Vous êtes sur la page 1sur 295

SETENTA "MITOS SHUAR''

(Edición bilingüe)
MARCO VINICIO RUEDA

SETENTA''MITOS SHUAR''
(Edición bilingüe)

SEGUNDAEDICION

Texo recogido magrctofúric¡ilnente por


Ricardo Tankamash'
lGTA
6qa
tqET
q.r
--a4'!"'

/lt /o l'¡9 t
"
tt) **-\
/¡^.. *["
N> *'-r>.
fr. ?¡
ACLARACION Y AGRADECIMIENTO

se trato d,e una investigación realizada gracbe a la Pontificia uniaet'


eüad CatóIica, a tmués de su Departamento de Antropologús, Facuítad
de Ciencias Humanas.

El texto fue recogido directamente en cinta mqrutofónicq en pletu


cultum Shuar, por Ricard,o Tanhamadtl d,lrectivo & Ia misma Fe&twtón
Shuar.

Trunrcrito por éI en qta&rmoc, dumnte las horoa que trcbajabe cn b


Uniuersidad, fue en parte traducido por é1, La trcducción fue complctda
por Ampón Kaníkraa

Luego h conegimos junfumente con ellos, respetnndo d m,úxímo


sus erprcsioneq y consignando en notae algunu prticulariddes y ober-
urciones de ellos.

8e hdba cuól de los doe traduce el mito, y con cúal * hw b co


rrección, La letm T indba el nombre de Rbardo Tanhamdt\ y Ia K eI
de Kaníkras.

También debo agudecer de modo especial al P. Juan Carbc Zarutüo,


quien e ha sntid,o tuviwr la ortogtufía ehuar, dc acuerd,o a lu últimu
nolmas establ¿cidas.

Un especial agradecimiento a la Sra. Carmen de Ojeda que * síntió


tranrcribir la uersión castellana en su totalidad.
Y una pahbra filul de agvdecimicnto al p. Juan Bottaso, sín cuya
urgencia e instancia, no * hubiem llegado a h edición dc este libro, cuya
Introducción no se ehboto oporfunnmente.

En fin, tantos colaborudores bondadogos. Con todo, el héroe móxímo


quefu siempre eI misrno: Ricardo Tanhamash', ! f,o poco mérito tiene
at amigo y compañero, Ampón Karókms.

Marco V. Rueda.

Quito,1983.
A tantos Hérces de las Mitbnes en nueoho
Orbnte Eeuatoriar¿o, actuales y antigws
-nüe
Ios cualee fígurcn no pocos Jeruitsr, quiena
no obstante sus múltipleE errores antropológiooq
explicables por su tiempo, fuercn lot únicoa, por
muchos arios, en estar prcentes dahtercaafu-
mente entre eus ¡nbbt Culturaq y les ayufuron
a tomar concbncia de tdd et gwzdua

Con admimcíón y grctitud de antropélago.

9
<-rr';¡:,,,. t.
:'-il !
. ..!

'l; ,;'t '.i , , )-r,

-i-.:...1

i'.4
LIMINAR

EI Maestro, euyo onículo estd en DelfoC


no habla, no disimula: éI significa.
(Heráclito, Fragmentos, B, 93).

La Antropología sufre un cambio radical en nuestro Tercer Mundo.


Desde sus albores como ciencia sistemática, con Morgan y Tllor, allá
por la segunda mitad del siglo pasado, hasta lo más reciente, ha tratado
cada vez más de librarse de su mancha original: su tendencia ehrocentrista.
Dejar de constituir al Occidente como centro de referencira, y hemanarlo
con las ohas culturas.

No lo ha logrado. Las teorías etnológicas se han sucedido: al evolu-


cionismo quiso sustituir el difusionismo; a la historia conjetural el esttrdio
de la estructura y la función; a las grandes síntesis, el trabajo paciente en
el te¡reno; a las "áreas culturales", el proceso minúsculo de acultüración;
a los rasgos culturales conscientes, la estructura inconsciente a lo L€vi-
Strauss. Pero siempre, infaltablemente, el hombre de la "otra" cultura era
el objeto de "nuesho" esh¡dio.

Así la Anhopología en el Ecuador. Desde los maravillosos cronistas


españoles como Cieza de León y viajeros ilustres, hasta nuestros sociólo-
gos, un Belisario Quevedo, un Pío Jaramillo Alvarado, un Angel Modesto
Paredes, a los historiógrafos y arqueólogos, a los antropólogos sistemáticos
más recientes, todos hemos objetivizado las culturas aborígenes. Con rcs-
peto, con amor, hemos acogido al indígena, aI "salvaje", pd& ponerlo en
el objetivo de nueshos microscopios y análisis. Hemos tomado su sang'e,

t1
medido sus pómulos y hablado de su dishibución pilosa. Un objeto de
nuestro estudio, de nuestros libros, de nuestras tesis académicas.

Tratamos ahora de que las culturas aborígenes hagan su propia An-


tropología, a su modo, y no al nuestro "académico". tJna de las maneras
más auténticas de expresarse estas culturas orales, de hacer su propia
"folkehistoria", como se ha dicho, es el mito. No son pueblos con historia
escrita, pero sí vivida. No tenüán una concepción longitudinal del tiempo
sucesivo, que explique la vida; no relatarán narraciones que traten de
"contar acontecimientos". Pero sí tienen una concepción de la vida y del
mundo, expremda en sus mitos y leyendas. Son pueblos que han pasado
de algo "opaco" a un "cosmos", a un todo organizado y lúcido. Su vida
está allí en sus mitos, como una explicación, como una enseñanza, como
un objetivo.

Es el mito el que mejor expresa el alma de un pueblo. Su cosmovi-


sión, su ethos, su sentido del pasado y su esperanza del futuro que volverá.
Esas nanaciones -símbolo en palabras de lo mejor del alma- son su pro-
pia Antropología, el propio reflexionar sobre sí mismos. Ser sujetos y no
meros objetos.

Al colaborar en esta edición de los Mitos Shuar, cuya historia voy a


relatar, justo es que indique que mi tarea ha consistido en ser simple ca-
nal por donde corra la sangre pura shuar. De ahí que no queramos multi-
plicar introducciones, ni recargar las narraciones con notas (fuera de las
indispensables para su intelección), dejándolas en su expresión auténtica,
elaborada por ellos mismos. Pueden a ratos sonar a rústico para nosotros.
No importa: su vida misma -la del pueblo que la forjó- es la que se cuen-
ta y se canta.

Sin duda es una transacción aún incompleta. En toda transacción


hay algo intermedio que sustituye la aspiración desnuda y total. Estoy
seguro que los mismos Indígenas serán luego los mejores y más comple-
tos editores de sus propios mitos. Hasta que el proceso de cultura oral
o escrita, ya iniciado, llegue a su plenitud, alguien tiene que servir de
Secretario. Esta ha sido mi labor: recoger lo que ellos me han dado, y
contribuir así a una edición bilingüe de sus mitos y leyendas.

t2
I. EL PROYECTO

Por los finales de 1973 hubo un contacto más íntimo entre el Depar-
tamento de Antropología de la Pontificia universidad católica del Ecua-
dor y un gnrpo de esttrdiantes shuar, entre los cuales se contaba Ricardo
Tankámastr'

Estudirante de nuesha Facultad de Jurisprudencia" alto, vivo y for-


nido, presentaba, como uno de los dirigentes de la Federación Shuar, una
película de su cultura, elaborada por ellos mismos.

Estas presentaciones fueron todo un acontecimiento cultural. Des-


pués de la proyección de la película, venía el diálogo. Contestaban los
muchachos shuar, con rapidez y franqueza nuevas para nosotros, las pre-
guntas que les hacía el público que llenaba de bote en bote el aula magna
de Pedagogía. Desde el principio lla.rraron la atención los certeros golpes
que propinaba Ricardo en sus respuestas:

-Me extraña ---observa alguien- el verlos vestidos, y el que no esüón


como andan en la selva.

-Y a mí me extraña -replica insta¡rtáneo Rica¡do- el que Ud. quie-


re vemos desnudos en este frío de Quito.
Luego venía en privado Ia conversación más íntima:

-No le contesté nada a tal señor, me comentaba una noche Ricardo,


porque es un politiquero que se acuerda de nosotros para hablar y hacer
maniobras, y no para ayudarnos de verdad.

l3
De este contacto nació un proyecto concreto de Ricardo, del cual
me hablaba esa misma noche, y que lo había redactado ya a instancias
del Profesor José Pereira, Director entonces del Departamento de Antro-
plogía. Por tratarse de la "partida de bautizo", permítaseme exhactarlo
en sus líneas principales:

"Los struar -dice Ricardo-, un grupo étnico muy organizado, nos


encontramos interesados en documentar en qué consiste nuestra riqueza
cultural y social, de suerte que otros ecuatorianos nos conozcan mejor".
Consideran que para eso, el primer paso sería el estudio de sus leyendas y
el conocimiento de sus impresiones acerca de la vida en la ciudad.

Presenta sobre ello tres proyectos concretos:

1. Relatar en forma precisa y clara las leyendas, recogiendo los rela-


tos de los mismos shuar en diversas poblaciones y centros. Estas leyendas
se las escribiría en shuar y en castellüo, y se haría una publicación bi
lingüe.

2. Escribi¡ un libro titulado "El salvaje en la ciudad". Este el título


escogido por el mismo Ricardo, y de él me habló varias veces, consciente
de que la expresión ruda despertaría más la curiosidad del "blanco", y
así su mensaje llegaría en forma hiriente a muchas más personas. "Este
libro -dice- se referirá a mis impresiones sobre Ia vida de las personas
de las diferentes clases sociales en la ciudad, mis experiencias con las au-
toridades, y el comportamiento de las.mismas hacia los indígenas".

3. Filmar una película sobre las leyendas recogidas, seleccionando


las que tengan concatenación entre sí. "Personalmente -lo precisa- ela-
boraré los guiones, en colaboración con personas experimentadas al res-
pecto, con el fin de mantener, en cuanto sea posible, la autenticidad de
las leyendas shuar unidas al espíritu shuar". En cuanto a la selección de
personajes y a la dirección, deseaba que se hiciera en íntima colaboración
con la Federación Shuar.

Para llevar a feliz término este plan, se compromelía a trabajar tres


horas diarias bajo la dirección mía y del hofesor Pereira, alma de esta
aventura científica. Se fijaba allí la fecha del 20 de febrero deL974para
iniciar el trabajo. Hemán Malo González, Rector entonces de Ia Univer-
sidad, aceptaba el plan el 21 de febrero, aunque el contrato entre la Uni-
versidad y Ricardo se firmó el 10 de marzo. Todo a lo largo de la empresa,
recibimos del Rector un apoyo decidido y cálido, como cultor que es él
mismo de la ciencia del mito.

t4
Comenzó así mi contacto con Ricardo, contacto que iba a prolon-
garse por doe añoe, hast¡ el último telegrama recibido el 4 de abril de
19?6. Poco antes, el 13 de febrero llegué a firmar un nuevo odrato" en-
s¡miq¿ds a acelerar los habajos, en cuyo afán le sorprendió la muerte.
José Pereira, recordando un curso de Folklore dictado en Austin,
Teras, en L972 por la Dra. Bárbara Kirshinblat Gimblett, y completán-
dolo todo con su gran experiencia antropológica, había elaborado un
plan magnífico de habajo, según el cual debían grabarse en cinta mag-
netofónica las diversas versiones de los mitos recogidos en entrevistas
con miembros de la comunidad shuar, transcribirlos en shuar y en su ver-
sión castellana estricta. Debía llenar además una hoja de datos personales
de los enhevistados, llevar un diario de campo de las experiencias vividas
al recoger las versiones, en especial la interpretación posible de los narra-
dores. De todo esto pasó al contrato t¿n sólo el establecer los textos y
habajar con nosotros, en la pfactica conmigo, dura¡¡te tres horas diarias
en las temporadas en que pennacenería en Quito. Lo demás quedé como
arre$o un poco teórico con el Departamento, y en parte se malogró con
la muerte de Ricardo.

TRABA,IANDO CON TAIYKAI\{ASH'

Ricardo marchó al Oriente en abril del mismo a¡1o del 74,y *gún
un informe suscrito por Ricardo, el 5 de junio estaban ya grabadas 7 cin-
tas, se habían realizado 24 entrevistas, estaban más de 50 leyendas reco-
gdas, y se habían transcrito ya 10 de ellas.

Los viajes se iban sucediendo, sobre todo en algunos períorirs de va-


caciones, puesto que al mismo tiempo proseguía Ricardo sus estudios de
Jurisprudencia en la Universidad Católica.

Así tenemos un presupuesto suscrito por é1, en que anuncia un viaje


QuitrMacas-SucrirMéndez-Limón para volver a Sucúa, y luego ir a
Macas, Seviüa, Mutintsa, Miasal, Yaupi y Sucúa. Total 40 días, desde ei
5 de diciembre del 74 hasta el 13 de enero del 75. En este presupuesto
promete tar.bién fotografías o dibujos de algunos pasajes de las leyendas,
y aclaraciones de algunos tcmas contenidos en las mismas.

Una vez que Tankamash' entregaba sus cuadernos, venía el laborioso


trabajo de transcribir a máquina, tanto el texto shua¡ como el castellano.
Nos reuníamos luego algunas veces por la tarde para corregir la traducción.
Quedamos en tutearnos para lograr un ambiente de mayor confianza mu-
tua. "Mi fuerüe -me repetía continuamente- no es precisamente el cas-

l5
tella¡ro". Mi actitud era la de respetar al márimo la frase de Ricardo, y
eólo cuando ya no entendía o usaba él ciertos recun¡os eetilísticos dél
shuar, como repetir la primera sílaba de las palabras (a manera de insis-
tencia, de llamada de atención, de cariño) yo le pedía explicaeiones. Le
presentaba diversas posibles frases para interpretar su pensamiento que a
veces no lograba formularse. El las iba rechazando con fuertes movimien-
tos de cabza, hasta que lográbamos alguna que le satisficiera. cuando le
venía la duda, escuchaba en una grabadora la cinta original. No era mucho
lo que avanzábamos en cada sesión.
Sujetar a Ricardo a los procesos occidentales no fue fácil, ni creo
haberlo alcanzado. Nunca estaba uno seguro de cuándo era la rmelta de
una gira, o qué "percance" iba a amrinar una tentativa. De pronto las llu-
vias impedían el viaje, o la canoa "se viraba" y se perdían las cintas "gra-
htr", menos la.grabadora ¡que nunca se mojó! Ricardo comprendió qtre
no siempre quedé convencido del todo de sus ,.percances", V sí una iez
que me narraba un intento de robo que le hicieron, en que iba a desapare-
cer la grabadora, me comentaba: "Esto sí no hubiera creído el p. Rueda".
No había, por otro lado, que romper con un muchacho noble y leal, mu-
chas veces complicado por sus actividades dentro de la Federación,lo que
era gustosamente comprendido por la universidad. Alguna vez el mismo
Presidente de la Federación me dirisó un telegrama pidiendo excugas por
un retraso. No hay duda que Tankámash' tenía ofua concepción de la vi-
_d+ sin nuestras inquiehrdes en torno al tiempo y a la exactitud. Tranqui-
lamente, bien entrado noviembre, me dirigía en cierta ocasión un telegra-
ma para preguntarme las fechas de las matrículas en la universidad, las
mismas que se habían verificado, como de costumbre, a ñnales de septiem-
bry v a más ta¡da¡en.octu-bre. El-ejemplo eu9 pareció moverlo un poco
más a una acción continuada fue el de la cacería: había que seguir la presa
hasta cogerla. Era hombre de otra cultura, que mantenía, sin embargo,
su fidelidad y su compromiso.

Hubo, pues, que ca¡nbiar el sistema de conbato, y llegamos a una


fórmula de trabajo "al destajo". A 13 de febrero ¿e t'g76, dós arlos más
tarde del primer encuentro, se comprometía a establecer el texto shua¡
de los mitos recogidos con sus variantes, y a traducirlos al castellano, en
algo más de un mes: lo que cumplió sustancialmente. Efectuada la trans
cripción, debía venir desde el Oriente para la corrección conmigo, a fin
de poner las notas oportunas. La muerte estaba a su acecho. Mi conster-
nación fue grande, y pensrí que el trabajo quedaría definitivamente truncr¡.

l6
UN HOMBRE MITI@

Ia erperiencia más rica en este trabajo fue la relación mantenida con


Ricardo Tank¿imash'. Shuar bajo todos los aspectos, forjado en su mundo
propio, dirigente de la Federación, había ido realizando sus estudios, hasta
cursar por los a¡io.s del 73 en nuestra Facultad de Jurisprudencia. Quisie-
ra poner en relieve la impresión única para mí que representa entrar en
contacto con un hombre "mítico", ll¡mémoslo así, un hombre para el
crral los mitos le dan la razón de ser, y de ser así.

Eetoy convencido de que todo hombre, por avanzado gue sea su pro-
ceso de secularización y por grande que sea zu cuidado de tener una lec-
tr¡ra científica del mundo, conserva ciertas actitudes "míticas" como las
llamo, cierta capacidad para recibir el mensaje del mito. Lo que entre
ohas notas constituye el "pensamiento salvaje" (Lévi-Shauss, 1962),
que no es de log salvqies, sino .aquello que feüzmente perdura en todos
los hombres. sabemos todos que un mito no puede sei leído como una
enseñanza filosófrca, ni como una narración históric4 ni como una meria
fantcía imaginaüva. sabemos todos que el mito puede tener una ense-
ianza rica, una especie de ruptura del velo que cubre el enigma del mundo
y d" l" vida, un algo que nos hace pasar, al menos parcialmente, de un
"caog" a un "cocmos", fe un absurdo total a un ciertb sentido. pero para
Tank¡íqasht algo más. de que el mito sea un relato sagrido,
primordial, que"o consütuyeAquello
un modelo ejemplar de las actividadés hu-
manas, era para él perfectamente válido (Eliade, tgGS:Bf-31).

Quizá un ejemplo concreto ilustre mejor esta sorprendente experien-


ci1 cor,regíamos el sabrosísimo mito "Mamá Ratonat' (M 14 de nuestra
coleceión), de cómo la ratona enseñó a dar a luz a las mujeres shuar, pues
hasta entonces tod¡s las madres morían, una vez efectr¡áda la operaaión
cesárea. El mito ha sido infonirado por Rafael Pujupat y la correlción la
hice con el nismo Rica¡do. Dice así:

M 14. Mamá Ratona

Antes las mujeres no sabían dar a luz, solo se usaba para el parto el sistema de
cesárea (y morran). [.os hombres o maridos se encargaban de amamantar al niño,
ya que eran ellos los que tenian ese órgano mas no la mujer. El padre criaba a
su hda y se casaba nuevamente con su hija. un día un marido dijo a su mujer:

- Esta noche te voy a rcalizar la cesárea. vete a la chacra y pru'eba el maní que
sembraste. se fue la mujer y, desconsoladamente por lo que iba a sucedlr,
cumplía con lo indicado por su esposo. En eso apareció una ratona.

- ¿Por qué andas llorando? preguntó la ratona.

I7
- Después me van a hacer la cesárea, por eso estoy llorando.

¡Cómo! si eres tin grandota; yo, qr¡: soy bn Fqueñitt


también tengo
- Tú puedes tener
muctros hiios. Mira mis hijos, allí están, mira mis nietos.
y ..de gana" te van a hacer la cesárea. a ver, yo te voy a en-
hijos ¡vamos
señar! Vamos, ¡PreParen todo!

Luego de preparar lo necesario, se le reunieron los ratones y recogiéndola entre


todós, le h-l;ieion dar a luz. Envolvieron al niño, se lo üeron y le dijeron:
ahora divide la chacra de
- ¿ves? De gana te iban a aplicar le cesárea. Bien,
ñraní para-nosotras también, a cambio de lo qgc te hemos enséñsdo. Así
se hizo. Dijo la mujer:

- Toma tú, come esta parte y yo la otra parte.

Y así quedaron de acuerdo. La mujer vio cómo los ratones muy felices se pusie'
,on a el maní que les tocó en parte, pero también la mujer no podía estar
menos"om"t
dichosa. Tomó con cariño a su niño y regresó a la casa.

Cuando la mujer llego a casa con el bebe en s¡s brazos, el hombre asombradísi'
mo pr€guntol

- ¿Cómo? ¡Pudiste dar a luz!

- Fueron unos shuar los que me ayudaron a dar a luz. Nosotros decimos que los
ratones se conien el maní, mas no es asi son personas las que lo hacen.

El hombre no hacía caso a su mujer, la cual pedía diera de lactar al bebe, ya que
estaba cortando leña. Por la insistencia de la mujer, el hombre se fastidió y snan'
cando sus senos se los tiró a la mujer, quedando así el honbre con el papel de
ser sólo hombre, y de no ser también madre por tener senos matemos. Así se
criaron muchos niños y hubo menos mortandad entre los dtuar.

Recuerdo el asombro de Ricardo cuando le explicaba a qué se debía


el nombre de "cesárea" que lleva dicha operación (porque la palabra era
de él). Lo inmensamente sorprendente fue el comentario que me hizo aI
final:'"Nosohos sí -rne dijo- hemos gUardado la palabra, y no matamos
a los ratones en las chacras de mani dejándoles la mitad; pero ellos se co-
men todo. Ellos no han respetado lalabras texh¡aler el compromiso.
La idea queda ahora, me aclaró; la pÉctica era antes general".

Ahí tenemos al hombre mítico, que se explica la vida por el relato


que ha oído desde niño.

18
CON KARAKRAS

Desaparecido dolorommente Tankámash', se presentó felizmente


Jorge Calagnís (fue con este nombre como se hizo el primer contrato,
quizá más bien por benevolencia de él que no se empeñaba en rectiñca¡
nuestra captación defectuosa de su apellido). Debo confesar que no entré
en su relación con mucha confianza: me temía que fuera una persona que
sólo tratara de aprovecharse del trabajo de Ricardo y mío. Mas me di
cuenta muy pronto que tenía ante mí a un muchacho muy serio, exhaor-
dinariamente puntual, directo y trabajador. Nada le movía fuera del afán
por acabar la obra de Ricardo, y contribuir así al desarrollo de la Federa-
ción Shuar.

Celebramos un conbato en junio de 1976, por el cual se comprome.


tía Karákras a revisar el texto shuar aún no transcrito, que se lo entregaba
en 44 hojas a mano, lo que suponía establecer eI texto, hacer posibles
correcciones y transcribirlo a máquina. En julio teníamos ya la traducción
castellana, y para diciembre estaban virtualmente establecidos todos los
textos. Quedaba el arduo trabajo de la corrección que nos llevaba t¿¡des
enteras, y alguna vez salimos incluso al campo los dos juntos. Faltaban
algunos fuabajos complementarios, como eI de llenar algo de la inmensa
laguna de datos sobre los informa¡rtes, y continua¡ elaborando el glosario.

También en Karákras ---su nombre actual es éstr-, recogí todas sus


obsen¡aciones. De vez en cuando, sobre todo aI terminar un mito, se vol-
vía para decirme: "Por eso los Shuar no hacemos esto", o "de ahí se pue'
de ver que no conviene hacer tal cosa".

En medio de nuestra confusión occidental, era agradable oír algo


neto y convencido. Aquello mismo del cambio de nombre, se debía a un
afán de autenticidad: volver a sus nombres propios, los de la culhrra shuar,
aunque para eso fuera preciso cambia¡ las cédulas y hacer toda una revo-
lución jurídica, que hicieron con audacia.

Lo que experimenté en las correcciones con Karákras, al revisa¡ in-


cluso el trabajo de Ricardo, fue que las traducciones de Tankámash'eran
menos literales de lo que pensab4 mucho más libres y acomodadas a la
cultura nubstra, de modo que, a veces, como se indica en las notas de su
edición, fue preciso conservar las dos traducciones, consignando la verslón
más ceñida al texto al pie de página, de modo que salváramos en lo posible
la versión castellana de Ricardo. No deja de ser instructiva esta misma ".n-
fidelidad" llamémosla así, de Ricardo, pues representa un juicio implícito
de él sobre lo que opinaba era captable para nosotros, al mismo tiempo
que una confesión de que cada cultura tiene sus formas propias, intradu-

r9
cibles, de expresarse. En cada texto se indica de quién es la traducción y
con cuál de los dos se ha hecho la corrección: la T para Tankámash'y la
K para Karákras. Unos pocos mitos, unos 10, fueron recogidos por este
último, transcritos y traducidos por é1.

20
TI. LA OPERACION SIMBOLICA

Claramente mis dos interlocutores principales, Tankámash'y Ampán


Karákras, eran muy capaces de hacer la operación simbólica y recibir el
mensaje del mito, sin credulidad ingenua. Yo no llegué a precisar si Tan-
kámash' aceptaba un tiempo primordial, anterior a nuestro tiempo, en
que las plantas y los animales hablaban. Yo creo que debió estar en ¡re-
numbra aquello de una realidad histórica; quizá no hayan entrado en sus
categorías estas inquietudes historicistas mías. La obsen¡ación que me dijo
al comentar el mito de que Tsére (arañas) y la ardilla eran antes shuar, pa-
rece confirmar la apertura hacia ese tiempo mítico (in illo tempore) en
que el mundo se iba haciendo gracias a estos procesos consignados en los
mitos. Sea cual sea la aceptación de este tiempo inicial que siwe de funda-
mento a la vida, era indudable que "aquel acontecimiento" debía normar
la vida. Esto era manifiesto y singular.

EL MENSAJE DEL SIMBOLO

Y no tiene nada de extraño para quien haya penetrado en la natura-


leza del símbolo. El significante, eI aro matrimonial para la pareja de ca-
sados o el relato de mamá ratona, eB capaz de precipitar en nosotros, toda
una reacción en cadena. ¿Cuál? -No lo sabemos por adelantado. Depen-
derá del sujeto que reciba el estímulo del mensaje. Para el esposo o la es-
posa ausente, puede ser la vista del aro un reproche, una esperanza,, urr

2r
consuelo, un aliento, una alegría y así otras. reacciones, según la situación
personal. Lo que sí sabemos es que el símbolo irá más allá de lo intelec-
tual, que tocará capas muy profundas del psiquismo, que una operación
auténtica simbólica se desarrollará en el sujeto al recibir el mensaje del
símbolo, y que no se discutirá la "verdad" del mensaje, porque está hecha
de mi verdad, de mi reacción personal y real.

Efectivamente, en los mitos no se trata de un puro lenguaje conven-


cional o disfrazado, cuyo significado habría que simplemente traducir
o descifrar. En un mero signo de referencia, para usar el lenguaje de Sapü;
hay un sentido oculto en otro, algo que en forma convencional me en-
trega un mensaje meramente intelectual, conocido ya con anterioridad al
momento de Ia entrega: así eI "pase" o "no pase" significado por eI se-
máforo en verde o en rojo. Hay allí un simple lenguaje "económico",
ahorraüvo de tiempo y de palabras.

Pero en el símbolo nos encontramos con una autentica arquitectura


de sentidos y mensajes, en que el lenguaje se engarza con toda una historia
largamente vivida por la humanidad, y llega a tocar fibras muy hondas del
psiquismo humano.

En el signo de condensación --para seguir con la terminología de


Sapir, y que nosohos llamamos simplemente "símbolo", dejando la pala-
bra "signo" para el símbolo de referencia-, en el símbolo de condensa-
ción, el lenguaje no tiene simple relación del "sentido" de la palabra a la
"cosa" real, como cuando decimos "mesa" y nos referimos al mueble allí
presente, sino que se establece una relación de sentido a sentido, a un se-
gundo o tercer ientido. Asi, retomando los ejemplos de Ricoeur, tenüía-
mos toda una cadena de sentidos que nos van llevando de lo más físico y
tangible a lo más hondo y psicológico (1965:37):
Mancha - delito - deshonra
desviación - error - falta
peso-fardo-culpa.

No hay allí un lenguaje ligado-a, atado a un significado; sino un


lenguaje-para alguien. De ahí Ia necesidad de una hermenéutica, de una
interpietaóión de mensajes. Hay un significante, el mito. ¿Cuál es su sig-
nificado, su mensaje, p&R nosotros que queremos beberlo en la fuente?
La frase de Heráclito que hemos transcrito como epígrafe de todo
este trabajo, puede iluminamos: "EI Maestro, cuyo oráculo está en Delfos,
no habla, no disimula: él significa". No hagamos hablar a los mitos como
si fueran un lenguaje común: así lo han querido los que lo reducen a un

22
eimple signo. Ni cre¡mos que elloe disimulan lo que quieren expr€Ear, co.
mo Io pretenden algunas escuelas reduccionistas, entre esas ls ¿e Freu¿.
Sino loePmos, en lo posible, captar zu meta-lengude, dejar que ellos
nos signifiquen, hagan vibrar en nosotros esas ñbras hondas de nuestro
ser, y puedan contribuir así a un proceso de "individuación", en el rico
sentido jungiano, no sólo personal, sino de la cultura toda.

Al decirme Tankámastr' que los ratones no han cumplido su com-


promiso, y que los shuar sí lo han hecho, quizá está y"náo más allá de
un simple relato anecdótico en su mente, y nos está planteando a todos
nosohos ese hondo problema del origen de la vida, este venir uno de doe,
este necesitar de unos pechos que nos aura¡nanten, este requerir del calor
de una madre y de la fuerza de un hombre para iniciar ei camino de la
vida (Lévi-Shauss, 1958: 239).

_ Tal vez la captación del mensaje simbólico del mito, de una explora-
ción simbólica en palabras a través del cosmos, se viva más en el mito de
Sésenk y Tinkisháp', que es una de las joyas de la mitología shuar.

Con qué gravedad y nostalgia me contaba el informante por qué los


hombres moríamos. cuan4o Etsa pidió el materiar para hacerálosshuar,
traía la pie.dra el lento siésenk, y llegó tarde. En cambio Tinkisháp', gra-
cjas a sus rápidos saltos, llegó el primero con el barro. La piedra, siniuoto
de_ dureza y de perennidad, sobre todo para una cultura-que no conose
el hierro, no está en la masa nuestra: ¡teníamos que morir!-somos de frá-
gil ba:ro. Bien estaba, en trevancha, que uno de los shuar al encontrar a
sgsenk que "sólo entonces t¡aía la piedra", la quitase y le aplastase con
ella misma, convirtiéndolo en un ser achatado y nógmzco.

Veamos el mismo texto ceñido y neto del M. 6 en nuestra corección.

Etsa estaba diciendo al veloz Tinkistráp' que fuera a traer la piedra para con eso
formar a los struar; en eso vino el leido-Sésenk y se ofrecíó comó vofuntario
para ir a traer la piedra. Entonces Etsa mandó a Sésenk traer la piedra y al
Tinkisháp' traer el barro.

El lerdo sesenk iba con una pasmosa tranquilidad, mirando y rodeando los
palitos, pero el rinkistráp' con sus rápidos brincos fue y trajo enseguida el
barro, con el cual Etsa hizo a los shuar. Uno de estos shuar enconirando a Sésenk
que sólo en ese momento traía la piedra, le quitó la piedra y le aplastó con ella.
con eso sésenk se transformó en una especie de coleóptero de color negro y
achatado.'Así mismo Tinkisháp' se transformó en otra especie de coleópteró.

Aquí encontramos todo el mensaje del mito. De los grandes temas


del mito -trombre mortal, sexuado y cultural-, el de la muérte es uno de

23
los que más nos golpea. Sabemos bien el diálogo de Gilgamesh con Siduri,
en el mito sumerio, seis milenios antes de Ctisto:
"Cuando los dioses crearon la humanidad, dieros la muerte como lote a los hu-
manos; la vida la guardaron ellos en sus manos" (Histoire des Religions, 1970:
222t.

¿Por qué este absurdo, esta contradigc!ón interna, ansia de vivir y


certeza de morir? Y la respuesta se intenta dar en este mito shuar. No hay
piedra --el símbolo de lo permanente para esa cultura-, no hay piedra en
nuestra constihrción. Somos hechos así. Y no sóIo por voluntad de Etsa,
de lo alto, sino por una contingencia de la vida, de las cosas, del lento
Sésenk. Aquí fue la lenütud del coleóptero; en el Génesis la malicia de
la serpiente. En todo c¿¡so, un castigo vino para la serpiente, un aplasta-
miento para el coleóptero. Pero quedamos hechos así, perennemente
frágiles, puesto que el barro quebradizo es la sustancia de nuestra carne.

Hay como un cruzarse de fuerzas: así es la vida" en que se compensan


los valores.

Sésenk - Mortalidad
(Lentitudp (Barro)

tirrtirnao' ñ Inmortalidad
(Rapidez) (Piedra)

Todo el mundo shuar est'á allí. Eka presidiendo Ia vida shual,la pie-
dra el barro, los animales y los "palitos" de las plantas. El que era po-
y
deroso no quiso cambiar la naturaleza de la materia que modelaba o espe-
rar al que traía la pieüa. Punto de equilibrio, el hombre entre lo que es
naturaleza y hechura de los dioses. Tenemos que aceptar la vida como es.

MODELO EJEMPLAR
Mircea Eliade insiste en que uno de los elementos fundamentales
del mito es el de ser modelo ejemplar de Ia vida (1970:345). si nosotros
comemos así, o modelamos el hierro de esta manera, es porque así ha sido
comunicado a los hombres por la divinidad, o porque sucedió algo en esos
"tiemp os primordiales ".
saboreemos esta característica del Mito en uno de los primeros que
corregí con Tankámash', el de Patách que mata a Iwia (M. 59)' Dejemos
para la branscripción del mito en su lugar Las eclaraciones complementa-

.l .1
LA
rias, pero permítaseme transcdbirlo en su totalidad, dado el carácter único
de la narración.

Iwia, este ser mitológico enemigo de los shuar - ¡cuántos seres y co-
sas han sido sus enemigos!- los comía como nosotros cogemos una tór-
tola en las trampas. Patách, la hormiguita, dice a Iwia una frase de mal-
agüero, e Iwia vengativo va retorciendo al animalito. Rica¡do me ha ex-
plicado muy gráñcamente por qué las hormigas tienen una parte estrecha,
muy estrecha, entre el cefalotóra¡r y el abdomen: los retorció lwia. Viene
luego la frase de Paüách: "No no, abuelito, no me mates de esa manera.
Ponme más bien en el zuelo, abre las nalgas y écharne un pedo fortísimo.
Entonces yo por la fuerza del pedo voy a morir ennegrecido".
Aquí aparece lo que llamo "astucia fina de shuar". El sabe luchar y
triunfar. En esta corrección experimentó Ricardo mi tranquila actitud:
pueblo sano el suyo no anda con melindres ante las acciones naturales
del hombre. Esa es la vida humana en su totalidad. Oigámoslo:

Antes Iwia solía comernos, dicen. Así como nosotros cogemos con la trampa
una tórtola, y luego la comemos, cosa parecida hacía Iwia con los shuar.

Iwia tenía una shikiar bien grande, donde ponía a todos los shuar que habían
caído en la trampa. Traía la strigra repleta de los shuar y se los comía.
Un día rnientras iba para zu recorrido diario, Pauich que se encontraba escon-
dido en un palito le d{o: "Eampach' shirir!" (frase de malagüero). Iwia regresó
a mirar pant ver quién era el que le decía semejantes palabras. Buscó y mató
las hormigas que pudo encontrar, y saüsfecho de su labor continuó su camino.
Por desgracia para Iwia, volvió a escuchar lo mismo y las misrnas palabras, y en-
tonces regesó fastidiado, buscó con esmero y cuidado matando cuanto bicho
pudo encontrar. Los mataba enroscando el cuerpecito; por esto las hormigas
tienen una parte bien estrecha en el cuerpo.

Por fin encontró a Patách:

- ¡Atr! Has sido tú quien me decía esa palabra de malagüero. Y empezó a tor-
cerle el cuerpo.
Entonces Patách dijo:
- No, no abuelito, no me mates de esa manera. Ponme más bien en el suelo,
abre tus nalgas y échame un pedo fortísimo. Entonces yo por la fuerza del
pedo voy a morir ennegrecido.

Iwia hizo óomo le había indicado. En ese instante el Patách se introdujo por el
ano, llegó hasta el corazón,le picó el corazón, y lo mató (con su veneno).

25
Karákras al revisa¡ el mito, me hizo egte comentario revelador: "Pa-
trách' nos defendió del Iwia, y, en consecuencia" por el pedo recibido, se
convirtió en color gris su cue{po, tal como es hasta ahora".

Esta realidad "primorrlial" sin¡e de modelo ejemplar a la vida toda.


He recogido en nota algunas de estas frases-comentarios de Karákras al
terminar, por lo general, la conección de un mito.

Así, comenlándome el manotazo que Etsa (el Sol) dio a Nantu (la
Luna, en shuar, mascuüno) (M. 4) por haber prolongado sus relaciones con
Aúju (M.4a), me decía Ka¡ákras: "Si la luna no hubiera perdido un ojo,
la vida en la tierra sería insoportable, ya que daría otro calor igual al sol".

Los Shua¡ sacan su experiencia de lo vivido en los mitos. Por eso sa-
ben muy bien que no se puede domesticar eI tigre (M. 35). Por eso los
niños no deben jugar fuera de sus casas: el aguila puede dar de comer a
sus pichones la carne que saque de los niños con zu pico (M. 40). Se pue-
den domesticar ciertos animales, pero no el tigre, una vez más (M. 42).
Antes la selva era tupidísima, pero el lwianch' (el diablo shuar) la incen-
dió, y han quedado claros en la selva (M. 49). Los niños durante la noche,
me decía Kaúkras al corregir el mito 51, deben acostarse sin dar muchas
preocupaciones a los padres. Parecidos comentarios en M. 52, M. 53,
M.56, M.63. Es indudable, como lo afirma Malinowski, que el mito
es un elemento de la civilización humana, puesto que es una codificación
de la religión primitiva y de la sabiduría práctica (1974:181).

El mismo Malinowski, con lujo de detalles, distinguió entre "mito",


"narración sagrada", verdadera, que se narta en circunstancias muy con-
cretas y por determinadas personas, y las "leyendas", las historias "falsas",
no menos verdaderas, cargadas de frlosofía y de enseñanza, y que se van
contando en ocasión propicia (Malinowski, I974:124-133). Con todo,
prefiero hablar únicamente de "mitos" shuar. Es evidente que también
en la colección shuar no tiene el mismo contenido grave y total, un mito
sobre por qué no somos inmortales o cómo Nunkui enhegó los alimentos
a los shuar M. L1), y lo que pudiéramos llamar la leyenda del valiente
Karákras.

Sin embargo, diferenciar los mitos como narraciones "sagradas", de


las leyendas, simples narraciones "profanas", me parece artificial y etno-
céntrico, tralándose de culturas de una tan gran unidad, en que todo está
impregnado de una visión totalista y, por lo tanto, cargada de sacralidad.

De ahí que en lugar del título de "mitos y leyendas shuar" (sugerido


por Ricardo), he preferido consen/ar el único apelativo de "mitos", si-

26
guiendo también el ejemplo de Iévi{trauss en sus Mitológicas, en las
que todas las narraciones llevan el distinguido emblema de "mitos" (1964,
L967,1968, 1971).

Creo que el hombre modemo no ha renunciado felizmente a que el


mito le diga su mensaje en el fondo del alma. Felizmente porque no so-
mos sólo fríos conceptos, y hay realidades que llegan mejor en el lenguaje
total del hombre. Quizás hemos abaratado ciertos personajes míücos, he-
mos sacado nuestros héroes de las estrellas del cine, de los futbolistas y
de las cintas cómicas (M. Eliade, 1963: 22G-232\: un Supermán o un Tar-
zán son los que encaxnan cierüas realidades. No importa, Jon meros símbo-
los de un dolor, de un amor, de una anhelo de superación y de lucha. De
lo mejor de la vida que no se agota con la política o la economía, que ale-
tea en el fondo mismo del corazón. Enfermaríamos si perdiéramos el aire
oxigenado del mito (Jung, 1968: L2O-L22; Durand, 1968: 83--64), y
quizá el alma esquizofrénica del hombre modemo esté más hambrióntá
de símbolo que de pan, precisamente para luchar por la justicia que co-
rresponde a su dignidad de hombre.

27
III. LOS TEMAS MAYORES

Se imponía la necesidad de clasificar el material recogido. publicarlo


en el orden recibido, ni era posible hacerlo, ni conducette ¿et todo, si
bien nos hubiera indicado la mayor o menor presencia de un determinado
mito en la cultura shua¡. Algo de esto se manifresta a través del número de
informantes que narran un determinado mito, cuyas distintas variantes se
han consignado en el texto. Tampoco teníamos un estudio exhaustivo
como para clasificarlos por la geografía, y dudo que sea tan diferenciado
el caudal de leyendas de una determinada región cor, ,"rp""to a otra, zu-
puestas la cercanía físic4 la unidad de lengua y de la *ltura
toda. 6tá,
pues, por clasifrcarlos de acuerdo a los temas del material que poaeía]sin
ningún afán de reflejar una cosmología determinada" podría ser el
"o-o
caso para quien esté más famili¡rizado con el mundo shuar.

En total se recogieron lB1 versiones, de las cuales se pubücan ?0 co


mo mitos diferentes, dando a cada mito su número propio a ejemplo de
Lévi-strauss en sus Mitológicas (M 14, M 16, etc.). se editan ademá¡
27 vatianbes que tienen cambios significativos. A las variantes de un mimo
mito, le atribuimoe el número del tcxto principal, ariadiéndoles un lit¿ral
en orden alfatÉtico (M 14a" M 14b, etc.). De las otras variantes de mera
redacción, o que cambian el nombre de una plant¿ o de una fórmula de
encantan¡iento, se consigna el dato en nota al texto preferido por más
completo. Gracias a las diversas variantee podremos quizá descubrir el pro
ceo de evolución del mito eomo en espiral, al decir de révi-strausg
(1968: 264, cfr.24H242), y que presentan un material único para el

29
estudio de la cultura. Quizá fue Io que más costó inculcar a Ricardo, la
conveniencia de recoger las diversas versiones de un mismo mito, aún
cuando haya sido narrado por otro informante.

Del total de mitos que disponemos, sólo fueron corregidos con


Tankámastr' 29 mitos.

El cuadro de los mitos publicados (texto principal), de las variantes


íntegramente publicadas, y de otras variantes utilizadÍrs para las notas, es
el siguiente:

Grandes Texto Variantes Otras Total de


temas principal publicadas variantes versiones

I Amtam 3 3

II Etsa I 5 1 13

ilI Etiológicos L7 8 5 30

IV El tigre y I 3 8 20
ohos
animales 7 1 8

V Relaciones sexuales 5 3 5 13

VI Iwianch'e Iwia 13 7 15 35

vII Otros I 9

Total 70 27 34 131

Hay algunos temas que pariecen ser más familiares a los miembros
de la cultura shuar. Así lo insinúan, al menos, las reiteradas repeticiones
o variantes que tenemos. Del M 9 sobre Etsa que mata a lwia, 4 versiones;
del M 11 en que Nunkui da los alimentos a los Shuar, 6 versiones; 3 del
M 22 sobre las dos hermanas Ipiak y Sua, y 9 del figre Tsenkutsenk, cons-
tituyendo el gnrpo más numeroso. Tsunki se casa con un shuar y le lleva
al mundo de las anacondas y luego vuelve a la tierra (M 44), 5 versiones.
También 5 del sapo Kaka, y 7 sobre lwianch'el glotón. El M 58 en que
los Tsére matan a Iwia, 4 versiones, y 6 sobre la hormiguita Patách que
mata a twia. La insistencia en la memoria de la gente debe guardar algún
mensaje para nosotros.

30
Alguien al revisar bondadoea¡nente el texto que publicamoo ereyó
enconhar un énfasis desmedido a lo sexual, que ciertamente no es ca¡ac-
terística del alma sana del hombre de la selva. con todo, sólo son 5 mitos
entre 70 que se refieren directamente a relaciones sexuales con otros seres,
y 3 más entre las variantes ariadidas, en un total de 2?. No hay, pues, ex-
ceso de número, y quizá el mensaje de estas relaciones cósmieas, supera
la simple preocupación sexud para hablarnos de una comunión del hom-
bre con la reüdad cósmica. Era preocupación de Tankámash'el que no
filtráramos precisamente la hansparencia de alma con que funciona el
shuar en asuntos en que nuesha culh¡ra ha puesto tanta opacidad.

En este conjunto de grandes temas apa¡ece toda la nobleza, la fideli-


dad, la simpática astucia del shuar, homb¡e interigente qtre sabe defender-
se de zus enemigos. Abierto y leal vive en íntimo diálogo con el cosmos,
con animales y plantas de zu selva. Hay seres, eepíritus, que los acechan.
Pero hay a¡rte todo decisión, firmeza, valentía. un pueblo altivo, con*
ciente de su dignidad y de su fue¡za. Tal es el shua¡ que nos habla con el
lenguaje mítico, cargado de resonancia para lias zonas profundas del es,
píritu.

COMPETENCIA ANTROPOLOGICA

Víctor Tümer en su bello libro La selva de los símbolos nos plantea


el problema de la competencia del antropólogo para interpretar los ritos
simbólicos, y por extensión también los mitos (1gg0:B$-42).

Al tratar de las tres propiedades de los símbolos rituales --eondensa-


ción, unificación y polarización-, afirma que hay una doble polarización:
una hacia el polo ideológico, en el que se agrupan los componentes de or-
den social y moral, las normas y valores inherentes a las relaciones estruc-
turales. Y el oho, el polo sensorial, con los fenómenos y procesos nahrra-
les y fisiológicos en el que el contenido está más estrechamente relaciona-
do con la forma extema del símbolo.

Pues bien, T\¡mer afirma que las "técnicas y los conceptos del an-
tropólogo le capacitan para analizar competentemente las interrelaciones
entre los dato's asociados al polo ideológico del sentido" (o.c.: 40). Da
igualmente capacidad al antropólogo para analizar la conducta social; pe-
ro le niega el poder "rliscriminar enhe las fuentes precisas de los senti-
mientos y deseos inconscientes que determinan en gftür parte la forma

3r
dl;ñi del símbolo': (ibid). Para él bastaría con indicar que el ¡Ímbolo
ttevoca emocionegt'.

Pero si recordamos que lo más rico del símbolo es precisamente el


toca¡ las capas profundas del psiquismo humano, como el mismo Thrner
lo reconoce, el antropólogo se quedaría al margen del signiñcado profun-
do del símbolo, estudiando sólo aspectos ideológicoe y no los sensorialee.
T\¡rner reconoce que Carl G. Jung (1949, p.601 -citación de T\rmer),
abrió el ca¡nino a ulteriores investigaciones al reconocer que un símbolo
"es siempre la mejor expresión posible de un hecho ¡elativamente desco-
nocido, pero que a pesar de ello se reconoce o se postula como existente"
(o.c.:29). Prescindir de este mensaje profundo al que se llega con la "ope-
ración simbólica" es perder lo mejor y reducir el símbolo a un lñrro signo.

Que el antropólogo no está éI solo preparado para un análisis psico-


lógico científico, es evidente: para esto es el trabajo interdisciplinar gru-
pal. Pero bien puede con su equipo propio de antropólogo, interpretar
el dato humano que los actores del mito en un lenguaje "emic", propio de
ellos, le comunican, y aún hablarnos de su propio logro de humano en
una observación participante. Todo esto es algo más que indicarnos que
el símbolo "evoca emociones".

32
IV. ANALISIS ESTRUCTURAL

Al entregar los mitos en su texto recogido a borbotones en la misma


fuente, comunicamos un significante, cuyo mens4ie, el significado, es pre-
ciso desenhañar.

se ha dicho que la Antropología podría ser la "ciencia de las comuni-


caciones": comunicación de bienes y servicios, comunicación de mujeree
con, sus nonnas de parentesco, comunicación de mensajes a través dei len-
guaje y del sistema todo simbólico (Iévi-Strauss, 1gb8:95).

En el mito, precisamente, tendríamos sintetizadas y expresadas esas


tres comunicaciones. Los mitos etiológicos, en gran parte centrados en
explicamos la presencia de ciertos bienes centralés de-la cultura, nos ha-
cen captar simbólicamente cómo el hombre llegó a poseerlos y usarlos.
Los mitos sexuales, en abundante comunicación dentro de lá culttrra
shuar, con seres míticos, con animales y con la misma especie humana,
nos hacen ver toda esa comunicación de intimidad. pero hay una comuni-
cación de mensajes, gue va más allá de la pura expresión dei renguqie, que
se hace meta-lenguaje y que viene a unir secretamente el almaihdai cbn
toda la vibración inconsciente del hombre en muy diversas latitudes.

Pueden cambiar los nombres de las plantas, de los animales y darse


mayor- o me¡or importancia a determinados elementos planetarios. pero
a través de dicha "habla", concreta, sincrónica, si queremos, descubrimos
este meta-lenguaje, estas grandes líneas que se repiten, y que parecen re-
velamos la estructura misma del alma humana.

33
Tal estudio estmctural queremos que sea objeüvo de un volumen di-
ferente, en preparación. Con todo, en los cursos de Mitología que he dado
en el Departamento de Antropología, no han faltado intentos de penetrar
en esa dimensión de nuestros Mitos Shuar, y tal vez, como una insinuación
para una lectura en profundidad, pueda ayudar un pequeño esbozo en
este mismo liminar.

Levi-Strauss en su célebre estudio sobre la estmctura de los mitos,


reproducidos en el capítulo XI de La Antropología estmctural (1958:
227-256\ hace notar cómo la interpretación de los mitos ha insistido en
el aspecto psicológico, afectivo, y aun sociológico, olvidando el narrativo.
Es el texto, Ia historia que cuenta, la que tiene que entregarnos su mensa-
je, pero no a nivel puramente narrativo, diacrónico, de la narración que
avalnza, sino a otro nivel, gracias a los elementos propios combinados del
mito, que nos habla con "gruesos paquetes", cuya combinación, como en
el lenguaje, es la única capaz de significación. tévi-Sbauss ha llamado a
los elementos de dicha significación 'tnitemas" (1958: 233-234\.

Veamos en unos pocos ejemplos cómo la agrupación y combinación


de los "mitemas" es capaz de darnos un mensaje rico, profundamente
humano que, conseruando todo el colorido de la selva, todo el ropaje de
esa cultura, llega, sin embargo, a una estructura de la mente humana, de
la vida humana, hecha de contrastes, de extremos que se separan' y que
luego se unen, con una mediación salvadora.

QUE SE ENTENDERIA POR "ESTRUCTURA"

Pero antes precisemos lo que se entendería por "estructura", y cuál


sería el proceso del análisis.

El inconsciente, siempre vaeío corno el estómago, Püa usa¡ la misma


comparación de Iévi-Strauss, se limita a imponer formas, relativamente
p@s, al contenido que se le ofrece. Esta acción de imponer las formas, es
io qu" el padre del Estruchrralismo, ha llamado la "función simbólica",
que se ejerce en todos los hombres según las mismas leyes (t-958:224-
225), de modo que la estmctura no sería otra cosa que las formas impues-
tas for el inconsciente, y los modeloS serían las abstracciones teóricas
qrr" ror hacen conocer las estructuras de un determinado gmpo de proble-
mas etnológicos. Las estructuras así consideradas no son el conjunto de
relaciones sociales, sino "constituyen más bien un método susceptible de
ser aplicado a diversos problemas etnológicos" (1958:306). Abstracciones

34
nueshas que nos permiten analiza¡ el hecho etnográfico, V eh nuestro ca-
so los mitos, con tal de llegar a fondo en el análisis de una institución,
costumbre o narración, hatando de llegar, a havés de un consciente ja-
más ignorado, a un inconsciente simplificado (1958: 28-32): hay muchas
lenguas, pero pocas leyes fonológicas.

¿Cómo habajar? La primera ta¡ea es la de establecer firases corüas,


elementales, y combinarlas luego convenientemente, para que se formen
unidades constitutivas, los "gruesos paquetes" de relación o mitemas, que
nos entreguen su mensaje. Apliquernos, pues, estos principios a unos pc
cos mitos, a modo de ejemplo.

MEDIACION ENTBD LA VIDA Y LA MUEBTE

Cojamos un mito muy representativo, como es el que nos narra que


.Etsa, héroe struar, da la muerte a Iwia, destructor de los shuar (el lector
puede coñsultar el texto completo en el M. 9).

Etsa, héroe shuar da de comer aI voraz Iwia los pájaros que mata en
el bosque, con lo cual los va exterminando.

. Y.apankan, la última ave sobreviviente,. revela a Etsa su verdadero


origen: no es hijo de Iwia. Este ha matado, más bien, a sus padres. Y le
indica también cómo puede volver a da¡ vida a los pájaros al soplar las
plumas de los muertospor medio de la óerbatana.

Etsa conocedor de gu o¡igen, mata a la mujer de Iwia con la larrza,


la trandorma en venado, y cón su carne alimenta a Iwia. Y luego termina
por matar a éste, con su prppia chonta, y salva así su vida aménazada, y
asegura el triunfo de los Shuar. '

Todo ello en un euaüo magnífico en gue lucen el wampu (rirbol gi-


gante), el río, los pájaros, el plátano, los loros. Un cuadro de coiores im-
pregnado de la malicia y del valor shua¡. Es el "código" que sigue las leyes
de una "gramática" con sus líneas precisas y pocas. Hagamos una explóra-
ción por el mundo de las estructuras.

Si leemos el cuadro estructr¡ral adjunto ,.diacrónicamente',, de w-


quierda a derecha, enconhamos la relación del mito.

Pero si leemos cada columna de arriba abajo, como una partitura


musical de orquesta que nos puede dar la fra& musical al leerla diacróni-

35
ciamente, pero que nos da "sincrónicamente" los instmmentos distintos
gue en una momento dado suenan, nos encontrarnos con un meta-nensa-
je muy diferente. En la primera columna está la "muert€": pájaros muer-
tos, padres de Etsa muertos, mujer de lwia muerta, el mismo Iwia que
muere.

En la segunda columna están las mediaciones, los instrumentos de


muerte que ün la vida: plumas de pájaros rhuertos, cerbatana, lanza,
ehqtta amenazadora-

Y en la tercera columna, la vida que ha brotado de la muerte: los pá-


jaros vuelven a la vida, el venado da la vida, Etsa, el héroe shuar, salva su
vida.

Esta es la estructura explicitada en el modelo: de la muerte, la vida,


gracias a una mediación. No todo es muerte: hay algo que puede sacar la
vida de ella. No todo es vida: hubo un origen, una arnenaza de muerte.
Lo que pudiera confirmar la muerte, es precisamente fuente de vi-
da. Bl glano de trigo tiene que morir para fructificar; la cruz, instrumento
de muerte, es medio de victoria.

LOS MITIOS ETIOLOGICOS

En todas las culturas, un mito básico es el que explica cómo los


hombres lognn tener los alimentos de todos los días. El mito funda la
vida, da fundamento a la vida, y como una de sus luchas constantes es
¡"ns¡ algo para comer, el hombre trata de vivir este milagro "doloroso",
de lucha, y de soñar en un tiempo bello en que no tenía que trabajar. Un
edén pretérito y un futuro de dolor y de esfuerzo. Lo interesante es que
en el mito shua¡ de Nunkui (M. 1L) hay tres etapas.

Pobreza Abundancia Escasez

Las mujeres La niña dada Por la impmdencia


comen ttmierdat' por Nunkui, de los niños, se
trae todos los les escapa la niña,
alimentos de la pero quedan unos
vida del shuar alimentos que cultivan
los Shuar.

36
Qon el trabajo viene la ¡ruca, el carnote, la pelna, la zanahoria, la
papachina, los maduros, el maní, la chicha. Los éxtremos
mismo mensaje- no son el programa del hombre: ni la pobreza -de nuevo el
zuma, ni
la abundancia facilitona. Hay una mediación: el trabajo hace brotar otra
vez la vida.

LA UNION CON EL COSMOS


Un último ejemplo no es poca la tentación de espigar en tan
rico reperüorio, como el-que
de la mitología shuar: la unión del hombre
con todo el cosmos, como decíamos antes, apareee recalcada entre los
shuar gracias a mitos de relaciones sexuales con animales, de modo
que nos resolvimos a formar una sección con este grupo. El signo + nos
indica la presencia de rasgo y el signo -, su ausencia, en la comparación
que hemos hecho de cinco mitos con esta característica.

Mitos Ser con el cual Shuar Shuar Pene


hay relación sexual Hombre Mujer alargadq

M44 Ser mitológico + +


M45 Sapo + +
M46 Osa +
M41 Lombriz +
M48 Larbas +

Hay cuatro movimientos bien ma¡cados en el mito de Tsunki, una de


las joyas de esta
mitología (M. 44a), del cual tenemos cuatro versiones:

ler. movimiento: Tsúnki y el shuar se enamoran y se unen en la tierra.

2do. movimiento: El shuar se casa con Tsúnki debajo de la laguna. r-a


variante de 44a nos habla de la presencia de tantos
animales, domados por los Tsúnki.

3er. movimiento: En la tierra, Tsunkí guardada como una culebrita en


el pitiák.

37
CUADRO ESTRUCTURAL

M. 9. Etsa mata a lwia

Etsa da de comer
a lwia los pájaros
muertoS.

lwia ha matad<-r a Yapankan, última ave


los padres de Etsa sobreviviente, revela
el secreto a Etsa y le
hace recoger las plumas
de los pájaros muertos,

Etsa sopla con la Los pájaros


cerbatana las plumas de recobran nueva vida.
los pájaros muertos

Etsa mata a la y la convierte en


mu jer de lwia con la lanza venado, que luego es
alimento de vida

Etsa mata al Etsa queda vivo


mismo lwia con la chonta de él con el triunfo
de los Shuar.

38
4to. movimiento: La venganza de los Tzunki, el diluvio. El padre se casa
con la hija, y asegura así la presencira de la gente ehuar
en el mundo.

Tierra---agua-tierra-gu4 el escenario. Hay dos mujeres que s€ en-


trecmzan; dos formas para Tsúnki, de día como "titinapi" y de noche
como mujer con un manto resplandeciente. Aparece la poligamia: una
de zus mujeres se levanta y a va a ver a su marido, y regresa asustada a
contarlo a su compañera (también dos).

Lo sorprendente es la riqueza de vida, de misterio. En el tiempo mí-


tico se resolverían fácilmente los problemas que hoy son tan duros para el
hombre.

Al entregar esta edición bilingüe,la Universidad Católica del Ecuador


quiere ofrecer un homenaje a esta cultura aborigen, y dar un paso hacia
el respeto profundo a las creaciones de un gnrpo fuerte que está presen-
tando un modelo de autogestión. No es la aculturación que en definitiva
trata de engullir al indígena, tal como lo pretendía ingenuamente el ',in-
digenismo", sino la afirmación serena, confiada y valiente de ellos mismos,
lo que tiene que asegurar el cambio. Toda int¡omisión, de uno u otro sig-
no, con una u otra tendenciia, no es sino objetivizar al indígena, cosiñcarlo
y uülizarlo para nuestros intentos.

Dejemos que él sea sujeto de zu evolución, y zujeto de su propia


antropología.

Marco V. Rueda

Quito, 1983.

39
REFERENCIAS

Durand, Gilbert,
1968 L' lmagination symbolique, Paris, P.U.F.

Eliade, Mircea,
1963 Aspects du mythe, Paris Galimard.
1970 Traité d' Histoire des Religions, Paris, Payot.

Jung. C. G. e KerényiCh.
1968 lntroduction a I'essence de la Mythologie, Paris, payot.

Levi-Strauss, Claude,
1958 Anthropologie structurale, Paris, Plon.
1962 La Pensée Sauvage, Paris, Plon.

1964 Mythologiques. Le cru et le cuit, paris, plon.

1967 Mythologiques. Du miel aux cendres, paris, plon.

1968 Mythologiques. L'origine des mannéres de table, paris, plon.


J lgll Mythologiques. L'homme nu, paris, plon.

Mal inowski, Bronislaw,


" 1974 Magia, Ciencia, Religión, Barcelona, Ariel.

Ricoeur Paul,
1965 De I' interprétation. Essai sur Freud, paris, Senil.

41
1969 Le conflict des ¡nterpreations, Paris, Senil.

Turner, V íctor,
1980 La Selva de los Símbolos, Madrid, Siglo XXl.

42
I
MITOS SOBRE ARUTAM

M1. SHUAR TAYUNA UJUAMU

Nuha Tayú utuatai tuswéaru timiai, ni yachi jimiarchik, yaunchuha


nuka shuar nuarín yajaúch majtin juha pujurin, turarnu nujaí tnninkiar
weu tayu utuataj tun, hanhape estrrnan auka netudwar, kuónhus awal
nú ahaki iyó, nuha hame numi jinkiatrar tari¡nkíar tarimkíar tarimhíar
ahaihitin, ahaikiar timiai weriar heóyi jedyil tutai nujai chankinia
tsuhaphiar, tayú timiai nunhónian chanhíniu aimkiar iuhar juhar, nuha
haiéraka, nid entshi nitú-nü emhi, wé, nuka jachijai kímiarchih tayu
juiniak nuí juahu timiai nuha wú,a wéak neika tsats! tsupikiu timia
¡
Nuha ikiuniak mash' shiaku tirniai, itiur weartin penke woit j¿ pujuinia
timiai nui, itiur jinkitin, tóyu kauthar, tuinia timia ¡, shual irúnturar
ac,hikiar: champa-champa jówai¡ lekettwmuchiii yaruttsamuchiri
cfwmpi-clwmp, jawa ¡ jawai! takuúhul amutha-chuithumninkia
íwiakanjiame ataksha kuta awaju timia ¡, iuka íjüík najóna pujuru timiai
iilahea, nuha Tayu iiióhenak, warlnisk ywúwamt ! Trtm ti nuhap mats¡¡wru
timiaí nui, yachijai! tura ni yóchinkia tsukdmok waitbk: Au yatwhi
warín au apathua ónin puju tepó, aun iyuwatjai tuu weu timiai, u)erin,
nuha túke menhaka timiai nuink, yayó yúa, tura niichik nuinhia juókaí,
niichiniah ataksha apujwr tuinia timiai: champa-champa jawai!
ip ishat chiri y aru t twmu ch iri jdw ai ehampa-champa j dw ai dw oi t t tíhuhúi,
¡
amuthachuithumninhia iwiakainjiame ataksha kuta upujas awqiainia
timia!a_,_ tumó pujó, timinja, jómanch qiaminia watffir, turna pujdh jóh
pujai Yawó! m! m! m! jó timiai yurahsha yuruóti tuu kijintiuk kanós
nunis pók tepesu timi4ja, tura tarin:

43
Urukakrnea ainiu tepam, uruókmea óiniam, drne núkuka wait itú
wekówai, wi ashana nui wi chirichri yuasha; chírichrin kaiiasha, wi
nukunka wainiash, wi iuhitiame, antuhtti emanhes nehóta, iu wi
u)eamun paant japakar iapakar wétatiai, takas iísa winitia, tura,
entsa tnp shitiamkank, mayaim eneasmek pukút hayónam nui pak
achimhiattame tau timiai, tumai hurat shinthiar, túrutuapi tusa
tahas iís, takasüís iapachi iihi iihin, entsa táp achimkia timiai, tap
achimiah, túrutuapi tusa pukut, tsaópninnium iúninium hayónam
póh peemha timiai. Nuhuri aiana wekuús ió uchichirua! iá uchichirua!
jd timiai, tura óya nunkak aias nuiurin chat iiíntin nukua winiaiai
tau timinja, uchichírua! pahet mininhai, wiitiaL nukua, tayunam
tsupirah ajuntówarma nuya winiaiai tau timiai. Nuyaka uchiri iukin
utikin jed jeó timiai, tura eien, iaken etwtak imiómia, tura amik,
huuh tinhiamtan mantud nuna penhard uyuru puió timiai. Yatsumsha?

Apatuh púju tepawai tusa weri menhahamai. Suó akarat mash nüió
nihii masu timiai, huuh mantua amumtik aiaer, nuarrninkia
akinhiarai, nuatkarai yamaihin tau timiqia nuhurí. Jd óyu! Tura
aente mt\ kakaram aias, uwi nakah utin, kaintin shuaka rnaser iwiar,
tui nuatah puió tus werin timini nut. Werin, itiarah úchih
matstmanum ieó timini, núka aishriiai takató werin. Turu ieó
pujusmatat:

U Apaóchin núniniaitia!

Atsd! apachuitiai! apachuitiai dme apanha Tayurw tsupik


ujuówarma nusha nú tamah tuyó apa, ame apanka Tayúna akaki
ujuówarmai.

Uchi puius iíwr! aPachia nunin!

- Nuhusha tua we? Takastai tufl weó¡ui! itiumni tu óinia? anotuni


tau óIniawai! Jaiu! tinia, ehentani waiti asaúkar ihiu ninkia anar
jupó timiaja. Puiai, nuaha emka winis iuiaiai tau timiaia,
nakurukiar wininia timiaia, tura nuwó hupet idkin timiaia.

- Nukua apachin nunin taiiaanta!

- Apa tama arumhu turumtatha!

44
NuyQ ukunsrn aishmanh jinia yandku, jinia keas ujuant ihíuah,
hupet! woyan, kaput awajmathin haenhijai, tuja' tuja, nuwa
ekentani ed tinia pém! pém! jóttaman túja tuja, juna wahetrus
jawaí tura mai mayí. Turaiti.

M 1. ARUTAM SALVA A UN SHUAR ARROJADO EN LA CI'EVA


DE LOS TAYUS1

Había un shuar que era casado, y cuya mujer convivÍa con otro
hombre. Un día el shuar se fue juntamente con su hermano y con los de-
más shuar a la cueva de los Tayus a cazat tayus.

(Esta cueva queda por el río Kuankus2).


utilizando bejucos bajaronS. Para bajar amarraron bejucos (a mane-
ra de escalera) e iban bajando de escalón en escalón hasta abaJo. cogie-
ron las chankinas" y las llenaron con tayus; los demás tenían envidia de
los dos hermanoso; quedaron solos éstos dentro y los otros una vez que
subieron, cortaron el bejuco y les dejaron solos.

No sabían por dónde salir y estaban sufridos. Entonces bajaron los


tayus, y entre todas las aves cogieron a los shuar y cantaban:

- Champa, champa, jawai!6


(el que está encima, el que está retorcido).
Champa, champa, jawai!

Les iban llevando;

- Si no me hubieran terminado
-decían los tayus- les haría subir.
Y caían otra vez los shuar al suelo. Los tayus les ensuciaron con el
estiércol. Así estaban los shuar sucios. Qué iban a comer. Pasaron un
buen tiempo.

Uno de los hermanos creyó haber visto una cosa blanca como la yu-
ca y dijo:

- Oye hermano, voy a ver esa cosa blanca que parece una yuca.

45
Y se fue, entre la oscuridad, y no regresó más. Le había comido un
tige.
Al que quedaba, otra vez los tayus le dijeron, mientras le levanta-
ban:

- ¡Champa, champa, jawai


Corvas retorcidas, champa, champa, jawai!
Si no me hubieras termina$o, te habtía subir'y le asentaban de
nuevo.

Pasó mucho tiempo y el shuar quedó flaco, esquelético. Estaba ya


muriéndose. Cuando escuehó bramidos de un tigre que decía: m! m! m !

Entre sí pensó: "Si me come, que me coma" y vencido por la fati


ga y el sueño se quedó medio dormido.

Llegó el tigreT y le habló:

- ¿Por qué estás echado así? Tu mamá sufre mucho por ti, yo co-
mo el chinichriS y también veo a tu mamá, yo te voy a llevar,
escucha !9 Voy a dejar las huellas de mis pisadas, tú síguelas, tan-
teándolas. Luego vas a llegar donde hay agua; no vaciles, aguanta
la respiración, zambúllete y nadando un poco bajo el agua, sal'
drás al otro lado y te agarrarás a una piedra.

Se desperbó impresionado el shuar y dijo: "Así me dice". Empezó a


tantear, encontró las huellas, llegó al agua. "Así me dijo" repitió y se
zambulló y salió a una claridad -como ésta dice el informante-. Se aga-
rró en la piedra. Su mamá andaba en la chacra diciendo:

- ¡Ah, mi hijito, mi hijito!


¡Ay, mi hijito, mi hijito !
El shuar salió solo. cubierüo de tierra y dijo:

-- Mamá, ya vengo.

- ¡Ah! mi hijito, mi hijito - le abrazó.

46
- Yo soy, mamá. Me abandonaron en la cueva de los Tayue, cortan-
do el bejuco, de ahí he vuelto.

Llorandolo llevó al hijo a su casa, allí calentó agua y le bañó y luego


mató un chancho gordo,le asó y le iba dando de comer poco a poco.

La mamá le preguntó:

-¿Y tu hermano?

- Diciendo que había comida blanca fue a verla y se perdió.

Recogiendo el sucllle lavó su madre. Mató otro chancho y le hizo


comer por completo. Ella dijo entonces:

- Tu mujer tiene otro dueño. Ahora ya le han casado.

- Está bien - dijo el shuar.

Ya recuperado, el shuar preparó con cuidado una buena lanza de


chonta y se fue a la casa de su antigua mujer. No estaban, se habían ido
al trabajo el marido y la mujer y sólo encontró a sus hijos, que al verle
sentado dijeron:

-- Parece nuestro papá!

- No, no soy el padre de.stedes! Al papá de ustedes le arrojaron


en la cueva de los TayusP. ¿Acaso regrásó? ¿De dónde pap6?

Los niños se sentaron, le veían y volvieron a decir:

- Parece nuestro papacito.

El hombre dijo:

- ¿Dónde se fue tu mamá?

- A trabajar- contestaron.

- ¿Por dónde suele llegar?

47
- AbajoB suelen llegr.

El shuar aseguró la puerta de salida por la sección de las mujeres y


esperó sentado en el tankamash.

Venían marido y mujer del trabajo, conversando y riendo. Y como


la mujer venía adelante, entró ella primero, entonces los niños le dijeron:

- Mamá, sabrás que vino uno parecido a papá.

- Creen ustedes que ése que dicen ser el papá de ustedes puede ve-
nir algún día.

El marido que venía atrás cargando un tronco de leña, dejó la teña


fuera, entró y en ese momento el shuar con su lanza le mató, le clavó re-
petidas veces; la mujer gfitó y se agarró (a la puerta) cuando.el shuar tam-
bién le clavó la lanza,a uno y otro sucesivamente y así hizol{.

I Informante: Luis Juank. Traducción de K. Otra versión narrada por el informan-


te shiki, fue corregida con T. Coincide en todos los datos, y ec mucho máspo-
bre.

2 El río Cuagos actual. La última e:pedición del ?6 entró en esta cueva, cerca del
destacamento de Santiago.

3 Comentario de K.: a la oscura cueva, sin más luz que la de un copal encendido' Y
comenzó la cacería de los taYus.

4 Canastos, cestos, bolsa.

5 Por sus mujeres.

6 El ave canta así.

? Un ser protector de la familia o de las personas que le invocan'

8 Chirríchri.' planta perjudicial a l<¡s cultivos.

9 Muy atent¿mente,

10 Comentari<¡ de K.: más de emoción que de tristeza.

48
11 S¿e: Fruto que sierve para teñir el pelb y la ropa de negro,

12 Cortando el bejuco.

13 Por abajo o sea por el tankamash, por !a puerta de loe hombres.

14 K. completa la narración:
"cuando estaba aún en la tierra de los Tayus, por el estiércol que le caía en la
cabeza perdió todo el pelo.

No se sabe qué pasó con el otro hermano: le comió el lagarto o el tigre o une
boa o cayó en una grieta.

cuando salió nadando se agarró a una piedra gue estaba salida en lo hondo del
agua y después de descansar volvió a nadar y salió.

Al encontrarse con su mamá, se abrazaron y la mamá le dijo: ..A tu mujer ya le


llevaron".

- Ahorita no quiero saber nada dijo. T!áeme Ia yuca,


-
Al bañarle le lavó la cabeza y recuperó los pelos perdidos.
Cuando estuvo ya en la casa dijo:

Sí soy el papá de ustedes. No tengan miedo, voy a .,jugar', (a matarlos).

si la mujer no hubiera contestado en una forma tan despreciativa, no hubiese


muerto, como e4licó después.

Y se llevó los hijos a la casa de su madre".

49
M2. SI.IMPAJAICHIACHIA

Sumpajai chióchia mai natsak órmia timiniai, tura wóimiaktai tus


ijiarma wéar, tunó haramdwar tsuínhu umar aaknum tepéna timiaia.
Tura Arútam; nua, tÁ tepesu timiaia aterna, tura Chilichia yaiauch
enentnimiuk takasa iyóm weu timiaia. ;

Turunamtai, Sumpa ch ilíchian chicháruh

S - Wgats nehós óismanhaitkiumninkia ataksha Arutum tatí tepestói!

Ch - Ayu! wutsha! Tus tepénea timiaja, tepérw timiaja, penhasha


yurumtsuh. Tfura.

S - Iwiahmeh?

Ch - Iwiahjai! Tura nú hashin ataksha

S - Iwüíhmek?

Ch - Iwishjai! Tura ataksha

S - Iwiákmeh?
Ch - Aimschu timieja, tura chinkiunías iyti timiqia, wari tsír tsór!
jó timiaja. Tu najanaku timiaya.

M 2. DESAFIO DE SUMPA CON CHIACHIA T

Sumpa y
Chiáchia eran dos jóvenes valientes que tomaron la deci-
sión de recibir el poder de Arutam. Para eso ayunaron algunos días, se
fueron a una chorrera, se bañaron en ella y luego de tomar el zumo de
tabaco se acostaron en un rancho que previamente habían hecho. En eso
por la noche vino una mujer Arutam y se acostó en medio de los dos.
Chiáchia la deseaba, Ie tocó, por lo que la mujer Arutam se fue sin darles
su poder. Entonces Sumpa dijo a Chiáchia:

- Ya que te crees tan hombre, varnos a seguir acostados hasta que


nuevamente venga el Arutam! "

50
-- Bueno entonces!

Y siguieron acostados por algunos días, sin moverse y sin probar bo-
cado alguno, hasta que un día Sumpa le preguntó a Chiáchia:

- ¿Vives?3

- Sí,vivo!

Pasaron algunos días más, entonces diio:


-- ¿Vives?

No contestó. Entonces sumpa le vio codeando4 y se produjo el


ruido de ", '*ot''. Así se transformó chiáchia en coleópieio6l----'- "'

Informante: Luis Juank. Corregido con K.

comentario de K.: Es una suposición que el Arut¿m viene cuando le buscan.


En este ca¡o les enüó antes la eeposa recomendóndole que les preparara chicha
a estos "ehicostt.

El Chiáchia debfa respetar a Arutam porque aon seres superiores.

cuando le empezó a üocar a la mujer, er Aruüarn que vino no les dio el poder. y
por eso se quedaron ac-ostados esperando que les diera el poder y sumpa dice:
"Si te crees tan hombre"

Comenüario de K.: Dándole un codazo.

Vio: comprobó dándole un codazo.


5 Tsórua: un cascarón de insecto que queda vacío y produce un ruido al romperse.

6 comentario de K.: sumpa (lagartija) decidió regresar a la casa y por el continuo


ayudo venía tan flaco que en el estómago se Ie forma¡on anugas. Venfa arrodilla-
do porque no le daban la¡ fuerza¡. En ese momento al encontraree
con h gente
se tran¡formó en lagartija. De allf que 8u8 rodillae sean callosas. Estaba
tan flaco
que ee le podían contar la¡ costillas como lo podemos ver
en la l¿gartije.

5r
M3. SHUAR KUJI WAINKIA

Shuar yaunchu Kuji wainhia timiaia. Nuka Arutman wainkia


timiaja. Tuma watsawaihiaaya kanu puiuya timiaia. Kashikia ninkin
twwayana anin timiaja. Tihúató tuu weuya timinia, nutiknn eamautd
tusa wekauya timiaia. Nínhia ahinchinhcha warí wainniui timiaia,
numiy am hanu patam ainian.

Waitraka yóma weamunmak tuhumki wémia timiaia. Chikichhia


warí twwsyana ainik wea timinia. Wankeslnn patatun wainiah tukuttí
tau timiaja. Waitraka tuimpia, tuimpia ió timiaia. Nui patatui tau timiaia.
Numin téntntan juarkimia timiaia. Numiniam aiinkiui waitruawapi tus
wait anentar wankeshan tukuri susarnia timiaia. Ninkit eamuta tus wea
á,sa, núrw kintia amamak ikíuhtia tu.s iúkin ti¡niaia. Waitrahanuminiam
tukumkin, ajinhin, iniahin iea wahethin timiaia. Wankeshnaka warí
pahaha awajas itia timiaja.

Jea pujuiniaha, nekasen ainkiame wait asm tuinin timiüa.

M 3. SHUAR QUE VrO A UN KUJIr

En una ocasión un shuar vio a un Kujiz: por esta mzíndurante to-


do el día dormía en la casa como si fuera de noche. En cambio durante
la noche, para é1, era como el día porque solía salir a trabajar y en espe-
cial a la cacería. Para él la caza le resultaba fácil, ya que apuntaba con la
cerbatana a las aves cuando dormían en las ramas de los árboles y retor-
naba a la casa tan pronto como obtenía suficientes presas.

En la misma casa vivía un hombre que comeRzó a manifestar que


él también había visto al Kuji. Entonces, quien había visto en realidad
al Kuji, dijo al segundo:

- Vamos de cacería.

; Bueno!-contestó el otro.

Desdeel inicio el que fingía haber visto al Kuji eomenzó a tener


problemas, porque a cada instante tropezaba con cualquier obstáculo

52
que encontraba en su camino; mientras tanto el que verdaderamente lo
había visto, caminaba con toda facilidad como si caminase de día.

Ya en la selva, éste le dijo ar otro que apuntase a una "wanhesh,S


que estaba durmiendo en la rama de un árbol. Mas, quien fingía haber
üs_to a Kuji, comenzí a preguntar: ,.¿Dónde está?". El otro ddo: ..Está
allí". El hombre comenzó a rodear el árbol que le indicaba y réto logra-
ba choca¡se contra los árboles.

Viendo que, en realidad, era un menüiroso, tuvo compasión de é1,


por lo cual apuntó y le entregó el wankesh. Entonces ¿eói¿i¿ dejar ai
hombre en el camino p¡üa que ¡egresaraa casa.

Quien había visto elKuji, retornó a l¡a selva para proseguir de nue-
vo en cacería. El otro regresó a casa después de superar una-serie de pe-
ripecias en el camino. sufrió una serie de golpes y lastimaduras en todo
el cuerpo y trajo la perdiz totalmente desplumada-

Los que estaban en casa le dijeron: "Bien hecho, por mentiroso".

I Nanado por K.
2 Ver un Kuji: Significa que en realidad vio aArutam transformado en Kuji, que
le dio el poder de ver por las noches.

Wanhesh: Perdiz de zona alta.

cEi,{Ti.ü il il-$ii
A i]YA - 53
I
J{
t lt i't ';
i'
t' "

1.,, ¡ .¿:
,.
-

i i . 1..' , i

t
(
tl
MITOS SOBRE ETSA

M4. NANTUJAI ETSA

Nantujai, Etsa 'núwan ateó aépwr, maí minük, matai tuinia tirniaja.
Nuka núwaha Auju timiai'a. Tuma axmtní, yaunchuka núwa aishrnankan
apatin ótin. TLtramu, Nantu, au núwan tíi eméta timiai. Nui akasmatkíar,
Ets, Nantun jíya timini, kuchakd iiiúru timiaja. Nuinchuka mai timiuk
dtin. Nuí núwanam, manirtin árti. Kusui! Tu yuminkmaru timiqja Etg..

M 4. ETSA Y NANTU 1.2

(Eran dos herrnanos, ambos eran solterol y u,r".os mozos)g. Ha-


bían decidido hacer el amor a la mujer por turno, el número de veces
y el tiempo igual al empleado por el otro. si la cosa resultaba bien, se
habría permitido que la mujer tuviera el derecho de tomar dos o más
maridos.

Pero una noche, Nantu, mantuvo a la mujer bastante tiempo, por


lo que Etsa empezó a pelear disputándole h müjer, y le dio varias veces
un golpe en el ojo.

Si no era por esto, ambos iban a ser iguales4. Etsa dijo:

55
- Por esta razón se tend¡á que luchar por las mujeres. Así sopló6.

I Informantes: Yamatan y Nurinkias. Corregido con K.

2 Sol y Luna.

3 Ati¡adidura de T. en la traducción.

4 En intensidad de luz Y calor.

5 Maldijo.

comentario de T.: Desde eaa vez quedó que serfan los hombres quienes pudie-
sen tomar varias esposas. Por eso también la luna alumbra menos que el sol.

comentario de K.: si la luna no hubiera perdido un ojo, la vida en la tierra sería


insoportable ya que daría otro calor igual al sol.

56
M 4a. ETSA.IAI NANTU

AuJu, yaunchu Eteúlai Nanhtn iniurnka, ntm sted teperar, mtí


inianta, yatsuchi ameja minüksat ishíchik, tura ameja tumm perét fri
iniantaitia, tura wísha óitkiasnak miniakmn tu peperét ajatjai, tura mai
miniah qiatni tuinía timfuya nuan ajape atewar tu,mutar, túru matlrlrnsrlr,
Nantu yamaíhikia peperét jrí jókua, Kuntuút nehapkimükhi ma tuhe
panhuku, tuke pankuk eméta timi¿ya. Tura Etgo miniáhsdtai tuhmtó
miniahss tepakui tú peperet jakín timiaya, atahsho ikiuhiosh tuw
miniaheaj tuhamó wat ltap! achikíu tirniaya miníahas tepan, turu¡ui
matúm&r, ma Ets rninükutaj tukamd, tujintiaj, nui kqiehu timiaya,
tura yachíjai mainik, yachí ji ijiutar yakí weu timioja.

M 4a. ETSA Y NANTUI

Etsa y Nantu eran un par de hermanos y ambos se casaron con r¡na


sola mujer llamada Aújuz ' ó '

La Aúju se viraba un rato con Etsa y otro con Nantu:

- Hermano, abrázale tú también un poco d¡jo uno de ellos.


-
- Tú también después de hacer el amor, date la vuelta.

- Yo también haré lo mismo. Este fue el acuerdo.

Al comienzo hicieron así. Después Nantu acaparó a Aúju a la que


tenía abrazada. Etsa quería, a. su vez, abnzarla pero como vio que esta-
ba en los brazos de Nantu, se dio nuevamente la vuelta.

De nuevo trató de abrazarla, pero al querer hacerlo, sorprendió a


Nantu abrazado aún.

Etsa se enojó por esto. Se pelearon los dos hermanos. Etsa pegó en
el ojo a Nantu y se fue arriba.

1 Informanüe: Juan, Wisr¡m. Corregido con K.

57
Aúju: sal.

Comenüario deT.: Entre los struar, ant€e, deberfen ser las mujeres quienes pu-
dieran tomar dos o más ma¡idoc, y no el hombre tener dos o más
muieres,

58
M 5. JACHA ARTIN

Yaunchuhao ílkid jaclw ótin, tuma Jemperatush yaunchuha,


jempérushtai ótin. Sesénhan ame haya ikiuhú; nuwósha ausha penherah
óra óme ju Jeenchma ajapa ihiuutó tau tími4ja, fira Wachum aún ame
jempé ajapa ikiuutá tau timiaja. Ayu tuw wearu timiaja. Kamuyómun,
penker kamuyótnun atóhas ukupkarai. Tum kaya ejéetó tama nusha
sesnhsha warih hayó ejéuehu timiaja, Jeenchmasha nusha ajapa ikiuutó
tamaitiat, hunkun ajahui jintia we*, mejeas nuyamuhu timiqia, núna
chichó chicháhai 'ma tuhe nujarnrahu tími4ja. Tura nuyó huyusha,
iempe ajapa ihiuutó tamaitiat nusha stir ií wekas jempe jawat main
timiaja, rutsamah muuke epenas tóu, tura jeenchmash nuji epenas ta
pujusu timiqia. Ajóparmek tutai, ée! 'ajapaií tuinia ti¡niüg. Túra Etw
wainiak, urúhamtai üapachuram. Nuíhia nuwash junikiarat timiaiai
yamaikia ut artó. Yaunchuha jemperuúttai óti timiaja, yamaihia mash
jemperúharat, htra sesénkansha, nuíkia kaya najónaharat timiqjai,
yamaikia jóu arti tu yuminkmayu timiaja.

M 5. IBAN A SER INMORTALES1

Antes nosotros nci íbamos a morir. Tampoco íbamos a tener canas.

Le dijo (Etsa) a Sesénk2 que fuera a dejar la piedra.

Al Jencham le dice que vaya a arrojar a la mujerS.

Al Wachur le dijo:

- Tú vete a arrojar las canas.

Dijeron: Bien. Y se fueron todos.

Envió a cada uno los encargos envueltos en paquetitos.

Aunque dijo a sesénk que fuera rápidamente a tirar la piedra, no


lo hizo llegar (no lo cumplió).

Jencham tampoco lo cumplió porque empezó a sentir un olor agra-


y se re apegó en la nariz (olor delos
dable en el camino. seguía oliendo
órganos genitales de la mujer).

59
A Wachur a pesar de que le dijo que tirase el paquete con las ca¡las,
no cumplió y abrió (el paquete) y empezó a ver. Entonces quedó cubier-
to con las canas y por vergüenza llegó tapada la cabeza.

De igual forma Jencham llegó tapada la nariz y se sentó.

Preguntó (Etsa):

- ¿Tiraron?
- Sí - contestaron. Hemos arrojado.

Entonces les vio Etsa y les recriminó:

- ¿Por qué no tiraron? Querían que las mujeres fueran diferentes.


Ahora que sean así. Antes dije que no se tuvieran canas, ahora to-
dos que las tengan. Dije que S,esénk se convirtiera en piedra, aho-
ra que se mueran. Así maldijo''.

Informante: Luis Juank. Corrección con K.

Sesénh: un insecto que anda lentamente y que rodea cualquier obstáculo; escara-
bajo.

Comentario de K.: un Paquetito.

Traducción deK.: Prueba a Sesénh, Jencham y Kuyu'

se le dio la orden a sesénk de ir a dejar la piedra para que los hombres tuvieran
la vida eterna.

A Jencham se le dio la orden de ir a tirar algo, para que las mujeres no se enfer-
m͡ran. Y a Kuyu y wachur se le dijo que fuera a arrojar las canas para que no
tuvieran canas los shuar. seúnk, por su lentitud, no hizo llegar pronto la piedra,
entonces los shuar se volvieron mortales.Jencham no pudo soportar la fragancia
que emitía aquel atado que le entregaron y al olearla se le pegó un aditamento de
los genitales femeninos en la nariz.
paquete y al
Tompoco Kuyu pudo soportar la tentación de ver el contenido del
u.t. se bañó de canas y los shuar tendrían canas'
"btiéttdolo,
Etsa les maldijo por su desobediencia, entonces sesénk se transformó en escara-
bajo, Jencham en murciétago y Kuyu en ave trompetera que tiene las
plumas
como canas).

60
M 6. SESENKJAI TINKISHAP

Ets, Tlnhishópin heya utitüú shuar rujórun inhiunhtai. Sesenh tó


chichak: Wi haya utitiai, tóhui, ói tu&, tur Tinhishapníaha, nuihb
ameha núwe utitia tus awema timiaia. Sesénka yditmataíh haém,
numichi tentatú wekai, Tinkishaphia warih ruínt! ruúnt! qjás nuwe
itia¡ntai nuiai dtuaru najóna timbja. Tura nu shuar ame juíschókminin
nunhajai ¡uiónaraj htn kaya gonan winíachín nunak atanhin kutót!
upujtua ikiuhin timi4ja. Tturamu as *snh jipit juaku,nuyóTinhishópsha
naiónaru.

M 6. SESENK Y TINKISHAP'I

Etsa estaba diciendo al veloz Tinkisháp' que fuera a traer la piedra


para con eso formar a los shuar; en elo vinó el lerdo Sésenk y se ofreció
como voluntario para ir a traer la piedra. Entonces Etsa mandó a Sésenk
traer la piedra y a Tinkisháp' traer el barro.

El lerdo Sésenk iba con una pasmosa tranquilidad, mirando y ro-


deando los palitos, pero el Tinkisháp' con sus rápidos brincos fue y trajo
en seguida el barro, con el cual Etsa hizo a los shuar. Uno de estos shuar
encontrando a Sésenk que sólo en ese momento traía la piedra, le quito
la piedra y le aplástó con ella. Con eso Sésenk se transformó en una espe-
cie de coleóptero de color negro y achatado. Así mismoTinkisháp'se
transformó en otra especie de coleóptero.

1 Informante: Luis Juank. Corrección con K.

6r
M 7. "SHUAR NANAMIN ARTIN''

Shuar, nówek wehósar, yaiósha inúh yuiasór tí wóitianiniahui. Ets


Shuar wóit anentar, nanamín órut tus yórnananhamtóihhia wóts
uminiash óinia tuw nehapmw íistaiai :trtil, Kujónchman, naruípen
míhbjai unujtúh chichóruk tau timiai: Yómananhamtóihhia naruúhaip
mihia katsuórmatai nanópen pénker hatsuór¡natai n¿nóhminiam. Tura
tu¡íturum iíinkip ién mihintmnrnan pttjsttd- tau timioi. Ttúmaittat tí
núhapha pujútsuh, nehós hatsuótsuk, óiuhkia iwüírtumak, ní annjmarrnari
hóshih ajóna weun, n{isha nanók werín. Juó íirsr,h,ia urúkqja shíirma.
Shuíshui! jó nanómuh weka timinja..Tura nuha núwaha, núna Kujóncham
túman íis. timiuwópitia wíniaru tuína. Tuma wekdi Nantu jirót etsntra
timiaja. Tltra nui, míkia tsuwé jupit! Miniarmatai, nanópe akanar, nui
ajanman úukasa iniar tepesú timíaja. Nui shuarka nanamcha órti tusa
kustí. Tau timiaja.

M 7. LOS SHUAR HUBIERAN PODIDO VOLAB1

Etsa, viendo el sufrimiento de los shuar en las Iargas caminatas a


pie, com¡radecido, decidió dar alas a los shuar para que volando les fue-
ra más fácil y rápido el viaje.

Pero, para probar la obediencia de los shuar, cogió a Kujáncham y


le pegó las alas con cera diciéndole:

- No emprendas el vuelo mientras no se te haya secado la cera;


además no salgasal sol, sino que tienes que permanecer en la
'sombra.

Mas Kujáncham, a pesar de haberle dicho todo esto, sin esperar


mucho tiempo se fue a ver a la novia que se había ido a la chacra. Ha-
cía piruetas diciendo:
Mírame lo que hago, hermosa.
-
Y silbaba lShuishui!.
La mujer quedó observando y pensando para sí que su amado no
eÉa un cualquiera2.

62
En e$o salió el sol de la mañana y por el calor le,ocra sc deritió,
con lo que se le desprendieron las alas y Kujáncham cayó8.

Por eso Etsa lanzó la maldición de que los shuar nr¡noa tendrían
d*¡.

I Inforrn¡rrte: Gelo Pichrnr. Corregido con K.

2 Elh le admira (comontr,rio dc K.)


3 cmontario dü K,: ElrKujlactdlm ln e l¡¡ trav€Br¡¡e¡ y ticno l¡¡ dcbitldrdoc hu.
nr¡nra. Qubo cogp¡e l1 lht.¡nar.ju;u como ,blr; Al querecla cgrr, re lc qu+
m¡ron l¡¡ me,no!¡ y qrrcdr,rora ti¡.merci¡elda l¡ luu¡.

63
M 8. KUJANCHAIT{ ETSA UMIRKACHU
{HINKI AWA,'TSU ATIN.
Nurnpí washi tí hautmiai, tuu Ets hujanchman kusurna wúhó
u,mukno, tintiúk tsentshan chihbhkinink, (hunhuhin chihichihiniah),
hunkukin chikichih tsentwknfuh, humai chikichik tsntshnak susa,
husuma umuhna asa seenrató fusa ukupha timiaja. T|tra u)e, nókah
pujúrui, (pujúrui,) numpi pór pór wétu! Tút iniar puiut jahur hunkun
jd wés tirninia. Nókak pujúrui, ywwajinsh tayat yuatsui, wuhi hauthamti
tus tumai nantu tutúpin ajasu timiaia turu kautkachiapi tus wáhetuk,
numpi iniar hunhun jó tepdn achík mejéas iyd ti¡niqia, rna kunkun
ajakui nuhas iytí, mó nuikia ñumpi achik slwihia yuó timiaja, yutí
wójasinh tara shó chór! char! winínia üminja. Washi,wené japimsmtah
wajasu timiaja. Washi nurñpi jawar uhatar pópar ewekamui, p! ukuittwn
hunkuhin enketak, juni nunhach' netar ajattaman, ¡pée! mínia tukamó
lnunkanh! chihichcha úhuitsan kumai enhetak éj! rninin tukamó, púr!
chihichan tintiuhin enhetah !p! mínia tukama yakin! amukai, amuh
tuh ú ch ih iuah'w ak e tki n timiaj a.

E - Kaútkaih?

K - Atsú! Kauthachaijia!

E - Itiursa haúthacha imü hautniu nusha!


Numpi yúachumeh?

K - Atsó! yúachasha!

E - Jója!waótsek! twan aható!

Chinhiannum juruhi, sú sú hamu timiqia amuknak, tsanhu narnpet


kutút! imiakai numpin hútuu kútua iawai. Nui Etsa yamaikia ní tukú,
tura ní tukúchus órat kusui túj umínhmaru timiaia.

M 8. ETSA SOMETE A UNA PRUEBA A KUJANCHAM1

Como llegaban muchos monos a comer la fruta de númpi2, Etsa


hizo tragar a Kujáncham zurgo de tabaco.y le entregó una.sola flecha
de tintíuh3, otra de hunhuh, otra de humaia'Ó

&
Se fue a esperar en el árbol (para cazar a los monos). La fruta de
númpi caía y hacía sonar al abrirse y desprendía un olor agradable. Sin
embargo, él seguía esperando y pensaba entre sí: ¿Comeré?6 Pero no
comía. El seguía esperando. El sol llegó al medio día. Dijo: "No han
llegado". Al regresar cogió un númpi abierto y oloroso, lo estaba olien-
do y como estaba tan exquisito lo lamió. Y se lo comió al final. En el
momento en que terminaba de comer los monos venían haciendo ruido
(al saltar de un árbol a otro). Afanado se limpió la boca y se alistó. Los
monos zubían al númpi y hacían caer los frutos. Sacó Kujáncham una
flecha de hunhuh y la colocó en la bodoquera p¿üa soplarla a los monos.
Sopló a uno de los monos'más cercanos y no acertó. Sacó luego la de
tintiúh y ésta se perdió.

Se le acaba¡on las flechas sin resultado, y regresó.

Etsa le preguntó:

-¿Llegaron?

- No, no llegaron - contesta Kujáncham.

- ¿Cómo que nó ilegaron? Si siempre suelen llegar.


No comiste en númpi?

- No, no comí.

-¿Así? Veremos. Prendió el tabaco. Le empezó a soplar, de modo


que él se emborrachó. Empezó a arrojar el númpi.

Etsa dijo pues:

- Ahora unos serán certeros y otros no. De esta manera los maldijo.

I Informante Luis Juank. Traducción de K .

2 Númpí: Planta como papaya, aunque con un fruto rojizo muy apetecido por los
monosl

Tintiúk : palmera comestible.

65
4 Kumai: palrnera comeetible.

6 Afiaden una flecha de chunclup y otre de iniaya

6 Comentario de K.: Loe buenos cazadores no deben chupar caña, comer maduro,
y van por la maliana en ayr¡nas (pueden tomar la chicha). Durante la primera
eaza no deben comer porgue en eso caso no volverán a apuntar; la oegunda, pue-
den comer una parte.

M 8A ETSA SOMETE A PRI'EBA A KUJÁNCHAI\{I

Etsa sopló a Kujáncham con tabaco, como también le hizo fumar


tabaco; luego le entregó una flecha de timtiúk, una flecha de kunkuk'
una flecha de chunchup', una flecha de kumai y una flecha de iniayua,
diciéndole: Hay un númpi, a la que vienen a comer muchos washi (mo-
no); ve a esperar a esos monos y prueba las flechas.

Se fue Kujáncham a esperar alos wtíshi al pie del númpi.

Caían los númpi ya maduros y provocaban a Kujáncham que esta-


ba en ayunas, según las reglas, en esas circunstancias; así mismo no po-
día probar nada de dulce por ser norma de un futuro buen cazador, en
zu inicio.

I Informante: Luis Juank. Traducción de T.

66
M 9. ETSA IWIA MA^A

Chinhi tukuri tí ihiateawai, tura túrakua, chinkinkb amuhai, amuk,


nuyó hame chinhin umpun tuteitn nu achi wechdi nuha nuhuríniash
mantuó yutúa, apminúas huttia, nuhí jeénhia lwia nuwé, nuwén twianah
huwéah tÉter! teter autaiú puiur wédwa jú hame úchíhia chinki
umpuntútqi - M wérnatai tura aishmanhslw aparín muhen tunclui!
euqiú pujur wéawai nuha itiarha, nuha uchihia nehamatsui, nuha uchihia
ü yajutmatraiti tu enentaimna. Karne chinhi amuham, ju Yópanham
tútaiya au: Wóts ukutruakia! wóts uhutruahia! jú, úmchimm jétrusia
jana, tútnakui urúkamtaik turuta tus uumin wyuít iirin timiqia,
urúhnmtai; óuwaiti óme nuhu yurutrdma, apanash yunttramaíti, auha
ame dpachuiti, amutkame, yamaikia ure uumnium chumpíhiam umpuntia
tawai, tum nútihsnh, chumpih siet! umpuíyi fursmu nú ahhmanha
hachun túu amaju tirniaja, (nuka Etsó muhen) tursmu nuwash
nútíhsnh nuwé huweah Aúnr! flútar! waju timiqja tumakui nuihia
waketúttahin timiaja, winúahui nekd pé nanhímia enhéstaj tukamd,
tétetet! hanheh, nu Etm uutn aepeamunam timíanai tepesu timiqja,
tura púhu ja tepó tímiqia, nehospapitia tum nuihia néh¿waí.

Kashin tswar ehícfuhah:

E - Aryhi, japa wampúnt hautn, wya wjótruah mutaj!


I - Ayu - timiatrasnh ruiótayi. Turc najóta chichah - Wí wí tiranhi,
wí tuhapsüoi.,

Nu anyunha Ets akathtry ahattur:

E - Waótseh apaachi nehapmhiana, ameha uofiJerchateamash, fuso


paanftnan papuchi ehenas, (Iwb) pé mahin xúya! Wish wislw
apaachi tinb, atah, ninhía, pé tóh! is wftb apuchl dithiattaiai.

I - Wish wisha tinia pé vya- Ninhi¿ ataksha pé tóh! íswftia apuchi


óithiatteiai.

Nuhwchi qiatum wetó, warih kashí wetu móanha tatajai, Núnaha


darum we Iwia nuwéha wehan jear, runhil4i ijiu rnaayí, rnó ió iapa! j,á
iaps! ió japa tinia, iópa naiúnarmatai huntujen t*b tstrpíh muukenha
aeprah, nankijai japa núnum jeayí, painklatui tawai. Iwiaha ti ushu

67
timiat tuma os ampujeruch ahWétush mah amulnl.

Untstam: júu winiajai winiolat! yanwihia umíhial fii wéa timhia,


winiqiai tawai.

timiqja, atahstuolntsÚ,n nuhunhu unüuhtatioi tu wéa timtqiL


T7t wéa
aaúhesh untsih winiajai! winbiaí! yamaíhía amíhjai, yemaíhb winiajaí tu
wea timiüa, fitra, wini4iai tutai. Núha wü alcatm ihfuhmb. htm
naruhmatai.

E - Apachi ashihtntjai yamaihü,!


I - Ayu! nukúnku untsuktójai - Untsuam: Yamaihia nüiahu püüat
tu timiaja. Ma tú tu, ashírkam ywh: Nuhunhukayúmími umasti
tu timiai tura muh atnuhu.
Tura Etsr,ka mauwastai tuu unu, fitm wé maagn, *éhemrun,
entsnash ahahtur ihiuhin timiaja.

E - Apachchi mqútrumut wftb muhen utitiaí! Tatoi ói ttt's wéu


timíaia, tura ents eúa! ajakui iefui tuhamd, iéstti fiihamó iéatqi
tuhamó, tuma tumahua yajó qiós ieó timiqia timiatmtm, tura ieó
muú puius, nunashsékemrumiiníumenké quntha nuha tuninkís
pepawai, túma tumahua painiah pujumí-uunt timiatman tau
timiaja.

E - Apachi pu*rtumnta - tai! tuu pussú tim@a, tura puus tepes


hanú tepa timíaja. TVra nuna aüti4i tukamó: tsntsín! wóhin
timiaja, tura: tira-tilnki yaw yawitamé tau timiaya, tusg,n
nsnhirt juant, niish Etssh nanhi atus puiuru osa, iiíúma md aephin
timi4ja, ninhbyahi wéu timiaju.

M 9. ETSA MATA A ITIA 1'2


Etsa traía a lwia repetidamente pájaros que había matado. Mataba
pájaros, y así fue como se exterminaron los pájaros.

Mientras el jovencito se iba en busca de pájaros, la mujer de Iwia


con los ojos de la mamá de Etsa pulía las ollas de barro que ella misma
fabricaba. Iwia había matado y comido a la mamá y papá de Etsa, ha'

68
ciendo de la cabeza un instrumento con que solía pasar haciendo
¡tuuu!3.

El jovencito creía que Iwia era su padre. Cuando se exterminaron


los pájaros, el único sobreviviente, Ydoankam, dijo a Etsa:

- ¡Veamos si. puede saetearme! ¡Veamos si e¡es capaz de saetear-


me! Asomaa un ratito tu cerbatana!
¡Aeoma un ratito tu bodequera!

Extrañado Etsa hizo lo que le decía el Yápankam, quien le dijo:

- ¿Por qué? Ese comió a tu mamá y papá y no es tu papá! Me has


exterminadoS; recog" las plumas de-los pájaros que has matado,
mételas en la cerbatana y sopla!

Así lo hizo y en ese mismo rato cobraron vida todos los pájaros.

- Mh,
do
finge estar yendo a soplar pájaros, luego quédate escuchan-
cerca de la casa, dijo Yápankam.

Así lo hizo y comprobó que Iwia tocaba el cacho; así mismo la Iwia
al pulir las ollas hacía ¡tatar! ¡tatarlo Entonces regresó y entró en la ca-
sa; en ese in_stante, al darse cuenta, quiso el lwia hacer rodar el criineo e
introducirlo', p€ro no lo logró, y fue el cráneo rodando hasta donde
Etsa estaba poniendo la cerbatana y derramando lágrimas. Etsa conoció
la verdad y al día siguiente, bien de mañana, ddo:

- Abuelito, trn venado está comiendo el higuerón8, prepárame una


lanza para matarlo.

- Bueno, ddo lwia.

Preparó la lanza, y dijo:

- Yo, nietito, yo voy a probar.

- Veamos si puedes acertar; creo que no vas a poder hacerlo, diio


EtBa.

69
Entonces colocó una flor de pantano a una pnrdente distancia. Iwia
lanzó pero no acertó.

- ¿Ves? Yo voy a hacer asíg. Lanzó y acertó.

- A ver, a ver! Voy a probar de nuevo.

Lanz6Iwia pero falló. En cambio Etsa acertó nueva¡nente.

- ¿Ves? Yo no voy a fallar, abuelito. Ma-áa10, vete a la chacra.


Yo voy a regresar una vez que haya matado el venado.

Etsa se fue a la chacra y encontrando a la mujer de Iwia la mató,


la transformó en venado, le cortó la cabeza y llevó cargando solamente
el cuerpo del venado a la casa. Y dijo:

- Ya maté, abuelito. Ahora cierra tus ojos. Voy a cocinar.

Iwia era extremadamente goloso, por eso acabó todas las tripas y
el hígado en el menor tiempo que se pueda suponer.

Cuando llamaba Iwia a su mqier, que había ido a la chacra, se oía


una voz que decían.

- ¿Qué? ¡Ya voy, ya voy! ¡Ya terminé el trabajo!

Y lo mismo cuando volvían a lla¡narla.

Cuando se conoció lo poco que había quedado, Etsa le ddo:

- Abuelito, voy a sacar ahora la carne.

- ¡Bueno! Ya llamé a üu mamá.

Pero volvió a llama¡ Iwia a zu esposa, mas ésta respondía:

- Ahora ya estoy lavando la yuca, ya voy.

Iwia no podía resistir viendo la carne y tal era su glotonerÍa que ter-
minó toda la carne, dejando sólo el caldo, disqué para su mujer. Luego
Etsa ddo:

70
- Anda a bañarte, yo voy a traer la cabezau.

- Bueno. Y se fue.

El río parecía estar cerca, pero se alejaba a medida que Iwia B€ ac€r-
capa, y el río se alejaba. Bueno,llegó al fin y, para colmo de males,le en-
tró en los ojos el sékemur usado como jabón para el baño, causándoles
serias dificultades y demorando así a lwia. Mientras t¿nto Etsa ya estaba
cocinando la cabeza; al fin llegó lwia.

- Abuelito, cierra los ojos, ddo Etsa.

- Bueno! Se acostó Iwira, cerró los ojos y se puso a domrir.

Etsa, al sacar l¡a cabeza hizo un ruido fuertelS; entonces Iwia dijo:

- Nieto-nietito! ¡Te estás desquit¿indote!

Y cuando éste cogía su lanza, Etsa se le adelantó y le mató con su


lanza.

Informante: vicente Pati. De este mito tenemos grabadas tres vergiones. publica-
mos dos que tienen algunas variantes, las del informante v. pati y la de p. Kun-
kumas. Enriquecemos la primera, más completa, con un solo detalle suministra-
do por la informante R. Yampaniak.

2 Mito corregido con T.

3 Sonido del "cacho" (cuerno de ganado).

4 Entre las rarnas, muéstrala.

5 Has exterminado a los mfos.

6 Sonido del raspar.

, Comentario de T.: en una canasta

8 según Juana Rosa Yampaniak, el wamp\ árbol gigantesco de madera suave.

7l
9 Haciendo el gesto de preparación para lanzar.

10 No es cariñoso, algo como acentuar, llamar la etención.

11 Había dejado clavado un "wai" (palo para talar, sembrar) con la consigna de
contestar si le llamar¡n.

L2 Comentario de T.: del venado.

18 No pudo reducir la caboza -nos dice la informánte Juana Rosa Yampaniak-


porque t¡aía unos zarcillos de plumas (o de uñas de loroc), que ¡é llamaban
tin-marin. Por eso al sacar la cabeza de la olla se produjo el ruido "tsen-tsen".

72
M9 a. ETSA IWIA MAA

Nuytik, kuntujen tsupírah ikíutik, apachi hame, muuhenka hiiín


asmtei ikiukjai. Nínki entsóh waurtus paitkiayi. Tura narukmatai.

Iwir Nuhuch' urúhayik? Untsuhtó! Tútai. Aa jíinkin. Etr


Nukufu!. Núwalóa! tór4gi, nuka wói akatnúmu. Etw- Juikttí! Juihtó!.
Núwa- Ayu! Winiójai, winiójs¡! Maman tsetsáhun pujfijai, tau, timiqia.
Ets- Nukuóchihia winiówai!. Iwia- Jója! Tura nuka narúhmatui,
enéh ashitsúk. Etw- Nuhuóchisha urukóyih?. Iwir Winiüai tatsut,
wóats untsusm íisió!. Etw- Nuhué!. Núwr- Winiáiai yarnóihia Ett-
Winüúiai tawói yamdíhin- Tówai lwien. Iwia tíi úshu ós chíctuúh:
"Núkuha, tirónhi yumí, yumí umastí. TaqaL Tokui ashir aepruum,
kuchastó, huchptó mósh iúu chichdmaih, mó,sh amuhú timioi. Etw-
Nuhuóchish urúhayik?. Iwio- Eé! Núkuka arurn hiówihsha ní tatí!.
Etsaka, Iwiaka pujú ajdi wórichih, entsí we md'asua, séhemru ahatar
ikiuók, tarín: Etsc- Apachi, dmeha núku, núhu tó ajdi, ent*í mótrumutó,
wíhia muuhen utín póitiu ajatjame, arum yuómnium. Iwia- Ayu!.
Tus weu timiaja. Nuha éntsoka tikiuchítiot, akatrómu óu wekar, wekar,
eidhui wehó tepa timiaja. Tuma túmahua iuyí, Tumó wekói, Ets we
itiarín, wórichih póitiak ehetah, Wó! wó!. Inidrtuk upújsayi, nútiksnk ni
nanhiniash mamíhmar atús. Iwia nanhirínkia iinhia ahatar atús inióiscyi,
nútiksnk chímp'rirrclw ahatturí Nuka apachur lwi¿ sékemrun jinium
enhe wa wa wéakwí, penhé kidrai winió timiai. Etsa- Apach'
mótrumumeh?. Iwir- Ee mótrurnujai tirónki!. Etw Ayu!. Puiusts núi
apachi, muuke ashirkiafiame, nukuachikia tótsui nupón pujúrjai tawai.
Iwio-- Jója! Ayu, núhuha yumí, yumí umastí. Etsr Apachi rnítsutrum-
sató!. Iwia- Ayu! Tum mitsumós ekems tímiai. Júka yaitmatóik, jús
nuhanam aéputaj tukamó. Teterét! Ajakín. Tsantsún! Aiahú timbi
huishín. Iwio- Chúk! Tira, tinínki! yapa yapaktame! Tínia nankí júu
tuhamó warín. Nuik, ikiatsn nanhijói póna ijiu móa timiai. Tura lwia
nankirí jurukín pananhaai wear ikiuhin timiai, nuyó jó kénku, henhurui
inít ard ikiuhin timiai, weah.

M 9a. ETSA MATA A IWIAI

Etsa mató a la mujer de lwia, la transformó en venado. Cortó la


cabeza y se llevó el resto. Ya en casa dijo:

- Dejé la cabeza porque era demasiado pesada.

73
El mismo apresurándose cocinó. Cuando estaba cocinada, Iwia pre-
gunto:

- ¿Qué pasaría con tu maná?2 Llámala!


Entonces Etsa salió al patio V gritó:

--Mam¡íaa!
- ¿Qué?, contestó el waiS
- Camina! camina! rápido!

- Bien, ya voy, estoy pelando la yuca.

Luego Etsa a lwia:

- Marná dice que ya viene.


- ' Está bien.

Sacó la olla, y sin sacar aún la carne, Etsa preguntó:

- ¿Y qué pasaría con tu mamá?


- ¿Pues no dijo que venía? Llámale otravezl

Entonces Etsa:

- Mamáaat
-- Ahora sí, ya voy!
Ya dice que viene!, dijo Etsa a Iwia.

Como Iwia no se aguantaba la glotonería, dijo:

-- Nietito, tu mamá que se sirva sola el caldito cuando venga.

Entonces, Etsa le sirvió la carne que prácticamente devoró lwia de


una sola sentada. Y Etsa dijo:

- áQué pasaría de mamá?


- Tu mamá que venga aunque sea de noche o por la tarde.

74
Luego Etsa fue a baña¡se al río, y a su regreso dijo:

- Abuelito, üü a bañarte; mientras tanto, yo voy a traer la cabeza


del venado que dejé, y te espero con ella cocinada.
' Bueno!, dijo Iwia y se fue.

Etsa corrió lo más que pudo y tr4jo la cabeza y la cocinó muy nápi-
damente. Etsa encantó la lanza y el asiento de Iwia para que éste no se
t pudiera defender. Al baña¡se IwL, el sékemur se le metió án el o¡oa. Su-
frió bastante y regtesó por la tár¿e.

- ¿Fulste a bañarte abuelito?, dijo Etsa


- Sí, me bañé nietito!
- Bien. siéntate allí abuelito. La mamá no llega aún, dice que está
limpiando.
-- Bueno, tu mamá que üome sola el caldito.
- Cierra un rato los ojos rnientras saco la cabeza.
-- Bueno, y cerró los ojos.

Al saca¡ la cabeza y ponerla despacio, se le cayó produciendo un


ruido como "tsant-tsantt'.

Iwia reacciona y dice:

-- Nietito estás desqui . . . desquitándote!

Diciendo esto,Iwia quiso coger lalanza(peto no pudo).

Etsa cogió lalanza y traspasándole el cuerpo mató a Iwia.

Luego Etsa cogió las diversas lanzas de Iwia y traspasó su cuerpo.

I Informante: Pedro Kinkumas.


Corregido con T.

2 O de tu abuelito: es la misrna palabra.

75
3 \4taí: palito de chonta par¡ seqrbrar que Etsa dejó encantado para que hablara
por la otra.

4 Comentario de K.: ". . . que Etsa lo había dejado encantado para el caso".

76
M 10. AMARTA SHUARAII MAA

Yaunchuka, shuarka nanküaí maamsha, nunisnh uuntach' ajós


jakosh, atahslw iwiakui jas .rwntau armia timiaja. Jaka aentsrinhia, tíi
uutcha armta timiaja. Nehas jakayi tuiniakui.Iútiichik uutas iyaint armia
timiqia. Tumasha, shuar jdcha arti tau timiqia Etu, nu jakan acntsri
nusha penker isg,r iwr atahsha nantakmiatai íniaiyakuinkia, chihich shuar
toar jukiarui tusa

Shuar tíi kakarum ianwya timiaja. Jakamtai níii shuarinkia iíti¿n


¡wnkamawarm ia timiaja. Uuttxn uuttsn iniaisrmia timiaj a.

Yamaikihia, penker iyarmia timiaja, tumasha atakslu runtahüó


tuffi, muehítiúuinhia tíi iklwnnio timiaja. Enentainhb muchittia
iuarkimin timiaja. Yamaikia ninki penher josminiaití tu*, ishiichih iitiut
iniaisarmia timiaja. Nui íniaisaru ai, Arnarta, numijai enentainiam üiú
mdamia timiaja.

Etso, shuaran kajerah, penker iischaru asmtai, yuminhiak tau


timiqja: yamaikia shuurka tuhe jatin arti nunisank Amartancha, amarta
awaju timiaja.

M 10. AMARTA MATA AL SHUAR1


Los shuar tenían la virtud de volver a la vida, aunque fueran muer-
tos por sus enemigos o por la vejez, siempre y cuando zus familiares
velaran su cuerpo día y noche, para que nadie lo arrebatase.

En una ocasión murió un shuar valiente y todos sus familiares no


tuvieron mucho dolor porque sabían que muy pronto volvería a la vida.
comenzaron bs preparativos para velar el cuerpo inerte del hombre hasta
que reeobrara de nuevo la vida.

Al inicio las atenciones y los cuidados fueron muy esmerados y no


así cuando el hombre comenzó a dar señales de vida. Los latidos del
corazbn empezaron a presentarse de nuevo. cuando se dieron cuenta de
que el hombre no necesitaba de mayores cuidados para recobrar su salud
completa, quienes cuidaban le dejaron por un momento solo. En ese
breve tiempo llegó Amartaz, quien utilizando una estaca la clavó en el
corazón al que estaba restableciéndose. matándole.

77
Por el descuido de sus familia¡es en cuida¡ al hombre que estaba
restableciéndose, Etsa transfonnó a Amarta en una avispa y decretó la
muerte de todos los shuar.

I Narrado por K.

2 Amarta: avispa glande, cuya picadura e8 muy dolorosa.

78
ill
MITOS ETIOLOGICOS

M 1I. NUNKUI

Yaunchu shuar tsukai kajíniah unkuclwn ashíntsanmayan juúh


yúinia timiaja. T\"tm nuwa unhúclwn wekatus, fuma wehas, nuse runernw
tirniajun - nuka Nunkui íji- iakeké winia watnkia timbja, Nuvza!
tuur juki yurumhi wéa timiaja, tura nuna ainki wes tsehén jeó timiqia,
nu yurumha nijiainiah jujtíítum jamunam, twken jeari, nu üió yuhi wéa
wainiah: óniawa! ausha yó ijia yú wekówa! túinia timiaja. TVra jaí.

W iniasha y urúmak aj amrustarmea !

Yurumkachuk jú uchi tepa,yurúmakwakémhmeka iú uchi juhim


tampuró nenosam: warí yurumhah óya titió, nui yurúmak yurumat-
tame! Yuramkanka súschami. Tura ai tinia jukin jeó ümiqia iuka
óishmanka chinki umpuntútajtm wéu menkas ó timiaja, uchi jéa
tamparó nenas, pénker uchi wainkiatuú hajerhaip tú tus uhupha
timiaja. Tura tampurd nenas! Warí yurumhak óya titió, yurumhaha,
warí champiarak aya títia, champiarka, warí muitsók óya múitsha
hapón, wari nijiamanch' narnuka ehentsamuh óya titia, nijiamchikia
muitsnumka méte. Tlnñai aishmank winía timiaja, tumai nui
nijiamanch dmarytm tau timiaja, juu susr', aishmanh susorn:

A - Jusha itiurhamuit?

79
N - Takamtah umarta! Umaru timiaiu. Turamu nuka, tampuni nenás
ikiuah, iu uchi haierkaimp,, pénher , udti wuinkittarum tinia
uchirin ikiukin timiaja. Nuha uhunam itiarah: wsí namankek dya
titia! namanhnaha, wari haunchi káya tia¡u! warí kaunchih aW!
hauncht ikianak ókrch kamhui penkercha yajauchi ikiana tus
I
hajerkiar uchi yunkunmi atshruhiaüi yukuntiaru ümiaja, nuna ie
teeri waka, mayai sut umpuni iahui Nur*uí wéak h'enkú untsua
timinja: henhu-kenku júruikü parn nuw yu qiamij! tutai mayai sut
umpuni sóu! achimsttah awake, ataksha: Kenku-henhu iuruikilí
para nus yú ajamij, tutai mayai att umpuni kenku sóam mó
achimsttsh, ataksha, tura nuka mayai timiatmakui nuwa nu aiana
wehó tséke winia timiaja, tura juka tijiuch ajasi atakslw: kenku-
henhu juruihió para nurc yú aja¡nii! gíaa! nuikia tap achinhia
timinja. Yaunchuha hénhu ayo tantamtiniak, nuka nú wéak
epemahar! epemakar, josu timiaja, tura tsekenki ajak iusótaj tukamó
achihcharu timiaja, nui yurúmah wajarkui, achikiaru yurumham.

M 11. NUNKUI 1,2,3

Llegó un tiempo en que los shuar se rnorían de hambre y no comían


más que hojas de unkuch" .

Un día, mientras los hombres salían de cacería, unas dos mujeres


se fueron a un riachuelo a buscar unas hojas de unkuch.

Mientras las mujeres surcaban el riachuelo buscando las sachapel-


mas, encontraron una bola de maní que era arrastrada por la corriente.
Esta había sido,la mierda de Nunkui.

Ellas eomieron el maní e intetesadas sigUieron zurcando el riachuelo


y comiendo otras bolas de maní gue encontraban en el trayeeto, hasta
que llegarotr a un punto donde las mujeres Nunkui se reían a medida que
lavaban los alimentos o productosb .. Las mujeres Nunkui al ver.a las dos
mujeres que cornían esas bolas de maní exclamaron:

- ¡Miren! ¿Quién es esa que anfla comiendo mierda?


- ¿He estado comiendo mierda? pensó la mujer'y cobrando ánimo
dijo:
E

80
- Convídenme a mí también a los alimentos.

La mujer nunkui:

- ¿No es acaso alimento esta niña que está echada? Si deseas comi-
da lleva a esta niña a tu casa, ponle en la cuna y dlle: ¿Qué ali-
mentos podrÍa haber? Entonces vas a tener suficiente comida.

Además le dieron instrucciones de que podía pedir toda clase de co-


mida y productos que ella quisiese, como también le advirtieron que de-
bía extremar los cuidados para con la niña.

La mujer llegó a la casa con.la niña, le puso en la cuna y le otrlenó


que dijera: "¿Qué plátanos podría haber?" ¡Y hubo plátanos! "¿Qué
ollas podría haber?" Y hubo infinidad de ollas. "¿Qué chicha preparada
podría haber?" Y la chicha rebosaba en los "muíts" (recipientes de barro
dedicados a poner la chicha) y los "amamuk" (recipientes de barro en
forma de plato)6.

Y así empezaron a vivir en medio de la abundancia.

Cuando regresó el marido que había ido a soplar pájaros, la mujer


le ofreció la rica y abundante chicha y el hombre asombrado preguntó:

- ¿Y todo esto de dónde es?


Toma en silencio

Y así fue, el hombre no chistó más y tomó en silencio.

Un día la mujer al ir a la chacra, dejó a Nunkui en la cuna diciendo


a los demás niños que no la molestaran ni la enojaran y que antes bien la
cuidaran.

Una vez solos en casa, los niños empezaron a molesta¡ a Nunkui


diciéndole que dijera que haya carne, que hayapodredumbres,etc.?-En-
tonces los niños disgustados por la pestilencia debido á la podredum-
bre que hubo, echaron ceniza en los ojos a Nunkui y esta entristecida y
molesta salió y se subió al techo de la casa y comenzó a cantaf :

¡Guadúa! ¡Guadúa! ven a llevarme para estar comiendo maní


9
los dos'

81
En este instante vino el soplo de un ft¡erte viento que inclinó una
guadúa hacia donde estaba Nukui, en la que ésta casi se agarró.

Nunkui volvió a cantar, y la misma cosa.

Preocupada la mujer to por el inesperado ventarrón, regresó a la ca-


sa; y en el preciso momento en que la mujer llegaba, vio cómo Nunkui
huía agarrándose a la punta de una guadua, y a través del hueco de la
guadua (antes la guadua era como un tubo, pero al huir Nunkui, fue ella
creando obstáculos desde la punta hasta la base; por eso hoy en día la
guadua tiene cantrtos, decimos los shuar) se metió en las profundidades
de la Tierra.11

Volvieron a escasear los alimentos y con lo poco que pudo salvar de


productos la mujer que tuvo a Nu_nkui; los shuar pudieron cultivarlos y
subsistir hasta estos días.

Informante: Pitiur.

Mito eorregido por T. De este mito tenemos seis versiones. Cambian en general
los productos que entrega Nunkui, y algunas de sus frases en el canto, como lo
iremos indicando. Publicadas dos versiones completas, con las notas de las varian-
tes.

Nunhui: nombre de mujer. ser superior que entrega los alimentos a los shuar.

Unhuch: Plantas al lado del río.

Para el hombre de cultura shuar se entiende que estos productos o alimentos son
la yema, el camote, la pelma, la zanahoria, la papachina, la papaya y otros de
mucho uso.

Entre otros productos enumerados por las otras versiones: Qué maduros, qué
camotes, según J. wisum que exista carne. "Entonces comenzaron a aparecer:
maduros, maní, carne, ollas grandes para la chicha, recipientes para servir la co-
mida y la chicha".

Según María Yamach' los niños pidieron que trajera Nunkui culebras, tigres, por
lo que los niños tuvieron miedo y le echaron la ceniza a los ojos. Según el infor-
.mante Juan wisum, los niño¡ pidieron que Nunkui trajera diablos, los cuales
comenzaron a entrar en tropel, lo que causó el susto y la reacciiin de los niños.

82
Otras va¡iar¡tes dicen que se subió por el uwi-clase de palmera-poste central de
la caea.

Segfin la informante María Utitiqj también cantaba:


"Luña, luna, ven a llevarme".
10 Comentario de T.: que estaba en la chacra.

11 según unos, los shuar cortaron la guadua canuto por canuto y no la eDcontra-
ron; otros cortaron en La base y no encontraron a la nifu pero hallaron shiki-
miakchiri, orina de munkui, un Bor, como un niño pequeño, incapaz de traer lop
alimentos; apenas ei transformó la pelrna en üuka, una especie de pelma pero
más pequeña.

83
M 11a. NLTNKUI

Yaunchu yu¡úmak atsú timiqia, pénke tsúka asmtai núwa aiana


ishiniu timiqja. Tliramu entsd inchí chuchftchirí clwmpiarach' aiéhsamu
haúnu timiaia. Tura yurúmah kaúnkui nuha wehótukin, núna iurí iurí
núwa Jujajói! jómunan tskén ieó timiaia.Túra t*kén iear nuyó yurúmak,
uchi manharú tepó timiqia. Tlimmu, winiaia'yurúmah surusía tutai
chichók:

Núnhui-Yurúmhachuk nú tepd, nú iúhihia. Tau timíqia. Tttramu nu


uchi apu manharún iús siz"sa timiüa.

Núnkui-Tura óme jémin jed chichóhum. Warí yurúmkak an?. Warí


tsamak óa?. . . Titili tau timisia.
Inint jeóhun;" Warí niiiamchik áa?". Niiiomchikia wéet wéet
wainhiu timiaia muítsnumha. Aasha yurúmhaha iasú timiaia.
Nú tahautaits weu pimpikí waittiania winínia timiaia. Tura
tahurhuta nu niiiamch' naiarui ekentsamun wakaprun iúsa sú
timiaja.

Aishmanh : Júslw tuyamryit?

Núwa - Tóhamtak umaría! Tutai


Aishman-Jája. Tus, umarú timiaia.
Tura ajdna wéuh uchín apuitak wainküitarum tau tímiaia. Tura
uchí ihiuiniah ninhia nupd tahauwqiai tusa wéu timiaia. Tura núumtak
uchi muúha yaydii muúha untsuktó tutai, muúhan untsuai tukamó,
iwinnch' muúhen mash ihianka timiaia. Wditram óme untsuatsum tus
jin yunhúnmijai utsnhiaru timiaia. Tura ú-uthua yakinkiachiniam
ejémas útu timiaja. Untsúa timiaia nuhirinia (rumpes):

"Kenhu hénku iuruitiá pam nú* yu aiamí"


"Kénhu hénhu juruititi para núse yu aiamí"

Jó timiaja.

Tura kénku punuakmarí sía wahetú, stia waketú ia timiqia Júna


juhitiasa. Tumain nuhurí tséhe winió timiaia. Tée aiasmatai tséhe winia

ft:1
timi4ia. Uchísha? Tau timiaia. Warí yakí ehettu, aí waínhíun iaclw
júutai. Jumonú. Epemahu.epernahas tantan üu1i timiqia. wahenmayí
huchót awatí shihimühchiri iús timiaia. Yurúmhaka mósh iuti timiaia-
warín óti. Aanka nanhe nanhe, 1ánkua óuka sunhíp, wanchup óinb óuha
yqiasma ajaxru timiaia.

Shikimiahchiri aehisr untsuhtd tuinia timiaia atahsha. TVtv


untsuüai tus: chiui tuó, chiui tuó ia timiaia. chihich" tuhach' aiaaú
tímiaia. Túruna timiais. Nuka tukrehiniah píúi awüu tim:iaia. hra
Núnhui waketkin rr¡¿ltntai Shuar núak aióna wehtúh ónentrin ,áiniawai
N unhuin, yurúmkan pénher tahustai tum.

2
M 11a. NUNKUI1'

Antes no existían los alimentos, y las mujeres se iban a las chacras.


Un día, una mujer vio que la corriente de un riachuelo a¡rastraba restos
de camotes y cáscaras de plátano. La muj^er sigUiendo el riachuelo hacia
arriba, llegó hasta donde una mujer se reÍa3.

Llegando a esta mujer, vio que lo que pensaba ser yurúmak4 ert rrn
niño gordo. cuando le pidió (a la mujer) que le diera el yurúmak le con-
testó:

-- ¡No es yurúmak ese que esüá echado! ¡llévate eso! (indicando al


niño).

Le entregó el niño gordo, diciéndole:

- Cuando llegues a tu casa, pídele que diga:


"¿Qué alimentos podía haber?, ¿qué madurosD podía hacer?"

Al llegar a la casa Ie hizo decir: "¿qué chicha podía haber?", y hu-


bo chicha que rebosaba en los recipientes, y afuera aparecieron los pro-
ductos.

El ma¡ido que había ido al trabajo venía muy cansado y fatigado.


Cuando éste llegó a la casa, la mujer muy solícita le brindó una rica y
abundante chicha que tenía preparada.

¿Y esto de dónde es?, preguntó é1.

85
- ¡Toma en silencio!
- Bueno. Y se tomó la chicha.

La mujer al irse a la chacra para limpiarla, encargó a los niños que


cuidaran a Núnkui. Los niños empezaron a deeir a Núnkui:

- Tenemos ganas de comer una cabeza, llama las cabezas.

v Núnkui hizo lo que le pedían, y así aparecían las cabezas de


Núnkui no llamaba. Y los nilros empeza-
lols twranchi!, $ue, en realidad,
ron a decirle:

- Mientes, que no llamas.

Al decir esto le tiraron la ceniza a los ojos. Entonces Núnkui lloró


mucho, salió afuera y subiéndose en un tronco llamó a zu mamá can-
tando:

"Guadtia, guadúa, ven a llevarme


para estar comiendo maní los dos.

Guadúa, guadúa, ven a llevarme,


para estar comiendo maní los dos".

Entonces, la punta de una guadua haciendo "sáaa"6, se inclinaba


para llevarse a Núnkui' .

La mujer que se hallaba en la chacra, notó que se nubló el cielo,


entonces regresó corriendo a la casa, y llegando preguntó:

-- ¿Y el niño?

Cuando la mujer vio al niño que estaba encima del tronco, cogió el
hacha, y en ese momento preciso, Núnkui se agarró de laguadua, y por el
hueco de ésta, se,fue debajo de la Tierra, haciendo nudosó.

La mujer cortó la guadua y cogió el shikímiákchirig. Los productos


desaparecieron y hubo nuevamente carestía de los alimentos. Afuera ha-
bía sólo plantas rastreras. Lo que era la pelma seconvirtió ensunkip;lo
que era wanchúp se convirtió en otras plantas dañinas (no se pueden co-

86
mer). Y cuando dijeron a Shikímiátchiri.que llamara a los productos,
éste solo decía:

- Chíu túa!, chíu túa!

Sólo alcanzó a transform& el chiki'y el ttrkaách'.

Las mujeres shualas, cüando andan en la huerüa, cantan '.anent" a


N(inkui, que vive debajo de la tierra, para que les dé buena cosecha.

I Informante: Rosa Tekamanch'. Corregido con K.

2 Nunhui: divinidad de la üiena, nombre de mujer. ser superior que entrega los
alimentos a los shuaras.

3 Jujajói: risa sólo de la mujer.

4 Yurúmah.. comida,término genérico.

5 Mduros,.plátanos.

6 Sóaa: el sonido de las hojas movidas por gl viento.

7 otras versiones de la misma leyenda: Núnkui traüaba de asirse pero no podía.

8 como le iba cortando con el hacha, Núnkui iba formando nudos en la guadua
para defenderse.

9 Cogió en el fondo como excremento. Orina.

87
M 12. "NUNKUI NT.'WE JINTfIA'''

Aishrin y urók nuw én surit ín timiaja núw an, fiira aishri wekaumataish
warijiáinh awít Aishri chichdruk nuwén tau:

Núwe akuuwórmataí améslt pa&íx wetó. :

Ayú! Tus, chíhich núwa ehichahí wénahui paüha\ patókar, ids.


Ahók téatete ja matxtmanurn jeó uúmas wqiaeúi. Tura wahétmmtai
níish weój tukarnó Núnkui puión wóinhia timiaja. Nuka wapík itús puió
timiaja. Núnkut- Warí urúhakmea óinh wekpm?. Núwa- Nuwe
surítruiniókui óint wekójai, wíshíkrin óiniawai. Tau timiqia. T\tra, muits
jírki, pinínknaha, ichínknaha, awajw timiaja, amamkunash, ashí... Tura
aishri wekóu tómatai, narnúk ekéntsmun júsa sú timiaja. Aíshrt-- Júsha.
Itiurhómuit? -Núwe- Takdmtak umartó. Tau timinia. Núihia nuweftka
arúmek najónak, chikiu ih* timinja. Túramtai, íiksan winióia naiótruahia
tuiniana. Atsó wish waitehahia tau timiaia. Nush tura timiai.

M 12. NUNKUI MUESTRA LA BUENA ARCILLA1

Había una mujer a la que no querían enseñarle el arte de hacer las


ollas2. Y sufría la pobre al no tener en qué cocinar, cuando su marido
le traía piezas cazadas.

Un día el marido le dijo:

- Mira, cuando se vayan las otras a traer la arcilla te vas tú también.

-: Bien.

Así fue como la mujer llegó hasta el lugar donde había arcilla. Las
mujeres entre charlas tumultuosas sacaban la arcilla. La mujer permane-
ció escondida hasta que regresaron las otras. Entonces al ir a coger la
arcilla enconlró a Núnkui que estaba sucia3.

Núnkui preguntó:

-- ¿Por qué andas así?

- Se ríen de mí, y me mezquinan la arcilla, dijo.

88
Núnkui le entregó
-
pinínk4, muits6, ichinkianí y otro más?. y así
regresó a la casa8.
El mismo día, cuando el marido regtesó de cacería, la mujer ya te-
nía la chicha en una recipiente de barro bien hecho, el que ofreció al
ma¡ido.

- ¿Y esto de dónde es?, dijo el marido.

- Toma en silencio, contestó la mujer.

Ella hacía rápidamente ("a montón")9.

Y las demás mujeres que le mezquinaban la arcilla y le molestaban


vinieron a rogarle para que les enseñara. Mas ella, en desquite, no les
enseñó.

ElIa contestó:

-- No, yo también solía sufrir.

1 Informanüe: Juana Yampaniak. Corregido con K.

2 Comentario de K.: [¿s otras mujeres que convivían con el marido.

3 comentario de K.: Nf¡nkui maldecía y recogía lo que había dejado las mujeres.

4 Pinính: plato para servir la comida.

5 Muits: vasija grande para guardar la cotnida.

6 lchinhian' olla para cocinar.

7 Recipiente grande para servir la comida.

8 comenta¡io de K.: Entonces Núnkui le mostró la mejor calidad de la arcilla,


también le enseñó a hacer las ollas.

9 comentario de K.: Núnkui le sopló la mano para darle habilidad. Núnkui maldi-
jo a las otras mujeres para que no pudieran hacer. por eso ellas rogaban a la
mujer que les hiciera.

89
M 12a. I'NUNKUI NLnilEN JINTIA"

Ptninhia intiókramtai ewejen kestraru timiai núwan, tura nuwe


tnnetm s.tsstn iniumatah úutsua amík chanhinü iukm nuuenam weu
timbi. Turu weój tuhamd, nuwe yajauchiri. utsnman anentrus ahai,
ahai enhea timfui. Nunha Núnkui timiai. Tum weatukam. Núnhui -
Uruhahmea óin weha¡n? Júsha óníusha nuwencha yóhi utsg'nkr- Ahai
sntsg timbi. Jeókmek najants íistó. Tau timiai. Jeó tó penhe nuwe
tujantramiun penkesha nehachu, ¡uianhi matsíhui, : Wmstunhamtaihhb
widtftianiaya, winiója najótruakia tus súinia timiaL Turuna timiai-

M 12a. NUNKUI ENSEÑA LA BUENA ARCILLA 1

Había una mujer que rompió un pínink, por lo cual le arreglaron la


arcilla y la entregaron en forma de trozos largos. Ella fue inupaz de ha-
cer nada con la arcilla. Luego de llorar am¿ügamente, cogió su chankin y
se fue en busca de arcilla. Cuando llegó al lugar, con sorpresa encontró a
Núnkui que sacaba la archilla buena de la mala y que se quejaba diciendo
a medida que cantaba su ánent:

¿Quién arrojaría la arcilla?

Núnkui al verla dijo:

¿Por qué estas andando así? Toma, ésta es la verdadera arcilla,


y en cuanto llegues a casa ponte a trabajar.

En tan poco tiempo, la mujer que nunca en su vida había hecho


una olla de barro, hizo tanta cantidad de ellas, que las otras mujeres, que
solían burlarse de ella, venían a rogarle para que les hiciera a ellas tam-
bién.

1 Informante: María Yamach'

90
M 13. TAKEAI{T
Yaunchu nuwa tsukari wait ja pujti timiaja, tura nú nuwa yurumha
yúaha tnhent chi iniasu. Nuka Nunkui weah raheanta ihiukin. Nu
Takeant yurumkachin untsú. Nuí tarím, nuwan júkiaru timiaja qjanam.
Nuka nérentniuka ajinkiachinia ekeneas, núha nu yurumkachi untsuók
untsúaj tusa, etsemsach ehemas:

Tahenta tahenta har kar


Tahenta tahenta har har
Sank tautmitia titiami kar har
Mama ewermasta titiamí
har har. . .
iótiminia, nunaka timiatu ehetur nuwa wishikiar iniatsararn initiani
wéah tuke menkóha timíaja. Turawar emenhóharu tiniu óiniawai
Taheantnaha.

M 13. TAAKEN (TAAKEAN)I' 2

Hubo un tiempo en qugcdtnenz¿uon a escasear los alimentos.

Había una mujer que los tenía en abundancia ya que estaba en su


poder una niña llamada Taákéan. Era ésta como una hija de Núnkui, la
cual, al-ots, h hlbía dejado y se apoderó de ella esa señora, envistade
que Táakéan tenía el poder de llamar los alimentos.

un día unas dos mujeres fueron a casa de esa señora con el fin de
pedir alimentos.

La señora accedió a llevarlas a la chacra para que las dos cogieran


los alimentos o productos que ellas desearen. La señora llevó consigo a
Táakéan y ésta, mientras las mujeres cogían los productos, como de
costumbre se subió en un tronquito y se puso a cantar de la siguiente
manera:

Tákénta Táakénta kárlkar! kár!


Táakénta Táakénta kár! kar! kar!
Saca la pelma, dile kár! kár ¡ kár!
Saca la yuca, dile kar! kár! kár!
Recoge el camote, dile kár! kár! I<iár!

9r
Tanta gracia ponía Táakén en su canto que causó risa a las dos mu-
jeres, las cuales al reírse avergonzaron a Táakéan, y ésta'avergonzada se
fue de este mundo para siempre.

I Mit<¡ corregido con T


2 Informante: Pitiur.

()l
M 13a. "TAKEAI{T"

S huar namp éran ¡na tsm t atimiaj a. Tura núw a nékachma, shíirmach
tó wea timiaja. Tumahui, júsh tuyan wóinchataish tó tusa mdsh chichó.*r,
yamóihia tswdrtnatai uhupkatai, emétatarum,- tuinia timiqia. Nuihia,
jantsé jantsemtihkiua. Mó penhé tsawantmahin, timiaia. Núikia nú núwa
nampeó timiaja:

Akuptustannea kar har har!


Tsawóntumqiai kar har har!
Nuyanha mó. penké tsawórmatai, shitiós ahupharu timiaia. Túmadu
patótuh íihi íiki wénana timiaia. Aia uúntnunwyi' turaaiórumwu,
twnímp' wajótar ajdmunam menkdhamtai iytíi tuhamó nuka takeant
pasúnkrintin nétan wainhiaru timiqia. Tura timiaia.

M 13a. TAKEAN1
Los shuar estaban celebrando una gran fiesta, y de pronto se notó
la presencia de una mujer desconocida muy hermosa.

(Todos se preguntaban de dónde aparecía tan bella mujer descono-


cida, y se pusieron de acuerdo para enviarla una vez amanecido. Baila-
ban y bailaban)z.

Al amanecer la mujer comenzó a cantar:

Suáltenme! kar! kar! kar!


amaneciendo estoy kar! kar! kar!

La soltaron, y ella se fue. Los otros iban viéndole, viéndole mientras


ella se perdía entre las plantas de twnimpó, pero la fueron siguiendo des-
de lejos, sin que ella-se diera cuenta de ser seguida.a

Se acercaron al sitio y co_n gran sorpresa encontraron a la mujer


transformada en la larva taheano, metida en unos tubitos que constituían
su casa.

1 Infr¡rmante: MarÍa Enriqueta Yanua. Corregido con K.

93
2 Comenta¡io de K.

3 Tnvimp.'yt¡ca.
4 comentario de T.: Era grande el d6seo de conocer el lugar o la ca¡a en que vi-
vl¡ tan hermosa mujer.
5 Tahean: lirrva que representa a N(rnkui, que no debe.ser mirada por los otros.

94
M 14. KATIP'
Yóunchuka, penhé yaunchuka óya "aiapen" timiaia nuu)anl
ajaprukmatai ajópen ninki tshatmar, ataksha ditkíasn nuatin timiaia,
ninki nudtak pampar nunisank ,atahsh' awaiú puiun, hatíp, arú
qidpemiiam nus tesm ikiana ikiuttú üri ewematnu, qia ieó wó! wó! itú
wekan, katíp tari: ¿Urukamtia uút wekam?

M - Urú ajapemjiam nuse ihia¡w ihíutd turutainiakui,wini tu wehaiai.

K : Urukamtai timiuwaitíatmesha jawti muntsuitiafinesha, urúkamtai


jurechuitiam, untka ikía' iuniniaitíatar imirú pampainiaitiai, winia
uchir isid waótsha, winia tiranhir iísia. wuítsek numi aiintiató
wi uieratiame, waótska, winin tiranhir iísia. Waót*k numi
ajintiatá wi uieratiame, wuútseh takuschatameash iurermin
óminih auka, pamparmin óminik, auha aishrumka aiaprarnim
óiniawai. Nui katíp untsuri hautha, iú wi apuchuncha ómea
timiuchuncha wí iu pampaichuhaitiai, tusa numi aiantiá uiúrer,
iís iuni jurerminiaitiatam aiapramniuiti, iu yamai i.areichnmek
tuÍil uchi penuntar, niiiatar atahsar nuikía nuse tesartuafuí,
tutai nusé tewró, iímiapanteh tesatá nakórah, pat, iu ameka
yuótd wi junaha yuatiai, tinia ihiuhmia, núnaka iawat ukatrur
tslc,tsur! awajena timiai hatíp. Tura nínkia nakarak susn ikiuók,
uchi atahsm ninkia wakethinia, ieamtai aishri chichóruk: ¿Itiuró
iurerumea? ¿Y.ú uiurtampram? Shuar uiurtulrui, shuar
ujurturarmatai winiaiai, núha auha hatíp yúawai tóiinia auka
hatipchaiti shuóraiti, tau timinia. Nui iinia iurutu puius, uchi
umuntwh tarnaitiat weú! jínia iurumuh, uchi umuntsh tamaitiat weú!
tséj! uchi jówa umuntsah, urúkamtai tómaitiatmesha imió antatsum,
umuntsuk wakethar wahetkar putít tsurin nuari tutái upuitua ikiudh
ninhia óishmank, nuwa nuihia munturtin. iasu timisia.Yau¡tchü íiUntri
tu pamparu.

M 14. MAMA RATONA1, 2

Antes las mujeres no sabían dar a luz, sólo se usaba para el parto el
sistema de cesáreas (y morían). Los hombres o maridos se encargaban de
amamantar al niño, ya que eran ellos los que tenían ese órgano, mas no
la mujer. El padre criaba a su hija y se casaba nuevamente con su hija.
Un día un marido dijo a su mujer:

95
Esta noche te voy a realizar la cesárea. Vete a la chacra y prye-
ba3 el maní que sembraste.

Se fue la mujer y llorando desconsoladamente por lo que iba a su-


ceder cumplía con lo indicado por su esposo. En eso apareció un ratón:

¿Por qué andas llorando? pregunto la ratona.


Después me van a hacer la cesárea, por eso estoy llorando.
¡Cómo! Si eres tan grandota; yo, que soy tan pequeñita, también
tengo muchos hijos. Mira mis hijos, allí están, mira mis nietos.
Tú puedes tener hijos y ',de gana',4 te van a hacer la cesárea.
Vamos a ver, j¡o te voy a enseñar. ¡Vamos, preparen todo! 5

Luego de preparar lo necesario, se le reunieron los ratones y reco-


giéndola entre todos, le hicieron dar a luz. Envolvieron al niño. le dieron
y le dijeron:

¿Ves? De gana te iban a aplicar la cesárea.


Bien, ahora dividela chacra de maní para nosotras también a
cambio de lo que te hemos enseñado. Así se hizo. Dijo la mu_
jer:

Toma tú, come esta parte y yo la otra parte.

Y así quedaron de acuerdo, La mujer vio cómo los ratones muy feli-
ces se pusieron a comer el maní.que les tocó en parte, pero también la
mujer no podía estar menos dichosa. Tomó con cariño a su niño y regre-
só a la casa.

cuando la mujer llegó a la casa con el betÉ en sus brazos, el hombre


asom bradísimo preguntó :

¿Cómo? Pudiste dar a luz!

Fueron unos shuar los que me ayudaron a dar aluz. Lo que


nosotros decimos que los ratones se comen el maní, no es, son
personas las que lo hacen.

El hombre no hacía caso a su mujer, la cual pedía diera de lactar al


bebe, ya que estaba cortando leña. Por la insistencia de la mujer, er hom-
bre se fastidió y arrancando sus senos se los tiró a la mujer, quedando así

96
el hombre con el papel de ser sólo hombre, y de no ser también madre
por tener los senos maternos. Así se criaron muchos niños y hubo menos
mortandad entre los shuarG.

Informante: Rafael Pujupat.

Mito corregido con T.

Probar: Ikianámu era dar comienzo, aprobar o haber comenzado ¡lgo, sobre to-
do referente a un alimento, golosina, etc. eon el fin de que se sirvieran también
los demás. De lo contrario, se les caen los dientes a los otros, si no come prime-
ro la que sembró.

Inútilmente.

Los demás ratones.

Por eso en las chacras de maní no se mata a los ratones, que se comen todo, y
"no han respetado" el comer sólo la mitad. La idea hay y la práctica era antes
general. (Comentario de T.).

97
M 15. WE

7;.,i.,; Emkaka, uunt turirsach' pujú, uchi wishiktai pujú, túrutai pujún,
nu,u)a, uchin ajursachin haancharmchin, nuya uchin akamasmataisha
úihims tsuwá timiaja, tsudtsuó wajds awqjkui nú nuwa nawantchirin,
susútai tsuarmar nuatrumkat, suaitai tus sús timiqia. T\tra sutla,m,
emka imiant ajuchin tau-tautus, nijiar, iush muchirincha kaancluíchincha
mash' nijb niiiatú najana, tautar irník numpinkbr wainmiatai, shikírak
amarmamtikiar mash', junash muuhchirinclw, tura núnaka pénker, tsuar
upujm timiaja. Apathuchi suóh shikichirijai shikiras ayarás ayuru
timbja, nuna ayards ayú óyurhua ma penker auka ópu shiirmach
tshatmaru timiaja, fira tsakatmarman, jú yamaislw urukniu aínia, ma
hasmruharu timiaja nuna, tsanirmathiar juru. Kiaru, nu aishman,
óniuitiat nud uchichi tshatmar uchichi niaha, tujínt jurunkín timiqja,
jurukmia yamaishn susatai tusa atak núninnianh súsata timiaja, nurwsh
suxrm nutihsnh tsuar pénher najórn nunash timiat'tusan tukatmaru,
ma nuisha atahsha tsanirmathin juruhiaru, túramsha nuish hajekcha
timiaja, hame niísha enentaimchamiashia. Unt núi hajeh, jimiara nuwa
jurunkim, nuydka "nempere" chicharha timiania "Nampera" chichnmh,
jea jeamu timiai, unt jean jeám, nú shuaran móshi ikinnha timiai nui,
tura nui ijiamta jwúrhin timiai juhiar ain, ijía iiiómhua tswó timiaya,
ijía üiámhua tffiwa timiaya, nuní nuari juhinniash móshi ikianhayi
shuaran jeen aimhia timiai, tura ijiómuh núna namperuk juna entsa
mashi iniaira timiai.

Ijía fiiamhua tsawah júaru timiaja ntmpertan: (Nampes) ttuinki


pujutaja! tuinhi pujutsja! (atahsha) Manhuss pujutaja! Mankuwsh
pujutaja! (atakslw) Tuinhi pujutaja. . . jó timiaja, tóka tókawu entsd mash
iniaira timiaja, juha We mashi iniairumu timiajanta, tímid timiathua óya
ctsawamu timiajanta, ma atash shiniuhainia aí: Turyawai tuwaytai
tsawawai tswawai
tuinki pujutaja
tuinhi pujutaja
Manhussh pujutaja
M anhusash puj u taj a. ...

Núnaka shuarqn mash' irúr, nuwó nuwana irúr, tsawósmatai, tútur-


tur! tútur-tutur ema maí awahea mdju timiaja, taha tókawea nuyónka
waiti pók! epeni tatarat! aunash waiti póh epeni tatnmt! Tswasmatai
tútur-tutur! mdh, tútur-tutur mak maí awahe móiu timiai, moi awahe
maju timini tsawasmatai, túruhar, turuksr, úrat iuarkin timiai, nu'nka,

98
iutw wémr wérar wetr! amcj*n tswóhui núnaha mash, yaw@tarih,
huchiniash, nuwannsh, alashniash mósh' yaruahu tytainti.
Tfu turuan, huin
nuwa qjamtin jinki wéaj tuhamd nuka kanintmók tuke hóya nojaruru.
Tura nu jui pujúati.

M 15. WE

Vivía un viejito que era sarnoso y de quien todos se burlaban y se


reían. Un día una mujer dio al viejito su hda, la cual tenía muchas niguas
en los pies y apenas era una niña. We tenía la cualidad de curar a los ni-
ños que se cortaban o tenían llagas, orinando en las heridas. Por eso la
mujer decidió entregarle a la hija, como en efecto lo hizo, diciéndole que
la curara y que cuando fuera grande se casara con ella.

Lo primero que hizo We fue bañar a la niña, luego Ie sacó todas las
niguas, y también le quitó las charras de la cabeza y, por último, le curó
las heridas orinándolas.

Cuando le daba la comida orinaba antes en los alimentos y así le


daba de comer.

Las esmeradas atenciones de We sanáron a la niña, y ésta creció co-


mo una mujer robusta y hermosa, que despertó la envidia de los hom-
bres, sobre todo de los jóvenes, quienes insultaban a We y le desprecia-
ban diciéndole que, no obstante ser viejo, feo y sarnoso tenía una mujer
tan hermosa.

Comenzaron a molestarla con el fin de ganarsie el amor de ella, co-


mo efectivamente sucedió; tuvieron relaciones sexualesr con ella, y
finalmente se la llevaron sin importarles nada lo que We podía decir o
hacer.

We no se diszustó en absoluto ni dio importancia al caso, y se desen-


tendió del todo.

Conociendo cómo curó y crió a la mujer que le quitaron, le dieron


otra niña, en similares condiciones que las anteriores.

Utilizando los mismos procedimientos que utilizó para con la ante-


rior niña, curó y crió nuevamente a la mujer que la habían dado, siendo

99
Primero construyó una gran casa y luego convocó a una gran fies-
ta a la que acudieron todos los shuar, incluso los individuos que le qui
taron las mujeres.

La casa se llenó de los shuar, nombres y mujeres, de perros, de


gallinas y puercos, y se dio comienzo a la gnn fiesta en las primeras
horas de la noche.

We bailaba muy animado y en sus cantos nombró todos los ríos,


de manera muy especial nombraba con insistencia el río Magkúsas (lu-
gar o río en que queda la mina de sal hoy día). Decía en su canto:

¿Dónde me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿,En qué Malkúsas me asentaré?
¿En qué Mankúsas me asentaré?
¿En qué Maqkúsas me asentaré?
¿En qué Mankúsas me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿En qué Mankúsas me asentaré?
¿En qué Mánkusas me asentaré?

Se siguió danzando y cantando hasta el amanecer, y cuando ya esta-


ba amaneciendo decía en su canto:

¡Está amaneciendo!
¡Está amaneciendo!
¡Está amaneciendo!
¡Esta amaneciendo!
¿Dónde me asentaré?
¿Dónde me asentaré?
¿En qué Mankúsas me asentaré?
¿En qué Mankúsas me asentaré?

100
ésta robusta y hermosa como la anterior. Nuevamente no faltó la envidia
y así como hicieron con la otra, le quitaron también a ésta. Pero tampo-
co esta vezbizo nada We, ni dio siquiera-pruebas de disgusto'

Era por demás rara la actitud de we; parecía que algo tramaba para
sus adentros y, efectivamente, así sucedió.

cuando ya cantó el gallo, comenzó adanzat con más ánimo, llevan-


do a la gente de un extremo a otro y produciendo al danza¡ un mido un
tanto eslruendoso. Luego cerró las puertas, y continuó danzando y can'
tando más aparatosamente, hasta que comenzó a producirse un temblor;
sembrando ei pánico entre todos los presentes. Y el rato menos pensando
desapareció cón todo en las entrañas de la tierra. En el momento del
temúlor una mujer encinta desesperada trató de salir de la casa quedando
atrapada en la puerta y se transformó en una piedra que todavía hoy en
día ie puede ver en el lugar Mayaíkius, como también hay allí huellas
de puercos impresos en las piedras.

De allí vino we y se asentó en Magkúsas, convertido en una manan-


tial de agua salada.

101
M 15¿ WE

We hatsekkaru timiaja, We aetmaku, yajauchichi susa timiqja,


nuwach yajauchichi súsa timiai, tura susom weéchi jitius, shikiras ayú
óyúrkua iwióra tíminyi tura pénker tshatmaru timiayi, nuha Weka
tsht ishirusu timinyi. Tura Ween tmtsr,ri jítiuó ihiatu timiaya tura ¡
ihiatam, itiurak jia tuu kashi tariar iínia timíaya tura We ma pehah
twét twét shíhiru timiaya, tura Wé nojórwh ikírak, tsrtlla,rí sua timiaya,
pai rurhuachi yuóta. Aj! shiki yúashi, aundk shihinióh ndjana tuinia
timiaya. Tura rwwqntri tómatai auslw Weéhai shihiaja auha, tútai atahsha
naw antri aw ókehin tim iaj a ahattur.

M 15a. WEl ' 2' 3

A We le insultaron. Le dieron una mujer enferma.

We le cocinaba la sal y le servía con algo. Después de darle cuidado-


sarnente de comer, se sanó. Así le hizo crecer sana.

l.llla tenía granos en el cuerpo.

We traía a la suegra la sal cocinada. Ella deseando conocer cómo We


cocinaba la sal, fue con otros y lo vieron. Había allí un montón sobre el
t'ual <¡rinó We y una vez hecho esto cubrió (las vasijas) y las entregó a la
sr-regra.

- Toma, suegrita, y come - dijo al darle.

- Ah! ¿Comemos la orina?

[,os otrr¡s dicen a la suegra, refiriéndose a We:

¿.A í,1 le dicen que de su orina hace la sal?

L.uand<l llegó la hija, su mamá le dijo:

liso no os sal . Es orina.

t02
Y después de darle varios consejos, le hizo regresar a su casa.

I Traducción de K.

2 We: sal.

3 Informante: Luis Juank.

103
M 16. TINCH'ENCUENTRA LA SAL1' 2
En una ocasión Tinch' salió con sus parientes a una cacería de mo-
nos y se quedaron a dormir en la selva donde había hecho un rancho.

Con gran sorpresa al día siguiente al amanecer escucharon el canto


de los gallos. Una vez que amaneció, bajaron al.río Mankúsas con el fin
de ver cuál era la familia que vivía por esos lugares tan apartados.

Encontraron unas gallinas y gallos que asustados al ver a los shuar,


corrieron en desbandada y entraron en la mina de sal. No encontrando
ninguna vivienda ni persona alguna, se acercaron a la mina y escucharon
el cacarear de las gallinas que salía de las profundidades de la mina, el
canto de los gallos, el ladrar de los perros, mujeres que llamaban a los
puercos y gritos de niños que jugaban. Todo eso era lo que We se llevó
después de la gran fiesta.

Así Tinch' encontró el manantial de agua salada de donde los shuar


comenzaron a coger, para luego, mediante el proceso de ebullición. ob-
tener la sal sólida y condimentar sus alimentos.

1 Mito corregido con T.

2 Informante: Pitiur.

104
M 17 "A[JJIJ''
Nantu, chinhí umpuntúwah Aújun, chicluiruh. "YutDí hatsunhu
íism awí pujatd! Tóna. Ayu! T\tra níi hatsunku yuó. Kuirchi óuti upúin
timiayi. Túrumun enkér suxúyi. Aujuka wenén putukrí aparu tímiai,
tutu. Júniniah tóie- Tana Nantu. Tum putirkd tsurintiarikiukclwmíashia
wéaktn. Tura Nantuka yahí wóka tutdinti. Yahí wdka uku¡wm Aúju:
Aishrud! Aishruó! Winian, Kurwmpe ahatw, tótar! tótar! wóhun ruiehan
tsupirar tantankasi tnióru timiai. T{tmmu nú núwe rwjdmku tutainti.

M 17. AUJU1

Nantu, al ir a soplar los p4jaros, dijo a su mujer Aúju:

- Espérame con unos zapallos maduros cocinados, a mi vuelta!

- Bueno!, dijo Aúju.

Cuando regresó Nantu, Aúju se comió los maduros, y sir-


-zapallos
vió zapallos tiernos. Aúju se había cocido la boca".

Disgustado Nantu dijo:

- ¿Acaso pedí zapallos tiernos?3

Y subió arriba4.

También Aúju, cargando todas sus cositas y objetos de cocina su-


bió arribao por donde había subido Nantu,llorando amargamente.:

- ¡Ay! ¡mi marido! ¡ay, mi marido!. . .

Kunampe cumpliendo lo dicho por Nantu, le cortó el bejuco, y


la pobre Aúju se precipitó nuevarnente a la tierra. Y los fragmentos de
la Aúju se transformaron en arcilla, diceno.

1 lnformante: Luis Sanchim Mamais. Corregido con K. Tenemos otra versión


proporcionada por el informante Eugenio Tseman, con muy pocas variantes.
En esta segunda versión, no es Nantu el marido de Aúju, sino Etsa.

105
2 Comentario de K.: Para decir después que con qué boca podía haber comido
los zapallos mbduros.

3 Comentario del informante: Al irse, tal vez le desgar6 la ropa.

4 Comentario de K.: Al cielo. Subían por una escalera de bejuco.Podían visita¡


a l,os seres bienaventurados. Después no fue posible porque el bejuc.o fue corta-
do por Etsa. Y esto lo recuerdan los shuaras cuando encuentran bejucos en la
monüaña.

5 Haeiendo sonar "tatar, tatar", 6egún la versión de E. Tseman

6 Se comió los zapallos maduros porque estába encinta. Al ser cortado el bejuco,
los fragmentos de la madre se convirtieron en arcilla buena, y los del niño
en arcilla mala y poco durable. (Comentario de K., narrado también por E.
Tseman).

t06
M 18. -JEMPE JINIA KASAII{KA
Yaunchu shuarka jínia tóhahclw as tsetsefuíi waítin órmia timiaia.
Jiniaha Tíheah tóhakuya timiaja. Tura Jempe atankitiai tu*, yúmi
sh.óka sfuúka jdrnurwm jiniar nú Takea jéen wóitiri kurikrir ió tepó timiaia.
Tum Tahea uchiri wainish:

Ayawó! juslw jempeachta tulg-, juhi jiniu aruniru timiaia. Tum


- jujúr,
nekachma uiuhe aka twruíh iiínki wé harnpuntniun iuí
juchót akd, aótuni kuclwt ahó ikiuhin timiaja. Tummunmayan shunr
iinia ochikiaru timiajo" Yóunchuka ti kampunin ümiaia tumsh ahó
keémarma asa kampunin ónin iwiku. T\tm shuar ii kaiinkiainh tuoc
kashi tuhe anamuk, tuhe utsusn óu óiniawaí.

M 18. JEMPE 1 ROBA,EL FUEGO2

Antes los shuar no tenía el fuego por lo que sufrían de frío. El fue-
go sólo tenía Tákea3. Los shuar comían los frutos siempre crudos. Jem-
pe se valió de un ardid para robar el fuego de Tákea que lo cuidaba celo-
samente.

En una lluvia torrencial, totalmente mojado, estaba aleteando junto


al desagüe de la puerta. Los hijos de Tákea lo encontraron y exclamaron:
"Miren ese picaflor".

Lo lleva¡on a la casa y le estaban secando. En un descuido de los


niños, el picaflor se secó completamente, se prendió la cola y salió volan-
do de la casa. Al pasar por la montalra prendió fuego de un lado a.otro de
la selva.

De esta manera los shuar pudieron tener el fuego. Antes se dice que
la montaña era muy tupida, pero por lo que se quemó gran parte, existen
claros en la selva.

Los shuar, para que no se apague el fuego, cuando se calientan por


la noche siempre arrojan nuevos leños y mantienen el fuego encendido
día y noche.

t07
1 Jempe:colibrí.

2 Traducción de K. Informante; Juan Wishum.

3 Túhea: un monstruo al que nadie puede acercarse sin ser devorado.

t08
M 19. YANKUAII{ Y YA SE TRASNFORT{A}I EN ESTRELLAS1

De los huevos que cogió y cuidó la mamá de los Yawá, nacieron dos
hermosos niños: Yánkuam y Yá.

A estos niños la mamá Yawá los tenía escondidos en el tumbado, y


cuando los hijos de ella salían a la cacería luego les bajaba, les daba de
comer, les hacía jugar, les enseñaba algo y luego de prodigarles todas las
atenciones los volvía a esconder, cuando sus hijos estaban pró-irnos a
llegar.

Crecieron Yánkuan y Yá fuertes y robustos, y también se hicieron


expertos en el manejo de la lanza.

Un día, cuando los Yawá salieron de cacería, Yánkuam y Yá les


tendieron una emboscada en un puente.

Asim^ismo, dejaron listo un acceso del cielo a la tierra, añadiendo


los Wóchiz. Venían los Yawá trayendo cada uno lo que había cazado,y
cuando todos estuvieron pasando ese puente, siguiendo las instruccio-
nes de Yánkuam y Yá, se arrancó misteriosamente (el puente), cayendo
los Yawá en el fondo de un barranco, donde estaban Yánkuam y Yá
quienes comenzaron a sembrar la muerte entre los aturdidos Yawás. Tan-
tos eran los Yawás que fue difícil exterminarlos; por eso, desistiendo del
cometido se fueron al cielo aganándose en los wáchi que habían coloca-
do. A medida que subían fueron quitando los wáchi, por lo que los de-
más tigres no les pudieron hacer nada. Allá en el cielo Y¡inkuam se t ¡s-
formó en Lucero y Yá en Estreüa.

1 Informante: Juan Wishun. Corregido con K.

2 Wóchi: flor de caña o de pindo.

109
M 20. KUJANCHAM TI IWIAR T[.]MAU

Kujanchmaha tí iwiartumauya timiaiq tura kaharmaitiaj,


mankórtiniaitíaj, umniuitíqi, wí warinia rujó rwjachminiaitiaj tus ni
arwj mari a nturam mash dentar iw iartumtuy a timini a. Turu ni arwj marmari
chicluúk! auslm nnntuslw imia shirtnachitia takui, akarha uturtiajme tusa
¡ueh nékamunmani wahs achiój tuhamó ewején aesa juíüaku timiaja.

Nui, hujaruhma ewejé peemka asa, Nantu¡w rnukusa peetar jwíku


timiaja, huj anchma ew ej é.

M 20. KUJANCHAM MUY JACTANCIOSO 1, 2

Kujancham era muy jactancioso y solía decir cuando estaba con su


prometida:

- Soy valiente! Puedo matar! Soy buen cazadort


¿Qué no puedo hacer yo?

- Qué luna tan hermosa - dijo su prometido-.

- Te traeré desprendiéndola dijo Kujancham.


-
utilizando un bejuco que unía el cielo con la tierra, subió por é1, y
cuando agarró la luna, se quemó la mano.

Como quedaron las señales de la mano de Kujancham, la luna quedó


con las manchas que hasta ahora conserva.

1 Traducción de K.

2 Informante: Juan Wisum.

110
MITOS SHUAR INCOMPLETOS o WARIAT.ITES PEQUEñAS

M 21. "JENCHAM''
Tura, nu jui twpaimtai ¡utsór nujín eperuis puití timiaia.

M 21. JENCHAM SE TRANSFORMA EN MURCIELAGO1

A Jéncham le salió en la nariz una especie de aditamento que él lo


tenía tapado2.

1 Informante: Rosa Tsapar. Corregido con K.

2 Se sugiere la transformación de Jéncham en murciélago.

M 21.a JEANCHAM

Numpa peeta,r wéo timíaja, tumakui ainhiar ejéwaru timiqja,


ijiamainia timiai ijiómuk warí tau chó?. . nusha nu jearrclw amukóru
hearnkar, numpe juasu nu najónnru esdhratin tiniu armaja.

M 21a. JENCHAML,2,3

Unos shuar siguiendo un camino en que había gotas de sangre lle-


garon hasta la casa de los Jencham, donde éstos estaban realizando una
gran fiesta. Los shuar exterminaron a los jencham y de las gotas de san-
gre se originaron los jencham que chupan sangre.

1 Mito corregido con T.

2 Jencham.'MurciéIago

3 Informante: Juan.

ltl
M 21.b JEENCHAM

Shuar, ijiamainiamurwm jeó timiaja, jaí auha ujajmaininh: aétsma


mankartuamtai! aétmma mankartuamtai! (atakslw) aétsmó
mankartuamtai iwia iwiakuana! aya twwanrnaitiajai anú ününpume,
urukamq ainiai kanú tepermamea! hanu timiaja.

M 21b. JENCHAM1

Un shuar llegó a donde estaban danzando los Jencham.

Allí cantaban los Jencham:

Así mismo cuando mate.

Así mismo cuand<¡ mate.


(Así otra vez, otravezl

Despierto, despierto.

Así voy a amanecerme,


solía decir (refiriéndose a otro que estaba durmiendo al lado)

¿Por qué estás durmiendo así?


Le seguía diciendo así.

1 Inl'ormante: Luis Juank.

t12
M 22. IPIAK SUAf.IUA

Ipíókiai Suarutaka wait ió yuiau, nugí takachu tuma o'n wait ió


yujau.

Nuwa ruitsa mai rwtsh puius iuiaiai! puiú armia timiaia, aiaru wear
rruimaiti tusar wawó pakarar atmiah ikianin órmia ümbia, tum awimslw
warin.

Chightrúiniqh ajanam werum warih tatórum tu weru tirniaia,tutuwe


tar (jd wern timiaja).

Aishmanh nwíthar, apatkush wari iníarha surusttí tau timiaia, ee


apatkunha awíiai ¡wruhtt tu wéa timiaia.

A- Apatkusha tí itiuramea?

N- N¿nÍúsua ékea! Turu wawash ítiur rnrukün. Turu warí apatuk a*n
iminsh' narichuit tusa aishmank werí urutdh iyd timiaia warí wówa!
Nui natsnkar panha, yantsaush au rwiórnkaru. Tum natsr iuiqiai
titiaj tuhamd: Kqi hó! hd! jasu tirniaja, tutv'chihichctw juiaiai tustqi
tukamó nuslw: iwí! julí iuí! jasu timinja.

Turu atahslta nuwa ajawru, tur nuatclwtai nuha wait iti yuiau.

Turu, Kunampurúhamtai tnuwash imió runtclwtainh tus nwítka


timiaja, nuatah puius: shaatw utaímmmiai, sQáa yamuikia iaí mai hupir
utitiarum! Tutai chanhinia juhi wénahui chiclwruiniah: slunna tuyurí
kupikiam enkeum nuyó shaa ishíchik hupikrum, clwnhinniumka mete
wajtsuk junichih jukitiarum! Ayú! tuinia timiaja wénnk.

Nuka shnana weruíniakui, ukunman wé niti nfuí ieó shamú iqí waió
timiaja. Tura nú nuwa juriar: Aj! iuruík hurwrnp slaa¡w etummmiai:
slwa hupiru utitiarum tó -Juha antú wajó timinjr- Aniusha! wamputs
ruiyó auslu slwrúslw unta utsammchiatclw stuía hupim utitfu¡am td
amuha ihiurhitió, tuinia ümiaja, tusa jujajai iainia timbia. Tum,
kakurhagi kupimr mash amukaru, nuha clwnkinnium mete rwióruwar
jukiaru.

Tura jintia winisr, haketa nanhamn ümiaja, warí ininkar, iníakar,


Stmnuanush, Ipiahnash iniahar, kakeahui júw tinhiarrnum enhekar,

ll3
jujai jush urunts júniawa, ¡wwótai tuinia timbja, nuka jurukar rnwówar
emenka jukitini tusa. Juka kurumpka wahethi tti, wesaclw ümiainis
¡uwechiri yukúkus pujómunam nu nuwa tséhe juru timiaja, túmmtai:

K SIUúa hupiwmek?

N Ee! Kupirjí!

K Wi üijana tímiatrusrumek amikiurum?

N Ea!

Tura, shaana iniamh enketar upujtusaru, túmaslw hajehu ów ywchu.


Turu hiakui jiinhi: jedr teentatti jearun iístaja, tau timiaja. Jurw paú
pemruk, au pau peémruh, jeó tentahi jó wehd timiaja. 'Urukamtai
hurumpsln jeó imia teenhiai wehainiaitia tuinia timíaja, tutumu Tsereha
yamnke perét! yarunhe perét! ja eketu timiaja. Tura arum twwak juna jeó
júj-tahin timiaja, arantsch upujs, timiaja, turu ariai nantóh atash shiniann
nui: suanua nantahniuapí tunke! suanua ¡wnfahniuapi tunhé! tún! tún!
wtiju timiaja, kurót shíntiaj tuhama aja juha janhik ajasmanum imiainia
timiaja, tum ur aia-iahua tswainia timiaja; tutu Mashu wi nuatrumkatjai
tusa i uh imiuu T sunú iniumhar, nuish mej éarar, nuhaj ap ím¡aikt ió yuj ai nia
timinja, túma tumahua. .

lV Urúhakrumea ainí yujórum?

S./
- Ámín winiaji!
1V Winí winiakrumha, wi jeórunhia yampurw ujuhe eketui. tura
yatsur Tsurui jintinhia ihianchim ujuh ehetui!

Nuha Tsunash antú wajó, tu chiclwkmatai wé yampurw ujuken ni


iintin lTsth! uhunn timiaja, tura Nayapi jintin ihianchim
ujuhen, ¡Tsik!
uhuruí tíminja.

Tura nuha nui wajas enentaimia wajd timíaja, tum juha juiti tum,
jú yampuna ujuké ehetui tusa Tsurw jintini, wqrmatai atahslw yawiía
timistrusank uhunó ihiukin timiaja. Nuka twmakan póna pana wedstm
itití timiaja:

N Nuwa winínian Nuhw (ewémamj nu) haunkaih?

t14
Nuk - Atwú! Kawthrclui!

N Yatsur Tsunainini ishinkiania auchuashit! Tsu¡wha nuka urihi


wefuí-wehatakua hdshi tau, wari yapi waithinclwruslw. Tum nuha
arum uriki achir yuiniah nuanha ajamtsuk - pujuwr: kókihria!
hakihria! M! uchichirun wínia rwnhatusu tuhumé tau timbja,
urihi yuók. Tura arum.

Nuh Uchichiru núwa


- 'shuartsukaitia haut¡amhami nui harwrhí! Turu nuha penke
tusa tsutw ateawar wasúrhw tffiutamr, aya
múchik, wainhiar, mejenhar tffiwatvru timiaya.

Nuhuri, nuha, tswar hanu tepan: Uchichiru nats-natsntu


wajtamu! tau timiaja, túró kurut shintiar: ruíntuitakin uúmi
jusan chát, tuma: Nuhu-nuhuru tunta-
- nuwaslw shinüaruru
tunta suruíhia tau tirniaiu.
-

Turu, Ipiáh, Su.anu.a, ukutwm jiínki tshinkiar nuha óinia¡w aun


japimiák ni, entu muúkni ja yujainia timiaja, tum skarji tuu Nayapi
jén utsinnwar nuí pujuinia ümiaja ataksln. Nu rwmaha ijiuasua ilí juslw
yó yatsur Tsúrw-tsunn mejaiwa! Enta nuwa kauttramkamijianta tau
timiaja nukurí.

Na - Wini tarum penher pujustai tahurmeka mairum shakrum penker


ajastarum! iíxlwttajrume! Tinia matssma nu Nayapi jeen
matsamin. Sahakmatai yama namaha suta nankammaitist, Nayspi
nukurin entsa tsuerjai imbiniar itiarah imió pujurur jupit
emenkókru.

Tum Nayap ¡wmaka ijiur tó, winia nuhurslw pujdwak?


lWaritiartin! Nukín tutai, hutanchininm "shirir" tau timinja.

Nuyóka nú nuhurí turutam hajeruk uhupraru tú¡amu nuihia


yujaxr / ¿Warín rwjórwkar warin aintiaj? tu yujainia timiaja.

A Naint twharu dujiash!

B Tumasha nuslu Suanua rwjónatmaru timinrwint arumd takur


na t sí n i pi ataic hpiash !

A Kaya tsakuwas aintiaj.

115
B Kaya ¡wjótwtmaru tuma akur ¡wtsn ipiataichpiash. Tuhini
yujainia timiaja. Antsu wish Suwa, amalw lpiak acÍwintmesh?
Nuha uruchi enketmartaia.

Ipinku ahaka usúmatja awajnnhur nuka shir aeclwmpash! Nú atai!


tusa nuha lpiakha huta pujus lpiah rujdrwru, Suwaha nuntenteha wajas
nnjanaru. Turu nuha nereh tatarkó jas wajan .waininh kurwmp uruchi
enhetmartaja tusa wdhun tapit achikia shuat yakam, clwi cluichi titiaj
tukamd: tsuj tsujtsuj! asu. Tura Nayapnias yaham clwi clwiclwi tukarrn:
chi chi chi jasu. Tipriiaruk ewema Kunnrnp Nayap jamru.

María Yamách'

M 22. IPTAK Y SUA1' 2

Ipiák y Sua eran dos mujeres hermanas, vagabundas y ociosas que


no sabían hacer nada. Ambas eran solteras y para reírse eran muy bue-
nas; en fin eran dos buenas coquetas.

Un shuar se casó con esas mujeres. Estas, diciendo que cocinaban la


yuca, se ponían a cor:inar la balsa (la balsa sin la corteza es blanca como
la yuc'a pelada) para el marido. Este, impaciente porque las mujeres de-
moraban en cocinar, les decía:

- ¿Eh? ¿Qué fue de la comida?

- Todavía no se cocina, respondían las mujeres.

Era obvio que la balsa no podía cocinarse en ningún momento. (Si


algo de comida tenían para ellas y para ofrecer a su marido, era de la que
las otras mujeres les regalaban, de cuando en cuando).

Una vez el marido, impaciente, fue a ver en la cocina lo que las mu-
jeres estaban cocinando y comprobó que eran pedazos de balsa, en lugar
de comida. Las mujeres avergonzadas, al tratar de reirse, la una se convir-
tió en Panka (especie de ave) y la otra en Yantsáush (especie de sapo).

Nuevamente se convirtieron en las mujeres Suwa e lpiák con las


que nadie deseaba casarse, y por eso vivían solteras.

116
En cierta ocasión, Kunámp (ardilla) se animó a casarse con las dos
mujeres y así lo hizo. Un día Kunrimp dijo a las dos mujeres:

- Sembré maíz y ya están buenos para comer. Vayan a coger_los


choclos. Cojan los pelos de choclo, pongan en la changuina" y
luego cojan un poco de choclo, sin llenar la changuina y lo
traen.

- Bueno!

Cuando salieron las mujeres, Kunámp tomando el atajo más corto


fue a esperarles, escondido cerca del maizal, con el fin de escuchar los
comentarios que podían hacer las mujeres.

Al llegar al maizal, las mujeres quedaron asombradas por la poca


extensión del mismo e hicieron el siguiente comentario:

- ¿Esto decía él que era un maizal?

- Ese de dos dientes4, de gana (inútilmente) nos manda a coger es-


ta poquedad, dijo la otra.

- ¡Vamos a coger todo lo que haya!

Diciendo eso, las mujeres se reían. Entonces Kunámp, disgustado


regresó a la casa.

En corto tiempo, las mujeres cogieron todos los pocos choclos que
hubo y regresaron a la casa. Durante el trayecto quedaron admiradas de
ver cómo las dos changuinas estaban repletas de choclos, a tal punto que
se desparramaban por el camino. En vano trataron de recoger y acomo-
dar los choclos, pues éstos aumentaban y caían en mayor cantidad por el
.camino.

Al fin llegaron las mujeres a la casa y Kunámp, disimulando bien su


salida les preguntó:

- ¿Cogieron los choclos?

- ¡Sí, cogimos!

117
- ¿Así como les indiqué?

- ¡sí!
Cuando las mujeres le ofrecieron los choclos cocinados, Kunámp
no se los comió, pues estaba muy disgustado por la actitud y mentira de
las mujeres.

Por la tarde salió de su casa y caminaba alrededor de ésta, viendo el !


estado de la misma con tanta indiferencia y tranquilidad que inquietó a
las mujeresS.

Mientras tanto Tsere, el hermano de Kunámp, en el interior de la


casa, hilaba una piola, también con suma tranquili{ad.

Al amanecer del día siguiente, Kunámp trasladó su casa dejando la


cama en que estaba dormidas las mujeres y comenzó a cantar:

- Suanua ¿te levantaste?'l'unké!

- Suanua ¿te levantaste? Tunké!


¡Tún! ¡Tún! ¡Tún! ¡Tún!
Ayer me dijeron de dos dientes tunké!
¡Tún! ¡Tún! ¡Tún! ¡Tún!

Se despertaron Ias mujeres al escuchar el canto, y grande fue su sor-


presa al encontrarse en medio de espinas.

Mashu6 les libró de las espinas y se casó con ellas, pero tampoco pu-
do soportarlas, mandándolas de la casa. Entonces ellas decidieren ir a
buscar a Nayap' para que les tomara como esposas. Nayap' era prototi-
po de hombre vago, feo, inútil y solía pasar embadurnado de lagañas.

Las mujeres encontraron a Nayap' que estaba pescando y Nayap'


les preguntó:

- ¿Qué es lo que esláis haciendo?

Ilstamos yendo a tu casa a buscarte.


Bueno, si es así escuchen: en el camino que va a mi casa, está

I l8
colocada una pluma de papagayo y por el camino que Va a la ca-
sa de mi hermáno Tsuna estrá cotocadá una pluma de Chicuán7.
¡Cuidado con equivocarse! ¡Sign!

Dio la casualidad que Tsuna que pasaba por ahí, alcanzí a escu-
char el diálogo de su hermano con las dos mujeres. Por eso se adelantó
y cambió las plumas, colocando en su camino la pluma del papagayo y
en el camino de zu hermano la pluma de ehicuán. Y esperó para ver el
resultado.

Cuando las mujeres siguieron el camino en que estaba colocada la


pluma de papagayo, Tsuna nuevamente colocó las plumas como antes.

Cuando Nayap' llegó a la casa, cargado de pescados preguntó a su


mamá:

- ¿Llegaron las mujeres que decían que venían aquí?

- iNo, no llegaron!

- Han de ser ésas que se fueron por el camino de mi hermano


Tsuna.

Tsuna regtesó al anochecer a la casa, porüando algunos canglejos.


La mamá cocinó los cangrejos y se pusieron a comer sin tomar en cuen-
ta a las dos mujeres. Luego, la mamá dijo a su hijo:

- ¡Hijo, hijito! vinieron unas mujeres buscándote; pues duerme


con ellas.

Tsuna se acostó en medio de las dos mujeres y ellas felices comen-


zaron a jugar con é1, creyendo que era una persona normal, embadur-
nándose de lagañas que emitían una pestilencia atroz, según se dieron
cuenta al día siguiente.

Ya de día, Tsuna seguía durmiendo en medio de las mujeres y la


mamá le despertó diciéndole:

- Hijo, me estás haciendo pasar vergüen ..


^8

119
Tsuna se sorprendió por estar durmiendo de día, se levantó, cogió
la bodequera y salió en precipitada car¡era, disqué a cacería. Mientras
tanto las mujeres se despertaron y como Tsuna ee había otvidado la ,.tun-
ta"o, pidió a distancia a la mamá que le llevara la "tunta". No deseaba
venir a cogerla él mismo, ya que no guería dcjarse ver de lias mujeres.

Dándose cuenta del estado en que se encontraban, Ipiák y Suanúa


salieron de la casa, se limpiaron con hojas, se baña¡on cuantas veces pu-
dieron, pero no lograron quitarse del todo el olor de las lagañas que 6e
habían impregnado en el cuerpo y en la ropa.

Por eso existen en la s€lva plantas apestosas, decimos los sl¡uar.

Luego, fueron a parar a la casa de Nayap' encontrando sólo a la


mamá y se quedaron allí.

Al llegar Nayap', cargado de pescado y aI percibir el olor, dijo:

- ¿Quién es el que apesta a mi hermano Tsuna?

- ¡Aaah! Vinieron buscándote unas mujeres, dijo la mamá.


Nayap'vio a dos mujeres que estaban llorando.

Si ustedes quieren quedarse en mi casa


- -les dijo- deben bañar-
bien y hacer desaparecer ese olor que tienen!
se

Ipiak y suwa vivieron en la casa de Nayap' tratadas con indiferen-


cia por la mamá de Nayap' y ni siquiera tomadas en cuenta por Nayap',
hasta que un día, al perder las mujeres el mal olor, Nayap' comenzó a
considerarlas, dándoles unos pescados, los más pequeños, para que coci-
naran y comieran. Los pescados más grandes eran para la mamá de
aquel.

Nayap' tenía la intención de casarse posteriormente con las dos


mujeres, por eso comenzó a considerarlas y, un día, mienüras iba de pes-
'
ca dijo:

- Voy a pescar: cuiden bien a mi mamá y báñenla con agua tibia.

120
una vez solias, colocaron la olla con agua, le hicierol sentar e ra ma-
má de Nayap' en un "¡u¿Átr'rlO y curiosas por saber qué eo lo qtre podía
suceder si no la bañaban en agua tibia, hinrieron el agua y la baña¡oñ.

cgmo la señora había sido hecha de c'era, se diluyé al insta¡rte.


cuando regreso Nayap' pregunto por su madre, pero lae muJeres no con-
testaron. Llamó a su mamá y alcanzó a escuchar en el "kután" unavoz
que decía: Shiríiiiir!

Nayap' disgusüindose les eacó de la casa[; y nuevamente la¡ mqj+


res comenzaron a vagar, sin rumbo cierto, pregu,ntándose entre ellas:

- ¿En qué nos convertiremos?

- Nos vamos a convertir en una gran montaña dijo la otra.


-
- Pero más tarde podrían reirse de nosotras diciendo que nos he-
mos convertido en montaña, y eso sería vergonzoso.

Y así vieron otras posibilidades de convertirse, hasta que dicidie-


ron ser plantas súa e Ipiák; para ello Ipiák se sentó y se cónvirtió en
planta Ipiák; Suwa se quedó parada convirtiéndose en plant¿ Súa. Por
eso, Ipiák es de poca altura y Suá más alta que lpiák.

Un día, al pasar por ahí Kunámp' y Nayap, vieron las plantas


Ipiak y Suá, bien cargadas y les llamó la atención. E,ntonces Kunámp'
diio: "Voy a coger el ipúk parqgdornam¡e la eara"ú¿. En cambio Na-
yap' dijo: "Voy a teñir mi "Itip'- con 6¡ia". Diciendo eso 8e n¡bie¡on.
'el
En momento en que Kunámp' cogía el fruto, ipiák le pintó, y al que-
re.r dqcir Kunámp: ¡chachai! ¡chaehai!, diio: ¡tqi! ¡t${!
itsr{! trans-
formóndose en ardilla.

Cuando Nayap' cogía el fruto, Súá le rasgó el ítip y t¡mbién quiso


decir: ¡chachai! pero dijo: chi, chi, chi! y se convirtió también en pája-
ro Nayap'l4

1 Mito corregido coa T.

l2l
2 Informanüe: Pitiur. De este mito tenemoe tres versiones. Publicamos dos.

3 Changuino.' Canasta de bejucos.

4 Se refieren a la ardilla con sus dos dientes salidos.

6 Planeaba la muerte de las mujeres, como se e4lica en la siguiente versión.

6 Mashu: un ave, especie de pavo.

7 Chicuón: ave comestible.

8 Pues el día ya estaba clareando y un shuar debe estar ya levant¿do.

9 T\tnta: Pedazo de guadua en que se guarda el algodón de las saetas.

lO Kutón: asie¡rt<.¡ hecho de un tronco de árbol.

11 Segirn el informante Chinkías en la tercera versión, "Nayap" suponiendo lo


su?edido tomó la lanza, cuando en eso huyeron las mujeres.

12 La planl,a sirve para adornarse la cara con rayas rojas.

L3 ltip: Pedazo de tela hecho con algodón para el hombre.

14 Nayap: tijereta.

r22
M 22u "SUAI.IUWA IPIAKNTIWA"

Ipiátjai, Súwa ruÍs¿ yujaxr Nayapí inhiunkóru timtui. - Wlnia


jéarui éstdrum, wfnia juruininka kawó ujuhé ówai, nuyd rsuwú jéeninhía
iki¿mchi ujuhé ówaL Tlnia ewémata tirniai. Tsuru antú wajó, tséhenkl
we nútw uren yapajió ihiuhin timbi. Núi núwaha, Ta,.truí jem wéaru
timiai. Nayaphia namahó ijiuasuó td nukurin chictuíruh: Núwa wtnilím
nuslw? Tau timbi. Néhatsusln?. Núka núwaha Tsuruí jéen mataírnas,
rwhitióinith, Nayapí jéen haúnkannatai. sahtíhtarum tusa ¡naturú timiai.
Matsótun wíüa nuhur jóhe etséeka imilítritiarum, tusa ihiúhimia. Ents
uhúut imiowar irníntruru timiai. Nayapkia rwmahd ijiúasu üí ínintru
t imiai. N ayap' - W ínia nuhursha?. N úw a- Aj ónam w éy i ! Y uiniawai. Nayap' -
Kilíja, nuhur timíaníchuja. Tusa "Nuhuachi" Tu untswm, kutanknumia,
shiri4 tau , ümiaL "Nukur manturtuarme" Tuffi,, mtíató tutai jínhiar
wéizru ümiaL Nayap' nuhurin rnantuawar atahslw, Kurwmpé jéen
waydwaru timíaja. Kurwmpha níii yachí Tsérejai pujd timiqia. Tum
jaúwarmatai, Junampe chichdruh" sluíaru utsammmaj nú kupinú utitúm
ruwútarum" ttrsa emémaru timiaja. Tiri uhupharuíitiat rruísh hupírar
júkiaru timiaja. Tuw jintió pópar, pówr, turu Kutwmpslw iüurfuirtin turg
wajói: "Aniuslw! nái wamputsmaknitn aush clmnhínbn rujóntruchiatclu
sluúa kupftia ititiarum" túu chichanna tuinia timiaju. Nuik, anturmamtk
jés waketútakin timiqia. Tutu tóa yachín Tséren chiclwruk: *Arum
iniamtíkmrtai Nayap' ipiórna utitiói mdawartai óniuslw utúkahu óanin
dinia. Ameha ampujai tintismaktin yómn, yarú ajatui,, tínia ikwúk weu
timiaja. Nuka, núwakq pópar, pópar hauwk awí eheruih, wóri. Wd!
wd! iniómk, Tsére enhetar júsa upújtusmash, Tséreha yútsuk, íimsan
yarónke peperét, íimsn peperét awaiú puitihui. ,,Aush Tsére warí
itiurhatniua óithiam" tuinia tímbja. Tvm aimcluíkui hnü íninttam
ehícfuúk : Muntsurmin mói tahasruha'ujahchñnjarmush. Tutai. Aíl
-Tum.
sunnúwa muntsurí iniahtusm takrís, nuyó, nútihun lpiakruúwanunclu
tahasú timiaja. Túmaslu etserkachu timiaia. Turu imü lninfivm chicluúh:
"Antsu muntsúchirmin mói essrwha ujahchóiüannush, tutai. umírkam:
"Wetór'um, mantamdwartatui. Kurwmpe, Nayapln ipilítaj n¡.& wéyi
tutai wear: "Warín ruió¡umi, túu yujót, Súwajai, Ipüh rujórwraru
tirniaja.

M22a.IPIAK Y SUA1

- súa
y éste
e Ipiák eran dos mujeres solteras. un día encontraron a Nayap
les d[io:

r23
- Sigan a mi casa; por el camino de mi caea está colocada una plu-
ma de lora, y por el de Tsuna hay una pluma de ikianchim.

Tsuna que había escuchando la conversación corrió y cambió las


plumas, y las mujeres llegaron a su c¿u¡a.

Nayap' al regresar de la cacería no encontró a las mujeres.

- ¿Dónde están las mujeres que vinieron?, preguntó Nayap' a su


madre.

- No sé,le dijo.

l,as mujeres no querían a Tsuna; entonces salieron de su casa y se


fueron donde Nayap'. Nayap' les puso allí hasta que les pasara el mal
olor adquirido en la casa de Tsuna.

Un día Nayap' antes de irse a pescar dijo que calentaran agua y ba'
ñaran a la mamá del é1. Las mujeres bañaron a la marrrá de Nayap' con
agua demasiado caliente y la diluyeron.

Después de haber clavado muchos p"c"r2, regresó y preguntó:

- ¿Y mi mamá?
- Se fue a la chacra, contestaron las mujeres.

- Ya debería estar de vuelta, ya está anocheciendo. Mi mamá no


acostumbra llegar tan tardeS

Dicho esto comenzó a llamarla, y como contestación escuchó una


vocesita que decía ¡shirir!. Nayap' dijo:

- Mataron a mi mamá!

Diciendo esto quiso matarlas (a lpiák y súa), más ellas salieron y


se fueron.

Como mataron a la mamá de Nayap'¿, quien vivía con su hermano


llamado Tsére, el KunamPe les dijo:

- Vayan y cosechen los choclos del maizal que hice para que hagan

r24
la chicha de maí25.

- Bueno!, dijeron ellas y se fueron.

Al llegar encontraron una extensión muy reducida de maizal6, En


cuestión de momentos las mqieres cogieron los choclo¡ y regresaban a la
casa. Durante el camino, las mazorcas empezaron a aumentar misteriosa-
mente de cantidad, de modo gue era imposible lleva¡ todo eco que erecía
cada vez más y se desbordaba de los cestos que cargaban. Entonces una
de ellas comentó:

- Ese sinvergüenza de dos dientes, no hace ni las changuinas para


llevar los choclos, y sin embargo nos manda a coger los choclos.

Kunampe que estaba espiando ese rato oyó el comentario, y muy


enojado regresó a la casa para decir a su hermano Tsére:

- ¡Oye! después vamos a matar a esas mujeres. Yo voy a llamar a


Nayap' para que nos ayude a matarlas; tú quédate hilando piolas
para amÍurar las salchichas que hemos de hacer con las tripas de
esas mujeres.

Dicho esto se marchó.

Llegaron las mujeres con los choclos que pudieron traer, cocinaron
rápidamente y se los ofrecieron a Tsére. Este les niraba y Eeguía tor-
ciendo las piolas. Entonces las mujeres preguntaron a Tsére:

- ¿Para qué hilas esas piolas?

Pero Tsére no contestaba; sin embargo ellas seguían insistiendo:

- Dinos, para qué hilas.

- ¡Está bien!, dijo Tsére, siempre y cuando me dejen tocar sus


senos.

Tsére topó los senos de Suá e lpiák, entonces las mujeres le dije-
ron:

- Ahora sí, avísanos para qué hilas esas piolas?

r25
Nuevamente, Tsére no cumplió su palabra. Ellas insistían:

- Pero, avísanos!

- Bien, les avisaÉ siempre y cuando me permitan dar un mordis-


co a sus senos' .

- Bueno.

Y así fue.

- Ahora sí, nos vas a decir para qué hilas esas piolas.

Y así fue como Tsére les avisó al fin.

- ¡Váyanse!, que las van a matar.

Entonces ellas se escaparon y se preguntaban:

- ¿En qué podríamos convertirnos?

- En Súa e lpiák, dijo una de ellas.

Y se transfonRaron en dichas plantas respectivamente9.

1 Informantes: María Yamach y luego María Rosario Mama. Coregido con K.

2 Con el shihít, lanceta para pesca.

3 Comentari<¡ de K.: el sol podía diluirle.

4 Comienza la inf<¡rmación de María Rosario Mama.

5 Comentario de K.lpero no vayan a coger todo el maizal, sino que cada una coja
un poquito y regresa rápidamente.

6 Comentario de K.: y cosechando todos los choclos que allí había, no habrían
llenado ni una changuina.

? Comentario de K.: Era tan poco lo que Tsére pedía, en comparación a la curiosi-
dad de las mujeres, que ellas accedieron rotundamente.

126
Comenta¡io de K.:
- ¡Oye! ¡avfeanoe! ¡dinor! pero
- A¡Bien! bien!, les dirú ¡in falta, con una condición.
- Voyver dinos.
- a tener relecior¡e¡ ¡e¡¡¡les con ustede¡,
- ¡Bueno!, con tal que nos avises.
- ¡Sf! ¡¡f!
comenta¡io de K.: ee cuonta que Ipiák se arodilló y súa estaba de pic cuando ¡e
hensforrraron celra de la ca¡c de quienes querrfan eruriin¡rla¡. Al prhcipto de-
cfen:

- ¿Nos convertiremos en planicier inmenrar?; páro no, de4u6r loa shua¡ nog
han de criticar.
- ¿Nos eonvertiiemos en montañ¡s inmensas?; pero no, deepuée los ghuar no¡
han de crlticar.

Por eso se transformaron en dos planüas (rtiles.

Kunampe al ver un achiote frondoso y bien maduro ¿visó a Nayap' que 6l iba
a teñir elitip' con el achiote. De igual forma, Nayap' dijo habor vi¡to una sr¡¡
(otra planta para teñir la ropa y sobre todo el pelo de eolor negro) y que iba
a cosechar. Los dos se fueron, Kunampe (ardilla) se zubfa.al achiotc, entonce¡
ésta abripndo uno de loe frutos le tiñd de rojo la espalda. Kunampe guiro decir
"chu! chu!"; pero sólo logró decir "chuj! chuj!" y se transformó en a¡dill¡.
A Nayip' le ¡ucedió algo semejante, pero Súa le rasgó gu camisa blanca y rc
tra¡¡formó en tijeretae debido e la rotu¡a de su camisa.

r27
M 23. YAKUMNAJANARU
Yakumka ydunchuka shwr óinia timiaia, turc auha rumpeno
matsmtus hama tsapó noieká tiniu armaia, niiiamaruh stnm! Tiniu
ónnaja.

M 23. CHU SE TBAT.ISFORMA EN MONO 1' 2

Se estaba celebrando una gran fiesta en que también participaba


Yakum Chu. Cuando le ofrecieron un pilche de chicha, tanta era el an-
sia que Chu tenía de tomar la chicha, que se tragó hasta el mismo pilche,
el cuatse le quedó atragantando en el cuello. Chu se tra¡rsformó en mono
del mismo nombre.

I Mito corregido con T.

2 lnformante: Shiki.

M 24. AYUMPUM UCHIRI JUA

Ayumpúm rwyaimpiniam puiús nuari nunka awemak tau timiqia:

Emkarn uchi íi. rnata tum niiiarnarrch' twwó ruíkarüó.

Nwha nunka taa puiús Kuiarrchmaiai wainisikia timiaia.


Kujarrchmaha tíi shirmauya ümiaia. Tuma asamtai wakeruhu timiaia.
Kujarchmaka níi iéeyarw ainih tuntui tuntui puiuya timbia. Aympúm
yahí pujús tuntui níi jeemain antua ümiaia. Tumak chiclwk tau timiaia:

Nush yakí jearuish tuntuirtwsh tuntuya. Tusa nunkó tóm timiaia.


Warí aya uchirí matsatunah wainhia timinia' Nuikia uchin inia
timiaja:

Nukush tuí we?

Nuhuha íi apari tauiai aiannm wéyi tuinia timiaia úchikia. Nuka íi


apari tauka inkia hajertamaii tuinia timbia.

r28
Jea tanhn urukainia tau timbja Ayumpúm.

Nuhuha, tókin aya amsmuhinnoh acúmui nijiamchin rll,r,tó turr'.


Aishmanha tuntuiniam achim wqwai tuinia timiaia.

Jója tau timiqia Ayumpúm.

Nulw rupia tii tsqsrin haharmachun enhethin; oishnurtú,tuha ütín


rupin mhethin timi4ja. Uchirinhia óshi yannhu timbjo" Tutna ntrehln
upujhin timiaja, nuna chicluruh tau timbia:

Nuku amekmeha chíanhar umushtwhttú. Ayumpúm uchirl yaruahi


wu yakí timiaja. Wóiniah, rumpesmu antuinia tímfuja:
Irishim irchim irshim irshim. Ayumpum uchirí chícluíruh:

Nu rumpearw nuha rcintiaiti. Iiuimp. Yahí jearum íi pujurminíam.


Tamaiüat Ikianchim íisu tímbja. Tutna ihiarchim rwja¡ur: Chihiua
chihiua, tstmtnum menhaka timinja. Ayumpúm uchirí chicluíh ttu
timiafu:

Ikia¡rchim najaruru aprí anturkach tu arurruí kusuí lhiuhi ümúia.

Tihich uchiinkia Aympúm tau timiaja:

I ni rap, a tu¡nslw twj arumirum.

Tamaitiat órusan iisip iíat timiaja. Iis: Ii ü ii, rwruhu ürníqia.


Ayumpúm hajek nurwsh uminhra timiqia. Iisip ivlitvp twhi aya rasntu
arwrnatd tusa íi ii ii ió tuma arumó. Kusuí tinb ihiuhín tim@a

Ayumpúm iimimp tarnaitiat Chinímp, rwjaruru timiaja. Nuka yahí


nannhu timiaja. Nuihia chihichih uchirí juahu tirniaja.
Iiwip íívlip hame
timiaja. Yahí jam ii pujumüum tau timhia. Yamsíhihio h.ata¿ntas
iyachu timiaja. TL¡nash nu irshim irchim irchim, tíi waheru ja aumtaí
anuch' iyó timiaja, Tumastá tukarna uhuhui rujarwru timiaja. Nuha
yahí ns¡uhu tirniaja. Ukukuí ukukuí tuhi menkaka timiqja Nui
Ayumpúm yuminkm timbja :

129
M 24. AYTIMPUM LLEVA A SUS HIJOSI

Eetando en el cielo, Ayumpum, al enviar I su esposa a la tierra dijo:

- Srgue adelante y ve a los niños. Prepara la chicha y espérame.

Una vez en la tierra se encontró con Kujanchamr.quien era muy


apuesto y por e¡ta razón se enamoraron los dos. Kujaneham pasaba to'
cando el tundutrzi como-si estuviera en su propia caaa. Avumpun, que te
encontraba todavía en el cielo, eecuchaba los sonidos del tur¡dui de ru
casa y comentó muy preocupado:

- ¿Quién será que en mi casa toca el tundui?

Preocupado bajó a la tierra. Llegó cuando estaban sólo los niños.


Preguntó a los niños:

- ¿A dónde se fue la mamá? Los niños le contestaron:

- Mamá se fue a la huerta con alguien que se hace pasar por nues'
tro papá. Este que se dice papá, no nos quiere, dijeron todos los
niños.

Ayumpum volvió a preguntar:

- Una vez en la casa, ¿qué es lo que hacen? Los niñoe afirmaron:

- Nuestra mamá, una vez en la casa, corre enseguida al amamuhS


para eervirle la chicha. Mientras tanto el hombre directamente se
dirige al tundui, para tocar.

- Bien, dijo el Ayumpum.

Dejó una culebra no muy venenosa a la muier; al hombie le colocó


una culebra muy venenosa llamada titinl,napi . Acto *guido se fue al
cielo llevando consigo a sus hijos, pero en la tierra dejó a una niña dicién-
dole:

- Si tienee pena de tu madie dale de tomar el zumo de chiankrap'4.

Ayumpum subía al cielo acompañado de todos sua hijos. Al comen'

130
?ar el ascenso escuchaban un canto melodioso de: Irshin, Irnhim, Irehim,
Irshim6.

Ayumpum dijo a sus hijos que aquello era un monte: "No lo vean,
diio. Cuando lleguen al cielo, podrán estar viendo todo lo que quieran".

A pesar de esta advertencia miró Ikianchim y acto seguido se trans-


formó en ave Ikianchino que cantandoz Chíkit;r-, chlhuio, dtilhhrr., *
perdió en l¡a maleza. Ayunpum maldijo a su h[io que por de¡obediente
ee había asÍ transformado.

.4,los otros hijos, Ayumpum volvió a deeirles:

- No miren, porque ustedes también pueden transformarse en al-


go.

Sin embargo, Isip miró y al momento de transfonnan¡e fue cantan-


do: ii, ii, ii, y voló. Ayumpum
enojado también le maldijo diciendo:
"Que no miren a Isrp', porque sólo sale a calentarse cuando sale el sol".

A pesar de que nuevamente Ayumpum dlio q sus hijos que no mira-


sen, al hacerlo alguien se transformó en chinimp'ó; éste voló a gran altu-
ra, porque estaban apro{mándose al ciqJo. En este momento sólo queda-
ba un hijo. EntoncesAyumpum, comenzó a repetirle: .,eue no miles,
que no mires, que no mires. Cuando estés en el eielo estarás viendo". Al
principio hacía todos los esfuerzos por no mira¡ nada. por el canto irre-
sistible de lrshim, iryhim, irshim, irshim, miró de reojo y al instante se
convirtió en uhuhuiv que voló por el firmamento, más que todas las de-
más aves. Cantando Ukukuir.ukukui, ukukui, ukukui,desapa¡eció por el
horizonte.

Ayumpum maldijo a éste diciendo: ..Los shuar digan, que cuando


cante por la maíranaukukui, sea presagio de la muerte de los niños y de
los jóvenes. Y de iguál forma, cuando cante pór la tarde, sea presagio de
la muerte de las personas mayores". Diciendo esto sopló su sentencia.
Ayumpum regresó solo al cielo.

I Narrado por K.

2 Túndui: Tambor hecho con el tronco del árbol shimiúü.

131
3 Pilche gtande para aewir la chicha.

4 Chiankrap': fruta de comer.

5 Ave de esüe mito.

6 lkianchim.' ave mediana, café, de tnal o buen agüero segrin el canto.

7 Isip: ave mediana de color plomo.

I Chínimp'.'palomito.

9 Uhuhui: ave de rapiña.

132
25" KUNKI JAPA PINKruIF,IN KASARKA.

Yaughu Jópaiai Kunki pujú armia timiqia. Japa, pinhiuljai umpwh


nuan tii itiauya timbja. Kúnhihia, peemjai warí nuaslu antutharuí
Kunhi, enentaimiar itiuruk iapa pinhiuirin kasp,rkaintia tus tnu timiqja:

Ihiaj nehapmam- ii.stai. Japa, ai tau timiaja. Kúnhikb, pinhiuin


umpuataj jwrhimia timiaja. Numiniam wakamia timbja, nuha shuar
óshi antukarch tuma yakí ekemas umpuimb timíaia.

Kunhi, nekachma rutmi írunmanurn tséhemia timiaja Jópastw,


hatsetkin aintia timiaja. Tstantnumani weah: Kunki hunki Hunki hunhi,
yahi wea tim¡a¡s.

Etu, yuminkra tirniqja. Tuwm, Kúnkihia chinhi rujaruru..ümiala.


Nunisnk úípastw Japa tujatwru timittja. Kúnhihia, hunhihuik¡
hunhihunki ajasu timisja núnisnh Jópaslw tséken ajasu timiaja. Nw
surimclntai meteh abanka nuathatin nútu shtmr nehawaruiti.

M 25. KUNKI ROBA LA FLAUTA DE JAPA1

Japaz tenía un pinkiuf y por medio de sus melodías atraía a las


mujeres; no así el pobre Kunkia que con su péem5 no podía hacer nada.
un día Kunki ideó un plan para arrebatar er pinkiuí aJ-apa, por lo que le
dijo:

- Cambiemos por un momento (las flautas) y protÉmoslas.

Japa accedió al pedido de Kunki. Kunki comenzó a tocar la melo-


día que le agradaba. se subió a la ra¡na de un árbol con el pretexto de
Taygr comodidad y altura para hacerse escuchar de todas las personas.
Kunki emprendió el salto de una rama a otra escapándose de Japa. Este
maldleiendo, corría a toda velocidad, y se lanzába a ü maleza donaé
runtri
continuaba tocando la flauta: Kunki kunki, kunki kunki6

Japa corría desesperado detús de Kunki para arrebatarle la flauta,


y éste se introdujo en las malezas más espesas donde seguía con su canto
característico: Kunki kunki, kunki kunki. Eüsa maldijo a los dos, por lo
que Japa se convirtió en venado que corre a gran velr¡nidad, y
Kuñki en
flautero que siempre cánta: Kunki Kunki, tuntri kunki?.

133
I Narrado por K.

2 JaPo wnado.

3 Plnhial: flauta.

4 Kunhi: ave fl¡utera.

5 Péem: Flauta pequeña con 5 huecos.

6 Kunhi hunhi: c¡nto armoniso.

7 Cqnenterio de K.: e¡üo en*fu ¡ los slrurr a no t€rer ervidi¡ de los de¡aá¡, y
saber que las mujeres deben er di¡ü¡ibüitt¡¡ equitativamoto cnt¡o todo¡ lo¡
shuer.

134
M 26. YAKAKUA. JEMPE
Ydkakuaha hóshik tuntaki tóh,óstai, tus wéarmía timiaja, nuha
tafuúchiat, aéntar taháwar turuüt! tusa hayan akake¡wh tuuu! idi! túuu!
iói! ajasw kaunin tírmin timiaja. Tum Jémpeha machitchin juhi we,
-t¡wchitia uhuruú hatar ihiuhi hashíh atakslw timiaia tauya. yurumharclw,
yóhahw imianhasha tahainiawai tusa ti nuhap iyúruinia, tum Jempenhá
ishichfk sú inia üm iaja.

Tum nehówar, yahahuanha sunhipía awi nuhap swi sü*,nt tum


Jempe tahósrnajaí tunimp' jurírum, wai ukuruímu wqjórc nui ayatih
irumru uha¡u ihiuhtíarurn, tutai, ríi tusa wéruh, yurumka nuhap awí,
tuumruísh nímrua ihiurhiaru. Tum Jémp;elia' eitwn¡nnn
jempe rwjórnru, tu, yóhahunsh kau¡wk nu sunkip awímiunumar wé
ywúwar
suerurm teremar rnnchi-rwnchikmakua yakakua rwjóruru.

Turu núwaka jeawar, Qja tahasma asamtai Jempe umirtsuk ishichkislw


aní ikiuktiai tusar arutui pujurtaru timiaja. wari a¡vmslw wanhtíkar,
wanhakar, nantuha, tur nu yantsóush ,hiüamajru ents umómstai!
tu* weu, tum Panha wislw tswtmanitjai tu& weu, tutv wqtnslw tsukin
!!!i"i aiahar, aia wankakar, wanhahar! nui rctmar' jujajói! titíaj tuka¡rui:
Yants,úushka: jwú! iwú! iuól pónkako,
ajasu, tutu üt-fuíl hól hó qiasu.
Tu rwjarwru timiqia.

M 26. JEMPE Y LOS YAKAKUA1

Los Yakakua2 solían mldrugar para ir a trabajar, pero, sin embargo


no hacían nada, sólo se divertían haciéndo despeñarló pi"ar"" y para
ha-
gue trabajaban hacían una gran argazan git¿nao: iuuu! jrái!
;t"t
fuuu!".tg:.r
Jar ¡" y retomaban a casa a punto de ocultarse el sol.

- Jempe4 en cambio se iba6 llevando un machetillo y en er lugar don-


de se había previsto hacer la chacra, clavaba el machetilio p"¡a que
él so-
lo se encargara de trabajar la chacra, según instrucciones'de Jámpe. y
Jempe retornaba muy temprano a la casa.

Las mujeres que estaban en esa casa, preferían en la comida a los


Yákakua diciendo que elos eran los más trabajadores,
a Jempe le servían una insignificancia.
;;; "" cambio

r35
Pero un día las mujeres llegaron a conocer ra realidad de los hechoe.
Entonces cocinaron sachapelmas para los Yákakua en castigo a su vagan-
cia. Jempe dijo a las mujeres:

- Vayan a sembrar la chacra! Pero hagan de esta manera: Lleven las


semillas y cojan y planten el wdi6 en medio de la chacra y al pie
de esa dejen las semillas y se vienen.

- Bueno!

Y se fueron luego de dejar preparando una abundante y rica comi-


da para Jémpe. Mas Jémpe tomó sólo agua y se transformó en colibrí. En
cambio, los Yákakua comieron las sachapelmas y comenzaron a sentir
comezón en el cuello; de tanto rescarse, de tanto rescarse se transfor-ma-
ron en las aves Yákakua. Mientras tanto las dos mujeres llegaron al lugar
y como vieron que la parte que estaba_trabajada era mínima, pensaron
sembrar un poco y se pusieron a hacerlo7.

Al ponerse a sembrar la chacra, ésta se ensanchaba y mientras más


se esforzaban, más se ensanchabaó. Entonces Yantsáush dijo:

- Tengo sed, voy a beber agua. Y se fue.

En cambio Pank dijo:

- Tengo necesidad de defecar.

Y diciendo eso se fueron las dos, pero a medida que caminaban se


ensanchaba cada vez más la extensión de la chacra y no podían alcanzar
los bordes de la misma. Entonces querían decir: Jujayái, jujayái!, pero
Yantsáush comenzó a decir: jua, jua! y se perdió (se transformó en sapo).
Y Panka diciendo: ka, ka, ka! se transformó en pájaro del mismo nom-
bre.

I Informante: Luis Juank . Corregido con K .

2 Especie de cuervo que va en bandadas.

J Comentari<.r de K.: P<¡r eso las mujeres creían que sí trabajaban.

136
4 Comentario de K.: En la misrna casa vivía tamblén Jernpe.

6 Comenta¡io de K.: má¡ tarde.

6 Wói: instrumento de chonta como una barreta, que sirve para sembrar.

7 Las mujeres van primero donde tnbaj¿ba Yákakua y ven que no se habfa hecho
nada; en cambio donde Jempe encontraron una gran claridad, prueba de que sf
habfa trabajado y asustadas resolvieron sembrar.

8 comentario de T.: Parecfa que ya terminaban, pero nada. r,ar mujeres e¡daban
y el calor las sofocaba.

r37
M 27. _TSEATIK NAJANARU
Yau¡uhu shuar eómutaj tusa wé menhík wehas, tathdmah, ts@tlhi
nujintri wainióh ywí Tsmtik rujdnaru timbja.

Luis Chump'

M 27. sE coNvI;TIo EN TsEATIKT, 2

Un shuar, al andar de cacería, se extravió. Al sentir hambre comió


el huevo de tsedtih y se convirtií en tseótih3 .

1 Traducción de K. Informante: Juan Wisum.

2 Tseótih: ave de rapifu rojita, cuello negro, Tseá, Tseá es su voz.

3 Al andar de cacerfa encontraron un nido que contenía huevos de tl'¡átik. Un


shuar dijo: voy a comer. [,os otros le dijeron que no, porque podfa convertir-
se en tseátik. A pesar de la advertencia, el shuar comió el huevo de tseátik.

El shuar comenzó a tomar ciertas actitudes diferentes a una persona por lo


que le preguntaron:

¿No comiste el huevo de Tseátik?

El hombre tuvo que decir la verdad. El shuar comenzó a decir:

Si tuviera hermanos y familiares, vendrían a apiadarse de mf .

La esposa, sus padres y hermanos le sostenfan de los brazos. De improviso la


esposa y los familiares quedaron con varias plumas en sus manos' cuando el
shuar se convirtió en tseátik y voló al espacio.

Tse.ítik comenzó a votar en círculo alrededor de zus familiares. (Relato de K.).

138
IV
EL TIGRE Y OTROS

M28...YAWA;
Yaurrehu, Shtnr halcórum Yawó awatin truíawantial tiniuya ümiqio.
TYm ruíse tuput ajóhui" numí juhín wéu timbja. Naintirch' ómatutm
wóha iyó ümbia" uúnt Yutó Jtmbr minüh¡.lo¡ís tepéru timiaio" Twnt-
taman ntmín tahúrin púiut awathin ümbfi. Ninhü¿ Arutmapítia tu.n,
rylca!. penhé y-aluan. Nuha awatim yaw,íit, ayantomn tepaú timiaja
tutính, tutu chlkichhia tú¡utai runchihiar íhiuhin ü^Wa. Nuyó nú
autótmbha nantatútahin ñtahslu tséhenhiyí. TUw ¡¡aíi tcéhe hamru, rruúí
nanha hamtu tumastü tuhamó iüprín hutút uhuinhin ümiaja" Nuho,
itíprit*ia warliiqú hammlniao tum nuka misú sunhipia itipín walaethin
ümbfuia.

M 28. UN SHUAR PELEA CON LOS TIGRES1

Era un shu¿r valiente que solía decir que era capajz de mata¡ a un
tigre a golpes. Este salió un día cuando hacía S¡¡úc vientoz. Llegó hasta
una loma, y de pronto vio dos trigres que, echados en el suelo, estaban
jugando. Entonces se acercó, ler¡antó el palo que tenía, y propihó un pa-
lazo a uno de ellos y lo dejó tendido. El shuar creyó gue era Arutam.
El otro tigre sin presentar pelea se escapó saltando amenazador por enci-
ma del shuar. Mientrae tanto, se recuperó el primer tigre, y comenzó a
atacar al shuar saltando de un lado a otro. El shuar perdió el dúdp'8, sin

139
embargo continuó peleando desnudo. Mas el tlgle al recibir un golpe en
la cabeza huyó ácobardado.

El shuar viendo su itip' convertido en andrqjos, se tapó con una ho'


ja de sachapelma4, y t"gresó a la casa.

1 Informante: Lui¡ Chumpi. Corregido con K .

2 Los üigres suelen s¡lir en estas tempeatades.

3 ltip': traje tfpico del hombre.

4 En shuar, sunkíp, variedad no comestible de la pelma.

140
M 29. "TSENKUTSEN YAWA'

Shwr itmhr yilehlnün ttm&¡t. Ttrm rui lhn¡wn, lóh úapalóag,mtd,


chftieh yrchi pénher. Chitthf umpuntutat fiiu weu chaun tdtn fi, LiÍet,
Itü hús aiwúntttuld. Nu lúa ucHr( trehartuü tur:
Ayawatuhittrtol f:uñ m¿i tuúha awqiótnb. Inüttumntarum, nwlllalrt
ttchutüumloúimp. Tvtnla ümtod uchfn. Tóhul tut lda tcpú nuwén
clüMrulr pinlnh ínhmú ?úhui emaip. Tíntu ahót ahatw ínüu ttniüa.
- Plnfnh inimtumü! -Atúl lttur alehntn tq@ayúfr. Anréh
yuóta. Ttnia ptnlnhian euté¡nachu tímlqia.

T\tm, nú Jfu teptfyat, arum tuwóhui, runtah.

-,lfi ehéetnatnthtó! Wftia t,úrcfiinha, yat&¿r qmhómutuh wtnia


núuarun, uchirun íyurniuj, Wtelw tuhurniuhalüai Tlnia nuih tsun
púlntian pulúw timida'- htm tuwtíhui, wéah. W&Jat. A¡am lnhlunüítia
hanusd, nuwen ttnia wéa timbia. Nuha we, ¡wshú tuhtúuLútltrrhid"
Yahum tuhú heút Jinhúó. Nutuh wahetútalehu, Nul ihühlrutrhó¡rcht
Turc yachiclw patátuhu timhia. Paütuh wfu, yóchl wuhl ¡Ímic,n antúru
timlaia. Nuha. Aa! Aa! Aa! tat ch/lhir,h muróya ,t,lorlme tsrúl Tuttl
aihíú timbia. Turumtdh nuíh wahethin J& ü.'Yatrr,rl,ttn yailhma alhlun
ihtuhlaí tau timlqla

Tum, etaórch emónloü, hanbú nuw¿nha er{t{ Éeill b.nün


tanú4 audthut, wlnlfuiapl tuu wúwdca watú ümbÍa. Íarl. punft uwó
nóhamu asa, tfirnatht. Warln futu tlmhla. Tuúhorlhl ltÉehth, yattun¿n
ya!úema óihmai, ttt¡r,, fyr, nú mdehu tuhumun wólnhta, chúutwlu
wainkia. Tum wéhar, wéhar, Yawd eslmiu wíintah nuih wshéthin
timtala. Tum shzr,run móeh iittómgn weriar, Jeórbr, nú ihiówmu tapón
iuhl, ehlnhlJal hahuhau wenuiyg1, Enhur, wditinlam hatú;ú rchú
iníáuru timbJo" I\try hóshí, yawó utwíh tuntún qiiíhmfial. N(t wóítta
dnin wjúru netuómun tetérct tét! Epéniaru utuóh tsntcún diÍhmatai.
Nú wdítia dnin rujóru netwímun tetérct téj! Epénbru timiala. Tarc
Tsenhútsen yaua\ mfuwaru tímt4ja.

M 29. EL TIGRE TESENKUTSENI' 2

Eran dos hetutanos, nmbos carador; y uno de eüos, al encontrarse

141
enfemo, ee vino a la ca¡a del herma¡ro3.

El herm¡no que ¡e enco¡traba sano 8e fue de caceri¡ a sopl¡r a los


Püa¡o¡ con lacerbatana, V regreoó carg¡do de pavoa y con un montón de .
monos, y les dejo en la casa. En eso los hiios dcl herm¡no enfermo ¡e
acercaron gritando:

- ¡Ha matado! ha matado!, diciendo así ios niños tocaban (las f


piezas cazadas).
El etruar que acababa de llegar de cacería increpó a zus sobrinos di-
ciéndoles con enojo:

- ¡Dejen de estar tocando!, cuidado con dañar la grasaa.

El otro qug se hallaba en ctr''a, al oir esto, ddo a zu eepostb,

- Si te dicen que lleves el piníího paradartecarne, no lo hagasT,


mañana iré yo de cacería.

Y avisándole aií, la dejó. Cuando le dderon que trajera elpininh'la


mujer contestó:

- Como no puedo tocat eso, puesto que doy de comer a mi esposo,


coman ustedess

Al amanecer el día siguiente, bien de mañana, se levantó el enfermo,


y pidió que le prendiera el fuego, y dijo:

- ¿Acaso cuando yo no estoy enfermo sé da¡ de comer de la


cacería de mi hermano a mi nujer, a mis hiios? Yo también sé
apuntar.

Empezó a poner el veneno en las flechas. Y al irse ddo:

- Me voy. Después encuéntrame en el río grande-

Y se fue.

Durante la cacería alcanzó a mata¡ algunas pavas, las colgó en una


rama de un a¡busto as¡a¡rándolas y continuó la cacerí4. Más al[í mató

r42
algunos monos cotos, e hizo lo mismo que con
las pavasg, y prosiguien-
do se fu_e más allá, se subió a un árbol y comenzó
u i-it"ióon gritos al
mono Washi.

El otro hermano le había seguido detrás, y cuando


se iba escuchó
la imitación que hacía el primero a los monos:

- Ah!. ah! ah! ah!

Desde los cerros un animal desconocido le


contestó:

- Tsani! Tsará! tsaná! tsará!

El hermano conté lo sucedido, cuando regresó a la


casa:

- A mi hermano le dejé cuando un animal desconocido le


contes_
tó10.

Por-la tarde, cuandoya estaba desapareciendo


. a la
jer playa del río grande. Entonces empezó a sonar
el sol, se fue su mu_
at ótro lado la
canoa: "tan, tan". Y ella se ddo entre sí: i.ya viene,',
ra-- porque estaba esperándole con el punuz.pero nadie
* ou* conten_
" llegó.
Al día
siguiente,-bien de mañanita, el hermano se fue al ver que
su hermano no había llegado, y encontró lo que había
zu her-
Tano; seguía caminando. como descubrió qo",tn tigre"-Á había mordi-
do a su hermano, regresó13

Entonces convocó a muchos shuar, llegaron al lugar y partiendo


los tro¡co_s de las palmeras que habían coúádo, hicierón,irr'g"*
co, dejando una sola entrada-, en_ell¿ metieron los restos ""r-
¿"r iaá¿*Ja,
colocando en horizontal un hugftuLí que servía de ala¡ma.

Por la noche vino el rsenkútsen yawd y al entrar hizo


sonar er
kunku. como estaba preparada la compuertá, ésta cayó y cerró (el
cer-
co). AsÍ mataron a la panteraro

I Informante Marfa Rosario Mama . Tenemoe nueve mitos distintos


sobre el tigre.
Corregido con K

143
Como la pentnra negta, salta de un árbol a otro y no anda por tierra, es peligro-
sísima.

Comentario de K.: con el propósito de que sus hijos coman carne,

Comentario de K.: cuidado con tocar la pi"r", po.q,l" al toearla da mala suer-
te y no se vuelve a cazat esas piezas.

Comentario de K.: Se resintió al escuch¿r la forma tan miserable de increpar a


sus hijos. Y dijo: " ¿Acaso yo, si no estoy enfermo, suelo esperar que mi herma-
no procure carne para mi mujer y mis hijos?"

Pinínkl pilche de barro cocido para poner los alimentos, caldo, yuca, carne.
n Comentario de K.: . . . y pon cualquier pretexto.

8 Comentario de K.: ciertos alimentos pueden causar daño al enfermo, y la perso-


na que le está cuidando no puede ni tocar, ni comer.

Comentario de K.: porque con eólo eso no regresaría. El informante sepregun-


ta: ¿por qué no regresaría rápidamente?

10 Comentario de K.: La mujer le contesta: Si algún animal le come o se pierde,


tú no debes lamentarte, porque tu hermano por lo que dijiste ayer se resintió
y se fue de cacería. El le contesta a la mujer: Yo no dijeesoporquemezquina-
ba, sino simplemente pa¡a que no tocaran la carne.

11 Comentario de K.: Vio bajar al hombre con la bodoquera, y desaparecer detrás


de Ia peña.

.J2 Punu.' recipiente cerrado con un simple hueco para guardar la chicha.

13 Otra versión: El hermano se va con la esposa y pasan al otro lado, y ven los res-
tos del hermano desparramados. La mujer quería gritar, pero el hermano le ta-
pó la boca (para que la pantera no sintiera). Arrastró a la mujer a la barca. [,a
pantera los siguió. Se arroja al río, pero no puede pasar, y se regr€sa.

14 Comentario de K.: Asimismo prepara con el mis¡no materi¿l usado para el cer-
co, una especie de compuerta pendiente de un.largo bejuco, que en el momen-
to preciso cerraría la única entrada y ultimaron los preparativos.

15 Kughu: caracol para tocar.

l6 Comenlario de K.: Cuentan que el hermano realizó la fiesta de la Tsantsa con la


cabeza de la pantera negla;pero, a consecuencia de esto se multiplicaron laspan-
teras negras.

El hermano vi<_¡ los palos entre los que saltaba la pantera, y empezó a imitar ah!
ah! ah!. La pantera contestó, y al saltar, fue acertada por la bodoquera. Mató
también a la otra pantera, pues suelen andar por parejas.

r44
I\{ 30. YAWA NI,]WA YUA

Entsa, núwa maman tsetsó mataítai, súu núkeya dnin enteá júehin
winilú timiaja. Tumai, uúntach' chicluík: "Au uurl yawd aníush iahehí
winió tau timia,ja. Tínia nínkia jed weu. uúntha wóitr, wóintmachiat
ü! Tusa iujaidí! Kóamainia timiaja, núwa mamó niiiti matsamsr. Tutu
nú uúnt yawó jahekí tarín núwaamukú timiaja.

M 30. EL TIGRE COME A LAS MUJERESI

Un día estaban unas mujeres en el río sacando la corteza de la yuca.


Una cosa venía río abajo como la hoja de un guarumboz. En eso una vie-
jita dijo:

- óQué es eso que parece un tigre?


.-- La viejita miente. Sin poder ver dice que vienen
tigres, dijeron las
¡Bderes mientras se reían de ella y seguían lavando la yuca.

En verded había sido un tigre, y ll,egando hasta las muieres l¡s co-
mió a todrsS.

Informante: Marfa. Cone$do con K,

2 Guarumbo..Planta con hojae.grires y suaves.

': 3 Comentario de K.: Hay que creer en los mayores porque ellos hablan con e:pe-
riencia.

t45
M 31. YAWA SE CASA CON UNA MUJER SHUABI

...Iba una mujer siguiendo a Etsa que se fue de la casa. Pero por más
esfuerzo que hizo no lo alcanzó.

La mujer llevaba consigo dos loras2 que le daban lae instrucciones


necesa¡ias para guiarse en la selva. Así, las loras decían:

- No comas esa fruta! Es la fruta de los tigres.

No comas esa fruta, es la fruta de los lwianch!.

Esta sí es buena fruta, etc.

Pero resulta que un día, un gavilán le robó una lora y se quedó con
la otra. Otro día, otro gavilán le robó la otra lora que le quedaba, y se
vio sola en la selva sin saber qué rumbo tomar, ni qué fruta comer.

Así anduvo Ia pobre mujer vagando en la selva sin nrmbo fijo,


hasta que un día, comiendo el Yawó NaiyamS comenzó a babear insis-
tentemente y no se podía corrtrolar.

En su vagabundeo fue a parar hasta la casa de los Yawá y allí en-


contró sólo a la manrá de los Yawá. Esta le dijo:

- Quédate aquí, pues tengo hijos solteros, uno de ellos que se case
contigo, ahora ellos están en cacería, ya vendrán.

Diciendo eso, la mujer le subió al tumbado donde había amontona-


das mazorcas de maí2. Allí Ia metió entre las mazorcas y le entregó un
recipiente para que allí pudiera echar sus babas y no las hiciera gotear.
Regresaron los Yawá trayendo mucha cacería, cocinaron la carne, y
cuando la estaban comiendo, la baba se había llenado en el recipiente y
rebosando goteó en el cuerpo de Japá Yawá;a este de un salto se subió aI
tumbado, atisbó entre las mazorcas, pero no encontró nada, entonces se
bajó. Y siguió comiendo junto con los demás.

Nuevamente volvió a gotear la baba, entonces esta vez subió a ver


YampinkiaS, escarbó entre las mazorcas y con gran sorpresa sacó de un
tirón a aquella mujer de entre las mazorcas; cuando se dispuso a morder-

t46
la zu mamá le dijo:

- No la muerdas! Pues ¿con quién te vas a casar?


Ahí tienes a la mujer con quien te vas a casar!

- Bueno! - y la dejó.

Así Yawá se casó con una mujer shuar. Cuando salieron todos en
diferentes direcciones para la cacería, la mamá de los Yawá d[io a la mu-
jer shuar:

- Mira! Cuando al regreso de^la cacería tu marido te pida sacarle o


desprenderle las garrapatas6 de su cuerpo hazlo con prontitud,
pero de esta manera: coge un poco de carbón con una mano y
con la otra saea las garrapatas, luego sin que se dé cuenta aroja
la garrapata; mordiendo el earbón que has de tener en la otra
mano, le harás creer que le sacas garrapatas y las muerdes.

En efecto, Yawá cuando regtesó de la cacería dijo a su mujer que le


sAcara y mordiera las garrapatas, a lo que la mujer accedió, siguiendo al
pie de la letra las instrucciones de zu suegra. Y Yawá se durmió. En un
momento dado la mujer se descuidó y sacando la garrapata la_mordió,
entonces inconscientemente la mujer hizo un gesto de repugnancia di-
ciendo: mmm! y escupió.

Disgustado Yawá se levantó y la mordió; lo mismo hicieron los de-


más Yawá despedazándola en cuestión de segundos. Como la mujer esta-
ba embarazada de Etsa, al ser despedazada, saüerondelvientreúhos dos
huevos, que cogiendo la mamá de los Yawá los guardó con mucho cui-
dado.

Informante: Juan wishum . corregido con K . Poseemos también otra versión con
pocos cambios que se indicarán.

2 Comentario de.K.: uno a cada lado del hombro.

3 Naiyam: fruta del üigre. La otra versión: Yawá Yaás.

4 Jaguar.

at Tigre muy feroz.

6 Los piojos, según la otra versión.

' 147
M32. -SAU
Sauka nuwen túkenqs tf ahasnwu¿a timíai, ajarwm wénutaielw,
niíslw werí jují tiniuya timiayi. Tum íímkiuihia: úniumslw tsónirum
tahakeamslw warí iimrumam tus machitjai muúhnum pisukax
awatniuya timiai. Nuikia penhesln pankatsuk uchi iniaswekainiuya
timiai. Tura qiórum wekan Unt Yawa tarí yuótqi tutai clwrd: Sauwa
Yawó yunúwai! j,úkui werí iniamruk nuíkia penker nuwen anent,
hatsúmclw najóruru timiai. Penker ajasu timini nuikia Sau.

2
M 32. SAU1'

Sau celaba en exceso a su esposa. Cuando ella se dirigía a la huerta,


él la seguía y silbaba. Si ella volvía a mirar, Sau enojado le decía: "Si
no tienes un amante, ¿por qué te vuelves?". Por esta taz6n le hizo varios
cortes en el cuero cabelludo con el machete. Ella siempre caminaba ca-
bizbaja y cargando a un niño.

Una vez cuando ella estaba en la huerta fue atacada por un tigre y
ella gritó: "Chará!!3 Sua, que el tigre me come!!".

Sau fue y la defendió del tigre. Desde ese momento la actitud de


Sau cambió radicalmente hacia su esposa, a la cual comenzó a amar y
nunca más volvió a pegarla.

Sau se convirtió en un hombre bueno4

Informante: Juan Wishum.

Traducción de K.

¿ Charó: grito de desesperación.

Relato <le K.: Para que Sau n<-¡ tuviera ninguna duda de zu fidelidad, la esposa
tenía los zapallos c<¡rtados en Ia base superior para llenar el agua lo más pron-
toyregesaracasa.

cuando sau estaba practicando ayunos en la casa, la esposa se fue a la huer-


ta cargando a sus espaldas a un niño grande. Siempre llevaba a sus espaldas
un ttiño para que Sau no le pegara mucho por temor a lastimar al niño. Cuan-
"

148
do ella estabaren li huerta el niño comenzó a darle golper en la epalda y a do-
cir: Apá, apá^. Ella no dio importancia, pensando que era otro de los trucos
de Sau para pegarle.

Pero al darse cuenta de la insistencia del niño, ella dijo para sf : .,Si me pega, que
me pegue". Miró de reojo y para su sorpresa vio como en una piedra gtande que
se encontraba en medio de la huerta, un tigte feroz estaba dispuesto a lanzarÉ
encima de ella.

Sin perder la calma, sacó dos yucas que las colocó atravesadas en la changuina
(chankín) para justificarse ante su esposo. Se ama¡¡ó fuerüemente el tarach'
para gue durante la pelea no se le cayera; con el wáil que tenfa en su mano de-
recha quiso asustar al tigre y gútó: Chái chaichai!!pero el tigre se lanzó sobre
ella. Era una pelea desigual, pero la mujer le asesüaba fuertes golpes en la nariz
por Io que el tigte comenzó a sangrar bastante. Ella peleaba contra el tigre yal
mismo tiempo retrocedÍa poco a poeo con dirección a la casa y pedía auxilio
a su esposo diciendo: !!Sau, el tigre me come!!

El tigre estaba cansado y jadeante y seguía absorbiendo la sangre que le fluía


bastante de la nariz. El tigfe intentaba sobrepasar a la mujer para morderla.

Sua, en esos momentos estaba orinando fuera de la casa, escuchó el grito de


auxilio que pedía su esposa. Fue üan violenta la reacción que s€ orinó en la
pierna cuando regresó a la casa para agarrar una lanza y emprender una veloz
carrera en defensa de su eeposa.

Las fuerzas le abandonaban a la mujer después de tantos golpes que le pegaba


el tigre. Sau comenzó a g¡itar: "Ya voy, ya voy. }J:azte a un lado". Llegó justo
cuando la mujer se desplomaba en un pequeño puente hecho de palos.

El niño salió del chankfn y se sentó en el puente. Sau, comenzó a pre¡iuntar:


"Dónde está el tigre" y ella indicando con el brazo decía: ,,por allí se va, por
allf se va".

Ella dijo a su esposo Sau: "Si antes solías pegarme ahora mátame, que quiero
descansar de una vez". "si te pegaba --espondió sau- ¿acaso era con el afán
de mata¡te?".

Desde entonces se dice que la actitud de sau cambió radical¡nente y fue un es-
poso amorogo y comprensivo con su eÉpo6a.

1 Papá, papá.

2 lY¿íi.' inshumento de labranza hecho de pambil o chonta.

149
M 33. KUARTAN YAWA NA.IANARU
Shwr aúmutaj twa wé wehos, huartan chblwn amihmú. Unt Yawa
rwiinar yfm ümWa.

M 33. KUARTAM1 SN TN.MSFONMA EN TIGRE2


'Uii imito ei ca¡rto de Kuartam.Kuartam
struar, al andar de cacería,
se convirtió en tigle que le comió3.

Kuartam: Sapo que vive en los árboles. Su canto: Kuartan-tan.

Ttaducción de K. Informante Juan Wishu¡r.

Narración de K .: Un shuar había ido de cacerfa junto con su esposa. Para pasar la
nOChe cOnStruye¡on Un ranCho; en eso glomen2argn a eSCUChar el cantO caracte-
rístico de Kuarüam: Kuartarn-tan, Kuartam-tam. Cuando el hoinbre quería imitar
a Kuartam, la mujer le dijo que no lo hiciera porque podría convertirse en tigre y
comerlos.

El hombre no hizo caao a st esposa e imitió a Kuartem diciendo:

-- A ver si me come! Kuartam-tam, Kuartam-tam-

Durante la noche crando edaban profundamente dormidos, Kuartam llegó al


rancho convertido en tigre. Mordió al hombre, quien no lanzó ningún grito.
comi¡i toda la mitad del cuerpo y abandonó el cadáver.

At día siguiente la sorpreca de la mujer fue muy g¡ande' tr muier ¡e a¡rnó de


valor y decidió matar 4 Kuartam. Tumbó el fubol donde Kuartam b noche an-
terior estaba canüando. Al caer el árbol cayó pesa{amente Kuartam, que tenía
la forma {e un sapo grande y el estómagp lleno, y apenas podía caminar lenta-
men[e.

La mujer con un rápido movimiento, cortó a Kuartam por la mitad, y de sr es-


tómago salieron pedazoc grandes del shuar que Kuartam había eomido o'

De esta forma logró veng¡r la muerte de su epos{) y- conoció que a Kuartam no


se le debe imitar. '

150
M. 84. SHUAR UUNT YAWA NA.IAT.IA

Shwr hahamm, íiiarma wehas, Aruttnan wainhia, fiima an uunt


yawa nqjarui wemía timiaJa. Nu chicluh: wi uunt yawa rwjarcJai tiniuya
timiüa, Nehasshit tusa nehata tahunneha Wtusa iiltatam, yó¡naihhia
shuar ¡wweh tuma amiumun¡naha uunt yawa tepetar wainkiattarme.
Tímia tirnbja.

Shtnr nehasashit tusa patu ün armb timiqja, tumaslu dshi nu


tuu ümiaka núninn wainkwqrmia timbja. Núnísn uunt yawa mm!
m¡n! mm! mm! jant aslwmnmaí anturuteannia timfuja.

Chikihclw, waitrus nuslw wislw uunt yawa rujatwjai, Arutman


wislu wainhiaiaí. Patas ii:tarum tau ümbja. Kashi hampunniunryaü
üíchik weuya timiaja. Tutnoslu warinh uunt yau)aslw ajaut, nehaska
Arutmanclw wainkiachuslw. Tuma a&, numi iinüa awanhrwnum nui
waha nnmpemia timiaja.

Chírichiriya yayajaitia, chírichiya yayajaitia m m ! m m !


Chírichiriya yayajaitia, chlrichiya yayaiaítia m m ! m m !

Shtmr waímiaktatusa jíntia aintíu weha, nú nuní'rumpe pUiat


payankjaiijitnh warí shunr iwiayachiatmeslw tuu pujam. Tau timiaja.
Nuha nehas Arutmapitia tusa tum timiaja. Tumaslw warí shuar tísa:
Aaaaah! jahmia koshi timi4ja.

Shwr atak nekawar nu wsitmn aya wishih artnia timiaja.

M 34. SHUAR QUE SE TRANSFORMABA EN TrcREl

un valiente shuar que había ayunado varios días y encontrado en


las cascadas de un río a Arutam, quien le había dado los poderes de
transforma¡se en tigre, solía decir en su comunidad:

- Yo me transformo en tigre. Si quieren comprobarlo, sigan mis pa-


sos y verán cómo las pisadas humanas al final se transforman er¡
pisadas de un tigre. Como las hierbas de Chírichiriz
,y voy rugien-
do como el tigre.

15r
Los shuar incrédulos seguían 8u8 pa8o8, y vieron todo lo que había
dicho aquel hombre y al aproximarse ellos a la selva escuchaban el rugirlo
de un tigre que daba miedo.

otro shuar afirmaba, igual que el primero, tener el poder de los


Arutam, y que también se transformaba en tigre. "si quieren comprobar
-decía- sigan mis pasos". Al anochecer salía este hombre por los cami-
nos solitarios de la selva. Pero en lugar de transformarse en tigre, se sen-
tó en el tronco que atravesaba el camino y comenzó a cantar:

- Quiero chírichiri. Quiero chírichiri: mm! mm!


Quiero chírichiri. Quiero chírichiri: mm! mm!

En el instante en que cantaba pasó otro shuar que recorría los ca-
minos en ayunas para encontrar a Arutam. Llevaba un payankg como
bastón y ui Uug". junto al que estaba cantando así, le dijo mientras le
golpeaba con el payanh:

a los shuar?
- áQué estás diciendo, en lugar de revelar los secretos

Dijo esto pensando que era un Arutam. Pero su sorpresa fue grande
porque el ser que creía que era un Arutam ,lanz6 un grito de dolor en
medio de la noche.

cuando los shuar conocieron la verdad de este hombre que afirma'


ba transformarse en tigre, todos se reían de é1.

I N¡r¡do por K.
Chírichiri: Hierba gra¡na' re¡nedio del mal de cabozl' cc aplrsta la flor y se toma'
2
Traga el tigre.

Payanh: pakr que los viajeror usan siempre.

r52
M 35. UUNT YAWA TAT.IKI'MAIT{U APARI YUA
Yaunchu Shtnr runriioi eamu wekas uunt yawa uchirí wainkiant
timiaja. Nuha jimiaruch ármb timiaja. Ntr,ha nu yawrchin wahqru
tóhmia ümínja. Tutnosha aishrinkia-takawip aparinkia each'
pujuiniatowsh tau timiaja, Yawochikia n\kurin untsuniak: miai miau
jéarmia timiaja, Nuikia aishmanka itiprínkía penher keat jinhiamamia
tímiaja. Uum'nianclu nunisn wariyaru aí urushjai supetamai timiAja.
Nuha uunt yawajai ijiuam chipiahaí tus. Nukuri tséke tóa shuamn
rwnten ajathimh tímiaja. Tuma shuarha me¡unt awajhimía tirniqia.
Shwrslr¿ uumi iai púsua púsua ijiumia timbja. Tuma maniki ajreta
tuhama uum ehípiakmia tímiaja. Núiain ijiur yawanha maarnia timiaja.
Pénker maatuin uunt yawa apari winimia timbja. Nu¡wsl¡c núnisn
uurn' chipíahuiai íjiur rruíamia timiaja.

Mdi uunt yawan m&r uchirinkia júkiannia timiqio. Chihichíh


jahamtai chftichih jwhmia timiaja. Nu tankumamu uunt qjasmia ümiqja,
ashammai ajasmia timiaja. Aparinhia aslumcluuya ürníaja. Eamuta
tu.s weakslu uunt yawanha tuke yawqjai juyó timinja. Yawd, hayuha4
haslwin, pakí aintiaiyahui, twhak twhak esainiuya timiaja. Esmtai
aishmanka tuke atanniuya timiqia. Ampujen uunt yawan suya timiqia.

Shtmmn aaitiahka hqieh tswarmia timiaja. Shwt*q atakslw


yawajai, uunt yawanh juhin qmuta tus wémía ümiaja. Yawaha phi
rwwe wainhiar jeteharmia timiaja. Uunt yawaka ataksln emruh esimia
timiaja. Shutr atankitia tutoi uunt yawaka kajemia timíaia. Aishman
osutiar atanhia timiaja. Shuarka póchitsuk uunt yawó kqieanht entaí jea
phin ajapen, ampujen uhuiniar maiemia timiaja. Uunt yawaka kayarum
waka ekemae íi puiumioí tímieia. Ampujercln uunt yawanha súschmia
hmiaja. Uunt yawa yahíya tsékenhi enimb timiaja. Yawaha aryri estim
úshi ju wakeh fiirmia timiqja. Jeanhan óshi ausln enentaimrurmia
ümbjo" warí yawa eemah tfurmatai. Uunt yawa tnchhui, núnisn
aishr¡lonslu. Entaú jeawar shuar esimiun wainhiaru timiaja. Warí ajapen
huclwhasí ytumu. Nantu aurarnrw ai uunt yawa tantanen jqip tau
aumtai, aukete twa üí pujutariniak' enheawar wnhioi iiíumr mdawaru
timiaja.

Shtmr tu jaha asmtai yawaka tanhumashminúoitii fiiu au uiniawai


shluo,rtihia.

r53
M 35. TIGRE DOMESTICADO COME AL SHUAR1

En una ocasión un shuar al andar de cacería acompañado de su es-


posa, encontró dos cachorros de tigre. La mujer se aficionó de los dos pe-
queños cachoritos, pero el esposo le dijo que no los tocara porque de-
bían estar muy cerca sus padres. Los pequeños comenzaron a decir:
miau, miau, miau, llamando a su madre. El shua¡ al darse cuenta del in-
minente peligro en que estaban se amarró bien el itip', y a los extremos
de la cerbatana colocó algodón para que cuando golpeara al tigre con la
cerbatana, ésta no se rompiera. Acto seguido apareció la tigre rugiendo y
saltó sobre el shuar, pero éste esquivó la acometida y comenzó a golpear
a la tigre con la cerbatana. Era una pelea desigual, pero el shuar por me-
dio de la cerbatana, mantenía a distancia a la tigre. Para su suerte, la
cerbatana se rompió, quedando con una punta aguda que facilitó la ma-
tanza de la tigre. No acababa aún de matar la tigte, cuando apareció el
padre tigre, que se lanzó en seguida sobre el shuar quien, sin mucha di-
ficultad, liquidó al tigre.

Una vez matados los dos tigres decidieron llevarse los pequeños
tigtes, pero uno de ellos se murió.

Con el transcurso del tiempo el cachorro se convirtió en un verda-


dero tigre que daba miedo a las personas, mas no así al shuar que le ha-
bía domesticado.

El shuar llevaba al tigre junto a los perros cuando se diriga de ca-


cería. Los perros perseguían una guatusa, saínos, guantas, etc. El tigre
se adelantaba para aguardar el paso del animal y se lanzaba para morder
la presa. El shuar le quitaba la presa sin mayores dificultades y siempre
arrojaba las tripas del animal al trigre.

Pero un día el tigre amaneció de mal h.umor y rugía dando miedo


a los presentes. El hombre decidió ir de cacería con el tigre y los perros.
Encontró las pisadas de los saínos, y los perros comenzaron a ladrar per-
siguiéndolos; el tigre empleó la misma táctica anterior para cuz,ar. Cuando
el shuar llegó al tigre para quitarle la pieza, él rugía amenazador, pero el
hombre le dio varios latigazos y le quitó la carne. El shuar, sin dar mucha
importancia a las amenazas del tigre, una vez llegado al río comenzí a
lavar las tripas sin darle nada al tigre. El tigre se subió a una piedra gran-
de y desde lo alto miraba todo lo que hacía el hombre. El tigre saltó
encima del shuar y le mordió. Los perros, al ver muerto a su amo, regre-

154
saron todos a la casa. Los miembros de la familia estaban preocupados
por el hecho de que llegaban adelantados los perros y todavía no llegaba
el tigre y el shuar. Pero al atardecer, el tigre regresó a casa con el estóma-
go voluminoso, y los familiares tuvieron un mal presentimiento. Fueron
al río y vieron cómo el shuar estaba muerto y comido por lamitad. Sin
mayores comentarios los shuar encerraron en la propia jaula al tigre y le
mataron a lanzazos]

1 Comentario de K.: los shuar, con eeta e:periencia, saben muy bien que no se
puede domesticar al tigre.

155
M 36. -KUJANCIIMA.TAI I.'I'NT YAWA
Sht'4r séntin órrnia timbia; Kuia¡rchmaiai Uunt Yawa: Nu shutr
Yawó wehós, tsy¡,tt¡t¿r penher ilgttsuh ¡¡nhipia utuhmiaru ümíqia Aüa
térer! ewehómary sín huia¡rchman uióh:

Y - Uruhahruk imia iiiótmatairui teremai?

K Craú!

Y Urúka¡uk menkóhatntiai simha?

K limata sikma. auha *úhsam menksiniuyi, *ruhsltai sik¡w?

Y Ai!

Turu yamankamtaíhkia eweiéiai stúuh! gúuh! awaihi, yaiumóri iai


túram, ihiattsan tói tutai, wtí mamikmiar ó ós: núi sfuíut! taun, uiuken
taj emtin huitkia tímiaja. Turamu nui huianclwm nuyó Yawó nniórwraru.
Tutu wéchias tu5¿ kujanclwm esds, tsapús! wuíchi iimtiatmon nuislw
nuji esti kuithin. Nui kuiarrclwm uiuhesh nuyd ¡utuiish ónin timiaio^
Turu Yawó ihiuki wématai, ukunman iiíni: Juimpfupi sirun uímiaia m
n1! tau ümiaia, waketruki tak tuhama wuinnm wayan síya waiu timbia.
Tum turakut, yantnjen upuiah pukuimin akmch aiahui iís ikiukin
tímia. Tura ihiukin ss urukahit.tuffi yaitmai iirkuta wéatiai tusa wéa
timiaja, tumai, timiain antursm iuímpiapi wirun aómiaia rn' m! ió
timiaja. Tuhí winian nókak estíh tseé! rruíku timiaia. Tu yapaimiaku
timiaja.

M 36. EL TIGRE Y EL ZORROI

Los shuar Uunt-Yawá y Kujáncham eran cuñados.

Un día, Uunt-Yawá andando de cacería defecó y por descuido se


limpió con hoja de sachapelma, comenzándole a producir una comezón
en el trasero.

Uunt-Yawá encontrándose con su cuñado Kujáncham le preguntó:

156
- ¿Por qué será que me da tanta comezón en el trasero?

- No sé.

- ¿Cómo puedo hacer desaparec.er esto?

- Eso pasa sobándolo! Vamos a sobarte cuñado.

- Bueno.

Entonces Kujáncham comenzó a sobar el trasero de Uunt-Yawá,


con las manos en un principio, pero, luego, sacando el pene comenzó a
introducirlo. Entonces Uunt-Yawá se reviró, pero no aleanzí a morder-
lo porque Kujáncham se metió en un hueco que ya tenía previsto. Sólo
alcanzí a morderle en el rabo y le peló. Y Uunt-Yawá se transformó en
tigre y Kujáncham enZowo.

Kujáncham creyó que ya se había ido Uunt-Yawá, comenzó a salir


y al asomarse por el hueco, Uunt-Yawá le mordió el hocico a Kujáncham,
pelándole. Con eso Kujáncham (Zorro) tiene tanto el rabo como tam-
bién el hocico pelados.

Cuando Uunt-Yawá cansado de esperar que saliera, se..iba ya, Ku-


jáncham salía del hueco y hacía memoria en voz alta diciendo:

- Aquí es donde me burlé de mi cuñado! m! m! m!

Regresaba Uunt-Yawá para morderle pero no alcanzaba a hacerlo,


porque Kujáncham volvía a meterse en el hueco. Y así sucedió por al-
gunas veces, hasta que Kujáncham reventando la substancia pestilente
que tiene en el trasero, comenzó a heder simulando estar muerto. Enton-
ces Yawá creyendo que ya se había muerto le dejó. Un día Uunt-Yawá
decidió echar una mirada al pasar por el lugar y al acercarse al sitio escu-
cha Kujáncham que decía:

- Aquí es donde me burlé de mi cuñado! m! m! m!

Esperándole Uunt-Yawá mató de un mordisco al pobre Kujáncham.


Así pudo desquitarse.

L Informante: Luis Juank. Corregido con K.

t57
M 37. _SHUAR CHUANKA NAT,TURI ATANTRA
Uhúrnat, chtmnk úniaru? Shusr haunkach tepetar ajamutwm, nui
etéfng tirnia, nuka tepana, chtnnk'hautearui, ukúmat kautruiwai, nuha
jahóruka pusut m! kamutanka, pusút! rn! Kamutank jatainia timiqia,
tura iwiakun pusút! iiia m! muitianka tau timiaja. Turu rwrnurin slwhtít
matssu ümiaia: tum slwnashrwnka dmeka aclwm utumtó ayaha ywími
tuwr ishia iku, tura nu chuank óinia auh mat*mtus, auka matsmtarw.
Tura matsmtus nantaru timiania turu nuslu itium iuhitin, núnha slwhat
matsakí, turu nuha shuar rutrnura atent¡u timiajanta, turu atrantmm
warijiain qímak yuót, penke kajia timbjanta.

Ukumat apach rwjów jed wayó timiaja, uchi matxntu tari:


chuankan rwmúri atant¡vru tuiniatu nú nehaxlwhait'

Ee! apach jui kayaka ikia¡wk pitiaknúm chumpismayi!

Uh - Tuimpiait tuimpiai

Uch - Enta jui ikiusmqja!

Píüak kwút uráh, iútakin timiania ma warí nííniun, ashir iitiaj ó


cluút ájasuslw wéak, jusan jasu, nui chuank parnpanku timiajanta atahslw.

M 3?. UN SHUAR ROBA LOS NAMUR1 A LOS CHUANK2, 3, 4

Una vez hubo un gran enfrentamiento armado y quedaron muchos


muertos desparramados en el lugar de los hechos.

Un shuar se sumó al número de los muertos y esperó que llegaran


los gallinazos chuank.

Comenzaron a llegar los chuank, depositando cada uno los namur


de la buena suerte. Uno de los chuank pegó un picotazo a uno de los
muertos y dijo: " ¡M mm! esto sí que es una sabrosura! ". Dio un pico-
tazo al shuar que simulaba estar muerto y ddo: "M M m! que asco!".
Cuando los chuank iniciaron el festín, el shuar se levantó en forma ines-
pe rada emitiendo un estruendoso grito que asustó a los chuank, los cua-
les al emprender el desesperado vuelo en desbandada, se olvidaron de los
narnur, piedrecitas de la buena suerte sin las cudles los chuank, no en-
contrarían carroña alguna.

158
El shuar recogió los namur y se los llevó a su casa.

Sin los narnur, los chuank estaban por extinguiree, cuando un


buen día, Yapu.o Ukúmat tomando la forma de una persona'se fue a la
casa del shuar que tenía los namur y encontrando sólo a los niños les
preguntó:

-- ¿Es cierto lo que dicen que han quitado los namur a los chuank?

- ¡Es cierto!_Papá trajo el otro día unas piedrecitas y las guardó


enel pitiahí .

- ¿Dónde está? ¡Vamos! dijo Yapu.

El inocente muchacho abrió el pitiak donde estaban los namur. ya-


pu los cogió mostrando el ánimo de admirarlas y en un momento inespe-
rado emprendió el vuelo llóvándose consigo los namur. Por eso no se
extinguieron los chuank.

1 Namu¡: piedrae de la cuerte, eapecie-te amuleto¡.

2 Chuanh: gallinazos.

3 Mito correg¡ido con T.

4 Informante: Jr¡¿n

5 Pitiah: canasta impermeable de bejucos y hojas secas, con tapa.

r59
M 37a. SHUAR CHUNKA NAIIIUBIM JLTKIN!

Nuha shunra maówaru ümíaja, turu nui shutr mómunotn, tamchi


juhin penúmar etenua tepesu timiaja núka, nui etema tepesu timbja.
Jahómutwm etema tepai, Uhurnat tu tu tú súpat pujurv timiai nui,
chikiclwsh tarin timiaja nui, tur haunhar, nÍtmum ashiniar nutsúiníah:
juha muitian waitmatai, juka 'amuank. waitmatai iainia timiaja. TVm
nutw penúmar tepan púsut ijiuhin tímiaja, tunturut ruíhin timiqia m!
júka muitianha tau timbja. Namum iukikii matswai tus, turc mash
tutnura matssmatai, ¡wntóruh: cluii! cluíicluiclwi! tau ümtaia; chtnnha
túputututut! mash yaki takuníyi, tururwmtai nui tumum utsn
itiutmbtai nui yerúaku ümiaja.
Tura nehdru asa, timüpai tux, takos iís weu timíaja wekasts
w&h, we, rwpi jakamurwm jéa, jary haurmanum jéa, turu nuru ikiwúk
chichich runnura tahas wé, póki yóma jamunam jed nunn iuhar; ni wó
yama jómunmash, nrtrnt mash wainiu tímiaja. Tuw ninkia kanar
wehtísatts weu ói; uchi itiamk upujkimiu, pujamurnn, nui chunnh mash
hajiniak ui ijiatmak hajiniak Ukumatrinakuptuhu timiaja. Apchia
núnín, pushi puju entsaru td chiclnh:

Jui chtnnha twmuri kasáru ümia nú nehasclnkait?

Jui winia apar chuanka narnuri kanóruij tusa ikiankamia,

Tuí, nush tui aa?

Jui ichinrwtwm epetma ówai!

Jusahia tutai, jusamtai iís, hame nekdpmar nekapmar mssh iis


amík, aó jiínkin timiaja aó, jinhiana ekemre ashi iimbs, iimias, Namum
juhi, nuihin: tu tu tu tu tú, nehas numi wentsímtinnium tóke ekemka
timiaja. Tsej auslu awdyit, tuinia tímiaja. Tu awakearu timiaja, nui
enenharu timínja mash kajínia, nui yamaikia enedraru timbja.

M 3?a. UN SHUAR ROBA LOS NAMUR A LOS CHUANKI

Habían muerto muchos shuar en la guerra y uno.se sumó al número


de los muertos acostándose en medio de los cuerpos sin vida, luego de ta-
parse con un tarachí2 .

160
Comenzaron a bajar aleteando los Chuónhg y cada uno iba pico-
teando y depositando el namura a medida que decíá:

- Este para encontrar ca¡roña.

- Este para encontrar una guatuza recién ahogada.

- Este para encontrar el sajino.

- ... etc.
p
cuando hübieron depositado su namur todos los chuánk, ajeiros a
lo que podía suceder, se pusieron a saborear las carnes podridas.

Dieron un picotazo al shuar, el cual gimió. Ellos dijeron: ..Este se


muevetto.

El shuar cuando vio que habían depositado todos.los namur, se le-


vanto y gritó:

- Chai, chaichaichai!

Los Chu¡ink se levantaron produciendo un ruido como:


Túputututut! o

Todos se levantaron.

El shuar recogió los namur y se los !evó. r,

Como supo lo que solían decir los chuánk, el shuar tocaba uno de
los namur, se iba a la cacería y encontraba una culebra muerta. Tocaba
otro, se iba y encontraba un venado muerto. Tocaba otro r
contraba un saíno muriéndose, lo remataba y se lo llevaba tffi:lH:f
Veía cómo morían los tigres,las perdices

cuando se fue a la cacería por varios días, mientras los niños esta-
ban solos llegó un chuank (ellos estaban rnuriéndose todos con diarrea).

Vino el jefe de tos Ctrurent con fisonomía humana , vestido con una
camisa blanca y preguntó a los niños:

r6l
- ¿Es cierto lo que dicen, que aquí han robado los namur a los
Chuank?

_ Sí!

- ¿Dónde están?

- Estrán guardados en el ichinkian!

Dijo al niño que los sacara y cuando éste los sacó, los cogió, vio y
contó los namur, salió afuera y emprendió el vuelo llevándoselos. Se
sentó en la rama de un árbol gigantesco. Los niños dijerbn: "Eso ha si-
dot'.

Y así los Chuánk recuperaron su namur. Se sanaron los Chuánk


que se estaban muriendo, y hoy en día los Chuánk tienen mucho cui-
dado con los namur.

1 Informante: Luis Juank. Conegido con K.


2 Tarachí: vestido de mujer.

3 Chuónk: Gallinazos

4 Namur: Piedra de buena suerte, especie de amuleto.

5 Está vivo,

6 Tomando la apariencia de un apach', abuelo, nos dice el informante Luis San-


chim Mamais en otra versión similar.

r62
M 38. "SHUAR PAKI NUAIKA''
Yauruhu, Sfunr untstrí pdhi hauruyí tútai iatéhtti tuu werüry
rehintíuh, tuwé amórhar apd apapéahua yaió swajsr, hintünuinüh,
iút hajíntai tusa óakmata puiúrcaru. Tumainiü, nú jírniarchih yachíjiai,
íijiai. umpó, itíuníh ishinhió ruíwe appettsa íig¡ ¡uhuéhar ihiutú, hts
wóatsek yatsúchí íistu, tusa iú¡uisn wéaru tímiaja. Chihích¡uha dhma
artturum tiar ihíuiniah, Tztm tuwen wóithbr, dchia, áchia, óchia timíai
amajuti, turu penhé hfakuí ¡ruíi! Júín óhrnahar haruírtai tuiniówai tul
yfuhi nu patótha: Yatwchí ahunú umató itiunúh ishinhió arcnchía júi
qís frstaj. Twa weriyl. Werí4 achírhuta, achírhuta, tumú¡¡uú, ínhiu
wíkaj tuharrui, nui núwa nuhó kúpíah waflítun tséhe iéarni, taních'
mukúsan péa. Yóhi, óuslu ya núwakit ttts tsehén ajóthin: Shtir,r'
Yditiam?. Núwr- Wítiuh!. Shwr- Yú pahi ishinhünía jú
wdinhiachumek?. Núwr ltiurkamu pdhüt?. Ptíhihi4 ataúja. Auha lI
winilíshi, íú yamdi hóunhashi, íi' tóiinia iúclwk tame, íí jui hórwhur
matuitoshí. Tutu wíkia iúí nukó kupikü jurumóislw. Shwr-Nepaskait.
Waitrutsmek?. Núwr At&ú! Iitji, póhichuitiilTau ümtaia. Tura, ruti,
Jd! tínia, warí núwash shíirmatw. Tu¡ms wmtai, truíimteh waherú
üú¡wíkiar pkét juruíihinrai. Tum, núwa ehicluih: "Wínia apórjai chiclwsü
tusa juain, póki núha nehapar iék! jéh iehl iék! ajünian, Shutr
antusmaka: Yóít! ytíit. Yó shuanúit! Tu.s tséhentaiñiawai, tumai. Núwr
Ataú! Apachi, ijiutrip, wí achinruíhjai, wí achinruíhjai, wí iniumkótiai
tusa, surímhia timiaja. Núikia tahumka íirmasfií tus ihiuma ajahürmatai
núwg núihía chíkích' ñki kajümurum juhí ftia iúi tepestói turu aépu
timiaja. Kashi ajapen tsetseóhin hunút shintiar, kaní haníjai, iíi hínta aió
wóiniuh, sút! urnpui arwrruítqi tuhamd phí hampurín hupét iüutuh.
Chúk! Chúk! jú ya aishmanha dithín tau timiaja. Nuka shu¿rha ü wé
tepesdi. Kashí hóshi yantakiar uúntrínkia' núi ruiharntiatjai tuvr. wérnatai,
chftichhia ukú¡wm ishiüu ümbja. Nui sht;r,rclu pachíniak wéswai.
Tumai júka yrchinkia apapéh íis, warí nui kqiínhiu, ütm nuyósh ruúwe
aintkinui hatwr nuyósh tbeu. Tséjl Al aíntkiua anwyanhach ihiuík,
wahétki. Nítt shuam ujóhar ipiómatawar, appéhar jatéru timiaja.
Ttitush nú shuar yawó awótar ishük ihiwík, aió timiaja. Tuma núihia
shuarslu ureru, punú tehú timíaja. Atahslw ipidmató jtmrkiyí, tura nu
uum yarui atukmian wóiniah nuha punú teh tujintidk atúkmian. Nuiapí
appénkw amayón ténta enhekar jatehóru ümiai. Tum, yawan awatar
úhumur wóketun pikinhia anilínhar, nu shwr winün tenta enhehar tí
kajedkui numijiai awótar achihiar wóithías iínhbw iq iuhiaru ümiqia.
Tura núka nui pujó puiókw atahslw shuar pénher ajasú timiaja. Nu
shwr póhi uruhniuit nuru másh! etsétu timbja.

163
M 38. UN SHUAR SE CASA CON UNA.MUJER PAKI1, 2

Al ver por Ias huellas que había bajado a lia comarca una gran can-
tidad de saínos, se juntaron muchos shuar y salieron en persecución para
matarlos. Para cazarlos salieron con los perros y siguierron las pisadas de
los saínos, y como les cogía la noche se aprestaban a pasarla por allí.
Estaban construyendo un akmakó. En eso un par de hermanos decidie-
ron seguir las pisadas un poco más, después de recomendar a los otros
que siguieran haciendo ranchos.

Los dos hermanos siguieron las pisadas, y como se alejaron mucho


del grupo decidieron acampar allí, pero uno de ellos dijo al otro:

- Hermano, tú estáte haciendo el rancho, yo voy a ver aquí cerca


por dónde se han ido los saínos. Dicho esto se fue.

Siguiendo las pisadas, se encontró con una mujer bella que cogía
hojas, se quedó quieto viendo a esa hermosa mujer y pensando quién
y cómo podía estar una mujer por esos lares y sobre todo a esa hora.
Al fin se decidió a acercarse para preguntarle:

- ¿Quién eres?

- Yo soy.

- ¿No has visto por dónde se fueron estos saínos?

- áQué saínos? No hay saínos por aquí, somos nosotras que veni-
mos, y como nos cogió la noche estamos preparándonos a dor-
' mir; yo vine a coger estas hojas para tenderlas; las demás están
haciendo los ranchos respectivos para pasar la noche.

- ¿Cierto? ¿No mientes?

- ¡No! Somos nosotras.

Repentinamente nació un amor entre ellos, entonces la mujer dijo


al shuar que debía hablar con su papá para casarse. En ese momento, mo-
vidos porel olor del hombre vinicron en tropel4 gritanclo: ¡Jek! ¡Jek!
que, según el shuar esuchaba, decía:

r64
- ¿Quién es? ¿Quién es? ¿De qué shuar se trata?

La mujer, en cambio, dijo:

- No papá. No le claves (la lanza). Yo lo cogí, yo lo cogí. Voy a


casarme con é1. Y lo mezquinóD para sí'

- Ve tú. Y se retiraron.

Entonces Ia mujer saíno llevó a dormir al shuar entre los demás


saínos y le dijo:

- Acostémonos aquí.

A media noche se levantó el shuar con frío, y como había un fo-


gón a su manera de ver, quiso calentarse. Por ello estiró el brazo medio
soñoliento y metió (el dedo) en el ano de un saíno que dormía. El saí-
no gritó:

- Chuk, chuk ¿Quién es el que hace esto a un hombre?

El shuar regresó a su puesto y se acostó.

El jefe de la manada a la madrugada dijo que les esperaría en un


lugar determinado y se fue.

Mientras tanto, el otro hermano preocupadísimo, siguió las pisa-


das de é1, llegó hasta donde habían dormido los saínos, siguió las pisa-
das y entre las pisadas de los saínos encontró las del hermano. Regre-
sando donde las demás dijo a los familiares que se había perdido el her-
mano y que posiblemente le habrían llevado los saínos.

Se juntaron los shuar y empezaron a perseguir con los penos a los


saínos, en el ánimo de rec,trperar al shuar, pero sin resultado, ya que el
shuar golpeaba a los perroso.

El shuar de tanto estar entre los saínos comenzó a encorvarse y a


llenarse de cerdas.

Nuevamente se organizó una persecusión con más gente y perros


de cacería, hasta que después de tanta persecusión, gracias a la bodoque-

165
ra que abandonó el shuar por estar ya encowado, encerraron al hombre,
medio saíno ya, y a palazos pudieron dominarle (pues estaba bravísi-
mo). Le ¿¡m¿uraron y le llévaron a la casa.

Después de estar mucho tiempo entre la gente, el hombre se volvió


otra vez como un shuar normal.

Y fue él quien contó las costumbres de los saínos 1

1 Póki: Sajino en el uso vulgar, saíno. Corregido con K.

2 Informante: Eugenio Tseman.

3 Cobertizo para pasar la noche.

4 Comentario de K.: los safnos, encabezados por el padre de la mujer saíno.

5 Lo guardó para sí.

6 Comentario de K.: matando a alguno de ellos.

7 Otros añaden -dice K.-: Como ya se casó con la mujer saíno gritaba como saf-
no, llorando porsu mujer. Ella le había dicho que podría comer cualquier car-
ne de saíno, menos de esa comunidad. En una nueva incursión de los saíno, los
shuar mataron a varios conocidos por el shuar-saíno. Le obligaron a comer esa
carne, por lo cual murió.

166
M 39. SHUABPANKI YUA
Mói yúchinniuk edmutaí tuw ha¡uír wéarmb timiaja. TVm jawar
uíhmah puju*úru. Tura hashín wear, qtmah, paki, yunkits, úó, awaclw
óiniaru óun eómak itíar penkósua hajinkiaru timiaja. Nutihv,n'hashi¡tclw
u)@r, tór, yurumótaj tusa rwmanhe ift¡rui warín! nush! ataú timiaja.
Tum yamanhamtaikkia pachisclwru, tum hashínclw nútihv,4 nuíhía
warin aithia tusa, yatsuchi. Yamaihia umhatai tus wés aiahir, wohethír
uúmruhar iístai warinhit tuinia ümiaja. Tus, tímiatrusn rwjóruwar
uúmruh ií wajatainia tüniaja. Ií wajatainíai, kampuwó kupíníahu huharu
wqjórnunnuya Panhi iiini mamanhe uíhniútnianh¡¡ush amúh, waya
timiaja atahsla. Auwd aítkia tusa, jínia juki hampuwón ahó íkiuíh,
aímhatni tus atakslw wearu timiaja. Turu arum kla¡ui ttíar iínia tírniqiq
warí pnki kahurkan kupiniar, yaí ajame, ppuhu rcnúh kunkun gjó
timiaja. Yuhí paótahu chiclwh:

1 - Yatsuchi tsukóm4jaí, hunhun jówai yuóttajai!

2 Atsaó! yuówaip!

Tómaitiat, uúk yw timíaia, tur ywú puius iúke arustn: Yatsuchi


hitíamajai tahuí, ent* ítíamaí wenpenhunnuyan nijiamchin sum timiaja,
turu atakslm ! atakslw ! jahui.

1 - Panhi tutmanhe yuóchumeh?


2 Ee! ywjai, turwlw ishíchih puúu ywiai! Tum tí hitiamahui
nijbmchi wenpenkunmayan s.utt stuhw amuhnwtai entsí
wahettú tímiaja puia. T'úrumaeh nuintiuslu hitiama timiaja. &ís
netatnmta takui, entsí asúntstwm juhí rwha aepas sr,sa netua aepn
timinya. Turum wanhahar, tantané wanhaka4 wanfuíhar unt ajreú
tímbya, turu yatanchi wetuí pótítiajaí tutai, txpón ikiuruh wahetkin
timiaya, Tum nuhs yachirtkia yaja ajav,i tantanénha únt ajas lpóuuu!
pitin nunha mash enetha timtaja. Tum twnHímasmatai núi werín iyu
timiajo, tupcdniam wampucltchia ónin enketu waíniah jukin; tum
yurumkrchi enhet wu timiaja turum nqhia ruípia ánin apúch ajrematai
ichínru¡um enhéa timiaja, nuyóha untaku ajosrnatai yurnirmat upujsa
timiajq 4ui upújas, chinhi tukuri ujunt wu tímiaja, tí unt ajahmiatai
yunhitun ujunta timiqia.

r67
Nuna uchiri nurur panhichi tuhe wwtrin armb timi4ja, tul
nékrchma uchí yua timiaja, tum yutuh nujómruamtai untri weu. Nui
hqieník, henhu atuha juhi, yumi íntiahar ta.tpih eteénruh inianha timiqia.
Tum panki dúp! achih muuhnum wí yumi intiahar, muúhetuh
intióhturja tuw rwjekam, enentainí¿m achih tsupih waithías hmnmatú
jiíni iahsmtai penam chinhiami jiinhin timiaia. Nuka, mesehmrwm, jí
arumtíwaip' tnmaitiat, yumiti jinior tsekur jinia arwmó kahurhns
hupiüar jaha timiaja.

M 39. UN SHUAR COME LA CARNE DE ANACONDA1, 2

Una vez dos hermanos se fueron de cacería por varios días. Al lle-
gar al sitio indicado construyeron un rancho para pasar la noche.. Al día
siguiente se fueron de cacería y lograron cazait: saíno, guatuza, perdiz
y otras aves que ahumaron. Pasaron la noche en el rancho. De igual
forma, al día siguiente se fueron de eaza y al regresar querían comer.
Pero su sorpresa fue grande al ver que no quedaba nada de lo que ha-
bía guardado.

Al principio no dieron importancia al asunto. Pero les sucedió igual


cosa en los días siguientes, por lo que comenzaton a preguntarse: "¿Qué
será lo que hace esto, hermano?". Entonces simularon ir de cacería, pe-
ro regresaron enseguida y se quedaron espiando en dirección al rancho.
Cuando estaban observando vieron cómo de un árbol seco y grueso se
colgaba la anaconda hasta el rancho, y después de cbmer toda la carne
desaparecía en el mismo árbol. "Ese es el que hace desaparecer la car-
ne", dijeron los hermanos, y acto seguido cogieron un tizón y lo deja-
ron prendido al árbol seco.

Ellos de nuevo emprendieron el viaje de cacería. Al atardecer re-


gresaron al rancho y comprobaron que el árbol había caído quemado
por el fuego. Allí mismo la anaconda estaba partida, quemada por el
fuego. Era una carne exquisita que desprendía un olor agndable, por
lo que el hermano menor dijo:

- Hermano, tengo hambre, siento un olor agladable, voy a comer.

- No, no comas!

A pesar de la advertc¡lcia comió escondido.

r68
Después de un instante de haber comido la carne, dijo a su herma-
no:

- Hermano, tengo sed.

El hennano mayor le sirvió la chicha con agua de un wenpehS. Al


darse cuenta de que el hermano nlenor seguía pidiendo chicha una y otra
vez le dijo:

- ¿No comiste la carne de la anaconda?

- Sí comí, pero comí un trozo pequeño.

Comenzó a tener una sed insaciable por lo que le seguía su herma-


no dando la chicha hasta que se terminó. Entonces comenzó a tomar
agua, pero la sed no se apagaba.

Dijo al hermano mayor que le colocara una s¿Ísa4; se acercó a un


riachuelo y colocó al hermano boca arriba para que el agua cayera en la
boca y la siguiera tomando. Entonces comenzó el hermano menor a en-
sancharse; el estómago comenzó a inflarse hasta hacerse grande. Cuando
se sintió mal, dijo: "Hermano vete, porque voy a reventar". Se alejó el
hermano mayor lo más que pudo, pero dejó antes un recipiente peque-
ño. Se agrandó tanto el estómago que se reventó produciendo un ruido
"Pauuu! ! " que cubrió toda la zona.

Después que pasó el peligro fue a ver, y encontró que en el recipien-


te que había colocado, había algo como un renacuajo al cual se lo llevó.
Solía depositar en el recipiente algo de comida.

Después de un tiempo tomó el animalito la forma de una serpiente,


por lo que tuvo que cambiar a otro recipiente más grande. Al fin tuvo
que dejarlo en el riachuelo que servía para lavar los productos alimenti-
cios. Entonces comenzó a arrojarle las aves que apuntaba con la cerbata-
na. Cuando se hizo más gnnde, ya no le arrojaba las aves sino una guatu-
za.

Los hijos de este shuar que la cuidaban con tanto esmero, al bañarse
siempre jugaban con este renacuajo que ahora tenía toda la apariencia cle
una verdadera anaconda. Atrapó a varios niños ¡r los comió.

169
Se produjo una lluvia, y ¡J crecer los ríos, se fue la anaconda a un
hondo más grande. Por esta nz6n tuvo iras el shuar, cortó una guadua
que afiló y llevaba consigo. De igual manera cortó una calabaza que se la
colocé en la cabezt, V s arrojó al hondo donde estaba este anaconda.
La anaconda le agarró en seguida creyendo que había roto la cabeza
verdadera (cuando en realidad había roto la calabaza) y se tragó al shuar.
El shuar logró agarrarse del corazón, que lo cortó con la guadua afilada
que había llevado. Después de varios sufrimientos, la anaconda cayó
muerta en la playa; el shuar efectuó un corte en el vientre y salió ileso.

Tuvo un zueño: alguien le diio que no se calentara en el fuego;


pero cuando regresó una vez mojado y con bastante frío, corrió para
calentarse, mas al secars€ se convirtió en pedazos y se rnurió6.

I Informante : Juan Wi¡¡m .

2 TYaducido por K.

3 Wenpenh: fruto como la sandía que, una vez extraída toda l¡ carne interior, se
uca para llevar la chicha, especialmente en los viajes.

Srisa: Un canal hecho con hoja o corteza de árbol para que el agua corra por ella
y caiga en forma de vertiente.

Otra variante: Cuando la anaconda tragó al shuar, éste se agarró del corazón de
ella. Acto seguido comenzó a cortar el corazón; la anaconda se retorcía. El can-
grejero le acompañaba como brujo, pero todo los intentos fueron vanos. El shua¡
no cesaba de cortar el corazón, La anaconda tuvo que ir río abajo y llegara las
profundidades de los grandes ríos para buscar a otros anacondas que le curasen
de su mal estado.

Llegando a la playa, murió allÍ. (K.).

r70
M 40. {HUBI'WIA UCHI YT'A

Shuar lwishniuma ijiarma tepa timbia, tura núwehaaiatumuseu ci,


uchí phishclumu óo tuhuru pujuinia timbja, nshuru püuínian
Churuwia iniantar uchi jitkin timbja. Tum tepyat ¡untahi wé haya
waruh timba! aiatre íyó timbjq tum warí rchirin chutúwb achinrchin
úhuja ümiaja Tura yóma utsumha as wawqim nuha chutúwiaht
rchirtiuh hutuhw iyah jóharu timbia.

M 40. EL AGT,TLA COME AL NIÑOI' 2

Un shuar había recibido los poderes de otro brujo por lo que ú-en-
contraba ayunando. Sú mujer se había ido a la huerta. Los niños sin cui-
dado de nadie se encontraban jugando fuera de la cair.En eso bqió el
águila y se llevó a un niño. El shuar tuvo que lwantarseS, zubió a un gan
peñasco y vio lo que zucedía. El águila sacaba a picotazos pedazos del
niño y seguía dando de comer a sus pichones.

El shuar, como había acabado de recibir los poderes de otro bmjo,


brujeó por medio de sus flechas invisibles al águila, y por eita razón ella
junto con sus pichones murió vomitando' .

I Inform¡nte: J"¡n Win¡m..

2 Traducclin de K.

3 Cuando se ayun¡ no se sale de la casa, y se está reco¡tado. No c debe recibir el


sol y la comida er erpecial.

Otros cuentan que el shuar e¡taba realizando el ayuno reqtectivo, para ser un
buen cazador. Siempre vefan al cóndor dirigirs a l¡ ¡etva donde agarrabo ¡ loe
monos y se eentabe en el horizonte en un gnn pefurco. Un dfa cu¡ndo los nifns
jugaban fuera de la cala, el águil¡ ¡o h¡bfa agarrado ningun¡ pre¡¡
tx)r lo que de-
ci'dió bei¡r al melo y agertó el nifb que gritaba dereperadamente pidiendo au-
rilio.Todo fue ü¡rde.
Un¡ vez en el gran polbeo, el águila desgarraba a picotazos la carne del tierno
niño y hacfa tregar loc pedazoc a *rr pichonee que ertaban bien gordoe.

El ¡huar preparó lss ftech¡s envenen¡das y con lr cerb¡t¡n¡ re dirigilt ¡ c¡za del
áSuil¡. M¡¡ como el pefiarco era in¡cce¡ible, derde cu ba¡e aopló vairias veces,
apuntando a todas las águilar. Después de un insüanüe los pichones comenzanon a
vomitar lo que habían comido, y acto seguido cafn muerüo¡.

t7r
El shuar prepgó una gtan escalera para reecatar.¡l menoc los hrreco¡ de su hijo,
pero no pudo'.

Los niños no deben juger afuera porqu€ lec puede suceder algo semejanüe (K .).

t72
M 41. SHUAR CHAIN PANKINIAM AJUNKU

Yaunchu Shtz¿,r eamu wekas chói jitiapchin, huncluúi wajamurwm


woinkia timiaja. Nuhurinkia nuho, huncluíi ywk waha pujtí tirniaja.
Shwr juhitia Attai clnichihia nukurin untsús timiaja. Nukurinhia,
hurcluúínmaya rwnten ajahin Shwrun wainkia timiaja. Cluíi tséhentam
Shwr numi jukin awateam, clnislw numijiai awatu timiaja. Shwrka
manttmtawapi tuso, numijiai awatim ióha nunik iwhu timiaia. Cluíihia
rcwapi. tttrla', júu jurah nujiniam, kuishnium, tsuhapnum chumpiru
timiaja. Nawenmaní achih japikin shtnr¡uha cluíi kampumniunrnayi
itn timiaje. Shwrka nu japiki iwm júun nujiyanlea, huishniumianka
uhuiüu timiaia. Tumasln ataksha cluíikia júun iurak enketu timbja.
Numi, ¡wint irunmanmaha shwrha túniaxn, uwejéjai achimwntsk
wéa timbia, nuha tuntupe hesatvi tus.

Tu¡na japía iapiahua entstwm eja timiaja. Nuihía tuu.ajuant


enbanam sinsiniunam wqiés sai taclumun untsúa timiaja: Saihma
namammin itiajd, tau timiaja. Panhihia muhen iiinia timiaja. Entsya
,swúq turutum jaiüa timiaja.
Shtnrha uruhi wajaun ta tus yaiüre pnhas iyó timiqio" Warí
Eukbhchiüam wajó timiaja, tumahui tuhut¡uk entsí aiw tími¿jo,
Cluíikia dya menhaha entstum ümfia. iVu soí tdwmuka wurí múi
akas¡ui mmanhen ajginia timbja. warí cluúi rw¡¡u¡rchirínkia apapu
menhaharu timbja

Shtnrha nui chükia óya haharmarijainkia awakkachmin tums íi


enentaírij iaí aw akkam niaiti tu nehainiawai.

M 41. UN SHUAR EMPUJA AL OSO EN EL AGUA

Un shuar al andar de cacería encontró un pequeño osito debajo de


un árbol de copal. Cuando se disponía a llevárselo, el osito comenzó a
llamar a su madre osa. La osa saltó desde la copa del árbol, y acto segui-
dó acudió al llamado de su cachorro, dándose cuenta enseguida de la pre-
sencia del shuar. La osa comenzó a atacar al horrÍbre, y éste cogió un tro-
zo de madera para golpear a la osa, mas ésta imitaba las misrnas actitudes
del shuar. El shuar al verse perdido fingió quedar como muerto al recibir

r73
un golpe. Entonces la osa recogiendo los musgos comenzó a tapar los ori-
ficios de la nariz,la boca, las orejas y el sobaco del shua¡ creyendo gue
estaba en realidad muerto. La osa le agarró por los pies y fue anastrán-
dolo por la selva. En el trayecto, el shuar sacaba los musgos que la osb le
había colocado en la nariz y los oídos, püo poder respirar y oir. Pero la
osa procedía a cubrir de nuevo con musgos la nariz y los oídos del ehuar.

En las protuberancias de tierra y troncos, el shuar se apoyaba con


las manos para evitar lastimaduras en la espalda.

Después de tanto caminar la osa llegó a una laguna muy honda. Sol-
tó al shuar ydesde el borde del barranco comenzó a llamar a zus dichos
cuñados diciendo: "Cuñados, les he traido la carne que tanto les gusta".
Como respuesta hubo el rugir de los tigres del agua y las anacondas aso-
maban sus cabezas.

El shuar levantó la cabeza con mucho sigilo para comprobar cómo


se encontraba la osa en el momento en que ésta conversaba, y vio cómo
estaba al borde del abismo, circunstancia que aprovechó el shuar para,
con un puntapié, arrojarla en el mismo. La osa lanzó un grito.aterrador,
pero todo fue tarde. Los dichos cuñados peleaban por la presa: sólo pro-
baron un bocado de la osa1.

1 De esta manera el shuar aprendió que a los osos no se puede veneer por medio
de la fuerza bruta, sino por la inteligencia humana (Comenüario de K.).

174
M 42 CHAI SHUARAN AYAMPRUKU

Yauruhu shtur, cluúi nukurin mantw, uchbhin juhintankumatqi


tusa juhín timiaja. Nu sltiyiapclw' juhimiu shuarnum puius, pénhei
tuharmía, tii uúnt jasmia timiaja. apari wukui tuhe uhu¡wm weuya
ümbja. Eamuta tuso, nnmakan achihta tum, aya imuta tusa wqhuislu
tuhe weuya timiaja. Shuar, ijiun achiakuinkia nünia ja ijiun yuya
ümbja. Tuma Shtnr emah umkuinkia, nínkia uhutwm ptas winís
ijiun shitiapchiti runchikiiiai etgentwr yuhí wininíuya ümiaja.

Shwr ernah wesa, yakuman woiniah tukuta tug. wun, uunt yawa,
ytmta tu.s shuanan tséhenhímb timiaja. Nuka uunt yswaha tíi hajen
timí4ja. shu¿rka uunt yawajai máa rnaniakua ¡¡ta esstah awajsom, nú ni
cluúi tanhumamurutm enentaimmia timiaja. Tl.uru cluíi untsumia timbja.
ctwikia, warl tséhe tamía tíniiaja. I|unt yawaka shuamn iniais, cluíin
tséhenkimb ümbjo Tumaslw, clwihiq hunturíjai pújua púitu awajmia
tímiaja. Numinhia, hókut kupit nújain huunt yawanka, awatmia timíaja.
Nutikun, twwejainhia tsuatan hutshín pér pé pér uunt yawan awajmia
timiaja. Turuhi, turuki uunt yawanka mtíamia timiqia. Nuü aparin
almmpruhmia timfuja.

M 42. UN OSO DEFIENDE A SU AMO

Un cazador shuar, en una oportunidad, mató a la osa madre y se


llevó al pequeño osito a la casa para domesticarlo.

Este osito, con el cuidado de la familia shuar, creció robusto hasta


hacerse un enonne oso.

Siempre acompañaba a su amo cuando iba de caza, de pesca o en


los paseos. cuando el hombre tumbaba los palmitos, el oso era el primero
que estaba junto a él para comer los cogollos del palmito. cuando el
hombre se adelantaba en la cacería, el oso venía atrás tumbando los pe-
queños palmitos con sus enormes brazos y, utilizando sus uñas, partía el
cogollo del palmito y se servía.

En una ocasión el shuar se adelantó para apuntar a los yakuml, pe-


ro a su paso le salió un tigre feroz que se lanzó sobre é1. El shuar comen-
zó a pelear con ese tigre. Después de varios trances de la lucha, el hombre

175
M 43. JAPA NUAN AISHRI AJAPA IKIUKMIAN JUKIN

Yaunchu, Shuar núa shinnan nuatha timiaja. Eamuta tuslr rruúi


iinhiarmb timioja. Aishman waitrua, tusuhankan tukutai iui waiasta tusa
hampumüuiwm awajhin timiaja. Nuha wóitm, nehaska tsanirin werak
tau tirniaja. Nwkq sapijmiantan juarhimia timiaja. Numichiníam waka
ehemgomía tímiaju Yu¡unkmihia tet jasmia timiaja. Tumai japa, tséheshe
nu nua ehetmanun wajasmia timiaja. Nwha, tíi sopijmiamia, timiaja
Japa, shwr tujanannb timiaja. Nwn akahin juhimia timbja. Shwr
wahetuh tuwen iukitiaj tus,, warinh wainthiat. Untsutan jwrkimb
ti¡niaja tumaslu warính aimkiat.

Ju nichúk( tdmatai, ntnn apari, nawantrin inintrimia timi4ja.


Aisbrnan, tsukankan tuhuta tusn awajkimiu menkahayi tau tirniaja.
Aprtínkia, nu aishman jui nui apanhimjiai takui, nui inrash,
wain weclwrmia timiaia Nehasha uja weclwmia timiaja.

Japaha, runn juhi weffi, runrijiai ínhiurwikmia timiaja. Nuka,


shuartwka hajermia timiaja. Iwianch'ka hampuarwrn tururwi annín
timiaja. Shuarha, chikich' wanhakmanum puju wemia ümiaia. Iwia¡rch'
ha, shuarnakq jahatí enentai¡nin armia tímíaiq nuka wakanin jurahtian
tau as. Nu pujuiniamunmaka, jíntia ayarnach ajatwm nuhuri tuke
waketmanum, .¿trtos twwantrí emmhaku affi. Nw, ¿hiclwhtqj tahuin-
hia iwia¡rch'hia wenenam, kuishunum awatar hamniuya timiaja. Nuha
antuhain, chiclwhain tucr'.

Aparünhia, es @hua, menhahayi tuinfu timiaja. Amwmunam,


husurnan,iampureil turna anentruhiar, nu jintia qiarum wetainiam,
ruthuri eemah wemü timiaja,

Japa íshbhit iniairr,mah, nuaha ju tsehenhin, jintia nukurin eemak


wesrnuman tüut iniant jaka nunih tepesmia timiaja. Nwnha, kusu¡nun
umwhnahar, penher atahslw awüsrmb timiaja. Nii puiamunmtyanka,
aW ahaach' jómb timiaja, nuka, iwiarrch' nua atutkim, jukitia tus tuma
timíaja.

M 43. JAPA1 LLEVA A UNA MUJER ABANDONADA POR EL


ESPOSO

Un shuar se casó con una jovencita muy hermosa. En una ocasión

t77
partieron juntos para una cacería, pero el hombre muy astütamente la
dejó parada en-la selva, diciendo que le esperara porque iba a apuntar
a unos tucanes que había visto. En realidad era un engaño porque él se
dirigía donde su amante.

La mujer comenzó a tener miedo de tanto esperar y por eso subió


a un pequeño a¡busto y esperó en vano en medio de una densa neblina.
En eso apareció delante de ella un venado; ella comenzó a tener más
miedo. Mas éste se transfomó en hombre, que la hizo bqiar del arbusto
y se la llevó. Cuando el marido quiso recoger a su eÉposa al regreso, no
la encontró. Comenzó a llamarla por todas partes, pero todo fue en vano.

Cuando regresó solo, en la casa los padres de la chica preguntaron


por ella. El hombre tuvo gue decir que la había dejado un instante para
ápuntar a los tucanes y que, al regreso, no la encontró. Los padresjunta-
mente con el esposo se dirigían donde éste señalaba que la había dejado,
pero siempre daba pistas falsas.

Mientras tanto, la chica fue llevada por el Japa; éste se encontró con
su mujer que detestaba a la mujer shuar. Los dos diablos hacían el amor
en una de las raíces grandes de los árboles, y al otro lado se encontraba
la mujer struar. Los diablos buscaban lia manera de que se muriera lia
shuar para apoderarse de su alma. El árbol se encontraba cerca del cami-
no por donde su madre solía regresar de la huerta y lloraba por la desapa-
rición de su hija. Cuando ella quería hablar pidiendo auxüo, los diablos
le pegaban con la palma de la mano en los oídos para que no escuchara y
en la boca para que no hablara.

Los padres de la chica, después de tanta búsqueda dieron por desa-


parecida a su hija. Decidieron hacer una inspección última; todos toma-
ron varios zumos de tabaco y al son de tambores y cantos se fueron con
dirección a la huerta. En un descuido de los Japa la mujer salió corrien-
do del árbol, y quedó desmayada delante de su madre, que venía presi-
diendo la ceremonia. Enseguida sus padres hicieron inhalar el humo del
tabaco a la chica, y ésta comenzó a reaccionar. Alrededor de ellos se
percibía un olor desagradable; era la presencia de los Japa que se veían
impotentes para recuperar de nuevo a la mujer. Entre cantos, lloros y
abrazos de alegría regresaron a la casa. Al hombre le interrogaron de
nuevo, y al conocer toda la verdad separaron definitivamente de la casa
a este esposo irresponsable.

178
I Japa: es l¡ encarn¡ción del dirrblo, en este cas, en ven¡do.

179
.a¡

1.
F
¡.
i
I
I
I
I
I
t
I

{'
V
RELACIONES SEXUALES

M 44. TST'NKI

Tsunki jiíntiurai nuna wait anentrurat tusa nunaka hanachiawash,


tura nui kanú tepa, timiaja, hashincha wéa timiaja,hashinchawea timiaja,
hrehincllc wea timiaja, ma nuanka apatmitiat, turnó pujan, kunanmaya
T*nki iiínhin timWa nuuta, nuwa st¿iinnach iinhin ttmiaia tsunhi
nawantri; iiinhi ch¡chó¡ah: Warí uruhahmea ainí tepam, ame wínia
wakerutakrneh aíniu teparn tau timiaja. Nu slruar chichak wakérajrne
tatw wari, nuwa nu tarín ti penker utsuku, tsntska sura timiaja.
Kuhi¡rclw jui winittiajaí, juinh tató, nuannín wunhaip. Nu¡u tarinhia,
ma shuarait-hiusha nuatnaihiatai tachiawash, tttso piripríjai kusuikit
usthtur yajasmachirtn tuntui naióta ümíaja. Kashincha winittiajaí tau
timiaja, tumahar turnakar, tó aparnaka chichasjai wetai tau timiqja,
nuihia wínia tuntuprua jui té shush,umsta tau timíaja, tutai timiatrusnh
shushumatamtai nehas kunónam pukut ajakin timiaja, tura aruffin,
t*hen jeó, jintia penher amonum iniahu aparin tshen jeó timiaja. Tsunhi
hutanhriúlc huria timiunam tsekenjea,ap jurw itiajai tau timíaja. Tura
winia ¡wwantur wúérutmawai juink pujustó wahethishtatme tau timiqja
Túra nuink emetawaru tímiaja, au pankiyana auka Tsunhi huchiri
ümbjanta, turc nú slruara ejématai, turu. ia timiaianta shuara yayah.
Túra nuwqiaí tuninh tepón, penheramunrncla iiíntiuhtiajtsa jainian nú
nuwa ahasmató timbia, kíík emesninhiar iniai wena timiaja nu pankin
aishrunyurutntawainh tus. Nuha nui uehi yajutmaru timiaja, tura
uruhayih üne nuutem turcmami íyutó tutai weu timiaja, tumasha

t8l
nuwejainkio katwchu timiaia, ansr kanu wéa timiaia, tumahui
urúhamtaik óinia tugr', (arum haslri) brin timiaic.tura tarur iístai tukamó
óya entsk híniararar! i,á tep,ú wainkia timiaia,'íshómah wahethin timiaia,
tura chftich nuan chichóruk: auka múu ií aishrinhia nisha iah tepówai
waót*k ameja iyukiana tus ishismótawar uhupka, nush núnisnk ieari,
hiniarar ja tepa jearin ümi4ia, tum nehtú iniaisg;ru timbia. Tura arum
tswar wéah ikiua timiaja nuan Tsunhin. - Apari, nawuntur ihiurtuhip
nuonam pujuinin nu kajerturharainh tutus ahupka tímiai as tuke iniais
wehainiat, ju uchi.enhetra affi, nu, nuwah Tsunki chichóh wihb hashinkia
winishtatiai, jéa puiutiai tau titniaia.

W éah, nuw ó chicharainiah :

A - Tu pitiak uraha iisr,ilp! pitüík uhuna, üiarah uraha íisirap!

Urukamtaik td tu,*, nu nuwa puiuinia uha¡w chicha'sr mahu


umha iistu tuinta timiaia, tum pitiaha itiarar aiapen upu*i iistai
tukama, ruípi eiamtiniach, aiaprush napichuash enhetu wainhi¿ll*
titinkia napin.

- Ayawó! napi enketrw!

Wintihi iiihi iui qiapawar, peperet, peperet ió tepó timiaia-

- Napibnherchhuh,iuha tuhi weawitl Jínia iun'&iar, iínia kuclut


upujtuawant, atahsha kuchat upuituawant, tumm nunka tepó
au yúmir! yúmir! mreh menhahe.

Tura nuha apari ieari, winit aidtruha wéú ihiurhimtai puiai


túrutawatai tu uiaham atntari ipbma, panhi air shimiah, yumihia
móyoihía ia timiaja. Timbún&ui, pitiaha uhunam uruh iirmasrati tttga
wahetútakin timiaja, tseke tséheakua tuí, uúlni atus nuarin: pitiah urah
ii*harmek tau timiaia, ats iischaií! tuinia timiaia, tutna úchiiuniniach'
pujd: Enta apa pitiaha itiar iur.napi enhetui tus, iihi iínia upuitutar
awayó ernenhóharui ianta tau timiaia.

A - Jóia tumrrneh yóiau tepermashtatrumeapi! Nuhawéahnawqntchrin


entshi iúhin timicia, naintiani weu timiqia nqinti6ni iuha tséhe
tepa timiAia, tura timiai ampahai tsharu wqiat tamanum timianai
peperkd wáka timiqia, uchinkin entnhi, tum timb¡lo,i, Ampahai
wanharkuri ekems timiaja. Nuha ents Wtuiniah, nuha shuara

182
panhi yuiniah, pau! nt! tetéret! iainia timiaia. Nu win{niah
hunúipiana au: húrói! hurai! hunúi-humi! ruú wíi! wü! jauwana
óini nu yajasma ehlr;lwiniah wíi! wíi-wíi! wíi-wíi! wü-wíi! iainia
timWa.

Aishmanha amaiyantqi tukamó enMha ójapenin wahethin.

Tura nuka nui ehemos, ent& urúhawah, kuytl,c8iuas tux, ampahai


iinkiai ahóh uiú wéa timiqia, túnhui! ia wéa timiaia, tum ehé¿hemhua
ataktha ampahai jinhiai &ph uiú wéa tüniaja, tún! ia wéa timiüa,
Tswahui entu kuyúa timiaja, uhúhayih fiim ampahai ahóh ujúa tímiaja,
pét ajókmatai huyuayi tau timiüa.

Nui shuarka atahsln ucltichirin entski tara timiaja, tura ni


ruúw antchiri tshatm ar nudtka tim iaia.

M 44. TSUNKII, 2 !
Un shuar pensó que tal vez Tsunki podía compadecerse de él; por
eso dormía en la playa de un río.

Una noche tomó maikiuá (malicúa) y se acostó a donnir. Durante


el sueño, salió Tsunki de una laguna. Tsunki era una mujer hermosa y
le preguntó:

- ¿Por qué estás así? ¿Es porque me quieres a mí?

- Sí, te quiero - dijo el shuar.

Tsunki le dio las flechas de la brujería y le dijo que también la si-


guiente noche viniera a ese mismo lugar, advirtiéndole que no se junta-
ra" con su mujer y que ayunara*.

Cuando acudió a la noche-siguiente, Tsunki deeidió casarse con el


shuar. Entonces mascó "pirípri"o y le escupió en el pene, agrandándole.
El shuar desde esa vez, siempre dormía en esa playa, hasta que
Tsunki manifestó a su papá el deseo de casarse con el shuar y llevarle a la
Con el consentimiénto de su papá, Tsunki dijo al rftúui q"" ." á"-
""*6.cargar, que arrimara la cara en los pelos
jara de la nuca y que aguantara
un rato Ia respiración' .

183
AsÍ hizo el shuar y Tsunki sumergiéndose en la laguna, le llevó a su
casa. De un momento a otro, el shuar se vio en el mundo de los Tsunki,
con caminos amplios y limpios, con una casa glande y hermosa y con
asientos que parecían de oro.

El shuar fue bien recibido y aceptado por el padre de Tzunki, quien


le dijo que se casara con su hija y que se quedara a vivir con ellos.

Las anacondas de los ríos eran como puercos de los Tsunki que, du'
rante las noches, trataban de comer al shuar, pero su mujer Tsunki las
increpaba intimidándolas.

Allí vivió el shuar mucho tiempo e inclusive procreó un niño con


su mujer Tsunki.

tln día le dijcr<ln que fuera a la tierra a ver a su mujer (shuar, ¿ues
podía estar extlañándole por tanto tiempo de ausencia. Así hizo el shuar,
pero no dolmía con ella por tener el pene muy grande. Solíadormiren
el tankamasl¡'8.

I'or el amr)r (lue 't'sunki tenía al shuar, fue a vivir con él en la tierra,
convirtiéndose en una culebrita llamada "titink-napi"e. Las mujeres
shuar, al ver la extraña actitud de su marido que siempre d<¡rmía en el
tankamash, decitlieron averiguar una noche mientras dormía. Por la no-
che una de sus mujeres se levantó y fue a ver a su marido, y con gran
sopresa observó cómo estaba envuelto en un manto de agua relucien-
te, por lo cual, extrañada y asuslada regresó a contar a la otra com-
pañera. También la otra fue y com¡rrobó la misma cosa.

Durante el día, cuando el slru¡rr iba a la cacería,'l'sunki (que toma-


ba la forma de "titink" en la casa) se convertía en una mujer normal
que acompailaba a su marido.

Al retornar a la casa, Tsunki se transformaba en la culebrita "ti-


tink" y por las noches tomaba nuevamente la fórma de mujer para dor-
mir con su ma¡ido.

Como Tsunki estaba en estatlo de gravidez y no podía caminar mu-


cho en la selva en compañía de su marido duratlte la cacería, ella misr¡ra
decidió quedarse en casa.

184
Al día siguiente el shuar, al irse a la cacería, dijo a sus otras muje-
res: "No abran ni vean el pitiák". Una vez que estuvieron solas, las cu-
riosas mujeres bajaron el pitiák, lo destaparon y vieron la culebrita
"titink" bien preñadita y gordita. Entonces las mujeres dijeron:

- ¡Eh, mira hay una culebrita!

La sacaron con un palito, cogieron un tizón de lena y le aplicaron


en el cuerpo. Entonces Tsunki, humedeciendo la tierra, se perdio en
ellalO. Fue hasta donde su padre Tsunki y contó del maltrato sufrido.
El padre Tsunki reunió a sus soldados, soltó a las anacondas y dio inicio
a una gran tormenta; se obscureció el cielo y hubo mucho viento.

El shuar, que andaba de caza, al notar lo que ocurría, imaginando


el motivo de lo que estaba sucediendo, regresó corriendo y al llegar a
casa, preguntó:

- ¿No abrieron y vieron el pitiák?

- No, no vimos.

- Sí vieron papá, dijo uno de sus hijos, y encontraron una cule-


bra. Aplicándole candela la metieron aquí en la tierra.

- ¡Aaaah! ¿Así hicieron? ¡Buena suerte les espera a ustedes!

Diciendo eso cogió a una hija pequeña, la cargó y se fue hacia las
montañas. Subió la montaña más alta y luego se subió en una palmera
"ampakai" más alta, juntamente con su hija. Comenzaron a escucharse
gritos desesperados de los shuar al ser comidos por las anacondas; hubo
truenos y relámpagos, sonidos y voces raras y canto de los sapos "kuráip"
como también animalitos que decían: ¡wij! ¡Wijwij! ¡Wijwij!.

Las aguas inundaron la tierra, excepto la copa de la palmera ampa-


kai, donde estaba el shuar con su hijan.

Pasaron los días, las aguas bajaron y entonces el shuar pudo bajar.
Se dice que el shuar crió a su hija y se casó con ella y así se multiplicó
nuevamente la generación shuar.

r85
1 Informante: Pitiur. Poseemos en total cinco versiones, de las cuales publicamos
tres versiones. Las <¡tras son de María Suwa Wajarai y Antonio Unkuch Yankur
y Luis Sanchim Manrais. De todos m<¡dos anotaremos las variantes nuevas.

2 Mito corregido con T.

3 No tener relaciones e:males y no dormir juntos,

4 Ayuno de ají, armadillo, chancho, guanta.

5 Tubérculo medicinal para facilitar el parto; según otros para no tener hijos.

6 En la laguna.

? Según Sanchim Mamáis (M 44 d) el shuar había llevado a su he"mano pequeño


y éste al volver fue comido por una anaconda.

8 Sección de los hombres.

9 Culebra tiüín. "Su marid<¡ ---los dice'l- muy disimuladamente la guardaba en


el pitiák envolviéndola en un trapito".

10 Según María Suwa Wajarai, Tsunki <lijo: "Agua, agua, y humcdeciendr¡ la tierra
semetió, llegando así a su casa".

I I María Suwa: "Fll shuar est ¿rba sentado arriba y tiraba pepas ( para saber si habían
bajado las aguas). Ilajó, regresó dondt-' s<¡lía vivir, y comenzó a llorar:

Así, tk'cía, se termi¡raron l<¡s shuar.

r86
M44a. "TSUNKI"
Shtrcr,rwwatha,hashóiajúnwekdtatimiaid.Turanúwanúha
,,Tsúnhi núwa,, kaya pakachininm arém&much" hame titinkjo¡yana
núninirch''titirít ió tepó timiaia. Tsúnki, túmakui titirft ió tepahuí wintihí
warí óiniu tepam tusat, numichíiai wintí keas aiunkú timiaia. TVru órusn
núwa intiash' ajakín iíinin timíaia. Tarachi mukús iíinin timíaia.
T\iramu nú Tsúnki iíini chíchók

Tsúnki- Warí wehótatn?

Shuar - Kashái uiunhó wekótaiaL

Tsúnht- Ktíshaichuiti óuha íin mantamniúitii, íi suhurd yúwitii.


Apaach móanka suhur itiatí iiiómratai túrame. wínia ítiahú túmme.

Tutai kame pahet aiakchiawash.'Tímbnai kame iúhin timiaia. Júi


péek, rnayói neer, kuna sud suatnium wayó. Kame aparí puiatnunam ieó
-timíaja.
kínkihin, shukémaka kame tentenkó wéaru timiaia. Kutankaiti
tuffl shukéman iúfl upúitum ttmíaia, nunn shuara iean. Kame tuhe
iniumha timwa. Núwa Tsúnhi, iniumha timiaia. Túramu pónhikia
furútum ia timiaja. Tura iú sháachmana harne twyump' duha iúninium
atentar, pé.etar jó timiqia. Tstnkis ismsha shut aínia timieia. shuta
yt&ye. Tura iúha shuarha menhahai tus eó yüó timiaia. Tum aéhua
¡n¡a¡rr¡ru timiqia. Penhé yaitmótai. Yaitb ümiqia, Penhé yaitmótai,
yaitinia núwan aejpanmúin iíin timüa, alahslw, tura iéa tau timiaia.
Núwari tuu timüc Núwarí tó núha pitüúhnum enhesú tímiaia núwan.
Tum kashi ct:elr tepé wea timiaia. Tvra nú nuwe utúkakun dinia,
urukamtaih ehentash imía táatsu fit5¿ a¡wr eaúas iyó timiaia aishrinió.
Tara honie pitióhnum iúu enhais ihiu wéa tüniaia. Núikia hame
titinhiach' ónin ruiótw wea timiqia. Edmutai tús wéah pitióh urahó
íuirap tutúi. Atsú, túinb timiaia. TYru titinhíaya óni enhétu. wínia
aishruiti frtg títir, titir, títir, títir ia timiqia. TVrarnu, titinhiaya tusc
untri, titítthia- üiuttnamip tuu iíinia kuchót upuituawaru timiaia. htmm
nuha yúrnir, yúmir wayó titniaia. Nuha ipiarnatai tus wéah.

Ahatar ahupke timiüa" Juhí inim/o¡ht/¿ hat*hrutha ewetúrip,


ytwóru ishithiunka amuhtatiame tau timiqid. Tumai iúha eórntw weu,
tóhamtatai tée qja6¡ú timiaia. Kóshi qireú tímigia. T'umain abhri tséke
watskea winió timiaja. Enkeó whóicha. Nuíhia nú pampantin Tsúnki
núwa tiniu a¡mbja

187
Ee! Nuhuach' nópia ónin iniarun, jínia upuifrir júi awanbyt! Tau
timíaja. Tura, núnaha ótum uhunam íistarum tun, nówantchirin puión
entshí weu timiaja, yaió. Tura ruúwantchirin entshin ampahainiam
peperkd wóha timiaja. Ma wankarhar timiayi jeóh ekemx timiayí. T\tra
mó! Tsu.hahóids numiniash ihiuhcha, tnosh, shuartwsh amuhú. Túramu
nuka ni nawóntrinia íi pampankuitiai timiqia.

Shuar kashai ajunt wekdtai, huruínmafi Tsúnki íwü iwiánnamu


ajasu jíinkin: "Warí wekótam?. Tau. "Kashói ajuntha wekótqisha!- Tau
timiqja. "Koshainhia wínia apar móayi tau timlaia.

Tura chichakiar, óinkiatai tuinía timiaja. T'ttmasha aishmanhnn


trchích' asamtai, puríprin usuhrur uúnt rwjóta timiaja. Tura nuí pujiaíru
timúaja. Tum juhin aparín jeó. Shwran'wainkiajaí. Jóia! Nui puiustó
awetó- Tus hunhui¡nia upuitust*awatturmsstó múg-kchir tuinia
timiqia. Nayump' péetar ja timiaja, tiníshnUrn.. Túmakui achik jió yuó
timiaja. Ee! aithiartustó, sh.írcha imía estainiawai tau timiaia. Arum
hóshí Núwa kutat sankanís maj wea timiaja. T\tra pujó puiakua unuimíak
wahetkin, nuwenha júkin. Tura, Shuar nú shuar núwancha jímiara
apatkana. Tumasa yupítraru, óyatih apatkuch' surusfu\ punu úuw
upujtursató. Núnaha turawaru. Arum kdshi íisam kurw winchónchanttn
qids óa timiaja. TLtmakui íis iniaisru timiaja. Tfura hoshin weka. Jú
pitiók tahawírup, uraha íisirap! tau timinja. Timiai chinkí umpuntú
w ajai tau timaija. Atsó ! Tuinia timiaja. Turu, ajórwm we tókun.Timianh ia
yajaha weatsain. Waríniak tóa íistu tuw. Pitiaha itiarar, atirar íinia
tímiaja. Tura paí póínki mdsrnach tup iniérmatai, iúchanak enkes túu
pujat' tuffi machitia juruhiar húchat! Awati¿ru timiaja. Tumasha
chimíit jó timiaja. Nútkia jínia jurukí hucluí huchat upujtuinia timiaia.
Turam inít. wayó menkúa. Nuha nú chichamaih aparí jeó hatsumruharai
tau timiajs. Nú shuarha, rwsehd tupututú qjáhui, wdketu timiaja.
Wakethin tsékea tsékeahua jeó hupét ajain timiüa. Pitüúk urakcharmeh?
Tutai Atsau! Tuinin timiaja. Urahcharmininsh jú urúkaku júnia! Apana
urahómijía- Tau tímiaja. Nu aishmankach júkítin. Júi móaya daniun,
jínia sukurar akupharai. Tau timiaja. Jó! Nehaprumrf,tarum- Tinia nú
uchichirí etwrhanak óyasan weu timiaja. Nuha entsa jeó shuí! shui! takut.
Tsúnki jíintin, nú shuarnaha júlein timiajs. Ninhia T'sunkiniant wayd
timiaja. Tura nuha, pónhi uhuptuham,uhataka mdsh'amukú timiaia.

188
M 44a. TSUNKI1

Un shuar, casado, hizo caer en el río una guanta y la andaba buscan-


do.

En una piedra de la playa encontró el shuar una culebrita con el


titín-napi"; ésta era la mujer Tsúnki que se retorcía encima de una pie-
dra. Entonces, el shuar, haciendo uso de un palito arrojó al río la cule-
brita mientras le decía:

-' ¿Por qué estás ahí retorciéndote?

Después de unos instantes salió nuevamente^, pero transformada en


una mujer con pelo largo, y puesta un tarach'ó negro. Y preguntó el
shuar:

áQué es lo que andas haciendo?

Hice caer al río.una guanta, y la estoy buscando.

- Eso no es una guanta, es un enemigo, nos suele matar. Nosotros


solemos hacer sukura y comer de él la tsantsa; mi papá me enc¿¡r-
gó decirte que, si lo matabas, lo trajeras con el fin de hacer la fies-
ta de la Tsantsa. Y yo vine con el encargo de llevarte.

Tal vez el hombre se abrazó a Tsúnki, y ella lo llevó allá (debajo del
agua). Para esto dijo al shuar que aguantara la respiracióD, V s metió en
medio de un hondo en el río, llevándole a su casa. Entonces llegaron don-
de estaba el papá.

El vio los panhí4 y los "sñuk em'16 enroscados en gran cantidad, y


para que el shuar se sentara le dieron un "shuhem" enroscado.

Tsúnki se casó con el shuar. Las anacondas chillaban turútumí .

Habíá una gran cantidad de nayump'1; pero para la familia de


Tsúnki no pasaban de ser unas simples cucarachas.

Cuando el shuar cogía los nayump, que estaban pegados a las pare-
des de la casa, para asarlos y comerlos, los Tsúnki se decían entre sí que
él esüaba comiendo cucarachas.

189
Las anacondas, lobos de agua y otros animales de río, eran propie-
dad de la Tsúnki; así las boas hacían el papel de perros guardianes, o el
papel de chanchos que solían pasar amarrados y encerrados entre cercas.

Durante las noches, cuando la Tsúnki dormía con su marido shuar,


las boas procuraban o buscaban lia manera de comerse al shuar. Pero en
cuando ta fsúnt<i se daba cuenta les pegaba y les arreaba increpándoles8.

Los familiares del hombre, después de tanto buscarlo, le dieron por


desaparecido. Después de un largo tiempQ, éste regresó a la casa junto
con su esposa Tsúnki, y la puso en elitíti,íke -

Durante las noches, el shuar no dormía-con su antigua mujer, sino


en el tankámastl0 para que no le "picara"ll ljuntamente con la Tsúnki
que por la noche se transformaba de una culebrita en una hermc¡sísima
mujerf2, que le hacía compañía envolviéndole en un manto relucien-
te.

La mujer shuar preocupada porque el hombre no venía a d<-¡rmir


con ella, fue a verle, pero asustada por el manto reluciente regresó a su
cama.

{-ln día el shuar al ir de cacería dijo:

- No verán el pitiák!

-'- No. Dijeron los que estaban en la casa.

una vez solos, abrieron y vieron el pitiák, encontrando con sorpre-


sa una culebrita titín, que comenzó a silbar pensando que era el esposo.
Una de las mujeres tomó un tizón de leña y lo aplicó en el cuerpo de la
culebrita que ya la habían echado fuera del pitiák. Y la culebrita hume-
cleció la tiena y por ella se fue a su mundo. Empezó a decir "yumir,
yunir"13.

El papá rle 'tsúnki había pedi<lo al shuar que no inzultara a su hija


Tsúnki, y que n<¡ la mantlara, porque si hacía eso había dicho: "Les voy
a enviar los tigres, y les acabo".

El cielo se oscureció, quedó todo en silencio y se avecinó ttna to-


rrencial lluvia. El shuar que se hallaba en la selva, al percatarse de ello'

190
emprendió un veloz retorno a la casa, y cuando llegó, preguntó.

- ¿No abrieron y vieron el pitiák?

- Sí. Mamá abrió, vio el pitiák, y cuando encontró una culebrita le


aplicó un tizón y le metió aquí, dijo un niño, indicando el lugar.

-- ¿Asi hicieron? No piensen que van a vivir.

Acto seguido, cogió a una de las hijas pequeñas, y salió corriendo de


la casa. Corrió y córrió entre la selva y se trepó a una altísima palmera,
llevando a su hija a cuestas.

Las aguas inundaron la tierra exterminando a todos los animales y


a la especie humana. Una vez que bajaron las aguas, el shuar descendió
de la palmera y fue al lugar donde había tenido su casa. Y lloró amarga-
mente al no encontrar ni el menor rastro de su casa.

Así se acabaron todos los shuaras.

Para que no desapareciera la especie humana, el hombre tuvo que


casarse con su hija, de la cual somos descendientes.

1 Informante: Rosa Tankamash'. Corregido con K.

2 Titính, alacrán. Nopi: culebra.

3 Tarach': vegtido de mujer largo.

4 Panhi: anaconda de agua.

5 Shuhen: an¡conda (boa) de tierra.

6 Chillido propio de las anacondas.

7 Pez apetecido por el shuar.

8 Versión de K. a partir de ". . .los Tsúnki se decían entre sf . . .".

9 Pitióh: c"esto hecho de kapp (bejuco), petaca.

r9l
10 Tankómash: sector de lo¡ hombres solteros.

11 Cuando se dice "morder" o "picar" so pude nrgertioner, por eso dicen: se me


pegó un bejuco".

12 Oha leyenda.

13 Vocativo d,e yumi..' agua.

r92
M 44b. ..TSUNKI''

Shuar kaslwi ajunt wehótai, huruínmaya Tsúnki iwia iwiarr¡wmu


ajasu jííntin: "Warí wekótam?. Tau. "Kashái ajunka wahóta.slu! - Tau
timiaja. "Kashainhia wínia apar mdayi tau timíaja.

Tura chichakiar, óinhiatai tuinia ümiaia. Túmasln aishnwnrw


uchíich' awmtai, piríprin usukrur uúnt rwjóta tirniaja. T\nu nui pujuxúru
tirniaja. . Tura jukin aprín jeó. Shtnm wainkíajai. Jüa! Nui pujusttí
awettF Ttna hunhuimia upujtusaruwat turnustó múuhchiri tuinia
timiaja. Nayump' péetar ia timiaja, taníishnum. Tlir¡whui achih jió yuó
timíaja. Ee! sitkiartustd, shirclw ímia esatainiawai tau ümiaja. Aram
káshi kó¡wmurut¡n, yachichirinhia pónki yurúa timiaja. Tura níi¡rctw
yuótaj ajakui Tsunki Núwa hutat snkanis maj wea timiqja. Tura pujti
puiakua unuimiak waketkin, nuwenha iúkin. Tura, Shuar nú shuar
núwanclw jímiara apatha¡w. Tumas yupítrarú, óyatih apatkuch' surusttí,
punu úusa upujturmtó. Núnnka turawaru. Arurn kóshi .íism, kutw
wi¡rcluúrrchantin ajós óa timiaja. Túmahui íis inisisaru timiaja. Tura kashin
weak. Jú pitiók takasairap, urcka íisr,írup! tau timiaja. Timiai chinkí
umpuntúwajai tau timiaja. Atsd! Tuinia timiaja. Tum, ajórum we tdhun.
Timiankia yajáha weatsain. Waríniah tda íistu tus. Pitiaka itiatar, atirar
íinb tímiaia. Tura pói póinki masmach tup iniórmatai, júcluruh enhes
tuu pujait, tusa machitia iuruhiar húchat! Awattaru timiaja. Tumaslw
chimíit jó timiqia. Núikia jínia juruhí kuchá huchat upujtuinia timiqia.
Tu¡um iníit wayú ¡nenhaha. Nuka nú chichómaíh, aparí jedkatsumrukarci
tau timiqia. Nú shuarha, rwseka tupututú ajóhui, wéhetu timíaia"
Waketkin tsékea tséheahua jeó hupét ajain timiaja. Pitidk urahcharmeh?
Tutai Atwu! Taínia timiaia. Urahclurminiash jú utúhahu iítníal AWwa
umkóruijia- Tau timiaja. Nu aishmanhach, júhitín. Júi rruíaya ócniun,
jínia suhumr ahuphami. Tau timiaja. Jó! Nehaprumtvtarum- Tiüa nú
uchichirí etserhatuh óyasn weu timiqja. Nuha entu jeó shui! shuil
tahui. Trl.tnki jíintín, nú shuar¡wha júhin timiaja. Ninhia Tsunkiniam
wayó timiqja. Tuw nuha, pónhi ukuptuham, uhatah naísh! a¡nuhú
timiaja.

M 44b. TSUNKIT

Un shuar habÍa hecho caer una guanta en el río y la estaba buscan-


do; en eso, de un hondo salió una mujer, Tsúnki, bien vestida, y le dijo
al shuar:

193
'- áQué es lo que buscas?

- He hecho caer una guanta y estoy buscrindsla.

- A la guanta la mató mi papá.

Entablaron una estrecha amistad, y conversando dijeron: !

- ¡Irgamos2.

Resultó que el pene del shuar era pequeño; entonces, 'fsúnki le


agrandó soplando con el piríprió. Entonces sí .pudieron tener relacio-
nes sexuales. Le llevó delante de su padre, y dijo:

' - Papá, he encontrado al shuar4.

- Esüá bien. Siéntate sobrino.

Y mientras decía esas palabras, le ofreció como asiento una tortu-


ga, y le dijeron que golpearala cafuza de La tortuga.

El shuar vio bastante s camchas| en la rendija de las paredes.

Estando allí el shuar, cogió y comió las carachas luego de asarlas;


pero, para la iamilia Tsúnki, no pasaban de ser unas simples cucarachas,
por eso le decían:

- Sí, sí, cómelas no más, que esas cucarachas son muy fastidi,osas
y muerden.

Por la noche, las boas comieron al hermano menor del shqar,,y a


él mismo le habrían comido si la mujer Tsúnki no le hubiese defendido
constantemente.

Al cabo de mucho tiempo el shuar fue a la tierra llevando también


a su mujer I'súnki, al taclo de sus dos mujeres shuar. Pero las dos mujeres
shuar tuvieron recelo y, por eso, t'l hombre sólo pidió que le entrqgAran
la comida y un zapallo que contenía chicha". : -

Ellas decidieron espiar de n<¡che en su cama, y como vieron que pa'


recía esta¡ en un hondo lleno y reluciente de agua7, le dejaron. Al.día

194
siguiente, antes de irse a la cacería de aves advirtió:

-' No toquen, ni miren estn pitiók.

- No! dijeron.

Atrás las mujeres, lqego de regresar de la chacra, sin que el hombre


se hubiese alejado muchoó, dijeron:

- Veamos qué es lo que dijo.

Bajaron el pitiák, lo abrieron y vieron una especie de culebrita con


varios colores. Se cayó haciendo "tup".Las mujeres dijeron:

-- Por esconder esto, nos decía que no tocásemos.

Asustados cogieron un machete y le dieron machetazos, pero las


heridas volvían a cerrarse inmediatamente. Entonces, aplicándole un ti-
zón de leña le metieron a la bierra.

Tsúnki fue y avisó a su padre del maltrato recibido. Enojado éste


comenzó a producir un viento huracanado, por lo que el shuar regresó
corriendo a casa y, una vez llegado, preguntó:

- ¿No abrieron el pitiák?

- N<¡ abrimos!

-- ¿Entonces a qué se debe esto?

- Sí abrieron papá, dijo un niño, quien iba a ser llevado por el pa-
pá. Aquí, decía, pusieron la lan¡a y la enviaron (se escapó).

- Está bien, sufrirán ustedes las consecuencias!

Dicho esto, cogió al niño que había avisado y se marchó. El shuar


llegó al río y dijo:

- Shui, Shui.

195
En eso, saliendo la mujer Tsúnki, le llevó a su mundo. El se metió
en donde estaba Tsúnki.

Tsúnki, muy enojado por el maltrato de su hija, soltó a sus boas,


que exterminaron a los shuar.

I Informante: Atsasu. Corregido con K.

2 Tener relaciones sexuales.

3 Pirípri: planta que sirue para el control de la natalidad. Otra pi¡ípri sirve para
que el perro sea buen eazador.

4 Comentario de T.: . . . al hombre de mis sueños.

5 Pescado que vive debajcl de las piedras, que los shuaras cogen con la mano.

6 Comentari<¡ de T.: Las mujeres lo hicieron así.

7 Con la vista s€ conocen los hondos en el rÍo.

8 No habrá caminado muchas horas.

196
M. 45. 62 - KAKA

Yaunchu shuar ¡wtsa pujus, tumanke tuntui tepai iuni cluihnium


hakü! hahai! hakdj! jóhui hahd achik suruía yaiasmaru atentan rwhaha
achinhia ajápaclwi tau timiaia.

Kashin tmwar wéaj tukamd nuwa inhiunku timiqja, auha tarrchi


peó intiash' aiahin, dpun inhiunhu timlaia:

A. - Tvyómpitiam? tuyd nuwaitiam?

iV. - Juyanketiai! ómin winítiame!

Tútai kame nii wakemmuri pujuru tasu timiaia, tura nui yaiauch
' awajruis ma uminnkní íslia kuimias wétai tukamó tuiínkia, ernénttn
yajasmachirin, tutu kutur hasí huítra timiaia, tltrm, tu¡wmar
wehós (entsaú) maihiw umar Karuúru timíaja, tura núka maikiutí
kajinmak tepai, wankanim hanutwm winisr shushui shushúí winínia
timiaja wankanim tsentsanka tahaminia, rwmaha pdna, púu parw
wininia timiaia, tura nu shtmr tepamurwm nui hanú ushushhar nui
jiíntrar nui tsehen tariar: ói! ju uruhattsa iuní tepí!

W. - Urakahmu ainiu tepam! (nuha mesekrumam)

Sh - Yaiasmarun kuitrumrmatai turuimsran wait jó wekajai.


W. Wish óinkiamiasha, auha aentra dínkiame, auha tsuómartatme,
tuit! tuit!... piripri amastó! pirípri anwstó! Pirípri rwur kusúi
husúi usuhrur, iíniu áinki nekapma tsat tsupihiu timiaia, runpchiri
juní irumar, tsupiruh, cWcluh: iunn tsupimn, txit! taút tsupimn,
iutw chihich hum¡um uiuntat Jai, chikiclun nú hurwtwm uiuntat
jai, chikichan nú kunórwm uiuntatiai tau timiaia, pénker aiasmesh
jú rumak ehetkumesh, nnmaha titniatmíiai tusm amuhin anúkanish
tura nunhanish waip, ame yaiasmarmeh iu tsupira uiuntatiana aúk
pónki naiórurtatui tum nuhe óme yaiasmarrneh yunímattawaí tau
timiaia.

Tura núha pénher aiasha namaka awóiiachutimiai, rwnwhrw póna


paru ijiw iiiudhw parunka wmr itias waiu timiaia, atdlz wuhush
timíatrusanh wqiu timiqja, turu puiús na¡nah penké yupichuch

197
jainiahui iiiuki ijiuki weu timiaja aníkani, tum yajunw tepómurwm
jeó timiqia, ni yajasmarin hame nútuha yua tiniu órmaha.

M 45. KAKA 1, 2

En una noche la sapa Kaka decía: ¡Kakaj! ¡Kakaj! 3 mientras un


joven soltero, acostado en su carna tocaba una melodía con su "tuman"4.
Al oir cantar a la sapa dijo:

- ¿Cómo no quisiera que esa sapa fuera mujer para tener relaciones
sexuales con ella y descuartizarla?o

Pasó la noche y mientras el joven iba por un camino, se encontró


con una mujer extremadamente hermosa, con ¡relo largo y negro que
hacía juego con su "tarach"'6 del mismo color.

¿Dc drindt'eres?

¡Sov <le aquí mismo y vengo en tu busr:a!

El hombre, que se había prendado perdidamente de ella, no pudo


resistir la <¡t'asión y tuvieron relaciones sexuales'. Realizado el t:oito, el
hombre, al querer retirarse no pudo hacerlo y al estrechar las piernas se
le alargó el pene. El loven avergonzado comenzó a vagar, y en una oca-
sión tomó maikuisó con la esperanza de sanarse . Por el efecto del nar-
cótico vio a unos Wankómin9 que surcaban en unas canoas pescando con
sus arpones, y llegando hasta donde él estaba le dijeron:

- ¿Por qué estás tú aquí echado?

Me sacaron el pene y me he deformado

- Me pasó lo mismo a mí tambión.

.,L,t, vit,ron y
comprobaron lo que el joven dct'ía. 'l'rajeron el "piri-
pri"ru. Uno de ellós mascó el tubérculo y lo escupió en el pene, luego
toman<lc¡ la ¡nedida de un pene normal, le cortaron y así le curaron.

- Vt,y a cortar -dijo uno de los Wankámin- en varias partes el so-

198
brante de tu pene y echarlo en diferentes lagunas de este río.
Cuando ya estés bien no llegues a esas lagunas en hr diaria pes-
ct, Va que esos pedazos van a convertirse en glandes anaeondas
y te pueden comer. Puedes pescar por aquí y nada más.

Con el tiempo el joven ya estaba bien. En su pesca no fallaba pez


alguno con zu arpón, y emocionado por ello no dio importancia a la
adr¡ertencia recibida, aunque siempre l¡ tenía presente. Llegó haste una
de eqas lagunas, y mienüras arponeaba a los peces, una anaconda se lo co-
mióll.

Informante: Pitiur. Nombre de un shuar y nombre de un pájaro. Algunos creen


que se origina de Pedro. De e¡te mito tenemoe cinco versionee, de l¡e cuales
publicamos dos más completas. Las otras son de Sofía Chüi, María Yarnach' y
Toea Tekemanch'. C.omo siempre, recogemos todas las varia¡tes.

2 Mito c"orregido con T.

3 Canto de la sapa.

4 Tuman: Insürumenüo de cuerda en que la boc¿ viene a ser la caia de resonancia.

D "Rasgarle la vagina con mi pene" (raducción de T.).

6 Tarach': Vestido de la mujer.

7 "Se sentaron" dice la informante Sofía Chiki, en otra versión ¡imilar que no pu-
blicamos, para indicar lo mi¡rno.

8 Maihuia : planta alucinógena. Malicoa.

I Wanhómin: Peraonajes que vivían en el agua, personas.

10 Pi¡ipri: Pla¡ta medicin¿I. Sirve para hacer llover, para dar a luz, como algo medi-
cinal.

t1 K. me @menta al final de la eorrección de este miüo: "Por esta razónnodebe-


mos imitar a los animalest porque nos puede suceder algo semejante".

r99
M.45a KAAKA
/Voúsaentw, hanuú hórui, hahq haleól hahqj! ja turrui chicluh:
Surusq itiartiayau, tapít achihbn h&t atentan ehíut achinclnj! chíut
íwianhaclwj tau timiaya, tuasua hatutan a¡úm shwr nua pénher, apu
tarin timiaya. Túm tarim, turustti tutai, óyu tutoi 'Tlaheruh" pujurca
timioiq turu pujums; jú kaemri hutsurruk juru iwiasrnachi haet ahsi,
hutui kuó ma'sh kuitiar ihiuhtn timbya. Turcm iüurhatín, ípíjidc huntuj-
num sutanheáru timiqia. Entun pula ümiaW utú pujó, fu¡ruú puioi
Wankónim wininia timiaya;, kanujai, ¡umaha póru pdru paru wininía
timiaja, pujus ií pujó tímaja, tunw pujón Wanhanim tsriar: Urúhamea?
tutai, kaha nuan hasómhaman yajasnwru kuitrurnutai juní pujajai tau
timiaja. Wi óinkiamiajai wi tsuratajme tau timiaya, tu tinia, pírípri iütití
tinia ewén,uchíi piríprin itíamtai, nutw piríprinhusuí kusui usukiar
rwjúr majur! nunisanh nekapma, taúts! tsupikiu timiaja. Wanhanim
tanrayi tip tau timiaja. Tutu tstsurhÁ tsupir jui ujunktatjai, chihiclun
kudónam ujunhtatjai, chikiclwn nekre heieruí ujunhtatjai nuinkia rumah
eketkumslw jeóhaip namah ehetkumsln júink ekettia tu tus ihiunkin'
ümiaya Wankanim. Timia asa yanurunhamtaikía nuink namóknaslw
eketaj jukar, nuink rumhha hajen juhor, turu waatska itiurtuhtin tusa
timiai rwmaka ekethi jeá timiaja, tura ní yajasmain yúa tímiqia. Tutu
nú ii yajasmari "Msrú" tufuútuku tiníu óininwai.

M 45a. t(tr1f41' 2

Una vez unos jóvenes dormían en la playa de un río y al oir cantar


a la rana Kaaka, uno de ellos dijo:

-- Cómo no quisiera que me den para meterle el pene y abrirle la


vagina.

Durante la noche vino una mujer muy bonita que se acostó con el
joven que la había deseado. Mientras realizaban el coito, la muje¡ levantó
exageradamente las piernas, y al estirarse nuevamente le alargó el pené,
deformándolo.

Sin saber qué hacer el joven, se cogió el pene y se enroscó en el


cuerpo. Avergonzado sin poder regresar a casa, eljoven decidió quedarse
en la playa de ese río. Y así pasó algún tiempo llorando por su triste
situación.

200
Un día llegaron en una canos los Wankánim3. Venían arponeando
los peces con certeza admirable y al llegar hasta donde estaba el joven,
le preguntaron:

- ¿Qué es lo que te ha pasado?

- Alpene
tener relaciones
y
sexuales con la mujer Kaka, ésta me apretó
el me lo estiró.

- A mí me pasó lo mismo una vez. Yo te voy a curar' le dijo


Wankánim.

Wankánim envió en canoa a uno de sus hijos a traer el piripria.

Mientras tanto, ellos se pusieron a cocinar y a comer los pesca-


dos.

Cuando el chico wankánim trajo el piriprí, el mayor de ellos se pu-


so a realizar la operación.

Mascó el piriprí y con eso le roció el pene del joven shuar, le aplicó
unos masajes y tomando la medida de un pene nonnal, le cortó curán-
dole.

- No dinás que Wankánim te curó. Es cosa que no debes contar.


Además voy a dividir el resto de tu pene en varias partes. La una
voy a echarla en esa laguna, la otra en esa otra laguna, otra en
aquella laguna y la última en esa laguna. Esta es la más brava,
cuidado con llegar hasta esa laguna en tu diaria pesca.

Así hizo el joven shuar, pero al pasar del tiempo no dio importan-
cia a las advertencias de Wankánim y el joven, con el deseo de saber lo
que podría suceder, se acercó a la laguna prohibida, cuando en eso salió
una gran anaconda y le comió.

Así se originaron las anacondas decimos los shuar.

1 Informante: Juan. Ctliiiü *i: ij*f I'i :r:.:ljii.i:li


Aü.):'¿ - l,\-l ,Á,.
2 Mito corregido con T.

3 Wanhónim; Dios de lo¡ rfo¡.


4 Piripri: planta medicinal.

202
M. 46 "SHUAR CHAI NIJWAN NUATKA''

Yaunalíu óishmanh chtnhí umpuntútaitsawée húarui &ú wq timiqio"


Nuha tuhe tuma wea timiqia. Tuw tóosllo núwencla yurúmhanclu
yut'rchu, niiiómchinclw úmutclw timbia. KanÁr hantórkusln huncluíi
huncluói hantar wu timi4ia. Tntmahui, yóehi aanhahun dinia tuu, wéakui
urúkakun óinia tusa patótuhu timiaia. Wéakui íikia, wéakui íiki, nui
waiós íi. íirnlciw wéakui weruhor. Tum nekós ieórnunmaka waid waióhtu
we. Kunchü waiómu¡um nui uúmin atus menhóha timiaia. Tumm4
cluii, haháhak ¡kakóhah rt fimiaia. Kame nuha aishri warurtnh.
Yachínkia chichóh diniahpa yatsur td, tau timiaia. Turu núihia weníí
Nu cluúi nekapmar kakókak! hahóhak!

Kahóhak ajasú timinja. Waiastó! Waiastó yatsuchí urúkakmea


óiniam tutaislu, ajssú timia chdiiiai iunóihi wqk. Nu shtnrha huchí
ateóku weu timiaja. Tuma as cluíi ¡w¡tchíh aiakínóiniawai.

M 46. UN SHUAR SE CASA CON UNA MUJER OSAT

Había un shuar que todos los días iba a Ia cacería, pero no traía
ninguna pieza de caZi,y siempre regtesaba al ocultarse el sol2. Una vez
en la casa no aceptaba la comida ni la chicha que le semía la mujer.

Cuando quedaba dormido sólo despedía un aliento de KunchaiS .

Una mañana, mientras iba de cacería, su hermano le seguía con el


fin de espiar lo que hacía durante el día, para regresar tan tarde a la casa.
El hombre caminaba, se paraba un rato y miraba y seguía. No tardó mu-
cho su herrrano en conocer lo que sucedía, ya que detrás de un gran ar-
bol (copal) donde dejó la bodoquera y se perdió el hombre, se escuchó la
voz animdda de una Osa que decía:

- Kakakáj! kakakáj, aljugar con su esposo el shuar.

El hermano decía:

- Ya sé por qué mi hermano llegaba así.

La Osa se percató de la presencia del espÍa por el olfato, y grito:

203
- Kakakíj! kakakáj! y se marchó llevándos€ consigo al shuar.

- Hemano!, espera!, espera!, hennano!, ¿qué es lo gue te pasa?,


le gritaba el hermano.

Y aunque le decía así él se marchó eon la Osa.

El shuar había llevado consigo un buen cuchillo, por e8o los osos
tienen las uñas afiladas y largas, decimos los shuar.

I Informante: María F)nriqueta Yanua. Corregido con K.

2 Comentario de T.: Esta conducta muy extraña, ya que antes no habfa observado
esa manera de actuar, llamó la atención de su mujer y su hermano, quienes co-
menzaron a inquietarse por lo que p<>día ésüar sueediendo.

3 Kunchui.' copal, aliment<-¡s de os<¡s y de hombres,

2M
M.4? "KAAREP''
Sfu;r;r núwa, sfuúatu nekeah pumputan aepós túi túi túi! Awaiu
pujúrun, hfurep jíintin tura ti¡niai. Turam, unuimiaik nuinhi sluíatw
nehésh púmputan aepós túj! túi! ió puiú wea timiai. Ma atahslw, túrukar,
túruhar, túrukar, túmahar, túmahar, aidpruku timiaia. Tum aiópruk
tahusú timitja, warí takús, uchi dpu, imiónhru ümiaia. Penhé uchipitia,
wínía tuwantruapi shuarru takusid tun pénher takus puiú wéa timiaia,
tirónhrin. Tuma, wekórc timiai. Tur¡u asa yúmi shóha sluúha aidhui wanú'
hui, tséku, tsékea aiókui óa cluíat iíiiki upúisam, chóhu, cfuíku, cluíhu,
chóhq ajóhua, washú, washú wématai, yumí uhatar, iús penwr enhé
wéa timiaia. Nu nitwa qiórcm weah. nuhua aió¡wm wéaiai, yúmi tíi
utsuetauh uchir imiatruató tau timiaia. Tíri ikiuhim, urúhamtaih tó twq
entsón tsue tsuet rujóru, iúi rwnhós imiói tukarruí, iupít miniar kóarep
najórwhmatai uiwnt inióis. Atahsha, iahé ukútuk, iúinhiap puiúyi tusq
núrw púmputan iukín tui! túi! túi! awatós iyd timiaia. Túrum iukó,ta
winión, núih jawdt ukdtam tút inidi ióka tepesú timiai hóarep. Tvra
iniü&li, núwa tó: uchitslw tau timiaia. Uchíchuh nú matsíta, peóhnum
íistó! Tura úutsuó amík, iúku aishruha iwidktsws tusa weínk túi! túi!
túj! Warính, imió máannusha, nuí úutan puiúrs timiaia'

M47. KAABEP1'2
un día, una mujer se sentó en elpatio de la casa con el fin de moler
maíz en un pumputS, y aI producir el ruido característico de túi! túj!
túj!, salió una lombriz ffama¿á kaórep, y la hacíaa.

Acostumbrada la mujer, solía moler maíz en el mismo lugar y con


exagerada f¡ecuencia, hasta que un día quedó embarazada.

Dio a luz a un niño, que luego creció gordo. (comenta el informan-


te: "Pensando que era el verdadero hijo de un shuar,la abuelita cuidaba
de su nietecito. Empez6 ya a caminar, y alegre saltaba cuando había llu-
via torrencial. Por eso su madre lo sacaba fuera. Y allí fuera chapoteaba
en el agua hasta quedarse morado de tanto frío").

Entonces la marná le cogía, le secaba y pouiéndole ropa seca' le


acostaba en la cuna. La abuelita gUstaba tener al niño entre sus brazos.

205
Un día la mujer, al irse a la chacra por la mañana, dijo a zu mamá:

- Me voy a la chacra, mamá. Báñale al niño sin calenta¡ mucho el


agua.

La abuelita pensó para sí: ¿por qué me dirá eso?, y lo bañó con
agua más caliente que tibia, poniéndole entre las piernas. Entonces el
niño se deshizo, quedando como un montón de haórcp, que fue arroja-
do.

La abuela calentó el agua nuevamente, y haciendo memoria del si-


tio en el que solía la hija sentarse
para moler el maí2, golpeé el pumput
produciendo el ruido del "túj! túj!" y observaba. En eso comenzó a sa-
lir un krárep produciendo un ruido. Ahí mismo le arrojó el agua calien-
te. El kaárep cayó muertoó.

Cuando la mamá regresó de la chacra, dijo:

- ¿Y mi hijo?

- ¿No es tu hijo el que está en la cama? velo.

La mujer salió al patio pensando que todavía vivía su esposo, y


comenzó a golpear "túj! túj!". (comenta el informante: ¡qué va asalir,
si estaba bien muerto!).

Allí mismo se sentó a llorarG.

I Kaórep: lombriz.

2 Inlirrmante: María Rosario Mama (Mamá de T.).Corregido con K.

3 Traste de madera redond<¡ como palangana.

4 Se metió en la vagina a manera de pene, comentario de T.

5 Comenta T.: la abueüta arrojó al kaárep papá, y al kúrep hijo lo puso en la cama
de la mamá.

6 Comenta T.: la mujer fue y vio lo que había sucedido, y comenzó a llorar anrar-
gamente. Luego creyendo que la mamá no le espiaba se fue al patio, golpeó sen-
tada el pumput, pero tampoco el papá kaárep salió, ahondando má¡ su tristeza.

206
M. 48 "MAA"
Sh¿ur núwa qiórumwan;Móa, Shuar ruíya tawasry etsé etsénkrus,
iwia imiórmamus tarówai. Tu¡uslw nuka Mfun, núwa nu nuní iyówai.
Nuislu núnisnk Muiai chicluí chicluikud, aiapruku timiayi. Nuha
ajdpruhu ax,ajónnm we, pdantman nuhen tstsút tsupík ainüíh tepés
Wkq ejósmatai, iínkbr, jínkiar tdsanúmplan wdntar awói wéru timiaia.
Tum nuka yurumsuó atakslw súukas chumpimidmtaí, nui hunút
sWnüAt)sí.Nantuha pehhé ahúi. Etsóach ptdamsai. Ma¡ruía purít uwé,
'wahétkt ledle japíín tóhui:'Urúkama! Urúkakma imió hintlónum!.
Aunhu, urukah¡wk ainia tókai nukuó. Urúhamu!. Núrum iqíh¡wi karur
pujójta, aya jaj tau timiaja. 'Tiniu asa, aitínam wénwtai.: Nuhurí paf,ítuhu
tímiaja. Nuka patátuk iyó.dj tuhama, iíptt wé tepó timiaia. Tuma tepókui
íimiqi tukamó, tsanímpnium wóntamraru ió timiai.

Nuha mfu jíiniar. Turu nió nió iintruruha eienwkaratakslw wahétdr


utsainniniaru. Túmakui nuik iíinia imiamtút, winíniahui prdt, tstsút,
Wnát, tstsút, panít, prót. . . Tum túruhun ¡ruísh amuhú. Tura atakslw
enhemtuáchmasha itiunúk shintiámt. Nui núwa túhe ióka timiaianta. Túu
aj óhra timínianta ¡ww antrinia.

M 48. MAAI'2
Una mu¡er struar al irse a la chacra se topó en el camino con un
hombre muy bien parecido, alto y adornado con las coronas tawóaóp}.
Así arreglado visitaba a la mujer. La mujer le veía así.

En este caso también, conversando, conversando, la mujer quedó


encinta.

La mujer solía irse a la chacra a la madrugada. Una vez en la htrerta


cortaba hojas de plátanos,las tendía y se quedaba profundamente dormi-
da en ellas. Entonces las larvas salían, salían y comían las hojas de la yu-
ca. Cuando regresaban nuevamente las lawas se depertaba la mujer, y sa-
cando rápidamente la yuca volvía a la casa al ponerse el sol, como arras-
trándose (por su estado de gravidez).

Entonces la mamá muy preocupada le preguntó:

207
- óQué te pasa?, ¿por qué llegas tan tarde de la chacra?

- No sé momá, algo extraño me sucede!

- ¿Qué es Io que te.pasa?

- No bien llegó a la chacra, siento sueño y me quedo ahí. No ú.


cr¡ando volvió nuevamente a l¡a chacra, la mamá le seguía ahá¡a.
at-fqu a la ihacra, la mamá vio con extrañeza a la hija aqostada y del-
gaditaD.

La abuelita miró alrededor y vio cómo las larvas movían las hojas
de la yuca al comerl¿rs. Eran los Máa que habían salido de la mujer. Las
que habían salido primero, una vez hartadas de la yuca, volvían a intro-
ducirse (en la vaginab¡.

Ahí mismo la abuela prendió un fogón, y a las que venían, a unas


arrojaba al fogón, a otras cortaba. Arrojaba, cortaba, arrojaba, cortaba.
Así acabó con todas.

(Informante: Pero como no volvieron a introducirse,


desperüarse? Por esa razí¡n la mujer se murió. De esta ¿cómo podía
ra mamá le
mató?¡. ^"""il

I Móa: larva.

2 Informante: María Rosario Mama.

3 Corona hecha con plumas de la c<¡la del tucán.

4 Comentario de T.: para espiarla, sin que ella se diera cuenta.

5 Traduce así'I'. la palabra "jipit". K. clice: como algo que está inflado y se desin_
f la.

6 (l<¡mentario de T.: las larvas sarían por ra


vagina, comían y vrrvían a entrar.

comentario de 'r.: La cola era interminabre, pues, que ra pobre mamá tardó casi
tod<¡ el día en matar a üodos esos asqueroso, g,ra"rro".

208
VI
IWIANCH'

M. 49. *IWIANCH'NAI\4AJA AMUA"

Yaunchu ajórwm wérwh namdja uchurua yurumatí ikiuinis timiaia.


Tltramu uchi matshmia iwianch' kóutu timíaia. Nu nnmói uchuruó
ihiuhmian atnúk ihiú w& timiaia. Tum ame apachrumétiai tusa
iantwmruó ihiús mój wéa timiqia. Nanuiitwka íi apachri tóa apach'
rcrnajó amuhai tu wetw timiúa. Urúhamtaik tda, nuslw itiurhan túinia
tu wetu timiaja. Tuss túke chichóma naiótawar yakí aí awamsa timiaia.
Tura júsla.ajútum wéruk natnaió uchuruó ihiúkin timiaja. Ukunrnsn taa
narruíj ihiúh¡nian unhushpí jukín shihík, shikík yurumsuí yurumó
jantsérnu timiaja (Uchi chiclwíniak tstnftí entshu íi apóachi'ri tuia
weáwai tu wérw timiaja. Tutv tóu timiaia. Kampó entsdku tura tda
rwmójan yuosuó iantsému timnhiatsa, ti¡anhiatsa! Tuhe wóitiai, tuke
wóitiai! ió timiqia. Jantsémuk, tum chutúnha ahówaru timiaia. Tum nuha
túput, túput! ió ümiaia. Tum tí héerhi naidm takáhim iíinki wéu timiSa
tsékenki, tséhenhi wé. Nú tsudt timiai wedrna, auka ydunchuka tí tsuót
timiqianta tummún sfuíut weuntúk clucharhati, chíkich tsuatd shaút
weantúk chacharhasá, ja ümíqia. Turamu ós tsuót ishíchih, hampunin
ishíchik puiuta óinia, jú tummu ós nuslw túruru tiniu drmaia.

M 49. EL IWIANCH'GLOTON1

Antes de irse a la chacra, solían preparar el namáj para comer, y el

209
resto lo dejaban para la vuelta. Y estando los niños solos en casa, llega-
ban los lwianch), comían todo el nam{ y se iban; pero antes de irse, de-
cía uno:

- TAi niños, yo soy el abuelito de ustedes.


Y acto seguido se ponía a danzar2. ¡

Cuanclo las mujeres regresaban de la chacra, 'los _niños mostraban


mucha alegría y decían:

- Vino nuestro abuelito y se terminó el namáj!

- ¿Cómo es eso?, se preguntaban las mujeres.

En vista de que se repetía el hecho, decidieron espiarlo, con el fin


de conocer quién era ese desconocido que se hacía pariar como abuelito
de los niños, y terminaba el namáj. Así una persona se quedó espiando
desde la repisa de la r:asa, mientras las demás. antes cle irse a la chacra de-
jaron preparado el namáj.

con gran sorpresa para la que espiaba, llegó er lwianch' cargado con
ramas de monte, y con un cushipó empezó a sacar el namáj: sacaba y co-
mía. Y luego comenzí a danzar cargado de hampaa. cantaba de esta ma-
nera:

Nietecitos! nietecitos!
siempre sufro! siempre sufro!5

Iln un momento de descuido, los niños le prendieron fuego por la


parte de atrás. El Iwianch' comenzó a arder, pero no se daba cuenta to-
davía, por lo que seguía daneando y cantando:

- Nietecitos! nietecitos!
siemprt' sufro! siempre sufro!
miedo no me tengáis! n() me tengáis mjedo!
Pero al crecer el fu.go sintió el ardor, y salió fuera corriendo, co-
rriendo, hacia la espesura, y se quemaron los matorrales.

Antes la selva era tupidísirna, pero como el lwanch' la incendió


han quedado claros en la selva.

2r0
I Informante: Rosa Tekamanch'. Oorregido con.K. Tenemos siete versiones, de
las cuales publicamos tres. Las otras son de Rosa Tsapar, Puenchir, Wishun,
Juan.

2 Isque divertía mucho a los inocentes niños, comenta T.


3 Cuship: Recipiente par¡ cogef la sopa.

4 Kampa: ramaje para hacer nichos de dormir.

5 En otras versiones: miedo no me tengáis! no me tengáis miendo!

211
M. 49a -IWIAI{CH NAMA"IAN AI|{UA

Turu,ajórum shióhmatai, winínía ümíajo, jeó wayówar, piünhlc


achihiar, apóthu kuehi apujur, wmart uhóiwiar, iiniu ehetar jainia
timiaüa. túmwar, ií hupét uywí, ií kutut huini, tuhe rumaj imió
penkeruit tuu, slwut shihik iupdt umutar, m! juha ruítiapa!'Ji enhetó
tdtarta aydh, yurúmu, timbnia, tumaí yahi ptatu, iíchiniám patasman,
wíntisn jin heas ujunhú timiaya iinium, tum ií lptsh! jahin timiaya,
tumantai iwiarrchmínia awahtusi tau timiaya, tum ataksrw rumajó
uhóí jín juú tukarnó ¡nashít, ií iíchínio tau ülmiaya wajóh cfuít weu
timíaia. N uhuc hrin gjárum ínióki w qr améha nukuchi eitd tut ai w ake tkin
timiaya, ieó, tsetsearc. Tum iwia¡rchka, iéó hú jiniaha yartmh, arwr
tatórhas jirumí, esékmar se¡rchi jas tepó timiaya. Tumai untach waitias
wayá, waiti urátrikia nantapá tau timiaya warín uróit, te jas tegi timjai
aruírani jichi wení timiania.

YaW axima ainiu tepdma? jí surusia! Jichi jukí wahetun


runtdtahin, tópit achik ajapea tímiarwi tut ajiar jí húpet iyuní húpet
kuitin timiaja, tum kupótan jinkiain jum enhetó ihiurhin timiai,
nuka nujai jóha timinyi, tú tum timiayi.

49a. LOS MIANCH'GLOTONES 1' 2

Cuando se fueron a la huerta las mujeres3, vinieron los lwianch',


entraron a la casa, cogieron el pinínk4 , bajaron la comida y se sentaron
al lado del fogón. Uno de ellos, con el dedo, se sacó el ojo diciendo:

- ¡Qué rico es el namajs!- Una vez probado metió el ojo en el cal-


do para salarloG. Y seguía comiendo. En eso uno que estaba acostado
arriba (en la repisa) vio que el ojo (ya sacado de la sopa) estaba sobre la
leña, lo lanz6 al fuego (por medio de un palito). Se reventó el ojo. Los
diablos dijeron entonces.

- Tuve miedo como el diablo.

Una vez terminada (la primera porción) quisieron utilizar nueva-


mente el ojo y dijo: "Ay, mi ojito!" Diciendo esto se puso de pie y sa-
Iió corrienclo.

2t2
Había sucedido esto, cuando un dia unas mujeres se.fueron a la
chacra y como empezó a llover dijeron a la abuelita que estaba con ellas,
que rcgresara a la casa. Y así hizo la abuelita.

Mientras tanto el diablo llegó a la casa y recogió todos los tizones y


los puso en la sección de los hombres'. Se cubrió y se puso bienestira-
do en la cama.

Llegó entonces con mucha dificultad la viejita, y para entrar dijo:


"Abreme la puerta". Cómo iba a abrir, si estaba quietito.

Ella entró e iba a retirar el fogón y dijo:

'- Yapag, ¿Quién eres? Dame el fuegcr

Cogió ella el fuego y cuando regresaba, el lwianch' se levantó, la


cogió en el centro de la casa, la tiró al suelo, le metió el dedo al ojo, y se
lo sqgó. A cambio de eso le puso la pepa de Kupatv. Así ella murió. Así
fuelo.

I lnformante: Margarita Mamais.

2 Mito corregido con K.

3 Ellas van a la huerta y no los hombres.

4 Pinính: Recipiente para servir los alimentos.

5 Juan nos habla de "namaj uchuramu", especie de sopa preparada con hojas tier-
nas de yuca, porotos y carne.

6 Ellos podían desprenderse de zus órganos o miembros, nos comenta T, En este


caso iba a sabr la sopa con el ojo.

7 Normalmente el fogón pasa prendido en la sección de las mujeres.

8 Yapa: Amargo. Como para decirle malcriado, no has sido atentato.

9 Kupot: Algo comestible, fruto de una palrnera.

1O Comentario de K.: El ojo se lo colocó en lugar del que había perdido.

213
M 49b. IWIANCII NAII{A.'A AIIIUA

Waiü unútrihb!

I Ehentani turunuwan!

Yaítiam! yapitiam!

I Ehentuü tarumawam!

Tum yóhit tum, tu au tnme ¡ukar tepó tarim.

Yaitiam! Nuikia achirma towdi nantsh, jimi hupet uywi, ninkia


amphai enkéa asa, jími hutut huiki ampakai jinhiai putn enkatrama
ikiuók, ami jímín, wi jutw atuustajai tuu júsa, iiinhi wématai
ameka juí tsék! tsek jó tepetame!

M 49b. LOS MIANCH'GLOTONES1

(bl informante le dice al que le escucha):

Cuando tú estás andando fuera de la casa llega el diablo y cierra las


puertas,

Cuando llegues dirás:

- At¡reme la puerta.

- Entra por la ehentani2. ¿Quién eres, que no eres cortés? lintra-


te por esa puerta.

Tú entrarías cuando el diablo esüá acostado boca arriba y le pregun-


tarías: "¿Quién eres?" Entonces se levantará él y te agarrará, te meterá
el dedo en el ojo y como él estará puesto la ¡rcpa de ampakaiS te sar.ará
el ojo y tc pondrá la pepa en su lugar y dirá: " ¡Ah, tu ojo. Me quedo <'on
este ojo yo! ".

Cua¡'¡do se vaya, tú cstarás aquí en la casa saltando, saltando. Esta-


rás muriéndote.

214
1 Traducción de K. Informante: Margarita Mamáis. Tenemos otra versión simi-lar
de Juan Wisl¡un.

2 Ekentani.' Puerta de las mujeres. Los de la familia pueden entrar por cualquiera,
pero el visitante debe entrar por la sección de los hombres.

3 Ampahad.' Pepa de una palmera.

215
M 50 ..IWIANCH' KUNruRI A,SANKAII{U,,

Iwbrrch', shtnr núwan hashi tarí hogímu ümiaja. Aishrijoi tepn.


Kashi tuma shintíówéa timiqia núwa. Tum aishri
óujeak:
Núwa- Amék kanú tepói túrutam? (Nuha iwianch, ewejen
tanishnium ewetuó kaaímunn) Aishmanh Atsí uruhamtsi
haruíramüsh
wíslw túritjiam?

Núwr- Kame chupirtí shintiaj. tlrúhamtaik óniói?

Tutaí aushaníenentóimtur achís tepesú timtaia Achisó tepestó


tutaí.
Túramu nuuan ame iwíastui tau timiaja. Tutei núwa iwió iwítúktm
harí pujríhui aíshmanhan óme iwíastó tau tímíaja. Tum ní iutian íwiatrch,
winítiuúh "hijíntiu", ípia, ípia kame timigja. T\ú,,,oi tanfuhnium ayuo,
tóka, tóha kamu ümiqia. Turakut warínhít tusa t&ós iyó tímiaja. warí
uré urématin. wáshia ónín. Tutu ruíntarsn júu takin timiqia. Tópi améta
timiaja. shuam achikjai! Tau timiaja. Tura u¿crí wetaj tuhanaí.
Ukuptúktó titiój nha¡nó: Jó mínia mínia, ftr mínia mínia. Shuar téntat&
chíu asankú timiaja hunturín. Nuha ahimahi wemia. Atómakí wérnatai.
warinkít tusg jíinia ekemótnh: w.úshioia, tuinia tirr,¡|¿¡¡ja. wósl¿iti tussr
twwar aru rcmój ajató yuómi tun jíiniu awdnt wenhar wóshít tu,g hesi
keaís yakí swanhín timiaja. Arú rumdj ajató yuími tusa, wenkarar
awsnkiaru timiaja.

Itianák úchik matsítnunum iwb¡rch' mbluí épan unujka tó:

Iwianch'-Júi iwianch' achinkiaru tünbna nú nehóskai?

Uchi- Atsí! Auka wínia apara washí hunturí rchínhi tusa wenhar
júi awanhiaraija! Iwianch'- EE! nú nú! túitia umpó íistu!. T\ts t*hén
ajóthin júsan da jíinki anujós nehópea timiaja. Ttúma"slw warí chuirúslw.
Jeóchmatai. Keós ajtnnt, jú tsékenhiniók uchí trípit achft. Túut! ajiar.
Kuntúrin chíut'achín anujds iyó timiais. Tum úchikia kuyótum ajóiniann.
Tuma chikíchniash túrusan jedchmatai, chíkich nehtis uúntmsran chíut!
rchín unuja.s nékasenk jumtai. Chtn! Wí júna, akínkiyó! Weu tímiaja.

2t6
M 50. SACARON EL BRAZO AL IWIANCHIl

El diablo por la noche robaba2 a una mujer shuar que dormÍa jun-
to al marido. La mujer al darse cuenta, preguntó al marido:

- ¿Tú me haces (el amor) cuando estoy dormida?3

El hombre le contesta:

- No. ¿Por qué te voy a hacer cuando tú estás dormida?

- Bueno (kame), me despierto mojada. ¿Por qué estaré así?

El hombre pensó de otra manera. Se acostó cogiéndole, porque la


mujer le pidió que se acostara cogiéndole (sus órganos sexuales).

El hombre le dijo a la mujer:

- Estate despierta.

Por eso la mujer estaba despiertii, y cuando le vino el sueño, le


dijo:

- Tú quédate despierto.

Entonces cuando venía el diablo, hacía dormir a la mujer. Enton-


ces le tocaba4, le tocaba a la mujer.

Cuando sintió (el hombre) que eso estaba pasando, tocó para ver,
y se dio cuenta de que el ot¡o tenía pelos.

Parecía como mono. Entonces el hombre se levantó rápidamente,


y lo cogió fuertemente. Allí gritó el hombre:

- Cogí un shuar!

El diablo quería irse y decía:

- Suéltame.

217
Logró decir solarnente:

- Si me hiciera zuavecito, suavecito para que ce deeprendiera el


brazo.

Los shuaras le cercaron y le desprendieron el brazo. El Iwianche


zafándose se fue.

Cuando ya parüió, preguntaron:

- ,¿Qué será? Prendieron el fuego para ver.

Dijeron:

- ¡Ah!, si es brazo de mono5.

Prepararon un rumaj6 y pusieron el brazo para chamuscarlo, le


rasparon varias veces, le pusieron en el piik '. Allí lo dejaron. Cuando
sólo estaban los niños llegó el Iwianche trayendo un miclu'épB .

Dijo:

- ¿Aquí es donde dicen que le desprendieron el brazo?

- No! Lo que sí dijo papá, es que era brazo de un mono y lo


dejó chamuscando allí, dijo un niño mostrando el lugar donde esta-
ba el brazo.

-Sí! eso ¿Por qué no traes pa.ra verlo, hermano?


Este corrió y lo sacó fuera. Probó colocándose nuevamente el brazo,
pero no le quedó bien, ya que al ser chamuscado se había encogido.

El lwianch' tiró et brazo a un lado, al mismo tiempo atrapaba a uno


de los niños. Lo tumbó, y a viva fuerza le desgajó el brazo; probó si le
quedaba bien. Al ver esto todos los niños comenzaron a llorar y a gritar.

Acto seguido corrió a atrapar a otro muchacho grande. La misma .


operación, pero le quedó pequeño t:l brazo. Entonces el lwianch'agarró
a otroó y le desprendió el brazo y, como le quedó bien, ee marchó el

218
Iwianch' diciendo:

- Bueno, yo me adugño de esto.

1 Informante: Rosa Tekamanch'. corregido con K. De este mito tenemos cuatro


versiones, de las que publicamos esta sola. Las demás son una que tradujo T.,
otra de Eugenio Tseman y de Luis Sanchim Mamais.

2 Tener rel¿ciones ¡en¡ales utilizando uno de los dedos de la mano.

3 El informante e:<plica: el diablo metía el dedo por las rendijas de la casa.

4 El hunhu, ca¡acol de tierra, por el órgano femeoino. Así nos cuenta Luis San-
chim Mamais.

6 ' T, traduce asf en la versión antes'indicada: Con semejante alboroto, se desperta-


ron también los demás que dorinfan en la easa:

- ¡Acérguenla luz paraver qué es esto! r

- 1A
ver! ¡muéstranos qué ee!

6 Luego todos vieron y comprobaron que era un brazo de mono en realidad:

- ¡mm! Oye! pero si es un brazo de mono, dijo uno,


- ¡claro que es un brazo de mono! afirmó otro.

7 Piih: repisa.

I Micha'ép.' hoja silvestre.

9 Según otras ver¡iones estaba éste tejiendo una cinta,

219
M 51 "IWIANCH' ESAIMIU''

Slulr,r uchí, nuhurln tenu estrumi tuu hanirclumnia eutehtímu


timbia. TUm nuha úchihia úut tsu,a haruíru timiaja. Iwiarrch' pujús: tema
esttaria m m m! nuhutchió tems wtruib m m m! jó pujó timiaju
Tltmahui ruúha wínia uchiruópitia tusc ¡uúntatvn óniumslu
hanutmótarclwitiam, warí tíitiu püúwitiam tuu, terruí e&átuh! Küshín
tuúrut útin timiaja. Nuha ieb¡uh' huimruó! huimraó! Iü6
huhafuúinu! Iniü kuhahói¡ua! Nú sht¡r,¡ esfrn inüi huhóha idha timiaia.

M 51. MUERDEN LA ORF^IA A UN IWIAN.CH'I

Había un niño shuar, que no dejaba dormir tranquila por las noches
a su mamá, diciéndole que le mordiera los piojos. Después de tanto llorar
el niño quedó dormido. Acto seguido,llegó un lwianch'y ocupó el pues-
to del niño, y lloraba junto al lecho de la mujer diciendo:

- Mamá, muérdeme los piojos! m! m! m!


Muérdeme los piojos mamacita m! m! m!

La mujer se despertó y se levantó enojadísima porque no le dejaba


conciliar el sueño tranquilamente. Y dijo:

- ¿Tú no te has dormido ya?

Además, creyendo que era su hijo, comenzó a morderle los piojos


inicialmente, luego le dio un fuerte mordisco en laoreja2. Entonces el
Iwianch' por el fuerte dolor gritó:

- Ay! ayJay! que se le seque la lengua!3


Que se le seque la lengua!

Y la mujer, al secársele la lengua, murió al insüantea .

I lnfi¡rmante: Rosa Tekamanch'. Corregido con K

2 En otros textos: le mordió intencionalmente.

220
Luis Juank pone como gtito: "Kimrúa, Kimrita, Lengua secar l€ngr¡¡ Eec¡". Al cü
esto la mujer dijo: "Oh, he mordido al diablo!". Secáñdosele, secándosele la
lengua, ¡e murió.

E¡to enpfU a los niños que durante la noche deben acostarse ein da¡ muchas
preocupaciones a los padres, comenta K.

f" "'""D

221
M 52. "IWIANCII'UCTII YARUMU'

uchi itiarók matsh,mian, hDia, yarúmu timiqia. Tuma asimtai uchí


túiüa timiaja. Iwiaruh' iúrcmhuinkiq númí kupihrum, etsen tshirum,
nú tuó ishintrum, túruki we tarum tuinia ümiaja. Tiri ikiukmian, ukú¡um
iwianch' tarí júam tímiatrusank numich' hupíh tepetar wéru timiaja.
Tum núrw woinkiar dchi, dchia, óchia, óchia. Iwianch' wdari tantamput
wéamutwm ejéwaru timíaja. Nui ipilírnatautar, ¡ruísh irunturur, matsmtwí
jíiüa ihíómtuk jimía epení mukuính ajóhui wóa! wóa! wda!. . . úchihia
clwnítum chót, ajdiníakui, iúka wínb uchíruiü! Júha wínia uchíruiti!. . .
úchihia clwnitum cluit, ajdiniahui, iúha wínia uchíruiti! Juhd wínia
uchíruiti!. . úchikia músh jíintrumtai. Iwianch' níi uhunam jíini jó
rwmpéa timbja:

Káshinkini haíkoikaik ! kaihaikaikai !


hashinki ni kaihaikaik ! kaikaikaik ai !
Kaí aiastatiai lkai ajastatjai!
Kaikaikai! Keikaikaih!

Tubi jínki, iwiarrch' wóhia ónin, túut iniant jóka tepesú timiai.
T\iu iwianch' máawaru timiai.

M62. EL IWIANCH" Sq LLEVA A LOS NIñOS2

El Iwianch' llevaba a los niños que se quedaban en casa durante la


ausencia de los padres. Estos hechos eran ya conocidos por todos, por
eso uno de los padres al dejar a sus hijos dijo:

- Por casualidad podría darse que venga el lwianch'en nuestra au-


sencia. Cuando les lleve dejen rompiendo las ramas por donde
van.

Efectivamente vino el lwianch' y se llevó a los niños. Ellos iban


rompiendo y arrojando algunas ramitas. El papá iba siguiendo, siguiendo
las ¡listas hasta llegar a un hueco inmenso. Desde ahí llamó a toda la gen-
te (shuar). Se reunieron todos, se,sentaron allí3, arrojaron ají en el fue-
go, lo aventaban (hacia el hueco*). Los niños lanzando gritos de dolor
salían corriendo de la <rueva, y eran roconocidos por sus padres que gri-
taban:

222
- ¡Este es mi hijo! ¡éste es mi hijo!...

Cuando salieron todos los niños, se asomó el Iwianch'que se en'


contraba a punto de morir y cantaba así:

Mañana mismo, carbón carbón carbón!

Mañana mismo. earbón carbón carbón!

Carbón seré! carbón seré! carbón seré!

Carbón seré! carbón seÉ! earbón seré!

Diciendo así salió un mono, se cayó y quedó muerto. De esta mane-


ra mataron al lwianch'o

Iwianch': "Demonios, diablos. Algunos shuar dicen que se pa¡ecen al mono, co-
lor negto y feo, con ufias largas", me comenta T-

Informante: Marfa Rosario Mama. Corregido con K.

"Los shuar amontonaron en la salida de la cueva mucha leña, Ia prendieron fue-


go, y echaron mucho ají, con lo que produjeron un fuego insoportable", nos
cuenta el informante Juan en otra versión que poseemos.

Comentario de T.: Algunos niños gritaban desde dentro que no podían salir
porque el diablo les agarraba dentro. Entonces los primeros que habían sido lle-
vados por los lwi¡nch' ya estaban cubiertos de pelo, y los hombres los cogían
y los mataban.

El Iwianch'vive en cuevas, me dice K., y a veces se presenta. Es como mono.


Cuando se presenta no le hac.en caso. El Iwianch' empezó a estornudár.Uno de
ellos logró salirse, un huje (otra clase de lwianch' más fuerte y más peligroso).
Este ee salvó y por eso se propagaron los diablos.

Unos dicen que 8e transformó en una mariposa wampan, y se multiplicaron de


nuevo los lwianch'. Por eso cuando ven a una mariposa dicen: "Allí viene el
diablo" Otra versión: Cuando llegaron a la cueva, como el lwianch'robaba tam-
bién chanchos, per¡os, gallos. . . esüos cantaban, gtuñían, ladraban. (Comentario
de K.).

223
M 52 a. -IWIANCH UCHI YART MU

Nuha uchí ihiwmum, apujttwrr\ rrchlnash. awqjas ¡¡wiainla timiqiq


yawdrush, atash¡wsh ¡nas huí¡¡uinia timiajo, tum aush warin ímia
uchinclw yarwma tun, uchi uuntmarun ahatar upuj hin timiaja: Yajasrna
júmmkuim hia wéahmeha, nurni kupíhmamm wehí tutai, uhurw tarí
iuam, nuha uchik ia ipikmaki !. ipihttrr,hí ! ipih¡¡uhi I timiai hay órum j au
tirniaja, tummtai timiópja tus nui ní aprí patuítuk, ainki! ainki! aínki
timíanai wónarn ejen timiaja. Waru ejen nefuú; nui antusm atash hahayól
iainia timiaja. Nuinkia nehó ikiuah máshi ípianwtq jimió iuurhar, kamó
akhnar werísru timiaí. Tura nui jar wenéyar epeniar, hamó nui
ihiamtuhar jimid suruhó utsíwar wó wa majainia timiaja jachúa! jachíal
jó wéa timiais untri, tul nú uchi yanwi yannhnwka, apchi witjai!
nurwkaachikiar wukdmainia timiaja, tum yaurrchu yaunchu yaruóhmafu
urerkarun nurwka nwóhar wekanwinia timiaja. Yawash hajiniak jaujuu!
jainia timtuja, tum uchírinkia jiiuntsua amihmatai jrchía ió wén timiaja,
tuma tumakun untri ukúrwm iiínhi winió timiaja, nunaslw pújut wati
m.aówarui, tum mash amuharu timiqia lwiarrchin, tum chikichik
wampnk jiínkin timiaja nuí iwianch Wmryru timiaja, nuka kapis kw aí
hayúknuú kaya panfuíhu ówai.

M 52a. LOS IWIANCH'SE LLEVABAN A LOS NIñOS1

Hubo un tiempo en que los lwianch' se llevaban a los niños, a los


perros e inclusive a las gallinas.

Los shuar estaban desconcertados al no saber quién era el causante


de esas pérdidas. Entonces, un día, el papá al irse de la casa dijo a uno
de sus hijos más grandecitos:

- Si alguien te lleva, deja al paso algrmas ramitas quebradas. Luego


vino el lwianch' y se llevó al niño; éste hizo como se le había dicho. Si-
guiendo esas señales llegaron en su búsqueda hasta una gran cueva; aden-
tro se escuchaba ladrar a un perro, como también el canto de un gallo.

Entonces convocó el papá a los demás shuar; prepararon o alista-


ron bastante ají, y también llevaron la casa del comején (tersritas)-

224
Prendieron un gran fogón a la salida de la cueva, echaran ajÍ y co-
menzaron a aventar el humo hacia el interior de la cueva.

En el interior de la cueva comenzó a estornudar el más grande de


los Iwianch'. Siguieron aventando el humo y comenzaron a salir (los
Iwianch'). Los niños recién llevad<ls empezaron a gritar:."Papá, yo soy".
A esos los sacaban. Los perros ladraban al morir: Jaujuju".

Al último salió el más gtande de los lwianch'al que también le ma-


taron a palazos, pero logró escaparse un lwianch'tomando la forma de
la mariposa Wámpank y de allí se multiplicaron nuevamente los Iwianch'.

Ese lugar existe todavía, en el sector Kapisunk, donde hay una cue-
va con una piedra levantada.

1 Informante: Luis Juank. Correcclón con K.

2 Comentario de K.: Los que hacfa tiempo que habían sido llevados ya eran lanu-
dos como los lwianch'. A esos les iban matando a medida que salían.

225
M 68. IWIAI\TCH'JEA TAU

W qje,uchi takus tepó timiania, amntha mmpem ttmrhar matstainiai


ninkia uchí takus au tepó timianía, tum ítiaruh ninhi puiai amptuh
suwéa! suwéa! jó timiania. Paótaitkiumha nuar waittrutawapi tusm
jijia inkiuatja tahumeh tú weham tau timiqja. Aruntah, arúntak nii
uhurrchiniak juúk atmheahu, pói iíii tume¡u nu tusr sluhat matssu
timiania, tum iníais peaknu juu ehemu timiania, uchichi surusai tau
timisnio, uchi jusa atahsnia.

- Uchichi tunchi, uchichi tunchi! uchi-uchi tunchi. Uchi iuni


uuntmasuch ¡ijiarua! tau timiania áa jusn we, da akatar ijiann!
ijiarua jata tinia, aruson waketkar, ijiartn, waketkar, wakethar.
Nuwa, aa ijinhia ahatar ikiuhni ninhia weak, uchi ijinkia akatar
ihiukni ninhia uteah, uchi ijiatmawai! rchi ijiartmawai jó timiania
núha numi. Jusa tú tu, uchin ajaimiurmm jusa enkea ihiuah,
patachi juhi, jínia waikism waikiam jó wajótamam, pujut uwatin
pe rwnhimiataj tukama numi kóhi wóhin timiunia. Tura ikiah
patótuhu timiania.

Nunnha nuwankajeamtai, Iwia uturtyi takuí chíhníum timíatwi apatak


ikiusdru junkumi ahirck atahsar. Tutwin niislwkupetajakiry timiania,
pininchi ahía, shauha nunkunr4 tuntupe-tuntupea! tuntupe-tuntupea!
ja timiania niislw ijiamuk, naha! ndha ndka nukuchur-nuhuchur
hunhuawa, rchrchi juki juki ikiantstn, ewis iistaj taun jíya timian¿i
jawat ukatka timinja, jó jichirua, jó tsukintia timiatwi tut iniar, kashinhia
ampush jaka tepó timiajanta.

M 53. EL IWIANCH'ESPOSO1' 2

Vivía una viuda que había dado a luz, cuando una tarde una lechuza
comenzó a cantar. Entonces la mujer dijo:

- ¡Si fueras person¿s visible me podías traer.leña envez de andar


así! Al pensarr mi mujer está sufriendoS.

La lechuza dejó de cantar.

226
Después de un rato, Iwianch' recogió sus propios huesos y se los
trajo a la mujer. Luego se sentó en la cama y dijo:

- Tráeme al niño!5

La mujer fue y le entregó al niño y el Iwianch'comenzó a jugar con


él diciendo: "úchi-chi tunchi! úchi+hi tunchi".

Había otro niño que tenía deseos frecuentes de defecar, por lo que
la mamá salía y entraba con el niño. En una de esas,la mujer le dejó en-
cargado a un tronco con la consigna de decir: " ¡El niño está defecando,
el niño está defecando! ".

El Iwianch', desesperado por la demora de la mujer en retirar al ni-


ño, metió al niño en el recipiente de namaj hinriendo, cogió el patachñ,
salió y propinó un palazo al tronco que había quedado con la consigna,
llevándose un glan chasco.

Disgustado más aún por eso, fue en pos de la mujer.

Cuando llegó la lnujer a la casa en que se realizaba una gran fiesta,


' y le entregaron un mate lleno de ceniz^.
le zubieron en el chíih

En eso llegó lwianch' y^ comenzó a danzar cantando: "túntupe-


tuntupea! túntupe-tuntupea! "ó .

Danzaba con la cabeza alzada hacia arriba como si buscara algo y


decía: " ¡Ay, huele a abuela-abuelita!". Amontonó uno sobre otro los
tiestos que pudo encontrar y puando subiéndose en ellos vio a la mujer,
ésta le echó ceniza en los ojos. Entonces el Iwianch' salió de la casa gri-
tando: " ¡Ay! mis ojitos, ¡Ah! mis ojitos".
Al día siguiente encontraron a una lechuza muerta en el patiog.

Se fue directamente con el palo en alto hasta donde creía que esta-
ba la mujer sosteniendo el tizón prendido. Y propinó un palazo al tron-
co; quedó todo en silencio. Cuando llegó la mujer a la fiesta dijo:

- Porque llegó el diablo he venido.

Lé zubieron al chiiklo. En esb llegó el Iwianch'y pregunto.

227
- No ha llegado aquí mamá, mamacita?

- No ha llegado,le d[ieron.

Entonces, le invitaron a participar en la fiesta. El lwianch' acep-


tó gustoso y comenzó a danzar.

El diablo quería irse, pero los struaras lo ¡etuvieron y danzaban,


danzaban.

Ya cerca del amanece/l , comenzaron a partir leña con el ánimo de


quemar al lwianch'.

El Iwianch'al darse cuenta de ellos decía:

- Ah! me van a quemar, ay! me van a abar.

Y luego de danzar los shuar por un buen rato alrededor del lwianch',
le quemaron echándole en la candela. Y en el lugar do-nde le quemaron
,ru"i"ron los yuml2. Así habían quemairdo al Iwianchlrs.

I Informante: Juant-

2 Mito corregido con T.

3 Lo harías si pensaras que tu mujer está zufriendo.

4 Se había muerto ya.

5 "Es muy tiernito" le contestó la madre, según Luis Juank.


"Pronto, pronto, tráeme al niño", insistió.

6 Patoch': palo tranwersal para colocar los pies.

7 Chíik: Cranasta que se cuelga encima del fogón para que se consrven mejor al-
gunos alimentos.

8 Según otro informante, Luis Juank, Iwianch' cantaba:


"Espaldas, eslraldas, espaldas! - Tal vez mañana en tión me convertiré".

228
9 Por eEo dicen que la lechuza también es diablo.

10 Ca¡asto donde se guarda d manf al lado dd poate p¡incipal. K.: "y le entrregaron
h ccdr¡".
11 E diablo estaba mareado y ebrio, nos cuenta Juan Wln¡ln.

12 Yunri.' cryecie de calrbazar, ucadas para coger agua.

13 El querfa zubirse do¡de estaba la mujer, pero ésta b tir6 la ceaiza. Grit¡ndo sa-
a
li6 co¡riendo por donde se arroia la'bazura, y allf enconhaion un buho pequefn.
De ahf gue se crea que el buho personifica al diablo, y no D pueda comer au car-
ne. (Comentario de K.)

Por eso también, prosigue K., üran ceniza debajo de la cama cuando está can-
tando l¡ lechuza, para alciaral di¡tlo.

229
M 63 a IWIANCH'JEA TA[J1'

Yautrchu Shtnr idha timfia. Jóh nuwarf ajamtinian ihluhin timlúo.


T\immu, siamtin ikiuhim uhú¡¡wn tahwú timiqio" Yuh{tchiniam tegú
timiai. Túrumu "Namperan" ishinüuiniah ihiuhünt timioi níchiníah.
Nuha yuhúchiniam tepó timiaja. Uehi mitióihiog,h' chihíchih puití timiai.
TVm níichih puiai amptah: Suw&! Suwéa! ftíinía timiai fuutah tum
hauruúh tuiniahui. Jahanha ilinia inliíunhtawaiüúnm t. tiniwwapúme
wútíajai, jíi inhiwí ihiurtuiüa tau timlojc-

T'útai ampush xtwéa, stwéa jóinia ménharcru timiaio.- Tum ménha


arús, arús,nú níi ukunchínatshnúktath, wóiti tótartar hupét ü timiais
Kupet tti, uhurrchín: jú iíiji üimerc nú! Tintírit matsúttu timiqia,
i urétam y uhúrw tep ómurum.

Uchi júnirchin, iwianch' tuyi: iiiónn, ihiónn aiaü tau timiaja.


Nuka iwianch'kia núwari pqihrin üh ehemas úchichi a¡nastó tusr..
"Surutú¡rchi! Surutúnchi! Kfune timiaja. Tum wiütió shinkímiatai,
ha*mkótjam winititi tau timiaia nútmrtl Tu¡u nú uchi iiürua! ijünn!
aióhui aíjkiuwótjai tuu, jíinia júun eiaent timiqia. Nuha núwaha wéak
tum óa aiinhia wüón iíinia wóihiortt Núku nukuchi iuíktó uchi útui!
Nuha núwaha wénia. T\tru nuka ahatar ikiuhmia óiinhia jíinia waihmó
wajówai. Nuha ucla. kuitchí tukús: Shtfu, sluía! Sluía, stuío! móju timiaja,
iantsémtikiah. Tliratmu tóat túu túu numí juh ín, uchín slfunuithiatnu.norn .

timiarui uhuruí ihiuúh nú waikruí wajón shwímiti tusa pújut awatí


t üúnti ónha e m e nh óhu ti m*ü.

Tímiqia ruímper nutumtamutum jaí: Iwiarch' tóyi- Tau timiqia.


Iwb¡tch' táamtai Winíjoi tu timiaja. Twvmtai yakí netúuru timiaia.

Nush wayó timiciC íwb¡rehia, tum püíatuhi üí: Núhu nuh(tch'


iúí tuícltaih tau tímíaja. fiúctuyi tuinia ümiqia. Pachínhiató tu*
pchinhiaru timiaja. Prchíkiam nííslw ijiómuh ití timiaja. T'ú¡¡u túnuhut
achihiar túya tsaníntmaharu timiaja. Tswóntmar wétaj tóhuish
emétawaru timiaja- Nahoa,hú rwhaníínia ümiaja aéubi tusr. Jó
aéstuúttarme! Jó aéstaóttartnu ja timiaja. Tentée awd awühu tswóhui
iíiniu shítü antanh &oaru timiaja íwianch'nia. Tlircmu nú yúmít

230
aímtaiya¡:@ óu tsap&ú tíniu ónrwia. Nú iwianch' aésmunmaya. Tíniu
órmaia.

M 53a. EL fWIANCH'LLEGA A LA CASA1

Un día, un shuar se murió dejando a su mujer en estado de gtavi-


dez, y la mujer dio a luz estando viuda. Todavía gUardaba catna, cuan-
do ioi demás se fueron a una fiesta dejándola sola, sin más compañía
que la de un niño huérfano.

Ese día, cuando estaban solitos, comenzaron a cantar unos búhos


muy cerca de la casa; entonces la mujer dijo:

- Durante tu vida solías decirme que aun de muerto me traería


leña, pues no tengo lena y estoy sufriendo; ahora tráeme leña!

Acto seguido los búhos dejaron de cantar, y luego de un buen rato,


el lwianch'cogiendo sus propios huesos se los trajo a la mujer como leña,
y los arrojó cerca de la mujer diciendo:

- Toma la leña que querías!

La mujer muy asustada, advirtió al niño diciéndole que dijera que


tenía diar¡ea. Cuando el Iwianch', sentado en la cama de la mujer, pidió
a la mqier que le entregara a la criatura comenzó a jugar con la cria-
tura diciendo:
2
- Surutunchi! surutunchi! surutunchi!

Así mismo el lwianch' invitó a la mujer a hacer el amor3. Pero ella


salió con el niño que tenía eontinuos deseos de defecar, haciendo uso de
un tizón prendido para alumbrarse en la oscuridad de la noche4.

La tierna criatura lloraba desesperadamente por lo que el Iwianch'


muy molesto dijo:

- Mamá, mamacita, camina que el niño está llorando!

Después de tanto llamar a la mujer y enojado por la demora, arrojó


al niño en un recipiente en que.se estaba tostando elmaí2, salió tomandr¡

231
en su8 manos el patach', con el ánimo de propinar una buena paliza a la
mujer.

I lr¡formante: Rosa Tanema¡h'. Coregido con K. De ete mito tenemos cuatro


versiones y publicanros dos. Las otras son de Luis Juank y de Juan Vybum._

2 Le cogió de los pies y le hizo llorar.

3 Textualmente: tengamos relaciones, te voy a robar.

4 Ella tomó al nifb y * marchó a la casa donde se llevaba a efecto la gran fiesta.

232
vtl
twtA

M 64. TSEBE IWIA JACHARI JURUKIN

Iwia shwm amuhin hayóru útsin timiaya tum iacharíiiai ió mínio


míüa! tinia lpfrat! perper! ió mínia-mínia! tinia lpísu! peérper! awaiú
pujurun, fsérc tbh¿n iqrí :
Ts - Apfuhi warf aithb puiumtn?

I - Tircnhí! rentsu utsnmi puiurjai!

Ts - Aryhi widt yainhtqime!

I - Ayu! (irclu jurútakin-chiclwh:)

?s - Apachi rmratrumuté, wi winisn iintia maiiai, nui Sekemtam


¡uhenhan ttuí aephijai nu rruítió, arurrchia óuwaiti entsa iuru wí
jatématiai apóchi!

I - Ayu!.nuuuntjai!

Nuha entcf,nfr/'t afuúttus séhemru¡ush ahóahattus ihiuhin timiaja.


Tura núha wea, uéai, entsha ehemtuhar, entwha ekémtuhar!

233
ekemtuhar! yajó jattsa timg¡iq tí juclnt iós nuí jurin ümiaja
tum nuha nwd pujus, *hemtltn mú pujus jií enhai ji iniuhi
iniuhi inia tepaislu yaki shtlr,r aiahtinniash tarit, nuha Tsre
pujuma.

Tura nuka, Iwin wesamtaih, tsekurkutó shuaru waruh, úr jd


matsíthui, óentm útirpa juhawí jacharin atanhittiajai! tau timiaja
tée ajasa pujustarum tau timiaja. Nuha shusrtuka akóakatus juka
wikia lwia turu wekókui, ótumka uhutwm haunranum mash
ajastarum tau timiqja.

Tum, Tséreha, shuartwka aktí-akatus amik aentar juka awatu


pujai tau timiaja, junnSh jaclwtush ahatar kaki! htiki! awajú pu-
juru óentar nuha yaitias, tum puiúmi lwia ta: Timnhi itiurhamea?

Ts - Apóchi mointmek?

I - Maijai litanhi, sekemrun jirui enhain wait'tsajai!

Ts - Jd! wí tururujai!

Tum atahsha Iwia jaclw juki jó minia-minia! písu! jd minia-


minia! Písu! awaju péa-putu písu! písu! majhuiajaktatuapi tux.

Ts - Apdchi wisha nehapstjai!

I - Ayu!

Turu niísh iímia wajain jó mínia-minia! písu! jd minia-minia!


písu! awaj*tnj tuharui, jaclw shitiu ukupka timtaja ents tunkui
hamha timiaja.

?s - Chó! apóchi jacha entx ujuniai! apachi ajantuatai!

Ajantuawar, Tsere jaclw wuiniah, arychi nunl iistó tutai, nuha


nuní iiwehai, ninhia jusan jasú timiaja, tura chihich kunarnm
tunhui ujuntka timiaja tu¡u tsere tesekahui. Iwia Tseré achiktaj

234
tttx: jó tsuót-tstnt! nantén! jd haya-kaya tutaish nantén! jé
chinkianchinhien! tutaish, rcntén! jó.

Nuha t*ré ainüu wekat, juka shwrka kaunnr mash jasu timiaja.
Tum iwía Tsere maiyantaj taka tdhawa wakethin timiaja ni jeen.

i M 54. TSEBE 1 QUttR EL HACHA A IWIA2

Iwia exterminaba a los shuar v en una de esas hizo subir a dos shuar
a una piedra g¡ande.

Iwia con su hacha estaba tumbando la piedra en que se habían su-


bido los shuar, cuando en eso vino Tsére, amigo de los shuar y le pregun-
t6:

- ¡Abuelito! ¿Qué es lo que estás haciendo?

- ¡Nietito! Estoy aquí porque hice subir a la gente!


- dice lwia.
- ¡Abuelito! ¡Yo también te voy a ayudar!
- ¡Bueno!

Entonces Túre quitó el hacha a lwias y le dijo:

- ¡Abuelito! Anda a bañarte, yo al venir también me baíré; me ba-


ñé con sékemur y lo dejé allí. Anda a bañarte con eso, el río que-
da cerqgita! Mientras tanto voy a estar tumbando esto!

- Bueno!

Se iba Iwia y el río se alejaba; se acercaba Iwia al río y éste se hacía


más allá; pero al fin llegó a bañarse con sékemura; éste se le entró en los
ojos, por lo que Iwia estuvo revolcándose por un buen tiempo.

Mientras tanto Tsére se subió (a la piedra) y dijo:

235
- No lloréi¡ de gnnes, yo le voy a quitar el hacha; ya verán! Mien-
tras tanto, vosotros vais a bqilr V o¡ ms¡clúiC

Regrcsó Iwia y encontró a Tsére qUequÍ¡ Mndo, y ptquntó:

- ¿Cómo va eso, nietito?

- Abueüto, ¿te bañaste?

- Sí me bairé, nietito, pero 8e me enür6 úhemur en los ojos y zu-


frí!

- ¡A¡ráh! Me sucedió lo mismo a mí también.

Nuevqmente Iwia cogió el hacha y comenzó a hachar con tanta fuer-


za y
cerlnza que Tsére temiendo que fumbara (la piedra), pidió el hacha
a lwia y empezó a hachar, cuando, en eso, intencionalmente, soltó el
hacha que cayó en el río cercano.

- ¡Ah! Solté el hacha y se cayó al río, abuelito, dijo Tsére.

- Ahora ¿qué hárenoe?

- Vamos a secar (el río), abueüto!

- Bueno!

Secaron esa parte del río y al secarse, Tsére vio el hacha. Entonces
dijo a iwia.

- Abueüto, tú busca por allí, puede ser que la corriente le haya


arrastrado!

- ¡Bueno!

Cuando Iwia se distrajo, buscando por el lado indicado por Tsére,


éste cogió el hacha y la arrojó en otra laguna del río; luego comenzó a
correr. Entonces lwia formó guadales para obstaouliza¡ la carrera a Tsére
y así atraparlo, pero nada; formó tupida selva, pero nada; formó pe-

236
dregales, tampoco; y al no poder alcanzatle, desalentado lwia regreeo a
8U CASa.

Así los shuar pudieron librarse de su enemigo, el goloso lwia.

I Tdrc: Una cla¡ de mono platirrino, pequefn, comestible. Era antes una per-
son¡.

2 Mito corregido con T.: Informante Pitiur. De este mito poreemos cuatro versio-
nes. Publice¡nos dos; la¡ ohas eon de Vicente Pati y Puenchir, que no aportan
datos eryecialee.

3 Seglin Victnte Pati, Teére habló con el hacha y le dijo que no cortara mucho pa-
ra disimular la trama. T. me comenta: Habfa la costumbre entonces de habla¡
con la¡ cosas.

4 Jebón vegetal.

237
M 54a. TSERE, QUITA EL HACHA A IWIAI

También sucedió que, como Iwia con su hacha mataba a los shuar,
Túre le quitó el hacha y la arrojó en un río. Y para calmar las iras de
Iwia, Tsére dijo:

- Vamos a secar una parte delrío, dbuelito!


Dicho eso se pusieron a secar el río, y Tsére muy astutamente,
empujaba con los pies el hacha más hacia el agua, a medida que se seca-
ba el río. Así nos ayudó a desquitamos del lwiaz.

1 Informante: Luis Sa¡rchim Mamais.

2 Perdiendo el hacha para siempre, y salvando así a l<,¡s shuar. Comentario dc T.

Comentario de K.: "Según la leyenda, Iwia persiguiendo a los shuar les hiz<¡ subir
a un peñasco grande, y como no podía subirlo, empezó a tumbarlo. Flstr. se mo-
vía por lrrs golpes y los shuaras ernpezaron a llorar. Uno de ellosque se llamaba
Shushui (armadillo), dijo :

- Prefiero servir de carne (anües muerto que vivo), y se arrojó. Y al caer secla-
vó en la tierra, y se fue metiendo para adentro. Uno de los seres subterrá-
neos le transformó el caparazón. Mientra¡ tanto arriba, llegó Tsére (para unos,
es mono, para otros, es araña) y pregunüó al lwia:

- ¿Qué es lo que haces?

- Nietito (así trata a todo el mundo), hice subir a losshuaras,y lesestoy tum-
bando.

Entonces, Tsére le dice que se vaya a baña¡ mientras él le ayuda a tu¡nbar.

Después del baño, llegó el Iwia. lll Tsére simulaba que estaba tumbando.Cuan-
do llegó el lwia, Tsére, como un fallo, arrojó el hacha al río.

Tsére le dice:

- Sequemos para encontrar el hacha.

A medida que se recaba, Tsére empujaba el hacha hacia el río. Cuando ya se


secaba aparecía el hacha. Tsére coge el hacha y se corre. Iwia hizo caer agua, y
lucgo t'spinos, guaduas para impedirle el paso, pero Tsére se burló de todo es-
t<-¡

Mientras tanto los shuaras bajaron y regresaron a su casa.

238
M. 66 .TWIA ETSAI{ MAATAJ TAU''

Eta, Iwiamda ikwíh, níislw timiai we jés najd¡w puiú timiai. TUm
Etsoho\ furu pujai, Jempech' kukují mukúnuk kénhuru wekáns, twanh
huhujrur wajá timiai. Tunwkui wérea! wéra, akumtustqj tusa wéra
wétw wéacún tap tukamó sóya! Awdjiari, atakslw wdhenttwn wéru
tsín warínhit tusc rrrrrurmnta iydchin. Tap tukaruí, Sóya! Núikia
wahethin ümiaja. Tum, Mashun, nuyá Tséren ujóh: Apch'Iwiaiwióhtn
únin! Unúhamtai. Achirninkia- Tau timiaja. Teéw Jája! Wi íyutjoi-
Tuu hénhum nui wehós- Jó apachruse, jó aprchruse apachur juimpiap
puiú óyaW! Apachur juimpiap pujú óyaya! Tú úutos nuhapes, núruka
óentar, ja wehó timiaia. Tu wehai nékachms. Iwit- Chu! Tira tinínhi
posú psúntrame, iwióhiai! iwiókjai- Tau timiaja. Nuik, Teérc
tsehqrhuta jearí: Tséw Apchi iwidkmeh?. Iwir- Iwiahjai tinúnhi-
Tau ümbja. Tinúnki, tímnki, Mashújaí, Kuyújai, nuyd tiranki TsukankS
nuchitrijai tsupircr juríiwarti! Tsée Ayu! Apch' tepé ajató! tínia
wahethin. Turu nu Móshu, Kúyu, Tsuhankó weriar jinkí tsupírar iniónthi
iúhiaru timiaja.

Etmha jén rwjanú puj& nu lwia néhachmu tó: Iwia- Tinínhi


waríchia pujurum? Tutai apajós iydi tuhanuí, warí lwia tura póchitsuh:
Etw Apchi, chu iú¡u jumprumtiajtnn iúru jumprumüaitsn
iútihiojai!. Iwia- Jája! Tura níijiainhia rruíataj tau ds. Maj! Tusa
tunhenhtsú tsttar pú kutaütia tutai, Etsaka wsintiut tstípu tsoputssh
ajós, nunha üapah per! per per! awójeawai. Tura óníawopi tus núikia
té inlt tóutar inít wdintiuam tai, numi pau awajótin tusar tsupihiar
atus¡wn iúsn, tantón! tej! emenkóhainia Etsn. Kayó juruhín téehasó,
uióhcluióh pí! Mdsh' ikí ihinú. Tum nínkia míaiai taru. Tu.w waniwai,
tumaí nékachma yahíni. Tntu! Tau timiaja. warín ta tusa mash'imiq
atahslu yahíni Tsúu! tuhós iyd tuharruí warí Etm, nuha pau wó
enhethamunnunl chóntmm pepéret! Yakíni wdka ehémas íi ehét¡w nuka.
Iwiacluú! Tim tinánhi neka nehapmamsataj tuhamó óithiajme! Tau
timiaja. Etw Mókete, apchi rruíhete! Tinia inióis timiai.

M 55. IWIA QT IERE MATAR A ETSA1

Etsa se fue y estaba construyendo su casa. Mientras tanto Jempez,


que andaba chupando el néctar de las flores, vio una planta de tabaco
floridq y estaba dando las vueltas para chuparla y producía un zumbido.
En eso una mano quiso cogerle, pero él se esquivó.

239
Nuevemente, Jempe se aproximó a propósito a la planta para ver
qué era. Otra vez le sucedió lo mismo y entonces se alejó.

Jempe regresó a dar aviso a Máshu y a Tsére diciendo:

- Parece que el abuelito Iwira vive todavía!

- ¿Por qué?

- Porque casi me agarro!

Está bien! Iré a ver si es cierto, dijo Tsére.

Dicho esto se fue y, al entra¡ al guadual, comenzó a llorarS dicien-


do:

Ay, mi abuelito, ay mi abuelito!


pobre mi abuelito, solía vivir aquí,
solía vivir aquí.

En eso, repentinamente,Iwia habló diciendo:

- Ey! mi nietito, no seas malagüero, ¿p<irqué lloras si estoy vivo?

- ¿Estás vivo abuelito?, preguntó Tsére y se fue corriendo a r¡u en-


cuentro.

- Sí!, estoy vivo! Anda y di a los nietitos Máshu y Kúyu queven-


gan a saca"-e4.

Tsére dio aviso, y viniendo Máshu con Kúyu sasaron a lwia cortan-
do las espinas y rozando las guaduas.

Una vez libre, Iwia se fue a visitar a Etsa que en eeos momentos se
hallaba construyendo una casa para vivir. Al encbntrar a Etsa Iwia dijo:

-éeué es lo que haces, nietito?

Etsa sin inmutarse por la presencia inesperada de lwia le contestó


diciendo:

240
- Estoy tratando de construir una casa para mí, abuelito.

- Está bien!

Iwia pensaba entre sí mahrle, y cogió eü palo y dijo a Etsa que Ba-
cara la tierra para poner los postes. Etsa tiraba la tierra.

Y así hicieron hasta que cavo un hoy profundo en el que, metido


. Etm, ppra sacar la tierta, gasi no asomaba lacabeza. Entonces lwia cogió
un poste que había sido corüado para el efecto y lo arrojó en el hueco
con el ánimo de mata¡ a Etsa y lo tapó. Acto seguido, puso piedras y lo
apisonó por todos lados. Estaba seguro de que lo había matado. En eso
sonó:

- Tsu.Iwia miraba por todos lados.

Otra vez Bonó "ús¿" desde arriba, e lwia levantando l¡a cabeza vio a
Etsa (el poste era hueco y Etsa se había salido y estaba arriba).

Iwia dijo:

- Cha!

- Nietito, nietito! quise probar la medida y se me fue la mano.

- Está bien abuelito!, le dijo.

I Informante: Merf¡ Ya¡rach'. Tenel¡c otra versión de Juan wisum, dd todo


parecida, [,a que publicamos fue corregida con K.

2 Jempe: colibrf o picaflor.

3 Comentario deT.: ". . .'hipócritamente' ".


4 Que corten para cacerbporqueectaba enterrado en el guadual.

241
M. 66 "[WIA UGHI YU.'' :

Yaurchuha lwb, uchí ittórt,h íhluhmian wehafis iuhín, mutauhen


muhutó, mutsuken yururú ¡ruúoin tutainti, únlr,m mut&then imianhoriha
wahérin tutainü. Nútihg,t* sht¡p,r uúnb mufi¡uhenofu.

t'

M 56. tWrA SOrrA @MER A LOs NIñO8 QUE'. QUEDAEAT{


sol,osr :., , ;,,'
A Iwia le gustaban los sesos; era la parte del hombré o animal más
apetecida por é1. Por eso, cuando los niños quedaban solos en la casa,
llegaba lwia, cogía a los niños y les chupaba los sesos Dor la coronilla.

También le gustaban los sesos de los shuar mayores2.

I Informante: Puenchir.

2 Por es<r tienen ruave la mollera los niños. me dice K., contándome oho cuento.

242
M. 67. 'TWIA YAJA JI'KIMIU''

Etg', Iwbn yapitíó arutó chinhí tsétser! aióthui iüuói, waín chicúh:
Apchi wéajai, yapitítí arutajme, chínhi hóutrw óu tukókui yuámniwn.
Iwir Ayu tinúnhi! Tuu wéyi. Etsaha pís, pís chinhí awójhui, Iwiaha
júu mutanhahi junút mukutó aépkar, múuhchia ói muhuruí wóah rwjótu
úphar, tum aépher awajrw. Turu imianhasha Jempéchia dun muhutó
tlmieis. Tluvmu ós múahehiri ishitiúpach' jwíhu timíaja" Túmkui
chicluh: Apachi óntw üthbwóip, inilírmatai jítameh tcumúchiniam
att umpuósmeh aéphar, sút ampwísmek aéphar hamtio, tutai. Ai tusa,
lúan tcumúehüin sút úmptnun aépftar tí nuhap chínhí, móslt pichim
chlnhi u)qrltm, utuwólnh timiaja. Tura chinhí tímianu utu wóimtai,
néhrchma Ets sút umpuím, chínkihía nú chiclumaih uuu! Nanüruh,
Ivyian wamput, nuyd yap.ftcha uúnt ruíya qjasrnanum, tímiaruí, híhe
ehéntaru ümíai. Tum, nuyóha mune ruúha ómanum, Seclunúwa,
Kupinúw¿ 9eefuúhuímnútw shíinrwch' tamch, hapríhu, peóru, tsuhanhti
ahi,tru'híhe wqrun iniahtus. Apchi óu nwáthamnium'! Tuiniríuni. Ayul
lgwaL Tóhui, Kuyu, Kénm, Tatuislwm, au juínfuih. Jówómpua, wómpua!
Jó wómpua wómpua! Titilí tútai nutwsh timiatru^snk ttiwai. Kúyuha
tíi pénher weej! jwíwoi. Móshuha núthsnh. Keruójai, tatóstwm iuókka.
Tahúni, puhún! Jó tinúnhi rnanto, móntame awqidiüawai. Turam, tirónk
M,áshu, tinúnh Kuyúiai pénher junáwai, tu wéa timíaja. Tfum túruhua,
nuí inilínhahi awó qiükw, timisi núwa jímiar pujúiníamurwm háh
ehenturu ümiai ajapen. T\tm, núwa tnehí takurhakui, intsuríjiai rurruhó
rchlh aptntú ywíutai, penké awajiachkui; nanwká amukainh tusa unt-
arínhia rt¡thü&¡war menarmljiai achikió juóta tutai awó awdjiahua ni
rchümuchí achfc yuó timiaia. Et', yumínhran, núwaha, mai uúnt
hanpúwa tuifmmru, nuyd ent*kastw uúnt üós iiapen ihi;kin-tim;;js.
Tum uhut¡ut timiai téter ajówa aunha, Iwia ushurí nish tu¡na, tuma óhia.
Tu yumfuhnó tímiaia Ets.

M 57. IWIA ES TRASLADADO LE OSl

Etsa sembró un rárbol de yapítiz, cuyos frutos eran apatecidos por


los p{iaros. Yendo donde Iwia le d[jo:

- Vamos abuelito, para que comas los p{aros que yo mate.

- ¡Bueno! Y se fue Iwia con Etsa.

243
Etsa apuntaba y no fatlaba ni un páje¡o coa la bodoqr¡nra; Iwi¡
cogía el páiaro, le chupaba el seso y lo ponía en el montón (deiándole
la cabeza vacía).

Cuentan que a Jempe le chupó toditos lot lolos, por eso dicun que
tiene la cabecita muy pequeñita.

En vista de eso, Etra dijo a lwia quenochu¡nra loc aeeoo, cino quc le
dbra un soplito en el t¡asro y les fuera amontor¡ando. Y asf hizo lwi¡ó.

En un momento dado Etsa sopló e hizo se levantar¡¡r los pájaros,


que eogieron a Iwia, y elevándose le pusieron en la copa del árbol de ya'
piti, que se hizo grande.

Del árbol se divisaba una leiana cordillera donde estaban las muje-
re¡ Secháku¿, Sech¡ y Kipinna, que eran muy hermosas vesüidas de
targch'rojo y za¡cillos de pluma de tukán, y mosttándoleradrasmqjeres,
los pájaros le d[jeron:

- Vamos a llevarte allí para que te cases con una de ellas.

- Bueno.

Le pedían que diiera: "Ílé liviano, sé liviano", lo que hacía tam-


bién al pie de ta btra. Kuyu y Mastru le llevaban en uni¡ forna apacible,
pero Kerna y Tatasham le elevaban y baiaban. Entonces Iwia decía:

- ¡Ah! nietito, me estás matando. Los nietitos Ma¡hu y Kuf¡i¡ sí


que me llevan bbna.

Cuando llegó al lugar, le hicieron pasar de lrrgo, y así de engaño en


engaño le hicieron sentar en medio de dos mujeres. Como al lado había
ya agua, de allí cogió peces en gran cantidad para saciar su glotonería,
con el canoteD que le servían las mujeres.

Pero como era tal la cantidad de peces que cogía en un ratito, que
no podía terminar con todos los peces, le perniitieron coger luego sólo
con la izquierda, con lo que muy raras veces Iwia podía coger algún pez.

Y por la maldición de Etsa debía vivir de esa manera. Las mujeres se

244
tran¡formaron en dos grandes árboles, y tarnbién el río se hizo muy gan-
de, quedando Iwia al medio.

Cuando los shua¡ escuchan un ruido lejano dicen que es Iwia que
üora porque no puede coger peces y saciar su glotonería.

1 Informante: M¡rfa Yamach'. Corregido con K.

2 Yapiü: Una planta como enredadera, muy apetecida por los monos y aves.

3 Comentario de K.: Iwia ee tonto y siempre dice sí y hace todo lo que le piden.

4 Comentario de K.: No asf los otros.

5 Inchi: camote.

245
M 67a -IWIA YAJA JLTKIMru

Wrchur, aunts, áu luhiaru timianb, Secluúhuim Nwn rutathnmnium


tun. Júhíar, Kúyuha shír wéi awaju timiai nu pimpftmbtaí, Pínínch
jukín, Píninchkia itutueawa ukímshi weatsuh, ninus, tirunk ratóshrrp,hd
jahómnia awajtawai tiranh kuyu imü penker junúwai tau timiania. Tura
timia¡wi yaii upujsar, juru untsurinhia uurhar, meturíjai, júru íhiuraru
timiqia, túmmu as nujai nehas ¡urruíh yúclw tiniu amtaja.

M 5?a. IWIA ES TRASLADADO MLIY LEtOSl'2

El goloso Iwia exterminaba a los shuar, las aves, etc. Entonces


Kuyu, Tatásham, WachurS hicieron una propuesta a Iwia de llevarle al
país de las Sechákuim-nuwa (país de mqieres muy bellas ¡y hermosas)
proponiéndole, a cambio, que allí se casara con una de ellas. Iwia dijo:

- ¡Bueno!

Durante el transcurso del viaje por los aires, Kuyu con su vuelo
continuo y apacible no le hacía sufrir mucho al pobre Iwia, pero, cuan-
do le tocaba el turno a Tatásham, cuyo vuelo es subir y bajar, le hacía
faltar la respiración, por lo que Iwia decía:

- El nietito Tatásham me quiere matar, pero en cambio el nietito


Kuyu sí que me lleva bien!

El viaje para el Iwia resultó ser un verdadero suplicio ya que las aves
decían que ese era lugar de llegada, pero una vez llegado allí, le señalaban
otro lugar más lejano y cuando llegaban hasta ese lugar le decían que ése
no era, sino otro que quedaba más allá y así sucesivamente.

Hasta que al fin llegaron a un lugar y le amarraron el brazo derecho


abandonándole a su suerte4.

Haciendo uso de su brazo izquierdo podía cuzaÍ y subsistir.

I Informante: Juan

2 Mito corregido con T

246
3 Ave¡ mftices.

4 Con el b,razo derecho e¡a muy ducho para qoger los peces y como está a¡narado
él sr¡fre y gime. Esos gemidos son los truenos lejanos que los shuar oyen. Por eso
dicsn: Pobrecito lwia, está sufriendo pot goloso (al no poder coger los peces).

247
M ó8. -TSDRE ÍWIAN YAASU ABATA

Atahslu ahat¡uiw yus amütai tuínb timiqla; hnya muchinh wó,


teúha, init sini.dhtahu, póha, tú¡nsmutum timiai anui nini inhíwe¡ruh
yesu amtówaru tímiaja Turc nunhtch, jíut puno tatarfuú! jas newat
heét timiaja Yus. Nui naeha netuou)ar, rutyanha wej, tseréh! twréh!
peenairar iehinhiar y s6u ahamr ihiarch jui r¡lr,tsr,mvr yurutruí nutsitainia
timi4ja, tumó pujai tau tímíaja lwia.

I - Tinánhl warí aitkia puiurum?


Ts '- Apachi Yaaxtn, tueka nettnn aham yúahun aíthia pujurjoil
Apuchi ameslw iísia huntumwchuhait? (Yusa íyd)

I - Tséj! auslw imia penkenütia!

?s - Apachi ameslu ahaní utumtó yayóhmeha!

I - Ma yaydiai! Tókui ehenkar wéj uhupharu, tura niislw timiatwi


yaasnutn peemah yaosu ahannar itia yú puia ümiqja.

Ts - Apaachi! pénherküt!?

I - Tí penkeraiti timnki!

Ts - Apacchí ipiamatrumutú! arné shwr ipiamatrumutó apuchi!

I - Ayu! tttw weu timiaja.

Wematai wichínhi jatetó ihiuttí tus ewé¡twru timiqia, tura nekde


timiatruachmatai hurumpe ukuptuharu timiqja, nuhu hutumka yahi
ehemtatu. Tum lwia kaunha. Tum nuha lwian nulh, nwí ntnwa¡u mash
peérar wéj, tum aharur wahetainian, sjape ircnutai junamp tmte! tsupirka
timiqia. Wéuuu! r¡wsh ¡uéhrintiuk ménkara timiqja. Menharamtai apach
uteúnoyi, tau timiqia Tsere, apach urúhwaraik? iyútai! Tu ténta juarhiar
ahatukiaru, ümiaja. Núka kayarw qjiniah, mutsuhchiri hayachiniam
peétar jainia timiaja. Tum: apachrwé! apachrusé! apaach amukayi!
Tuínia timiaja aish eói! tus. Mutsuhchiri aish iniaimiatos nuhakní ió
wekainia timiaja. Tuma ssa Tsereka mutsukó aióhin lwia mutsuken nuhó
aú. Tura apach Iwia amuhayi tuu lwia numpé iúhiaru tummu nu
atahslu lwia rcjóruru.

248
M 58. LOS TSERE MATAN A LOS TWIA SEMBRANDO I,'N CAI.
2
MrFOI'

Loe Tére sembr¿üon un caimito al lado de un abismo. Este cargó


frutas y las frutas maduraron.

Colgaron un bejuco en el áibol de caimito, trayendo la otra


punta a este lado del abismo. Se colgaban en ella, se iban hasta el árbol,
cogían las frutas, regtesaban y en este lado del abismo se ponían a chu-
par los s¡imif,ss. En eso vino Iwia:

- ¡Nietitos! ¿Qué es lo que están haciendo?

- Estamos comiendo caimitos, abuelito!, dijeron los Tsére. Prueba


y ve si no es sabroso.

Diciendo eso le dieron caimitos y luego de probar Iwia dijo:

- ¡Caramba! Qué rico está!

- ¡Abuelito! Anda y coge tú tanbién! !

Hicieron que se colgara Iwia en el bejuco. Se fue al otro lado, co-


gió los caimitos, rcgresó y sentándose familiannente en medio de los
Tsére se puso a comer tranquilamente. Entonces:

- ¡Abuelito! -dijo Tsére- Está bueno?

- ¡Muy bueno, nietito!

- Anda e invita a los tuyos, abuelito.

- ¡Bueno! Y se fue.

Mientras tanto mandaron a Wichinkg para que fuera a roer el beju-


co y como éste no pudo hacer mayor cosa, mandaron a Kunamp'+. Esta
se fue y esperó el momento preciso.

Entre tanto llegaron los Iwia. Los Tsére hicieron que todos se colga-
ran del bejuco y les enviaron al otro lado, y cuando luego de coger los
caimitos estaban regresando, asidos todos del bejuco, la ardilla cortó el

249
bejuco, precipitríndose todosen el abismo.

Los Tsére bajaron al abismo para ver a los Iwira y sólo vieron peda'
zos de cabezas y cercsoo desparramados. Y fingiendo compasión, por si
algún Iwia pudiera estar vivo, decían:

- Abuelito! Abuelito! Los abuelitos s: acabaron! "

A medida que esto decían, lomían los cerebros que eetaban derpa-
atmados. Por eso tienen grande el cetebro los Tsére.

Los Tsére se arrepintieron de lo que habían hecho; entonces cogie-


ron y lleva¡on la sangre de lwia. De esa sangXe se forrró un Iwia inofensi-
vo que solía pasar sólo llora¡rdo de golosina.

Entonces las aves Tatásham5, Mashu6,Tzukánka'? y otras le llevaron


hacia el Peru.

Durante el trayecto le hicieron sufrir mucho. KuyuS con su vuelo


apacible y continuo no le daba ningún problema a Iwia, pero cuando le
tocaba el turno y Unkum (pájaro de vuelo sinuoso) le hacía exclamar:

- Nieto-nietito! Me estás matando! Nieto'nietito, me está matan-


do!

cuando le tocaba el turno a Mashu se sentía feliz. El vuelo de esta


ave es tranqrriloy continuo. Entonces Iwia decía;

- El nietito Mashu sí que me lleva bien.

Al llevarle el pájaro carpintero, cuyo vuelo es subir y bajar, le ha-


cía exclamar:

- Nieto-nietito, me estás matando! Nieto-nietito, me está matan-


do!

Y así, Iuego de haberle hecho sufir lo suficiente,le dejaron abando-


nado por el Peru. Cuando escucham_os truenos lejanos y tenues decimos
qrr" Iwia quien llora de glotoneríag.
",
1 Mito conegido con T. Informante: Pitiur. Poeeemos en total cuatro versiones.

250
E*¡, l¡ d. ShiH, R¡&d Pujupat y la de Lui,c Ss¡¡chim M¡n¡i¡. Esta votión
r¡¡¡€la nucr¡'te de los Iwias con el M 5?. Las otras versiones terminan en la muei-
te de lo¡ Iwias y la comida de sus sesos por parte de los tsérc¡.

2 C¡¡nito, erPecie de fruta dulce.

I Wfchln: r¡¡ animalito roedo¡.


' 4 I¡ e¡rütle. Tse, la araña. Ambos eran antee shuaras, me dice T.
- 6 Taffiw¡t: ffiaro carPintco.
I lf¿d¡u.'Pava.
7 Tufuínfuí: Pójaro predicador.
8 Kuyu.' oüra claeo de pava.
9 Para el ihr¡t¡ "ushu" guiere decir uno que come mucha ca¡ne con poco acompa-
ño-iento (n¡ca principalmente).

251
M 69. -(TrSHrP) rwrAr{ MA

Yóu¡tchuha lwia ilnhla amutmawitii, amutntau timiai, hame


yampitwh nunha yumnhchi hautu hwhmalnr nemóhu ai iti¿rr¡r
yuclntainhiat, aithiahrutín timiaja. Tufq wampúchri shuar ne¡ruúhunha
enhu enheahua aimiah ikia¡uh shtnnuha nuah amtmwcl, tura núm
wenín Patóch, ishinpfut, &mpach slnd,rir tu w& timiqia, tutai, wartn imia
ishinta fiis nastrch írúruiniarush uníh muh leaiawai. Ihíuhi atahsllc
wea¡ush: Wampch shirir wqi w& tímiaio, unrin tiutruta tu¡l¡ eóh
tishipich óinia aun wainiah suíjchirin yaruiar ruúa aiaphamu timiqiq
tul, tuvmu rea Tishiphia yarun ehettgo sé 6nio tutainü hame.

M 59. PATACH MATA A IWIAI' 2

Antes Iwia solía comernos, dicen. Así como nosotros cogemos con
la trampa una tórtola, y luego la comemos, cosa parecida hacia Iwia con
los shuar.

Iwia tenía una shigrc3 bien grande donde ponía a todos los shuar
que habían caido en la trampa. Traía la shigra repleta de los shuar y se
los comía4.

Un día mientras iba para su recorrido diario, Patdchí que se encon-


traba escondido en un paüto le dijo: "Wanpach' shirir!" (frase de mala-
güero)6. Iwia regresó a mirar para ver quién era el que le decía semejan-
tes palabras. Buscó y mató las hormigas que pudo encontra¡ y satisfecho
de su labor continuó zu camino. Por desgracia para lwia, volvió a escu-
char lo mismo y las mismas palabras, y entonces regresó fastidiado, bus-
có con esmero y cuidado matando cuanto bicho pudo encontrar. Los ma-
taba enroscando? el cuerpecito; por esto las hormigas tienen una parte
bien eshecha en el cuerpo.

Por fin le encontró a Patách:

- Ah! Has sido tú quien me decía esas palabras de mal agüero. Y


empezó a torcerle el cuerpo.

Entonces Patach dijo:

252
- No, no abuelito, no me mates de esa manera. Ponme más bien en
el nrelo, abre tus nalgas y échame un pedo fortísimo. Entonces
yo por la fuerza del pedo voy a morir ennegxecidoó.

Iwira hizo como le había indicado. En ese instante el Patách se intro-


dqio por el ano, llegó hasta el corazón, le picó el corazón y le mató
(con su veneno).

t 1 Informante: Vicente Pati. Corregido con T. De egüe mito tenemos seis versiones,
de la¡ cuales publicamos t¡es. Los otros informantes son Yamatan y Nurinkias
(cuyo aporte principal va en nota), Pitiur y Rafael PUjupat. Por lo general la
única variante es la de las palabras de malagüero que profieren a lq¡ia.

2 Pahich: Hormiga (kinquina, chrgl,u).

3 Slrrgru; bolsa de piola (guambfa) Shikiar: shigra.

4 Los informantes Yamatan y Nurinkias nos dan la siguienü€ versión (corregida


con K .) del comienzo:

"El Iwia solfa preparar unas trampas en el camino de los shuar, utilizando el
hurichipl para cazar a los shuar porque era antropófago.

El Iwia iba con su shihiar2 colgado del homb,ro, y llevando el hanait3 para ma-
tar. Los shuaras quedaban atrapados en la bampas4, Entonces venÍa el lwia,
lor golpeaban fuertemente y los metfa en su bolsa hasta llenarl¡a".

1 Kurichip: hierba cortante muy fina.

2 Shihiar: bolsadepiola humai (pbnta como la chonta qué tiene una fibra igual o
superior a la cabuya).

3 Kanait: Un palo para golpear y matar.

4 Venía luego lwia al dfa siguiente para ver si habfa una pieza. Comentario de K.

6 Patóch: hormiga máe grande y de veneno más fuerte.

6 El informante R¡fiad Pujupaü pone distinüa palabra de malagüero' "campacho".


El informante Pitiur pone toda una frase: "aénts enketmatairi éampachi".

7 Retorciéndole.

8 Comentario de K.: Patách nos defendió del lwia, y, en consecuencia, por el pedo
recibido, ee convirtió en color gris su cuerpo tal como es hasta ahora.

253
M69.a"IWfA"
Iwiaka, shuar yu ásm, jurích; p'iai, shtul tintín tímpíamó ihíu
timiaja. Shíihra uúnta tathópeahu, núha ¡uti sh4a,r enhétmatai, nútihsnh
irclwriry, tumchkus ha¡uúíti nuka núJai, shuar ne¡ruík wajdhuislw pújut
awótin nuía shíikmri enkeá jú. Uchla aunha ch,ühchía ü iunút muhuntí
mutsuhenka wóa ikiúk. Iwia uúnt ruúya. Jaímm úchia aent enentaimhia,
hajintruimut, haninmdmut jau. (Tilma dxtmtai shuar túrnnha iwiamatin
tutünti.)
Tum shuar, iwía atnuhfm, ói hahíchnium, inüúnhoa, wém ümiai.
Tura nuí iwiar jatéa shuara. Uur! Awóju timiai. Tut¡w pujúrun Jóarch'
tarí: Warí apachi óithia pujúrum?. Jú¡w utsíi pujúrjai! Tau timíai. Wi
nekaprústajme, ómeka mritrumutd, tus ewéma timiai. Nuha entmtush
ahattur ygjd awajsa timiaL Nútiksanh séhemurnash shstturma iinium
'enkemtin timiai. Tuma puitúi
iacharínclw iuruhí enteú aiúnka timiai. Twa
Añchchi wíhi uhuyó wditkiatjame. Ai! Kuyuóhui atahú¡c waitióh juhí
ataksha chftich kutwnam ujuntka timiaí. Tl"ta nuisllc uhuyó wdithioch
iniais timini.

M 59a. EL ÍWIAI

Iwia era un antropófago que se comía a los shuar, y para cazarlos,


hacía trampas en el camino del shuar utilizando el kúrichip.

Siempre llevaba consigo una gran bolsa donde rhetía a los shuar,
luego de matarlos golpeándoles con su hacha de piedra o müzo de ma-
derao .

De manera especial le gustaba chupar los sesos de los niños. Era


grande y alto y de^vientre salido. Su conducta era infantil, olüidadizo y
tonto por lo demáso.

1 Informante: Puenchir.
t Comentario de T .: Que eran armas inseparables de é1.

3 Comentario del inform¿nt¿: Aef ee dice hasta hoy en dfa: "P¡recido a lwia" a
aquel que observa ciertas conductas o actitudes simila¡es.

254
M. 69b PATACH'
Aryhur lwin kuókr¡wku timiaya, nadn kampruún yaruúhu wehain
ümiaya shilkl tsuhdpeaku, thuar enheatniun. Tura nu¡w aish tsukaóp
wemn chicluíruk:

P - Mó apch shuar enketmatairi shirír tau timiaya

I - Wafi tútia! rruí ishimtam!

Ma hampáchincln, iúiú, tíshipchinclw kaié kaié naióna timiaya.


TlN ataksllu wésn!

Apach lwia, shtnr enhetmatciri wampachi shirír!

I - Móitulw warin imia iishimta!

Turuhar, turukar, wainhiatai tuhamd hutsí kutsó rwiótu tímiaya.


Nuha "katrchhunha" Chípiasúchinia aténtu timiaya, auka umóh! Wainkb
timiaya timiatnwn.

I - Ama tirunhi imia ishimtam! Jiíhi ttloótaói tutai.

P - Antsu apchchi, suíichir yórua, yórua, chih akarkata!

Ayu tuu, péper péper péper. - Atsí-tsó apach.chi aharkóip!


aharh,üp! ínittiustó, antsu apachchi kampu ajataichiram achi achísam
tsórit! ihinúta! nuihis pushrFpushuru iahatiaí tau timíaya. "Ee" tusa,
'¡tu¡wha tum, ltsórit! ihia ti¡niaya, tum tantónta utúk enentai pús iiíúti
juni chót iiínhin ti¡niaya. Tum nú maóksea awaju timiaya.

Iwianchkiat Washit ónin úrcntin muhuw.

M 5S. PATACH'MATA A ÍWIAI


Iwia preparo v^arias trampas para cazar a los shuar. Iwia andaba car-
gado de kampananz y en su hombro llevaba puesto un shihiar! donde
solía colocar a los shuar para llevarlos. Cuando Iwia iba para ver las tram-
pas Patach' le dijo:

- Eh! abuelo la bolsa de meter al shuar ¡shirirla

255
- ¿Quién dice? Me das mala zuerte!

Iwia retrocedió sobr€ sus pasos y comenzó a mata¡ a Karnpaí a


nú.ip6, y después de hacer todó eeto emprendió ¡u ma¡cha. En eso es-
cuchó otra vez la misma voz:

- Abuelo, la bolsa para meter al ehuar shiris!

- ¿Quién seú el que me da mala suerte?

Iwia comenzó a buscar de nuevo todo, con las m¿nos en las hojas
y en los pedazos de madera. Después de búequeda fatigosa encontró a
Patach' que estaba escondido en una rendija y dijo el lwia:

- Aah! Tú nietito eres quien me das mala suerte!

Lo sacó afuera y quería mata¡le. En eso Patach'd[io:

- Mejor abuelito, retuérceme y al desprendeme el abdomen má-


tame!

- Bueno! Y comenzó a retorcerle el abdomen haciendo peper,


peper, peper!

En eso Patach'grito:

- No, no abueüto. No me desprendas! No me desprendas! Déja-


me! Abuelo, mejor abre bien tu ano y lánzame un pedo y yo mo-
riré convirtiéndome en color plomo.

Iwia dijo: Bueno. Y se dispuso a hacer todo como le había indica-


do Patách'. Cua¡rdo Iwia desprendía el pedo, Patách' se introdqfo por el
ano y le mató picrindole el corazón.

Así Patách'mató a Iwia.

I Traducción de K . Informante: Juan Wishun.

2 Kampatun: especie de musgoe grandes que existen en las rama¡ de los árboles.

256
3 Shihbr: bol¡¡ larga hecha de la fibra de Éümai.

4 Sl¡irir; la vqz del grillo dúrrchip.

6 Kampa: hormiguita roja, bravísima.

6 Tidttp: hormiguita braya, negta, medianita, delgada, con antenas largas y eensi'
ble¡.

257
M. 60 "SUMPA IWIA MAA'
Sump aentar túhenus, hénhu tuhóh, Iwta lintln tepée: Saydn
fuyón! Sayón Sayón! jó tepó timiaja. Tútnai Iwia tseheó Mhea tóa-
Tinínki urúkakrnu óini teparn? Waher tufiúmahuí, waher iníamst tusn
juní tepdjai. Jó! Winióia waher rcjómaja, winüia &üwió tútai, jrisa súsa
timíaja. T|m tút inian tepés aúya! súya! aúya! Suwét aiampnumaí, jóha
tepesú timiaja.

M 60. SUMPAT MATA A IWIA2

Sumpa, con el ánimo de matar a Iwig, partió un pedazo de guadua,


se acostó a través del camino y con el pedazo de guadua se pasaba de la-
do a lado el vientre produciendo un ruido:

- "Sayán! sayan! sayan!..."3

En eso llegó apresurado Iwia y muy curioso le preguntó:

- Nietito, ¿qué estás haciendo allí acostado? Dijo Iwia.

- Así se me calma el dolor de estómago que tengo.

- Ja!, también a mí me duele el estómago, respondió Iwia. A mí


también para hacer lo mismo.

Sumpa le dio (la guadua). Iwia se acostó y al hacerse sayan! sayan!


se destripó con la guadua y se quedó muerto al instante*.

"1. Sumpa: lagartija.

2 lnformante: Marfa Rosario Mams. Tenemos oüras dos versionec: Luis Juank y
Juan Wisurn.

3 Según Luis Juank, el ruido era: "Erea, erea, sayán, sayán".


Erea * utiliza para indicar que una cosa 8e pasa sobre otra;sayón, el ruido que ee
produce al pasarla.

4 J. Karakrás: De esta forma Sumpa nos ayudó a matar a nuestros enemigos loe
Iwia.

258
H rumpa ee pasaba la guadua por La parte gruesa. Sumpa de a lwi¡ el euchillo
para guG lo afile. Luego le dice:

Pásate por el lado filo, y no tengas miedo del dolot.

Por ep ee desüripa. De esta forma Sumpa nos ayudó a los shuar a matar a nues-
tror enemigos los lwia. No podÍamos luchar directame¡te, harta nos chupaban
los gerc¡ a distancia.

Sa¡ú¡ l¡ n¡n¡ción de Lui¡ Juank, d mito termirn a¡f : "Gritaba de dolor. A pe-
eer d9eF, le segufan cortando más y más hasta que se oyó: "Tdts". Así le ma-
ta¡on". K. me indica que el ruido "túts" indica, tratándose de los árboles, que
e rom¡r€ un¡ ramar y en otras cosas, un cortg rápido, que algo le vuelan.

259
M. 61 (TINKISHAP
ÍWIAN MAA''

Tinhislnp, yunhúnnanw jimió puiu hút hüüohar já nututmanum,


Iwia tau timiqia. Tirónki utúhahrumea üüu pujórum?

Ainhiar atahslw uchíich qióhur óíüaii!

Wínióslu tinúnhi yunkúntu jitiusürum püu huíniólctgf- Tau tírtrid.


Ay.u apcheW yunh{tntu iütiamr Ttm yuilhu¡tó ii&tara tímlai. Turu,
húhe ilinia au)ankar, awanhar aémwara tímidi, nútuha.

M 61. LOS TINKISHAP'MATAN A IWIA1

Con un plan ya premeditado, lo8 tinkishap'2 se envolvían en unas


hojas, se metían o se asaban en un fogón de leña que habían prendido en
el camino de Iwia, y al cabo de unos instantes salían bien blanquitos y
rejuvenecidos. En eso llega el Iwia y pregunta:

- Qué cosa están haciendo, nietitos?

- Pues de esta manera, nos estamos rejuveneciendo.

- A mí también, nietitos, envuélvanme y ásenme para salir blanco.

- Bueno, abuelito, le dijeron.

Envolviéndole con unas hojas le asaron, más no le sacaron, le amon-


tonaron más leña y le quemaronú.

Informante: Puenchir. corregido con K. Además de'esta versión, tenemos la de


Piüur y la de Lui¡ Jr¡anh ..
2 Grillo que come la ropa.

3 Comentario¡ de K.: Le pidieron que fuera a traer él miemo unas hojas gtandes,
le envolvieron en ellas. Cuando estaba muerto la eacaron e hicieron agujeros para
comerlo. De ahf que las hojas Tinkishap'--rnuká sean perforadas. Los sl¡uaras

260
com€nt¿n esto al encontr¡rr tales hojas. Las hojas que envolvieron al lwia con¡er-
van eltsr perforaciones como señal de esta verdad. De esta forma losTinkistrap'
nos ayudaron a matar a los lwia, nuestro enemigo más temible.

Segtin el informante Pitiur, el Mito termina así: "Le envolvieron con hojas, le
asaron, y por más que pronunció las palabras "ésarshir, ésarshir, no le sacaron,
ante¡ amontonándole más leña, le quemaron".

Según Luir Juank los tinkishap recomendaron a Iwia que mientras estuviera en
el fog6n repitiera: "Jashir! Jashir! Jashir!".

26r
vill
OTROS

M.62 "NA}TIIAR''
Nantarha hóya &Diti, tul yurúmha Nantarínhía auslw ówai.
Meséhruru wóínkiar shintidl, yurumtsuh, etsertaslw etsértsuh, werí
wünüaintL w 6nhiar, pinínhnum enkear etéktukar, wtíinkiach' miniánum
tóum yutunúi ihiutdnti. Núka nuí pujús yurúmha untsúwiti. Nóntar
íistai tahurhia ipiók rnumrar, anéntruhi, anéntruki íitióinti. Nuha
twnímpia nuhén trrtsurkoslú awajós inióinioiti yurúmha ruúntarinhia.
Nanfurka síar &t)iti, nuyó Nantóran takóhcln óinia aúha, tartímkarsha
iu tammhamn nwshít awajín diniawai. Tura, anéntrutsulz, júnih,
prchitsuh frsnuhq jutl uchirín, íi aishniúnheslu, turachhush íinkislu
numpó umútrunnatai j ótainti.

M 62. NAI{TARI
Nantar es una piedrat, y así hay de muchas clases, entre ellas de
yuca o para la yu'ca.

Para encontrarla, primero uno tiene una visión en el sueño, y al día


siguiente, sin avisa¡ a nadie, sin comer, se va al lugar de la revelación y se
encuentra a Nantar. se la coge y en un lugar discreto de la chacra se la
pone bajo tierra en un^pinính bien tapada. Entonces se tiene abundancia
de comida en la chacraó.

263
Quienes no poseen la Nantar, por más buena cosecha que tenpn,
ésta se les acaba enseguida. La Nantar de la yuca corta las hojas de la yu-
ca.

Para ir a ver la Nantar guardada, hay que pintarse la cara con achio-
te, y cantando los anént" se va destapando la Nantar. si no se utiliza es-
te procedimiento para ver, hay el peligro de que pueda causarnos incluso !
la muerte, la de nuestros hijos y la de nuestros maridos porque al chupar-
les la sangre s¡e mueren.

1 Informante: María Yamach'. Corregido con K

2 Comentario de T.: " . . . de la buena suerte" .

3 Producción en las chacras o huertas.

4 Anént: canto como plegaria.

2U
M 63. "KUJAI*ICHAIVI JAPAPILJNCHAK MAA"

Yau¡rchuha Shuar, tíi mdnin au, atahslu núarntah míütian


iwútlcir,nniayi.

Nui Shwr Jappiurclwk ruáartin, tí uúnt, tí hakómm, nuyó tí


nunhtúrtiniuya timiayi. Júna imiankrekn hakórnnrin nwntuótü tusa
wahéria¡¡r¡fuyi TYt¡u yóhi naúat?. Isluúmüniolrni. Tam haní atidh
clwrútun aNÉmurum shuar nuí watsaqtch', sútatwh' íimrinhia,
tlmia¡ultrch' Kuió¡rclum, turün puió chicluíh títnia timiayi: "Wi
Jappiurcluha ¡ruúattüai heruúnrwiaí rufi Arútman wúit*ia¡nioi'"
tawai. Tltm. Warf óníumsfu ¡ruúattm! Tlts wlshíhiania timiai. TVm
chicluíma iwúrhiar wérwhui, wóatska tusa. Kuiónchmaslw níislm runkí
juhí tlr'nuhí weu timioi. Inhiutuir truíaníamu¡um Jappiunchdh shtnm
íiíúhi ¡¡wtahtni. T\ttnai Kujdñchrruha iwús winüi, Jappiunclwk, shuam
uhunnuyí iuarhi hajenhtajtu teperkutó, tsuntsumftúhta winión wúnia
timfui. T"ura rwik tée umrúh wajattuyí, inkiu ní waidmunrnayí
tuhórmakuta wqin, nuih jíntiuxn, nehósha tuntupeó óí érnnmhes hóput
awqimató heas ujuant aépas tsútsuh! rruía chichóma. Tura timiaL Nú
nuntuamha shuarha warí per! per! aia*úru timisi. Nui shtnrtihia
wishíhrl¿iirashtinilíiti. nútihsanh Atútam imiankaslw hakarman amówiti.
Tiniu üniutoi.

M 63. KUJANCHAM MATA AL GIGANTE JAPAPIUNCHAK1

Antes los shuar solían hacer muchafi guerras, por eso comenzaron
nuevamente a matarse.

En uno de los gtupos litigantes había un guerrero bien temido que


casi solo se batía con todos; era alto, casi prácticamente un gigante y se
llamaba Japapiunchakz .

Cuando los enemigos de Japapiunchak discutían para buscar la for-


ma de matarlo se presenüó Kujáncham, que era pequeñito, y diio:

- Voy a matar a Japapiunchak, pues 5ro he visto a Arutam y él me


ha dado ese poder!

Empezaron a reírse:

265
- ¿Vas a matarle tú, que eres tan chiquito y débil?
Já, já! Já!

Los demás se fueron a pelear y dejaron sin hacerle caso ar pobre


Kqiáncham, pero éste cogió su lanza y les siguió, para pelear al lado de
sus compañeros.

como Kujáncham iba retrasado enconhó que Jupapiunchak les ata-


caba eon su lanza y los mataba. Fue luego a la retaguardia y los seguía
agachrándose y arrastrándose. corno Kqiáncham venía tetrasado, vio esto
y se quedó quieto escondido, de modo que se puso_a su espalda. Le apun-
tó atravesándolo con su lanza. Así maüo * <t*¡"ofo,32

Al ver muerto al guerrero valeroso, sus compañeros se fugaron.

Por eso decimos que entre los shu¿r nadie tiene que burlarse de
otro y que, en verdad, Arutam da el poder a los shuar.

Corregido con K.Informante: Galo Picham: Se graduó en Educación en Maca¡


y luego estudió un año en la PUCE Pedagogía. Actüalrnente es supervisor de las
escuelas radiofónicas. Tiene 25 ó 28 año¡.

Comentario de K.: Esto sí le gustaba contar a papá.

2 Japapiunchah.' "Japa". Venado y "piunchak" el nombre de un venado.

3 Un enemigo, en este caso.

266
M. 64 -NUWA TSAT.ITRJI{AN, ATSHRI MAA
Nuwam qianm we, menhóh kíami, iüah rufumun tó wemia timid.
Nuha aishrínhú¿ umpúmaru w iéa puiai.

Turuíhu4 uruhóhun imia menha ttm, wénutui, Wtóúu tímiaia


Patátuh aió¡um atuhui, hampuntniu¡u¡n iíhi weuyahl inióh¡um porltttl*.'
nwhnanum ( pímiatmianum ) phúnws Puiurnian wainhb timWa

Turu waíniah, uumníum tgentaóh twas palnhiamun enheh, aidlnunh


unhani iiíni an, pit! uhuüi timíaia. Alslutwrrha anc|ndyapttia tu¡n
rurchíhmamsn iniaís ümíaja. Tutu ihiwúh aiahmanha iaó wahethín
ruwé japír yur*unmiiai yahar p4iusu ümíaia" Nuha ifu ittl¿lrttlp,tai,
úoíhi uruhah ainhia tu¡g" uúh aephi ajam.wehai iéo ieó timida wshc
mwh. Tutu: Terlntcr,ka nehapnus iíf,,üai! tt/6r¡ iünhi we timiqia. Nuha
wé shwrv Wiwwrin tanpfiuh, tu¡rchí-turchiiai turu& yunhuruÉ itia
úak; Jfi iniaw yuale! tttm súrr peahnum tepa iüúrhaün fiieo í$ tepó
ttmbia iyóchu aiu. Nuwaha waú¡üts iniamh, apiÍthu apfu, atir iyó
timiaia, tum warf! waíniah atúslu üíano runtanútahin tút aiúar útwea
aí wqiatqi clwt uhufitr, fu,ueluhuiar mót ümiaia.

M 64. LA MUJER TRAICIONERA1


Una m{er shuar iba a la chacra y solía regt€sar bien tarde trayen-
do unos inióhz esrneradamente partidos, mientras zu marido estaba en
casa por haber recibido el tratamiento de un brujo". Para saber el moti-
vo de la tardanza, siguió un día a su mqier cuando se fue a la chacra. Al
no enconttarlia en la chacra, la fue buscando por la montaña, hasta que
en un rárbol de inióh en cuyao ramas habían formado una especie de nido,
la encontró en los brazos de un amante.

Entonces preparó una flecha envenenada, l.a coloeó en la cerbata-


y
na sopló apuntando en el talón del amante que sobresalíaa.

El amante, distraido en otras cosas, creyó que le picaba un tábano,


se rascó ligeramente el talón sin d¿rle lia menor imporüancia.

Mientras tanto el shuar regresó a la casa, se limpió loe piee y luego


de echa¡se un poco de ceniza en los pies para disimular que no había
salido a ninguna parüe, esperó muy tranquilo el retorno de zu mujer.

267
El amante se murió y se cayó del árbol. Impresionada la mujer, se
bajó pensando qué le habría pasado y arrastrando el cadáver le dejó es-
condido. Luego recogió la comida de la chacra y regresó a la casa con ca-
ra entristecida.

El hombre dijo a su mujer:

- Voy a probar qué tal son estas flechas! - Y sin esperar contesta-
ción se fue.

-
Llegó donde estaba el cadáver, le cortó el pene e hizo un "yampa-
co"o, lo trajo a su mujer y le dijo con voz ca¡iirosa:

- Toma esto, ásalo y sírvete.

Se lo dio, y acostado en la cama veía disimuladamente el esmero


que ponía su mujer en cocinar. Una vez asado tomó un bocado de
¡ruca, desató el yampaco y cuando se dio cuenta de la realidad, volvió
a envolverlo. En eso se levantó el marido que había seguido sus movi-
mientos, la agarró, la tumbó, luego la pisó en el cuello y abriéndole la
boca a la fuerza, le hizo tragar el pene que aún estaba calienteb .

1 lnformante: Luis Juant. Corregido con K.

2 Inióh: 6rbol de fruta comestible.

3 Tlatamiento previo para haceree brujo.

4 Comentario de K.: Se clavó la saeta y como ésta habfa sido s€fulada (tenía unas
muescas en ambos lados para que con el impacto ce rompiera) previamente, se
quedó incrustada en el talón sólo la parte envenenada desprendiéndo¡e lo demás.

5 Envuelüo con hojas comestibles.

6 Cuando ella gtitó, le dijo: Por qué tienes miedo, si esto era lo que querfas.

268
M.66 -JIMPIKIT
Yaunchu shtmr nunkartua nuwa ajamtinian ntntha timioi, tum nú
aishmanh chiclwak: Nuwaitkuinkia wiki tskatmam ntnthamii, tura
aishmanhaithuinhia maó ajarymíi tau timíai Nuwaha nuwtfuhithiunha
¡trrlk tau, túmasru sishr'lr,nh iiinkin tim1rri, Aishur nektúwainh üts
uchíchiniah tumchi aentsu timiai, nútihv,ttlc upuiu aiúhia wés timiai
tum aishrinhia íiuink tuu surítia timiai. Tumaslw neha nuótaj taun
nuhurí wrimhbmtai iniais, Jimpihit iniaihia timtai Jímpihtí ií uütfa!
iimpihti énts utitia! Jimpihtí jí utsuhhí! Jimpikü apóhth awi y.utó,
Jimpíhti huh íyumttú! awainiuW timiaja apri Nuhuri yayiihui, aishri
ti kajerniuya ti¡niaia aishri puirchhuinhia, apathu iyúm yainh nujniuya
tiyniaia.

A - Jimpíhü warin huchí imia awahea huchi jqrum hamr iyuüí!

Kaharcm qlastá tuu nuhuri tttslth tsnhu u¡nusl¿naL huchi iaúrum


piiknium iwíah ikiukmia hor¡ltí tg,nts[ anín túytu tuyw já wainiu, nuha
Arútam.

Yaitmai únt ajaui, aparinhia untrch aiu poÉhnum ptuóeht


Wtrchnus tepi timt¿ia dtm ¡¡unfiuwainh ttm: Eamruha .iyúm
tukatmaruitjame tau tóutuh iiúchüaí suerú iinkía rruía ihítmh we,
tuuhas hqien tsóntw ruianha, timiai.
nunh.ónrnaya shtmm

M 65. JIMPIKITI'2
Un shuar después de uria guerra venció al enemigo y logró casane
con una mujer de los vencidos que estaba encinta. El shua¡ hablaba así:
"Si es mujer -decía del niño-- yo mismo la criaré y me casaré con ella,
pero si es hombre, lo arrojaremos una vez que lo matemos".

La mujer pensaba y quería tener una hija, pero tuvo un hijo. Para
que no se diera cuenta su marido, desde pequeño le vistió eontarach'o,
le hacía orinar sentado y lo "mezquinaba" para que no le viera su mari-
do. Pero éste, cuando se dio cuenta de la verdad, quiso matar al niño,
mas la madre lo defendió.

Al niño le puso el nombre de Jimpíkti y siempre le ordenaba 8u pa-


drastro: "Jimpíkti trae leña! Jimpíkti trae agua! Jimpíkti, empuja loa

269
tizones al fuego! Jimpíkti, cocina la comida y come! Jimpíkü, da de co-
mer a los cerdos!". Siempre decía lo mismo para impedir que el niño
ayudara a su mamá.

El hombre no quería al niño por nada del mundo. Pero, cr¡¿do el


marido se ausentaba, la mamá muy solícita le servía lr comida y ayuds-
ba en todo a atr pequeño hijo.

En una oportunidad el shuar dijo:

- Jimpftti, vete a dormir en el rancho de los cerdos y comprtreba


qué es que
lo los azusta.

La mamá le animó, y pam que perdiera el miedo y tuviera valor le


hizo irgerir zumo de tabaco por la nadz. Col¡ooo a zu hiio en la repisa
del rancho y le dejó. Por la noche el niño vio que flotaba algo con las
ondulaciones de un pelo y que parecía como un tsants¡. Ese era el Aru-
tam4.

Con el paso de los años, el niño ya era todo un hombre completo,


y zu padrastrp, en cambio, ya estaba viejo, de modo que apen¡s si logra-
b¿ colocarse encima del patach' y pa¡a que no le matara decía aJimpihti:
"Yo te he criado alimentándote por medio de las piezas que he cazado".
A pesa¡ de eso Jimpitki no le hizo caso y le ahorcó con un peque-
ño cordoncito.

Después de haeer esto se fue a la guena donde mató a varios ene-


migos, y de las cabezas de ellos hizo varias tarr,nterlso .

1 Informente : Juan Win¡m.,

2 Ttaducción de K. y corregido con é1.

3 Tarach': Vestidd de mujer.

4 Espfritu protector de l¡ familia o de quienes lo invocan.

6 Jimpüit, estando en el rancho de los cerdos, a la media nocbe e¡cuchó acerq¡¡É


a va¡ios üuaras que cantaban. Todo¡ entre¡on en el rancho y uno de ellos cogió
varias pqias con l¡¡ que loe cerdos habfan hecho nido y decfa: "¿Cómo ec hace?"
P¡¡ecfan verdaderas cabeza¡ reducidae con pelor huma¡os. El nino al dfa ¡i-
gUtente comenzó a contar a su madre, pco ella diio quo no co¡tara nada porQue
lo quc hdbfa vi¡to era un Arutam. El Arutam le rweb el futt¡lo.

270
M.66 -NI NAMAI.IKENAK APATA YUA
Shtnr nuó nifchik pujuíniarnurum, shuar Hrur wéamutwm
chinhichi tuhú tóhahu tau timiaja. Turu apathu iniamh, nu chinhirchi
wqúh iió iníardh achiós apatkurwm patos sunru tirniaja-yururuút tusr..
TUm arum "apatuk ótsuh, umatú" takui, súwaru timiüa; turu arumsho"
apútuh ótntth" takui, súwaru tirniaia; tum atakslu juheruxnh "a¡ntuk,
unnrq s.ntltiantm" tahui. Chinhi achior;llu enhet-t@nia nu¡uela
wüinW tmü apata tucc shiriphi eheémstah iíniu ümiaia. Warí núhs!
ní ¡umtnhe¡uh achín aptntó yú puió wainhiaru timiqia.

M 66. COMIA SU PROPIA CARNE1, 2

Un shuar llegó, cuando anochecía, a una casa en donde se encontra-


ban solo las mujeres. Traíg consigo una pequeña avecita que entregó a la
mqier para que la cocinaraó.

La m{er preparó la comida y después de cocina¡ la avecita la colo-


có encima de la comida para que se sirviera.

Después de un rato el shuar dijo: "Hermana, ¿no hay comida?".


Entonces le dieron otra comida. otra vez dijo el shuar: "Hermanas, tníi-
ganme comida".

Las mqjeres comenzaron a preguntarse: ,.Con qué comerá tanta co-


mida si le entregnmos apenas un pedacito de la ave?,'.

Prendieron fuego con sh.inp&a y miraban al hombre. para gran sor-


prcs, vieron las mqieres cómo el hombre sacaba trozog de sg propia car-
ne qué se servía con la comida.

1 Informanto: Juan lf,l¡um.

2 Traducciain de K.
3 El hombre ocupó le cccitin de lo¡ hom8rs en l¡ ca¡¡ ahuar, d t¿ntárn¿¡h.
4 shúr{oíft. Resin¡ de la planta de copal que, una vez envuelto con bojas, se va
con¡urniendo pooo a poco.

27r
M. 67 _SHUAR NAYAI{P'YUAN

Shwr kampunüumm wehós teuhót¡uh ruyómp ytun lwierreh'


tarí iuhín timiaJa. Iwiatnh'ruyampín yú, tlniu üniawai.

M 6?. LLEVADO POR EL DIABLO1

Una shuar, al andar en lia selva, comenzó a sentir hambre y decidió


comer rwyamp". Cuando estaba comiendo llegó el diablo que se lo lle-
vó. El diablo come Nayamp, suelen decir.

1 Traducción de K. lnformante: Juan Wisum .

2 Nayamp: madre del añango, muy gruesa, no comestible.

272
M. 68 SHUAR YAJA NUAIIYAIKIA
Yaztwlut Slurlr fuhamm üi amin utya tim@a. Chihich nunharro,m,
wefuúe rutan ehintwn wainiah walcerutuih tuuttrr¡ihiolrtt tímíqia, AWrí
tuwantrin eqm wórih sur timi4fla. Penher eamin arr,mtoi mwantur tii
oithmanh penher leat ttts. Tumaslu arw atu¿sha penherlu puiuintqhu
timiala. Aishmanhs oemuta turn we wanhealu, teuhotúón tunw chihieh
hunttuniaclu itio timtqio" Ntu¡inhü¡ tlr,hitia ttmíqia chuanhoiti ttt¡r'.
Ichinh¡u¡rr,lw nu painkb srgtüumh tahahuya tímiaiq wtnfunh
púünhrueru núniqnh tahurlwtya ümiaia.

Meteh amutaj fim wetuhha, ntnh.a mehan naminbm tretar iun


iapinniuya timiqja, Nui nunchunk, wisl¿íwts/¡d iiinhui nuaü ¡twtó
tíniuya timiaja. Aishnr,nha tukltiayat nwntinüuya timiqia Nwha tii
wamuys timiüa. Miiniahas, meieas ewekamüuya timl4io- Ju taanha
penher írtaruh ywh aishri aumslw niínhia yuclwuya timiqio"

Aishrinhia nunrin aiapa ihiuhtití tu enentaimniuya timiaia, tu¡nastu


nuari ajamün nu uchiri tatin aeamtai nui puití timiqia.

fuma uchiri wehammtaí, nuikia nuarin chiclwruh =tteaiai tahui.


Nuarí üia suah: Jintia yunmüun Tau timiqia. Nuha, neh&a a¡lr.nts
auah, wahetkin tus. Jintia wesa atir iyó timioia, nui tii huntuts, ntnrin
ané ané aiasú timiüa. Tuntt atúslu nrnri puiamurum wahethin timiaia.
Níi enentairiiainhia wahethitití tu enentaimiu timiaia. T\tt¡u au atakelu
nuarin chiclwruh wqiai tan timiaia. Atahslu, iú iiamu iuhítü iíntia
yuamnium tau timíqia Aislrr¡unka: Ee, tau timiqia. Tu¡¡usLo
arunkmwapi turr óa alatum iea iiniuh aiapa ihiuhin timiqia. Shwrha
tséhea timiqja, tutnai wahan'hia pés pés pés pés ewehat¡uinia timiqla
Shuar¡wka kitntuts' enentaimtihr, wakethimnia awais ttmiaia. Nz
rchiríwlu ruúnisnh ewehamw ümiaia. Aparí chicluruh tau timíair-
stlr,nkaiti aufu ii shuarin uahethi tt¡¡r aithiarmqii. A¡Pntn'aha swúhior
awahkiar nu nü aentsrin waketkiant penher timiqia.

M 68. SU ESPOSA TENIA OTRA CULTURA1

Hubo un shuar que era valiente y un excelente cazador. Al andar


por lejanas tierras, se enamoró de una hermosa chica que correspondió
a su amor. Después de un corto tiempo, el hombre pidió la mano de la

273
chica a su padre. Este no objetó muclro, ya que el hombre reunía las ca-
racterísticas suficientes para ser un buen esposo. pero en la vida, todo
fue distinto. El hombre se iba de caeeríe y regresaba a la casa con las pre-
tlp d" wanhesh2, Tsulaanha} y otras presas preferidas por los shuar, mas
ella rechazaba instantáneamente¡ diciendo que era gallinazos. cuando
preparaba el caldo de estas ar¡es lo hacía en una olla destinada exclusiva-
mente para é1, y de igual forma le servíe en platos gumdados para estos
casos. cuando salían juntos de cacería, la esposa movía los bejucos col-
genteg de unos árbolee y cuando apareclan le Ma¡rchunha y
wtihiwich¡í,
ella le pedía que los mata¡a; el esposo no tehía otra altetnativa que ca-
zar esos animales pese a sus contrarias costumbres. Ella se sentía feliz
con estas presas a las que abrazaba y besaba. cuando llegaba a casa las
preparaba con todo esmero para comer, pero el marido no se servía de
estas canes.

El esposo pensaba abandonar a su esposa, pero por el amor del hi-


jo que estaba a punto de venir al murdo, espeiaba con paciencia esta
oportunidad:

Cuando el hdo podía ya caminar decidió el papá abandonar el ho-


gar con él para reg¡esar donde zus familiares. La mujer le entregó un en-
vuelto de comida y dtio a zu maridoi

- Que coman cuando estén bien lejos.

La intención de ella éra que lq anent0 de anor, le hieieran desistir


de su propósito de abandonarla. una vez abierüo, el hombre comenzó a
sentir una pena inmensa por su esposa, de modo que tuvo que regregar
de nuevo a su mujer.

El hombre, sin embargo, no perdió su decisión de regtesar donde


sus familiares,por Io que de nuevo dijo a su esposa que estaba de viqie.
La mujer le dijo: "Está bien. Pero antes de nada te entregarÉ .rtr
"r,.roll-
to de comida pÍüa que comas en el camino',..,Bueno',, dfio el hombre.

Al pasar por la huerta que rodeaba la casa, arrojó enseguida el en-


vuelto presintiendo que se trataba de algo como en el primer caso. El
shuar comenzó a coner, pero en el ca¡nino eecuchaba los cantos de los
wakan1 que le hacían r"ntitr" triste, con deseos insoportables de regte-
sar sobre sus pasos. Igual cosa le sucedía al hdo, pero él le animaba di
ciéndole que era una trampa para que regresaran y no pudieran retor-

274
nar nunca más donde sus familiares. Pese a los diferentes encantamien-
tos que les puso en el camino, lograron superar estas dificultades, y de
este manera ¡egresaron sanos y salvos a su lugar de origen.

1 Texto y traducción de K.

2 Wanhesh: Peidiz de l¡ zona alta.


3 Tsuhanhó: átón
4 ManchunÉ.' cla¡e de o¡o hormiguero. Sube a los árboles. Es amarillento.

6 Wishiutishi.' oso hormiguero.

6 Anent: encantamieato amoroso.

7 Wahiit: Ave negra, pico rojo . Su voz : pés áa, pés áa, pés aa.

275
M.69 TSUMU MAAIT{U

Yau¡rchuka Yahryashuar, Tumú-shtnr tuhe ¡¡uanu. puluya


timiaja.

Nui atakslw ruíaüah, aentsrinhia m6 hajinhiaru timiqia. Iwiakant


iuaharuha waketkíaru timiala. Jui muaniamun¡¡uha tuhe tg¡ntu ¡ajanin
urmia ümiaja. Tv¡tu ashi wahetruru óiüai chihichih yahlya$htnr,
jintia Tumu wahéthitn¡unnwl ¡uúhah püusu timiaja. Jímianí tnwant
rwnha¡¡wsü timíaja. Menaint tuwant ttp¡wah'ui, jeaclwt jinttanarn aents
winió wdíniu timíaja. winihiar winihiar óach' aja¡llnatai iisttloka warí
Tsumú-shuar. Pitíakan entss winió timiqia. Kijiüan entshtn nuniyauya
timiaja yaitias winió asmtai. Nawetan waitrurharai tusa jintianmani rruí
nonten, mói ¡wnten jahí winió timiqia. Aach'ajasma tai ¡wnten qiathin
runkijai ijiúr rruúa ümíqia. Pitiahan uruh iyd timieiq warí nii aetutri
muhen tsupimr suukó owasomu wóiníniu tirniaja. Kajeh, Tsumú muhen
tsuplk jukin timiaja. Tu¡na jéa jeó Tsumú muken trlo,ntsz awajas üümpr6
ruru tímiaja.

M 69. MUERTE DE UN TSUMU1

La guerra entre los Yakíya shuar y los TsumrFshuar:2 era inter-


minable. En uno de estos enfrentamientos de guerm murieron los gue-
rreros de una y otra parte. Después de una lucha sin tregua, los pocos
sobrevivientes regresaron a sus lugares de origen. En estas clases de lu-
cha siempre cortaban las cabezas para celebrar ra fiesta de la twntsa
cuando llegaban donde sus familiares.

Mientras cada uno de los dos bandos beligerantes regresaba a sus


respectivos lugares, un miembro de los Yakíya shuar se escondió por el
único camino por donde debían pasar los sobreviüentes de los Tsumú-
shuar. El hombre esperó con paciencia el paso de uno de ellos, dos días,
y al amanecer del tercer día, vio cómo a lo lejos del camino r¡enía un
hombre.

A medida que el hombre se acercaba mrás, el shuar que estaba es-


condido pudo comprobar que se trataba de un Ts 'mú-Shuar. Este hom-
bre venía saltando de puntillas de un lado a otro del camino para no de-
jar sus huellas que le delatasen. A sus espaldas cargaba w ptiung y,
For

276
el caminar lento, se podía imaginar que en zu interior trafa algo pesado.
El shua¡ quedó inmóvil ante la cercanía inminente del Tsumu. De impro-
viso, saltó delante de él y a tranzaoos le quito l¡ vida. Abrió el piüiák para
ver gué contenía, y para st¡ sorpresa mayúscula vio varias cabezas corüa-
das de zus compaforoe de guerra que habían muerto. Enceguecido por el
cor4ie, despuós de matar al Tsunu, corüo la cabeza de éste y regresó a zu
lugar de origen para celebrar la ñe¡ta de la úoonüsa.

1 Texto y traducción de K.

2 Yakíya Shua¡: dbu con¡üituida por todos los shuar de Santiago, Kuankus, Li-
món, Bomboiza y zarnora, Tbumu.ghuar; tribu consüituid¡ por loo shr¡ar dsl
curso inferior de lo¡ rfo¡ Sanüiago, Moron¡ y Pastaza.

Piüak: Mochila shuer o maleta, es impermeable. Viene del término petaca.

277
M.TO.KARAKBAS
Yutnchu, Kar6hru, Shuar rurtin, tíi haharmauya timíaia.
Tanmunmani, we Thumu móa, t¡p,ntg¿ miaruh itbuya timíaja AtahshA
Tbumunmani mfunihtó tus nliaentcrinín iuhín wémktlm@a. T\tma r,i,
jfijai tutg antar juóhmb timiaja. Kaníktvr¡ha, Tanmunsm móani wehói,
uhu¡wm níi yachín, nú si móa rutarin atanhimb timiaja. Kaníhros, ilía
mantuwai tu*, nukurín chichatah tau timiaia: Ents ainhin wétqiai.
Nui uuha4 hanu ikiuhtiajai, nuru yatsur juhí winití tu timiajo"
Yachinhia, Kanúhrrejai máaniah wu timiqia. Aya yatsuruh uiahtó, tuutu
awaju ihiuhin timiaja. Nuha, wehó wehdkua, entun ai ainhu.a yajó üu
nuí jean ¡wió¡u timiaja. Yurumak juhímiuha, amuruhmatoi, tíi tsuhai
waitiaiya timiaja. Uumas, ja tóa wearmísi tímiqia. Nuha, yurumkachin,
tsra,nimpian jurumainiah. Nuaka, tsuha asr,¡atai, watutn iósrmia timiaja.
Aya tantanten uunt ajamtin asr annia tirnbia. Atak taclwtin taar nuan
ujarmia timiaja: Yamaihia twnirnphia uunt ajamrai, yuwbhkia yuqii
tuinía tuinia timiaja.

Karuhruka, Tsumu móas awahmar, tsnts rnjantu ttímia timbja


Tumc, yachin móamu nehó, hqieh wínia nekapruvrti timia timiaja.
Untchikia, ujahclwmia timiaja. Nuihia, Kardhras, mtnhartunn yachin,
ame iniasta tau timiaja Nuha, waítns, nuhurin iurin, uuthiq yatsur
tuní wema, wdri wétajai, tumchhuinhia, Kanikras mantuatawai. Tau
timiaia. Nuaka, chichak: yatsun nuhutu tusc tutsumek tau timieis.
Atsá timia timiaja. NuíÉia, óshi uiakmía timiaia. Nehó, Kaníkrusan óshí
ujakmia timiaja. Kaníkrus, nuaq tgeasn súsa mdamia ümiaia. Nt¡c
etsérhamun, ainhi ainhi, kanu iuki, wéa wéaka, twpniurwm iearmia
timiaja. N u íkia, jea w ainkiarmin timini a. Jintiaha, tunka, y apqiramu armia
timiaja. Nuha, móatai tutai tsékentin tusE óithiamu. Aiaka, chikintiu
armia timiaja. Tsanimp'hin, paantnwha, kuhulriarmia tímiaia. Kanúhras,
níi aenstrin chichamsn susmia timiqia; nuha óshí móata tuu. Nehrchrna,
j íintiuhiar. má¿hi múaki w ekamania timiaia, Chihichnisha, tunkiiai iiiurar
awémarmia timíqja. Kaníhros, yachin, nuwen achik, nanhiiai rutweruttn
ijiumb timiaja. Tfum, tumhua, papankan ruiam, nui ehéru4 ewienha
shinkín ajintia entsa aienhmmia timiaja. Nui ajeheak, yatatr iyuttí tinia
ajekramia timicia. Karókrasha, iu wahethimia timiqia. Shtnr nanhiiai
ijiu akupkamuka, nújainclu idhsrmia timiaia. Chihich'hir aha ahimm
jólearmia timiaia. Chihichih, Karékru¡eg ieen tómia timiqia. Nuaka,
ehéntnum tarachin nuhukar upuisrmia timiaia. Tltmaslw, hatúhrus¡ nehó,
ekentnum we shua¡un wainiak. shitiaht tankamash' iuhimia timiaia.
Nólca ehenu, runkiiai tsúh tsih ijimia timiaja sh,nmn. Ihiwh, tú
chblurmla tímiaia: Itiura yatsur mantúrtuatnan. Shuar, hqieh: nueya
Cthúarcm4 óme yatanmínói aithia¡wh míamqi wóri mantwta tsu timiüa
Nuaya a/;nhia yatsurha móachttwkam, wtíri mantwt tahutnniaha túmtiai
tau timlaja. Kenhun atwhamun achih, intiashin yarur achih, muuhen
tutc ttttpihmta timi4ja. Shtnrun ayashinhia, muuhenha ataí, jóah tséh
ttF*, numpha, tsee iók shui shui jómia timiaja, Tumahui, Kanúhros
chbluh: Ec yúsúr untsuhtó" Nampéwtó, yatsur timia timiqio"

Turc, Kanúhras, yachin, ayampruhmia timiqia.

M 70. KABAKRAS1
Karákrasz ela un huar muy valiente, que siempre emprendía vi{es
hacia loe Tzumu3; degpués de un tiempo regresaba a su casa con varias
tsantsas, fnrto de sus incursiones en territorio enemigo.'

Nuer¡amente salió en campaña de guerra hacia los Tsumu con vb-


rios guerreros que le acompañaron. Pero su cuñado Najamtai, so pretex-
to de enfermedad, se quedó en casa. Mientras Karrák¡as estaba en guerra
contra los Tsumu, su cuñado traicionaba a Pinchu hermano de éste, has..
ta que le mató y se apoderó de su esposa, Putsum. Como tenían miedo
los asesinos de que al regreso Kan4kras tomara venganza de sus actos,
Nqiamtai, habló con la suegrar diciéndole que se iban y que seguirían bl
cunso su¡rerior del río. En la orilla de este río dejarían escondida ia ca-
noa, para que le siguiera gu hennano que había acompañado a Ka¡ákras
en la carnpaña guenera.Insistió en que sólo le avisa¡a a su hermano y na-
da más. Estog hombres se fueron caminando varios días, sufriendo pena-
lidades y dificultadee de toda índole, hasta llegar casi a los orígenes del
río, donde constnryeon su casa. Los alimentos que habían llevado se les
agotaron, por lo que zufrían de un hambre terrible. De vez en cuando
regresaban a la casa para proveerse de alimentos y üevar las semillas para
sembrar. Después de r¡arios meses sus mujeres estaban completamente
esqueléticas, de modo que sólo resaltaba el vientre voluminoso por su
estado de gravidez.

En la última oporhrnidad en que llegaron a lia casa de la suegra dije-


ron que ya habían crecido las planüas de yuca y probado los zapallos
tiernos.

279
Kakákras regresó triunfante después de haber reducido va¡ias
tsar¡t¿s de los Tzumu. Cu¡ndo supo la tri¡te situación en que sr¡ hem¡-
no había muerto, se encolerizó sobremanera y juró vengarse de un modo
ejemplar. La anciana no quiso avisa¡ a Karákras, por lo que éste ideó un
plan: valiéndose del hermano del asesino llegó donde la mujer. El herma-
no llorando, d[io a la anciana: "Quiero saber dónde se ha ido mi herrna-
no, debo escapanne lo más urgentemente que pueda, porque Karákras
quiere matarme". La anciána le preguntó: "¿No vas a traicionar a tu her-
mano?". Pero é1, con Lígrimas de fingiiniento decía: "No". La a¡rciana
le avisó todo como le hebfa indicado Naiamtai. Pero, cuando ttrvo la in-
formación que necesitaba comunicó todo a Karákras. Karákras, en ven-
ganrzat mató a la anciana egvenenándola. Con las instrucciones de la an-
ciana siguieron el curso superior del río con un grupo shuar. Recogieron
la canoa que les facilitó el trasladarse más riápidamente por el río.

Llegaron a un claro donde habían constmido una casa. Los ca¡ninos


estaban completamente limpios, anchos y cmzados para escapar úpid+
mente en caso de ún ataque sorpresivo. Las huertas estaban totalmente
limpias, las plantas de yuca y de plátano estaban floreciendo. Karákras
dio las intrucciones adecuadas a zus hombres para liquidar a todos. Ata-
caron por sorpresa a los que se encontraban en la casa; éstos no presenta-
ron resistencia; muchos quedaron muertos y unos pocos lograron esca-
parse, pero todos ellos heridos por las lanzas. Karákras capturó a la infiel
mujer y en forma sádica, con lia punta de la lanza hería los pies de ella.'
Por último, construyó una balsa donde hizo sentar a la muier y le clavó
las manos y piernas con estacas de palmera y le dijo que fuera a visita¡ a
su hermano Pinchu que había muerto. Karákras regresó a la casa. Mien-
tras tanto, los hombres que habían logrado escapar de morir a manos de
Karákras, murieron por la infección de la herida y los gusanos. Uno de
éstos llegó a casa de Karákras y las mujeres le escondieron en la sección
de ellas cubriéndole con la cortina de taruch! Karákras se dio cuenta de
esto y sin mayores comentarios, se dirigió al ehentS y a empellones lo
llevó al tankamash'.

Lo hizo sentarse frente a él y con la punta'de la lanza, produjo una


serie de heridas al indefenso hombre. A medida que clavaba la lanza
le preguntaba: "Cómo mataste a mi hermano?". El pobre hombre lleno
de heridas, contestó con todo coraje de hombre: "Me estás tratando
como a una mujer. Yo no maté a Pinchu con tantos zufrimientos. Má-
tame úpidamente". Karákras dijo: "¿No matasta a mi hermano como a
una mujer?.Si quieres mori¡ rápidamente, lo haré enseguida". Acto segui-

280
'ü*

do cogió un cuchillo afilado de guadua, agan6 del cabeüo al hombre y


le cortó la cabeza. El cuerpo sin la cabeza, se extinguía, dando va¡ios
saltos; la sangre conía por toda la casa como un ehorm de agua, y esüa
circulación violenta de la sangre producÍa silbidos. Por lo que Karákras
decía: "SÍ, llámale así a mi hemano. Cántale a mi hermano".

Uno de los sobr€vivientes herido llegó en la casa de T\rkup', cuña-


do de Kanikras, quien era reepetado por zu dominio de la brqiería.
Tt¡kup' se negó roüund¿mente a entregar a Karákras al herido porqr¡e
también éete era zu cuñado. Más bien amenazó a Karákras con desatar
una epidemia contra la familt¿ de Kanikras, si seguía insistiendo en la
entrega. Gracias a Tukup', ese hombre fue el único que se salvó de una
segura muerte por parte de Karák¡a¡.

Pasaron los años y nuevünente Karákras, eon un grupo de guerre-


rps entre los que se incluía el único sobreviviente, fueron en plan de gue-
rra. Mataron y corta¡on muchas cabezas de los Tsumu. Durante la fiesta
de la tsantsa, el sobreviviente daba a Karákras de comer hígado. Ka-
rákras, complacido de este gesto decía: "Por ser tan valiente, también
matast€ a mi hermano Pinchu. Ahora, dame de comer hígado Kar Ka¡".

1 Tefo esüablecido y traducido por K.


2 Ksnúhras: nombre de hombre. Sapo. Rfo afluente del Zamora.

3 Ekent: Sección de las mujeres.

281
APENDICE

DATOS BIOGRAFICOS DE RICARDO TAIYKAMASH'

Por Miguel Tankámash',


hermano de Ricardo.

Bien, en este momento quiero en rasgos generales hacer anotar algu-


nos datos sobre Ia biografía de Ricardo Tankámash', quien estuvo ¡eali-
zando la traducción de las leyendas shuar al castellano. Para que se publi-
que esta edición es necesario indicar pues quien fue el que hizo esta tra-
ducción de las leyendas shuar en el español y dependienáo de la Universi
dad Católica del Ecuador, juntamente con el Padre Ma¡co Vinicio Rueda,
y para esto quiero hacer constar alggnos datos que pueden servir para el
objetivo indicado.

Bien, quiero comenzar como primer paso sobre el lugar en donde


nació Ricardo Tankámash'. El nombre propio, en primer lugar: se llama
Ricardo Tankám8sh' Mama; los nombres ¿é los pap,ás son lds siguientes:
Domingo Tankámastr' y Rosario Mama. Nació en la parroquia Arapicos,
actualmente pertenenciente al cantón Palora, provincia de Morona santia-
go. Nació en la casa, cua¡rdo su madre se encontraba sola, acompañada
de los dos hijos: Miguel Tanlnímash'y Cleclia Tankámash', quienes son los
hermanos de Ricardo Tankámash'. En el momento del nacimiento no
asistió ninguno & los familiares; así fue como nació el Ricardo ?¿riká-
mash' en Arapicoo. Loe hermanos Bon: Carlos Miguel Ta¡rkámash'Mama
y Cleüa Tankárnastr' Mama Hennanos por padre son: Alfonso Anank

283
Tankámash', Carlos Yancur Tankámash', César Tankámash', Alberto
Tankámash', Luis Tankámush', María Tankámastr', Martina Tankámash',
Rafica Tankámash', Elvia Tankámastr', Josefina Tankámash' y María
Luisa Tankámash'.

Desde que nació hasta la edad de 2 años estuvo en Arapicos en la


casa propia; luego se trasladó a Io que actualmente se llama el Centro
Namakim; vivió juntamente en la casa del tío que se lla¡nó Picham; de 3
a 4 años fue trasladado por su hermano Eugenio Samik'desde ese lugar de
Namakín, actuelmente en Sueúa; permaneció junto con su momá en la
casa de su hermano Eugenio Samik' hasta la édad de 7 años; a los 7 años
fue internado en la Misión Salesiana de Sucúa. En este momento en la
Misión Salesia¡¡a de Sucúa, se encontraban sus hemanos Miguel Tanká-
mash' y Clelia: uno en el internado de los Padres y la otra en el intemado
de las Madres Salesianas; hizo toda la primaria de la Misión Salesiana, y
luego siguió los estudios en el Colegio Normal "Don Bosco" de Macas de
los Padres Salesianos. En quinto curso, tuvo que abandonar zus estudios
por cumpür la función de servicio milita¡ obligatorio; cumplido el servicio
mütar nuevamente ingresó en el colegio en el quinto curso hasta terminar
la secundaria.

Una vez terminado el colegio con eI título de Bachiller en Pedagogía


o Ciencias de la Educación, comenzó a desempeñar su función como tal
en benefrcio de la Federación Shuar, o más claro empezó a colaboriar en
las escuelas radiofónicas de la Federación Shua¡ en el año 1972, en el
Centro Shimpis. Cabe anotar también que fue Miembro Director de la
Federación, una vez que desempeñaba trabeio como profesor; fue Vice-
presidente, en el lugar donde trabajaba como educador. Allí conoció a la
chica quien fue después la señora de é1, que 8e llama Enriqueta.Chium-

Una vez formada la familia tuvieron 3 hijos: 2 mujeres y un varón;


primero una mujer que se llama Nandar Tankámash' y el segundo hijo,
un varón, con el nombre Amtam y, luego, la última niña que se lla¡na
Shakap. La raz6n para poner estos nombres (que gon en realidad nombres
propios del gnrpo struar) está en que antes todoe los muchachos que estu-
AiaUan en la Misión pensaban de que por obligación, para ser civilizados,
tenían que poner nombres de los santoe o de pérsonas no shua¡. Sin em'
bargo, a pesar de esa idea" Ricardo comprendió que tales problemas sur-
gían por la idea de que quizá los Shua¡ no tenemos nuestros propios va-
lbres. Lo que ellos creen es que son más que un shua¡. Est€ asunto com-
prendió: que cada gnrpo en el mundo entero üene zus propjos valores, su
propio idioma, sus propias eosfumbres y.propios nombreg. Esto es una de
las cosas que él hizo como algo imporüante para el'grupo shuar, como

284
esüímulo a todos los que han perdido sus propios valores.V lfenen vergüe-n'
za Oe i¿ent¡tica¡se coño tales, con sus nombnes. Qtrietoindicar lo que qU-
á¡empto, Nandar. Ñandar es una piedra que las mujeres t1trí*
"iñ;,;;
c"n uir'cuiaá¿" etóe"ial, como un amuleto, diremos algo milagfoso. Estasy
pbd*r se hallaban a través de un sueño, y tenían_qqe ser\consenradas
'¡ien gr.atdadas en wra equina de una chacra,-donde nadie.pudiera opryr'
;;.-6;úils ta t".tiuo la'cuidaban con oración-y col g.anlo"' Cuando la
ñ"r-u"gaba all4 hacía oraciones, y qada vez iba a visitarlas, P{f +te le
á manteier la huerta, .la chacra,_ con_bastante producción; con
pi"A*ior diferentes, variados, divgrsiñgados. Entonces este nombre inü'
")ñd"t"
piedra imporiantc en la vida de los Shuar. Por eso le pugo d9 noqo'
ñ ;
"" "st"sú hija Naidar. EI segundo se llanó erír1am, lo que -es igualmente
un símbolo muy importantá en Ia vida de los Shuar,,pues el Arútam es el
opi¿t" probcftr Ae tos Shuar, el espíritu q¡e .da-fuerza. y da valor; da
seluia".i a los Shuar, y esto se manifiesta a través de muchas cosas como
poi ejemplo en las chorreras, en las cascadas de los ríos. Luegg' Shakap'
que ei un instn¡mento musieal que llevaban las mujeres a la cintura
t"r ñestas, hecho de algrmas pepas de la natr¡raleza o"Fdo
de algunos- peda-
zos de concha o caracoles. Se colgaba del cinturón y era bien tejido con
"n
mullos; senría alavez de adorno y, cuando bailaban, al saltar, hacía bulla.

comprendió +re era necesario tener mayor info¡mación y conoci-


miento aé U viaa de otros grupos ecuatorianos con los cuales tenemos
relación los Shqar, a fin de poder colaborar con la Federación Shuar, que
es la organización máxima de este gupo. Para esto quiso ingfesar a_Ia
Universidad, lo que no fue fácil pues era eglesado de Ciencias de la Edu-
cación y no de Humanidades Modernas. Este problema fue zuperado
cua¡rdo algunas personas en la Universidad donde quiso estudiar (Univer-
sidad Catéüca) comprendieron la sitqación, y, entendiendo la importan-
cia de la Federación y el esfuetzo que hacía con el fin de promover a su
propia gente, Ie dieron facilidad para que ingesara en la Universidad Ca-
i¿Uóa y estuvo estudiando Soóiología por 2 a¡1os. Estuvo en primero y
segundb año de Sociología; pero el segundo ariq Ouisq guglbi* de Facul-
taá y segUir pórqué al regresar de la Universidad y vivil las exi'
-y Derecho,
g"ttc-iar necesidades- de la Fedeáción entendió Afe e-l estudio_qu-e él
fensaba-hacer no podía darle mayor beneficio. Hacía falüa en la Federa-
óión atguien que entendiera de leyes, para proteger los dercchos de los
-grupo
Shuar, que nomalmente, a nivel nacional, es considerado como
,rtt girpo negaiiuo en la sociedad ecuatoria¡ra. Entendiendo .esto optó
por lambiar de facultad e ingresó a Jurisprudencia. En esta Facultad es'
-¡¡Oó
¿or arlo6 y cuando ingreso al tercer año, al ver que tenía problemas
familiares, ya que Ia señora esperaba un hijo y al ver el problema de la
organización, pues hacía falta un mayor contacto con los socios, suspen-
dié los estudios del tercer a¡1o y vino a la Federación para colaborar.

285
Cr¡ando regresó a la Federación entendió $¡e los programa¡ de la Fede
ración en realidad no podrían ller¡a¡se adelarite en r¡naforma muy eficaz
sin penonas que pudieran tmbaiar, colabo¡ando col todo el gupo. ftetó
de colabora¡ en el aserradero y estuvo colabora¡rdo de esta fotma unos
2 ó I me¡es.. En vez de buscar un puesto de trabajo donde hubiera podido
ganar más dinero, preñrió quedarse ayudando casi ein ningun sueldo ñjo,
sino con una bonificación que recibía" una pequeña cantidad, diríamos
de 40 srcr€B diarios, a lresar de ser un egrcsado de la t¡niversidad. Allí
estuvo hasta el día del pe¡cance en gr¡e perdió la vida.

Se sabe cla¡amente cómo fue la muerte, porg¡e un díq una vez ter-
minado el habajo en el aserradero, del cr¡al había quedado encarghdo
cuando zu Hemano Miguel Tanhímastr'salió a Quito para comprlar re-
puestos de alguna maquinaria, salió de la casa, y no volvió más. Se puede
suponer que no fue una muerte normal, nahrral, porque se encontró a una
distancia de un kilómetro fuera del preblo. Segun zuposiciorrcs de ciertas
penonas se dice que quizrá, se excedió en el alcohol, y se fue desviando
del camino,lo que nunca jamás hubiera podido zuceder.

Sin embargo, no Be puede decir algo concreüo hasta el momento. So-


bre los sentimientos, las aspiraciones propuestas podemos decir que en
toda su juventud y en todo momento trabqió en una o en otra forma con
el único deseo de colaborar para el desanollo socio-rconómico de la Fe-
deración Shuar, con el fin de colaborar má¡ eñcbntemente con todos los
hermanos Shuar. Algunas veces, delante de las autoridades, él siempre tra-
tó de defenderlos y dijo las cosas claras, "Los Shuar que antes cortaban la
cabza ahora esüán unidos, paria cortar la cabeza de la ignorancia, en pri-
mer lugar, de la injusücia. Somos capaces de poder razonar, de poder
afrontar, para poder resolver los problemas a base de las razones y sin
ninguna violencia". Así se expresó ante las autoridades, como en alguna
visita del Primer Mandantario de nuestro pueblo ecuaüoriano, y ante al-
gunos colonos, quienes siempre crgen que el indio debe estar sujeto al
servicio del blanco y no tener derechos. Fue una rebeldía, una arnenaza
a los colonos, porque siempre existió problemas relacionados con tierras
que los colonos querían ocupar. Por ninguna tazítn querían aceptar que
el Shuar puede téner un terreno donde puede garantizar su existencia y
la sobrevivencia de su generación.

Como todos sabemos, en cualquier grupo social no todos buscan el


mismo ideal; siempre hay oportunistas, pertonas que aprovechan ciertas
cicunstancias para poder busca¡ su propio prestigio, orgullo y egoísmo.
Empezó también quizá a no ser tan bien aceptado o tan bien visto por sus
mismos compañeros dentro de la organización.

286
Se puede anotar que todo su habajo, todo su esfuerzo fue en benefi-
cio de zus hemranos, y alrora con su muerte queremos anotar que no de-
sapareció o no se perdió ese sentimiento, ese espíritu, este concepto tan
noble para el grupo shuar. De entonces acá habrá 5 ó 10 Ricardos quienes
trabajarán en beneficio de la organización. La vida no ha desaparecido, el
esfuerzo que él quiso hacer no se ha acabado y no se acabará, pues será
culminado, será seguido por cualquiera de los Shuar. Una vez terminados
sus estudios de colegial, él no tomó una actitud de colegial. Ni de univer-
sitario. En la casa hacía trabajos de agricultor, y, donde quiera, en cual-
qubr presentación ante la sociedad, no dio importancia al aspecto exterior
monstrándoee como eshrdiante, como universitario, sino considerando
las cosas como una cosa natural, sencilla. Cuando trató de ofrecer algo, de
colaborar con los demás, estuvo siempre dispuesto a no eseatimar ningún
esfuerzo, tanto para atenderles y senrirles, como para exprcsarles ¡rnistad
y confianza.

287
DATOS PERSONALES DE SHUAR AMPAM KARAKRAS IPIAK

ESTUDIOS:
--
1e?3: ttrl?*"'Jo$H*"i,""f?#ri#E:r
frri':":'#ffir"ltx
Cantón Limón, Indanza, provincia de Morona S*rti"ó.

L977: sigo los estudios en la Facultad de ciencias Administrativas, en


la especialidad de Auditoría y contabilidad. univerei¿"¿ cehJ.

EXPERIENCIA:

- _ Desde mayo de 19J5, hasta la presente fecha, desempeño la función


de Representante de la Federación Shuar en euito.

DATOS ADICIONALES:

Cédula 140008671 - 4
Cédula Tributaria LgB424
Registro Nacional Contador 12916
Cédula de Resena Militar 86491

REFERENCIA:

Prof. Domingo Antún'


Presidente de la Federación de Cenhos Shua¡

Lcda. Dana de Landívar


Directora Encargada de la FED
Avenida Colón lI2O - Quito.

Nacimiento: (23-IV-50) no sé mi fecha exacta de nacimiento.


En Paat - Chiwias.

Padre: Antonio (Karrís Kras) Shanip Yampaniak


Madre: Raquel Ipiák Nachat Atsut.

288
No nací en r.imón Indanza, sino en Paat {hiwiar Yumun; cuando
nací mis padres no hablaban bien el castellano. Estudié en la Misión sale-
siana, de T.imón Ind¡nza la primaria, y el Colegio terminé en Limón. Bau-
tismo y Primera Conunión en el u1o de 1961. Mi idea era estudiar. Mi
papá quería que sea profesor. No quise. Me puse a trabajar, un año, en la
propiedad dada por mi papá (1967). Se abrió el colegio de Limón, Ciclo
básico. Seguí el ciclo divenificado (1973). Acudí a la Federación Shuar
y pre¡enté una ¡olicih¡d para que me ayudaran en loo e¡tudio¡. Quería
estr¡diar Economía en Cuenca. Mejor viajé a Quito, Universid¿d Católica,
pa¡a un cuno de verano. No me gusto. Tleg meses trabajé como Secretario
de Información de la Federación Shuar. Enero L974, ¿ru¡o de nivelación
Univenidad Cenhal. Ayuda de la Federación Shuar S/.1.000,oo. Tlabsjé
en CESA (Cenhal Ecuatoriana de Sen¡icios Agrícolas) hasta mayo 8 de
1975. Repreaentante de la Federación Shuar en la FENOC (Federación
Nacional de Organizaciones Campesinas ).

FED (hrndación Ecuatoriana de Deaarrollo), primera entidad nacio-


nal que ayudó con prÉstamos a Ia Federación Shuar para hogramas ga-
naderos.

No soy casado.

Mi idea es la de tennina¡ la obra de Ricardo Tankámash', sobre los


Mitos Shuar que quedó inconclusa.

Terminados los eshrdios trabajar con la Federación Sruar.

tlasta ahora tengo un crÉdito de S/.1.000,oo de la Federación Shua¡.


Trabajé en la representación sin rrmuneración (gastos administrativos).

289
UN TROZO DEL DIARIO DE CAMNO DE
RICARDO TANKAII{ASH'

viemes 2L demarzo.- salí de Quito con direccién a cuenca vía s¡cre a


las 5:30 p.m. (12 horas de viaje).

sábado 22 de marzo.- salí de la ciudad de cuenca en la Empresa T\rriemo


Oriental siendo las 7 a.m. (8 horas de viaje hasta la ciudad de Srcua).

Domingo 23 de marzo.- Cabe indicar que no se hizo nada con res¡recto


a la grabación, sino, sólo entrevirtas personales, charlas, preguntas
con 8 personas sobre los temas: Significado de la Tsantsa, Ritos de
la Tsantsa, Fiestas de la Tsantsa y baño en la chorrera con el ñn de
encontrar el Arútqm.

Lunes 24 de marzo.- Viajé al Centro Mirium (2 horas y media) con el fin


de hacer el mismo trabajo del día anterior, pero con los temas:
Prostihrción y Homosexualidad entre los shuar. Por la tarde regresé
a Suqia ¡r luego viajé d Centro Shimpis.

Martes 25 de matz o.- Usando una parte de la ma¡1ana y oha de la tarde


pude entrevistar (grabación) a Nurintsa sobre los temas: el Natém,
Maikíua (bebidas alucinógenas) y sobre las abstinencias que prac-
tican los Shuar. Esta entrevista la realicé en Shimpis.

Miércoles 26 de man¿o.- De mañana y con mucha suerte pude enhevistar


o mejor conversar con los señores: Juank, Atamaint, guienes viven
en el Cenho Shimpis, sobre la brujería, su uso y consen'ación.

Jueves 27 de matzo.- Me tomé el día libre por ser "Jueves Santo". Atendí
los asuntos concemientes a mí casa y pasé un día muy estupendo.
3
Viemes 28 de marzo.- En este día me invitaron a un trabajo colectivo de
noce o desbrozamiento de la montaña al que acudí con gusto; se rea- a
lizó una sola jornada hasta las 2 p.m. +
a
Luego de comer opiparamente y beber la chicha de yuca mascada, :
a cántaros, aproveché la oporttrnidad para conversar y preguntar so.
bre los temas: el lwia (monstmo que se comía a los Shuar) el Iwianch
(el diablo), semejanzas entre el Iwia y el lwianch; además pregunté

2n
sobre el concepto de Dios que tenían antigunmg¡te los Shuar. Por
la tarde regpsé a mi cas¿. Esto fue en el Oentro de Shimpis.

Sábado 29 demsrzo.- De mañana viajé a Sucúa y una vez en Sucúa" luego


de ¡lmorzar:, me fui al ba¡io toda la tarde. Por la npche fui a ver una
película en el Teatro Amazonas, la película titulad¡: Lcia ütez
lld¡¡¡dqpie¡tog.

Domingo 30 de utarzo.- Por la ma¡1ana entrevisté al señor Miguel T.


(grabación) sobre los temas: Organización-shuar antes de la r¡enida
de los españoles, la religión shuar, cootumbres que han repercutido
más ach¡almente en la vida de los Shuar, las buenas y malas coetum-
bres de los Shuar y la autenticidad de los valores shua¡ de no mentir,
no robar y no ser cobarde. Por la noche retomé a Qtrito.

RESULTADO DE LA INVES1TGACION

I- Cinta grabada con tres personas entrevistadns conteniendo 8 temas.

II- Temas hatados en conversación directa (sin grabación) con 12


pen¡onas.
De las dos cintas: una grabda y la otra no se pudo utiliza¡ porque
seanancó durante la grabeción.

Qtrito, 21 de abril de 1975.

Rica¡do Tankámastr'

29r
GLOSARIO

Amarta: avispa grande, cuya picadura es muy dolorosa.

Anent: (encantamiento) canto amoroso.

Anita¡n: (tige). El ser espiritual que se encama en el tigre y en otros


seres o cosas, buscado en las cascadas, protector del shuar.

Auju: ave noctuma que canta cuando sale la luna. Mito de Auju.

Chái:
'^ ost, kakakák kakalüik: su rugido, siendo furioso.

C,trapkin: canasto, cesto; makij: clase grande; makik: pequeñita;najénch:


con came, colgada sobre el fogón.

CI:iá chiá: cigarra.


Chiínchup o tiínchup: grillo de tiena, shirír shirír: su canüo.

Chiánkrap: fruta de comer.


Chift: cesto grande para guardar maní, junto al techo de la casa.

Chinimp': palomita; tsereá tsereá: su chillido.

Ctrfti: arbusto como paja toquilla; hibero de comer, pero tabri según
el modo de comerlo.

293
chírÍnchiri: hierba g¡arqa; remedio del mal de cabeza: se aplaota la
cabeza y se toma.

Chu: mono.

Ekeirt: Sección de las mujeres.

IchÍnki¡n: olla d,e barro cocido, que einre para coeer los alimentos y came. r
Ikiánchim s[ínrri: ave ryrgdianita café; de malagüero y tdimbién de buen
augurio según el canto.

Iniák: árbol de fn¡ta comestible. Varias clases.

Ipiák: achiote. Planta que sirve para teñir er algodón de color rojo.

Irshim: Ave del mito de apmpum.

Isip: Ave media¡ra de color plomo. Fi ü: su voz.

Itíp': vestido de hombre, hecho por el mismo hombre enfue los shuar.

Japó yawa: jaguar.

Jempe: colibrí.
Jéncham: murciélago.

Jápa: venado.

Káma: comejen(termitas).

Kámpa: hormiga roja, pequeña, bravísima


Kampának: especie de musgos grandes que existen en las ramas de los
árboles.

Kuartank: sapo que vive en los árboles.


Kujancham: zorro. e

Kumái o natri: palmera c_on o sin espinas, de cuya hoja sacan piolas,
la pepa se come. De sus hojas tiernas ee hacen tos snitíar.

294
Kunamp: ardilla.

Kunl¡i: ave flautera.

Kunkrik: palmera comestible.

. Kupat o Kuhpátás: palmera de Kutuku.

.
..?
Kutánk: asiento shuar común, hecho con la madera floja strimiút.

Kú¡r: del monte; tatákraa, tatákraa: sonido del Kúyu; juíi juíi:
3ava
su voz.

Manchum: clase de oso horrriguero, color amarillento.

Mashu: ave, especie de pavo.

Muits: vasija grande que sine para guardar la chicha de yuca.

Naiyan: fruta que come el tigre.

Namáj: hoja de yuca tierna (para la sopa eB buena), cocinada con fréjol.
Nayamp': madre del añango, muy gruesa, no comestible.
Nayáp': ave de cola dividida que lo llarnan tijeretero.

Númpi: árbol cuya corteza tiene espinas; planta como papaya pequerla
cuyo fmto es muy apetecido por los monos.

Pánki: anaconda de aguq kl'kár panki: pitón o boa de tierra.

Pánka: ave blanquita y café; kía¡: zu voz; el macho negrito.

Pánka: otrS ave homónima (seg-un la mitología era una mujer) negrita,
anda en el zuelo; la hembra rojit¿; hij iáj: su voz.

_ Paní nustí: especie de maní, manÍ grande.

+ Patách': palo cerca de la cama para los pies y hormiga negra grande
que prca.

Péem: flauta grande con doe huecos.

295
Páy¡nk¡ palo que usan los viajeros y tusa de maí2.

Píft: anda^rrio, tumbado para guardar maí2, ollas, etc.

Pinkuí: flauta.

Pinínk: pilche de barro cocido para comer.


..
Pirípri: hierba medicinal con hrbero; semiarbusto; clases: uchí pirípri;
mankátai pirípri, já umutai p.; kawái p, uwishin p. tseas pirípri, :.

uchi takútei p. nuwetai p. teres, teres, uchi takusa umutai.


Pitiák: mochila shuar o maleta, es impemeable, sirve para guardar las
cosas y utilizan los viajeros.

Sása: riachuelo con cascadita.

Sesénk: escarabajo.

flésenk: escarabajo.

ShÍmiut: árbol de cuyo tronco se hacen los asientos pequeños llamados


kütank. Se hace también el tuntuf : tronco ahuecado que se
golpea con un palo llamado tuntui tutikri, produciendo un soni-
do que se oye desde muy lejos. Se usa pana anunciar noticias,
accidentes, para dar el comienzo del ritmo en las fiestas, para
anuncia¡ el natem.
$ia o niwa: nuez, cuyo líquido usan para mojar el pelo, y preservarlo;
también se pintan el cuerpo, el árbol es gande. Tiñe de negro
la ropa.
$rmpa: lagartija.
Sunkip: como la palma pero no es comestible su fruto.
$iu: árbol guammbo.
Tankamastr': sección de los hombres en la casa shuar.
Tarách': vestido de mujer shuar, hecho de algodón y antes de corteza '
del árbol kamus.
T\inta: aljaba para las flechas; componentes: mátij, chípiat, wampuísh'.
Ta¡ru: ave de las cuevas (mitos) jáawiáj: Bu voz; con los huesos (las
piernas, fémur) se hacen colla¡es típicos.

296
finkisháp: grillo que come hasta la ropa (mito).

Tínkishapnu}a: hoja grande con agujeros donde fue envuelto Iwia y arro-
jado al fuego.Los tinkishap para comer hicieron agujeros.
Tintirik': tagua (comestible)

- fiship'. hormiga brava, negra, medianita, delgada, con antenas largas


- y sensibles.

' fiünk napi: culebra yenenosa. Foma de alacrán.


Tsaráá: ruido producido al romperse el cascarón de la cigarra, llarnado
en shuar chiá chiá, su voz homónima
Tséatik: ave de rapiña, rojita, cuello negro. Su voz, t6€á tse¡í.
Tzuk¡nká: tucán.
Tsenkutsen yawá: tigre como la pantera negra, salta de un árbol a otro y
no anda por la tierra, es peligoeísimo.

T\¡ntui: (ver shimiut).


Ukukui: ave de rapiña.

Uunt Yawá: tig¡e.


IVaí: instrumento de labra¡rza hecho de parnbil o chonta.
lVáshi: áa,áa: suvoz.
lVachur: ave, pava del monte.
Wakán': ave negra, pico rojo, sll voz: pés áa, pés áa...
lVámpank': mariposa grande, azul.
Wanchúp': planüta con hoja de fn¡to redondo de comer, la hoja se da
de comer a los peros para que se hagan buenos cazadores;
especie de papa china.
Wáchi: flor de caña o de pintu.
lVankesh: perdiz de la zona alta.
lYmpenk': pondo grande, calabaza, para el agua, chicha, generalmente
usado para los viajes.
lVishiwíshi: oso hormiguero.

297
Yákakua: especie de cuervo que anda en bandadas, junto con el'fr¡€án;
muchas veces, avisando la presencia de alguien, con Bu voz
sonora tátatua tátafua (mitos)
Yakrim: mono aullador.
!¡rnk¡pu: envuelto con o sin hojas comesübles de pescado o carne.
Yampinkpayawa: tigre; clase feroz. t
Yampúna: papagayo, término común; clases: yr¡sá yamÉna: multicblor -'
grande, chaák: multicolor pequeño, áchu kawá: azul-marillo,
y"mpúna tugka o yusa tugka: bagre rojo.
Yapankam¡ paloma de la montaña.
Yantauch': especie de sapo.

Yantsanch': una espcie de sapo.


Yúmi: calabaza típica para traer y gUardar el agua del río.

298
Iq
e
tg
o

i,E
E

Iá ::Si
;íÉE
zud'
at, ol
.3 ñ bE

!,a)'=Exoo ,{!€6€
fr Fc.iEE
}o
a EE'E€€
n5 iE i
qF(¿o.a
Er .g .E
€6t
.OlrL
'iq .E-- o- c!
€6
EEgEEEg-
A HEgEgÉÉHÉE
-.s-- -- E
h

E33?AEEEEE 3Eg33T3T E
r¡)

E 8222222822 22222á2a a pE
f^
;í EEE
o90 E EEE
I a\ooo EEEEEE
A909e9 O
5 ct
.-
E -a /-\ /^ A ,i r^ ¡^ a\ A /'\ /'\ a\
l-oóooa6@úaaeoolol Eq)
t9(Dq)C)E(DkC)(DO(¡)O(lj)(|)O)C)kv
7 .3 9bbbgbebbb
- EgBgEHEgHg bbbbbb.9* 16 ..8 E
SHgHHHE?, 9ú .\6

&, E .H€56.E6.t666 666666.3É qi


= 's rct
EE
e
z
É $ééé$éffé6é EEEé6éS¡ Eü ^;o

.-t
€q Orñr)OróOi,.re.¡OO AOOhrñc)Oh \OO r^ (.¡
X H c.¡ F- r- $ \O l- ¡- c.¡ f- F- \O 6 t-- cO $ o.¡ rr¡ C.¡ c.¡ $ \o (n

Í- .8.= .5
- .n.n.s.n.s.s,E
- Q 9.
ú
¡i .e'E'8 .2.2.2.=.s'8.,E
ñFlA'EÁAAF-'6 AAA'A6.Á'6.S:2i HE ,E
-. s- 5 .E.E.E.E .E.E E X i t.q
-'6
3 ü22áüáñá2e Aüáüü8e,7,4A'E gÍ
.E .E.p..E.E.E.E.E .E U5

'E CIJ

-'FEE. E'H'E
rsr g E t ¡F= F -E
q EgÉ;É-*seg-€*g!sgi€É5r E

E 3 g g ¡ € F E ¡ ü s e : É ¡ ¡ É ¡ Fs € É g ¡ g;:
g -: ñ ú; + d\dc- doiciÉ -iñc.;
d
+ -i ü F do. d *'ñ c.; + v;rci
É ñ¡ C.¡ t..¡ (tt c..¡ C.¡ t-.¡
A
-

299
b
¡U',
d|)
E
a
I

€É¡


o
E
É rt

()
o.
:G'
_Y=
(J '=
o
gF e
'3 HEth^
€a á9Y, ó
,g) .=,4) ;:¡ -9
tr E 3E E
HkL\-¡t
E
OiOiO.ú) ñ

1t
€a
f*¡

$
o
(n
(n
c.¡
la)
\o QOm
c.¡r ñr
\oc,
ats \o

¡É
.69
O.
tr.3 ñr e'9SEc
'q;HE'i a
$ Égss ; 6<,ñ>6ü *
,=o g
(t) (h

á :* a E

sss**Cf¡ g"u i g EuFHFé,


€ t;;EÉÉ€EcÉiEi,;€i"{EÉHE{t g

E Eig :ppEiSEEgEf ÉE¡gS5áÉ€É$¡É#s


Z \e¡ { d
(\¡ 9 ñ ?.¡ ci..)
9 !? ro F doi + -i
c.¡ r¡ ¡¡¡ c.¡ a
ñ d + ü + ñod
t + {: s,';<j c.; +,;
^¡ = ?n t1
cO rn a,ncj -'ñ
.f <F oi vn rñ vn r¡ vn

300
INDICE GENERAL

Pá9.

Liminar. 11

I. MITOS SOBRE ARUTAM

M1. Amtam salva a un Shuar arrojado en la cueva de los


Tayus. 43
M2. Desafío de Sumpa con Chiáchia 50
M3. Shuar que vio a un Kuji. 62
II. MITOS SOBRE ETSA

M 4. Etsa y Nanfu. 54
M 4a. Etsa y Nantu. DI
M 5. Iban a ser inmortales. . . . 59
M 6. Sésenk y Tinkishap' . . . . 61
M 7. Los Shuar hubieran podido volar. 62
M 8. Etsa somete a una pmeba a Kujáncham. . . 64
M 8a. Etsa somete a pmeba a Kujáncham. . . . 66
M 9. Etsa mata Iwia. . 67
M 9a. Etsa mata a Iwia 73
M 10. Amarüa mata al Shuar 77
III. MITOS ETIOLOGICOS

M 11. Nunkui 79
M 11a. Nunkui 84

301
Pá*

M 12. Nunkui muestra la buena arcilla 88


M 12a. Núnkui enseña la buena arcilla 90
M 13 Taákent (Tsákean). 91
M 13a Takeant. 93
M 14. La mama ratona 95
M 15. We. 98
M 15a We... 702
M 16. Tinch'encuentra la sal. 104
M 17. Aúju 105
M 18. Jempe roba el fuego 707
M 19. Yánkuam y Yá se hansforman en estrellas 109
M 20. Kujancham muy jactancioso . 110
M 21. Jémcham se transforora en murciélago . 111
M2la. Jemcham. 111
M 21b. Jemchaur. 772
M 22. Ipiák y Sua . . 113
M 22a.Ipiah y Súa . . 723
M 23. Chuu se transforma en mono 728
M24. A5rumpúm lleva a zus hijos 128
M 25. Kunki roba la flauta de Japa 133
M26. Jempe y losYakakua. . . . . 135
M 27. Se convirtió en Tseátik 138
IV. EL TIGRE Y OTROS

M 28. Un Shuar pelea con los tigres. 139


M 29. El tigre Tsenkutsenku . . . . 747
M 30. El tigre come a las mujeres 745
M 31. Yawá se casa con un Shr¡ar 746
M 32. Sau .. 148
M 33. Kuartam se transforma en tigre 150
M 34. Shuar se transforma en tigre 151
M 35. Tigre domesticado como al Shuar 153
M 36. El tigre y el zorro 156
M 37. Un Shuar roba los namur a los Chuank 158
M 37a. Un Shuar roba los namur a los Chuank 160
M 38. Un Shuar se Gasa con una mujer páü(i . 163
M 39. Un Shuar come la c¿rne de anaconda 767
M 40. El aguila come al niño. . 777
M 41. Un Shuar empuja al oso al agua. 773
M 42. Un oso defiende a su amo 775
M 43. Japa llwa a una mujer abandonada por el esposo 777

302
Pág.

V. RELACIONES SEXUALES

M 44. Tsunki. 181


M 44a. Tsúnlci. 187
t, M 44b. Tsúnki. 193
M 45. Kalca. 19?
M 45a. Kaaka 200
M 46. Un Shuar se casa con una mujer osa ' ' 203
M47. Kaárep..... 205
M 48. Maa 207

VI. MIANCH.

M 49. El lwianch'glotón 209


M 49a. Los lwianch'glotones 272'
M 49b. Los Iwianch'glotones 274
M 50. Sacaron el brazo al Iwianchi 276
M 51. Muerden la oreja a un lwianch' . . . 220
M 52. El lwianch' se lleva a los niños. 222
M 52a. Los Iwianch'se llevaban a los niños. 224
M 53. El Iwianch' esPoso. 226
M 53a. El Iwianch'llega a la casa 230

VII. IWIA
M il Tsére quita el hacha a Iwia 233
M 54a. Tsére quita el hacha a Iwia 238
M 55. Iwia quiere matar a Etsa 239
M 56. Iwia solía comer a los niños que quedaban solos 242
M 57. Iwia es trasladado lejos . 243
M 5?a. Iwia es trasladado muY lejos 246
M 58. Los Tsére matan a Iwia sembrando un caimito 248
M 59. Patách'mataa lwia. . 252
M 59a. El Iwia 254
M 59b. Patach' mata a Iwia - . 265
M 60. JemPe mata a Iwia 258
M 61. Los TinkishaP' matan a Iwia 260

VIII. OTROS
263
M 62. Nantar.

303
Pás

M 63. Kujáncham mata al glgante Japapiunchak. . . 265


M 64. La mujer traicionera 267
M 65. Jimpikit. 269
M 66. Comía su propia carne. 277
M 67. Llevado por el diablo. 272
M 68. Su esposa tenía otra cultu¡a 273
M 69. Muerüe de un Tzumu 27,6
M 70. Karákras 278
APEND ICE S

l. Datos biográficos de Ricardo Tankárnash'. . 283


Por Miguel Tankámash, hermano de Ricardo
2. Datos personales de Shuar Amppm Ka¡akras lpiak. 288
3. Un hozo del Diario de campo de Ricardo Tankamash 290
4. Glosario de las palabras shuar más frecuentemente usadas en 293
estos mitos
5. Lista de informantes . 299

304

Vous aimerez peut-être aussi