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Curso: Filosofía

Profesor: Dr. Marco Alberca Balarezo

El HELENISMO
El helenismo es, básicamente, una época histórica y cultural en la que se produjo la expansión de la cultura griega por todo el
Mediterráneo, llegando desde la Península Ibérica hasta Oriente. Estamos hablando de una época que transcurre, aproximadamente,
entre la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.) hasta la conquista del Mediterráneo por parte de los romanos (aprox. año 30 a.C.).
A finales del siglo IV a. de C. el pensamiento griego da un nuevo giro antropológico, con interés centrado en la moral. Coincide con la
caída del Imperio de Alejandro Magno y la expansión de la cultura griega hasta la India y Egipto (Alejandría, Rodas,...). Los tiempos
han cambiado: las Polis – Estados democráticos entran en crisis institucional hasta su hundimiento y desaparición. Atenas pierde su
esplendor clásico y se convierte en una ciudad-capital de un gran imperio. Los ciudadanos libres se convierten en súbditos de nuevas
monarquías que han surgido de la desmembración del imperio alejandrino. Con esta nueva situación la polis deja de ser el marco de
referencia de los ciudadanos y se va perdiendo la conciencia de pertenencia a la comunidad. La libertad social, política y ciudadana,
los valores colectivos (defendidos por Platón, Aristóteles,...), serán sustituidos por los valores individuales, por la Libertad individual,
de la persona.
Época de crisis y angustia, por lo que las nuevas escuelas filosóficas se preocuparán menos por las grandes cuestiones especulativas
y mucho más por la felicidad del hombre. El filósofo sigue buscando la sabiduría, pero ahora el «sabio» es el que posee el arte de
vivir virtuosa, independiente y felizmente en medio del caos. La filosofía al interesarse por cuestiones éticas y de teoría social,
abandona las grandes escuelas y se abre al gran público (la filosofía se populariza). Otra reacción que se da en esta época de crisis
es la pasión por la religión (descubrimiento de las religiones de Oriente).

Rasgos característicos de la filosofía en este período:


 La cultura griega se expandió gracias a la lengua escrita. Se extendió una versión común dialecta de esta lengua que se
llamó koiné (común).
 Cambia el concepto de «hombre»: Aristóteles hablaba de un «animal cívico», porque sólo la pólis era autosuficiente y sólo
en ella podía realizarse plenamente. Hundida la pólis, el ser humano es entendido más bien como «animal social», cuyo
marco de referencia es la naturaleza y la humanidad, reclamando para sí la autosuficiencia y autonomía que antes se
reconocía a la ciudad.
 Las escuelas filosóficas se interesaron, sobre todo, en ayudar al ser humano a alcanzar la felicidad, proponiendo formas
concretas de vida. Las principales fueron: el epicureísmo, el estoicismo y el escepticismo. Además, hubo otras, como el
cinismo y el neoplatonismo. Se mantuvieron, aunque con menos interés que con sus maestros, la Academia de Platón y el
Liceo de Aristóteles.
 Se desarrollaron las ciencias naturales (geografía, astronomía, matemáticas, medicina, etc.). En el contexto de este
florecimiento científico hay que destacar a Euclides, Arquímedes, Aristarco de Samos e Hipócrates. La filosofía estoica y
epicúrea de la época sistematiza buena parte de su doctrina, pero queda subordinada a los fines prácticos de la existencia:
«sabio» no es sólo el que sabe sino «el que sabe vivir».
 La filosofía ahora se concibe como un saber unitario, dividido en lógica, física y ética, pero con una finalidad
fundamentalmente moral. La especulación abstracta carece de valor.
 En esta época florecen numerosas escuelas. Hay muchas influencias mutuas pero también muchas polémicas. Eso explica
el eclecticismo que vendrá a continuación.

Una filosofía práctica: caminos hacia la felicidad


La principal característica de la filosofía en este período es su orientación práctica. Se pensaba que la filosofía tenía que servir
para la vida, ofrecer formas concretas de vida. Es decir, había que orientar las conductas de los individuos. Se piensan y discuten
formas concretas de vida, ideales de comportamiento, se trata sobre la virtud y la felicidad ofreciendo diferentes visiones.

ESCUELAS MORALES:
El epicureísmo: es un sistema filosófico que defiende la búsqueda de una vida buena y feliz mediante la administración inteligente
de placeres y dolores, la ataraxia y los vínculos de amistad entre sus correligionarios.
Epicuro de Samos fue uno de los principales pensadores de esta época y el padre de la corriente conocida como epicureísmo.
Su obra principal es la Carta a Meneceo. Vivió entre el 341 y el 270 a.C. Fue el fundador de la escuela llamada "El Jardín", situada
en un huerto de Atenas.
Para él la filosofía es un instrumento para conseguir la felicidad en la vida, liberarnos y apartarnos del temor. Y la felicidad es la
mayor cantidad de placer posible (hedonismo). Con placer, Epicuro se refiere a los placeres corporales, que son muy importantes,
y también a los del alma. Pero el placer no debe buscarse de cualquier manera, sino de forma que no vaya contra la paz interior.
Hay que buscarlo con moderación para no perder la tranquilidad (ataraxia). Así que debe buscarse con prudencia, moderándose
mediante el uso de la razón con la virtud de la templanza.
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Y para ello, la Filosofía debe cumplir una tarea cuádruple, liberándonos de cuatro temores:
1) Del temor a los dioses: Estos no influyen en la vida humana, que tampoco tiene un destino obligatorio. Los epicúreos no
negaban que los dioses existieran. Es curioso pensar la relación entre esta idea de Epicuro y expresiones coloquiales como "que
sea lo que Dios quiera", "está de la mano de Dios" o decir de un acontecimiento que "estaba escrito". Epicuro estaría en contra de
estas ideas.
2) Del temor a la muerte: No debemos temerla porque cuando nosotros estamos ella no está presente, y cuando ella aparece
nosotros ya no estamos. Por tanto, no tiene sentido, según Epicuro, temerla.
3) Del temor a no alcanzar el bien y el placer, porque se pueden alcanzar ambos.
4) Del temor a que los males y dolores no terminen: Todos tienen fin. Expresiones como "no hay mal que cien años dure" tienen
mucho que ver con esta idea de Epicuro.
Según Epicuro no deben buscarse aquellos placeres de difícil o imposible consecución, ni menos aún aquellos de corta duración.
Deberán, por tanto, preferirse aquellos placeres sencillos que provienen de la tranquila apreciación de la vida y de la verdad.
Para Epicuro aquellas personas que lleven una vida sencilla y que dependan lo menos posible de objetos superfluos tendrán una
mayor felicidad y su vida se verá menos empañada por la desgracia.
En el pensamiento Epicuro podemos encontrar:
El bien supremo y el mal supremo:
Para Epicuro, el placer puro es el bien supremo y el dolor es el mal supremo. Los placeres y sufrimientos son consecuencia de la
realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos, por tanto placeres:
-Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo, y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.
- Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación sexual.
- Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el prestigio.
Los placeres del cuerpo y los del alma:
Es importante aclarar que Epicuro no era dualista, es decir, no postulaba la oposición cuerpo-alma; el alma, igual que el cuerpo,
es material y está compuesta de átomos. También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre en
dos entes diferentes pero unidos, el cuerpo y el alma:
Placeres del cuerpo: aunque considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es la renuncia de estos placeres y
la búsqueda de la carencia de apetito y dolor corporal;
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es
efímero y temporal, mientras que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.
La razón:
Pese a que el placer es un bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y el dolor: en ocasiones debemos
rechazar placeres a los que les siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de placeres mayores. La razón
representa un papel decisivo en lo que respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la total imperturbabilidad (ataraxia), la
cual Epicuro compara con "un mar en calma" cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones, afectos y apetitos.

Estoicismo.
La ética estoica se funda en un determinismo cósmico ya que, para los estoicos, la ley que rige el universo es el mismo fuego
inteligente o logos (razón) divino. Ante el determinismo cósmico, la actitud del sabio solamente puede ser la de aceptar el
destino, ya que todo está regido por la providencia del logos.
Ya que la física es el fundamento de la ética, la máxima moral de los estoicos se resume con la sentencia: «vive de acuerdo con
la naturaleza» o, lo que es lo mismo, siguiendo el logos divino. El acatamiento de esta ley separa a los estoicos de las
concepciones hedonistas, como las defendidas por sus coetáneos los epicúreos, y crea las bases de una ética del deber entendida
a la manera intelectualista, ya que el seguimiento de este deber sólo es posible por parte del sabio, que es quien conoce el logos.
Mediante la aceptación del destino, puede alcanzarse la tranquilidad de ánimo propia del sabio. La intranquilidad proviene de
las pasiones que hacen errar a la razón, al desear que las cosas sean de un modo opuesto a los designios de la providencia-
destino.
Contra las pasiones proponen la apatía, ausencia de pasiones o imperturbabilidad, que permite alcanzar la alegría serena y la
eudaimonía o felicidad. La virtud, que consiste en la eliminación de todas las pasiones y en de la aceptación del orden de la
naturaleza, debe mantenerse incluso a costa de la propia vida. Por ello, los sabios estoicos aconsejaban (y varios practicaron tal
consejo) el suicidio antes que verse forzados a actuar en contra del deber. A pesar de esta ética de la resignación, los
estoicos participaron en política y defendieron tesis opuestas a la tradición.
Al sustentar que la naturaleza es el fundamento de todas las leyes, que por su physis todos los hombres deben estar regidos
por la misma ley, con lo que propugnaron la abolición de la esclavitud.
El estoicismo es otra de las importantes escuelas filosóficas helenísticas. El fundador de esta escuela fue Zenón de Citio, que en
Atenas abrió la Stoa (pórtico). Las principales características de esta escuela son:
Curso: Filosofía
Profesor: Dr. Marco Alberca Balarezo
 Para el estocismo el ser humano es una parte del universo, y solamente alcanzará la felicidad viviendo en conformidad con
la naturaleza.
 Esta, la naturaleza o cosmos, está ordenada de forma racional. Para poder vivir conforme a ella, debemos usar la razón y
así alcanzaremos la sabiduría, aceptando las leyes de la naturaleza y el destino. La principal virtud del hombre es la rectitud,
con la que se adapta a la razón que gobierna el mundo. Hay que cultivarla continuamente.
 No debemos rebelarnos contra el destino, sino aceptarlo tranquilamente. Así se llegará también a la falta de pasión y de
sufrimiento. Según los estoicos son las pasiones las que nos provocan sufrimiento. Si nos liberamos de ellas, nuestro ánimo
será imperturbable.
Esta escuela perduró durante más de tres siglos, y tuvo mucha importancia en la Roma imperial, en la que encontramos
importantes estoicos como Séneca, Epíteto y Marco Aurelio.
Vivir de acuerdo con la naturaleza es la norma ética del estoicismo. Para cumplir con dicha norma el hombre debe aprender a
dominar sus pasiones y a no turbarse por nada.
La felicidad para los estoicos radica en librarse de las pasiones, en el sosiego del alma, en la indiferencia. En la vida todo se halla
predeterminado por el destino. El hombre será feliz solo en la medida en que acepte como vienen los fenómenos, se integre a
ellos adaptándose plenamente. Ir contra la corriente universal del mundo es inútil por completo, para el estoicismo el hombre debe
llegar al dominio de sí mismo y para que esto ocurra es muy importante la práctica de “SOPORTA, ABSTENTE” esto es soportar
sin quejarse del dolor y la enfermedad.
En conclusión, el hombre debe aceptar las cosas como son, y aceptarlas a si con satisfacción conduce al hombre a la
imperturbabilidad, a la tranquilidad total. A dicha imperturbabilidad se le llamó con el término griego ATARAXIA, que quiere decir
esto justamente.

Escepticismo.
El escepticismo fue una escuela de la filosofía helenística y también una actitud filosófica que se extendió a lo largo de la
Historia. El primer filósofo escéptico fue Pirrón. Otro importante filósofo escéptico fue Sexto Empírico.
Las principales características del escepticismo son:
 No hay posibilidad de conocimiento verdadero: Nada hay verdadero ni falso, así que hay que estar tranquilos no
tomando partido entre estas opciones. La realidad de las cosas no podemos conocerla. Según los escépticos, deberíamos
abstenernos de juzgar algo como verdadero para no perder la tranquilidad. Según ellos, así llegamos a la paz del alma.
 No hay nada que sea, en sí mismo, bueno o malo: Los hombres calificamos las acciones de "buenas" o "malas", pero
en sí mismas son indiferentes, ni una cosa ni otra. Lo más razonable sería que no hiciéramos este tipo de juicios.
Solamente podemos emitir opiniones. Hay una diferencia entre decir que "algo es..." y decir "me parece que es...". Por
esto, a Pirrón, que no dejó nada escrito se atribuye la frase: "La diversidad de opinión existe entre sabios igual que entre
ignorantes. Cualquier opinión que yo tenga puede ser repudiada por personas igual de listas y preparadas que yo, y con
argumentos tan válidos como los míos".

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