Vous êtes sur la page 1sur 2

Aprender a aprender.

Las fases del proceso de aprendizaje


diciembre 12, 2010fbusinessDeja un comentarioGo to comments
por Óscar Fajardo
Vivimos en una época donde los cambios continuos provocados por los avances tecnológicos y el
fomento del intercambio de conocimiento hacen de lo aprendido muchas veces algo fugaz, y
convierten al proceso de aprendizaje en pieza clave de la competitividad.

Si bien es cierto que quizás esto se ha acentuado en los últimos tiempos, no es menos cierto que este
proceso de aprendizaje continuo siempre ha existido; y, a pesar de todos estos cambios, lo esencial,
el propio proceso de aprendizaje y sus fases, no ha cambiado; quizás requiera más rapidez y
dinamismo en su aplicación, pero la esencia no ha variado.

Lo que es indudable es que tanto en nuestros días como en el pasado, aquellos individuos y, por
consiguiente, aquellas organizaciones que son capaces de aprender de las situaciones con mayor
rapidez, tienen más posibilidades de supervivencia.

Qué es aprender
Podemos definir el aprendizaje como un proceso dinámico a través del cual el ser humano obtiene
nuevos conocimientos y la capacidad para recordarlos y utilizarlos en el momento en que le son de
utilidad.

Si desglosamos esta definición, encontraremos que en primer lugar el aprendizaje es entendido como
un proceso dinámico. Esto supone que aprender no es una actitud estática que sucede en un instante
y se acaba; muy al contrario, el aprendizaje es un proceso continuo que nunca tiene fin.

El segundo apunte destacable es que la cualidad de aprender le es dada al ser humano. El resto de los
animales son instintivos, mientras que el ser humano se adapta a las situaciones mediante el
aprendizaje. Esto supone que no existen organizaciones que aprenden. El aprendizaje organizativo no
es más que el aprendizaje realizado por un conjunto de personas que se relacionan en el ámbito de la
empresa.

Por último, el proceso de aprender implica obtener nuevos conocimientos y la capacidad de


recordarlos para ser usados en momentos necesarios. Si lo que hemos vivido o experimentado no se
convierte en conocimiento y no somos capaces de recordarlo ni de sacarlo a colación cuando es
necesario, no habremos aprendido nada.

Este último punto es precisamente el que puede ser tratado con las fases del proceso de aprendizaje.

Fases del proceso de aprendizaje


1) Disposición y actitud: es fundamental y debe convertirse en una filosofía de vida; el individuo debe
intentar esforzarse por aprender de forma continua y constante. Se nos van a presentar innumerables
ocasiones para aprender y debemos aprovecharlas. Por lo tanto, el primer paso es programarse una
actitud de aprendizaje.

2) Objetivo vital/Visión de la vida: todas las personas deben preguntarse por qué están en el mundo y
qué es lo que desean hacer. Si respondemos a estas preguntas, ya dispondremos de un marco de
referencia para acomodar el aprendizaje. El disponer de un marco de referencia nos ayuda de dos
maneras: nos proporciona el estar activos en la búsqueda de aprendizaje, garantizando que nos
focalizamos en lo que nos interesa y nos otorga un espacio mental en el que ir colocando y dando
orden a nuestros aprendizajes.
3) Conocimientos previos: la consecuencia lógica de los anteriores puntos es que seguramente cuando
nos enfrentemos a un aprendizaje no partamos de cero sino que tengamos conocimientos y
experiencias aprendidas previas sobre las que o bien edificaremos el nuevo conocimiento o lo
derribaremos si el nuevo se nos antoja más útil.

4) Metodología: es importante conocerse bien para saber que cada persona dispone de métodos más o
menos explícitos para anclar el conocimiento aprendido. Ese método nos puede servir para anclar el
conocimiento y su posterior reutilización o puede ser la base para una nueva construcción
metodológica.

5) Consciencia de proceso/reflexión/ajustes al nuevo proceso: un buen aprendizaje se produce cuando


el individuo se encuentra lo suficientemente relajado y emocionalmente tranquilo como para conocer
cuál es el proceso. Normalmente, una vez en este estado, se produce la entrada mental de ese nuevo
conocimiento a través de un proceso reflexivo que trata de enganchar ese conocimiento a nuestros
esquema mental y metodológico. Ese proceso no finaliza hasta que no queda enganchado, bien con
una metodología ya ideada, o bien con una nueva metodología fruto de combinar alguna antigua con
ese nuevo conocimiento.

6) Registro del aprendizaje: el aprendizaje queda registrado con esa nueva metodología y se convierte
en una fuente de referencia cuando alguna situación requiera su uso.

Como se ha comentado al comienzo del artículo, este proceso es similar siempre en cualquier
circunstancia, lo único que cambia en nuestros tiempos es que el proceso ha de hacerse a una
velocidad mayor. Ser consciente de este proceso nos ayuda a programarnos y a que las experiencias
vitales que vivimos no pasen por nosotros sin dejar un conocimiento aprendido.

Vous aimerez peut-être aussi