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Jerez de la Frontera
Epigrafía y contexto
D L: CA 404-2016
ISBN: 978-84-9828-581-9
e-ISBN: 978-84-9828-582-6
Motivo de cubierta: Ara, posiblemente funeraria, de los siglos i-ii d. C. procedente del
Alcázar de Jerez (MAMJF). Autor: Francisco Barrionuevo Contreras
Motivo de interior: Ara, que puede ser religiosa o incluso funeraria, de época visigoda,
(MAMJF). Autor: Francisco Barrionuevo Contreras
Maquetación e impresión: Santa Teresa Industrias Gráficas, S.A. - Sanlúcar de Barrameda
PRÓLOGO ....................................................................................................................................... 15
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 19
XIII Inscripción visigoda del casco urbano de Jerez (N.º 88) .............................. 215
lloso, pero por desgracia en estos tiempos denostado oficio de la docencia de las
Humanidades, bien en la Enseñanza Media, bien en las aulas de la Universidad.
Si en el manuscrito decimonónico las entradas correspondientes a «época pri-
mitiva y romana» que se registran son veinticuatro, el número ha aumentado en
este periodo hasta más de un centenar, algo por otra parte previsible teniendo
en cuenta la importancia que los trabajos arqueológicos han ido adquiriendo en
especial a partir de mediados del pasado siglo.
Clasificadas en periodos –prerromano, romano, paleocristiano y visigodo–,
yacimientos –Mesas de Asta, Jerez, Gibalbín y hasta un total de diecisiete en-
claves distribuidos por nuestro vasto término municipal…– y destino o función
–edilicia, honorífica, religiosa, funeraria...–, sin olvidar la epigrafía sobre instru-
menta domestica, que comprenden los graffiti y las estampillas de manufacturas
y productos, permiten a los autores acercar al lector a aspectos de la sociedad de
hace dos milenios tales como la onomástica, la familia, la esperanza de vida, la
política, o la economía.
En todos los apartados, además de una exhaustiva recopilación bibliográfica,
descripción y detallado análisis epigráfico, se realiza un estudio de los contextos.
No en vano el subtítulo de la obra es «Epigrafía y contexto». Es bien sabido
que las piezas arqueológicas soportan mal la ausencia de contextos pues pierden
buena parte de su valor histórico y la práctica totalidad de las inscripciones que
aquí se presentan carecen del mismo. Ello no ha sido óbice para que los auto-
res acometan distintas interpretaciones históricas, en algunos casos con hipótesis
arriesgadas que suscitan al debate y considero requerirían de unas bases empíricas
más sólidas, pero que no restan un ápice de interés al trabajo.
Son los restos epigráficos procedentes de Mesas de Asta, la antigua Hasta Regia
mencionada por las fuentes hispanorromanas, los que más han aumentado en
número en este último siglo. La razón de este incremento se debe sin duda a la
labor del que fue fundador y primer director de nuestro Museo, Manuel Esteve
Guerrero. Algunos de ellos proceden de sus propias excavaciones en el yacimien-
to, pero muchos otros, fruto de hallazgos casuales, se encontraban en manos de
particulares, utilizados con frecuencia como ornato en fincas de recreo y cortijos,
y que Esteve con gran acierto supo recuperar para su conservación y difusión.
Casi la mitad de las inscripciones analizadas se conservan en el Museo Arqueo-
lógico Municipal de Jerez y un buen número de ellas pueden contemplarse en sus
salas de exposición. Otras, las menos, se encuentran en otros museos o forman
parte de colecciones particulares y el resto han sido pasto de la incuria del tiempo,
se han destruido o extraviado, y solo sabemos de su existencia por legajos.
Aunque hay algunas inéditas –como el fragmento de ara funeraria pertene-
ciente a un individuo de la gens Aelia, de la que procedía el propio emperador
Adriano, hallada en fechas recientes en el Alcázar–, se trata en general de epígrafes
ya conocidos, algunos incluso desde mediados de siglo xviii, cuando, según nos
PRÓLOGO 17
co y geográfico para hacer comprensible para una persona de hoy día la sociedad
hispanorromana de este rincón de la Bética. En cada uno los yacimientos ana-
lizaremos aspectos relacionados con las inscripciones: los datos que caractericen
a las inscripciones, bien sean edilicias, honoríficas, sacras, oficiales, funerarias,
suntuarias, comerciales e industriales. Y aducimos las fuentes historiográficas,
geo-económicas, epigráficas y arqueológicas que las expliquen.
Hemos hallado en los grandes historiadores jerezanos del pasado una faceta
hasta ahora desconocida para nosotros y, creemos, para buena parte del público
profano: sus grandes conocimientos arqueológicos. Para ellos este nuestro mo-
desto homenaje. Recordamos, cómo no, la figura de Esteban Rallón; la labor re-
copiladora de Bartolomé Gutiérrez; no podemos olvidarnos de personajes como
Agustín Muñoz y Gómez, Miguel Muñoz Espinosa, Mariano Pescador y Gutié-
rrez del Valle o Ramón de Cala y López por su servicio a la arqueología jerezana
similar, al menos, al que hicieron en los campos archivístico y bibliográfico. Nos
gustaría que nuestros lectores vieran en ellos un símbolo del trabajo honrado,
responsable y objetivo.
Queremos resaltar en especial la importancia de las piezas epigráficas latinas
conservadas en el Museo Arqueológico, así como las recogidas en los legajos an-
tiguos, que hoy han desaparecido. Jerez entra de este modo en los estudios de
latinidad, gracias al catálogo aquí expuesto.
Hemos intentado allegar un sentimiento de humanidad a estos restos de pie-
dra, metal o artesanía. El presente estudio nos ha aportado una connivencia espe-
cial con nuestros ancestros, con estos hombres y mujeres, cuyos nombres e indus-
tria han pervivido hasta hoy, como inertes restos de unas personas que sintieron,
trabajaron, temieron, creyeron y amaron como nosotros; gentes que vivieron en
estos fértiles campos jerezanos, pasearon por ellos y vieron esta misma luz hace
dos mil años.
Las primeras inscripciones del catálogo, prerromanas, por su singularidad lin-
güística, las colocamos en ese lugar, pero sin considerar su datación, ya que cabe
la posibilidad incluso de que sean coetáneas de las latinas más antiguas. Anexas a
estas, hemos incluido también las falsificaciones de piezas con alfabetos supues-
tamente prerromanos.
En los epígrafes siguientes, ya latinos, analizamos los distintos yacimientos
arqueológicos del término de Jerez conectados con estos documentos: tanto los
urbanos, como los periurbanos, los portuarios así como los distintos enclaves
rurales diseminados por la comarca.
Nuestro cometido acaba con los escritos paleográficos lapidarios asociados a la
Antigüedad tardía y las etapas paleocristiana, bizantina y visigoda. En estas últi-
mas secciones del catálogo estudiamos una inscripción griega y del mismo modo
hacemos referencia a dos posibles falsificaciones o inscripciones latinas de la Mo-
dernidad.
I
Epigrafía prerromana
ciales; y es la epigrafía la que mejor nos muestra estos aspectos, eso sí auxiliada de
las otras disciplinas hermanas.
Los turdetanos tuvieron su propio alfabeto1 y expresaban por escrito sus tex-
tos históricos, poemas y leyes. Estrabón (III 1, 6) dice que la cultura turdetana
era literaria y que conservaba sus tradiciones: «Por el río (sc. Betis) esta tierra
recibe el nombre de Bética y por sus habitantes Turdetania, y a los que en ella
habitan los llaman turdetanos […]. Se les considera los más sabios de todos los
iberos, utilizan la escritura y poseen obras escritas sobre sus memorias, poemas y
leyes versificadas de seis mil años de antigüedad, según dicen. Los demás iberos
también utilizan la escritura, pero sin que sus signos estén unificados, pues tam-
poco hablan una misma lengua, sino cada pueblo la suya»2.
No debe sorprendernos el encontrar restos epigráficos prelatinos en nuestro
suelo. Ya los historiadores locales de siglos pasados eran conscientes de que algu-
nas de las inscripciones que se encontraban empotradas en los muros de ciertas
casas solariegas y en la propia muralla, no eran de origen romano y ellos orienta-
ban su búsqueda hacia el mundo púnico o tartésico-turdetano.
J. de Hoz (2010): 296, sitúa «los límites cronológicos de la cultura turdetana
entre finales del s. vi, el momento de la crisis de Tartessos […] y la llegada de los
romanos a fines del iii, aunque la tradición turdetana se mantendrá más o menos
viva durante siglos. Geográficamente el mundo turdetano se define de la misma
forma que el tartesio, al que continúa sin rupturas».
La arqueóloga Ester López Rosendo descubrió un pasado tartésico muy inte-
resante en la zona norte del actual ensanche de la ciudad de Jerez, en el yacimien-
to de las urbanizaciones de los Villares y Montealto3, con conexiones con otros
pueblos colonizadores del ámbito mediterráneo:
1 Hoz (2010): 295: «no tenemos el más mínimo indicio de que en el territorio turdetano se haya escrito o
hablado ibérico y por lo tanto no consideraré íberos a los turdetanos». Correa (2009): 273-295. Para Almagro-
Gorbea (2005): 45, el «signatario tartésico en su mayor parte es de origen fenicio, aunque su origen y crono-
logía son todavía discutidos». ¿Pudo ser considerada la lengua y escritura fenicio-púnica como lengua fran-
ca en la zona turdetana? Así lo sería la inscripción de Ilipa Magna, editada por Zamora López y otros (2004).
2... Σοφغτατοι δ’ יξετخζονται τکν βزρων οؘτοι, κα سγραμματικ ڀχρکνται, κα سτٿς παλαιٰς μνزμης םχουσι
συγγρخμματα κα سποιزματα κα سνضμους יμμذτρους ךξακισχιλشων יπکν, آς φασι· κα سο λλοι δ’ βηρες
χρکνται γραμματικڀ, οؑ μι[ ٱδ’] δ ·ٮذοؑδ دγحρ γλغττ ٽμιٱ. Aunque esos seis mil años de los que habla
Estrabón no deban entenderse stricto sensu, denotan una antigüedad mítica para Tartessos; quizás se aluda
a las leyes de Habis (Justino XL 4). No conservamos ni sus crónicas ni sus poemas ni sus leyes, pero sí grafitos
sobre cerámica, estelas e inscripciones. Cf. García Romero (2003): 25-30. La escritura tartesia fue modélica
para las restantes escrituras paleo-hispánicas, así como para ella fue modelo la escritura fenicia, cuyo signa-
rio se mantuvo en su mayor parte (J. de Hoz [2010]: 488-491).
3 En su artículo «Los orígenes tartésicos y romanos de Jerez», https://sites.google.com/site/cehistoricosjere-
zanos/; y en general cf. López Rosendo (2009): 37 ss. Ruiz Mata (2010): 24, señala que se trata «de la cota de
mayor altura de la ciudad de Jerez, 85 metros».
I. EPIGRAFÍA PRERROMANA 23
con que se adorna el marco, tienen más sentido si los pétalos de las aristas se
abren, que si caen.
Hay un dibujo de B. Gutiérrez, lám. 2, al que le falta parte del texto:
Fig. 5. Hübner
que sea el caso: a pesar de que, como decía Zobel, algunas de las letras de esta
inscripción (sobre todo si se orienta como él pretende) se parecen a signos de las
monedas libio-fenicias, para otras no es fácil establecer identificaciones y para
todas es difícil proponer una lectura. Incluso emitidas varias hipótesis (partiendo
de la identificación y atribución de valores de los signos libiofenicios tenidos por
menos problemáticos y de las posibles semejanzas con las mucho mejor conoci-
das series cursivas del púnico tardío) ninguna de ellas es convincente. En efecto,
las en cualquier caso dudosas lecturas posibles (que son numerosas, dadas las
muchas combinaciones) ni arrojan sentido (algo justificable en todo caso por lo
fragmentario del testimonio, lo complejo de su trasmisión y nuestro limitado
conocimiento) ni parecen reflejar agrupaciones, secuencias o fórmulas típicas de
la epigrafía semítica (algo ya más difícil de pasar por alto a la hora de caracterizar
el texto como fenicio-púnico).
Así las cosas, no es posible proponer con bases sólidas que la inscripción que
nos ocupa sea un texto fenicio-púnico y caben muchas dudas sobre su iden-
tificación como testimonio de un particular desarrollo epigráfico local, ya sea
«libiofenicio» o de otro tipo. Cabe considerar esta última hipótesis tan sólo si la
cronología de la pieza es claramente antigua y si puede excluirse del todo que se
tratara en origen de una inscripción latina5, pues presenta en cualquier caso ras-
gos de la epigrafía clásica y posterior: en general, la ordinatio de la inscripción, la
alta normalización de sus grafemas, su fundamental paleografía «de dos líneas»,
por no hablar del soporte y su decoración, recuerdan en mucho a la epigrafía de
tradición greco-latina y en muy poco a la de tradición fenicia.
De tratarse de un epígrafe fenicio-púnico, deberíamos estar ante un desarrollo
similar, pero más pronunciadamente diverso, a las formas epigráficas neopúnicas
típicas por ejemplo de la Tripolitania, donde, por influencia de las formas de
escritura monumental romana, se producen inscripciones formalizadas, de orde-
namiento latino y con grafemas altamente normalizados –pero en cualquier caso
con rasgos claramente púnicos, disposición paleográfica en cuatro líneas (nece-
saria para respetar las características fuertemente cursivas del alfabeto púnico de
referencia) y fácil relación gráfica con las escrituras fenicias anteriores; si la ins-
cripción de Jerez es una muestra de la existencia en la península de un fenómeno
parecido, éste debió ser mucho más radical. Lo mismo debe decirse si se piensa
en cambio en eventuales escrituras locales tardías (de origen no neopúnico): si
la inscripción jerezana hacía uso de una tal escritura, ésta presentaba una muy
fuerte influencia de las costumbres epigráficas latinas. De estos posibles desarro-
llos, sin embargo, más allá de lo que puedan esconder los discutidos testimonios
5 Contando con que debió ser ya poco legible en la época de su hallazgo y que con su copia debió transmi-
tirse con ulteriores modificaciones. Nos preguntamos si no podría aún apreciarse, en el dibujo y orientación
de Flórez, un posible «AVG» al final de la primera línea legible, además de una secuencia finalizada en «VS»
en la última, con otras letras cercanas o acercables a grafemas del alfabeto latino.
28 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
3 a) RAH 9/7382/153v
Bibliografía: Almagro-Gorbea (2003): 250, F-11 A bis.
Dibujo y transcripción de una inscripción falsa, procedente de Jerez. Copia de
la anterior: N.º Registro 9/7382/153v/Carta 1.ª/5.
Fig. 9
4 a) RAH 9/7382/154
Bibliografía: Almagro-Gorbea (2003): 250, F-12 A bis.
Copia del dibujo y transcripción del epígrafe anterior. N.º Registro 9/7382/154/
Carta 1.ª/6.
II
Turris Lascutana-Asta Regia
Contexto:
Este epígrafe contiene el decreto de Lucio Paulo Emilio por el que se otorga la
libertad a los habitantes de la torre de Lascuta respecto de Asta Regia. Lascuta era
seguramente una clerujía cartaginesa (García-Bellido [2013]) y acuñó moneda li-
biofenicia7, ases y semises con iconografía púnica: palmas, espigas, jarras, pilares-
altares-tumbas semíticos, Melqart agrario y helenizado, el símbolo del templo
gaditano de Melqart8: “Se representan dos altares «nucleares del culto, que hemos
podido identificar como los mencionados por Filostrato (VA 5,5) y Silio Itálico
(3,14)… de los cuales uno es el altar/tumba donde Melqart muere y resucita, y
el otro donde se celebraban los oráculos con sortes», dice García-Bellido (2013):
314; y añade: «las leyendas de las monedas son bilingües9 en neopúnico lskw’t y
latín» (Fig. 3).
Lascuta será recogida por Plinio, Historia Natural III 15, tres siglos después
de esta inscripción como comunidad estipendiaria del conventus Gaditanus. Se
suele situar Turris Lascutana a algo menos de diez kilómetros al norte del casco
urbano de Alcalá de los Gazules en su término y cerca del camino que une esta
localidad con San José del Valle junto al Arroyo de los Álamos, donde está la
Mesa del Esparragal, que forma parte de las estribaciones de la Sierra del Aljibe
(lám. 85 y 95). No falta quien defienda que aunque la inscripción provenga de
dicho lugar, la ubicación de la Torre Lascutana o de Lascuta no se sitúa allí sino
en la Mesa de Ortega, en el Cerro de la Coracha o en el Cerro Redondo, donde
también hay restos arqueológicos.
La situación de la Mesa del Esparragal (lám. 85) y sus condiciones geofísicas
la hacen apta para el asentamiento de un amplio núcleo poblacional con una fun-
ción defensiva. El punto más alto está a unos 230 m s. n. m. En el lado contrario
al vértice geodésico, el menos elevado del rectángulo, hay una torre medieval:
entre ambas puntos hay una distancia de algo menos de medio kilómetro. La
Mesa del Esparragal domina el paso de la calzada que unía Carteia con Corduba;
de ahí el interés de los romanos por desligar de Asta, poco amiga de Roma, este
núcleo estratégico dependiente de ella. Podemos por tanto suponer que el domi-
7 Han sido estudiadas por García Bellido (2013) y por Moreno Pulido (2014), que sistematizan el numerario
en cuatro emisiones y dos periodos: uno del s. II a. C. (con alguna reserva) bilingüe y otro correspondiente a
los inicios del s. I a. C., ya sólo en latín.
8 Lo que constituye un signo de identificación con Gadir-Gades. También motivos de animales con simbo-
lismo religioso (jabalíes y serpientes enroscadas) y norte-africanos (elefantes, cabeza galeada quizás advo-
cación de Tanit).
9 Estas leyendas bilingües romano-púnicas aparecen en otras acuñaciones de la zona: Gadir-Gades de prin-
cipios del siglo. II a. C. al I a. C.; acuñaciones gaditanas de Asido de la segunda mitad del siglo. II a. C. y I a. C.;
Oba de finales del II a. C. y I a. C.; Baelo del II a. C., e Iptuci del I a. C. La numismática autóctona con estas cecas
bilingües muestran que la población de nuestro entorno hablaba indistintamente púnico y latín hasta al
menos el siglo. I a. C., e indican que Gadir-Gades y su entorno eran entidades púnicas bajo administración
romana, que no perdían su identidad cultural, que creemos que se diluye ya a partir de la dinastía Flavia.
II. TURRIS LASCUTANA-ASTA REGIA 33
nio de Asta Regia se extendía hasta una distancia muy alejada, superior a los cin-
cuenta kilómetros hacia el sureste. Hay quien ha señalado también las semejanzas
existentes entre el perfil topográfico de la Mesa del Esparragal y el de Mesas de
Asta. La mesa tiene restos de material de construcción y fragmentos cerámicos.
Se podría enmarcar Turris Lascutana dentro del grupo de Turres Hannibalis10,
construidas entre el 400 y el 200 a. C. por los cartagineses. Parte de la cual debió
ser ocupada en tiempos anteriores al siglo. v a. C. por fenicios o por indígenas,
tartesios o turdetanos, que explotaron las salinas lascutanas de Venta la Liebre,
Peña Arpada y Fuente Salada11.
Descripción:
Este decreto de Lucio Paulo Emilio, L. Aemilius L. f., procónsul, concediendo
a los habitantes de la Turris Lascutana la liberación respecto de Asta, se data en
el año 189/190 a. C. Es un documento histórico de naturaleza jurídica, en una
lámina rectangular de bronce con una inscripción latina, con asa o argolla sujeta
con un remache en la parte izquierda, que serviría para insertar la lámina en un
vástago, donde sería expuesta para la contemplación pública o semipública (dadas
sus pequeñas dimensiones, que no permiten una lectura desde la distancia, como
observan R. González y D. Ruiz Mata, lám. 90).
Fue encontrado en Alcalá de los Gazules, en Mesa del Esparragal. Aunque se
barajan otras fechas anteriores, parece que su hallazgo se produce en 1866-1867
«durante la realización de unas pequeñas excavaciones arqueológicas»12. Almace-
nado en Museo del Louvre, París, fue adquirido en 1868 por el Departamento de
Antigüedades griegas, etruscas y romanas. En el Ayuntamiento de Alcalá de los
Gazules hay una reproducción en bronce, y en el Museo Arqueológico de Jerez
había una gráfica explicativa, y desde el año 2012 una reproducción exacta de
dicha pieza, donada por la Asociación de Amigos del Museo de Jerez. El motivo
de que esta inscripción tan importante se encuentre en París es que lo adquirió en
1867 el ingeniero Ladislao Lazesky (¿cónsul belga / ingeniero polaco?) destinado
en España, a los carboneros que la hallaron, y pasó posteriormente a poder de
Adriano de Longpérier. El Gobierno español, a comienzos del siglo. xx, intentó
por vía diplomática la vuelta de la pieza arqueológica a nuestra tierra.
Las dimensiones del epígrafe son de 14,5 cm de alto por 22,4 cm de lonjgitud
por 0,2 cm de grosor. Está grabado por incisión en el bronce con letra capital muy
10 Hay dos teorías: la primera la que defiende que existían dos entidades geográficas distintas (Turris Las-
cutana y oppidum Lascut o Lascuta), y una segunda que sostiene que la torre estaba en la misma Lascuta.
11En el interior de la provincia tenemos otras como la de Hortales junto a Iptuci, o la de Arroyomolinos, hoy
bajo las aguas del embalse de Zahara, o las generadas por los diversos acuíferos llamados «Salado».
12 Díaz Ariño (2008): 191, quien cita su publicación en Revue Archéologique (1867), 16, 227 y 369, y la perso-
na que lo halló, M. Ladislas Zaleski.
34 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
cuidada. Las letras miden 1 cm excepto la letra inicial del praenomen L(ucius) de
la primera línea que es más alta, y las de la última línea que son más pequeñas. La
fecha en que se emitió el decreto fue el 19 de enero del 190 o 189 a. C.
La inscripción pudo realizarse posteriormente.
Transcripción:
L . AIMILIVS . L . F . INPEIRATOR . DECREIVIT
VTEI . QVEI . HASTENSIVM . SERVEI
IN . TVRRI . LAVSCVTANA . HABITARENT
LIBEREI . ESSENT . AGRVM . OPPIDVMQV(e)
QVOD . EA . TEMPESTATE . POSEDISENT
ITEM . POSSIDERE . HABEREQVE
IOVSIT . DVM . POPLVS . SENATVSQVE
ROMANVS . VELLET . ACT . IN . CASTREIS
A D . XII . K FEBR
Lectura: L(ucius) Aimilius L(uci) f(ilius) i<m>p<e>rator decr<e>vit / ut<i> qu<i>
Hastensium serv<i> / in Turri Lascutana habitarent / liber<i> essent, agrum
oppidumqu(e) / quod ea tempestate po<s>sedis<s>ent / item possidere habereque,
/ i<u><s>sit, dum pop<u>lus senatusque / Romanus vellet. Act(um) in castr<i>s /
a(nte) d(iem) XII k(alendas) Febr(uarias).
Traducción: Lucio Emilio, hijo de Lucio, imperator, decretó que quienes, siendo
dependientes de los astenses, habitaran la Torre Lascutana, quedasen libres. Del
mismo modo ordenó que mantuvieran la posesión y conservaran las tierras y la
plaza fuerte que poseían en ese momento, mientras lo aceptaran el pueblo y el
II. TURRIS LASCUTANA-ASTA REGIA 35
Comentario:
Nos encontramos ante el documento latino inscrito más antiguo de Hispania.
Ha sido ampliamente estudiado desde su hallazgo hasta la actualidad13, de hecho,
sólo hemos mencionado una selección bibliográfica de lo mucho que se ha escrito
sobre esta pieza. Fue uno de los bronces con epigrafía latina más tempranamente
hallado en España (lo había precedido el Bronce de Riotinto, documento de épo-
ca imperial hallado en el siglo. xviii).
Tiene un valor inapreciable para los investigadores de la historia de la lengua
latina por su carácter arcaico, González Fernández (1982): 267-268, n.º 520,
destaca: «…la conservación de los diptongos ai, ei: Aimilius, utei, leiberei, iuosit,
etc., aunque, a veces, la grafía –ei14 tenga el valor de una –ē: decreivit, o de una
–e: inpeirator (prefijado etimológicamente). Además, la –o ha sido reemplazada
ya por una –u: Hastensium, agrum, oppidum, etc., y la –d final ha desaparecido:
turri Lascutana. Esta es la primera inscripción en que aparecen anotadas las
consonantes geminadas, si bien de manera inconsistente: posedisent, iousit frente
a essent, possidere, etc. Por último, hay que señalar la forma sincopada poplus,
que se encuentra también en una inscripción de Nemi (CIL I2 40) (…) y en
umbro»15.
Se contiene en este epígrafe el decreto de Emilio Paulo16, gobernador de la
Hispania Ulterior, por el que basándose en su imperium liberaba a los habitantes
de la turris Lascutana de su dependencia de Hasta Regia. Este general tuvo en
Hispania una trayectoria salpicada de victorias y derrotas17; y esta ley es conse-
cuencia de las incursiones que los lusitanos venían haciendo en los años 190-189
sobre el valle del Betis18. Algunas ciudades, entre las que estaba Asta, aprovecha-
ron aquel momento de revueltas para liderar una acción turdetana contra Roma.
Su defección fue reprimida con el desmembramiento de su estructura política
a favor de comunidades que habían apoyado la causa romana. Los habitantes
de la turris Lascutana debieron posicionarse del lado de las legiones romanas.
Cuando Emilio Paulo venció la revuelta, emitió en agradecimiento este decreto
favorable a los lascutanos. A semejante favor correspondieron por su parte los
lascutanos cuando tres años después Asta se rebeló junto con los lusitanos contra
los romanos y fueron vencidos por el pretor Cayo Atinio in agro Hastensi; Atinio
conquistó el oppidum pero murió a causa de las heridas que recibió en combate
(Livio XXXIX 21).
Mommsen (1869) considera la dependencia de los lascutanos respecto a Asta
similar a la que existía entre los hilotas y los lacedemonios19; no se trataría de una
esclavitud propiamente dicha, tal como lo dice la propia inscripción: oppidum
et ager quod ea tempestate posedisent: ¿cómo va a ser compatible el ser esclavo y
poseer? La servidumbre de los lascutanos era respecto a los astenses y no respecto
a los romanos; el documento los trata como libres haciéndoles entrega de nuevo
(item possidere habereque) de la posesión (aunque no de la propiedad 20), y no sólo
del usufructo de las tierras de cultivo, mientras que el pueblo y el senado romano
así lo consintieran. Llama la atención la inversión de la expresión Senatus Popu-
lusque Romanus por Populus Senatusque Romanus21. Este tipo de servidumbre
comunitaria es una forma de dependencia que existía en la Bética prerromana y
en el área ibérica, con muchas similitudes con otras zonas de la cuenca del Medi-
terráneo22. Este régimen de explotación pudo ser de origen púnico, introducido
en la Turdetania por los colonos de Tiro23. M. Vigil ([1973]: 37) afirma que «en
la Turdetania se constata el fenómeno del dominio de unas ciudades por otras, o
del rey de una ciudad sobre otras ciudades cuyos habitantes quedarían en situa-
24 Cf. Díaz Ariño (2008): 193, y cita un caso semejante, el de los castellani Paemeobrigenses (HEp 7, 378) a los
que benefició Augusto el año 15 a. C.
25 Pero esto estaría reñido con la consideración de Plinio (Historia Natural III 15) sobre Lascuta como ciudad
estipendiaria: civitas stipendiaria.
26 Cf. Hidalgo de la Vega (1989): 62; y Saumagne (1965): 60-70.
38 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
27 Montero Vítores, J.: «Asta Regia. Desarrollo y caída de un Reino Turdetano», https://sites.google.com/site/
cehistoricosjerezanos/; cf. también Breña Galán, M.: «Lascuta», www.celtiberia.net y «Lascuta y su bronce»,
http://deespana.blogspot.com.es/2008/03/el-primer-europeo-naci-en-atapuerca.html.
III
Inscripciones romanas del
yacimiento de Mesas de Asta
28 Cf. Tabula imperii Romani s.v. Hasta Regia y Asta. Perteneció a la provincia de Hispania Vlterior, Baetica; al
Conventus Gaditanus; así como a la Diocesis Hispaniarum.
40 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Fig. 11. Fotografía de las inscripciones aperecidas en Asta Regia (CORREA, 1888) RAH
Fue donada por la Sociedad Anónima Torre Soto, S.A. Se conserva en el Mu-
seo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera (mamjf ), Cádiz, donde in-
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 43
32 Como hemos dicho, uno de los caballeros astenses que se pasa al bando de César durante el Bellum His-
paniense es Aulo Bebio, y del mismo modo, en la zona de Asta nos encontramos al menos tres inscripciones
funerarias de varios Bebios: Bebio Hílaro y su hija Bebia Cosmetia (en Espartinas); Bebio Hermes (CIL II 1733);
posiblemente aquí residía el quizás eporense Bebio Rufo (CIL II 1736); una inscripción más es la de Decio
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 45
Bebio. En cualquier caso, en Gades encontramos otras siete Bebias (con los cognomina: Callista, Crestilla,
Fortunata, Gamice, Nicostratis, Symbolis y Veneria, unos latinos y otros trascripción del griego) y otros cuatro
Bebios (con los cognomina: Cansao, Optato, Optatino y Venerioso).
46 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
González Fernández (1982): n.º 33, 27-28 (láms. XIVa, XIVb), y (1989), 517;
Presedo et alii (1982): 279-282; AE (1990): 531; HEp 3, 357; idem n.º reg.
548; CIL I³ 1113-1114; CILA 232; González Rodríguez / Ruiz Mata (1999):
122-123; Bendala et alii (1999): 179-204; Amela Valverde, 2003; Del Hoyo,
HEp 2006, n.ºs 54: 1-8 & 55; Martín-Arroyo Sánchez (2007): 15-16; Sánchez
Bonilla (2007): 43; P. Ciprés (2007-2008): 1059-1068; Díaz Ariño (2008): 274;
González Fernández (2011): 223-248.
N.º 7 Petrucidio
La pieza sup. izq. es una tégula de arcilla o ladrillo, de forma irregular, partida
por todos los lados y en la que se marcan tres agujeros. Tiene un sello con una
inscripción latina en estampilla incompleta afectada por las fracturas dentro del
campo de un sello de forma rectangular. La pieza mide 14,5 cm de alto por 11,5
cm de ancho por 3 de cm de grosor. El tipo de letra es capital cuadrada en relieve
profundo de 1 cm. ancho y 1,4 cm de altura. Debajo del sello aparece dibujado
un círculo poco profundo. Los signos de interpunción son redondos. Es de etapa
republicana, mediados o segunda mitad del siglo i a. C. Fue encontrada en Mesas
de Asta en la I Campaña de Excavaciones, 1942-1943, que llevó a cabo Manuel
Esteve Guerrero33. Suponiendo que se trata de los mismos personajes en los cua-
tro sellos le damos la lectura siguiente:
Transcripción:
[M .] PETR[ucidius M . F .]
[Le]G . PRO[. Pr. M . LIC .]
Lectura:
[M(arcus)] Petr[ucidius M(arci) f(ilius)] / [le]g(atus) pro[praetore M(arci)
L(icinii)]
Traducción: Marco Petrucidio, hijo de Marco, legado propretor de Marco Licinio.
33 Se conserva en el almacén entre los fondos del MAMJF (Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la
Frontera), donde ingresó el día 16 de junio de 1945 (Fondos Antiguos). N.º IG 2001, N.º RE 00401-059.
34 Fue donada por Javier Piñero Fernández, director del periódico de El Guadalete. Fondos Antiguos, donde
ingresó el 1 de junio de 1909. N.º IG 1222, N.º RE 00272-001. Es la número 1 de M. Pescador (1916).
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 47
sello inscrito. Los signos de interpunción son redondos. Se calcula de época re-
publicana. Fue encontrada en Mesas de Asta en 1909, pero no está enmarcado su
hallazgo en ningún tipo de intervención arqueológica.
Transcripción:
M . PETRV[cidius . M . F . ]
LEG . PRO . P[r . M . Lic . ]
Lectura:
M(arcus) Petru[cidius M(arci) f(ilius)] / leg(atus) pro p[raetore) M(arci) Lic(inii) ]
Traducción: Marco Petrucidio, hijo de Marco, legado propretor de Marco Licinio.
35 Se conservan en el almacén del MAMJF. Fue también donación de Javier Piñero, e ingresó en MAMJF
(Fondos Antiguos) el 1 de junio de 1909, como la pieza anterior. N.º IG 1223, N.º RE 00272-002.
48 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
letras en relieve sin márgenes (López de la Orden (2001, n.º 86). Se observa en-
cima tangente al sello el arco de un círculo con alguna señal o quizás inscripción
en que parecen verse dos P o bien P F. Fue encontrada en el Cortijo del Rosario
de Mesas de Asta, no está enmarcado su hallazgo en ningún tipo de intervención
arqueológica, siendo un hallazgo aislado36.
Transcripción:
[M . Petr]VCIDIVS . M . F .
[Leg. Pr]O . PR . MLIC .
Lectura: [M(arcus) Petr]ucidius M(arci) f(ilius) / [legatus pr]o pr(aetore) M(arci)
Lic(inii)
Traducción: Marco Petrucidio, hijo de Marco, (legado) propretor de Marco Li-
cinio.
Estos fragmentos de tejas estampadas con el nombre del legado Petrucidius
hallados en Asta cuentan con paralelismos en Carteia, y otras piezas incompletas
y similares de Ilipa, Itálica, Siarum (Utrera). Dentro de estas inscripciones hay
que distinguir varios tipos:
1. Unas en que sólo aparece: Petrucidius · M(arci) · f(ilius) / leg(atus) · p(ro) ·
pr(aetore) (2 casos en Asta y CILA II, 332 en Alcalá del Río)
2. Otras a las que se le añade la determinación del procónsul o goberna-
dor: M. LIC(inii). Es el tipo más abundante. (2 casos en Asta similares
al caso de CIL III 4967 y supp. p. 1004 y el resto (8) de las inscripciones
de Carteia de Petrucidio)
3. En otros casos, en vez de M. LIC(inii), se lee: ALEX(ander?) ST (ruxit? /
atius?37 / ati servus / ephanus?) como ocurre con el sello italicense (M. de
Monsalud, 1907, 251 y CIL 01 2298B p 1113).
36 Se conserva en el almacén de los fondos del MAMJF, donde ingresó el día 10 de marzo de 1997. Fue
donada por D. Esteban del Pino Lirio. N.º IG 1224, N.º RE 00982.
37 No hace falta st(ruxit) para denotar al tegularius, que puede aparecer con su nombre en nominativo.
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 49
5. Y finalmente en un sello de Carteia (J. del Hoyo, 2006, 38, n.º 54/3) se
añade al texto habitual otra lectura: P. P40; igual que ocurre en nuestro
inf. dcho., que lleva debajo del sello un anillo con alguna señal que
puede leerse como P P o bien P F. O el nº 54/7 Del Hoyo donde en
línea superior se ve: [- - -] S (vacat) · F o E (o S M F, según A. Canto), a
la que sigue el texto completo: M. Lici(nii), y que interpreta Del Hoyo
como una impronta fallida y Alicia Canto (A.C.) puntualizando en
HEp, opina que «han sido añadidas a mano, quizá ludens». En el nº
54/4 hay un sello inferior y más pequeño en el que se ve escritura que
38 Habría que leer b), a mi juicio: Gn(aeus) TARQ(uitius), que prefiero a la lectura de J. González: Tarquinus
para evitar nombres monárquicos que difícilmente se repiten.
39 donde + me parece más una R que una T, pero Del Hoyo asimila su lectura a la de Siarum: Cn. T[arquinius].
40 que entiende con dudas Del Hoyo como: p(ro) · p(raetore) (?) y A. Canto (HEp. 2006, 41, n.º 55) como
P(ecunia) P(ublica) también como probable.
50 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
41 S. Bravo Jiménez (2011, 437-452): «El análisis que hace Presedo tras sus campañas de excavación en el
yacimiento es bastante concluyente a mi parecer toda vez que las tegulae aparecen en contextos estratigrá-
ficos. El catedrático de la Universidad hispalense encontró dos tegulae en la zona de la Torre del Rocadillo y
en el Cortijo en pleno foro de la ciudad. Fechó ambas a finales del periodo republicano, tras la guerra civil
que es cuando sugiere que se lleva a cabo una amplia remodelación urbanística de la ciudad (Presedo et
alii [1982]: 281)».
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 51
que habían apoyado su causa, como es el caso de Carteia y Hasta, al final del
enfrentamiento», y añade: «Hübner ha manifestado que no es seguro identificar
a este procónsul con M. Licinio Craso, en tanto que su legado M. Petrucidius es
un desconocido; no obstante, afirma que las letras son de la época de Augusto o
anteriores». Julián González finalmente basándose sobre todo en la tégula de For-
tunales Siarenses, identifica a este Marco Petrucidio con un legado propretor de
la época de Augusto encargado de la remodelación de las ciudades privilegiadas
que habían sufrido daños a raíz de las guerras civiles, cuya actividad se sitúa con
posterioridad a los años 15/13 a. C.
Pero ¿quién es ese gobernador, que ha sido descartado por desconocido42? F.
Fita (BRAH 56, 1910, 75) y después P. Paris (Bulletin Hispanique 15, 1913, 150)
identificaban al M. LICI(nius) de nuestras tégulas como M. Licinio Craso Frugi,
el cónsul del año 27 p. C., casado con Escribonia. Parecen mejores candidatos
tanto su padre, M. Licinio Craso Frugi, llamado Dives, como su abuelo, el cónsul
del año 30 a. C., que había sido seguidor de Sexto Pompeyo (alianza lógica por
el parentesco que les unía a través de los Metelos), pero que quizás fue rehabili-
tado tras el tratado de Miseno43, que se pasó a M. Antonio (Dio 51.4.3) y antes
de Actium finalmente se pasó a Octavio con el que compartió el consulado del
año 30 a. C., sin haber pasado siquiera por la pretura. Puede considerarse un
candidato idóneo si establecemos como fecha las guerras de César con los hijos
de Pompeyo. Quizás no haya que descartar tampoco la relación pompeyana que
se establece entre un Petrus/cidio del Piceno (clientela de los Pompeyos44) y este
cónsul ex pompeyano, así como la adscripción a ese partido de Carteia (y de
Itálica y Hasta).
Su hijo (MRR, III, 118-119), M. Licinio Craso Frugi Dives puede ser un can-
didato idóneo también si se admite como fecha el fin de siglo, ya que fue cónsul
ordinario en el año 14 a. C., y se discute además45 si fue gobernador de Hispania
y en concreto de Hispania Citerior del 13 al 10 (RE Groag s.v. Licinius nº 59; RE
42 J. González, 1989, 521. Y ¿por qué? También es desconocido Petrucidius y se le da por propretor gracias
a estas inscripciones.
43 Veleyo Patérculo II 77.3
44 Según J. González (1989, 521) del magistrado aludido por Münzer (1938, XIX 2, 1305) como M. Petrucidius
C. f. así como los Petrosidii del Piceno y del hecho de que los Pompeyos tuvieran clientelas en el Piceno no
puede deducirse que nuestro Petrucidio fuera ni del Piceno ni partidario de Pompeyo.
45 G. Alfoldy (1969, 8-10) dice que de su carrera los únicos cargos seguros que tenemos documentados son
el consulado y el proconsulado en África, así como su pertenencia al colegio de los Augures. El desempeño
de la legación en la Citerior fue sugerido por primera vez por A. D’Ors (1953, 368, 461 sigs). basándose en
la tabula patronatus hallada en Mallorca que nos informa de que la ciudadanía de Bocchoris cooptaba a
nuestro personaje como patrono: [Iullo Ant]onio Fabio Africano a.d.XVII K.Apriles civitas Bocchoritana ex in-
sula Baliarum maiorum patronum cooptavit M.Crassum leiberos posterosque eius M.Crassus Frugi eos in suam
suorumque clientelam receipt. Egerunt C.Coelius C.f. et C.Caecilius T.f.legati. (10 a. C.). La Prosopographia Impe-
rii Romani (PIR2 L, 189) duda de este cargo; vide Juan Castelló 2002, 9-19. Un Licinius Crassus, pero L(ucius)
fue quaestor en la Hispania ulterior (CIL VI 1442), en torno al 5 d. C.
52 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Thomason; RE Suppl. 14, 233; R. Syme, 1986, 276; 288; 408). La fecha de su
cargo se compaginaría muy bien con las reformas y reconstrucción de Augusto.
El único dato cierto es que fue procónsul de Africa 9/8 y patrono de Leptis Mag-
na, como se documenta en IRTun 319:
M(arco) Licinio M(arci) f(ilio) Crasso Frugi co(n)s(ule) augure proco(n)s(ule)
patrono flaminib(us) August(i) Caesaris …
El legado propretor Petrucidio parece natural que se remita o tenga como refe-
rencia por su función de cooperación como legado a su correspondiente goberna-
dor, que bien podía serlo cualquiera de estos dos M. Licinios Crasos; y de hecho
el tipo de tégula que se completa con M. LIC(I) es el que más abunda (en Carteia
la mayoría). Incluso en nuestro inf. dcha. es compatible la referencia a M. Licinio
con una lectura (P F?) que se contiene en el anillo que corta tangencialmente al
sello y que posiblemente se haya añadido a mano por parte (esta vez sí) de un
tegularius quizás para referirse a sí mismo.
al lado de sus dueños; el origen de los libertos, que ellos se empeñan en ocultar;
el sincretismo de las diversas religiones. Las lápidas reflejan todas las facetas de la
vida, constituyen un resto arqueológico primordial para el estudio de la cultura
de la Antigüedad.
Y a los difuntos ¿de qué les servían sus lápidas inscritas? Los antiguos tenían
miedo a no ser enterrados ni recordados. Quedar insepulto se consideraba la
mayor pena en Derecho, peor que la pena de muerte, y estaba destinada a los
sacrílegos, parricidas y crucificados. Todo el mundo deseaba tener descendencia
para asegurarse un descanso eterno y un culto a perpetuidad. De ahí que, cuando
no tenían hijos, los adoptaban o encargaban la obligación postrera a los clientes
y libertos pertenecientes a la familia del patronus. Y si se era pobre, se reunían
cotizando en mutualidades o collegia funeratitia, que se ocupaban de los funera-
les. Se creía que algo del difunto subsistía en la tumba. De nada servía la prédica
racionalista de los epicúreos: «la muerte no tiene nada que ver con nosotros;
mientras vivimos porque vivimos, después de muertos, porque ya no seremos más
nosotros». Los romanos tenían esa superstición que nosotros también tenemos,
aunque seamos un poco más racionalistas que ellos. Los romanos incluso derra-
maban vino y alimentos en las sepulturas para satisfacer las posibles necesidades
del muerto. Luciano, Sobre el luto, cap. 9, se ríe de estas costumbres:
«Imaginan los hombres que las almas vienen de lo profundo por la comida
que se les lleva, que se regalan con el humo de las viandas y que beben el
vino derramado sobre las tumbas...; de modo que un muerto al que nada se
le ofrece está condenado a hambre perpetua». Pero la mayoría de la gente,
que no era «sabia» ni racional, sino más bien supersticiosa, se cuidaba muy
bien de asegurarse de que sus restos tuvieran un túmulo. El difunto (desde
su perspectiva o la de sus seres queridos) quiere además dar de sí mismo
una imagen pública, quiere dejar constancia de su significación social, de
la falta que suponía su pérdida. Y siempre se idealizaba al difunto; de los
muertos no se dicen más que cosas buenas (nihil nisi bonum), ya se sabe.
La sociedad urbana poseía una alfabetización muy elemental, como nos ase-
vera Corbier46, por eso en las inscripciones, y en especial en las funerarias, el
vocabulario es muy reducido; lo que facilita su lectura. Se trata de estructuras
constantes que se memorizan con facilidad y posibilitan la identificación de pa-
labras redactadas en un mismo orden.
Las necrópolis antiguas se situaban fuera del recinto de la ciudad (según reza
la Ley de las doce tablas o la Ley de Osuna, cap. 73) y se extendían a lo largo de
las vías que salían de las ciudades, como puede verse en la Via Appia de Roma.
Atraían así a los caminantes y viajeros (siste, viator: «párate, caminante»), a los
que se les pedía su atención y lectura del epitafio.
Los monumentos funerarios servían para plasmar las diferencias sociales en el
mundo de los vivos y la coexistencia de los dos mundos: panteones colectivos de
las grandes familias, o simples y sencillas tumbas individuales; todo un arte y ar-
tesanía funerarias, con mausoleos en forma de casas o templos, y basas honorífi-
cas o pedestales que sostenían estatuas, preciosos vasos y vasijas que contenían las
cenizas, cuando el rito fuera una incineración: se colocaban bajo tierra o en una
pared con nichos pequeños, conocidos como columbaria (es decir, «palomares»).
A partir de mediados del ii d. C. gana adeptos la inhumación (que se consolida
con el triunfo del cristianismo) en sarcófagos de madera, plomo, piedra o ladrillo
(incluso enterramientos infantiles en ánforas [lám. 14, 15, 16 y 20]).
Las incripciones se presentan en estelas o en aras. Las estelas (que existen también
en la cultura púnica) son de piedra y de poco grosor, clavadas en el suelo y des-
tinadas a ser vistas de cara. Las aras son elementos utilizados en las ceremonias
religiosas, que junto con los vasos o jarras y páteras, que adornan los laterales,
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 55
47 El praenomen es como nuestro nombre de pila, y era elegido por los padres al nacer el niño ya fuera por
tradición familiar, costumbre o cualquier tipo de preferencia. Existen menos de veinte primeros nombres
entre los que elegir (de ellos hay siete específicos de grandes familias); los más corrientes son Gayo, Tiberio,
Marco, Quinto, Lucio, Publio, Gneo, Tito… Eran tan pocos que en la epigrafía no se escriben los praenomina
completos, sino solo la inicial o una abreviatura, y eran reconocidos sin problema. Todo lo cual indica el
papel secundario del praenomen. A partir del s. III ya no aparece el praenomen e irá desapareciendo el no-
men, quedando sólo el cognomen en los siglos IV y V. El nombre puede ir en nominativo (haciéndole sujeto
de vixit o situs est) o en genitivo o en dativo (como complemento de Manes).
48 El nomen gentile es lo que hoy llamaríamos el apellido de la familia más amplia (la gens) y, al igual que
hoy, muchas personas con el mismo nomen no pertenecían ya a la misma familia, localidad o provincia
romana: no todos los Emilios, Julios, Cornelios o Claudios eran romanos de Roma.
49 El cognomen es una especie de segundo apellido que se refiere a la rama familiar, clan o stirps más redu-
cida que la gens. Hay cognomina que expresan una particularidad física (Cicero por una verruga como un
cicer, garbanzo, en la nariz de uno de sus antepasados, según Plutarco, Cicerón 1; Scaevola, zurdo; Caecus;
Strabo), origen o actividad de la familia inicial; o algún título honorífico de un miembro de la familia, que
su descendencia tenía derecho a heredar (Escipión Africanus), o un topónimo que delataba el origen del
clan (Anatolio, Siriaco, Gaditano, Barbesulana, Mauro, Germana…). Hay que distinguir entre los cognomina
romanos y los de los nativos. Los primeros son hereditarios para todos los miembros de la familia; los se-
gundos son idiónimos y muchas veces portan un contenido religioso (teofóricos). Así, al nombre gentilicio
Baebius le siguen diversos cognomina: Hilarus, Thalusa, Hermes, Rufus, Veneriosus, Veneria, Cansaus, Symbo-
lis, Crestila, Fortunata, Optatus, Optatinus, Nicostratis, Apollodorus, Cinamilla, Gamice, dentro incluso de la
misma familia. La abundancia de nombres griegos no responde a un origen oriental de esas personas, sino
probablemente a su origen servil mantenido luego por los libertos: Apolonia, Crisópolis, Glucera, Eleuthera,
Progne, Artemidoro, Troilo, Herois, Crates, Alejandro, Pnoe, Filipo, Síntrofo, Epafrodito, Teógenes, Eutiquia, He-
rófilo, Sinfeusa, Evanto, Fiale, Evandro.
56 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
fijan las 35 tribus (de las 31 rústicas aparecen en la zona gaditana sólo seis y no
hay ningún caso de las cuatro urbanas): la mayoría los ciudadanos gaditanos son
de la tribu Galeria (GAL, fue la elegida por Julio César y Augusto para adscribir
a los ciudadanos romanos de las comunidades privilegiadas de Hispania50, ya
fueran colonias o municipios)51.
Después venía la edad del finado (annorum, abreviado en A, AN o ANN, se-
guido de la cifra, o vixit annos o annis), y la condición, el oficio o el cargo público
(duunviro, séviro augustal o prefecto de cohorte, entre los que hemos consulta-
do), así como un recuerdo cariñoso.
Suelen figurar también las iniciales H S E (hic situs est), «aquí está enterrado»,
y la leyenda finalizaba con las conocidas siglas S T T L (sit tibi terra levis), «que
sea para ti la tierra ligera» (que te pese poco). Como en toda fórmula, encontra-
mos sobre el esquema múltiples variantes.
¿A qué edad morían los gaditanos en tiempo de los romanos? La mayoría de
los individuos de los que tenemos datos estadísticos en la provincia de Cádiz,
morían hace dos milenios entre los 15 y los 50 años (más del 50 %) y en torno al
30 %, más o menos, superaban esta última edad. La esperanza de vida estaba en
los 38 años y diez meses. Si desglosamos por sexos: el hispanorromano (varón)
de la demarcación gaditana viviría 39 años y 5 meses, y la gaditana media viviría
38 años y 5 meses52. La realidad cotidiana era muy cruel y en nada difería de
los regímenes demográficos antiguos que nos han regido hasta bien entrado el
siglo xx.
N.º 11 ANN
Bibliografía: López de la Orden (2001): 113, n.º 84, n.º foto 84; HEp 11, 2001,
2005, 227; Clauss-Slaby: EDCS-28701484.
Fragmento de lápida romana funeraria de mármol blanco, de forma trian-
gular, correspondiente a la parte central; la parte posterior es lisa. Sus medidas
son: 5,5 cm de altura por 7,5 cm de anchura por 2,5 cm de grosor. Las letras son
actuarias y miden 2,5 cm. La letra A carece de traversa. Cronología calculada,
s. i d. C.
Fue hallada en la necrópolis Rosario 1, en los trabajos de prospección micro-
50 Excepto las colonias Augusta Emerita (Mérida), Caesar Augusta (Zaragoza) y Augusta Firma Astigi (Écija).
51 Otras tribus son la Sergia (SER, es la elegida por Cayo Norbano Flaco para adscribir a los ciudadanos ro-
manos de la Colonia Norba Caesarina y por Augusto para los de la colonia Romula Hispalis), y la Quirina (QVIR,
fue la elegida por Vespasiano en el 74 d. C., con el Edicto de Latinidad, para adscribir a todos los hispanos a la
ciudadanía romana, después de haber ejercido alguna magistratura en los nuevos municipios.
52 Cf. Vega Geán, E. / García Romero, F. A., «La vida en el conventus Gaditanus», Diario de Jerez, 14-10-2006
y «Sentimientos sobre piedras», en https://sites.google.com/site/cehistoricosjerezanos/; Guzmán Armario
(2008): 92 s.
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 57
Transcripción:
-----
[---] ANN [---]
-----
Lectura: ----- /[---] ann(orum) [---] / -----
Traducción: (Yace aquí…) de (…) años. Fig. 24. FBC (MAMJF)
N.º 12 AN
Inédita: fragmento de inscripción en piedra caliza. Medidas: 6,2 cm de alto por
6,1 cm de ancho por 2,4 cm de grosor. Las letras son monumentales y miden 2,5
cm. La letra A carece de traversa. Cronología romano-imperial. Se conserva en
el almacén de fondos del MAMJF. Procedente de las excavaciones de la campaña
1945-1946. Ingresó el 17 de marzo de 1949. N.º
IG: 1064.
Transcripción:
-----
[---]IA M
Lectura: No es posible dar una interpretación. Fig. 25. FBC (MAMJF)
N.º 13 A . P
Bibliografía: González Rodríguez / Barrionuevo Contreras / Aguilar Moya / Ruiz
Mata (1992): 76, lám. III 19 con dibujo; López de la Orden (2001): 114, n.º
85; 157 (fotografía); HEp 6, 1996, 541; HEp 11, 2001, 2005, 228; Clauss-Slaby,
EDCS-23002254; Clauss-Slaby, EDCS-28701485.
Fragmento de inscripción probablemente funeraria de mármol oscuro, de la
parte central. Las medidas son 11 cm de altura por 10 cm de anchura y un gro-
sor de 4 cm Letras capitales cuadradas de 3,5 cm. Espacio interlineal de 2,5 cm.
Signos de interpunción triangulares con el vértice mirando hacia arriba. Parte
posterior lisa.
Así la describen los editores:
«Dibujo de un fragmento epigráfico aparecido en la zona denominada El Cemen-
terio, situado en una de las elevaciones al este de Mesas de Asta… Debe formar
parte de un epitafio… No parece que hubiera un tercer renglón, a juzgar por las
interlineaciones. Interpunción: triángulo. El tipo de letra es muy cuidado; la A
ancha y la P abierta apuntan a la primera mitad del siglo i d. C.».
58 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
53 Manuscrito depositado en el MAMJF y Biblioteca Municipal Central, que lo comienzan a redactar varios
autores (Miguel Muñoz, Ramón de Cala y Agustín Muñoz) en 1890.
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 59
Fig. 30. Hans Joseph Artz (MIHCC) Fig. 31. Hans Joseph Artz (MIHCC)
55 «Estos Bebios sabemos por las historias romanas, que fue familia nobilísima en Roma a quien aquel
senado por la práctica, y conocimiento que tenía de Andalucía les cometían el gobierno, y Pretura de ella.
De donde en esta Isla en que se ordinario residían, se hallan algunas piedras con el nombre de esta familia.
De Marco Bebio Pánfilo hace mención Livio que gobernó esta provincia. De Lucio Bebio escribe el mismo,
que viniendo por Pretor a Andalucía le acometieron los ligures, y malherido se vino huyendo a Marsella,
donde murió al tercer día. De otro Bebio por sobrenombre Massa escribe Plinio, que tuvo este gobierno:
del cual por agravios que hizo, se querellaron al Senado, y pidieron por abogado contra él a Plinio Segundo
[…] Este fue a quien llamaron el Rico, por lo que dijo Marcial…».
56 Castro (1858): t. I, 202.
62 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lectura:
A . BAEBIVS . A . F
GAL . RVFVS
E[---] EN[---
Lectura: A(ulus) Baebius A(uli) f(ilius) / Gal(eria tribu) Rufus / E[por]en[sis---.
Traducción: Aulo Bebio Rufo, hijo de Aulo, de la tribu Galeria, natural de Épora…
Comentario: Sobre la abundancia de Bebios ver inscripción n.º 4. Respecto al
gentilicio Eporensis, fue Hübner quien pensó que en el renglón 3 tal vez se ocul-
tara el nombre de la patria, es decir, Eporensis. Podríamos estar hablando de un
lugar cercano a Asta Regia (y en la órbita de los intereses comerciales de estos
potentados hispanorromanos), asociado con una ceca del ii a. C. (¿o del i a. C.?),
que acuñó ases con cabeza viril en el anverso y dos peces en el reverso (quizá
atunes) entre los que aparece la leyenda Aipora57. Se ha vinculado Ébora a San-
lúcar de Barrameda, ya que Carriazo en el trabajo dedicado al estudio del tesoro
de Ébora58 (bellísimo conjunto de orfebrería tartésica de los siglos vii al v a. C.,
aparecido en otoño de 1958), sugiere que podría tratarse de la misma ciudad de
población indígena, situada en el actual cortijo del mismo nombre59.
Escribe Estrabón (III 1, 9): «… remontando el Betis está la ciudad de Ébora y
el santuario de Phosphoros, llamado también Lux Divina…»60.
Vecino a este lugar está el Cerro del Tesorillo, en la Algaida, enclave romano
en el borde de la marisma que Corzo y Blanco Freijeiro identifican como el Tem-
plo al Lucero (Rodrigo Caro cita monedas de Luciferi Fanum), y Manuel Esteve
Guerrero sacó a la luz un santuario púnico. Muy cerca del cerro se encontró una
fábrica de salazón del i d. C. Otro asentamiento cercano sería el de Bonanza,
donde se encontró en 1868 el bronce con una mancipatio fiduciae causa (actual-
mente en el Museo Arqueológico Nacional), junto con restos de cerámica turde-
tana, sigillatas, tégulas y ladrillos romanos. Otros hallazgos se han producido en
la Fuente, Cabeza Alcaide y en la misma Sanlúcar: sigillata en un solar del barrio
alto y fragmentos de exvotos de barro en los jardines del Palacio Municipal.
Pero igualmente caben otros nombres: Emeritensis, por ejemplo, u otros nom-
bres de origen.
N.º 16 Cultronia
Bibliografía: Pescador y Gutiérrez del Valle (1916): n.º 3; Fita en Abascal Palazón
(1999); Esteve Guerrero (1941): 386-388; Id. (1944-1945): 187; Id. (1979): 49,
lám. 11; González Fernández (1982): 28, n.º 34, lám. XV; Ferreiro López (1983):
97; Abásolo (1994): p. 200; Mangas (1997), 275.
Estela funeraria de época romana «rematada en frontón semicircular, en el
centro del cual se adorna con un disco (una roseta hexapétala con botón cen-
tral61) y limitada por una bordura plana» (Esteve Guerrero [1979]: 49). D. Vaque-
rizo-S. Sánchez Indicatio pedaturae, afirman curiosamente que en el Conventus
Gaditanus, los 4 casos que se dan son todos de la zona jerezana.
El campo epigráfico es rectangular. El material es piedra caliza arenisca. Está
ligeramente quebrada por los bordes y partida en la parte inferior (que posible-
mente iría soterrada), y que también hace que la lectura resulte incompleta. La
parte posterior es lisa.
Medidas de la estela: 58 cm de altura, 50 cm de anchura y 14 cm de grosor.
Letras capitales cuadradas, medida de las letras 6 cm. Signos de interpunción
redondos. Cronología: s. i a. C.-s. i d. C. (MAMJF, según autores).
Encontrada en Mesas de Asta (lám. 5). Fue donada por D.ª Josefa Dávila,
Vda. de Orbaneja. Es el n.º 3 de «Apuntes para un Catálogo…» de M. Pescador,
«existente por tanto en la Biblioteca al formalizarse el Libro de Registro de la
Colección». Se conserva en el MAMJF, donde ingresó el día 1 de diciembre de
1914. Actualmente se conserva en la sala 06.
N.º IG: 607/RE: 00270.
Transcripción:
CVLTRONIA
PRIMA . AVE
IN . F. P. XVI
IN . F. P . XVII
[---]
Lectura: Cultronia Prima. Ave. In f(ronte)
p(edes) XVI in f(ronte) p(edes) XVII
Traducción: Cultronia Prima, un saludo.
Fig. 32. FBC (MAMJF)
61 Así es como la describe D. Vaquerizo-S. Sánchez Indicatio pedaturae, p. 118, nota 16, añadiendo: «La rose-
ta, con número variable de pétalos, aparece en monumentos epigráficos de toda Baetica, si bien se concen-
tra especialmente en emplazamientos gaditanos, como Asido (Medina Sidonia; IRPCádiz, 31a), Baelo Claudia
(Bolonia; IRPCádiz, 68), Ceret (Jerez; IRPCádiz, 114) o Asta Regia (Mesas de Asta; IRPCádiz, 34 y 40). Algunos
autores (Blázquez 1998) ven en ella un símbolo (vegetal y astral) de la diosa fenopúnica Astarté/Tanit, lo que
en principio explicaría el mayor arraigo de esta tradición iconográfica en el entorno de los antiguos empla-
zamientos coloniales del área gaditana.
64 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
NVNNIA . COM
MV´NIS . HIC . SITA. E.
CARA SVIS . TE . ROGO
PRAETERIES . D . S . T . T .
LEVIS
Lectura: Nunnia Com/münis hic sit(a
) e(st) / cara suis. Te rogo / praeterie(n)s
d(icas): s(it) t(ibi) t(erra) levis. Fig. 33. FBC (MAMJF)
Traducción: Nunia Communis aquí yace.
Querida de los suyos. A ti que a su lado pasas te ruego digas: séate leve la tierra.
Observaciones: Desde un punto de vista gramatical es de señalar la desaparición
de la N de la sílaba final de PRAETERIE(n)S. Cf. Bassols (1973), 103, n.º146;
Mariner (1952): 44 ss. Se advierte un cierto ritmo al menos en la última línea:
praeteries dicas: sit tibi terra levis.
Antroponimia: J. González ([2011]: 232) dice que NVNNIA no tiene paralelos.
Kajanto (1965), 366, cita NVNNIVS como gentilicio (e igualmente Solin & So-
lomies (1988) s.v.). Es además un antecedente del apellido Nuño. COMMVNIS
plantea la cuestión siguiente: ¿Es una sierva de la municipalidad o del koinon o
incluso una sierva compartida por varios dueños? Sen. Ben. 3.28.4. Pompon.
Dig. 24.1.31.3. La lex Malacitana = CIL II 1963 60.31 y 64.33 utiliza la expre-
sión commune municipium para referirse al fisco del municipio. La mitad de los
Communis son esclavos, dice Kajanto, 1965 s.v. Pero el caso es que aquí se trata
de una mujer libre y ciudadana. Sencillamente Communis es un cognomen de los
de «mental quality» como los califica Kajanto 1965, (pp. 69 y 256) en el sentido
de comis, simpática, según la definición que hace del término Serv. Aen. 8.275,
haciéndola sinónima de concordis, hilara, simplex. Cabe también otra explicación:
que Communis se asocie a la epiclesis de Afrodita Pandemos, sin dejar de aludir a
la gracia y simpatía propia de Venus (¿y quizás Astarté?).
N.º 18 Om
Bibliografía: Esteve Guerrero (1962); Cuaderno de campaña de excavaciones 1949-
50; Ferreiro López (1979): 163; González Fernández (1982): 31, n.º 39 (lám. XX);
Martín-Arroyo Sánchez (2007): 18; Vega Geán/García Romero (2013)1: 136.
«Fragmento de inscripción en placa de piedra arenisca o caliza oscura, casi
negra, correspondiente a la parte central» (J. González). Medidas de la pieza de
mármol: 19 cm de alto por 8,5 cm de ancho por 3,7 cm de grosor. Medidas de las
letras capitales de 2,5 cm de altura, de módulo ancho. Los signos de interpunción
son comas más o menos marcadas.
66 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
*
OM
T . PA
ORI . P
T . F+
* hay restos de una letra de la primera línea.
+ = puede ser I, M o L.
Lectura: --- / ---]Om[---] /[---]t Pa[---]/[---]ori P [---]/
[---]t F+[
La traducción resulta imposible.
Fig. 34. FBC (MAMJF)
N.º 19 Marco Popilio
Bibliografía: Muñoz Gómez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-1895): 26.
«Lápida que publica Francisco Virués de Segovia y López de Espínola (siglo
xix) como encontrada en nuestra ciudad, pero que se trajo desde la insigne Asta»
(Muñoz et alii). El paradero es desconocido y no tenemos ningún otro dato que
lo que se recoge en el citado manuscrito:
Lecturas (Epigrafía Xerezana):
Lectura 1:
Marco Popilio, Marci filio, Ponere Colonia Asta Regia fecit
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 67
Lectura 2:
Marco Popilio, Marci filio, Pia Colonia Asta Regia Foelix
Traducción:
Lectura 1: La Colonia de Asta Regia mandó erigir esta memoria a Mar-
co Popilio, hijo de Marco.
Lectura 2: A Marco Popilio, hijo de Marco, la colonia de Asta Regia
Pía y Feliz.
En el manuscrito se nos informa de
que algunos la interpretan según la
primera lectura, pero añade que su
versión verdadera es la segunda. Se
dice, además, algo de lo que tene-
mos pocas noticias: que se acuñaron
monedas de Asta con la fórmula (se-
gún un catálogo de numismática de
179763):
Pia Colonia Asta Regia Foelix.
Añade el manuscrito Epigrafía Xere-
zana: «Según Portillo, 1839, en sus
Noches Jerezanas dicha ciudad de
Hasta Regia gozaba de los honrosos
dictados de Pía y Feliz»64, y por esto
nos parece la interpretación más
Fig. 35. Epigrafía Xerezana
propia de las siglas P y F del segun-
do renglón, las voces respectivas de la traducción n.º 2.
La familia de los Popilios parece de linaje ilustre: en los fastos consulares de
Roma figura Flavio Popilio Nepociano, año 336 d. C. 1089 F. de R. (de la fun-
dación de Roma, ab Vrbe condita)».
R. Syme (1986), 368, recoge un M. Popilio, padre de Popilia, la esposa de Cn.
Pisón. Este Popilio es desconocido por lo demás si no es a quien se refiere la IG
VII.268; 305 (Oropus).Viviría a finales de la República.
63 Classes Generales Geographie Numismáticae: dispositae secundum sistema Eckelianum, Lipsiae, 1797. Al
respecto Jesús Caballero Ragel nos indica una referencia que se puede consultar en la biblioteca Virtual
Cervantes. El documento se titula Catálogo de la colección de José Gutiérrez Navarrete, y pertenece a un nu-
mismático que dona su colección en 1790. Se detalla el estado de conservación, el módulo, resellos y, en
el caso de las monedas de colonias y municipios, y la referencia bibliográfica de Flórez. En el registro hay
monedas de Ceret, Ébora o Asta.
64 Es el título de Julia Domna, la madre de Caracalla y el de la Legio VII Gemina.
68 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 20 Sambaro
Bibliografía: Esteve Guerrero (1962), en HAEpigr 12-16 (1961-65): n.º 2199;
González Fernández (1982): 29-30, n.º 37, lám. XVIII; Ferreiro López (1983):
99; Pérez Fernández/Ruiz Gil/López Amador (1989): 38 (foto); González Fer-
nández (2011): 232.
Lápida funeraria de época romana de mármol blanco. Inscripción completa
con los bordes ligeramente deteriorados y el borde inferior derecho con rotura
más bien posterior y sin que impida su lectura; parte posterior lisa. Medida de la
superficie inscrita: 16 cm de altura por 17,5 cm de anchura por 2,5 cm de grosor.
Medida de las letras: 3 cm de altura. Tipo de letra: cuadrada sin sombreado,
bastante elemental; «capitales actuarias» (según J. González). Héderas desarro-
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 69
Transcripción:
MAL .
SAMBARO .
AN . L . H . S .
. S . T . T . L.
Lectura: Ma(lio?r) / Sambaro / an(norum L. h(ic)
s(itus)./ S(it) t(ibi) t(erra) l(evis)
Traducción: Dedicada a Malio Sambaro de cin-
cuenta años. Aquí yace; séate leve la tierra.
Aparato crítico: línea 1ª: Mal(acia), J.González. Fig. 37. FBC (MAMJF)
Antroponimia: No estamos seguros de nuestra
interpretación de MAL. Cabe un Mallius, Malcus. M.ª L. Albertos ([1966]: 145)
refiere los nombres de los que podía ser abreviatura: MALDUO de León, MAL-
GEINUS de Braga, MALUGA de Peñaranda. También respecto a SAMBARO
M.ª L. Albertos ([1966]: 197) cita SAMBARVLLA (CIL II 5944 en Cartagena) a
la que considera diminutivo de SAMBARRA (CIL III 5565 en el Nórico) y que a
nosotros nos parece derivar de nuestro SAMBARVS. Existe el topónimo Sabba-
rus, río de Gedosia (Plinio, Historia Natural IV 107) y Sabbaria en Panonia supe-
rior (Ibid. III 6). De cualquier forma, no es un nombre cuya procedencia se ignore.
N.º 21 Sicinia
Bibliografía: Esteve Guerrero (1963): 217-219; idem (1979): 85-87, lám. 17; Vives
(1971-1972): n.º 3293; AEArq., 1965, 68; HAEpigr 17-20 (1966-69), n.º 2260;
HEp 557; Ferreiro López (1983): 95-96; González Fernández (1982): 31-32, n.º
40; Gamer (1989): «Formen röm. Altare», Mbeiträge 12, 216, CA 12; González
Rodríguez/Barrionuevo Contreras/Aguilar Moya (1997): 83.
Ara funeraria de época romana de mármol blanco con vetas rosadas, con una
pátina blanquecina (Esteve [1979]: 86; González Fernández [1982]: 31-32) con
inscripción funeraria enmarcada en una cartela. «Remata en un frontón triangu-
lar decorado que se enmarca entre dos roleos. Tras el frontón y entre ambos roleos
se sitúa la caja para las libaciones de forma circular. En sus caras laterales se ob-
70 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
DM
SICINIAE . Q . F
TVSCILLAE
Lectura: D(is) M(anibus) / Siciniae Q(uinti)
f(iliae) / Tuscillae.
Traducción: A los dioses Manes de Sicinia, hija
de Quinto, Tuscila.
Onomástica: Sicinia (M.ª L. Albertos [1966]:
207). Hay en Cartagena EphEp VIII 194 y HAE-
pigr 123. Pero la procedencia es norteafricana:
Jongeling ([1994]: Northafrican names, Leiden,
s.v.), la cita como nombre norteafricano. Tuscilla
es más frecuente (diminutivo de Tuscus).
Fig. 38. FBC (MAMJF)
Los no romanos y los esclavos usaban una fórmula nominal distinta: lo más nor-
mal sería un solo nombre, seguido en el caso de los no romanos del nombre del
padre (filiación) o quizás del lugar de procedencia.
Por el contrario, los libertos, antiguos esclavos liberados por sus amos y con-
vertidos en clientes, cuando alcanzaban el estatus de hombres libres adquirían los
tria nomina: primero el praenomen y el nomen del amo que los había liberado, y
III. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE MESAS DE ASTA 71
como cognomen el propio nombre latino, ibero, celta, germano, persa o griego que
portaba cuando era esclavo.
N.º 22 Hermais
Bibliografía: Esteve Guerrero: Cuadernos de Excavaciones en Mesas de Asta (ms),
lám. XXIV; idem (1962), en HAEpigr 12-16 (1961-65): n.º 2199; González Fer-
nández (1982): n.º 36, 29 (lám. XVII); Ferreiro López (1983): 100; HEp 6144;
González Rodríguez / Ruiz Mata (1999): 124; Martín-Arroyo Sánchez (2007): 17.
Inscripción o lápida funeraria. Placa de piedra caliza marmórea (mármol blan-
co), con una fractura en su parte superior, que afecta parcialmente a la primera
línea del epígrafe, aunque no impide reconstruir su lectura. La parte posterior
es lisa con moldura de surco lateral y acusando una rotura en el borde superior
claramente. Mide 21,7 cm de altura, 22,4 cm de longitud y 3 cm de grosor. Las
letras son capitales cuadradas (sin sombreado) elegantes, con rasgos de la actuaria
en algunas letras y con una altura de 2,5 cm. Los signos de interpunción son
héderas apuntando hacia abajo; hay un nexo entre la MA de la primera línea.
Impaginación simétrica respecto al eje central. La fórmula funeraria de esta ins-
cripción contiene una característica propia de la zona gaditana: K(arus/a) suis,
que no se da en ninguna otra parte del orbe romano y hace inmediatamente
identificable su procedencia. Datación: s. ii d. C. por el tipo de letra (según J.
González y MAMJF).
Fue encontrada en Mesas de Asta en la III Campaña de excavaciones, 1949-
50. Del hallazgo nos informa en su cuaderno de campo Manuel Esteve: «… He
recogido esta vez tres lápidas sepulcrales romanas, de mármol, dos de ellas (las de
Nunnia Communis y Malacia [sic] Sambaro) encontradas hace ya bastantes años
en aquel despoblado, y cuyo actual poseedor –Dña. Josefa García del Salto–…
nos entregó con destino a la Colección Arqueológica Municipal de Jerez de la
Frontera y, la tercera (la de Hermais), hallada al efectuarse la construcción de un
pozo en el abrevadero existente en la cañada que cruza la carretera que conduce
de Jerez a Trebujena, frontero a la Venta de San José de Mesas de Asta…»
Se conserva en el MAMJF N.º IG 614/
RE 00473-012 (ingresó el 1 de septiembre de
1950). En exposición en la sala 06.
Transcripción:
HERMAIS
VIXIT
ANN . XXX
K.S.H.S.E
S.T.T.L Fig. 39. FBC (MAMJF)
72 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lectura: Hermais / vixit / ann(os) XXX, / k(arus/a) s(uis), h(ic) s(itus/a) e(st). / S(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).
Traducción: Hermais vivió 30 años, querido/a de los suyos, yace aquí. Séate leve
la tierra.
Comentario gramatical: J. González cita a Mariner65 para la grafía k(arus).
Antroponimia: Hermais en vez de Hermaes (presente en una inscripción de Idan-
ha) puede parecer un cognomen extraño. Los editores han supuesto que se trata
de un cognomen masculino y raro, pero no es necesariamente así, porque también
nos lo encontramos en dos ocasiones como patronímico femenino66.
N.º 23 Mamullia
Bibliografía: Sáez Fernández (1991): 278-281, n.º III, lám. III, fig. 3; AE 91,
1033; HEp 4, 1994.
Estela funeraria de época romana de piedra caliza grisácea (denominada en
la zona martelilla). Tiene la cabecera redondeada; está quebrada en el ángulo
inferior izquierdo de esa especie de frontón redondo. La parte posterior es lisa.
Medidas de la estela: 71 cm de alto por 61 cm de ancho por 13 cm de grosor.
Medida de las letras: 3,5 a 4 cm. Q con cauda muy alargada. El ángulo medial
de la M no llega hasta la base. Signos de interpunción: entrelazado, triángulos,
puntos y virgulillas o comas. Nexo en NA de FORTVNALIS. La segunda letra
L es minuta e incluida en MAMULLIA e igualmente la letra I en FORTVNA-
LIS. Impaginación siguiendo el eje central con error de cálculo en la línea 2ª. Se
aprecian las líneas del ordinator. Cronología: s. i d. C. calculada por el MAMJF
siguiendo a autores; principio del s. i a. C. e incluso puede llegar al s. i a. C.,
según HE 1994, p. 4.
Encontrada en el Cortijo El Rosario de Mesas de Asta. Fue donada por la
Sociedad Ebro y Cía. de Azúcares y Alcoholes. Se conserva en el MAMJF, donde
ingresó el día 25 de septiembre de 1985, N.º IG: 609/ RE: 00787. Actualmente
en exposición, sala 06.
Transcripción:
MAMVLLIA C(aiae). L
FAVSTA
Q. FAB . Q . F . FORTVNALIS
ANN . VIII . H . S . E . S . T . T . L
H . M . H . N. S
Fig. 40. FBC (MAMJF) Fig. 40 bis. P. Sáez Fernández (1991): p. 280
N.º 24 Víctor
Bibliografía: Sáez Fernández (1991): 273-276, n.º 1, lám. 1, fig. 1; AE 1991, 1031;
CILA II, 997; HEp 4, 1994, 266; 7, 1997, 862; 11, 2001, 460; Weaver (1972); Id.
(2004): 196-204; Morales Cara (2005); Klaus/Slaby: EDCS-21700290.
Piedra caliza marmórea con inscripción procedente de la parte baja de la lápi-
da, que está fragmentada por todos los lados. Es de época romana. La inscripción
puede ser religiosa, honoraria, o funeraria. Medidas: 31 cm de alto por 20 cm de
ancho por 6 cm de grosor. Medida de las letras: 2,5 a 3 cm. Tipo de letra actuaria
de módulo cuadrado. La letra A sin barra horizontal y con la segunda asta sobre-
saliendo respecto a la primera. Las S son inclinadas hacia adelante. Impaginación
respecto a un eje central. Interpunción triangular. No hay parelelismo entre las
dos líneas últimas. Cronología: s. i-ii d. C. (según P. Sáez y el MAMJF). HEp 4,
1994 ve indicios de ser del s. iii por la grafía. AE 1991, s. ii.
74 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Fig. 41. FBC (MAMJF) Fig. 41 bis. P. Sáez Fernández (1991): p. 275
Donación hecha por Ebro, Azúcares y Alcoholes, S.A. al MAMJF, en cuyo al-
macen se conserva. Ingresó el día 25 de septiembre de 1985. N.º IG: 1062/ RE: 788.
Transcripción:
-----
[---]VICTOR . CAES
DE . S . F
Lectura: ----- / [---]] Victor Caes(aris) / de s(uo) f(ecit/aciendum) curavit.
Traducción: Víctor, esclavo de César lo hizo/mandó hacer a sus expensas.
Onomástica: Victor es un cognomen latino (Solin / Salomies [1988]: 422) con
una gran presencia en la onomástica hispana con más de 54 ejemplos, sobresa-
liendo los testimonios de Tarragona y del Levante hispano. En el sur peninsular
se documenta en Adra (Almería) (CIL II 1996), Andújar (Jaén) (CILA Jaén 267),
Cabra (Córdoba) (AE 1972, 272), Cádiz (CIL II 1799), Cañete la Real (Málaga)
(CIL II 5452), Cártama (Málaga) en dos ocasiones (CIL II 1949 y 1951), Chi-
clana (Cádiz) (CIL II 1874), Itálica (CIL II 1120), Porcuna (Jaén) (CIL II 2143),
Posadas (Córdoba) (HEp 2, 1990, 359), Ronda (Málaga) (CIL II 1350), y por
último, en Sevilla (CIL II 1185).
La aplicación del nombre Caesar a los esclavos, al igual que otras (Aug.) «ca-
racteriza en general la posición del dominus, el pater familias con su propiedad
personal» (P. Sáez). Sobre la condición servil de Victor: se supone que sería un
esclavo imperial, relacionado con el patrimonium Caesaris de esta zona. Pero P.
Sáez resalta «que no se refleja expresamente la condición de servus, corriente en
los esclavos imperiales».
IV
Inscripciones romanas del
casco urbano de Jerez
Una cosa es Asta Regia y otra es Jerez de la Frontera. Jerez, que está rodeada de
yacimientos importantes: Asta, Sidueña, Gibalbín, etc., no tiene como entidad
urbana una antigüedad confirmada. ¿No existía en la Antigüedad romana? ¿No
hay restos arqueológicos que lo confirmen? Hay restos romanos dispersos por la
ciudad y otros que son citados en la historiografía tradicional. Ya Ambrosio de
Morales en sus Antigüedades de las Ciudades de España (1575), daba por auténti-
camente jerezanas algunas inscripciones romanas de Jerez. Pero eso no demuestra
que existiera como municipio ni tan siquiera como núcleo importante de pobla-
ción.
Entonces, ¿en qué sentido podemos decir que existió en la antigüedad? Po-
siblemente el casco urbano actual fue ocupado por diversas villae y pagos, que
explotaban sus predios y aprovechaban este lugar estratégico desde un punto de
vista comercial y defensivo.
Resulta muy difícil el identificar Ceret con el casco urbano de la actual Jerez67.
Pero eso no es óbice para que se pueda pensar que el ager Caeretanus (o Ceretanus)
abarcara hasta el actual núcleo urbano de Jerez68 y que la población con el tiempo
se polarizara en esta dirección. De esos campos ceretanos, creemos que béticos69,
67 A pesar de la probable derivación fonética desde Ceret > pronunciación medieval palatalizada > Jerez.
Como veremos en otro epígrafe, un buen número de autores situarían Ceret en Gibalbín.
68 El término Caeretani o Ceretani (sobre la grafía, cf. la nota 224 de la inscripción de Bebio Hílaro) se refiere
en las fuentes clásicas a los vinos y campos fértiles de la zona. Cf. Marcial VI 73, XIII 124; cf. García Romero
(2009): 7-11.
69 Pedro Sáez Fernández analizó en las XV Jornadas de Historia de Jerez (5 a 8 de mayo de 2009) los escritos
de Lucio Junio Moderato Columela, el mejor tratadista agrónomo del Imperio. En su obra menciona por dos
veces sus «fincas ceretanas» (De re rustica III 3, 3; III 9, 6). Hay prestigiosos autores que las colocaban en la
Caere de Etruria. Pero parece que Columela no las menciona cuando se refiere a sus posesiones itálicas, por
ello estas ceretanas debían estar fuera de la península itálica. Es éste un argumento corto y nada explícito si
no se complementara con una serie de datos técnicos que indican que los campos ceretanos se encontra-
76 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
habla y de forma elogiosa Columela, que parece haber sido dueño de alguna finca
(in nostris Ceretanis)70. Fornell (2004): 101: «A una distancia nunca superior a los
10 km alrededor de Jerez, han sido localizados algunos yacimientos identificados
como villae: Cerro Marín, Casa la Boticaria, Estella del Marqués y El Torno (con
materiales del s. ii d. C.), por el este, mientras que por el oeste, en el término
de El Puerto, nos encontramos con el yacimiento de Casa de la Pintada (parte
rústica de una villa que poseía hornos para la fabricación de cerámicas, datada en
los ss. i-iii d. C.) y el cortijo de Grañina, topónimo derivado de Granius. En con-
secuencia, no creemos aventurado pensar que todas estas posibles villae pudieron
formar parte del ager de Ceret».
En octubre de 2013 el Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CEHJ) hizo
un recorrido por la ciudad. Agustín García Lázaro recogió en un mapa topográ-
fico los yacimientos arqueológicos romanos documentados en los ensanches y
periferia del actual núcleo urbano: Las Aguilillas 1 y 2, Lomopardo, La Cartuja
1-Cerro de los Olivares, cortijo de Siles 1, cortijo de Carrizosa, La Romera, Los
Villares-Montealto, El Almendral, El Salobral-Parque Zoológico, Viña Bea, Hi-
juela de las Coles 1, 2 y 3, La Corta, La Canaleja 1 y 2, Cañada Real de Leyes, La
Cartuja, Rancho de la Bola, El Tesorillo 1, cortijo de Barja 1, cortijo de Bolaños 1
y 2, Las Quinientas, Viña Pago de Plata, cortijo de Perea, Torremelgarejo y Palos
Blancos (lám. 17).
Puede ser que las actividades comerciales e industriales concentraran un nú-
cleo de población que se condensara en el entorno del arroyo del Guadabajaque.
Dice J. Caballero Ragel: «En la periferia de Jerez se ha encontrado todo un cintu-
rón de yacimientos romanos de carácter rural, con abundante material anfórico
ban frente a la bahía gaditana, tierra en la que había nacido Columela. Y es Pedro Sáez el que nos da la clave
definitiva: su tío, Marco Columela, prestigioso cultivador de la zona gaditana, procuró en diversas ocasiones
mejorar las tierras que poseía en la zona, y no deja de ser sorprendente que una fuente agronómica de
mediados del siglo I d. C. nos cite para el marco de Jerez los mismos tres tipos de tierras que conforman la
actual denominación de origen: cretosi (albarizas), sabulosi (arenas) y palustres (barros). Cf. El Ager Ceretanus.
De las leyendas a la realidad histórica, https://drive.google.com/file/d/0B3mlYkQm7mjtZVhiZ2tzeGVWdjQ/
view?pref=2&pli=1 en la web del CEHJ https://sites.google.com/site/cehistoricosjerezanos/biblioteca-on--
-line-del-cehi y en https://sites.google.com/site/cehistoricosjerezanos/articulos-completos-en-pdf/sobre-
ceret; Sáez Fernández, P. (1988): «Sobre algunos tipos de tierras vinícolas de la Bética», Actas del 1er Congreso
Peninsular de Historia Antigua (1986), pp. 521-529; Sáez Fernández, P. / Salvador M. Ordóñez Agulla, S. M. /
García-Dils de la Vega, S. (2006): «Paisaje agrario y territorio en la campiña occidental de la «Baetica», Arqueo-
logía espacial, 26, pp. 143-170; Sáez Fernández (1986): «Magia y superstición en el “De re rustica» de Colu-
mela», Gades,14, pp. 9-28; (1983): «Columela, De r.r. XII 52,6: canalis et solea», Habis, 14, pp. 147-152; (2004):
«Agricultura romana y agricultura tradicional: el marco del Jerez», Gutiérrez Escudero, A./ Borrego Plá, M. C.
/ Laviana Cuetos , M. L. (coords.), El vino de Jerez y otras bebidas espirituosas en la historia de España y América,
pp. 31-42; (1996-1999): «El vino en las fuentes históricas romanas», El vino en la antigüedad romana: Simposio
de arqueología del vino, pp. 35-50; (1995): «El vino en la Bética romana», Iglesias Rodríguez, J. J. (coord.), His-
toria y cultura del vino en Andalucía pp. 13-32; (1994): «Columela y la Betica», Sáez Fernández, P. / Ordóñez
Agulla, S. (coords.), Homenaje al profesor Presedo, pp. 687-698; Castillo C. «Jerez, ¿Mvnicipivm Ceretanvs?»,
http://rodin.uca.es/xmlui/bitstream/handle/10498/10354/17212972.pdf?sequence=1
70 De re rustica III 3, 3; 9, 6. Cf. García Romero (2003): 34-35.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 77
54 ms.; Gutiérrez (1886-1887): t. I, p. 82; ms, 1, f. 43, lám. 11; Ceán Bermúdez
(1832): 235; CIL II, 1303; Muñoz Gómez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-
1895): 12, n.º 5; Romero de Torres (1934): 199-200; García y Bellido (1967): 155,
n. 4; Vives (1971-1972): n.º 197; González Fernández (1982): 69, n.º 101; Man-
gas (1996): 289, n.º 11; Oria Segura (1996): 40-42 y 154-155, n.º 9 (lám. IX.5,
343); González Rodríguez/Aguilar Moya (2010): 77-88; Clauss-Slaby: EDCS-
05501309.
Inscripción votiva, un ara pequeña de mármol blanco, encontrada en Jerez
en mayo de 1753 en la esquina del Colegio de la Compañía de Jesús, donde se
había encontrado en el siglo anterior la número 1 de nuestro catálogo (CIL II,
1304). Nos dice Bartolomé Gutiérrez: «También nos estampó el R. P. Flores una
memoria de Hércules consagrada por los Romanos, en un ara pequeña…». El
manuscrito de Epigrafía Xerezana se pregunta por su procedencia y se cuestiona
si vino de Mesas de Asta, como ocurre con otras piezas.
El dibujo de Bartolomé Gutiérrez no tiene medidas e indica que le falta la
parte inferior y el zócalo. La cornisa tiene un cuerpo prismático y un segundo
tronco-piramidal entre dos baquetones sin cimacio (M. Oria). Desapareció ya en
el s. xviii.
Transcripción:
HER
CVLI
AVG
Lectura: Her/culi / Aug(usto)
Traducción: «En honor de Hércules Augusto».
Según Mercedes Oria, el texto se ha trans-
crito incompleto, y señala que el apelativo Au- Fig. 42. Bartolomé Gutiérrez, lám. ms.
gusto para Hércules lo encontramos en otros
cuatro casos en Hispania, tres de ellos de la Bética, de los que dos son de Jerez. Se
trata de un apelativo para todo tipo de dioses, lo que oficializa el culto. Para dicha
profesora, es evidente no obstante en nuestra comarca la influencia del Hércules
Gaditano y, en este caso, la relación del dios local con el emperador.
155, n.º 10; Blázquez/Alvar (1996): 279-297, 289, nota 12; HEp 1274; Clauss-
Slaby EDCS-05501310.
Inscripción votiva procedente también de «la esquina de las casas de D. Barto-
lomé Villavicencio, junto a la Escuela de la Compañía de Jesús y frente a la puerta
principal de San Marcos» (Fernando Delgado). En ese mismo lugar, se encon-
traron las inscripciones de CIL II, 5403 (Hübner) y 1304, que sospechamos de
origen púnico. Rallón en el XVII escribe: «… algunas basas de estatuas se hallan
con las descripciones tan borradas, que no se pueden leer, menos una que está en
la esquina de las casas de don Bartolomé de Villavicencio, junto a las Escuelas de
la Compañía, enfrente de la puerta mayor de San Marcos; parece ara, y dice la
inscripción Herculi Augusto; son las letras romanas y la ara de su tiempo, porque
esta palabra Augusto no se usaba antes…». Actualmente está desaparecida. La
fecha es insegura, de entre mediados del i d. C. a últimas décadas del ii d. C. (J.
Mangas). La cursiva II es propia del siglo i y primera mitad del ii d. C. (M. Oria).
Transcripción:
HERCVLI AVG
SACRVM
Q. CASTRICIVS
RII… PARVS
D. D.
Lectura: Herculi Aug(usto) / Sacrum / Q(uintus) Castricius / Re… parus / d(onum)
d(edit)
Traducción: Consagrado a Hércules Augusto. Quinto Castricio Re… paro, le
dedica este monumento.
Aparato crítico: 4ª: VII, Muñoz et alii.
Comentario: Sobre RII de la quinta línea, es sencillamente RE. Si se trata del cog-
nomen, cualquier conjetura resulta imprecisa (J. González); se podría pensar en
Repertus o similar, con todo el personaje llevaría los tria nomina y la filiación en el
espacio que falta (J. Mangas). En el manuscrito Epigrafía Xerezana de Muñoz et
alii, se traduce: …Quinto Castricio septemviro porque lee VII en vez de RII…De
los tria nomina del dedicante, el nomen es poco frecuente73; Vives sólo lo recoge
en Hispalis (ILER 6494); Emerita (ILER 4763) y Cáceres (ILER 4091). Por su
parte Epigrafía Xerezana apunta: «Morales en su tomo 4.º (pág. 499), trae otra
de Quinto Valerio Castricio, relativa a su testamento y encontrada en el pueblo
Castro de Octaviano74, por donde se nota la derivación de Castricius, esto es,
73 A partir de las últimas letras cabe un Sparus, un nexo de parvus > parus, la propia isla de Paros, famosa
por sus mármoles.
74 Cerca de Barcelona.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 81
Transcripción:
HERCVLI
SACRVM
SACRO
Traducción: «Consagrado a Hércules
en su festividad».
Ambas son citadas por Parada en
el «Resumen histórico» de su obra Je-
rezanos Ilustres pág. X, sin decir si co-
rresponden a Asta Regia o a Ceret.
Mercedes Oria76 nos ofrece más
datos: «El culto a Hércules Augusto77
se asienta de modo especial en la Bé-
tica occidental, ya que hay una terce-
ra en Munigua […]». Como hemos
comentado más arriba, es evidente
la vinculación del territorio astense-
ceretano con la vecina Gades78, por Fig. 43. Epigrafia Xerezana
75 Es una de las inscripciones antiguas que el licenciado Rodrigo Caro vio y leyó en su visita a la diócesis
hispalense.
76 Oria Segura (1996): 40-42.
77 Hercules Augusto no es lo mismo que Hercules Gaditano ni que Hercules divino.
78 Estrabón III 2, 13: (respecto a Tartesos y los turdetanos) «llegaron a estar tan sumamente sometidos a los
fenicios que la mayor parte de las ciudades de Turdetania y de las regiones cercanas están pobladas hoy
por aquellos»; 14: «Los fenicios, como digo (…) acabaron siendo los dueños de esas regiones hasta que los
82 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
romanos destruyeron su hegemonía». En XVII 3, 15 este autor compara la colonización de Cartago con la de
los turdetanos.
79 Ibid.
80 Chic García (1988): 30.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 83
81 Es ilustrativa la noticia de Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana V 4 s.: «Gades está situada en el confín de
Europa y los gaditanos son gente desmesurada en lo tocante a la religión. Hasta tienen consagrado un altar
a la Vejez y son los únicos que honran a la Muerte con himnos; y hay allí altares dedicados a la Pobreza, al
Arte, a Heracles egipcio y otros además al tebano (…). Y dicen además que los de Gades están muy hele-
nizados y que se educan a nuestra manera. Desde luego a los atenienses les demuestran más apego que
a ningún otro pueblo griego y le hacen sacrificios al ateniense Menesteo; y a causa de la admiración que
sienten hacia el almirante Temístocles, por su sabiduría y valor, le han erigido una estatua de bronce en la
actitud de un hombre pensativo y como si estuviera con toda su atención puesta en un oráculo». Cf. García
Romero (2003): 27-30.
82 Lomas Salmonte / Sánchez Saus (1991): 159 -164. Caso similar a otros cultos púnicos, como el de Astarté-
Venus con los cognomina Veneria o Veneriosus, que tenemos atestiguado por la historiografía y la epigrafía
hasta el siglo V en la zona del estuario de Asta.
83 Cf. en general Blázquez (1994): 159-221.
84 Martínez y Delgado (1875): 44-45.
85 Vega Geán / García Romero (1997): 28-31. En relación con la asimilación y el sincretismo de los santuarios
fenicios y tartésicos-turdetanos en toda la costa gaditana atlántica, cf. Blázquez (1991): 35-63.
84 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
86 Esta opinión nuestra es una mera hipótesis que debería ser verificada con nuevos datos.
87 Corbier (2004): 109-124.
88 Lomas Salmonte / Sánchez Saus (1991): 124-125. El caso mejor conocido es el de los Balbo, riquísimos
comerciantes púnicos que viven en el siglo I a. C. y que alcanzan la ciudadanía romana con Pompeyo (Ley
Gelia Cornelia). Implicados en las guerras civiles, tenían fuertes lazos con la nobleza romana (Pompeyo,
César, Cornelio Léntulo) y se inscriben en una tribu rústica (una de las elegidas por los terratenientes recién
naturalizados), la Clustumina. Cf. López Amador/ Pérez Fernández (2013): 175-176.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 85
N.º 28 D DA
Bibliografía: Referencias en González Rodríguez /Ruiz Mata (1999): 142-143
(fot. 59); Jesús Caballero Ragel: «Restos romanos en Jerez», https://sites.google.
com/site/cehistoricosjerezanos/.
Inscripción sobre columna romana, con grafías ocultas por el encalado de
toda la pieza, que se sitúa en la fachada de la iglesia de San Lucas, en la esquina
con el lateral de la epístola. Aunque la consideramos inédita, recuerda a CIL II
5407 (p 1038) = HEp 1, 1989, 216 de Medina Sidonia, interpretada como:
D(eo?) D(- - -) / C G A A(sido?
La altura y anchura de la parte de la columna que puede observarse es 130 cm
por 14 cm. Sobre la pieza hay varias capas de pintura y cal. El campo epigráfrico
mide 10 cm de altura y 8 cm de anchura aproximadamente. La altura de las letras
es de 3 cm. Son capitales muy cuidadas y con un signo de interpunción redondo.
89 Ibid.: 151-152.
86 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
D.D.A
Q.V.A
Lectura insegura: ¿Donum dedit animo (liben-
ti)? o bien Decreto decurionum Astensium? /
¿Quaestor urbanus Astensis o bien qui vixit annis?
Comentario: Imposible saber si se trata real-
mente de un epígrafe honorario o de otro tipo.
Si se trata de un cuestor, ¿cómo interpretar la
A: Augustanus, Astensis, de otra forma? Las fun-
ciones de un cuestor local se describen en la Lex
Irnitana XX: «Tengan el derecho y el poder de
percibir, reclamar, vigilar , administrar, dispen-
sar el dinero de la comunidad de ciudadanos de Fig. 45. AGL
este municipio para su servicio...»
Sobre la localización: en este caso puede ocurrir lo que hemos señalado res-
pecto a otros lugares de la provincia90. En San Lucas, antigua mezquita, se en-
cuentran restos romanos como ocurre, por ejemplo, con los hallados en la actual
iglesia de Santa María de Tarifa, también procedentes de la antigua mezquita.
Los restos nos indican su reutilización en espacios sagrados tanto en la etapa
musulmana como en la cristiana91 (lám. 23).
Estos restos «traían de cabeza» a los historiadores antiguos; de hecho en el
xvii Esteban Rallón no sabía cuándo ni cómo habían llegado a Jerez y esta era
la explicación que encontraba: «… las piedras que trajeron de Asta, puestas por
material en muchas partes, que más indican traslación que fundación; hállanse
dos ídolos, ambos en la misma forma, son de mármol blanco, mutilados y sin ca-
beza, en uno sirve de material en una esquina en los solares de Quemada, el otro
está en la boca de la calle de la Liebre en el Mercado, sin basas ni descripciones,
ni rastro ni memoria de sus templos; indicio… que fueron traídos de fuera…
algunas basas de estatuas se hallan con las descripciones tan borradas, que no se
pueden leer, ... otra que no se puede leer está en la esquina de una de las torres de
90 Vega Geán / García Romero (1997): 48. Hay que tener en cuenta lo que leemos en González Rodríguez
/ Ruiz Mata (1999): 142 s: «… conocemos correspondientes a época romana restos de inscripciones (fune-
rarias, votivas, etc.) y fragmentos escultóricos. Éstos aparecieron en su totalidad reutilizados como material
de construcción, tanto en la muralla islámica, sobre todo en las puertas, como en distintos edificios de la
ciudad. Un ejemplo «in situ» puede todavía contemplarse en la Iglesia de San Lucas donde una columnilla
con inscripción romana sirve de guardacantón en una de las esquinas de la portada principal. Es práctica
bien conocida en época antigua e incluso constatada casi hasta nuestros días, el aprovechamiento e incor-
poración en las nuevas construcciones de elementos procedentes de antiguos cementerios y despoblados».
91 González Jiménez / González Gómez (1984): 45 ss.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 87
(1992): Dialoghi di Archelogia. 3ª ser., 10, 1-2, 144-145; Mangas (1993): 107-108;
Abascal Palazón (1995): 80; Vega Geán/García Romero (2000): 46; Montero
Vítores (2000): 71-72; Melchor Gil / Rodríguez Neila (2002): 136, 156; Melchor
Gil / Pérez-Zurita (2003): 230; Rodríguez Neila/Melchor Gil (2003): 214; Des
Boscs (2004): 316-319; González Fernández (2014): 194-195.
Cipo de mármol cuadrado (según Vives) que se encontraba en Jerez, frente a
la puerta de la muralla que se llamaba de Sevilla, en la pared de las tapias de las
huertas del convento de Santo Domingo. Está desaparecida. Se trata del munus
de una lucha de gladiadores, que se ofrece pro salute Caesarum.
Accursio, Hisp. XXXI 3:
L . FABIO . L . F . GAL . CORDO
IIII . VIRO
POPVLVS . M . C . OB . XX . PARIA
GLADIATORVM DATA PRO
5 SALVTE ET VICTORIA CAESARVM
LOCVS ET INSCRIPTIO . D . D .
PER . TABELLAM .
Muratori, 1740:
Fig. 46.
Transcripción:
L . FABIO . L . F . GAL . CORDO
IIII . VIRo
POPVLVS . M . C . OB . XX . PARIA
GLADIATORVM . DATA . PRO
5 SALVTE . ET . VICTORIA . CAESARVM
LOCVS . ET . INSCRIPTIO . D . D
PER . TABELLAM .
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 89
Lectura: L(ucio) Fabio L(uci) f(ilio) Gal(eria tribu) Cordo / quattuor viro / populus
m(unicipii) C(eretani) ob XX paria / gladiatorum, data pro / salute et victoria Cae-
sarum. / Locus et inscriptio d(ecreto) d(ecurionum) per tabellam.
Aparato crítico: 3ª m(unicipi) C(eretani): A. de Castro, A. Padilla Monge, C. Cas-
tillo y otros; m(unicipi) C(aesarini), Masdeu, Hübner. 5ª Caesaris, A de Castro. 6ª:
D . D en línea independiente Epigrafía Xerezana. 7ª: PIIR > PIR… Data, Mura-
tori, Epigrafía Xerezana, J. González94. Para 3ª, populus m(unicipii) hay paralelos.
Traducción: En honor de Lucio Fabio Cordo, hijo de Lucio, de la tribu Galeria,
cuadrunviro. El municipio de Ceret por las veinte parejas de gladiadores ofrecidas
a la salud y victoria de los césares. El lugar y la inscripción han sido ofrecidos por
decreto de los decuriones mediante votación.
Comentario: Varias preguntas nos suscita su antiquísimo hallazgo: ¿cuándo fue
utilizado como material de acarreo para tapiar la cerca del huerto del convento
extramuros? ¿En la misma Baja Edad Media? ¿Era material de obra que formó
parte de un reducto almohade cercano, que estaba donde después se construyó el
claustro del convento de los predicadores? Rallón en el siglo xvii para la puerta
de Sevilla señala: «… que en el mesmo sitio donde hoy está fundado el Convento
(de Santo Domingo) había un reducto… Y es lo cierto que fue uno de los Reduc-
tos que tenían los moros fuera de las Puertas de la Ciudad para aloxamiento de
los alfaquíes que la guardaban… En el análisis de estructuras emergentes… (el)
claustro… se levantó aprovechando una edificación previa construida mediante
el sistema de tapiales…»95.
Pero el problema fundamental es dirimir la referencia de M C. Nosotros la
interpretamos como referida al: M(unicipii) C(eretani).
Se argumenta a favor de la lectura C(eretani) por lo siguiente: la fórmula: pro
salute et victoria Caesarum (los nietos de Augusto) nos sitúa entre los años 2 antes
de nuestra era y el 4 después. Ni Asta ni Asido son municipios, sino colonias
por esas fechas. Ni Asta ni Asido son municipios, sino colonias por esas fechas.
Aunque es cierto que no hay ningún documento que hable en pro de la muni-
cipalidad de Ceret, este epígrafe sería precisamente la prueba de su existencia de
Ceret como municipio.
Adolfo de Castro le dedica al epígrafe un importante espacio en su Historia
de la provincia96: «Todo el territorio jerezano ofrece vestigios de poblaciones an-
tiguas, cuyos nombres se ignoran… Conforma mi opinión de estar Jerez en el
sitio de la antigua Ceret, una inscripción que Muratori y Masdeu han publicado
97 (2000): 71-72.
98 González Fernández (2014): 194-195.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 91
99 Por citar alguno: AE 1975, 00880 = AE 2012, +0014; o también CIL 08, 11031 = AE 1888, 00059 = ILTun
00014. De igual forma que se dice ordo et populus coloniae X: CIL 08, 00010 (p 1144, 2289) = CIL 08, 22670 =
AE 1948, 00002.
100 Ibid.
101 Ruiz Castellanos (2014): Veleyo Patérculo, Historia de Roma II 102.
102 (1858): 25-28.
103 «Evidentemente hay error de copiante en la inscripción, tal como se lee en las obras de Muratori y Mas-
deu. Para que dijeran Caesarum en vez de Caesaris, como leo yo, se necesitaría probar que cuando hubo
dos emperadores en Roma, los dos pelearon juntamente por su propia persona y con peligro notorio de su
vida, y que juntos también consiguieron una victoria. Ni cuando imperaron Balbino y Pupieno, ni cuando
Diocleciano se asoció á Maximiano, ni en épocas posteriores combatieron jamás los monarcas en una
misma guerra, ni menos los dos césares, como en estos tiempos se llamaban á los sucesores del imperio,
peleaban juntamente contra los enemigos de los dos Augustos. Constancio Cloro, por ejemplo, combatía
en Inglaterra y Holanda, mientras Galerio pugnaba en Persia. No se puede admitir la palabra Caesarum por
estas causas, ni menos la idea de que en ella se quiso aludir no al César presente sino á los césares futuros.
Por otra parte, la omisión de los nombres de aquellos a quienes se alude en la memoria y poner la voz
Caesar sin el título de Imperator, y desnuda de los dictados adulatorios tan comunes desde los tiempos de
Augusto, como Divus, Felicissimus, Pius…, obligan á creer que Julio César es de quien se trata, y no de Julio
César cuando ya había fenecido. En este último caso no lo hubiera nombrado la inscripción sin el epíteto
de Divus.No cabe, pues, duda de que la inscripción decía: pro salute et victoria Caesaris, como pro salute et
92 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Fabio Capitón, hijo de Lucio, de la tribu Galeria), bornense (el también ciudada-
no romano Lucio Fabio Severo, hijo de Lucio, de la tribu Galeria) o del Campo
de Gibraltar (el flamen perpetuo y duunviro barbesulano Lucio Fabio Caesiano,
de la tribu Galeria), donde, como vemos, algunos miembros pertenecían a su
respectivo ordo decurionum o senatus local y habían desempeñado magistraturas
municipales112. En el caso de Lucio Fabio Cordo como quadrunviro113 se ha de
observar que las magistraturas estaban formadas por los quaestores, los aediles, los
sacerdotes oficiales de las comunidades de derecho romano y latino, y los duun-
viros (la autoridad suprema); estos duo viri aparecen a veces como colegas de los
aediles y constituyen el colegio de los quattuor viri. Sería aventurado pensar en
un parentesco entre todos ellos, pero no podemos evitar suponer lazos familiares,
aunque pudieran ser lejanos (todos son Lucios y de la tribu Galeria), y, del mismo
modo, podrían estar relacionados con importantes personajes del ordo senatorial
oriundos de nuestra provincia.
N.º 30 Verno
Bibliografía: Flórez (1792), 141; Gutiérrez: ms, lám. 8; Antonio Mateos Murillo
(1804), Carpetilla CAI-CA/9/3940 /2(1) & (2) de 1753, Cf. Cebrián Fernández
(2002): 41-42; Muñoz y Gómez (1896); CIL II 1306; Romero de Torres (1934):
200; Vives (1971-1972): n.º 1502; Esteve (Archivo Municipal de Jerez, legajos
1.384 y 1.650, expediente 30.904); González Fernández (1982): 71, n.º 104;
Clauss-Slaby: EDCS-05501312.
Columna de piedra granítica (J. González dice de mármol), quizás un mi-
liario, o bien honoraria de época romana. La inscripción está muy desgastada
quizás por el rodaje, lo que la convierte en gran parte en ilegible, y también le
falta un fragmento en la zona trasera. Medida de la columna: 123 cm de altura y
64 cm de diámetro. Medida de las letras: 4,5 cm. Tipo de letra: capital cuadrada
sin sombreado y bastante elemental; letras poco profundas debido a la dureza del
material. Cronología: s. i d. C.
Se encontraba en la muralla medieval de Jerez de la Frontera (Cádiz). «Forma-
ba parte de la fábrica de una torre que se situaba frente a la Puerta Real, de donde
se mandó extraer en el año 1753114. Es posible que proceda de la Ciudad de Asta
Regia» (MAMJF). Quizás el peso de la columna, que excede la tonelada, hable a
favor de proceder de Jerez o de sus alrededores. Pero la procedencia de la inscrip-
César (al finalizar la Guerra Civil) o con Augusto (se podría relacionar dicha deducción colonial de Asido con
el licenciamiento de los veteranos de las Guerras Cántabras, hacia el 15 o 14 a. C.).
112 Lomas Salmonte / Sánchez Saus (1991): 151.
113 Cf. en general para la administración municipal, Sayas (1985): 375-377.
114 «Jetzt steht sie an der Alameda de Cristian», dice Hübner en su informe a la Akademie de Berlín (vom 8.
November 1860. 639).
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 95
ción es dudosa, por lo que no sirve para demostrar a partir de ella el duunvirato
ejercido en un supuesto municipio que ocuparía el solar del actual Jerez.
Se conserva en el Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera,
donde ingresó el día 22 de abril de 1935, N.º IG 928/RE 00299. En exposición
en el patio principal del museo. N.º 5 en Apuntes para un Catálogo… de M.
Pescador.
Fig. 48.
B) La lectura del CIL II 1306: [L(ucio) Titio L(uci)] f(ilio) Ser(gia) Verno /
[aed(ili) II]virali potest(ate) / honoris et virtutis cau[sa] / [de]cur(ionum) d(ecreto)
de pecun(ia) col(lata)
C) La de A. Muñoz y Gómez, en Biblioteca Virtual Cervantes. Archivo histórico
de la Compañía de Jesús de Castilla = CIL II Alcalá. Agustín Muñoz y Gómez
realiza en 1896 un calco (¿quizás más bien un apógrafo?) que envía a Fidel Fita
de la Real Academia de la Historia el 11 de noviembre de 1890, donde la lee así:
Transcripión y lecturas:
1. F. Q. FVLVIO V. F. HB. SER. VERNO. EL.S.
(Fabio) Quinto Fulvio (Servo), (Valerius) Valerii filius (haeres) haerede
benemerente Sergia Verno Eleusis Sacerdotalis
96 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
115 Como lo confirma Hübner ibídem, aunque él lo rechace: «D. Antonio Mateos Murillo, der sie der Aka-
demie damals mittheilte, las zu Anfang der ersten Zeile noch ein v, der zweiten ein F, und der letzten CVR,
womit ich nichts anzufangen weiss.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 97
ñoz. COL es leído por otros como COL(onia); Muñoz lo completa por COL-
VMNAM
116 Últimamente el autor ha vuelto sobre la cuestión: cf. González Fernández (2011): 223-248. No acepta la
lectura Triunvirali potestate y se reafirma en pec(unia) col(lata) de la última línea. Pone en duda que proceda
de Asta, aunque la coincidencia de tribu con Baebio le parece indicarlo.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 99
Al igual que otros lugares del término municipal, también Jerez cuenta con un
buen catálogo de epigrafía funeraria, con diversidad de nomina y cognomina, así
como alguna indicación sobre disposiciones testamentarias.
Es Tomás Andrés de Gusseme (1712-1774) quien aclara la relación entre los dos
117 Escribe Bartolomé Gutiérrez: «… De estas Romanas memorias tenemos otras dos lápidas halladas a
una legua de Xerez, en el pago llamado San Julián. Agostando en la viña de D. Gerónimo Mures, Presvítero,
descubrieron una Bóbeda ó Sepulcro de bien labrada Arquitectura con dos lápidas en los estremos, y sobre
él una piedra ó Losa grande sin rótulo pero las otras dos estaban escritas con un epitafio cada una, que
contenían los enterramientos de Padre e hijo; pondremos el del Hijo que es el más dilatado, y contiene el
nombre del Padre, que en la otra piedra esta solo».
100 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
118 El nomen gentile aparece citado con dudas en Solin / Salomies (1988) en el catálogo de IG II 2097, 137.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 101
119 Los gaditanos Emilios, Anios, Antonios, Bebios, Casios, Clodios, Cornelios, Fabios, Junios, Licinios y Vale-
rios, entre otros, se adscriben en su mayoría a las tribus rústicas Sergia y Galeria.
120 C/. Manuel María González, 4 (1997), Carta Arqueológica Municipal de Jerez, p. 78; dominando la colina
que da al arroyo. Un testar de ánforas es el lugar elegido dentro o cerca de la alfarería para verter las piezas
rotas o defectuosas.
121 Anotan los autores del manuscrito Epigrafía Xerezana que entre los cónsules romanos, figura en los años
1087 de la fundación de Roma (334 d. C.), Lucio Ranio Aconcio Optato: «Uno de los primeros á quienes se
diera el título de Patricio, con Julio Constancio, padre del célebre emperador Juliano. Quizá el figurado en la
presente lápida fuera de la propia familia, según acusa dicho sobrenombre de Optato».
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 103
Transcripción:
M . AEMILIVS .
M . F . OPTATVS
LONGVS . H . S . E
SVAVIS . D . VAL . STABILION
5 MEMOR . AMICITIAE . HOC
MVNVS . SVPREMVM . DAT
Lectura: M(arcus) Aemilius / M(arci) f(ilius)
Optatus / Longus h(ic) s(itus) e(st). / Suavis
D(ecimi) Val(eri) Stabilion(is) / memor ami-
citiae hoc / munus supremum dat.
Aparato crítico: 4ª: Valerio, Epigrafía Xere-
zana. Fig. 59.
Traducción: Marco Emilio Optato Longo,
hijo de Marco, yace aquí. Suavis, siervo de Décimo Valerio Estabilión, en recuer-
do de su amistad, le ofrece este deber supremo.
Por muy importante que sea el destinatario (un romano con sus tres nombres)
para el dedicante, que es esclavo (y no su esclavo), es un amigo y de ello hace un
énfasis especial: «en recuerdo de su amistad, y como homenaje póstumo», una
amistad entre hombres de distinto estatus social.
122 Según el manuscrito Epigrafía Xerezana estas inscripciones de los Bebios tienen relación con otra en-
contrada en Murviedro (en Sagunto, Valencia), en la que se cita a un Marco Bebio Crispo, hijo de Marco, de
la tribu Galeria, edil y pontífice salió (del dios Marte), en el que se cita unos juegos donde participan atletas
y gimnastas.
104 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Comentario: Tanto Decius como Baebius son gentilicios, por ello proponemos la
lectura Decimus para el praenomen.
123 Hübner en su informe a la Akademie de Berlín (vom 8. November 1860. 637), dice sobre Fabia: «Cn. f.
Prisca Asidonensis, wodurch man die Stadt als an der Stelle von Asido liegend erweisen wollte, eine Ehre auf
die auch Jerez de la Frontera Anruch macht. Doch führt die erwähnte Handschrift des Martinez (S. 50) eine
im J. 1789 gefundene (auch bei Masdeu gedruckte) Inschrift an, welche den Streit zu entscheiden scheint.
4JFJTUOBDIIFSJOEBT.VTFVNWPO4FWJMMBHFLPNNFOVOEMBVUFUOBDINFJOFS"CTDISJGU2'"#*0t$/t't
("-4&/*$"&tJJJJt7*3.7/*$*1&4$"&4"3M/Mx
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 105
HEp 14, 2005, 115, da este epígrafe como de Medina Sidonia, Cádiz. Nosotros
igualmente, a pesar de que sea discutible, a juzgar por el testimonio siempre
ponderable y digno de consideración de B. Gutiérrez. Pero seguimos la argu-
mentación de A. M.ª Canto, que resumimos: «John Breval informa de que la
inscripción que va a transcribir deja fuera de dudas que la Asido Caesarina plinia-
na estuvo en Medina Sidonia y no en Jerez de la Frontera, como algunos habían
pretendido (…) Este epitafio de Fabia Prisca lo reporta Breval sin duda alguna en
Medina Sidonia. Sin embargo, desde Hübner se viene diciendo que male Asidone
posuerunt scriptores Asidonenses, y que en realidad sería la misma que la cordobesa
CIL II 2249 = CIL II 2/7, 371, una gran basa de jaspe descubierta en tiempos de
Ambrosio de Morales, que la refleja (como recuerda el propio Breval) y que fue
llevada a casa de su hermano; la basa tenía este texto y otra división de líneas:
Fabiae· Cn· f / Priscae· Asidonensi / Fabius· Seneca / et· Valeria· Q· f· / Prisca. Hüb-
ner dice que la buscó en Córdoba sin éxito, y que tiempo después Casas-Deza la
descubrió, pero en tan mal estado que era ilegible. Breval no afirma que la viera
(«I took notice of some Fragments of Antiquity in this Place...»). Pero, como se
puede ver, el texto que él da no es igual en el número (3 en vez de 5) y distribu-
ción de las líneas, ni en las formas de abreviar algún nombre (FAB. en lín. 3),
señalando además tres lagunas (1: FAB[iae], ASIDO[nensi]; 2: [Val]ERIA); todo
106 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
ello distinto, por tanto, de la de Córdoba y de lo que dan los demás autores que
cita el CIL. Otra razón para que no sea la misma es que la cordobesa fue vista y
reportada allí tanto en 1679 como otra vez en 1751, sin tales lagunas; y tampoco
es verosímil que en ese intervalo fuera llevada a Medina Sidonia. Son, pues, dos
inscripciones distintas. Además, es el propio Hübner quien, entre las inscripcio-
nes de Asido, recuerda la existencia de CIL II 1315, con el texto: Q(uinto) Fabio
Cn(aei) f(ilio) Ga[l(eria)] / Senicae IIIIvir(o) /municipes Caesarini (hoy en el Mu-
seo de Sevilla). Puesto que Q. Fabius Cn. f. Gal. Seneca, como dice Hübner, fue
sin duda quattuorvir de Asido, no sería extraño que, si su hermana Fabia Prisca
falleció en Córdoba, los padres le hubieran erigido también un epitafio (o más
bien cenotafio) en su ciudad natal, Asido, en la que hay otros ejemplos de Fabius
(Galeria tribu) y de Valerius (CIL II 1324 y 1312)». Por todo ello, la autora sugiere
que estamos ante un nuevo epígrafe para el corpus asidonense y un nuevo ejem-
plo hispano de inscripciones duplicadas.
N.º 36 MAN
Bibliografía: Muñoz Gómez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-1895): 33-
34, n.º 21.
Junto a la puerta de un lugar de recreo situado a las afueras de San Mateo, en el
pago de Picadueña, había un ara romana que servía de guardacantón. Tenía en
sus lados una pátera, y en la cara anterior varios renglones borrosos, con algunas
letras bien distintas. Desaparecida. Añadía el historiador de la Epigrafía Xerezana:
«De desear sería que se trasladara esta basa al depósito arqueológico, instalado en
la Biblioteca Municipal, para preservarla de los ultrajes a los que está expuesta».
También decía que parte de la piedra estaba «enterrada, razón que unida a lo
confuso del escrito, nos impide dar su transcripción». En la parte desenterrada se
entiende lo siguiente:
Transcripción:
---] MAN
---]XXVII
---------
Transcripción:
……..NIB
………..…RNI
………….….MB
…...........SMA
5 (ter du)LCIS
(sima et) DESI
(deratis)SIMA
………….LX
……….. II
10 ……. … L
Lectura (los suplidos son de Mommsen): [Dis
Ma]nib(us) / [- - -]rni / [- - -]MB / [- - -]S ma/
[ter du]lcis/[sima et] d[e]si/[deratis]sima / [vix(it) Fig. 63. Bartolomé Gutiérrez.
ann(os)] LX / [mens(es)] II / [s(it) t(ibi) t(erra)]
l(evis).
Traducción: A los dioses Manes…, a la madre más dulce y añorada, que vivió 60
años y 2 meses. Sea para ti la tierra leve.
N.º 38 N. XXX
Bibliografía: González Fernández (1982): 78, n.º 118.
Inscripción funeraria en piedra caliza arenisca. La superficie ha sufrido una
fuerte erosión que ha afectado al texto y casi lo ha borrado por completo (J. Gon-
zález). Medidas: 84 cm de alto por 55 cm de ancho por 10 cm de grosor. Letras
capitales cuadradas toscas con una altura que oscila entre los 5 y 6 cm. Los signos
de interpunción son cuadrados.
Colección particular de Jerez de la Frontera.
Transcripción:
------?
[---]+ORI . NA[---]
[--]X . ANN. XVII
[---] . S . E . S . T . T. L .
+= X
Lectura: ---? / [---u]xori na[---] / [vi]
x(it). ann(is). XVII / [---h(ic)]. s(ita). Fig. 64. J. González Fernández
e(st). s(it). t(ibi). t(erra). l(evis
Traducción: … A mi esposa? Na… Vivió 17 años. Aquí está enterrada. Séate leve
la tierra.
Aparato crítico: 2ª: [G]lorina, J. González.
N.º 40 L. Vecilio
Bibliografía: Accursio: Hisp., XXXI, 4; Ramberto: 52; Muratori: 1762, 1; Gori:
Annall. Columb. (ms) 4, 262. Cod. Marucell. (1867), A 77 f. 1a); Velázquez:ms,
35; Florez: 10, 27 (descripción de Estrada); Mateos Murillo: RAH, 1753; Santia-
go Palomares, F. J.: RAH 9/4775; Pérez Bayer (1782): vol. II, 129 (ms Biblioteca
Nacional de España); Anónimo: RAH (ms), 9-7567-I-20, copia incompleta de
una carta referida a inscripciones romanas de Jerez de la Frontera (Cádiz): Abas-
cal/Cebrián (2005); Delgado, 1800, 1. 54 ms.; Ceán Bermúdez (1832): 236;
Gutiérrez (1886-1887): t. I, 82 y ms, 1, f. 42-44, lám. 10, en Rosalía González/
Aguilar Moya (2011): 77-78; Grandallana y Zapata (1885): 175; Muñoz Gó-
mez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-1895): 24; Hübner: CIL II, 1309;
Romero de Torres (1934): 201; Vives (1971-1972): n.º 3775; González Fernán-
dez (1982): 72, n.º 107; HEp 1279; Cebrián Rodríguez (2002): 41-42; Clauss-
Slaby: EDCS-05501315.
Inscripción o lápida de piedra negra, cortada, que se encontraba en la puerta
del Arenal, del Real o del Marmolejo. No se sabe si es honoraria o funeraria. Ac-
tualmente desaparecida.
Transcripción:
L . VECILIO . C . F . S[---]
TESTAMENT(o)
Lectura: L(ucio) Vecilio C(ai) f(ilio) S[er(gia tri-
bu)?---] testament[o---]
Fig. 65. Bartolomé Gutiérrez
Traducción: En honor de Lucio Vecilio… hijo de
Gayo, (de la tribu Sergia…) según su testamento.
Aparato crítico: 1: S[ergia tribu---].
110 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
breviación de Lucio porque dice que está algo separada de la V más que las otras
letras entresí. Verdad que no ay punto y puede ser que aquel desvío sea ocasionado
de la línea de la basa de la L. La voz Luecilio por Lucilio no desdice… de pronun-
ciación… escrivían Serveilio por Servilio de que tengo ejemplar de una moneda…
Añade el sugeto que después de C.F. observa una S como principio de apellido, ô
de la tribu y allí inmediato se cortó la piedra…».
El manuscrito de Epigrafía Xerezana describe así la pieza: «En la puerta del
Real existía también una piedra de color negro, que tenía esta inscripción […].
Que traducida dice: ‘A Lucio Vecilio, hijo de Cayo, cumpliendo su testamento’.
La copian Bartolomé Gutiérrez y Virués Spínola…». El manuscrito añade una
apreciación que después se tacha (se consideró no correcto este apunte): «Esta
inscripción vendría probablemente de Asta».
Transcripción:
[---] OMN . PEOA[---]
[---]NIMNIA . CO . [---]
[---] I . D[---]
Aparato crítico: 1ª. OMNPEOA: B. Fig. 68.
Gutiérrez. OMN . PEOA…: A. Muñoz.
Romero de Torres. 2ª OMNI: González.
HEp 3ª y 4ª: NI MNIA CO[3] / [3]I D[3], HEp.
Comentario: Cabe interpretar la 2ª línea como Memmia (¿Nimnia?) si la letra
era libraria y detrás un cognomen que empezara por CO[---]. Si fuera cierto quizá
en OMNPEO de la 1ª línea hubiera subyacente un nombre masculino en dativo
OMNPEO seguido de un cognomen que empezase por A (sumamente hipotéti-
co). En la tercera línea no es seguro que haya una I delante de la D pues puede
ser cualquier letra con un trazo vertical como B D E F L P R.
N.º 42 VENER
Inédita. Ara romana que se conserva, al menos desde el año 2014, en los jardines
de la Bodega Domecq Beam Suntory (en la zona de cuesta de la Chaparra, Ronda
112 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
del Caracol y calle San Blas, junto a la Puerta de Rota [lám. 24 y 25])127.
Previamente estuvo en los jardines de la Bodega Harveys (en el sector de la ca-
lle Pintor Muñoz Cebrián, y avenidas de Arcos y Nuestra Señora de la Paz [lám.
26])128.
Cuando se encontraba en su antiguo emplazamiento ya nos indicaron en el
Museo Arqueológico que no se podía leer el texto inscrito; tras una reciente lim-
pieza de líquenes y otras adherencias es posible la lectura de unas letras de algunas
de sus líneas, pero el campo epigráfico está muy desgastado, por lo que es difícil
precisar tanto el tipo de letra como los signos de interpunción.
Es un ara funeraria de mármol blanco con vetas rosadas, de unas medidas con-
siderables: 90 cm de altura, 47 cm de anchura y 33 cm de profundidad máximas;
tiene 34 cm de altura la moldura del campo epigráfico. La altura de las letras es
3,5 cm (las de la primera línea de casi 4 cm). La cara del campo epigráfico está
muy desgastada, y el arduo trabajo de la
transcripción y lectura da un resultado
hipotético. Las letras que creemos poder
distinguir (con muy diverso grado de difi-
cultad en las diversas grafías identificadas)
son capitales. La datación: siglos i-ii d. C.
El ara se utilizó como material de aca-
rreo en otras construcciones posteriores,
por ello se ve que se ha perdido el remate
en forma de frontón triangular decorado
y enmarcado entre dos roleos entre los
que se sitúa la caja para las libaciones de
forma circular. En una de sus caras late-
rales se observa, con un buen estado de
conservación, el relieve de la jarra de li-
baciones, y en la otra cara, la pátera, pero
muy desgastada.
Fig. 69. EVG
127 Los autores agradecemos a Cristóbal Peña Armario los datos sobre su emplazamiento y su traslado.
128 Por otro lado, Laureano Aguilar Moya nos ha transmitido una información (recogida de una cercana
fuente oral) que asegura que esta pieza arqueológica y epigráfica puede ser la que llegó a Harveys proce-
dente de una finca de la zona de Gibalbín.
IV. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL CASCO URBANO DE JEREZ 113
Transcripción:
DMS
---]VENER[---
[---EN---]
---[S]T T L
Lectura: D(is) M(anibus) S(acrum) / [--
-] Vener[---] / [---]EN[---] / [s(it)] t(ibi)
t(erra) l(evis).
Traducción: Consagrado a los dioses
Manes… Vener(ia/oso?). Séate leve la
tierra.
Antroponimia: Vener(?) puede ser la raíz
o una parte de un cognomen relacionado Fig. 73. EVG
con los cultos de Venus y Astarté (como
sabemos con gran devoción en la región gaditana): Veneriosus, Venerius, Veneris o
Veneria129, tal como se reproduce en otros antropónimos y topónimos de la zona
(Plinio, Historia Natural III 11).
129 Quizá como ´BD, ´MT (servidor/servidora), o bien ´GR (huésped), o ´M (hijo de), BD (que está en sus ma-
nos) de `STRT: Astarté [González (1982): n.º 139, 306, 404]; Maria Veneris y Domitia Veneris [González (1982):
n.º 443, 438] que son hieródulas; y Aphrodisius, Epaphroditus [González (1982): n.º 439, 440]. Cf. abajo el
comentario a n.º 85 Venerioso.
V
Inscripciones romanas del
yacimiento de Gibalbín
130 Con todo Delgado (1871-1874), Vives (1924) y Sáez Bolaño (1996), se decantan por identificarla con la
ciudad de Jerez gaditana, aunque con reservas. Hay quien ha dudado de esta referencia, pensando que este
topónimo Ceretanus-Caeretanus mentaba a la ciudad etrusca de Caere (Shulten, Hubschmid). Para Montero
Vítores el ager ceretanus, situado en los alrededores de Jerez de la Frontera, «es un espacio que se articula
en torno a uno de estos entrantes de mar, que hoy identificamos con los Llanos de Caulina. Los Llanos de
Caulina son un estero que penetra hasta el interior, y que siguiendo el curso del arroyo de Gibalbín (P. Madoz
(Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico de España, 1847, VIII, 400), llega a la sierra del mismo nombre,
donde precisamente constatamos la existencia del único oppidum que, junto con Hasta y Nabrissa, existe en
la región: ese oppidum es Ceret» (Actas del Jerez romano (2009). Cf. abajo n.º 224 y también 9.1 Un ceretano
en Lusitania.
131 Recientemente, nuestro compañero Francisco Jordi Páez está investigando las colecciones de institu-
ciones públicas y privadas, así como las colecciones particulares que conservan monedas de esta ceca, y
está confeccionando un mapa con la ubicación de los numerosos hallazgos monetarios (ha rastreado más
del centenar), que engloba la Sierra de Gibalbín y la Campiña Jerezana, a la que se ha referido la prensa local
(1 de mayo de 2016): «El topónimo romano de Jerez se aclara a partir del hallazgo de unas monedas. Un je-
rezano localiza varios ejemplares de «Cerit» cuyo buen estado de conservación le han permitido iniciar una
investigación para estudiar su origen y relación con nuestra ciudad», http://www.diariodejerez.es/article/
ocio/2275135/toponimo/romano/jerez/se/aclara/partir/hallazgo/unas/monedas.html
132 Ceret, Cerit o Ceri no es la Caere etrusca, de la que no consta que tuviera viñedos ni exportara vinos.
116 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
zo140 cree que en algún punto de la sierra hubo un santuario. Breña también señala
la posibilidad de un camino circundante o un ramal de la Vía Augusta, que pasaba
cerca de Gibalbín, en el entorno de El Cuervo y de Mesas de Santiago, hecho
éste que también han señalado Jesús Caballero Ragel141 y Jesús Montero Víto-
res142. Asevera el profesor Julián González: «La ciudad situada en el despoblado de
Gibalbín sería una colonia o municipio de derecho latino antiguo, anterior a la
concesión del ius Latii por Vespasiano»143. En cualquier caso, no han faltado restos
epigráficos que subrayan la importancia del lugar. Recientemente se ha encon-
trado una inscripción (que incluimos en nuestro catálogo [lám. 36, 37 y 39])144.
Antonio Tovar145 y Genaro Chic146 consideran que Gibalbín es la ubicación
de la ciudad estipendiaria de Cappa, del «conventus» Gaditanus, citada por Plinio
(Historia Natural III 3, 15) y el Anónimo de Rávena (IV, 45, 317, 3-9)147.
Fornell (2004): 94: «En el extremo noreste de Jerez, cerca del límite con Ar-
cos, se tiende a situar Cappa, según Plinio (III,3,15) una ciudad estipendiaria
del ConuentusGaditanus. Por su parte, el Anónimo de Rávena (IV 45,317,3-9) la
recoge como estación de la ruta que, procedente de Hispalis (Sevilla), pasa por
Vgiam (Torre de Alocaz) y otras tres estaciones hasta llegar a Assidone (Medina
Sidonia). Por ello, resulta aceptable la identificación que algunos proponen con el
cerro de Gibalbín, en la margen derecha del río –aunque relativamente alejada de
su orilla–, donde hay notables ruinas romanas. En cuanto a su posible transfor-
mación en municipio, partiendo de la anterior situación de ciudad estipendiaria,
nada sabemos por el momento. Quizás pueda constituir un indicio la existencia
de cuatro villae localizadas por J.G. Gorges en un radio de 7 km alrededor de
Gibalbín: Romanina Alta (derivada del antropónimo Romanus), Casa de la Torre,
Fuente Salud y la Isleta. Todas presentan una ocupación romana que abarcaría
los ss. i al v d. C. y podrían formar parte del ager adscrito a la ciudad, que como
sabemos, es una categoría territorial exclusiva de las ciudades con estatuto colo-
nial y municipal».
140 Corzo Sánchez, R. (1992): Las vías romanas en Andalucía, Sevilla, pp. 96 ss.
141 «Los caminos de la Vía Augusta en torno a Jerez», y «Sobre la Vía de la Plata, la Vía Augusta y Jerez»,
https://sites.google.com/site/cehistoricosjerezanos/.
142 Montero Vítores (2000): 79 ss.; y «Los caminos de la Vía Augusta en torno a Jerez», Suplemento digital de
la Revista de Historia de Jerez, https://sites.google.com/site/cehistoricosjerezanos/.
143 González SPAL (2014): 192.
144 Ficha MAMJF: n.º RE 01656
145 Tovar (1974): 49.
146 Chic, G. (1979-80): «Lacca», Habis 10-11, pp. 275-276.
147 Recientes trabajos arqueológicos en el cerro de Esperilla le pueden conceder este topónimo turdetano-
romano de Cappa a este último yacimiento espereño (como ya había señalado Sillières), donde hay una
ciudad de unas 20 ha, a unos 10 km al noroeste de Espera.
118 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Corzo entre otros ha colocado allí la antigua Asta148, si bien le da para la época
romana el topónimo de Regina. Igualmente Martín-Arroyo (2013): 181. Julián
González recientemente en un análisis epigráfico y geográfico la identifica con
V(r)gia Castrum Iulium149. Sáez Bolaño, Blanco Villero150 y Jesús Montero Víto-
res151 mantienen su identificación con Ceret (lám. 40, 41 y 43).
En su ager se integran villas tan importantes como Romanina Alta, Haza de la
Torre (donde encontramos además una hebilla de cinturón hispano-godo del si-
glo vii), Fuente Salud o La Isleta152. Martínez Ruiz dice que Gibalbín o Gibralbir
es un topónimo árabe que significa «montaña del pozo o del agua». En el xviii,
Bartolomé Gutiérrez señalaba que «Sierra de Gibelvir suena monte grande»153.
Está probado el papel geoestratégico de la sierra en época musulmana, siendo
especialmente importante en época almohade, etapa en la que se construye el
castillo de tapial y sillares que aún podemos ver154. En la torre hay restos romanos
y abundante material romano de acarreo que pueden indicar una fase previa de
construcción romana (lám. 42).
Gibalbín, poseería un territorio rural adscrito, de acuerdo con el binomio
urbs-ager (campo-ciudad). De hecho, existe una relación entre la progresiva ur-
banización y la difusión progresiva de las villae hasta la segunda mitad del s. i
d. C. La mayor parte de las villae desarrollaban una producción mixta agrícola-
ganadera que cubría sus necesidades y permitía el abastecimiento de la ciudad
en cuyo territorio se ubicaban. La evolución posterior se vio condicionada por
diversos factores que pudieron propiciar la concentración de la propiedad de la
tierra, con el consiguiente endeudamiento de los pequeños propietarios por las
malas cosechas155.
148 Cf. el análisis de González Rodríguez / Ruiz Mata (1999): 145 ss.
149 González Fernández (2014): 191 ss.
150 Sáez Bolaño / Blanco Villero (1996): t. I, 293 ss.
151 Montero Vítores, J.: «El Ager Ceretanus y el poblamiento romano de la campiña de Jerez», https://sites.
google.com/site/cehistoricosjerezanos/.
152 Inventariadas por Gorges, J. G. (1979): Les villes hispano-romaines, Inventaire et problematique archeolo-
giques, París, p. 242. Su horizonte arqueológico va del siglo I al VII: Romero de Torres (1934): 120; y Palol (1967):
267. Cf. también Fornell Muñoz, A. (2004): «Poblamiento romano en el valle del Guadalete (Cádiz)», Florentia
Iliberritana 15, p. 94.
153 http://www.entornoajerez.com/2011/11/gibalbin-el-monte-del-pozo-toponimia.html
154 Tiene forma cuadrangular y mide algo más de 20 m (en su lado más estrecho) por más de 30 m (en su
lado de mayor amplitud).
155 Este proceso beneficia a las élites aristocráticas y se acelera fundamentalmente en el s. III, en relación con
el control de la producción y con las relaciones sociales y familiares entre los grandes terratenientes. Entra-
mos en la Baja Antigüedad, y el propietario del fundus convierte las villae en sus residencias habituales, dis-
tanciándose de las ciudades. Asistimos entonces a una monumentalidad del área donde reside el possessor,
heredera de las simples y austeras explotaciones republicanas y de comienzos del Imperio (construcciones
más complejas al introducirse elementos confortables y lujosos como termas, mosaicos y esculturas), así
V. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE GIBALBÍN 119
N.º 43 MVN(icium) V
Bibliografía: González Fernández (2014): 191-196.
Según el editor de este pequeño fragmento de bronce, del que sólo se ha conser-
vado su margen inferior central y uno de los clavos con los que se fijaba en un
lugar público), tenía una función municipal o legal; se hallaba quizá en el mismo
foro del municipio que conjetura se trata de V(r)gia.
Mide 9 cm de altura, 11 cm de anchura, 0,5 cm de grosor. La letra es cuadra-
da y con una altura de 2,4 cm. El signo de interpunción parece ser una hedera
estilizada que adopta la forma de una flor de lis. Tan sólo ha conservado una línea
de texto.
Se conserva en una colección par-
ticular de Sevilla y según su propie-
tario, procede del yacimiento de Gi-
balbín.
Transcripción:
-----
[- - -]MVN.V[- - -]
A partir del documento epigráfico,
realizó Julián González todo un es- Fig. 74. J. González Fernández
tudio geográfico sobre el yacimiento.
Este fragmento de inscripción procedente de Gibalbín demostraría su munici-
palidad, que el editor conjetura que sería el Mun(icipium) V[giae. Interpreta el
texto de Plinio (Historia Natural III 1, 15): V(r)gia cognominata Castrum Iulium,
122 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
item Caesaris Salutariensis, como refiriéndose no a una misma ciudad con dos
nombres, sino a dos ciudades diferentes, según el testimonio de Ptolomeo (II
4, 10): Gibalbín sería el castrum como «lugar o asentamiento fortificado» deno-
minado V(r)gia Castrum Iulium y Las Torres de Alocaz sería la V(r)gia Caesaris
Salutariensis. «Sin embargo (sigue diciendo el autor) la denominación dada por
Plinio a esta ciudad: Vgia Castrum Iulium, item Caesaris Salutariensis plantea no
pocas dudas surgidas de la sorprendente duplicidad del cognomen, caso único en
las titulaciones de ciudades, y hace surgir la pregunta de si el adverbio item debe
entenderse como introductor de un segundo nombre o de una segunda ciudad
del mismo nombre: Vgia Castrum Iulium, item (Vgia) Caesaris Salutariensis». Cita
Julián González a autores que defienden una u otra opción160, los que defienden
que una estuvo en Las Torres de Alocaz y la otra en Las Cabezas de San Juan
o una zona muy próxima: «Vemos, pues, cómo la identificación de esa segunda
Vgia constituye el principal problema de los partidarios de mantener, de acuerdo
al texto de Tolomeo, la existencia de dos ciudades con idéntico nombre, pero
diferente titulación». Se decide por la ubicación de Vgia Castrum Iulium en Gi-
balbín: «Pensamos que tal vez nuestro fragmento puede contribuir a solucionar el
problema y ello no solo por la inicial V- del nombre de la anónima ciudad exis-
tente en el despoblado de Gibalbín»161. El argumento que aporta es el siguiente:
«En su relación de ciudades del convento Gaditano, Plinio (Historia Natural, III
1, 15) nos proporciona dos, cuyos nombres empiezan por V-, una entre las dota-
das del derecho latino y una segunda, entre las estipendiarias: Latinorum… Vrgia
cognominata Castrum Iulium, ítem Caesaris Salutariensis; stipendiaria…Vsaepo».
A la dificultad que comporta la interpretación de Vgia Castrum Iulium, item
(Vgia) Caesaris Salutariensis, e.d., como dos ciudades Vgia162 distintas y no como
dos cognomina163, se le añade la dificultad del argumento por exclusión que uti-
liza (que sólo dos ciudades en el conventus Gaditanus comiencen por V164), que
no es totalmente concluyente. ¿Por qué no podía ser un municipio excluido de la
enumeración de Plinio? Podía haberse constituido con posterioridad a las fechas
160 Galsterer, H. (1971): Untersuchungen zum Römischen Städtewesen auf der Iberischen Halbinsel, Berlín, pp.
5, 68; Detlefsen, D. (1870): «Die Geographie der Provinz Baetica bei Plinius», Philologus 30, p. 306; Hoyos
(1979): 444 s.
161 Junto a los restos de edificaciones y cisternas que se encuentran en el yacimiento del cortijo de la Maz-
morra, se ha hallado terra sigillata aretina, galo-romana, hispánica y algo de sigillata clara A, C y D, y de allí
proceden varias inscripciones latinas tanto en piedra como en bronce.
162 Hipótesis mantenida también por Galsterer y por Hoyos.
163 Cuando cabe esta otra interpretación: Vgia cognominata Castrum Iulium, item (cognominata Caesaris
Salutariensis. El adverbio item más bien modifica al verbo o al adjetivo (item cognominata) que no marcar
una referencia distinta para el nombre Vgia (altera, alia Vgia).
164 Y ¿por qué dentro del conventus Gaditanus una y no la otra, si no es porque se da por supuesto que el
bronce procede de donde se dice y que no ha sido trasladado de otro lugar?
V. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE GIBALBÍN 123
en que escribe el autor. Ni tan siquiera es seguro que la línea empiece con MVN:
puede que le preceda una A o incluso una M de las que se muestra el último trazo
inclinado rematado en forma de espolón. Si fuera una M, podría ser una pala-
bra tal como communis, immunis165, communire. Tampoco sería necesario que a
la palabra MVN (que puede ser un nombre166 o bien un adjetivo: municipalis)
le siguiera obligatoriamente su denominación167; en alguna ocasión le sigue al
municipio un VIviro Augustale al que se dedica el monumento168. Parece el texto
del epígrafe demasiado exiguo para basar en él J. González una hipótesis, que
además va contra la opinión común que sostiene la ubicación de Vgia en Torres
de Alocaz, ubicación mantenida anteriormente por el propio J. González en el
CILA (vol. II, tomo III, pág. 339), cuando explica la duplicidad de sus cognomina
«como el resultado de dos asentamientos sucesivos en una misma comunidad in-
dígena, de los que Caesaris Salutariensis apunta a uno de César y Castrum Iulium
a otro posterior de Augusto» (p. 340).
165 ¿Por qué no immun(is) Veneriae? Nebrissa no es del conventus Gaditanus, pero sí que está más cerca que
las Torres de Alocaz.
166 Incluso otro nombre distinto: munus muneris (CIL II 2343; AE 1987, 538; AE 1992, 982; CIL II2/7, 798);
municipes; municipales; munificum; munificentia; munimentum; Munnius (CIL II 1945 [p 704, 875)]= ILS 1982),
Munatius (y otros NN propios),
167 CIL II2/5, 520 = AE 1974, 373 & CIL II 2030; ILS 5488; CIL II2/5, 736 & CIL II2/5, 783 = CIL II 2015 = ILS 1354a
= HEp 1, 1989, 469 = AE 1961, 340, etc.
168 CIL II2/5, 792 = CIL II 2026 = ILS 6915
169 Roldán Hervás (1989): 257 ss.
170 Montenegro (1985): 304 ss.
124 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
segunda vez y procónsul, hijos del divino Antonino, nietos del divino Adriano,
bisnietos del divino Trajano Pártico y tataranietos del divino Nerva. Los nombres
de los soldados que sirvieron en las cohortes pretorias [---] A los soldados que
desempeñaron la milicia con fidelidad y valentía les otorgamos el derecho de
conubio al menos si están casados con una única y primera mujer, de suerte que
aunque sean de derecho peregrino se unan a ellas en matrimonio y en consecuen-
cia reconozcan a sus hijos como ciudadanos nacidos de dos ciudadanos romanos.
A diecisiete de abril, siendo cónsules Marco Vibio Liberal y Publio Marcio. Co-
horte pretoria décima. Copiado con certificación de la tabla de bronce que está
clavada en Roma en el muro posterior del templo a Minerva del divino Augusto.
N.º 46 Aerionis
Bibliografía: Fita (1896)2: 434 s., n.º 217; Laigue (1897): 214; EphEp VIII 217,
IX 82; González Fernández (1982): 74-76, n.º 112; HEp 1062; Clauss-Slaby:
EDCS-07500068.
Fragmento de mármol negro procedente del castillo de Gibalbín, del rancho
de José Clavijo, que recogió Francisco de Asís Vera junto con otra de nuestro ca-
tálogo (Licinius). Mide 35 cm de ancho y 36 cm de alto. Letras de 42 mm de alto
(Fita, de Laigue, J. González). González Fernández dice que no encaja con la de
Licinio, aunque procedían del mismo lugar. El calco lo mandó Pelayo Quintero
a Fita. Pertenece junto con la de Licinio a dos testeros combados de un par de
estelas funerarias, posiblemente de un mismo panteón familiar.
Se encontraba en el Museo de Cádiz, según
Romero de Torres. Hoy está desaparecida.
Transcripción:
[---]I . AERIONIS
[IN F.] P . XX
Lectura: [---] (---)i / Aerionis / [in fronte] p(edes)
XX.
Fig. 78. CIL II
177 Cf. Montenegro, A. (1985): «Hispania en el Alto Imperio. Evolución política durante las dinastías Julio-
Claudia y Flavia. Emperadores hispanos, Antoninos y Severos», en VV. AA., Historia de España Antigua. Hispa-
nia Romana, t. II, Madrid, pp. 301 ss.; Blázquez, J. M. (1985): «Economía y sociedad durante la dinastía Julio-
Claudia y Flavia», en VV. AA., Historia de España Antigua. Hispania Romana, t. II, Madrid, pp. 437 ss.; y Plácido
Suárez, D. (1988): «El Alto Imperio», en Domínguez Ortiz, A., Historia de España. La España romana y visigoda
(siglos III a. C.-VII d. C.), t. II, Barcelona, pp. 251 ss.
130 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 47 Berylo/a?
Bibliografía: Fita (1896)2: 432; Romero de Torres (1934): 203; González Fer-
nández (1982): 75, n.º 113; HEp 1063. Clauss-Slaby: EDCS-07500069; EE-
09,00215.
Según el dibujo que se conserva, parece una placa quizá de mármol rota por
ambos lados puesto que habría una M de D M S luego la D y la S estarían en
los extremos. Según Romero de Torres es un fragmento de mármol; Fita y Julián
González dicen que es un fragmento lapídeo (sin especificar) o cipo funerario.
Tanto Fita179 como Vera180 señalaban que parecía que en origen su forma era la
cuadrada, típica de las lápidas sepulcrales romanas en un ámbito púnico como era
el gaditano. Son tres los renglones reseñados y se han perdido los laterales, que en
parte podrían ser reconstruidos. Mide 5 cm de ancho y 85 cm de alto (Francisco
de Asís Vera Chilier). Se fecha en el siglo ii d. C.181
178 «Reviste la forma de otros muchos, sacado asimismo de la lengua griega: Amiantis (4576), Antigenis
(6161), Antiogeis (5171), Antiocis (712, 2292, 2334), Artemis (3784), Athenais (5258), Hieronis (4291), que sale
de «ieros» (sagrado), como Amerionis de «emerios» (efímero)».
179 Recoge Fita estas precisiones: «El primer fragmento lapídeo hallado en la torre de Gibalbín tiene de
alto 0,85 m, y su mayor anchura 0,05. Los suplementos arguyen la forma cuadrada de las lositas sepulcra-
les, tan comunes en el cementerio púnico-romano de Cádiz. Contenía tres renglones, que fácilmente se
integran, y hacen menos sensible la pérdida de los fragmentos laterales Las dos E, la L y la T, visíbles, de los
renglones último y penúltimo, se recortaron al quebrarse la piedra. Son de bella época Antoniniana, mi-
diendo 2 cm de altura, al paso que en el primer renglón la única letra que permanece y ocupaba el centro
de la línea sólo mide 1 cm».
180 El 30 de octubre de 1896, Fidel Fita reproducía unas líneas que el correspondiente de la Real Academia
de la Historia en Cádiz, Francisco de Asís Vera y Chilier, le había mandado el 17 de octubre:
«Con objeto de explorar las ruinas y baldíos de Gibalbín pasé á dicho lugar con algunas leguas de regular
camino. Visité el castillo e inmediaciones, y hallé el fragmento de inscripción cuya impronta acompaño. A
su lado encontré la cabeza de una estatua entre una multitud de ruinas y sillares esparcidos por aquellos
campos… Desde Prado del Rey volví á Gibalbín; y allí, en una cabreriza; portillo ó brecha, de la muralla,
halló dos fragmentos de piedra negra epigráficos; los cuales, llevados en caballería, deposité con los so-
bredichos en la cartuja de Jerez, y no vendrán hasta que se les junte el hermoso cipo de Hortales. De las
tres inscripciones tomaré calcos…
181 De época antoniana es una escultura que representa a Pan, hallada en la Sierra de Gibalbín, Luzón, J. M.
V. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE GIBALBÍN 131
N.º 48 Licinio
Bibliografía: F. Fita (1896)2: 433 s., n.º 216; Laigue (1897): 214; Romero de
Torres (1934): 202; EphEp VIII 216; IX 82; González Fernández (1982): 74, n.º
111; HEp 1061; Clauss-Slaby: EDCS-07500067.
Fragmento de mármol negro procedente del castillo de Gibalbín, del rancho
de José Clavijo, que recogió Francisco de Asís Vera junto con la de Aerionis. Perte-
necen ambas a sendas estelas funerarias con cabecera semicircular, posiblemente
de un mismo panteón familiar (Fita y de Laigue).
Mide la pieza 50 cm de ancho y 34 cm de alto. De Laigue describe el lugar del
hallazgo como sierra agreste y desolada, a más de 25 km al norte de Jerez y a unos
15 km al suroeste de Espera, en el camino desde el norte de nuestra comarca ha-
Transcripción:
+++] [L]ICINIVS . C . L . GRA
[S] T T L
+++ HSE ?
Lectura: [L]icinius C(ai) l(ibertus) Gra[tus ?] / [s(it)] t(ibi) t(erra) l(evis)
Traducción: … Licinio Grato?, liberto de Cayo, aquí yace. Séate la tierra ligera.
Aparato crítico: 1ª: ORA?, Romero de Torres. 2ª: González no lee [S]TTL.
Comentario: Fita intenta buscar el origen geográfico, ya que por el estilo de epi-
tafio es comparable con el n.º 1201 del CIL II procedente de Sevilla, en el que se
señala al liberto Lucio Licinio Cogitante.
Transcripción:
Q + POST[---]
RVSTICV[---]
SALARIA
-----
+ posible punto de interpunción.
Lectura: Q(uintus) Post[um(i)us] /
Rusticu[s ---] / Salaria
Traducción: Quinto Postumio Rústi- Fig. 82. J. González Fernández
co, procedente de la colonia? Salaria...
Nos hallamos ante un personaje de la élite local, con sus tria nomina y en una
ciudad indígena, la colonia Salaria, citada por Plinio (Historia Natural III 25), en
la provincia Citerior o Tarraconense183, en Santa Olalla, cerca de Úbeda.
N.º 50 OR
Inédita: fragmento de mármol blanco de la parte central de una inscripción de
época romana: Se identifican tres líneas de texto con dos letras en la primera,
que sólo se aprecian en parte, y dos en la segunda, que parecen ser OR, más una
tercera línea con rasgos difíciles de identificar. Estado: reverso liso. Las letras son
capitales. Interpunciones a base de triángulos pequeños en la primera línea. Me-
didas: 13,5 cm de altura, 11 cm de anchura y 3,4 cm de grosor.
Es un hallazgo aislado, casual. Fue recogido por el donante, D. Francisco
Javier Luengo Gutiérrez, en las proximidades del cortijo de la Mazmorra, en Gi-
balbín, el día 6 de abril de 2014 con motivo de la preparación de una ruta para el
Ateneo Arbonaida de El Cuervo. Se conserva en el Museo Arqueológico Munici-
pal de Jerez de la Frontera, Cádiz, donde ingresó el día 15 de abril de 2014. N.º
IG: 2177/RE: 01656.
Transcripción:
++
OR
+
++ A C ?
+?
Lectura: ---]/---OR---/[---
Fig. 83. FBC (MAMJF)
183 Gimeno Pascual, H. (2004-2005): «Nuevos datos para la colonia Salaria», Lucentum 23-24, pp. 181-184.
134 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 52 (por)]TORIV[(m)
Fig. 84. FBC (MAMJF)
Bibliografía: MAS 1990/100; HEp 693;
AE 1991, 1025; Fernández Gómez (1991): 131, taf. IX.
Fragmento correspondiente a la parte central de una inscripción en bronce,
que fue encontrado en Gibalbín. Se conserva en el Museo Arqueológico de Sevi-
lla (MAS): inventariada con el número REP1990/100.
Está catalogada como una placa epigrafiada con inscripción jurídica, trabajada
con las técnicas de fundición, alisado y grabado. Tiene forma irregular con restos
de cuatro líneas de textos sin márgenes. La cara epigráfica está lisa aunque con
rozaduras y erosiones que no afectan al texto. En la cara posterior hay rebordes y
huecos que provienen del molde con el que se hizo. Sus dimensiones son de una
altura de 5,8 cm (altura mínima 0,7 cm), un ancho 4 cm, y un grosor máximo
0,9 cm y grosor mínimo 0,6 cm; pesa 64 gramos. Las letras son actuarias pero de
módulo cuadrado casi unciales con interpunción triangular, y tienen una altura
máxima de 0,8 cm (MAS). Se data en el Alto Imperio, entre la segunda mitad del
siglo i y mediados del ii (51-175 d. C.).
Transcripción:
- - -]V[- - -
- - -]M . DA[ta- - -
V. INSCRIPCIONES ROMANAS DEL YACIMIENTO DE GIBALBÍN 135
Fig. 85. Manuel Camacho Moreno (MAS) Fig. 86. Manuel Camacho Moreno (MAS)
185 Romero de Torres situaba el yacimiento de la ciudad de Saepo «en la jurisdicción de Jerez de la Fron-
tera, a dos leguas de la villa de Cortes y tres y media de Ronda. En su término, de vasta extensión se han
encontrado muchas ruinas y vestigios romanos, que dió en conocer en cuatro cartas el presbítero D. Fran-
cisco Javier Espinosa y Aguilera con el título de La antigua Saepona en su sitio...». Hübner cambia la de-
nominación de Saepona a Saepo V. El nombre originario de la ciudad: Respublica Victrix (= Municipium)
Saeponensium.
186 In dem v vor dem Stadtnamen vermuthet Gutierrez Bravo nicht ungeschickt einen Beinamen wie Victrix
(1860); 631.
187 Tribus, p. 65, s.v. (U(¿)Saepo).
138 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
%t%t%t%t$73"/w
'"#t4&/&$*0+T&t."34
F5t'"#*0t10--*0/&
Transcripción:
DIVO . MARCO
AVRELIO . ANTONINO . PIo
GERMANICO . SARMATICO
RESPVB . V . SAEPONENSIVM
5 D . D . D . D . CVRAN
FAB . SENECIONE IVVIRIS
(e)T . FAB . POLLIONE
Lectura: Divo Marco / Aurelio Antonino Pio / Germanico Sarmatico / Res pub(lica)
V(ixtrix) Saeponensium / d(ecreto) d(ecurionum) d(onum) d(edit). Curan(tibus)
Fab(io) Senecione (e)t Fab(io) Pollione (quadrun)viris.
Traducción: En honor del divino Marco Aurelio Antonino, Pío, Germánico, Sar-
mático, la República Victrix de los Seponenses ha erigido este monumento por
decreto de los decuriones, ocupándose de ello los cuadrunviros Fabio Seneción y
Fabio Polión.
Aparato crítico: 3ª: SARMATIO, Bravo. 4ª: SAEPONENSIVA, Espinosa, Bra-
vo, 5ª: CVRVN, Bravo. 6ª: EAB por FAB, anónimo RAH Refª 9/7567/I /12,
SENCIONE, con nexo NE y E alta, Bravo. 7ª: MARS, Bravo, Espinosa, Hübner
(1860). De donde (duunvi)RIS Hübner CIL. 8ª: T, Bravo.
La datación a juzgar por el título de Sarmático debe ser como mínimo a partir
del año 175 d. C.
Fig. 90
Fig. 91
144 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
POMPONIA . M . F.
ROSCIANA . SACE
RDOS . PERPETVA
DIVORVM . DIVA
5 RVM....................
.............................
ORDO . SPLENDIDIS
SIMVS . MVNI
CIPI . VICTRIC . SAEPONE
10 NSIVM . DECREVIT
ACCEPTO . LOCO
STATVAM . IN . FORO
SVA PECVNIA . PO
SVIT . EPVLO . DATO
15 D
Lectura: Pomponia M(arci) f(ilia)/ Rosciana, sace/rdos perpetua / divorum, diva/
rum [...] Ordo splendidis/simus Muni/cipi Victric(is) Saepone/nsium decrevit./ Accep-
to loco,/ statuam in foro / sua pecunia pó/suit, epulo dato, d(ecreto) / [d(ecurionum]
Traducción: Pomponia Rosciana, hija de Marco, sacerdotisa perpetua de los em-
peradores divos y divas... El Orden esplendidísimo del Municipio Victrix Sepo-
nense le ha decretado este honor. Una vez aceptado el lugar, ha erigido una esta-
tua en el foro a sus expensas, después de haber ofrecido un banquete, conforme
al decreto de los decuriones.
Aparato crítico: línea 4ª y 5ª: DIVORVM.DIVA/RVM, Delgado omite esta lec-
tura de Hübner por razones institucionales.
Comentario: el ordo decurionum honra con una estatua a la sacerdotisa, que se
paga ella, tras ofrecer un banquete público, siguiendo las instrucciones del ordo.
Jazek Pudliczeuski (1992): 69-76.
VII
Inscripciones romanas del
yacimiento de Bolaños
194 Cf. González/Ruiz Mata (1999): 133-137; López Amador/ Pérez Fernández (2013): 33-37.
195 «En Bolaños –se puede afirmar categóricamente– no estuvo el Portus Gaditanus».
196 La Tabula imperii Romani (J-29) sitúa el Portus Gaditanus en Puerto Real. Las fuentes son: Mela III 4 (in
próximo sinu portus est quem Gaditanum); Estrabón III 5, 3; Itineratio Antonino 407, 1 (Porto Albo), 409, 3 (Por-
tu Gaditano); Ravennate 306, 4 (Portum).
197 Cf. García Lázaro, J./García Lázaro, A., «Por El Tesorillo y El Portal con el siervo Marcial», Diario de Jerez,
146 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Romero de Torres sitúa una necrópolis romana con un buen número de enterra-
mientos en Las Canteras, al sureste de Bolaños.
Al igual que podría ocurrir en la rica zona norte de la campiña de Jerez (a los
pies de la Sierra de Gibalbín), vemos libertos en el entorno de un punto comercial
de exportación, como era el Portus Gaditanus, que velan por los intereses econó-
micos de sus patronos de la aristocracia romana, caso de los Cornelio Pusión.
Transcripción:
[---]ER VIC[---]
Lectura: -----/ [--- mat/pat-?] er vic[s/xit? tor? ---]
/ -----/
Aparato crítico: López Orden: -----/ [---]EBVS
[---] / -----/
Transcripción:
REGILLVS
H.S.E
Lectura: Regillus / h(ic) s(itus) e(st)
Traducción: Aquí yace Régilo.
Observaciones: Héderas apuntando ha-
cia abajo. La geminación LL se expresa
mediante una L minuta incluida en la
primera L.
Antroponimia: Regillus, Abascal (1994):
482. Fig. 95. FBC (MAMJF)
VIII
Inscripciones romanas
de otros yacimientos
Vamos a analizar en este epígrafe los hallazgos epigráficos asociados a las explota-
ciones agrarias y distintas entidades rurales y urbanas (como es el caso de Gigon-
za, en San José del Valle) de nuestra campiña.
cuales se descubre el arrecife o calzada que hicieron los romanos. [...] El arrecife
que desde que sale de el Puerto se endereza a la mesa de Asta está casi entero
[...] Aquel camino va a Sevilla desde el Puerto [...] y se echó por allí para que se
fuera por él a Asta; perdida Asta y mudada a Xerez, se ha perdido aquel camino
totalmente y está en partes plantado de viñas y olivares. De mediados del siglo
xviii es el testimonio de Anselmo J. Ruiz de Cortázar, que reconoció de visu los
vestigios de la calzada…»
El análisis de los caminos de las vías romanas en nuestra comarca ha sido
tratado muy profundamente en los últimos años por algunos investigadores de
nuestro entorno como Rosalía González y Diego Ruiz Mata206, Daniel Martín-
Arroyo207, Jesús Caballero Ragel208 y Jesús Montero Vítores209 entre otros (lám.
67, 71, 72 y 73).
N.º 60 A Nerón
Bibliografía: Ruiz de Cortázar (1764): 137-138; CIL II 4734; ILER 2016; Chic
(1983): 112; Sillières (1990): 114-115; Martín-Arroyo Sánchez (2007): 66-67;
López Amador/Pérez Fernández (2013): 159-160; RAH, CAICA/9/3940/01(3),
CAICA /9/7949/004; AHMPSM: Act. Cap. 1764 cab. 2-VI, f. 102; AHMPSM:
Act. Cap. 1850 cab. 13-V.
López Amador y Fernández Pérez210 estudiaron este epígrafe y se basan en
Ruiz de Cortázar para identificarlo como un miliario (mojón o hito de carretera),
encontrado en 1744 junto a Camino de los Romanos, cerca de los alfares exca-
vados en El Palomar, en un lugar contiguo a la hacienda de La Florida, entonces
propiedad del cosechero y cargador a Indias don Martín Reinoso. Se halló repa-
rándose las quiebras de los caminos y el allanado de un repecho que hacía la co-
lumna, la tierra y unas palmas que habían nacido encima. En el arrecife continuó
hasta 1749; en ese año se reparó la inscripción, y pasó al Matadero, hasta que en
junio de 1764, el Ayuntamiento decide ubicarlo en la Plaza del Polvorista como
adorno. Después se le pierde la pista.
En época bajomedieval era un ‘mojón de término’ entre el Jerez y El Puerto de
Santa María. Se trataba de un pilar de piedra tosca de mar (ostionera), de once
8.2 Cartuja
Fig. 97.
Lectura: Vivat qui fecit et possit plura videre. / Qui potest, faciat. Qui non potest,
taceat.
Traducción: Viva quien las hizo; y que pueda ver muchas más; hágalo quien
pueda; el que no pueda, que se calle.
Comentario: Tanto Ponz como los autores de la Epigrafía Xerezana dicen que
el mosaico en el que estaba esta inscripción servía de pavimento de un edificio
destinado a baños. Nos precisa Virués de Segovia sobre el mosaico: «... un pavi-
mento Mosaico de muy buena mano, de cuatro varas en cuadro que en el centro
representaba a Baco Triunfante…».
Tres epígrafes dedicados a la epigrafía musiva, publicados por Gómez Pa-
llarés, pueden ser el antecedente o la réplica de esta inscripción. Reproducimos
algunos de sus comentarios219:
VIVAT . QVI FECIT. ET . POSSIT . PLVR{I}A . VIDE(re) recuerda : invide
viv[e] et vide et possis plura videre. AE 1936 138 (M. Christofle, « Rapport sur
les travaux des fouilles et de consolidation effectuées en 1930-31-32 par le Ser-
vice des Monuments Historique de l´Algérie », Alger 1935, pp. 229-230. Se trata
también de un mosaico de Lambèse aunque en el centro de un medallón y de
época no cristiana vitalista. Y de AE 1920 120, uno similar descrito por A. Ballu,
« Rapport sur les travaux des fouilles et de consolidation executées par le Service
des Monuments Historique de l´Algérie », BCTH 1919, pp. 145-169 (p. 159); AE
1921 15.
219 Cf. en general de Gómez Payarès, J.: «Varia Musiva Epigraphica, I-VII», Conimbriga 30 (1991), pp. 129-139;
«Carmina Latina Epigraphica musiva et depicta non Buecheleriana nec Zarkeriana (II)», Faventia 15/1 (1993),
pp. 99-123; «Cultura literaria en el corpus de los CLE Hispaniae hasta época flavia», en Beltrán Lloris, F., ed.
(1995): Roma y las primeras culturas epigráficas del occidente mediterráneo (siglos II a. e. a I d. e.) , pp. 151-162;
(1997): Edición y comentario de las inscripciones sobre mosaico de Hispania. Inscripciones no cristianas.
158 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 62 Alba
Bibliografía: López de la Orden (2001): 117, n.º 93, foto 93; HEp 11, 2001, 1005,
236; Clauss-Slaby: EDCS-28701493.
Fragmento de lápida de mármol blanco, con inscripción funeraria de época
romana, correspondiente al lado izquierdo. Los márgenes están escariados y la
pieza fragmentada por el lado derecho por lo que hay que restituir la lectura de
ese lado. La parte posterior lisa. Medidas de la inscripción: 18,3 cm de altura por
9,7 cm de longitud por 1,5 cm de grosor. Medida de las letras: 4 cm. Espacios
interlineales 1-2: 1 cm; 2-3: 0,8-1 cm. Tipo de letra capital de módulo alto y
ángulo recto. Las letras tienen surcos profundos y estrechos con sombreado y
biseles y refuerzos poco marcados. La interpunción del último renglón se da a
distintas alturas; los signos de interpunción son triangulares con el vértice hacia
abajo. Impaginación aparente respecto al margen izquierdo. Cronología: s. i d. C.,
López de la Orden.
Encontrada en el Cerro del Pavo (lám. 51, 65 y 66), Cañada Real de La Isla
y de Cádiz. No se conoce intervención arqueológica. Fue donada por D. Juan
Vázquez Gómez. Se conserva en el Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la
Frontera (MAMJF), donde ingresó el día 1 de agosto de 1983. N.º IG: 960/RE:
00781. Actualmente se expone en la vitrina 18, sala 06.
Transcripción:
ALBA [---]
AN . [---]
H . S . E [S T T L]
Lectura: Alba [---] / an(norum) [---] / h(ic) s(ita) e(st)
[s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)]
Traducción: Yace aquí Alba de… años. Séate leve la
tierra.
Aparato crítico: 1ª: ALBA(nia), López Orden, Clauss-
Slaby. ALBAN(us/a), HEp.
Antroponimia: Alba, cf. López Castro, J. L. y J. A.
Belmonte Marín (2013): 154, relacionan los nomina Fig. 99. FBC (MAMJF)
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 159
Los cerros inmediatos a las orillas del río Guadalete estarían poblados de villas
y alfares. El yacimiento está sobre una terraza en la cuenca media-baja del río
Guadalete, con ocupación desde el calcolítico hasta época histórica. En la zona se
encuentra abundante material romano cerámico y constructivo220. Toda la mar-
gen izquierda del río entre la Cartuja y Torrecera está jalonada de yacimientos,
asociados a la explotación agropecuaria del territorio en la Antigüedad (lám. 78
y 89).
220 Equipo de trabajo del Museo Arqueológico de Jerez., Listado de yacimientos arqueológicos del término
municipal de Jerez de la Frontera. Cádiz. Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera; Inventario de
yacimientos arqueológicos de la Provincia de Cádiz. El Boyal, Archivo Central de la Consejería de Cultura, 1987;
Reinoso del Río, M.ª C. (1998): Revisión del Inventario de Yacimientos Arqueológicos de la Provincia de Cádiz. El
Boyal, Archivo de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de Cádiz; Mercado Hervás, L. (2005):
Revisión del Inventario de yacimientos arqueológicos de Jerez de la Frontera. El Boyal, Archivo de la Delegación
Provincial de la Consejería de Cultura de Cádiz.
160 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
D.M.S
IVNIA . POLYTI
MAANN XXVIIII
H LS . STT . L
Lectura: D(iis) M(anibus) s(acrum)/
Iunia Polyti/ma ann(orum) XXVIIII /
h(oc) l(oco) s(ita est). S(it) t(ibi) t(erra)
l(evis). Fig. 100. (P. Rodríguez Oliva)
Traducción: Consagrado a los dioses
Manes. Junia Polytima de veintinueve años aquí yace. Séate leve la tierra.
Las fórmulas funerarias son las más comunes: el comienzo se dedica a los
dioses Manes, la parte siguiente en la que aparece el nombre de la difunta y su
edad (no se da ningún otro dato sobre su vida o sobre su familia u otras cir-
cunstancias), y su finalización con STTL. Sin embargo, ese HLS (En este lugar
está sepultada) es extraño en Hispania: se ha encontrado en otra inscripción de
Villaviciosa (Asturias)221.
Antroponimia: Rodríguez Oliva nos precisa que el cognomen Polytima (que sig-
nifica «muy apreciada» o «muy honrada») puede indicar que es de origen griego;
también puede indicar su nombre antes de la manumisión, aunque no podemos
precisar su condición de liberta; más bien parece de condición libre con su nomen
gentile y su cognomen. Es la primera vez que se documenta este nombre para una
mujer222.
La comarca de San José del Valle así como las comarcas jerezanas vecinas han
dejado un buen número de restos arqueológicos procedentes de entidades rurales:
en el Cortijo del Algarrobillo y las Vegas de Elvira (especialmente con material del
siglo iv-v d. C.)223, y cerca de Gigonza (láms. 82 y 84), el cortijo del Chorreadero
221 Diego Santos, F. (1959): Epigrafía romana de Asturias, Oviedo, n.º 29; HAEpigr 1668. Provinz: Lusitania,
Ort: Beja / Pax Iulia: D(is) M(anibus) s(acrum) / Cornelia A[ga]/te(?) an(norum) III[3] / h(oc) l(oco) s(ita) e(st) s(it)
t(ibi) t(erra) l(evis).
222 En Lusitania se ha encontrado un Annius Polytimus, Melida, J. R. (1925): Catálogo monumental de España.
Provincia de Badajoz, Madrid, p. 244. Solin-Salomies (1988): 145: POLIT. CIL IX, 818.
223 González Rodríguez/Ruiz Mata (1999): 155-156.
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 161
(con un mosaico del edificio termal de una villa, de época de Adriano). Estaban
conectadas con un ramal de la Vía Augusta en su recorrido Hispalis-Assido a su
paso por Saguntia, tomando la dirección de Arcos (lám. 96).
N.º 64 Voluptas
Bibliografía: Esteve Guerrero (1963): 219, n.º 2, fig. 4; Id. (1979): 88-90, lám.
18 B; AE, 1965, 219; AEp. 17-20 (1966-69), 2261; Vives (1971-1972): n.º
3780; González Fernández (1982): 76, n.º 115; Clauss-Slaby: EDCS-07500071.
Lápida de mármol blanco con inscripción funeraria. Le faltan los ángulos su-
perior e inferior izquierdos, así como toda la parte derecha. La parte posterior es
escabrosa con incisiones y punteados de punzón bien claros quizás para mejorar
la adhesión de la lápida, y además, acusa la rotura del borde derecho claramente
con pérdida de superficie inscrita. Medida: 12,5 cm de altura, por 14 cm de
longitud y 3 cm de grosor. Medida de las letras: 1,5 cm. Tipo de letra: cuadrada
de módulo bajo y trazos abiertos que le dan un aspecto uncial. Impaginación
simétrica respecto al eje central. Héderas en las tres primeras líneas con rabito y
puntos en la última línea. Hay un aparente signo de interpunción VOLVPT.AS.
Cronología: s. ii d. C.
Encontrada en el Cortijo de El Parralejo (lám. 86 y 92), cercano a San José del
Valle. No se conoce intervención arqueológica. Donación de D. Antonio Már-
quez Galindo al Museo Arquelógico. Se conserva en el MAMJF, donde ingresó
el día 30 de mayo de 1962. N.º IG: 615/RE: 00604. Actualmente se expone en
la sala 06.
Transcripción:
D . M . [ S]
VOLVPTAS
H . S . [E]
T . R . P . D . S . T . [T L]
Lectura: D(is) M(anibus) [ S(acrum)] /
Voluptas / h(ic) s(ita) e(st). / T(e) r(ogo)
p(raeteriens) d(icas) s(it) t(ibi) [t(erra)
l(evis)]
Traducción: Dedicado a los dioses Ma-
nes. Aquí yace Voluptas. Te ruego al pa-
sar que digas: séate leve la tierra. Fig. 101. FBC (MAMJF)
Antroponimia: Voluptas como Commu-
nis pueden asociarse a con la epiclesis de
Afrodita Pandemos, ¿o quizás Astarté?
La última línea es métrica: acaba en dos pentámetros.
162 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
8.6 Espartinas
Transcripción:
M . BAEBIVS . M[---]
HILARVS
BAEBIA . M[---]
COSMETI[-]
INFR PED . XV INTR . PED . X [---]
Lectura: M(arcus) Baebius M(arci filius) / Hilarus, / Baebia M(arci) [filia]/
Cosmeti(a)./ In f(ronte) pedes XV, in t(e)r(go) pedes X
Traducción: Marco Bebio Hilaro, hijo de Marco y Bebia Cosmetia, hija de Mar-
co, yacen aquí enterrados en un terreno de 15 pies por 10.
Onomástica: Tanto Baebius/a como Hilarus/a son propios de la zona. «En un
poema de Marcial donde se habla del campo ‘ceretano’ se cita a un tal Hílaro (VI
73)224 y […] César Pemán descubrió en el Cortijo de Espartinas una inscripción
con el nombre Baebius Hilarus» (lám. 11).
N.º 66 ]LIBE[(ns/nter)
Inédito: fragmento de mármol blanco con inscripción no se sabe si votiva o fu-
neraria. No conserva ninguno de sus márgenes, aunque puede que la parte con-
servada sea el margen inferior. Tiene forma casi rectangular. La parte posterior
pulimentada. Mide: 9 cm de alto, por 17 cm de ancho, por 3,5 cm de grosor.
Miden las letras: 5 cm. Letras capitales actuarias, de buena factura. La L carece
de trazo horizontal, por lo que parece una I. Según el tipo de letra, del siglo ii d.
C. (CIL II).
224 García Romero (2009): 9 s.: Nam C(a)eretani cultor ditissimus agri/ hos Hilarus colles et iuga laeta tenet:
«Pues el labrador más rico del campo ceretano, Hílaro, posee estas colinas y fértiles altozanos». Y repárese en
colles et iuga, que hacen referencia a elevaciones, mesetas, ¡mesas! …, ¿como las de Asta? El profesor Mon-
tero Vítores ([2000]: 61 ss.) ha defendido que Marcial está elogiando no el vino de un lugar del sur sino del
nordeste. Escribe en la p. 64: «El hecho de que los vinos que se citan en el libro XIII de los Epigramas procedan
de regiones mediterráneas, fundamentalmente italianas y marsellesas (Epig. XIII 106 ss.) y que de Hispania
se citen el vino tarraconense y el vino ceretano, puede interpretarse como que éstos son vinos de Cataluña,
Cerdaña o comarcas aledañas.» Existe en el Rosellón francés también el topónimo Céret (en el departamen-
to de los Pirineos Orientales al sur de Perpignan), lo que le sirve para apoyar su teoría, avalada, además, por
las tablas de Ptolomeo (ibid., pp. 65 s.). La lectura Caeretan- (en Columela y Marcial) de algunos manuscritos
(y ediciones) puede ser una confusión muy normal y la explica suficientemente Tovar (1973): 399-404.
164 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
-----
[---]LIBE[ns/nter ---]
López de la Orden (2002): 37, pondera la trascendencia del yacimiento que está
en los límites comarcales de El Cuervo y Jerez: «Este yacimiento domina un total
de diez asentamientos dispuestos en forma radial junto a la Marisma. Ocupa
una zona elevada, dominando visualmente el área de Las Peñas del Cuervo y la
entrada de la Marisma, en las cercanías de Trebujena. Se trata de una zona muy
bien comunicada con el resto de las marismas y la campiña de Jerez, con cruce
de caminos desde la Antigüedad, ya que en Las Peñas del Cuervo se unen las
cañadas Real de Trebujena, de las Cabezas de San Juan y de Gibalbín. Desde la
Marisma del Cuervo hay una buena comunicación con la zona de Lebrija… a
través de las Peñas del Cuervo, con la Sierra de Gibalbín a través de la cañada y
con los Llanos de Caulina a través del Arroyo de los Prados».
225 Ramos Muñoz, J./González Rodríguez, R., Prospección Arqueológica Superficial en el término municipal
de Jerez de la Frontera, Cádiz. Campaña 1990. 1992; Archivo de la Delegación Provincial de la Consejería de
Cultura de Cádiz. Reinoso del Río, M.ª C., Revisión del Inventario de Yacimientos Arqueológicos de la Provincia
de Cádiz. Estación del Cuervo, 1998; Archivo de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de Cá-
diz. Mercado Hervás, L., Revisión del Inventario de Yacimientos Arqueológicos de Jerez de la Frontera. Estación
del Cuervo., 2005; Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera. Equipo de trabajo del Museo
Arqueológico de Jerez, Listado de yacimientos arqueológicos del término municipal de Jerez de la Frontera.
Cádiz.
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 165
Transcripción:
E(x) OL(lis) . B
Otras posibilidades (M.ª Dolores López de la
Orden): POTB. O bien: FOTB.
O bien: FQTB
Traducción: De los depósitos de B[---]
Añade López de la Orden: «Me perece más
bien (palma) OF(ficina) B(---). La fotografía está
invertida y al entenderse mal cuando se hizo, el
área del letrero no se ve completa por donde po-
dría continuar, pero así mismo ya se entiende».
Fig. 105. FBC (MAMJF)
8.9 La Fuente de la Salud (El Cuervo Grande)
La Fuente de la Salud es conocida por los lugareños como La Isleta 226, donde se
ubica una villa con una amplísima pars urbana en el cortijo de Miro (o cortijo de
El Cuervo Grande), lugar cercano a la laguna de los Tollos.
N.º 68 Sarapiaco
Bibliografía: Sáez Fernández (1991): 273-281 (276-278, n.º II, lám. II, fig. 2); AE
1991, n.º 1032; HEp 4, 1994, n.º 264.
Inscripción funeraria de mala calidad en su conjunto. Fragmento casi rectan-
gular de placa de mármol blanco, que conserva el margen superior, el derecho y
el izquierdo. Parte posterior pulimentada. Mide 10 cm de ancho por un lado y
11,5 cm de ancho por el otro; 17,6 cm de largo, y 2,5 cm de grosor. Altura de las
letras, entre 2 a 2,5 cm. Son capitales actuarias de trazado irregular. Letras de
mala calidad, la A sin barra horizontal y los ápices poco pronunciados, la M y la
V son muy abiertas, la P y la R tienen el ojo cerrado. Los puntos son triangulares
y la interpunción no se atiene a las reglas normales de separación de palabras: hay
interpunción entre A y N, y entre N y N de ANN(orum), y también parece que
hay un punto entre la X y la I de VIXIT. Conserva restos de pintura roja en todas
las letras. Pedro Sáez señala la escasa pericia del lapicida, por la mala calidad, la
mala grafía y los trazos que salen de las líneas, lo que dificulta su transcripción
(CIL II, P. Sáez Fernández).
La letra es de mala calidad. La datación: unos la fechan en la primera mitad
del ii o anterior (P. Sáez y HEp 4), otros de finales del siglo ii o siglo iii (Julián
González Fernández y Peter Rothenhöfer: comunicación oral).
Se encontró en La Fuente de la Salud, en el cortijo de El Cuervo Grande, al
sureste de dicha localidad sevillana, pero en el término de Jerez, localidad esta
última en la que un particular conserva esta pieza epigráfica. Fue documentada,
fotografiada y dibujada en 1987.
Transcripción:
DMS
SARAPIA
CVS VIXIT
ANN + [---]
+ parte superior de una línea recta tal
como L o I, seguida de M
Lectura:
Fig. 106. J. González.
D(is) M(anibus) S(acrum) / Sarapia/
cus vixit / ann(um) I m(enses) [---]
Aparato crítico: 4ª: A.N.N XX, Sáez Fernández; A.N.N(os) XX, HEp; ann(is)
XX[…?], AE.
Traducción: Consagrado a los dioses Manes. Sarapiaco. Vivió un año y diez
meses.
Antroponimia: Pedro Sáez cree que se trata de una inscripción perteneciente a
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 167
Está en el entorno del manantial que abastecia a la ciudad de Gades a través del
acueducto que allí nacía, la más importante obra civil hasta la Contemporanei-
dad, que tiene relación directa con nuestro término, y fue quizá patrocinada por
Balbo el Joven (lám. 87 y 92).
Transcripción:
D.M.S
VALERIA
PALLACE
ANN . XXVII
5 M . VI. H . S
S . T . T . LEVIS
Lectura: D(is) M(anibus) s(acrum) / Valeria / Pallace / ann(orum) XXVII /
m(ensium) VI h(ic) s(ita) / s(it) t(ibi) t(erra) levis.
Traducción: Consagrado a los dioses Manes. Valeria Palacé, de veintisiete años de
edad y seis meses. Aquí yace. Séate leve la tierra.
Aparato crítico: 3ª Puella, HEp. 5ª h(ic) · s(ita) · e(st), HEp.
Antroponimia: El significado de Pallace es «la querida», la pareja no legal, igual
que Phile. «Pallace es pura transcripción de que en latín se diría: pellex (barraga-
na), con significación menos malsonante. La barraganía, o concubinato del sol-
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 169
tero ingenuo con su liberta a manera de contrato morganático, dice Fita (1896)2:
360. A nuestro juicio Pallace está relacionada más bien con el culto a Afrodita.
Un vial al noroeste del término de Jerez, en el entorno del antiguo Lacus Ligusti-
nus, en el ager inmediato a las marismas de Mesas de Asta y en el antiguo estuario
del Guadalquivir.
Transcripción:
L CALPVR [---]
AFRINV(s) [---]
Hic . S [E(st)][---]
+X [---]
+ puede ser L, pero también I.
Lectura: L(ucius) Calpur(nius) [---] / Afrinu(s)
[---] / hic s(itus) [e(st)][---] / I/LX [---] Fig. 110. FBC (MAMJF)
Traducción: Aquí yace Lucio Calpurnio...
Afrino de /1/9/60 (¿?) años...
Aparato crítico: 2ª: AFR.IVN, Esteve 1979. 4ª: H(oc) M(onumentum).
N(on).S(equetur): López de la Orden, pero no es bien visible
170 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 71 MAL . FR
Tégula de arcilla o ladrillo fragmentada
en seis trozos, de pestaña triangular con
una inscripción latina romana incomple-
ta dentro del campo de un sello de for-
ma rectangular y próxima a un círculo.
La pieza mide 65 cm de altura y 45 cm
de longitud. El tipo de letra es capital
cuadrada en bajo relieve. Las letras AL
con nexo y la A queda inclusa dentro de
la M, notándosele rebajado el triángulo
superior a la traba de la A. El trazo in-
ferior de la L coincide con la línea in-
ferior del sello. Otros sellos publicados
por Caballos Rufino, A. (2003): Minima
epigraphica, Habis 34, pp. 259-285, nos
permiten la lectura de los nexos: Fig. 111. A. Caballos Rufino, p. 280, lám. 10
227 Cf. Ramos Muñoz / González Rodríguez (1992): 64-75; Reinoso del Río (1998)5; Mercado Hervás (2005)4;
Equipo de trabajo del Museo Arqueológico de Jerez (s. a.).
228 Vega Geán / García Romero (2013)2: 67.
229 J. y A. García Lázaro, en su blog http://www.entornoajerez.com.
230 Vega Geán / García Romero (2013)2: 65-67.
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 171
Transcripción:
MAL . FR
Otra lectura posible sería: MAV . FR
MAL recuerda otra inscripción de nuestra colección, la de MAL SAMBARO
231 Reinoso del Río (1998)6; Mercado Hervás (2005)5; Equipo de trabajo del Museo arqueológico de Jerez
de la Frontera (s. a.).
172 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
D . M . S hédera
M . AEMILIVS . ADAES
VIX . ANN . XL . I
HSE.S.T.T.L.
Lectura: D(is) M(anibus) s(acrum) / M(arcus)
Aemilius Adaes / vix(it) ann(os) XLI / h(ic)
s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)
Traducción: Dedicado a los dioses Manes.
Aquí yace Marco Emilio Adaes, vivió cuaren- Fig. 114. FBC (MAMJF)
N.º 73 C. Trifena
Bibliografía: CIL II, 1308; Caro (1932-33): 1, 446; fol. 105 v; Martínez y Mar-
tínez (1892): 511; Romero de Torres (1934): 200; Vives, ILER, n.º 2953; Gon-
zález Fernández (1982): 72, n.º 106; Canto (1997): 60, n.º 23 bis.
Inscripción funeraria actualmente desaparecida.
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 173
Transcripción:
D.M.S
C . TRIPHAENA
C . S . AN . L
H . S . E . S . T . T. L
Lectura: D(is) M(anibus) S(acrum) / C(aius) Triphaena / c(arus) s(uis), an(norum)
L / h(ic) s(itus?) e(st). S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).
Aparato crítico: 2ª: C = G(aia), Canto; C(cornelia) González; TRIPHAENA,
Caro, Canto; TRYPHAENA Hübner. 3ª: C(aii) s(erva), Canto; C(aii) s(ororis)
Martínez.
Traducción: Consagrado a los dioses Manes. Cayo Trifena, querido de los suyos,
de 50 años, aquí está enterrado. Séate leve la tierra.
Onomástica: Triphaena es un cognomen de origen griego que tiene el significado
de «afeminado» (del sustantivo gr. tryphڼ, «libertinaje, afeminamiento», verbo
thrýptō, «quebrantar, debilitar, ablandar»). Se da en otros epígrafes: Murato-
ri, Inscr. 2076, pero en ese caso es Tryphenus. Y aparece en S. Pablo, Romanos
16,12, donde es femenino: aspásasthe Trýphainan kai Tryphôsan tàs kopiôsas en
Kyriôi. Creemos que se debe conservar la lectura de Caro, el primero que la vio:
TRIPHAENA, puesto que se trata de una variante ortográfica entre otras más
posibles de la transcripción latina del nombre griego, aunque en griego se escriba
con Y. No tiene que extrañar que la labial Y se haya escrito como la anterior I.
La abreviatura del praenomen ha comportado dudas sobre su valor: sencilla-
mente será la abreviatura de Caius, El cognomen Triphaena no implica la lectura
C(aia) ya que en griego la desinencia –a no es necesariamente femenina (P. Chan-
traine [1967]: 53-56); tampoco en latín en numerosos casos.
232 Ramos Muñoz / González Rodríguez (1992); Reinoso del Río (1998)4; Equipo de trabajo del Museo Ar-
queológico de Jerez (s. a.).
174 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 74 Lucio
Bibliografía Mateo Murillo (1753): RAH, Est. 18, 65; Santiago Palomares, F.
J.: RAH 9/4775; Gutiérrez (1886-1887): t. I, 82; ms, t. 1, p. 44; CIL II, 1307;
Muñoz Gómez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-1895): 20; Vives, ILER,
n.º 2656; González Fernández (1982): 71-72; Cebrián Rodríguez (2002): 41-42;
HEp 1277; Clauss-Slaby: EDCS-05501313.
Inscripción que Antonio Mateos Murillo envió en 1753 a la Academia de
Madrid. Hoy desaparecida: «Fue hallada en el pago de San Julián, a varios kiló-
metros (una legua, según los textos del XVIII) al noroeste de Jerez, en la zona de
Añina, en las viñas de los herederos de Jerónimo Mures, presbítero».
Rosario Cebrián Rodríguez hace referencia a una carpeta de 1753 que se con-
serva en La Real Academia de la Historia: «La disertación histórico-chronológica
de Jerez de la Frontera escrita por el académico Antonio Mateos Murillo fue leída
en la sesión académica del 18 de Julio de 1804 (CAAC/1804/7/18). 1753/6/28
[…]. Este informe ya visto por Hübner, incluye las inscripciones CIL II 1306
[…] 1307 […] 1309 […]. Informe sobre las inscripciones romanas encontradas
en Jerez de la Frontera, que ya fueron publicadas por Ambrosio de Morales y Jan
Gruter»233.
Escribe Bartolomé Gutiérrez: «… De estas Romanas memorias tenemos otras
dos lápidas halladas a una legua de Xerez, en el pago llamado San Julián. Agos-
tando en la viña de D. Gerónimo Mures, Presvítero, descubrieron una Bóbeda
ó Sepulcro de bien labrada Arquitectura con dos lápidas en los estremos, y sobre
él una piedra ó Losa grande sin rótulo pero las otras dos estaban escritas con un
epitafio cada una, que contenían los enterramientos de Padre e hijo; pondremos
el del Hijo que es el más dilatado, y contiene el nombre del Padre, que en la otra
piedra esta solo».
Transcripción:
LVCIVS
Menciona el manuscrito jerezano de epigrafía: «En un sepulcro romano, hallado
en una viña, de la propiedad de Dn. Jerónimo Mures, pago de Sn Julián, como
á una legua de Jerez, había dos lápidas: una decía solamente: LVCIVS y la otra:
LVCIVS ALPIDIVS L.F. H.S. / E. S. T. T. L. (Lucius Alpidius, Lucii filius hic situs
est. Sit tibi terra levis). Publicólas Bme. Gutiérrez. Cubrían una sepultura en que
233 También da noticia de algunos hallazgos escultóricos en aquel municipio. N.º Hojas: 14. Mateos Murillo,
Antonio. Destinatario: Real Academia de la Historia. Personas aludidas: Flórez, Enrique; Morales, Ambrosio
de; Gruter, Jan (Janus Gruterus); Diácono, Pedro; Salengre, Alberto Enrique; Guirano, Gallardo; Beroaldo;
Sponio, Jacobo; Mures, Jerónimo; Caro, Rodrigo. Cargos: Abogados de los Reales Consejos. Materiales: Ins-
cripciones honorificas romanas; fragmentos de estatuas de mármol romana; fuste de columna romano…
Jerez de la Frontera, Barrio de Santiago, Calle de Ruiz López, Calle de la Merced, Iglesia de Santiago, Calle
de los Ídolos…
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 175
reposaban el Lucio citado y su hijo Lucio Alpidio que nombra la 2ª, que dice así
traducida: «En este sitio reposa Lucio Alpidio hijo de Lucio. Séate la tierra ligera».
En las Vegas del Torno se han documentado una villa en la orilla derecha del
Guadalete y una habitación de un edificio termal, al pie de un antiguo meandro
y próxima a un sitio conocido como «El Cementerio», y también cerca de Cejos
del Inglés y Rancho de Perea, donde se han documentado hornos de ánforas234.
N.º 75 SISAN
Bibliografía: González Fernández (1982): 282, n.º 536; HEp 2877.
«Fragmento de ladrillo encontrado en las excavaciones de la campaña de 1978
realizadas por Antonio Sáez Espligares y Francisco Giles Pacheco en un horno
cerámico romano de San Isidro del Guadalete, cerca de Jerez de la Frontera».
No está enmarcado en un sello. Medidas máximas de 17 cm, 10 cm y 25 cm.
Letras actuarias de módulo elegante. La edita J. González Fernández por primera
vez, con el aporte de la lám. CLXVI.
Transcripción:
SISAN[---]
Lectura: Sisan(nus/a) o Sisan(ius/a) o
Sisa(nni) (González y HEp.).
Onomástica: Albertos, p. 209, 266: Sis-
ania, Sisanna y otros.
Procede de una villa romana que apareció con motivo de la construcción del
gasoducto de Tarifa a Córdoba. En la finca habría un importante asentamiento
rural235. La carretera C-343 divide hoy la finca (lám. 82 y 89).
N.º 76 Aureliano
Bibliografía: López de la Orden (2001): n.º 88; Clauss-Slaby: EDCS-ID:
28701488; HEp-11, 00231.
Inscripción en arcilla o ladrillo rectangular de época romana con dos inscrip-
ciones en relieve en sus cantos, que sirven de sello ya que las letras están al revés.
Es de tipo Anderson (1991): n.º 74, 77 y 78, 53-55; fragmentado en una de sus
caras, lo que hace que su lectura resulte incompleta. Medidas de la pieza (altura,
longitud, anchura): 32 cm de longitud, por 22,5 cm de anchura y 5,5 cm de
grosor. Medida de las letras: 4 cm (López de la Orden). Tipo de letra: Capital
cuadrada en alto relieve. Cronología: s. i–ii d. C. (López de la Orden).
Encontrada en el cortijo del Sotillo Viejo, término de Jerez de la Frontera. No
hubo intervención arqueológica. Fue donada por Felipe Morenés. Se conserva en
el Museo Arqueológico Municipal de Jerez, donde ingresó el día 4 de agosto de
1995. N.º IG: 1228/RE: 00973. Actualmente se conserva en el almacén.
Frente: Lateral:
235 Sobre el cortijo del Sotillo Viejo, cf. Aladro Prieto, J. M. / Ledo Márquez, P. / Orúe Vázquez, J. (1993).
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 177
Transcripción:
Cara A (canto mayor):
AVRELIANI
Cara B (canto menor):
[-]ASA B[---
Lecturas:
Cara A: Aureliani (ex officina)
Cara B: [-]asa b[---
236 La Tabula Iimperii Romani (J-29) a.v. GIGONZA, la describe así: «Castro indígena con una extensión de
1,5 ha repartidas entre dos plataformas amuralladas. A juzgar por los numerosos restos superficiales, se re-
gistra una fuerte ocupación islámica cuyo nombre fue recogido en las crónicas musulmanas como Sigûntsa
(Al-Idrîsî, Uns al-muhai). A juzgar por las numerosas villas romanas localizadas en su inmediato entorno (Ca-
sas Viejas) debió de conservar una ocupación romana, al menos durante las primeras décadas del imperio».
237 González Rodríguez / Ruiz Mata (1999): 117.
238 audito Seguntiae Celtiberum omnes sarcinas impedimentaque relicta, eo pergit ducere ad oppugnandum.
178 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 77 Clodio
Bibliografía: Masdeu (1789), 389; Portillo (1839): t. II, 182; Muñoz Gómez /
Muñoz Espinosa / Cala y López (1890-1895): 19, n.º 10; González Rodríguez /
Ruiz Mata (1999): 146. CIL II 3626 (p LXXIX, 711, 960); Corell, J. (1994), n.º
18 = Ep 18, 2009, 444 = Espluga,
Inscripción hallada «En el territorio que hoy se llama Jigonza…» Actualmente
está desaparecida la inscripción.
239 Ramos Romero, M. (1983): Historia de los pueblos de la provincia de Cádiz. Alcalá de los Gazules, Cádiz,
p. 153.
240 Gutiérrez (1886-1887): t. I, 34-35.
VIII. INSCRIPCIONES ROMANAS DE OTROS YACIMIENTOS 179
Transcripción:
C(aio) . CLODIO
C(ai) . F(ilio) . FLAVO
SEGONTINEN (si) .
F(ilius/ecit/actum) .
EX . TESTAMENTO
Lectura: C(aio) Clodio / C(ai) F(ilio) Flavo / Segontinen(si) / f(ilius/ecit/actum) / ex
testamento.
Traducción: A Cayo Clodio, hijo de Gayo, Flavo, natural de Segoncia, su hijo se
lo erigió cumpliendo su testamento.
Aparato crítico: 2ª: C(aiae), Flavio, Epi. Xerezana. 3ª Segontinensis, Epi. Xereza-
na. 4ª: f(ilius) Masdeu & Epi. Xerezana.
Esta inscripción termina con la mención de su heredero, el hijo, que es el que
ha hecho levantar el momento funerario, así como la precisión de que es una
disposición testamentaria241 (al igual que vimos en otra inscripción jerezana, la
de Vecilio, de la Puerta Real).
Fig. 124.
Lectura: Appulei[---] / nus et Briseis. / H(ic) s(iti) s(unt). / S(it) v(obis) t(erra) l(evis).
Traducción: Apuleyo/a … no? Y Briseida. Aquí yacen. Que os sea leve la tierra.
IX
Inscripciones romanas
relacionadas con Jerez
243 Cf. arriba, pp. 155 ss., y el resumen de García Romero (2013): 57-59.
244 Pemartín (1965): 224.
245 Tovar (1973): 399-404 = (1975): 93-99; y cf. también, del mismo autor, (1974): 174-175.
246 González Gordon (1970): 38.
247 Hoyos (1979): 439 ss.
248 Fita (1897): n.º 12, 343-344; cf. Martínez y Martínez (1892): 510.
182 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Cera 249, orillas del río Guadalete; y es punto estratégico de primer orden entre
Lebrija, Tarifa y Cádiz. Allí, por de contado, ó en Jerez de la Frontera, mejor que
en Jerez de los Caballeros, se verifica el dicho de Teopompo, que escribiendo tres
siglos antes de la era cristiana, marcó la situación de una ciudad, denominada
Xera, cerca de las columnas de Hércules». Por otro lado, el término Serienses,
asociado a Jerez de los Caballeros, está recogido en la epigrafía, como lo señala
Vicent250. El profesor Padilla afirma: «La identificación de Ceret con la actual
Jerez de la Frontera es la comúnmente admitida. Sin embargo, salvo las monedas
con las leyendas latinas CERET en el reverso, halladas en el territorio jerezano,
la arqueología aún no ha confirmado una identidad que, por otro lado, la con-
tinuidad toponímica parece presentar como indudable, pues no ha sido encon-
trado hasta la fecha –fuera o dentro del casco urbano de la población actual– el
yacimiento que pueda ser identificado con certeza con Ceret»251.
N.º 79 Ceretano
Bibliografía: CIL II, 986 (1031); Hübner (copia de Cornide, n.º 2); Martínez
y Martínez (1892): 510; Fita (1897): n.º 12, 343-344; Canto (1997) 23; HEp
7, 1997, 96; HEp 21839 = EE-09, 60; Padilla Monge (1989): 186-190; Clauss-
Slaby EDCS-05500996.
Epitafio encontrado en Jerez de los Caballeros. Hübner y Martínez hacen la
lectura que reproduce Fita. Este autor se pregunta si no es ésta una inscripción
apócrifa y añade que pudo generarse de otra concebida en términos parecidos,
por ejemplo de una de Zafra (CIL II, 987). Está desaparecida.
Transcripción:
[---]XXIII. A. BIVS
[---]CERETANVS
[---]B[---]VERA. LAC
[---]IIIIX. ET . PIENTIS
H.S.E.S.T.T.L.
249 Recoge el pensamiento de buena parte de la historiografía jerezana (Esteban Rallón, Flórez, Madoz…):
cf. Vega Geán/García Romero (2000): 53, n. 47.
250 Vicent (1973): 6 ss.
251 Sobre las monedas cf. también Guadán (1969): 214, lám. 479; Cienfuegos / García Romero (2002): 229-
232; y nuestros comentarios en García Romero (2013): 93-96, donde citamos a Martínez (1892): 34: «Había
en Jerez de la Frontera (convento jurídico de Gades) una población denominada Ceret, que es la misma
que Teopompo llama Xera (Xیra) y supone situada cerca de las columnas de Hércules; pero la lección ge-
nuina del nombre consta por las monedas que acuñó esta ciudad, de las cuales posee tres ejemplares el
Archivo Numismático que ostentan por el reverso la palabra CERET; y por cierto que en una de ellas está
grabada la T final en forma fenicia: CERE+».
IX. INSCRIPCIONES ROMANAS RELACIONADAS CON JEREZ 183
En el entorno de las antiguas calzadas, aquellas que unían Hispalis con Assido y
los ramales que unían la campiña con la Sierra de Cádiz. El lugar de su hallaz-
go fue Las Abiertas, a 9 km al este de Arcos de la Frontera. Se encontró en una
deposición secundaria y en un contexto funerario. En la bibliografía se recoge su
conexión con nuestro término, especialmente Hispania Epigraphica, que la señala
como procedente de la comarca de Jerez.
N.º 80 Lex
Bibliografía: HEp 15, 2006, 107 en Revista Jerez de la Frontera 107 (noticia
abreviada); Stylow (2007): 357-365, lám. XXI; Abásolo Álvarez (2006): 21-25,
con fotos; AE 2006, 650; AE 2007, 764; VV. AA. (s/f): Romanos y visigodos en
Villamartín (ms), 64; Caballos Rufino (2009)252: 150-157.
Fragmento de lex n.º de registo 25946; inscripción en bronce (parte central
de una tabula aenea) de forma irregular, ligeramente romboidal o lanceolada.
Muy bien descrita en VV. AA. (s/f): Romanos y visigodos en Villamartín (ms), 64.
La única superficie inscrita ha sido alisada antes de la grabación, y conserva tres
rehundidos, anteriores también al grabado, como recuerdos de «parches» desti-
nados a dotar de regularidad al marco epigráfico mediante «teselas» (sólo se con-
serva el central completo). El primero en la parte alta del lateral derecho (sólo se
ve un ángulo recto de orientación oblicua respecto al eje vertical de la pieza, entre
las líneas 3 y 4, de 1,5 a 1 cm y una profundidad de 0,2 a 0,25 cm); el segundo
en la parte central (un rectángulo de 1,7 por 0,9 cm y una profundidad de 0,2
cm, con una trayectoria irregular en su parte inferior, desviado respecto al eje y
entre las líneas 4 y 5), y el tercero en la parte inferior, en el extremo distal de la
pieza conservada, del que podemos ver su lado corto y el arranque del largo (1,3
252 Caballos Rufino, A. (2009): «Publicación de documentos públicos en las ciudades del Occidente romano:
el ejemplo de la Bética», Selbstdarstellung und Kommunikation. Die Veröffentlichung staatlicher Urkunden auf
Stein und Bronze in der römischen Welt, Munich, Anejos de Vestigia, pp. 131-172.
184 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
cm por 0,5 cm, y una profundidad de 0,25 cm, aunque parece el más grande de
los «parches», con una orientación similar a los anteriores, y en la última línea
del texto). Ha sido restaurada por el Museo Histórico Municipal de El Puerto de
Santa María. Excelente estado de conservación, con restos de pátina en la cara
grabada y adherencias de tierras, rugosidades e irregularidades en el reverso. Se
observan líneas incisas de poca profundidad y unos grafitos en la parte epigráfica,
que nos pueden indicar una defectuosa manipulación contemporánea de la pieza.
No hay restos de ordinatio. Las líneas se distribuyen en tres párrafos, a tenor
del mayor interespaciado entre las líneas 4 y 5 (1,9 cm) y entre la 7 y 8 (1,8 a 1,9
cm), en contraposición al centímetro escaso que hay en el resto del interlineado.
Es posible que sean las rubricae diferenciadas. La anchura de las columnas sería
notable. Medidas: 14,8 cm de alto por 9 cm de ancho y 0,7-0,6 cm de grosor.
Medidas de las letras: 1 a 0,5 cm, de trazo desigual, característica de los bronces
jurídicos hispanos altoimperiales. Interpunción: triángulo.
Se encontró en Las Abiertas, a escasa distancia de un grupo de enterramientos
formados por sepulturas de lajas. Se conserva en el Museo Municipal de Villa-
martín, inv. n.º 516. Depositado por Diego y José Mesa Gómez.
Transcripción y lectura:
- - - - - - / [- - -]+[- - - / - - -] ++VR· E[- - - /3- - -] AVG · TIVE· +[- - -]
/ AES· AVG · P · M · [- - - / - - - - - -] (vacat) /6[- - -] petitiones · pers+[-
- - / - - -]ones · cuiusq · eoru[- - - / - - -]ES · persecutio+[- - - /9- - - - - -]
(vacat) / [- - -]ERNO · S+[- - - / - - -] · (vacat) / - - - - - -
En lín. 1ª + es E o I; en lín. 2ª la primera + es A o R, la segunda + I o T; en lín.
3ª la + puede ser C o Q; en lín. 6ª la + tal vez E; en lín. 8ª la + posiblemente N;
en lín. 10ª la + E o P. Por determinadas características formales, el fragmento
pertenece al texto de una lex. En lín. 3-4 hay una mención imperial que recuerda
a la serie de nombres de emperadores que, unidos por la partícula –ve, aparecen
en la lex Irnitana (capítulos 19, 20 y B9). Así para la lín. 3ª se podría restituir
la secuencia: [--- Divi Aug(usti) Ti(beri)ve Iuli Caes(aris)] Aug(usti) Ti(beri)ve
C[laudi Caes(aris) Aug(usti) Imp(eratoris)ve Galbae Caesaris Augusti...]; en la
lín. 4ª el último emperador nombrado es [--- C]aes. Aug. p(ontifici) m(aximi), el
princeps reinante en el momento de promulgación de la ley, como se deduce del
cargo religioso.
Ante la dificultad de interpretación, cabe la opción de que los términos petitio
y persecutio indicaran la pertenencia del fragmento a una lex hasta ahora desco-
nocida, de época de Vespasiano o Galba, que regulara, entre otras, cuestiones de
derecho procesal. El nuevo hallazgo evidenciaría la existencia de una ciudad en
predios de la Sierra de Aznar, aún en el anonimato (¿Laepia?). Con todo, quedan
estas consideraciones como meras conjeturas hipotéticas.
IX. INSCRIPCIONES ROMANAS RELACIONADAS CON JEREZ 185
Incluimos con dudas esta inscripción dentro del catálogo epigráfico de Jerez de
la Frontera. Los autores del catálogo de Epigrafía Xerezana nos lo señalan: «Tiene
por objeto esta nota destruir la infundada duda que existe respecto á si debe ó
no aplicarse a Xerez, suponiéndola sucesora de Asta Regia, la lápida… Dada ya
por la juiciosa crítica é ilustración de las personas competentes en estos estudios
la solución del presente caso a favor de Arcos, es ociosa toda cuestión sobre ello
y deben estimarse en lo que valen las frases del entendido… Las copiaron con
gran fidelidad hombres doctos… Que no dan lugar a dudas, entre Arcensium y
Astensium». Los autores de la Epigrafía Xerezana no niegan «(…) que fuera siem-
pre de mayor lustre y fama que Arci en la Romana Historia nuestra Hasta Regia,
una capital de la Turdetania (…)», pero dudan si asignar el magistrado al que va
dedicada la inscripción, S. Julio Posesor, a la vecina Arcos o a la jerezana Mesas
de Asta. Las dudas surgen desde la misma copia de la inscripción: Morales, Pons,
Espinosa y Florez interpretan Arcensium, mientras que Masdeu y Virués Spínola
leen Astensium.
Tenemos dificultad para adjudicar Colonia Arcensium como topónimo latino
De Arcos. El problema de la toponimia de Arcos se repite una y otra vez: en
epigrafía se le asignan las inscripciones relacionadas con Turris Regina (Casinas,
Casablanca, Sierra de Aznar; IRPCádiz n.º 542 a 545) así como Laelia o Caelia
(material de acarreo y de colecciones de la propia Arcos y Jédula, IRPCádiz n.º
510 a 518). Encontramos el topónimo Arcobriga253, que es la atribución que le
hace Juan Félix de Rújula, cronista y rey de armas de Carlos IV, o Mancheño
que habla de Arx, Arcis, Arcorum… Lo cierto es que ni las fuentes epigráficas, ni
las geográficas ni las numismáticas son explícitas: de hecho, sería esta la única
inscripción hispalense (con todas sus reservas) que nos habla de una Colonia
Arcensium, que podría ser completada con otra que alude al genio del Municipio
sin que se especifique su gentilicio (genii municipii, en CIL II 1362, ILER 563,
IRPCádiz 510).
Centrándonos en el personaje, Sexto Julio Posesor de la tribu Quirina, es un
personaje hispano, cuya familia pertenece al ordo decurional de un municipio
Flavio y que alcanzó la ciudadanía por el Edicto de Latinidad (ius latii minor) de
Vespasiano del 74 d. C. Su actividad decurional queda reflejada en la inscripción,
así como su carrera militar en el estado mayor de una legión, en una cohorte
auxiliar de galos, en un ala de caballería de hispanos y en un cuerpo auxiliar de
arqueros sirios (los numeri, unidades ligeras a cargo de mandos romanos, muy
operativas y con mucha movilidad, que conservan el equipo y el modo de comba-
tir de su lugar de origen). Sexto Julio es el paradigma del encumbramiento social
en la política del Imperio de los hispanos y los béticos (tanto en el Senado, como
la participación de los équites hispanos, como sería el caso de este Julio Posesor,
en la administración imperial), al final de la dinastía Flavia y bajo la dinastía An-
tonina, en el siglo ii d. C.: con el punto más alto con Trajano y una disminución
progresiva desde Adriano254.
254 Blázquez, J. M. (1985): «Economía y sociedad de Hispania durante las dinastías de los Antoninos y de los
Severos», en VV. AA., Historia de España Antigua, t. II, Madrid, pp. 489-490.
255 Otro caso en Chic García, G./García Vargas, E./Romo Salas, A. S./Tabares Rodríguez, M. A. (2001): «Una
nueva inscripción annonaria de Sevilla: M.Ivlivs Hermesianvs, diffvsor olei ad annonam vrbis», Habis 32, pp.
353-374.
256 Cómez Ramos, R. (2012): «Reutilización de materiales antiguos en la arquitectura mudéjar sevillana», en
A. Sousa Melo/M. Do Carmo Ribeiro (coords.), História da construçào os materiais, Braga, pp. 77-88.
IX. INSCRIPCIONES ROMANAS RELACIONADAS CON JEREZ 187
En ella aparece un gentilicio que unos leen «Astense» (de Asta Regia) y otros «Ar-
cense» (de una ciudad con topónimo «Arci»257, que podría ser la actual Arcos de
la Frontera), pero el único nombre comparable es Arcilacis de Ptolomeo (II,4,9).
Masdeu dice que dicha inscripción está incompleta y mal transcrita; pero no
señala los suplementos, ni detalla otras erratas que las seis que vemos sobre la
siguiente lectura258:
257 Un topónimo que se le aproxima es el de Arca Caesarea (en Fenicia), patria de Alejandro Severo. Cf.
Fornell Muñoz (2004): pp.73-113; p. 95.
258 Correcciones de Masdeu a Morales: 1. En Morales, Arvensium; en Masdeu, Maiensium. / 2. En Morales,
Fulminatr(ix); en Masdeu, Fulminatur./ 3. En Morales, Arcensium; en Masdeu, Astensium. / 4. En Morales,
Adiecto; en Masdeu, Adlecto. / 5. En Morales, Recensentum; en Masdeu, Recensendum. / 6. En Morales,
Exolvendas; en Masdeu, Exsolvendas.
188 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
SEX(to) IVLIO SEX(ti) F(ilio) QVIR(ina) POSSESSORI
PRAEF(ecto) COH(ortis) III GALLOR(um) PRAEPOSITO NVME
RI SYROR(um) SAGITTARIOR(um) ITEM ALAE PRIMAE HISPA
NORVM CVRATORI CIVITATIS ROMVLENSIVM M(unicipii) AR
5 VENSIVM TRIBVNO MIL(itum) LEG(ionis) XII FVLMINAT(ae)
CVRATORI COLONIAE ARCENSIVM ADLECTO
IN DECVRIAS AB OPTIMIS MAXIMISQVE
IMP(eratoribus) ANTONINO ET VERO AVG(ustis) ADIV
TORI VLPII SATVRNINI PRAEF(ecti) ANNONAE
10 AD OLEVM AFRVM ET HISPANVM RECEN
SENDVM ITEM SOLAMINA TRANSFE
RENDA ITEM VECTVRAS NAVICVLA
RIIS EXSOLVENDAS PROC(uratori) AVGG(ustorum) AD
RIPAM BAETIS SCAPHARII HISPALEN
15 SES OB INNOCENTIAM IVSTITIAM
QVE EIVS SINGVLAREM
Lectura: Sex(to) Iulio Sex(ti) f(ilio) Quir(ina) Possessori / praef(ecto) coh(ortis) III
Gallor(um) praeposito nume/ri Syror(um) sagittarior(um) item alae primae Hispa/
IX. INSCRIPCIONES ROMANAS RELACIONADAS CON JEREZ 189
259 Lectura de Epigrafía Xerezana, que recoge las correcciones de Masdeu a Morales que vimos en la nota
anterior: Sex. Iulio Sex. F. // Qvir Possesori // Praef. Coh. III Gal. // Praeposito Numeri // Syros. Sagittarios // Item
Alae Primae Hispanor. // Curatori Civitatis // Romulension M. // Arvensium (1) Tribuno XII L. Fulminatr. (2) // Cura-
tori Coloniae Arcensium (3) // Adiecto (4) in decurias // Ab Optimi?s Maximisque Impp. // Antonino et Vero Augg. //
Adivtori --- Antonini // Praef. An?non. // Ad Otium --- Hispanum // Recesentum (5) // Item Solamina transferenda
// Item Vecturas // Naviculariis Exolvendas (6) // Proc. Augg. Et a?d Ripam Baetis // Scapharii Hispalenses // Ob
innocentiam // iustitiamque eius // … singularem //
260 Traducción de A. de Morales, recogida por Epigrafía Xerezana con las siguientes anotaciones: «Los bar-
queros de Sevilla pusieron esta estatua, por su singular entereza y justicia, á Sexto Julio Posesor, hijo de
Sexto, de la tribu Quirina, que tuvo todos estos cargos: Fue prefecto de la 3ª cohorte de los Franceses (sic);
Prepósito del número de los Sirios Flecheros; Prepósito también de la 1ª Banda de Caballos Españoles; Pro-
curador de la ciudad de Sevilla y del Municipio de los Arvenses (Alcolea), Tribuno de la Legión Duodécima,
llamada Lanzarrayos. Procurador de la colonia de los Arcenses (nats. de Arci-Arcos); uno de los acrecentados
en las Decurias de los Jueces, por merced de los excelentes y soberanos Emperadores Antonino y Vero,
Augustos; Ayudante de Antonino; Prefecto del trigo; y para tener cuenta con el Ocio Imperial de España (1)
y para enviar el tributo de las consolaciones (2), y para hacer pagasen los pasajes á los Procónsules de los
Emperadores, los marineros de toda la ribera del Guadalquivir (sic) (3).
1. Otia Imperatorum: Libro descriptivo de cada Provincia con su gobierno, tributo, límites, etc (Nota
de Morales).
2. Dice Morales ignorar qué fuese este impuesto.
3. En el Archivo Catedral de Sevilla se conserva una traducción más perfecta de esta inscripción, que
dice así:
Los Barqueros de Hispalis hacen esta dedicación á la pureza y singular justicia de Sexto Julio Possesor,
hijo de Sexto, de la tribu Quirina; que fue Prefecto de la tercera cohorte de Galos, Prepósito del Número de
los Sirios Flecheros, Prepósito de la 1ª Banda de los Caballos Españoles, Procurador de la Ciudad Romulense
y del Municipio de los Arcenses, Tribuno de la Legión XII ó de los Lanzarrayos: procurador de la Colonia de
los Arcenses, agregado a la Decuria de los Jueces, por merced de los excelentes y soberanos Emperadores
Antonino y Vero, Augustos; Ayudante de Ulpio Saturnino, Prefecto de los Víveres, y encargado del reconoci-
miento del Aceite de África y de España, de la Remesa de los Socorros y de hacer pagar sus fletes y portes á
los Maestros de las Naves, como Procónsul de los Emperadores en las Ribera del Betis».
190 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Ya hemos recogido más arriba que Bolaños era considerado a finales del siglo
i d. C. como el fundus Cornelianus, ya que pertenecía a una destacada familia
gaditana, a la que nos hemos referido a propósito de la inscripción de un esclavo
de L. Cornelio Pusión y otra lápida que un liberto griego, Theogenes, dedica a M.
Cornelio Pusión.
265 Cf. Albertos (1966): 216, 299; González Fernández (1982): 11-12, n.º 2, 38, n.º 52.
X
Inscripciones paleocristianas y visigodas
266 Zanja de colector de la marisma de Lebrija, Trebujena y Jerez, unos 20 m al norte de «El Muelle» (a 4,20-
4,40 m de profundidad sobre arcillas). Medidas del barco: 6 x 3 m aproximadamente (quizá de pesca o quizá
de cabotaje; se conserva 1,37 m.). Las dos piezas que tenemos se datan (radiocarbono 14 C) en el s. VI (hacia
el 580 con una aproximación de 90 años).
267 Cf. en general, Montero Vítores (2000): 61ss.
268 Esteve Guerrero (1979): 93 ss.
X. INSCRIPCIONES PALEOCRISTIANAS Y VISIGODAS 195
272 La cora de Sidonia en el siglo XII tiene 700 alquerías dependientes de la capital, 13 fortalezas y 3 torres
almenaras; entre los topónimos de dichas fortalezas hay antiguos núcleos poblacionales con nomenclátor
árabe o con fonética adaptada del latín al árabe: Arkus (Arcos), al-Aqwas (Alocaz), Sillibar/Silibar (topónimo
latino-visigodo de una población del V d. C. del norte de Arcos), Aqut (Castillo de Cote, junto a Montellano) e
Isbira (Espera), Tanbil (Tempul), al- Ward (cerca de Marbella), Saluqa (Sanlúcar de Barrameda), Galyana (Galia-
na, entre Sanlúcar, Rota y El Puerto de Santa María), al-Qanatir (El Puerto de Santa María), Nablab, Tarbasana
(Trebujena), Barbat (Barbate). Cfr. Abellán Pérez (2004): 45 ss.; en general Martín Gutiérrez (2004): 137 ss.,
(2003): 58 ss.; y Martínez Ruiz (1983): 93 ss.
XI
Una inscripción griega judeocristiana
273 Seguimos en la presente ficha de descripción de esta pieza del catálogo a Gascó / Alvar / Plácido / Nieto
/ Carrilero (1993).
274 En la lectura participaron Gascó (al profesor Fernando Garcó se debe la lectura y traducción esencial),
Alvar, Plácido, Nieto, Carrilero, además del Dr. Alfonso Martínez (así como alguna consulta al Dr. Natalio
Fernández Marco).
275 Señalan: «Éste, a su vez, exhibió una diapositiva de la lámina en el IV Encuentro-Coloquio de la Aso-
ciación ARYS (Antigüedad: Religiones y Sociedades), lo que motivó la creación de un equipo dispuesto a
estudiar el documento y hacer la correspondiente publicación».
XI. UNA INSCRIPCIÓN GRIEGA JUDEOCRISTIANA 199
276 Comentarios de Gascó, Alvar, Plácido, Nieto y Carrilero: «La primera línea no parece albergar proble-
mas de lectura. En la segunda sorprende la acentuada separación entre letras de la palabra hypeta (...),
que concluye en una alfa, según puede comprobarse (a pesar de la apariencia de una iota posterior) al
observar el texto por el reverso. Tampoco la tercera línea parece presentar dificultades; sin embargo, la
interpretación del houtos puede someterse a distintas alternativas: como correlativo del hos de la l. 1, pero
entonces habríamos de enmendar el texto por houto(s), aunque la secuencia houtos kai encaja bien como
correlativo de hos; la segunda posibilidad sería que el referente fuera un sujeto contextual distinto al del
verbo hypotasso, como por ejemplo el portador de la lámina, esta solución evita alterar el texto, aunque
no conocemos paralelos de una alternancia de sujetos en la que el segundo, propietario del amuleto, se
sitúe en una posición equivalente a la de Yahvé; finalmente podemos suponer que el precedente es el mis-
mo sujeto, sobreentendiendo houtos sy, solución probablemente poco habitual, aunque quizá el origen
hebreo del escriba podría justificar una variante de ese tipo. Este argumento es igualmente válido para la
primera alternativa, que goza, además, de una circunstancia especial, como es el trazado de la segunda
ómicron. En efecto, el circulo, visto desde la cara delantera presenta un defecto al prolongarse en la parte
inferior derecha; si se observa desde la parte posterior da la impresión de que la letra se ha construido
mediante dos trazos independientes que no han llegado a coincidir correctamente, lo cual podría haber
sido consecuencia de un pulso dubitativo ante la correcta grafía ómicron/omega. Y sin que se llegue a tra-
zar una letra ambigua o que se aproxime a la omega, la caligrafía aquí traiciona a la aparentemente suelta
mano del escriba. La cuarta línea parece diáfana, aunque merece la pena observar que, junto a la última,
es la única que no ocupa la totalidad del espacio disponible. Esto puede ser debido a que el texto tiene
dos partes claramente diferenciadas: estas cuatro lineas iniciales, que contienen la fórmula requerida, y
las cinco restantes con los nombres de los seres sobrenaturales que han de sancionar el efecto solicitado.
El propio deterioro caligráfico de la cuarta línea y la reorganización a partir de la quinta parecen avalar
esta interpretación; es probable que no tuviera excesivo sentido introducir el primer nombre de ángel
tras la palabra pneuma. No obstante, podríamos establecer una conjetura sobre el espacio vacío, según
se menciona más abajo. A partir de la l. 5, el texto cambia y no aparecen más que nombres propios. El
primero de ellos presenta ciertas dificultades, como la posible iota entre la ro y la kappa, anteriormente
mencionada; sin embargo, la lectura desde el reverso anula la hipótesis. Sin duda este Barquiel no es otro
sino el Baruquiel del Testamento de Salomón, antagonista del demonio femenino Disputa, mencionado
como Baraquiel en el libro de Henoc. La primera palabra de la l. 6 se lee peor, pero desde el reverso es
evidente akalmia, aunque admitiríamos ciertas reservas sobre la primera alfa. Inicialmente no tuvimos
suerte en la identificación de la entidad mencionada con tal nombre… Ciertamente el nombre del ángel
parece ser Kalmia, pero la alfa inicial podría ser protética, en caso de existir, pues ya hemos señalado la
duda razonable sobre su presencia. La l. 7 no presenta problemas de lectura; sin embargo, en la l. 8 aparece
un fenómeno de iotacismo en el nombre de Rafael, claramente legible como Rafiel desde el reverso. Por
último, la l. 9 presenta dificultades de momento insalvables. Podría tratarse de otro nombre de ángel, pero
la ilegibilidad de las letras tal vez fuera deseada como palabra mágica, análoga a las que con frecuencia
aparecen en los papiros. No es imprescindible entender que hubiera dos escribas diferentes a pesar de las
variaciones caligráficas. Más bien da la impresión de un texto reproducido tantas veces que el maestro no
presta demasiada atención a lo que hace».
200 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
277 Así lo especifican los autores en dicho trabajo: «El Testamento de Salomón podría constituir una buena
guía para ello, pues va presentando a los demonios, sus ámbitos de acción y el ángel que los neutraliza».
278 Gascó, Alvar, Plácido, Nieto y Carrilero dicen: «También resultan coincidentes con las fechas de compo-
sición de los Apócrifos, con los que mantiene estrechas concomitancias de contenido. Por todo ello, pro-
ponemos una cronología amplia entre los siglos II-IV para nuestra lámina. Por lo que respecta al ambiente
cultural, se puede postular su pertenencia a un círculo judío helenizado. El texto no requiere necesaria-
mente una vinculación con el mundo órfico; sin embargo, podría estar cercano al gnosticismo o incluso a
los cristianos primitivos, a pesar de que el texto no proporcione datos sobre su exacta adscripción cultural.
Los temas tienen una raigambre manifiestamente judía que encuentra paralelos no sólo en la Biblia, sino
también, como hemos señalado en los Apócrifos, que constituyen el paso intermedio entre el universo
bíblico y el de los papiros mágicos. Pero sí conviene destacar que en la lista de nombres no hay ninguna
distorsión (frecuentes en los papiros mágicos, donde se mezclan divinidades de distinto origen y natura-
leza) por lo que el riguroso ambiente judío nos hace pensar en una comunidad más o menos dispersa por
la península, de la cual sólo conservamos vestigios diseminados por las más importantes ciudades del
mediodía (…) Precisamente aquellas comunidades judías helenizadas serian las receptoras de los primeros
estímulos cristianos, en virtud de los problemas que plantean para los obispos del concilio iliberitano. En
definitiva, la importancia histórica del documento que damos a conocer estriba en la constatación de la
presencia de elementos judíos helenizados en la Península, que van engrosando el grupo social de greco-
orientales conocido por la epigrafía y otros documentos, que no corresponden a la antigua población
semítica, libiofenicia, sino a nuevas oleadas vinculadas presumiblemente a actividades comerciales y de
otra índole propias del nuevo orden impuesto por el Imperio Romano».
XII
Inscripciones tardorromanas
y visigodas de Mesas de Asta
279 Al respecto puede consultarse nuestra sección de «Asta Regia» de la web https://sites.google.com/
site/cehistoricosjerezanos/. M. Esteve Guerrero en las páginas 34 y 35 del cuaderno de campo de su prime-
ra campaña (1942-1943) escribe: «Ha constituido una verdadera sorpresa el hallazgo de las ruinas de una
población árabe desconocida correspondiente a los tiempos del Califato y posteriores». Cf. Sánchez Boni-
lla (2007): 49-50, donde nos dice que Mesas de Asta nos dará una riquísima información sobre momentos
anteriores al siglo XII d. C., ya que en las campañas de Esteve se localiza una importante cantidad de restos
arqueológicos musulmanes.
202 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
dejar en aquel sitio más que el anfiteatro, cuyas bóvedas son edificadas de piedra
tan menuda, que quitadas de allí no pueden servir en otra parte».
Durante el Bajo Imperio y época visigoda se vuelve en Mesas de Asta a los en-
terramientos en la zona de poniente (antigua necrópolis protohistórica) y en los
bordes del pomerium, en los límites de la mesa amurallada, y en «El Cementerio»,
al noreste, en el borde de la Marisma.
Las inscripciones formaban parte de la tapa de estos sepulcros de inhumación
(con medidas que van de los 50 cm a 1 m). A menudo se aprovechan las dos caras
de las piezas para dos enterramientos distanciados en el tiempo, o se ciñe el texto
a la parte aprovechable. En algunos casos estas lápidas se colocan de pie, por
ello vemos a veces inscripciones en la parte superior de la piedra. En cuanto a la
simbología cristiana, la cruz en la epigrafía funeraria asidonense aparece como
el principal signo en las tumbas cristianas del antiguo Obispado Asidonense a
partir de finales del siglo v (como muy tarde)280. También a partir del siglo v
cambia el ritual funerario: es la época en la que evoluciona desde el tardorroma-
no al típico de la etapa visigoda. En algunos casos las sepulturas son estructuras
arquitectónicas sobresalientes (los sarcófagos), que recordarían el lugar de inhu-
mación familiar de las precedentes generaciones281. Podemos considerar también
como ofrenda funeraria paleocristiana, aunque de claras reminiscencias paganas,
las cerámicas (los característicos jarritos, ollas…) que se han encontrado en el
interior de las sepulturas282.
280 Una gran cantidad de ellas, sin que vayan acompañadas por el nombre del finado, aparecen sobre las
tumbas rupestres de las sierras gaditanas en los siglos visigodos y mozárabes. También se ven cruces en
las inscripciones de consagración de las basílicas de Lepero, Pimenio o Teodoraces. Pero no son las únicas:
19 son los epígrafes funerarios con fórmulas cristianas entre los siglos V al VII en Cádiz, Jerez, Mesas de Asta,
Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Arcos, Carteia, Los Lances de Tarifa, Guadiaro, Rancho de los Bueyes en
Zahara de la Sierra, Medina y Villamartín. En 11 de ellos junto a las fórmulas funerarias aparece algún tipo de
simbolismo: el crismón con el alfa y la omega coexiste con la Cruz sola (latina o griega) o la cruz con el alfa
y la omega. De estos 11, aparece la cruz en 6, en su mayoría posteriores al siglo VI (uno de finales del V; de
hecho, la cruz griega aparece a fines del V).
281 En este periodo, la legislación hace precisiones acerca de los ritos que deben celebrarse o no, una vez
los restos mortales hayan sido inhumados. En las sepulturas visigodas no existen sacrificia mortuorum de
ningún tipo, ni animal, ni vegetal ni de carácter alimenticio. Aparecen pocos objetos de adorno personal
y, de hecho, ya en los enterramientos del siglo VII son poquísimos (con todo, quizá sea un problema más
socioeconómico que ritual).
282 En la zona asidonense podemos establecer varias tipologías de necrópolis, tanto rurales como en la cos-
ta o en la sierra (asociadas con comunidades monásticas y aldeas del mundo bizantino): infantiles (ciudades
portuarias del Mediterráneo, como en Chipiona y Cádiz y un ejemplo en Baelo en la necrópolis oriental), con
enterramientos en ánforas; de lajas: muchos casos de tipo mensae, recubiertas de signimum; inhumaciones
en fosa simple (no frecuente en el «círculo del Estrecho») con jarritos monoansados (Sanlucarejo-Arcos, San
Pablo de Buceite –Jimena, ss. VI-VII); o excavadas en la roca, como singularidad de nuestra zona, con varios
tipos: fosa simple o doble (Mesas de Algar), antropomorfas (VI-VII, tipo olerdolano): característico en las sie-
XII. INSCRIPCIONES TARDORROMANAS Y VISIGODAS DE MESAS DE ASTA 203
rras del Campo de Gibraltar, Baelo, Punta Camarinal y Sierra Momia (Benalup, Tarifa, Los Barrios). La arqueo-
logía ha encontrado una buena cantidad de material asociado a necrópolis en otros muchos yacimientos
tardorromanos y visigodos: San José del Valle; Casa de la Norieta (Sanlúcar de Barrameda); La Garrapata,
El Santiscal, Sanlucarejo (Arcos); Carissa Aurelia (Espera); El Chaparral, río Betis, Los Algarbes, Los Lances,
La Lapa (Tarifa); Cortijo de la Java, Aciscar-Tahivilla, Atlanterra-Facinas (Zahara de los Atunes); Piruétano, El
Magro, Bacinete, El Corchadillo, La Majadilla, La Carrajola (Los Barrios); Buenas Noches, Cueva Humosa, El
Cochino, El Coto, Cortijo de las Bombas, San Pablo de Buceite (Jimena); Sierra del Aljibe, Sierra de La Alcoba,
Los Poyales-Sierra Momia, Picacho, Puerto del Higuerón, Lomo del Judío, río Barbate, Dehesa de Escobar,
Cerro de las Sepulturas, El Arnao (Alcalá de los Gazules); El Laurel-La China, Tajo de las Figuras, Sierra Momia
(Benalup); Castillo de Aznalmara-arroyo de Tavizna, Naranjal-Cerro de Tavizna, Monte Higuerón (Benaocaz);
y Cerro Argamazón, Majá de los Bueyes (Zahara de la Sierra). Cf. Sasoon (1993): 23 ss.; Bernal Casasola (2010):
193 ss.; García Jiménez (2008): 103 ss.; Vega Geán (2010): 165 ss.
283 En Las Pedreras el personal de nuestro Museo Arqueológico encontró unas tumbas del siglo VII en un
cerro en el antiguo cauce del Guadalete (eje Cartuja-La Corta-El Portal), integradas en un conjunto funerario.
Junto a los dos individuos inhumados hay reducciones de otros doce de distinta edad y sexo. Cerca del crá-
neo de uno de los individuos se encontró un broche cruciforme de bronce de influencia bizantina, del siglo
VII (similar a otro hallado en otra tumba de Carteia). Por lo expuesto estaríamos hablando de una necrópolis
familiar. También interesante y relacionada con el caso jerezano es otra necrópolis rural hallada en la Base
Naval de Rota, Punta Huete. Tiene relación con la villa cercana, que funcionó al menos desde el IV-V, de 10.000
m2. Entre el material arqueológico hay 426 piezas cerámica y 49 monedas, productos agrícolas y de pesca y
sal, de los siglos III-VI. Encontramos sepulturas en cistas (ss. V-VII): 15 tumbas de orientación E-O (de biocalca-
renita y caliza); y en la zona noroeste hay un yacimiento de reducida extensión, pero con gran cantidad de
tumbas infantiles y de adultos. Todas tienen un ajuar mínimo: anillos, pendientes, brazaletes. Por otro lado,
en la misma Rota, en la calle Charco n.º 6, se encontró una tumba en cista con cubierta de tégulas (ss. III-IV).
Cf. Bernal Casasola (2010): 193 ss.; González Rodríguez / Ruiz Mata (1999): 170 ss.
284 En efecto, lo que en general constatan las necrópolis paleocristianas asidonenses es que las tumbas
de suelo son estructuras homogéneas, reutilizadas, cubiertas por entre 3 y 5 losas calcáreas, de mármol o
calizas trasversales. La caja de la tumba es rectangular, de ladrillos o losas cementadas y las de cistas están
relacionadas con el «círculo del Estrecho». La base es de ladrillos planos o tégulas sin pestañas (raramente
sobre tierra). Existen, además, panteones para varios enterramientos. En la sobrecubierta aparecen símbolos
como el crismón, el alfa y omega o las palomas (en la zona hispalense-itálica-asidonense). A los difuntos se
los colocaba en la tumba en posición de decúbito supino con las piernas extendidas y las manos a lo largo
del cuerpo o colocadas en el tórax o abdomen. Varios difuntos ocupaban una misma tumba (por sucesivas
reducciones): los restos se sitúan a los pies (a veces el cráneo se puede colocar en la cabecera, como en la
zona astigitana). Los cadáveres no se cubren de tierra directamente, se los inhumaba con sudarios, en sarcó-
fagos de plomo (se han descubierto varios ejemplares en Carteia e Itálica) o madera, tanto de adultos como
de niños. Se depositaban vasos cerámicos o jarritas o botellas de vidrio junto a la cabeza (al lado derecho
y, otras veces, con la cerámica a la derecha y el vidrio a la izquierda), junto a los hombros (especialmente el
izquierdo) o junto a la cadera. Asimismo, se comprueba que existía un derecho sucesorio de la propiedad
de los túmulos.
285 López Ferreiro [(1894): 424] explicaba estas precisiones para la conveniente datación de los epitafios pa-
leocristianos: «En vano es, por tanto, buscar ya en estas lápidas genuinas de los Cristianos, las aclamaciones
refrigeret, ave ó have, vale, vivas in Deo, assistit spiritus, pax tecum, ni la fórmula D. M. (Diis manibus), ni los tres
204 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
encontramos epígrafes con tria nomina, pues a partir de estas centurias se genera-
liza el uso del cognomen (sin praenomen ni nomen)286 para los finados.
Junto a las fórmulas funerarias paleocristianas aparece una simbología cristia-
na (ya sea el crismón o la cruz o las cruces, u otros símbolos); nombre del finado
(cognomen); algún comentario sobre su vida o estado religioso (en el caso de las
mujeres que viven en comunidades religiosas, p. e. virgo, caso de la monja Urbana
en Chipiona); famulus/a Dei (F.D.); edad a la que falleció; fecha y año de la era
hispánica 287.
La fórmula epigráfica famulus o famula Dei, la encontramos documentada en
al menos una decena de epígrafes del antiguo Obispado Asidonense de entre el
462 y el 649288.
La indicación de la era hispánica se comienza a utilizar en la Bética, la Lusita-
nia y Galicia desde la segunda mitad del v: sabemos que en el vi se utiliza como
una forma de reafirmación latino-católica frente a los herejes visigodos-arrianos, y
en el siglo vii ya está generalizada, coincidiendo con la nueva situación religiosa.
Sub die se comienza a utilizar en el vi y se generaliza en el siglo vii; la fórmula
recessit in pace es característica de la Bética. Vixit annis (en ablativo) se da desde
época pagana hasta el siglo vii, y su variante vixit annos (en acusativo), es de los
siglos v-vi y se testimonia en la Bética.
nombres del antiguo estilo romano, ni el nombre patronímico, ni la indicación de los hicieran abrir el sepul-
cro, ni la palabra liberti, ni la mención de los posteri. Los nombres germánicos no aparecen hasta fines del
siglo V (…). Los caracteres que se usaron en todos estos siglos hasta el XIII fueron los romanos (…). Nótanse,
no obstante, ya desde el siglo VI, algunas particularidades…».
286 Parece que a partir de mediados del III, con la extensión de la ciudadanía romana a todos los habitantes
del Imperio, existe una mayor diversidad onomástica y, así, los primeros cristianos hispanorromanos pres-
cinden de los tria nomina, por considerarlo como signo distintivo de los paganos; sólo encontramos algún
caso de nomen y cognomen, cf. Vega Geán/García Romero (2013): 140 ss.
287 Cf. en general, Fernández Gómez (1992): 51 ss.; Beltrán Fortes/Escacena Carrasco (2003): 389 ss.; Gonzá-
lez Fernández (2001): 541-552; Santiago Fernández (2004): 193 ss.; VV. AA. (2005): 259 ss.
288 La fórmula famulus Dei se introduce en Hispania a mediados del siglo V y tiene un uso ininterrumpido
hasta la llegada de los musulmanes; una variante posterior es famulus Christi de mediados del VI. Encontra-
mos en el s. V: clarissimus vir, clarissima femina (ilustrísimo señor o señora, denominación del ordo senato-
rial), que encontramos en algunas inscripciones de la zona hispalense, un tratamiento de fuerte influencia
romana.
XII. INSCRIPCIONES TARDORROMANAS Y VISIGODAS DE MESAS DE ASTA 205
N.º 85 Venerioso
Bibliografía: López de la Orden/Ruiz Castellanos (1995): 97, n.º 251; Pompas
García: Archivo Epigráfico de Hispania, 239; González Rodríguez/Ruiz Mata
(1999): 127-128; HEp 6, 1996, 542 = AE 1995, 767; Velázquez Soriano (2000):
97-293; Fontaine/Navarro Caballero/Torregaray Pagola/Sillières (2000): 102, n.º
1-2; García Romero/Vega Geán (2005): 13; Martín-Arroyo Sánchez (2007): 17;
Vega Geán/García Romero (2013)1: 134-135; Lomas Salmonte (2015): 39.
Este epitafio de Venerioso está almacenado en el Museo de Cádiz, con buena
conservación y con el n.º de registro 18.526. Es una lápida funeraria rectangular,
de mármol blanco, con la inscripción dentro de un rectángulo menor formado
por dos líneas paralelas a los bordes. Falta ángulo inferior izquierdo. Medida: 54
cm por 41 cm Medida de las letras: 3,5 cm, excepto los numerales, que miden
2 cm. La parte posterior está sin trabajar. Aparece la fecha de la defunción de
Venerioso en la Era Hispánica, así a la fecha 535 hay que restarle 38 años, por lo
tanto 497. Por otra parte el 8 de los idus de enero corresponde al 6 de enero en
el calendario actual.
Fue encontrado en Mesas de Asta, en el Cortijo del Rosario, en la necrópolis
de poniente el 3 de diciembre de 1992.
Transcripción:
+VENERIOSVS+
FAMVLVS DEI
VIXIT ANNIS
LXV MENSES TRES
5 DIES XX RECESSIT
IN PACE D OCTA
VO IDVS IAN
ERA DXXXV
Lectura: Veneriosus / famulus Dei / vixit
annis / LXV menses tres / dies XX. Recessit /
in pace d(ie) octa / vo idus ian(uarias) / era
DXXXV
Traducción: Venerioso, siervo de Dios, vi-
vió sesenta y cinco años, tres meses y veinte
días. Descansó en paz el 6 de enero del año
535 de la era (era hispánica = 497 d. C.).
Antroponimia: Veneriosus es un cognomen Fig. 133. López de la Orden / Ruiz Castella-
nos (1995): 97, n.º 251
de origen pagano, relacionado con los cul-
tos precristianos (de mucha devoción en
la zona) de Venus y Astarté. Otros nombres también relacionados son: Venerius,
pueden entenderse como ´BD, ´MT (servidor/servidora), o bien ´GR (huésped),
o ´M (hijo de), BD (que está en sus manos) de `STRT: Astarté [González (1982):
n.º 139, 306, 404]; aparece una Maria Veneris y una Domitia Veneris [Gonzá-
lez (1982): n.º 443, 438] que claramente se han de entender como hieródulas;
y también hay Aphrodisius, Epaphroditus [González (1982: n.ºs 439, 440]. Lo
que se reproduce en los topónimos de la zona: «Entre los estuarios del Betis, la
población de Nabrisa, apellidada Veneria, y Colobana, y las colonias de Hasta,
que se llama Regia, y tierra adentro, Asido o Cesarina» (Plinio, Historia Natural
III 11). En Gades había un templo dedicado a Astarté con oráculo. Avieno, Ora
maritima 314, escribe: ...Erythia ab arce. Qua diei occasus est, Veneris Marinae
consecrata est insula templumque in illa Veneris et penetral cavum oraculumque:
«... de la ciudadela de Eritheia. Por la parte occidental hay una isla dedicados a
la Venus Marina y en ella un templo de Venus, un santuario en una cueva y un
oráculo». Como diosa astral, se la llama Noctiluca (O.M. 429): es la estrella de la
mañana y el lucero del atardecer. El templo de la Phōsphóros en Eboûra pudiera
haberse consagrado a Venus o a una anterior divinidad ibérica de la luz291. El
pagus Olbensis en el ager Veneriensis y su relación con la Nabrisa Veneria (en el
Factum Fiduciae de Bonanza, cesión de un fundus, s. i a. C.-ii d. C.): el topóni-
mo pervive hasta la Antigüedad tardía (pagus-nomen). Venerioso podía ser uno
291 García Romero (2010): 161 ss.; Vega Geán (2010): 165 ss..
208 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
[---]AS FA+ [---]
[---qu]I VIXIT[---]
[---]RE[cessit ---]
+ = M probablemente.
Sugerencia de Peter Rothenhoffer (DAI, Munich)
Lectura: ---]as fam[ulus ?---] / [--- qu]i vixit [---]/ [--]re(cessit in pace)
Traducción: ... siervo de Dios… que vivió… años, ha descansado en paz...
Aparato crítico: 1. FA(bius) Esteve y González. 3. R(ecessit) I(n pace) Esteve y
González.
Los ladrillos con las inscripciones Bracari(vs) vi/vas cvm tvis294 (o leyendas simil-
ares, aunque con onomástica distinta) y otros ladrillos decorados, se han vincula-
do tradicionalmente a tres ámbitos diferentes: uso funerario (la placa sería parte
de la tapadera que cubre la fosa o el sarcófago)295, ornamentación de los espacios
sagrados y templos296 (para ser empleadas en paramentos o como zócalos y pavi-
mentos, casetones de bóvedas o artesonados, ya que en algunas placas aparecen
elementos de sujeción que conectarían con armaduras de madera) y para distin-
tos usos del ámbito civil y doméstico297.
294 Puede consultarse en el Museo de Villamartín el trabajo de varios autores e inédito, Romanos y visigodos
en Villamartín. Catálogo de los fondos de Historia Clásica del Museo Histórico Municipal de Villamartín, pp. 102
ss. (uno tiene un crismón, dos un motivo vegetal y otro la leyenda Q.SIDONI). En El Tesorillo y Serracín (Vi-
llamartín) y el Coto de Bornos y El Toronjil (Arcos) se han hallado cinco ladrillos tardorromanos (de entre los
siglos IV y VII), con evidente simbología religiosa. Uno de ellos es semejante al de Mesas de Asta.
295 Nos interesa especialmente el perteneciente a la serie de Bracarius, que tiene un empleo funerario
constatado: como el de la villa de Benaoján en Málaga, encontrado en un sepulcro cristiano, aunque sin
que se especifique su función concreta dentro del mismo, hay quien afirma que pueden emplearse para las
cubiertas funerarias a dos aguas o bien están insertadas en el muro.
296 Basándonos en las investigaciones de Ruiz Prieto (2012) en el Museo Arqueológico de Sevilla, hay al-
gunos usos constatados: así, el uso funerario lo encontramos en unos pocos testimonios arqueológicos de
fechas muy tempranas; la hipótesis de los pavimentos decorados con el monograma de Cristo y sin epígrafe,
también parecen tener su reflejo en la Bética. Los ladrillos macizos de sección trapezoidal y de canto bise-
lado, se han interpretado como dovelas o casetones de bóvedas de un arco ubicado entre el ábside y el
sanctuarium. Ningún hallazgo in situ nos permite asegurar la utilización como placa o revestimiento de los
muros. Con todo, es evidente que pudieron actuar de ese modo, ya que presentan las características propias
de las placas epigráficas (contorno rectangular, reverso sin cincelar y ondulante, mayor parte de piezas con
grosor que oscila entre 4 a 6 cm). Es posible que algunas podrían combinarse entre sí, que al juntarse con-
formarían pétalos o un texto corrido.
297 No siendo exclusivas ni del sacro ni del funerario, no nos debe extrañar que la simbología sea cristiana,
puesto que la cristianización de la ciudad durante la tardoantigüedad implicó una transformación global de
ésta y de sus habitantes. Debemos entender la cristianización como un fenómeno intenso e intrínseco en la
propia cultura romana. Fue un proceso lento y progresivo, plagado de sincretismos religiosos y culturales.
210 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
298 En el Museo Arqueológico de Jerez y en el de Sevilla observamos que no todos los ladrillos tienen la
forma o tamaño, por lo que hemos de pensar que existe una correspondencia entre morfología y función.
Hay diversidad de modelos: ladrillo rectangular con decoración frontal en relieve, con perforación en sus
extremos; bloque poligonal con rebaje en sus laterales, rectangular con inscripciones en sus cantos, y con
saliente en sus laterales, o con decoración en una cartela rehundida, o con incisiones en la decoración.
299 El modelo iconográfico tiene una gran riqueza simbólica. Estos ladrillos a veces se decoran con aves o
delfines (que simbolizan la salvación) y las columnas y semicírculo de unión se relacionan con el Templo de
Salomón y la Iglesia física. Los pilares o columnas que sustentan la arcada pueden sacralizar al lugar o a la
persona y simbolizan la relación entre los diferentes niveles del universo. Es el referente al acceso de entrada
hacia la inmortalidad. El grupo iconográfico debió de representar a la Iglesia como única vía a la salvación
del alma a través del mensaje de Jesucristo y de resurrección.
300 Algunos plantean la posibilidad de que dichas placas nunca alcanzaron la temperatura de 1.100 ºC. Y es
muy interesante precisa lo último: podríamos constatar evidencias de policromía.
XII. INSCRIPCIONES TARDORROMANAS Y VISIGODAS DE MESAS DE ASTA 211
N.º 87 Bracario
Bibliografía: Fita (1908): 21-23; Hübner (1868): n.º 193; Romero de Torres
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(1979): 57; Ferreiro López (1979): 163-164; Sánchez Sánchez (1993): 29; Castelo
Ruano (1996): 475, 521, 522, 534-540; Martín-Arroyo Sánchez (2007): 18; Vega
Geán/García Romero (2013)1: 137-138; Lomas Salmonte (2015): 37.
Ladrillo con epígrafe entorno a un crismón central. Fue hallado en Mesas de
Asta en enero de 1883. 32 o 33 cm de longitud, 20,5 o 21 cm de ancho, y 4 o
5 cm de espesor. Su paradero es desconocido. Perteneció al pintor Rodríguez de
Losada.
301 En Sevilla también la serie de Marciano ha sido localizada en Morón de la Frontera, junto a la supuesta
basílica visigoda, y Viso del Alcor. Cf. Fernández Gómez (1992): 51 ss.
302 Larga tradición historiográfica, remontándonos hasta los primeros trabajos en 1866 con la publicación
de la obra Viaje Arqueológico de J. Oliver y Hurtado, y posteriormente hasta nuestros días. Con todo, nota-
mos la falta de métodos sistemáticos para su estudio. Con todo, tenemos que señalar el gran trabajo de
estudio y catalogación de Ruiz Prieto (2012): 1-58, en el que nos hemos basado para este epígrafe.
303 De hecho algunas de ellas portan el epíteto Episcopus, especialmente la serie de Marcianus, lo que ha
llevado a diversos autores a asociarlo con el obispo Martianus de Astigi (Écija), fechando las placas en 628-
638. Cada autor ofrece una cronología distinta que va del V al VII.
304 Quizás S. Martín de Braga, citado por S. Isidoro, Varones ilustres, cap. 12; o S. Fructuoso también obispo
de Braga y fundador de diversos monasterios en nuestra provincia.
212 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Transcripción:
BRACARI VI
(crismón)
VAS CVM TVIS
Lectura: Bracari vi/vas cum tuis
Traducción: Bracario, que vivas con los tuyos.
Antroponimia: El vocablo Bracarius, como nombre co-
mún, es puro romano y de origen céltico; alude a los ofi-
cios de sastre y de zapatero; y pasó a ser nombre propio de Fig. 136. E. Romero de
persona, como Pastor, Sutor y Viator. Pero realmente Bra- Torres (t. VIII).
carius deriva del topónimo Bracara, actual Braga de Por-
tugal. Parece un vocativo tal como ocurre en numerosas inscripciones coetáneas:
Macari vivas, Sofronia vivas, etc. ¿Se trataría de un nombre de persona frecuente?
Manuel Esteve ([1979]: 57) escribe: «… de Asta también procede un ladrillo
funerario que poseía en Jerez el pintor J. Rodríguez de Losada, pero cuyo para-
dero desconozco, con la leyenda BRACARI VI/VAS CVM TVIS y un crismón
central, semejante a otros hallados en Ronda y Cártama». Añade Esteve Guerrero
que la placa decorada de Ronda está en el llamado Museo de los Baños Árabes de
las Tenerías y, que, según le comunicaba, el profesor Martínez Santa-Olalla, estos
ladrillos: ‘... son falsos, como casi todo lo que allí se expone’. Aunque señala que
existen otros ladrillos en otros muchos lugares, y dice que son muy abundantes.
No en vano en el British Museum había uno: ‘Llevan la chi y rho en la forma
constantiniana con el alfa y omega franqueándoles (sic)’…».
Las fórmulas: vivas in Christo, vivas in Deo, vivas et floreas, vivas cum tuis, etc.,
son habituales y no necesitan referirse a difuntos o personas especialmente reve-
renciadas; pueden muy bien dedicarse a vivos, pudiendo ser tanto ladrillos como
anillos u otras dedicaciones. ICERV 408: vivas, Fortunio! (ladrillo de Sevilla) e
ICERV 410: Chioni, vivas (teja de Osuna). En Roma se constatan dos epígrafes
cristianos con advocación similar: Sabina vivas in domino cum pace (AEp. 2004,
00297); hispanos son [Soll]emnis (CIL II² 7, 655) y Amazoni / vivas (CIL II 2/7,
194).
Fidel Fita aportaba (1908: 21 ss.) lo siguiente: «En diferentes parajes de la Bé-
tica, que menciona Hübner (número 193), se han descubierto ladrillos romanos
de una misma dimensión (alto 31, ancho 21, hondo 5 cm). Los de Sevilla forma-
ban parte de una sepultura. Muchos se encontraron asimismo en un antiquísimo
cementerio de la sierra de Gibalbín, de lo cual no dio noticia Hübner, como tam-
poco de los dos ejemplares que posee el Museo de nuestra Academia (números
635 y 636), y le fueron regalados en Mayo de 1865 por el historiador de Ronda
D. Juan José Moretí, expresando que fueron encontrados en las cercanías de
aquella ciudad de la provincia de Málaga. Para formar cabal concepto del valor y
antigüedad de este epígrafe, acompaño su fotografía. Las letras y todo el cuadro
de la hermosa figura, harto diversas de la visigótica, son de relieve. Con el epígra-
fe aclamatorio por el alma del difunto: Bracari, vivas cum tuis: Bracario, vivas con
los tuyos, se compaginan los de Osuna (Hübner, 196) y Bujalance (203). No es
maravilla que el nombre de Bracario, que llevaron dos ó tres obispos de la Bética,
fuese entonces común á diferentes personas. En la Lusitania lo consigna también
una lápida sepulcral de Mérida (Hübner, 33.1): Bracarius felex vixit annos LII;
recessit nonas Apriles era CCCCXVIIII: Bracario felizmente vivió 52 años; pasó de
esta vida en 5 de Abril de la era 419 (año 381)».
De lo mencionado por Fita nos interesa en gran medida el epígrafe de Gibal-
bín, que se menciona en el tomo XXXIV, n.º 368 del Boletín de la Real Academia
de la Historia, que también es uno de los que hoy se ha perdido y de los que no
tenemos noticias, por lo que podría ser incluso éste que estudiamos y que consig-
namos como de Asta Regia. Palol nos informa de que el grupo más numeroso de
este tipo tiene el nombre de Bracario. Dice que las muchas conocidas del sur de
la península pueden haber salido del mismo molde y desecha por ello que sean
revestimientos de tumbas.
XIII
Inscripción visigoda en el
casco urbano de Jerez
El epitafio del presente catálogo se refiere a una mujer con fama de piadosa y
tenemos razones para preguntarnos si la jerezana Abundancia pudiera pertenecer
o tener relación con alguna comunidad monacal, como la que pudo existir en
comarcas vecinas. Si fuera así, se sumaría a la serie de colectivos religiosos paleo-
cristianos (tanto masculinos como femeninos) identificados en otros lugares del
antiguo Obispado Asidonense305.
En el contexto del florecimiento de la vida monástica en el siglo vii, con el
obispo asidonense Pimenio y San Fructuoso de Braga, tenemos que mencionar
algunas cenobitas: la chipionera Urbana y la gaditana o asidonense Servanda306.
Fue determinante la actividad en nuestra zona de San Fructuoso de Braga, con
el que se produjo un cambio en el concepto de monaquismo que tanto contribu-
yó al florecimiento de la Iglesia visigoda. Hacia el 649 o 650, época coetánea con
las monjas asidonenses documentadas, Fructuoso peregrina al sur de la península
a través de la vía de la plata hasta Hispalis, donde embarcó hacia Gades, con un
gran número de seguidores. Ahora sí tenemos que hablar de la comarca jerezana
y su relación con estas fundaciones, que sin duda contextualizan la lápida que
citamos, porque tiempo después fundará el obispo de Braga otro monasterio
masculino, el gran cenobio Nono, llamado así por encontrarse a una distancia
de 9 millas de la costa, en un lugar amplio y recóndito sin población alguna en
sus alrededores, que algunos sitúan junto a la calzada romana que unía Cádiz y
Sevilla, entre Jerez y Sanlúcar de Barrameda, si bien otros lo colocan en la propia
305 Por ejemplo, en la costa astense, en Regla, Bartolomé Junquera y Enrique Romero de Torres señalaban
la existencia de enterramientos romanos y tardíos. En el libro del Padre Carmona se reproducía la lápida
funeraria hallada en 1606, de Urbana (datada en los siglos VI-VII), a la que se señalaba como virgo, es decir una
monja que habitaría en el cenobio paleocristiano de Regla, Chipiona (requiescit in Domino).
306 Con un epitafio métrico hallado en el Convento de San Agustín de Medina Sidonia.
216 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Chipiona: «Allí atrajo a tal número de devotos que puso en peligro la capacidad
de alistamiento de la comarca, ya que se hizo mayor el ejército de los monjes que
el de los soldados, y los nobles tuvieron que pedir al rey que tomara medidas
para evitar esta deserción general»307. Para el tercero, el femenino, eligió una zona
desértica, que algunos investigadores localizan entre Chiclana y Conil, cerca del
cabo Roche.
Parece que en los planes de Fructuoso las mujeres no formaban parte de su
estructura monástica pero, como se extendió la fama de la gaditana Benedicta,
muchas vírgenes y matronas se acercaron a la celda de la monja por lo que el
obispo de Braga hubo de reconocerlas y les levantó un monasterio igual que el de
los monjes al frente del cual puso como abadesa a Benedicta. San Fructuoso, que
las ignoró en la citada Regula monachorum, las tuvo en cuenta en los capítulos 15
al 17 de su Regula communis.
Este relato sobre la monja Benedicta (que debemos a Valerio, biógrafo del
santo) nos ofrece información de primera mano acerca de varios puntos: el am-
biente espiritual en la comarca asidonense, la fundación de un primer monaste-
rio fructuosiano, el impacto de éste en la sociedad, la manera como se fundaba
un cenobio. Nos dice también mucho de la arquitectura religiosa monacal en
nuestro obispado, pues Fructuoso marca la separación total entre las dos grandes
fundaciones cenobíticas en las ramas masculinas y femenina, aunque los edificios
se hallaran próximos y aunque la administración y dirección de ambos estuvieran
a cargo de los monjes.
En definitiva, es posible conectar el episcopado de Pimenio y la presencia de
Fructuoso en la zona asidonense y también (¿por qué no?) en Jerez o su comar-
ca: la creación de basílicas diocesanas y cenobios con el propósito de renovar e
impulsar definitivamente la vida espiritual de la comarca, objetivos cuya conse-
cución parece fue un hecho. La enorme labor de fundaciones y consagraciones
llevadas a cabo por el obispo se unió así a la gran actividad del santo de Braga,
que convirtió a las comarcas de la Janda y del Guadalete en paradigma monacal.
Quizá la devota jerezana Abundancia sea una de sus testigos y viviera con inten-
sidad esta explosión de vida religiosa.
Por otro lado, nos interesa la simbología que aparece en la inscripción de
Abundancia, pues es una de las pocas en la zona asidonense que, junto con la
de Cattosa (de principios del siglo vi, hallada en el rancho «Majá de los Bueyes»,
en el alto Guadalete, conservada en el Museo Arqueológico de Cádiz), tiene una
imagen iconográfica además de la cruz (en el caso de Abundancia junto al co-
mienzo de la leyenda se ve una cruz griega). En ambos epitafios es evidente la
pretensión simbólica y el afán estético. En el que nos ocupa, encontramos un
N.º 88 Abundancia
Bibliografía: Fita (1887-1902-1906ª): t. X, 340; t. XLI, 371-375 (fotografía:
1906ª, 433); Muñoz Gómez/Muñoz Espinosa/Cala y López (1890-1895): 45;
308 El más antiguo es el de Carteia, del Museo de Cádiz, de principios del IV, para unos paleocristiano, para
otros pagano.
309 La decoración del borde anterior es un tallo de vid ondulado, en el que se alternan racimos y hojas, y
termina hacia el ángulo derecho con hojas lisas; la del borde posterior son racimos con zarcillos. En origen
se trató de una pila bautismal (quizá del s. VI), por la existencia de agujero de desagüe y decoración en los
bordes, reutilizada posteriormente (en el VII) como sarcófago infantil, y es entonces cuando se grabaría
el frente, donde hay dos escenas sin relación y talladas con diferentes técnicas (posiblemente de distin-
tas épocas): como hemos comentado, pavo real y roseta (con incisiones toscas), y una escena de caza y
elementos vegetales (los dos árboles), con simbología cristiana de resurrección e inmortalidad (con muy
poco resalte y formas simples). El equipo del Museo Arqueológico de Jerez ha realizado una lectura de
los símbolos que aparecen en el sarcófago y concluye: el pavo real simboliza la eternidad por su plumaje
colorido que se renovaba anualmente. Su carne se creía incorruptible. Picotea una roseta, alegoría de la
regeneración (las rosas de siete pétalos de los ladrillos paleocristianos de Morón simbolizan la plenitud). El
jinete y el ciervo es el alma. En un paisaje boscoso indica la virtud del cristiano y la persecución del pecado.
La vid es el símbolo de Cristo, la Eucaristía y la Iglesia. Cristo es el sarmiento y los racimos los apóstoles,
unidad como condición para ser fecundos; su fruto, la Eucaristía. Es un modelo iconográfico bizantino muy
frecuente en arquitectura, escultura y pequeños objetos.
218 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
López Ferreiro (1894): 424; Hübner (1900): n.º 366; Fita (1910): t. II, año III,
n.º 12, 31; Pescador y Gutiérrez del Valle (1916); Romero de Torres (1934): t. I,
260; Vives (1969): 135; Ferreiro López (1983): 102-104; Sánchez Sánchez (1993):
23; Abascal Palazón/Gimeno Pascual (2000): 97-98, n.º 94 a (calco rosa), 94 b;
Sánchez Bernal/Castro Moreno (2002): 225-226; Antón Solé (2002): 617-618;
Martín-Arroyo Sánchez (2007): 133-134; Vega Geán/García Romero (2013)1:
136-137; Lomas Salmonte (2015): 38-39; Clauss-Slaby: EDCS-38000021.
Lápida funeraria de mármol gris. Medidas: 46 cm de alto, 32 cm de ancho y
15 cm de grosor. El campo epigráfico mide 30 cm de altura y 16 cm en la parte
superior. Presenta líneas de pautado y la altura de las letras es de 3 cm. La última
línea está incompleta. Decorada en la parte superior con simbología paleocristia-
na: un pelícano dentro de un círculo y dos palomas. Está datada entre el 640 y el
700 o entre los siglos vii y viii por Hübner. Por la paleografía, por la existencia
de las líneas de guía y el texto se podría pensar de una fecha en torno al 700.
Fue hallada sobre un caño en una casa de los marqueses de Campo Real en la
calle de las Flores, intramuros de Jerez (al final de la calle del Espíritu Santo), por
el presbítero D. Miguel Muñoz y Espinosa (a finales del xix).
La Real Academia de la Historia la incluye en su inventario con la signatura
C-24 y Epigrafía Hispánica el 94a (un calco en papel rosa, medidas de la hoja
63,5 por 44 cm) y 94b (una fotografía de inscripción que la fecha hacia 1887;
medidas de la instantánea 16,3 por 10,5 cm). En ambos caso se dice que la pieza
original se ha perdido y que procedería de las ruinas de Asta Regia, aunque se
encontrara en una casa del casco antiguo de Jerez.
Transcripción:
ABVNDANTIA FA
MVLA DEI MORE SITA
VENERATOQVE NOMIN(e)
IN OC LOCVM CEL
5 SVM ASPICE NAM CIN(is)
EST ECV MAGNO REGNANTE
D(omin)O VIT ANNOS PLVS
[(minus)---]
Lectura: Abundantia, fa/mula Dei, more sita /
veneratoque nomin(e); / in (h)oc locum cel/sum
aspice nam cin(is) / est, ec(cum) magno regnante Fig. 138. G. Alonso Montenegro
(1887, RAH, Cartografía)
/Domino vi(xi)t annos plu(s) [(minus)…]
Aparato crítico: 2ª: sancta, Clauss-Slaby. 3ª: venerataque nomine, Clauss-Slaby.
5civis est, Clauss-Slaby. 6: (ha)ec magna regnan/te, Clauss-Slaby.
XIII. INSCRIPCIÓN VISIGODA EN EL CASCO URBANO DE JEREZ 219
310 Asimismo se cita un fragmento de Montoro (Córdoba), hallado el 18 de marzo de 1785 en el sitio de Cer-
cavieja, con esta misma fórmula («vivió poco más o menos…»), sobre el que escribió un opúsculo el párroco
Fernando José López de Cárdenas, Descubrimiento de Monumentos Romanos y Godos en Montoro, Córdoba,
1785 (Imprenta de Juan Rodríguez de la Torre).
220 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
acompañada de una nota que hace referencia a la publicación de 1887 como algo
reciente, por lo que debe ser ligeramente posterior».
Vives dice que el texto es raro y difícil de leer, y basándose en Fita asegura que
el símbolo de la paloma es el alma del difunto en el cielo entre los astros. Para reg-
nante Dno se refiere a la carta de Eulogio al obispo de Pamplona (PL, 115, 851).
Fita explica su iconografía: «Si nos fijamos en esta última, al momento vemos
que su bella y múltiple exornación se conforma de todo a todo con el sistema
Apringiano. Ocupa el centro la mística paloma expresiva del a y w y rodeada
por la o latina. Debajo está el crismón desprovisto, como era consiguiente, del a
y w. En cada lado aparecen dos emblemas, también de Cristo, significados en el
capítulo postrero del Apocalipsis. La paloma que sustenta con su pico la flor del
loto, símbolo de la inmortalidad, se refiere á los versículos 13 y 14: Ego sum a et
w, primus et novissimus, principium et finis. Beati qui lavant stolas suas in sanguine
Agni, ut sit potestas eorum in ligno vitae. El otro emblema es el lucero, denotado
por el versículo 16: Ego sum radix et genus David, stella splendida et matutina. Así
que los monumentos cristianos de España, de acuerdo con la liturgia y la patrolo-
gía, han venido á demostrar la veneración que mostraron nuestros mayores á tan
sagrado Libro y el profundo estudio que de él hicieron».
¿Podría ser esta Abundacia una monja? Ciertamente se refiere a ella el epígrafe
con estos calificativos que indican su vida piadosa: famula Dei... veneratoque
nomine... eccum magno regnante Domino vixit... (sierva de Dios… y de fama ve-
nerable… vivió sirviendo al gran Señor). Aunque quizá Basilio Pavón (1981: 4)
se base en la de Vigilia, para defender que en el casco urbano de Jerez existió un
poblamiento premusulmán con una iglesia dedicada a Santa María y una necró-
polis anexa: «… es probable que en el año 566 hubiera un núcleo habitable en
torno a una iglesia de la Virgen María, a juzgar por una inscripción de ese año
que Vives ha registrado. Poblamientos preislámicos más o menos organizados en
torno a supuesta iglesia, pero sin llegar a alcanzar una verdadera entidad urbana».
Sin embargo, creemos que esa base hipotética tendría un mejor sustento en esta
inscripción de Abundancia, y no en la de Vigilia, que con toda probabilidad es
originaria de Cádiz.
XIV
Inscripción gaditana asignada a Jerez
311 De hecho, también se equivoca José Vives al considerar el epitafio de Aurelio Félix como procedente de
Cádiz, cuando en realidad se encontró en Carteia.
222 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
N.º 89 Vigilia
Bibliografía: Fita (1891): 461-462; Laigue (1891): 167-168; Hübner, (1900): n.º
367; Diehl (1925-1931): n.º 1441; Romero de Torres (1934): t. IV, 251 (fotografía:
t. I, 320); Vives (1969): 128; Pavón Maldonado (1981): 3-4; Sánchez Sánchez
(1993): 15; id. (1995): 183-184; González Rodríguez/Ruiz Mata (1999): 128; An-
tón Solé (2002): 616-617; Padilla Monge (2008): 368; Vega Geán/García Romero
(2013)1: 139-140; Lomas Salmonte (2015): 37; Clauss-Slaby: EDCS-38000022.
Lápida funeraria en piedra común. Forma cuadrangular: 43 cm de ancho por
71 cm de alto. Partida en dos mitades por la longitud de su eje (formaban un
cuadrilátero). Las letras miden 5 cm. Nexo en la línea 5: DIE con la I inscrita y
atravesada por la traversa de una E imaginaria. Fita: «En la línea sexta el trave-
saño de la D, que serpentea de abajo á arriba é indica la supresión de IE, da la
forma elegante de trébol á sus dos cabos. En la misma línea, el último vocablo
está separado del precedente por una hoja de hiedra, reminiscencia del bellos esti-
lo lapidario de Roma». La impaginación parece repartida entre los dos márgenes
rellenando la superficie inscrita rectangular.
A pesar de que Hübner y De Laigue sitúan en Jerez el hallazgo de este epígra-
fe, que según este último trasladó inmediatamente el Sr. Vera al Museo de Cádiz,
realmente (Sánchez Sánchez, 1995) fue descubierto en Cádiz en los desmontes
de Punta de la Vaca el 22 de mayo de 1891. Se trataría de la primera inscripción
del siglo vi (fechada en 3 de junio del 527) descubierta en la ciudad de Cádiz
(Sánchez Sánchez, 1995).
Se conservaba almacenada en el Museo Arqueológico de Cádiz, estaba regis-
trada con el n.º 60, según Romero de Torres.
Transcripción:
VIGILIA FE(mina / -licis re)
CORDAT(a / ionis) [fa]
MVLA DEI (vixit)
PL(us) M(inus) ANNIS XXI
5 RECESSIT IN PACE
DIE iii NON(AS) (2 héderas) IVNIAS
ERA DLXV
XIV. INSCRIPCIÓN GADITANA ASIGNADA A JEREZ 223
Lectura: Vigilia fe(licis re) / fe(mina) / cordat(ionis) [fa] / mula dei (vixit) / pl(us)
m(inus) annis XXI / recessit in pace / d(ie) tertio non(as) Iunias / era DLXV
Aparato crítico: 1ª: f(emina) Hübner; fe(licis re), Fita. 2ª: cordat(a), Hübner;
cordationis, Fita.
Traducción: Vigilia, de feliz recuerdo, sierva de Dios, vivió veintiún años poco
más o menos. Se retiró en la paz del Señor, a tres de junio del año 565 de la era
(era hispánica = 527 d. C.).
312 Hübner también reprodujo un calco al editar la inscripción. Las láminas y los primeros calcos los en-
vía Francisco de Asís Vera Chilier (y fueron realizados por Pelayo Quintero), Director del Museo de Cádiz
y correspondiente de la Real Academia de la Historia en Cádiz, cuya comunicación con el jesuita P. Fita,
continúa durante el último tercio del siglo XIX.
224 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
313 Salvador Ventura (1998): 208, n.º 385. Otros nomina femeninos asidonenses, que son latinos o latini-
zados y entre los hemos recogido (además de este de Vigilia y del de Abundancia): Regina (en Guadiaro,
siglos IV-V), Catlosa (en Zahara Sierra, año 514), Urbana (en Chipiona, siglos VI-VII), Servanda (en Medina Sido-
nia, año 649 ¿y Cádiz, año 659?) y Benedicta (en Cádiz, siglo VII).
XV
Inscripciones y documentos archivísticos
sobre el antiguo obispado asidonense
conservados o expuestos en Jerez
314 González Fernández, J. (2002): «La Epigrafía Visigoda: Tradición y Originalidad», San Isidoro, Doctor His-
paniae, Sevilla, pp. 35-50.
226 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
35-50; (2003)315: 75-92; De Palol (1967)316: 267-268; Esteve (1979): 57; Sán-
chez Sánchez (1993): 28; Castelo Ruano (1996)317: 475-534; Chic García (1992
[1993])318: 1-22; Fernández Gómez (1992): 91-98; Caro Bellido (2003-2004)319:
21-35; Gallego Franco (2005)320: 215-223; Bernal Casasola (2010)321: 193-222;
Gómez de Avellaneda Sabio (2011)322: 521-548; Ruiz Prieto (2012): n.º 286; Vega
Geán/García Romero (2015)323: 182-183; Lomas Salmonte (2015): 36.
Ladrillo con inscripción latina en torno a un Crismón central flanqueado por
el Alfa y Omega dentro de un círculo. Terracota. Barro cocido, con una datación
de los siglos vi-vii. Posiblemente procede de Carissa Aurelia. Procedente de la
Parroquia de Santa María de Gracia (Espera), y expuesto en la Catedral de Jerez
entre el 12 de septiembre de 2014 y el 8 de marzo de 2015. Hay otros ladrillos
similares en dicha ciudad gaditana, algunos ya publicados (caso del CIL II 6253).
El motivo iconográfico son las letras Alfa y Omega (Principio y Fin) y un cír-
culo en cuyo interior aparece representado un Crismón cuya P central se remata
como un ancla, emblema de la fe y la salvación, y bajo él podría vislumbrarse un
pez o peces (o letras), símbolos cristianos por excelencia. Sus medidas: 20 cm de
longitud, 27 cm de anchura y 5 cm de grosor324. No se observa signos de inter-
punción.
Transcripción y Lectura 325: AELIA N[---]/ XP(Alfa y Omega)/ [---]AEV[B?]/
VRS[E?]/ [---]LIX [X?---]/EL(i)NA
315 González Fernández, J (2003): San Isidoro, Doctor de las Españas, Sevilla, pp. 75-92.
316 De Palol, P. (1967): Arqueología Cristiana de la España Romana. Siglos IV-VI, Madrid-Valladolid, 267-268.
317 Castelo Ruano, R. (1996): «Placas decoradas paleocristianas y visigodas de la colección Alhonoz (Écija,
Sevilla)», Espacio, Tiempo, Forma. Serie II. Historia Antigua 9, pp. 475-534.
318 Chic García, G. (1992[1993]): «Los Aelii en la producción y difusión del aceite bético», Münstersche Beiträ-
ge zur antiken Handelsgeschichte XI 2, pp. 1-22.
319 Caro Bellido, A. (2003-2004): «A propósito de dos ladrillos visigodos de la Bética», Estudios sobre Patrimo-
nio, Cultura y Ciencias Medievales V-VI, pp. 21-35.
320 Gallego Franco, H. (2005): «Mujeres y élite social en la Hispania Tardoantigua: la evidencia epigráfica (ss.
V-VI)», HAnt XXIX, pp. 215-223.
321 Bernal Casasola, D. (2010): «Arqueología de la Antigüedad Tardía en tierras gaditanas. Reflexiones y
perspectivas de investigación», De la Prehistoria a la rábita y la villa. Arqueología de Rota y la Bahía de Cádiz,
Rota, pp. 193-222.
322 Gómez de Avellaneda Sabio, C. (2011): «Placa cerámica decorada con crismón, procedente de Barbesu-
la», Almoraima 42, pp. 521-548.
323 Vega Geán, E./García Romero, F. A. (2015): «Catálogo», en Jiménez López de Eguileta, J. E.-Pomar Rodil, P.
J. (coord.), Limes Fidei. 750 años de Cristianismo en Jerez, Jerez, pp. 182-185.
324 En la Bética es muy común el ladrillo rectangular de un pie de largo, por la mitad de pie y medio de
ancho, y por un grosor entre tres y cuatro dedos.
325 Por el desgaste de la pieza, es muy complicada su lectura, podría ser semejante a otras transcripciones
de ladrillos de Carissa.
XV. INSCRIPCIONES Y DOCUMENTOS ARCHIVÍSTICOS SOBRE EL ANTIGUO OBISPADO ASIDONENSE... 227
327 De Fleury, R. (1883): La messe. Études archéologiques sur ses monuments, vol. I, París.
328 Braun, J. (1924): Der Christliche Altar in seiner geschichtliche Entwincklung, München.
329 Schlunk, H./Hauschild, T. (1978): Die Denkmalër der frühchristlichen und westgotischen Zeit, Hispania An-
tiqua, Mainz am Rhein.
330 Caballero Zoreda, L./Sánchez Santos, J. C. (1990): «Reutilizaciones de material romano en edificios de
culto cristiano», AC VII, pp. 431-485.
331 Maier Allende, J. (2004): «Aureliano Fernández-Guerra, Giovanni Battista de Rossi y la arqueología pa-
leocristiana en la segunda mitad del siglo XIX», Boletín de la Real Academia de la Historia. Antigua: Historia y
Arqueología de las civilizaciones. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes, 299-349.
332 Sastre de Diego, I. (2009): El altar en la arquitectura cristiana hispánica. Siglos V-X. Estudio Arqueológico.
Catálogo. Análisis monográfico de piezas agrupadas por yacimientos, Madrid, 36-37.
333 Quevedo-Chigas, E. (1995): Early Medieval Iberian Architecture and the Hispanic Liturgy: A Study of the
Development of Church Planning from the Fifth to the Tenth Centuries, New York.
XV. INSCRIPCIONES Y DOCUMENTOS ARCHIVÍSTICOS SOBRE EL ANTIGUO OBISPADO ASIDONENSE... 229
Texto manuscrito:
Utrera, 16 de Marzo de 1790.
Trabajando los operarios ocupados en construir el Arrecife (carretera) que va a los
Puertos el día 10 de este mes frente al Cortijo que llaman de la Higuera a una legua
larga de esta Villa entre las excavaciones que hacían para sacar piedra a 62 pasos a
la izquierda del Arrecife encontraron una losa en mármol que tiene 51 (54 según
otro informe) pulgadas de largo, 34 de ancho, y 3 de grueso, todo este circulado de
una media caña entre boceles, y en los tres frentes de ella la inscripción figurada. Por
la parte superior está adornada de una labor de relieve con un corazón en cada es-
quina y varias cruces, entre ellas una semejante a la de Calatrava, o Alcántara. Esta
losa la condujo aquí el Maestro del Arrecife el 11 por la noche, y el 12 se dispuso
por el Vicario Ecco. y Teniente de Asistente de esta Villa pasarla a la Iglesia Mayor
de Santa María donde permanece expuesta para que la vea el público en la sala de
la Hermandad del Santísimo. Por la tarde fueron al sitio de la excavación con un
Escribano Notario y muchas gentes, y se hallaron dos canillas como de brazos, y otros
230 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
pequeños huesos, que había recogido el Maestro, y dijo ser extraídos en la excavación
vara y media más abajo de la losa: continuose la excavación y se hallaron otros todos
llenos de tierra, y conducidos aquí se han puesto en custodia. Tiene aquella como dos
varas de largo, y dos de profundidad, pero habrá de seguirse bajo el cuidado de un
Diputado del Clero, y otro de esta Villa por si se descubren nuevos fragmentos. Los que
producen otras excavaciones hechas allí dan idea de haber habido población por los
cimientos de casas y ruinas que es de donde sacan piedras para el Arrecife de aquella
parte. El Padre Mariana en la Historia de España trae al año 642 de Cristo, que es
el 680 de la Era Hispánica un Pimenio obispo de Sidonia que se halló en el Concilio
5º de Toledo.
Pedro María de Quevedo
342 Manuel Esteve (1979: 49 ss.) da las medidas: 0,80 x 0,60 x 0,14 m, que difieren algo de las de Fita (0,77 x
0,45 –en el lado más alto- x 0,35 m -en el lado más bajo-).
234 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Fig. 146.
Transcripción:
[---]EDIT VITAM
SACRA VICTVM ROMA
QUE NOMEN
XVI. POSIBLES FALSIFICACIONES: INSCRIPCIONES DE LA EDAD MODERNA 235
N.º 93 ESASEI
Bibliografía: el CIL II 20* recoge esta inscripción que parece falsa (que pretende
ser romana o paleocristiana).
Se hallaba junto con otras en la «casa de Alonso Galbán, que después fue de
Josef de Herdada y servía de solería en el cuerpo medio de la casa». La envió a
la Academia de la Historia Miguel Crespilloms 18, 72 Matritense. M. Gómez
Moreno la considera moderna y redactada en español.
Transcripción:
ESASEI
DIDCTC
MAESROH
DSVSHE
AII
Traducción (M. Gómez Moreno): Esta sepultura es del doctor Gomes Robledo
y de sus herederos, año de…
XVII
Actividad industrial y comercial
345 Aquí nos encontramos grecoitálicas (de la etapa republicana) que se imitaron en el mundo púnico y se
han localizado en el área gaditana, y las de tipo Mañá-Pascual, así como las extendidísimas Dressel (especial-
mente la Dressel 20, el ánfora del aceite bético por excelencia, con producción en el curso medio del Guadal-
quivir entre los siglos I-III d. C., y con aparato epigráfico muy complejo); Cf. en general Pascual Berlanga, G./Ri-
bera i Lacomba, A. (2013): «El material más apreciado por los antiguos. Las ánforas», en A. Ribera i Lacomba
(coord.), Manual de cerámica romana. Del mundo Helenístico al Imperio Romano, Madrid, pp. 215-290; Revilla
Calvo, V. (2013): «Las ánforas norteafricanas del Monte Testaccio (Roma): tipologías, cronologías y zona de
procedencia», en A. Ribera i Lacomba (coord.), ibídem, p. 426; Principal, J. / Ribera i Lacomba, A. (2013): «El
material más apreciado por los arqueólogos. La cerámica fina. La cerámica de barniz negro», en A. Ribera i
Lacomba (coord.), ibídem, pp. 41-146; López Mullor, A. (2013): «Las cerámicas de Paredes Finas del final de la
República Romana y el período Augusteo-Tiberiano», en A. Ribera i Lacomba (coord.), ibídem, pp. 149-190,
y Bustamante Álvarez, M. (2013): «Augusta Emerita (Mérida, Badajoz). Un lugar modélico para el estudio de
la producción y el consumo cerámico», en A. Ribera i Lacomba (coord.), ibídem, pp. 379 y 381.
346 Se situaban en la zona oriental de los llanos de Caulina (Las Aguilillas, El Boticario), cerca de aflora-
mientos arcillosos y de arroyos, en Jerez y su periferia (Calle Manuel María González, Salobrá, Rabatún, El
Almendral, La Romera), próximos a los arroyos que circundaban Jerez (El Arroyo, la Loba, Guadajabaque)
y a las márgenes del Guadalete, desde Torrecera a El Portal (Rancho Perea, Cejos del Inglés, Cartuja y El
Tesorillo). Emplazados en pequeños cerros a salvo de las inundaciones. Su situación interior responde a
la cercanía a las explotaciones agrarias, tanto de cereal, como olivares y especialmente de los viñedos; cf.
González Rodríguez / Ruiz Mata (1999): 161-169.
238 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
abrevadero de la Cañada Ancha (de planta casi cuadrada y de 2,80 por 2,60 m,
construido con ladrillos de 30 por 30 por 7 cm). Databan del siglo i a. C. al i d.
C.
El fácil acceso a la arcilla y la abundancia de agua avalaban el funcionamiento
de estos alfares. Junto a los hornos se construyeron otras estancias industriales
que eran necesarias para la producción: piletas de decantación, zonas de secado,
almacenes, testares o vertederos347. Manuel Esteve señaló en sus cuadernos de
excavaciones de Mesas de Asta sellos y marcas en dichas ánforas (lám. 7, 34 y 35).
Del mismo modo, tenemos que mencionar la cerámica púnica y tardopú-
nica348, así como la de época republicana, la proto-campaniense y campanien-
se349, importadas de Campania, Etruria, Lacio o Cales350; en el cambio de era
la cerámica de vasos de paredes finas, de origen toscano, ibicenca o de la His-
pania Citerior (en el valle medio y alto del Ebro) y Ulterior (curso medio del
Guadalquivir)351, y la terra sigillata352. El yacimiento de Mesas de Asta y otros de
la comarca han aportado cantidad y calidad de estos materiales arqueológicos.
Manuel Esteve también recogió y dibujó sistemáticamente en sus cuadernos de
excavaciones tanto las piezas como los sellos de fabricantes (lám. 8, 9 y 10).
Siguiendo a Rosalía González y Diego Ruiz Mata podemos señalar que353:
«El estudio de las diferentes variantes documentadas en Hasta, en función de
los distintos talleres y épocas (aretinas, sudgálica, hispánica, marmorata, clara)
permiten seguir la evolución del asentamiento hasta época paleocristiana.
No obstante, son las producciones del siglo i de la Era las más abundantes
y las que ofrecen una mayor variedad formal y decorativa. Ostentan, además,
diferentes estampillas –sigilla, de donde deriva el nombre de sigillata–, las más
frecuentes en la parte inferior del recipiente, con distintos diseños…»
N.º 95 AGATÊMEROS
Es del mismo taller que la pieza anterior y de época romana según Esteve Gue-
rrero (1945): 19-54 (22-23); Colette Bemont: Marques sur céramiques sigillées au
Musée du Louvre, n.º 132, 133, 134 y 136, Cagnac 6283.
«En el espacio número 6, partiendo de 1,50 m. por término medio, a que
habíamos llegado en la primera fase de la excavación, revueltas con numerosísi-
mas piedras y algún sillar, hallamos abundante «sigillata» de la que obtuvimos la
marca: P . COR y en el exterior del fondo de un vaso de la misma clase el grafito
ACATEM fig. 1 n.º 2», dice Esteve. El nombre AȽATHM[eri] está escrito en
caracteres griegos que transcribiremos como AGATHM[eri] con una E de doble
trazo.
Lectura:
AȽATHM = AGATEM(eri)
Sobre el nombre, Solín: Die griechis-
chen Personennamen, p. 5.
354 Lecturas posibles: Nicolaus exa(g)i(um) // Nicolaus ex A(v?)i(lli) // Nicolaus ex A(v?)i(llo) // Nicolaus ex A(uli)
XVII. ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y COMERCIAL 241
EX A VINI COLA(T)VS
Traducción: «Nicolás siervo de Sexto Avilio»
Aparato: EX A VINI COLA(T)VS: Esteve 2ª lectura.
N.º 97 PRI/MVS
Bibliografía: González Rodríguez/Ruiz Mata (1999): 129-130.
Estampilla con lectura dividida en dos partes: PRI/MVS con dos líneas en
cartela cuadrada, que se documenta con el nº 1532 del Corpus Vasorum Arretino-
rum, donde se reúnen 96 ejemplares. Se localiza en Italia el centro de producción
de este tipo de vasos y se data del 20 a. C. al 20 d. C. Recogida fuera de las exca-
vaciones en el transcurso de los trabajos. Campaña de excavaciones 1942-1943.
Medidas: 4,3 cm, por 2,4 cm y por 0,5 cm. MAMJF, en su almacén. Ingresó el
16 de junio de 1945 (N.º IG: 2175).
Lectura:
PRI
MVS
(en doble línea y en círculo)
Del mismo taller es la que menciona Esteve en el Cuaderno de excavaciones de
Mesas de Asta y la señala con el n.º 50, y en Esteve Guerrero (1979): 55.
(v?)i(no). Traducciones: Nicolás ha supervisado el peso // Nicolás (vino?) de Aulo ¿?. Aparato: Avi(lli) / A. Vi :
Esteve.
242 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
355 Señala que es la marca de fabricante de terra sigillata: PRIMUS, que trabajó en Condatomagus (Francia)
a mediados del s. I d. C. Es la cerámica que a flor de tierra se halla en mayor número en este yacimiento.
Están decorados unos a la barbotina, otros a molde y otros por el procedimiento de la ruleta. De color rojo
mate o brillante y con barniz. Otra marca de Primo la encontró Esteve en una pieza cerámica jaspeada
amarilla y roja.
XVII. ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y COMERCIAL 243
356 García Vargas, E.-López Rosendo, E. (2008): «El alfar de Rabatún (Jerez de la Frontera, Cádiz) y la pro-
ducción de ánforas y cerámica común en la campiña del Guadalete en época altoimperial romana», Spal
17, pp. 281-313.
244 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Fig. 156
Fig. 157
XVII. ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y COMERCIAL 245
Transcripción:
RASIN[I]
Lectura: (Ex officina) Rasini.
Traducción: Del taller de Rasinio.
Rabatún es el nombre que recibe el pago situado en la falda del Cerro de Mon-
tealto. Era ésta una amplia zona artesanal de época alto-imperial romana. Se
trata de un alfar con dos fases de producción (primera fase: la primera mitad
del siglo i d. C.; segunda fase: años finales del siglo i y primera mitad del ii)357.
Posiblemente la actividad fabril siguiese activa en otro lugar de Los Villares en la
segunda mitad del siglo ii d. C.
Por su parte, el arco cronológico de la cerámica va desde la segunda mitad del
siglo i a. C. a la segunda mitad del siglo ii d. C.
357 En las que se fabricaron ánforas Dressel 9/10, Oberaden 83, Dressel 10B (primera fase) y Beltrán IIB (se-
gunda fase), además de cerámicas comunes.
358 Esteve Guerrero (1945-1946): «Biblioteca y Colección Arqueológica Municipal. Jerez de la Frontera (Cá-
diz)», MMAP 6.
246 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Esteve habla de una marca de fabricante de vidrios «que ostenta por ambas
caras en la prolongación con que se remata en forma de espátula, el asa curva de
una vasija de vidrio soplado azul traslúcido».
Lectura:
ANNIOC
SIDON(ius)
En nota alude al manual del prof. Gar-
cía y Bellido, Arte Romano, Madrid, 1955,
272, y también a la consulta que le hizo a
la Dra. Thea E. Haevernick del Römisch-
Germanisches Zentralmuseum de Mainz,
quien le sugirió la lectura posible: Anni(us)
Io(cundus). Y se apunta que los sopladores de
vidrio procedían de Sidón.
Lectura:
AELIVS
359 Sello asociado a ánforas Dressel 1 (itálicas, en Pâture du Couvent y Parc-aux-Chevaux, Mont Beuvray,
Francia [Olmer, F. (2003): Les amphores de Bibracte-2. Le commerce du vin chez les Eduens d’après les timbres
d’amphores, Glux-en-Glenne, 213-214]), 1A (Roanne, Francia [Aulas, C. (1980-1981): «Marques et inscriptions
sur amphores trovées à Roanne», Cahiers Archéologiques delaLoire, 81]), y una Grecoitálica (en oppidum de
Saint Pierre-en-Chastres, Vieux-Molin, Francia [Laubenheimer, F. – Marlière, E. (2010), Échanges et vie éco-
nomique dans le Nord-Ouest des Gaules. Le témoignage des amphores du IIe siècle avant J. C au IVe siècle après
J. C, Besançon, 3]), cf. Pascual Guasch, R. (1991): Índex d’estampilles sobre àmfores catalanes, Barcelona, 05. 2.
250 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
360 Exposición en el MAMJ: La pieza del mes (19/09/2015): «El ánfora romana para productos vinícolas».
Cf. sobre los tituli picti en ánforas, García Vargas, E. /De Almeida, R. / González Cesteros, H. (2011): «Los tipos
anfóricos del Guadalquivir en el marco de los envases hispanos del siglo I a. C. Un universo heterogéneo
entre la imitación y la estandarización», Spal, vol. 20 , pp. 185-283.
XVII. ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y COMERCIAL 251
playado, creo que pudiera desarrollarse también Vin(icii) DX[…], dado que tene-
mos cuatro ejemplos de la gens Vinicia en el mismo inmediato entorno gaditano
(CIL II 1914-1915 y HEp 6, 1996, 534, funerarias, de Gades, y HEp 11, 2001,
240, del Puerto de Santa María, tres pondera), siendo éstos además los únicos
Vinicii documentados en la Bética. Hay paralelos para la mención de productores
en genitivo».
extraño ver marcas similares de distintos talleres del Imperio, que pueden con-
fundirnos en las atribuciones.
Bernal señala otro hecho importante que es que también en la Antigüedad las
lucernas se copiaban con sobremoldes, que únicamente se diferenciaban de las
plagiadas por la peor calidad de la decoración y el menor tamaño de las piezas.
En el caso de las encontradas en Las Motillas, su factura nos hace pensar en una
buena producción centro-itálica.
Conclusión
En las notas podrán leerse otros títulos que no se incluyen aquí por tratar sobre
cuestiones más concretas o no directamente relacionadas con nuestro tema.
Abascal Palazón, J. M. (1995): «Veinticinco años de estudio sobre la ciudad
hispanorromana», Tempus 10 (1995), pp. 19-84.
— (1999): Fidel Fita. Su legado documental en la Real Academia de la Historia,
Madrid.
— (2002): «Fasti consulares, fasti locales y horologia en la Epigrafía de Hispania»,
Archivo Español de Arqueología 75, p. 275.
— (2012): «Licinius Crassus Frugi, Marcus (s.v.), en Diccionario Biográfico Espa-
ñol, vol. 29, Madrid, pp. 614-615.
Abascal Palazón, J. M. / Cebrián, R. (2006): Manuscritos sobre Antigüedades.
Real Academia de la Historia, Madrid.
Abascal Palazón, J. M. / Gimeno Pascual, H. / Velázquez, I. (2000): Epi-
grafía Hispánica: Catálogo del Gabinete de Antigüedades. Madrid: Real Aca-
demia de la Historia (Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la
Historia, I, Antigüedades, I), Madrid.
Abásolo, J. A. (1994): Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología 60,
p. 200
Abellán Pérez, J. (2004): Poblamiento y administración provincial en al-Anda-
lus. La cora de Sidonia, Málaga.
Accursio, M. (1527): Schedae epigraphicae Hispanae, Bibl. Ambrosiana, Milán.
AE = L´Année épigraphique.
Aguilar Moya, L. / Barrionuevo Contreras, F. J. / González Rodríguez,
R. (1997): Prospección arqueológica superficial del extremo noroccidental de
258 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Cultura de Cádiz.
— (2005)3: Revisión del Inventario de yacimientos arqueológicos de Jerez de la Fron-
tera. Estación del Cuervo, Archivo de la Delegación Provincial de la Con-
sejería de Cultura de Cádiz.
— (2005)4: Revisión del Inventario de yacimientos arqueológicos de Jerez de la Fron-
tera. Olivar de la Rabia, Archivo de la Delegación Provincial de la Conse-
jería de Cultura de Cádiz.
— (2005)5: Revisión del Inventario de yacimientos arqueológicos de Jerez de la Fron-
tera. Cortijo de Alcántara, Archivo de la Delegación Provincial de la Con-
sejería de Cultura de Cádiz.
Molina Yévenes, J. (1969): Estudios Latinos, Barcelona.
Mommsen, Th. (1869): «Bemerkungen zum Decret des Paulus», Hermes 3, pp.
261-67.
Montenegro, A. (1985): «Hispania en el Alto Imperio. Evolución política du-
rante las dinastías Julio-Claudia y Flavia. Emperadores hispanos, Antoni-
nos y Severos», en VV. AA., Historia de España Antigua. Hispania Romana,
t. II, Madrid, pp. 304 ss.
Montero Vítores, J. (2000): «Hacia una interpretación del problema de Ce-
ret», Revista de Historia de Jerez 6, pp. 61-83.
— (2002): «El yacimiento de Dehesa de Bolaños en el marco de la Bahía de Cá-
diz. De Portus Menesthei a Portus Gaditanus», Revista de Historia de Jerez
8, pp. 35-66.
Morales, A. de (1575): Antigüedades de las Ciudades de España, Alcalá de He-
nares.
Morales Cara, M. (2005): La esclavitud en las colonias romanas de Andalucía,
Diss., Univ. Granada.
Moreno, E. (2014): Iconografía monetaria de la región geohistórica del Estrecho de
Gibraltar, Diss., Univ. Cádiz.
Münzer, F. (1938): RE XIX 2 s.v. Petrosidius, 1305.
Muñiz Coello, J. (1980): El sistema fiscal en la España romana (República y Alto
Imperio), Huelva.
Muñoz Gómez, A. / Muñoz Espinosa, M. / Cala y López, R. de (1890-1895):
Epigrafía Xerezana, ms n.º 130, Sección de Manuscritos de la Biblioteca
Municipal Central de Jerez de la Frontera.
— (1896): Calco que envía a Fidel Fita de la Real Academia de la Historia el 11 de
noviembre de 1896, Biblioteca Virtual Cervantes (Archivo histórico de la
Compañía de Jesús de Castilla).
272 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
PIMENIVS: 91
POMPONIA ROSCIANA, M. F(ilia): 55
M. POPILIVS, MARCI FILIVS: 19
Q. POST(umius) RVSTICV(s): 49
PRMº (Primus): 97, 98
REGILLVS: 59
ROMA(nus?): 92
A. SAB(inus?) AURELIAN(us): 76
SABINVS: 44
SAMBARO: 20
SARAPIACVS: 68
SENECA: 35
SICINIA TVSCILLA, Q. F(ilia): 21
SISAN(nus/a, ius/a): 75
THEOGENES, L(ibertus): 56
[L. TITI(us)]? VERN(us), [L(uci)] F.?: 30
C.? TRIPHAENA: 73
VALERIA PALLACE: 69
VALERIA PRISCA, Q. F(ilia): 35
D. VAL(erius) STABILIO: 33
L. VECILI(us), C. F(ilius): 40
VENER(?): 42
VENERIOSVS: 85
VICTOR CAES(saris): 24
VIGILIA: 89
VOLVPTAS: 64
2. DIOSES
HERCVL(i) AVG(usto): 25
HERCVL(i) AVG(usto) SACRVM: 26
282 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
3. EMPERADORES
DATA. PRO. SALVTE. ET. VICTORIA. CAESARVM: 29
DIVI CLAUDII F(ilio), GERMANICI CAESAR(is nepoti), TI(berii)
CAESARIS AVG(usti) (p)RO(nepoti), DIVI AVG(usti) A(bnepoti)
(relación de Nerón con sus predecesores): 60
DIVO MARCO AURELIO ANTONINO PIO GERMANICO
SARMATICO: 54
NERONI CLAVDIO, CAES(ari), AV(gusto), G(ermanico), PONT(ifici)
MAX(imo), TRIB(unicia) POT(estate) III, IMP(eratori) III, CO(n)
S(uli) II, CO(n)S(uli) DESIG(nato) II(i) (títulos de Nerón): 60
TRAIANO HADRIANO A(ugusto), PONT(ifici) MAX(imo),
TRIB(unicia) POTEST(ate) VII, COSVLI III, P(atri) P(atriae),
(pro)C(osuli) (títulos de Adriano): 53
QVIR: 81
SACERDOS PERPETVA DIVORVM DIVARVM: 55
(se)VIR AUGUSTALI(s)... 14, 82
TRIBUNO XII L. FVLMINATR: 81
5. TRIBUS
Galeria: 15, 29
Quirina: 81
Sergia: 6, 30, 40
6. TOPONIMIA
ASIDONENS(is) (patronímico de Asido): 35
CERETANVS (patronímico de Ceret): 79
CIVITAS ROMVLENSION?: 81
COLONIA ARCENSIVM/ASTENSIUM?: 81
E(por)EN(sis)? (patronímico de Ébora?): 15
HASTENSIVM (patronímico de Asta): 5
M(unicipium) ARVENSIVM/MAIENSIVM?: 81
MVN(icipium) V(rgiae)?: 43
MVNICIPI VICTRICIS SAEPONENSIVM: 55
PIA COLONIA ASTA REGIA FOELIX: 19
RES P(ublica) V(ictrix) SAEP(onensium): 53
RES PVB(lica) V(ictrix) SAEPONENSIV(m): 54
SALARIA: 49
SEGONTINEN(sis) (patronímico de Segontia): 77
TVRRIS LASCVTANA: 5
7. MUNICIPALIDAD
D(ecreto) (decurionum): 55
D(ecreto) D(ecurionum) D(onum) D(edit): 54
(de)CVR(ionum) D(ecreto) DE PECVN(ia) COL(lata): 30
284 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
8. FÓRMULAS
ACTVM IN CASTREIS: 5
AGRVM OPPIDVMQV(e): 5
AVE: 16
C(arus?) S(uis): 73
CARA SVIS: 17
CVRAN(tibus): 54
DECREIVIT: 5
DECREVIT: 55
DESCRIPT(um) ET RECOGNITUM EX TABULA AEREA
QUAE FIXA EST ROMAE IN MURO POST TEMPLUM DIVI
AUG(usti) AD MINERVAM: 44
DE S(uo) F(ecit): 24
D(is) M(anibus): 21, 64
(Dis) (ma)NIB(us): 37
D(is) M(anibus) S(acrum): 42, 63, 68, 69, 72, 73
(Dis) M(anibus) (sacrum?): 47
DIS MANIBVS SACRVM: 51
EX TEXTAMENTO: 77
FAMVLA DEI: 88
(fa)MVLA DEI: 89
FAMVLVS DEI: 85
F(ecit) SVA PECVNIA: 6
H(oc) L(oco) S(epulta est?): 63
H(ic) S(ita): 69
H(ic) S(itus): 20
H(ic) S(itus) E(st): 72
ÍNDICES ALFABÉTICOS 285
10. MATERIALES
Ánfora: 106, 107, 108, 109
Arcilla (tégulas/ladrillos): 7, 8, 9, 10, 67, 71, 75, 76, 87, 90, 103, 104,
105
Bronce: 5, 42, 44, 45, 74, 80
Jaspe: 15, 54
Jaspón cárdeno: 56
Lucerna: 101, 110
Mármol: 2, 14, 17, 20, 21, 22, 29, 32, 37, 39, 42, 46, 47, 48, 49, 55,
56, 58, 59, 62, 63, 64, 66, 68, 69, 70, 72, 82, 84, 85, 88, 91, 92
Mosaico: 61
Oro: 83
Piedra (sin especificar): 6, 16, 19, 26, 31, 33, 34, 35, 36, 40, 41, 51,
53, 54, 55, 73, 74, 78, 81, 89
Piedra caliza arenisca: 38, 65
Piedra granítica: 30
Piedra “martelilla”: 23
Piedra ostionera: 60
Terra sigillata: 94, 95, 96, 99, 110
Vaso (cerámica): 98, 100
Vidrio: 102
4 Fuente de la Salud
! 19 ! !
Estación del Cuervo
5 ! Haza de la Torre Gibalbín
! 38 ! !
!16
!
!
45
!
39
!
40
2 1
! !
!
Espartinas
!
21
!
20
! 22
26
!
23
!
!
17
¯
44 Mesas de Asta
! 41 !
!
43 3 24 18
! ! !
6 25 !
42 ! !
! 27
7 !
!
49
! 12
Añina ! 13 65
! 9 !
51 !52 ! !
8 60 !
! 50 48 ! ! 61
! 10 64 !
! ! 62
11 Jerez !
Camino de los Romanos ! ! 63 Alcántara 666
14 ! ! !
! Olivar de la Rabia !
67
46 ! !15 !
!
47 29 30 Sotillo Viejo
28 ! Cartuja !
! ! !
! !31
53 57 San Isidro del Guadalete
32 ! ! ! !
! 33 7
70 72
! 54 55 ! 56 !
34 ! 74
! !
36 73 !
! 58 !
!
35 El Boyal
! Cerro del Pavo ! 71
! ! 37 59 !
!
La Fantasía
!
Gigonza 75 !
! !
68
69
!
Km.
0 5 10 20
A) Mesas de Asta
1 Mapas topográficos de las lám. 1, 6, 7, 11, 13, 15, 30, 42, 43, 69, 78, 80, 82, 93, 95, 98, tomados de MTN50:
1047 (11-44), 1048 (12-44), 1061 (11-45), 1062 (12-45), 1063 (13-45), 1064 (14-45). Los autores considera-
mos que la información que aportan estos mapas es la idónea para que tanto los especialistas como los
aficionados a la Historia y a la Arqueología puedan ubicar de manera conveniente los distintos yacimientos.
Sus referencias con los viales y localizaciones actuales sirven para guiarnos en la difícil tarea de asociar los
hallazgos epigráficos y arqueológicos con topónimos actuales. Buena parte de las lám. de esta sección y las
localizaciones geográficas se las debemos al asesoramiento de nuestro compañero Agustín García Lázaro,
cf. su blog (coeditado con José García Lázaro) www.entornoajerez.com/ La lista de yacimientos y topónimos
que presentamos en estas páginas no pretende ser un catálogo exhaustivo de una carta arqueológica (so-
mos conscientes de que omitimos topónimos y yacimientos), sino una guía y un mero indicador de la densa
ocupación y explotación del territorio en la etapa previa e inmediatamente posterior a la romanización.
300 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lám. 1. Fig. XIII del catálogo. FBC (MAMJF). Inscripción monumental de Asta Regia.
Lám. 2. Mesas de Asta, Rosario, Espartinas, Cápita (norte), La Mariscala y Casablanca al noreste,
junto a Mojón Blanco, y dos topónimos: Cortijo Romano y Viña del Denario (en el sur).
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 301
Lám. 4 y 5. Fig. XXII (AGL, MAMJF), inscripción funeraria en un ara de Asta Regia,
y fig. XXXII (FBC, MAMJF), estela funeraria de Asta Regia.
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 303
1. Siles: silos romanos quizá pertenecientes a un yacimiento más amplio. Algo más
al sur de San José Obrero, en la Calle San Juan Bautista de La Salle y Avenida
de Espera está el yacimiento de Palos Blancos, con restos de un horno y un alfar.
2. Carrizosa: silos y alfar romanos, con horno y una estructura que puede fecharse
en el periodo republicano. Y un kilómetro al norte, en la N-IV, tenemos restos
cerámicos en la Cañada Real de Leyes.
3. La Canaleja: hay dos ámbitos, el de la Canaleja 2, frente al Cementerio y al sur
de la CA-501; una villa romana en una cota superior de la misma ladera y aso-
ciada al alfar de Canaleja 1, del siglo i d. C., y con una situación relacionada con
el arroyo del mismo nombre, ubicado junto a la circunvalación de la Avenida
Juan Carlos I.
4. El Salobral-Parque Zoológico y San Juan de Dios: en la ladera que da a la cir-
cunvalación, un villar y un alfar. En la zona se han encontrado restos de ánforas
y fallos de hornos. Se han hallado así mismo fragmentos de sigillata, cerámica
común y una moneda de Constantino de principios del siglo iv d. C.
5. Alcázar: de esta colina fortificada proviene la inscripción de Tiberio Elio (siglos
i-ii d. C.), que catalogamos con el número 32 y posiblemente la de Marco Emilio
Optato, la número 33. También en ese lugar recientemente se encontraron dos
tumbas tardo-antiguas cercano a ellas, el testar de un alfar. Integradas en las an-
tiguas murallas y puertas islámicas tenemos varias columnas e inscripciones, así
como en otros puntos del antiguo caserío. Al sur de la ciudad tenemos los yaci-
mientos de Hijuela de las Coles (con restos que van desde el Bronce Final y perio-
do Orientalizante, siglos viii-vi a. C., al siglo i d. C.), con un alfar y silos roma-
nos, asociados a la villa de Viña Bea. En estos yacimientos hay restos de cerámica
gaditana, ánforas y protosigilatas, así como restos constructivos. Se encontraban
estas localizaciones arqueológicas junto al camino que unía Jerez con Sidueña.
6. Rabatún: yacimiento asociado a los de La Romera, Los Villares y El Almendral.
Está al noroeste de las Bodegas de la avenida norte de circunvalación de la ciu-
dad, que dominaba el antiguo arroyo de La Loba.
7. La Romera: en la carretera de Lebrija, kilómetro 1 (CA-6011). Alfar romano
del siglo i d. C. con piezas que son fallos de horno y ánforas.
8. Los Villares-Montealto: importante necrópolis con tumbas de incineración
del s. i d. C. y de inhumación del s. ii d. C. Puede que este enclave romano
se extienda por los tres yacimientos inmediatos de Rabatún, La Romera y El
Almendral.
9. El Almendral: entre la Avenida Ramón de Carranza y Avenida de Lebrija, y la
Urbanización La Espléndida. Yacimiento desmantelado en 1980 al construir las
urbanizaciones. Parece tratarse de una villa con alfares asociados.
310 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
2 En el MAMJF se han recreado dos tipos de tumbas, las más comunes, de la necrópolis correspondiente al
asentamiento de Los Villares, al norte de Jerez. En la incineración, los restos de cenizas y huesos se recogen
en un recipiente o urna y con un ajuar y objetos rituales se depositan en una fosa recubierta con ladrillos. En
la inhumación, el fallecido se deposita en una fosa recubierta con tégulas o tejas.
3 «El tipo inicial de la ceca de Cerit corresponde a una cabeza femenina peinada con moño bajo y tocada con
una diadema radiada con guedejas que parece poder rastrearse en otras cecas, como Seks o Babba. Este tipo
se transforma en estilo en la segunda emisión de la serie, de carácter mucho más tosco, donde se aprecian
los hombros de la diosa y el tocado queda simplificado al extremo. En principio, el contenido iconológico
de esta imagen no parece quedar afectado por el cambio tipológico, puesto que los reversos, que podrían
insistir en el carácter frugífero de esta divinidad, se mantienen intactos. Por otra parte, volveremos sobre los
posibles vínculos iconográficos que estas imágenes podrían plantear con la Koré-Tanit de las emisiones his-
pano-cartaginesas, pues su análisis en conjunto merecerá plantear algunas matizaciones», Moreno Pulido
(2014): 521. Exposición pieza del mes MAMJF, Francisca Chaves Tristán, «La moneda hispana de CERIT» (28
de noviembre de 2015). Cf. Chaves Tristán, F. (2009): «Moneda local en Hispania. ¿Autoafirmación o integra-
ción?», Uroz, J. / Noguera, J. M. / Coarelli, F. (eds.), Hispania e Italia: modelos romanos de integración territorial,
Murcia, pp. 353-377; (2012): «Arqueología de la conquista como elemento identitario: moneda y epigrafía
monetal», Santos Yanguas, J / Cruz Andreotti, G. (eds.), Romanización, fronteras y etnias en la Roma antigua:
el caso hispano, Vitoria, pp. 173-205; García-Bellido, M. P. (1990): «Iconografía fenicio-púnica en moneda ro-
mano republicana de la Bética», Zephyrus, vol 43, pp. 371-383; García Vargas, E. / Ferrer Albelda, E. / García
Fernández, F. J. (2008): «La romanización del Bajo Guadalquivir: ciudad, territorio y economía», Mainake XXX,
312 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
247-270; Marín Ceballos, M. C. (2013): «Las acuñaciones de la Hispania Ulterior desde la perspectiva de la
religión fenicio-púnica», Campo, M. (coord.) Déus i mites de l’Antiguitat. L’evidència de la moneda d’Hispània,
Barcelona, pp. 32-37.
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 313
Lám. 24. EVG. Ara con inscripción latina de los Lám. 25. EVG. Ara romana en su actual localización
jardines de la Bodega Domecq. en los jardines de la Bodega de Domecq.
En el ámbito de la sierra que sirve de frontera entre las provincias de Cádiz y Se-
villa, encontramos una alta concentración de yacimientos diversos y de distintas
etapas históricas. Muy importante es el de La Mazmorra, en la ladera sur de la
serranía. En la campiña que bordea las tierras bajas y marismas de El Cuervo y sur
de Gibalbín: Cortijo de Casa Blanquilla, Cortijo de la Torre, Cortijo de la Jara,
Fuente de La Salud (Peñas del Cuervo), Mesas de Santiago, Cortijo de Montegil,
Romanina la Baja, Casablanca, Haza de la Torre, Viña Santa Lucía, Los Prados,
Corchitos, Portugalejo, Cuervo Chico, Cuervo Gordo, Romanina Alta, Bermejo,
Montegil de Buenavista.
la Vía Augusta, y un ramal al noroeste hacia Asta Regia (que pasaba por
Casablanca).
5. Romanina Alta: al este de la N-IV; es un topónimo y un lugar de asenta-
miento rurales tipo villae.
6. Ducha: zona de alquerías cerca de la actual N-IV; en la Cañada Real de Le-
yes se ven en superficie diversos restos cerámicos.
7. La Jara: importante villa romana, donde apareció la bella escultura femenina
de la primera mitad del siglo ii d. C., que se conserva en el Museo Arqueoló-
gico de Jerez. Está en el centro de una zona que desde antiguo había asenta-
mientos (al noroeste está El Trobal, y pocos kilómetros al sur de La Jara está
la villa que apareció junto a Torre Melgarejo). El actual cortijo está en la lade-
ra occidental de un cerro de más 100 metro de altitud sobre el nivel del mar.
8. Casa Blanquilla: de este lugar son los ladrillos decorados de época visigoda
(s. vi-vii) que se exponen en el Museo Arqueológico de Jerez. Está al norte
de La Jara y al oeste de Mesas de Santiago.
9. Mesas de Santiago: está al norte de Jédula (localidad esta última en cuya
antigua estación emergen restos de una villa romana), y al oeste del Cortijo
de la Torre, un asentamiento romano y prerromano.
10. La Mazmorra: domina lugares de la campiña inmediata y la cañada de Ca-
sinas y Gibalbín a Espera.
11. Romanina Baja: material romano del que destaca un herma del dios Baco
del s. i d. C., que se expone en el Museo Arqueológico de Jerez, que estaría
relacionado con la existencia de una villa.
Lám. 32 y 33. Fig. LXXXIV del catálogo, aAra procedente de Gibalbín ( FBC, MAMJF),
y estatua femenina altoimperial del Cortijo de La Jara (AGL, MAMJF).
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 319
Lám. 37. Restos arqueológicos integrados en el caserío del Cortijo de la Mazmorra (AGL).
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 321
Lám. 42b. Detalle de la torre con sillares romanos, Torre de Gibalbín (AGL).
Lám. 49. Los Prados-Haza de la Torre Lám. 50. Los Prados-Haza de la Torre (AGL).
desde Peñas del Cuervo (AGL).
326 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lám. 53. De San Cristóbal a Las Quinientas, por Las Pedreras, Cartuja, Lomopardo y La Corta.
4 Borrego Soto, M. A. (2013): La capital itinerante. Sidonia entre los siglos VIII y X, Jerez, pp. 20-33.
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 329
sureste, limitando con el río, el Rancho de la Bola, con diversos restos cerá-
micos en superficie.
4. La Corta: posiblemente un embarcadero romano y quizá relacionado con la
villa cuyos restos se encuentran bajo el Monasterio de La Cartuja.
5. Las Pedreras: cerro al oeste de La Corta en el que se excavaron unas tumbas
del siglo vii, integradas en un conjunto funerario (en una de ellas apareció
un broche de entronque bizantino). Uno de los sepulcros está expuesto en el
Museo Arqueológico de Jerez.
6. El Palmar del Conde: elevación al sur del meandro del Guadalete, cuando
llega a El Portal, y donde aparecen restos en superficie.
7. Las Quinientas: loma al sur de un antiguo y caudaloso meandro del Guada-
lete. Se ven en la superficie restos cerámicos, de ánforas, tégulas y piezas con
fallos de fabricación.
8. El Tesorillo: posiblemente junto a una zona con embarcadero. En este lugar
apareció un horno de ánforas para embasar aceite y vino, y se observan restos
cerámicos junto a la carretera.
9. Barjas: cerro que domina el este del Guadalete (al sur de El Tesorillo). Exis-
tió un alfar de ánforas alto-imperiales, y se ven restos de tégulas y otras piezas
cerámicas. En el olivar de Río Viejo se encontró una embarcación romana y
un retrato de época republicana que se conserva en el Museo Arqueológico
Provincial de Cádiz.
10. Roa la Bota: una elevación de más de 60 metros sobre el nivel del mar
y con pendiente sobre la ribera este del Guadalete (en el actual cortijo se
encuentra esta estribación). En el paraje se halló un león iberorromano, que
actualmente podemos ver en el Museo Arqueológico de Jerez.
11. Bolaños-Cortijo de Frías: se observan restos cerámicos en la superficie y
estaría próxima a una zona con actividad extractiva. En un lugar próximo (al
este, en La Cantera) existió una necrópolis.
12. Cerro del Pavo: elevación al sur de Barjas y al oeste de Bolaños y Frías.
330 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
E) Camino de Romanos
Especial interés tiene el entorno de este camino milenario y los puntos que ja-
lonan y dibujan lo que pudo ser un camino o una calzada romana, parte de
la Vía Augusta, que unía El Puerto de Santa María (muy posiblemente Portus
Gaditanus) con Asta Regia: Camino del Pinillo-Vereda de la Cerería, Camino de
Romanos, Estación de las Tablas, Cortijo de Barrosillo, Haza de Pozo Ancho, Hi-
nojosa Alta, Cortijo de las Ánimas, Casa de la Marrufa, Vereda del Carrascal o del
Forlón de Villarana, Cerro de Orbaneja (Cortijo Chico), Cortijo de Montana,
Casa Pintada, Viña de Arcade, Santa Bárbara, Casa de Santa Bárbara, Cortijo del
Barroso, Pozo Aviñas, Casa de la Gallarda, Barrosilla, Estancia de Tabajete, Pago
de Balbaina, Viñedos de Añina.
Lám. 71. Fragmento del mapa de Coello, 1868, con vestigios de la vía romana (AGL).
5 Vega Geán, E. J. / García Romero, F. A. (2000): «La ocupación del antiguo Ager Ceretanus», Revista de Histo-
ria de Jerez, 6, p. 51.
342 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lám. 72. Norte de El Puerto de Santa María, hitos de la antigua calzada que se dirigía a Asta Regia.
1. La Marrufa: llanura que limita con la CA-613, que une la carretera de Jerez-
Sanlúcar con la que une Rota-El Puerto de Santa María.
2. Cortijo de las Ánimas: al sur del anterior emplazamiento y junto a la carre-
tera Sanlúcar-El Puerto de Santa María (CA-602).
Lám. 78. La Ina, Cerro del León (en Rajamancera), San Isidro del Guadalete y Torrecera.
1. La Ina: pequeña elevación sobre la rivera del río. Al sur se encontró un alfar
romano en Cejos del Inglés.
2. Cerro del León: loma sobre uno de los meandros del río en la que se han
encontrado las típicas jarritas de carácter funerario que están asociadas a ne-
346 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
G) Pago de Alcántara
En un camino que parte desde la zona noreste de Jerez y al este de los llanos de Cau-
lina, se abre una completa red de yacimientos arqueológicos de distintas épocas: Las
Aguilillas, Torre Melgarejo o La Peñuela.
Lám. 81. En torno a Alcántara: al oeste Las Aguilillas; al norte, Torre Melgarejo y La Peñuela, y al este, Vicos.
1. Casablanca, Junta de los Ríos: los historiadores han vinculado estos pa-
rajes con la ciudad romana de Lacca (aunque su emplazamiento es todavía
discutido)7. Al Himyari, geógrafo e historiador musulmán ceutí (s. xiv) dice
que Lakka o Lakko es una «Ciudad de al-Ándalus, en el territorio de Sido-
na. Es antigua y fue construida por el Cesar Octavio. Sus ruinas subsisten
todavía. Posee una de las mejores fuentes termales»8. Genaro Chic García
(siguiendo a Sánchez Albornoz) apoya la idea del posible emplazamiento de
Lacca en la zona del Cortijo de Casablanca9. El nombre de Lacca aparece en
catorce ocasiones escrito en ánforas olearias: ¿habría que buscar la ciudad en
una zona de olivares cercana a una corriente fluvial que permitiera el trans-
porte? Al Himyari dice que Lakko se encuentra en Maddi Lakka (Guadalete).
El paraje tiene restos de origen romano: el erudito arcense Tomás Andrés
7 http://www.entornoajerez.com/2015/06/por-los-paisajes-de-la-lacca-romana.html
8 Abellán Pérez, J. (1996): El Cádiz islámico a través de sus textos, Cádiz, 1996, p. 80
9 Chic García, G. (1979-1980): «Lacca», Habis, 10-11, pp. 255-276.
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 349
de Gusseme recogió una inscripción romana («A los dioses Manes. Mumio
Hermes, de 32 años, aquí está enterrado. Sea para ti la tierra leve»)10.
2. Casinas: próxima a la Junta de los Ríos y Casablanca. Allí se encontraba la
ciudad musulmana de Qalsana o Calsena11, capital de la Cora de Sidonia
entre mediados del ix y el x (básicamente en la etapa califal). De allí provie-
ne un capitel visigodo (VI-VII) quizá reutilizado por la mezquita aljama de
Calsena y expuesto en el Museo Arqueológico de Jerez.
3. Sotillo Viejo: con restos materiales de una villa romana.
4. Vicos: suaves lomas entre los 100 y los 130 metros sobre el nivel del mar que
limita con Jédula al norte (en cuya antigua estación hay rastros de una villa
romana) y Lacca y Sotillo Viejo al este.
Lám. 83. Fig. CXIV del catálogo. FBC (MAMJF). Inscripción en mármol que se inserta
en una estela de piedra procedente del Cortijo de Alcántara.
12 Para todo lo relacionado con los distintos yacimientos de la comarca desde la Protohistoria a los inicios
de la Edad Media el trabajo más completo y compendiador, cf. Ruiz Mata / González Rodríguez (1999): pp.
73-172 y http://www.jerez.es/fileadmin/Image_Archive/Museo/Carta_arqueologica_Jerez.pdf
13 En dichos parajes se sitúan las obras de la cabecera y de la captación de aguas del gran acueducto que
unía Tempul con Gades, y que cruzaba las actuales comarcas de San José del Valle, Jerez, Puerto Real, San
Fernando y Cádiz. Nacía en las estribaciones de Sierra de las Cabras y seguía por el Cerro de los Cuquillos,
Garganta de Bogaz, Sierra de Dos Hermanas, arroyo Fuente Imbros, La Peruela, Algarrobillo, Isletes, Arquillos,
Cortijo de las Piletas, Castillo de Berroquejo, en las comarcas de San José del Valle y Jerez, para tomar los
Llanos de Guerra en Puerto Real y desembocar en las marismas e islas gaditanas. Es posible incluso que un
ramal se dirigiera a las Mesas de Bolaños, en el entorno del Portus Gaditanus, cf. http://aquaducta.blogspot.
com.es/
LÁMINAS, MAPAS, YACIMIENTOS E ITINERARIOS 351
Lám. 86. Entorno de San José del Valle y Tempul: Algarrobillo, La Peruela,
Vegas de Elvira, El Parralejo, Sotillos Viejo y Nuevo.
Lám. 91 y 92. Fig. CVIII del catálogo, FBC (MAMJF, ara funeraria de La Peruela)
y fig. CI del catálogo, FBC (MAMJF, inscripción de El Parralejo).
356 INSCRIPCIONES LATINAS DE JEREZ DE LA FRONTERA
Lám. 93 y 94. Fig. CXXIV del catálogo. Ara de Gigonza, y Cortijo Sotillo Nuevo (AGL).