enviar a es-
mo las reglamentaciones de bien ta Provincia y la destinación de
intencionada rigidez se minimizan 1.371 soldado de los efectivos re-
en su trasplante a las Provincias gulares con que en adelante con-
de Ultramar, a la vera de las con- taría. Si bien Ribera fue el artífi-
diciones restrictivas que en ellas ce del resurgimiento visible de las
imperan. Y Chile no representa fuerzas combatientes y supo em-
una excepción. plearlas con la habilidad que fluye
de sus magníficas dotes de conduc-
El Ejército del Reino de Chile. tor, en los dos períodos que mantu-
vo la gobernación del Reino, no to-
En el curso de los siglos XVI y dos sus sucesores conservaron el
XVII la conformación de las fuer- ritmo diligente que imprimió a sus
zas militares de Nueva-Extrema- responsabilidades, y lustros des-
dura no puede ceñirse con severi- pués debió evidenciarse cierto de-
dad a las disposiciones emanadas terioro en la organización y la ac-
de la Metrópoli. Por un lado, la tividad de las tropas veteranas.
modestia del Real Situado (dinero, Es en el siglo XVIII, con la as-
como se sabe, destinado de prefe- censión de los Borbones al trono
rencia a los gastos de la estructu- de España cuando se origina una
ra castrense) y, por otro, las gra- progresividad de índice más o me-
ves dificultades que se originan nos mantenido en cuanto a las
en un reclutamiento basado gene- fuerzas regulares, acuciada suce-
ralmente en la improvisación, dan sivamente gracias, primero, al
la tónica exacta de lo que pudo Placarte o real cédula de Felipe
aquí ejecutarse. V, que data del 26 de abril de 1703,
En 1602 tres Compañías de ca- y, en seguida, por las instruccio-
ballos y ocho de infantería, que nes del reglamento de Manso de
entre Jefes, Oficiales y tropa no Velasco, aprobado por Fernando
agrupaba sino 691 individuos sa- VI el 17 de abril de 1752, y las Or-
tisfacían los cometidos de la fuer- denanzas de Carlos III, sanciona-
za regular. La real cédula de Fe- das por los decretos de 12 de ene-
lipe III, fechada en enero de 1603, ro de 1767, 22 de octubre y 11 de
que debió promulgarse en Concep- noviembre de 1768. Los pormeno-
ción un año después, mediante el res de estas últimas reglas norma-
186 MEMORIAL DEL EJERCITO

tivas —algunas todavía en vigen- tensa bibliografía y documenta-


cia—, que se llamaron concreta- ción, intitulado: "Ejército y Mili-
mente: "Ordenanzas de S. M. para cias del Reino de Chile. 1737-1815",
el gobierno, la disciplina, la subor- Boletines 66, 67 y 68 de la Acade-
dinación y el servicio de sus Ejér- mia Chilena de la Historia), cum-
citos", experimentaron beneficiosa plieron en más de una ocasión y
alteración al tenor de las oportu- con gran éxito misiones de tanta
nas modalidades impresas por el responsabilidad bélica en la fron-
Gobernador Jáuregui en lo refe- tera sur que pueden confundirse,
rente al acertado uso distributivo sin desmedro, con las que eran pri-
y profesional de las 1. 150 plazas vativas a las tropas veteranas. De
que completaban el Ejército regu- modo que, si en el norte y el centro
lar: 9 Compañías de Dragones; 1 del país pudo ser descuidado
Batallón de Infantería, compues- su acondicionamiento, no ocurrió
to de 8 Compañías de fusileros y igual cosa siempre en los Partidos
1 de granaderos; y las 2 de Arti- australes, como que hay sobradas
llería antes existentes. pruebas que surgen del resultado
En el estado de fuerzas de 12 de su generoso empeño en la pro-
de diciembre de 1783 (Documen- tección de los fuertes de aquellas
tos inéditos de Medina; tomo 199, alejadas regiones.
Nº 4890) se comprueba una nueva ¿Y cuáles eran los medios ofen-
conformación: 8 Compañías de sivos de uso más corriente en las
Dragones y 1 de la Reina; 2 Bata- tres armas clásicas?: la Infante-
llones de Infantería: el primero de ría disponía de la pica, análoga a
ellos con igual dotación a la arri- la lanza, y de partesanas en canti-
ba indicada; el segundo, de guarni- dad limitada; de la espada de ace-
ción en Valdivia, fraccionado fun- ro; ocasionalmente, pistolas; el ar-
damentalmente en 6 españolas y 1 cabuz, de gancho o de mecha; el
de pardos; las 2 Compañías de Ar- mosquete, sostenido durante el fue-
tillería: 1 en la frontera y la otra go con una horquilla que se afir-
cubriendo la guarnición de Valpa- maba en tierra; y el fusil con ba-
raíso; y la Asamblea de Caballe- yoneta. La Caballería: la lanza, la
ría con su plana mayor en la ca- espada, el espadín, la pistola, de
pital. Afirma la relación que la somero uso en las primeras cen-
Plana Mayor general y las tropas turias; la tercerola, o mosquetón,
regulares sumaban 1. 976 y 15. 856 antecesora de la carabina; y el fu-
las milicianas, con lo que se con- sil con bayoneta en las Compañías
juntan 27. 832 activistas, de apro- de Dragones, nuestra Caballería
vechable o imperfecta preparación. pesada (Quedaron perdidos en el
Es de verdad sorprendente la can- tiempo los ballesteros a caballo de
tidad que ambas categorías tota- Don Juan de Aragón y Navarra,
lizan. 1398-1479, y los jinetes con espin-
Ahora bien, las Milicias decla- gardas de Fernando el Católico).
radamente tales, de diversas no- La Artillería: cañones de bronce,
minaciones y diferenciadas por lí- fierro y madera, de ánima lisa (el
mites de singular sutileza (me re- rayado se utiliza en el siglo XIX,
fiero a ellas en el trabajo, con ex- hacia 1856) y. variados calibres,
MEMORIAL DEL EJERCITO 187

en cuya nomenclatura he encon- en su obra "La República de Chi-


trado culebrinas de bronce, medias le", editada en 1951 por la Socie-
culebrinas, bombardas, naranjeros, dad Chilena de Historia y Geogra-
pedreros de bronce, cañones y me- fía: "Al llegar a Chile en 1822,
dios cañones, sacres, falconetes, (dice) la clase militar me pareció
etc., y hasta bocas de fuego de ma- indisciplinada y en peor situación
dera, reforzadas con cuadernas y que durante el régimen español.
cintas de fierro o cuero de vacuno. Los soldados que habían quedado
Sus características son tan disími- en los fortines de Valparaíso iban
les que voy a abstraerme de defi- tan miserablemente vestidos, que
nirlas. hubieran podido tomarse por hua-
Antes de dar término a esta re- sos, ai no fijarse en el fusil. En la
seña quisiera abrir un estrecho pa- tropa formada, su aspecto varía
réntesis, con el propósito de refe- bastante desde el oficial hasta el
rirme al medrado armamento con soldado. El primero usa sombre-
que se dotaba genéricamente a los ro, o gorro, ropa blanca o azul, y
cuerpos milicianos de la zona nor- porta sable o espada. El soldado
te. Se trata del "Regimiento de viste ropas sucias y morrión de
milicias de Caballería de La Sere- fieltro o de lanilla". Tal es la im-
na", que contaba con 12 Compa- presión, si bien circunscrita a me-
ñías normales y 1 de auxiliares el ras exterioridades, de un observa-
20 de diciembre de 1788, menos de dor foráneo de prestigio.
treinta años antes de Maipo. La La trayectoria de nuestro Ejér-
primera disponía de 50 espadas; la cito se desenvuelve en sus comien-
segunda: 9 espadas y 41 lanzas; zos con ritmo tardo y venturero.
la tercera: 12 espadas y 38 lanzas; Alternativas apremiantes señala-
la cuarta: 15 espadas y 35 lanzas; rán luego la promisoria trascen-
la quinta: 6 espadas y 44 lanzas... dencia de su destino.
La proporcionalidad es semejante
en las que restan. No se incluye ni
una modesta tercerola. Las cosas PRINCIPALES FUENTES
no cambian en los inicios del XIX, DE INFORMACION
al menos en un sentido riguroso, y
así, con tan precarios medios, co-
menzó imperativamente a germi- Archivo Nacional de Santiago. —Contadu-
nar en las conciencias la aspiración ría Mayor.
emancipadora, que culminó con la Conmemoración del VII centenario de la
gloriosa epopeya del 5 de abril de conquista de Sevilla y de la fundación
1818. de la Marina castellana. —Publicación
oficial del Estado Español.
Estas facetas, extraídas casi al
azar dentro de la configuración Descubrimiento de Chile y compañeros de
castrense de la época, no contras- Almagro. —J. Armando de Ramón
tan con lo que fácilmente se ob- Folch.
serva en los primeros lustros de la Biblioteca Nacional. Sala Medina. —
era republicana. Documentos inéditos de J. T. Medina.
El viajero sueco C. E. Bladh Corona Gótica. —Diego de Saavedra Fa-
afirma textualmente lo que sigue jardo.
188 MEMORIAL DEL EJERCITO

Diccionario de Historia de España.— Historia de la civilización e instituciones


Revista de Occidente. hispánicas.—Dr. Antonio Palomeque-
Torres, Catedrático de la Universidad
Ejército y Milicias del Reino de Chile. de Barcelona.
1737-1815.—Jorge de Allendesalazar
Arrau. Historia de la Artillería de Chile.—Tte.
Coronel (R) Pablo Barrientes Gu-
Historia General de Chile.—Diego Barros tiérrez.
Arana. Régimen legal del Ejército en el Reirw
Historia de España.—C. Pérez Bustaman- de Chile.—Roberto Oñat y Carlos Roa.
te, ex Rector de la Universidad de Seis años de historia de Chile.—Mons.
Madrid. Crescente Errázuriz.
RECUERDOS DEL CENTENARIO DE LA
BATALLA DE MAIPO
N 1918 al conmemorarse el Centenario de la Batalla, la República Argentina en-
E vió una Misión Especial presidida por el Sr. Honorio Pueyrredón, Ministro de
Relaciones Exteriores, e integrada por personalidades de las Fuerzas Armadas
y Altas Autoridades Religiosas y Civiles.
Queremos en esta oportunidad recordar algunas de las expresiones vertidas por
argentinos y chilenos, en los numerosos actos oficiales, en que participara durante su
permanencia en Chile, esa brillante Misión.

DE NUESTRO MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES


SEÑOR GUILLERMO PEREIRA

"La emancipación de Chile en la guerra que se iniciara ocho años an-


efemérides de gloria del 5 de abril tes con la reunión de la primera
de 1818, a la vez de poner fin a un junta gubernativa, consagró en for-
largo período de agitaciones y de ma ya definitiva la emancipación
de nuestro país y entrada victoriosa
en el concierto de los pueblos libres
Las efigies de los generales O'Higgins y y conscientes de su derecho y de la
San Martín coronan el monumento que se justicia de su causa."
levanta en el frente del Templo de Maipú. "Por eso, señores, al contemplar
hoy en todo su relieve.el cuadro de
gloria que iluminó el sol del 5 de
abril de 1818, nuestro pensamiento
y nuestro espíritu empapado de
gratitud intensa, vuélvese hacia esa
legión de héroes que poseídos de fe
inquebrantable ofrecieron todo en
holocausto para darnos, en medio de
sus azañas inmortales, patria y li-
bertad."
"Rindámosle, pues, desde el fon-
do de nuestros corazones, el home-
naje que merecen y levantemos un
altar en cada uno de nuestros pe-
chos para ofrecerles siempre nues-
tro agradecimiento, mientras sus
monumentos y tumbas gloriosas, es-
cuelas y templos de civismo, se cu-
bren de flores y son objeto de pere-
190 MEMORIAL DEL EJERCITO

grinaciones sin un, y juremos por legados de honor y de gloria que ru-
sus manes inmortales ante el altar bricaron con fuego en cien comba-
de la patria, conservar intactos los tes."

DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE LA REPUBLICA


ARGENTINA SEÑOR HONORIO PUEYRREDON
"En las exaltaciones patrióticas pondido a su inspiración sublime.
que se exteriorizan hoy, de uno y Podemos celebrar hoy con ánimo ju-
otro lado de los Andes, descúbrese biloso el ciclo de guerra que nos dio
el aplauso consciente de los nobles libertad y a la vez el ciclo de paz,
principios que inspiraron aquella y extraños, acaso hasta por el tem-
lucha y la veneración que la poste- peramento, a estériles convenciona-
ridad tributa en todo tiempo a los lismos, gozamos de los beneficios
hombres que, bregando por el triun- efectivos de una comunidad sin
fo de justos ideales, legan a su pa- sombras."
tria fundaciones duraderas." "La amistad entre naciones sin
"Remontándonos a los factores pactos y sin reticencias ni veladas
iniciales de la acción emancipado- suspicacias, confiándose con lealtad
ra, hallamos en el esfuerzo común sus respectivas conveniencias, crea
el génesis de nuestra existencia co- vínculos de intensa fortaleza entre
mo naciones libres. Los nombres sa- los pueblos, como análoga conducta
grados de aquellos héroes resumen los establece entre los hombres."
un poema épico que lleva con el so- "Señores: Hace hoy un siglo,
plo grandioso de la pampa y la se- O'Higgins y San Martín, en el pro-
veridad granítica de la montaña, la pio campo de Maipo, sellaban con
vibración idealista de los apóstoles, un abrazo la libertad gloriosamen-
el ansia de la libertad y el coro- te conquistada. Bajo ese impresio-
namiento triunfal de la justicia. nante augurio de fraternidad, naci-
Unidos en un mismo ideal acome- mos a la vida independiente. Sea
tieron la magna empresa, y refor- ese el símbolo clarísimo del destino
zando el vínculo con un sentido feliz que nuestras patrias han de se-
afecto, se entregaron confiados los guir cumpliendo, al estrechar en la
unos a los otros. Por eso fueron efi- brega pacífica los vínculos forma-
caces y fueron fuertes." dos en las horas épicas del géne-
"Si ellos pudieran observarnos se sis nacional."
sentirían compensados: hemos res-

DEL DOCTOR LUIS BARROS BORGOÑO


"Allá, en la ciudad de Mendoza, donde en la diaria labor se fortifi-
bulle activa la colmena de los obre- can los corazones y se acumulan las
ros infatigables y ardorosos; allá, energías; y allá, entre los azares y
se alimenta la fragua donde se fun- las contingencias de la guerra del
den los bronces de los vencedores y norte y el latente malestar de las
MEMORIAL DEL EJERCITO 191

provincias nacionales, se destaca continental; el Paso de los Andes y


inconmovible, dominadora, con la Chacabuco, son las etapas de la gran
austeridad que imprime el ejercicio jornada llamada a fijar definitiva-
acostumbrado del deber, con la dis- mente la suerte de la revolución
ciplina de los que tienen el don de americana."
mando, con la imperturbable fir- "Si Maipo afianza la independen-
meza del que realiza una concep- cia de Chile; aparta el peligro que
ción pacientemente elaborada, la fi- amenazaba a las provincias argen-
gura del capitán del sur, del sol- tinas; amaga a la vez en su cora-
dado de la libertad que jamás puso zón el poderoso virreinato del Pe-
su brazo al servicio de las tiranías rú y es el signo precursor de su
y que fue siempre el defensor del derrumbamiento."
orden político de estos pueblos en
efervescencia." "Por esto ha podido decir con
"Y aquí, su émulo de gloria y de perfecta exactitud el ilustre Mitre
sacrificios, el soldado heroico de que "la batalla de Maipo por su im-
Rancagua y de Chacabuco, encar- portancia trascendental, sólo puede
nación y reflejo del ejército de la compararse a la de Boyacá, que fue
patria, indomable, intrépido, pa- su consecuencia inmediata y la de
ciente, con voluntad de hierro, es- Ayacucho su consecuencia ulterior;
clavo del deber, corona aquella obra pero —agrega el mismo eminente
militar y política con la preparación historiador— sin Maipo no habría
del ejército libertador del Perú, la tenido lugar Boyacá ni Ayacucho."
organización de la Marina de Chile "Allí está en breves palabras
y la conquista, para su patria en cristalizada magistralmente la sig-
ciernes, del dominio del mar, que nificación del fausto acontecimiento
habría de asegurar en el futuro la que hoy celebramos."
libertad, el porvenir y la seguridad "Y es satisfactorio todavía po-
de la nación." der declarar, en estas horas angus-
"San Martín y O'Higgins entre- tiosas para la humanidad, que es-
lazan una cadena de comunes glo- tos dos pueblos de América supie-
rias militares y de mutuos esfuer- ron en un momento de grave diver-
zos, desvelos y sacrificios patrióti- gencia internacional, someter vie-
cos por la redención política de las jas y enconadas querellas a la solu-
nuevas nacionalidades." ción de una justicia arbitral antes
"Ellos no son únicamente los gue- que al duro fallo de la fuerza; y
rreros gloriosos que han levantado elevándose, además, por sobre to-
sus figuras en los campos de bata- das las prerrogativas y delicadas
lla; son los libertadores de los pue- susceptibilidades nacionales, supie-
blos, son los organizadores de la de- ron encontrar una fórmula y proce-
mocracia americana; son por todo dimiento amistoso que les permitie-
esto, héroes de la cultura y de la ci- se limitar sus armamentos, alivian-
vilización contemporánea." do la economía nacional, y alzar en
"La vida de esos grandes capita- forma permanente el tribunal su-
nes, de perfecta unidad, aparece premo del derecho que hoy presien-
orientada por normas de profunda ten y buscan como la única y soña-
significación moral." da solución del porvenir las grandes
"Unidos en un mismo pensamien- naciones que se desangran en las
to, dan a su acción libertadora to- tremendas convulsiones de una gue-
das las proyecciones de una obra rra mundial."
192 MEMORIAL DEL EJERCITO

DEL CORONEL DON MARIANO NAVARRETE, DICHO EN EL


CAMPO DE BATALLA DE MAIPO
"La gratitud es la más hermosa "Es verdaderamente consolador
de las cualidades que pueden ador- poder decir, después de un siglo de
nar a un pueblo, a la vez que la más existencia, que los nobles ideales y
justa de las recompensas que las los afectos que alimentaron los Pa-
generaciones pueden tributar a sus dres de la Patria se han cumplido y
grandes y abnegados servidores." conservado inalterables por las nue-
"La gratitud es el rocío que con- vas generaciones. El abrazo que San
serva perennemente la frescura de Martín y O'Higgins se dieron en es-
los laureles que la Patria discierne te sitio, a raíz de la victoria que
a sus prohombres, de esos laureles que conmemoramos, une hasta hoy
con que se premian las virtudes cí- a chilenos y argentinos, unión que
vicas y que simbolizan en la vida la comunidad de origen, la afinidad
de los pueblos los triunfos de la de intereses y la solución de los fu-
ciencia, las soberbias creaciones del turos problemas de la política inter-
arte, las victorias del derecho o las nacional sudamericana se encarga-
conquistas de la libertad." rán de mantener como una garantía
"En nombre de esta cualidad, que para la tranquilidad del porvenir."
es la más noble de las manifestacio- "La sangre que argentinos y chi-
nes del patriotismo, nos congrega- lenos derramaron en estos campos
mos en el día de hoy en estos his- para darnos los beneficios de la li-
tóricos llanos de Maipo, consagra- bertad, ha sido fecunda para el pro-
dos por la leyenda de las homéricas greso y la fraternidad de ambos
luchas de la Independencia, para ce- países. El recuerdo de este hecho,
lebrar la victoria que hace cien años que es un justo título de orgullo pa-
obtuvo en este sitio el ejército pa- ra los herederos de tantas glorias,
triota, victoria que acabó con el do- ha bastado, en más de una ocasión,
minio español, formando la esplén- para volver la serenidad a los espí-
dida portada a través de la cual la ritus que, ofuscados por el celo pa-
nueva República debía entrar triun- triótico, habían olvidado que los la-
fante en la ancha senda del progre- zos de amistad tejidos al calor de
so, a fin de luchar sin descanso por esa sangre, no los rompe un mezqui-
su engrandecimiento económico y no interés: tienen la consistencia de
social." lo eterno y no puede desatarlos ni
el egoísmo ni la ambición."

DEL GENERAL DON JOSE F. URIBURU, JEFE DE LA


DELEGACION MILITAR ARGENTINA
"El Gobierno de mi país me ha cendental, porque la victoria de
honrado designándome para repre- Maipo no es sólo el resultado de un
sentar al Ejército argentino en la afortunado esfuerzo militar, sino
conmemoración centenaria de un también sólida base de otros acon-
hecho trascendental y heroico. Tras- tecimientos memorables que culmi-
MEMORIAL DEL EJERCITO 193

naron en Ayacucho, cerrando por la "Un siglo ha corrido desde enton-


vida el capítulo de la emancipación ces; los progresos materiales y po-
americana. Heroico, porque solda- líticos que hoy exhibimos no se rea-
dos chilenos y argentinos, manco- lizaron sin dolor y sin hondos y san-
munados en un ideal superior, con- grientos sacudimientos."
quistaron laureles imperecederos, "Democracias inorgánicas, ape-
forjando con su valor y decisión la nas nacidas a la vida independien-
fuerza que debía arrancar más tar- te, no pudieron eximirse de la inex-
de jirones del estandarte de Pizarro periencia y la incapacidad en la
en el mismo suelo de los incas." práctica del gobierno propio. Ade-
"Como todos los grandes éxitos más, los abusos del poder, las ma-
militares, fue la obra de un pensa- las artes en el ejercicio del sufra-
miento genial, de una organización gio y el jacobinismo doctrinario es-
adecuada, de una ejecución sabia y grimiendo postulados absolutos, de-
enérgica." bieron, fatalmente y por turno, en-
"Síntesis de cruentos sacrificios, gendrar el despotismo y la revolu-
de virtudes ancestrales y de impul- ción."
sos irresistibles, sembró conceptos "Por fin, en este día histórico de-
de honor militar que han hecho es- be sernos en justicia permitido pre-
cuela en ambos ejércitos, imponién- sentarnos ante el mundo como pue-
donos deberes imperativos a los que blos cultos, laboriosos y altivos."
no podemos faltar, a los que no fal- "Y es sugerente que cien años
taremos jamás." atrás buscáramos por la guerra la
"Una mirada retrospectiva sobre finalidad política de las naciones de
el campo donde se desarrollaron los América, cuando hoy, sin protoco-
prolegómenos de la campaña liber- los ni convenios, pero con el verda-
tadora, nos permite observar cómo dero concepto de la soberanía, nos
los fenómenos políticos y sociales de hemos sustraído a ella, afirmando
un período caótico complican y tuer- con nuestra actitud la personalidad
cen los rumbos de la historia, retar- internacional de ambos pueblos."
dando soluciones que la espada de "Si alguna vez sentimos decaer
un solo golpe encauza en derroteros el espíritu, vengamos sobre este
definitivos." campo de batalla y evoquemos los
"San Martín y O'Higgins pasan manes de nuestros muertos ilustres,
por la prueba del fuego, pero no que en su sacrificio ejemplarizador
se abaten ante el infortunio. Centu- encontraremos la necesaria entere-
plicando sus actividades aprovechan za para cumplir nuestro destino
el tiempo que les deja el adversario con honor y dignidad. Evoquémos-
para reconstruir el nervio y la mo- lo, no para dormir sobre sus laure-
ral del ejército, y, por fin, el 5 de les, paralizando la evolución de las
abril de 1818, arrollan en el llano ideas, sino para extraer enseñan-
de Maipo los viejos y gloriosos pen- zas útiles, determinaciones justas e
dones de Castilla, sellando para impulsos vigorosos."
siempre la independencia de Chile."
194 MEMORIAL DEL EJERCITO

DEL VICARIO GENERAL DEL EJERCITO ARGENTINO


DON JOSE C. ISELLA
"Dios, al estampar en la frente nos dieran gloria y libertad —ellos
del hombre el primer beso de su in- fueron la vara misteriosa que hi-
finita caridad, comunicóle con ese ciera brotar por doquiera héroes y
soplo de vida dos sentimientos —re- bravos por millares, y abriera la
ligión, patriotismo— para que fue- nieve de las montañas, y el cauce
ran como dos cadenas de oro que de los ríos y el seno de los mares
le vincularan, la una con el ciclo pa- para dar paso a los ejércitos triun-
tria de las felicidades inmortales, la fantes de la libertad."
otra con la tierra querida, en donde "No olvidemos, señores, en este
se levanta el hogar de nuestros pa- día de grata recordación, que los
dres, en donde reposan los huesos de sentimientos de religión y de patrio-
nuestros abuelos y reposarán tam- tismo alentaron los pechos chilenos
bién los nuestros. Religión —pa- y argentinos de los grandes capita-
triotismo— base sobre que descansa nes que nos dieron gloria y liber-
el edificio de las naciones, fuente de tad. Que esos sentimientos sean
purísimas aguas nacidas al pie de la siempre el vínculo indestructible de
misma montaña, para regar y fecun- unión y de verdadera confraterni-
dar el árbol de la civilización, de la dad de nuestros pueblos, hasta lle-
justicia y de la libertad de todos los gar a la consecuencia de nuestros
pueblos del orbe y en todas las lati- grandes destinos. Que el recuerdo
tudes de la tierra. Son los progenito- de esta gloriosa fecha, no sirva úni-
res de los héroes y de los mártires, camente para halagar estérilmente
el aliento del espíritu de los grandes nuestra vanidad, sino para sacar
hombres, la inspiración de los sa- de él algo provechoso para nosotros,
bios, el fuego sagrado que enciende si es que queremos continuar la
el valor y la hidalguía, las abnega- obra gigantesca de nuestros padres,
ciones sublimes y los cruentos sacri- siendo el honor de la democracia
ficios." americana y los porta-estandartes de
"Ellos sostuvieron el brazo y re- la libertad en estas regiones
templaron la espada de los grandes nuevo mundo."
capitanes chilenos y argentinos que
DEL CORONEL DE GRANADEROS A CABALLO GENERAL SAN
MARTIN, DON MARTIN BORTAGARAY

"¡ Cien años hoy, que en este pro- el espíritu. ¡Y es que, además, se-
pio lugar, la sangre de nuestros an- ñores, habla en mi palabra la voz
tepasados se mezcló en aras de la li- del soldado, palpita en mi pecho el
bertad americana!" eco del combate, me envuelve en el
"Por ello, al evocar ese pasado instante la gloria del pasado, y trai-
glorioso en esta hora centenaria de go, en fin, señores al cabo de una
Maipo, al traer junto a mi palabra centuria de paz y de armonía, el sa-
el abrazo cordial del Ejército de mi ludo fraterno del Ejército argenti-
país, siento una íntima emoción en no!"
MEMORIAL DEL EJERCITO 195

"¡Llegue a vosotros, camaradas "¡ Brindo por que al cumplirse la


de gloria, el saludo sincero del Ejér- segunda centuria de la batalla glo-
cito de mi patria; llegue él a vues- riosa que hoy rememoramos, pue-
tras almas en franca fraternización dan nuestros hijos contemplar un
de gloria, porque así me fue dado siglo más de paz y de concordia en-
traerlo y porque al pasar por sobre tre nuestros pueblos y puedan tam-
los Andes, se iluminó en el mismo bién sentirse hermanos, como her-
sol que hace cien años besó la ban- manos nos sentimos nosotros, como
dera de mi patria e hizo que nues- hermanos se sintieron nuestros
tras historias se confundieran y abuelos en la doble fraternidad del
abrazaran!" dolor y la victoria"!

DEL CORONEL ECHAVARRIA

"Señores: Saludemos con el cora- Ordoñez, ¡nobleza obliga!, ¡honor a


zón lleno de inmensa gratitud a to- las armas de Castilla, honor a los
dos aquellos que en este día pelea- vencedores de Bailén!"
ron por la causa santa; a Las He-
ras, ese héroe de Cancha Rayada, la "Hace cien años que en este mis-
más pura encarnación de la disci- mo día y ya cuando el sol principia-
plina militar; al bizarro Zapiola, de ba a declinar en el horizonte, acu-
los legendarios Granaderos a Caba- día presuroso al campo de batalla
llo; a Freire, el infatigable y audaz el glorioso inválido de Cancha Ra-
jinete; al perpetuo vigilante del sue- yada, y ante el espléndido cuadro de
ño de la patria y que al decir de la victoria corre a estrechar entre
Vicuña Mackenna, estaba habitua- sus brazos al general don Jcsé de
do a dormir sobre la silla de su ca- San Martín; ese abrazo, señores,
ballo, apoyado en el puño de su es- cuando era niño, me lo referían mis
pada; y, finalmente, dando expan- viejos antepasados y de este hecho
sión a mi alma de chileno, saludo al guardo tal recuerdo, que jamás se
héroe del Regimiento Cazadores a ha borrado de mi memoria y desde
Caballo y de la leyenda popular, al aquel día, con una visión muy cla-
esforzado Bueras, que rindiera no- ra del porvenir, he llegado al con-
blemente su vida al frente del ene- vencimiento que el destino de Chile
migo." y Argentina fue pactado por San
"En este día solemne y augusto Martín y O'Higgins en el abrazo del
para nuestra patria y perfectamen- 5 de abril de 1818. Ya lo sabéis,
te convencido de la nobleza e hidal- mis buenos camaradas argentinos,
guía que mueve el corazón de nues- en pocos días más volveréis a sal-
tros distinguidos huéspedes, os in- var la cordillera y podéis decir que
vito a rendir homenaje de respeto en el suelo araucano existe latente
y admiración al caballeroso soldado, el recuerdo de aquel abrazo, símbo-
al intrépido y tenaz defensor de la lo cierto y seguro de la amistad de
causa real: el coronel español José ambos pueblos."
196 MEMORIAL DEL EJERCITO

DEL JEFE DE LA DELEGACION NAVAL ARGENTINA


CONTRALMIRANTE SEÑOR VICENTE E. MONTES
"Maipo, no es sólo para chilenos mos por mar para tomar a Lima".
y argentinos una batalla ganada, no (Párrafo de una carta de San Mar-
es tampoco solamente la confirma- tín a Rodríguez Peña)".
ción de la independencia de Chile." "O'Higgins arma barcos, conven-
"Soy un convencido de que Maipo cido de que "de esas cuatro tablas
es la unión eterna de dos pueblos depende la libertad de América",
que se sienten capaces y se lanzan (Palabras de O'Higgins pronuncia-
unidos a la conquista de la libertad das desde los cerros de Valparaíso,
de un mundo. Y hoy, después de un al partir las primeras naves.)".
siglo, se mantienen unidos para el "Y esta naciente escuadra deja
sostenimiento de la paz entre las na- desde los primeros momentos ejem-
ciones, en busca de la felicitad hu- plos de valor. O'Brien enseña en la
mana." primera acción frente a Valparaí-
"Maipo es la piedra angular que so, cómo debe morir un marino de
soporta todo el edificio de la con- Chile".
fraternidad hispano-americana". "Más tarde, Blanco Encalada, con
"Maipo tiene una alta trascen- la toma de la "María Isabel" y todo
dencia política. Sin Maipo, O'Hig- su convoy, hace saber al enemigo
gins no arma la escuadra con que que el Pacífico ya no le pertenece".
domina el Pacífico; sin ésta, San "O'Higgins con su clarividencia,
Martín no transporta el Ejército nombra a Blanco Encalada, hijo de
Libertador con que invade y con- las Provincias del Río de la Plata,
quista el Perú, para la libertad, ni para mandar esta escuadra, prolon-
tampoco invade el Ecuador; y, sin gando así el abrazo que se diera con
estos hechos producidos, ¿quién se San Martín en Maipo."
atrevería a sostener que Bolívar hu- "Después, cuando la magnitud de
biera pasado al sur de Guayaquil?". las operaciones requirió que las fuer
"Destruido el ejército libertador zas del mar estuvieran en manos
de Maipo, no hubiera sido posible, más expertas por su experiencia,
quizas, detener al ejército realista O'Higgins nombra para mandar su
del Alto Perú, como lo hizo Güe- flota al ilustre marino británico
mes con su arrojo, con su astucia y Lord Cochrane, quien en poco tiem-
sus gauchos." po barre las costas del Pacífico de
"Pero me estoy extendiendo de- todas las naves que ostentaban el
masiado en asuntos que no me es pabellón gualda y rojo; y aquí, en
dado a mí tocar; mis palabras de- esta tarea, nos encontráis también
ben ser más de marino." unidos: Buchardo en su galgo "La
"Sin Maipo, O'Higgins no hubiera Argentina" recorre los lejanos paí-
podido cumplir la segunda parte de ses llevando la noticia de que aquí
estas cuatro líneas que voy a leer: "se levanta una nueva y gloriosa
"Un pequeño ejército disciplina- nación"; y bajando del Norte en el
do en Mendoza para pasar a Chile Pacífico, con su cáscara de nuez
y acabar allí con los godos, apoyan- bate y aprisiona a su vez, naves ibé-|
do un Gobierno de amigos sólidos, ricas que entrega al Gran Almiran-
aliando nuestras fuerzas, pasare- te, considerándose dichoso, como
MEMOKIAL DEL EJERCITO 197

Blanco Encalada, de poder estar a siempre unidos: O'Higgins estable-


sus órdenes". ce esta unión al fundir en el Coro-
"Fácil hubiera sido para un país nel de Artillería de Maipo al pri-
con grandes elementos, armar una mer Comodoro de su Escuadra, y
Escuadra en aquellos tiempos, pero hoy mismo continúa esta unión.
no para Chile. Sin embargo, para Allí tenéis ese cuadro en el fondo
Lord Cochrane no le fue difícil la de esta sala: es uno de los momen-
tarea, con la ayuda del Gobierno, tos más críticos de una de las ba-
pues encontró almas bien templadas tallas más grandes que diera el
en los chilenos que se lanzaban a las Ejército de Chile: ¡la toma de los
cubiertas de sus buques, y, con es- cerros en Miraflores! Esa división
tos elementos, su arrojo y pericia, de valientes chilenos es mandada
la tarea le fue fácil." por un marino, el Almirante
"El Ejército y la Marina han es- Lynch."
tado, desde el nacimiento de ésta,

DEL AGREGADO CIVIL DE LA MISION ARGENTINA SEÑOR


CESAREO BERNALDO DE QUIROZ

"Entornemos los ojos de nuestra de ese día, dando un alto ejemplo,


imaginación y sentiremos en nues- a las viejas nacionalidades, de las
tro interior la emoción que producen virtudes cívicas y cambiando el an-
las grandes impresiones. Veremos tes despectivo "South America"
destacarse en la nebulosa del re- por el honroso nombre de derrote-
cuerdo dos figuras gigantescas, que ros propios y seguros que tan alta-
se agitan en la contienda más gran- mente la dignifican."
de de esta parte de América, aque- "Es mi augurio que estos dos
llas dos figuras hermanas en esos pueblos desarrollarán sus energías
pueblos que los Andes unen: O'Hig- en las luchas internacionales futu-
gins y San Martín, que en la jorna- ras por el engrandecimiento y la
da del 12 de febrero de 1817 ini- prioridad en el mundo con la gran-
ciaron la gran página histórica que deza y la noble amistad con que
se proclama en Talca con los res- nuestros padres supieron emanci-
plandores que prometen días de parlos, hermanos y amigos, y así
clarísimo sol y que en la tarde del verán generaciones no muy lejanas,
5 de abril de 1818 irradia sobre los este trozo de América destacarse."
campos de Maipo arrasando con el "Soy un convencido de las altas
régimen viejo y dando al mundo virtudes intelectuales, que harán
una "patria nueva". Estos dos ce- privilegiadas a esta lonja de mundo
rebros y dos corazones se funden latino, engarzada como pepita de
en ese día en un abrazo, plasmando oro, entre las turquesas de dos
el pensar y el sentir de dos pueblos, océanos, por razones atávicas, por
como se plasman dos montañas, mo- opulencia, belleza y amplitud de
vidas y disueltas por la obra de un suelo fecundo. Hay en nuestro bos-
cataclismo, para los siglos de los si- ques, en nuestro montes, en las
glos. Hoy festejamos el centenario aguas que nos bañan, toda la epope-
198 MEMORIAL DEL EJERCITO

ya de una raza generosa e hidalga cubiertos de acero, nacen a rauda-


que fue dueña del mundo, envuel- les las primeras flores con el perfu-
ta en el aliento de nuestros mares, me de la sangre prolífera. También
en los vientos proliferos de los valles dan los injertos sus frutos agri-
y prendida en los cálices de nues- dulce."
tras flores. Hay injertos de sangre "Labradores del intelecto, herma-
y amor, hechos por aquellos aventu- nos de Chile, todo lo tenemos en
reros o soñadores y por aquellos nuestro suelo, en nuestra luz, en
otros guerreros de la cruz, hechos nuestro sol. Unamos nuestras ener-
en días aciagos y de convulsión pa- gías cerebrales como se han unido
ra el pueblo indómito de Galvarino nuestros vínculos comerciales y po-
y Caupolicán, que dominaron con líticos; hagamos de los Andes el
sus tribus a ambos lados de los An- púlpito común donde contarnos
des de Arauco, y digo pueblo por- nuestras luchas, nuestras indagacio-
que considero uno solo al de Chile y nes y conquistas. Que el alejamien-
al Argentino, uno por su cuna, por to no exista entre nuestra naciente
su historia, su religión, su altivez labor intelectual; que el intercam-
y su nobleza, y uno porque a guisa bio sea llano, franco, como pudiera
de inmensa columna vertebral tiene hacerlo entre los componentes de
los Andes en que se yergue altivo." una familia con el solo y noble pro-
"Ya de las vírgenes tierras fe- pósito de que en esta tierra del ma-
cundadas por la sangre que vertie- ñana, nuestra civilización naciente
ron aquellos guerreros, robustos culmine con todo el carácter y la
unos como desnudos troncos y otros grandiosidad de un continente."
GENERAL DON FELIX GUERRERO SALCEDO
25 DE ABRIL DE 1912 - 1º DE ENERO DE 1968

A profundas manifestaciones de pesar dieron lugar los funerales del


General de Brigada Don Félix Guerrero Salcedo, Subjefe del Estado Ma-
yor de Ejercito, ex jefe de la Casa Militar de la Presidencia y ex Agrega-
do Militar en las repúblicas de Paraguay y Francia Ala
ceremonia asistieron S. E. el Presidente de la República don
Eduardo Freí Montalva, Secretarios de Estado, altos personeros de la
administración, representantes y delegaciones de las Fuerzas Armadas
y Carabineros, compañeros, amigos y familiares del extinto
En el Cementerio Católico, al depositar sus restos en el mausoleo de
la familia, usaron de la palabra en nombre del Ejército el General de Di-
visión don Germán Valdivia Muro, Jefe del Estado Mayor General del
Ejercito, el Coronel (R) don Santiago Polanco Nuño, por sus compañeros
del Curso Militar egresados de la Escuela en 1930 y el General (R) don
Carlos Pollarolo M. en representación de sus amigos.
El memorial del Ejército de Chile, órgano oficial del Estado Mayor
del Ejercito, de cuyo Consejo Consultivo formaba parte el General Félix
200 MEMORIAL DEL EJERCITO

Guerrero, le rinde a través de sus páginas un homenaje y le expresa a su


distinguida familia que el recuerdo del calificado soldado perdurará para
siempre en esta Alta Repartición.
Publicamos a continuación los discursos del General Germán Valdi-
via Muro y del Coronel (R) Santiago Polanco Nuño.

DISCURSO DEL GENERAL DE DIVISION


GERMAN VALDIVIA MURO
JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO

El Ejército de Chile, de Arica a la An- ción que tanto quiso, respetó y deseó
tártica, desde ayer, ha inclinado reveren- prestigiarla.
te sus banderas y Estandartes ante el la- Sus primeras acciones de Oficial las
mentable fallecimiento de uno de sus Ge- realiza en las guarniciones del Sur de
nerales. Chile, en donde su alma juvenil se pone
1968, que se presentaba para nuestra a prueba en el diario trabajo en climas
Institución, como un período de especial difíciles y de constantes inquietudes.
transcendencia, por las muchas e intere- Buscando conocer en mejor forma su
santes tranformaciones que se desea- Patria, tratando de ir dejando esa semi-
ba realizar a fin de ir acorde a la época lla de fe profesional, comprensión huma-
y a sus delicadas y complejas tareas, nos na y de camaradería en otras guarnicio-
ha golpeado en lo más profundo de nues- nes, obtiene su destino al Grupo Salvo de
tros sentimientos, trizando nuestros co- guarnición en Iquique, donde aprende a
razones, nuestra fe y esperanza. conocer los secretos del inhóspito desier-
Pareciera que en este año se quisiera to, su árida pampa y sus noches de ca-
poner a prueba la estructura moral de manchaca que le permiten afianzar su
nuestra Patria y dirigida entonces, a una vocación profesional, endurecer su pre-
de sus Instituciones básicas: la dura ma- disposición al trabajo y a la acción de
nera de hacerlo. mando, para crearle ante sus compañeros
Ello, lo digo y lo estoy sintiendo en lo y subalternos un ascendiente, siempre
más profundo de mi corazón de soldado, bien apreciado y considerado por sus su-
al llegar hoy a este Campo Santo, acom- periores.
pañando los restos mortales del que fue- Los años pasan, el joven Alférez ya es
ra distinguido profesional, compañero y un Capitán y en su peregrinaje militar
camarada sin tacha; hijo, esposo y padre son los Cuarteles del Chorrillos, Matu-
ejemplar; pues así puede identificarse sin rana y Tacna los que escuchan a diario
temor a equívocos al General Félix Gue- y son testigos de los afanes de supera-
rrero Salcedo. ción y de colaboración que tienen como
Su vida profesional, desde su incor- su único constante norte el ser útil, efec-
poración a la Escuela Militar, hace 40 tivo y eficaz a su Patria y a su Ejército.
años, en calidad de cadete, fue una dia- El Capitán desea afianzar su calidad
ria y constante demostración de condi- profesional, ampliar su horizonte de co-
ciones humanas y de una vocación que nocimientos que le abran aún más el ca-
le permitió ir canalizando una vida entre- mino del soldado consciente de la res-
gada por entero al servicio de la Institu- ponsabilidad ante su Institución. Ello Jo
MEMORIAL DEL EJERCITO 201

lleva a la realidad incorporándose a la y el Estado Mayor del Ejército quienes


Academia de Guerra donde cursa sus tres pueden disfrutar de las condiciones y
años y cumple exitosamente las exigen- constantes inquietudes profesionales del
cias a que es sometido. joven Alférez de ayer y ya ahora Te-
En este constante alternar de alumno niente Coronel.
y de soldado aprende a conocer aún más Mientras tanto ha ido dejando ense-
a sus compañeros de otras armas los que ñanzas y ejemplos de verdadera camara-
a su vez valoran en toda su amplitud la dería, amplio sentido de responsabilidad,
condición de camarada y de leal colabo- cooperación, ponderación y delicadeza en
ración en los trabajos de equipo a que todo cuanto actúa y a la par va reuniendo
a diario se ven sometidos. amigos, sin distinción de jerarquía, que
Con el respaldo y prestancia que los saben apreciar el gran corazón, la ale-
estudios de la Academia de Guerra le gría de vivir y el constante irradiar de
proporcionan, el Ejército propone al Su- amistad que lo hacen destacarse en el
premo Gobierno su nombramiento de conjunto de Oficiales dentro de la Insti-
Adicto Militar a la Embajada de Chile tución.
en Paraguay. Su hermosa carrera desde 1928 a 1964,
Su acción diplomática es altamente jalonada de prestigio y calidad profesio-
efectiva; puesto que, sumada a los mé- nal, sentido humano y de responsabilidad
ritos profesionales, sus especiales condi- llevan al actual Presidente de la Repú-
ciones de caballero, mostrando un ponde- blica Excmo. señor don Eduardo Frei
rado criterio y un alto espíritu de ca- Montalva, a la decisión de nombrarlo su
maradería le permiten ganarse el afecto, Edecán Militar.
respeto y consideración de los camara- Su actuación en tan delicado cargo, es
, das del Ejército paraguayo y de autori- el Presidente de la República quien me-
dades destacadas de ese país amigo. jor puede calificarla, pero me atrevo a
Es por eso que el Supremo Gobierno decir que tiene que haber sido completa
da Paraguay al término de su misión de y acorde con los deseos y propósitos de
2 años lo condecora con la "Orden Na- tan Ilustre Gobernante, ya que fuera el
cional del Mérito" en el grado de Co- Coronel Félix Guerrero quien lo acom-
mendador, significando así que su acción pañara en su gira por Europa y actuara
en dicho país supo valorarse en toda su con su ponderado criterio, espíritu de ini-
amplitud, materializando una etapa de ciativa y delicadeza en tantas y especia-
efectivo acercamiento entre ambas Na- les circunstancias, fe de ello es además,
ciones y Ejércitos. las diferentes condecoraciones que reci-
biera de parte de los Gobiernos de los
Félix Guerrero, reintegrado a su Insti- países visitados.
tución, después de tan destacada misión
diplomática, continúa actuando con el es- Es quizás su amplio espíritu de trabajo,
píritu y dinamismo que lleva en su san- abnegación y dedicación total a sus de-
gre y en sus sentimientos de soldado y, beres que hace resentirse su salud. No
es así, como nombrado en 1958, Cdte. del obstante, su tenacidad y fe en que toda-
Regto. Dolores en Iquique le corresponde vía debe hacer mucho en esta vida, lo
desarrollar una efectiva y amplia labor hace sobreponerse y ganar este combate
militar a la vez que una dinámica acción con la ayuda de la ciencia médica y su
cívica que permite ratificar el cariño que propio destino.
esa lejana guarnición iquiqueña siente por Designado Agregado Militar de Chile
su Regto. Dolores y por el Ejército todo. en Francia cumple durante 1966 una efi-
El tiempo transcurre y es la II. D. E. caz y amplia labor de acercamiento que
202 MEMORIAL DEL EJERCITO

justifican merecidamente tal nombra- diana también sería preludio de tantas


miento. satisfacciones alcanzadas.
Y es mientras se encuentra en Francia Sin embargo, 1968 no sería la prolon-
cuando obtiene su ascenso a General de gación de su vida militar y la ciencia
Brigada. médica por una parte, la fe y tenacidad
Al regreso a la Patria, es el Estado Ma- de Félix Guerrero no fueron capaces de
yor del Ejército, quien tiene la suerte de ganar este combate y fue el epílogo de
recibirlo a fin de continuar colaborando la batalla que irremediablemente se per-
al mejor y más brillante destino de la dió.
Institución. El Ejército de Chile, que represento en
Para este soldado sin tacha no hay ho- estos difíciles momentos, siente con ver-
ras de descanso, todo su afán es trabajar dadero pesar, la partida de este hombre
y ratificar sus excelentes cualidades de que fue un ejemplo como soldado, como
colaborador y él lo hace con la sencillez camarada. Que su hogar supo siempre del
y franqueza que son los moldes de toda afecto entrañable hacia su madre, su es-
una vida al servicio del Ejército. posa y sus hijos.
Su acción profesional en el año 1967 Un hombre que derramaba bondad, sin-
permite afianzar y ampliar su calidad de cero afecto y que su único afán era ser
General de la República. útil a su Ejército al cual dedicó más de
Su desempeño en las diarias y comple- 40 años de su vida.
jas tareas de este Alto Instituto no le dan General Guerrero: Todo cuanto hicis-
descanso ni él tampoco lo solicita; sola- teis en vida ha quedado grabado en los
mente desea ratificar aquella condición corazones de vuestros compañeros de ar-
del Oficial del Estado Mayor: mas y subalternos; vuestro ejemplo, ha
de ser el motivo que guíe a los que que-
damos en ella, para seguir luchando, se-
"Ser más que parecer" guir bregando por una Institución digna
y respetada, acorde a su tradición histó-
rica.
Al finalizar 1967, la salud de este sol- Para su distinguida familia que hoy so-
dado de gran vocación, se resiente; pero porta con verdadero estoicismo tan irre-
él con esa tenacidad y esa fe con que parable pérdida, llegue el afecto sincero
había luchado toda su vida y ya en oca- y profundo de toda la Institución: le de-
siones anteriores a su propio destino es- cimos que su dolor es nuestro dolor, pe-
toicamente afrontó esta prueba. ro que la fe y tenacidad que nos dejará
Deseaba llegar a 1968 convencido de que por herencia, tan excelente camarada, ha
en este año alcanzaría la más alta jerar- de permitir a todos sobreponernos por-
quía militar y que para entonces, llegaría que él, desde el Más Allá será la estre-
el momento de despedirse de su carrera lla siempre fulgurante y altiva que nos
que tanto amara y a la que estaba dan- guiará a la realización de todo cuanto
do a diario muestra de tal vocación. pensó y no le dio término.
El amanecer de enero de 1968 lo sor- Los soldados de Chile abren sus bra-
prende en tan titánica lucha por sobre- zos y estrechan en su corazón a vosotros,
vivir y fue con las primeras luces de es- queridos familiares, para atenuar tanto
te día, quizás por su corazón de soldado dolor y sientan con ello, que la familia
aún firme, le estaba recordando su pri- militar unida mira al futuro con entere-
mera diana de joven Oficial que se en- za y con esperanza.
frentara cara a cara con su destino; pen- General Félix Guerrero Salcedo ¡Des-
só tal vez, que al igual que entonces, esta cansa en paz!
MEMORIAL DEL EJERCITO 203

Responso por Feliche Guerrero


(Palabras pronunciadas a nombre de la promoción militar de 1930, por el Coronel (R)
SANTIAGO POLANCO NUÑO, en el sepelio del General de Brigada Félix Guerrero
Salcedo en el Cementerio Católico, el día 2 de enero de 1968).

A legión del año 30, en cuyo nom- darán estos montes desolados, de tan di-
L bre levanto ahora mi voz adolorida,
ha venido en masa a este sitial del
silencio, para estar junto al amigo, al
versas tonalidades?
Fuiste un jinete extraordinario, Feli-
che. Se pierde en mi memoria el núme-
compañero de promoción, que ayer qui- ro de concursos hípicos en que fuiste
so partir de esta tierra, en busca de es- vencedor. En tu época de oro, a no du-
pacios ignotos e infinitos. darlo, eras el mejor jinete de salto que
Feliche Guerrero . . . La sola pronun- lucía nuestra querida artillería.
ciación de tu nombre traía una clarina- Después partimos juntos a Linares, a
da de optimismo a los sentimientos de nuestra Escuela del Arma. Esa hora de
los que somos tus compañeros de curso. equitación, a las siete de la mañana, con
Cuando éramos cadetes te pusimos un el cielo linarense siempre lluvioso y siem-
nombre especial, porque siempre estabas pre oscuro, en el crudo invierno sureño.
sonriendo. Tu cercanía era una especie Hielo y barro, levantándonos con las es-
de bálsamo vivificante, que aventaba do- trellas, si es que alguna vez lográbamos
lores y preocupaciones. —¿Saben el úl- verlas; estudios todo el día, incluyendo a
timo chiste?— preguntabas y, después de veces los domingos y feriados. Esto no
contarlo, eras tú quien reía más que na- es novedad para gran parte de este au-
die y esa risa tuya, esa incomparable ditorio. La nuestra es una profesión de
risa tuya, tan contagiosa, tan amparadora, abnegación y sacrificio en la cual, lo sa-
nos dejaba por mucho rato con el alma bemos muy bien, jamás seremos millona-
cantando. Y eso sucedió no sólo cuan- rios. Sin embargo, estoy seguro que si a
do éramos cadetes; también como ofi- todos los que ya estamos en la rama
ciales, como jefes, hasta ayer, poco an- descendente de la trayectoria de la vida,
tes del mediodía. nos preguntaran qué quisiéramos ser, si
¿Recuerdas, Feliche, esos tiempos he- volviéramos a empezar, la gran mayoría
roicos del Grupo "Salvo", en Iquique, de nosotros y entre ellos el que habla,
cuando nos sentíamos dueños del mun- contestaría sin dilaciones: ¡Militar otra
do? — Te agradaba mucho la pampa; jun- vez...! — Porque el dinero no lo es to-
tos recorríamos a caballo el Tamarugal do en esta vida; nuestra carrera es her-
y nos deteníamos en Dolores, en Germa- mosa por el inmenso bagaje anímico que
nia, bajábamos a la Quebrada de Tara- posee.
pacá y ahí nos quedábamos un rato, jun- Tu espíritu militar era extraordinario,
to al rancho donde murió Eleuterio Ra- Feliche Guerrero; lo demostraste durante
mírez. Te gustaban los matices de los cuarenta años, que es un buen lapso. Tu
cerros, entre la pampa y el mar y ante salud fue bajando en fortaleza, en el úl-
tantos colores, ambos nos preguntamos, timo tiempo: primero, aquella grave in-
más de una vez: ¿cuánto mineral guar- fección renal; después, ese golpe al co-
204 MEMORIAL DEL EJERCITO

razón y ahora esta enfermedad repentina Todo se le ha llenado de sombras el ca-


que silenció tu voz, colmando de dolor [mino
a esa maravillosa mujer que Dios te dio y el grito de pavor..."
por esposa, a esos nueve hijos que son
nueve orgullos, a tu madre, tus herma- Dije ya que siempre fuiste leal, Feli-
nos, a tu legión tan vasta de amigos y a che, y ese es raro y valioso ejercicio. El
nosotros, tus compañeros de curso, que Presidente te eligió su Edecán porque te
no podremos olvidarte jamás. Faltará tu sabía así y jamás fue defraudado. No
risa contagiosa en nuestras reuniones. Ya sólo sus edecanes, ni sus más inmediatos
no se oirá tu pregunta: ¿Saben el últi- colaboradores deben lealtad al Primer
mo chiste? — ¡Nos vas a hacer falta, Mandatario legítimamente elegido; él re-
Feliche Guerrero.... muchísima falta....! presenta a la Patria y ser leal con él es
Fueron destacados tus cargos en el Ejér- serlo con la Patria.
cito; Oficial de Estado Mayor; agregado La bandera oficial de la promoción de
militar en un país de Latino América y 1930 refleja hoy el dolor de esta repen-
en otro de Europa; comandante del re- tina ausencia. Los que fuimos nombra-
gimiento "Dolores", en nuestro querido dos subtenientes el 23 de diciembre de
Iquique; Edecán y Jefe de la Casa Mi- ese año, en esa luminosa noche del an-
litar de la Presidencia de la República; tiguo Estadio Militar, estamos en gran
Subjefe del Estado Mayor del Ejército. mayoría ahora a tu lado, Feliche; faltan
Eficiente y leal fuiste en todas partes. sólo los que están fuera de Chile.
Tu madre, tu esposa y tus hijos saben Te gustaban los versos militares, lo re-
muy bien que de tí sólo oirán alabanzas, cuerdo muy bien. ¿Cuántas veces me
porque eras un hombre de alma sana y hiciste decir esos del "Camarada Arti-
de permanente corrección de procedimien- llero"? Como no quiero alargar estas pa-
tos. labras, voy a elegir, al azar, una estrofa
Ayer, cuando veíamos con Olguita al de ese poema, para repetírtela con toda
lado de tu lecho, que tu paso por esta la emoción de la despedida:
tierra iba llegando a su fin, sin quererlo
se me vinieron a la mente y al corazón "Artillero nortino, tienes pampa en el
esos versos de 'Tribulación" de Gabrie- [gesto
la Mistral y los dije en voz baja, mien- y tus ojos reflejan lejanías de mar;
tras me dolía la angustia de tu mujer: galopaste el caballo por cuarenta desiertos
y ha llegado la hora de poder descansar."
"En esta hora amarga, como un sorbo Descansa, Feliche. El trompeta del cam-
[de mares, pamento ya tocó silencio. Mañana será
Tú, sosténla, Señor ... otro día.

TENIENTE CORONEL JUAN BARDINA VENEGAS


18 DE MARZO DE 1922 - 27 DE ENERO DE 1968
Con gran sentimiento de dolor, el "Memorial del Ejército de
e enluta sus paginas para rendir una postrera despedida al distin-
guido soldado, Teniente Coronel don Juan Bardina Venegas cuyo' pre-
maturo fallecimiento ocurriera al amanecer del 27 de enero ppdo al ser
atropellado por un vehículo, en el camino de Santiago a Valparaíso al
llegar a Curacaví. '
Esta revista, órgano oficial del Estado Mayor General del Ejército
Alta Repartición, en la que prestara sus últimos servicios a la Institución
el Teniente Coronel Bardina, se ha sentido directamente herida por la
partida cruel del caballeroso amigo y recto profesional
Llegue hasta su señora e hijos esta expresión de afecto, pa:ra recor-
dar que en la tilas del Ejército, su memoria y sabias lecciones han de
constituir una senda invariable de mayor esfuerzo y de superación
206 MEMORIAL DEL EJERCITO

En el Campo Santo despidieron sus restos el Coronel Ernesto Baeza


Michaelsen en nombre del Ejército y el Teniente Coronel Eduardo Es-
quivel Padilla en nombre de sus compañeros de Curso de la Escuela Militar.
Publicamos a continuación, el discurso que pronunciara el Coronel
Ernesto Baeza Michaelsen,
Dijo el Coronel:
Cuando aún no nos reponíamos de la liosas enseñanzas en el "Guardia Vieja",
consternación que significó la gran pérdi- en el "Buin", en la Escuela Militar. Vuel-
da de nuestro General Félix Guerrero, ve a la Escuela de Infantería; sirve a
Subjefe del Estado Mayor del Ejército, continuación en el "Maipo" y en las Fá-
nuevamente el Destino, con sus inescru- bricas y Maestranzas del Ejército y en la
tables designios, nos acongoja el alma y Dirección de Deportes del Estado. Sin
nos reúne en este Campo Santo, para abandonar sus funciones en esta última
rendir el postrer homenaje y para pro- Repartición, participa como alumno en
nunciar la amarga palabra del último el Curso General de la Academia de Gue-
Adiós, a quien fuera uno de nuestros com- rra de la Fuerza Aérea. Nuevamente es
pañeros incomparables: el Tte. Coronel don destinado al "Guardia Vieja" y posterior-
Juan Bardina Venegas. mente al Curso de Capitanes a la Es-
En nombre del Ejército, me ha co- cuela de Infantería. Terminado su Cur-
rrespondido este triste y honroso privi- so, ingresa a la Academia de Guerra y se
legio, despedir a mi colaborador inme- titula de Oficial de Estado Mayor. En
diato; a quien hizo de sus profesión un enero de 1960 es destinado al "Pudeto"
apostolado y el objetivo principal de su en Punta Arenas y, después de un año,
vida, porque así fue en verdad el Cdte. integra el Cuartel General de la V Di-
Bardina, un enamorado de su carrera mi- visión en esa misma ciudad. Realiza a
litar. Profundamente estudioso; buscan- continuación un Curso de Inteligencia
do siempre la perfección, contribuyendo Militar y otro de Armas Nucleares en la
constantemente con lo mejor de su desta- Zona del Canal de Panamá, finalizados los
cado intelecto en cada una de sus ac- cuales retorna una vez más al "Pudeto",
tuaciones. En el horizonte de su Destino donde permanece hasta finalizar el año
Militar, refulgía el bastón de mando de 1963, en que es destinado al Cuartel Ge-
General de la República. neral de la División de Escuelas. Hace
Durante cinco años, plasmó su alma ju- justamente tres años, el 27 de enero de
venil de soldado en el severo yunque de 1965, pasa al Estado Mayor del Ejército.
la Escuela Militar. Así fue como el 1° de En mérito a su brillante carrera, re-
marzo de 1936, vestía con gran orgullo su cientemente la Jefatura del Ejército, lo
primera casaca militar y, el 1º de enero había designado Comandante de uno de
da 1941, lucía sobre sus hombros las an- los más gloriosos y tradicionales Re-
siadas y doradas presillas de Alférez. Un gimientos de Infantería del Ejército; el
ancho y luminoso camino de ensueños, "Esmeralda" de guarnición en Antofagas-
ilusiones y esperanzas se abría ante sus ta.
ojos. Tales son, a grandes rasgos, los ser-
Hace sus primeras armas como Oficial vicios distinguidos que prestara al Ejér-
en la Escuela de Infantería y, en los 26 cito el Cdte. Bardina. Su escueta men-l
años siguientes, se perfecciona y deja va- ción no dan a entender el sinnúmero del
MEMORIAL DEL EJERCITO 207

esfuerzos y sacrificios desplegados por la fortuna de conocerlo. De allí que to-


este sobresaliente Jefe, ni los brillantes dos lo conocían por "Juanito".
éxitos alcanzados en todas sus actuacio- Es profundamente desalentador que un
nes. Y esos triunfos fueron el fruto le- hombre, un soldado, un caballero y un
gítimo de su constancia, de su abnega- amigo con las sobresalientes cualidades de
ción, de su sed de perfección. Juan Bardina Venegas, nos haya aban-
En el desempeño de sus actividades en donado para emprender el viaje al Más
la especialidad de Inteligencia Militar, Allá, cuando todo lo hacía prever en él,
fundamentalmente en la organización del como a uno de los futuros Jefes Supe-
Servicio y en la docencia, deja un se- riores más distinguidos y capaces de la
llo indiscutible de su gran capacidad e Institución que tanto amó.
iniciativas, que sobrepasan incluso las En nombre del Ejército y de vuestros
fronteras del país. Efectivamente, duran- Jefes y compañeros de trabajo del Es-
te los años 1966 y 1967 concurre a Con- tado Mayor, os digo que todos nos incli-
ferencias de esta Especialidad en Cara- namos respetuosos y profundamente do-
cas y Bogotá, donde se destaca, sin lu- loridos, con los Estandartes enlutados,
gar a dudas, por su amplio dominio de ante vuestros restos, modulando una ple-
las materias y por su clara visión. garia piadosa hacia lo Alto, símbolo de
Poseía el Cdte. Bardina una persona- recuerdos y afecto, para que allá en el
lidad magnífica y serena que se distinguía Cielo, Dios premie vuestras hermosas vir-
por la individualidad de un riquísimo tudes y para que dé a vuestra afligida
contenido espiritual y moral, que se tras- familia, la fortaleza necesaria a fin de mi-
mitía a quienes tenían la suerte de tra- tigar y sobrellevar tan inmenso dolor.
tajar a su lado. Con el corazón oprimido y con el al-
Esa rara y prodigiosa facultad de ha- ma cargada de lágrimas, sólo os decimos
cer amigos, anidaba fuertemente en su Tte. Crl. Juan Bardina Venegas ¡Descan-
alma y contagiaba a todos los que tenían za en Paz!
CONCURSO
LITERARIO-MILITAR 1968

L ESTADO MAYOR General del Ejército ha organizado


E para el presente año el tradicional Concurso Literario-
Militar del "MEMORIAL DEL EJERCITO DE
CHILE", de acuerdo con las siguientes bases:
a) Temas:
—Libres, pero relacionados directa o indirectamente con
la defensa nacional o materias de carácter profesional.
—Podrán presentarse traducciones.
—En igualdad de condiciones, tendrán prioridad los tra-
bajos originales sobre las traducciones.
b) Participantes:
Los miembros de las tres Instituciones Armadas, en servi-
cio activo y en retiro.
c) Trabajos:
Serán remitidos al Estado Mayor General del Ejército, en
triplicado, a máquina, papel tamaño oficio, doble espacio, es-
crito en una carilla- y con un margen izquierdo de cuatro cen-
tímetros.
Tendrán una extensión de 100 páginas como mínimo.
Deberán ser inéditos.
En el caso de ser traducciones, la obra no deberá haber
sido traducida al castellano con anterioridad.
Los trabajos serán firmados con seudónimo, yendo en
sobre aparte, sellado, el nombre del autor.
d) Plazos:
—Los trabajos deberán encontrarse en el Estado Mayor
General del Ejército antes del 31. X. 1968.
—El Jurado deberá emitir su fallo antes del 10. I. 1969.
e) Jurado:
Estará integrado por el Conseio Consultivo del "ME-
MORIAL DEL EJERCITO DE CHILE".
El Jurado podrá hacerse asesorar por especialistas en
las materias que estime necesario.
f) Premios:
1º Eº 2.500
2º Eº 2.000
3º Eº 1.500
NOTA:
1.—El Jurado se reserva el derecho de declarar desierto
el Concurso, o los premios que estimare, en caso de que los
trabajos presentados no reúnan las condiciones requeridas.
2.—El Estado Mayor General del Ejército se reserva el
derecho d,e editar o no los trabajos, va sea en publicación se-
parada, total o parcialmente, en el "Memorial del Ejército" o
como volumen de la Biblioteca del Oficial.
3.—En el caso de ser editado algunos de los trabajos como
volumen de. la Biblioteca del Oficial, el autor deberá renun-
ciara- sus derechos hasta por los ejemplares necesarios vara
atender las necesidad de las Fuerzas Armadas (mínimo 2.200
ejemplares).
4.—Tanto la publicación de los trabajos, corno la forma
en que ella, sea hecha (Memorial o Biblioteca del Oficial) que-
dará a criterio del Estado Mayor General del Ejército.
LA REFINERIA ELECTROLITICA
DE COBRE DE "VENTANAS"
La actividad de la minería de! cobre comenzó junto ccn los primeros años de
vida de nuestro país. Antiguas crónicos señalan que los indígenas, mucho tiempo
antes del descubrimiento de Chile, ya explotaban y trabajaban el meta! rojo.
Paulatinamente con la aplicación de nuevas y modernas técnicas, las faenas
extractivas de nuestra más importante fuente de divisas se han multiplicado y fa-
cilitado. '

En la actualidad son más de 3.S00 los Pequeños y Medianos Mineros los que,
con la ayuda del Estado a travos de la Empresa Nacional de Minería, extraen el
cobre desde las entrañas de la tierra. Su producción, después, es sometida a un lar-
go proceso que finaliza en la Refinería Electrolítica de Ventanas.
E! establecimiento es uno de los diez más grandes y modernos del mundo y se
encuentra ubicado en Ventanas, a pocos kilómetros del apacible balneario de Quin-
tero.

Vista aérea
Luego de esa etapa comienza la refinación a fuego. Para eüo el clister, que
itiene subproductos tales como azufre, oxígeno, hierro y bismuto, se lleva a la nave
horno donde se moldea en forma de ánodo, e¡ que luego en la refinación elec-
ítica servirá de electrodo o poio positivo.
Los distintos períodos de la refinación a fuego son: de carga y fusión, de oxi-
;ión de reducción y de moldeo. Luego viene la refinación electrolítica la que se
iza en la nave electrolítica.
Allí se eliminan, prácticamente, todos los subproductos que acompañan al co-
| los que al desprenderse de éste y caer al fondo de unas cubas forman el barro
idico. Este barro se retira de dichas cubas y se lleva a la Planta de Metales
jles pera extraer los metales preciosos que contiene.
La Nave Electrolítica iiene una producción total diaria ce 240 toneladas de co-
elecirolííico. Esta producción está en forma de cátodos de cobre de 99,97'Je cié

El producto es un cobre refinado. El período de "limpieza" de! cobre na termi-


o en esta etapa.
Luego el cátodo se funde, llevándolo al estado líquido. Después se le somete a
nuevo proceso. Se moldea y se cbliene el "wirebars" con 99,97% de fino. E!
e, entonces, está listo para ser exportado o vendido a ia industria nacional
Ktrnnipro cora ser manufacturado.
PRESTIGIO INTERNACIONAL

Es preciso destacar que los "wirebars" que produce la Refinería de Ventanas


gozan de un alto prestigio entre todos los usuarios del mundo, incluso en el London
Metal Exchange. La marca ENM que llevan los wirebars está registrada en el mer-
caa'o mundial.

Pila wirebars

La producción en barras de cobre se vende preferentemente en países europeos


y a naciones que integran la Asociación Lotinoamericana de Libre Comercio
(ALALC).

EL PERSONAL DE VENTANAS

El hecho de que el cobre refinado goce de fama internacional, revela nítida-


mente el nivel de preparación que poseen los ingenieros, técnicos y operarios de la
Refinería de Ventanas, todos ios cuales son chilenos.
Bien puede afirmarse, en consecuencia, que ENAMI no sólo exporta lingotes de
cobre sino también los profundos conocimientos técnicos y la excelente calidad de
mano de obra del trabajador de nuestro país y eso enorgullece a ¡a Empresa
Nacional de Minería.
LA SOCIEDAD CONSTRUCTORA DE ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES CONSTRUYE
ESCUELAS PARA LOS NIÑOS CHILENOS

La Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales cumple treinta años


de vida institucional. En este período, ha levantado 1.045 locales escolares donde reciben
educación 730.000. La obra realizada justifica plenamente la razón que se tuvo en vista
para crearla: disponer de un organismo estable y especializado en las tareas de edifi-
cación escolar.
Su función específica es construir locales escolares que da en arriendo al Fisco, ha-
cerse cargo de la mantención y conservación de éstos y dotarlos de su mobiliario.
Durante estos últimos tres años, la Sociedad ha debido redoblar sus esfuerzos para

Educación.
La Comunidad se incorpora al esfuerzo

Pero esta gran tarea, no podría ser obra exclusiva de la Sociedad Constructora de
Establecimientos Educacionales. Todos los sectores vivos de la Nación participaron en
la construcción de las nuevas Escuelas.
Cabe mencionar, en forma especial la eficiente colaboración prestada por las Fuerzas
Armadas y por los jóvenes universitarios. Los primeros, dando una nueva demostración
de lealtad cívica y amor a la patria, tomaron a su cargo la edificación de escuelas, que
por su ubicación, hacían difícil el transporte de los materiales y la participación de con-
tratistas; los segundos, ocupando sus merecidas vacaciones, viajaron a diversos puntos
del país' aportando la obra de mano necesaria para levantar la Escuela.
Finalmente, hay que destacar a las Comunidades, que se organizaron para entregar
su aporte a esta gran tarea de interés público.
La comprensión del pueblo chileno, a esta iniciativa de tanta trascendencia, permitió
construir en estos tres años más de 2.000 escuelas, y hace mirar con fundado optimismo
el futuro educacional de nuestra Patria.

Escuela Mixta población Santa Carolina, Santiago, una de las tantas escuelas construidas
en el Plan Extraordinaria, durante estos tres últimos anos.
EXOTICA, EL NUEVO MINERAL CHILENO
El yacimiento de cobre denominado de esta mina consistirá en la extrac-
"Exótica" debe su nombre a la ma- ción de mineral, su trituración pri-
nera en que fue descubierto y a la maria y entrega a la Planta de Oxi-
particularidad de su génesis, desco- dos de Chuquicamata.
nocida hasta el momento. Fue locali- Este mismo tipo de explotación se
zado por la empresa Chile Explora- ha aplicado en la mina de Chuqui-
tion Co., al efectuar sondajes en bus- camata y, por lo tanto, el personal
ca de aguas que se regaban sobre el de Chile Exploration Co., tiene vas-
desmonte de los ripios de Chuquica- ta experiencia en la materia.
mata, con miras de efectuar una li-
xiviación "in situ" del cobre conte- El proyecto está dividido en "fases".
nido en ellos. Se esperaba que estas La primera corresponde a la apertu-
aguas residuales de la Casa Verde ra del tajo que tendrá la forma de
de Chuquicamata y portadoras de un gran embudo o anfiteatro en es-
sales de fierro y ácido sulfúrico, bus- téril y llegará hasta el contacto mis-
carían su salida natural por el borde mo del estéril con el mineral.
sur del desmonte, arrastrando a su
paso el cobre que hubieran logrado La meta inicial de la Empresa se-
disolver. Pero las aguas no apare- rá el despeje de la parte de sobre-
cieron, lo que hizo presumir que se carga que queda encima del lugar en
percolaban por debajo del ripio. que se instalará la Planta de Chan-
cado Primario y cinta transportado-
Los sondajes demostraron que la ra dentro del pique. Para ello, se co-
planicie sobre la cual descansa la menzará por perforar una red de ti-
gran torta de ripio está constituida ros verticales de 13 a 15 m. de pro-
por un enorme cono de rodados que fundidad en la superficie, se trona-
rellena una cuenca, producida sin rán y excavarán por medio de una
duda por erosión, con materias de pala mecánica, que pueda llevar sus
acarreo, gravilla, grava v aun bolo- paladas hasta los camiones que espe-
nes grandes de granodiorita, muy ran en la superficie. De este modo,
descompuestos y tan deleznables que la pala excavará su propio piso, hasta
es posible amasarlos con los dedos formar el primer banco. Una serie de
cuando están impregnadas de agua. perforaciones alrededor de la prime-
La capa sedimentaria tiene una ra zanja permitirá ampliar el corte
profundidad de 150 a 200 m. hasta horizontalmente. En cuanto se tenga
alcanzar la roca firme o "Bed rock". espacio suficiente, se abrirá un se-
Los últimos 60 a 80 m. de las son- gundo nivel, en igual forma en que
das atravesaron una zona de mineral se abrió el nivel anterior. Así, suce-
de cobre de buena ley y así se descu- sivamente y ampliando constante-
brió la "Exótica". mente los cortes, se irá formando un
La extensión cubicación, leyes y embudo o anfiteatro de bancos esca-
demás características se determina- lonados los que eventualmente des-
ron en seguida por medio de un plan pejarán el sitio elegido para comen-
sistemático de sondajes, que permi- zar la explotación. El estéril removi-
tieron también delinear los bordes do será sacado a los botaderos en ca-
del yacimiento y obtener los demás miones de lastre por rampas conve-
datos característicos del cuerpo mi- nientemente ubicadas.
neralizado.
Se comprobó que se trata de un Una vez alcanzado el nivel del mi-
gran lente, aleo irregular de aproxi- neral, se harán las instalaciones de
madamente 155.000.000 de toneladas chancadoras y cinta transportadora y
de mineral de cobre, parte en la gra- se construirán rampas y caminos de-
va y parte impregnado en la roca ba- finitivos para el movimiento de en-
se. Esto es importante pues el mi- trada y salida de los camiones.
neral en roca es más firme más es- Para cumplir con las metas del pro-
table y más fácil de tratar. La espe- grama, que consultan el suministro
cie de cobre dominante es la crisoco- de mineral a Chuquicamata desde
la. pero hay también pequeñas can- Exótica a mediados de 1969, será ne-
tidades de malaquita, atacamita y un cesario mover aproximadamente
óxido amorfo que se designa por 110.000 tc'día de estéril en la fase de
"Wad". De acuerdo con el papel que formación del "anfiteatro" y 91.000
Exótica desempeñará en el conjunto tcdia en la fase dé explotación nor-
Chuquicamata-Exótica, la operación mal (relación estéril/mineral: 2,5|1).

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