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Explicación breve sobre el manejo y disposición de desechos sólidos, de manera que los mismos no afecten el medio ambiente. Incluye fuentes referenciales.
Explicación breve sobre el manejo y disposición de desechos sólidos, de manera que los mismos no afecten el medio ambiente. Incluye fuentes referenciales.
Explicación breve sobre el manejo y disposición de desechos sólidos, de manera que los mismos no afecten el medio ambiente. Incluye fuentes referenciales.
En la naturaleza, la gran mayoría de los procesos biológicos no generan
residuos y son altamente eficientes en el consumo. Esto se debe a lo perfectamente sincronizado que se encuentra el planeta Tierra. No obstante, la aparición de las sociedades y la tecnología, ha alterado sustancialmente este equilibro natural. Las actividades desarrolladas por el humano suelen ser ineficientes en cuanto al consumo de energía, agua y materiales, basándose al mismo tiempo en procesos que generan gran cantidad de desechos sólidos. La administración, recolección, manejo y disposición final de los desechos sólidos, que irresponsablemente, terminan en ocasiones siendo vertidos agresivamente a los suelos y/o cuerpos de agua, son un problema de carácter urgente. Un claro ejemplo de las graves consecuencias producidas por esta situación lo podemos observar en la tendencia a crecer de los distintos fenómenos naturales acaecidos en los últimos años, tales como el fenómeno del niño, la reducción de los árticos, el deterioro de la capa de ozono, entre otros, que generan terribles consecuencias tanto para la propia naturaleza como para el humano: cambio climático, problemas en la producción agrícola, e incluso, la aparición de enfermedades. Por ello, estamos llamados a buscar alternativas tecnológicas que nos permitan no solo minimizar la producción de desechos sólidos (y paralelamente, proteger los recursos naturales no renovables), sino manejar los mismos con vista a convertirlos en un recurso infinito. DESARROLLO
Entendemos como residuo sólido todas aquellas cosas que se desechan
desde distintas fuentes: residenciales, comerciales, institucionales, industriales, entre otros. Por ende, queda claro que es un elemento en crecimiento continuo y sin paradas. Todos los días alguna persona escribe en una hoja, un vidrio se rompe, un envase plástico se tira a la basura, entre muchas otras situaciones que se repiten indefinidamente a lo largo del globo terráqueo. De esta manera, la administración de los desechos sólidos no es un procedimiento sencillo, y consta de múltiples etapas, cada una igual de importante para la protección del medio ambiente. Un esquema básico de este tren de administración de los residuos sólidos sería: generación del residuo, almacenamiento, transporte, procesamiento y disposición. En la actualidad la forma en la que se da la administración de los residuos sólidos en los diferentes países del mundo, recae en las políticas de acción establecidas por los gobiernos de turno. Ellos son los responsables de decidir cada cuánto tiempo se dará la recolección de basura, con qué implementos, bajo qué metodología, a dónde serán llevados, de qué forma serán procesados, etc. Lo más común hoy en día en los países desarrollados es dividir este gran proceso en dos partes de igual responsabilidad: una recae en la población civil y otra en las autoridades municipales. De esta forma, los habitantes que generan los desechos son los encargados de dividir y organizar los desechos en recipientes debidamente etiquetados de acuerdo al tipo de residuo presente (previamente suministrados por las autoridades). Así, el Estado es el encargado de recolectar (mínimo una vez por semana) dichos desechos y transportarlos, o hacia una planta procesadora (para convertir los residuos en nueva materia prima reutilizable) o a un relleno sanitario, en donde se disponen los residuos en tierra bajo una metodología amigable con el medio ambiente, en donde se aplican capas de cubierta. Dentro de este macro proceso, que varía de país en país, el aspecto fundamental y lo que más influye en el estado del medio ambiente, es el manejo de los desechos. Es decir, una vez que fueron recogidos, qué se hará con ellos. Es en este punto en donde más entra en juego el ingeniero y la tecnología, ya que deben buscar técnicas que no sólo no afecten a la naturaleza, sino que además permitan hacer de los residuos, un beneficio económico extra. En la actualidad destacan la incineración, el compostaje, la pirólisis y gasificación, la digestión anaeróbica, y por supuesto, el relleno sanitario. La primera de ellas está basada en la combustión, y se busca generar energía a partir de la quema de los desechos. Existen varios tipos de incineradores, con distintas capacidades y métodos de combustión, pero todos tienen en común que conforman una tecnología que requiere poca preparación de los residuos, reduce en más de un 90% el volumen de los mismos, y además, genera energía térmica. Sin embargo, los incineradores no son una opción completamente verde: las cenizas que se generan al quemar los desechos también deben de ser dispuestas de alguna manera. Además, las dioxinas liberadas en la combustión pueden ser tóxicas para el ambiente, y para reducir su aparición, el costo de inversión es mucho mayor. Por otro lado, el compostaje es un proceso biológico en el cual se transforma la materia orgánica en un producto denominado compost, que es un abono natural. A pesar de que todo su producto es utilizable, y no requiere una gran inversión, el compostaje genera malos olores, y solo es viable para desechos biodegradables, por lo que requiere el estar acompañado de otras técnicas. Una técnica más moderna, es la pirólisis y la gasificación. La primera es el procesamiento térmico de los residuos en ausencia de oxígeno, y la segunda es un proceso de combustión parcial en el que se quema un combustible a propósito con menos aire que el estequiométrico. Esta tecnología presenta la ventaja de ser mucho más económica y limpia que la incineración tradicional, pero requiere un trabajo de pre-clasificación minucioso para garantizar un correcto funcionamiento de la planta. No obstante, es una metodología con mucho margen de mejora, y que aún tiene mucho potencial que ofrecer al planeta Tierra. Otra de las técnicas tradicionales para el manejo de los desechos sólidos es la digestión anaeróbica. Ella es un proceso biológico natural para tratar los residuos orgánicos a través de bacterias específicas, en un sitio cerrado, disminuyendo el impacto ambiental. Aun así, es una tecnología no muy utilizada, porque además de ser mucho más costosa que el compostaje, también posee la desventaja de servir solo para material orgánico, quedando mucho desecho sólido excluido. Como previamente se esclareció, la técnica más empleada hoy en día es el relleno sanitario. Ella implica la disposición en campos amplios de tierra, alejados de la mayor densidad de población, de los desechos sólidos, los cuales serán organizados y cubiertos de forma tal que no generen un impacto medioambiental. No obstante, los problemas causados por el lixiviado (líquido contaminado que se filtra al suelo) y los gases generados, hacen que aún no sea una técnica completamente verde. Habiendo analizado las diferentes tecnologías empleadas en la actualidad por el hombre para mitigar los problemas causados por la acumulación de desechos sólidos, queda claro que queda mucho campo por investigar, crear y mejorar en la ingeniería ambiental, ya que ninguna de las técnicas conocidas hasta ahora presentan un margen de confianza general. No obstante, genera una sensación de optimismo el saber que grandes compañías están en pro del desarrollo de dichas tecnologías. Ejemplo de esto, es la creación de la PaperLab de EPSON. Esta empresa japonesa diseño un sistema de reciclaje que permite obtener más de 6000 hojas de papel completamente blanco a partir de hojas previamente utilizadas, sin importar su estado, y sin utilizar una gota de agua. La manufactura de tecnologías tan asombrosas y maravillosas como esta debe ser el objetivo de las generaciones actuales y del futuro. FUENTES REFERENCIALES
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Bolaños-Cacho, J. (2001) Minimización y manejo ambiental de los residuos sólidos
(2da edición). México, DF: Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental.
Davis, M., Masten, S. (2005) Ingeniería y ciencias ambientales (3ra edición). México: McGraw-Hill Interamericana.
FUENTES ELECTRÓNICAS
Epson. (Página web en línea). Disponible en:
(http://global.epson.com/)
Nakasima, L., Ojeda, S., Velázquez, N. (2011). Tecnologías para el tratamiento de
los residuos sólidos orgánicos del sector residencial y su aprovechamiento como fuente de energía. Disponible en: (http://www.redisa.uji.es/)