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RBVISTA DB MÚSICA

Año IV - n.1' 37 - Septiembre 1989 - 425 pías.

entrevista:
KRZYSZTOF PENDERECKI

dosier:
MÚSICA Y LITERATURA

estudio:
ROBERT GERHARD

i PABLO PERE
cer música en Teñe
elfuturo está presente

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11 /17 de Septiembre
El máximo exponente.
Edila
SCHERZÜ EDITORIAL. S.A.
C/ Marqués de Mondéjar. I I - 4 . ' C
28028-Madrid
Teléf. (91)246 76 22
Va\ (9I| Ü56 IS M
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
Amonio Moral
Director Adjunio
Javier Alfaya
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Redacción
Javier Alfaya, Robetlo Andrade MaJde, Domin-
go del Campo Casicl, Santiago Martin Bermúdez,
Antonio Moral, José Luis Pérez de Arteaga, Ar-
turo Reverter. José Luis Téllez.
Coordina el dosier de este número.'
Javier Alfaya.
sétrtézo
Año IV n.° 37 - SEPTIEMBRE 1989 - 425 ptas.
Secciones
Redacción en Barcelona: Roger Aher. Redacción
en Valencia: Blas Cortés. Actualidad: Enrique
Martínez Miura y Javier Al/aya. Discos: Enrique
Pérez Adrián. Libros: Xoan Manuel Carreira. Al-
ta fidelidad: Alfredo Oroico. Ja?./: Ebbe Traberg.
Música contemporánea: José Igés. Educación mu-
sical: Víctor Pliego.
Colaboran en este número: SUMARIO
Javier Alfaya, Roger Alier, José Carlos Cabello
Arroyo, Ricardo de Cala, Domingo del Campo. OPINIÓN: 4
Sansón Carrasco, Xoan Manuel Carreira, Jesús
Castailar. Emiliano del Cerro. Miguel Ángel Co- TRIBUNA ABIERTA:
ria. Ftdro Elias, Lucrecia Enseña!. Fernando Fra- — El escalofrío, Lourdes Orliz 8
ga, Enrique Franco. Tomás Garrido. Florentino ACTUALIDAD:
Gracia Utrillas, Antonia Hidalgo, Kenneth Love- — Antón Dermota en homenaje, Joaquín Martin de Sagarmínaga 9
iand. Santiago Marlín Bermúdez, Joaquín Mar-
tín de Sagarmínaga. Enrique Martínez Miura. Blas — La esperanza al final de túnel. Conversación con Penderecki, Joaquín
Matamoro, Ángel Fernando Mayo, Antonio Mo- Marlín de Sagarmínaga 22
ral, Wolfgang Amadeus Mozart, Alfredo Orozco — De la estirpe de Welsa, Ángel Fernando Mayo 34
Buezo, Lourdes Oniz, Enrique Pérez Adrián, Jo-
sé Luis Pérez de Arteaga, Víctor Pliego de Andrés, — Arpas antiguas y modernas. Conversación con Jennifer Sayre, Enrique
Francisco Ramos, Arturo Reverter. Jordi Ribera, Martínez Miura 38
Andrés Rui' Tarazona. Luis Suflen, Ebbe Traberg,
Alberl Vilardell. HOMENAJE:
— Ernesto Halffter después de «Allántida», Enrique Franco 42
Diserto de portada: ENTREVISTA:
Arquetipo. — Víclor Pablo Pérez: El placer de hacer música en Tenerife, Antonio Moral 45
Administración ACTUALIDAD DISCOGRAFICA:
CriMma Millel. — Los mejores recuerdos de Karajan, Enrique Pérez Adrián 51
Publicidad: DISCOS: 52
Doble Espacio ESTUDIO DISCOGRAFICO:
General Yague, Iff
28020 Madrid — Gorecki, creador de belleza, Francisco Ramos 61
Teléis. (91) 455 67 67 • 597 II 83 — Flagstad y Melchior en compacto, Ángel Fernando Mayo 62
Fas ¡91) 4J6 13 07 ESTUDIO BIBLIOGRÁFICO:
Imprime: — Mozart, la polémica interminable, Santiago Marlín Bermúdez 64
MOV1EGRAF. S.A. LA GUIA 66
IV Estigia, 3 y S DOSIER: MÚSICA Y LITERATURA 67
28037 Madrid — La pregunla sin respuesta, Luis Suñén 68
Teléf. (91)304 95 03
— Tolstoi-Tehaikovsky: un desencuentro, Enrique Martínez Miura 72
Folocomposiciún — Luís Cernuda de la mano de Mozart. Javier Alfaya 74
Lumimar, S.A.
Alhajan?, 48-SO — Thomas Mann y la música, Blas Matamoro 76
28037-Madrid. — El exorcista y el filisteo. De uno a otro Wífcrther, Santiago Martín Bermúdez 80
Teléf (91) 204 30 01 ESTUDIO:
Fax <9I| 204 95 48 — Roberto Gerhard, el gran desconocido, Emiliano del Cerro 84
Depósitu legal M-41822-1985 DANZA:
1SSN-0213-4802 — Resucitando a Diaghilev, Antonia Hidalgo 90
ALTA FIDELIDAD:
SCHERZO es una publicación de carácter plural — El proyecto Finial: Situación actual, Alfredo Orozco 94
y no pertenece ni está adscrila a ningún orga- JAZZ:
nismo público ni pnvado. La dirección respeta
la libertad de expresión de sus colaboradores. — Episodios, Ebbe Traberg 96
Los lexlos firmados son de 3a exclusiva respon- EDUCACIÓN MUSICAL:
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto — Educación Musical en la Unión Soviética, Víctor Pliego de Andrés.. 97
opinión oficial de la revista. EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 98
Scherzo 3
opinión

¿Volver a empezar?
R elevo en el Ministerio de Cultura: José
Manuel Garrido pasa a la subsecretaría y
le sustituye en la dirección general del
INAEM un eminente hombre de teatro, Adolfo
Marsillach. En cierto modo, necesariamente, se
llamar asignaturas pendientes. Muchas de ellas
no dependen de una gestión personal, sino que
están afectadas por problemas estructurales, de
concepción de una política cultural general. No
es éste el momento de insistir sobre ese punto, el
acaba una época. Una sustitución de personas en de lo discutible de una política cultural mucho
un cargo importante siempre implica cambios. más atenta a los fastos y al relumbrón que a la
Garrido, un hombre de teatro, que en principio eficacia comunicadora y el trabajo a largo plazo.
fue visto con desconfianza por la gente de la Ese es un problema global, que afecta al
música, es sustituido por otro hombre de teatro. conjunto entero de la política de gobierno.
¿Por dónde vendrán los previsibles cambios, qué Dejémoslo por ahora.
orientación tendrán, hacia qué apuntarán? Habrá Hay otras asignaturas pendientes menos
que responder con un tópico, dada la parquedad generales, más concretas. Por ejemplo, la
de declaraciones —ai menos en lo que a la Orquesta Nacional de España. Los recientes —y
música se refiere— del nuevo titular del INAEM: lamentables incidentes— entre la ONE y un
el tiempo lo dirá. Marsillach es un profesional maestro de la talla internacional del soviético
serio y competente, uno de los hombres que más Gennadi Rozhdestvensky, han vuelto a poner
ha hecho por el teatro en nuestro país en las sobre el tapete, una vez más, los problemas de
últimas décadas. ¿Tendrá suficiente sensibilidad una orquesta en perpetua crisis, aquejada de
en el campo de la música para hacer una política males que, dado el curso que están tomando las
que al menos prosiga los aspectos positivos de lo cosas, parecen cada vez más insolubles. Ahora la
que se ha hecho hasta ahora? ONE se enfrenta con una nueva temporada sin
José Manual Garrido deja detrás de sí una titular y con una programación más que
herencia con logros indiscutibles. Se despidió con discutible. Reciente aún el episodio López Cobos,
un nombramiento acertado: el de Antoni Ros no se avistan soluciones para una situación que
Marbá como director musical del futuro teatro no hace más que deteriorarse. De este modo al
de la ópera madrileño, el renovado Teatro Real. nuevo director general del INAEM le han dejado
Pero hay más cosas en el haber de Garrido: el lo que suele llamarse una patata caliente.
relanzamiento de la idea del Plan Nacional de Veremos cómo la manipula. Lo que no se puede,
Auditorios, cuyo punto culminante ha sido la desde luego, es seguir retrasando la solución de
inauguración y puesta en funcionamiento del un problema que no hace más que pudrirse.
Auditorio madrileño, el Centro para la Difusión Vamos a estar atentos, pues, a los cambios, si es
de la Música Contemporánea, el Centro de que los hay. Por supuesto no afectarán a los
Documentación Musical, etc. Al frente del grandes problemas de infraestructura que tiene la
INAEM, Garrido ha demostrado ser, cuando música en España. Esos dependen de la sociedad
menos, un político hábil, un administrador que en que vivimos y de un ministerio cercano al de
ha jugado con inteligencia con unos Cultura: el de Educación. Mientras tanto,
presupuestos que no se puede decir que sean despidamos con afecto a José Manuel
generosos. Garrido y abramos una cuenta de crédito para
Quedan, claro está, eso que se ha dado en Adolfo Marsillach, eminente hombre de teatro.

4 Scherzo
opinión -

EL DISPARATE MUSICAL

: cada día
un numerito
B l a , bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bia, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla. bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
— UNA BROMA MUSICAL bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
duras penas he podido llegar vi- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla. bla, bla, bla, bla,
A vo a septiembre. Los escasos re-
cursos de los que me dola
SCHERZO no me han permilido este
bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla,

t
año viajar a Salzburgo, y menos aún con bla, bla, bla, bla,
la sobretasa que me cobran por el estor- bla, bla, bla, bla,
nino y Pimperl, que cada día está más bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
grande. Lo cierto es que te he tenido que bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
quedarme en Madrid, ciudad tórrida y bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
poluciónada do las haya. Desde aquí he
tenido que soponar tormentas, graniza- bla, bla, bla, bla, R.I.P. bla, bla, bla, bla,
das, huracanes, noticias musicales, al- bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
gunas tristes, otras peregrinas y las más, bla, bla, bla, bla, Antoni Ros Marbá bla, bla,bla, bla,
sorprendentes. Así que, en el fondo es- Cario María Giulini bla, bla, bla, bla,
toy alegre de que todo vuelva un poco
bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
a la normalidad tediosa y repugnante de Sergio Celibidache
bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
nuestra vida musical. Karajan, mi com- Peler Maag
patriota, se ha ido casi sin avisar, dejan- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
do una estela entre mítica y mercantil, bla, bla, bla, bla, Jesús López Cobos bla, bla, bla, bla,
que casa muy bien con aquellos perso- bla, bla, bla, bla, Gennady Rozhdestvensky bla, bla, bla, bla,
najes que hicieron de mi ciudad natal bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bía,
un emporio pontificio. Se ha ido un Pa- bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
pa musical... esperemos que no aparez- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bia, bla, bla, bla,
ca otro que le sustituya, aunque bla, bla,
candidatos haylos... Y hablando de ca- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
bla, bla, bla, bla,
lor, no fue manco y escaso el que sufrie- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
bla, bla, bla, bla,
ron quienes tuvieron la ocurrencia de ir bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,
a Mérida a presenciar la Medea de Che- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,bla, bla,
rubini, y no me refiero al calor climáti- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla.
bla, bla,
co, sino el producido por la grandilo- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla.
cuencia y la escasa musicalidad de al- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla,
gunos intérpretes. bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
El nuevo curso está ya en marcha, La bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla,bla, bla, bla, bla,
música pendiente de varios hilos, entre bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla. bla, bla, bla, bla bla, bla, bla, bla,
ellos el que va a tejer el flamante y tar-
tufiano Director del INAEM, que espe- bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla.bla, bla,
remos dedique a la música, al menos,
tanta atención como le prestan mi dul- iiitereninte\
ce estornino y mi fiel Pimperl. Bienve- • itrurihaw hoy mivnti
nidos a todos y que no cunda el pánico.
Por si acaso, he cerrado la jaula al pá-
jaro y le he puesto un discreto bozal al
chucho..., yo me he hecho ampliar la pe-
SOTO MESA 247858312482927
luca con unos bucles revolucionarios.
S.r/1 ; . « ( » • ti-n >
W. A. M. 13 a ñus de experiencia nos avaho i

Scherzo 5
opinión

BACHILLERÍAS ÁNGULOS!

La Cenicienta
Pobre Cenicienta. Tan compuesta y sar que Cenicienta es Cenicienta y
sin novio. Todos dicen que está de mo- se acabó. Sin remedio y sin remisión.
da, que la gente —sobre todo la del Doctos varones —y doctas damas,
De tempore poder— se pirria por cortejarla. Pero
resulta que de verdad, de verdad de
también hay que decirlo— han teni-
do a gala desdeñarla, dudar incluso
verdad, de la buena, la Cenicienta si- de su respetabilidad. Es un problema,
patium música tempus gue siendo eso: una hermosa señori- dicen quienes han hurgado en los en-
t», enunció cieno día ta, de encantos indiscutibles y que sin tresijos de nueslro ser nacional, bien
nuestro catedrático al co- embargo, está más sola que la una. que es histórico, que no viene de aho-
menzar su lección magistral y después Sus primas, con ser tan Feas, con ir tan ra, que viene de muy lejos, que se
calló un buen rato, como queriendo desaliñadas, tienen mejor public rela- pierde en la noche de los tiempos. Y,
que aquella frase actuase en nosotros tions, mejores asesores de imagen, ay, que difícil resolver un problema
como una barrena durante e! silencio. y ligan un montón. Claro que a veces histórico.
«¿Y el sonido»?, preguntó el sabidi- sus pretendientes a quien se quedan Mientras lanío, Cenicienta sigue su
llo de turno. «El sonido es acciden- mirando es a la otra, a la Cenicienta, vida en otras latitudes: mimada, ad-
tal», respondió el maestro. «Sólo que está en la cocina lavando los pla- mirada, querida. Allí, claro está, la co-
existe si un sujeto lo percibe. Los sor- tos, desgreñada y hasta un poquitín nocen por otro nombre. Pero da igual.
dos', por ejemplo, desconocen lo que sucia. Es una pena. Pero qué se le va Es la misma que está entre nosotros.
es y, sin embargo, pueden llegar a sen- a hacer. «Tanto anduve contigo que te falté al
tir la música porque conocen el tiem- En oirás partes Cenicienta no es respeto», dijo una vez un inmenso
po. Por el contrario, Dios y los que Cenicienta sino la más hermosa y la poeta de su oficio, de su pasión, la
están en la eternidad, fuera del tiem- que tiene más éxito social. Los perió- Poesía. Aquí pocos podrían decir lo
po, sólo escuchan un acorde infinito, dicos, la tele, la radio hablan de ella. mismo de esa Cenicienta de que ha-
que de ningún modo puede llamarse No la confunden con otras personas, blamos. Nuestra Cenicienta es despre-
música. (La prueba es que los cuatro no la tratan como una débil mental. ciada no por los que han compartido
Evangelios se cuentan entre los pocos Aquí en Madrid hay tan sólo un pe- su lecho, sino por los que nunca han
libros, junto a El Príncipe de Ma- riódico que habla de Cenicienta co- tenido ni siquiera la posibilidad de
quiavelo y Das Kapilai de Marx, sin mo si no lo fuera. La cuida, informa meterse en la cama con ella. Pedan-
apenas referencias musicales. Al me- sobre ella, no deja que sus primas la tes, fatuos, arrogantes, turiferarios del
nos el Hijo de Dios no canta nunca). suplanten. Habitualmente uno tiene último sedicente pensador que deci-
El tiempo es esencial y el sonido ac- poco que ver con ese periódico, pero de ganarse unos durillos escandalizan-
cidental. Si a cualquiera de nosotras en este caso chapeau. La más cor- do —ma non troppo— al mundo.
lo metieran en una cámara de vacio, dial de las felicitaciones. En esas pá- Tomos de solemnidad que arrugan el
no escucharía nada, pero podría sen- ginas dedicadas a nuestra Cenicienta ceño pensando que de esa manera la
tir la música a voluntad. ésta revive, es quien es, no un pasa- gente de a pie se los va a tomar más
Nunca entendí del todo lo que el tiempo para neo-señoritos. Se la tra- en serio. Esos son los que desprecian
maestro quiso decir. Por eso, aquella ta con respeto y consideración, se la a nuestra Cenicienta.
disquisición, aparentemente bizanti- admira y se la corteja. Mientras tanto Cenicienta está más
na, me vuelve una y otra vez, como Pero en lo demás, pobre Cenicien- guapa que nunca. Y más deseable. Es
las apodas de Zenón o el argumento ta. No tiene donde caerse muerta. La realmente una reina a la que rendimos
ontológico. Ahora se me ha plantea- tratan como si fuera cualquier cosa, tributo hasta los republicanos. ¡Qué
do en un corolario singular: ¿cuál es, un objeto de moda banal y efímera. más se puede pedir!
en realidad, la música con- No se sabe por qué extraños vericue-
temporánea, la que pretende habitar tos en este país la mayor parte de los
el mismo tiempo que nosotros? cerebros pensantes han llegado a pen- Javier Alfaya
Durante este año he visto las salas
vacías en los conciertos del CDMC, brero de tres picos», ya hubo problemas de
he visto atónito a los que, literalmen- coordinación entre los palmeros y los miem-
te, pisoteaban a Olivier Messiaen o a REVISTA DE PRENSA bros de la orquesta, hasta el punto que el di-
J.R. Encinar para escapar de la sala rector suspendió el ensayo e hizo saber la
durante la interpretación de su TUran- situación a los responsables de la orquesta.
galila o su Fígaro, he visto a los com- Las dificultades A la hora del concierto, los palmeros ha-
bían s¡do sustituidos por miembros del Co-
positores preocupados porque sus de Rozhdestvensky ro Nacional, que dieron las palmas y oles con
obras se ejecutasen, no porque gusta- un envarado academicismo, nada acorde con
sen a alguien, he visto a los intérpre- Gennady Rozhdestvensky está considera-
do una ilustre personalidad en el campo de el espíritu de la obra.
tes tocando una música en la que no la dirección sinfónica y operística, amén de Rozhdesivensky, se encontraba profunda-
creían. brillan le pianista de cámara. Como tal, io- mente disgustado. Acostumbrado a tocar con
¿De quién es con-temporánea esta do su trabajo, está presidido por un princi- las orquestas más prestigiadas, en los mejo-
música? Quizá sólo de si misma. Qui- pio de profesionalidad que se exige asimismo res auditorios del mundo, no daba crédito
zá la música que nos rodea por do- y a lodos los que con él intervienen. Sin em- a lo que había vivido. Salió a paso rápido
quier sea la música sin-temporánea. bargo, ello no ha sido obstáculo para que sus del Palacio de Callos V y se encerró en su
ensayos con la Orquesta Nacional, se hayan habitación del hotel. Mi nulos más tarde en
visto ilustrados por una serie de lamentables el hall, comentaba que aquello era impre-
Sansón Carrasco incidentes. sentable.
El pasado lunes, en el ensayo de «El som- Al día siguiente, quisieron los hados que

6 Scherzo
-opinión -

AL MARGEN cato al arte como entetequia, sino una hu-


manización personal y general de la música.
¿Por qué criticar su mercantilismo? Fue un
DÍSOnailCÍaS (Continuación) marchante que pintaba sus propios cuadros,
un mecenas para sí mismo, pero siempre em-
III IV bebido por la música, por la dirección de su
orquesta (un ejército al que disciplinó hasta
Ernesto Halffter ha enmudecido la exasperación, pero que logró los mayores
para siempre, privando a nuestra mú- Adolfo Marsillach, allá por los 60,
afirmaba en TVE que la virtud es éxitos financieros y artísticos de su existen-
sica de su voz más clara. Una voz que cia). Hay que agradecerle, pues, que compra-
los años fueron apagando, sí; pero que siempre recompensada en España. ra su casa de discos y aún su cadena de
penosas circunstancias —las que siem- Cabe, pues, esperar que desde la Di- televisión (¿dónde se ve con mayor claridad
pre rodean a los compositores espa- rección General que ahora ocupa pre- a un buen regidor que en los conciertos que
mie la ejemplaridad de los músicos él grabó y no en ese batiburrillo de las re-
ñoles— contribuyeron a acallar. transmisiones de RTVE, en las que se enfo-
Es muy probable que el mayor ene- (no hablo de moral) y que, ya puesto,
ca al clarinete cuando suena la trompa?). La
migo de Ernesto Halffter haya sido él nos desembarace de tartufos (ahora sí) idea paranoide de hacer las cosas, o de las
mismo, como señala Antonio Galle- e interne a los sádicos responsables de cosas sólo están bien cuando uno las dirige
go en un reciente y atinado articulo; la algarabía al (ab)uso en nuestras sa- no es patrimonio de Karajan ni de los para-
las de conciertos en algún centro psi- noicos, aunque a los vasallos tal actitud les
pero es seguro que su relativo silen- parezca dictatorial e intransigente, ¿acaso es-
cio, hijo del pudor (¿recuerdan?) y de quiátrico (antes de que ellos consigan,
jAy!, ingresarnos a nosotros). Si las tos siervos prefieran la demagogia o las con-
una sobrehumana exigencia artística cesiones falsas, o un despotismo camuflado,
(consulten algún catálogo de antigüe- leyes comunitarias permiten la libre para que no se anulen sus personalidades en-
dades) fue doblemente clamoroso en circulación de trabajadores, digo yo, flaquecidas?
una época en la que nadie "parece re- y con esto acabo, que una interpreta-
cordar, con Paul Valery, que la perfec- ción no restrictiva de ese ordenamien- He consentido todos los vicios y perver-
ción es fruto del esfuerzo y que to consentirá que los orates que nos siones a los genios excepto uno: el de que fue-
ensordecen tomen de Charenton la ran un fraude, y no creo que ningún
«nunca el estado de una obra, si el musicólogo que se precie, derrumbará arqui-
autor no es imbécil, oculta que podría vía... y con un poco de suerte allí se
queden. tecturas tan sólidas como la Quinta de Beel-
ser reír abajada, cambiada, como si de hoven (61-62), su ftosenkavalier con la
una primera aproximación a —u ori- Schwarzkopff, su Patética de Tchaikovsky
gen de— una nueva búsqueda se (envidiada o por lo menos muy considera-
Miguel Ángel Coria da por el propio Mravinsky —otro grande
tratase». de la batuta que no pudo incluirse en las lis-
tas del «marketingn—), su Otello con la Fre-
tampoco éste estuviera exento de incidenles. En honor a la verdad, en ningún caso es- ni, su Don Giovanni satzburgués (con el cual
En el transcurso de la primera parte del en- tos lamentables y bochornosos hechos, pue- Salieri se apercibió del genio de Mozart (?).
sayo, ya se produjo alguna llamada de aten- den ser imputables a la organización del
ción del director hacia alguno de los músicos festival, ya que la Orquesta Nacional viene No he de negar que me siento huérfano
de la orquesta, a causa de conversaciones pues he seguido bastante la carrera de este
contratada como cualquier otra agrupación hombre inaudito (también he de reconocer
mantenidas entre ellos, aunque sin mayores orquestal y según noticias, no precisamente
consecuencias. Tras un breve respiro de cin- que no soy un karajaniano exclusivo y que
co minutos que se lomó el maestro en su ca- por un caché que pueda ser considerado un siempre he comparado sus versiones con las
merino, se reintegró la orquesta para iniciar regalo. establecidas como oficiales) desde que su
el ensayo de la Sinfonietta de Josep Soler, A la salida, un músico me comentaba que nombre era exclusivo de una élite de igno-
cuyo estreno absoluto habría de producirse si los mercenarios son siempre malos, en la rantes hasta que «DON» Herberi von Ka-
ayer mismo. Al poco tiempo, regresaba el música son nefastos. rajan circulaba en las bocas gregarias de los
maestro con evidente indignación, manifes- César Alonso pseudointelectuales ministeriales y creo que
tando que había intentado reiniciar el ensa- Idea!, de Granada ha dado muestras en su vida, tamo legos co-
yo tres veces, sin que los músicos, 22 de junio, 1989. mo exégetas lo entenderán, de su dedicación
enfrascados en conversaciones entre ellos, a la música, y algunos, muchos afortunada-
prestasen atención a susrequerímiemos. Ma- mente somos sus seguidores, hemos disfru-
nifestaciones que mis larde, me ratificarían tado del placer de oír sin palabras, de ver sin
compañeros de otros medios de comunica-
ción que, al parecer, habían presenciado ios
CARTAS dibujos, cómo suena o cómo se articula el
genio para hacer arte.
hechos.
Se produjeron entradas y salidas al came-
«DON» Herbert von Karajan Carlos López Martínez
rino por parle de algunos músicos e inclusi- Karajan ha logrado que todos los meló-
ve del propio delegado de la orquesta, hasta manos cogiéramos una baluia y sintiéramos
que al fina!, el maestro, pienso que por un la energía de la orquesta, ha hecho que dis-
sentido deresponsabilidad,más que por otra frutáramos en nuestro retiro de tantos auto-
cosa, volvió al ensayo de la Sinfonietta. Fi- res que al final, anuló en muchas ocasiones
nalizado el mismo y cuando ya Rozhdest- al compositor y quedó indeleble su peculiar
vensky se encontraba en el camerino, fui modo de llevar el pentagrama por el cami-
testigo de como, una buena parte de los mú- no que él quería.
sicos de la Nacional, salían haciendo a co- Hoy día en que tanto se crítica la unifor- e/Hutrfu. S7 -,Trl.: « 9 19 47
ro, ese sonido característico que se hace con midad de los directores, con versiones casi
los labios, cuando se quiere indicar a otra plagiadas las unas de las oirás, la igualdad Tudus ks días
pertona que guarde silencio, extremo que ha- Música C*l»ici en dÍrtelo
indistinguible de las orquestas (prácticamente
bla por sí mismo. sólo hay dos bandas definidas: Made ¡n USA De lunes a |ueves y a las 23,30. CICLOS
v.s. Made in Euro pe) y, a la vez se alardea Di: MI SICA CLASICA, dtdicados a un
Lamentablemente, actitudes como islas AIUUH1. a un estilo o a un período de la
son absolutamente incomprensibles por parte de fidelidad a la partitura, el genial von Ka-
rajan, como buen fabiano, propone su per- Historia de la Música
de los propios y extraños. A la pregunta que Viernes, sáhadn» y domingos, dos aciua-
un compañero le hizo a Rozhdestvensky so nal í sima visión de Beelhoven, de Strauss, emne a la- 20.30 y las 23.30
acerca de si existía un conflicto del director de Brahms, de Tchaíkovsky, de Mariler, de
Mozart.
con los músicos, el maestro se limitó a res-
ponder que lo que había era un conflicto en-
tre un profesional y una mala
administración.
El quiso que su torre de marfil fuera de
acero y oro, lo cual no me parece un desa- éééééééé
Scherzo 7
- opinión -

TRIBUNA ABIERTA

El escalofrío
onerse los pelos de punta, la carne de gallina, esa emoción que es un momento
P de pasmo donde se acorta el tiempo y se suspende la respiración. El goce que
produce la lectura o la contemplación de un cuadro es diferente. Nos conmue-
ve, pero difícilmente se produce esa sensación física inmediata, esa convulsión que
es corporal y que podemos experimentar en el directo . Por eso el intérprete, el so-
lista que goza de la virtud de la excelencia nos sumerge en una atmósfera peculiar
que liene algo de revelación, de epifanía; es un hecho que tal vez no vuelva a repetirse,
algo que nace allí y muere con uno mismo y que remueve las entraiias. El intérprete es
hacedor del milagro, forma un iodo indisoluble con el instrumento, se funde con
él, pasa a ser vibración y ritmo como si la energía misma, la potencia del acto crea-
dor, que implica al ser entero, se destilara en el movimiento de los dedos, en esa for-
ma ahora suave, repentinamente enérgica, luego tenue, sutil, una cosquilla sobre la
cuerda o enfebrecida en un manotazo desgarrado. Como en aquel concierio de Ros-
tropovith. Una dimensión distinta, aguda, un quebrarse de convenciones que, al res-
quebrarse colocan el alma en suspenso y provocan un estado similar al del trance.
Asistimos al nacimiento mismo de la música, al acto de la creación. La nada se hace
fuerza generadora y la voz ronca y quejosa del violoncello se mete en los recovecos
de lo indecible y nos sacude. No basta el término maestría para definir ese momento
casi mágico en que la música nos invade, pero como construcción humana, como
expresión de secretos que nos atañen. El virtuosismo es un desfio a la muerie, un
quebrarse de los velos que por un instante nos devuelve la sensación de omnipoten-
cia, algo de la eternidad armónica cuajada en un segundo. Somos dioses y asistimos
al parto. Por eso el acto de la ejecución tiene algo de sagrado y el intérprete, cuando
es viriuoso, se queda con el público, lo comprime y lo dilata, lo pasea, lo lleva y
lo revuelca. Y si el instrumento es la propia voz la ceremonia se hace impúdica. Por
eso Pavarotti, Plácido o la Callas pueden provocar ese pasmo alelado del aplauso
que no se interrumpe, como si el personal quedara colgado y se negara a levantar-
se del asiento, impávido, transportado, sumergido en una realidad distinta de la que
no puede salir así de repente: una hora de aplausos, setenta apariciones para salu-
dar, lo interminable, el «no te vayas, no te vayas», como si el dios al alejarse iras
las bambalinas abriera un hueco en el corazón, un vacío. El tenor, cí barítono, la
soprano son la síntesis depurada de ese surplus de civilización que condensa y trans-
figura lo más primigenio, la esencia misma del misterio, lo femenino exaltado y la
masculinidad que se ejercita en la garganta y nos seduce. Un rebullir colectivo a flor
de piel y en lo más hondo, un prenderse de esa infinita dulzura que de pronio es
fortaleza y brío o sonido del campo, trino, riachuelo que corre, temblor, quejido.
Todas las sensaciones concentradas y desplegadas desde esa voz, allí... para noso-
tros. El divo y el virtuoso transmiten lo que es la esencia misma del arte, eso inefable
que definimos torpemente con el término sublime y que afecta al alma eniera fun-
dida inexorablemente con el cuerpo. La carne de gallina.

Lourdes Ortiz

8 Scherzo
actualidad

Antón Dermota: En homenaje


l pasado mes de junio falleció se, pese a todo, tan atractivo, tan re- Más anecdóticamente pueden ci-

E en Vietia el yugoslavo Antón


Dermota, uno de los grandes
tenores mozartianos de este siglo. El
bosante de esprii.
No hay que limitar tampoco su
magisterio a los roles mozartianos.
tarse el hiperlirico Narraboth para la
Salomé de Clemens Krauss, o un en-
cantador secundario: el pastor que
pabellón de luto ondeó en la Opera Ha sido un excepcional David de grabara ya setentón para el Vistan de
de Viena durante todo un día en ho- Meistersinger, con Knappertsbusch, o Carlos Kleiber. Por todo ello, y por
nor al cantante que había ofrecido el más emocionante Lensky de Euge- otras muchas cosas que aquí sería im-
tantas jornadas de gloria a este teatro. nio Oneguin jamás escuchado, junto posible enumerar, gracias, Antón
El ienor había nacido en Kopa (Es- a Dieskau y Matacic. Además de to- Dermota; gracias, amigo de tantos
lovenia), en 1910. Estudió canto, pia- do esto, fue un soberbio liederista, co- años.
no y órgano en Ljubljana, y fue mo queda reflejado en su grabación
durante una corta época, casi niño. del ciclo de Schubert Viaje de In- Joaquín Martin Sagarmínaga
instructor de coros. Posterior mente, vierno.
se estableció en Viena, donde, tras
perfeccionar sus estudios con la pro-
fesora María Rado, debutó en la
Staatsoper, en abril de 1936, como
Alfredo en La Traviata.
Entre el 36 y el 82 (año de su últi-
mo Tamino) fue un gran paladín de
la causa mozartiana. Depositario pa-
ra Franco Strinchelli de un estilo bel-
cantista que tanto influyó en el
Mozart lírico: canto sulfiato, emisión
ligera y esfumada, fantasía y gusto.
Acompañado frecuentemente por los
más importantes directores de nues-
tro siglo (Toscanini, Furtwángler,
Walter...), Dermota, sin afectación, ha
sabido proponer inestimables versio-
nes de los mejores personajes mozar-
tianos: don Ottavio, Ferrando,
Belmonte y especialmente Tamino en
La Flauta Mágica.
Según el mismo crítico, aun en su
última.exhibición (24 de enero de
1982, Tamino en la Opera de Viena),
a la bonita edad de 72 años, Dermo-
ta ofreció una lección a todos sus ac-
tuales colegas.
No hay discusión sobre la soberbia
intuición mozartiana del tenor, tam-
poco sobre su arte. Su afinidad espi-
ritual con este repertorio ha motivado
que sólo Richard Tauber y Léopold
Simoneau hayan podido hablarle de
igual a igual. Donde sí puede haber
cierta polémica es en la materia pri-
ma del cantante, que algunos, como
el crítico F. Serpa, han querido ver ex-
tensa y de robusto volumen y que, pe-
se a la incorporación del Florestán de
Fidelio, de la mano de Bóhm, me te-
mo que no lo fuera tanto. Es más, po-
cas veces he conocido un tenor con
más problemas a la hora de cantar
—color en exceso nasal, apelmaza-
mientos, nula facilidad para resolver
las agilidades...—, cuyo resultado fue- Anión Permuta vomu Lenski en «tugene Onegtn»

Scherzo 9
-actualidad-

Verdi bajo el calor del verano


tar en algún otro lugar) bastaba para
Londres. Royal Opera House Covent Garden. Ver- maciones usuales. Sergei Leiferkus, el
di, ¡! Trova/ore. 19-V1-89. cambiar los escenarios y darles su lu- barítono soviético que se presentaba en
El ciclo de la Royal Opera de las cua- gar en la narración. Por todas partes la- el Covent Garden como Luna, de ma-
tro óperas de Verdi de tema español co- tía un fuego que, de vez en cuando, nera parecida, impresionó más en su re-
menzó con la más popular de ellas, II volvía a la vida, inexorable recuerdo de finada // balen que en los pasajes más
Trova/ore, y finalizará con la más be- las razones de Azucena para su deseo robustos. Rosalind Plowright, como
lla, Don Cario, en algún momento de de venganza y una profecía de su final. Leonora, estuvo prometedora en la ca-
la década de 1990, cuando reabra el tea- Hacia este fondo de amenazadores abis- vatina lacea la nolie. pero estuvo cla-
tro después de que sus cambios estén mos llevan las emociones primordiales, ramente nerviosa en la subsiguiente
completos. En medio estarán La Forza que es de lo que trata esta ópera, ajus- cabaletta. En la página explicativa de
del Deslino, en 1991 y Ernani (no ofre- tadas con gran credibilidad. El plan de apertura, Willard White estuvo frecuen-
cida en el Covent Garden durante 102 iluminación del propio Faggioni, hábil- lemente fuera de lempo en relación con
mente resuelto, ayudó grandemente, la orquesta. De hecho, teniendo en
años), en 1992. Todas tendrán dirección cuenta que ésta era la quinta represen-
escénica y diseños de Piero Faggioni, el aunque para nosotros las cosas fueron tación, las relaciones entre la escena y
director de escena invitado de la Royal un poco demasiado brillantes como pa- el foso fueron sorprendentemente ines-
Opera, cuya Fanciulla del West de 1977 ra creer que Leonora confundió a Lu-
se recuerda tan agradablemente.
// Trovatore estaba rodeado por un
aura de hechizo, sin que demos al tér-
mino un sentido cínico. La ocasión ha
contado con el patrocinio más cuantio-
so para un sólo título que haya recibi-
do la Royal Opera. En el centro del
reparto internacional estaba Plácido
Domingo, que cantaba Manrico por
primera vez en Inglaterra (pese a que
hace ya veinte años que hizo su presen-
tación en el país con un Réquiem de
Verdi dirigido por Giulini). La expec-
tación creada por los medios de comu-
nicación era considerable. El estreno del
7 de junio fue una gala a la que asistie-
ron los principes de Gales, la función
del día 19 fue transmitida en directo a
una audiencia de miles de personas a
la Oran Pantalla de la plaza de Covent
Garden. Para acabar de arreglarla Lon-
dres se sofocaba con el junio más abra-
sador que recordemos; aun asi,
Domingo fue detenido por una masa de
admiradores en demanda de autógrafos
a la puerta de ios artistas, a los que res-
pondió de buen humor. Su interpreta-
ción del 10 de junio era su aparición
operística n? 2100 desde su presentación
sobre la escena en Tel Aviv en 1962. Plácido Domingo como Manrico en el Covent Garden.
Faggioni ideó un único escenario pa- na y Manrico. Pero el equilibrio de las tables. Bernard Haítink es un experto
ra // Trovatore, basado en una cueva de relaciones humanas, apasionadas mo- verdiano, preparó a la orquesta para
una montaña, de origen volcánico, en- tivaciones privadas en el contexto más una respuesta vigorosa, tratando las li-
tre Catania y Taormina, cerca del Et- amplio de un conflicto armado, fueron neas líricas con generosidad, pero por
na, en Sicilia. Esto implicaba técnicas vividamente transmitidas. momentos el control parecía aflojarse.
especiales de fibra de vidrio, que son ca- La función a la que asistí fue la más El éxito completo de la noche fue la
ras e inusuales en Inglaterra, pero más caliente de la ola de calor, y hubiera po- checa Eva Randova como Azucena.
baratas y mejor conocidas en Italia, dido ser que el tiempo fuese la última Nunca desfalleció. Sus protestas al ser
donde se hicieron éstas, manteniéndo- adquisición del reparto. ¿Quién se lo capturada e interrogada resonaban fe-
se dentro del presupuesto, lo que, en sí echaría en cara? La interpretación tu- rocidad, desaliviada a sus torturadores,
mismo, es un triunfo en nuestros días. vo sus emociones, aunque fue más una repartiendo por igual orgullo y terror.
Las reservas iniciales acerca de que velada de puntos álgidos que de exce- Llevó las riendas de todas las escenas
un único decorado significaría que las lencias sostenidas. Domingo pareció, en en las que estaba presente. A menudo,
escenas se parecerían mucho unas a ocasiones, estar cantando en su interior, en // Trovatore es la gitana la que se ha-
otras pronto se disiparon. La fácil in- de modo que Ah si, ben mió, bellamen- ce con el espectáculo. Esta vez ocurrió
troducción de un sencillo rasgo distin- te torneada, permanece en la memoria de nuevo.
tivo nuevo en cada episodio (una tienda más claramente que Di quetia pira, aun-
de campaña aquí, un castillo allí, un al- que, por supuesto, ésta provocó las acla- Kenneth Loveland
10 Scherzo
actualidad

Janacek restaurado go. Mark Baker fue una pinlura de sal-


vaje inestabilidad como Steva, Menai
Davies una tranquila presencia sobre-
cogedora, como la abuela Buryja. Pe-
Festival de (,l>adtbíiurnt. 13-VI-B9. Janacek, vimiento fue expresivo, las situaciones ro, remontando todos estos estudios
Jenu/o. lo mismo se precipitaban a contrastes más pequeños, estaba la Kostelnicka de
En los años en los que Jenufa se hi- rápidos que su tensión era conducida Anja Silja. Era su primera aparición en
zo popular, lodos nos equivocamos res- hasta un punto de ruptura en una mar- Glyndebourne, tuvo al elegante públi-
pecto al personaje de Kostelnicka. Ella cha inexorable. Los episodios repenti- co como un eco entusiasta. Su primera
detiene la diversión de Jenufa y el be- namente congelados se correspondían entrada impuso inmediatamente auto-
bido Steva en el aclo 1, y prohibe el ma- con los bruscos silencios de la orques- ridad y, según avanzaba la ópera, que-
irimonio entre ambos hasta que Síeva ta. Las emociones se mostraron sin in- dó claro que su capacidad para
haya dejado el alcohol durante un año. hibiciones, los personajes definidos y gobernar una situación permanecía sin
Demasiado severa, siempre hemos sen- creíbles. Los decorados de Tobías Ho- menoscabo. La recordada ligresa de
tido su acción como la de una tirana, heisel fueron un ejemplo de simplicidad Elektra, la sexualidad llameante de Ma-
y la abuela Buryja nos secunda cuan- de la que emanaba una atmósfera crea- rie, eran sugeridas aquí y allá, pero lo
do dice que Kostelnicka es una mujer tiva. El terraplén verde de la primera es- que fue en verdad extraordinario fue la
cruel. Nuestras mentes quedan condi- cena remitía a lo pastoral, aunque el sensación de que aquí había un animal
cionadas para el resto de la ópera. Pe- giro de la rueda gigante de molino lle- teatral natural disciplinado hasta una
ro la verdad se encuentra a un nivel más gara a ser perturbad ora mente omino- dedicación total, a veces furiosamente
profundo y la descubrimos en un aria so (el descenso de una octava del explosiva, a veces profundamente con-
que figuraba en el estreno de Brno de xilófono de apoyo es casi el único pun- movedora, hacia el final noblemente
1904 y que fue rechazada por Janacek to que uno siente que debería tomarse dignificado de la resignación. Su en-
cuando Jenufa fue publicada en 1908 de la nueva edición). La sala de estar cuentro con el rostro de la muerte fue
y no se había vuelto a escuchar desde de Kostelnicka, con sus altas ventanas, totalmente demoledor. Silja es ese raro
entonces. Aquí Kostelnicka explica a los desprovista de lo esencial, y la escena fenómeno: la completa cantante-actriz.
aldeanos que Steva le recuerda la cruel- de boda, en la que se sentía una lucha Jenufa puede haberse considerado
dad de su último marido, cuyas borra- por mantenerse al corriente de las ne- fuera de lugar en el entorno ajardina-
cheras y pérdidas en el juego la cesidades sociales, tuvieron una severi- do de Glyndebourne de las laderas de
redujeron a la pobreza. No está dispues- dad que reforzaba la proyección. Sussex durante una tarde dorada de ve-
ta a dejar que su amada hija adoptiva Robería Alexander cantó una atrac- rano. Ciertamente, se dio un completo
sufra un destino similar. En Glynde- tiva Jenufa. Cuando la música se aven- contraste con la producción mágica-
bourne ha sido restablecida este aria y turaba en la pasión o la turbación, ella mente poética de Sir Peter Hall de A
de ella surge una impresión completa- tenía la medida de ese sentimiento y, al Miasummer Night 's Dream de Britten,
mente diferente de las motivaciones de final, estaba implícita la fe en el futu- de la velada anterior. Pero, de hecho, Je-
Kostelnicka. Un carácter fiero todavía, ro. Laca fue interpretado por Philip nufa ha dado a Glyndebourne uno de
pero con la fiereza de la soliciiud y la Langridge, moviéndose desde los celos sus más grandes triunfos de la última
compasión, gobernados sus impul- frustrantes a la devoción, lo que hizo década.
sos por una humanidad protectora. su actuación lan memorable como el
Esta ha sido la primera producción Anuí i[iii'ITWSCII el li'siivül de Sal/bur- K.l.
que ha usado la nueva edición, prepa-
rada por Sir Charles Mackerras y John
Tyrrell, de la versión original de Brno.
Sir Charles, director musical de la Welsh
National Opera, ha expurgado gradual-
mente la partitura de las revisiones de
Kovarovic de 1916, regresando a los pri-
meros pensamientos de Janacek, y és-
ta ha sido la culminación. Sus
principales virtudes son la obtención de
una exposición más clara de ciertas lí-
neas importantes, el refinamiento de los
colores orquestales, de algún modo aña-
dido a la primitiva crudeza de la parti-
tura. A esto le ha dado una penetrante
y significativa iluminación Andrew Da-
vis, el nuevo director musical de
Glyndebourne. La London Philharmo-
nic Orchestra iocó para él de manera in-
tensamente comprometida, de modo
que las tersas y repetitivas frases (la re-
creación musical de Janacek del dialec-
to lachiano) fueron abruptas \
propulsivas. Davis fue capaz de inves-
tir la ópera con un sentido de flujo con-
tinuo y una dramática urgencia.
La puesta en escena de Nikolaus
Lehnhoff capitalizó instintivamente esta
impresionante interpretación orquestal
y logró una evocativa pintura. El mo- \nja Silja y Ruin/la Alexantier c#i Jeiiuju.

Scherzo I I
actualidad

Escuchar Brahms enFlorencia «I Puritani» en


el Maggio Musicale
Florentino
Hurenda. Maggio Musicale Fiorentmo. / Purua-
nt (Bellimf. Chris Merrill, Arturo; Luciana Serra,
Elvira; Paolo Coni, Riccardo, üimiiri Kavrakos,
üiorgio; Gloria Scalchi. Enrichelta di Francia; Al-
do Boüion. Bruno; leonardo Woknuky, Gualiie-
ro. «Regia»: Sandro Sequi. Orquesta y Coro del
Maggio Musicale Fiorentino. Dirección; Bruno
Banolelii.

El Maggio Musicale Fiorentino qui-


so conmemorar en esta edición del Fes-
tival la edición d e / Puritani que montó
allá en el lejano 1933, fecha del prime-
ro de los 52 Festivales que hasta ahora
se han organizado con ese nombre. La
peculiaridad de esta edición era el uso
de los decorados de Giorgio De Chiri-
co, cuya indudable personalidad artís-
tica está, sin embargo, en las antipodas
de lo que es y representa / Puritani, lo
Ll A/'/iu ü .su cual se hizo patente durante toda la re-
presentación, lo que no quita el interés
Escuchar música es una magnifica no buscaba a la inspiración otras fuen- de la «exhumación del decorado, ves-
excusa para viajar, los dos conciertos tes, ni a la construcción otras leyes que tuario y atrezzo en cuestión.
con los que se ha cerrado el 52" Mag- las propiamente musicales. Un músico Desde el punto de vista estrictamen-
gio Musicale Florentino eran la ocasión cuya manera de hacer podría expresar- te vocal, el tenor Chris Merrítt —
perfecta para despedir la primavera y se como ese «dejar que en los juicios superada la enfermedad que le aquejó
darle la bienvenida al verano en Floren- se opere el desarrollo propio, tranqui- en las primeras funciones— no rindió
cia: las cuatro sinfonías de Brahms, lo, no perturbado que, como todo pro- al ciento por ciento; sus célebres y po-
agrupadas en dos programas (Tercera greso, tiene que derivar de lo intimo, sin derosos agudos se trocaron en notas
y Primera, Segunda y Cuarta), interpre- que pueda ser acelerado o instado por afalsetadas que, de todos modos, tuvie-
tadas por Cario Maria Giulini y la Or- nada. Dejar completarse cada impre- ron una calidad notable, salvo en las es-
questa del Maggio. sión y cada germen de sentimiento ab- cenas iniciales del tercer acto, en que
Paseando por Florencia se siente, solutamente en si, en lo oscuro, en lo tuvo un pequeño fallo que fue perdo-
hasta en el lugar más recóndito, la pre- indecible, en lo inconsciente, en lo ina- nado fácilmente por el público.
sencia de la gran cúpula de Santa Ma- sequible al propio entendimiento, y es- Luciana Serra se impuso como una
ría del Fiore, emblema que no sólo perar con profunda humildad y pacien- Elvira de voz flexible, ágil y capaz de
caracteriza el paisaje urbano, sino el de cia la hora del nacimiento de una nue- transmitirnos con seriedad el dolor y el
iodo el valle del Arno, y que represen- va claridad». (I). extravío de la protagonista, especial-
ta, además, los ideales de una cultura. Envueltos en una atmósfera de abso- mente en las escenas de la locura y en
Observados y dominados por ella nos luta participación emotiva, el maestro el tercer acto, en el que fue aclamada
sumergimos, inevitablemente, en el Giulini, con la colaboración de una or- insistentemente.
mundo del Quatrocento. questa que se había ido transforman- Excelente el bajo Dímitrí Kavrakos en
No parecía fácil olvidar, nada más do al establecerse una relación humana el papel de Giorgio, y bien el joven ba-
cruzar el umbral del Teatro Comunale de reciproca confianza, de comunión de rítono, Paolo Coni, como Riccardo,
y sentarse en la sala de conciertos, to- ideas y convicciones, se entregó por aunque no hallamos en él la madurez
do lo que se había dejado fuera. La pre- completo a descubrirnos ese mundo que que se afirma que tan pronto ha alcan-
sencia del maestro entre la orquesta y en ese momento le pertenecía. zado. Muy en su punto la Enrichetta de
el inicio de los primeros compases fue- La excusa del viaje se había conver- Gloria Scalchi, y totalmente inadmisi-
ron suficientes, ya en la primera prue- tido en el verdadero viaje a través de las ble, incluso en un papel tan breve, la rui-
ba, para dejarnos llevar sin oponer cuatro sinfonías de Brahms. Al salir del nosa presencia de Leonardo Wolkonski.
resistencia alguna, respirando con la mú- teatro, sumidos en el mas profundo sue- La orquesta funcionó muy bien bajo la
sica, a un mundo lleno de emociones ño romántico, fue una sorpresa encon- batuta del maestro Bruno Bartoletti, al-
de una variedad e intensidad ilimitadas, trarse de nuevo a la orilla del Arno. ma de este Festival desde hace años.
a la amplitud de su horizonte expresi- Bien el coro y pésima la dirección escé-
vo y a la experiencia de las gradaciones Lucrecia Enseñal. nica, que no pasaba de escolar.
más sutiles. Creado por un músico que II) fíainer Mana Rilke, Carlas a un joven poe-
creía en la moralidad del componer, que to, III. Roger Alier

12 Scherzo
actualidad

Triunfo en París del Liceo La Europa


París. Theatte de! Champs Élysées: Ijicrrzia Barcia, de Doniíelli. Con Joan Sutheiland (Lucrezia), Al-
de los coros
fredo Kraus (Gennarol, Martine Dupuy (Maffio Orsim), Miehele Periusí (don Alfonso); Alfonso Eche-
Por vez primera, hemos asistido al
verría (Gubena). Pieio di Palma (Ruslighello); Vicenc Esleve (Aitolfo): Alfredo Heilbron (Liveroliol;
Siefano Palaichi (Gamella); Manuel Garrido (Peirucci>: Anloni Comas (Vi(dlozzo), ele. Coro del Gran
Encuentro Internacional Polifónico
Teatro del Liceo. Directores: Romano Gandolíi y ViLiorio Sicuri. Orquesla del Gran Teatro del Liceo.
Dirección: Kichard Bonyngc. 17 de junio de 1989. «Citta di Fano», la estival localidad ita-
liana de las Marcas, inmediata a Pésa-
La embajada musical del Gran Tea- Bonynge como director, que dentro del ro, cuna del inmortal Rossini.
tro del Liceo virlualmente al completo campo operístico sabe dar cohesión al Nuestra impresión del encuentro de
(orquesta, una parte importante del co- conjunto y exlraer bellezas de la parti- Fano, ya en su edición decimosexta, es
ro y numerosos solistas), para poner en tura romántica de Donizetti; fue acla- muy favorable por el altísimo nivel de
pie en el prestigioso local de los Cam- mada Joan Suiherland, que revalidó e los coros seleccionados (en lo cual hay
pos Elíseos la Lucrezia Borgia de Do- incluso superó el nivel alcanzado en las que felicitar a su director artístico, Giu-
nizetti, ha concluido con un rotundo funciones liceístas, maravillando al pú- seppe Romano), pero también por el
éxito de público, con unos aplausos in- blico por su longevidad artística; fue perfecto desarrollo del mismo, que cul-
terminables que han exigido y vuelto a aclamado especialmente Alfredo Kraus minó en la aciuación de los coros par-
exigir la presencia de los solistas en el por su espléndido Gennaro, con el aria ticipantes con la Orquesta Filarmónica
escenario, y con calurosos aplausos di- T'amo qua! s'ama un angelo, del se- Marchigiana.
rigidos a las formaciones coral y or- gundo acto, convertida en punto muerto No hubo participación española en
questal de nuestro primer teatro lírico, durante seis o siete minutos de aplau- este prestigioso Encuentro de Fano (en
que vuelven a tener la dignidad exigi- sos continuos; aclamada también jus- otras ediciones acudieron coros vascos),
ble —y por lo que al coro respecta, mu- tificadamente Martine Dupuy por su y los países nórdicos arrasaron por su
cho más que eso— para presentarse en excelente Maffio Orsini, de vocalidad calidad interpretativa y la exigencia del
cualquier lugar. generosa y de cálidos ecos, y generosa- repertorio. El Adolf Frediks Bachkor,
mente aplaudido el bajo Miehele Per- de Estocolmo; los Cantores, de la Ca-
tusi por su correcta interpretación de tedral de Bergen, y el Kammerkoret
don Alfonso, un papel cuyo impacto Hymnia, de Copenhague pusieron el lis-
Público sin escrúpulos tón muy alto a los participantes.
vocal no se puede aprender adecuada-
Un público desprovisto de las reticen- mente a los 24 o 25 años de edad que El mundo coral europeo está en ple-
cias y de los escrúpulos de determina- cuenta este cantante, pero que resuelve na ebullición. Fano es un Festival, pe-
dos sectores del Liceo no encontró más con decencia. ro hay, en estos momentos, concursos
que virtudes en el espectáculo, a pesar Los cantantes que completaban el re- corales de gran envergadura en toda
de que las circunstancias habían hecho parto se distinguieron por su buena la- Europa. Recordemos los de Arezzo, De-
necesario dar la ópera sólo en versión bor, especialmente Alfonso Echeverría, breczen, Goritzia, Tours, Atenas, Mark-
de concierto. Un único opositor encar- como Gubetia. toberdorff, Cork, Tampere (cuyo
nizado a que la fiesta fuera completa La orquesta y el coro funcionaron a gollen, con una acusada vertiente folk-
(con algún «bu» despreciativo), fue pro- un nivel francamente bueno. lórica, y otros muchos.
bablemente defenestrado, pues ya no se En España el florecimiento coral es
le volvió a oír. Fue aclamado Richard Roger Alier evidente, y para demostrarlo basta ha-
cerse con una revista como Galicia Can-
tai (pregonera de la Federación Coral
Galega), o asistir a ciclos de música co-
ral cual la de Logroño (que ha celebra-
do su séptima edición). Manifestaciones
como Cantonigrós, Vitoria o el Concur-
so Internacional de Tolosa, son expo-
nentes de un renovado interés por el
mundo coral.
Fano, al igual que Tolosa, ha llega-
do a ser un foco de ese renacimiento,
capaz de hacer más por la Europa que
soñamos que cualquier otro fuego de
artificio. Este año, por ejemplo, hemos
podido escuchar en Fano el estreno
mundial del Cántico de Simeone, de
Zanchetti, primer premio en el Concur-
so de Composición Coral de Tolosa.
La gran tradición coral europea se de-
canta gracias a concursos y encuentros,
como Tolosa o Fano. En ellos, la exi-
gencia de valores musicales es siempre
lo primero. No olvidemos que una bue-
na parte de la mejor música de Occi-
dente, desde el Officium Defunctomm,
de Victoria, hasta Las bodas, de Stra-
vinsky, es música coral.
Aljredu Kruus y Martine Dupoy en uLuneim Andrés Ruiz Tarazona
Scherzo 13
-octuolldod-

La temporada
Shostakovich desconocido de la Monnaie
Estalinismo y postesialinismo ejercie- cuanto no parece que a lo largo de su La Monnaie sigue afirmándose co-
ron, entre otras cosas, una nefasta in- vida dejara de ser fiel al espíritu de la mo uno de los mejores teatros de la ópe-
fluencia sobre la vida soviética. El Revolución de octubre. Hubo de aguan- ra europeos. Un vistazo a la
estado nacido en octubre de 1917 y que tar toda clase de humillaciones de una programación del próximo aflo no ha-
despertó las esperanzas de millones de burocracia imbécil y terrorista, obsesio- ce más que confirmar esa impresión.
seres humanos en el planeta terminó nada por una pureza ideológica de la
hundiéndose en una dictadura totalita- cual ella era la única definidora. Shos-
ria y cruel, que esterilizó el espíritu re- takovich aparentemente calló y tragó.
novador de la revolución y condenó a Pero, de vez en cuando, se tomaba sus
un país inmenso a una larga noche que venganzas privadas.
ahora parece haber entrado en una fa- Como Raoiak, una curiosa cantata
se seria de rectificación. No es este el satírica para cuatro bajos, coro y pia-
lugar para hacer análisis históricos y no, respuesta al tristemente célebre De-
políticos de un acontecimiento como la creto de Zhdanov, de 1948, donde se
Revolución de Octubre y su estela. Li- hacia una cómica —si no fuera, en sus
mitémonos a reseñar el devastador efec- efectos, dramática— reglamentación
to que tuvo sobre la vida cultural. del arte soviético. (Que éste haya segui-
do vivo y a altísima altura creativa en
Una de las víctimas de aquella mez- algunos casos —cine, literatura,
cla de espíritu inquisitorial y estética música— es una muestra de la «insu-
pompier que se impuso en la URSS al mergibilidad» del espíritu humano). En
consolidarse el estalinismo lo fue Dimi- Raoiak, Shostakovich pone literalmente
tri Shostakovich, como otros muchos en solfa a Stalin y sus cortesanos. Mtis-
artistas-cineastas, escritores, etc.—. La lav Rostropovich ha grabado en disco la
tragedia del gran compositor soviético cantata para la firma Erato y pronto se
fue especialmente significativa, por encontrará en nuestras tiendas.

^e ¡un /)„,„

En total serán representadas diez ópe-


ras: Fatsíaff, de Verdi, con José Van
Dam y dirección escénica de Lluis Pas-
qual —que se sitúa, una vez más, co-
mo una de nuestras escasísimas figuras
culturales de rango internacional— y
música! de Sylvain Cambreling; viene
luego una rareza, Fierabrás, de Schu-
bert, bajo la dirección de Ingo Metzma-
cher, con Thomas Moser en el papel
protagonista: un Cosí fon luile, con Ali-
cia Nafé, dirigido también por Cambre-
ling; un Rapio en el serrallo, dirigido
por Hans Zender; un Lohengrin, con
dirección escénica de Anja Silja, tam-
bién a cargo de Cambreling, el cual ten-
drá también la responsabilidad de La
casa de los muertos de Janacek, con di-
rección escénica de Peter Mussbach, y
una Finta giardiniera; un Der Rosenka-
valier, con dirección de Emil Tchakarov,
el búlgaro que sigue haciendo una bri-
llante carrera europea; un Giulio Cesa-
re en in Egitlo, a cargo de Craíg Smith;
L'incoronazione di Poppea, de Monte-
verdi, en realización y orquestación de
Philippe Boesmans, con Catherine Mal-
fitano.
Junto a la temporada operística se
desarrolla también una importante ac-
tividad balletística y de conciertos.

14 Scherzo
-octuolidod

Música
en Cataluña
Organizados por la Direeeió General
de Promoció Cultural y el Servei de
Música de la Genera! i tal de Catalunya,
se están celebrando en los meses de ve-
rano y otoño unos Cursos de Música en
Catalunya. Los cursos comprenden es-
pecialidades como (lanía travesera y
música de cámara, pedagogía musical,
música electroacústica, flamenco, jazz,
interpretación musical, etc. Paralela-
mente se celebran cursos de enseñanza
integral de la música a través del pia-
no, de pedagogía musical según el mé-
todo Kodaly, del método de Ireneu
Bienvenida a Ros Marbá
Segarra, colonias musicales, una escuela El anuncio del nombramiento de An- con un saldo positivo. Por ejemplo, su
de ópera, etc. Entre los pedagogos e in- toni Ros Marbá tomo director del Tea- experiencia con la Orquesta Nacional.
térpretes que participarán en estos cur- tro Real, futuro teatro de la ópera de Pero en ella entraron en juego factores
sos se cuentan Gabriel Brnic el Trio de Madrid, es una excelente noticia. Sig- que no dependían de Ros, sino de los
Barcelona, Tete Montolíu, Josep M.' nifica, entre otras cosas, la plena recu- serios, graves problemas estructurales
Alpiste, Goncal Cornelias, Lluís Virgi- peración del director catalán para la que afectaban a la ONE y que siguen
]¡, Antoni Besses, Montserrat Calduch, vida musical española. Espléndido mú- sin resolverse. El retorno de Ros a su an-
Bruno Canino, Rodney Friend, Carmen sico, Ros ha demostrado sobradamen- tigua orquesta, la de la Radio Televi-
Bravo, etc. te en España y fuera de España sus sión, ha sido, en cambio, un éxito. Al
Una propuesta interesante y forma- capacidades como director lírico. Se frente de ella, como principal director
tiva de esas de las que no andamos so- puede esperar mucho de él, de su sen- invitado, Ros ha demostrado cumplida-
brados en un campo como la música, tido musical, de su exigencia, de la se- mente lo que es capaz de hacer.
tan apto para los grandes y huecos tin- riedad de sus propósitos artísticos. En la dirección del Teatro Real, Ros
glados de prestigio, la retórica banal y La carrera de Ros Marbá ha sido, Marbá puede hacer muchas cosas. Se
las buenas intenciones incumplidas. hasta ahora, un admirable ejemplo de inicia con él una etapa que no es exa-
coherencia, de distanciamiento de esa gerado calificar de histórica. Madrid
tendencia, tan generalizada y no sólo en tiene la oportunidad de convertirse en
el terreno de la música, al éxito fácil. un foro operístico de verdadera enver-
La suya ha sido una carrera discreta, sin gadura. Bajo la dirección de uno de los
grandes sobresaltos, de lenlo y progre- mejores músicos españoles de muchos
sivo afianzamiento. No todas sus expe- años, es posible pensar en el renovado
riencias en nuestro país se han cerrado Teatro Real con verdadera esperanza.

Barenboim sedespide
Daniel Barenboim, el famoso pianis- mente su repertorio y, al tiempo, se de-
ta y director de orquesta, se despide de- fiende de las criticas de que fue objeto
finitivamente de Francia, que ha sido su reciente gira con el conjunto sinfó-
su país de adopción durante quince nico por los EE.UU. Barenboim hace
años. Con ese motivo ha realizado unas luego el correspondiente elogio de la
declaraciones a la revista especializada Orquesta Sinfónica de Chicago.
Diapasón, en las cuales se despacha a En resumen, una entrevista que, si no
gusto. Beranboim, aparte de acusar de destila hiél, sí, al menos, cierta amar-
diletantismo al gobierno francés en su gura y frustración. Acosado por la crí-
tratamiento del hecho musical, pone en tica francesa por sus actuaciones como
cuestión seriamente la enseñanza mu- director de orquesta, Barenboim pare-
sical en Francia, habla de atraso y pro- ce haber aprovechado la ocasión de oro
vincianismo, y no deja títere con cabeza que le proporcionó el famoso asunto de
al tratar el tema de la crítica, a la que la Opera de la Bastilla —cuya titulari-
acusa poco menos que de incompeten- dad acaba de asumir el coreano Myung-
te. De paso, Barenboim niega pertene- Whun Chung—, para irse a Chicago, la
cer a lo que se ha dado en llamar «la futura titularidad de cuya orquesta, al
Internacional de los cachets elevados», retirarse Solli, se le atribuía desde hace
y afirma que su gestión al frente de la años en los medios musicales bien in-
Orquesta de París amplió considerable- formados.

Schcrzo 15
musique dabord
JNA COLECCIÓN DISTINTA, APASIONANTE, A UN PRECIO ESPECIAL

BACH MONTEVERDI TALLIS


Choráis de Noel Concierto espiritual Lamentaciones de Jeremías
Lkmel Rogg, órgano Concertó Vocale Deller Conson
H M A 190717 C D R. Jacobs, director. A. Deller, director
H M A 43717 M C H M A 1901032 CO H M A 190208 C D
H M A 431032 M C H M A 43208 M C
BEETHOVEN
Danzas alemanas. Minuetos J. OFFENBACH VIVALDI
Ensemle Billa Música de Vienne Suites para dos violoncelos Serenata a ne
H M A 1901017 C D E. Péclaid y R. Pidoui Clemencic Consort
HMA 431017 M C H M A 19Ó1043 C D R. Qemencic
H M A 431043 M C H M A 1901066.67 CO
BRAHMS
Sonólas para viola y piano op. 121 PURCELL VIVALDI
Bruno Pasquier, viola El Rey Aituro (entrados) Sonatas para Pisendel
J-C, Pennelier, piano Deller Consort The Bostón Museum Trio
HMA 1901092 C D The King's Muak H M A 1901088 C D
H M A 431092 M C HMA 190200 C D H M A 431088 M C
HMA 43200 M C
CHARPENTIER MÚSICA DE LA
"Les Aris Florissanis" RAMEAU GRECIA ANTIGUA
Les Alte Florissants Anacréon Atrium Musícae de Madrid
W. Christie. director Les AUs Rorissants Gregorio Paniagua
H M A 1901083 C D W. Christie, director HMA 1901015 CD
H M A 431083 M C H M A 1901090 C D HMA 431915 MC
H M A 431090 M C
COUPERIN MÚSICA MEDIEVAL
Segundo libro de clave™ SCHUBERT INGLESA
K. Gilten Sonata n.° 21 D. 960 The Hüliard Ensera ble
HMA 190354.56 3CD (con LISZT: transcripciones de lieder) HMA 1901106 CD
V. Sofronitzki. piano HMA 431106 MC
HAENDEL H M A 1905169 C D
MEDIEVAL Duetti e Cántate H M A 435169 M C LE MOVEN AGE
ENGL1SH MUSIC Cocerlo Vocale CATALÁN
THE HIIUARD ENSEMBLE R. Jacobs STOCKHAUSEN Ars Musicae de Barcelone
HMA 1901004 C D De los siete días E, Gispert, director.
HMA 431004 MC Ensetnble Musique Vivante H M A 190051 C D
D. Masón, director. H M A 43051 M C
HAENDEL H M A 190795 C D
Laúdate puerí
Nisi Donunus
Deller Consorl
M. Deller, director.
H M A 1901054 C D BtETHOVEN
H M A 431054 M C

MENDELSSOHN
Motetes y Salmos
La Chapelle Royale
Coilegium Vocale
P. Herreweghe, director.
H M A 1901142 C D
H M A 431142 M C

MONTEVERD1
AJtri Canti
Les Arts Florissants
W. Christie, director
H M A 1901068 C D
H M A 431068 M C
80 Títulos disponibles
actualidad

Alicante 89, una propuesta variada


El Centro para la difusión de la Músi- cianos que se presentan en un mismo con-
ca Contemporánea ha puesto en marcha cierto: R. Ramos, R. Mira, C. Cano, E.
en los últimos anos varios festivales de Sanz, J.A. Orts, J. Cervereo, son estrenos
música actual en distintos lugares del Es- absolutos. Otros estrenos son los que se
fado español con el ánimo de descentra- realizan en coproducción con el Centre
lizar la oferta de música de nuestro tiempo Européen pour la Recherche Musical-
y a la vez buscar nuevos públicos ávidos Metz: obras del francés M. Levinas, y del
del arte sonoro. De estos festivales es el ecuatoriano M. Maiguasca. Para cerrar es-
de Alicante el que se ha colocado a la ca- re capítulo también son estrenos la obra
beza tanto en la oferta: diversidad y can- ganadora del premio Ciudad de Alcoy,
tidad de obras y conciertos, como en la Chakra, de J.M. López, la de E.X. Ma-
demanda: un numeroso público interesa- cías, y la del holandés T. Bruynel.
do en la música de su época.
Este festival se ha movido desde su crea- Hay muchas e interesantes primeras audi-
ción en dos frentes: por un lado presen- ciones en España de compositores forá-
tar a la critica extranjera lo que se hace neos: obras de E. Denisov, uno de los mas
en España, y por otro mostrar aquí lo que importantes compositores rusos actuales,
B.Á. Zimmerman, desgraciadamente po-
ocurre por ahí fuera (lógicamente con las co tocado en nuestro país, A. Párt, los
limitaciones que la economía y el tiempo franceses G. Grisey, T. Murail, M. De-
imponen). La programación, partiendo de coust, C. Lefebvre, C. Miereanu, el ale-
los encargos que el CDMC hace expresa- mán W. Ludwig, los mexicanos M. de
mente para el festiva! a compositores es- Elias, y M. Enríquez, los polacos W. Ki-
pañoles de las más diversas generaciones lar y A. Bloch, y el holandés N. Vald.
y posturas estéticas, también ha ido con-
solidando diferentes áreas: conciertos sin- Otros compositores presentes con obras
fónicos, de cámara, y solistas; predominio, son: A. Webern, F. Guerrero, C. Prieto,
cada año, de compositores de un deter- K Stockausen, J. Pich Santasusana, L.
minado país; estreno de la obra ganado- Berio, M. Escribano y un etc. de compo-
ra del premio Ciudad de Alcoy; presenta- sitores entre los que destacan los eternos
ción de un concierto espectáculo insólito polacos Penderecki, Lutoslawski, y Gorec-
especialmente creado para el festival, y a ki, además de una composición colectiva
lo largo de éste un curso de composición. del Grupo de Pamplona y una obra del
Este año, el festival, del 17 al 24 de sep- mentor y profesor de este grupo, el com--
tiembre, con dos conciertos diarios y tres positor navarro A.G. Acilu. Como se pue-
el sábado, se presenta muy variado en de apreciar un panorama muy amplio
cuanto a propuestas estéticas, con una ma- sobre todo en posturas estéticas en mu-
yoría de compositores franceses y pola- chos casos antagónicas.
cos, aparte de los españoles. Seis tista J. Caryevschi, y el espectáculo de José
conciertos de orquesta, varios grupos de Iges con itinerarios plásticos de Concha En resumen un interesante y ameno fes-
cámara, un numeroso plantel de solistas Jerez. tival para el que esté interesado en el arte
y directores, dan la cobertura instrumen- Los encargos para este V." Festival son sonoro de nuestra época, que como bro-
tal al festival, destacando los dos concier- numerosos: obras de A. Sarda, M.A. Sam- che presenta el curso de Composición que
tos de los franceses Enscmble L'Ittinerai- perio, J.C. Martínez Fontana, A. Civilot- impartirá el heterodoxo maestro Francis-
re. Como propuestas distintas están el ti, J. Muía, F. Cano, A. Yagüe, J. Legido, co Guerrero.
concierto de Música electroacústica rea- J.M. García Laborda, F. Otero, asi como
N/adn en estudios holandeses, con el flau- un grupo de jóvenes compositores valen- Tomás Garrido

e t n o s
109 aniversario

MÚSICA CLASICA ESPAÑOLA


de los siglos IX al XX : etnos.M.E.C, A.C.S.E., otros

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Sclici/n 17
octualidod

Liceo: Reflexiones ante una nueva temporada


De trece títulos se compone el apar- 2. Las producciones: Este es uno de var con los recitales: vienen June An-
tado operístico de la próxima tempora- los temas más escabrosos de la actual derson, Aprile Millo y Chris Merritt, ya
da del Gran Teatro del Liceo, 1989-1990. política del Consorcio. Se da con dema- sea en recital con piano o bien con la
Un análisis pormenorizado del carlello- siada frecuencia que, o bien no se esce- orquesta del teatro. Retornando a las
ne nos obliga a comentar cuatro aspec- nifiquen las producciones prometidas, óperas, digamos que está prevista la ac-
tos de singular importancia: o bien sean inadecuadas. En el prime- tuación de la gran Leonie Rysanek pa-
1. La programación: Si !a última ro de los casos, ante el compromiso de ra Jenufa, y reaparecen Eva Manon
temporada 88-89 estuvo en este punto traer el Oneguin de Chicago, la Lecouv- para Eleklra y Edita Gruberova para
repleta de aciertos (a pesar de sus mu- reur de Milán o la Ariadne de Colonia, Ariadne auf Naxos. Veremos qué suce-
chos Wagner y pocos Verdi), la que se es obligado responder: ya veremos. El de con los cantantes muy maduros
anuncia no se rije por ningún criterio teatro, por su parte, producirá Manon (Ghiaurov para Oneguin y Boris), y los
claro y, por lo tanto, resulta tan arbi- Lescaul y Jenufa (en este último caso veteranísimos (la histórica Martha
traria y falta de lógica como la gran ma- a cargo del binomio Gas/Grande). Módl para Jenufa). Aragall retornará,
yoría de las temporadas liceísias de la ¿Servirá esta producción de Jenufa pa- tras cinco años de ausencia, para inter-
era del Consorcio. Se programa a la ra que el teatro mantenga en su reper- venir en Simón Boccanegra, y con gran
buena de Dios y como a batacazos. Pa- torio la ópera de Janacek o, como disgusto de todos, Kraus no vendrá: al
ra la temporada 89-90 no hay ni un so- mínimo, la reponga alguna vez en e! parecer se ha desechado la idea de que
lo Wagner (la excusa ya la supondrán futuro? cantara una de sus especialidades. Los
ustedes: en la temporada anterior se 3. Las voces: En mi opinión, esta- pescadores de perlas, de Bizet, porque
programaron tres), lo cual, a estas al- mos ante una temporada con grandes alguien, en el Consorcio, está conven-
turas, es absurdo. Pero los absurdos no parejas protagonistas: Freni-Domingo cido de que esta ópera «no vale nada».
terminan ahí: se había previsto un Don para Adriana Lecouvreur; Freni- ¡Pobrecillo!
Cario de lujo (Frení, Domingo, Bru- Dvorsky para Manon Lescaut; 4. Las batutas: Uwe Mund, titular
son...), se supone que, como acto de de- Lorengar-Giménez para Cosifan tulle; de la Orquesta del Liceo, dirigirá Elek-
sagravio a la mediocre versión de esta Lloris-Blake para / Purilani; Tomowa- lra y Simón Boccanegra. Retornan al
misma ópera en la temporada anterior. Sintow-Cappuccilli para Simón Bocca- Liceo José Collado (La Fiamma), Já-
Alguien, en las altas esferas del teatro, negra. Pero, o mucho me equivoco, o nos Kulka (Boris Godunov), Friedrich
afirmó que dos Don Cario seguidos las grandes alegrías nos las vamos a lle- Haider (Ariadne auf Naxos) y Roma-
eran demasiado: la ópera de Verdi fue
reemplazada por Adriana Lecouvreur
(!!!). Pero, como la temporada se que-
daba sin Verdi y las protestas empeza-
ban a arreciar, se efectuó otro cambio:
Tosca fue suprimida y sustituida por Si-
món Boccanegra, cuya última versión
en el Liceo es relativamente reciente
(1986). Tal como queda el cartellone de
la nueva temporada podemos afirmar
que el compositor más afortunado es
Strauss {Eleklra y Ariadne auf Naxos)-
los restantes compositores deben con-
formarse con un solo título- Destaca la
importancia concedida a la ópera esla-
va, con (res títulos (Oneguin, Boris y
la Jenufa de Janacek), y la inclusión
de dos óperas que entre nosotros son
una verdadera rareza: la propia Jenufa
y La Fiamma de Respighi. Se reponen
otras dos que deberían representarse
con mayor frecuencia: el Cosí mozar-
tiano (y se conmemorará de ese modo
el bicentenario de su estreno) e / Puri-
tani de Belliní. Hay, además de lo di-
cho, un Puccini (Manon Lescaul) y un
Offenbach (Cuentos de Hoffmann), asi
como un estreno mundial: Cristóbal
Colón de Lleonard Balada, con libre-
to de Antonio Gala. Por el momento,
los señores Haendel, Gluck, Mercadan-
te, Berlioz, Pfitzner, Montemezzi o Hin-
demíth continúan siendo total o
parcialmeme ignorados por los respon-
sables de elegir los títulos. \i-iimtinti, mi /trun <Jinji un puiu Jvnuju.

18 Scherzo
actualidad

Mirello Freni, un retorno espe-


rado. La soprano ilaiiana cantará
i res títulos.
Los frutos del tesón
Sibidrll: Teatro de La Farándula. Mari ha Colali-
llo. Tosca; Frandsco OrEiz. Cavaradossi; Franco
Bordoni, Scarpia. Dirección escénica y escenográ-
fica: Inrdi Volias. Director del coro: Josep Ferré.
Orquesta Sinfónica del Valles y Coro Amics de
rOpcra de SabadeU. Director: Maurizio Di Robbio.
Durante siete años la «Associació
d'Amics de l'Opera de Sabadell» ha lu-
chado por la implantación de la ópera
en su ciudad, y ahora, tras la colabora-
ción con Olesa —con la que llevó a ca-
bo un Aida que se comentó ya en
SCHERZO, y con el apoyo de la Gene-
ralitat, ha emprendido la tarea de lle-
var sus producciones a varios puntos de
Eipert, con Llektra, se Cataluña. Así, la presente Tosca se ha
presenta como directora escéni- visto en Gerona, en Reus, en Olesa de
ca en España. Montserrat, en Sabadell y ha finaliza-
do su periplo en el Teatre Principal de
Lérida.
Refiriéndonos a la segunda de las
funciones, en Sabadell, destacaremos la
presencia del más veterano de los pro-
tagonistas, el barítono Franco Bordo-
ni, que supo dar al maléfico personaje
de penetrante y un fraseo lleno de de-
talles intencionados. Martha Colalillo,
soprano argentina joven, con una voz
no especialmente bella, saiió, sin embar-
go, airosa del difícil rol, que mejorará,
sin duda, con el tiempo, tanto en el as-
pecto vocal como en el escénico. Para
dar vida al pintor Cavaradossi se con-
tó con el tenor Francisco Ortiz, pero
después de la primera función enfermó
y fue sustituido por Francisco Lázaro,
cantante de dilatada carrera en Alema-
nia y profesional de cuerpo entero, que
dentro de sus posibilidades supo expre-
sar los distintos estados de ánimo del
personaje, con una línea de canto segu-
no Gando I tí (Adriana Lecouvreur), tan sa Solemnis. de Beethoven. Gandolfi di- do ra, bastante expresiva y un registro agu-
discutido cuando trabaja desde el foso. rigirá la Misa de la Coronación, de suficiente. Entre los personajes
Entre los que dirigen por vez primera Mozart y el Te Deunt, de Charpentier. secundarios cabe destacar el Spoletla,
en nuestro teatro, debemos mencionar En cuanto al ballet, el principal pro- de Sánchez Gericó; los restantes, cum-
a Silvio Varviso (Manon Lescaul), Pe- blema, aún no resuelto, consiste en la plieron.
ter Maag (Cosifan tune) y Vaclav Neu- inexistencia de un cuerpo de baile y es- La dirección de orquesta de Mauri-
mann (Jenufa). Por el momento, nada table. Está prevista la visita del Ballet cio Di Robbío fue discreta, en una par-
se sabe ni de un Ros Marbá, ni de un de La Zarzuela, que dirige Maya Pli- titura en la que le falta una mayor
Edmon Colomer ni de un Gómez seiskaya y el Nacional de Cuba, que di- produndizacíón para repartir los mo-
Martínez. rige Alicia Alonso, este último con mentos de mayor tensión dramática, y
programas excesivamente eclécticos y aprovechar los momentos de mayor
fragmentarios (Acto II de Giselle y el ductilidad; la Orquestra Simfónica del
El lago de los Cisnes). Para las actua- Valles tuvo a sus órdenes una buena ac-
ciones de esta compañía está prevista tuación, evidenciando que puede alcan-
... Y, además, la colaboración de la Orquesta de la zar un nivel más alto si se la apoya. Los
conciertos y ballet Opera de Ostrava (se supone que la for- decorados, solamente discretos, y la di-
mación liceísta estará demasiado sobre- rección escénica prácticamente inexis-
cargada con sus conciertos y óperas). tente, dejó que los protagonistas dieran
Este detalle merece aplauso, porque su- su personal versión de la obra, mientras
Aumenta en la temporada 1989-90, el
número de conciertos de la Orquesta y pone una expulsión momentánea de ia que los personajes secundarios iban un
música enlatada en las sesiones coreo- poco perdidos.
Coro del Liceo, tres a cargo de Mund En resumen, una loable iniciativa que
y uno a cargo de Gandolfi. Destaque- gráficas.
debería continuar.
mos que Mund debe dirigir la Octava A.V.
de Bruckner —ahí es nada— y la Mis- Jordi Ribera Bergós

Scherzo 19
actualidad

Divertirse con
Samson et Dalila, digno colofón «Don Pasquale»
Bmrcttona. Gran Teaire del Liceu, 24 y 27 de junio y 4 d i julio de 1989. Agries Baltsa, Dalila; Plácido
Domingo. Samson; Alain Fondary. Gran Sacerdote; Ismael Pons. Abimélech; Alfonso Echeverría, Viejo BarcrkMK Teatro Griego, ttmporada esiival 1989.
Hebreo; Anioni Comas. Mensajero; Anconi Lluch y Vicenv fcsleve. Filisteos. Coro y Orquesta del Gran 10 de julio de 1989. Donizctti: Don Pasquale. Lu-
Teatro del Liceu. Director: Jacques Delacóle. ciana Sena. Juan Luque CarmiMia, Fernando Be-
laza. Enzo Dará. Roger Alitr. Dirección escénica:
Al igual Que su compatriota Bizet, la entrada del primer acto, expresando Joan l.lufs Boz/ü. Escenografía y vestuario: Monl-
Camille Sainl-Saéns ha pasado a la his- su fuerza y sus terribles dudas en el se- se Amenos y Isidre Primes. Dirección musical: Uwe
gundo, y su desespero en el tercero. Mund. Coro y Orquesta Sinfónica del Gran Tea-
toria de la ópera por una sola obra, que tro del Liceo.
no fue apreciada en el momento de su Cuando hablábamos de sorpresas
estreno, pero que, posteriormente, se ha agradables, nos referíamos a Alain Fon- La dirección de la campaña teatral
ido ganando un puesto en el repertorio dary, en el Gran Sacerdote de Dagon, del Teatro Griego ha decidido montar
tradicional. Opera que podríamos si- barítono, con una voz de gran poten- el Don Pasquale donizettiano, y apre-
tuar entre la «Grand'opéra» y el orato- cia y bello timbre, que supo imponerse surémonos a afirmar que los resultados
rio, donde la inspiración de su autor en este duro personaje, dándole el ade- han sido altamente positivos, en primer
reflejó el mundo sensual —y sexual— cuado espíritu prepotente y poderoso. lugar por la puesta en escena de Joan
de unos protagonistas bíblicos con un Completaban el reparto Ismael Pons, Lluís Bozzo (del grupo Dagoll-Dagom),
refinamiento típicamente francés, com- como Abimélech, con bella linea, pero quien ensayaba su primera regía propia-
pletado con un amplio conocimiento ton una voz poco proyectada, que ade- mente operística, y también por el elen-
del mundo musical que supo aprove- más se vio perjudicada por su situación co vocal, que ha respondido admirable-
char: su propia defensa de Wagner lle- escénica; Alfonso Echeverría, como un mente bien a las propuestas del direc-
vó a que se tildara a su ópera de correcto Viejo Hebreo y la interesante tor catalán.
wagneriana. En realidad, si la escucha- participación de Antoni Comas como El Don Pasquale de Bozzo sucede en
mos con detenimiento podemos llegar el mensajera junto a la profesionalidad la Italia (o en la España, según se mi-
a la conclusión de que el compositor de Antoni Lluch y Vicenc Esteve en los re) de los años 1950, en un altamente
aprovechó con inteligencia algunos de- dos filisteos. placentero huerto-jardín de ambienta-
talles de la revolución wagneriana, aun- La escenografía, procedente de la ción rural totalmente realista, en el cual,
que poniéndolos al servicio de su propio Opera de Niza, con decorados de Giint- por obra y gracia de los escenógrafos
estilo musical. her Schneider-Siemssen y dirección es- Amenós-Prunés nada falla: su colum-
Estas representaciones tenían alicien- cénica de Giancarlo del Monaco (hijo pio, su surtidor, su balsa, sus tomates,
tes largamente esperados, que en algu- del tenor Mario del Monaco, que tan- sus coles y sus pimientos. Don Pasquale
nos casos, además, nos sorprendieron tas veces encarnó a este personaje), en- es un payés maduro y solieron, y Nori-
agradablemente. Entre los primeros se marcaron perfectamente el bello na una veraneante que se administra
hallaba la Dalila de Agnes Baltsa, espectáculo; los decorados, bien plan- Nivea y lee revistas del corazón. El
quien, después de un primer acto co- teados, tenían en el segundo acto una juego escénico es de una agilidad ab-
rrecto, pero sin especial brillantez, nos gran belleza plástica y en los demás ju- soluta, pero un punto sobrecargado, de-
deleitó con un segundo que fue una pu- gaban con unas plataformas inclinadas fecto que no dudamos Bozzo corregirá
ra maravilla: la voz de la Baltsa es, en de gran efecto, completado por un uso en futuras producciones que esperamos
principio, ideal para Mozart y para el inteligente de las luces y del movimien- pueda llevar a cabo.
belcantismo, y para estos roles necesi- to de masas del regista; también debe El equipo \ocal ha estado presidido
taría un centro más expansivo que le señalarse la belleza del vestuario de por estos dos grandísimos animales lí-
permitiera superar los momentos de ma- Marie-Luise Walek. El ballet «Dennis ricos que son Luciana Serra (Norina) y
yor densidad orquesta!, pero su bellísi- Wayne's Dancers» planteó una coreo- Enzo Dará (Don Pasquale). Ella, con
mo color, especialmente en los registros grafía estática en la primera parte de la unos recursos canoros en perfecto es-
grave y agudo, y su gran sentido de la bacanal, y algo más dinámica en la se- tado, ha realizado un reirato literalmen-
interpretación, a la que siempre impri- gunda, pero, en mi opinión, no justifi- te magistral de su personaje, ya desde
me su particular versión, le permiten caba su contratación, lo que ponía en su aria de entrada Que!guardo il cava-
dar la fuerza, la intención, el matiz y evidencia que el Liceu tiene todavía here. El es el gran bajo bufo que todos
hasta la rabia y el sentido de cada fra- pendiente la asignatura del cuerpo de conocemos perfecto en la dicción y en
se, marcando con su fuerte personali- ballet estable. El coro, sin estar a la al- la afinación, caricato incansable y di-
dad todas las características del tura de otras funciones, tuvo momen- vertidísimo, pero sin pasarse de la ra-
personaje. tos brillantes, y otros en que, quizá por ya. Más modestas han sido las aporta-
A su lado, Plácido Domingo fue el el cansancio de la temporada, no con- ciones de Juan Luque Carmona (Ernes-
cantante entregado de siempre, dando siguió la ductilidad y la homogeneidad to) y Fernando Belaza (Malatesta), pe-
fuerza escénica al personaje de Samson, a que nos tienen acostumbrados. ro nadie les puede negar ni su entrega
con una voz que el primer día parecía La versión orquestal de Jacques De- ni un futuro profesional valioso. Nues-
algo cansada, pero que en el último le lacSte fue discreta, más atenta a la co- iro compañero Roger Alier ha decidi-
permilió dar un enfoque más heroico hesión que al matiz, dando un sonido do echar una cana al aire (que las tiene
al tipo humano que encarnaba. Con la correcto, pero falto del refinamiento y pocas), y dar vida a un Notario de cer-
evolución de su voz, que ha mejorado de la sensualidad que la música de tera comicidad que —a modo de pará-
su registro agudo, hay momentos en que Saint-Saéns reclama. Una función, frasis de sus tareas de critica musical—
no consigue la total expansión que este pues, que cierra dignamente esia tem- teclea una vieja Underwood con es-
tipo de repertorio precisa para superar porada, evidenciando que los grandes pecial devoción. Importante la labor del
la barrera orquestal, agravado por te- cantantes, unidos a una escena inteli- coro y correcta, pero conjuntada, la de
ner que cantar, en ocasiones, por exi- gente, realzan este espectáculo total que la orquesta, con ciertos excesos en los
gencias escénicas, desde una cierta es la ópera. metales que Uwe Mund debería haber
lejanía. Con todo, Domingo hizo un va- controlado en mayor medida.
liente Samson, fraseando con vitalidad Albert Vitardel! Jordi Ribera Bergós
20 Scherzo
Cuando se bjsoa la mejor Alia Fideli-
dad hay que entrar en el sonido Digi-
tal, y Philips le abre la puerta de este
nuevo mundo con su sistema total-
mente digital. Tres piezas únicas de
avanzada tecnología firmadas por el
creador de la tecnología CD
Reproductor Digital
de Compact DI se CDD-882.
El sonido digital inicia su futuro con
el CDD-882. £1 primer reproductor
totalmente digital con unas presta-
ciones y operatividad no igualadas y
que representa lo más alto de la ga-
ma de Reproductores de CD Philips
El mando a distancia, el Sistema FI5
para selección de temas, la progra-
mación aleatoria "Shuffle Way" y su
sistema de carga "Linear Skate" son
algunas de las avanzadas ventajas
que Phihps ha incluido en el
CDD-889 Pero lo más importante es
su exclusiva conexión digrtal para
amplificadores digitales, como el
DFA-888

Amplificador Digital
DFA-8S8.
El DFA 838 es e¡ primer Amplificador
Digital capaz de ofrecer la misma pu-
reza de sonido que un Reproductor
de Compact Disc gracias a la combi-
nación de tiItras digitales y cuádru-
ple frecuencia de muestro Además
permite conectar digital mente seña-
les de CD (44,1 kHz}, DAT (48 kHz) y
radio FM vía satélite (35 kHz).
La potencia nominal de 2x115 wa-
tios, la conexión CD Direct y el selec-
tor de grabación separado son ya
de por si motivos para reconocer la
Superioridad tecnológica
efe Philips

Sintonizador Digital FT 880.


Una pieza maestra entre los Sintoni-
zadores Digitales que empieza a ser
Superior ya en la entrada de señal'
Doble entrada de antena para reco-
nocer emisoras locales o distantes
La estabilidad de la señal se consi-
gue por un decodffiCador PLL y exis-
ten además filtros (SISC y para 19 y
38 kHz) que limpian la señal. La bús-
queda Oe emisoias automática o
manual termina de completar la im-
presionante calidad de la tecnología
Philips del FT 880

DIGITAL HI-TECH
Ahora eslá claro el futuro de la Alta
Fidelidad es Digital y el líder seguirá
siendo el mismo. Philips.

PHILIPS
actualidad

La esperanza al final del túnel


Conversación con Penderecki
~W\rTzysztof Penderecki pertenece a la historia de la música desde 1959 cuan- morphia para instrumentos de cuerda,
J t f do, apenas veinticinco años, diera a conocer su Trenodia por ias víctimas que acaba en Do Mayor. ¿Tiene esto al-
. M m de Hirosima. Hoy es un hombre de apariencia corríenle, cuyo gesto auste- gún valor simbólico o expresivo par-
ro no oculta sequedad alguna. Hablando con él se descubre una persona bonda- ticular?
dosa y pacifica, que ha desviado toda violencia o agresividad hacia los pentagra- K.P.—Polimorphia es una obra muy
mas. Su abanico de recursos musicales es inmenso, pero jamás malversa sus fondos;especial para mí y le tengo un gran ca-
simplemente le gusta jugar y divertirse con su técnica. Actualmente está menos riño, porque le dediqué muchas horas.
preocupado en escribir música desconcertante o fiera que en crear obras bellas, Sin embargo, es una pieza escrita con-
que nazcan de su propio disfrute al concebirlas. tra la dignidad de sus instrumentos. El
acorde en Do Mayor no es una broma
SCHERZO.—La escuela polaca es un mente definidas; del ruido se iba al so- ni una frivolidad. Es el origen de toda
rio interminable de nombres, desde el nido y del sonido se iba al ruido, y esto la obra, aunque sea lo último que
venerable Szymanowski hasta Goretz- se ve no sólo en De Natura Sonoris I oímos. La escribí del final al principio
k¡, Serocki, Baird, Lutoslawski o el su- y ¡I, sino también en Anaklasis o Di- y, si se escucha con atención, desde ese
yo propio. ¿Cree que en los momentos mensiones entre el Tiempo y el Silen- primer sonido de los contrabajos has-
difíciles que ha atravesado su pais el cio, en la que éste jugaba un papel ta esa microtonalidad desarrollada en
compositor puede ayudar a una mayor fundamental. Pero todo pertenece ya a la que se van superponiendo clusters
definición de las libertades públicas? una etapa histórica que para mi ha con- agitadamente se comprobará que no
¿Puede ser la presión política un buen cluido hace bastantes años. existe más que una puerta de salida que
fermento artístico? S.—Usted ha manifestado que se pue- conduzca a la catarsis y es precisamen-
KRZYSZTOF PENDERECKI.— de hacer una música excelente con ele- te este acorde.
Cuando yo era un compositor joven y mentos sacados estrictamente de lo S.—Furrer, un alumno de
militaba en esa escuela polaca si creía tradición. En este sentido una de las Haubenstok-Ramati, confiesa: «Nunca
que la música podía cambiar a las per- obras suyas que más me gusta es Poli- vuelvo a usar un sistema utilizado con
sonas, encerrar un cierto mensaje. Mi
punto de vista ya no es éste, pues hoy
no pienso que pueda cambiar nada.
Creo que los músicos no podemos cam-
biar la sociedad y, a lo más que se pue-
de aspirar, es a aportar alguna
esperanza, un poco de luz, pero el va-
lor de la obra es sólo testimonial. Un
ejemplo es el Lacrimosa, que muestra
una luz dentro del túnel que es el Ré-
quiem Polaco, y por eso —y aun sien-
do muy optimista—, ese pequeño
resquicio de esperanza es lo único que
la música puede aportar. Cada vez es-
toy más inieresado en un tipo de músi-
ca más abstracta e intelectual, porque
en el fondo estoy convencido de que es
la única que puede sobrevivir algún
tiempo. Todas las obras demasiado ads-
critas a una corriente son un tanto Be-
lle de jour, bellas por un día.
S.—A usted le ha interesado en algu-
nos momentos la frontera entre el so-
nido y el ruido —algo parecido a lo que
en España fueron tas investigaciones del
grupo ZAJ—; esto está específicamen-
te claro en sus dos De Natura Sonoris...
K.P.—Hubo un momento en mi ca-
rrera, al final de los años cincuenta, en
que si estuve muy interesado por esa de-
marcación fronteriza entre el sonido y
el ruido. Mis obras de entonces, cuan-
do estaba en contacto con el Estudio de
Música Electrónica de Varsovia, eran
una reacción contra toda la tradición
musical occidental. Había en ellas una
interrelación total sin fronteras clara- Kryszloj Penderecki.

22 Scherzo
actualidad

buscar un lenguaje que, desde una in-


negable perspectiva individual, fuera al-
go más universal, sobrepasando en
alguna medida a su propio autor.
S.—Si dejamos de lado esta lujuria
de los materiales, ese culto del material
en sí mismo que hizo decir a Adorno
que en la nueva música la paleta era
muchas veces el cuadro mismo, si reto-
mamos el factor expresivo como están
haciendo los neorroman ticos alemanes
— Wolfgang Rhim y Udo
Zimmermann—, ¿no estaremos a las
puertas de una música actual de rostro
más descifrable?
K.P.—Yo nunca escribo mis piezas
pensando en el público, aunque, lógi-
camente, me agrada que éste pueda te-
ner el mismo gusto que yo. Obras como
Polimorphia que las orquestas han
odiado por su dificultad de ejecución,
cuando se han tocado en concierto he
podido advertir que gustaban a una ma-
yoría. Quizá en alguna medida he con-
tado inconscientemente con el público
al escribirlas. Otro ejemplo lo tenemos
en la Pasión según San Lucas: fue con-
cebida en un momento en que se decía
que la gran forma Oratorio estaba pa-
sada de moda y gozó de repercusión in-
Pendereiki en la investidura como ¡Mular Hununs Causa por la Universidad Autónoma ternacional gracias al público. Hay que
de Madrid. concluir que mi etapa romántica empie-
za ya en la Pasión según San Lucas. En
anterioridad. El terreno que voy ganan- ción se dará cuenta de que también es el Concierto para violin es más eviden-
do lo vuelvo a cuestionar después de ca- una obra profundamente mía. Me di- te, claro, pero arrancaba ya de esta obra.
da obra». ¿Qué opina de esta presuma vierte mucho jugar con mi propia mú- Las reacciones neorrománticas que ci-
necesidad un tanto devoradora, casi ob- sica y con mi propia técnica, lo que, ta son muy saludables, y están precisa-
sesiva y tan común entre los músicos ac- desde luego, es una característica típi- mente en contra de la música que
tuales? ca de determinados períodos de evita- algunos de nosotros escribimos en los
K.P.—Creo que todas las personas in- ción cultural. Hoy estamos claramente años cincuenta y sesenta.
teresadas en mi música la reconocen al final de una época, de un período de S.—Concentrándonos en una parce-
con independencia al período al que gran riqueza que está tocando a su fin. la especifica como es la Ópera, ¿qué
pertenezcan. Hay un sustrato común en Tenemos ante nosotros cien riquísimos puede decirme de un género que mu-
todas mis obras. Mi vida musical es co- años y podemos tomar de ellos lo que chos daban por muerto hace no tantos
mo un tema con variaciones, pero sin queramos, nada me parece ilícito. años y ahora resulta que algunos com-
rupturas absolutas. En cada etapa de mi Cuando en el 61 acabé Polimorphia con positores como usted nos vuelven a
carrera me he sentido interesado por al- ese acorde en Do Mayor al que hacía- traer a primer plano?
gún período concreto de la historia de mos referencia, todos los compositores K.P.—Aquéllos que dicen que la ópe-
la música. Cuando escribí La Pasión se- de mentalidad germano-prusiana, todos ra está muerta suelen ser incapaces de
gún San Lucas en el año 65-66 estaba los popes de la música de vanguardia, componer una. El ejemplo más claro es
interesado en la música de Bach y en se rasgaron las vestiduras, ¿por qué no Pierre Boulez... Recuerdo aquella famo-
la del último Renacimiento, especial- mira usted lo que están haciendo aho- sa entrevista en ¡a que dijo que había
mente los polifonistas flamencos. Me- ra? Me divierte mucho ver que aquéllos que quemar todos los teatros de ópera.
diados los setenta y hasta principios de que han estado criticándome durante
los ochenta, fui victima de un flechazo años han adoptado ahora las mismas S.—¿Hacia dónde camina este
con e! Romanticismo. Todo esto iba in- soluciones que yo empleé, y posterior- género?
fluyendo en mi, y sería imposible con- mente deseché, hace mucho tiempo. K.P.—La dirección de la ópera hoy no
cebir una obra como el Réquiem Polaco Otras épocas tenían un lenguaje más la sé. Puedo hablan de mis obras y
sin haber tenido en cuenta todo el dra- standarizado, lo que creaba una cierta constatar que son muy distintas entre
ma y el sentido de la gran forma con- falta de perspectiva, ya que los compo- sí. He compuesto hasta ahora tres Ópe-
tenidos en la Misa de Réquiem de Verdi. sitores estaban demasiado inmersos en ras. La primera, ¿ O Í Diablos de Lou-
S—Y el Concierto para violin... un sistema compartido de composición dun, ni sé lo que era. La segunda. El
K.P.—Es muy romántico, sí, pero para tenerla. En los años cincuenta, se- Paraíso Perdido, quizá sea una ópera,
ningún compositor de aquella eslética senta y principios de los setenta los pero yo la encuentro más cercana al
podría haber compuesto una música se- compositores nos hallábamos en gue- Oratorio, e incluso a la Sacra Rappre-
mejante, porque realmente mi propia rra unos con otros; cada uno se preo- sentazione. La tercera, Lxi Máscara Ne-
técnica, el empleo abundante de clus- cupaba de su lenguaje y negaba todos gra, tampoco es del todo una ópera; hay
ters y otros recursos están presentes en los demás. Para que algo de esta época en ella ideas expresionistas, desde lue-
esta obra, y si usied la escucha con aten- decadente sobreviva, quizá deberíamos go, es otro camino. La cuarta es un en-

Scherzo 23
-actualidad

cargo de Munich para hacer una ópera


bufa a partir del Ubú-Rai, de Jarry. El
problema es que hoy es muy difícil es-
cribir una ópera bufa, ya que, hasta el
siglo XIX, el público entendía los chis-
Penderecki, punto culminante
tes y el imbroglio, lo que en estas obras
es fundamental. El chiste no existe si us-
AI f red Bren del, un día más
ted lo cuenta al público en un idioma
o es bueno esperar tanto de un poco naT f, del hermoso Agnus Dei a
que no comprende. Hoy hay que utili-
zar recursos orquestales, emparejar el
piccolo con el contrafagot; si lo hace su-
rta vez suena gracioso, pero la segunda
N recital, ni para algunos granadi-
nos ni para un servidor. Lo que
para mí iba a ser el gran día B rende I,
cappella, el momento más arcaizante de
la obra, en el que Penderecki nos rega-
la un precioso ejercicio de estilo.
el público ya no se rie. Hay que encon- para Brendei dio la impresión de ser un Antoni Wit, el elegante director po-
trar algún tipo de lenguaje universal que día mas. El culto pianista, que propo- laco, alumno del autor, dirigió con vi-
lleve a que las bromas se entiendan, y nía a sus oyentes una interesante disec- gor y claridad, realzando el papel del
éste es el principal problema que debo ción de la forma sonata a través de los esplendido coro de la Filarmónica Na-
resolver en esta pieza. Soy capaz de imi- pentagramas de Haydn, Beethoven, We- cional de Varsovia. El cuarteto solista,
tar cualquier estilo; la cita, el retorno ber, Mendelssohn y Brahms, tocó en también muy familiarizado con Pende-
a otro compositor puede servir para muchos momentos desconcentrado, sin recki, hizo un trabajo cohexionado y
unos pocos compases, pero no son nun- especial motivación. En el que fuera li- lleno de entrega, destacando la sopra-
ca el armazón ni el sostén de la obra. nealísimo Mendelssohn o las cerebrales no, que ejecutó algún difícil glissando,
y carentes de tensión Baladas de y el bajo, con más volumen que color.
S.—¿Su proveció de escribir una ópe- Brahms, pareció incluso que sentía la Un punto culminante del festival fue
ra sobre el Caso Dreiffus está irremisi- tentación de interrumpir el recital. En la emotiva dirección con la que
blemente abandonado? un momento de la primera parte Bren- Krzysztof Penderecki rindió su particu-
dei llegó a amonestar a un espectador, lar homenaje a Verdi, con una mezcla
K.P.—Sí, irremisiblemente. El libre- porque le molestaba con las gafas, lo
to quedó sin terminar porque su autor que fue preludio de sus quejas sobre la de unción, de seriedad y una idoneidad
era un joven brillante, pero amateur. afinación del instrumento o el acoso de de estilo sorprendentes. ¡Qué importa
Por otra parte, la complejidad política algún fotógrafo. Tampoco en la Sona- que no tenga una técnica rutilante cuan-
contenida en la trama no me parece el ta de Weber, que parecía un compendio do es capaz de redescubrir cada com-
mejor ingrediente para poner en pie una de parches y remiendos, dejó entrever pás, y llevarnos en su exploración a
ópera. del iodo la voz del maravilloso operista. muchos kilómetros de las aburridas
S.—Sé que en algún móntenlo le in- audiciones madrileñas de la Misa! Es-
Sin embargo, brillaron de forma in- tas nos habrían hecho casi cuestionar
teresó la música destinada al cine, ¿es termitente el equilibrio clásico, el áni- el valor de la obra, de no ser por los dis-
una parcela lemadora también artísti- mo de hacer sonido —pese a un uso cos de De Sabata y Giulini, que nos gri-
camente o el compositor cuito siente un abusivo del pedal que emborronaba, a taban desde el microsurco que no
cierto recelo hacia ella? veces, el juego polifónico—, y la belle- desesperásemos.
K.P.—Lo que mi inspira recelo es la za de las octavas agudas del instrumen-
to, talladas con el mismo cristal de Hubo algún problema de balance que
producción. Sus responsables no suelen se reflejó en una relativa pobreza de la
estar muy interesados en música avan- Fisher, su maestro. Quizá lo más inte-
resante fuera el Beethoven final, un in- orquesta frente a la imponente masa vo-
zada, música que no se limite a subra- cal. Con esta misma orquesta, sin em-
yar la acción, que tenga un valor en sí frecuente Andante favori ofrecido
como propina, tocado con elegancia y bargo, puso de relieve en la introducción
misma. Sin embargo, siempre que exis- que la armonía de Verdi también sabía
ta un tema que me interese, estaría dis- relajación, contrastando muy bien sus
diversas secciones. escapar al lugar común, y ofreció un Li-
puesto a hacer una excepción, y por eso bera me escalofriante en el que Pende-
me habría gustado poner música a la Un día después, en el bellísimo pa-
tio renacentista del Palacio de Carlos V, recki supo hurgar hasta sacar las más
película de Annaud El Nombre de la prodigiosas conexiones con una músi-
Rosa. asistimos al Réquiem Polaco, de Pen-
derecki, música contemporánea presun- ca —y no sólo la suya— escrita algu-
S.—¿EI carácter testimonial de mu- tamente al alcance de lodos los nas décadas después.
chas de sus obras, la fuerza de su len- públicos. Si, como decía Halffter, las En el cuarteto solista sólo hubo dos
guaje podrían verse debilitadas en el obras de Penderecki las oyen en Polo- voces, mezzo y bajo; las otras también
momento en que vuelvan a su país al- nia hasta las abuelas, aquí no debería- fueron convocadas, pero, en el fondo,
gunas libertades fundamentales? mos aspirar a menos. Sin embargo, aún no acudieron. La Millcheva, con la voz
K.P.—No, en lo esencial mi lenguaje hay muchas deserciones y asientos va- muy cansada, vive más que canta esta
no puede cambiar. He dirigido mi Ré- cíos, y aunque cada cual es libre de que música. Jugó la baza de la expresividad
quiem Polaco en Suramérica o en Ja- le agrade o no, esta música debería mos- y mostró la estampa doliente de una
pón, y ha tenido un gran éxito por la trarse un poco más de curiosidad. gran diva con las facultades mermadas
música en sí misma, ya que no creo que Según confiesa el propio autor, esta que siguió toda la partitura casi con lá-
a los latinoamericanos o a los japone- música tiene una afinidad no disimu- grimas de impotencia en los ojos por
ses les quite el sueño la actual proble- lada con la Misa de Réquiem, de Ver- no poder ofrecer más. El reverso de la
mática de Polonia. Pienso que es así, di, y algunos puntos sobresalientes de moneda se dio en Elenkov; tiene voz be-
igual dentro de unos años se deja de to- la obra así lo demuestran. Son éstos la lla y en buen estado, volumen más que
car y eslas consideraciones pierden to- teatralidad con que comienza el Dies suficiente y facilidad para cantar en to-
do su valor. ¡rae, el Recordare, que ambos autores dos los registros, pero en el lado expre-
encomiendan a las dos voces femeninas sivo prevalece una cierta linealidad.
—en Penderecki también interviene el
Joaquín M. de Sagarmt'naga coro—, o la insistencia machacona, un J.M.S.
T'udMVinn: Jn.ié l.uis Pérez de Arleugu

24 Scherzo
actualidad

Magia de Luciano Berio Las buenas


Por una ve?., los tópicos tienen razón, intenciones
y cuando se habla de umareo incompa-
rable» lo es el del palacio de Carlos V Granads. 2 de julio de 1989. Palacio de Carlos V.
en la Alhambra granadina. Uno llega Obras de Guerrero. Debussy y Hrahms. Orquesta
a olvidarse incluso de la monstruosidad Prnlarmunia. A moni Ros- Mar bá.
histórica y estética que supuso meter en
ese prodigioso conjunto arábigo- Hermoso concierto era sobre el pa-
andaluz ese hermoso edificio que nada pel el destinado a cerrar el festival gra-
tiene que ver con el resto del conjunto nadino, aunque su composición no
monumental. Pero peores cosas se hi- fuera especialmente original, a pesar de
cieron en otras panes y, además, ya es la presencia de una obra española de
irreversible. vanguardia, Antar-Atman, de Paco
En ese marro incomparable —esta Guerrero. Un programa muy propio de
vez sin comillas—, Víctor Pablo Pérez;, una convocatoria similar en todo caso.
el excelente director húrgales, dispuso Puede decirse que el resultado global de
de una orquesta de primer orden —la la sesión fue muy estimable, si bien dis-
Philharmonia londinense—, de una es- tó de lo que, en otras circunstancias y
Irella mundial del violin —Kyungh Wha- marco acústico, hubiera podido dar de
Chung—, y de un buen pianista — sí. Había una espléndida formación sin-
Joaquín Soriano—. Con todos esos ele- fónica, una batuta sensible y avezada
mentos montó un más que agradable y tres obras, cada una en su estilo, de
concierto. Hubo un magnífico Nostál- indudable valor musical. Pero, partien-
gico para piano y orquesta de Bernao- do de tales premisas, avistado el cami-
la, un Concierto para violin de Brahms, no interpretativo adecuado, el proceso
donde la violinista oriental si no reali- l,uciarro~~~Btna. de análisis, de serena contemplación, de
zó una interpretación de las que hacen ¿Importa mucho que Berio sea apenas profundización no pudo llevarse a ca-
historia sí demostró, al menos, sus for- un pasable director de orquesta? La bo. Lástima, porque los mimbres e in-
midables cualidades virtuosislicas y ex- Philharmonia tocó desajustada en tenciones eran a todas luces idóneos
presivas. En la Segunda Sinfonía de Brahms, excesiva en Falla. Mejor, sin para la consecución de un fin artístico
Sibelius, fue donde Vícior Pablo de- llegar a la excelsitud a que nos tiene superior.
mostró su excelencia más plenamente: acostumbrados, en Mahler. En cuanto
firmó una versión amplia, rica de ma- a las orquestaciones —o recreaciones—
tices, convenientemente crepuscular y de Berio en Mahler, las palabras ade-
tornasolada de la obra del gran compo- cuadas serian mágicas, prodigiosas. Be- En su rápida aproximación —escasos
sitor finlandés. rio es un artista consumado y un y apresurados ensayos—, Ros, en mé-
El jueves día 29, en el Auditorio Ma- formidable técnico, y ello queda perfec- todo que repugna no poco a su mane-
nuel de Falla, Hespérion XX con su di- tamente claro en su arreglo de los lie- ra de entender esas cosas de la música
rector Jordi Savall y la soprano der mahlerianos. El tratamiento de la —que son mucho más serias de lo que
Montserrat Figueras. No parece que el Sonata de Brahms, convertida en un deduce de los banales procedimientos
programa Música en el tiempo de los auténtico concierto para clarinete y or- que, al parecer, exige el planteamiento
Reyes Católicos, en torno a la Recon- questa, interesante y, en algunos mo- de estos veraniegos festivales, aquí y en
quisto, donde figuraban obras de Verar- mentos, apasionante. Contó con la cualquier parte, por supuesto, logró, no
di, Anchieta, Gabriel, Pisador, Narváez, colaboración de un espléndido solista. obstante, apoyándose en la fenomenal
F. Guerrero, J. del Enzina, Cabezón, L. Más discutibles, pero fascinantes, las y, hay que decirlo, invariable e indome-
Milán y compositores anónimos ejercie- orquestaciones de las Siete canciones... ñable a la hora de cambiar criterios,
ra gran atractivo para el público del Fes- Teresa Berganza, con una voz que ya no conceptos o ideas—, Philharmonia lon-
tival. De hecho, el Auditorio presentaba es exactamente lo que fue, dio la impre- dinense, dibujar, con más sentido poé-
una entrada muy floja. Casi se podría sión de un cierto desconcierto ante el tico y calidad colorista que precisión,
hablar de un puñado de entusiastas, de despliegue orquestal, pero prevaleció su un Mar debussyano muy bien medido
verdaderos melómanos. Savall, Figue- arte exquisito. Magnífico el barítono y alquitarado, de limpia y excelente
ras y Hespérion mostraron, una vez Scheibner, de la Opera de Dresdc. acústica de ese gran marco que es el Pa-
más, la calidad y el rigor de sus inter- Al día siguiente, actuación de la Or- lacio de Carlos V; y vio, y casi caló en
pretaciones Hubo una respuesta entu- questa de Cámara de la Philharmonia, ella, toda la lírica efusión de la 2." de
siasta del público, lo cual, si bien se dirigida por su concertino, Bradley Brahms, que el director catalán entien-
mira, tal vez compense algo el tener que Creswick. En el programa Bach, Con- de inteligentemente como obra más ca-
aduar en una sala con grandes claros. cierto de Brandenburgo .V." 3, Kodaly, merística que sinfónica. Cierto
Al día siguiente, día 30, uno de los Rondó Magiar, Mozart, Sinfonía N." 29 apresuramiento en el movimiento final,
lujos del Festival: nada menos que Lu- y la Serenata Nocturna K.239. En cier- en exceso crispado y no del todo equi-
ciano Berio al frente de la Philharmo- to modo, lo que menos importaba aquí librado en los planos, restaron belleza
nia, con un programa enteramente era la fidelidd estilistica —no la hubo a la versión. Crispación, aquí más ló-
suyo..., aunque fuera de colaboración. en Bach, tocado, además, a una veloci- gica, hubo en una buena ejecución de
Berio dirigía sus versiones orquestadas dad vertiginosa—. Tampoco el Mozar! la impulsiva y vigorosa partitura de
de la Sonata para clarinete de Brahms, fue inolvidable, aunque sí el brillante y Guerrero, hábil diseñador de un con-
de las Siete Canciones populares espa- colorista Kodalv. Y poco más, aunque trastado y dramático discurso sonoro.
ñolas de Manuel de Falla y una serie algunos, dirán que es suficiente.
de Lieder de juvemud de Mahler. J.A. A.R.

Scherzo 25
ÁNGEL BARJA
Del homenaje ofrecido en Madrid al compositor
por la Excma. Diputación Provincial de León.

Nacido en tierras gallegas el 5 de octubre


de 1938, pero leonés por decisión propia y
por adopción, Ángel Barja es uno de los
compositores españoles de más avanzada
singularidad debido a su formación en el
campo de las ciencias humanas, Filosofía,
Psicología y Teología.
Su preparación musical fue extensa a la vez que minu-
ciosa y exigente, habiendo realizado estudios musica-
les, primero en nuestro país y, después, en Italia, Aus-
tria y Suiza. A su regreso a España y a León, es nombra-
do profesor del Conservatorio, enseñando formas musi-
cales, armonía y conjunto coral, a la vez que se hace
cargo de la Capilla Clásica. Posteriormente, gana por
oposición la plaza de profesor de música de Enseñanza
Media.
Ángel Barja consiguió a lo largo de su vida y de su
quehacer musical incontables premios, entre ellos, el
Tomás Luis de Vitoria, Internacional de Polifonía, en
1972; Cristóbal Halffter, en 1982 y el de Composición
para Masas Corales de Tolosa, en dos ocasiones.
La herencia musical de Ángel Barja comprende más de
500 obras, entre las que destaca la faceta camerística,
con partituras tan importantes como el «Trío», dedicado
al Trío Mompou, y el cuarteto de Cuerda «Fluencias»,
ambas de una categoría unánimemente aceptada y re-
conocida.
Otro de los pilares fundamentales de la obra de Ángel
Barja es la música coral. Y, junto a ella, su música para
órgano que, en opinión de Adolfo G. Viejo, es una de las
aportaciones más importantes por su calidad y dimen-
sión a la gran literatura organística de nuestro tiempo
y, desde luego, «de referencia inevitable dentro del pa-
norama organístico en españa, habiendo comprendido
como pocos que el órgano es uno de los más interesan-
tes instrumentos para la sensibilidad y experiencias de
un compositor contemporáneo».
Presidente de la Diputación de León y viuda de Ángel Barja, durante el homenaje.

«Impressions for Bach», en opinión de Daniel Sanz, es


una obra que parece estar escrita con vistas a un órgano
del futuro, tales son las complicaciones de registración
que plantea. Concretamente, en el último movimiento
existe un efecto, en el que hay que ir introduciendo cu-
ñas de madera para formar una especie de «nube musi-
cal» sobre la que se interpreta un coral de Bach. Esto,
en un órgano normal, incluso con ayudante en los regis-
tros es casi imposible. Sólo con un órgano informatizado
puede resolverse con relativa facilidad el problema.
El 12 de Febrero de 1987 fallecía en León Ángel Barja,
quien en opinión de críticos tan expertos como Tomás
Marco, Enrique Franco, José Luis Ocejo, David van Asch
y Ricardo Hontañón, fue, ante todo, un músico hasta la
médula, autor de una música intelectual, pero no por
ello carente de momentos mágicos que llevan a la emo-
ción, siendo en sí misma una llamada directa, en ocasio-
nes espiritual, al público. Su obra es típicamente la de
un independiente y su música tiene la virtud de ser
suya y de nadie más.
Ángel Barja es, pues, el creador honesto por encima de
modas o esnobismos, de modo que el resultado de su
obra puede resumirse en una sola palabra: magisterio.
-actualidad-

Savonlinna'89 Pa bonito y serio lo de ayé


De entre los 60 certámenes musica-
les que anualmente se celebran en Fin-
landia, el Festival de Opera de
Savonlinna es, hoy en día, el más pres-
D ecía un lal Pablo Alcázar en un
artículo publicado sobre el Fes-
tival Internacional de Música y
Danza de Granada, el pasado 24 de ju-
nio, en la edición andaluza de un dia-
val con el ballet nos iba a deparar una
de las más entretenidas veladas de cuán-
tas hemos asistido en Granada, además
de confirmarnos nuevamente que la
gran mayoría de esa fiel clientela acude
tigioso, además de uno de los más ve- rio de difusión nacional, que mientras a sus sesiones sin saber bien lo que va
teranos. Fundado en 1912 por el para ver Falcan Cresi es «más descan- a oír o ver. Así, el domingo día 22, apa-
cantante oriundo Aino Ackté, se ha sado cerrar bien los ojos y mantener recía en el programa de los Ballets Troc-
mantenido desde entonces fiel a su es- kadero de Monte-Cario nada menos que
abiertos únicamente los oídos», para el acto II del Lago de los cisnes, de
cenario original: el singular castillo de asistir a una sesión del festival resulta Tchaikovsky. Lo que la gente no sabía,
Ovanlinna, símbolo emblemático de la «más interesante mantener el sentido del a pesar de venir explicado en el progra-
ciudad. Situado en una pequeña isla a oído adormecido y alerta la vista y el ma general del festival, es que los famo-
la que únicamente se puede acceder a olfato». sos Trocks —conocidos en el mundo
través de un puente flotante, mantiene Posiblemente, nunca nadie haya ex- entero entre las gentes más o menos afi-
el aspecto externo que tuviera en 1475, plicado mejor y de una forma más ati- cionadas a la danza—, están integrados
año de su construcción, aunque su in- nada y gráfica lo que en realidad es el por un grupo masculino de bailarines
terior haya sido modificado, convirtién- festival granadino, a la postre el de más estrella, vestidos con soberbios tutus y
dolo en un importante centro de importancia y solera —junto con el de que ataca con mucho talento e irreve-
Santander—, de cuantos se celebran en rencia a los grandes clásicos de la dan-
exposiciones y congresos que le da a la nuestro país y uno de los de más renom- za (sic, pág. 127 del programa del
ciudad de Savonlinna un atractivo más bre allende nuestras fronteras, por eso festival). La sorpresa del presuntamen-
al ya propio de ser la capital veraniega del incomparable marco donde se desa- te estafado auditorio —como muchos
de la región de los lagos. Allí, en su pa- rrollan sus diferentes espectáculos. Y es mantenían en el descanso—, fue tal, que
tio central, reconvertido en teatro y pro- que durante 38 ailos, el festival, con in- tan sólo unos cuantos pudimos disfru-
tegido por una cubierta de moderno dependencia de que haya ido a mejor o tar del divertido espectáculo ofrecido
diseño, se celebran las representaciones, a peor —pues, al parecer, hay opinio- por los Trocks, el resto —que no enten-
que este año se han cuidado con espe- nes para todos los gustos—, lo cierto es día nada— se marchó o se debatía en-
cial cariño. que su clientela sigue siendo la de toda tre la indignación y la sensación de
la vida, la que le pone la guinda al fes- haber sido victimas de una estafa, por
La razón ha sido el 350 aniversario tival. Siempre mantuve, y hoy lo sigo ha- no anunciarles previamente lo que iban
de la fundación de la ciudad de Savon- ciendo después de 14 asistencias a ver y el sentimiento de profanación del
linna, que se conmemora este año y por ininterrumpidas, que lo más interesan- recinto sagrado del Generalife, donde
cuyo motivo en otoño de 1984 se orga- te y divertido del certamen granadino «tan buen ballet se ha visto», como co-
nizó un concurso entre tres prestigiosos son los comentarios de esta pintoresca mentaba un circunspecto señor atavia-
compositores fineses, Kalevi Aho, Paa- fauna que, año tras año, se da cita en do con pajarita y traje negro.
vo Heinenen y Einojuhani Rautavara, los jardines del Generalife o en la Al-
a fin de premiar la ópera que en pro- hambra, con la disculpa de tener que so-
portar una sesión de ballet o un Pero, entre los millones de comenta-
ducción del Festival debía estrenarse en concierto. Y es que lo impértanle no es rios de todo tipo, hubo uno que no tu-
la presente temporada. La ganadora fue lo que se vaya a oír o ver, sino lo que vo desperdicio: «pa bonito y serio lo de
la composición de Paavo Heinenen El uno vea y oiga de los emperifollados ve- ayé». La señora se refería al Réquiem de
cuchillo, basada en un libreto de Veijo cinos del patio de butacas. Verdi de la noche anterior, que interpretó
Meri y cuyo estreno se celebró el pasa- la Orquesta Nacional de la Radio Pola-
do 3 de julio. Por ejemplo, en esta última edición ca y el Coro de la Filarmónica Nacio-
Además, el Festival de Opera de Sa- que acaban de clausurar, el pasado día nal de Varsovia, bajo la dirección del
vonlinna, ha programado este año tres 2, la Orquesta Philharmonia y Antoni compositor, también polaco, Krzysztof
óperas de repertorio en producciones Ros-Marbá, los comentarios de este va- Penderecki, cuyo Réquiem, dos días an-
riopinto personal, que siguen siendo dig- tes, esta misma gente dejó vacío en el
del propio Festival: La flauta mágica, Palacio de Carlos V. Y lo que es peor,
que dirigió musicalmente el español nos de un profundo estudio sociológico,
han estado entre lo mejor de mi colec- el recital de Alfred Brendel del dfa 22
Gómez Mariinez, Aída y El holandés tampoco lo llenaron...
errante, además de contar con la pre- ción de chascarrillos granadinos. Resulta
que la segunda y última cita del Festi- Antonio Moral
sencia de la Real Opera de Bstocolmo,
encargada de poner en escena Tosca, de
Puccini y Singoal/a, obra escrita por el
compositor sueco recientemente falle-
cido Gunnar de Frumerie. nez, fue la encargada del concierto trumental tuvieron como sede el Insti-
Como ya viene siendo tradicional, inaugural celebrado el 2 de julio. tuto de Música de la ciudad.
paralelamente a las representaciones El 16 de julio se celebró el ya tradi- Para completar la oferta se organizó
operísticas se celebraron recitales y con- cional, desde 1974, concurso de canto la exposición Escenas del mundo de la
ciertos, que en diversos escenarios de la para jóvenes fineses, premiado con la ópera, en la que se podían ver figuri-
región tuvieron como protagonistas, en- beca para ampliación de estudios do- nes, maquetas y fotografías de anterio-
tre otros, a Kathleen Casello, Edith nada por el cantante oriundo Timo res producciones del Festival, además de
Mathis, Tom Krause o Nicolai Gedda, Mustakallio. Y, a lo largo de todo el mes la exposición del artista finés, Heikki
además de agrupaciones como la Or- de julio y organizado por la Fundación Finne, que incluía pinturas y esculturas
para la Educación del Festival de Ope- basadas en obras musicales de Verdi,
questa de Cámara de Escocia, que di- Rossini y Wagner.
rigió el finés Esa-Pekka Saraste, o la ra de Savonlinna, una serie de clases
propia Orquesta del Festival, que, diri- magistrales que en las asignaturas de
gida por Miguel Ángel Gome? Martí- canto, música de cámara y conjunto ins- Alberto González

28 Scherzo
actualidad

Canarias: Por caminos sin trillar


on un presupuesto de 285 millo-

C
do la selección es excelente: Orquesta Neumann-Mahler
nes de pesetas se ha presentado Nacional de Francia, con Lorin Maa-
la sexta edición del Festival de zel; Filarmónica Checa, con Vaclav Neumann dirigirá la Tercera Sinfonía
Música de Canarias, que acaba de so- Neumann; Orquesta Nacional de la de Mahler, actuando como solista la
licitar su ingreso en la Asociación Euro- URSS, con Svetlanov; Filarmónica Es- contralto Jard van Nes y Svetlanov la
pea de Festivales. Bajo la dirección de lovaca, con Zdenek Kosler; Bach Colle- Sexta, del compositor bohemio. Con lo
Rafael Nebot, el festival canario se ha gium Stuttgart, con Helmut Rilííng; cual, casi se completa el ciclo sinfóni-
consolidado a lo largo de estos años co- Orpheus Chamber Orchestra; Orques- co de Mahler en el festival canario. Y
mo uno de los más atractivos de nues- ta de Cámara Eslovaca, con Bodhan decimos «casi», porque falta la Octa-
tro país. En esta su sexta edición Warchal, etc. Además, la Orquesta Fi- va Sinfonía, que no ha podido montarse
presenta una importante novedad, y es larmónica de Gran Canaria, dirigida hasta ahora por las obvias dificultades
que ofrece. La progra-
mación es interesante y,
en general, variada, sin
transitar por los trilla-
dos caminos de costum-
bre. Hay programas
especialmente interesan-
tes, como el de Jan
Krenz con la Filarmóni-
ca de Gran Canaria, que
interpreta la Séptima
Sinfonía de Sibelius y la
/[."ideAlbert Roussel.
Maazel en su segundo
concierto presentará Les
ofrandes oubliées, de
Messiaen, el Concierto
para violin, de Glazu-
nov (con lngolf Turban
de solista), Tres frag-
mentos de Romeo y Ju-
lieta, de Berlioz y ¡a
segunda suite de Bac-
chus et Ariane, de Rous-
sel. Kosler, con la Fi-
larmónica Eslovaca in-
terpretará una obra es-
casamente reconocida
de R. Strauss: Aus Ita-
lien, así como la Sinfo-
nietta, también de
Janacek, del cual Beloh-
lavek, con la Filarmóni-
ca Eslovaca, dará Ta-
ras Bulba. La Orpheus
Chamber Orchestra in-
terpretará obras de Co-
pland Quiet City, Appa-
lachiam Spring—, y Ko-
Lorin Maazel. daly —Rondó Húnga-
por Jan Krenz y Hubert Borgel, y la ro—. Rillíng, al frente del Bach Colle-
que por primera vez ha encargado una Sinfónica de Tenerife, con Víctor Pablo gium Sturrgart interpretará la Misa en
obra a un compositor español contem- Pérez. Como solistas cabe destacar a si menor, de J.S. Bach, y la Misa Ce-
poráneo. En esle caso, ha sido Tomás Kyung Wha Chung (Concierto N." I llensis, de Haydn, y el Davide Peniten-
Marco el escogido: la Filarmónica Che- para vioffn y orquesta, de Bruch), con te, de Mozart. Bach —los conciertos de
ca, bajo la dirección de Jiri Berilo]avek Maazel y la ONF, Sholomo Mintz Brandeburgo— estarán también presen-
estrenará su Quinta Sinfonía. {Concierto para violi'n y orquesta), de tes en el primer programa de la Orques-
La tónica del Festival sigue marcada Mendelsshon, con la OST y Víctor Pa- ta de Cámara Eslovaca.
por la presencia de grandes conjuntos blo Pérez-, Krystian Zimerman, que da-
sinfónicos y cameristicos. En ese senti- rá un recital fuera de abono, etc. J.A.

Scherzo 29
CICLO AUDITORIO
NACIONAL
DE C DE MÚSICA

Y POLI

C-cloA CONCIERTO 1 Martei. 3 de odgtxe de 196» CcbC CONCIÜBTO !? Juevev 1 6 * 1 novierntirrj do 1969 Ciclo B CONCltRTO 19 Uanei 12 De dcientan de 1949
ORQUESTA DE CÁMARA TEATRE LLIURE" CORAL CARMINA THE SaiOlARS (Grupo Co/ale Intnunent^)
FnlU Er retablo da Maaee Pedro DirtKtar- Josep Pons Valoro dalka Beaia Vargina
Conseno para dmv y cex» mflrumanlio* Rpkwhluc-rm TrinSalmoi. Op ?B
BrKbicE Gradúalo * « M ü i i Vir
hilin Lkn m « a i # i Op 74 C e l o * CODCB-JITO 20 Jueves. 14 dafliowrtKO tta 1599
FriKta AÍK brdan. Op. 13 WIENER STRF.ICHSOI.ISTEN(On|ueiu dr Cámiira)
C<bB CONCIERTO; Juavei, S<M oaut>eoe 19M ROUUIJ Sonjüd para ruvdaA an So" rriayoi. "um 1
K.ODALY STRLNG QUARTET Rondo an La mayor para violin r cuaidas.
Guarida en FU r w » . M í * . III, 76."De I »
Ciclo A CONaFUTO 13 Maflm. 21 Oa noviafrb.» do I 9 Í 9 • 436
Ouintu' ORQUESTA DK CÁMARA "VOIA DE MADRID" "Souvan'i da Florerice'
Cuarteto en Do menor. Op 51. num. 1
Cuarteto nüm. 4 Jnc M u u H i ñ r c CicloC COSCll-iíTO ?1 WariM. 19 (Ja d t r i r n b r o d í 1989
Sx*onia pata cuanta (a datarminar) SO.VLA MARCOVICI. violin
Conciafto para VAlo"Ch*to an Ha miyor Puní Kugf. puno
CctC CONCIERTOS M u í » , 17 de octubre de 1989 Safatala para ixquatti da euardi »n Mi C * » « da CMiuaiy. Faura, Frandi
CUARTETO ARCANA mayor. CB. 22
Tarril Cinoó | D í n u (Homenalpa i Morcón] Celo* CONCIfJITO 22 MartM. 1 6 d í " n e i o 0 o 1930
Mir^ilnifi Cuartelo Indarw
Wtbeio U l u l ó l o , Op. 56
Cicb C CONCIERTO 14 J K W . 23 da no>wrt>g * > 1969 ANDREA I,UCCHESINI. puno
Cuarteto en Do menor. Op IB. "u™ 4 NONETO a ECO Carnaval. Op 3
Hutn Nonaro Sonjla. C* 35
LUTCBIA*^! Lo* piBiodiot da danij para nonaro Stzubtfi Sonala. num 3
ProíoTic. Ouinlwo. OS 39
OrJrjA CONCIHtTOÍ Juevei. 19 de oflubre d i 1989 Odafo an Ivli bamol rvyor. Op 96
AGRUPACIÓN CORAL DE CÁMARA CtcloC CONCIbtITOQ Jueves. 1"fleonoio do 1990
DE PAMPLONA ORQUESTA DE CÁMARA BOIRJSLAV MARTINU
Ciclo a CONC1RHTO 15 M a n o . 29 da nov«rrtva iM 1989 HkchC Ph K S^fonia num 5 en Si me"o F
DirrJCrlor. J Ole L t l i S E >!• V I JLJI.IAN RRRAM, g n i u n , Gnnnuiu Concerio groKO riim 2. «n SoJ manar.
O b m de Etrainnik». Kortjly. A'ma. B^rlóh. BIUIX>HIHV Sulla en Mi menor
O R
Op 3
Barí! Pretud-o.FugayFinalenMi.BWVKia
Br^cB Sinfonía urnpW
GIUJIWJ La Hcnimiana. Op. 119
htatm Sentnaa ruim 2 para a » vnlinei y
Ror*i|o Tra* r^ejai etnaAoLu
•Día
da aclutn «• I9t9 Titemna. AN m Twififlhl
Saiclato paia cuerda
OKISTA I UDW1G. mci^. V J l i -Luda Cualio HtudlDl
On i bhtai I ^ K MdlD.I
CidoB CONCERTOV UaRee. 234» enetod» 1990
Cck) B COKnFJCTO 16 u * v n . 3 0 d a novwmlvadg 1989
UTO UGHI. viulil
Ctdo B CONCIERTOS Juavea. TCdeodubra da 1969
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Pnrto Trioan Sol |19««-1989J Director Miguel Graba Cdc A CONCIERTO 7S Juwea. ib d> anara da 1990
GorMn Trioan Fe eoalenrdo |1W4) llwnkl Concvnjo Groaao an La i m . OD €. num 4 TRIO DE MADRID
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Sol mayor. BWV 1MB Mourt Divorlirnorito en Re mayor.K 136 Cuarlelo n'jm. 7
Bjch Coricvrlo de Brandsburgo nürn A, en Brtln Cuartelo a dalarmtnar
Sol mayor, BWV 1049
CcaiC CONCIEJITOB Juavaa.2daoD»iatií>'ad» 19*9 Concierto para cuerdas
roNClHíTO 23 U a n « . £ d» l«6rero da 1
JOSEPCO(X)M.piu» Noche Iransligurada. Op 4
Otna de H . l D NIKITA MAGA1XIFF, pumo
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£>Jra
Sdatu A drtsrT*n»r
Ssranala oara Iflauía vioiiAy^pob O
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CicloC CONCTEHTX> 30 Mari*». 13 da l«üwc de 1990 JORGE ROÍ J-1T. paño
CONJUNTO DF. MÚSICA DH CÁMARA
DFLAO.N. t rosal SIOJ-> ;<«
M«jf! Quinwa pa;a dvirWB y cui'Wo de cuarta GLD1.KHMOGONZA1 f Z , puno
*n La rm^a K Sfli Sb 4 Imoramoluí 0 . 935 íOp. pos! 112)
SqOt'mno *n Ui b*nof mayor. Op 2Q Ciclo & CONCERTÓ 3? Jurv«t. 15 0« mjrja ds 1 Sánala an Si mayor. • V&. Op 1*1
NEW LON'DON CORSORT Obrj oe encargo (Hireno aÉKo'uTa]
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Ciclo A CONOEJ!TO<0 Matr». ?0 da marro 9B 1990 DF.IRj'NC.klA
WUÍ pi*no y orquesta dfl cue TRIO SCI tUBKRT DK MADRID D.racio. Mill
noclurnas Sclmbcn Trio para p^ano violin f ««pionchalo. niim Bocihcnni La caaa d
I en S. 0nmol.ee 9 9 ( 0 BMi
Beta Concierto para inolin, orquetU da
Tnopara piano. moJm y -lokyichftlo. riüm 2.
cuerdas 1 ba|O conlinuo »n m mayor.
•nMibamiil.ee I I » ID 9391
C-clo A CONCIERTO 32 M*r1«. ?0 ti» I r t w o do Í990 nüm 2. BW 1042
ORQUESTA DE CÁMARA ESPAÑOLA Crvmern
i Serenara para ojefdaa an Do rm>oi
Dlf«CtW 1-Ulí AgU.TC Ciclo* CONabBTTUl J u » . « . 2? da rnano do 1990 Cfj 4a
CONJUNTO BARROCO ZARABANDA
ILnufenhlh Tiltil I
Alvaro Maiias
BFWP Pífllud-O y fuga para cueiúa
Cmcmno an Fa mayoi paja Ilauu da pcg.
voc vidinaa y &40 continuo Celo C CONCir-ftTO *1? U J F I H . ?4 d t ^ d a 1990
Holit Sr. Pauf* « u i * Coiv-wtDvn Wi mano* parafhai^a dapco. CORO NACIONAL DE KSPAÑA
dot «idinei y t>j|D coniinjo L>r«cior A fheno U U n c j í o t
Teknrin ConCBtrlodafarnBia on Sol mnoor
Ctc-o C COPíClUlTO 33 J i * v « . 22 d * labrsro OH 1990 Coociam) an So* mar°< para tLaufa da pea. Soli^iat A daíivminar
ORQUESTA DE CÁMARA DE MANIÍEÍM KuJumniEnv Vi^*FJt. Op y?
y p
B*ch Tno en Do mafO« pjfa do* violinaa y ba|O
DirKTot. Klsus-Fcicr Hahn
ooniinuo BWV 1037
VmliL Concianoan La pnanor para ftaiña da fwo.
DivarlimanED an Sol maro*, num l . « 63 d » «lolin»» I C*» conlinuo. RV 109 C c b * CONnhJ»Tf»4fl J U * V M Mt)«ab"liS« "W0
WIKNKK S T K K J a m i l O
mayor nün 12. K 4 M Hwihuvm SwnaTJ * r Ra "Hf^í'. Qp 8
j e n Famayo-. K l M Kmck TnonOp 11S
Ciclo C CI>SaHRTO<2 Uarim. ?7 os m j ' f o do 1W0 DmflimBFrToaciUibsFTiQl nufof K ?£3
Cí*8 CONCERTÓ 54 H U M . ? 7 « labrara d> I M 0 ORQUESTA DR CÁMARA VILLA DE MADRID
DiFtKTtHi Mercedc; Padilla
H J T E MUSICAL
•tierno G>wi lámalo. Op 62 Celo» CONCIfRTOi» Juevei. I d a m a y o d e 1990
ft*Hinter|er Mona». Op 1W Rmni S«ilO"4B (»r* ci^wd* (¿td-rtarmoaf)
CRISTINA BRUNO, piano
Hanlf Coociarto fura lro»rpi yoíqu*»!* Brt UH
barnl iruirar Obras de ScfíiAerl. Rincón. Ser^mann
Tu'iu La vacon 0*ITOÍO'O
CicbA CONCIERTO 35 Juovos. 1 da mano 9a 1990
Dcto B CONOEJ1TOW liarte!, 8 de mayo d . 1990
Programa a determinar
ORQUESTA DF. CÁMARA FiPAÑOl A
CKIOA CONCERTÓ!) J i m e t . Z9 de marro da 1990 Víelor MinJn
GLJNKA STRING QUARTET W t ATS. — J -
CtbC rONOEJÍTOSe « i r l « E d a r r w j o d a 1990 CuarialD en S« bemol n»yor. nuíTl £ Op
Concierto pare Aie nafcnea (a
SMUJKA [SAKOVC, tUve '8.6 )
Obras de PiChafc». Bach. Scarlarli , Sotar Cuarlelo an Do menor, num a. C^j 110 Concierto para dc4 vndrktfft.
Cuariara Bn Re mayor oiqueila da cuarda y bajr>
cwttnuo.en Ra mmor.BWV 10*3
Conoerlone puta d
toMaaK l « V I H b
ruwn

Esta avarn» «n susceptible d» modificación. COKCffBT&iL


ORQUESTA DR CÁMARA DE EREVAN
Dmctof Tjven Virdanyar
Los conciertos comenzaran a las 19.30 horas, en la Sala de Cámara
Sokcta Sucn B«cn(MBf-aB. vdanxlhi
del Audrtono Nacional de Música, c/ Principe de Vergara. 136 Madrid S a u l i mim fi « i fl* rnavof.

o [tan t cl-istD y orqunta e


Da nwror
MINISTERIO DE CULTURA . 1t0

insolo tacaño' * g* Mu Éremeos 10* o Mus<co


actualidad -

Orquesta Sinfónica de Tenerife:


Una interesante experiencia
Que una orquesta provinciana espa- tasía sobre un tema de Alonso de Mu- de Honegger, una obra de Pérez Mase-
ñola ¡legue a alcanzar en escasos años darra, más adelante, en el VIH da y la Sinfonía en Re de César Franck,
un prestigio como el conseguido por la programa de la orquesta la obra Iris de en un programa; en el segundo, la Sin-
Sinfónica de Tenerife es un hecho casi Fernández Guerra, una composición de fonía n." 7 y el Te Deum de Bruckner.
revolucionario. A ello han contribuido Tomás Garrido. Música diurna, Ab ori-
Hay otros programas más convencio-
diversos factores —la personalidad de gine, de Guinjoan, Arroto, de Falcón-
nales, pero no por ello carentes de in-
su director, Víctor Pablo Pérez, la cali- Sanabria y los Cantos Canarios, de T.
terés: anotemos el dirigido por Ros
dad de los instrumentistas—, pero tam- Power y S. Sabina. Desde luego, no es
Marbá, con Cecile Ousset como solis-
bién otros, como una gestión dinámica muy habitual encontrarse con un con-
ta, que incluye el Convierto n." 2 para
y moderna, que poco o nada tiene que cierto como el siguiente: Grieg, suite de
piano y orquesta y la Sinfonía n." 2 de
ver con el ordenancismo, la fetichiza- Sigud Jorsalfar, Niño Rota, Divertimen-
Brahms. O el dirigido por V.p. Pérez
ción del escalafón y otras lindezas que lo concertante para contrabajo y or-
con el Concierto para violonchelo y or-
lastran a la inmensa mayoría de las or- questa, y Shostakovich, Sinfonía n." I;
questa de Schumann (solista: Mischa
questas españolas —cuyos resultados dirige Víctor Pablo Pérez. O este otro,
Maisky), y la Sinfonía n." 5 de Brucker.
artísticos, por otra parte, están a la vis- también a cargo de V.P. Pérez, con el
Con los solistas Susan Chilcott y José
ta. El caso de la OST es atípico y mere- Poéme de Chausson, y Le boeufsur le
Antonio Carril, más el Orfeón Donos-
ce una consideración detenida. Si las toit de Darius Milhaud (en ambos el so-
tiarra, V.P. Pérez dirigirá el Réquiem de
cosas siguen asi —y nada hay para pen- lista es Agustín León Ara). Y en un pro-
Fauré, y la 2° de Sibelius. En el Festi-
sar lo contrario— la OST, que ya se grama o programa a cargo de José Luis
val Internacional de Música de Cana-
cuenta entre las tres o cuatro mejores Temes nos encontramos con la citada
rias el mismo director tendrá a su cargo
del país—, puede llegar aún a más. Por- obra de Fernández-Guerra, con el Con-
dos programas. Uno con obras de
que la OST es algo más que un conjun. cierto para violin y orquesta, de Bohus-
Brahms, Mendelssohn, J.L. Turina y
to sinfónico. Sus actividades paralelas lav Martinu, y con dos composiciones
Stravinsky —solista, Shlomo Mintz—,
—los ciclos de cámara, la vinculación de Ivés: La pregunta sin respuesta y Tres
y otro, con la mezzo-soprano Christi-
de sus músicos más destacados a la en- lugares de Nueva Inglaterra.
ne Cairns y el Coro de la Filarmónica
señanza musical—, indican un trabajo Edmond Colomer es el responsable Checa, en el que se escucharán la /."
serio y con preocupación de futuro. de uno de ¡os programas más atracti- Sinfonía de Shostakovich y el Alexan-
Un vistazo a la programación de la vos: las Danzas del Quijote de Gerhard, der Nevsky, de Prokofieff. Eric Ericson
orquesta para la temporada 89-90 refle- Concierto para chelo y orquesta de dirigirá Las estaciones de Haydn, Do-
ja una preocupación por la música es- Shostakovich-solista: Lluís Claret, y la ron Salomón, el Concierto para trom-
pañola contemporánea y por ciertos Sinfonía de Matías el Pintor de Hinde- pa y orquestan n,° 2 de R. Strauss y la
compositores y obras poco frecuenta- mith. A la Semana Internacional de •í.'deTchaikowsky; Armando Alfonso,
das. Asi, en el primer programa de la Música Religiosa de Cuenca, la OST lle- el Concierto n." 20áe Mozart, con Ro-
temporada 1989-90 nos encontramos vará dos programas, dirigidos por Vic- sa Torres Pardo de Solista, y la Sinfo-
con un estreno de José Luis Turina, Fan- tor Pablo Pérez: la Cantata de Navidad nía n." 5 «Reforma» de Mendelssohn.
Víctor Pablo Pérez dirigirá los dos últi-
mos conciertos: el Réquiem de Verdi,
con Sharon Sweet, Jard van Nes, Peter
Dvorsky y Martti Talvela como solistas,
y el que culmina la temporada, donde
contará con la colaboración nada me-
nos que de Krystian Zimerman en el
Concierto n." 2 para piano y orquesta
de Bela Bartok. Ese día se escuchará
también la obertura Peterloo de M. Ar-
nold, Finlandia de Sibelius y la Guía de
orquesta para jóvenes de Britten.
Finalmente, indicar que la OST tie-
ne también a la vista una actividad fo-
nográfica que incluye grabaciones de la
Sin,fonielta. los Psalmi y Elegía de E.
Halffter; el Concierto para violin y or-
questa de J.L. Turina, la Sinfonía n.° 3
de Marco y las Alegrías de Gerhard. En
otro disco se encontrarán Guarapo de
Falcón Sanabria, Arrorró del mismo
compositor y Canios Canarios de Po-
wer y Sabina. En un cuarto disco nos
encontramos con Noches en los jardi-
nes de España de Falla —con Guiller-
mo González al piano— y la Rapsodia
La Orquesta Sinfónica de Tenerife con Víctor Pablo Pérez. Portuguesa de E. Halffler.

32 Scherzo
harmonía mund
CANTOS
DE LA IGLESIA
MILÁN ESA
Enrabie Oganitm
M. Péiés. director.
HMC 901295 CD
HMC 401295 MC

BEETHOVEN
Triple CoBcerto
Tr» op. 1 H." J
Trio de Barakxu
A. G. Aneadle, JUDO
G Chret, vioífa
U. CUiet, vjolooocb
RngHdi Chambcr Orcbesin
Edñwo Colomer, directa
HMC 905205 CD
HMC 405205 MC

J. SCHOBERT
Sooaüs, trios. CuirttW
L Sora. puDafbde
M.A. CHARPENTIER Q . Banclum, violín I
Te Drm H.I46 V. Méjan, notin ü
Misa "Assrapü c& Mará1' R l l Ri. Bosbacfa. viakocilo
Uiames de la Verte H S3 HMC 901294 CD
La Aitt FlatiBiiitt HMC 401294 MC
W. Qnsbe, Sutúm.
HMC 901298 CD
HMC 401298 MC

HERRÉ DE LA RUÉ
Misa "LTKXHIW armé"
Moa Pm Detonan IRepeu)
Eascmbie Oémem Janquin
HMC 901296 CD
HMC 401296 MC
actualidad

explosión de gozo popular realmente


inenarrable en una de las respuestas más

De la estirpe de Wálse espontáneas y cálidas presenciadas por


mí en Madrid en treinta años de melo-
manía. Desde luego, no recuerdo aquí
tal entusiasmo en conciertos o funcio-
uando Sieglinde cayó en los bra- una Isolda predestinada y, sin embar-
C zos de Siegmund en el momen-
to de sonar el tajante acorde del
tutti conclusivo del primer acto de La
go, nonata. El gesto dramático se ma-
nifestaba tan intenso como preciso, más
sobrio y concentrado que en el teatro,
nes wagnerianos, quizá porque el públi-
co madrileño no había tenido hasta
ahora la oportunidad de conocer el es-
tilo escénico wielandiano, que repetida-
Walkyria. la enorme carga emocional arriesgado a la aventura de su soledad mente he explicado como el único a la
acumulada en el Monumental se des- sin la defensa de la caracterización y el altura de la música de Wagner. Leonie
bordó en un torrente de aclamaciones decorado. El temperamento, vital y ge- Rysanek fue la soprano más joven del
casi inaudito en estos pagos. Sólo la re- neroso, arrastraba a todos los ejecutan- «Nuevo Bayreuth» antes de la aparición
tirada de la orquesta tras veinte minu- tes a hacer posible el milagro, y asi, de Anja Silja. Ambas son actrices wie-
tos de atronadoras ovaciones puso Árpád Joó —que dirigió sin partitura. landianat genuinas, marcadas a fuego
punto final al tumulto, no sin forzar con el sello de este otro Wagner ge-
aún la salida en solitario de Sieglinde, nial. Madrid ha vibrado con la
principal responsable de que, por una más veterana cuando del «Nuevo
vez, se hubieran evidenciado las pala- Bayreufh» subsiste sólo la carica-
bras de Wagner a Mathilde Wesendonci; tura y entre nosotros «las malas re-
a propósito de Tristón e Isolda, pero presentaciones hacen del conjunto
perfectamente aplicables a esta velada: una parodia». Consolémosnos por
«¡Niña, este Tristón será algo terrible! aquello del más vale tarde que
¡¡¡Este último acto!!!.Temo que la ópe- nunca.
ra llegue a ser prohibida, caso de que Es triste tener que recoger aquí
una mala representación no haga del —pero he de hacerlo por pudor
conjunto una parodia...: ¡sólo las repre- informativo— que la crítica mu-
sentaciones mediocres pueden salvar- sical madrileña diaria se ha mos-
me! Las perfectamente buenas tendrían trado cautelosa, insuficiente e
que volver loca a la gente...: no puedo incluso indiferente ante el milagro.
imaginarlo de otra manera». Por ejemplo, me pregunto qué ha-
Sieglinde se llama en la vida real Leo- t brá sacado en limpio el lector de
nie Rysanek. Entre el público dei Mo- i esta gacetilla: «Con un brillante
numental, algunos sabían previamente f primer acto de La Walkyria de
que la soprano austríaca es una de las * Wagner, cerraba Arpad Joó (sic) la
auténticas grandes cantantes-actrices / 1 temporada de abono de la Orques-
mundiales desde hace —¡se dice pron- í / ta de RTVE, pero también con un
to!— cuarenta años: Lady Macbeth, , /1 importante estreno español...».
Tosca, Desdémona, Turando!, Salomé, I ti ¿ P o r 1 u é siguen pasando esias co-
Senta, Elisabeth, Elsa. Una minoría Leunie Rybunek. sas? ¿Por qué se llenan columnas
muy reducida sabía también que es la con toda clase de alabanzas de lo
Sieglinde discográfica de Karajan (ter- tampoco utilizada por los cantantes—, mediocre, de lo deleznable y hasta de
cer acto, Bayreuth, 1951), Furtwángler acompañó magníficamente (no voy a lo irresponsable, y se despacha así lo ex-
(1954), Knappertsbusch (Bayreuth, hablar de versión, que es aquí cosa ba- cepcional, lo mágico? Ciertamente, a es-
1958) y Bóhm (Bayreuth, 1967). La in- ladí), Siegfried Jerusalem dio todo lo tas alturas de su ejemplar carrera,
mensa mayoría a lo más que llegaba era que puede dar, que no es poco, como leonie Rysanek puede prescindir de
a saber que se trata de una cantante Siegmuntl musical y lírico en un mo- cualesquiera crítica y críticos, y más de
muy mayor, y lógicamente en deca- mento vocal que denota cansancio (tu- aquéllos que, al no cumplir la obliga-
dencia. vo flemas) por exceso de funciones ción primaria de informar, comienzan
Pero bastaron cuatro frases para (muy inteligente su Wintenttirme, can- por no respetarse a sí mismos. Con re-
anunciarnos a todos que íbamos a oír tado a media \o¿, con estilo liederisii- señas o sin ellas, el vídeo y la cassette
y ver algo excepcional. Leonie Rysanek, co), Philip Kang fue un Hunding más del concierto (2.a parte) van a dar la
que no tuvo nunca una voz especial- noble que ominoso (me ha gustado mu- vuelta al mundo, porque el prodigio ya
mente bella, empezó a cantar afinada, cho más que en Bayreuth como Fafner ha corrido de boca en boca. En un de-
atendiendo a todas las indicaciones di- y Hagen: el debe cargúese a Harry Kup- terminado momento, a un comentario
námicas y expresivas de la partitura, con fer), y la Orquesta Sinfónica de RTVE, mío sottovoce Francisco José Villalba
legato noble y firme, articulando las li- reforzada en la cuerda grave, con las respondió: «Es de otra raza». Recogien-
neas del recitativo y de la melodía, di- cuatro tubas de rigor y cinco de las seis do el testigo, propongo a los editores
ciendo el texto con ritmo y nitidez. Por arpas prescritas, quiso locar de verdad privados que el histórico documento
si esto fuera poco, en un metro cuadra- para estar a la altura de la irrepetible (Leonie Rysanek ha afirmado que ésia
do comenzó a dar vida escénica a la hija circunstancia. Así, después de una ho- ha sido su última Sieglinde) lleve este
de un dios, a la mujer vejada y maltra- ra que se pasó en un soplo, se llegó al titulo: De la estirpe de Wólse.
tada y aun así, siempre llena de espe- glorioso grito con que Sieglinde subra-
ranza, a la criatura abrasada de amor, ya la conquista de la espada {•) lesta í ' l No L'SLTÍIO en la partitura, pero si implíciio.
a la hembra que estimula las acciones tarde un apabullante Mi natural armo- Wieland Wagner lo exigió en ^u^ producciones,
leonie Rvsanek lo da en los registros de 1958 y
heroicas del varón. La voz, si menos nizado con la música), al crucial Wal- 1967. pero el de Madrid ha >ido aún mas jubiloso
fresca que antaño, corría sin esfuerzo sungenblut de Siegmund (Jerusalem lo y dramático.
ni fatiga, incluso enriquecido el regis- afrontó con tanta honradez como va-
tro grave, que ha sido el punto débil de lentía), al rotundo acorde final y a esa Ángel-Fernando Mayo.

34 Scherzo
-actualidad-

Concierto autobiográfico
Madrid. Auditorio Nacional: 5 y 6-7-89. Muworgskfc Obertura de KovanlcMita. Glinki: Otwrlun de
Russlan y Liiünnla. Shotiakovich; Suiíe de La Edad de Oro; Sinfonía n.° 10; Sinfonía n." IS (cslrenu
e« España). TcbaikowsLt: Concierto para viotín. Mi Dori, violín; Oriiuesla Sinfónica de Londres; D¡-
rtclor: Mstislav Roslropovicb. Patrocinado por Intrmúsict

Hay que resaltar la gallardía de Al- gura de Stalin, contraponiendo por un


fonso Aijón, que hizo posible un inte- lado la cara oculta de! poder y, por otro,
resante programa Shostakovich, la oficialista, los fastos del régimen. Se-
manteniendo en cartel una sola obra de guramente muchos mantendrán la opi-
gancho popular: el Concierto para vio- nión de que el mejor Shostakovich sigue
lín, de Tchaikowsky. También hubo al- siendo el burlesco —en la Suite de La
gunos despistados; una elegante señora Edad de Oro Rostropovich gozó e hizo
de esas que encienden pasiones aún a gozar—, aún más que los adagios inter-
los cincuenta comentaba en pleno con- mitentemente líricos.
cierto el segundo dia: «¡Ah!, ¿pero es En el Concierto de Tchaikowsky el
que el director no era Maazel?». soviético se plegó un tanto al límpido
Encarando la interpretación hay que sonido de la frágil Mi Dori, que con-
convenir que el tiempo vuela. Ya no son tribuye a arrinconar un poco más la ob-
tantos los que se entristecen, porque en sesión de algunos pedagogos de que los
los dos conciertos con la L.S.O. no se violinistas han de lener una constitu-
incluya ninguna obra para el cello de ción robusta. Una cuidada articulación
Rostropovich, Como director, el gran y un buen sentido del legato pueden su-
instrumentista posee un gesto doctoral plir muchos dones no concedidos por
y a ratos desgarbado, como en la céle- la naturaleza. El concepto, sin embar-
bre Polka de la Suite, en la que las ma- go, resultó algo aséptico, y da la impre-
neras eran un tanto guiño leseas. sión de que todos estos jóvenes Mstiilm
El músico ha buscado siempre am- orientales tocan con guantes de cirugía.
pliar sus posibilidades expresivas, y Tuvo sus mejores momentos en el tiem- Al acabar la obra, una pareja cerca-
frente a la L.S.O. entra en trance con po lento, inmediatamente después de la, na a mí gritaba: «¡Esto es una tomadura
tanta facilidad como cuando es solista. a su vez, fría exposición del tema prin- de pelo!». Lo que tiene poca gracia es
Y no es para menos. A través de Shos- cipal. Finalmente, una breve referencia que se entrenen obras mucho menos in-
takovich nos está contando su propia vi- a la supuesta crisis de la famosa agru- teresantes de autores consagrados y se
da, sus disidencias, su abandono de la pación sinfónica, que algunos vocean. aplaudan más.
URSS con Galina en 1974. La Sinfonía Crisis what crisis? Acaso sólo pueda de- El segundo concierto ofrecía los pri-
n." 10 es otra Vida de Héroe, pero po- tectarse algún indicio en la relativa ca- meros sesenta minutos de La Walkiria.
siblemente sea más sincera y por ello lidad individual de algunos solos, como No se le perdona a Rysanek que en cua-
mismo más desgarradora que la de el de la clarinetista en La Edad de Oro, renta años de carrera no haya apareci-
Strauss. En toda la obra, y especifica- o el cellista en la Sinfonía n." 15 de do por España una sola vez. Olvidando
mente en e! segundo tiempo, D.S. está Shostakovich. instantáneamente el reproche hay que
haciendo un magistral retrato de la fi- J.M.S. reconocer que cantando, como ha can-
tado, tantas Elektras y Sieglindes, tie-
ne un mérito definitivo que aún esté
para algunos trotes. Subsisten la auten-

El esplendor del talento ticidad y la entrega, ese poner en juego


todo el órgano en cada frase. La voz
aparece ajada en muchos instantes, pero
Madrid. Teatro Monumental. 15 y 16 de junio. Riviirc: Orpheu (sobre textos de Fernando Ptssoa). Reci- aún hay que ver la intensidad que lo-
tador: Ruy de Carvalho. Ewotania de Nuestra Señora del Recuerdo. Dirccior: César Sánchez. Orquesta gra cuando engancha una nota en el ar-
Sinfónica y Coro de RTVE. Director: Arpad joó. Wagner: La Walkiria (Acto I), líonie Rysanek (Sie- co del paladar y la tensa como antaño.
glinde), Sigfried Jcrusatem (Siegmund), Philip Kang (Hunding). O. Sinfónica de RTVE. Director: Ar-
pad loó. Tiró Rysanek de Joó, que parecía
abrirse camino a machetazos a través de
la obra, reservándose para él los líricos
A veces, el Monumental o el Audi- el público extrema muchas veces su jui- interludios, donde volvía a tomar im-
torio ofrecen dos conciertos en vez de cio al tacharlos de incomprensibles. pulso. Tiró, además, de Jerusalem, al-
uno dentro de un mismo programa. La Orpheu sabe enganchar al oyente va- go constipado, a quien sus orígenes
obra del compositor madrileño Pablo liéndose al principio de una belleza vocales suelen servir de ayuda a la ho-
Riviére, encargo de la Orquesta de la blanda —y blanca—, o con la sinceri- ra de hacer un Wagner lírico y sin la-
RTVE, merecía un auditorio mejor. Re- dad abrumadora de Carvalho, el ex- dridos. En esta ocasión, sin embargo,
quiere un cieno trato con nuestra mú- traordinario recitador de la Oda. Luego, se ahogó a menudo, tuvo problemas de
sica contemporánea y no la mentalidad parece como si la obra se desinflara un afinación en Watse y la imposibilidad
de que estamos ante una pieza incómo- poco con el omnipresente latiguillo co- de plegar la voz ante cualquier replie-
da añadida a uno de los grandes mo- ral de la declamación silábica, entrecor- gue lírico fue demasiado evidente en
mentos wagnenanos, como clausura de tada y vacilante. El último canto, Natal Winterstürme, y el tiempo muy lento o
temporada. Síes cierto que los compo- me ha hecho evocar el final escéptico el fondo orquestal camerístico, que dis-
sitores de hoy son un tanto culteranos de La Reliquia, de Eca de Queiroz, es- puso para él Joó, no le hicieron sino un
—no hay más que ver lo bien que es- crito medio siglo antes, y de cuyo rela- flaco servicio. J.M S
criben también fuera del pentagrama—, tivismo acaso no esté muy lejos.

Scherzo 35
-actualidad

Nada nuevo bajo el sol


Siempre Victoria
Madrid. Auditorio Nacional. 24-VI-89. Obras de
Scarlatti. Pergolesi. Cesli, Cialuppi, Schubert, fini-
ré, Hahn. Granados y Falla. Victoria de los Ange-
les, Soprano. Manuel García Morante, piaña

La gran soprano catalana es uno de


los casos más claros de inteligencia en
el mundo de la lírica. La que hace cua-
renta y cinco años fuera una gran can-
lante operística y de recital, ha sabido
encontrar en éste el camino adecuado
para seguir mostrando su talento en el
último segmento de su dilatada carrera.
El Fígaro de J. R. Encinar en el Teatro de l-a Zarzuela.
Lo que realmente distingue a un ar-
tista de un cantante es el talento y no
Teslro La Zarzuela: 7-VIII-S9. Finara. Opera d( Jost RimAn Kndnar. Dirrrlor de Escena: Simón Suá- los medios vocales de que disponga, ob-
rez. Acloret: Rui de Camino, Manuel de Blftv, Jesúí Rujrnsn. Francisco Olmo. Principal» canlanlrs:
Luis Alrarez, Dougla» rsai,nr*i. Isabel (amara, Miguel Sola, Gregorio Poblador. Orquesla Sinfónica viamente estos medios son necesarios,
de Madrid. Director: José Ramón bnt'inar. ya que son el vehículo que permite al
artista trasladar a su auditorio lo que
La ópera de José Ramón Encinar, Fí- so no sea menos importante la del pro- internamente le ha dictado su imagina-
garo, se estrenó en la Sala Olimpia de pio autor, José Ramón Encinar, ción y su sensibilidad. Ahora que los
Madrid, el 21 de febrero de 1988. Res- desdoblado (como sus personajes), en medios vocales de Victoria de los An-
ponde a un encargo del Ministerio de la triple faceta de compositor, libretis- geles no son, por lógico imperativo de
Cultura al compositor madrileño a tra- ta y director de orquesta. la edad, lo que en su día fueron, ella es
vés de tres organismos del INAEM: el Simón Suárez ha firmado posible- capaz de crear todavía un programa de
Teatro La Zarzuela, el Centro para la mente la puesta en escena más visual- auténtico interés, con un repertorio a la
Difusión de la Música Contemporánea mente bella de la temporada. medida de sus actuales posibilidades
y el Centro Nacional de ¡as Nuevas Ten- Ayudándose de hermosos recursos de vocales.
dencias Escénicas. El año pasado cayó luminotecnia, de efectos tenebristas y de
del cartel y por fin se estrena en el tea- composiciones de grupo de proceden-
tro que promovió el encargo, y en sus- cia más pictórica que teatral, logra que Pureza de estilo
titución de una Atlántida, de Falla, la vista acuda en más de un momento
definitivamente sumergida. Remito al en ayuda del oido. La escena del juicio Victoria sigue conservando imadas
lector interesado en ampliar la informa- recuerda lejanamente a aquélla del ma- su pureza de estilo, la gracia en el de-
ción al n.° 23 de SCHERZO. En gene- nicomio de un montaje neoyorquino de cir, la variedad del fraseo y una musi-
ral, coincido con el firmante del artículo Rake's Progress, supervisado por el pro- calidad y un buen gusto asombrosos,
José Iges, que viene a decir en esencia pio Stravinsky. amén de una enorme simpatía y un gran
que no hay nada nuevo bajo el sol. Al final, tras presentar la obra como poder de comunicación con el público.
Obra «escénicamente fragmentaria» un divertimento, ambos llegan a una Todas estas virtudes se manifestaron
en palabras del autor, si uno lee antes conclusión de raíz netamente pirande- claramente en el recital que nos ofre-
de la función lo que puede del progra- lliana: el hombre es, a la vez. Uno, nes- ció en el Auditorio, donde suspiró de
ma de mano, se dará cuenta de que me- suno e centomilla. Como pieza de final una manera deliciosa el Se IU m 'ami de
dia una enorme diferencia entre el esencialmente abierto, la coda de bra- Pergolesi, y realizó una interiorizada
habitual lono ditirámbico que ya la ha vos y siseos entrelazados al caer el te- versión del encantador Wieggenlied de
rotulado como obra maestra, y la sim- lón, temo que haya seguido siendo la Schubert. Junto a estas páginas, lo me-
ple realidad de una obra muy bien cons- escena undécima en todas las funciones. jor fueron las dos canciones de Fauré,
truida, que se vale de todas las técnicas Hay una razón lógica; es bástanle pue- tanto por la perfecta dicción francesa
teatrales y musicales a su alcance para ril pretender que sean plenamente asi- como por la elegancia de su fraseo y las
retener apenas dos horas en su butaca milados Encinar y compañía cuando tres de Granados, con especial mención
a la especie menos agradecida del uni- aún estamos lejos de un consenso so- al majo tímido, al que la intérprete do-
verso: el espectador. bre Debussy, Berg, Stravinsky, Janaeek ló de una gran intencionalidad. Espe-
En un prólogo y diez escenas, con la o Britten, algunos de los cuales, ade- cial mención merece también la
complicidad de Beaumarcháis, Boito, más, vienen poquísimo a España. seguidilla de Carmen, página favorita
Da Ponte, Goethe, etc., propone Enci- de la soprano donde, como siempre,
Pero no nos engañemos; hay también echó el resto en cuanto a gracia, inten-
nar una serie de problemas específica- una razón dineraría que aviva las iras ción y matices.
mente teatrales, como aquél de la justas del abogado. Si el coste de la pro-
síntesis de las artes —aquí no persegui- ducción es menor, como pieza de con- Manuel García Morante acompañó
do e imposible—, o ese que ahonda en junto sin el concurso de grandes con gran corrección a la soprano, lu-
la obsesión del crítico Hanslick, de la figurones, parece lógico que el precio ciéndose especialmente en las tres can-
ópera como género híbrido compuesto de taquilla no sea tan elevado como el ciones de Falla.
de música y texto. de 6.000 pesetas por butaca.
De todas las escisiones de la obra aca- J.M.S. Ricardo de Cala

36 Scherzo
ULTIMAS NOVEDADES

Schubvrt
Sonata para piano núm 16
3 Piezas D W6
Al f red Bren del Brahmi:
Cd 422 075-2 Sinfonía nüm. 4
Obertura Trágica
Orquesta de Filadeffia
Riccaido Uuti
Cd 422 337-2

R. Straun
Elektra
Behrens. Ludwig. Secunde
Ullund. Hynninen
Orq. Sintónica de Boslon Blxat;
Sei|i Ozawa Carmen
2 Cd 422 S74-2
Norman, Schicoff, Esles, Freni
Orquesta Nacional de Francia
para mayor Iniormacidn tobr* La» Sei|i Ozawa
novadadM Phillpa Ciútica, dvcca 3 CO/3 Lp/3 Me 422 366-2/1/4
corwulla a au dñlribuLdor eipcciallzad

PolyGram Ibérica,s.a.
-actualidad-

que es posible hacerlo así cuando las lí-


neas instrumentales están claramente
Arpas antiguas y modernas diferenciadas. Desde luego, se gana en
colorido. En ¡a época se hubiera
aceptado.
S — El arpa a la que se refiere Her-
Un diálogo con Jennifer Sayre nando de Cabezón, ¿ero cromática o
diatónica?, porque, según Bermudo, del
La arpista Jennifer Sayre es una intérprete que simultanea el instrumento mo- tiempo de Cabezón, aún no se conocía
derno con la ejecución en copias de garantía de ejemplares históricos. En sus con- la primera de ellas.
ciertos, a los que últimamente se ha podido asistir a varios en Madrid, son J. S.—No lo sabemos. Estamos tra-
habituales los programas que presentan los dos tipos de arpas. Formada en su tando precisamente de descubrirlo.
natal Estados Unidos, Sayre ha tocado en varias orquestas y ha realizado una Tampoco podemos saber cuánto sabía
carrera como solista. Ha potenciado el repertorio moderno para el instrumento, o cuánto ignoraba Bermudo de las ar-
estrenando obras de Luciano Berio, Kzysztof Pendrecki y Alan Hovhaness. Con pas que existiesen en la realidad. Ha-
el arpa antigua, Jennifer Sayre toca preferentemente obras españolas de los siglos bía arpas dobles en Cataluña en el siglo
XVI y XVII. XIV, pero pudieron no ser conocidas en
Castilla hasta más tarde.
SCHERZO.—¿Le crea grandes pro- trozaron. Mi instrumento es una copia S— Con la actual recuperación de ios
blemas compaginar los instrumentos basada en uno que aparece en una pin- instrumentos históricos, parece que el
antiguo y moderno? tura de Zurbarán.
JENNIFER SAYRE.—Sí. Creo que S.—¿De qué cons-
todos los músicos que tocan diferentes tructor?
clases de instrumentos tienen problemas
en el aspecto técnico. No sabemos exac- J. S.—Lo hizo
tamente cómo tocaban los arpistas an- Tim Hobrock, en
tiguos. En el arpa de dos órdenes las Escocia.
cuerdas están cruzadas. Es necesario, a S.—¿No hay en
veces, llegar a la parte izquierda con la España?
mano derecha y viceversa. También hay i. S.—Todos los
más distancia entre las cuerdas en el ar- constructores de ar-
pa antigua que en la moderna. Se usa- pas están en Suiza,
ban entonces los tres dedos centrales de Alemania, Escocia y
la mano para hacer las escalas. Toco así, el medio Este de Es-
no adapto una técnica moderna al ar- tados Unidos. Se es-
pa antigua. pecializan en arpas
S.—¿Se cuenta con fuentes escritas medievales, españo-
para la técnica? las, italianas, barro-
J. S.—Ruiz de Ribayaz, el siglo XVII, cas. Hay un cons-
habla de esto. tructor español en
S.—¿Y anterior? Canarias —no re-
J. S.—El libro de Bermudo. pero no cuerdo su nombre—,
trata la digitación, se detiene más en el pero no es especialis-
fraseo. En el texto de Venegas de He- ta en arpas, hace to-
nestrosa está lo referente al uso de tres do tipo de instru-
dedos. mentos.
S.—¿Cuáles son tas diferencias entre
el arpa de dos órdenes española y el ar- S.—Los obras de
pa doppia italiana? Cabezón, que usted
.1. S.—En e¡ arpa de dos órdenes es- toca con frecuencia,
pañola las cuerdas están cruzadas. En admiten varias posi-
la italiana los juegos de cuerdas son pa- bilidades instrumen-
tales, ¿qué cambia al
ralelos. En ésta los tonos naturales es- escoger un arpa?
tán abajo a la izquierda y arriba a la
derecha; arriba a la izquierda y abajo J. S.—Sí, Hernan-
a la derecha están los cromáticos. En do, su hijo, lo indi-
la española se tocan los tonos natura- ca en la edición de
les con la mano izquierda abajo y los música de Antonio
cromáticos con la derecha arriba. Esto al hablar de tecla,
produce que los dos instrumentos den arpa O vihuela. Con Jennifer Sayre.
diferentes calidades tonales. Personal- el arpa se gana una
mente, prefiero la española, porque me gama más amplia de color. Los compo- arpa debería estar más integrada a la
gusta mucho la música de este país del sitores no tenían demasiado en cuenta función del continuo...
siglo XVI. qué instrumento locaba su música. J. S.—¡Incluso Bermudo habla de es-
S.—¿Su instrumento es una copia? S.—Se ha hecho una grabación dis- to! Hay poca gente que toque el arpa.
J. S.—Sí, es una copia. Los origina- cográfica de obras de Cabezón tocadas En España fue un instrumento de con-
les, al tener que soportar una tensión por un conjunto instrumental, ¿qué opi- tinuo muy importante en el siglo XVII
excesiva, acabaron rotos. En general, to- na de este tipo de interpretación? en iglesias y catedrales. Sí, el arpa pue-
das las arpas de más de cien años se des- J. S— No la he escuchado. Pienso de ser usada a! lado de otros instrumen-

38 Scherzo
-actualidad-

tos. En muchas pinturas y dibujos la


vemos junio a otros, flautas, por ejem-
plo. Se usaron también grupos de arpas
tocando juntas.
S.—¿Cómo contempla la improvisa-
ción en sus interpretaciones?
}. S.—Esto es lo que más amo de la
música antigua. En épocas posteriores
tienes que tocar exactamente lo que el
compositor escribió y tocas mejor cuan-
to más te acercas a ese ideal de fideli-
dad. Es una alegría poder aportar algo
también, te da una gran sensación de
libertad. Cuando loco, por poner un ca-
so, la Españoleta con diferencias, de Ri-
bayaz, hago mis propias diferencias. En
Cabezón no improviso: es tan bello y
puro que no añado nada.
S.—¿Hay obras de altura semejante
en el repertorio contemporáneo para
arpa?
J. S.—Sí, creo que hay buenas com-
posiciones en este siglo: Taillaferre,
Schifrin, la Suite/or Harp, de Britten.
Los impresionistas no escribieron nada
para arpa sola, pero la emplearon en la
música de cámara.
S.—¿No es, en general, un poco po- Detalle de «La adoración de los pastores» de Zurbardn, Museo de Bellas Arles de Grenüv-
bre el uso del arpa en la orquesta? le. En este arpa eslá inspirado el inslrumenlo que toca Jenni/er Sayre.
i. S— El arpa suele aparecer en la or- ce pe iones, claro: Berlioz, Debussy, nozco más. Me gusta locar las trans-
questa como instrumento de color. Los Ravel. cripciones clásicas de Albéniz y Gra-
compositores no piensan en ella direc- S.—¿Hay alguna obra española del si- nados.
tamente, la añaden a lo ya hecho para glo XX para arpa que le interese?
enriquecer su paleta. Sí, no la tratan con J. S— Cristóbal Halffter tiene una
mucha imaginación. Se pueden citar ex- Pastoral para arpa muy bella. No co- Enrique Martínez Miura

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Scherzo
Domingo t7 /;
Púa de Cdhtra de la Caja del Medtenaneo
Orquesta de Cenara de ta Rado de Holanda
Director HansZendec
Sofista DiTin Ferschtman. violoncelo
Programa A Pan febotaraBa"
E Denisov Concwto para celo y
A. Wfebem Vapacam para aquí
F Guerrero Anadre ,
RegedSchonbem B o m n i i É É t op 13

Lunes 18
de Culfcia de te Cata dal
Orquesta de Cámara de la Rado
Director: Hans Zendet Soteta
Programa Q Pneio
B A Zrnmermann
A. Sarda
K. Skickhausen
Martes 19 . .;.'
Audaono de la Caja PwMncial
Pokna Kotíiarsteia, vwün
Programa J. Ptí\
M A Sampeno
M Bteuse
JC Martínez
Rrtana
LBerío

Martes 19
de Culfara de la Caja
Centre Européen pour la MusicafeMetz
EnsemUe L'tnerare. Mari Forsier
Programa: G.
M. Lemas
M. Maguaschca
TMurai
Miércoles 20
Judtono de ta Cap Prtwroat de
Ensemble Sax. Director Francisco
Piuyitmu A. CwicO Mensaje i
M Escnbano Jondo
.¿Muta AHa'
M. Seco Concierto de ta'

Miércoles 20
Aula de Cutara de te Caja del Medtenaneo ^
Centre Européen pour la Recnercne Muscate-Metz
EnsemUe L'ibnerare Drector Mark Forster
Solistas. Véronque Hazan, soprano, André Cazalet trompa
Programa M Oecoust l«fe"
CUfetaie Lonane**
JM. López Chatoa*
(Piono Cudad de Afaoy
CMenru Désorote DéreoreT
Auditorio de la Caja Provincia) de Alicante
Stuttgarter Bláserquintett Músea^toctraacústica de estudios holandeses
Programa A. González A * Presentación: "fon Bruynel "*
W. üjdewig Mo^t" Solista: Jorge Caryevschi. flauta
Iruñeako Taldea El rapto de Euopa Programa:! Bnjynet Serene
T. Bdjynel Nodumo en Pedraza"
2230 h. N. Vaki- Sound -tape"
J j t e de Cdtuta de la E.Matías Obra de estreno*
E & Arroyo Donan
Orqueste Ciudad de Vatlac
Diré-;*':1 Luis Remartínez. 2030. h.
Piotxama C. Halttií» Mear de la Cap del Medtenánatf
/ Concertino"
de UibBn

/V /
ja ProvinoS'de Aícanle
^1930*1

ipcxani dé"Valencia.-í>recior Manuel Galdut


i der Giegor Samsa' *

Curso de Oomposickxi
18 al 22 de
dmgpdo

Orquesta Gudad de \^ilado(íd


Lugares de los conciertos:
de CuBura de b Caja del U
Doctor Gadea, 1
Ajdtono de la Caja Provinoá de AJi
Osear Espía, 37
CasMo de Santa Bárbara/
Todos los artos serán de
Intormaoprv en Afeante; deCuturactí
Bono. A^MagJMtfa V. (96) 00
Irtormaaon en Madnj^C
Contemporánea. la Difusión de la Música
Sarta Isabel, 52.28012 leí (91) 468 2310
Sonda y 4682931 letex 4
/
Sábado,23
Cas*» ote Sarta Bárbara
de José tajes con itinerarios plásticos Instituto r4aoonal de las Arfes
Jerez fe Musca Berna juntamiento de AScante.

Sábado 23 para la Difusión de la Música Contemporánea


de Cutara del Ayunlamiento de AScante
fe C u t o de la Cap oa Mediaranao
Este avance es susceptible de rnodfcación.
Orquesta I UliUUWrJu U t í n O n U I Man
Prográmate PcnoXiOGli Tn«n porte
W tiAxJawsfci Pequeña
JIM: García
Labonte
H-M-Goreda _ i o s pesasen eslió antiguo
- homenaje -

Ernesto Haiffter después de «Atlántida»


a obra y la vida de Ernesto Haif- do ni un despreciativo con los compo- fter, tocado por el ambiente italiano hi-
L fter podrían dividirse en tres pe-
ríodos: Antes de Atlántida (hasta
1954); Atlántida (1954-1962); después de
sitores de distinto signo.
A partir de 1964 continúa Haiffter su
creación propia y en ese mismo arlo te-
zo, como escribió Franco Abbiati,
«música vesubiana» para servir un
«scherzo escénico-mus i cal a la napoli-
Atlántida (desde esa fecha hasta su nemos dos magnificas y bellísimas par- tana» para dos cantantes, una bailari-
muerte el pasado día cinco de junio). tituras de signo muy distinto: Enlr'acte, na, un mimo y un «feco» textual. El
Las tres etapas llevan la impronta de su sobre una idea de Francesco Caldura, ritmo de la tarante!la o la Serenata de
genio creador y sólo la ceguera o la ma- el creador ingenioso del Topogiggio, y Arlechino nos llegan en una escritura
la intención pueden calificar de remate el Canticum in P.P. Johanem XXIII. es- purificada, aireada y casi puntillista. Lo
el ingente trabajo de Haiffter en el ora- crito por encargo de Cultura Hispáni- es, en parte, la orquesta del Canticum,
torio postumo de su maestro o dar en ca para el Festival de Música de en el que Ernesto condensó las emocio-
él por terminada su producción. ¡Qué América y España. En Enlr'acte, Haif- nes provocadas por la inmensa y afa-
barbaridad! La verdad es que si Half-
fler no hubiera escrito nada más que la
partituras estrenadas después de Atlán-
tida ya merecería ocupar un puesto pri-
vilegiado en el panorama de nuestra
música.
Puede discutirse, cómo no, si debió
llevarse a cabo, en su totalidad, la con-
clusión de Atlántida; pero Haiffter fue
ajeno a una decisión que se le dio he-
cha. De cualquier modo, el compositor
madrileño puso a flote algunos de los
más bellos pentagramas de la música
del siglo XX, tal y como han opinado
personalidades muy autorizadas. Vivió
muchos años para Allántida, acaso con
perjuicio de su propia obra y llevó a ca-
bo su trabajo con cuidado y rigor, bra-
ceando en un mar de desinformación
e incluso recibiendo los originales por
entregas. Llenó cientos y ciemos de ho-
jas de papel pautado, revisó una y otra
vez lo hecho, pulió y perfeccionó su la-
bor anterior e hizo, desde el punto de
vista material, un malísimo negocio en
contra de cuanto la malevolencia inven-
tó o supuso gratuitamente.

Creación musical
M ero vayamos a la creación musical de
Ernesto después de Atlántida, influida,
en alguna medida, por la obra de la que
fue coautor, pero también por la audi-
ción y estudio de la música actual o la
que, sin serlo plenamente, cobró vigen-
cia muchos años después de su estreno.
Yo he visto a Haiffter asistir a todas las
representaciones de Lulu que se dieron
en la Scala, a los estrenos de músicas
que, en principio, le resultaban ajenas,
a las primeras de Dallapiccolla, su ami-
go admirado, de Nono o de Riccardo
Malipiero. Le he escuchado alabar la ri-
gurosa concisión de Antón Webern, se-
guir con pasión al Stravinsky serial,
aplaudir Moisés y Aarón. Haiffter era
el que era, pero nunca un desinforma- Erneslo Haiffter en 1964.

42 Scherzo
homenaje -

ble figura de Juan XXIII. Decía Markevitch, unida a la pelición de Nar-


Ansermet, gran admirador de nuestro ciso Yepes y al encargo de Radio Na-
músico, que Halffter pertenecía a los cional confluyen para el nacimiento del
compositores movidos por incitaciones Concierto para guitarra y orquesta
extemas. Una audición de un fragmento (1969), obra que a veces roza el neocas-
del Liibre Vermell, escuchado en Milán ticismo, aunque siempre practicado de
a la soprano Angeles Chamorro, echó modo persona!ísirno. El Fandango de
a volar su fantasía para el primer nú- Soler, en la versión de Rafael Puyana,
mero de la obra, Ad matutinem, alegre por un lado, y el tema de un villancico
y ondulante; la emoción se torna más gallego, son estímulos determinantes del
grave en la segunda parte, Ad benedic- primero y tercer movimientos, separa-
tionent para barítono y se concentra al dos por el sereno y grave tiempo central.
máximo en la emoción transida del fi- No por tratarse de contribuciones de
nal, Communio missae pro defunctis, menores dimensiones pueden dejarse de
encomendado al coro mixto. El Canti- admirar las Pastorales, para flauta y cla-
cum, según escribe el propio Halffter, ve, de 1973, el Preludio y Danza, el Ho-
inicia una nueva andadura estética y menaje a Turina, la Sonata
«preocupado como Falla por una mú- clavecinistica en homenaje a Scarlatti o
sica religiosa digna de este nombre, sirve el precioso Nocturno en memoria de
el anhelo de lograr una aportación res- Rubínstein, compuestas entre
ponsable». Markevitch se enamoró li- 1973-1987. La perfección formal, la in-
teralmente de la partitura y, en cuanto vención armónica, la búsqueda de las
la conoció, la llevó al disco. más bellas combinaciones y la volun-
tad perfeccionista hacen de este grupo
de partituras lo que, en realidad es: el
testimonio, sin vanidad, de un gran mú-
Un refinado orfebre sico, un refinado orfebre y un alma cá-
lida. Olvidar tales valores categóricos,
L a onda religiosa de Halffter en este resplandecientes a lo largo de la heren-
período continúa, dos años después, en cia dejada por Halffter, desde los Bo-
el Canticum elegiacum in memorión cetos hasta su última labor, para
Pierre de Polignac, Praeclarisimi Prin- perderse por los recovecos de la anéc-
cipis, estrenado por Sawalüsch en Mon-, dota, es algo peor que un error, una im-
tecarlo, en los Salmos XXII y CXVI perdonable frivolidad.
(1967) y en los Gozos de Nuestra Seño-
ra, sobre el Marqués de Santillana
(1970). Nuevamente, la sugerencia de Ernesto Halffter en 1985. Enrique Franco

Obras principales
1918 Crepúsculos, para piano (revisados en 1936 y 1986). 1954/1955 El cojo enamorado, de ballet.
1920 Canciones sobre Heine, voz y piano. 1956 Fantasía galaica, baile!.
1922/23 Sonatina fantasía, para cuarteto, y «Trío-Homenajes». 1956/1961 Atlántida, terminación y orquestación de la obra de
1925 Dos bocetos sinfónicos, para orquesta. Falla.
1925/27 Sinfonietta para Orquesta (Premio Nacional, 1925). 1964 Canticum in P.P. Johannes XXIII, para solistas, co-
1927 Canciones sobre versos de Aiberti, para voz y piano. ro y orquesta.
Automne malade, para voz e instrumentos, sobre Ma- 1964-1965 Elegía al Principe Pierre de Polignac, para coro y or-
llarmé. questa.
Dos damas del «ballet» Sonatina, para piano. 1964 Entr'acte, scherzo escénico musical, sobre una idea de
1928 Sonatina, idea argumenial del compositor, ballet. Calduia para cantantes, mimos y orquesta.
1928/1931 Noclurno y Habanera de La muerte de Carmen, pa- 1967 Dos Salmos, para solistas, coro mixto y orquesta.
ra orquesta.
1969 Concierto para guitarra y orquesta.
1931 Canciones del Niño de Cristal, sobre Rodríguez Pin- 1970 Gozos de Nuestra Señora, sobre el Marqués de San-
tos (rev. 1981). tillana, para seis solistas vocales, coro mixto y orquesta.
1932 Sonata en Re Mayor, para piano. 1973 Tienta para órgano.
1934 Cavaltina sobre el nombre Arbós, para saxofón y or- Pastorales, para flauta y clave.
questa.
1935 Oración, para corlo mixto. 1974 Preludio y danza, para piano.
L'hiver de l'enfance, sobre Denise Cool, para voz y Fanfare, Pregón, Himno, para el Museo Dalf.
1928-1935
piano. 1974-1977 Nueva versión de Atlántida.
1937 L'Espagnole, para piano. 1981 Nocturno y Serenata de Don Quijote a la enamora-
1938/1951 Rapsodia portuguesa, para piano y orquesta (dos ver- da Altisidora, pata canto y orquesta.
siones). 1985 Sonata para clave, homenaje a Scarlatli.
1938/1941 Canciones populares de Falla (orquestación). 1957 Noctuno otoñal, homenaje a Rubinstein, para piano.
1943 Canciones portuguesas, para voz y piano. 1958 Oda a Canarias, para voces y orquesta.
1945 Dulcinea, suile de concierto, para orquesta. Homenaje a Joaquín Turina, para piano.
Llanto por Ricardo Viñes, para piano. 1988/1989 A Federico Mompou, para piano.
1953 Fantasía española, para violoncello y piano. Homenaje a Rodolfo Halffter, para piano.

Scherzo 43
últimas ediciones
• entrevista •

Víctor Pablo Pérez:


El placer de hacer música en Tenerife

C
onversando con Víctor Pablo Pérez sobre música y músicos, uno llega a convencerse de que los males que
atañen al mundo musical de nuestro país tienen una solución más rápida de lo que en un principio pudiera
parecer. De que las orquestas españolas —como es el caso de la de Tenerife— pueden salir definitivamente
de ese profundo letargo en el que siempre han estado inmersas y alcanzar unos niveles de calidad más que
estimables, a pesar de contar todavía con un presupuesto económico más que precario. En poco más de tres
años, lo que para muchos no dejaba de ser más que una simple utopía, se ha convertido en una feliz realidad:
hacer de una orquesta modesta, sin apenas tradición y con más problemas que ventajas, una de tas primeras
agrupaciones sinfónicas en España. En Tenerife, en contra de lo que sucede con el resto de las ciudades
españolas, la música se escribe con mayúsculas. Y todo ello gracias a una perfecta gestión administrativa y
artística, que ha sido posible por la voluntad e imaginación de un equipo que, ante lodo, vive la música, pero
que también ha sabido ganarse la confianza de la administración canaria para que apoyara lo que en otro
tiempo fue un proyecto casi revolucionario en nuestro país: hacer de una orquesta un organismo vivo, con
mentalidad europea a pesar de la latitud y sin las ataduras institucionales y burocráticas, además de
corporativistos, que marcan la pauta en otros conjuntos sinfónicos españoles. Para que nos hablara de todo
ello, hemos traído hasta nuestras páginas al principal artífice de este singular proceso renovador de una
orquesta tinerfeña desde hace dos temporadas, es uno de los músicos que mejor conocen ia problemática de
nuestras orquestas, al haber sido titular en Asturias 8 años y Principal Director Invitado en la Orquesta
Nacional de España. La conversación que sigue la mantuvimos con el joven director burgaiés, el pasado mes
de julio en Madrid, camino de Munich para dirigir la Filarmónica de Celibidache, y después de haber
obtenido un resonado éxito con la mítica Philharmonia en el Festival de Granada.

Scherzo 45
-entrevista-

CHERZO—Recientemente, un diario de edi- comenzamos a hacer Bruckner con la Séptima y este año

S
ción nacional ululaba «La Sinfónica de Tene- haremos la Quinta. La música del compositor austríaco es
rife, la mejor orquesta de España». Con clave para hacer sonido de orquesta y buscar un tipo de so-
independencia de que fuera o no cierto, ¿no noridad global, armónica... También estamos trabajando ac-
cree que estas afirmaciones son un poco pe- tualmente las Sinfonías de Sibelius y ya hemos hecho las
ligrosas para una orquesta que todavía se está de Beethoven, Brahms, Schumann, Dvorak, sobre todo a
haciendo? partir de la Quinta, y Tchaikovsky. De esta forma, traba-
VÍCTOR PABLO PÉREZ.—Estas afirma- jando por ciclos, la orquesta comienza a tener un reperto-
ciones son peligrosas siempre, porque la gente espera ya mu- rio sólido y muy trabajado, con arcos propios e indicaciones
cho después de oírlas. La cuestión está, no en sí es mejor concretas.
o peor que otras, sino en saber cómo se va a construir, có- S.—Observando la programación de la próxima tempo-
mo va haciéndose y adonde puede llegar. Esta es la cues- rada, me llama la atención la especial dedicación que hay
tión. En España ya sabemos que siempre hay una cierta a la música del siglo XX, incluso a los jóvenes composito-
tendencia a magnificar las cosas y a destronar. Para noso- res españoles...
tros, en este momento, lo más importante es poder seguir V.P.P.—Efectivamente, este año estrenaremos tres nuevas
construyendo la orquesta al ritmo que debemos y que, na- obras de J.L. Turina, Fernández Guerra y Pérez Maseda. La
turalmente, podemos, porque, como en todo, existen impli- de este último es una obra encargo de la Semana de Música
caciones económicas. Los músicos de una orquesta no sólo Religiosa de Cuenca —a la que vamos por primera vez ofi-
deben tocar bien, sino que también deben estar bien paga- cialmente invitados para hacer dos programas diferentes—,
dos. La OST es actualmente una de !as orquestas con los y también haremos por primera vez en Tenerife otras dos
salarios más bajos y esto nos plantea serios problemas. Por obras de T. Garrido y Guinjoán. Esta música es muy im-
eso, lo más importante es cuidar la relación entre los músi- portante para la orquesta, porque le aporta una gran flexi-
cos y velar por su desarrollo artístico y económico. bilidad al conjunto y una gran agilidad mental al músico.
S—¿Cuál es el principal problema que tiene actualmente Además, no podemos olvidar que ésta es nuestra música,
la OST? es lo que se hace hoy.
V.P.P.—Bueno, hay varios problemas. Uno de ellos es ha- S.—¿Se puede considerar el proyecto tinerfeño una expe-
cer que crezca la plantilla con los medios que se tienen en riencia piloto que pueda ser aplicado a otras orquestas de
Tenerife, pues no estamos ante una administración central esle país en un futuro?
o una autonomía importante que tiene muchos recursos. V.P.P.—Pienso que cada sitio es diferente. En Tenerife la
Otro problema grave es el de no tener una sala de ensayos experiencia ha sido partir de cero, o lo que es lo mismo, de
fija y una sala de conciertos apropiada. No deja de ser cu- una orquesta casi heroica que, en su época, tuvo una gran
rioso y paradójico que una orquesta que está funcionando importancia para la ciudad. Y esto mismo ha ocurrido en
bien y que ha llegado a tener un sonido europeo, aunque las orquestas de Euskadi y Bilbao. Lo que ocurre es que en
se encuentre en África, todavía no tenga un lugar donde ha- Tenerife todo ha ido más rápido y se ha podido hacer de
cer música dignamente.
S.—¿Cuántos músicos tiene la orquesta en plantilla en es- una forma más limpia y segura al partir sin hipotecas de
ningún tipo. En este momento, Asturias, Mallorca y Valla-
tos momentos? dolid se encuentran en una situación parecida a la que no-
V.P.P.—La orquesta, cuando se creó, tenía 50 músicos y sotros tuvimos hace tres años.
ahora tiene 67. Naturalmente, seguirá creciendo. Este es uno
de nuestros objetivos prioritarios. S.—Volviendo a la programación de la orquesta, hay otro
S.—Pero, con esa plantilla queda limitada a un reperto- aspecto que llama poderosamente la atención. Y es que la
rio concreto, ¿cuándo la OST podrá interpretar la Octava OST cuenta con un plantel de solistas más propio de una
de Bruckner o la Quinta de Mahter, por ejemplo? orquesta, como la Nacional o la RTVE —en principio—,
V.P.P—Obviamente, esto no depende de con más medios económicos y renombre
nosotros, sino de los dineros. Si consegui- que una orquesta de provincias, difícilmen-
te conocida fuera de nuestro país.
mos que el Gobierno Canario y el Cabil-
do de Tenerife mantengan la línea
ascendente de subvenciones que destinan
tt El proyecto
V.P.P.—Con los solistas no es difícil que
vengan la primera vez, si se les paga, lo di-
fícil es que vuelvan, y sí lo hacen que no
a la OST y sí se logra que en Madrid, el de Tenerife no
Ministerio de Cultura, dé luz verde al Plan incrementen sus caches. Y esto es lo que
Nacional de Orquestas que prometió hace es sólo está ocurriendo en Tenerife con Antonio
Meneses, Krystian Zimerman o Kyung
6 u 8 años, esta realidad no estará dema-
siado lejos. el de hacer Wha Chung. ¿Por qué? Pues muy senci-
S.—La OST, ¿no recibe ninguna subven- llo, porque aquí pueden trabajar muy a
ción del Ministerio? una gusto, no existen problemas de ningún ti-
V.P.P.—Absolutamente ni un duro. Inclu-
so, el año pasado, una vez desechada toda
orquesta \ \ po y pueden ensayar sin limitaciones ho-
rarias. En definitiva, pueden hacer música,
posibilidad de que el famoso Pían viera la establecer un perfecto diálogo con la or-
luz, solicitamos al 1NAEM una subvención questa. Por ejemplo, Antonio Meneses nos
de acuerdo con la Ley Ministerial de Ayudas a la Música decía que había trabajado más a gusto en Tenerife que con
para que se nos subvencionara una parte de las giras que la Filarmónica de Berlín, orquesta con la que acababa de
la orquesta tenía previstas hacer por la península. Por su- tocar pocas semanas antes. Indudablemente, no se referia
puesto, la ayuda fue denegada. No sé adonde tendremos que a que ésta sonara mejor o peor, sino al hecho musical en
recurrir para que la Administración central dé algo para una si mismo, a la relación que se crea entre el solista y la or-
orquesta que funciona, que no se encuentra hipotecada, que questa y viceversa. Hay veces, que lo más importante es que
está presente en todos los festivales importantes del pais —e se dé el hecho musical y no que la música suene mucho me-
incluso con invitaciones a hacer giras por Alemania, Ho- jor, como ocurre con orquestas como la Filarmónica de Nue-
landa, Bélgica e Italia— y que tiene futuro. Por lo que con- va York o la de Berlín. Lo mismo ocurre a Zimerman...
cierne a la limitación del repertorio que usted apuntaba S.—Con el que además parece haber nacido una especie
antes, le diré que es relativa. Por ejemplo, el año pasado de relación amorosa..., según tentó entendido, no sólo va

46 Scherzo
-entrevista-

a volver cada año para hacer un concierto con la OST, sino tor titular de la orquesta, y en Ros Marbá, director estu-
que para la temporada 90-91 va a tocar los cinco Concier- pendo y excelente músico, con el que la orquesta ha
tos para piano de Beethoven, primero en Tenerife y luego conectado perfecta mente. El programa monográfico Mo2art
en Madrid, dentro del ciclo de Ibermúsica. que ha dirigido este año ha sido una experiencia magnífica
V.P.P.—Sí, esto es lo que tenemos proyectado. Si nos ha para los músicos y uno de los mejores conciertos que ha
elegido a nosotros para hacerlo es porque en Tenerife en- dado la OST. La próxima temporada dirigirá un programa
cuentra el ambiente idóneo de trabajo. Este año acaba de Brahms y me gustaría mucho que su colaboración con no-
hacerlos en Francia y luego los quiere grabar. Nosotros hi- sotros en el futuro se hiciera más estrecha.
cimos el Quinto con él este año para abrir el Festival de Ca- S.—La OST es una de las pocas orquestas en nuestro país
narias y volveremos a hacerlo este verano en el Festival de en la que no hay corporativismos de ningún tipo, ¿cómo
Santander. Trabajar con Krystian ha sido una experiencia participan los músicos en las diferentes decisiones que se
maravillosa, poder hacer esta integral con él es una suerte. toman desde la dirección de la orquesta?
Con Zimerman, la música se hace más profunda y hones- V.P.P.—La orquesta trabaja con una comisión artística
tamente. consultiva con la que se mantiene un contacto muy fluido,
S.—¿Y en cuanto a los directores? tanto por parte de la dirección como por parte de la propia
V.P.P.—Con respecto a los directores, aquí sí que es más orquesta. Esta es, de momento, la forma de trabajo mien-
difícil encontrar nombres que vengan a dirigir a una orquesta tras preparamos un reglamento lo más coherente y flexible
desconocida, entre otras cosas porque siempre tienen que posible para que se puedan hacer giras, grabaciones de dis-
estar más tiempo que un solista, que generalmente viene dos cos o conciertos extraordinarios en las mejores condiciones
días y se va. Lo que intento yo es conseguir un núcleo pe- posibles para los músicos y la gerencia.
queño de directores que les guste trabajar y que, natural- S.—Una de tas críticas que más ha recibido la OST ha
mente, la orquesta se encuentre a gusto con ellos, aprenda sido porque su plantilla está formada en un porcentaje muy
y tenga ganas de colaborar. Actualmente, esta colaboración alto por extranjeros que vienen, se quedan una o dos tem-
la hemos encontrado en Edmon Colomer, que ya fue direc- poradas y luego se marchan a su país o a otra orquesta es-

Scherzo 47
entrevista

pañola donde paguen un salario más elevado. ¿No es Hoy día están saliendo del conservatorio de Tenerife ins-
arriesgado estar en esta situación de interinidad? trumentistas de clarinete, flauta o violín —sí, ha oído usted
V.P.P.—Curio sámente, esto lo pensaba mucha gente cuan- bien, violín—, con una formación sólida y un nivel técnico
do comenzamos la reestructuración de la orquesta hace tres europeo muy diferente del que se da en otros muchos pun-
años, y curiosamente la gran mayoría de esos músicos to- tos de nuestro país. No obstante, le diré que la OST todavía
davía siguen en Tenerife. Muchos se están casando —quizá tiene bastantes menos extranjeros que la Sinfónica de Ma-
sea por lo del viejo tópico de Canarias y sus hermosas drid, por ejemplo.
mujeres— y, por consiguiente, asentándose en nuestra isla. S.—Ha hablado usted de la música de cámara,,,
De todas formas, le diré que el proyecto de Tenerife no es V.P.P.—Sí, a partir del año pasado hemos creado un ci-
sólo el de hacer una orquesta. Ahí está englobado el traba- clo de cámara paralelo a la temporada de la orquesta, pa-
jo orquestal, pero también el de la enseñanza y el de la mú- trocinado por la Caja de Ahorros de Canarias. Lo más
sica de cámara. Cuando un músico abandona su país de novedoso de este ciclo es que no sólo participan en él los
origen para trabajar en otro, normalmente se compromete músicos de la orquesta, sino que también están presentes
con la realidad concreia.de ese país, que puede llamarse Es- los alumnos del conservatorio. Con la creación de estos gru-
pana o Canarias. Si se logra, estamos en el camino. Es la pos mixtos se consigue que los chicos se suelten y se acos-
única forma de romper las trabas que hay en España y de tumbren a tocar con público con el mismo profesor que
comenzar a solucionar la raíz del problema. Todavía mu- tienen en el aula, que, además, es miembro de la orquesta.
cha gente nos dice que tenemos muchos extranjeros, pero S.—Más que una experiencia piloto, lo que Tenerife pa-
no se paran a preguntarnos qué hacen estos extranjeros allí. rece es la ínsula Barataría...
Nadie parece darse cuenta de que estamos creando escuela. V.P.P.—(riéndose) Lo que ocurre es que en Tenerife se tuvo

48 Scherzo
cmzo gizgomw EN COMPACT DISC

CAN1DOÍ6GOWANO

CDZ 7fi27:t52 CDZ 7627342

EN COMPACT DISC

ALICIA
é Kunoou
ALBENIZ
IBERIA
NAVARRA
SUItEMÑOU I
LDZ Vb27jj.' CDZ 7G2758J (2CÜ) LDZ 7Ü27.T42

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entrevista

la valentía de acometer un plan en profundidad con el apo- la relación se ha ido enfriando un poco. El trabajo con la
yo del PSOE, entonces en el gobierno canario. Igual que ONE no es fácil, es una orquesta con multiplicidad de gen-
se ha hecho en Tenerife se puede hacer en cualquier punto tes y un porcentaje muy elevado de jóvenes que ha tenido
de España. Lo que hace falta es un poco más de valor por pocas oportunidades de hacer repertorio a fondo, y que tiene
parte de los políticos, en general muy apegados a la poltro- que estar constantemente leyendo música con muy pocos
na del poder. La reestructuración de una orquesta en Espa- ensayos, junto a músicos que llevan muchos años en la or-
ña supone un riesgo grave y no es fácil llevarlo a cabo si questa. En cualquier caso, se traía de una orquesta prácti-
no es medíanle un plan determinado y valiente, como el de camente renovada al ochenta por ciento, que necesita
Tenerife. encontrarse a sí misma. Para mí concreta-
mente, ha sido muy interesante la relación
S.—Usted es uno de los directores que L £ El placer que he mantenido con ellos, porque me ha
mejor conoce la problemática de las or- servido de proyección para mi carrera y pa-
questas españolas. Ha sido titular de la Sin- que siento ra saber lo que no tengo que hacer nunca
fónica de Asturias, principal director en una orquesta como la que intentamos
invitado de la Orquesta Nacional y ahora dirigiendo a la crear en Tenerife.
Ulular en Tenerife, amén de dirigir regular- O.S.T. es pocas
mente el resto de las orquestas de nuestro 5—Usted acaba de dirigir la Philharmo-
nia londinense en el Festival de Granada,
país. ¿Dónde cree usted que reside la raíz veces repetí ble y mañana parte para Munich para dirigir
del problema?
con otras un concierto extraordinario de la Filarmó-
V.P.P.—No sé cómo definirlo. Creo que nica. ¿Significo esto el comienzo de su ca-
para el músico español se ha volatizado la orquestas \ \ rrera internacional?
idea de sentirse una parte de la orquesta V.P.P.—Yo no me planteo todo esto co-
y ha nacido, por el contrario, la del músi- mo una carrera, de empezar a dirigir lo me-
co que trabaja en una orquesta y gana di- jor y cuanto antes.
nero para vivir. La diferencia fundamental entre el músico Son simplemente oportunidades que me interesan aprove-
europeo y el español es que, aquél vive su trabajo en la or- char y punto. Si surgen otras, me pensaré muy mucho si me
questa y éste trabaja para vivir la orquesta. Quizá la com- interesa el programa, si es oportuno el momento o no, si
paración parezca demasiado simple, pero creo que resulla el número de ensayos es suficiente..., pero no por el hecho
tremendamente gráfica, ¿no? de que se trate de una gran orquesta voy a aceptar sin más...,
creo que todavía tengo mucho por hacer en Tenerife y con-
S.—Completamente de acuerdo... migo mismo como director. En este momento lo único que
me interesa es centrar todo mi trabajo con la OST y, ¡uego,
V.P.P.—Una orquesta ha de ser, ante todo, una ilusión para ya veremos que es lo que más me interesa.
el músico, una ilusión de ser un núcleo que siente la necesi-
dad de hacer música conjuntamente, participando activa- S.—Según veo, este planteamiento responde más a la men-
mente en él. talidad de otros tiempos que a la de hoy, donde lo único
que interesa es triunfar de la forma más rápida y ganando
S.—Sí, pero los músicos, las orquestas... están en manos mucho dinero.
de los políticos... V.P.P.—No me interesa ni el dinero ni la gloria. Para mí
lo único que cuenta es la experiencia. Y para hacer música
V.P.P.—A los políticos sólo les gusta hacer festivales. Es ésta es fundamental. El placer que yo siento dirigiendo a
la forma de tener a la gente contenta... En España se acos- la OST es pocas veces repetible con otras orquestas. Y conste
tumbra a empezar la casa por el tejado y, eso sí, a quejarse que, por ejemplo, la reciente experiencia con la Philharmo-
continuamente y echar la culpa de todos los males que pa- nia ha sido maravillosa. Son unos músicos que tocan con
decemos a la enseñanza. Efectivamente, esto es una reali- unas ganas y un calor como pocas veces he visto. De todas
dad, porque la enseñanza no es que esté mal, está formas, creo que los tiempos están cambiando y que ya ha
catastrófica, pero también es necesario buscar otras salidas. pasado la era de los conductores, para dar paso a una bús-
Yo diría que hay que buscar una salida hacia delante y no queda más íntegra del músico dentro de un contexto glo-
hacia atrás, como habitualmente se hace. bal. Ahi tiene usted dos ejemplos bien significativos en
Simón Rattle y Esa Pekka Salonen. Lo más importante pa-
S.—¿Cree usted que el affaire O.N.E. tiene alguna solu- ra un director es tener la posibilidad de realizar un trabajo
ción inmediata? global serio, de introducirse en la música, en el color de la
orquesta... y, para ello, es necesario tener tiempo. Las cosas
V.P.P—La Orquesta Nacional es un tema de difícil solu- no se pueden improvisar..., y la música, menos aún.
ción, en el que pienso deben meditar no sólo los políticos,
los administradores o los críticos, sino que son también los S.—¿Es difícil crear lo que uno siente en música?
propios músicos de la orquesta los que deben hacerlo. Una
orquesta debe tener sentido de autocrítica. La OST lo tie- V.P.P.—El ideal sonoro que tiene uno en la cabeza a ve-
ne. Y es algo muy importante, porque cuando un concierto ces no coincide con la realidad. Igual les ocurre a los com-
no ha salido bien o se ha acompañado mal a un solista, nos positores: lo que componen, después no corresponde a lo
sentamos y analizamos el porqué. Y, precisamente esto, es que habían pensado. Para dirigir una orquesta hay que es-
lo que no tiene la ONE, el más mínimo sentido de autocrí- tar haciendo constantemente orquesta; ocurre igual que a
tica. No estaría de más que sus músicos se pararan a anali- los pianistas, que no pueden estudiar sin piano. Si no tie-
zar qué parte de culpa les toca en todo este asunto. nes el sonido en las manos, difícilmente te encontrarás con
la música, te acercarás a ese ideal sonoro que llevas dentro.
S.—¿Cómo ha sido su trabajo con la Orquesta Nacional?

V.P.P.—En la ONE se pasan etapas. Al principio, cuan-


do llegué hace 4 o 5 años, fui muy bien recibido, después Antonio Moral
50 Scherzo
discos-

ACTUALIDAD
DISCOGRAF1CA

Los mejores recuerdos de Karajan


Obviamente, esta sección de Actualidad Ahora, y para abrir boca, aquí tienen los Ángel F. Mayo:
Discográfica tenia que estar dedicada es- registros que, a nuestro juicio, pueden co- HUMPERDINCK: Hansel y Greíel.
te mes a ese mago de los estudios de gra- dearse perfectamente con los mejores de Schwarzkopf, Grümrner, ele Philharmonia
Furtwángler, Kleiber, Klemperer, Walter, Orcheslra. EML
bación (entiéndase lo de mago en semido
Szell o Toscanini, los momentos más lú- WAONER: THsián e Isolda. Módl, Vinay.
amplio, para bien y para mal. tal como Hotter, etc. Coro y Orquesta del Fesival de
hace Thomas Mann en su inolvidable Ma- cidos de ese astuto hombre de negocios Bayreulh, 1951. CETRA.
rio y el mago), capaz de producir belle- y fenomenal músico que se llamó Herbert
von Karajan. Antonio Moral
zas inmarchitables y, al mismo tiempo, BRAHMS: Ein deulsches Réquiem.
capaz también de las mayores singulari- Schwarzkopf, Holter, C. y Orquesta Filar-
dades en el campo interpretativo. Su de- mónica de Viena.
saparición ha conmocionado a la mayoría Javier Alfaya: CONCIERTO DE AÑO NUEVO 1987. Val-
del mundo musical (exceptuados algunos SCHÓNBERG, BERG, WEBERN: Obras ses y Polkas de IB familia Slranss. Filarmó-
casos curiosos, no nos olvidemos del ine- orquestales. Filarmónica de Berlín. DEUTS- nica de Viena. K. Baile. DEUTSCHE
CHE GRAMMOPHON. GRAMMOPHON.
fable director de orquesta español que
afirmaba sin el menor ápice de rubor que Robería Andrade: Agustín Muñoz
MOZART: Cosi fon tulle. Schwarzkopf. Me- VERDI: // tmvatore. Callas, di Slefano, etc.
«Karajan no sabe ni siquiera solfeo»... Co- rriman, etc. Ph i ¡harmonía Orcheslra. EMI. La Scala. EMI.
mo ven, los músicos españoles dando R. STRAUSS: Ariadne aufNasos. Schwarz- J. STRAUSS II: Fledermaus. Schwarzkopf,
siempre la nota. Por lo menos, podía ha- kopf, Seefríed, ele. Philharmonia Orchesfra. Slreich, Gedda, etc. Philharmonia Orches-
ber dicho lo mismo que contestó Luis de EMI. tra. EMI.
Pablo cuando le preguntaron sus impre- Ricardo de Cala: Alfredo Orozco:
siones sobre el fallecimiento de Karajan: VERDI: Olello. Tebaldi, del Monaco, Prot- MOZART: Los 4 Conciertos de trompa. De-
«Me da igual» (que también tiene bemo- ti. Filarmónica de Viena/DECCA. nis Brain. Philharmonia Orchestra. EMI.
les). El caso es que muchos melómanos R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf, BRUCKNER: Sinfonía n." 7. Filarmónica de
tuvieron sus primeros encuentros con la Ludwig, etc. Philharmonía Orchestra. EMI. Berlín. EMI.
música de la mano del director salzbur- Domingo del Campo: Rafael Ortega:
gués, pues de todos es conocido que el fe- SCHÚNBERG, BERG, WEBERN: Obras BRUCKNER: Sinfonía n.' 9. Filarmónica de
nómeno Karajan se produjo de manera orquestales. Filarmónica de Berlín. DEUTS- Berlín (1.' grabación). DEUTSCHE GRAM-
CHE GRAMMOPHON. MOPHON.
especial gracias al disco.
Pedro Elias: R. STRAUSS: Heldenleben. Filarmónica de
Ahora, y dado que SCHERZO ya de- MOZART: Concierto n.° 23, K.488. Walter Berlín (].' grabación). DEUTSCHE GRAM-
Gicseking. Philharmonía Orchestra. EMI. MOPHON.
dicó un amplio dosier a la figura de Ka-
rajan como hombre y como artista (ver Fernando Fraga: Enrique Pérez Adrián:
n.° 29 de noviembre del pasado año), nos DON1ZETTI: Lucia di Lammermoor. Ca- HUMPERDINCK: Hansel y Grelel.
llas, di Slefano, ele Coro Opera Berlín y Sin- Schwarzkopf, Grümmer, etc. Philharmonia
limitaremos a reseñar nuestra grabación fónica RÍAS. Grabación olive» 29/9/1955. Orcheslra. EMI.
favorita en una especie de homenaje a este R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf, MOZART Las bodas de Fígaro. Schware-
formidable director de orquesta. La lista Ludwig, etc. Philhannonia O relies!ra.EMI. kopf, Seedied, Kunz, etc. Filarmónica de Vie-
resultante que viene a continuación segu- Preludióse Intermedios. Philharmonia Or- na. EMI.
ramente será incompleta e insatisfactoria chesira. EMI. José Luis Pérez de Arieega:
para muchos de nuestros lectores, sobre Manuel García Franco: BRAHMS: Ein deutsches Réquiem.
todo teniendo en cuenta que de las más R. STRAUSS: Rosenkavalier, Schwarzkopf, Schwarzkopf. Holter, C. y Orquesta Filar-
de 900 (novecientas, que se dice pronto) Ludwig, Ph¡Iharmonía Orcheslra. EM1. mónica de Viena. EMI.
BRUCKNER: Sinfonía n." 7. Filarmónica de R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf,
grabaciones realizadas por el maestro aus- Berlín. EMI. t-udwig, etc. Philharmonia Qrcheslra. EML
tríaco, solamente se han reseñado 30, pro-
duelo de la elección de casi iodos los que Enrique López-Aranda: Gerardo Queipa de Llano:
R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf. HAVDN: Sinfonía n° 104. Filarmónica de
hacemos esta revista, dándose algún ca- Viena (RCA, después DECCA).
so, como el celebérrimo Rosenkavalier, de Ludwig, e!c Philharmonia Orcheslra. EMI.
MAHLER: Sinfonía n." 9. Filarmónica de
EMi, que se repite hasta siete veces. Se ob- Santiago Martín: Berlín (2* grabación, en concieno público).
servará también que la lista es un triunfo DEBUSSY: Pilleas et Meiisande. Von Sla- DEUTSCHE GRAMMOPHON.
de. Siilwell, etc. Filarmónica de Berlín. EMI.
indiscutible del binomio Karajan-Wa I te r R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf. Arturo Reverter:
Legge (la mayoría de los registros EMI) MOZART: Cosí fon tulle. Schwarzkopf, Me-
Ludwig, cíe. Phil harmonía Orcheslra. EML rriman, ele. Philharmonia Orcheslra. EMI.
y que el sello amarillo queda bastante
Enrique Martínez Mmra: MOZART: Zauberflote. Seefried, Dermota,
malparado si lo comparamos con la em- BEETHOVEN: Triple concierto. Oislrakh.
presa británica. Otro dato curioso: no hay Wéber, Upp.etc Filarmónica de Viena. EMI.
Roslropovhch, Richtw. Filarmónica de Ber
una sola grabación de Sinfonías de Beet- lin. EMI. José Luis Téllez
hoven, interesante material para reflexio- R. STRAUSS: Don Quijote. Roslropovitch. SMETANA: El Moldava. Filarmónica de
Filarmónica de Berlín. EMI. Viena {última grabación de esta obra, hecha
nar si leñemos en cuenta lo que ha en 1985)/ DEUTSCHE GRAMMOPHON.
representado el ciclo sinfónico beethove- Blas Motomoro: MOZART: Zauberflote. Seefried, Dermota.
niano en la trayectoria discográfica de Ka- BEETHOVEN: Misa Solemnis. Janowitz. Wfebcr, Lipp. « c Filarmónica de Viena. EML
[jidwig, Wunderlich. Berry. Filarmónica de R. STRAUSS: Rosenkavalier. Schwarzkopf,
rajan. En fin, esperemos que los Beilin. DEUTSCHE GRAMMOPHON.
redactores de otras revistas musicales ha- SCHÓNBERG: Noche transfigurada. Filar Ijidwig, etc. Philharmonia Orcheslra. EMI.
gan lo mismo que nosotros, entonces se- mónita de Berlín. DEUTSCHE GRAM-
rá el momento de volver sobre el tema. MOPHON. Enrique Pérez Adrián

Scherzo 51
discos

BACH: Obras para órgano. Kart Richter, ór- bre esla compleja partitura en la que Beet-
gano. ARCHIV. GALLERÍA. 427 127-2.
Compacto ADD (50'30">. DISCOS hoven agota las posibilidades armónicas, rít-
micas y melódicas del piano construyendo
un imponente edificio sonoro para el cual
Grabadas en 1980, las obras pa- se requiere un pianista excepcional, dotado
ra órgano que figuran en el com- de técnica depurada, con sensibilidad e in-
pacto proceden, como es lógico, teligencia para encontrar la diversidad den-
de un disco negro. ARCHIV, en su serie GA- tro de la unidad y traducir todas las abun-
LLERÍA, recupera de este modo interpreta- dantes indicaciones de la partitura con pro-
ciones que, gracias a! sistema del compacto, fundo sentido musical. En fin, a pesar de esta
permiten una mejor y mayor calidad sono- carencia que confiamos ver subsanada en un
ra. De la ingente obra para órgano escrita futuro próximo, tenemos por el contrario va-
por el músico de Eisenach, tres han sido las rios testimonios sonoros de esta monumen-
páginas seleccionadas para su inclusión en tal composición de indudable atractivo:
esle disco: Tócenla y Fuga en re menor (Dó- recordemos la muy personal visión de Frie-
rica), BWV 538. Partiie diverse sopra Sei ge- drich Gulda (Basf), la histórica e imprescin-
griissel. Jesu gütig, BWV 768, Passacagíia dible de Arthur Schnabel (Seraphim), la
en do menor BWV 582. equilibrada, coherente e irónica de Alfred
zones fáciles de comprender RCA consultó Brendel (Philips, también en compacto). Sin
Estamos ante una grabación —de las úl- con Arrau si estarla dispuesto a posponer su embargo, ninguno de ellos había logrado
timas efectuadas por Richter organista an- interpretación para piano en favor de la ver- plasmar en su totalidad ese summum artís-
les de su muerie —en la que, dejando a un sión para clave realizada por W. Landows- tico y vital que son las Diabelli. V aquí en-
lado su discutible manera de entender la mú- ka. El maestro chileno no vaciló y cedió de contramos ya de lleno en la imponente graba-
sica del Barroco y, en particular, la de Bach, inmediato a la petición de RCA; de una parte ción protagonizada por el mis grande pia-
no resulta demasiado afortunada. Una regis- profesaba una admiración inmensa por Lan- nista vivo de hoy.
tración caprichosa e inadecuada en muchos dowska y además se mostró convencido de
momentos trastorna por completo la sono- que para esta obra va mejor el clave que el
piano. Esta es la razón por la que las Gold- Sviatoslav Richter, en una grabación rea-
ridad requerida por estas páginas. Lo que se lizada en concierto público en el Concertge-
dice es válido, en general, en la lectura de la berg de Arrau han permanecido en el silen-
bouw de Amsterdam, logra lo que parecía
Toccata y Fuga Dórica. Hay también un em- cio de los archivos hasta la época del disco imposible. Con una soberana pulsación y
pleo excesivo del pedal, buscando, tal vez, compacto.
perfecto dominio de lodos los recursos del
efectos de lucimiento y de sonoridad que, en Se trata pues de un documento de un gran instrumento, lo que le permite evitar cual-
definitiva, no benefician en nada a la inter- valor histórico y de superlativa importancia quier atisbo de frialdad, consigue una ma-
pretación, sino que, por el contrario, sirven para \asfims de Arrau. ¿Habrá alguien que dura y airulladora lectura que se coloca por
únicamente para crear una angustiosa sen- no le admire? A Arrau le conocemos más en sí sola por delante de lodas las realizadas has-
sación de pesadez y de confusión en la ma- otras áreas, Listz, Schumann, Beethoven; pe- ta la fecha. Su riqueza, variedad, amplitud
sa sonora. Existen, inclusa momentos de ro iras escuchar estas Ooldberg es preciso in- de fraseo, fuego rítmico y limpieza en los ata-
verdadero abuso de capacidad del instrumen- cluirle entre los grandes intérpretes de Bach. ques son sólo algunas de las características
to, produciéndose en algunos pasajes lo que Su versión de las Goldberg es más rígida y de esta inlerprefación, mejor re-creación, a
podría calificarse como un auténtico bom- austera que la de Glenn Gould, ésla mucho la que se puede calificar sin temor a exage-
bardeo sonoro. El órgano utilizado para la más refinada en cualquiera de las dos edi- rar como una de tas más importantes gra-
grabación —del que, por cierto, hay una ab- ciones que realizó y sobre lodo en la edición baciones de piano de los últimos tiempos.
soluta carencia de datos en la documenta- moderna. De las versiones para piano situa- Excelente toma de sonido.
ción que acompaña al disco— tampoco ría en primer término las dos de Gould y a
contribuye a mejorar el panorama citado. corta distancia la que nos ocupa de Arrau.
En definitiva, el disco comentado no aña- Los adeptos del clave encontrarán la mejor E.P.A.
de nada nuevo ni positivo a la amplia disco- opción en la versión de Leonhardt para Har-
grafía existente en torno a la creación monía Mundi o en la ya citada de Wanda
organistíca de Bach. Landowska de un gran valor histórico. BERLIOZ: Obras para coro. Coro de la Or-
questa Nacional de Ljon. Bnicc-Brewer, te-
Dada la antigüedad del registro el sonido nor. Jean-Philippe Courlis, barítono. Noel
EG.U. es solamente aceptable; hay un nivel de rui- Lee, piaña Director: Bernard Tetu. Harmo-
do importante, si bien el color del piano es- nía Mundi. 901293. Compacto <62'24">.
tá recogido con bastante fidelidad y cuerpo.
BACH: Variaciones Coldberg, 3 Invencio- Los comentarios de Friede F. Rothe son El Berlioz de obras lan conoci-
nes, 3 Sinfonías, Fantasía cromática y fu- breves pero muy amenos e ilustrativos. das como la Sirtfont'a Fantástica
ga.—Claudio Arreu.—RCA Gold Seal CD o La Condenación de Fausto,
GD-87841.-T¡po de grabación ADD. Dura- A.O.R presenta una faceta menos divulgada, que,
ción: 47:12 v 52:24. techas de grabación: e n por supuesto, se encuentra al margen de lo
1942 las Variaciones Uoldbcrg, las resta mes que se suele oír en las salas de concierto. Me
obras en 1945. BEETHOVEN: 33 Variaciones en Do ma- refiero a las pequeñas obras corales, que, en
yor sobre un vals de A. Diabelli, Op. 120. número considerable, escribió el músico a lo
Estas lomas fueron realizadas en Svlaioslav Ricbttr (piano). PHILIPS largo de su vida creadora. Se trata de pági-
la época de las 78 r.p.m. RCA en- 422416-2, compacto DOD. Duración: S2'20. nas breves, en las que el coro es el principa!
cargó el trabajo a Claudio Arrau Grabación realizada en concierto público en protagonista, aunque en muchas de ellas in-
porque fue el primer pianista que dio en pú- Amsterdam, Concertgebuufv, el 17 de junio terviene algún solista vocal. El acompaña-
blico la integral de las obras para clave de ilc 1986. Productor e ingenien): Boy Honing. miento instrumental se reduce, en la mayoría
Bach. Esla hazaña tuvo lugar en Berlin en de los casos, al piano, haciendo también ac-
1935 a lo largo de 12 recitales consecutivos. to de presencia en algunas ocasiones oíros
Salvo error, creo que nadie ha instrumentos como el armonio, la guitarra,
Sin embargo, las Goldberg fueron en prin- publicado un estudio en profun-
cipio archivadas por RCA gracias a una his- la trompeta, etc.
didad sobre la obra más impor-
toria un tanto romántica. Wanda Landows- tante escrita por Beethoven para el teclado El compacto motivador de este breve co-
ka llego a Nueva York huida del nazismo y (exceptuando el análisis de Boucourechliev mentario, ofrece una buena y variada mues-
en estado de ruina total; lo primero que hi- y el reciente trabajo de Willian Kinderman tra de lo dicho. Desde obras en las que se
zo fue ofrecer un recital con las Coldberg Beethoven's Diabelli Varialions, editado por respira un sentido profundo de lo trágico, co-
que tuvo un éxito resonante. De forma in- la Oxford University Press en 1987, según mo sucede en Le ballet des ombres, con sus
mediata, RCA procedió a grabar la versión nos informa el libreto del presente disco), atrevidas progresiones armónicas, hasta otras
de Landowska con lo que se encontró en po- por lo que no estaría de más que alguno de de carácter desenfadado y alegre —el caso
co tiempo con dos magnificas grabaciones los pianistas de hoy, Brendel en especial, aco- de Le vin de Syracuse—, pasando por algu-
de las famosas variaciones bachianas. Por ra- metiese este empeño para arrojar más luz so- na cuya belleza deriva, sin duda, de su sen-

52 Scherzo
discos -

cilkz metódica, como ocurre en Priére au- Francaises, para soprano y orquesta. Sere- Los denominadores comunes de estas pie-
matin. nade. para tenor, trompeta y cuentas. Feli- zas son, cómo no. una cierta nostalgia isa-
El Coro de la Orquesta Nacional de Lyon, ciiy Lolt (soprano), Anthonj RoiWohnson bel i na, la perfección de la escritura y un
muy bien empaslado, ofrece una interpreta- (tenor). Micha»! Thompson (trompa). Or- irrenundable ímpetu rítmica En Tippet o en
ción limpia, perfectamente ajustada en las questa Nacional de Escocia. Bryden Thom- Walton hay interesantes momentos de con-
diferencias de matiz de las diversas páginas. son. CD CHANDOS CHAN 8657 DDD trapunto, algún choque armónico llamativo
Las breves intervenciones de los solistas vo- S8'S5. Distribuido por Harmonía Mundi. y disonancias familiares. La melodía si ha-
cales son también dignas de resaltar, en es- ce un poco cierto d tópico dr que mucha mú-
pecial las del barítono Jean-Philippe Courtis, sica inglesa posee más oficio que inspiración
Felicity entra en el Poema libe- y es más interesante su factura que el con-
de voz recia y muy bien timbrada. En Sara rando la subversión radical de su
la baigneuse, dos cantantes del propio co- tenido.
música intrínseca y creando una
ro, Gaéle Le Roí y Francoise Biscara, sopra-, alternancia: la poesía (Las iluminaciones) de Los Guildhall tocan con precisión mate-
no y mezzo respectivamente, realizan una Rimbaud admite, esta vez, que otra voz su- mática toda la música en que los valores rít-
delicada e ¡mima lectura de esta hermosa pá- pla la suya propia. Felicity Lott es una de las micos soportan el principal peso. El Britten
gina. Este carácter intimo se pone especial- raras cantantes que emplean un método ana- podía ser más bullicioso en sus tiempos ex-
mente de manifiesto en la interpretación que lógico de interpretación (generalmente uti- tremos, además, es tan célebre que suena ya
el coro hace de Priére du matin, obra en la lizado por ios grandes directores); nos un tanto a lección aprendida. En Tippet en-
que las voces femeninas imitan con bastan- suspende entre palabras y notas, restablecien- contramos mayor compromiso, mesurados
te acierto a un coro de niños, ya que. en su do los contactos primordiales anhelados por claroscuros, algún tinte espectral. En la mú-
origen, la página fue pensada para este tipo André Bretón. La plástica excepcional de la sica que impone grandes desarrollos —et len-
de agrupación. Coro y barítono realizan tam- cantante está favorecida en la tesitura de las to de la Sonata de Walton—, falta una
bién una lectura deliciosa de Le vin de Syra- Iluminaciones (la escritura, original para so- milésima de vibración, pero hay en ella un
cuse, obra que constituye, por estilo y forma, prano, parece a menudo tensa en las inter- adecuado sentido de la progresión y las in-
el polo opuesto de las restantes. La interven- pretaciones de Peter Pears, Robert Tear y tensidades están soberbiamente contrastadas,
ción en ella de instrumentos inusuales en esta hasta de Christíanne Eda-Pierre); su pronun-
serie de composiciones, como la percusión, ciación del francés es impecable, los textos
la guitarra y la trompeta, ponen la nota ale- siempre inteligibles (más que en las tres ver- JM.S.
gre y de color en esta página que cierra este siones citadas, y curiosamente Eda-Pierre, en
excelente compacto. una interpretación también excelente, es de
habla francesa), puede así modelar cada pa- COPLAND: Appalachian Spring (salle).
labras con su entera carga poética. En Pa- Shorl Symphony (N.° 2). Quiet City. Three
F.G.U. rada (n.— VIH de Iluminaciones, penúltima Latin American Sketches. Orpheus Cham-
frase), por ejemplo, la manera de decir «la ber Orcbeslra. DEUTSCHE GRAMMONP-
comedie magnetique» es sólo equiparable HON 427 335-2 CD DDD 61:27.
BOCCHERINI: Concieno para violoncello con un cierto «Ma» pronunciado por Cailas
y Orquesta en Sol. HAYDN: Concierto pa- en // barbiere di Siviglia.
ra violoncello y Orquesta en Do. Maurice ¿Y Pears con Britten dirigiendo, y Tear con Aaron Copland, uno de los va-
Gendron; violoncello. Sinfónica de landres. Giulini? Pues... Brillen parece haber tenido rios compositores americanos
Director Raymond Leppard. CD-ADD PHI- razón (¡!) cuando compuso el ciclo, pensan- longevos nacidos alrededor del
do en una soprano, tanto por cuestiones de tránsito del siglo, aparece representado con
LIPS. 422 481-2 45'39". cuatro obras típicas en un CD francamente
claridad, de frescor, como por la integración
distinta de una u otra voz con la orquesta. bello y sin desperdicio. Desde la suite del fa-
Dos bellas maneras de tratar el mosísimo ballet Appalachian Spring, com-
violoncello dentro del clasicismo. Britten era un gran director (sus conciertos
¡los© Boccherini mediante la integra- de Haydn con Rostropovich, y las mismas puesto en 1944 para Mari ha Graham y que
obras con el violonchelista asumiendo el do- aparece en esta versión según la orquestación
ción del instrumento en el contexto orques- original de cámara, hacemos un breve viaje
tal y una fácil vena melódica de cuflo italia- ble papel de solista y director) y presenta una
versión de la obra sometiendo solista y cuer- hacia atrás con la Sinfonía y la Ciudad ca-
no. En la música de Haydn, más compleja, llada y otro hacia adelante con los Tres es-
menos reducida a sus tensiones esenciales, das a su oído interno. Bryden Thomson, más
flexible, sirve de puenle entre soprano y or- bozos latinoamericanos, algo bastante
el cello está tratado de manera más concer- significativo de un compositor inquieto pe-
tante, con rango de solista. questa. Es con Serenade que habría que
plantearse, quizás, una elección entre la sen- ro nunca vanguardista, que no se conformó
Gendron pone especial cuidado en la pro- sibilidad única de Pears. el control dramá- con lo aprendido con la señora Boulanger
ducción exquisita del sonido, firme y redon- tico de Tear y ta levedad incierta de Rolfe- («esa reaccionaria», como decía Schoenbeig)
do. No es tan sobrenatural como Roslropo- Johnson. y fue más allá, sin por eso trascender aqué-
vich —siempre ha sido un violoncellista más llo que realmente estaba vedado para su ge-
apegado a la tierra—. y es más sobrio que neración, porque para crear una escuela
su compatriota Tonelier. nacional era absolutamente necesario, pri-
El virtuoso sale a relucir sobre todo en las mero, asumir la tradición. (Si, ya sé, no me
P.E. cuenten ustedes ahora la historia de ives, que
cadencias, de las que es responsable el pro- me la conozco, y habría mucho que hablar
pio Gendron. En el resto la contención es so-
berana. No adorna más aún las notas de em- BRITTEN: Sinfonía Simple. TIPPETT: Pe- de obra tan genial como abrupta y sin con-
bellecimiento recargándolas con fatigosos queña Música. WALTON: Sonata para Or- tinuidad... como abruptas y discontinuas fue-
retardos, y si en algún momento puede pa- questa de Cuerdas. VARIOS AUTORES: ron las obras de Ruggles, nonagenario que
recer mecánico, es precisamente el control Variaciones sobre un Tema Isabelino. Guild-apenas compuso hora y media de sonidos,
con el que sabe generar la tensión justa lo hall String En semble. Director Roberi Sal- o de Cowell, más profeta y abogado que
que ha presevado a sus grabaciones del en- Icr. RCA. RD 87846 89'18". artista).
vejecimiento.
Leppard, que también ayudó a hacer en- Los británicos son muy dados a La sonoridad de este disco es de una be-
trar un poco en vereda al barroco y aleda- juegos como el de las variacio- lleza que invita a su escucha repetida. La
ños, es aquí un generoso acompañante, de nes sobre la canción isabelína Se- Orpheus, que hemos visto varias veces en
sonido amplio pero no ampuloso, desbor- llenger's Round, en las que los participan- nuestro país, comprende a Copland como un
dante de vigor rítmico. Hay una leve distor- tes (Britten, Walton, Tippett, Searle) otor- clásico (lo suyo son los clásicos, sean del
sión al final del Concierto de Boccherini, gan a cada movimiento su propio estilo, sin XVII] o sean del XX), como a una especie
quizá demasiado brusco. Nada impide, sin que por ello el producto total pierda cohe- de Stravinski que hubiera compuesto cosas
embargo, achacarlo a cuestiones técnicas. sión. Asimismo, han demostrado una bue- desconocidas por los siravinskianos, pero
na capacidad de perpetuación de viejas que suenan a él muy a menudo. No en vano
fórmulas que reviven de manera aceptable, uno de los más bellos discos de la Orpheus
J.M.S. —que hemos reseñado aquí— es precisamen-
lo que facilita un camino sembrado de pre- te el Pulcinella del buen Igor. En resumen:
ludios, fugas, arias o bourrées acopladas a un disco precioso donde el ritmo y empaste
BRITTEN: Les Illuminations, para sopra- unas necesidades expresivas razonablemen- de un conjunto traducen a la perfección unas
no x orquesta de cueíds. Quatre Chansons te actuales.

Scherzo 53
-discos-

ideas brillantes y a menudo audaces det re- strang (igualmente ya en disco compacto). (se admiten sugerencias). El trío vocal pro-
presentante acaso más conocido de la gene- Más modesta es la reciente selección de Phi- tagonista tampoco ha sido igualado, e inclu-
ración de Gershwin y Virgil Thomson. tips con Simón Estes y Robería Alexander. so el leve toque de cursilería de Ja
Esta versión completa dirigida por Simón protagonista femenina queda plasmado ma-
S.M.& Rattle hace la número cuatro, sucediendo a gistralmente poi Victoria de los Angeles; Bo-
dos ediciones, ambas de 1976. La de la RCA, ris Chrístoff, quizás demasiado exagerado e
dirigida por John De Main en la Opera de histrión, está en la cima de sus posibilida-
CORNYSH: Salve regina. Ave Mario mater Houston cuenta con un equipo compacto y des vocales y expresivas; magnifico Nicolai
Dei, Gaude Virgo moler Chrísli. Magnífi- homogéneo, pero poco operístico. La de Dec- Gedda, rozando la perfección vocal en to-
cat, Ak Robín, Adieu adieu my hearts lusl, ca, magníficamente dirigida por Lorin Maa- das sus intervenciones. En cuanto al resto del
Adieu courage, Woefully arrayed, Slabal zel. cuenta con una pareja titulai ejemplar: elenco destaquemos a Ernest Blanc y, sobre
Mater. The Tallls Seholáis. Director Peter el jamaicano Willard White y la sensual y todo. Rita Gorr. Espléndida la grabación,
PUUpps. lilMELL CD CIM 014. CQ DDD. opulenta Leona Mitchell. La edición que mo- muy clara y brillante (aunque ya lo era en
65". Distribuido por Harmonía Muodi. tiva estas lineas procede de unas representa- origen). Discretos los estudios del libreto, sal-
ciones de agosto de 1987 (el registro es de vo el hecho en lengua alemana y firmado por
William Cornysh, muerto en febrero de 1988) en el Festival de Glynde- Michael Stegemann. El texto original fran-
1523, es el segundo de los músi- boume en una puesta sobria y digna de Nunn cés viene solamente traducido al inglés. En
TUKAa
cos británicos de este nombre, si y el registro conserva toda la teatralidad y definitiva, interpretación irresistible que en-
bien [odavla no ha sido probada la clase de clima de una producción en vivo. Cuenta pa- noblece muchos momentos de este o perón
relación que pudo haberles unido. Nuestro ra ello con la urgente y nerviosa dirección difícilmente asimilable en circunstancias
Cornysh fue un hombre de varios talentos, de Simón Rattle al frente de un cuidado equi- normales.
pues a la práctica musical unía el cultivo de po, que encabezan Willard White, un Porgy
la poesía, la escritura de obras teatrales y re- aquí quizás más expresivo y profundo que
conocidas dotes de actor. Como músico no en años atrás con Maazel, y la jovenclsima KPA.
sólo componía, sino que tuvo que ocuparse Cynthia Haymon, una soprano lírica de ex-
de la dirección de la Capilla Real, cuyo ni- celentes medios y sólida formación. (Un po-
vel de canto elevó a cotas que las fuentes ca- co antes la Haymon protagonizaba en
lifican como impresionantes. Cornysh Covent Carden una Liu impecable, junto a CUBA1DULINA: Offenorium (Concierto
contribuyó al enriquecimiento del cuerpo de la Turando! de Gwyneth Jones). Harolyn para violirt y orquesta Hommage A T.S.
canciones seculares, tipo de composiciones Blackwell canta muy bien Summertime, aun- Eliot. Gidon Kremer (*h, Chrisline Whil-
del que este disco ofrece algunas muestras, que la página gana cuando se interpreta por tlesey (sopr), Boston Symphony Orchestra,
en tanto nos da una visión muy completa de una voz más ancha y sensual. Del amplio re- Charles Datolt. CD. DG427336-2, DDD 70'.
su producción religiosa. Dentro de ésta, el parto es preciso hacer una cita especial para
Sabat mater es posiblemente su obra maes- el Jalee de Bruce Hubbard. Y una adhesión Tías una serie de temporadas en
tra por la exuberancia de escritura, pero tam- total para Damon Evans, cuyo Sporting Li- tas que la música de So fia Gubai-
bién es atractivo el complejo Magníficat y, fe tiene toda la ironía y ruindad que precisa dulina ha venido figurando cada
en su sencillez, la emocionada declaración el personaje. En suma: una imponante rea- vez con más asiduidad en los programas de
del Ave María, mater Dei. lización, que alcanza paridad de resultados conciertos en Occidente, con presencia espe--
con la anterior —encélente— de Lorin cial en los ciclos de música soviética del Fes-
La interpretación es una de las opciones Maazel. tival de Música Contemporánea de Almeida,
posibles, basadas en el trabajo musicólogo en Inglaterra, casi se podría decir que es aho-
del propio Phillips y en la ligera reconstruc- ra, con la edición por parte de una firma tan
ción de tas partes peididas del Slabat masler prestigiosa como Deutsche ürammophon, de
hecha por Frank Harrison. El registro agu- F.F. un disco conteniendo dos obras claramente
do se cubre con voces femeninas (en la Ca- representativas de su música, cuando le lle-
pilla dirigida por Cornysh eran nulos) a cuyo ga el espaldarazo definitivo y el reconoci-
lado se ajustan contratenores. El efecto, en GOUNOD: Faust. Nicolai Gedda, lenor miento internacional a esta autora, más que
definitiva, es transparente, luminoso, conse- (Faust); Victoria de los Angeles, soprano justificado, por otra parte. Ele la música de
guido sobre todo gracia a una afinación in- (Marguerite); Borís Chrútoff, bajo (Méphis- Gubaidulina teníamos hasta hoy tan sólo una
tachable. La dirección de Phillips se muestra lophélis); Lilia ne Be rio n, soprano (Siebel); breve representación discografica, limitada
muy elocuente, con claras distinciones entre Rita Gorr, mezzasoprano (Marine); Ernesl a dos obras en el volumen 30 años de músi-
los sacro y lo profano (la letra de estas obras Blanc, barítono (Valentín); Víctor Aulran, ca soviética de Chant du Monde (Concor-
ha sido adaptada al inglés moderno) y con- barítono (Wagner). Cor» y Orquesta del Tea- danza, 1971 y la excelente Detio II, para
trastes muy eficaces entre las partes más des- tro Nacional de la Opera de París. Maestra violoncello y conjunto instrumental, 1974)
nudas y las más adornadas. de coros: Kené Duelos. Director: André y la muy hermosa pieza para órgano y vio-
Cluytens. EMI CMS 7 699832, álbum de 3 lin, In Croce (1979) en el sello Schwann. Co-
discos compactos ADD. Duraciones: 50'SO", mo se ve, nunca hasta ahora había ocupado
E.M.M. 48'36" y 72'47". Grabación irali/ada en no- su propia música la totalidad de un disco,
viembre y diciembre de 1958 en tu Salle de y ha tenido que ser una vez más iniciativa
Mutualilé, París. Productor: Rene Challan- de este inquieto y sutil violinista que es Gi-
GERSHWIN: Porgy and Bess. Wiltard Whi- Ingeniero de sonido: WaJter Ruhlmann: Re- don Kremer para que veamos servida una
te, Cynlhl* Haymon, Damon Evans, Ha- procesada a digital: 19S9. Precio medio. muestra exclusiva de su música en una gra-
rolyn Blackwelt, Bruce Hubbard, tynlhia bación con todas las garantías de interpre-
Cl*re>, etc. The Glyndeboume Choras. The tación y sonido. En efecto, la labor de
London Philharmonic. Director Simón Rut- He aquí la versión definitiva de Kremer está siendo decisiva en el conoci-
ile. EM1 CDS 74W«2. DDD. Duración: esta ópera a la que Richard miento en Occidente de alguna de la mejor
189-31". Wagncr bautizó como «Músi- producción soviética actual, no en vano él
ca para rameras de postín». La espléndida fue el artífice de la grabación del primer Ar-
dirección de Cluytens salva muchos momen- vo Pan (Tabula rasa, en ECM) y de la edi-
La discografia de esta bellísima ción en Philips en 1984 de dos obras
ópera americana puede conside- tos de una vulgaridad insufrible y que en
otras versiones quedan aun más acentuados importantes de Aifred Schnittke: el Concier-
rarse adecuada a la popularidad to para violín y el precioso Quinteto de 1976.
e interés de la partitura. Abundan las selec- (escuchar, si se tiene estómago para ello, la
grabación de Richard Bonynge); la concer- Sofía Gubaidulina (URSS. 1931) pertenece
ciones, donde soprano y barítono (o bajo), a esa generación de compositores soviéticos
además de los correspondientes a la pareja tación es impecable, la transparencia orques-
tal es de verdadera ley (sin artificios del nacidos entre finales de la década de los 20
protagonista, suelen apechugar con varios (Denisov, 1929). y principios de los 30
papeles para así brindar las páginas solistas ingeniero del sonido) y la delicadeza y con-
vicción son encomiables, realmente los mo- (Schnittke, 1934); Pan, Silvestrov y Grabovs-
a éstos encomendadas. En tal sentido, es ya ki, 1935), que, sucesora de los maestros con-
clásica la edición de 1963 protagonizada por dos di rectori al es de los Maestros ya
desaparecidos. Y si no, ¿quién podría hacer solidados y de renombre internacional
la espectacular Leontyne Price para RCA, (Proltofiev, Shostakovich), estaba destinada
recientemente editada en CD. O la menos or- hoy, exceptuado Carlos Kleiber, un trabajo
todoxa de Mahalia Jackson y Louil Arm- siquiera aproximado al de André Cluytens?

54 Schcrzo
• discos

a asumir el mismo papel que la generación enorme capacidad dramática y. por momen- partitura autógrafa completa de la suite de
contemporánea polaca (Penderecki, Gorec- tos, de un tremendo patetismo, no muy le- Haendel, y que cada cual agrupa, ordena y
ki): revitalizar y poner al día el lenguaje mu- jano del último Shoslakovich. Basada en el escoge sus piezas a su gusto —los editores
sical en su país. A diferencia de los polacos, ciclo de poemas de Eliot 4 Quartets, la pie- modernos han tenido por ejemplo agrupar-
los soviéticos no tuvieron la oportunidad del za se concibe como una Work in progress, las en tres suites—. Pues bien, fíjense uste-
lanzamiento internacional ni a través de la pensada en su culminación para 8 sopranos des, la versión de Wenzinger, en una sola
rampa que significó el Festival de Varsovia y 4 cuartetos de cuerdas, pero que aquí vie- suite, contiene 19 números, mientras que la
ni a través de su propia música, menos rom- ne dada en su versión de octeto (soprano, de Szell sólo 4 (aunque uno de ellos acoge
pedora y con menos rasgos distimivos. más 5 instrumentos de cuerdas y clarinete, la Bourrée y la Hornpipe). ¿Qué es lo que
fagot y trompa), retomando un poco el to- puede quedar ahí de la Música Acuática! Y
Tras la consabida etapa de aprendizaje y no del famoso Ocíelo de Scbubert. El tema están además todas las alteraciones citadas.
asimilación de los estilos internacionales, esta de Eliot gira en torno a la experiencia pro- Puede recordarse, a guisa de ejemplo, lo que
generación de compositores va a encontrar funda del tiempo. Gubaidulina liene la opor- se dice en el artículo firmado por Charles
una salida a la falta de identidad de lengua- tunidad aquí de hacer numerosas referencias Haynes en la edición de este mismo disco en
je desembocando a mediados de los años 70 a la cifra 4. Asi, 4 estaciones, 4 fases de la L.P. (Decca Ace of Diamonds 6S 94 329):
con múltiples soluciones que son las que la vida humana e incluso 4 modos de existen- «En la presente grabación, además de las
convinieron en una de las escuelas más atrac- cia temporal: pasado, presente, futuro y una modificaciones introducidas por la versión
tivas de la actualidad. Frente al ecleclismo «posibilidad eterna» o «abandono fuera del de Harty, se han introducido otras por el pro-
de Schniltke y al impresionismo y cierto gus- tiempo». Estructurada a su vez en 7 movi- pio George Szell». ¡Dios! Ya pueden imagi-
to por las ideas de tono romántico de Deni- mientos, de forma que los tres primeros in- narse qué es lo que sucede con los otros
sov, frente al tradicionalismo adoptado por troducen gradualmente a los intérpretes, fragmentos incluidos en el mismo CD.
Grabovski y al carácter minimalista toma- cuerdas solas, vientos solos y voz, sucesiva-
do por Pan, Sofía Gubaidulina aparece qui- mente, para en el quinto hacer su aparición
zás como la creadora más abierta y al mismo En resumen, a pesar de que los instrumen-
todos en conjunto, Hommage á Eliot que- tistas de la Sinfónica de Londres sean más
tiempo autora de la escritura más compleja da como una música de carácter más inti-
y at rayen te de todo el grupo. Interesada en perfectos que los del Conjunto de Viento de
mista, descarnada y austera, frente a las Archivo o que los de Basilea, la elección creo
las posibilidades infinitas del sonido y po- iracas de virtuosismo I Imbrico que destila
seedora de una gran imaginación para saber que está muy clara.
subyugar al oyente con combinaciones tim-
Offerlorium.
bricas tan fascinantes como poco habitua- JO.R.B.
les (asi, en el Concierto para Fagot y Cuerdas Obras, pues, de impecable factura, cierta-
Graves. 1975; Percusión de Pekarski. para mente subyugantes, que se ven arropadas con
percusión y orquesta, 1976; Sobre molivos una toma de sonido ejemplar, en donde el HAYDN: Concierto para violoncello y or-
¡arlaros, para instrumentos tradicionales, efecto espacial llega a crear auténtico vérti- questa núm. I en Do menor, H. VIHb, I (ca-
1977), Gubaidulina parece obstinada en ven- go sonoro, hacen de este disco un impres- dencias de Llufs Claret). BOCCHERINI:
cer un reto: el de sintetizar los legados de sus cindible botón de muestra de lo que es capaz Concierto para violoncello y orquesta núm.
tres grandes maestros: Bach, Webern y Shos- la actual música soviética y en concreto una ¡ en Sol mayor (realización y cadencias d*
takovich. compositora de valor incontestable. Absolu- Maurlce Gendron). Lluís Cía reí, violonce-
tamente recomendable. Uo. English Chamber Orchestra. Director:
Efectivamente, con sólo indicar que Of- F.R. George Malcolm. HARMONÍA MUND1
fertorium (1981) basa su motivo incial y cé- 905204. Digital compacto. 44'47". Grabación
lula germinativa en el llamado Tema Real de realizada en septiembre de 1982.
HAENDEL: Música para los Reales Fuegos
la O/renda Musical de Bach, viene a la me- Artificiales. Música Acuática. Conjunio de
moria de inmediato el famoso arreglo que Viento de Arthiv Produlttion. Schola Can- A pesar de su limitada duración,
hiciera Webern sobre la Fuga de 6 voces de torum Basiliensis. Director: Augusl Wenzin- el presente compacto merece ser
la obra bachiana. Si a la idea germinativa g«r. D.G.G. Privilege 427 20S-2. Digital tenido en cuenta por todos los
de Bach y al formalismo weberniano añadi- Compacto. ADD. 69'48". Música acuática amantes de la literatura concertante del
mos una fuerte carga dramática derivada del (Su i te, arreglos de Sir Himitton Harty y XVI11. Siempre que, quien esto escribe, ha
Berg del Concierto para violto y un gusto George Szcll). Música para los Reales Fue- tenido ocasión de escuchar en concierto a
mar, que notable por el tratamiento de cho- gos Artificiales (Sulle, arreglo de Sir Hamil- Lluís Claret, se ha dado cuenta de su incli-
ques de bloques instrumentales típico de la ton Hariy). Minueto de «Der Cretreu nación por la música de nuestro tiempo y por
escuela polaca (se piensa en el Lutoslawski Scháfer» III pastor f ido, arreglo de Sir Tho- las obras del estilo galante y dasicista. El dis-
del Concierto para violoncillo y el Concierto mas Benham). Largo de Serse (arreglo de co que nos ocupa confirma dicha impresión;
para violín, «Chain 2»), tenemos ya la con- Rfínhard). Orquesta Sinfónica de Londres. en ella el celtista andorrano se muestra ele-
formación estética de la pieza, Offertorium Director: George Siril. DECCA Weektnd gante en el fraseo, afinado, preciso en los ata-
se articula como un gran continuo dividido Classin 417 694-2. Digital compacto. ADD. ques y resistente en las frases y notas
en tres secciones muy diferentes, según d tra- 40'47". prolongadas. Lo mejor quizás sean los mo-
tamiento del tema básico. El lema de la vimientos lentos, aunque sea difícil olvidar
Ofrenda Musical, expuesto al principio, se- la magnífica cadencia en el Modéralo inicial
rá privado de la última nota, re. a partir de Las versiones ofrecidas en estos del Concierto de Haydn, debida al propio so-
la cual hará su entrada el violln soto. Esa dos compactos de las mismas lista y concebida en total consonancia con el
ausencia de la nota final sera la que abra la obras se parecen, debido a razo- estilo y el lenguaje del gran compositor aus-
puerta para sucesivas variaciones. Cada va- nes de todo tipo, como un huevo a una cas- tríaco. Por su parte, la English Chamber Or-
riación irá abreviando el tema en dos notas taña. Para los Fuegos Artificiales, Wenzin- chestra le acompaña con su calidad y
hasta acabar, en el punto culminante, con ger intenta una aproximación a la versión solvencia habituales.
una sola nota. El tema es así, poco a poco, para instrumentos de viento con que la obra
«ofrecido en sacrificio», según palabras de fue dada a conocer el 26 de abril de 1749 en
la compositora. Tras agotan* el tema de la el Green Park de Londres: 24 oboes, 12 fa- Jaft.B.
Ofrenda, aparece la segunda sección, don- gots, I contrabajo, 3 timbales y I tambor.
de se hace menos referencia al motivo de Szell opta por su parte por un arreglo or-
Bach. hasta desembocar en la tercera, un fi- questal debido a Sir Kamilton Harty que al-
nale que remota la nota re del inicio y que tera los lempí, la instrumentación, la sintaxis, HAVDN: La Creación. Elfeaneth GrímoKr,
se mantendrá dentro de una calma extática el orden de los números y. además, amena- Goltlob Frick, Josíf Traxel. Coro de la Ca-
hasta la conclusión, mientras que la sonori- za su integridad (La Réjouasance no apa- tedral de Santa Eduvlgís de Berlín. Orques-
dad orquestal crece en densidad e intensidad rece por ninguna parte). Se trata de una ta Sinfónica de Berlín. Director Karl Forstcr.
antes de apagarse completamente. El resul- interpretación solemne y magnifica, pero que 2 CD EM1 7 62595 2. lftS'1".
tado sonoro es de una estremecedora belleza. no puede esconder el inevitable estigma de
Bien diferente es la pieza que acompaña lo falso. Al comentar la versión, esplén-
en el disco, Hommage Á T.S. Eliot (1987), dida, que de este mismo maravi-
aunque estemos siempre ante una música de Las cosas se agravan aún más con la Mú- lloso oratorio había grabado
sica Acuática; aquí, claro, debe de tenerse Kubelik para el sello Orfeo (SCHERZO, n°
en cuenta que no se ha conservado ninguna 24, pág. 40), el firmante recordaba, y echa-

Scherzo 55
-dlscos-

ba de menos su reedición, la entrañable in- Se publican ahora en disco com- teclados, donde se encuentra un interesante
terpretación discográfica de Forster, pacto las dos Sinfonías de Kalin- eslabón con el Ligeti más actual, el de los
registrada en 1960. En su sección habitual BVW.WM
nikov grabadas respectivamente polirrítmos de algunos de sus recientes Elu-
de actualidad, E.P.A. reseñaba poco después en 1975 y 1976, bajo la dirección des pour piano. Sin embargo, la toma de so-
la feliz idea de EMI de lanzar, por fin, en de Svetianov, y de cuya aparición en Espa- nido en Conlinuum, excesivamente plana y
soporte compacto, este auténtico clásico, do- ña dio cuenta SCHERZO en su n? 12, de saturada, no permite una escucha placente-
minado por el arte exquisito de la gran so- marzo de 1987, al que nos remitimos. Su ra. Mucho más ideal era la toma en la ver-
prano alemana Elisabeth Grtimmer, autor pertenece a la generación intermedia, sión de Elisabeth Chojnacka (Wergo
desaparecida hace cosa de dos anos. La voz, perdida y atrapada, entre la Escuela Nacio- 60100-50. en el disco donde se contenía la
de inmarchitable pureza, de brillo diaman-
tado, de limpie penetrante y dulce de la can- nal Rusa y la contemporánea que tan pode- primera grabación del Trio).
tante estaba todavía a principios de aquella rosamente ha contribuido a elaborar el Hay que hacer constar además que am-
década, rondando ya la cincuentena, en ple- universo sonoro del siglo XX. La edición se bas versiones se distinguen mucho en lo to-
nitud. Su fraseo cálido y límpido, su igual- justifica plenamente pues la mejoría del so- cante a la duración. Veamos: 3.16 empleado
dad de color, su efusividad expresiva, ajena nido resalta las virtudes de estas obras, so- por Vischer y 3.59 el tiempo de Chojnacka.
a cualquier artificio, brillan poderosamente bre iodo su fragancia melódica y su Si tenemos en cuenta que en el catálogo de
en su recreación de Gabriel —personaje an- imaginativa instrumentación, de indudable Ligeti viene dado el tiempo de 4 minutos ha-
gélico, de escritura grácil, pespunteada de atractivo para todos aquellos que están in- brá de convenir en que la interpretación de
transparente coloratura, ágilmente dibujada teresados en el sinfonismo ruso. Chojnacka es la correcta, amén de percibir
por la soprano, sólo parcialmente apurada el oyente una sensación de transparencia, cla-
en el Do natural sobreagudo de su. primer D.C ridad y facilidad de fraseo, que no se hallan
número— y de Eva —en la que muestra, a en la de Vischer; en esa última lectura pre-
lo largo de una ejemplar y excelentemente domina el ritmo y se hace hincapié en un ras-
diseñada linea de canto, toda la entraña poé- go distintivo de la composición: e! ritmo
tica del mensaje haydniano—, dejando, en LIGETI: Cantinuum. 10 piezas para Quin- obstinado del pedal. Si lo que Vischer de-
verdad, tras cualquiera de sus intervenciones teto de Vienta Artikulation. Glissandi Etú- seaba era potenciar precisamente el tono hip-
un regusto de encantamiento y una estela de denfürOrgel. Volumina. Anfoinelle Vischer nótico y obsesivo, bien que lo ha conseguido.
maravillosa y cristalina vibración. Extraño (clave). Quinteto de viento de la Radio del
y convincente el hechizo de esta voz. Suroeste de Alemania. Zsigmond Szathmary Tampoco juega a favor délas 10 piezas el
(órgano). Karl-Krik ttelin (órgano). CD Wer- prensado del disco, que en esta obra en par-
go 60161-50. ADR 54'. IMstoibuido por Har- ticular se excede en acumulación de soplos
Es ella probablemente la gran baza de la monia Mundi. y saturación en los agudos, con lo que es casi
versión; pero no hay que desdeñar en abso- preferible la escucha del disco analógico.
luto la solidez berroqueña del algo tosco y La firma alemana Wergo sigue Las 10piezas están a medio camino entre el
apuradillo arriba Frick, un bajo de los de an- mimando en lo posible a la que puntillismo que pretendía abandonar de-
tes, cuyo timbre oscuro, destelleanle de iri- es una de sus figuras incontesta- finitivamente Ligeti, y su característico jue-
saciones broncíneas, anima un arcángel bles, Gyórgy Ligeli. Tras la edición en 1984 go de capas (visible en la penúltima de las
Rafael de excepción (menos se adapta al li- de un volumen de 5 discos con la obra com- piezas) y no se conserva del todo mal en lo
rismo dialogante de Adán), ni la buena dic- pleta grabada por Wergo del autor de ori- que significa de propuesta lúdíca de enfren-
ción y cieña prestancia del por oirá parte gen húngaro, se ha tomado recientemente la tamientos tímbricos, pero las que decidida-
algo descolorido y un tanto calante Traxel. iniciativa de transferir todo aquel ya viejo mente han envejecido son las piezas
material al soporte compacto. De esa manera electrónicas {Artikulation y Glissandi) y Vo-
El Coro de Santa Eduvigis, un aficiona- lumina, ésta demasiado deudora de efectos
do y empastado instrumento por aquel en- han visto la luz en el mercada exactamente sonoros y aquéllas poco menos que los gran-
tonces en las manos del edesiático Karl S CD con música de Ligeti, en los que se ha des errores en la carrera del autor. El mis-
Forster, su titular de muchos años, borda ' pretendido agrupar las obras según caracte- mo Ligeti ha afirmado en más de una
cualquiera de sus múltiples intervenciones, rísticas comunes. Así, para el presente dis- ocasión que se enfrentó con el material elec-
animado por la batuta ciara, precisa y afec- co se escogieron piezas de muy diverso trónico más por curiosidad que por otro mo-
tuosa de su director, que consigue una ver- material sonoro pero con el denominador co- tivo, y que su campo sonoro no podía llegar
sión preciosa, homogénea, colorista, cálida, mún de su carácter experimental. En efec- nunca a ser ése, donde habría que disponer
intensamente lírica, de la obra. Interpreta- to, las obras aquí contenidas abordan de un tiempo enorme, de una dedicación de
ción que resalta los valores polifónicos y que campos sonoros tan particulares como ale- muchos años, para llegar a escrutar las po-
al tiempo, luminosamente, pone en primer jados de la auténtica estética de Ligeti, pues sibilidades reales de unos materiales tan no-
plano toda la trascendente ingenuidad —tan tanto el clave (Continuum) como el órgano vedosos. Todos salimos ganando con esa
náif— que destila la partitura. Economía, (Volumina, Eluden) y, sobre todo, la electró- decisión. Paradójicamente son estas últimas
contención, concisión, claridad, efusión, bri- nica (Artikulation, Glissandi), muy pronto obras las que se benefician de una mejor gra-
llo clásico y equilibrio son, pues, algunas de serían abandonados por el compositor, cons- bación en este CD de interés relativo, y que
las características de la versión, bien tocada ciente de que no era ése precisamente el ma- sólo se recomienda por las dos obritas, Con-
por la Sinfónica berlinesa y adecuadamente terial adecuado a sus deseos. Se (rala de unas tinuum y Coulées, antes comentadas. El res-
remozada en su traslado a compacto. obras que son fruto en buena medida del mo- to ha perdido su capacidad de sorpresa.
mento de ruptura e investigación sonora pro-
Hay muchas aproximaciones relevantes de pio de la época en la música occidental, y
La Creación dentro de la historia del disco, que con Poema para cien metrónomos y
cada una en su estilo: Krauss, Karajan, Mun- Aventuras conforman el corpus de piezas F.R.
chinger, Jochum, Dorati, Kubelilt... Ningu- donde Ligeti da rienda suelta al gusto por
na posee el encanto, la luminosa sencillez, lo inesperado, lo absurdo.
el brillo íntimo y trascendente de la de Fors-
ter, por algo uno de los más destacados in- MASSENET1 Cendnllon. Frederica van 51a-
térpretes de la posguerra de la música coral El valor [eslimonía! de este disco es inne- d t Nkolii Gedda, Jane Berbie, Jules Bas-
y sinfónico coral de Bach. Mozart, Haydn gable y lo que más nos puede interesar a es- tin, Ruth Welting. Ambrosian Opera
O Schubert. tas alturas es la permanencia, la vigencia o Choras. Philarmonia Oches!ra. Maestro de
no, de las obras, compuestas, por cierto, en coros: John McCanhy. Director: Julius Ru-
el período que va de 1957 (Glissandi) hasta del. Fecni de grabación: 1978. Duración:
A.R. 1969 (Coulées, Segundo Estudio para órga- 136'33" 2CD Masttrworks (ADD) M2K
no) y en ese sentido mis preferencias se de- 79323.
cantan por dos piececitas que gozan de unas
mismas características; se trata de Conti- Escasamente representada en los
KALINN1KOV: Sinfonía n." I en Sol menor nuum para clave (1968) y ese antes mencio- escenarios operísticos, Cendri-
y Sinfonía n."2en La mayor. Orquesta Sin- nado Segundo Estudio, Coulées; en ambas llon no es evidentemente uno de
fónica Académica del Estado de la URSS. se asiste a un mismo interés por la concen- los mejores trabajos de su compositor, que
Dir.: Evgueni Svetianov. LE CHANT DU tración del sonido, por la repetición obsti- aunque intenta ensayar algunos procedimien-
MONDE LDC 278 926 CD- Distribuido por nada de breves figuras rítmicas y es ahí, en tos armónicos, para él novedosos, fundamen-
Harmonía Mundi. esa obsesión por el carácter percutivo de los talmente en la música dedicada al Hada, no

56 Scherzo
discos

consigue imprimir a la partitura el embru- MOZART: Pequeña Música Nocturna, K. do una bellísima y delicada lectura de la
jo, el misterio y la fantasía que serian los 525. Serenata núm. 9 en Re mayor, K. 320 Lamentación de la Virgen. Digo supongo
ideales para el cuento de la Cenicienta. «Posthorn». EnsemMe Mozart de Vierta. Di- porque en la obra el citado papel es el prin-
Lo mejor de la presente grabación es la in- rector: Willi Boskovsky. DECCA Weekend cipal para voz de soprano y Agnés Mellon
terpretación, en la que von Stade, Gedda y Classics 417 874-2. Digital compacto. ADD. figura en primer término en la relación de
Welling están espléndidos. Von Stade en muy S6-74". sopranos que aparece en el texto. No obstan-
buen momento vocal luce una voz hermo- te, el disco se limita únicamente a citar los
sa, dulce y delicada, muy bien emilida con He aquí una ocasión inmejora- nombres de todos los solistas vocales, pero
la que consigue reflejar el candor de la pro- ble para revisar la personalidad sin concretar en ningún momento quién can-
tagonista. Gedda se nos muestra como el ele- de Willi Bosfcowsky, antiguo con- ta los papeles principales, como son los de
gante estilista y el gran maestro de canto que certino de la Filarmónica de Viena y anima- María, Pilatos y el Demonio.
en realidad es, si a esto le sumamos una mag- dor de la vida musical de la capital austría- El disco se completa con una breve obra,
nifica dicción francesa y una partitura sin ca (hasta que diez o doce años era un hecho también de Rossi, titulada Un peccator pen-
excesivos problemas, nos encontramos con tradicional verle dirigir y togar el violin en ttto. Esta bella página, impregnada de un
un Principe de auténtica altura. La Welting el Concierto de Año Nuevo que se transmi- profundo lirismo, pone el broche de oro a
aunque es una de las mejores sopranos lige- te en estas fechas todos los años via Eurovj- esle compacto, en el que obras, nivel inter-
ras de esta época no ha alcanzado el reco- sión). La versión que él y los músicos vieneses pretativo y excelente calidad sonora le otor-
nocimiento que hoy gozan otras colegas nos ofrecen de la famosísima Pequeña Mú- gan un indudable interés.
menos dotadas; en la presente grabación sica Nocturna resulta de una gran vitalidad,
compone una maravillosa y etérea Hada a con las dosis justas de elegancia y galante-
la que otorga toda la fantasía que requiere ría y, más en el terreno de lo práctico, unas F.G.U.
el personaje. cuerdas envidiables por fraseo y afinación.
Pero lo que más nos interesa de este com- SATIE; Obras para piano. Je te veux. Pou-
En resumen, enhorabuena a la CBS que pacto es la Serenata «Posthorn», admirable dred'or, Gymnopédies I, 2, 3. Descriptions
de esta forma nos permite apreciar una obra en el ensamblaje instrumental, con excelen- automatiques. Les trois valses distinguées du
que si no fuera a través del disco sería difí- tes intervenciones de todas las familias, en précieux dégouté. Gnosiennes I, 2, 3. Cro-
cil conocer, aunque sea recomendable fun- especial de las maderas, siendo también me- quis el agaceries d'un gros bonhomme en
damentalmente a los massenetianos o a los recedor de los máximos elogios el (rabajo de bois. Avant-derniérespensées. Pmmiernoc-
interesados principalmente en los aspectos Adolf Holler con su posthorn (trompeta de turne. Phitippe Entremont, piano. CBS-
vocales. postillón) en el sexto movimiento. Vale la pe- Matslro MYK 45505 CD ADD 46:36.
na, no lo duden, tener este disquet.
R. dea SATIE: Obras para piano. Poudre d'or.
Avant-derniéres pensées. Piéces froides;
JaR.R Trois airs a faire fuir. Piéces froides: trois
danses de travers. Chapitres tournés en tous
sens. Nocturnes I, 2, 3, 5. Véritables prélu-
MENDEISSOHN: Sinfonía núm. 4 en La ma- ROSS1: Oratorio per la Settimana Santa. I*s desfiasques fpour un chien). Deux revenes
yor, Op. 90 «Italiana». Sinfonía núm. 5 en Arte Florissants. Director: William C hristit nocturnes. Prélude de ia porte heroique du
Re menor Op. 107, «de la Reforma». New HARMONÍA MUND1, HMC 901297. ciel. Heures séculaires et ¡nstantanées. Des-
Philarmonia Orchestn». Director: Woltgang Compacto <48'25"). criptions automatiques. Croquis et agace-
Sawallisch. PHILIPS Concerl Classics 422 ries d'un gros bonhomme en bois. Nouvelles
470-2. Digital compacto. ADD. 59'34". Gra- Luigi Rossi es uno de los muchos piéces froides. Les trois valses distinguées du
bación realizada en Londres (it junio de compositores italianos del siglo précieux dégouté. Pascal Rogé, piaña DEC-
1966. XVII, que, a pesar de la excelen- CA 421 713-2 CD DDD 72:54.
te calidad de su música, continúa siendo un
Magnificas versiones las conteni- completo desconocido no sólo para el pú- Jusio después de la reedición de
das en este disco: a pesar de tos blico en general, sino, incluso, para muchos la peeuliarísima lectura del pia-
veintidós años transcurridos no melómanos. Sus obras, ausentes de las sa- no juvenil de Salie que realizó
han perdido un ápice de su encanto mendels- las de concierto y excluidas de la programa- hace unos diez años el holandés Reinben de
sohniana, y la toma de sonido, ya excelente ción habitual, sólo a través del disco pueden Leeuv. para Philips nos llegan estos dos CD,
en principio por su claridad, se ha visto real- ser conocidas, aunque, incluso asi, se trata uno de ellos (Eniremom) reedición de un re-
zada por el reprocesado digital. Con una de un conocimiento muy parcial, dado lo po- gistro muy poco posterior a aquél y el otro
New Philarmonia en ópiimo estado a sus ór- co que de este autor se ha grabado hasta la (Rogé) recién salido del horno, de este mis-
denes, Sawallisch nos ofrece unas interpre- fecha. Este disco contribuye, por ello, a pa- mo año 1989. pero complemento de otro gra-
taciones repletas de tensión y fuerza poética, liar positivamente la citada escasez, junto bado hace unos años, que incluía obras no
que merecen figurar en la discoteca de lo- con algún otro de Cantatas publicado en el ofrecidas aquí (por ejemplo, el único Noc-
do buen aficionado, crítico, musicólogo o lo pasado reciente. turno que falta, el cuarto). Siendo en am-
que sea. Quedan para el recuerdo el lirismo bos casos lecturas alejadas de la visión etérea,
que el maestro alemán sabe extraer del An- Aunque existen algunas dudas sobre la pa- brumosa y lánguida de Reinbert de Leeuw,
dante con molo de la «Italiana», que en ternidad de esta obra, su atribución a Rossi no por eso nos encontramos en pleno golfe-
otras versiones resulta demasiado procesio- o, tal vez, a algún contemporáneo también río, como a veces seria de esperar, e incluso
nal, excesivamente acorde con el motivo ge- al servicio del Cardenal Antonio Barberini, de desear. El disco de Entremont empieza na-
nerador del mismo (una procesión que es generalmente admitida. Lo cierto es que da menos que con dos de las piezas más ca-
Mendelssohn presenció en Ñapóles); y este el nuevo estilo recitativo, asi como la alter- nallas de Satic, Je te veux, versión pianística
pletórico Andante de la «Reforma». Con la nancia compleja de recitados y de arias, es- de una de las canciones más arrastradas de
versión de esta última Sinfonía a cargo de tán presentes a lo largo de todo el Oratorio, toda la música culta, de una gracia conside-
Sawallisch y los músicos londinenses queda lo cual es una característica de la época y, rable y de una calidad que no hay por qué
particularmente demostrado que, cuando de desde luego, una constante en las Cantatas exagerar, pero que nos dice mucho del por
esta obra se ofrece una interpretación exce- compuestas por Rossi. qué del altísimo nivel de la canción comer-
lente —O mínimamente interesante— se di- William Christie, al frente del conjunto Les cial francesa, desde Le temps de cérises, an-
sipan las críticas que pudo recibir en su Arts Florissants, ofrece de esta obra una ver- terior a Satíe, hasta Je ne regretterien(ahora
tiempo (recordemos que la Orquesta del sión muy bien planteada, en la que el grupo que han hecho los veinticinco años de la
Conservatorio de París la rechazo echán- coral y los solistas vocales e instrumentales muerte de la incomparable Piaf); y el vals
dole en cara ser «excesivamente escolástica» contribuyen eficazmente a realzar su belle- casi apache Poudre d'or, tout a fait moni-
y «contener demasiados fúgalos y poca me- za e interés. Uno de los mayores logros ra- martroil (digo yo).
lodía», objeciones que hoy día se nos anto- dica en los sutiles cambios de atmósfera
jan desechables y obsoletas). existentes a lo largo de toda la composición. Son dos pianistas muy enganchados de la
De entre las voces solistas debo destacar la música francesa, como sabemos por sus Ra-
presencia de Agnés Mellon, que es, supon- veles, sus Poulenc y etcéteras, y eso ya es una
JaR.B. go, quien canta el papel de María, realizan- garantía al escuchar su Satie. Nos puede sa-

Schcrzo 57
-discos -

bet a veces a respetable en exceso (a veces, realmente ejemplares. Recuerda al joven Pro- El presente compacto nos permi-
repito. Rogé), y oirás a que tampoco es éso, kofiev de la Sinfonía clásica, pero sus desa- te valorar la personalidad del
que querríamos todavía más gracia, que Sa- rrollos cantables son de sesgo romántico. ilustre pianista británico Ciifford
tie, y ahí están sus títulos para demostrarlo, Los intérpretes sirven a las partituras con Curzon (1907), discípulo de Schnabel y Lan-
no va de armonías poéticas y religiosas. No alta profesional]dad y buena interpretación. dowska, en sendas interpretaciones de los
sé si existe hoy día un pianista ideal para Sa- El sonido de Zuckermann es rico y sensual, Conciertos de Tchaikovsky y Grieg produ-
lie, compositor menor y lleno de encanto que su canto es intenso, su sentí mental i dad, ele- cidos por Decca en 1959 y en 1960, respecti-
liene su aquél, y que desde luego necesita su gante. Neikrug acompaña con respeto hacia vamente. En la celebérrima obra del músico
matiz, y no otro. Rogé y Enlremont pueden Strauss, Prokofiev y Zuckermann. Pudo te- ruso, Curzon sabe realizar la difícil síntesis
valemos provisionalmente. Por cierto, com- ner menos a éste y, tal vez, su í o tialismo entre las demostraciones de fuerza y brillan-
párense las (res Gnosiennes aquí incluidas habría brillado más a la altura de sus posi- tez y el intimismo y la finura que exige. La
con las respectivas de Reinben de Leeuw y bilidades. labor de Solí i es magnífica, a pesar de cier-
se comprenderá a qué nos referíamos en tas asperezas y brusquedades (por ejemplo
aquella reseña: parecen talmente obras dis- RM. con el cometido de los metales en el primer
tintas. movimiento); nos imaginamos que una lec-
tura suya, actual, de la misma partitura se-
TCHAIKOVSKY: Cascanueces (Arto II, ín- ría bastante distinta. La toma de sonido
S.M.B. tegro); Lago de los cisnes (Ocho movimien- resulta un punto incolora, echándose en falta
tos). Orquesta Nacional de Escocia. Neeme una irisación más acentuada. Las cosas me-
SOLER: Nueve sánalas. Fandango. André Jürvi. CD CHANDOS CHAN 8556. DDD. joran en ese aspecto con el Concierto de
Gorog, piano. BNL 111507. Compacto T4'S7. Distribuido por Harmonía Mundi. Grieg, donde lo más interesante quizá se de-
<53'30")- Distribuido por Harmonía Mundi. ba a la dirección de Fjeldstad, entusiasta y
¿Por qué el acto II solamente? poética, que logra un amplio arco sonoro y
No se dice si el acio primero ha demuestra una identificación indudable pa-
La idea de interpretar con piano sido grabado ya, ni tampoco si ra con esta obra. Curzon se hace por su parte
val
las obras del Barroco, cuyos 10 será. Las fiestas de Navidad, el sueno de acreedor de los mismos elogios citados más
autores ni siquiera pudieron, por Clara, la metamorfosis de Cascanueces en arriba.
razones obvias, pensarlas para este instru- principe, el País de las nieves son así esca-
mento, fue lo normal durante el siglo XIX moteados. Más de un balletómano se nega-
y lo ha sido durante buena pane del nues- rá a empezar entrando de lleno en Confitti- JoR.B.
tro. Aunque en la actualidad todavía se puede ren! burgo. El ballet completo no es tan lar-
encontrar algún caso, lo cieno es que desde me- go (mucho menos que el Lago): hasta sin re-
diados de esta centuria la visión y la mane- ferencias visuales, se pueden seguir los dos TCHAIKOVSKY: Sinfonía n.° 5 en mi me-
ra de entender el Barroco han cambiado actos. La brillantez de la escritura es, ade- nory Suite de El lago de los cisnes. Orques-
radicalmente. Causa, por ello, alguna sorpre- más, magistral. Intenté escuchar el primer ta Sinfónica de Chicago, dirigida por Georg
sa el hecho de tropezar aún con versiones re- acto por Dorati {Concertgebouw, una de las Solli. DECCA DDD 425516-2 DH. Dura-
cientes en las que se acude al diado sistema. versiones predilectas de los aficionados al ba- ción: 71.51 minutos.
Las sonaras de Antonio Soler eslán conce- llet, a reeditar en CD) y seguir con Jarvi; pero Es difícil volver a tocar a Tchai-
bidas para el clavicémbalo. Tal vez podrían no funciona. Hay que recordar que el acto kovsky, el insistente Tchaikovsky,
ser tocadas en el pianoforte, instrumento ya el incesante músico de nuestras
existente en vida del compositor. Dejando de 11 incluye las danzas exóticas (española, ára- primeras confusiones sentimentales, fondo
un lado esta posibilidad —asunto, por lo de- be, china...), el Vais de ¡as/lores y la Taran- de tantos folletines radiales y cinematográ-
más, de interesante estudio— lo que, desde leüo (Pas de deux); y que todas están muy ficos, compañía servil de mucho anuncio ar-
luego, no resulta muy plausible es la versión bien tocadas. La reverberación tal vez exce- bitrario, desde refrescos a compresas. Hay
pianística. El clavicémbalo y ej piano son dos siva (o el potenciómetro) enturbia un poco que quitar al compositor ruso toda su ad-
mundos totalmente distintos y opuestos. El la definición de los planos sonoros. Bychkov herencia literaria, buena y peor, dejarlo con
timbre, los matices, los tempi, todo cambia ofrece (Filarmónica de Berlín) una de las ver- su gloriosa inspiración melódica, sus modes-
de un instrumento a otro. Pot ello, al escu- siones más brillantes, pero los tempi, muy tos desarrollos y sus ganas irreprimibles de
char estas obras en piano, el parecido con rápidos, no son bailables (¡no es un derec- bailar.
la realidad es, como suele decirse, mera coin- to!). Rozdcstvenski (Bolchoi) y Dorali diri-
cidencia. gen para el baile. Este último, por la orquesta Solli hace un Tchaikovsky contenido, pú-
y por su precisión rítmica, quizá sea pre- dico, diáfano y, en definitiva, correcto. Puede
En definitiva, labor fallida la de André ferible. pensarse que el compositor es, por el con-
Gorog, máxime cuando en la actualidad exis- trario, impúdico, turbio e incorrectOi pero en
El Lago de los cisnes dura unas dos horas esto no hay categorías definitivas. Solli lee
ten clavecinisias de primera categoría perfec- y media (el doble de Cascanueces) y los ex- con nitidez, controla las sonoridades, disi-
tamente capacitados para trasladar al teclado tractos (treinta minutos) en este disco son po- mula los contrastes, aplaca las ventoleras. El
la belleza encerrada en estas páginas. co representativos. Monteux ha sido director resultado es una faena directorial de alta ca-
de los Ballets Russes, conoce esta música (y lidad (nada menos puede esperarse de! gran
F.G.U. la otra, ¡estrenó una obra de Scelsi!) 3 la per- director húngaro) pero un tamo sosa.
fección: la selección entre los cuatro actos
STRAUSS PROKOFIEV: Sonata para vio- no rompe la historia. Desde hace treinta La Sinfonía se oye como un Tchaikovsky
li'n. Pinchas Zuckrraann y Marc Neikrng. años, esta hora de música (ahora en CD eco- que quisiera parecerse a Brahms, pero que
PHILIPS ODD 420 944-1 PH. Duración: nómico, Philips) sigue siendo la versión pa- no halla ni la contentación expresiva ni la ri-
55.28. ra todos los discómanos. Los fanáticos queza de evoluciones del alemán. Entonces,
Strauss y Prokofiev se encuentran querrán tener el ballet entero y encontrarán eso que los italianos denominan ne carne ne
en los bordes opuestos del lardo- una recompensa con André Pievin (dos CDs pesce.
rromanticismo. En 1887, un jo- EMI): Ida Haendel es la maravillosa violi- En el ballet, Solti especula con los timbres
ven Ricardito aborda un género que luego nista solista. y exalta las gracias de la orquestación. Para
dejara de lado y un mundo (la música de cá- ello (no está solo en el enfoque: óigase en
mara) que sólo visitará esporádicamente. Es, estas páginas, por ejemplo, a Seiji Ozawa)
RE sacrifica lo danzable, de modo que imagí-
todavía, un romántico tardío que apela a
Brahms. En seguida hallará la apelación con- nese un cuerpo de baile fondón y lento, evo-
traria y definitiva, Wagner, ai cual conduci- lucionando en un lago de aguas bituminosas.
TCHAIKOVSKY: Concierto para piano y A veces es preferible una menor astucia or-
rá hasta su exasperación expresionista y en orquesta núm. I en Si bemol mayor, Op. 23. questal y una mayor eficacia para conducir
los limites de lo atonal. Clifford Clirzon, piano. Orquesta Filarmó- a ideales reales o bailarines. La síntesis de-
Por el contrario, la obra de Prokofiev es nica de Vico». Director: Slr Georg Solí i. seable es un Pierre Monteux, por ejemplo.
de madurez. Data de 1946 y fue escrita, ori- GR1EG: Concierto para piano y orquesta en La otra síntesis, la de Solti, nos muestra a
ginalmente, para flauta. La transcripción pa- La menor, Op. 16, Mismo solista. Orquesta un Tchaikovsky probo, decoroso y desca-
ra violin se debe a un pedido de David Oistraj Sinfónica de Londres. Dír.: Oivin FjeJdslad. feinado.
y queda a la altura del comitente. Es de una DfcCCA Weekend Classics 417 676-72. Di-
astucia armónica y de una fluidez melódica gital compílelo. AAD. 64'16". RM.

58 Scherzo
-discos

VERDl: Un bailo in maschera. CigH, Cani- Hammond Stroud, Robrrt LJoyd. Loado» das plausiblemente, obteniéndose a cambio
gua, Bechi. Ribctli, Barbieri, Pasero. Nicco- Sinfonielta: Riccardo Chailly. DECCA 421 un color más seductor. La versión potencia
lini. Orquesta y Coro del Teatro de la Upen 717-2. CD DDD 64:54. el primer plano de los instrumentos de vien-
de Roma. Director Tullio Serafín. Ejni CHS Hablar de melodrama puede su- to. Esto supone una clara primacía del me-
76W»32. ADD. 2 C U Duración: 118'52". poner sacar las cosas de quicio, lodismo —aún más subrayado en los
mientras que decir que es movimientos lentos—, que se nos brinda con
No hay duda posible: Ricardo era Sprechsgesang resulta una auténtica exage- pocos obstáculos, realizando los músicos un
08© un papel hecho a la medida pa- ración. Renunciaremos a conceptos, pero se trabajo de ornamentación muy moderado.
ra Beniamino Gigli. Este perso nos ocurren algunos como esos dos, dema-
naje, que combina el canto brillante y ele- siado histórico el uno y demasiado cargado E.M.M.
giaco; que ha de ser irónico, ligero, sentimen- de sentido el otro. Lo cierto es que ambas
tal, patético, elegante, premisas todas que Fafade constituyen un continuo de música
definen lo que era el canlo a rollad or del le- con palabra recitada y ritmada en primer pla-
ñor de Recanal i. Cuando Gigli grabó este Ba- no, donde la musicalidad del habla importa
ilo (Junio de 1943) contaba ya 53 años y en más que el sentido del texto (aunque éste no
algún momento la edad se ñola: sonidos na- sea desestimado) y donde, además (pero es-
sales, pérdida de brillo, afectaciones discu- to es ya otra cosa) hay una gracia y un hu-
tibles. Pequeñas imperfecciones que apenas mor ambientes que nos recuerda que estamos
empanan una prestación global modélica. ante una obra juvenil. Las notas de Malcolm RECITALES
Desde Amici, miei, soldán a Ella e'pura el Macdonald nos informan de las visiciludes
tenor no nos da un momento de respiro. Nos de una partitura que ahora nos llega, refres-
exige atención constante, no podemos per- cante y dichosa como un estreno y en sus
der nada: esta tiranía es privativa de muy po- posteriores años llenos de éxito, en una ver- MADRIGALES Y CANCIONES DE BO-
cos intérpretes. sión con la que no parece haber real acuer- DA PARA DIANA: Obras de Bennet. Cam-
do de si era asi o de otra manera. No pion, Ijipo, Giles, Cavendish, Dowland,
María Caniglia era un diamante. Un dia- importa, escuchar a dos cómicos tan insig- Wtdkes, Wiíbye, EasI, Lanitr, Coprario y
mante en bruto que la intérprete no supo ta- nes como la Aschcroft y Irons con la Lon- Ellls Gibbsons. Emm» Kirkby, David Tilo-
llar convenientemente. Esa voz redonda, don Sinfonteita al fondo es un auténtico mas y The Consort of Muskke. Director:
ancha, oscura, de la spinlo italiana, a lo Giart- placer donde no sabemos qué apreciar más, Anthony Rooley. HYPERIOÍN CDA 66019.
nini. Cigna, Arangi-Lombardi y otras tan- si a los showmen (o woman, en un caso) o DDD. Duración: 57'. Distribuido por Har-
tas más y que, i oh tragedia!, ha desaparecido, a los espléndidos actores. monia Mundi.
con la desesperanza de saber que su solución
no pasa por los conservatorios sino por El disco se complementa con un endiabla- Dentro de las muchas horteradas
Lourdes o Fátima. La Amelia de Caniglia es do Renard (qué menos podemos esperar de que se fabricaron en Inglaterra
como todo lo que la soprano ataca: entre- Renard sino que sea endiablado), un Stra- para vender como recuerdo de
gada, nerviosa, teatral. A veces, se pasa; se vinski que no defrauda en uno de los direc- la boda de Carlos y Diana Spencer, lady Di,
le agradecería que se relajase, que lomara las tores actuales de más antigua y demostrada hubo algunas que no lo fueron tanto, si bien
cosas con calma. La octava aguda, su talón vocación stravinskiana. su fin era tan poco elevado como el de los
de Aquiles, se estrecha peligrosamente y esas innumerables platitos, tacitas, toallas, ceni-
tres notas (Si bemol, natural y Do) salen co- En resumen: un disco que no tiene por qué
interesarle a cualquiera, pero que cualquie- ceros, jarras y lo que Vds. quieran, que se
mo pueden. Asimismo, nada más opuesto al adueñaron de los escaparates ingleses por en-
hedonismo de Gigli que el estilo peripatético ra estará encantado de oír, si es que tiene la
oportunidad. tonces. ¿Que a qué viene nuestro comenta-
de la soprano. Se ha incidido en lo negativo rio? Repasen el título del disco, y se darán
de la Caniglia; por encima de ello, la sopra- cuenta, con horror, de que estuvo dedicado
no arrastra, convence por la entrega, since- al enlace matrimonial de los ya citados Car-
ridad, autenticidad. Ya es mucho en su haber. ZELENKA: Seis Sonólos para dos oboes y los y Diana. No sé si por 1981, fecha de tan
fagot. Paul Dombrecht. oboe (1-6), Marccl sonada ceremonia, se venderían muchos de
Gino Bechi es el barítono de emisión a ve- Ponsede, oboe (1.2.6), Ku Ebbinge (4,5), estos discos, pero si, al menos, esto fue asi,
ces artificiosa, de temperatura cercana al ve- Chura Banchini, violin; Dsnn> Bond, fagot; nos queda el consuelo de que mucha gente
rismo, pero que en posesión de un instru- Rkhte van der Meer, violoncello: Roben se acercaría entonces por primera vez al be-
mento potente, colorido y sin limites de re- Kolmen, clave. 2 Compactos ACCENT ACC llísimo mundo del madrigal y la música isa-
gistro hace un Renato, aunque monótono de S848 D-A/ft. 5512" y W27". Grabación: no- bel i na. En efecto, esta grabación no supone
matices, con auténtica presencia y poderío. viembre 19S2 (4,5) y febrero 1988 (I, 2, 3, otra cosa que un agradable paseo por la mú-
Fedora Barbieri, con 23 años, es una Ul- 6). Distribuido por Harmonía Mundi. sica de principios del XVII unida por el la-
ríca espléndida, de voz más sana que trece zo común del nombre de pila de la señorita
arlos después cuando volvió a grabarla con Hace poco comentábamos en es- Spencer, hoy Diana de Gales. Maja chica és-
Callas y Di Stefano, momento en que, no tas mismas páginas de la revista ta, como maja es la música del disco y ma-
obstante <o dicho, su instrumento convenia SCHERZO, la estupenda inter- jas son las interpretaciones. Resaltan las
mejor a un personaje oscuro y siniestro co- pretación de estas Sonólas debida a Hollí- intervenciones de la angelical y etérea Em-
mo la hechicera. ger, Bourgue y Thunemann (Archiv). La pre- ma Kirkby, aunque todo está perfectamente
Elda Ribetti hace Osear, el paje que es co- sente es la primera integral grabada con en su sitio respecto a los otros artistas que
mo el contrapunto de Ulrica, con una voz instrumentos históricos, que, como en tan- toman parte en el registro: un conjunto de
de svptunina correcta, vivaracha la intérprete tos casos, rinden un servicio extraordinario voces excelente, un David Thomas seguro y
como el personaje pide. a la música de Zelenka. Las obras, de hacia expresivo, y un grupo instrumental de cali-
De entre el resto del equipo, destaca, co- 1715, están pensadas para auténticos virtuosos, dad, aunque parece que toca con un extra-
mo un lujo a agradecer, la presencia de Tan- incluso el fago! muestra una escritura simi- ño distanciamiento. En particular cuando
credi Pasero en el rol de Samuel. El enorme lar en este aspecto a la de los instrumentos adopta la distribución de english consori
y sonoro instrumento del bajo se hace no- de posibilidades más ágiles. Los oboes no son (violin, flauta traversa, laúd, viola baja, cil-
tar en sus frases y en los conjuntos. llevados por Zelenka sólo por la vía de la ex- tern y bandora) algunas de las prestaciones
hibición, sino que el compositor reserva pa- no son particularmente bellas (como las de
luí lio Serafín lleva la ópera con su pro- ra ellos un tono más íntimo en los tiempos Rooley al laúd, más que limitado, el pobre),
verbial oficio. Podría dar más brillo y apa- lentos. Los pasajes más movidos muy bien pero en general, repetimos, todo está en su
riencia a los preludios, pero cuando podían haber sido dedicados a un violin, co- sitio. ¿Qué más? Pues eso, maja chica, ma-
acompaña a los cantantes sabe cuidar y po- mo se evidencia al encargarse el instrumen- ja música, majas interpretaciones... No le
tenciar las voces: ¿no es eso lo que todos to de cuerda de una parte en la Sánala n.° 3. busquen tres pies al gato, que este disco no
queremos? F.F. La interpretación es posiblemente menos encierra ninguna sorpresa. Por cierta si quie-
perfecta que la citada con instrumentos mo- ren escuchar un english consori de los bue-
dernos. Los oboes encuentran algo compro- nos, háganse con el disco As I weni lo
WAI.TON: fíafade. Rifade 2. STRAVINSK1: metida su emisión en la zona más aguda, Walsingham, interpretado en la casa Harmo-
Renard. Ptfgy Ashcroft y Jrrtmy Irons (Wil- pero, en general, las dificultades son sortea-
IOB). Philip Landridge, Neíl Jcnkins. Dcrek

Scherzo 59
-discos-

nia Mundi por The Musieians of Swanne (grabado en agosto de 1987 pero publicado pero intensa de propósitos (analícese el Tiens
Alley. Mucho más que maja a fines de 1988) en una caja, que imita la pre- final del dúo con José), una Leonora beet-
sentación de las partituras, que incluye un hoveniana al Tin humana, no tan heroica,
J.CC.A. excelente libreto con notas de Muneta y en una Maríscala de carne y hueso y no de por-
lo que todo evidencia un especial cariño celana (en este fragmento de 1963 con Maa-
puesto por el musicólogo y la Institución. La- zel, mucho mejor de voz que con Solti en
mentablemente el aspecto fonográfico no es- el registro completo). También resultará sor-
tá a la altura de tales deseos y el prensado presa agradable para muchos escucharla,
del disco es mediocre, ocultando lo que pa- junto a un imponderable Corelli, en el dúo
MÚSICA DE TECLA DE LA CATEDRAL rece una buena grabación de un excelente
DE ALBARRACIN. Piano: Teresios J o n l i . de amor de Bailo in maschera. Digamos que
piano.
Instituto de Esludios Turolenses. DIAL Dis- algunos fragmentos de los ofrecidos en es-
cos 54.9415/16/17. Madrid. 1987. Pero lo peor es la interpretación de la pia- tos 2 CD provienen de ediciones completas
nista leridana Teresina Jordá que según el cu- que se conservan de las Obras. Asi: Iphige-
Una de las más gratas sorpresas del archi- rriculum incluido en el disco, posee nie en Tauride (Buenos Aires 1964), Penelo-
vo de música de la Catedral de Albanacin «prestigio internacional» merced a sus giras pe (INA 1956). Tosca, salvo el Vissi d'arte
ha sido la colección de música de tecla con- por África, Europa y USA. En esta graba- que es de dos años atrás (Met 1968). Todas,
servada en tres cuadernos que en la pulcra ción muestra una técnica menos que medio- creo, que también se encuentran en el catá-
edición de Jesús M.1 Muneta publicó a par- cre, incapaz de realizar con limpieza e logo Rodolphe. Considerando que el arte de
tir de 1981 el Instituto de Estudios Turolen- igualdad un simple trino, pulsación irregu- Crespin es de los que necesitan las tablas y
ses. El Cuaderno I recoge música para lar, sonido sucio, carencia de pulso métrico, no los estudios acrisialados e insonoros, es-
órgano de diversos compositores, alguno de incomprensibles fraseos y desconocimiento ta edición es el mejor homenaje que podría
ellos vinculado a la Capilla Real como I_i- del estilo. Súmese a ello que toca las obras
con exasperante lentitud, realizando un alle- recibir la marsellesa indomable. Una expe-
dón y Oxinaga y ha alcanzado cierta difu- riencia fascinante escuchar estos discos.
sión hasta el grado de que es materia de gro como sí fuese un adagio, que en ocasio-
estudio en el Seminario de Órgano de! Con- nes impide la comprensión no ya de la obra,
sino del pasaje e incluso de la frase. En las F.F.
servatorio Estatal de Cáceres. El Cuaderno
111 tiene música escrita posiblemente para nada fáciles obras de Ustariz esto es tan acu-
fortepiano con alguna composición indefec- sado que incluso reproduciendo el disco a
tiblemente ligada al clasicismo centroeuro- 45 r.p.m. el tempo resulta lento y sólo asi se
logra captar el discurso musical. No queda TITO GOBBI: Paginas de Cilea, Uoocava-
peo, como el sorprendentes Concierto en do llo. Vertí, Mozart, Donizetli, Giordano,
mayor. Particularmente siento especial esti- otra opción que remitir al disco de Etnos
(también con problemas interpretativos) para Wolf-Ferrari, Puccini, Rossini. Varías orques-
ma por este Cuaderno II con música para tas y directores. EM1 CDM 7631092.
clave de diversos autores anónimos del pe- degustar a Castel, Ustariz y algún anónimo.
ríodo de transición del s. XVI11 al XIX (qui- ¡Es una pena que esta bella música sea tra- La voz de Gobbi era mediocre:
zás dos autores y de dos generaciones tada asi! pobre y opaca de color, sin la an-
diversas) de cierto atractivo como la simpá- chura y esmalte asociados al ins-
tica Sonata en sol mayor con su atmósfera trumento cantona], de agudo angosto y ate-
casticista o la Sonóla en si bemol mayor, a X.M.C. norado, sin armónicos. Con tal punto de par-
caballo entre las concepciones clasicistas tida, el cantante, con base en una inteligencia
i talo-español a y centroeuropea. dramática poco común, llegó a convertirse
en el barítono-artista más importante de su
tiempo, ideal contrapunto al temperamento
Del tonadillero y maestro de capilla de Tíl- RECIÑE CRESPIN: Páginas de Vertí, Mo- de Maria Callas, con la que formó pareja dis-
dela Joseph Castel incluye este cuaderno cua- lart, Fauré, Wagner, Strauss, Beelhoven, cográfica en varios registros que son hoy un
tro gracias Sonatas para órgano que, como Glucb, Massenel, Puccini, PonchielN, BUet. modelo referencial. Emi, en este disco, de du-
atinadamente seríala Muneta, parecen más Con otros intérpretes, varías orquestas y di- ración pródiga, como caracteriza a la serie
apropiadas para el clave, por más que los rectores S. Rodolphe Productions RPC Studio, rinde homenaje lógico a una estre-
usos de la época no hicieran ascos al uso in- 32445.46. 2 CD ADD. Duración: 150'. lla que fue de la casa. Se compone de 21 frag-
distinto del repertorio. Las cuatro Sonatas mentos realizados entre 1942 y 1963, en los
son bipartitas y monotemáticas, residiendo Estos dos discos reúnen aquellos tres de que se da completo repaso al repertorio del
su principal atractivo en la gracia melódica vinilo que aparecieron en 1930 conmemoran- barítono, incluyendo los personajes peculia-
y la ligereza que ya conocemos en otras obras do los 30 años de carrera de la soprano fran- res de Gobbi, tales como Boccanegra, Posa,
del autor como es Silencio patio mío para cesa. Al aparecer ahora en CD, no obstante, Falstaff, ^igo (falta Scarpia). Al lado de es-
soprano que se incluye en el disco Tonadi- se han omitido algunos momentos que en tos se presentan otros menos apropiados a
llas escénicas del siglo XVIII (Etnos). comen- aquella edición figuraban. A saber: cuarte- su arte, pero siempre inteligentemente resuel-
tado en el n? 29 de SCHERZO. De este autor to y quinteto del Cosi Jan tune con unos tos, como Nabucco, Macbeth o Tell. También
encontré música litúrgica de semejante be- companeros olvidados (y olvidables), dúo del aparecen otros pocos ligados al barítono, co-
lleza melódica en los archivos riojanos de Al- acto 1 de Otello con José Luccioni, fragmen- mo Gerard de Andrea Chenier, Don Cario
faro y Briones y a lo que he visto es un to de Sampiero Corso de Tomasi. En el nue- de La Forza o el Fígaro mozarliano. Amén
compositor merecedor de estudio mono- vo soporte el sonido, dentro de la diversidad del Beicore de L'elisir del Gobbi hace una
gráfico. de orígenes, mejora sensiblemente; es muy creación en los dos fragmentos que se inclu-
bueno. Además, la información adjunta a los yen, aria y dúo. Por cierto, que el disco, am-
Pero la joya del cuaderno es el par de so- discos es más completa. plio de información, se come la referencia
natas de D. Rafael Ustariz (1754-1802) que al tenor que canta a Nemorino: es Ni col a
sobre un esquema italo-espafiol (bipartita - Crespin necesitaba un homenaje amplio Monti y el fragmento está tomado de una
bilemáiica una y tripartita-bitemática la otra) y variado como el que se presenta en estos edición completa de la ópera realizada en
presenta una concepción de la modulación dos discos de duración generosa. La sopra- 1953 con Carosio y Luise. Gobbi, artista emi-
propia de un pre-romántico y una escritura no tuvo la mala suerte de surgir en una épo- nente, dominador de matices, dueño del fra-
que se me antoja propia de fortepiano. Na- ca donde abundaban voces y personalidades seo, sutil de intenciones, impecable en la
varro, de Falces, fue maestro de la colegiata más estentóreas. (Algo parecido ocurrió con composición de los personajes, nos hace ol-
de Laguardia y su música se conserva en Consuelo Rubio con el agravante, en su ca- vidar o perdonar las carencias o imperfec-
otros archivos riojanos como Santo Domin- so, de que la carrera fue más corta). Cres- ciones vocales. Que estamos ante un
go de la Calzada y de Aliara, donde encon- pin se refugió en la ópera francesa y alemana, intérprete excepcional basta para asegurar-
tré composiciones litúrgicas de gran sobre todo Wagner. a quien daba una feme- lo de manera en que dice el monólogo de Mi-
ambición estética. Algunas noticias de su agi- neidad especia!, y de hecho cuando es evo- chonnet de Adriana Lecouvreur, un
tada vida, rica en pleitos, las debemos a Jon cada se la asocia con tal repertorio. Este disco momento anodino e inrascendente que
Bagues. Su música de tecla, junto a la de viene pues a romper muchos moldes, apar- Gobbi dignifica y destaca, como si se trata-
Castel, ya fue grabada en el disco Músicos te de dar a la cantante mayor justicia que la ra del mejor momento baritonal verdiano.
de la Catedral de Albarracin (Etnos). que ha suscitado. Asi se constata que Cres-
pin hacía una Gioconda inmensa (la mejor
El Instituto de Estudios Tkirolenses nos después de Callas), una Carmen, madurita
proporciona ahora este álbum de tres discos F.F.

60 Scherzo
discos

«studio dlscogrófico

Gorecki, creador de belleza


H enryk Mikolaj Gorecki (Polonia,
1933), exacto contemporáneo de
Penderecki, es hoy una de las per-
sonalidades más apasionantes del panorama
música] europeo. Dado a conocer, como Pen-
Ese carácter introvertido, esa profunda fe
católica y su amor por la naturaleza (Gorecki
tiene su residencia actual en una ermita ru-
ral apartada de la industriosa Katowice), es-
tán ampliamente explícitos en la música que
la Sinfonía sobrepasa la llora de duración,
no la hacen recomendable.

Por ello, nos centraremos en las de los se-


llos Olympia y Schwann. La primera de ellas
derecki, como también Baird y Serocki, en se contiene en los dos discos arriba anun- parte de ta grabación analógica en 1978 de
el movimiento de liberación musical que para ciados, lamo las 3 piezas al estilo antiguo ta firma polaca Muza, un disco de presen-
los polacos supuso e! Festival «Otoño en Var- como Amen son obras menores, de escasa tación muy pobre, por cierto, y de sonori-
sovia», Gorecki pronto obtendría, por una consistencia, a pesar de la calidad, de los mo-dad horripilante. La presente toma en
parte, el reconocimiento internacional por lo mentos de emoción que encierra la prime- formato CD es del pasado año y el disco se
atrevido y personal de su violente lenguaje ra, sin duda una de las obras más programa-
(obras como Monologhi, Monodrama o la ha presentado como novedad esta pasada
muy aplaudida Sconlri, 1960), donde es per- das del autor. Las 3 piezas se articulan co- primavera en el mercado internacional. En
ceptible un libre uso de la serie de doce no- mo homenaje a tas canciones populares de cuanto a la grabación del sello de Düssel-
las y un empleo riguroso de los experimentos bodas del siglo XVI y a las antífonas pola- dorff, Schwann, es algo más antigua en for-
con las texturas de los instrumentos de cuer- cas del siglo XV. Amén no deja de ser una mato CD (1987), pero se basaba en una
das, tan caro en aquella su escueta y, por otra breve y concentrada piececita para coro a ca- buena lectura analógica (de 1984). Aunque
parte, sufrirla el más absoluto rechazo de la pella, cuyo tema se basa también en un mo- Schwann juegue con la ventaja de ser ta su-
audiencia de su país. El público polaco, que tivo popular. ya una grabación ADD y de que la toma de
asumía e¡ lenguaje avanzado, pero pendien- sonido sea aparentemente mucho más clara
te de la tradición centroeuropea del primer Pero, no ya el plato fuerte, sino el festín y precisa, opto por la versión de la Orques-
Lutoslawski, veía en Gorecki al más osado con que nos obsequian los dos discos men- ta de la Radio Polaca para el sello Olympia.
de sus contemporáneos, auténtico enfant te- cionados es la3,' Sinfonía {1976, estrenada Aquí la sonoridad está siempre at servicio
rrible. en 1977 dentro del marco del Festival de Arte del elemento fundamental de ta obra de Go-
Contemporáneo de Royan, y ganadora de di- recki: el lempo lento de la masa orquestal,
versos premios internacionales). Subtitula- que ha de concebirse como un todo mono-
Pero un buen día, Gorecki cambió su es- da Cantos de dolor, la Sinfonía se articula lítico, de marcha lancinante, y en donde la
tilo. O, mejor dicho, cambió aquel violento tomando como material sonoro de base tres voz de S. Woytowicz se incrusta como ad-
lenguaje, que no pasaba de ser sino la asun- lamentos populares, tres cantos que van a
ción de una técnica internacional, para en- conformar un pequeño drama sobre la con- herida a la masa de tas cuerdas, con lo que
contrar su autentico estilo. Con obras como dición humana en su doble dimensión uni- consigue con plenitud el efecto espectral y.
Sconlri y el tríptico Génesis (1961-64), llegó versal e histórica y en su carácter más sobrecogedor deseado. Aparte de que la can-
a las cimas del escándalo y, de repente, en patético: el lamento de una madre sobre el tante se nos antoja más convincente y más
1964, sorprendió aún más a propios y extra- cuerpo inanimado de su hijo. El primer mo- segura de sí misma en esta versión.
nos con un apieza, Refren, que supuso un vimiento o canto, «Sostenulo ma cantabile»,
giro de 180 grados: ahí Gorecki proponía lo adopta la forma de un simple canon, siguien- La decisión adoptada por los ingenieros
que ya sería su sello distintivo: una especie do estrictamente el modo eólico en Mi. La del sonido del sello alemán, de enfatizar la
de confidencia meditativa basada en la me- voz de soprano irrumpirá en la sección cen- voz de Woytowicz, de manera que sobresal-
lodía modal, derivada de las antiguas for- tral y su tono de lamento patético acumula- ga de esa masa orquestal, hace caer a la mú-
mas eclesiásticas, y en una armonía que do al flujo obstinado de las cuerdas crearán sica en un campo que no es el suyo: el de
aplicaba sistemáticamente las octavas para- en el óyeme un efecto abrumador, sobreco- la canción o lied romántico. El director, Ka-
lelas y se desarrollaba (le forma lenta y pau- gedor, difícil de resistir. La misma intensa mirski, parece, además, empeñado en aca-
sada en un intento de hacer del hecho sonoro emoción se vive con el segundo movimien- bar cuanto antes y el último movimiento to
una especie de canto, de elevación hacia ¡as to, «lento e largo», sin duda el más angus- deja en 12 minutos, frente a los 17 largos,
alturas. La sencillez y la enorme pregnancia tioso de los tres. El texto, un alegato de una mucho más demoledores, de ta versión de
de esta música presidirá todo el resio de la joven de IS años, cuya inscripción en !a pa- Kailewicz. Además, exagera el tono doloro-
obra de Gorecki justo hasta su más reciente red de su celda en la prisión de la Gestapo, so del crescendo de las cuerdas al final del
producción, Lerchenmusik, y la pieza de co- en Zakopane, es presentado por Gorecki con primer movimiento, permitiendo que tos vio-
ro Tolas Thus (I9S7). Aquel radicalismo de una reticencia sonora hechizante, fascinan- lirtes alcancen cotas casi lacrimógenas, co-
la primera época, pues, no era nada sobre- te. El tercero, que, como el primero, es un mo si de un Adagio de Barber se tratara. No
saliente comparado con esta otra forma de lamento de una madre por su hijo perdido, es eso. Por el contrario, los músicos de la or-
entender la música, una expresividad enrai- es otra espectral letanía que Gorecki conci- questa de Katowice resultan ser mucho más
zada en el folklore y en el profundo sentir be como canción de cuna en su primera sec- fieles al espíritu abrumador de la pieza.
católico de su país, y también como única ción y como variación en tono melancólico
vía posible de expresión para un hombre que, de ta Afozurka op. 17, n." 4, de Chopin.
ajeno al tumulto de la vida musical, se atrin-
Francisco Ramos
cheraría en su casa de Katowice, confesán-
dose enemigo de todo lo que supusiera GORECKI. Tres piezas en estilo antiguo (1) / 3.'
Aparte de las grabaciones indicadas arri- Simonía (2) / Amén «).
«hacer carrera comercial como compositor». ba, existe una tercera versión de la Sinfonía (1) OrqanladcCiHnFilumóninNKioul
Desde mediados de los anos 60, Gorecki sólo (habría que preguntarse aquí qué obra con- di Vtrwv¡« / K«rol Teulsch.
daría una entrevista para la prensa (la con- temporánea de envergadura ha conseguido (1) Suf»nli Wo)iowíc¿ (soprano) < Orqunli
cedida a T&deusz Marek para la revista Pol- llegar al número de tres versiones discográ- Sinfónica \icionil de la Radio Polaca át Kaio-
nische Musik, en 1968, hasta que el pasado ficas), la de Erato (MCE 9275), siempre con wt« / J*rzj Kalkwicz.
mes de abril hiciera unas declaraciones ex- Stefania Woytowicz y ta Orquesta de la Ra- (3) Coro mucoHno d( Poznin / Itry Knrc-
clusivas para The Observer con motivo del dio del Suroeste de Alemania, dirigida por
homenaje, al parecer con estruendoso éxito, Ernesl Bour, grabación aparecida a raíz del CD OLYMPEA OCD 313, AAD. Duradon:
que en el mareo londinense del Queen Eü- empleo de esta música como banda sonora
zabeth Hall, le ofreció la London Sínfonietta Tto piezas en estilo antiguo.
con la interpretación, a lo largo de un fin de de! film de Mauríce Pialat, Pólice. El hecho OrqntM* de Canal de Vinovli / Karol
semana, de 10 de sus obras más signifi- de estar actualmente descatalogada, el no ha- TiaUch.
berse grabado, sino sólo en disco negro y la Sinfonía •.* i I SUfanli Wojiowía {Mpnio)
cativas. concepción particular del director, de alar- / Orquesta SinMiria de b Radto de BerUa / Wlod-
gar en exceso los movimientos de manera que ziPiier/ Kaminki.
CU Scawaan I16IS. ADD. Dando*: 54'45".

Scherzo 61
«studlo discográfico-

nita soledad de Isolda cuando canta «Er sah

Flagstad y Melchior en compacto mir in die Auge» («Me miró a los ojosa); des-
pués, las terribles exclamaciones «Rache!
Tod! Tod uns beiden!» («¡Venganza! ¡Muer-
te! ¡Muerte para nosotros dos!») son canta-
das sin la menor concesión extramusieal y

E MI ha pasado a formato compacta,


con el acreditado sello Réfcrences,
una selección de sus fondos con Kirs-
ten Flagstad y Launa. Melchior, la mítica pa-
reja domíname en la llamada Edad de oro
ciencia, el trabajo, el sacrificio y el tiempo
necesarios.
A la hermosa voz de Kirsten Flagstad le
falta ya el fulgurante brillo de su etapa ame-
ricana; pero la capacidad para el legato se
con impresionante fimo; en la Muerte de
amor el soberbio legato se resuelve en la in-
materialidad del «Hóchste lust» («Supremo
deleite»), dicho con una pureza de emisión
del canto wagneriano, aunque aquí cada uno conserva intacta, y como la articulación y la hallable después sólo en Birgit Nilsson. Pe-
de ellos aparece por separado (na grabaron dicción son también ejemplares el resultado ro el regalo impagable en esta edición lo pro-
juntos para EMI). Las grabaciones con la so- es que cada personaje queda construido, lo- porcionan los Wesendonk-Lieder, en la
prano noruega pertenecen a los primeros grado y diferenciado ya en el acto del canto. versión original para piano. Existen dos re-
arlos de su glorioso retorno a la actividad No puede pedirse una Elisabelh más dulce, gistros más de este breve, pero intenso, ciclo
profesional después de la Segunda Guerra más abnegada, más sincera al ofrecer su vi- de canciones, ambos en la versión orques-
Mundial. Se echa a faltar los registros del da para que así pueda salvarse el alma del tal: uno Acanta procedente de un concierto
Anuncio de muerte (La walkyria) y del dúo reprobo: la voz es en teoría demasiado car- en Oslo (1951) con la Flagstad imponiendo
de Tristón e Isolda, ambos realizados igual- nosa y pesada; en la práctica se mece espiri- a Oivin Kjelstad (excelente músico) una in-
mente en esta época (1949), en Londres, con tual e ingrávida, y asi se hace tangible la idea terpretación majestuosa; otro, el famoso de
Set Svanholm y con Karl Bohm al frente poética del ángel que rogará por el pecador. 1956 para Decca, donde Knappertsbusch es
también de la magnifica Orquesta Philhar- No es imaginable una Briinnhiide más vul- quien impone la pátina romántica de su plás-
monía, el conjunto que el productor Walter nerable, en el momento de enfrentarse a la tico fraseo. Pues bien, acompañada magís-
Legge formó exclusivamente para grabar. De- evidencia de la pérdida de la divinidad, y a tralmente por Gerald Moore, en la versión
cididamente censurable es la mutilación del la vez más transida de ternura en esa can- original es donde mejor se manifiesta la pura
dúo de Sigfrido, puesto que, de acuerdo con ción para el amor aún niño que es el «Eter- belleza vocal de la Flagstad, la consumada
lo que parece ya una cosiumbie perversa al na era, eterna soy», aunque el final del dúo liederista de Der Nuxsbaum, Widmung o
reeditar en compacto grabaciones de esta es- pierda calidad a causa de la dirección de Se- Eríkonig. La conclusión es que el estilo de
cena (compruébese el caso en la por lo de- bastian, un punto superficial, y del escaso Kirsten Flagstad permanece inmarchitable,
más magnifica edición de DG-Dokumente atractivo del timbre de Svanholm. Jamás ha fresco, sin síntomas de envejecimiento, sin
con la Varnay y Windgassen), ha sido supri- vuelto a escucharse «Ruhe, ruhe, Du Gott!» ningún lastre de época, quizá porque su can-
mido ahora el Despertar de Briinnhiide. Por («Descansa, descansa, tú, dios!») en el final to —con independencia de la excepcional ca-
el contrario, la Muerte de amor con Dobro- del Ocaso de los dioses con tal carácter de lidad de la vo7— se nutre de la esencia de
wen es casi una novedad y los Wesendonk- acongojado pero necesario reposo de la vo- la balada y del simbolismo mágico de las an-
Lieder quizá llegan a España por primera vez luntad, de entrada en la eternidad, de mar- tiguas runas latentes en la tradición cultural
(al menos yo no los vi por aquí nunca, mi móreo epitafio. Los dos fragmentos de del Norte.
viejo disco negro es alemán). En cuanto a JHstán no padecen por causa de la obliga-
las grabaciones con el tenor danés, todas pro- da comparación con la actuación completa
ceden de los años 1929 a 1931, es decir, de para el histórico registro con Furtwangler: Desde la perspectiva estrictamente vocal,
su mejor época, cuando Melchior atesora- en la \ornición escuchamos la misma infi- Melchior fue aún más fabuloso que la Flags-
ba ya la experiencia de Bayreuth. La com- tad y además los registros aquí recogidos son
paración con los registros realizados también paradigmáticos. En una enlresista publica-
para EMI entre 1923 y 1926 (asimismo re-
cogidos en la magna edición Melchior de Da-
nacord SA CD 312 a 323) revela la madurez
expresiva alcanzada por el cantante, que aho-
KIRSTEN FLAGSTAD
ra añade una cuidada matizacíón a su de- WAGNER
purada linea de canto. Faltan aquí las escenas Airs d'Opéras
de Siegfried con el Viandante y con Hagen,
Gunther y Gutrune, de esos mismos años. Opera Arias / Opern-Arien
No menos censurable que en la selección con TANNHAUSER • SIEGFBIEO
la Flagstad es la abrupta mutilación de la Na- GÓTTERDAMHERUNG • TRISTAN UNO I SOLDÉ
rración de Tannhauser (se escamotea la fra-
se capital: Da ekelte mich der hoide Sang! Philharmonia Orcheslra
(¡Allí me repugnó el divino canto!) y \a de- ISSAY OOBROWEN • GEORGES SEBASTIAN
capitación de la Muerle de Sigfrido, ya que WILHELM FURTWANGLER
ha desaparecido el relato de la vida de Sieg-
fried. Sin embargo, el conjunto de la selec- Wesendonk-Lieder
ción ofrece un generoso panorama del arte GERALD MOORE
de Melchior e incluye dos fragmentos de su
Walther von Stolzing, papel que apenas en-
carnó en los escenarios, sin que por la mues-
tra pueda uno explicarse el porqué de tal
renuncia. En conclusión, EMI habría redon-
deado la oferta dedicando un álbum de dos
compactos a cada uno de los cantantes o, aún
mejor, reuniendo los en un álbum de tres dis-
cos. Mas en todo caso hay que dar la bien-
venida a la reedición tal como se ofrece, ya
aunque sólo fuera porque los nuevos discó-
filos (los que adquieren sólo el disco com-
pacto) podrán cerciorarse de que Wíkgner es
perfectamente cantable y de que no estamos
locos quienes insistimos en que, si hoy no
hay sopranos dramáticas ni tenores heroicos,
una de las causas es la falta de formación
musical, que sólo puede alcanzarse con la pa-

62 Scherzo
-•studio discográfko-

ferencia de la Flagstad, ha-


ce que sus creaciones de

LAURITZ MELCHIOR los personajes wagnerianos


hoy parezcan de otro tiem-
po (no necesariamente pa-
WAGNER ra mal). También es cierto
que, salvo en Bayreuth,
Airs d'Opéras Melchior apenas cantó
completos los papeles de su
Opera Arias / Opern-Arien repertorio, porque los cor-
tes eran entonces moneda
RIENZI • TANNHAUSER • LOHENGRIN de uso corriente: eso expli-
DIE WALKURE • SIEGFRIED ca que aún en 1930 no se
GOTTEROAMMERUNG • TRISTAN UND ISOLDE supiera todo el role de
CHE MEISTERSiNGER VON NURNBERG Tannhauser. Por el contra-
rio, en los fragmentos que
ahora comento no hay ras-
tro de lo denunciado por
Sebastian; antes al contra-
rio, ai maravilloso timbre se
unen aquí la más precisa
intención rítmica, un lega-
to portentoso, la capacidad
para atender todas las in-
dicaciones de lempo sin
brusquedades o por [ámen-
los, en fin, un extraordina-
rio arte de cantante para,
aquí sí como la Flagstad.
construir el personaje ya
desde la entraña del canto.
Naturalmente, destaca una
vez más su memorable
Siegmund (aunque Leo
Blech precipite la coda del
primer acto), e impresiona
su Siegfried, heroico en la
fragua (atención a la inter-
vención del gran Albert
Reiss, Mime de pura cepa),
lírico en los Murmullos de
la selva y dosificando am-
bas exigencias en las frases
finales con el Pájaro de
bosque (atención también a la exquisita Nora
Gruhn), Más en este paseo por ocho de sus
da en l¿ Mande de la Musique, Goorgei Se- casi le había dado un binciopc al ver a Mel- personajes quizá señale la cima la espléndi-
bastian afirma que la reputación de Melchior chior presentarse en el ensayo general de la da Narración de Tannhauser. dicha casi con
se debía sobre todo a la belleza y plenitud nueva producción de Tannhauser, dirigida tanta intención como en el caso de Wind-
de su timbre, pero que como cantante «no por Toscanini, aún con la partitura en la ma- gassen i re i nía años después (pero con obvia
tenía sentido alguno del lempo; en escena, no. Tampoco son muy elogiosos los comen- superioridad vocal), y donde las frases en pp
si se quería evitar !a catástrofe, había que tarios de Rudolr Bing, intendente de la Mel, a renglón seguido de la condesa proferida
darle todas las entradas y exagerar el batir respecto al estilo escénico del tenor danés, por el Papa no creo que haya encontrado
de la batuta, para que no tuviera la tenta- especialmente en sus últimos años (cantó en nunca parigual calidad musical en otras vo-
la Mel hasta 1950). La verdad es que en Mel- ces. La plegaria de Mienzi es ideal, los dos
ción de ir por delante». También Wolfgang pasajes de los Maestros cantores no tienen
Wagner ha dicho que a su padre, en 1930, chior hay un patetismo de época que, a di- más competidor que Helge Roswaenge, y só-
WAGNER: Tannhauser: Allmacht'ge Jung- chen dem Wonnemond (acto I) - 6. Sleg- lo como Irisián (vocalmente ínsuperado) se
f n u (acto III) - 1. Sigfritlo: Ewig war ich (ac- mund heiss'ich (acto 111) - 7. Sigfndo: manifiesta en exceso esa impronta de época
ia III) - 2. El ocaso de los dioses: SUrke NMung! Notung! Neidlkhes Schwcrt (acto I) que hoy deja ver alguna hoja seca en el mag-
SctidleschkhUI mirdort (acto 1111-3. Tris- 8. Dass der mein Valer nich tal (acto II) - nífico árbol melchiorano.
tón e Isolda: Doch nun von Tristan? (acto 9. Da lieg' auch du. dunkler Wurm (acto II) -
I ) . 4. Mild un letsr (acto III) - S. Wesendonk- 10. El ocaso de los dioses: Bríinnhilde, hci-
Lieder: versión original - 6. Kirsten Flags- ligc Braul (acto III) - 11. Tristón e Isolda:
tad, soprano. Sel Svanholm, tenor 12). Eli- O Künig, á*% kann ich dir nkht Mgen (ac-
ubelh Honoen, menowipntno (4). Orquesta to II) - 12. Und drauf koldc (arlo III) - Con las pequeñas salvedades apuntadas,
Philharmonia: Issa* Dnbrowen ( I , 4, 5); 13. Los maestros canfores de Nuremberg: los acompañamientos son siempre convin-
Georues Srbailian (2); Wilhdm t'urtwüngler Am stillen Herd ( u t o 1) - 14. Morgcnlich centes (muy bien, en general, los directores
O), directores. Cerald Moore, piano (6). leuchlend (acto til) - 15. Laurilz Melchior, ingleses). No hace falta insistir en el plus de
EMI-Reférenee*. CDH 7630302. Grabación: tenor. Alberl Rciu. tenor (8). Nora Gruhn, Funwángler y Moore. Los comentarios son
mono, reprocesado digital. Compacto. Du- soprano (10). Orquesta Sinfónica de Lon- interesantes. La calidad de sonido es nota-
ración: 75'10". Comentarios de André Tu- dres: John Barbiroljí ( I , 2. 6, 15): Atbert ble y se agradece el reprocesado (más en el
beuf (franee»),Alan Blyth (inglés) y anónimo Coates (3, I, 9, 10); Roben Heger ( I I , 12. ejemplar dedicado a Melchior). Dos discos,
(alemán). 13); Lawranct Cnllingwood (14). Orquesta por tanto, para escucharlos repetidas veces
de la Opera dd Estado de Bcrlfn: leo Htch. atendiendo tanto a su excepcional categoría
WAGNER: Rienzi: Allmachi'get V»ter, blkk director (4. 5, 7). EMl-Référence». CDH 7 estética como a su gran valor didáctico.
herab (acto IV) • 1. Tannhauser: Oir torw 697892. Grabación: moao, rtprocnado di-
Loa (acta I) - 2. Inbrumt im Heneen (acto gital. Compacta Duracián: 73*50". Cnmrn-
III) • 3. ÍAhengrin: Hóchslr* Venrau'n (ac- (irkw de Andrr lubruf (írancei). Alan Bljtti
to I I I ) - 4 . La Walkyna: Kln Schwen verhlss
ralt der Vat»f (acto IJ - 5. Winicretürmt wl- > aortnlmii (alemín). Ángel Fernando Mayo

Si:herzo 63
estudio bibliográfico-

Mozart, la polémica interminable


H r . ROBB1NS I.ANDON: 1791. el último aña de den en estos aspectos, que han llevado a la
Mozarl. Traducción de Gabriel» Busteln * Beatriz banalidad pseudopsicoanalítica de Shaffer
dd Casi ¡Mu. Librea del Tiempo, n.° 2. Ediciones (que va nos dio la tabarra con eso en otra
Símela. Madrid, 1989, 26* págs. 2.850 pías. de sus comedias, Equus), con padre castra-
dor y todo, o a las exageraciones de Carr (por
cierto, a las lesis de Carr le sucede lo que a
tantas bellas teorías perfectamente monta-
Con este segundo volumen de la colección das, que resultan seductoras, al modo —
Libros del Tiempo saludamos la aparición salvando las distancias— de las teorías de
de otra bella serie de libros de la Editorial Max Weber sobre protestantismo calvinista
Siruela, que nos «ene acostumbrados a vo- y capitalismo: que son falsas) (I). No pare-
lúmenes de buen gusto y placentero uso en ce sencillo definir las culpabilidades, que es
otras colecciones (La Biblioteca de Babel, El lo que parece querer buena parte de la mu-
Ojo sin Párpado, Lecturas Medievales). sicología detectivesca mozartiana. El libra
El libro de Robbins Landon sobre los años de Robbins Landon sí servirá, en cambio, pa-
finales de Mozart entra de lleno en la polé- ra despojar de un exceso de infundios la fi-
mica, nunca cerrada, y que recurrentemen- gura de Constanze, que era simplemente una
te vuelve a surgir cada cierto tiempo, que en mujer, no una santa, que nunca engañó a su
los últimos años ha ido más allá del ámbito marido, ni él a ella, y que, al menos, tenía
de los estudiosos para llegar al aficionada algún derecho a quejarse de determinadas
medio e incluso a lectores no especialmente cosas que le sucedieran en la vida.
interesados por el mundo de la música. Se
trata no tanto de un libro de investigación Por lo demás, el libro nos sitúa perfecta-
como de una obra de síntesis en las que se mente en la corte musical, donde Mozart te-
toma partido por determinadas soluciones. nía un puesto secundario y donde era Salieri
En esta obra planean libros anteriores, co- el que mandaba; en las dificultades que em-
mo la biografía de Wolfgang Hildesheimer pezaron a tener los masones austríacos con
(1977), con la que se enfrenta, y el artículo Leopoldo II (efímero emperador que murió
del doctor Peter J. Davies sobre la enferme- y el innombrado Carr (cuyo libro es una pronto y fue sucedido por Francisco II), del
dad y muerte de Mozarl (Musical Times. auténtica novela negra, donde se sostiene que viaje que habría hecho Mozart a Londres en
1984), pero también la oportunisia comedia Mozart fue raptado en una especie de serra- 1792 (al año siguiente del primer viaje de
de Peter Shaffer, de considerable éxito, que llo montado por los Weber y que fue vícti- Haydn, contratados ambos por Salomón),
fue llevada al cine por el también inefable ma de un envenenamiento progresivo por de la verdadera historia del Réquiem, según
oportunista Milos Forman (más sólido que parte de su hermano masón, Franz Hofde- documentos importantes que están descu-
Shaffer como profesional, todo sea dicho). mal, que, al día siguiente del fallecimiento biertos hace tiempo («El gran misterio del
Tkmbién planea sobre la pluma de Robbins de Mozart, se suicidó e intentó asesinar a Réquiem —escribe Robbins Landon—, cu-
Landon un libro que no es citado en ningún su esposa, sin éxito, aunque dejándola con yo encargo aterrorizó en tal forma a jn Mo-
momento, Mozart and Constanze. de Fran- marcas para toda la vida). Esa encomiabte zart débil y enfermo, acaba en una farsa»:
cis Carr (John Murray, Londres, 1983), pe- desdramatización, sin embargo, deja nume- recomendamos la lectura de esa farsa), del
ro al que, en ocasiones, da la impresión de rosos hilos sueltos, que no son precisamen- viaje a Praga y las ceremonias de la corona-
que rebate literalmente en determinados te los relativos a un supuesto desprecio de ción de Leopoldo II en dicha ciudad (salu-
puntos. la sociedad de su época hacia el composi- dable costumbre, por cierto, que perdieron
tor, como ha indicado el crítico Leopoldo de forma nefasta los Austrias en el siglo
Azancot en El País. Creo que Mozart se ade- XIX), donde se estrenó La clemenza di Ti-
Robbins Landon, por decirlo en una pa- lantó a su tiempo en el sentido de que no
Jabra, io que intenta es desdramatizar las cir- era aún el momento de convertirse en \infree to, de la génesis, explicación política y con-
cunstancias de la muerte de Mozarl y sus lance, y pagó por ello. Además, como recuer- clusión de La flauta mágica, etc.
últimos meses de vida. Desdramatizar en va- da Robbins Landon, en aquel momento Aus-
rios sentidos: no es cieno, según el autor, que tria había tenido que sostener varías guerras Además, el libro contiene varios apéndi-
la sociedad vienesa estuviera en contra de (la futura Bélgica, los turcos, la amenaza aún ces, uno de los cuales es un documento mag-
Mozart, sólo lo estaba en parte la corte de no manifiesta de la Francia revolucionaria) nífico y que es, en realidad, un breve artículo
Leopoldo II, que había sucedido a José II, y ni los caudales públicos ni los privados es- con adecuadas ilustraciones, obra de Else Ra-
¡lustrado y avanzado (y que, además, no ha- taban para gastos. Además, Mozart preten- dant, Un estudio ilustrado del piso y el ves-
bía sido contemporáneo de la Revolución dió convertirse por entonces en Kapelmeister tuario de Mozart, que nos ayuda a
Francesa, que en el año de la muerte de Mo- de San Esteban, lo que le habría aliviado eco- comprender muy bien uno de los aspectos
zart aún no había llegado a la radicalizadon nómicamente para siempre y hubiera supues- más tratados en el libro, la «crítica situación
republicana); no es cierto, también, según el to una determinante aportación de la historia financiera» de Mozart al final de su vida.
autor, que Mozart tuviera amoríos con na- de la música religiosa, una Je sus auténti- Por último, hay que destacar que la tra-
die; no es cierto que le mataran los maso- cas especialidades vocadónales. Pues bien, ducción española es auténtico castellano, lo
nes, ni Salieri, ni un marido celoso, ni nadie, consiguió el nombramiento tres días antes de que no es poco en nuestros colegas, a me-
murió de muerte natural, según la lesis del su muerte. nudo azarosos (y no parece éste el caso).
doctor Davies; no es cierto que Constanza
fuera una mala esposa que le hizo la vida im-
posible; y así sucesivamente. Los cabos sueltos vienen por otro lado, y Santiago Martin Bermúdez
vienen, sobre todo, por la definición de las
A la vista de los resultados de la exposi- relaciones de Mozart con su familia pater-
ción de Robbins Landon nos tememos que na (especialmente con Leopoldo) y con su
su síntesis no ha cerrado, en absoluto, la po- esposa, Constanza Weber. El libro de Carr
lémica sobre los últimos días de Mozart. Se termina con un capítulo acusatorio para la
trata de un intento de introducir una consi- dama, mientras que el de Robbins Landon
concluye con otro que, significativa mente, (¡I Cabe preguntarse si Carr habría escrito su
derable dosis de sentido común ante el ama- libro de 1983 de haber conocido el articulo del
rillismo (que el aulor nunca denomina asi), lleva el título de Constanza una defensa. Es doctor Dovis. publicado el alo siguiente en un nú-
de la tesis del por él mencionado Hildesheimer lógico que Robbins Landon intente poner or- mero del Musical Times.

64 Scherzo
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17, 18 de septiembre: Orquesta 18: Maurizio Pollini. Programa
wood Chorus. Seiji Ozawa. Ber- de Cámara de la Radio de Ho- por determinar. Tthaikowsky.
lioz. Réquiem. landa. Hans Zender. Pan, Deni- 10: Orpheus Chamber. Alfred
sov, Webetn, Guerrero, DROTTN1NGHOLM Brendel, piano. Beelhoven. Mo-
LONDRES Reger-Schoenberg. Prieto, Zim- Festival del Teatro de la Cone zart, Kodaly, Prokofiev.
South Bank Centre mermann. Sarda. Stock ha usen. SOLIMÁN II (Kraus) Philip 25, 26: Orquesta de Cámara de
19: Poli na Kotliarskaia, Francis- Brunelle. Folke Abenius. Hoel, Zurich. Edmond de Sloutz. le-
14 de septiembre: Academy of Si. co Comesaña, violines. Pich San-
Martin in ihe Fidds. lona Jauckens. Bergslróm. Linden. resa Berganza. Toldrá. Soler.
tasusana, Samperio, Bleuse, Granados, Turina.
Brown. Janacek, Shosiakovich, Martínez, Pontana, Beño. Sjostrand. 1, S, 6 de septiembre.
ffchaikovski. 19, 20; En semble L'Iiineraire, LINZ SAN SEBASTIAN
18: Orquesta Sinfónica de Chica- Mark Forster. Grisey, Levinas,
go. Solli. Schuberl {Quinta) y Maiguschca, Mu rail. Decoust, Festival BrackMT L Quincena Musical
Shostakovich {Octava). Lefebvre, López, Miercanu. En- 10 de septiembre: Orquesta
23: Academy of St. Mariin in ihe sembleSax. Francisco Martínez. Bruckner de Linz. Manfred 1 de septiembre: Sinfónica de
Fields. Von Siade-Marriner. Res- Civilotti, Escribano, Muía. Seco. Maynhofer. Bruckner, Winkler, Euskadi. Thcodro Gulschbauer.
pighi, Argento, Ravel, Debussy. 11: Siuttganer Bláserquintett. Beelhoven. Uto Ughi, violín. Beethoven,
24: Concerigebouw Oren. Sawa- González Acilu, Ludewig, Iru- Bernaola, Dovarak.
llisch. Beethoven. Sirauss, Dvo- 10, II: Sinfónica de Londres. Mí 2: Coro, Ballet y Orquesta del
fleako Taldea. chael Tilson Thomas. Beelhoven-
rak (15 h.)- Ejercito Ruso.
21, 21: Orquesta Ciudad de Va- Mahter, Slravinsky. Beelhoven, 0: Capilla Penaflorida, James
24; London Philharmonic. Bruckner. Bowman. José Rada. Tafalla, Hi-
Pollini-Tennstedt. Beethoven, llado lid. Luis Remarlínez. C.
Halffter, Cano. E. Halffter. Ma- 17, 18: Nonkoping Symphonie. dalgo. Durango, Torres.
Slrauss (19 horas). Franz Welser-Móst. Telemann, 3: Orquesta Regional de Bayona.
16: Roya] Philharmonic Temir- nuel de Elias. Yagüe, Legido.
Elias, Enrlquez. Bruckner. Beethoven, Misa Coro Ametsa. Roben Delcroix.
kanov. Prokofiev, Sibelius, Solemne. Ravel, Fauré.
Rimsky-Korsakov. 22: Grup Contemporani de Va-
30: The Philharmonía. Sinopo- lencia. Manuel Galduf. Ramos, 20: Nueva Orquesta de Cámara 4: Orquesta Nacional de España.
li. Mahler (Segunda). Cano, Sanz, Orts, Cerveró. de Estocolmo. Choenberg, Orfeón Donostiarra. Rafael
23: Pablo de la Cruz, guitarra. Mozan. Frühbeck. Berlioz, Réquiem.
Assensio, Evangelisla, Gerhard, 22: Harmonices Mundi. Josef
PITTSBUBTH Garda Abril, Blanquer. Sabaini. Bach, Vivaldi, Ho-
Pumo singular. Espectáculo de STRESA
The Piflsburgh Symphony Or- negger.
cneslra José Iges y Concha Jerez. 23: Orquesta Bruckner de Linz. Semanas Musicales
8, 9 y 10 de septiembre: Lorin 23, 24: Filarmónica de Dublln. Bruno Moretli. Wagner, Sieg-
Adam Natanek. Pendereckí, Lu- 3 de septiembre: Sinfónica de la
Maazel. Brahras, Marc Neikrug, fried (versión de concierto). Radio de Berlín. Wladimir Ash-
loslawski. Garda. Laborda, Go-
Beelhoven {Eroica). recki. Kilar, Otero, Bloch. Sergiu Celibldache kenazy. Brahms, Slrauss.
14, 15 j 16: Maazel. E. Oliveira, 24: Música electroacústica de es- 25: Filarmónica de Munich. A: Cuarteto de Tokyo. Haydn,
violin. Mendelsshon, Bruch. tudios holandeses. Bruynel, Vüld, Bruckner. Séptima. Shostakovitch, Schuben.
Tchaikovsky. Maclas, Arroyo. 27: Sinfónica de la ORF. Pinchas 6: Trio de Trieste. Brahms,
18, 30: Maazel. Mendelsshon Steinberg. Berg, Ravel, Banok. Schuben.
Cbon of Piusburgh. Verdi, Roch- 30,1 de octubre: Sinfónica de la 9: Virluosi di Roma. Corelli,
berg, Dvorak. BERLÍN NDR de Hamburgo. Günter Marcello, Vivaldi.
XXXIX Semanas de Beriín Wand. Schuberl, Bruckner. 10: Juliam Bream, guitarra. Biu-
Kzrysztof Pendereckí. Penderec- lehude, Bach, Regondi, Lutos-
Opera ki, Dvorak. lawski, Takemitsu, Villa-Lobos.
OPERA ELEGIE FUR JUNGE LIE- LUCERNA
11: Sinfónica de Bamberg. Geor-
BENDE (Henze) Berliner Kam- ges Prétre. Brahms.
BARCELONA meroper. 3 de septiembre. Semanas Internacionales
MONTEZUMA (Graun) Deuts- de Música
Gran Teatro del Liceo che Oper Berlín. 7, I. 10, II de 3, 4 de septiembre: Sinfónica de
CRISTÓBAL COLON (Balada). septiembre. Chicago. Georg Solli. Schuberl, SAN SEBASTIAN
Producción de la Sociedad Esta- Shostakovitch. Rossini, Barlol:,
tal Quinto Centenario. Intérpre- Conciertos Beethoven. L Quincena Musical
tes sin confirmar. 15. 29 de 5 de septiembre: Filarmónica de 5: Academy of Ancient Music 1 de septiembre: Sinfónica de
septiembre. Berlín. Claudio Abbado. lona Brown. Mozarl. Janacek, Euskadi. Theodro Guls-
Brahms. Schumann. Tehaikovsky. chbauer. Uto Ughi, violín.
BERLÍN 8: Orquesta del Gewandhaus de 6, 7: Wladimir Ashkenazy. Die- Beethoven, Bernaola,
FIDELIO (Beethoven) SteinPon- Leipzig. Kurt Masur. Beethoven. trich Fischer-Dieskau. Shoslako- Dovarak.
nelle. Martín, Malone, Feldohff. Matthus, Prokofief. viich, Strauss. Mozart.
Rydl, Hom, etc. 17, 21 y 13 de 9, 10: Sinfónica de la Radio de Shostakovitch. 2: Coro, Ballet y Orquesta del
septiembre. Berlín. Wladimir Ashkenazy. S, 9: Sinfónica del Estado de Ejercito Ruso.
DIE ZAUBERFLOTE (Mozarl) Dieirich FischerDieskau. Shosta- Moscú. Gennadi Rozhdest- 0: Capilla Peña florida, James
Hollreiser-Beauvais. Sieberi, Pea- kovitch, Strauss. Mozart, Slrauss. vensky. Igor Oislrakh. Tehai- Bowman. José Rada. Tafalla,
cock, Vogel, \*folther, Borris, Tal- Filarmónica de Berlín. Cario kovsky, Shostakoviich. Hidalgo, Durango. Torres.
vela, Lewis. etc. 18 y 30 de Maria Giulini. Bruckner, Rimsky-Korsakov. Rachmaninov,
Novena. 3: Orquesta Regional de Ba-
septiembre. Tehaikovsky. yona. Coro Ametsa. Roben
AÍDA (Verdi) GuadagnoFrie- 11, 13: Filarmónica de Berlín. Delcroix. Ravel. Fauré.'
drich. Baglioni. Varady. Capas- Kurt Sanderling. Brahms. Rach- MONTREUX-VEVEY
so, etc. 24 de septiembre. maninov.
4: Orquesta Nacional de Es-
XLIV Festival de Música paña. Orfeón Donostiarra.
RIGOLETTO (Verdi). Arnell- 18: London Sinfonietla. Abra-
Neuenfels. Bradley. Vogel, Walt- hamsen, Birtwistle, Lutoskawski. 3 de septiembre: Ma, Ax, Kim. Rafael Frübeck. Berlioz,
her, etc. 29 de septiembre. Osborne, Xenakis. Beethoven. Ravel Dvorak. Réquiem.

66 Scherzo
-dosier-

Música y Literatura

ser precisamente almas gemelas, música y literatura han hecho


muchos trabajos juntas. Casi enemigas a veces, otras íntimamente
unidas —tan íntimamente que algunos pueden pensar que su unión era
incestuosa o contra natura—, las dos artes son una parte esencial del
tesoro cultural de nuestra civilización. Ha habido momentos históricos
en que ambas han caminado juntas de un modo (an natural que apenas
se distinguía la especificidad de la una y de la otra. Con el paso de los
tiempos, la civilización impuso especializaciones. De ahí surgieron
algunos conflictos. No resueltos, muchas veces. Si a veces música y
poesía se hermanaron armoniosamente —Hugo von Hoffmansthal
escribiendo libretos para Richard Slrauss, W.H. Auden, trabajando con
Hans Werner Henze en la Elegía por los jóvenes amantes—, otras
muchas— se han dado casos flagrantes de malísima poesía y de música
sublime. Schubert es el más excelso testigo.
Cinco escritores —Luis Suñén, Santiago Martín Bermúdez, Enrique
Martínez Miura, Blas Matamoro y Javier Alfaya— se ocupan en este
número de SCHERZO de las relaciones entre música y literatura,
tomando en cada caso uno o varios casos de grandes escritores que
colaboraron con músicos, que sirvieron de inspiración o, más sencilla y
modestamente, se limitaron a amar a la música. Unos cuantos
momentos privilegiados en la relación de dos artes vislos con la óptica
de quienes aman a ambas por igual.

Scherzo 67
dosier

La pregunta sin respuesta


o creo que resulte baladí —y no se tome como excu- Todas estas obviedades nos llevarían en el caso que nos ocu-
N salio, porque no lo es— empezar recordando la difi- pa —las relaciones entre música y literatura— a divagar un
cultad de reunir dos artes que poseen sus reglas propias poco impunemente en el terreno común entre una y otra, com-
y cuya interferencia o complementan edad han quedado bien partido sin violencia a veces, conquistado tras dura lucha
codificadas desde su principio. Opera y canción podían ser —y dejándose unos y otros buenos jirones de piel en la
el resultado y punió. Empecemos con Jacopo Peri y Ottavio batalla— el terreno ajeno y procurando esta vez —cosa rara,
Rinuccini —Euridice—, sigamos con Beethoven y Goethe todo hay que decirlo, si se procede desde el arte más cargado
—Egmonf—, continuemos por donde queramos, por ejem- de razón, que es ¡a literatura— ponerme en el lado no de quien
plo Massimilla Doni —Schoeck y Balzac, nada menos— y lee, sino de quien escucha.
terminemos en La Celestina de Maurice Ohana y... Fernando George Steiner, el mejor crítico literario del presente y un
de Rojas. Pero la cosa se complica si se trata de ir más allá magnífico conocedor de la temática y la historia musicales,
de ese maridaje tantas veces fructífero. Hace más de cuaren- habla en su libro Después de Babel de la «revaluación litera-
la años Etienne Souriau nos explicaba en su tan leído La co- ria» ejercida por los músicos que han trabajado sobre mate-
rrespondencia de las artes todo eso de la musicalidad del verso riales poéticos. Cita, así, el caso del Der Wanderer de Schuben
o de la espacialidad de las melodías. Si le damos a cada uno como paradigma de errónea acentuación musical del sentido
lo suyo llegaremos a la conclusión de que lo poco que había literario del texto —el nicht del último verso apoyado en un
que decir —basta con oír y leer al mismo tiempo, o con can- acorde de sexta—, y al mismo Schubert cuando éste lee el poe-
tar con cierta atención a lo que se pronuncia— ya se ha di-
cho, y que no queda sino empezar a caminar —si se quiere
reflexionar al hilo de lo que nos vaya pidiendo el alma más
que el cuerpo— por el filo de la navaja de las sensaciones.
¿Le toca a la literatura ser quien describa primero y analice
luego los sentimientos que la música propone, o es ésta tan
del alma —Stendhal dixit— que basta dejarla en paz y que
actúe sobre nosotros con la patente de corso de lo inefable?
¿Prima le parole? ¿Prima la música? Divaguemos, demos vuel-
tas por los alrededores, metámonos en un jardín y dejemos
la respuesta —como la condesa Madeleine entre Flamand y
Oiiver— para mañana.

Ha terreno conquistado

\¿ue cada arte posee su lenguaje parece tan cierto como que
cada uno de ellos remite de inmediato a los demás, trascien-
de sus reglas —que no debe olvidar nunca el creador aunque Htins Werner Hense.
pueda olvidarlas el receptor— quizá con ánimo de mostrarse
superior a los otros y trata de configurarse —si es legitimo- ma a su conveniencia variando su propio contenido. Mozart
corno algo más de lo que su mera adscripción genérica pro- añade un verso a la Veilchen goethiana. Schumann sustituye
pone. Hay expresiones artísticas —la novela o la ópera quizá en Lenau unas palabras por otras. Hugo Wolf, sin embargo,
por encima de ninguna oirá— que permiten mejor que oirás respeta por lo general sus pretextos literarios. En cualquier
la osmosis, que, tomando prestados lenguajes en principio aje- caso —ahí está, como ejemplo del papel acentuador de la mú-
nos, y sin olvidar el propio, engrandecen éste... y aquéllos. sica sobre el sentimiento, el Schubert que utiliza textos me-
En el cine, sin embargo, hay ejemplos insignes de lo contra- diocres como Die Schóne Müliehn o Die Winterreise, ambos
rio —Muerte en fenecía, de Luchino Visconti— a la vez que de Wilhelm Müller, pero también algunos poemas poco afor-
muestras magistrales de cómo un perfecto manejo de la téc- tunados del propio Goethe— la transfiguración que la músi-
nica puede hacer de lo que es en sí una cinta magistral algo ca propone y propicia a un tiempo dota al texto de una
asi como una novela perfecta, y pienso ahora en Dos ingle- emoción puede que distinta de la solamente literaria y, cuan-
sas y el amor de Fran^ois Truffaut, por ceñirme a nuestros do el intento triunfa, de una intensidad mayor que aquélla.
estrictos contemporáneos. Subrayar, pues, la emoción allá donde ésta puede serlo con
Lo mismo ocurriría en la asimilación por parte de la lite- los estrictos medios de la música. Y hacerlo desde una posi-
ratura de determinadas formas musicales —la forma sonata ción —valga decir— de igualdad con respecto al creador lite-
como cañamazo novelesco—, aunque más fácil resulte la uti- rario. Este es quizá el punto en el que con demasiada
lización meramente temática —de la biografía a la pura frecuencia el hombre de letras —creador o lector, tanto da—
obsesión— como hilo conductor de un relato o como idea que escucha música se siente más injustamente pagado de sí
generadora de un poema. Del mismo modo hablaríamos de mismo. El equilibrio entre Goethe y Schubert, Móricke y Hugo
cromatismos sonoros o de sinfonías de color según queramos Wolf, Verlaine y Debussy debiera parecer a una persona cul-
analizar la adecuación entre instrumentación y melodía o el ta —es decir, no sólo conocedora del arte en letra impresa-
enésimo paisaje de nuestro vecino del cuarto derecha, pintor de una solidez a prueba de bomba. Otra cosa es que ese equi-
dominguero él. librio aparezca desnaturalizado. Es ridiculo, por ejemplo, pen-

68 Scherzo
• música y literatura -

sar en una pareja Goethe-Massenet en razón del Werther del ca de Norma, el ardor de Tancredi, la fragilidad de Amina,
músico francés. Lo que Curtius llamaba «irradiación espiri- la dulzura no exenta de carácter de Romeo piden voz y pre-
tual máxima» de la obra de arte es aquí, me parece, otra co- sencia excepcionales —esa aura única de la diva— para sal-
sa, y a las convenciones que de ordinario ha de asumir quien varse de endebleces dramáticas. Dramáticas digo, y no
musicales, que ésas son menos, mal que le pesara a nuestro
admirado Adolfo Salazar, sobre todo ahora, cuando la recu-
peración no ya —pongo por ejemplo— del Rossini olvidado
y —lo que es más importante— del modo de afrontarlo en
condiciones, nos revelan bellezas desconocidas. En todo ca-
so —y era, creo a estas alturas del párrafo, de lo que se
trataba— la música, a través de la pura técnica —sin ella no
hay emoción perfecta como sin forma no hay espíritu— se
libra aquí de los males de su matrimonio de conveniencia con
la mala literatura.
Pero también la música sin letra puede ser literatura en ese
sentido peyorativo que conlleva todo exceso impropio. A di-
ferencia de Verlaine, que prefería la música en el verso a cual-
quier otra cualidad, hay músicas que de su puro regodearse
en su comunicabilidad narradora —trasposición del relato val-
ga decir literario al relato sonoro— o poética —estados de
ánimo que muchas veces pertenecen más al negociado de la
psiquiatría barata que al del arte a mitad de precio— acaban
por perder el norte y convertirse en esa literatura a que remi-
te el «tout le reste» verlainiano. Esa mala literatura, esa mú-
sica frustrada por exceso —ojo, con excelentes resoluciones
técnicas más de una vez—, que fracasa en la adecuación en-
tre intenciones y resultados, acaba por convertirse en una li-
teratura trivial, ofrece a quien escucha sólo una lectura posible,
variable únicamente en la intensidad con que se acoge una
emoción obligatoria. Así, la Patética de Tchaikovsky o la Al-
pina de Richard Strauss, músicas cuyos aprioris las colocan
en la pendiente de la mala literatura, cosa que no ocurre, por
cierto, con otras obras de los mismos autores que sí poseen
un contenido decididamente literario, pues están construidas
en relación con un pretexto que ya lo es. Por esa razón
—adecuación a la literatura que las configura—, además de
Fwnz
por otras que no vienen al caso y que pertenecen al estricto
Liszt. dominio de lo musical. Pique Dame o Der Rosenkavalier son
obras de una genialidad sin paliativos. Esas músicas —y ce-
rremos el párrafo— litera tu rizadas, cargadas de una sensibi-
lidad que parece pedir el apoyo inmediato de un signo gráfico
escucha —y no digamos quien contempla— una ópera, ha que las explique un poco —tal vez porque se exceden en su
de unirse la más difícil de todas: olvidarse de la pura verdad lenguaje, lo que no ocurriría, pongo por caso, con el Tristón,
del texto en que se basa. muestra máxima de la exasperación absoluta siempre contro-
lada por la forma, es decir, por la inteligencia— acaban por
ser siempre falaces. Ello explica en buena parte su éxito ante
Libretos absurdos determinados oyentes, a quienes, naturalmente, no censuro.
Hasta ahí podíamos llegar. Es una música con coartada per-
Lia música, pues, en razón de su capacidad para generar emo- fecta que permite la evasión enajenada en el sentimiento del
ciones, diríamos que es capaz de resaltar las virtudes de la otro una vez adormecida la capacidad no digo ya crítica sino
literatura de primer orden —y aunque sea, como hemos vis- referencial —y no se trataría de referentes estrictamente cul-
to, sirviéndose de algunos trucos—, salvar ciertas virtualida- turales, sino simplemente anímicos— en la representación por
des de la simplemente mediocre y hacernos olvidar la el otro de sentimientos primarios —Tchaikovsky— o en la falsa
decididamente mala. En ello es paradigma determinada ópe- intelectualidad —acercarse a la crema de. como diría el
ra —digamos del primer Rossini al Verdi medio, ambos in- chotis—, el otorgar patente de revolución a lo que no es sino
clusive, o, lo que es lo mismo, el belcantismo— plagada de escueta y simple belleza formal —y, todo ayuda, técnica
libretos absurdos en la que el oyente entra salvadas todas las justita—... aunque la seda se ponga la mona: Erik Satie. Al-
convenciones, dispuesto a ignorar lo que se le cuenta en vir- go de esto ocurre también con la actual entronización de lo
tud del cómo se le cuenta, lo que no deja de ser una inteli- antiguo como paradigma de lo auténtico. Aunque ésa sea otra
gente concesión a la pura forma que nos haría contemplar historia a la que tampoco estaría mal dedicarle un mono-
a Donizelti y a Bellini, a Rossini también, como algo más que gráfico.
constructores de armonías banales, más o menos mórbidas,
al servicio de esa figura que tanto contribuyeron a confor-
mar: la diva. He ahí, por si mismo, otro elemento literario.
Ocuparse de él seria irnos por los cerros de Ubeda y hacer El arle de las arles
más caótico aún este discurso. Recordemos sólo a Tlirgueniev
adorando a Paulina Viardot —nacida García—, esa mujer de M ermítaseme en este punto un pequeño paréntesis para ha-
quien decía Henry James que al primer golpe de vista era la blar de un músico que adoro: Franz Liszt. Cuando la litera-
más fea del mundo pero cuando se la miraba por segunda tura es el origen de su escritura musical —las sinfonías Dante
vez su personalidad resultaba irresistible. La solidez dramáti- y Fausto, los dos episodios del Fausto de Lenau, con esa opo-

Scherzo 69
dosier

sición entre lo divino y lo diabólico que es para Ferenc Bónis mana, para Holderlin, verdad y bondad en la belleza y que
el hilo que le une con el Bartok de los Dos retratos— nada se quiniaesencia, otra vez, en el Tristón, conduce inevitable-
oculta las referencias, ciertas desde el principio, pero tampo- mente en Liszt a la literatura —en Wagner está explícita co-
co hay nada que las banalice. Los Sonetos del Petrarca son mo en ningún otro músico—, a esa literatura que, como él,
en su doble versión —lanío da—, con o sin voz, una unidad recorre un siglo y un continente enteros y verdaderos. Sólo
que nos hace difícil ver separados música y texto en un caso Mahler llegará !an ahí, tan al extremo del propio ser —bien
o música y evocación textual en el otro. Es más, la ausencia es verdad que por caminos vitales bien distintos—, tan al con-
de palabras nos llevará a la evidencia de la literal urizac ion fín del mundo, más dramáticamente, más inseguro, menos he-
de una música que, portando por sí misma un valor pleno, cho a la condición —envidiable en Liszt— de quien ve cómo
nos acerca en plenitud ese texto que parecía, también por sí su vida va cumpliéndose plena. Queden ahí el final de la Ter-
propio, pertenecer desde siempre, tal cual, a nuestra experien- cera, el Stúrmisch berregt de la Quinta, los movimientos ex-
cia vital. O ahí está, como escribía Federico Sopeña en su Vi- tremos de la Novena, la Despedida de La Canción de la Tierra.
da y obra de Franz Liszt, el músico de Raiding, desbordando Una nota para terminar —y a cuenta de lo dicho al princi-
—por más poéticamente contenido y más emocionado a un pio de la relación directa entre música y palabra— sobre el
tiempo— la sonoridad del poema de Lamartine que encabe- buen panorama que nuestro siglo ofrece en la colaboración
za su Bendición de Dios en la soledad. La literatura del Liszt de las dos artes. De Richard Strauss —con su libretista de lu-
sin letra —el de los Años de peregrinaje, el de las Tres odas jo Hugo von Hofmannsthal— al Shostakovich de la Sinfo-
fúnebres, el de las Leyendas, el de las sobrecoged oras últi- nía n.° 14, la de los textos de García Lorca, Apollinaire y Rilke.
mas obras para piano— es la remisión de esas músicas a un Prokofiev con sus óperas El jugador —basada en la novela
mundo que pide a gritos su plenitud en nosotros del mismo de Dostoyevski— o Guerra y Paz, en la que sale tan bien pa-
modo que nosotros nos sentimos más nuestros en ellas. Es rado del casi imposible intento de utilizar como libreto la no-
ahí la música arte de todas las artes porque bastándose —y vela de Tolstoi. Ravel y su El niño y los sortilegios, con el texto
de sobra— a sí misma, parece exigir una salida a las otras tan travieso como su protagonista de Colette. Stravinski y su
formalizaciones del sentimiento. Este acto estético que her- The rake's progress con texto de W.H. Auden. Hans-Werner
Henze que utiliza para El príncipe de
Homburg un texio de Heinrich von
Kleist adaptado por Ingeborg Bach-
mann... Pero sobre todos ellos quisiera
nombrar a Benjamín Britten, verda-
dero ejemplo del músico culto que
acerca su creación a la de escritores
que le son afines y que, además, re-
presentan algo de lo mejor de la lite-
ratura de su propia lengua: Shakes-
peare —El sueño de una noche de
verano—, Hermán Melville —Billy
Budd, en colaboración con Edward
Morgan Forster—, Henry James —La
vuelta de tuerca—, W.H. Auden
—Paul Bunyam... Colaboración que
ayuda seguramente a hacer posible esa
unión estrechísima entre música y pa-
labra, entre nota y fonema que, como
en Janacek —quizá el caso más extre-
mo de pertinencia entre música e idio-
ma, radicalmente intraducibies sus
libretos sin perjuicio para la cabal
comprensión de sus músicas— cons-
tituye uno de sus logros más ciertos.
Hemos dado en el principio. Unien-
do música y palabras como parecía
inevitable. La excursión termina don-
de empezó tal vez porque quizá lo que
no sea eso —música y palabra, pala-
bra o música— no habrá de ser sino
poesía lírica, literatura en fin, hasta
mala literatura con sólo proponérse-
lo. Aunque nazca de creer que lo que
oímos ha de ser lo que queríamos oír.
O precisamente por eso. De todos mo-
dos no deja de ser hermoso andarse
de vez en cuando por las ramas y de-
jar las respuestas —como habíamos
quedado aquella tarde en el salón del
castillo, en Ile-de-France— para el día
siguiente.

Prokojíev se airevw ion Tolslot y Dosloyevsky. Luis Suñén


70 Scherzo
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Quárlelos para cuerda, vol. 1 Rapsodia flamenca
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DKP 9073/4 (2 CD) Concierto para clarinete n.° 1

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Livre du Saint Sacrement Variaciones
DKP 9067/8 (2 CD) DKP 9066
UWCOHN - K ANCHAN A

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BLOCH Sinfonía n." 4
Sonatas para viulín y piano
581013
581044

SZYMANOWSKI ALBINON1
Integral de las obras para piano Climene
581054 581096

EL ULTIMO CASTRATO STRAVINSKY


(el único que grabo discos) Consagración (Monteux)
Alessandro Moreschl Petrushka (Stavinsky)
OPAL 9823 CEMM 9329

KRE1SLER SCHIPA
Sonatas para violín y Arias y encores (1925-32)
piano de Beelhoven, vol. 1 CEMM 9322.
FMM 9330

POULENC
interpreta sus obras
CEMM 9311
-doskr-

Tolstoi-Tchaikovsky: un desencuentro
ería ciertamente difícil encontrar dos personalidades de
S la cultura rusa de la segunda mitad del siglo XIX más
dispares que León Nikolaevich Tolstoi y Pioir llich Tchai-
kovsky. El escritor, aristócrata por nacimiento y mujik por
inesperado. ¡Cuánto me quedó por hablar con usled! No di-
je incluso nada de lo que quería, no hubo liempo. Fue para
mí un deleite. Esta mi última estancia en Moscú quedará pa-
ra mí como uno de los mejores recuerdos. Jamás obtuve tan
voluntad, no podía estar más lejos, con su entendimiento del cara recompensa por mis obras literarias como esa prodigio-
arle como educación de las masas y su apego a los valores sa velada. (...) Y en cuanto a lo que sucedió conmigo en la
de la milenaria tierra rusa, del músico y su patética necesi- sala circular, eso no puedo recordarlo sin estremecerme. (...)
dad de comunicar la tragedia íntima, su espíritu delicado y Las cosas de usted aún no las he visto, pero cuando lo haga
las veleidades occidentaüzantes de que hacía gala. Así y lo- escribiré mis opiniones con valentía, pues he tomado cariño
do, la posibilidad de tender un puente entre los dos hombres a su talento. Adiós, con un amistoso aprelón de manos. Su-
etistió en un momento determinado. Especular sobre hasta yo. L. Tolstoi». Pero las canciones, el "maravilloso tesoro»,
dónde se hubiera llegado de quedar efectivamente expedito le parecieron al músico desprovistas por completo de interés,
el camino es un ejercicio inútil que no vamos a emprender En realidad su actilud hacia el escritor se había enfriado mu-
aqui. En todo caso, no cabe pensar en óperas conjuntas —al cho. Le acusaba en cartas a Modest, su hermano y libretista
autor de Guerra y Paz esta forma de teatro musical le pare- de algunas de las óperas, de «decir cosas burdas e indignas
cía absurda—, como mucho en alguna canción. de un genio». Se sintió incluso enormemente disgustado con
la lectura de Ana Karenina —que se publicaba en esas fechas
por entregas—, a la que llegó a tachar de «repugnante y vul-
El acercamiento gar». Pese a esta primera impresión avanzó en la lectura de
la obra y, una vez que el efecto de las opiniones musicales
JL olstoi, doce años mayor, y Tchaikovsky se conocen en Mos- de Tolsioi perdió fuerza, Tchaikovsky recuperó su capacidad
cú a finales de 1876. Por estas fechas aquél trabaja en Ana de juicio literario, reconociendo al fin que la novela era una
Karenina, en tanto que éste comienza a preparar su Cuarta de las mejores de las salidas de la pluma del conde. Los dos
Sinfonía. El músico había mejorado su limitada formación hombres no volvieron a verse y tampoco hubo más contactos
jurídica con voraces lecturas de Gogol, Pushkin, Ostrovsky epistolares. Tchaikovsky, aunque siguió admirando las obras
y Dostoievsky, practicando un auténtico culto por Tolstoi. literarias de Tolstoi, quedó convencido de que cuando este tra-
Piotr llich, como una muesira más de su borrascosa perso- taba temas musicales lo hacía poco menos que con la osadía
nalidad, temió en un primer instante que la penetración psi- del desconocedor.
cológica que el novelista evidenciaba en sus obras se diera
también en el tralo personal, confiesa a su diario: «Me sentí
como poseído por el miedo y una especie de embarazo cuan-
do me encontré frente a él. Me pareció que no podía escon-
der todo el lodo que guardo en el fondo de mi alma a ese
gran conocedor del corazón humano». Sin embargo, el en-
tendimiento fue posible —continúa Tchaikovsky—, porque
«... era de una comunicación tan directa y tan sincera y hacía
tan poca ostentación de esa omnisciencia que tanto yo temía.
Conmigo no quiso sino hablar de música, que en esa época
le interesaba vivamente». El punto de acercamiento inicial,
el diálogo sobre lemas musicales, llevaba ya en su interior el
embrión de la venidera incomprensión. Tchaikovsky se sintió
sorprendido y desorientado por las opiniones del literato so-
bre Beethoven, Schumann y Berlioz. Al menos estuvieron de
acuerdo en algo: ambos adoraban a Mozart. Por iniciativa
de Tchaikovsky, que insistió ante Nicolai Rubinstein, se aga-
sajó al novelista con la interpretación del Andante del Cuar-
teto en re mayor del propio Piolr llieh. El acto tuvo lugar
en el Conservatorio de Moscú. Tolstoi no se resistió a la emo-
ción que siempre le causaba la música. El compositor anota
en su diario: «Nunca en la vida me sentí tan halagado y or-
gulloso de mi capacidad creadora como cuando León Tols-
toi, sentado junto a mi, dejó rodar las lágrimas por sus mejillas
mientras escuchaba mi Andante». Los dos artistas se despi-
dieron con regalos —Tchaikovsky hizo entrega al admirado
autor de su poema sinfónico sobre Shakespeare La Tempes-
tad y la Sinfonía n." I «Sueños de Invierno»— y promesas
de intercambio intelectual y afectivo para el futuro.
Poco liempo después Piotr llich Tchaikovsky recibía una
carta de Tolstoi, fechada en Yásnaia Poliana el 21 de diciem-
bre de 1876: «Le envío a usied, querido Piotr llich, las can-
ciones. Y además las he revisado. Esle maravilloso tesoro
queda en sus manos. Mas, por Dios, transcríbalas y aprové-
chelas en el estilo de Mozart y Haydn, y no en el de Beetho-i
ven, Schumann y Berlioz, estilo artificioso que busca lo Ix'tm Ittlsioi.

72 Scherzo
za y muchísimo más la téc-
nica perdieron su valor ante
la emoción. Tolstoi odia el
esteticismo: la música, toda
forma de arte en general,
tiene una sola función que
cumplir, la educación, la
mejora moral del pueblo.
Tolstoi fue, por lo tanto,
plenamente consecuente al
preferir las canciones popu-
lares a la ópera, puesto que
nada está más cerca del
pueblo, y es capaz de emo-
cionarle, que lo salido di-
rectamente de él. Se expli-
can así, al menos en parte,
las opiniones de Tolstoi que
tanto molestaron a Tchai-
kovsky, su creencia de que
los grandes románticos «ex-
presaban sentimientos en-
fermizos y nerviosos» o su
condena de la Novena Sin-
fonía de Beethoven porque
no comunicaba un senti-
miento religioso. Un punto
crucial de su actitud se da
en su rechazo visceral de
Wagner —si bien en esto
Tchaikovsky habría estado
mucho más de acuerdo—,
al que niega lo esencial en
toda otra artística, la uni-
dad, pues veía en su estilo
una disociación entre los
significados de la música y
la palabra. Para Tolstoi,
Wagner es el paradigma del
artista que no cumple su
función. Cuando asistió a
una representación de Sieg-
fried en Moscú le pareció
«insoportable y absurda» y
la música «hábil pero va-
cía».
Piotr Ilich Tchaikovsky. Sin caer en fáciles deter-
Fin gran medida habría que estar de acuerdo con Tchaikovsky minismos, casi resulta inevitable reconocer que Tolstoi y Tchai-
cuando ignoró al Tolstoi filósofo en favor del novelista. En kovsky no estaban llamados a comprenderse. La relación di-
la actualidad, las ideas estéticas vertidas por el escritor en So- recta no volvió a reanudarse nunca más, pero ninguno de los
bre el Arle y en ¿Qué es el Arte? pueden parecer incluso de dos perdió interés por lo que hacia el otro. El 8 de noviembre
una pobreza desoladora. Mas Tolstoi no era una persona sin de 1878 Tolstoi escribe a Turgueniev y reconoce que le «inte-
preparación en materia de música. Tocaba el piano acepta- resa muchísimo» Eugene Onegin, cuya partitura vocal se aca-
blemente y eran normales las sesiones a cuatro manos con baba de editar, y no había tenido oporiunidad de conocerla
su esposa Sonia. En 1856 la audición en París de obras de todavía. Turgueniev le contestó criticando el libreto y alabando
Beethoven le llenó de entusiasmo. Fue una fase de fervorosa calurosamente el lirismo de la música. El propio Tolstoi opi-
entrega a la música. Tocaba él mismo Sonatas beethovenia- nó en su momento que la ópera era «desigual pero verdade-
nas en veladas caseras. En 1858 su actividad tomó un cariz ra». Por su parte, el compositor siempre leyó con pasión los
público, organiza conciertos y redacta los estatutos de una sucesivos escritos de León Nikolaevich. Tchaikovsky anota en
orquesta de cámara. Tolstoi reconocía en la música un «te- su diario el 12 de agoslo de 1886 estas frases que resumen su
rrible poder», lo mismo para e! bien que para el mal, pero veneración por el autor de Resurrección; «Leí La muerte de
la pasión que provoca inclina más a lo segundo que a lo pri- ¡van Ilich. Ahora, más que nunca, estoy persuadido de que
mero. El «terrible poder» está presente en las vidas de sus León Tolstoi es el escritor-pintor más grande que existe y ha
personajes de las novelas, especialmente como fatalismo que existido en el mundo. Basta con un hombre como él para que
todo lo arrasa en La Sonata a Kreutzer. Cuando el novelista los rusos no tengan que bajar la cabeza cuando se habla de-
descubrió el credo de que la obra de arte debía tener una fi- lante de ellos de todo lo grande que ha producido Europa.
nalidad moral, sus ideas musicales cambiaron radicalmente. En mi convicción de la importancia enorme, casi divina de
Toda autoridad inamovible —Bach. Beethoven, «glorias pre- Tolstoi, el patriotismo no influye para nada».
fabricadas», según sus palabras— fue rechazada, aun la belle- Enrique Martínez Miura
Scherzo 73
-dosier-

Luis Cernuda de la mano de Mozart


odemos imaginarnos a Luis Cernuda en Londres. La tecas, le permitió darse una formación humanística extraor-

P República española agoniza. Luis Cernuda ha comba-


tido, en aquel julio de 1936, en la sierra de Madrid co-
mo un miliciano más contra las tropas fascistas. Luego, co-
mo tantos otros, ha pretendido ser útil —a ello se referirá en
dinariamente amplia.
Pero volvamos a Londres. Uno de sus mejores amigos, Ra-
fael Martínez Nadal, ha escrito una espléndida reconstruc-
ción de esos años: Españoles en la Gran Bretaña. Luis
unas páginas acerbas de Memorial de un libro, que data de Cernuda, El hombre y sus temas (2). Martínez Nadal, mo-
1958 y es el único texto autobiográfico que escribió— y en nárquico de ideas democráticas, profesor durante mucho tiem-
cierto modo se ha perdido en el torbellino de la conlienda. po en el Reino Unido, fue amigo de Lorca y de Cernuda y
Ha tropezado con sectarismos, con incomprensiones. De mo- ha escrito sobre ambos libros fundamentales.
do que ha vuelto a su soledad de siempre. Ha tenido incluso Martínez Nadal reconstruye en su libro la atmósfera de la
contratiempos. Su bella elegía A un poeta mueno. F.G.L. phony war, de la dróle de guerre, que a Cernuda le tocó vivir
ha tenido problemas de censura. A los funcionarios de turno en su exilio inglés. En Historial de un libro (3) Cernuda evo-
no les gustó que aludiera a la pasión homosexual del amigo ca asi el aspecto que ahora nos interesa de su estancia en
muerto y el texto apareció incompleto en Hora de España, Londres:
aquella revista de intelectuales en guerra, la mejor revisia cul- «También continué durante esos mismos años formando,
tural que se ha hecho nunca en este país. en lo posible, mi educación musical. /.../ La música ha sido
para mí, aún más quizá que otra de las artes, la que prefiero
después de la poesía. En Londres fue donde mejores ocasio-
El vino del exilio nes tuve para escuchar música: no olvido una serie de con-
ciertos semanales dedicados a toda la música de cámara de
• •• J\.sí que Cernuda se va a París, reclamado por su ami- Mozart. Porque Mozart es el artista a quien debo haber go-
ga Concha de Albornoz, hija de Alvaro de Albornoz. Posi- zado del más puro deleite.»
blemente el poeta está intimamente convencido de que las Martínez Nadal anota: «A Cernuda le gustaban aquellos
cartas están ya jugadas. La II República, acosada por enemi- recitales de una hora, sobre todo los de la National Gallery,
gos de fuera y de dentro, prácticamente sola, no puede resis- en particular cuando ejecutaban piezas de los que entonces
tir. Es curioso: este gran solitario, este hombre al que tantos eran sus compositores favoritos: Vivaldi, Couperin, Schubert,
pintan escéptico y amargado, conservará hasta el final, con Fauré, amén —claro— de Mozart. Sobre todo si eran inter-
una constancia que se echa de menos en tantos otros, la fide- pretados por Myra Hess, entonces en el apogeo de su arte».
lidad a la causa popular. Uno de sus últimos poemas, titula- Aquí habría que hacer una breve digresión y recordar la
do 1936, es un homenaje a un combatiente de la Brigada mala prensa que ha disfrutado la música enlre literatos en la
Lincoln al que conoció en San Francisco con motivo de una España moderna, signo, por cierto, de los más veraces acerca
lectura poética. de la pobreza y aldeanismo de nuestra vida cultural. Algún
Pero todavía Cernuda está en esa Europa que observa, fría día quizá alguien emprenda la ingrata pero instructiva labor
y egoísta, cómo se desangra España. Hay una ilusión en to- de acopiar y ordenar
das partes, una ilusión sórdida y comprensible: que las cosas cuanto disparate sobre
no van a pasar a más, que el nazi-fascismo rampante se va música se ha dicho en
a conformar con vencer en España, con desollar a la Repú- España en letra
blica Checoeslovaca. Hoy aquel optimismo, conociendo el ver- impresa y con ilustre
dadero carácter del poder del Eje, nos parece absurdo e firma debajo desde la
irresponsable. Pero entonces no. La Europa burguesa apura- Generación del 98
ba los restos de la prosperidad de los años veinte, ya bástanle para acá. Hay los
contrahecha por el estallido de la crisis económica del 29, y exabruptos de
no quería pensar que lo que tenía enfrente era algo distinto Unamuno, hay la
a una voracidad imperialista más. Era la encarnación del más acidez de casino
siniestro sueño reaccionario que conociera Europa, la crista- provinciano de
lización en un demagógico movimiento de masas, del resen-
timiento, de la frustración, del espíritu de revancha acumulado
por los sectores políticos e intelectuales más retardatarios. Y
que encontraría su culminación e iniciaría su terrible desplie-
gue a partir de la Revolución Soviética de 1917, cuando por
primera vez en la historia del mundo, o al menos una parle
del mundo, «cambió de base», como dice la vieja canción re-
volucionaria.
En Londres Cernuda inicia ese largo peregrinaje que cul-
minará muchos años después, en 1963, en casa de Concha
Méndez, en México, cuando caiga fulminado por un ataque
cardíaco. Tenía sesenta y un años y nos dejaba la obra poéti-
ca y critica más rica de la literatura española del siglo XX.
Philip W. Silver se ha referido hace poco (I) a la modestia
de los cargos académicos que el poeta desempeñó en su larga
carrera universitaria. Nunca fue una de las estrellas del his-
panismo en los colleges norteamericanos donde impartió cla-
ses, ni siquiera en México. En Gran Bretaña, en esa Gran
Bretaña de finales de los años treinta, que vive la atmósfera
irreal de la phony war, Cernuda inicia su destino como do-
cente. No sabemos qué tal profesor fue. Sí sabemos que el
mundo universitario anglosajón, con sus maravillosas biblio- Cernuda

74 Scherzo
músico v literatura-

Desolación de la Quimera, la obra publicada en 1962, un año


antes de la muerte del poeta. Ese libro, donde hay de todo,
desde algunos de los más bellos poemas líricos de Cernuda
hasta denuestos sin apenas forma poética. Se abre con una
composición titulada MozarI, en la que se rinde homenaje
al ídolo musical por excelencia del poeta. La primera estrofa
de la III sección, final del poema, se abre con una evocación
de vagas resonancias personales, donde parece aflorar el eco
de sus vivencias recogidas en Historial de un libro:
«En cualquier urbe oscura, donde amortaja el humo
Al sueño de un vivir urdido en la costumbre
Y el trabajo no da libertad ni esperanza.
Aún queda la sala del concierto, aún puede el hombre
Dejar que su mente humillada se ennoblezca
Con la armonía sin par, el arle inmaculado
De esta voz de la música que es Mozart.»
Poema pragmático, donde Cernuda rinde tributo a la cul-
tura del norte de Europa en un tono casi ditirámbico (3):
«Desde ¡a tierra mítica de Grecia
Llegó hasta el norte el soplo que la anima
Y en el norte halló eco, entre las voces
De poetas, filósofos y músicos: ciencia
Del ver, ciencia del saber, ciencia del oír. Mozart
Wolfgang Es la gloría de Europa, el ejemplo más alto
Amadeus De la gloria del mundo, porque Europa es el mundo.»
Mazan. Ese «Europa es el mundo», que tan mal sentó a algún poeta
engagé, tiene una extraña resonancia que casi parece un pla-
ñido. Cernuda escribe esos versos desde bien lejos de esa Euro-
Baroja, hay las inepcias expresadas en tono solemne y tras- pa a la que no iba a volver nunca, desde esa América a la
cendental por Ortega y Gasset. Y hay algo más, hay un am- que, como a los otros exiliados del hermoso poema de José
biente general de desconocimiento pedante, de desprecio Moreno Villa, Le trajeron las ondas. El poema evoca inme-
indisimulado hacia la música, que revela las insuficiencias de diatamente el recuerdo de la Oda a Salinas, de Fray Luis de
la vida espiritual española. Pero no vamos a insistir en ello. León. Como en este poema, en Mozart la música es un arte
Sí recordemos una última y relativamente reciente perla cul- que salva de la abyecta realidad, pero también otra cosa: a
tivada de un conocido novelista español contemporáneo, que través de ella, de su percepción, volvemos a nuestro ser, dis-
disparata en un ensayo acerca de que se escucha mucho me- perso y atomizado en la vida corriente. La memoria perdida
jor la música en una grabación fonográfica que en un con- de las cosas se nos devuelve y el mundo se ordena según nor-
cierto en vivo. Allá él y los que piensan como él. mas de hermosura y libertad. Y es Mozart esa especie de de-
Pero volvamos una vez más a Cernuda. Detrás del Cernu- miurgo que lleva a cabo el milagro.
da exiliado queda una obra ilustre realizada en España pero Más allá, en el mismo libro nos encontramos con otro poe-
que no ha encontrado todavía el reconocimiento que se me- ma: Luis de Baviera escucha Lohengrin. El tema es bien dis-
rece —reconocimiento que crítica y público ha otorgado, sin tinto. El rey de Baviera, solo en su palco, escucha la música
embargo, a otros contemporáneos suyos llamados Federico wagneriana y ésta, en su fluir, le devuelve la imagen de si mis-
García Lorca, Jorge Guillen, Rafael Alberti, Pedro Salinas. mo, o la imagen que se ha construido de sí mismo. Luis de
Rotos los vínculos con su patria, Cernuda emprende un ca- Baviera es otro negador de la miseria de lo cotidiano, aun-
mino más solitario que en cualquier momento anterior. Du- que en él éste asuma un aspecto rutilante. Lo que quiere es
rante años va a ser un desconocido, desconocido en su país, volver a sí mismo para amarse y así amar mejor a esos cuer-
desconocido en el país —USA— donde tendrá que ganarse pos hacia los que se siente inclinado. Y la música de nuevo
la vida. La conciencia del aislamiento se exacerba en él. In- es quien cumple la función mediadora. Es ella la que otorga
comprensión, aislamiento, ignorancia... Sólo al final, muy al al oyente la capacidad de recuperar su ser esencial.
final, encontrará su obra el eco que merece. Los últimos años Luis Cernuda tardó años en expresar en sus versos esa honda
del poeta se verán iluminados por el consuelo de que en Es- pasión por la música, que amó casi tanto como a la poesía.
paña y América una nueva generación de poetas y lectores Sus dos poemas son como cristalizaciones lejanas, elabora-
comienza a interesarse por su obra y a ponerla por encima dos por el lento movimiento de la memoria, que acumula ma-
de la de cualquiera de sus contemporáneos, incluido Lorca. teriales y los guarda hasta que de pronto emergen en forma
En esos años errabundos, de college en college, ganándose de imágenes, que el verdadero poeta, el verdadero escritor atra-
la vida duramente, Cernuda vuelve una y otra vez hacia la pa en palabras.
música. Ese amor, sin embargo, apenas encuentra expresión Música de la memoria, pues. En el mundo poético de Cer-
literaria. Hay, si, un poema en prosa. La música, que aparece nuda, donde hay tantasreminiscenciasde lecturas de Platón,
en el libro Ocnos y que data de 1942. Lo que se evoca en el la música es algo que existe antes y después de los hombres:
poema es la atmósfera casi iniciática de una sociedad de con- tarea es del genio —de Mozart en este caso— saber escucharla,
ciertos en una ciudad provinciana, la Sevilla natal de Cernu- darle forma, entregársela a los que viven.
da. Son unos cuantos aficionados los que acuden al «viejo
y destartalado coliseo», como «conjurados románticos» y será Javier Alfaya
en ese lugar donde el poeta descubra la música: 1. De la mano de Cernuda. Fundación Juan March/Cáiedra, Madrid, 1989.
«Allí oí por primera vez a Bach y a Mozart; allí reveló la 2. Editorial H i perlón. Madrid, 1983.
música a mi sentido "su puré délice sans chemín" (como di- 3. Todas las citas de Cernuda proceden de la edición de Obras (dos volúme-
nes: poesía y prosa} a cargo de Luis Maristany y Derek Harris. Barcelona.
ce el verso de Maliarme, a quien yo leía por entonces).» 1974.
Pero los homenajes en verso a la música poi parle de Cer- 4. Es sabido que para Ccrnuda las ¡res «presiones más alias de la cultura
nuda esperarán hasta el último libro de su carrera poética, universa] eran la poesía inglesa, la pintura italiana y la música alemana.

Scherzo 75
-dosier -

Thomas Mann y la música


La gran madre fanático que destruye un cuadro de la Virgen al descubrir, en
él, la imagen de la tentadora incestuosa.
J. homas Mann y Sigmund Freud se entreleyeron apenas, se Esta dicha prohibida y desplazada a la música tiene, en es-
escribieron unas pocas cartas muy institucionales y se encon- tas obras de Mann, una escena privilegiada: e! niño que se
iraron dos veces en Viena: en 1932 y 1936. Sin embargo, no queda a solas con su madre en el salón, mientras ella toca
hay obras paralelas más vinculadas entre sí. Vale, además, pen- el piano. El mismo autor ha evocado a su madre, que era bra-
sar en otros desarrollos contemporáneos: la pintura expresio- sileña y morena (o sea: oscura y del sur, de abajo) tocando
nista, la música serial, Gustav Klimt y la disolución del sujeto a Chopin y cantando Lieder románticos en la patricia caso-
en la experiencia erótica. na de Lübeck.
La obra de Mann ilustra, mejor que ningún otro corpas,
la problemática que el psicoanálisis sugiere respecto al fenó-
meno musical. Prescindo aquí de los escritos ensayisticos de- El piano y la mujer
dicados a la música y a Freud, y paso una rápida ojeada a
la tarea del narrador, poniendo a un lado las narraciones cortas
(Kunsmovelte) y a otro, las novelas mayores. Las primeras de-
E,¿1 piano se vincula a la mujer (oblicuamente a la madre).
Es el instrumento que se apoya en la tierra, tiene aspecto de
sarrollan un sistema propio a lo largo de toda la vida del es- ataúd y compromete a la mitad inferior del cuerpo, donde
critor, desde la temprana Caída (1894) hasta la senil e están los órganos del placer genital y la reproducción. Por
impecable Lo engañada (1953). el contrario, el violin es masculino: se apoya en la cabeza, es-
tá en lo alto, lo aéreo, como dirigiéndose al cielo paterno. Esta
dicotomía se advierte claramente en la secuencia amorosa de
Un sistema bipolar El pequeño señor Fríedemann (1897), historia de un violinis-
ta contrahecho que se enamora de una bella pianista.
JL/as dos instancias —la paterna y la materna— forman, en Emblema del mundo terciario del arte, cuyo héroe es un
Thomas Mann, un sistema bipolar, conflictivo, que se resuelve, andrógino, es el personaje de El niño prodigio (1903), un pia-
a veces, dialécticamente, en una conciliación que une al suje- nista infantil de aspecto intersexual (en alemán Kind es sus-
to y el mundo a través de la ley (triunfo de lo paterno, del tantivo neutro), del cual se sugiere que es amado, al tiempo,
principio de realidad), en tanto que, en otras, lleva a la orgía, por su madre y por su empresario, un señor muy cariñoso
la disolución y la muerte (principio de! placer triunfante a y algo pederasta.
través de la madre). Mechtilde Curtius, en sus Fantasías eróticas en Thomas
La música, asociada a la madre, se vincula con el oído y Mann (1984) ha mostrado cómo, en nuestro escritor, el mo-
con la noche, en un complejo romántico. Las letras son vi- delo úllimo e inalcanzable de la dicha amorosa y erótica es
suales y se reclaman de lo clásico y la claridad del día. Con- el incesto, del cual los
fusión y participación mística señalan lo dionisíaco de la amores normales son
madre, en tanto la distancia y la lucidez crítica distinguen lo infinitos sustitutos,
apolineo-paterno. que se desplazan los
Ambos extremos se intentan sintetizar en un tercer térmi- unos sobre los otros.
no, el arle, que es como la emergencia de la palabra del abis- El incesto es, en otro
mo suculento y sombrío de la música. Así lo explica Mann sentido, la fantasía de
en Horas difíciles (1905): «¿No había nacido un poema en plenitud que se
su alma como una música, como una pura imagen primor- corponza en seres sin
dial del ser, mucho antes de que tomara prestados del mun- sexo definido, como el
do de las apariencias su semejanza y su ropaje? (...) Palabras,
conceptos, su patria estaba en las profundidades órficas: unos
toques apenas, dados por su arle, haciendo resonar las notas
de un oculto cordaje...».
El trasfondo tenebroso de este doble mundo es, en nuestro Thomas
esquema, el incesto, es decir la recuperación prohibida de Mann
aquella unidad primordial que desaparece al interferir el pa-
dre entre el hijo y la madre. Puesta en escena de esta frontera
es El ropero (1899), historia «llena de enigmas» como Tho-
mas Mann la subtitula, en que un hombre .se baja del tren
en una ciudad sin nombre y sin relojes (fuera del espacio y
del tiempo, fuera de la historia, en pleno mito) y alquila un
cuarto en una pensión, de cuyo ropero surge una hermosa
mujer que le cuenta unas historias "maravillosas y tristes»,
cuyo contenido siempre ignoraremos. Historia oculta por o
exterior a la palabra, el decir del incesto invoca la música.
La madre tiene, pues, una doble faz, según se la mire des-
de su instancia, en cuyo caso es la fantasía de todo lo desea-
ble, o desde la instancia paterna, en que representa el modelo
de las abominaciones, lo incestuoso. El arte traduce y filtra
estas fantasías y asi vemos, en Gladius Dei (1902) al asceta

76 Scherzo
músico v literatura

das y se ven satisfechas por los bie-


nes disponibles. El artista es el paya-
so de la ópera, según lo denomina el
padre burgués (El payaso, 1897). Tie-
ne lodo lo que quiere y no es feliz,
porque la felicidad es la satisfacción
de un deseo innominado e infinito,
por lo tanto, insaciable. A veces, se
confunde con el deseo de morir, ya
que la muerte es, también, un objeto
infinito. Asi, en La voluntad de dicha
(1896).
La música es la cifra de esta imper-
tinencia arte/vida burguesa. Si el pin-
tor es el modelo del artista adaptado
a la existencia normal, el artista de lo
aparente y lo Kitsch, el retratista de
la buena sociedad, el músico y el afi-
cionado a la música son lo contrarío.
El punto de encuentro y de disiden-
cia entre ambos es, en el sistema na-
rrativo de Mann, el teatro de la ópera,
templo del arte y, a la vez, de la vida
mundana.

La vida burguesa

Ern la ópera, el artista contempla la


vida burguesa en todo su esplendor y
siente que no puede participar en ella.
Al mismo tiempo, se identifica místi-
camente con el mundo de la dicha to-
tal e inasible que le promete la música.
La vida burguesa consume una paro-
( día del arte, una música placentera y
trivial, que sirve de fondo a sus cere-
monias hedonistas: bailes, cenas, ve-
ladas de gala. En Los hambrientos
(1903) asistimos a un baile en la Ope-
ra, en que una orquestina toca un vals
sobre motivos del Tristón wagneriano.
Desde luego, es Wagner una presen-
cia dominante en este mundo de con-
flicto y conciliación entre arte y
burguesía. La música wagneriana, so-
bre todo Tristón, es un código amo-
roso y erótico constante para los
citado andrógino o el ángel. El hombre, aprisionado en el personajes üic Thomas Mann. En Airada (1899) el galán se
mundo paterno de la historia y la cultura, suena con la indis- aproxima a la amanda tocando Trisián a cuairo manos. En
tinción de un matriarcado en que se reconcilia con la natura- Tristón (1903), un escritor decadente y enfermo seduce a una
leza, en la utopía de un mundo igualitario y fraterno, en que burguesa convaleciente con el mismo iruco. Ello sirve a Mann
todos se reconocen hijos de la Gran Madre. La música y la para hacer una larga glosa del segundo acto de la ópera wag-
unión sexual funcionan como evocaciones vicarias de esa uto- neriana, ejemplo de la seducción erótica de la muerte y del
pia, en consonancia con las teorías de Jung en torno al ar- poder del débil sobre el fuerte: la ira del espíritu y la palabra.
quetipo materno (todos somos uno porque todos hemos sido La mujer, hija de un violinista, terminará recayendo en su en-
la misma cosa con nuestra madre, que es la Gran Madre na- fermedad y muriendo. Frente a la idea ilustrada de que la di-
turaleza, diosa fundante de la vida) y las más antiguas y ro- cha del hombre es posible en la Tierra, el romanticismo señala
mánticas teorías de Bachofen sobre el origen matriarcal de lo trasmundano, inalcanzable y, finalmente, mortífero de to-
las sociedades. da imagen de felicidad. Para ser feliz hay que morir, pues só-
La opción por la música es, también, la asunción de la iden- lo la muerte acaba con todo deseo y, de tal manera, borra
tidad del artista como el hijo no querido de la burguesía, re- la distancia entre el anhelo y su objeto, culmen de la dicha.
presentada por el padre. Esta dicotomía es central en la obra Wagner sirve de Celestina al incesto de Sangre de wetsas
de Thomas Mann y no podemos tratarla aquí, pero sí seña- (1906). Es la historia de dos gemelos, Sigmund y Sieglinde,
lar que, al asumirse como el hijo excluido de la familia bur- que han estado junios en el seno materno y que se parecen
guesa, el artista asume, al tiempo, la infelicidad como forma no sólo físicamente, sino en su gusto decadente por vestirse
de vida, teniendo la imagen de la dicha como la cotidianei- con ropas caprichosas y suntuosas, enjoyarse y perfumarse.
dad burguesa, en que todas las necesidades están codifica- Son como dos mitades de un solo ser intersexual. Ella está

Scherzo 77
dosier

Amor y muerte

V uelve, en esta escena, la bivalencia de la madre, por me-


dio de la música. Si es simpatía por la muerte, el abismo y
la tiniebla, es, desde su fondo, la vuelta a casa, la simpatía
por lo orgánico y la perpetuación de la vida. Tumba y útero,
la madre lo es todo. El gramófono es comparado con un ataúd
(cf. el piano) en que se produce la «alquimia de los sentimien-
tos», el Eros y el Thánatos del psicoanálisis.
Por fin, es en Doktor Fauslus (1947) donde Thomas Mann
pone en escena a un músico, Adrián Leverkühn, cifra de lo
demoniaco y lo musical, hombre frío y solitario, que seduce
a los demás como una tumba, llevándolos a la muerte por
medio de la música, ese «lenguaje otro, quizás interior e inar-
ticulado».
De nuevo aparece la dicotomía madre/padre: ella es iden-
tificada con el canto (liene una bella voz de mezzo) y él es
un hombre de ciencia, un naturalista, pero inficionado de bru-
jería y magia, que le habla de «la música visible». Adrián de-
berá aceptar el desafio de salir del caos que simboliza el
mundo materno de la música y someterlo a la ley de la con-
ciencia y el raciocinio, por medio de la armonía. Pero, en de-
finitiva, hará lo contrario, disolviendo la armonía en la
aionalidad. Como Fausto, dirá que ha pactado con e! Demo-
nio, el cual, a cambio de la eternidad de su vida orgánica,
le exige que renuncie al amor, es decir que no reconozca al
/ runz Scliubert otro. Un hombre eterno no necesita hijos.
Estos encuentros se dan en el mundo de la enfermedad, tan
prometida a un hombre de negocios y, antes de casarse, con- caro a la narrativa de Mann. Adrián dice haberse contagiado
curre con su hermano a una representación de La Walkiria. de sífilis en un burdel, con una prostituta las letras de cuyo
De vuelta a casa, se insinúa, al final de! relato, que habrán nombre, convertidas en notas (según la nomenclatura alema-
de consumar el incesto. El retorno a la madre por medio de na) y colocadas en un cuadrado mágico, dan la serie atonal.
la música es evidente.
El Demonio seduce por medio del incesto, traducido a mú-
En Buddenbrooks (1901), su primera novela larga, la deca- sica caótica. El instrumento de seducción es das Weib (la hem-
dencia de la gran familia patricia está dada por la introduc- bra, que en alemán es neutro y no equivale a die Emú, la mujer
ción de la música de Wagner (la madre, Gerda) y la filosofía y esposa), lo corporal del hombre y de la mujer. Cuerpo an-
de Schopenhauer (el padre, Thomas) en la casa. De ellos sur- terior al sujeto, no sujeto a las normas, es la promesa inces-
ge Hanno, el héroe que muere en plena adolescencia, tras su- tuosa de la libertad, que lleva a la disolución y a !a
frir las alternativas de la enfermedad y el impacto de aniquilación. Adrián, finalmente, cae en el delirio demonía-
Lohengrin. Otro adolescente, Kai, llega a su velatorio a be- co, por efecto de una sífilis real o supuesta, y termina embo-
sarlo, en un acto de erotismo transgresivo y romántico (ne- bado y paralítico, al cuidado de su madre y de la dueña de
crofilia, nocturno amor a la muerte). su pensión.
Gerda toca al piano, desde luego, arreglos de Wagner e in- La novela es, entre otras cosas, una meditación sobre el des-
cita a su hijo a hacerlo, ante las alarmas del profesor de mú- lino de la cultura, pues la música de Adrián tiende a recupe-
sica, que considera a Wagner «inmusical y caótico». Gerda rar lo sagrado del sonido, profanizado por la razón a través
sostiene, de otra parte, la amoralidad del arte, similar a la na- de la ciencia matemática. Deseo, impulso (Treib), música y
turaleza. Cosa de diosas y de artistas, el arte se sitúa fuera religión se confunden en un retorno al origen, al matriarcado.
del universo de la ley. Thomas adopta el pesimismo schopen- De paso, se reflexiona sobre el destino de Alemania, la na-
haueriano y cae en la dulce embriaguez de contemplar la ción dominada por el espíritu demoníaco y materno de la mú-
muerte como una dicha, la resolución de toda tensión, el fin sica (la Madre-Patria) frente al Occidente europeo, dominado
de toda restricción: la liberación verdadera. Pierde la noción por el espíritu paterno de ¡a letra, la ciencia humanista y un
de futuro y sale de la historia, dejándose morir. Tiniebla y ideal de humanidad bella y libre a través de la ley, que permi-
luz son las figuras de este dualismo mito/historia (ma- te al sujeto liberarse de la tiranía del impulso.
dre/padre).
Cerrada como una casa materna, Alemania es provincial
Este padre que no quiere perpetuarse en el hijo, vuelve a e incapaz de universalidad, oscura y protectora, omnipoten-
plantear el tema del artista como el hijo repudiado de la bur- te y delirante de un mesianismo que intenta superar la pálida
guesía: hijo, en fin, del deseo materno, que lo convoca al pla- civilización moderna por medio de la colorida barbarie. Desde
cer, la transgresión y la muerte, que lo lleva, por la música, luego, Thomas Mann evoca los antecedentes del nazismo y
al incesto que hace imposible la historia. la narración se desarrolla por medio de un personaje que co-
En La montaña mágica (1924) hay un capítulo dedicado noció a Adrián, mientras la Alemania nazi se derrumba al
a las aficiones musicales del héroe, Hans Castorp: Pleno de final de la guerra.
armonía. Está situado hacia el final, cuando Hans ha vivido Sin este complejo cultural romántico, musical y luterano,
las enseñanzas de los maestros y la experiencia del amor. Ha habrían sido imposibles el psicoanálisis, la obra de Thomas
aprendido las letras (lo paterno) y está en condiciones de en- Mann y el dodecafonismo. Crítica y, a la vez, emergente de
trar en la música, lo materno, sin peligro. No puede hacer él, nuestras dos aficiones nos llaman al diván, donde nos ten-
consciente el objeto de su amor, pero ya identifica la fantasía demos, como sobre la alfombra mágica que nos despega de
de la satisfacción total: la muerte. Se la sugiere la canción de la tierra, a escuchar la música y a oír, de vez en cuando, la
Schubert, El tilo, el árbol sedante junto al cual se halla la cal- voz misteriosa del otro que nos promete la dicha total y la
ma. Cantando estos versos habrá de morir Hans cuando re- aniquilación feliz. B¡as Ma[amom
grese a la llanura y la encuentre en la guerra.

78 Scherzo
Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Avance de Programas Ten^orada 1989-1990
CHARUR | y nxi (Precrno de Composic-ún -Reina Sofía. I °8S>
,5 JoO POLHENC Condeno poro den piados y orquesia en ie menor
s, o Sol !»>•»: Kotia y McmeHe Lobeque [pramjf
STRAVINSKY Lo Consagración de lo Primavera

, 12 Wrector MAGNARD MilímO • Lo JÜÍIICIQ, op. 14


VwmesH 13 Michel Plosión CHAU1SON Poema del amor v del mor. op 19 l a l l i t a : Cole"& AlliaMugaz jsaprano)
FAURE Réquiem, op 4fl Salina*: Caleite AHioi-Uigai |*oprono| y Gilíes Coche-
mQiNe |barítono)
Cora de ETVf
Jueves, 26 ENrodar SARDA Obra de encargo
Viernes, 27 Arpad Joo R. STCAUSS Concierto para rrompa y orquesto núm. ? en Mi bemol <
Salltto: Theo 5íhoenbrod (frompa|
HIELSEN Sinfonía núm. 4, op 29. «Inextinguible-

M0VIIMM1 Olrvttor MQNTSAIVATGE Sinfonía de Réquiem


Jueves, ° A moni Ros-Marbo. 5TRAVIN&KV Qedipui. Re- 5all*to>? Margarita Ztmmermonn (conftollo), Thomas R
V«mei, 10 (fenor)r Al+onso Echeverría [banlonoj, Slotford Dean (bajo) e o
Coro de KTVE

Juaves, 23 Director
Viernes 24 Arpod Joú ARAHM& Cancterio poro violíft, violonchelo y orquesto e*1 lo merto', op I 0?
SaNitm: Emmy Verhey [vioJinj y Mitlós i*eieny¡ fvioloncheb)
Serénalo nO^ 9 en He mayor, K 320

JUAVM, 3 0 Dlrvctsr iLGAIt Él ^ueno de Geroocio, op . S«Mit«: Erorah WoJkef K Joho


CHCHMMH S-r Ale^onder Treleoveí (fenorf y Benia lv*on (boio)
Viernes, 1 Coro de PTVE
MUS5OKGSKV Noche en el Monie Pelado (versión original]
Vvn 5<tnonov Seis canciones {orquestación. Igor Mark^vitc
El rhncún de los niños
Soll>>a: Eliíabeth Sdderst'árri ($oprono)
Borií Godunov (5elecci6ri|

Jueves, 21 D*r*tfw V/AH OES KOREN Paso|e pora orquesio


Vi«rwsH 22 Arpad Joü MENDEI&SOHN Concierto para violi'n y arqueara en mi menor, op 04
í o l l í t * ; Goncol CorrieJlaí (j»o!ín)
WAHLH Lo condón de kj rierro
Solfetai: Coirwlio Kalliwih (íonrrolio) y iiegfried Jervíolff'" (renor)
•MM WAUCHAN W I l t l A M I Foniasia wjbre un lema de Thomas Tallis
II Su Vehudí Manuhin HAYDH ^i^lonia PvfP- fl? flu Do nvayor
Viernes. 12 HAHMS SererioTo nwmr 1 en Re mayor, op- 1 1
Ju*vm. 25 OkMhH M A H M I Concierto paro pujno y o'quesTo lúrrt. 1 ort re menor, op. 15
Ylam« H » Arpad Joo ioMini: Bekla Davidovicn (pianoj
•EETHOVEN Sinfonía núm 3 en Mp bemol rnavoi. op 55
KERf A Obra de encargo
1 Antom Ros-Maibó BRUCH Concierto pora viofín y orquesta num I en sol menor, op. 26
2 fellita: Podra Leún (vlolrn]
MAHM5 Sin+onio núm 4 en rm menor, op ° 8

. 8 Director SEGERSTAM Obra a determinar


, 9 Lerl Sege 5IBELIUS Concierto para violm y orquesta en re menor, op A?
Sallita: Leónidas Kavatos {volínj
NIELSEH Sinfonía num 2, ap. I 6, -Los cuoiro lemperomenío^-

Jueves, 22 DEtUSSY Pelleo^ e' MelFLande SoJirt»: íoon Ifodgers |soprano}, Fron^oís le l?ou*
Vtorra, 23 Aniorii (barítono|. Gobnel 3ocquper jbajaf, Pien-e Thau |ba|o| e o.
Coro de KTVE

«URZa Dlnctor DE PABLO Senderos del aire


Jueves, 22 Arpad Joó R STRAUS5 Don Quijote Sollttn: rtu-o Mumj<5boHviobnchekj|
Viernes, 23
p
Jueves, 29 tMrv w Gyni jmiJstca mcideniofc completof
Viernes, 30 Psr! &ol¡«iai: Marianna Hirsli jsopraito] y Per Vollesiod Lbariiono]
Coro de RTVf

ABRIL Director FEtMANDEZ BLANCO Suite de donaos onligvas


Jueves, 5 Ennque Gorc-o Asensio KOUSSEVniKT Concierto poro conr-abaio y orquesta, ap 3
Víamos., ó Sellita: Jotme Robles (corirrobaio)
VERDI Ojatrro Pezfi Socn
Coio de RTVE

Jueves. 19 Dirxtw ROORtGO Coirón de amo* y de guerra Sellitv- A delerminar


Viernes, 20 Odón A l ó n » Cunnarto para piano y orquesta núm 2 en Sol mayor, op
S»IA<to; Shura Cherkassky (p'ano]
Smlorno num 6 sn *•> meno', op 7A, •Píjtéhco-

MATO Wrecfar DURKO ho"*ure UnEjhowse


Juavas. 17 Arpód Joó MttTOIC Concierto poro violo y crquesio. l«lli>ft¡ Tabee Zimmermann jviolo)
18 El COÍTIHO de Barbo A;ul
lall*ta«: Ildiko Komlossi Iconl'allo] y K o b í Kovols |bo|Oj
Coro de RTVE

t , 31 CHreci** HAYDf* Smlonia núm. 104 en Re moyor


JUMO Amoni Ro* Marba MUCKNft SmlonJo núm. 7 en Mi mayor

Juevet, 1 A Directo* •EETHOVEN M I H O Solemnis en Re mayor, op I 23 t o l l t l n : Foye Robir-son jwjpronoj.


, 15 Arpad Joó Ale«andipno Millchevo (mezzosopronoj, David Bertdoll (leno'l y Willoíd
While (ba|o|
Coro de RTVE

es s^scephble de Horaria ' l o i concl*rtoi Jjeves. • los 20 horos


Viernes, Q las 20 horas

Eninyo g«n*rDl Jueyes, a los I I .00 Horas


Los coicierios impares corresponden ol Abono A los conciertos pares corresponden al Abono I

Teatro Monumental
MADRID
doster-

El exorcista y el filisteo:
de uno a otro Werther
Sobre lo autobiográfico 0 ese maravilloso monumento que tiene a la Biblia por dis-
culpa, José y sus hermanos. Ya en la madurez debió de con-
lay autores que se diría que no pueden tratar otra cosa que siderar adecuado tratar a Goethe y a su mundo a través de
de sí mismos, y esto de manera direcia, de su mundo, pero la ficción, al margen de las conferencias o de su empareja-
también de las anécdotas, de los detalles, de las cosas todas miento con Tolstoi. Asi, en 1939, en pleno exilio, y a modo
de ese mundo. Así han podido construir su universo novelís- de divertimento junio al José, Mann sacaba de su mundo per-
tico un Marcel Proust o un Thomas Wolfe. Al margen de que sonal uno de sus amores a Goethe. Ese mundo personal ya
ese exceso de privacidad sea precisamente lo que les da, en estaba a esas alturas muy objetivado, era muy equilibrado,
virtud de su talento, un carácter uní versa I mente válido, las sin apenas excrecencias aparentes de su yo biográfico. La no-
obras de estos autores no sólo son una especie de autobio- vela era Carlota en Weimar y en ella aparece Goethe, ya an-
grafía confesada, sino sobre todo algo semejanie a un ajuste ciano, y una vieja dama que acude a la corte donde presta
de cuentas con las cosas y los seres de esa vida. Más que lu- servicio el poeta. Esa dama es Carlota, por la que se había
cha lo que hay es un profundo rencor que, en la narración, suicidado Werther unos cuarenta años antes. He aquí una
será exorcizado, con lo que la novela se conviene en una ven- transfiguración habitual de lo personal, que no es autobio-
ganza personal. Acaso por eso, la Recherche gusta sobre to- gráfico: Mann necesitó recrear en la ficción sus obsesiones
do a dos tipos de personas, grandes sensibilidades y pequeños
resentidos. No creo que sea necesario justificar el resentimien-
lo (ni cualquier otra cosa) como moiivo u hontanar literario,
lan legítimo como cualquier otro.
Existe también el novelista justamente contrario, el que sólo
acude (no sabemos si por pudor o por imposibilidad, por sen-
tirse demasiado cerca de si mismo) a elementos exteriores, aje-
nos. El paradigma podría ser Flaubert, aunque muchos
podrían figurar aquí legítimamente. Toda observación exte-
rior le sirve a Flaubert, toda anécdota, lodo detalle, para re-
crear el complejo aprendizaje de un joven en una larga época
que lo encuadra, la historia de una bella y humanísima mu-
jer de provincias que comete adulterio, la fantástica recrea-
ción de un Cartago olvidado, el emparejamiento de dos
simpáticos chalados inermes para convertirse en sabios y su-
perfluos...
Pero lo habitual es el novelista que trata de los demás y
de sí mismo (o, al contrario, y acaso aquí el orden de los fac-
tores si'altera el producto). Estos autores integran en su dis-
curso o en su historia elementos propios para hablar del
mundo que conocen, ¡muyen o pretenden. Un Balzac no es
un autor autobiográfico, a pesar de los evidentes aspectos de
su personalidad que otorga a personajes suyos como Lucien
de Rubempré o Eugéne de Rastignac, o de la gran cantidad
de vivencias personales que utiliza en esos seres apurados por
las dudas, o que tienen ambiciones literarias, o que son, sim-
ple y llanamente, unos arribistas... Quede pues Balzac comu
otro paradigma, el del escritor que crea un mundo donde la
observación es importante, porque todo se fragua también a
partir de elementos personales, si bien no estrictamente auto-
biográficos.
Otros autores comienzan siendo autobiográficos en su ju-
ventud, o al menos utilizando en sus primeras obras una se-
rie de elementos íntimos que así lo ponen en evidencia, para
desprenderse de ese tipo de procedimientos a medida que avan-
zan hacia la madurez y se instalan en ella. El paradigma po-
dría ser, en este caso, Thomas Mann, que a los veinticinco
años publica Los Buddenbrook, que, en rigor, es más que auto-
biográfica, ya que, no contento con comprometerse él, com-
promete allí a varías generaciones de su propia familia.
Curiosamente, Mann terminará con una novela mucho más
breve, muchos, muchos arlos después, que trata de una dama
madura que se ilusiona pensando que aún es joven. En me-
dio continuó la gran tradición europea de la novela de apren-
dizaje, ya que era un gran admirador de Goethe, sobre el que
escribió en varias ocasiones, y compuso su Montaña mágica. Joliann ann (joeihe.

80 Scherzo
-músico y literatura-

verdadera imposición del género se diera en Francia, con Ju-


lie ou la Nouvelle Heloise (1761), nada menos que de Jean-
Jacques Rousseau, aparecido sólo un año antes que El con-
trato social y el Emilia La primera versión de Los sufrimien-
tos del joven Werthere&át 1774, aunque fue revisada en 1782,
y en ella sigue Goethe ese modelo tan de la época. Precisa-
mente en 1782 apareció en Francia la novela epistolar más
escandalosa, que sepamos. Les liaisons dangereuses, de Pierre-
Ambroise-Francois Choderlos de Lacios, uno de los muchos
acontecimientos que animaron considerablemente la Francia
(y sobre todo el París) de finales del Antiguo Régimen. Para
entonces el género se había convertido en una más de las fór-
mulas adoptadas por la nueva novela burguesa y lacrimóge-
na, como demuestran los éxitos de Fanny Burney, cuya novela
epistolar, Evelina (1778), es tan sólo el primero y más conoci-
do de sus éxitos, hasta el punto de influir en los primeros in-
tentos de otra autora, llamada a oscurecer a la Burney, Jane
Austen {Lady Susan y Elinor and Manarme, esta última pri-
mera versión no publicada de lo que luego sería Sense and
sensibility).
En el siglo XIX aún daría guerra este género, con obras
como Pobres gentes (1846), la primera novela de Dostoievs-
ki, y Pepita Jiménez (1874), de Juan Valera, por no hablar
de obras no estrictamente narrativas, como las Cartas litera-
rias a una mujer (1861) y las Cartas desde mi celda (1864),
ambas de Gustavo Adolfo Bécquer. Incluso en el siglo XX
hay algún ejemplo, como Herzog, de Saúl Bellow.
Pero Los sufrimientos del joven Werther de J.W. Goethe tie-
ne una característica especial entre todas ellas: las cartas las
escribe sólo el protagonista, y se las escribe sólo a cieno ami-
go suyo. Para el nivel de conciencia literaria de la época esto
podía parecer una limitación. Faltaban datos que Werther no
podía conocer, todo el relato se impregnaba de su subjetivi-
dad, nadie podía añadir nada que enriqueciera su especial ma-
nera de ver las cosas. Precisamente en eso radica su riqueza,
sin embargo, y una vez más, en arte, las limitaciones sirven
para potenciar la obra. Es cierto que el editor se ve obligado
a contarnos el final, porque el ya desesperado muchacho, en
sus últimos días, no escribía más cartas y porque alguien te-
nía que contarnos el suicidio. Pero queda una corresponden-
cia en la que a menudo no hay una acción, que es fruto del
estado de ánimo del protagonista, que nos retrata, más por
lo latente que por lo manifiesto, un personaje, una clase so-
cial y una época. En este sentido, la novela epistolar Werther
utiliza elementos que se convertirán mucho más tarde en mo-
Jule\ MUÍ sene I. neda corriente de la narrativa: el punto de vista, el flujo de
artísticas y filosóficas personales, el mundo wagneriano, nietz- conciencia, el monólogo interior... (y disculpen estos escan-
scheano y schopenhaueriano. Con Carióla en Weimar recrea dalosos anacronismos).
el mundo de Goethe y le rinde a éste un impagable servicio, La primera versión de Werther se publica guando Goethe
porque cierra algo que el consejero áulico siempre quiso ce- tiene tan sólo veinticinco años. No vamos a insistir en los ele-
rrar, la historia del joven Werther. De sus propias obsesiones mentos autobiográficos que hicieron posible esta novela tal
personales por el mundo de Goethe pudo sacar Mann esta como la conocemos hoy, ni en su adscripción a ese movimiento
solución que, en rigor, le estaba vedada a Johann Woifgang. cálido que se llegó a denominar Sturm und Drang (como cierta
Pudo hacerlo Mann por dos condiciones necesarias: porque obra de Federico Maximiliano Klinger). Lo que nos interesa
Werther (Goethe) formaba parte de su propia biografía, pe- ahora es el lugar que ocupa Werther en la vida (y por ello
ro también, y especialmente, porque no era biografía perso- en la obra) de Goethe, y cómo lo ocupa.
nal suya. No hay que creerse a Werther como él se cree, pero no por
El Werther de Goethe pertenece a un género que por en- eso hay que verlo como un caso patológico ni mirarlo con
tonces estuvo muy en boga, la novela epistolar, que se com- ojos de entomólogo. Hay que verlo como lo ve Goethe, que
ponía de cartas cuyo conjunto daba cuenta de la peripecia al escribir la novela emprende una especie de exorcismo de
y los personajes. El invento le corresponde a Samuel Richard- su propio yo, un yo que se bifurca en este joven Werther, es
son (1689-1761), fabricante de papel e impresor que, tardía- decir, en una de sus posibilidades. Y a Goethe tenemos que
mente, a los cincuenta años, experimentó la llamada de las verlo como lo que era en 1774, en su tiempo, pero también
letras mientras preparaba un libro compuesto de cartas- como lo que llegó a ser hasta su muerte en 1832, a los ochen-
modelo. Inspirado, contó cierta historia de gran éxito, toda ta y dos años. Si en un creador sus personajes son a menudo
ella a través de cartas, la famosa Pamela, o la virtud recom- variantes de un mismo personaje, Werther es en Goethe la
pensada (1740), a la que él mismo añadió pronto una conti- primera expresión, explosiva y aparentemente negativa, de una
nuación. El género se consolidó con otras dos obras epistolares generación que advierte su ausencia de peso social (a dife-
suyas, Claríssa o la historia de una joven (1748) y La historia rencia de lo que sucede en Francia). Werther se suicida en su
de Sir Charles Grandison (1754). Aunque es posible que la pasión, en su delirio. Otros personajes de Goethe —esto es.

Scherzo 81
• dosier

la vida de Goelhe— le rectificarán con el tiempo: Orestes, per- siste en el intento de aprender lo que no se sabe después de
seguido por las furias por haber dado muerte a su madre, es haberlo aprendido todo. Por eso, tal vez, fue la obra de toda
curado por su benéfica hermana, Ifigenia, en una espléndida una dilatada vida.
varíame de la Ifigenia en Tauris de Eurípides, la pieza teairal Precisamente la inacción es lo que lleva a Werther al suici-
del mismo título escrita por Goethe entre 1780 y 1789. Wert- dio. Goethe, en cambio, sacó de dentro de sí te fiebre werthe-
her no tuvo quien le curara de las furias que, acaso como Ores- riana mediante una primera acción, la escritura de la novela
tes, llevaba dentro. Más adelante, Tasso {Torquato Tasso, 1790) en poco más de un mes, de un tirón, tras dos años de doble
será curado y redimido por el concurso del amor, pero tam- experiencia amatoria fracasada y el suicidio de su amigo Car-
bién por el de la superación de sí mismo, que abandona su los Guillermo Jerusalem. Si Werther tiene elementos perso-
furia unilateral para abrazar lo posible de lo personificado nales, son lo contrario que autobiográficos, puesto que la
por su rival, Antonio Montecatino, equilibrado y razonable. energía y la vitalidad de Goelhe se imponían a su hi per sensi-
Por las fechas, vemos que se trata de una época —la misma bilidad, aunque no la templaban. Werther es, como mucho,
en la que tienen lugar los primeros acontecimientos revolu- un Goethe que hubiera caído en las primeras escaramuzas.
cionarios en Francia— en que Goelhe rectifica muchos as- Goethe ama a Werther, como a Otilia, y acaso por eso no le
pectos de su propia vida, y por lo tanto de su obra: advirtamos priva de sufrimientos ni de la muerte, pero no está de acuer-
que la conclusión de estos dramas se sitúa más o menos en- do con él. Simpatiza con el joven inconformista, amante de
tre sus dos viajes a Italia. la naturaleza y de los niños, con el enamorado, con ese rebel-
Pero hay una obra maestra final que rectifica, completa, de que desprecia a los demasiado sensatos. Pero no con su
supera y ajusta cuentas con Werther. Se trata de Las afinida- suicidio, y por eso careció de responsabilidad (¿será necesario
des electivas (1809), donde las parejas se descomponen y re- decirlo a estas alturas?) en los suicidios posteriores supuesta-
componen y donde la pasión juega un papel importante, pero mente provocados por la novela, en la cual no sólo retrataba
junto a otros, como la fuerza de la sociedad y la familia, y un enamorado, también retrataba un joven de una clase sin
la propia lógica de la institución del matrimonio. No caiga-
mos en la tentación de ver un Goethe converso y propenso
a la moralina, al contraria: esta novela provocó escándalo du-
rante muchos años. Pero su visión se ha enriquecido, se ha
apaciguado, y con todo ello puede darnos un personaje ri-
quísimo, una especie de pariente cercano de Werther, Otilia,
cuya pasión a ultranza también le lleva a la tumba, no con
inmediata violencia de suicida, sino por aniquilación paula-
tina. Y es que hace tiempo que hemos pasado del Sturm und
Drang al Clasicismo, porque acaso el Sturm und Drang no
sea simplemente un antecedente del Romanticismo, sino una
necesaria reacción alemana contra determinados aspectos ex-
cesivamente racionalistas de la Ilustración y el optimismo a
lo Cándido de algunos filisteos.
En Werther, en Orestes, en Tasso, en Fausto, en Meister o
en Otilia hay un elemento común que, desde luego, cada uno
de ellos vive y manifiesta de distinta manera. Es una cierta
o total ausencia de sentido de la medida, una rebelión que
es fruto de la inestabilidad, de la pasión, del desbordamien-
to, rebelión a menudo justificada pero que les puede llevar
a la destrucción. Es ese elemento autodestructivo de tantos
talentos que no consiguen hacerse perdonar su exceso por los
dioses. Los griegos lo designaban como hybris. La hybris, una
de sus formas, destruye a Werther. Su superación redime a
Tasso y a Orestes. Sin embargo, una de las fórmulas favoritas
de redención en Goethe era la que se conseguía mediante el Muñe Renard, comu Charlotte, en el estreno de Werther en IHV2.
abandono del ocio, mediante el impulso a la acción. Es de-
cir, con una actitud totalmente ajena a la de Werther, que se salida posible en una sociedad cerrada: recordemos la humi-
queda en aquel pueblito y se regodea en su desgraciado asunto. llación de Werther en el pasaje de ia fiesta en casa del conde.
Y es que la hybris no se supera tan sólo, como era de esperar Es una sociedad donde el talento, la ilustración o la propie-
según el modelo griego, mediante la sofrosyne (la modera- dad no daban derecho ni a codearse con la alta sociedad de
ción, la medida, la virtud), sino mediante un ir más allá, un provincias, y donde la juventud no encontró una ocupación
no detenerse: la acción. política que le habría permitido influir en los acontecimien-
La acción —no cualquier acción, claro está— es lo que jus- tos. Esta rigidez es esencial para comprender el auge del Idea-
tifica y redime a Fausto, objeto de la grandiosa obra cuyas lismo alemán, creador de un magnífico mundo ajeno a lo real,
dos partes ocuparon a Goethe toda su larga vida. Por eso Faus- y los movimientos literarios que le fueron contemporáneos,
to se salva. Es como si se cambiara uno de los principios lu- como el Sturm und Drang, el Clasicismo y el Romanticismo.
teranos, «peca, cree y te salvarás», por otro de más sugestivo Goethe llegó a tener un cargo importante, durante muchos
contenido, «peca, actúa y te salvarás». La acción es también años, en una corte menor. Pero era sólo un empleado, aun-
el elemento esencial del amplio itinerario del ciclo de Wilheim que alto, un lacayo, y además aquello le provocaba una cons-
Meister, la novela clásica de aprendizaje, o como queramos tante irritación que sólo tenía salida en la creación y en los
denominar a este género tan ubicuo y variopinto de la novela viajes. Pero queda al menos su obra —una supuesta libertad
occidental (algo que Lukács hizo notar con agudeza). Esa ac- lejos de Weimar no nos garantiza que hubiera sido más am-
ción se manifiesta, desde luego, en hechos, y se manifiesta plia o más rica, ni siquiera que Goethe hubiera vivido tanto.
en viajes, en riesgo, en una aventura vital, un itinerario don- Acaso pudo ser escrita en su totalidad, tal como la conoce-
de siempre se busca algo más y donde parece despreciarse el mos hoy, porque en su juventud había exorcizado en su ar-
sosiego. Y si el Meister es aprendizaje, Fausto es algo más, mario el cadáver de un tierno y simpático joven llamado
es en rigor reaprendizaje, porque la experiencia de Fausto con- Werther.

82 Scherzo
múska u literatura -

Aigo más de un siglo después de publicarse por vez prime- La riqueza del personaje de Werther casi ha desaparecido
ra el Werther de Goethe fue estrenada la ópera Wérlher, de en la ópera de Massenet. No existe su contradicción entre el
Massenet. Después de lo que llevamos dicho quizá no sea in- deseo, el afán, el anhelo, el objetivo anie la certidumbre de
conveniente aclarar que éste no tiene nada que ver con aquél. que todos ellos no podrían satisfacerle. Parece como si iodo
La obra toda de Goethe es uno de los monumentos de la sen- pudiera arreglarse sólo con que Charlotte accediera a irse con
sibilidad burguesa, mientras que Massenet supone una de las él. Nada queda del joven que, en plena contradicción, es in-
cumbres de la sensibilidad pequeño burguesa. Lo pequeño- capaz de aceptar la realidad como es, una realidad demasia-
burgués se rodea a menudo de lo mórbido. Lo mórbido está do dura y mezquina para él. Sólo queda la infatuación como
en el joven Goethe, pero dentro de una vivencia infantil del causa, aceptable (en expresión de Verlaine) como ajo de baja
protagonista, de una experiencia burguesa humillada, de una cocina. Nada hay ya del adolescente que no parece querer cre-
alegría pan le isla ante la naturaleza y ante los niños, de unos cer, porque en la edad adulta está el compromiso, El amor
anhelos e ideales. En el libreto de la ópera no hay momento hacia la naturaleza se convierte en la admiración por el pai-
en que el protagonista no se deje llevar por la melancolía, la saje de un dominguero sensible. Sólo queda el amor, la pa-
tristeza, la desesperación. Massenet glorifica aquellas penas sión, apuntalada por los temas tempestuosos de la
—lo contrario del exorcismo— en una seudosensibilidad que desesperación, en contraste con el motivo apacible —y a ve-
se asume más como belleza que como patología. El lado mór- ces chato— de la resignación. No hay, lógicamente, evolución
bido del romanticismo hacía fatal un Werther para sensibili- en el enamoramiento, que es un flechazo con todas las de la
dades de claro de luna. Entra esa sensibilidad en la ópera de ley, mientras que en la novela es algo paulatino que se cuela
la mano de Massenet y Leoncavallo, para llegar a su cima en dulcemente en el corazón de un joven en busca de motivos
Puccini y a lo sublime en Richard Strauss, que a veces se pa- para la desesperación.
só de la raya (como cuando cuenta cotilleos propios en Inter- El suicidio está por completo inmotivado en la ópera, mien-
mezzo) y que no sólo sometió a Helena y a Menelao a una tras que en la novela es perfectamente plausible. El mucha-
cho se suicida por una auténtica tontería en Massenet, y por
muchas razones en Goethe.
Además, la novela es una relación subjetiva de aconteci-
mientos, y si algo tiene lo dramático es que objetiva las pre-
sencias que, pese a flash-backs, planos subjetivos,
ensoñaciones y otros procedimientos, poseen siempre esa car-
nalidad de las cosas que están ahí, y que están de determina-
da manera, que pueden verse y que prácticamente podrían
tocarse. Robbe-Grillet lo comprendió perfectamente cuando,
a propósito de Samuel Beckett, teorizó el nouveau román. Así,
Charlotte, Albert y otros personajes y episodios son en enor-
me medida, en Goethe, creación y perspectiva del joven pro-
tagonista que escribe las cartas.
En Goethe, además, Charlotte no ama a Werther. En !a ópe-
ra, por el contrario, los libretistas han considerado necesario
que le ame, y para ponerlo difícil se sacan de la manga la im-
posición de la madre de que se case con Albert. Este último,
que en la novela es un joven comprensivo y prudente, apare-
ce como marido celoso hacia el final, un malintencionado que
presta las pistolas a sabiendas de lo que va a hacer su amigo
con ellas. Hay en Massenet una herencia fatal del melodra-
ma, que no se puede pasar sin amores imposibles e historias
sangrientas, a ser posible con celos, y nada de eso existe en
Goethe.
El protagonista de Massenet se pasa la ópera admirando
trust van Dyci. IOIIM Werther, y hranz Neidl, ionio Alberl, en el la vida pequeño-burguesa del pueblecito y empeñándose, en
estreno de 1892. su sublime locura, en querer a una chica que ya es imposible
para él. Los tres libretistas hacen que uno de los niños se con-
terapia de pareja, sino que le buscó novio a chicas desespera- vierta en una jovencita que empieza a merecer, para, que vea-
das como Arfad na y Dafne. mos que Werther está desaprovechando una oportunidad de
Con Massenet se había generalizado la sensibilidad de la oro al insistir en la hermana mayor. Ni los libretistas ni Mas-
novela por entregas, la de Eugéne Sue (una vez expulsado Bal- senet saben motivarnos el suicidio, pero estaba en Goethe, y
zac del medio), con antecedentes musicales en obras maes- era su mayor atractivo: había que conducir la ópera hasta él
tras como La traviala, otro monumento peque ño-burgués. aun cayendo en incongruencias.
Nada hay tampoco de la presencia social del joven Wert-
Una adaptación imposible y poco deseada her a que hemos aludido antes, paradigma en muchos senti-
L a estructura del Werther de Goethe y el que sea novela, dos de una burguesía ¡lustrada sin horizontes en un país sin
no drama, impidió tal vez que el sujeto fuera adaptado al tea- gran estructura capitalista, dividido en orgullosas cortes, ce-
tro lírico más a menudo, aunque ya en 1804 estrenaba Vin- rrado a la movilidad social. Massenet aisla a su personaje y
cenzo Puceilta un Werther en La Scala. Los demás Werther le priva de gesius social e incluso de psicología: le deja sólo
musicales son posteriores al de Massenet. Víctor Breuls, del la anécdota con ocasionales pinceladas de música magistral-
grupo de la Schola Cantorum, tiene un Werther entre sus di- mente sentimental, junto a mucho parlato más predukasia-
versas óperas y seria curioso revisar la aportación goelhiana no que predebussysta. A cambio de tanto despojo enriquece
de este compositor tan fiel a César Franck, que se atrevió a cuantitativamente su morbidez, le priva de sonrisa, de espe-
componer su ópera cuando la de Massenet ya estaba integra- ranza y de visión de futuro. Le mata él.
da en el repertorio. El éxito de este último, sin embargo, hace
imposible repetir el tema en los escenarios líricos. Santiago Martín Bermúdez
Scherzo 83
• estudio-

Robert Gerhard, el gran desconocido


l músico español Roberto Gerhard debía haber sido el punto de unión ne- cipó activamente en política, pero su
E cesario entre nuestra escuela nacionalista y nuestra posterior generación
del 51. La Guerra Civil impidió tal situación. La figura de Roberto Ger-
hard ha marcado pautas internacionales, y su reconocimiento en España debería
ser unánime, pero nuestro país se permite con frecuencia ciertos lujos que nos
pensamiento y sus ideas estaban iden-
tificados con la República española y
por ello tomó el camino del exilio.
Su primer punto de referencia es Pa-
son incomprensibles. rís, donde tiene amigos y conocidos. Sin
embargo, muy pronto recibe una ayu-
VIDA tral, donde trabajaba lambién Higinio da económica de Inglaterra. Edward J.
Anglés. Durante esta época transcribe Dent le ofrece una beca de investigación
Jt/l 25 de septiembre de 1896 nace en y publica: Seis Quintetos del Padre So- con la única condición de residir en
Valls, en la provincia de Tarragona, Ro- ler y la ópera La Merope, del composi- Cambridge. Por este motivo Robert
ben Gerhard. Provenía de una familia tor catalán del siglo XVIII Domenec Gerhard se instala en Inglaterra, bajo
franco-suiza, que oponiéndose a que su Terradellas. Varios trabajos musicoló- la protección del King's College. Pasa-
hijo llegara a ser compositor en su vi- gicos de esta época quedarían sin pu- ría el resto de sus días en Cambridge y
da profesional, le envía a Lausana pa- blicar. terminaría nacionalizándose británico
ra que estudie una carrera comercial y en 1960.
mercantil. Al finalizar la Guerra Civil tiene que
A pesar de los deseos familiares, Ger- abandonar España. Gerhard no parti- La música de Roberto Gerhard se pu-
hard vuelve a España en 1915 y comien-
za a tomar clases de música. Primero
con Enrique Granados, durante un pe-
riodo corto de tiempo: escasamente un
año, el tiempo inmediatamente anterior
a la muerte del compositor, acaecida
cuando un submarino alemán torpedea
el barco en el que regresaba de Nortea-
mérica.
Ese mismo año, 1915, comienza sus
clases de composición con Felipe Pe-
drell, el padre del nacionalismo espa-
ñol y profesor de Falla, Albéniz y el
propio Granados. Durante este perío-
do, Pedrell le transmite su interés por
las músicas pasadas y populares.
Ocho años más tarde, Gerhard deci-
de marcharse a Viena para estudiar con
Schónberg, una vez que éste acepta to-
marle como alumno. La relación
Gerhard-Schónberg se hace muy pro-
funda y extensa, y se establecen muy
pronto verdaderos lazos amistosos. En
1925 Gerhard consigue organizar un
concierto con obras de Schónberg; en
1926 (1) Gerhard se muda a Berlín,
cuando Schónberg es nombrado profe-
sor en la Academia de Bellas Artes; en
1931 éste pasa la Navidad en Barcelo-
na, y en 1950 es él mismo quien reco-
mienda a Gerhard como colega
competente para la edición y revisión de
su propia obra inacabada o impu-
blicada.
En 1928 Robert Gerhard vuelve a Es-
paña. En un principio se gana la vida
haciendo traducciones de alemán y es-
cribiendo artículos sobre música. Pos-
teriormente consigue trabajar en la
Sección Musical del Instituto de Estu-
dios Catalanes y en la Biblioteca Cen- Roberl Gerhard

84 Scherzo
-estudio-

blica muy tarde y su reconocimiento En un trabajo periodístico y de difu- guna u otra manera. Sin embargo, en
también le llega en una edad madura. sión como el presente, resulta imposi- el Quinleto de Gerhard también se en-
Su forma de ganarse el sustento durante ble estudiar en profundidad la obra de cuentran influencias de Hindemith (An-
bastante tiempo consistió en escribir ningún creador. En el caso de Gerhard, dante imitativo), de Stravinsky (ostinato
música para teatro, cine y radio, asi co- la complejidad se acentúa, por lo que en el trío) y de la sonoridad de algunas
mo arreglos de músicas populares. Es- únicamente se verán algunas obras re- obras de Villalobos.
te fue un trabajo que le permitió presentativas de los cuatro períodos en En el primer movimiento aparecen
investigar nuevas sonoridades, le sirvió que se ha dividido este trabajo. las 12 notas de la manera más simple
de laboratorio y le puso en contacto con y lineal. En la serie, 7 notas tienen el
la música electrónica. Gerhard seria peso de prácticamente toda la obra.
uno de los primeros compositores bri-
tánicos en realizar este tipo de música. Primeras obras
A finales de los años 40 se comienza
a programar su música en los circuitos K o b e r t Gerhard escribió muy poca
internacionales. En 1947 representa a música durante su juventud. La prime-
Gran Bretaña en el festival de la Socie- ra obra publicada es un ciclo de cancio- Sobre estas 7 notas se construye to-
dad Internacional de Música Contem- nes para soprano y piano: L'Infanta- do el primer movimiento, a base de su-
poránea (S1MC), con la segunda suite ment Meravellós de Scheherazada. con perposición de diferentes clases de
de Don Quijote; en 1949 la BBC. su texto de José María López-Picó. Es la contrapuntos de muy corta duración.
principal punto de apoyo, pone en an-
tena su ópera The Duenna, mientras Este contrapunto lo construye de 3
que su Concierto para violín se estrena maneras diferentes:
en 1950 en Florencia. a) Transformaciones melódicas y
En 1955 el Festival de Baden-Baden desarrollo variado.
estrena la Sinfonía n.° 1, que dirige b) Material obtenido de las 7 notas
Hans Rosbaud, y un año más tarde la por procedimientos seriales.
revista The Score le dedica un número c) Combinaciones de los intervalos
monográfico con motivo de su sesenta de la serie básica con algunos elemen-
aniversario. En este momento comien- tos distorsionados.
za su reconocimiento: recibe encargos
de la BBC, la Fundación Koussevitzky, Los otros 3 movimientos se basan
el Festival de Cheltenham... Su presti- también én las 7 notas citadas, cam-
gio aumenta y es invitado a dictar cla- biando el procedimiento compositivo en
ses a los cursos de verano de Darlington cada uno de ellos: episódico en el se-
(Inglaterra) y Tanglewood (U.S.A.) y du- gundo; material nuevo, con intervalos
rante un año es visiling professor de la característicos, en el tercero; y un cuarto
Universidad de Ann Arbor de Michi- movimiento semejante al primero, pe-
gan. Esta estancia en Estados Unidos ro con un material obtenido de relacio-
le proporciona los primeros encargos y nes verticales del primer movimiento y
estrenos en tierras norteamericanas. de un tema del Scherzo (tercer movi-
En los últimos años recibe honores miento).
importantes. En 1967 la reina de Ingla- Desde 1929 Gerhard pasa por un pe-
terra le nombra Comendador de la Or- riodo de silencio que le dura 3 años,
den del Imperio Británico, y en 1968 la hasta que compone L'Alta naixenqa del
Universidad de Cambridge le concede reí en Jaume, estrenada en Amsterdam
el título de Doctor en Música. en 1933; los ballets Ariel (estrenado en
El 5 de enero de 1970, justo dos años Gerhard de joven, con el maestro Pedrell. Barcelona en 1936) y Soirées de Barce-
después, Robert Gerhard moría en la lona (que no se llega a estrenar como
ciudad de Cambridge. tal ballet). Antes de su partida de Es-
época de estudios con Pedrell, época en paña también compone la obra orques-
que escribe también su Trio con piano. tal Albada. Interludio y Danza, que se
OBRA En 1913 escribe 7 Haiku, para voces, interpreta en Barcelona y en Londres.
piano e instrumentos de viento (flauta, Las características más notables de
L a obra de Robert Gerhard mantiene oboe, clarinete y fagot). La obra está este primer período serían:
una vitalidad que permite que el estu- basada en unos poemas en francés de — Estilización del idioma popular
dio de su música sea un trabajo apasio- Josep M. Junoy, inspirados en la lírica procedente de Falla y Pedrell.
nante. Durante toda su vida, el propio japonesa. En este trabajo, que compo- — Un uso muy libre y simultáneo de
compositor se negó a explicar las com- ne antes de su etapa con Schonberg, tonalidad y tonalidad libre, en el que las
plejidades técnicas de sus obras, asi co- aparece ya claramente dibujada su in- funciones tradicionales quedan ate-
mo a discutir públicamente sus métodos clinación a jugar con intervalos más que nuadas.
de trabajo. Únicamente existen testimo- con temas. La interválica sería una de — Influencias nacionalistas y neo-
nios directos del análisis que realizó de las claves estructurales más importan- clásicas.
su Segunda Sinfonía para sus alumnos tes en su obra posterior.
de la Universidad de Michigan. Al finalizar sus clases con Schonberg
Gerhard mezclaba técnicas y proce- compone su Quinteto de Viento, estre- Madurez
dimientos y muy frecuentemente rom- nado en Barcelona en 1930. La obra,
pía su propio método de trabajo en por supuesto, es un claro exponente de
favor de un mejor desarrollo acústico organización serial y el Quinleto de L a salida de España supone para Ger-
de su pensamiento. viento de Schonberg está presente de al- hard el comienzo de una etapa muy

Scherzo 85
- estudio-

fructífera que desarrollaría completa-


mente en Inglaterra. Entre 1940 y 1947
compone Don Quijote, Alegrías, Pan-
dora, la Sinfonía Homenaje a Pedrell,
la ópera The Duenna (basada en una
LIBRA
obra de Sheridan) y el Condeno para
violín. En esta misma época escribe Robetio Gcrhani
canciones populares y hace arreglos con J SMTE
el seudónimo de Juan Serrallonga. En
Don Quijote comienza su flirteo con el Fluic
serialismo. Es una obra con triadas
aumentadas, melodías que se acompa- Clarinct
in A 1*5
ñan de cromatismos, superposición de
ostinatos, líneas diatónicas con escalas
de ionos enteros; The Duenna, por otra Violin \Jt-
parte, es una curiosa mezcla de pasado
ÍT T T
y futuro. En ella coexisten la herencia sun/rr ff
española con todas las técnicas que des- l.uílar
pués constituirían el estilo de Gerhard.
Esta ópera sólo se ha estrenado en su
versión radiofónica.
El Maggio de Florencia de 1950 es-
trena el Concieno de violi'n. Es una
obra que cuenta con la misma serie que
utiliza Schónberg en su Cuarteto n.° 4.
Está construida siguiendo la técnica de
desarrollo por secciones, un tipo de es-
tructura muy característico de casi to-
da la obra de Gerhard. Nota importante
en esta composición es la peculiar ma-
nera de utilizar la orquesta: en este Con-
cierto para violin utiliza el piano y el
arpa como elementos de unión entre las
cuerdas, el viento y la percusión. El pia-
no fue un instrumento que Gerhard em-
pleó en casi toda su obra orquestal a
excepción del Concierto para orquesta.
El resultado de sus posibilidades de co-
lor le fascinó como parte de su búsque-
da de nuevas sonoridades.
En esta época comienza su trabajo
con duraciones numéricas derivadas de
la serie de 12 tonos, es un procedimiento
que realiza contando semitonos desde
la primera nota de la serie. Entre 1957 y 1959 escribe la Sinfonía que dividida por su m.cm. (mínimo co-
A principios de los años 50 Gerhard n." 2, que representa todo un ejemplo mún múltiplo), 3, nos da la duración de
conoce y se pone en contacto con la de su manera de pensar la música. Co- la obra, 11 + 15 = 26 minutos repartidos
vanguardia musical: Boulez, Stockhau- mo ya se ha indicado, Gerhard no solía entre sus dos movimientos.
sen, Nono..., y se ve influido por ella; explicar sus métodos de composición y La proporción 11:15 aplicada al total
pero a pesar de que su trabajo con re- solía destruir sus propios esquemas; sin de los 429 compases se utiliza para sec-
laciones numéricas está muy cercano al embargo de esta sinfonía tenemos da- ciones cada vez más pequeñas: sección,
serialismo, Gerhard se niega al experi- tos exactos y personales. En 1960, cuan- período, frase..., y domina todo el tra-
mentalismo musical por sí mismo y con do visitó la Universidad de Michigan, bajo compositivo de la obra. El desa-
mucha frecuencia rompe incluso sus explicó a sus alumnos el método segui- rrollo armónico y ciertos aspectos de la
propias reglas. do para la composición de la obra. Los frase proceden, sin embargo, de la se-
citados alumnos, junto al artículo Fun- rie original.
En plena madurez escribe el Concier- ciones de la serie en la composición con
to para piano, la Sinfonía n." I, el Con- 12 notas, son las fuentes de consulta que EL juego de proporciones da lugar
cierto para clave y Nonet, escrita en explican el trabajo en esta sinfonía. a una serie de fracciones que confieren
1956, para quinteto de viento, trompe- a la Sinfonía n." 2 una vitalidad es-
Toda la obra está basada en 2 hexa- pecial.
ta, trombón, tuba y acordeón, una pie- cordos de su serie básica:
za en la que todos los motivos están La segmentación de la serie había si-
perfectamente articulados y en la que do utilizada por Schónberg en su ópe-
juega un papel importantísimo la serie ra Von Heute auf Margen transgre-
de proporciones, lo que le da un impul- a. .i.\ diendo el orden de la serie establecido
so rítmico importante. También emplea al principio. Gerhard dividió su serie en
lo que el propio compositor llamaba Las duraciones están sacadas de los dos hexacordos y a veces en grupos más
proporciones estructurales: cálculo de números obtenidos de la serie pequeños, dentro de los cuales podía
la longitud de la frase por la longitud 7 + 3 + 8 + 2+12 + 1-33 variar la posición de las notas, siempre
de la frase anterior. 5 + 6 + 9+10+4+11=45 que mantuviese su identidad interválica.

86 Scherzo
- estudio -

Música electrónica El trabajo de Gerhard con la música introdujo en Nonel y en su Segunda


electrónica se ha comparado con fre- Sinfonía. La guitarra está presente en
MÍA trabajo que Gerhard realizó para cuencia con el de Várese. Los dos fue- mucha música de Gerhard. En el Con-
el teatro, e! cine y la radio fue todo un ron pioneros en el uso de la electrónica cierto para 8, además de la influencia
taller de aprendizaje y una oportunidad y los dos ampliaron el mundo .sonoro de la Serenata Op. 24 de Schonberg, se
única de poder escuchar y controlar de los instrumentos tradicionales. pueden distinguir muy claramente cier-
nuevas posibilidades tímbricas e instru- tos rasgos del flamenco español: ras-
mentales. A Gerhard le encantaban las gueados y palmas.
características sonoras de) piano y la ri- Ultimas obras En sus últimos años escribe 3 obras
queza (imbrica de los instrumentos de basadas en los signos astrológicos: Gé-
percusión, e incluso llegó a diseñar nue- Er
jn 1956 Gerhard cumple 60 años y minis (Dúo concertante), Leo y Libra.
vos instrumentos y nuevas formas de to- con este motivo la revista inglesa The Aunque la primera está un poco sepa-
car. Su colaboración con la BBC le Score le dedica un número monográfi- rada en el tiempo, Leo y Libra van in-
abrió las puertas de la música electró- co. Es el primer reconocimiento y ho- separablemente unidas. Libra es el signo
nica: «Nada de lo que golpea mi oído, menaje a su labor. El editor William del propio compositor, mientras que
como sonido organizado, me es ajeno Glock escribía: Leo lo es de su esposa, Poldi. Leo fue la
como música». «Sus obras han sido casi enteramen- última obra completada antes de su
En 1958 Gerhard contaba ya con un te ignoradas, con el resultado que la muerte. La Sinfonía n." 5 quedó inaca-
estudio propio en su casa (poco más de música del siglo XX ha sido privada de bada. Después de Géminis y antes de
dos magnetofones) y en 1959 produjo uno de sus representantes mas vitales.» Libra se encuentra la Sinfonía n." 4, en-
música electrónica para la BBC, en el En los años 60 Gerhard comienza un cargo de la Orquesta Filarmónica de
reciente BBC Radiophonic Workshop
Studio, El segundo de estos trabajos fue
el comentario sonoro a la obra de Lor-
ca: Llamo por la muerte de un torero.
En 1960 Gerhard compone su obra
más importante, Collages, encargo de
la BBC y realizada en el citado estudio
(Radiophonic Workshop). En 1967 la
obra se estrena en los Proms de Londres,
para lo que Gerhard realiza una nueva
mezcla en stereo y le cambia de nom-
bre. Sinfonía n."3 (Collages). La única
obra pensada para su utilización en
concierto fue Sculpture ¡, basada en
una serie de sonidos producidos sobre
una escultura metálica de John Young-
man. Todo el resto de música electró-
nica fue concebida como música
incidental. Sin embargo, algunas de es-
tas obras se escucharon en versión de
concierto. Calígu/a y Audiomobik n."
2 DNA. Calígula procede de la música
que utilizó para la radio, y de la que
sacó una versión de concierto de unos
6 minutos de duración, para cinta y
grupo instrumental, que se estrenó en
los Estados Unidos.
Cierhard. en
Audiomobik n." 2 DNA también
procede de un trabajo incidental. Es la
música que acompaña las imágenes de período de intensa actividad, trabajan- Nueva York para conmemorar su 125
la película DNA in Refleclion, produ- do en una serie de obras que demues- aniversario.
cida por el Laboratorio de Biología Mo- tran una gran creatividad y clarivi- La obra es una estructura continua
lecular de Cambridge. Gerhard dencia. Como Janacek, Gerhard escri- que opone momentos de éxtasis con
consideró que tenía fuerza suficiente bió su música más juvenil cuando pa- momentos de extrema densidad. Tiene
por sí misma y la presentó en concierto. saba los 60. una textura que combina escalas de to-
Gerhard fue de los primeros compo- Se podría decir que el último perio- nos enteros en la percusión afinada, con
sitores en tornarse en serio la nueva tec- do comienza con su Concierto para 8, lentas líneas melódicas de las trompe-
nología aplicada a la música y en ser compuesto en 1962. Una característica tas y maderas.
receptivo a su potencial sonoro: que se ve en la partitura y se aprecia en La velocidad en la que la Cuarta Sin-
«La naturaleza del nuevo medio es- la escucha es un gran placer por hacer fonía expone su material da una idea
tá llamada a traer nuevas ideas estruc- música: de la alta concentración de la música del
turales que pueden tener considerables «Mi intención fue escribir una pieza último período de Gerhard. Posee una
repercusiones en la manera de usar y or- de música de cámara a la manera de un sonoridad que recuerda mucho la mú-
ganizar el sonido en los medios tradi- Divertimento, casi en el espíritu de la sica electrónica.
cionales.» Comedia del Arte.» Ya hemos indicado que Leo y Libra
Los primeros estudios de música elec- La instrumentación, flauta, clarine- aparecen íntimamente unidas. Leo es
trónica en universidades inglesas datan te, acordeón, mandolina, guitarra, per- como una sinfonía de cámara, como se
de finales de los años 60, casi a la muer- cusión, piano y contrabajo, es ya típica la ha definido continuamente. Está es-
te de Roben Gerhard. y casi usual en Gerhard. El acordeón lo crita para flauta, clarinete^ trompa.

Scherzo 87
-estudio-

trompeta, trombón, 2 percusionistas,


piano (celesta), violín y violoncello. Su Obras más
escritura también es muy concentrada
y sus secciones están muy diferenciadas. importantes U)
También al principio está el germen de Ballet y Opera:
toda la obra, por ejemplo el clarinete Ariel, 1934
inicial domina la última sección de Soirées de Barcelona, 1936-38
trompeta y trombón. En Leo y Libra es- Don Quijote, 1940-41
tán muy claras las influencias de la mú- Alegrías, 1942
sica de Oriente. Gerhard tomó interés Pandora, 1943-44
en este tipo de música a través de su co- The Duenna, 1945-47
lega y amigo en Cambridge Laurence
Orquesta:
Picken, que era un auténtico especialis-
Albada, Interludio y Danza. 1936
ta. Picken ha comentado que Gerhard Sinfonía homenaje a Pedrell, 1941
reconocía alturas exactas y entonacio- Concierto para violín, 1942-43
nes y ritmos irregulares: Concierto para piano, 1951
«Yo creo que la gente nacida bajo ei Sinfonía n.D I, 1952-53
mismo signo del Zodíaco tienen carac- Concierto para clave, 1955-56
teres comunes. No sé si algunos de los Sinfonía n,u 2, 1957-59
míos aparecen en Libra. Si asi es, asu- Sinfonía n,° 3, 1957-59
Concierto para orquesta, 1965
mo que, además de mi propia manera Sinfonía a? 4, New York, 1967
de escribir a mano, puede ser debido al
subconsciente con que la escritura se Vocal:
realiza.» L'InfatHamenl mera ve] los de Se ha razada, 1917
Libra es una obra típica del último 7 Haiku, 1922
Gerhard, en la que presenta una gran L'Aita naixenca del ici en Jaumc, 1932
variedad de procesos de composición. La Peste, 1963-64
La forma, como en todas sus obras a
partir de la Chacona, es un movimien- Cámara:
to único. La división en segmentos pro- Las células de notas tienen su para- Trío con piano, 1918
cede de la serie de proporciones, Dos Apuntes, 1921
lelo en células rítmicas, que combina- Quinteto de viento, 1928
procedimiento que abandona en su das entre sí dan lugar a todo el Capricho, 1949
Cuarteto n.° 2, pero cuya idea de divi- entramado rítmico. Cuarteto n? 1, 1950
dir una obra en secciones (no necesa- Por último, característica de toda su Nonet, 1956-57
riamente 12) prevalece como tipo de obra, el timbre es un factor importan- Chacona, 1957
organización. Libra no tiene ningún ti- tísimo en Libra:
Cuarteto n? 2, 1960-62
po de repeticiones exactas, excepto os- Cuarteto para 8, 1962
«Sonido y ruido están siempre indi- Géminis, 1966
tinatos, una idea basada en la música visiblemente mezclados. El significado Libra, 1968
medieval y asiática. En esta pieza se ha- del sonido como yo lo defino siempre Leo, 1969
ce uso de una gran variedad de inter- lleva parte afinada y parte indetermina-
valos, series de 12 notas, clusters, escalas da y no afinada.» Electronics: (3)
diatónicas. En Libra Gerhard utiliza las Lamento poi la muerte de un torero, 1959
células de tonos; en concreto aparecen Combinación de sonoridades, regis-
tros, maneras de atacar y tocar definen Calígula, 1961
3 células primarias de 3 y de 4 notas. Audiomobile M DNA, 1963
todo un mundo de color típico de Ger- Esculturas 1-V, 1963
hard. Libra es una obra muy difícil de
analizar, posee varios aspectos de com- Arreglos:
posición que aparecen indisolublemente Con el seudónimo Juan Serrallonga.
unidos. Gigantes y Cabezudos (Caballero), 1943
«La comprensión viene primero, el Cádiz (Valverde y Chueca), 1943
conocimiento después. Ninguna unidad
de información obtenida tras doloroso Escritos:
análisis puede tener seniido, si no es ba- Tonality in 12 tone music, The Score, 1952
jo la luz de una auténtica e inmediata The Contemporary Musical Sítuation, The
experiencia musical, que debe tener lu- Score, 1956
Developments in 12 tone technique, The Sto-
gar en la sala de conciertos. Abogo por re. 1956
el sonido de mi música, es el sonido lo BBC Radio-talks: Sound & symbol, 1957
que le confiere sentido.» The composer and his audience, Twentielh
Emiliano del Cerro Century Music, New York, 1968

Bibliografía:
(II Todos lo* dalos sobre Gerhard indican que Biadshaw. Susan. R. Gerhard. New Grave
fue en 1924 cuando se traslada a Berhn: sin em-
bargo, lodas las fuentes sobre Schónberg indican Dictionary, London 1980.
que fue en 1926 cuando se va a Berlín. The London Sinfonieta, Schónberg-Gerhard
(2) Por raión de espacio es imposible dai la re- series. London 1973.
Estas células tienen varios intervalos lación completa de obras, escritos y bibliografía Homs, Joaquín, Robería Gerhard y su obra.
en común, lo que les permite integrar- de y sobre Roben Gerhard. Ethos Música, Oviedo 1986.
se y combinarse entre sí muy fácilmen- (3) Existe una contradicción entre la lisia del Miller, Jeffre, An analysis of R. Gerhard's
te. De esta forma el espacio cromático programa de la London Sinfonielta, reproducida Libra. Tesis doctoral CUNY, New York, 19S7
por el New Grove Dictionary, y la lista del Inter- The Scote, London 1956
de la obra se extiende y acentúa y la na: ion al Electronic Music Catalog (M1T Press
densidad de la obra se hace mayor. 1968). Tempo, London 1981

88 Scherzo
GRAN TEATRE DEL LICEU
Temporada 1989-1990
Avantprograma
Orquestra Simfónica i Cor del Gran Teatre del Liceu
Director musical de 1'orquesira; Uwe Mund
Directors del cor: Romano Gandolfi - Vittorio Sicuri

2, i, 4, S, 6 Membrt 22. 26, 28 Boveinbrr / I. J desenbre ID, II abril


Ballet del Teatro Lírico Nacional Adriana Lecouvreur Missa Solemnis
La Zarzuela F. Cilea L.Y. Beethoven
Dtr&xto ariLsnca: Maya Pliserskaya Gandoin/Pugiílli - Prod. • Teatro alia Scala. Milano Director: Ijwe Mund
i Teatro Comunale. Bolognü SofistG; A determinar
I. Hoja de Álbum, Dtaiic y Actron, Sinfonía tmdi*.
María tstmtrdo Freni. Domingo. Romero. Jovanovic Orquestra Simfónica i Cor del Gran Teatre del Liceu
II Tema y varurfanes, Mocturno, IWar» y Acteofi, 14, IT. 20. 23, 16 dwrabrr
Maria Kstuardo I I abril
Orquestra SimfÓTuca del Gran Teairc del Liceu La Fiamma Recital Chris Merrítt
Dt/Klor ¿'orquestra- MlgueL Roa Harriel Lausun-Sain, piano
Colliwlo/Mikú
25, 29 Kltnbn / 4. í. 11 oclubre Prod.: Opera Estatal d'Hongtia. Budapísf Programa a determinar
Cristóbal Colón Caballí, Obraílsova, Ordóflcr, Ponsp Szirmay. Gallego
23, 26. 19 ibrü / 2. S mate
L- telada 5, I, llp 14, 1« tflwr 1990
Prod.: Sociedad Estala! Quinto Centenaria Ariadne auf Naxos
iteparttment: A confirmar per pan de la Sociedad Estala! Manon Lescaut R. Strau»
para la Ejecución de Programas del Quimo Centenario G. Puccini Haider/PontieLle. realiezada per Jütta GLeue
X Kirmbre < I octubre Varviso/Müriam - Nova Prod.: Gran Tpaire del Liceu Prod.: Oper der Stadi Koln
Freni, Dvorsky, SCTTBT Man«IÍ Gessendorf. Gruberova. Schmidt, Frey. Prey. Gahmlich.
Orquestra Simfónica 27. 29, 31 g m r / 2, 4 febrer
kauch. Vogd. Mazzola. Finke. Kaurrmann. Seibel
del Gran Teatre del Liceu Elektra 14, IT, 20. 22, 24 muí»
Director: Uwe Mund
Soletes: a determinar R. Sliauss Jenufa
M. Blancafon: PiEludl, aria i giga Mund/Espett - Prod.: Royal Theatre de la Monnaie, L. Janácek
W.A. Mozart: Simfoma concertant per a oboe. Oprra National Bnxelles Neumann/Gas - Nova Prod.: Gran Teairc del Liceu
clarinel. lagot. trompa i orquestra. K. 297 Manon (dies 21. i 1,4). (di«29,2. a delerrninarl, Dunn. Benackova, Rysanek. Moedl, Blinkhoff, Slraka
J. Brahms1 Simfonia núm. 2 Winkkr, Brocheler. Secunde, Patchell (día 4)
14, IS octubre 12. 14, 16. 11, 20 ftbRf 31 nul| / 3, S, 7, 9, 12 jun?

Orquestra Simfónica Cosí fan tutte Simón Boccanegra


W.A. Mojan G. Verdi
del Gran Teatre del Liceu M&ag/Boncly • Prod.: Gran Te&tre del Lkeu, Mund/a determinar • Prod.: a determinar
Dirtclor: Uwe Mund proceden! del Royal Thealre de la Monnaie, Cappucalli, Tomowa-Síntow. Aragall, Fbska, Chausson
Sotiiía. Guher i Suher Pekinel Opera National Biuxelles
W A. Mozart: Coticen per a dos pianos, K- 635 Lorengar, Zimmemann, Gimenei. DUon, Kraus^ Bradley
A. Bruckner: Simfoma ndm. 8 2, 5. «, II, 11 uic Concert Aprile Millo
18, 19. 20. I I , 21 odobft I Puritani Director: Eugene Kohn
V Bellini Programa a determinar
Ballet Nacional de Cuba A deteraiinu/Sagi - Prod-- Tetuo Lírico Nacional Orquestra Simfonica del Gran Teatre del Liceu
Drrecció aritsíica: Alicia Alonso IA Zarzuela i leatro Comunale, Bologna
] Gbelk (II KU). MiJUno. U DI*» 19, 13, 27 J a » / 1, SjaUol
Lloris, BUúí, Coni. Echeverría
II. Don Quijo» Les Contes d'Hoffmann
III. El Ugo d* IM CISIKÍ 411 icu). ln tht ni(ln, 24, 27, » m g / 1, 4, 7 «brtl
Salle Generfi, Dido Abindonuií J. Ofíenoach
IV. Don Quijo» Boris Godunov Kohn/de Tomtli - Prod.. Gran Teatrr de] Lieeu
V. H u m a , Vln Lom, La viuda tkfrt M.P. Mujorgslii Shucoff, Van Dam. Wdting, Orciarú, Haddon. Casinelh
Orquestra del Teatre de l'Opera Estaial d'Oslravi KuUuytdHírmijiar-Prc<l-L»Scmo<ecnnaS.R.L., Roma
Ghiaurov. Randova. Doiuli, Rydl. Hieitermann. 2), JO juiy
4, 6. 9. 11, 14 Bovembrr
Eugéne Onieguín
Stuuroan, WimbergeT. Egel. Rubio, Boldrini Orquestra Simfónica i Cor
30 iurc
P.l. Txaikovflki del Gran Teatre del Liceu
Tchakarov/Samaríiaiu Concert June Anderson Director: Romano Gandolfi
Prod.: Lync Opera of Chicago Direclor: loan Marín Bolate: A determinar
Freni. Gulyas. Brendel. Grnaurov. Proei-ami a determiruu* W.A. Mozart: Miua de la Coronaqió
Dundekota, SLania. Maninovic Orquestra Simfonica i Cor de! Gran Teatre del Liceu M.A. Charpentier: Te Deum

CONSORCI DEL GRAN TEATRE DEL UCEU


VfU el « • de I.
En la taquilla de la calle Sam Pau. I ba|oi De 8 • J5 h. loi díu En la taquilla de la Rambla dcli Caputxns. 6Í De las II • las 13.30 h. i
laborables V loi libados úe 9 i U h. Tcl. 1IS 91 22 deult lai 16 h. hasta el inicio de lí fuiKiíin. T(). 31S 91 22

; Tel. 318 9] 22
danzo-

la sala de ensayos todo lo traía planifi-


cado y escrito, y se ayudaba de unos fil-
Resucitando a Diaghilev mes rudimentarios y domésticos,
hechos por él mismo, en una primitiva
cámara muda de 8 mm. Massine hacía
urante la edición número 38 del Picos ayudada por un material gráfico que aquellos fragmentos de películas de
D Festival Internacional de Músi-
ca y Danza de Granada hubo
una actividad colateral que se puso a la
par de los grandes acontecimientos es-
que permitía relacionar las pretensiones ensayos fueran vistos una y mil veces
y aciertos de Picasso al sintetizar ele- por los bailarines. Otro detalle recorda-
mentos plásticos del folklore dentro de do por la Alonso era que cuando la
compañía salía de tournée Massine se
su trazo y estética de aquellos años.
pectaculares: fue el primer congreso in- El congreso se cerró con una mesa re- desplazaba en una enorme roulotte
ternacional titulado genéricamente donda en la que intervinieron tres per- donde permanecía encerrado todo el
España y los Bailéis Russes de Sergei sonas que trabajaron directamente con tiempo escribiendo sus coreografías.
Diaghilev. Leónidas Massine: Alicia Alonso, An- Por las mañanas, recuerda la Alonso,
El congreso discurrió durante los días tonio y Marienma. Leónidas Massine aparecía en los ensa-
17, 18 y 19 de junio en las tranquilas Dentro de la exposición destacaban yos con las cejas algo juntas, la tradi-
mañanas del auditorium Manuel de Fa- unas hermosas fotografías de Marien- cional redecilla recogiendo su cabello,
lla. Hubo poco público y mucho de ma- ma, Antonio y Massine en los salones un largo pañuelo blanco y aquellos pan-
gia. Por los pasillos cercanos a la de ensayo del Teatro de la Scala de Mi- talones negros suaves y ajustados has-
magnifica exposición que acompañaba lán. La experiencia directa con Massi- ta e! tobillo: eran pantalones de bailaor.
al congreso, veíase deambular a Richard ne de estos dos grandes de la escena El baile español había calado tan fuer-
Buckle (el indiscutible y abrumador española de todos los tiempos se cir- te en el espíritu del impetuoso Massine
biógrafo de Diaghilev), Ornella Volta (la cunscribió al Sombrero de Tres Picos; que para siempre había entendido que
iluminada y gentil promotora de la fun- sin embargo, la Alonso, que no llegó a aquellos pantalones negros eran la ro-
dación Eric Satie); podía verse también bailar Sombrero con él, pero sí lo en- pa ideal que el hombre debe llevar al
a jóvenes y pujantes especialistas de la sayó con su creador, atesoraba una am- bailar.
danza como Lynn Garafola, Joan Aco- plia zona de trabajo en diversas La otra gran atracción fue Valentina
cella, dialogando animadamente con coreografías como Aleteo, Capricho Es- Kachouba, una venerable señora de no-
Vicente García-Márquez, gestor y esfor- pañol, Caprichos... venta y tres años, que se unió a los ba-
zadísimo director del congreso. Antonio, Marienma y Alicia a través llets de Diaghilev en 1915 cuando la
La exposición reunía un material ex- de sus intervenciones dibujaron perfec- compañía ensayaba en Lausanne, Sui-
cepcional con originales de Sert, Gris, tamente ia controvertida personalidad za, Saiko y otros ballets. Valentina per-
Pruna, Miró, Goncharova y Picasso del segundo gran protegido de Diaghi- tenecía al joven relevo moscovita que
junto a un extenso material fotográfi- lev. Antonio relató con sumo detalle su pronto se vio enfrentado discretamen-
co y documental en gran parte inédito. preocupación por aprender los pasos de te al antiguo clan polaco, los más vete-
El acontecimiento para el mundo espe- ¡a danza española con corrección; Ma- ranos de la agrupación.
cializado y balletístico internacional ha rienma elogió su inveterada cortesía pa- Kachouba siempre llevaba al cuello
sido un hecho indiscutible; lo que, junto ra con los compañeros de baile y Alicia una pequeña Kodak de dos dólares co-
al grueso de las ponencias y el resulta- rememoró detalles tan interesantes co- mo ella misma irónicamente dice. Po-
do de diálogos y mesas redondas ha for- mo que Massine escribía previamente y co a poco se convirtió en la amiga
zado a que se reescriba en gran medida con exactitud una casi matemática no- íntima y confidente de Nijinski y en una
la siempre oscura zona de la etapa que tación coreográfica. Cuando llegaba a de las pocas chicas que tenia acceso al
pasaron los Ballets Russes de Diaghi-
lev en España, lugar de tránsito obliga-
do para sus giras americanas.
Sin embargo, además de la revelado-
ra exposición, el hecho que despertó
más interés en todos resultó ser la pre-
sencia de algunos personajes históricos.
Hay que señalar que el ciclo B del
congreso que se desarrolló a todo lo lar-
go del 19 de junio se titulaba El Som-
brero de Tres Picos y estaba centrado
sobre las figuras de Leónidas Massine
y Manuel de Falla. Es de mencionar, a
propósito, el apoyo material, moral y lo-
gístico prestado por María Isabel de Fa-
lla, sobrina del compositor, al éxito del
congreso y la exposición.
Vicente García-Márquez, en su con-
ferencia Geslación y creación de El
Sombrero de Tres Picos, reveló de una
manera científica y moderna ciertas cla-
ves históricas que prepararon el terre-
no a un polémico pero muy interesante
análisis coreográfico de la especialista
norteamericana Garafola.
Marilyn MacCully desbrozó el terre-
no estético sobre Picasso y la evolución Congreso de io¡ Ballets Russes. Beatriz Rodríguez, Antonio Ruiz Soler. Mariemma, Alma
y antecedentes de El Sombrero de Tres Alonso, Pilar López, Maia P/iselskaia y Valentina Kachouba.

90 Scherzo
-danzo

camarín de Diaghilev. Con su Kodak re-


trató implacablemente la vida diaria de
todos, en barcos, teatros, trenes y ho-
teles. Gracias a su afición fotográfica
se conserva aquella mágica sesión de
trabajo, cuando una tarde en Granada
la compañía completa vestida con los
trajes de Scheherezade posó en los patios
moriscos de la Alhambra. Pero lo más
importante es su memoria y su palabra,
su honestidad y su humor. Kachouba
aún recuerda los pasos que interpreta-
ba junto a Sokolova en El Pabellón de
Armida, y también recuerda con cierta
amargura aquella mañana en Buenos
Aires en que Nijinski !e dijo adiós pa-
ra siempre. Valentina llevaba su Kodak
aquel día, y hoy nos enseña con algo
de temblor la fotografía de aquel día
inolvidable.

Antonia Hidalgo

Patrick Dupond, en los Veranos de la Villa


i atrick Dupond, intérprete de los co- Aparte de estas coreografías nos ofre-
reógrafos más importantes de nuestros cieron la pieza de Jiri Kilian Sinfonía
días, Béjart, Taylor, Araiz, Cranko..., en D, obra divertida hasta la saciedad,
nos visitó al frente de su compañía, el parodiando el ballet clásico en las po-
Ballet Francés de Nancy. ses y la dramaturgia, obra de difícil eje-
Dupond llena la escena con una ele- cución por su en revesa miento y
gancia exquisita, su Salomé está llena complejidad, que los integrantes del Ba-
de sensualidad y destreza. La pieza de llet Francés de Nancyresuelvencon una
Béjart es interpretada con una maestría soltura y alegría contagiosa.
y una soltura incomparables, demos- Una llamada de atención para los di-
trándonos Patrick Dupond el por qué señadores del escenario de este ano de
es, si no el mejor, uno de los mejores los Veranos de la Villa; han hecho una
bailarínes que en la actualidad cuenta caja negra, con calles negras, pero se
el ballet de nuestros días. han dejado en el escenario las cuatro
El Ballet de Nancy ha cambiado to- patas que sujetan la parrilla de luces,
talmente de línea desde que Dupond se de manera que durante toda la repre-
puso al frente de la compañía, dando sentación se están viendo los cuatro trí-
un giro mucho más contemporáneo y podes que sujetan toda la estructura, un
actual al repertorio. Piezas creadas es- descuido tremendo que resta a las fun-
pecialmente para el ballet como Vespers ciones un punto de belleza.
y Fail el Gestes de Ulysses Dove apues-
tan definitivamente por la renovación
del repertorio y del uso de las puntas,
en la línea más directa de Forshyte. Jesús Castañar
mente cuando vienen amparados tras

Solistas del Ballet Real de Dinamarca un nombre importante lo que nos llega
es el tercer o cuarto elenco, baste recor-
dar el ejemplo de la Opera de Viena, el
Uentro de la programación de las Bournonville basó su trabajo en la Bolshoi mismo y éste es el caso más re-
Fiestas Europeas visitaron España un fortaleza, en el salto, en la rapidez y ele- ciente.
grupo de solistas del Ballet Real de Di- gancia, teniendo el juego de pies una El ballet dentro del Estado español
namarca, especialistas y conservadores importancia básica hasta en el diseño no brilla por su exquisita calidad, pero
de la auténtica escuela Bournonville en de las zapatillas, negras con un trián- menos lo hará si lo que hemos de ver
su forma más pura y auténtica. El Real gulo blanco en el empeine para alargar no es interpretado por los mejores y
Ballet Danés es heredero por línea di- el pie; siempre de una manera gozosa más prestigiosos elencos. Ver es una ma-
recta de las coreografías y el estilo que y alegre. No hay grandes príncipes ni nera de aprender, pero los listones que
en el siglo pasado les confirió August princesas, hay alegría de bailar en un miden la calidad están aún mucho más
Bournonville, quien trabajó con la com- crescendo continuo. altos y para que nuestro público no se
pañía y dejó su legado, que aún hoy for- El único problema es que a España, engañe y aprenda a amar la danza y el
ma parte del repertorio, tanto del Real en lo que se refiere al ballet clásico, los ballet deben venir a nuestras tierras los
Ballet Danés como de todas las com- promotores nos eslán trayendo compa- mejores intérpretes. Nos los merecemos.
pañías clásicas de prestigio. ñías de un nivel no muy alto y general- J.C.

Scherzo 91
>UESTA
AUDITORIO

ORO NACIONAL
DE MÚSICA
NACIONALES DE ESPAÑA

Celo III CONCERTOl ¡2.13. 2* K F uukiR 19B9 &do IV CONCERTOl J. l . l i n l n M ]<M Celo 1 CONCIERTO 12 8. 9. l O d K n r f n 1989
CORO NACIONAI- DE «PAÑA
Director Waller Weller Director. V i a o i Pablo Pérez Director Ivhhau Inhal
SolUa Solóla: Sdaia
Smsroi ElUoWnvt AJfouu R^hcvciiu, beuibK» Q»ikovili COTKSBIO pora piano y orejutnra ^úm 1.
Spnte * Concierto para cuartelo da cuerda. Op Alá on Si borno! maocrf. Op. 23
1
131 Pnilcnc "Gloria", para viprano. DOTO y«qu«ala Strivntky Polrouchka
Rtcthovco Sinfonía núm A, en Si bemol mayor. Silsdau ' Sinlonfa núm 3. an Do mairor. Op 5?
Op. 60

Ocio II CONCERTÓ! 7). »Kptxmbrc CcJo 1 CONCIERTO? 10. 11, l^DOVEmbR 1989 Cele III CONCIERTO 13 15.16.17 dkembrt 1989
1 g n l n 1W9
Dncta: Aldo Ccccato
Director Walta Weller Director Miguel Ángel Gómez Martínez
SnlBia- Solnta: AldnOuAlini. puno Soluta: Sil vu MuravKi, nolki
Jaaqu in AcWcarra. puoo
o™. Concierto para piano 1 W<v>e9ta en La Mnurl Conaerio para piano y orqimtn núm. Cortciarto para violin y orqu««ta »n F1*
menor. Op. 16 20, sn Re mono*. K 466 monor. Op. 47
R^nu Dcrv ' ShtarWa núm. 1. an R* manor. Op- 13 Cbiikov>k> Pnmofa Sintonía en Sol mmoi, Cp lS r
'Su*Ac d * IfhVifííix»'

CIHÍJ IV CttNUOilITn 3 «, 7. > « u l n 19S9 Celo III CONCERTO9 I?, I M ^ n m c n t o r 19B Ciclo III CONCrriíTO |4 2l,22 b l3diccmb*el9B9
CURO NACIONAI. DF. KSPAÑA COkO NACIONAL
Director: Odón Alon.su Director: José Luis Temes Director Iurgen Jurgens
SoiKIa: AocKrmiou SolBta Ronque PC-KI F^qKr. dtrím? Soialas: Mirgtreí Msihill. t n p u v
Matul Sinlonia riüm. 35 en Re mayor. K. 395. Albcn 1.1.nú " Obra a rfeiarminar HOTCIMC Qxiivtr. meuotoprtnD
•Uattner- Conóa'To para clarnelft y orquKla «f NcJ Mickie. ICIBT
Prokoíic* ' tván el Terrtole, Op- 11£ La rrarof. K. 622 Nt J IlDvko. bajo
Stnvuokji Sintonía en lies movimientos El U«$iu

C l d o l CONCERTOl 13. 11. 1 ! ocubn 1 » Celo II CONCERTÓ ID 2t, 21. 26 noviembre 19W Celo IV CONCIERTOIS 12, 15. U c m o 1990
ORQUESTA MUNICrAL Y CORO Cfc VAIÍNC1A COHO NACIONAL CORO NACIONAI. DE ESPAÑA
Director Manuel GalduT Director Salvador Mas Oireelor. Anloni Ros Manbá
Solnlas. n it.iiii¡n.i Solslas- Dunilni S|ouiiHb piina Soluta! • A ddcrmiur
IjimCiiflAtA Fanlalia 4Obre i r d i ^ w oel maoslro Sc^ra», • defeamnn II. «ti La Cr«aaón
Swrano ImdCinTo.fcm
Bcli Bmafc C a n d a profana para tenor, barilonfl.
coro y orquaata. S i . 94 Concwio para pta/o y Drqu*Aia nünv 3.
Sibdiio Sirrlonfa n ú m f . en Ha mayor. Op J3 • n Oa mayor. C<J 2G
Minan Gran MÉacn Do manor, K. *27(417 a.)

CiCtu III CONCERTÓ) J O . I I . U o t l u b n 19» CK;IO1V C O N C ^ T O I L 1, 2, 3 . W n * ™ 1 ^ Celo 1 CONCDÍRTO l í 19,20, 21 rorro 1990
ORQUESTA SINTÓNICA DE TlíNFJtlTÍ CORO NACIONAL
Director Cristóbal HalffteT Diredor: Rnrique García Asensio
Director: Víetoi Pablo Pére? AoibcA LncdniBi. puno
Sálala: Wchn Cnt» pxuai para orquosla. Op 10 Conoerto pora p-ino y vqutHta nun. 1
i. L Taiu Ohra o * anearlo Rinl Dalnis y Clos sn Rv irvMjt, Op. 15
OvOnk Concia rio para vwloftohelo y orquetla, Sinlonia núm. 2. an Ra mayor, Op 73
en Si nvnor.Op 1 < M
Sibeliui Sinionianvm 1. en Mi menor. Op Í 9

CiMo 1 CONCIhRTOÍ 77.28, N oaulm 19»

Director Crísidbal lUirrici <0SH P.MRÍKlMni»


ounu ' Etegias a la rrverie de 1r« poelaf

Lll
Bcliaam tt Concierlo para orquesta. S i . 116

4*
IBERDUERO
WOS 29-90
OJNCERTO 17 36. 21. 2S ft &cb|ll CONCTHHTOZ2 Z. 3. 4 marro 1W0 CONCII-.RTO 27 6. 7, 6 abfil T

Dirsdo' Lcopold FíagCf


M v i i T»a F I R I . piMiu ¡Un$-M«rtm Schncuh
Sota la.
n Las Htibnflas. Op 26 \ bien Dunlh. tupáfki
" Do* apun(« vascos
ConcmtH) p u l violin y orqusila, en ConcierTo para piano a dslwtwiai
RernayDf F 0tJ 35 Smronna nijm. 2, «r> Ra mayor Op 36
A n-k*i LIIUMI, fem ( M U Í )
£<nlonía núm 4. * n Famsfxx. Op 36
A n h u í Schimk. t*n> (CnJtü)
T u m i Qy«1iVT. b«|<i ( m u )
Paa»on wgún San MadN, BWV ?44

Ciclo 411 CONCIBKTO 18 2, 3r ^ teblSfO 1990 CONCIERTO 21 9. 10. 11 mano "990 Ciclo II CONCDÍKTO 28 M . 21, 72 **t 1990
Víctor PaNo Pero/
I'crdinand I^itncr intp ftolrl. purw
Diracloi Wllold Ltlllttliwskl
tacto! Wm*. p i v ^ Suifomi niiin.4 Soilla:
í"->ieiertQ P*ia piano y orqussla, núm Gnag ' S4gurd Jonafdr. Op. 56 L^iKttlawiki • Ctiarnt l y ;
2. an Si bamol mayor. Op. 85 ConcmtXo para p>ano y orquesta nuí".2 Conoafto para orquesta
A» habló Zaraluslra, Op. 30

Ciclo II CONCIERTO 19 9. 10. 11 tabruro 1990 Cieb II CONCIFRTO24 16. 17. 18 marro 1990 Ciclo IV CONCIRTOH 27. ?fl, Í9at»< 1990

r lliroyuki Iwaki r Rafael l-rüribeck de Burgos


Dincioi WallcrWcllcr
Obras d« Mnvfamrfh y Srrau»
Solalas. Lymk KIUKJI. v f -
Conoflrlo para y*o"."n "A ka p
lioniLuibcnÜiftl. fenol da un angaT
Octava sinlonia vn Sol mayor, Op.
Uissa Sotomnis an R* mafor. Op.

CKk) IV CONCIERTOS 16. 17. IB M m r o 1990 ?3.M.aSmafrol9BO Cicto III tONCaiHTO 30 4. i. 6 mayo 1990
ORFtON OONOST1ARRA COHO 11*1 KNINO
Oiractor" Scrgiu Cocnissiona
Wilold Rowickl COkO fifi NIÑOS
O t r u k dcvrmmir
Soluta: kobcruS^d. k r m Dirador: Rafael Fnlhbcck rjc Hurgo!
Bcrfioi floquiom, Cp. 5 Soksla: JnJ VÉT> N » . u n n l i D
Mihter Sinloria nuin. 3 an Ra nwKX
'Suato <fa una rmAann da varano'

Cielo I CDNCIF-RTO2] 23. 21. 2b labraro 1990 Celo IV CONCERTÓ» 30. 31 maiio. 1 sbrd 1990 Ce O I CONCIKH 11. 12. l a m i y o 1990
CORONAaoNAI.
DiracW: CnSlóba] UaKfiCr Elans Vonk D-ado. Antoni R o í Mirtu
Sotara. 'Fwtla
SoliataK: CrutiiK WiDldley, hjfnoo Sdiuhrn
Concwto para piano y orqLmla núm, Sirrlona. num. 9, •*> Do mayo'. 0
C r i A n AJTJKF, umrmJio
2t.«r. Dormrof. K.467 944. -GranoV
La^eli ' Raquiam
MÉIÜCT Sinionta núfn V en Ra mayor. "TrTán' S-nlonia num 5, an Mi m w H . Op- 6 *

Cidsll CONCKBTO J3 IB. 19. 20 mayo 1990


" Primara v e i pcv la O N E.
Scrgiu Comisiiona
Todo» « I o» cDnc-wm w í**tKafán * n la Sala Snlómca d«l Audtono y darán
comonroa Las i 9 , X h . hH v i o " » r tá6*3o4, r a l a s 11.30h. l HoM Lo. Pianalas. Op. X

Ella avartcs « «incoplblv d * mod'-c

MINISTERIO DE CULTURA
nsntuln toaonO de Os Alies E s c e n a ^ deta M e c a
alto fidelidad-

£1 proyecto Finial: Situación actual


En la convención A ES de Los Ange- fácil explicación. De momento, las 30 la suciedad inherente a los discos tra-
les el prototipo Finial fue la gran vedet- o 35 unidades que se han producido dicionales de vinilo. Se comprende con
te, el gran invento de las últimas quedan en poder de primera empresa. facilidad que la consecución de un sis-
décadas, admiración de técnicos, artis- En todo caso, una grande esperanza se tema universal de lectura óptica de dis-
tas y a u dio filos, y una seria amenaza nos ofrece. cos de vinilo ha de resultar sumamente
para el ya casi consagrado CD. Resulta Como es sabido, el lector Finial tie- difícil.
un hecho comprobado que los promo- ne por objeto reproducir discos de vi- Se han podido recoger rumores en el
tores de Finial recibieron pedidos y en nilo por medio de rayo láser. La sentido de que el lector Finial funcio-
abundancia, aunque su precio es del or- aventura data de hace unos seis anos y na detectando el ángulo que se produ-
den de los 4.000 dólares. Los aspiran- ha pasado por gran número de vicisi- ce cuando el rayo láser conecta con la
tes al lector Finial fueron, en principio tudes hasta el punto de que, en algunas pared del surco. Para un ángulo de mo-
y básicamente, laboratorios de investi- ocasiones, se ha llegado a poner en du- dulación normal, pongamos por caso
gación acústica, profesionales y fono- da la viabilidad del proyecto. Ya sabe- 15 grados, el ángulo a reflejar por el ra-
tecas públicas; no faltaron, asimismo, mos que las dificultades técnicas para yo láser sería de 30 grados, lo que pue-
importadores fundamentalmente japo- culminar el proyecto han sido grandes, de ser detectado sin dificultades.
neses y europeos, quienes se interesaron pero finalmente un prototipo Finial so- Modulaciones superiores ya ponen en
por el asunto, a pesar del precio relati- nó realmente en una suite del Hotel Hil- entredicho esta hipótesis, pese a lo cual,
vamente elevado y de unas prestaciones ton, de Chicago, durante la CES de durante la última Convención de la
que no alcanzan por ahora las exigen- 1988. Los resultados fueron esperanza- Audio E/igeneering Society, celebrada
cias del audiófilo de tipo medio. dores, si bien en aquella demostración en Los Angeles el pasado mes de octu-
Cotejando todos estos factores de in- el lector Finia! apenas superaba el com- bre, se pudo establecer que el citado ru-
formación, cabe deducir que el éxito de portamiento de un lector CD de tipo mor es correcto. El lector Finial trabaja
Finial en Los Angeles (octubre 1988) fue medio, concretamente un modelo DBX, detectando ángulos de reflexión del sur-
muy superior al de las exhibiciones de y se quedaba muy lejos de un buen sis- co del disco. El sistema óptico para ca-
Chicago cuatro meses antes. Los oyen- tema tradicional de lectura de discos de da canal consiste en una minúscula
tes de Chicago salieron de la suite del vinilo. lente que sitúa el rayo láser sobre la pa-
Hilton más bien escépticos; ni el Finial Pero el reto hit estado ahí durante red del surca Funciona, además, lo que
vale para el audiófiio exigente, ni por mucho tiempo. La consecución de un se da en llamar PSD (Position-sensitive-
su elevado precio cabe pensar en un sistema óptico de lectura de discos de deteclor), cuyo voltaje de salida analó-
producto para el consumo de masas. Al vinilo ha sido el sueño de algunos in- gico resulta proporcional al punto en el
parecer, en el corto intervalo de cuatro vestigadores durante dos o tres décadas. que incide el rayo reflejado. Por ahora,
meses, las cosas cambiaron y al proyec- La firma japonesa Toshiba llegó a co- y dentro de lo ya desarrollado, el siste-
to Finial se le abrieron brillantes pers- mercializar algo de esto a finales de los ma PSD alcanza únicamente hasta án-
pectivas. ¿Quién no ha soñado alguna sesenta, y desde entonces hasta el lec- gulos de surco de 38 grados. Para
vez con un ingenio como éste que lee tor Finial nada concreto ha llegado a resolver el problema de cubrir ángulos
el vinilo sin rozarlo? Pensemos en que manos del consumidor. Parece ser que de mayor alcance Finial está preparan-
hay cientos de miles de enormes colec- los dos grandes escollos han sido la gran do el dossier técnico correspondiente,
ciones de disco negro y, por lo tanto, variedad de sistemas de grabación y que será dado a conocer en su
cientos de miles de clientes potenciales prensado de una parte y el problema de momento.
de este ingenio.
No deja de constituir, pues, una sor-
presa, y no pequeña, la noticia de que
el proyecto Finial queda, por ahora,
aparcado y en suspenso. La informa-
ción procede de la crónica realizada por
Una edición fonográfica excepcional
Ken Kessler sobre la CES de Invierno Pasará, sin lugar a dudas, a la histo- No es posible apreciar defecto algu-
en Las Vegas y publicada por la revista ria del disco la grabación del último no en este documento. El productor
Hi-Fi News en su edición de marzo de Concierto de Año Nuevo realizada por Helmut A. Mühle debe ser tenido muy
[989. Las explicaciones dadas por los CBS. Como es tradicional, programa en consideración y, por supuesto, feli-
promotores de Finial han sido muy va- completo de la familia Strauss a cargo citado. Si todos sus trabajos son como
gas; que si los precios serian muy altos, de la Filarmónica de Viena, bajo la di- el que nos ocupa, habrá de ocupar, sin
que si el producto aún no está técnica- rección de Carlos Kleiber in excelsis. duda un puesto entre los grandes del gé-
mente a punto, etc.. Kessler comenta Ojalá se repita el tándem durante nero, Legge, Bishop, Culshaw, etc..
que el lector Finial sería comercialmente muchos años. Los críticos musicales El documento ha sido lanzado en tres
interesante, aunque su precio rondase han dicho ya lo que tenían que decir. formatos; dispo LP (álbum de 2) CD
los 10.000 dólares, sobre lodo si tene- Aquí, en estas páginas, hay que seña- (álbum de 2) y cassette de larga dura-
mos en cuenta que hay plataformas gi- lar que se trata de un documento sono- ción. Lo que mejor suena es el disco
radiscos que están por encima de esa ro de los que hacen época. El peculiar LP, lo menos bueno, la cassette.
cantidad; el modelo grande de Gold- sonido de la filarmónica vienesa se Si el acontecimiento se repite en
mund y los Thorens Reference y Pres- identifica plenamente. Se percibe una años sucesivos podremos disponer en el
tige, entre otras cosas. disección perfecta de planos sonoros. futuro de una colección memorable de
Naturalmente, todos tenemos dere- La contundencia del sonido de los conciertos de Año Nuevo.
cho a pensar y hacer conjeturas, y de- aplausos se oye rara vez con lanto
ducir que el paran de Finial se deba a realismo. Ai/redo Orozco
razones puramente comerciales de muy

94 Scherzo
alto FldsRdad

Japón: Premios 1988


Cada año la trimestral japonesa Stereo Soundestablece, generalmente ton cri-
terios muy propios, cuáles son los componentes de audio más completos y atrac-
tivos incorporados al mercado durante el año anterior. La selección viene siendo
realizada ano iras año por el equipo de críticos de la revista al completo y las
decisiones finales se ajustan mediante votaciones. Cuando el trabajo está listo
vale para componer un dossier que ocupa prácticamente un número completo
de la revista que, desde un punto de vista gráfico, es, sin duda alguna, la mejor
del mundo en su género.
La amplitud del Informe se debe a que, además de la referencia de los compo-
nentes premiados, se publican exhaustivas relaciones de componentes por grupos
y estableciendo unos muy cuidados órdenes de prelación según el gusto del panel
de críticos. Dentro de algunos de estos componentes las clasificaciones se subdi-
viden por grupos de precios. No hace falta esforzarse mucho para hacer com-
prender que estos informes, siempre anuales, son de una gran utilidad para quienes
siguen de cerca este mercado, tanto en un plano profesional como desde el sector
de melónamos y audiófilos. Opino que estas informaciones son de una gran uti-
lidad, incluso aunque, a veces, discrepe uno de la opinión de los japoneses.
El resultado para el pasado año de 1988 ha sido el siguiente:
LUXMAN DP07-DA07 les gustan las cajas de gran eficiencia. La ESOTER1C P10-D10
Equipo de lectura de discos compacios con Canterbury 15 alcanza a este respecto la c¡- Otro dos piezas para leer compactos en
convertidor digital separado de muy alto ni- fia de 93 Db. El gabinete es algo espléndi- condiciones óptimas. Circula bajo la etiqueta
vel. El con jumo pesa 47 kilos. Precio muy do. Mide 1,10 m. y pesa 68 kg. JVC y contiene un sistema de estabilización
fuerte para calidades al límite de lo que la THORENS JEAN MAURER del disco altamente eficaz.
técnica permite. JM325D/MK 11 MACINTOSH MCD 7007
STUDER A-730 También Thorens suscita adoración entre Lector de compactos integrado. Gabinete
Lector de compactos de nivel profesional. los japoneses en cualquiera de los campos en la línea clásica de los componentes
La relación señal-ruido es de 100 DB. El pre- de audio en que trabaja la firma suiza. La Mclntosh.
cio japonés se aproxima al millón de yens. caja acústica JM325Des una clásica tres vías JVC. VÍCTOR XP-DA1000
BOSE ACOUSTIMAS PRO por sistema bass réflex. Su impedancia ba- Convertidor digital de muy alto de gama.
Sistema de altavoces proyectado básica- ja a la cifra de 3 ohmios. Un metro de altu- Relación seflal-ruido de 112 Db.
mente para sonorizaciones públicas. ra y 42 kilos de peso. Calidad de sonido A & D DA-A950O
BOWER & WILK1NS MATR1X 801 excepcional. Etapa de potencia estereofónica de 200 va-
SERIES 2 ACCUPHASE SP8OL-DC81L tios por canal y relación SN de 110 DB. Ma-
Caja acústica británica de una firma más Lector de compactos y unidad de conver- terial japonés.
que acreditada y por la que los japoneses sión digital separada. Accuphase con este AUDIO DEVICES AD-EI
sienten adoración. Es el resultado de la na- conjunto aspira a un primer puesto en el Ecualizador de phono con prestaciones de
tural evolución del clásico SOI que fue lan- campo de los equipos lectores de CD. La re- absoluta excepción. Para describir el acaba-
zado al final de la década de los setenta. lación señal-ruido alcanza la nada despre- do del aparato baste decir que el chasis es
CANTÓN CT-120 ciable cifra de 120 DB. de mármol. Este aparato completa un con-
Caja acústica de origen alemán con un DENON DCD350OG junto que comprende, además, un previo y
acabado de gabinete de ensueño. Es de cua- Lector de compactos integrado de gama dos etapas de potencia monofónicas. El pre-
tro vías y pesa 50 kg. Se trata de uno de los media-alta. A pesar de un precio discreto- cio total del conjunto se eleva en Japón a sie-
modelos de mayor alcance de una firma ya alto se codea con lo mejor del género. te millones de yens.
clásica en la fabricación de cajas. MARK LEVINSON N? 26L
DIATONE DS-V9000 Se trata del último previo elaborado por
Caja acústica japonesa de tres vias y 125 una firma que no hace falta presentar. Dis-
kg. de peso. La etiqueta Diatone está unida pone de fuente de alimentación separada.
a la firma Mitsubishi. NAKAMICH1 PA70CE
HARBETH HL-COMPACT Etapa de potencia especificada a 225 va-
Caja acústica británica de dos vías de pe- lios por canal y 120 Db. de relación señal-
queño tamaño. Se trata de un diseño proce- ruido. El diseño es de Nelson Pass.
dente de la escuela de la BBC. MARANTZ PM95
INFINITY IRS BETA Amplificador integrado de diseño excep-
Es la última producción del famoso fabri- cional. Está especificado a 120 vatios por ca-
cante californiano de sistemas de altavoces. nal y 30 vatios en pura clase A. La topografía
Comprende, como ya es clásico en la firma, interior de este aparato indica bien a las cla-
dos columnas por canal. Cada columna de ras que estamos al final del milenio.
graves lleva cuatro altavoces de doce pulga- SANSUI AU-XI111MOS VINTAGE
das. Las columnas de medios y agudos van Ultimo modelo de integrados de una fir-
equipadas con los ya clásicos EM1T de In- ma que siempre los ha hecho muy bien. Dis-
finily. para una potencia de 110 vatios por canal.
PIONNEER EXCLUSIVE S5 Este integrado puede considerarse como la
Columna acústica equipada de dos uni- culminación de una historia que comienza
dades de graves y trompeta de medios y agu- con el modelo ya legendario AU-9500.
dos con pabellón de madera noble. El SONY MDR-RI0
acabado del sistema es algo excepcional. El Auricular de diseño revolucionario. Su pre-
peso de cada columna es de 85 kg. cio en Japón es del orden de los 250.000 yens.
TANNOY CANTERBURY 15 ORTOFON 70 ANNIVERSARY
Los críticos de Stero Sound tienen una Cápsula de bobina móvil. Es e) último ira-
indudable predilección sobre esta matea de bajo de Ortofón en el campo de las cápsu-
cajas acústicas británicas. A los japoneses las esotéricas.

Scherzo 95
Jazz -

Últimamente he vuelto a escuchar con sólo el oido superficial cap-


gran aiendón a Abdullah Ibrahim, pia- la como monótono. Su ma-
nista que llevaba bástanle (iempo margi- no izquierda es de las más
nado en mi memoria, no sé exactamente pótenles que se conocen, su
por qué razón. Quizá llegó a ser cierta ob- derecha, melódica al máxi-
sesión en los años sesenta cuando sus ac- mo. Fácil es dibujar el árbol
tuaciones en el Jazzhus Montmartre, de genealógico al cual pertene-
Copenhague, o en el Ronnie Scott's, de ce. Se sitúa dentro de una lí-
Londres, eran frecuentes. Noches hubo nea que va desde Duke
que me sentí saturado de una música que Ellinglon y Thelonious
podía parecer repetitiva en exceso, hasta Monk —por Randy
producir una sensación no muy lejana de Weston— hasta Mal Waldron
la claustrofobia. y McCoy Tyner. El nunca ha
negado estas influencias que
Enionces se llamaba Dollar Brand y no han hecho más que forta-
acababa de aterrizar en Europa proceden- lecer y enriquecer su estilo
le de su África del Sur natal, cargado de ¡tan marcadamente personal!
música original que lenia profundas raí-
ces en el continente negro. Luego cambió La trayectoria de Abdullah
de nombre acorde con sus creencias reli- Ibrahim es tan ejemplar co-
giosas, pero su lenguaje pianístico seguía mo lógica. Con los años han
siendo el mismo, de una claridad y una progresado constantemente, Ihruhim.
seriedad fuera de lo común, solemne hasta y el excelente solista que ya era se ha con- dren of África, African Dawtt, Afrtcan
lo majestuoso, lírico y siempre emotivo. vertido en un genio. Era un perfecto des- Piano, etc.), merecen ser destacados.
conocido cuando, en 1962, se trasladó a Sus grabaciones en directo del viejo
La verdad es que Abdullah Ibrahim Europa, pero Duke Ellington se interesó Montmarte de Copenhague tienen pa-
ejerce, ame todo, como poeta, aunque no por él, le buscó una oportunidad de gra- ra algunos, y me incluyo, un valor muy
faltan los que le consideran un profeta. bar y le presentó en varios festivales. En particular, aunque Anthem For The
Rechaza categóricamente la apelación 1965 tuvo ocasión de locar su música en New Nalions (Denon YX-7537-ND),
jazzman, considerándose tan sólo músi- el de Newport, y se quedó en Nueva York grabado en Tokyo en 1978, y Ode lo
co, y eslá naturalmente en su derecho de durante ires años, introduciéndose en el Duke Ellingwn (Philips 6385-656), que
hacerlo. No es la primera figura de este mundo del free jazz y trabajando inten- data de una sesión realizada en Alema-
género musical que se niega a acepiar los samente con John Coltrane, Don Cherry, nia cinco años antes, deben considerarse
límites que las etiquetas llevan consigo. Pe- Ornette Coleman y Sunny Murray, entre sus obras maestras.
ro toda su inmensa obra busca sin cesar otros. También formó parte del cuarteto Para cualquier interesado en echar una
su inspiración en las mejores fuentes de del batería Elvin Jones durante algunos mirada retrospectiva sobre la obra africa-
la música afro-americana, y está impreg- meses. Más tarde dividió su tiempo entre na de este músico son de muy especial va-
nada de lo mejor que ha dado el jazz. De África, Estados Unidos y Europa. lor una serie de grabaciones realizadas en
ahí su impresionante personalidad. Al volver a su país de origen, en 1968, la Ciudad del Cabo en los años 70, hasta
Hace pocos meses nos visitó para dar se convirtió al Islam y opio por rechazar ahora sólo conocidas por algunos colec-
un recital en solitario y, de paso, grabar toda abstracción en la música para vol- cionistas, pero ahora relanzadas por KAZ
un programa televisivo que muy pronto ver a sus raíces africanas. En su obra de Records, en Londres. Provienen de un mo-
se podrá ver en el espacio Jazz entre ami- las últimas dos décadas la composición mento de gran renovación en su carrera
gos. ¡Nadie se lo debe perder! Conliene y la estructura lienen tanta importancia cuando decidió regresar a su país y a sus
50 minutos de maravillosa música que no como la improvisación, explora una gran raices. En su conjunto nos brindan una
precisa introducción ni explicación. Para variedad de ritmos, y su música gana una magnífica oportunidad para volver a uno
mí, era la ocasión de reanudar un contacto fabulosa resonancia armónica, melódica de los creadores más personales que co-
de hace más de veinte años, sacar a relu- y emocional. Al reconquistar su propia nocemos, y seguir explorando su grandio-
cir viejos recuerdos y comprobar la exce- identidad, su arle aumenta considerable- sa obra, cuya continuación seguiremos
lente salud que continúa gozando el mente en fuerza y brillantez, también gra- con creciente interés.
fascinante teclado de tan digno represen- cias a una técnica deslumbrante, y su Debo añadir que este breve comentario
tante de la siempre sufrida África austral. grupo más reciente —Ekaya {hogar en va- arranca de la audición de estos impeca-
rios idiomas africanos)— es un claro ex- bles compactos, de más de cuatro horas
Algunos piensan que Abdullah Ibrahim ponente de ello. Toda su obra está y media de intensa y muy variada
repite cada vez la misma actuación, y se dedicada a su pueblo y su cultura, y se emoción:
equivocan. Nadie puede negar que su re- puede y debe considerar como un himno, Dollar Brand: Voice of África (KAZCD
pertorio se ha renovado constan temen le. al mismo tiempo que como una protesta 101) (Duración: 51*48").
Siempre nos trae alguna sorpresa, siem- contra el Apartheid. Abdullah Ibrahim: African Sun
pre deja caer una que otra piedra precio- La incesante creatividad de este gran (KAZCD 102) (Duración: 76'16"). Biues
sa que con el tiempo crece en nuestra pianista y compositor está reflejada en for a hip king (KAZCD 104) (Duración:
mente para convertirse en auténtica joya. una discografia que abarca ya cerca de 73'27").
Sus temas, interpretados con esa increí- un centenar de grabaciones. Intentar Tampoco me resisto a recomendar el LP
ble energía, esa admirable convicción, son hacer una selección de una obra tan ho- que más fielmente refleja al pianista su-
de una belleza etérea, por su extremada mogénea como la suya no tiene mucho rafricano que descubrimos en el Norte de
sensibilidad. La suya es una música casi sentido. Pero todos los LP's cuyos títu- Europa, hace ahora 25 años: Round Mitl-
hipnotizante, a veces, muy cercana a la ora- los tienen relación con su continente night ai iheMontmanre(Black Lion BLP
ción, cíclica y, por encima de lodo, firme- (Ancient África, Good News /•'rom 60111)...
mente rilmica, dentro de un contexto que África. African Skelchbook, The Chil- Ebbe Traberg

96 Scherzo
-educación musical-

Educación musical enla Unión Soviética


oris Kulikov, director del conser-
B vatorio Tchaikovsky de Moscú,
estuvo a mediados de junio en
Madrid invitado por Real Musical, que
eslá preparando la edición en España 1
de diversos materiales de pedagogía
musical en colaboración con dicho con- 1
• r • •
servatorio.
El día 13 tuvimos una breve conver- J ' 1
sación con el Sr. Kulikov, que además \ r 9 c_«os 1
preside en la actualidad la Asociación 1 1 1 1 • 1 1 1
Europea de Conservatorios. «El pres-
tigio de los músicos soviéticos es muy 3 T
grande y el secreto —nos dice Kulikov—
lo ha explicado muy bien en sus confe-
T,TU**í.l(l|d

[aEM, .^^^ A^ ^
rencias Josif Levin, que es el padre de
la moderna pedagogía pianística en
EE.UU. El éxito de nuestro sistema edu- V.PU
cativo se basa en la muy temprana edad
a la que los niños empiezan su forma-
ción musical y en la calidad de nuestros La doble vía de la educación musical en la Unión Soviética.
profesores. Los profesores que se dedi-
can a los niños más pequeños tienen escolares. Aun así, nunca es tarde para dentro de ellos, los alumnos graduados
una gran preparación pedagógica y ade- empezar a estudiar música y si encon- con las mejores calificaciones pueden
más, y esto es importante, están muy tramos algún niño con (alentó se pue- doctorarse si lo desean. El otro cami-
bien pagados. Tenemos profesores es- de incorporar a la enseñanza musical, no que hay para estudiar música es de
pecializados en detectar a los niños con a pesar de que ya tenga ocho o diez tipo profesional y se desarrolla en Es-
talento, que a los seis anos son selec- años, aunque eslo es poco habitual. La cuelas de Música durante ocho años,
cionados, y que estudian y analizan la enseñanza se divide en diversas etapas que iras un examen desembocan en los
capacidad auditiva de las distintas ge- que están separadas por exámenes muy Colegios Musicales de enseñanza me-
neraciones de músicos. Además, noso- duros y de un alto nivel profesional, que dia, donde los alumnos obtienen tras
tros tenemos una vieja costumbre. En no todos los que han empezado logran otros cuatro años de estudios un título
nuestros conservatorios no se separan superar. En la Unión Soviética tenemos profesional de música que les garanti-
los músicos que escriben de los que in- siete mil quinientas escuelas estatales de za una colocación inmediata dentro de
terpretan, teorizan o enseñan. Por tra- música de todos los niveles, repartidas su especialidad».
dición tenemos una concepción global por nuestra geografía. La enseñanza Nos hubiera gustado haber seguido
del músico. Todos los músicos son pe- musical profesional se desarrolla por hablando con el redor Kulikov de otros
dagogos, todos tienen algo que enseñar dos vías. Por una parte tenemos escue- aspectos importantes que su conversa-
y descubrir, y en especial los más gran- las anejas a los más importantes con- ción nos sugería: sobre la cuestión de
des. Glinka se dedicó con entrega y pro- servatorios que suelen estar en las la selección y del talento musical, que
fes ionalidad a seleccionar niflos y principales capitales. En estas escuelas él da por supuesto; sobre la música con-
Rimsky Korsakov realizó una importan- anejas los niños reciben a lo largo de temporánea y la música pop, que él ha
te labor docente en nuestro conserva- once años una formación musical uni- atacado con dureza en los foros inter-
torio, donde fue maestro de Slravinsky, da a una formación general. La prepa- nacionales; sobre el folklore, sobre la
entre otros muchos. Los grandes artis- ración que reciben aquí es de gran música en la enseñanza general y sobre
tas siempre han buscado nuevos cami- calidad. Tanto el nivel de preparación la cultura musical de los pueblos de la
nos y nunca se han conformado con musical como el de su formación gene- Unión Soviética. No es fácil obtener de
repetir las rutinas de siempre. Nuestro ral es muy alto, más incluso que el de él sus opiniones personales, que son co-
éxito lo debemos a que nuestros gran- las otras escuelas normales. Al termi- nocidas por su dureza y conservaduris-
des músicos han sido al mismo tiempo nar obtienen una doble titulación, de mo. Otra vez será. Antes de despedirnos
grandes maestros. Y, en mi opinión, aún música y de enseñanza media, que les comenta: «Es muy importante el inter-
tenemos mucho que aprender de nues- capacita para estudiar música o cual- cambio y la colaboración entre las dis-
tros músicos del pasado». quier carrera universitaria. En las escue- tintas naciones y esto lo he podido
El Sr. Kulikov nos explica además las anejas los alumnos tienen que comprobar personalmente desde la pre-
cuál es el esquema de la educación mu- superar unos duros exámenes cada cua- sidencia de la Asociación Europea de
sical en la Unión Soviética: «Ya desde tro años y casi todos los que aprueban Conservatorios de Música. Quiero
los cinco años los niños están en ma- el segundo examen, correspondiente al aprovechar para decir que yo, al igual
nos de expertos pedagogos que seleccio- octavo curso, se suelen dirigir después que todos los demás socios, lamenta-
nan a los más capacitados. La ense- a los conservatorios donde los mejores mos muy sinceramente que España es-
ñanza musical reglada empieza propia- estudiantes pueden cursar los estudios té ausente de nuestra asociación y la
mente a los siete años con un examen- superiores de música durante cinco echamos de menos».
concurso de selección, a que hay una años. En la Unión Soviética los conser-
mayor demanda que oferta de puestos vatorios son de nivel universitario y, Víctor Pliego de Andrés

Scherzo 97
EFEMÉRIDES
l/IX/1849: Julius Rielz dirige en el Ge-
wandhaus de Leipzig la versión defini-
tiva de la Sinfonía n." 4, «Italiana», de
Félix Mendelssohn.
2/IX/1733: Fallece en París Francois
Couperin «El Grande», el más desta-
cado miembro de una dinastía de com-
positores franceses.
3/IX/1881: Anión Bruckner concluye
su Sexta Sinfonía aunque no seria es-
trenada hasta 1899, tres años después
de la muerie del compositor, bajo la di-
rección de Gustav Mahler.
4/IX/1644: Nace en Algemesí (Valen-
cia) el organista y compositor Juan
Bautista José Cabañil les.
5/IX/1840: Se estrena en el Teatro de
la Scala de Milán la ópera Un giorno
diregno, conocida también como íf fin-
io Stanis/ao, de G. Verdi.
6/1X/1781: Nace en Salzburgo el pia-
nista y compositor austríaco Antón
Diabelli. Su fama se debe, en buena par-
te, a las Variaciones op. 120 que Beet-
hoven compuso en 1823.
7/IX/1905: Estreno en el Teatro Cómi-
co de Madrid de El arte de ser bonita,
zarzuela en un acto con libreto de An-
tonio Paso y Jiménez Prieto y música
de Amadeo Vives en colaboración con
Jerónimo Jiménez.
8/IX/1949: Fallece en Garmisch-
Partenkirchen (Baviera) el compositor
y director de orquesta alemán Richard
Strauss.
10/IX/1838: Estreno de la ópera Ben-
venuto Cellini de Héctor Berlioz. Sobre
temas de esta ópera Berlioz compondría cia las primeras órdenes menores ecle- 24/IX/1835: Fallece en París el compo-
en 1841 su Obertura El Carnaval siásticas. sitor italiano Vincenzo Bellini.
romano. 19/1X/1908: Gustav Mahler dirige en 2S/IX/1849: Muere en Viena el com-
tl/IX/1925: Nace en Praga el crítico Praga el estreno de su Séptima Sinfo- positor y director de orquesta Johann
musical y musicólogo Eduard Hanslick. nía, a este concierto asistieron, entre Strauss (llamado también Strauss padre
12/IX/174: Fallece en París el compo- otros, el compositor Alban Berg y los o el viejo), autor de cerca de 300 obras
sitor, clavecinista y organista Jean- directores de orquesta Bruno Walter y entre valses, polkas, marchas, galops,
Philippe Rameau. Otto Klemperer. etc., y fundador de una dinastía de
13/IX/1819: Nace en Leipzig la pianista 20/IX/1908: Muere en Biarritz el com- compositores inmortales.
y compositora Clara Josephine Wieck. positor y violinista navarro Pablo Sa- 25/IX/1891: Nace en Strasburgo el di-
Sería esposa de Robert Schumann, con ras a te. rector de orquesta francés Charles
quien contrajo matrimonio en 1840. 21/IX/1965: Se concede un crédito ex- Münch.
14/IX/1741: G.F. Haendel termina la traordinario para comenzar las obras de 27/1X/I892: Llega a Nueva Vork An-
composición de El Mesías en Dublín, reconstrucción de! Teatro Real de tonin Dvorak. Al frente del Conserva-
ciudad donde seria estrenado en abril Madrid. torio de esta ciudad permanecería hasta
del año siguiente. 22/IX/1869: Estreno en Munich de la abril de 1895.
15/IX/1945: En Mittersill, localidad ópera El Oro del Rin de Richard Wag- 28/IX/1918: Estreno en Lausana del
próxima a Salzburgo, y en el transcur- ner. Esta primera audición fue ordena- <iballet recitado» La Historia del solda-
so de una confusa y trágica acción de da personalmente por el rey Luis II de do con textos de Charles Ferdinand Ra-
la policía militar americana, fallece el Baviera y desautorizada por el com- muz y música de Igor Stravinsky.
compositor Antón von Webern. positor. 29/IX/1927: El Cuarteto Kolisch estre-
16/IX/1795: Nace en Altamura (Bari) 23/IX/1789: En el Teatro de los Caños na en Viena el Cuarteto de Cuerda n.°
el compositor italiano Giuseppe Save- del Peral de Madrid se estrena con un 3 de Bela Bartok.
rio Raffaele Me re adán te. éxito clamoroso Una cosa rara ópera del 30/IX/1784: Mozart concluye la par-
17/IX/1762: Fallece en Dublín e! com- compositor valenciano Vicente Martín titura de su Concierto para piano n." 18
positor y violinisia italiano Francesco y Soler. La fama de esta obra, con li- K.456, dedicándolo a la pianista invi-
Saverio Geminiani. breto de Lorenzo Da Ponte, llegó a dente Maria Theresia Paridis.
18/IX/I693: Antonio Vivaldi recibe en eclipsar a Las bodas de Fígaro de
la Iglesia de San Gemíniano de Vene- Mozart. L.F.C.B.

98 Scherzo
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AL SERVICIO (RM) DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS III. 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.: 241 30 09 - 241 31 06
28013'MADRID

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