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INDICE

Abreviaturas 6
Introducción 7
Prólogo 9
1.- En cuanto al rol del Juez en el nuevo sistema procesal penal 9
1.1.- Obligaciones que impone el Estado de Derecho 9
1.2.- Finalidades del proceso penal 9
1.3.- Composición del sistema de justicia criminal 11
1.4.- Rol del Juez y sus principales funciones 13
1.4.1.- El problema de la definición de roles 13
1.4.2.- El Juez de Garantía 14
1.4.3.- Los Jueces Orales en lo Penal 17

2.- Acerca de la competencia de los nuevos tribunales penales 18


2.1.- Cuestiones previas 18
2.2.- Factores de la competencia 18
2.3.- Competencia absoluta y competencia relativa 20
2.4.- Competencia en materia criminal 20
2.4.1.Competencia absoluta de los Jueces de Garantía 20
2.4.2.- Competencia absoluta de los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal 21
2.4.3.- Delimitación de situaciones 21
2.4.4.- Competencia relativa 22
2.4.5.- Situación de las infracciones penales a la Ley de Alcoholes 23
2.5.- Competencia civil de los tribunales en lo criminal 28
2.6.- Las cuestiones prejudiciales civiles 29

3.- Análisis de algunas actuaciones previas al juicio oral 31


3.1.- Importancia del juicio 31
3.2.- Remisión del auto de apertura 32
3.2.1.- Delimitación de situaciones 33
3.2.2.- Casos excepcionales 33
a. Exclusión de prueba contra el Ministerio Público 33
b.- Rechazo del procedimiento abreviado 34
c. Rechazo de excepciones de previo y especial pronunciamiento 34
3.3.- Consecuencias de una solución distinta 35
3.4.- Situación de los acusados privados de libertad 35
3.5.- Revisión y decisión acerca de la medida cautelar

1
personal de prisión preventiva 37
3.6.- Distribución de la causa 38
3.7.- Resolución que recae en el auto de apertura 39
3.8.- Composición de la sala e inhabilitación de los jueces 40
3.9.- Citación de los intervinientes y demás participantes 41

4.- Acerca de la Imparcialidad del Tribunal 42


4.1.- Garantía de Imparcialidad 42
4.2.- Causales de inhabilidad y procedimiento 43
4.2.1.- Reglas generales 43
4.2.2.- Reglas especiales 44
4.3.- Análisis de algunas situaciones prácticas conflictivas 45
4.3.1.- El Juez Alterno 45
4.3.2.- Eventual afectación de la garantía procesal del Juez Imparcial 48
4.3.3.- Situación del juez espectador 50
4.3.4.- Situación de la sala del tribunal que conoce
acerca de la cautelar personal de prisión preventiva 51

5.- Desarrollo del Juicio Oral 54


5.1.- Organización del tribunal durante el juicio 54
5.2.- Publicidad y Medios de Comunicación Social 55
5.2.1.- Reglamentación 55
5.2.2.- Alcances del principio 56
5.2.3.- Relación del Tribunal con la prensa 57
5.3.- Principios de Continuidad y Concentración 57
5.3.1.- Suspensión de la audiencia y del juicio 58
a.- Suspensión de la audiencia 58
b.- Interrupción del juicio 58
b.1.- Regla general 58
b.2.- Situación especial de la rebeldía del acusado 58
c.- Período de suspensión de la audiencia y del juicio 59
5.3.2.- Cambio de fecha del juicio 59
5.3.3.- Curso de la acción civil 59
5.4.- Verificación de asistencia y declaración de inicio del juicio 60
5.5.- Principios de Oralidad e Inmediación 67
5.5.1.- La Oralidad 67
5.5.2.- La Inmediación 68

2
5.5.3.- Registro de la Audiencia 68
5.6.- Señalamiento de la acusación y alegatos de apertura 70
5.6.1.- Acusaciones y demandas civiles 70
5.6.2.- Alegatos de apertura 71
5.6.3.- La teoría del caso 71
5.7.- Alegaciones del acusado y su eventual declaración 73
5.7.1.- Alegaciones del acusado 73
5.7.2.- Declaración del acusado 74
5.7.3.- Naturaleza de la declaración del acusado 75
5.7.4.- Alcances del principio 75
5.7.5.- Análisis de algunas situaciones conflictivas 76
a.- Incorporación a juicio de documentos o grabaciones con declaraciones
del imputado 76
b.- Funcionarios policiales que declaran en juicio acerca
de lo expuesto por el imputado ante ellos 78
c.- Declaración de un testigo, no policía, que escuchó al imputado referirse al hecho 79
5.8.- Seguimiento del juicio por el tribunal 80
5.9.- La prueba 82
5.9.1.- Sistema que nos rige 83
5.9.2.- Principios y reglas que rigen la prueba 85
a.- La libertad de pruebas 85
b.- La igualdad de partes. Igualdad de armas 87
c.- Oportunidad para incorporar la prueba: Principio de Inmediación 88
d.- Forma de rendir la prueba 89
d.1.- Testimonial 89
d.2.- Pericial 95
d.3.- Documental 97
d.4.- Los objetos 98
d.5.- Otros medios de prueba 99
d.6.- Prueba nueva y prueba sobre prueba 100
d.7.- Constitución del tribunal en un lugar distinto a la sala de audiencias 102
e.- Estado o presunción de inocencia del acusado 102
5.10.- Alegatos finales y cierre del debate 103

6.- La decisión. 106


6.1.- La deliberación y el veredicto 106
6.1.1.- Forma de adoptar los acuerdos 106

3
6.1.2.- Valoración de las pruebas 107
a.- Máximas de la experiencia 107
b.- Principios de la lógica formal 108
c.- Conocimientos científicamente afianzados 110
6.1.3.- La convicción 110
6.1.4.- Congruencia entre acusación y sentencia 112
6.1.5.- El veredicto 115
6.1.6.- Audiencia de determinación de pena 116
6.2.- Fundamentación de la decisión 117
6.2.1.- Obligaciones legales 117
6.2.2.- Acerca del razonamiento judicial como mecanismo de
justificación de la decisión 117
6.2.3.- La verdad de las proposiciones y la corrección de los razonamientos 120
6.3.- La sentencia definitiva 121
6.3.1.- Plazo para dictar la sentencia 121
6.3.2.- Contenido de la sentencia 122
6.3.3.- Formas de redactar el fallo 124
6.4.- Audiencia de lectura de sentencia 126
6.5.- Análisis de algunas sentencias definitivas 127
6.5.1.- Desestimación de pruebas 127
6.5.2.- Rechazo a desestimación de pruebas 132
6.5.3.- Ponderación de la prueba aceptada 135
6.5.4.- Formas de establecer los hechos con relación a las
pruebas aceptadas y valoradas 140
6.5.5.- Hechos no probados 147
6.5.6.- Calificación jurídica de los hechos 151
6.5.7.- Presunción legal de autoría 165

7.- Situación especial del imputado enajenado mental 167


7.1.- Cuestiones previas 167
7.2.- Situación del imputado durante la investigación 167
7.3.- Situación del imputado una vez cerrada la investigación 168
7.3.1.- Medidas de seguridad 168
7.3.2.- Fiscal decide no requerir medida de seguridad 170
7.3.3.- Fiscal decide requerir medida de seguridad 170
a.- Requerimiento 170
b.- Facultad del querellante 171

4
c.- Resolución del requerimiento 171
d.- Tramitación posterior 171
d.1.-Juez de Garantía declara enajenación mental del imputado 171
d.2.-Juez de Garantía rechaza requerimiento 172
7.4.- Imputado que cae en enajenación durante el procedimiento 173
7.4.1.- Si se estima que no corresponde aplicar una medida de seguridad 173
7.4.2.- Si el imputado cae en enajenación mental después de la formalización o
después de la acusación y se estima que corresponde aplicar una medida de seguridad 174
7.5.- Condenado que cae en enajenación mental 174
7.6.- Ejecución de las medidas de seguridad 174
7.6.1.- Tribunal competente 174
7.6.2.- Duración de las medidas de seguridad 174
7.6.3.- Control de las medidas de seguridad 175
7.6.4.- Internación administrativa del enajenado mental 176
7.7.- Análisis de un caso práctico 176

ANEXO:“Aproximación al concepto de más allá de toda duda


Razonable”, Daniel Urrutia Labreaux 180

5
ABREVIATURAS USADAS EN ESTE LIBRO.

COT............... Código Orgánico de Tribunales


CP................ Código Penal
CPC............... Código de Procedimiento Civil
CPR............... Constitución Política de la República
CC................ Código Civil

6
INTRODUCCION.
En mi opinión la reforma procesal penal, en marcha en nuestro país desde el mes de
Diciembre del año 2000, no sólo ha producido un notable cambio en la estructura del
litigio, sino que además ha modificado sustancialmente la forma de investigar y perseguir
criminalmente a los imputados, ha mejorado notablemente los estándares de defensa, tanto
material como técnica, y en cuanto al tema específico del presente libro, ha convertido al
juicio penal en un verdadero litigio, con plena vigencia del principio adversarial.
En este escenario las partes litigantes deben probar en la audiencia del juicio sus
proposiciones; los jueces, luego de un debate oral y público, deben verificar y corroborar si
el material probatorio rendido permite o no establecer los hechos invocados, decidiendo el
conflicto penal a través de una sentencia definitiva fundada; y, finalmente, tanto las partes
como la ciudadanía ejercerán el control de legitimidad de tales decisiones.
Con ocasión de la XXX Convención Nacional de Magistrados, celebrada en la
ciudad de Valparaíso en el mes de Noviembre de 2002, el profesor Agustín Squella
Narducci, en una clase magistral que denominó “Cultura, Cultura Jurídica y Reforma
Procesal Penal”, sostuvo que la modificación que enfrentamos no dice relación únicamente
con un cambio normativo, que ya está en marcha, sino que además se busca lograr el
desplazamiento del sistema cultural jurídico anterior por otro más acorde al sistema
democrático. Este segundo cambio, que él llama cultural, es mucho más lento que el
cambio del ordenamiento jurídico y encuentra el importante obstáculo de una fuerza
cultural inquisitiva.
En este libro pretendo comentar y analizar algunas situaciones puntuales que
demuestran la certera observación efectuada por el profesor Squella, especialmente en lo
que dice relación con la interpretación de las normas jurídicas y la aplicación práctica que
hemos hechos los jueces en los casos concretos sometidos a nuestra decisión.
No obstante la profundidad de la modificación realizada, algunos elementos del
sistema cultural preexistente quedaron inalterados, así ocurrió por ejemplo con gran parte
del componente humano, y no sólo me refiero a los jueces 1, sino también a los otros actores

1
Las funciones que me correspondió realizar en el antiguo sistema procesal penal, como Juez con
competencia en lo criminal, a cargo de la investigación, acusación y decisión, significó en lo personal
efectuar toda una revisión y cambio de mentalidad en cuanto al rol que me correspondía ahora en mi calidad
de Juez del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca.

7
letrados2 que, en su formación jurídica, llevan incorporada la cultura preexistente; también
perviven muchas expectativas sociales, como lo es la percepción de la eficacia preventiva
de la sanción penal y la necesidad de la aplicación generalizada de las medidas cautelares
personales más intensas; por último, observamos instituciones jurídicas que aparecen
contrapuestas a los principios de la reforma, así ocurre por ejemplo con las presunciones
legales de responsabilidad penal.
En este libro analizaré, desde mi condición de Juez Oral, algunas actuaciones y
situaciones planteadas fundamentalmente en el tribunal donde ejerzo funciones, ello
determina lógicamente la relativa validez de las conclusiones que efectúe. Sin embargo,
también realizaré comentarios a actuaciones de otros tribunales, con la finalidad de dejar
abierta la discusión en el ámbito jurídico.
Tengo la certeza de que la crítica meditada de nuestras funciones, ya sea que
provenga desde la esfera académica o desde los propios actores del sistema, efectuada por
cierto con respeto y altura, permitirá ir evolucionando positivamente en pos del
perfeccionamiento del nuevo modelo de justicia que nos convoca.

2
Así como los Jueces debemos replantearnos profesionalmente, otro tanto deben hacer los abogados y
especialmente las Universidades en torno al tema de la enseñanza del Derecho ¿Qué estamos enseñando?
¿Cómo estamos enseñando? Estimo personalmente que temas como la argumentación y razonamiento
jurídicos, técnicas de negociación y litigación y la fundamentación de las decisiones no pueden faltar.

8
PROLOGO

De los muchos desafíos que la reforma procesal penal chilena planteó en sus inicios,
uno de los que parecía alentar más seriamente a los escépticos era la probabilidad de que el
juicio oral se constituyera realmente en eje fundamental del nuevo proceso. Las
experiencias comparadas de otros países latinoamericanos hacía temer que los jueces del
nuevo sistema, formados en uno de los últimos bastiones del más puro sistema inquisitivo,
terminaran por convertir la etapa del juicio en una parodia de oralidad, dominada por la
lectura formalizada de actas escritas.
Si la puesta en marcha de la reforma procesal penal en algunas regiones de nuestro
país había logrado ya disipar esos temores, la aparición de la presente obra no sólo termina
con ellos, sino que añade una explicación para el indudable éxito que ha tenido la reforma
en este punto: los jueces orales del nuevo sistema no sólo han sido capaces de modificar
hábitos que parecían sumamente arraigados sino también de comprender su rol en el nuevo
sistema, adhiriendo concientemente a conceptos y principios que resultaban completamente
ajenos al modelo de justicia criminal en el cual fueron formados.
Rodrigo Cerda es uno de esos jueces. Después de desempeñarse por años como
relator de Corte de Apelaciones y juez de letras, ha llegado a integrar como juez el Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal de Talca, calidad en la cual le ha tocado ya intervenir en el
desarrollo de numerosos juicios del nuevo sistema y decidirlos sin más información que la
proporcionada por la prueba producida ante él conforme a los principios de contradicción,
publicidad, oralidad, e inmediación. Su inquietud intelectual lo ha llevado,
simultáneamente, a buscar la forma de transmitir a otros los conocimientos, las
convicciones y las experiencias adquiridas durante este proceso, de lo cual este libro resulta
un claro testimonio.
La obra que me honra prologar no se identifica, a cabalidad, con ningún tipo de
literatura jurídica a la que estemos acostumbrados en nuestro país. Si bien es cierto, en su
estructura formal, el autor se mueve con gran desenvoltura siguiendo los afanes
sistematizadotes de muchos de nuestros manuales jurídicos, lo que parece central en la obra
no es la explicación de las nociones básicas del juicio oral, sino la forma en que su autor se

9
sirve, para ilustrarlos, de resoluciones adoptadas por tribunales de diversa jerarquía, de
opiniones y experiencias personales, e incluso de anécdotas.
Lo que sucede es que el autor vive inmerso en una realidad práctica que resulta
absolutamente fascinante en cuanto tiene de novedoso para todos quienes desempeñan roles
en ella. Su preocupación, entonces, no es la de participar en los grandes debates teóricos
que el derecho procesal penal moderno pueda plantear al diseño de nuevos sistemas, sino
detectar y ofrecer respuestas a los problemas concretos que los jueces chilenos están
enfrentando, cotidianamente, al tratar de encarnar los principios de la reforma chilena y
aplicar normas que muchas veces parecen entrar en colisión con ellos.
A la luz de este propósito, la obra constituye un aporte valiosísimo, por la agudeza
de su autor para detectar conflictos entre reglas y principios y la lucidez con que se
proponen soluciones para resolverlos. En un medio como el nuestro, en que a menudo la
literatura jurídica elude hacer cara a los problemas refugiándose en la transcripción literal
de de normas cuyo alcance ni siquiera se cuestiona, lo anterior resulta tremendamente
gratificante. El lector tendrá, por cierto, oportunidades para concordar y discrepar con el
autor en algunas de las soluciones propuestas, pero valorará el aporte de una obra que tanto
como proponerle respuestas, le permite, desde ya, conocer las preguntas.
La obra de Rodrigo Cerda evidencia el nivel de intensidad creciente del debate
procesal penal en nuestro país. Saludo su aparición y le auguro el éxito que se merece entre
estudiantes, abogados y jueces, a los que está naturalmente destinada.

Julián López Masle


Profesor de la Universidad de Chile

10
1.- En cuanto al rol del Juez en el nuevo sistema procesal penal.

1.1.- Obligaciones que impone el Estado de Derecho.


Uno de los elementos fundamentales del Estado de Derecho está constituido por la
efectiva protección, garantía y vigencia de los derechos del hombre.
La actividad del Poder Judicial y la de todos sus operadores debe tender a la
salvaguardia de la vigencia del Estado Constitucional de Derecho, estableciendo
condiciones de razonabilidad y justicia que permitan canalizar conflictos y tensiones
sociales. En el ámbito procesal penal, es tarea del órgano jurisdiccional aplicar el poder
punitivo de un modo racional y equilibrado.
Según el profesor don Mario Verdugo Marinkovic, en nota editorial de la Revista La
Semana jurídica, todas las instituciones deben legitimarse permanentemente ante el medio
social en que operan. Han sido creadas para satisfacer necesidades sociales de carácter
permanente y en la medida que ellas cumplan con su cometido específico, son respetadas y
valoradas por el público. Existe, por consiguiente, una relación directa entre el grado de
eficiencia de la institución y su legitimidad. Concluye que una institución que no responde
a las expectativas sociales, cae pronto en descrédito, pierde autoridad y se torna vulnerable.
No obstante lo señalado, estimo que las instituciones sólo deben hacerse cargo de
las críticas que apunten a sus obligaciones específicas dentro del sistema democrático.
Existe en la actualidad una tendencia de las personas de responsabilizar a los organismos
públicos por no proporcionar soluciones a todos sus problemas particulares,
sobredimensionando el papel que a dicha institución le toca cumplir en la organización
general del Estado.

1.2.- Finalidades del Proceso Penal.


El sistema inquisitivo nos ha legado esencialmente tres finalidades del proceso
penal, a saber: a) La averiguación de la verdad histórica; b) El castigo del culpable; y c) La
realización o actuación del Derecho Penal.
En ese contexto, a través del proceso se buscaba el castigo del culpable. El proceso
se constituía entonces en el instrumento a través del cual se intentaba averiguar la verdad

11
histórica acerca de la existencia fáctica de un hecho delictivo determinado y luego aplicar la
sanción al responsable.

Tales objetivos procesales aún se encuentran vigentes en nuestro país y


demostración de ello son los principios de oficialidad en la persecución de los delitos; en
las regiones donde se aplica el antiguo sistema procesal penal la concepción de la prisión
preventiva como medida cautelar de aplicación general; Un Estado titular activo de
numerosos bienes jurídicos protegidos, etc.

En el nuevo modelo de justicia criminal son las partes quienes introducen los hechos
mediante su teoría del caso y la incorporación de las pruebas que presentan para acreditar
sus proposiciones fácticas. Por eso se ha dicho que en este proceso penal, y específicamente
en el juicio oral, no se “reconstruyen” los hechos, sino que, en realidad, ellos son
“redefinidos”.

En el proceso penal subyace ciertamente un conflicto humano, hay un ofensor y un


ofendido, un sujeto que presuntamente perturbó un bien jurídico tutelado y una víctima 3, ya
se trate de un particular o del grupo social en su conjunto, que se vio privado de él. En
definitiva, hay un conflicto entre dos partes, que en principio se contraponen.

En la aplicación práctica del nuevo sistema se observa, precisamente, que la


protección de la víctima y el respeto de sus derechos como interviniente constituye una de
las principales preocupaciones, sin embargo éste fin colisiona constantemente con el
principal objetivo del proceso criminal, cual es cautelar los derechos y garantías
fundamentales del imputado.

La eficacia de la persecución penal, el éxito de las investigaciones y el castigo de los


culpables continúa siendo uno de los objetivos del sistema procesal penal, más ahora se
encuentra con limitaciones en la averiguación de los hechos impuestas por el respeto de los
3
La “Declaración sobre los principios fundamentales de las víctimas de delitos y del abuso de poder”,
adoptada por la Asamble General de las Naciones Unidas en su resolución 40/34 de 29 de Noviembre de
1985, señala que se entenderá por “víctimas” las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido
daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la
legislación penal vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder. Se incluye
también a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las
personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la
victimización”.

12
derechos fundamentales. Me refiero a los llamados “límites formales al establecimiento de
la verdad”4, que no son otra cosa que garantías impuestas por el ordenamiento jurídico
como límites a la persecución penal del Estado y más precisamente, a la actividad
probatoria desplegada por el persecutor penal.

El Ministerio Público, principal persecutor y sostenedor de la acción penal en


nuestro país es un organismo estatal autónomo 5, tiene a su cargo la adopción de políticas
eficientes de persecución criminal, la realización de las investigaciones oficiales en forma
racional y justa, la protección de víctimas y testigos, tender a la reparación de las primeras
y sostener la acusación en juicio. El enjuiciamiento de los acusados y el cumplimiento de
las eventuales sanciones penales impuestas, corresponde a otro órgano estatal, el Poder
Judicial, a través de los Jueces de Garantía y Tribunales de Juicio Oral en lo Penal.

Como los sistemas de enjuiciamiento penal intervienen ex – post, esto es una vez
cometido un hecho que reviste los caracteres de delito, no se puede pretender que sea
objetivo del mismo la erradicación o supresión de la delincuencia.

El profesor Jorge Mera Figueroa6 ha sostenido que el delito es un fenómeno


inevitable, consecuencia de la imperfección de la sociedad y del ser humano. La sociedad
debe, por tanto, acostumbrarse a vivir con una dosis de criminalidad, sin perjuicio de hacer
los máximos esfuerzos para disminuirla en la medida posible.

1.3.- Composición del Sistema de Justicia Criminal.

Según Mauricio Duce y Cristian Riego7 el Sistema de Justicia Criminal de un


Estado se compone de tres subsistemas: a) El Subsistema Normativo; b) El Subsistema
Administrativo; y c) El Subsistema Social.

a.- El Sub Sistema Normativo está compuesto por el Derecho Penal, que establece
los delitos, los presupuestos de responsabilidad y las sanciones, el Derecho Procesal Penal

4
En este sentido López Masle, Julián (con Horvitz Lennon, María Inés) en su libro Derecho Procesal Penal
Chileno. Editorial Jurídica de Chile. Tomo I, página 99.
5
Artículo 80 A de la Constitución Política de la República.
6
En un trabajo denominado “Política Criminal y Seguridad Ciudadana” publicado en la página web
“justiciacriminal.cl”.
7
En el libro “Introducción al Nuevo Sistema Procesal Penal”. Volumen 1. Escuela de Derecho Universidad
Diego Portales.

13
que regula los procedimientos y la organización, funcionamiento y competencias de los
órganos que intervienen (Policía, Ministerio Público, Defensa letrada, Tribunales, etc.), y el
Derecho de la Ejecución Penal, que fija las normas de acuerdo a las cuales se cumplirán las
sentencias penales.

b.- El Sub Sistema Administrativo, que dice relación con la compleja organización
de los órganos estatales responsables de la creación de normas (legislativo y ejecutivo), de
la aplicación de las mismas (Policía, Ministerio Público, Defensoría Penal Pública,
Tribunales) y, finalmente aquellos entes a cargo de la ejecución penal (Jueces de Garantía y
Gendarmería).

c.- El Sub Sistema Social o Cultural, compuesto por las ideas, valores, actitudes y
opiniones que la gente sostiene en una sociedad acerca del Derecho y de su sistema legal.

Como se puede observar, los Tribunales de Justicia sólo tienen ingerencia en una
parte del subsistema administrativo y, por ende, no son los únicos responsables del éxito de
la gestión estatal en el ámbito de la lucha contra la delincuencia.

El Estado tiene múltiples herramientas para hacer frente a la criminalidad, dentro de


ellas merecen mención especial los instrumentos de prevención de los factores de riesgo
(pobreza, desempleo, deserción escolar, crisis familiar, drogadicción, marginalidad).
Visto así, el sistema penal acusatorio, es sólo uno de los medios del Estado para
enfrentar el fenómeno de la delincuencia, medio que debe ser utilizado en forma racional,
para así obtener un óptimo aprovechamiento de los recursos asignados.
La racionalización del sistema se aprecia en la separación de las funciones de
investigación y juzgamiento, acusación y decisión. Además, se dota al órgano persecutor de
mecanismos de selectividad penal como son la facultad de no investigar, el archivo
provisional y el principio de oportunidad, que le permiten investigar de mejor manera los
delitos más graves. También dispone de salidas alternativas y procedimientos especiales
menos costosos que el juicio oral.
En consecuencia, el juicio oral y público no es la única forma de solucionar el
conflicto penal y la verdad histórica si bien continúa siendo uno de los objetivos de la
investigación y luego del juicio, cede a la luz de algunas salidas alternativas y
procedimientos especiales.

14
Lo que la ciudadanía exige del sistema penal o de represión es una efectiva
protección de las víctimas del delito, una investigación y persecución eficientes (Policías y
Ministerio Público), y en definitiva, una decisión oportuna (Ministerio Público y
Tribunales). A ello debemos sumar el deber que pesa sobre los Tribunales con ocasión de
un racional y justo procedimiento, esto es la efectiva protección de los derechos y garantías
del imputado.

1.4.- Rol del Juez y sus principales funciones.

1.4.1.- El problema de la definición de los roles.


El rol del juez es la conducta que se espera de él en función de la posición que
ocupa dentro del sistema.
El Ministro de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago don Carlos Cerda
Fernández8 señaló sobre el particular que “en un Estado de Derecho y República
Democrática parece claro que la justicia y el Poder Judicial también han de ser
democráticos y eso significa que cada uno de los agentes de la cosa jurisdiccional tiene que
actuar con conciencia de que su legitimación pasa por esa representatividad”, agrega luego
que “carece de sentido entender que el trabajo de los jueces ha de hacerse a espaldas de la
comunidad, a escondidas, intramuros y, en ese sentido, mientras más plena sea la
comunicación entre el pueblo y sus jueces, más integración habrá entre jurisdición, Estado,
justicia, verdad y paz”.
En este orden de ideas parece necesario, además, que los nuevos jueces de la
reforma procesal penal tengamos claridad acerca de cuál es el sistema que nos convoca,
para así definir con mayor precisión cuáles son nuestros deberes institucionales.
Desde la perspectiva de la distinción histórica de los sistemas procesales penales
¿Se trata acaso de un sistema acusatorio o de un inquisitivo reformado? O siguiendo la
distinción efectuada por Mirjan Damaska9 ¿Nos encontramos frente a un Estado con
tendencia Activista o ante un Estado mas bien Reactivo?

8
En entrevista concedida a la revista Semana Jurídica N° 100 del 7 al 13 de Octubre de 2002.
9
En el libro “Las caras de la Justicia y el poder del Estado”. Capítulo III “Dos Tipos de Estado y los
Objetivos del Proceso Judicial”. Editorial Jurídica de Chile.

15
Desde el punto de vista subjetivo, la asignación de roles a un grupo de personas
supone una visión consensuada e integrada de la sociedad y un juicio de valor sobre su
comportamiento. Sin embargo, frente a la conducta esperada socialmente existe un
posicionamiento individual que puede corresponder o no a la estructura cultural.
La determinación acerca de cuál es el sistema que nos rige, sus principios y alcances
es el punto de partida de las definiciones personales que realicemos en torno al rol que nos
corresponde como jueces penales.
Eficacia versus garantía, Estado versus individuo, constituye la tensión permanente
que deberá ser dirimida imparcialmente tanto por jueces de garantía como por tribunales
orales en lo penal.
En razón de las importantes diferencias que existen entre la labor que desempeñan
jueces de garantía y jueces orales en lo penal, a continuación los trataré por separado.

1.4.2.- El Juez de Garantía.


Es un juez unipersonal, a veces inserto en un Juzgado compuesto por otros jueces de
garantía, pero que siempre en el ámbito jurisdiccional resuelve en forma individual, por ello
se habla de un tribunal unipersonal de composición múltiple.
El objetivo del sistema procesal penal de eficacia en la persecución, pero con
observancia de los derechos de las personas convierte al Juez de Garantía en un custodio de
tales derechos. En palabras del profesor Raúl Tavolari Oliveros 10, el Juez de Garantía se
constituye en una “verdadera bisagra sobre la cual gira y se estructura el adecuado
funcionamiento del modelo”.
En lo que respecta al imputado, el Juez de Garantía está obligado a proteger sus
derechos que se traducen en una justa y racional investigación y un justo y racional
procedimiento. Se trata de garantías judiciales consagradas en los Tratados Internacionales
sobre Derechos Humanos, en la Constitución Política de la República y en las leyes,
debiendo actuar de oficio o a petición de parte en cautela de tales derechos11.

10
En un trabajo denominado “El Juez de Garantía” publicado en el Cuaderno judicial Nº 5 del Instituto de
Estudios Judiciales. Reforma Procesal Penal. “Acerca de los Juzgados de Garantía”.
11
Ver artículos 10, 93, 94 y 98 del CPP.

16
En lo que dice relación con la víctima, debe garantizar la vigencia de sus derechos
durante el procedimiento12. También debe cautelar los derechos de los demás
intervinientes e incluso los derechos de terceros afectados por la investigación13.
En su papel autorizante de actuaciones investigadoras, a través de las cuales
dispensa las garantías14, debe comportarse con juicio, prudencia e intenso conocimiento de
sus deberes y potestades.
Los derechos cautelados por la actividad del Juez de Garantía pueden clasificarse
según su naturaleza en derechos materiales o sustanciales y derechos procesales o
procedimentales, especialmente a favor del imputado, pero también respecto de la víctima y
demás intervinientes.
De otro lado, la actividad conservadora del Juez de Garantía debe verificarse tanto
antes como después de la formalización de la investigación, incluso permanece vigente
durante la etapa intermedia, donde debe igualmente cautelar los derechos de defensa del
acusado; depurar la acusación que llegará a juicio oral, salvando los vicios formales y
excluyendo la prueba impertinente, innecesaria, superabundante, ilícita y nula.
En cuanto a las facultades de investigación, por mandato constitucional la función
de investigar sólo corresponde al Ministerio Público, sin embargo existe una excepción a
esta regla15 que faculta a los intervinientes para solicitar al Juez de Garantía la realización
de diligencias precisas de investigación que hubieren sido antes rechazadas por el Fiscal
durante la instrucción. Si el Juez de Garantía acoge la solicitud, ordenará al Fiscal reabrir la
investigación y proceder al cumplimiento de las diligencias.
En un sentido similar y con ocasión de la declaración judicial del imputado, éste o
su defensor pueden solicitar la práctica de diligencias de investigación, en cuyo caso el Juez
de Garantía podrá recomendar al Ministerio Público la realización de las mismas, cuando lo
considerare necesario para el ejercicio de la defensa y el respeto del principio de
objetividad16.

12
Ver artículos 6, 78, 83 letra a) del CPP.
13
Ver artículos 9 y 186 CPP y 14 letra a) del COT.
14
Ver artículos 9 y 236 del Código Procesal Penal.
15
Ver artículo 257 del CPP.
16
Ver artículo 198 inciso penúltimo del CPP.

17
Por último, puede el Juez de Garantía fijar un plazo al Ministerio Público para que
formalice17, cuando así lo ha solicitado una persona que se considere afectada por la
investigación.
En el ámbito jurisdiccional, el Juez de Garantía tiene toda la potencialidad de la
jurisdicción, vale decir juzgar, resolver y hacer ejecutar lo juzgado. Esta actividad la
realizarán especialmente en los procedimientos simplificados, cuando el requerido no
admita responsabilidad en los hechos, ya que en esa situación se trata de un verdadero
juicio oral, con la salvedad que el Juez a cargo debe imponer en las actuaciones las
cualidades de brevedad y simpleza. También conocen y juzgan de los procedimientos
monitorios, simplificados con admisión de responsabilidad y abreviados, donde existe
menor intensidad en la labor probatoria y en el carácter adversarial del litigio.
Asimismo compete a los Jueces de Garantía pronunciarse sobre la admisibilidad de
la querella criminal18; pronunciarse si aprueba o no el ejercicio que el Fiscal ha hecho de la
facultad de no iniciar investigación 19; pronunciarse en torno al principio de oportunidad 20;
decidir las solicitudes relativas a medidas cautelares; decidir acerca de la procedencia de la
suspensión condicional del procedimiento21; dar su aprobación o no a los acuerdos
reparatorios22; y decidir acerca de los sobreseimientos.
La ejecución de las sentencias penales y las medidas de seguridad, así como también
los reclamos relativos a dicha ejecución, por disposición de los artículos 14 letra f) y 113
del COT corresponde a los Juzgados de Garantía, de conformidad a las normas establecidas
en los artículos 467 y siguientes del CPP.
Por último, de acuerdo a lo establecido en el artículo 567 del COT la obligación de
efectuar la visita semanal de cárcel pesa sobre un juez de garantía, designado por el Comité
de Jueces del tribunal de la respectiva jurisdicción.

1.4.3.- Los Jueces del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

17
Ver artículo 186 del CPP.
18
Ver artículos 114 y 169 CPP.
19
Ver artículo 168 CPP.
20
Ver artículo 170 CPP.
21
Ver artículos 237, 238 y 239 CPP.
22
Ver artículo 241 CPP.

18
El rol esencial asignado por la ley al Tribunal Oral en lo Penal es resolver el
conflicto sometido a su decisión a través de un método cognoscitivo como es el juicio oral
y público, máximo derecho del imputado.
Más adelante me referiré a la labor específica de este tribunal colegiado, la
distribución del trabajo que realizan, desde la llegada del auto de apertura hasta la lectura
de la sentencia, la importancia del Juez Presidente durante la audiencia y la labor de los
otros dos jueces.
Me detendré, asimismo, en los temas de apreciación y desestimación de la prueba;
la valoración de la que se acepte; y, finalmente, analizaré el criterio intersubjetivo necesario
para decidir, esto es la convicción más allá de toda duda razonable.
Además del conocimiento del juicio oral y público, a este tribunal colegiado le
corresponde también revisar y resolver acerca de la medida cautelar personal de prisión
preventiva, en los casos que señala la ley y, finalmente, le cabe también velar por el
respeto de las garantías fundamentales y controlar la regularidad de los procedimientos
policiales cuando estos vulneren los derechos de los intervinientes.

19
2.- Acerca de la competencia de los nuevos tribunales penales.

2.1.- Cuestiones previas.


Recordemos que la competencia es la capacidad reconocida a ciertos jueces o
tribunales colegiados para ejercer la Jurisdicción, en determinados casos. La jurisdicción es
el género y la competencia es la especie.

La competencia nos indica cuáles son los asuntos específicos de que va a conocer
cada tribunal23.

Cuando es la ley la que entrega el conocimiento de un negocio a un tribunal, se


habla de competencia natural.

2.2.- Factores de la Competencia.

Como es imposible en la vida práctica que un solo tribunal pueda conocer de todos
los negocios judiciales que se producen en el país, se han creado distintas jerarquías y tipos
de tribunales, de modo que entre ellos se reparten las atribuciones de acuerdo a las reglas de
competencia (redicación o fijeza, gradualidad, prevención, ejecución, etc).

Además, el legislador ha considerado ciertos factores, conforme a los cuales


distribuye el trabajo judicial entre los distintos tribunales.

Los factores de la competencia absoluta son la cuantía, la materia y el fuero. Por su


parte el factor de la competencia relativa es el territorio.

a.- Cuantía o valor de lo disputado, en los asuntos criminales se determina por la


pena que el delito lleva consigo24.

b.- Naturaleza del asunto litigioso o materia, es la naturaleza del conflicto


sometido a la decisión de un tribunal. Los asuntos judiciales pueden ser de naturaleza civil,
penal, comercial, tributaria, administrativos, etc.

23
El artículo 108 del COT señala que: " la competencia es la facultad que tiene un tribunal para conocer de
los negocios que la ley, las partes u otro tribunal han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones."
24
Artículo 115 del COT.

20
Su razón de ser radica en la variedad y complejidad de los asuntos, los que requieren
que sean diversas las jerarquías y los tipos de tribunales que conozcan de ellos.

c.- Fuero personal, es la calidad o dignidad que tienen ciertas personas, y en cuya
virtud los asuntos en que ellos tengan interés, no serán conocidos por los tribunales que
ordinaria o naturalmente le correspondería conocer, sino que ese conocimiento pasa a otro
tribunal de superior jerarquía.

Se va a considerar este elemento cuando intervienen como litigantes en un juicio


personas que tengan un alto cargo o investidura. En este factor se considera
primordialmente a la persona de los litigantes y no a la cosa litigiosa.

d.- El territorio, es el lugar geográfico donde sucede el evento que la ley considera
para determinar la competencia.

A este elemento alude el artículo 7° del COT, según el cual los tribunales sólo
pueden ejercer su potestad en los negocios y dentro del territorio que la ley les hubiere
respectivamente asignado.

Todo tribunal tiene una extensión territorial determinada, dentro de la cual debe
ejercer sus funciones. De aquí que la competencia del juez está limitada por el territorio. Lo
normal es que ese territorio asignado a un juez, esté constituido por una comuna o
agrupación de comunas. Puede ser una provincia o agrupación de provincias o una región,
como ocurre con las Cortes de Apelaciones. También puede ser todo el territorio nacional
en el caso de la Corte Suprema.

Las reglas de competencia relativa son de orden privado, puesto que sólo miran al
interés de las partes, de ello se deriva que pueden ser renunciadas, a través de la "prórroga
de competencia."
En cuanto al orden de aplicación de los factores, el primero que se examina es la
cuantía, pero ella puede estar modificada por la materia, y ésta puede ser alterada por el
fuero. Luego de la aplicación de estos tres factores se aplica el factor territorio que va a
señalar qué tribunal dentro de una determinada jerarquía o tipo va a conocer el asunto.

21
2.3.- Competencia absoluta y competencia relativa.

La competencia absoluta es aquella que determina la jerarquía o tipo de tribunal que


es llamado por la ley para conocer de un negocio determinado.

Competencia relativa es aquella que permite precisar qué tribunal dentro de una
determinada jerarquía o tipo es el llamado por la ley a conocer de un determinado asunto.

La competencia absoluta nos determina el género, en tanto, que la competencia


relativa nos determina la especie. De la aplicación conjunta de estas competencias resulta el
tribunal competente para conocer del asunto de que se trata.
La competencia relativa sirve para precisar al tribunal determinado a quien le
corresponde conocer de un negocio, dentro de la jerarquía de tribunales que se ha fijado a
través de las reglas de competencia absoluta.

2.4.- La competencia en materia criminal.


En este especial tipo de conflicto, que incide en la infracción de las normas penales
por las personas, se ha tomado el camino de la especialización, esto es entregar su
conocimiento a una judicatura específica y diferente a los Juzgados de Letras.
Por regla general, corresponde conocer de los asuntos penales a los Tribunales de
Garantía y de Juicio Oral en Lo Penal, en algunos casos especiales a los Tribunales
Militares, de Menores y de Policía Local.

2.4.1.- Competencia Absoluta de los Jueces de Garantía.


Se encuentra señalada en el artículo 14 del COT de la siguiente manera:
 Dictar sentencia en el procedimiento abreviado.
 Conocer y fallar de las faltas penales.
 Conocer y fallar conforme a los procedimientos regulados en el Título I del Libro
IV del CPP, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes,
cualquiera sea la pena que ella les asigne.
 Hacer ejecutar las condenas criminales y las medidas de seguridad y resolver las
solicitudes y reclamos, relativos a dicha ejecución.

22
 Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que el COT y el CPP les
encomienden.

2.4.2.- Competencia Absoluta de los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal.


La determina el artículo 18 del COT en los siguientes términos:
 Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a
simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un Juez de Garantía; y
 Conocer y resolver de los demás asuntos que la ley procesal penal les
encomiende.

2.4.3.- Delimitación de situaciones.


De lo establecido en los artículos 14 y 18 del COT, resulta indiscutible que el
conocimiento y decisión de las faltas penales compete únicamente a los Jueces de
Garantía.
En el caso de los simples delitos y crímenes, para determinar el tribunal
competente es necesario distinguir el procedimiento a través del cual se deciden, según
paso a detallar:
 Los simples delitos que se resuelvan a través de los procedimientos
simplificado y abreviado son de competencia exclusiva y excluyente de los
Jueces de Garantía. Lo mismo ocurre con los crímenes que se resuelvan a través
del procedimiento abreviado;
 En cambio, cuando tales crímenes o simples delitos son resueltos a través del
juicio oral en lo penal, el único tribunal competente es precisamente el Tribunal
de Juicio Oral en lo Penal.

De lo relatado precedentemente, se puede sostener que la nueva legislación procesal


penal ha agregado un nuevo factor de la competencia absoluta, cual es la forma en que se
decide el conflicto. En efecto, los factores tradicionales de cuantía (pena que el delito lleva
consigo), materia y fuero no bastan para determinar el tribunal absolutamente competente,
sino que es necesario, además, tener en cuenta el procedimiento a través del cual se va a
llegar a la decisión.

23
2.4.4.- Competencia relativa.
El artículo 157 del COT dispone al efecto que será competente para conocer de un
delito el tribunal en cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que da motivo al
juicio. Acto seguido agrega, que el Juzgado de Garantía de ese territorio conocerá de las
gestiones a que diere lugar el procedimiento previo al juicio oral.
El delito se considerará cometido en el lugar donde se hubiere dado comienzo a
su ejecución.
En el evento de diligencias urgentes fuera de ese territorio, se faculta para otorgar la
autorización judicial respectiva al Juez de Garantía del lugar donde deban realizarse.
Si se suscitare conflicto de competencia entre jueces de varios juzgados de garantía,
cada uno de ellos estará facultado para otorgar las autorizaciones o realizar las actuaciones
urgentes, mientras no se dirimiere la competencia.
Complementa lo anterior el inciso segundo del artículo 72 del CPP, al disponer que
el Juez (en contienda) en cuyo territorio jurisdiccional se encontraren quienes estuvieren
privados de libertad en la causa resolverá sobre su libertad.
Dirimida la competencia, serán puestas inmediatamente a disposición del Juez
competente las personas que se encontraren privadas de libertad, así como los antecedentes
que obraren en poder de los demás jueces que hubieren intervenido. Las actuaciones
practicadas ante los tribunales que resultaren incompetentes serán válidas sin necesidad de
ratificación del Juez que fuere declarado competente25.
Si el Ministerio Público decide investigar en forma conjunta hechos ocurridos en
distintos territorios, continuará conociendo de las gestiones relativas a dichos
procedimientos el Juez de Garantía del lugar de comisión del primero de los hechos
investigados26.
En este caso, el fiscal comunicará su decisión en cada uno de los procedimientos
que se seguirán en forma conjunta y solicitará la audiencia respectiva con citación de todos
los intervinientes.
El o los jueces inhibidos harán llegar copia de los registros que obraren en su poder
al Juez que continuará conociendo.

25
Artículo 73 CPP.
26
Artículo 159 COT.

24
Por último, si el Fiscal decidiere posteriormente separar las investigaciones,
continuarán conociendo de las gestiones correspondientes los jueces competentes de
acuerdo al artículo 157.
En el Tribunal Oral de Talca nos correspondió conocer de una acusación, planteada
por la Fiscalía local de Constitución, donde los hechos narrados daban cuenta de un
supuesto tráfico de estupefacientes descubierto en la ciudad de Santiago, específicamente
en el domicilio del acusado. Al leer el auto de apertura de inmediato se nos planteó la duda
acerca de la competencia territorial de nuestro tribunal, sin embargo, por estimar que se
trataba de un tema de competencia relativa, no se abrió debate en forma previa y esperamos
la actitud de los litigantes al respecto.
Analizando las consecuencias de una eventual cuestión de competencia, ya sea por
inhibitoria o por declinatoria, nos parecía sumamente extraño, en caso de acceder a la
incompetencia planteada, remitir los antecedentes, esto es, el auto de apertura a un tribunal
sujeto a un sistema procesal penal distinto.
No contemplamos la posibilidad de plantear de oficio una eventual contienda de
competencia.
En el juicio, nada se dijo sobre ese particular y por el contrario el Ministerio Público
presentó pruebas para tratar de establecer que en Constitución se dio comienzo a la
ejecución del delito. En definitiva, en la sentencia no analizamos este punto, pues como ya
dije las partes no lo trajeron a debate y por tratarse de competencia territorial, había
operado la preclusión a que se refiere el artículo 74 del CPP.

2.4.5.- Situación de las Infracciones Penales a la Ley de Alcoholes.


Ha sido motivo de discusión el tema de la competencia de los tribunales de la
reforma en materia de la Ley de Alcoholes.
Originalmente, con motivo de la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal
penal27, no se contempló una norma específica de competencia para este tipo de conflicto
penal. Por ello, debíamos estarnos a la regla general contemplada en el artículo 14 del COT,
en relación con el artículo 388 del CPP, que entregaba el conocimiento y fallo de las faltas
penales al Juez de Garantía respectivo, sujetándose al procedimiento monitorio o

27
Ley 19.665 publicada el 9 de Marzo de 2000.

25
simplificado, y, además, hacía aplicable este último procedimiento a los hechos
constitutivos de simple delito para los cuales el Ministerio Público requiriere la imposición
de una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su grado mínimo.
Con posterioridad, al dictarse la Ley N° 19.708 28, se agregó la siguiente letra e) al
artículo 14 del COT “Conocer y fallar conforme a los procedimientos regulados en el Título
I del Libro IV del CPP, las faltas e infracciones contempladas en la Ley de Alcoholes,
cualquiera sea la pena que ella les asigne”. A su vez agregó la siguiente frase en la letra a)
del artículo 18 del COT “salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y
fallo corresponda a un Juez de Garantía”.
La Ley adecuatoria N° 19.80629 no alteró lo dispuesto en los artículos 14 y 18 del
COT, sin embargo introdujo modificaciones a la Ley N° 15.231 sobre Organización y
Atribuciones de los Juzgados de Policía Local y a la Ley N° 18.287 que establece el
Procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, eliminando las referencias que estos
cuerpos legales hacían de las faltas penales (establecidas en el Código Penal). De este
modo, los Juzgados de Policía Local en lo sucesivo conocerán exclusivamente de la
materia infraccional.
Finalmente, la Ley N° 19.81430 reestablece la prohibición del consumo de bebidas
alcohólicas en calles y otros lugares de uso público, entregando la competencia de esta
infracción a los Juzgados de Policía Local. Lo mismo sucede con las personas que sean
sorprendidas en dichos lugares en manifiesto estado de ebriedad 31. Coherente con lo
anterior agrega como N° 8 del artículo 13 de la Ley N° 15.231 las infracciones recién
comentadas.

Interpretaciones de la letra e) del artículo 14 del COT.


a.- Se puede sostener que la disposición citada impide que pueda llegar ante el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal una causa que verse acerca de alguna de las
infracciones, faltas o delitos sancionados en la Ley de Alcoholes. Para ello se interpreta la
expresión “infracciones” como transgresión genérica de la ley, “cualquiera sea la pena

28
Diario Oficial de 5 de Enero de 2001.
29
Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002.
30
Diario Oficial de 15 de Julio de 2002.
31
Artículos 113 y 114 de la Ley de Alcoholes.

26
que ella les asigne”, incluyendo de este modo a la pena más alta contemplada en ese
cuerpo legal, esto es presidio menor en su grado máximo y multa32.
Con esta interpretación toda causa criminal derivada de la Ley de Alcoholes, en
razón de la materia, será de competencia única y exclusiva de un Juez de Garantía y los
Tribunales de Juicio Oral en lo Penal resultarían absolutamente incompetentes.
b.- Con otra interpretación se puede sostener que el precepto en análisis sólo se
refiere a la materia infraccional y de faltas penales, más no a los simples delitos o crímenes.
La razón de ser de este precepto esta constituida por la necesaria delimitación a
efectuar entre las materias infraccionales y las faltas penales, en relación a la competencia
de Jueces de Garantía y Jueces de Policía Local.
Las faltas penales son de competencia exclusiva del Juez de Garantía. Las
infracciones por regla general son de competencia de los Juzgados de Policía Local 33, salvo
aquellas a que se refiere la Ley de Alcoholes, donde la regla general es que sean conocidas
y falladas por un Juez de Garantía, con excepción de aquellas contempladas en los artículos
113 y 114 de la Ley de Alcoholes que corresponde que sean conocidas por un Juez de
Policía Local.
Los simples delitos y crímenes serán de competencia de los Jueces de Garantía o de
los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal, según cuál sea el procedimiento en virtud del cual
se decida la cuestión. Así, si el conflicto debe ser fallado de acuerdo al procedimiento
simplificado o abreviado, será competente un Juez de Garantía, en cambio si el conflicto se
lleva a juicio oral, ya sea porque no es procedente el simplificado o porque fracasó el
abreviado es competente un Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.
c.- Queda aún pendiente la interrogante de la obligatoriedad para el Ministerio
Público de llevar el asunto a procedimiento simplificado, cuando pretenda para el imputado
la imposición de una pena que no exceda de presidio o reclusión menores en su grado
mínimo34.
Las alternativas de solución son interesantes:
 Si estimamos que es obligatorio para el Fiscal seguir el rumbo del simplificado,
reconociendo sus facultades discrecionales en cuanto a la pena y los hechos, más

32
Artículo 121 inciso 3° Ley de Alcoholes.
33
Artículo 13 de la Ley N° 15.231.
34
Artículo 388 inciso 2° CPP.

27
no en cuanto al procedimiento aplicable, cada vez que éste pretenda la aplicación
de una pena inferior a quinientos cuarenta días el único tribunal competente será
un Juez de Garantía. Si excede esa penalidad y procede legalmente podrá llegar a
un procedimiento abreviado, de competencia de un Juez de Garantía, o en caso
contrario a un juicio oral de competencia de un Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal.
 Si por el contrario creemos que el Fiscal no puede ser obligado a seguir el rumbo
de un procedimiento simplificado (discrecionalidad absoluta que alcanza incluso
al procedimiento), sino que es soberano en cuanto al camino a seguir, podrá
formalizar por un simple delito de la Ley de Alcoholes, luego acusar e instar, si
procede, por un procedimiento abreviado, de aprobarse este procedimiento
especial el tribunal competente es lógicamente un Juez de Garantía. Sin embargo,
si el procedimiento abreviado no es procedente o si fracasa la petición en ese
sentido, el único camino posible parece ser el juicio oral, de competencia del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal. En esta última hipótesis se podría dar el caso
que se conozca en juicio oral de un simple manejo en estado de ebriedad,
previsto y sancionado en el artículo 121 inciso 1° de la Ley de Alcoholes.

Como una observación de carácter general y a la luz de los principios que inspiran
nuestro sistema, en especial el de racionalización de los recursos, estimo que los simples
delitos donde el Fiscal requiera una pena inferior a los quinientos cuarenta días no debieran
llegar al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, pues se corre el riesgo que más adelante el
juicio oral se transforme en el mecanismo de solución del conflicto penal de común
aplicación y al parecer el diseño del modelo implementado no lo soportaría.
Merece ser destacado en este punto un precedente jurisprudencial sentado en nuestra
jurisdicción por el Tribunal Oral de Curicó. En la causa rit 5-2002, donde un particular fue
acusado por el delito de desempeñarse en la conducción de un vehículo motorizado en
estado de ebriedad causando daños y el Ministerio Público solicitaba la imposición de una
pena de trescientos días de presidio menor en su grado mínimo, multa y accesorias, el
tribunal invitó a los intervinientes a debatir en torno a su competencia.

28
En primer lugar, la Defensoría Penal Pública sostuvo la incompetencia del Tribunal,
citó al efecto los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, que sostienen el
principio de legalidad y luego se refirió al artículo 388 del Código Procesal Penal,
señalando que esa era una norma imperativa para los fiscales de usar el procedimiento
simplificado para estos delitos con las penas señaladas y finalmente los artículos 14 letra e)
y 18 letra a), ambos del Código Orgánico de Tribunales, señalando que el primero de ellos
fija la competencia del Juez de Garantía y el segundo, la del Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal.
Por su parte, el Ministerio Público sostuvo, en cuanto a la forma, que el Tribunal
carecía de facultad para conocer del incidente de competencia, la que debería ser conocida
por la Iltma. Corte de Apelaciones; asimismo, señaló que el artículo 52 del Código Procesal
Penal, hace aplicable las normas comunes del Código de Procedimiento Civil, entre las
cuales se encuentran las cuestiones de competencia, citando el artículo 101 de ese texto, al
expresar que la defensa ya había planteado vía inhibitoria el mismo incidente ante el Juez
de Garantía, por lo que ese artículo le prohibía plantearla nuevamente, en consecuencia
precluyó su derecho para hacerlo. En lo tocante al fondo, planteó que este tipo de juicios
pueden ser conocidos por jueces orales o de garantía, al efecto citó casos análogos
conocidos en dos juicios orales en Temuco, por consiguiente estima que el tribunal oral es
competente, lo que se aviene además con la norma del artículo 1 del Código Procesal Penal.
En definitiva el tribunal se declaró absolutamente incompetente, en razón de la pena
requerida. Señala que no se trata de una “cuestión de competencia”, sino de una “contienda
de competencia”, que se plantea entre Tribunales. Y los fundamentos principales de la
decisión son los siguientes: a) Uno de los factores que determinan la competencia absoluta
de un Tribunal, es la cuantía, que en materia penal, no es otra cosa que la pena que el delito
lleva consigo, según lo dispone el artículo 115 del Código Orgánico de Tribunales, que en
este caso estará constituida por la pretensión punitiva del Fiscal; b) El artículo 18 del
Código Orgánico de Tribunales, en su literal a) señala textualmente: “Corresponderá a los
tribunales orales en lo penal: conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito,
salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez
de garantía”; c) La lógica del sistema nos dice que el Legislador no quiso que todos los
simples delitos fueran de conocimiento de los Tribunales Orales, sino sólo aquellos que no

29
fueran de conocimiento privativo de los jueces de garantía, para ello creó el procedimiento
simplificado, incluyendo allí los simples delitos, respecto de los cuales el Ministerio
Público requiriere la aplicación de una pena de presidio menor en su grado mínimo, esto es,
entre 61 y 540 días; d)La modificación que hizo la Ley N°19.708 de los artículos 14 letra e)
y 18 letra a), ambos del Código Orgánico de Tribunales, dejó en claro, respecto de los
delitos contemplados en la Ley de Alcoholes el Tribunal competente, dependiendo
exclusivamente de la cuantía de la pena solicitada por el Ministerio Público. Así tenemos
que si el Fiscal requiriere la imposición de una pena no superior a la de presidio o reclusión
menor en su grado mínimo, debe aplicarse el procedimiento simplificado, contemplado en
el Título I del Libro Cuarto del Código Procesal Penal; Si, por el contrario requiriere la
imposición de una pena superior a la de presidio o reclusión menor en su grado mínimo,
hasta la de cinco años de presidio o reclusión menor en su grado máximo, podrá resultar
aplicable el procedimiento abreviado, contemplado en el Título III del Libro Cuarto del
Código del ramo, haciendo la salvedad que en éste caso, si fracasa la aplicación del
procedimiento abreviado, se tendrá que dictar el correspondiente auto de apertura de juicio
oral por el Juez de Garantía y se podrá llegar a un juicio oral; y por último, si aquél
requiriere la imposición de una pena de presidio o reclusión mayor en su grado mínimo o
superior, resultará aplicable el procedimiento ordinario que concluye con el juicio oral,
regulado en el Libro II del Código referido; e) Las reglas de competencia absoluta son de
derecho público y no pueden ser renunciadas por las partes y el tribunal puede y debe
declarar su incompetencia de oficio, cuando por aplicación de uno de sus factores advierte
que no es competente para conocer de un determinado asunto; y f) El artículo 374 letra a)
del Código Procesal Penal dispone que es motivo absoluto de nulidad y que en
consecuencia el juicio y la sentencia serán siempre anulados “Cuando la sentencia hubiere
sido pronunciada por un tribunal incompetente...”.
El Juez de Garantía respectivo trabó contienda de competencia y la Corte de
Apelaciones de Talca la dirimió declarando que era competente el Juez de Garantía.

2.5.- Competencia civil de los tribunales en lo criminal.


Los tribunales de juicio oral en lo penal sólo conocerán de la acción civil en los
siguientes casos:

30
 Cuando sea la víctima quien reclame del imputado su responsabilidad civil
derivada del hecho punible; y
 Si no se trata de la víctima, cuando tenga por objeto únicamente la restitución de
la cosa.35

En los demás casos, esto es, las otras acciones encaminadas a obtener la reparación
de las consecuencias civiles del hecho punible que interpusieren personas distintas de la
víctima, o se dirigieren contra personas diferentes del imputado, sólo podrán interponerse
ante el tribunal civil que sea competente de acuerdo a las reglas generales36.
El mismo juez civil es competente para conocer de la ejecución de la decisión civil
de las sentencias definitivas dictadas por los jueces con competencia penal.
Tratándose de los Jueces de Garantía y en el evento del procedimiento simplificado,
sólo procede la interposición de demandas civiles que tengan por objeto la restitución de la
cosa o su valor37. Y en el caso del procedimiento abreviado la sentencia no debe
pronunciarse sobre la demanda civil que hubiere sido interpuesta. 38 En este último caso la
demanda podrá ser intentada nuevamente ante el juez civil competente de acuerdo a las
reglas generales y a través del procedimiento sumario. La prescripción continuará
interrumpida siempre que la víctima presentare su demanda en el término de sesenta días a
aquél en que, por resolución ejecutoriada, se dispusiere la terminación del procedimiento
penal, en caso contrario continuará corriendo la prescripción.39

2.6.- Cuestiones prejudiciales civiles.


Las cuestiones prejudiciales civiles son hechos de carácter civil que constituyen uno
de los elementos del tipo penal, o sirven para agravar o disminuir la pena, o para no estimar
culpable al autor.
Por regla general las cuestiones prejudiciales civiles son de competencia del mismo
tribunal penal,40 sin embargo las cuestiones sobre validez de matrimonio, sobre cuentas
fiscales y sobre estado civil cuya resolución deba servir de antecedente necesario para el
35
Artículo 59 del CPP.
36
Artículos 59 inciso final del CPP y 171 COT.
37
Artículo 393 inciso 3º del CPP.
38
Artículo 412 inciso final del CPP.
39
Artículo 68 CPP.
40
Artículo 173 COT.

31
fallo de la acción penal persecutoria de los delitos de usurpación, ocultación o supresión de
estado civil, deben ser juzgadas previamente por el tribunal a quien la Ley tiene
encomendado el conocimiento de ellas.

32
3.- Análisis de algunas actuaciones previas al juicio Oral.

3.1.-Importancia del juicio.


Existe consenso para sostener que el juicio oral y público es la institución principal
en torno a la cual se construye todo el proceso penal moderno, ello en relación con la
relevancia que el sistema inquisitivo daba a la etapa de investigación41.
Este método cognoscitivo de solución del conflicto penal se inspira en una serie de
principios que corresponden, a su vez, a ideas políticas en torno al modo en que queremos
autorizar al Estado para ejercer el poder penal.
Todo modelo acusatorio opera sobre la base de que sólo una parte menor de las
causas que conoce el sistema llegarán finalmente a juicio oral y que el resto de ellas
finalizarán por otras vías. No obstante ello se insiste en instalar al juicio oral como la etapa
central del procedimiento penal.
En el juicio oral se realiza el test de control de calidad de la información. No hay
prueba producida fuera del juicio y lo único que existe para los jueces que van a fallar es lo
que ocurre en la audiencia. Los actos anteriores son estrictamente preparatorios, así la
información que el Fiscal haya reunido durante la investigación no existe sino sólo en
cuanto es producida en el juicio oral.
En este contexto, no cabe duda que los actores del sistema debemos ser cuidadosos
y responsables en la forma de llevar a cabo este momento crucial del proceso penal. Existen
ciertamente formas que respetar, pero se trata de formas con un claro sentido sistémico,
acordes a los grandes principios y derechos de las partes.
No se trata de impedir a los litigantes la posibilidad de explorar los límites de su
desempeño, buscando la maximización de sus derechos y facultades, sino que lo hagan de
un modo serio y con una fundamentación clara. Todos los actores hacen sus primeras armas
en esta nueva manera de conocer y juzgar los asuntos penales, por lo que ninguno de ellos
41
En este sentido el profesor Alberto Bovino en una exposición denominada “Reforma y Derechos
Humanos”, en Congreso de Derecho Penal de Valparaíso del mes de Septiembre de 2002. Del mismo modo el
profesor Alemán Claus Roxin, en su obra Derecho Procesal Penal, Editores del Puerto, Buenos Aires 2000,
página 21, señala que el centro de gravedad del procedimiento penal es el juicio oral, no obstante representar
desde el punto de vista temporal sólo una pequeña parte del mismo. Luego, en la página 358, refiriéndose al
sistema alemán expresa que “..el juicio oral es considerado el punto culminante de todo proceso penal. Sin
embargo, en la actualidad esta afirmación debe ser relativizada, ya que una gran parte de los procedimientos
penales termina sin juicio oral y porque el juicio oral, aún cuando se lo lleva a cabo, es, en medida
considerable, prejudicializado a través del procedimiento de investigación y del auto de apertura”.

33
puede sostenerse como dueño de la verdad jurídica. En conjunto, Fiscales, Defensores y
Jueces debemos dar contenido a los derechos establecidos en nuestro ordenamiento
jurídico, y si nos equivocamos, como ya ha ocurrido, es el propio sistema a través de la
unificación de los criterios jurídicos quien efectuará las correcciones.
A continuación analizaré algunos temas, previos al juicio que, en nuestra
jurisdicción, han producido conflictos prácticos. La idea es sólo compartir las experiencias,
más no sentar las soluciones adoptadas como la única forma de enfrentar tales problemas.

3.2.- Remisión del auto de apertura.


La ley obliga al juez de garantía hacer llegar el auto de apertura del juicio oral al
tribunal competente dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su notificación42.
Por su parte, el Tribunal oral en lo penal debe fijar la fecha de la audiencia del juicio
no antes de quince ni después de sesenta días, también contados desde la notificación del
auto de apertura43.
El sentido de tales obligaciones debemos fijarlo en concordancia con lo señalado en
el artículo 277 inciso 2° del CPP que establece que “el auto de apertura del juicio oral sólo
será susceptible del recurso de apelación, cuando lo interpusiere el Ministerio Público por
la exclusión de pruebas decretada por el juez de garantía de acuerdo a lo previsto en el
inciso tercero del artículo precedente. Este recurso será concedido en ambos efectos”.
¿Cómo podemos compatibilizar estas reglas?
A lo anterior debemos agregar la situación del rechazo del procedimiento abreviado
por el juez de garantía y la práctica judicial creada de aceptar las apelaciones que impugnan
tal decisión.
Finalmente, la decisión en la audiencia de preparación respecto de algunas
excepciones de previo y especial pronunciamiento puede también generar problemas con la
confección inmediata del auto de apertura, según veremos a continuación.

3.2.1.- Delimitación de situaciones.

42
Artículo 281 inciso 1º del CPP.
43
Inciso 3º del mismo artículo.

34
Regla general.
Las tres situaciones expuestas más arriba constituyen cuestiones que
excepcionalmente se van a plantear en una audiencia de preparación de juicio oral. Por el
contrario, parece ser que la regla general está constituida por aquellas audiencias donde no
hay prueba excluida en contra del Fiscal y si se debate la procedencia del abreviado, el juez
de garantía normalmente aprobará este procedimiento.
Así las cosas, en la mayoría de las audiencias de preparación el auto de apertura
quedará ejecutoriado con su sola notificación, por ser improcedente el recurso de apelación
a su respecto. En estos casos tiene plena aplicación la disposición del artículo 281 del CPP
ya citado.

3.2.2.- Casos excepcionales.

a.- Exclusión de prueba en contra del Ministerio Público por provenir de


actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas nulas y aquellas que hubieren
sido obtenidas con inobservancia de garantías fundamentales.
En este caso el auto de apertura, como se dijo, es apelable en ambos efectos, de
modo que mientras se encuentra pendiente el plazo para recurrir el Juez de Garantía no está
obligado a remitir el mentado auto al Tribunal de Juicio Oral, actitud que debiera
mantenerse si se recurre efectivamente, por primar la norma del artículo 277 inciso 2° del
CPP.
Así las cosas, como no se ha remitido auto de apertura alguno, el tribunal de Juicio
Oral en lo Penal no está obligado a fijar la audiencia dentro de los parámetros de tiempo
señalados en el ya citado artículo 281, que estimo no se aplica a esta situación específica.
Con esa interpretación se armonizan ambos preceptos, considerando que el artículo
281 tiene aplicación en la mayoría de los casos, donde el auto de apertura no es apelable. A
la inversa, si ha existido la exclusión de prueba a que se refiere el artículo 276 inciso 3º,
debe aplicarse la norma del artículo 277 inciso 2° y, por ende, remitir el auto de apertura
sólo una vez que se encuentre firme.
b.- Rechazo del Procedimiento Abreviado. No obstante estimar que la resolución
que no hace lugar al procedimiento abreviado, propuesto por las partes en la audiencia de

35
preparación, no es susceptible de recurso de apelación, ocurre en la práctica y con ocasión
del debate acerca de la intensidad del control jurídico que debe efectuar el Juez de Garantía,
que los tribunales han resuelto declarar admisible el recurso de apelación deducido por
alguno de los intervinientes, concediéndolo normalmente en ambos efectos.
La situación recién descrita ha generado un problema similar a la exclusión de
prueba en contra del Fiscal, pues pese a la eventual apelación los Jueces de Garantía igual
han remitido los autos de apertura a los Tribunales Orales, salvo algunas excepciones.
Si se afianza esta posición jurisprudencial, pienso que deberíamos actuar de un
modo similar al caso antes analizado, esto es no remitir el auto de apertura mientras no se
encuentre ejecutoriado.

c.- Rechazo de las excepciones de previo y especial pronunciamiento de


Incompetencia del Juez de Garantía, Litis Pendencia y Falta de Autorización para
proceder criminalmente.
En tales hipótesis la resolución del Juez de Garantía es apelable en el solo efecto
devolutivo, de modo que por causar ejecutoria debe confeccionar el auto de apertura de
juicio oral y remitirlo al Tribunal Oral en lo Penal, sin perjuicio de encontrarse pendiente la
apelación del rechazo de esas excepciones44.
Respecto de las excepciones de cosa juzgada y extinción de la responsabilidad
penal, si el tribunal las acoge, por encontrarse justificado el fundamento de la decisión en
los antecedentes de la investigación, debe dictar sobreseimiento definitivo. En este evento
no se genera el problema en análisis, pues no habrá auto de apertura que remitir.
Por el contrario, si el Juez de Garantía estima que los antecedentes de la instrucción
no son suficientes, no puede rechazar las excepciones, debiendo dejar la resolución de la
cuestión planteada para la audiencia de juicio oral. Esta última decisión es inapelable. En
este contexto, el Juez de garantía debe dictar el auto de apertura y remitirlo al tribunal oral.

3.3.- Consecuencias de una solución distinta.

44
Artículo 271 inciso 2° CPP.

36
De primar la tesis que el Juez de Garantía está siempre obligado a remitir el auto de
apertura, se encuentre o no ejecutoriado, pueden producirse algunos inconvenientes, a
saber:

a.- El Tribunal Oral en lo Penal distribuirá la causa y fijará la audiencia sin tener la certeza
de realizar efectivamente el juicio. Incluso se podrían generar ya algunos gastos, como los
de notificación.

b.- Acogida la apelación, en el caso de exclusión de prueba, el Juez de Garantía debe


proceder a enmendar el auto de apertura, remitiendo ahora un nuevo auto de apertura o una
adición al original. Ello obligará al Tribunal Oral a dictar nuevas resoluciones y realizar
actuaciones antes de la fecha del juicio, que puede estar muy próxima atendido el tiempo
que demoró en ser visto el recurso.

c.- Obliga a mantener una adecuada comunicación entre ambos tribunales, frente a la
posibilidad de eventuales órdenes de no innovar.

d.- Para la situación de la negativa a proceder conforme al abreviado, si la apelación es


acogida, el mayor problema es fijar el motivo de término de la causa ingresada al tribunal
oral. Procesalmente no se trata de sentencia definitiva ni de sobreseimiento.

3.4.- Situación de los acusados privados de libertad.


Junto al auto de apertura el Juez de Garantía debe poner a disposición del Tribunal
Oral a las personas sometidas a prisión preventiva o a otras medidas cautelares personales.
Recordemos que la visita de cárcel de los acusados sometidos a prisión preventiva
debe efectuarla un juez de garantía, designado por el Comité de Jueces del tribunal de la
respectiva jurisdicción.
En este punto hay dos situaciones que analizar:

a.- Si el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se ubica en el mismo territorio


jurisdiccional que el Juez de Garantía de la causa.

37
En esta hipótesis, el hecho de poner a disposición al acusado normalmente implica
sólo un traslado virtual. En efecto, el acusado ya se encuentra en el establecimiento
penitenciario respectivo por orden del Juzgado de Garantía, de modo que la disposición a
que se alude sólo implica que ese juzgado informará de ello al recinto penal y, a su vez, el
Tribunal Oral dará ingreso del mismo acusado en ese establecimiento.
La visita de cárcel por disposición legal debe continuar efectuándola el Juzgado de
Garantía, a través de uno de sus jueces, dejando constancia en el acta que se encuentra a
disposición del Tribunal Oral para los efectos del juicio.
Es conveniente que el Tribunal Oral mantenga una fluida comunicación con el
Juzgado de Garantía, informándole del estado de tramitación del proceso, pues ésta será la
única manera de que el Juez de la visita pueda mantener informado al acusado sujeto a
prisión preventiva.

b.- Si el Tribunal Oral se ubica en un territorio jurisdiccional distinto al Juez


de Garantía de la causa.
En nuestra jurisdicción suele ocurrir que los Juzgados de Garantía pongan al
acusado a disposición del Tribunal Oral, decretando al mismo tiempo su traslado en el auto
de apertura de juicio oral. Por su parte, el Tribunal Oral al proveer el auto de apertura de
inmediato da orden de ingreso del acusado al establecimiento penitenciario de su ciudad.
Considero que las voces “poner a disposición” y “traslado efectivo” del acusado
privado de libertad tienen un alcance diverso. Con la primera locución se quiere hacer notar
el cambio de etapa procesal y de tribunal a cargo, esto es de la etapa intermedia del
procedimiento, de competencia del Juzgado de Garantía, pasamos a la etapa de juicio donde
la competencia recae en el Tribunal Oral. En cambio, el decreto que dispone el traslado
del acusado de un recinto penitenciario a otro, va más allá de la disposición legal e incluso
puede resultar inconveniente.
Por ejemplo si la instrucción y etapa intermedia del procedimiento se efectuó en la
ciudad de Constitución, a cargo de uno de sus jueces de garantía, al dictar éste el auto de
apertura deberá poner al acusado a disposición del Tribunal de Juicio Oral de Talca, lo que
no implica necesariamente que ordene el traslado inmediato del individuo al recinto penal
de esa ciudad. Bien podría ocurrir que el Tribunal Oral de Talca disponga que el juicio se

38
realice en la ciudad de Constitución, en cuyo caso el traslado del imputado habrá sido
innecesario e inconveniente, para los efectos de las visitas de sus familiares y la
comunicación con su defensa técnica.
En virtud de lo expuesto, parece adecuado que la decisión de traslado efectivo la
adopte el Tribunal Oral, limitándose el Juez de Garantía a poner a su disposición al
acusado.
Ahora bien, si el Tribunal Oral dispone el traslado del acusado a su lugar de asiento,
estimo que la visita de cárcel deberá efectuarla un Juez de Garantía de la ciudad donde se
encuentre el establecimiento penitenciario en que haya sido ingresado dicho acusado, por
disponerlo así el artículo 567 del COT. En este caso, y por las razones ya expuestas, el
Tribunal Oral deberá comunicar al Juzgado de Garantía el hecho de encontrarse en el
recinto penal el acusado y el estado de tramitación del procedimiento.

3.5.- Revisión y decisión de la medida cautelar personal de prisión preventiva.


En este punto hay que distinguir diversas situaciones:

a.- En el evento que el acusado no se encuentre afecto a esta cautelar personal.


El Ministerio Público o el querellante pueden solicitar la prisión preventiva del acusado
verbalmente en la audiencia de juicio oral. En consecuencia, será necesario abrir debate
sobre el tema y resolver inmediatamente la solicitud planteada45.

b.- De otro lado, en cualquier estado del procedimiento, el tribunal puede


modificar de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes su decisión previa en
torno a esta cautelar personal o sustituirla por otra diversa46.
Si es el imputado quien solicita la revocación de la prisión preventiva el tribunal
puede rechazar de plano tal petición o citar a los intervinientes a una audiencia, con el fin
de abrir debate sobre la subsistencia de los requisitos que autorizan la medida. En todo
caso, estará obligado a este último procedimiento, cuando hubieren transcurrido dos
meses desde el último debate oral en que se hubiere ordenado o mantenido la prisión
preventiva.
45
Artículo 142 inciso 1° del CPP.
46
Artículos 144 y 145 CPP.

39
c.- Finalmente, transcurridos seis meses desde que se hubiere ordenado la
prisión preventiva o desde el último debate oral en que ella se hubiere decidido , el
tribunal debe citar de oficio a una audiencia con el fin de considerar su cesación o
prolongación.
El Tribunal Oral de Talca debió emplear este procedimiento en la causa rit 9-2002,
pues desde la fecha del último debate oral relativo a la cesación o prolongación de la
prisión preventiva habían transcurrido más de seis meses.
En la causa rit 8-2002 de Talca, concluida la lectura del veredicto y declarado el
término de la audiencia la defensa solicitó al tribunal la revisión de la cautelar de prisión
preventiva, pues en su opinión por el delito de que se trataba, esto es, robo por sorpresa, la
ausencia de modificatorias y la pena probable permitían conceder eventualmente a su
representado la medida alternativa de reclusión nocturna.

El Fiscal, no se pronunció sobre el fondo de la petición sino que se opuso a que el


tribunal se pronunciara, toda vez que la audiencia había terminado.

El Tribunal, rechazó la petición de revisión de la cautelar, pues en su opinión no se


daba la condición establecida en el artículo 141 inciso 2° letra c) del CPP.

3.6.- Distribución de la causa.


Si el Tribunal Oral competente está formado por más de una sala, entonces la
unidad administrativa correspondiente debe proceder a efectuar la distribución de la causa
(que en realidad se compone únicamente de una copia del auto de apertura de juicio oral) a
una de dichas salas, de conformidad al procedimiento objetivo y general acordado
anualmente por el Comité de Jueces.47
Para este efecto el sistema informático SIAGJ48 contiene un módulo específico que
permite distribuir las causas en forma automática o dirigida, según la decisión estratégica
que se adopte, de acuerdo a las cargas de trabajo de las Salas y de los Jueces.
Efectuada la distribución se entregarán los antecedentes al Juez Presidente de la Sala
designada para que proceda a proveer el auto de apertura. La presidencia de la sala, en
47
Art. 17 inciso 4° del COT.
48
Sistema Informático de Apoyo a la Gestión Judicial.

40
nuestra jurisdicción, se sujeta a un sistema de rotación dentro de sus componentes,
principiando por el juez más antiguo.

3.7.- Resolución que recae en el auto de apertura.

Lugar y fecha del juicio.


El Juez Presidente de la Sala respectiva, en primer lugar, decretará la fecha de
celebración de la audiencia, no antes de quince ni después de sesenta días contados desde la
notificación del auto de apertura del juicio oral. Deberá señalar, asimismo, la localidad en
la cual se constituirá y funcionará el tribunal de juicio oral en lo penal, en su caso.
La ley permite el funcionamiento de los tribunales de juicio oral en lo penal en
lugares distintos de aquellos en que se encuentran radicados, para facilitar la aplicación
oportuna de la justicia penal, de conformidad a criterios de distancia, acceso físico y
dificultades de traslado de quienes intervienen en el proceso 49. Corresponde a la respectiva
Corte de Apelaciones determinar anualmente la periodicidad y forma en que los tribunales
de juicio oral en lo penal darán cumplimiento a lo señalado. Sin perjuicio de ello, la Corte
podrá disponer, en cualquier momento, la constitución y funcionamiento de estos tribunales
en una localidad fuera de su asiento, cuando la mejor atención de uno o más casos así lo
aconseje.
La medida comentada debe ser decidida previo informe de la Corporación
Administrativa del Poder Judicial y de los jueces presidentes de los comités de jueces de los
tribunales de juicio oral en lo penal correspondientes.

3.8.- Composición de la Sala e Inhabilitación de los Jueces.


En su primera resolución, el Juez Presidente indicará también el nombre de los
jueces que integrarán la sala.
Con aprobación del Juez Presidente del Comité de Jueces, se puede convocar
además a uno o más Jueces Alternos, con el sólo propósito de subrogar, si fuere necesario a

49
Artículo 21 A del COT.

41
los miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el desarrollo del juicio
oral.
El nombramiento de uno o más jueces alternos tiene por finalidad cumplir con la
obligación legal de presencia ininterrumpida en el juicio por parte de los jueces, de modo
que si uno de los titulares falta, una vez iniciada la audiencia, puede el tribunal integrarse
con el alterno50.
Las solicitudes de inhabilitación de los jueces del tribunal deben plantearse, a más
tardar, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la resolución que fijare fecha
para el juicio oral, y se resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia51.
Cuando los hechos que constituyeren la causal de inhabilidad llegaren a
conocimiento de la parte con posterioridad al vencimiento del plazo arriba señalado y antes
del inicio del juicio oral, el incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la
audiencia del juicio oral.
Con posterioridad al inicio de la audiencia sólo procederá la declaración de
inhabilitación de oficio, en cuyo caso el tribunal continuará funcionando con exclusión del
o los miembros inhabilitados, si estos pudieren ser reemplazados, o si continuare integrado
por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este último
caso, deberán alcanzar unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva. Si no se
cumpliera alguna de estas condiciones, se anulará todo lo obrado en el juicio oral.
Aún cuando el CPP no lo exige expresamente, por aplicación supletoria de las
normas comunes del CPC, autorizada por el artículo 52 del CPP, en Talca se estimó que en
el evento de implicancia o recusación, la parte que plantea el incidente debe efectuar la
consignación legal52.

3.9.- Citación de los intervinientes y demás participantes.


El Juez presidente de la Sala ordenará, por último, que se cite a la audiencia a todos
quienes debieren concurrir a ella. El acusado deberá ser citado con, a lo menos, siete días
de anticipación a la realización del juicio, bajo los apercibimientos previstos en los artículos
33 y 141 inciso 4° del CPP, esto es, de ser detenido o sometido a prisión preventiva.

50
Art. 284 del CPP.
51
Artículo 76 CPP.
52
Artículo 118 CPC.

42
Además de la notificación de la resolución que dispone su comparecencia, se les
hace saber a los citados la ubicación del tribunal, la fecha y hora de la audiencia, la
identificación del proceso y el motivo de su citación. Al mismo tiempo se les advierte que
si no comparecen injustificadamente, pueden ser conducidos por medio de la fuerza,
quedan obligados al pago de las costas que causaren y se les pueden imponer sanciones.
También se les indica que deben comunicar y justificar ante el tribunal todo impedimiento.
En el Tribunal Oral de Talca, las notificaciones respectivas son efectuadas
generalmente por funcionarios del mismo, designados al efecto y, en el caso de personas
con domicilio fuera de la ciudad, a través de otros tribunales de la reforma, mediante
exhortos. Por el momento no ha sido necesario recurrir a otros ministros de fe o a la
policía53.
De conformidad a la facultad legal54, se ha hecho frecuente notificar a los fiscales y
defensores a través de correo electrónico o fax, mecanismos que han resultado ser eficientes
y económicos.
Finalmente, si se trata del acusado privado de libertad, la notificación respectiva
debe hacerse en persona en el establecimiento o recinto en que permaneciere, mediante la
entrega por un funcionario del establecimiento y bajo la responsabilidad del jefe del mismo,
del texto de la resolución respectiva. El tribunal puede remitir tales resoluciones por
cualquier medio de comunicación idóneo, tales como fax, correo electrónico u otro. Sólo de
un modo excepcional y mediante resolución fundada el tribunal puede disponer que la
notificación se practique en el recinto en que funcione55.

53
Artículo 24 y 33 CPP.
54
Artículo 31 CPP.
55
Artículo 29 CPP.

43
4.- Acerca de la Imparcialidad del Tribunal.

4.1.- Garantía de Imparcialidad.


En el ámbito procesal penal es derecho de toda persona imputada ser juzgada por un
tribunal previamente establecido por la ley, independiente e imparcial, dentro del contexto
de un debido proceso56.
De acuerdo al diccionario de la Lengua Española la imparcialidad es la falta de
designio anticipado o de prevención a favor o en contra de alguien o algo, que permite
juzgar o proceder con rectitud.
De la misma fuente (significado 5) se entiende por parcialidad el designio
anticipado o prevención a favor o en contra de alguien, que da como resultado la falta de
neutralidad o insegura rectitud en el modo de juzgar o de proceder.
Tradicionalmente se ha sostenido en el ámbito jurídico que juez imparcial es aquél
que no tiene interés en los resultados del juicio, independiente de las partes, que no se ve
constreñido por ningún tipo de consideraciones a favorecer a una en desmedro de la otra.
Además, se requiere que el tribunal no albergue ningún tipo de prejuicio en cuanto
al fondo del asunto sometido a su decisión. Existe prejuzgamiento cuando un juez es
llamado a juzgar nuevamente acerca de una imputación, sobre la cual haya juzgado.
Sostiene el profesor Julián López que “tradicionalmente el derecho a un juez
imparcial había sido estudiado en relación con los instrumentos procesales que tenían por
objeto impedir que un juez comprometido de alguna manera con las partes o el conflicto
pudiera conocer válidamente de ella. En nuestro medio esto se traducía en el estudio de las
implicancias y recusaciones”.57
Proponen ampliar el nivel de análisis a la luz del derecho a un juez imparcial y las
desviaciones del principio acusatorio, que determinan la división de las funciones de
investigar y decidir, acusar y decidir.
La reforma procesal penal terminó con la concentración de funciones en el juez,
entregando la investigación en forma exclusiva al Ministerio Público y la decisión a los

56
Artículos 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; 8.1. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; 5 inciso 2° de la
Constitución Política de la República; y 1 del Código Procesal Penal.
57
López Masle, Julián (con Horvitz Lennon, María Inés) Derecho Procesal Penal...., cit, p..55.

44
tribunales. Tal separación se fortalece por el carácter autónomo del órgano persecutor y por
la existencia de tribunales diferentes en las funciones de controlar la investigación y juzgar.
Trataré a continuación de seguir esa línea de razonamiento, analizando en primer
lugar las causales de inhabilidad, para luego buscar el sentido y alcance del derecho
fundamental que se garantiza a los intervinientes.

4.2.- Causales de Inhabilidad y procedimiento.

4.2.1.- Reglas generales.


Las normas acerca de implicancias y recusaciones contenidas en el Código
Orgánico de Tribunales, impiden que un juez respecto del cual se ha declarado una causal
de inhabilidad legal en un determinado asunto pueda conocer de él.
Si un juez considera que le afecta alguna de las causas legales de implicancia o
recusación, debe hacerlo constar en el proceso, declarándose inhabilitado para continuar
funcionando, en el caso de un tribunal unipersonal, o pidiendo se haga esta declaración por
el tribunal de que formen parte, si se trata de un tribunal colegiado58.
Las causas de implicancia establecidas taxativamente en el artículo 195 del texto
legal ya citado, contienen situaciones de parcialidad más intensa que los motivos de
recusación del artículo 196, por ello las primeras pueden y deben ser declaradas de oficio o
a petición de cualquiera de las partes, en cambio la recusación puede ser declarada de
oficio, pero sólo puede alegarse por la parte a quien perjudicare la falta de imparcialidad
que se supone en el juez59.
El procedimiento para resolver las inhabilidades de los jueces se encuentra
contemplado, en términos generales, en los artículos 113 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, normas que en el caso del nuevo sistema procesal penal se ven en
parte alteradas respecto de los jueces orales, como se dirá a continuación.

4.2.2.- Reglas Especiales.


58
Artículo 199 COT.
59
Artículo 200 COT.

45
El artículo 195 del Código Orgánico de Tribunales, en su inciso final, agregó las
siguientes causales de implicancia respecto de los jueces con competencia criminal:
 Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o
defensor;
 Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en
otro procedimiento seguido contra el mismo imputado, y
 Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como
juez de garantía en el mismo procedimiento.

De otro lado, como ya lo mencionamos con anterioridad, el artículo 76 del CPP se


refiere a la situación de la inhabilitación de los jueces del tribunal del juicio oral y exige
que las solicitudes en ese sentido deben plantearse, a más tardar, dentro de los tres días
siguientes a la notificación de la resolución que fijare fecha para el juicio oral, y se
resolverán con anterioridad al inicio de la respectiva audiencia.
Si los hechos constitutivos de la causal de implicancia o recusación llegaren a
conocimiento de la parte con posterioridad al vencimiento del plazo recién indicado y antes
del inicio del juicio oral, el incidente respectivo deberá ser promovido al iniciarse la
audiencia del juicio oral.
Con posterioridad al inicio de la audiencia, no podrán deducirse incidentes relativos
a la inhabilitación de los jueces que integraren el tribunal. Con todo, si cualquiera de los
jueces advirtiere un hecho nuevo constitutivo de causal de inhabilidad, el tribunal podrá
declararla de oficio.
El tribunal continuará funcionando con exclusión del o los miembros inhabilitados,
si éstos pudieren ser reemplazados de inmediato (juez o jueces alternos), o si continuare
integrado por, a lo menos, dos jueces que hubieren concurrido a toda la audiencia. En este
último caso deberán alcanzar unanimidad para pronunciar la sentencia definitiva, de otro
modo se anulará todo lo obrado.
Tenemos entonces que las reglas especiales en esta materia, respecto de los jueces
orales, dicen relación con los siguientes aspectos:
a) Las causales de inhabilidad, pues aumentan las de implicancia;
b) La oportunidad para plantear la inhabilidad;

46
c) El tribunal competente para conocer del incidente de inhabilidad, esto es el
mismo tribunal del juicio oral en lo penal, con exclusión lógicamente del juez
afectado60. En cambio, en el caso de los jueces de garantía, que son tribunales
unipersonales, aún cuando tengan composición múltiple, el tribunal competente
para conocer de la implicancia son ellos mismos y de la recusación la Corte de
Apelaciones respectiva61; y
d) La posibilidad legal de continuar y terminar la audiencia con dos jueces.

4.3.- Análisis de algunas situaciones prácticas conflictivas.

4.3.1.- El Juez Alterno.


Los tribunales orales en lo penal funcionan con tres jueces, pero pueden también
integrar cada sala otros jueces en calidad de alternos, con el solo propósito de subrogar, si
fuere necesario, a los miembros que se vieren impedidos de continuar participando en el
desarrollo del juicio62.
Si bien es una facultad y no una obligación legal la designación de jueces alternos,
se ha hecho una práctica judicial, en aquellos tribunales que constan de más de una sala.
Evidentemente para que el juez alterno pueda, en su caso, reemplazar a uno de los
jueces de la sala, se hace necesario que haya estado presente durante toda la audiencia y
atento a lo actuado63. El Juez alterno debe hacer el mismo seguimiento del juicio que realiza
cada uno de los jueces de la sala, de otro modo, llegado el momento de actuar no estaría en
condiciones de deliberar acerca del fondo del asunto.

La duda es la siguiente: En el evento que se anule el juicio en que el juez actuó


como alterno, sin participar efectivamente en la sala y deba realizarse una nueva
audiencia a la cual se le convoque, ahora como miembro titular. ¿Le afecta alguna
causa legal de inhabilidad? ¿Se afecta el derecho del imputado de la imparcialidad del
Juez que lo juzga?

60
Art. 203 COT.
61
Arts. 202 y 204 COT
62
Artículo 17 del COT.
63
Principio de Inmediación.

47
En cuanto a las causales de inhabilidad.
Exploremos dos respuestas posibles:
a.- No existe causal de inhabilidad.
Una primera opción es estimar que el Juez alterno no se ve impedido de actuar por
causa legal de inhabilidad, sea esta de implicancia o recusación, aduciendo para ello las
siguientes razones:
a.1.- En Chile la magistratura está integrada por jueces letrados, profesionales y
de carrera que se presumen imparciales, condición subjetiva necesaria para el adecuado
ejercicio de sus funciones. Por ello, las causas de inhabilidad que les afecten deben
encontrarse establecidas por la ley y son de interpretación restrictiva, por tratarse de normas
de Derecho Público.
a.2.- La situación fáctica del Juez alterno no se encuadra dentro de ninguna de las
causales específicas de implicancia.
La implicancia según el diccionario de la lengua española es la incompatibilidad
legal o moral.
No se daría ninguna de las causales genéricas de implicancia y la que mayor
atención genera es la del N°8 del artículo 195 del Código Orgánico de Tribunales, esto es,
“Haber el juez manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente con conocimiento de
los antecedentes necesarios para pronunciar sentencia”. Sin embargo, aquella causal sólo
está referida a aquellos jueces que actuaron en su calidad de tal y dictaron la sentencia
definitiva.
Tampoco parecen aplicables las causales específicas que el mismo artículo 195
contempla para los jueces con competencia criminal.
Interesante resulta, no obstante, aquella signada con el N° 3 que impide que un juez
de garantía integre un tribunal oral en lo penal, cuando hubiere intervenido con antelación
en el mismo procedimiento64. Dicha regla de inhabilidad es concordante con la norma de
subrogación contenida en el artículo 210 del Código Orgánico de Tribunales, que señala
que un juez de garantía de la misma Comuna puede subrogar a un miembro de un tribunal
oral siempre y cuando no hubiere intervenido en la fase de investigación.

64
Lo que incluye las etapas de instrucción e intermedia.

48
a.3.- Las causales de recusación no parecen aplicarse al caso propuesto y la única
que podría asimilarse a la situación del Juez alterno es la del N° 10 del artículo 196, esto es
“Haber el Juez manifestado de cualquier modo su dictamen sobre la cuestión pendiente,
siempre que lo hubiere hecho con conocimiento de ella”.
Si bien el Juez alterno conoció el juicio por haber estado presente en la audiencia,
no manifestó un dictamen investido de la calidad de Juez de la sala.

b.- Sí existe inhabilidad.


La otra posibilidad es sostener que sí existe inhabilidad, y la línea argumental para
así afirmarlo ha sido la siguiente: El debido proceso constituye una garantía procesal
reconocida en nuestro ordenamiento jurídico, y comprende, entre otros, el derecho de las
partes a ser juzgadas por un juez imparcial.
En materia procesal penal la imparcialidad del Juez se encuentra consagrada a través
de los Tratados Internacionales suscritos y ratificados por Chile y está reglamentada en el
Código Procesal Penal y en el Código Orgánico de Tribunales, lo que le otorga la calidad
de garantía constitucional inmediatamente aplicable y vinculante para los órganos del
Estado.
Para determinar el contenido jurídico del derecho en análisis es preciso realizar una
interpretación teleológica de los preceptos de derecho internacional, constitucionales y
legales aplicables, en procura del real sentido y alcance de las normas en juego, para
determinar el mandato que contienen. El intérprete no debe limitarse al sentido literal de los
preceptos, sino que debe recurrir a otros elementos de hermenéutica aplicables, entre ellos,
el elemento lógico y el elemento sistemático.
Uno de los fundamentos de la reforma procesal penal, en que se inserta el problema
jurídico propuesto, está constituido por el anhelo de entregar a los ciudadanos un modelo de
enjuiciamiento criminal acorde con el Estado Democrático y de Derecho, donde se
promuevan y respeten los derechos de las personas, especialmente del imputado.
Concretando el contenido del derecho a la imparcialidad del juez, creemos que los
titulares del mismo son los intervinientes y dentro de ellos, especialmente, el imputado o
acusado. El objeto de la protección es asegurar a las partes un juzgamiento imparcial,
donde el Juez o Tribunal a cargo se encuentren exentos de interés y libres de prejuicios. El

49
sujeto pasivo es el Estado, quien proporciona el profesional imparcial que juzgará el caso
concreto de que se trata. Y la vía procesal expedita de protección del derecho está
constituida por las causales legales de inhabilidad, la regulación del incidente respectivo y,
eventualmente, la posibilidad de recurrir de nulidad por el perjudicado con la decisión.
El texto legal que permite sostener la inhabilidad propuesta es el artículo 195 inciso
3° N° 3 del Código Orgánico de Tribunales interpretado en razón de la finalidad y
coherencia del sistema. En efecto, la regla citada contiene una prohibición absoluta de
actuar (implicancia) destinada a aquel juez que ha visto seriamente afectada su
imparcialidad, señalando la norma que así ocurre con aquel miembro de un tribunal de
juicio oral en lo penal que antes intervino como juez de garantía en el mismo
procedimiento.
Basta, entonces, que el juez de que se trata haya intervenido en una audiencia de
control de detención por ejemplo, como juez de garantía y en el mismo procedimiento,
para que se entienda vulnerada la garantía procesal.
Parece lógico sostener que a quien se prohibe lo menos le está, con mayor razón,
prohibido lo más. Por ello debe entenderse que la prohibición allí contenida debe aplicarse
también en aquellos casos que conllevan una mayor afectación de la imparcialidad del juez.
De este modo, si estimamos que un juez alterno que ha presenciado todo el juicio
resulta ser un profesional menos imparcial que aquel juez de garantía que intervino antes en
el procedimiento, tomando un conocimiento solo parcial de los antecedentes, debemos
concluir que también le afecta la causal legal de implicancia.

4.3.2.- Eventual afectación de la garantía procesal del Juez Imparcial.


Este nivel de análisis se impone en razón de los derechos consagrados en tratados
internacionales sobre derechos humanos suscritos y ratificados por Chile y por la norma
introducida en el artículo 1 del Código Procesal Penal.
No existen en nuestro sistema precedentes que permitan determinar el contenido de
la garantía procesal del Juez imparcial, más allá de las causales de inhabilidad ya
examinadas. De este modo, y con el fin de precisar el contenido de este derecho
fundamental podemos recurrir a la experiencia de otros países y especialmente en el ámbito
de los organismos internacionales de derechos humanos.

50
Para tales organismos tanto la imparcialidad de hecho como la apariencia de
imparcialidad son fundamentales para que se mantenga el respeto por la administración de
justicia.
La imparcialidad de los jueces constituye la regla general, más ella puede
impugnarse cuando los jueces han participado, en distinta capacidad, en otras partes del
proceso o cuando mantienen alguna relación con una de las partes.
Los casos que se someten al Comité de Derechos Humanos y a los organismos
regionales para que examinen la imparcialidad de los tribunales tienen que pasar dos
pruebas. Una es una prueba objetiva, que examina si el juez ofreció suficientes garantías
procesales que eliminen cualquier duda legítima sobre la parcialidad del proceso. La
segunda es subjetiva y examina la parcialidad personal, donde se presume que el juez es
personalmente imparcial a menos que una de las partes presente pruebas de lo contrario.
La duda es la siguiente: ¿Puede un imputado o su defensa sostener que se puede
ver afectado el derecho a un juez imparcial por el hecho de que un juez que participó
como alterno en el juicio anulado, sea llamado ahora como miembro titular de la sala
que lo juzgará? Y si la respuesta es afirmativa: ¿ Cómo hace valer la vigencia y respeto
de su derecho?
En cuanto a la primera interrogante, estimamos que no basta con sostener que el
juez aludido ya no es imparcial, sino que debe la parte acreditar en qué hechos funda su
aseveración, debiendo el tribunal en cada caso ponderar las razones expuestas y resolver a
la luz de la efectiva cautela de derechos del imputado.
El análisis del tribunal debe distinguir entre el núcleo duro del derecho, esto es
aquella protección mínima que el órgano jurisdiccional está obligado a prestar a los
intervinientes, respecto de la periferia de la garantía procesal, vale decir aquellos aspectos
relacionados con el derecho pero que quedan fuera de la esfera de protección.
Este tema fue debatido en reuniones de trabajo del Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Talca, algunos de sus jueces opinaron que si bien el punto en análisis está
íntimamente relacionado con el derecho a un juez imparcial, no queda cubierto por la tutela
jurídica obligatoria que impone nuestro ordenamiento, sin embargo situaciones como estas
pueden afectar la imagen del Poder Judicial, en cuanto a la apariencia necesaria de
imparcialidad que deben presentar sus tribunales ante la comunidad. Por ello se estimó

51
recomendable limitar la práctica de la designación de jueces alternos a aquellos casos
estrictamente necesarios, por motivos de imagen, pero no tiene como consecuencia
necesaria la inhabilitación del juez.
También se planteó como opinión de otros jueces que sí existe causal de implicancia
lo que obliga al juez afectado a dejar constancia del hecho de haber actuado antes como
alterno, en el entendido que ese juez considera menguada su imparcialidad, en razón del
acabado conocimiento que tuvo del juicio, debiendo el tribunal colegiado resolver.

Respecto a la segunda interrogante: Podría el interviniente plantear el incidente


de inhabilidad del modo que señala el artículo 76 del Código Procesal Penal, con el riesgo
que el tribunal lo rechace por estimar que no obedece a causa legal o porque los hechos no
se encuadran en aquellos constitutivos de la causal, según cuál sea la interpretación que se
dé a los preceptos aplicables.
No aparece como posible recurrir de nulidad en términos generales, pues de acuerdo
al artículo 387 inciso 2° del Código Procesal Penal en este caso la sentencia no es
susceptible de recurso alguno, a menos que en el primer juicio el acusado haya sido
absuelto y en el segundo condenado, siempre en beneficio de éste.

4.3.3.- Situación del Juez espectador.


En cada región piloto, con ocasión de la puesta en marcha del sistema, se ha
producido la lógica inquietud y deseo por parte de los actores de presenciar las primeras
audiencias, desde la instrucción hasta el juicio oral. Ello también ha ocurrido con los
jueces, quienes han sido criticados por ello, en razón de que se estima afectada su
imparcialidad.
La respuesta en este caso dependerá de la interpretación que se dé a las normas ya
estudiadas.
Evidentemente quienes estiman que el juez alterno no se encuentra inhabilitado, con
mayor razón considerarán que no lo está el Juez Oral que interviene como espectador en el
juicio anulado y luego le corresponde actuar como miembro de la sala.

52
Tampoco deberían aplicar la causal de inhabilidad al Juez Oral espectador en una
audiencia preliminar de la fase de instrucción o intermedia, que aparece con una
intervención menos intensa de parte del Juez cuya imparcialidad se duda.
Por el contrario, para quienes estiman que se ha vulnerado seriamente la garantía
procesal de la imparcialidad del Juez sostendrán su inhabilidad.

4.3.4.- Situación de la sala del Tribunal que conoce acerca de la cautelar


personal de prisión preventiva.
Parece existir consenso que el control judicial que ejercen los tribunales al decidir si
decretan, mantienen, modifican, sustituyen o dejan sin efecto la medida cautelar personal
de prisión preventiva es un control intenso.
Por lo anterior se han formulado reparos en torno a la facultad que la ley entrega en
este sentido a los tribunales de juicio oral en lo penal, a la luz de la eventual contaminación
que dicho conocimiento puede generar antes de entrar a la audiencia del juicio.
El profesor Julián López opinan al respecto que “..toda resolución relativa a la
prisión preventiva o a las medidas cautelares generales del art.155 CPP exige del tribunal
constatar la existencia de antecedentes que justificaren la existencia del delito que se
investigare y que permitieren presumir fundadamente que el imputado ha tenido
participación en el delito...De esta manera, si se permitiera que los mismos jueces
participaran luego en la dictación de la sentencia definitiva, se estaría abriendo la puerta
para la incorporación como elemento de convicción dirigido a los sentenciadores de todos
los registros de la investigación..., lo que atentaría contra las bases mismas del sistema, al
permitir que los sentenciadores llegaran a la audiencia con un pre-juicio, basado en
información previa, legalmente inadmisible en el juicio oral”. 65
Como una observación de lege ferenda estiman recomendable radicar esta facultad
en forma definitiva en los jueces de garantía.
En lo personal, creo que el pronunciamiento que emita el Tribunal oral en esta
materia no afecta el derecho a la imparcialidad, pues aún no se ha rendido la prueba en el
juicio, único material que los juzgadores pueden considerar para formar su convicción.

65
López Masle, Julián (con Horvitz Lennon, María Inés), Derecho Procesal Penal Chileno, cit., p.60.

53
Además, el legislador ha legitimado esta situación al entregarle al tribunal oral competencia
para pronunciarse sobre este punto.
En Talca, el tribunal se ha visto obligado a pronunciarse en audiencia sobre la
revisión de la cautelar de prisión preventiva, sin que posteriormente los intervinientes
realicen cuestionamientos a la imparcialidad de sus miembros.
A continuación extractaré un interesante Caso práctico de otra jurisdicción:
En la causa rit 3-2001 del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Villarrica la sala
revisó en audiencia y decidió mantener la cautelar de prisión preventiva, luego la defensa
del acusado planteó incidente de inhabilidad por implicancia de los jueces titulares.
Conoció del incidente una sala compuesta por jueces orales de Temuco, subrogando
legalmente. El fundamento de la implicancia se basaba en que el Tribunal había
manifestado su dictamen sobre la cuestión pendiente, con conocimiento de los antecedentes
necesarios para dictar sentencia, a saber: prontuario, auto de apertura y convenciones
probatorias, lo que desvirtuaría su imparcialidad e independencia. Además, alegó que el
Tribunal carece de competencia en virtud del debido proceso para conocer de las medidas
cautelares, situación que a su juicio debe ser resuelta por el respectivo Juez de Garantía.
La Fiscalía solicitó el rechazo del incidente por estimar que el Tribunal sí era
competente y no existe la causal invocada, ya que el Tribunal no ha conocido de los
antecedentes necesarios para dictar sentencia al pronunciarse sobre la medida cautelar.
Los Jueces subrogantes resolvieron que, de acuerdo al artículo 18 letra b) del COT
corresponde al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal resolver sobre la libertad o prisión
preventiva de los acusados puestos a su disposición, por lo que rechazan la alegación de
incompetencia. Rechazan también el incidente de inhabilidad por implicancia, con costas,
pues en la audiencia el tribunal se limitó a abrir debate sobre la cesación o prolongación de
la cautelar, sin haber entrado a conocer del fondo de lo que se debatirá en juicio, de este
modo no se ha visto afectada su imparcialidad.
La sentencia definitiva condenó a los acusados y la defensa dedujo recurso de
nulidad para ante la Excelentísima Corte Suprema, tribunal que rechazó el recurso que se
fundaba en la causal de la letra a) del artículo 374 del Código Procesal Penal, por estimar
que la sentencia había sido dictada por un tribunal incompetente y la incompetencia se
producía en razón de una inhabilidad por implicancia, en relación con lo dispuesto en el

54
artículo 195 N° 8 del Código orgánico de Tribunales. La defensa argumentó que el tribunal
había manifestado su dictamen sobre cuestión pendiente, habiendo conocido de los
antecedentes necesarios para dictar sentencia al decidir mantener la prisión preventiva del
acusado, con lo cual se desvirtuó la imparcialidad e independencia del tribunal,
transgrediendo las normas del debido proceso.
Nuestro máximo tribunal acotó el problema planteado a si el órgano jurisdiccional
que ha actuado de la manera indicada, puede ser considerado tribunal imparcial, agrega que
al estar en contacto con el material de hecho necesario para que se celebre el juicio, puede
surgir en el ánimo del sentenciador prejuicios o prevenciones respecto de la culpabilidad
del imputado, quebrándose de este modo la imparcialidad objetiva, esto es, aquella que se
deriva no de la relación del Juez con las partes, sino de su relación con el objeto del juicio.
Añade que la recurrente pretende excluir a los jueces no porque sean parciales, sino para
eliminar toda sospecha de que puedan llegar a serlo y que de alguna manera ello pueda
empañar la recta aplicación del Derecho, que es inherente a la función de juzgar. Tales
sospechas de imparcialidad no pueden concurrir en quienes son llamados, como miembros
del correspondiente órgano jurisdiccional colegiado, a conocer de los hechos objeto de
enjuiciamiento, ya sea en la dictación de la sentencia, ya sea al resolver sobre medidas
cautelares personales en la etapa que media entre el auto de apertura y el inicio del juicio.
Ello en primer término, porque no se ha quebrantado el principio que impide intervenir en
dos fases del proceso. En segundo lugar, y a diferencia del Juez de Garantía, la actuación
previa del Tribunal del Juicio es sólo en la eventualidad de que se requiera su
pronunciamiento, siempre con fines de garantía. Finalmente, porque si el legislador hubiese
considerado que existen sospechas de parcialidad, no le hubiese conferido esa competencia
en el artículo 18 letra b) del COT. De otro lado, cuando la revisión de una cautelar es una
obligación legal del Tribunal, ello no constituye una manifestación de dictamen sobre la
cuestión pendiente, ni el Tribunal del juicio ha estado en conocimiento de los antecedentes
necesarios para dictar sentencia.

55
5.- Desarrollo del Juicio Oral.

5.1.- Organización del tribunal durante el juicio.


La audiencia de juicio oral es el gran momento del tribunal, allí se prueba su
eficiencia y su capacidad de respuesta. El trío de jueces distribuye su trabajo para efectuar
una adecuada recepción del debate propuesto por las partes (teoría del caso) y del material
probatorio que se produzca.
Usando la experiencia de las regiones piloto, en nuestro tribunal oral de Talca el
trabajo durante la audiencia se divide y los distintos roles de Juez Presidente, Juez Redactor
y tercer Juez se distribuyen a través de un sistema de turno. De este modo quien comienza
presidiendo en el primer juicio, en el segundo deberá redactar y en el tercero sólo actuará
como tercer juez.
Durante la audiencia, resulta fundamental la labor que desempeña el Juez
Presidente de la sala66 a quien corresponde dirigir el debate, ordenar la producción de las
pruebas, exigir el cumplimiento de las solemnidades que correspondieren y moderar la
discusión, a fin de conseguir que el juicio se desenvuelva en un ambiente de normalidad y
pertinencia, contando para ello con las facultades contempladas en el artículo 292 del CPP
y 92 del COT.
Podrá impedir que las alegaciones se desvíen hacia aspectos no pertinentes o
inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de la acusación ni el derecho de defensa.
También podrá limitar el tiempo del uso de la palabra a las partes que debieren
intervenir durante el juicio, fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o
interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su facultad.
Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y
decoro durante el debate, y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
En uso de estas facultades, el Presidente de la Sala puede ordenar la limitación del
acceso de público a un número determinado de personas. También puede impedir el acceso
u ordenar la salida de aquellas personas que se presenten en condiciones incompatibles con
la seriedad de la audiencia.

66
Art. 17 inciso 2° del COT.

56
Los asistentes a la audiencia deben guardar respeto y silencio mientras no estuvieren
autorizados para exponer o debieren responder a las preguntas que se les formularen. No
podrán llevar armas ni ningún elemento que pudiere perturbar el orden a la audiencia. No
podrán adoptar un comportamiento intimidatorio, provocativo o contrario al decoro67.
Quienes infringieren las medidas sobre publicidad previstas en el artículo 289 o lo
dispuesto en el artículo 293 podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó
532 del COT, según correspondiere68.
Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala.
En caso de que el expulsado fuere el Fiscal o el Defensor, deberá procederse a su
reemplazo antes de continuar el juicio. Si lo fuere el querellante, se procederá en su
ausencia y si lo fuere su abogado, deberá reemplazarlo.
Sobre el Juez redactor recae el peso de confeccionar la sentencia, por ello durante
el juicio deberá estar especialmente atento a las alegaciones de las partes y a la prueba que
se rinda. Sus apuntes, junto a los del tercer Juez resultan fundamentales a la hora de
efectuar la deliberación y redactar la decisión de culpabilidad o inocencia.
Una vez leído el veredicto y dentro del plazo legal para dictar la sentencia definitiva
los jueces pueden recurrir al apoyo del registro de audio para completar sus apuntes. En
Talca, normalmente, contamos con ese apoyo el mismo día del juicio, mediante el traspaso
de una copia del registro al respectivo computador.

5.2.- Publicidad y Medios de Comunicación Social.

5.2.1.- Reglamentación.

La audiencia del juicio oral es pública, no obstante ello el tribunal puede disponer, a
petición de parte y por resolución fundada, medidas para proteger la intimidad, el honor o
la seguridad de cualquiera persona que debiere tomar parte en el juicio o para evitar la
divulgación de un secreto protegido por la ley69.

67
Artículo 293 CPP.
68
Artículo 294 CPP.
69
En los casos de víctimas de delitos sexuales menores de edad, se les ha protegido haciéndolos declarar en
dependencias separadas de la sala de audiencia y conectadas para el tribunal mediante circuito cerrado de
televisión.

57
Las medidas que puede adoptar la sala son: a) Impedir el acceso u ordenar la salida
de personas determinadas de la sala donde se efectuare la audiencia; b) Impedir el acceso
del público en general u ordenar su salida para la práctica de pruebas específicas, y
c)Prohibir al Fiscal, a los demás intervinientes y a sus abogados que entreguen información
o formulen declaraciones a los medios de comunicación social durante el desarrollo del
juicio.
Los medios de comunicación social pueden fotografiar, filmar o transmitir alguna
parte de la audiencia que el tribunal determine, salvo que las partes se opongan a ello.
Si sólo alguno de los intervinientes se opone, el tribunal decide.70

5.2.2.- Alcances del principio.


El principio de publicidad sin lugar a dudas hace más transparente la actividad procesal
penal.
Un juicio público requiere vistas orales para examinar el fondo de la cuestión,
celebradas en público y a las que el público, incluida la prensa, pueda asistir. Los tribunales
deben dar a conocer a la comunidad la información relativa a la hora y el lugar de las vistas
orales y facilitar, dentro de límites razonables, la asistencia de las personas interesadas.
Del mismo modo las sentencias deben hacerse públicas.
El sentido fundamental de la publicidad es el de consolidar la confianza de la
ciudadanía en la administración de justicia, fomentar la responsabilidad de los órganos de la
administración de justicia y evitar la posibilidad de que circunstancias ajenas influyan en el
tribunal. Desde la visión del ciudadano, el principio de la publicidad procesal permite que los
gobernados conozcan en forma directa como se tramitan los juicios y ejerzan un escrutinio
mucho más amplio sobre los juzgadores, quienes son responsables ante la sociedad del debido
ejercicio de sus atribuciones.

70
El artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “Toda persona tiene
derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de
cualquier acusación contra ella en materia penal”. Y el artículo 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos dispone que “..La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los
juicios por consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o
cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión
del tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiere perjudicar a los intereses de
la justicia; pero toda sentencia en materia penal...será pública..”.

58
5.2.3.- Relación del tribunal con la prensa.
Entre los tribunales de juicio oral en lo penal y la prensa debe existir una fluida y
cercana relación, procurando informar adecuadamente, con lenguaje técnico pero inteligible,
al público en general acerca de las actividades y funcionamiento de los primeros.
El modelo de justicia penal implementado constituye una transformación profunda del
modo de resolver el conflicto penal que, en razón de su complejidad, requiere de una adecuada
labor de difusión.
Como actores del sistema los jueces somos también responsables de difundir y
explicar los grandes lineamientos del nuevo procedimiento, sus principios y especialmente la
función que nos compete en cuanto tribunal colegiado a cargo de la audiencia de juicio oral.
En ese contexto la prensa y en especial los periodistas especializados se erigen como
calificados colaboradores de la obligación que se nos impone.
De otro lado, en virtud de este deber de difusión los tribunales debemos ser
creativos e inquietos. Así por ejemplo en el tribunal oral de Talca, con ocasión del juicio rit
N°15-2002, el administrador concordó con la Fiscalía local y con el beneplácito de la
defensoría transmitir en tiempo real la audiencia de juicio para ser vista en la ciudad de
Coyhaique, por los nuevos jueces, fiscales y defensores de esa jurisdicción. La actividad
fue recibida con gran interés y cumplió la doble finalidad de difundir el sistema y capacitar
en parte a los actores del mismo.

5.3.- Principios de Continuidad y Concentración.


Estos principios buscan asegurar la unidad del juicio.
El principio de continuidad se refiere a la exigencia de que el debate no sea
interrumpido, que la audiencia se desarrolle en forma contínua, pudiendo prolongarse en
sesiones sucesivas hasta su conclusión. Incluso la ley define lo que debe entenderse por
“sesiones sucesivas”, esto es aquellas que tienen lugar en el día siguiente o subsiguiente de
funcionamiento ordinario del tribunal. 71
A partir de esta norma se entienden autorizados los recesos de la audiencia que el juez
presidente de la sala determine. Estas pausas o interrupciones pueden deberse a múltiples
causas, normalmente razones fisiológicas (dormir, comer, etc.).

71
Art. 282 del CPP.

59
El principio de concentración, por su parte significa que todos los actos necesarios
para concluir el juicio se realicen en la misma audiencia.

5.3.1.- Suspensión de la audiencia y del juicio oral.

a.- Suspensión de la audiencia (art. 283 inciso 1° CPP).


Así como la ley procesal permite las interrupciones o recesos, la audiencia también
puede ser suspendida, es decir se faculta al tribunal para cortar esta continuidad de sesiones,
pero sólo hasta por dos veces en “casos de absoluta necesidad” y por el tiempo mínimo
necesario de acuerdo al motivo que la justifique.
Se trata de una facultad del tribunal y la causal de procedencia es genérica, “casos
de absoluta necesidad”, de modo que los motivos que se aduzcan en ese sentido habrán de
ser analizados y ponderados en cada caso concreto.
Si el tribunal decide suspender la audiencia debe comunicar verbalmente la fecha y
hora de su continuación, lo que se tendrá como suficiente citación, y, al reanudar la
audiencia, el juez presidente hará un resumen de los actos realizados hasta ese momento.

b.- Interrupción del juicio (art. 283 inciso 2° CPP).

b.1.- Regla general.


El juicio se interumpe o suspende por las causales de sobreseimiento temporal
señaladas en el artículo 252 del CPP.
En este caso, no se trata de una facultad del tribunal, sino de una obligación
impuesta por causa legal, por lo que frente a una de esas causales de sobreseimiento
temporal el tribunal debe necesariamente proceder a decretar la suspensión del juicio.

b.2.- Situación especial de la rebeldía del acusado.


Sin perjuicio de lo anterior, si se trata de la causal de rebeldía del acusado es
necesario distinguir varias situaciones:

60
b.2.1.- Si al imputado se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración en
el juicio oral y el tribunal estima que su ulterior presencia no resulta indispensable para la
prosecución del juicio.
En este caso el tribunal puede disponer que el juicio continúe y finalice.
b.2.2.- Si al imputado se le hubiere otorgado la posibilidad de prestar declaración
en el juicio oral y sólo faltare la dictación de la sentencia, puede también el tribunal
concluir el juicio.
b.2.3.- Si al imputado no se le ha otorgado aún la posibilidad de prestar declaración
en el juicio oral o, habiéndolo hecho, se estima que su posterior presencia es indispensable
para la prosecución del juicio, el tribunal deberá suspenderlo.

c.- Período de la suspensión de la audiencia y del juicio.


La interrupción por un período que exceda de diez días impedirá la continuación de
la audiencia o del juicio, debiendo el tribunal decretar la nulidad de lo obrado en él y
ordenar su reinicio (art. 283 inciso 3° CPP).

5.3.2.- Cambio de fecha del juicio.


Lo que persigue el principio de continuidad es que no exista interrupciones en el
desarrollo del juicio que se ha iniciado. De modo que si el juicio aún no comienza, no
podemos hablar de interrupciones o suspensiones, y la determinación de cambio de fecha
de la audiencia no afecta la continuidad del juicio.
El tribunal, entonces, puede cambiar la fecha del juicio más de dos veces sin que
ello implique su nulidad. La única limitación que existe es el parámetro temporal impuesto
en el art. 281 inciso 3° del CPP, que cautela el derecho del acusado a ser juzgado en un
plazo razonable.

5.3.3.- Curso de la acción civil.


La norma del art. 68 del CPP nos obliga a distinguir dos situaciones:
a) Si el juicio oral aún no ha comenzado y el procedimiento termina o se suspende
por cualquier causa (sobreseimiento definitivo o temporal, decisión de no perseverar), sin
resolución respecto de la acción civil.

61
En este caso la prescripción continúa interrumpida en tanto la víctima presente su
demanda en sede civil dentro de los sesenta días siguientes a aquél en que se dispuso, por
resolución ejecutoriada, la suspensión o terminación del procedimiento.
b) Si el juicio oral comenzó y luego se dicta sobreseimiento en lo penal, el tribunal
debe continuar con el juicio para el solo conocimiento y fallo de la cuestión civil.

5.4.- Verificación de Asistencia y declaración de inicio del juicio.


La declaración de inicio del juicio constituye una solemnidad del mismo.
Antes de dar por iniciado el juicio el Juez Presidente de la Sala debe verificar la
asistencia de los intervinientes y la disponibilidad de los testigos, peritos, intérpretes y
demás personas que hubieren sido citadas a la audiencia.
Deben estar presentes necesariamente el Fiscal72, el acusado73 y el Defensor74. Su
presencia es requisito de validez del juicio75.
Como el imputado no puede ser juzgado en ausencia 76, si ha sido citado legalmente
y no comparece el día de la audiencia, deberá procederse conforme lo señalan los artículos
99 y siguientes del CPP, esto es suspender la audiencia 77 y decretar judicialmente su
detención o prisión preventiva78. Si es habido, se realizará el juicio y si no lo es será
declarado rebelde y se dictará sobreseimiento temporal79.
Distinta es la situación si el acusado compareció al inicio del juicio y éste se declaró
iniciado. En este evento debemos subdistinguir: a) Si en el juicio oral se le otorgó ya al
acusado la posibilidad de prestar declaración 80 y el tribunal estima que su ulterior presencia
no es indispensable para la prosecución del juicio, o cuando sólo faltare la dictación de la
sentencia, el juicio seguirá adelante hasta su terminación; y b) Si iniciado el juicio no se
alcanzó a dar al acusado la posibilidad de prestar declaración, la audiencia se suspenderá y
se procederá de la misma forma señalada precedentemente para el caso de que el acusado

72
Artículo 284 CPP.
73
Artículo 285 CPP.
74
Artículo 286 CPP.
75
Artículo 374 letra b) CPP.
76
Arts. 14 N° 3 letra d) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 93 letra i) CPP.
77
Art. 283 CPP.
78
Art. 33 inciso 3° CPP.
79
Art. 252 letra b) CPP.
80
Art. 326 CPP.

62
no asista desde el comienzo. Aún en este caso se puede dar la situación que se continúe con
el juicio, pero sólo en su faceta civil.81
Si no comparece la víctima querellante, sin justificación, se declarará abandonada la
acción civil que hubiere interpuesto.82 En este caso el juicio podrá continuar sosteniendo la
acusación el Ministerio Público, a menos que se trate de algunas de las situaciones en que
se produjo el forzamiento de la acusación 83 y solo existe querellante particular, en este caso
el juicio no podrá continuar, pues el tribunal debe declarar abandonada la querella 84 y no
habrá quien sostenga la acción penal.
Verificada la asistencia y una vez constatado que se reúnen las condiciones
necesarias el Juez Presidente declarará iniciado el juicio.
En algunos procesos se ha hecho cuestión respecto de la ubicación de la víctima en
la sala, cuando a su vez es testigo de la acusación. Tema que se ha resuelto en forma
práctica haciéndola declarar en primer lugar, a menos que alguna de las partes la reserve
para llamarla más adelante en el juicio, en cuyo caso deberá permanecer en las salas
especiales de la unidad de peritos y testigos, sin poder presenciar la audiencia.85
El estatus de la víctima no es un tema pacífico en doctrina, pero parece afianzarse la
idea de que la víctima que declara en juicio tiene una doble calidad de interviniente, por
cierto, y luego, de testigo, pero no se puede igualar su situación a la del imputado, sujeto
por excelencia de la protección jurídica, toda vez que se trata de la persona que sufrirá las
consecuencias del juicio.
La definición del estatus de la víctima en el proceso penal es, por cierto, un
problema de política criminal. En el anterior modelo de justicia penal no se le daba la
importancia que ha tomado hoy en día en el nuevo sistema, recordemos que la víctima del
delito sólo llegaba a ser parte del proceso mediante la interposición de la querella. Con el
nuevo Código Procesal Penal se produce su reaparición, ahora como interviniente del
procedimiento con derechos específicos, a saber: a)Derecho a un trato acorde a su
condición de víctima86, debiendo facilitar al máximo su participación en los trámites en que

81
Artículo 68 inciso final CPP.
82
Artículo 64 CPP.
83
Artículos 258, 270 inciso 3° y 462 CPP.
84
Artículos 120 y 121 CPP.
85
Artículo 329 inciso final CPP.
86
Inciso 2º del artículo 6 del CPP.

63
debiere intervenir y evitar o disminuir al mínimo la doble victimización 87; b) Derecho a la
reparación; c)Derecho a la información; y d) Derecho a la protección88.

Relacionado con este tema encontramos la discusión acerca de la posibilidad de que


el tribunal apremie a la víctima si ésta no concurre voluntariamente a declarar.
El Tribunal Oral de Temuco, a lo menos en dos oportunidades, no ha dado lugar a la
petición del Ministerio Público en ese sentido. Como se trataba de un testigo clave ha
terminado por absolver.
No creo que el tema central de la discusión sea, en este caso, el estatus de la víctima
(interviniente y testigo), sino más bien del efecto que tendría en ella el apremio decretado
por el tribunal en uso de las facultades legales.89 Pesa sobre el Estado y sus órganos la
obligación de evitar al mínimo la victimización secundaria y el hecho de apremiar a quien
sufrió las consecuencias de un delito choca con el trato adecuado de este interviniente.
Según el profesor Sabas Chahuán Sarrás la víctima no puede ser identificada, en
sentido técnico riguroso, como un testigo. Sin embargo ello no impide que pueda declarar
en los mismos términos que uno de ellos. 90 Luego, acerca de la posibilidad de apremiar a la
víctima frente a su renuencia a concurrir a la audiencia y prestar declaración, su respuesta
es afirmativa y cita al efecto la norma del artículo 33 del CPP, donde ello se permite en
forma expresa, incluso señala que podría pesar en su contra la conminación penal del
desacato.
Para el profesor Claus Roxin testigo es quien, sin estar excluido de esa posición por
un papel procesal de otro tipo, debe dar a conocer sus percepciones sobre los hechos ante el
juez por medio de una declaración.91
Vinculados con este conflicto tenemos el tema de la utilización discrecional por
parte del tribunal de su facultad de suspender la audiencia 92 y la protección y seguridad
que el Ministerio Público otorga a sus testigos.

87
Artículo 78 inciso 1º del CPP
88
Artículo 78 CPP.
89
Artículos 33 y 299 del CPP.
90
En artículo publicado en La Semana Jurídica N° 110.
91
En su obra “Derecho Procesal Penal”. Editores del Puerto, página 219.
92
Artículo 283 CPP.

64
La Sala Penal de la Excelentísima Corte Suprema se ha pronunciado sobre este
punto. A continuación transcribiré los principales fundamentos de dos resoluciones que
rechazan sendos recursos de nulidad intentados por el Ministerio Público.

En la causa N° 2.538-200293 el voto de mayoría redactado por el Ministro señor


Alberto Chaigneau del Campo expresa en sus raciocinios 8° y 9° “Que esta Corte no puede
aceptar las aseveraciones del recurrente en el sentido de que al negarse el tribunal a
suspender la audiencia lo ha dejado en una situación de desmedro y de desigualdad pues
los jueces se encuentran en el deber de generar y garantizar un escenario de igualdad en
el ejercicio de los derechos que a las partes le asisten, sobretodo si se considera que el
Ministerio carece del imperio necesario para obligar a concurrir a algún testigo. Ya el
legislador velando por una correcta tramitación para lograr una sentencia justa, estimó
necesarias ciertas reglas cuya finalidad era, precisamente, evitar problemas como los
producidos. En efecto, como se desprende de la sola lectura del Código Procesal Penal en
sus artículos 78 y 308, al Ministerio Público no sólo corresponde adoptar o solicitar todas
las medidas para la protección de la víctima de un delito sino que de oficio o a petición de
parte debe adoptar las medidas que fueren procedentes para concedérselas al testigo,
antes o después de presentadas sus declaraciones. Más aún, de acuerdo a lo que señala el
artículo 190 del Código Procesal Penal, el Fiscal puede obligar al testigo a prestar
declaraciones ante él aplicándoles medidas de apremio e incluso para evitar el problema
que se presentó en la audiencia del proceso oral que se estudia, pudo, conforme lo
señalado por los artículos 192 y 280 del mismo cuerpo legal, solicitar al juez de garantía
que recibiera su declaración anticipadamente. El Fiscal tuvo que tener presente estas
disposiciones en cuanto a la importancia de haberse procurado la prueba de la víctima,
sobretodo porque sabe que, conforme lo indica el artículo 296 del Código Procesal Penal,
la oportunidad para rendir la prueba es la audiencia del juicio oral”.
“Que el tribunal para negar lugar a la suspensión del procedimiento solicitada por
el recurrente, tuvo en consideración el hecho de que el artículo 283 del Código Procesal
Penal concede una facultad al tribunal y no una obligación. Creemos que ordenar la
suspensión de la audiencia es una facultad discrecional del tribunal, porque la causal para

93
RUC 0100037887-5, RIT del Tribunal Oral de Temuco 18-2002.

65
que se produzca es genérica y debe irse constatando caso a caso. La necesidad de la
existencia de motivos “de absoluta necesidad” así lo indica. Como lo hace presente el
tribunal en su resolución, no se concedió la suspensión en virtud del informe de
investigaciones que indicó que “se ve que no resulta posible encontrar al testigo aludido”.
Probablemente en ello se afirmó la convicción del tribunal que de concederla se habría
infringido sin necesidad el principio de continuidad descrito en el artículo 282 del mismo
cuerpo legal, e incluso se habría corrido el riesgo de la sanción del inciso tercero del
artículo al tardarse el encuentro del testigo víctima. Negarle la suspensión al Ministerio
Público no ha sido erróneo ya que en consideración a lo que se ha señalado antes de
iniciar la acción penal tuvo que preocuparse de poder acompañar ante el tribunal del
juicio oral y en la audiencia, todos los antecedentes probatorios que pudieran comprobar
la existencia de los hechos que suponía delictuosos y aquellos que comprobaran la
participación culpable de los imputados”.

En la causa N° 1989-200294 el voto de mayoría redactado por el Ministro señor


Enrique Cury Urzúa señaló en sus motivos 3°, 4° y 5° “Que,..... debe tenerse en cuenta que
la víctima del delito en el nuevo proceso penal, a diferencia de lo que parece sostener el
recurrente, no es un testigo, es decir, un tercero ajeno a dicho procedimiento pero que
depone sobre hechos que interesa acreditar a los intervinientes en él, sino uno de estos
últimos, como lo pone de manifiesto expresamente el Código Procesal Penal en su artículo
12, que lo parangona con el fiscal, el imputado, el defensor y el querellante, al paso que el
Título IV del Libro I de ese mismo cuerpo de leyes lo incluye, en su párrafo 6°, entre los
sujetos procesales. En esa condición, con arreglo a lo preceptuado en el artículo 109, letra
e) del Código Procesal Penal, la víctima tiene derecho a ser oída, si lo solicitare, por el
tribunal antes de pronunciarse acerca del sobreseimiento temporal o definitivo u otra
resolución que pusiera término a la causa; en cambio, de ninguna disposición de la nueva
legislación puede deducirse que gravite sobre el ofendido una especie de obligación de
hacerse oír a toda costa cuando el Ministerio Público o el Tribunal lo juzgue oportuno
para el éxito de la investigación o para el establecimiento de los hechos. Esta obligación
existe para el testigo, porque la sociedad le impone que contribuya con sus declaraciones

94
RUC 0100015692, RIT del Tribunal Oral de Temuco 13-2002.

66
al esclarecimiento de la verdad procesal en interés de los intervinientes en el proceso y,
hasta donde sea posible, de la recta administración de justicia para la solución del
conflicto entre pretensiones contrastantes; la víctima, por el contrario, en tanto es uno de
los sujetos del proceso puede, precisamente por ello, declinar su interés en los resultados
de éste y, por consiguiente, su derecho a expresar su verdad sobre los hechos. Resultaría
ciertamente paradójico que, mientras se reconoce siempre a los imputados el derecho a
callar o a decir sólo aquello que considere conveniente, como se deduce del contexto del
Código Procesal Penal y, en especial, de sus artículos 98, 194, 195 y 326, el ofendido, en
cambio, se viese forzado a prestar declaración, incluso contra su voluntad. Y, sin embargo,
a esto último tiende la pretensión de apercibirlo con un arresto si no accede a concurrir al
juicio oral y a declarar en él”.
“Que el recurrente teme que de aceptarse el criterio del Tribunal del Juicio Oral de
Temuco, se dé pie a la peligrosa tentación de buscar y lograr la ausencia de los testigos de
cargo, justamente para arribar a un resultado liberatorio de responsabilidad. Ese temor es
infundado, en primer lugar, porque respecto de los testigos de cargo sí existe la posibilidad
de obligarlos a comparecer y declarar mediante el arresto (artículo 299 en relación con el
artículo 33 del Código Procesal Penal) y las otras medidas contempladas en la primera de
las disposiciones citadas, además de lo cual cabe ofrecerles la posibilidad de obtener las
medidas de protección especiales a que alude el artículo 308 del mismo texto legal. Esta
normativa no se da en el caso del ofendido, por lo mismo que, como se ha dicho, no es un
testigo; pero la ley ha premunido al Ministerio Público de recursos tendientes a disipar los
temores de la víctima y convencerla de la conveniencia e importancia de declarar
(artículos 77 y 109, letra a) del Código Procesal Penal). Por ende, y puesto que la
investigación y esclarecimiento de los hechos es su responsabilidad, también le compete a
él obtener la aquiescencia de la víctima para comparecer y declarar”.
“Que, por otra parte, mayor que el peligro enfatizado por el recurrente y al que nos
hemos referido en el razonamiento anterior, es el riesgo de que aceptando su punto de
vista, se someta al ofendido a los apremios contemplados para los testigos renuentes en el
artículo 33 del Código Procesal Penal, haciéndolo así objeto de una suerte de
victimización secundaria que profundizaría los efectos causados por el delito. Cierto, a la
sociedad le interesa la represión de los hechos ilícitos y el reestablecimiento de la paz

67
social; pero constituiría una manera curiosa de lograrla el sujetar a la víctima a que,
además de la violencia que ya se le ha inferido, sufra otra adicional para que colabore con
los designios persecutorios de la Fiscalía”.
“Esta última debe agotar los medios que la ley franquea para obtener esa
cooperación en forma voluntaria; si fracasa, no le resta más que resignarse a prescindir de
ella; lo cual, por cierto, no significa que esté fatalmente impedida de construir un caso
exitoso, pues dada la variedad de medios probatorios que la ley pone ahora a su alcance,
siempre contará con la posibilidad de acreditar lealmente los hechos que a su juicio le
permitirán sostener los cargos”.
La decisión cuyos fundamentos se transcriben fue acordada con el voto en contra
del Ministro señor José Luis Pérez Zañartu, quien estuvo por acoger el recurso por las
siguientes razones: “a) Que el artículo 19 N° 3 incisos 1 y 5 de la Constitución Política de
la República establece la garantía del debido proceso, que obliga al Tribunal a utilizar un
procedimiento y una investigación racional y justa. b) Que esta garantía constitucional
debe respetarse respecto de todas las partes del juicio, y en este caso tanto del Ministerio
Público, representante de la sociedad en la investigación en todo proceso penal, como a
favor del o los imputados. c) Que el Fiscal carece de imperio para hacer comparecer a los
testigos al juicio oral. d) Que habiendo el tribunal ordenado que se citara al ofendido a la
audiencia del día siguiente, bajo apercibimiento de arresto, por intermedio de la Fiscalía,
lo que se hizo, como consta de autos, al iniciarse el juicio oral, el Tribunal debió haber
suspendido la causa hasta hacer traer al ofendido pues su testimonio era vital para
determinar junto con otros antecedentes la existencia del hecho punible y la participación
de los imputados; e) Que al no haber aceptado la petición de la Fiscalía en orden a
suspender la audiencia y traer arrestado al ofendido, el Tribunal infringió las normas del
debido proceso pues produjo un desequilibrio evidente entre las partes del proceso, lo que
no resulta racional y justo. f) Que en consecuencia, procedería acoger el recurso de
conformidad con la causal de la letra a) del artículo 373 del Código Procesal Penal, pues
la falta atribuida al sentenciador tendría influencia en lo dispositivo del fallo. g) Que de no
aceptarse la tesis que se sustenta en el recurso el éxito de la reforma procesal penal puede
verse seriamente afectado pues bastaría que los imputados o sus familiares amenazaran al
ofendido o a sus parientes y éste no comparezca, y el Tribunal debería absolver a los

68
imputados por falta de pruebas, lo que resultaría pernicioso en las regiones donde existe
una población numerosa y una gran cantidad de delitos de robo con intimidación y/o
violencia, como el de autos”.

5.5.- Principios de Oralidad e Inmediación.


El juicio oral y público es una garantía que se aplica y cumple en la etapa del juicio
propiamente tal e implica que el fundamento de la sentencia sólo puede provenir de un
debate público e inmediato. La oralidad y la inmediación son, en consecuencia, dos
principio íntimamente relacionados.

5.5.1.- La Oralidad.
La audiencia del juicio debe desarrollarse en forma oral, tanto en lo relativo a las
alegaciones y argumentaciones de las partes como a las declaraciones del acusado, a la
recepción de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participaren en ella.
Las resoluciones serán dictadas y fundamentadas verbalmente por el tribunal y se
entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento, debiendo constar en el
registro del juicio.95
El tribunal no debe admitir la presentación de argumentaciones o peticiones por
escrito, a menos que se trate de personas que no puedan hablar, en cuyo caso se permitirá su
intervención por escrito.
Este principio se reafirma en numerosas disposiciones legales: como aquella que
prohibe sustituir las declaraciones de peritos y testigos por la lectura de registros u otros
documentos96, en especial la de los policías97; y la prohibición de incorporar o invocar como
medios de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos
que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio
público98.

5.5.2.- La inmediación.
95
Art. 291 CPP.
96
Art. 329 inciso 1° CPP.
97
Art. 228 inciso final CPP.
98
Art. 334 CPP.

69
El principio de inmediación impone al tribunal la obligación de decidir de acuerdo
con las impresiones personales que obtenga del acusado y de los medios de prueba rendidos
en el juicio.
La audiencia de juicio oral es el momento en que se efectúa el test de prueba de la
confiabilidad de la información aportada por el acusador y en este examen el control directo
e inmediato de los jueces es fundamental.
Según el profesor Claus Roxin99 el principio de inmediación implica dos cosas
distintas:
1. El tribunal que dicta la sentencia debe observar por sí mismo la recepción de la
prueba(inmediación formal); y
2. El tribunal debe extraer los hechos de la fuente, por sí mismo, sin utilizar
equivalente probatorio alguno (inmediación material).
En cuanto a la inmediación formal nuestro Código la garantiza exigiendo la
presencia ininterrumpida de los jueces durante la audiencia, bajo pena de nulidad.100
Respecto a la inmediación material, la ley procesal ordena que la prueba que debe
servir de base a la sentencia es la que se rinde durante la audiencia del juicio 101, no permite
incorporar o invocar como medios de prueba, ni dar lectura en el juicio a los registros y
demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía
o el ministerio público durante la instrucción 102, exige que los testigos y peritos sean
interrogados personalmente103 y que la convicción del tribunal se forme sobre la base de la
prueba producida durante el juicio oral104.

5.5.3.- Registro de la audiencia.

El hecho de que el procedimiento penal actual esté inspirado en el principio de


oralidad, no significa que las actuaciones que se realicen ante los tribunales no se registren
de alguna manera. La regla procesal nos dice que la litigación ante el tribunal de juicio

99
En su obra “Derecho Procesal Penal”, Editores del Puerto, página 394.
100
Arts. 284 y 374 letra b) CPP.
101
Art. 296 CPP.
102
Art. 334 CPP.-
103
Art. 329 inciso 1° CPP.
104
Art. 340 inciso 2° CPP.

70
oral en lo penal debe realizarse a través de la expresión verbal, prohibiendo la posibilidad
de efectuar presentaciones escritas.

En el caso del juicio oral la ley obliga a efectuar un registro íntegro de la audiencia,
pudiendo éste verificarse por cualquier medio que asegure fidelidad.105

En la práctica las audiencias de juicio oral, hasta el momento han sido registradas a
través de un soporte computacional de audio que luego se graba en discos compactos.
Además, se emplean mecanismos de seguridad adicionales, como son el uso de grabadoras
manuales donde también se va registrando lo que ocurre en la audiencia, y dispositivos
como el “UPS” para precaver la eventualidad de cortes de luz.

En un comienzo se pensó que la estenotipía era el sistema de registro más adecuado


y económico, sin embargo dificultades prácticas en su implementación provenientes de la
escasez de equipos y personas calificadas técnicamente hicieron que los tribunales
adoptaran los otros medios tecnológicos comentados.
El valor del registro está dado por la circunstancia de que es una manera fiel de
demostrar el modo en que se desarrolló la audiencia, la observancia de las formalidades
previstas para ella, las personas que intervinieron y los actos que se llevaron a cabo. 106 En
todo caso, el registro no es la única forma de probar lo acontecido en la audiencia, desde ya
existe la posibilidad de producir prueba en el recurso de nulidad, para acreditar las
circunstancias que constituyeren la causal invocada107, luego la omisión de formalidades
del registro sólo lo priva de valor cuando ellas no pudieren ser suplidas con certeza sobre la
base de otros elementos contenidos en el mismo o de otros antecedentes confiables que
dieren testimonio de lo acurrido.
La conservación de los registros es responsabilidad de la Unidad de Administración
de Causas del Tribunal108. Ahora, en caso de daño del soporte material del registro que
afectare su contenido, el tribunal debe ordenar su reemplazo total o parcial por una copia
fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente.

105
Art. 41 del CPP.
106
Artículo 42 CPP.
107
Art. 359 CPP.
108
Art. 43 CPP y 25 N° 4 COT.

71
Los registros de las actuaciones judiciales son por regla general de libre acceso para
los intervinientes. Los terceros pueden en principio consultarlos, cuando dieren cuenta de
actuaciones que fueren públicas. En todo caso los registros serán públicos transcurridos
cinco años desde la realización de las actuaciones consignadas en ellos.109

5.6.- Señalamiento de la acusación y Alegatos de Apertura.

5.6.1.- Acusaciones y demandas civiles.


Una vez iniciado el juicio, el Juez Presidente debe señalar las acusaciones, que
comprenden tanto la acusación del Fiscal como las adhesiones y acusaciones particulares
del o los querellantes, eventualmente debe señalar también las demandas civiles que
deberán ser objeto del juicio, todas contenidas en el auto de apertura del juicio oral, único
antecedente con que el tribunal cuenta hasta ese momento110.
Luego, el mismo juez advertirá al acusado que debe estar atento a lo que oirá y
dispondrá, en su caso, que los peritos y los testigos hagan abandono de la sala de la
audiencia111.
No todos los tribunales operan del mismo modo en cuanto al manejo de peritos y
testigos. Existen fundamentalmente dos alternativas: a) Exigir que al inicio de la audiencia
los testigos y peritos estén presentes en la sala, para así poder verificar personalmente su
disponibilidad y de la misma manera hacer las advertencias legales; y b) Chequear la
disponibilidad mediante la consulta directa a los abogados litigantes, sin que se exija la
presencia efectiva de los testigos y peritos en la sala, disponiendo que las advertencias sean
hechas por el encargado de la unidad respectiva o haciéndolas el Juez Presidente al
momento de cada declaración.
En algunos tribunales orales el juez presidente lee a continuación las convenciones
probatorias, otros lo hacen después de los alegatos de apertura y antes de comenzar la
prueba. Estimo que ambos estilos son adecuados y ello demuestra que cada juez presidente
dará a la audiencia que dirige su impronta, lo que no puede ocurrir es que se omita dejar
constancia en el registro de la existencia de las referidas convenciones.

109
Art. 44 CPP.
110
Artículo 281 inciso 1º del CPP.
111
Artículo 325 CPP.

72
5.6.2.- Alegatos de apertura.
Acto seguido el juez presidente de la sala dará la palabra al Fiscal, al abogado del
querellante, si lo hubiere, y al abogado defensor para que realicen sus alegatos de apertura.
El alegato de apertura consiste en el discurso inicial de la parte, ojalá conciso y
preciso, que contiene la promesa del litigante relativa a su teoría del caso, por su intermedio
se plantea al tribunal la hipótesis central de lo que ocurrió y a veces señala también los
elementos de prueba a rendir.
Puede el litigante optar por un formato cronológico de discurso, o de acuerdo al
peso de las pruebas que ofrece; o por proposiciones fácticas; o de otras formas según le
parezca conveniente.
Para el tribunal es útil pues sirve de formato a seguir durante el juicio, verificando si
las promesas de las partes se cumplen dentro de la audiencia, si se probó o no la teoría del
caso, especialmente respecto de la teoría del Fiscal, quien debe vencer la presunción de
inocencia que ampara al acusado y el estándar de convicción que impone el tribunal.
En el caso de la defensa normalmente el alegato de apertura es la efectiva
aproximación de su posición respecto de la acusación o de su teoría del caso alternativa.

5.6.3.- La teoría del caso.


En la nueva estructura de litigio, oral y adversarial, el abogado debe ser un eficiente
mensajero112 y el mecanismo natural de transmisión de que dispone es el relato, con él debe
generar en el tribunal la impresión de que su versión de los hechos es la más fidedigna y la
interpretación jurídica que hace, la más adecuada y justa.
Ya señalamos que en el juicio oral las partes redefinen la verdad histórica a través de
la construcción de un relato que obedece a su teoría del caso.
La acusación del Fiscal, reproducida en el auto de apertura, contiene su versión de
los hechos y una calificación jurídica que se corresponde con la pretensión punitiva, lo que
obliga al órgano persecutor a cumplir las promesas que de ella se desprenden.
Evidentemente, los Fiscales sólo llevarán a juicio aquellos hechos que puedan probar

112
En este sentido ver el texto de docencia denominado “Litigación Penal en Juicio Orales” de Andrés
Baytelman y Mauricio Duce. Ediciones Universidad Diego Portales, Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales, página 39.

73
durante la audiencia y la calificación jurídica dependerá del componente fáctico que logren
o crean que lograrán establecer.
Una de las principales dificultades del litigante en el juicio oral consiste en lograr
acercar o relacionar las teorías jurídicas que nos proporciona el Derecho con los hechos
que se pretenden extraer de las pruebas que se presentan.
Las teorías jurídicas son complejas y abstractas, se constituyen por los elementos
del delito de que se trata, no se refieren a una historia concreta, de lo que resulta una
distancia entre el testimonio y los hechos que necesita la parte para configurar su teoría
jurídica. De un lado están los relatos, desprovistos de conclusiones jurídicas, de otro las
teorías jurídicas y sus elementos, desprovistas de contenido fáctico específico. El modo de
superar esta distancia es presentándole al tribunal proposiciones fácticas para cada uno de
los elementos de la teoría jurídica.
La proposición fáctica es una afirmación de hecho que satisface un elemento legal.
Dicho de otro modo, es un elemento legal reformulado en un lenguaje corriente, que se
remite a experiencias concretas del caso, experiencias éstas sobre las que un testigo sí
puede declarar. Por consiguiente, los relatos de los testigos determinan finalmente el
contenido de las proposiciones fácticas, a la vez que las proposiciones fácticas deben estar
contenidas en el relato de los testigos.
Destruir al menos uno de los elementos constitutivos de la tipicidad y configurar los
elementos de otras teorías jurídicas, como las que elaboran las causales de justificación o de
exculpación, o las circunstancias atenuantes será la labor del Defensor.
El relato del litigante debe ser verosímil y persuasivo.
En síntesis la teoría del caso es la idea básica y subyacente de la presentación del
abogado en juicio, que no sólo explica la teoría legal y los hechos de la causa, sino que la
vincula con la prueba, haciéndola coherente y creíble. Está destinada a proveer un punto de
vista cómodo y confortable desde el cual el tribunal pueda mirar todo el material
probatorio, de manera tal que si el tribunal mira el juicio desde allí, será guiado a fallar del
modo que el abogado pretende.
Desde mi perspectiva de juez oral, estimo que un alegato de apertura eficiente es
aquel que proyecta claramente una teoría del caso simple y creíble, pero capaz de explicar

74
la mayor cantidad de hechos de la causa. Además, creo que el discurso del litigante debe
contener ideas fuerza o imágenes que queden marcadas a fuego en la mente del juzgador.
Al igual que la acusación contenida en el auto de apertura, los discursos iniciales
constituyen la primera aproximación del tribunal con los hechos y circunstancias del caso,
de allí fluye la importancia de los mismos.
En uno de los primeros juicios orales de Temuco el Fiscal sostuvo que el hecho
punible debía calificarse como robo con intimidación, en su alegato de apertura sin
embargo, para figurar la conducta del acusado, gesticuló y se refirió a “un zarpazo”. En
definitiva el imputado fue condenado por el delito de robo por sorpresa.

5.7.- Alegaciones del acusado y su eventual declaración.

5.7.1.- Alegaciones del acusado.


El derecho de defensa comprende tanto la asistencia técnica letrada como la defensa
material, es decir el ejercicio de la misma por parte del propio imputado.
El derecho de defensa material se concreta primordialmente a través de lo que se
conoce como el “derecho a ser oído” o el “derecho a declarar en el proceso”113.
El derecho a ser oído faculta al imputado para formular los planteamientos y
alegaciones que considere oportunos114.
Concordante con lo anterior, una vez realizados los alegatos de apertura, el Juez
Presidente indicará al acusado que tiene la posibilidad de ejercer su defensa, formulando
personalmente tales los planteamientos y alegaciones115.
No se trata de su declaración acerca de los hechos sino de la expresión de ideas o
fundamentos en apoyo de su defensa o de otra naturaleza.
El Código dispone que en cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser
oído, con el fin de aclarar o complementar sus dichos.116

113
Alberto Binder en su libro “Introducción al Derecho Procesal Penal”, Editorial Ad-hoc, Buenos Aires, 2ª
edición actualizada y ampliada, página 156.
114
Artículo 8 CPP.
115
Artículo 326 inciso 1º del CPP.
116
Artículo 326 inciso final CPP.

75
5.7.2.- Declaración del acusado.
Según el profesor Alberto Binder “..la posibilidad de declarar del imputado debe ser
entendida del modo más amplio posible. El imputado tiene derecho a declarar en cualquier
instancia del proceso. Específicamente tiene el derecho particular de declarar durante la
instrucción, investigación o preparación de la acusación, puesto que este es uno de los
momentos procesales en que la defensa es más importante. Además, tiene el derecho de
declarar cuantas veces quiera, dentro de lo razonable, durante el juicio”.117
En nuestro país, durante todo el procedimiento y en cualquiera de sus etapas el
imputado tendrá siempre derecho a prestar declaración, como un medio de defensa. Dicha
declaración no podrá recibirse bajo juramento, limitándose el tribunal a exhortarlo a decir
verdad y a que responda con claridad y precisión las preguntas que se le formulen. 118
Si el acusado desea declarar en el juicio, se le permitirá, en primer lugar, que
manifieste libremente lo que creyere conveniente respecto de la o las acusaciones
formuladas. Luego, podrá ser interrogado directamente por el Fiscal, el querellante y el
defensor, en ese mismo orden. Finalmente el o los jueces podrán formularle preguntas
destinadas a aclarar sus dichos119.
En algunas audiencias de nuestro tribunal se ha debatido en torno al sentido y
alcance de esta norma. Desde ya debo advertir que no se ha dado esta situación antes de que
las partes rindan su prueba. No parece acertado desde un punto de vista estratégico hacer
declarar al acusado en un momento tan temprano del juicio.
El problema se ha suscitado cuando el acusado declara dentro de la prueba de la
defensa y junto a sus testigos.
El Ministerio Público, en términos generales, ha planteado que debe respetarse el
orden señalado por la ley, pero que, por tratarse de un testigo hostil a su parte, se le permita
realizar preguntas sugestivas.
La defensa, por su lado, ha afirmado en varias ocasiones que se trata de un testigo
de su parte, de modo que ella debe examinarlo en primer lugar.

117
En su libro “Introducción al Derecho Procesal Penal”, Editorial Ad-hoc, Buenos Aires, 2ª edición
actualizada y ampliada, página 157.
118
Artículo 98 incisos 1º y 3º CPP.
119
Artículo 326 inciso 3º del CPP.

76
El tribunal oral de Talca ha decidido mantener el orden legal, declarando, además,
que el acusado no puede ser considerado un testigo, no obstante serle aplicables en parte las
reglas de la testimonial.

5.7.3.- Naturaleza de la declaración del acusado.


Como ya vimos el imputado es dueño y señor de introducir válidamente al proceso
la información que considere adecuada.
La declaración del imputado constituye un derecho y un mecanismo de defensa 120, y
en su faceta negativa implica que no puede ser obligado a declarar en su contra.
El derecho en estudio, entendido de esa manera, vale decir como mecanismo de
defensa, se encuentra expresamente consagrado en nuestro ordenamiento jurídico.121

5.7.4.- Alcances del Principio.


Desde el punto de vista del individuo el llamado “nemo tenetur se ipsum accusare”
constituye un derecho de éste a guardar silencio frente al órgano persecutor estatal y a su
vez plantea la posibilidad para el sujeto de aceptar declarar, como mecanismo de defensa,
cuando lo estime conveniente.122
Ahora, mirado desde el punto de vista del Estado, titular del “ius puniendi” y
garante de la paz social, el derecho a guardar silencio del particular constituye un límite de
la actividad persecutora, debiendo los órganos a cargo de la investigación abstenerse de

120
En este sentido se pronuncia el profesor Sabas Chahuán Sarrás, en artículo denominado “Notas sobre la
declaración de imputados y víctimas en el nuevo proceso penal”, publicado en La Semana Jurídica N° 110.
121
Artículos 8 de la Carta Americana de Derechos Humanos que consagra como garantía mínima de carácter
judicial en su N° 2 letra g) el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y
en el N° 3 expresa que la confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna
naturaleza; 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que en su N° 3 letra g) consagra la
garantía mínima de una persona de no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable; 19 N°
7 párrafo f) de la Constitución Política de la República, que dispone que en las causas criminales no se podrá
obligar al inculpado a que declare bajo juramento sobre hecho propio; y 93 letra g), 91, 98 y 326 del Código
Procesal Penal. La primera disposición consagra como derecho y garantía especial del imputado guardar
silencio o, en caso de consentir en prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento. Los artículos 91 y 98
citados, por su parte regulan la esfera de protección del ejercicio del derecho del imputado a declarar.
Finalmente, el artículo 326 señala la forma en que se procederá cuando el imputado desee declarar ante el
tribunal del juicio.
122
En este sentido ponencia denominada “El derecho a guardar silencio”, de Sergio Santibañez Fuentes en el
Congreso de Derecho Penal de Valparaíso, Septiembre de 2002.

77
ejercer actos que tiendan a provocar una confesión del imputado e invadir la esfera privada
del individuo en busca de datos, informaciones o pruebas de un delito.
El derecho a guardar silencio está íntimamente ligado a los derechos de defensa y
estado de inocencia.
El derecho de defensa surge desde el momento mismo de la imputación criminal, e
incluso ante la sola amenaza de ser objeto de ella y su manifestación más directa y
elemental es el derecho a declarar, esto es incorporar en el proceso informaciones o datos
que el imputado considere adecuados para su eficaz protección.
La declaración del imputado sólo puede emanar de su voluntad libre, espontánea e
informada, excluyéndose todas las hipótesis de confesión provocada e incluso involuntaria.
El estado de inocencia, por su parte, sólo puede ser invertido por medio de un justo
y racional procedimiento y compete al órgano acusador probar el hecho punible y la
responsabilidad penal del imputado. En este contexto y en cumplimiento de la carga
procesal que pesa sobre el Estado, el imputado no puede ser considerado como objeto de
prueba, sino como sujeto procesal con derechos y garantías.
La garantía en análisis es renunciable, en consecuencia el Estado puede
eventualmente sostener una acusación y fundar una condena en un dato autoincriminatorio
aportado en forma voluntaria por el imputado. Entonces cobra vigor la información previa
acerca de la existencia de la garantía.
A la inversa, sobre el Estado pesa la obligación de advertir oportuna y eficazmente
acerca de la existencia del derecho, así como también la prohibición de ejercer actos
coactivos en contra de la garantía, como ocurre con la tortura.
Mirado desde otra perspectiva, el derecho a guardar silencio y la actitud de un
acusado en ese sentido durante la audiencia no puede ser valorada por el tribunal en su
perjuicio.

5.7.5.- Análisis de algunas situaciones conflictivas.

a.- Incorporación a juicio de documentos o grabaciones donde conste la


declaración prestada por el imputado ante la policía durante la instrucción.

78
Como punto de partida recordemos que la policía en forma autónoma, esto es sin
previa autorización del Fiscal, sólo puede tomar la declaración que el imputado desee
efectuar, en presencia de su defensor. En ausencia del defensor, si el imputado se allana a
prestar declaración debe ser conducido de inmediato ante el Fiscal. Si el Fiscal no puede
recibir la declaración, la policía podrá tomarla bajo la responsabilidad y con la autorización
del Fiscal, pudiendo el defensor incorporarse siempre y en cualquier momento a esta
diligencia.123
De otro lado, se encuentra prohibido incorporar o invocar como medios de prueba
ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta
de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.124
La regla precedente tiene como únicas excepciones la lectura de declaraciones
anteriores a que se refiere el artículo 331 y la lectura en apoyo de memoria contemplada en
el artículo 332 del CPP, aplicables únicamente a las situaciones allí previstas.
Sin embargo el inciso 2° del artículo 334 contempla una contraexcepción, al decir
que “Ni aún en esos casos se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas
o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya
obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales”.
Bajo estas reglas y en el entendido que tales pruebas no fueron excluidas por el juez
de garantía en la audiencia de preparación, ya sea porque no se discutió el punto, ya porque
se rechazó la exclusión solicitada, estimo que no resulta procedente aceptar que se
incorporen al juicio oral esos documentos y grabaciones, como tales y en virtud de la regla
del artículo 334 ya citado, independientemente de la decisión del acusado en orden a
declarar o no. El principio que opera en este caso es que la prueba se rinde en el juicio.
En ningún caso deberían aceptarse tales registros y documentos por el tribunal oral,
aunque se planteen invocando las excepciones de los artículos 331 y 332 del CPP, si las
actuaciones o diligencias de que dan cuenta han sido declaradas nulas.
Tampoco debieran admitirse si en su obtención se han vulnerado garantías
fundamentales, más allá del derecho a guardar silencio, cuestión que debería plantear la
defensa y declararlo así el tribunal, previo debate.

123
Artículo 91 CPP.
124
Artículo 334 CPP.

79
Distinta es la situación si lo que se pretende invocar es parte de la declaración
prestada por el imputado libremente ante el Fiscal o ante el Juez de Garantía, para el sólo
efecto de apoyar la memoria del imputado que ha decidido declarar en el juicio, en cuyo
caso, de estimar que concurren las condiciones que establece el artículo 332 del CPP,
procedería aceptar la lectura del o los párrafos pertinentes con el fin anotado. En caso
contrario, osea si el acusado decide guardar silencio no resulta procedente incorporarlos.
Por último, estimo que procede incorporar tales registros o documentos cuando
todas las partes así lo acordaren, con la aquiescencia del tribunal. Con la salvedad ya
indicada, esto es que las actuaciones o diligencias de que provengan no hayan sido
declaradas nulas previamente o se hayan obtenido vulnerando garantías fundamentales.125

b.- Funcionarios policiales que declaran en juicio acerca de lo expuesto por el


imputado ante ellos.
Si el imputado prestó su declaración ante la policía libremente, en pleno
conocimiento de sus derechos y en presencia de su abogado, en el evento de contar con la
autorización del Fiscal, parece no existir inconveniente para que los funcionarios policiales
declaren en el juicio, como testigos de oídas, respecto de lo que escucharon decir al
acusado, cualquiera sea su actitud en torno al derecho a no declarar durante la audiencia del
juicio.
Para sostener lo anterior debe distinguirse quién es el sujeto que introduce la
información al juicio126 y analizar, además, el contexto o situación en que se ha obtenido la
declaración.
En el caso que nos ocupa, quien informa al tribunal de lo que conoce es el testigo y
no el acusado.
La garantía procesal del acusado de declarar, que constituye su faceta positiva, o de
guardar silencio, en su aspecto omisivo, parece no tener el alcance de impedir que otra

125
Artículos 331 letra b) y 334 inciso final del CPP.
126
El profesor argentino Alberto Binder en su libro “Introducción al Derecho Procesal Penal”, Editorial Ad-
hoc, Buenos Aires, 2ª edición actualizada y ampliada, sostiene que este problema pasa por el sujeto que
ingresa la información a juicio. Dice que “El imputado está protegido por el derecho a no declarar contra si
mismo respecto de todo ingreso de información que él, como sujeto, pueda realizar. Nadie puede obligarlo a
ingresar información que lo perjudica y, en consecuencia, él desee retener”. Concluye “Este criterio, basado
en quién es el sujeto que ingresa efectivamente la información, permite distinguir los casos en que el
imputado está amparado por esta garantía de aquellos en que no lo está”. Página 184.

80
persona declare en el juicio acerca de lo que le escuchó decir, después de haber renunciado
voluntariamente en la fase de instrucción o intermedia a su derecho a guardar silencio.
Otro tema es la ponderación que el tribunal efectuará de la prueba así rendida, para
lo cual deberá tener presente la credibilidad del testigo y la credibilidad de ese testimonio
de oídas.
El tribunal debe tener en cuenta al decidir el contexto en que se gestó la actividad
persecutoria, debiendo la parte acusadora probar concluyentemente que en ese momento le
fue advertido su derecho a guardar silencio y que efectivamente el imputado entendió el
alcance y significado del mismo. Tales precauciones son especialmente relevantes en esta
etapa inicial de aplicación del nuevo sistema procesal penal, toda vez que el ciudadano
común todavía no ha internalizado los principios del mismo y los derechos que le asisten.
Durante esta fase de aplicación del nuevo modelo los órganos estatales a cargo de la
cautela de garantías deben ser más celosos y cerciorarse que las personas imputadas han
podido entender sus derechos, en caso contrario ejercer sus facultades conservadoras
anulando y excluyendo aquellas actuaciones que son vulneratorias de garantías.

C.- Declaración de un testigo, no policía, que escuchó al imputado referirse al


hecho por el cual se le juzga.
Por las mismas razones expuestas precedentemente y por no existir en este caso una
obligación del interlocutor respecto de la vigencia de los derechos procesales del imputado,
estimo que no existe inconveniente que un tercero declare en el juicio lo que escuchó decir
al acusado respecto del ilícito de que se trata.
La información es introducida al juicio por ese tercero y no por voluntad del
acusado.
El juez oral de Temuco Juan Angel Muñoz López ha afirmado que en estos casos es
preciso hacer una distinción básica: “...si el declarante es o no un agente del estado, un
funcionario involucrado en la persecución estatal”. Agrega que “...no es posible exigir, de
un mismo modo, el respeto de garantías individuales por parte de los particulares que de
agentes del estado involucrados en la labor de persecución estatal. De hecho, la normativa
procesal penal no es más que un catálogo de restricciones al ejercicio del poder punitivo

81
del Estado, que tiene por fin asegurar el respeto de las garantías individuales de los
ciudadanos..”.127
Además, si está permitido que un coimputado declare acerca de lo que sucedió y
escuchó decir al acusado, con mayor razón podrá hacerlo un tercero no involucrado en el
hecho. En ambos casos la información que ingrese al juicio lo es por voluntad de una
persona distinta al acusado que ha decidido callar.
Es más, si ese testigo o coimputado no llegan a la audiencia por causa imputable al
acusado, puede el tribunal acceder a dar lectura a los registros en que constaren sus
anteriores declaraciones.128
Igual que el caso anterior el tribunal ponderará el valor probatorio de esos testigos
de oídas de acuerdo a las reglas de la sana crítica.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal debe cautelar el respeto de la garantía en
comento, de modo que si estima que ella ha sido vulnerada o afectada, excluya esa prueba
antes de ser rendida, o si permitió su incorporación la desestime en la sentencia, o sancione
la afectación del derecho mediante la asignación de un menor valor probatorio.

5.8.- Seguimiento del juicio por el Tribunal.


El Juez Presidente de la sala debe velar porque se respeten durante la audiencia los
principios del juicio oral y público. Por ello deberá obtener que todo el material probatorio
que presenten las partes sea incorporado de alguna de las formas que la ley señala,
adquiriendo el tribunal su convicción por la apreciación personal que han efectuado de la
prueba.129
Como las partes, o a lo menos el Fiscal, plantean al inicio del debate su teoría del
caso, sucede que el tribunal efectúa un seguimiento de la audiencia concordante con la
versión de los hechos que los litigantes han puesto dentro de su competencia.
El ente acusador debe tener presente que la redacción de su acusación contiene
sendas promesas que no puede dejar de cumplir. En efecto, si un Fiscal pretende obtener

127
En trabajo denominado “Algunas reflexiones en torno al derecho a guardar silencio”, publicado en la
página web “justiciacriminal.cl”.
128
Artículo 331 letra c) del CPP.
129
Oralidad e Inmediación.

82
una sentencia condenatoria, debe proporcionar al tribunal el material probatorio suficiente e
idóneo destinado a establecer cada uno de los hechos contenidos en la acusación.
La defensa, por su parte, tiene fundamentalmente dos opciones: a) Asilarse en el
estado de inocencia de su representado, aseverando que la prueba de la acusación es
insuficiente. Pretenderá, entonces, desvirtuar la prueba de cargo, a través del contraexamen
y mediante la presentación de pruebas de refutación; y b) Plantear una versión de los
hechos alternativa, distinta a la del Ministerio Público, en cuyo caso tiene la obligación de
probar los hechos en que la funda.
Cada uno de los jueces del tribunal debe estar atento a lo que sucede en la audiencia,
de modo que todos sus sentidos le permitan percibir el mensaje de los litigantes y la
información contenida en la prueba.
La inmediación permite al juez ponderar la credibilidad y verosimilitud de una
prueba no sólo por su contenido, sino también por la forma en que se rinde e incorpora. Por
ejemplo en la declaración de un testigo factores como la actitud del mismo, si está nervioso
o tranquilo, si es certero o duda, si se demora al contestar, si esquiva la vista, entre otros,
pueden incidir directamente en su credibilidad. Otro tanto ocurre con la actividad inductiva
del litigante que, a través de gestos o preguntas prohibidas, intenta conducir más allá de lo
permitido las declaraciones de sus testigos.
En uno de los juicios que me correspondió presidir declaraba un policía acerca del
procedimiento investigativo, especialmente respecto de las primeras diligencias, al referirse
a las características de un testigo presencial el Fiscal le consultó si era capaz de reconocer
en la audiencia a esa persona, individuo que efectivamente se encontraba sentado en una de
las bancas de la sala, el policía recorrió con su vista a todos los asistentes y no contestó, al
volver a mirar la persona a quien se refería el Fiscal comenzó a señalarse a si mismo con
una de sus manos, al verlo el policía manifestó que sí podía reconocerlo y lo indicó.
Evidentemente, al apreciar tal situación el tribunal instruyó a la persona que había sido
reconocida para que, en lo sucesivo, dejara de hacer movimientos inductivos, de otro modo
sería sacado de la audiencia, y en lo que respecta a la apreciación de esa prueba quedaron
serias dudas acerca de la credibilidad del testigo policía.
Aspectos fundamentales para el buen desarrollo de una audiencia de juicio oral y el
adecuado seguimiento del mismo son la continuidad y la concentración. Cada receso genera

83
desconcentración, saca a los jueces del tema a que están avocados y los obliga al regreso a
realizar el esfuerzo intelectual de concentrarse nuevamente en el asunto sometido a su
decisión. Por ello parece conveniente efectuar el mínimo de recesos, limitándolos a los
estrictamente necesarios.
La audiencia puede ser suspendida por el tribunal hasta por dos veces y sólo por
razones de absoluta necesidad. El tiempo de la suspensión dependerá del motivo de la
misma, pero no podrá exceder de diez días, pues de ser así el tribunal deberá decretar la
nulidad de lo obrado y ordenar su reinicio. Al reanudar la audiencia se efectuará un breve
resumen de los actos realizados hasta ese momento.130
Se trata entonces de una facultad del tribunal y no de un derecho de los
intervinientes.
Constantemente se producen en la audiencia situaciones donde colisionan derechos
de los intervinientes o principios del sistema. Así por ejemplo la observancia del principio
de la publicidad, que permite la libre asistencia de los ciudadanos a los juicios y la
posibilidad de entrar y salir de la sala, generan en el tribunal un efecto negativo en la
concentración necesaria que requiere la inmediación.
Do otro lado, puede suceder que la actitud de un litigante, que objeta y se opone a
todo lo que realiza su contraparte, esté obstaculizando la realización eficaz del juicio, en ese
caso el tribunal, a través de su juez presidente, puede instruir al abogado para que no haga
un uso abusivo de su derecho.
De lo anterior se desprende la importancia de la dirección del debate, el juez
presidente y el tribunal deben tratar de obtener la justa medida del ejercicio de tales
derechos, y si ello no es posible hacer primar aquél que parece más relevante.

5.9.- La prueba.
Probar significa convencer al juez sobre la certeza de la existencia de un hecho.131
Como veremos más adelante, en virtud del principio de inocencia, todos los hechos
importantes para la decisión judicial deben ser probados, ya sea de un modo directo o a
través de indicios e inferencias. Hacen excepción a esta regla los hechos públicos, notorios

130
Artículo 283, inciso 1°, CPP.
131
Claus Roxin en su obra “Derecho Procesal Penal”. Editores del Puerto, página 185.

84
o generalmente conocidos132, como pueden ser algunos sucesos de la naturaleza, los
acontecimientos históricos relevantes y todos aquellos hechos de los cuales tienen
normalmente conocimiento las personas sensatas o sobre los que ellas se pueden informar
en fuentes confiables.

5.9.1.- Sistema que nos rige.


En el nuevo modelo de justicia penal los hechos y circunstancias pueden ser
probados por cualquier medio, con la salvedad que tales elementos de prueba se produzcan
e incorporen al juicio de conformidad a la ley.133
Los tribunales tienen, también, libertad para apreciar la prueba rendida, sin embargo
el legislador señaló la limitación de que la valoración efectuada no sea contraria a los
principios de la lógica, a las máximas de la experiencia y a los conocimientos
científicamente afianzados.134
Para los efectos de la prueba de la acción civil el Código hace una diferencia en
cuanto a la determinación de la parte que debe probar, disponiendo que esta materia del
“onus probandi” se rige por las normas civiles. En lo demás, esto es procedencia,
oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria se rige por las normas
del CPP. Lo anterior también es aplicable a las cuestiones prejudiciales civiles.135
Sea que le llamemos sana crítica, persuasión racional o de otra manera, sobre el
tribunal pesa la obligación de plasmar en su sentencia los criterios rectores antes
mencionados y justificar de qué manera llega a los hechos que da por establecidos. Dicha
condición legal aleja la posibilidad de una apreciación arbitraria de la prueba rendida.
En virtud del principio de inmediación, que permite al tribunal establecer los hechos
mediante la observación directa de la prueba que se refiere a ellos, y a través de la
aplicación de mecanismos silogísticos, argumentativos o de dialéctica el tribunal puede
hacer una correcta fijación de las premisas y extraer de ellas las consecuencias jurídicas
previstas por el ordenamiento.

132
Artículo 276 inciso 1° CPP.
133
Artículo 295 CPP.
134
Artículo 297 CPP.
135
Artículo 324 CPP.

85
Por ello se ha sostenido que el juicio oral, método cognoscitivo de solución de
conflictos, permite al tribunal adquirir un grado de conocimiento superior, un
convencimiento más puro.136
La posibilidad que se nos brinda en la actualidad de observar y apreciar la prueba de
un modo directo hace que la decisión del tribunal sobre la credibilidad de la misma sea
insustituible.
En la sentencia definitiva dictada por el Tribunal Oral de Angol en la causa rit N° 1-
2001, se expresó con gran claridad lo que comentamos, al sostener que ”los gestos,
actitudes y lenguaje corporal de los testigos, peritos, acusado y de los propios
intervinientes, valen muchas veces tanto o más que las palabras, como consecuencia del
principio de inmediación, la percepción de credibilidad y grado de convicción que logren
dar al tribunal las personas que intervienen en el juicio para sostener las distintas teorías
que la Fiscalía y la Defensoría pretende que el tribunal resuelva, se transmite con la
coherencia del lenguaje verbal y corporal unido consecuentemente a un mecanismo de
valoración de la prueba fundada en la razonada convicción que nos obliga a motivar
nuestras decisiones, no contando y pesando la prueba de acuerdo a los canales formales y
preestablecidos del sistema de la prueba legal y tasada”. Luego agregan “En el juicio oral
los jueces ponderan respecto de los gestos, las actitudes, las expresiones de convicción o
de duda de todas y cada una de las personas que han hablado durante el proceso. Si
habitualmente una frase puede ser interpretada gramaticalmente, demás de una forma, las
interpretaciones de los gestos y modos de los declarantes incorporan al proceso un
universo de elementos a valorar que exceden las meras palabras, han pronunciado frases,
hecho gestos y respondieron preguntas de un modo que el tribunal percibió en todo
momento y luego valoró, con relación al poder convictivo de estos gestos y actitudes”.
La credibilidad es una opción de los juzgadores, por medio de la cual se da fe a un
medio de prueba por sobre otro, y los criterios de preferencia que normalmente se utilizan
obedecen a máximas de la experiencia o sentido común, como son la mayor coherencia,
precisión, contundencia, asertividad, coincidencia y capacidad de percepción.

136
En este sentido artículo publicado en la página web de área jurídica por el profesor de Derecho Procesal
de la Universidad Católica del Norte don Carlos del Río Ferreti, denominado “Consideraciones básicas sobre
el sistema de prueba en materia penal y control sobre el núcleo fáctico mediante recurso de nulidad”.

86
Coincido con lo sostenido por el profesor Carlos del Río Ferreti en el sentido que la
determinación de la credibilidad es un ámbito estrictamente soberano de los jueces de la
causa y debe fundarse en máximas de la experiencia que han de ser válidas y legítimas,
dentro del contexto histórico y jurídico.
De otro lado, la inmediación también mejora la posibilidad de determinar la
verosimilitud o plausibilidad de la prueba, sea que se trate del relato de un testigo, de un
perito o la información que fluya de otros medios.

5.9.2.- Principios y reglas que rigen la prueba.

a.- La Libertad de pruebas.


Como ya vimos la libertad de medios de pruebas y de su valoración constituye la
regla general en esta materia, e implica que cualquier medio idóneo es prueba y cualquier
hecho puede ser probado por cualquier medio. Sin embargo, existen también excepciones,
que no dicen relación tanto con el medio probatorio en sí como con la forma de obtenerlo.
Don Enrique Paillas señala que “hay pruebas que no pueden admitirse en un sistema
judicial moderno, cualquiera que él sea: son el detector de mentiras, el narcoanálisis y la
hipnosis”. Agrega que “..son pruebas que la mayoría de los juristas rechaza por
considerarlas un atentado a la dignidad humana aparte de sus dudosos resultados”.137
En realidad lo que se prohíbe son aquellos medios probatorios que vulneran los
grandes principios del sistema, así como las formas viciadas de conseguirlos.
La ley prohíbe todo método de investigación o de interrogación que menoscabe o
coarte la libertad del imputado para declarar, no puede ser sometido a ninguna clase de
coacción, amenaza o promesa, admitiendo sólo aquella promesa de una ventaja que
estuviere expresamente prevista en la ley penal o procesal penal. Se proscriben
expresamente los métodos que afecten la memoria o la capacidad de comprensión y de
dirección de los actos del imputado, en especial cualquier forma de maltrato, amenaza,
violencia corporal o psíquica, tortura, engaño, o la administración de psicofármacos y la
hipnosis.138

137
La Prueba en el Proceso Penal Oral. Enrique Paillas. Editorial ConoSur Lexis Nexis Chile, página 23.
138
Artículo 195 CPP.

87
El artículo 334 inciso 1º del CPP, con la finalidad de cautelar los principios de
oralidad, inmediación y especialmente la regla de que la prueba se rinde en el juicio,
dispone “que no se podrán incorporar o invocar como medios de prueba ni dar lectura
durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o
actuaciones realizadas por la policía o por el ministerio público”. Esta regla no rige en las
situaciones previstas en los artículos 331 y 332 del mismo Código, que se refieren a la
“Lectura de declaraciones anteriores” y a la técnica de litigación denominada “Lectura para
apoyo de memoria”.139
Por su parte, el inciso 2º del mismo precepto añade que “Ni aún en los casos
señalados se podrá incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas o documentos
que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya obtención se
hubieren vulnerado garantías fundamentales”.
Esta última norma demuestra que los jueces orales tienen también una obligación
cautelar.
Por último, como analizaré más adelante, de la reglamentación del Código se
desprende una distinción de los medios de prueba entre aquellos regulados expresamente y
los que no lo son.
Los medios de prueba no regulados expresamente, son medios aptos para producir
fe como películas cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros
sistemas de reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas, etc. No están
prohibidos, sino que el tribunal debe determinar la forma de su incorporación, adecuándola,
en lo posible, al medio de prueba más análogo.140
El Código reglamenta la forma específica de producir e incorporar en juicio la
prueba y establece los límites genéricos para su apreciación.

139
El apoyo de memoria a que se refiere el artículo 332 no es una excepción a la norma del artículo 329 que
establece que la prueba testimonial y pericial se rinden en forma oral en la audiencia de juicio, sino que se
trata de una forma de demostrar o superar contradicciones o para solicitar las aclaraciones pertinentes. En el
tribunal oral de Talca hemos consensuado ciertos criterios de aplicación de esta norma, y ellos son: a) No es
necesario que el declarante haya terminado su declaración para hacer uso de esta técnica, basta que se haya
producido la contradicción o se requiera la aclaración; b) No puede ser utilizada para salvar olvidos, pues de
este modo se está incorporando derechamente una declaración anterior no rendida en el juicio; y c) El
tribunal debe siempre autorizar el uso de la técnica, exista o no oposición de la contraparte, señalando
determinadamente la o las partes que el declarante o el abogado deben leer.
140
Artículo 323 CPP.

88
A dos años de la implementación gradual del sistema, los tribunales se encuentran
recién desarrollando los estándares y criterios bajo los cuales operará este principio de
libertad de prueba.

b.- La igualdad de partes. Igualdad de armas.


Este derecho propugna que los litigantes deben encontrarse en una posición de
igualdad, disponiendo todos ellos de los medios, recursos y oportunidades necesarias para
que puedan formular sus alegaciones y peticiones, y para que rindan sus pruebas.141
Se trata de un derecho expresamente consagrado en nuestro ordenamiento jurídico,
y en su virtud se prohíbe la discriminación en la ley o en la práctica en cualquier ámbito
regulado y protegido por las autoridades públicas. Esto no significa, sin embargo, que todas
las diferencias de trato sean discriminatorias, sino sólo las que no se basen en criterios
razonables y objetivos. En el ámbito procesal este derecho se traduce en la igualdad de
acceso y trato en los tribunales.
El Tribunal debe asegurar a las partes igualdad de condiciones y posibilidades
dentro del juicio. Este principio es plenamente aplicable en materia probatoria.
El material probatorio que llega a juicio oral ha sido previamente depurado por el
juez de garantía en la audiencia de preparación de la etapa intermedia. Allí se debate el
tema fundamental de la exclusión de prueba.
Uno de los criterios utilizados por los jueces de garantía para determinar la prueba
excluida es precisamente la igualdad de partes o de armas, componente del debido proceso.
Al tribunal oral llega la prueba depurada, sin embargo pienso que ello no es
obstáculo para decidir exclusiones durante el juicio, sea a petición de parte o de oficio en
cautela de garantías.
De este modo, si consideramos que los jueces sólo pueden valorar en su sentencia
definitiva aquella prueba que ha sido ofrecida, en tiempo y forma, por la parte litigante y

141
Artículos 19 N° 2 y 3 Constitución Política de la República, que asegura a todas las personas “La
igualdad ante la ley” y “La igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos.” ; 8 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, que dispone que durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las garantías mínimas que allí se indican; 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que proclama: “Todas las personas son iguales ante los tribunales y Cortes de Justicia” agregando
luego, en su Art.14.3, “Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad” a las garantías mínimas que allí se indican.

89
luego incorporada válidamente en el juicio, 142 resulta fundamental para la defensa, por
ejemplo, el cumplimiento de la obligación que asiste a la Fiscalía de registrar oficialmente
la investigación y, luego de acusar, poner dicha información a disposición del acusado. Sólo
de esa manera puede la defensa preparar el contraexamen de los testigos de la contraria y
presentar, por su parte, prueba de refutación. Si no lo hace, estimo que la prueba que
pretenda rendirse de esa manera debe ser excluida, por afectación de la igualdad de partes y
del derecho de defensa.

c.- Oportunidad para incorporar la prueba: Principio de Inmediación.


La inmediación importa que el Juez debe elaborar la sentencia de acuerdo con las
impresiones personales que obtiene del acusado y de los medios de prueba.143
Nuestro ordenamiento establece que la prueba que ha de servir de base a la
sentencia debe rendirse durante la audiencia de juicio oral, salvas las excepciones
expresamente previstas por la ley.144
Son las partes las que determinan el orden en que rendirán su prueba, limitándose el
Código a señalar que primero se recibirá la prueba de la acusación y de la demanda civil y
luego la prueba ofrecida por el acusado y su defensa.145
Lo anterior significa que los litigantes son libres para determinar la oportunidad de
incorporar sus pruebas, según lo estimen conveniente, con la lógica advertencia que no
deben olvidarse de hacerlo. Del mismo modo son libres para no presentar o incorporar a
juicio una o más de sus pruebas.
Concluida su oportunidad para rendir prueba precluye su derecho por consumación
del acto procesal. Si se trata del Fiscal, ello ocurrirá cuando el tribunal disponga recibir la
prueba de otro de los litigantes y tratándose de la defensa, precluirá su derecho a rendir
prueba en la audiencia cuando el tribunal dé paso al trámite siguiente, esto es los alegatos
de clausura.
Para la exhibición y reconocimiento de los objetos y evidencias materiales en
conexión con la testimonial o pericial estimo necesario que previamente el testigo o perito

142
Artículo 296 CPP.
143
En este sentido el profesor Claus Roxin en su obra “Derecho Procesal Penal”. Editores del Puerto, página
102.
144
Artículo 296 CPP.
145
Artículo 328 CPP.

90
describa, en forma mínima y adecuada, la evidencia material. De otro modo, se corre el
riesgo que a través de la previa exhibición del mismo se induzca el testimonio.

d.- Forma de rendir la prueba.


Como ya vimos el Código reglamenta sólo la forma de rendir algunos medios de
prueba y respecto de los otros, dispone que su incorporación se adecue al medio de prueba
más análogo.
Veremos a continuación los medios de prueba expresamente reglamentados.

d.1.- Testimonial.
La prueba por excelencia en el juicio oral está constituida por el testimonio,
ampliamente concebido, como declaración de un testigo, perito o la víctima, en su doble
estatus de testigo e interviniente.
La declaración del acusado se rige en parte por las mismas normas, pero no se trata
de un testigo.
La inmediación y la posibilidad de examen y contraexamen que buscan determinar
la credibilidad del testigo y del testimonio han reperfilado la prueba testimonial, cuyo
descrédito era notorio en el antiguo sistema.
Para que las partes puedan servirse de la prueba testimonial en juicio es preciso que
la ofrezcan oportunamente, que individualicen adecuadamente a los testigos y señalen los
puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones. Sólo de ese modo la contraparte se
encontrará en condiciones de contraexaminar al testigo y refutar sus dichos.
Persisten las obligaciones de los testigos de comparecer y declarar verazmente 146. Si
han sido citados legalmente y no comparecen pueden ser apremiados y si compareciendo se
niegan a declarar pueden ser sancionados por desacato.147
Se mantiene la excepción a la obligación de comparecencia para ciertas personas, en
razón de la dignidad de sus cargos o condición148, disponiendo para ellos una especial forma
de declaración.149

146
Artículos 298 y 306 CPP.
147
Artículo 299 CPP.
148
Artículo 300 CPP.
149
Artículo 301 CPP.

91
También se encuentran exceptuadas de declarar el cónyuge o el conviviente del
imputado, sus ascendientes o descendientes y algunos de sus parientes colaterales por
consanguinidad o afinidad, su pupilo o su guardador, su adoptante o adoptado. El tribunal
antes de comenzar la declaración debe informarlos acerca de su facultad de abstenerse. Si
han accedido a declarar, pueden en cualquier momento retractarse.150
Otra excepción a la obligación de declarar está constituida por las razones de
secreto, pero únicamente en lo que se refiere a dicho secreto. Si han sido relevados de su
deber de secreto, no pueden los testigos invocar esta excepción.151
En virtud del principio de no autoincriminación, los testigos pueden negarse a
responder las preguntas cuya respuesta pudiere acarrearles peligro de persecución penal o
incriminar a alguno de los parientes mencionados en el artículo 302 inciso 1º.152
No existen testigos inhábiles, sin embargo los litigantes pueden dirigir al testigo
preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella.153
Si un abogado litigante logra establecer en juicio que un testigo de la contraria no es
digno de crédito, en razón de sus condiciones personales, como pueden ser condenas
anteriores por falso testimonio o evidente interés, normalmente ello influirá en la
ponderación de sus dichos, restándole asimismo verosimilitud a lo que declare. Sin
embargo, pienso que si los dichos de tal testigo son absolutamente concordantes con otros
testimonios y elementos de convicción y su capacidad de captar lo que declara se encuentra
avalada por otras pruebas, puede el Tribunal darle valor, no obstante sus condiciones
personales.
Por razones de protección del testigo, los menores de edad sólo serán interrogados
por el juez presidente, debiendo los abogados litigantes dirigir las preguntas por su
intermedio.154
Antes de declarar los testigos y peritos no pueden comunicarse entre sí, ni ver, oír ni
ser informados de lo que ocurriere en la audiencia.155
En un juicio ante el tribunal oral de Curicó, durante la mañana alcanzó a declarar
sólo uno de los peritos de la Fiscalía, después del mediodía el tribunal hizo un receso. La
150
Artículo 302 CPP.
151
Artículo 303 CPP.
152
Artículo 305 CPP.
153
Artículo 309 inciso 1º CPP.
154
Artículo 310 CPP.
155
Artículo 329 inciso final CPP.

92
Fiscalía solicitó se autorizara al resto de sus peritos para salir a almorzar, durante el
almuerzo se comunicaron y hablaron acerca del juicio el perito que ya había declarado con
otro que no lo había hecho. Luego al reanudar la audiencia el defensor, en conocimiento de
esta situación, se opuso a que declarara el segundo perito por infracción de esta obligación
legal, el tribunal accedió a ello.
Durante la audiencia los testigos y peritos deben ser interrogados personalmente. Su
declaración personal no puede ser sustituida por la lectura de los registros en que constaren
anteriores declaraciones o de otros documentos que las contuvieren, sin perjuicio de lo
dispuesto en los artículos 331 y 332 del CPP.156
El Juez Presidente debe identificar al testigo o perito y ordenar que preste juramento
o promesa de decir la verdad.
La declaración de los testigos se sujeta al interrogatorio de las partes. Los
interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido la
respectiva prueba, en cuyo caso se habla de examen, y luego, por las restantes. El
interrogatorio de la parte contraria se denomina contraexamen. Finalmente, los miembros
del tribunal podrán formular preguntas al testigo con el solo fin de aclarar sus dichos.157
El proceso penal se compone de una tríada con, a lo menos, dos litigantes o
adversarios y un tribunal independiente e imparcial. Uno de los litigantes es el órgano
estatal a cargo de la persecución penal y sostenedor de la acusación, actúa en el juicio
representado por el respectivo Fiscal y su obligación es convencer al tribunal, más allá de
toda duda razonable, que se ha cometido un delito y que el acusado es responsable
penalmente. En esta estructura auténticamente adversarial, en la producción de la prueba e
introducción de la información a juicio, a los jueces les corresponde un papel
fundamentalmente pasivo, de receptores de la información.
De lo anterior fluye la obligación para el tribunal de no interferir en la introducción
de esa información y sólo se le faculta legalmente para controlar que la incorporación de
los medios de prueba se efectúe con las solemnidades legales en cautela de los grandes
principios del litigio, y excepcionalmente hacer preguntas a testigos, peritos y al acusado (si
desea declarar como mecanismo de defensa), con el sólo fin de aclarar sus dichos.

156
Artículo 329 inciso 1º CPP.
157
Artículo 329 incisos 2º, 3º y 4º del CPP.

93
Los testigos deben dar razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales
declaran, expresando si los hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le
fueren conocidos o si los hubiere oído referir a otras personas.158
La regla precedente distingue entre testigos oculares directos, que declaran sobre los
hechos que han observado y los hallazgos que han encontrado; testigos oculares que,
además, deducen otros hechos a partir de lo que observaron o encontraron; y los testigos de
oídas.
Respecto del segundo tipo de testigos, esto es los que efectúan deducciones, se
suelen objetar las preguntas que piden conclusiones del testigo bajo el argumento que los
testigos declaran únicamente sobre hechos. La parte que los presenta normalmente defiende
la pregunta sobre la base de la norma del artículo 309 inciso final del CPP.
El conflicto planteado no parece ser un tema de interrogatorio prohibido, sino más
bien una cuestión de ponderación del valor probatorio de ese testimonio, en razón de los
conocimientos que asisten al testigo para efectuar las deducciones que expone.
No creo que exista problema para admitir una conclusión de un testigo, si ella se
basa en antecedentes que observó y en máximas de la experiencia. Distinta es la situación si
la conclusión del testigo requiere necesariamente de conocimientos científicos o técnicos,
en cuyo caso esa conclusión sólo resulta procedente si proviene de un perito de la ciencia,
arte u oficio respectivo.
De otro lado, que el testigo deba dar razón circunstanciada de los hechos sobre los
cuales declara, no significa que se encuentre autorizada la expresión de meras opiniones o
conjeturas que no tienen por finalidad aclarar si los hechos los presenció, o si los dedujo de
antecedentes que le fueren conocidos, o si los oyó referir a otras personas.
En cuanto a los métodos de interrogación, el nuevo Código establece la prohibición
de efectuar algunas preguntas, distinguiendo el examen directo del contraexamen. Así la
parte que presenta a un testigo o perito no puede en el examen directo formular preguntas
sugestivas, esto es interrogaciones que en su planteamiento contienen la respuesta o la
sugieren. Sin embargo, este tipo de preguntas están permitidas en el contraexamen.159
En ningún caso se admitirán preguntas engañosas, coactivas, ni confusas.160

158
Artículo 309 inciso final CPP.
159
Artículo 330 inciso 1º CPP.
160
Artículo 330 inciso 3º CPP.

94
Como la ley no entrega el contenido de estas prohibiciones, corresponde a los
actores del sistema ir dándole sustancia a ellas. De la experiencia obtenida y de acuerdo al
lenguaje comúnmente aceptado puedo afirmar, por ahora, que las preguntas engañosas son
las que inducen a error, también se les llama capciosas y comprenden, además, las
repetitivas cuando persiguen ese fin. Las preguntas coactivas son las que contienen fuerza o
violencia para obligar que el testigo diga algo. Y las preguntas confusas, son las que no se
entienden e inducen a error.
Lo que subyace detrás de estas prohibiciones es el principio de litigación de buena
fe.
Por último, recordemos que el juez presidente tiene facultad para controlar la
pertinencia y conducencia del debate, de lo que resulta otra pregunta prohibida o
inadmisible, cual es la pregunta impertinente o inconducente 161, vale decir aquella que se
aparta del objeto del juicio y específicamente del punto respecto del cual ha sido citado a
declarar el testigo.
En el tribunal oral de Talca hemos consensuado que el control de pertinencia de las
preguntas no alcanza a aquellas interrogaciones que buscan asentar o atacar la credibilidad
del testigo.
La forma de impedir la realización de preguntas prohibidas en el juicio oral es a
través del incidente de objeción. Se trata de la oposición fundada de uno de los litigantes a
la formulación de una interrogación y persigue que el testigo o perito no conteste.
Los litigantes deben estar sumamente atentos al momento en que la contraria efectúa
el examen directo o contraexamen, pues si se demora en plantear la objeción y el testigo
contesta la pregunta, supuestamente prohibida, habrá precluido su derecho a oponerse.
El incidente comienza con la manifestación de la objeción, que debe ser
mínimamente fundada, y concluye con la evacuación del traslado por la contraria.
Normalmente el tribunal abre debate y da traslado, en cuyo caso al resolver no procede el
recurso de reposición. En cambio, si el tribunal ha decidido la objeción sin abrir debate
estimo que dicho recurso es procedente, no obstante la declaración genérica de
improcedencia de recursos contenida en el artículo 290 del CPP. Para ello considero que
debe hacerse primar por especialidad la norma del artículo 363 del mismo Código.

161
Artículo 292 inciso 1º CPP.

95
Puede el litigante reformular la pregunta objetada, terminando de ese modo el
incidente.
Además de las preguntas prohibidas que he mencionado precedentemente en la
práctica los litigantes utilizan otras distintas basadas en la experiencia anglosajona, así por
ejemplo se han objetado preguntas de opinión, otras por argumentativas y por encubiertas.
Si bien no tienen un fundamento legal específico, estimo que el tribunal podrá aceptarlas o
rechazarlas según si vulneran o no los grandes principios del litigio oral.
Con relación a lo anterior debemos tener en cuenta que el sistema chileno difiere del
sistema norteamericano, donde es el jurado quien soberanamente determina los hechos. Por
ello, a través de las reglas de objeciones se busca evitar que los miembros del mismo,
personas legas, se impresionen o impacten con preguntas prohibidas. En Chile, en cambio,
él o los juzgadores son jueces profesionales, por lo que existe menor posibilidad de
influenciarlos con preguntas no permitidas.
En nuestro país los testigos de oídas están expresamente permitidos, a diferencia de
lo que ocurre con el sistema norteamericano.
Continuando con las reglas del interrogatorio, en el contraexamen, las partes pueden
confrontar al perito o testigo con sus propios dichos u otras versiones de los hechos
presentadas “en el juicio”.162 Lo mismo se aplica respecto del acusado que se allanare a
prestar declaración.
Terminada la declaración del testigo éste quedará relevado de su deber de
comparecencia y podrá retirarse del tribunal o permanecer, si lo desea, en la sala de
audiencia como público. Sin embargo, a solicitud expresa de alguna de las partes, el
tribunal podrá autorizar un nuevo interrogatorio de los testigos o peritos que ya hubieren
declarado en la audiencia.163
d.2.- Pericial.
La prueba pericial procede en los casos que la ley determina y siempre que para
apreciar algún hecho o circunstancia relevante de la causa sean necesarios o convenientes
conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.164

162
Artículo 330 inciso 2º CPP.
163
Artículo 329 inciso 5º del CPP.
164
Artículo 314 inciso 2º del CPP.

96
Así sucede en los delitos contra la libertad sexual donde se exigen los
reconocimientos, exámenes médicos y pruebas biológicas conducentes a acreditar el hecho
punible e identificar a los partícipes.165 También ocurre lo mismo en los delitos contra la
vida e integridad física de las personas, donde son fundamentales los informes periciales
tanatológicos y médicos.166
La parte que desee presentar prueba pericial en juicio debe ofrecer este medio
oportunamente. En el caso del Fiscal debe hacerlo junto a la acusación escrita,
individualizando al perito e indicando sus títulos y calidades 167; el querellante debe hacerlo
junto a la acusación particular o adhesión a la acusación, en los mismos términos 168; y la
defensa puede hacerlo por escrito antes de la audiencia de preparación o verbalmente en la
misma audiencia, con iguales indicaciones que los otros intervinientes.
Por razones de igualdad de armas y posibilidad de contradicción, las partes deben
llevar y entregar los informes periciales escritos y los comprobantes que acreditan la
idoneidad profesional del perito a la audiencia de preparación 169, pues sólo de este modo los
otros litigantes se encuentran en condiciones de preparar el contraexamen y su eventual
refutación. Sin embargo, recordemos que la prueba pericial en el juicio oral está constituida
por la declaración personal del perito170.
El juez de garantía determinará la prueba que se rendirá en el juicio oral,
señalándola expresamente en el auto de apertura.171 Admitirá los informes si considera que
los peritos otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo, pudiendo limitar su
número cuando resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.172
El informe pericial debe emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de
la ciencia o reglas del arte u oficio que profesa el perito 173 y debe contener la descripción
de la persona o cosa que fue objeto de él, del estado y modo en que se hallaba, la relación

165
Artículo 198 CPP.
166
Artículos 199 y 200 CPP.
167
Artículo 259 incisos 1 º letra e) y 2º del CPP.
168
Artículo 261 letra c) CPP.
169
Artículos 314 inciso 1º y 315 inciso 1º del CPP.
170
Artículo 329 inciso 1º del CPP.
171
Artículo 277 letra e) del CPP.
172
Artículo 316 inciso 1º CPP.
173
Artículo 314 inciso final CPP.

97
circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y finalmente las
conclusiones a que llegó174.
La declaración de los peritos en juicio debe ser personal y no puede sustituirse por
la lectura de registros en que constaren anteriores declaraciones o de otros documentos que
las contuvieren, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 331 y 332. 175 En lo demás, se
aplican supletoriamente las normas establecidas para la declaración de los testigos.176
Al inicio de su declaración los peritos deben exponer brevemente el contenido y
conclusiones de su informe, y a continuación son interrogados por las partes.
Durante el primer año de vigencia del sistema en nuestra región, la forma de rendir
la prueba pericial ha generado varios conflictos, merecen destacarse los siguientes:

 Forma de ofrecer la prueba pericial. Algunos Fiscales separan el informe pericial


escrito, que ofrecen como documento, de la comparecencia efectiva del perito a
declarar. Ello produce problemas en la audiencia, pues al momento de rendir
efectivamente la prueba pretenden la incorporación del informe como documento.
En Talca hemos acordado no aceptar dicha práctica y si bien recibimos
materialmente el informe, éste no se lee por estimar que la prueba está constituida
por la declaración del perito, tampoco se valora aparte.

 Prueba pericial sin informe escrito. En virtud del mismo razonamiento ya


expuesto se ha aceptado que peritos declaren en juicio, aún cuando la parte
respectiva no ha incorporado el peritaje escrito.

 Fotografías que se exhiben junto con el peritaje. Ha sido frecuente el uso de


apoyo gráfico por parte de algunos peritos, para un mejor entendimiento de la
pericia. Se ha discutido la forma de introducir esas fotografías: como parte de la
pericia o como prueba independiente177, en este último caso la parte debió ofrecerla
oportunamente y deberá incorporarla expresamente, en forma separada o en
conexión con otra prueba.
174
Artículo 315 CPP.
175
Artículo 329 inciso 1º CPP.
176
Artículo 319 inciso 1º CPP.
177
Como otro medio de prueba no regulado expresamente, artículo 323 CPP.

98
d.3.- Documental.
La prueba documental es aquella que se produce por medio de documentos y
documento es todo escrito en que se consigna un hecho.178
Se ha dicho también que los documentos son instrumentos escritos de cualquier
clase que tienen un contenido ideológico, en otras palabras, manifestaciones representadas
por caracteres, no importa sobre qué sustrato material.179
Se comprenden tanto los documentos públicos como privados. Los primeros son
aquellos autorizados con las solemnidades legales por el competente funcionario 180, y los
segundos son aquellos que dejan constancia de un hecho sin solemnidad legal alguna.181
El valor probatorio del documento, sea éste público o privado, lo apreciará el
tribunal libremente, dentro de los parámetros de la sana crítica, incidiendo en dicha
ponderación su origen, la certeza de los hechos de que da cuenta y su concordancia con
otros elementos de convicción.
La parte que desee rendir prueba documental debe ofrecerla oportunamente, de
modo que el tribunal oral sólo permitirá introducir a juicio aquellos documentos que
aparezcan mencionados dentro de las pruebas en el auto de apertura.
En la audiencia misma los documentos deben ser leídos íntegramente y exhibidos,
con indicación de su origen. Sin perjuicio de ello el tribunal podrá autorizar, con acuerdo de
las partes, la lectura extractada o parcial del documento, cuando ello pareciere conveniente
y se asegurare el conocimiento de su contenido.182
En razón de la oralidad e inmediación se prohíbe incorporar o invocar como medios
de prueba ni dar lectura durante el juicio oral, a los registros y demás documentos que
dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas por la policía o el ministerio público.
Del mismo modo se prohíbe incorporar como medio de prueba o dar lectura a actas
o documentos que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas, o en cuya
obtención se hubieren vulnerado garantías fundamentales.183

178
Manual de Derecho Procesal. Mario Casarino Viterbo. Tomo IV. Editorial Jurídica de Chile. Página 93.
179
En este sentido el profesor Claus Roxin en su obra “Derecho Procesal Penal”, página 246.
180
Artículo 1698 inciso 2º del CC.
181
Artículo 1699 inciso 1º del CC.
182
Artículo 333 CPP.
183
Artículo 334 CPP.

99
Además, no está permitido invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba
al juicio oral ningún antecedente que diga relación con la proposición, discusión,
aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una suspensión condicional del
procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación de un procedimiento
abreviado.184
Desde el punto de vista del principio contradictorio se han cuestionado documentos
que no permiten a la contraria ejercer la posibilidad de refutarlos, por ejemplo una carta
escrita antes de los hechos por una persona que no declara en juicio.
Tal vez el camino sea solicitar su exclusión en la audiencia de preparación, y si ello
no resulta solicitar al tribunal oral se desestime como prueba o se le reste valor probatorio.

d.4.- Los Objetos.


Cuando hablamos de objetos en materia probatoria, nos referimos a aquellos que al
parecer sirvieron a la comisión del hecho investigado, los efectos del delito y la evidencia
material, normalmente recogidos desde el sitio del suceso o con ocasión de la investigación.
Desde su recolección o incautación tales objetos deben ser debidamente custodiados
por el Ministerio Público para asegurar su integridad y conservación.
Los actos materiales ejecutados por los funcionarios policiales y luego por el
Ministerio Público para evitar la alteración de los objetos se denomina “cadena de
custodia” y comprende, además del cuidado debido, el registro de los movimientos de los
objetos y la identificación de las personas que hubieren sido autorizadas para reconocerlas
o manipularlas.185
En la práctica se adosa al objeto un documento donde se registran los movimientos.
La incorporación a juicio de tal documento no es un tema pacífico, desde ya si el
Fiscal lo ofrece dentro de la prueba documental se arriesga a que la contraria pida su
exclusión fundada en la prohibición establecida en el artículo 334 del CPP. Al contrario, si
no la ofrece en su oportunidad, y por ende, no figura en el auto de apertura corre el riesgo
que la contraparte se oponga a su incorporación por esa circunstancia.

184
Artículo 335 CPP.
185
Artículo 188 CPP.

100
En el tribunal oral de Talca se ha ido asentando el criterio de considerar a dicho
papel como un accesorio de la evidencia material que no es necesario ofrecer como prueba
independiente, sino que forma parte del objeto mismo.
Estimo que la regularidad en el manejo de los objetos, desde su recolección hasta su
incorporación en juicio, sólo debe ser probada por el ente acusador cuando la defensa
levante un punto sobre el particular, y lo que debe probarse es la adecuada ejecución de los
actos materiales de custodia que aseguren la integridad y conservación de la evidencia.
Los objetos en análisis deben ser ofrecidos oportunamente y, luego, considerados en
el auto de apertura. Una vez en el juicio deben ser exhibidos y podrán ser examinados por
las partes186.
Si los objetos se incorporan por el litigante respectivo en conexión con sus testigos
y peritos, podrá solicitar que los reconozcan o se refieran a su conocimiento de ellos.
En este último caso y desde la perspectiva de juez oral, creo que previamente el
objeto debe ser mínimamente descrito, pues de otro modo, el reconocimiento con la sola
exhibición parece inductivo.

d.5.- Otros medios de prueba.


Dentro de los medios de prueba no regulados expresamente se encuentran las
películas cinematográficas, fotografías, fonografías, videograbaciones y otros sistemas de
reproducción de la imagen o del sonido, versiones taquigráficas y, en general, cualquier
medio apto para producir fe. El tribunal debe determinar la forma de su incorporación,
adecuándola, en lo posible, al medio de prueba más análogo.187
Luego el Código complementa la forma de incorporación de estos medios de prueba
al señalar que las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o
cualquiera otro de carácter electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la
audiencia por cualquier medio idóneo para su percepción por los asistentes.
El tribunal podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la reproducción parcial o
resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se
asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos al

186
Artículo 333 CPP.
187
Artículo 323 CPP

101
acusado, a los peritos o testigos durante sus declaraciones, para que los reconocieren o se
refirieren a su conocimiento de ellos.188
El litigante que desee incorporar estos medios de prueba a juicio debe coordinar en
forma previa con el tribunal oral la forma de reproducción idónea y los medios con que
debe contar para ello.
En Talca los jueces presidentes de las salas citan a los abogados litigantes antes del
juicio para coordinar estos aspectos y para consensuar temas de litigación que permitan
realizar una audiencia más eficaz.

d.6.- Prueba nueva y prueba sobre prueba.


Como ya he ido señalando con ocasión de los distintos medios de prueba, la regla
general nos dice que sólo pueden rendirse en juicio los medios de prueba ofrecidos
oportunamente por los litigantes y que hayan sido debatidos y aceptados por el juez de
garantía en la audiencia de preparación.

Prueba nueva.
Excepcionalmente y a petición de alguna de las partes, el tribunal podrá ordenar la
recepción de pruebas que ella no hubiere ofrecido oportunamente, cuando justificaren no
haber sabido de su existencia sino hasta ese momento.189

Prueba sobre prueba.


Del mismo modo, si con ocasión de la rendición de una prueba surgiere una
controversia relacionada exclusivamente con su veracidad, autenticidad o integridad, el
tribunal podrá autorizar la presentación de nuevas pruebas destinadas a esclarecer esos
puntos, aunque ellas no hubieren sido ofrecidas oportunamente y siempre que no hubiera
sido posible prever su necesidad.190
Para que el tribunal acceda a esta forma excepcional de rendir prueba en juicio
deben cumplirse las siguientes condiciones:
 Que se esté rindiendo una prueba ofrecida en tiempo y forma.

188
Artículo 333 CPP.
189
Artículo 336 inciso 1º CPP.
190
Artículo 336 inciso 2º CPP.

102
 Que se controvierta por alguno de los litigantes la veracidad, autenticidad o
integridad de esa prueba.
 Que el litigante interesado que promueve el incidente ofrezca presentar pruebas
nuevas con el fin de aclarar los puntos anteriores; y
 Que no hubiera sido posible prever la necesidad de presentación de las nuevas
pruebas ofrecidas.

En la causa rit 16-2002 del Tribunal Oral de Talca, los jueces admitieron la prueba
sobre prueba ofrecida por la Fiscalía, consistente en documental para impugnar la veracidad
de los peritos de la Defensa y en definitiva resolvieron: “Que por otra parte, el mismo
Ministerio Público, para desacreditar a las peritos de la Defensa, la Psicóloga y la Asistente
Social, en cuanto a la acuciosidad y profesionalidad en la confección de sus informes, en
especial, al tiempo que dedicaron al acusado para evacuarlo, acompañó un certificado
otorgado por Gendarmería de Chile del Centro de Detención Preventiva de Constitución
que da cuenta de la cantidad de visitas a XXXXXX por cada una de las profesionales y del
tiempo que duró la entrevista, lo que difiere de lo mencionado en estrados, solicitando, de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 336 del Código Procesal Penal, se admita como prueba
documental, porque si bien no se adjuntó en la oportunidad procesal correspondiente, se
dan los supuestos para su autorización, dado que no supieron de su existencia con
anterioridad a la audiencia de preparación de juicio oral. Alegación que se desestima, dado
que ese documento es insuficiente para catalogar la eficiencia o no de las peritos
cuestionadas, ni para medir su profesionalismo, no afectando de ninguna manera el
contenido de sus pericias. A juicio de estos sentenciadores la credibilidad y seriedad de un
perito se mide por otros parámetros, como ser, sus conocimientos en ese arte o técnica,
metodología empleada, tipo de entrevistas, técnicas y test aplicados, etc y un documento de
orden administrativo no la desvirtúa”.

d.7.- Constitución del tribunal en lugar distinto a la sala de audiencias.

103
Cuando lo considerare necesario para la adecuada apreciación de determinadas
circunstancias relevantes del caso, el tribunal podrá constituirse en un lugar distinto de la
sala de audiencias, manteniendo todas las formalidades propias del juicio.191
En nuestra jurisdicción no se ha hecho uso de esta facultad y no conozco casos de
otros tribunales que lo hayan hecho.
En teoría, puede darse esta situación respecto de las personas exceptuadas de la
obligación de comparecer al tribunal, que deben ser interrogadas en el lugar donde ejercen
sus funciones o en su domicilio, en los términos establecidos en el artículo 301 inciso 1° del
CPP.

e.- Estado o Presunción de Inocencia del Acusado.


También llamado indubio pro reo, es aquél en cuya virtud ante la duda se debe
decidir a favor del acusado.
Si bien no es propiamente una regla para la apreciación de las pruebas, pues se
aplica después de finalizada su valoración, incide ciertamente en el tema del peso
probatorio y el estándar de prueba que cada tribunal fijará para la obtención de la
convicción.
En su consagración positiva más directa impone que ninguna persona puede ser
considerada culpable ni tratada como tal en tanto no sea condenada por una sentencia
firme.192
Este principio trasciende el ámbito probatorio e inspira todo el nuevo procedimiento
penal, como se desprende de la lectura atenta de muchas de sus disposiciones, especialmente las
relativas a las medidas cautelares personales. Impone a los Jueces, Fiscales y demás
intervinientes, la obligación de considerar y tratar como inocente al imputado en todos los
actos de investigación y de procedimiento, en tanto no fuere condenado por sentencia firme.
De acuerdo con lo que se ha señalado, si los fiscales del Ministerio Público estiman
que una persona, no obstante el principio de inocencia enunciado, es culpable de un hecho

191
Artículo 337 CPP.
192
Artículo 4 CPP. También se encuentra consagrado en el Art.14.2 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, que dice: “Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley”.
Igualmente, se halla establecido en el Art.8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que
expresa: “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad.”

104
delictivo determinado, se encuentran en la necesidad de demostrar que así lo es, con el objeto
de destruir esta verdadera presunción legal que lo ampara, encaminando la investigación hacia
ese objetivo.
La presunción de inocencia genera importantes consecuencias en el ámbito probatorio, a
saber:
a) Para desvirtuar la presunción de inocencia, se exige siempre una actividad probatoria,
aunque sea mínima. El tribunal deberá valorar esa prueba y decidir si es suficiente para
vencer la presunción legal, más alla de toda duda razonable.
b) Sólo se considera actividad probatoria idónea para desvirtuar la presunción de
inocencia, la que tiene lugar en el acto del juicio oral.193
c) Sobre el imputado no recae ninguna carga de probar su inocencia, sino por el
contrario, ella recae exclusivamente sobre la acusación. Por consiguiente, si no se
produce la prueba de los cargos, se mantiene la presunción de inocencia y debe
procederse a la absolución del acusado.

5.10.- Alegatos finales y cierre del debate.


Concluida la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala otorgará
sucesivamente la palabra al Fiscal, al acusador particular y al defensor, para que expongan
sus conclusiones. El tribunal tomará en consideración la extensión del juicio para
determinar el tiempo que concederá al efecto.194
Acto seguido, se otorgará al Fiscal y al defensor la posibilidad de replicar. Las
respectivas réplicas sólo podrán referirse a las conclusiones planteadas por las demás
partes.
En Talca hemos discutido si el querellante tiene derecho a replicar, si bien el artículo
338 inciso 2° no le concede tal facultad, pienso que en virtud del principio de igualdad
procesal debe dársele esa oportunidad.
Por último se otorgará al acusado la palabra, para que manifieste lo que estime
conveniente. A continuación se declarará cerrado el debate.195

193
Artículos 296 y 340 inciso 2° del CPP.
194
Artículo 338 inciso 1º CPP.
195
Artículo 338 inciso final CPP.

105
Esta es otra oportunidad que tiene el acusado de efectuar su defensa material, a
través de alegaciones y planteamientos.

Importancia de los alegatos de clausura.

El alegato final es la oportunidad procesal que tiene el abogado litigante de efectuar


un resumen de la actividad probatoria desplegada en la audiencia, lógicamente desde la
perspectiva de su teoría del caso.

Es el momento de razonar jurídicamente a la luz de la realidad probatoria del juicio.

La fuerza de la argumentación cobra especial importancia, sin embargo no serán los


conocimientos teóricos ni la lucidez de la exposición los que determinen el sentido de la
decisión, es preciso, además, que exista una íntima relación entre los hechos que se
estiman probados y el derecho que se cree aplicable.

En la práctica, los letrados acusadores analizan la esencia de la prueba rendida y


argumentan a favor de su obtención legítima, su credibilidad y verosimilitud. Señalan
asimismo los hechos que estiman acreditados, relacionando de este modo la prueba con las
proposiciones fácticas, y éstas a su vez con la teoría jurídica. Algunos fiscales y
querellantes intentan también sensibilizar al tribunal exponiendo el dolor, el sufrimiento y
los efectos perjudiciales que el hecho que se juzga ha producido en la víctima. Concluyen
normalmente reafirmando su pretensión punitiva.

Por su parte los defensores, argumentan en contra de la prueba de la acusación, ya


sea por su obtención ilegítima, falta de credibilidad y verosimilitud. Por regla general
solicitan la absolución de su defendido al amparo de su estado de inocencia y la
imposibilidad de que el tribunal llegue al alto grado de convicción que la ley exige para
condenar. Eventualmente, si han sostenido una teoría del caso alternativa argumentarán que
la prueba por ellos aportada permite establecer su distinta versión de los hechos, o a lo
menos, genera una duda razonable que excluye la convicción.

106
Considero que son cualidades de un buen alegato final, la fuerza del discurso, la
convicción con que se expone, el orden y la claridad en el relato, la precisión de los
argumentos y la coherencia entre lo expuesto y lo observado en el juicio.

107
6.- La decisión.

6.1.- La Deliberación y el veredicto.

6.1.1.- Forma de adoptar los acuerdos.


Inmediatamente después de clausurado el debate, los miembros del tribunal que
hubieren asistido a él pasarán a deliberar en privado.196
En la práctica el tribunal acuerda un tiempo estimativo para la deliberación y
redacción de la decisión de absolución o condena y, antes de retirarse de la sala, señala la
hora en que se dará lectura al veredicto.
Por regla general la continuación de la audiencia debe efectuarse en el mismo día de
inicio del juicio y sólo excepcionalmente, cuando ésta se hubiere prolongado por más de
dos días y la complejidad del caso no permitiere pronunciar la decisión inmediatamente, se
faculta al tribunal para prolongar su deliberación hasta por veinticuatro horas, hecho que
será dado a conocer a los intervinientes en la misma audiencia, fijándose de inmediato la
oportunidad en que la decisión les será comunicada. Si el tribunal se excede de estos plazos
se producirá la nulidad del juicio.197
Sólo pueden concurrir a las decisiones del tribunal los jueces que hubieren asistido
a la totalidad de la audiencia del juicio oral. Si no se da esta condición, de presencia
ininterrumpida de los jueces, el juicio y la sentencia son nulos.198
La decisión debe ser adoptada por la mayoría de los miembros de la sala 199. Primero
dará su voto el juez menos antiguo, y continuarán los demás en orden inverso al de su
antigüedad, el último voto será el del Presidente.200
Cuando exista dispersión de votos en relación con una decisión, la sentencia o la
determinación de la pena, si aquella fuere condenatoria, el juez que sostuviere la opinión
más desfavorable al condenado deberá optar por alguna de las otras.

196
Artículo 339 CPP.
197
Artículo 343 incisos 2º y 3º CPP.
198
Artículos 19 inciso 2º del COT y 284 CPP.
199
Artículos 19 y 72 COT.
200
Artículo 84 COT.

108
Si se produjere desacuerdo acerca de cuál es la opinión que favorece más al
imputado, prevalecerá la que cuente con el voto del juez presidente de la sala.201
Si durante la deliberación uno o más jueces consideraren la posibilidad de otorgar a
los hechos una calificación distinta de la establecida en la acusación, que no hubiere sido
objeto de la discusión durante la audiencia, deberán reabrirla, a objeto de permitir a las
partes debatir sobre ella.202
En la decisión se expresará nominalmente qué miembros han concurrido con su
voto a formar sentencia y qué miembros han sostenido opinión contraria.
El voto disidente y la prevención serán redactadas por sus autores.

6.1.2.- Valoración de las pruebas.


Frente al principio de libertad de prueba, el tribunal de juicio oral en lo penal de
Talca, por regla general, no hace mayor cuestión en torno a la producción de los medios
probatorios en juicio, y en el evento de plantearse un tema de exclusión de alguna prueba,
se opta por recibirla de todos modos y, si procede, desestimarla al momento de su
valoración en la sentencia definitiva.
La regla básica en esta materia establece que el tribunal debe producir su convicción
con la prueba rendida durante el juicio, salvas las excepciones expresamente previstas por
la ley, y su incorporación se efectúa del modo que el Código señala.203
Recordemos que la apreciación de la prueba la efectúa el tribunal con libertad, pero
sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
A continuación analizaré estas limitaciones que la ley establece a la libre valoración
de la prueba.

a.- Máximas de la experiencia.


Siguiendo a Stein podemos decir que las máximas de la experiencia son juicios
hipotéticos desligados de los hechos concretos que se juzgan que proceden de la

201
Artículo 19 incisos 4º y 5º COT.
202
Artículo 341 inciso final CPP.
203
Artículos 296 y 340 CPP.

109
experiencia, pero son independientes de los casos particulares de cuya observación se han
inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez para otros nuevos.
Son criterios contingentes y mutables que incluye las definiciones y juicios
hipotéticos provenientes del conocimiento práctico de los hombres, pero también los
conocimientos científicos y técnicos.
Las máximas de la experiencia se pueden utilizar por el tribunal para ponderar la
credibilidad de los medios de prueba y asignarles valor probatorio, como medio
interpretativo de los hechos204 y también permite la fijación de hechos a partir de la prueba
indiciaria, ajustándose en todos los casos el razonamiento del juzgador al sentido común
objetivizable mediante criterios de racionalidad.
El profesor Carlos del Río Ferreti afirma que la objetivación o intersubjetividad de
las máximas de la experiencia, supone una cierta vigencia de criterios que imperan dentro
de una sociedad y que son compartidos por la gran mayoría de sus miembros, dentro de un
contexto.

b.- Principios de la lógica formal.


Los jueces al decidir deben tener en cuenta, también, las reglas del pensamiento
lógico formal.
Veremos, más adelante, que el razonamiento judicial normalmente se describe como
una operación silogística. De modo que la corrección de los procedimientos lógicos
utilizados lleva a razonamientos correctos.
El silogismo utiliza la inferencia o deducción que consiste en la combinación de dos
proposiciones, llamadas premisas, que causan una conclusión como consecuencia de
aquellas.
La combinación de las premisas dependerá del tipo de decisión de que se trate.
Si se trata de una decisión sobre la prueba de los hechos, la premisa mayor estará
constituida por cada una de las proposiciones fácticas que hayan invocado las partes en
apoyo de su teoría del caso, o más específicamente por cada uno de los hechos que forman

204
Los hechos también se interpretan, en tanto admiten énfasis y matices; toda descripción fáctica incluye una
buena dosis de valoración, más aún si se reconoce que los hechos y el derecho, en materia penal se hallan
indisolublemente unidos. Las normas penales describen hechos.

110
cada proposición fáctica y la premisa menor se constituirá por todos los medios de prueba
que se refieran a esa proposición o hecho y que hayan sido aceptados por el tribunal,
finalmente la conclusión estará constituida por la decisión de dar por acreditados o no los
hechos.
Siguiendo a Bennion205, en una decisión interpretativa, que busca determinar el
sentido y alcance de un precepto legal, la premisa mayor estará constituida por el texto
legal y la premisa menor por la situación de hecho. Como pueden existir varias
interpretaciones diferentes del precepto se puede emplear varios mecanismos de la lógica
formal como el silogismo hipotético, el término medio no distribuido o el principio de
contradicción.
En la decisión definitiva o final, la premisa mayor estará constituida por el conjunto
de textos legales que el tribunal estime aplicables al caso y la premisa menor la integrarán
todos los hechos relevantes que los jueces consideran probados. La conclusión será la
decisión de absolución o condena.
Si el razonamiento efectuado no obedece a las reglas de la lógica formal se habla de
razonamientos incorrectos o falacias.
Del análisis de las sentencias definitivas penales se observa el uso de ciertos
razonamientos considerados generalmente como correctos, en razón de su forma, pero que
en el contexto específico del caso que se juzga pueden no serlo, me refiero a los
argumentos a contrario sensu, a simili, a fortiori y a coherentia, entre otros.
Establecida la importancia de la lógica formal en el razonamiento judicial, se
entiende la urgente necesidad de que abogados y jueces nos preparemos adecuadamente en
dicha materia, sólo de este modo evitaremos incurrir en razonamientos incorrectos o
falaces.
Relacionado con el tema que nos ocupa, el profesor Eduardo Galdulfo en una
interesante ponencia presentada al Congreso de Derecho Penal de Valparaíso de Septiembre
de 2002, denominada “La racionalidad como garantía en la argumentación fáctica del
proceso penal”, sostuvo la ineficacia de la inducción como demostración.

205
Citado por el profesor Jorge Streeter Prieto en conferencia denominada “Razonamiento Jurídico”,
presentada en el Congreso sobre “Interpretación, Integración y Razonamiento Jurídico” realizado en Santiago
y Viña del Mar entre el 23 y 25 de Mayo de 1991. Editorial Jurídica de Chile, página 108.

111
c.- Conocimientos científicamente afianzados
Los conocimientos científicos están constituidos por el saber humano proporcionado
por las ciencias exactas y humanas. Se trata de saberes científicos y técnicos más o menos
generalizados, comunes y compartidos como verdaderos por la gran mayoría de las
personas que profesan una disciplina y que por regla común son también conocidos de un
modo general por los legos en la materia.
Si bien las leyes de las ciencias han variado junto con la evolución del hombre, en
cada época existen ciertos conocimientos que se estiman consolidados, que corresponden a
lo que Aristóteles denominaba cosas verdaderas o primordiales, a partir de las cuales se
pueden desprender silogismos categóricos, demostraciones.
Por ejemplo los conocimientos científicamente afianzados nos dicen que una
persona se encuentra muerta cuando se constata la abolición total e irreversible de todas las
funciones encefálicas.206
Una proposición contraria a los conocimientos científicamente afianzados será falsa.

6.1.3.- La Convicción.
La ley establece que nadie puede ser condenado por delito sino cuando el tribunal
que lo juzgue adquiera, más allá de toda duda razonable la convicción de que realmente se
hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido
al acusado una participación culpable y penada por la ley.207
Se ha impuesto legislativamente un parámetro que constituye un criterio
intersubjetivo, sacado del modelo anglo sajón, “más allá de toda duda razonable” y no será
razonable una duda tan mínima que es despreciable o insignificante. La decisión de
condena debe ser vista como una solución más que plausible, por el contrario si la duda
existe y es razonable la decisión debe ser absolutoria.
Los parámetros del estándar propuesto serán llenados por los jueces conforme a su
pronunciamiento en cada caso específico.

206
Artículo 11 Ley N° 19451 que establece normas sobre trasplante y donación de órganos.
207
Artículo 340 CPP.

112
Se ha sostenido que la convicción es la seguridad de que la certeza es legítima. Y el
tránsito de certeza a convicción conlleva una crítica mediada a través de rigurosos e
imparciales exámenes lógicos y dialécticos.208
El Tribunal debe formar su convicción sobre la base de la prueba producida durante
el juicio oral y se impone la limitación de que nadie puede ser condenado con el sólo mérito
de su declaración.
El estándar probatorio exigido por el legislador nace de la “presunción de
inocencia” consagrada por nuestra Constitución como derecho fundamental de toda
persona. De modo que, para obtener una sentencia condenatoria el Ministerio Público debe
aportar a juicio el material probatorio suficiente para vencer tal presunción de inocencia.
Del análisis de numerosas sentencias definitivas dictadas por los tribunales orales de
la reforma y en especial los de nuestra jurisdicción, es posible sostener que los jueces van
gradualmente dando forma y contenido al criterio o parámetro legislativo antes señalado.
Como muestra un botón, me permito citar a continuación parte del razonamiento
empleado en una sentencia absolutoria del tribunal oral de Talca, cuya redacción me
correspondió, que incide en la causa rit Nº 11-2002 por el delito de homicidio simple y que
es del siguiente tenor: “DUODECIMO: Que, para obtener una sentencia condenatoria el
Ministerio Público debe aportar a juicio material probatorio suficiente para vencer el
estado de inocencia que favorece a toda persona imputada y convencer al tribunal, más
alla de toda duda razonable, que se ha cometido el hecho punible objeto de la acusación y
que en él ha correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley.
El estándar de prueba en el ámbito penal debe ser el más alto dentro del sistema
judicial, pues se trata de poner en actividad el derecho punitivo que constituye la “ultima
ratio”.
Se ha dicho por la doctrina que la convicción es la seguridad de que la certeza
judicial se ha obtenido de un modo racional y legítimo. Supone un acabado análisis
jurídico de las alegaciones efectuadas por los intervinientes y de la totalidad de la prueba
lícita rendida, realizando el tribunal una crítica mediada a través de rigurosos e
imparciales exámenes lógicos y dialécticos.

208
En este sentido existe un interesante Trabajo de Daniel Urrutia Laubreaux Juez de Letras y Garantía de
Freirina. Se transcribe en anexo al final del presente libro, con autorización de su autor.

113
La falta de convicción puede deberse a insuficiencia de la prueba rendida por el
órgano acusador o bien al surgimiento de “dudas serias, relevantes y concretas”,
relacionadas con hechos trascendentes y que tienen su base en los conocimientos
científicamente afianzados, reglas de la lógica formal y máximas de la experiencia.
La duda razonable como obstáculo de la convicción judicial debe tener una entidad
tal que genere en el tribunal un estado de indeterminación entre dos decisiones, situación
de indefinición que ha sido introducida por un argumento o demostración y que no le
permite salir de aquél estado airosamente sino optando por la decisión que parece más
adecuada con su íntimo parecer, esto es la absolución.
DECIMO TERCERO: Que, si bien en la especie el Ministerio Público logró
acreditar, más allá de toda duda razonable que se había cometido un hecho típico y
antijurídico, no fue capaz de demostrar con la misma fuerza que el acusado tuvo una
participación culpable en dicho suceso, en consecuencia corresponde que sea absuelto de
tal imputación”.

6.1.4.- Congruencia entre acusación y sentencia.


La sentencia condenatoria no puede exceder el contenido de la acusación, en
consecuencia, no se puede condenar por hechos o circunstancias no contenidos en ella.
Con todo, el tribunal puede dar al hecho una calificación jurídica distinta de aquella
contenida en la acusación o apreciar la concurrencia de causales modificatorias agravantes
de responsabilidad penal no incluidas en ella, siempre que hubiere advertido a los
intervinientes durante la audiencia.209
En consecuencia, mantiene el tribunal la facultad de apreciación jurídica libre de los
hechos y circunstancias de la acusación, sin quedar vinculado por la calificación jurídica
allí efectuada.
Aún cuando no se nos ha planteado en la práctica, en Talca hemos dicutido acerca
de si el tribunal puede abrir debate y luego considerar eventualmente circunstancias
atenuantes que se estimen acreditadas y que no han sido alegadas durante el juicio por las
partes.

209
Artículo 341 incisos 1º y 2º CPP.

114
Si bien el artículo 341 del CPP no se refiere a esta posibilidad, estimo que ello no es
obstáculo, pudiendo el tribunal utilizar la oportunidad aludida para llamar a debatir acerca
de la procedencia de circunstancias atenuantes no esgrimidas oportunamente.
A través de una interpretación literal de texto, no se desprende la facultad, sin
embargo tampoco la prohibe y la aplicación extensiva de esa oportunidad procesal
beneficia al imputado.
La exigencia legal de “congruencia” constituye un reflejo del derecho de defensa en
cuanto se requiere que la imputación sea precisa y determinada.
El tribunal debe cautelar la identidad del objeto del proceso, tanto material (mismos
hechos y circunstancias) como personal (mismos acusados).
Para que el imputado pueda defenderse y ser defendido adecuadamente resulta
indispensable saber exactamente cuáles son los hechos que se le atribuyen, sus
circunstancias y la calificación de los mismos.
Todo imputado tiene derecho a que se le informe de manera específica y clara
acerca de los hechos que se le imputan 210, y en el caso del imputado privado de libertad, a
que se le exprese específica y claramente el motivo de su privación de libertad. 211 Luego, al
formalizar la investigación el Fiscal le comunicará al imputado los hechos por los cuales se
procede en su contra.212 En el evento de que el imputado se allane a prestar declaración ante
el Fiscal y se trate de su primera declaración, antes de comenzar el Fiscal le comunicará
detalladamente cuál es el hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias de tiempo,
lugar y modo de comisión, en la medida conocida, incluyendo aquellas que fueren de
importancia para su calificación jurídica, las disposiciones legales aplicables y los
antecedentes que la investigación arrojare en su contra.213
La descripción fáctica realizada por el Fiscal en la formalización es de gran
trascendencia, contiene su teoría del caso y determina los hechos y las personas respecto de
las cuales puede, posteriormente, acusar.214
De lo dicho precedentemente, se puede concluir que la secuencia lógica y necesaria
que todo juicio debe seguir, desde el punto de vista de la congruencia y precisión de la

210
Artículo 93 inciso 2º letra a) CPP.
211
Artículos 94 letra a) y 135 CPP.
212
Artículo 229 CPP.
213
Art. 194 CPP.
214
Artículo 259 inciso final CPP.

115
imputación, es la siguiente: Hechos e imputados de la formalización deben abarcar los
hechos e imputados de la acusación; y los hechos y acusados de la acusación deben abarcar
los hechos y acusados condenados en la sentencia definitiva.
Si el tribunal no respeta esta norma, es decir dicta una sentencia incongruente,
excediendo los límites fácticos de la acusación, incurre en un motivo absoluto de nulidad
del juicio y de la sentencia.215
En nuestra jurisdicción la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca, en la causa rit
N° 3-2002 del Tribunal Oral de Cauquenes, acogió el recurso de nulidad interpuesto por la
defensa del acusado y, en consecuencia, anuló la sentencia definitiva y el juicio oral. Para
ello tuvo en consideración la infracción al principio de congruencia observada en la
decisión impugnada, expresando en la parte pertinente: “que la sentencia condenatoria se
excedió del contenido de las acusaciones, al condenar por hechos o circunstancias no
contenidos en ellas, en la especie, al dar por comprobado el delito de desacato con motivo
del segundo ingreso del imputado a la causa en que se hallaba su cónyuge, lo que, aunque
no se señala en el razonamiento décimo letra b) en el que el tribunal de juicio oral hizo la
calificación jurídica de los hechos, sí se menciona en el fundamento décimo tercero acápite
j) de la misma sentencia al expresarse que el delito se verifica más allá de toda duda
razonable en el segundo ingreso a la vivienda, por lo que el recurso debe aceptarse por tal
causal”.216
En la causa rit N° 16-2002 del Tribunal Oral de Talca, la defensa alegó la
vulneración por parte del Ministerio Público de este principio de congruencia, sin embargo
fue rechazada la alegación por los sentenciadores pues la hacía consistir en la
incongruencia entre formalización y acusación, cuestión que estimaron debió ser alegada y
resuelta por el Juez de Garantía en la audiencia de preparación de juicio oral.
En la causa rit 5-2002 del Tribunal Oral de Linares, considerando noveno, se hizo
aplicación de este principio de congruencia al señalar: “La justificación de esta
congruencia, se explica, en que la consideración de hechos o circunstancias distintos a los
contenidos en la acusación, por una parte, conculca el derecho del acusado, de ser
informado, en forma previa, de manera específica y clara, “acerca de los hechos que se le
imputaren..”, que establece el artículo 93, letra a), parte primera, del Código Procesal
215
Artículo 374 letra f) del CPP.
216
Causa RUC N° 0100068199-3.

116
Penal, el que no se cumpliría, y por otra, desvirtúa, el derecho a defensa, consagrado en
los artículos 8 número 2 del Pacto de San José, 14 N° 3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y 8, inciso primero del Código indicado precedentemente, el
que requiere, necesariamente, que el acusado conozca, previamente los hechos que se le
imputan para estar en condiciones de poder desvirtuarlos en la audiencia de juicio oral”.
“Por consiguiente, este Tribunal no puede considerar como especies sustraídas en
el hecho objeto del presente juicio, la caja de cereal, el rollo de Toalla Nova y la batidora
marca Phillips, presentadas como evidencia material, ya que dichas especies no fueron
mencionadas en la acusación”.
En la causa rit 1-2003 el Tribunal Oral de Talca decidió absolver al acusado por uno
de los hechos que se le atribuían, toda vez que en su opinión no existía congruencia entre la
época de los sucesos señalada en las acusaciones, esto es, en el mes de Marzo de 2002 y el
mérito de la prueba rendida en juicio. En la sentencia se dejó sentado que el único
antecedente directo que refiere la acción sexual imputada es la declaración de la víctima,
toda vez que el resto de los testigos y peritos, son sólo de oídas y la menor unicamente se
refiere a una acción sexual distinta al acceso carnal, que habría ocurrido el 25 de Diciembre
de 2001, agregando también reiteración de tocaciones de relevancia sexual, sin que pudiere
precisar que alguna de ellas fuere en el mes de Marzo de 2002. Por su parte el doctor
XXXXX señaló que la erosión genital por él constatada y que estima compatible con
tocación por tercero no podía ser anterior a cuarenta y ocho horas desde el examen
practicado, y como éste se realizó el día 15 de Abril de 2002, ello excluye que la aludida
lesión se haya efectuado en la época indicada en las acusaciones objeto del juicio. Por ello
el tribunal optó por dictar sentencia absolutoria sobre el particular, pues estimarlo de otra
manera vulneraría el principio de congruencia.

6.1.5.- El Veredicto.
Concluida la deliberación privada de los jueces, éstos deben redactar y luego leer en
la audiencia la resolución relativa a la absolución o condena del acusado por cada uno de
los delitos que se le imputaren, indicando respecto de cada uno de ellos los fundamentos
principales tomados en consideración para llegar a dichas conclusiones.217

217
Artículo 343 inciso 1º CPP.

117
Comunicada la decisión absolutoria, el tribunal debe disponer, en forma inmediata,
el alzamiento de las medidas cautelares personales que se hubieren decretado en contra del
acusado.218
En el caso de condena, el tribunal deberá resolver sobre las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal, a menos que se trate de circunstancias ajenas al
hecho punible, en cuyo caso el tribunal podrá postergar su resolución para el momento de la
determinación de la pena en la sentencia, debiendo indicarlo así a las partes.219

6.1.6.- Audiencia de determinación de pena.

Pronunciada la decisión de condena, el tribunal podrá, si lo considera necesario,


citar a una audiencia con el fin de abrir debate sobre los factores relevantes para la
determinación y cumplimiento de la pena que el tribunal señalará.220

Del análisis de la historia legislativa 221 se desprende que estos factores relevantes
dicen relación con los requisitos que hacen procedentes los beneficios alternativos que
contempla la Ley N° 18.216 y nada tienen que ver con los hechos y circunstancias que
pudieren determinar la concurrencia de eximentes o atenuantes de responsabilidad.

Corrobora el aserto anterior la modificación introducida por la Ley adecuatoria N°


19.806 de 31 de Mayo de 2002 al artículo 15 letra c) de la Ley N° 18.216, parte final, que
dispone: “Si dichos informes no hubieren sido incorporados al juicio oral, los intervinientes
podrán acompañarlos en la oportunidad prevista en el artículo 345 del Código Procesal
Penal. Estos informes serán evacuados por el organismo técnico que determine el
reglamento”.

Coincidente con lo anterior, estimo que en dicha audiencia no corresponde recibir


prueba de ninguna índole relativa al fondo de la cuestión penal y sólo es procedente para

218
Artículo 347 CPP.
219
Artículo 343 inciso final CPP.
220
Artículo 345 CPP.
221
En este sentido don Emilio Pfeffer Urquiaga en su obra “Código Procesal Penal Anotado y Concordado”,
Editorial Jurídica de Chile, páginas 347 y 348.

118
debatir los factores ya mencionados y eventualmente aceptar que se aporten antecedentes
relacionados con la procedencia o no de los beneficios alternativos.

6.2.- Fundamentación de la decisión.

6.2.1.- Obligaciones legales.


En una sociedad democrática la decisión penal y en especial la sentencia de condena
tiene que ser legitimada racionalmente, por ello es obligación del tribunal fundar el
veredicto y la sentencia.
En el fallo el tribunal debe hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso de
aquella que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere tenido para
hacerlo. Además, deberá señalar él o los medios de prueba por los cuales se dan por
acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren por probados.222
La fundamentación debe permitir la reproducción del razonamiento utilizado por los
jueces para alcanzar las conclusiones a que llegaron en la sentencia.223
Del mismo modo, se requiere la exposición clara, lógica y completa de cada uno de
los hechos y circunstancias que se dieron por probados y señalar las razones legales o
doctrinales que sirvieron para calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus
circunstancias. 224

6.2.2.- Acerca del razonamiento judicial como mecanismo de justificación de la


decisión.
Sin entrar al análisis de la existencia de una respuesta correcta única o múltiple a los
problemas jurídicos complejos, concordamos con la aseveración de que pueden haber
“posibilidades de respuestas más o menos razonables, pero que en última instancia la
decisión del juez es un acto de voluntad que se inclina hacia uno de los litigantes más que
un acto de conocimiento que descubre en la pretensión de uno o en la excepción del otro
una verdad inconmovible”.225
222
Artículos 36 y 297 incisos 2º y 3º CPP.
223
Artículo 297 inciso final CPP.
224
Artículo 342 letras c) y d) CPP.
225
Jorge Streeter Prieto en conferencia denominada “Razonamiento Jurídico” presentada en el Congreso sobre
“Interpretación, Integración y Razonamiento Jurídico” realizado en Santiago y Viña del Mar entre el 23 y 25
de Mayo de 1991. Editorial Jurídica de Chile, página 101.

119
El razonamiento jurídico es para el juez un medio intelectual que le permite
encontrar racionalmente el sentido de la decisión del conflicto penal sometido a su
conocimiento. A su vez, la exposición clara de los motivos sirve para justificar, convencer
y legitimar la resolución ante los litigantes y la comunidad.
Al decidir el juez utiliza efectivamente su voluntad, más no en forma arbitraria sino
ilustrada por la razón práctica. No se trata sólo de intuición.
Según Piero Calamandrei: “Aunque continuamente se repita que la sentencia se
puede reducir a un silogismo, en el cual de premisas dadas saca el juez por la sola virtud de
la lógica la conclusión, ocurre a veces que el juez al hacer la sentencia invierte el orden
natural del silogismo, esto es, primero encuentra la parte dispositiva y después las premisas
que sirven para justificarla. Con esto no queremos decir que la parte dispositiva surja a
ciegas y que la motivación tenga sólo la finalidad de hacer aparecer como fruto de riguroso
razonamiento lo que en realidad fue fruto del arbitrio. Queremos solamente decir que, al
juzgar, la intuición y el sentimiento tienen muy a menudo una participación más importante
de lo que a primera vista aparece. No por nada, diría alguno, sentencia deriva de sentido”.226
En el mismo orden de razones, el jurista español Díez Picazo dice que “en el
derecho opera siempre una intuición de naturaleza extralógica que nos hace comprender
que determinadas soluciones, aún obtenidas con la más absoluta corrección formal, son
absurdas o injustas”.227
Motivar una decisión es expresar sus razones y por eso es obligar al que la toma a
tenerlas, alejando de este modo todo arbitrio.
Se ha sugerido que no importa realmente si la decisión se intuye o si acaso ella
resulta de un discurso jurídico práctico, porque en el fondo, una vez producida la decisión,
una vez emitida la sentencia, no resulta posible distinguir entre aquellas sentencias que
serían fruto de la intuición y aquellas que procederían del discurso jurídico práctico.
El profesor Streeter añade que lo importante es que la decisión, una vez ofrecida a
las partes y al público, se muestre como razonablemente fundada, esto es que ella contenga
argumentos que constituyen una justificación fundada y comunicable de los motivos
expresos de la decisión.

226
Citado por Jorge Streeter Prieto en conferencia presentada en el Congreso sobre “Interpretación,
Integración y Razonamiento Jurídico”....ob.cit, página 103.
227
Citado por Jorge Streeter Prieto en ob.cit, página 103.

120
Según Aristóteles, en el Libro de los Tópicos “Un razonamiento es un discurso en el
que, sentadas ciertas cosas necesariamente, se da a la vez a través de lo establecido, algo
distinto de lo establecido. Hay demostración cuando el razonamiento parte de cosas
verdaderas y primordiales o de cosas cuyo conocimiento se origina a través de cosas
primordiales o verdaderas. En cambio es dialéctico el razonamiento construido a partir de
cosas plausibles. Ahora bien, son verdaderas y primordiales las cosas que tienen
credibilidad, no por otras, sino por sí mismas; en cambio, son cosas plausibles las que
parecen bien a todos o a la mayoría o a los sabios y entre estos últimos a todos o a la
mayoría o a los más conocidos y reputados”.228
Continúa el profesor Streeter expresando que muchas proposiciones jurídicas son,
desde el punto de vista anterior, meramente plausibles. La plausibilidad, como opuesta a la
certeza, de tanta proposición jurídica importante debería hacernos proceder con gran
humildad intelectual, no reclamando para nuestro trabajo la elevada caracterización de la
ciencia demostrativa, sino la no menos elevada, aunque cualitativamente diferente,
incertidumbre del arte de los resultados buenos y justos.
Se ha solido explicar el razonamiento jurídico utilizando el modelo silogístico o de
subsunción, donde la premisa mayor estaría constituida por la regla aplicable al caso, la
premisa menor por los hechos acreditados ante el juez y la conclusión de las dos premisas
constituiría la decisión.
Sin embargo el simplismo del modelo ha recibido numerosas críticas, como la
necesaria obtención previa de las premisas, la vaguedad e imprecisión del lenguaje legal,
con la consecuente necesidad de su interpretación para que una norma se pueda establecer
como premisa mayor del silogismo, la existencia posible de contradicciones normativas, la
inevitable introducción de consideraciones valorativas, y la posibilidad de que la premisa
mayor se forme a partir de varias normas jurídicas y no de una sola.

6.2.3.- La verdad de las proposiciones y la corrección de los razonamientos.

228
Citado por Jorge Streeter Prieto, ob. Cit., páginas 104 y 105.

121
Según Streeter229 en este tema del razonamiento jurídico conviene introducir una
distinción elemental pero útil. Se trata de la distinción entre la verdad de las proposiciones
y la corrección de los razonamientos.
La proposición, esto es la afirmación de que una cosa es o no es de una determinada
forma o manera, puede ser verdadera o falsa, sea que entendamos la verdad como
correspondencia con el mundo exterior, como coherencia del sistema, como resultado de un
consenso razonable o en alguna otra forma.
Por el contrario, los razonamientos que están formados por varias proposiciones no
son verdaderos ni falsos, sino que correctos o incorrectos según las reglas de la inferencia.
Si las proposiciones están correctamente relacionadas y las reglas de inferencia permiten
obtener la conclusión que se ha dado, entonces el razonamiento es correcto o válido, sea
cual fuere el valor de verdad que tengan sus premisas o proposiciones. Por el contrario, y
nuevamente, sea que las premisas o proposiciones que forman el raciocinio sean en sí
mismas verdaderas o falsas, un razonamiento será incorrecto, será inválido, si el
encadenamiento de las proposiciones y de los argumentos no respeta las reglas de la lógica.
Así pues, cualquiera operación intelectual compleja como es el razonamiento
jurídico debe atender, a lo menos, a dos órdenes distintos de problemas intelectuales. El
primero es la natural preocupación de trabajar con premisas que sean verdaderas o
plausibles, por oposición a aquellas que son erradas o menos plausibles. Pero, además, es
necesario que estas premisas, que estas proposiciones, se encadenen o se vinculen unas con
otras según las reglas de la inferencia lógica para evitar el razonamiento incorrecto, el
argumento falaz.
Se ha dicho que “La decisión jurídica se justifica por sus premisas y por las reglas
de inferencia. La decisión racional es una decisión justificada. La racionalidad se refiere a
la cantidad de información a disposición de la persona que resuelve, a sus evaluaciones y a
las reglas de la inferencia que acepte. El hablar de una decisión justificada significa
referirlas a las normas, evaluaciones e inferencias tomadas en cuenta por la persona que ha
decidido. En relación con las decisiones legales hay dos especies de justificación: la
justificación interna y la justificación externa. La justificación interna se refiere a la
validez de las inferencias en cuya virtud se procede de premisas dadas a una decisión
229
En conferencia denominada “Razonamiento Jurídico”, presentada en el Congreso sobre “Interpretación,
Integración y Razonamiento Jurídico”, ob cit, páginas 106 y 107.

122
jurídica que se adopta como conclusión de aquéllas. La decisión de que se trata está
justificada internamente si las inferencias son válidas, sea cual fuere el valor de verdad de
las premisas. De esta forma, la justificación interna es una justificación formal y en ella no
puede agotarse el análisis de las operaciones prácticas que conducen a la decisión jurídica y
que permiten someterla a control institucional. La justificación externa de las decisiones
jurídicas analiza no solamente la validez de las inferencias, sino también la corrección o
veracidad de las premisas”.230
La correcta justificación interna o externa de las decisiones jurídicas, incluyendo en
la justificación externa el respeto a los preceptos jurisprudenciales, pueden evitar, o al
menos, disminuir los problemas de aletoriedad en las soluciones jurídicas, al tiempo que
resguardan valores de igual protección de las personas, de seguridad jurídica y de
previsibilidad de los resultados de las conductas de cada uno.

6.3.- La sentencia definitiva.

6.3.1.- Plazo para dictar la sentencia.


Al pronunciarse sobre el veredicto de absolución o condena el tribunal podrá deferir
la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena, hasta por un plazo de cinco
días, fijando la fecha de la audiencia en que tendrá lugar su lectura.231
El incumplimiento de este plazo importará una falta disciplinaria grave y
eventualmente la nulidad del fallo.

6.3.2.- Contenido de la sentencia.


El contenido de la sentencia se encuentra señalado en el artículo 342 del CPP de la
siguiente manera: “La sentencia definitiva contendrá:
a) La mención del tribunal y la fecha de su dictación; la identificación del acusado y
la del o los acusadores;

230
Wroblewski citado por Streeter, ob cit, página 107.
231
Artículo 344 CPP.

123
b) La enunciación breve de los hechos y circunstancias que hubieren sido objeto de la
acusación; en su caso, los daños cuya reparación reclamare en la demanda civil y
su pretensión reparatoria, y las defensas del acusado;
c) La exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieren por probados, fueren ellos favorable o desfavorables al acusado, y de
la valoración de los medios de prueba que fundamentaren dichas conclusiones de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 297;
d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada
uno de los hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo;
e) La resolución que condenare o absolviere a cada uno de los acusados por cada uno
de los delitos que la acusación les hubiere atribuido; la que se pronunciare sobre la
responsabilidad civil de los mismos y fijare el monto de las indemnizaciones a que
hubiere lugar;
f) El pronunciamiento sobre las costas de la causa, y
g) La firma de los jueces que la hubieren dictado”.

La sentencia absolutoria ordenará que se tome nota del alzamiento de las medidas
cautelares en todo índice o registro público y policial en el que figuraren. También se
ordenará la cancelación de las garantías de comparecencia que se hubieran otorgado.232
La sentencia será siempre redactada por uno de los miembros del tribunal colegiado
designado por éste, en tanto la disidencia o prevención será redactada por su autor. La
sentencia señalará el nombre de su redactor y el del que lo sea de la disidencia o
prevención.233
En los casos de reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie se
impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un solo
delito, aumentándola en uno o dos grados. Si por la naturaleza de las diversas infracciones,
éstas no pudieren estimarse como un solo delito, el tribunal aplicará la pena señalada a
aquella que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso, tuviere asignada una
pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número de delitos. Con

232
Artículo 347 CPP.
233
Artículo 342 inciso final CPP.

124
todo, podrá aplicarse las penas en la forma establecida en el artículo 74 del Código Penal si,
de seguirse este procedimiento, hubiere de corresponder al condenado una pena menor.234
La sentencia condenatoria fijará las penas y se pronunciará sobre la eventual
aplicación de alguna de las medidas alternativas a la privación o restricción de libertad
previstas en la ley.
Si la pena impuesta es temporal debe expresar con precisión el día desde el cuál
comenzará a contarse y fijará el tiempo de abono para su cumplimiento.
Debe disponer, además, el comiso de los instrumentos o efectos del delito o su
restitución, cuando fuere procedente.
Si se hubiere declarado falso, en todo o en parte, un instrumento público, el
tribunal, junto con su devolución, ordenará que se lo reconstituya, cancele o modifique de
acuerdo con la sentencia.235
Por aplicación del principio de interpretación de la ley a favor del imputado, el
artículo 18 inciso segundo del CP establece que si después de cometido el delito y antes de
que se pronuncie sentencia de término, se dicta una ley que exime tal hecho de toda pena o
le aplica una menos rigurosa, deberá arreglarse a ella su juzgamiento.
Luego el inciso tercero de la misma disposición agrega que si esa ley se promulga
después de ejecutoriada la sentencia, sea que se haya cumplido o no la condena impuesta, el
tribunal que hubiere pronunciado dicha sentencia , en primera o única instancia, deberá
modificarla de oficio o a petición de parte.
Además de la normativa legal, la Excelentísima Corte Suprema acordó con fecha
diez de Enero de dos mil uno instruir a las Cortes de Apelaciones de La Serena y Temuco
acerca de la forma y contenido de las sentencias penales, instrucciones que luego se
hicieron aplicables a los tribunales que gradualmente se fueron integrando al sistema 236.
En dicho texto nuestro máximo tribunal recomienda a los jueces que dicten y
escrituren las sentencias coetáneamente (se decide y se redacta de inmediato), debiendo
emplear un estilo de redacción esquemático y con especial preocupación por la síntesis.
Agrega que la sentencia no requiere de la tradicional parte expositiva, en numerandos
contínuos se harán los enunciados indicados en los párrafos a) y b) del artículo 342 del

234
Artículo 351 CPP.
235
Artículo 348 CPP.
236
Acuerdo del Tribunal Pleno contenido en Acta N° 79-2001.

125
CPP. Respecto del apartado signado con la letra c), se hará una relación precisa y muy
abreviada del o los hechos acreditados, de sus circunstancias modificatorias y de los
elementos de prueba que los fundamenten. En igual forma se hará referencia a continuación
de la prueba producida y desestimada. Como criterio general se evitará toda retórica. Si hay
acciones civiles, las motivaciones que lleven a acogerlas o denegarlas y los fundamentos de
derecho, se redactarán con la misma metodología.
Por último, se señala que la sentencia terminará con la parte resolutiva, que se
pronunciará sobre la absolución o condena y, en este último caso, precisando la sanción, la
forma de su cumplimiento y de si se beneficia al sentenciado con una medida alternativa de
la pena.

6.3.3.- Formas de redactar el fallo.


En la práctica se han dado tantas formas redactar como jueces redactores, cada juez
unipersonal o el redactor dentro de un tribunal colegiado le dan a las sentencias su especial
forma de transmitir las ideas por escrito.
No obstante lo anterior, se pueden extraer de los distintos fallos estructuras
generales comunes que obedecen a razones legales, de lógica y orden.
A continuación señalaré la estructura de sentencia condenatoria que utilizo, hasta el
momento, en el desempeño de mis funciones, que creo cumple con los requerimientos
legales e instrucciones impartidas. Se compone de una parte enunciativa237, una parte
considerativa y una parte resolutiva.

A. Parte Enunciativa:
Que comprende los siguientes enunciados:
A.1.- La mención del tribunal, el lugar y fecha de la dictación de la sentencia.
Recordemos que la audiencia no sólo puede efectuarse en el lugar de asiento del tribunal,
sino que también puede llevarse a cabo en lugares distintos dentro de su territorio
jurisdiccional.238

237
No se contempla una parte expositiva donde se extracte la esencia de las probanzas rendidas, pues aparece
como innecesaria frente al completo registro de audio de toda la audiencia.
238
Artículo 21 A COT.

126
La fecha de la sentencia no necesariamente debe corresponder a la época de la
audiencia de lectura, pues puede haberse terminado de redactar antes de dicha oportunidad.
A.2.- La completa individualización del o los acusados y sus defensores. De lo que
se trata aquí es que quede clara la identidad de la persona que, eventualmente, sufrirá los
efectos de la aplicación de la ley penal.
A.3.- La individualización del o los acusadores. Normalmente se tratará del
Ministerio Público representado por uno de sus Fiscales, eventualmente puede existir,
además, un querellante particular.
A.4.- El señalamiento de la acusación contenida en el auto de apertura. Debe
señalarse también la acusación particular, en su caso, y se sugiere extractar las alegaciones
y planteamientos efectuados por los acusadores en sus alegatos de apertura y clausura.
A.5.- El señalamiento de la demanda civil, si correspondiere.
A.6.- El señalamiento de la defensa del o los acusados, extractando al efecto lo
señalado por los defensores en sus alegatos de apertura y clausura.

B.- Parte considerativa:


Que consiste en la justificación razonada de lo que será la decisión y comprende los
siguientes aspectos:
B.1.- El análisis de toda la prueba producida.
B.1.1.- Determinación de la prueba desestimada, en su caso y los fundamentos de la
desestimación.
B.1.2.- Determinación de la prueba aceptada, los fundamentos de su aceptación y la
valoración de la misma. Incluye el establecimiento de los hechos de la causa, con
relación a las proposiciones fácticas de la teoría del caso del Fiscal. Eventualmente,
también respecto de la teoría del caso alternativa de la defensa.

B.2.- Calificación jurídica de los hechos.


Hecho punible.
Participación.
Etapa de desarrollo del delito.
Circunstancias modificatorias.

127
Razonamiento acerca de la penalidad.

B.3.- La enunciación de las razones legales o doctrinales en que se funda el fallo.

C.- Parte resolutiva.


Debe contener la decisión de absolución o condena del o los acusados respecto de
cada uno de los delitos que la acusación les hubiere atribuido.
En su caso, debe contener asimismo el pronunciamiento sobre la acción civil.239
Finalmente debe decidir acerca del pago de las costas de la causa.240

6.4.- Audiencia de lectura de sentencia.


Una vez redactada la sentencia se procederá a darla a conocer en la audiencia fijada
al efecto, desde ese momento se entenderá notificada a todas las partes, aún cuando no
asistieren a la misma.241
Si bien sabemos que esta obligación de leer la sentencia, ante los intervinientes y el
público, obedece a principios básicos del sistema, no es menos cierto que se ha
transformado en un acto de comunicación largo y tedioso. A ello debe sumarse la escasa
presencia de público, incluso en no pocas oportunidades la ausencia de alguno de los
litigantes.
En Talca la prensa local ha criticado este mecanismo de comunicación de la decisión
y considera más efectiva la remisión del fallo a través de mecanismos electrónicos y
mantener a disposición del público un ejemplar de la sentencia para consultar su contenido.
En conversaciones informales ya se postula la posibilidad de acortar el trámite
leyendo únicamente los fundamentos principales y la decisión.
Existe, además, un anteproyecto de ley que el Poder Ejecutivo, a través del
Ministerio de Justicia, pretende presentar prontamente al Congreso donde se contempla la
posibilidad de que en la audiencia de lectura de sentencia solo esté presente el Juez
Presidente de la Sala.
239
Recordemos que la acción civil se rige por las normas del CPP, salvo en cuanto al peso de la prueba que
se rige por las reglas civiles.
240
Artículos 45 a 51 CPP.
241
Artículo 346 CPP.

128
6.5.- Análisis de algunas sentencias definitivas.
A continuación transcribiré algunas consideraciones, contenidas en fallos dictados
en nuestra jurisdicción por los Tribunales Orales que dependen de la Corte de Apelaciones
de Talca, que se pronuncian sobre temas que estimo de interés para todos los actores del
nuevo sistema.

6.5.1.- Desestimación de pruebas.

a.- Prevención en orden a desestimar testimonial de oídas de los funcionarios


policiales, vulneración de garantías fundamentales. Derecho a guardar silencio. Lectura
formal de derechos y falta de capacidad del imputado para entenderlos.
Uno de los Jueces de la sala estuvo por no considerar la testimonial de oídas de
“...funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile, pues a su juicio, con el mérito de
lo declarado por ellos en lo tocante a la autoría del encausado, al escuchar como testigos
de oídas cuando declaraba sobre aquello en la oficina de la Fiscalía local de Curicó, se
viola el derecho a guardar silencio en que se amparo aquél, derecho garantido en la letra
g) del artículo 93 del Código Procesal Penal y artículos 14 N°3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y 8 N°2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, los que son leyes de la República, atento a lo prevenido en el artículo 5° de la
Constitución Política del Estado, pues de lo declarado por ambos durante el juicio, sólo se
desprende que hubo una lectura formal de sus derechos, entre los que se encuentra el que
nos ocupa, de guardar silencio, pero, de allí a entender que por parte del acusado hubo un
cabal significado de ello, dista mucho. Por lo razonado éste fallador sostiene que faltó el
conocimiento genuino por parte del acusado de lo que implicaba su derecho a no declarar
en esa instancia de la investigación, máxime si quedó demostrado en autos que aquél era
analfabeto y se concluyó que es semi-inimputable y, que una vez recibida una defensa
técnica como la escuchada en autos, mantuvo su derecho a no declarar como ocurrió en la
audiencia del presente juicio..”.242

242
Sentencia de 23 de Julio de 2002 causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Curicó.

129
b.- Declaración de perito que infringe obligación de comunicarse entre si con otro
perito.

“Que ... no se tomarán en cuenta los dichos del perito de la Fiscalía, XXXXX, pues
a su respecto se acogió la incidencia relativa a que vulneró la prohibición contemplada en
el artículo 329 inciso final del Código Procesal Penal, esto es, “Antes de declarar, los
peritos y los testigos no podrán comunicarse entre sí, ni ver, oir ni ser informados de lo que
ocurriere en la audiencia” pues, en el contrainterrogatorio hecho por la Defensoría Penal
Pública, quedo claro que aquél se comunicó antes de deponer con el perito XXXXX, quien
lo antecedió en su testimonio”.243

c.- Informes periciales introducidos a juicio como documentos que dan cuenta de
una reconstitución de escena efectuada durante la instrucción.

“..se desestima la prueba documental incorporada por la Fiscalía durante las


declaraciones de los peritos antes mencionados y que consistió.. en el informe pericial
planimétrico .. e informe fotográfico .., ambos del Laboratorio de Criminalística de la
Policía de Investigaciones de Chile atendido que, si bien es cierto fueron evacuados por
quienes depusieron en la audiencia del juicio oral y exhibidos mediante un sistema de
reproducción visual (data show) que permitió que fueran percibidos conjuntamente por el
Tribunal y el público asistente, no lo es menos, que éstos dan cuenta de una actuación
realizada por la Policía o el Ministerio Público -específicamente una diligencia de
reconstitución de escena- como lo afirmaron éstos y la fiscal. De modo que si estos
sentenciadores le concedieran valor probatorio a tales documentos, incurrirían en una
abierta contravención a lo prescrito por el artículo 334 del Código Procesal Penal..” .. “lo
que se explica, porque la investigación es desformalizada, y tiene por objeto formar la
convicción del investigador pero NO la del Tribunal sentenciador y, en consecuencia, todo
lo que se haga en la etapa de investigación es fundamento de la acusación pero no de la
sentencia, cuyo único fundamento debe ser la prueba rendida en la audiencia del juicio”.244

243
Sentencia de 23 de Julio de 2002 causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Curicó.
244
Sentencia de 17 de Agosto de 2002 causa por robo con intimidación, rit -2002 Tribunal Oral de Linares.

130
d.- Rechazo de pericial, en virtud de desestimación de los informes periciales
respectivos. Prevención: Utilidad parcial de la declaración del perito.

“Que de acuerdo a los artículos 315, 319 y 329 del Código Procesal Penal los
peritos están obligados a concurrir a la audiencia del juicio oral a exponer el contenido y
conclusiones de su informe, esto es, a ilustrar acerca de una información que exija
conocimientos especializados y a explicar sus significados en términos comunes y exactos,
pudiendo, además, ser interrogados por los intervinientes, todo lo que, por cierto, se
corresponde con la oralidad del nuevo sistema procesal penal, de modo que no se puede
sustituir la declaración del perito por el informe y el informe no se puede recibir sino con
la declaración del perito. .... pero, como dichos informes periciales, tuvieron su génesis en
la practica de una diligencia de investigación como fue la reconstitución de escena, lo que
llevó a desestimarlos como medio de prueba, según se razonó en el motivo que antecede y,
si el perito planimétrico y el perito fotógrafo fueron presentados en su calidad de tales,
para ilustrar al tribunal, precisamente, acerca de su informe pericial y éste fue
desestimado, no cabe una suerte distinta para la declaración de los señalados peritos, que
no sea su rechazo, porque éstos, en estrado, sólo depusieron acerca de lo observado
mientras se realizaba la diligencia de reconstitución de escena, en la que escucharon las
distintas versiones de los hechos, conforme a los cuales efectuaron su trabajo”.

Prevención: “...que de acuerdo a los artículos 315, 319 y 329 del Código
Procesal Penal los peritos están obligados a concurrir a la audiencia del juicio oral a
exponer el contenido y conclusiones de su informe y, por lo tanto, los dichos de los peritos
presentados por el Ministerio Público, don David Valdés Falcón y Carlos Muller Sáez
fueron coherentes, concordantes y capaces de impresionar como veraces y creíbles pero
sólo para establecer las características físicas del lugar en que sucedieron los hechos el
pasado día 8 de marzo de 2002...”.245

e.- Desestimación por vulneración de garantías fundamentales. Desviación de


actuación policial de control de identidad y falta de advertencia oportuna de derechos del
imputado.
245
Sentencia de 17 de Agosto de 2002 causa por robo con intimidación, rit -2002 Tribunal Oral de Linares.

131
“Que el control de identidad es un procedimiento policial autónomo que
eventualmente implica una restricción de libertad de la persona sujeta a él, se encuentra
reglamentado en los artículos 85 y 86 del Código Procesal Penal...”

“Que, en el caso que nos ocupa ... el procedimiento de control de identidad


comenzó a las 17,30 horas y concluyó a las 21,30 horas del día 9 de Mayo del año en
curso, sin embargo se desarrolló en forma irregular, en primer lugar, porque al sujeto de
control se le estaba atribuyendo la participación en un hecho punible y sin embargo no fue
advertido de sus derechos; en segundo lugar, se desvió indebidamente la actuación, que
por disposición legal tiene una duración limitada y concluye una vez que se ha
comprobado la identidad de la persona sometida a ella, realizando otras diligencias de
investigación, a saber dos reconocimientos por testigos en la Fiscalía Local de
Constitución; y por último, pese a contar con su cédula de identidad, no fue dejado en
libertad, esperando los funcionarios la llegada de una orden judicial de detención en su
contra”.
“Que, si bien la persona sujeta a control de identidad no se encontraba detenida,
su libertad sí se encontraba restringida y, evidentemente, se le estaba imputando la
comisión de un hecho ilícito, por ello debió haber sido advertido de sus derechos por los
funcionarios a cargo, especialemente aquellos contenidos en las letras a), b) y g) del
artículo 93 del Código Procesal Penal. Todo lo cual hace que su decisión, de acompañar a
los funcionarios policiales a la Fiscalía para la diligencia de reconocimiento, no hubiera
sido adoptada en forma libre y con plena advertencia de sus derechos”
“Que, recién a las 21:30 horas cuando se le intimó la orden judicial de detención
le fueron leídos sus derechos. Por todo lo expuesto precedentemente, corresponde
desestimar aquellas testimoniales que hacen referencia a una supuesta declaración del
imputado, durante el control de identidad, en el sentido que no entregaría el teléfono
celular, y también aquellas que aluden a las diligencias de reconocimiento”.246

f.- Falta de juramento o promesa en testimonial anticipada.

246
Sentencia de 19 de Julio de 2002, causa por robo con violencia, rit 2-2002 Tribunal Oral de Talca.

132
“Que el Tribunal no dará valor probatorio a la prueba testimonial anticipada
realizada el 25 de junio de 2002 en la audiencia de preparación de juicio oral, llevada a
efecto en el Juzgado de Garantía de Constitución, teniendo para ello en consideración lo
dispuesto en el artículo 306 inciso segundo del Código Procesal Penal, toda vez que no
consta en el registro el juramento o promesa o las causas o razones de dicha omisión”.247

g.- Desestimación de parte de declaración de policía.

“Se desestimó por el tribunal aquella parte de la declaración del funcionario


policial Muñoz Contreras relativa a lo que escuchó decir al acusado, al momento de
controlar su identidad y, posteriormente cuando éste declaró ante el señor Fiscal.
Respecto de la primera declaración ella fue obtenida antes de ser advertido el imputado
acerca de sus derechos, en especial el derecho a guardar silencio, de modo tal que la
renuncia que éste efectúo a su prerrogativa la realizó inadvertidamente, sin poder medir
las consecuencias que pudiere producir en su contra tal información. Y en cuanto a la
declaración en el Ministerio Público, nos parece improcedente la forma en que el Fiscal
del caso ha pretendido traer a juicio información obtenida a través de la declaración del
acusado, antecedente que no habría sido posible incorporar a la audiencia, salvo decisión
del mismo de declarar como mecanismo de defensa y para el sólo efecto de apoyar
memoria”.248

h.- Desestimación de prueba por no haber sido ofrecida oportunamente.

“Que la defensa del acusado solicitó que no se admitiera como evidencia el celular
marca Nokia, color negro, que la víctima exhibió en el transcurso de la audiencia cuando
prestaba declaración, por cuanto no venía mencionada en el auto de apertura
correspondiente, no siendo ésta la oportunidad procesal para hacerlo, alegación a la que
se dará lugar, pues, si bien es una de las especies que el acusado sustrajo, no se acompañó

247
Sentencia de 30 de Julio de 2002, causa por tráfico de estupefacientes, rit 3-2002 Tribunal Oral de Talca.
248
Sentencia dictada en causa rit 14-2002 del Tribunal Oral de Talca.

133
como tal, ya que fue la propia víctima la que lo recuperó al día siguiente de los hechos en
el patio de su casa”.249

6.5.2.- Rechazo a desestimación de pruebas.

a.- Rechazo de petición de exclusión de prueba. Ausencia de vulneración de


garantías fundamentales. Naturaleza de las actuaciones de la instrucción. Credibilidad del
testigo y del testimonio.

“Que, en opinión de estos sentenciadores, el reconocimiento del acusado efectuado


por la dependiente en la audiencia, no afecta las normas del debido proceso según lo
sostuvo la Defensa, basándose en que éste tendría su origen en un procedimiento de
reconocimiento irregular en el que XXXX se encontraba sólo, esposado, dentro del
radiopatrulla y momentos después de su detención por Carabineros”.

“Que, si bien es cierto esas no son las condiciones óptimas en que debió
realizarse, tales circunstancias no destruyen la posibilidad que la víctima pudiera
identificarlo y reconocerlo en esos momentos atendida la cercanía física que existió entre
ellos cuando fue amenazada, la impresión que ello debió provocarle, lo que hace posible
que retuviera en mejor forma sus rasgos y el breve lapso transcurrido entre el momento en
que los hechores salieron del local comercial y fue detenido el acusado por Carabineros.
Que también favoreció la identificación, la llamativa polera que el acusado llevaba
puesta”.

“Este tribunal estima que las reglas del debido y justo proceso no se han vulnerado
ya que la defensa ha tenido la oportunidad procesal, dentro de la audiencia de juicio oral,
para refutar la credibilidad del testimonio de la dependiente. En este sentido resulta
necesario precisar que las diligencias de investigación no son más que procesos
administrativos provisorios y, por ende, no constituyen prueba. De otro lado, no existen
normas procesales que exijan que el reconocimiento deba realizarse de un modo
predeterminado, sin perjuicio que existan razones metodólogicas de la ciencia
investigativa que sugieran algunas técnicas sobre otras. El haber procedido como se hizo
249
Sentencia dictada en causa rit 16-2002 del Tribunal Oral de Talca.

134
no afectó derechos constitucionales ni legales del acusado, pues el elemento de convicción
que pondera este tribunal es la testimonial de la víctima y no una actuación de
investigación que no constituye prueba”.250

b.- Rechazo de peticion de exclusión de prueba documental: naturaleza de anexo de


cadena de custodia.

“Que no se hará lugar al reclamo planteado por la Defensa del acusado, en


relación a la cadena de custodia del arma incautada pues, en opinión de este tribunal, la
referida cadena constituye un mecanismo de resguardo de la preservación e integridad de
la evidencia recogida por la policía en forma autónoma o a instancias del Fiscal, durante
la etapa de investigación de un delito..”. “Supone la recolección, identificación y
conservación bajo sello de tales especies, debiendo dejarse constancia del procedimiento
adoptado y del funcionario a cargo.

“En el caso específico que se juzga , la única inadvertencia que se observa consiste
en que los funcionarios policiales no se percataron inicialmente de la existencia de la
pistola en el interior de la mochila, de modo que, por una casualidad y no por un
procedimiento policial riguroso, el Cabo Primero XXXX registró el aludido bolso
encontrando el arma de fuego. Pese a ese hecho, quien aparece iniciando la cadena de
custodia es el Sargento Primero XXXXXX. De allí en adelante, según se puede observar en
el formulario anexo a la evidencia material, que no constituye una prueba en sí mismo sino
un accesorio de ésta, existió total regularidad en su manejo”.

“En consecuencia, el tribunal ha adquirido la convicción que el objeto incautado y


presentado en juicio es el mismo que portaba XXXXX al momento de ser detenido y que la
única alteración que ha exprerimentado es la percusión, efectuada por el perito, de tres de
sus municiones”.

“Que a este tribunal sólo compete revisar los procedimientos de los organismos de
persecución penal en cuanto éstos generan elementos de convicción que se rindan en la
audiencia y únicamente si en su obtención se han vulnerado garantías fundamentales de
250
Sentencia de 16 de Agosto de 2002, causa por robo con intimidación, rit 4-2002 Tribunal Oral de Talca.

135
los intervinientes. Por ello, en el caso que nos ocupa no se emitirá pronunciamiento a la
alegación efectuada por la Defensa, términos generales, en el sentido que la investigación
fue deficiente e incompleta. Por el contrario, determinado que no existió vulneración de
garantías durante la instrucción, estos sentenciadores se han limitado a ponderar el valor
probatorio de todos los medios aportados por el Ministerio Público”.251

c.- Rechazo a impugnación de calidad de perito y peritaje.

“Que la calidad de perito de la fotógrafa de Investigaciones Paula Castro Arellano


se encuentra avalada por sus conocimientos en ese arte o técnica y por su nombramiento
como tal”.
“En su narración describió las cosas que fueron el objeto periciado, su estado y el
modo en que se encontraban. Igualmente, relató circunstanciadamente las operaciones
realizadas en lo que se refiere a la metodología empleada, esto es el tipo de cámara
utilizada, sus accesorios para la precisión de la imagen, la secuencia de las tomas
efectuadas de un plano general al particular”.
“Atendida la naturaleza de la pericia y tal como lo sostuvo la deponente el
resultado de la misma o conclusiones está constituído por la fijación fotográfica , el que,
por tratarse de material visual no necesita estar acompañado por un texto que describa lo
que puede observarse directamente”.
“Por lo anteriormente indicado no cabe acoger las alegaciones de la Defensa en el
sentido que no se trataría del testimonio de un perito ya que ésta se llevó a efecto en los
términos establecidos para el informe pericial en los artículos 315 , 319 y 329 del Código
Procesal Penal”.252

6.5.3.- Ponderación de la prueba aceptada.

251
Sentencia de 16 de Agosto de 2002, causa por robo con intimidación, rit 4-2002 Tribunal Oral de Talca.
252
Sentencia dictada en causa rit 14-2002 del Tribunal Oral de Talca.

136
Los motivos que llevan al tribunal a darle preeminencia a algunos medios de prueba
por sobre otros son múltiples, pero resultan especialmente interesantes los argumentos que
inciden en la credibilidad del testigo y credibilidad del testimonio.

Así para ponderar la credibilidad de un testigo se ha considerado su mayor o menor


grado de imparcialidad, la eventual participación que ha tenido en el hecho, la capacidad
física y moral para percibir y apreciar por los sentidos los hechos sobre que declara y su
comportamiento durante el examen y contraexamen.

Respecto a la credibilidad del testimonio se ha considerado su pertinencia,


precisión, exactitud, certeza, detalles y circunstancias que proporciona, coherencia y
armonía con otros elementos de convicción (concordancia). Se pondera, además, si se trata
de un testigo ocular o de un testigo de oídas, si da razón de sus dichos y el comportamiento
que señala que tuvo durante la ocurrencia de los hechos.

En cuanto a la prueba pericial se ha valorado la narración completa y detallada de la


metodología usada por el perito al efectuar el reconocimiento, el dominio que demuestra de
su ciencia o arte, así como la precisión, coherencia y concordancia de sus conclusiones.

A continuación se transcriben fundamentos donde se han recogido algunos de los


elementos comentados:

a.- Valoración de prueba pericial. Tribunal prefiere prueba pericial más completa
(entrevistas clínicas más extensas).

“Que el tribunal no dará mayor crédito a las conclusiones de la psicóloga XXXX,


quien relató que el acusado tiene un trastorno social de personalidad con rasgos
impulsivos y fríos por falta de empatía y lejanía, pues de lo señalado por ella en la
audiencia, aparece que llegó a tal conclusión sólo con el mérito de un test practicado al
acusado, no habiendo evaluado el aspecto intelectual o cognitivo del mismo, sino sólo el
de su personalidad y al del médico psiquiatra XXXX, quien señaló que el acusado
presentaba rasgos anómalos de personalidad, pues tampoco evaluó el lado cognitivo del
acusado, quedando sentado que dicha evaluación que si la hicieron los peritos de la
defensa, señalados en la reflexión anterior, pues se preocuparon de hacer una evaluación

137
más completa del sujeto, apareciendo entrevistas clínicas más extensas, referidas también
al entorno familiar del acusado y a la parte intelectual o cognitiva del mismo”.253

b.- Imprecisiones que no afectan la credibilidad del testimonio. Máximas de la


experiencia: Impresión que genera un hecho de esa naturaleza en la víctima.

“...puede explicarse la confusión en cuanto al número de armas blancas utilizadas


en el hecho, por la natural impresión que un hecho de tal naturaleza produce en cualquier
persona que la sufre”.254

c.- Falta de precisión no relevante y justificable. Duda despreciable.

“Que, en su alegato de clausura, la Defensa hizo presente la existencia de diversas


imprecisiones entre los testigos del Ministerio Público, especialmente referente a la hora
en que se habrían producido las amenazas con la pistola y la hora y lugar donde ésta
quedó definitivamente, imprecisiones que si bien existieron, no son relevantes para
invalidar dichos testimonios, toda vez que el tribunal estima que en una situación como la
sub-lite no es posible exigir a los testigos la hora exacta en que van acaeciendo los hechos,
pues la dinámica de ellos y la carga emocional que suponen, los exime de tal precisión”.255

d.- Imputación no probada, no afecta credibilidad del testigo.

“En cuanto al testigo XXXX, la defensa señala que se trataría de un coimputado, lo


que restaría valor a su testimonio, por ello no debiera considerarse por el Tribunal.
Respecto de esta afirmación, se hace necesario tener presente que dicho testigo presenció
los hechos, sin tomar parte en ellos, por lo cual la alegación de la defensa en este punto no
será considerada”.256

253
Sentencia de 23 de Julio de 2002 causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Curicó.
254
Sentencia de 11 de Julio de 2002 causa por robo con intimidación, rit 2-2002 Tribunal Oral de Curicó.
255
Sentencia de 11 de Junio de 2002, causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Talca.
256
Sentencia de 11 de Julio de 2002 causa por robo con intimidación, rit 2-2002 Tribunal Oral de Curicó.

138
e.- No se considera creíble testimonio en virtud de máximas de la experiencia.

“Requerido, por la Fiscal, para que explique por qué siendo el objeto tan grande
no lo pudo ver, responde que él estaba escondido, que habían azadones y productos de
jardinería, que este joven siempre le dio la espalda en relación al ángulo en que él estaba.
Interrogado, entonces, para que explique cómo se dio cuenta que ese sujeto estaba
sacando algo hacia fuera, contesta “por la acción”, porque abrió la ventana, se dirigió
hacia donde estaban los productos, después se devolvió desde la ventana, no me parece
lógico, dice textualmente “lo saco por una conclusión” . Contrainterrogado reitera que no
vio el objeto.. Que, a estos sentenciadores no le parece creíble este testimonio porque no
resulta coherente con la lógica interna de la historia que narra la acusación y que el
Ministerio Público sostiene durante el juicio, toda vez que el testigo, es cierto, que dice que
ve a un sujeto sacando algo por la ventana, pero no identifica a ese sujeto como el acusado
ni al objeto, como un cortasetos; Que el hecho que identifique a ese sujeto sólo por parte
de su vestimenta- casaca y jokey- resulta a este tribunal insuficiente para generar
convicción en orden a que necesariamente el individuo que luego ve reducido en los
estacionamientos fuere el mismo que vio sacando la especie, máxime cuando de su propio
relato se infiere que no lo siguió ininterrumpidamente... De modo, que de los dichos de este
testigo no puede inferirse que el sujeto que dice haber visto sacando un objeto, fuere
necesariamente el mismo que fue reducido por los guardias en los estacionamientos; ni que
el objeto supuestamente sacado sea el mismo encontrado allí. Por otra parte, su testimonio
tampoco resulta creíble analizado conforme a las máximas de la experiencia, es decir,
atendido al modo en que las cosas ocurren ordinariamente conforme a la experiencia
común, en el sentido que una especie de las dimensiones del cortasetos acompañado como
evidencia material en este juicio, de un peso aproximado a los siete kilos y de un largo
cercano al metro... no pudiere haber sido visto al momento de ser alzado por una
ventana..”.257

f.- Credibilidad de testimonios. No desvirtuada su verosimilitud.


257
Sentencia de 17 de Agosto de 2002 causa por robo con intimidación, rit -2002 Tribunal Oral de Linares.

139
“Que, los sentenciadores desestimarán las alegaciones de la defensa, tendientes a
restar veracidad a los dichos del ofendido, en el sentido de que nunca estuvo expuesto al
ilícito penal que se le imputa al acusado, porque si bien éste declaró en el juicio que él
“creía” que XXXXXX lo esperaba frente a su domicilio para asaltarlo, no es menos cierto,
que era una mera suposición y que mal podía llamar a la policía, si no tenía la certeza
que así fuera a ocurrir; que tampoco se desestimará el testimonio de XXXXX, puesto que,
quedó plenamente acreditado que, pese a que no tenía visión desde el lugar en que estaba
ubicado, - sector de la pasarela-, hacia calle Rozas con Dima Soto, si pudo escuchar el
llamado de auxilio de la víctima y acercarse corriendo hasta esa esquina, donde recogió la
mochila de la víctima; lo mismo acontece, respecto de XXXXX y de XXXXX por que
impresionan al Tribunal como testigos veraces y creíbles, dando razones de sus dichos y no
aparecen controvertidos por otras pruebas. Más todavía, si lo afirmado por la defensoría,
de su supuesta participación en el delito y de que la incriminación que hacen del acusado
sería para salvar sus propias responsabilidades, no fue probado”.258

g.- Elementos de credibilidad del testimonio.

“Que tales atestados son verosímiles atendido la forma certera en que el testigo
relata su accionar, de los detalles que proporciona éste y la víctima respecto de la
vestimenta del acusado, -en especial, su polera roja-, y de la mochila que llevaba consigo,
lo que permitía distinguirlo entre los transeúntes a pesar de la gran afluencia de personas
que debió existir atendido el lugar y fecha, circunstancias de la que han hecho mención el
testigo referido y los Carabineros que declararon en el juicio .
Que la tenacidad y el riesgo que asumió al actuar, otorga mayor verosimilitud a la
versión de los hechos dada por éste y por la dependiente y reafirma la teoría del caso
planteada por el Ministerio Público”.259

258
Sentencia de 19 de Julio de 2002, causa por robo con violencia, rit 2-2002 Tribunal Oral de Talca.
259
Sentencia de 16 de Agosto de 2002, causa por robo con intimidación, rit 4-2002 Tribunal Oral de Talca.

140
h.- No hace lugar a restar credibilidad de pruebas.

“Que la defensora privada sostuvo en sus alegatos que se debe restar credibilidad a
los funcionarios policiales pues sólo han tratado de defender sus procedimientos y en
cuanto a sus declaraciones, por ser contradictorias. Además, pide se reste credibilidad a
los testigos de cargo, acogidos a la institución de cooperación eficaz”.
“Que, en opinión del tribunal, el hecho que los funcionarios policiales declaren en
juicio acerca de sus procedimientos no es motivo suficiente para restarles credibilidad en
cuanto testigos imparciales. Tampoco afecta la cualidad de verosimilitud de los dichos de
estos testigos las imprecisiones en que incurren al referirse a detalles del procedimiento,
toda vez que en lo sustancial concuerdan”.
“Que, a juicio de estos sentenciadores, la circunstancia de haberse acogido
algunos de los testigos particulares a la institución de cooperación eficaz y que, en virtud
de ello, la persecución del Ministerio Público se haya dirigido exclusivamente en contra
de XXXX, no es razón suficiente para restarles credibilidad en cuanto testigos
imparciales. En efecto, la decisión de selectividad penal ejercida por la Fiscalía, dentro de
sus facultades y bajo su responsabilidad, no hace más o menos creíbles a los testigos que
se vieron involucrados en los hechos, presenciando lo ocurrido y en cuanto a la
verosimilitud de sus relatos aparecen como concordantes con los otros medios de prueba
aportados por la parte acusadora”.
“Finalmente, la situación de no haber podido la defensa hacer concurrir a uno de
los testigos a la audiencia del juicio, en razón de haberse acogido a la reserva de identidad
y declarado anticipadamente ante la Juez de Garantía de Constitución, no impide
considerar su testimonio como un medio de prueba válido, ni implica necesariamente una
disminución de su credibilidad”.
“Que, en consecuencia, no se hará lugar a la petición de la defensa en el sentido
de restar credibilidad a los testigos de la Fiscalía y a sus declaraciones”.

“La falta de precisión observada en los testimonios de los funcionarios policiales,


respecto a la ubicación exacta de las balanzas dentro del living comedor, no es obstáculo
para dar por establecido que ellas se encontraban en el domicilio del acusado. Tal

141
circunstancia tampoco le resta verosimilitud al testimonio de los policías, ya que el sentido
común indica que un procedimiento policial complejo, donde se ingresa a un lugar
cerrado, se identifica a varios sujetos que se encuentran allí, se fija y levanta la evidencia
material, se pesa, analiza e incauta droga de distinta naturaleza y debe mantenerse,
además, asegurado constantemente el perímetro, hacen difícil que tales testigos aún en su
condición de profesionales, puedan fijar con total exactitud hasta los detalles más
mínimos”.260

6.5.4.- Formas de establecer los hechos en relación a las pruebas aceptadas y


valoradas.

Como ya se señaló es obligación del tribunal oral hacerse cargo en su


fundamentación de todos los hechos alegados por las partes, se hayan probado éstos o no.

En primer lugar deberán asentarse como hechos de la causa aquellos convenidos por
las partes a modo de convención probatoria. 261 Una manera de hacerlo es la que se
transcribe a continuación:

“Que son hechos de la causa , por corresponder a convenciones probatorias según


el auto de apertura de juicio oral del Juzgado de Garantía de Talca, los siguientes:
a.- Que XXXXX fue condenado en los autos rol N° 59.136 , mediante sentencia de
23 de septiembre de 2001 del Tercer Juzgado del Crimen de Concepción, a la pena de tres
años y un día de presidio menor en su grado máximo, inhabilitación absoluta perpetua
para derechos políticos e inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el
tiempo de la condena , por el delito de robo con fuerza en las cosas.
Que, con anterioridad, en los autos Rol N° 23.200 del Tercer Juzgado del Crimen
de Rancagua, mediante fallo de 27 de septiembre de 1995, fue condenado a cuatro años de
presidio menor en su grado máximo, inhabilitación absoluta perpetua para derechos
políticos e inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la
condena.
Que ambas sentencias se encuentran ejecutoriadas.
260
Sentencia dictada en causa rit 9-2002 del Tribunal Oral de Talca.
261
Artículo 275 CPP.

142
b.- Que el acusado fue detenido aproximadamente a las 15:35 horas del 23 de
diciembre de 2001, en la ciudad de Talca”.262

Ahora bien, la manera cómo los tribunales dan por establecidos los hechos no
sujetos a convención probatoria varía según cuál sea el estilo del Juez redactor, podemos
sin embargo separar dos grandes tendencias.

Por un lado, aquellos fallos donde los hechos que se dan por probados se van
separando por proposición fáctica, señalando luego los elementos de convicción que
llevaron a los jueces a darlos por establecidos, uno a uno.

La otra tendencia agrupa los hechos y los relata como un solo todo, lógicamente
después de haber ponderado la prueba producida.

A continuación transcribiré fallos que contemplan ambas modalidades:

a.- Valoración genérica de la prueba, se prefiere aquella rendida por la Fiscalía:

“Que, atendida la condición de los testigos y peritos presentados por el Ministerio


Público, cuyas declaraciones provienen de personas que presenciaron los hechos a que se
refieren, que impresionan a los jueces como capaces de percibirlos y apreciarlos por sus
sentidos y que en el caso de los peritos demostraron el dominio de sus respectivas ciencia o
arte, resulta pertinente concluir que ellos aparecen como veraces y creíbles, razón por la
cual este Tribunal acoge plenamente la prueba rendida por el Ministerio Público durante
la audiencia, la que no fue controvertida sustancialmente por prueba alguna, pues los
testigos presentados por la Defensa no controvirtieron en lo esencial lo expuesto por los
primeros, limitándose a relatar situaciones anteriores y posteriores a los hechos en sí, pero
en ningún caso coetáneas a éstos; todo lo cual se encuentra acorde y en armonía con la
prueba material y documental adjuntada por la Fiscalía”.

262
Sentencia dictada en causa rit 4-2002 del Tribunal Oral de Talca.

143
“Que por lo expuesto y apreciando la prueba rendida con libertad, según lo
prescribe el artículo 297 del Código Procesal Penal, pero sin contradecir los principios de
la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados y
en virtud de los hechos no discutidos de que da cuenta la convención probatoria referida
en el motivo tercero de este fallo, se debe tener por acreditado que el 11 de noviembre de
2001, aproximadamente a las 05:00 horas, en la cantina denominada “El Bar”, ubicada
en calle Oñederra Nº910 de Constitución, Hernán del Carmen Meza Lara fue agredido con
arma blanca por XXXXX, infiriéndole tres heridas cortopunzantes en la región torácica,
ocasionándole estallido del ventrículo izquierdo, taponamiento cardíaco por
hemopericardio, hemotórax izquierdo, lesiones que le causaron la muerte por anemia
aguda en el Hospital de dicha ciudad a las 06:13 horas del día señalado”.263

b.- Establecimiento de los hechos por proposición fáctica:

“Que este tribunal... dará por establecidos, más allá de toda duda razonable, los
siguientes hechos:
1°.- Que los sucesos objeto del presente juicio ocurrieron el día 23 de diciembre
de 2001, alrededor de las 15:30 horas, en el establecimiento ubicado en calle 9 oriente
N° 1117, denominado “Todo al Costo”, de propiedad de Inversiones “MAPISA”, lo que
se acreditó durante la audiencia con el testimonio de Macarena Alejandra Morales Zúñiga,
al indicar que aproximadamente a esa hora, transcurridos diez minutos después que llegó
de su colación, se encontraba atendiendo el local sola, cuando entraron dos individuos;
con la declaración de Christian Alejandro González Galmes quien corroboró los dichos de
la víctima en relación a la hora y el lugar; asertos que resultan concordantes con los
atestados de los funcionarios policiales, Manuel Orosman Cabeza Orellana y Luis
Orlando Palma Corvalán, en cuanto a la hora , día y lugar en que fueron requeridos por
el segundo de los testigos mencionados para perseguir a los presuntos autores de un asalto
y convención probatoria relativa a la hora de la detención de XXXX.

263
Sentencia de 11 de Junio de 2002, causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Talca.

144
2°.- Que el local comercial referido se encuentra conectado a través de una
oficina con el establecimiento “OKY DOKY” cuya entrada se ubica por calle 1 Sur y que
entre la oficina y el local “Todo al Costo” existe una puerta falsa que permanece abierta.
Que los hechos anteriores han sido probados con las declaraciones de los testigos
Morales Zúñiga y González Galmes a que se ha hecho referencia, quienes lo describieron
como un local pequeño, alargado, de dos metros de ancho por seis de largo, el que se
encuentra conectado por una puerta falsa, que tiene estantería , a una oficina y ésta se
vincula directamente al local “OKY DOKY” , que tiene salida por la calle 1 Sur. Ambos
locales pertenecen a Inversiones “MAPISA”.
3°.- Que dos sujetos ingresaron al local “Todo al Costo”, alrededor de las
15:30 horas , momentos en que la dependiente Morales Zúñiga se encontraba sola a
cargo del establecimiento. Tal situación se encuentra establecida con los dichos de la
mencionada empleada , quien indico que uno de ellos, que vestía una polera clara y usaba
anteojos obscuros, se ubicó al fondo del local y el otro, que vestía una polera roja, al
medio. Posteriormente, mientras era amenazada por éste último, el otro individuo se ubicó
en la caja y sustrajo el dinero que allí se encontraba. Tal declaración es armónica con lo
expuesto por el administrador del establecimiento, Christian González Galmes, quien,
mientras esto ocurría entró al local y desde el lugar en que se encontraba, pudo darse
cuenta que había dos individuos, uno próximo a la dependiente, en un rincón pero en la
mitad del local y el otro en la caja.
4°.- Que XXXXX amenazó a la dependiente ya citada con una pistola negra
y le exigió la entrega de las llaves de la caja de pago. Una vez que obtuvieron su entrega,
el segundo sujeto extrajo de la mencionada caja una cantidad indeterminada de dinero,
compuesta por billetes y monedas, los que metió en una bolsa de papel de regalo . Tales
hechos se constataron a través del testimonio de la afectada al ser explícita en la
narración de los hechos y del reconocimiento que ella efectúa del acusado, en la
audiencia . En efecto, indicó que este individuo, desde la mitad del local, le pidió que le
enseñara unas pelotas que tenían a la venta. Narra que cerró la caja y guardó las llaves en
el bolsillo de su delantal, pues se encontraba sola. Cuando se acercó a XXXX éste extrajo
desde una mochila obscura una pistola larga, que ella describe como grande y de color
negro, y procedió a encañonarla en el estómago, - la testigo hace un ademán mostrando

145
el costado izquierdo-, señalándole que era un asalto. El otro sujeto le exigió dos veces la
entrega de las llaves, ella no las quería entregar, pero finalmente cedió. El acompañante
del acusado procedió a sustraer monedas y billetes, cuya cantidad exacta desconoce, que
se encontraban en el interior de la mencionada caja y que guardó en una bolsa de papel de
regalo. Estas declaraciones resultan congruentes con la de González Galmes, quien
indicó que como sabía que la víctima se encontraba atendiendo sola iba a verla
continuamente y desde la oficina le preguntaba como estaba. Al no obtener respuesta, salió
y en esos momentos observó que ésta se encontraba próxima a un hombre y que le hizo
muecas antes de que el sujeto la cambiara de posición y tapara la visión que el testigo
tenía de la víctima. El administrador afirma que pudo ver al acusado claramente, porque
después de tratar de impedir que la dependiente se comunicara por muecas , vió su rostro y
le oyó decir dijo que se quedara tranquila porque no le iba a pasar nada. Al mismo tiempo,
se percató que en la caja había un individuo sacando dinero y guardándolo en una bolsa
de regalo de las que venden en la tienda. Al darse cuenta de la situación, se dio media
vuelta y se retiró por la oficina hacia el local “OKY DOKY”, con el objeto de obtener
ayuda de Carabineros. Reconoce en la sala a XXXXX como la persona que se encontraba
al lado de la víctima , que vestía una polera roja y portaba una mochila.
5°.- Que el arma acompañada como evidencia en el presente juicio
corresponde a la utilizada por el acusado en el ilícito que ha dado origen al
pronunciamiento de este tribunal. Ello se desprende de los dichos de la propia ofendida,
quien la describió como una pistola negra y larga , y de su reconocimiento en la
audiencia, al igual como lo hizo con el acusado al sostener que él fue el que la amenazó.
Lo anterior es concordante con el testimonio de los funcionarios aprehensores,
quienes manifestaron que dicha arma fue encontraba dentro de la mochila que portaba el
acusado XXXXX, minutos después de ocurridos los hechos y a pocas cuadras del lugar. En
efecto, el Sargento Primero Manuel Orosman Cabeza Orellana indicó que éste portaba una
mochila , que él no revisó en el momento de la detención y que la entregó al Cabo Luis
Orlando Palma Corvalán, quien lo acompañaba en el procedimiento policial. El objeto fue
guardado en el portamaleta del radiopatrulla y sólo supo que dentro había una pistola
cuando el Cabo Palma se la mostró, minutos después y cuando habían llevado al detenido
para que fuera reconocido por la víctima. Dicha arma fue reconocida por el policía al

146
serle exhibida y señaló que se trataba de la misma porque él recordaba claramente su
número de serie “4232”, el que constató en presencia del tribunal. Lo anterior se
encuentra confirmado con el atestado del Cabo Primero Palma, quien expresó que fue
quien guardó en el portamaleta del radiopatrulla la mochila que le entregó el Sargento
Cabeza, recién detenido XXXX. Posteriormente, mientras esperaba que la víctima saliera
del local, de propia iniciativa examinó el interior de la mencionada mochila y pudo
percatarse de la existencia del arma, la que describió como una pistola marca FAMAE,
color negro, de 9 milímetros. Esa pistola también fue reconocida en la audiencia cuando
el Fiscal del Ministerio Público se la exhibió.
6°.- Que el arma incautada corresponde a una pistola marca FAMAE, modelo
FN750, calibre 9 milímetros, semiautomática cuyo número de serie es el NC 4232 y que
se encuentra inscrita a nombre de Rodrigo Antonio Badilla Ravello, y que XXXXXX no
registra permiso para portar armas de fuego, lo que se desprende de lo expuesto por el
Sargento Primero de Carabineros Cabeza Orellana , quien dió inicio a la cadena de
custodia y con el mérito del certificado emitido por el Comandante de la Guarnición de
Ejército de Talca, don Antonio Yakcich Furche, signado con el número 1595/65, de 2 de
mayo de 2002.
7°.- Que el arma antes mencionada y la munición contenida en el cargador de la
misma son operativas. La conclusión fluye del informe pericial elaborado por el perito
balístico Carlos René Torres Rojas, funcionario de Carabineros, armero artificiero, quien
indicó haber efectuado la pericia del arma que se le exhibió en la audiencia,
confirmándolo al revisar su número de serie, así como un cargador con quince municiones
que la acompañaba. Los recibió pocos días antes de la emisión de su informe , el que fue
realizado el día 15 de abril del año en curso. Señaló que, después de haber efectuado su
fijación en forma fotográfica , examinado técnicamente y efectuado tres disparos con las
municiones acompañadas, concluyó que el arma se encontraba en buen estado de
conservación y funcionamiento mecánico, siendo apta para disparar.También que la
munición es disparable con ese armamento. Además, la describió en la audiencia como
una pistola marca FAMAE, modelo FN750, de 9 milímetros, semiautomática.
8°.- Que en la caja de pago del establecimiento comercial ya referido existía
dinero al momento en que se produjo el ilícito que ha dado origen a este juicio. Tal

147
aseveración se encuentra probada con los dichos de la vendedora y del administrador.
La primera sostuvo que allí había billetes y monedas ; el segundo que había entregado una
cantidad de dinero al comienzo de la jornada laboral y que hasta esa hora aún no se había
hecho el arqueo proveniente de las ventas. Ambos señalaron que observaron cuando el
acompañante del acusado sacaba monedas y billetes de ella y los guardaba en una bolsa
de papel de regalo.
Sin perjuicio de lo anterior, de las máximas de la experiencia se puede colegir
que , atendido la fecha cercana a la Navidad y la hora de ocurrencia de los hechos, existía
dinero en la caja.
El hecho que no se haya recuperado se explica por la circunstancia de no haber
sido aprehendido quien la acababa de sustraer pocos minutos antes, por cuanto el acusado
fue quien amenazó a la cajera para facilitar su apropiación.
9°.- Que los individuos que actuaron en la comisión de los hechos huyeron
juntos por calle 1 Sur hacia el oriente, lo que se dará por probado con los dichos del
testigo González Galmes, quien señaló que cuando se percató del asalto, salió por el local
“OKY DOKY” cuya puerta de acceso es por calle 1 Sur y desde la esquina vió como los
mismos sujetos que recién había observado en “Todo al Costo” caminaban por calle 9
Oriente y doblaron en la 1 Sur hacia el Oriente. Señala que los reconoció porque había
visto sus rostros y porque uno de ellos, el acusado, usaba una polera roja y portaba una
mochila. El los siguió, sin perderlos de vista hasta el lugar donde se produjo la detención
del acusado , en la esquina de calle 11 Oriente con 1 Sur.
Que tales atestados son verosímiles atendido la forma certera en que el testigo
relata su accionar , de los detalles que proporciona éste y la víctima respecto de la
vestimenta del acusado , -en especial, su polera roja-, y de la mochila que llevaba consigo,
lo que permitía distinguirlo entre los transeúntes a pesar de la gran afluencia de personas
que debió existir atendido el lugar y fecha, circunstancias de la que han hecho mención el
testigo referido y los Carabineros que declararon en el juicio .
Que la tenacidad y el riesgo que asumió al actuar, otorga mayor verosimilitud a la
versión de los hechos dada por éste y por la dependiente y reafirma la teoría del caso
planteada por el Ministerio Público.

148
Que de este modo, en virtud de la prueba rendida , el tribunal ha procedido a
precisar los hechos materia de la acusación”. 264

6.5.5.- Hechos no probados.

Puede suceder que el tribunal no de por probados hechos alegados por las partes.
Ello puede suceder cuando la parte no rindió prueba en apoyo de su proposición, o que,
rindiéndola ella sea insuficiente, o se encuentra contradicha por otra prueba y se prefiera
esta última.

a.- Rechazo de eximente, hechos no acreditados.

“.. no aparecen acreditadas las circunstancias señaladas en el Nº4 del artículo 10


del Código Penal, a saber:
a) En cuanto a la agresión ilegítima, los propios testigos presentados por la
Defensoría Juan Martínez Escobar y Raúl Valenzuela Campos señalan no haber visto la
forma en que ocurrieron los hechos, tampoco apreciaron en ese momento la existencia de
ningún arma en poder de la víctima y ninguno asegura haber visto lesionado al acusado;
sólo el segundo de los nombrados refiere que su hermano Alejandro le contó que Meza
Lara le había dado unos combos y amenazado con algo, versión ésta última que es
insuficiente para tener por establecido el presupuesto de que se trata, más aún
considerando lo expuesto por los testigos presenciales Lorena Valenzuela Castro y Adolfo
Faúndez Lara.265
Que los testimonios de Bernarda Hernández Gutiérrez, presentados por la
Defensa, en nada alteran lo ya concluido, por cuanto, además de su singularidad, son
vagos, imprecisos y contradictorios, lo que les resta todo valor probatorio; en efecto, en la
constancia estampada en el libro de novedades del día 12 de noviembre de 2001, fecha en
que examinó al acusado, incorporada como prueba a esta audiencia, señala que no se
encontraron lesiones en su cuerpo, con excepción de que dice tener un golpe en la cara,
con dolor aparentemente contusión por golpe y en la audiencia señaló que siempre se
basó en lo que el interno le dijo, pero que si le vio un hematoma que era como una aureola
264
Sentencia causa rit 4-2002 Tribunal Oral de Talca.
265
Singularidad del testimonio versus los dichos de dos testigos contestes.

149
en torno al ojo izquierdo y al interrogársele sobre la razón de no consignar tal
circunstancia en el registro, no responde.266
A mayor abundamiento cabe tener en consideración lo expresado por los
funcionarios policiales Juan Comigual Alarcón y Rodemil Barriga Sandoval en el sentido
que el acusado Valenzuela Campos no tenía lesión alguna y se negó a ser trasladado al
Hospital para constatar lesiones, lo que ocurrió a las 10:00 horas del mismo día 11 de
noviembre de 2001, vale decir, a escasas horas de producido los hechos, por lo que resulta
más verosímil tal versión.
b) En relación con la circunstancia segunda del referido artículo 10 Nº4 del Código
Punitivo, esto es, necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la
agresión ilegítima, procede también su rechazo conforme lo antes razonado y teniendo,
también presente sobre el particular, la pluralidad y características de las lesiones
ocasionadas, de las que aparece que el autor buscó zonas vitales para propinarle las
estocadas a la víctima lo que desvirtúa la posibilidad remota de una mera defensa, puesto
que el agente debió prever que podía causar la muerte, aceptando el riesgo de su actuar. 267
c) En cuanto a la falta de provocación suficiente por parte del que se defiende, es menester
considerar que, como se ha dicho, no existe prueba alguna268 a su respecto en la audiencia,
toda vez que, si bien los testigos se refieren a una situación producida entre el grupo que
acompañaba a Alejandro Valenzuela y el occiso Hernán Meza Lara, en relación con que
este último amenazaba con una pistola e invitaba a pelear, tal amenaza y desafío lo fue
para otra persona del grupo como es Carlos Panes, encontrándose contestes dichos
testigos, tanto en esto, como en que en ningún momento Meza haya amenazado a
Alejandro Valenzuela y, en todo caso, tales hechos ocurrieron con anterioridad a aquellos
en que se produjo el ataque a Meza, por lo que no es dable, tampoco, tener por establecida
esta circunstancia.269
b.- Participación no probada.
“Que, respecto al aserto de que el acusado le propinó diversas lesiones con un
cuchillo a Luis Alejandro Urra Ibañez, sólo existe el testimonio singular de Giovanni de

266
En duda credibilidad de la testigo.
267
Máximas de la experiencia.
268
Ausencia de prueba
269
Sentencia de 11 de Junio de 2002, causa por homicidio, rit 1-2002 Tribunal Oral de Talca.

150
Jesús Quintanilla Quintanilla, ya extractado en el motivo cuarto, que se estima insuficiente
para dar por establecida dicha proposición, en razón de los siguientes argumentos:
1.- Al momento de ocurrir los hechos se encontraba bajo la influencia del alcohol,
antecedente que fue reconocido por el propio testigo de cargo al señalar que había
ingerido tres vasos de ponche y que Urra Ibáñez se encontraba más ebrio que él.
2.- A la hora del suceso estaba oscuro y el lugar cuenta con escasa iluminación. Lo
anterior fluye, en primer término, de lo expuesto por el propio testigo Quintanilla al
señalar que en la plaza donde bebían “no se veía tanto” y además, porque si bien en el
lugar específico de la agresión existe un poste de alumbrado público, de las fotografías
números 1 y 19, aportadas por la Fiscalía, se observa que dicho poste se encuentra
ubicado en la calle Los Tordos, de modo que el haz de luz que proyecta hacia ese pasaje se
encuentra obstaculizado por un árbol emplazado en la vereda oriente del pasaje
Rinconada.
3.- Que merece duda a estos sentenciadores el reconocimiento que el testigo hace
del acusado en cuanto autor de la agresión, porque señala haber fijado sus rasgos cuando
huía de él mirando hacia atrás y en razón de haberlo reconocido en la Tenencia de
Carabineros, en circunstancias que observó cuando el acusado ingresaba detenido
manifestando, supuestamente, “aquí estoy”.
“En cuanto a la retención de los rasgos del agresor, el sentido común nos señala
que si una persona es seguida por el sujeto que recién agredió con arma blanca a un
amigo y éste aún lleva en sus manos el cuchillo, el acto de mirar hacia atrás sólo tiene por
finalidad ver la distancia que existe entre ambos y no tratar de retener las características
físicas de éste”.
“De otro lado, el hecho de que llegue al cuartel policial un sujeto detenido por los
mismos sucesos, a la mañana siguiente, varias horas después de ocurridos éstos y ante la
consulta inmediata de parte de los funcionarios policiales de si el testigo reconoce o no al
individuo, nos parecen circunstancias altamente inductivas, que restan credibilidad a su
testimonio en esta parte. Asimismo, estimamos que lo anterior ha influído necesariamente
en el posterior reconocimiento que el testigo efectúa en juicio”.
“Que, la singularidad del testimonio de Quintanilla Quintanilla queda demostrada
con el análisis de las declaraciones de los testigos Rosa Elena Morales Ayala y Marcelo

151
Antonio Morales Espinoza, toda vez que sus dichos no son útiles para situar al acusado en
el lugar de los hechos a la hora en que éstos ocurrieron. En efecto, ambos testigos señalan
haber visto a XXXX ingiriendo alcohol junto a unos vecinos, en el Campamento Lo Garcés,
desde las 13,00 horas del día 16 de Diciembre de 2001 hasta las 23,00 horas de ese mismo
día. Posteriormente, sintieron cantar al acusado entre las 03,00 y las 04,00 de la
madrugada del día 17 de Diciembre; sólo Morales Ayala asevera haber visto salir junto a
otra persona al acusado de su hogar, a la hora indicada, lo que habría observado a través
de un “portillito” de su vivienda”.
“No nos parece creíble lo expresado por la testigo Morales Ayala en atención a la
escasa visibilidad existente en el sector - ella misma señaló que en el Campamento no
existe alumbrado público - y lo difícil que debe resultar para cualquier persona identificar
certeramente a un transeúnte desde un orificio de la pared en esas condiciones de
luminosidad. En todo caso, no es relevante lo que dice haber observado, pues si hubiera
salido el acusado desde su domicilio ello habría ocurrido después del deceso de la víctima,
incluso con posterioridad a la hora de llegada de Carabineros al sitio del suceso”.
“Que, el proceso investigativo se dirigió en contra del acusado, en razón de lo
obrado por el oficial de Carabineros Juan Rodrigo Pezoa Ponce, jefe del Labocar Talca,
quien en conocimiento del hecho y con autorización del Fiscal de turno se entrevistó con
un joven de apellido XXXXX que se encontraba en la Tenencia Abate Molina, éste le habría
manifestado que su padre era el autor de la agresión y además le indicó su domicilio. Una
vez constituido en ese lugar, llamó a la puerta y fue atendido por el acusado quien
presentaba manchas al parecer de sangre en su camisa”.
“Si bien no existen motivos para dudar que el Capitán Pezoa Ponce escuchó del
hijo del acusado tal imputación, ella no ha quedado establecida en el juicio a través de
elementos de convicción suficientes, por el contrario los medios de prueba aportados e
incorporados en la audiencia por los intervinientes dan cuenta de una investigación con
resultados científicos que contradicen las hipótesis policiales. Así por ejemplo quedó
demostrado, a través de la declaración de los peritos químicos del Laboratorio de
Criminalística de la Policía de Investigaciones de Chile Alberto Kriz Farías, María
Alejandra Salas Rojas, Ricardo Rosas Hoffmann y Juan Ríos Hernández, que las manchas
de sangre de la camisa que vestía el acusado al momento de su detención correspondían al

152
propio imputado, descartándose absolutamente su procedencia de la víctima; que las
cuatro armas blancas incautadas desde el domicilio del acusado no arrojaron presencia de
sangre; y que las únicas tres muestras de sangre recogidas por los funcionarios de la
Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones en los pasajes Los Tordos y Los
Sauces de la Población Brilla El Sol, si bien se trataba de sangre humana, sólo una de
ellas pudo ser amplificada para el respectivo examen de ADN, descartándose en forma
científica que pudieren corresponder al acusado Pacheco Mondaca o a la víctima Urra
Ibáñez”.270

6.5.6.- Calificación jurídica de los hechos.

a.- Calificación jurídica del hecho punible y de la participación.

a.1.- Delito de homicidio simple, acusado autor.


“Que los hechos anteriormente referidos son constitutivos, más allá de toda duda
razonable, del delito de homicidio simple en la persona de Hernán del Carmen Meza Lara,
previsto y sancionado en el artículo 391 Nº2 del Código Penal, toda vez que un tercero
premunido de un arma blanca infirió a otro heridas cortopunzantes letales que le causaron
la muerte; elementos que configuran el tipo penal en referencia, tanto en su aspecto
material, cual es la acción de matar, su resultado típico, como es la muerte de la víctima y
la relación de causalidad entre el resultado muerte y la acción del homicida”.
“Que, en mérito de la prueba analizada precedentemente, especialmente la
convención probatoria referente al hecho de que el imputado propinó heridas
cortopunzantes en el cuerpo del occiso Meza Lara, utilizando para ello su cuchillo y la
testimonial de los testigos oculares Lorena Valenzuela Castro y Adolfo Faúndez Lara,
quienes están contestes en señalar que vieron cuando XXXXX agredió con arma blanca a
Meza Lara y las declaraciones en el mismo sentido de los testigos de oídas los
funcionarios de Carabineros, Sargento Segundo Juan Comigual Alarcón y Cabo Segundo
Rodemil Hugo Barriga Sandoval, quienes expresan haber escuchado de boca del acusado,

270
Sentencia dictada en causa rit 11-2002 del Tribunal Oral de Talca.

153
que éste había agredido a la víctima, corroborado con los dichos de los propios testigos
presentados por la Defensa, Juan Antonio Martínez Escobar y Raúl Antonio Valenzuela
Campos, al afirmar que escucharon directamente del acusado que había inferido heridas
cortopunzantes a Hernán Meza Lara, elementos probatorios que, apreciados libremente,
permiten llegar a la convicción y a dar por establecido que a Alejandro Enrique
Valenzuela Campos le ha correspondido una participación de autor en los hechos
establecidos en el considerando séptimo del presente fallo, por haber tomado parte en ellos
de una manera inmediata y directa”.271

a.2.- Delito de robo con violencia, acusado autor.


“Que estos hechos se encuadran dentro del tipo penal, materia de la acusación, en
razón de concurrir copulativamente cada uno de los elementos que lo constituyen:
Apropiación, esto es, “...la sustracción de una cosa de la esfera de resguardo de una
persona con el ánimo de comportarse de hecho como propietario de ella...”, toda vez que
el acusado tomó las especies, retirándose del lugar con ellas y posteriormente dejó en
custodia una de ellas a un tercero. Cosa mueble, definida en nuestro ordenamiento jurídico
como aquellas que pueden transportarse de un lugar a otro, mediante el uso de una fuerza
externa. Cosa ajena, es decir, aquellas respecto de los cuales una persona distinta del
hechor, detenta la propiedad o la posesión. Sin la voluntad de su dueño, expresión que
significa actuar no sólo sin el consentimiento sino también contra la voluntad del
propietario o poseedor de la cosa. Animo de lucro, el cual se puede colegir del hecho de la
sustracción, bastando que se tenga en vista al ejecutar la acción, sin que requiera de un
enriquecimiento real. Finalmente, la Violencia, que es causar en la víctima un daño físico
inmediato o próximo al momento de la sustracción, para impedir la resistencia de la
víctima. En consecuencia, estos hechos, configuran el delito de robo con violencia, previsto
y penado en el inciso primero del artículo 436, en relación con el artículo 439, ambos del
Código Penal y no el delito de robo por sorpresa alegado por la defensa en forma
subsidiaria a la absolución”.
“Que la participación que le imputa el Ministerio Público al acusado se encuentra
acreditada con su propia declaración en la que reconoce que sustrajo la motosierra de

271
Sentencia definitiva dictada en la causa rit 1-2002 del Tribunal Oral de Talca.

154
Robinson González Gomez, cuando éste la tenía en el suelo y que luego se dio a la fuga,
que si bien asevera, que no lo golpeó, no se le dará credibilidad a esta parte del
testimonio, por cuanto, no armoniza ni compatibiliza con el resto de las pruebas.- Así es,
quedó plenamente demostrado con el testimonio del ofendido, quien lo incrimina
directamente como la persona que lo golpeó por la espalda, con objeto contundente,
causándole lesiones de mediana gravedad; con la declaración del perito médico legal, don
Héctor Contreras Morales, el que explicando su pericia señala que el golpe en la región
occipital fue con objeto contundente, descartando tajantemente que la lesión fuera
provocada por una caída como lo asevera la defensa, y el mismo acusado en su
declaración, demostrando así, el dominio sobre su respectiva ciencia o arte; con el
atestado del médico Elías Antonio Arab López, quien señala que no es medico legista y que
su atención es muy precaria, no contradiciendo sustancialmente, lo expuesto por el
perito.- Con los dichos de Dionisio Antonio Cancino Valenzuela que vio a don Robinson
corriendo medio “rengo” de una pierna”.272

a.3.- Delito de tráfico de estupefacientes, acusado autor.


“Que, tal como se señaló, los hechos antes establecidos son constitutivos del delito
de tráfico ilícito de estupefacientes previsto y sancionado en los artículos 5° y 1° de la Ley
19.366, toda vez que una persona sin contar con la competente autorización poseyó y
suministró sustancia o droga estupefaciente, consistente en cannabis sativa y clorhidrato
de cocaína, sin haber acreditado que ella estaba destinada a la atención de un tratamiento
médico o para su uso personal, exclusivo y próximo en el tiempo”.
“Que con los antecedentes probatorios relacionados en el motivo que precede y que
se aprecian libremente, permiten llegar a la convicción que al acusado Pedro Enrique
Reyes Pinochet le ha correspondido una participación en calidad de autor en los hechos
establecidos en el considerando duodécimo de esta sentencia, por haber tomado parte en
ellos de una manera inmediata y directa”. 273

a.4.- Delito de robo con intimidación consumado, acusado autor.

272
Sentencia definitiva dictada en causa rit N° 2-2002 del Tribunal Oral de Talca.
273
Sentencia dictada en causa rit 3-2002 del Tribunal Oral de Talca.

155
“Que los hechos asentados durante el juicio permiten concluír que la conducta
atribuída al acusado se encuadran dentro de la figura penal de robo con intimidación
establecida en los artículos 432 , 436 y 439 del Código Penal, toda vez que existió
apropiación de cosa corporal mueble ajena, consistente en una suma indeterminada de
dinero de propiedad de Inversiones “MAPISA”, suma que fue sacada de la esfera de
resguardo de quien la custodiaba con ánimo de apoderamiento y disposición; que tal
acción hace presumir el ánimo de lucro de los agentes; que para lograr la apropiación se
utilizó la intimidación en las personas, en este caso por medio de las amenazas con un
arma de fuego tendientes a obtener la entrega del bien corporal mueble; finalmente, existió
en el actuar una relación espacio-temporal entre la intimidación y la apropiación,
resultando evidente que la primera facilitó efectivamente la ejecución de la segunda”.

“Por último, el delito a que se ha hecho referencia se consumó , por cuanto los
autores consiguieron su designio delictivo, esto es la sustracción de una cantidad de dinero
ajena, suma que no se pudo recuperar al no lograr la aprehensión del individuo que la
portaba”.

“Que conforme lo razonado precedentemente se desestimará la tesis de la defensa


en el sentido que existiría una tentativa inidónea, por la indeterminación respecto de la
existencia del dinero en la caja”.

“Que de acuerdo a lo expuesto en los numerales 4°.-, 5°.- y 9°.- del sexto
considerando, se tendrá por establecida la participación del acusado en los hechos que se
le atribuyen, en calidad de autor por haber intervenido en ellos de una manera inmediata y
directa”.274

a.5.- Delito de tráfico de estupefacientes, acusado autor.


“Que los hechos asentados precedentemente configuran el delito de tráfico ilícito
de estupefacientes previsto y sancionado en los artículos 5° y 1° de la Ley 19.366, en grado
de consumado, toda vez que una persona sin contar con la competente autorización
adquirió, transfirió y poseyó sustancias o drogas estupefacientes, consistentes en cannabis
sativa y clorhidrato de cocaína, sin haber acreditado que ellas estaban destinadas a la

274
Sentencia dictada en causa rit 4-2002 del Tribunal Oral de Talca.

156
atención de un tratamiento médico o para su uso personal, exclusivo y próximo en el
tiempo”.

“El clorhidrato de cocaína y la cannabis sativa son drogas estupefacientes que


producen dependencia física y psíquica, además la primera sustancia es capaz de provocar
graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud pública, por lo que se encuentran
entre aquellas referidas en los artículos 1° y 2°, respectivamente, del Decreto N° 565 del
Ministerio de Justicia de 1996, Reglamento de la Ley N° 19.366”.

“Que de acuerdo a lo razonado en los numerales 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 del


considerando octavo, se tendrá por establecida la participación del acusado en los hechos
que se le atribuyen, en calidad de autor por haber intervenido en ellos de una manera
inmediata y directa”.275

a.6.- robo de especies ubicadas en bien nacional de uso público.


“Que, en opinión de estos sentenciadores, los hechos descritos en el motivo
anterior se encuadran dentro de la figura penal de robo con fuerza de especies que se
encuentran en bienes nacionales de uso público previsto y sancionado por el inciso
primero del artículo 443 del Código Penal, toda vez que existió apropiación de cosas
corporales muebles ajenas, consistentes en dos cañas de pescar, un balón de fútbol, un
contenedor plástico y un bolso del mismo material de propiedad de Bernardo Antonio
Opazo Espinoza, especies que fueron sacadas de la esfera de resguardo de su dueño con
ánimo de apoderamiento y disposición sin la voluntad de su dueño; comportamiento que
hace presumir el ánimo de lucro del agente. Para lograr la apropiación se quebrantó la
esfera de resguardo de las especies, en este caso utilizando un cortapluma para abrir la
cerradura del portaequipaje del vehículo en cuyo interior se encontraban. Tal elemento
puede asimilarse a una “llave falsa” o “ganzúa” pues cumplió ese objetivo y el tipo penal
lo acepta como medio para ejercer la fuerza y vencer los resguardos de protección”.

275
Sentencia dictada en causa rit 9-2002 del Tribunal Oral de Talca.

157
“Por último, el delito a que se ha hecho referencia se consumó, por cuanto el autor
consiguió su designio delictivo, esto es la sustracción de especies ajenas, las que fueron
recuperadas debido a la intervención policial y a la devolución que Alvaro Andrés
Hormazabal Hormazabal hizo de ellas”.

“Que de acuerdo a lo expuesto en los numerales 2° y 4°. del considerando séptimo,


se tendrá por establecida la participación del acusado en los hechos que se le atribuyen,
en calidad de autor por haber intervenido en ellos de una manera inmediata y directa”.276

a.7.- Desestimación de petición de absolución y ratificación de la de calificación del


hecho.
“Que el tribunal desestima las alegaciones de la defensa en lo que respecta a la
absolución solicitada, por las siguientes razones:
1.- La intencionalidad se demuestra con los hechos y estos son que se golpea a una
persona cuando está en el suelo causándole lesiones y una vez reducido se apropian de sus
especies. Es decir, la fuerza ejercida contra la víctima fue necesaria e idónea para lograr
sustraerle la ropa y los efectos personales, sin ella lo anterior no se habría logrado.
Especial importancia se le da a la circunstancia que la acción de quitarle la casaca y
zapatos, ocurre cuando Henríquez Jaque estaba en el suelo sin posibilidades de defensa,
practicada en forma simultánea por los dos encausados.
2.- El afectado recibió golpes de pies y puño, como lo demuestra la entidad y
gravedad de sus lesiones, confirmado lo anterior, por la información del llamado
telefónico anónimo en el sentido que dos personas agredían de pies y manos a un tercero.
En consecuencia el ataque fue grave, dirigido a lograr la reducción de la otra persona, lo
que se logró. Por lo demás parece ilógico que alguien entregue sin más su casaca y
zapatos, en la madrugada de un día de otoño, precisamente cuando la temperatura es más
baja.
3.- La explicación dada en el sentido que los acusados sólo repelieron una
agresión, es carente de toda lógica. No es creíble que una persona sola agrediera a otras
dos, quienes cruzaron la calle interceptando su camino. La afirmación de XXXXX en el
276
Sentencia dictada en causa rit 14-2002 del Tribunal Oral de Talca.

158
sentido que fue golpeado primero por Henríquez Jaque y ante ello, él reaccionó, no se
compadece con lo afirmado por su co-imputado, ante el Ministerio Público, pues, como se
leyó en la audiencia, con el fin de superar contradicciones, XXXXX declaró al Fiscal de la
causa el mismo día en que ocurrieron los hechos que “yo reaccioné y este chico que
andaba conmigo cruzó corriendo y le pegó unas patadas al afectado”. Esta declaración
aparece más creíble que la prestada en la audiencia, teniendo presente la oportunidad en
que ella se rindió, el mismo día 11 de Abril de 2002.
4.- Si su intención no era robar, ellos podían perfectamente haber dejado que se
fuera el ofendido, una vez que éste se zafó de ellos en la primera oportunidad, sino, por el
contrario, siguiéndolo, perseveran en su accionar y aprovechando que se había caído lo
golpean hasta reducirlo, sustrayendo a continuación las especies.
5.- El apoderarse de cosa ajena con ánimo de lucro aparece de manifiesto desde el
momento que se ponen inmediatamente la casaca y los zapatos robados, a pesar de que
estos eran del número 41, mayor que lo que calzaba XXXXX y que, como dicen los
Carabineros y la víctima, el acusado XXXXX amenazó al afectado cuando ya se
encontraba detenido, alegando que los zapatos eran de su propiedad. El encontrar las
especies en su poder, constituye una presunción judicial de autoría que los afecta.
6.- Hay que recordar por lo demás que conforme lo señala el art. 439 del Código
Punitivo, se estima por violencia en las personas los malos tratamientos de obra dirigidas,
entre otros, a impedir la resistencia u oposición a que se quiten las cosas, que es
precisamente lo que ocurrió en el caso sub-lite.
En suma existió una fuerza física ejercida en contra de un tercero y la consiguiente
apropiación de especies de su propiedad y al existir la necesaria conexión enre la fuerza y
la sustracción, se da plenamente el tipo penal materia de la acusación”.277

a.8.- Robo con fuerza en las cosas cometido en lugar destinado a la habitación.
“Que, en opinión de estos sentenciadores, los hechos asentados precedentemente
configuran el delito de robo con fuerza en las cosas perpetrado en lugar destinado a la
habitación, previsto en el artículo 432 y sancionado en el artículo 440 N° 1, ambos del
Código Penal, en grado de consumado, toda vez que existió apropiación de cosas

277
Sentencia dictada en causa rit 15-2002 del Tribunal Oral de Talca.

159
corporales muebles, ajenas, consistente en un celular marca Nokia y dos relojes marca
Quartz de propiedad de Marcial Antonio Medel Medel, especies que fueron sacadas de la
esfera de resguardo del propietario, sin la voluntad de éste, lo que significa que actuó sin
su consentimiento y con ánimo de lucro, conducta que se puede colegir del hecho de la
sustracción sin que se requiera de un enriquecimiento real, ejerciendo fuerza en las cosas,
pues para lograr su objetivo ingresó al domicilio de la víctima por vía no destinada al
efecto, tuvo que saltar la cerca y luego, para entrar a las dependencias debió hacerlo por
una ventana que fracturó, en un caso, y por una abertura del techo, en el otro”.
“El delito en cuestión lo fue en grado de consumado, por cuanto el agente logró su
designio delictivo; sustrajo las especies de la esfera de resguardo del ofendido, contra su
voluntad y con ánimo de lucro, las que fueron recuperadas debido a la intervención de
terceras personas, en este caso de un policía y del propio ofendido”.278

a.9.- Cambio de calificación jurídica de los hechos.


“Que en opinión de estos sentenciadores, los hechos descritos en el motivo anterior
no constituyen el delito de robo con fuerza en las cosas de especies que se encuentran en
bienes nacionales de uso público, como lo indicaba el Ministerio Público en su libelo
acusatorio, dado que no se acreditó el uso de la fuerza en su comisión, por no existir
elementos de prueba suficientes para generar el alto grado de convicción que exige el
artículo 340 del Código Procesal Penal. Así es, los dichos de la víctima y de los
funcionarios policiales...., son insuficientes para ello, pues no demostraron poseer
conocimientos técnicos idóneos y no tienen el mérito de convencer a estos jueces, que la
“abolladura” en la chapa de la puerta delantera derecha del auto ......, haya sido realizada
por XXXXX, ni que hubiera servido precisamente para ingresar al móvil. Por otra parte,
las fotografías incorporadas por la Fiscalía tampoco tienen el mérito de causar esta
convicción, dado que, aparte de estar borrosas, no se estableció quien las tomó, dónde se
tomaron ni cuándo, lo que en todo caso fue posterior a la entrega del vehículo por parte de
Carabineros.”

278
Sentencia dictada en causa rit 16-2002 del Tribunal Oral de Talca.

160
“Sin embargo, haciendo uso de la facultad concedida por el artículo 341 del
Código Procesal Penal, los sentenciadores estiman que los hechos descritos en el mótivo
séptimo, sí se encuadran dentro del tipo penal de hurto simple, previsto en el artículo 432
del Código Penal, por cuanto XXXXX se apropió de cosa mueble ajena, sin la voluntad de
su dueño y con ánimo de lucro, esto es, haber sacado el automóvil de Barnardo Antonio
Opazo Espinoza de la esfera de resguardo de su dueño, con ánimo de apoderamiento y
disposición, osea, desde el lugar donde lo dejó estacionado; sin la voluntad de su dueño lo
que significa que actuó sin su consentimiento; y con ánimo de lucro...”.279

b.- Calificación de circunstancias modificatorias.

b.1.- Rechaza atenuante.


“Que los sentenciadores no acogerán la eximente incompleta contemplada en el
Nº1 del artículo 11, en relación con el Nº4 del artículo 10, ambos del Código Penal, en
virtud de los mismos argumentos reseñados en la fundamentación precedente, en la que no
se dio por establecido ninguno de los presupuestos legales para la procedencia de la
legítima defensa”.280

b.2.- Acoge atenuante de irreprochable conducta anterior.


“Que conforme a la convención probatoria reseñada en la letra d), del
razonamiento tercero de este fallo, el tribunal acogerá a favor del acusado XXXX la
circunstancia atenuante de responsabilidad penal consagrada en el Nº6 del artículo 11 del
Código Penal, esto es, su irreprochable conducta anterior”.281

b.3.- Rechaza agravante de reincidencia.


“Que, en opinión del tribunal no concurre en la especie la circunstancia agravante
de reincidencia, contemplada en el artículo 12 N° 16 del Código Penal, pues en la causa
rol N° 401-2000 del Segundo Juzgado del Crimen de Curicó, si bien el acusado aparece
condenado por el delito de robo con fuerza, del mismo modo aparece suspendida la pena

279
Sentencia dictada en causa rit 22-2002 del Tribunal Oral de Talca.
280
Sentencia dictada en causa rit 1-2002 del Tribunal Oral de Talca.
281
Sentencia dictada en causa rit 1-2002 del Tribunal Oral de Talca.

161
por aplicación en su favor del beneficio de la remisión condicional de la pena, sin que se
haya cumplido efectivamente la pena aplicada. De este modo, no existen circunstancias
modificatorias de responsabilidad criminal que considerar, por lo que el tribunal podrá
recorrer la pena en toda su extensión”.282

b.4.- Acoge agravante de pluralidad de malhechores.


“Que , según los hechos que se estimaron acreditados según los numerales 3°.-,
4°.- y 9°.- del sexto raciocinio, el acusado actuó con un tercero, concertadamente lo que
importa un mayor peligro a uno de los bienes jurídicos protegidos por la figura legal de
robo con intimidación, ya que se expone a mayor riesgo la integridad personal de la
víctima y por tal razón se estima que concurre en la especie la agravante establecida en el
tercer numeral del artículo 456 bis del Código Penal, esto es, ser dos o más los
malhechores”.283

b.5.- Rechaza agravante del artículo 12 N° 14 del Código Penal.


“Que el acusado cometió el ilícito que nos ocupa después de haber quebrantado
una condena, hecho que efectivamente se encuadra en lo establecido en el numeral 14 del
artículo 12 del Código Penal. Sin embargo, para determinar si procede agravar su
responsabilidad penal por esa circunstancia, se debe considerar lo dispuesto en el artículo
63 en relación con el artículo 90 del mismo cuerpo legal, que sanciona el
quebrantamiento. Lo anterior es un reflejo del principio “Non bis in ídem”, pues no
procede aumentar la pena por la concurrencia de circunstancias agravantes que por sí
mismas constituyen un delito especialmente penado por la ley o que ésta haya expresado al
describirlo y penarlo”.284

b.6.- Rechaza atenuante de cooperación eficaz.


“Que, para la concurrencia de la atenuante especial de cooperación eficaz,
contemplada en el artículo 33 de la Ley N° 19.366, es necesario que el imputado por un
delito de tráfico de estupefacientes en forma espontánea suministre datos o informaciones

282
Sentencia dictada en causa rit 2-2002 del Tribunal Oral de Talca.
283
Sentencia rit 4-2002 de Talca.
284
Sentencia rit 4-2002 de Talca.

162
precisos, verídicos y comprobables que contribuyan necesariamente al establecimiento de
otros delitos de igual o mayor gravedad de la misma Ley o sirvan para prevenir o impedir
su perpetración, circunstancias que en el caso que nos ocupa no se probaron”.285

b.7.- Rechaza agravante artículo 12 N° 15 del Código Penal.


“Que el Ministerio Público sostiene que concurre la agravante de responsabilidad
penal establecida en el N° 15 del artículo 12 del Código Penal , esta es “ Haber sido
castigado el culpable anteriormente por delitos a que la ley señale igual o mayor pena”.

“Sin embargo, a juicio de estos sentenciadores corresponde rechazar la aplicación


de la agravante porque no concurren los elementos que requiere como supuesto esta
circunstancia modificatoria de responsabilidad penal; en efecto, implica la existencia de
más de una condena anterior con pena igual o superior a la que merece el ilícito por el
que actualmente se le juzga, lo que se corrobora por la utilización del término en forma
plural y porque, además, no se ha probado en la audiencia que la sanción impuesta se
haya cumplido efectivamente”.

“Por lo expuesto procede rechazar lo alegado por el Ministerio Público al


respecto”.286

b.8.- Rechazo aumento de pena.


“Que en su alegato de clausura el señor Fiscal indicó que se debía considerar el
aumento de pena que establece el inciso 2° del artículo 450 del Código Penal, al
establecer que debe sancionarse con presidio mayor en su grado mínimo a presidio mayor
en su grado máximo al culpable de robo o hurto cuando hangan uso de armas o sean
portadores de ellas”.

“En el caso que nos ocupa se encuentra acreditado que el acusado portaba un
arma cortopunzante y que sustrajo especies desde el maletero de un automóvil, pero cabe
hacer presente que la utilización de esa arma en la comisión del ilícito es la que lo
encuadra dentro de la figura típica establecida en el inciso 1° del artículo 443 del Código

285
Sentencia rit 9-2002 de Talca.
286
Sentencia rit 14-2002 de Talca.

163
Punitivo , al haber utilizado el cortapluma como “un instrumento similar a una llave o una
ganzúa”. Aumentar la sanción que se le asigna a ese hecho punible por la circunstancia
mencionada, se encuentra en colisión con lo establecido en el artículo 63 del mismo
cuerpo legal que es consagración del principio “non bis in ídem” en nuestro
ordenamiento legal y teniendo en consideración que no existió peligro para la integridad
física de las personas que es, en definitiva, el bien jurídico que ampara la agravante en
comento”.287

b.9.- Rechaza calificación de atenuante de irreprochable conducta anterior.


“Que no se accederá a la petición de la defensa en el sentido de calificar la
minorante referida, porque en el caso que nos ocupa, si bien los testigos que declararon
señalaron una serie de cualidades del acusado, se debe tener en cuenta que el buen
comportamiento que exhibe corresponde al que todo hombre medio debe tener y no se han
acreditado actitudes que lo hagan merecedor de un reconocimiento excepcional como para
la calificación de la atenuante”.288

b.10.- Rechaza eximente incompleta.


“Que... tampoco se concederán las otras atenuantes invocadas, como ser la
eximente incompleta prevista en el artículo 11 N° 1 en relación con el artículo 10 N° 1,
ambos del Código Punitivo, la de la imputabilidad disminuida, fundada en el testimonio de
dos peritos, la Psicóloga Paulina Torres Barrera quien sostiene que XXXXXtiene una
capacidad intelectual correspondiente a la categoría de limítrofe, pobreza de pensamiento
abstracto, que sus ideas adolecen de matices elaborados y profundos, caracterizándose por
la simpleza y superficialidad. Que en el área de personalidad, frente a algunos estímulos
actúa impulsivamente anulando el control de la voluntad, lo que lo hace incurrir en
conductas inesperadas, sin embargo, distingue entre el bien y el mal, teniendo capacidad
de arrepentimiento; por otra parte, de acuerdo a la prueba visomotora aplicada, el Test de
Bender, se evidencian índices significativos de organicidad, lo que indica la presencia de
una lesión cerebral importante, que es irrecuperable y que influye en como organiza la
experiencia que percibe y el control de impulsos, que si bien tiene una personalidad con
287
Sentencia rit 14-2002 de Talca.
288
Sentencia rit 16-2002 de Talca.

164
ciertos rasgos inestables no es una amenaza real para la sociedad; y la pericia de la
Asistente Social, doña María del Rosario Cáceres Soto que da cuenta que XXXXX, sólo
cursó hasta el cuarto año básico, con repitencias reiteradas, vive con su madre , su
hermana, una sobrina y dos hermanastras, siendo el principal sostén económico del grupo
familiar, el que está muy ligado afectivamente...”
“Que valorado lo informado por la Psicóloga, especialmente su aseveración de que
es capaz de distinguir entre el bien y el mal, más la percepción que el tribunal tuvo del
acusado cuando éste declaró, quien impresionó como un joven listo, despierto, con un
relato coherente, razonado, tratando de encuadrar su conducta dentro de parámetros
justos y apegados a la ley, hace que este tribunal estime que no concurre la atenuante
solicitada”.289

c.- Determinación de la penalidad.

c.1.- Homicidio simple.


“Que siendo la pena asignada al delito dos grados de una pena divisible, esto es, la
de presidio mayor en su grado mínimo a medio y concurriendo en la especie una
circunstancia atenuante y ninguna agravante de responsabilidad, se aplicará la pena en su
grado mínimo, conforme a lo señalado en el artículo 68 del Código Penal, quedando
radicada ésta en la de presidio mayor en su grado mínimo, la que se impondrá en su parte
inferior por estimarla más condigna con la forma en que se desarrollaron los hechos y lo
propuesto por la acusación fiscal”.290

c.2.- Tráfico de estupefacientes.


“Que, por concurrir en la especie una circunstancia atenuante de responsabilidad
criminal y en ausencia de agravantes, el tribunal no podrá aplicar la pena señalada por la
ley en el grado máximo”.291

289
Sentencia dictada en causa rit 16-2002 del Tribunal Oral de Talca.
290
Sentencia rit 1-2002 de Talca.
291
Sentencia rit 9-2002 de Talca.

165
c.3.- Robo de especies ubicadas en bien nacional de uso público.
“Que siendo la pena aplicable al delito el presidio menor en su grado medio a máximo
y no concurriendo circunstancias que atenúen o agraven la responsabilidad de XXXXX en los
hechos, este tribunal se encuentra facultado para recorrer toda su extensión conforme lo
dispone el artículo 68 inciso 1° del Código Penal y, en este caso, la aplicará en su mínimo, por
estimar que es una sanción adecuada en relación a las circunstancias del hecho punible y
consecuencias del mismo”.292

c.4.- Robo con violencia.


“Que concurriendo una atenuante y una agravante, se procederá a su
compensación racional, pudiendo en consecuencia el tribunal recorrer toda la extensión de
la pena y siendo así se la impondrá en su mínimo en consideración a la menor extensión
del mal producido por el delito y a las expresiones de arrepentimiento dadas en la
audiencia por los enjuiciados, quedando ésta radicada en la de presidio mayor en su grado
mínimo”. 293

c.5.- Robo con fuerza en las cosas cometido en lugar destinado a la habitación.
“Que siendo la pena asignada al delito....... un grado de una divisible y
beneficiándole una atenuante sin perjudicarle agravante alguna, el Tribunal aplicará la
pena en su mínimun”.294

6.5.7.- Presunción legal de autoría.


Se ha sostenido constantemente en las defensas que no procede seguir aplicando las
presunciones legales de participación que contemplan las leyes penales, en virtud de lo
señalado en el art. 19 N° 3 inciso 6° de la CPR que dispone que la ley no podrá presumir de
derecho la responsabilidad penal, en relación con el estado o presunción de inocencia de
todo imputado penal, que se consagra en instrumentos de Derecho Internacional vinculantes

292
Sentencia causa rit 14-2002 de Talca.
293
Sentencia causa rit 15-2002 de Talca.
294
Sentencia dictada en causa rit 16-2002 del Tribunal Oral de Talca.

166
y no disponibles, esto es PIDCP art. 14 N° 2 y CADH art. 8 N° 2, y en los arts 1 y 4 del
CPP.
Como no es un tema pacífico, me limitaré a transcribir una parte de la
fundamentación dada en este sentido por el tribunal oral de talca, en la causa rit 14-2002,
considerando séptimo, al establecer los hechos, numeral 2°: “Que XXXXXXXXX sacó
desde el interior del portaequipaje de un automóvil Datsun Laurel patente BS-7001 dos
cañas de pescar, una pelota de fútbol, un contenedor de plástico y un bolso del mismo
material que tenía la leyenda “helix”.
Que los hechos anteriores han sido probados con las declaraciones del testigo
directo Hormazabal Hormazabal , quien aseguró haber observado mientras XXXXXX
abría el portaequipaje del vehículo y sacaba las especies; añadió que éste se las ofreció
momentos después a cambio de $10.000 y la transacción se frustró por la llegada de un
policía. Por temor huyó llevándose una caña de pescar color blanco, un contenedor de
plástico azul y un bolso pequeño del mismo material, especies que entregó a la Policía de
Investigaciones durante el transcurso de ese día, a instancias de su madre. También con el
testimonio de la víctima quien indicó que en el interior del portaequipaje aludido se
encontraban las especies mencionadas, las que reconoció en la audiencia. Igualmente,
con los dichos del inspector de la Policía de Investigaciones, Daniel Eduardo Muñoz
Contreras, quien al ver que dos sujetos portaban las especies ya indicadas los abordó, pero
sólo pudo conversar con uno de ellos, el acusado, pues el otro huyó llevándose parte de las
cosas. Que en esos momentos el acusado llevaba una caña de pescar color burdeos, una
pelota de fútbol y una cortapluma verde, especies que fueron entregadas voluntariamente
por aquél e incautadas por la policía como evidencia. Se reafirma lo anterior con el
testimonio del subinspector de Investigaciones, Mauricio Escobar San Martín, quien
señaló que se encontraba en el Cuartel en los momentos que Alvaro Andrés Hormazabal
Hormazabal hizo entrega de las especies que se encontraban en su poder, aduciendo que
eran las que XXXXXXX había sacado del vehículo la noche anterior. Igualmente, con el
testimonio de Bernardo Antonio Opazo Espinoza, quien aseguró que en el interior del
portamaletas de su automovil se encontraban las especies indicadas, las que reconoció en
la audiencia y en el cuartel policíal el día que éstas fueron incautadas de poder de terceros
por la Policía. También aporta elementos lo declarado por el policía de Investigaciones,

167
Jorge Enrique Rojas Carvajal, quien se encontraba como Oficial de Guardia en el cuartel
y recibió las especies que tenía en su poder el acusado. Abona lo señalado, el testimonio
del Administrador de la Fiscalía de Constitución al señalar que se recibieron todas las
especies ya indicadas, en esa entidad, para su custodia como evidencia.
Además de la prueba directa recién indicada, para estos sentenciadores la
circunstancia de que una persona porte especies ajenas, sin lograr justificar el origen
legítimo de su tenencia, unido al hecho de haber sido sorprendido con ellas a escasos
metros del vehículo donde éstas se encontraban, permiten presumir que dicho sujeto fue
quien las sacó desde lugar.
De este modo, la situación precedente no ha sido considerada como una
presunción legal de autoría sino como un indicio que permite, junto a otros
antecedentes, presumir judicialmente la participación”.

168
7.- SITUACION ESPECIAL DEL IMPUTADO ENAJENADO
MENTAL.

7.1.- Cuestiones previas.


A continuación me referiré, fundamentalmente, al enajenado mental que hubiere
realizado un hecho típico y antijurídico y sólo al final diré algunas palabras respecto del
imputado que cae en enajenación mental durante el procedimiento y al condenado que cae
posteriormente en enajenación mental.

7.2.- Situación del imputado durante la investigación.


Cuando aparecieren antecedentes que permitan presumir la inimputabilidad por
enajenación mental del imputado, el Ministerio Público o el Juez de Garantía, de oficio o a
petición de parte, solicitará el informe psiquiátrico correspondiente, explicitando la
conducta punible que se investiga en relación a éste.295
En este caso el Juez ordenará la suspensión del procedimiento hasta tanto no se
remitiere el informe requerido, sin perjuicio de continuarse respecto de los demás
coimputados, si los hubiere.296
Los derechos del imputado serán ejercidos por un curador ad-litem designado al
efecto297 y, de acuerdo a las reglas generales de Derecho Civil, tal designación debe hacerla
el Juez de la causa.
Llegado el informe el tribunal podrá ordenar, a petición de alguno de los
intervinientes, la internación provisional del imputado en un establecimiento asistencial,
cuando concurrieren los requisitos señalados en los artículos 140 y 141 del CPP, respecto
de la procedencia de la prisión preventiva, y el informe señalare que éste sufre una grave
alteración o insuficiencia en sus facultades mentales que hicieren temer que atentará contra
sí o contra las personas.298
Son aplicables, en lo pertinente, las normas del CPP relativas a las medidas
cautelares personales.

295
Artículo 458 CPP.
296
Cautela de garantía arts 10 y 458 del CPP.
297
Artículo 459 CPP.
298
Artículo 464 CPP.

169
En consecuencia, para que proceda la aplicación de la internación provisoria, es
necesario que se reúnan los siguientes requisitos:
 Petición expresa de algunos de los intervinientes;
 La concurrencia de las condiciones de procedencia de la prisión preventiva, esto
es que existan antecedentes que justificaren la existencia del hecho punible
investigado; antecedentes que permitan presumir fundadamente que el imputado
ha participado en él; antecedentes calificados que permitan al tribunal considerar
que la prisión preventiva es indispensable para el éxito de diligencias precisas y
determinadas de la investigación, o que la libertad del imputado es peligrosa
para la seguridad de la sociedad o del ofendido; y que la medida no aparezca
como desproporcionada en relación con la gravedad del hecho, sus
circunstancias y sanción probable; e
 Informe psiquátrico que concluya que el imputado sufre una grave alteración o
insuficiencia en sus facultades mentales, que haga temer que atentará contra sí o
contra las personas.

7.3.- Situación del imputado una vez cerrada la Investigación.


El camino a seguir por el Fiscal dependerá de la decisión que adopte en cuanto a la
eventual petición de una medida de seguridad respecto del imputado.

7.3.1.- Medidas de seguridad.


Es principio básico de nuestro sistema procesal penal que ninguna persona podrá ser
sometida a una medida de seguridad, de las establecidas en el CPP, sino en virtud de una
sentencia fundada, dictada por un tribunal imparcial.299
En el proceso penal sólo podrá aplicarse una medida de seguridad al enajenado
mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existan
antecedentes calificados que permitieren presumir que atentará contra sí mismo o contra
otras personas.300
La medida de seguridad a imponer está supeditada a la gravedad del caso y podrá
consistir en la internación en un establecimiento psiquiátrico o su custodia y tratamiento.
299
Artículo 1 CPP.
300
Artículo 455 CPP.

170
En ningún caso la medida podrá llevarse a cabo en un establecimiento carcelario y si la
persona se encontrare recluida, será trasladada a una institución especializada para realizar
la custodia, tratamiento o la internación. Si no lo hubiere en el lugar se habilitará un recinto
especial en el hospital público más cercano.301
La internación se efectuará en la forma y condiciones que se establecieren en la
sentencia que imponga la medida. Cuando la sentencia dispusiere la medida de custodia y
tratamiento, fijará las condiciones de éstos y se entregará al enajenado mental a su familia,
a su guardador, o a alguna institución pública o particular de beneficencia, socorro o
caridad.
Las medidas de seguridad sólo podrán durar mientras subsistieren las condiciones
que las hubieren hecho necesarias, y en ningún caso podrán extenderse más allá de la
sanción restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele o del tiempo que
correspondiere a la pena mínima probable, el que será señalado por el tribunal en su fallo.302
En síntesis, no podrá imponerse una medida de seguridad a una persona sino cuando
se reunan las siguientes condiciones de procedencia:
 Que se trate de un enajenado mental;
 Que esa persona insana haya cometido un hecho típico y antijurídico;
 Que existan antecedentes calificados que permitan presumir que atentará contra
si mismo o contra otras personas; y
 Sólo podrán ser aplicadas en virtud de una sentencia fundada, dictada por un
tribunal imparcial.

De otro lado, los principios que inspiran la aplicación de las medidas de seguridad
son los que a continuación se indican:
 Inocencia, pues resulta previo establecer en juicio las condiciones de
procedencia de la medida;
 Legalidad, en tanto no se pueden aplicar medidas de seguridad sino en los casos
y de la forma señalada por la ley303;

301
Artículo 457 CPP.
302
Artículo 481 CPP.
303
Artículos 1, 5, 455 y 457 CPP.

171
 Provisionalidad, ya que sólo deben durar mientras subsistan las condiciones
que las hayan hecho necesarias304; y
 Proporcionalidad, toda vez que están supeditadas a la gravedad del hecho y la
situación del imputado305.

7.3.2.- Fiscal decide no requerir medida de seguridad.


En este caso, una vez cerrada la investigación en la forma señalada en el artículo
248 del CPP y dentro de los diez días siguientes, si el Fiscal hallare mérito para sobreseer
temporal o definitivamente la causa, efectuará la solicitud respectiva de audiencia al Juez
de Garantía, quien citará a todos los intervinientes, procediendo en lo demás de acuerdo a
las reglas generales.306

7.3.3.- Fiscal decide requerir medida de seguridad.


Si el Fiscal estima procedente la aplicación de una medida de seguridad al imputado
demente, debe así requerirlo continuando la causa según los trámites que paso a detallar.

a.- Requerimiento.
Si al concluir su investigación el Fiscal estima concurrente la causal de extinción de
responsabilidad criminal prevista en el artículo 10 N° 1 del Código Penal y, además,
considera aplicable una medida de seguridad debe así requerirlo por escrito cumpliendo, en
lo pertinente, con las menciones exigidas en el escrito de acusación.307
El Fiscal se encuentra impedido legalmente para solicitar, en este caso, la aplicación
del procedimiento abreviado o la suspensión condicional del procedimiento. 308

b.- Facultad del querellante.

304
Artículo 481 CPP.
305
Artículos 457 y 481 CPP.
306
Artículo 460 inciso 1° CPP.
307
Artículos 460 inciso 2° y 461 CPP.
308
Artículo 461 inciso 2° CPP.

172
Si el Fiscal ha optado por requerir una medida de seguridad, el querellante podrá
oponerse y acompañar al escrito a que se refiere el artículo 261 del CPP los antecedentes
que considerare demostrativos de la imputabilidad de la persona requerida.309

c.- Resolución del requerimiento.


Corresponde al Juez de Garantía pronunciarse acerca del requerimiento planteado
por el Fiscal y lo expuesto por el querellante, en su caso.

El Juez de Garantía puede adoptar una de las siguientes decisiones:


1.- Declarar, si los antecedentes lo ameritan, que el sujeto requerido se encuentra en
la situación prevista en el artículo 10 N° 1 del Código Penal; o
2.- Rechazar el requerimiento, si los antecedentes no permiten establecer con
certeza la inimputabilidad.

d.- Tramitación posterior.


El procedimiento a seguir dependerá del pronunciamiento judicial efectuado:

d.1.- Si el Juez de Garantía declara la enajenación mental del imputado, se aplican


las normas especiales contenidas en el párrafo 2° del Título VII del Libro IV del CPP, en
especial lo dispuesto en el artículo 463, esto es:
 que el procedimiento no se podrá seguir conjuntamente contra sujetos
enajenados mentales y otros que no lo fueren;
 El juicio se realizará a puerta cerrada, sin la presencia del enajenado
mental, cuando su estado imposibilite la audiencia. La regla general, en
consecuencia, es que el imputado requerido esté presente310 y sólo se podrá
proceder sin él cuando su estado haga imposible la audiencia, cuestión de
hecho que habrá de ser determinada en cada caso concreto; y
 La sentencia absolverá si no se constataré la existencia de un hecho típico
y antijurídico o la participación del imputado en él , o, en caso contrario,
podrá imponer al inimputable una medida de seguridad.

309
Artículo 461 inciso final CPP.
310
Artículo 285 CPP.

173
Evidentemente se trata de un juicio oral especial donde el tribunal competente
deberá determinar si el enajenado mental, declarado así previamente por el Juez de
Garantía, en resolución que estimo vinculante para el tribunal que conozca del juicio,
cometió un hecho típico y antijurídico 311 y si procede o no la aplicación de la medida de
seguridad requerida.
No estamos frente a un “imputado imputable” a quien habrá de condenar o absolver,
sino frente a un requerido enajenado mental, enfermo inimputable, a quien se aplican las
normas del debido proceso para determinar la procedencia a su respecto de una medida de
seguridad.

En consecuencia, debe tramitarse un juicio oral con toda su ritualidad incluso la


preparación propia de la etapa intermedia, respetando las normas especiales que consigna el
artículo 463 del CPP.
En cuanto al tribunal que conocerá del juicio, aún cuando la ley no lo señala
expresamente, no cabe duda que es el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal competente, en
virtud de lo expuesto por el artículo 456 del CPP, que dispone la aplicación supletoria de las
normas contenidas en el Libro II, del Procedimiento Ordinario, en cuanto no fueren
contradictorias. Tales normas conducen el procedimiento hacia un juicio oral conocido por
el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal.
Además, concuerdo con el criterio interpretativo que nos dice que cuando el Código
utiliza la locución “el juicio” se está refiriendo al juicio oral conocido por el Tribunal del
Juicio Oral en lo Penal, máxima garantía del imputado.

d.2.- En cambio, si el Juez de Garantía rechaza el requerimiento por no haber


antecedentes suficientes para establecer con certeza la inimputabilidad, dispondrá al mismo
tiempo que la acusación se formule por el querellante, siempre que éste se hubiere opuesto
al requerimiento del Fiscal, para que la sostenga en lo sucesivo en los mismos términos que
el Ministerio Público. En caso contrario, ordenará al Ministerio Público la formulación de
la acusación conforme al trámite ordinario.

311
Falta el elemento culpabilidad para ser propiamente un delito.

174
Los escritos de acusación podrán contener peticiones subsidiarias relativas a la
imposición de medidas de seguridad.312

En esta segunda hipótesis, se reenvía la situación totalmente al procedimiento


ordinario, de tal manera que el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal será competente, en su
oportunidad, para determinar si existió o no un hecho típico y antijurídico, la participación
del acusado, su imputabilidad en el caso de haberse solicitado subsidiariamente y en
definitiva si procede la aplicación de una pena o de una medida de seguridad.

7.4.- Imputado que cae en enajenación durante el procedimiento.


Si después de iniciado el procedimiento el imputado cae en enajenación mental, que
se establecerá con los respectivos informes psiquiátricos, tal situación provoca cambios
evidentes en la tramitación del mismo. Para estudiar estos efectos es necesario hacer una
distinción, según si se estima que corresponde la aplicación de una medida de seguridad o
no.

7.4.1.- Si se estima que no corresponde aplicar una medida de seguridad.


En este caso el Juez de Garantía decretará, a petición del Fiscal o de cualquiera de
los intervinientes, previo informe psiquátrico, el sobreseimiento correspondiente. 313
Sobreseimiento Definitivo si se tratere de una enajenación mental incurable;
Sobreseimiento Temporal, si se tratare de enajenación mental curable y durará hasta que
desapareciere la incapacidad del imputado.
Lo anterior se aplicará sólo cuando no procediere la terminación del procedimiento por
cualquier otra causa. 314

7.4.2.- Si el imputado cae en enajenación después de la formalización o después


de haberse deducido acusación en su contra, y se estimare que corresponda adoptar

312
Artículo 462 CPP.
313
Artículos 250 letra c), 252 letra c) y 465 CPP.
314
Artículo 465 CPP.

175
una medida de seguridad, se aplicarán las normas especiales contenidas en el párrafo 2°
del Título VII del CPP.315
El Fiscal deberá presentar el requerimiento respectivo, el Juez de Garantía
competente se pronunciará sobre la enajenación mental, y de acuerdo a lo que resuelva, la
tramitación continuará como juicio oral especial o como un juicio oral común.
Si se sigue el camino del juicio oral especial, resulta necesario compatibilizar las
normas pertinentes con lo prescrito en los artículos 252 letra c) y 283 del CPP relativo a la
suspensión de la audiencia de juicio oral.

7.5.- Condenado que cae en enajenación mental.


Si después de dictada la sentencia, el condenado cayere en enajenación mental, el
Juez de Garantía, oyendo al Fiscal y al Defensor, dictará una resolución fundada declarando
que no se deberá cumplir la sanción restrictiva o privativa de libertad y dispondrá, según el
caso, la medida de seguridad que correspondiere. El tribunal velará por el inmediato
cumplimiento de su resolución.316

7.6.- Ejecución de las medidas de seguridad.

7.6.1.- Tribunal competente.


Es competente para conocer de la ejecución de las medidas de seguridad el Juez de
Garantía respectivo.317

7.6.2.- Duración de las medidas de seguridad.


Como ya vimos, las medidas de seguridad impuestas a un enajenado mental sólo
podrán durar mientras subsistan las condiciones que las hubieren hecho necesarias, y en
ningún caso pueden extenderse más allá de la sanción restrictiva o privativa de libertad que

315
Artículo 465 inciso final CPP.
316
Artículo 482 CPP.
317
Artículos 14 letra f) y 113 del COT; 481 incisos 4°, 5° y 6° del CPP.

176
hubiere podido imponérsele318 o del tiempo que correspondiere a la pena mínima probable,
señalada por el tribunal en su fallo.319
La ley define este concepto de “pena mínima probable” como el tiempo mínimo de
privación o restricción de libertad que la ley prescribiere para el delito o delitos por los
cuales se hubiere dirigido el procedimiento en contra del sujeto enajenado mental,
formalizado la investigación o acusado, según correspondiere.320

7.6.3.- Control de las medidas de seguridad.


La persona o institución a cargo del enajenado mental debe informar
semestralmente sobre la evolución de su condición al Ministerio Público y a su curador o a
sus familiares, en el orden de prelación establecido en el artículo 108 del CPP. Cualquiera
de éstos podrán solicitar al Juez de Garantía la suspensión de la medida o la modificación
de las condiciones de la misma, cuando el caso lo aconsejare.321
Sin perjuicio de lo anterior el Ministerio Público tiene la obligación de inspeccionar,
cada seis meses, los establecimientos psiquiátricos o instituciones donde se encuentren
internados o se hallaren cumpliendo un tratamiento enajenados mentales, en virtud de las
medidas de seguridad que se les hubieren impuesto, e informará del resultadoal Juez de
Garantía, solicitando la adopción de las medidas que fueren necesarias para poner remedio
a todo error, abuso o deficiencia que observare en la ejecución de la medida de seguridad.322
El Juez de Garantía, con el sólo mérito de los antecedentes que se le proporcionaren,
adoptará de inmediato las providencias que fueren urgentes, y citará a una audiencia al
Ministerio Público y al representante legal del enajenado mental, sin perjuicio de recabar
los informes que estime necesarios, para decidir la continuación o cesación de la medida, o
la modificación de las condiciones de aquélla o del establecimiento en el cual se llevare a
efecto.323
7.6.4.- Internación administrativa del enajenado mental.

318
Estimo que este límite no es aplicable al imputado inimputable, esto es que ha cometido el delito es estado
de enajenación mental, sino a aquel imputable respecto de quien se ha formalizado o acusado que cae luego
en enajenación mental.
319
Artículo 481 inciso 1° CPP.
320
Artículo 481 inciso 2° CPP.
321
Artículo 481 incisos 3° y 4° CPP.
322
Artículo 481 inciso 5° CPP.
323
Artículo 281 inciso final CPP.

177
Los Directores Generales de Salud están facultados para resolver acerca de la
observación de los enfermos mentales, su internación, permanencia y salida de los
establecimientos públicos o particulares destinados a ese objeto 324, rigiéndose para ello por
el Reglamento contenido en el Decreto Supremo N° 570 de 28 de Agosto de 1998 del
Ministerio de Salud.325

7.7.- Análisis de un caso práctico.


En la causa rit 20-2002 del Tribunal Oral de Talca se decidió la situación de un
imputado requerido para la aplicación de una medida de seguridad.
En primer lugar se recibió el auto de apertura respectivo, que daba cuenta de lo
resuelto en la audiencia de preparación de juicio oral. Allí se señaló que el tribunal
competente era precisamente el Tribunal Oral de Talca y entre otros datos se mencionó que
el requerido actuaba representado por un curador ad-litem, designado oportunamente.
En la misma resolución se hace presente que, conforme a lo dispuesto en el artículo
462 del CPP, se declaró que el requerido es inimputable por enajenación mental,
encontrándose en consecuencia exento de responsabilidad penal en los hechos que se le
atribuyen, en los términos señalados en el artículo 10 N° 1 del Código Penal.
Acto seguido se transcribe el requerimiento del Fiscal que da cuenta de los hechos
que se le atribuyen en calidad de autor y la calificación jurídica de los mismos, en este caso
homicidio calificado por la circunstancia primera del artículo 391 N° 1 del Código
Punitivo, esto es por haber actuado con alevosía. Requiere la medida de seguridad
consistente en la internación en un establecimiento psiquiátrico por el lapso de quince años
y se le condene al pago de las costas de la causa.
Del mismo modo, existiendo querellante, se deja constancia que ella solicitó la
aplicación de la medida de seguridad de internación del imputado a perpetuidad.
Las partes en la audiencia de preparación llegaron a convenciones probatorias
relativas al hecho punible, resultados de los peritajes balístico, psiquiátrico del imputado y
químicos, finalmente en cuanto a la ausencia de antecedentes penales del requerido.

324
Artículos 130 y 131 del Código Sanitario.
325
Publicado en el Diario Oficial de 14 de Julio de 2000.

178
Por último se señaló la fecha de detención del imputado, la época de la adopción de
la cautelar personal de prisión preventiva y la circunstancia de haber sido sustituida ésta por
la internación provisional del imputado en Hospital Psiquiátrico.
El Tribunal Oral de Talca al proveer el auto de apertura dispuso el traslado del
requerido a dicha ciudad para el día del juicio, decisión que fue impugnada mediante
recurso de reposición por la Defensoría Penal Pública, solicitando se omitiera la presencia
del imputado en la audiencia por estimar que su estado la imposibilitaría, además, por el
serio riesgo de la integridad física de los intervinientes y efectos negativos en su
tratamiento.
El tribunal dispuso conocer del recurso en audiencia, citando al efecto a los
intervinientes. Escuchadas las partes y el curador ad-litem, se decidió prescindir de la
presencia material del imputado en la audiencia, pero a la vez se dispuso la filmación y
transmisión de la imagen del requerido desde el Hospital Psiqiátrico.
El día del juicio el Ministerio Público reiteró sus peticiones y en cuanto a la
duración de la medida de seguridad sostuvo que la pena mínima probable debe ser
considerada en abstracto como si el requerido fuere un imputable, en el caso específico con
la calificante de alevosía por haber obrado sobre seguro, con certeza de éxito. Se basa para
así sostenerlo en lo dispuesto en el artículo 481 inciso 1° del CPP, específicamente en
aquella parte que dice: “..y en ningún caso podrán extenderse más allá de la sanción
restrictiva o privativa de libertad que hubiere podido imponérsele..” si hubiera estado sano
y susceptible de sanción, la situación del enajenado se equipara aquí a la del imputable.
Concluye que la pena mínima probable está dada por los hechos por los cuales se formalizó
o acusó.
Por su parte la querellante solicitó la internación perpetua por tratarse de un enfermo
mental crónico y peligroso.
La defensa señaló que en el juicio debía probarse el hecho punible, la participación
del requerido y antecedentes calificados de que éste atentará contra sí mismo o contra otras
personas. En cuanto a la duración de la medida hace presente que si bien se trata de una
esquizofrenia incurable, puede estabilizarse con tratamiento adecuado, que el parámetro a
utilizar como tope es el de la pena mínima probable definida en el inciso 2° del artículo 481

179
del CPP, y en este caso, como no es posible considerar la calificante de alevosía, por
tratarse de un inimputable, pide que se fije en cinco años y un día.
En definitiva, en la sentencia el tribunal calificó el hecho como delito de homicidio
simple y no como homicidio calificado por alevosía y señala expresamente: “...toda vez que
concurre dicha circunstancia cuando se obra a traición o sobre seguro, vale decir, ocultando
la intención verdadera del agente, mediante una simulación o una actuación mañosa de su
parte, en el primer caso, y hacerlo creando o aprovechando oportunidades materiales que
eviten todo riesgo a la persona del autor, en el segundo, que es el que nos ocupa. El agente
actúa, entonces, con el propósito de asegurar la realización del delito, siendo necesario que
tales condiciones de seguridad sean las que lo determinen a concretar el hecho punible”.
“En la especie, el autor, como consta del auto de apertura de juicio oral, ha sido
declarado por el Juzgado de Garantía como inimputable por enajenación mental..., situación
corroborada tanto por las convenciones probatorias como por los dichos de la perito
Psiquiatra Vilma Ortiz Torres, expresados en la audiencia, lo que implica que está
incapacitado para comprender lo injusto de su actuar y de autodeterminarse conforme a ese
conocimiento. Así las cosas, en opinión del Tribunal, no es posible hacer abstracción de su
carácter de enajenado mental al efectuar la tipificación de los hechos, por cuanto XXXXX
no estaba en condiciones de efectuar un ejercicio mental que le permitiera crear las
circunstancias o constatar que éstas se daban para actuar con un alto grado de seguridad y,
en virtud de ello, decidir la comisión del ilícito”.
En cuanto a la participación del requerido, el tribunal también la da por establecida
con el mérito de la prueba rendida.
En lo que dice relación con la aplicación de una medida de seguridad los
sentenciadores razonan que: “... antecedentes calificados permiten presumir que el
imputado XXXXX, sufre una grave alteración o insuficiencia en sus facultades mentales
que hacen temer, más allá de toda duda razonable, que atentará contra sí o contra otras
personas.... que padece de una enfermedad que no tiene curación y que debe someterse a
un tratamiento hospitalizado en un recinto seguro de la especialidad de psiquiatría”.
“Que habiendo sido declarado por el Juzgado de Garantía como inimputable por
enajenación mental.... y reuniéndose en la especie los requisitos señalados en el artículo
455 del Código Procesal Penal, procede aplicar.... una medida de seguridad, la que

180
atendida la gravedad del caso, se hará consistir en la de internación de un establecimiento
psiquiátrico”.
Para los efectos de precisar la duración de la medida de seguridad, el tribunal
procedió a continuación a determinar la pena mínima probable: “..corresponde efectuar la
determinación de la pena privativa de libertad que la ley prescribe para el delito de que se
trata y, siendo ésta dos grados de una pena divisible, esto es, la de presidio mayor en su
grado mínimo a medio, por aplicación de las reglas contenidas en el artículo 481 del
Código Procesal Penal, en lo tocante a la extensión de la medida de seguridad, se aplicará
la pena en su grado mínimo y en su tiempo mínimo”.
En la parte resolutiva se decidió imponerle la medida de seguridad de internación en
un establecimiento psiquiátrico, la que sólo podrá durar mientras subsistan las condiciones
que la hicieron necesaria y en ningún caso podrá extenderse más allá del plazo de cinco
años y un día, tiempo mínimo que la ley prescribe para el delito de que se trata.
Se decidió, además, que el tiempo de duración máxima de la medida se contaría
desde la fecha en que fue sometido a la cautelar de prisión preventiva y luego a internación
provisional.

181
ANEXO.-

“...y el público, en último término, podrá informarse cabal


idea del criterio con que es apreciada la prueba en las
causas criminales; lo cual será un resorte regulador
para que los jueces se mantengan en el justo medio,
sin ceder a las sugestiones de una clemencia mal entendida
ni a la intemperancia de un celo exagerado.”
Mensaje del Código de Procedimiento Penal, 1894

Aproximación al concepto de “más allá de toda duda razonable”

Sumario: I. Introducción, contexto politicocriminal; II. Contexto sistemático, temas


relacionados (razonamiento judicial, fundamentación y forma de las sentencias II.1. Breve
visión del sistema probatorio del código de 1906. II.2 Historia fidedigna de la
incorporación al Código Procesal Penal (CPP); II.3. Concepto de convicción; III. Concepto
de duda razonable, expresión anglosajona, significado semántico; IV. Algunos ejemplos
jurisprudenciales aleatorios; V.- Significado del principio de inocencia para la dinámica del
juicio; VI. Proposición de un modelo operativo de duda razonable.

1.- Introducción

El presente informe se enmarca en el tiempo de introducción de la Reforma Procesal


Penal, que a esta fecha lleva incorporadas cinco regiones del país, con la consiguiente
crítica de los diferentes actores del sistema y no en último lugar, la opinión de la comunidad
acerca del aporte que ha significado para la administración de justicia en el país. Que duda
cabe que nos enfrentamos a un paradigma nuevo, a una nueva visión de abordar la
problemática politicocriminal y en el caso específico de esta investigación, a cambios, ya
en argumentaciones, ya en la forma de las sentencias y sobretodo en la manera en que los
jueces se imponen de los hechos de la causa326.
Abordaremos primeramente el contexto sistemático donde se inserta el concepto de
duda razonable, recurriendo a su comparación con la medida usada en el código de 1906, a
la historia fidedigna del establecimiento del artículo 340 del Código Procesal Penal
(NCPP).
A continuación exploraremos el concepto de “más allá de toda duda razonable”,
extraído de algunos ejemplos jurisprudenciales de la tradición anglosajona, para dirigir
nuestra mirada al tratamiento específico del tema en sentencias en tribunales del país.
Finalmente intentaremos presentar un modelo operativo del concepto de “mas allá
de toda duda razonable”, a través de la presentación y contraposición con el principio de
inocencia.
326
Aunque pueda parecer anecdótico, es un tema nada menor desde que los juzgadores suman sentidos a la
apreciación de los medios probatorios, piénsese que de actas, mutatis mutandis, del proceso escrito, los jueces
en el nuevo proceso aprehenden en audiencia oral, pública e inmediata y de primera fuente la producción de la
prueba.

182
2.- Contexto sistemático, temas relacionados.
Como veremos el concepto de “más allá de toda duda razonable”, es extraído desde
la tradición anglosajona para insertarlo en el Código Procesal Penal y para poder
conjugarse correctamente dentro del sistema, es preciso anclarlo a otros tópicos, desde ya y
sin duda, al razonamiento e interpretación judicial; a la necesidad de legitimación y
socialización de las decisiones de los tribunales, que involucra la posibilidad de
reproducción de los razonamientos, que a su vez, como condición sine qua non trae
aparejada la publicidad y exposición clara de los razonamientos fundantes de las sentencias,
que tiene además, repercusión en la forma de las sentencias. Evidentemente los tópicos
enunciados exceden con mucho el objeto de este trabajo, pero es necesario dejar en claro
que el concepto en estudio forma parte de un todo sistémico que se vuelca en el standard de
prueba mínimo para condenar o, más bien, para destruir la presunción de inocencia.

II.1. Visión comparativa. Código de 1906.


Quizás lo que salta a la vista, en relación a la comparación de criterios con el viejo
orden y lo que tenemos en perspectiva, se expresa en lo que todos los estudiantes de
derecho aprendimos de nuestros profesores “procedimentalistas”: que en el proceso penal
se va tras la verdad material versus el procedimiento civil, que se contenta con una verdad
formal. Efectivamente nadie que haya pasado por las aulas de derecho chilenas podría
señalar otra cosa, desde que tal afirmación ha sido lugar común, entendiendo verdad
material, como la reconstrucción completa del entorno fáctico del conflicto, una
reconstrucción histórica lo más fidedignamente posible, sino exacta y verdad formal, como
la suficiente representación fáctica para asentar un juicio de decisión.
Concentremos el análisis en el estándar de prueba del viejo régimen todavía vigente,
el cual se basaba en dos pilares: El sistema de prueba tasada y la apreciación del fallo en
conciencia, lo primero dice relación con la fijación, ex – antes, de reglas que vinculan la
decisión del juez, otorgando valoraciones preconcebidas de la prueba, su número, entidad,
fuerza probatoria, etc., y lo segundo, entendida como la libérrima facultad del juez de
otorgar valoraciones a los medios probatorios sin la necesidad de razonamiento
justificatorio327
Ahora bien, en relación específica al esquema del estándar probatorio chileno, el
artículo 456 bis es su piedra de toque: “Nadie puede ser condenado por delito sino cuando
el tribunal que lo juzgue haya adquirido, por los medios de prueba legal, la convicción de
que realmente se ha cometido un hecho punible y que en él ha correspondido al procesado
una participación culpable y penada por la ley”, de esta manera, doctrinariamente, como lo
denomina el profesor Bofill328, se corresponde con la teoría negativa de la prueba
desarrollada en Alemania y que actualmente, y con todo lo que significa la sistemática
327
Nadie podría escandalizarse por esta afirmación, desde que muchas sentencias penales, en materia de hurto
u otras, donde se autorizaba este tipo de apreciación, se bastaba con la enumeración de los medios
probatorios, sin dar mayores fundamentos; desde otro punto, recuérdese la jurisprudencia en casos de menores
donde la falta de argumentación es, ex – professo, y deliberadamente entendida así por gran parte de la
judicatura.
328
Boffil, Jorge, RDJ, 1994, Tomo XCI, pág. 17

183
procesal alemana, sustentan Roxin, Peters y Stree 329, al decir de Walter: “exigen la
convicción personal del juez, pero, por otro lado, esa convicción sólo será suficiente
sumándosele otro requisito, en este caso la repetibilidad por otro juez”330.
El término acuñado para ilustrar el estándar probatorio del viejo sistema es prueba
legal condenatoria y moral absolutoria, lo que quiere decir, que para un juez declare que el
imputado es culpable, debe acreditarse por los medios de prueba, valorados según la ley, a
contrario, aunque los medios probatorios establezcan los hechos de la manera que la ley lo
prescribe, si personalmente no está convencido de la culpabilidad del imputado deberá
absolver. El mismo mensaje del código de enjuiciamiento ya citado lo ilustra: “...De aquí
que es que la convicción del juez adquirida por los medios de prueba legal es de todo punto
indispensable para condenar. Si esta convicción no llega a formarse, el juez podrá absolver
sin otro fundamento y cualesquiera que sean los antecedentes que el proceso arroje en
contra del reo”.
De esta manera se pronuncian los siguientes considerandos de sentencias de la
Excma. Corte Suprema, referidos al artículo 456 bis: “...contiene el mandato para los jueces
de no condenar a un procesado si no se adquiere, por los medios de prueba legal, la
convicción de que ha participado de manera culpable, esto es, exige que haya certeza en el
juzgador para llegar a una sanción...”; “...para el fallo condenatorio se exige la plena
certeza, tanto sobre la realidad del hecho punible como respecto de la responsabilidad
criminal del imputado.”331

II.2 Historia fidedigna de la incorporación del concepto de “más allá de toda duda
razonable”.
El anteproyecto del ejecutivo consideraba un artículo 398 que rezaba: “Nadie podrá
ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo juzgue hubiere adquirido la
convicción de que realmente se ha cometido un hecho punible y que en él ha correspondido
al acusado una participación culpable y penada por la ley”.
El citado párrafo es una repetición literal del artículo 456 bis del Código de
Procedimiento Penal, con la sola eliminación de la frase “...por los medios de prueba
legal...”
El 398 se convirtió en el 380 del proyecto aprobado por la Cámara de Diputados y
así pasó al ejecutivo, para agregarse un inciso segundo: “El tribunal formará su convicción
sobre la base de la prueba producida durante el juicio oral”, que se tomó del artículo 261 de
la StPO que literalmente dice: “el tribunal decidirá sobre el resultado de la recepción de la
prueba según su convicción libre, derivada del conjunto del debate”332
En junio de 2000, la comisión del Senado propuso el siguiente artículo 342 (380):
“Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que
lo juzgare adquiriere la suficiente convicción333 de que realmente se hubiere cometido el

329
En Walter, Gerhard, Libre Apreciación de la Prueba, Ed. Temis, 1985, pág.153 y siguientes.
330
Dejamos en claro que el sistema probatorio alemán es de libre convicción.
331
Fallos citados en Ríos Laulié, Francisco, en Monografía efectuada para el diplomado de la UDP en
septiembre de 2000, bajo el título "Estándar de Convicción Requerido para alcanzar una condena, propuesto
en el nuevo Código Procesal Penal”, corresponden a RFM Nº458, Nº13, pág. 2910, sent. De 22 de enero de
1997, de la Excma. Corte Suprema y RGJ Nº203, pág. 158, sent. De 16 de mayo 1997.
332
Traducción en Walter, Gerhard, op. Cit. Pág 97
333
El subrayado es nuestro, para poner énfasis en la alternativa a lo que quedaría en definitiva.

184
hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido al acusado una
participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el
juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el sólo mérito de su propia declaración”
Respecto a este artículo se constituyó comisión mixta, asesorados por Rafael
Blanco, Cristián Riego y Jorge Bofill, reemplazándose la expresión suficiente convicción
por la fórmula de la duda razonable, quedando por tanto del siguiente tenor: Art. 340.
Convicción del tribunal. Nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que
lo juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se
hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere correspondido
al acusado una participación culpable y penada por la ley.
El tribunal formará su convicción sobre la base de la prueba producida durante el
juicio oral.
No se podrá condenar a una persona con el sólo mérito de su propia declaración”
El proceso de formación de la ley descrito más arriba transita de a) la convicción; b)
la suficiente convicción y c) la convicción, más allá de toda duda razonable. ¿Qué
diferencias relevantes y con consecuencias prácticas podemos derivar de estos conceptos?
Y sobre todo, qué significa el último? Por lo pronto deberemos clarificar lo que entendemos
por los conceptos básicos involucrados, partiendo por el de convicción.

II.3 Concepto de convicción.


El profesor Juan Agustín Figueroa en sus clases de procesal en la U. de Chile 334,
definía convicción como la seguridad de que la certeza es legítima y que el tránsito de
certeza a convicción exigía una crítica mediada a través de rigurosos e imparciales
exámenes lógicos y dialécticos.
Asimismo, don Juan Agustín señalaba que se puede estar en tres estados frente a la
verdad: la ignorancia, desconocimiento total de un hecho que se debe conocer; la duda,
donde existen razones para afirmar o negar la existencia de un hecho, admitiendo
graduaciones, duda probable, creíble o improbable; y la certeza, conceptuándola ésta, en un
estado de ánimo en que el sujeto no duda que su representación de los hechos coincide con
la forma en que ocurrieron.335
Otro elemento a colacionar es el que plantean Baytelman y Vargas 336, y que se
refiere a que más allá de un concepto semántico de convicción, el tema se resuelve en la
decisión política de encargar a los jueces el testeo de la acción punitiva del estado
representado en el Ministerio Público, en sus propias palabras: “...el Estado dice creer que
334
Figueroa, Juan Agustín, U. De Chile. Apuntes de clases, 1996
335
El profesor continúa expresando que la certeza es falible, y que se puede estar cierto equivocadamente,
existiendo dos medios para llegar a la certeza, los sentidos y la inteligencia, que se combinan: a) certeza
física, el hecho cae directamente sobre los sentidos, actuando la inteligencia como registro (prueba material
directa); b) certeza físico-histórica, sobre los sentidos cae el testimonio sobre el hecho a saber, actuando la
inteligencia como registro - antecedente que relata el hecho- y crítica - interna, establecer la verdad; externa,
establecer autenticidad- (prueba personal directa); c)Certeza físico-lógica, cae sobre los sentidos un hecho
distinto del que se quiere establecer y la inteligencia cumpliendo un rol lógico y experimental llega al hecho
que se quiere (prueba material indirecta); d) Certeza-historiosicológica, se enfrenta un testimonio sobre hecho
distinto del que se trata al que se llega por racionamiento lógico y experimentado (prueba personal indirecta)
336
Baytelman, Andrés y Vargas, Juan Enrique, en “La función del Juez en el Juicio Oral”, Ed. RIL, dic. 1999.
Textos de Docencia Universitaria. UDP

185
un individuo ha cometido un delito. Dice haber investigado y tener antecedentes al
respecto. La sociedad democrática le otorga tal poder, pero por lo mismo necesita controlar
que su uso no sea arbitrario, de manera que le encarga a los jueces verificar que el Estado
puede en verdad probar los hechos que afirma respecto de este individuo.”337
Por lo tanto, lo que se exige a los jueces es justamente dar cuenta de ese test,
construir un instrumento de medición, de verosimilitud de la teoría del caso del Ministerio
Público que permita rechazar aquellas que no pasen el cedazo del test de verosimilitud.
Baytelman y Vargas dan algunas pistas en este sentido que podemos resumir en:
i) El estándar de prueba penal debe ser el más alto dentro del sistema judicial,
en razón de ser la ultima ratio.
ii) Este estándar debe ser vinculante para los jueces, quienes deben percibir su
rol de custodios del mismo.338

III.- Concepto de “más allá de toda duda razonable”. Concepto anglosajón y concepto
etimológico.
Es interesante la argumentación empleada por la comisión mixta al introducir el
concepto, reemplazándolo por el de suficiente convicción (el cual, a priori, tampoco resulta
del todo esclarecedor): “el estándar de convicción más allá de toda duda razonable es
propio del derecho anglosajón, y no del europeo continental, por lo que resulta una novedad
también para el ordenamiento jurídico chileno. Sin embargo, es un concepto útil, toda vez
que está suficientemente decantado y elimina las discusiones relativas al grado de
convicción que se requiere, dejando en evidencia que no se trata de una convicción
absoluta, sino de aquella que excluya las dudas más importantes. En razón de lo anterior se
reemplazó la frase la suficiente convicción por la oración más allá de toda duda razonable,
la convicción”339
Por lo pronto, de suficiente convicción a más allá de toda duda razonable, parece
que por lo menos el articulado gana en claridad y transparencia, no relevando, en todo caso,
de construir o describir al menos, en forma práctica el estándar probatorio.
Se debe precisar el prisma con el cual miran el concepto en el derecho común, es un
sistema procesal basado en la íntima convicción de los jurados y el problema de aplicar el
principio de inocencia y por lo tanto el estándar probatorio del “más allá de toda duda
razonable”, se centró en determinar cual es el alcance de la obligación del juez de instruir
adecuadamente a los jurados sobre cómo valorar la prueba para respetar este principio, lo
que explicó extensamente el Justice Powell al exponer la opinión de la corte en “Taylor v.
Kentucky”340 y para dar algunas definiciones que nos permitan acercarnos al concepto nos
serviremos de la Lectric Law Library341, disponible en www.lectlaw.com, la cual define:
i)Más allá de toda duda razonable: el más alto nivel de prueba requerida para ganar
un caso. Necesario para allegar a un veredicto de culpabilidad en un caso criminal.
ii)Duda razonable: es el grado de certeza que un jurado debe tener para declarar a
un acusado culpable de un crimen. Una verdadera duda, basada en la razón y el
sentido común después de una consideración cuidadosa e imparcial de toda la
337
Ibid. Pág 60. El subrayado es nuestro.
338
Ibid. Pág. 61.
339
Pfeffer, Emilio, Código Procesal Anotado y Concordado. Ed. Jurídica de Chile, 1ª ed. 2001, pág 340.
340
436 U.S. 478; 1978, en Sentencia de 11 de junio de 1999, causa Nº631, “B,H s/ corrupción de menores
agravada”, Juez Ricardo Rojas.
341
Traducción libre por la abogada de la U. De Chile, Anita Piquer Romo.

186
evidencia, o ausencia de evidencia en su caso. Prueba más allá de una duda
razonable, por tanto, es prueba de un carácter tan convincente de manera que Ud.
estaría dispuesto a confiar y actuar de acuerdo a ella sin dudarlo, aun en el más
importante de sus asuntos. Sin embargo, no significa una certeza absoluta.
iii)Razón: por razón usualmente se entiende aquel poder por el cual distinguimos lo
verdadero de lo falso, y el bien del mal; y por lo cual podemos combinar medios
para el alcance de determinados fines. La razón es la llamada alma del derecho,
puesto que cuando la razón cesa, el derecho en sí mismo cesa. En pennsylvannia, se
requiere que los jueces, al dar sus opiniones, den razones en las cuales se fundan.
Una ley similar existe en Francia, que de acuerdo a Toullier es una ley de profunda
sabiduría, puesto que los juicios no son, como lo eran anteriormente, oráculos
silenciosos que requieren una obediencia pasiva; su irrefragable autoridad, a favor o
en contra de quienes la hayan obtenido, es sometida a la censura de la razón, cuando
se pretende alzarlas como reglas a ser observadas en casos similares.342

342
El Lectric agrega además un especial para el New York Time, por Linda
Greenhouse.WASHINGTON, 22 de marzo.
Examinando la forma en que los jueces instruyen a los jurados acerca de encontrar culpa
más allá de una duda razonable, la Corte Suprema advirtió hoy a los estados que la
definición común de duda razonable que se refiere a la “certeza moral” de los miembros del
jurado sobre la culpa esta obsoleta y es potencialmente confusa.
Sin embargo, la Corte aprobó el uso de esa instrucción en dos casos de pena de muerte,
sobre la base de que no había una “probabilidad razonable” de que los jurados en esos casos
realmente se hubieran confundido por la frase disputada en el contexto de las instrucciones
al jurado como un todo.
Ha habido un largo debate en el derecho penal acerca del término “certeza moral” en las
instrucciones sobre duda razonable. Como los acusados argumentaron en estos casos, los
críticos han mantenido que la frase invita a los jurados a sustituir la evidencia por su propio
criterio moral. Varios estados, incluyendo a Nueva York y Nueva Jersey, han eliminado la
frase de sus instrucciones estándares al jurado.
Una decisión de Massachusetts de 1850
Los “justices” (ministros de la CS) Blackman y Souter dijeron que, miradas como un todo,
“pareciera que un propósito central de la instrucción es minimizar el sentido de la
responsabilidad del jurado por la condena de quienes pueden haber sido inocentes”.
Instrucciones al jurado que igualan la culpa más allá de una duda razonable con la certeza
moral se originan en una decisión de 1850 de la Suprema Corte Judicial de Massachusetts,
escrita por su presidente Lemuel Schaw. La decisión, Commonwealth v. Webster, definió
duda razonable como un estado mental en el cual los jurados “no pueden decir que sientan
llegar a una convicción, a una certeza moral, de la verdad del cargo”.
Otros estados tomaron libremente prestada la decisión Webster, muchos adoptando su
mismo lenguaje. La decisión del juez O’Connor hoy siguió la sorprendente evolución del
significado de la certeza moral, desde mediados del siglo XIX, cuando significaba un alto
grado de certeza, hasta hoy, cuando la frase evoca el sentido de algo que es probable pero
no basado en una prueba fuerte.
El Diccionario Oxford del inglés, reflejando su uso histórico, define la frase como “un
grado de probabilidad tan grande como para no admitir ninguna duda razonable”, un
significado esencialmente sinónimo a “prueba más allá de una duda razonable”. Pero la

187
Como podemos observar las definiciones si bien ayudan no despejan,
por lo menos a lo que nos concierne, la forma en que deberíamos entenderla para hacerla
operativa frente al juicio, que duda cabe que todavía parece nebulosa.343
Desde la etimología castellana, el Diccionario de la Lengua Española, señala que la
duda resulta de una “Suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos
decisiones” y que el concepto de razonable arranca en su acepción cuarta del mismo
diccionario en relación a “Argumento o demostración que se aduce en apoyo de alguna
cosa”, lo cual a fin de intentar conceptualizar la frase por completa, nos lleva a afirmar que
podemos entender una duda razonable como aquella que consiste en un estado de ánimo
que se caracteriza por la indeterminación entre dos decisiones, que ha sido introducida por
un argumento o demostración y que no permite salir de aquel estado.

edición de 1992 del Diccionario de Herencia Americana del idioma inglés, le da a la certeza
moral una definición muy diferente: “basada en una probabilidad fuerte o firme convicción,
más que en evidencia actual”.
Cambios significativos en el tiempo
Citando estas definiciones en su opinión, la juez O’Connor ha dicho que el significado de la
certeza moral ha cambiado en el tiempo y que hoy “un jurado puede entender la frase como
significando algo menos que el muy alto nivel de probabilidad requerido por la
Constitución en casos criminales”. Pero ella dijo que el jurado en el caso Sandoval fue
expresamente instruido a basar su decisión en la evidencia, y “no hay probabilidad
razonable de que el jurado haya entendido la certeza moral estar desasociada de la
evidencia en el caso”.
Al sumarse a esta opinión, el juez Anthnoy M. Kennedy aparece aún más preocupado que
la juez O’Connor sobre el uso continuo de la instrucción. “Fue un reconocimiento para el
juez Shaw fijar una instrucción que sobrevivió más de un siglo”, él dijo, “pero tal como la
Corte ha dejado claro, lo que una vez pudo haber tenido sentido para los jurados ha
quedado largamente arcaico desde entonces”.
Muchos circuitos de apelación han manejado el problema de definir la duda razonable
instruyendo a sus jueces que no den ninguna definición, una tendencia que la juez Ruth
Bader Grinsburg notó en su opinión concurrente. Ella dijo que una dirección preferible
sería llegar a una mejor definición, y citó una sugerida en 1987 por el Centro Federal
Judicial, un brazo de investigación de los juzgados federales.
Sin hacer ninguna referencia a la certeza moral, la definición dice, en parte, “Prueba más
allá de una duda razonable, es prueba que lo deja firmemente convencido de la culpa del
acusado”. La juez Ginsburg dijo que esta instrucción “supera otras que he visto al declarar
el estándar de la duda razonable sucinta y comprensiblemente”.

Instrucciones aprobadas en Sandoval v. California (1994)


“Duda razonable se define como sigue: no es una mera duda posible; porque todo lo que se
relaciona con los asuntos humanos, y dependiendo de la evidencia moral, está abierto a
alguna duda posible o imaginaria. Es el estado del caso en que, después de la completa
comparación y consideración de toda la evidencia, deja las mentes de los jurados en tal
condición que no pueden decir que sienten llegar a una convicción, a una certeza moral, de
la verdad del cargo”.

ENCONTRADA INCONSTITUCIONAL Cage v. Louisiana (1990)

188
IV.- Algunos ejemplos jurisprudenciales aleatorios.344
Veamos a continuación algunos fallos dictados en la vigencia del nuevo proceso,
con especial fijación en las estructuras utilizadas y sus referencias a la prueba y al concepto
de duda razonable:
A)
Illapel, a diez de julio de dos mil uno.
VISTOS y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que ante este Tribunal de Garantía se ha tramitado la causa rol interno N° 207-
2001, Rol Único de Control N° 0100022041-4, en procedimiento simplificado, en contra de
xxxx , chilena, natural de Salamanca, nacida el 20 de marzo de 1943, 58 años, casada,
comerciante, cédula de identidad N° xxxxx, domiciliada en Salamanca, en calidad de autora
de la falta descrita en el artículo 164 y sancionada en el artículo 172, ambos de la Ley
17.105 sobre Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Vinagres.
SEGUNDO: Que el Ministerio Público, representado por la Fiscal Adjunto, doña Solange
Huerta Reyes, solicitó procedimiento monitorio en contra de xxxxxxxxxx el que funda en
los siguientes hechos: el día 1° de mayo de 2001, a las 05:40 A.M. horas, en circunstancias
que mantenía abierto y funcionando el local de alcoholes "Cabaret", en horario de veda,
ubicado en la calle xxxxxx, comuna de Salamanca, solicitando la aplicación de una multa
de $22.347. Agrega que con el Parte N° 21 de Carabineros de Salamanca se encuentran
suficientemente acreditados los hechos expuestos y que configurarían la sanción descrita en
el artículo 164 y sancionada en el artículo 172, ambos de la Ley 17.105, sobre Alcoholes,
Bebidas Alcohólicas y Vinagres.
TERCERO: Que acogido el requerimiento, por resolución de 14 de mayo del presente año,
se sancionó a doña xxxxxx a una multa de tres cuartos de sueldo vital, equivalente a la
suma de $ 11.174, más el 10 por ciento de recargo legal, como autora de la infracción al
artículo 164 de la Ley de Alcoholes. Notificada la resolución antes señalada, la imputada
presenta reclamo en contra de la multa impuesta por carecer de fundamento, en atención a
que no son efectivos los hechos que se le imputan, por lo que se citó a los intervinientes a
juicio simplificado para la audiencia del día 06 de julio de 2001.
CUARTO: Que en la fecha decretada se lleva a efecto la audiencia de juicio simplificado,
luego de la lectura al requerimiento, se oye en primer lugar al Ministerio Público,
representado por la Fiscal Adjunto, doña Solange Huerta Reyes, quien ratifica lo señalado
en el requerimiento y solicita que en el evento de dictarse sentencia condenatoria, se
condene a la imputada al pago de las costas. Asimismo, se tenga presente la certificación de

“Incluso donde la evidencia demuestra una probabilidad de culpa, si no establece tal culpa
más allá de una duda razonable, debe absolverse al acusado.
Esta duda, sin embargo, debe ser razonable; una que se funde en una base real, tangible y sustancial, y no
sobre el mero capricho o conjetura. Debe ser una duda tal que puede hacer surgir una grave incertidumbre,
surgida en su mente a raíz del carácter insatisfactorio de la evidencia o su falta. Es una duda sustancial actual.
Es una duda que el hombre razonable puede tener seriamente. Lo que se requiere no es una certeza absoluta o
matemática, sino una certeza moral”.
343
Mittermeier en Vega Torres, Jaime, al enumerar los principios fundamentales en el derecho inglés,
colocaba en primer lugar el de que todo acusado tiene para sí la presunción de que es inocente, de tal suerte
que la prueba completa de su culpabilidad está a cargo del acusador.
344
Están tomados desde el Boletín del Ministerio Público.

189
reincidencia acompañada y se traiga a la vista la causa anterior. Acto seguido se oye a la
Defensa de la imputada quien solicita se niegue lugar al requerimiento, en atención a que
tanto el inmueble como la patente la imputada los tiene dados en arrendamiento, desde el
año 1999, a doña xxxxxx, quien es su actual regente, solicitando se dicte sentencia
absolutoria en favor de la imputada.
QUINTO: Que recibida la prueba ofrecida, el Ministerio Público, a objeto de acreditar la
existencia del hecho punible y la participación que correspondió a la imputada, rinde
testimonial con las declaraciones de los funcionarios de Carabineros Luis Tapia Arce y
Roberto Luciano Vera Pavéz, quienes expresan que concurrieron al local de alcoholes
"D.T.H." cinco minutos antes de la hora en que debía dejar de funcionar, cumpliendo una
labor educativa, para luego regresar a las 05:30, encontrando las puertas abiertas,
entrevistándose con la regente, por lo que el primero de ellos cursó la infracción por horario
de veda, agregando que no sabe si la propietaria y regente es la misma persona, pues no la
conoce personalmente, pero la ubica por el nombre que salía en la patente, aclarando que la
propietaria no estaba, describiendo las características físicas de la regente que no coinciden
con las de la imputada. Señala que la regente le manifestó que estaba cerrando y debía
pagar los sueldos a los trabajadores, advirtiéndole que cerrara las puertas. Asimismo,
sostiene que había dos personas consumiendo licor, las que ubica y sabe que no son
empleados del local, sin embargo no las identifica. El segundo de ellos señala vio unas
veinte personas consumiendo.
SEXTO: Que la defensa de la imputada presenta la testimonial rendida por doña Ana Mabel
Bravo Díaz, quien señala que es dueña y administradora del local, y que el día 1° de mayo
de 2001, alrededor de las 05:30, estando con las puertas cerradas, sin música, entraron los
carabineros y le cursaron el parte. Agrega que ese día debía pagar a los trabajadores, que en
total son ocho, con contrato. Expresa que cierra el local, sin música y sin venta, un cuarto
para las cinco de la mañana, procediendo a revisar y lograr que los clientes abandonen el
local. Dice que la puerta de acceso tiene reja de fierro y otra de madera, las que estaban
cerradas sin candado. Explica que en la patente no aparece como dueña, y la imputada es
dueña de la patente y de la estructura del local, pero el mobiliario es suyo. Además presta
declaración Francisco Raúl Díaz Aguilera, quien recuerda que el 01 de mayo de 2001, se
encontraba en el local D.T.H. esperando unos amigos, mientras se hacía caja, alrededor de
las 05:30 a 05:45, llegaron carabineros, estando sólo el personal y cerrado. Sostiene que el
local deja de funcionar un cuarto para las cinco, lo que le consta porque a él le pidió el
portero que le avisara al D.J. que parara la música, empezando a salir los clientes. Agrega
que carabineros abrió la reja y la puerta, las que estaban sin llave, lo que le consta porque el
local es chico y se siente cuando las empujan, además todos estaban callados, no había
música y la señora estaba sacando cuentas.
SEPTIMO: Que la conducta típica señalada en la ley es la de "funcionar" después del
horario límite que ella misma señala, esto es, realizar o ejecutar en el local las actividades
que son propias de dicha actividad comercial, como el ingreso de personas, atención de
clientes, venta o expendio de bebidas alcohólicas, etc.
OCTAVO: Que de la testimonial rendida por la requirente durante la audiencia y
pormenorizados precedentemente, se tiene que funcionarios policiales de la ciudad de
Salamanca, el 1° de mayo de 2001, alrededor de las 05:40, ingresaron al local de alcoholes
"Cabaret" y cursaron un parte por funcionar en horario de veda, señalando que había
personas consumiendo en el interior, sosteniendo uno de ellos que eran dos y el otro unas
veinte, lo que denota una gran diferencia.

190
NOVENO: Que, por otra parte, en cuanto a la participación de la imputada xxxxxxx, la
defensa ha sostenido que tanto el inmueble como la patente, han sido dados en
arrendamiento, o sea, se ha desprendido del goce de ambas cosas y lo ha concedido a un
tercero, acto que no ha sido expresamente prohibido por la ley, ya que sólo las patentes de
establecimientos clausurados definitivamente son intransferibles. Asimismo, por el dicho
del funcionario policial a cargo del procedimiento, ha quedado establecido que la imputada
no se encontraba en el local al momento de los hechos.
DECIMO: Que si bien el artículo 175 de la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y
vinagres, señala que de las sanciones que se apliquen por infracción a las disposiciones del
Libro II, serán solidariamente responsables los dueños, empresarios o regentes, pero en
ningún caso se refiere al arrendador .
UNDECIMO: Que los antecedentes reseñados precedentemente no son suficientes para
que el tribunal pueda adquirir la convicción necesaria y dar por acreditados el hecho
punible y la participación, que de autora se le atribuye a doña xxxxxxxx, como infractora
de la falta establecida en el artículo 164 de la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcohólica y
Vinagres, por lo que procederá a dictar sentencia absolutoria y acceder a lo solicitado por el
Abogado Defensor Penal Público.
DUODECIMO: Que nadie podrá ser condenado por delito sino cuando el tribunal que lo
juzgare adquiriere, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se
hubiere cometido el hecho punible objeto de la imputación y que en él hubiere
correspondido al imputado una participación culpable y penada por la ley.
DECIMO TERCERO: Que estimándose que el requirente tuvo motivo plausible para
deducir requerimiento, no se condenará en costas.
Y vistos, además, lo dispuesto en los artículos 1 del Código Penal; 148 y 164 de la Ley de
Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Vinagres, 1, 47, 166, 295, 296, 297, 340, 388, 389, 390,
391, 393, 394 y 396 del Código Procesal Penal, se declara:
A.- Que SE ABSUELVE a la imputada xxxx, ya individualizada, de la imputación que
como autora de la falta establecida en el artículo 164 de la Ley de Alcoholes, Bebidas
Alcohólicas y Vinagres, se le atribuyera en el presente requerimiento, hecho ocurrido el 01
de mayo de 2001.
B.- Que no se condena en costas al requirente por estimar que hubo motivo plausible.
REGISTRESE y NOTIFÍQUESE. (el subrayado es nuestro)

Para efectos de nuestro análisis no nos referiremos al fondo sino sólo a la forma y
razonamientos involucrados, así los considerandos uno a siete de la sentencia anteriormente
anotada, resultan ser de naturaleza descriptiva, siendo relevante detenerse en el
considerando octavo, que establece la inconsistencia lógica de la comparación de dos
testimonios de la fiscalía, uno dice que vio a dos personas y el otro a veinte; por su lado el
considerando noveno establece credibilidad sobre los dichos de uno de los testigos de la
fiscalía, el funcionario encargado del procedimiento. Sin embargo el centro de la sentencia
se desarrolla en los considerandos undécimos y duodécimos, el primero establece que los
antecedentes ya relacionados no son suficientes345 para lograr convicción; el siguiente
considerando, no pasa de ser una petición de principios, a nuestro entender sería necesario
explicitar con mayor fuerza las contradicciones y los hechos acreditados en la causa, que
autorizan desde las máximas de la experiencia, la lógica y los conocimientos científicos,

345
Recuerda a las declaraciones de estilo de las sentencias penales del código de 1906.

191
darlos o no por acreditados. Es claro que la sentencia para los operadores del derecho no
manifiesta duda de lo que se establece, pero cabe hacerse la pregunta respecto del cuerpo
social. Por lo demás no existe, quizás por innecesario un tratamiento explícito del concepto
de duda razonable que debiera legitimar la no llegada a la convicción de culpabilidad.

B)
Temuco, veintinueve de junio de dos mil uno.
VISTOS, OÍDO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que con fecha veinticinco de junio de dos mil uno, ante esta Primera Sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de esta ciudad, constituida por el juez Presidente de la
Sala Christian Alfaro Muirhead y los jueces Oscar Luis Viñuela Aller y Juan Ángel Muñoz
López, se llevó a efecto la audiencia de juicio oral relativa a la causa Rol Interno
N°OO5/2O01, seguida contra PATRICIO ALEJANDRO LlZAMA SAEZ, chileno, 20
años, nacido el 15 de marzo de 1981, RUN. 14.219.903-3, domiciliado en Pasaje Ancán N°
1030, Población Los Caciques, Padre Las Casas, de Temuco.
Fue parte acusadora el Ministerio Público, con domicilio en calle Aldunate N° 51 de esta
ciudad, representado por la Fiscal Carla Hernández Gutiérrez y el Fiscal Alberto Chifelle
Márquez.
La defensa del acusado estuvo a cargo de los abogados de la Defensoría Penal Pública
Gonzalo Cruz Gutiérrez y Georgy Schubert Studert domiciliados en calle Prieto Norte N°
333 de Temuco.
SEGUNDO: Que los hechos materia de la acusación, según auto de apertura de juicio oral
de seis de junio último, ocurrieron el día 29 de diciembre de 2000, cuando
aproximadamente a las 21 :00 horas la menor E.L.C. domiciliada en Pasaje Ancán N° 1015,
se dirigió al domicilio del acusado, donde vive su amiga Josselyn, que es la hermana menor
de este. Allí se encontraba el imputado Patricio Lizama Sáez quien se quedó mirando como
la ofendida jugaba en compañía de su hermana menor; minutos más tarde, la ofendida se
dirigió, jugando, hacia el interior del inmueble de Ancán N° 1030, siguiéndola Lizama Sáez
y, una vez en el patio, llevó a la menor hacia el interior de un cuarto ubicado en la parte
posterior del inmueble, donde la besó, tapó su boca, bajó sus pantalones y los de la víctima,
y procedió a penetrarla con su pene por vía anal. Luego de unos 20 a 25 minutos la menor
E.L.C. volvió a su domicilio y señaló a su madre que “le dolía su potito". Su madre le lavó
los genitales y pidió a su hija mayor, Evelyn, que la secara; al hacerlo esta se percató de que
había sangre que salía de su “potito” y que tenía desgarros. De ello informó a su madre y
ambas revisaron el calzón de la menor, el cual estaba manchado. La madre consultó a la
menor y esta le dijo que "El Pato", su vecino, le había hecho algo. Esa misma noche, a las
23:55 horas, la menor fue atendida en el Hospital Regional de Temuco y, según informe de
la doctora Mylene Rogazy, presentaba "sangre en región perineal y gluteal" además de
“desgarro perianal que alcanza ano, sin comprometer esfínter, sólo mucosa, de dos a tres
centímetros". Establece como conclusión "violación “ con probable penetración anal".
La Fiscalía calificó estos hechos como constitutivos del delito de violación, previsto y
sancionado en el artículo 362, en relación con los artículos 369 bis, 372 y 372 ter. todos del
Código Penal, en contra de la menor E.L.C., perpetrado en calidad de autor por Patricio
Alejandro Lizama Saez, de acuerdo a lo previsto por el artículo 15 N° 1 del mismo cuerpo
legal, pidiendo se aplique al acusado la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su
grado mínimo.

192
TERCERO: Que, por su parte, la defensa del acusado tanto en los alegatos de apertura
como de clausura solicitó se absolviera a este de los cargos formulados pues, argumentó,
que no existió la penetración propia del acceso carnal constitutiva del delito de violación
por el que se le acusa. Afirma que si bien pudo haber existido algún contacto corporal entre
el acusado y la menor E.L.C. aquel a lo sumo puede ser estimado como tentativa de
violación o del delito de abuso sexual.
En su alegato de clausura, argumentó, además, que el acusado se encontraba en una
situación de imputabilidad disminuida, dada su inmadurez sicológica que permite definirlo
como "un adolescente en transición a la adultez". También alegó, a su respecto; que le
favorece la circunstancia atenuante de responsabilidad de irreprochable conducta anterior,
esto es, la del articulo 11 N°6 del Código Penal, la cual pidió se acogiera como muy
calificada.
CUARTO: Que son hechos no controvertidos en la causa, por haber sido materia de
convención probatoria, los siguientes: a) que la menor afectada por el hecho punible
investigado de iniciales E.L.C. nació el seis de diciembre de 1991, y que tiene a la fecha
nueve años seis meses; b ) que la menor afectada por el hecho punible investigado y el
acusado Patricio Lizama Sáez, tienen su domicilio en el Pasaje Ancán de la Población Los
Caciques comuna de Padre Las Casas, teniendo el acusado su domicilio en el número 1030
y la menor afectada en el número 1015; y, c) que el acusado Patricio Lizama Sáez no
registra anotaciones pretéritas en su extracto de filiación y antecedentes.
QUINTO: Que es útil señalar aquí que la conducta constitutiva del delito de violación por
el cual fue acusado Patricio Alejandro Lizama Sáez está descrita en el artículo 362 del
Código Penal, y consiste en acceder carnalmente, por vía vaginal, anal o bucal, a una
persona menor de doce años. Para determinar si el acusado incurrió en dicha conducta
habrá de clarificarse qué debe entenderse por "acceder carnalmente" y si se ajusta el obrar
del acusado a ello.
Al efecto, debe indicarse que "acceder carnalmente” es sinónimo de penetrar, de introducir
el miembro viril en alguna de las cavidades ya dichas. Las exigencias del tipo penal se
cumplen con la sola introducción del pene, no requiriéndose la producción de algún
resultado u otro cambio de orden material.
Por tratarse de un delito cuyo verbo rector es "acceder" no se requiere que exista una
penetración completa para que el ilícito se consuma, bastando con que una parte del pene
haya ingresado en alguna de las cavidades antes nombradas para encontrarnos ante la
consumación de la violación.
SEXTO: Que el Ministerio Público, con la finalidad de acreditar sus cargos, ofreció el
testimonio de:
a) La menor ofendida E.L.C. , de nueve años de edad, quien con los resguardos del caso fue
interrogada por conducto del Presidente de la Sala, expuso que cerca de Navidad después
de ir a comprar, ya de noche, fue a casa de su vecina Josselyn, y allí estaba el hermano de
esta "el Pato", quien la estaba mirando por el portón, la tomó en brazos llevándola al patio,
le bajó los pantalones, se bajó los de él y la besó. Explicó la niña que “el Pato le entró
fuerte en su potito", que "le entró fuerte con lo que tienen los hombres, por lo que ella
gritó". Añadió que eso le hizo una herida y se fue a su casa, donde avisó a su mamá que
tenía sus calzones con sangre por lo que la llevaron al hospital.
b) María Rosa Castro Arias, madre de la menor E.L.C. quien dice que el 29 de diciembre de
2000 estaba en su casa cuando su hija menor le dijo que "le dolía su potito", por lo que la
lavó y encargó a su otra hija que la secara, quien entonces le avisó que la niña tenía el

193
calzón con sangre y que también "le sangraba su potito, por un tajito". Al consultar a la
menor esta le dijo que "el Pato" le había hecho algo. Explicó que "el Pato" es su vecino
Patricio Lizama Sáez, quien vive en Ancán 1030, casa del frente de la suya. Dijo que luego
llevó a la menor al hospital, donde le señalaron que la niña había sido víctima de
penetración anal.
c) Evelyn Lagos Castro, quien señala ser hermana de la menor, que el día de los hechos,
ella ayudaba a su padre y su hermanita se puso a jugar con la vecina Josselyn; que luego no
vio a la niña hasta que esta regresó. Más tarde vio que la niña tenía su calzón manchado con
sangre y un tajito en su potito del cual salía sangre. Cuando preguntaron a la niña por la
causa de ello, esta dijo que "el Pato le había hecho algo". Explicó que el Pato es un vecino
de la casa de enfrente, que se llama Patricio Lizama Sáez, al que conoce desde hace cuatro
años, reconociéndolo en la sala de audiencias como el acusado.
SÉPTIMO: Que, además, la Fiscalía presentó el testimonio de los siguientes peritos:
a) Myrene Rogazy Berg, médico gineco-obstetra infantil, titulada en la Universidad de
Concepción en 1990, señaló practicar unos 40 ó 50 exámenes ginecológicos a la semana,
relató que en el Hospital Regional le correspondió atender a una niña que manifestó que un
vecino la había obligado a ponerse de espalda, luego de lo cual este se movía sobre ella, por
lo que sintió un intenso dolor entre las piernas. Al examinar a la niña no constató nada de
importancia en la zona vaginal; sí observó que la menor tenía sangre fresca en ambos
glúteos. En el examen de la región anal constató que existía un desgarro en esa zona, de
unos 2 a 3 centímetros, que incluía la mucosa rectal, y que ese desgarro era el origen de la
sangre que la niña tenía en la región perianal, sangre también presente en la ropa interior
de la niña. Por lo anterior concluyó que existía una violación anal y que lo mas probable es
que haya sido de tipo peneana, esto es, con el pene.
La declarante para explicar las conclusiones de su pericia se valió de dos láminas,
proyectadas con el sistema de data show; la primera de ellas describía gráficamente la
región genital femenina (vello púbico, labios mayores y menores, clítoris, vagina y ano);
en tanto que la segunda correspondía a un corte longitudinal del recto, que describía
gráficamente la ubicación de la mucosa y de los esfínteres anales (externo e interno).
La deponente precisó que la menor examinada tenía un desgarro externo a interno, propio
de una penetración, que incluía la zona de la mucosa rectal por unos dos a tres centímetros,
sin compromiso del esfinter anal. Consultada respecto a esta última afirmación, la
profesional explicó que es absolutamente posible que exista penetración sin compromiso
del esfínter anal, ya que el ano comprende diversas capas: una zona llamada mucosa, luego
el esfínter interno, y finalmente el esfínter externo, de apertura o contracción voluntaria este
último e involuntaria el primero.
b) Agne Caro Contreras, químico farmacéutica, que desde 1995 es jefe del laboratorio del
Servicio Médico Legal de Temuco, donde ella se desempeña en la sección de bioquímica.
Dicha profesional relató haber recibido en el laboratorio tres sobres, el primero rotulado
como tórulas con contenido vaginal y rectal y frotis de ambos; todos tomados de la menor
afectada; el segundo, contenía el calzón entregado por la madre de la menor; y, el tercero,
que contenía el slip que vestía Patricio Lizama Sáez.
Explicó que a la tórula con contenido vaginal se aplicó la prueba de fosfatasa ácida y
observación microscópica mediante Tinción de Gram , no encontrándose espermios ni
partes constitutivos de ellos. El frotis con contenido vaginal no pudo examinarse pues se
inutilizó al pegarse a un porta objeto. El frotis con contenido anal arrojó resultado negativo
para la presencia de espermios.

194
Al calzón examinado se aplicó la prueba de fosfatasa ácida y la observación al microscopio
mediante la Tinción de Gram, que resultaron negativas para la presencia de espermios o
partes de ellos. Se investigó la presencia de sangre mediante la reacción de Adler y de la
precipitina antihumana, estableciéndose que la mancha en él reaccionó como sangre
humana.
El slip reaccionó positivo para la presencia de espermios al emplear la prueba de fosfatasa
ácida; en la observación microscópica mediante Tinción de Gram, se apreciaron cabezas de
espermios; y, al aplicar la reacción de Adler, arrojó resultado positivo para sangre humana.
c) Rossana Echeverría Vargas, médico siquiatra, quien señaló cursar actualmente un
magíster de siquiatría forense en Argentina y desempeñarse en el Hospital de Nueva
Imperial y en el Servicio Médico Legal de Temuco. Expuso haber entrevistado al acusado
el 2 ó 3 de marzo pasado, el cual se mostraba dolido y formulo juicios de valor muy
severos a su respecto como consecuencia de lo que habla hecho. Lo describió como un
joven sin conflictos familiares, que estudiaba y trabajaba, con buen nivel de pensamiento
abstracto y un normal nivel cognitivo; con capacidad para discernir lo correcto de lo que no
es. Lo calificó como ubicado en una edad sicológica de adolescente en transición a la edad
adulta. Indicó que el entrevistado refirió haber sido víctima de abuso sexual cuando niño.
d) Leticia Arias Araneda, sicóloga, titulada en 1992 en la Universidad de la Frontera,
dedicada al área clínica infantil. Dice que evaluó a la menor ofendida unos 10 días después
del hecho en entrevistas sucesivas, y que allí la menor le relató los pormenores, entregando
una versión en que además describió un anterior abuso sexual ocultado por la niña. Señaló
que el relato de la menor sí es creíble en cuanto a la violación él es consistente, reiterado,
detallado y concordante con las emociones expresadas. Manifiesta que sí hay evidencia de
un trauma psicológico consecuente con la agresión sufrida, el que se evidencia de las
pruebas aplicadas a la menor.
OCTAVO: Que la fiscalía también se valió de la declaración del Subcomisario Joel
Melgarejo Luarte, funcionario de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de
Investigaciones, y lo interrogó como perito, previa objeción de la defensa quien argumentó
que ya se había excluido en la audiencia de preparación de juicio oral el informe policial
por él emitido, al tenor del articulo 334 del Código Procesal Penal. Este funcionario, por
sus dichos, evidentemente declaró sólo respecto de las diligencias policiales practicadas en
la etapa de investigación, tal es así que aludió a entrevistas y visita al sitio del suceso, ya las
conclusiones que a juicio de su labor policial era dable llegar .
Dada la prohibición legal del artículo 334 citado, que impide hacer valer en el juicio oral
los registros y demás documentos que dieren cuenta de diligencias o actuaciones realizadas
por la policía, no se dará valor probatorio a la mencionada declaración.
NOVENO: Que atendida la condición de los testigos y peritos presentados, que sus
declaraciones provienen de personas que presenciaron los hechos a que se refieren, que
impresionan a los jueces como capaces de percibirlos y apreciarlos con sus sentidos, y que
en el caso de los peritos demostraron el dominio de su respectiva ciencia o arte, resulta
pertinente concluir que ellos impresionan como veraces y creíbles, razón por la que este
tribunal acoge plenamente el valor de la prueba rendida por el Ministerio Público -salvo lo
ya señalado en el considerando octavo -, como quiera que además las declaraciones de los
testigos y peritos antes referidos no fueron controvertidas por prueba alguna sobre aquellos
durante la audiencia, siendo, en cambio, ratificados los testimonios de los unos con los
resultados de las pruebas periciales presentados por los otros.

195
En efecto, la versión de la menor E.L.C. en el sentido de haber sido agredida sexualmente
mediante penetración anal, relatada con sus palabras infantiles, es ratificada con los dichos
de su madre, doña María Rosa Castro, y de su hermana Evelyn, quienes señalan que el 29
de diciembre recién pasado, ya de noche, la niña se quejó de dolor en su “potito”, y que al
examinarla luego de lavarle, observaron sangre y un tajito o corte en esa zona, lo que
motivó llevarla al hospital. Tales versiones son confirmadas por las conclusiones expuestas
por la profesional Mylene Rogazy Berg, quien esa noche del 29 de diciembre pasado
examinó a la menor en el Hospital Regional, observando allí la presencia de sangre fresca
en ambos glúteos de la niña, así como un desgarro en la región anal, que se extendía de dos
a tres centímetros comprometiendo la mucosa del ano, siendo ese desgarro el origen de la
sangre que esta tenía en la región perianal ( la cual explicó corresponde a la zona que queda
comprendida entre la vulva y el, ano) y en su ropa interior. Tal ropa de la menor, tras el
examen pericial hecho por la perito Agne Caro Contreras, mostró evidencias de manchas de
sangre humana.
La perito Rogazy Berg explicó en la audiencia del juicio que es absolutamente posible que
exista penetración anal sin que se produzca compromiso del esfínter anal, ya que este
anatómicamente se encuentra luego de la denominada mucosa rectal, la cual en el presente
caso fue dañada en dos o tres centímetros. La misma profesional concluyó que la forma de
penetración fue probablemente de tipo peneana, lo cual se condice con la versión de la
menor ofendida.
A su vez, la sicóloga Leticia Arias Araneda, en virtud de su especialidad, valida las
declaraciones de la menor ofendida, calificándolas de creíbles dada su consistencia,
reiteración en las entrevistas, su grado de detalles, y su coherencia con otras evidencias
observadas por ella y que le permiten afirmar que la menor si demuestra la existencia de un
trauma derivado de una situación de abuso sexual, que la sicóloga calificó de violación
dado el relato de la niña.
DECIMO: Que, fue materia de una convención probatoria el que la menor E.L.C. nació el
6 de diciembre de 1991 y que tiene su domicilio en Pasaje Ancán 1015 de la Población Los
Caciques de la comuna de Padre Las Casas, en tanto el acusado lo tiene en el número 1030
de ese mismo pasaje.
UNDÉCIMO: Que, por lo antes expuesto, y apreciando la prueba, rendida de acuerdo a lo
dispuesto por el artículo 297 del Código Procesal Penal, esto es, sin contradecir los
principios de la lógica, teniendo presente las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados; Y, en virtud de los hechos no discutidos de que
dan cuenta las convenciones probatorias acordadas entre las partes, se debe tener por
acreditado que la noche del 29 de diciembre del año dos mil, una niña de nueve años de
edad, identificada por sus iniciales E.L.C., fue llevada al interior de un inmueble por un
sujeto, quien luego de bajarle los pantalones y de bajarse los propios, introdujo -a lo menos
parcialmente- su pene en el ano de la niña, causando en esta un desgarro de la mucosa
rectal, de dos a tres centímetros, el cual provocó sangramiento.
DUODÉCIMO: Que, la menor ofendida declaró a su madre, a terceros, y a los jueces
integrantes de este tribunal, que el sujeto que realizó la acción descrita en el considerando
precedente fue su vecino, a quien conoce como "Pato", hermano mayor de su amiga
Josselyn, que en vive una casa cerca de la suya. La madre de la menor refirió que la niña
inculpó a su vecino “el Pato” al cual identificó como Patricio Lizama Sáez; y, la hermana
de la niña E.L.C., ratificó tal versión manifestando que la menor inculpó a su vecino Pato,
al cual identificó en la sala de audiencia como el acusado presente.

196
A las anteriores inculpaciones se ha de agregar el resultado de la pericia bioquímica
practicada al slip que vestía el acusado aludido por la profesional Agne Caro Contreras, en
el cual las pruebas de fosfatasa ácida y de observación al microscopio con tinción de Gram,
demostraron la presencia de cabezas de espermios; y, que sometido a la prueba de reacción
de Adler, arrojó resultado positivo para la presencia de sangre.
La condición de vecino que el acusado tenía con la menor ofendida fue materia de una
convención probatoria.
DECIMOTERCERO: Que, con lo expuesto precedentemente, debe tenerse por acreditado,
más allá de toda duda razonable, que el autor de la agresión sexual de que fue víctima la
menor E.L.C. fue el acusado Patricio Lizama Sáez, toda vez que se ha demostrado que él
participó de un modo inmediato y directo en la comisión de la conducta descrita en el
considerando undécimo, correspondiéndole entonces la calidad de autor del mismo, según
dispone el articulo 15 N° 1 del Código Penal.
DECIMOCUARTO: Que los hechos antes descritos, en concepto de este tribunal,
corresponde calificarlos como constitutivos del delito de violación, previsto y sancionado
en el artículo 362 del Código Penal, con pena de presidio mayor en cualquiera de sus
grados, en grado de consumado, puesto que, se ha acreditado con la prueba rendida que
existió acceso carnal, esto es, penetración o introducción del pene en la cavidad anal de una
menor de nueve años de edad, penetración que causó en esta un desgarro de la mucosa
rectal que se extendió por unos dos o tres centímetros. La evidencia física del desgarro
referido permite concluir que el delito de violación se consumó, toda vez que no se trató de
una mera aproximación del pene al ano sino que de su introducción en él, con lo que se
desestimará la alegación de la defensa sobre este punto.
DECIMOQUINTO: Que, no se acogerá la petición de la fiscalía en orden a estimar
concurrente la agravante de responsabilidad penal prevista en el artículo 12 N° 7 del
Código Punitivo, consistente en un abuso de confianza por parte del hechor, que se
configuraría aquí por ser este un vecino de la ofendida, toda vez que ello por sí solo no
satisface las exigencias de tal agravante que requiere se trate de un efectivo
aprovechamiento de una situación de familiaridad de la cual el hechor tome ventaja, que en
la especie no concurre.
DECIMOSEXTO: Que, constituye convención probatoria en esta causa el hecho que el
acusado Patricio Lizama Sáez no registra anotaciones pretéritas en su extracto de filiación y
antecedentes.
La defensa, además, hizo valer los siguientes documentos: a) un informe socioeconómico
emitido por doña Cecilia Sandoval Tripailaf, asistente social del Servicio de Defensoría
Penal Pública, que señala que el acusado vive con su madre, y que después del servicio
militar se incorporo a trabajar inmediatamente; b) un Certificado estendido por el párroco
don Eulalio Cabodevilla Grade, de la Parroquia San Francisco de Padre las Casa, quien
refiere que Patricio Lizama Sáez pertenece a una familia de buena fama en el sector,
responsable y trabajadora; c) el Certificado de nacimiento del acusado, ocurrido el 15 de
marzo de 1981; d) un Certificado anual de estudios del acusado que señala que este cursó
primer año medio durante el año 2000, en Punta Arenas; e) el Certificado expedido por don
Héctor Olearte, Jefe del Cantón de Reclutamiento de Temuco, de fecha 3 de enero de 2001,
que indica que Patricio Lizama Sáez realizó el servicio militar obligatorio durante el año
2000 en el Regimiento Pudeto; f) fa Libreta de Licenciamiento de Patricio Alejandro
Lizama Sáez que da cuenta que este se licenció en el Regimiento de Infantería Pudeto N°
10 con el grado de cabo conscripto, reconociéndole valer militar en el arma o servicio de

197
granadero de mano; g) Certificado expedido por el Brigadier General y Director de
Educación del Ejército, don Mario Arce Giuliucci quien señala con fecha 30 de noviembre
de 2000, que Patricio Alejandro Lizama Sáez efectuó su servicio militar entre el 1 de abril
de 2000 y el 30 de noviembre de ese año, recibiendo preparación como vigilante privado
básico; h) Certificado extendido por el Comandante del Regimiento de Infantería N° 10,
Pudeto, que da cuenta de haber cumplido Patricio Alejandro Lizama Sáez su servicio
militar en dicha unidad; i) Certificado de Saludo del Comandante en Jefe del Ejército, don
Ricardo Izurieta Caffarena, dado con motivo de la ceremonia de Juramento a la Bandera
por parte del acusado, el 9 de julio de 2000; j) Certificado de Saludo del Comandante en
Jefe del Ejército, dirigido a la familia del conscripto Patricio Alejandro Lizama Sáez; k)
Certificado médico extendido por don Humberto Hurtado Yutronich, mayor oficial de
sanidad del Ejército de Chile, otorgado en Punta Arenas, que constata que el soldado
conscripto Patricio Lizama Sáez está sano y apto para postular a Carabineros de Chile,
extendido con fecha 23 de agosto de 2000; I) Copia del contrato de trabajo de Patricio
Alejandro Lizama Sáez, como jornal, con don Alejandro Becker Puebla, para el, período
del 7 de diciembre de 2000, hasta el 31 de diciembre de ese año; II) Liquidación de sueldo
del citado Lizama Sáez, relativa al mes de diciembre de 2000, por la suma de $ 62.125
líquidos a pagar; m) Finiquito de trabajador, firmado el 3 de enero de 2001, referido al
periodo del 7 al 24 de diciembre de 2000 alusivo al trabajador Patricio Lizama Sáez; n)
Certificado expedido por don José Ricardo Ulloa Sáez, Cabo 2° de Carabineros, carente de
fecha, que señala conocer a Patricio Lizama Sáez y da fe de su idoneidad para trabajar en
cualquier actividad laboral dada su honestidad y responsabilidad; y, ñ) Certificado otorgado
por don Jaime Izquierdo Rodríguez, Presidente de la Junta de Vecinos Pedro de Valdivia
quien señala conocer a Patricio Lizama Sáez, a quien califica como persona honesta,
tranquila y trabajadora.
DECIMOSÉPTIMO: Que efectivamente favorece al acusado Lizama Sáez la circunstancia
atenuante de responsabilidad del artículo 11 N° 6 del Código Penal, esto es, la irreprochable
conducta anterior, la que se encuentra acreditada con la prueba documental aportada por la
defensa consistente en el extracto de filiación y antecedentes exento de anotaciones
pretéritas, lo cual también fue materia de una convención probatoria y con los certificados
extendidos por el párroco don Eulalio Cabodevilla Garde, por el Cabo 2° de Carabineros
don José Ricardo Ulloa Sáez, y por don Jaime Izquierdo Rodríguez, Presidente de la Junta
de Vecinos Pedro de Valdivia.
Empero, ella se tendrá como pura y simple, y no como muy calificada como lo solicito la
defensa, por estimarse que no se dan los presupuestos legales para llegar a tal convicción.
DECIMOOCTAVO: Que, no favorece al acusado la minorante de responsabilidad penal de
imputabilidad disminuida que alegó su defensa, argumentando para ello su inmadurez
sicológica que permitió a la siquiatra Rossana Echeverría Vargas calificarlo como ubicado
en una edad sicológica de adolescente en transición a la edad adulta. En efecto, la solitaria
prueba de dicho aserto resulta insuficiente para acreditarlo, y, en todo caso, ella no da
cuenta de ser el acusado un individuo incapaz de dirigir sus actos o de controlar sus
conductas, por lo que siendo mayor de edad y no habiéndose demostrado anormalidad
sicológica alguna a su respecto, corresponde tenerlo como plenamente capaz de conducirse
y de responder por sus actos.
DECIMONOVENO: Que, la Constitución Política de la República, en su artículo 73,
consagra expresamente que la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Tribunales de

198
Justicia, lo que implica la libertad de estos para aplicar la ley y el derecho a los casos que
son entregados a su conocimiento. Es en virtud de lo anterior que más allá de las
proposiciones jurídicas que formulen las partes, los tribunales son soberanos para decidir
los asuntos que juzgan, libertad que en la especie se verifica al momento de calificar los
hechos materia del juicio, la concurrencia de circunstancias modificatorias de
responsabilidad del acusado, y, al fijar el monto de la pena que se impondrá al condenado.
VIGÉSIMO: Que en la forma que se ha razonado, y habida consideración a que la pena
asignada al delito corresponde a la de presidio mayor en cualquiera de sus grados, respecto
de la cual favorece al acusado una atenuante sin perjudicarle ninguna agravante de su
responsabilidad, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 68 del Código Penal, que
impide imponer la pena en su grado máximo, y dada su condición de autor del delito en
grado consumado, este Tribunal impondrá la pena de presidio mayor en su grado mínimo,
en atención a las circunstancias en que ocurrieron los hechos por estimar que esta es más
condigna con aquellos a la hora de serle aplicada al condenado.
VIGESIMOPRIMERO: Que dada la conducta por la cual será castigado el acusado Lizama
Sáez y atendiendo a lo prevenido en el artículo 1 inciso final de la ley 18.2161 y sin
perjuicio que dada la entidad de la pena a aplicar tampoco resulta procedente, no se le
concederá ninguno de los beneficios que para el cumplimiento alternativo de las condenas
privativas de libertad contempla la citada ley 18.216.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 1, 4, 45, 47, 275, 295, 296, 297,
302, 309, 310, 329, 333, 334 340, 341, 342, 343, 344, 346, 348 y 484 del Código
Procesal Penal, y artículos 1, 7, 11 números 1 y 6, 12 números 7, 14, 15, 24, 28, 50, 68,
69, 362, 372 del Código Penal y lo prescrito en la ley 18.216, SE RESUELVE:
I. Que se condena, con costas, al acusado Patricio Alejandro Lizama Sáez, RUN
14.219.903-3, ya individualizado, a cumplir la pena de OCHO AÑOS de presidio mayor en
su grado mínimo y accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios
públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares
durante el tiempo de la condena, además, se le declara en interdicción del derecho de
ejercer la guarda y de ser oído como pariente en los casos que la ley designa, todo ello en
su calidad de autor del delito de violación descrito en el artículo 362 del Código Punitivo,
en grado de consumado, perpetrado en esta ciudad el día 29 de diciembre del año 2000, en
perjuicio de la menor iniciales E.L.C.
II.- Que no cumpliéndose los requisitos legales, no se otorga al acusado ningún beneficio de
los señalados en la ley 18.216 para el cumplimiento alternativo de la pena privativa de
libertad impuesta, debiendo por ello cumplirla efectivamente, la que empezará a contársele
desde el día 30 de diciembre del año 2000, fecha desde la cual ha permanecido
interrumpidamente privado de libertad en esta causa, según consta del auto de apertura de
juicio oral en su considerando octavo.
III. Que ejecutoriada la presente sentencia, dése cumplimiento al artículo 468 del Código
Procesal Penal, oficiándose a la Contraloría General de la República, Servicio de Registro
Civil e Identificación y al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco, a quien se le
deberá adjuntar copia del fallo con el atestado de hallarse firme.
Se previene que el Juez Christian Alfaro Muirhead, en relación a lo que se reflexionara en
el motivo 13° de esta sentencia rechazó el valor probatorio de las declaraciones del
subcomisario Joel Melgarejo Luarte en razón, además, de provenir de quien, de acuerdo a
lo dispuesto claramente en el inciso primero del art. 315 del Código Procesal Penal, no
revistió propiamente, en cuanto declarante, la condición de perito, como quiera que no

199
hubo entregado con anterioridad, en la oportunidad debida, su informe pericial por escrito
con los contenidos que la misma ley señala. Asimismo, tampoco asumió durante el juicio
condición de testigo alguna, toda vez que no fuera presentado, en carácter de tal, ni en la
audiencia de preparación del mismo, ni en la propia audiencia de que da cuenta este fallo.
Para ello, tiene en consideración que lo que se rechazó en la audiencia del juicio oral fue
que si se aceptó su declaración por el tribunal durante aquella, debía hacerlo sin tomar en
cuenta sus informes policiales que elaborara durante la investigación, por así prohibírselo
expresamente el señalado art. 334 de dicho código.
Por otra parte, en relación a lo que se señalara en el fundamento 15°, este disidente rechazó
tener por concurrente la agravante de responsabilidad penal prevista en el art. 12 N° 7 del
Código Penal, consistente en un abuso de confianza por parte del hechor, según lo solicitará
la fiscalía, en razón, fundamentalmente; y, de acuerdo a los hechos que se ventilaran en el
transcurso de la audiencia, dicha conducta atribuible al actor se aprecia, por quien suscribe
esta prevención, como constitutiva del tipo penal de violación de una menor de 12 años, en
los términos del art. 362, en relación con el art. 361, todos del mismo cuerpo legal, por
prohibirlo la aplicación del principio NE BIS IN IDEM.
Redactada por el Juez Juan Angel Muñoz López; y, la prevención, por su autor.
Regístrese, comuníquese en su oportunidad al Juzgado de Garantía de Temuco para los
efectos de su cumplimiento, hecho archívese.

Relevante es el considerando noveno de la sentencia en comento que analiza la


veracidad, credibilidad, pertinencia, aptitud de los sentidos de los testigos, conocimientos
de los peritos envueltos en la prueba, acogiendo plenamente el valor de la prueba
presentada por la fiscalía. Al parecer este análisis cumpliría los requisitos que exige el
sistema procesal penal, en atención a la posibilidad de repetir el razonamiento del los
jueces. Ahora el considerando undécimo realiza una petición de principios desde que no
vincula éstos a los hechos probados o razonados en los considerandos pretéritos 346. El
decimotercero, menciona el concepto de más allá de toda duda razonable, afirmando que
con la ya expuesto debe tenerse por acreditado.

C)
CARAHUE, veintisiete de junio de dos mil uno.
VISTOS Y TENIENDOSE PRESENTE:
PRIMERO: que ante este TRIBUNAL DE GARANTIA, el señor Fiscal del Ministerio del
Público de Carahue, Don Iván Isla Amaro, presenta requerimiento por doña Flor Ivet
Catricura Llancapan RUN N° 12.738.558-0 domiciliada en el sector de Cullinco Bajo
comuna de Carahue, domiciliada en el sector de Cullico Bajo, comuna de Carahue, en
contra de Don Bernardo Antonio Lienan Cayupi, RUN N° 3.334.299-8 domiciliado en el
sector de Cullico bajo, comuna de Carahue, por su responsabilidad como autor de la falta
contemplada en el artículo 495 N° 21 del Código Penal, fundado en que el día 27 de abril
de 2001 a las 10.30 horas aproximadamente mientras el denunciante se encontraba en casa
de su madre en el lugar denominado Cuillinco Bajo, distante a 30 metros de su domicilio,
en el momento en que le daba de comer a unas aves se percató de la falta de un cerdo de
propiedad de su madre, enterándose en horas de la tarde por medio de una vecina que el
imputado al ver dicho animal ingreso a su predio le echó a sus perros quienes habrían

346
Es válida la pregunta si es necesaria tal explicitación.

200
atacado al cerdo para luego comérselo en presencia del denunciado y su esposa, avaluando
a dicho cerdo en la suma de $ 25.000 (veinticinco mil pesos).
SEGUNDO: Que, informado los antecedentes del requerimiento en la audiencia respectiva
a los intervinientes, víctima, imputados, Fiscalía y Defensoría, no hubo acuerdo reparatorio,
y previo ejercicio del derecho de opción solicita el imputado juicio oral simplificado.
TERCERO: Que en consecuencia se procedió a la lectura íntegra del requerimiento, y a los
Alegatos de apertura de la Fiscalía procurando establecer la efectividad de los hechos, y
de la Defensoría, en cuanto señala que el imputado no participó de los daños.
CUARTO: Que se rindió en la respectiva audiencia los siguientes medios de prueba:
a) Prueba documental: La Fiscalía acompaña extracto de filiación y
antecedentes del imputado.
b) Prueba testimonial: Que la Fiscalía presenta como testigos a la denunciante y
a doña Nancy del Pilar campos, y que deponen al tenor de lo expresado en el
registro de la respectiva audiencia. Por su parte la defensoría presenta como testigos
a doña Rut Elba Cariman Castro y a don Víctor Manuel Leinan Martínez, quienes
testifican conforme a lo registrado en la correspondiente acta de audiencia.
CUARTO: Que, se procedió a los Alegatos finales de la Fiscalía y Defensoría, solicitando
la primera en resumen que se condene al imputado por haberse acreditado en su opinión el
hecho ilícito por el cual fue requerido. A su vez la Fiscalía solicita su absolución fundado
en que con las probanzas rendidas en el presente juicio existe una duda más que razonable
para ello.
QUINTO: Que, valorando la prueba, y atento lo dicho en el artículo 297 en relación con el
340 del Código Procesal Penal, el Tribunal tiene por probado que el imputado don
Bernardo Antonio Lienan Cayupi, el día de los hechos se encontraba en su domicilio, no así
su cónyuge, la cual realizaba funciones de comerciante de verduras en la feria de
agricultores de Carahue, materia sobre la cual están contestes todos los testigos presentados
por la Defensoría así como el hecho de que el imputado debido a razones de salud, no sale
al campo a trabajar sino permanece acostado durante la mañana. Asimismo la testigo que se
indica como presencial de los hechos materia de este requerimiento se encontraba a 500
metros de distancia del lugar donde se indica que atacaron los perros al cerdo, señalando
que vió al imputado con su cónyuge, y que el primero azuzaba a los perros, lo cual genera
una duda razonable en este sentenciador generada por una parte por la distancia a la que
se encontraba de los hechos y por otra a que se ha acreditado a juicio de este
sentenciador que la cónyuge del denunciado se encontraba en otro lugar en el día y hora
de los hechos, por lo que se procederá a la absolución del imputado. Por lo expuesto,
artículos 4, 297, 340, 389 y demás pertinentes del Código Procesal Penal, se declara:
QUE SE ABSUELVE al imputado Bernardo Antonio Lienan Cayupi, ya individualizado, de
toda responsabilidad respecto de los hechos en el requerimiento ya referido.
REGISTRESE
ROL TRIBUNAL 82-51
Dictada por son Eric Gonzalo Espinoza Cerda, Juez de Garantía Subrogante

Además de su brevedad, quizás demasiada, destaca el fallo por la explicitación consciente


del juzgador, en el considerando quinto, de lo que sería, a su juicio, una duda razonable: la
constatación de que un testigo pueda apreciar los hechos dada la distancia que se
encontraba, por lo que su percepción pudo ser equívoca, es decir, la duda se basa en una

201
máxima de experiencia, unido a la no credibilidad del testigo de cargos, lo que no queda tan
clarificado.
Luego de estos breves análisis, podemos contradecir, que duda cabe, los dichos de la
comisión que introdujo el concepto de duda razonable, claramente será una creación
jurisprudencial, pero de ninguna manera, para nosotros, es un concepto que se halle
decantado.
Por otro lado y para finalizar este concepto debe ser entendido desde una
perspectiva sistémica en su interacción con el principio de inocencia.

V.- Significado del principio de inocencia para la dinámica del juicio.


Las razones de estudiar el principio de inocencia en relación al concepto de duda
razonable, arranca de la siguiente explicación y que pasa por una explicitación del rol del
juez : al comienzo del juicio identificamos un primer tiempo (T1), donde existe un
imputado que para todos los efectos es y debe ser considerado inocente 347, luego se produce
la asignación de cargos por parte del Fiscal (T2), el descargo por parte de la defensa (T3) y
la decisión final(T4), ¿pierde, en el intertanto y antes de llegar a la sentencia, por esta
situación su condición de inocente?, ciertamente no, pero fenomenológicamente, algo
ocurre en el ánimo del tribunal, ya conoce las imputaciones que según su fuerza, calidad,
cantidad, verosimilitud, producirá evidentemente un cambio en él. Se han introducido
dudas acerca de la inocencia del imputado.348
Evidentemente en la descripción anterior se ha dejado expresa constancia del
cambio de enfoque, “nadie podrá ser condenado...”, nadie podrá ser considerado no
inocente..., además de un juego semántico lo que está detrás es la realidad fáctica del
principio de inocencia349.
Siguiendo a Jaime Vegas Torres350, diremos que la presunción de inocencia, desde el
análisis de los tratados internacionales y la constitución española, podemos enfocarla desde
un triple significado:
a) Como concepto fundamental sobre el cual se construye un modelo
de proceso penal, el modelo de corte liberal, en el que se mira fundamentalmente a
establecer garantías para el imputado frente a la actuación punitiva del estado.351

347
Art. 4 NCPP y CPE, lo que constituye sin duda una petición de principio, que debe ser eficientemente
explicitada en el procedimiento.
348
Es interesante dar cuenta del proceso que ocurre en la persona que debe decidir el conflicto, que sucede en
la persona del juez, que antecedentes, de cual entidad, que cosas s y que cosas no sirven al momento de llegar
a una decisión; en este sentido y haciendo sólo una observación empírica, el proceso por el cual el tribunal
arriba a una conclusión se parece al descrito por Thomas Khun en su conocido libro The Structure of
Revolution Cientifics, y por el cual pone de relieve el concepto de paradigma, el conocimiento científico
según el autor no es un edificio que se va construyendo piso a piso por el aporte de diferentes conocimientos,
sino que se semeja a las ondas de un lago, que se sistematizan a partir de un paradigma, desarrollándose desde
él y por él, pero una vez que cae éste desaparece el sistema y se produce una revolución del conocimiento
científico; asimismo en el conocimiento restringido del juicio, dominado por el razonamiento dialéctico,
partimos con un gran paradigma, que es el principio de inocencia (T1), el cual es atacado por el paradigma de
la fiscalía (T1), es decir su teoría del caso, se enfrenta a su vez con la teoría de la defensa (T3), si ésta tiene, o
se suma a la fuerza del Juez que realiza su control por el principio de inocencia. El paradigma que se
sobrepone argumentativamente a los otros constituye la decisión del caso.
349
Existe un gran prejuicio que debe tener el juez, el encausado es inocente.
350
Vegas Torres, Jaime , en Presunción de Inocencia y Prueba en el Proceso Penal, Ed. La Ley.
351
En este sentido el Juez argentino Ricardo Rojas en Causa Nº631, “B, H s/ corrupción de menores
agravada”, sentencia de junio 11 de 1999: “Es indudable que el principio de inocencia es la base del

202
b) Postulado directamente referido al tratamiento del imputado
durante el proceso penal, conforme al cual debe partirse de la idea que el inculpado es
inocente y, por tanto, reducir al mínimo las medidas restricitvas de derechos en el
tratamiento del imputado durante el proceso.
c) Podría ser una regla directamente referida al ámbito probatorio, en
el sentido que la prueba completa de la culpabilidad del imputado debe ser suministrada por
la acusación, debiendo imponerse la absolución si la culpabilidad no queda suficientemente
demostrada352
El principio de inocencia juega entonces, como un supra principio, por denominarlo
de alguna manera353. Vegas Torres parafreasendo a Carrara, señala: “La presunción de
inocencia vendría así a proyectarse sobre todos los demás derechos y garantías reconocidas
al inculpado...: cuando la Constitución ordena que todos sean juzgados por el juez ordinario
predeterminado por la ley, que a todos se les garanticen los derechos a la defensa y a la
asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso
público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba
pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la
presunción de inocencia, no pronuncia sino estas palabras: “haced esto, porque el hombre
de quien vosotros sospecháis es inocente, y no podéis negarle su inocencia mientras no
hayáis demostrado su culpabilidad, y no podéis llegar a esa demostración si no marcháis
por el camino que os señalo”
El mismo Vegas Torres354 ha señalado algunas exigencias básicas en la relación del
principio de inocencia con la declaración de culpabilidad legalmente declarada, que en
resumen son:
1.- Impide que se declare la culpabilidad si no puede considerarse probada conforme
355
a la ley .
2.- Impone la absolución cuando la culpabilidad no pueda considerarse probada
conforme a ley.
Relevante es clarificar cuándo la sentencia penal puede declarar la culpabilidad 356
del acusado sin vulnerar el principio de inocencia, la podrá declarar cuando tenga por
probados todos y cada uno de los hechos que integran el tipo penal y la participación del
acusado.
En nuestro sistema penal debemos establecer las condiciones en las que puede
considerarse probada la culpabilidad del acusado, Vegas Torres en el libro ya citado señala
que para que la culpabilidad del acusado pueda considerarse probada conforme a ley, es
preciso que: 1) exista prueba en el proceso; 2) que dicha prueba haya sido practicada con
todas las garantías exigidas por la Constitución; 3) que la prueba tenga un contenido
objetivamente incriminatorio; y 4) como consecuencia de una valoración de la prueba
realizada de acuerdo con las reglas de la experiencia y de la lógica, el juzgador esté
convencido en conciencia de la certeza de la culpabilidad del acusado. Nosotros por nuestra
procedimiento penal. Solo cuando el tribunal está en condiciones de llegar al grado de certeza respecto de los
extremos necesarios para adoptar una solución condenatoria y de eliminar a través de esa convicción el estado
de inocencia del que goza todo ciudadano, es posible aplicar una condena.”
352
Este es el significado del principio en el derecho anglosajón.
353
Por lo mismo es un principio y no una mera presunción.
354
Vegas Torres Op. Cit pág 41.
355
Entre nosotros el estándar probatorio.
356
En estricto rigor lo que se predica del acusado cuando se dice que es culpable, es que ciertos hechos que se
le atribuyen, su participación, encajan en un cierto tipo penal. Vegas Torres op. Cit. P.43

203
parte debemos cambiar esa “certeza” por “convicción” y agregar que sea “más allá de toda
duda razonable”.
Desde el punto de vista contrapuesto el convencimiento del juez en ausencia de
prueba, o basado en prueba espúrea, o en prueba que no pueda darse por creíble de acuerdo
a la lógica y a la experiencia, vulneraría el principio de inocencia. Pero si se dan todas la
condiciones positivas de incriminación, ¿es posible aún que exista la posibilidad de llegar a
una conclusión absolutoria?, aquí nos comenzamos a mover en el terreno de la duda, de la
indeterminación. Ciertamente en la hipótesis de que falte algún presupuesto de la
incriminación debe absolverse, rige en su plenitud el principio de inocencia, no se alcanzó
ni siquiera a ponerlo en peligro.
El proceso penal inquisitivo resolvió de diferentes maneras el problema de la
incertidumbre, se podía acordar el tormento, para deshacer la duda por la confesión del
imputado, si confesaba el crimen quedaba probado y se pronunciaba sentencia
condenatoria; si resistía el tormento, se consideraban purgados todos los indicios y pruebas
que existieran contra él y no podía ser condenado. También se consideró la posibilidad de
imponer a aquel acusado que no le pudiera probar totalmente la imputación, una pena de
entidad menor. Estaba además el concepto de absolución en la instancia, que significaba la
finalizaición del proceso sin decisión de fondo, dejando abierta la posibilidad de reapertura
posterior.
La revolución francesa introduce la regla de la absolución libre y definitiva en caso
de incertidumbre acerca de los hechos constitutivos del delito o la participación,
equiparándose, por tanto, la incertidumbre a la inexistencia de culpabilidad. Y nuestro
actual código establece con fuerza el principio de inocencia y que la carga de la prueba de
culpabilidad corresponde al Ministerio Público. Si no llega al estándar requerido, más allá
de toda duda razonable, debe ser absuelto.

VI.- Proposición de modelo operativo de duda razonable.


Para intentar una proposición de modelo operativo de estándar probatorio, donde se
inserta el concepto de “más allá de toda duda razonable”, debemos de establecer algunos
presupuestos básicos:
i) Todo análisis del caso es subjetivo 357 y el proceso judicial pertenece al
mundo de las ciencias sociales, no demostrables a través de razonamientos
de tipo matemáticos, sino a través de la retórica dialéctica358
357
Afirmación que arranca de la constatación empírica de la inexistencia de lo absoluto y que toda la
“realidad”, sólo constituye la “representación representada” de nuestro propio conocer, es lo que afirman
Maturana y Varela en El Árbol del Conocimiento, Ed. Universitaria, 13ª edición, pág. 13: “ Por esto estará, a
la base de todo lo que vamos a decir, este constante darse cuenta de que al fenómeno del conocer no se lo
puede tomar como si hubieran “hechos” u objetos allá afuera, que uno capta y se los mete en la cabeza. La
experiencia de cualquier cosa allá afuera es validada de una manera particular por la estructura humana que
hace posible “la cosa” que surge en la descripción. Esta circularidad, este encadenamiento entre acción y
experiencia, esta inseparabilidad entre ser de una manera particular y como el mundo nos aparece, nos dice
que todo acto de conocer trae un mundo a la mano. Esta característica del conocer será, inevitablemente, a la
vez que nuestro problema, nuestro punto de partida y el hilo directriz de toda nuestra presentación en las
próximas páginas. Todo esto puede encapsularse en el aforismo: Todo hacer es conocer y todo conocer es
hacer.”
358
Recasens Siches, en Del Río Ferretti, Carlos, Revisión de los Hechos Mediante Recurso de Nulidad,
Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Norte, disponible en www.elareajuridica.cl., señalando
que: “Lo importante es la técnica del pensar sobre problemas, la cual se desenvolvió en el seno de la retórica,
o sea del arte de la persuasión. La retórica dialéctica procede de un modo radicalmente diferente del método

204
ii) Los razonamientos y el camino de la sentencia, donde se vuelca la expresión
del estándar probatorio y conduce a la decisión debe expresarse359.
iii) La expresión anterior, mediatiza la opción del control social de la
legitimidad de la decisión y de los argumentos esgrimidos,
intersubjetivizando la sentencia.

Establecido lo anterior y sabiendo que lo digamos a continuación


tiene un carácter de hipótesis de trabajo, tenemos que360:
A) La estructura fenomenológica del juicio, parte por la existencia de dos partes
enfrentadas dialécticamente, fiscal y defensor, frente a un tercero imparcial. Situación
que persigue la decisión del asunto controvertido por parte del Juez. Temporalmente,
hay un tiempo cero, T0, en el cual se encuentran presentes las partes.
B) Seguidamente en el T1, el fiscal realiza la formulación de cargos contra el imputado, se
exterioriza la teoría del caso, o el paradigma A361.
C) T2, el defensor presenta su teoría del caso, que consiste en presentar una teoría
alternativa, paradigma B, o solamente desacredita la tesis de la fiscalía.
D) T3, el tribunal resuelve.
En la dinámica que significan los tiempos de T1 y T2, se presentan las pruebas que
avalan los contrapuestos paradigmas; de manera que de acuerdo a las pruebas presentadas
existirá un T11, T12, T13, etc.362. De igual manera la defensa, que tendrá un T21, T22, etc.
El trabajo del juez comienza al imponerse de los respectivos paradigmas y
subparadigmas en juego, de esta forma tenemos que el análisis se ve en diferentes capas
que denominaremos microanálisis y macroanálisis, el primero se juega al análisis de cada
medio probatorio en particular y el segundo en la conjugación de todos y cada uno desde
una perspectiva de sistema que describe el juicio. A nivel micro el análisis se concentraría
en la credibilidad del testimonio particular, mientras que a nivel macro el énfasis se centra
en la interrelación de las declaraciones creíbles, que servirán de base al relato final
absolutorio o condenatorio, en uno u otro se van generando las dudas o certezas que
finalmente determinarán la absolución o condena.
A cada uno de los testimonios o medios probatorios presentados, el juez debe
aplicar un test de verosimilitud363, que en forma intuitiva y automática generalmente,
generará dudas personales acerca de la utilitaridad del testimonio (servir o no al paradigma
propuesto). Lo que quiere decir que el juez se representa un estado de ánimo frente a ese
testimonio; además se puede producir la contrainterrogación por parte de la defensa, que
sistemático”... “en efecto, el método sistemático, toma como punto de partida el sentido común, el cual va
tanteando el camino en el campo de las verosimilitudes, y se guía por la prudencia humana. Para todo eso se
adiestra la imaginación y enseña a considerar las circunstancias desde muy diversos aspectos; y trabaja
ponderando la respectiva fuerza de convicción de cada uno de los varios puntos de vistas que encuentra y que
se ensaya. Se trata del arte de los debates y de las deliberaciones, para averiguar cuál, entre varias opiniones
diferentes, tiene un mayor peso de convencimiento y conduce a un resultado más plausible” (el destacado
en negrilla es nuestro)
359
Entre nosotros resulta de exigencia legal, art. 342 y 296 Código Procesal Penal.
360
Cfr. Cerda Fernández, Carlos, en Iuris Dictio, Ed. Jurídica de Chile, 1992, págs. 81 y siguientes.
361
Ver nota al pie nº 23.
362
Identificaremos, por ejemplo, el primer testimonio como T1-1, el siguiente, T1-2, el perito a continuación
T1-3, etc
363
Test que tendrá, entre otros “cedazos”, la disposición del testigo, su claridad al exponer, no caer en
contradicciones, su entidad espacial respecto del hecho sobre que depone etc.

205
confrontará el relato, buscará en las contradicciones y explotará los olvidos (una buena
defensa), que contribuirá a generar dudas en el ánimo del tribunal, en forma gráfica el
análisis micro puede describirse:

PA{T11, T12, T13, ...} + PB * PP1 = PP2


________________________________
Situación del juicio (tiempo)

Dónde: PA= Paradigma de la Fiscalía; T11= Prueba Nº1 de la fiscalía;


PP1= Paradigma provisional sub-uno del juez; PB= Paradigma de la defensa (que puede
ser propiamente una alternativa de relato o ausencia de él); PP 2= Paradigma provisional
sub-dos, modificado o no después del relato de la defensa; *= análisis judicial
Los cedazos que ocupa el Juez van determinados básicamente por la lógica (donde
incluímos los conocimientos científicamente afianzados) y las máximas de experiencias de
manera tal que introducido el paradigma A, por parte de la fiscalía, durante el transcurso del
juicio, el Juez va generando su paradigma personal, que es provisional, por la fuerza o
verosimilitud de los medios probatorios presentados y los enlaces lógicos que se hagan con
la teoría de cada uno en el juego de razonamientos dialécticos confrontados es así que el
paradigma final (PF), la sentencia, ya sea absolutoria o condenatoria, resultará de la
sumatoria de los respectivos paradigmas de la fiscalía y la defensa, mediatizados por el
análisis de los paradigmas judiciales provisionales y que se corresponde con el
macroanálisis:

PF= {PA + PB * PP1,2,3...}

Descrito el proceso de determinación de la decisión, resulta que la duda, puede anclarse en


cualquiera de los análisis propuestos, de hecho una duda en un testimonio que resulta clave,
puede arrastrar la indeterminación definitiva que impida llegar a una solución condenatoria.
Para acercarnos a los tipos de dudas que podemos ver en un proceso seguiremos a
Walter364 que señala que: “Cuando un juez abrigue dudas acerca del resultado que ha
hallado o, mejor dicho, que está contemplando, le faltará el necesario convencimiento.
Habrá que distinguir entonces entre las dudas relevantes y las irrelevantes. Las dudas
abstractas (teóricas, negativas) acerca de la exactitud del resultado (provisional), debidas a
la aludida imperfección de los medios de conocimientos humanos, no deben impedirle a un
juez que esté personalmente convencido, poner de manifiesto ese convencimiento, y
pronunciarlo. También se consideran dudas abstractas en ese sentido los escrúpulos de un
juez que, estando el mismo convencido, estima que otro juez o algún tercero podría haber
llegado a una conclusión distinta. También esas dudas son irrelevantes. El juez solo no
estará convencido cuando se vea frente a dudas concretas (reales, positivas) y no pueda
superarlas...” “...sin embargo, la falta de convicción estará mal fundamentada cuando las
dudas supuestamente concretas que se aleguen sean en realidad dudas abstractas, lo que
ocurre en particular cuando las que se dicen dudas concretas no tienen fundamento en el
hecho real...”

364
Walter, Gerhard, Libre Apreciación De La Prueba, Ed. Temis 1985, pág 123.

206
Sin mayores problemas podemos declarar que las dudas que nos interesan serán
aquellas365 que se basen en la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, puesto que si no es así, las dudas no son tomadas en cuenta. Es
claro también que no todas las dudas basadas en estos principios constituyen las que
denominamos dudas razonables que impidan llegar a una convicción. Debemos agregar
algo más, un plus que permita identificar esas dudas y quizás nos sirva el concepto de
relevancia o el de entidad, que se refiere a la situación del juicio como tal en el análisis
micro y macro del estándar de prueba que se describió más arriba.
Pendiente queda profundizar estos tópicos y sus consecuencias prácticas para el
desenvolvimiento de la sentencia en nuestro nuevo sistema procesal penal, sobre todo
queda pendiente un trabajo mayor desde la casuística, para extraer principios que se puedan
aplicar a casos análogos y contribuir de esta manera a la legitimidad de las decisiones
judiciales, fruto del arduo arte de juzgar.

Daniel Urrutia Laubreaux


Juzgado de Letras y Garantía de Freirina

365
Una vez cumplidos los presupuestos analizados más arriba.

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