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GESTIONAR LAS
IV “CORE
COMPETENCIES”
AÑADIDO
CONSULTOR
III CORPORATIVO
SERVICIO A LA LÍNEA
II
El valor añadido que puede aportarse de forma progresiva en el desarrollo de las funciones de RR.HH.
queda reflejado a través de este esquema, en el que partiendo de una situación inicial en la que la
función de RR.HH. se considera simplemente un servicio a los empleados llevado a cabo
normalmente de forma reactiva, se evoluciona hacia una mayor globalidad en el servicio,
transformándose en un servicio a la línea para posteriormente incrementar el valor aportado a través
de la figura del consultor corporativo, que de forma proactiva propone las mejoras identificadas y
define políticas y programas alineados con el negocio.
La aportación máxima de valor culmina, como ya se ha indicado anteriormente, en una gestión de las
core competencies, o competencias clave del negocio, produciéndose una alineación de las políticas y
SOCIO DE NEGOCIO
VI
CONTRIBUCION DE RRHH
TIENE VISIÓN
V ESTRATÉGICA
CONTRIBUYE AL
IV NEGOCIO
APORTA
III SOLUCIONES
COMPRENDE
II PROCESOS
COMPLETOS
COMPRENDE
I PROCESOS
PARCIALES
Cuanto más alto sea el valor añadido aportado por la Función de RR.HH. y mayor sea la contribución
de RR.HH. al negocio, mayor será el grado de integración de RR.HH. en las organizaciones.
3.- El proceso de transformación de RR.HH.
Actualmente, la asignación de las funciones de RR.HH. está basada, en gran medida, en la realización
de tareas de administración de personal, incurriéndose en un 70% de los costes y recursos destinados
a RR.HH. y siendo mínima la aportación de valor añadido.
El 20% de costes y recursos están asignados a la prestación de servicios a otras áreas y sólo un 10%
está dedicado a la planificación estratégica, es decir, la función de RR.HH. es considerada función de
soporte y no se estima valiosa la aportación de RR.HH. a la estrategia.
La tendencia futura invertirá progresivamente la asignación respecto a la situación actual y el objetivo
estratégico definido para la función de RR.HH. será la asignación del 70% de costes y recursos a
planificación estratégica, 20% de costes y recursos a la prestación de servicios a otras áreas y sólo un
10% estará dedicado a tareas de administración.
El análisis de impacto y la definición de planes de acción para la consecución del objetivo estratégico
definido anteriormente pasa por una serie de fases que se detallan a continuación. El camino a
recorrer y las diferencias respecto a la situación actual, dependen, por supuesto del tipo de
organización considerada, por lo que deberá llevarse a cabo un análisis de impacto basado en una
serie de criterios que permitan marcar la situación inicial y definir planes de acción concretos.
Es necesario realizar un análisis de la situación actual, considerando no sólo cuales son las funciones
actuales de RR.HH. y como podemos mejorarlas, sino también considerando cuales son las
estrategias definidas para el negocio, cuales son las necesidades expresadas por las áreas que
componen la organización y las solicitudes de servicios realizadas por nuestros clientes internos.
Una vez conocidas la estrategia de la empresa, la situación actual de RR.HH. y las necesidades y
requerimientos de las áreas, se puede comenzar la realización de un análisis conceptual y una
reingeniería de procesos de RR.HH. que dote a la función de RR.HH. de la flexibilidad y rapidez
necesarias y satisfaga las necesidades y servicios solicitados.
A continuación se detalla un diagrama de flujos que intenta representar las principales
consideraciones a realizar y las acciones a llevar a cabo en el análisis de las funciones de RR.HH.
NO
¿Genera
valor ELIMINAR
añadido?
SI
NO NO
¿Se realiza ¿Fortalece
de forma las Core SUBCONTRAT
óptima? Competenci AR
SI
Seguir
realizando en Reingeniería
el
3.2.1.- Conclusiones
• Las actividades que no generan valor añadido deben ser eliminadas, ya que no se justifica en
ningún caso la asignación de recursos y tiempo para su realización.
• Las actividades que generan valor añadido deben analizarse de forma más detallada con el fin
de optimizar su ejecución y ser capaces de definir prioridades en la asignación de los recursos
propios.
• Es necesario un doble análisis con el fin de identificar:
– si las actividades se realizan de forma óptima, en cuyo caso seguirán realizándose en
el departamento.
– si las actividades no se realizan de forma óptima, en cuyo caso se llevará acabo una
reingeniería si esas actividades fortalecen las competencias clave y por tanto es
indispensable que se realicen por recursos propios, o en caso contrario, es decir, si
no fortalecen las competencias clave se optará por su subcontratación.
La organización del soporte necesario para la nueva visión de RR.HH. lleva consigo la implantación de
una serie de iniciativas y estrategias globales para la organización materializadas a través de:
• Planificación Estratégica
• Centros de Excelencia
• Consultoría por Unidad de Dirección
• Centros de Servicio Administrativo “Program Champions”
La implantación de cada una de estas iniciativas y estrategias se lleva a cabo a través de planes de
acción y criterios y consideraciones de partida tal y como se indica a continuación:
3.3.1.- Planificación Estratégica
• Focalización en el futuro de la Compañía. Es fundamental anticiparse para estar preparados en
el momento de implantar la estrategia en la organización. Los planes de acción deben
desarrollarse de forma paralela a la definición de la estrategia para así considerar todas las
prioridades y factores clave que se definan.
• Desarrollo e implantación de la estrategia a través de las personas. Las personas son, como
ya se ha indicado anteriormente, el activo más valioso de la organización y deben ser también el
medio o vehículo para implantar la estrategia. Es fundamental que las personas participen en el
desarrollo e implantación de la estrategia para conseguir que dicha implantación se lleve a cabo
en la totalidad de la organización.
Una implantación sólo en el primer nivel directivo no obtendrá un resultado exitoso, ya que sólo
una mínima parte de las personas que componen la organización conocen la misión y finalidades
de la organización y saben hacia donde deben ir; el resto, realizará las funciones guiándose por su
propio criterio, no por las pautas y criterios definidos a nivel global, por lo que no tendrá el mismo
fin en mente y no conocerá como aportar valor a la organización.
Si las personas no sienten que son importantes en el desarrollo de sus funciones y no consideran
que la buena ejecución de las mismas servirá para la consecución de la estrategia, no trabajarán
en ello ni se esforzarán de la misma forma, ya que nunca se considerarán pieza clave de la
organización.
• Gestión de las “Competencias Clave” o “Core Competencies” de la Organización. La
priorización e identificación de las competencias clave es fundamental para el desarrollo del
potencial de la forma más adecuada.
El desarrollo de las personas basado en aspectos clave para la organización ayuda también a que
todas las personas que componen la organización estén situadas en el mismo marco y sus
rendimientos puedan optimizarse porque sus capacidades son aquéllas que realmente se
necesitan.
Desarrollar a las personas sin identificar previamente cuales son las competencias clave implica
un doble esfuerzo que no tendrá luego el fin previsto, ya que el desarrollo de muchas
competencias resulta muy difícil y muchas de ellas ni siquiera serán necesarias por identificarse
con lo que estratégicamente se ha definido.
• Generación de valor añadido a la empresa desde RR.HH., a través de una progresiva
aportación de valor basada no sólo en la prestación de servicios sino en la identificación proactiva
Existencia de personal de staff o soporte que realiza las funciones de intermediario entre RR.HH. y el
resto de áreas de la Organización.
Las funciones indicadas anteriormente pueden realizarse por el personal de staff a tiempo parcial,
asumiendo, por tanto otras funciones ajenas a RR.HH. o a tiempo total, es decir, las únicas funciones
que realizan estas personas son funciones asignadas por RR.HH.
Este personal, deberá tener una doble especialidad funcional; por un lado, deberá ser experto en el
desarrollo de las funciones de RR.HH. y por otro deberá tener un gran conocimiento del negocio para
así poder adaptar todas las políticas de RR.HH. a las estrategias del negocio y dotar a la función de
RR.HH. del máximo valor añadido posible.
Se consigue a través de este tipo de asignación la formación de equipos especializados en RR.HH.
pero que tienen a su vez una gran orientación al negocio.
Estos centros de servicio administrativo, dotados de los mayores avances tecnológicos existentes,
reducen la pérdida de tiempo que tradicionalmente se atribuye a las áreas administrativas poco
automatizadas.
Los programas que desarrollan e implantan tienen un alto grado de excelencia técnica, ya que han
sido desarrollados por expertos en RR.HH. y expertos en el negocio, por lo que se facilita la
coordinación e integración de los mismos a través de la organización.
Las tres claves que permiten dotar a la organización de los máximos niveles de eficiencia a través de
la tecnología son las que a continuación se indican y posteriormente se detallan:
• Automatizar los procesos transaccionales
• Transferencia a la Organización
• Generar Valor Añadido
Las acciones a llevar a cabo y los resultados obtenidos, siempre que se cumplan las expectativas son:
Acciones:
• Reingeniería de los procesos de RR.HH. para ahorrar papel y evitar tiempos muertos
• Desarrollo e implantación de sistemas automatizados que permitan obtener información,
completar transacciones básicas y obtener rutinas de trabajo.
Resultados:
• Se añada valor a las funciones de RR.HH.
• Se evita papeleo innecesario.
• Permite a los clientes obtener la información que necesiten de forma más independiente a
través del acceso a los sistemas de información.
Acciones:
• Dirigir la responsabilidad de RR.HH. hacia la Dirección, ya que la única forma de conseguir
resultados es la involucración de todas las personas que componen la organización,
especialmente de los primeros niveles directivos.
• Generar información inteligente, que aporte valor para el desarrollo del negocio y ayude a
cumplir los objetivo estratégicos definidos para la empresa. Si somos capaces de demostrar el
valor añadido de la función de RR.HH., seremos pieza clave en el desarrollo del negocio.
Resultados:
• Se añada valor a las funciones de RR.HH.
• Permite tener una visión más global de la aportación de la función de RR.HH. a la
organización.
• Aumento de la suficiencia de los empleados.
Acciones:
• Alinear la estrategia de la empresa con las políticas y prácticas de RR.HH.
• Desarrollar sistemas predictivos orientados al negocio.
• Desarrollar aquellas competencias, capacidades y habilidades claves para el negocio
Resultados:
• Optimización del Capital Humano
• Sensible mejora en la toma de decisiones.
• Mayor capacidad de priorización en lo realmente importante.
A continuación se indican las características propias del perfil tradicional del administrador de RR.HH.
versus el nuevo consultor de RR.HH.
Ejecutor Facilitador