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Mt 1, 18-25
Genealogía de Mateo, 1
Mateo comienza el evangelio con una lista de los antepasados de Jesús. Con
ello quiere indicar que Jesús pertenece al pueblo de Israel y que es el Mesías
esperado.
Mateo afirma que Jesús fue concebido en el seno de María sin que ésta hubiese
tenido relaciones sexuales. Con ello quiere indicar que el embarazo de María se deba
una acción especial del Espíritu Santo. Dios interviene en la Historia del pueblo de
I srael a través de María. El hecho de que sea José (a quién Dios se le revela en
sueños) quien pone el nombre al niño indica que actúa como padre legal y acepta
plenamente la misión que se le ha encomendado.
FUNDACIÓN SAN PABLO ANDALUCIA CEU MANUEL MARTÍNEZ ORTEGA
Tema 4º Los relatos de la infancia de Jesús 5
Síntesis Teológica I
El evangelio de Mateo, que es donde se encuentra este relato, está escrito para
judíos que están en Antioquia de Siria. Jesús es el nuevo Moisés (más que Moisés),
El Profeta de los Profetas (La Palabra de Dios hecha carne), El Sacerdote de los
sacerdotes (cuya víctima de inmolación es él), es el Hijo de Dios. Jesús quedará
explicado desde las categorías judías en el evangelio de Mateo.
Oro: Jesús Rey de reyes que nace como nace y vive como vive. Es un Rey que
sirve a sus vasallos. Responde a la esperanza mesiánica en tiempos de Jesús.
En estos tres elementos ofrecidos por los “sabios de oriente” se prefigura la vida
misma de Jesús: Rey, Profeta y Sumo Sacerdote. De esta condición regia, profética y
sacerdotal participamos a través del bautismo. Así lo entendieron los Santos Padres
en una clave de lectura alegórica.
Lc 1,26-38
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un
hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la
virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!,
llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó
desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el
Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y
darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será
llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María
dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y
el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y
será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a
pesar de su vejez, y la que era considerada estéril , ya se encuentra en su
sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces:
«Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y
el Ángel se alejó.
Madre precediera a la Encarnación para que, así como una mujer contribuyó a la
muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida» (LG 56).
La Inmaculada Concepción
Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la
medida de una misión tan importante". El ángel Gabriel en el momento de la
anunciación la saluda como "llena de gracia". En efecto, para poder dar el
asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese
totalmente conducida por la gracia de Dios.
A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia"
por Dios había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la
Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
«... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de
pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio
de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género
humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).
"Hágase en mí según tu palabra..."
Al anuncio de que ella dará a luz al "Hijo del Altísimo" sin conocer varón, por la virtud
del Espíritu Santo, María respondió por "la obediencia de la fe", segura de que nada
hay imposible para Dios: "He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu
palabra" (Lc 1, 37-38).
Así, dando su consentimiento a la palabra de Dios, María llegó a ser Madre de
Jesús y, aceptando de todo corazón la voluntad de Dios, sin que ningún pecado se lo
impidiera, se entregó a sí misma por entero a la persona y a la obra de su Hijo, para
servir, en su dependencia y con él, al Misterio de la Redención (LG 56): «…el nudo de
la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por
su falta de fe lo desató la Virgen María por su fe".
Llamada en los Evangelios "la Madre de Jesús" (Jn 2, 1; 19, 25; cf. Mt 13, 55,
etc.), María es aclamada bajo el impulso del Espíritu como "la madre de mi Señor"
desde antes del nacimiento de su hijo (Lc 1, 43). En efecto, aquél que ella concibió
como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo
según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la
Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es verdaderamente “Madre de Dios”
[Theotokos] (Concilio de Éfeso, año 649).
La virginidad de María
Lucas presenta en paralelo hechos referidos a Juan Bautista y a Jesús (al igual
que a ambas madre Isabel y María), al hacerlo así, quiere indicar la estrecha relación
que existe entre Juan y Jesús: Juan Bautista es el último de los profetas del Antiguo
Testamento. Su misión es anunciar la llegada de un Mesías, de un Salvador. Jesús,
en cambio, es el Mesías esperado, el Salvador. Con Jesús comienza la etapa de la
salvación. Dicho en femenino: Isabel (Juan Bautista) representa el fin del Antiguo
Testamento. Con María, madre de Dios, se inicia una nueva etapa en la Humanidad.
fieles de generación en
generación.
54Auxilia
a I srael, su siervo, acordándose
de la misericordia 55-como
lo había prometido a nuestros
padres- en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre (Lc 1, 46-55)
- Circuncisión y presentación
El último episodio que narra Lucas sobre la infancia de Jesús indica la misión
para la que ha venido al mundo: cumplir la voluntad de su padre.
- ¿Quién es Jesús?
4. Jesús, por un lado, es un niño como cualquier otro (verdadero hombre). Pero,
a la vez, es una persona totalmente especial: es el hijo de Dios (verdadero Dios).
Tendrá que ir descubriendo y manifestando su verdadera vocación, sin olvidar que
Jesús tiene conciencia de ser el Hijo de Dios.
5. El nacimiento de Jesús es una buena noticia no sólo para los judíos, sino
para todas las personas de cualquier pueblo, raza o religión, o situación social. Dios
es de todos y para todos.