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QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA – Enero 2013

Sexo, matrimonio y divorcio

¿Qué orientaciones dejó Elena G. de White acerca de la vida sexual, el matrimonio y el


divorcio?

Responde DANIEL O. PLENC director del Centro de Investigaciones White en la


Argentina.

Recomendamos sobre este tema la lectura de Testimonios acerca de conducta


sexual, adulterio y divorcio (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana,
1993). Esta compilación de escritos de Elena G. de White fue pensada inicialmente para
el beneficio de pastores y administradores de iglesia que deben atender situaciones
relacionadas con la conducta sexual y ciertos problemas matrimoniales. Además,
muchas cartas incluidas en este libro fueron dirigidas a ministros y misioneros.
Tampoco quería la autora que se la citara como regla para solucionar todo tipo de
problemas. Una vez escribió W. C. White que “no fue la intención de la hermana White
que procediera de su pluma cosa alguna que pudiera ser utilizada como ley o norma
para tratar los asuntos relacionados con el matrimonio, el divorcio, el nuevo casamiento
o el adulterio. Ella sentía que los casos en los que el diablo enreda a la gente son tan
variados y serios que, si ella escribiera algo que pudiera ser considerado como regla
para tomar decisiones, podría ser mal interpretado y mal usado” (Carta a C. P. Bollman,
6 de enero de 1931).

De todas maneras, existen en este libro orientaciones generales para el pueblo de Dios
sobre estos delicados asuntos. Veamos sólo algunas ideas:

1.- El matrimonio fue creado por Dios y, cuando se siguen los principios divinos, resulta
en una fuente de bendición, felicidad y satisfacción.

2.- Algunas decisiones no deben favorecerse, como (a) los matrimonios tempranos, (b)
los matrimonios de creyentes con incrédulos, (c) los matrimonios donde existe gran
diferencia de edad.
3.- El amor debe ser entendido como un principio, muy diferente del impulso o el
apasionamiento.

4.- El matrimonio no debe anular la individualidad o la conciencia personal de los


esposos.

5.- Se reitera la enseñanza de Jesús sobre el divorcio. “Una mujer puede estar
legalmente divorciada de su esposo por las leyes del país y sin embargo no estar
divorciada a la vista de Dios ni según la ley superior. Sólo un pecado, el adulterio,
puede hacer al esposo o a la esposa libres del voto matrimonial a la vista de Dios.
Aunque las leyes del país concedan el divorcio, los cónyuges siguen siendo marido y
mujer de acuerdo con la Biblia y las leyes de Dios” (p. 88). La Sra. White hacer
diferencia entre el derecho legal y el derecho moral de volver a casarse. “En el Sermón
del Monte Jesús dijo claramente que no podía haber disolución del casamiento, excepto
por infidelidad a las promesas solemnes del matrimonio” (p. 88).

6.- No solo se ha de evitar el adulterio, sino también la permisividad, la coquetería, el


flirteo y las familiaridades. Al mismo tiempo han de cultivarse la sociabilidad, la
bondad y la cortesía para con todos.

7.- El celibato no es recomendable en el matrimonio, ya que esta idea no tiene la


aprobación del cielo. “Jesús no impuso el celibato a clase alguna de hombres” (p. 126).
Tampoco los excesos son buenos; más bien traen efectos emocionales y físicos
negativos.

8.- Los hijos de Dios deben oponerse a ciertas prácticas, tales como: (a) la
homosexualidad, (b) la masturbación y (c) todo tipo de abuso.

9.- Ciertos problemas personales deben arreglarse con Dios y con las personas afectadas
sin que tomen estado público. Otros transgresores del séptimo mandamiento deberían
recibir disciplina de la iglesia.

10.- Estos delicados temas deben tratarse con prudencia, respeto, compasión, simpatía,
comprensión y sinceridad. Debe rechazarse el pecado sin dejar de amar a los que yerran.
“Si nos equivocamos, permitamos que sea del lado de la misericordia más bien que del
lado de la condenación y del proceder duro” (p. 271).

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