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ÍSTA DE M"
I •r i"
Año IV -

IIKOLAUS HARNONCOURT
:ntrevistas:
\ARISS JANSONS
ÍENATA SCOTTO

rf
I
i- -3 •
CHO-LIANG LIN
el inicio de una gran carrera
Cuando se busca la mejor Alta Fideli-
dad hay que entraren el sonido Digi-
tal y Philips le abre la puerta de este
nuevo mundo con su sistema total-
mente digital. Tres piezas únicas cíe
avanzada tecnología firmadas por el
creador de la tecnología CD
Reproductor Digital
de Compact Di se CDD-882.
El sonido digital inicia su futuro con
el CDD-882 El primer reproductor
totalmente digrtal con unas presta-
ciones y operatividad no igualadas y
que representa lo más alto de la ga-
ma de Reproductores de CD Philips
El mando a distancia, el sistema FTS
para selección de temas, la progra-
mación aleatoria "Shuffle Play" y su
sistema de carga 'Linear Skaie" son
algunas de las avanzadas ventajas
que Philips ha incluido en el
CDD-882 Peto lo más importante es
Su exclusiva conexión digital para
amplificadores digitales, como el
DFA-888

Amplificador Digital
DFA-S88.
Ei DFA 888 es el primer Amplificador
Digital capaz de ofrecer (a misma pu-
reza de sonido que un Reproductor
de Compact Disc gracias a la combi-
nación de filtros digitales y cuádru-
piefrecuenciademuestreo Además
permite conectar d¡gitalmente seña-
les de CD (44,1 kHz), DAT(4BKHz)y
radio FM vía satélite (32 kHz).
La potencia nominal de 2x 115 wa-
tios. la conexión CD Direct y el selec-
tor de grabación separado son ya
de por sí motivos para reconocer la
superioridad tecnológica
de Philips

Sintonizador Digital FT 880.


Una pieza maestra entre los Sintoni-
zadores Digitales que empieza a ser
superior ya en la entrada de señal:
Doble entrada de antena para reco-
nocer emisoras locales o distantes.
La estabilidad de la serial se consi-
gue por un de codificador FU y exis-
ten además filtros ÍSISC y para 19 y
38 kHz] que limpian la señal. La bus-
queda de emisoras automática o
manual termina de completar la im-
presionante calidad de la tecnología
Philips del FT 880

DIGITAL HI-TECH
Ahora está claro- el futuro de la AHa
fidelidad es Digital V el líder seguirá
siendo el mismo Philips

PHILIPS
Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
Cl Marqués de Mondejar. 11 - 4 . " C
28028-Madrid.
Teléf. {91)346 76 22
Fax (91) 256 IS 64
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
Antonio Moral
Director Adjunto
Javier Alfaya
Redactor Je/e
Enrique Martínez Miura
Consejo de Redacción
Javier Alfaya. Roberto Andradt Maldc. Domin-
go del Campo Casld. Samiago Manm Bermüdez.
Antonio Moral. José Luis Pérez de Aneaga, Ar-
turo Reverter, José Luis Téllez.
Coordina el Dosier de esle número: Año IV n.° 34 - MAYO 1989 - 425 ptas.
Ángel Fernando Mayo
Secciones
Redacción en Barcelona: Roger A lier. Redacción
en Valencia Blas Cortés. Discos: Enrique Pérez
Adrián. Libros: Xoan Manuel Carreira. Alia fi-
delidad: Alfredo Orozco. Jazz: Ebbe Traberg.
Música contemporánea: José lees.

Colaboran en esle número:


Javier Alfaya, Roger Alier. Roberto Andrade
Malde, Maria Luisa filático, Ernst Bloch, Cristina
Bordas lbáñe¿, Julio Bravo, Santiago Bueno, Ri-
cardo de Cala. Sansón Carrasco, Xoan Manuel Ca-
rreira, IJIÍS Fernando Carvajal Blázquez, Blas SUMARIO
Cortes, Xavier Daufi, Niño Dentici, Pedro Elias.
Francisca Eslarellas. Fernando Fraga, Florentino OPINIÓN 4
Gracia Utrillas, Maria de los Angeles de Juan, José TRIBUNA ABIERTA:
Antonio Lacárcel, (Cenneih LoveLand. Joaquín
Martin de Sagarminaga, Enrique Martfneí Miu- — Elogio de lo menor, Luis Suñén 8
ra, Blas Matamoro. Hans Mayer, Ángel Fernando ACTUALIDAD 10
Mayo, Wolfgang Amadeus Mozart. Alfredo Oroz- — Mehta, entre oriente y occidente, María Luisa Blanco 30
co Bueno, Rafael Ortega Basagoiti, Raúl Pascual,
Enrique Pérez. Adrián. José Luis Pérez de Artea- — Renata Scotto, una diva convencida, Julio Bravo 32
ga, Francisco Ramos, Arturo Reverter, Jordi Ri- — Cho-Liang-Lin, el inicio de una gran carrera, Joaquín Martín de
bera ¡ Bergós, Andrés Ruis Tarazona, Luis Suflén, Sagarminaga 35
Ebbe' Traberg, J u a n Ángel Vela del Campo. Ja-'
vier Viioso. Wieland Wagner. — La sensibilidad del siglo XVI. Entrevista con Jacques Ogg, Enrique Mar-
tínez Miura 40
Foto de portada: CBS — Mariss Jansons, el heredero de Mravinsky, Arturo Reverter 44
Diseño de parlada: Arquetipo ENTREVISTA:
Administración
— Nikolaus Harnoncourl: la búsqueda de la Iradición, Florentino Gracia
Cristina Millo. Utrillas, Enrique Martínez Miura • 47
ACTUALIDAD DISCOGRAF1CA:
Publiadad: — ¿Carmen con instrumentos originales?, Enrique Pérez Adrián 51
Doble Espacio
General Yagüe, 10' DISCOS 52
28020 Madrid ESTUDIO DISCOGRAFICO:
Teléfs. (91) 455 67 67 • 597 11 83 i — La extraña Flauta mágica de Nikolaus Harnoncourt, Enrique Martínez
Fax (91) 456 13 07 \
Imprime'
Miura 62
MOV1ECRAF. S.A. -, ¡ I LIBROS 64
C/ Esligia. 3 y í ' LA GUIA 66
28037 Madrid DOSIER: Tristán e Isolda 67
Teléf. (91) 204 95 03 — La más profunda música de la noche, Ernst Bloch 68
Fotocomposicián — El héroe trágico y sus amigos, Hans Mayer 70
Lumimar. S.A. — El porqué de Tristán e Isolda, Ángel Fernando Mayo 74
Albasan*. 48-50
28037-Madtid. — La presencia del mito, Wieland Wagner 80
Teléf, (9I|2O4 30 01 — El era ella y ella era él, Juan Ángel Vela del Campo 84
Fax (91) 204 95 48 — Discografía, Ángel Fernando Mayo 86
Depósito legal M-41822-198 5 DANZA:
ISSN-0213-4802 — Lo que vendrá, Rúúl Pascual 21
ESTUDIO:
SCHERZO es una publicación de carácter plural
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga-
— El regreso de viejos amigos. Las Sinfonías de Shostakovich por Kondras-
nismo pública ni privado. La dirección respeta hin, José Luis Pérez de Arteaga '. 94
la libertad de expresión de sus colaboradores. ALTA FIDELIDAD:
Los textos firmados son de la exclusiva respon- — Electrocompaniet vuelve por sus fueros, Alfredo Orozco 102
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto EPISODIOS; Ebbe Traberg
opinión oficial de la revista.
EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Bláztjuez 106
Scherzo 3
opinión •

Una cierta confusión


ace unos años el panorama de la edición no se encuentran por ningún lado. Y es una

H de libros sobre música en España era un


desierto Viejas colecciones de la
preguerra, como una excelente de la editorial
lástima. Por fijarnos en lo concreto, recordemos
que un libro como el Bach, de Alberto Basso,
que después de ser anunciado como de
Labor, habían desaparecido o estaban inminente publicación desapareció sin dejar
estancadas. Desde hace unos años, sin embargo, rastro. O como otras obras, que han estado en
es posible detectar afortunadamente una mayor catálogos españoles, como el tratado de dirección
atención hacia este tipo de libros, de modo que de orquesta de Hermann Scherchen —además,
hoy es posible hablar de una cierta abundancia. en traducción de Roberto Gerhard— no han sido
En varias editoriales importantes se han creado reeditados y hoy son inencontrables.
colecciones de música y en las que han
aparecido libros excelentes. Aunque pecan de Existe, por otra parte, una tendencia bastante
optimismo quienes sostienen que en España la negativa y es la de no confiar a musicólogos o
música se ha puesto de moda sí se detecta una historiadores de la música españoles la
mayor atención social hacia ella, un interés que realización de obras de las que podrían ser
hace un par de décadas se hubiera considerado perfectamente capaces. No se trata de mostrar
punto menos que ilusorio. Sin duda, los editores aquí un trasnochado nacionalismo, pero sí decir
han tomado nota de ese interés y eso es bueno, que muchas veces valdría la pena ahorrarse los
porque enriquece nuestro panorama cultural. dineros de una cara compra de derechos y de
Sin embargo, no todo es de color de rosa. En una traducción, y confiar en un especialista
general, se observa en las colecciones musicales español en vez de recurrir sistemáticamente a
una cierta confusión, una falta de claridad de productos extranjeros con una especie de
objetivos que lleva a que, junto a la aparición de papanatismo aldeano. Y más cuando se trata de
títulos fundamentales —la Música del música española. Es realmente triste comprobar
Renacimiento, de Reese, es un buen ejemplo—, cuan ayunas de obras de origen español están
nos encontremos con una proliferación de obras ciertas bibliografías. Y la culpa no es tan sólo de
sin calidad, de traducciones de libros que nada nuestra conocida alergia a la investigación, sino
aportan, ya sea porque se han quedado que va más allá. Radica también en una especie
anticuados o porque no ofrecen al lector nada de desconfianza hacia todo lo que nazca en este
que verdaderamente valga la pena. No es este el país.
lugar ni a nosotros nos corresponde, para hacer Así pues, no estaría de más que nuestros lectores
el análisis de las causas de esa situación. Pero si editores se plantearan de nuevo algunas
de dar cuenta de ello. En ocasiones es penoso cuestiones. Repetimos, este fenómeno nuevo de
comprobar que se traducen obras insignificantes la aparición de colecciones de libros de música
—y, a veces, ¡en qué traducciones!— y que libros no puede ser más positivo. Sólo asi podremos
que el especialista o el simple aficionado poner al día la oferta musical para un público
deberían conocer, porque son imprescincibles a interesado, pero, a la vez, desorientado y
la hora de formar una buena biblioteca musical escasamente informado.

4 Scherzo
-opinión •

EL DISPARATE MUSICAL

El imperio del jí-jí, já-já


y los cazadores furtivos
a muchos años, en tiempos del un ataque agudo de febril atracción por
H anterior Jefe del Estado (o sea, la corchea con puntillo, de una irrefre-
durante el régimen anterior, esa nable querencia por el Auditorio o el
expresión tan dieté(ica) quedó estable- Teatro de la Zarzuela. A su alrededor
cida la moda de salir de caza, preferi- han surgido los consabidos moscones,
blemente con ministros y subsecretarios. los arribistas y los amantes del quedar
Cazaba el Jefe del Estado (que salía en bien, en el resultado de subida de pre-
el NO-DO), cazaban los ministros (que cios, Don Simón haciendo su agosto,
también salían), y cazaban otros, los je- y preponderancia del hecho social so-
tas de turno, los olfateadores de preben- bre el interés cultural. Vamos así cami-
r— UNA BROMA MUSICAL das, los especialistas del concédemepo- no del imperio del ji-ji, ja-já, del
restoqueyotedoyporlootro, y demás es- reinado de la beautiful-jet-café-society,
pecies afines. Estos, por cierto, no del dominio de la idiotez. Recordemos
salían en el NO-DO, pero obtenían in- la visita de Bernsiein con la Filarmóni-
• v xaestáaquí!, ¡yallega! dudables ventajas de su presencia en las ca vienesa, convertida en una reunión
4 ^ y el Segundo Festival
M. Mozart. Questa bella
cosa alegra il mió spirito: Zaida,
cacerías oficiales. La caza social que- social de altos cargos, en una manifes-
dó de esta guisa instituida como cam- tación de las fuerzas vivas de la locali-
po de peloteo, el chanchullo y el quedar dad, que dejó el auténtico aficionado
El Rapio, mi Serénala Haffner, bien «porque estará el ministro fulano en fuera de juego.
mi adorada 40, algún concierto y me tengo que hacer ver, y de paso a No debemos olvidar que, tras toda es-
de piano por la bella Jeunehom- ver si le pregunto cómo está el asunto ta fiebre se esconde la anémica situa-
ese de...» ción de nuestras orquestas, el enclenque
me, digo Pires, harán las delicias
(Interludio; El anterior Jefe del Es- panorama operístico y el agónico pro-
mías y de todos mis fans. tado también pescaba, pero, por inson- nóstico de la enseñanza musical. No de-
Hace ya más de tres años que dables misterios de! destino, la pesca bemos olvidar que estamos en el país
he resucitado gracias a los social nunca llegó a existir. Los aficio- donde la Pasión según San Mateo ba-
Scherzokinder y conmigo mu- nados a la pesca no vieron, para su for- chiana se anuncia como ópera, donde
chas de las sombras del pasado: tuna, los ríos llenos de advenedizos que se nos dice que Rigolelto acaba con La
Constanza, Leopoldo, Nannerl, no sabían lo que era una caña). Donna é móbile, donde una revista es-
mi estornino y a veces pienso El aficionado a la caza se desespera- pecializada (?) cita por duplicado a José
que todos ellos están más vivos ba viendo cómo su deporte se hacía más Luis Cobos al hablar del ex-titular de
que muchas de las cosas que nos y más popular (?), se copaban puestos, la O.N.E., donde, en fin, Luisilo se pre-
rodean aquí y en este país. se encarecían precios y hacían su apa- senta a unas elecciones en la Sociedad
rición los modelitos de turno; en una de Autores en el apartado Derechos de
Muerta la ONE, medio muerta palabra, asistía impotente a la conver- ejecución (sin comentarios).
la OSRTVE, el teatro Real ce- sión de un deporte en un paseíllo de es- Bien está el crecimiento de la verda-
rrado, la Zarzuela mediocre co- tulticia. dera afición. Estos cazadores furtivos
mo siempre, las instituciones Mucho me temo que, con las corres- que han puesto la música de moda se
oficiales tan obsoletas como las pondientes diferencias de época, esta- podían haber dedicado al gúa o a chu-
salzburguesas de mi tiempo, los mos asistiendo a una situación similar par picaportes. Mejor aún, podían ha-
políticos tan arteros como apro- en lo que a la música se refiere, estan- ber puesto de moda el sano deporte de
vechados, los criterios cutres y do próximos, si no ya alcanzados, ios irse a hacer gárgaras. Mal rayo les parta.
la música pachucha. caracteres de Escopeta Nacional.
Los políticos han hecho su aparición
Por eso me acuerdo de mi pa- súbita en escena musical, afectados de Rafael Ortega
dre, del clave de Nannerl, de los
gorjeos de mi estornino y del
dulce aleteo de la falda de Cons-
tanza, al ver cómo se desafina • precio* interesantes
en todos los terrenos. Espero "- - i flfcs tk%'uela do iDu/i*¿i • instriha'ie hoy mismo
que quienes canten Zaida y El •I lámenos.'
Rapto, por muy polacos que
sean, no incurran en semejante <T SOTO MESA •2478583/2482927
error. La ci darem la mano... y
OfM.míH.i t!i- s.irifi.iqn 2
que disfrutemos...
uní (."(»• rvn 4
W.A.M. 13 años de experiencia nos avalan

Scherzo 5
opinión

BACHILLERÍAS ÁNGULOS

De los músicos como robots


De horrore C
ada vez hay más músicos perfectos.
Como, por otra parte, hay cada vez
más tenistas, más escritores o más fa-
De vez en cuando nos visita un pianista,
un oboísta, un violinista, un conjunto de cá-
mara o sinfónico que suenan con una per-
vacui bricantes de chocolates perfectos. Es un sig-
no de nuestro tiempo. Hemos dejado sin al-
ma a la Humanidad, pero el avance técnico
fección casi inhumana. Hay directores de
orquesta que parecen sacados de un manual
del perfecto director. Todo suena como de-
nos ha permitido llegar a un fantástico da- be sonar, cada ejecución es de una inmacu-
minio de determinadas áreas del conocimien- lada propiedad. No hay sorpresas, no hay
os antiguos griegos llevaban a las
L represen I ación es teatrales con-
chas marinas para, al final, ex-
presar su aprobación entrechocándolas.
to y de la práctica especializada. El viejo
sueño Cáustico del dominio de la Naturale-
za ha llevado a ésta al borde de la destruc-
ción y si alguien no lo remedia —y no parece
muy probable, dados los intereses en juego—
sobresaltos, no hay emociones. Las casas de
discos nos venden cada temporada un nue-
vo genio de la interpretación, generalmente
educado o reciclado en los EE.UU., que si
es pianista conjuga en sí mismo las mejores
Los romanos abandonaron tal sutileza en un par de generaciones la vida había de- cualidades de Richter, de Airau o de Ser-
sonora porque en los espectáculos cir- sapaiecido del planeta. Eso sí: hasta el fi- kin; que si es violinista es como un injerto
censes los gritos y los aplausos resulta- nal viajaremos en los automóviles más de Oístrach, Milstein y Menuhin; que si es
ban más apropiados. Esta última forma rápidos y seguros, tendremos ordenadores director de orquesta mezcla a partes iguales
de expresión es la que ha permanecido que nos ayudarán a saber cuáles son las fre- a Furtwaengler, Celibidache, Giulini y Men-
en Occidente y es prácticamente la úni- cuencias sexuales de nuestro vecino de en- gelberg. Y si es una orquesta —una de esas
frente, volaremos en aviones que casi habían orquestas nuevas, pulidas, implacables, for-
ca manera de participar del público, si abolido el espacio y el tiempo. Comeremos madas por instrumentistas prodigiosos— lo
descontamos las toses y los ruidos de mierda, eso si, ya sea en forma de esos ine- funde todo: la magia de la Filarmónica de
papeles y butacas. Los silbidos y abu- fables «fritos de maíz», de hamburguesas o Víena, la redondez de la de Berlín, la sedo-
cheos ya no se escuchan en las salas de de pollos hormonados, legados con genero- sa disciplina de la Sta ais ka peí le Dresden, la
conciertos, relegados a los escenarios sas cantidades de Coca-Cola o similares. solidez compacta de la del Concerlgebouw.
abiertos y amplificados del rock, el box
y el catch. Es el aplauso a lo que me
refiero aquí.
Imaginemos la escena. El tenor aca-
ba de atacar el agudo con gran brillan-
tez, contrayendo el diafragma, los
intercostales, los rectos del abdomen y
todos los esfínteres. El público aplau-
de enardecido. Perfecto. Es igual que
cuando el tenista consigue un tice de po-
tente raquetazo, el portero detiene un
penalty con estirada felina, el pivot eje-
cuta un mate de espaldas o el velocista
bate el récord de lo que sea.
Imaginemos otra escena. Acaba de
sonar el Oficio de Semana Santa de Algunos serán conscientes de la miseria ¿De qué podemos quejarnos entonces si
Victoria, la Noche transfigurada de y recurrirán al Eclesiastés en busca de con- ahí, al alcance de la mano y casi de cualquier
Schónberg, la Música callada de Mom- suelo o querrán transformar el mundo. Va- bolsillo podemos tener unos intérpretes idea-
pou o !as Lágrimas de Dowland. El pú- no intento. La inmensa mayoría será feliz les? Tal vez de la monotonía. Tal vez de!
bañándose en aguas oleaginosas, ingiriendo aburrimiento. Tal vez de la inhumanidad.
blico aplaude enardecido. ¿Por qué? alimentos sintéticos y tostándose a un sol que El cine se ha llenado de mujeres maravillo-
Cada día lo llevo peor. Comprendo será la principal causa de los cánceres de piel. sas y asexuadas como Bo Derek, que según
que hay gente que goza aplaudiendo, Sarna con gusto no pica. decían sus promotores tenía el cuerpo más
pero ¿por qué no se van al tenis, don- Pero no nos pongamos apocalípticos y perfecto del mundo. A la música ha termi-
de podrían aplaudir cada treinta segun- volvamos a la música. En una entrevista pu- nado pasándole un poco lo mismo. Entre las
dos? Hay músicas tras de las que uno blicada en este mismo número de SCHER- casas de discos, los promotores, los publi-
ZO un artista eminente, Nikolaus citarios y los periodistas han puesto de mo-
se queda flotando hasta que una salva da —o han impuesto— un estilo, un modo
de aplausos lo devuelve a la cruda y rui- Harnoncourt, se vuelve contra la idea de
progreso en la evolución de las artes y utili- de hacer, que cada vez recuerda más a la inú-
dosa realidad. ¿Por qué tanta violen- za en su lugar un concepto mucho menos til perfección de los robots. La filosofía del
cia tras tanta ternura? ¿No es suficiente ambiguo, más enriquecedor, el de transfor- Number One, de la competitividad por en-
con el tráfico y la contaminación acús- mación. La idea no es suya, pero Harnon- cima de cualquiei cosa, a la que nos hemos
referido alguna vez en esta sección, ha ter-
tica que sufrimos fuera de las salas de court la ha desarrollado con coherencia en
minado por geneíai unos pioductos impe-
conciertos? sus escritos teóricos y la ha convertido en
uno de los ceñiros de su práctica artística. cables, incoloros, inodoros y asépticos. Pero
Sólo hay una cosa que entienda me- Que la idea.de progreso se ha convertido en la música, como el arte, está en otra parle:
nos aún: la expresión de ansiedad de al- un tópico insustancial, cuando no peligro- en una región misteriosa, inaccesible paia
gunos intérpretes, temerosos de que los so, es evidente. No hay más que echar un los comedores de hamburguesas, donde lo
aplausos no sean tan fuertes y prolon- vistazo a nuestro entorno natural, pero tam- que importa no es tanto la perfección como
bién a la cultura. Vivimos una de las fases el talento o el genio. Que son cosas, realmen-
gados como esperan. ¿Por qué no se te, muy distintas.
metieron a jugadores de tenis? más estériles, menos creadoras de los tiem-
pos modernos. Y es ahí donde podemos vol-
ver a la música.
Sansón Carrasco Javier Alfaya

6 Scherzo
opinión

AL MARGEN seguridad ejecutora y a la claridad de dic-


ción, presente ésta siempre aun en los títu-
los de mas, densa escritura. Fue caluro-

Murgas y farsas samente premiado y correspondió con un


bis.
rancisco Nieva, en un número de
F ABCde\ pasado marzo, denuncia
la penosa situación de nuestros
dramaturgos. Al parecer los escenarios
dialectos— inventadas en Centroeuropa
hace varios lustros. Resulta | patético
el esfuerzo que ciertos picaros llevan
ahora a cabo para entreverar giros lo-
CARTAS
Leopoldo Houroñón
Diario ABC.

oficiales, cuyos telones se alzan merced cales, y hasta localistas si conviene, en


al dinero que pagamos todos los espa- unos balbuceos mentamusicales que na-
ñoles, vienen siendo ocupados por es- die comprende. Punto final
pectáculos extranjeros que, de tan Afirma Nieva que «una cultura se de-
ajados, más que corsetería ya necesitan sarrolla a partir de un tronco y unas raí- ¿Para qué insistir?
de ortopedia para sostenerse. ces», «las cosas —añade-se trans- Confio en el buen juicio de los lectores,
Mientras, la producción propia va se- forman desde un principio origina- a pesar de las erratas.
cándose, por efecto del prolongado es- rio». Nada más cierto: arrancar esas Vale.
tiaje al que nuestra Administración raíces fue razón de Estado para el ucro- N.B.—Los diccionarios son útiles para el
insulto, rápida y gratuito.
—que ha llegado a monopolizar la ofer- nismo franquista. Las jóvenes músicas Por si algún lector quiere realmenie saber
ta y sólo tolera la competencia de que entonces se patrocinaron dieron al algo ciemifico sobre el tema IMPOSTA-
subgéneros— la somete. traste con todas las tradiciones. Había CIÓN - GESTO VOCAL - COLOCACIÓN,
Pues bien (es un decir), otro tanto que mostrar al mundo una faz renova- VOZ, me permito adjuntar una elemental bi-
acaece en la música. La oferta oficial, da, diferente. Nuestro pasado, sobre Io- bliografía:
esto es, la mayoría de los conciertos que do el inmediato se silenció y un ruido A. Juderías: «Educación de la voz» (Ati-
entre nosotros se organizan, olvida la adánico ocupó su lugar, ensordeciéndo- ka. Madrid)
creación nacional y sólo atiende —o nos a todos. Dr. Elier M.D. Gómez: «La respiración y
la voz humana» (B. Aires)...
más precisamente, ellos se atienden a si Pero ¿qué sentido tiene en la actua- S. Naidich: «Principios de foniatria» (Pa-
mismos— a los compositores que do- lidad «contribuir a consagrar las formas namericana. Bs. Aires).
blados de funcionarios o asesores figu- estereotipadas de un Teatro (o de una D.B. McClosky: «La educación de ta voz»
ran en las nóminas y nominillas del Música) que fue(ron) moderno(s) hace (Fabril. Bs. Aires).
Ministerio de Cultura y de las Adminis- veinte años»? Habíamos creído, de bue- Cuy Cornut: «La voz» (Fondo Cultura.
traciones autonómicas o locales. na fe, que ya no eran necesarios los ma- México).
Lo peor es que tamo esa oferta tea- quillajes sobreestructurales como C. Caballero: «Manual para educar la voz
hablada y cantada» (Edamexx. México).
tral como la musical son presentadas antaño, cuando los estragos que la His- T. Navarro Tomás: «Manual de Pronun-
ante nuestra desprevenida audiencia co- toria marcó en el rostro de aquella Es- ciación española» (Madrid).
mo embajadoras de la modernidad en paña vieja y brutal tenían que ocultarse T. Navarro Tomás: «Voz y entonación en
España. ¡Qué candidez! Ignorando, en- a cualquier precio, incluso al del gene- los personajes literarios» (Málaga. México).
tre otras muchísimas cosas, el devenir ral desconcierto. Esta es, concluye Nieva T. Navarro Tomás: «Manual de entona-
de las Artes se impone a los públicos, —y yo con él—, «una política cultural ción española» (Guadarrama. Madrid).
ciñéndonos ya al objeto de esta publi- apresurada y totalmente falsa», de la E. Garde: «La voz» (Central. Buenos
cación, unas expresiones que sobre co- que sólo pueden seguirse claro, murgas Aires.)
locar entre paréntesis el lenguaje y farsas. Rafael Taibo
Madrid
universal de la Música adoptan unas
jergas festivaleras —que ni siquiera Miguel Ángel Coria Más discos
Les felicito por la sección de «Dosier», que
mara del Auditorio, concierto que era patro- por su calidad y extensión calificaría de ex-
REVISTA DE PRENSA cinado por la ONCE, ha cumplido a las mi! celente. En mi opinión la critica discografía
debería ser más extensa, no en la longitud
maravillas el objetivo que se proponía: el de
explicar con ejemplos vivos, el de hacer es- de las recensiones sino en la cantidad de dis-
Antonio de Cabezón cuhar esas iterrelaciones. El ámbito tempo- cos comentados, pues son miles los que se
publican y una pequeña parte los que uste-
ral considerado era necesariamente amplío.
y su época en el Desde el ocupado por el inglés Hugh Aslon des critican. Son también muchos los videos
de ópera publicados que ustedes pasan por
(1488-1522), pionero del estilo variativo, hasta
clave, de Jacques Ogg el «Pass'e Mezzo» de 1621, del italiano Gio- alto absolutamente. Del mismo modo noto
a faltar discografía en algunas secciones, co-
vanni Picchi. En medio, los ejemplos selec-
cionados del propio Antonio de Cabezón mo en «Estudio», «Voces de ayer y de hoy»
Fiel al propósito que ya anunció en el tno- o en «Opera del siglo XX».
memo de su fundación —y que ha cumpli- —tiento sobre —Qui la dirá», diferencias so-
do en varias ocasiones anteriores—, de no bre el canto de «La dama te demanda», di- Reciban un cordial saludo y mi sincero
limkar su actividad a la aparición mensual ferencias sobre el «Canto del caballera» y agradecimiento por su labor
ante los lectores, la revista «Scherzo» ha que- . « Anchol que col partiré»—, de Hernando de
rido ahora repasar en un concierto extraor- Cabezón (1541-1602), Peter Philis (1560-1628),
dinario la música de Antonio de Cabezón Tilomas Tallis (1505-1585), Antonio Váleme Feo. Javier Navedo.
(1510-1566) y de su época. El interés del em- (1520-1600), Andrea Gabriel] (1515-1586),
Giovanni Gabrieli (1557-1612) y Gioseffo Murcia
peño es, ha sido máximo, por cuanto ta pe-
ripecia viajera del compositor burga les Guarní Guami (1540-1611), amén de algunos
propicia que la de su música presente singu- anónimos.
lares y curiosas relaciones y concomitancias
no sólo con las demás muestra, sino con la El empeño se redondeó al contar para su
que se escribió por entonces en el resto de realización con un intérprete especialisia de
Europa. primera linea. Discípulo de Gustav León-
hardt, el clavencinisla Jacques Ogg (Maas-
El concierto de «Scherzo» en la sala de cá- irich, Holanda) une el rigor expositivo a la

Scherzo 7
TRIBUNA ABIERTA

Elogio de lo menor
iguiendo a Jankélévitch —y a tantos otros que no han formalizado tan brillante-
S mente un tópico así— habrá que convenir en que cada música tiene su tiempo,
del mismo modo que a cada tiempo —en la vida humana y hasta en las horas
del día— habría que corresponder le su música propia. Pero, ¿por qué codificar tal
adecuación? ¿Por qué —con un funcionalismo digno de peor causa— querer hallar
consuelo en lal sonido en vez de en lo que consuela, o diversión en tal otro en lugar
de en aquello que divierte? Uno sabe qué es lo verdaderamente grande, qué es aquello
—de Japoco Peri a Luis de Pablo— a lo que siempre habrá de volver, primero el oído
y luego el alma, y dónde está el origen y el fin de una sensibilidad que regresará algún
día de su excursión por lo intrascendente, de su discurrir por la región en donde se
escucha, dulce, la voz de los que empiezan a perderla.
En esos cerros de Ubeda [levo yo una buena temporada. Unos cerros que habitan,
además, músicos de mi siglo, aunque mejor será decir que soy yo quien pertenece a
un siglo que ellos han hecho, aunque acaben probabiemenle por morir con él, por con-
formarse —y eso les engrandece a mis ojos— con acomodar la obra en algún cálido
rincón de alguna memoria privada. Son como los borgianos «poetas menores de la an-
tología», aquellos que carentes de genio dieron cierta muestra de talento, no se atre-
vieron, claro está, a ir más allá de lo que a otros pareció límite demasiado cercano.
Ya lo decía Roland de Candé a propósito de uno de ellos, de Arthur Honegger: «Por
desgracia, este músico generoso, que no carece ni de aliento ni de nobleza, se las inge-
nió con frecuencia para impedirse cantar poniendo obstáculos a su inspiración..., es-
clavizándose al palabra por palabra».
Pues si. El poco cantor Honegger. Y el muy bailarín Milhaud, y el a veces mencio-
nado Poulenc —escúchese a Hugues Cuenod su La Grenouilliére. Y el discreto y mari-
nero Roussel, y el cartesiano y con i rolad i simo Frank Martin, y el académico Caselta.
Y el generoso y riguroso Hartmann —a quien a lo peor no salva ni Eduardo Rincón—,
con quien me honro en compartirlo. Y el travieso Hindemith de antes de cumplir los
treinta. Y esos ingleses —Bax, Rubbra, Vaughan Williams—, maestros los tres del adagio
alia Sibetius... Menores todos, que no serán ya nunca ni Bartok ni Slravinsky, ni Berg
ni Webern, ni Schoenberg, ni siquiera Shostakoviich.
El caso es que todos estos parientes pobres llenan mis horas desde hace meses. Com-
parten mi intimidad. La completan desde una humanidad que, en su limitación tan
visible, se me acerca con los brazos abiertos mientras su rostro me guiña el ojo izquier-
do. Y repiten conmigo el pareado: «Como preferí a Picasso Bracque / hoy prefiero
Les biches a Le sacre». Sé que pasará. Y que Bartok sonreirá desde su altar —del que
nadie le moverá nunca. Y que la historia —Mozar!, Schumann, Bruckner, Wagner,
Mahler...— se echará sobre ellos y sobre mi con la crueldad de quien se sabe cargado
de razón.
Quizá no sea sino el cansancio de lo tantas veces mal oído. Y que como en e!
fondo uno siempre conserva esa capacidad de sorpresa que lo clásico, porque lo es,
encierra, he aquí que —los extremeños se tocan— estos casi contemporáneos y segu-
ramente segundones juegan la baza de lo no escuchado. La carne es triste —helas—
y no he oido toda la música, y no he reoido toda la música. Y, a pesar de todo, estoy
dispuesto a oír toda la que venga, y hago mía, y a mucha honra, la advertencia de
Adorno; «Quien se apunta a lo viejo, y lo hace sólo por desesperación ante las dificul-
tades de lo nuevo, no encuentra consuelo, sino que se torna víctima de su impotente nos-
talgia de un tiempo mejor, el cual, a la postre, ni siquiera ha existido». Es decir: le
sale el tiro por la culata. Y yo, de paso, me meto en un jardín, pues lo nuevo es todavía
más ¡o otro que los, pobres de ellos, arriba citados como compañeros de mis ma-
drugadas.
Nada, pues, y volvamos al filósofo, tan terrible como buscar consuelo y no hallarlo.
A mí, a estas alluras de mi edad, y entrada ya otra primavera, mis segundones me
lo dan. Y no me piden nada a cambio porque cuentan con el olvido y porque bastante
tienen con haber salido una temporada del purgatorio... o del limbo. Han logrado por
su propio esfuerzo, y con que sólo pusiera yo un poco de mi parte, que en estos días
me agrade la ¡dea de, si volviera a nacer, ser suizo y llamarme Paul Sacher. Aunque
en el postrer latido —que lo cortés no quita lo valiente— me gustaría oír, hoy como
ayer y seguro que también cuando me llegue la hora, el Adagio de la Séptima de
Bruckner.
Luis Suñén

Scherzo
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MIMISTERIO DE CULTURA
actuolldod

Lujos vieneses Maag se va


Entre los meses de mayo y junio se
celebra el Festival de Viena, uno de los
más merecidamente prestigiosos en el
de Berna
mundo. Interdisriplinar, el Festival aus- Peter Maag, el inquieto y espléndido
tríaco reúne a algunos de los nombres director de orquesta suizo, bien cono-
más importantes de la interpretación cido por nuestro público, deja la Or-
musical, el teatro y el ballet, junto con questa Sinfónica de Berna, a la que
las actividades literarias, filosóficas y estaba vinculado como director artísti-
científicas. Una de las ofertas más co desde 1984. Maag ha tenido una ca-
atractivas de este año consiste —además rrera profesional un tanto errática —a
de una Eieklra de R. Strauss con direc- la cual no ha sido ajena alguna crisis
ción musical de Abbado, con dirección espiritual como la que le llevó hace años
escénica de Harry Kupfer— en una pro- a ingresar como monje en un monaste-
ducción de una de las óperas más in- rio budista en Hong Kong— de modo
quietantes de nuestro siglo: Die que a pesar del reconocimiento de sus
Gezeichnelen, de Franz Schreker. La cualidades artísticas le ha costado en-
producción es de la Deutsche Oper am trar en el ranktng de los divos directo-
Rhein, de Dusseldorf, bajo la dirección riales. En Berna, Maag —al que en
musical de Hans Wallat. En el aspecto nuestro país debemos algunos de los
musical, además de las obras reseñadas, mejores conciertos que ha dado nunca
cabe destacar los programas que Michel la O.S. de la Radio Televisión Espa-
Gielen dirige a la Orquesta de la ORF ñola— consiguió excelentes resultados
austríaca, con obras de Hindemith y con una orquesta modesta y en crisis,
Rihm, además de la cántala Un día sobresale —sic, en castellano—, del propio obteniendo de ella que se elevara hasta
Gielen. Kurt Masur dirigirá a la Sinfónica de Viena; Dohnanyi a la de Cleveland; un magnífico nivel. Prueba de ello son
Heinz Holliger a la Orquesta de Cámara de Europa, que también dará un con- una serie de grabaciones en sellos mo-
cierto con Gidon Kremer; actuará el Cuarteto Alban Berg; Sandor Vegh se pon- destos de obras como la Sinfonía Ita-
drá al frente de la Orquesta de Cámara de Viena, con Murray Perahia al piano; liana y la Escocesa, de Mendelssohn
habrá un recital de Maurizio Pollini, otro de Peter Schreier, otro de Brigítte Fass- —grabaciones de las que nos hemos
baender... y un luminoso etc. A señalar especialmente un concierto de la Filarmó- ocupado en SCHERZO— o la Prime-
nica de Viena dirigida por Giulini. En teatro un Come tu mi voi, de Pirandello, ra Sinfonía de Schumann, así como un
del Piccolo Teatro de Milán, dirigido por Strehler; una Lu/u, de Wedekind, del ciclo completo de sinfonías de Brahms.
Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo; Un proceso, de Gerald Thomas (basa- La causa de la marcha de Maag estriba
do en Kafka) por la Opera Seca de Sao Paulo, y Espectros, de Ibsen, por el Deuts- en un desentendimiento con el director
ches Theater de Berlín/GDR. Y para los interesados en el psicoanálisis, una genera! del conjunto. De todas mane-
exposición en homenaje al cincuenta aniversario de Freud y un simposio interna- ras, el maestro suizo permanecerá al
cional dirigido por Harald Leupold-Lowenthal, Ludwig Nag! y Helmut Vetter. frente de su orquesta hasta 1992. Lue-
Uno de los momentos más interesantes del Festival será, sin duda, la puesta en go se dice que se dedicará a trabajar
escena de una nueva producción de El rapto en el serrallo, cuya dirección estará fundamentalmente en Italia.
a cargo de Nikolaus Harnoncourt.

aportación de artistas de primera fila


Festival en Praga tanto del Este como de los países occi-
dentales. Este año el Festival se inau-
Fue el II de mayo de 1946 cuando se guró como es ya tradicional con la
inició uno de los más prestigiosos fes- audición de Mi patria, de Smetana, es-
tivales europeos: el de la Primavera de ta ve? dirigida por el australiano Char-
Praga, que se celebra a lo largo del mes les Mackerras al frenie de la
de mayo. En aquella primera celebra- Filarmónica Checa. Entre los principa-
ción el concierto inaugural corrió a car- les artistas invitados se cuentan nom-
go del gran Rafael Kubelik —que se bres como los de Maurizio Pollini, Paul
exiliaría de su país dos años más tarde, Badura-Skoda —un artista largamente
a raíz del llamado «golpe de Praga»— vinculado a Praga—, Michael Tilson
al frente de la Filarmónica Checa, con Thomas, Yo-Yo Ma —que interpretará
un programa con obras de Foerster, el concierto para violonchelo de
Ostrcil y Dvorak. Al día siguiente Ku- Dvorak—, Gennadi Rozhdestvensky,
belik dirigió Mi patria, de Smetana, con que dirigirá su orquesta del Ministerio
la misma orquesta. En aquel año el fes- soviético de Cultura; Christoph von
tival tuvo una participación de lujo. Dohnanyi, con la Orquesta de Cleve-
Basten unos cuantos nombres: David land, etc. Todo ello además de los di-
Oistrak, Mrawinsky, Leonard Bernstein, rectores checoeslovacos, como Václav
Charles Munch, Jaroslav Krombhloc, Neumann, actual titular de la Filarmó-
Kare! Ancerl, Oskar Danon, Rudolf nica; Zdenek Kossler, con la Filarmó- ma que también es ya tradicional: la
Kirkusny. La guerra fría no liquidó del nica Eslovaca; Belohlavek, etc. Habrá Novena Sinfonía de Beethoven, que en
todo la proyección internacional del también un recital de Katia Ricciarelli este caso será dirigida por Isaac Ka-
Festival, que ha contado siempre con la y el festival se cerrará con un progra- rabtchwsky.

10 Scherzo
actualidad

París: malos aires para Barenboim


Se ha confirmado definitivamente que el argentino Daniel
Barenboim se va a EE.UU. para hacerse cargo de la dirección
de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Reciente aún el escán-
dalo del Teatro de la Bastilla, la prensa francesa se ha mos-
trado muy dura con Barenboim, haciéndose eco de las
reticencias de la crítica norteamericana ante la reciente gira
de la Orquesta de París por los EE.UU. Le Monde ha recogi-
do dos juicios especialmente duros. El primero, del New York
Times, dice lo siguiente, refiriéndose a una ejecución del II
Acto del Tristón e Isolda: «Ya sea que los músicos franceses
simplemente no están hechos para Wagner, no son compara-
bles, en cualquier repertorio, a las mejores orquesias euro-
peas y norteamericanas». En cuanto al Washington Post dice
que «docenas de orquestas norteamericanas parecen técnica-
mente superiores por la precisión del conjunto, el poderío y
la variedad de estilos».
Malos aires, pues, para el gran pianista y discutido direc-
tor de orquesta en un país en el que, hasta hace poco, parece
¡r de triunfo en triunfo. Como dato curioso hay que reseñar
que Georg Solti —actual titular en Chicago y que lo fue, an-
tes de Barenboim, de la Orquesta de París— visita cada vez
con mayor frecuencia su país de origen, Hungría. Últimamente
ha dado varios conciertos con la Orquesta Nacional Húnga-
ra, un espléndido conjunto creado por aquel gran maestro,
poco conocido fuera de los países del Este, que se llamó Ja-
nos Ferensík. Los que conocen a Solti dicen que éste siente
cada vez más poderosamente la llamada de su país y del vie-
jo mundo centroeuropeo en el cual se formó como músico.

Música española en París


Por una vez parece que la música es-
pañola puede conseguir una excelente
plataforma internacional. En efecto, el
Segundo Festival de París, que se desa-
rrollará entre el 15 de mayo y el 29 de
junio, se anuncia con un color netamen-
te español. El 17 de mayo la Joven Or- Uno de los acontecimientos más
questa Nacional de España, bajo la interesantes lo constituirá la versión
dirección de su titular, Edmond Colo- de concierto de Una cosa rara, de
mer, dará un concierto en el Theatre des Martín y Soler, con la Capella
Champs Elysées, con un programa en Reial-Herperión XX bajo la direc-
el que figuran los nombres de Grana- ción de Jordi Savall. Otro notable
dos, Frank Martin, Manuel de Falla y acontecimiento será la interpreta-
Luis de Pablo. Posteriormente García ción de la producción del Liceo de
Navarro dirigirá a la Orquesta de Cá- Barcelona de Lucrecia Borgia, de
mara de La usan a, cuyo titular actual es Donizetti, con la Orquesta y Coro
López Cobos, en un programa Turina, del teatro catalán, con la actua-
Falla y Rodrigo, que contará como so- ción de Joan Sutherland y Alfredo
listas con Nelson Freiré (Noches en los Krauss, lodos bajo la dirección de
jardines de España/ y otro que contará Richard Bonynge. Arturo Tamayo,
con el concurso de Ewa Podles (El amor al frente del prestigioso Ensemble In-
brujo) con música de nuevo de Falla y tercontemporain, dirigirá un programa cera un concierto con música francesa
de Juan Crisóstomo de Arriaga. Lue- de obras de Falla, Cristóbal Halffter, (Debussy, Lalo, Ravel y Chabrier) de
go la ONE, bajo la dirección de Cris- Delás, del Puerto y Enrique Rexach. inspiración española, y que Philippe
tóbal Halffter, presentará una versión En cuanto a artistas individuales ha- Herreweghe, con la Chapelle Royale
de concierto de Lo vida breve, la ober- brá recitales de Alicia de Larrocha, Joa- ofrecerá el Réquiem, de José de Nebra.
tura de Las esclavos felices y finalmente quín Achúcarro, José Carreras, Teresa Ah, y habrá una Noche de Flamenco,
el concierto para violonchelo del pro- Berganza y Montserrat Caballé. La una representación en la Opera Comi-
pio Halffter, contando como solista con clausura del Festival correrá a cargo del que de La chulapona, de Moreno To-
el alemán Heinrich Schiff. En música Orfeón Donostiarra. Hay que señalar rroba, actuaciones de Camarón de la
de cámara el Trío de Barcelona hará un también que Jacques Mercier, con la Isla, el Ballet de Cristina Hoyos y de Pa-
programa Brahms, Guinjoán y Ravel. Orchestre National d'lle de France ofre- co de Lucía.

Scherzo 11
-actualidad-

Hogwood, contra corriente


Un concierto va a animar presumiblemente la un tamo
decepcionante y desde luego muy tradicional temporada de
Ibermúsica. No se trata de que las obras programadas
supongan una novedad extrema: Octava Sinfonía y Concierto
para viuli'n de Beethoven. La infrecuencia del acontecimiento
musical que se celebrará el próximo 11 de mayo proviene de los
planteamientos interpretativos, pues la sesión estará a cargo de
la Academy of Ancient Music, con Christopher Hogwood como
director y Monica Huggett en la parte solista. El conjunto
británico y su fundador nos han visitado en otras ocasiones,
pero las obras que nos presentaron entonces no llegaron
cronológicamente más allá de Mozart. Como hay muchas
personas que creen que las interpretaciones con criterios e
instrumentos de época debería detenerse precisamente antes de
Beeihoven —comprendiendo en todo caso la primera etapa de
este compositor—, el concierto presentará sin duda perfiles
polémicos. En realidad, lo pretendido por Hogwood y los otros
partidarios de esta tendencia —el Beethoven de Norrington, si
bien tiene similares puntos de partida conceptuales, alcanza
resultados que podrían definirse como más radicales— es
simplemente la recuperación de la acentuación, la articulación,
el fraseo y el equilibrio instrumental originales. La dificultad
con la que se enfrenta el oyente es la de ser capaz de escuchar
este Beethoven con una actitud lo suficientemente abierta como
para no remitir a la comparación con las imágenes sonoras de
las obras —acaso adulteradas, idea que nos propone
Hogwood— forjadas por más de siglo y medio de tradición
interpretativa.

Cambios en el Concurso
Paloma O'Shea
Cambios que empiezan por la denominación del Concurso, que a partir de
la edición de este año será de Concurso Internacional de Piano de Santander.
A la vez hay variaciones en la financiación, que además de contar con la de su
fundadora, contará con la de Diputación Regional de Cantabria, el Ayuntamiento
de Santander, el Casino de la ciudad y un grupo de empresarios. Se suprime el
orden numeral de los premios, que será sustituido por Gran Premio, Premio de
Honor y Premio de Finalista, que estarán dotados con 2.000.000 de pesetas,
1.300.000 y 750.000 respectivamente. Al mismo tiempo, entre los días 7 y 18 de
agosto se celebrará el curso de interpretación pianística, que este año estará enco-
mendado a Dimitri Bashkirov y Joaquín Achúcarro. En la prueba final del Con-
curso intervendrá la Orquesta Sinfónica de la RTVE Española, bajo la dirección
de su titular. Arpad Joó, y la Scotish Chamber Orchestra, con Antoni Ros Marbá
a su frente.

Casimiro Martín, sita en la calle del Co- do por los siguientes números: La
rreo n.° 4. De Gondois no sabemos en locomotora (Gran Galop), Madrid. El
este momento casi nada: Barbieri lo cita embarcadero (Polka), Getafe (Polka),
como compositor de zarzuelas y Subi- Pinto (Polka/Chotis, según el tempo
rá nos informa de su actividad de di- que se aplique). Va/demoro (Pol-
rector de orquesta (de la que no tiene ka/Chotis), Gempozuelos (Polka/Ma-
Música para un tren muy buena opinión). Es evidente que
esta obrita, escrita en un estilo clara-
zurka) y Aranjuez. El embarcadero
(Polka/Mazurka). El Museo del Ferro-
Recientemente el personal del Museo mente de salón, fue compuesta ante la carril tiene previsto ofrecer esta obra en
del Ferrocarril ha descubierto una cu- novedad de la inauguración del tramo concierto, junto con otras de semejan-
riosa partitura en un anticuario de la de vía férrea de Madrid a Aranjuez, se- te inspiración, asi como promover una
capital. Se trata de £7 comino de Ma- gundo de la península, pues el primero grabación de la misma. De ambos pro-
drid a Aranjuez de Hipólito Gondois, enlazó Barcelona con Mataró. El cami- yectos se encargará la joven pianista
obra editada en 1851 en la imprenta de no de Madrid a Aranjuez está forma- Raquel Moreno.

12 Scherzo
actualidad

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LA SEU D'URGELL
31 de agosto - 8 de septiembre de 1989 i
IX CURSO DE MÚSICA
I

I
ANTIGUA EN CATALUNYA
Director: Roma Escalas

Trevor Pinnock.
9
Por la interpretación histórica
Desde el pasado 18 de abril y hasta el 31 de mayo se viene
celebrando el XII Festival de Música Antiga, que con sede
en Barcelona organiza la obra social de La Fundado Caixa
de Pensions. Suficientemente consolidado, el acontecimien-
to supone uno de los focos españoles de mayor interés de la
temporada en lo que a la interpretación histórica se refiere.

i
El Festival no basa su programación en una delimitación tem-
poral —de la Edad Media al Barroco y clasicismo, que seria
lo habitual—, sino en los criterios de fidelidad que permite
llegar al primer romanticismo. La programación de este año
simultanea grandes obras cameristicas de Mozart y Beetho-
ven con las breves piezas no menos maestras del Renacimien-
to. Ya han tenido lugar los conciertos del Ensemble
Ociophoros, que entraba en poco frecuentadas obras para Técnica vocal: Jordi Atban-da
vientos; la sesión de Concertó Palatino, con los insuperables Cla\ ¡cémbalo y bajo
Dickey y Toet, ofreció una muy interesante velada de música continuo: R ¡nal do Alts.sandrini
para cornetas y sacabuches, de Merulo a Monteverdi; el Cuar- Chirimía y bajón: Lorenzo Alperl
Sacabuche: Wim Bccu
teto Kuijken, por su parte desplegó un clásico concierto de Cornetto: Jcan PÍCITC Canihai-
la especialidad. A partir de los primeros días de mayo se cuen- Flauta dulce: Roma Escalas
ta con variados actos de cámara: Tini Mathol (clave), Reine- Interpretación vocal: Montserrat Fifilieras
Marie Verhagen (flauta) y Jaap Ter Linden (cello) tocan obras Arpa: Andre» Lawrtnce-King
de Telemann, Vivaldi y Bach; José Miguel y Emilio Moreno Viola da gamba: jordi Savall
(laúd, violin), Gustavo Zarba (violin) y Wouter Moller (ce-
llo) han preparado un programa que recorre piezas de Vival- Conjunto vocal c tnstruineniat
di, C.P.E., Bach, Haydn y Boccherini. El prestigioso Quariet Dirección: Jordi Savall
Salomón cuenta también con la colaboración del guitarrista
Fecha límite de inscripción; 2K de julio de iy8S>
Lluis Gásser para uno de los Quintetos de Boccherini, en tanto Información e inscripciones:
las otras obras que han previsto son Cuartetos de Mozart y Scrvci de Música
Beeihoven. Departamcnt de Cultura
El Lo n don Wind Con sor! relacionará las músicas de Es- Rambla de Sania Monica. S - .Ir.
paña e Inglaterra en siglo XVI con la propuesta titulada «Mú- 0*0(12 BARCELONA • Tel. (W) 11K 50 (H
sica per a Felip II i Maria Tudor».
La reaparición del Quariet Mosaiques en España, con pá-
Organización y patrocinio:
ginas de Haydn, Beethoven y Mozart, nos hará comprobar
si han resuelto los problemas de afinación de su anterior vi-
Generaliiat de Catalunya

_J
sita a Madrid. Los dos conciertos de cierre del ciclo lienen
un gran interés. El primero se deberá a The English Concert, Departamerrt de Cultura
con Trevor Pinnock —que se presenta en España como direc- i ul.il'H>r.iciiíil
tor, mientras que como elavecinista ya lo conocíamos— y el
violinista Simón Standage. Finalmente, el Dowland Consort,
dirigido por Jakob Lindberg, brindará una síntesis de la mú-
sica inglesa isabelina para conjunto.

Scherzo 13
actualidad

Hermoso monlaje

Viena: genio y figuras La dirección de Severini hacía presa-


giar lo peor durante el primer acto. In-
sólitamente, se tornó más rica y
Vina: Koncmhaus: |8-lll( Monográfico Hanns Eisler. Dicitich Fischer-Dieskau. barilono, Anbcrl Rei- contrastada en el segundo y mantuvo
mann; piano. Siaaisoptr: (9-I1I) Tosca, de Puccini: Tosta; Raina Kabaivanska; Cavadossi, Luciano Pa- un buen nivel durante el tercero, aun-
varotii. Scarpia: Igmar Wiiell. Dr. Escena: Margarita Walmann. Di. Murtal: Ti/iaito Sverini. Staalsoper: que no era precisamente un De Sabata
(10-111) Rigoleiio, de Veidi: Rigoleiio: GeorgTichy. El Duque: Richard Leech, Gil da: Mariella Devia.
Dr. Escena: Sandro Seguí. Dr. Musical: tlio Boncompagni. Musik^erein: (11-1II) Segunda Sinfonía de en la pintura impresionista del amane-
Honegger & Lo Canción de la Tierra áe Mahler. Th/intas Moier, t.; Chrisia Ludwig. mz. Filarmónica decer en la celda de Cavaradossi. El her-
Vivnti; Variar Neumann. moso montaje de Margarita Walmann,
La oferta musical vienesa es amplia, de carrera y, continuado la linea de la pese a su claro envejecimiento, trajo a
cálida y enormemente variada en reper- Olivero, seria hoy la única Tosca autén- la memoria los escenarios en los que
torio, intérpretes y precios. Acusa tan tica posible si hiciéramos abstracción de campeó la irrepetible Maria Callas.
sólo una leve tendencia —no la Verrett. Nadie como ella posee la ex- Veinticuatro horas más tarde, Rigo-
censurable— hacia el conservadurismo, presividad, el calor, y un fraseo de cu- leiio. El enésimo de este año. El direc-
y en muy pocos días fue posible escu- ño verista concillado con una tor fue el rutinario Boncompagni y en
char a un notable grupo de grandes de extraordinaria técnica. Lo demostró en muchos aspectos la producción fue in-
la interpretación musical, la mayoría de un Vissi d'arte espléndido, cantado a ferior a la de La Zarzuela, con la que
ellos con el valor añadido de encontrar- media voz, en forma contenida, con mantenía relaciones de parentesco.
se en plena madurez o incluso al final profusión de reguladores y esfumaturas. Un color aceptable.
de su carrera. Pavarotti aún la superó en ovaciones,
Como inicio fue impresionante el re- arrancando del público
cital de Dietrich Fischer-Dieskau y Ari-
bert Reimann con un programa
monográfico dedicado a Hanss Eisler
{¿Por qué no se llamará Hans como to-
do el mundo?) La mayoría de las can-
ciones se inspiran en textos de Bertolt
Brecht.
Pertenecen, por tanto, a la época en
que Eisler estaba más comprometido
con el movimiento obrero y ya no tan
próximo a la estética de su maestro vie-
nes Schónberg.

H ipe re o ricen (ración

A pesar de sus sesenta y cuatro años


y de encararse con una música que se
halla en las antípodas del romanticis-
mo, Dieskau prodigó sus habituales so-
nidos aflautados, las filaturas, la
perfecta dicción (casi mascada) de los
textos y el realce expresivo de cada pa-
labra. En los momentos cercanos al
Sprechgesang, que son muchos, Dies- problemas en to-
kau ofrece una idea de hiperconcentra- da la tesitura, teatralidad nula no son
ción y de intima comunión con las un buen visado para el ex-comprimario
obras, que llevó a que el famoso barí- aplausos autén- de Karajan G. Tichy a la hora de en-
tono fulminara con la mirada a una pa- ticos que rompieron un tanto la tradi- frentarse con uno de los roles más difí-
reja de ancianos que en un momento ción de los vieneses a aplaudir todo ciles de lodo el repertorio de barítono.
dado abandonó la sala. La sincroniza- indiscriminadamente. Desde su entra- Hoy sólo Bruson puede hacer alguna
ción con Reimann, cuya parte tiene tan- da en Recóndita armonía todo fue irre- justicia al papel.
to o más interés e independencia que la petible. El dúo con Tosca en el primer El tenor norteamericano Richard
vocal, lúe perfecta. Sin embargo, e! so- acto, en el que la vo2 irradió energía so- Leech fue una decepción. No es raro
nido de Reimann tiene una calidad más lar, el E lucevan le sielle, que se vio quede EE.UU. nos lleguen buenas voces
martilleante que cuando acompaña a obligado a repetir, o un O dolci tnani en y resulta justo reconocer que a Leech
Dieskau en unas canciones de Schubert. el que la forma de bordear la emisión le he oído cosas mucho más interesan-
Tras este programa duro y sin conce- mixta hacia pensar en un regreso de Gi- tes que este Rigoleiio, sucede simple-
siones al espectador, la archiconocida gli. También en este caso la voz es de mente que aquí no acertó. Tiene una
Tosca de Puccini en una premiére en la una rique/.a tímbrica inusual y sus ar- buena materia prima pero el estilo es gi-
Staatsoper. Dos protagonistas fueron mónicos corren por el teatro expandien- moteante. Cantó Possente amor inven-
los responsables de un éxito inmenso: do su rica vibración. Seguramente es el tándose las notas que quiso, pero
Luciano Pavarotti y Raina Kabaivans- último representante italiano de una después de ganar casi el derecho a ser
ka. La soprano de Sofía ha atesorado manera aristocrática, pausada y acari- incluido en el copyright omitió el re so-
una valiosa experiencia de treinta años ciante de entender el canto. breagudo.

14 Scherzo
ocluolidod

Maríella Devia número final, de gran significación den- obra favorita, y la voz conserva una en-
tro de la obra de Mahler. vidiable igualdad en toda la gama, pe-
En una representación de ópera en Neumann contaba con dos solistas se a haber perdido ya buena parte de
Viena siempre hay algo que compensa vocales de desigual entidad. El digno te- aquella pulpa bellísima, sin parangón
sobradamente al espectador. En este ca- nor Thomas Moser, voz sin ningún ninguno en su cuerda,
so fue la Gilda de Mariella Devia. La atractivo ni atributo especial y la vete-
he escuchado otras ocasiones este pa- rana y extraordinaria Christa Ludwíg. Joaquín Martín de Sagarmínaga
pel y hace tiempo que me habían im- Esta mezzo es todavía hoy uno de los
presionado el buen gusto de la cantante, grandes milagros de longevidad cano-
la pureza de emisión y la dulzura de su ra junto a Sóderstrom, Kraus y quizá
canto en la región aguda —la primera también Rysanek. Tiene una vivencia
octava es algo opaca. Una vocalista completa de esta obra mahler i ana, su
de primer orden con una espléndida ca-
rrera por delante, alejada, eso sí, de los
ecos del marketing.
La última sesión tenia elementos al-
tamente emotivos. La Canción de la
El impacto de un mundo
Tierra de Mahler ofrecida en el Musik-
verein por una orquesta tan mahleria-
na como es la Filarmónica de Viena y
sobre el otro
un director que la conoce tan bien —la Londres: English Nalional Opera Loruion Col i
considera la obra de su vida— como «uní. 8-111-89. Brillen. The Tltrn oj ihe Screw
Václav Neumann, quien ha anunciado
que piensa retirarse en breve de la di- La prueba de The Turrt of ¡he Screw
rección de orquesta. Se trata de un di- es su capacidad para estremecernos no
rector de auténtica importancia, y como importa cuántas veces la veamos y no im-
Wand, como Sanderling, es un director porta lo bien que conozcamos cómo si-
un tanto secreto, cuya labor se desa- gue. Hace ya diez años desde que la
rrolla ajena a la música de fondo de las producción de Jonathan Miller para la
multinacionales. English National nos hizo movernos
Antes del plato fuene figuraba en el nerviosamente en nuestros asientos por
programa La Segunda Sinfonía de Ho- vez primera, y mirar inquietos por en-
negger para cuerda completa, con una cima del hombro, cosa que todavía con-
importante intervención de la trompe- sigue, como demostró esta reposición.
ta solista en el coral que anuncia el cie- Las texturas orquestales de Brilten y
rre del último movimiento. En los las frases fantasmales sugieren de un
últimos tiempos Honegger parece ha- modo u otro cosas a nuestro alcance y
ber cedido un tanto la primacía del también fuera de él. Somos conscien-
«Grupo de los Tress» en favor de Mil- tes de vivir en dos mundos al mismo
haud y Poulenc, pero Neumann dirigió tiempo, el áspero de los hechos y uno va-
la sinfonía con auténtica pasión —casi gamente indefinible. Fueron mágica-
con fervor—, y se ocupó tanio de las mente creados por Peter Robinson y su
partes melancólicas que ponen de relie- conjunto de cámara, perfectamente in-
ve el patetismo de la página, como de tegrado. De manera similar, la produc-
sus aspectos rítmicos. ción de Miller tiene una identidad dual,
cuidadosamente preservada en la repo-
sición de David Ritch. La impresión de
El gran momento maldad deslizándose hasta sofocar la
inocencia funcionó como nunca, y las
El gran momento fue La Canción de tensiones estallaron en la tragedia final. La perdida, errabunda Miss Jessel de
la Tierra. La Filarmónica de Viena, co- Los sencillos decorados y las suliles pro- Elizabeth Byrne tuvo una absorbente di-
mo siempre, espléndida. Es la orquesta yecciones del fondo de Rosemary Var- mensión de horror. Malcolm Green y
que conviene a ia riqueza de una obra coe fueron totalmente atmosféricos. Eileen Hulse estuvieron excelentes co-
nostálgica, morosa, obsesiva, que pare- Gillian Sullivan no está completa- mo los niños. De inmenso valor fue la
ce desperezarse antes de decirnos el de- mente preparada para el papel de la ins- Mrs, Grose de Menai Davies, cuya com-
finitivo adiós. Una obra con infinitas titutriz, y de momento queda fuera de prensión penetrante de todas las impli-
aristas pero que conserva la unidad sus posibilidades la pintura de las tor- caciones del personaje recordó la
esencial del diamante. turas interiores de la mujer frente a lo producción admirable de la Welsh Na-
Además de una envolvente belleza so- sobrenatural. Pero su canto fue claro y tional. Aquí se dio la impresión de una
nora hubo en la lectura de Neumann la caracterización bien conseguida amable mujer, llena de honestas inten-
equilibrio y contraste entre los núme- cuando se precisa expresar emociones ciones, encarando un desafío cuya na-
ros meditativos y los más revueltos y en más convencionales. Roben Tear, segu- turaleza ha comprendido cabalmente.
toda la visión del checo —cada vez más ramente el tenor británico más inteli- Su actuación fue ejemplar en la articu-
apolíneo—, dominaron la mesura y el gente, lo mismo en términos musicales lación y en ia creación de una realidad
afán contemplativo. Sólo se le puede pe- que dramáticos, cantaba su Quint n.° 50 dramática envuelta en misterio. De nue-
dir un poco más de fiereza, de sentido en su cumpleaños n.° 50, acontecimien- vo, el impacto de un mundo sobre el
amenazador, en la llamada de los trom- to que él subrayó con la más vivida rea- otro.
bones durante lo que Sopeña denomi- lización del personaje que uno puede
na el «tránsito», ese pasaje fúnebre que recordar. K.L.
antecede a las dos últimas estrofas del

Scherzo 15
-actualidad-

Claudio Desden (Alfonso, la noche


Londres: un «Cosi» tedioso del estreno) proyectaba una serena y cí-
nica habilidad; su sabio dominio de la
escena le convertía en un manipulador
ideal. El otro gran é^ito estuvo en la
Londres: Royal Opera House Control Gardcn. co parece haber tenido mucho sitio en Despina de Arme Howells, una sorpre-
6-IIJ-SÍ. Mozan. Cosíe fan tulle. ei esquema de pensamiento de Schaaf. sa para los que durante años la cono-
En sus montajes de Mozart, Johan- Desde luego Cosí fan tune tiene un la- cíamos como Dorabella plena de color.
nes Schaaf es impredeeible. en el Festi- do interrogante, pero, dejándola sola, Trató a Despina como la versátil artis-
val de Salzburgo de 1987, borró toda la música de Mozart ya profundiza en ta que es, dándonos una versión dife-
sugestión de ternura de Die Eniführung ello, sin que necesitemos el brusco co- renie y más rica de la compañera de
aus dem Servil con una cruel produc- dazo en las costillas de Schaaf para re- Alfonso. Margare! Marshall, general-
ción que bordeaba lo inaceptable, lue- cordárnoslo. mente segura, se encontró fuera de for-
go trajo al Convent Garden una Los decorados de Hanas Schavcr- ma este día. Su Fiordiligi estuvo por
penetrante y pensativa de Le Nozze di noch son sirvientes fieles de las inten- debajo de lo esperado. Acaso se vio per-
Fígaro que indagaba los recovecos se- ciones de Schaaf, y uno desearía que no judicada por la frialdad de la produc-
cretos y sin embargo conservando las lo fueran. Los de las escenas de aper- ción. Como contraste, la Dorabella de
ingeniosas alusiones cómicas de la ópe- tura, —no se sugieren por ninguna par- Susanne Mentzer estuvo encantadora-
ra, incluso intensificándolas. Ahora, en te el color napolitano y la atmósfera mente creada, ingeniosa y vital, con un
el mismo teatro, ha escenificado un re- mediterránea—, son en exceso y están Prendero quel brunelfino como el Sol
lato de Cosí fan tune que plantea la pre- reñidos con la música. Mejor la tienda brillando en medio de un día nublado,
gunta de si realmente le gusta Mozart. exótica donde los falsos albaneses in- uno de esos momentos en los que el Co-
La primera escena nos pone en guar- tentan la seducción. 5/'que conocemos y amamos salió a la
dia. La apuesta se sitúa en una taberna
de baja estofa, sobre un fondo de sol-
dados que juegan al billar, algunos de-
masiado bebidos hasta para sujetar el
taco. Nuestros peores temores cobran
realidad cuando vernos a las dos her-
manas viviendo en un ático. Su único
acceso parece ser una empinada esca-
lera, que provoca que todas las entra-
das tengan que hacerse a través del piso
de la escena.
Esto se hace tedioso, pero cuando
los soldados tienen que encaramarse a
las ventanas para cantar Vita militar, el
tedio da paso al abssurdo. No hay aquí
demasiado espacio para el romance. No
es extraño que Soavesia i! vento, esa jo-
ya entre las joyas mozartianas, parezca
incómodamente fuera de lugar. Tampo-

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Festival Internacional
Cursos de Interpretación Huns Peler Bloihwuz como I-errando. Claudio Desden tomo Alfonso y Andrea* Sihmitlt
Conciertos como Gugltetmo, en el nuevo ••Cosí» londinense.
1-11 de Agosto de 1989
PAUL BADURA SKODA Un mismo fin superficie, Hans Peter Blochwitz aportó
piano algo de estilo a Ferrando, pero no el
RAFAEL GINTOLI La realización de los personajes de bastante como para rescatar Un' aura
violín Schaff a duras penas hace atractivo a amorosa de deprimente atmósfera cir-
MASSIMO SARDI alguno de los participantes, pero se de- cundante. Andras Schmidt evidenció
Técnica vocal
be conceder que acierta en la insisten- una vigorosa caracterización y una pe-
cia sobre la naturaleza conflictiva de las netrante apreciación de las emociones
LUCHY MANCISIDOR
hermanas. De inmediato, captamos que de Guglielmo, así como una positiva ac-
pedagogía musical Dorabella es vulnerable y será ¡a prime- tuación y flexibilidad en el canto.
Información: ra en sucumbir. Jeffrye Tate tiene tam-
Casa de Cultura - Palacio de Foronda bién una imagen menos soleada de la Kenneth Loveland
20750 ZUMAIA (Guipúzcoa-España! múscia, y a menudo el tempo parece de-
Teléfono (943) 86 10 56 masiado pausado. En suma, puede de-
Lunes, miércoles v viernes cirse que Schaaf, Schavernoch y Tate
de 17 a 19 horas trabajaban hacia el mismo fin, aunque
si éste era artísticamente válido es algo
abierto a discusión.

16 Scherzo
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Un Orfeo brillante Música para


todos
La Consellería de Culiura, Educado
i Ciencia de la Generalitat Valenciana
ha puesto en marcha un importante
programa de conciertos que se llevarán
a cabo a ¡o largo y a lo ancho de toda
la Comunidad autónoma. Iniciado en
los pasados meses, el programa tiene
como propósito una amplia difusión de
la música por los pueblos valencianos.
Entre los conjuntos invitados, se en-
cuentran el Madrid Brass, Orquesta Jo-
ve de Tabernes de la Valldigna, Ciassic
Jazz Collegium de Praga, Cuarteto de
Cuerdas de Brno, Quartet de Cordes
Martí i Soler, Orquestra Jove de la Ma-
rina Alta «Agustín Moreno», Orques-
tra Jove de Benaguasil, Cuarteto
Arriaga de Bruselas, Orquestra Jove
«La Unió» de Lliria, Anonimus Brass
Quintet (Hungría), Quinte! de Metalls
Valencia, Quinteto de Cuerdas y Cla-
El Palau de Valencia. rinete «Stamitz», Trio d'Arezzo, Jove
Orquestra de l'Ateneu Musical de Cu-
Valencia.—Palau de la Música. 14 y 16 de abrí] de 1989. Monieverdi: Orfeo. Tilomas Randle, Ka[heri- llera, Jove Orquestra «Santa Cecilia»
rle Steffan, Gloria Fabuel, Christinc Cairns. David Tilomas. Orquesta Municipal de Valencia. Coro y Jove Orquestra de Benaguasil. Entre
de Valentía. Director: Nichola^ Cleobury. Dirección de escena: José Carlos Plaza.
los intérpretes hay que reseñar los nom-
bres de Ambrosini Brenno (piano), Xa-
El acercamiento riguroso al Orfeo de La actuación del coro de Valencia fue vier Bonet (trompa), Francisco Valls
Monteverdi logrando, al mismo tiem- buena. El grupo de la Orquesta Muni- (barítono), Darco Domitrovick (piano),
po, que su parlar cantando resulte vi- cipal se plegó bien a la cuidadosa di- Vicent Ros (órgano), Vicent Llimera
vo, auténtica expresión de los afectos, rección, con una cuerda sólida y (oboe), Joan Josep Llimera (trompa),
es muy difícil. Hoy todavía nos obliga disciplinados solistas en el violonche- Anabel García del Castillo (violín),
a un cierto conformismo, desde el cual lo, clave, órgano, tiorba, guitarra ba- Agustín Serrano Mata (piano), Carlos
la versión escuchada en el Palau puede rroca y arpa. Con lo que se producía Marrufo (violín), Trinidad Sanchís
considerarse buena. Voces notables por también esa relativa apro;¡mación al (piano), Salvador A. Chuliá (percu-
timbre y volumen, una puesta en esce- colorido naturalista de ¡a orquestación sión), Ferrán Ferrer (piano), Ana Lui-
na esplendorosa y una dirección or- original. sa Chova (mezzo), José Lázalo
questal que seguía esa vía inglesa Sobre esta interpretación musical (vihuela) y Rodrigo Madrid (clave).
equilibrada, de compromiso, entre his- que, desde el relativismo apuntado, fue Un intento sin pretensiones, pero
toricista y moderna. Suficiente, en to- inesperadamente magnífica, el director atractivo y eficaz de hacer que la mú-
do caso, para poner de manifiesto esta escénico José Carlos Plaza aprovechó sica pueda llegar a capas de la pobla-
obra modélica que si precede, por es- las posibilidades del Palau recurriendo ción habitualmente ignoradas de los
cisión de su discurso, al sublime belcan- a los dos espacios elegidos, escena y or- grandes montajes más o menos comer-
lismo de los próximos siglos, questa, manteniendo fijos a los músi- ciales.
permanece, por otro lado, como refe- cos y moviendo libremente a lo.s
rencia hasia el drama musical wagne- personajes. Los mármoles negros vetea-
riano, al Ole/lo verdiano y a la dos, el negro catafalco de la escena con
operística de nuestro siglo. La moder- dos manieristas estípites, y las luces do-
nidad de la obra exige, sin contradic- radas, enmarcaron bien los episodios
ción, esa aproximación rigurosa e infernales y evocaban una cripta escu-
histórica antedicha. El recitativo mon- rialense, acaso el tenebrismo español de
teverdiano no puede convertirse en re- la Mantua de 1667, donde se estrenó la
citativo romántico; los pasajes obra. Mientras músicos, Orfeo y Euri- t / l l w r t u . 57 -.leí.: 42f 11
ornamentales necesitan un dominio es- dice vestian de época, entre renacentista 1 odot los ú\*\
tilístico singular. Los cantantes escu- e i puritani, el resto seguía brillante- Músici Clásica en directo
chados, voces inglesas excepto Gloria mente la iconografía renacentista y ba-
Fabuel como La Música, frecuentado- rroca del clasicismo. Aun con excesos, Ue lunes a jueves >• a ¡ai 23.30. CICLOS
IIK MI SICA CLASICA, dedicados a uti
res del repertorio barroco tardío, tal co- tributo postmoderno, como el abun- amor, a un eslilo o a un periodo de la
mo suele hacerse todavía, tuvieron dante incienso, el trasiego con la barca Historia de 3a Música
notable calidad vocal, aunque no exac- de Caronte o el acrisolado Apolo, la re- Viernes, sábados y domingos, dos actua-
ciones a las 20,30 y las 23,30
titud estilística, como el Orfeo de Tho- presentación me pareció espléndida en
mas Randle en su aria Possenle spirto, su conjunto, digna musicalmente y fue
5.Í bien la expresión dramática fue en su acogida con entusiasmo por el público.
conjunio convincente. Blas Cortés

18 Scherzo
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JOSÉ CARLOS PLAZA. doeclor escénico Enfllsur i'Alessic") Obertura Op 50, ORQUKSTA MUNICIPAL
FHANCISCOJ PERALES. DE VALENCIA
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Coproducción Paiau de la Musica-IVAFCW DotllB concierte PHia violm. vhOloncelki y VALENCIA
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Denlas Sintünicaa On 45 RAFAEL TAIBO riarrador
S Picfimanincv FRANCISCO J PERALES.
o< 16 DE ABRIL. DOMINGO 1930 H aiecioi aei Coio
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FHANCISCOJ PERALES.
director del Coro CONJUNTO M CÁMARA V CONO
CopraOuccion Palau Oo la Musica-IVAÉCM DBVALBMCIA OCL CONSInVATOIIIO MIPCRIOR
CW MUHCA H VALIHCU

19 DE ABRIL MIÉRCOLES W 5 H

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La Lira. G Telemann
ABONO Conc-arto grossoOp
G f HaenSeí
finan
GKLO O« MUUCA AHTM1UA
V BAMIOCA laniAOLA •ANDA D I AUMA

Sonaian" i. G nos$ini
Sinfonía n o 10 en ai menor, MÚSICA MAOtCA,
F Vende Isaohn MUIICA A L-ISCOUI ORUP CONTBHPORAM
Sexlelo para cuerdas. 8 MarEmu DE VAUIHCIA

8
SDEMAYO. VIERNES JO'15 H 17 Df MAYO.
QAMA VALÉNCU MAKK LUBOTSKI. violm ORQUESTA FILARMÓNICA
PERFECTO GAHCIA CHORNET. piano DE LENINORADO
Sonaia <a deierminar) WA MararT VUFil TEWIRKANOV. direclor
Sona'sOp IDfl en re menor. J Biaftms SEHGUEI STADLER violin
Sonala en re mayor Op 94a. S Prokoliev Ooeron {Obenura)r C H Weber

2
?iDEABfttL VlEfíWSPQ-MH
Cuatro preludios. D Shaslakouicn Concierto para violin y orquesla n o 1
ORQUESTA MUNICIPAL MedHachon. Pl Chaikovski en ra mayor Op 19.5 Prohohev
DE VALENCIA Val5-Scherzo. Pl Chaitiovski Sinfonía n o 2 en mi menor Op 21.
ABONO CHHlSTlAN SUESS. direclo- S Rachmaninov
JOAQUÍN SORIA NO piano
Rondo oara piano y orquesta KV 3B6 I9DEMA/O, l/!EmES20!5H
enlamayoi WA Mozart
Rondo nara piano y orquesta KV 382 •«OUBAOS CAHTOHM ORQUESTA MUNICIPAL
en re mayor. W A Mazan Dfl VAUHCIA
ABONO DE VALENCIA
Concierto sn do inayor KV 415 n " 13, COR DE VALENCIA
WA Mozart
Sintonía n»?Op 36 en rs mayor. MANUEL GALDUF dirailo'
L Baethoven FRANCISCO J PEHALES.
CCITRO IMITRUCTIVO MUSICAL direcloi del Coro
MOMIL Solisias a determinar
Sfcifonl* n.B S i n q M M I Op. 125.
L. Bvvthovan
•ANDA MIHMCIML D I VALWMIA

OltnON NAVARRO RBVIRTUt


C(M VALBNCIA O'MFAMTI

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actualidad

Los maestros con decorado histórico


Bamlon*. Gran Teatro del l.iceu, 5 de abril de 1989, Wagner: Dit Meisterswger von Nurnbem. Bernd Weikl, que interpretó magistraímente al
Weikl (Hans Sachs), John Macurdy (Veii Ponger), Volkcr Vogel (Kum Vugelgesangl, Riener Buese (Kon-
rad Nachtigall), Hermano Prey (Sixlus Beckmesser), Paun Frey (Waller von Siolring), Ultrich Ress (Da- zapatero Hans Sachs. Su potente voz no
vid. Suc Paíchell), Marga Schiml (Magdalena), Orquesta Sinfónica y Coro del Gran teatro del Liceu. desfalleció ni un sólo momento a lo lar-
Directores del coro: Romano Gandolfi y Viuorio Sicuri; director de escena; Jean Claude Kiber; director go de toda la representacion, a pesar de
de la orquesta: Uwe Mund.
tratarse de uno de los papeles más ex-
La presentación de la lercera y últi- germánicas, su titular, Uwe Mund, tensos y complejos de Die Meislersin-
ma ópera de Wagner que el Liceu ha quien supo obtener una prestación bas- ger. Por otro lado, Bernd Weikl
puesto en escena esta temporada, Die tante buena de la agrupación instru- manifestó sobradamente su capacidad
Meislersinger von Nürnberg, ha tenido mental. de actor. Su Sachs es un personaje vi-
un singularísimo interés. En efecto, la goroso, (odavia joven, susceptible de
ópera fue representada con los decora- enamorar a Eva, y el proceso de tenta-
dos que Josep Mestres Cabanes reali- Reparto irregular
ción y renuncia final queda claramen-
zara para el mismo Liceu en 1944 y en te explicitado en su interpretación.
1950. El hecho de utilizar estos deco- No todos los intérpretes vocales, sin
rados se debe al homenaje que el Con- embargo, estuvieron a la altura de las
sorcí del Liceu tributa estos días al que circunstancias; el tenor Paul Frey, en el Traducción simultánea
fue el último de los escenógrafos titu- papel de Walther von Stolzing, realizó Por último, hay que señalar que pa-
lares que ha tenido el coliseo catalán. un trabajo muy irregular, llegando al fi- ra Die Meistersinger el Liceu ha pues-
Una exposición montada en distintos nal de la ópera con muchas dificulta- to nuevamente en funcionamiento el
espacios del Teatro nos permite seguir des. Algo parecido puede decirse del sistema de traducción simultánea, co-
los diferentes trabajos escenográficos bajo Hermann Prey, en el rol de Sixius sa verdaderamente de agradecer, pues
que realizó Mestres Cabanes a lo largo Beckmesser, quien, no obstante, asumió ayuda a seguir con detalle el argumen-
de su carrera. la comicidad de su papel con cierta ha- to y la ópera puede, de esta manera,
bilidad. Mucho mejor fue la aciuación comprenderse en su totalidad. No obs-
del bajo John Maturdy (Veit Pogner) y tante, para que este sistema resulte ple-
Mestres Cabanes rescatado del tenor Ulrich Ress (David). A pesar namente satisfactorio, debería
de algunas dificultades en el registro aumentarse el tamaño de las letras, así
Ciertamente, la utilización de estos grave, el trabajo realizado por la sopra- como la intensidad lumínica de éstas,
decorados de Mestres Cabanes para Die no Sue Patchell (Eva, la hija de Pogner), pues desde el fondo del patio de buta-
Meislersinger ha significado agradeci- fue, asimismo, satisfactorio, como lo cas el texto resulta muy incómodo de
do descanso a las modernas y neutras fue la Magdalena de Marga Schiml. leer.
escenas a que últimamente nos liene Pero, indudablemente, el mejor can-
acostumbrados del Liceu. Si la ópera re- tante de la velada fue el bajo Bernd Xavier Daufí
mite siempre a una realidad —aunque
pueda ser ficticia—, ésta debe represen-
tarse ¡o más fidedignamente posible pa-
ra que el espectador pueda compe-
netrarse perfectamente con la acción,
y es precisamente con decorados co-
La Traviata en Málaga
mo los de Mestres Cabanes con los Málaga, Teairo Orvanies. l.a Traviata de g. Verdi.— Viólela: Carmen Gon/ále/; Alfredo: Daniel Mu-
que esta identificación se cumple al cien ñoz; Giorgio Germoni; Sanios Ariflo. Coro de la Opera de Málaga; director: Miguel Sánchez Ruzafa;
Orquesta Sinfónica Ciudad de Málaga; director: Octav Calleya.
por cien. Para Die Meistersinger el es-
cenógrafo catalán que realizó cuatro de- La minitemporada operística de Má- dio una lección de buena voz, sensibi-
corados distintos (dos para los actos laga se ha cerrado con ¡a representación lidad y buen gusto. El otro gran triun-
primero y segundo y dos para el terce- de una obra tan conocida y apreciada fador de la noche fue el maeswo
ro), que reflejan claramente cada uno por el gran público como es «La Tra- Sánchez Ruzafa, al frente de un coro es-
de los espacios exigidos por el libreto: viata», de Giuseppe Verdi. Se puede re- pléndido que él ha creado y que brilló
e¡ interior de la iglesia de Santa Catali- sumir con muy pocas palabras esta con luz propia, en cuanto a calidad de
na, en Nuremberg en que desiacan unas representación que ha estado presidida voces, sentido de ¡a afinación y seguri-
magnificas arquitecturas góticas; una por la excelente actuación de la joven dad escénica. Muy flojo el tenor Daniel
calle de la ciudad, donde puede verse soprano Carmen González, que ha si- Muñoz, con numerosos altibajos, a pe-
el taller de Hans Sachs y la casa de Eva, do una violeta, sumamente sensitiva y sar de que cantó, y no mal, la famosa
en que el naturalismo es lo que priva; creíble, con una voz siempre bien colo- cabaletla del segundo acto. El baríto-
ei interior del taller de Hans Sachs y el cada, con seguridad y técnica para no Santos Ariño evidenció buena voz
prado a las afueras de Nuremberg, don- abordar de manera triunfal un papel tan y buen gusto, pero le falta madurar. El
de tendrá lugar el desenlace de la ópera. difícil y comprometido como es el de resto cumplió, aunque la orquesta no
Todo ello sirvió de base para la re- la cortesana parisina. En todo momen- tuvo su noche. Buena dirección escéni-
presentación de estos Meistersinger, cu- to brilló a gran altura, siendo de desta- ca de Luis Iturri y espléndidos decora-
yos intérpretes, en general, no car su Addio a/ possato y las dos arias dos y vestuario.
desmerecieron el conjunto. Para empe- con que finaliza el primer acto. También
zar, a la cabeza de la orquesta se encon- en el dúo del segundo con el barítono José Antonio Lacárcel
traba un experto director en óperas

20 Scherzo
octuolidod

Un bajo excepcional El piano romántico


El público del Liceo es un público
Barnlon*. Palau dt la Música Catalana. 10 de abril de 1989. Obras de Cari Philipp Emanuel Bach,
e mi nenie mente operístico, que en los Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beeihoven. Roben Schumann y Frédéric Chopin. Christian
años que alcanza la memoria ha podi- Tacharías, piano.
do ver representadas más de un cente-
nar de óperas con intérpretes de lo más no parecía encontrarse en su mejor mo-
diverso, de todas las cuerdas. Nunca ha- mento, la recreación de la Fantasía en
bía lenido la oportunidad de ver en su do menor, K. V, 475, por ejemplo, no
escenario al bajo Samuel Ramey, y lo resultó muy convincente. La última par-
lógico hubiera sido que éste, en su reci- te de la obra (el Piú allegro) tuvo un ca-
tal de presentación, hubiese dado una rácter más beethoveniano que
buena muestra de lo que es su especia- mozartiano.
lidad: Ea ópera, y, sobre todo, el reper- No obstante, ya desde esta primera
torio handeliano, mozartiano y parte pudimos apreciar la excelente ca-
rossiniano. pacidad de Christian Zacharias en des-
Pero, tal como parece ser la tónica tacar las diferentes melodías del
desde hace algunos años, los cantantes discurso musical. En las interpretacio-
dan actualmente recitales de todo, me- nes de Zacharias podemos oír, clara-
nos de lo que es su notoria especialidad, mente diferenciados, la melodía del
y así, Samuel Ramey se presentó en el acompañamiento.
Liceo para darnos, como lo hizo en Ma- Las cosas, sin embargo, cambiaron
drid el año pasado, una variada mues- por completo en la segunda parte;
Chrislian Zacharias Christian Zacharias demostró que el re-
tra de Lieder, de Schubert, de canciones
populares inglesas armonizadas por El pianista Christian Zacharias nos pertorio romántico se acomoda mejor
Britten, y de canciones de Charles Ivés, ofreció en su recital de 1BERCAMERA a su personalidad musical e interpreta-
además de una breve introducción con un extenso y variado programa: a lo lar- tiva. La recreación de las Fantasiestü-
un-aria de Hándel y una de Purcell. Só- go de su intervención pasó revista a un che. op. 12, de Schumann resultó
lo un aria verdiana, perdida en medio significativo grupo de autores clásicos sumamente interesante, sobre todo en
del recital, recordó al público del Liceo (C. Ph. Emanuel Bach, Mozart y, co- los tiempos lentos, en los que Christian
que Samuel Ramey canta ópera. mo compositor de paso, Beethoven) y Zacharias dejó sentado su dominio. En
Afortunadamente, y tal como tam- románticos (Schumann y Chopin). esta composición del intérprete supo
bién viene siendo costumbre en concier- Contrariamente a los otros pianistas crear, de una forma muy convincente,
tos de este tipo, el verdadero recital vino que han actuado en la temporada de los distintos ambientes que en ella se su-
con los bises, en los que Ramey cantó IBERCAMERA de este curso, Chris- gieren, destacándose especialmente, en
dos arias de Mozart («Non piú andrai» tian Zacharias ha introducido en su pro- este sentido, la primera de las fantasías.
y «Fin ch'han dal vino») una de Gou- grama algunas composiciones que en Por otro lado, hay que señalar que los
nod (la serenata de Méphisto ante la ca- muy pocas ocasiones suben a los esce- tiempos rápidos no estuvieron tan bien
sa de Marguen te), una de Boito («Ecco narios de las salas de conciertos. Este logrados como los lentos.
il mondo»), una de Rossini («La calun- fue el caso de las dos obras que recreó Tras su actuación, el pianista recibió
nia») y dos canciones más: «Oíd man de Cari Philipp Emanuel Bach: la So- una gran ovación por parte de un pú-
River», de Jerome Kern, y «Oliver nata núm. 2, en la menor, Wg, 57 y el blico que, contrariamente a otros con-
Cromwell», de Britten, cuyas últimas Rondó en do menor. ciertos de IBERCAMERA, no llegó a
palabras sirvieron para recomendar al En cuanto a la primera parte, la más llenar el Palau.
público, que si queríamos más música, clásica, hay que señalar que el intérprete Xavier Daufi
nos la cantáramos nosotros mismos.
Ramey lució una voz bella, homogé-
nea, de grato color, igual en toda la ex-
tensión de su tesitura. Pero actualmente
Mussorgski en el Liceo
Intercalado entre dos representaciones de Los maestros cantores, !a Or-
—ya lo noté en Madrid— sus intentos questa del Liceo, bajo la batuta del joven maestro Edmon Colomer, dio el
por mantener una «mezza voce» dan primero de los dos conciertos previstos para esta temporada, basado totalmente
como resultado una emisión mancha- en obras de Mussorgski.
da por una desagradable carraspera. En Tal vez, fatigada por el considerable esfuerzo de una semana con (res re-
cuanto la emisión se torna más fuerte, presentaciones de dicha ópera (jueves, domingo tarde y el día anterior), la Or-
nada hay tan grato como su viril voz de questa empezó interpretando Una noche en el Monte Pelado, con cierta apatía
bajo, flexible, dotada de asombrosa agi- y falta de cohesión, dando un resultado aceptable en los pasajes más intensos,
lidad y de un timbre tan agradable co- pero resultando desequilibrada y pobre en los más delicados.
mo imaginar se pueda. Tiene notas Boris Martinovic1 interpretó a continuación el ciclo de cuatro canciones
bajas de calidad excepcional —y lo de- titulado Cantos y danzas de la muerte, con lo que él, sin duda, debe creer que
mostró en «Oíd man River», que le va- es contención y mesura, pero que al espectador le pareció reserva, engolamíento
lió una de las grandes ovaciones de una y falta de sentido musical, dando unas versiones absolutamente carentes de
noche que se distinguió por los atrona- calidad. El color de la voz es atractivo, pero cantando de ese modo los resul-
dores aplausos que cerraron cada una tados son poco menos que deplorables.
de las «propinas». ¿Por qué, entonces, Finalmente, en la segunda parte, la Orquesta tocó con brío la versión or-
no plantear el recital desde la ópera si questal de los Cuadros para una explosión, en la que Edmon Colomer supo
al fin y al cabo hay que acabar dando ganarse a pulso los compactos aplausos con los que el público rubricó este
esas siete propinas? concierto. Roger Alier
Roger Alier

Scherzo 21
-octuolidod

La Caixa y su pasión Por fin, Berlioz


La «Fundado Caixa de Pensions» tendencia mayestática), la Segunda nau- Barcelona: Palau de la Música. II y 18/3/89. Or-
nos viene ofreciendo cada Semana San- fragó ostensiblemente. El precioso fra- quesia Ciudad de Barcelona. M. Bernardi (11) y
Gómez Martínez (18).
ia, una versión diferente de la Pasión se- seo de arias, como la n? 41 («Geduld»)
gún San Mateo, de J. S. Bach. Si el año o la n.° 47 («Erbame dich») fue literal- Las aportaciones de aquel gran ro-
pasado fue la versión de Gardiner, que mente desconocido en la presentación mántico, ilustre orquestador y adalid de
no pudo satisfacer por sus contradiccio- de los temas: confuso, sin color, sin res- la música de programa que fue Héctor
nes, este año ha venido de la mano del piración. Y las intervenciones de los co- Berlioz, aparecen en los programas de
organista y chavecinista Ton Koopman, ros «turbae», sin garra, demasiado los conciertos barceloneses muy de vez
metido a director de la Orquesia Barro- blandas. en cuando. Por ello, cuando de la su-
ca de Amsterdam y del Coro de la Aso- La soprano Barbara Schlick canió las ma de dos conciertos de un mismo ci-
ciación Bach, de Holanda, y tampoco arias solistas con corrección, pero sin clo, seguidos, Berlioz resulta ser el
demasiado lograda. A este paso, visto demasiado interés. El bajo Michael compositor más interpretado, nos pa-
que no podemos lograr interpretaciones Schooper, de mayor gusto y musicali- rece que es un hecho del que debe que-
históricas, mínimamente convincentes, dad, parecía un tanto indispuesto, ya dar constancia en las páginas de
acabaremos por añorar las que Karl que la voz no corría suficientemente. SCHERZO.
Richter periódicamente nos traía al Si las Pasiones de Bach han de apo- El ítalo-canadiense Mario Bernardi,
Palau. yarse en el papel del Evangelista, ésta quien dirigió el primer concierto, es lo
La dirección de Koopman es muy que comentamos hubo de cambiar en que podríamos llamar un director de
irregular, de gesto exagerado e incluso último momento el anunciado Guy de oficio. Empezó bastante mal, con una
muy molesto a la vista, y cuenta con Mey por el tenor Gerd Türk, y no sa- demasiado ruidosa versión de la ober-
una orquesta insegura, con fallos abun- bemos si ganamos o perdimos con el tura del Corsario, debido a los exage-
dantes en cuanto los instrumentos de- cambio. Türk posee buena técnica, y rados desbocamientos de los metales.
bían hacer de solistas (el oboe, el violin, aguantó bien en su arguísimo cometi- Mucho mejor pintaron las cosas en la
el violonchelo... se mostraron inseguros do, incluso con intentos de dar profun- Escena de amor de Romeo et Julielte,
en sus respectivas arias). El director par- didad a su papel. Pero desgraciadamen- pero ahí cabe preguntarse por el senti-
te, como ha sido norma estos años, de te cuenta con una voz tan blanca y eté- do que tiene arrancar, a estas alturas,
una versión de tintes históricos, pero rea que carece de profundidad, y asi la un fragmento de una «Sinfonía dramá-
bastante rebajados. Para empezar, el expresión se hace casi imposible. tica», dotada de una general coheren-
conjunto era apreciablemente numero- En fin, nos parece que Koopman no cia interna, particularmente ahora, que
so, en torno a sesenta músicos; contó ha acabado de encontrar su versión de se tiende —sobre todo en el campo
con el cuarteto solista tradicional, sin la Pasión. Nos queda, con todo, el re- discográico— a recuperar íntegramen-
contratenor, etc. Y la interpretación se cuerdo de momentos bien logrados, al te. Con todo, debemos hablar de una
mueve hacia una mayor interiorización lado de fallos estrepitosos. Desde estas notable versión del fragmento.
y sensibilidad. Parece que las tenden- líneas, me gustaría hacer una propues- En La Morí de Cléopátre, la mezzo
cias vuelven a cambiar, y que se dese- ta a La Caixa, ya que ha ido insistien- canadiense Judith Forst demostró que
chan aquellas versiones frías, do en versiones de la Pasión de corte posee una voz de interesante timbre. Por
arqueológicas y, a la vez, falsas. histórico, ¿por qué no nos ofrece aho- su parte, Bernardi evidenció su mestie-
Pero Koopman no acaba de comuni- ra una de corte tradicional? Todavía re de acompañante teatral, a pesar de
car lo que parecía desear. Si la Primera quedan buenos maestros que podrían alguna exageración pasajera. La tanda
Parle se presentó sugestiva, con un co- ofrecernos interpretaciones alter- berlioziana culminó, en el segundo de
ro inicial muy correcto y unas interven- nativas.,. los conciertos mencionados, con la Fan-
ciones solistas apreciables, sobre todo tástica a cargo de Gómez Martí-
las de la contralto Ulla Groenewold y nez, que hizo una brillante versión, con
las de Peter Kooy (que hizo un Jesús de Santiago Bueno Salinas una Scéne aux champs lírica y pastoral
en su punto justo.
En el resto de la programación, lo
mejor fue para la primera audición de
las Famasies Sonores, de Balada (admi-
rable composición que, tras algún ins-
tanle de concesión al estilo stravins-
kiano acusa el influjo del estilo de Co-
pland, maestro de este compositor ca-
talán), y para la recia y musicalísima
versión del Segundo, de Chopin, a car-
go del pianista americano Garrick Ols-
sohn. Luz roja, en cambio, para la
versión ofrecida de la Tercera de Saint-
Saens, en la que el organista, también
americano, Neil Cowley, tuvo que, he-
roicamente, sacar adelante su cometi-
do con un organito provisto de
amplificador, ya que, según parece, el
mediocre órgano del Palau no sirve ya
para casi nada. Bochornoso.

Ton Koopman Jordi Ribera Bergós


22 Scherzo
CONCURSO
INTERNACIONAL
DE GUITARRA

segouia
Patrocinado por el Ministerio
de Cultura (INAEM)
INSCRIPCIONES:
Hasta el 15 de Mayo de 1989 -s
INFORMACIÓN:
Secretaría
Universidad Complutense de Madrid
Cursos de Verano
Princesa, 5-1.° Izqda.
28008 MADRID
PRESIDENTES DE HONOR:
Jorge Semprún
Ministro de Cultura
Emilia Segovia
Marquesa de Salobreña
Plácido Domingo
Gustavo Villapalos
Rector Magnífico de la
Universidad Complutense de Madrid

UNIVERSIDAD
COMPLUTENSE DE MADRID
Cursos de Verano
EL ESCORIAL
-actualidad-

Un Tannháuser inolvidable Empezar por


Llegamos a una Cuenca —siempre
insólita por su paisaje natural y
el principio
urbano— todavía tranquila, pero con Si, en general, la música no es espe-
[a inquietud búlleme por dentro de la cialmente popular en nuestro país, mu-
inmediata Semana Santa. íbamos a pre- cho menos lo es la música de cámara.
senciar los cuatro acontecimientos que Sin embargo, decir que allí donde hay
cerraban la vigésimo octava Semana de una sólida tradición de interpretación
Música Religiosa. Tres de ellos tenían camerística no hay problemas a la ho-
para nosotros máximo interés y, en ver- ra de buscar músicos para una orques-
dad, no salimos defraudados. ia sinfónica, es algo indiscutible. Por
El jueves, 16 de marzo, siempre en la eso fomentar la música de cámara,
antigua iglesia de San Pablo (¡oh, vér- aparte del valor de ésta en sí, supone
tigos de las alturas aguileñas sobre el sembrar para crear buenos instrumen-
Huécar!) tuvimos el privilegio de oír el tistas. En este sentido, va una excelente
oratorio Jefté de Haendel, en versión es- iniciativa de la Fundació Caixa de Pen-
cénica. ¡Cuántas cosas nos explica una siom, que acaba de anunciar la creación
representación como la que preparó Fe- de un Slage Internacional de Música de
derik Mirdita! La elegancia y la sobrie- Cámara, que iniciará sus trabajos en-
dad de la escena —espléndida incluso tre el 31 de julio y el 14 de agosto de
con el siempre incómodo y peligroso co- este año, en Torrebonica, en una finca
ro dentro de ella— nos permitieron dis- Heinz Fricke. situada a quince kilómetros de Barce-
frutar del gran Haendel maduro de lona. El Slage está abierto a todo tipo
1752. Musicalmente, bajo la dirección la Radio de Hamburgo y la de Baviera, de grupos de cámara, desde tríos hasta
de Herbert Bóck, la Wiener Akademie supo, responder con tal precisión y po- otros más complejos. Y se dirige a jó-
nos dio una versión excelente en estilo. derío (y delicadeza en su caso), que venes intérpretes en los comienzos de su
Los solistas eran de categoría, con un emocionó a todos. La acústica de la na- carrera profesional. Los grupos escogi-
Jefté muy convincente para la escena en ve de San Pablo contribuyó en gran me- dos para asistir al seminario serán alo-
el barítono norteamericano Curtís Ra- dida a hacer de este Tannháuser, cuyo jados en una residencia durante el
yam y destacadas participaciones de la texto fue seguido con unción en el pro- desarrollo de éste, y dividirán su tiem-
soprano Monika Lenz, la mezzo Glenys grama de mano por buena parte del pú- po entre sesiones de ensayo y activida-
Linos, el bajo Jankowitsch y el famoso blico, un verdadero privilegio. des tutoriales. Uno de los aspectos más
contratenor, experto en estas lides, Paul Pasamos por alto el Réquiem alemán interesantes del Stage es que se fomen-
Esswood. de Brahms del sábado 18, y no porque tará en los músicos el replanteamiento
Pero lo mejor tal vez fue la actuación partiésemos, como la mayor parte de la de su papel en la sociedad y la necesi-
coral del Concentus Vocalis de Viena, crítica madrileña, a escuchar la Nove- dad de crear y explorar nuevas mane-
de una perfección en los matices y una na de Giulini en el Auditorio, sino por- ras de conseguir una comunicación más
justeza estilística ciertamente envi- que no pasó de ser uno más. profunda entre público y artistas. El
diables. Merecía la pena permanecer en Stage estará dirigido por School, de
El viernes 17, la sesión superó en ex- Cuenca para escuchar a un conjunto Londres, y entre sus profesores se cuen-
celencias la del día anterior; un Tann- polifónico de excepción: The Tallis tan el oboísta George Caird, Antohony
háuser como el disfrutado en Cuenca Scholars. Su director y fundador Peler Pay, etc. (para quien dése más informa-
es muy difícil, por no decir imposible, Phillips ha creado en diez años un ver- ción dirigirse a la Fundació Caixa de
tenerlo en un teatro de ópera, por im- dadero grupo de élite para abordar, con Pensions, Paseo de San Juan, 108. Bar-
portante que éste sea, salvo en el tem- óptimos resultados, el complejo mun- celona).
plo wagneríano de Bayreuth. La do de la polifonía europea desde el Ars
versión, como en el caso de Haendel, Nova al Manierismo. A España ha traí-
fue diferente de lo habitual, es decir, no do dos programas, de la gran época de
representada, sino de concierto- Y ade- nuestra polifonía, realmente ejemplares.
más, oímos la versión primitiva de En la iglesia románica de Arcas desa-
Tannháuser, la de Dresde. No es cosa rrolló uno precioso, centrado en la mú-
de dedicar a tantos días vista elogios al sica española del Nuevo Mundo.
extenso reparto, lleno de primeras figu- El malagueño Juan Gutiérrez de Pa-
ras —Klaus Kónig y Sabine Hass en dilla (c. 1590-1664), adscrito a la cate-
cabeza—, sino de dar noticia del esplén- dral angelopolitana en Méjico, autor
dido planteamiento global de Heinz que no desmerece de los grandes poli-
Fricke, un maestro de incuestionable so- fonistas andaluces del siglo anterior,
lidez y experiencia. Si la Orquesta Sin- protagonizó la sesión (donde hubo tam-
fónica de la Radio de Hamburgo bién un ejemplo del primer músico crio-
(NDR) dejó constancia de la buena ca- llo mejicano, Francisco López Capillas,
lidad de la cuerda y la extraordinaria de 1612-1663), concierto que hubiera sido
todo punto sección de madera y vien- aún más esplendoroso si la acústica de
to, también el coro, preparado por Hans la iglesia de Arcas tuviese mayor reso-
Peter Rauscher, volvió a deslumhrar al nancia.
colmado auditorio de San Pablo. For-
mado por elementos de las corales de Andrés Ruiz Tarazona
24 Scherzo
actualidad

Una simpática María Temporada


Bilbao. Teairo Arriaga. 6-1V-89. La Filie du Régimen! deGaetano Donizelii. Ruih Welihing, Aldo Ber-
lolo. Federico Davia. Rosa M" Laghezza. Orqueaa Sinfónica de Bilbao. Director; Enrique Gaitia Asensio.
de ópera
de primavera
de Bilbao
El Teatro Arriaga, con vocación po-
livalente, ha afianzado sin embargo un
apartado importante con la Opera, en
estos meses de primavera. Este año se
cumple el tercer ciclo que, como dice su
director, Luis lturri, está lejos de com-
partir con la temporada que organiza
la iniciativa privada. Se trata de ser con-
secuentes con la idea de que, desde un
teatro municipal, se debe ofrecer ópe-
ra con una visión amplia, tendente a di-
versificar los gustos establecidos.
La ópera del 89 estará constiluida por
cuatro títulos y varios conciertos ex-
traordinarios. La Filie du Regimeni abre
la temporada y a la vez cierra también
el ciclo que se ha dedicado a Donizetti
durante estos tres años. Con la segun-
da obra, La TYaviata, el Teatro Arriaga
La filie du Regiment en el Tealru Arriagti. emprende su segunda producción pro-
pia, no sólo con el fin de hacer del tea-
La Filie du Regiment no es una ex- factoriamente con su difícil papel. En tro un centro de producción, sino de
cepción a aquellas obras del bergamas- la famosa aria de los ocho do de pecho, realizar un trabajo que pueda progra-
co, en las que la responsabilidad recae barrera infranqueable para muchos ar- marse en otras capitales del Estado, da-
sobre iodo en la soprano. Marie, como tistas, el italiano no alcanzó con clari- da su calidad. El Sombrero de Paja de
la treintena de óperas con nombre fe- dad en todos, ya que solamente llegó a Italia es una producción de la Opera
menino compuestas por Donizetti, es el pellizcar algunos. Sin embargo, en Pour Cómica de Madrid, que tiene suficien-
rasero que mide el éxito o fracaso de la m'aprocher de Marie, aguantó un do fi- tes alicientes como para hacer gozar al
obra. nal de manera inquebrantable. Su voz, aficionado de una auténtica sesión de
Tonio no deja de ser un papel ingra- velada un tanto en el fraseo, adquiría ópera cómica. La partitura del milanés
to. Es un personaje que aparece relati- un color brillante y redondo cuando Niño Rota, conocido por sus trabajos
vamente poco en escena y cuando tie- cantaba forte. al servicio del cine, como autor de ban-
ne que hacerlo su vo¿ se mueve sobre A Federico Davia habría que juzgarle das sonoras como las películas La Stra-
todo en la octava aguda. más como actor, siempre natural y con da. Romeo y Julieta, El Padrino, etc.,
Ruth Welthing, soprano norteameri- estilo, que por su voz, ronca y pesada. etc., resulta suficiente credencial para el
cana, que encarnaba a Marie, encaja Lo mismo habría que decir de la mez- espectáculo.
perfectamente dentro del ideal de voz zo Laghezza, destacable en la aporta-
ligera, de coloratura, para cantar el rol. ción que hace de su papel de marquesa El Rapto en el Serrallo permitirá ad-
La menuda y simpática soprano, quiso desde el punió de vista de la vis cómica. mirar una vez más a la Opera de Cá-
desde el comienzo en Au bruit de la mara de Varsovia, que tan excelente
guerre, enseñarnos su cristalina y fácil Sin novedades versión ofreció hace un año de La Flau-
voz. ta Mágica.
En cuanto a la coral de Bilbao, muy Tras varios importantes recitales, que
mediocre su labor, con una desangela- comenzarán el día 16 con el gran bajo'
Emisión natural da actuación en general. La dirección Samuel Ramey, están programados
Tanto en el Rataplán, que no es sino escénica de D'Ascola se movió dentro otros dos, muy esperados, de la sopra-
una repetición de la Canción del Regi- de lo ya visto otras veces, y la esceno- no Pilar Lorengar y la mezzo Teresa
miento, que va a coniinuación, como en grafía tampoco aportó ninguna Berganza.
ésta misma, no sólo estuvo graciosa, si- novedad. El concierto de clausura de la tem-
no que su voz demostró una imposta- La dirección del maestro García porada estará a cargo de Montserrat
ción y emisión naturales. De gran efecto Asensio al mando de la Sinfónica de Caballé y Jaime Aragall, y se celebrará
e impacto teatral resultó su lacrimoso Bilbao poco destacable y, a pesar de las el día 7 de junio, con un programa de
Il/aui partir que cierra el primer acto. escasas dificultades de la obra, hubo arias y dúos, y con ellos actuará la Or-
Tal vez tuviera que reforzar más el Sa- momentos en que por la rapidez im- questa Sinfónica de Bilbao bajo la di-
lut la France, con algunos sobreagudos puesta por su batuta, impidió el arro- rección del maestro Collado.
mayores, porque indudablemente de- pamiento de las voces en los tutii.
mostró tener facultades para ello.
El tenor Aldo Bertolo cumplió satis- Niño Denfici N.D.
Scherzo 25
acluolidod

Festival deGranada: En busca deun mecenas


La XXXVIII edición del Festival de dedicado a la pro-
Granada, que se desarrollará principal- gramación de con-
mente durante la segunda quincena de ciertos, tendrá lu-
junio, se articula este año sobre tres gar entre los días
grandes lineas de fuerza. El tradicional 15 de junio y 2 de
curso Manuel de Falla —que ahora al- julio. El paquete es
canza su XX edición—, tendrá lugar en- amplio y bastante
tre los días 26 de junio y 8 de julio, variado, desde la
fechas que pueden parecer tardías pero inauguración a
que responden a ia necesidad de que los cargo del Bach
alumnos de los Conservatorios hayan Collegium-Stutt-
finalizado sus exámenes. Destacan en gart de Rilling con
este apartado los cursos de Composi- un adecuado pro-
ción impartidos por Vinco Globokar y grama Momeverdi
Leo Brouwer, quien, naturalmente, se ha- hasta la clausura
rá también cargo del seminario de gui- de la Orquesta
tarra. Los cursos de Violín, Viola y Ph i lar moni a con
Violoncello —de cuyo positivo rendi- Ros-Marbá y obras
miento estamos tan necesitados—, con- de Guerrero, De-
tarán con la guía de los profesores bus sy y Brahms.
Michael Thomas, Paul Cassidy y Jac- Entre ambas fe-
queline Thomas. Las especialidades ins- chas algunas nove-
trumentales relacionadas con la Música dades significati-
de Cámara estarán también a cargo de vas: la Orquesta de
Michael Thomas, y del curso de Piano Cámara Teatre
—dedicado a obras españolas e Lliure, de .losep
hispanoamericanas— se hará cargo Pons, presentará
Guillermo González. un programa dedi-
Renglón aparte merecen los aparta- cado a Falla en co-
dos de Música Antigua y Música del Si- producción con el
glo XX, que el Festival tiene particular Festival Interna-
empeño en no descuidar. Por ello son cional de Santan-
especialmente interesantes el curso de der; la Orquesta
Clavicémbalo impartido por Francoise Nacional de Espa-
Lengellé, el de Interpretación de la Mú- ña actuará en dos el 22 de junio.
sica Contemporánea a cargo de Jesús ocasiones bajo la dirección de Gennady para de la música en tiempo de los Re-
Villa-Rojo y un seminario de Investiga- Rozhdestvensky con programa español yes Católicos y la Reconquista.
ción Musical dedicado íntegramente al (Falla y J.L. Turina) y semi-ruso (Glin- El Festival de Granada tiene plantea-
Renacimiento, bajo la dirección de Cle- ka, Rimsky-Kórsakov, Tchaikowsky y dos varios problemas clásicos. Se está
mente Terni, John Griffiths y David van Josep Soler). Otro cénit del Festival es- luchando por elevar el aforo, que si bien
Asch. tará señalado a buen seguro por el pia- está actualmente en torno a un 60 por
Otra linea fundamental será la orga- nista Alfred Brendel, quien ofrecerá un ciento, existe un gran empeño en elevar-
nización de un congreso sobre el tema atractivo recital dedicado a Haydn, We- lo por encima del 75 por ciento. El gran
España y los Bailéis Rusos, afín de po- ber, Beethoven, Mendelssohn y Brahms. tema que planea sobre cualquier festi-
ner de relieve la importancia que tuvo El Memorial Andrés Segovia contará val es el de los presupuestos. Hace sie-
nuestro país en el desarrollo del arte de con las actuaciones de los guitarristas te años instituciones como el
Diaghilev durante la Primera Guerra Salvo Pirrello, Costas Cotsiolis, y «Se- Ayuntamiento de Granada o la Dipu-
Mundial. Como dato significativo está rranito», como particular tributo de la tación aportaban cantidades en cierta
el hecho de que, aun siendo París el guitarra flamenca. medida simbólicas, pero afortunada-
cuartel general de los Ballets Rusos, és- mente el incremento ha sido muy cuan-
tos realizaron un total de 16 produccio- Música de hoy tioso. Hoy el Ayuntamiento aporta 15
nes en colaboración con pintores millones, la Comunidad Autónoma está
españoles de la talla de Picasso, Miró Dos grandes compositores actuales ya rondando los 20 millones y la Ad-
o Sert, cosa que no emularon nunca los dirigirán sendas orquestas en programas ministración Provincial se ha incorpo-
pintores franceses, y menos los ingleses muy variopintos. Penderecki ofrecerá el rado también al Patronato con voz, con
e italianos. Se va a exponer también un Réquiem de Verdi y su propio Réquiem voto y con dinero. Sin embargo, todos
nutrido número de cartas, partituras, Polaco, con un único solista de interés: coinciden al señalar el mecenazgo pri-
material gráfico inédito y lo más inte- Michelva, y Berio, por su parte, dirigi- vado como única vía de financiación
resante de todo: una reconstrucción rá una serie de adaptaciones propias so- que permita seguir creciendo en un fu-
—que ha llevado diecisiete años— del bre obras de Brahms, Mahler y Falla, turo y afrontar producciones caras co-
estreno de la Consagración de la Pri- con otra gran solista: Berganza. Habrá mo pueda ser la ópera, que el año
mavera de Strawinsky, que irá primero también buena música de épocas pre- próximo retornará al festival.
a Granada y más tarde al Festival de téritas, ya que además del citado pro-
Spoletto. grama Montcverdi podrá escucharse a
Hespérion XX en un recital que se ocu-
El más tradicional de los bloques, el Joaquín Martín de Sagarmínaga

26 Scherzo
-actualidad

Escuchamos las proyecciones sonoras


Música enbusca del milenio de Ricardo del Farra con su obra Kar-
ma, la concisión de Pérez Maseda en
Nagaman: la complicación proyectiva
Por tercer aflo consecutivo se han ce- conocimiento del concepto camerístíco, de José Manuel López con su obra Les
lebrado en Santiago de Compostela creando una obra de marcado carácter Temps Múltiples, y los relatos desola-
unas Jornadas de Música Contemporá- intimista. dos de Consuelo Diez.
nea, que este año se han llevado a cabo Y llegamos al triunfador Manuel Ro-
bajo la advocación de «El Milenio que deiro (Ferrol, 1965), persona sorpren- Los intérpretes: Buena y variada la
llega». Nacidas de los auspicios de Aula dente por su temprana madurez a iodos elección de los intérpreies, desde el
Abena, la Consellería de Cullura de la los niveles, tanto en lenguaje como en Cuarteto Power al Cuarteto Clásico de
Xunta de Galicia y el Centro para la Di- concepto. Euskadi, pasando por el Grup de Per-
fusión de la Música Contemporánea, Su Trío de cuerda a la memoria de cussións de Barcelona, hasta llegar al
las Jornadas se están afianzando come Cruz, arrancó, de un público entusias- genial grupo Antidogma Música de Tu-
lanzadera de los jóvenes valores de la ta y entregado, los únicos «bravos» de rin, con un programa dividido en dos
música actual y en concreto de los com- todas las jornadas en cuanto a estrenos sesiones en el que los italianos de las úl-
positores gallegos. se refiere. timas décadas como CastigÜoni, Dona-
Los principales acontecimientos de Enrique Macias, otro de los grandes toni o Scelsi fueron los protagonistas
las Jornadas se pueden resumir asi: valores en la creación actual presentó del primero y los clásicos vanguardis-
Estrenos: Xoan Viaño (Ferrol, 1960) su Sonata 1986-1989. Obra para pia- tas lo fueron del segundo.
présenlo en el concierto inaugural su no que, interpretada magistralmente No podían faltar, efectivamente, los
Movimiento para cuarteto, una refle- por Roberto Bollea, nos trasladó a un autores ya considerados clásicos como
xión actual sobre el pensamiento wag- mundo poético y organizado en el que Berg, Várese, Henze, Ligeti o Stra-
neriano. no se encuentran fisuras de ningún tipo. winski.
Xavier de Paz, presentó su obra Seis Ultimo y sabroso estreno, creado es- La clausura estuvo a cargo del poli-
pequeñas piezas. Obra muy interesan- pecificamente para el intérprete genial facético Jean-Pierre Dupuy, con el es-
te pero desigual, discursiva en el tiem- del piano, Jean-Pierre Dupuy, y para treno de la citada obra de Balboa, así
po, que demuestra que este coruñés el concierto que clausuraba las Jorna- como un programa integrado por S.
nacido en 1963 todavía ha de madurar das, fue la obra del coruñés Manuel Yoshida, J. Guinjoan; Klaus Auger; s.
algunas interesantes ideas. Balboa Le voyageur sur la Ierre. Al Bussotti, Bousseur y Francisco Guerre-
El también coruñés Manuel Mosque- margen de credos, estéticas y conviccio- ro con su obra Manual ¡.
ra (1955) estrenó obra esa tarde, se tra- nes, la creación de Balboa se eleva con
taba de su Cuarteto de cuerda JV. ° / un halo poético por encima de dogma-
Cores, que con corrección demostró el tismos. Javier Vizoso

38 festival internacional de música y danza de Granada


20 Curso Manuel de Falla
26 de junio a 8 de julio

5. CLAVICÉMBALO: Frucois LENGELLÉ,


CURSOS Y PROFESORADO: Repertorio y criterios de interpretación de la música para teclado del
Renacimiento.
b. Y1OLIN: Michacl THOMAS (del 18 de junio al 8 de julio).
1. CREACIÓN MUSICAL (Composición): Vinko GLOBOKAR: Técnica y repertorio violinístico del Barroco al siglo XIX, con espe-
Leo BROUWER: Conversación*! con Luciano BERltt cial detenimiento en el Romanticismo.
Los participantes deberán aportar sus propias composiciones. Se ha- 7. VIOLA: Paul Cassidj (del 28 de junio al S de julio).
rán análisis musicales de las obras de los Profesores y de los alumnos. Curso de las mismas características del anterior,
Una selección de las partituras de los alumnos serán interpretadas al g. VIOLONCHELO: Jicqueline THOMAS (del 28 de junio al 8 de
final del Curso por el Grupo LIM. julio).
2. 1NTERPRETACIOK »E LA MÚSICA COfiTEMPQRANSA: Curso de las mismas características del anterior.
Jesús VILLA ROJO. 9. PIANO: MÚSICA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA:
Curso dedicado a intérpretes de cualquier in«rumenlo y a composi- Cwílkmo GONZÁLEZ.
tores instrumentistas. Se tratará sobre «Criterios instrumentales; re- Criterios interpretativos de la música española e hispanoamericana
novación del mundo sonoro; grafías musicales; aleatoriedad; para piano. Lo español en la música extranjera para piano.
improvisación, etc.», con la posibilidad de montar obras de los alum-
nos de la clase de Composición. * Seminarios de Composición, Interpretación. Musicología y Músi-
). [N VESTIG At IO[S MUSICAL (Musicología): «La Música en el ca de Cámara, dirigidos a todos los alumnos participantes en los di-
Reucimíenlo». Cltmtnlt TERN1: J. UHIHIIHH; V. ASCH. versos cursos. El precio de la matricula en cada curso es de 20.000 pías,
Análisis de obras del Renacimiento, truenos de dirección e interpre alumnos activos y 15.000 ptas. alumnos oyentes, salvo en violín, viola
[ación de la música coral. y violonchelo, que es de 17.000 pías, los activos y ¡2.500 ptas. los oyen-
tes. Hay un número limitado de Becas.
4. GUITARRA: Leo BROUWER; Josi Miguel MORENO.
Se tratará específicamente la Música para guitarra del siglo XX. jun- El plazo de presentación de solicitudes quedará cerrado el 30 de ma-
to con Criterios de interpretación en los siglos XVI al XIX: Tablatu- yo próximo. Información: «Curso Manuel de Falla*', Apdo. de Co-
ras; La música española para vihuela y guitarra, ele rreos 64, 18080 Granada. Tfnos. (958) Ib U 42/47.

MINISTERIO DE CULTURA
\7AMIIMO DF ¡«mu i dtteMag i JWf x mama»

Scherzo 27
actualidad

«Cello... e mar» Suitner, el impasible


Madrid.—Auditorio Nacional: 16-111-1989: Or-
questa de Cámara de Noruega, MstisLav Roslro-
povich, cello Cricg: Holberg Suite, Op. 40; Mmdríd.—Auditorio Nacional. 9-1V-89. Mazan, Concierto para violín en re mayor; Bnickner, Sin-
Boccherini. Concierto para cetlo en Re mayor, n." Obenura de Las Bodas de Fígaro; Schumann, fonía n. " 4. Rafael Orozco. piano. Fram Peier
2; Shosiakovich: Sinfonía de Cámara, Op. 110; Concierto para piano en la menor; Sthmidi. Sin- Zimrnermann,, violin. Orquesta Nacional. Direc-
Zimrn
Haydn: Condeno para cello en Do mayor, HOB fonía n." 4 en do mayor. I6-IV-B9. Beeihoven, lor. Orniar Suiiner.
VUb: i; Bach: Zarabanda en Mi bemol mayor
fSuile 4 ") y Bourrée I i II en Do mayor íSuite La presencia en el
3.-). podio de la ONE por
En el ciclo de conciertos que organi- dos semanas consecu-
za el Departamento de Música de la tivas de un músico
Unversidad de Madrid ha salido al pa- muy profesional, pero
so uno de Rostropovich con la Orques- frío y distante, como
ta de Cámara de Noruega. Este Otmar Suitner plantea
concierto compensa sobradamente la qué upo de maestros
desaparición del soviético de otro de- es el más conveniente
dicado a Cristóbal Halffter en cuyo car- para el conjunto en
tel se le anunciaba. este momento. Suitner
A la orquesta noruega le cabía el di- no ha conseguido ver-
fícil cometido de preludiar cada una de siones de verdadero
las actuaciones del célebre celtista, y sa- interés, si bien con su
lió fortalecida del empeño hasta el pun- apego a la lelro ha ex-
to de alcanzar el rango de auténtica y traído de la orquesta,
no sólo nominal coprotagonista. De con alguna excepción,
manera muy especial en la famosa un trabajo instrumen-
adaptación que hiciera Barshai del tal serio. Lo menos
Cuarteto n.° 8 de Shostakovich, muchos depurado de las dos
estábamos sobremanera interesados en sesiones se dio en las
la marcialidad, la limpieza, la nitidez obras con solista. Cer-
de casi todos los ataques de la joven cano a lo calamitoso
agrupación camerística, que tocó con el acompañamiento
una garra que desmiente un tanto el tó- orquestal al Concierto
pico referente a la frialdad de las or- de Schumann, donde
questas escandinavas. el mundo poético del
Rostropovich —que parece ser el pri- compositor estuvo to-
mer admirador de este conjunto—, re- talmente ausente.
clama como siempre punto y aparte. Ningún entendimiento
No se puede decir que cada vez toca con el pianista, aun- Otmar Suitner,
mejor, lo que seria dificilísimo. Es más, que esto era evidente-
por primera vez observé en él algunos mente imposible, pues Orozco se mos- un estilo trasnochadamente romántico,
descuidos en la producción absoluta- tró duro, metálico, martilleante y con- no se vio insuflada en la interpretación
mente hilvanada del sonido, algún gol- fuso, sin arrancar del teclado ni una escuchada de la suficiente vida como
pe de arco un tanto brutal, algún sola frase expresiva. Más acertado el para hacer interesante su prolijo discur-
feístno, Pero la emotividad que se des- trabajo de colaboración en la pieza de so, sólo animado en su parte final. Ol-
prende de su actuación es ahora más Beethoven, que contó con el excelente vidándonos de la telonera inclusión de
acusada, y el legato, la capacidad mo- sonido y el cuidado fraseo de Zimmer- la obertura mozartiana —reproducida
dula! oria o la amplitud de las vibracio- mann. Aún así, hubo confusión y os- de forma mecánica y antiestilista—, la
nes son algo por completo insólito y curecimiento en los trémolos de las última partitura escogida por Suitner,
propio. cuerdas y en los vientos. El tono de la la Cuarta de Bruckner, no mereció si-
Boccherini y Haydn no son en teo- interpretación fue ganando temperatu- no una lectura correcta e inexpresiva.
ría lo más propicio para que Rostropo- ra en el lento y el final. Suitner aten- Una obra tan tocada por la ONE co-
vich despliegue todo el volumen y la dió un poco más los detalles que en mo ésta aún sigue planteando proble-
fuerza poderosa de su arcada, pero a Schumann, subrayando instantes de la mas técnicos al solista de trompa, a los
la hora de la verdad sirven igualmente madera de diálogo con el instrumento metales en general y a la cuerda.
a los propósitos de quien no necesita solista. Lo más nuevo de lo programa-
ningún tipo de plataforma especial pa- do por el director austríaco, la Cuana
ra parecer lo que es, un gigante. Quizá de Schmidl, supuso una casi absoluta
Rostropovich ha entendido a estas al- decepción. La obra, escrita en 1933 en E.M.M.
turas que toda gran música tiene algo
de román i ico —como decía reflexiva-
mente Hutchings—, se trate de Bach, Efectivamente, ese víbralo ondulato- demostró con creces que ha ganado so-
Weber o Strawinsky. Esta forma de en- rio o el fraseo de cuño un tanto apa- briedad y desterrado antiguos amane-
tender la interpretación, que respeta, sionado pueden no estar por completo ramientos, y quizá va siendo hora de
pero a la vez supera un tanto las coor- de acuerdo con la letra que muestran que alguien le convenza a él o a su vio-
denadas estilísticas, es la que ha hecho las obras de Bach, pero nadie puede loncello para que lleven al disco una
tan polémicas sus versiones de algunas discutir que de un tiempo a esta parte flamante integral de las Suites.
obras como las que regaló al final del se toma a este autor bastante en serio.
programa. En los dos botones de muestra finales Joaquín Martin de Sagarmínaga

28 Scherzo
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ARRIAGA, TEATRO ABIERTO


EL ARRIAGA ESTA ABIERTO DURANTE TODO EL AÑO, CON LOS MEJORES
ESPECTÁCULOS"
MAS DE 90 ESPECTÁCULOS MAS DE 200 FUNCIONES EN 1988

ENTRE ELLOS:
CONCIERTOS: CONCIERTO MÚSICA VIENESA, DR. ERICH BINDER • PHILARMONICA OR-
CHESTRA, DR. PLACIDO DOMINGO • ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI • NIÑOS CANTO-
RES DE VIENA, DR. PETER MARSCHIK • ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO • ORQUESTA DE
RADIO TELEVISIÓN DE CRACOVIA, DIR. RAMÓN TORRE LLEDO • JOVEN ORQUESTA NACIO-
NAL DE ESPAÑA, "RÉQUIEM DE GUERRA", DIR. EDMON COLOMER • GRANDES VOCES DE LA
LÍRICA: ILEANA COTRUBAS • MONTSERRAT CABALLÉ • SAMUEL RAMEY • ZARZUELA: "EL
CASERÍO". J. GURIDl • "DOÑA FRANCISQUITA', A. VIVES • "LA TABERNERA DEL PUERTO", R
SOROZABAL • "LOS SOBRINOS DEL CAPITÁN GRANT". FDEZ. CABALLERO • TEATRO MUSI-
CAL: "ANTOLOGÍA DE LA ZARZUEUV88", DIR. JOSÉ TAMAYO • OPERA: "LAS BODAS DE FÍGA-
RO". WA. MOZART • "RIGOLETTO", G. VERD! • "UEUSIR D'AMORE", G. DONIZETTI • "LA FLAU-
TA MÁGICA". WA. MOZART • TEATRO: "¡AY, CARMELA!", CÍA. TEATRO DE LA PLAZA. "LA SER-
VA AMOROSA", L RONCONI • "BYE BYE BEETHOVEN11, CÍA. ELS JOGLARS • "ALICE", CÍA.
LYNDSAY KEMP • "LA CELESTINA", TEATRO NACIONAL CLASICO ESPAÑOL • 'ALHUCEMA",
CÍA. LA CUADRA DE SEVILLA - "TODOS ERAN MIS HIJOS", ARTHUR MILLER • CICLO ESCENA
ABIERTA: LEO FERRÉ • JULIETTE GRECO - IMANOL • MIKEL LABOA • VfflTUOSOS INSTRU-
MENTISTAS: NARCISO YEPES • MELVYN TAN • FÉLIX AYO Y ENMA JIMÉNEZ* BALLET: BALLET
ANTONIO GADES • BALLET CLASICO DEL TEATRO LÍRICO NACIONAL LA ZARZUELA CON MA-
YA PLISETSKAYA • BALLET DE VÍCTOR ULLATE • CULLBERG BALLET - BALLET DEL GRAN
TEATRO MALEGOT DE LENINGRADO - BALLET SURYO KENCONO (INDONESIA) •... •

CICLO OPERA DE PRIMAVERA 1989

ABRIL MAYO JUNIO


«LA TRAVIATA» ••EL SOMBRERO DE PAJA MONTSERRAT CABALLÉ y
de G. Vendí DE ITALIA» JAIME ARAGALL
Intérprete: Carmen Gonzálei, Lola Casarie-
go, Ana Cid, Luis Lima (24 y 26), Santiago de Niño Rota Concierto lírico
Incera (2BI, Maleo Manuguerra (24 y 26). OPERA CÓMICA DE MADRID ARIAS Y OUOS PARA
Sanios Ariño (28). Federico Gallan... Farsa musicaf en cuatro actos SOPRANO Y TENOR
Ballet Jon ñáláa, Coro de la Universidad del Jueves y sábado Orquesta Sinfónica de Bilbao
Pais Vasto. 18 v 20 Mayo - 20,00 h. Director José Collado
Orquesta Sinfónica de Bilbao. Dirección Miércoles
musical: Ello Boncompagni. Puesta en es- 7 Junio • 20,00 h.
cena: Luis María ITurri.
UNA PRODUCCIÓN DEL TEATRO «EL RAPTO EN EL SERRALLO»
ARRIAGA
de W.A. Mozarl
Lunes, Miércoles y Viernes 24, 26 y 2B de UNA PRODUCCIÓN
abril 20:00 h. I Di* 28: función popular). DE LA OPERA DE CÁMARA
DE VARSOVIA
Lunes y miércoles Información:
22 y 24 Mayo - 20,00 h. Teléfono (94) 416 33 33

MUOMO AvunramKmo
UOALft
OCMLMO
octuolldod

Mehta, entre Oriente y Occidente implicaciones administrativas. En


Europa, en cambio, el trabajo geren-
cial es competencia de otra persona y
«La música india y la occidental son muy difíciles de mezclar, porque la pri- el de¡ director se ciñe exclusivamente a
mera es improvisada y la occidental, la nuestra, no». Asi se expresaba Zubin Mehta lo musical. De todas formas no entra
en su reciente visita a Madrid con el músico indio Ravi Shankar para dar un con- en mis planes.
cierto a beneficio de Mundo en Armonía, organización que vela por la paz y el S.: Desde el punto de vista musical,
entendimiento mundiales. entonces, nos puede ayudar a compren-
Nacido en Bombay, Mehta se educó en un colegio de Jesuítas españoles. Tal der alguna de las diferencias existentes
vez eso explica su creciente vinculación a nuestro país: «España es uno de los entre las orquestas americanas y las
lugares a los que vuelvo con regularidad, gracias en parte a los magníficos intro- europeas.
ductores con que cuenta, y me hace muy feliz que sea así, dice». Z. M.: Existe una cuestión de fondo
fundamental: En Europa muchas or-
CHERZO: ¿Qué significado tiene ción de mi sucesor, es una cuestión di- questas son autogestionarias, ellas mis-
S para usted este concierto con Ra- recta de la orquesta, pero aún no se ha
vi Shankar?
Zubin Mehta: Ravi Shankar y yo re-
nombrado mi sucesor. Respecto a mis
planes futuros, tengo muchísimos, pe-
mas eligen a sus propios directores,
mientras que en América es práctica-
mente imposible que una orquesta de-
presentamos aspectos diferentes de la ro también tengo muy claro que no de- signe ella sola su titular, la designa en
música india actual. A ambos nos cues- seo volver a tomar la dirección de una función de los patrocinadores, el con-
ta mucho encontrarnos para hacer mú- orquesta como director total: musical, sejo de administración, en el que no so-
sica juntos, por las peculiares administrativo, etc. Llevo treinta años lamente están los músicos, están mu-
características de la música oriental que haciéndolo, lo he hecho en, al menos, chas otras personas, sociedades anó-
él representa. Cuando hace aproxima-
damente seis años, el Sr. Shankar acep-
tó mi petición de escribir una pieza para
sitar y orquesta, para la Filarmónica de
Nueva York, me sentí muy feliz, y am-
bos colaboramos activamente para sa-
carla adelante. Estamos, por otra parte,
ante un momento emotivo para ambos,
porque después del concierto de Ma-
drid, y del de Londres que se celebrará
inmediatamente, Ravi Shankar y yo ac-
tuaremos juntos en la India por primera
vez.
S.: Usted tiene uno de los más am-
plios repertorios en compositores del si-
glo XX ¿ Trabaja en la actualidad con
algún nuevo compositor, sobre alguna
nueva obra?
Z. M.: Como director de la Filarmó-
nica de Nueva York tengo la obligación
de encargar varias obras contemporá-
neas nuevas a lo largo del año. De he-
cho ya hay varias preparadas para ser
estrenadas el próximo año. Ahora es-
toy ilusionado en la obra que le he en-
cargado a uno de los compositores
europeos más importantes de la actua-
lidad, Olívier Messiaen, quien acaba de Zubin Mehta.
cumplir ochenta años. De esla obra sé
que aún no tiene titulo, pero que su du- las tres orquestas americanas que he si- nimas, etc., lo que marca una diferen-
ración será de ochenta minutos. do titular. Creo que he contribuido a cia radical respecto a Europa. Por citar
S.: ¿Y acerca de sus proyectos de desarrollar esas orquestas, la tarea es un ejemplo: en Nueva York, tanto la
Opera? muy dura, y en los próximos años acep- orquesta como yo, fuimos los últimos
Z. M.: Dirigiré El Cabal/ero de la taré compromisos como director invi- en enterarnos que había sido designa-
Rosa, de Strauss, en Florencia; Carmen tado, pero no quiero volver a tomar da como director titular. En Berlín, sin
en el Covent Garden de Londres para plenamente las riendas. embargo, los primeros en enterarse son
1991, junto a Nuria Espert, y el próxi- S.: Desmiente la posibilidad de ser el los miembros de la propia orquesta,
mo año comenzará un ciclo de las tres próximo director de la orquesta de puesto que ellos son quienes deciden
óperas con libreto Da Ponte: Bodas de Berlín? quién será su director.
Fígaro, Don Giovanni y Cosifan tutte Z. M.: No soy candidato a ese pues- S.: ¿Le gustaría recordar algo de su
de Mozart en el teatro de la Pérgola en to, pero al margen, caso de que yo en- experiencia con la Orquesta Nacional
Florencia, con Jonathan Miller como trara en la competición por suceder a Española?
produclor. von Karajan, hay que tener en cuenta Z. M.: Tengo magníficos recuerdos.
S.: Próximo a dejar la Filarmónica la radical diferencia entre el trabajo de Dirigí a la Nacional en Madrid, en Gra-
de Nueva York ¿Podría indicarnos si un director de orquesta en Europa y en nada, en Santander... Todos éramos
conoce ya quién será su sustituto y cuá- América. En América un director tie- más jóvenes. ¡La orquesta también! Sí,
les son sus planes para el futuro? ne muchas funciones que no son exclu- tengo muy buenos recuerdos, desde
Z. M.: Yo no intervengo en la elec- sivamente musicales, hay muchas luego. María Luisa Blanco

30 Scherzo
FUNDACIÓN CAJA DE PENSIONES

PROGRAMA de FOMENTO de CONJUNTOS de MÚSICA de CÁMARA

STAGE
INTERNACIONAL
DE MÚSICA
DE CÁMARA
31 de Juüo -14 de Agosto 1989
TORREBONICA (Barcelona)

ESTRUCTURA DEL PROGRAMA PROFESORES:


1' Fase. Stage Internacional de Música de Cámara. Mark Knight, v i * , viola Antony Pay, clarinete
Torrebonica (Barcelona) 31 Julio -14 de Agosto. Detlef Hahn, violfn Peter Wlegold, compositor
2a Fase. Semana de Música de Cámara en Barcelona. Pauline Scott, vioKn Paul Berkowitz, piano
Barcelona 23 al 28 de Octubre 1989. Jesse Levine, viola Georg Calrd. oboe
3° Fase. Conciertos por Cataluña y en la Temporada de la Charles Tunnel, violoncelo Kate Hlll. flauta
Fundación de la Caja de Pensiones. Año 1990. Mark Friedhoff, violoncelo Eric Hollis, fagot

BECAS:
TOTALES: Músicos españoles de edad inferior a 31 años.
PARCIALES: Músicos españoles -o extranjeros en grupos mixtos- entre 31 y 35 años.

Este STAGE INTERNACIONAL DE MÚSICA DE CÁMARA forma parte de una iniciativa más amplia para el estímulo de la
música de cámara en España. El proyecto está dirigido a jóvenes músicos que se encuentran en el inicio de su proyección
profesional y está abierto a lodo tipo de grupos de música de cámara desde tríos a grupos más grandes.

INFORMACIÓN:
Ceniro Cultural de la Caía de Pensiones
Paseo de San Juan. 108. 08037 BARCELONA
Teléfono: (93) 258 89 07 • 317 57 57

FUNDACIÓN CAJA DE PENSIONES


actualidad

Renata Scotto, una diva convencida


n estos tiempos en que ese adje- librio, el término medio, la justa medi- dad y expresión». Aunque no parece
E tivo tan operístico que es diva
produce el rechazo en todas
aquellas a quienes se les adjudica, no
deja de resultar extraño que alguien co-
da entre los tres elementos: muy partidaria de añadirse a esa larga
interpretación, expresión y musicalidad.fila que forman las nuevas Callas, si
No se debe inclinar nunca la balanza se siente, en cierto modo, heredera de
hacia uno u otro lado. Si hace cuaren- ella. «Si he aprendido algo de Maria es
mo Renata Scotlo se autodefina como ta o cincuenta años —lo sabemos por la fuerza de voluntad, esa capacidad de
diva y defienda la necesidad de esta fi- lo que oímos en los discos de estudio y de preparación para lograr
gura en el mundo de la lírica. La sopra- entonces— se exageraba en el poco res- una interpretación ajustada y poder
no hace, sin embargo, una importante peto a la música en favor de una ma- dársela al público tal y como la siento».
apostilla. «Soy una diva, pero única y yor interpretación, hoy se peca muchas Considerada una de las máximas re-
exclusivamente sobre el escenaría No veces por exceso». presentantes de lo que podría Mamarse
fuera de él. Es imposible serlo en nues- La razón ( es, para Renata Scoito, el star-system de la ópera, Renata Scotto
tro tiempo. La vida actual tiene tantas «querer poner un poco de orden, no lo defiende con contundencia. «El pú-
distracciones, es tan diferente de la vi- caer en el defecto anterior. Pero es ne- blico necesita de un cantante, de un
da romántica del siglo XIX...» cesario saber distinguir y dar su justa gran artista sobre la escena. Es algo
RenataScotto —efectivamente, nada medida a la interpretación. La ópera es consustancial al teatro, y no se olvide
que ver con esa idea prefabricada de teatro, y el público necesita sentir. Los que la ópera es teatro. En los últimos
lo que es un divo— ha estado en Ma- cantantes jóvenes deben tener en cuen- años, se ha impuesto un sistema en el
drid para cantar Fedora. Un titulo que ta esta Es un proceso difícil. Aunque que los directores musicales y los direc-
apenas hace un año que ha incorpora- naturalmente, es mucho mejor partir de tores escénicos tienen preponderancia
do a su amplio repertorio, y por el que una idea precisa de! estilo y de la musi- sobre los cantantes (Renata Scoito se
siente ya un cariño especia!. Casi vein- calidad como se tiene ahora que no del apresura a apostillar que siempre ha
te años ha durado la ausencia de la so- modo de cantar de hace cuarenta años. mantenido excelentes relaciones con
prano de la Zarzuela, donde no Yo he oído, por ejemplo, discos de Nor- ellos). Y la ópera no funciona así. Lo
cantaba desde junio de 1970, con una ma cantada como si se tratara de Ca- hará el concierto, el cine, pero no el tea-
Sonnambula en la que también inter- valleria Rusticana. En eso hay que tro, donde lo primero son las voces. No
venían Umberto Grilli y Raffaele Arie reconocer que hemos avanzado mu- podemos caer tampoco en el defecto de
(en la misma temporada de la mítica La chísimo». otros tiempos, en que sólo importaban
Bohéme de Mirella Freni y Luciano Pa- Surge, casi inevitable, el nombre de las voces; la escenografía, la orquesta,
varotti). María Callas. Para Renata Scotto, «Ella la regía, son tremendamente importan-
Hace veinte años, Renata Scoito cen- es el mejor ejemplo que hemos tenido tes, pero siempre menos que ¡a voz. Y
traba su repertorio en el bel canto. Ven- en este siglo de ese respeto a la música las nuevas generaciones de cantantes
dría, poco después, su apertura hacia logrando además una interpretación —los hay, no es cierto que haya una
otros tííulos de vocalidad diferente. personal. Tuvo un maestro excepcional, crisis— deben darse cuenta de ella El
Asegura, sin embargo, que «el bel can- TUllio Serafín, con quien yo tuve tam- sistema no puede sofocar sus persona-
to sigue siendo la base de mi técnica vo- bién la fortuna de trabajar, y él fue el lidades y ahogarlas dentro de un espec-
cal. No he abandonado a Bellini, a que inculcó en Maria ese sentida esa táculo».
Mazarí, a Donizetti, a Verdi... Tengo manera de cantar mezclando musicali- Habla así Renata Scoito con la segu-
también un repertorio verista. Pero in-
cluso cuando abordo obras de esta épo-
ca conservo el bel canto como base. No
se olvide que en italiano bel canto sig-
nifica cantar bien. El verismo no se pue-
de interpretar de esa manera
melodramática, forzada, tal y como se
hacía en ios primeros años de este si-
gla Yo sostengo que la música es una
sola, y debe ser tratada con mucho
respeto».
Ha hablado Renata Scotto de un ayer
y un hoy. En ella, la diferencia está en
la madurez: «Cuando empezaba canta-
ba con una técnica vocal muy escolás-
tica, aunque siempre ha aflorado mi
temperamento interpretativo a ¡a hora
de enfocar los personajes. Luego llegan
¡a experiencia, la madurez, que trans-
forman el canta Lo ideal, imposible tal
vez, sería poder madurar conservando
la voz del principio». En cuanto a la
evolución del canto en general, piensa
la soprano que «hoy en día se tiene más
respeto por la música. Pero tal vez es
incluso demasiado. A veces se olvida lo
que es la expresión, la personalidad de
cada cantante, en beneficio del rigor, y
se excede. Es necesario siempre el equi-

32 Scherzo
actualidad

ridad de quien ha estado a ambos la-


dos de la frontera —si es que ésta
existe—, ya que desde hace tres afios,
figura en la lista de regislas del Metro-
Una Fedora muy verista
politan, «me ofrecieron dirigir la esce-
na de Madama Butterfly, en la que yo
mis/na era la protagonista. Fue un tra-
bajo tremendamente comprometido,
porque debía doblarme en las dos fun-
ciones, pero enormemente interesante al
tiempo. Después repelí la experiencia en
la A rena de Verana, y tengo ofertas para
dirigir obras como Tosca, La Bohéme...
Me apetece seguir dirigiendo, porque
se ven las cosas con otros ojos, y por-
que asi puede llevar a la práctica todas
esas ideas que antes he comentado».
Se confiesa Renata Scotto amante del
riesgo, aficionada a los retos. «Forma
parte de nuestra vida, y sin él aparece
el aburrimiento. Te obliga a pasar un
precio muy alto si fallas, pero si acier-
tas te proporciona una gran satisfac-
ción, resulta maravilloso. Por ejemplo,
yo a lo largo de mi carrera me he en- Plácido Domingu y Renulu Stono en teiivra.
frentado a personajes quejamos habría Madrid. lealro Lírico Nacional La Zarzuela, 12 ele marzo de1984. Dirección musical: Aunando Caito.
Dirección de «cena: Giuseppe de Tomasi. Escenografía: Ferruccio Villagrossi. Figurines: Piet-Luciano
soñado encarnar, y lo fie hecho porque Cavallotii. Repario: Fedora: Renata Scotto, Loris: Plácido Domingo. De Siriex: Enrique Baquerizo, Ol-
ha habido maestros que me lo han ga: Teresa Verdera.
aconsejado; como Lady Macbeth, un
rol impensable para mí, que canté por- La presente producción de Fedora, vocal, el gesto escénico y esa fuerte car-
que me animó mucho riccardo Muti. La realizada para la anierior temporada del ga de su personalidad que comunica al
apuesta era muy fuerte, pero gané, y Liceo, es de concepción realista y tea- público, compensan algunas estriden-
después ha sido uno de los papeles que 1 raímente eficaz, muy centrada en los cias o los problemas con e! registro agu-
mayores satisfacciones y éxitos me han dos protagonistas se relega al resto de do que pueda tener. Hay que ser muy
dado, tanto en el plano vocal como en los personajes a meros accidentes que grande como artista para compensar
el artístico, ya que me ha permitido de- sirven de vehículo para informarnos de determinadas deficiencias vocales, es un
sarrollarme como actriz, algo que me los acontecimientos. Los decorados, lujo al alcance de muy pocos, e! suyo
apasiona». muy bien realizados, se adecuaron per- evidentemente.
Hablando de personajes, Renata fectamente a la acción y bastante mal Domingo, probablemente en uno de
Scotto asegura que no se ha cansado to- a las reducidas dimensiones de la los personajes que mejor convengan a
davía de ninguno de los que ha encar- Zarzuela. su actual estado vocal, consiguió una
nado. «Siempre que incorporo un papel El plano vocal cobraba especial in- de las mejores actuaciones que le he vis-
a mi repertorio es porque me interesa». terés en estas representaciones, donde to en los últimos tiempos. La voz, de
No suelta prenda en cuanto a su prefe- contábamos con el su per-popular Plá- gran belleza, encuentra en la tesitura
rencias, «aunque me gusta encarnar en cido Domingo y Renata Scotto, uno de central de Loris el vehículo para lucir-
la escena personajes que me permiten los mitos sopraniles de la segunda mi- se maravillosamente. Los habituales
ser lo que en la vida real podré llegar tad de este siglo. Ambos demostraron problemas en el registro agudo, a par-
a ser, como por ejemplo el de reina. Y desde el principio su preocupación por tir del sol, y una clara tendencia a can-
me gustaría también prodigar más los los aspectos no sólo vocales, sino tam- tar todo en forte, no empañaron una
papeles cómicos. Me divierto tanto ha- bién escénicos y su intención de ofre- labor donde el tenor hizo verdaderos
ciendo de comedíanla». Le pregunto, a cer al público la vivencia de un alardes de entrega y temperamento, y
propósito de esta respuesta, si fue la ra- personaje. El talento de estos artistas hi- donde consiguió compenetrarse tan per-
zón por la que encarnó a Musetta en zo que el propósito se convirtiera en lo- fectamente con Scotto que acabamos
una producción del Metropolitan. «No gro y que el auditorio coneciara y todos los asistentes involucrados en el
sólo. Me gusta el personaje, su alegría, vibrara con lo que sucedía en el esce- drama.
su vitalidad, su empuje. Pero además nario, especialmente en el gran dúo que En los secundarios hubo de todo,
quería ver a Mimí desde fuera del pa- concluye el segundo acto, donde la in- desde un Echevarría mejor de lo que en
pel pero desde dentro de la escena. Ven- tensidad emocional alcanzó las cotas él es habitual, hasta un Baquerizo que
tajas que tiene ¡a ópera...» —sonríe. más altas. no estuvo ni remotamente a la altura a
La Seo tío demostró que si su voz ya la que ha de estar un primer barítono
Aunque asegura la soprano que no no es la que fue, el talento permanece. que acompaña a figuras de este porte.
todo son ventajas, Mujer de reconoci- Es probablemente una de las cantantes El veterano maestro Gatto realizó una
do apego familiar, confiesa que no es que mejor sabe decir, valorando cada buena labor como concenador, ofre-
nada fácil triunfar en el mundo de la palabra, cada inflexión, dotando a sus ciendo una apasionante versión de la
ópera para una mujer. «7a/ vez sea más personajes de una expresividad tanto es- partitura muy acorde con lo que ocu-
sencillo para un hombre. Pero una mu- cénica como musical arralladora; tiene rría en el escenario. En conjunto fun-
jer debe sufrir mucho. Es muy difícil momentos, como cuando exige a Loris cionó más que bien. Hasta ahora de lo
poder seguir esta carrera». que le cuente el castigo impuesto a los mejor de la temporada.
amantes infieles, en ios que la expresión Ricardo de Cala
Julio Bravo

Scherzo 33
octuolidod

Francesca, ¿ópera o cantata?


Madrid, 28 de marco. Sala Olimpia. Francesca o
el infierno de ios enamorados. Libro: Luis Martí-
nez de Metió. Música: Alfredo Aracil. Orquesto
Sinfónica de Madrid. Director: José Ramón Enci-
nar Dirección escénica: María Ruiz. Reparto: Pa-
loma Pérez Iñigo, Manuel Cid. [flaki Fresan. Anna
Ricci.

Liberada de ataduras, es decir, sin su-


misión a ningún motivo operístico tra-
dicional (Fausto, Fígaro), la (ercera
ópera del ciclo de autores jóvenes que,
felizmente, varios organismos teatrales
y musicales ponen en pie, una vez al
año, ha subido al escenario de la Sala
Olimpia. Curiosamente no ha sido nin-
gún tema actual el foco de inspiración,
sino que ésta ha venido a través de la
literatura: la evocación de los persona-
jes de Paolo y Francesca del Canto V
del Infierno de la Divino Comedia de
Dante.
Era lógico, pues, que Monteverdi lla-
mase a las puertas de esta historia. Su
sombra se proyecta continuamente a lo Paloma Pérez Iñigo y Manuel Cid en Francesca.
largo de una partitura con intención re-
flexiva, aliento lírico y belleza sonora. ópera cantada en español y sin acción imprecisiones en la utilización del fal-
Destacan algunos momentos: el prólo- exterior. En cualquier caso, Paloma Pé- sete y Anna Ricci estuvo plana, inex-
go, el arranque del segundo acto con el rez Iñigo salvó musicalmente con deco- presiva.
canto de Francesca, acompañado de ar- ro la difícil tesitura aguda en que su
pa (Ven dulce amigo) y el intermedio papel se mueve. Manuel Cid cometió Juan Ángel Vela del Campo
instrumental entre los dos cuadros del
segundo acto, transcripción libre de una
canción de Miguel Martí Valenciano
(Ay, del amor). La obra, no obstante,
adolece de escasez de motivos musica-
El hijo pródigo
les, falta de contraste y ausencia de ten- Madrid. Icairo de La Zarzuela. Recital de José Ca- juveniles, Solé e amore y Menti alt'av-
sión dramática. La puesta en escena rreras. Obras de Scarlatlt. Bellini, Stradella, Fau- viso con temas que luego fueron para
acentúa este estatismo, este aire de can- ré. Duparc, Massenet, Tosli, Turina, Falla.
Bohéme y Manon Lescaut). Dio Carre-
tata —los actores prácticamente no se Ginaslera. Guastavlno. Tala Nacho y Puccini. Lo-
renzo Bavaj, piano. & de abril. ras un especial clima intimo y emocio-
mueven, actúan con partitura en mano, nal al Pieta, Signore, de Stradella, pero
el desdoblamiento Dan te/ Paolo ni si- Lleno total en el teatro para escuchar
al tenor. El público acogió con entusias- e! repertorio francés sonó disparatado
quiera se traduce en un cambio de y el castellano, desigual (mejor Tur i na
vestuario—, con lo que la sensación de mo la aparición de Carreras y durante
el desarrollo del recital se escucharon que Falla o los argentinos).
monotonía acaba por aparecer. La es- Según la ortodoxia del canto, todo el
cenografía, bien concebida en cuanto a voces femeninas de sostén y ternura. El
cantante ya forma parte del olimpo mu- recital fue una suma de incorrecciones,
aprovechamiento del volumen, no fue. desde los falsetes presentados como me-
especialmente sugerente ni esluvo a la jeril nacional (y, seguro, universal).
Nunca el recinto del teatro, el aforo, tu- dias voces a los agudos tremolantes o
altura de los anteriores trabajos artísti- con burdas apoyaturas. Pero mucho tie-
cos de Simón Suárez. La coreografía, vo tanta forma y receptividad de útero
materno. ne de magia el intérprete para que esto
aun suponiendo un punto de alivio en parezca banal: quizás el fraseo envol-
la austeridad escénica, fue gratuita, in- En sus programas, Carreras dosifica
sabiamente los contenidos; las exigen- venie, el calor que desprende. Muy po-
necesaria. cos logran estar por encima del bien y
cias están medidas; la entrega, milime-
José Ramón Encinar, una vez más, irada. Un repertorio que resulta del mal. Carreras es uno de ellos.
desentrañó con precisión los valores cómodo para el cantante, física y vocal- Cuatro propinas calmaron el delirio
musicales de la obra con una orquesta mente, pero inoportuno para el intér- final de flores y bravos: dos napolita-
—19 instrumentistas— que sonó com- prete. Su voz sigue necesitando nas, un Obradors y, lo mejor de la no-
pacta y delicada. Su versatilidad y en- expansión operística: suena grande, po- che, la romanza del tenor de La
trega es digna de elogio. tente, exteriorizada. Consecuencia de tabernera del puerto.
ello, el instrumento corrió mejor en el El pianista italiano Lorenzo Bavaj si-
De los cantantes destacó la frescura repertorio más afín con aquella órbita: guió, disciplinado, el juego del cantante.
y facilidad de Iñakí Fresan. Al resto las cuatro canciones de Tosti (en espe-
prácticamente no se les entendió casi cial, Malia) y las tres de Puccini (las dos F.E
nada, factor especialmente grave en una

34 Scherzo
actualidad

Cho-Liang-Lin: El inicio deuna gran carrera


Se llama Cho-Liang-Lin y es uno de los violinistas más consolidados de ¡as últi- presión, me ahogo al pensar que mi vi-
mas hornadas. Nació hace 29 años en una pequeña localidad de la inmensa Re- da está planeada con dos años de ante-
pública Popular China y destacó desde niño, aunque nunca se hu considerado lación y que dentro de doce meses tengo
a sí mismo como una suerte de fenómeno. Estudió en la Escuela Julliard con fla- que tocar un buen Concierto de Brahms
mantes maestros y siempre tuvo bien claro que quería enfrentarse al gran reper- en Londres, pongamos por caso. Por
torio occidental, sin complejos. En una de sus fugaces visitas a España recibió otro lado se da el problema del músico
el Premio ¡merncional Reina Sofía, en 1977, y ahora regresa para ofrecer una pe- al que nadie llama y cuando esto ocu-
queña gira de conciertos en nuestro país. Una de sus teorías favoritas es la que rre la sensación es aún peor. De mo-
hace relación al sonido que el artista debe tratar de obtener. El mismo dice: «Un mento me siento orgulloso de que me
niño puede saber qué es un un buen sonido al escuhar un disco o a su profesor, llamen, pese a saber que trabajo de-
pero duplicarlo le costará tiempo y trabaja y ahí entra el tálenla Yo sé que algu- masiado.
nos no llegan a oírlo nunca». S.—La parte puramente profesional
de su arte crea una cierta rutina...
SCHERZO.—Usted era un niño quemas. Yo no tuve ese problema por C.L.L.—Las ciudades son distintas,
cuando estudiaba en la Escuela Juilliard que nunca me consideré un niño pro- intento disfrutarlas; los hoteles no son
y me interesa saber cómo llevaba a ca- digio como Menuhim que sí era un tan distintos. Algo así me cansa.
bo su estudia ¿Escuchaba a su maes- fenómeno en sentido absoluto. Tuve S.—De cara al concierto siente algu-
tra Dorolhy De Lay y tratada de
imitarla o le escuhaba tocar ella a Us-
ted haciéndole diversas correcciones?
¿Procuraba no analizarle o le sugería a
cada golpe de arco o cada digitación?
CHO-L1ANG-L1N —Mis estudios
en Juilliard no eran exclusivamente vio-
linísticos. Con la De Lay, mi principal
profesora, estudié iodo el repertorio de
conciertos y sonatas, pero aparte estu-
diaba teoría, historia y otras cosas. Tu-
ve mucha suerte al poder contar con el
adiestramiento de todo un Roben
Mann en música de cámara. Realmen-
te aprendí mucho de él. Volviendo a
Dorothy De Lay he de decirle que ella
siempre me analizaba mientras yo to-
caba, pero no era una violinista de con-
cierto y no me mostraba demasiados
ejemplos como han hecho Heifetz o
Milnstein en sus clases. Simplemente to-
caba el final del Concierto de Mendels-
sohn, por ejemplo, y ella corregía
después mis errores, mis golpes de ar-
co y me ofrecía su análisis de la música.
S.—¿Se valía también de discos a la Cho-Liunx-Lm
hora de estudiar?
C.L.L.—Lo hice cuando era estudian- suerte al tener unos padres que me de- na predilección especial por la mayor
te. Escuhé cientos de grabaciones pero cían que en la vida hay más cosas que o menor tensión de las crines del arco
nunca intenté copiar o imitar literal- el violirt, otras dimensiones que había en relación con el tipo de sonido que
mente lo Que oía, sino que retenía al- que saber disfrutar y vivir plenamente. desea obtener, el uso o no de determi-
gunas cosas que me gustaban y las Estas ideas también eran compartidas nados apoyos, almohadillas, etc.
asimilaba a mi interpretación. Ahora es- por mis profesores, quienes me anima- C.L.L.—No, mi mayor apoyo es dor-
cuho muy pocas grabaciones de violín ban a locar para mi propio regocijo, sin mir bastante, descansar lo suficiente.
porque conozco todo el repertorio y sé pensar en el éxito. Otros no han sido tan S.—¿Usa algún soporte para el ins-
como quiero que estas piezas suenen sin afortunados y por culpa de la prisa ex- trumento?
necesidad de oírselas a otros. cesiva corren el riesgo de destruirse a C.L.L.—Uso algo aquí —señala el
S.—Tengo entendido que Usted ha si- si mismos al no seguir el proceso de ma- hombro—, es una esponja, un apoyo.
do un niño prodigio, al menos esa es la duración de una persona normal. Su mayor o menor importancia depen-
fama que tiene. Menuhin, que también S.—¿Cuántos concierrtos toca al año? de de la configuración física de cada
lo fue. advierte que es peligroso por la C.L.L.—Aproximadamente, ciento músico. Con un cuello corto no hay
inconsciencia con la que se hace músi- diez o ciento veinte. problemas, pero con el cuello muy lar-
ca, sin pararse a mirar nunca debajo de S.~¿Cómo se siente psicológicamen- go o los hombros caídos puede ser muy
¡as notas. ¿Opina lo mismo? te alguien tan joven cuando tiene la vi- conveniente su uso.
C.L.L.—Sí, es un problema porque da programada con años de antelación? S—Usted, toca siempre con el Stra-
normalmente tratas de avanzar dema- C.L.L.—Es algo que funciona en va- dívarius que perteneció a Duskin. Hoy
siado, ¡r muy lejos en poco tiempo y te rias direcciones. A veces siento una gran parece una moda el uso de estos afama-

Scherzo 35
-octuolidod-

dos violines, sin embargo, se han hecho ya de hace diez años, nunca habían que le digo. Lo cierto es que me intere-
experimentos haciendo sonar a un Stra- aprendido lo que es hacer música según sa su opinión acerva del modo en que
divarius y a un perfectisimo viott'n cons- la tradición occidental. No habían te- una determinada tradición musical pue-
truido actualmente detrás de una nido la oportunidad de escuhar regu- de condiconar tanto la mente como el
mampara. ¿ Y cuál fia sido el resultado? larmente a artistas del calibre de Stern oído, en definitiva; si una arraigada tra-
Ni los más peritos en la materia han sa- para saber lo que es una gran interpre- dición musical es exportable.
bido distinguirlos. tación. Estaban buscando en la oscuri- C.L.L.—No sé. Cualquier persona
C.L.L.—Es lodo psicología. Cada dad. La única manera que tenían de puede aprender, los condicionamientos
músico necesita algún tipo de ventaja aproximarse a la música occidental era son superables. Los ejemplos son tam-
psicológica cuando sube a un escena- la de tocar bien técnicamente y eso es bién múltiples: Ozawa o Metha hacien-
rio. Y sabiendo que tienes un violín fan- todo cuanto podían hacer. Diez años do Bartók. He escuchado en Italia un
tástico sientes una enorme confianza y más tarde hay muchos artistas musica- pésimo Bruckner y en Japón uno her-
tocas mejor. ¿Por qué no? lísimos en China y tocan con enorme mosísimo, en el que sí se creó el parti-
S.—¿Sentiría lo mismo con un fabu- pasión y convicción el repertorio cular sonido típico de este autor. Es
loso violín actual? europeo. muy extraño y a la vez fascinante.
C.L.L.—Sinceramente, creo que no. S.—Quiero que comprenda que no
S.—¿Cree que los solistas hacen po- hay ningún afán discriminatorio en lo Joaquín Martin de Sagarmínaga
ca música de cámara?
C.L.L.—No, las cosas están cambian-
do a mejor. Antes, cuando Joachim,
Heífetz o gente asi tocaban música de
cámara, en verdad eran solistas con su-
balternos acompañándoles, incluso en Un artista de cuerpo entero
los cuartetos. Hoy todo el mundo quiere Madrid. 5&la 2 del Auditorio National. 13.04.89. Sánalos para violín y piano de Bcilhoven <opiu
hacer música de cámara integrándose, 12.3), Brahms (opus 108) y Ravcl (en sol mayor). Bach: Partita para vtolin soto número 2, BWV
olvidándose de personalismos. Stern, 1006. Cho-Liang Lin. vtolin y Mtchael Dussek. piano.
Yo Yo Ma, Zukerman, Kremer, Harrell; Programa ejemplar —precioso, exi- fue el cambio ambiental de Beethoven
he tocado con todos estas obras y he- gente y sin concesiones— el elegido a Brahms, en cuya Sonata tercera pu-
mos disfrutado enormemente. La men- por el violinista de Taiwan para su rea- dimos apreciar, además de las cuali-
talidad ha cambiado radicalmente y ya parición en Madrid. El resultado mu- dades antes citadas, [a pureza sonora
nadie es tan loco que piense que rebaja sical fue excelente, salvo en un de su zona agua —intensa, clara,
su nivel musical al hacer música de aspecto, no imputable a los artistas: lírica— y la ejecución segura y valien-
cámara. la pequenez de la sala y su acústica te de los pasajes más comprometidos
S.—¿Siente la responsabilidad de to- hacen que un piano de tola, aun to- de afinación y mecanismo, que menu-
car también música contemporánea? cado con la discreción de que hizo ga- dean en los movimientos extremos de
C.L.L.—Si, creo que es bueno que los la Dussek, retumbe por todos los esa Sonata. Preciosas todas las Codas,
músicos la incluyan en sus programas. rincones, se emborrone y comprome- en las que Lin sabe relajar el lempo
Claro, es preferible que sea buena mú- ta seriamente su equilibrio musical y la intensidad sonora, según exige
sica y por eso yo distingo tres catego- con otros instrumentos. Por supues- Brahms, en una muestra adicional de
rías: música que puedo entender y to, estos problemas desaparecieron en perfecta comprensión del estilo.
amar, música que no entiendo pero ad- la Partita de Bach, en la que la acús- El salto de Bach a Ravel —mortal
mito que pueda ser de calidad y músi- tica de la Sala 2 jugó a favor, realzan- y sin red— fue una nueva prueba de
ca horrible que no tocaría jamás. do la espléndida ejecución de Lin, que versatilidad. En la Sonata de éste tu-
S.—¿Se pueden integrar realmente tocó la obra con la vitalidad y el en- vo Dussek, seguramente, sus mejores
instrumentos como el suyo en el jazz tusiasmo propios de sus 29 años y el momentos lo que contribuyó a redon-
como han intentado Grapelli o Bolling? temple y la musicalidad de un maes- dear una ejecución brillante, aunque
C.L.L.—Soy un poco ambivalente en tro de edad doble. El violinista, libe- en los Blues acaso demasiado seria.
esto, me gusta y no me gusta. A veces rado de problemas técnicos —que Tres bises de Sarasate, Falla y Von Pa-
pienso que es tonto que músicos como aparecen inexistentes aún en paginas radis cerraron el programa. Especial-
Zukerman o Ma intenten sonar como tan arduas—, con un asombroso do- mente destacable fue la Romana
músicos de jazz porque no ¡o son. Gra- minio del estilo y una elegancia inna- andaluza del primero, locada de me-
peili lo consiguió y suena muy hermo- ta, toca con una conceniración y vive moria con una propiedad, un buen
so, pero sólo cuando hace jazz-violín. la música tan desde dentro, ajeno a lo gusto y un temperamento que envidia-
sería horroroso que intentara tocar a que le rodea, que el resultado no pue- rían muchos artistas españoles. Es-
Beethoven. Se irata de que lo contra- de ser otro que arrebatador, como asi pléndidas por afinación y seguridad
rio también es verdad ¿Por qué Zuker- sucedió. Sólo entonces la seriedad con las dobles cuerdas, con su justo pun-
man o yo debemos intentar sonar como que Lin se produce en el escenario dio to de portamento, recurso expresivo
músicos de jazz cuando no lo somos'.' paso a una sonrisa amplia y distendi- que Lin emplea con tanta cautela co-
S.—Hablando de tradiciones... Cuan- da, con la que agradeció las ovacio- mo elegancia.
do Isaac Stern realizó su gira por Pe- nes que aclamaron su Bach, punto Cho-Liang Lin ha demostrado con
kín llegó a la conclusión de que entre más alto del recital en mi opinión. este recital que además de uno de los
los orientales había buenos talentos, en Pese a los problemas acústicos an- grandes violinistas actuales es un ar-
cuanto a técnica, pero que se les esca- tes apuntados, también las tres Sona- tista de cuerpo entero con un esplén-
paban un algo indefinible para algunos tas resultaron excelentes. Recuerdo en dido futuro ante sí. Ojalá podamos
orientales: nuestro concepto del fraseo. panicular un soberbio movimiento escuharlo a menudo.
C.L.I.—He oído vieneses que tocaban lento en la de Beethoven, tocado con
a Mozarl horriblemente. De verdad, no esa calma interior que distingue a es-
quiero resultar gracioso. Los niños que te artista joven y maduro. Admirable Roberto Andrade
seleccionó Stern, en una gira que data

36 Scherzo
Sinolet ai el interés que Vd. quiere
ía k con nosotras.
Le interesa.
Si no está coérme con los intereses de los que le hablan, hable con
nosotros personalmente. Sólo USTED Y LA CAJA DE MADRID.
Como deben hacerse estas cosas. Como las hace siempre la CAJA DE MADRID. ¡
i
Consideraremos su caso concreto y no dude que le ofreceremos lo más •M

inleresanle para usted. Recuerde, Si no le dan ei inierés que usted quiere. -5


hable con la CAJA DE MADRID. Le interesa.

535**°"
MAIG

XABIA D ú I, 20 h.
Madrid Brass, Quinte! de Melalls
Església de Sanl Barlolomeu

ANNA Día 1, 20 ti.


Orqucslra Jove de Tabernes de la
Valldigna
Sale, d'scirs de la Societat Musical

ORIHUELA Día 2, 20 h.
Classic Jazz Collegfum de Praga
Aula dr Cullura del Centro Cultural

VILA-REAL Día 2, 20 h.
Amhrosini Brenno, piano (Italia)
Casa de Culura

QUART PE POBLET Pía 3, 20 h.


Ambrosini Brenno, piano (Italia)
Casa de CuIIuta

TORRENT Dia 4, 20 h.
Ambrasini Brenno, piano (llalla)
Casa de Cultura

ELX Día 4, 20^0 h.


Quartel de Corda de Brno
Centre Cultural Sam Josep

TORREVIEJA Día 4, 203~ÍT


Quarlet de cordes «Martin i Soler» i
Xavier Bonel, Trompa
Aula de CUIIUEB de la CAM

CHIVA Día 5, 19, 30 h.


Ambrosini Brenno, plano (Italia)

KLDA Día 5, 2 0 3 b.
Quaiiel de corda de Brno
(Txecosl ováq u ia)
Casa dr Cultura

CARCAIXENT Día 6, 20 h.
Xavier Bonel, trompa
Aníbal Bañados, piano
Salri d'ídts del { onservalorí

tHESTE Día 6, 1 9 3
Orqucslra Jove de la Marina Alia
«Agustín Moreno»

fGENERALITAT VALENCIANA
LELIANA Pía 6. 193 h.
Orquestra Jove de Benaguasil
Casa dt Cultura
<§S CONSELLERIA DE CULTURA, EDUCACIO I CIENCIA
VINARÓS Dia 7. 12,30 h.

cnm
Ambrosini Brenno, plano (Italia)
Caja d» Ahorro* Auditor] municipal
d*l Mediterráneo
SIMAT DE LA VALLPIGNADía 7, 12~ÍT
Orquestra Jove de Tabernes de la
Valldigna
Casa de Cu linca

ORIHUELA Día 9. 10,15 h.


Quartel Amaga de Bruselles
Aula de Cultura *• la CAM
ONTINYENT Día 11, 20,30 h. MONÓVER Dia 19, 20 h. BENISSA Dia 28, 20JO h.
Quartel de Cardes de Brno Anonimus Brass Quinlet (Hongaria) Quartet de Cordes «Martin i Soler» I
(Txecoslováquia) tan de Cuiiuia Xavier Bonel, trompa
Esglesia de San. Frantccs ^_^ . Casi Municipal de Cullura
L'ELIANA Dia 20, 19,20 h.
TORREVIEJA Día 11, 20.30 h. Quinle.de Corda, i C.ar¡net«S.amiz>> J , , r „, „ .í
Francisco FalTs. barítono ^ a t CultuI , Quartel d; Cordes «Martin i Soler» i
Darco Domilrovick, piano Xavier Bonet, Irompa
Aul dc CaUu
f»«™ XIRIVELLA Día 20, 19JO b. * " * "CAM
Día I I 20 a Orquestra Jove de Benaguasil JUNY
Auditori Municipal
Quartet Arriaga de Brussflles CATAR ROJA Día 2, 19,30 h.
T«,re As.oria CALLOSA DEL SECURA Día 20, 20 h. Salvador A. Chulii, percusio
V
POBLA LLARGA Dia 12, 20 h. * " ^ L ^ 7 T t!e1Brnc Ferl
* n F*ntT; P¡

(TX*COslovaquia) Caja de Cullura


Rodrigo Madrid, clavicémbalo Fulera Arcinmi.i A. *¿nt M>mn
cuitu» EiSics,aArap,cSlaidtian,Marun BENIDORM Pía 3, 20,30 h.
r CALP Día 21. 20,30 h. Vieenl López, trompeta
MONÓVER Pía 12, » T t*H Trio D'Arazo M o r r a l TorV.nl, V
Quartet d( Cordes de Brno ^ df C u | n m d ( , , t A M £.«1». de s.m Jau
(Txecoslováquia)
M O N Ó V E R D í a 3, 20 h.
Auditor. Municipal PUCOL Día 21, 12 ll.
Orquestra Jo»e «Sania Cecilia», de
CATARROJA Dia 12, 20 h. Kjnclovo Kuarlet de Brno CuMera
( T ^ C O ^ )
.... C l » óc Cultun
Viceni Llimera, Oboe PFTIÍFD ni*
Joan Josep Llimer», Iromp* B E N I S S A D i de
a Brno
23, 20,30 h. " ".^n Crnm
» , . , „ »,. ,,
Social
Madrid Brass, Qu niel de Metalls
TOIMT D'EN CARROS Día 12, UJoT. Casa dc cultura
(Txecosloviquial BELLREGUARD Día 3, 20 h.
Quartet Arriaga de BrusseHes =• Casa ac cultura — : — •:
c , * , ÍTÍ . . . -.. -.»in u Conjunt Nacional de Melalls
J
E\gltsia Parroquial ELX Día 24, 20,30 h. _
P 1 C A N V A m a 3 h Kvnclovo Kuartel de Brno — Casa dt (-Lillura
' -» J ° - q ELX Di a 8, 20JO K
Orquestra Jovt «La Umó>» de Lliria cemix Cuimni cte sam J^^P Palrkk Gaudi, guitarra (Franca)
Ceninr CulTuial .„ ^ ,- , .r ,
BENIDORM Dia 24. 21,30 h. Lentic (-uJiunil Sani Joscp
MAN1SES P'» ' j Carlos Marrulo, violí CALP Día 8, 21 h.
Francisco Valts. barítono Trinidad Sanchís, piano Quinte! de Corda i Clarinel «Slunilz»
Darco Domilrovick, piano Auia de Culiura d« la CAM ^ d eCu(tllra d t la C A M

TORREVIEJA Dia 25, 20,30 h. PEDRALBA Día 9. 12 h.


ALCUDIA P E CRESPINS Dia 13, 20 h.
Fenin
Srpi8no
D— ' Salvador A Chulía, percusio Patríck Gaudi, euílami (Franca)

c«a d, cukma 1 s ALCASSER Día 10, 20 h.


MONÓVER Día 26, 20 h.
:
BF1 I RFCITARTt nía n 21 k '' Coniunl Nacional de McUlls
HtLLKM.UAKI> "•• li- ¿ V.g;
Quartel Arriaga de Bruseltes jo¥e Orquestra de L'Aleneu Musical de
Cullera 'l Musita! Sama Cecilia de Akásser
C«a dt Cuín.™ Casa a, Cullma P E T R E R D í a 11, 10 h.
n ¡ . i i IO'IÍTK POBLA LLARCA Dia 26, 22 h? Quariel de Corda «Martín i Soler» i
v
Día 13. 19,30 h. AmM G a r c l a M Casim, v i o |, Xavier ^ ^ ínmfm
Quartet Arríaga de Bruselles Aguslín Serrano Mala, piano
Casa dt Cultura Casa de Culluia
R O C A F O R T
BENISSA Día 26, 20,30 h. Pía 15, 20,30 h.
PEDRALBA DJa 13, 20 h. •"•""" . —^-.Í^^V;^; Tramunlana Wind Ensemble
—; r 77T ; Ana Luisa Cbova, mezzo iramuniana n i n a c n s e m o K
Quinte! de Melalls Valencia J o s é JJ,^^ vitluría Ja^ins d ( i
Casa de Colcura Con-cnl dth P.«s Franciscan, ONTINYENT Día 16, 20 JO h.
CALP Dia N. 12,15 h. PEDRALBA Día 27, 20 b. Tramuntana Wind Ensemble
Fjaltsia dc Sane Francés-;
Quartel Arríaga de Bruselles Rodrigo Madrid, clave Emesia ^ S a i "
Aula dt f u llura dt la CAM Caía dt Cullura BENIDORM Dia 16, 20,3O~bT
P"> » . " I*. BF.l.LRECUARD Día 27, 20 h. ,,.,,-. ^, ^.u
Anónima Bntss Quinlel (Hongari.) Jove Orquestra «Santa Ctcflia», de
c i s a de niliur» Cnlk» A L G E M F . S I D í a U, 22,30 h.
Q a d cC u l
TORREVIEJA Dia 18, 20.30 h . ""J Orquestra Jove ..LArtislica», de Buñol
Anabel García del Castillo, violí RIBA ROJA D E L TU RÍA Día 27, 20 h. cemrt Cuiluf.i J.unit i
Agustín Serrano Mala, piano j o w Orquestal de Benaguasíl MOÑOVER P í a 17, 20 a .
Cfl5inu
c a » de Cultura Tramunlana Wind Ensemble
Auditori Caca dc Cultura
CHESTE Dia 19, 21,30 b. PUCOL Día 28, 11 h.
CALP
Kjnclovo Kuartef de Brno Jove Orquestra de L'Ateneu Musical, de Pía 20, 21 B .
(Txecoslováquia) Cullera Quinlel de Melalls Valencia
TtUtt Ucea Cata dc Cuhura Aula dc Cultura dc la CAM
- actualidad-

La sensibilidad del siglo XVI


Conversación con Jacques Ogg sobre el programa de su concierto dedicado a Cabezón

Como es umversalmente reconocido, Holanda es el paraiso de ¡a música anti- ra tiene doce. Después dos obras que
gua, país al que han peregrinado no pocos músicos españoles interesados en el pienso que son evidentes transcripcio-
tema, buscando una solvencia pedagógica que por aquí no es fácil encontrar. nes de piezas corales, incluso con texto
En concreto, Amsterdam y La Haya son centros de enorme resonancia en la en- religioso. Oye tender babes pienso que
señanza del clave, instrumento que debe tanto en nuestro siglo a un holandés: no es un texto profano, sino un himno
Custav Leonhardt. Un antiguo discípulo suyo, hoy profesor en La Haya, Jac- de la Iglesia. IVhen shall my sorrowful
ques Ogg, fue el encargado de realizar el concierto, organizado por esta revista, sighing es más polifónico, de frases cor-
en torno a Cabezón, complemento sonoro de nuestro dosier del número de abril. tas y siempre en fúgalo. Oye tender ba-
Jacques Ogg es bien conocido en España, pues ha tocado en numerosas ocasio- bes es más homófono. El tratamiento
nes en circuitos musicales especializados en la música antigua y es un habitual es totalmente diferente. Antes y después
del Curso Barroco de El Escorial, al que regresa también este año. Con Jacques coloqué danzas para equilibrar el pro-
Ogg mantuvimos la siguiente conversación, centrada en el programa de su con- grama con cosas no tan serias.
cierto sobre Cabezón.
S.—¿Y la relación de Cabezón con la
CHERZO— Las obras de Cabe- de Araujo, por supuesto, que son im-
S zón admiten una interpretación en
varios instrumentos, ¿tienen una
escritura específica para tecla?
portantísimos, y Santa María, que pa-
ra los clavecinistas es una Biblia. Una
fuente esencial que habla no sólo de es-
música italiana del concierto?
J.O.—Valente, que también era ciego,
vivió en Ñapóles, entonces español. Su
música es muy bella. Un Passamezzo de
JACQUES OGG.—Para tecla, si. Se tética, sino también de la técnica. Es- los dos mil que hay. Un esquema armó-
puede ver en la conducción de las vo- cribe —de forma bastante precisa- nico y una melodía, luego variada. La
ces. Normalmente cae muy bien en la sobre cómo hacer las cosas, cómo po- Romanesca es una secuencia armónica
mano. Es diferenle de la escritura pos- ner la mano, articulaciones, digitacio- conocida, tiene mucho vigor, mientras
terior. Es más delicado. nes, iodo. el Passamezzo es más profundo, pues
S.—Creo que usted escogió las piezas S.—Se ha dado una polémica sobre no era una danza muy rápida. Gabrieli
de Cabezón que mejor suenan en el las posibles influencias de Cabezón y lo puse porque creo que era en Venecia
teclado. Tallis. ¿Se ve alguna relación? un compositor de la misma importan-
J.O.—Sí, aunque hay muchas obras J.O.—Claro que ha habido influencia. cia que Cabezón. Los Gabrieli, tío y so-
que yo pienso que pueden sonar muy Cabezón estuvo dos años en Inglaterra. brino, hacían un poco el espejo con el
bien; sobre todo en el clavicordio y en comienzo, los Cabezón, padre e hijo.
el órgano. Pero para clave son las va- S.—Pero, aparte del dato del viaje, Las dos Canzoni alia franéese, glosadas,
riaciones las que mejor se amoldan. ¿se observa algo concreto en ¡a música? buscaban un contraste, porque Suzan-
También los madrigales glosados, que J.O.—La música de Tallis que toqué ne unjour trata de Santa Susana, que
son muy bellos. El Tiento puede igual- fueron tres obras bastante pequeñas. A era muy casta, y el otro madrigal Crais
mente locarse en un clave. Cada vez me point, un punto, es una fuga mínima. & Gaillard es sobre un fraile que hace
sorprende más que en el clave se pueda Un tema de un compás y la obra ente- cosas que no se deben hacer, sobre to-
oír perfectamente la marcha de las vo-
ces; a dónde va, de dónde sale, las en-
tradas, la polifonía.
S.—¿Se conservan claves españoles de
la época?
J.O.—No conozco ninguno de la épo-
ca. En el que yo toqué está basado en
un clave ibérico, pero posterior. Los ins-
trumentos del tiempo de Cabezón eran
mucho más pequeños. De do a do ya
era mucho. A veces subían hasta el fa;
y el do abajo, con octava corta. Esto
también puede verse porque en las no-
tas graves no hay mucho movimiento,
no tiene muchas cosas rápidas, o si lo
son, pueden hacerse. Oirá posibilidad
es tocar esta música en un órgano con
pedal, aunque el pedal como registro in-
dependiente tampoco me parece de es-
ta época. No es, desde luego, como las
Trío Sonatas de Bach.
S.—¿Había tocado antes obras espa-
ñolas de este tiempo?
J.O.—Si; Cabezón, Bruna, los libros

40 Scherzo
-actualidad-

zada. Es otra clase de dificultad, pero


a mi me encanta esta música. Además,
en casa tengo un clave italiano peque-
ño, como en la época; es un poco pos-
terior, pero cuando fue construido ya
estaba anticuado. Los instrumentos ita-
lianos y los ibéricos, éstos directamen-
te influidos por aquéllos, no cambiaron
mucho; no tanto como la diferencia en-
tre un clave flamenco de 1540 ó 1580
y uno de 1780, donde la diversidad es
muy marcada. Tocar esta música en es-
tos instrumentos, como el organito que
tengo todo en madera que es una be-
lleza, te proporciona siempre un extra.
Con afinación mesotónica, con la que
loqué en el concierto, se dan relaciones
falsas. Suena mucho más picante, que-
ma más. Esta afinación ayuda a expre-
sar otras cosas.

S.—¿Y en cuanto a los flamencos del


programa?
J.O.—Philips, que trabajó en Bruse-
las en la corte española, y los tres anó-
nimos. Esta es una historia bastante
interesante. Se ha encontrado un ma-
nuscrito hecho para Susanne van Soldt,
una chica que ya nació en Londres, pe-
ro de una familia que huyó de Holan-
da. Eran muy calvinistas, en el libro hay
muchos Salmos, con el texto en holan-
dés, ¡De profundis clamavi en holan-
dés! Esto demuestra que se tocaba esta
música religiosa en el clave en casa, si
no se tenia un órgano. Hay que pensar
en las muchas chansons y los madriga-
les, glosados. Se buscaba revivir esta
música en casa. Es la misma tradición
que nos ha dejado del siglo pasado to-
das las Sinfonías de Schubert y Schu-
mann en piano a cuatro manos. Sólo
que la manera de transcribir para tecla-
do del XVI y XVII era mucho más ela-
borada. Se convirtió en un arte especial.
Se pueden leer mil libros sobre cómo
do como fraile. En las composiciones tratadas de manera diferente. Antonio glosar, cómo ir de una nota a la siguien-
hay ya grandes diferencias, pero tam- es bastante estricto. Se encuentra una te, como el texto de Ortiz. Era para evi-
bién se encuentran en el tipo de glosa- frase entera en movimiento de corcheas, tar el aburrimiento de la partitura de un
do. Para acabar con Picchi, otro sin saltos, toda diatónica. Rítmicamen- madrigal desnudo. La falta de voces tie-
Passamezzo bastante profundo, de un te, es más variado Dulce Memoriae y
tamaño mayor, unos siete minutos. ne que compensarse en el teclado. Tie-
aún más la obra de Peter Philips. nes que cantar con los dedos. Del
S.—Ha citado a Cabezón hijo. Pare- Toda la música de esta época es muy manuscrito Susanne van Soldt, la Al-
ce un músico menos impórtame que su bella. No hay que buscar el esplendor mande Prynce es bastante cuadrada y
padre. de Bach o Haendel, claro que son mu- orgullosa. La Pavana dan vers es más
chos años de distancia, parecida a la de dulce. La última danza, Brabanschen
J.O.—Si, pero también menos cono- Mendelssohn y Schoenberg. Pienso que
cido. Compuso una obra menos nume- ronden, es la más interesante. Es un bai-
en Cabezón es genial el tratamiento de le para hacer en círculo. Empieza en rit-
rosa. Aunque buena cosa es que él la polifonía: muy bello, muy delicado,
ediiase a su padre. Pienso que Dulce mo binario y luego pasa a ternario,
siempre muy bien hecho. como era costumbre. Al igual que en
Memoriae es realmente hermosa. Está
muy dentro del estilo de su padre. Aston, que de un 3/4 va a un 6/8, y la
S— Es una música más intima que la medida de corcheas a semicorcheas.
S.—¿Con mucha influencia de de siglos posteriores... Son formas que hubo en Inglaterra y
Antonio? J.O.—Sí, pero tiene pegas. Es algo tan también en Flandes. Pero no cabe todo
J.O.—Se ve una influencia enorme. interior que cuesta otro tipo de concen- en un programa, la música alemana
Pero el tipo de glosado es ya más libre. tración que cuando haces, por ejemplo, —las interesantísimas labialuras del
Por esto puse A nchol che coi partiré del una Suite de Forqueray o una Sonata XVI— tuvo que quedar fuera.
viejo Cabezón, Dulce Memoriae del hi- de Scarlatti, que puede tener unos sal-
jo y Bon jour mo coeur de Peter Phi- tos enormes o donde tienes que tocar
lips. Son tres canciones de amor la mitad de la obra con una mano cru- Enrique Martínez Miura

Scherzo 41
BEETHOVEN
9SYMPHONIES
CLAUDIO ABBADO
WIENER PHILHARMONIKER

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-actualidad

Mariss Jansons, el heredero de Mravinsky


El público madrileño tuvo ocasión de verlo y escucharlo hace unos cuantos unilateral. He tenido la suerte de con-
años dirigiendo una impresionante Séptima de Shostakovich a la Filar- tar con un maestro como Rabinovich
mónica de Leningrado. Intérprete sobrio y seguro, dotado de una técnica —al que antes me hereferido—,que me
formidable, Jansons es una de ¡as estrella rómpanles del actual universo educó en las diferentes maneras de per-
de la dirección musical. Con él ha hablado para nuestra revista Arturo cibir la música y de dirigir la orquesta.
He tenido además la posibilidad de es-
Reverter durante la última edición del Festival de Canarias. tudiar varios años en Occidente y he
SCHERZO.—Empieza Vd. a ser cono- M.J.—Es verdad. Desde Mravinski, viajado mucho. Estoy en condiciones de
cido en España al tiempo que progresa por ejemplo, se dislribuyen de forma ejercer, por tanto, un acercamiento plu-
firmemente su carrera internacional. A muy original los músicos de la orques- ral a la música, con independencia del
nuestros lectores tes interesará, sin du- ta. V no sólo era magnifico en esto, en origen geográfico de ésta o de la tradi-
da, saber algunos datos de su biografía. la labor de ensayos o en el conocimiento ción en la que esté envuelta.
MARISS JANSONS.—Mi padre era de la orquesta, sino también en la or- S.—¿Pueden establecerse diferencias
director de orquesta y mi madre, que ganización y estructuración del mate- significativas entre la forma de tocar de
aún vive, cantante de ópera. Cuando yo rial sonoro y en el establecimiento del las orquestas rusas y de las del occidente
tenía tres o cuatro años me pasaba el balance ideal entre los distintos grupos de Europa?
día en la ópera; no sabían con quién de- de instrumentos. Esto último creo que M.J.—Hay diferencias. Pero lo ideal
jarme. Vivíamos en Riga. es lo más importante para cualquier di- sería tratar de sintetizar los tres aspec-
S.—Hasta qué punto influyó en su rector de orquesta. tos más importantes: la expresión, la so-
.vocación el que su madre fuera mezzo- S.—¿Cree que existe, antes de Mra- noridad de los instrumentos de cuerda
soprano y su padre músico; ¿qué ense- vinski. una tradición directorial impor- rusos; el virtuosismo y brillantez de las
ñanzas recibió de él? tante en su país? orquestas americanas y, por decirlo así,
M.J.—Su influencia fue enorme en M.J.—Sí. Puede decirse que la escue- la suavidad y la cultura del sonido de
mi desarrollo. Desde mi infancia, por la rusa fue iniciada o fundada por Ale- las Filarmónicas de Berlín o de Viena.
su profesión, yo estaba en permanente xandre Gauk o Nikolai Malko. Pero Cuando dirijo a la formación de la que
contacto con la música. Absorbía, día Mravinski ha influido más que ningu- soy titular, la Filarmónica de Oslo, tra-
a día, iodo tipo de información. Sin em- no en los músicos posteriores; estuvo, to de reunir, de sintetizar imaginaria-
bargo, no puedo hablar de mi padre co- no lo olvidemos, muchos años al fren- mente, esias cualidades, de obtener el
mo maestro porque en realidad no me te de la Filarmónica de Leningrado. máximo partido de aquello con lo que
enseñó él. Mi profesor de música se lla- Con él surgió su escuela; la tnás impor- cuento, que debe plegarse, en todo ca-
maba Rabinovich; era un director de la tante y significativa. so, a esos principios básicos que defi-
vieja escuela que conocía perfectamente S.—¿Cómo se enfrenta un director nen, sumados, unidos, a un conjunto
el repertorio clásico y a autores como como Vd., hijo de una tradición y de quizá utópico al que siempre debe
Strauss o Mahler. Me gradué en el Con- una cultura, a la música y a la cultura tenderse.
servatorio de Leningrado y proseguí occidentales, con las que tiene que con- S.—En Madrid hemos podido com-
luego en Viena mis estudios de direc- vivir de continuo desde el momento en probar Hace un año tos buenos resulta-
ción de orquesta con el maestro Swa- que desempeña un puesto fijo en una dos de su política con esta orquesta
rowsky; más tarde realicé en Salzburgo orquesta como la Filarmónica de Oslo? nórdica.
prácticas con Karajan. Y he sido duran- M.J.—Vo no pretendo seguir única- M.J.—Sí; aunque, evidentemente, ese
te muchos años director asistente en Le- mente las tradiciones de la música ru- pretendido ideal nunca se consigue por
ningrado con Mravinski. He practicado sa. Esta postura me parece un tanto mucho trabajo que uno desarrolle, por
la técnica del violín, de la viola, del che-
lo... Me he pasado estudiando más de
veinte anos.
S—¿Qué supuso para Vd. su contacto
con Mravinski? ¿Qué enseñanzas reci-
bió de él?
M.J.—Sobre todo la labor de plani-
ficación de los ensayos. Mravinski ha
sido un extraordinario conocedor y or-
ganizador de la orquesta; un profesor
y preparador sensacional.
S.—¿Es cierto que ensayaba todos los
días, hubiese o no concierto, desde las
10 de ¡a mañana?
M.J.—No diré que tanto; pero sí que
trabajaba mucho, con horario muy in-
tenso. Para un solo programa hacía seis,
siete u ocho ensayos.
S.—Viéndole a Vd. dirigir se estable-
ce una indudable semejanza entre los
dos en lo que se refiere fundamental-
mente a la organización de los planos
sonoros, a la construcción interior de
la música. Hay una cierta falta en am-
bos casos de énfasis excesivo.

44 Scherzo
actualidad

90%; no puedo dejar que, por alguna


razón de tipo emocional, peligre el 10%
réstame.
S.—En Madrid tuvimos hace años la
ocasión de escuchar, con la Filarmóni-
ca de Leningrado también, a su padre,
A rvid Jansons. Era un director más clá-
sico, más a la antigua usanza; usted es,
por el contrario, más puntillista, más
sobrio... más objetivo, digámoslo otra
vez. En aquella ocasión su padre diri-
gió la Sinfonía Manfred de Tchai-
kovsky.
M.J— Sí, puede ser. Creo que Tchai-
kovsky, por ejemplo, compositor tre-
mendamente apasionado y emotivo,
debe ser tocado sin especial énfasis, con
cuidado, con control. Si se rebasa en él
una determinada medida, la interpreta-
ción puede hacerse insufriblemente sen-
timental e incluso lacrimógena. Por eso
creo que no está de más introducir un
cierto elemento clásico en la interpre-
tación. De tal forma se podrá obtener
la síntesis entre las grandes pasiones y
el equilibrio que ha de tener cualquier
recreación musical.
S.—¿En qué autores está interesado
actualmente?
M.J.—Mahler sobre todo. He dirigi-
do ya varias de sus Sinfonías. Sigo es-
tudiándolo con gran interés.
S.—Aparte Mravinski, ¿qué directo-
res le han gustado o le gustan más?
M.J.—Karajan..., Carlos Kleiber...,
Leonard Bernstein...
S.—Lo mismo que para las orques-
tas, según comentábamos antes, la su-
ma de las mejores cualidades de ellos
¿daría el director ideal?
M.J.—Bueno, está claro que en este
mundo no existe el ideal; por otro la-
do, cada uno puede tener su propio
ideal. Pero pienso que los tres maestros
que acabo de mencionar, cada uno en
su estilo, está muy cerca de la cima más
alia.
mucha inspiración que despliegue. No M.J.—En mi opinión un director de- S.—Lo más bello de la existencia hu-
hay ninguna orquesta en verdad perfec- be tener una concepción interpretativa mana es, sin duda, no la consecución
ta; hay muchas estupendas, de altísimo basada en la reproducción objetiva de del ideal, sino su búsqueda permanente.
nivel, pero con apreciables limitaciones. aquello que ha sido ideado por el com- M.J.—De acuerdo.
Por ejemplo, las rusas son excesivamen- positor. Pero esto, claro es, pasa por el S.—No lo ha citado usted, pero, por
te fuertes, agresivas en los instrumen- prisma de la subjetividad. Es una cues- sus cualidades y características, tan es-
tos de metal; mantienen con respecto a tión de equilibrio: si una cosa prevale- peciales, sería interesante conocer su
las occidentales notable desventaja en ce sobre la otra, el resultado no será opinión sobre Sergiu Celibidache. ¿Le
los vientos de un modo general. Son, bueno. Cara al concierto siempre me ha visto dirigir?
sin embargo, decididamente superiores gusta dejar la posibilidad de hacer al- M.J.—Sí, he asistido a algunos de sus
—al menos no peores— en los de guna pequeña improvisación; algo que conciertos por la televisión y le conoz-
cuerda. deje paso a la emoción sin perder el ab- co personalmente. Me parece que es un
S.—La eterna cuestión que se ha soluto control. En particular a la hora tipo de maestro muy próximo a Mra-
planteado en relación con la interpre- de dirigir obras como las de Bartók o vinski. He estado en sus ensayos: su for-
tación de la música y del arte en gene- Stravinsky. ma de trabajar es muy similar. La
ral ha sido subjetividad frente a S.—¿Hay alguna razón para que di- diferencia más importante creo que re-
objetividad. Usted, con todas las salve- rija habitualmente, como hacia Mra- side en el temperamento superior de Ce-
dades propias del caso, parece más un vinski, con partitura? libidache. Pero su extremado análisis,
director objetivo, controlado, que un di- M.J.—Depende mucho de mi estado su cuidado en los planos, el supremo
rector subjetivo, excesivamente apasio- de ánimo, de mi estado psicológico. equilibrio que procura lo acercan a mi
nado. Siempre, desde luego, un director Normalmente tengo presente la parti- compatriota.
de técnica muy depurada. tura en la memoria al menos en un Arturo Reverter
Scherzo 45
c
Las Qrandes Interpretaciones ^Históricas
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- entrevisto

Nikolaus Harnoncourt,
la búsqueda de la tradición

Aunque han pasado ya más de treinta años desde la fundación del


Concentus Musicus, el grupo pionero en la recuperación de los instrumentos
históricos, sería demasiado optimista afirmar que se conoce bien en España la
labor de su director, Nikolaus Harnoncourt. Sus discos nos han venido
llegando —con variada fortuna en cuanto a la eficacia de la distribución—
desde comienzos de los años setenta, pero, salvo en una ocasión (Barcelona,
octubre de 1981) no ha habido oportunidades de verle actuar en directo. En
cuanto a sus escritos, todavía no han encontrado una editorial interesada en
traducirlos. Esta entrevista, la primera concedida por Harnoncourt a una
revista musical española, se propone recorrer con rapidez la carrera del
director berlinés desde sus inicios, cuando trabajó básicamente el repertorio
barroco, a la fase actual, con sus incursiones, al frente de orquestas
tradicionales, interpretando a Haydn y Mozart. La entrevista tuvo lugar en
Viena en marzo de 1988 con ocasión de un nuevo montaje de La flauta
mágica de Mozart en la Staatsoper. Sobre estas funciones el maestro
manifestó que «estaba contento» pero no quiso extenderse más, cosa lógica
puesto que aún se encontraba inmerso en ellas. En este mismo número puede
verse un Estudio discográfico sobre la versión que Harnoncourt ha grabado
en disco de La flauta mágica.

Scherzo 47
entrevisto

s CHERZO: Antes de la presentación del Con-


ceníus Afusicus, en 1957, hay una intensa pre-
paración que dura cuatro años, ¿cuál fue la
necesidad musical profunda que desembocó en
la adopción de instrumentos antiguos?
NIKOLAUS HARNONCOURT:
En esa época no estábamos todavía seguros de llegar a con-
centrarnos únicamente en la música antigua. En esos cuatro
años comenzamos con un 50% de música antigua y un 50%
autenticidad ni objetividad. Interpretamos una música his-
tórica para el siglo XX y la originalidad y la autenticidad es
una ayuda para comprender esta música, pero no es una re-
gla para la interpretación.
S.: ¿Es siempre, podríamos decir, una aproximación?
N.H.: Sí.
S.: Usted ha afirmado en varias ocasiones que no cree en
la idea del progreso aplicada al arte.
N.H.: Sí, efectivamente, no creo en esa idea.
de música moderna. Después la parte de música moderna S.: Sin embargo, los artistas del Renacimiento, especialrrente
fue disminuyendo —hoy no puedo decir la razón de ello—, los pintores, si creyeron en ella.
pero lo cierto es que fue cada vez a menos y al final de esos N.H.: Sí, pero ellos creían que su presente era la cima y
cuatro años, en 1957, había un 100% de música antigua y un que el pasado era inferior, pensando que el futuro sería segu-
0% de música moderna. La necesidad de utilizar instrumen- ramente mejor. Pero si lo examinamos hoy, ¿es Piero della
tos aniiguos se desarrolló también lentamente. Primero em- Francesca peor pintor que El Greco? No. ¿Es Rembrandt me-
pezamos con instrumentos normales, modernos; después jor pintor que El Greco? No. No podemos decir que haya un
encontramos problemas en el equilibrio y en el timbre. Fui- perfeccionamiento a través de los siglos, sino sólo una trans-
mos con mucha frecuencia a la sección de i nsi rumen tos anti- formación. Esto es lo esencial.
guos de Kunsthistorisches Museum de Viena, que posee una S.: ¿Cree usted que esta idea es similar aplicada a la música?
gran colección de ellos en estado de uso. Tocamos con eslos N.H.: Lo mismo en cualquier arte. Monteverdi creía que
instrumentos —la dirección del Museo fue muy amable con la música nunca fue tan buena como en su momento y se ha
nosotros siempre que íbamos a estudiar con ellos—, y llega- pensado siempre que llegaría a ser mejor. Era una opinión,
mos a la convicción de que cualquier música puede ser inter- una opinión histórica. Por eso, por esta razón, nunca antes
pretada del modo más bello con su instrumental primiiivo. se ha interpretado música histórica, pues se decía siempre que
Al principio nos centramos especialmente en dos polos: la mú- era peor. Sólo se interpretaba la música totalmente moderna.
sica del siglo XVI hasta la de Haydn. Este fue el comienzo Esta era la cima, esto era lo mejor.
del Concentus. S.: En la actualidad no se desatan polémicas como la naci-
5.: Con usted se inicia una nueva era del sonido de la mú- da en ¡970 con motivo de su grabación de la Pasión según
sica antigua. Naturalmente nunca se parte de cero, ¿recono- San Mateo de Bach. ¿Se puede ser tan optimista como para
ce alguna deuda con intérpretes que le hayan precedido en pensar que ha sido desterrado definitivamente el fantasma de
este camino? la acusación de reconstrucción arqueológica, que tantas ve-
N.H.: Al comienzo de este camino ignoraba la existencia ces se le ha dirigido a la interpretación auténtica?
de predecesores, pero había aquí un maestro, en la Escuela N.H.: Hay, por desgracia, muchos sucesores míos, una nue-
superior de música, Joseph Martin, que ya sabía bastante de va generación de músicos, que tocan muy bien, que tocan muy
esto y me aportó también mucha inspiración. Posteriormen- bien ios instrumentos históricos, pero para los cuales el his-
te, después de que nosotros ya habíamos dado algunos con- toricismo es verdaderamente lo más importante. Pretenden
ciertos, quizás en 1958-59, oímos hablar de los trabajos de repetir interpretaciones de la época de Bach. Pero no pien-
Gustav Scheck y de August Wenzinger en Suiza y, además, san ni que ello es imposible, ni que no tiene en absoluto im-
de los ya realizados antes de la guerra, en Alemania y, toda- portancia que debamos hacer ejecuciones de 1988, de la época
vía mucho antes en Inglaterra con Arnold Dolmetsch. Pero actual: sólo los medios que utilizamos y los conocimientos
yo, ciertamente, no he recibido ninguna influencia directa de que aprovechamos deben proceder de lo antiguo, de lo origi-
Arnold Dolmetsch o de Inglaterra, aunque tuvimos contac- nal. La acusación de que uno era demasiado histórico antes,
tos, posteriormente, con Wenzinger y Scheck y entonces hu- en 1970, tampoco era justa, porque sabíamos que no se pue-
bo un intercambio. No sé si esto se puede considerar como de, de ningún modo, realizar música histórica. No leñemos
una influencia, pero lo cierto es que hubo un intercambio de música de la época histórica, todo es música de ahora y lo
ideas. que tocamos forma parte del presente. En la época actual se
S.: Para la reconstrucción de la manera histórica de hacer pueden escuchar Sinfonías de Mozart, Sinfonías de Beetho-
la música anterior al Romanticismo se cuenta con valiosas ven, también Mendelssohn, Berlioz, Brahms, tocados con ins-
fuentes, pero ¿no supone un condicionamiento demasiado trumentos originales, y entonces surge un fetichismo, un
fuerte, acaso insalvable, el hecho de la pérdida de la tradi- fetichismo del instrumento. Debemos pensar siempre que el
ción interpretativa? instrumento no es la música; el instrumento es sólo una he-
N.H.: Sí, creo que el problema de que la tradición está cor- rramienta y debemos elegir la mejor herramienta para la mú-
tada es insoluble. Es absolutamente insoluble y no creo que sica, pero no como demostración de un instrumento.
sea posible hoy reconstruir de nuevo una interpretación de, S.: ¿Cree que existe en estos momentos una alternativa via-
digamos Bach, Mozart, Monteverdi. Esto es imposible. La tra- ble a la linea inaugurada por usted y otros músicos como
dición está perdida. Sólo existen fuentes escritas. No hay nin- Leonhardt?
gún teléfono en la historia, ni discos. Por consiguiente, creo N.H.: Cada generación encontrará un nuevo camino y, na-
que lo que nosotros hacemos es una hipótesis, lodo es hipó- turalmente, surgirá una alternativa. Yo no puedo verla por el
tesis. Debemos decirlo con absoluta sinceridad. Pero yo creo momento, pero debe haber una.
que no es lo más importante repetir la interpretación de los S.: ¿En el futuro?
siglos XVIII, XVII o XVI, sino que lo importante es encon- N.H.: Sí, aunque quizás también en el presente. No lo sé,
trar una interpretación que en la época actual tenga un valor, pero no se puede decir que una generación no tenga ninguna
que (enga hoy un significado. Cada interpretación de una obra alternativa. Esto no es posible. Pero nosotros todavía vivimos,
de Bach es distinta en 1725, cuando era absolutamente nue- no estamos todavía totalmente muertos.
va, o en 1780, cuando Mozart interpretaba a Bach, y cuando S.: ¿Ha revisado personalmente sus criterios de hace unos
ya se ha conocido a Mozart, entonces es Bach también total- años deforma radical? Las obras que ha llevado al disco en
mente distinto. En la actualidad, al conocer a Beethov en, más de una ocasión inducirían a pensar así.
Schubert, Strawinsky, nuestra visión de Bach es totalmente N.H.: Sí, cuando grabamos una obra de nuevo es porque
distinta a través de todos estos compositores. Creo que no hay pensamos que la interpretación anterior no se corresponde

48 Scherzo
-entrevisto

ya con la idea actual que leñemos de ella. Es una nueva vi- obedece al hecho de que debemos tocar en salas grandes —
sión, una evolución. en grandes salas de concierto—, y la música de Schiitz es muy
S.: La utilización de una orquesta tradicional para tocar y íntima. Es un problema tocarla en una gran sala, aunque en
grabar la Pasión según San Mateo de Bach, llevaría a pensar los próximos años pienso interpretar bastante más a Schütz.
que Harnoncourt ha adoptado una postura menos radical, S.: ¿Esto incluye también la grabación de obras suyas?
¿estaría usted de acuerdo con una apreciación de este tipo? N.H.: Sí, quizás también.
N.H.: No. Yo no grabaría la Pasión según San Mateo con S.J Después de la reveladora grabación de Castor y Polux,
una orquesta moderna, aunque existe una grabación tomada de Rameau, no ha vuelto a la ópera francesa barroca, ¿tiene
en directo en un concierto en beneficio de Concertgebouw, algún proyecto relativo a Rameau y Lully?
en Amsterdam. La sala debía renovarse o se habría arruina- N.H.; No, en absoluto.
do totalmente, y me dije que para salvar esta hermosa casa
S.: Sus últimos trabajos están dedicados especialmente al
debía hacerse algo a cambio. Por eso permití que se hiciera
clasicismo. Sus interpretaciones de Mozari están siendo muy
la grabación, aunque sólo en beneficio de dicha casa. No se
discutidas. ¿Piensa que había una idea demasiado estereoti-
trata de ninguna grabación de estudio. Esta es la verdad.
pada de Mozart y esto es lo que lleva a la no aceptación in-
S.: A hora que la grabación de las Cantatas de Bach va to-
mediata de su aportación?
cando a su fin podría planteársele lo que ha supuesto este
monumental proyecto para usted, ¿ha cambiado sensiblemente N.H.: Pienso que se ha creído que Mozart era bello, apolí-
su imagen de Bach? neo, sin conflicio, sin problema. Esto se venía creyendo apro-
N.H.; Seguro, ya lo creo. Hemos experimentado sorpresas ximadamente desde hace 100 años. Actualmente se ve a
en cada pieza. Siempre habíamos pensado que conocíamos Mozart como un músico mucho más emocional, mucho más
a Bach y, sin embargo, surgieron nuevos aspectos. Bach se ha rico en conflictos, que Beethoven. Asi, se ha dicho que la Sin-
engrandecido enormemente mediante este trabajo con sus fonía en sol menor presenta mucha más pasión que las gran-
Cantatas. des Sinfonías de Beethoven y debo decir que yo también lo
S.: Da la impresión de que la idea que tenemos de Haen- veo asi. Creo que durante mucho tiempo Mozart ha sido só-
del, y no digamos ya de Telemann, es muy incompleta com- lo bello, durante mucho tiempo ha sido como mermelada, pero
parada con la que la discografía puede ofrecernos de Bach, si se miran las notas escrupulosamente, por dentro, entonces
¿nos esperan sorpresas en ¡a valoración de estos músicos, en se da uno cuenta de que, posiblemente, Mozart ha sido el fi-
especial del segundo, en las próximas décadas? lósofo más grande de la música y el que ha penetrado más pro-
N.H.: Creo que puede haber aquí pequeñas sorpresas, pues, fundamente en el alma humana. El vio cielo e infierno, no
por ejemplo, la calidad del último Telemann ha aumentado. sólo cielo.
Poco antes de su muerte escribió obras que eran incluso tan S.: Al avanzar en la historia de la música, del barroco al
modernas como las composiciones de compositores jóvenes, clasicismo, parece que el medio instrumental se vuelve me-
y esto habrá de producir sorpresas. nos decisivo. De hecho sus resultados con una orquesta tra-
5.: Choco un poco que, salvo error nuestro, no haya gra- dicional son más radicales, por así decir, que los obtenidos
bado nada de Schülz. ¿No le interesa su música? ¿La toca por otros intérpretes con orquestas de instrumentos antiguos,
en concierto? ¿considera correctas estas apreciaciones?
N.H.: Hemos tocado muy poco de Schülz en concierto. Esto N.H.: Si, para mí el instrumento es cada vez menos impor-

Scher¿o 49
entrevisto-

Híirtioilíuiirl durante ios ensayos th- la Opera de Vienu. marzo lie 1988

tante en el progreso hacia el clasicismo. Es más impórtente se debe su preferencia por Mozart frente a Haydn? ¿Tiene us-
el cómo en la interpretación que el cómo en el sonido. ted algún proyecto de futuro respecto a este compositor, so-
S.: A sus interpretaciones de Mozar algunos críticos suelen bre todo en lo que afecta a sus óperas?
oponerles que son en exceso duras. Sin embargo, esto debe N.H.: Bien, en el terreno sinfónico considero a Mozart y
ser un elemento interpretativo deliberado. No en vano usled a Haydn absolutamente equivalentes, y tengo mucho interés
afirmó en uno de sus escritos que lo rudo es bello. ¿Cómo en hacer sinfonías de Haydn y también grabar cada afio al-
contempla la necesidad de recuperación del lado enérgico delgunas de ellas. En la ópera creo que Haydn se encuentra a
clasicismo? la sombra de Mozart. Las óperas de Mozart son, sencillamen-
N.H: Me parece tan importante como el lado tierno y dul- te, mucho mejores que las de Haydn. No sé el porqué. Yo,
ce, porque yo soy consciente de que mis interpretaciones son hasta este momento, no he tomado una decisión respecto a
más duras en lo dramático y más líricas en lo lírico. Pero los las óperas de Haydn. Por esta razón no tengo lodavía ningún
críticos escuchan casi siempre sólo la dureza, no la ternu- plan, pero sigo buscando.
ra, la dulzura. Creo que es algo más amplio. Se trata de acen- S.: Ha hablado usled de la grabación de sinfonías de Haydn.
tuar la expresión. Actualmente la dureza se acepta junto con ¿Incluye esta idea la posibilidad de una integral?
la ternura. Es necesario contemplar todos los aspectos del cla- N.H.: No lo sé, pero desearía grabar tantas como fuera
sicismo, no sólo uno de ellos. posible.
S.: También en uno de sus escritos se lee que Mozart no S.: Usted ya ha dirigido obras de Beethoven en concierto.
era un innovador. ¿Qué alcance da a estu afirmación? ¿Tiene en mente grabar alguna de sus sinfonías?
N.H.: El no inventó nada que no existiera con anteriori- N.H.: Si, algunas.
dad. Creo que tampoco Bach fue un innovador. Sin embar- ¿Cabe esperar una conmoción semejante a la mozartiana?
go, Monteverdi —o también Haydn—, fue un innovador, que N.H.: Eso no lo sé.
inventó cosas; efectos de instrumentación, efectos de disona- S.: Esa grabación, ¿incluye la Novena?
das, efectos armónicos. Mozart lo sumó todo, lo reunió to- N.H.: [.a Novena no creo... en este momento todavía no.
do, todo lo que había llegado hasta él, y lo sintetizó. No Quizás si se me pregunta dentro de dos ó tres años, tal vez
inventó nada nuevo. Creo que los grandes genios, los más gran- cambie de parecer. Tengo un problema con la Novena sinfo-
des, nunca descubrieron nada. nía: el Fina le.
S.: Dentro del clasicismo vienes usled se ha dedicado fun-
damentalmente u Mozart, pero muy poco a Haydn.
N.H.; Hasta ahora no, pero me interesa cada vez más.
S..- Este compositor escribió gran número de óperas y, sin Florentino Gracia Utrillas
embargo, es prácticamente desconocido en esle campa ¿A qué Enrique Martínez Miura

50 St:hcr?o
discos

ACTUALIDAD
DISCOGRAFICA

¿Carmen con instrumentos originales?


inolvidable Charles Munch
con la citada orquesta en gi-
ra por diversas ciudades del
mundo (Lisboa. Besancon,
Montreal, Tokio, Edimburgo,
etc.) y con obras que fueron
el caballo de batalla de este
Maestro: la Fantástica; la
Sinfonía de Franck; Pelléas
el Mélisande, de Fauré; Ba-
co y Ariadna, más la Terce-
ra y Cuarta Sinfonías de
Roussel, las Leyendas de Si-
belius, la Segunda de Brahms
y la Cuarta de Schumann son
algunas de las obras que se
pueden escuchar en estos im-
portantes documentos fono-
gráficos distribuidos en
España por Harmonía Mun-
di Ibérica.

Una excelente colección

Phil¡üps publicará en breve


la cuarta entrega del nuevo
ciclo Schubert protagonizado
por Alfred Brendel (ver co-
mentario de los dos primeros
discos en este mismo núme-
ro), asi como una colección
con las grabaciones más im-
portantes del célebre pianis-
ta austríaco: Bach, Beetho-
ven, Mozart, Liszt, Schu-
Charles Munch visto por Carmelo. mann y, sobre todo, Schubert
son los compositores a los que Bren-

N
o hace mucho un conocido crítico Norringlon. El crítico francés dice que «la
comentaba al autor de estas líneas del dedica preferentemente su atención.
orquesta de Bizel vuelve a su ascética cru- Otra colección destacable, aunque muy mi-
que el fenómeno Roger Norríngton deza: se reestablece la vihuela en el quinteto
le parecía tan discutible como inaceptables noritaria tanto por repertorio como por pre-
del acto 2°, el guitarrón en el Trío de las car- cio (15 compactos, nada menos) es el integral
eran sus resultados. Desde luego, personal- tas, y las castañuelas (eso sí, de madera de
mente me encuentro más cerca de este crite- de Sonatas y Caprichos de Clemenii por el
roble de los montes cántabros) en la canción pianista Pietro Spada, editado por la casa
rio que del de los turiferarios de turno para bohemia. Además, ni Callas, ni Berganza,
los que nada de lo hecho anteriormente me- Frequenz. Esta empresa ha exhumado otra
ni Horne, ni Resnik, ni Migenes, ni de los Serva padrona, la compuesta por Giovanni
rece la pena (por ejemplo, en algunas revis- Angeles, ni Baltsa, ni Pnce, ni Troyanos han
tas extranjeras se vierten elogios desmedidos Paisiello, editándola en un compacto en in-
sabido dar a la Seguidilla su verdadero sen- terpretación de Jeanne-Marie Bima y Gra-
para la lectura de Norrington de la Sinfonía tido, sólo Rene Jacobs... etc., etc.». Se habla
fantástica, versión a la que ponen muy por ziano Polidori, con la Sinfonietla de Varsovia
también de agógica soberana y de innato sen- dirigida por Wojdech Czepiel. Finalmente,
encima de las de Mitropoulos, Monteux, tido de la gran forma que caracteriza las re-
Munch, Beecham, Scherchen, Argenta. Mar- otra colección en la que hay de todo. Wee-
volucionarias opciones de Norrington... Para kend Classics de Decca, pero de la que se
kevitch o Colin Davis. Lo mismo ocurre con más atractivo, el álbum viene con una do-
las Sinfonías de Beethoven... De todas for- puede extraer gran abundancia de reedicio-
cumentación exhaustiva en la que se inclu- nes prestigiosas: recordemos el célebre Em-
mas, como hay gustos para todo les reco- ye la correspondencia secreta entre Bizel y
miendo la lectura que tanto de una como de perador con Curzon/Knappertsbusch, una
Merimée, pero sólo en catalán... En fin, to- selección de Danzas húngaras y eslavas por
las otras harán para estas mismas páginas do lo dicho, de un incuestionable sentido del
nuestros expertos en el tema). Pero la cosa la Filarmónica de Viena y Fritz Reiner, las
humor, no es tan descabellado como parece Suites de Carmen y la Artesiana por Char-
no termina aquí: Con un inigualable senti- en principio. Y a este paso, tiempo llegará
do del humor y haciéndose eco de la despro- les Munch, Petrushka y El pájaro de fuego
en que escuchemos a Rene Jacobs cantar: por Pierre Monteux, las Suiles handelianas
porción que está lomando el tema en «Quand je vous aimerai? / Ma foi, je ne sais
cueslión, la revista francesa Le Monde de la Water Afusic y los Fireworks por la Sinfó-
pas...» nica de Londres y George Szell, las famosas
Musique nos informa que Roger Norring-.
ton acaba de grabar la versión íntegra de Car- \ y discutidas transcripciones de Bach por Leo-
men, con [odas sus pantomimas y recitativos ¡ pold Slokowski y la música incidental de Eg-
en 5 discos compactos marca Chorizo con Homenaje » un gran director mont por la Filarmónica de Viena dirigida
arreglo al siguiente reparto: Rene Jacobs, por George Szell. El resto de la colección,
contratenor (Carmen); Nella Anfuso, sopra- salvo algunas curiosidades, baja bastante el
A j a empresa francesa Disques Montaigne, listón. Señalemos también el comienzo de
no (Micaela); Nigel Rogers, tenor (Don Jo- editora de célebres conciertos de la Orques-
sí), y Gregory Reinhardt, barítono una serie dedicada a música de películas.
(EscamilJo); con los Coros de la Chapelle Ro- ta Nacional de Francia en los Campos Elí- Decca Cinema Gala Series.
yale, los nidos cantores de Tolz y Les Musi- seos con las batutas más destacadas de en-
ciens du Louvre, todos ellos dirigidos por tonces (Monteux, Schuricht, Scherchen y un
largo y glorioso etcétera), acaba de publicar
un álbum de cinco compactos dedicados al Enrique Pérez Adrián

Scherzo 51
- discos

BEETHOVEN: Sinfonías n°l en Do mayor, BEETHOVEN; Conciertos para piano y or-


Op. 21 y n°6 en Fa mayor, Op. 68 «Pasto-
ral». The London Classical Players, con ins- DISCOS questa n." I en Do mayor, Op. 15, y n.° 2
en Si bemol mayor, Op ¡9. Melvyn Tan, pia-
I ruínenlas origina les. Director: Roger No- noforte (Derek Adlam, 1983, sobre un ori-
rringlon. EMI CDC 7 49746 2 (DDD. ftí'OÍ). ginal de Na riel le Slrcichcr, Viena, 1814). The
London Oassical P layen,, con i ns I rumen los
Con algún retraso, nos llega es- originales. Dir: Roger Norringion. EMI
te, para nosotros, primer ejem- CDC 7 49509 2 (59'45. DDD).
plar del ciclo Beethoven que
Roger Norrington está realizando para EMI Además del ciclo sinfónico com-
(por ahí fuera este es el tercer disco. Se han pleto de Beethoven y de alguna
comercializado ya 2°, 8° y 9°; todas ellas han aventurilla sorprendente (Fantás-
aparecido previamente también en España, tica de Berlioz), EMI se ha embarcado en
si bien ninguna ha sido remitida para su co- el ciclo de conciertos para piano del sordo
mentario en escás páginas). de Bonn, con Norrington y sus chicos, y con
Eludiré el espinoso tema —aquí más que el pianista británico de origen orienta!
nunca— de instrumentos originales sí o no Melvyn Tan.
para esta música. Los London Classical Pla- El presente disco, con los conciertos sa-
yers, no lan nuevos como podría parecer BEETHOVEN: Los 5 conciertos para pia- biamente ordenados en orden cronológico
(contienen muchos nombres muy conocidos no y orquesta. Munay Ptrahia, piano. Or- V " 2 y n." I), constituye la primera entrega.
de otras agrupaciones británicas), tocan es- questa del Oncertgebouw, Amslerdam. Dir.: En ambos conciertos, la introducción or-
pléndidamente, y eso es lo que, en definiti- Bernard Hailink. CBS- M3K 44575 (3 CDS, questal nos revela al Norrington de las Sin-
va, importa. DDD, 69'59, 6934 > 3S 49). Grabación: 1983 fonías, enérgico, vivo, con un conjunto
No puedo ocultarles, sin decantarme — (N°2), 1984 (N°4). 1985 (N°l y 3), y 1986 orquestal que toca maravillosamente. La en-
insisto— en polémica alguna, que este Beet- (N-S). trada del piano, sin embargo, resulta una de-
hoven me ha producido una fuerte impre- cepción, ya que al escaso volumen que da el
sión, y mi conclusión es que estamos ante Este álbum de CBS es la refun- instrumento se añade lo que parece una gra-
un músico de muchos quilates, que sabe per- dición de la integral que el pia- bación distante del solista, en balance que
feciamente lo que quiere y cómo conseguir- nista norteamericano ha ido favorece netamente a la orquesta. Por otra
lo. Por añadidura, lo que quiere no es una grabando en los últimos años, y que ha sido parte. Tan, poseedor de un mecanismo ex-
mera reconstrucción historie isla, sino apro- previamente comercializada por separado. La celente y de una articulación nítida, es lan
vechar al máximo las posibilidades de sus versión del Emperador fue comentada por respetuoso con la letra de la partinura co-
instrumentos para construir un Beethoven quien esto escribe en el n." 22 de SCHER- mo Norrington, pero, al contrario que éste,
enérgico, temperamental, pero con las pau- ZO, y no puedo sino confirmar los elogio- no parece tener mucho que decir sobre la mú-
tas de principios del XIX, no de finales. Sus sos términos de mi comentario de entonces. sica. Su lectura, atenta a los acentos, resulla
versiones se caracterizan por un escrupulo- Si puedo, en cambio, decir que, para mi plana en cuanto a matiz y fraseo, aséptica
so respeto a las indicaciones metronómicas grata sorpresa, no es este concierto el punto en el mensaje, y, por ello, un tanto divorcia-
del sordo de Bonn (a veces para más rápido álgido del ciclo, que podría muy bien situarse da de la interpretación de la batuta, arries-
y otras, las menos, para más lento de lo ha- en el disco que contiene los Cándenos n.° gada (gustar a unos, irritar a otros) y sin
bitual), por un rendimiento máximo de la 3 y 4; ambos obtienen lecturas que son una concesiones.
agilidad de articulación de la cuerda — auténtica delicia de claridad, de energía, de
excepcional, por cierto—, por la aparición capacidad de cantar. Estas versiones podrían Como nota marginal, destaquemos la
protagonista de ¡a madera y por el papel es- muy bien ser mi primera elección incluso en ausencia de apunte biográfico alguno sobre
telar de metal y timbales. Este último instru- disco suelto. Si añadimos unas excelentes y el pianista, que creo necesaria en tamo que
mento es utilizado sin miedo ni restricción clasicistas lecturas de los dos primeros Con- dudo se trate de una celebridad.
alguna, para disfrute del óyeme que, merced ciertos (el primero con una cadencia recien- En suma, disco decepcionante por la asép-
a la menor resonancia del instrumento ori- temente descubierta de! propio Beethoven, tica lectura de! pianista y por el extraño ba-
ginal , puede apreciarse mucho mejor qué es- para el tercer tiempo), la muy notable ver- lance de la grabación. Creo que EMI pudo'
tá sonando. sión del Quinto la constante sabia elección haber buscado un pianista con algo más de
de tempi, el también constantemente buen imaginación. Se me ocurre, sin ir más lejos,
El planteamiento es, sin embargo, algo vi- acompañamiento (excelente, más bien) de un Badura-Skoda, que en las Sonatas demos-
vo, con unos crescendi y unos í/tremendos. Hailink, tendremos los ingredientes de un in- tró lo mucho que el pianoforte tiene que
La coda del primer tiempo en la Primera Sin- tegral que reúne lo que no todos consiguen: decir.
fonía (c.283-final) es alucinante, llegando a regularidad. Arrau, excelso en el Quinto
sacarnos de la silla en el climax (c.293). Concierto, está técnicamente fallón en los RJO.B.
Norrington no asume, sin embargo, que primeros (¡faltaría más!), además de totali-
sólo puede hacerse, ruborizadamente, lo que zar cuatro discos, en serie cara y con un corte
criminal entre el segundo y el tercer tiempo BRUCKNER: Sinfonía n" 7. Orquttla Il-
eslá escrito, y hace algunas cosas (ritard. en la rmó nica de Berlín. Director Herbert von
el c.3. primer tiempo de la Pastoral) que, sin de! Tercer Concierto (hay que cambiar de dis-
co). Pollini da más de arena que de cal (só- Karajan, EMI CDM 7 69923 2, corajudo
estarlo, resultan lógicas. La lectura que ha- ADD serie Sludio. Duración: 6002". Graba-
ce de esta Sinfonía es una auténtica revela- lo en el Cuarto Concierto). Kempff, excelente
en los dos últimos Conciertos, no puede ción efectuada en IR Jesús Chrislus Kirche
ción, que va desde la sencilla paz de los dos de Berlín en ttidembre de 1970 y febrero
primeros tiempos hasta la salvaje tempestad competir en términos de sonido y acompa-
ñamiento, y además, sus cadencias no son, de 1971.
y el triunfal canto de agradecimiento final.
El diálogo que se establece entre violines I ni mucho menos, tan interesantes como las
y II (separados por Norrington en todas las de Beethoven que interpreta Perahia. Excelente interpretación, muy cá-
sinfonias, aunque alguno se escandalice) es lida y sensual (en contraposición
único. a lo que el propio Karajan ha-
Con momentos del máximo nivel (ya ci- ría años más tarde con esta misma orquesta
En suma, versiones que se sitúan muy al- tados) y con una media de notable muy al- para Deutsche Grammophon, un producto
to en la lista de mis preferencias y en cabeza to, esta integral, que además está a precio frío y aséptico que, sin embargo, mereció to-
destacada respecto a otras con instrumentos moderado, se sitúa como excelente opción da clase de elogios y parabienes). Ya desde
originales. Si eslá Vd, abierto a concepcio- dentro de las integrales, aunque no debemos el comienzo de la obra (compás n° 3, entra-
nes no tradicionales, vaya y pruebe el primer olvidar cuan generoso es el catálogo en ver- da de violoncellos y trompas) asistimos a una
tiempo de la Primera Sinfonía o el cuarto siones sueltas (Fischer, Arrau, Benedetti- lección orquestal de indescriptible belleza
de la Sexta. Michelangeü). Pero este álbum, de sonido ex- que no cesa en ningún momento y que da
Agualdo con interés el testo del ciclo, cu- celente (aunque un punto excesivamente re- lugar a una de las interpretaciones bruckne-
ya finalización (Sinfonias niims. 3, 4, 5, y sonante en cuanto a timbal), tiene una rianas de mayor relieve. Todo está en su si'
7) está prevista para este ano. relación calidad-precio inmejorable. lio y todo respira esa peculiar perfección
que acompaña a los registros de Karajan, pe-
R.O.B. R.O.B.

52 Scherzo
discos

ro lejos de producir cierta sensación de ago- compactos para recoger la grabación) son in- La Sonata Op. 58 se mueve en parecidos
bio (comprobable en muchos de los discos flexibles con las óperas barrocas desco- términos, con el tiempo lento como punto
del maestro austríaco) aquí se desarrolla el nocidas. culminante.
efecto contrario: la espontaneidad es tal, que La grabación cuenta con los mismos in- En suma, versiones muy interesantes, que
da la sensación de que el acto compositivo térpretes que dieron vida a la obra en el Fes- ante todo, contienen sendas lecturas super-
corre paralelo al interpretativo, todo ello en tival de Música Antigua de Innsbruck. La lativas de los tiempos lentos. Pese a ello, Po-
un lenguaje profundo e incisivo propio de familiaridad con la ópera es apreciable. Un llini, globalmente, nos llega más (los tiempos
los traductores más destacados de estos pen- homogéneo equipo de cantantes que carac- extremos de ambas Sonatas, sobre todo).
tagramas, léase los de siempre (Furtwángier, terizan con convicción a los diversos perso-
Knappertsbusch, Schuricht, Celibidachc, Jo- Excelente grabación para completar un
najes. El lado humorístico es especialmente disco muy notable. Es una pena que no nos
chum, Sanderling, Hahínfc en una cierta me- feliz, aunque tampoco se ha descuidado crear
dida, van Beinum, el último Giulini...). haya llegado su Mozart, pero ya saben Vds.
la atmósfera misteriosa que rodea a Medea, cómo son estas cosas.
Magnifico sonido, resultado de una simbio- magníficamente incorporada por la mezzo
sis de pensamiento perfecta entre el produc- Gloria Banditelli, o subrayar los climax dra-
tor (Míchel Glotz) y el director (Karajan); máticos. El fluido melodismo de Cavalli ha R.O.B.
oyendo este disco se puede comprender la sido bien servido por todo el elenco, pero hay
frase de Karajan respecto a Glotz: «El y yo que fijarse, desde luego, en el Giasone de
tenemos el mismo oído». Además, el disco gran lirismo de Michael Chance y el impo- CHOPIN: Variaciones sobre un tema de
es de precio medio. ¿Se puede pedir más? nente Ercole de Harry van der Kamp. Jacobs Moore (a cuatro manos). Rondó para dos
ha preferido una instrumentación parca, ba- pianos, Op, 73 MON1USZKO: Obra com-
sada en los manuscritos, que se abre a la bri- pleta para piano a cuatro manos, nueve
ERA. llantez en un par de ocasiones. Concertó obras para piano a dos manos. Kryslyna Ma-
Vocale responde con solvencia y virtuosis- kmvska, Anna Welosowska (piano). CD LE
mo cuando se le solicita. La recuperación de CHANT DU MONDE LDC 278 915. Tipo
CATALANI: La Wally. Renata Tebaldi, CJa- de grabación sin precisar. 60*35. Distribui-
cinto PiandelN, Diño Dona i. Orquesta y Co- Giasone. en definitiva, es un acontecimien-
to fonográfico excepcional. do por Harmonía Mundi.
ro de la RAÍ de Roma. Director: Arturo
Basile. FONIT-CETRA CDC 7. 2 CD. AAD.
Duración: 122*18". Distribuido por PD1. Moniuszko, el otro compositor
E.M.M. romántico de Polonia, es conoci-
En el número 25 de SCHERZO. do en Europa occidental, y apre-
correspondiente a junio de 1988, ciado por su Opera Halka (aunque Straszny
CHOPIN: Sonatas para piano n° 2 en si be- Dwor, La casa Encantada, esté probablemen-
tuve la oportunidad de hacer una mol menor, Op. 35 y n° 3 en si menor, Op.
reseña de una selección que entonces presen- te más conseguida). Es posible que el com-
58. Milsuko tenida, piano. PHILIPS Com- positor necesite la gran orquesta para
taba Rodolphe de esta ópera de Catalán! que pacto 420 949-2PH (DDD, SS'46. Grabado
ahora ofrece completa la Fonit-Cetra. Poco expresarse (el lector podrá equiparar las
en Londres, 1987). Danzas de los Montes en Halka con su ver-
tengo que añadir al juicio emitido entonces,
salvo reiterar que la edición cuenta casi ex- sión a cuatro manos incluidas en el CD), y
clusivamente por el interés (con matizacio- Milsuko üchida. ganadora del que sus mazurkas y polonaises no alcancen
nes) que despierta la presencia de la Tebaldi segundo premio en Leeds (1957), del todo el nivel de las de Chopin; pero este
en un rol que cuidó la soprano con esmero. ha comenzado recientemente una disco es bienvenido en cuanto nos acerca a
Es extraño que después de Tebaldi la obra serie de grabaciones dedicadas a Mozan (So- un compositor sem¡desconocido. Las minia-
de Catalani siga interesando sólo por el aria natas y Conciertos, éstos con Jeffrey Tale), turas tienen títulos encantadores y bucólicos:
de la protagonista Ebben? Ne andró fonta- que han merecido plácemes generalizados, Mazurlca para las bodas, La hilandera, El
na y no haya lentado, como correspondería, sobre los que no me puedo pronunciar por trotamundo. Canto sin palabras... Sin em-
a una Scotto, Ricciarelli o Freni. En fin, es- no haber tenido ocasión de escuchar ningún bargo, las dos pianistas polacas no lo entien-
las dos últimas aún están a tiempo. La ópe- ejemplar. den asi: seguridad afirmativa, control
ra (bien construida, bella en melodías, Este Chopín es pues, para mí, la primera metronómico dentro del espíritu de objeti-
hábilmente orquestada) merecería mayor ocasión de oírla y me da la oportunidad de vidad cultivado por algunos pianistas de la
atención que ia despertada. decir inmediatamente que es una pianista muy post-guerra. Las obras de Chopin (las Varia-
interesante. Dotada de unos medios técnicos ciones Moore fueron descubiertas en 1964)
indudables, la belleza de su sonido, la clari- son interpretadas dentro de la misma línea.
F.F. dad de mecanismo y el sabio empleo del pe-
dal parecen ser sus cualidades más notables.
Aunque su gama dinámica es muy amplia, P.E.
CAVALLI: Giasone. Chance, van dcr Kamp,
Schopper, Dubosc, Mfllon. de Mey. Concer- se mueve mejor en los pp que en los ff, a
tó Vocale. Director Rcné Jacobs. Harmonía los que les falta una cierta contundencia. CHOPIN: Sonata n°2, Op. 35y a" 3, Op.
Mundi. HMC 901282.84. DDD. 79'ZO". La elección de los tempi tiende a lo mo- 58. Murny Perahia, piano. CD CBS MK
7 9 W . 78'30". derado, y la combinación de esto con lo ex- 76242 ADD 50" 18.
puesto anteriormente podría muy bien ser la
Cavalli compuso treinta óperas causa de que lo mejor, lo auténticamente so- '<La más pura entre todas las mú-
él para las celebraciones venecianas.
Una de estas, Giasone. represen-
bresaliente, se encuentre en los dos tiempos
lentos de las respectivas Sonatas.
sicas» confesaba el Padre Abad
de Monte Cassino a André Gide,
tada durante el carnaval de 1649. llegó a ser l a marcha fúnebre de la Segunda Sonata y asi parece entenderlo Perahia; «la más frá-
la ópera italiana de mayor éxito de todo el está magníficamente construida, a un lem- gil también» podría añadir. Perahia en esta-
siglo XVII. El texto de Andrea Cicognini es- po realmente lento (más lo habitual, muy do de gracia, propone siempre; nos
tablece una curiosa mezcla del mundo mi- adecuado). Una cierta blandura en el acor- sorprende, ¿qué pianista se atreve a un tem-
tológico de los dioses y los héroes con las de arpegiado del c.lS es quiza lo único que po tan lento para el Largo del Op 58 des-
preocupaciones rutinarias de la gente vulgar. puede objetarse. La sección central está ma- pués de un vivace enloquecedor? ¿Quién sabe
La música de Cavalli, con su gran frescura, ravillosamente expuesta, con una melanco- proponer, en el mismo Opus, caprichosa-
otorga unidad a la disparidad de géneros li- lía infinita. El diminuendo en la segunda mente casi, unas referencias beethovenianas,
terarios, consiguiendo el tono oportuno pa- parte de esta sección, para conectar con el desmentirlas con evocaciones shumannianas
ra los momentos de comedía (intervenciones comienzo piano de la reexposición está con- o mendelssohnianas. para transformar el to-
de Demo, personaje tartamudo) o los de ma- seguido como en muy pocas versiones. Del do en un raro scherzo? ¿Quién resuelve la
yor dramatismo, en especial la tensa escena resto de la Sonata destacan el scherzo y el Marcha Fúnebre del OpJÍ con un Presto tan
del encantamiento de Medea. La obra nos presto final, sí bien a ambos les falta la agre- veloz) ¿Quién unifica estos desórdenes ado-
llega en la reconstrucción de Rene Jacobs, sividad y contundencia que Pollini (DG) les lescentes bajo una sabiduría —un control-
que ha procedido a efectuar algunos corles. da. El primer tiempo convence algo menos, si n edad?
Según su propia declaración, ha suprimido y contiene una repetición del grave inicial,
sólo un 10% de !a música de Cavalli. Las ne- justo al iniciar la reexposición, que no aca- Oíros pianistas han firmado versiones tan
cesidades de mercado (estaban previstos tres bo de entender. indispensables. Cécile Ousset, escandalosa-
mente desconocida en nuestro país, propo-

Scherzo 53
discos

ne una Segunda Sonata exactamente a [imbrica, adecuada valoración del lempo y del músico francés. Consideración que si tu-
conirapié de la interpretación de ftrahia: está sus leyes, emoción contenida... Son algunos vo Philips en su lanzamiento de la interpre-
convencida de la virilidad de Chapín, esco- de los rasgos sobre los que se mueve el pía- tación de Arrau.
je un logue recio, présenla una música vi- nismo de! legendario artista italiano (Brescia, A.R.
gorosa, un Chopin al aire libre. La sorpresa 1920) Arturo Benedeni-Míchelangeli. Es pre-
llega con el IV tiempo: mientras lodos sus cisameme Debussy, junto con Ravel, uno de
colegas intentan una unidad en el presto, Cé- sus tradicionales caballos de batalla. Por eso FATJRE: Réquiem, Op. 48 (orquestación ori-
cile Ousset exacerba el aspecto visual de la es un auténtico regalo recibir ahora, esta vez ginal). Misa de los tascadores de Villerville
partitura, desh¡lachado, desmigajado, lo tra- en compacto —con excelente y limpida to- (versión 1882). Agües Mellon, soprano. Pe-
duce en arañazos sonoros. ¿No es Mocíamenre ma sonora, que recoge fielmente lodo su va- ter Kooy, barítono. 1.a Chape He Royale. Les
ésta la idea de Chopin, después de la Marcha riado juego—, diez anos después del primero, Pelits Chanleurs de Sainl-Louis. Knsemhle
Fúnebre: un agitado y desesperado no a la el segunda cuaderno de los Preludios debus- Musique Obi ¡que. Dir.: Phílippe Herreweg-
muerte? Existen versiones más implacables syanos, obras que, en sus manos, resplande- he. Compacto HARMONÍA ML'MDI HMC
como la de Raiman¡nov (debería reeditarse, cen como doce extraordinarios diamantes, 901292 (S6'15, DDD7).
para redescubrir uno de los más grandes pia- cambiantes de aguas, ricos de colores, reful-
nistas) o de Horowitz (CD CBS-Sony), más gentes de luz. Cualquiera de las piezas está El Réquiem de Fauré, además de
i in agí nal i vas como la de Perlemuter (CB tratada con un cuidado, una claridad y un las peculiaridades estructurales
Nimbus), con una elegancia eterna (Rubins- rigor fuera de serie; nos llegan —algo que que ya comenté al hablar de la
lein, CD RCA)... Perahia propone el Cho- sólo se da en las grandes interpretaciones— versión de Dutoit (SCHERZO n.° 32), siguió
pin menos afirmalivo. en lo que parecen versiones únicas, de ver- una no menos peculiar evolución en cuan-
P.S. Las Sonatas por Pollini han desconcer- dadera referencia (sabemos, sin embargo, que to a su orquestación. El núcleo de la obra
tado a algún que otro melómano. Se rumo- existen otros acercamientos, tan válidos al dala de finales de 1887 y primeros días de
rea que el pianista descontento con el disco menos como éste). 1888, y Fauré sólo tuvo tiempo de comple-
(¿grabación?) ha pedido que se interrumpa tar parcialmente la orquestación, que no obs-
la distribución. ¿Podría la Deutsche Gram- Variedad dentro de la fidelidad al tempo tante era un lamo atipíca (violas, cellos,
mophon esclarecer este punto? marcado por el autor, respeto máxima a las órgano, arpa y timbales). Unos meses des-
exigencias de lo escrito y, a la vez —he aquí pués añadió dos trompas y dos trompetas.
RE. lo deslacable—. la mayor de las inventivas, El Libera me escrito ¡nicialmente en 1877
el juego pianístico más imaginativo y colo- para voz y órgano, sólo fue incorporado al
rista, incisivo y delicado, lírico y emotivo; Réquiem en 1891, lo que supuso la adición
CORICLlANO: Concierto para clarinete. las texturas más diáfanas y, sin embargo, más de tres trombones al conjunta La versión pa-
COPLAND: Concierto para clarinete, cuer- enjutas y apretadas. No sorprende por ello ra orquesta completa no fue acabada antes
das, arpa y piano. BERNSTE1N: Prelude, la alternancia, aparentemente muy libre, del de 1894.
Fugue and Riffs. Richard StocUman. clari- pulso rítmico de Feuilles mortes; ni el asom-
nete. Sinfónica de landres. Director: Law- broso seguimiento, en La Puerta del Vino, La orquestación original (la citada, con los
rence Leighlon Smith. RCA RD87762. de la recomendación «con bruscas oposicio- metales añadidos posteriormente) tiene in-
Compacto DDD. 55"57". nes», abordada con una lentitud (4'6") so- dudable interés por lo que supone de con-
lamente excesiva a priori. Fascinan, aún firmación en cuanto a huir de la brillantez
ahora que ya conocemos el estila y mane- y espectacular]dad se refiere. Sin violines ni
Programa norteamericano de tas del pianista, la multitud de ataques, de maderas, el color orquestal se torna oscuto,
obras concertantes para clarine- dinámicas, de acentos; la limpia dicción, la lleno de paz, pero sin caer en lo tenebroso.
te. La antología es muy comple- espectacular regulación de intensidades; el
ta, porque hemos de tener en cuenta que el Herrewegne, magnifico director de coros,
humor; la nostalgia; la ironía; la multiplici- ha seguido esa misma filosofía a la hora de
Concierto de Copland (1948) y el de Cori- dad de sentimientos en estas inspiradas evo-
gliano (1977) son los únicos de este tipo ver- traducir la partitura, y proporcionar una lec-
caciones subjetivas. Y, siempre, el sonido, tura muy bien planificada y estructurada,
daderamente instalados en el repertorio de dotado de una belleza, de una luminosidad
su país. Sus estilos son ciertamente muy dis- con un canto coral más cercano al clima de
incomparables, que nunca, ni en los momen- la iglesia pata el que sin duda fue concebi-
tintos: la obra del compositor más joven des- tos más orquestales (acordes en Feuxd'arti-
cubre a una interesante, vigorosa persona- da la obra. Excelente de todo punto la pres-
fice), pierde su tersura y redondez. tación de los limitados —en número-
lidad. El conciso Concierto de Aaron Co-
pland bebe de una de las fuentes más fecun- conjuntos corales. Los solistas responden
das de la música culta de Estados Unidos, Queda muy lejos, en esta versión -—que también a ese perfil, con una soprano que
el jazz. Escrita para el gran clarinetista Benny continúa en todo la del volumen 1—, llena da un timbre muy similar al de un mucha-
Goodman, la obra nace en cierta forma pa- de magia, de exquisitez, de un refinamiento cho. Muy buena también la contribución
ra amoldarse a sus facultades interpretativas, supremo, el mundo, más terreno, menos su- orquestal, asimismo limitada en número.
lan determinadas por la práctica del jazz. gerente, de aquel gran pianista que fue Wal-
ter Giesekin, primer defensor con altura del El disco se completa con una competente
Plenamente jazzística también la obra de lectura de la Misa de los pescadores de Vi-
Leonard Bernstein, concebida para clarine- ciclo para el disco. De las más récenles interpre-
taciones solamente se establecen concomitan- llerville, obra escrita al alimón por Fauré y
te y conjunto instrumental, verdadera ban- Messager, para una asociación caritativa del
da. El espíritu improvisatorio alienta cias con el arte depurado y profundo, extraña
mezcla de rigor e intuición de Claudio Arrau mencionado pueblo normando, en 1881. La
claramente en Prelude, Fugue and Riffs. versión aquí interpretada contiene una or-
(ver crítica en el n° 24 de SCHERZO), crea-
dor asimismo, dentro de otras coordenadas, questina añadida con ocasión de una inter-
Sloltzman realiza una labor instrumental de un sonido muy propio de extraordinaria pretación efectuada en 1882. Obra curiosa,
admirable desde la cadencia inicial en Cori- calidad y definidor de unos tempi Igualmente llama la atención por lo pueblerino de su es-
gliano, toda una exploración de posibilida- personales, siempre más moderados que los critura coral, esencialmente homofónica.
des, al melodismo. primero, y luego incisi- del italiano: excepto en el ya citado la Puena Obra, en cualquier caso, curiosa de oír, pe-
vidad en Copland, así como el movimiemo del Vino, en el que Benedetti se extasía, lo- ro desde iuego no de rodos los dios.
infatigable en Bernstein. Leighton Smith sabe dos los demás preludios tienen una duración
crear los climas adecuados para cada obra: En suma, disco muy interesante por lo que
mayor en dedos del chileno; la máxima y sor- se refiere a poder escuchar la orquestación
del misterio al estallido de violencia en Co- prendente diferencia se da en La Terrasse des
riglíano, entre trivial y lírico en Copland, original del Réquiem, muy competentemente
audiences du clair de lune: 3 ' 4 I " en Bene- realizada y grabada.
apropiadamente desenfrenado en Bernstein. detti; 5*31" en Arrau... Y cada recreación es, R.O.B.
E.M.M. en su estilo repectivo, magistral.

DEBUSSY: Preludios. Volumen 2. Arturo Como remate de esta crónica, siguiendo GRÉTRY: Zémira y Azor. Oper» en cuatro
Bcnedelti-Michefangel!. DG 427 391-2 GH. con la cuestión de las duraciones, ha de re- Míos. Mady Mesplé (Zémira), Rol and Buf-
sallarse, y es la única nota negativa, la ro- kens (Azor), Jan Van fiorp (Sander), Jtan-
CD D D & 39'9". ñosería de Poligram al editar este compacto de Claude Orliac (Ali). Orquesta de Cámara de
sólo 39'9". La verdad es que en el mismo se la Radiotelevisión Belga: Edgard Doneux: di-
Concisión, densidad sonora, cla- podían haber incluido sí no los dos volúme-
ridad de estructuras, economía rector. Danzas Aldeanas > Suile de «Céplule
nes de los preludios, sí algunas oirás piezas
de medios, exquisita matlzacíón i Procris». Orquesta de l.ieja: Paul Slrauss;

54 Seherzo
discos

director. CÜ-ADD LMI-7 69701 2 73*05 & siglos, no fue descubierta hasta 1969 —por nita voz, muy bien manejada. La Watkinson
70-45. Anthony Hieles— y editada a pan ir del ma- se mueve en su excelente nivel habitual. Staf-
nuscrito en 1977. ford, contra tenor también nuevo para mí,
Romain Rol 1 and decía que Ambas obras son interpretadas con el me- presta una contribución decente en su breve
Grétry tuvo la fortuna de gusiar jor estilo haendeliano de Hogwood: vivaci- cometido; queda lejos, sin embargo, de los
a Luis XVJ, a la Revolución y al dad, transparencia, incisividad rítmica, fluidez Esswood, Bowman o Bretl. Robson, aunque
propio Bonaparte. Como en Massenel la fácil melódica. Tal convicción persuade al oyen- para mi menos convincente que Rolfe-
vena melódica y el deseo de agradar eran en te de que Alcesie es una obra maestra y Co- Johnson para Harnoncourt, sobre todo en
él completamente naturales, mus algo más que un produelo ocasional. materia de agilidad vocal, lo hace muy bien
Seguidor del modelo de Gluck y uno de Es típico del británico y su magnífica orques- (óigase su War, he sung). Varcoe, en ño, aun-
los primeros en eniender la música escénica que cania con indudable gusto, se antoja po-
ta el equilibrio que obtienen enlre la linea bre en cantidad respecto al resto del equipo.
como un discurso, aplicó al sostén orques- superior y un bajo muy presente. Las pres-
tal una atención casi puntillista y en un des- Para mi el factor clave es la Brown, sin duda
taciones vocales son de muy alto nivel, con superior a la forzada Palmer (Harnoncourt).
tello genial anticipándose en un siglo a la excepción del tenor Paul Elliott, que se
Wagner, concibió ta orquesta oculta por en- muestra poco expresivo. El uso de un coro La grabación es, para lo que cabría exigir
tender que otorgaba mayor verosimilitud al de solistas, reforzado en su caso, da un ba- hoy día, un tanto plana, falta de presencia
fluir musical. lance en relación con los instrumentos muy y claridad necesarias. Me temo que hace un
Zémira y Azor es uno de sus títulos más preciso. La reedición posee un sonido muy flaco favor a lo que por demás es una exce-
apreciados y junio a Ricardo Corazón de claro, pero ya el disco LP de Akeste pre- lente versión de esta magnífica obra hánde-
León su obra maestra. Estrenada en Fontai- sentaba una grabación de gran calidad que liana, cuya riqueza orquestal y de escritura
nebleau en 1771 empleó un romántico y a este compacto tampoco mejora de manera no nos cansamos de admirar. Creo que al-
veces inverosímil libreto de La Chausée ins- ostensible. guna potencial versión de Pinnock o Hog-
pirado en un relato que tuvo enorme descen- wood podría hacerle una fuerte competencia.
dencia literaria: La Bella y la Bestia. La
E.M.M. La ya disponible de Harnoncourt podría, si
música es bastante menos romántica que el HAN DEL: Alesanser's Feast. Concertó gros- no fuera porque su soprano no está muy
texto, pero Grétry no carecía de inquietudes so en Do «Alexanser's Feast». Don na afortunada.
y apasionamientos y su búsqueda se vio sin Browu, soprano. Carolyn Waikinsun, con-
trallo- Ashley Strafford, conIraitflor, Nigel En conclusión, discos muy disfrutables, a
duda perjudicada por su desconocimiento de pesar de la grabación y algún que otro pun-
la obra de Mozart, su más ilustre contem- Robson, lenor. Siephen Varcoe, bajo. Mon-
leverdi Choir. The English Soloists (con ins- to débil. No descarto que algún otro colega
poráneo. pueda superar con facilidad los puntos fla-
1 ruínenlos originales). Dir.: John Eliot
Esta versión discografica grabada en 1974 Gardiner. PHILIPS Álbum I Compactos 422 cos de esta versión.
y acoplada ahora en CD junto a otras obras OS3-2PH (DDD, 53'34 y 42'49, respectiva-
menores del músico belga se beneficia sobre mente'). Grabado en concierto en la Sladt- R.O.B
todo del trabajo orquestal de Edgard Do- halle, Goltingen, 13-14 de Junio de 1987.
neux, especialista en Grétry. Su dirección es
clara, concisa y elegante. Brillan especial- HAYDN; Sinfonías n" 101 en Re mayor,
mente los ballets, los intermedios o la tor- Tras El Mesias y Salomón, prosi-
gue el británico Gardiner su ciclo Hob. I: 101 «El reloj», y n" 103 en Mi be-
menta, aunque la inclusión de estos pasajes mol mayor. Hob. I: 103 «Redoble de tim-
suponga el tributo abonado por Grétry a es- hándeliano para Philips, con esta
obra que ni es ópera ni es oratorio, sino todo bal». Orquesta del Siglo XVIII (con
téticas pretéritas. instrumentos originales). Dir: Frans Brüg-
lo contrario. Se anuncia ya la continuación
Vocalmente sólo Mady Mesplé tiene algu- de este proyecto con la próxima comerciali- gen. PHILIPS Compacto 422 240-2PH
na entidad. Compone una agradable Zémi- zación de Jephtha. ÍÜDD, 6Q'IO". Grabado en conciertos cele-
ra, pero la cortedad del agudo y las La presente grabación, registrada en direc- brados en el Concerlgebouw. Amsterdam
dificultades en la coloralura señalan sus lí- to durante el festival Hándel de Góttingen, (marzo de 1987, n° 101) en Nijmegen, en no-
mites. Aunque saca adelante la difícil aria en 1987, se basa en una realización del com- viembre de 1987 (n° 103)).
del acto II, queda muy por debajo déla ver- positor de 1751. Se ha incluido, entre la pri-
sión que de esta página grabara Lily Pons. mera parte (íntegra en el primer disco} y la
El punto más bajo lo señalan los tenores Ro- Lo que el encéleme músico que
segunda, el Concierto Grosso compuesto pa- es Frans Brüggen ha conseguido
land Buflcens y Jean-Claude Orliac —Azor ra tal ocasión, dado que para las costumbres
y el criado Alí respectivamente—, voces sin con esta orquesta es encomiable
al uso la obra resultaba demasiado corta (in- y entra sin lugar a dudas en el terreno de lo
entidad y sin timbre, cuya precariedad trai- dependientemente de que en su día se inter-
ciona forzosamente cualquier atisbo de bue- extraordinario. Desde Rameau a Beethoven,
pretaron asimismo otras obras, cantata sus grabaciones —en vivo— se cuentan por
nas intenciones. incluida, !o cierto es que 98 minutos también aciertos (con algún tropezoncillo leve, caso
parecen poco para dos compactos. Verdade- de la Haffner),
J.M.S. ramente hay cosas que la técnica no consi-
gue cambiar). En las dos Sinfonías de Haydn que ocu-
pan este disco es perceptible el muy alto ni-
La aproximación general de Gardiner si- vel de la formación, nivel que es además
HAENDEL: Alceste. Comus. Kirkby, Net- gue su linea habitual en Hándel, con sus vir- uniforme y que abarca una cuerda afinada,
«oit, Kwella. Cable, Elliot. Thomis; Pnund. tudes (lempí vivos, excelente fraseo de la ágil y conjuntada, una madera espléndida
De ni y, Covey-Crump. Keyle. The Academy magnífica cuerda de su conjunto) y sus de- (con la que Brüggen consigue una claridad
of Ancient Musk. Director Chrislopher fectillos (alguna falta de contundencia en ata- inusual), un metal que no lo es menos, y has-
Hogwood. L'OISEAU-LYRE 421 479-2. ques, más modernos de lo habitual en ta un timbal (¡lo que consigue en la segun-
Compacto. ADD. 73'57". orquestas de instrumentos origínales). El co- da parte del minueto de la 101!) preciso y
ro, espléndido, suena más inglés, con más precioso.
Reaparición en formato compac- convicción que el coro sueco para Harnon- Con tempi sabiamente elegidos (quizá úni-
to de dos trabajos haendelianos court (Teldec). El primer número de la se- camente un punto caído en el Allegro con
de Hogwood: Alcesie (graba- gunda parte (Break ftis bands of sleep spirito de la n. ° 103), Brüggen sabe alcan-
ción de 1980), que anteriormente ocupaba asunder) es una buena prueba, y contiene zar energía en los tulti, ligereza en la cuer-
por si misma todo un LP, y Comus (1982). además una sobresaliente contribución de las da, y por encima de lodo, una claridad pocas
En ambos casos se irata de músicas destina- trompetas. El resto del conjunto orquestal veces lograda. La madera resulta así audi-
das a ilustrar piezas teatrales. La pensada por es asimismo excelente (se habló ya de la cuer- ble incluso en los momentos más dados a que
Haendelparala/IArejíedeTobiasSmollett es da; oboes y trompas hacen su demostración quede sepultada.
lo más importante que salió de su pluma en en Bacchus, everfair and young, perfectos
de ajuste y matiz. Espléndido de todo pun- No sé si por razones de acústica (que po-
el género incidental, que por lo demás ape- drían influir, y mucho), se me antojó más
nas si practicó. La Musicfor Comus fue un to el continuo de Alastaír Ross.
conseguida, dentro del muy alto nivel, la Sin-
epílogo añadido por el sajón a la masque de fonía n° 101. que tiene más fuerza, o por lo
Millón con motivo de una representación En cuanto al quinteto solista, el nivel me-
dio es notable, con grata sorpresa en la para menos suena con más fuerza que la n ° 103.
concreta. Considerada como perdida durante En ésta, Hamoncourl (Teldec) consigue unos
mí nueva Donna Brown, que posee una bo-

Scherzo 55
discos

resultados no menos extraordinarios con la que con menos anacronismos que Nadia técnica y elegante línea de canto, requisitos
Orquesta del Concertgebouw, empezando por Boulanger (1937), que llegaba a usar un pia- básicos para abordar a Mozari; como, ade-
una preciosa introducción del timbal, de las no en el continuo, pero aún lejos de estilo. más, la voz es homogénea y extensa (La
de ponerse en el borde de la silla. Se nota un iniento de aproximación estilís- bemol 2 - Re 5), cálida y pastosa, sus
En sr..-., disco delicioso, muy bien gra- tica, que al fin se frustra, sobre todo por las interpretaciones de este autor resultan siem-
bado y espléndido desde el punto de vista intervenciones de la cuerda. El desarrollo del pre satisfactorias. Pero para que un recital
interpretativo. Ello no me nace, sin embar- continuo es poco imaginativo y encaja mal como este alcance el sob resal ¡eme, se preci-
go, olvidar a Harnoncourt (Sinfonías n" 103 con el lenguaje monteverdiano. Hay algún sa mayor exactitud y claridad en la dicción,
yn° 104). Lo mejor, claro, seria tener los dos. hallazgo en las partes corales y las caracte- fraseo más intencionado, temperatura emo-
rizaciones de los personajes protagonistas cional más alta y fantasía más rica; de lo con-
R.O.B. son vocalmente convincentes, en especial el trario hay pocos contrastes (la narración de
sombrío Plulón del bajo James Loomis. La Doña Ana en el acto 1 de Don Juan es de-
reedición da una buena presencia sonora de masiado plácida) y la monotonía acecha. Por
MASCAGNI: Cava/leria rusticana. Cossol- las voces principales, pero no otorga la su- eso este disco nunca llega a entusiasmar aun-
lo. Cérchele. Guelfi, Mirtino, Di Siasio. Or- ficiente espacialidad a los instrumentos. Una que musicalmente se mueva entre lo acepta-
questa y Coro del Teatro alia Scala Milán. apropiada lectura moderna del Bailo es la ble (Mitridate) y lo bueno (las dos Arias de
Director: Herben von Karajan. IREQUEN7, versión de William Christie con Les Arts Flo- concierto). Contribuciones notables de Tate
Olt-044. Duración: 73'36". Importad» por al frente de la English Chamber Orchesira,
Discobi. nssants. y bien asimismo Uchida en el K.. 505; pero
el registro de este Aria que Scltwarzkopf,
Presentada en un solo disco com- E.M.M. Brendel y Szell realizaron para EMI en 1968
pacto, esta enésima versión de la descubre ese algo más que falta a los artis-
obra mascagniana proviene de tas de Philips y que, en el caso de [a Scmvarz-
una representación en Milán del año 1968. MOZAKT: Sinfonía concertante K,297By kopf, hace olvidar sus irregularidades
Por estas fechas y con todo esle equipo Ka- Condeno para flauta y arpa K 299. it»n- vocales, trascendidas por un excepcional ta-
rajan realizaba un film que en su momento Pfcrre Rampal (nauta), Marielle Nordmann lento musical combinado con otros dos de
exhibió Televisión Española. Tres años an- (arpa). Fierre Pie rio I (oboe), Ab Koster igual rango.
tes, 1965, para Deulsche Grammophon el di- (trompa), Martel Allard (fagot) y Orquesta
rector austríaco grababa Cavalleria y de Cámara Iraní Liszl, din Ja nos Rolla.
Pagliacci; la primera con Bergonzi en Turid- CBS CB 811 MK 44524 DDD. Duración: K.A.M.
du y distinta Mamma Lucia con respecto a 56.11 mínalos.
la versión teatral escaligera que aquí se co-
menla. Representación dirigida por Strehler SCHUBF.RT: Trío en Si bemol D. 898, Op.
y que supondría para Karajan su despedida Ni Mozart ni Rampal son nove- 99. SCHL'MANN: Trio en Re menor Op. 63.
de la Sea la, después de veinte años de cola- dades. Ni el genio de uno ni la Artur Rubinslein (piano), Henryk Szeryng
boración con el teatro. Poco hay que añadir maestría del otro. Ni las obras (violín), Pierre Fournier (violonchelo). CD
a lo ya dicho sobre la visión del director de aquí inscritas son infrecuentes en la disco- RCA VÍCTOR Gold Seal (precio medio)
esta ópera verista por excelencia: claridad de grafía. Ni se excluye al comparar el Rampal GD86262 ADD. 69'IS".
lectura, variedad de dinámicas, brillantez y de 1988 en Budapest, favorecido por la com-
calor. Pero no encontró el director esa no- pleja y tan aclual alianza de la Columbia Rubinstein es el músico de la sor-
che una respuesta pertinente en los tres so- multinacional y la Hungaroton magiar, fa- presa permanente. Universal-
listas principales: Cossotto descubre su falta bricación que culmina en Holanda, en este mente conocido por sus interpre-
de regís!ro grave tan necesario en Saniuzza, caso, aunque podría haberlo hecho en Co- taciones de Chopín, las reediciones discográ-
a la par que tiende a forzar hasta el grito el rea del Sur o Japón, con algún Rampal an- ficas {redescubren unas interpretaciones sin
instrumenio tan rico y extenso que conoce- terior. par (o por lo menos ¡únicas!) de Schumann,
mos. Cecchele, voz lírica, bella y corta, su- Parece que, con el tiempo, el flautista fran- de Schubert, de Brahms... Protagonista en
perficial y rutinario intérprete, es comido por cés ha preferido la introspección a la brillan- su papel de solista (menos mal), pero per-
la sonoridad avasalladora de la mezzo. Y tez, elaborando aún más, si se quiere (y él fecto músico de cámara; estrella entre las es-
Guelfi, un barítono de fuerza más que de su- lo puede) su aproximación privilegiada a la trellas del Mil/ion Dollars Trio (con Heifetz
lilezas como requiere el papel, esa velada no música clásica y barroca. y Piatigorsky); director avisado con el Cuar-
encuentra en ningún momento la entonación telo Guarnen, Rubinstein nos sorprende una
justa. Presentada con un excelente sonido, Aquí destaca, en consecuencia de lo dicho, vez más en este disco, y a dos niveles. En
esta versión de Cavalleria no presenta otro por el lirismo grave de los andantes, al tiem- Schumann el piano se funde como un ins-
valor discográfico en el catálogo que el do- po que muestra su discreción exenta de lo- trumento más: los intérpretes nos ofrecen así
cumental. do divismo cuando comparte el complejo una visión distinta de la obra. El segundo
solista con los demás aerófonos, en la Sin- nivel es de orden interpretativo (aunque re-
fonía Concertante. lacionado con el papel del piano): Rubins-
F.F. Los compañeros de Rampal no desmere- tein acepta las opciones de Szeryng,
cen la asociación en ningún momento y la exaltación volupluosa, interior; un cierto cla-
orquesta, experla en este género de música, sicismo (la obra parece prestarse a ello) se-
MONTEVERD1: // Bailo delle Ingraie. La- es conducida con competencia por Rolla. rena la energía dei primer movimiento y el
grime d'Amanie al Sepo/cro dell'Amata. IX- En resumen: obras e intérpretes consabi- fuego (Mil feuer) del tercero; prepondera en
lio, Mincito, Ixiomis. Coro y Orquesta de la dos, pero que renuevan la alegría de encon- todo el Trío el sentimiento profundamente
Societá Camerislica de Lugano. Dior: Ed- trarse con la tarea bien hecha. interior (mil inniger Empfindung). De la
win Loehrer. ACCORU CD 149151 AAD misma manera, dos años más taide, los mis-
(1964, reprocesado: 1985). 6026". Pistrtbu- B.M. mos intérpretes murmuran el Trio de Schu-
ción: PDI. berl con un natural abandono. Murray
Peíahia renueva la experiencia, y con el mis-
// Bailo delle Ingroie (1608) fue MOZART: Arlas de Don Juan (2), El rapto mo éxito en su interpretación de las Fanta-
compuesto por Monteverdi como en el Serrallo (2) y Mitridate. Arias de con- sías de Schubert (Wanderer) y de Schumann
música ceremonial con ocasión cierto Miseram, doveson? K 369 y Ch'iomi (Op. 17), unificadas en un solo disco (CBS).
de la boda de uno de los miembros de la fa- scordi di te? K SOS. Kirí le Kanawa, sopra-
milia Gonzaga en Mantua. La reedición en no. English Chamber Orchestra. Director:
compacto de esle viejo disco liene el valor Jeffrey Tale. Con Miisuko Uchida, piano (K RE
casi único del documento, de la conservación 505) y Peler Bronder, lenor (Don Juan). CD
de un instante de la historia de la interpre- PHILIPS 420.950-2 DDD. Duración 56'.
tación monteverdiana. que tiene ya a sus es- ROSSINI: // Turco in Italia. Samuel Ramrv.
paldas un cuarto de siglo. La dirección de He aqui un bonito disco servido Montserrat Caballé. Erizo Dará, Enrolo Pa-
Edwin Loehrer, que trabaja sobre una trans- por i res nolables artistas de la ho- lacio, l í o Nucci, Jane Berbie, Paolo Barba-
cripción de Luciano Sgrizzi, nos da un Mon- ra aclual. La soprano neozelan- tini. Ambrosian Opera thorus. Nalional
teverdi blando y anacrónico. Bien es verdad desa, principal protagonista, posee buena Philarmonic Orcheslra. Maestro de Coros:

56 Scherzo
discos

John Me. Carlhy. Director Kiccardo Chailly. SCARLATT1: 15 Sonólas (K. I7S. SU. Kempff en el sitio que le corresponde (muy
Duración: 146'25". ZCD CBS Masterworks 402-3, ¡44, 115-6, 474-5, 449-50, 544-5, alto, junto a Artur Schnabel o Edwin Fis-
(DDD) M2K 37859. 516-7). Andras Schíff, piano. DKCCA Com- cher) y confiar en que Brendel logre repre-
Riccardo Chailly, al que se le pacto 421 422-2DH (DDD, 13'U. Grabado sentar en su nuevo ciclo al Schuberl de la
puede achacar una cierta Talla de en Londres, 1987). generación de pianistas vivos de menos de
humor, intención y sentido buf- cicuenta anos (Pollini, Lupu, Perahia, Pires,
fo que llega a contagiar al elenco, nos ofre- Sin entrar en polémicas sobre si por citar solamente a los más representati-
ce una correcta versión del Turco en la que piano si- piano no en la música vos traductores del mundo pianístico schuber-
destaca fundamentalmente una gran cohe- barroca, si es necesario apuntar tiano). Desde luego estos discos nos muestran
rencia en e! desarrollo de la obra. que ScarUttti pide bastante más gracia que a un Brendel más meditativo y profundo que
la que Schíff proporciona en esta grabación. en sus anteriores lecturas, sobre todo en lo
La Caballé es sin duda una de las gran- Con independencia de que personalmente que respecta a las Sonatas, interpretación que
des sopranos belcantistas de nuestra época, prefiero esta música en el clave, se me anto- parece ir más alia del mundo de Schubert en
pero aunque su actuación general es correc- ja que Schiff no es, valga la expresión, el va- tanto que, como acertadamente expresa Piero
ta, se hacen perceptibles algunos problemas ledor ideal de la causa pianística, dado que Rattalino en las páginas de !a revista Musí-
como una cieña falla de homogeneidad en la primera palabra que se me viene a la ca- de los ojos expresionistas de Schonberg y We-
el registro superior y una fijeza en la emi- beza para calificar lo que senti tras la escu- bern, el Schonberg de las Cinco piezas, Op.
sión, que le han hecho perder aquella blan- cha del disco es aburrimiento. Las sonatas bern, el Schoberg de ¡as Cinco piezas, Op.
dura y morbidez que fueron sólidos pila íes lentas resultan plúmbeas por un fracaso mo- 16 y el Wehern de las Seis piezas, Op. 6», es
de su canto y que son imposibles de borrar nocorde, tulto legato, y una ausencia prác- decir, una concepción que sobrepasa el ter-
de nuestra mente cuando nos sentamos a es- ticamente total de matiz y contrastes. Un mino schubertiano en sentido histórico y fi-
cuchar a la actual Caballé. ejemplo válido de comparación puede ser la lológico. Esta aproximación, discutible si se
El personaje de Prosdocimo es todo un Sonata K.420, que, independientemente de quiere, es un modo extraordinariamente ori-
hallazgo dramático de Román i, a lo largo de la cuestión instrumento, resulta deliciosa en ginal de concebir la civilización vienesa a tra-
la obra es el que maneja los hilos de la tra- manos de Puyana, que nos la hace llegar con vés de esta música. Habrá que esperar
ma en un doble plano escénico que le lleva una elegancia y una claridad extraordinarias. pacientemente el resto de la publicación com-
unos momentos a involucrarse en la acción La misma obra, en manos de Schiff, parece pleta del ciclo Brendel para poder pronun-
y otros a mantenerse al margen. Entre las ca- falta de convicción, tímida y monótona. ciarnos debidamente. Ahora, tras la atenta
racterísticas de Nucci no están precisamen- escucha de estos dos primeros discos, nos bas-
te la riqueza de contrastes y la intencionalidad Aunque las sonatas más rápidas fK. 116, ta con decir que estamos en la pista de un
expresiva que el papel requiere, con otro ar- 475, 449) son algo más pasables, no consi- acr..-itecímienio discogrífico que seguramen-
tista hubiera sido una delicia. guen sacarnos del sopor. Pianistas como Ho- te será el complemento al ciclo de Wilhelm
rowitz, sin entrar, insisto, en cuestiones de Kempff
Los tenores, fundamentalmenle Palacio,
muy de acuerdo con el tipo de tenor de gra- estilo, proporcionan unas versiones mucho
cia, cumplen bien y correctamente aunque de más entretenidas de esta música.
forma algo impersonal. Los bajos están en- Me temo que la notable grabación y el óp- E.P.A
carnados por Dará, algo falto de carácter, timo aprovechamiento de las posibilidades
y por un maravilloso Ramey de portentosa de duración del compacto no son bagaje su-
extensión en el registro agudo y más que su- ficiente como para recomendar abiertamente SCHUBERT Canciones completas, volu-
ficiente en el grave, todo ello soportado por este disco. men I Jsnet Baker (soprano) y Graham
una técnica de primer orden que le permite Johnson (piano). Hyperion CIM 33001
abordar todas las complejidades de Rossini R.O.B. DDD. Duración: 69.32 min.
con un estilo impecable En la actualidad no
tiene rival.
La producción cancioneril de
R. deC SCHUBERT Sonatas para piano en Re ma- Schubert comprende unas 600
yor, D. 8 JO y La menor, D. 784. Al fredBren- piezas, de las cuales el disco ha
dd (piano). PHILIPS 4210*3-2, compacto frecuentado la tercera parle. Para cubrir es-
SAINT-SAÉNS: Obra pira órgano (Mar- DDD. Duración: 63'26". Grabaciones reali- ta carencia se hizo la grabación completa con
chas, rapsodias, fantasías...) Arturo Sacchel- zadas en Meumarkt / Oberpfalz, Alemania, Dietrich Kischer-Dieskau y Gerald Moore,
li; órgano. CD-tYequenz-Digital 8 003278 una robusta serie de 29 discos de larga du-
110411 Importado por Uiscobi. en septiembre de 1987.
ración. Se siguió la edición de Eusebio Man-
Camille Saint-Saéns es autor de SCHl) BERT: Sonata para piano en Do me- dichevski (1984), luego reformulada en la
una célebre sinfonía con órgano nor, D. 958. Momentos musicales, D. 780. Neue Schubert Ausgabe, al tiempo que Fis
y de abundante cantidad de mú- Alfred Brendel (piano). PHILIPS 422076-2, cher-Dieskau. redactaba su libro sobre el
sica destinada a este instrumento. Como en compacto D1JI). Duración: 58'3fl". Graba- Lied schubertiano.
Franck, como en Bruckner, el sello organis- ciones realizadas en Meumarkl / Obfrpfalz, Esta edición Hyperion se basa en !as últi-
tico encuentra fiel reflejo en la textura den- Alemania, en septiembre de 1987. mas precisiones musicológicas y se ofrece al
sa y abigarrada de sus partituras exclusiva- público anglosajón a la vez que las traduc-
mente sinfónicas. Estos discos son las dos prime- ciones de las letras poi Richard Wigmore.
El presente compacto reúne una selección ras entregas de lo que será un Se prevén unos 35 discos, que estarán edita-
de obras organisticas de Saint-Saens perte- nuevo ciclo pianístico schubertia- dos al completo hacia 1997, bicemenario de!
necientes a un periodo muy amplio de su ac- no protagonizado por Alfred Brendel, exce- autor.
tividad como compositor, Sin que pueda lente músico que ya nos sorprendió hace El proyecto excluye cualquier seguimien-
decirse que exista una marcada evolución que años con su álbum dedicado a las últimas to por opus y ahorra a los cantantes el es-
separe a unas obras de otras, el común for- obras para piano del compositor austríaco fuerzo maratoniano de cantar las 600
mato resulta un tanlo académico y en atgún (las compuestas entre 1822 y 1828). logran- canciones. Se ha escogido un artista por pie-
momento pueden ser incluso aburridas. de entonces lecturas que pasaron por ser un za para que las energías interpretativas se
Arturo Sacchelti defiende adecuadamen- modelo de equilibrio, transparencia, ligere- concreten en la serie que corresponda.
te esta música desde el órgano Malkin de la za y fidelidad al texto. Sin embargo, el tiempo
quizá haya dejado sentir su peso sobre estas Para inaugurar la colección he aquí a Ba-
Iglesia de San Luis de los Franceses de Ro- ker. Aunque retirada de escenarios y plata-
ma. La articulación es flexible y el sonido interpretaciones, en especial sobre las de las
Sonatas, y más si las comparamos con el ge- formas de concierto, los medios vocales se
liene amplitud y robustez, el calor y la en- oyen robustos y sanos, se diría que ensan-
trega tampoco son discontinuos aunque qui- nuino romanticismo perfectamente aliado a
la forma clásica de las versiones de Wilhelm chados y oscurecidos de manera favorable en
zá exceda un poco la gravedad del tono de el centro y el grave. De otra parte, parece
las tres Fantasías finales, musicalmente lo Kempff (ver n° 31 de SCHERZO), a mi mo-
do de ver un Schuberl imbalible, por enci- ocioso elogiar la maestría de la cantante in-
más interesante del compacto. glesa, su musicalidad cuidadosa, su domi-
ma de modas más o menos afortunadas. Así
El disco está muy bien aprovechado aun- pues hay que coincidir con André Tubeuf en nio del matiz, el partido que saca de una voz
que nos escamotea el dato de su duración. el sentido de tener que poner a Wilhelm algo indefinida de color y les tura, la nitidez
J.M.S. del decir y la seguridad del fraseo.

Scherzo 57
discos

No es la primera vez que Baker deja im- SCHUMANN: Sinfonía número 3, en Mi con la D. 925 de Schubert; uno de los más
presas sus versiones schubertianas y la escu- bemol mayor, opus 97 «Renana» y número bellos discos). Perlemuler alumbra cada va-
cha atenía podrá hacer comparaciones. El 4 en re menor, opus 120, Orquesta de Cle- riación con una luz distinta, y es apasióname.
repertorio de este compacto es menos fre- veland. Director: Chrístoph vnn Dohoanyi. Pollini analiza, ordena planos en una sober-
cuente que el abordado en otras ocasiones CD DECCA 421.643-2 IÍIM). Duración. 59 bia arquitectura; es difícil no pensar en el
y pone a prueba la solidez de la gran artista. m. Grabado en Cleveland, 11/1987 y 2/1988. Schumann de Haitink. Richter rehusa el co-
lor, privilegia en blanco y negro, la grada-
B.M. En el número 31 de SCHERZO ción dinámica. Arrau —el más moderno—
se comentaron las Sin/ornas I y libera las distintas voces obligando al audi-
SCHUBERT: 4 Lteder. BRAHMS:3 Lieder. 2 de Schumann por estos mismos tor a interpretar; tiene algo que ver con el
WOLF: 12 Lieder. F.lisabeth Schwarzkopf, iniérpretes. El juicio entonces emitido sigue Op.2 por Novaes. Cortot imagina colores,
soprano. Hermann Reuiher. piaña Concier- siendo aplicable: Dohnanyí no es un direc- timbres; es probablemente la versión más sin-
lo en Hannovrr, 2/3/1962. CD MOVI- tor afín al romanticismo de Schumann y la fónica (para muchos la mejor). Nat impro-
MIENTO MUSICAL 051.OÍS. ADD. comparación con versiones eminentes de visa sin parar, y esto le va tanto a Schumann.
Duración, 61 m. Importado por Discobi. maestros como Kubelik, Rojdestvensky, Sa- Quizás la versión de Sofronilzki sea la más
wallisch o Szell le es desfavorable. No obs- extraordinaria: hace de Schumann un pre-
tante, su enfoque personal y comprometido cursor de Scriabin, transformando los Estu-
Hace unos 6 años la editora mi- dios en una alucinante Sonata.
tanesa Movimiento Música, ha- de la Sinfonía Renana —la que mejor logra
bía publicado íntegro, en el ál- de las cuatro con lempi muy vivos y textu-
bum de 2 LP, este recital de Schwarzkopf que ras claras y ligeras produce un resultado es-
pontáneo, gozoso y pleno de luz, que RE
hoy ofrece de nuevo escamoteando los 6 Lie-
der de Strauss que cerraban la primera par- encuentro atraciivo. Un planteamiento aná-
te del concierto. Tal decisión es absurda: en logo en la Cuarta funciona bastante bien SHOSTAKOV1TCH: Sinfonía n"4, Op. 43.
esle CD había espacio suficiente para alber- hasta la transición al último tiempo; de ahí LoDdon Philharmonic, Bemard Hailink. CD
garlos, y su ejecución es de primer orden. No en adelante, no sirve sino para subrayar la DECCA « 1 348-2. ADD. 6T42.
obstante, lo que queda basta para recomen- debilidad formal y la escasa inspiración del
darlo con entusiasmo, aun a quienes ya po- fina! de la Sinfonía. Los estudiosos de la obra de
sean parte de su contenido: las 5 canciones Shostakovitch proponen un or-
que Wolf escribió sobre textos del Wilhelm Estupenda ejecución, matizada y brillan- den para abordar las sinfonías:
Meister de Goethe fueron especialidad ab- te, de la Orquesta de Cleveland y toma so- empezar con las más seductoras /Quinta,
soluta de la Schwarzkopf, que las cantó con nora clara e incisiva, adecuada a los Primera), con las históricas (Leningrado, El
un grado de perfección inusitado. Aún a pri- planteamientos de la batuta. Buen comen- año 1905), descansar con las poéticas (n°$
meros de los 70 pudimos disfrutar en el Tea- tario trilingüe inglés-francés-alemán, pero de 13 y 14, pero ¿son sinfonías?), y asi hasta
tro Real un Kennst du das Land? una concisión que roza el estilo telegrama. el final de la lista. Siguiendo esta clasifica-
es t re mecedor. Como ya se dijo, Sawallisch sigue siendo op- ción no exenta de lógica universitaria, se tar-
ción preferente para el ciclo sinfónico dará bastante en conocer tas sinfonías más
Junio a estas canciones, figuran oirás 7 Schumann. audaces: Segunda, Cuarta y Décima. En de-
de Wolf típicas de los recitales de Schwarz- sacuerdo con este criterio propondría un or-
kopf y que ya aparecían parcialmente en el R.A.M. den más musical; la subversión (Cuarta), el
que, acompañado al piano por Jacqueline salvaje homenaje a Orlando di Lasso (Segun-
Bonneau (Strasbourg, 1960), se comentó en da), el lirismo ¡Sexta), el humor (Novena),
el número 28 de SCHERZO. Casi toda la crí- SCHUMANN: Davidsbundlertanze, Op. 6; la maestría (Décima),..
tica de entonces puede ser aplicada ahora: Fantasiestücke, Op. 12. CD CBS MK 76202
en los 2 años transcurridos la voz de la so- ADD 56'09. Estudios Sinfónicos, Op. 13: Es- Es en esta Cuarta (imperfecta, según el
prano apenas había variado y lan sólo las tudios Postumos; Papillons, Op. 2. CD CBS propio compositor), donde Shostakovitch de-
diferentes escuelas de los pianistas modifi- MK 76635 ADD. 46'54. Murray Perahia, muestra el más grande atrevimiento en un de-
can algo los resultados finales. Asi, en este piaña sesperado intento de amaestrar el caos que
caso, Reuther suele decantarse por un acom- él mismo desencadenó: orquesta colosal, in-
pañamiento —por usar el término habitual, Exaltación de la adolescencia, de troducción volcánica (media hora), tercer
aunque el Lied debe ser siempre música a dos la dualidad aún no esquizofréni- movimiento (otra media hora) sinfonía den-
-más bien dramático, vigoroso, contrastado, ca; Perahia así parece entender el tro de la sinfonía...
que produce óptimos resultados en Liebes- Opus 6; danzas tiernas escritas por Eusebius Haitink domina (evi den témeme) todas las
treu de Brahms, una canción dialogada que y Florestan para los companeros de David. complejidades de la partitura, el discurso es
Schwarzkopf borda, contrastando de modo Perahia era jovencísimo cuando grabó esta clarificador en pos de un clasicismo, de una
inequívoco las intervenciones de madre e hi- obra en un toial mimetismo; ligereza des- cohesión tímbrica (la exasperación, acciden-
ja, como a continuación hace con la célebre preocupado de un joven creador que no ha tal, no genera, por tanto, menos carga ex-
Serenata en vano Op. 84.7. (y no W. 7, co- tomado aún conciencia de su genialidad. presiva); nos ayuda, por fin, a querer la obra.
mo indica el lexto) en que una joven da con Desde esle punto de visia, la versión de Pe- Kondrashin (creó la sinfonía después de vein-
la puerta en las narices a su ansioso preten- rahia es ideal, y a su poesía equivale su inte- te anos de trabas) es más temperamental y
diente. Menos logrado, en cambio, Marga- ligencia que unifica el ciclo. nos ayuda a amarla (los dos directores ín-
rita a la rueca, en que ocurren ciertos ter píela n la versión original). Jar vi, quizás,
desajustes. En el Opus 12, quizás la Noche schuman- nos pronpondrá una poética (e imposible)
niana tiene más color con Rubínstein (CD síntesis.
RCA); [a pesadilla —sueño lleno de
En todo caso, las numerosas joyas aquí sueños— se hace más insoportable con Gul-
contenidas, que se ofrecen en excelentes con- da (CD Phonogram); la desesperanza más RE
diciones técnicas, hacer perdonar no sólo le- angustiosa con Eduard Erdmann (EMI 1950,
ves imperfecciones propias del viva sino es un disco-culio para todos los schuman-
hasia la falta de los 6 Lieder de Strauss y — noadictos; su reedición es urgente e indis- SIBELIUS: Condeno para violin y orquesta
más grave aún— la ausencia de los texios pensable). en re menor, opus 47.
cantados, e incluso las vaguedades o erro- NIELSEN: Concierto para vioh'n y orques-
res del texto de presentación: Michael Rau- En el Opus 2 'Papillons) la espontaneidad
cheisen no fue el primer marido de la de Perahia hace olvidar las terribles dificul- ta opus33. Cho-Liang Ling, violin. Orques-
Schwarzkopf, sino el segundo la de Ivogün, tades rítmicas y recrea la poesía de tos cuen- tas Filarmonía y Sinfónica de la Kadio sueca
maestra de la soprano. Pero nada de esto al- tos de hadas. Sin embargo hay que conocer (Nielsen). Direclor Jia-Pekka Salonen. CD
lera la absoluta recomendabilidad de este absolutamente (¡y reeditar!) la versión de CBS MK 44548, DDD. Duración, 69 m. Gra-
Guimar Novaes. bado en Londres, 1987 y Esloinlmo. 1988.
CD Prácl ¡cántenle todos han grabado los Es-
- R.A.M.
tudios Sinfónicos, y cada pianista ha crea- Cho-Liang Ling saltó a la fama
do un universo. Perahia propone un estudio el Concurso Reina Sofia 1977. De
sobre la sonoridad, que realizara plenamente entonces acá su carrera se ha ¡do
en su versión de la Sonata Op. 22 (CD CBS, desarrollando sin prisa ni pausa y hoy día,

58 Scherzo
discos

apenas cumplidos los treinta años, su coti- cuenia que Simpson no plantea sus obras a que conozca la lengua inglesa es un añadi-
zación es la que merece su indiscutible talla partir de centros tonales, sólo la inteiválica do de inestimable valor. Si sumamos a.ello
artística. Acompañado por el también muy guarda relación con el lenguaje armónico una interpretación luminosa, con brillo es-
joven director finés Esa-Pekka Salonen, nos tradicional). Si bien no es el primero en que- pecial en la compacidad sonora de los scher-
ofrece notables interpretaciones de dos Con- rer expresar con estética actual el legado de zos, bajo la garantía de la batuta de Vernon
ciertos nórdicos que, sorprendentemente, Beethoven (Tippett, en su Tercera Sinfonía, Handley, ¡mimo conocedor de la obra de
hasta la fecha no habían formado pareja en del lado de los conservadores o B.A. Zim- Simpson (no en vano es el actual presidente
disco. Los resultados son más destacados en mermann, del de los progresistas, con el uso de la Roben Simpson Sociely), hay que con-
la obra de Ni el sen porque Salonen se mueve del collage en obras como Pholoptosis), venir en que estamos ante un disco memo-
en ella más a gusto: pese a su buena reputa- pienso que si es el único compositor contem- rable de música de nuestros días que,
ción como intérprete de Sibelius, ni aquí ni poráneo en saber insuflar a su música algo desprovista de juegos especulativos, da oca-
en la Segunda Sinfonía que con la época ro- que sólo parecía exclusivo del autor de Fi- sión al oyente a asistir asombrado a un flu-
mántica/nacionalista de este autor. Por ello, delio: el vigor motórico implícito en sus com- jo sonoro que bebe directamente de la propia
el buen trabajo de Ling luce mucho menos posiciones, una especie de aliento, de Esencia de la música. Felicidades, Roben
que en Nielsen, cuyo estilo ecléctico convie- pulsación interior, cual corazón de la músi- Simpson.
ne más al director finés, que se muestra ahí ca, que ha obsesionado a lodos los grandes
plenamente acertado. Ling exhibe en ambas compositores desde el mismo Schubert. La
obras su sonoridad limpia, noble, afinada y presencia de esta unidad rítmica interna, ca- F.R.
penetrante y su musicalidad sin mácula. En paz de ensamblar toda una partitura, se ha-
el Concierto de Nielsen sobresale su ejecu- cia evidente en la última producción TANEYEV. Trío Op. 22. Trio Borodin,
ción de las cadencias y del prolongado —y sinfónica de Simpson: tas Sinfonías sexta y Chandos 8592. CD-DDD. Distribuido por
precioso— puente al segundo tema del pri- séptima (grabadas en Hyperion CDA Harmonía Mundi.
mer movimiento, pasaje en que Ling retie- 66280), aunque al estar ambas plegadas a
ne el lempo con elegancia exquisita. una idea programática previa perdían parte He aquí una buena opon un ¡dad
de su potencial; lo mismo les ocurría a los para conocer la música de uno de
Cuartetos séptimo y octavo (Hyperion A «©
Ademas, la competencia en Sibelius es fe- (K1TJHAIUM los compositores soviéticos
roz: Oistraj, Szeryng, Stern, Perlman, Accar- 66117), donde el deseo de descripción de un menos difundidos en Occidente, lo que pa-
do y, por encima de todos, Heifetz con tema superaba al del emplo de una unidad rece una contradicción sí tenemos en cuen-
Beecham. Por el contrario, de la obra de motórica. Como si el nueve fuera mágico pa- ta que Sergei Taneyev (1865-1915) gozó
Nielsen apenas hay dos o tres versiones; la ra Simpson, nuestro músico ha conseguido siempre de un gran respeto en su propio país,
que elegí para comparar, Tellefsen/Bloms- sus más perfectos logros hasta la fecha cuan- considerado como uno de los más grandes
tedt (EMI), no es superior a la que motiva do ese número ha correspondido al ordinal espíritus universales que se hayan interesa-
este comentario. Por ello este CD resulta pri- del Cuarteto escrito en 1983 (las impresio- do jamás por la música. Lejos de ese entu-
mera alternativa actual para el Concierto de nantes Variaciones sobre el tema de Haydn, siasmo de sus compatriotas, la figura de
Nielsen. una de las cumbres del género en este siglo: Taneyev no pasa a ser, entre nosotros, la de
disco Hyperion A 66127) y el déla Sinfonía un epígono de Tchaikovsky, al que por cier-
de 1987. En las dos obras prevalece el ma- to admiraba profundamente, y es muy rara
R.A.M. terial abstracto y el compositor deja libre su
fantasía sin la atadura de un programa. la audición de su música en los programas
de conciertos. Discográficamente, tampoco
S1MPSON: Sinfonía n° 9 Bournemoulh es muy alentador e! panorama: en e! merca-
Svmphony Orchesira. Dir.: Vernon Hand- do inglés es esta grabación de Chandos la pri-
ley. CD Hyperon CDA 66299. UDD. Dis- En la présenle Novena Sinfonía se con- mera aportación seria a su música, mientras
tribuido por Harmonía Mundi. jugan a la perfección todos los elementos an- que el alemán ha sido más espléndido, con
tes mencionados. El oyente no sabe qué sendas grabaciones del Cuarteto con piano,
Si a la música de nuestro siglo la admirar más: si el sabio empleo de una sim- op. 20 y la Suite op. 28, aún hoy disponi-
redujéramos a dos ejes funda- ple célula germinativa originada de múlti- bles en el sello de Ricophon, aparte de una
mentales, uno sería el que, ori- ples desarrollos y variaciones o la capacidad vieja interpretación del Trio op. 22 por el Trío
ginándose en el concepto de atonalidad y to- de plantear unos juegos de tensiones que ha- Odeón.
mando a la escuela de Viena como punto de cen de su escucha una experiencia apasio-
partida, crearía nuevos sentidos de la per- nante. En efecto, fascinado por dos aspectos Estudioso de reconocido talento en filo-
cepción auditiva considerando el hecho so- fundamentales de la Viena clásica, el parti- sofía, esperanto (lengua en la que escribiría
noro bajo perspectivas opuestas a las que cular manejo de la tonalidad y de! ritmo, ese diversas novelas), matemáticas, historia y
dominaron los dos siglos anteriores. Es la sentido de !a energía connatural a Beetho- ciencias naturales, así como de la música del
tendencia que se ha venido a llamar vanguar- ven, ha montado Simpson una Sinfonía mo- Renacimiento, la acústica y el ajedrez, y autor
dista. El otro eje estaría formada por aque- numental, donde a los materiales citados hay de un tratado de contrapunto, de 1909, Ta-
llos compositores que, lejos de ignorar el que añadir otros dos no menos importan- neyev puede presumir de haber tenido, en ca-
legado del clasicismo, van a tomar como mo- tes, cuales son la estética de Bach, presente lidad de profesor de composición del
delo la forma de la sonata y de la sinfonía en el preludio coral que abre la pieza, y la Conservatorio de Moscú, a alumnos de la
de Mozart y Beethoven, seguros de no ha- de Bruckner, constatable en el poderío de talla y la personalidad de Medtner, Scriabin,
ber agolado aún las posibilidades creadoras los dos hermosos scherzos que dominan la Rachmaninov, Gliere y, como profesor par-
del sistema tonal. A esta tendencia, consi- sinfonía, que, escrita en un solo movimien- ticular, a Prokofiev, o sea, a buena parte de
derada conservadora por los adscritos a la to comprende dos secciones: la primera, a la vanguardia soviética del primer cuarto de
de la Escuela de Viena, es a ¡a que pertene- partir del preludio coral, va a ir acumulan- siglo. Con este bagaje no es extraño compro-
ce Roben Simpson (Gran Bretaña, 1921). do energía y en un prodigio de sucesión de bar en su música un intento de lenguaje uni-
Simpson, estudioso de dos de los más gran- tensiones alcanzará su cumbre en el scher- versal, alejado de la tendencia nacionalista
des continuadores de la forma sinfónica en zo, momento culminante en el que, tras de- de sus compatriotas, y el Trio op. 22 es buen
el siglo XX, Sibelius y Niel sen, se integra en jar sin aliento al auditor, pasa a la segunda ejemplo de ello. Sin desligarse del todo de
esa gran pléyade de músicos (Holmboe, Tu- sección, que, iniciada en un casi necesario la remora de Tchaikovsky (el segundo movi-
bin, Bax, Brian o, el más divulgado, Tip- adagio, retomará la característica, lan ha- miento, lema con variazioni, hace pensar en
pett) que, en su mayoría, procedentes de los bitual en Simpson, del juego palindrómico, el famoso empleo de las variaciones en el
países del norte de Europa, han continua- y a través de sucesivas variaciones nos con- Trío del maestro), lo que sorprende en esta
do centrando sus esfuerzos en la sinfonía co- ducirá a un segundo climax, no menos vio- pieza es la influencia evidente de la música
mo forma suprema del arte musical. lento, para concluir con un formidable francesa de fines de siglo, justamente la per-
pasaje sosegado, posible remate genial a una teneciente a la escuela de Franck: se hallan
partitura concebida con mano maestra. la misma rotación cíclica de los temas del
El lenguaje de Simpson, más concreía-
mente, se me antoja una especie de síntesis autor de Les Beatitudes y el mismo lirismo
entre el más riguroso clasicismo (en el em- A la audición de la Sinfonía sigue en el sosegado, casi evanescente, de los movimien-
pleo, ya mencionado, de la forma sonata y disco un regalo: una charla ilustrada del pro- tos lentos escritos por los alumnos de Franck:
la sinfonía), el estilo de Sibelius y Nielsen pio compositor que, en 18 minutos, conden- Magnard y Chausson. La visita de Taneyev
(uso de la célula nusical germinativa de to- sa el organigrama de la obra a través de a París (1876-77), como pianista virtuoso, y
da una obra) y el aionalismo (téngase en escogidos ejemplos sonoros. Para el oyente

Schcrzo 59
discos

su encuentro cor Fauré, D'Indy o Gounod, encontrar redondez y cuerpo a su nueva voz, na otra parte, un tanto indeterminada, con
no pudo ser más provechosa. En efecto, el que, sin embargo, suena hueca, sin apoyo. No distintos collares. Lo que escuchamos pare-
Trio op 22 llama la atención por esa atmós- obstante, la entrega del intérprete le permite ce caprichoso, con detalles de algún interés
fera francesa donde la nobleza y la pureza sobresalir en lo que resulta ser lo más resca- pero sin la menor unidad. El violfn impone
de sentimientos son características funda- ta ble de este fallido registro: su escena del un estilo fundamentalmente rapsódico, y
mentales, y que son claramente perceptibles acto III Mina, pensai che un angelo. Brodsky lo toca con gran sobriedad, sin abu-
en el arrebatado Allegro inicial y en el pre- La dirección de la Queler es torpe, cha- so ninguno del víbralo, quizá en un in-
cioso Andante del tercer movimiento. Des- ranguera, en contra de Verdi por incidir en tento de quitarle almíbar a la obra.
graciadamente el compositor pierde el lo más débil de la partitura. Grabación, pues, La Fantasía no tiene mayores méritos. Está
dominio del material en el conclusivo cuar- que carece del más elemental interés, salvo construida sobre temas de la ópera Fausto
to movimiento, un Allegro con br/o de fac- para los incondicionales de Caballé o de al- y se sirve como célula motriz de aquél que
tura más convencional y que impide la guno de los otros dos (sí los hay). subrayaba la entrada en escena de Margari-
plenitud de la obra redonda. Para los interesados en la obra: acudan a ta inmediatamente antes de entonar la Ba-
Si a todo esto agregamos que la pieza nos la edición, en CD ya, de Melodram, regis- lada del Rey de Thulé. Hace un bello efecto
es servida por el Trio Borodin con un entu- trada en vivo en Florencia, año 1953, dirigi- pero es más de Gounod que de Wieniawski.
siasmo, un colorido y una potencia encomia- da por Tullio Serafín con Stella, Pernio y Las Danzas Folklóricas tienen un poco
bles, huelga decir que estamos ante una obra Protti. más de interés, por aquello del alimento que
por conocer absolutamente y ante un auior F.F. casi siempre constituye la savia popular, pe-
por descubrir. ro en general el disco no deja de ser un retí-'
F.R. nado potro de tortura.
VILLA-LOBOS: Modinhas e cancoes. Lei- J.M.S.
VERDI: Aroldo. Montserrat Caballé, Gian- la Cui maníes (soprano), Aldo Baldin (tenor).
franeo Cecchele, Juan Pons. Oratorio Soáely JORO Brasil j JORO Borges (pianos), Carlos KARITA MATTILA: ,-iriast/i?Mojar/. We-
of N w York. Wincherter Choral Suciety. de Curva I ho y Joao Borges (guitarras). LE ber, Rossini, Gounod, Dvorak. Orquesta Fi-
Opera Orchestra of New York. Directora: Ew CHANT DU MONDE. Distribuido por larmonía. Director John Pritchad. Philips
Queler. CBS M2K79328. ADD Duración: Harmonía Mundi, I.DC 278905 CM Z01 422073-2. DDD. 52'50".
I25'I9". DDD. Duración: 71.02 minutos.
1HHW La Mattila es una soprano de na-
Aroldo es una revisión, a siete La canción de cámara de Villa- cionalidad finlandesa que, tras
años de distancia, que Verdi hi- Lobos es una zona poco frecuen- lo©© ganar el primer premio de un
nMtmt
zo de Stiffelio, ópera ésta que se tada de su obra, de modo que este prestigioso concurso de canto inglés (el Car-
sitúa en su catálogo inmediatamente ante- compacto viene a llenar un hueco de reper- diff edición 84) ha iniciado una rápida y
rior a lo que se conoce por su trilogía román- torio interesante. Las modinhas son evoca- constante actividad musical. Este recital para
tica o central. Por ello, en Aroldo conviven ciones sentimentales e irónicas del Brasil la marca holandesa fue realizado en 1987,
de manera híbrida dos quehaceres del maes- salonero y romántico, de generoso melodis- contando la soprano con veintisiete años. La
tro, que separan precisamente aquellas tres mo y excelente vocalidad. Las serenatas re- voz de Mattila es importante. Por la calidez,
obras. Aunque en conjunto la ópera es bás- cogen la tradición de música vocal callejera belleza y uniformidad de color: por la ex-
tame desigual y, a la hora de las valoracio- de la que et propio autor fue devoto en su tensión apropiada, holgada incluso, para las
nes, quizás sea preferible, por su regularidad juventud. Luego, \ainfa\ab\e Bachiana n.° 5, páginas elegidas para este primer registro en
estilística Sliffelio, Aroldo contiene algunas aquí repetida por soprano y tenor, sin razón solitario, donde se exhibe un repertorio de
páginas verdianas de las más electrizantes. aparente, pieza de virtuosismo canoro y de soprano lirico-coloratura. De las cuatro he-
Por ejemplo, las dos intervenciones de la so- difícil solfeo, que los cantantes deberían re- roínas mozartianas (Mozart es en su carre-
prano: Ciel ch'io respiri y O Cielo! ove son servarse de tratar con excesiva frecuencia, re- ra el principal compositor hasta ahora) que
io? (imprescindible recordar el registro he- cordando la prodigiosa versión del músico aquí se interpretan, consigue mejores frutos
cho por Callas en 1963 de ambas). Mina, la con Victoria de los Angeles. la cantante con Elvira de Don Giovanni, por
protagonista, es pariente cercana en lo vo- encima de Konstanze del Rapto, muy apu-
cal, aunque sin la endiablada coloratura y Guimaraes, dotada de un instrumento rada en el virtuosismo y de la Pamina de La
los saltos de octava circenses, de Odabella opaco y una emisión correcta, se preocupa Flauta (monótonamente aplicada) o de Zai-
o Abigaille, y ya anuncia, diamante en bru- sólo del canto y olvida la música. Baldin tie- da, un poco incómoda de tesitura, incluso
to, a Amelia de Bailo in maschera. Lo que ne mayor concentración interpretativa, aun- corta de flato. Su Marguen te del Faust de
equivale a exigir una soprano spinto, con am- que no llega tampoco muy lejos. En los dos, Gounod es pobre de imaginación, cual alum-
plio grave, poderoso centro y agudo accesi- el registro agudo no es especialmente feliz, na aplicada recién licenciada, dentro de su
ble. Es decir, una soprano de fuerza que por lo que deberían eximirse de ciertas elogiable corrección de canto mientras que
también posea talante dramático. El canto páginas. la Matilde de Cuglielmo Tell está implaca-
elegiaco o la expansión lírica tienen en ella Se echan de menos el sensualismo y la san- blemente fuera de estilo. Los dos momentos
menor incidencia. Completan el protagonis- dunga brasileños, sin los cuales esta música mejores del disco son aquéllos que se dedi-
mo, un tenor y un barítono con parecidas queda un tanto deslavazada y se pierde ¡a me- can a roles de soprano lírica estricta, como
demandas canoras, siendo el resto del equi- moria de un compositor que estructuró su el de Agathe de Der Freischütz de Weber y
po simplemente de secundarios, aunque al- obra en torno a las sugestiones del arte el de Rusalka de Dvorak (la ¡novación a la
gunos tengan bastantes frases. Este Aroldo, popular. luna que ha tentado a tantas colegas). De
registrado en concierto en el Carnegie Hall cualquier modo, la bisoñez de la cantante
en 1979, tuvo en aquella fecha el solo inte- Los acompañamientos instrumentales nórdica es notoriamente a preciable a lo lar-
rés de ser el primer registro mundial de la (piano y guitarras por separado), solventes. go de todas las páginas. Necesitan madurarse
ópera. Porque el proyecto nació, en princi- B.M. medios y personalidad. La base ya existe y
pio, sin el reparto adecuada Caballé venia es muy interesante. Por parte de la batuta,
de un repertorio de un elemental beicantis- la abulia del director no ayuda mucho a la
mo donizcttiano y no conoce el estilo ver- WIEMAWSKI: Concierto para Violin n°I, inmadura intérprete.
tí ¡ano de Slancio. Además de cantar Op. 14, Fantasía brillante sobre «Fausto» de
presuntamente en italiano, los graves están Gounod, Scherzo Taranlella Op. 16, Donáis
forzadas hasta lo grotesco y da la lastimosa Folklóricas (Kujaviak y Obertas). Vadim FJ?
sensación de que no se sabe el papel. En el Brodsky; violin. Orquesta Sinfónica de la
protagonista, Cecchele tiene ya (y sigue hoy Radio Polaca: Antuni Wil; director. CD-
cantando) el timbre muy deteriorado, está Frequenz 011-045 (Importado por Discobi). M1NNESANGER UND MEISTERSIN-
fuera de juego como intérprete y sufre terri- CER: Obras de Reftcnbogen, von Würzburg,
bles problemas de hacer correr la voz por la El Concierto para Violin y Or- von Nefis-Neuenburg, von Meissen, Gol i,
zona de paso. Pons, que por entonces ya es- questa n° I de Henrik Wieniaws- Hornburg. Andrea von Ramm, canto; Stre-
taba embarcado en su segunda carrera co- kí está plagado de lugares ling Junes, Fidel, Rebcc, Lira; Timolhy C
mo barítono, se preocupa a ojos vistas de comunes, especialmente en lo que respecta Nelson, flautas; Chrislían Schmid-Cadalbert,
a la orquestación. Muchas cosas tenemos la recitado. CHKIS TOPHURUS CD 744542
sesación de haberlas escuchado ya en algu- Compacto. 35'42". Distribuido por PDI.

60 Scherzo
discos

Konrad von Würzburg (muerto continuo y estrecho trabajo en común. Un


en 1287) fue e! más impórtame registro serio y de valor, algo digno de aplau- MÚSICAS
poeta cantor de la Alemania del so en medio de la morralla que invade el
siglo XII [. Se le considera como uno de los mercado.
TRADICIONALES
fundadores de las prácticas artísticas de los F.F.
maestros cantores. Sus tone (versos a los que
van unidos sus dibujos melódicos) se cotí-
servaron secularmentejiasta caer finalmen- OBRAS MAESTRAS DE LA EDAD DE BALI: Música Popular, (Música Coral, ins-
(e en el olvido. Esle disco presenta un ORO ESPAÑOLA: Obras anónimas y de trumental en dúo, orquesta gondrung, ejem-
programa muy unitario con textos y músi- Cabezón, Durón, Aguilera de llcredia y So- plo de Teatro de Sombras). CD AUV1DIS
cas del propio von Würzburg —se han gra- ler. Inntraud Krüger, órgano; Edward H. UNESCO COLLECT1ON D 8003. graba-
bado las tres obras que el liempo ha Tan, zink y trompeta natural. CHKISTOP- ción de 1972.49'30. Distribuido por Harmo-
preservado en sus dos elementos hasta nues- HORUS CD 74511. Compacto. SI'. Distri- nía Mundi.
tros días —y otras muestras que tienen co- buido por PDI.
mo centro al gran poeta. Eslá cargado de una El ejemplo de música coral at
especial emoción el lamento fúnebre, Gevio- La concepción y la realización principio del disco es absoluta-
lierle blüete kunst, dedicado a Konrad von del programa de este disco pare- mente extraordinario: doscientos
Würiburg por el poeta músico más joven cen perseguir un único objetivo: cantantes divididos en siete grupos comple-
Heinrich von Meissen, que, en una actitud la brillantez. Desde luego, las ejecuciones de jos emplean onomatopeyas para servir de
típica, piensa que con esa muerie el propio los intérpretes, con su gran nivel técnico, al- fondo a unos cantantes solistas, y constitu-
arte ha llegado a su fin. canzan plenamente esta meta. En cuanto a yen así la formación rítmica más refinada del
preocupación de estilo, parece no existir. Va- mundo y más compleja aún que el gamelan
Las versiones pretenden, evidentemente, rias obras han sufrido el arrreglodel propio (Debussy ya decía que al lado de! gamelan,
una reconstrucción del sonido primitivo de Edward H. Tanque permitiera la entrada de el contrapunto de Palestrina era un juego de
las canciones. El papel más destacado de las la parte de su instrumento. Así, el registro niños). Este disco presenta otras agrupacio-
lecturas corresponde a la cantante Andrea de clarín o corneta del órgano pasa a se lo- nes poco frecuentes: el gandrung, gamelan
von Ramm. Su propuesta es la de un canlo cado por el zink o la trompeta natural. Las vegetal, antigua orquesta empleada para des-
semídeclamado, plano, sin vibrato. Salvan- sonoridades extraídas por Krúger del órga- penar a los príncipes; el conjunto formado
do algunos problemas de respiración, von no de Santa María de Montblanc, salvo por nueve guimbardagenggong. Un corto
Ramm ofrece una plausible manera de acer- cuando acompaña a Tarr o en las anónimas ejemplo del Teatro de sombra (introducción
carse a estas músicas. Las comedidas inter- Diferencias sobre el canto del caballero, se al Ramayana) cierra este disco indispensable.
venciones instrumentales proporcionan un inclinan hacia lo masivo, con poca claridad P.S.: Auvidis reedita la colección del
fondo de color al trabajo de la voz. y registradones no siempre conseguidas des- IICMSD, es decir, que !o más difícil (la gra-
de el punto de vista de la belleza. Un disco, bación) ya eslá hecho, entonces ¿para qué
en definitiva, de muy poco interés. este título seductor Música popular? U n C D
E.M.M. puede contener hasta una hora y media de
E.M.M. música (y más, quizás) entonces por qué li-
JESSYE NORMAN: Páginas de Haydn. mitar a cuatro minutos el Teatro de Sombras.
Hündel, Mahkr, Berg, Slrauss, Ravel. Spi-
rituals. Piano: Geoffrey Parsons. Philips 422 VEINTICINCO ANIVF.SAR1O DE LOS RE.
235-1. DDD. 71*01". AMIGOS DE LA OPERA DE MADRID.
Recital de Montserrat Caballé. Arias de / / BIELORRUSIA: Cantos de la vida cotidia-
Recital-resumen de la gira que la Travo/ore, / vespri siciliani. Un bailo in mas- na y música instrumental. CD AUVIDIS
cántame americana realizó por chera, Rigoletto, Adriana Lecouvreur, Tu- UNESCO COLLECTION D 8005 Tipo de
Centroeuropa en noviembre de rando', Andrea Chenier, La Gioconda, La grabación sin precisar 54'. Distribuido por
1987. La mayor parte del contenido del dis- Wally. Harmonía Mundi.
co ya es conocido por anteriores versiones
de la soprano. Así: los dos Hande! (Lascia Puestos a pensar en una celebra- Existe una ruta de la polifonía
ch'io pianga y Dank sei dir, Herrj, los dos ción de este tipo, lo ideal sería popular (articulada con la poli-
spirituals y un Slrauss (Wir beide v/ollen que el material sonoro procedie- fonía religiosa) que une las islas
springen) figuran incluidos en el registro Phi- ra de las representaciones que a lo largo de mediterráneas (Córcega y Cerdeña), Yugos-
lips que perpetúa asimismo otro recital Li- ese cuarto de siglo se ofrecieron en Madrid. lavia (cultura tosque), Albania, Macedo-
ve de agosto de ese 1987 del Festival de Como a nivel oficial tal corpus no existe, se nia, Rumania (cultura arrumana), Georgia
Hohenems. Como los otros tres Strauss aquí pierde con ello la oportunidad de hacer una (los varios tipos de polifonía son de una ex-
recogidos también fueron objeto de registro pequeña hisioria y rescatar lo que hubo de traordinaria riqueza), con Bielorrusia. Aquí
por parte de la Norman en 1985, el interés importante en la andadura, que tuvo sus bue- se encuentra el final de la ruta (a menos que
del presente se centra en el Haydn, los Mah- nos momentos. Se eligió para el evento en sea al contrario, es decir, el principio; estos
ler y sobre todo los Berg. su lugar un recital de la soprano catalana con apuntes están aún al nivel de una hipótesis
fragmentos de ópera italiana, que hace unos de un trabajo en curso de realización
De Haydn es la aburrida cantata Ariadna años (1974-73) Columbia distribuyó en el Más al Este, en Túva, en Mongolia encontra-
en Naxos, que ya conocíamos por una ver- mercado español. La presentación del disco remos ecos polifónicos en las técnica shama-
sión de diez años atrás debida a la también no exhibe precisamente un alarde de datos: nísticas de éxtasis; dos y más voces
extraordinaria Janet Baker. Baker es más dra- no figura en el disco, por ejemplo, ni la nu- simultáneamente emitidas por una soia gar-
mática, más teatral; Norman más profunda. meración de la cara, ni e! contenido de la ganta, existen grabaciones y desde algunos
De Berg (cinco Heder) deslaca la interpre- misma; los directores tampoco se indican en años se ha podido comprobar esta peculiar
tación de las dos versiones (1907-1925) de la caja del disco, como si la Sinfónica de Bar- polifonía en vivo. Se podrá, sin embarco,
Schliesse mir die A ugen beide. Luego de go- celona se dirigiera sola. (Son nada menos que comprobar cómo la polifonía georgiana
zar con Hándel sobrio y persuasivo escuchar tres, lodos de la facción de la cantante: Gal- adelgaza en Bielorrusia: las voces más ba-
a la soprano en estos Berg intensos y ejem- lo, Masini y Guadagno). Caballé aparece en jas se encargan de la melodía, mientras una
plares, no hace más que demostrar la versa- un momento óptimo vocalmente hablando, voz aguda solista produce un contracanto,
tilidad de la excelente cantante. Los cuatro con los límites de siempre en el registro gra- un poco a la manera del krimanchuli de Gu-
Mahler de Des Knaben wunderhorn, leídos ve, muy apreciable en el repertorio elegido. ria. Algunos ejemplos instrumentales (vien-
con una transparencia y un calor inusuales, Todas sus interpretaciones van por el lado tos, cuerdas. ídiófonos) completan el disco,
dan a estas páginas una dimensión nueva, musical más que por el de la caracterización originalmente grabado para el Instituto In-
distinta a la de otras ilustres precedentes. En dramática, como ha sido habitual en su tra- ternacional de Esludios Comparativos de la
fin, la Vocahse de Ravel que cierra esta re- yectoria profesional. Si su Adriana puede Música. No se trata de un disco amable, si-
ciente muestra del arte de la Norman no hace despertar el entusiasmo, la Gilda o Turan- no de un disco indispensable para quien es-
más que confirmar que la soprano es hoy do! no pasan de ser una curiosidad o un pe- té interesado por el tesoro musical de este
día, y en el repertorio de cámara, la primera. cado disculpable de madurez. Planeta.
La fusión y el servicio del pianista a la so-
prano es el resultado impagable que da el
F.F. RE.

Schcrzo 61
discos

ESTUDIO
DISCOGRAFICO

La extraña Flauta Mágica de Harnoncourt


de marcialidad que le
da Harnoncourt.
El trabajo de los
cantantes viene a su-
marse, poi su defi-
ciencia, a la im-
presión global de
irregularidad de esta
versión. Hans-Peter
Blochwitz es un Ta-
mino más bien plano
y que no compone el
lado decidido, inclu-
so heroico del prínci-
pe. Con corta ca-
pacidad cómica —tal
vez coartado por la
batuta— el Paga-
geno de Antón Scha-
ringer, tampoco do-
tado de un timbre
muy atractiva Noble,
pero poco sólido en
lo vocal el Sarastro
de Matti Sal minen.
Cargada de significa-
ción la parte del
Sprecher de Thomas
Hampson, punto
donde la ópera cam-
bia de mundo moral.
La Reina de la Noche
de Edita Gruberova
está construida con
jusieza en lo vocal,
Nikolaus Harnoncourt, visto por Carmelo.

H arnoncourt ha grabado ¿17 flauta


mágica después de dos interesantes
incursiones fonográficas en el cam-
po de la opera moza ni ana: un renovador
Idomeneo, que otorga la auténtica dimen-
de los ingredientes de comedia. Desde lue-
go, la opción del fundador del Concentus
Musicus se interna por otros caminos. De Jos
muchos niveles de lectura posibles de la ópe-
ra, potencia los más serios, subrayando un
que termina por romperse con algunas es-
trindencias al final de su Aria del Acto I.
Gruberova se inclina por una caracterización
inequívocamente maligna, desdeñando otras
posibilidades que otorgan más complejidad
sión dramática a una obra no contemplada tanto de pasada los detalles chispeantes. psicológica al papel Barbara Bonney es una
en toda su grandeza por versiones tan páli- La dirección de Harnoncourt es vigorosa frágil Pamina de delicado fraseo. El perso-
das como la de Bohm, y un turco y jovial en muchos momentos. Volvemos a encontrar naje se ve además privilegiado por Harnon-
Rapio en el Serrallo. La nueva aportación aquí su manera de presentarnos un Mozart court, quien lo envuelve de una especial
a lo que puede llegar a ser un ciclo más am- viril, nervioso (Obertura) y dibujado con ternura. La vena cómica de esta Flauta sale
plio —está próximo el registro de Don enérgicos trazos. En la elección de los tem- a la superficie con el Monostatos que inter-
Giovanni— no posee, por diversos motivos, pi apreciamos su voluntad de huir de la es- preta de forma hilarante Peter Keller. Har-
una altura interpretativa semejante a las pre- tereotipada imagen ligera de la obra. En esta noncoun incluye tres niños en su versión
cedentes. línea, es más pausado de lo habitual en el —hacer estas partes con sopranos significa
Aria de aparición de Papageno, marcada An- no conceder ninguna importancia a la sim-
Antes que nada, el oyente de los discos se boiogia masónica—, que consiguen el ade-
enfrenta sorprendido a un hecho. Los diá- dante, o (ambiém en el pasaje del intento de
fuga del pajarero y Pamina, que gana asi un cuado loque ingenuo. Entre las tres Damas
logos han sido sustituidos en su mayor par- destaca la cantada por Mariana Lipovsek.
le por la intervención de una suene de contraste más elocuente con el cambio de
locuiora, cuya aséptica voz nos pone al co- lempo al ser capturados. Consigue el direc-
rriente del desarrollo de la acción. Esta in- tor dar una mayor presencia a los intrumen-
tromisión ajena a la obra ocupa el lugar de tos de madera y metal. El efecto de lejanía Enrique Martínez Miura
las panes de los actores, o interrumpe las bre- en el pp de los metales de los primeros com-
ves frases, que luego de una poda radical, pases del número final del Acto I está inte-
aún se han dejado a su cargo. Admitir una resantemente logrado. Por color y
solución como ésta no afecta sólo a la pre- atmósfera, entre sacra y misteriosa, sobre-
salen la Marcha de los sacerdotes y el Aria MOZART La flauta mágica. Hans-Peler Bloch-
servación de una hipotética pureza —de la wiü (Tamino), Barbara Bonney (Pamina}. Anión
que Harnoncourt fue adalid en algún de Sarastro de invocación a bis y Osiris. Har- Scharinger (Papageno), Edilh Schmid (Papagena),
tiempo—, sino que desvirtúa la naturaleza noncourt se adentra por una expresión trá- Matli Salminen (Sarastro). Ediia Gruberova (Rei-
de singspiel de La flauta mágica. Puede que gica en los instantes que anteceden a la na de la Noche), Thomas Hampson (Sprecher), Pe-
la clave se encuentre en e! deseo de la edito- realización de las pruebas. Hay, acaso, do- ler Keller (Monostalos), Pamela Coburn, Delores
ra de acortar el minutaje total, a fin de in- sis excesivas de violencia orquestal en la se- Ziegler. Maijana Lipovsek (Las Tres Damas). Co-
gunda de las comparecencias de la Reina de ro y Orquesta de la Optrnhauses de Zurich. Di-
cluir la obra en sólo dos compactos, por lo rección: Nikolaus Harnoncourl. (Grabación:
demás incoherentemente distribuidos, pues la Noche, pero es clara la idea que se pre- Zurith, noviembre 1987).
no se corresponden con los dos actos de la tende comunicar con ello. El coro final, a
su vez, está visto de manera que no acaba TELDEC 242 716-2. 2 Compactos DDD. 73'17" y
ópera. Con la supresión de las escenas habla- 70'26". Distribuido por PD[.
da; desaparecen en buena medida el lado de encajar con la exultante alegría por la ad-
más directamente popular y también muchos misión de la pareja perfecta, debido al sello

62 Scherzo
"LA MÚSICA"
EN LA
Feria del Libro de Madrid

PARQUE DEL RETIRO


DEL
24 DE MAYO AL 11 DE JUNIO
f-f-4—L_J_>

BIOGRAFÍAS - LIBROS TÉCNICOS


HISTORIAS - LIBROS ANALÍTICOS
ENCICLOPEDIAS - LIBROS SOBRE INSTRUMENTOS
CULTURA y APRECIACIÓN MUSICAL - PEDAGOGÍA MUSICAL
EGB - BUP - MÚSICA JOVEN
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ANTONIO GALLEGO: La música en tiem- Lo que no resulta digno de elogio y requie-


pos de Carlos III. Alianza Música n° 41. Ma-
drid, Alianza Ed. 198S. I Vol. de 291 pp. de LIBROS re análisis es la cuestión de la duplicación
de ediciones en un tema tan poco trabaja-
do. Queda fuera de cuestión que pueda exis-
21 ft 15,5 cm.
tir competencia comercial pues ni las
Alianza Editorial, ha conmemorado el tri- ediciones parecen rentables ni los editores
centenario de Carlos I I I con la publicación pertenecen al habitual mercado libre. Si la
de tres libros basiante diferenciados que causa fuera la necesidad de poner las cosas
atienden a la realidad sociopolítica, a la cien- en su sitio por ser la Ed. SEM puro dislate,
cia y a ta música. No puede dejar de sorpren- el lugar de restablecer la verdad seria la pren-
der la presencia de esta úliima cuando sa científica, ya la española, ya la internacio-
tradicional mente viene pareciendo verdad in- nal; pero no conozco ninguna recensión que
discutida !a consideración del reinado de haya planteado tal posibilidad. Pudiera pa-
Carlos 111 como decadencia musical habida recer que alguien pensó erradamente que en
cuenta de la nula afición del monarca al ar- caso de dislate la solución en una nueva edi-
te sonoro y el escaso lustre de la vida musi- ción, pero no es el caso pues Lambea no ci-
cal oficial. ta en ningún momento ni la Ed. SEM ni los
dos imponantes artículos de su autora en Re-
Antonio Gallego considera que «si es in- sus arcanos provengan de la única nota a pie vista de Musicología; más aún. no conside-
dudable que una actitud regia más favora- de página 154 que sin duda invita a reflexio- ra en ningún momento la rica y amplia
ble hubiera supuesto mayor esplendor de la nar sobre ciertos hábitos mu sicológicos tan bibliografía citada por Gómez en sus tres tra-
música en la corte, no está nada claro en qué ancianos y sin vista como don Teódulo, bajos. Pero no se trata de un caso inadmisi-
humilde villa castellana o vizcaína, el salón quien sólo podía decir una única misa. Por ble de ignorancia del trabajo ajeno, pues en
de un burgués acomodado o el coro de una mi parte he gozado de la lectura; no pocas la presentación de la Ed. CSIC, el director
catedral». Siguiendo a Marías, cree Gallego veces reclamé entristecido motivos por la de la colección Monumentos de Música Es-
que la innovación de la Ilustración es social, ausencia de interlocutores con los que gus- pañola cita en nota la Ed. SEM.
pues significa la entrada en la historia y en tara departir; disculi al autor opiniones que
la cultura de los más variopintos sectores so- no comparto referidas al domicilio de todas
Ante la ausencia de explicación lógica y
ciales. De ahí concluye preguntándose, ¿en las arles y los variados públicos, reí a man-
como la Ed. CSIC explícita que publicar es-
ta! circunstancia «qué importancia tiene que díbula batiente gracias e ironías; rezongué
ta obra es tarea fundamental y urgente, sólo ca-
el rey sea, o no, un melómano»? un poco ante la presencia excesiva de la mú-
be deducir que la publicación es una de esas
sica del templo y, de remate, no dudo en re-
Por ello subtitula su libro Ensayo sobre meteduras de pata habituales en el sector pú-
comendar a usías y a majos la lectura de un
el pensamiento musical ilustrado y lo plan- blico, por no originar consecuencias para el
libro que aún quien le niegue ser buena mu-
tea no tanto como una historia de la música responsable de mala gestión. Desde luego
sicología habrá de reconocer ser buena lite-
cuanto como una historia de lo que la gente que los autores son tan víctimas como el con-
ratura. Quizás, como me señaló una colega
dice sobre la música y el uso que de la misma tribuyente.
bienquerida a tenor de semejas reflexiones,
hace. De ahí que tanto los títulos de los capí- no sea posible que un discurso musicológi- El criterio editorial de M* Carmen Gómez
tulos cuanto los de los epígrafes vengan co sea digno de aprecio de no ser un buen es atenerse a la realidad estricta de la escri-
dados por frases entresacadas de aquellos discurso literario. X.M.C. tura, tanto en lo que se refiere a los valores
autores que opinan sobre la cuestión. Me de las notas, como a las tesituras y el repar-
atrevería a afirmar que Gallego se ha trans- to de voces, prescinde de los barrados de com-
figurado de curioso impertinente y ha escrito pás y lineas divisorias; indicando fuera de
un libro de viajes en la mejor tradición de pentagrama el aire de las piezas. Opta por
Richard Tvviss o Willíam Beckford. A! igual FRAY MATHEO F L E C H A . - II primo li-
bro di madrigali (Venecia, 1568). a) Edición una versión abiertamente modal y en gene-
que ellos, gusta de ver y anotar pero tam- ral sus versiones, interpretadas literalmente
bién de sentarse en tertulia para oír a quie- a cargo de M ' Carmen Gómez. Madrid, So-
ciedad Español» de Musicología, 1985.1 Vol. suenan un tanto extrañas para el común gus-
nes conocen, conversar con ellos y con to actual. No la ha beneficiado la prolifera-
quienes gustan del arte músico, así como, en de 30. 5 x 2 1 C M . y XV + 231 pp. b) Intro-
ducción, Estudio y Transcripción por Ma- ción incomprensible de erratas que aun
ocasiones, disputar opiniones poco atinadas siendo evidentes, pueden inducir si no a error,
a entendimiento recto. riano Lambo Castra. Presentación por José
M" LJoréns Cístero, Barcelona, Consejo Su- si a duda. >
Es, por ello, libro bien escrito de esos que perior de Investigaciones Científicas, 1988. Por su parte, Mariano Lambea opta por
reconfortan el espíritu y reavivan el ánimo, I Vol. de 32 x 23.5 cm. y 188 pp. (OS de la reduce!'on de los valores a ta mitad, la re-
al participar de las sutiles bellezas de la cas- música). solución en compás cuaternario con barras
tellana lengua. Lógralo el autor, desde lue- de compás y lineas divisorias y, respetan-
go, cuando permite hablar sin ambages ni Por fuerza esta ha de ser una recensión atí- do estrictamente las tesituras, su versión es
ataduras a quienes pasaron a la memoria de pica y más extensa de lo habitual dado que radicalmente tonal, por lo cual elige solucio-
las gentes por ¡a pureza de su lengua y la cer- nos encontramos ante una duplicación edi- nes a la semitonía diversas de las de la Ed.
teza de su expresión, pero no se atemoriza torial aparentemente inexplicable y pagada SEM. Sin duda ha preferido «conseguir la
por tan magnífica concurrencia pues antes con fondos públicos. Para mayor claridad me mayor claridad y facilidad de lectura posi-
bien acierta a emular tal mérito en el uso de referiré a cada una por su editor, la S.E.M. bles para los intérpretes de nuestros días»
español de común uso y tradición secular no y el C.S.I.C. aun sacrificando las habituales convencio-
ya cuando el autor narra lo que acaece o pre- nes de la tecnología editorial musicológica.
senta a su interlocutor, sino también en los El repertorio ibérico de madrigales italia- De cara a los intérpretes ha incluido exten-
atinados diálogos con sus autorizados ami- nos es insuficientemente conocido ni siquiera sos análisis musicales que a veces pueden pa-
gos. Pruébese a leer en alta voz, cuidando en una cuestión tan inmediata cual la difu- recer casi tautológicos. De todos modos, es
la inflexión, aquellos párrafos en que se in- sión general en la Península, al menos fuera de apreciar su meticulosidad en los detalles
tercalan, entrecomilladas, voces ajenas al de Cataluña. Últimamente tal carencia gra- de discusión de fuentes, matices estilísticos,
autor; pida luego al auditorio que señale qué vísima ha venido a ser paliada por ediciones etc., la cual sin duda encauzará en posterio-
partes del discurso corresponden a cada uno como las aquí recensiónadas o los diversos res trabajos en beneficio de lo útil frente a
y es improbable que quien ha oído, pero no trabajos de Josep M' Gregori sobre Pcre Al- lo exhaustivo.
leído, atine con la justa respuesta. berch Vila, muy de apreciar por la diversi-
dad de enfoques y por el valiente tratamiento Por lo que se refiere al grabado musical,
De este libro solitario, completado con in- de la cuestión del manierismo. Que exista in- la Ed. SEM es, como dije, lamentable por
teligentes apéndices, al cual accedió el autor terés en la musicología española por este re- el descuido, fealdad de tipos y letras, mal
con propio equipaje y algunos avíos presta- pertorio madrigalesco es muestra de que el gusto en la composición de ta página, raca-
dos por amigos, en especial Inmaculada criterio autárquico que tanto desprestigio tra- nería en márgenes, pésimo papel que trans-
Quintanal, José López-Calo, Jon Bagues, j o a nuestra ciencia musical está siendo sus- parenta y arbitrariedad en la numeración de
Louis Jambou y desde luego Subirá, puede tituido por la aceptación del hecho de la las páginas. Fue realizado por la casa ma-
emitirse opinión airada o entusiasta más no circulación internacional de la música, sin drileña Música mundana. El grabado de la
templada. Quizás ciertas llaves de acceso a consideración de patrioterismos cutres. Ed. CSIC es muestra de sentido común y co-

64 Scherzo
libros

nocimienlo del oficio, sin alcanzar especial mero Pose, El Pórtico del cántico nuevo; singuli citharas el phiaias áureas (que tenían
belleza plástica. Se debe al Monasterio de Francisco Luengo, tos instrumentos del Pór- citaras y redomas) del Apocalipsis de San
San Benito de Zaragoza. La impíenla eligió tico; Sverre Jensen, Reconstrucción de los Juan (Apoc 5,8), en los que estas citaras co-
un papel ligeramente coloreado que permi- instrumentos sobre un estudio comparado. braban un significado simbólico de armonía,
El libro sale en una tirada de 1.000 ejempla- concordia o imagen del mundo, como nos
te buena lectura (transparente ligeramente) da a conocer E. Romero Pose en su trabajo
y muy generosos márgenes. X.M.C. res numerados, con una cuidada edición
(siempre de agradecer cuando se traía de ico- citado. Conociendo esto, podemos entender
nografía), en la que los dibujos de Arturo detalles que, a simple vista, parecen enigmá-
Santos Zas y las fotografías de Constantino ticos, como el que no aparezca representa-
AA.VV: El Pánico de la Glorio, música, arte Martínez, ambos relativos a los instrumen- do ningún arco con los instrumentos que lo
y pensamiento. Ed. Semeio de Publicacio- tos musicales que sostienen los ancianos del requieren (los ancianos no están locando, só-
nes de la Universidad de Santiago. Santiago Pórtico, son de magnífica calidad. A ellos lo afinando los instrumentos, acaso propo-
de Com póstela, I9SS (Cuadernos de Músi- hay que sumar los dibujos y planos de ins- niendo la armonía terrenal como imagen de
ca tn Composlela II). H l paginas. trumentos que añaden F. Luengo y S. Jesen la armonía celestial), o que el número de ele-
en sus respectivos trabajos. mentos de algunos instrumentos (por ejem-
Muchos trabajos, españoles y extranjeros. plo las 12 cuerdas de las arpas, las 12 teclas
se han dedicado al estudio de esta extraor- Hay que señalar la importancia de las del organistrum, ele) respondan a este mis-
dinaria obra de arte que es el Pánico de la aportaciones gráficas, no sólo por la calidad mo sentido de armonía o equiparación con
Gloria, realizado (casi diríamos mejor com- de las mismas, ya comentada, sino por la motivos religiosos (por ej.: los 12 apóstoles,
puesto, en su sentido musical) por el maes- nueva perspectiva que nos ofrecen. El acer- las 12 tribus de Israel, etc.).
tro Mateo para la catedral compostelana, camiento físico a los instrumentos, por me-
hacia el año 1188. Esie libro que comenta- dio de un andamio colocado a este efecto Los dos últimos trabajos del libro, los de
mos, recientemente editado por el Servicio en el Pórtico, permite observar detalles que F. Luengo y S. Jensen, inciden en los aspee-
de Publicaciones de la Universidad de San- de otra manera se escapan al observador de (os reales de los instrumentos. Con sus cri-
tiago de Compostela, tiene para nosotros el a pie y hace así evidente, la teoría de que los terios personales y desde un punto de vista
interés de que se centra especialmente en la instrumentos esculpidos responden a instru- práctico, como constructores que son, resuel-
iconografía e iconología musical del Pórti- mentos reales, teoría avalada de forma ge- ven los problemas que hoy plantea el reali-
co, es decir, en el significado de los 24 an- neral por los autores del libro y ya expuesta zar copias sonoras de los mismos. Para los
cianos con aspecto histórico, artístico y anteriormente de forma amplia y documen- interesantes planos que ambos han realiza-
musical, a los que se suman dos trabajos de tada por J. López Calo (La Música Medie- do. Luengo ha optado por ceñirse a las es-
organología sobre los instrumentos repre- val en Galicia, La Corufla, 1982). crupulosas medidas de los instrumentos
sentados. representados, salvando, claro está, las de-
Pero la belleza de las esculturas no debe formaciones que Mateo introdujo, motiva-
El libro incluye una presentación de An- confundirnos con lo que entendemos como do por el enfoque óptico desde el suelo, y
tonio Iglesias, Director de los Cuadernos, representación realista. El hecho de consta- Jensen aporta un documentado estudio com-
una Guia de lectura por Carlos Villanueva, tar que, tanto la estructura general como los parativo con otras representaciones coetá-
coordinador de este volumen y varios traba- detalles de los instrumentos, responden a una neas, relacionándolos con instrumentos que
jos cuya mera enumeración de títulos y intencionalidad de realismo sonoro, no im- todavía existen (por ejemplo un arpa rústi-
autores nos da una idea del interés de los mis- pide su lectura como representación simbó- ca noruega, un ganum turco, etc.), en los que
mos: Serafín Moralejo, Marco histórico y lica. Parece evidente que el maestro Mateo se inspira buscando las soluciones técnicas
contexto litúrgico en la obra del Pórtico de lomó instrumentos reales como modelos pa- adecuadas para larecuperaciónsonora de es-
la Gloria; José López-Calo, La música en ¡a ra esculpir un tópico muy utilizado en la ico- tos bello1- instrumcnlo\ de piedra. C.R.I.
Catedrali/f Sumíase. u.<l. Hftft: t'ugcnio Ro- nografía medieval: !(>•• -4 ancianas hahente*

L'ESCOLA
DE MÚSICA
DE BARCELONA
LNIVERSITAT AUTÓNOMA DE BARCELONA

«9.° CURSO INTERNACIONAL DE MÚSICA DE VIC»


Vic (Barcelona), del 13 al 30 de julio de 1989
Piano - Violín - Viola - Violoncelo - Música de Cámara

• Trío de Barcelona
Albert G. Attenelle, piano - Gérard Claret, violín - Lluis Qaret, violoncelo
• Kathryn Plummer, viola
• Jordi Mora, música de cámara
Concesión de Becas

«5.- COLONIAS MUSICALES EN CASTELLAR DE N'HUG»


Piano - Violín - Viola - Violoncelo - Conjuntos Instrumentales

Para niños y niñas de 8 a 11 años y de 12 a 15 años


Del 11 al 23 de julio de 1989

Información y inscripciones: .L'ESCOLA DE MÚSICA DE BARCELONA-


de 4 a 8. tardes Mallorca. 330. er/'ssuBlo 1a
-lo guío de scherzo-

Michael McCafíery. Monta- EnroeoBccrt Mahler, Des Knaben Wun- 25,26, 27: Edmon Coiomer.
OPERAS gue, Haymon, Rees. 20, 23, II de mayo: Pro Cantione derhorn. Prokofiev. Hindemith.
27. 31 dt mayo. Anliqua. The King's Con- 31: Alexis Wcissenberg, pía- Schoenberg.
«on. Mark Brown. Purcell, no. Scarlatti, Chopin. De-
BARCELONA HAMBURGO The iridian Queen. bussy, Ravel. BERLÍN
Gran Tearre del Liceu 25: The Koenig Ensemble.
Opera de Hamburgo Walion. Stravinsky. MADRID Filarmónica de Berlín
TANCREDl (Rossini) Hen- DIE EROBERUNG VON 3, 4 de mayo: Hcrbert
ry Lcwis. Pier-Luigi Pizzi. MEXIKO (Rihm) Lothar Moiarliana Ibermúsica Blomstedt. Arken Auger. so-
HorncRicciarclli, Palacio, Zagrosek. Peier Mussbach. g de mayo: Sotistes de Cata- II de mayo: The Academy pTano. Berg, Bruckner.
Martínovích. 4,7, 10,13, 16 Stapp, Salter. 13, 17, 19 de lunya. Xavier Guell. Sinfo- of Anden! Musíc. Chíslop- 9: Hcrbert von Hatajan.
de muya mayo. nías K-124 y K-201. her Hogwood. Monica Hug- Stravinsky, Síbeltus.
DER SCHATZGRÁBER Concierto para violtn n. ° 4, gett, violin. Bcethoven. 19. 20: André Previn.
BILBAO (Schreker) Gerd Albrechl. Casación K-99. tS, 16: Orchestre de París. Haydn. Shostakovitch.
Gíinier Kramer. Stamm, Po- 23: Sol ¡«es de Catalunya. Daniel Barenboim. Debussy. 23. 24: James Levinc. Jessye
Tralro Arriba nitz, Kruse, Krekow. 18, 31 Xavier Guell. Rafael Orozco, Mozart, Tchaikovsky. Norman, soprano. Strauss.
EL SOMBRERO DE PAJA de mayo. piano. Sinfonías K-96 y 24, 25: Filarmónica de 1-e- Beelhoven.
DE ITALIA (Niño Roía). K-3Í8. Concierto para piano ningrado. Mariss Jansons. 27, 21: James Levine. Ernst-
Luis Remartinez. Horacio K-459. Eliso Virsaladze, piano. Ber-
LONDRES lioz, Schumann. Tthakmsky. Senff-Chor. Berlioz, Ré-
Rodríguez Aragón. Septieu. quiem.
Campo. Cabera. Leoz. Alva- EugHsh Nalional Opera XII Festival de Música Yun Temirlianoi. Sergei
rez, Callar. 14 de majo. THE MAKROPOULOS Anllgua de La Cali» Stadler, violín, Weber. Pro- Sinfónica de li Radio
EL RAPTO EN EL SE- CASE (Janaeek) Charles 2 de mayo: Tini Matho!, cla- kofiev, Tchaíkovsky. de Berlín
RRALLO (Mozart) R. Silva. Mackenas. David Pounlney. ve; Marión Verbruggen, 6, 7 de mayo: Eliahu Inbal.
J. Stolkalska. J. Zmurko, M. flauia: Jaap Tér Linden, ce- Cicla de la Universidad Mahler. Seplima.
Barslow, Langndge, Max- llo. Bach y Telemann.
Rudnicka. J. Knetig, J. Os- well. 4. II de mayo. Aulúnoma 14, 15: Günter Wand. Ber-
[apiuk. 22 de mayo. 4: Orquesta Barroca de Bar- lioz, Prokoftev, Mussorgsky-
THE PLUMBER'S G1FT celona. Emilio Moreno. 16. 17 de mayo: I Musici.
(Blake) Lionel Friend. Ri- Haydn, Pía. Boccherini. Ravel.
MADRID Orquesta ftacioul
chard Jones. Doghan, 10: Cuarteto Solomon. Luis 5, 6, 7 de mayo: Walter We-
Harrhy, Buigess. 25, 31 de Gaiser. guitarra barroca. DRESDE
Teatro Lírica Nacional mayo. Mozart, Boccherini, ller. Arríaga, Mendelssohn,
Lm Zarzuela Beethoven. Dresden Phllharmonie
TRISTAN UND [SOLDÉ MUNICH Beethoven. Ocio <k Cámara y Polifonía 20, 21 de mayo: Herben Kc-
(Wagner) Petcr Schneider. 16: London Wind Consort. 2 d t mayo: Sinfónica de Te- gel. Blacher. Wagner-Rcgeny.
Emilio Sagi. Versalle, Molí. Bayeriscke Slaatsoper Música en la Corte de los 27, 2S: Lolhar Zagrosek.
Caballé, Grundheber, Fass- Tudor nerife. Víctor Pablo Pérez. Weiss. Mahler.
IL BARBIERE DI SEV1- Gerhard, Rodrigo, Copland,
baender. 10.13.16,19, 22 de GLJA (Rossini} Gíuseppe 18: Cuarteto Mosaiques.
mayo. Haydn, Beelhoven, Mozaii. Stravinsky.
Pacané. Ferruccio Solerir 4; Coro Nacional. Jesús Bur- FLORENCIA
Kaufmann, Gambill, Kuhn, 24: The English Caneen.
Rool c ring. 22, 25 de mayo. Trevor Pinnock. J.C. 3achh guera. Orf, Calutli Carmina- Lll Maggio Música le
TARRASA Haydn y Mozart. <h Borís Belkin, violin; Bo- Florentino
Ck»o de la taina D'Eslalvis 31: Dowland Consort. Jakob ris Bekhlerev, piano. Proko-
NUEVA YORK Lindberg. Alíson, Morlcy, fíev. Shostakovitch, Fianck. PELLEAS ET MEL1SAN-
de Temssa DE (Debussy) Esa Pekka Sa-
Dowland, Holbome, John- II: Salzburguer Residen? So-
D1E ENTFTJHRUNG AUS Metrópoli I aa Opere son, Philips. listen. Mozart. lonen. Liviu Ciulei. Walker,
DEM SERAIL (Mozari) Jo- LEL1SIR D'AMORE (Doni- 16: Orquesta de Cámara Es- Cotrubas, Ramey. 5, 9, 12,
ser Bohac. Compañía de la zetd) Panni. Baitle, Pavarol- Orquesta Ciudad pañola. Haydn. 16 de mayo.
Opera de Cámara de Praga. ti. Quilico. PUshka. 3. 6 dt de Barcelona IDOMENEO (Mozart)
18 de maya. mayo. Orituesla de RTVE Myung-Whun Chung. John
5 de mayo: Coral Carmina. II, 12 de mayo: Odón Alon- Cox. RafTanti, Ziegler, De-
Franz-Paul Decker. Bureau, so. Messiaen. via, Kasch. 14.17,19, 21, 24
VALLA DOLID PARÍS Secunde, Ramírez, Húbner. 25,16: Arpad Joo. Mahler, de mayo.
Asociación Cultural Weber, Euryanihe. Tercera. I PURITAN! (Bellíni) Bru-
Opere de París 12: Franz-Paul Decker. Ali-
Saliburgo Centro para la Difusión de no Bartoielti. Sandro Sequi.
DER MEISTER UND cia de Larrocha, piano. Stra- Kavrakos, Merrill, Serra,
P1MP1NONE (G.P.Tele- MARGARITA (Holler) Lol- vinsky. Mendclssohn, la Música Contemporánea
mann) LA SERVA PADRO- har Zagrosek Mclniyre, Beethoven. Scakhi. 23. 25, 2t, 31 <te
NA (Pergolesi). Opera de 10: Grupo Koan, José Ra- mayo.
Armslrong, Krause, Sflher. món Encinar. Cruz de Cas-
Cámara de Amberes. 8 de 20, 23, 25, 27. 29, 31 de IV cido de Música tro. Lanchares, Casablancas,
mayo. Conciertos
del Siglo XX Fernández Guerra. Eslevez.
(Auditorio Nacional). 6 de mayo: Filarmónica de
8 de mayo: Jane's Misturéis. Leningrado. Mariss Jansons.
BERLÍN VIENA Payne. Lcv-in-Richlcr. Gcr- 23: Orquesta del Teatro Na-
cional de Varsovia. Roben Shosiakoviich, Prokortev,
hard. Musgrave, Sarda. Slravinsky.
Deulsche Üper Slaalsoper 12: Vox cum venlus. Marco. Satanowski. (A.N.)
RIGOLETTO (Verdi) Johan 7: Aldo Ciccolini. piano.
DIE ENTFUHRUNG AUS Guinjoan. Berenguer, StTa- Ciclo de la Caja Postul Debussy.
M. Arnell. Bradley. Walther. DEM SERAIL IMozart)N¡- vinsky, Seiber, Homs,
Vermillion. Wixell, Sandor. Isaac AI henil y su entorno 11: Radu Lupu. piano. Bach,
kolaus Harnoncouri. Ursel Gaspá. S de mayo: Rosa Torres J^r- Mozart, Brahms, Schuber!.
van Halem. IB, 21,14, 27 de & Karl-Ernsí Herrmann. » t 0"»"<f Sa*- Pierní,
mayo. do. Schumann. Albéniz. 27: Philharmonia Orchestra.
Voss. Winska, Szmytka, Cordell Desencloí, Cervellú, Prokofiev. Giuseppe Sinopoli. Schoen-
Sireii, Magnusson. Ryha- Moreno, Brolons, Iturralde. berg. Mahler.
BRUSELAS nen 12,14,16,1S. 20, 23 de 10: Diego Cayuelas. Schu-
mayo. mann, Granados, Albéniz.
La MonnaJe BILBAO 17: Silvia Torán. Liszt. Scria- LONDRES
L'INCORONAZIONE DI Slníónica de Euskadi
bin, Albéniz.
22: Ignacio Marín. Schu- The South Bank Cealn
POPPtA (Monleverdi) 12 de mayo: Orfeón donos- I de mayo: Lundun Philhar-
Syvain Cambrcling. Phibppe mann. Brahms. Albéniz. monic Klaui Tennstedt. We-
Boesmans. Wesi, Ommerle, tiarra. Stewart Bedford. 24: Eric N'Kaoua. Debussy,
Dvorak. Slabal Maier. ber, Mozart, Strauss.
Rhaue, Malfinalo. 16, 19. CONCIERTOS 26: Enrique García Asensio.
Líszt, Albéniz. 3, 5: Roya] Philharmoníc
21. 14, 16. 31 de mayo. 29: Josep María Colom. De- Yuri Temirkanov. Tchai-
Albinobi, MontsijJvalge, bussy, Albéniz, Falla. Ravel.
BeeThoven. kowsky, Rachmaninov,
BARCELONA Fundación Juan Marco Rimsky-Korsakov. / Dvorak,
GLVNDEBOURNE Mendelssohn, Elgar.
Orquesta del Teaire LAS PALMAS 3, 10, 17, 24. 31 de mayo:
6: Enghsh Chamber Otches-
Fcsll*al de Opera del Liceu Música francesa para viento.
Sociedad Filarmónica tra. Philip lídger. José Luis
JENUFA(Janaceii) Andre» 19, 21 de mayo: Coro del Li- García Asensio, violin. Mo-
Davís. Nikolaus Lehnhoíf. ceu. Romano Gandolfi. Ver- 9 de mayo: Th'o Mendels- TENERIFE zari. Haendel. Vivaldi.
Drobkova, Langridge, Baker, di. Rei/uiem. iohn. Mendelssohn, Shosta- 9, 11: Philharmonia Orches-
Si I ja. Alexander. 19, 22, 26, kovitch. Sinfónica de Tenerife tra. Gen ñadí Rozhdeslvens-
28 de mayo. Ibf reamen J3: Sheila Armíirong, sopra- II. 12,13 dt majo: J ki. Weber. Schumann,
ORFEO ED EURIDICE 16: Filarmónica de Lenin- no; John Shiriey-Quirk, ba- llado. Rai:hman¡nov, Tchai- Dvorak, Mendelssohn. /
(Cjluck) Hermann Michael. grado. Yuri Termirkanov. rítono; Martín Jssep, piano. kovsky.

66 Seherzo
dosier-

Trinan iHene Kulto) e Isolda fMantserntí Caballé) en la producción del Teatro del Liceu de Barcelona y del Teatro de La Zarzuela
de Madrid (Liceu, marzo de 1989).

Tristán e Isolda
l 10 de junio de 1865 se estrenaba en el Hoftheater de Munich una ópera que iba a revolucionar la
E historia de la música: Tristan und Isolde, de Richard Wagner, Terminada en Zurich en 1859, Trisian
und Isolde, es un maravilloso canto de amor desesperado que Waener compuso bajo el doble influjo
de su historia de amor con Mathilde von Wesendonk y la lectura de la obra filosófica de
Schopenhauer, A partir del estreno de esta obra prodigiosa la música occidental dejó de ser lo que era
y se internó por nuevos y fascinantes caminos.
La puesta en escena reciente de esta ópera genial en el Teatro del Liceo de Barcelona y la inmediata en la
Zarzuela de Madrid nos ha movido a preparar un amplio dosier sobre ella. Hemos querido recuperar
unos textos ya clásicos en la interpretación del complejo universo de Tristan und Isolde: los de
Wieland Wagner, Hans Mayer y Ernsl Bloch. Junto a ellos encontrarán nuestros lectores dos
aportaciones espartólas: las de Ángel Fernando Mayo y de Juan Ángel Vela del Campo. Y
acompañándolos una exhaustiva discografía de la ópera, que abarca no sólo sus lecturas de referencia
sino también otras menos conocidas.
De esta manera nuestros lectores dispondrán de un amplio material acerca de una obra de la cual
decía Thomas Mann —uno de los más encendidos admiradores de Richard Wagner— que es la más
inspirada historia de amor que se ha escrito jamás.

SchiT/o 67
dosier

La más profunda música de la noche


hora nos adentramos tan silenciosamente como pro- punto de vista de la técnica escénica, pero con ello —como

A fundamente en nosotros mismos. Los otros están en


movimiento y se dirigen de nuevo, como siempre, ha-
cia afuera. Tristán e Isolda han escapado del día, no actúan.
Es nuestro propio y profundo sueño interior, encontrar el lu-
dice Pfitzner— no puede uno sustraerse a la impresión de que
vuelve a chasquearnos el dia, y en verdad justamente allí donde
la sensibilidad rechaza más que ello suceda. Además, después
de lo dicho está claro que la repetición no produce aquí el
gar donde las palabras y los pasos ya no tienen prisa. Noso- efecto que, en cualquier otra parte, es sinfónicamente segu-
tros somos los que vamos con ellos, haciéndonos una niebla ro. Se siente cómo empieza aquí el hundimiento, como llega
de colores; somos los que nos movemos en e! anhelo y nada- a ser abandonado aquí el puro camino del alma, que nada
mos al encuentro del sueño que se forma en la noche que permitirá volverá a recorrer; y que todo esto se ha oído ya,
avanza. y mucho más bellamente, en el pasaje orquestal al final del
tercer acto, en cuyo transcurso justamente no pudo vivirse na-
da en la medida que faltaba cualquier progresión propiamente
Un arrebato intemporal dicha, y el cual no puede figurar tampoco como el ahora
de nuevo alcanzado, como repetición y pieza de cierre de una
Ya en el preludio se percibe cómo hay un arrebato intem- conclusión sinfónica. Pues, aun con lodo respeto, ha de de-
poral, pues se va tejiendo sólo ese motivo del deseo, sin his- cirse que la pieza orquestal Muerte de amor de Isolda, intro-
toria, abstracto, perfectamente intacto, suspendido sin peso ducida lan conscientemente y en cierto modo trunsportada
y, sin embargo, dispuesto a caer y a tomar cuerpo. Su lugar como final, comienza a hundirse en una blandura insoporta-
se hará luminoso, pero inmediatamente detrás todo perma- ble, en una edulcoración no mística, que, como !os dilui-
nece lejano y tranquilo. Sólo el primer acto alejará del dia dos tritonos de las sesenta solemnidades (que nunca quieren
a ambos seres humanos. Lo que acaece aquí es estridente, sar- acabar) al final de Parsifal, amenaza con precipitarse desde
cástico, consciente en exceso, y el filtro de muerte lleva a la la enorme altura tanto más abruptamente cuanlo más difícil
puerta falsa. Pero ni Isolda ni tampoco Tristán necesitaban es el intento de enlazar el final teatral bien logrado con el de-
de ese filtro, para encontrarse. Sólo aparentemente pasan jun- finitivo, tan enteramente distinto, de un nacimiento de la re-
tos, externamente, al incierto parpadeo del día, que a ellos dención desde el espíritu de la música. Se habla así un poco
—los videntes de la noche— les oculta todavía lo que ya se más y la noche de amor sobreviene en el segundo acto tan
ha manifestado por todas partes. Isolda cree odiar el lugar profundamente liberadora del mundo, que ya no deseamos
donde no se manifiesta nada más que amor traicionado, y Tris- ver el morir en el escenario como algo que nos da a admirar
tán está tan rígido, tan desmesuradamente atento a la cos- allí cadáveres circunstantes y una conmovedora bendición,
tumbre, tan especialmente blando, y así tan inamovible y allí donde tendría su sitio el obviamente irrepresentable en-
disimulado, que el filtro da a ambos sólo lo que ya poseían contrarse en la noche de los mundos. Cuando Siegfried mue-
hace tiempo, aquello que es destino e irrumpe también en el re y los hombres se llevan lentamente su cadáver a través de
tiempo, aquello que será tejemaneje, procurado por un sím- las alturas rocosas, suena la marcha fúnebre todo el tiempo
bolo del salto. Aquí nada vuelve a plegarse, como en El Ani- que el cortejo es visible. Pero pronto se levanta la niebla des-
llo, donde Hagen prepara para Siegfried el filtro inverso, a de el Rin, que nos vela la escena, y ahora suena el júbilo me-
fin de que no se le escape lo lejano como aquello que se en- morable y exaltado de un interludio que no tiene nada en
cuentra en la acción, que puede llegar a ser repetido, y que común con lo usual en un canto consolador o en cualesquie-
sólo por ello es recuerdo, porque el Siegfried de la acción sa- ra otras categorías fúnebres. Sólo cuando se despeja otra vez
be dónde está el pajarillo del bosque, la roca de Brünnhilde la niebla, cuando nosotros, los que nos hemos quedado aquí,
y el fuego mágico. Pero lo que sucede durante o después del hemos retrocedido a nuestro mundo, vuelve a retornar la mar-
beber terrenal, no es jamás acción; no es siquiera una llave, cha fúnebre más terrible y opresora que antes, justamente en
ni siquiera catalizador, ni siquiera aquel azar que no es azar la medida que el mero mundo inferior alrededor del cadáver
y que la necesidad trágica implica como cómplice del desti- de Siegfried aparece en lugar de la irrepresentable paradoja,
no, sino —al igual que la patria puede ser un lugar donde que en definitiva sólo puede ser conservada musicalmente.
nunca se ha estado— sólo una mirada temporal, una distrac- Ciertamente, la niebla se levanta sólo porque con esto el acto
ción temporal de aquello que sucede enternamente, de aque- no ha de ser interrumpido por el cambio de escena; pero pre-
llo que sucede en la intemporalidad, en la mítica del amor. cisamente el hecho de que Wagner configure aqui un velo,
Dos seres humanos se adentran aquí en la noche; pasan de uno que cuelga delante de nuestros ojos —no de nuestros oídos
a oiro mundo; finalmente nada más acontece en el primer y de nuestro cora/.ón— en presencia del júbilo, es un acto de
acto y se hace plenamente reconocible en los dos últimos, y honradez que aquí se corresponde mejor que al final de Tris-
nada suena, sino la música de ese adentrarse y, al fin, desva- tón con la exigencia wagneriana de una creciente despolen-
necerse. Esto es lo que Wagner quería dar a enlender cuando elación del sentido visual en beneficio del crecimiento de la
designaba a Trisián como mera «acción», un movimiento sin
nombre, un descomunal adagio en el que desde fuera apenas
se introduce en la melodía un contraste que pudiera hacer
consciente un Tristán e Isolda como puro conflicto, como ca- Un sonido lejano
tástrofe; y éste es precisamente el sentido de la «acción» en
la portada de la obra, no como si lo fuera realmente, sino só- Sin embargo, el sonido también se ha hecho aqui ya lejano
lo para diferenciarse de la agitación y la trascendencia dra- y escrutador de la noche. Por supuesto y con un significado
máticas propiamente dichas, el tejemaneje cotidiano de un no generalizado. Melot, Brangáne, Kurwenal y también Marke
movimiento sinfónico antitético o también del drama musical. canta en otro tono. Brangáne permenece necia y trivial, sin
Sólo los últimos cuadros son aún movidos, aproximándo- sospechar lo que sucede; Melot, el rival, se convierte en un
se evidentemente al final. Acaso esto sea necesario desde el traidor de juicio miope; y sólo Kurwenal y Marke. las dos bue-

68 Se berzo
THstón e Isoldo

Tristón e Isolda, acto II. Festival de Bayreuih (1982). Escenografía Jean-Pierre Ponneile.

ñas personas, se mantienen reservados, devenidos humildes dada de nuevo a luz, aunque no se trate ya la reproducción
ante lo absolutamente impenetrable; Kurwenal incluso sin ha- terrenal ni de la voluntad de la especie, la madre convulsiva
cer preguntas y sin prestar atención a la interrogación del pas- que no quiere morir, aunque tiene que hacerlo para que pue-
tor, llena de curiosidad, ante la inextricable y profundamenle da vivir el hijo espiritual: —todo esto ha permanecido, y suena
misteriosa razón que hace de Tristán un criminal y que se ex- la vieja y grave melodía del pastor, el anhelar, el anhelar la
presa de manera muy insuficiente en el motivo del deseo. Es muerte y no morir por el anhelo: e¡ anhelo de Isolda, que to-
perceptible que suena otra música cuando hablan las perso- davía en el reino que él percibe, porque la noche torna a arro-
nas del día, esos en general esiúpidos guardias y adultos, cuan- jarlo al día, y asi vuelve a apremiar en nuestro oído aquella
do aún se dan a oír, erizados de púas y rígidamente rítmicos, música olvidante— olvidada, pero siempre esotérica, la mú-
la deshonra de Isolda y el honor de Tristán; pero con cuanta sica que vive en este último paso.
infinita intensidad en el segundo acto: el ancla ha sido solta- Ciertamente, esto no tendría por qué ser así, pues el soni-
da, el timón está a merced de la corriente, velas y mástil, en- do no tiene fronteras. Ya es suficientemente curioso el hecho
tregados al viento; mundo, poder, fama, esplendor, honor, de que Tristán e Isolda puedan en suma desvanecérsenos, que
caballerosidad, amistad, todos los bienes del día han sido des- tampoco tengan más que decirnos en el sonido después de
truidos como un sueño ilusorio; se prepara el viaje al más tan profundos preparativos. Pues nunca la música fue crea-
misterioso de los países, y el estridente motivo del día sobre da tan apropiada para traer la totalidad de la noche como
el que cania primeramente Melot, el malvado, armónicamente un estado y concepto que se extiende por toda la obra y da
emparentado con el «¿Quién osa mofarse de mi?» del co- forma a la terminología propia de Tristán. Y la más profun-
mienzo, y que abre el segundo acto, corta sensiblemente con da música de la noche —según el texto la advertencia preci-
su brusco intervalo y con su excitado y duro ritmo —que tam- samente contra ella— será el canto de Brangane descendiendo,
bién se abre paso con su fuerza plástica— por entre el lento invisible, sobre la escena; la música ha adelantado aquí no
desfile, por entre el rítmicamente dubitativo adagio de la no- sólo al día, sino también a su noche. Con tan amplios arcos
che. Si, incluso aquí se tiene la apremiante impresión de que que ambos se detienen de la misma manera totalmente, una
no existiría jamás esa clase de música, sosegada al máximo, llegada en la que no hay ningún abismarse más, y una ascen-
si Tristán e Isolda pudieran morir, si no los atara aún al mundo sión, como en ninguna otra parte en Wagner, tan alejada de
su apego a él, razón por la cual Wagner, en el primer esbozo, la apoteosis como próxima pueda estar a lo falto de aparien-
quería hacer llegar junto al lecho de muerte del herido Tris- cia, a lo sin brillo.
tán al deambulante Parsifal, otro y más profundo buscador
de salvación. Aún no se apaga la luz, aún no se hizo la noche
en la morada: de otro modo no se percibiría ya nada más, Ernst Bloch
pero la compulsión, el gozo del amor, la voluntad eternamente nón de Franciicü Eslaretltis v ArtRet-Fernantlti Mavo>

Scherzo 69
-dosier-

El héroe trágico y sus amigos


A propósito de Wolfram, Brangania y Kurwenal
a tragedia griega —y también, aunque mucho menos, co de ¡a tragedia antigua, que defendía con vigor contra el

L la comedia de Aristófanes— pertenece al género del tea- clasicismo francés, como lo había hecho Lessing en sus escri-
tro épico, en el sentido más estricto dado hoy a este tér- tos críticos, pero bajo una nueva óptica. En dicha obra se lee,
mino. El arte de la escena se resistía, conscientemente, a re- entre otras cosas: «El drama moderno tiene un doble origen:
presentar de forma directa los sucesos terribles. El especta- uno natural, propio de nuestra evolución por reflexión; el dra-
dor vivía !as circunstancias que provocaban el crimen y no ma griego, elaborado según las reglas mal comprendidas de
el crimen mismo, sino las consecuencias que de él resultaban. Aristóteles. La esencia propiamente dicha de nuestra poesía
No veía a Edipo arrancarse los ojos, sino ya ciego. El verda- reside en el romance..,». A continuación, Wagner explica,
dero tema de acción trágica era —según el caso— un enfren- siempre de acuerdo con Gotthold Ephraim Lessing, que «el
tamiento oratorio entre dos protagonistas o el autorretrato gran florecimiento del drama surge directamente del roman-
del héroe, con sus conflictos, los motivos que le animan y sus ce», lo que se encuentra ya en Shakespeare, mientras que el
emociones. Para exponerlos tenia necesidad de un interlocu- clasicismo francés ignoró de forma grosera el carácter de ro-
tor con quien sincerarse, de un amigo seguro y digno de con- mance inherente a toda obra dramática, y, de hecho, su ca-
fianza. La tragedia francesa de Corneille y Racine se había rácter épico, como diríamos hoy en día.
conformado estrictamente con el esquema antiguo. Incluso Este principio llevó a Wagner a tomar una decisión que re-
en el vocabulario usual del teatro fran-
cés se comprueba, consultando la dis-
tribución de los dramas más célebres,
la presencia del o la confidente. No obs-
tante, en el marco de esta concepción
dramática, el papel del amigo o la ami-
ga era forzosamente secundario. No te-
nía que actuar de forma personal, sólo
debía contentarse con ser un fiel apo-
yo, firme y seguro, capaz de escuchar,
aprobar y, si llegaba el caso, compartir
las pruebas del héroe.
Lessing, concienzudo discípulo de
Sófocles, que, sin embargo había col-
mado de críticas al clasicismo francés,
fue el primero, en su comedia Minna
von Barnhelm, en dar amplitud a los
papeles de amigos y confidentes: los
criados vieron que se les daba un carác-
ter autónomo y pasaron a ser ciudada-
nos de primera categoría: Franziska se
sitúa en el mismo plano que Minna von
Barnhelm; el ayudante, Werner, y Jusl,
el ordenanza, tienen su lugar al lado del
comandante von Tellheim. Por el con-
trario, en Heinrich von Kleist, también
admirador de Sófocles, ya no se encuen-
tran, junto a Pentesilea o al Príncipe de
Homburg, más que confidentes de ti-
po tradicional, de condición inferior,
aunque comprensivos, en los que nada
revela una confianza en el sentido de la
servicial participación, en el sentido de
una humana igualdad de derechos.
Richard Wagner tenía una concep-
ción muy precisa y en cierto modo mo-
derna del drama griego. Se adelantaba
en el tiempo a nuestros propios estudios
sobre el teatro épico de la antigüedad
y además se oponía francamente a las
opiniones que defendían por entonces
los adeptos a la filología clásica; de es-
te modo, pasaba a ser el polo opuesto
de las ideas de Friedrich Nietzsche, que,
después de haberlo admirado, se con-
vertiría en adversario suyo. Ya en su am-
plio tratado titulado Opera y drama
Wagner había subrayado el carácter épi- Figurín de Kurwenal. por Franz Seilz.

70 Scherzo
-Tristón e Isolda

fin, en los largos monólogos de Gurnemanz,


motivos de duda, incluso para los fieles wagne-
rianos.
En este sentido han cambiado muchas cosas
en nuestros días. Se ha empezado a compren-
der qué es la dramaturgia épica wagneriana, y
a ello han contribuido mucho los contactos que
han podido tener hoy los espectadores, en el tea-
tro, con oirás formas de arte dramático inspi-
radas en el relato o en el romance. Cuando se
representan bien La Walkiria, la disputa entre
Wotan y Fricka o bien el relato de Wotan a Bru-
nilda, da al público una impresión tan fascinante
y apasionante como la escena de amor entre los
Welsungos. Para obedecer a los principios fun-
damentales de estética que Richard Wagner ha-
bía establecido de forma teórica, y para seguir
su propio camino desde la ópera al drama, se
vio obligado a reconsiderar y, al mismo tiem-
po, modificar las relaciones herederas del tea-
tro antiguo entre los héroes trágicos y sus
amigos. Por otra parte, ya Shakespeare le había
dado la pauta y Wagner, que se nutre de Sha-
kespeare, había sabido rendir buena cuenta de
ello. Sin duda aún se encuentra en el inglés la
estructura convencional en la base de las rela-
ciones entre el héroe trágico y su confidente: Ho-
racio no es más que el mensajero del principe
Hamlet, presta oído a sus confesiones, está en-
cargado de transmitir un mensaje ideológico. Sin
embargo, Shakespeare había puesto igualmen-
te en escena el antagonismo trágico e incluso tra-
gicómico entre el héroe y el seudoconfidente; así
nos muestra a Ótelo ignominiosamente engaña-
do en la confianza que concede al fiel Yaga

Los héroes solitarios


V olviendo a la obra de Richard Wagner, ve-
mos que, cada vez que la condición solitaria del
héroe constituye la esencia de la tragedia musi-
cal, es evidente imposible establecer cualquier
relación entre los héroes trágicos y sus amigos:
éste es el caso del Holandés, así como de Lo-
hengrin e incluso de Parsifal, que no debe con-
tar con la ayuda de Gurnemanz para encontrar
:J el camino de la salvación y del Grial. Wotan está
~ solo y permanece sin confidentes; tiene cerca a
Figurín de Brangania, por h'ranz Seiiz. Loge, que es una especie de Yago, pero Wotan
no es un ingenuo como Ótelo. Puso una vez to-
da su confianza en un ser, imaginando que la
percute en la factura dramática de sus obras y en su forma Walkiria sería toda la vida para él su hija, su amiga y su bien
de tratar las relaciones entre los héroes trágicos y sus amigos amada secreta, lo que explica su explosión de cólera sin lími-
confidentes. Además, después de Lohengrin y de sus grandes tes cuando la traición de Brunilda anula esta intimidad, con-
escritos teóricos del último período de Dresde y del primero denando a Wotan a la soledad, presa desde entonces de un
de Zurich, es evidente que Richard Wagner construye igual- único deseo: ver llegar su fin.
mente sus dramas musicales y sus acciones según el modelo Esto explica por qué en un universo dramático de natura-
de la dramaturgia épica de forma cada vez más consciente. leza mítica no hay lugar para las relaciones afectivas entre
Este precedente hace necesario introducir en el texto largos los héroes trágicos y sus amigos y confidentes. El amor y la
diálogos, relatos y evocaciones retrospectivas de acontecimien- amistad son sentimientos humanos; lo mismo ocurre con los
tos ya pasados. A finales del siglo XIX y principios del XX celos de Melot, el sufrimiento del rey Marke y el odio, a la
se establece una tendencia estética errónea, cuyos adeptos con- vez mítico y humano, que siente Hagen contra Sigfrido y con-
fundían sin pudor la tensión dramática y el suspense superfi- tra la raza de los Guibichungos.
cial, siempre dispuestos a quejarse de esas duraciones que Por consiguiente, estas relaciones entre los héroes y sus con-
consideraban temibles: veían en la exposición detallada de su- fidentes únicamente puede presentarse bajo un aspecto puro
cesos antiguos realizada por medio del diálogo entre Isolda en obras en las que se encargan de animar la acción épica o
y Bragania, en las confesiones de Tris tan, bajo el efecto de dramática seres humanos. Este es el caso de la sociedad del
la fiebre, ante el leal Kurwcnal, en la querella entre Wotan Wartburg en Tannháuser y, más tarde, también el de la única
y Fricka, en la narración que hace Wotan a la walkiria, o. en obra que confiere los honores del título a una "pareja subli-

Scherío 71
dosier

me» (por utilizar el término de Ernst Bloch): Tristón e ¡sol-


da. Hasta aquí había dominado e! principio de la soledad a
la hora de atribuir títulos a los héroes solitarios: El Holan-
dés errante, Tannhauser, Lohengrin, Jesús de Nazarei, Wie-
land el Herrero. Ya en Tannhauser encontramos prefigurada
esta concepción dramática bajo el aspecto del conmovedor
conflicto en el que se oponen el héroe del drama y su amigo
Wolfram, que es a la vez su rival. Desde entonces Wagner va
a continuar tratando las relaciones entre los héroes y sus ami-
gos desde una óptica a la vez antigua y moderna, y es en Tris-
tón donde encontramos la prueba de ello. Cuando Wagner
comenzó el boceto de esta obra, había terminado la redac-
ción de sus grandes tratados teóricos, había escrito entera-
mente el texto de la Tetralogía y compuesto ciertos fragmentos
de la partitura de ésta. Desde entonces tenia plena concien-
cia de su actitud respecto a la antigüedad, a Shakespeare, al
clasicismo alemán y, por otra parte, a la composición sinfó-
nica de Ludwig van Beethoven. Con este espíritu el músico
logró mantener a Brangania al lado de la reina Isolda y al
caballero Kurwenal junto a Tristán, en su función de confi-
dentes, heredada del drama épico de la Grecia antigua, ha-
ciéndoles participar de la acción de una forma efectiva. A
partir de entonces, ya no se contentarán con dar la réplica
y escuchar con compasión. Wagner, por el contrario, ha trans-
formado enteramente sus papeles. Los amantes Tristán e Isol-
da no actúan prácticamente. Actuaron en el pasado y sufren
en el presente las consecuencias de lo que en otro tiempo hi-
cieron o dejaron de hacer, lo que entonces dijeron y, sobre
todo, de lo que no dijeron. Los personajes que ahora actúan
son Brangania y Kurwenal.
En cuanto a Tannháuser es, naturalmente, también un so-
litario que no encuentra su sitio en ningún universo real y fra-
casa en todas partes: entre los caballeros del Wartbuig, en el
Venusberg e, incluso, bajo el tradicional hábito de penitente.
También él es incapaz de experimentar una emoción terrenal
y, por así decir, normal. Wolfram es el amigo de Tannháuser,
su compañero rival, pero no sabemos mucho de lo que éste
siente a su vez por el poeta preferido de la corte del Wart- Figurín de Isolda, por Franz Seiiz.
burg. Cuando a su regreso de Roma, Tannháuser, escéptico,
le pregunta: «Pero, ¿no eres mi enemigo?», esta frase nos re- insípida y bastante pretenciosa. Richard Wagner no malgas-
vela que no le unía a Wolfram ninguna amistad y quizá, in- tó tesoros de inspiración para ese aria. Pero pronto un Wol-
cluso, que Tannháuser es incapaz de amistad y confianza fram muy distinto al que oímos, vibrando de emoción, toma
recíprocas. Wolfram, al responderle: «No lo fui jamás mien- la defensa de sus ideas y de su arte, cantando su homenaje
tras te creí un corazón puro» traiciona con sus palabras el con- al noble amor cortesano. No se trata de una polémica litera-
flicto que le obsesiona y vemos en él a un hombre ria, sino de una profesión de fe, en honor de un arte extraño
constaniemente en lucha contra sí mismo a causa de la amis- al infierno: «Que a ti, sublime amor, se dirija el acento de
tad que experimenta, a pesar de todo, por Tannháuser. mi canto inspirado...». Esta melodía reaparecerá en la orquesta
Wolfram von Eschenbach es el gran cantaor, de gloria in- después del último encuentro de Wolfram y Elisabeth y de-
discutible; es, en cierta forma, el máximo exponente de la es- mostrará la seriedad de una concepción del arte consciente-
cuela literaria del Wartburg. Es cantor piadoso, «un experto mente basada en la renuncia múltiple.
cantor», como le dice irónicamente Tannháuser, en el colmo Muchos rasgos de¡ personaje de Tristán n>s ha:en pensar
de la desesperación. Por esta definición hay que entender: ex- en Tannháuser. Richard Wagner había confesado francamente
perto en el arte de gustar, de actitud impecable, capaz de evi- a Franz Lisu que, imaginando la atmósfera erói :a del Ve-
tar todo exceso, tanto en la vida como en el arte. Estaríamos nusberg, había querido crear, por así decir, una acción para-
casi tentados a darle la razón a Tannháuser al escuchar la can- lela de sustitución al modo de un personaje frustrado, forzado
tilena que interpreta Wolfram ante el jurado del Wanburg. a la renuncia; es preciso, pues, entenderlo como un para/so
Su estilo es el de un buen alumno de literatura, perfectamen- artificial y artístico a la vez. Esta realización le parecía algo
te al corriente de lo que debe elogiar y de aquello que debe vulgar, pero el resultado le convencía desde el punto de vista
silenciar. La brusca réplica de Tannháuser pone en seguida artístico. En la acción dramática tejida en torno a Tristán e
de manifiesto el carácter artificial del fragmento. Sin embar- Isolda, Wagner, por el contrario, ha renunciado por una ve/.
go, hay dos cosas de las que no duda Tannháuser, a saber, a entregar a la soledad i su héroe, condenado ya a la renun-
que Wolfram, en los límites impuestos por las reglas de una cia y al silencio. El amor toma aquí su aspecto humano, el
vida de sociedad cristiana, es realmente su amigo y que ni del erotismo pleno. Nó obstante, el poeta dramático no ha
siquiera alimenta envidia alguna respecto a él. Por otro lado, renunciado a la filosofía que le inspiraba en esia época y, se-
con su mentalidad de marginado, Tannháuser no comprende gún la cual, la felicidad capaz de liberar a los hombres del
que el arte de Wolfram no se funda en una actitud timorata yugo de la soledad no puede ser sino efímera, reduciéndose
ni servilmente conformista, sino que hay que ver en él el arte a un breve instante de éxtasis. Pero la soledaJ no tarda en
de la renuncia en su forma más perfecta. La cantilena oficial recuperar sus derechos, y con ella la culpabilidad, el universo
que ejecuta Wotfram al principio del concurso de cantores es de la traición: «El triste día/por última ve/,...».

72 Scherzo
-Tristón e Isolda

El resultado de ello, en la estructura dramática de Tristón puede hablar para internar hacerle un relato que le lleva has-
e Isolda es que los dos amantes no pueden actuar más que ta los límites de lo inexpresable. Kurwenal sigue siendo el con-
bajo la óptica de su amor. Desde que toman conciencia de fidente de Tristán en todo el sentido del término. Las palabras
esa situación no se plantean prever nada, ni adaptarse a nin- de fidelidad y confianza aparecen sin cesar en el diálogo en-
gún entorno, ¿fiira qué invocar la fuerza de la costumbre fren- tre ambos personajes:
te a tal comportamiento?. «¿Qué rey?» pregunta Tristán ¿Oh, fidelidad! ¡Sublime,
sorprendido e inconsciente. ¿Qué representan para él Marke noble fidelidad!
y Melot a estas alturas? Vemos reproducir a Tristán la sole- ¡Mi Kurwenal,
dad de Tannháuser y su incapacidad de experimentar amis- amigo querido!
tad. El mismo Tristán las inspira, como aquel, incluso bajo Fiel a toda prueba:
una forma más perfecta y absoluta, que sacrifica todo por ¿Cómo podrá Tristán
un amigo. Wolfram velaba por no confundir sus sentimien- agradecértelo lo bastante?
tos amistosos con la actitud impía y blasfema de Tannháu-
ser, mientras que, en pos de su señor y amigo, Kurwenal Pero, cuando los héroes, sometidos a su amor y a la fuerza
transgrede sin vacilar todas las fronteras impuestas por la cos- de la tragedia, amenazan con caer en su mundo interior, es
tumbre y la fe. Tristán lo sabe perfectamente, pero, sin em- necesario que el confidente sea, al mismo tiempo, un hombre
bargo, no es capaz de responder a esta entrega con un de acción. Kurwenal, que odiaba a Isolda, ha aprendido a
sentimiento igual: amarla por amor a Tristán. Este le había colmado de sarcas-
¡•Mientras serví mos, porque quería mantenerle alejado de ella. El pueblo de
a nuestro buen rey Marke, Cornualles vivía bajo el miedo y el horror del reino de Irlan-
qué fiel servidor fuiste para él! da. Más tarde, Kurwenal debe aliarse con Brangania, a quien
¿Cuando he tenido que traicionar igualmente detesta, para asegurar la paz entre los amantes.
al noble señor A continuación es él quien salvará a su amigo, herido de muer-
con qué brío has sabido engañarle! te, y le llevará sobre sus hombros hasta el castillo de sus ante-
pasados, que amenaza ruina: «El conjunto da una impresión
Esa amistad que Kurwenal siente por Tristán, sin que éste de abandono y de falta de cuidado; aquí y allí hay piedras
responda a ella, se debe a la soledad. Es realmente amor, pues desplomadas y maleza inculta». Finalmente, Kurwenal toma
se acompaña de verdaderos celos: Kurwenal está celoso ante en secreto la iniciativa de hacer venir a Isolda para que logre
todo de Isolda, y lo estaba de Melot cuando parecía ser el reanimar a Tristán, que, inerte, ya ha franqueado los límites
amigo más fiel de Tristán. También detesta a Brangania, que del reino de los muertos. Aquí hay amistad, un amor que no
mantiene con la reina Isolda una relación análoga a la suya espera nada a cambio. Kurwenal, a su vez, morirá de amor
con Tristán. A pesar de la función dramática adjudicada a al lado del cuerpo de Tristán: «¡Tristán! ¡Mi amado señor!/¡No
Kurwenal, se mantiene en su personaje el papel tradicional reprendas al fiel/que quiere acompañarte!».
de confidente, porque es él al único al que Tristán, herido, También Brangania es, junto a la reina Isolda, un modelo
de dedicación y fidelidad. Las últimas palabras que pronun-
cia se dirigen a Isolda, aunque ésta no percibe nada del mun-
do real ni de su entorno. Dichas palabras son casi el fiel reflejo
de los adioses de Kurwenal a Tristán: «¿No nos oyes?/¡Isol-
da, querida!/¿No oyes a tu fiel compañera?».
También Brangania se ve obligada a actuar al ver a su se-
ñora, bajo los efectos de una trágica pasión, a punto de esca-
par del mundo real. Confude el filtro de la muerte con el elixir
de amor. Protege a los amantes y está al acecho para adver-
tirles del peligro. Todo hace suponer que ayuda a Isolda
a huir del palacio real. Probablemente con su ayuda pone Kur-
wenal a punto el plan para salvar a Tristán enviando a Isolda
el barco que debe llevarla a Kareol. Es entonces cuando Bran-
gania decide revelar la verdad al rey, esperando, tal vez, sal-
var con ello la vida de los amantes. De principio a fin todos
los actos que realiza Kurwenal están subordinados a las leyes
que rigen la vida de Tristán, su señor. Brangania da prueba
de más iniciativa: es para Isolda una amiga, pero no esclava
de un sentimiento exclusivo. Concibe planes, actúa con ple-
na independencia y, por ello, a pesar de todas las previsiones
no hará sino precipitar el trágico desenlace.
Conformándose a la estructura de la tragedia antigua, Ri-
chard Wagner hizo que ésta sufriera profundas modificacio-
nes, y una de las más claras consiste en haber integrado
plenamente los personajes de Brangania y Kurwenal en la es-
tructura de una acción épica. Además, los héroes de la trage-
dia, aquí Tristán e Isolda, no desvelan el fondo de su
pensamiento hablando con sus confidentes, como ocurre en
los autores griegos y, sobre todo, en Sófocles, el más admira-
do por Wagner. Para expresarse recurren —según el caso—
a la astucia, la mentira y el silencio. «Vuelvo ahora a mi Tris-
tón para dejar que en éi te hable por mí el profundo arte del
silencio sonoro», esto es lo que Richard Wagner escribía a
Mathilde Wesendonck desde Venecia el 12 de octubre de 1858.
Hans Mayer
(Traducción: M." Angeteí de Juan,
Figurín de Tristán, por Franz Seilz.
Scherzo 73
-dosier

El porqué de Tristán e Isolda


uando empezaba a interesarme por Wagner, en mi

C errátil búsqueda de información leí dos afirmaciones


sobre Tristón e Isolda que me inquietaron tanto co-
mo desagradaron: la primera venia a decir que todo el episo-
dio del amor de Wagner por Mathilde Wesendonk había si-
do artificial, un egoísta hislrionismo más del monstruo en
trance de esíimularse para escribir la obra; la otra, no me-
nos malévola, exponía la tesis de que, incapaz de poner en
pie una verdadera pasión, Wagner se había inventado e! có-
modo expediente del falal filtro de amor. Desde entonces senii
la comezón de llegar a saber por mí mismo las causas en la
génesis de una obra tan cercana.
Wilhelm Richard Wagner quedó huérfano de padre por se-
gunda vez cuando contaba ocho años de edad, y tras pasar
algún tiempo en Eisleben fue a vivir unas semanas a la casa
Thomé, famosa mansión en la plaza del Mercado de Leip-
zig, donde sus tíos Friederike y Adolf residían como amigos
íntimos de la oronda propietaria, Jeannette Thomé. Adolf
Wagner, filólogo y literato, causó gran impresión al niño,
y cuando éste, ya convertido en un turbulento adolescente,
regresó de Dresde a Leipzig en 1828, encontró en su tío al
primer orientador de sus lecturas. En su autobiografía Mi
vida, Wagner recuerda cómo su lío le dijo que «el pane! de
libros que estaba en una gran antesala, con una biblioteca bas-
tante nutrida, me pertenecía por formar parte de la herencia
de mi padre». Allí descubrió e! muchacho la leyenda de Tann-
hauser y una novela de Friedrich Schlegel, Lucinda, apareci-
da en 1799, que estudió y discutió con su tío. Al diálogo
inequívocamente romántico de los enamorados Julius y Lu-
cinde pertenecen estas frases de incuestionable sabor tn.ua-
nesco: «Sólo en el anhelo encontraremos el reposo (...). Si,
e! reposo es, cuando nuestro espíritu no sea perturbado por
nada, desear y buscar allí donde no pueda hallarse nada más
elevado, sino el propio anhelo (...) Sóio en la paz de la no-
che arden y brillan el deseo y el temor claros y plenos como Trislun, ¡suida y Brangane, ¡al como lo imaginó f-erdinand Léete
este magnífico sol (...) Y durante el día titila pálidamente la en 1914
dicha del amor, así como la luna esparce su tenue claridad ante sí la visión de aquel Tannháuser que conocía desde la
(...) ¡Oh, eterno anhelo! Pero el día cederá finalmente y se época de sus primeras lecturas bajo la guia del tío Adolf: dos
desvanecerá su vano fulgor, y se sentirá, eternamente en re- meses después esbozaría el plan de su nueva ópera, llamada
poso, una gran noche de amor». inicialmente Der Venusberg (La montaña de Venus).
Los años que siguieron a esta primera preceptiva literaria El triunfal estreno de Rienzi, en octubre de 1842, y el casi
fueron caóticos: Wagner se quejaría después por haber de- subsiguiente nombramiento para el codiciado puesto de ka-
satendido toda formación sistemática, salvo los estudios de pellmeisier de la Corte de Sajonia llevaron a Wagner a orga-
Armonía, Contrapunto y Composición con Theodor Wein- nizarse «como era el caso cuando un hombre de treinta años
lig, un sucesor de Juan Sebastián Bach en Santo Tomás. De se instala al fin para toda la vida». E! 1 de octubre de 1843,
su entusiasmo inicial por Beethoven, Weber y Mozart, el ca- el flamante funcionario ocupó una espaciosa vivienda en el
beza loca pasó a la alabanza de la música operística italiana paseo Ostra de Dresde. Wagner recuerda en Mi Vida: «Ame
y francesa, para aterrizar finalmente en la ampulosa todo, tres piezas de calidad me hicieron apreciable mi ele-
grand'opéra meyerbeeriana. E! temprano matrimonio con la gante vivienda de maestro de capilla: un piano de cola Breit-
actriz Minna Planer —Wagner contaba veintitrés años— tam- kopf y Harte! (...) la portada de Cornelius para Los
poco trajo sosiego a la estrecha vida de un pobre director de Nibelungos (...), pero sobre todo mi casa se me hizo auténti-
orquesta de teatros de provincias al borde de la bancarrota camente hogareña gracias a una biblioteca que me procuré
o siempre inadecuados para que el compositor se orientara de una sola vez, procediendo de manera absolutamente sis-
por buen rumbo. Pero la primera estancia en París, humi- temática siguiendo el plan de mis previstos estudios». La pre-
llante y durísima, despertó en Wagner la añoranza de Ale- cisión «absolutamente sistemática» revela cómo el hombre de trei-
mania, una nostalgia del terruño a la vez sensitiva c nta años quería recuperar e! tiempo escolar perdido. La biblio-
intelectual. El fruto de ese sentimiento añorante es El Ho- teca está formada por unos 200 volúmenes: la Antigüedad
landés erranle, en cuya partitura vuelve a advertirse la influen- griega y romana, la Historia de Alemania, la Edad Media,
cia de Weber; y cuando durante el viaje de regreso a la patria la Mitología alemana de Jacob Grimm (libro crucial para la
sajona, en abril de 1842, pasó por delante del Wartburg, no formación de la colección), Hornero, Shakespeare, el ciclo
reconstruido aún, símbolo de la Edad Media alemana peri- artúrico, Lohengrin, Perceval, el raro Romans des douze
clitada, el exiliado voluntario —ahora arrepentido— tuvo viva pairs, tratados especializados sobre Derecho medieval... Al

74 Scherzo
IWstón e Isolda-

exiliarse Wagner de Alemania en mayo de 1849, esta vez no sobre Síegfried en la vasta tetralogía de Los Sibelungos: la
voluntariamente, uno de los hermanos Brockhaus, Heinrich, respuesta natural a la experiencia de 1849.
se incautó de la biblioteca como garantía de un préstamo de Pronto pasó Wagner a convertirse en el centro de la aten-
500 táleros (unas 450.000 pesetas) que Wagner jamás satisfi- ción social y cultural de Zurich. Allí, en febrero de 1852, co-
zo; en consecuencia, los volúmenes no volvieron nunca a su noció casualmente al mairimonio Wesendonk: Otto, de
poder. La biblioteca se considera perdida; pero no hace más treinta y siete años, rico comerciante en sedas con intereses
de veinte años apareció dentro de un cajón olvidado en al- en Nueva York; Mathilde, de veintitrés, mujer de adorable
gún almacén de la editorial Brockhaus. Hoy se exhibe en el aspecto e incipientes aficiones literarias. Para Mathilde com-
Museo Nacional Richard Wagner de Bayreuth, y por ello sa- pone Wagner en junio de 1853 una pequefla Sonata en La
bemos que desde 1843/44 Wagner no sólo conocía la traduc- bemol mayor, dedicada con la interrogación de las Nornas;
ción en alto alemán moderno del Tristón e Isolda de «¿Sabes qué llegará a ser?». La composición de El Anillo del
Godofredo de Estrasburgo (versión de Hermann Kurz: la Nibelungo es emprendida sistemáticamente desde septiembre
fuente que luego utilizó para su propio poema), sino tam- de este año, y cuando en el verano de 1854 están acabados
bién las versiones del mito en alto alemán medio de Ferdi- los esbozos compositivos del primer acto de La Walkyría,
nand Massmann y Friedrich von der Hagcn, amén de Wagner anota en ellos esta frase: «¡Bendita seas, Mathilde!»;
ediciones en gales, inglés y francés del resumen que von der antes, el 14 de enero, en una carta a su protectora Julie Rit-
Hagen hizo de todas las variantes de es-
te asunto constantemente reelaborado
en los siglos Xll y XIII. Los libros de- f .
notan repetidas lecturas. Así, ahora
también sabemos que Tristón no es aje-
no a los años de la verdadera formación
sistemática —en la dirección que le
y perfecta como Lohengrin, verdade-
ra pieza de relojería teatral, y que co- :
mo todo lo perfecto es a la vez una obra *•'
de ruptura. Wagner ha recuperado su
escuela: Beethoven y Weber, en lo mu-
sical; Shakespeare y los trágicos grie-
gos, en lo dramático; la Schróder-
Devrient, en la praxis del canto operís-
tico. También ha hecho suya la rique-
za timbrica de la orquesta de Berlioz.
Sus estudios literarios e históricos le
han llevado a familiarizarse con los
grandes mitos culturales europeos.
Realmente, a partir de ahora Wagner
no va a dar nueva orientación a su for-
mación sistemática, aunque recibirá
otras influencias y, sobre todo, enrique-
cerá sus experiencias. El mito de Tris-
tán pertenece a su acervo de conoci-
mientos. La Revolución fallida de 1849
y sus consecuencias para Wagner inau-
gurarán las experiencias necesarias pa-
ra que surja el drama musical.

Wagner j los Wesendonk

Mathilde iteiettdunk tan su hijo Guido

agner se exilia en Suiza cuando se aproxima a la cuaren- ter habla de los Wesendonk, y dice: «La mujer, llena de en-
tena, la edad crítica. El mismo es —siempre «humano, de- canto, sigue siéndome fiel y devota». En octubre de este
masiado humanoi»— ejemplo acabado de esta circunstancia. mismo año de 1854, el poeta revolucionario Georg Herwegh
Crisis profesional, al quedarse sin empleo ni recursos, que atrae la atención de Wagner sobre la obra capital de Scho-
supera —con el propósito inmediato de ganar algún dinero— penhauer. El mundo como voluntad}- representación. Lo que
desarrollando sus escritos y ensayos de teoría esiética, cul- deslumhra aquí a Wagner en primer lugar es la importancia
minados con Opera y Drama (1851). Crisis artística, pues des- que el filósofo da a la Música; lo que le convierte después
pués de ampliar La muerte de Sigfrido (poema escrito en 1848) en devoto es el descubrir que su Wotan, deseoso de la ani-
con El Joven Sigfrido apenas aboceta algunas ideas musica- quilación, es el trasunto poético de la voluntad de renuncia
les para la primera de las obras. Crisis personal, con el gro- propuesta por Schopenhauér. Pero aunque el poema de la
tesco episodio amoroso vivido con Jessie Laussot en Burdeos Tetralogía experimentará más adelante algunas modificacio-
(joven esposa de un comerciante en vinos) y propósitos de nes bajo la influencia del filósofo de Francfort, su inspira-
«lanzarme al olvido y a ser olvidado en Grecia o Asia me- ción causal es anterior a esta nueva experiencia. La nueva
nor, Dios sabe bajo qué apariencia». La salida de esta situa- inspiración poética después de la nueva experiencia aparece
ción fue la nueva instalación con su mujer en Zurich y el concretada por primera vez en la carta que Wagner dirige a
grandioso proyecto (otoño de 1851) de convertir sus poemas Liszt el 16 de diciembre, esto es, con la lectura (o relectura)

Scherzo 75
- dosier -

de El mundo como voluntad y representación aún fresca: «Ya bien un apasionado poema musical, que debía resultar del
que en mi existencia jamás he disfrutado la auténtica dicha todo adecuado en italiano. De nuevo pensé en mi predilec-
del amor, asi quiero ahora elevar el más bello de lodos los ción por Tristán e Isolda, siempre reavivada». Los contac-
sueños un monumento donde, desde el principio hasta el fin, tos habidos no se concretaron en encargo alguno; pero el 28
se sacie plenamente una vez este amor: he esbozado en mi de junio, en otra lamosa, Wagner anuncia a Liszt que ha de-
cabeza un Tristón e Isolda, la más sencilla, pero a la vez la cidido suspender la composición de Sigfrido a la altura de
más vigorosa de !as concepciones musicales; con la bandera la escena del bosque en el segundo acto, cuando el mucha-
negra que ondea al final me cubriré después... para morir». cho descansa bajo el tilo después del combate con F'afner y
La carta es reveladora. Por una parle, el poso poético de- de la atro* muerte de Mime, para dedicarse a Tristán, obra
jado en Wagner por sus lecturas de diez años atrás —la ban- de la que espera un pronto estreno, éxito y dinero. Aún hará
dera negra es reminiscencia-recreación del color de las velas un esfuerzo y concluirá los esbozos compositivos del segun-
del barco que, en la leyenda, ha de llevar a Isolda junio al do acto de Sigfrido. Desde agosto de 1857 transcurrirán on-
moribundo Tristán; blancas si el navio se hace al fin al mar ce años hasta que retome la partitura.
con la enamorada, y negras si parte sin ella— fermenta con He escrito que Wagner hace aún un esfuerzo. Es evidente.
la voluntad de extinción de cuño schopenhaueriano. Por otra, No estrena desde 1850. La falta de perspectivas para la Te-
Wagner se refiere «al más bello de todos los sueños» y con- tralogía pesa. Pero hay más. A finales de abril de 1857 él y
fiesa que «jamás he disfrutado la dicha del amor». Dejemos Minna se han instalado en El Asilo, un hotelito existente en
por el momento el sueño. La segunda declaración sitúa a la la propiedad donde los Wesendonk construyen una lujosa
esposa fuera de la verdadera experiencia amorosa; y a Min- mansión, que ocupan en agosto. El dúo de Siegfried y Brünn-
nae escribe Wagner ya desde Londres, donde está dirigiendo hilde que cierra jubilosamente —la plenitud de la pareja
una serie de conciertos de abono, para intentar aplacar la in- predestinada— la segunda jornada de! Anillo requiera el him-
cipiente desconfianza que aquella siente hacia Mathilde. Es- no solar en Do mayor que Wagner no estaba en condiciones
tamos ya en mayo de 1855 y Wagner continúa trabajando de componer en manera alguna a finales de 1857. En este
en la partitura de La Walkyria y en poner, por tanto, magni- tiempo se ha convertido en el «hombre del crepúsculo», pues
fica música a la voluntad de aniquilación de Wotan y a su es al atardecer cuando se encamina cotidianamente a la villa
renuncia a Brúnnhildc, la hija bien amada. La carta a Liszt de sus amigos, para participarles sus progresos en Tristán.
mencionaba y también el esbozo de Tristán e Isolda por el El 18 de septiembre ha leído el poema completo a un reduci-
momento sólo en la cabeza; pues bien, en diciembre de 1855, do círculo de íntimos; allí están las tres mujeres más impor-
cuando Wagner está acabando esta partitura necesaria en que tantes en su vida amorosa: Minna, que no comprende nada
se ha convertido la de La Walkyria, esboza por fin en unas o quizá cree comprenderlo todo y considera ei asunto inmo-
pocas lineas el primer proyecto completo de «la más sencilla ral; Mathilde, que hace comentarios y mantiene con Wagner
de las concepciones musicales». un diálogo que sólo ellos entienden; Cosima, recién casada
No es secundario, al ir viendo por qué Wagner escribió Tra- con Hans von Bülow, que escucha en silencio y llora cuando
ían e Isolda, el hecho indiscutible de que considerara senci- le pregunta su opinión. El día 1 de octubre Wagner inicia la
lla a esta concepción. En la teoría, al lado de los composición del acto primero de su monumento «al más be-
monumentales Nibelungos, Tristán, con su acción reducida llo de todos los sueños», el acto de la «deuda de sangre pen-
a lo esencial y a unos pocos personajes, parecía una empresa diente entre nosotros». A finales de noviembre comienza la
fácil. Durante todo el ano 1856 Wagner continúa la compo- entrega de tres de las cinco canciones que va a componer so-
sición de la Tetralogía, aunque le invade creciente desaliento bre poemas escritos por Mathilde, por este orden: El ángel.
en relación a la posibilidad real de estrenarla. ¿Qué teatro Sueños (con el esbozo de la música del dúo del segundo acto
querría representarla? ¿Qué cantantes podrían cantarla? ¿Qué de Tristán), Sufrimientos. La pareja del crepúsculo lee y co-
público sabría escucharla y entenderla? El 16 de mayo Wag- menta a Calderón, a Lope de Vega, a Cervantes. El 31 de
ner anota otro proyecto, ¿os Vencedores, donde la renun- marzo de 1858 Wagner ofrece a los Wesendonk, en la villa
ciación schopenhaueriana se da la mano con la regeneración de éstos, una fiesta musical doméstica del todo inusitada con
budista y la noción de la metempsicosis. En diciembre, es- una selección de fragmentos de las sinfonías de Beethoven,
cribe los primeros esbo/os musicales para Tristán, el llama- cerrada con la ejecución del adagio de la Novena Sinfonía.
do motivo del Deseo I, pleno de tensión contenida, de Mas, en Mi Vida, Wagner añade este comentario lapidario
comienzo de todas las cosas como el acorde de Mi bemol ma- a la descripción de la velada; «La impresión de esta fiesta
yor que inaugura El oro del Rin, pero con una diferencia esen- obró en mí de manera nostálgica como una advertencia de
cial: el acorde tetralógico es el llamado acorde perfecto, que se había alcanzado el punto culminante posible de una
estable; el motivo de! Deseo 1 es cromático, inestable. Sin em- relación vista, sí, que el verdadero contenido de la misma es-
bargo, Wagner continúa considerando sencillo su nuevo taba ya soprepasado, y la cuerda del arco, demasiado tensa».
proyecto; muchos años después dictaría así para su autobio- Efectivamente, siete días después Wagner envía a Mathil-
grafía: «Me había llegado ahora» (marzo de 1857) «un aviso de las hojas anotadas a lápiz de la orquestación del preludio
extravagante: un hombre, que se llamaba Ferreiro con toda del primer acto, y lo hace con una carta. Minna intercepta
naturalidad, se había anunciado como cónsul brasileño en al criado en el jardín, rompe el sello y abre la misiva. Esta
I eipzig» (El personaje atendía en realidad por Dr. Ernesto comienza con la manifestación de los celos de Wagner en re-
Ferrcira-Branca y residía en Dresde) «y me había hecho ma- lación a un maestro de música italiano llamado de Sanctis,
nifestación de la gran inclinación del emperador del Brasil" que acapara a Mathilde; sigue luego una ¡arga disquisición
(Dom Pedro 11) «por mi música. A mis dudas sobre esta ex- —muy interesante como análisis literario— sobre el perso-
traña aparición, el hombre supo replicar en sus cartas muy naje de Fausto, a propósito de una disputa sobre Goethe; an-
bonitamente; el emperador amaba lo alemán y deseaba te- tes y después hay expresiones de exaltado tristanismo, que
nerme con él en Rio de Janeiro, con lo cual yo le representa- recuerdan los «sofismas del segundo acto». La carta termi-
ría allí mismo mis óperas, y, como allí sólo se cantaría na así: «Pero si veo tus ojos, no puedo seguir hablando; ¡en-
ciertamente en italiano, únicamente se precisaría de la tra- tonces seria insignificante todo lo que pudiera decir! ¡Pues
ducción de mis textos. lo que él preveía como muy fácil y ve, entonces es para mi todo tan incuestionablemente verda-
al mismo tiempo muy provechoso para éstos. Curiosamen- dero, entonces estoy tan seguro de mí, cuando estos ojo.s ma-
te, la idea suscitada con ello obró en mí en verdad muy agra- ravillosos, divinos, descansan en mí y yo me hundo dentro!
dablemente, y me pareció como si pudiera llevar a cabo muy Entonces ya no hay objeto y sujeto; ¡todo es uno y único,

76 Scherzo
-Tristón e Isolda -

Rhhard Wagner
en IH60.
En una carta
de ese año
le decía a
Maihilde:
•i El Tristón
seguirá
siendo para
mi un
milagro».

profunda, inconmensurable armonía! ¡Oh, allí está la paz, acto utilizando para ello su nuevo y magnífico piano Erard;
y en la pa/, la vida suprema, perfecta! ¡Oh, loco aquel que también acabó las dos últimas canciones sobre poemas de
quisiera ganarse el mundo y la paz de allí fuera! ¡El ciego Mathilde: En el invernadero (con el esbozo del lamento de
no habría conocido tus ojos y no habría encontrado en ellos Trislán, de la desesperanza, de la desolación del paisaje en
su alma! ¡Sólo dentro, en lo interior, sólo en lo hondo vive el preludio del tercer acto) y Guarda silencio. Cuando todos
la salvación! —Hablar y explicarme ante ti sólo puedo ha- vuelven a reunirse en Zurich, la situación se va haciendo in-
cerlo aún cuando no te veo o no puedo verte—. Sé buena sostenible: desde junio Wagner interrumpe sus visitas a la
conmigo y perdona mi infantil conducta de ayer: ¡la has lla- mansión de los Wesendonk. En julio están acabados los es-
mado así exactamente!— El tiempo parece benigno. Hoy iré bozos compositivos del segundo acto, que trae la llegada del
al jardín; ¡tan pronto te vea, espero encontrarle un instante día hostil, el lamento de Marke y la herida de Tristán. El 17
sin estorbos! —¡Toma mi alma toda como saludo ma- de agosto Wagner abandona para siempre El Asilo; tras al-
tutino!—». gunas vacilaciones dirige sus pasos a Venecia. Trislán había
preguntado a Isolda: «¿Adonde Tristán ahora parte, quie-
res seguirle tú, Isolda?». Ciertamente, Wagner había llega-
do a sugerir antes a Mathilde que ambos se separaran de sus
Venecía al fondo cónyuges, para unir sus vidas. Mathilde no seguirá ahora a
Wagner. Hasta finales de marzo de 1859 éste orquesta el se-
Linna no se anduvo por la-i ramas y tuvo una desagrada- gundo acto de Trislán, escribe cartas a Mathilde, que ésta
ble conversación con Maihilde, quien parece que se sinceró no abre en su mayoría, y lleva un diario para ella, que la des-
con su marido. Los Wesendonk partieron para un «viaje de tinataria tampoco llegará a conocer. Wagner anota el proce-
placer" de varias semanas por la Alta Italia; Minna fue a to- so de creación de su obra y viene aquí la lacerante nostalgia
mar una cura de aguas en Bresienberg; Wagner se quedó so- de la amada lejana e inalcanzable: es el monólogo delirante
lo en El Asilo y empezó los esbozos compositivos del segundo de Trislán. Mas a la experiencia de la soledad se suma la de

Scherzo 77
- dosier -

Venecia. Como Wagner dice en Mi Vida,


«ahora debía llegar a ser puesta en música
la prodigiosa Venecia». Una nueva inspira-
ción para poder escribir la música del tercer
acto. Wagner lo cuenta así: «En una noche
de insomnio, en que hacia las tres de la ma-
drugada me asomé al balcón de mi vivien-
da, oí íambién por primera vez el
celebérrimo canto natural de los gondolie-
h. Me pareció percibir la primera llamada,
sonando como un ronco lamento a través de
la noche silenciosa, como si viniera del Rial-
!o, distante un citarlo de hora escaso; éste
fue de nuevo contestado parejamente desde
una distancia mayor y viniendo de otra di-
rección. A intervalos largos se repitió a me-
nudo este notable diálogo melancólico, el
cual me conmovió tanto como para que hu-
biera podido fijar en mi memoria su com-
ponente musical, en todo caso muy sencillo.
Mas otra vez fui también ilustrado por una
experiencia especial sobre que este canto po-
pular era de un interés en gran medida poé-
tico. Una vez que regresaba a casa muy tarde
por el oscuro canal, apareció de repente la
luna e iluminó, junto con los indescriptibles
palacios, al barquero destacándose en la al-
ta popa de mi góndola mientras movía len-
tamente su fuerte remo. De improviso le
salió del pecho, creciéndole desde lo hondo,
un gemido no desemejante al aullido de un
animal, y tras un «¡oh!» largamente prolon-
gado desembocó en la sencilla exclamación
musical de «; Venezia!»; A eslo siguió aún
algo más, de lo que, a consecuencia de la in-
tensa emoción que sentí, no he guardado un
recuerdo claro. Las impresiones producidas
por último con esto fueron las que caracte-
rizaron para mí a Venecia durante mi estan- Cóstma, la compañera fiel
cia alli y me permanecieron fieles hasta la conclusión del se- agosto, a las cuatro y media de la tarde, siempre en el Hotel
gundo acto del TYistán, e incluso quizá me inspiraron direc- Schweizerhof, pone fin a la partitura en presencia del com-
tamente la doliente melodía largamente prolongada del corno positor Félix Draeseke.
del pastor al comienzo del tercer acto, ya esbozada aquí». Las primeras lecturas serias, la formación sistemática en
La situación bélica obligó a Wagner a dejar Venecia el 25 Dresde, la crisis de los cuarenta, la inexistencia de un hori-
de marzo de 1859, rara instalarse tres días después en el Ho- zonte para la Tetralogía, la pasión por Mathilde Wcsendonk,
lel Schweizerhof, de Lucerna, muy tranquilo en esta época la influencia de Schopenhauer, la imposibilidad de afrontar
del año. El dia 4 de abril giró visita de cortesia a los Wesen- en 1857 la composición del final de Sigfndo, la manifesta-
donk, en Zurich: «Nuestro reencueniro fue melancólico, pe- ción de una nueva emotividad (que a su vez requiere de la
ro en modo alguno inhibido. Permanecí algunos días en ca- ambigüedad tonal en la Música), las mágicas noches de Ve-
sa de mis amigos, volví a ver allí a mis viejos conocidos de necia, no en último lugar el propósito de componer una obra
Zurich y miré así como en el sueño de un sueño. Realmente, sencilla y obtener con ella nuevos ingresos...: lodo esto hizo
lodo había llegado a ser para mi ilusorio». Sin embargo, na- que Wagner escribiera Tristún en Isolda, y que lo hiciera exac-
da más finalizar esta visita, Wagner comienza a escribir la tamente cuando tenia que hacerlo. La obra sencilla no sería
«música de Venecia» en la soledad de! holel de Lucerna, li- estrenada hasta 1865, en Munich, después de que Wagner con-
berándose poco a poco de la pesada carga, saciando plena- siguiera formar a sus intérpretes —Hans von Biilow, I.ud-
mente en la creación artística el anhelo insatisfecho de amor. wig Schnorr von Caiosfeld— y encontrara la protección casi
Hacia el 14 de abril escribe a Malhilde estas otras famosas incondicional del rey luis fl de Baviera. Mientras tanto, ven-
líneas: «¡Niña, esie Tristón será algo terrible! ¡¡¡Esle último drían el fracaso de Tannháuser en París, la definitiva sepa-
acto!!! Temo que la ópera llegue a ser prohibida, caso de que ración de Minna, la continuación de la amistad con los
una mala representación no haga del conjunto una parodia...: Wesendonk de otra manera, el progresivo endeudamiento de
¡sólo las representaciones mediocres pueden salvarme! Las Wagner, la crisis de los cincuenta, la situación límite, la ines-
perfectamente buenas tendrían que volver loca.a la gente...: perada llamada del joven monarca bávaro y la alianza con
no puedo imaginármelo de otra manera». Wagner se refiere Cosima a costa de Büllow y la marcha inesistible de Alema-
a la terrible fiebre de Tristán, a la emotividad inaudita de nia hacia la Unidad. Pero esto es ya la historia de por qué
su delirio; por el contrario, no será plenamenie consciente Wagner escribió Los maestros cantores.
del nuevo territorio musical que ha hollado hasta los ensa-
yos del preludio del primer aclo para los conciertos de París Ángel Fernando Mayo
(febrero de 1860), cuando descubre que la orquesta casi tie- NOTA: El presentí articulo y la distograiia se publican tonjunlamenle en el
ne que volver a aprender a solfear. El 16 de julio de 1859 programa de mano úc las representaciones de Tristan e Isolda del Tealro Na-
ya están acabados los últimos esbozos orquestales. El 6 de cional La Zarzuela y en la Reviso SCHERZO.

78 Scherzo
ORQUESTA Y CORO
AUDITORIO
NACIONAL / /
DE MÚSICA//
/A
\
\

i
\
\
NACIONALES
DE ESPAÑA
Temporada 1988/89
P R O G R A M A C I Ó N : MAYO

24 Director:
Solistas:
5,6. 7. Mayo 1.989

Walter Weller
Karl H. Mrongovius, piano
CICLO 11

Begoña Uñarte, piano

Amaga Sinfonía en Re menor


Mendelssohn • Concierto para dos pianos y orquesta en
Mi mayor
Beethoven Sinfonía núm. 8 en Fa mayor. Op. 93

25 birector:
Solista:
12, 13. 14 Mayo 1.^X9

Enrique García Asensio


Osear Shumsky, violin
CICLO I

Bemstein • Obertura de "Candide"'


Bruch 0 Concierto para violin y orquesta n u 2 en
Re menor
Larrauri • Maritxu
Respighi Los pinos de Roma

26 Director
Solista:
19, : o . 21 Mayo 1.489

Michel Tabachnik
Mischa Maisky, violonchelo
CICLOIII

Mahler Adagio de la Décima Si'nfonia


Monn - Shoenberg 9 Concierto para violonchelo y orquesta
en Sol menor
Faure • tlegia, para violonchelo y orquesta, Op. 24
Schubert • Mahler • Cuarteto "'De la. muerte y la doncella"
• Primera vei por la O.N.E. (versión para orquesta de cuerda)
Horano de conciertos
Viernes y sábados 19.30 h.
Domingo 11.30 h.
m
1 • MINISTERIO 06 CULTURA I ^ ^ B M B H H B H
-dosier

La presencia del mito


s muy ingrato e incluso parece superfluo escribir sobre legendaria llega a hacerse el prometido de Isolda, que sirve

E el Tristón de Wagner y así hablarle al oyente y meditar para el combate caballeresco de Tristán: la espada de Morolt
sobre la obra más musical de Wagner, reconocida al mis- está envenenada, y después de esta luí ha contra el dragón Tris-
mo tiempo como punió culminante y crisis de la música ro- tán no tiene ya esperanza en volver a sanar. Sin velas, ni re-
mántica y puerta abierta a la atonalidad de nuestro siglo. Y, mos, ni timón, el herido Tristán si'be a aquella barca que lo
sin embargo, no sólo el contrincante, sino también !a comu- llevará hasta la sanadora Isolda: ¡qué imagen de la partida
nidad wagneriana sabe que Wagner, en cuanto músico puro mística, del abandonarse a una gracia desconocida!
—aceptemos el Idilio de Sigfrido como la excepción que con- El propio Tristán ha nacido en el infortunio, huériano de
firma la regla—, sólo podía escribir gebrauchsmusik (música padre como Siegfricd y Parsifal. Su madre Blancheflur mue-
de circunstancias, de consumo) carente de inspiración cuan- re como Sieglinde y Herzeleide. El rey Marke, en la leyenda
do no estaba captado ¡menormente por un gran tema humano. el hermano de Blancheflur, ha adoptado al joven e incluso
Como El anillo del Nibelungo y como Parsifal, Tristón e ha hecho de él su heredero. Pero, haya sido esto habitual en
Isolda es una obra mítica —un milo no de la Edda, un mito aquel mágico tiempo remoto, haya formado parte de las cos-
no de la naturaleza del poder, sino de una procedencia sacra tumbres de la época, me parece mucho más profunda la idea,
semejante a la de Parsifal—, un mito del
eros moral, del adulterio y la pasión
destructiva transmitido desde el tiem-
po inmemorial de las leyendas celtas.
Como enfermedad mortal, toda pasión
aniquila a quienes se le entregan en
cuerpo y alma.
Igualmente, el mito de Tristán no tie-
ne autor. Su origen y su significado han
de ser oscuros, pues el mito es expre-
sión anónima de verdades colectivas y
no está sometido a impulsos estéticos
como la obra de arte configurada per-
sonalmente. Característicamente, el mi-
to es el poder que él ejerce sobre
nosotros incluso cuando nos volvemos
contra su verdad y contra las experien-
cias que él simboliza, cuando protesta-
mos racionalmente contra la oscuridad
de los hechos que él proclama.
El mito es siempre actual, da igual
que se trate de la moral y del orden
—desaparecidos largo tiempo ha— del
mundo de la caballería, que se volvía
con toda acrimonia contra la pasión an-
tisocial, lo cual no desea nada más si-
no la noche y celebra en la muerte su
victoria, o de la sociedad actual supues-
tamente emancipada. Toda pasión se le-
vanta contra el orden alcanzado y
supone un peligro mortal para la socie-
dad. Incluso Wagner es tan objetivo co-
mo para restablecer a través de Marke
frente a los sonadores —para los que
no existen ya fortuna, sociedad, moral
y quienes ven el amor como destino, co-
mo la más ideal y bella de las
fatalidades— las incontestables realida-
des del mundo: poder, fama, honor, fi-
delidad, caballerosidad, amistad.
Detrás del drama hay arquetipos: Lo
madre, que entrega a su hija venenos y
contravenenos en el viaje al matrimo-
nio, que en realidad es un viaje a la
muerte, y Morolí, el gigante irlandés,
que como el Minotauro toma de Cornua-
lles como tributo doncellas y mucha-
chos. En Wagner, de esta figura Dos uníanles que sucumben a la muerte terrenal

80 Scherzo
Tristón e Isoldo-

Isolda: «Para mi elegido, para mi perdido» ,


que lanío puede dar que pensar, de que originalmente Tris- \¿ué hay entre los amantes? ¿Por qué su unión conyu-
tán era —como aún puede leerse hoy en la famosa piedra de gal se ha hecho imposible con el primer compás del pre-
Castle Dor— el hijo de Marke. La eterna lucha entre padre ludio? ¿Qué les impide llegar a ser felices en esta vida, se-
e hijo —el más célebre conflicto original de la humanidad gún los conceptos burgueses? Situación sin futuro: cuan-
desde las explicaciones freudíanas de la relación Edipo/Yo- do Tristán mira conscientemente a Isolda por primera vez,
casta/Layo— me parece infinitamente más trágica (¡y míli- yace ante ella como asesino de su prometido. Aún más:
ca!) que el adulterio de Tristán con la mujer de su tío. con una arrogancia cruel y no disculpable por nada, le ha he-
Curiosamente, en este triángulo (Marke, Tristán, Isolda) per- cho llegar la cabeza cortada de este prometido suyo, en la que
manece entre dos luces la figura de Melot, quien según el con- Isolda incluso había de encontrar aún la esquirla de la espa-
cepto moral feudal está obligado indudablemente como da mortífera. Después, en el segundo encuentro, se presenta
vasallo a manifestar a su señor todo aquello que hiera sus de- ante Isolda como vasallo de Marke, para venir a buscar para
rechos o su honor. En nuestro sentido, Melot hubiera sido su venerado rey a la bellísima hija de otro rey. El propio Tris-
traído sólo si hubiera callado frente a Marke. Pero a pesar tán —esto no debe olvidarse— no podía tener más de 16 o
de esta evidencia, Melot permanece también para Wagner co- 17 años, igual que Isolda, y a sí mismo se encuentra (¡quién
mo prototipo del traidor, del traidor de los amantes, puesto se sorprendería!) demasiado inferior, demasiado insignificante
que ha sido introducido en la jerarquía de los actores como y de menor rango para la famosa hija del rey de Irlanda. In-
el mejor amigo de Tristán. En realidad Melot no es otra cosa cluso después de la catástrofe en el barco este Tristón no va-
que la víclima de su pasión por la femme fatale Isolda, a la cila un solo momento en ceder la amada a su rey, en entregárse-
que se ha rendido a primera vista al igual que Tristán y Marke. la para la noche de bodas. La leyenda es aquí más clemente
que Wagner, por acuerdo común Brangáne llega a ser senci-
La imposible unión de los amantes
llamente ficticia. Sin Marke, a Tristán no le hubiera quedado
otra cosa sino casarse con Isolda: una idea verdaderamente
El dramaturgo Wagner ha procedido a un cambio profun- impensable. A nadie se le ocurriría que Tristán e holda pu-
do en la naturaleza del filtro de amor tal como éste ha llega- dieran jamás casarse; esío sería la pura negación de la pa-
do transmitido hasta nosotros. Este filtro de amor era para sión. Isolda no es una mujer que se case, no es tampoco una
Wagner la coartada para la pasión. Era impensable describir femme inspiralríce como Eva, úi\o femme fatale. Como es-
una pasión que no quiere sino la muerte, una pasión que ha- posa perdería el ser lo que es, al igual que sucede con Senla,
bía de ser temida y despreciada como pecado mortal por la Elsa o Elisabeth.
Iglesia, como desvarío y locura por la caballería y su orden La causa secreta que dicta todas las decisiones de Tristán
social, como exceso enfermizo por el lector. Para Wagner el e Isolda no es otra que la voluntad de morir, la pasión por
filtro de amor no es otra cosa sino el procedimiento teatral la noche: se aman el uno al otro, pero cada uno ama al otro
para hacer visible la atracción amorosa existente hace tiem- sólo por relación a si mismo, no en función del otro. Isolda
po entre Tristán e Isolda. Ambos beben —¡por error!— un descubre este secreto en aquel momento clarividente y pro-
filtro de muerte, que finalmente facilita a los amantes, ante fundamente trágico: «Para mí elegido, para mi perdido», pues
los escasos segundos que les queda aún para el reconocimiento también ella va sin la menor oposición al barco que, al igual
de su pasión, el declararse su amor y derribar así las barreras que la barca de Caronte en la Estigía, «de Poniente a Levan-
levantadas por ellos mismos, sin venir a un ulterior conflicto te», la llevará a la noche y a la muerte. Se deja guiar sin resis-
con las leyes del mundo y del día. tencia a los brazos de Marke; comete el adulterio con un júbilo

Scher^o 81
dosier

extático, no como fiesta del amor, si- un ritmo de danza de bacantes.


no como fiesia de la muerte; en pre- Una angustia pánica de encontrar
sencia de Tristán herido de muerte por aún a Isolda viva una vez hace que
Melot no piensa en unírsele y seguir- el delirante visionario se arranque
le, sino que continúa viviendo en el sus vendas, sólo para escapar de-
castillo de Marke: acciones apenas lenitivamente de una unión terre-
creíbles o realizables para otra mujer nal con Isolda.
que no sea Isolda. ¿E Isolda? Ella sucumbe tam-
Con su decisión «Soltad el ancla, bién a la muerte terrenal, para ex-
el timón a la corriente, velas y másti- perimentar la liberación del alma
les al viento», Trisián ha perdido el dia en una visión mística. Ambos,
y la noche. También sabe él finalmente Tristán e Isolda, alcanzan la muer-
lo que han reconocido los místicos te, como en una última revelación,
de Occidente: la vieja y grave melo- la pasión total.
día del «anhelarse y morir» es tam- Realización de la pasión en la
bién su destino. El olvido primordial muerte, este momento místico re-
al que, no menos culpable para Mar- vela el significado profundo del
ke que para Isolda, se precipita suici- mito de Tristán, que en la trans-
damente en el segundo acto, no lo misión de las consejas y leyendas
acepta. Isolda está lejos y evidente- a través de los siglos —no de otra
mente lo ha traicionado. El ha perdi- manera como en el Anillo y en
do aquello —fama, honor, poder, Parsifal— ha llegado a ser oscu-
fidelidad— que caracterizaba su exis- Wieland Wmgner recido y difuminado por los ingre-
tencia caballeresca: ahora ha caído en dientes épicos, plásticos y morales
el infierno de la soledad. ¿Qué ha de ser aún para él el con- aportados por la sociedad. Por ello no es casualidad que el
suelo de la humana amistad que le depara Kurwenal? ¿Qué mito de Tristán —al igual que el de Don Juan— haya encon-
ha de ser aún para él la patria? Su espíritu se rompe con la trado su plena y definitiva expresión en la ópera, gracias a
fáustica maldición de la vida: la música. Sólo la música está hecha a la medida de la trage-
¡Maldita toda supremo gracia del amor! dia, pues es al mismo tiempo su madre y su hija.
¡Maldita sea la esperanza! ¡Maldita la fe,
y maldita sea sobre lodo la paciencia! Wieland Wagner
(Traduciión de A.F. Mayo)
Sólo entonces su alma puede llegar a ser libre para la vi-
sión mística de la mujer eterna, para la experiencia extática E&las ideas eslán relacionadas con la bella y famosa producción de Tristón
del eras cosmogónico, para la irrupción en la eternidad con e Isolda que Wieland Wagner présenlo en Bayrcuih en 1962 hasta 1970.

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82 Scherzo
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A B R D 129K LF
CHAN 8718 CR A B T D 1298 MC
BARIOK
BR1TTEN S<ringQ«rirtil.4.S.
ChilingiriATi QuaneL
Catite
Sntniu psii Trnor. Trompa v
CHAN 8634 CD
ABRD 1323 LP
401 iMjl F I E N )

i
Cuerdas ABTD 1323 MC n i co !• 1111111 [ i
F Lufl. soprano
A.R.JohnwD.icnor . •
M.Ummpsim.irompj
SCOTTISHNATIONA] JOHN FIELD
ORCHESrRA Tbc Compitió Nocturna
l.THOMSON.iirTcUr. M.O'ROURKE. piano
CHAN H657 CD CHAN 8719-20 ;CD
ABTD 1343 MC DBRD 2015 2 LP 3w Mí '•1

DVORAK
Ctlto C o n » «p. 1W
DOHNANY)
V. WILLIAMS
A Laudan Symphony (N*2)
LONDON SYMPHONY
BRAHMS Concertó G r o » o
THELCWD0NSVMPHQN11
ORCHESTRA ViÉduo Hbn B ORCHESTRA
Sr Cli«*a MACKüRRtó. dirMir Llslcr (Jreheslra B. THOMSON, director.
CHAN W*2 C D V. Himüey, dlrfrior, C H A N 8629 C D
A B R D 1348 LP CHAN 8612 CD A B R D 131S LP
A B T D 1348 MC ABRD 1302 LP A B T D 1318mc
ABTD13U2MC

OH(i;i-o
IOIIANNTS RRAHMS

J. BRAHMS G. BIZET MARJANA LIPDVSEK


Ifaákr • SAnbr - S
OrquesuSiníúiuadebRKbQdcBivtera bciki
ILKiniELK,«rH>. rquc^a ilc b Radio di MuD
C070833DCD L.GASJ)tLL[,ifcT(l«. C176891 A CD
C 184891 A C D

AUVIDIS
.CLJRD)IErT.*.FIAliTM\\:N

TOS

BUXTHEUDE SCHUBERT MOUSSORGSKI GfeRDJIEFF. de


L* obra para órgano Vol. 4 y 5 Fanusia para piano-forte Canto» y Damas de b Moertc HARTMANN 3
M. CHAPUIS PAUL BADURA-SKODA SÍDSOI
Cantos Religiosos
V4434CD E7763CD Philhannonie de Lorrainc A. Kremsklpiano
V4435CD D. Peikov, bajo V4633CD
SCHUBERT J. Houtrnann, dirwtor
Impromptus V4623 GURDJIEFF. de
PAUL BADURA-SKODA HARTMANN 4/5
E7764CD Cantos y Ritmo* de Oliente
A. Kremski, piano
V 4634 2CD
-dosier

El era ella y ella era él


rimero fue el mito, la leyenda. La vieja fábula de Tris- Wagner existe una intención premeditada de Brangaene, es

P tón e Isolda se sumerge en la antigüedad de los tiem-


pos. De origen céltico, su autor es desconocido.
«Expresión anónima de verdades colectivas», como señala
una necesidad. El desarrollo del conflicto amoroso, de la cul-
pa, es, por tanto, diferente. El compromiso de llegar hasta
el límiie es mayor en Wagner. Nada más ilustrativo que el de-
Wieland Wagner. su tema es eterno, imperecedero. La pasión seo que Isolda expresa en las últimas frases con que se cierra
amorosa, el largo viaje hacia la noche, la destrucción física la ópera: «En el torrente de las olas, en el trueno de los rui-
y moral de los amantes, encuentran su acomodo en todas las dos, en el Todo que respira el aliento del mundo, ahogarme,
épocas, se alargan hasta la nuestra. ¿No existe acaso similar hundirme, perder la conciencia, ¡voluptuosidad suprema!". Los
entrega, el mismo abandono, idéntica pérdida de identidad escarceos amorosos de la historia medieval son más contro-
de los amantes, en novelas como Bella del Señor de Albert lados. Se recrean en cierto concepto de burla, de engaño al
Cohén? rey Marke que, en varias ocasiones, deja de sospechar una
Fueron varios los autores que pasaron a forma escrita la infidelidad reiteradamente indicada por algunos de sus ser-
antigua narración oral: Chrétien de
Troyes, Maria de Francia, Tomás de
«w
Bretaña, Beroul y Eilhart Von Ober- . . •• 7",¡'.'.7 ,'
ge, entre otros; todas ellas son frag- .„_,„_,„_
mentarías, l.a versión más completa
data de comienzos del siglo XIII y
tampoco está terminada. 19548 versos
sobre un plan inicial de unos 30.000.
.Jte,
DER FLOH.
componen el libro de Gottfricd von
Strassburg, refundido posteriormen-
te en prosa. En ella se inspiró funda-
mentalmente Wagner para su Tristón
(Existe una excelente versión en cas-
tellano en la Selección de lecturas me-
dievales de Ediciones Siruela).
La novela completa un número de
personajes y unos márgenes de tiem-
po mayores que la ópera. Isolda no
aparece hasta la página 91 en la no-
vela, mientras que en la ópera inter-
viene ya en la primera escena. Los
amores de Blancaflor y Riwalin, pa-
dres de Tristán, no figuran en la obra
de Wagner. Su necesidad de síntesis >
el propio tratamiento del tiempo mu-
sical le llevaron a centrarse en el con-
flicto amoroso entre los do>.
personajes principales, prescindiendo
de anécdotas y acontecimientos secun-
darios. Son, precisamente, las aventu-
ras fantásticas e inverosímiles alguno-,
de los atractivos destacados de la no-
vela, así como el relato de los diferen-
tes ambientes y relaciones entre los
personajes que configuran un autén-
tico cuadro de la vida en la Edad
Media.

Llegar hasta el limite

El filtro de amor por el que Tris-


tán e Isolda comienzan a vivir su apa-
sionado romance tiene matices
distintos en ambos medios. Prepara-
do por la madre de Isolda —también
Isolda; aún aparece en la leyenda otra
tercera, la de las blancas manos—, ^e
administra de una forma casual en la
novela de Strassburg. En la obra de l'anculuiu i/r \tui>nrr i/e ••!! epuru

84 Scherzo
IHstón e Isolda

Ilustración escénica de Michael Echlter


vidores. Tiene que ver, comprobar, para creer. El amor del conocimiento de idiomas y por su dominio de los instrumen-
Tristán de Wagner es, como ha escrito Susan Sontag, «algo tos de cuerda. Cuando ve la muerte cercana, al estar herido
equivalente a una herida». La trascendencia, que la música por una lanza envenenada, navega en solitario con su arpa
subraya continuamente, el anhelo de totalidad, se manifiesta «era la única de sus posesiones que llevaba consigo» (pág.
en la importancia de la noche, en el abismo destructor de las 96). Con ella también sedujo al rey Marke «Interpretó un pre-
tinieblas. ludio y numerosos tonos extraños, encantadores. Sus notas
El ansia de unión, de identificación, de intercambio, es una e improvisaciones sonaban con tanta delicadeza que muchos
constante tanto en la ópera como en la novela. Ya, antes de se acercaron corriendo. No tardó en aparecer toda la corte.
nacer Tristán, narraba así Gottfried von Sirassburg los amo- Tristán tocaba tan hermosamente y hacia sonar el arpa con
res de Blancaflory Riwalin(Pág. 21); «El pensamiento de los tanta excelencia al modo bretón, que muchos de los allí pré-
dos estaba dominado por un sólo amor y un sólo deseo. El senles se olvidaron de sus propios nombres...» (pág.49). Cuan-
era ella y ella era él. El era de ella y ella era de él». Posterior- do en Dublín se hace pasar por juglar cortesano y además
mente se repeiirá en Tristón e Isolda, A final de! dúo de amor de bromas y chistes, canta y toca la lira, el violín, la citara
del acto II de la ópera, poco antes de aparecer el rey Marke, y el arpa, los emisarios le dicen «Amigo, tu hermosa voz y
se produce el siguiente diálogo: lu música te serán de utilidad» (pág. 99). Así conquistó a la
TRISTÁN: «Tú eres Tristán y yo Isolda, nunca más Tristán». joven reina Isolda y a su madre. En fin, en el episodio del
ISOLDA: «Tú eres Isolda y yo Tristán, nunca más Isolda». barón irlandés Gadin que, a través de argucias, había conse-
LOS DOS; «Sin nombrarnos, sin separarnos, reconocernos guido de Marke llevarse a Isolda como recompensa, seduci-
de nuevo, inflamamos de nuevo; eternamente infinitos, sintién- do el rey por las interpretaciones con la cítara del distinguido
donos uno solo; corazón ardientemente abrasado, gozo su- caballero, Tristán la recupera de nuevo, ingeniosamente, to-
premo del amor». cando el arpa (págs. 168 y siguientes).
Sin embargo, esa aspiración a la disolución del nombre só- Afirma Leopoldo Azancot en El País (21 agosto 1988) que
lo tiene lugar en el éxtasis amoroso. Cuando Tristán quiere «el éxito fulgurante e imprevisible de las lecturas medievales
pasar desapercibido, o no reconocido, en un lance de la his- constituía uno de los acontecimientos culturales más impor-
toria, cambia el orden de las silabas. El resultado, Tantris, tantes de España en los 10 últimos años». No es extraño con
mantiene una relación total con el original; no busca, por tan- narraciones tan hermosas como Trisldn e Isolda. Al placer
to, una denominación nueva. de leer historias contadas con frescura, capacidad de sorpre-
sa y claridad, se une la complejidad, belleza y originalidad
de una apasionante historia de amor, una de cuyas ramifica-
Una milagrosa intuición ciones serviría de punto de partida para la ópera de Richard
Wagner. Son ambas, obvio es decirlo, dos obras maestras en
Como si se tratase de un extraño guiño, fruto de una mi- el campo de la creación artística. Al fin y al cabo, como fuente
lagrosa intuición que adivinase la conversión, siglos después, de inspiración, ¿qué tema posee más intensidad y misterio que
en ópera de las andanzas de Tristán e Isolda, la novela abun- el amor?
da en temas musicales, centrados sobre todo en ei protago-
nista masculino. Tristán asombra en sus correrías por su Juan Ángel Vela del Campo

Scherzo 85
-dosier

Discografía
a discografia de Tristón e Isolda es la más nutrida en
L
cedentes de Nueva York y Londres con aislados ejemplos de
el repertorio wagneriano. Sin contar ahora la multitud lo que se hacia en Viena, Berlín o Buenos Aires. Aunque en-
de registros del Preludio y muerte de amor, de ¿Tú obra? tre los directores se cuenta con nombres tan importantes co-
¡Oh, loca doncella! de y o bordo, Isolda o de La Muerte de mo Barbirolli, Beecham, Bodanzky, Busch, Furtwángler,
amor de Isolda, hoyes posible reseñara! menos treinta y dos Reiner o de Sabata, por las precarias condiciones técnicas de
registros completos y dieciocho con selecciones, y quizás exis- estos registros y por la personalidad de los cantantes de la
tan algunos más. Sólo siete de los primeros han sido toma- edad de oro propiamente dicha el mayor interés de eslos do-
dos en estudios de grabación. Todos los restanies, incluidos cumentos se centra en las voces, presididas por las gloriosas
nueve de los dedicados a selecciones, proceden de represen- e irrepetibles de Lauritz Melchior y Kirsten Flagstad.
taciones o conciertos y en su mayoría pertenecen al boom, El tenor danés aparece inicialmente con dos notables Isol-
relativamente reciente, de las llamadas versiones privadas: una das, Frida Leider y Gertrude Kappell, y al final lo hace con
floración de los últimos quince años. su favorita Helen Traubel; pero a pesar de las sombras y mi-
En un análisis somero, toda esta documentación puede ser serias humanas (2), la pareja Melchior-Flagstad llena por si
agrupada así: sola este tiempo de esplendor canoro y reina inalcanzable en
el Olimpo de la interpretación wagneriana. Max Lorenz co-
A) La etapa anterior a 1930, de la que sólo existe (1) tes- mo Tristán; Friedrich Schorr, Herbert Janssen y Hans Hot-
timonio de los fragmentos ingleses y alemanes de 1926/28 y, ter como Kurwenal; Maria Olszewska, Kerstin Thorborg y
sobre todo, de la selección procedente del Festival de Bayreuth Margaret Klose como Brangane; y Emanuel List, Ludwig Hof-
de 1928, grabada en el interior del Festspielhaus aunque no mann y Alexander Kipnis como Marke son algunos de los
durante una representación, sino en el transcurso de una o nombres señeros en estos registros, al lado de los de ¡a pareja
varias sesiones de grabación ex profeso con las voces legen- histórica.
darias de Gunnar Graarud, Nanny Larsén-Todsen e Ivar An-
drésen en la frontera con la llamada edad de oro del canto
wagneriano. C) Las grabaciones en estudio, entre las que fue pionera
la realizada por Urania en 1950. Todos estos registros apare-
B) El periodo hasta 1950, tan convulso históricamente, cen marcados decisivamente por la personalidad del director
dominado casi en su totalidad por los registros privados pro-
12) Melchior se opuso duramente ut retorno de Kirsten Flagstad a la Metro-
til Tengasa en cuerno que se trata aguisólo de versiones completas o de am-politan Opera después de 1945, alegando el colaboracionismo del marido de
plias selecciones lü soprano con los atemanes durante la ocupación de Noruega.

Se relacionan las grabaciones de la obra completa —no obstante, 1941: T Melchior. I: Flagstad, B: Thorborg. K: Huehn, M: Kipnis,
todas las anteriores a 1950 tienen cortes—- y aquellas que contienen Mt: Darcy, Mr: Darcy, P: Laufkotter, Tm: Gurney. Metropolitan de
amplias selecciones, actos o escenas. Los intérpretes son citados por Nueva York, Leinsdorf. (UDRC/MET/Melodram. En directo).
este orden: T: Tristán, 1: Isoide, B: Brangáne, K: Kurwenal, M: Rey 1941: T: Melchior, I: Traubel, B: Thorborg. K: .Huehn, M: Kipnis.
Marke, Mt: Meloi, Mr: Marinero, P: Pastor, Tm: Timonel. Coro y Metropolitan de Nueva York, Leinsdorf. (EJS. En directo).
orquesta. Director, 1942: T: Lorenz. 1: Konelzni, B: Klose, tí: Schóffler. Opera de Vie-
1926-8: T Widdop, I: Ljungberg. B: Guszalewicz. K: Fry. Habich, na, Furtwángler. ler acta (UORC. En directo).
Viclor, M: Andrésen. Sinfónica de Londres, Coates. Opera del Esta- 1941: T: Lorenz. I: Buckner, B: Klose. K; Prohaska, M: Hofmann.
do de Berlín, Blech. Orquesta desconocida, Collingwood. Selección Mi: Fuchs, Mr: Arnold, P: Zimmermann. Opera del Estado de Ber-
del 3er aclo. (EM1). lin, Heger. Selección, (Acama).
1928: T; Graarud, I: Larsén-Todsen, B: Bockelmann, M: Andrésen, 1941-3: T: Melchior, 1: Traubel, K: Janssen. Opera Columbía, Leins-
Mt: Satüer, Mr: Rodin, P: Beer, Festival de Bayreuth, Elmendorff. dorf. Teatro Colón de Buenos Aires. Kinsky. Selección. (CBS. En
Selección. (EM1). di recio).
1933: T: Melchior, I: Leider, B: Olsícwska, K: Schorr/Schützendorf, 1943: T: Melchior, I: Traubel. B: Thorborg. K: Huehn. M: Kipnis.
M: Hofmann, Metropolitan de Nueva York, Bodanzky. (EJS. En Covenl Garden de Londres, Leinsdorf. Selección. (EJS. En directo).
directo). 1946: T: Syanholm. I: Traubel, B: Harshaw, IC: Berglund, M: Ernster,
1934: T: Melchior, I: Kappell, B: Doe, K: Schorr, M: Hofmann. Me- Mt: Darcy, Mr: Garrís, P: Garrís, Tm: Pechner. Meiropoülan de Nueva
iropolitan de Nueva York, Bodanzky. (EJS. En directo). York, Busch. (EJS. En directo).
W35: T: Meichior. I: Flagstad, B: Branzell, K: Schorr, M: Hofmann, 1948: T: Melchior, 1: Traubel, B: Thebom, K: Janssen, M: Ernster,
Mt: Gabor. Mr: Clemens, P: Clemens. Tm: Wolf. Metropolilan de Mt: Darcy, Mr: Garris, P; Chabay, Tin; Kinsmann. Metropolitan de
Nueva York. Bodanzky. (BWS. Eji directo). Nueva York. Busch. (Melodram. En directo).
1936: T: Melchior. 1: Flagstad, B: Kalter, K: Janssen, M: List, Mi: 1948: T: Svanholm, I: Flagstad, B: Ursuleac, K: Holter, M: Weber,
Sale, Mr: Devereux, P: Due, Tm: Horsmann. Covent Gaiden de Lon- Mt: Bacciato, Mr: di Poio, P: Maggiolo, Tn: Gagliardo. Teatro Co-
dres, Reiner. (BWS. En directo). lón de Buenos Aires, E. Kleibei. (BWS. En direcio).
1937: T: Melchior, 1: Flagstad, B: Thorborg, K; Huehn, M: Hofmann. 1948: T: I_orenz, 1, Flagstad. B: Anday, K: Schóffter, M: Weber. Sea-
Metropolilan de Nueva York. Bodanzky. |EJS. En directo). la de Milán. V. de Sabata. Selección. ÍUORC. En directo).
(7: T: Melchior, 1: Flagstad, B: Klose. K: Janssen, M: S. Nilsson. 1950: T: Treptow, I: Braun, B: Klou, K: Schóffler, M: Frantz, Mt:
:ni Carden de landres, Beecham. (Anna. En directo). Peten Mr: Holm, P; Küen, Tm: Bender. Opera del Estado de Mu-
t « 7 : T: Melchiot, I: Flagstad, B: Thorborg, K: Schóffler, M: S. Nilsson. nich. Knappensbusch. (BWS/Laudis + CD. En directo).
Covenl Garden de Londres, Beecham. ]•' acto. (Anna. En directo). 1950: T: Suthaus, I: Baumer, B: Weslenberg, K: Wolfram. M: Frick,
1939: T: Laholm. 1: Flagstad. B: Síahno, K; Harris, M: Gurney. Me- Mt: Motand, Mr: Lulze. P: Kühaen, Tm: Kiibal. Radio de Alemania
iropoliian de Nueva York, Barbirolli. 2 o aclo. (MR. En directo). Central, Gewandhaus de Leipzig. Konwitschny. (Urania).
1940: T: Carrón, 1: Bamplon, B: Summers. Publishers service. Stein- 19Sh T: Svanholm. 1: Flagstad, B: Shaiock, K: Schóffler. Covenl Gar-
berg. Selección. (RCA, CAL). den de Londres. Rankl. ler aclo. (UORC. En direcio).

H6 Scherzo
-Tristón e Isolda-

mer Tristón verdaderamente completo, que habría alcalzado


mayor estima si dos años después no hubiera aparecido la gra-
bación de EMI con Furtwángler, nacida ya como uno de los
hitos absolutos en la entera historia del disco. El Tristón de
Furtwángler ha ganado pátina sin marchitarse. El delirio me-
tafisico de la obra, su condición de manifiesto estético final
del idealismo alemán, la exacerbada emotividad de su ero-
maiismo no han tenido un traductor más trascendente que
el director berlinés, y con él una mítica Flagstad próxima ya
a la despedida de la escena acertó a esculpir la marmórea es-
tatua de sí misma digna de Fidias. Después, un Georg Solti
que aún no había controlado su enorme vigor direaorial grabó
Tristón a poco de iniciar ¡o que luego sería la primera graba-
ción de la Tetralogía en el estudio, y es bien sabido que, téc-
nica y estilísticamente, su Oro del Rin no raya a la altura de
los tres registros posteriores; tampoco la rutilante Birgit Nils-
son es aquí la Isolda amorosa que en 1962 modeló Wieiand
Wagner. Por su parte, Karajan procedió a la inversa que Sol-
ti, pues grabó Tristón después de la experiencia de llevar al
disco el Anillo, El director salzburgués sometió aquí todo (tex-
to, orquesta, cantanies), como suele decirse con guante de seda
pero con mano de hierro, a su nuevo concepto exquisito del
drama wagneriano, y digo nuevo no porque yo crea que Ka-
rajan ha renovado realmente el viejo estilo de hacer Wagner,
sino porque este Tristón evanescente y alambicado tiene muy
poco que ver con el carnoso y ardiente de veinte años antes
en Bayreuth; el reparto es el último más importante en la his-
toria de las grabaciones de Tristón e Isolda en el estudio, pe-
ro también es posible que un conjunto de buenos cantantes
—con Vickers, último Tristán de verdadero rango— nunca ha-
ya tenido que plegarse tanto a las exigencias de su director.
Ha habido que esperar a Carlos Kleiber para encontrar una
propuesta verdaderamente nueva de Tristón, la de la creación
Wagner dirigiendo de la tensión dramática desde las relaciones timbricas. Lamen-
tablementer, aun con todo el esplendor de la grabación y su
respectivo, y desde 1960 crecientemente determinados por la magnífico sonido, el propio perfeccionismo del director, la
ingeniería de sonido. Asi, Franz Konwiischny dirigió el pri- sólo relativa adecuación del reparto y los excesos de la inge-

1951: T: Loreru, I: Grob-Prandl, B: Cavelli, K: S. Bjórline. M: S. Nüs-


1968: 1: Nilsson, B: Hoffmann. Filarmónica de Viena, Knappen-
son. Mi: Demaíz, Mi: del Signore, P: Pérgola. Tm: Momatsoio. Sea- sbuseh. Selección. (Decca +- CD).
la de Milán, V. de Sabaia. (Creta, ¡in directo). 1962: T: Windgassen, I: Nilsson, B: Meyer, K: Waechfer, M: Greindl,
1951: T: Lorcnz. I: Flagstad, B: Klose, K: P. Schóffler. Scala de Mi-Mí: Moeiler, Mr: Paskuda, P: Siol/e. Tm: Üaum. Fesiival de Bay-
tán, V. de Sabata. I er aclo. (IGl. En direclo). reuih, Bohm. (Melodram. En direelo).
1952: T: Suthaus, I: Hagstad, B; Thebom. K; Fischer-Dieskau, M: 1962: T: Fehenbeiger, 1: Botoiin, B: Moreira, K: Leigemann. Innsbruck,
Greindl, Mt; Evans, Mr; Schock, P: Sehock, Tm: Davies. Covent Gar- R. Wagner. Selección. (Vox),
den de Londres, Phílarmonia, Kunwángler. (EMI+CD). 1966: T: Windgassen. I: Nüsson, B: Ludwig. K: Waechter, M: Tal«e-
1952: T: Vinay, I: Módl, B: Malaniuk, K: Hotler. M: Weber. Mi: Uh- la. Mt: Healer, Mt: Schreier, P: Wolfahn, Tm: NienMedi. Feslival de
de, Mr. Siolze. P: Unger, Tm: Fauthaber. Festival de Bayreuth, Kaia- Bayreuih, Bóhm. (DGG/Philips CD. En directo).
jan. I Cetra/Melodram + CD. En direcio). 1970: T: Beiren. h Bjóner, B: Hesse, K: Wiener. M: Kfeppel- Opera
1952: T: Treptow, I: Braun, B; Klose, K: Grossmann, M: Franu, Mt: de Viena, Siein. (Grabación privada. En directo).
Peier, Mi: Holm, P: Kúén, Tm: Wiinzer. Opera Je! Estado de Mu- 1972: T: Vickers, I: Derneich, B: Ludwig, K: Berry, M: Ridderbusch,
nich, E. Kleiber. (Melodram. En directo). Mi: Weikl, Mr: Schreier, P: Schreier. Tm: Vantin. Opera Alemana,
1953: T: Vinay, 1: Varnay. B: Malaniuk, K: Neidlinger. M: Weber, Mi: Filarmónica de Berlín. Karajan. (EMI + CD).
Eschert, Mr: Tobin. P: Siolze. Tm: Adam. Festival de Bayreuih, Jo- 1973: T: Vickwi, I: Nilsson, B: He.sse. K: Beiry. M: Talvela. Orques-
chuin. (Documenls/Melodram. En directo). la Nacional ilc la ORTF. Bóhm. (HRE. En directo).
1953: T: Svanholm, !: Varnay. B: Thebom, K: Metietnich, M: Hiñes, 1973/4: T ünrtih. 1: de Graoi, B: PresUer, K: Telasko. P: Vezzani.
Mi: Mt Cracker, Mr: de Cosía, P: Fiante, Tm: Marsh. Metropolitan de Opera de Ginebra. Opera de Monte Cario, Mersson. Sflecctód
Nueva York, Kempe. (Melodram. En direcio). (Concert-Hal!. En direclo).
1953: T: Windgaísen. 1: Modi. B: Blauer. Opera Estado Berlín, Ro(- 197* T: Vickeíi, 1: Nilsson, B: Vilma. K; Dooley, M: PUshka. Me-
her. Selección del 2" a c i a (Tek'funken). irapoliian de Nue\a York, Leinsdorf. Selección (ERR. En direcio).
1955: T: Windgassen, I: Varnay, B: Klose, M: Borg. Opera de Wiiri- 1974: T: Brilioih, I: Ligendza. B: Mitón. K: Me Iniyre, M: Molí, Mi:
lemberg, Leiiner. Selección. (D(¡G/Dccca). SltHnbadi. Mr: Zednik. P: Zcdnik. Tm: Feldhoff. Feslival de Bayreulh,
1957: T: Windgassen, I: Nilsson. B: Hoffmann, K: Neidlln^er. M: C Kleibet, (Grabación privada. En direclo).
von Rohr. Maggio Musicale Horemino. Rodzinsky. Cetra. (En dirceto). 1981: T: Muchinson. I: üray, B: Wilkcni, K; Joll, M: Kowell. Mt:
1957: T: Windgassen, I: Nilsson, B: Hoflman. K: Neidlingcr, M: van l-ol»ell, Mr: Harris, P: Davies, Tm: Moses. Opera Nacional de Ga-
Mili. Mi; Uhl, Mt: Traxel, P: Winkler. Tm: Koch. Feslival de Bay- les, Goodall. (l>ccca).
reulh, Sawallisch. (Melodram. En directo). 1981: T: Kollo, I; Prke. B: Fassbander. Fischer-Dieskau, Molí. Mt:
1958/9: T: Windgassen, I: Varnay. B: Toprter. Sinfónica de Bamberg. Gíjiz, Mi: Buchnei. P: Dermoia, Tm: Hellmich. Radio de Leipíig.
Weigeri, Leiiner; Opera de Siuugan, Ludwig. Selección. (DGG). Staaiskapclle de Dte^de, C. Kleiber. (DíiG + CD).
l%(k T: Uhl, I: Nilsson, B: Resnik. K: Krause, M: van Mili, Mi: Ko- 1983: T: Hofmann. I: Behrens. B: Minion, K: Weikl. M: Solin, Mt:
¿ub. Mr: Kmenii, P: Klein. Tm: Kirsehbichler. Singverctn, Filarmó- Sleinbach. Mr: Moser. P: Zcdnik, Tm: Grumbach. Radio de Bavie-
nica de Viena. Solli, (Detca 4 (_'D). _ _ ra, Bernilein. {Phili)» + CD).

Scherzo 87
dosier •

nena no han permitido que la grabación presta al conflicio de las almas el color
de 1981 alcance la calidad que algunos mate del hierro. También es importan-
tuvimos la fonuna de disfrutar en Bay- te el álbum procedente del Festival de
reuth en 1974, cuando Kleiber dirigió Bayreuth de 1957; este Tristón, medio-
un Tristón que a los más veteranos les cremente escenificado por Wolfgang
trajo el recuerdo de Sabaia (1939). Por Wagner, lanzó a la fama a Wolfgang
el contrario, la aproximación de Bern- Sawallisch y formó la pareja Windgas-
stein ha servido para corroborar que sen/Nilsson que luego dominaría todos
Tristón, como todas las obras de Wag- los escenarios hasta 1970. Los mismos
ner, no admite caprichos con el lem- protagonistas aparecen, pues, en los re-
po: lodo es aquí lánguido, demora- gistros bayreuthianos de 1962 y 1966
do más que moroso, exangüe; el pulso (este último oficial, que consagraron a
dramático no exisie, las notas largas son Bóhm, al menos temporalmente, como
interminables, los silencios pesan como intérpreie wagneriano: el mejor elogio
losas. Por último, hay que citar la cu- de Windgassen (ya declinante, pero sin
riosidad del Tristón inglés de la Opera duda inigualable Tristán en la escena)
Nacional de Gales (cantado en alemán y Birgit Nilsson (voi excepcional, aca-
para el disco) con Reginai Goodall, un bado estudio de Isolda) es reconocer
director de segunda fila a quien la pro- que no han encontrado sustitución. Fi-
paganda inglesa quiso proclamar sin nalmente, hay que felicitarse porque el
fundamento, cuando nuestro hombre disco compacto haya revelado la verda-
era ya octogenario, el último grande en dera magnitud del Tristón de Knappert-
la tradición de Furtwángler y Knappert- sbusch (Munich, 1950), lanzado inicial-
sbusch. mente en un prensado lamentable. Sor-
D) Los registros de representaciones prendentemente para quienes a priori
y conciertos desde 195Oaesiaparte, con imaginaron una dirección solemne y
un total de diecisiete ediciones, de las morosa, este Tristán está cargado de
que sólo la correspondiente al Festival perentorios mensajes, de respuestas es-
de Bayreuth de 1966 es oficial. Junto a aulénücas piraterías quivas y a la vez apremiantes entre almas devoradas por la
meramente oportunistas, hay que acudir aquí para encontrar pasión; el reparto muniqués es disciplinado, homogéneo, se-
algunos documentos imprescindibles, aunque ninguno alcance rio, valiente y ante iodo creíble, con cita especial para Hele-
]o ya inalcanzable, es decir, la cima conquistada por el bino- na Braun, que llevaba a Isolda en la sangre aunque no fuera
mio Furiwángler/Flagstad. Así se dispone del primer Tristón una voz de primer orden.
de Karajan, con una pareja protagonista lejos de la perfec- En conclusión, la obra está bien documentada discográfi-
ción vocal de la edad de oro, pero intensa y dramática; este camente desde 1928. Ninguno de los registros, ni siquiera el
registro se complementa con ei del año siguiente (1953), en de EMI (1952), es perfecto, ideal. No importa. Hay aquí su-
que Eugen Jochum reemplazó a Karajan en la misma pro- ficientes testimonios artísticos de cómo varias generaciones
ducción de Wieland Wagner, para crear con Astrid Varnay han intentado comunicarnos la magia de Tristón e Isolda.
(la Isolda vengativa) un primer acto terrenal, dramático, que Ángel Fernando Mayo

Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Temporada 1988-1989
MAYO Diisctoi MESSIAEN Hymne
Jueves, I I Odón Alorisu binloni'a TuranyoMa
Viernes, 13 5eliitoi: Jeonne tonoa (o^ morterkaTl, Yvonne lonod (pionol
Jueves, 25 Director MAHIER iin'onij num 3 en le n*enor
Viernes ?6 Arood Joo SoMttnj ftl^ra Tü*OCí [me/zos
Cc-o de RTVE
[
JUNIO DirtcWr FAUKE Vlieas eT Melisonde, op 80
Jueves, 1 Yon-Pcjscd Tortelner MOZART hi sa qual sio, K 582
Viernes, 7 Celia mía fiomnKj, K 52ti
ExsulTaTe, |ubilaie, K 165 Solltía: Arleen Auger (^oprjno)
toussEt Sintonía nOm 3 en sol meno', op 42
Jueves, 15 Dir«ctar RIVIEM Sobre los ángeles íobro de en^rgol
Viernes Arpad Joo WAQNfR La Walkyrio (Acto l¡. Sallifai: (eooie RysaneL liop'ono), Sieglned Jeruso
lem (ter,or}F Phiiip Kang (ba|o|
Cora de RTVE

Horario de los conciertos: Ensayo general:


Jueves, a las 19,30 horas Jueves, a tas 11,00 horas
Viernes, alias 20.30 horas
Teatro Monumental
MADRID
Los conciertos impares corresponden al Abono A
Los conciertos pares corresponden al Abono B

88 Scherzo
IV CONCURSO NACIONAL DE INTERPRETACIÓN
ONCE '89
(Guitarra, canto y violín)

Quienes deseen participar en este Concurso, MODALIDAD DE CANTO


enviar a la Dirección General de la ONCE { Prúnera Prueba
Artística), sita en
ríe oratorio, cantata u ópera, hasta IKOO.
C/. Prado, 24, antes del 15 de octubre de
documentación:
lie ópera ¿esdeJBftfl a nuestros días.

a) Hoja de Inscripción (adjunta a

b) Fotocopia del Documento N


Pasaporte o Visado de R Saato . (Dos vdlan

c) Curriculum Vilae ((".ludios musicales, conciertos


ofrecidos, de música realizados..,).
tancj
C/J\re\
d) Programa libre mwmografiado. índica mi i el
de cada una de tas obras (no se actpt;ir;i la libre elección M J a duración total
de la miima obra en tas diferente- pruchti

e) uardo^Bifii
iticanle del ¡agresi

Se establece un primer premio di quinientas mil


M pesttai.) para cada modalidad.
premio de imítenlas mil pesetas PriHKtt Prueba
otas.) pan cada modrfiriad. i elegir MVc las tres sonatas para
Éün tercer premio de doscientas mil pesetas
(206,990 plus.) para cada modalidad.
Un único cuarto premio de cien mil ichos de Paganini a libre elección.
(100.000 ptas.) al mejor ú)ii:q>rele de
de autor cita». Segunda Prueba
violin sohi. "Ofrenda a Sa rásate'

l'iSóoaesJ Rodrigo. General Yagüc. II. Tel. 45:


\ I) G un concierto de Mo/art a libre e

Femando Son, el
í
Fantasía 7.' OP. 30 (et rtrialiom bi
Fantasía OP. 7 (I, Plevef)
Fantasía OP. 59 (EbAcal HaHter
Fantasía OP. 54 fJajPccau de concert) Mendtl'nmi
ovsk\
Smini Ztrbuoi R.
Versiónfacsímil.B. Jeffcn
b) Un esluiüede Viila-Lobos.
•K
^m Segunda Prueba
a) En los t r ^ B (Por los campos de Ei
J. RodriaT
EdilorialM
Tel. J55 55
b) Lna suüe pan bjéd t nbn sani»de J. S. B u * .
• f e n t n Prueba
Dos obras elQght Oxtrntak c u * dnncwn total -ea
25 minutos

NOTA: Para cualquier información dirigirse a la Dirección General de b ONCE. C/. Prado, 24. 2M0I4 Madrid. Tel. (91) 429 % 42.
MADRID
989

Organizado por

REVISU De MUSCA

Con el patrocinio de
danzo

Lo quevendrá
La danza en España verificará su reflorecimiento a través
de la numerosa y bien seleccionada programación, donde des-
tacan ¡a Muestra Madrid en Danza y el Festival de Itálica de
Sevilla, el único de España dedicado integramente a la danza.

L
as cosas en el terreno de la dan- Centro Cultural <k la Villa:
za parecen encaminarse hacía un Carmen Senra Compañía
control productivo y un reforza- de Danza ... 17 al 21 de mayo
miento de la calidad coherente en lo es- Ballet Contemporáneo de
pectacular. Bruselas 25 al 28 de mayo
A partir de mediados de mayo, en to- Michel Kelemenis 2 y 3 de junio
da España, el público podrá encontrar- Vicente Sáez 6 y 7 de junio
se con una oferta que va de lo Noches de Solos 9 y 10 de junio
puramente clásico a lo más actual.
SCHERZO recomienda especia Im en - Tealro Albénii:
le estos espectáculos: Gelaben/Azzopardi Compa-
Royal Ballet de Wallonie: la agrupa- nyía de Dansa 18 al 20 de mayo
ción codirigida por Jorge Lefevre y Me- David Par son s Dance
nia Martínez estarán dentro del XIV Company 24 y 25 de mayo
Festival Internacional de Asturias (G¡- Jean-Francois Duioure 26 ai 28 de mayo
jón, 11 de mayo; Oviedo, 12y 13 de ma- Danal Dansa 30 y 31 de mayo
yo) con un variado programa donde u e/íes.
destacan Degas y La Consagración de Auditorio «Víctor Jara» Arganda del Rey: Aranua>
Arg

la Primavera, ambas en versión coreo- Jean-Francois Duroure 24 de mayo


gráfica del propio Lefevre.
Madrid en Danza, se estabiliza defi- Salí Olimpia:
nitivamente como el festival de danza Anionia Andreu 25 al 28 de mayo
Como actividades colaterales princi-
contemporánea de la capital del Esta- Yajíkari 1 al 4 de junio
pales, en el propio Centro Cultural de
do, un evento en el que participan el Devocionario S al 11 de junio
la Villa habrá monitores de video con
Ayuntamiento de Madrid, el Instituto Compagnie Christine Bastin... 16 y 17 de junto
fragmentos de danza contemporánea
de las Artes Escénicas y de la Música, española y extranjera durante foda la
y la Comunidad de Madrid. En la edi- O F F/Cenlro Cultural Chamarlín «Nicolás
muestra, y en los salones del Ballet Na-
ción de 1989 (del 17 de mayo al 30 de Salmerón»:
cional de España habrá un curso para
junio) el programa es como sigue: Eskape Danza 22 i 23 de mayo
bailarines profesionales contemporá-
Sable Danza 29 y 30 de mayo
neos titulado La Explotación del Cuer-
Pablo Ventura 5 y 6 de junio
po, patrocinado por el INAEM y el
Centro de Nuevas Tendencias Escénicas.
El Festival de Itálica de Sevilla ha pre-
parado un programa que comprende:

Hallet de Situtgan (RFA)... .26 y 27 de junio


Triiha Brown (USA) 29, 30 junio. I julio
(esc Gelaberl y Lydia
Azzopardi 4 y 5 de julio
Víctor Ullaie 7 y 8 de julio
\hvin Nikolais/Murray Louis
(U5A) II y 12 de julio
Maihilde Monnier (Francia)... 14 y 15 de julio
Ballet du Nord (Francia! IS y 19 de julio
Karol Armitage (USA) 21 y 22 de julio
Mark Morris (Bélgka-USA).. .25 y 26 de julio

Granada

El Festival Internacional de Música


y Danza de Granada concentra su ofer-
ta en el Jofrey Ballet (USA) que presen-
tará por primera vez en España La
Consagración de la Primavera en la co-
reografía original de Vavlav Nijinski
además de otras piezas de Gerald Ar-

Scherzo 91
-donzo-

pino y William Forsythe. Y en el Ballet


Trocadero de Moniecario, integrado só-
lo por hombres, que con grandes dosis
de humor recrean clásicos como el
Grand Pas de Quotre y La Hija del
Faraón.
Además de estos espectáculos, en
Granada tendrá lugar el congreso Es-
paña y los Bailéis Russes, dirigido por
Vicenie García Márquez y que contará
con la presencia de personalidades de
la crítica internacional, además de ver-
daderas reliquias vivientes, como Valen-
tina Kouchova, quizá la última
superviviente de la primera etapa de los
Ballets Russes de Sergei Diaghílev. Es-
tarán en un mano a mano, el último día
del Congreso, Antonio, Mariemma y
Alicia Alonso. Los tres trabajaron con
Leónidas Massine y bailaron El Som-
brero de Tres Picos. Alonso, especial-
mente, participó con el coreógrafo en
varias de sus creaciones de los años 40.
El congreso será los días 17, 18 y 19
de junio. Paralelamente, una valiosa ex-
posición de idéntico título, reúne por
primera vez diseños de Natalia Goncha-
rova, Miró, Picasso, entre otros, en las
salas del Auditorium Manuel de Falla,
y estará abierta al público hasta el 2 de Leónidas
julio. Massine en «Le Tricorne»
con el decorado
Raúl Pascual original de Picasso

BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN Rellene y envíe esioi cupones

c/ Marqués de Mondéjai, 11 - 4." C - 2ROI8 MADRID


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Deseo suscribirme, hasta nuevo aviso, a la revista SCHERZO a panir del número por periodos
renovables auiomáticamente de un año natural (diez números), cuyo importe 4.000 pesetas (1) abonaré de la
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Dr Gómet Ulla. 2 • 28028 M A D R I D
O Por ulón baneano adjumo
D Por giro postal
D Con cargo a la Cuerna n» de (2)
de -de 198
A [enlámenle.
Firmado,
(1} Ljt luicnpcioncí pan el citrBH|cio impor[ai>n poi correo ordinario 5 000 peHill y pat tviún 6 000 petelai pan Europl y 7.000 p«ri
Am¿rici y detieiin «r abonad*) mcdunlc cheque bancino
(2) Táchese lo que no procedí.

Nombre
Domicilio
Población Teléfono

Números atrasados: 425 pías..

92 Scherzo
AUDITORIO
XI CICLO
NACIONAL
DE MÚSICA DE CÁMARA
Y POLIFONÍA
Temporada 1988/89
PROGRAMACION:MAYO

47
^ ^ /
2 de mu)u do I . W .

Orquesta Sinfónica de Tenerife


OC

50 Mozart
de mayo de I 9Hl>. jueves

S'jlzburger Residenz Solisten


Andante en Fa mayor para
CICLO H

Director Víctor Pablo Pérez órgano mecánico, KV 616


.Solista Manuel B a r r u e c o . g u i t a r r a Cuarteto de flauta en Sol ma-
Grrhard Alegrías yor, KV 285 a
Rodrigo Conucrin de Vruniue/ Cuarteto de oboe en Fa ma-
Honneger Pastoral déte yor, KV 370
Stravinski l'uldnella (Suire) Fantasía en Fa menor para
órgano mecánico, KV 594
Cuarteto de Flauta en Do ma-

48 4 tic mjyii de I . CICLO \i yor, KV 285 b

• V-F Coro Nacional de España


Direcmr:
Piziettí
Pdrassi
Ravel
Debussy
Jesús Burguera
Dos composiciones corales
Nonsense
Tres canciones
Tres canciones
51
Director:-
16 de niavo tic I ,'lís1). martes

Orquesta d e Cámara Española


Luis Aguirre
V í c t o r Martin, violin
C lí LO A

Orff Catulli' Carmina Solista


Dote dantas alemanas
Haydn Concierto para violin y orquesta en Do mayor
Sinfonia núm. 83. Sol menor " L J Poule"

49
Prokufiev
de m j \ u de I .W>. ¡uartts

Boris Belkin, violin


Boris Bekhierev, piano
Sonata nüm. 2 en Re menor. Op '14
( ÍCt.f)(

Chausson Poenu. f)p. 25


Franck Soiiuiu en La mayor
Ravei THgane

Horario de conciertos: 19J0 n.


m Con el patrocino Oe
( Í CI^A DC
MINISTERIO DC CULTURA
estudio

El regreso de viejos amigos


Las sinfonías de Shostakovich por Kondrashin
eberla ser suficiente con esto: la referencia a la fonografía de Kirill íntegra de las Sinfonías en cuatro cajas

D Kirill Kondrashin fue un gran


músico. Fue, ¡qué duda cabe!,
un extraordinario director de orquesta
Kondrashin dista de ser satisfactoria en
la Europa occidental. Una gran parte
de sus mejores trabajos llevados al dis-
con un total de 12 discos LP. En el Rei-
no Unido y en Estados Unidos EMI pu-
blicó el ciclo sinfónico en un único
y, minimizando su horizonte, un señe- co en la Unión Soviética siguen inédi- álbum, si bien no todas las interpreta-
ro traductor de las obras de Dmitri tos en nuestras latitudes: así, las diversas ciones aparecían firmadas por Kondras-
Shostakovich. Seguramente sobran es- Sinfonías de Mahler —del que fue in- hin —Quinta y Decimoquinta se debían
tas apreciaciones para quienes presen- térprete más que notable— de un inte- a Maxim Shostakovich, Séptima y Dé-
ciaron sus tres únicas actuaciones en gral que no llegó a completar antes de cima a Svetlanov, y Decimocuarta a
España, en 1972 con la Orquesta Na- su defección del 79 (Primera, interesan- Barshai— aunque el prensado de las
cional —estreno entre nosotros de la tísima Tercera, Cuarta, notoria Quinta, diez Sinfonías dirigidas por aquél era
Décima Sinfonía de Shostakovich— y apasionante Sexta, soberbia Séplima, sensiblemente mejor que el ofrecido por
en 1979/80 con la Sinfónica de RTVE exacerbada Novena), sus traducciones Hispavox al adquirente hispano. El re-
—estreno español de la Suite de El per- de Bartók, Stravinski o Prokofiev, un greso, ahora, del ciclo completo en el
no del mismo compositor—; hace algo ciclo Sibelius que también quedaría soporte del CD permite analizar un tra-
más de un año, Miguel Ángel Coria glo- esbozado, grabaciones de Rachmani- bajo de catorce años —desde 1961 a
saba en un programa radiofónico, con 1975, con una pausa entre 1967 y
el firmante de este texto, los ensayos de 1972—, realizado todo en vida del com-
la Oclava beethoveniana para el segun- positor y, previsiblemente, con presen-
do concierto con la Orquesta de RTVE. cia o aquiescencia del mismo, en buena
De otra parte, las actuaciones de 1972 parte de las interpretaciones. Tal cir-
no se limitaron a poner en pie una de cunstancia confiere un carácter único
las páginas más complejas, por técnica a este integral Kondrashin, primero de
y contenido, de nuestro tiempo, sino la historia —por otra parte—, con he-
que cuajaron en ires de esas veladas de rencia posterior en los tiabajos de Ber-
gracia que la Nacional española puede nard Haitink (Decca), Rozhdestvenski
aportar con ciertos maestros. (Melodía de nuevo), Jarvi (Chandos) o
La vinculación de Kondrashin a dos el recién iniciado de Rostropovitch
grandes conjuntos occidentales, el Con- (Erato).
certgebouw y la Orquesta de'la Radio
de Baviera, a raíz de su partida de la
Unión Soviética en 1979, quedó trun- Una envidiable salud
cada apenas dos años después, con el
fallecimiento en Holanda del anista el- .Aunque, frente a un producto de es-
6 de marzo de 1981, dos dias antes de ta magnitud, es ocioso y hasta limita-
cumplir 67 años de edad. Desde el pun- dor el detenerse en un análisis porme-
to de vista discográfico, Philips cubrió nol I y Scriabin, óperas de Mussorgsky norizado de las quince lecturas, entien-
una parte de esta merma en 1984, con —provenientes de su etapa en el Bols- do que puede revestir una cierta utili-
la edición especial de diez discos LP que hoi, hasta 1956—, o ballets de Tchai- dad anotar algunas precisiones con-
recogían actuaciones de Kondrashin en kovsky. creías, siguiendo, no e! orden histórico
Amsterdam, registradas por la radio, Los diez compactos qvie ahora se co- del ciclo, sino el de las grabaciones. Así,
desde que en 1968 iniciara su relación mentan asumen, por todo lo expuesto, el primer eslabón de la serie lo consti-
con el Concertgebouw como director un carácter casi de breviario en la ma- tuye el registro de 1961 de la Octava Sin-
invitado (PHILIPS 412.064-1/072-1), teria, y contribuyen a darnos una visión fonía, el primero que de la obra tuvimos
complementadas por la aparición entre harto significativa de la relación de un ocasión de conocer muchos melómanos
1981 y 1983 de otros registros, igual- artista con una música, o, más exacta- de mi generación, ya que el acceso a la
mente tomados de conciertos, efectua- mente, de la relación enlre dos perso- versión de Mravinski de 1947 nos esta-
dos en Munich —páginas de Franck nalidades, la del creador Shostakovich ba, lógicamente, vetado —«pues tan
(6514119), Tchaikovsky (411.057-2PH) y y la del intérprete Kondrashin. Ocurre, grande es nuestra limitación», S.M.B.
Shostakovich (6514120)—. La firma Et- además, que estos registros se nos pre- «dixit»—: Kondrashin acababa enton-
cétera, también holandesa, ha coadyu- sentan casi como viejos amigos a los ces —1960— de tomar a su cargo la Fi-
vado a incrementar la discografía que nunca se ha perdido del lodo la pis- larmónica de Moscú, que seria su or-
reciente de Kondrashin con dos produc- ta. Varias de estas grabaciones se publi- questa durante 16 años, y la traducción
ciones editadas, asimismo, en 1984, que caron en Europa —también en Espa- de la hondísima partitura de 1943 reve-
recogen conciertos en Amsterdam con ña— en los años 60 y 70 (Sinfonías laba a su amigo Dmitri Shostakovich
obras de Scriabin y Hindemith (ETC- Cuarta, Quinta, Sexta, Octava, Nove- que el nuevo conjunto podía hacer jus-
1027 y 1006). na), y. al final de los 70, Hispavox dis- ticia a su música con una elocuencia
Pese a estas constructivas adiciones, tribuyó en nuestro mercado la serie que, hasta entonces —y desde 1937—,

94 Scherzo
-estudlo-

Kirill
Kondrashin,
una entrega
apasionada
a la obra de
un compositor
genial.

parecía reservada exclusivamente a Mra- za —Ormandy en 1963 (CBS SCR autor que mi generación pudo adqui-
vinsky y sus privilegiados instrumentis- 135.304), Previn en 1977 (EM1 S 37.284) rir en España, en una, hoy desapareci-
tas de Leningrado. Todavía hoy, a casi y Haitink en 1979 (DECCA SXL 6927, da, edición de Vergara: hay tantas y tan
treinta años de la fecha de grabación, ahora también en CD 421.348-2)— han sobresalientes lecturas de esta obra, la
el registro de Kondrashin resiste admi- seguido la misma edición de la partitu- más difundida del músico, que el meri-
rablemente bien el paso del tiempo y si- ra empleada por Kondrashin en su re- torio trabajo de Kondrashin queda un
gue ostentando la adscripción a las gistro. tanto apagado frente a los de Mravins-
versiones de referencia, en una discogra- Por razones dignas de un estudio de- ki —cualquiera de sus tres versiones de
fía que, a juicio del firmante, tendría su tallado —la renuncia de Mravinski—, la partitura, 1949, 1954 y 1978, pero es-
punta de iceberg en la interpretación de Kondrashin y su Filarmónica se ofrecie- pecialmente la tercera, grabada en el
Kurt Sanderling de 1976 (ETERNA 8 ron a dar a conocer la Sinfonía n." ¡3 Festival de Viena de ese año durante un
26 972). La nueva relación entre Shos- de Shostakovich a finales de aquel 1962. concierto (JVC VDC-1007 en CD, EM1
takovich y la Filarmónica de Moscú se Nos ocuparemos de esta página al ha- ASD 4028 en LP>—, Stokowski —su
concretaba ese mismo 1961, el 30 de di- blar de la grabación, posterior cinco versión en 78 r.p.m. con la Orquesta de
ciembre, con la primera ejecución pú- años en el tiempo, pero ahora baste in- Filadelfia, en 1939, la primera graba-
blica de la Cuaria Sinfonía, retirada en dicar que los versos de Yevgueni Evtus- ción de la Sinfonía, RCA DB 3991/6,
1936 por el propio Shostakovich; Kon- henko acerca del antisemitismo causa- hoy inencontrabie—, Horenstein —para
drashin y sus músicos grabaron la obra ron vivo malestar en la jerarquía guber- VOX en 1951 (PL 7610)—, Mitropou-
tres meses después, en marzo de 1962, nativa, lo que motivó una revisión (li- los —1954 (CBS ML 4739)—, Ormandy
y, como en el caso anterior, la versión teraria) de la obra y un segundo estreno —también tres versiones, con particu-
sigue disfrutando de envidiable salud, en 1963. La grabación de la pieza que- lar acierto en la segunda de 1965 (CBS
técnica e interpretativa. Será bueno ha- dó pospuesta a la espera de mejor oca- S 72811)—, Ancerl —1966, uno de sus
cer aquí una precisión acerca de las ver- sión, y, en 1964, Kondrashin llevó al mejores trabajos para el disco (SU-
siones de la obra —muy bien anotada disco una nueva página de Shostako- PRAPHON 913160)—, Previn —dos
por Pierre E. Barbier en el libreto de la vich, la Quinta Sinfonía, una composi- grabaciones, 1966 y 1977, con preferen-
presente edición—: Shostakovich luvo, ción que, en vida de su autor, pareció cia hacia la segunda (EMi S 37285, en
hasta el final de su vida, extremas du- siempre destinada a apagar fuegos: no LP)—, Bernstein —también dos graba-
das acerca de esta obra, y, más especí- deja de ser sintomático que, tras el af- ciones, con especial mención de la se-
ficamente, de su extenso Finale, dudas faire de la Sinfonía n." 13 «Babi-Yar», gunda, tomada «en vivo», en 1979
que se concretaron, entre 1970 y 1975, la inmediata grabación moscovita de (CBS CD 35854)—, Maxim Shostako-
en una nueva versión de la partitura. Es- una obra sinfónica de Shostakovich fue- vich— 1970(EMI ASD 2668, en LP)—,
ta, así llamada, «versión definitiva», só- ra la «respuesta de un artista soviético Ashkenazy —1987 (DECCA 421.120-2,
lo ha sido tenida en consideración por a unas críticas justas» del año 37. El pa- en CD)—, Rozhdestvenski —1983
Gennadi Rozhdestvenski en su gra- so de los años si se hace notar, en este (OLYMPIA OCD 113, en CD)— o Jar-
bación de 1985 (OLYMPIA OCD 156); caso, sobre la grabación, que fue, nue- vi —1988 (CHANDOS CHAN 8650, en
todos los restantes traductores de la pie- vamente, uno de los primeros discos del CD)—.

Scherzo 95
•studfo •

Carga expresiva núltimo solo en el Allegro inicial, com- dalo en cuestión —Gromadsky como
pás 198, es un buen ejemplo de lo intérprete del estreno— figura, por en-
U n año después, marzo de 1965, Kon- dicho—, pero que, sin embargo, supe- de, en innumerables ediciones discográ-
drashin registró la Novena Sinfonía. Las ra a la interpretación del 65 en inten- ficas y libros especializados —-por
sesiones se compaginaron con la graba- cionalidad y carga expresiva, incidiendo ejemplo, en Las Sinfonías de Dmitrí
ción de otra partitura de Shostakovich, en la línea Gauk con mayor valentía Shostakovich de Roy Blokker—. ¿Có-
estrenada por el mismo Kondrashin y (PHILIPS 412.073-1, sólo en LP y cas- mo puede darse tal discrepancia en al-
su orquesta tres meses antes, el 28 de sette. Además de las opciones ya ano- go tan evidente y unívoco como el
diciembre de 1964: La ejecución de Ste- tadas, la pionera versión de Kousse- estreno de una obra? Quizá a causa de
pan Razin. cantata (de nuevo) sobre ver- vitzky del año 48 (RCA 11-9634/6, nun- que la decimotercera página del ciclo
sos de Evtushenko, una de las obras ca reeditada en formato de LP o —me- sinfónico de Shostakovich no (uvo un
maestras absolutas del músico soviéti- nos aún— de CD) y la muy reciente de estreno, sino dos: en efecto, tras las
co. Entre medias, y a pesar de las reti- Neeme Járvi (1987, para CHANDOS, audiciones de 18 y 20 de diciembre de
cencias despertadas por «Babi-Yar», la CHAN 8587, en CD) completarían una 1962, en las que los organizadores pre-
relativa apertura de la era Kruschev ha- panorámica de (muy) variadas alterna- firieron no incluir los textos cantados
bía permitido la reposición, algo des- tivas, todas plenamente válidas, ante es- en el programa de mano, Pravda des-
cafeinada, de la Lady Macbeth del ta Sinfonía, una de las páginas, todavía, pachó el acontecimiento con una úni-
distrito de Mtsensk con el título de Ka- menos comprendidas del autor. ca frase en su sección de artes, que hacía
terina Izmailova, en montaje dado a co- referencia a la «audición de una nueva
nocer en Moscú a principios del 63- En Sinfonía de D. Shostakovich», tras lo
el caso de la Sinfonía en Mi bemol ma- Historia de una confusión cual, «sin ninguna presión exterior»
yor de 1945, la interpretación de Kon- (Evtushenko, febrero de 1963), el poe-
drashin fue entonces, y lo es aún hoy, t i l primer tramo del ciclo Kondrashin ta decidió alterar su propio texto lite-
excelente. Tengo para mí que dicha in- se cerró en 1967, con las grabaciones de rario y suprimir/añadir las referencias
terpretación fue moldeada a partir de las Sinfonías Decimotercera y Sexta Así más directas al antisemitismo («Me
un trabajo anterior que Kondrashin co- pues, casi cinco años después del estre- siento como un judio, y aquí he de mo-
nocía bien, el de su maestro de direc- no de «Babi-Yar», su primer intérprete rir, clavado a una cruz...», «Yo soy ca-
ción, Alexander Gauk, que, amén de pudo registrar la extensa partitura en es- da anciano fusilado aquí, yo soy cada
haber tocado asiduamente la obra, la tudio. Acerca de esta obra, y de sus pri- niño asesinado aquí...») por otras ati-
llevó al disco en 1955, con su Orques- meras interpretaciones/grabaciones, es nentes a la lucha rusa contra el totali-
ta Sinfónica de la Radio de Moscú obligado hacer varias acotaciones y pre- tarismo («Aquí yacen rusos, ucranianos
(MEZHDUNARODNAYA KN1GA cisiones, ya que diversos errores se han y judíos, en el mismo suelo...», «Y ahora
09618-09928, LP muy difícil de hallar ido perpetuando con el paso de los pienso en la heroica hazaña de Rusia
en la Europa no eslava): la versión de años, llegando a pasar desde las carpe- ante el fascismo...»); esta segunda ver-
Gauk, maestro, no sólo de Kondrashin, tas de discos hasta algunas enciclo- sión —que no alteraba ni una nota de
también de Mravinski y de Svetlanov, pedias. la música— fue dada a conocer en Mos-
acaso sea la más amarga y sardónica 1. El estreno de la obra tuvo lugar cú, en la misma sala, el 16 de febrero
que la partiiura ha conocido —la rít- el 18 de diciembre de 1962, dirigiendo de 1963, de nuevo bajo ¡a dirección de
mica, febril, del primer movimiento, o Kondrashin al Coro de la República Ru- Kondrashin y con las mismas fuerzas
la doble peroración en 2/4, ff, de trom- sa y a la Filarmónica de Moscú: el lu- corales y orquestales, siendo solista Vi-
bones y tuba en el conciso largo, más gar elegido para tal primera audición tali Gromadsky. Es, por ello, más que
aterradora que en cualquier otra pública fue la Gran Sala del Conserva- probable, que este bajo fuera, cierta-
traducción—, en una espiral de vehe- torio Tchaikovsky, en Moscú. El bajo mente, solista en el estreno... de la ver-
mencia y crudeza que sólo ha hallado solista en tal ocasión fue, según un ele- sión revisada del texto (febrero de 1963),
alternativa moderna en la propuesta vado número de fuentes, Vitali Gro- y que Reshetin lo fuera del estreno de
de Rozhdestvenski de 1983 (JVC madsky. Pero de este dato parece nacer la versión original.
VDC-1013, CD, con la Sinfonía n." /. el primer error, ya que, según la edición 2. Un segundo punto de confusión
u OLYMPIA OCD 113, CD, con la Sin- soviética de las obras completas de vendría, paradójicamente, a avalar la te-
fonía n.° 5). La lectura de Kondrashin Shostakovich, tal cometido fue realiza- sis que se acaba de exponer. Desde 1967
se acoge, virtualmente, a los mismos do por otro solista, el bajo Marc Res- circuló por América y parte de Europa
tempi de Gauk para cada uno de los hetin —que, en 1969, fue uno de los dos una grabación monoaural de la obra
cinco movimientos, y hasta coincide en intérpretes vocales del estreno de la Sin- distribuida por el sello Everest (SDBR
duraciones, pero su planteamiento tie- fonía n." 14—; e! mismo dato —la pre- 3181, LP), en la que Gromadsky y Kon-
ne in tolo, menos ángulos y aristas sencia de Reshetin en la primera drashin, con la Filarmónica de Moscú
que el del viejo maestro, menos acritud. interpretación de «Babi-Yar»— lo halla- y el Coro de la República, plasmaban
Es interesante constatar que Kondras- mos en el libreto que acompaña a los una obvia interpretación tomada en vi-
hin se hace a si mismo la competencia discos compactos objeto de este comen- vo, en una sala de conciertos. Se ha
en la edición Concertgebouw/Philips ci- tario, pg. 13, en la descripción previa de sostenido en múltiples fuentes —Blok-
tada al principio de este trabajo, con cada obra. Pero en el mismo texto, pgs. ker, Dearling, al amplio Recorded Clas-
una interpretación tomada de un con- 52 y 54, Pierre E. Barbier le adjudica sical Music de Cohn— que tal registro
cierto en Amsterdam el 6 de marzo de dicha intervención en la premiére a Gro- refleja el estreno, en diciembre de 1962,
1980 —esto es, posterior en quince años madsky, y en el catálogo de Malcolm de la versión original, inalterada, de la
«tactos a la grabada en estudio para Mac Dona Id que acompaña a la edición obra: el mismo Barbier, en su comen-
Melodía—, traducción no del todo per- íntegra se insiste en la misma idea tario de esta edición en CDs, reafirma
fecta en la ejecución —el pintoresco —repetición del texto original británi- el aserto. Pero surge un pequeño pro-
despiste del concertino al atacar su pe- co del propio MacDonald de 1977—. El blema a través de la audición del cita-

96 Scherzo
estudio-

do disco: Gromadsky interpreta el texto del es-


canta la versión revisada, treno. De otra parte, to-
con los cambios de frases dos los intérpretes en
prenotados; por tanto, la Occidente de la obra, que
grabación de Everest no han grabado la partitura
puede ser la del estreno —Haitink, Prevín, Ka-
absoluto, y las afirmacio- mu, Rostropovitch, y,
nes al respecto son erró- desde luego, Ormandy,
neas. ¿Se trata del estreno cuyo registro de 1970, ga-
de la versión revisada, en nador del Prix Mondial,
febrero de 1963? Tampo- du Disque, despertó el in-
co, ya que tal velada no terés internacional en la
pieza—, se han ceñido a
fue objeto de transmisión la versión original del
o grabación radiofónica poema.
—la BBC solicitó hace Respecto de la interpre-
años una copia del even- tación, se trata de una de
to, y recibió de la Radio las más señeras que, en
Soviética tal respuesta—; general, el disco nos ha-
con todo. Roben Laf- ya ofrecido de una com-
font, en Dictionaire des posición de Shosta-
disques, sostiene que el kovich: la crudeza, la iro-
registro data de 1963. La nía —nadie ha hecho
realidad —como Roben arrancar el Al legre» o,
Layton, actual responsa- en la sucesiva rítmica
ble de programas musica- de 4/4-2/4-4/4-3/2-
les de la BBC, y Rory 4/4, de Humor, el segun-
Guy han señalado— es do movimiento, con el
que el registro de Everest sarcasmo de que Kon-
deriva de un concierto drashin hace gala—, la
ofrecido por los intérpre- agógica del terror en Mie-
tes en cuestión en no- dos, la vehemencia de to-
viembre de 1965, grabado da la versión, dan la
mono fónicamente por la impresión de que el direc-
tor hubiera tratado de li-
Radio Soviética y envia- mar la dulcificación de
do como intercambio a los versos mediante un to-
diversas emisoras occi- que extra de intensidad;
dentales, de una de las la traducción muniquesa
cuales Everest toma el de 1982 no presenta un
material registrado como grado tan elevado de
base de su edición, pira- fuerza y aspereza, y, ade-
la a todas luces. más, el solista vocal, el
3. El mismo año que barítono John Shirley-
Everesl comercializa su Quirk, aunque realiza
interpretación en concier- una convincente encarna-
ción rusa de los textos de
io de 1965, es decir, en el Evtushenko. no posee la
67, Kondrashin graba en contagiosa expresividad
estudio la Sinfonía «Babi- del bajo Artur Eisen.
Yar», con Anhur Eizen
como bajo solista, la Fi-
larmónica moscovita y el
sempiterno —y admira- L i e septiembre del mis-
ble— coro de Alexander YoüTToT: ésta Philips publicó unu grabación de mú- mo 1967 data la grabación de la Sexta
es la versión que EM1 comercializa en sica de Shostakovich dirigida por Kon- Sinfonía. Kondrashin, tanto aquí como
Occidente en 1972 (ASD 2893) y la que drashin a la Orquesta de la Radio de en su lectura del Concertgebouw —
ahora se incluye en la edición en CDs Baviera —editada en 1982—; el regis- grabada por la radio holandesa el 21 de
de «Chant du Monde», y que, lógica- tro, tomado de un concierto, compren- enero de 1968, es decir, apenas cinco
mente, también formó parte de la edi- día la Sinfonía n. ° 13, con lo que se meses después del registro moscovita,
ción en LPs de Hispavox. Como es añadía una tercera versión a las dos ya por lo que las diferencias son mínimas
natural, el texto que se interpreta es el mentadas, todas gobernadas por el entre una y otra versión—, efectúa un
revisado de 1963. Pero, contradicción hombre que estrenara la pieza. En esta trabajo más que notable de los movi-
deliciosa, el texto impreso en el libreto tercera alternativa, el solista de Kon- mientos segundo y tercero de esta pie-
de los CDs es el de la versión original, drashin, el británico John Shirley- za tripartita, pero quizá algo excesivo,
no el que se canta: una discreta forma Quirk, cantaba el texto original de Ev- en lo que a velocidad 9 refiere, respec-
de contribuir al general tumulto, que tushenko; por tanto, ésta de Philips es to del imponente Largo inicial. Shos-
diría el Baronet Beecham. la única de las versiones fonográficas takovich ha hecho aquí una muy
4. Como se indicó al comienzo, dirigidas por Kondrashin en la que se precisa anotación metronómica,

Scherzo 97
• estudio-

P = 72, que Kondrashin eleva, a nivel TOR 18391/5, en 78 rprn.)— y Reiner deresta estas dos obras, y que las gra-
de Andance, hasta un fi = 92. Rozh- en 1945 —con la Sinfónica de Pitt- bó con la exclusiva finalidad de com-
destvensky (OLYMPiA, OCD 111, en sburgh (COLUMB1A LX 998/1002, en pletar su ciclo fonográfico, lo cual no
CD, registro de 1984), Haitink (DEC- 78 rpm.)—. es obstáculo para que su lectura sea bri-
CA 411.939-2, en CD, grabación del Durante las sesiones de grabación de llante y amena, pero poco más. Será
mismo año, 1984), Járvi (CHANDOS la .Sacia Sinfonía, Kondrashin y sus ins- bueno no olvidar —y pedir la resurrec-
CHAN 8411, en CD, de 1985), y, so- trumentistas secundaron a David Ois- ción de este trabajo pionero— el pri-
bre todo, Stokowski, en su notoria in- trakh en el registro —primera mer registro realizado en Occidente de
terpretación de 1968 con la Sinfónica grabación— del Segundo Condeno pa- estas obras, el de Morton Gould con la
de Chicago —absolutamente exacta en ra violi'n, que solista y director habían Royal Philharmonic (RCA LSC 3044,
cuanto a las indicaciones de metróno- estrenado en el mismo 67 —me refiero LP, hoy prácticamente ilocaltzable),
mo del compositor— (RCA GL 42916, a la audición del 13 de septiembre en efectuado en estudio cuatro años antes
en LP), han seguido con mayor escru- el Bolshoi, no al estreno oficial del 26 que el de Kondrashin, en 1968, y cuya
pulosidad la acotación de Shostakovich de octubre en el Conservatorio; la gra- fuerza y frescura no se han deteriora-
acerca de la velocidad de este movi- bación se realizó entre ambas interpre- do en estos veinte años. Recordatorio
miento. Otro significativo traductor de taciones públicas—, y tras ello se también para otro dato curioso: el pri-
esta compleja Sinfonía, incomprensi- produjo un silencio fonográfico de ca- mer intérprete occidental de la Sinfo-
blemente poco apreciado por la crítica si cinco años. Es obvio que Kondras- nía «Octubre» fue un cierto Colin
—especialmente la anglo-americana—, hin no dejó, entre inedias, de Davis, que dio a conocer la pieza con
e! finés Berglund, sigue igualmente las interpretar la música del compositor, la Sinfónica de la BBC y su coro —
propuestas del compositor en cuanto a pero resulta significativa esta pausa dís- una previa interpretación londinense
velocidad con impecable rigor (EMI cográfica, tras lustro y medio de pro- había omitido tal secuencia fina! de la
SLS Í177, en doble LP —con la Undé- ducciones continuadas para el medio, partitura—, en concierto transmitido,
cima Sinfonía—, grabación de 1980). que incluían ya seis Sinfonías, una can- en su día, por Radio Nacional.
No siguen, en cambio, las referidas tata (Stepan Razin), dos Conciertos
anotaciones de metrónomo ni Mra- violinísticos (el Segundo ya citado, y el
vinsky —aproximadamente J^ = 84 en Primero con Kogan) y algunas músicas Una patata caliente
el primer movimiento— (EMI ASD incidentales. La nueva tanda de graba-
2805, en LP, grabación tomada de un ciones, del 72 al 75, comprende nueve Jlín cuanto a la Sinfonía «1917», la
concierto del año 1965), ni Temirkanov Sinfonías, y se inicia en un fructífero leclura de Kondrashin resulta técnica-
—la misma velocidad de Mravinsky, 1972 con el registro de tres de las com- mente impecable, pero no del todo con-
/* = 84, y una sorprendente coinciden- posiciones, las Sinfonías Segunda, Ter- vincente sobre la bondad sobreenten-
cia de duraciones parciales con su pre- cera y Duodécima; es decir, las tres dida de esta página, una de las menos
decesor en Leníngrado, 14'48/14'42, piezas del ciclo más didácticamente re- valoradas del ciclo sinfónico de Shos-
5'51/5'46, 6'20/6'41, con una simulta- volucionarias, con sus expresivos ape- takovich. La audición procura, en mu-
neidad en duración total todavía más llidos, «Octubre», «Primero de Mayo» chos momentos, la impresión de que
singular, 26'58/27'09— (EMI ASD y «1917». En el caso de las dos Sinfo- Kondrashin ha tratado de despachar la
3706 O DG 531 307, LP en ambos ca- nías con coro conclusivo, nos hallamos patata caliente de la Duodécima con
sos, registro de 1975), los dos por ex- ante excelentes versiones de ambas pá- tanta rapidez como esmero, impresión
ceso de ligereza, como Kondrashin, ni ginas, bien représenla ti vas del Shosta- de la que también participa el registro
tampoco lo hacen, aquí por defecto, kovich juvenil —tenía 21 y 23 años al dé Mravinsky de 1968 (editado en 1974
Previn —aproximadamente £ =63— redactar las partituras—, ligeramente entre nosotros por HISPAVOX,
(EMI ASD 3029, en LP, o CDM 7 snob, modernista a ultranza, influido HMES 6Í0-75, LP). Y aquí el cronó-
69564 2, en CD, grabación de 1974), por ismos tan plurilingües como el le- metro vuelve a dar paralelismos mági-
Bernsiein en su primera lectura (CBS ninismo, el futurismo o el maquinismo. cos, porque los 36'55 de Mravinsky se
S 72730, LP, de 1968), Sanderling Al margen del valor propio de estas emparejan con los 36'53 de Kondras-
(ETERNA 827 437, LP, de 1979) o músicas —superior el de la Segunda, hin. Todavía hoy, el —posteriormente
Boult (EVEREST 1007, LP, de 1958), más organizada que la imaginativamen- desaparecido para el disco— descono-
todos en torno a J1 =60/63, con la mis- te pródiga Tercera—, Kondrashin op- cido Ogan Durjan, con su registro de
ma duración del Largo de apertura pa- ta por un estilo directo, cómplice con 1970 en la Gewandhaus de Leipzig
ra Bernstein y Sanderling (18'55); todo el mundo de este Shostakovich sin cor- -^2'46 de minutaje— (PHILIPS 65 00
lo cual no es óbice para que todas las tapisas, de dirección vivaz y enérgica en 277, LP, descatalogado), representa la
ciladas constituyan notabilísimas pro- las dos obras. Dejando a un lado la vi- alternativa más convincente para esta
puestas de la obra. Caso aparte es la brante versión de Ladislav Sióvak — composición.
más reciente interpretación de Bernstein grabada en el mismo 1972— (SU-
en Viena (DG 419 771-2GH, CD, de 1973 supuso la grabación de tres nue-
PRAPHON SUAST 50958, LP), la vas páginas, las Sinfonías Primera, Dé-
1987), que baja el metrónomo hasta única alternativa moderna a la
J"1 = 52, una propuesta de lentitud —un cima y Undécima, En el caso de la
labor de Kondrashin es el registro de Sinfonía Op, 10 nos hallamos ante una
auténtico Largo, eso sí— que dinami- 1981 del integral Haitink (DECCA 421
ta todas las indicaciones del composi- de las mejores traducciones de esta sor-
131-2DH, CD), superior en toma de so- prendente página juvenil —compuesta
tor al respecto. Por ello es acaso más nido al soviético (admirable trabajo del
significativo constatar la fidelidad a las a los 19 años—, dentro de un panora-
ingeniero británico Colín Moorfoot), ma fonográfico inusitadamente rico; la
cifras de las dos versiones históricas pero no tan valioso en ese panianoso
de la obra, Stokowski en 1940 —con la lectura de Kondrashin, comprensible-
concepto denominado idiomalismo; mente superior a la grabación que el
Orquesta de Filadelfia, de nuevo pri- el problema es simple: Haitink ha ma-
micia mundial para el disco (RCA VÍC- mismo maestro firmara en 1951 con su
nifestado, privada y públicamente, que Orquesta del Teatro Bolshoi —el pri-

98 Scheizo
estudio -

mer trabajo de Kondrashin para el dis- de las páginas más brutales del autor da en 1957, una de las páginas más ex-
co en una obra de Shostakovich (ME- en materia orquestal—, o del Finale, traordinarias del ciclo sinfónico de
LODÍA 020617/24, transferido a LP quedan tapadas o apenas dibujadas en Shostakovich, directa, abierta en su
por Chant du Monde, editado este Úl- un trazo sonoro que presta gran aten- programa y, a la vez, intensamente
timo en España por HISPAVOX, HC ción a contornos graves y agudos, pe- críptica —su narración interior admite
40-19, en 1960)—, presenta un trabajo ro que descuida los tonos medios del más de una lectura—, recibió, en la lec-
de claridad rigurosa y contagiosa vita- pentagrama, defecto este que, en fun- tura de Kondrashin de ese 1973, una in-
lidad: la misma grabación, de calidad ción de lo escuchado en Madrid, no ca- terpretación más eficaz que inspirada.
más que notable, pone de relieve la cui- be atribuir a Kondrashin directamente, La grabación no es un modelo de cla-
dada atención de Kondrashin a las di- más bien a su ingeniero de sonido. Mra- ridad, pero, en este caso, tampoco el
námicas de la partitura y el detallado vinsky (Leningrado, 1954, MELODÍA tratamiento de Kondrashin, más que
juego de las voces instrumentales (por 1313, LP, con edición española a car- rápido vertiginoso en ciertos pasajes de
ejemplo, el matizado contraste, al co- go de HISPAVOX, HC 4006), Mitro- la pieza, ayuda especialmente a la con-
mienzo del Adagio, entre oboe, dúo de poulos (Filarmónica de Nueva York, secución de lo diáfano. Recuerdo que,
flautas, trio de trompas y violonchelo 1954, CBS ABL 3052), Konwitschny en su día, este registro sorprendió por
solista). La elevada competencia inter- (Gewandhaus, 1955, ETERNA, ser el primero que se presentó en un so-
nacional no es obstáculo para conferir 720006/7), Svetlanov (Orquesta Sinfó- lo LP, y no en 2, como había sido nor-
a este registro una posición de privile- nica del Estado de la URSS, 1965, EMI ma en las primeras grabaciones de la
gio junto a las mejores traducciones de ASD 2420), Ormandy (Filadelfia, 1966, obra (Cluytens, Stokowski): el dato de-
la pieza: Stokows- ja de ser motivo de
ki (Filadelfia, sorpresa cuando se
1936, RCA DB comparan los
3847/51 S, vertido 53*53" de la ver-
a LP como LM sión con, por
192; o Sinfónica ejemplo, los
del Aire, 1959, 62'65" de Sto-
UAS 8004), Rod- kowski, compara-
zinski (Cleveland, ción que se dispara
1941, CBS ML aún más entre los
4101,enLP),Tos- 65'09 de Rozhdest-
canini (Sinfónica vensky; ciertamen-
de la NBC, 1944, te, la inobservan-
RCA 5289-68, en cia del metrónomo
LP), Markevitch de Shostakovich
(Orquesta Nacio- en la sección cen-
nal de la Radio de tral del segundo
Francia, 1954, movimiento,
EM1 LALP 303, Nueve de enero,
LP en edición es- que es de d = 108
pañola), Ormandy I y que Kondrashin
(Filadelfia, 1959, rebaja hasta
CBS 72081, LP), é ±=120), pro-
Ancerl (Filarmó- voca una precipi-
nica Checa, 1963, tación de la
SUPRAPHON velocidad escasa-
50576 F, LP), mente justificable.
Martinon (Sinfó- En este mismo pa-
nica de Londres, saje, la observan-
1964, RCA VICS 1184, LP), Bernstein CBS M 30295) o Karajan (Filarmóni- cia estricta que Rozhdestvensky hace de
(Filarmónica de Nueva York, 1971, ca de Berlín, 1968, DG 139 020), todos la acotación metronómíca del autor ge-
CBS 73 050, LP), y, entre las más re- en LP, constituyen alternativas magni- nera una dimensión nueva, casi revo-
cientes, Rozhdestvensky (JVC ficas en esta página capital dentro del lucionaría, en la secuencia, de por sí
VDC-1013, en CD) y Járvi (CHAN inventario creativo de Shostakovich; sorprendente. Esta interpretación (JVC
DOS CHAN 8411, CD), grabadas, res- en producciones más recientes, y den- VDC 540, en CD, de 1983), la visiona-
pectivamente, en 1983 y 1984. No es tro del reino del compacto, Sanderling ria de Stokowski (grabada en 1958 y
menor el valor artístico de la Décima (Sinfónica de Berlín, 1982, DS 32 TC transferida a CD, EMI CDC-7 47419
Sinfonía, que Kondrashin grabó unos 83), Rozhdestvensky (Sinfónica del Mi- 2) y la contenida lectura de Berglund
meses después de su admirable interpre- nisterio de Cultura de la URSS, 1983, (1980, EMI 7477 908, también pasada
tación de la obra en Madrid, al frente OLYMP1A OCD 131) y Járvi (Orques- a CD) dominarían la discografía de es-
de la Orquesta Nacional (octubre de ta Nacional Escocesa, 1988, CHAN- ta inquietante composición.
1972), pero aquí la toma de sonido — DOS 8630) se erigen en versiones de
buena en conjunto, pero carente de la referencia, con mención especial a la
claridad de la página que se acaba de claridad milagrosa del registro de Rozh- Una culminación
comentar— juega en contra del noto- destvensky y a la concentración impo-
rio hacer del artista: líneas y voces del nente del discurso de Sanderling. Üíl año 1974 acerca a Kondrashin a la
complejo segundo movimiento —una La Sinfonía n. " II «¡905», termina- culminación de la serie: en él graba

Scherzo 99
«studlo-

nuestro artista las dos Sinfonías que Berlín, URANIA 601, LPs), aunque no a CD (EM1 747 6512)— sería, aún hoy,
han seguido a la Decimotercera, que el Steinberg (1950, MUSICRAFT el exponente del máximo rigor con la
propio Kondrashin diera a conocer, co- 1168-83) ni Mravinsky (1952, MELO- partitura.
mo bien sabemos; estas obras son las DÍA 01380). Václav Neumann seria la Ahora bien, e! viaje completo de
Sinfonías n. ° 14 (de 1969) y n. " 15 (de mejor opción es te reo fónica no digital Kondrashin es una invitación que me-
1971). La hondísima Sinfonía Op. 15, (1975, SUPRAPHON 1 10 1771/2, rece repasarse con afecto y respeto, y,
mussorgskyana meditación sobre la LPs), y Rozhdestvensky la mejor del caso de no ser conocida, debe ser acep-
muerte, recibe una traducción cuidado- apartado digital (OLYMP1A OCD 118, tada con confianza. Nuestro viejo ami-
sa, magnifica en ciertos aspectos voca- 1984), con Járvi en cercana competen- go ruso no va a defraudar a nadie.
les (Yevgueni Nesterenko como cia (CHANDOS CHAN 8623, 1988),
impresionante protagonista masculino), aunque Berglund —felizmente pasado José Luis Pérez de Aríeaga
timbricamente restallante, que se bene-
ficia, además, de una estupenda colum-
na sonora. No obstante, este sólido SHOSTAKOVITCH, Dmilri (1906-1975): Las quince Sinfonías
trabajo —como los de Haitink, Bern-
stein, Ormandy. Barshai, Turlovsky o Arthur Eisen. bajo /Sin/. ISt; Vevgticnia Tselovalmk. soprano; Yevgueni Nesterenko, bajo fSinf. 14);
Rozhdestvensky— palidecen ante la Coro de la República Ruja, liir.: Ale*anili.-r Vourlov ISmf. 2. 3 y !3t. Orquesta Filarmónica de Moscú,
dir.: Kirill Kondrashin.
asombrosa interpretación grabada por
Rostropovich, poco antes de su salida LE CHANT DU MONDE LDC 278 1001 / ¡0 (5 álbumes de 2 CD, importados por Harmo-
de Rusia, con los solistas del estreno, nía Mundi Ibérica)
Vishnevskaia y Reshetin (1973, MELO- Grabación, edición y soporte: AAD.
DIA/Chant du Monde LDX 78 554, Distribución v mi nutación: Vol. I (LDC 278 1001/02), 136*10 (Sinf. I -32'0O—, Sinf.
LP), uno de esos registros que justifi- 2 —17'50— y Sinf. 3 — 26'18—, en CD I. Total: 76'00; Sinf. 4 —60'LO— en CD II. Total:
60'10); Vol. 11 (LDC 278 1003/04), I37'O6 (Sinf. 5 — 3 9 ' 3 8 - y Sinf. 6 —26'23— en CD
can la existencia y la necesidad del dis- 1. Total: e^Ol;.Sin/. 7 — 7CO5— en CD 11. Total: 71'05); Vol. 111 (LDC 278 1005/06),
co como medio agitación/creación 129'3I (Sinf. S —56'33— en CD 1. Total: 56"33; Sinf. 9 ~ 2 4 - 0 l — y Sinf. 10 —48'57—
cultural y humanista. En la última pá- en CD II. Total: 72'58); Vol. IV (LDC 27R 1007/08). I44'44 (Sinf- II — 53'53— y Sinf.
gina de la serie, el Op. 141, Kondras- 12, primera parte — 23'29— en CD I. Toral: 72'22; Sinf. 12, segunda pane —13'24— y
Sinf 13 —53154— en CD 11. Total: 67'IS) (Duración completa de la Sinf. 12: 36'53); Vol.
hin vuelve a plantear una excelente V (LDC 278 1009/10), 89M3 (Sinf. 14 — 48'47— en CD 1. Total: 48'48; Sinf. 15 —40'25—
propuesta interpretativa de esta extra- en CD 11. Total: 40*25). Duración completa del ciclo: 636'44" (10 horas, 36 minutos, 44 se-
ña, nostálgica, ambivalente y hermosí- gundos).
sima partitura: espléndida ejecución Fechas de grabación: l%i /Sinf. 8). marzo de 1962 (Sinf. 4), julio de 1964 (Sinf. 5), marzo
orquestal, buena toma de sonido y bi- de 1965 (Sinf. 9), 1967 (Sinf. 13), septiembre de 1967 (Sinf. 67. 1972 (Sinf. 2, 3 y 12), 1973
zarra concepción de este ejercicio crea- (Sinf 10 y !!}. diciembre de 1973 (Sinf. I). mayo de 1974 (Sinf. 15). junio de 1974 (Sinf.
cional del compositor amigo. Acaso 14). 1975 (Sinf. 7).
Lugar de grabación: Moscú, sin especificación de sala o estudio.
una cierta rapidez —¡de nuevo!— sea Produclor: No se indica.
el único reparo achacable a la lectura, Ingeniero de sonido: Alexander Grosman (Sinf- 2. 6. 8, 9 y 131, Igor Veprinzev (Sinf. 51,
que, comparada con la de Sanderling, Vassili Antonenko (Sinf. 1), Peír Kondrashin (Sinf. 3, 7, 10, 14 y 15), Nathan Stiiman
anota 8 minutos menos... aunque el (Sinf. 4¡. Yuri Kojkaian (Sinf. 11), Eduard Shakhnazarian (Sinf. 12).
gran maestro germano adopta, a su Presentación literaria: Libreto de 94 págs., en francés e inglés, incluido en todos los volú-
menes, con comentarios —muy al día— de Fierre E. Barbier y traducción, en los dos idio-
vez, tempi extremadamente delibera- mas indicados, de los textos caniados, sin transcripción del original ruso.
dos, sobre todo en el Finale. El citado Tonalidades, números de opus, subtítulos, ediciones:
registro de ETERNA (8 27 192, LP de Sinf. I: Fa menor. Op. 10 (1924-25).
1978), los dos de Mravinsky (LP de Sinf. 2: Si mayor, Op. 14 «Octubre) (1927).
1972, VÍCTOR japonesa VIC-28053, > Sinf 3: Mi bemol menor, Op. 20 «Primero de mayo» (1929).
CD de 1978, JVC VDC-1007), el de Sinf. 4: Do menor, Op. 43 (1935-36) (Primera versión revisada, 1962).
Sinf. 5: Re menor, Op. 47 (1937).
Haitink (de 1978, pasado a CD, DEC Sinf. 6: Si menor, Op. 54 (1939).
CA 417581-2) y el de Rozhdestvensk> Sinf. 7: Do mayor, Op. 60 «A la ciudad de Leningrado» (1941).
(CD de 1983. JVC VDC-528) comple- Sinf. 8: Do menor, Op. 65 (1943).
tarían un extraordinario sexteto de in- Sinf. 9: Mi bemol mayor, Op. 70 (1945).
tepretaciones de la obra. Sinf. 10: Mi menor, Óp. 93 (1953).
Sinf. 11: Sol menor, Op. 103 «1905» (1957).
En fin, la Sinfonía «Leningrado» en Sinf. 12: Re menor, Op. 112 «1917» (I961|.
1975, como clausura de una señera Sinf. lí: Si bemol menor, Op. 113 «Babi-Yar» (19621.
aventura fonográfica, presentaría do- Sinf. 14: Op. 165 (1969).
lunares dignos de mención en el con- Sinf. 15: La mayor, Op. 14L (1971).
Cumplimento: Para lo* adquirenles de la edición integra se incluye la edición francesa,
texto de un trabajo globalmente impor- 198S. del catálogo (74 págs.) de la obra de Shostakovich, realizado por Malcoim Mac Do-
tante: la grabación en sí, feble en nald para Boosey & Hawkcs, Londres, en 1977, en su versión revisada de 1985 —edición
graves, extrañamente imprecisa para la corregida y ampliada— para la misma firma editorial, con traducción francesa de André
época, y el innecesario acce/erando pro- Lischke.
gresivo de Kondrashin en la famosa Otras cam'lerísticas: — Bandas o «Index» de los CDs: Una banda por movimiento en
cada Sinfonía, sin «Índex».
marcha del movimiento inicial, una li- — Edición previa en España: HISPAVOX. 1978, cuatro cajas de 3 LPs cada una.
cencia que ya se permitía Toscanini en — Calidad técnica de la edición: Variable, con excelente plasmación sonora en varias
su pionero registro de 1942 (RCA OCT délas interpretaciones más antiguas (Sinf. 8 —1961 —, Sinf. 4—-1962—, Sinf. 9—1965—
34359-2, transferido a LPs) y de la que o Sinf. 13 —1967—)y falla de claridad en algunas de las más modernas (Sinf. lOaSinf. 7);
tomaron buena nota Bernstein (CBS, en conjunto, buena definición (imbrica, acúMica de reverberación mediana, amplia gama
dinámica —con cieñas carencias en graves (Sinf. 5)-~ y lógica audibilidad de ligero sopli-
1962, LPs) y hasta Celibidache (en su do —tolerable— en las grabaciones menos recientes.
registro de 1952 con la Filarmónica de

100 Scherzo
guatuor ysaye*
hatto Reyerte
mozart
quatuor KV 421
qtJintette KV 516

BERLIOZ MOZART
LA MUERTE DE OFELIA Obras para coro Cuarteto «i re menor, K. 421. Quinteto en sol menor, K. 516
COTO de la Orquesta Nacional de Lyon CUARTETO YSAYE
B. Brewer, tenor. J.P. Courtis, barítono. N. Lee, piano C. Giovanínetti, violin. L.M. Agüera, violín. M. Da Silva, alto
B.Tetu, director. M. Poulet, violoncelo. H. Beyerle, segunda viola
HMC 901293 CD HMC 905203 CD

LE CHANTDU MONDE
GLA7.OUNOV
Corarlo p * i rálki
CHÚrla p n pilM ] J1-
S Snilkovski, noHn RACHMAN1NOV
KALINNIKOV A.Niudkifiey D ALciacv.pUno
Gran Onguesla Sinfonía de k
Orquesta Sintonía Andtmia de RTVdcMoKij
la URSS JURATB.NKOLAEVSIJ. Orquesu Sinfónica de ¡¡ URSS
E.SVETLANOV,*H<«r.
LDC 278926 CD 1.DC278 925CD L D C 278927 C D
KC478 926MC KC47H925MC KC 478927 M C

RACHMAN1NOV J>V\IPH« >MKS 3 .


5
TCHAIKOVSK1
lita TANEIEV S-f°w»tMi
LiUifc la Muerto H Hióca aelaia p n b okn *
VvÜK Orquesu Srafóiua * li RTV de DO
OiqiKsUSntúaicidcM«cii ti URSS Com y Oiqaaa Salina ie ii
D.KITAENILOT V.FTDOSSFEVjC. URSS
E.SVETUNOV.Í (OJUL-iTl tNSKl, G. PROVATOKOV.J
LDC 278928 CD LDC 278931 C D L D C Z789W C D
KC 47S9Z8 MC KC 478931MC KC 478904 MC

P.A.
LOCATELLI
L'ARTE DEL
VlOLINOop.3
C.M. vonWEBER 12 Conciertos para
Obra completa para violin
piano a cuatro manos I Vírtuosi
L. Marrucej y M. Galli, deU'Accademia
piano D. Conli, violin.
RPC 32521 CD RPC 32513 CD
alto fidelidad

Electrocompaniet vuelve por sus fueros


Aja ya mítica firma noruega no deja- mente el EC-l en compañía de compo- tente; el EC-l es sin duda un previo de
rá nunca de sorprendernos con produc- nentes de su nivel, se puede concluir una los de esia clase.
ios de calidad suma. Cuando ponen vez más que seguramente el previo es la Hay que señalar finalmente que el
algo en el mercado es para mejorar sin pieza fundamental de un equipo de EC-l no presenta dificultades notables
duda lo ya existente; por desgracia no sonido. de compatibilidad con etapas de poten-
es éste el denominador común de [a in- El EC-l es además un componente de cia. Es un previo de una gran dinámica
mensa mayoría de marcas. Ahora se tra- una gran transparencia y hemos de in- y al propio tiempo con una relación
ta del previo EC-l que viene a suceder dicar a este respecto que la transparen- señal-ruido verdaderamente extraor-
al ya acreditado Preampliwire II que ha cia como virtud en un equipo de sonido dinaria.
permanecido en vigor durante siete no debe confundirse con una hiperde- La publicación norteamericana Sie-
años. A pesar de que el Preampliwire finíción de medios y agudos tan de! gus- reophile ha clasificado el EC-l de Elec-
ha sido casi una referencia, hay que to de mucha gente. La transparencia a trocompaniet entre los diez mejores a
afirmar sin reservas que el EC-l es aún que aludo y referente al EC-l consiste nivel mundial.
mejor y constituye una prueba irreba- en poder percibir con una cierta nitidez Su precio en España es fuerte, se
tible del enorme ingenio y competencia lodos los planos de la escena orquestal aproxima a las 300.000 Pts. (p.v.p.) que
de su diseñador Per Abrahamsen. siempre y cuando esta disección esté, en cierto modo están justificadas si con-
El nuevo modelo se présenla en dos naturalmente, presente en el documen- sideramos la enorme musicalidad de es-
versiones, con o sin entrada directa pa- to sonoro que se pretende reproducir. te componente.
ra cápsulas de bobina móvil. A tal efec- Este aspecto del sonido suele fallar si
to existe un interruptor de dos en el equipo no hay un previo compe- Alfredo Orozco
posiciones en la parte trasera del apa-
rato. El panel frontal es idéntico para
las dos versiones; no así el precio, que
es bástanle superior en la versión con Premios Hi-Fi News
enirada directa bobina móvil. Hay que
reconocer de todas formas que quizás sa institución del mundo británi- las cadenas de sonido. Aún tuvo tiem-
sea éste e! mayor atractivo de este pre-
vio, dado que hay realmente muy po-
cos que puedan ser atacados
directamente, es decir, sin la ayuda de
E co del sonido que es la revista Hi-
Fi News, ha otorgado los Audio
Awardsdz 1988 de acuerdo con una ya
muy arraigada costumbre. Estos pre-
po para realizar una breve incursión en
el terreno de la política; llegó a ser Sub-
secretario de Comercio con la Adminis-
tración Cárter.
preprés o transformadores y que produz- mios ingleses son algo asi como el No-
can unos resultados audibles satisfac- bel de la Alta Fidelidad; no se dan por El otro galardonado, A. Robertson-
torios. La ausencia de pre-pré o un trabajo en concreto, por un flash Aikman, es muy famoso; es el diseña-
transformador implica naturalmente la más o menos espectacular. Vienen a dor y fabricante de los brazos SME de
ausencia de cable de conexión, es de- premiar una ejecutoria larga y densa en renombre mundial. La primera compa-
cir, un elemento intermedio menos y el campo de las investigaciones Hi-Fi. ñía la fundó en 1946 bajo el nombre
por lo tanto una prestación más bri- En años anteriores han sido distingui- The Scale Model Equipmente Company
llante. dos con este premio personas como Da- Ltd. Ha colaborado igualmente en el di-
Es el previo más silencioso que he vid Hafler, Stanley Kelly, Edgar Vilchur seño de otras ¡ineas de componentes Hi-
manejado jamás trabajando señales (Acoustic Research), Peter Walker Fi y ha ejercido importantes activida-
phono. La virtud se acentúa cuando el (Quad), Donald Aldous {periodista), J. des de mecenazgo en iniciativas y pro-
previo es atacado por señales de alta Gordon Holt (periodista), John üilbert, mociones musicales. Posee uno de los
sensibilidad, CD, Tuner, etc.. La adap- Arthur Radford, Saúl Marantz, Harry mejores auditoriums privados que hay
tación para cápsulas de bobina móvil Peterson, Harold J. Leak, Angus en Inglaterra. En la ardua carrera libra-
se efectúa de una forma muy sencilla McKenzie, Akio Morita (Sony división da para fabricar los mejores brazos lec-
mediante el cambio de un juego de re- High End) y e! escritor e investigador tores a nivel mundial, ha llevado
sistencias alojado en el circuito depho- franco-nipón Jean Hiraga, cuyos traba- siempre la batuta. Sus recientes mode-
no en el interior del aparato. Este jos son bien conocidos de los amanles los 3009 Series IV y V están cotizados
cambio lo puede realizar el propio usua- de este vicio. como lo mejor del género. La fabrica-
rio sin problema alguno, sin más trá- Los galardonados de 1988 han sido ción de los brazos SME ha sido algo asi
mite que el de seguir puntualmente lo Sidney Harman y Alestair Robertson- como e! despliegue de un hohby absor-
que indica el Manual de Instrucciones. Aíkman. El primero ha sido y es el al- bente de un audiófilo empedernido. El
A estos efectos el fabricante suministra ma mater del Harman Group, que en- eje de sus actividades industriales ha ido
tres juegos de resistencias con los valo- globa actualmente las firmas por otros derroteros.
res más usuales. Las resistencias que Harman-Kardon, Infínity, JBL, Audex El grado de calidad y perfección de
trae el aparato de origen valen para las y Soundcraft. Su principa! actividad ha los brazos lectores SME asombra a al-
cápsulas de bobina móvil cuya impe- consistido en la colaboración al diseño gunos que consideran estos objetos co-
dancia no exceda de 10 ohmios. de los modelos básicos de la firma mo una especie de paradoja en un
El EC-l es un previo de una gran pre- Harman-Kardon. Convirtió asimismo tiempo en que, al menos comercialmen-
cisión ¡imbrica y con una capacidad ex- esta marca en una de las señeras del te, se está imponiendo el disco compac-
traordinaria para reproducir con mercado norteamericano y fue uno de to, aunque no ciertamente en el campo
claridad esos grandes climax orquesta- los pioneros en la introducción del de los audiófilos. Indudablemente A.
les que son piedra de toque para mu- receiver como componente habitual de Roberison-Aikman es uno de ellos.
chos equipos. Escuchando detenida-

102 Scherzo
alta fidelidad

Rowland enEspaña
JE^s indudable que el mercado español
de la alta fidelidad está en expansión;
cada día se importan más cosas intere-
santes. La Última adición al catálogo
viene integrada por el material nortea-
mericano Rowland con sede en Colo-
rado Springs. El diseñador, Jeff
Rowland, se ha convertido en poco
tiempo en uno de los líderes en electró-
nica de audio gracias, seguramente, al
hecho de que produce actualmente la
mejor línea de amplificación de estado
sólido que se haya realizado jamás.
Dentro de la filosofía de Jeff Row-
land, uno de los puntos básicos es que
hay que acabar con la dualidad entre
técnica de válvulas y de transistores par-
tiendo de la base de que utilizando ade-
cuadamente transistores tipo FET (Fiel
effect transistors) se pueden conseguir
resultados similares a los de la válvula
sin los inconvenientes de ésta. Otros as-
pectos de los que pudiéramos llamar
Teoría Rowland consisten en abando-
nar el mito de la llamada Clase A, pro-
curar una cuidadosa selección de
componentes y diseñar los aparatos de
la forma más simple posible. Los dise-
ños de Rowland cuidan además de mo-
do superlativo la calidad de las fuentes
de alimentación tanto en el previo co-
mo en las etapas de potencia.
Indudablemente esias ideas han sido Jeff Rvwluncl rodeado de sus ingenios.
puestas en práctica y los productos
Rowland están triunfando de plano en amplificador más evolucionado de la lí- Muy recientemente Rowland ha de-
todos los mercados. Personalmente pue- nea Rowland. sarrollado una cápsula lectora de cali-
do afirmar que es el sonido más pare- 4. Etapa de potencia model 3. Mo- dad excepcional derivada de los
cido a la válvula que he escuchado no fónica de 100 vatios sobre 8 ohmios. famosos disenos japoneses Ikeda.
jamás, y no es chico el elogio. Actual- Puede alcanzar los 320 vatios cuando
mente la línea de componentes Rowland la i m pedan cia de los altavoces descien-
consta de las siguientes unidades: de al 2 ohmios. AJO
1. Preamplificador Coherencia
One. Lleva una soberbia fuente de ali-
mentación separada del previo. La ga-
nancia de la sección de phono es
INDUSTRIAS DEL FUNK DISTRIBUCIONES
ajustable para 40, 50 y 60 dB. Permite
la conexión simétrica a una etapa de po-
CD INTERNACIONAL CLUB
tencia. La construcción del chasis es ci- CATALOGO DE 14.000 TÍTULOS EN COMPACT DISC
clópea. Los potenciómetros son de CONSIGÚELO ENVIANDO 1 200 Pías EN SELLOS
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vel mundial. ULTIMAS NOVEDADES IMPORTADAS DE EUROPA Y USA
2. Etapa de potencia model 5. Es- POP ROCK COUNTRY JAZZ DISCO FUNKY Y CLASICO
tereofónica. Emplea 18 transistores por ESCRIBE A:
canal para suministrar una potencia de INDUSTRIAS DEL FUNK DISTRIBUCIONES
150 vatios. Esta potencia puede elevar- CD INTERNACIONAL CLUB
se a 475 vatios por canal cuando la im- C/SALIENTE, 1
pedan cia de los altavoces desciende a 2 28007 MADRID
ohmios. El nivel de fabricación de esta FAX:912746776
unidad es algo increíble. Si deseas saber la discografía disponible de lu artista preferido, envíanos un
sobre con sello y tu dirección y te mandaremos la información GRATIS
3. Etapa de potencia model 7. Mo-
no fónica de 350 vatios. Constituye el

Scherzo 103
-jazz

dinaria calidad, y en su variado repertorio


se encontraban temas clásicos mezclados con
interesantísimos originales de los componen-
tes. El último LP, enteramente dedicado a
la música de Parker, es, sin duda, la culmi-
uando llegue el momento de estable- adquirido un sonido personal. Alguien le nación de esta creación artística, y figura en-

C cer la larga lisia de acontecimientos


que contribuyeron a hacer de estos
años ochenta una década tan prodigiosa, ha-
aconsejó, sin embargo, cambiarlo, pero
Harry Carney le dijo: «No le hagas caso. Du-
ke nunca le hubiera contratado si no fuera
precisamente por este sonido tan tuyo. En-
tre las obras maestras de estos años.
Hay muchos otros tesoros en la discogra-
fia de este sobrio y siempre digno jazzman
brá que acordarse de Sphere, el cuarteto que que fue Charlie Rouse. En su juventud gra-
supo enlazar lo mejor del pasado con to más tonces ¿por qué no conservarlo?». Palabras bó con los trompetistas Fast Navarro y Clif-
sano y vital de los apasionantes momentos que el saxofonista nunca olvidó. Y se hubiera ford Brown dentro de diversos grupos
actuales. El grupo dejó de existir el pasado quedado de buena gana con la orquesta de dirigidos por Tadd Dameron, todas ellas
verano cuando su saxo tenor, Charlie Rou- Duque si no fuera por sus dificultades en en- obras de gran valor. Merece la pena recor-
se, se vio obligado a retirarse a raíz de un contrar su certificado de nacimiento que ne- dar sus discos con Osear Pettiford y Julius
homenaje, en el Lincoln Center de Nueva cesitaba para obtener un pasaporte. En la Walkins, y, sobre todo, el precioso LP que
York, a! llorado pianista, arreglisla y com- primavera de 1950 la orquesta embarcó pa- en noviembre de 1981 grabó con un quinte-
positor Tadd Dameron, con quien hizo su de- ra Europa sin él. to llamado The Upper Manhattan Jazz So-
but discográfico en 1947. ciety (Enja 4090) donde se entiende de
Después formó un grupo con el contraba- manera espléndida con el infravalorado
Rouse, que padecía cáncer de pulmón, fa- jista Osear Pettíford, el trombonista Bennie irompetista Benny Bailey, el pianista Albert
lleció en Sealtle el 30 de noviembre, curio- Creen y Julius Watkins, uno de los pocos es- Dailey, Biister Williams y e! batería Keith Co-
samente casi a la misma hora que su amiga, pecialistas de la trompa en la historia del peland. Su última visita a los estudios de gra-
la famosa baronesa y mecenas Nica de Koe- jazz. Les Jazz Modes se llamaba esta forma- bación tuvo lugar el año pasado cuando el
nigswarter, en Nueva York. Poco antes ha- ción que grabó varios LP's muy elogiados joven pianista de Wynton Marsalis, Marcus
bía aparecido el último disco de Sphere, Bird por la crítica, pero que tuvo serías dificul- Roberts le invitó, junto al batería Elvin Jo-
Songs, grabado el 12 de marzo, es decir a los tades en encontrar trabajo. El cambio deci- nes, el contrabajista Reginald Veal y otro sa-
23 años de !a muerte de Charlie Parker. sivo en la carrera de Rouse llegó el día que xofonista Todd Williams, a grabar el LP The
Los aniversarios tenían su importancia pa- reemplazó a Johnny Griffin en el cuarteto Truth Is Spoken Here. para RCA/Novus. El
ra este cuarteto que, aparte del saxofonista, de Thelonious Monk durante una de sus lar- resultado de esta unión de juventud y vete-
formaron el pianista Kanny Barron, el con- gas estancias en el club The Five Spot. ranía está a punto de aparecer, y es espera-
trabajista Busier Williams y el batería Ben Inmediatamente captó la onda del píanís- do con impaciencia por todos los
Riley. Durante una visita a España en el oto- la, y allí empezó una larga y fructífera cola- admiradores de Rouse.
ño de 1985, donde Sphere dio sendos me- boración riquísima mente documentada en la
morables conciertos a pesar de tener que dÍ5cografia de ambos músicos. Se separaron Pero fue con Sphere que este importante
actuar en salas tan desangeladas como el Pa- en 1970, pero una fuerte amistad les unió saxofonista llegó a expresarse con mayor
lau de Barcelona y el Teatro Real de Madrid, hasta el final. fuerza y profundidad. La media docena de
Charlie Rouse me contó cómo el grupo fue 5phere le permitió a Rouse encontrar su discos de este magnifico cuarteto son todos
bautizado. Se formó a finales de 1979, pero ambiente idóneo. Con Barron, Williams y dignos de figurar en cualquier colección se-
no grabó su primer álbum hasta el 17 de le- Riley creó un grupo muy original que causó ria. Son obras que contribuyen a enriquecer
brero de 1982 en una sesión neoyorquina que admiración a ambos lados del Atlántica Ca- este fabuloso capitulo en la historia del jazz
dio como resultado el LP Four In One que da año nos ofreció una grabación de extraor- que vivimos.
incluye seis temas de Thelonious Monk, con
quien el saxofonista trabajó durante trece
años seguidos, entre 1958 y 1970. Al atarde- Ebbe Traberg
cer, cuando los cuatro músicos regresaban
a Manhattan, se enteraron por la radio de
la muerte del gran pianista acontecida en la
misma tarde. Extraña coincidencia que les
hizo llamarse Sphere, segundo nombre de
Monk cuya música decidieron profundizar
eti lo sucesivo.
Nadie conocía mejor el mundo monkia-
no que Rouse, presente en múltiples graba-
ciones del pianista. Había nacido en
Washington D.C. el 6 de abril de 1924, y ya
a los 20 años entró en la recién formada or-
questa del cantante Billy Eikstine donde co-
noció a varios pioneros del nuevo y
revolucionario movimiento del bebop. De-
jó pronto esta formación en Chicago, cedien-
do su puesto a Gene Ammons, para ingresar
en la primera y malograda big band de Dizzy
Gillespie, y durante varios años fue un asi-
duo visitante en los clubs de la famosa calle
52 de Nueva York.
Cuando Ben Webster salió de la orquesta
de Duke Ellington en 1949, el crítico Willis
Conover pensó en recomendar a Rouse pa-
ra ocupar el sitio vacante, pero antes necesi-
taba reafirmarse e invitó a Art Tatum a
escuchar al joven tenor en el club donde ac-
tuaba. Un solo tema bastó al célebre pianis-
ta que exclamó: «¡Este hombre pude tocar
con cualquiera!».
El año escaso que pasó con Ellington fue
un inmenso placer para Rouse que ya había

96 Scherzo
K CURSO INTERNACIONAL
DE MÚSICA HISTÓRICA
canto:
ISABELLE POULENARD

viola da gamba:
PERE ROS

flauta travesera barroca:


PHILIPPE SUZANNE

flauta de pico:
ALDO ABREU

violín barroco:
BARRY SARGENT

laúd:
KONRAD JUNGHÁNEL
(del 20 al 26)
orquesta barroca:
EDUARDO LÓPEZ

coro:
GERMÁN TORRELLAS
JUñTñ BE
Consejería de Cultura conferenciante:
Información:
Dirección General de Fomento ANTONIO MARTIN MORENO
y Promoción Cultural.
Ximénez de Enciso, 35 director:
Consejería de Cultura -Junta de Andalucía
O. Sania María la Blanca. 10 JUAN CARLOS RIVERA
41004-SEVILLA

M I J A S
16 AL 30 DE JULIO
EFEMÉRIDES
l/V/1904: Fallece en Pra tima de las obras encarga-
ga el compositor Antonin das por Diaghilev para
Dvorak. sus Ballets Rusos.
2/V/1660: Nace en Paler- 22/W1949: Fallece en
mo el compositor Ales- Salzburgo el compositor
sandro Pietro Gas pare alemán Hans Pfitzner.
Scarlaiti. 23/V/1743: Estreno lon-
3/V/1886: Nace en Rouen dinense de El Mesías, ora-
el compositor y organista torio de G.F. Haendel.
Marcel Dupré. Para esta ocasión se cam-
4/V/1795: Estreno en bió el título original de la
Londres de la Sinfonía n" obra por el de Drama Sa-
104, en re mayor de F.J. cro para contener las crí-
Haydn, obra que cierra el ticas de ciertos sectores de
ciclo sinfónico del músi- la Iglesia que considera-
co austríaco. ban inadecuado represen-
4/V/18Ó9: Nace en Mos- tar un tema sagrado en un
cú el compositor alemán teatro y con intérpretes
Hans Pfitzner. que no pertenecían al
6/V/1954: Fallece en Mé- clero.
xico el director de orques- 24/V/1918: En el Teatro
ta alemán Clemens Hein- de la Opera de Budapest
rich Krauss. se estrena El Castillo de
7/V/1949: Se celebra en Barbazul, ópera de Béla
Milán el Primer Congre- Bartok con libreto del es-
so Internacional de Músi- critor Béla Balázs.
ca Dodeca fónica. 25/V/1934: Fallece en
8/V/1924: Serge Kousse- Londres el compositor in-
víizky dirige en el Teatro glés Gustav Theodor
de la Opera de París Pa- Holst.
cific 231, movimiento sin- 27/V/1844: Josef Joa-
fónico de Arthur Ho- chim, con 13 años, inter-
negger. preta el Concierto de
9/V/1740: Nace en Taran- violín de Beethoven; fue
(o el compositor italiano acompañado por la Or-
Giovanni Paisiello. questa de la Gewandhaus
10/V/1901: En el Teatro de Leipzig bajo la direc-
Apolo de Madrid se re- ción de Félix Men-
presenta, por vez primera, delssohn.
A estudiar a Salamanca, 28/V/1914: En el Teatro
zarzuela con un libreto de de la Zarzuela de Madrid
Tomás Luceño y música se representa por primera
de Amadeo Vives. vez Maruxa, ópera en dos
ll/V/1897: Gustav Mah- Franz Joseph Haydn visto por Carmelo actos con líbrelo de Luis
ler debuta como director Pascual Frutos y música
de la Opera Imperial de Viena dirigien- voz, arpa y piano con textos de Luis de de Amadeo Vives.
do Lohengrin de Richard Wagner. Góngora. 29/V/1913: Pierre Monteux dirige en el
12/V/1926: En Leningrado se estrena la 15/V/1885: Nace en Breslavia el com- Teatro de los Campos Elíseos de París
Primera Sinfonía de D. Shostakovitch. positor y director de orquesta alemán el estreno de La Consagración de la Pri-
13/V/1833: Primera audición de la Sin- Otto Klemperer. mavera de Igor Stravinsky. Este ballet,
fonía n." 4, «Italiana», de Félix Mendels- I7/V/1939: Sergei Prokofiev dirige, a la encargo de Diaghilev, provocó uno de
sohn. Esta obra fue encargada al Orquesta Filarmónica de Moscú, el es- los mayores escándalos de los que se tie-
compositor por la Sociedad Filarmóni- treno de su cantata Atexander Nevsky. ne noticia en la historia de la Música.
ca de Londres, ciudad donde se 18/V/1909: En Camboo —les— Bains 30/V/1794: Nace en Praga el pianista,
estrenó. (Francia) fallece el compositor español compositor y director de orquesta Ig-
14/V/1927: Primera audición en París Isaac Albéniz. naz Moscheles. Fue alumno de Salieri,
de Concertó para clave de Manuel de 19/V/1849: Aparece en Dresde (Alema- Clementi y Albrechtsberger, profesor de
Falla. Wanda Landowska se negó a in- nia) un bando, ordenando la detención Mendelssohn y amigo de Beethoven de
terpretarlo tras el fracaso obtenido el de Richard Wagner por revolucionario. quien transcribió para piano (1814) su
día del estreno (Barcelona, 5 de noviem- Ei compositor huye en un coche de ca- ópera Fidelo. Dirigió la primera audi-
bre del año anterior) y fue el propio ballos, acompañadeo del también per- ción en Inglaterra de la Missa Solem-
compositor quien interpretó la parte so- seguido Mijail Babunin. camino de nis op. 123 (Londres 1832).
lista. En este mismo concieno, y con Fa- Zurich. 31/V/1809: Fallece en Viena el compo-
lla al piano, se interpretaron la Fantasía 20/V/1805: Fallece en Madrid el com- sitor Franz Joseph Haydn.
Bélica, Siete Canciones Populares Es- positor italiano Luigi Boccherini.
pañolas y, con carácter de estreno ab- 21/V71929: Se estrena en París el ballet
soluto, el Soneto a Córdoba, obra para El Hijo Pródigo de Sergei Prokofiev, úl- L.F.CB.

10 6 Schetzo
10
PETROF
AL SERVICIO vRM i DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS III. 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.: 241 30 09 - 241 3 06
28013 MADRID

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