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1) Dentro del plazo convenido por las partes o determinado por el tribunal arbitral, el
demandante deberá alegar los hechos en que se funda la demanda, los puntos controvertidos
y el objeto de la demanda, y el demandado deberá responder a los extremos alegados en la
demanda, a menos que las partes hayan acordado otra cosa respecto de los elementos que la
demanda y la contestación deban necesariamente contener. Las partes deberán aportar, al
formular sus alegaciones, todos los documentos que consideren pertinentes o hacer referencia
a los documentos u otras pruebas que vayan a presentar.
2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, en el curso de las actuaciones arbitrales cualquiera
de las partes podrá modificar o ampliar la demanda, o la reconvención en su caso, antes de
que haya sido contestada una u otra.
Como se puede observa la ley es escueta en mencionar los requisitos de la demanda, por lo
que si las partes han establecido previamente el contenido de la misma, deberá esta cumplir
como mínimo con los establecidos en el Articulo 28 de la Ley de Arbitraje. En caso contrario
deben cumplir con los requisitos que establece el Reglamento del Centro de Arbitraje al que
decidieron someter su conflicto.
b) Aceptación del presente Reglamento, con las modificaciones para el caso concreto que se
hubieren podido convenir en el acuerdo arbitral respectivo.
c) Relación de hechos a que se refiere la solicitud.
d) Relación de los fundamentos en que se apoya la solicitud y relación de cualquier aspecto
que considere pertinente sobre el lugar del arbitraje y las normas aplicables al fondo del asunto.
e) Acreditación de la existencia del acuerdo arbitral o indicación del lugar donde se encuentra
el documento respectivo, salvo lo dispuesto en el artículo 17.
f) Todo lo relativo a la designación o nombramiento de árbitros, en su caso, conforme la sección
anterior y el acuerdo arbitral indicando cuando corresponda, nombres y apellidos completos
del árbitro designado y el lugar donde puede notificársele.
g) Nombres y apellidos completos de la otra parte o su denominación o razón social, así como
el lugar o la dirección en la cual deberá notificársele la demanda.
Cualquier omisión de los requisitos anteriormente señalados podrá ser subsanada si así lo
estimare necesario la CRECIG, y mientras no se subsanen no podrá continuarse con el em-
plazamiento al que se refiere el artículo siguiente. Lo mismo se entenderá aplicable en la con-
testación de la demanda o la reconvención, en su caso.
Las partes deberán designar un domicilio especial para recibir comunicaciones escritas. Si así
no lo hicieren al momento de presentar su demanda y contestación, el tribunal arbitral podrá
conminarlas para que lo hagan dentro de un plazo a ser fijado por el mismo tribunal.
Nuevamente la Ley de Arbitraje es muy vaga en cuanto a este tema. Los Reglamentos de
Arbitraje anteriormente indicados amplían este tema de la siguiente forma:
1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:
a) El demandante no presente su demanda con arreglo al párrafo 1) del artículo 28, el tribunal
arbitral dará por terminadas las actuaciones,
Este artículo le otorga cierta discrecionalidad al tribunal arbitral, indicando que en caso
de rebeldía el tribunal continuara las actuaciones, lo que les permite llegar a una solución del
conflicto.
RECONVENCIÓN
“2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, en el curso de las actuaciones arbitrales
cualquiera de las partes podrá modificar o ampliar la demanda, o la reconvención en su caso,
antes de que haya sido contestada una u otra.”
Una vez aprobada la calendarización de las audiencias o tomada la decisión de que las
actuaciones se substanciarán sobre la base de documentos y pruebas, las partes no podrán
ampliar la demanda o la reconvención, salvo autorización del Tribunal Arbitral, el cual, al decidir
al respecto, deberá tener en cuenta la naturaleza de las nuevas pretensiones, la etapa en que
se encuentre el proceso arbitral y las demás circunstancias que sean pertinentes.
MEDIDAS PRELIMINARES
2) A falta de acuerdo, el tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en el Artículo 23,
dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta facultad conferida al tribunal arbitral
incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.
MEDIDAS CAUTELARES
1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá, a petición de una de ellas,
ordenar a cualquiera de las partes que adopte las providencias cautelares que el tribunal
arbitral estime necesarias respecto del objeto del litigio. El tribunal arbitral podrá exigir de
cualquiera de las partes que haya solicitado la providencia, una garantía suficiente para
caucionar su responsabilidad en conexión con tales medidas.
2) Asimismo, salvo acuerdo en contrario de las partes, podrán estas o los árbitros requerir al
tribunal competente de conformidad con el artículo 9, que decrete o levante aquellas
providencias cautelares que deban ser cumplidas por terceros, o bien, para que se obligue
coactivamente a una de las partes a cumplir con una providencia cautelar decretada con base
en el numeral 1 anterior.
En defecto de acuerdo entre las partes, las funciones a que se refieren los artículos 15 (3) y
4); 18 (1); 21 (3); 22 (2) y 34 serán ejercidas a elección de actor, por el Juez de Primera
Instancia de lo Civil o Mercantil del lugar donde se lleve a cabo el arbitraje, o el del lugar de
celebración del acuerdo de arbitraje, el del lugar donde deba dictarse el laudo, el del domicilio
de cualquiera de los demandados o, en cualquiera de los anteriores lugares si coinciden todas
o algunas de las circunstancias anteriores.
Los árbitros carecen de la potestad que llamamos “imperium” propia de los jueces, pero tienen al igual
que éstos últimos el “iudicium” o sea, la jurisdicción suficiente para sustanciar y decidir las causas
litigiosas
(2).-
La inadecuada interpretación de la falta de “imperium” del árbitro
llevó a la errada conclusión que no pueden dictar medidas cautelares y
como apoyo legal se invoca el articulo 753 del Código de Procedimiento
Nacional (3) que entre las “medidas de ejecución” dispone: “Los árbitros no
podrán decretar medidas compulsorias, ni de ejecución. Deberán
requerirlas al juez y éste deberá prestar el auxilio de su jurisdicción para
la más rápida y eficaz sustanciación del proceso arbitral”.-
2.- AYLWIN AZOCAR, Patricio: “El juicio arbitral” colección de Estudios Jurídicos y
Sociales, N° 34, Ed. Jurídica de Chile, 2ª. Ed., Santiago, 1958.-
3.- Reproducido en el art. 791 del C.P.C.C. de la Pcia. Bs. As. -
4.- Véase arts. 754 del C.P. Nacional y el 792 del C.P. de la P. Bs. As. y ROJAS; Jorge
A.: “Amparo al Arbitraje” en especial recomendamos leer apartado 4 “Los sistemas
cautelares” en E.D., T. 205, pág. 87. Comentario a la jurisprudencia de la C.N. Civ. y
Com. Fed. S. II, agosto 26-2003 en “Administ. N. de Usinas y Transporte Eléctrico del
Uruguay c/Hidroeléctrica Piedra del Águila S.A. s/acción meramente declarativa”.
En igual sentido “A.N.U.T.E.U. c/Central Puerto S.A. s/acción meramente
declarativa”, sentencias del 26/8/03 y 20/5/03 en E.D. T. 205, pág. 84.-
5.- Ver art. 6°, inc. 4° del C.P. Nacional, idem del C.P. Pcia. Bs. As.-
3
El juez estadual que no tiene competencia para conocer en el
proceso principal porque las partes le han quitado la jurisdicción para
dicho proceso y se la entregaron al árbitro, según el artículo 196 del
C.P.C.C. Nacional e igual del de la Pcia. de Bs. As., deberá abstenerse de
decretar medida precautoria alguna por no ser la causa de su
competencia. No obstante, que la ley procesal a renglón seguido admite la
validez de las que fueron decretadas en violación a ésta regla, el principio
sigue incólume que si carece de competencia para resolver el fondo debe
abstenerse de conocer y decidir sobre la cautelar.-
Con lo dicho hasta aquí podemos sacar una primera conclusión que
los árbitros tienen la potestad de evaluar la procedencia o improcedencia
de las medidas cautelares solicitadas por las partes en el proceso. Es
atribución exclusiva de los árbitros examinar la verosimilitud en el
derecho y el peligro en la demora, determinar la extensión de la medida y
de la contracautela que se requiere del solicitante, resolver sobre el
levantamiento o sustitución y los eventuales pedidos de ampliación o
mejora. Esta dentro de las facultades de los árbitros disponer una medida
distinta de la solicitada o limitarla teniendo en cuenta la importancia y la
naturaleza del derecho que se intenta proteger.-
Los arts. 753 del C. Proc. Nacional y 791 del C.P.C.C. Pcia. Bs. As.
no pueden producir el efecto de vedar a los árbitros la facultad de decidir,
ya que son los verdaderos jueces de la causa, tanto para las cuestiones
principales cuanto para las accesorias.-
4
Las medidas cautelares no son compulsorias ya que antes de su
ejecución requieren un proceso intelectivo de decisión en nada
compulsorio para después pasar al proceso de ejecución que si debe
admitirse que es compulsorio sin olvidar que el ejecutor es un juez
estadual investido del “imperium” quién puede ejercer la “coercio” propia de
la soberanía del estado.-
6.- Causa 49.019, C. 1ª. C.C. Mar del Plata, Sala I, Julio 7-1998 – Autos: “SASSO,
Nicolás c/NEYRA, Orbella y otra s/embargo preventivo” ver E.D. T. 181, pág. 238
“Arbitraje: Medidas Cautelares: traba dentro del proceso arbitral;
inadmisibilidad”.-
7.- CONIL PAZ; Alberto: “La lucha por el Arbitraje” (El caso de las medidas
cautelares) en E.D. T. 181, pág. 238.-
5
decididamente democrática. Está en manos de sus justiciables no así
los integrantes del Poder Judicial que son elegidos sin participación
popular, advirtiéndose en su garantía de inamovilidad una perdurabilidad
aristocratizante”. Por eso, dice más adelante, por ser diferente su
procedimiento selectivo el árbitro está ligado al nivel de su tiempo
respondiendo al requerimiento de prontas y artesanales respuestas
jurídicas, comprensivas de la realidad cotidiana. Esto contrasta con la
“insensibilidad de los jueces respecto de los cambios económicos o
sociales; en fin su retardo en comprenderlos y aceptarlos”.-
9.- Causa 50.035 C. 1° C.C. Mar del Plata, Sala I, diciembre 2 de 1999 Autos:
“PESTAÑA; Odilio Alberto c/GUERINI, Oscar s/inscripción medidas cautelares” con
comentario de CAIVANO, Roque J.:“Medidas Cautelares en el Arbitraje: una
saludable rectificación de la justicia marplatense”, en J.A. T. 187, pág. 338.- 6
determinar la extensión de la medida y de la contracautela que se requiere
del solicitante, resolver sobre el levantamiento o sustitución de eventuales
pedidos de ampliación o mejora, sin perjuicio que en ciertos casos sea
necesaria la intervención judicial a los fines de su ejecución forzada.
Esta rectificación de la Cámara marplatense fue un importante paso a
favor de la consolidación del arbitraje como alternativa jurisdiccional.-
ARRAIGO
ARTÍCULO 523. Cuando hubiere temor de que se ausente u oculte la persona contra quien
deba entablarse o se haya entablado una demanda, podrá el interesado pedir que se le arraigue
en el lugar en que deba seguirse el proceso.
El arraigo de los que estén bajo patria potestad, tutela o guarda, o al cuidado de otra persona,
solicitado por sus representantes legales, se decretará sin necesidad de garantía, siendo
competente cualquier juez; y producirá como único efecto, mantener la situación legal en que
se encuentre el menor o incapaz.
ARTÍCULO 524. Al decretar el arraigo el juez prevendrá al demandado que no se ausente del
lugar en que se sigue o haya de seguirse el proceso, sin dejar apoderado que haya aceptado
expresamente el mandato y con facultades suficientes para la prosecución y fenecimiento del
proceso, y, en su caso, sin llenar los requerimientos del párrafo siguiente.
En los procesos sobre alimentos, será necesario que el demandado cancele o deposite el monto
de los alimentos atrasados que sean exigibles legalmente y garantice el cumplimiento de la
obligación por el tiempo que el juez determine, según las circunstancias. En los procesos por
deudas provenientes de hospedaje, alimentación o compras de mercaderías al crédito, el
demandado deberá prestar garantía por el monto de la demanda. También deberá prestar esa
garantía el demandado que hubiere librado un cheque sin tener fondos disponibles o que
dispusiere de ellos antes de que transcurra el plazo para que el cheque librado sea presentado
al cobro.
Tanto el mandatario constituido como el defensor judicial, tendrán en todo caso, por ministerio
de la ley, todas las facultades necesarias para llevar a término el proceso de que se trate.
ARTÍCULO 525. El arraigado que quebrante el arraigo o que no comparezca en el proceso por
sí o por representante, además de la pena que merezca por su inobediencia, será remitido a su
costa al lugar de donde se ausentó indebidamente, o se le nombrará defensor judicial en la
forma que previene el artículo anterior, para el proceso en que se hubiere decretado el arraigo
y para los demás asuntos relacionados con el litigio.
ANOTACIÓN DE LA DEMANDA
Igualmente podrá pedirse la anotación de la demanda sobre bienes muebles cuando existan
organizados los registros respectivos.
Efectuada la anotación, no perjudicará al solicitante cualquier enajenación o gravamen que el
demandado hiciere sobre los mencionados bienes.
EMBARGO
SECUESTRO
INTERVENCIÓN
El auto que disponga la intervención fijará las facultades del interventor, las que se limitarán a
lo estrictamente indispensable para asegurar el derecho del acreedor o del condueño,
permitiendo en todo lo posible la continuidad de la explotación.
PROVIDENCIA DE URGENCIA
ARTÍCULO 530. Fuera de los casos regulados en los artículos anteriores y en otras
disposiciones de este Código sobre medidas cautelares, quien tenga fundado motivo para
temer que durante el tiempo necesario para hacer valer su derecho a través de los procesos
instituidos en este Código, se halle tal derecho amenazado, por un perjuicio inminente e
irreparable, puede pedir por escrito al juez las providencias de urgencia que, según las
circunstancias, parezcan más idóneas para asegurar provisionalmente los efectos de la decisión
sobre el fondo.
GARANTÍA
ARTÍCULO 531. De toda providencia precautoria queda responsable el que la pide. Por
consiguiente, son de su cargo las costas, los daños y perjuicios que se causen, y no será
ejecutada tal providencia si el interesado no presta garantía suficiente, a juicio del juez que
conozca del asunto. Esta garantía, cuando la acción que va a intentarse fuere por valor
determinado, no bajara del diez por ciento ni excederá del veinte por ciento de dicho valor
cuando fuere por cantidad indeterminada, el juez fijará el monto de la garantía, según la
importancia del litigio.
Para el efecto de la fijación de la garantía, el que solicite una medida precautoria está obligado:
Para los efectos del párrafo anterior, el término para constituir la garantía no será menor de
cinco días.
CONTRAGARANTÍA
ARTÍCULO 533. En cualquier caso en que proceda una medida cautelar, salvo lo dispuesto en
el ARTÍCULO 524 para el arraigo, el demandado tiene derecho a constituir garantía suficiente
a juicio del juez, que cubra la demanda, intereses y costas, para evitar la medida precautoria o
para obtener su inmediato levantamiento. La petición se tramitará en forma de incidente. La
garantía podrá consistir en hipoteca, prenda o fianza; y una vez formalizada la garantía, la
medida precautoria dictada se levantará.
ARTÍCULO 534. Las providencias precautorias se dictarán sin oír a la parte contra quien se
pidan y surtirán todos sus efectos, no obstante cualquier incidente, excepción o recurso que
contra ellos se haga valer, mientras no sean revocadas o modificadas.
REMISIÓN DE LO ACTUADO
ARTÍCULO 536. Cuando la providencia precautoria se dicte por quien no sea el juez que deba
conocer del negocio principal, se remitirán a éste las actuaciones, para que surtan los efectos
que correspondan conforme a derecho, en relación al expediente respectivo.
ARTÍCULO 537. El que obtenga la providencia precautoria queda obligado a pagar las costas,
los daños y perjuicios:
PRUEBA
1) Con sujeción a lo dispuesto en el artículo 23, las partes tendrán libertad para convenir el
procedimiento a que se haya de ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones.
2) A falta de acuerdo, el tribunal arbitral podrá, con sujeción a lo dispuesto en el Artículo 23,
dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado. Esta facultad conferida al tribunal arbitral
incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.
ARTICULO 23. Trato equitativo de las partes.
Deberá tratarse a las partes equitativamente y darse a cada una de ellas plena oportunidad de
hacer valer sus derechos, conforme a los principios esenciales de audiencia, contradicción e
igualdad entre las partes.
1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral decidirá si han de celebrarse
audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos orales, o si las actuaciones se
sustanciarán sobre la base de documentos y demás pruebas. No obstante, a menos que las
partes hubiesen convenido que no se celebrarían audiencias, el tribunal arbitral celebrará
dichas audiencias en la fase apropiada de las actuaciones, a petición de una de las partes.
2) Deberá notificarse a las partes, con suficiente antelación, la celebración de las audiencias y
las reuniones del tribunal arbitral para examinar mercancías u otros bienes o documentos.
3) De todas las declaraciones, documentos o demás información que una de las partes
suministre al tribunal arbitral, se dará traslado a la otra parte. Asimismo deberán ponerse a
disposición de las partes los peritajes o los documentos probatorios en los que el tribunal
arbitral pueda basarse al adoptar su decisión.
1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:
“c) Una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas documentales, el
tribunal arbitral podrá continuar las actuaciones y dictar el laudo basándose en las pruebas de
que disponga.”
a) Nombrar uno o más peritos para que le informen sobre materias concretas que determinará
el tribunal arbitral.
b) Solicitar a cualquiera de las partes que suministre al perito toda la información pertinente o
que le presente para su inspección todos los documentos, mercancías u otros bienes
pertinentes, o le proporcione acceso a ellos.
2) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando una parte lo solicite o cuando el tribunal
arbitral lo considere necesario, el perito, después de la presentación de su dictamen escrito u
oral, deberá participar en una audiencia en la que las partes tendrán oportunidad de hacerle
preguntas y de presentar peritos para que informen sobre los puntos controvertidos.
1) El tribunal arbitral o cualquiera de las partes, con la aprobación del tribunal arbitral, podrán
pedir la asistencia de un tribunal competente para la práctica de pruebas.
En defecto de acuerdo entre las partes, las funciones a que se refieren los artículos 15 (3) y
4); 18 (1); 21 (3); 22 (2) y 34 serán ejercidas a elección de actor, por el Juez de Primera
Instancia de lo Civil o Mercantil del lugar donde se lleve a cabo el arbitraje, o el del lugar de
celebración del acuerdo de arbitraje, el del lugar donde deba dictarse el laudo, el del domicilio
de cualquiera de los demandados o, en cualquiera de los anteriores lugares si Coinciden todas
o algunas de las circunstancias anteriores.
1) Para los efectos a que se refieren los artículos 15 (2) (a) y (b); 15 (3); 17 (2) y (3); 18 (1); 21
(3); 22 (2) y 34 (1), el tribunal jurisdiccional competente al que el tribunal arbitral solicite
asistencia judicial de conformidad con el artículo 9), resolverá dicha solicitud en un plazo
máximo de siete días, sin formar artículo. Contra lo resuelto por el tribunal competente no cabe
oposición ni recurso alguno.
1) El tribunal arbitral decidirá el litigio, en los arbitrajes internacionales, de conformidad con las
normas de derecho elegidas por las partes como aplicables al fondo del litigio. Se entenderá
que toda indicación del Derecho u ordenamiento jurídico de un Estado determinado, se refiere,
a menos que se exprese lo contrario, al Derecho sustantivo de ese Estado y no a sus normas
de Derecho Internacional Privado. Si las partes no indicaren la ley que debe regir el fondo del
litigio, el tribunal arbitral, tomando en cuenta las características y conexiones del caso,
determinará el Derecho aplicable.
2) En el caso de que el arbitraje sea de carácter internacional, el tribunal arbitral podrá tener
en cuenta las prácticas y principios del Derecho Comercial Internacional, así como los usos y
prácticas comerciales de general aceptación.
3) Tanto en los arbitrajes nacionales, como en los internacionales, el tribunal arbitral decidirá
con arreglo a las estipulaciones del contrato y tendrá en cuenta los usos mercantiles aplicables
al caso.
2. Declaración de testigos.
3. Dictamen de expertos.
4. Reconocimiento judicial.
5. Documentos.
7. Presunciones
ARTÍCULO 127.” Los jueces podrán rechazar de plano aquellos medios de prueba prohibidos
por la ley, los notoriamente dilatorios o los propuestos con el objeto de entorpecer la marcha
regular del proceso. Las resoluciones que se dicten en este sentido son inapelables; pero la
no admisión de un medio de prueba en oportunidad de su proposición, no obsta a que, si fuere
protestada por el interesado, sea recibida por el Tribunal que conozca en Segunda Instancia,
si fuere procedente.
Los incidentes sobre la prueba no suspenden el término probatorio, sino con respecto de la
diligencia que motiva la discusión.
Los tribunales, salvo texto de ley en contrario, apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo
con las reglas de la sana crítica.”
ARTÍCULO 139. La confesión prestada legalmente produce plena prueba. Las aserciones con-
tenidas en un interrogatorio que se refieran a hechos personales del interrogante, se tendrán
como confesión de éste.
ARTÍCULO 161. Los jueces y tribunales apreciarán, según las reglas de la sana crítica, la
fuerza probatoria de las declaraciones de los testigos.
ARTÍCULO 170. El dictamen de los expertos, aun cuando sea concorde, no obliga al juez,
quien debe formar su convicción teniendo presentes todos los hechos cuya certeza se haya
establecido en el proceso.
ARTÍCULO 177. “Los documentos que se adjunten a los escritos o aquellos cuya agregación
se solicite a título de prueba, podrán presentarse en su original, en copia fotográfica, fotostá-
tica, o fotocopia o mediante cualquier otro procedimiento similar. Los documentos expedidos
por notario podrán presentarse en copia simple legalizada, a menos que la ley exija expresa-
mente testimonio. Las copias fotográficas y similares que reproduzcan el documento y sean
claramente legibles, se tendrán por fidedignas, salvo prueba en contrario…”
ARTÍCULO 186. Los documentos autorizados por notario o por funcionario o empleado público
en ejercicio de su cargo, producen fe y hacen plena prueba, salvo el derecho de las partes de
redargüirlos de nulidad o falsedad.
Los demás documentos a que se refieren los artículos 177 y 178, así como los documentos
privados que estén debidamente firmados por las partes, se tienen por auténticos salvo prueba
en contrario.
1) En el arbitraje de equidad ("ex aequo et bono"), también llamado amigable composición, los
árbitros no se encuentran obligados a decidir en base a las normas de derecho, sino que
pueden hacerlo "en conciencia" o "según su leal saber y entender".
LAUDO
1) Salvo acuerdo en contrario de las partes, cuando sin invocar causa suficiente:
a) El demandante no presente su demanda con arreglo al párrafo 1) del artículo 28, el tribunal
arbitral dará por terminadas las actuaciones,
1) El tribunal arbitral decidirá el litigio, en los arbitrajes internacionales, de conformidad con las
normas de derecho elegidas por las partes como aplicables al fondo del litigio. Se entenderá
que toda indicación del Derecho u ordenamiento jurídico de
normas de Derecho Internacional Privado. Si las partes no indicaren la ley que debe regir el
fondo del litigio, el tribunal
arbitral, tomando en cuenta las características y conexiones del caso, determinará el Derecho
aplicable.
2) En el caso de que el arbitraje sea de carácter internacional, el tribunal arbitral podrá tener
en cuenta las prácticas y principios del Derecho Comercial Internacional, así como los usos y
prácticas comerciales de general aceptación.
3) Tanto en los arbitrajes nacionales, como en los internacionales, el tribunal arbitral decidirá
con arreglo a las
estipulaciones del contrato y tendrá en cuenta los usos mercantiles aplicables al caso.
En las actuaciones arbitrales en que haya más de un árbitro, toda decisión del tribunal arbitral
se adoptará, salvo acuerdo
en contrario de las partes, por mayoría de votos de todos los miembros, dirimiendo los empates
el voto del Presidente. El
arbitro Presidente podrá decidir cuestiones de procedimiento, si así lo autorizan las partes o
todos los miembros del tribunal
arbitral.
1) Si, durante las actuaciones arbitrales, las partes llegan a una transacción que resuelva el
litigio, el tribunal arbitral, dará
por terminadas las actuaciones y, si lo piden las partes, y el tribunal arbitral no se opone, hará
constar la transacción en
trata de un laudo. Este laudo tiene la misma naturaleza y efectos que cualquier otro laudo
dictado sobre el fondo del litigio.
1) El laudo se dictará por escrito y será firmando por el árbitro o los árbitros. En actuaciones
arbitrales con más de un árbitro
bastarán las firmas de la mayoría de los miembros del tribunal arbitral, siempre que se deje
constancia de las razones de la
2) El laudo del tribunal arbitral deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
en otra cosa o que se trate de
un laudo pronunciado en los términos convenidos por las partes conforme al artículo 39.
Cuando el laudo sea motivado, el
árbitro que no estuviera de acuerdo con la resolución mayoritaria, podrá hacer constar su
criterio discrepante.
3) Constarán en el laudo, la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje, determinado
de conformidad con el párrafo 1) del artículo 25. El laudo se considerará dictado en ese lugar.
4) Después de dictado el laudo, el tribunal arbitral lo notificará a cada una de las partes
mediante entrega de una copia
firmada por los árbitros, de conformidad con el párrafo 1) del presente artículo.
5) Sujeto a lo que las partes hubieran podido acordar en materia de costas, los árbitros se
pronunciarán en el laudo sobre
las costas del arbitraje, que incluirán los honorarios y gastos debidamente justificados de los
árbitros, los gastos derivados
de notificaciones y los que se originen de la práctica de las pruebas, y en su caso, el costo del
servicio prestado por la
institución que tenga encomendada la administración del arbitraje. En todo caso, los honorarios
de los árbitros serán de un
monto razonable, teniendo en cuenta el monto en disputa, la complejidad del tema, el tiempo
dedicado por los árbitros y
cualesquiera otras circunstancias pertinentes del caso. Salvo acuerdo de las partes, cada una
de ellas deberá satisfacer los
gastos efectuados a su instancia y los que sean comunes por partes iguales, a no ser que los
árbitros apreciaren mala fe en
alguna de ellas.
ARTICULO 41. Terminación de las actuaciones.
1) Las actuaciones arbitrales terminan con el laudo definitivo o por una orden del tribunal
arbitral, dictada de conformidad
Este acuerdo de dar por terminadas las actuaciones, no perjudica el derecho que las partes
tienen, en cualquier momento
antes de dictarse el laudo, de decidir de común acuerdo suspender por un plazo cierto y
determinado las actuaciones
arbitrales.
3) El tribunal arbitral cesará en sus funciones al terminar las actuaciones arbitrales, salvo lo
dispuesto en el artículo 42 y en
respectivo.
1) Dentro del mes siguiente a la recepción del laudo, salvo que las partes hayan acordado otro
plazo, cualquiera de las
a) Pedir al tribunal arbitral que corrija en el laudo cualquier error de cálculo, de copia o
tipográfico o cualquier otro error de
naturaleza similar.
b) Si así lo acuerdan las partes, pedir al tribunal arbitral que dé una interpretación sobre un
punto o una parte concreta del
2) El tribunal arbitral podrá corregir cualquiera de los errores mencionados en el inciso a) del
párrafo 1) del presente artículo
por su propia iniciativa dentro del mes siguiente a la fecha del laudo.
3) Salvo acuerdo en contrario de las partes, dentro del mes siguiente a la recepción del laudo,
cualquiera de las partes, con
notificación a la otra parte, podrá pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional respecto
de reclamaciones formuladas
en las actuaciones arbitrales, pero omitidas en el laudo. Si el tribunal arbitral estima justificado
el requerimiento, dictará el
4) El tribunal arbitral podrá prorrogar, de ser necesario, el plazo en el cual efectuará una
corrección, dará una interpretación
o dictará un laudo adicional con arreglo a los párrafos 1) ó 3) del presente artículo, prórroga
que no podrá exceder en
ARTICULO 43. El recurso de revisión como único recurso contra un laudo arbitral.
1) Contra un laudo arbitral sólo podrá recurrirse ante una Sala de la Corte de Apelaciones con
competencia territorial sobre
el lugar donde se hubiere dictado el laudo, mediante un recurso de revisión, conforme a los
párrafos 2) y 3) del presente
correspondiente.
2) El laudo arbitral sólo podrá ser revisado por la Sala de la Corte de Apelaciones respectiva,
cuando:
i) Que una de las partes en el acuerdo de arbitraje a que se refiere el artículo 10 estaba
afectada por alguna incapacidad, o
que dicho acuerdo es nulo en virtud de la ley a que las partes lo han sometido, o si nada se
hubiera indicado a este
iii) Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene
decisiones que exceden de
los términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren
a las cuestiones sometidas
al arbitraje pueden separarse de las que no lo están, sólo se podrán anular estas últimas; o
iv) Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo celebrado entre las
partes o, a falta de dicho acuerdo, que no sea han ajustado a esta Ley; o
laudo o, si la petición se ha hecho con arreglo al artículo 42, desde la fecha en que esa petición
haya sido resuelta por el
tribunal arbitral.
4) La parte recurrente que durante el procedimiento arbitral omitiere plantear una protesta u
objeción oportuna respecto de
las causales señaladas en el numeral 2) del presente artículo, no podrá invocar posteriormente
la misma causal en el
recurso de revisión.
1) Promovida la revisión en contra del laudo, se dará audiencia a los otros interesados, por el
plazo común de dos días.
3) La Sala de la Corte de Apelaciones resolverá la revisión planteada, sin más trámite, dentro
de los tres días de
de concluido el de prueba.
4) Contra las resoluciones de trámite o de fondo, que emita la Sala de la Corte de Apelaciones
en la substanciación del
revisión, cuando corresponda y así lo solicite una de las partes, por un plazo que determine a
fin de dar al tribunal arbitral la
oportunidad de reanudar las actuaciones arbitrales o de adoptar cualquier otra medida que a
juicio del tribunal arbitral
elimine los motivos para la petición de revisión. En este caso, se aplicarán, en lo que sea
compatible, las normas contenidas
en el artículo 42.
6) Transcurridos cuarenta (40) días desde la fecha de interposición del recurso de revisión, si
la Sala de la Corte de
2) En el caso de que más de un tratado internacional sea aplicable, salvo acuerdo en contrario
entre las partes, se aplicará el más favorable a la parte que solicite el reconocimiento y
ejecución de un convenio y laudo arbitral.
Artículo 4
Las sentencias o laudos arbitrales no impugnables según la ley o reglas procesales aplica-
bles, tendrán fuerza de sentencia judicial ejecutoriada. Su ejecución o reconocimiento podrá
exigirse en la misma forma que la de las sentencias dictadas por tribunales ordinarios nacio-
nales o extranjeros, según las leyes procesales del país donde se ejecuten, y lo que esta-
blezcan al respecto los tratados internacionales.
Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extran-
jeras
Artículo IV
a) El original debidamente autenticado de la sentencia o una copia de ese original que reúna
las condiciones requeridas pare su autenticidad:
b) El original del acuerdo a que se refiere el artículo II, o una copia que reúna las condiciones
requeridas pare su autenticidad.
2. Si esa sentencia o ese acuerdo no estuvieran en un idioma oficial del país en que se invoca
la sentencia, la parte que pida el reconocimiento y la ejecución de esta última deberá presentar
una traducción a ese idioma de dichos documentos. La traducción deberá ser certificada por
un traductor oficial o un traductor jurado, o por un agente diplomático o consular.
1) Un laudo arbitral, cualquiera que sea el país en que se haya dictado, será reconocido como
vinculante y, tras la
presentación de una petición por escrito al tribunal competente, será ejecutado de conformidad
con las disposiciones de
este artículo y del artículo 47. Será tribunal competente, a opción de la parte que pide el
reconocimiento y ejecución del laudo, el Juzgado de lo Civil o Mercantil con competencia
territorial en el lugar del domicilio de la persona contra quien se
2) La parte que invoque un laudo o pida su ejecución deberá presentar, ya sea el original del
documento en el que se haga
redactado en español, deberán ser traducidos a dicho idioma, bajo juramento por traductor
autorizado en la República, y de
no haberlo para determinando idioma, será traducido bajo juramento por dos personas que
hablen y escriban ambos
Sólo podrá denegar el reconocimiento o la ejecución de un laudo arbitral, cualquiera que sea
el país en que se haya
a) A instancia de la parte contra la cual se invoca, cuando esta parte pruebe ante el tribunal
competente del país en que se
que dicho acuerdo no es válido en virtud de la ley a que las partes lo han sometido, o si nada
se hubiera indicado a este
ii) Que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido debidamente notificada de la
designación de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales; o
iii) Que el laudo se refiera a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene
decisiones que excedan los
términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo que se refieren a
las cuestiones sometidas al
arbitraje pueden separarse de las que no lo están, se podrá dar reconocimiento y ejecución a
las primeras; o
iv) Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo celebrado entre las
partes o, en defecto de tal acuerdo, que no se han ajustado a la ley del país donde se efectúo
el arbitraje; o
v) Que el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido anulado o suspendido por un
tribunal del país en que, o
1) Transcurrido el plazo de un mes, señalado en el artículo 43 (3), sin que el laudo haya sido
cumplido, podrá obtenerse su
ejecución forzosa ante el tribunal competente de conformidad con el artículo 46 (1), mediante
la solicitud de la ejecución, a
recurso de revisión.
3) De la ejecución planteada, el tribunal dará audiencia por tres días al ejecutado, quien
únicamente podrá oponerse a la
ejecución planteada, con base en la pendencia del recurso de revisión, siempre que se acredite
documentalmente dicho
extremo con el escrito de oposición. En este caso, el tribunal decretará sin más trámite la
suspensión de la ejecución hasta
que recaiga resolución con respeto el recurso de revisión y, si dicho recurso prosperara, el
tribunal, al presentársele copia
caso.
compatible con la celeridad y eficacia con que se debe ejecutar un laudo arbitral.
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