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Budismo Zen

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Parent Category: Budismo en español
Category: Zen en español
Published: 26 February 2014
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• Zen en español

Thich Nhat Han

El Budismo es el nombre dado en Occidente a un movimiento de liberación


espiritual creado cinco siglos antes del comienzo de la era cristiana por Sakiamuni
Buda.
"Buddha" es un término sánscrito que significa "El que ha despertado".

Sakiamuni Buda alcanzó esta experiencia de despertar llamada "iluminación"


mediante la práctica de una meditación
exacta y poderosa, basada en el aquietamiento del cuerpo y de la mente y en una
profunda introspección.
Después de su iluminación, Buda Sakiamuni enseñó las Cuatro Nobles Verdades:
La Verdad del Sufrimiento. La existencia es sufrimiento.

La Verdad de la Causa del Sufrimiento. El deseo, el apego y la ignorancia son las causas del sufrimiento.

La Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Los seres humanos podemos experimentar un estado de conciencia exento de sufrimiento.

La Verdad del Camino hacia la Cesación del Sufrimiento. A este Camino se le llama el

Noble Sendero Octuple porque está formado por ocho aspectos:

Visión correcta.Pensamiento correcto.

Palabra correcta.Acción correcta.

Medio de existencia correcto.

Esfuerzo correcto.

Atención correcta.

Meditación correcta.

Todas las formas de Budismo tienen su fuente original en esta primera enseñanza
dada por
Sakiamuni Buda en el Parque de las Gacelas de Benarés, poco tiempo después de su
iluminación.

La enseñanza del Buda ha aparecido en este mundo para indicar a los seres humanos
el camino que conduce desde el sufrimiento a la liberación del sufrimiento.
Origen del Zen
Durante los siglos que sucedieron a la desaparición de Sakiamuni Buda, el Budismo
se extendió por toda India y el sudeste asiático. Pronto surgieron divergencias entre
distintas maneras de interpretar las enseñanzas originales del Maestro. Se crearon diversas
escuelas y se desarrolló una compleja exégesis sobre el sentido real de lo enseñado por el
Buda. Esto produjo una cierta confusión en el mundo budista primitivo. Ante esta
confusión, grupos cada vez más numerosos de maestros y monjes budistas decidieron
retirarse a las montañas y a los bosques para dedicarse exclusivamente a la práctica de la
meditación enseñada por el Buda. Así, de manera poco organizada, fue naciendo la llamada
Escuela de Dhyana. Dhyana es un término sánscrito que significa "absorción de la mente"
y designa el estado de conciencia propio de la meditación budista. Dhyana se convirtió en
Ch'an na, en chino. Más tarde la expresión quedaría abreviada en Ch'an. Zen es la
transcripción fonética al japonés del término chino Ch'an.

La enseñanza del budismo zen no está basada en las escrituras, sino que es
transmitida de corazón a corazón, de maestro a discípulo, a través de la realización de la
propia naturaleza original que tiene lugar gracias a la práctica de la meditación zen.
Breve historia del Budismo Zen.*
El Zen en India.

La historia del Zen comienza en la India. En la época del Buda, el yoga en tanto que
práctica de concentración del espíritu estaba ampliamente extendido. En su naturaleza, el
yoga va destinado a concentrar el espíritu en un solo punto: la realización de la serenidad a
través de la meditación en posición sedente. En realidad, los métodos del yoga se reducían
en esta época a privaciones de alimento, ayunos, a ciertos votos como por ejemplo
permanecer largo tiempo de pie sobre una sola pierna. A través de esta ascesis y de toda
una serie de ejercicios, el yogui se entrenaba a la indiferencia ante los estímulos del exterior
y al control del menor movimiento de su propio espíritu.

El Buda practicó este yoga durante doce años desde el momento en el que decidió
renunciar al mundo. Visitó a los santos y se entrevistó con grandes eruditos, recorriendo los
cuatro rincones del país. Pero, en definitiva, el Buda no consiguió a través del Yoga
encontrar respuesta a dos preguntas esenciales: ¿ Qué es el hombre? ¿Cómo debe vivir el
hombre?

Buda abandonó el ascetismo, se sentó tranquilamente, cruzó las piernas y controló


su respiración. Durante el amanecer del octavo día de Zazen alcanzo un nivel superior de
conciencia al ver el resplandor de una estrella. Se convirtió en Buda, aquel que se ha
iluminado, el que se ha despertado. Buda encontró su verdadera naturaleza en el universo y
una regla de existencia para todos los hombres.

El Zen en China

El Zen fue introducido en China por Bodhidharma. Bodhidharma representaba la


vigésimo octava generación de discípulos del Buda. China estaba dividida en esta época en
estados rivales. El desorden reinaba por todas partes debido al desgarro que producía la
lucha por el poder. El país se encontraba sometido a los tiranos y ensangrentado por las
rebeliones. La dinastía de los Liang reinaba sobre uno de los estados de la antigua China. El
emperador Wu-Ti, jefe de esta dinastía, budista ardiente, oyó hablar de Bodhidharma y le
recibió en su palacio. A la pregunta de Wu-Ti: ¿Cuál es el principio fundamental del
Budismo? Bodhidharma respondió: Un vacío inmenso. Un cielo claro. Un cielo en el que
no se distinguen los iluminados de los ignorantes. El mundo mismo tal y como es. Wu-Ti, a
pesar de que era un budista ferviente, no comprendió el mensaje de Bodhidharma y este
ultimo supo que la hora de difundir el Zen en China no había llegado aun, por lo cual cruzó
el río Yang-Tse y se retiro en las montañas septentrionales, en el Templo Shorin. Allí
practicó Zazen frente a un muro durante nueve años, algunos afirman que sin interrupción.

El Zen se extendería rápidamente por China seis generaciones después, gracias a Eno
(Huei-Neng) considerado como uno de los más grandes Patriarcas del Zen Chino. A partir
de Eno nació una flor con cinco pétalos. Esta frase Zen quiere decir que el Zen se abrió
como una flor de cinco pétalos y se extendió por todo el país a través de las cinco escuelas
que surgieron del linaje del Maestro Eno. Estas escuelas fueron Igyo, Hongen, Soto,
Unmon, Rinzai. Por las montañas y los bosques de China se comenzaron a construir
millares de Templos en los que vivían miles de personas entregadas al estudio y a la
practica del Dharma del Buda. Con el tiempo, el Zen impregnaría la civilización china
elevando su pensamiento, cultura y arte de vivir a cotas sublimes.

De estas cinco escuelas chinas, sólo tres llegaron a Japón: Soto, Rinzai y Obaku
(esta ultima es considerada como una rama de la escuela Rinzai). Las otras dos se
extinguirían en China.
El Zen en Japón.

En Japón sólo las escuelas Rinzai y Soto alcanzaron una implantación importante, la
primera debido a Eisai y la segunda a Dogen y Keizan. La tradición Rinzai esta basada en
una disciplina estricta destinada a desarticular las creaciones mentales. El Koan o pregunta
enigmática de difícil resolución adquiere una gran importancia y su resolución, mas allá del
intelecto, conduce a la experiencia del Satori y Despertar.

La Tradición Soto quiere antes que nada concentrarse sobre la Vía del Buda, es
decir, seguir la vida cotidiana del Buda, avanzando continuamente en la realización gracias
a la práctica diaria, sin esperar nada especial. La esencia del Soto es Shikantaza, sentarse,
solamente sentarse.

Con el Maestro Dogen (1200-1254) la tradición Soto y la esencia misma del


Budismo alcanzan un grado de madurez y precisión difícil de encontrar en otras épocas. Su
obra maestra, el SHOBOGENZO es una pieza imprescindible para comprender el
Budismo y la esencia de toda la civilización oriental.

El Zen ha ejercido una influencia profunda en la vida cotidiana del pueblo japonés.
Esta influencia puede apreciarse en cualquier aspecto de la vida japonesa: alimentación,
vestidos, pintura, caligrafía, arquitectura, teatro, música, jardinería, decoración, etc.

Aun hoy día, a pesar de que muchos japoneses no saben qué es el Zen, en sus
comportamientos y manifestaciones puede verse la impronta dejada en el alma japonesa por
esta enseñanza.

El Zen en Occidente.

Hace relativamente poco tiempo que los occidentales hemos comenzado a mostrar
interés por el Zen y a practicarlo con interés y constancia sinceros.

En América del Norte, el Zen fue conocido a principios de siglo, especialmente en


la costa oeste, adonde junto con la importante inmigración japonesa llegaron los primeros
monjes Zen. Después de la II Guerra Mundial, debido a la ocupación americana del Japón,
muchos americanos entraron en contacto directo con la tradición Zen japonesa e importaron
a su país un gran numero de libros y experiencias. Por esta época, coincidiendo con la
llamada beat-generation, D. T. Suzuki comenzó a publicar un importante trabajo de
erudición sobre el Zen y sus libros se hicieron muy conocidos en Estados Unidos y en
Europa, especialmente en Gran Bretaña, Alemania y Francia. Pero sólo con la llegada de
verdaderos maestros Zen japoneses comenzó a asentarse en Occidente los principios
básicos del Budismo Zen. En Estados Unidos, Shunryu Suzuki Roshi creó un importante
centro en San Francisco, desde el que sus discípulos continúan desarrollando un trabajo
serio de practica y difusión basado en el modelo de la vida monástica Zen, pero
ampliamente abierto a los practicantes laicos. Actualmente, más de veinte centros y tres
monasterios dependen de los sucesores de Suzuki Roshi.

En Los Angeles, Maezumi Roshi hizo famoso el Centro Zen de Los Angeles
(ZCLA) y su figura ocupa un lugar destacado en la historia del Zen en América. En Europa,
Taisen Deshimaru Roshi, fallecido en 1982, es considerado unánimemente como Primer
Patriarca Soto Zen de Europa. Tras quince años de misión, sus discípulos están repartidos
por todo el continente, en tanto que responsables de más de cien centros Zen. En la época
actual, se puede decir que todas las principales capitales europeas cuentan con un Dojo Zen
destinado a la practica de Zazen.

Podríamos ver en la historia reciente del Zen en Occidente tres fases bien marcadas:
Llegada de eruditos y libros Zen japoneses. Interés inicial en ciertos círculos intelectuales
de Occidente.

Llegada de Maestros Zen japoneses. Se inicia el contacto real con la transmisi6n Zen y con
la práctica. Aparecen los primeros monjes Zen occidentales. En esta fase nos encontramos ahora.

Un punto importante que debe ser comprendido es el gran valor de la verdadera


transmisión del Dharma budista Zen. Esta transmisión sólo puede producirse de un Maestro
autentico a sus discípulos. Este es el Zen que seguimos en nuestra Comunidad. Por eso, no
nos ocupamos aquí de ciertos movimientos llamados Zen que han surgido en Occidente,
totalmente ajenos a la transmisión y que utilizan algunos aspectos prácticos, estéticos o
filosóficos del Budismo Zen, adaptados a intereses personales, ideológicos o religiosos. A
pesar del gran interés que estos movimientos tienen desde un punto de vista sociológico o
cultural, es importante saber que estos movimientos no pueden transmitir la verdadera
enseñanza Zen. Por otra parte, podemos encontrar también en Occidente seguidores de
distintas escuelas Zen, tales como la Rinzai o la Coreana del Maestro Souh Sam Nim. Estas
escuelas también están realizando una importante labor.

Hoy día, los occidentales podemos saber qué es el Zen y cada vez son mas las
personas que integran la práctica de la meditación en Zazen con sus actividades diarias. Un
gran numero de profesores, artistas, doctores y gente de toda condición social ven en la
práctica y en el arte de vivir del Zen una bocanada de aire fresco para su vida cotidiana y
una semilla de renovación integral para las civilizaciones occidentales. La historia del Zen
en Occidente no ha hecho mas que comenzar.

La Línea de la Transmisión.

La enseñanza del Zen sólo puede ser transmitida de corazón a corazón, de ser a ser,
de maestro a discípulo. La relación maestro-discípulo es pues fundamental. Desde el Buda
Sakiamuni hasta el momento presente, el budismo zen ha sido transmitido de maestro a
discípulo, generación tras generación. El árbol de la genealogía espiritual del budismo zen
tiene su raíz en el Buda Sakiamuni y ha crecido a lo largo de la historia desarrollando
diversos linajes.
Siete Budas: India China Japón
Sakiamuni Buda Daioshô Bodidarma Daioshô Eihei Dôgen Daioshô

Mahakashiapa Daioshô Dazu Huike Daioshô Koun Eyô Daioshô

Ananda Daioshô Yianzi Senkan Daioshô Tetsû Yikai Daioshô

Shanavasa Daioshô Dayi Daoxin Daioshô Keizan Yôkin Daioshô

Upagupta Daioshô Daman Hongren Daioshô Meihô Sotetsu Daioshô

Dritaka Daioshô Dayian Huinen Daioshô Shugan Tochin Daioshô

Michaka Daioshô Kinyuan Xinsi Daioshô Tesan Shikaku Daioshô

Vasumitra Daioshô Shitou Xikian Daioshô Keigan Eisho Daioshô

Budanandi Daioshô Yaoshan Ueiyan Daioshô Chuzan Rioun Daioshô

Budamitra Daioshô Yunyuan Tanshen Daioshô Yizan Tonin Daioshô

Vipashin Buda Daioshô


Parshiva Daioshô Doshan Lianyie Daioshô Shogaku Kenriu Daioshô

Sikin Buda Daioshô


Punyayasha Daioshô Yonyu Daoyin Daioshô Kinen Horiu Daioshô

Visvabu Buda Daioshô


Asvagosha Daioshô Tongan Daopi Daioshô Teishitu Chisen Daioshô

Krakuchanda Buda Daioshô


Kapimala Daioshô Tongan Guanzi Daioshô Kokei Shoyun Daioshô

Kanakamuni Buda Daioshô


Nagaryuna Daioshô Lianshan Yuanguan Daioshô Sekiso Yuho Daioshô

Kashiapa Buda Daioshô


Kanadeva Daioshô Dayan Yinxuan Daioshô Kaiten Guenyu Daioshô

Rahulata Daioshô Touzi Yikin Daioshô Shuzan Shunsho Daioshô

Sanganandi Daioshô Furon Daokai Daioshô Chozan Yinetsu Daioshô

Kayashata Daioshô Danxian Zichun Daioshô Fukushô Kochi Daioshô

Kumarata Daioshô Zenxie Kingliao Daioshô Medo Yuton Daioshô

Yayata Daioshô Tianton Zonyue Daioshô Hakuho Guenteki Daioshô

Vasubandu Daioshô Xuedou Ziyian Daioshô Gueshu Shuko Daioshô

Manorita Daioshô Tianton Ruyin Daioshô Tokuho Rioko Daioshô

Haklenayasha Daioshô Mokushi Soen Daioshô

Simabiksu Daioshô Gankioku Kankei Daioshô


Basasita Daioshô Kokoku Soriu Daioshô

Puniamitra Daioshô Rosetsu Riuko Daioshô

Prañatara Daioshô Ungai Kiozan Daioshô

Bodidarma Daioshô Shoriu Koho Daioshô

Shokoku Zenko Daioshô

Somon Kodo Daioshô

Soden Shuyu Daioshô

Kodo Sawaki Roshi ha sido uno de los más grandes maestros de la historia
moderna del Zen japonés. Popularmente se le conocía con el nombre de "Kodo sin morada"
ya que se negó siempre a vivir en un templo y prefirió recorrer el país, viajando siempre
solo, enseñando zazen en las carceles, en las fábricas, en las universidades, allí donde
hubiera alguien deseoso de oír el Dharma y de practicarlo. Dio clases en la Universidad Zen
de Komazawa, fue educador en el segundo monasterio Soto de Japón, el famoso Sojiji. Su
enseñanza podría ser resumida en dos puntos: exactitud en la práctica de zazen y estudio
constante del Shobogenzo del Maestro Dogen.

Murió en 1966, después de haber enseñado durante toda su vida a laicos y monjes.
Su cuerpo fue entregado por deseo suyo a la Facultad de Medicina de Tokyo. Entre sus
principales discípulos destacamos a Shuyu Narita Roshi, Kosho Uchiyama Roshi, Suzuki
Kakuzen Roshi y Taisen Deshimaru Roshi.
Shuyu Narita Roshi fue el primer discípulo confirmado en el Dharma por el
Maestro Kodo Sawaki. Actualmente vive no lejos de Akita, en el norte de Japón, al pie de
una pequeña montaña, en el Templo Todenji, del que es vigésimo octavo sucesor.

En 1977, con ocasión del décimo aniversario de la misión de Taisen Deshimaru


Roshi en Europa, visitó por primera vez nuestro continente invitado por el maestro
Deshimaru.

En abril de 1983 Shuyu Narita Roshi transmitió el Dharma del Buda a Taiten
Guareschi, uno de los más antiguos discípulos de Deshimaru Roshi y principal impulsor del
Zen en Italia. En abril de 1986 Shuyu Narita Roshi vuelve a transmitir la esencia de su
enseñanza a Ludger Tenryu Tenbreul otro de los más antiguos discípulos del Maestro
Deshimaru y actualmente presidente de la Asociación Zen de Alemania.

Taisen Deshimaru Roshi nació en Saga, Japón, en 1914. Estudió Ciencias Políticas
y Económicas en Tokio y trabajó varios años para la primera empresa del país, la
Mitsubishi. Aún joven conoce al Maestro Kodo Sawaki de quien rápidamente se hará
discípulo. Desde entonces y durante treinta años sigue a su maestro por todas partes. Tras la
muerte de Kodo Sawaki, Deshimaru Roshi viene a Europa, lo cual marca un giro
importante en la historia del Zen y de la cultura europea. En efecto, fue el primer maestro
autorizado por la Escuela Soto japonesa para implantar en Europa las semillas del
Verdadero Zen.

Durante quince años de trabajo constante, dedicados exclusivamente a la expansión


del Dharma y a la formación de los primeros monjes Zen europeos, Deshimaru Roshi
encarnó el espíritu Zen transmitido por los Patriarcas. Más de ciento cincuenta centros
repartidos por todos los países del continente, más de trescientos monjes ordenados y miles
de discípulos laicos lo confirman como Primer Patriarca Zen de Europa.

Taisen Deshimaru Roshi recibió la transmisión del Dharma de Yamada Reirin


Zenji, abad de unos de los dos grandes monasterios zen japoneses, el Eiheiji. Su muerte
súbita le impidió transmitir su linaje a sus discípulos europeos.

Breve introducción a la práctica de la meditación Zen.*


La práctica de zazen es la esencia del Budismo Zen. Sin zazen no hay Zen. zazen es
la práctica de Buda, la práctica del Despertar de la conciencia. Gracias a Zazen
encontramos una gran libertad interior y una gran energía en nuestra vida.

Antes de sentarnos en zazen conviene tener presente algunos aspectos prácticos que
nos facilitaran la concentración y la estabilidad. Estas recomendaciones conciernen a la
verdadera sala de meditación transmitido por los Maestros Zen. A partir de estos consejos,
cada uno debe aplicar los que considere más convenientes para sus circunstancias.
El lugar.

Para hacer Zazen conviene una habitación silenciosa y, en la medida de lo posible,


dedicada únicamente a Zazen. No debe ser demasiado oscura ni demasiado luminosa, ni
demasiado cálida ni demasiado fría (Demasiado es el origen de todas las perturbaciones).
La simplicidad y la limpieza deben ser protegidas. En un altar situado en el centro, se
coloca una imagen de Buda, de un Bodisatva o de un santo. De esta manera, ningún
demonio ni ningún espíritu maléfico podrá perturbaros. Quemad incienso, encended una
vela y ofreced flores. Los Budas y Bodisatvas que preservan la enseñanza auténtica
proyectarán su luz sobre ese lugar y lo protegerán. Si lo hacéis así, ese lugar, por pequeño
que sea, se convertirá en un verdadero Dojo, en un lugar de alta dimensión espiritual.
¿Cómo sentarse?

Caminamos así hasta llegar a nuestro sitio. Por lo general, en los Dojos Zen
tradicionales, cada practicante tiene un lugar determinado. En el se encuentra un zafu (cojín
de Zazen) y un zafuton (especie de estera o cojín plano). El zafu es un objeto altamente
apreciado y respetado en el Zen. No es un cojín vulgar, sino el asiento del Buda. El origen
del zafu se remonta al Buda Shakyamuni. Se cuenta que antes de inmovilizarse en Zazen, el
Buda se fabricó un cojín de hierbas secas, con el fin de poder bascular la pelvis hacia
adelante y poder apoyar con fuerza las rodillas en el suelo. De esta manera se consigue una
postura estable y equilibrada y una curva lumbar justa. El zafu nunca debe ser golpeado con
el pie, ni arrojado, ni maltratado.

Cuando llegamos delante del zafu saludamos con las palmas de las manos juntas
(gassho), manifestando así nuestro respeto hacia el lugar en el que nos convertiremos en
Buda y nos situamos delante de nuestro zafu, frente al muro, una vez que hemos bordeado
el zafu por la izquierda.

Nos sentamos sobre el zafu tranquilamente, sin precipitación y sin dejarnos caer
como un peso muerto. Controlamos el movimiento que nos conduce de la posición erguida
a la posición sedente. Nos sentamos justo en el centro del zafu, ni demasiado a la izquierda
ni demasiado a la derecha, ni demasiado al borde ni demasiado atrás. Para Zazen existen
dos posturas posibles: loto y medio loto. Dogen Zenji escribe en el Fukanzazengi: "Para la
postura de loto poned primero vuestro pie izquierdo sobre el muslo derecho y el pie
derecho sobre el muslo izquierdo. Para la postura de medio loto, contentaros con presionar
vuestro pie izquierdo contra el muslo derecho.

A parte de estas dos posiciones; son válidas para Zazen, la postura llamada Seiza,
que es un sentarse sobre los talones, con apoyo de banquitos, sujeta-barbillas, etc.

Lo esencial de Zazen es que las rodillas se apoyen fuertemente en el suelo y las


nalgas sobre el zafu. Este triángulo es la base de la postura de Zazen.

Una vez que hemos tomado bien esta posición de piernas debemos estirar
completamente la columna vertebral, estirar la nuca y recoger la barbilla. Encerramos los
dedos pulgares en los puños, colocamos estos sobre las rodillas, vueltos hacia arriba y nos
balanceamos de izquierda a derecha, siete u ocho veces. Comenzamos con una oscilación
amplia y poco a poco vamos disminuyendo la amplitud, al igual que un péndulo, hasta
recuperar la perfecta verticalidad.. .

¿Cómo inmovilizarse?

Una vez que estamos seguros de la estabilidad de la postura y de la verticalidad de


la columna vertebral, hacemos gassho, inspiramos por la nariz y nos inclinamos en gassho
al mismo tiempo que espiramos por la boca. Al inspirar volvemos a la vertical y
disponemos las manos de la siguiente manera: la mano izquierda sobre la mano derecha,
palmas hacia arriba.

Los dedos pulgares se tocan suavemente, formando una línea completamente


horizontal. Si la postura de las piernas es correcta, las manos están apoyadas en los talones
de los pies. El tono muscular de las manos es muy importante. Antes de inmovilizarnos
totalmente, inspiramos con fuerza por la nariz y espiramos por la boca vaciando los
pulmones del aire viciado. Esta respiración se repite dos o tres veces. después de lo cual nos
inmovilizamos absolutamente y respiramos por la nariz, en silencio y con delicadeza.
¿Cómo hacer zazen?

Zazen significa: Absorción de la conciencia en su propia luz original a través de una


estabilidad perfecta del cuerpo y de la mente. Para conseguir este apacible equilibrio
debemos tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

1. Posición corporal justa.

2. Respiración justa.

3. Actitud de la conciencia justa.

Posición corporal justa.

A parte de las indicaciones dadas anteriormente, debemos tener en cuenta también


los siguientes puntos:

• La postura de loto es, por excelencia, la postura de Zazen. En el caso de que


encontréis una imposibilidad a la hora de tomar esta postura, debéis consultar con
un Maestro Zen, que es la persona mas cualificada para indicaros el proceso a
seguir. En la postura de loto, los pies presionan sobre cada muslo unas zonas que
contienen importantes puntos de acupuntura correspondientes a los meridianos del
hígado, vesícula y riñones, estimulándolos y fortaleciéndolos.
• La pelvis debe estar basculada hacia adelante a nivel de la quinta vértebra lumbar.
De esta manera la masa de los órganos internos queda libre y colocada hacia
adelante, lo cual les permite un funcionamiento más óptimo y al mismo tiempo
aligera la carga de la columna vertebral.
• La columna vertebral debe estar lo más derecha posible, respetando sus curvas
naturales. En el Zen se dice: Empujad el suelo con las rodillas. Empujad el cielo con
la coronilla.
• La barbilla debe estar recogida y la nuca estirada.
• La nariz se encuentra en la misma línea vertical que el ombligo.
• El cuello esta relajado y los hombros caen naturalmente.
• La boca esta cerrada, sin crispación. Las mandíbulas se tocan. La extremidad de la
lengua toca el paladar superior durante zazen.
• Los ojos están semicerrados, la mirada se posa, sin fijarse, a un metro delante de sí.
La mirada esta, de hecho, vuelta hacia el interior. No se mira nada, aunque se ve
todo.
• La cabeza tampoco debe caer hacia adelante ni hacia atrás, sino permanecer justo
sobre los hombros.
• Los dedos pulgares no deben desplomarse ni subir, sino permanecer en una
horizontalidad perfecta.
Montaña Ni montaña ni valle Valle

Respiración justa.

La respiración Zen desempeña un papel fundamental en la meditación y en todas las


acciones de la vida cotidiana Ante todo va dirigida a establecer un ritmo lento, poderoso
natural. Esta respiración esta esencialmente basada en una espiración larga y profunda.

Como hemos dicho antes, al principio de Zazen hay que inspirar varias veces por la
nariz y espirar por la boca. A partir de aquí la respiración debe volverse completamente
silenciosa y nasal. Muchos principiantes me preguntan: "¿Debo controlar o forzar mi
respiración?" Mi respuesta es siempre: "Sólo se puede controlar aquello que se conoce
íntimamente".

Lo primero que un principiante debe hacer es observar atentamente su respiración y


volverse íntimo con ella.

Las zonas más importantes que actúan directamente sobre la respiración son: caja
torácica, músculos dorsales, músculos pectorales, diafragma, músculos intercostales y
músculos abdominales.

Según el nivel de actuación de estas zonas, podemos decir que existen tres tipos
esenciales de respiración:

Torácica. Es la más superficial de todas. La inspiración predomina sobre la


espiración. Es una respiración propia de personas excitadas y excitables. En esta respiración
interviene la caja torácica, los músculos pectorales y, muy débilmente, el diafragma.

Diafragmática. La espiración se vuelve ya mas profunda debido a la presión que


los músculos intercostales ejercen sobre la caja torácica, vaciándola un poco más. Esta
respiración supone un diafragma flexible, lo cual requiere una cierta relajación de los
músculos dorsales. Mi experiencia en el Dojo me ha hecho comprobar que la mayoría de
las personas, en la época moderna de las grandes ciudades, llegan con un diafragma rígido
que impide una espiración larga y profunda. El primer paso consistiría pues en suavizar la
tensión del diafragma.

Abdominal. En la respiración abdominal se continúa el oleaje muscular provocado


por la presión que la caja torácica ejerce sobre el diafragma, y éste a su vez, sobre los
músculos abdominales. Esta respiración supone un gran vaciado de los pulmones y por lo
tanto una mayor cantidad de aire nuevo al inspirar. En esta inspiración, la espiración es mas
larga y potente que la inspiración. El oleaje muscular puede ser prolongado hasta el bajo
vientre, hasta el llamado HARA o KIKAITANDEM (océano de energía) en japonés.

Esta es la respiración propia de Zazen, hacia ella debemos tender. Pero hay que
tener cuidado. Muchos practicantes se equivocan en este punto, ya que intentan forzar una
espiración larga y potente sin comprender antes el mecanismo completo de la respiración.

Si, por ejemplo, el diafragma esta contraído e intentamos presionar en los


abdominales, esto provocara un gran conflicto interno en el cuerpo y en la conciencia, ya
que el oleaje muscular ha quedado interrumpido en el diafragma y sin embargo se presiona
en los abdominales. Es mejor seguir íntimamente el recorrido de este oleaje y no
obstaculizarlo ni querer ir mas deprisa de lo que marca su ritmo natural.

Sea como sea, la respiración es un asunto delicado que requiere consejos directos de
un Maestro Zen.

En líneas generales, tras la espiración viene naturalmente la inspiración. Con la


practica podemos concentrarnos en desarrollar una espiración cada vez mas larga y
profunda. Esta espiración desarrolla una gran energía en la cintura, en los riñones y en la
cadera.

Todas las artes marciales se fundaron tradicionalmente sobre esta espiración.

El aire contiene la energía del cosmos. Recibimos esta energía a través de nuestros
pulmones y de cada una de nuestras células. Es muy importante, pues, saber respirar.
Ordinariamente respiramos 15 o 20 veces por minuto, de una manera superficial puesto que
solo utilizamos una parte de nuestra capacidad pulmonar. Una respiración profunda y
completa no se efectúa solamente al nivel de la caja torácica, como hemos visto, sino que
debe apoyarse también en el abdomen.

Gracias a la práctica de Zazen en una postura corporal justa, esta respiración se


vuelve poco a poco habitual en nuestra vida cotidiana e incluso durante el sueño.

Esta respiración Zen aumenta nuestra energía vital.

La actitud justa de la conciencia.

La actitud del espíritu fluye naturalmente de una concentración profunda sobre la


postura y la respiración.

Durante Zazen, el cortex cerebral se reposa y el flujo consciente de pensamientos se


detiene, mientras que la sangre afluye hacia las capas mas profundas del cerebro. Mejor
irrigado, el cerebro se despierta de un semi-sueño y su actividad da impresión de bienestar,
de calma y serenidad, próximas al sueño profundo, pero en plena vigilia. El sistema
nervioso se relaja, el cerebro primitivo entra en actividad. Se es receptivo, se está atento, en
el más alto grado, a través de todas las células del cuerpo. Se piensa con el cuerpo,
inconscientemente, sin usar energía.

No se trata de querer detener los pensamientos, lo cuál sería todavía peor, sino de
dejarlos pasar como nubes en el cielo, como reflejos en un espejo, sin oponerse a ellos, sin
apegarse a ellos. De esta manera, las sombras pasan y se desvanecen. Y poco a poco, una
vez que las imágenes del subconsciente han surgido y desaparecido, se llega al
subconsciente profundo, sin pensamiento, mas allá de cualquier pensamiento, HISHIRYO,
verdadera pureza.

HISHIRYO es el estado de conciencia propio del Zen. SHIRYO es el pensamiento.


FU SHIRYO es el no-pensamiento.

HISHIRYO es el Pensamiento Absoluto, mas allá del pensamiento y del no-


pensamiento. Mas allá de las dualidades, de las oposiciones, de los contrarios. Mas allá de
todos los problemas de la conciencia personal. Es nuestra Naturaleza Original, o Naturaleza
de Buda, o Inconsciente Cósmico.

Cuando el intelecto se vacía y se vuelve sereno, apacible, nada puede detener la


corriente de vida profunda, intuitiva, ilimitada que surge desde lo más profundo de nuestro
ser y que es anterior a cualquier pensamiento. Este es el flujo eterno de la actividad del
Todo. El espíritu contiene todo el cosmos. La conciencia es más rápida que la luz.

Sentado, sin meta, se puede comprender MUSHOTOKU e HISHIRYO, secretos de


la esencia del Zen. Pero esta comprensión es diferente a la del sentido común o a la de
intelecto. Es percepción directa.

MUSHOTOKU es la filosofía del no-provecho, del no deseo de adquirir. Es el


principio esencial del Zen. Dar sin esperar recibir nada a cambio. Abandonarlo todo sin
miedo a perder. Volver la mirada hacia el interior. De la misma manera que en toda obra de
arte, el artista debe saber darse enteramente sin ocuparse de alcanzar la gloria, la belleza, la
riqueza, para expresarse en una obra bella, pura, autentica, de la misma manera el discípulo
obtendrá la Sabiduría si quiere conocerse, superarse, darse sin esperar alcanzar ningún
provecho personal. Si lo abandonáis todo, lo obtendréis todo.

HISHIRYO es la conciencia cósmica, y no la conciencia personal. Podemos


experimentarla durante Zazen. Durante Zazen pensamos en nuestras ansiedades, en nuestra
vida cotidiana, en nuestros amigos, en nuestras vacaciones, en todo los fenómenos que
provienen de nuestra memoria, pero si nos concentramos profundamente sobre nuestra
postura, sobre la respiración, podemos detener los pensamientos, podemos olvidarlo todo y
armonizarnos con el pensamiento cósmico. El subconsciente surge así a la superficie,
gracias a este abandono. Los pensamientos se alargan, se ensanchan profundamente y
alcanzan la conciencia universal. Podemos llegar hasta el final de esta conciencia universal.
Podemos llegar hasta el final de esta conciencia última, pero para ello no debemos
trascender los pensamientos de nuestra autoconciencia. Este es el arte esencial del Zazen.
El Maestro Dogen escribió: "Pensad sin pensar. ¿Cómo se piensa sin pensar?
Pensando desde el fondo del no-pensamiento. Esta es la dimensión cósmica,
HISHIRYO".

Los sentidos de nuestra conciencia no pueden imaginarla. Las categorías no pueden


definirla. La palabra no puede explicarla. Sólo podemos acceder a este estado a través de
nuestra experiencia vivida. HISHIRYO es la armonía de las visiones objetivas y subjetivas,
la ultima conciencia, más allá del espacio y del tiempo, la conciencia más excelente, global,
universal, mas allá de todos los fenómenos, mas allá del pensamiento y del no-pensamiento.

• Zazen es alcanzar la condición HISHIRYO.


• El abandono del ego es Satori.
• La Nada incluye el Todo.
• Una mano abierta puede recibirlo todo.
• Una botella vacía puede ser llenada.
• El cielo puro e infinito no es perturbado por el vuelo de las nubes blancas.

Principales errores en la práctica de zazen.

Dogen Zenji enseñó: "Desde el comienzo de Zazen debemos descartar la relajación


física y mental y la distracción. Efectivamente, durante Zazen podemos caer en dos estados
perniciosos para la salud física y mental y totalmente contrarios al estado de vigilia de un
Buda.

Por una parte podemos caer en un estado de relajación física y mental caracterizado
por una gran actividad inconsciente, muy cercana al sueno, y por una falta de tono
muscular. Este estado es llamado konchin en el Zen. Es un estado de somnolencia, de falta
de claridad. La vigilancia se empaña y la conciencia se embrutece. El cuerpo pierde tono, la
cabeza cae hacia adelante, los dedos pulgares se desploman y las manos yacen inertes. La
respiración se vuelve totalmente inconsciente y se abandona a su propio ritmo. Este estado
debe ser evitado. El mejor método para ello es volver a una postura corporal justa: estirar la
columna vertebral, fortalecer el tono muscular y especialmente no dejar que los ojos se
cierren.

Por otra parte, podemos caer en un estado de distracción, de dispersión mental. Este
estado es llamado sanran en el Zen. Viene caracterizado por un tono muscular crispado y
por una actividad mental muy excitada. Aparecen muchos pensamientos, muchas
sensaciones, recuerdos, deseos... Esta es la actitud típica de los que piensan durante Zazen.
A nivel corporal, la barbilla se escurre hacia arriba, los dedos pulgares también se
encrespan y se tensan. Para evitar este estado debemos concentrarnos especialmente en una
espiración larga y suave. Debemos depositar nuestra atención en el hueco de la palma de la
mano izquierda y rehacer una postura corporal justa en general: recoger la barbilla y
mantener la horizontalidad de los dedos pulgares.
Equilibrando nuestro cuerpo podemos equilibrar nuestra mente. Dogen Zenji
enseñó: "El Zazen del que yo hablo no es el aprendizaje de una técnica de meditación. Es el
Dharma de la Paz y de la Felicidad, la Practica-Realización de un Despertar Perfecto. Zazen
es la manifestación de la Realidad Ultima. Las trampas y las redes del intelecto no pueden
atraparlo. Una vez que hayáis comprendido su esencia, seréis parecidos al tigre cuando
penetra en la selva y al dragón cuando penetra en el océano"

Zen y Civilización.
Ser no es tener.

Aunque poseyéramos todo lo que deseamos no estaríamos satisfechos. Esta es la


causa de nuestra enfermedad, sobre todo en el seno de una sociedad que nos lo promete
todo, pero que nos priva de lo esencial. Ya que lo esencial no es obtener, sino ser, y cuanto
más tenemos, más deseamos, y cuanto más deseamos, menos somos.

Nuestra verdadera riqueza, la que nos pertenece en propiedad y que nadie puede
robarnos, esta dentro de nosotros mismos, profundamente escondida y casi siempre mal
conocida.

Este fondo de nosotros mismos, estable y apacible, esta riqueza nuestra olvidada,
sólo se puede descubrir a través de un método radical y riguroso.

El Zazen, la práctica constante y asidua del Zen, es la llave que abre este reino
interior.

Zen y vida cotidiana.

En el mundo del Budismo Zen, preguntas tales como: ¿Para qué? o ¿Por qué?
carecen totalmente de sentido. La pregunta esencial es: ¿Cómo?. ¿Cómo vivir, cómo morir?
De esta actitud se desprende una 4sabiduría práctica que puede ser aplicada a cada
momento de la vida cotidiana: Cómo dormir, como tomar los alimentos, cómo caminar,
cómo conducir el auto, cómo sentarse, cómo respirar, cómo atravesar de manera justa este
corto lapso de tiempo que va desde nuestro nacimiento hasta nuestro ataúd? ¿Con qué
actitud de espíritu?

La práctica de la meditación en Zazen no está en contradicción con nuestra vida


diaria y, sobre todo, no es una evasión ante las dificultades que el vivir diario nos presenta.
Por el contrario, gracias a la práctica asidua de Zazen, podemos encontrar la lucidez, la
calma y la energía necesarias para resolver con soltura y eficacia las situaciones cotidianas.

Zazen no es, de todas maneras, una técnica de bienestar que se pueda usar con fines
utilitarios. Más bien, es a través del abandono del egoísmo y de la crispación causada por la
conciencia egótica, como podemos sumergirnos, sin miedo, en nuestra existencia y
evolucionar en ella como el pez en el agua, naturalmente, inconscientemente.

Los mejores momentos para sentarse en Zazen son el amanecer y el anochecer.


Estos momentos de transformación de la naturaleza y de nuestros propios ritmos biológicos
favorecen la concentración y nos preparan para afrontar abiertamente la jornada por una
parte, y para purificar nuestra conciencia y nuestro cuerpo de todas las impresiones
sensoriales nocivas que hemos acumulado durante el día, por otra.

Las personas que continúan diariamente esta practica son testimonios de la profunda
renovación que han experimentado en sus vidas.

Zen y psicosomática.

El Zen no es un conocimiento para añadir a otros, y menos aun un objeto de


especulación intelectual o de discusión. Es una experiencia personal, la más íntima de
todas, algo que nadie puede hacer por nosotros. Es suficiente practicar Zazen, es decir,
ponerse en postura, con la columna vertebral derecha, sentado sobre un cojín redondo y
espeso, completamente inmóvil, y en un lugar tranquilo y silencioso. Se respira lentamente,
profundamente, y se deja que el espíritu agitado se tranquilice así y se aclare. Rápidamente
se sentirán los efectos benéficos de esta postura: las preocupaciones cotidianas dejan de
inquietarnos, se alejan y por ultimo aparecen como lo que son: pequeñas e insignificantes
oleadas en la superficie de nosotros mismos. Poco a poco, la angustia se transforma en
seguridad, la inquietud incesante en una calma anteriormente desconocida y primer anuncio
de una profunda serenidad. Comienza a manifestarse una sensación de alivio, de equilibrio
recuperado.

Esto es lo que sucede realmente y lo que, en efecto han confirmado actualmente


doctores de la Universidad de Tokyo, de Europa y de América, los cuales han examinado
sobre los practicantes en meditación los efectos fisiológicos del Zazen. El control de la
respiración modera y apacigua el ritmo del corazón, regulariza la circulación, hace que la
tensión nerviosa disminuya. La espiración profunda del Zazen expulsa de los pulmones los
residuos de gas carbónico que habitualmente se estancan en ellos, produciendo nerviosismo
y ansiedad. El grado de ácido láctico de la sangre, factor de la agresividad, baja muy
sensiblemente mientras que el hecho de estirar la columna vertebral le hace encontrar su
agilidad y libera las contracciones nerviosas.

Por último, y sobre todo, el funcionamiento del cerebro se modifica muy


sensiblemente, al pasar de la actividad de las capas superficiales a las capas profundas. Las
ondas alfas aparecen rápidamente, lo cual origina un estado de conciencia completamente
diferente al de la vida cotidiana, a la vez más relajado y más perspicaz, más sensible y
despierto. Pero debemos precisar que no se trata de ninguna manera de un estado anormal o
extático, sino por el contrario, una vuelta a las condiciones naturales y normales del
funcionamiento fisico-psíquico del ser humano. Las personas que practican regularmente
Zazen tienen así este sentimiento de volver a tomar posesión de ellos mismos, de volverse a
encontrar, mas allá de las crispaciones, de las distorsiones, en la situación original,
primitiva, que deberá ser la de todo hombre.

La figura del maestro Zen.

Es evidente que pasar del estado en el que nos ha puesto una vida caracterizada por
la agitación y el desorden, por la avidez y la huida de nosotros mismos, a esta situación
original de la que estamos tan alejados, requiere esfuerzos largos y continuos.

Sin embargo, todo el mundo puede hacer Zazen. No existe ninguna contraindicación
médica. Y aunque la meta de Zazen no sea de ninguna manera curar, las condiciones
fisiológicas más defectuosas pueden mejorarse sensiblemente con su practica.

Pero el Zazen es una disciplina rigurosa que no puede ser practicada sin la ayuda de
un maestro. La presencia de éste es necesaria, no solamente para controlar la postura y para
enseñar la pacificación del espíritu, sino sobre todo para guiar a cada uno según sus medios.
Esta es la razón por la que Zazen debe ser practicado en la atmósfera apacible de una sala
de meditación. De esta manera el practicante se beneficia, no solamente de la dirección del
maestro, sino de la presencia de los demás participantes. El esfuerzo de cada uno se
multiplica en un vasto esfuerzo colectivo, que sostiene, alienta y apacigua.

Así solamente gracias a este ejercicio continuo, que poco a poco formara parte de
nuestra vida, comenzaremos a cambiar, imperceptiblemente al comienzo, pero cada vez
mas sensiblemente. Y no solamente nosotros, nuestra vida, los demás, el mundo, todo
cambia al mismo tiempo.

En realidad, lo que habrá cambiado será nuestra relación con la vida, con los demás,
con el mundo. Poco a poco nos iremos deshaciendo de la envoltura del ego. Nuestra
conciencia dejara por fin de estar dividida. Al estar derrumbadas y abolidas todas las
barreras, la comunicación se establecerá y el otro ya no será el "otro". Nuestra conciencia
participara en la vida sintiéndose una emanación del cosmos, identificándose a él.

Zazen es en su origen la postura misma de Buda, gracias a la cual obtuvo la


completa liberación, el desapego soberano, el conocimiento perfecto. El Zen nos recuerda
que todos nosotros tenemos, "aquí y ahora", esta posibilidad, pero simplemente lo
ignoramos. A través de la practica y de la enseñanza del maestro, nos acercamos, a través
de una transmisión ininterrumpida, a esta experiencia, a esta prodigiosa metamorfosis del
ser que es el Despertar.

Zen, aquí y ahora.


Mas allá de las formas, de los dogmatismos, de las instituciones o de las teorías, el
ser humano esta buscando un nuevo estado de conciencia (o una antigua conciencia
dormida) que le permita liberarse, transformarse, desarrollarse, a partir de la fuente
profunda que está en él.

El Zen no es ni un razonamiento ni una teoría. No es un conocimiento comprensible


por el intelecto solamente. Es una práctica, una experiencia. A la vez objetiva y subjetiva,
ya que no separa estos dos puntos de vista complementarios, de la misma manera que no
disocia el cuerpo y el espíritu, la fisiología y la psicología, el consciente y el inconsciente,
sino que hace una llamada a la totalidad del ser.

En este sentido corresponde a las aspiraciones que actualmente orientan la marcha


de la civilización moderna, la cual intenta superar las categorías, las separaciones estrechas,
las divisiones en todos los dominios.

"Debemos armonizar los contrarios, remontándonos a su origen. Esta es la actitud


Zen, la Vía del Medio: abarcar las contradicciones, hacer su síntesis y realizar el
equilibrio", dijo el maestro Taisen Deshimaru.

O como dijo anteriormente Rabindranath Tagore: "En el futuro, los occidentales y


los orientales formaran una gran sinfonía espiritual. Espero que venga pronto el día en el
que toda la Humanidad se armonizara en una comunión universal".

En la época actual, todas las naciones del mundo deben superar el camino unilateral
de una ideología o de un nacionalismo estrecho. Las barreras nacionalistas o raciales deben
ser abolidas. Debemos apuntar hacia un objetivo común: El del camino universal. Debemos
entendernos y armonizar nuestras concepciones con un espíritu abierto. El espíritu moderno
de libertad debe deshacerse de las viejas supersticiones, de las creencias y de las
estrecheces formales, con el fin de poder encontrar en el fondo de nosotros mismos el
origen de una moral autentica, personal y universal a la vez, ligada a la conciencia profunda
de la vida.

Zen es conocerse a sí mismo.

En la base del Despertar esta el conocimiento de sí mismo. Este punto es y fue el


esencial de la enseñanza de muchas filosofías y religiones, si bien es verdad que esta
búsqueda del conocimiento de sí mismo ha podido desembocar en el egoísmo y en el
individualismo. Hoy día, después de los descubrimientos de la psicología profunda, del
psicoanálisis, la concepción del yo y del sí mismo ha evolucionado y no puede ser ceñida a
un estudio objetivo racional de la conciencia, y tampoco a un análisis puramente intelectual

Por otra parte, parece que el hombre no pueda vivir basándose simplemente en
valores sociales, religiosos y morales exteriores a él. Actualmente necesita un
afianzamiento interior, descubierto y vivido en lo mas profundo de él mismo.
La vida en sociedad educa al hombre según condicionamientos que le enseña a
juzgar el bien y el mal según unos criterios que son más un habito adquirido que una noción
realmente vivida.

Además hoy día, todo el mundo toma conciencia de este estado de hechos, lo cual
produce uno de los factores más importantes de la incomodidad sentida por los individuos.

Todo esto nos conduce a una búsqueda interior más aguda y personal, y nos acerca
de una manera diferente al problema:

¿Cuál es la naturaleza del hombre y del universo?

¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte?

Ni la ciencia, ni la religión, a través de la historia de los hombres, han aportado una


respuesta satisfactoria.

Nosotros, en tanto que cuerpo y espíritu, somos la vida. Esta es la respuesta Zen.
Ver claramente en nuestro propio espíritu. El hecho de vivir y de realizar profundamente
esta unidad cuerpo-espiritu, nos hace descubrir la fuente de la vida en nosotros mismos,
aquí y ahora.

Este sentimiento de vida es lo universal en nosotros y nosotros en lo universal, mas


allá del ego y más allá de la vida y de la muerte, en la interdependencia de todas las
existencias.

Este sentimiento de unidad universal es la base del amor que une a todo lo que vive.

Zen y Psicología.

La noción de inconsciente cósmico ha dado a la psicología una dimensión que


anteriormente no tenía.

El desarrollo de la personalidad ligada a lo universal, trasciende los limites del


individuo y del ego en particular. No existe un yo separado de los demás, sino un sí mismo,
plenamente sí mismo, diferente y parecido a los otros a la vez. El dinamismo interior tiende
hacia la unidad y hacia la superación de las contradicciones, empezando por la noción de
vida y de muerte.

La naturaleza de la conciencia es especial y profundamente estudiada en el Zen

Una imagen ilustra claramente la transformación que se instaura: es la imagen de la


puerta que separa simbólicamente el consciente del inconsciente. Esta puerta sólo se abre
generalmente hacia el exterior, pero debería llegar a ser "batiente", libre.
El Zen es la vía sin atolladeros. Nos enseña a tomar conciencia de nuestros propios
recursos y de la profunda humanidad que esta en cada uno de nosotros.

Zen y Artes Marciales.

Desde el alba de su historia, el ser humano ha manifestado el deseo de superarse en


fuerza y en sabiduría, aspirando a alcanzar la fuerza más grande y la más alta sabiduría.

Pero, ¿cómo se puede llegar a ser fuerte y sabio a la vez?

Esta es la Vía del Zen y de las Artes Marciales Tradicionales. El Zen ha enseñado
siempre las dos Vías en una sola: desarrollo de la fuerza y de la sabiduría. Ambos aspectos
son necesarios e interdependientes.

El desarrollo de la fuerza únicamente conduce al embrutecimiento, a la competición


y al orgullo. Muchos problemas y dificultades surgen de esta actitud unilateral. Por otra
parte, la sabiduría sin la fuerza es ineficaz y no puede transformarnos ni actuar sobre el
mundo.

En las Artes Marciales Tradicionales se desarrollaba la fuerza necesaria y al mismo


tiempo la sabiduría para controlar y dirigir esta fuerza hacia una dimensión elevada. Esta
dimensión no puede ser otra que el conocimiento de sí mismo, del propio cuerpo y espíritu.
Hacerse intimo consigo mismo.

Las Artes Marciales modernas están en general muy lejos de su espíritu original.
Hoy día se han convertido en un deporte, en una competición, y sus practicantes están lejos
del espíritu y del ideal del Budo auténtico.

Cuando la enseñanza Zen y el espíritu del Budo llegaron al Japón, el país estaba
envuelto en continuas luchas sangrientas entre los distintos clanes y feudos.
Progresivamente, el Zen y el espíritu de las artes marciales tradicionales chinas
consiguieron detener el sable y convertirlo en un soporte de meditación e introspección. Así
surgió el Kendo. En cuanto al arco y la flecha, su objetivo dejó de ser el corazón del
enemigo. El blanco perdió importancia, el verdadero blanco fue, a partir de entonces, el
propio espíritu ilusorio y limitado por las concepciones estrechas de nuestra personalidad.
Así nació el Kyudo, la Vía del Tiro con Arco.

La intimidad permite controlar el cuerpo y el espíritu y nos hace superar la


personalidad estrecha, el ego, sus impulsos y su afán de conquistar y vencer a los demás.

Por contradictorio que parezca, el secreto del Kendo, la Vía del Sable, es no
desenvainar nunca el sable, es decir, desarrollar una fuerza y una sabiduría espiritual
capaces de intuir con antelación la posibilidad de luchar y evitar que esas posibilidades se
hagan reales.
La esencia de las Artes Marciales y del Zen es "no combatir", sino despertarse al
tronco común que nos une con todas las existencias del universo.

Karate y Zen

Extractado del capítulo "Jutsu y Do - El Arte y el Camino", del libro de Seikichi


Toguchi: "El Zen y el Camino del Guerrero".

"No existe puerta en el camino de la vida que rehuse abrirse ante aquellos que quieren
pasar. Si quieres ir a cualquier parte, no importa qué camino elijas, hay miles y todos son
buenos. Si, con suerte, alcanzas tu meta, el camino desaparecerá y tú te convertirás en el
camino".
"No hay un camino para vuestra vida. Vosotros mismos sois el camino".

Estos son dos dichos que se oye repetir a menudo a los budistas Zen. Ilustran bien la
complejidad del concepto de "Do" -el camino. Sin embargo, también es evidente que el
camino es lo bastante accesible como para que se le pueda encontrar en nuestra vida diaria.

Hoy en día, hacemos referencia a la mayor parte de las artes marciales con el
apelativo "-Do": por ejemplo, Karate-Do. En sus orígenes, todas las artes marciales se
llamaban "Jutsu" (técnica). La esgrima era Ken-Jutsu, el tiro con arco, Kyu-Jutsu, el Karate,
Karate-Jutsu, y así con todas. Cuando Jigoro Kano, el fundador del Kodokan y el Judo
moderno, cambia el nombre de Jyu-Jutsu por Jyu-Do (Judo), numerosos artistas marciales
siguieron su ejemplo. Ken-Do, Kyu-Do, Karate-Do.

¿Por qué este cambio?. Para comprenderlo, hemos de conocer la diferencia entre
Jutsu y Do. Jutsu se refiere a la destreza, al grado o al nivel de habilidad, o a la
competencia técnica, que solo algunas personas pueden alcanzar en determinadas
disciplinas, después de muchos años de un duro entrenamiento especializado. En los
tiempos antiguos, los artistas marciales, cualquiera que fuese su disciplina, trataban de
lograr este nivel técnico de Jutsu.

Do, por otra parte, vá mucho más lejos. Como ya hemos mencionado, significa
"camino". En un sentido alegórico, este camino es el camino de la vida, el camino que
todos los hombres deben seguir para hacer realidad su naturaleza profunda. Para el budismo
Zen, la meta de la vida es la iluminación espiritual, y el Do es el camino hacia esta
iluminación.

También es esta iluminación la meta de las artes marciales. Incluso en los tiempos
antiguos, el practicante de un arte marcial se esforzaba en llegar al Jutsu, no por la técnica
en si misma, sino como un medio de seguir el Do y de alcanzar la iluminación. Para revelar
al mundo moderno su aspecto profundo, las artes marciales han cambiado sus nombres de
Jutsu a Do. Así, Karate-Do significa el camino hacia la iluminación a través de la práctica
del Karate.

Seguir el Do puede ser para nosotros algo fácil y natural. Pero debe seguirse este
camino toda nuestra vida si queremos realizar nuestra verdadera existencia y ser realmente
nosotros mismos. De este modo, seguir el camino puede ser a la vez fácil y natural, y
extremadamente difícil. La moyor parte de nosotros no es capaz de encontrar el camino, o,
una vez encontrado, mantenerlo. Hace falta un espíritu fuerte, y perseverancia. La vida de
los monjes Zen es un ejemplo de, a la vez, la simplicidad y la dificultad del camino.

En el Dojo de Karate siempre somos muy corteses entre nosotros. Una vez fuera de
éste, algunos nos dejamos dentro la cortesía y los buenos modales. Somos una persona
dentro del Dojo, y otra fuera. Muchos alumnos piensan que es posible que vayamos al Dojo
para aprender cortesía y buenos modales al mismo tiempo que las técnicas del Karate. Por
supuesto, está bien que se aprendan estos aspectos del Karate: es mejor que no aprender
nada en absoluto. Pero este no es el verdadero sentido del Karate. No quiero decir que no
tengais necesidad de aprender cortesía y modales: mas bien que ya deberiais conocerlos
antes de entrar al Dojo.

Debo añadir que en un Dojo de Karate debeis aprender algo más elevado que las
técnicas y que las cortesías, si pretendeis encontrar allí el camino. El Karate debe impregnar
por completo vuestra vida, tanto dentro como fuera del Dojo. Debeis convertios en una sola
persona, vosotros mismos, vuestro auténtico "yo".

Zen y calidad de vida.

"El Zen purifica y eleva a la más alta dimensión los deseos sanos del hombre. El
Zen puede ayudar a resolver la crisis de la civilización moderna, no solamente en la
conciencia profunda de cada uno, sino en la de toda la Humanidad", nos dijo el maestro
Taisen Deshimaru.

El Zen desarrolla un alto grado de conciencia de sí y de paz interior. Abandonando


el egoísmo individual y aprendiendo a tranquilizar la mente, se puede acceder al flujo
interno de la actividad y de la energía y al conocimiento intuitivo.

Esta es la sabiduría que nos conduce a la Sabiduría por la Puerta del Silencio y sin
deseo de provecho personal.

"Mantened las manos abiertas, toda la arena del desierto pasara por vuestras manos.
Cerrad las manos, sólo obtendréis un puñado de arena", dijo el maestro Dogen.

Zen y creatividad.
La actividad creadora surge de la espontaneidad manifestada 'aquí y ahora' en tanto
que actitud realista y apropiada.

En el Zen, la vida cotidiana esta fundada sobre la espontaneidad y sobre el


entrenamiento a la concentración del cuerpo y del espíritu. Es creadora.

Aquel que practica el Zen puede realizar ‘aquí y ahora’ sus potencialidades,
despertándose a su verdadera naturaleza, siendo plenamente él mismo. La creatividad no es
solamente una cualidad de genios. El niño es espontáneamente creador. Todo el mundo
puede serlo en su vida.

Zen y educación.

La educación Zen es fuerte y profunda a la vez. Si la educación actual solo va


dirigida, de hecho, a una parte pequeña del cerebro, y olvida un potencial, prácticamente
inexplorado, la enseñanza Zen se dirige no solamente al cerebro frontal y al sistema
nervioso central, sede de las aptitudes mentales, sino también al psiquismo subconsciente.
Fortalece así el espíritu y el cuerpo, lo psíquico y lo orgánico, dicho de otra manera, al ser
en su totalidad.

Nuestra memoria posee dos tipos de funcionamientos: por una parte está la memoria
pre-frontal, intelectual, y por otra parte la memoria orgánica, la del cuerpo, que se imprime
directamente a través de una modificación química en las neuronas situadas en la base del
cerebro. Esta memoria es la que constituye el subconsciente. Si practicamos Zazen,
influenciamos fuertemente nuestro hipotálamo y nuestro tálamo. El cerebro pre-frontal y el
cerebro frontal se tranquilizan. Por el contrario, el hipotálamo y el tálamo entran en
actividad. Los circuitos del cerebro se mejoran. Esta actividad química del tálamo y del
hipotálamo es extremadamente importante, ya que la intuición se desarrolla gracias a ella.

En el Zen, el trabajo manual es de una gran importancia, ya que la agilidad de los


dedos estimula la del cerebro profundo. La actividad manual y la actividad intelectual son
rigurosamente complementarias. Ambas deben ser practicadas para el equilibrio de nuestra
totalidad. El Zen rehabilita este trabajo manual, necesario para la perfecta realización de
nuestro ser.

Zen y religión.

El Zen es la esencia de todo el Budismo. Pero ante todo y esencialmente es contacto


con el Absoluto en nosotros mismos, Despertar a la Realidad más allá de las apariencias
visibles, comprensión de nuestra profunda naturaleza humana, invisible. Y en esto es
universal.
Ya el Maestro Dogen (1200-1254), uno de los fundadores del Zen japonés, decía: "Aquel
que mire el Zen como una secta del Budismo y lo llame así, es un diablo".

El Zen es ante todo una Postura, la postura sedente de Zazen, con sus tres
elementos: actitud del cuerpo, actitud del espíritu y respiración.

Una postura quiere decir evidentemente, en el sentido amplio del término, una
actitud ante la vida: actitud de fuerza y de equilibrio, de serenidad y de vigilancia, de
respeto y de tolerancia, de unión con la vida cósmica.

El Zen se sitúa más allá de todas las religiones tradicionales, pero al ser la raíz
misma del espíritu religioso, puede vivir entre todas las religiones, dar a cada una su
verdadero poder religioso, y, en el seno de todas las místicas, de la misma manera que un
pez viviendo en el agua. "El agua es la vida para el pez, pero el pez es también la vida para
el agua", decía Dogen.

Zen y libertad.

Trascender los limites de los propios conflictos, sentirse uno con los demás,
conducirse naturalmente es la vía de la libertad. La verdadera libertad es interior. Significa
confianza en sí mismo. De esta manera es posible conformarse a las reglas exteriores e
interiormente permanecer libre.

El Zen en el pensamiento occidental.

Numerosos pensadores occidentales contemporáneos han sido sensibles a la


enseñanza del Zen y han manifestado su interés por él. Por ejemplo los psicoanalistas C. G.
Jung, Erich Fromm y Karen Horney. Filósofos eminentes como Karl Jaspers, Martin
Heidegger, Martin Baber y Simone Weil. El gran antropólogo Claude Levi-Strauss. El
místico católico Thomas Merton, así como muchos escritores de diferentes talantes como el
Dr. Paul Chauchard y el alemán Eugen Herrigel, los americanos Henri Miller y Alan Watts,
los ingleses R. H. Blyth y Christmas Humphrey, así como otros artistas como Braque,
Picasso o el coreógrafo francés Maurice Bejart.

También se puede encontrar ecos del espíritu Zen, de su actitud ante la vida, en las
obras de Goethe, de William Blake y de Emerson, así como en los grandes místicos
cristianos tales como el Maestro Eckart, Tauler y Suso en el siglo xv, y Jacob Boehme en el
siglo XVII.

El Zen se encuentra en el corazón de la filosofía pero su esencia no puede ser


alcanzada por el pensamiento. Esta sabiduría que no es especulación intelectual, sino fuerza
motriz, arte de vivir y manera de ser. Solo se puede llegar a ella a través de la practica de la
meditación. Por eso fue necesario que un maestro auténtico viniera a enseñarlo a Europa.

Zen y medicina.

La actitud corporal y mental, adoptada durante la práctica de Zazen, engendra


vigilancia. La vigilancia se refiere a las posibilidades cerebrales de atención y de
concentración selectivas, mientras que todas las solicitaciones, no retenidas por esta
selección, son mantenidas en un pórtico infraliminar, y por lo tanto no son percibidas

El Dojo, lugar elegido para la practica de Zazen, contribuye a la desconexión


sensorial relativa, tiempo preliminar a la vigilancia.

Zen y eficacia.

Para purificar el espíritu no hay que detener la actividad. El Zen no es una técnica
de evasión o de huida. Por el contrario, la practica de Zazen desarrolla nuestra energía y la
concentra sobre el instante presente, nos permite afrontar la realidad cotidiana con una
calma, con una perspicacia, con una objetividad, de las que no nos creíamos capaces, y que
nos sorprenden. Frente a las dificultades, de cara a los problemas, se produce la reacción
justa y eficaz, naturalmente, espontáneamente, ya que nos hemos desembarazado de los
obstáculos interiores que antes nos lo hacían imposible. Debemos encontrar nuestra
verdadera paz interior en la actividad.

Zen y Arte.

El Zen fue en el pasado el fermento de una prodigiosa renovación, primero en


China, y después en Japón. En las civilizaciones de extremo Oriente, la pintura y la poesía
clásicas, las cuales cuentan entre sus representantes eminentes monjes Zen, se impregnaron
de la concepción de la naturaleza y de las relaciones del hombre con ella inspirada por el
Zen. Este ha sido uno de los factores que les ha permitido conservar intactos a lo largo de
los siglos su frescor, y su inigualable sobriedad, tan apreciadas en nuestros días.

La creación artística procede en este caso de una comunicación íntima con los
elementos y las estaciones. Y solo puede nacer del desapego del artista a sí mismo y de su
percepción de las estructuras ocultas del mundo que le rodea, ya que su misión es revelar la
armonía secreta de las cosas y la presencia invisible que la sostienen. De esta manera, cada
ser se encuentra en su sitio justo, sin noción de privilegio, tanto el animal como el vegetal,
la montaña, la nube, el espacio y el hombre, todos con la misma dignidad ya que su origen
es el mismo.
Una tal concepción del arte resalta sobre todo la espontaneidad.

Tanto la pintura como la caligrafía Zen deben surgir de un solo trazo, y no puede ser
retocada o arreglada. Y sin embargo, esta espontaneidad sólo se obtiene a través de una
larga practica y de una larga y paciente maduración interior.

Numerosos artistas occidentales son hoy día sensibles a esta promesa de renovación
que contiene el Zen.

Zen en la Vida Diaria*

Desgrabación de la charla dada el 3 de Noviembre de 1993 en la Universidad del


Salvador.

El Zen no puede conocerse por ningún tipo de imaginación, palabra, escritura, o


explicación; debe ser vivido personalmente.

Por ejemplo: si a un ciego de nacimiento se le quiere explicar qué es una flor blanca,
no podría entenderlo. Alguien podría decirle que es blanca como la nieve; esta persona
tocaría la nieve y diría "¡Qué frío es el blanco!". Al decirle que es blanca como un ganso,
tocaría un ganso y diría "¡El blanco es como un pájaro!".

En realidad es muy difícil explicar a un ciego de nacimiento lo que es un color; en


cambio habría que buscar una solución para su problema.

El Zen no es explicable por palabras: se comprende tras una vivencia propia.

Si usamos las palabras necesitamos utilizar la lógica, que es producto de la actividad


mental, la cual no es totalmente capaz de comprenderlo.

Los filósofos utilizan la lógica usando razones convincentes para ser aceptados. En
la religión no se puede.

Muchas experiencias religiosas han sido vividas en distintas partes del mundo,
como las apariciones de las Vírgenes. Quienes no lo vivieron no pueden creerlo con un 100
% de certeza: lo tendrían que aceptar con fe.

El Zen no puede explicarse, hay que experimentarlo vivenciándolo.

Si tomo agua: ¿alguien sabe realmente qué estoy tomando? Puedo decirle que está
caliente, pero... ¿alguien sabe cuál es su temperatura? Aunque afirme que son 80° C,
ustedes no saben cuánto calor es. También puedo decir que es un poco salada. Ustedes
pueden imaginar lo que yo digo, pero lo mejor es probarlo personalmente. Aunque diera
muchas explicaciones, no lo comprenderían.

La teoría lógica no lo puede explicar, sólo puede transmitir algún aspecto del que
sólo entenderán algo aquellos que compartan el mismo idioma y el significado de los
términos usados.

La experiencia absoluta debe ser vivida personalmente.

Muchos dirán que son monjes aquellos que viven en un monasterio; entonces ratas,
cucarachas, moscas, etcétera también serían monjes. Muchos laicos conviven con monjes
en los monasterios, pero ellos no saben bien qué es ser monje.

El Zen es una experiencia, que trasciende el tiempo y el espacio; no los supera, los
trasciende; no se los puede superar porque son parte de nuestra vida.

La experiencia del tiempo y del espacio es confusa. El pez en el agua no se da


cuenta del agua en la que está inmerso.

Uno no es tan consciente de su movimiento en el espacio a cada momento, ni


siquiera percibe bien cómo transcurre el día. Cuando estamos angustiados el tiempo parece
interminable; si alguien experimenta algo desagradable, uno quiere ayudar y parece que el
tiempo no alcanza. Al llegar el fin del día, muchos dicen: “¡Al fin!”, como si terminaran
una lucha contra el tiempo.

No nos damos cuenta del espacio, salvo cuando el movimiento se nos limita.

Un taiwanés puede decir que en Buenos Aires hay muchos espacios verdes; en
cambio, un bonaerense se queja por la falta de espacios verdes.

Para el Zen, la comprensión tiempo-espacio debe ser muy clara. La trasciende. Al


hacerlo, largo o duración son iguales, un grano de arena o un montaña son iguales, no
afecta, no hay diferencia entre ellos.

PRINCIPIOS
1. Conducta pura

Para un iluminado, bueno y malo son lo mismo. Para quienes practican Zen, la
pureza es importante.

Pureza implica:
• demostración de ella a través del cuerpo.
• de la conducta mental.
• del habla

2. Tranquilidad en la vida

• En el aspecto verbal –no alborotar.


• En el aspecto mental –no poseer ansiedad.
• En el aspecto corporal –no usar la violencia.

En medio del tránsito pesado surgen ansiedades, nervios, las personas manejan a
gran velocidad porque aprecian el tiempo hasta el último segundo; por eso están
intranquilos. Muestran violencia de acción y o palabra al no soportar a ciertas personas o
acciones.

3. Vida segura

Comprendiendo el Zen tendremos seguridad en nuestra vida. La gente se caracteriza


por la falta de seguridad. Se pone nerviosa, se altera, teme; vivir se torna inestable.

No hay en este mundo algo realmente seguro. Podemos prevenir, pero no detener
con seguridad los desastres. Según el Zen, sabemos que estos riesgos son naturales,
entonces no hay razón para preocuparse. Los que más se preocupan y temen suelen morir
más temprano. Muchos compran armas, pero esto no les garantiza su seguridad; podemos
decir que los pone en más peligro.

4. Vida estable

La inestabilidad laboral, familiar, matrimonial, todas pueden subsanarse con postura


y posición firme, y con autoconocimiento. Debemos saber hacia dónde nos dirigimos, sin
necesidad de un meta fija.

Hay que mantener una cierta postura aunque no sepamos qué hacer; comprender
cómo somos y cuáles son nuestros límites. Sin una clara dirección, nosotros equivocamos el
camino o vamos en círculos.

Si mantenemos una dirección y vamos en ella rápido o despacio, llegaremos igual.

Debo saber qué quiero. ¿Hasta dónde llego?..., ese es otro punto.

Algunos poseen una capacidad innata (por ej: canto), quienes no la tienen y quieren
seguir el canto, tendrán un gran problema, pero con una buena guía y una dirección firme y
clara, pueden obtener grandes logros.

5. Tener una conciencia clara y libre


Implica que nuestras expresiones y demostraciones de afecto sean autocontroladas
libremente; no hay que apegarse a tener, ni sufrir por perder. Si el medio lo permite,
desarrollaremos nuestras esperanzas; si no es así, debemos esperar nuevas oportunidades
para satisfacer nuestras expectativas.

En la vida hay altibajos, éxitos y fracasos. En cierto tiempo un monje encontró


ladrones en su camino, quienes le preguntaron si tenía dinero; él les dijo: “¿Qué
pretenden?”. La respuesta fue: “El dinero o la vida”. El maestro dijo que prefería conservar
su vida y darles el dinero. Ante tal respuesta los ladrones sonrieron por la forma tan fácil en
que obtenían dinero, entonces decidieron perdonarlo. Sin pensarlo, el maestro aprovechó el
ambiente y les pidió colaboración para un templo que estaba construyendo. Ante semejante
pedido, el jefe de la banda encolerizó y le dijo: “Usted no conoce sus límites, le quitaré su
dinero y la vida, usted no sabe que vivimos de esto”. La respuesta fue: “Muy bien, ya estoy
cansado de la existencia. ¡Quíteme la vida!”. Para el Zen, obtención y pérdida deben ser
indiferentes. El jefe se conmovió ante tal desapego a la vida y se dio cuenta de lo bueno
que es ser un monje, sin preocuparse por el dinero o la vida, y en ese momento decidió ser
un monje él también.

Metodología del Zen.

1. Observar las actitudes propias: Examinar y conocer lo que hablamos y lo que


hacemos, por ejemploo: Alguien habla por teléfono y a la vez está observando atentamente
la puerta en espera de un amigo que llega. De esta forma no sabe realmente lo que dice y lo
que le dicen. A veces no sabemos qué hablamos o hacemos: eso es ser irresponsable.

O por ejemplo alguien conversa y a la vez está leyendo; presta más atención a una
cosa que a otra, entonces así puede prometer algo que quizás después no recuerde, a la vez
que probablemente almacena en su memoria una información errónea.

2. Observar el pensamiento propio: Hay que saber qué se está pensando; al no


hacerlo llegamos a perder el tiempo. Nuestra actividad mental debe ser estable, segura y
tranquila.

3. Convocar la atención de nuestro pensamiento: Lograr que no se focalice en el


mundo externo.

El factor ambiental a veces trae desequilibrios orgánicos. Nos alegramos ante los
elogios y nos enojamos ante las críticas. A veces ni siquiera es verdadero alguno de los dos.

Al desequilibrar nuestro pensamiento por influencias externas, debemos llamar su


atención.
4. Capacidad de dejar de darle importancia al cuerpo y al medio ambiente: La
vida está llena de altibajos, a los que no hay que prestar demasiada atención; ni a la
felicidad, ni a la tristeza; siempre hay que estar igual sin afectarse por los altibajos.

En el cáncer, por ejemplo, es muy importante desviar la atención de quien lo


padece. El cáncer no significa muerte, hay que convencer a quien lo padece de que no debe
tener miedo a morir. Mucha gente a la que se le pronosticaba unos días o semanas de vida,
ha vivido y vive muchísimo más de lo previsto por los médicos.

La vida cotidiana es Zen.

1. Tener una actitud objetiva de la vida: El que siente es el cuerpo; si lo tomamos


en forma objetiva, no subjetiva, como si fuera de otro, tendremos tranquilidad. Hay que
vivir con sabiduría y tranquilidad.

2. El Objetivo de la vida es un proceso activo de la vida: Debemos tener una


dirección en esta vida, pero no necesariamente un objetivo. Esto no significa no avanzar
hacia nada fijo. En la historia del conejo y la tortuga, el primero descansaba y el segundo
avanzaba en forma lenta pero constante.

El Zen no comparte ninguna de las dos posiciones, no usa la competencia. Cada uno
debe avanzar lo que puede. Ese es nuestro objetivo: avanzar según nuestro ritmo y nuestra
velocidad.

3. Aplicación del pensamiento, de los principios del Zen y de su Metodología.


La Ansiedad del Actuar *
Comienza con un pensamiento temeroso que destroza tu confianza al igual que una
sirena destroza la paz de un domingo por la mañana. Te gustaría pensar en otra cosa, pero
los lamentos de dolor y pérdida reclaman tu atención.

Sin importar lo bien que hayas ensayado lo que has planeado hacer, la ansiedad del
actuar puede destrozarte. Tu corazón funciona a batacazos y las palmas te sudan. Tu lengua
se vuelve pesada y estúpida y tus labios de adhieren a los dientes. Al mismo tiempo tu
cuerpo siente como si estuviera ardiendo por fuera y congelándose por dentro. Te sientes
rígido como una barra de acero pero estás tan gelatinoso que apenas puedes permanecer de
pie.

¿Qué sucede dentro de la mente que devasta el cuerpo de esa manera cuando "se
funden los plomos" y ya no hay ensayo que valga?

Al comienzo de mi carrera musical tuve mi primer ataque de ansiedad. Lo recuerdo


como si hubiera sucedido ayer por la noche. Estaba 'preparada' para una audición en directo
con un banda country. No era la primera vez que me subía al escenario, pero era mi 'debut
por dólares'. Había pensado que comprendía la ansiedad: eran unos instantes de
nerviosismo antes de empezar. Pero en esa ocasión no cantaba por diversión. Ahora tenía
importancia.

Puedo recordar mucho de lo que sucedió: Escuché al líder de la banda decir al


público que una de sus señoritas favoritas iba a cantar You Ain't Woman Enough; y le vi
volver la cabeza y hacerme ademanes mientras yo aguardaba al pie de la escalera, a la
derecha del escenario, y estoy segura de que le oí decir mi nombre y entonces recuerdo
vagamente que pidió aplausos para mí. Después de eso solo recuerdo que ningún
condenado subió nunca al patíbulo con menos vivacidad que yo. No sé cómo tomé el
micrófono y en verdad no recuerdo qué hice mientras estaba allí. El foco me daba en los
ojos y mantuve la mirada hacia delante, con los ojos abiertos e incrédulos... sí, como un
ciervo atrapado por las luces de un camión que se le acerca. Y si ese ciervo hubiera
empezado a silbar Dixie (canción popular de los E.E.U.U.), hubiera hecho mucha más
música de la que yo hice aquella noche.

No conseguí el trabajo pero cogí el mensaje: conquistar mi miedo u olvidar mi


carrera. Era así de simple.

Antes de batallar con mi enemigo tenía que identificarlo. ¿Cuál era la diferencia
esencial entre cantar en un ensayo y cantar frente al público? No era el cantar. No era la
banda. Tampoco era el micrófono. Solo quedaba el público: algo dentro de mí estaba
respondiendo ante él como si me mirara no esperando escuchar lo que iba a cantar... sino
cómo lo iba a cantar. Iban a juzgarme: si cantaba bien me querrían; pero si no, no lo harían.
Naturalmente mi ego quería que me quisieran. Así son los egos.
Me sentí bastante mal cuando me di cuenta de que el cantar, algo que amaba hacer,
se había convertido en una herramienta, un medio por el cual iba a lograr que la gente me
quisiera. La música dejó de ser música en el momento que la abandoné mentalmente y puse
mi atención en la cabeza del público, cuando comencé a mirar y a escucharme a mí misma.

A menudo escuchamos talk shows radiofónicos donde alguien llama mientras su


radio sigue encendida... y se hace imposible para el locutor mantener una conversación
inteligente con el oyente, pues este se está escuchando a sí mismo - abandona su propia
mente para ponerse con la audiencia del programa. Se encuentra dividido entre actor y
observador. El locutor le dirá: "¡Apague la radio!", pues ninguna conversación inteligente
será posible hasta que el oyente deje de intentar estar en dos sitios a la vez.

Recuerdo que una vez le preguntaron a una actriz cómo era capaz de llorar ante la
cámara y hacer que lágrimas reales recorrieran sus mejillas. Sin duda ella sabía que se
trataba de una situación fingida, que no había nada por lo que llorar. Pero con todo sus
lágrimas eran reales. "Es mi trabajo -dijo-. Soy actriz." Pero la pregunta seguía ahí, ¿cómo
lo hacía? "Bien -dijo-, recito un pequeño poema francés. A cada línea aprieto los músculos
de mis ojos, y contraigo las pestañas en una expresión de disgusto. Me había entrenado
utilizando un tipo de rutina biofeedback... afianzando cada paso mientras visualizaba las
lágrimas. Fijaba mi atención en el poema, y entonces, después de unas pocas líneas,
¡Voila!, lágrimas." El poema era Au Claire de la Lune y las líneas específicas que servían
para el truco eran, traducidas del francés: "Mi vela está muerta. No tengo más fuego. Por
amor de Dios, abre la puerta." A mí no me pareció particularmente triste pero
evidentemente esto desgarraba su corazón.

Decidí que necesitaba un truco similar para mantener mi atención en mi mente y en


mi tarea. Solo podía haber música.

Me visualizaba dando un paso hacia el escenario... como si me estuviera acercando


a la entrada de la cueva de Aladino. Deliberadamente echaba los hombros hacia atrás,
tomaba una respiración profunda, empujaba la lengua contra el paladar y cerraba la
mandíbula, estableciéndola en el modo de determinación. Metía la cadera, haciendo que la
curva de mi espalda se arqueara hacia atrás en vez de hacia delante. Fingía una ligera
sonrisa estirando un poco la boca y contrayendo los músculos de alrededor de la nariz y de
los ojos, hasta que mi mirada se entrecerraba en ese asana de "yoga facial" que estimula la
emisión de endorfinas. Estas hormonas naturales siempre conducen a una postura confiada
y elevan el ánimo. Y entonces me visualizaba caminando hacia el micrófono, diciendo a
cada paso: "Abrete Sésamo... sí, ábrete. Abrete, Sésamo, sí, ábrete para mí..." Y mientras la
banda comenzaba a tocar una gran roca se apartaba dejando libre la entrada de la cueva,
después entraba en ella con seguridad, como si estuviera en mi refugio. Y a la señal cantaba
dentro de la cueva. Y todo lo que podía oír era la música resonando maravillosamente.

Esto fue lo que hice: me entrené para ir a mi interior y permanecer allí... segura en
mi Refugio Búdico. No, no mejoré mi voz, pero estaba sobremanera equilibrada. A menudo
pensaba que obtendría un público mayor y más apreciativo si tan solo me quedaba allí y
demostraba mi truco de equilibrio. Pero ese no era el problema que estaba intentando
resolver. Necesitaba conquistar mi ansiedad y obtener una nueva perspectiva sobre mi
habilidad musical. Y en eso tuve éxito.

Después, se hizo simple entrenarme para entrar en trance... para sentarme en un


cojín de meditación y dejar a un lado esos revoltosos pensamientos que acostumbraban
retarme, dejando de verme desde afuera, observándome en el acto de observarme.
Mentalmente me ponía en la Cueva - o en la Zona, como lo queramos llamar.

Este problema de vernos desde afuera y preocuparnos sobre cómo nos ven los
demás ha estado rondando largo tiempo. Chuang Tzu lo describe como "la necesidad de
ganar".

Dice (siguiendo la traducción de Thomas Merton):

Cuando un arquero dispara por nada

Tiene toda su habilidad.

Si dispara por una hebilla de bronce

Ya está nervioso.

Si dispara por un premio de oro

Se vuelve ciego

O ve dos objetivos –

¡Está fuera de su mente!

Su habilidad no ha cambiado. Pero el premio

Le divide. Se preocupa.

Piensa más en ganar

Que en disparar –

Y la necesidad de ganar

Le resta poder.

No importa qué tarea tengamos que realizar, mientras pongamos nuestra atención en
el exterior, en la mente de los demás en vez de mantener nuestra atención donde debería
estar, segura en nuestro interior, en nuestra Mente Búdica, sufriremos ansiedad y haremos
confusión de las cosas.
Todo lo que hace falta para solventar el problema es una concentración feroz, un
truco de postura, y las palabras mágicas repetidas como un mantra. "Por amor de Dios, abre
la puerta."

La Respiración Saludable revisada*


La práctica del pranayama puede describirse como un control voluntario de la
inspiración, de la espiración y de la retención de la respiración. Esto se hace principalmente
estableciendo una nueva condición de respiración que se pretende convertir en habitual tras
la suficiente práctica voluntaria. En esta conexión se encuentra que la transición del
esfuerzo al hábito va acompañada de una sensación en la mente (que podríamos llamar
humor), que crece y se convierte en definitiva en el curso del proceso, más tarde siempre
que uno encuentre que la respiración ha vuelto a un viejo e indeseado hábito se puede
recordar la sensación del humor, y con un acto de voluntad prácticamente imperceptible, re-
establecer el nuevo hábito." Ernest Wood, Yoga

Todo el que entra en el muro sin puerta del Zen tiene una historia que contar. La
mía empieza una tarde de verano cuando recibí la llamada de un amigo que se había
mudado recientemente a otro estado. "He encontrado a una sacerdotisa budista que enseña
Zen -me dijo-." "La noche pasada me dio un ejercicio pranayama llamado Respiración
Saludable." Inmediatamente me vi interesado. Tenía una cuestionable afición, coleccionaba
ejercicios de meditación. No era maestro de ninguno, pero igualmente me sentía orgulloso
de mi colección. "¡Cuéntame -le dije con ávido entusiasmo-!" Hablamos un rato y después
probé a realizarlo. Al día siguiente seguía exasperado por mis fútiles esfuerzos. Llamé a mi
amigo y me lamenté. "¡Es un ejercicio duro!" "No se supone que sea fácil -me dijo-. Tan
solo hazlo." Anteriormente había probado muchos tipos de ejercicios respiratorios, pero
ninguno resultó ser tan seductor como la Respiración Saludable. Su total simplicidad e
inesperada dificultad me hizo pensar que debía de tener algo. No fue hasta años más tarde
que saqué la Respiración Saludable de mi precioso baúl de ejercicios pranayama, y se
convirtió en el único al que dedicaría mi esfuerzo. Tardé ese lapso de años en desarrollar la
Actitud Correcta que sería necesaria para hacer funcionar el ejercicio.

La Respiración Saludable es todo lo que necesitamos para entrar en el Zen. Todo el


que pueda respirar puede hacerlo: no requiere un conocimiento especial de sutras o
filosofía, y no necesita un entorno especial como una sala de meditación, un monasterio o
un templo; todo lo que requiere es la Actitud Correcta. En vez de explicar los detalles de
cómo se realiza la Respiración Saludable (esto se explica en profundidad en el capítulo 10
de El Séptimo Mundo del Budismo Chan), parece necesario explicar por qué la hacemos y
describir los requisitos esenciales que debemos establecer antes de afrontarla.

Obstáculos

El aprendizaje empieza por el comienzo. Así como un profesor de matemáticas no


intentaría nunca enseñar cálculo a un estudiante que no hubiera aprendido los principios
rudimentarios de álgebra, un Maestro Zen no consideraría introducir meditaciones
avanzadas a un estudiante que no haya aprendido primero a controlar la respiración.
Cuando la gente cuenta que ha empleado años en practicar sin éxito una variedad de
ejercicios de meditación, recuerdo mis propias experiencias y le digo que haga como yo
hice: volver al comienzo y perfeccionar la Respiración Saludable. Hasta que se domina
completamente la respiración hay pocas oportunidades de éxito con otras disciplinas de
meditación, y permanecemos, inconscientemente, hundidos en el fango del Zen de los seis
mundos, frustrados en nuestros esfuerzos y desilusionados con nuestro camino.

El escurridizo ego es inevitablemente el mayor obstáculo. Cuando patalea nos


retorcemos como un pez fuera del agua. "¿Por qué debo hacerlo?" "¿Por qué no puedo
realizar alguna otra práctica?" "¡No tengo tiempo para hacerlo!" "¿Puedo cambiar el ratio
de 1:4:2 a 1:4:3?" "¡No tengo la energía!" "¡Tengo que llevar la colada a la secadora!" Nos
escabullimos cuando nos enfrentamos a algo que no queremos hacer - a cada momento
nuestra fe en la práctica se ve minada por el subversivo ego. ¿Por qué una práctica tan
simple como respirar rítmicamente crea tanta resistencia y cómo puede superarse? Tener la
Actitud Correcta requiere una fe incuestionable y una dedicación a la práctica con el
propósito de tener éxito. Si no sabemos adónde vamos, ¿no preguntamos el camino? Y si se
nos dice que sigamos recto y que en el segundo semáforo giremos a la izquierda, ¿no lo
haríamos incondicionalmente? Esto es todo lo que significa la "Actitud Correcta": seguir
las instrucciones de buena gana, sin resistencia, con fe en que haciéndolo así llegaremos a
nuestro destino.

Cuando nos encontramos luchando con la práctica, fabricando excusas para no


llevarla a cabo, queriendo alterar el ratio o modificándola a nuestra manera, debemos
reconocer que estamos escabulléndonos - inventando formas de evitar hacer el trabajo
necesario. La Actitud Correcta significa no ceder a nuestros deseos sino afrontar la práctica
como si nuestra vida dependiera de ello. A menudo le digo a la gente que se imagine a
alguien apuntándole con una pistola en la cabeza - la energía y devoción hacia la práctica
que esta imaginería puede inducir es lo que necesitamos para tener éxito. Hay una historia
de un señor de la guerra, que mientras visitaba a su viejo Maestro Zen, escuchó a un
novicio lamentarse de que no era capaz de concentrarse. "¿Podría resolver este problema
por usted, Maestro -preguntó el señor de la guerra-?" "¡Sí, por favor -contestó felizmente el
maestro-!" El señor de la guerra fue a por una taza y la llenó de agua hasta el borde. Le
pasó la taza al novicio y le dijo: "Da vueltas al patio llevando esta taza de agua. Mientras lo
haces, seis de mis mejores arqueros estarán listos para dispararte si derramas aunque sea
solo una gota." El novicio aprendió a concentrarse rápidamente.

Cuando realizamos cualquier práctica Chan de forma pasiva, esperando a que nos
suceda algo misterioso, perdemos el tiempo y solo tenemos éxito en frustrarnos. Entonces,
tras breve tiempo, nos damos por vencidos. Permitiendo complacernos en la holgazanería,
no dejamos de dar vueltas a la montaña. No podemos tener éxito en ninguna meditación o
práctica pranayama mientras no nos entreguemos a ella al 100% con nuestro corazón,
nuestra mente y nuestro cuerpo.

Ocasionalmente puede haber un obstáculo físico como una subyacente condición


médica que se manifieste en el sistema respiratorio o en el cardiopulmonar. En este caso
debe consultarse a un médico antes de intentar el ejercicio. Si el devoto fuma o daña su
aparato respiratorio con drogas, la primera vez que se afronta la Respiración Saludable
pueden aparecer problemas relacionados con respiración entrecortada o acompañada de
silbidos. Si existen adiciones al tabaco (u otras drogas), o anhelos de cualquier clase, estos
se difuminarán naturalmente y eventualmente desaparecerán si se practica la Respiración
Saludable correcta y regularmente.

Efectos de la Respiración Saludable

La Respiración Saludable trabaja a tres niveles: el psicológico, el fisiológico, y el


espiritual. Al principio estos tres niveles están interconectados como los hilos de una
cuerda, cada uno depende de los otros para la fuerza, cada uno se hace más fuerte a medida
que los demás se fortalecen. Cuando la práctica de la Respiración Saludable crece y
madura, esta cuerda se vuelve más como un sedal de pesca monofilamento. Cuando los
"componentes" psicológico/fisiológico/espiritual se unen en uno entramos en la gozosa
ruptura de la meditación.

Efectos psicológicos.

La psicología depende de la existencia de un ego - una arbitraria fuerza de voluntad


autónoma, auto-concebida y auto-creada. Cuando esta creación se agita nos volvemos
deprimidos, furiosos, temerosos y ansiosos. El proceso de derrotar al ego produce esta
agitación asaltándolo con la posibilidad de la extinción - algo a lo que el ego se opone
ferozmente. Por esta razón el inicio de un régimen de Respiración Saludable puede
provocar una ansiedad o depresión temporales. Cuando esto ocurre debemos comprender la
relación causa-efecto y dejar que los efectos negativos se vayan tan fácilmente como
aparecen; nuestra fuerza de voluntad es el único poder que el ego no puede resistir. Cuando
sucumbimos al deseo del ego de una existencia segura, renunciamos a dominar nuestras
vidas y caemos más profundamente en los confines del dominio ilusorio y samsárico del
ego. Pero con una fuerte voluntad, pasamos a través de estos desagradables episodios de
inseguridad psicológica, ganando cada vez en fortaleza. Con una práctica continuada nos
volvemos inmunes ante cualquier situación de estrés psicológico, nace un nuevo poder de
voluntad que puede identificar y extinguir cualquier estado mental no deseado con un
esfuerzo insignificante.

Efectos físicos

Como todos sabemos en esta edad moderna, el cuerpo-mente es un sistema


fuertemente interconectado - cambiar una parte del sistema influencia a todas las demás -
así que no es sorprendente que una práctica regular de la Respiración Saludable ofrezca
cambios beneficiosos a cada parte del cuerpo-mente. A medida que la mente se aquieta por
el ejercicio de respiración lenta, el cerebro mejora su capacidad para regular la serotonina
(c.f. Bujatti, M. and Reiderer, P., Journal of Neural Transmission 39: 257-267, 1976) y
otros químicos responsables de controlar nuestra bioquímica: dormimos mejor, nuestro
humor mejora, y nos volvemos más calmos y menos agitados. Además, los músculos se
relajan, los sistemas cardiovascular y pulmonar se vuelven más fuertes y saludables, el
aguante psicológico y la estamina se incrementan, mejora la digestión, y se expanden la
capacidad mental de concentración y la memoria. Solo toma unos pocos días de práctica
dedicada comenzar a realizar todos estos efectos.

Efectos espirituales

Todos somos seres espirituales por naturaleza, así que, en realidad, no hay nada
espiritual que ganar con la práctica de la Respiración Saludable. Es decir, no hay nada que
ganar que no poseamos ya. Lo que hacemos tiene que ganar el despertar de nuestra
naturaleza espiritual. Con devoción religiosa hacia el ejercicio de la Respiración Saludable
podemos ganar esa penetración; un evento que llamamos satori - una gestalt, una
realización repentina de nuestra pura, libre y no-dualística naturaleza como seres humanos.
Cuanto esto sucede vemos repentinamente al ego como una ilusión arbitraria y vemos, con
claridad, lo que queda: nuestra Naturaleza Verdadera, o Naturaleza Búdica. Como un
holograma, el todo está contenido en cada parte, pero hasta que se calme la mente y
descanse el cuerpo, vemos con una mente que se lanza en todas las direcciones, creando
distinciones de forma, sonido, olor, gusto, tacto, y pensamiento. Solo vemos las partes y no
el todo.

Para la gente que es nueva en el Zen, la Respiración Saludable es un excelente lugar


para empezar una práctica. Y para aquellos que han empleado muchos años estudiando Zen
o han practicado una variedad de ejercicios sin un progreso significante, la Respiración
Saludable es un excelente lugar al que volver. Incluso los adeptos utilizan la Respiración
Saludable para comenzar su práctica, porque saben que rápidamente equilibrará su cuerpo-
mente y preparará el camino de entrada en profundos estados de meditación.

Como recordaremos, la Respiración Saludable se desarrolla en tres partes, en un


patrón cuidadosamente regulado al que nos referimos como "1:4:2": una inhalación(1), un
retención(4), y una exhalación(2). Esto significa que la respiración se mantiene cuatro
veces la cantidad de tiempo tomada por la inhalación, y que la exhalación toma el doble de
tiempo que la inhalación. Cuando comenzamos la práctica por vez primera, podemos usar
una serie de 4:16:8, donde cada cuenta es un segundo. Entonces, a medida que la
respiración se hace más fuerte y duradera, podemos cambiar a series de 6:24:12, y más
tarde a 8:32:16, etc. A medida que trabajamos con la Respiración Saludable, aumentamos
gradualmente el número de cuentas para duraciones cada vez mayores, manteniendo el
mismo ratio y las cuentas de un segundo. Se puede utilizar un reloj audible para medir el
tiempo en intervalos de un segundo, o, si se puede sentir o escuchar el pulso del corazón, se
puede utilizar en su lugar. Cuando realizamos la práctica, detenerse para admirar los
resultados no es una opción: una concentración continuamente focalizada en la cuenta es
esencial. Con el Recto Esfuerzo y la Actitud Correcta, en un corto espacio de tiempo - días
o semanas - empezaremos a notar sutiles cambios en el humor y la energía física, y nuestra
conducta se volverá más calma y sosegada. Este es el poder del más simple de los ejercicios
pranayama, un ejercicio que prepara el terreno para todas las prácticas Chan subsecuentes.

Otro estudio del ZEN *

Cuando la mente china entró en contacto con el pensamiento hindú, en la forma del
Budismo, alrededor del primer siglo d.c, dos desarrollos paralelos sucedieron. Por un lado,
la traducción de los sutras budistas estimularon a los pensadores chinos y los llevó a
interpretar las enseñanzas del Buddha hindú a la luz de sus propias filosofías. De esta
manera surgió un muy fructífero intercambio de ideas, que culminaron, en la escuela Hua-
yen (sanscrito: Avatamsaka) de budismo en China y la escuela Kegon de Japón.

Por otro lado, el lado pragmático de la mentalidad china respondió al impacto del
budismo hindú, concentrándose en los aspectos prácticos y desarrollándolos en una forma
especial de disciplina espiritual que recibió el nombre de Ch'an, una palabra normalmente
traducida como "meditación". Esta filosofía Ch'an fue eventualmente adoptada por Japón,
alrededor del año 1200, y ha sido cultivado ahí bajo el nombre de Zen, una tradición que se
mantiene viva hasta la actualidad.

Zen es una mezcla única de filosofías e idiosincrasias de tres culturas diferentes. Es


una forma de vida típicamente japonesa, y aún así refleja el mistisismo de la India, el amor
de la naturalidad y espontaneidad del Taoismo y el pragmatismo profundo de la mente
Confusianista.

A pesar de su carácter tan especial, Zen es puramente budista en su esencia pues su objetivo
no es ni más ni menos que el de Buddha: el lograr la iluminación, una experiencia conocida
en Zen como satori. La experiencia de la iluminación es la esencia de todas las escuelas de
filosofía orientales, pero Zen es única en que se concentra exclusivamente en esta
experiencia y no está interesada en ninguna interpretación más allá de esta. En las palabras
de Suzuki, "Zen es la disciplina en iluminación". Desde el punto de vista del Zen, el
despertar de Buddha y el enseñar de Buddha, que todos tenemos el potencial de lograr la
iluminación son la esencia del Budismo. El resto de la doctrina, incluido en los
voluminosos sutras, es visto solamente como suplementario. La experiencia del Zen es, por
lo tanto, la experiencia de la iluminación, de satori, y ya que esta experiencia, finalmente,
trasciende toda categoría de pensamiento, Zen no se interesa en ninguna abstracción ni
conceptualización. No tiene ninguna doctrina o filosofía especial, ningún credo ni dogma
formal y enfatiza su libertad de todo pensamiento fijo, esto la hace verdaderamente
espiritual.

Más que cualquiera otra escuela de misticismo oriental, Zen está convencido de que
las palabras nunca expresarán la verdad última. Debe haber heredado su convicción del
Taoísmo, que mostraba la misma actitud sin compromisos. "Si alguien pregunta sobre el
Tao y otro le responde", dijo Chuang Tzu, "ninguno de ellos lo conoce".
Pero la experiencia Zen puede ser pasada de Maestro a discípulo, y ha sido, de
hecho, transmitido por muchos siglos por métodos especiales propios de Zen. En un
resumen clásico de cuatro líneas, Zen es descrito como:

• Una transmisión especial externa a las escrituras.


• No sostenida por palabras ni letras,
• Apuntando directamente a la mente humana,
• Mirando directamente a la naturaleza propia y alcanzando el estado de Buddha.

Esta técnica de "apuntar directamente" constituye el sabor especial de Zen. Es típico


de la mente japonesa, que es más intuitiva que intelectual y que le gusta entregar los hechos
como hechos, sin comentario alguno. Los maestros Zen no son adeptos a la palabrería y
aborrecen todo tipo de teorización y especulación. De esta manera desarrollaron métodos
que apuntan directamente a la verdad, con acciones y palabras repentinas y espontáneas,
que exponen paradojas del pensamiento conceptual y, como los koans, están orientados a
parar el proceso mental del pensamiento, preparando así al estudiante a la experiencia
mística. Esta técnica se ve muy bien ilustrada en los siguientes ejemplos de cortas
conversaciones entre maestro y discípulo. En estas conversaciones, que forman la mayor
parte de la literatura Zen, los maestros hablan lo menos posible y usan sus palabras para
cambiar la atención del discípulo desde los pensamientos abstractos a la realidad concreta.

Un monje, pidiendo instrucción, le dijo a Bodhidharma:

"No tengo nada de paz mental. Por favor, apacigüe mi mente."

"Trae tu mente aquí al frente mío", replicó Bodhidharma, "y yo te lo


apaciguaré!"

"Pero cuando busco mi propia mente," dijo el monje, "no la puedo


encontrar."

"Eso!", replicó energéticamente Bodhidharma, "he apaciguado tu mente!"

Un monje le dijo a Joshu: "Acabo de entrar a este monasterio. Por favor


enséñame."

Joshu preguntó: "Has comido tu potaje de arroz?"

El monje responde: "Ya he comido."

Joshu dice: "Entonces sería mejor que lavaras tu plato."

Estos diálogos hacen notar otro aspecto del Zen que es característico. La
iluminación en Zen no significa retirarse del mundo, sino al contrario, una activa
participación en la vida cotidiana. Este punto de vista atrajo mucho a la mentalidad china
que le colocaba mucha importancia a una vida práctica y productiva y a la idea de la
perpetuación de la familia, por lo que no podía aceptar el carácter monástico del Budismo
hindú. Los maestros siempre hacían hincapié que Ch'an, o Zen, estaba en nuestras
experiencias diarias, la "mente de todos los días", como proclamaba Ma-tsu. Se enfatizaba
el despertar en el medio de las actividades diarias y dejaban muy en claro que veían a la
vida diaria, no sólo como la forma de lograr la iluminación, sino como la iluminación
misma.

En Zen, satori significa la inmediata experiencia de la naturaleza Buddha de todas


las cosas. Primero y más importante entre éstas, están los objetos, hechos y personas
involucradas en la vida diaria, de tal manera de que aunque enfatiza las cosas prácticas de
la vida, Zen aun así es profundamente mística. Al vivir enteramente en el presente, dándole
atención completa a los asuntos diarios, alguien que ha logrado satori experimenta la
admiración y misterio de la vida en cada situación: ¡Qué maravilloso ésto, cuan
misterioso! Cargo la leña, saco agua del pozo.

La perfección de Zen es por lo tanto vivir la vida diaria en forma natural y


espontánea. Cuando a Po-chang se le pidió definiera Zen, dijo, "Cuando tengo hambre,
como, cuando estoy cansado, duermo." Aunque esto suene simple y obvio, como tantas
otras cosas en Zen, es de hecho una tarea bastante difícil. Recobrar la naturalidad de nuestra
naturaleza original requiere largo entrenamiento y constituye un gran logro espiritual. En
las palabras de un dicho Zen muy famoso: Antes de estudiar Zen, las montañas son
montañas y los ríos son ríos; mientras estás estudiando Zen, las montañas ya no son
montañas y los ríos ya no son ríos; pero una vez que alcanzas la iluminación las
montañas son nuevamente montañas y los ríos nuevamente ríos.

El énfasis sobre la naturalidad y espontaneidad muestra claramente las raíces


Taoístas pero la base para este énfasis es estrictamente Budista. Es la creencia en la
perfección de nuestra naturaleza original, la realización de que el proceso de iluminación
consiste meramente en transformarnos en lo que ya somos desde un principio. Cuando se le
preguntó al maestro Zen Po-chang sobre buscar la naturaleza Buddha, respondió, "Es muy
parecido a montar un buey en busqueda del buey."

Hay dos escuelas principales de Zen en Japón actualmente, difieren en sus métodos
de enseñanza. La escuela Rinzai o "repentina"}, utiliza el método koan, se da prominencia a
entrevistas formales periódicas con el maestro, llamadas sanzen, durante las cuales se le
pregunta al estudiante su visión actual sobre el koan que ha estado tratando de resolver. La
resolución de un koan involucra largos periodos de intensa concentración que llevan a una
revelación repentina de satori. Un maestro con experiencia sabe cuando un estudiante ha
llegado al borde mismo de la iluminación repentina y le es posible choquearlo a una
experiencia satori con acciones inesperadas, tales como un golpe con una varilla o un grito
fuerte.

La escuela Soto o gradual evita los métodos de shock de Rinzai y apunta hacia la
maduración gradual del estudiante Zen, "como la brisa de primavera que acaricia la flor,
ayudándola a florecer." Propugna 'el sentar tranquilo' y el uso de su propio trabajo común
como dos formas de meditación. Ambas escuelas le confieren la mayor importancia a
zazen, o meditación sentado, que es practicado en los monasterios Zen todos los días por
muchas horas. La postura correcta y la respiración son las primeras cosas que debe
aprender un estudiante de Zen. En el Zen Rinzai, zazen es usado para preparar la mente
intuitiva para poder manejar el koan, y la escuela Soto lo considera la forma más
importante para ayudar al estudiante a madurar y evolucionar hacia satori. Más que eso, es
considerado como el logro visible de la naturaleza Buddha de uno mismo; cuerpo y mente
siendo fusionadosen una unidad armónica que no requiere ninguna mejoría. Como dice un
poema Zen: Sentado tranquilo, haciendo nada. La primavera llega, y el pasto crece por sí
solo.

Ya que Zen asegura que la iluminación se manifiesta en las actividades diarias, ha


tenido enorme influencia en todos los aspectos de la forma tradicional de vida japonesa.
Estas no sólo incluyen las artes de la pintura, caligrafía, diseño de jardines, etc., y las
variadas artesanías sino también en actividades ceremoniales como servir el té o el arreglo
de flores y las artes marciales como el tiro con arco, la espada, el judo, el karate-do, etc.
Cada una de estas actividades es conocida en Japón como un do, esto es, un tao o una 'vía'
hacia la iluminación. Todas exploran varias características de la experiencia Zen y pueden
ser usadas para entrenar la mente y llevarla en contacto con la realidad última. Las artes
recién mencionadas son todas expresiones de espontaneidad, simplicidad y la total
presencia de la mente característica del Zen, las actividades lentas y rituales de cha-no-yu,
la ceremonia japonesa del té, los movimientos de manos espontáneas requeridas para la
caligrafía y la pintura y la espiritualidad de bushido, "la vía del guerrero". Mientras que
requieren de la perfección de la técnica, la maestría real sólo se logra cuando se trasciende
la técnica y el arte se transforma en un "arte sin arte", brotando del subconciente. Somos
muy afortunados en tener una descripción maravillosa de tal "arte sin arte" en el pequeño
libro de Eugen Herrigel, Zen en el arte del Tiro con Arco. Herrigel utilizó más de cinco
años con un renombrado maestro japonés para aprender su arte "místico" y nos da en su
libro una descripción de cómo experimentó Zen a través del tiro con arco. Nos describe
como el tiro con arco le fue presentado como un ritual religioso que es "bailado" en
movimientos espontáneos, libres de esfuerzo y propósito. Le tomó muchos años de práctica
dura, lo que transformó todo su ser, como aprender a estirar el arco "espiritualmente", con
un tipo de fuerza no esforzada, y como liberar la cuerda "sin intención", dejando que el tiro
"caiga del tirador como una fruta madura". Cuando llegó al clímax de perfección, el arco,
flecha, objetivo y arquero, todos se fundían los unos en el otro y él no disparaba sino que
"esto" lo hacía por él. La descripción de Herrigel del tiro con arco es una de las más puras
recolecciones de Zen pues no habla en ningún momento de Zen.

¿Qué es el Zen?*

Se puede hablar mucho del Zen, pero ello no tiene mucho valor. Si intentamos
explicarlo, lo hacemos por la sencilla razón de que gran parte de las artes japonesas se
basan en esta práctica.

Para entender las artes tradicionales japonesas es necesario investigar, por una parte,
el sintoísmo, la religión animista primitiva japonesa, y por otra, el Zen, sobre el cual se
fundan, entre otras artes:
• La ceremonia del té (cha-no-yu).
• La arquitectura -principalmente de los templos budistas.
• Las artes marciales o el camino del guerrero (bushido).
• El teatro Nó, representación que es un verdadero estudio del movimiento y de la
emoción.
• La caligrafía y las pinturas en tinta china a mano alzada.
• El haiku, una forma muy popular de poesía cuyo representante moderno es el
eximio poeta Matsuo Basho.

El Zen es intuición pura. El Zen es el Zen, como han repetido los maestros; una
rama de la filosofía budista que propugna que el estado de Iluminación (satori) se alcanza
por medio de la meditación o de la reflexión o pensamiento sobre lo imposible (koan).

El budismo Zen se divide en dos ramas principales: la secta Soto y la secta Rinzai.
La primera es partidaria de alcanzar el satori mediante la meditación, llamada zazen. La
segunda, en cambio, si bien acepta la meditación, utiliza una forma directa de llegar al
satori mediante la reflexión y estudio del koan.

Ambas ramas, a pesar de ser japonesas, se remontan a la China, donde los budistas
de antaño discutían en los mismos términos cuál era el mejor camino para alcanzar la
iluminación. Por tanto, esta división no es nueva; antes bien, se puede trazar hasta los
orígenes mismos de la escuela Chan, en la China.

El satori es un estado más allá del dualismo del ser o no ser, del bien y del mal, de
lo hermoso y lo feo y del Buda y el no-Buda. Es un estado, por tanto, que se alcanza
mediante la superación de las percepciones humanas y mediante el entendimiento de que
ellas son el reflejo de un mundo al que creemos falsamente eterno e inmortal. El camino
para alcanzar el satori, no obstante, no es racional, sino que depende en grado mayor de la
intuición.

Las sutras budistas definen la Iluminación de la siguiente manera: Lankavatara-


sutra

La Iluminación en sí tampoco tiene esencia, por eso, en realidad, no existe. La Iluminación


existe porque existe la ilusión y la ignorancia. Si desaparece la ignorancia también
desaparecerá la Iluminación. No existe la Iluminación sin lo ilusorio y no existe lo ilusorio
sin la Iluminación.

El que en verdad busca la Iluminación, una vez iluminado, no permanece en ese


estado, puesto que la existencia de la iluminación significa todavía la existencia de la
ignorancia.

Mi primer contacto con el Zen ocurrió en 1993, en un templo de la secta Soto en la ciudad
japonesa de Iwaki, provincia de Fukushima. Mi maestro, por ende, insistía más en la
práctica de la meditación que en otra cosa; aunque combinaba el zazen con la recitación de
las sutras y la lectura de alguna de las 120 obras que escribió Dogen-zenji, el fundador.
Tai-san, mi maestro, es uno de los más fieles seguidores de Dogen que he conocido. El día
en que me presentaron ante él me dio un ejemplar en inglés del Shobogenzo-zuimonki, la
recopilación de los sermones de Dogen escrita por su discípulo Koun Ejo-zenji (1198-
1280). Es una obra particularmente atractiva para quien desee iniciarse en el budismo de
Dogen.

Al día siguiente, comencé a practicar zazen con algunos compañeros japoneses


interesados en el budismo, pero no pude recitar las sutras, puesto que no podía leer el
japonés, y tuve que conformarme con oírlas y tratar de entenderlas. Hoy ya no vivo en
Iwaki y no tengo tanto tiempo para practicar semanalmente el zazen, pero mi encuentro con
Tai-san ha sido uno de los mejores momentos vividos en Japón.

La historia del budismo Zen en Japón es apasionante. Es como si nos refiriéramos a


la Historia misma de este milenario Estado. El budismo de la India, reza la leyenda, llegó a
la China por boca de un monje llamado Bodhidharma (Daruma), alrededor del año 532.
Sus enseñanzas se fundieron con el taoísmo, la religión primitiva de la China. Se estima
que Huineng (638-713), patriarca del Chan de la dinastía Tang (618-907), fue el fundador
del Zen.

Dogen (1200-1253), junto con Eisai (1141-1215) introdujeron seiscientos años más
tarde la escuela Chan en Japón. La influencia de la secta Soto no ha sido tanta como la de la
secta Rinzai, que fue clave en la transformación del Estado japonés en algunos periodos.
Los abades de sus templos, situados principalmente en Kioto y Kamakura, recibieron a
menudo el título de maestros nacionales (kokushi) de parte de la corte imperial. Asimismo,
la primera obra de Eisai, Kozen gokoru ron (Sobre la promoción del Zen y la protección de
la nación), que data de 1198, fue el primer tratado de Zen en Japón.

Dogen, en cambio, después de volver de China y una vez que alcanzara el satori,
huyó de las intrigas políticas y construyó en 1233 el primer templo independiente de Japón,
el Kosho Horinji. Pero ni siquiera la indepencia del templo logró apaciguar su deseo de
trasladarse a un lugar más alejado de los asuntos de palacio y de cumplir con los deseos de
su maestro y antecesor, Rujing (1163-1228). Eiheiji fue el templo que fundó en las
montañas de la provincia de Echizen en 1243, en lo que es la actual provincia de Fukui,
para servir ese fin. El monasterio fue terminado un año más tarde. En la actualidad, el
Eiheiji continúa abierto a quien quiera iniciarse en el budismo y desechar la vida mundana.
Es conocido como uno de los lugares en los que se encuentran en estado más puro las
enseñanzas del budismo Zen.

Koan

El estudioso del budismo Zen, Daisetz Teitaro Suzuki, define el koan de la


siguiente manera: Kung-an es una pregunta sobre un tema que se le ha dado a un estudiante
para que responda. Significa literalmente «documento público», y, según un estudioso del
budismo Zen, se llama así porque sirve como tal a la hora de examinar la autenticidad de
la Iluminación que un estudiante dice haber conseguido. A pesar de que el koan se medita
durante la práctica de una forma particular de respiración, para que el lector se haga una
idea de su contenido filosófico, citamos una de las primeras koan del Zen: Al pensar ni del
bien ni del mal en este preciso instante, ¿cuál es tu Naturaleza Originaria?

Una reformulación moderna de la ética budista *

1. No idolatrar ninguna doctrina, teoría o ideología, sea cual sea, incluido el budismo.
Los sistemas de pensamiento budistas deben ser considerados como guías para la
práctica y no como la verdad absoluta.
2. No pensar que uno posee un saber inmutable o la verdad absoluta. Hay que evitar la
estrechez de mente y el apego a los propios puntos de vista. Aprender y practicar la
vía del no-apego con el fin de permanecer abiertos a los puntos de vista de los
demás. La verdad sólo puede hallarse en la vida y no en los conceptos. Hay que
estar dispuesto a continuar aprendiendo durante toda la vida y a observar la vida en
uno mismo en el mundo.
3. No forzar a los demás, incluidos los niños, a adoptar nuestros puntos de vista a
través de ningún medio sea cual sea: autoridad, amenaza, dinero, propaganda o
educación. Respetar las diferencias entre los seres humanos y la libertad de opinión
de cada uno. Saber, sin embargo, utilizar el diálogo para ayudar a los demás a
renunciar al fanatismo y a la estrechez de espíritu.
4. No evitar el contacto con el sufrimiento ni cerrar los ojos ante él. No perder la plena
conciencia de la existencia del sufrimiento en el mundo. Encontrar medios de
acercamiento a los que sufren, ya sea a través de contactos personales, visitas,
imágenes, sonidos... Despertarse y despertar a los demás a la realidad del
sufrimiento en el mundo.
5. No acumular dinero ni bienes cuando millones de seres sufren hambre. No convertir
la gloria, el provecho, la riqueza o los placeres sensuales en la meta de la vida. Vivir
simplemente y compartir el tiempo, la energía y los recursos personales con
aquellos que están en la necesidad.
6. No conservar la cólera o el odio en uno mismo. Aprender a examinar y a
transformar la cólera y el odio cuando aún no son más que semillas en las
profundidades de la conciencia. Cuando la cólera y el odio se manifiesten, debemos
enfocar la atención sobre la respiración y observar de manera penetrante con el fin
de ver y comprender la naturaleza de esta cólera u odio, así como la naturaleza de
las personas que se supone son la causa. Aprender a mirar los seres con los ojos de
la compasión.
7. No perderse dejándose llevar por la dispersión o por el entorno. Practicar la
respiración consciente y enfocar la atención sobre lo que está sucediendo en este
instante presente. Entrar en contacto con aquello que es maravilloso, lleno de vigor
y de frescor. Sembrar en uno mismo semillas de paz, de alegría y de comprensión
con el fin de ayudar al proceso de transformación en las profundidades de la
conciencia.
8. No pronunciar palabras que puedan sembrar la discordia y provocar la ruptura de la
comunidad. A través de palabras serenas y de actos apacigüadores, hacer todo el
esfuerzo posible para reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que
sean.
9. No decir cosas falsas para preservar el propio interés o para impresionar a otros. No
pronunciar palabras que siembren la división y el odio. No difundir noticias sin la
seguridad de que son ciertas. No criticar ni condenar aquello sobre lo que no se está
seguro. Hablar siempre con honestidad y de manera constructiva. Tener el coraje de
decir la verdad sobre las situaciones injustas incluso si nuestra propia seguridad
queda amenazada.
10. No utilizar la comunidad religiosa para el interés personal ni transformarla en
partido político. La comunidad en la que se vive debe sin embargo tomar una
posición clara contra la opresión y la injusticia y esforzarse en cambiar la situación
sin comprometerse en conflictos partidistas.
11. No ejercer profesiones que puedan causar daño a los seres humanos o a la
naturaleza. No invertir en las compañías que explotan a los seres humanos. Elegir
una ocupación que ayude a realizar el propio ideal de vida con compasión.
12. No matar. No dejar que los demás maten. Encontrar todos los medios posibles para
proteger la vida y prevenir la guerra. Trabajar por el establecimiento de la paz.
13. No querer poseer nada que pertenezca a los demás. Respetar los bienes de los demás
pero impedir cualquier tentativa de enriquececimiento a costa del sufrimiento de los
demás seres vivos.
14. No maltratar el cuerpo. Aprender a respetarlo. No considerarlo únicamente como un
instrumento. Preservar las energías vitales (sexual, respiración y sistema nervioso) a
través de la práctica de la Vía. La expresión sexual no se justifica sin amor profundo
y sin compromiso. Concerniente a las relaciones sexuales, tomar conciencia del
sufrimiento que puede ser causado a otras personas en el futuro. Para preservar la
felicidad de los demás hay que respetar sus derechos y compromisos. Ser
plenamente consciente de la propia responsabilidad a la hora de traer al mundo
nuevos seres. Meditar sobre el mundo al que traemos estos seres.

TEXTOS ZEN *

Bajo este nombre se reúnen en esta página un conjunto de escritos que giran en
torno a la práctica del Zen.

También se incluyen los kusen. ¿Qué es el kusen?. Ku, la boca. Sen, la enseñanza.

El kusen es la enseñanza del maestro a sus discípulos, en el dojo, durante zazen. El


kusen es un lenguaje secreto, una técnica zen de la palabra, reservada a los discípulos del
Zen Soto en zazen.

Es el secreto entre maestro y discípulo que las personas del exterior no pueden
comprender. El kusen es del maestro al discípulo y del discípulo al maestro. Algunas veces,
la enseñanza es simple; otras, larga y profunda. Pero no es literatura ni una conferencia.
El maestro debe atacar e impresionar el espíritu de los discípulos. El kusen usa un
lenguaje directo. A veces, irónico; a veces, cómico con un tono de humor. Las frases son
cortas, directas. Estas frases cortas son necesarias porque deben atacar.

El kusen no tiene como finalidad la educación del intelecto y del saber; debe
impresionar el cerebro profundo y hacer surgir la intuición y la sabiduría más elevada.
Durante zazen, los discípulos, inconscientemente, naturalmente, automáticamente, oyen el
kusen, por lo que intentar memorizar no es necesario. El kusen penetra en el subconsciente
y la memoria lo graba automáticamente, inconscientemente, naturalmente. Durante el
kusen, el maestro crea la enseñanza transmitida por su maestro. Hay que insistir sobre esta
creación aquí y ahora.

POEMAS & KUSEN TEXTOS TRADICIONALES SESSHIN & DÍAS DE ZAZEN


COMENTARIOS Sesshin de Becerril de la Sierra, Diciembre
Bodaishin Maka Hannya Haramita Shingyo 1997
El Shodoka Zazenshin El Sutra del Diamante

San Do Kai
Hokyo Zan Mai

Fukanzazengi

Gatha de Seng T’san

EL SHODOKA del Maestro Kodo Sawaki

Originalmente, yo no tenía la intención de hacer un libro. Se trata de veintitantas


conferencias reagrupadas y puestas en un volumen. Por eso el estilo no es demasiado
rebuscado. Su forma es ruda y simple. Yo hablo a corazón abierto.

Un hombre cuenta lo siguiente: estaba yo dando una conferencia en alguna parte


cuando él pasó por delante de la sala. Como mi voz es particularmente fuerte y agresiva,
echó una ojeada furtiva al interior. Con gran sorpresa, no vio más que a dos personas frente
a mí. Poco importa que hable para una sola, para cien o para mil personas. Siempre hablo
desde el fondo de mi corazón. Por ello, en cada palabra y en cada frase, mi espíritu y mi
cuerpo, mi carne y mi sangre están totalmente puestos al desnudo. En este libro esta
cualidad está simplemente trasladada a la forma escrita.

Soy incapaz de utilizar un lenguaje vago del género so daro (sin duda que), o aru
kamo sirenai (puede ser que). Yo digo claramente: "Esto es esto y aquello es aquello." Si a
la lectura de este libro, vuestra actitud en la vida se vuelve un poco más fuerte, es gracias a
esta forma de hablar.

El Shodoka es un sutra que yo aprecio profundamente. Su contenido es


infaliblemente refrescante y revelador. Es un poema, y cuando se le recita, su sonido es
maravilloso. Un espíritu manchado se sentirá inmediatamente puro y brillante.
Me gustaría que recorrieseis este libro una vez sin que os atéis demasiado a los
detalles: así podréis gustar el sentido misterioso del Zen.

Kodo Sawaki 1940, primer día de la sesshin de Rohatsu, Geya, templo Zen de
Tengyo.

La evolución del Shodoka

Aquí, en lo que podríamos llamar "el mundo humano" o "sobre esta tierra", existe el
fenómeno de la religión. El hombre primitivo también tenía una religión. Cuando
retumbaba el trueno, o temblaba la tierra, pensaba que esto era la obra de un dios. Con el
tiempo, la humanidad se volvió más complicada y las religiones también más complejas,
como el cristianismo o el budismo, que aparecieron y no se han hundido ante la ciencia
moderna.

Entre las religiones modernas, el budismo no ha sido fabricado por los hombres. El
budismo es el fin de las fabricaciones humanas. Cuando un hombre es súbitamente
liberado, decimos que es hodoketa. También el nombre de hotoke que se le da en japonés a
Buda tiene connotaciones muy interesantes. En todo caso, de todas las especialidades
célebres del Oriente, sin ninguna duda el budismo es la más importante.

En lo que concierne al budismo, cuando Buda Shakyamuni estaba en este mundo, su


simple presencia era suficiente enseñanza. Incluso sin sermones -los cuales son vagos y a
menudo equívocos- su persona era ya un sermón perfecto y una perfecta influencia. Lo que
la gente apreciaba era la persona de Shakyamuni, y no la lógica de sus argumentos.

Como quiera que sea, el ser humano está destinado a la muerte. Y el mundo humano
puede ser profundamente afectado por la existencia o la no existencia de un ser. La
existencia del ser humano Shakyamuni ha tenido una gran influencia. Porque Shakyamuni
aceptó a la vez la dulzura y la amargura de la vida, y actuaba desde las profundidades de
esta aceptación; sus sermones trataban de cosas adaptadas por completo a la realidad de la
vida. Eso solo satisfacía a todo el mundo. Así es el individuo Shakyamuni Buda.

Pero esta persona Shakyamuni está muerta (es decir, ha entrado en el nirvana).
Dicen que en el momento en el que entró en el nirvana, cierta persona se puso a bailar
diciendo: "¡Al fin nuestro padre tan severo se ha ido. A partir de ahora, podremos beber
tanto como nos plazca!." Viendo esto, Mahakashyapa dijo: "¡Nada de eso! ¿Puede haber
algo de peor gusto que bailar porque Shakyamuni haya muerto? Ahora que Shakyamuni nos
ha dejado, debemos tomar el dharma que nos ha enseñado como si fuésemos Shakyamuni
mismo."

En verdad, sólo con mirar el rostro de Shakyamuni, todas las preocupaciones se


desvanecían. Si se ponían los ojos con veneración, aunque sólo fuese una sola vez, sobre su
rostro, nunca más se le podía olvidar. Muchos brahamanes, viendo el comportamiento
majestuoso de Shakyamuni y escuchando la nobleza de su voz cuando daba un sermón,
sintieron miedo de que les quitara sus propios discípulos. Una viuda, impresionada por el
aspecto imponente de Shakyamuni durante una conferencia, se dijo que éste era el esposo
ideal y se esforzó en atraparlo. El budismo es lo que fue influenciado por este Shakyamuni
lleno de dignidad.

Y bien, este Shakyamuni murió. Como no había una alternativa mejor, lo que él
había dicho fue fijado por escrito. Así es como aparecieron los sutras. En el Yuikyogyo está
escrito: "Si en lo sucesivo mis discípulos viajan y practican (las enseñanzas), eso es el
cuerpo del dharma del Tathagatha que existe desde siempre y no conoce el fin." Después
que la persona muere, el dharma en sí mismo se vuelve el maestro. Como consecuencia,
numerosos sutras hicieron su aparición.

Fueron traducidos al chino, después estas versiones chinas al japonés. En todos los
países, cuando una cultura extranjera hace su aparición, la gente dotada para los idiomas es
altamente apreciada. Pero, incluso después que los sutras hubiesen sido ya traducidos,
ciertas personas continuaron siendo objeto de admiración y de elogios simplemente porque
conocían el sánscrito, fuera cual fuese su valor moral o su personalidad. Incluso sin ser
monje ni guardar los preceptos se podía ser venerado como un ser iluminado por poco que
se fuese capaz de traducir cualquier cosa. Esto es evidente en el caso de Genjo cuya
importancia no ha disminuido con el paso del tiempo. Para que se pudieran leer en japonés,
las traducciones chinas debían ser copiadas. Estos sutras han pasado de mano en mano
desde los tiempos lejanos en que el venerado Shakyamuni murió, hace ya más de veinte
siglos, y la lingüística ha jugado un papel muy importante.

En consecuencia, una explicación de las evoluciones lingüísticas se vuelve


necesaria; ese es el origen de los comentarios de los sutras. Por ejemplo, en ciertas obras el
término sánscrito bodhiu es traducido por el carácter chino michi. En traducciones más
recientes, se traduce por kaku. El término sánscrito saha está traducido por nindo. O
anuttara samyaku sambodhi por mujo shotokaku. Si estas diversas traducciones no están
acompañadas de una explicación, son incomprensibles.

Así que los eruditos trabajaron duramente sobre traducciones difíciles; la


interpretación de los sutras se volvió aburrida y el pensamiento muy complicado.
Encontramos en los sutras una mezcla de psicología, de lógica y de casi todo. En Japón, los
que pueden explicar todo esto son muy apreciados. Además, existen dos estilos de
traducción: la traducción literal y la traducción libre. Así, aparecieron diferentes versiones
del mismo texto. Por si esto fuera poco, se analizan ahora los sutras a la luz de los
descubrimientos modernos de la Historia y de la Arqueología, dando lugar a la aparición de
numerosas teorías que han complicado todavía más las cosas. Es lo que se llama la
"búsqueda budista moderna." pero si nos preguntamos: "¿Es esto suficiente?" Pues bien,
¡No! ¡Esto no es suficiente! Está también lo que no aparece en la letra y las palabras, la
transmisión de la persona.

La transmisión de la persona se aplica a alguien que haya sido verdaderamente


influenciado e impresionado por la persona de Shakyamuni. Eso quiere decir que una
persona con otra contactan. Son el maestro y el discípulo. Como la frase: "Ojo con ojo, sin
sombra entre los dos"; dos personas se encuentran perfectamente sin que una sombra los
separe. Dos personas se acoplan perfectamente.

Aquí una persona, allí otra. Están Shakyamuni y Mahakashyapa, y deben volverse
unidad. Un poema de Manzan Osho dice: "Una comunión de corazón a corazón,
pensamiento tras pensamiento sin olvidar, viéndose el uno al otro cada día, ¿por qué separar
la vida y la muerte?" Sea cual sea el ardor de una pareja de amantes, no podrían jamás
alcanzar este estado. Quizás durante un corto período puedan conocer la "comunión de
corazón a corazón", pero no pueden entrar en la condición de pensamiento tras pensamiento
sin olvidar." Si se separan un poco, se olvidarán el uno del otro completamente. "Viéndose
cada día..."; si una abuela muere, se la olvidará bien pronto. ¿Por qué separar la vida y la
muerte? Estar muerto o vivo no es verdaderamente el problema. Vuestra persona y la mía
están siempre juntas. Por vuestra persona yo estoy iluminado.

A causa de esto, la vía de Sócrates pudo ser transmitida a una noble persona como
Platón sin el menor cambio en la forma o el contenido. Esto fue posible porque hubo
transmisión de la persona. En otros términos, ésta es la transmisión del Zen.

A propósito de esto, existe otra obra notable de Manzan Osho titulada Myodo
Nishidan Yo Ge, que dice esto: "En un zagu ninguna división, diez mil ri al otro lado del
océano, y nuestras cejas se tocan." El zagu es la pieza de tela a modo de estera que el monje
zen extiende ante sí para prosternarse. En algunas ocasiones, el borde del zagu del maestro
se posa sobre el borde del zagu del discípulo y se prosternan los dos juntos, a veces cara a
cara, a veces lado a lado. El sentido de: "En un zagu ninguna división", es que no hay la
menor separación ni el menor obstáculo entre el maestro y el discípulo.

"Diez mil ri a través del océano." Yo estoy en Kyushu y vosotros en Hokuriku; no


son diez mil ri, pero aún así nuestras cejas están en estrecho contacto. Este contacto
estrecho entre vuestras cejas y mis cejas es la transmisión de la persona.

Vista bajo esta perspectiva la poesía es muy interesante. Las cosas que la prosa no
puede expresar aparecen con una belleza exquisita gracias al efecto poético. Esto también
es la transmisión de la persona.

Es la "transmisión del espíritu", una transmisión especial "más allá de la


enseñanza", y "fuera de las letras y de las palabras." En este caso, poco importa la cantidad
de palabras escritas o pronunciadas, nada se dice; se habla en silencio. Esto no tiene pues
nada que ver con la traducción literal o libre de algo; esta expresión abierta de la persona se
muestra a través de la armonía de la poesía. Digo a menudo que el sermón de un monje
debe ser parecido al lenguaje de un sordomudo. Utilizar palabras persuasivas como en las
situaciones ordinarias no produce en absoluto un buen efecto. Aprender de memoria
antiguos sermones y recitarlos con voz seductora no suena bien en absoluto. Para hacer que
pase algo verdaderamente, es necesario que salga espontáneamente, la torpeza no estorba.

Un sordomudo todo lo hace por gestos, habla por medio de la mímica. Si


hablásemos como los sordomudos sería muy original. Sin pronunciar "esto está amargo", la
gente, mirando vuestro comportamiento pensará: "¡Ah! está amargo." Si mostrásemos que
tenemos hambre con gestos, las palabras serían inútiles. Las fabricaciones humanas
complicadas como el esperanto no son necesarias; los gestos son suficientes. Uno se hará
comprender en Alemania o en Francia y nada le faltará. Esa es la "transmisión especial
fuera de la enseñanza, fuera de la letra y de las palabras", de los monjes zen.

Esta profunda transmisión de la persona que es el budismo tiene, en muchos


aspectos, formas muy originales de expresarse. En breve, es el Zen.

Algunas personas han dicho que en la escuela del Zen, debido a "fuera de la letra y
de las palabras", sería mejor que no hubiera ninguna literatura; y sin embargo, si se hace
inventario, es el Zen quien tiene la literatura más abundante (entre las escuelas budistas).
¿Por qué esto es así? Porque se descubren cosas nuevas llenas de creatividad. Porque son
originales, es interesante leerlas aunque sólo sea una frase. Como quiera que sea, si nadie
comprende el contenido, el lenguaje no es más que una concha vacía. Entonces somos
como ese ciego que fue a ver los cerezos en flor. Se puso a abrazar diferentes árboles
diciendo: "¿Dónde están los cerezos? ¿Es un cerezo esto que yo toco?." Esta es la única
diferencia entre los que han visto los cerezos en flor y los que no los han visto.

Cuando se lee el Shodoka uno se asombra a cada verso. El que no se asombra


muestra simplemente su propia tontería. Hay muchos versos en el Shodoka que, si se
recitan a un monje interesado solamente por el dinero, le harían pensar: "Si digo este tipo
de cosas, no obtendré nunca ninguna limosna." Por ejemplo: "En el ojo de la realización no
hay nada que ver", o "No hay ni hombre ni Buda", o bien "Todas las cosas del Universo no
son más que burbujas en el océano", o también "Todos los sabios y santos desaparecen en
un relámpago." En cuanto a mí, todas estas frases me procuran un delicioso placer. No lo
puedo remediar. Además son verdaderas.

Por otra parte, gracias al ritmo poético y a la fuerza del sonido, los versos se
vuelven cada vez más fluidos a medida que se los recita. Aparte del Shodoka, hay
numerosos poemas del mismo género, tales como el Shin Jin Mei, el Sandokai, el Hokyo
Zan Mai, los poemas de Sesshi, el Shinpo No Gin y el Soan No Gin de Sekito Daishi.

Cuando el Hekigan no estaba todavía escrito, existían muchos largos poemas como
éste. En esta época a la gente le gustaba cantarlos y ponerles música, y así dieron lugar a la
música de ceremonia. Los poemas chinos son melodiosos; si se recitan en su lengua tienen
una bella sonoridad, más rica aún cuando se cantan. A su lectura, queda uno impresionado
por su belleza, mayor aún cuando se les recita. No exponen argumentos. Se puede tener una
experiencia religiosa sólo con recitarlos, como tocando la flauta o escuchando música.

Por el estudio podemos aprender que los cinco skandha son la forma, la percepción,
la concepción, la volición y la conciencia; que los seis órganos de los sentido son la vista, el
oído, el olfato, el gusto, el tacto y la facultad de pensar; y que la cadena de las doce
causalidades comprende la ignorancia, las acciones que se derivan de ésta, la conciencia,
las funciones mentales y su objeto, los cinco órganos y el espíritu, el contacto, la
percepción, el deseo, el apego, la existencia, el nacimiento, la vejez y la muerte. La ilusión,
la acción y el sufrimiento, el pasado, el presente y el futuro. Si acumulamos este tipo de
conocimientos quizás podamos pasar un examen pero esto no guarda ninguna relación con
la persona. El Zen no es así. La persona de Buda ha sido transmitida hasta aquí como la
electricidad. Para intentar explicar esto, el lenguaje tradicional es simplemente insuficiente,
así que se tiene que recurrir inevitablemente a palabras con resonancias poéticas. Entre los
textos zen que no están en prosa, el primero que apareció (en China) fue el Shin Jin Mei del
tercer patriarca. Seguidamente viene el Shodoka. El texto original está en lengua china,
pero, para hacerlo accesible al lector, he introducido en él kana y lo he vuelto a escribir.
Recomiendo a la gente resuelta aprender a leer en chino a causa de la profundidad de esta
lengua.

Los Darani de los hindúes y los Waka y Haiku japoneses son excelentes, pero las
cualidades de la literatura china son totalmente particulares. Además, la literatura taoísta
era muy popular en los tiempos de la transmisión del Zen, y dicen que influenció a éste.

Yo no soy especialista en Historia y no sabría decir lo que procede del Zen o de la


literatura china, ni lo que vino primero, pero en todo caso, cierto tipo de literatura zen,
profunda e inefable, apareció. De una gran cualidad poética, está escrita en una lengua de
poderosas sonoridades en versos sobrios y sutiles.

Había un hombre de nombre Fugai Zenji. Entre sus discípulos hubo tres grandes
hombres: Ekido, Tanzan y Mukan. Parece ser que este Fugai era tan gordo que daba miedo.
Era un músico excelente y un calígrafo de talento. Sus dibujos eran verdaderamente
elegantes; yo tengo un Paranirvana de Buda hecho por él. Es mi tesoro y no se lo daría a
nadie aunque me lo pidiera. Inspirado por este Paranirvana de Buda durante varias decenas
de años he celebrado con entusiasmo una ceremonia anual por el paranirvana.

De entre los tres discípulos de Fugai, uno practicaba zazen, el otro no hacía más que
leer y escribir un manuscrito que intentaba descifrar con una lupa, y el tercero jamás cogía
un libro ni se sentaba nunca en zazen; se contentaba con gallear con insolencia. Fugai Osho
dijo al que practicaba solamente zazen: "Tienes una buena postura, eso es lo más
importante para un monje zen. He aquí un zafu para el que he ahorrado durante mucho
tiempo. Te lo regalo." "¡Oh, gracias!", respondió el discípulo. En nuestros días importamos
el miraguano, pero en los tiempos antiguos no ocurría así. Un zafu costaba entre tres y
cinco rio y esto era mucho dinero. Por eso el discípulo exclama: "¡Oh, gracias!." A partir de
entonces, dicen que éste se concentró aún más en zazen.

El segundo se consagraba exclusivamente a escribir notas y comentarios. El maestro


le dijo: "Haces un notable trabajo de investigación. Un monje zen puede sentarse en zazen o
fanfarronear, pero si no es instruido, no vale nada. He aquí un libro que yo estudié y copié
cuando era joven. Te lo doy." "¡Oh, gracias!." Cuentan que este hombre estudió en adelante
todavía con más ardor.

El último no hacía más que jactarse; era un verdadero desvergonzado. Como si


estuviese golpeando un tambor, fanfarroneaba sin cesar. El maestro le llama y le dice:
"Tienes mucho talento, se puede hacer zazen o estudiar tanto como se quiera, pero si no se
tiene talento, eso no tiene ningún valor. Para cualquier cosa, un monje tiene que tener
talento." Después de esto este hombre se volvió aún más arrogante; añadió un último toque
de impudor a su talento y se vanagloriaba todavía más. ¿Quienes eran estos tres hombres?
El que hacía solamente zazen se llamaba Ekido Zenji. El que se consagraba exclusivamente
al estudio, Mukan Osho, y el que se alababa todo el tiempo, Hata Tanzan Osho, es el que
en los primeros años de la era Meiji enseñaba filosofía en la universidad imperial, llevaba
un vestido occidental, se dejaba crecer la barba y se vanagloriaba.

Como quiera que sea, es Mukan Osho el que prepara el Shodoka Preparado para la
Recitación y lo publica. Hasta ahí, los caracteres indican como el canto no figuraba en el
texto. Pero el Shodoka está considerado como "la música ceremonial" por excelencia del
canon búdico. El Shodoka Preparado para la Recitación había nacido. En él figura también
una introducción escrita por Rugaï Osho.

Este Shodoka es mucho menos sofisticado que el Hekigan, el Shoyo Roku y el


Mumonkan. A decir verdad, estos últimos así como sus notas preliminares y sus
comentarios críticos dan la impresión de que están en contradicción con las "palabras y la
letra" del Zen. En lo que concierne a la literatura japonesa, el Shin Jin Mei, el Shodoka, o el
Shandokai y el Hokyo Zan Mai tienen algo de la sensibilidad del Manyoshu.

Por otra parte, el Shoyo Roku o el Hekigan tienen un fuerte sabor literario y se
parecen a obras más recientes incluso que el Kokinshu japonés. Además, si se las juzga
según su esencia, se tiene el sentimiento de que una expresión tan sofisticada tiene menos
eficacia. Por eso, obras como el Shin Jin Mei, el Shodoka y el Hokyo Zan Mai son
verdaderamente lo mejor y más elevado de la literatura zen. El Shodoka es llamado también
Daijo Ketsugi Kyo de Shintan Shoja. Es un Ketsugi Ky (sutra que resuelve los problemas)
mahayana escrito por un sabio chino. Estas son las cualidades y el rango del Shodoka.

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Primera Poema del Shodoka de Yoka Daishi:

No ve usted

a ese hombre de la Vía que ha ido más allá del

estudio y vive sin esfuerzo,

sin rechazar la ilusión ni buscar la verdad.

Las Acciones de Todo el Universo

En el Zen hay una obra titulada Hokyo Zan Mai. En este Hokyo Zan Mai está
escrito: "Vosotros que ahora recibís esto, guardadlo bien." El Hokyo Zan Mai y el Shodoka
son dos poemas. Aunque estos poemas le hablen a la gente (honorable) de "usted" o de
"tú", estas palabras no designan a nadie en particular. Están dirigidas directamente a cada
lector. Más precisamente, estas palabras alientan a la gente que practica el Zen y estudia la
Vía. "Usted" quiere decir cada uno de los que leen el Shodoka. Esta palabra "usted" figura
también al final del Shodoka en el verso "Puesto que usted no comprende esto, lo resolveré
yo por usted ahora." Al poner la palabra "usted" al principio y al final y al juntarlas, Yoka
Daishi nos hace partícipes de la historia. Nosotros mismos, en persona, somos interpelados.

El Shodoka, es el propio satori de Yoka Daishi. Es su propio satori interior. En


lenguaje moderno podemos decir reflexión íntima. En todo caso, es un poema sobre el
dharma del propio satori interior de Yoka Daishi, dirigido a toda la gente del mundo entero
que practica el Zen y estudia la Vía.

Así dice: "¿No ha visto usted...." Si preguntamos "¿Visto qué?", la respuesta sería:
"¡Lo que voy a explicar!." En otras palabras dice: "No ve usted al hombre de la Vía que ha
ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo." Dicho de otra manera: "¿No ve usted el
principio del universo entero?." Usted lo sabe todo sobre las fabricaciones humanas, etc.,
pero, ¿no ve usted al hombre de la Vía que ha cesado de estudiar y vive sin esfuerzo? ¿No
ve usted el principio del universo entero? En otros términos, ¿no ve usted que el dharma
del propio satori interior de Yoka Daishi no está separado de Buda, de mi y de los seres
sensibles de las diez direcciones?

El mundo de la religión es perfecto. Esto es así porque nuestras propias acciones son
las acciones de todos los Budas de las diez direcciones y de los tres mundos. En
consecuencia, el individuo no es tan pequeño. La gente piensa a menudo en grandes cosas;
en cuanto les sucede la menor cosa, quieren inmediatamente hacerlo saber a todo el mundo.
Anunciarles las cosas a los demás parece tener una gran importancia. Por otro lado, la gente
está llena de secretos. Y en estos momentos, ignoran que ellos mismos son el universo
entero. Nuestra persona, uno de nuestros estornudos, son el universo entero. Lo que un
hombre hace solo sin que nadie lo sepa es aplaudido y compartido por el mundo entero.
Así, la práctica de una persona renueva el satori de todos los Budas de las diez direcciones
y los tres mundos, y certifica de nuevo el estudio de la Vía. Al mismo tiempo, la acción
inmoral de una sola persona es una blasfemia contra todos los Budas de los tres mundos y
de las diez direcciones y contra los seres sensibles de las diez direcciones.

Porque pensamos que el individuo puede hacer lo que quiera, llegamos a cometer
sacrilegios. Pero si alguien actúa con el universo entero, su acción de hoy es eterna. Así,
cuando Yoka Daishi dice: "¿No ve usted?" además después dice: No ve usted "al hombre de
la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo." Pero al mismo tiempo, designa
el sentido total del Shodoka y muestra que nuestras acciones no pueden ser cortadas y
separadas del universo.

Nuestra corrupción es el estado en el que estamos cortados del universo. Cuando el


yo sale del universo entonces estamos corrompidos. Pero cuando tomamos personalmente
el gran principio del universo sobre nuestros hombros, es lo mismo que decía Shinran
Shonin": "Cuando reflexiono profundamente en el gran voto que proviene de los cinco
kalpas de meditación de Buda Amida, estoy convencido de que fue hecho únicamente y en
último lugar por mi salvación." Porque si se reflexiona profundamente, se ve que ha sido
formulado únicamente y en último lugar por Shinran; Shinran a su vez toma sobre él la
práctica de todos los seres sensibles. Además, no tenemos necesidad de buscar por todos
lados seres sensibles inmersos en la ilusión. Si simplemente cerramos los ojos y
reflexionamos, solamente por nosotros mismos podremos comprender bien cómo la masa
de los seres sensibles vaga entre tormentos. Sin mirar fuera, reflexionando justamente sobre
nosotros mismos comprenderemos con seguridad a los seres inmersos en la ilusión.
Nosotros somos como un modelo reducido del mundo de las diez direcciones. Un profesor
decía que cuando observaba lo que hacían los estudiantes, realizaba que era como si
observara su propia vida. Incluso sin ser profesor, si miramos de la misma manera a los
seres inmersos en la ignorancia, comprenderemos bien y exclamaremos: "¡Oh, son como
yo!" Llevamos esquemas generales en nosotros mismos. Una persona ejemplar está
simplemente soportando y reprimiéndose. A ella bien que le gustaría meterse en algún lío si
estuviese segura de salir airosa; si le encanta beber, le gustaría abusar de la bebida, de la
misma manera que le gustaría apuntarse a la mayoría de los placeres; sólo que está
conteniéndose pacientemente.

Puesto que esto es así, el satori de todos los Budas se vuelve la realidad del satori
de montañas y ríos, de la hierba y de los árboles. Tal es el sentido de la frase: "Los seres
sensibles y las cosas insensibles, obtienen el satori al mismo tiempo; la hierba, los árboles,
el país entero sin ninguna excepción obtienen la budeidad."

El propio satori de Buda es algo del universo entero. Así, si en respuesta a la


pregunta "¿No ve usted el principio?, alguien pregunta "¿Qué principio?" decimos: "El
hombre de la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo." Este al que llamamos
"hombre de la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo" es una persona que
incluso no se sabe en la ilusión. Saber que está uno mismo en la ilusión, es como el hombre
que sabía que era un mendigo. Pero esto es algo que ocurre generalmente después que nos
hemos vuelto plenamente conscientes. Un bebé no sabe que es pobre. Un hombre que sabe
que es rico es un canalla arrogante. Pero durante la infancia lo ignoramos todo sobre la
riqueza.

"Tengo el satori." Esas son las palabras de un insoportable palurdo. No sabemos si


tenemos el satori. Tampoco hay conciencia de la ilusión. No hay ni conciencia de ilusión ni
conciencia del satori. Esa es la única dirección que podemos tomar. Así que no es necesario
tener el satori o estar en la ilusión. En consecuencia, en el pasado no estábamos en la
ilusión y ahora no tenemos el satori. Este estado es hishiryo.

Pero aunque digamos "sin pensamiento ni concepto", eso no es en absoluto como si


el alma subiese en un globo y se perdiera en la niebla.

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Segundo Poema del Shodoka:

La verdadera naturaleza de la ignorancia


es la naturaleza de Buda.

El cuerpo vacío e ilusorio de la ignorancia

es el cuerpo del dharma

Buda y el demonio tienen el mismo rostro

"La verdadera naturaleza de la ignorancia es la naturaleza de Buda." Eso que


llamamos "ignorancia", es la "no-comprensión." Esa es la raíz de toda confusión. De la
misma forma que vemos una separación entre la ignorancia y el satori, también pensamos
que Buda y el demonio son dos cosas diferentes. Pero no son dos. Comprender que Buda y
el demonio tienen el mismo rostro exige una profunda contemplación, creo yo. No hay
división en dos. Es una sola cosa que se puede ver en tanto que Buda y en tanto que
demonio. La base es una. A este propósito, Shoken Kotaigo escribió: "Según el corazón del
que lo posee, el oro puede ser un tesoro o un demonio." El oro, esa simple cosa, puede
volverse un tesoro o un demonio. A menudo, por mucho que penen los padres para ahorrar
dinero, eso no resulta beneficioso para los hijos.

¿Entonces es mejor ser pobres? A fe mía, si nuestro cuerpo está sano, irá bien; pero si la
pobreza va a pervertir vuestro carácter, es una pobreza sin esperanza. Si no corrompe
vuestro carácter, la riqueza puede ser buena. Es cómodo tener dinero. También yo lo sé.
Pero según la persona que lo posee, el dinero puede ser amigo o enemigo. Si bien hay
personas a quien la pobreza amarga, las hay también a quienes la pobreza refuerza su
espíritu de independencia. Es sólo una cuestión de espíritu, una forma de pensar. Si hacéis
algo mal, vuestro padre os regaña, pero cuando tenéis necesidad de él y no está, os sentís
muy solos. Sin embargo no es más que un solo y mismo padre. Entonces, ¿dónde está la
raíz de todo esto? Simplemente en nuestra manera de cegarnos. La fuente de toda
ignorancia está en nuestra propia ceguera.

Miyamoto Musashi escribió el Dokukodo. Tomó prestado el título de una frase del
Shodoka que dice: "Va siempre solo, camina siempre solo." Es muy divertido.

Para la práctica del samurai, el budo solo no era completamente satisfactorio.


Generalmente se encuentra el bushido en el corazón del espíritu japonés. Es interesante
constatar que estos samurais estaban comprometidos en la Vía del Zen. Si se mira el budo y
el Zen (que se llama el Zen de los samurais), se tiene la impresión de que hay siempre una
iluminación neta entre los samurais. Si se intenta comprender el lugar que ocupa el
budismo en la vida de los samurais, aunque se anuden los cabellos en un moño, porten dos
espadas y proclamen fieramente: "Yo soy Tal y Tal", a uno le embarga el sentimiento de
que la actitud vital del Zen estaba encarnada en el samurai japonés. En las crónicas del
budo se pueden encontrar muchos ejemplos que ilustran esto.
La segunda línea del Dokukodo dice. "No busques los placeres para ti mismo." La
ignorancia humana, esta búsqueda de placer. Poco después, en la quinta línea pone:
"Tómate a la ligera y a los otros en serio." Profundamente, no se toma uno mismo a la
ligera. Debemos considerar la vida con gravedad. Pero los antiguos samurais que se hacían
el hara-kiri pensaban todos que era justo poner fin a su vida. Consideraban las cosas con
una daga puntiaguda sobre el vientre. "¡Si fracaso, me apuñalaré!." Ellos se tomaban a la
ligera y a los otros en serio.

Pero en nuestros días es a los otros a quien sacrificamos. No se piensa más que en sí
mismo, y en llenarse los bolsillos. Si alguien tiene un tropiezo, se lamenta, expresa
numerosas quejas y huye. Eso es porque se toma en serio y a los otros a la ligera.

Después de esto, la sexta línea es alegre. El samurai de antaño tenía verdaderamente


una buena manera de comprender las cosas. Musashi escribió este Dokukodo durante sus
últimas horas.

Se dice que murió el 191 día del 51 mes del 21 año de Shoho; escribió pues este
texto una semana antes de morir. El original es un rollo conservado en Kumamoto.

Hay un individuo que ha venido a verme con los ojos inyectados en sangre, y el
rostro mostrando los signos de una depresión nerviosa. Me ha dicho: "No sé si voy a
aprobar el examen de funcionario." Probablemente quería practicar zazen para curar su
depresión nerviosa. Entonces le respondí: "Si alguien como usted no aprueba el examen, es
porque hay otros que son mejores que usted, así que, ¿no es ésta una razón para alegrarse?."
"¿¡Qué!?", respondió él. Yo no puedo hacer nada si este tipo es un tonto que no puede
comprender esto. Y como el mundo está lleno de esta clase de tontos que no pueden
comprender las cosas a ese nivel, no merece la pena ni contar esta historia. "Si usted lo
consigue, eso quiere decir que no hay nadie mejor que usted. ¿No comprende hasta qué
punto es triste para nuestro país el que haya tanta gente inútil de su género?", le dije.
"¡Oh!", respondió él. Estaría muy bien que la gente comprendiera las cosas a este nivel pero
se contentan con lamentarse de sus propios fracasos. Sería mejor que pensaran: "Si no he
aprobado el examen es porque hay muchos individuos mejores que yo. Aunque el Japón ya
no es lo que era, todavía queda un buen número de gente dotada. Es mejor que me retire, y
que esté agradecido por no haber conseguido el puesto." Pero la gente no comprende esto.
Los que lamentan sus fracasos son más numerosos que los que se inquietan poco de sus
propios asuntos.

Encontramos seguidamente: "En el bien como en el mal, no envidies a los otros."


Los antiguos samurais no envidiaban a los otros, pero en nuestros días, numerosos son los
que están roídos por la envidia. Es una situación deplorable y me gustaría corregirla de una
manera o de otra.

Con la lectura de este Dokukodo, uno se apercibe de que, aunque sea muy corto,
cada frase acierta el centro de la diana.
El mundo brillante

Visto bajo este ángulo, la ignorancia es un caso de ceguera de sí mismo. Sobre esta
vía, toda la vida es ciega. Nos oscurecemos vida tras vida. Los que de esta forma avanzan
siempre hacia la oscuridad son llamados seres ignorantes. Para Buda no hay ignorancia.
Para los seres ignorantes no hay naturaleza de Buda. Esto es un hecho. Incluso cuando se
prosterna delante de un Buda un ser ignorante pensará: "¿Valdrá caro este Buda?", o
¿Cuánto me costará este Buda si lo compro?." Sea como sea, el Buda no responde. Desde
su punto de vista no hay seres ignorantes. El Buda dice: "Estáis bien, justo como sois."

Los seres ignorantes están llenos de complejos. Ellos no lo creen pero el Buda
repite: "Estáis muy bien como estáis." Si sois servidores, sed servidor, está muy bien.
Vuestros padres os han permitido nacer, habéis estado en la escuela elemental y ahora
ganáis treinta yens por mes. tal como estáis obtendréis el satori. Yo lo sé con toda certeza,
dice Buda. Pero el ser ignorante persiste en decir: "No valgo nada." Es lo que se llama "ser
hijo de millonario y vivir en la miseria." A pesar de que había nacido en una familia de
millonarios, el hijo huye pensando que lejos estará mejor, y se pone a vagar en busca de
esta mejora. Esto es profanarse a sí mismo. La ignorancia es profanarse a sí mismo
pensando: "Si hay algo mejor fuera de mí, entonces yo no valgo nada." Pero el ego es uno y
está bien tal como es. Para el cuerpo es lo mismo. Si el moco os cuelga de la nariz, es
perfecto así como está. Desde el punto de vista de Buda, está bien, pero desde el punto de
vista de los seres ignorantes, es la ignorancia.

He aquí un penique. Por lo que respecta a su utilización, que esté en poder de Buda
o de un ser ignorante, es siempre un penique. El penique no cambia. Pero si Ishikawa
Goemon lo hubiera recibido, entonces hubiese cambiado su uso. Se dice que un estafador
tan ingenioso como él, con un céntimo era capaz de comprar un caramelo, utilizarlo de
mala manera y volverse rico. En el bolsillo de Goemon, un penique se convertía en la
primera pieza que le traía la fortuna. Un ser ignorante compraría el caramelo y ¡Glup!, se lo
tragaría de golpe. Si una persona de gran piedad filial compra el mismo caramelo, ¿Qué uso
haría de él? En la utilización del mismo penique, aparecen diferencias en las personas.

El común de los mortales consagra cada jornada al servicio de la ilusión, es decir,


dentro de la confusión. Pasan el día en lugares oscuros. En la parte oscura de la ciudad se
ven a menudo pasar jóvenes fantasmagóricas con rostros seductores. Pero si ellas son
seductoras, yo no lo soy; pero un hombre más guapo sería devorado por estas criaturas. Y
no encontrará su libertad mas que cuando su bolsa esté vacía. De esta forma pasamos
nuestros días en un mundo semi-muerto lleno de ilusiones oscuras. Una jornada es
dilapidada en vano. Un solo y mismo día, según el uso que se haga de él, puede volverse
diversos mundos vivientes, mundos muertos, mundos totalmente negros, mundos en
torbellino o mundos en naufragio.

La "Gran Rueda de la Ley" es creada por la "Rueda del Tesoro" que rueda
pacificando las cosas en un mundo ideal. La Rueda del Tesoro rueda pesadamente por toda
la región donde vive el Cakravartin y lo mismo nivela las altas montañas de la región que
pacifica a todos los enemigos. Decimos enemigos, pero no estamos hablando de enemigos
armados de flechas y espadas. El enemigo al que ella reduce a polvo se llama ignorancia.
En otros términos, ella se desplaza poco a poco hacia un mundo brillante. Tal es la Gran
Rueda de la Ley.

En consecuencia, donde se encuentra la Gran Rueda de la Ley, hay un lugar


brillante. Sin embargo, en cualquier parte donde se encuentra un ser ignorante hay un lugar
oscuro. Aunque se tenga dinero, se está a oscuras; aunque se sea pobre, se está a oscuras.
No se puede ir hacia un lugar luminoso. Aunque se estudie, se está en sombras; se estudia
en lo negro. Si no se estudia en absoluto, se ensombrece uno todavía más. Si se come, se
come demasiado; y si se bebe vino, se bebe demasiado. Es una sola cosa, pero de esa
manera, hay una diferencia. Así, incluso en la utilización de un penique aparecen
diferencias de persona.

Es lo mismo con un objeto o un período de tiempo. Para obtener el satori, cualquier


momento es bueno... . En la práctica budista no hay ni buen ni mal día. Desde el punto de
vista de Buda, cualquier día es un buen día. De ahí el dicho: "Cada día es un buen día."
Puede ser un día de gato o un día de elefante, pero no es un mal día. Por el contrario, para
los seres ignorantes, incluso el día que obtienen algo es un día de mala suerte. Si un hombre
que no tiene nada obtiene algo, pasará todo el día jugando y acabará por derrocharlo
totalmente. Pensará: "Bueno, ahora ya tengo para comer; dejemos el trabajo para más
tarde."

Durante la guerra ruso-japonesa, un hombre oyó decir que iba a recibir la medalla
militar de la Orden del Ciervo Volante de Oro. Entonces pidió prestada una gruesa suma de
dinero prometiendo devolverla cuando cobrara su pensión. Pasa el tiempo y dilapida el
montante de su pensión y de su indemnización en lugares sombríos. Gastada en lugares
brillantes o en lugares sombríos, es siempre la misma pensión. Contando con esta pensión,
se endeudó todo lo que pudo. Contando con la medalla militar, pasa las tardes con las
geishas. De esta manera su hogar conoció la desgracia y él no pudo reembolsar sus deudas.
Hubiera podido utilizar este dinero en un lugar brillante, para la salud de su país, para el
dharma o para la sociedad. La diferencia reside entonces en la dirección que se le da a un
solo y mismo objeto.

En el capítulo Bussho del Shobogenzo está escrito: "No existe un momento que no
sea el bueno, no existe un momento en que la naturaleza de Buda no se manifieste justo
ante nuestros ojos." En verdad, estas pocas palabras bastan para incluirlo todo. Se puede ir
a hacer camping y comer angulas a la brasa, o bien se puede venir a hacer zazen y comer
avena y arroz. Se puede comer una parca sopa de arroz y quejarse; se puede comer una
parca sopa de arroz y estar alegre.

Un poeta de haiku estaba muy enfermo desde hacía largo tiempo. Primero decía que
era bueno estar fuerte y miserable estar enfermo; pero él cultivaba cada vez más el arte del
haiku y su salud mental mejoró. Un día se puso a cantar: "¡Oh, esto es más de lo que
merezco! ¡Más de lo que merezco! Hoy, todavía puedo recibir con reconocimiento esta
sopa de arroz, y contemplar las flores. ¡Esposa, voy a vivir mucho tiempo!." Pero también
decía: "¡Oh, maldición, maldición! Hoy de nuevo estoy obligado a tragar este resto de arroz
que me dan pillos llenos de salud; y esas flores tan lozanas... me vuelven loco. ¡Esposa, así
no merece la pena vivir!." En la misma situación, el mismo momento, las mismas cosas,
podemos dar pruebas de reconocimiento o quejarnos.

Incluso nosotros, monjes, nos quejamos a veces. Algunos decidieron hacerse monje
porque su padre había muerto prematuramente. Es lastimoso. Algunos no pueden ni
siquiera comer una sardina en público. Yo pienso que eso es lamentable, y lo es.

Pero con seguridad, el deber de los hombres no se limita a comer. Más valdría que
se consagraran al dharma y que pensaran: "¡Qué feliz destino!, verdaderamente no me
merezco este buen karma que hace de mí un monje y me permite buscar el dharma.
Muchos son los que no lo pueden hacer porque no son monjes." Ante la misma situación,
pues, uno se puede lamentar o alegrarse.

La naturaleza de Buda depende de la persona. Si Buda obtiene el satori y mira a su


alrededor, todo es ignorancia. Si un ser ignorante mira alrededor de sí, todo y cada cosa es
ignorancia. No es que una cosa específica llamada ignorancia tenga una existencia distinta.
Tal es el principio que subyace en la afirmación "La verdadera naturaleza de la ignorancia
es la naturaleza de Buda."

La transmisión secreta de la práctica budista

"El cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma." Este cuerpo vacío de la
ignorancia, tal como es, no está separado de la naturaleza única del espíritu. En otros
términos, la naturaleza absoluta del espíritu es la vida. ¿Tenemos verdaderamente la vida en
nosotros mismos? El hecho de que tenemos que morir no quiere decir que no tengamos que
vivir. Se podría decir que Yoshida Shorin no tiene vida porque murió hace
aproximadamente treinta años; pero él escribió: "Aunque realice las consecuencias de las
acciones, el espíritu japonés no puede renunciar." La naturaleza absoluta de su espíritu, tal
cual es, campea clara y abiertamente en una esquina de Satagaya, no cae jamás en la
melancolía, aunque le corten la cabeza. El espíritu japonés, poco importa lo que se diga,
está firmemente establecido y no morirá. Hideyoshi era así, Kusonoki Masashige también.
Con lógica comprendieron la lógica. Pero más aún, con este cuerpo vacío de la ignorancia
que puede morir en cualquier instante, ellos cumplieron una acción eterna más allá de la
muerte. Dicho esto, utilizamos en general este cuerpo vacío para comer demasiado y
embotar nuestro sistema digestivo, para beber demasiado y atrapar una cogorza, para
descuidar nuestro trabajo y desear un salario. Si por una parte este cuerpo vacío de la
ignorancia puede cumplir una acción del universo entero, por otra, las acciones limitadas
cumplidas por esta naturaleza absoluta del espíritu pueden no solamente no ser moderadas,
sino que incluso se obra mal. Es verdaderamente extraño.

El budismo es simplemente este principio. La cuestión que se plantea es cómo vivir


esta vida para mayor bien. Este estilo de vida es llamado absurdo. Una vez comprendido
esto claramente, ya no hay más problemas. El budismo es la tentativa de vivir una vida que
tenga sentido. El budismo no tiene nada que ver con la idea idiota, la idea estúpida que dice
que "sea cual sea el mal que hayamos cometido, después de la muerte todo el mundo va al
paraíso." ¿Cómo podemos crear un género de vida mejor? El punto importante es: ¿Cómo
este cuerpo vacío de la ignorancia, susceptible de morir en todo momento, puede cumplir
una acción eterna más allá de la muerte? ¿Cómo es posible esto? Por el voto de volverse el
cuerpo del dharma. Este voto de convertirse en el cuerpo del dharma sustenta nuestros
esfuerzos en la práctica y el estudio reales.

Decís que no sabéis cómo resolver Mu, el koan de Joshu. Cuentan que uno se puso a
cuatro patas y ladró: "¡Guau, guau!", y que esta respuesta fue admitida. ¿Hay algo más
estúpido? Eso demuestra una total ignorancia de las circunstancias antiguas que rodeaban
este koan. "Si en la oscuridad oís la voz de un cuervo que no emite ningún sonido,
¿pensaréis que es un macho o una hembra?" Para pasar este koan, dicen que alguien se puso
los dedos en las orejas, cerró los ojos e hizo ruidos roncos: "¡Kaa, kaa!." ¿Hay algo más
idiota?

¿Cómo el instante presente puede ser transformado en yo eterno? ¿Cómo este


momento puede ser vivido perfectamente? Eso es esencialmente lo que llamamos vacío.
Todo momento debe ser vivido perfectamente. Bajo este ángulo, el cuerpo vacío e ilusorio
es el instante, y el cuerpo del dharma es la eternidad. Esto es la verdadera práctica y el
verdadero estudio de la Vía budista. Esa es la transmisión secreta. Como quiera que sea, la
vida de Buda tuvo, ante todo, un principio y un fin. Aparte del hecho de que fue un Buda, él
nació y murió. Quizás los dragones derramaran una lluvia de ambrosía desde los cielos, y
las aguas brotaran de la tierra, o quizás dijo: "En los cielos y en la tierra, sólo yo soy
honrado." Yo no lo sé. Pero pienso que en su nacimiento él no se consideraba como un
Buda. Y aunque todavía se esté debatiendo si su muerte fue a causa de un champiñón o de
un trozo de cerdo envenenado, que yo sepa, el hecho es que está bien muerto. Abstracción
hecha de su budeidad, está muerto. Pero sea cual sea la parte de su vida que examinemos,
ésta será perfecta. No habrá la menor tacha. Tal es el sentido del nombre "el perfecto
Tathágata Shakya de virtudes innumerables." No hay necesidad de hacer resaltar ciertas
escenas de su vida, ejemplares, como en el teatro. A cada momento, su yo era eterno. Eso
es que el cuerpo vacío de la ignorancia es verdaderamente el cuerpo del dharma. Y por eso
hacemos esfuerzos.

¿Lo que yo hago tiene vida? ¿Cuándo, cómo, eso tiene una vida? A menudo la gente
no puede dejar de fumar aunque el médico le diga que eso es peligroso para los pulmones...
. Eso es la vida de la sabiduríadel cuerpo del dharma. "La verdadera naturaleza de la
ignorancia, el cuerpo vacío de la ilusión, es el cuerpo del dharma." Si no se lee
atentamente, uno pasa totalmente por encima de estas dos frases. Pero el ser ignorante es el
Buda; exactamente tal cual es, es Buda.

Eso puede parecer un buen negocio, pero no lo es. A decir verdad es una afirmación
muy constreñida. A causa de ella, estas criaturas de la vida y de la muerte viven una vida
sin ida y vuelta. Aunque haya nacimiento y muerte, encontrar una vida sin escapatoria que
ni va ni viene y, una vez certificada ésta, trabajar verdaderamente para esclarecerla, tal es la
práctica budista. Allí, por primera vez encontramos una perspectiva luminosa. Las cosas ya
no son solamente este lugar limitado sino un yo eterno. Y sin embargo, las cosas que hace
la gente están limitadas a los lugares donde llegan, y son tan inestables como los precios del
mercado. Eso no es bueno. Hay una historia de los primeros años de la era Meiji sobre uno
que intentó vender por cincuenta yens la pagoda de cinco plantas de Horyu-ji. Otro cogió la
imagen lacada de Buda ante la que se prosternaba día tras día, la pisoteó y la quemó. ¡Qué
sacrilegio! Pero los seres humanos están siempre motivados e inducidos a error por sus
circunstancias limitadas.

Un poema de Issa dice:

La gente es parecida a gotas de rocío, ¿Están ustedes de acuerdo?

La gente está totalmente falta de autenticidad. Es parecida a las gotas de rocío. Está
totalmente extraviada por pérfidos granujas. Y su vida se vuelve irrevocablemente
determinada, sin posibilidad de cambio. Así que si no tenéis aquí el satori, si no realizáis
que esto es "eso", no solamente seréis engañados por los otros, sino que además vuestro
nacimiento en tanto que seres humanos no tendrá ningún valor.

Como se ha dicho: "La verdadera naturaleza de la ignorancia es la naturaleza de


Buda. El cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma." Ignorancia y satori no son
dos cosas separadas. Debemos comprender el origen de lo que ciega el yo hasta hacerle
pensar que son dos cosas separadas. Debemos asir el cuerpo del dharma, en el cual, tal
como es, está la naturaleza absoluta del espíritu. La obra de nuestra vida es descubrir la
cualidad viviente esencial en la verdadera naturaleza de la ignorancia y el cuerpo vacío de
la ignorancia, a fin de asir esta cualidad viviente y poner todos nuestros esfuerzos a su
servicio.

Una vez asido realmente el cuerpo del dharma, comprendemos que todos los seres
sensibles tienen la naturaleza de Buda, y que la hierba, los árboles y el país, todo alcanza la
budeidad. Esto está bien tal como es, y aquello también está bien tal cual es. Todo es así.
En otros términos, comprendemos que todo es normal. No por haber alcanzado la edad de
sesenta años somos mejores. Quince años están bien en tanto que quince años. Doce años
en tanto que doce años. No nos volvemos mejores porque envejezcamos. Si comprendemos
que las cosas están muy bien tal como son, entonces la condición normal es buena. Y no
podremos hacer nada si esto, en tanto que adultos, no lo hemos comprendido.

Asir la energía vital

Se debería también llamar a los diecisiete caracteres chinos que van desde "No
ves..." a "...el cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma", introducción de Yoka
Daishi. Los antiguos dicen igualmente que en particular las dos frases: "La verdadera
naturaleza de la ignorancia es la naturaleza de Buda; el cuerpo vacío de la ignorancia es el
cuerpo del dharma", son un resumen del Shodoka. Este resumen se presenta bajo la forma
de una pareja. Dado que las frases van por pares, dos frases forman un resumen. Están estas
palabras: "La naturaleza propia absoluta va y viene sin sustancia, el cuerpo vacío e ilusorio
tiene un nacimiento y una muerte."
Desde el punto de vista budista, los seres ignorantes y Buda no son más que uno.
Uno se convierte tanto en los seres ignorantes como en Buda. El cuerpo del dharma y el
cuerpo vacío e ilusorio no están separados, son idénticos. El cuerpo del dharma es el
cuerpo vacío de la ignorancia. El cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma.

Poco importa que uno sea capaz de hacer fácilmente una conferencia sobre los
sutras. Dar una conferencia sobre los sutras no requiere estudios académicos demasiado
difíciles. Pienso que con el progreso de la cultura habrá probablemente una estación de
radio consagrada a grabaciones académicas. Esto no tiene porqué tardar diez mil años; cien
o doscientos años deberían bastar. Es agotador leer libros. Lo único que tendremos que
escuchar en público, los ojos cerrados, será una grabación. Como cuando se conecta una
emisora de radio, cuando se haya sintonizado esta grabación, se podrá pasar directamente
sobre el capítulo, el párrafo, el artículo que se desee oír. En el futuro, los aparatos se
volverán cada vez más pequeños. Quizás podamos meter uno en el bolsillo y escuchar el
tema académico que deseemos oír en cualquier momento que elijamos, incluso acostados.
No tendremos necesidad de escribir un montón de cosas en cuadernos y aprenderlas de
memoria antes de un examen, como lo hacemos hoy día. En ese punto, el estudio ya no será
importante.

Nosotros mismos, como quiera que sea, al margen de los asuntos llamados de
estudio, tenemos el dharma de Buda. La ciencia llamada dharma de Buda podría ser
registrada, pero nuestro propio y auténtico dharma de Buda, "monedas contantes y
sonantes" que son nuestra real vitalidad humana, no puede ser registrada.

Hay un proverbio que dice: "Aunque no haya comido nada, el samurai se cuida los
dientes con esmero." Esto que hacían los samurais era muy interesante. Era algo vivo.
Pienso que no ha habido jamás una educación tan perfecta como la de los samurais
japoneses. No tenían necesidad de la vida. Si tenían el estómago vacío lo soportaban.
Aunque no tuvieran nada para comer, no se quejaban nunca. Por eso hubo hombres como
Senmatsu, que dijo: "Aunque mi estómago esté vacío, no diré que tengo hambre." La vida
del samurai era exaltante. Más que exaltación, llegaban a la Vía llevados por una fuerte
claridad. Ese es el resultado de la práctica zen emprendida por los samurais. Los diferentes
clanes entraban en competición para hacer progresar el bushido.

El Zen, con su transmisión especial fuera de las escrituras e independiente de las


letras y de las palabras, no podría ser programado aunque se creara una estación de
grabaciones académicas. Esta cualidad improgramable, esta energía total de los seres
vivientes, los samurais japoneses la poseían.

En el bushido de Hagakure se encuentra esta frase: "Obrar bien es soportar." Si le


damos una explicación complicada, moral o psicológica, estaremos tan confundidos que no
podremos emprender ninguna acción. Esto no tiene fin. Cuando nos preguntamos qué es
una buena acción, estamos en realidad en un callejón sin salida. Por lo que respecta a este
dilema, la respuesta más sensata sería: " Obrar bien es soportar." Esa es la transmisión
especial del Zen, fuera de las escrituras e independiente de las letras y de las palabras. "La
verdadera naturaleza de la ignorancia es la naturaleza de Buda, el cuerpo vacío de la
ignorancia es el cuerpo del dharma", es simplemente eso.
El sentimiento de Yamamoto Jocho, ¿no está en la misma línea cuando escribe: "A
qué distancia de este mundo efímero el cerezo de la montaña"? El cuerpo vacío de la
ignorancia y el cuerpo del dharma están largamente separados. Es la distancia que hay
entre la presencia de la vida y su ausencia. Es la distancia hasta el paraíso. Yamamoto Jocho
se suponía que se iba a suicidar cuando su señor murió, pero continuó viviendo retirado en
soledad. De hecho, había atrapado verdaderamente la vida. La gente que no posee el aliento
de la vida no comprende el sentido profundo de "A qué distancia de este mundo efímero..."
Este género de inútil es feliz hablando de dinero. "¿A qué distancia de este mundo efímero
el cerezo de la montaña?" ...

A decir verdad, uno tiene el sentimiento de que este verso expresa la sustancia del
Shodoka. No solamente la sustancia del Shodoka, sino también la esencia del Zen y el
sentido general del dharma de Buda. Verdaderamente es un verso de una gran delicadeza.

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Tercer Poema del Shodoka:

Cuando se despierta plenamente al cuerpo del dharma, ningún objeto existe.

La fuente original de nuestra propia naturaleza es la pura naturaleza de Buda.

El oro es una serpiente venenosa

En lenguaje moderno, "Cuando se despierta plenamente al cuerpo del dharma"


quiere decir atrapar la vida. Es asentar los pies sobre la tierra. Es volverse una persona que
se ha elevado fuera del mundo. Es asir el ego que no está separado del universo. Debemos
imperativamente despertarnos plenamente al cuerpo del dharma. Poco importa cuántas
decenas de miles de años pasemos dando conferencias del tipo: "El dharma es el principio
del Buda...", eso no será de ninguna ayuda.

¿Qué es la suerte? A menudo los horóscopos de los periódicos predicen suerte o


desgracia, buen o mal destino. ¿Es una suerte obtener algo? ¿No podría eso volverse
también una carga? ¿Es una desgracia perder nuestro dinero? Si perder nuestro dinero
aligera nuestras obligaciones, es una buena cosa, ¿no es verdad? ¿No están ustedes de
acuerdo cuando digo que no comprendemos qué es una suerte y qué es una desgracia? Si
miramos por segunda vez y profundizamos en la cuestión, la una y la otra son buenas.
Obtener y dar es lo mismo.

Cuando recibo algo de alguien, sólo siento tristeza. Al contrario, regalar me procura
un vivo placer. Verdaderamente, a mí me gusta dar. Si yo hubiera nacido rico, creo que
hubiera dilapidado mi fortuna en nada de tiempo. Pero, para mejor o para peor, no tengo
fortuna, por eso cada día tengo que esforzarme en conseguir lo poco que poseo. Esto no es
una ventaja ni un inconveniente.

Por eso el Buda llama al oro una serpiente venenosa... Hay una historia a este
respecto: Había una vez una pareja de viejos sin trabajo, un abuelo y una abuela que vivían
como mendigos. Shakyamuni pasó con Ananda cerca de donde vivían. Justo en ese
momento se desprende la tierra de una montaña vecina y piezas de oro empiezan a surgir
desde lo profundo de la tierra. Viendo esto, el Buda le dice a Ananda: "Hay serpientes
venenosas." Ananda dice también: "Hay serpientes venenosas", y continuaron su camino.
Los dos viejos oyeron la conversación de los viajeros. El viejo dice inmediatamente: "Voy
a echar una ojeada", y llama a la vieja. Llegados al lugar vieron las piezas de oro que
centelleaban. "¡Si esto son serpientes venenosas, no me importaría que hubiese miles!",
dijo. Cogió una y celebró una fiesta. Cogió otra y se compró ropa; al final se apoderó de
todas las serpientes venenosas.

Pero las piezas tenían grabado el sello del rey Ajatasatra; entonces siguiendo su
rastro la pareja de viejos fue arrestada. Estos se dijeron que si confesaban les quitarían sus
serpientes escondidas, así que hicieron entre ellos el pacto de no confesar en ninguna
circunstancia. Al final, estaban a punto de ser ejecutados. Fue entonces cuando el viejo
dijo: "Después de todo, sí que eran serpientes venenosas ¿no es así?" La vieja corroboraba:
"Ciertamente, eran serpientes venenosas!." Cuando les preguntaron si querían pronunciar
una última palabra, los dos al unísono gritaron: "(Eran serpientes venenosas!." A causa de
lo extraño de esta respuesta, los oficiales les interrogaron y la vieja pareja acabó por
confesar la verdad. Esta historia es el origen del dicho: "El oro es una serpiente venenosa."

Lao Tse dice: "La belleza no es una ventaja." Es una desgracia tener un rostro bello.
Siendo así, ¿es una suerte ser feo? ¿Quién podría decir tal idiotez? No se puede decidir
sobre tales asuntos. No tienen importancia. Porque una persona haya nacido bella o no, no
tiene porqué tener más o menos suerte que cualquier otra. Eso es una cosa que la gente
decide por su propia cuenta. La gente se queja siempre: "¡Usted es tan guapo, y yo no valgo
nada!." Pero eso no es tan importante. Valoramos una situación pasajera y por su causa
gemimos y envidiamos a los otros. Los hombres son criaturas extrañas. El rico mira al
pobre de arriba a abajo. El que tiene buen aspecto es arrogante. Una persona inteligente se
da aires de importancia. Pero, ¿qué es lo que cuenta? Después de muertos no queda nada de
nada. Si este género de cosas no hubiesen nacido, no existirían. No han aparecido más que
por un breve período.

...Creo que los seres humanos somos el moho segregado por el calor y la humedad
de la tierra. Hemos aparecido exactamente como el moho. En la noche se ven a menudo
champiñones que surgen de ninguna parte. Eso es lo que somos. Después las ideas
comienzan a germinar. El champiñón se vuelve champiñón parlante. Es por tanto un
champiñón lleno de ilusiones, muy complicado. Es un champiñón que raramente tiene el
satori, pero cuyo corazón está lleno de una terrible maldad. Y además, es un champiñón
que habla de cosas raras como la cultura, progreso, el pensamiento y la filosofía. Pero todo
esto es bien conocido.
Todo el mundo habla de cultura, cultura, cultura. Pero, ¿tenemos una verdadera
cultura? Incluso en los tiempos míticos la cultura estaba corrompida. Por eso el budismo
habla de la edad masa. Incluso en la guerra hay una gran diferencia entre los tiempos
antiguos y la actualidad. Antiguamente uno anunciaba su nombre y después desenvainaba
el sable. Pensaban que el uso de flechas era una cobardía. Pero en nuestros días, las
metralletas, el gas y los aviones siegan a la gente. Sólo en eso se ha progresado. La victoria
o la derrota vienen rápidamente. Antiguamente, incluso la conquista de los Ezo tardó tres o
cuatro años.

Esta es la clase de progresos que hemos conseguido. Pero la esencia de los seres
humanos no ha evolucionado en absoluto. La prueba es que un hombre como Shakyamuni
no ha aparecido dos veces. Alguien como Bodhidharma no se ha manifestado de nuevo;
tampoco a vuelto un maestro zen como Dogen. Si se miran las cosas de frente, nos damos
cuenta de que sólo aparecen tipos como yo, y esto es insignificante. ¿Es que comer
chocolate constituye un gran progreso cultural? ¿Es que calzar sandalias con las suelas de
plástico es tan maravilloso? No, eso no tiene nada de sensacional. Es más extraordinario
llevar sandalias de paja.

Este despertar completo al cuerpo del dharma nos asegura que estamos en un
continuo con el universo. Y porque estamos en este continuo con el universo, tenemos vida.
La cuestión es actuar en continuidad con el universo.

En la provincia de Ibaraki hay un lugar que se llama Makabe. Hace mucho tiempo
que vivía allí un criado que se llamaba Heishiro. Un día de gran frío acompañaba a su amo
en un largo viaje; su amo estaba dentro de la casa, y el criado metió las geta de su señor en
el interior de su kimono para calentarlas. Repentinamente el amo decidió partir y Heishiro
saco las geta de su kimono. No tuvo tiempo de arreglar las correas y las colocó de cualquier
modo. Pero el amo no comprendió que Heishiro había metido las geta dentro de su kimono
para calentarlas. Pensó que el inútil de su criado se había sentado sobre sus geta, así que
cogiendo uno de los zapatos ¡Plaf! golpea la frente de Heishiro. Heishiro se ofendió mucho.
"¡No solamente no ha visto que he calentado sus geta, encima me golpea la frente!." La
misma noche, para vengarse, se desliza fuera del castillo, llevando una de las geta. Estaba
obsesionado por la venganza y había decidido con este fin volverse monje y rezar por la
muerte de su amo. Seguidamente, practica el budismo con todo su corazón, y parte a
practicar a China a un lugar llamado Kinzan. Pero cuanto más maduraba su práctica, menos
capaz era de rezar por la muerte de su antiguo amo.

Después que hubo vuelto al Japón, el emperador cayó enfermo y el monje de Kinzan
recibió la orden de rogar por su curación. Y así se volvió muy célebre. Dado que no había
superior en el templo de Makabe, le ofrecieron el puesto y él acabó por encontrar a su
antiguo amo. Cuando volvieron a encontrarse, el monje llevaba consigo una geta podrida.
El señor encuentra eso extraño y pregunta: "¿Esta geta podrida es una especie de extraño
koan?." Entonces, por primera vez, el monje revela que él era el antiguo sirviente Heishiro
que había sido golpeado en la cabeza.

Un ghata de esta época dice: "Después que se despertó el cuerpo del dharma, nada
más existe. ¡Mirad! ¡He aquí a Heishiro de Makabe!."
Eso está probablemente expresado en algún dialecto local: "¡Eh, es Heishiro!." De
una parte estaba el viejo amo y de la otra el viejo Heishiro que en lo sucesivo se despertó
plenamente al cuerpo del dharma.

La frase que dice "La fuente original de nuestra propia naturaleza es la pura
naturaleza de Buda", significa también estar en un continuo con el universo.

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Shodoka de Yoka Daishi:

Cuando súbitamente se comprende el Zen del Buda,

Las seis perfecciones y las diez mil practicas

se realizan perfectamente en el cuerpo.

Las Imitaciones del Zen

El satori hace pensar en una carrera de prestidigitación, o a una lámpara que


alumbra en el espíritu, siempre tenemos la impresión de que alguna cosa ha cambiado. Por
eso es importante profundizar en esta frase: "Cuando súbitamente, se comprende el zen del
Buda."

Una práctica desnaturalizada conduce a aberraciones, tanto en los asuntos como en


la Vía del Buda. Incluso la práctica de zazen puede convertirse en infernal o codiciosa, por
ello es necesario saber discernir las prácticas imitatorias para alcanzar el verdadera zen, el
zen del Buda.

Parece que cuando doy la vuelta al dojo, kyosaku en mano y que paso detrás de las
filas "nubes y agua", escalofríos recorren los músculos de la espalda como si yo fuera una
serpiente. De pronto, las posturas se enderezan, pero cuando el peligro se aleja, se dejan
caer de nuevo. ¡También tengo que golpear fuerte cuando uno se duerme, pero siempre para
recomenzar! He aquí lo que yo llamo "el zen del infierno." Si zazen es tan duro, ¿porqué
estos tipos se hacen monjes? No entiendo.

Hacer zazen para curarse de una enfermedad me parece menos aberrante. Un monje
vino a decirme el otro día se había desecho de su beriberi gracias al zazen. En dos o tres
meses, añadió. No se si ha recuperado de nuevo la salud pero ha adquirido una bella
postura, muy digna. Se dice que se cae enfermo cuando no se tiene nada que hacer, siendo
una buena ocasión para hacer zazen y curar de un solo golpe sus males de estómago
teniendo en cuenta que se está confinado en una habitación como en una lata conservas, y
que no se puede caer en la tentación de roer escondido, o de comer demasiado - lo que a
menudo es la causa del mal de estómago. Por otro lado, no hay tiempo para darse a
pensamientos ociosos cuando se oye el cimblar el kyosaku alrededor de si mismo, así el
espíritu desecho de cualquier otra preocupación, no vagabundea más allá. Que zazen
constituya una terapia infalible para los problemas psíquicos, a condición que sean ligeros,
estoy convencido, pero el objeto del zazen no es curar los cuerpos enfermos. No tenemos
tiempo verdaderamente para consagrarlo a sus pequeños males.

Hace algún tiempo tuve forúnculos en el culo, dos a la vez. En aquella época estaba
muy ocupado porque dirigía dos sesshines, una dentro de casa y otra fuera y no tenía
tiempo de llamar a un médico. Me dolía mucho al sentarme inmóvil y cuando el dolor se
volvía insoportable, me levantaba y andaba por el dojo. Está en mi naturaleza el golpear
con todas mis fuerzas cuando doy el kyosaku e incluso solo cuando paso, provoco una
tensión que de pronto endereza las espaldas. Entonces yo me decía andando que gracias a
estos forúnculos, ¡obtendré méritos infinitos!. Tenía una pomada, pero como tenía que
desplazarme de un sitio a otro sin parar, renuncié a los emplastos y dejé las cosas seguir su
curso. Se abrieron sin que me diera cuenta.

¿Será zazen un remedio soberano contra los forúnculos? Antiguamente, el gran


sabio Sôkô Zenji tuvo un forúnculo grave y cuando le dijeron que podía morir, contestó que
en ese caso debía absolutamente continuar zazen. Lo que hizo con todavía más ardor y,
digamos, que se curó. En nuestra época, cuando nuestra vida está en juego, pensamos que
ya no es el momento de practicar zazen. Los antiguos, al contrario, sabían que haciendo
zazen el acceso iba a abrirse por si mismo, vaciarse de pus y curarse. En poco tiempo, si se
concibe zazen como un sufrimiento porque se reciben golpes de kyosaku, es que
practicamos un zen infernal.

Enseguida viene el zen ávido. Siempre tenemos ganas de algo, como los espíritus
hambrientos y cuando un deseo se satisface, otro llega: "¡Como me gustaría este traje,
como me gustarían estos productos de belleza!" dicen las mujeres, y los hombres: "¡Si solo
tuviera mi sueldo!" Entre los espíritus hambrientos, muy pocos atormentados con el deseo
insaciable de hacer zazen, algunos, al contrario, desean el satori. En fin, queremos todo lo
que es bueno, bello y aspiramos ardientemente a la posesión de este objeto, tenemos
hambre de este objeto. Un espíritu ávido que practica zazen para obtener el satori no vale
mucho. Al obtenerlo, perderá la cabeza por una mujer y la misma palabra satori
desaparecerá en forma de humo como un cigarrillo. Por otro lado, el espíritu ávido nunca
está satisfecho. Cuando ha obtenido algo, se disinteresa. Cuando tiene dinero, quiero el
poder; cuando el poder, necesita la gloria.

El siguiente es el zen animal. Este es particularmente estúpido. Solo le interesa el


sexo y la nutrición. Son los biologistas quienes lo conocen mejor, es el objeto de sus
búsquedas ya que la supervivencia de la especie humana se basa en el sexo y la
alimentación. Añadamos a estos últimos, los que duermen sin cesar durante zazen. Está
escrito en el Sutra del Loto: "Conocen solo el agua y la hierba, el resto lo ignoran." Durante
zazen, se preguntan si pronto habrá un pastel o que habrá de verdura para esta noche y
como estará preparado el arroz. Piensan solo en comer y cuando tienen un momento de
ocio, se tumban y duermen, indiferentes a lo que sucede a su alrededor.
Luego viene el zen colérico. Es el zen de competición. Queremos ganar a los otros
por velocidad y conseguir el maratón del satori. En estos últimos, no hay nada más que el
deseo de ser más fuertes que los demás.

El zen humano comporta también seres raros. Se dan una bella apariencia. Algunos
se hacen una raya, otros se dejan crecer la barba, llevan el kimono por encima de la ropa
urbana, así transpiran abundantemente. Les gusta el dinero y dependen de él. Además de su
coquetería y de su amor por el dinero, tienen supersticiones extrañas.

El zen celestial es él del éxtasis. Nos gusta zazen. Nos sentimos bien, sentados e
inmóviles, felices.

Hasta ahora, haciendo zazen, nos hemos quedado en el mundo del común de los
mortales. Hemos girado la rueda de la vida en los seis caminos o condiciones de existencia.
Hay tipos que practican zazen y que se quedan dando vueltos alrededor de encrucijadas.
Que utilizan la postura de zazen para reforzar su hara, encontrar el éxtasis, vivir mejor o
comer sanamente, todo eso está fuera de nuestro propósito y no vale la pena hablar de ello.
Desde la época en que Buda enseñaba, se han contabilizado noventa y seis errores de
practica y eso incluye cantidad de cosas.

Entremos ahora en el enseñanza de Buda. Abajo, se encuentra el zen shômon y


arriba, el zen engaku. Aquí aparece gente que han cogido una caja de un metro cúbico y que
después de haberla llenado de condensado de ciencia búdica, dicen: "¡He aquí la ley de
Buda, de un metro cúbico!" Dejamos de pronto esta caja en consigna, con el fin de subir a
las cimas para descubrir los amplios horizontes del Bodhisattva. A este nivel, hay dos Vías:
una Vía inferior, Hinayana y una Vía superior, el Mahayana.

El zen de los seis caminos o condiciones de existencia se sitúa fuera de la Vía, pero
los zen Shômon y Engaku están en el interior de la Vía. Estos últimos están hundidos en la
enseñanza del Buda, pero quedan todavía hombres ordinarios. Cuando se conviertan en
Bodhisattva, tomarán un lugar entre los santos, porque han escapado de la fortaleza de los
hombres ordinarios.

He enumerado todos los zen de mala calidad para que distingáis claramente el zen
del Buda. En el momento en que entendáis, todos los demás desaparecen. El infierno, la
avidez, la animalidad, la cólera, el humano, el celestial, incluso el Shômon o el Engaku,
todos estos estados de conciencia ya no existirán. Cuando zazen es fuerte de pronto, de
golpe, se realiza el zen de Buda. Dicho de otro manera, se comprende que somos Buda.

Vida Cotidiana y Religión

Las "Seis Perfecciones" se llaman las seis paramita. Son las virtudes que practica el
bodhisattva para alcanzar la otra orilla. A saber: el don, los preceptos, la paciencia, la
energía, la concentración y la sabiduría.
En nuestra época, cuando se habla del don, se piensa en una suma de dinero
concedida a un monje o a un templo. Aquí, significa practicar sin contar con un provecho
personal, ya sea de cosas materiales como el dinero, e incluso el satori o el paraíso. No solo
no deseamos el paraíso, sino que no tenemos miedo del infierno. El don metamorfosea la
vida cotidiana. Hace aparecer un hombre nuevo que no necesita nada, incluso de la misma
vida. Es un individuo formidable, libre, suelto, abierto y no convencional.

Nos equivocamos al pensar que los preceptos están fundados sobre las
prohibiciones. Está escrito: "En los preceptos la noción de castigo eterno no existe." Los
preceptos son virtudes fundamentales que llevan al hombre a hacer lo que es justo. No es
un problema de prohibición.

La paciencia no es el resulto de un esfuerzo de voluntad, no se fuerza a aguantar o a


perseverar. Vivimos como un hombre que olvida su ego, un hombre libre de estribos, de
sus puntos de vista personales, no consciente del satori o de la práctica. La maestra de si
misma no tiene sentido porque fundamentalmente no hay ego. El Yo no puede querer
cualquier cosa porque la noción de Yo no existe. La energía, no es llenarse de tofú de
Takano, ni comer soja como un caballo, ni soplar como un buey. La palabra shojin en
japonés está compuesta de dos caracteres sho, que significa excelente, puro, sutil y de jin,
adelantar, progresar. Shojin se opone a la pasividad y vulgaridad. Es progresar en dirección
del bien y renunciar a lo malo. Progresar sin retroceder. Tener un comportamiento justo, sin
abrirse al mal. Eso no quiere decir que haya que seguir una línea recta, pura y sin mancha.
Pero cuando nos decidimos a pararnos, nos paramos. Por ejemplo, es shojin dejar de fumar.
También es shojin no beber en exceso. Este shojin no es fácil de practicar.

Tenemos menos tentación de excesos cuando hay que abrir las cuerdas de la propia
bolsa. Al contrario, si dais prueba de vigilancia cuando alguien os ofrece beber gratis
practicáis shojin. He elegido el celibato, y me pregunto a menudo como puedo vivir esta
vida. Quería decir a propósito de esto que sino se puede controlar uno mismo, es mejor ir a
la cárcel donde solo hay celibatarios. Un preso a perpetuidad está obligado a vivir en el
celibato. Incluso los caballos, excepto los sementales, viven solos. Si estos animales
soportan su vida sin sufrir problemas psíquicos, ¿cómo el hombre este rey de la creación no
es capaz?

La concentración, es vivir conforme a la ley, sin adulterarla, sin mancharla, sin


contradecirla en sus actos.

La sabiduría es poner sobre todas las cosas un mirada lúcida.

Las seis perfecciones en realidad son solo una. Si las actualizamos en nuestra vida
cotidiana, engloban toda nuestra actividad física y psíquica. Por ejemplo, cuando se
practica el don, se come lo que es necesario sin desear más y se uno se comporta igual
cuando está invitado. La energía hace que por la mañana, os levantéis sin dilaciones. No os
apeguéis a vuestra cama hasta que vuestra mujer os llame, porque en este caso es un don
miserable. Todo esto es una cuestión de sensatez, lucidez, sabiduría. Hay que coger la
esencia de seis perfecciones sin disociarlas. Coger la esencia es comprender el zen del Buda
y comprender el zen de Buda es convertirse en Buda.
En realidad, lo más difícil es comprender como se puede, de golpe, convertirse en
Buda. Tenemos el ejemplo de un ladrón: "¡Mira alguien ha olvidado su reloj!" y ¡hala!
Como quien no quiere la cosa se lo guarda en su bolsillo. De pronto, se ha convertido en
ladrón. Así de rápido, podemos convertirnos en un espíritu ávido o en un bruto.

El Encanto Secreto de la Tradición Oral

De todos los métodos de enseñanza es el más eficaz. Podemos estudiar solos una
vida entera sin ningún provecho. Lo mismo pasa con el manejo del sable y todas las
prácticas. No es suficiente gritar "¡Ya, ya!" sin razón y golpear, pues podéis estar seguros
de que corréis a vuestra perdición. Pero conforme a las reglas, si os ponéis en guardia y
vuestra postura es justa apuntando "¡ya!" tocáis al adversario. Todo el secreto está en la
postura. El maestro la ha heredado de sus ancestros y en que sigáis o no su enseñanza, está
la diferencia.

Conozco una anciana que enseña a sus nietos la costura, la ceremonia del té, el koto
y toda clase de cosas. Tuve la ocasión de verla hacerlo. Cuando se limpia un cuello de
crêpe japonés, frotándolo demasiado fuerte con jabón, se reduce y se arruga. La abuela
llamó a su nieta y le dijo: "¡Mírame como lo hago!" Hizo calentar agua en una marmita
hasta que hirviera a borbotones y pidió a su nieta coger una extremidad de la tela y
estiraron cada una de un lado, por encima del vapor para distenderla, después la puso a
secar.

Este ejemplo de savoir faire enseña exactamente lo que entiendo por tradición oral.
Todo lo que me oís decir sobre la enseñanza del Buda es un tradición oral, porque ella sola
permite coger los secretos y entenderlos bien, incluso si acabamos siempre por escribirlos
en un papel. La transmisión secreta hace ver al instante, por eso es tan importante. Zazen es
el secreto de la enseñanza de Buda que desde la antigüedad los maestros se enfloraron a los
discípulos: "¡Estirad los músculos de la espalda! ¡Empujad el cielo con la cabeza!
¡Empujad los intestinos, el pecho hacia afuera, es normal! ¡Dejad caer los hombros....!"
¡Sino conocéis la tradición oral, venís a hacer solo tres días de sesshin y estáis tan
agarrotados que lloráis! En la practica hay cantidad de experiencias como esa. Constituyen
la transmisión secreta y se enseñan de generación en generación. Las obras de Dogen, el
Fukan Zazengi y los dos capítulos del Shobogenzo, Bendowa y Zanmai ô zanmai así como
el zazen Yöjin-ki de Keizan Jokin pertenecen a esta tradición.

Cuando alguien os ha enseñado una buena postura, sentís reconocimiento y


espontáneamente, hacéis gasshô. Os sentís bien y tenéis ganas de sentaros en zazen. Si
vuestra postura es mala, vuestro humor también. Es por esta razón que me afeito los pelos.
Crecen enmarañados y cuando estoy en este estado me siento mal en mi piel de monje.
Cuando estoy afeitado, me siento en armonía conmigo mismo. Mi humor es diferente según
que lleve un hakama o el kesa que venero. "Cuando de repente, entendéis el zen de Buda"
os afeitáis el cráneo y lleváis el kesa: estáis exactamente en el espíritu de zazen. Sino, no es
el zen de Buda.
Cráneo afeitado y vestidos con el kesa, si practicáis zazen y vuestra postura es justa,
ninguna ilusión puede entrar. Si hay el menor intersticio, dejáis penetrar el zen animal o el
zen cupido y abrís a lo grande la Vía a una inundación de deseos humanos. Como los
deseos humanos son ilusiones, estaréis protegidos si hacéis zazen guarneciendo todas las
aberturas. Cuando estáis simplemente sentados, shikantaza, en una postura exacta, nada
puede infiltrarse.

Un maestro preguntó a un joven monje que hacía zazen: "¿que haces?" El joven
monje le contestó "no hago nada" "¿¡Cómo no estás haciendo zazen!?" dijo el maestro.
"No, no hago nada, ni siquiera zazen." Este joven monje practicaba un zen muy fuerte.
Respiraba. Nada más penetraba en él. No hacía zazen para obtener el satori u otra cosa.
Estaba simplemente sentado en zazen. Es lo que se llama shikantaza: Estar completamente
concentrado en el acto.

Un día, un tipo listo, me dijo "Entiendo que la Vía de un monje sea shikantaza pero
yo, ¿puede ser shikantaza bebiendo un vaso de whisky?" Algunas personas interpretan
lógicamente que se puede practicar durmiendo, comiendo o divirtiéndose. Claro que se
puede, pero no será fácil para el que no haya hecho la experiencia de vivir shikantaza en la
mesa, en la cama o en los servicios. ¡Toda el problema está aquí!

A propósito de esto, Dogen escribió en el Fukan Zazengi: "no importa la posición


del cuerpo sentado o tumbado" Más lejos en el Shodoka, encontramos esta frase: "Andar es
zen, sentarse lo es también. El que habla o se calla, en movimiento o en reposo, su cuerpo
está en paz." Cuando comprendemos el zen de Buda y le realizamos en la vida cotidiana:
"Las seis perfecciones y las diez mil practicas se cumplen plenamente en el cuerpo." Zazen
se convierte en vuestra vida cotidiana. ¡Claro, no es cuestión de quedarse fijado en zazen
indefinidamente! Incluso Bodhidharma no lo hizo. En su caso, la leyenda ha trascendido la
verdad histórica. Imaginar como algunos escritores o místicos que olía mal por quedarse
nueve años sin moverse, ¡que estupidez! Si comió y bebió también fue al servicio.
Probablemente leyó. Se vistió y entonces lavó su ropa. Por otro lado, ningún organismo
abría sufrido nueve años de inmovilidad sin atrofiarse o deteriorarse. Es evidente que tenía
otras ocupaciones. Zazen era la sustancia de su vida y de su actividad. Dormía a la noche,
hacía kin hin, preparaba su comida y empezaba de nuevo cada día. Realizaba el zen de
Buda en cada uno de sus actos. Es lo que llamo " estar siempre en el dial de Buda".

Dogen ha escrito en el capítulo Zanmai del Shobogenzo: "Zazen trasciende este


mundo instantáneamente". Nos hace penetrar en el secreto de los patriarcas y convertirnos
en Buda. Al salvar las prácticas erróneas o heréticas, nos permite acceder a la morada del
Buda. Zazen solo, nos permite alcanzar el Despertar perfecto del Buda. Lo que quiere decir
que hacer zazen, es realizar el zen de Buda.

Prefiero utilizar la palabra percibir a la de comprender, porque el Despertar es una


percepción intuitiva. Keizan la emplea también en zazen Yoshin-gi: "Cuando llega la
percepción del despertar, estamos naturalmente en armonía." Diciéndolo de otra manera, si
vuestros músculos están en situación de armonía y de paz, os despertáis. Vuestro cuerpo
está de acuerdo con el Buda, sentís que vuestra naturaleza es la del Buda.
Se cuenta que antiguamente alguien practicaba zazen llevando encima de la cabeza
un stupa de hierro de 25 centímetros de altura y otro, una bola parecida o semejante a las
que adornaban las barandillas de los puentes. ¡Sin duda se quedaban inmóviles! Yo mismo,
cuando era joven, practiqué zazen con una taza de té llena de agua sobre la cabeza y si me
movía un poquito, se caía. Es cierto que esto permite obtener una postura tensa. Las caderas
se enderezan, las rodillas empujan el suelo, los músculos del cuello se estiran. La postura de
zazen que permite percibir la última Realidad es extremadamente rigurosa.

Fundar su Práctica en las Ilusiones

Dogen escribió en el Gakudô Yôyin-shu: "Fundar su práctica en las ilusiones,


producir el espíritu del despertar antes de percibirlo". Las ilusiones, en la práctica de la Vía
han sido comparadas con un "precioso coágulo de sangre". La práctica de la Vía implica
cantidad de cosas pero zazen permanece siempre en el corazón de la vida cotidiana. Se dice
que practicar es como cerrar el paso a las ilusiones. Los hombres son los hombres y se diga
lo que se diga no existen los milagros, esperan siempre que sus votos se cumplan y obtener
una recompensa por sus esfuerzos. Como el hombre está hecho así, la practica de la Vía
debe perseguirse en medio de las ilusiones y querer parar las ilusiones es el zazen del
hombre ordinario. Esto último durante zazen inmoviliza el coágulo de sus ilusiones al
querer pararlas, puesto que el buen método es al contrario, dejarlo pasar. Preguntémonos
solo lo siguiente: "¿Mi acción sirve a la Vía? ¿o a las ilusiones?" Si se actúa sin
discernimiento, desde la ceguera, somos exactamente como un gato que tiene la cabeza en
una bolsa de papel y que se encuentra en la mitad de la plaza Ginza, incapaz de distinguir el
esto del oeste y acabará por morirse sin saber que hacer. Alguien dijo: "Hasta los 50 años,
he ido de oscuridad en oscuridad". ¡Eso es un vida muy arriesgada!

En los últimos tiempos, repito siempre la misma cosa: el dinero está hecho para ser
gastado. Ahora bien, en nuestra época, demasiada gente se deja manipular y someter por el
dinero. Si heredan de sus padres, se convierten en esclavos de su fortuna y llevan una vida
de guardianes de caja fuerte sin hacer ninguna otra cosa.

En la rama Sôtô del zazen, los niños aprenden de memoria el Gakudô Yôjinshû.
Cuando son adultos, les queda en la memoria este texto pero lo entienden porque no se ha
restituido a las palabras la sustancia de la vida cotidiana. Ven las palabras sin comprender
su sentido. Hay que vivir verdaderamente las palabras.

"Transmitir simplemente términos, hacer recitar nombres, enseñar las joyas de los
demás de la mañana a la noche, todo eso no vale nada". "La palabra está verde, el término
no está maduro". ¡Esto está bien dicho! "Comprender de un golpe el zen de Buda" es
"fundar su práctica en las ilusiones y producir el espíritu de despertar antes de
comprender". Convertirse en Buda, es estar simplemente sentado en zazen. Discernir el
camino, es seguirlo. Práctica y despertar son solo uno. No hay que despertar sin practicar.
Practicando, es decir practicando en medio de las ilusiones, el despertar se produce
antes que seamos consientes. ¿No es eso una práctica maravillosa? Después cada práctica
emite una luz dulce que aclara el despertar original. Eso es lo que se entiende por
"comprender el zen de Buda". Claro que es evidente que leer libros sin practicar no sirve de
ayuda en la Vía del Buda.

Me preguntaba siempre que libros hay que leer para comprender el zen. Si estoy
tumbado, contesto sin moverme "tengo prisa, ven a hacer zazen todos los días". Esta clase
de preocupación hay que situarla en la serie de las pasiones. El zen es "hacer". El problema
está sobre todo en no cometer errores "haciéndolo". Doy explicaciones, casi siempre
cogiendo a la gente de la mano y enseñándole como sentarse. Soy extremadamente severo
con lo que concierne a la postura.

En el dôjô de la Universidad de Komazawa, hay siempre doscientos estudiantes y


que allí reine un silencio tan profundo con tanta gente me sorprendido siempre. Aunque de
ordinario todos estos jóvenes sean ruidosos y toscos, nunca he visto uno solo entre ellos
entrar en el dôjô canturreando o con una colilla en la boca. Dan la impresión de no haber
matado nunca una mosca. Entran en silencio, hacen gasshô y se sientan. Los que esperan a
la salida y que no han practicado zazen, están sorprendidos. Un grupo se comporta
exactamente como una brasa de carbón, una brasa candente que sin atizarla, se apaga sola.
Un montón de brasas se convierten en un brasero ardiente. Una persona que tosa, se limpie
la nariz o cambie de pierna, debe hacerlo discretamente. Cuando somos muchos, cada uno
debe recogerse en si mismo para no molestar a los demás, en virtud de que se obtenga una
atmósfera única. Eso no depende de mi, sino de cada miembro del grupo.

En los templos zen, el gran numero de participantes impide doblarse. Yo mismo me


mantengo gracias a los estudiantes y esto es recíproco. Cuando somos cincuenta, somos
cincuenta resistiendo. Cuando somos cien, somos cien resistiendo, ¡entonces la atmósfera
es terrible! Es precisamente en este ambiente donde se reconoce un dôjô de la Vía del
Buda. Viviendo esta experiencia, la experiencia del zazen, encarnamos las seis
perfecciones: "el rayo de luna atraviesa el agua clara de un corazón sin mancha, aunque las
olas le quiebren sigue brillando". La vida cotidiana se vuelve nítida como el agua pura.
Cuando zazen ha sido nítido, es imposible dejar el ambiente del dôjô cantando a voz grito o
beber un vaso de alcohol, no pena de caerse al suelo.

Zazen, es sentarse sin desear nada. Se habla de eternidad, pero la eternidad según la
Vía del Buda es practicar aquí y ahora. Si llego a hacernos entender eso en lo más profundo
de vosotros mismos, ¡no viviréis hasta los 50 años en la oscuridad! Pero sino cogéis este
punto esencial, no podréis seguir la Vía del Buda. Zazen también es practicar los preceptos
aquí y ahora. ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ahora! ¡La vida es una sucesión de "ahora"!

Haciendo zazen, hacéis cuerpo con el universo y la esencia de todas las cosas y en
consecuencia estáis sin ego. Cuando abandonáis vuestro ego, encarnáis la paciencia y esto
vuelve a decir que zazen es paciencia. Hay que hacer lo que está en la Vía y no hacer lo que
no está, eso da bases sólidas a vuestra vida cotidiana y os pide mucha energía. Viviendo de
conformidad con la Ley de Buda, lleváis juicios lúcidos y llenos de sabiduría. Es así como
"las seis perfecciones y las diez mil prácticas se realizan perfectamente en nuestro cuerpo".
El cuerpo significa el cuerpo del zen del Buda. Este vuelve a decir que las seis perfecciones
y las diez mil prácticas, así como todas las prácticas de la Vía del Buda están contenidas en
el zen de Buda. Las dos frases de este verso son extremadamente importantes, pienso son el
corazón del poema.

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Shodoka de Yoka Daishi:

Las nubes flotantes de los cinco skandha van y vienen a la deriva.

Las burbujas de los tres venenos se elevan y se desvanecen sin sustancia.

Champiñones de una noche

Los cinco skandha son la forma, la percepción, las ideas, la volición y la conciencia.
La forma comprende todas las cosas materiales. El sujeto y el objeto. Dicho de otra manera,
los ojos, las orejas, la nariz, la lengua y el cuerpo; y la forma, el sonido, el olor, el gusto, el
tacto y el dharma; las cosas que se pueden ver sólo con un microscopio o un telescopio; las
cosas que no se pueden escuchar mas que en la radio; diversos sonidos, olores y gustos...
todo esto es llamado forma.

La percepción es lo que es recibido por las funciones mentales. El bienestar o la


angustia, un frío insoportable o el calor; es lo que recibimos. Las ideas son la imaginación,
como cuando uno se imagina que un cualquiera puede ser un gran monje, o quizás un joven
novicio lleno de talento. La volición (gyo) es el valor que se da a algo. No es el mismo gyo
que en shogyomujo -todos los fenómenos son transitorios- donde significa los fenómenos.
Gyo tiene muchos significados. Puede significar el tiempo (el tiempo es extraño, no es ni
material ni espiritual). También puede significar la dirección (también ésta es extraña:
parece existir y sin embargo no es absoluta), o también la posición social. Se dice que
alguien es grande, pero no se sabe qué es lo que hay de grande en él. Nosotros, monjes,
hemos abandonado la vida mundana y rechazado toda discriminación de clase. No tiene
ningún sentido para nosotros intentar juzgar la grandeza de nadie. Incluso un camarero o un
general tiene amigos. No es que el status social no exista. Un gran hombre es grande. ¿Pero
es grande porque recibe un gran salario? O ¿es grande porque es muy generoso? yo no
comprendo en absoluto en qué consiste la grandeza de una persona. El status social es una
cosa rara. Hay también un problema de número -se utiliza la palabra "mucho"- Pero, ¿a
partir de qué cantidad es "mucho" y debajo de qué nivel es "poco"? Hay muchas cosas
como éstas. Todas las formas diversas, las diferentes maneras de pensar, las diversas
categorías hipotéticas concebidas por el espíritu son así.
Seguidamente viene la conciencia. Es la comprensión discriminatoria, lo que el
mundo en general llama la toma de conciencia. Estas cosas son las nubes flotantes de los
cinco skandha yendo y viniendo sin rumbo.

En el libro titulado Isan No Kyosaku encontramos esta frase: "El sueño reside en el
cuerpo del dharma, forma en el vacío." Eso mismo es el champiñón. El champiñón, como
si él fuera muy grande, dice: "¡No me haga perder la cara!" "¿Quién es usted? Su cara no
tiene nada de especial." El champiñón responde sin avergonzarse: "¡Me ha deshonrado!"
"¡Pero si usted no es más que un champiñón!." Aunque este champiñón viva mucho tiempo,
no puede vivir cien años. Visto con un poco de perspectiva no es más que el champiñón de
una noche creado a partir de la vida del universo; de pronto surge y desaparece
repentinamente. No tiene ninguna importancia.

En algún lugar, hace mucho tiempo, un monje hacía zazen. Llegó un demonio con
un cadáver sobre los hombros y lo dejó caer delante del monje. Después de éste, viene otro
demonio que dice: "Dame ese cadáver." "¡Qué estás diciendo! Yo lo he acarreado aquí a
costa de grandes dificultades", dice el primer demonio, y empezaron a pelearse. Pero se
dieron cuenta de que su disputa no tenía salida, así que decidieron someterse al criterio del
monje. El segundo diablo dijo: "Yo he traído esto, ¿no es verdad?." El monje responde:
"Ese otro tipo lo ha traído aquí." Entonces el malvado demonio le arranca un brazo y lo
devora. "¡Qué miseria!" -dice el primer demonio- "¡Ocurrirme esto a mí!." Le quita un
brazo al cadáver y se lo pega al monje. El malvado demonio se apodera entonces del otro
brazo del monje y lo devora. El primer demonio lo reemplaza de la misma manera. Las
piernas también siguieron el mismo camino, y después la cabeza. De esta manera, mientras
que el monje hacía zazen, sus verdaderos miembros fueron arrancados y reemplazados por
los del cadáver. Ya no quedó nada de su yo original.

"Este no es el cadáver objeto de la batalla y esto no soy yo. ¿Qué es por tanto?."

Si reflexionamos sobre esto, es extraño que nazcamos sin ego. Antes de nacer,
permanecemos en la matriz. Minúsculas partículas en forma de cuchara saltan y se
precipitan hacia delante. Primero los champiñones del padre van al encuentro de los
champiñones de la madre, y enseguida, ¡Paff!, una célula única es creada. Este champiñón
situado justamente en el centro de la matriz, poco a poco, por un proceso metabólico, se
vuelve viable. Sin preocuparse del ego, nace. Una minúscula cosita ha nacido. Después se
pone a mamar del pecho de su madre y crece. Ingiere alimentos, come lo que necesita y
deja caer el demonio en los retretes. Después, nuevamente en un restaurante engulle al
demonio. En el baño, le corre el sudor; en la peluquería caen sus cabellos. De esta manera
metabolizamos nuestro camino hasta aquí y así, "Las nubes flotantes de los cinco skandhas
van y vienen sin rumbo."

El espíritu es exactamente igual, como en la frase: "Las burbujas de los tres venenos
se elevan y se desvanecen sin sustancia." Los tres venenos son la codicia, la cólera y la
estupidez. Los tres son burbujas en la superficie del agua. Antiguamente Shokusannui dijo:
"En este mundo, río a la deriva, los movimientos del espíritu son las burbujas." Todo el
mundo es una burbuja. La gente se lamenta o se alegra, ama o detesta, dice que eso es
mentira o verdad. Pero esta clase de cosas es "cuando uno se despierta plenamente al
cuerpo del dharma, ningún objeto existe", es: "La fuente original de nuestra propia
naturaleza es la naturaleza de Buda."

Comentarios sobre el Shodoka por el Maestro Kodo Sawaki


1935-1938
Shodoka de Yoka Daishi:

Cuando vemos la verdadera realidad, no existen ya los hombres ni la ley.

Al instante, nuestros actos más infames se destruyen.

Si utilizo mentiras para equivocar a los hombres

Que caiga para siempre en el suplicio de la lengua arrancada.

Mirar el Mundo con Gafas de Color

La practica del Budismo apunta a descubrirnos la verdadera realidad. Despierta de


pronto en nosotros una necesidad imperiosa de saber a qué se parece. Ahora bien, el
carácter verdadero de la realidad tiene por carácter único la ausencia de carácter. No es ni
esto ni lo otro. Todas las existencias del universo, todos los fenómenos sin excepción, son
la verdadera naturaleza de la realidad. Está dicho en el Hannya Shingyô: "Todas las
existencias están vacías de aspecto; no hay ni nacimiento, ni decrecimiento; ni mancha, ni
pureza." Así es la realidad: sin belleza, sin suciedad, sin nacimiento, sin muerte.

Desde el punto de vista humano, podemos ver esta realidad. En nuestra época, los
hombres, especialmente los intelectuales, esa gente acostumbrada a pasar exámenes y capaz
de llenar un papel sobre no importa qué tema, intenta hacer correr su pluma para
describirla, pero cuanto más lo intenta, más se sustrae de ella y lo que sale de su papel hace
pensar en una minúscula pequeña caquita.

Es imposible para un ser humano ver la verdadera naturaleza de la realidad, por el


hecho de que él es un ser humano. Nosotros, hombres, no podemos ver más que nuestro
mundo de hombres. Un pez no ve más que su mundo de pez. Un ladrón ve ladrones por
todas partes.

Uno me ha dicho que un magistrado decía con gusto: "en todo hombre veo un
criminal." Decía sin duda la verdad. Este hombre se reconocía a sí mismo en las mentiras,
por lo que es normal que piense en términos de culpabilidad.

Cuando se venera a un Buda y se es anticuario, se empieza por estimar el valor del


objeto: "¿Por cuantos miles de yen podré venderlo?" A partir del momento en que se ve un
Buda, se le pone una etiqueta. Por eso todos los Budas han desaparecido.
Mirando el mundo con el ojo de Buda, todo es Buda. No hay más demonios. Todos
los seres, sensibles e insensibles, son la Vía: la hierba, el árbol, el país, el planeta, todo es
Buda. Nuestro cuerpo tal como es, es Buda.

El hombre ordinario de nuestro mundo dirá que yo no soy un Buda, sino un hombre
como los demás porque me mira con gafas de color de hombre ordinario. Cuando lleva
gafas azules, ve el mundo en azul. Si tienen el color del deseo, no ve más en el mundo que
objetos de deseo.

Por lo tanto, tenemos que comprender la Verdadera Realidad. Es necesario pero,


como la Ley del hombre se opone, no es una tarea fácil. Aquí, todo es ilusión. De todo lo
que se hace en el mundo, nada existe fuera de las ilusiones. Todo, sin excepción, es ilusión.
Podemos decir que todo es karma.

Un hombre acaba de robar algo: tiene miedo y se escapa. Un policía se lanza en su


persecución y mira a los paseantes preguntándose si el tipo que está delante de él es el
ladrón. Por tanto, el perseguido y el perseguidor andar cada uno por un mundo diferente.
He aquí porqué la verdadera realidad as tan difícil de aprehender. Descubrir la verdadera
naturaleza de la realidad, es abrazar de una sola mirada el panorama del universo. Cuando
tenemos esta visión, hemos comprendido las enseñanzas del Buda.

Para contemplar el espectáculo del universo, no es necesario sacar el telescopio ni


de inclinarse sobre el microscopio. No vale la pena molestarse tanto. Basta con negarse a
reconocer como verdaderas todas las ilusiones que nos ciegan. Hay que decirse "mis
pensamientos son erróneos, este es falso, este otro también, todo es falso, yo lo niego." Si
los alejamos todos, nada más existe en nosotros. Está escrito: "Cortando los lazos del
karma, encontramos el apaciguamiento de todas las cosas. No pensamos más en términos
de bien o de mal, no distinguimos más lo verdadero de lo falso." Abreviando, tenemos una
visión total e inmediata de lo real. Entonces basta con mirar por encima de nuestras gafas, o
mejor, quitárselas.

Asir el universo de un vistazo no es un problema de cantidad sino de calidad.


Incluso aunque se pudiera evaluar la distancia de los confines del universo en miles de años
luz, más allá quedará todavía lo desconocido. En el Sutra del Loto, la duración del universo
está estimada en quinientos ciclos cósmicos. Infinitamente grande o infinitamente pequeño,
el mundo es ilimitado. El verdadero problema no es ni el tiempo ni el espacio, sino la
esencia del universo.

Al no abrazar el universo de una sola mirada lloramos y reímos. Cuando la visión es


total, no hay ni atracción, ni repulsión: las cosas son lo que son y nada más. Esto no es más
que esto; aquello no es más que aquello. Las obras sociales cualesquiera que sean tienen
como meta hacer el bien y cuando no proporcionan felicidad al beneficiario, no se
comprenden. De hecho, nos dirigimos al hombre que sufre por ser pobre y dándole caridad,
aumentamos su humillación y le dejamos todavía más insatisfecho que antes. Siempre digo
que tendríamos que mendigar a los pobres. El indigente pensara: "Todavía se me puede
pedir alguna cosa" e instantáneamente, encontrará de nuevo su dignidad de hombre. Por
esta razón Shakyamuni pedía la limosna al más miserable de los miserables. No somos
pobres cuando damos. Prueba de ello es que un hombre rico tiene horror cuando se la da la
limosna, pues se le quita su atributo, el dinero, sin el cual no existe. En este ejemplo hemos
asido de una mirada la esencia del universo. Una mirada tan lúcida no se explica: es echar
el vistazo.

Antiguamente, no había ni gafas para mirar el cielo, ni rayos X, ni microscopio.


Nada de todo eso existía. Entonces había que valerse por si mismo, equiparse con ojos
capaces de ver bien porque no podíamos ayudarnos de ningún instrumento. Entonces, un
día, por primera vez, un ojo percibió la realidad en su totalidad. Ese ojo,
extraordinariamente agudo, se vio asimismo tan bien como a los otros. Penetraba la
felicidad y también la desgracia. Mirando todas las cosas en este mundo con su ojo
prodigioso, por primera vez le apareció un mundo donde no existía absolutamente nada.

Un día en las letrinas, un gusano cae sobre una placa de hielo. Mirando a este pobre
gusano en peligro, un alma compasiva vino a socorrerle y le depositó en un lugar donde
pudiera tener calor toda la noche. Al día siguiente, estaba muerto. Lo que para este hombre
era la felicidad, no era la felicidad del gusano. Nos equivocamos al pensar que lo que hace
la felicidad o la desgracia de los unos sirve también para los otros.

Hay que desarrollar el poder de nuestro ojo para ver de una sola mirada al pobre o al
rico, al hombre o a la mujer. Cuando consideramos solo la felicidad de uno o de otro, no
vemos nada. Cuando abrazamos todas las cosas de una sola mirada, dominamos el
universo. De todas las formas, no se pueden hacer las cosas hasta la mitad, o pararse en el
camino. No podemos quedarnos suspendidos en el aire. Hay que ir hasta el final y alcanzar
la meta, el punto donde nos despertamos a la verdadera realidad.

"Cuando vemos la verdadera realidad, no existen ni hombre ni Ley."

Constatamos a la vez la vacuidad del hombre y la vacuidad de la Ley. Ahora bien, la


raíz de las ilusiones es donde reside la especificidad del hombre, su yo. Es decir que el
punto de vista del hombre es subjetivo y personal. En otras palabras, no va más allá de la
subjetividad humana, no está en continuo con el universo, está en continuo consigo mismo.
Está escrito: "Abandonar las vistas del ego, abandonar también el dualismo del hombre
vacío y de la Ley vacío." Cuando nos despertamos a la vacuidad de todas las cosas, el ego
del hombre ya no existe. Nada más nos traba.

Está dicho en un poema: "Nacimiento y muerte van y vienen, verdad del hombre.
Para él los cuatro elementos y los cinco agregados son indestructibles." Se considera por
error que un nacimiento es un feliz acontecimiento. Pero se puede nacer deforme o idiota.
Entonces, no hay que meter sistemáticamente un nacimiento en el cajón de las felicidades.
También la costumbre de decir que la muerte es un evento desgraciado. En verdad,
tendremos que alegrarnos. El motor que produce nuestros sufrimientos ha dejado de girar.
Apercibís una mujer guapa, una pasión nace, miráis un buen plato, otra pasión surge. Se
diga como se diga, es nuestro cuerpo el que las produce y el día en que desaparecen,
deberíamos dar un soplido de alivio "¡Uff! por fin me he desecho de mi cuerpo y de los
sufrimientos de la vida!"
No Hay Impase

Un día que nevaba, un estudiante de la Universidad Imperial de Kyôto dirigió esta


carta a un amigo: "se dice que un paisaje nevado alegra al alma, pero en mi no suscita
ningún humor frívolo. No salgo porque me escurro a cada paso. ¡Qué alivio si la nieve que
cubre las montañas a los cuatro horizontes se fundiera! La vista de toda esta nieva me hace
rechinar los dientes" Su amigo de Tokyo le contestó: "Hay gente que admira la nieve, las
flores, la luna y que lo convierten en una fiesta aunque la luna y las flores no tienen nada de
excepcional. Yo, encuentro muy agradable quedarme al lado del fuego bebiendo sakí en
compañía de una chica guapa, admirando la nieve. Pienso también en los que, como el
cartero, deben distribuir el correo incluso en las mañanas de nieve. ¿Donde está la verdad?
Me dices que te horroriza mirar la caída de la nieve, pero ¿no es normal que la nieve caiga
en invierno?" Cuando se mira al universo de una sola mirada, muerte y nacimiento van y
vienen, los cuatro elementos y los cinco agregados no tienen sustancia. Está dicho en el
Fugen-kyo: "Si deseas enmendarte, siéntate en zazen y piensa en la verdadera entidad de la
vida, todas tus ofensas desaparecerán." Despertarse a la verdadera entidad de la vida, es
tener una mirada que penetra todas las cosas, la visión instantánea y total del universo.

Antiguamente se categorizaban los diversos obstáculos y trabas que impedían la


practica y se explicaba que nuestra visión errónea venia de nuestras ilusiones. En nuestra
lengua moderna se diría que estamos entrampados con nuestras ilusiones y que cada uno,
según su carácter, está cogido por un número considerable de trampas. El término zange
hace pensar a cualquier fórmula de exorcismo, pero aquí no hay nada de mágico. Es
haciendo zazen como se suprimen los obstáculos y como se descubre la verdadera entidad
de fenómenos abrazando el universo de una sola mirada. Entonces, nuestra felicidad ¿sería
la del gusano de las letrinas? No. Cualquiera que se su felicidad, no es la nuestra. Cada uno
lleva en si mismo la propia felicidad que debe descubrir. Numerosos son los que viendo un
mendigo piensan que son más felices que él, pero este mendigo tiene también su propia
felicidad. Cuando se acaba su jornada, vuelve a casa de buen humor tambaleándose. Se
acurruca en un rincón de su chabola y se duerme feliz. ¡Así es la felicidad! Cuando vemos
el universo de una sola mirada, no hay más impase. También el Fugen-kyo: "Todas nuestras
equivocaciones son como gotas de rocío sobre la hierba." La falta que nos traba no existe
en ningún sitio. Esto es esto y está bien. Aquello es aquello y está bien también. Eres tú y
está bien; yo soy yo y también está bien. La cabeza es la cabeza, los pies son los pies, cada
uno juega su papel. "Todas vuestras faltas son como gotas de rocío sobre la hierba,
desaparecerán bajo los rayos del sol de la sabiduría. Si tenemos la sabiduría de abrazar el
universo, esta sabiduría ¿esta sabiduría no hará también desaparecer los errores que nos
hacen caer en la trampa? Somos prisioneros de nuestras equivocaciones. Ahora bien ¿estos
errores que son? Son nuestros conceptos, nuestras ideas ya hechas, nuestros prejuicios.
Mucha gente vive la felicidad de los demás: "¡Como me gustaría estar en su lugar!"
piensan. Pero vuestra felicidad no hace la mía.

Cuando nos despertamos a la verdadera realidad: "Al instante, nuestros actos más
infames se aniquilan." Se pensaba que el cometía un crimen capital caía en el infierno
Avichi donde sufría sin un solo instante de descanso. Un instante, en terminología budista
es verdaderamente un instante corto: el tiempo de doblar el dedo índice dividido por sesenta
y dos. Lo que se entiende generalmente por sufrimiento no es un producto ya hecho, salido
de una caja. Cada uno de nosotros, según su carácter, tiene su propio sufrimiento y
fundamentalmente, si el sufrimiento y del placer, es como si nos despertáramos de un
sueño, en el instante tenemos un visión justa de la verdadera realidad y aprehendemos el
universo. Las ilusiones se desvanecen cuando aceptamos el sufrimiento tal como es y el
placer tal como es, lo mismo que: "Al instante, nuestros actos los más infames se
aniquilan." El infierno donde el sufrimiento no el descanso, desaparece.

Está escrito en un sutra: "El que se despierta a todos los Budas del pasado, del
presente y del futuro, ve naturalmente la esencia del mundo de la Ley donde todas las cosas
hacen Uno." Ver naturalmente la esencia del mundo de la Ley es precisamente abrazar el
universo de una sola mirada. La multiplicidad se convierte en unidad. Quiero, bien, quiero.
Odio, entonces odio. Soy yo como soy. Tú eres tú, tal como eres. Yamaoka Tesshû escribió
en una pintura del Fujiyama: "Con el tiempo claro o bajo las nubes, la montaña del Fuji es
bella, su silueta permanece igual." Así es la Verdadera Realidad.

"Si utilizo las mentiras para equivocar a los hombres, que caiga para siempre en el
suplicio de la lengua arrancada." Yoka Daishi jura que su testimonio es verdadero, sino que
caiga en el infierno de los mentirosos donde se arranca la lengua a los que confunden a las
gentes.

HOTSU BODAISHIN El espíritu del


despertar
Comentarios de TAISEN DESHIMARU

Concentraos bien en la espiración. Espirar profundamente. No hay que permanecer


en su pensamiento; así, una espiración profunda siempre puede ayudaros a encontrar el
samadhi.

Ayer hablé de los momentos de nuestras acciones. Una acción se realiza sólo
cuando la hacemos. En verdad, no existe antes y no existe después, existe en el momento
mismo, en la totalidad del momento presente. Así, en nuestra vida, vamos de momento en
momento, como los puntos en la línea del kesa que hacen una línea recta. Nos equivocamos
pensando que nuestra vida es sólo una línea del nacimiento a la muerte, nos equivocamos
pensando que el tiempo es algo paralelo a nuestra vida, que tenemos que correr detrás o que
ya ha pasado. Es verdad que la vida pasa como una flecha pero el tiempo es nuestra
existencia y la existencia es el tiempo, el ser-tiempo.
Así, en el tiempo del zazen podéis entenderlo porque toda nuestra atención está
lista, preparada, y es por eso que os gusta zazen.

En un instante, sin pensamientos, entendéis, entendéis la existencia pura. De un lado


veis vuestro karma: fuerte, profundo, no tan bueno. Pero la observación de vuestro karma
es una observación que no mancha, porque al mismo tiempo, en el instante presente, sois
totalmente puros. En un instante aparece ‘uchu ippai no zazen’, el zazen que llena el
Universo. Y Bodaishin, el espíritu del despertar aparece. Así, dejad pasar los pensamientos,
no tienen existencia propia, concentraos aquí y ahora. Ahora, espiráis profundamente.

Pensar con el cuerpo, abandonar el pensamiento intelectual. Un momento, dos


momentos, cien momentos. Entrar en un dojo no es sólo sentarse y cruzar las piernas,
también hay que abandonar el ego, olvidar el yo y lo mío, naturalmente poner su karma a
disposición de la práctica de la Vía.

Cambiar el karma, transformar la acción del pensamiento, de la boca, de las


palabras, del cuerpo. Hay uno en el dojo, que cada vez que me llama por teléfono, me dice:
"¡Qué mal karma tengo!". Siempre me lo repite. Es verdad que es difícil cortar su karma.
Cambiar de dirección es difícil, cambiar sus acciones complicadas, podridas; pero es
posible, primero hay que decidir cortarlo.

También, si uno decide totalmente practicar zazen, es la misma decisión que cortar
su karma, cambiar sus acciones y, tarde o temprano, el mal karma cambia. No nos damos
cuenta que era la misma decisión que la de empezar a practicar la Vía: empezar a buscar la
verdad.

Cuando uno viene cada mañana y sigue repitiendo zazen cada mañana, es seguro
que su karma cambiará. Antes de entrar en el dojo por la mañana, hay pocas ocasiones de
tener un mal karma. Las primeras acciones son muy naturales: despertarse, lavar su cuerpo,
vestirse, venir al dojo. Naturalmente, queda siempre el espíritu, los pensamientos, las
voliciones. Pero una vez en zazen, una fuerte atmósfera en el dojo y el espíritu se
tranquiliza, cambia; sólo queda la observación, la observación de la postura y la
observación de la actitud del espíritu. ¿Cómo pensar durante zazen?. No lo que pienso,
sino, ¿estoy pensando o no estoy pensando?. La observación no deja huellas. Y
naturalmente, cada zazen, una pequeña semilla de sabiduría se deposita en el granero de la
conciencia. Así, automáticamente, cambia el karma, sin querer, sin esfuerzo;
automáticamente aparece Bodaishin.

Bodaishin, el espíritu del despertar, el espíritu que nos conduce a la Vía, el espíritu
que nos sigue en la Vía.

Al principio del Gakudo-yojin-shu está dicho: "Bodaishin, el espíritu del despertar,


recibe numerosos nombres pero el espíritu es único". El Patriarca Nagarjuna dijo: "El
espíritu que medita sobre la aparición seguida de la desaparición y sobre la impermanencia
del mundo, este espíritu lo llamamos espíritu del despertar, Bodaishin".
La aparición y la desaparición: se trata de nuestra existencia, nacer, vivir, morir; la
impermanencia, mujo. Así, el espíritu del despertar, Bodaishin, aparece cuando uno realiza
la impermanencia. A veces, la realizamos cuando alguien cercano muere y esta
circunstancia nos puede acercar a la Vía, es un despertar. Pero también nos puede hacer
quedar en el sufrimiento, la pasión; la puerta no se abre. El maestro Dogen sintió
profundamente mujo cuando murió su madre. El tenía ocho años, y cuando vio el humo del
incienso que subía, durante la ceremonia de cremación de su madre, sintió mujo y tomó la
decisión de practicar la Vía, buscar la Vía.

Recuerdo que yo sentí mujo muy fuerte cuando murió Etienne. Yo ya practicaba
desde hacía muchos años pero él tenía sólo 4 ó 5 años más que yo. Etienne Zeisler,
Mokusho Zenko, que era nuestro hermano mayor en el Dharma. Murió muy rápido y como
era joven, fuerte, guapo, me impresionó mucho. Pensé: "Ahora hay que practicar el amor,
no tener más celos o historias con la gente". Pero este tipo de decisión no se toma solo.

Así, cuando alguien cercano muere, a veces aparece Bodaishin, el espíritu del
despertar, algo que conduce nuestra práctica. Pero mujo trata sobre todo de nosotros
mismos, de realizar la impermanencia de nuestra vida; es decir, que a cada momento
podemos morir. Así, lo que trata, lo que enseña el Zen, el zazen, es cómo existir con mujo,
comprender la aparición y desaparición, cómo vivir sin pudrir nuestro espíritu, sin ser
egoístas.

En el Gakudo-yojin-shu, el maestro Dogen dice: "El que olvida un instante el yo y


lo mío se vuelve íntimo con Bodaishin, el espíritu del despertar. Cuando la visión del yo se
levante, sentémonos tranquilamente y examinémonos con cuidado. ¿Cuál es el origen de
nuestro cuerpo interno y externo? El cuerpo con los pelos y la piel que recibimos de
nuestros padres está formado por dos gotas: una gota roja y otra blanca. Desde el principio
al final es vacuidad y no constituye un verdadero yo".

El conocimiento que resulta del pensamiento, del espíritu, del saber, está atado a la
duración de la vida, que pasa cuando se paran la inspiración y la espiración. Por eso,
tampoco el conocimiento constituye un yo. Eso no es filosofía, es sólo observación. Seguiré
mañana hablando de Bodaishin, el espíritu del despertar, el espíritu que nos conduce a la
Vía.

Bodaishin, el espíritu del despertar. Hoy es viernes, hay poca gente en el dojo. Es
difícil levantarse para todos pero la acción de levantarse, venir al dojo, practicar zazen, es la
manifestación de un Bodaishin fuerte. No cambiar la decisión.

Ayer dije que Bodaishin es el espíritu que medita sobre la aparición y la


desaparición, el espíritu que realiza, comprende la impermanencia, mujo; la impermanencia
de los hombres y la impermanencia del Universo. Hay aparición, duración, desaparición.

Nos apegamos a este cuerpo, esta existencia. Hacemos toda una historia alrededor
de nuestra existencia pero al principio, en el origen, son sólo dos gotas, una blanca y una
roja, que coexisten, que se encuentran en el mismo instante. La existencia; nos apegamos al
espíritu que dice: "Yo" o "Es mío, es mi mujer, es mi trabajo, mi casa". Nos apegamos a
nuestro convencimiento, nuestra experiencia, de que sólo están atados a la duración de
nuestra vida. ¿Qué pasa con todo eso cuando se paran inspiración y espiración? Es un poco
como enseñar a alguien una fotografía de nuestra primera comunión y decir: "Ese soy yo".
No es falso pero tampoco es correcto. El rostro del chico de la primera comunión puede
aparecer una vez u otra durante la vida pero no permanece, no existe como algo único.

En el Gakudo-yojin-shu, el maestro Dogen dice: "Fusionarse con un yo que es un


no-yo, apegarse a un producto que es un no-producto, no practicar la Vía búdica que hay
que practicar, no eliminar el mundo que hay que eliminar, es tener aversión a la Ley
Verdadera y buscar una vía falsa". ¿Ahí hay algo que sea erróneo? El maestro Dogen no se
dirige a gente ordinaria, se dirige a los monjes, a la gente que quiere practicar.

El nacimiento, la duración, la muerte, no existen en un mismo instante. En el


instante del nacimiento, de la aparición, existe sólo el nacimiento. En el instante de la
duración, existe sólo el instante de la duración. En el instante de la desaparición, de la
extinción, existe sólo el instante de la desaparición, de la muerte.

En zazen entramos en la totalidad de un instante. Dije ayer que no es filosofía, sino


observación, observación y concentración: zazen.

Ayer bajé a la cocina para buscar un cuenco, un cuenco en el que se había servido la
guenmai, para hacer una masa, y observé que este cuenco estaba sucio de la guenmai de la
mañana. La cacerola grande también estaba sucia de la guenmai del martes. No es mucho
lavar cinco minutos. No es sólo el trabajo del responsable de servir la guenmai.
Normalmente cada uno, después de la guenmai, debería lavar su cuenco. Sólo dos minutos
y todo queda limpio.

Al principio, este instante no pertenece a vuestra vida pero, si lo hacéis entrar en


vuestra vida, se convierte en un instante de práctica, en un instante de despertar. Al mismo
tiempo, podéis practicar la buena armonía en el dojo, es importante. No sólo los
responsables de la guenmai, la gente que come la guenmai. Los responsables de la guenmai
ya dan mucho, con mucha regularidad, está bien. Los que comen también deben limpiar,
hacer samu.

Practicar zazen con el cuerpo y el espíritu juntos, pensar con el cuerpo. La postura
es la base, la postura es el despertar mismo. Al principio cuesta; las rodillas, la columna
vertebral. Es muy importante bascular la pelvis hacia delante, a la altura de la quinta
vértebra lumbar. Eso permite empujar bien el suelo con las rodillas y tener estabilidad,
equilibrio, una base fuerte, un contacto fuerte con la tierra. Y, a partir del punto de la quinta
vértebra lumbar, estirar la columna vertebral, estirar la nuca, como si quisiéramos empujar
el cielo con la cima de la cabeza. Entrar el mentón, dejar caer los hombros, acabar con las
tensiones, mantener los pulgares formando una línea recta, fuerte, y liberar, relajar el
vientre. Así, podréis concentraros en una espiración profunda que empuja los intestinos.

Hay uno que quiere una entrevista íntima, personal, pero ya le enseñé
personalmente qué hacer con las dificultades que tiene con la postura y no lo hace. He
dicho: "Si la rodilla no puede tocar el suelo, hay que poner algo debajo, algo blando, para
tener el mismo movimiento de la pierna y de la pelvis". Esa persona pone algo duro, así que
no ayuda a su rodilla a bajar, sino que se levanta, levanta la rodilla y desequilibra la pelvis;
eso es muy peligroso.

Zazen no es un juguete, una cosa más de la vida, zazen es la Vía. Hay que seguir
exactamente la postura transmitida, sino es peligroso.

El espíritu que observa sho, la aparición, y metsu, la desaparición: la vida, la


muerte, la impermanencia de nuestra existencia, la impermanencia del mundo social. Este
espíritu se llama Bodaishin, el espíritu del despertar, el espíritu que reconoce mujo, la
impermanencia de nuestra vida misma y la impermanencia del mundo de los fenómenos.

A veces, un golpe fuerte de la vida nos hace realizar mujo y nos abre la Vía. A
veces, un golpe fuerte de la vida nos hace realizar mujo pero nos deja en el dolor del
sufrimiento y la pasión.

Un rey tenía una mujer maravillosa, hija de la tierra. Un día, ella se preparaba para
atravesar el gran mar y el rey estaba muy triste. Un ministro dijo para consolarle: "El rey
tiene la fuerza del conocimiento y sabe que su señora volverá sin tardar, ¿por qué sufre
tristeza?". Y el rey contestó: "Lo que me entristece no es pensar que mi mujer no volverá,
sino que temo que a su vuelta su juventud se haya fugado". Eso es sólo ver una parte de la
impermanencia. Es la misma mirada que apegarse a los bienes, posesiones o apegarse a su
propia inteligencia, como apegarse también a una juventud. Un cuerpo que ya se nos
escapa. Realmente, ¿qué edad tenemos? ¿Cuánto tiempo nos queda para practicar, para
buscar la verdad?.

Cuando realizamos mujo es como un fuego que se quemara sobre nuestra cabeza y
Bodaishin se manifiesta, la Vía se manifiesta.

En la Prajnaparamita está dicho: "La perfecta noción de impermanencia es observar


los dharmas condicionados; es decir, los fenómenos de la vida nacen y perecen como el
polvo llevado por el viento, como el agua que resbala por la montaña, como el fuego que se
apaga. Son sin solidez, sin rigor, no pueden ser ni cogidos ni detenidos, son iguales a
creaciones mágicas que engañan al profano. Gracias a esta impermanencia, el sabio puede
salvar el umbral de la vacuidad y como en la vacuidad ningún dharma existe, la
impermanencia tampoco existe. Al igual que en el nacimiento, la duración y la destrucción
no pueden existir, en el momento de la destrucción, el nacimiento y la duración no pueden
existir".

Es como una historia de amor que empieza, dura y se acaba. Nacimiento, duración y
destrucción, oponiéndose mútuamente por su carácter y su naturaleza. Como no existen
juntos, la impermanencia no existe. Así podéis comprender la importancia de la
concentración en el momento presente. Durante zazen podéis comprenderlo sin pensar, sólo
por zazen, la práctica durante el presente seguido de otro momento presente. Podéis entrar
en ‘uchu ippai no zazen’: el zazen que llena todo el Universo, la guenmai que llena todo el
Universo.
A la pregunta: "¿Cómo un pobre hombre como yo puede tener la naturaleza de
Buda?", el maestro Kodo Sawaki contestaba: "Imbécil, ¡qué dices!, ¿no estás en el corazón
mismo de la naturaleza de Buda?". Si hechas a la calle tus ilusiones, estás en el centro
mismo de zazen. El problema no es tener o no la naturaleza de Buda. Cuando bebes alcohol
cada articulación, cada músculo, cada célula, tu cuerpo entero está borracho. Cuando haces
zazen tu cuerpo entero es zazen.

Hoy no quería que hiciese un mondo pero no hago el mondo, no es una pregunta
muy importante. Los kimonos de las chicas: las chicas que llevan su kimono por la mañana
son las chicas que hacen la campanita y que me ayudan. Si de un lado hay culpa, de otro
está bien, porque me ayuda para la ceremonia. No hay culpa.

Bodaishin existe antes de tener su nombre. Bodaishin es el espíritu que nos enseña
la Vía. Bodai es bodhi el despertar. También Do, la Vía. Hay un capítulo del Shobogenzo
que se llama Hotsu Bodaishin: "Establecimiento de Bodaishin, el espíritu del despertar".

Al principio de este capítulo, el maestro Dogen dice: "En general, hay tres clases de
espíritu: el primero es citta, que aquí en Oriente es llamado el espíritu que piensa. El
segundo es hridaya, que aquí en Oriente es llamado el espíritu de las hierbas y los árboles.
El tercero es vriddha, que aquí es llamado el espíritu concentrado y con experiencia. Entre
los tres, Bodaishin, el espíritu del despertar, se establece en relación con el espíritu que
piensa, citta. Bodai, bodhi, es el sonido de una palabra india y aquí lo llamamos la verdad,
la Vía. Sin este espíritu que piensa es imposible establecer Bodaishin". No quiere decir que
el espíritu que piensa es Bodaishin, el espíritu del despertar, sino que establezcamos
Bodaishin con el espíritu que piensa. Pero establecer Bodaishin, ¿qué es? Es hacer el voto y
esforzarse en que antes de atravesar yo mismo, haré atravesar a todos los seres vivientes.
Antes de liberarme, liberaré a todos los seres vivientes. Ese es el voto del bodhisattva.

Al final del Hannya Shingyo lo cantamos juntos: "Gyatei, gyatei, hara gyatei, hara
so gyatei, boji sowaka". Es un mantra, es decir, una fórmula de protección, de ayuda.
"Gyatei, gyatei, hara gyatei, hara so gyatei, bo ji sowaka": "Vamos, vamos todos juntos a la
otra orilla, a la orilla del satori, del despertar". Así, desde el principio, Bodaishin enseña el
verdadero mushotoku, sin meta personal, la verdadera interdependencia entre los seres
vivientes.

El bodhisattva es como un guía. Enseñar la existencia de la otra orilla: eso es


Bodaishin. Así, cuando Eno, el sexto Patriarca, era un joven leñador, transportaba la leña a
la ciudad y nunca había oído hablar de Bodaishin. Estaba sólo preocupado por su madre,
por hacer un poco de dinero, por comer. De repente, una noche de tormenta, se puso bajo la
protección de la puerta de un templo en la ciudad, en la montaña alrededor de la ciudad.
Oyendo a los monjes cantar el Sutra del Diamante, estableció Bodaishin: "Cuando el
espíritu no se fija, el verdadero espíritu aparece". En un momento supo que había algo más
importante, más allá, más fuerte que su existencia de leñador y se dedicó a bodai, al
despertar.
ZAZENSHIN
Zazenshin. Es un poema del maestro Wanshi. Luego comento el maestro Dogen,
que escribió también otro poema llamado Zazenshin:" Zazen es zazen que practicáis ahora.
Shin es la aguja muy precisa, la aguja de acupuntura que cura las enfermedades del cuerpo,
del espíritu, mentales. Shin es el método para curar el cuerpo y el espíritu, la aguja que cura
los dolores del pensar, del no-pensar, del como pensar durante zazen. Apunta
directamente."

Eso era una pregunta que hizo un monje al gran maestro Yakusan. Le pregunto:"
¿En que piensa usted cuando está en la postura de la montaña inmóvil?." El maestro
contestó:" Pensando en el estado de no-pensar". El monje dijó:"¿Cómo el estado de no-
pensar puede estar pensando?". Yakusan contestó:" Hishiryo".

Así empieza el Zazenhin. El como pensar durante zazen, como no-pensar; hishiryo.
A la pregunta del monje el maestro Deshimaru ha traducido:"Practico shiryo a propósito de
fushiryo. Shiryo es pensar, fushiryo es no-pensar. No podemos pensar en no-pensar;
hishiryo.

El maestro Dogen dice:"Practicando zazen, la montaña inmóvil, tal como lo enseña


el maestro Yakusan, debemos aprender en la práctica de zazen y recibir la auténtica
transmisión de zazen. Eso es la investigación de zazen, tal que ha sido transmitida desde el
Buda Shakyamuni."

Yakusan era descendiente de Eno, el sexto patriarca: Eno, Seigen, Sekito, Yakusan.
Es la línea soto, siglo IX.

Así, ahora Dogen habla de la transmisión del soto zen. Transmitir el katsumyaku, la
transmisión ko. En un kanji que representa dos manos y un cuenco. Dos manos que ofrecen
un cuenco, ko, transmisión, ofrecer, dar, recibir.

Las palabras pensando en no pensar no son un nuevo medio inventado por Yakusan,
sino que incluyen el pensar como la piel, los huesos, la carne y la médula. Incluyen el no-
pensar como la piel, los huesos, la carne y la médula. También eso es la transmisión de
Bodhidharma a sus discípulos, los cuatro.

A uno le dijó:" Has recibido mi piel"; al segundo le dijo:"has recibido mis huesos";
al tercero le dijo:" has recibido mi carne"; y al cuarto, Eka, el segundo patriarca, le
dijo:"has recibido mi médula".

Así que el pensar forma parte de la transmisión, el no-pensar también. Es la única


verdadera manera de acercarse al zen, con el pensar y el no-pensar. También es la única
manera de convertirse en Buda. Hishiryo; pensar sin pensar, no pensar sino pensar, pensar
en lo más recóndito del no-pensamiento. Pensar más allá de los pensamientos. Así lo
traducía el maestro Deshimaru, hishiryo
Entonces el monje dice:" ¿Cómo el estado de no-pensar puede estar pensando?

Esta claro que aunque el estado de no-pensar existe desde mucho tiempo, siempre es
impensable a cada momento. ¿Cómo podría estar pensando?. Y en zazen ¿cómo podría ser
imposible que el pensar existe?, ¿por qué la gente no entiende que zazen está más allá del
pensar y del no-pensar?

Zazen Shin. La gente debería preguntarse profundamente a propósito de zazen, del


pensar, del no pensar. El gran maestro Yakusan dijo: "Hishiryo". Este uso de hishiryo es
brillante. Hishiryo en la boca de Yakusan significa la libertad perfecta, por nosotros
mismos, exactamente como una perla que rueda. Y así es nuestra existencia.

Al mismo instante, cada vez que pensamos en el estado de no pensar,


inevitablemente usamos hishiryo. Esa es la acción de Ji Yujo, como el Ji Yujo Zanmai del
Bendowa, la verdadera libertad, el samadhi de la verdadera libertad; y el acto de liberarse
por sí mismo también es un aspecto de hishiryo. Dentro de hishiryo hay alguien, y este
alguien se mantiene, depende de mí.

Zazen; aunque está el "yo", no es sólo pensar, es sostener la cabeza de zazen. Cuando
practicamos zazen sólo como el acto de zazen, en ese mismo instante el ego personal que
piensa no existe más. Eso podéis comprobarlo, practicarlo. Zazen solo realiza, zazen solo
actúa. Y aunque zazen sea zazen, ¿cómo zazen podría pensar en zazen?

Entonces zazen está más allá de la capacidad intelectual del Buda, más allá de la
capacidad intelectual del Dharma, más allá de la capacidad intelectual del estado de
realización, más allá de la comprensión intelectual y de la capacidad intelectual de la
comprensión misma.

Cuerpo-espíritu. Con el pensar solo no es posible. Zazen realiza zazen a través de


cuerpo y espíritu. Uno.

Sigo con el Zazenshin del Maestro Dogen.

Ahora está criticando el zazen equivocado como es de pensar, que zazen es borrar el
mental o poner la mente en blanco y esperar en estado de quietud.

No tiene nada que ver con la verdadera enseñanza de zazen. La conciencia Hishiryo
que transmite Yakusan, que transmite Buda.

Incluso esta opinión es inferior a la de los eruditos del pequeño vehículo, incluso es
inferior al vehículo de los hombres y de los dioses. El vehículo de los hombres es la
conciencia del mundo ordinario, tal como lo vivís. El mundo de los dioses el paraíso
idílico. ¿Cómo tales gentes pueden llamarse estudiantes del Buda-dharma?.

En nuestros días hay un montón así, también en el gran reino de Isan. Es


lamentable. La verdad de los patriarcas ha caído en ruina. Así que el problema de la
exactitud de zazen, de seguir zazen, no es sólo un problema de nuestros días de decadencia.
Era algo que existía en los tiempos de Dogen, incluso en China, donde él recibió la
transmisión del verdadero zazen a través de Nyojo.

También hay otra especie de personas que dice: "Sentarse en zazen y perseguir la
Vía es un mecanismo esencial para los principiantes, pero no es necesariamente la acción
de los patriarcas budistas. Para ellos caminar tambien es zen, hablar o guardar silencio,
movimiento o descanso. El cuerpo está en paz. No es necesario asociar los patriarcas
budistas exclusivamente a la práctica de zazen".

Así habla esta gente. Muchos de ellos, que se dicen seguidores del rinzai, tienen
también esta opinión. Hablan así porque han descendido la recepción de la transmisión, de
la verdadera Vía de Budadharma. Pero: ¿Qué es un principiante?; ¿Dónde colocar a los
principantes?.

Recordar, que como medio de investigación establecido en el estado de la Vía,


perseguimos la Vía en zazen. Así es nuestra escuela transmitida. Eso significa, que en la
forma, en el aspecto manifestado hay un Buda activo, que no cuenta con convertirse en
Buda. El Buda activo es zazen. Zazen es el cuerpo de Buda, el espíritu de Buda. No es por
eso que sois Buda. Así, tal como lo explica el maestro Dogen, este zazen es la transmisión
de maestro a discípulo. Este cuerpo de Buda y este espíritu de Buda-hishiryo, es la practica
misma de zazen.

Ahora el maestro Dogen acaba de criticar las opiniones equivocadas a propósito de


zazen. Los que piensan que zazen es poner lo mental en blanco o que zazen es solo
importante para los principiantes, que despues basta con encontrar la Vía en andar o
sentarse, hablar o callarse, y que con el tiempo no es necesario practicar zazen porque
además duelen las rodillas, el maestro Dogen dice: "Debeis recordar siempre que la
investigación establecida del estudio de la Vía es perseguir el estado de la Vía en zazen.
Claro que cada acción de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu puede convertirse en el zen
de Buda, pero el verdadero estado de la vía del zen puede existir solo a través de la práctica
de zazen. El asunto en su forma manifestada es que hay Buda en acción que no cuenta con
llegar a ser Buda. Porque Buda en acción esta absolutamente mas allá de llegar a ser Buda.
El universo esta realizado".

Ahora expresa zazen mushotoku de la transmisión, el Buda en acción es el zazen


Buda, la postura es el Buda. Eso no significa que a través de la práctica de zazen el Buda
esta creado, eso significa que zazen mismo es el cuerpo y el espíritu, o el espíritu infinito, o
Buda mismo. Es la realización del satori, la experiencia de la verdad.

El maestro Deshimaru enseño totalmente zazen-buda, el mismo era zazen-buda,


cortó, cambio su karma, cortó las confusiones. El cuerpo Buda es absolutamente mas allá
de llegar a ser Buda, pero cuando las redes y las jaulas estan rotas, zazen-buda no impide en
absoluto llegar a ser Buda.

En el instante mismo, el poder está presente originalmente a través de miles de


tiempos de diez miles de tiempos de entrar en el estado de Buda o entrar en el estado de
demonio, y los pasos hacia delante y los pasos hacia atrás poseen la capacidad ultima de
llenar las almas, de llenar los valles. Si cortamos nuestro espíritu de apego entonces no
existirán mas relaciones entre Buda-zazen y Buda que cuenta con llegar a ser Buda. En este
instante mismo zazen Buda solo es el verdadero Buda. Así lo enseña el maestro Dogen.

El maestro Dogen dice: "El Buda en acción no cuenta con llegar a ser Buda, porque
Buda en acción esta mas allá, en una dimensión más infinita que la de llegar a ser Buda.
Buda en acción es zazen-buda, la postura, pero el verdadero zazen sin equivocación".

Lo que noto desde hace cinco años que vivo aquí, es que hay poca gente que sigue,
que viene cada mañana, no solo un mes, dos meses, no solo un año. Lo que noto es la falta
de conciencia espiritual. Tomáis el zen como una cosa mas de vuestra vida, lo debilitáis con
vuestra practica floja, seguís el mundo del social, del polvo rojo, de la casa, de la familia, y
añadís un poco de zen para poner pimienta, un poco de dificultad.

No es el verdadero espíritu de la Vía, nunca podréis encontrar el Buda en acción.


Hay que preguntarse: ¿Por qué? ¿Qué hago? ¿Es un juego en la vida, o es la cosa real que
busco?. Los fenómenos, si os quedáis solo en una relación superficial con el zazen, con la
pequeña shanga, todo el dojo esta debilitado, no hay espíritu de la Vía: "Quiero hacer eso,
quiero ser responsable, estoy orgulloso de ser responsable". Un mes, dos meses, tres meses,
y al final nadie: "estoy cansado", "no puedo". Siempre se repite la misma cosa, no es
realmente el espíritu del despertar. Si los maestros de la transmisión hubiesen practicado de
esa manera, haría tiempo que el zen se habría extinguido, incluso la palabra zen, zazen,
estaría olvidada.

Entonces: ¿Qué es zazen en acción? ¿Qué es Buda en acción? ¿Qué es Buda?. No


intentéis curvar la Vía, esto es muy superficial.

Buda en acción es este cuerpo y este espíritu que practica zazen conscientemente, la
acción de practicar con el cuerpo, es el cuerpo de Buda. La acción de practicar Hishiryo es
el espíritu de Buda. Es por ello que la repetición es tan importante. El cuerpo de Buda, el
espíritu de Buda no esperan, no cuentan con llegar a ser Buda, así, no hay separación entre
la practica y la vida, hay solo el esfuerzo de practicar zazen, hay solo el esfuerzo de buscar
la Vía.

El buda-zazen esta mas allá de llegar a ser Buda. Es la flecha que da en el blanco,
eso es el buda-zazen; sin meta, el encuentro íntimo, tambien este encuentro íntimo se llama
vía de la perfección, porque no tiene meta, existe en sí mismo, brilla es si mismo, esto es el
zazen.

Si vosotros cogéis la Vía como algo superficial, solo existirá la Vía como algo
superficial, es una pena, una gran tristeza, perder el desarrollo de Buda, perder la propia
existencia.

En un instante mismo, en este mismo instante es cuando podeis desataros de las


redes, de las jaulas de los apegos de la vida cotidiana. Buda en acción es Buda, zazen-buda
es Buda. No perdáis el tiempo, si no estáis seguros de vuestra practica, podeis hablar
conmigo.

Cuando uno sabe que otro condiscípulo se equivoca, hay que hablar con él. También
se puede hablar conmigo. Tenéis que tener la fuerza profunda de enseñar la Vía correcta.
Cuando uno enseña a una sola persona, puede enseñar al universo entero. Debeis tener
confianza en vuestra practica, debeis convertiros en los reyes del Samadhi.

El Zazenshin sigue con el mondo entre Baso y Yakusan. Baso era discípulo de
Yakusan, ya había recibido la transmisión y practicaba zazen día y noche. Un día Yakusan
paso y le preguntó: ¿Qué quieres conseguir practicando zazen?. Baso contestó: "Quiero
convertirme en Buda". Entonces el viejo maestro cogió una teja y empezó a pulirla.
¡Maestro! ¿Qué estas haciendo?. Yakusan contestó: "quiero convertirla en espejo". Es muy
famoso.

Entonces Dogen va a comentar cada parte del mondo, cada pregunta. ¿Por qué?
¿Por qué hacemos zazen? ¿Cómo hacemos zazen? ¿Con qué intención? ¿Para conseguir
qué?. Muchas veces las respuestas no son muy profundas, son deseos de la conciencia
ordinaria, entonces uno se agota rápidamente. ¿Cómo convertir en espejo una teja? ¿Cómo
convertir en Buda a un hombre ordinario?. Es la reacción entre nosotros mismos, zazen,
Buda y el yo que persigue zazen, zazen que persigue Buda, Buda que persigue el yo.

Lo que pasa es que no debeis practicar como ciegos, debeis realizar profundamente
lo que estáis haciendo. La certeza, la pequeña estrella que brilla en el lugar donde no se
veía nada, pero en un mundo donde hay miles y miles de estrellas.

El Zazenshin. El punto preciso del zazen. Ahora el maestro Dogen está en el mondo
entre Nangaku y Baso. Baso había recibido la transmisión, el sello de la Ley, del maestro
Nangaku; y seguía haciendo zazen sin parar.

Un día fue Nangaku a verlo y le preguntó, "¿A dónde apuntas cuando haces zazen,
cuál es tu meta al hacer zazen?". Es una pregunta interesante. Digo siempre al principio,
cuando uno viene al dojo, que se tiene una meta en relación con su conciencia. Muy pocas
personas tienen ahora una vida espiritual establecida: buscar la Vía por la Vía, buscar zazen
por zazen.

Venimos para curarnos. Es por eso que el maestro Wanshi emplea también la
palabra aguja para expresar shin, el espíritu. La aguja que cura. Venimos para curarnos;
algunos lo saben, otros no. Curarnos de nuestras enfermedades que poco a poco nos ha
traído la vida cotidiana. Algunas son físicas, otras de malvivir.

Buscar algo, ¿para qué? Para tener más energía, para tener más sabiduría. Zazen, el
Buda último, no es algo para conseguir algo. Es una práctica. El maestro Dogen dice,
"Mejor que querer el dragón esculpido, debemos querer el verdadero dragón". Pero los dos
dragones tienen el poder de las nubes, de la lluvia. El dragón esculpido y el verdadero
zazen es la diferencia entre el sueño y la cosa real. Pero el sueño también es un reflejo de la
cosa real.
A veces también estamos demasiado preocupados con la intimidad de nuestro
cuerpo. Otras veces nuestro cuerpo nos parece demasiado alejado, como un desconocido.
No aprendemos directamente de él; de la misma manera con nuestra conciencia. A veces
somos íntimos con ella, es el verdadero dragón que podemos tocar, otras veces está muy
lejos. Leemos sobre la conciencia, pensamos sobre la conciencia, pero ni la tocamos.

Pensad siempre en los dragones. Así en zazen, ¿a dónde apuntáis, a la idea de un


satori alejado más allá de la práctica? En zazen debemos apuntar al cuerpo de Buda puesto
en zazen, al espíritu de Buda puesto en zazen. No hay separación. Shikantaza: sólo sentarse.
Buscáis demasiado deprisa. Tampoco hay que caer en lo manchado. Comprended los versos
del maestro Tozan, "La Vía no existe solamente en los demás. Ahora voy solo, pero en
armonía con todas las existencias". Voy solo no significa la soledad. Practico solo, hago
zazen solo.

Zazen: sólo sentarse. No hay separación con la meta. La encontramos aquí y ahora,
es la práctica.

Sigo con el Zazenshin del maestro Dogen. Zazenshin, el punto preciso del zazen, lo
que se transmite directamente, el zazen-buda.

Ahora se trata de un mondo entre Nangaku y Baso; Baso no era cualquier monje,
había recibido la transmisión de Nangaku y seguía practicando zazen, mucho, sin parar.
Tenía un gyoji fuerte; es importante la repetición, zazen es difícil. Porque al mismo tiempo
que nos despierta, nos abre los ojos. Al mismo tiempo da también fuerza a nuestro karma, a
lo que somos, a la mezcla de causas y efectos que hacen lo que somos y que pueden
manifestarse o no manifestarse.

Muchas veces, cuando observamos nuestra existencia se repiten las cosas; el karma
se manifiesta, se repite.

Así, nosotros repetimos el karma de zazen. Pero, ¿donde se sitúa zazen


exactamente?

Es un poco el punto del mondo entre Yakusan y Baso. Yakusan le preguntó:" ¿Por
qué practicas zazen?"

Baso contestó:"Para llegar a ser Buda".

Estudié esta palabra: "llegar a ser", o "volverse Buda", o "convertirse en Buda", o


"hacerse Buda".

Así, en la respuesta de Baso hay la meta para llegar a ser Buda, pero también
debemos estudiar lo que significa llegar a ser Buda; si se trata de un Buda que existe aparte
del ego habría que abandonar el ego para llegar a ser Buda. ¿O es un Buda que existe ya en
nuestra naturaleza profunda, que aparece de sí mismo pero en el que pensamos que podría
existir en nosotros y manifestarse?. ¿O es que practicando zazen tenemos en nuestra
conciencia un Buda, u otro Buda podría manifestarse practicando zazen?, ¿o es que llegar s
ser Buda es el abandono del cuerpo-espíritu?

Es muy fácil que aparezcan las complicaciones entre la práctica y la meta. Las
complicaciones son idénticas a las ramas de la encina que se cruzan, se mezclan, no se
puede encontrar la raiz; puede también que cuando llegamos a ser Buda ya no hay meta.

Entre las ramas que se entrecruzan también aparece el karma personal, el espíritu
del despertar. No hay que equivocarse en el esfuerzo del zazen. Porque no puede ser un
esfuerzo sólo para sí mismo, como la ignorancia del andar 100km bajo el sol; el esfuerzo de
zazen se realiza con el universo entero, el zazen-buda. Y el zazen-buda se repite, no se
cansa, la meta se actualiza; muso, no-aspecto, como el kesa

MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO


Esencia del sutra de la gran sabiduría que permite ir más allá

El Bodhisattva de la verdadera libertad, gracias a la práctica profunda de la gran sabiduría,


comprende que el cuerpo y los cinco skandas (sensación, percepción, pensamiento,
actividad, conciencia) son solo vacío - ku - y gracias a esta comprensión ayuda a todos los
que sufren.

¡Oh Sariputra! Los fenómenos no son diferentes de ku. Ku no es diferente de los


fenómenos. Los fenómenos se vuelven ku, ku se vuelve fenómenos (la forma es el vacío, el
vacío es la forma), los cinco skandas son igualmente fenómenos.

¡Oh Sariputra! Toda existencia tiene el carácter de ku, no hay ni nacimiento ni principio, ni
pureza ni impureza, ni crecimiento ni declinación.

Por ello en ku no hay ni forma, ni skanda, ni ojo, ni oreja, ni nariz, ni lengua, ni


cuerpo, ni conciencia; no hay ni color, ni sonido, ni olor, ni gusto, ni tacto, ni objeto de
pensamiento; no hay ni saber ni ignorancia, ni ilusión, ni fin del sufrimiento; no hay ni
conocimiento, ni provecho, ni no provecho.

Para el Bodhisattva, gracias a esta sabiduría que conduce al más allá, no existe ni
miedo ni temor. Toda ilusión o apego están alejados, y el puede comprender el fin último
de la vida, en Nirvana.

Todos los Budas del pasado, presente y futuro pueden alcanzar la comprensión de
esta suprema sabiduría gracias a este encantamiento (mantra) incomparable y sin igual,
auténtico, que suprime todo sufrimiento y permite encontrar la realidad del verdadero ku.

"Vayan, vayan, vayan juntos más allá del más allá a la orilla del Satori"
Vajracchedika Prajna Paramita El sutra
del diamante
Traducido desde el inglés por Shi Chuan Fa

1. Esto es lo que he oído. Una mañana, cuando el Buddha estaba cerca de Shravasti, en el
bosque de Jeta, en el estado de Anathapindika, Él y Su congregación de mil doscientos
cincuenta monjes fueron a la ciudad para mendigar el desayuno; cuando regresaron y
terminaron de comer guardaron las túnicas y los cuencos y se lavaron los pies. Entonces el
Buddha tomó Su asiento y los demás se sentaron ante él.

2. De entre la asamblea se levantó el Venerable Subhuti. Se desnudó el hombro derecho, se


arrodilló sobre su rodilla derecha, y juntando las palmas de las manos se inclinó ante el
Buddha. "¡Señor! -dijo- ¡Tathagata! ¡Honorado-por-todo-el-mundo! ¡Qué maravilloso es
que seamos protegidos e instruidos por Su misericordia! Señor, cuando hombres y mujeres
anuncian su deseo de seguir el Camino del Bodhisattva, y nos preguntan cómo deberían
proceder, ¿qué deberíamos decirles?"

3. "¡Bien Subhuti! -contestó el Buddha- cuando alguien dice, '¡Quiero seguir el Camino del
Bodhisattva porque quiero salvar a todos los seres; sin importarme que sean criaturas que
hayan sido formadas en un útero o incubadas en un huevo; que sus ciclos vitales sean tan
observables como el de los gusanos, insectos o mariposas, o que aparezcan tan
milagrosamente como las setas o los dioses; que sean capaces de pensamientos profundos,
o de ningún tipo de pensamientos; hago el voto de conducir a cada uno de los seres al
Nirvana; y hasta que no estén todos allí seguros, no recogeré mi recompensa y entraré en el
Nirvana.!' entonces, Subbhuti, debes recordar como uno-que-ha-tomado-los-votos, que
incluso si tal incontable número de seres fueran liberados, en realidad ningún ser habría
sido liberado. Un Bodhisattva no se aferra a la ilusión de una individualidad separada, una
entidad egótica o una identificación personal. En realidad no hay "yo" que libere, ni "ellos"
que sean liberados.

4. “Además, Subhuti, un Bodhisattva debe estar liberado de todo deseo, ya sea de ver, oir,
oler, tocar o gustar algo, o de conducir multitudes hacia la iluminación. Un Bodhisattva no
alberga ambición. Su amor es infinito y no puede ser limitado por las ataduras personales o
las ambiciones. Cuando el amor es infinito sus méritos son incalculables.

"Dime Subhuti, ¿puedes medir el cielo oriental?"

"No, Señor, no puedo."

"¿Puedes medir el espacio que se extiende hacia el sur, el oeste, el norte, o hacia arriba o
abajo?"
"No, Señor, no puedo."

"Tampoco puedes medir los méritos de un Bodhisattva que ama, trabaja y da sin deseo o
ambición. Los Bodhisattvas deberían prestar una atención particular a esta enseñanza."

5. "Subhuti, ¿qué piensas? ¿Es posible describir al Tathagata? ¿Puede ser reconocido
mediante características materiales?"

"No, Señor, no es posible someter al Tathagata a diferenciaciones o comparaciones."

Entonces dijo el Señor, "Subhuti, en el fraude del Samsara todas las cosas son distintamente
consideradas o atribuidas, pero en la verdad del Nirvana ninguna diferenciación es posible.
No se puede describir al Tathagata.

"Aquel que comprende que todas las cualidades no son de hecho cualidades determinadas,
percibe al Tathagata."

6. Subhuti le preguntó al Buddha, "Honorado-por-todo-el-mundo, ¿habrá siempre hombres


que comprendan esta enseñanza?"

El Señor respondió, "Subhuti, ¡nunca lo dudes! Siempre habrá Bodhisattvas virtuosos y


sabios; y en los eones que vienen, estos Bodhisattvas echarán su raices de mérito bajo
muchos árboles Bodhi. Recibirán esta enseñanza y responderán con fe serena, siempre
habrá Buddhas que los inspiren. El Tathagata los verá y reconocerá con Su ojo-Búdico, ya
que en estos Bodhisattvas no habrá obstrucciones, ni percepción de un yo individual, ni
percepción de un ser separado, ni percepción de un alma, ni percepción de una persona. Y
estos Bodhisattvas no considerarán las cosas como si fueran contenedores de cualidades
intrínsecas, ni como si estuvieran desprovistas de cualidades intrínsecas. Tampoco
discriminarán entre bien y mal. La discriminación entre conducta virtuosa y no virtuosa
debe utilizarse al igual que una balsa. Una vez que lleva a uno-que-cruza-la-corriente hasta
la otra orilla se abandona.

7. "Dime Subhuti, ¿ha logrado el Tathagata la Iluminación Perfecta que Trasciende las
Comparaciones? De ser así, ¿hay algo sobre ella que el Tathagata pueda enseñar?

Subhuti respondió, "Tal como entiendo la enseñanza, la Iluminación Perfecta que


Trasciende las Comparaciones no puede ser alcanzada ni atrapada, como tampoco puede
ser enseñada. ¿Por qué? Porque el Tathagata ha dicho que la Verdad no es una cosa que
pueda ser diferenciada o contenida, y por lo tanto, la Verdad no puede ser atrapada ni
expresada. La Verdad ni es ni no es.

8. Entonces el Señor preguntó, "Si alguien llenara tres mil galaxias con los siete tesoros -
oro, plata, lapislázuli, cristal, perlas rojas y cornalina- y lo diera todo como regalos de
caridad, ¿obtendría mucho mérito?"
Subhuti respondió, "Señor, en efecto adquirirá gran mértio, aunque en verdad, no tiene una
existencia separada a la que el mérito pueda acumularse."

Entonces dijo el Buddha, "Suponte que alguien haya comprendido solamente cuatro líneas
de nuestro Discurso, pero a pesar de eso se ve movido a explicárselas a otro; entonces,
Subhuti, su mérito será mayor que el de aquel que pratica la caridad. ¿Por qué? ¡Porque este
Discurso puede producir Buddhas! ¡Este Discurso revela la Iluminación Perfecta que
Transciende las Comparaciones!"

9. "Dime, Subhuti, ¿un discípulo que comienza a cruzar la Corriente se dirá a sí mismo,
'soy merecedor de los honores y recompensas de uno-que-entra-en-la-Corriente'?"

"No, Señor. Un verdadero uno-que-entra-en-la-Corriente no pensará en sí mismo como una


entidad egótica separada que pueda ser digna de algo. Solo se puede decir que
verdaderamente ha entrado en la Corriente aquel discípulo que no diferencia entre él mismo
y los demás, que no toma en consideración nombre, forma, sonido, olor, gusto, tacto, o
cualquier otra cualidad."

"¿Un adepto que está sujeto a tan solo un renacimiento más se dirá a sí mismo, 'soy
merecedor de los honores y recompensas de uno-que-solo-va-a-renacer-una-vez'?"

"No, Señor. 'Uno-que-solo-va-a-renacer-una-vez' es tan solo un nombre. No hay dejar de


existir, tampoco comenzar a ser. Solo se puede llamar adepto a alguien que haya
comprendido esto."

"¿Un Venerable que no volverá a renacer como mortal se dirá a sí mismo, 'soy merecedor
de los honores y recompensas de uno-que-no-va-a-volver.'?"

"No, Honorado-por-todo-el-mundo. 'Uno-que-no-va-a-volver' es tan solo un nombre. No


hay retorno ni no retorno."

"Dime Subhuti, ¿se dirá un Buddha a sí mismo, 'he alcanzado la Iluminación Perfecta.'?"

"No, Señor. No hay una Iluminación Perfecta que alcanzar. Señor, si un Buddha
Perfectamente Iluminado se dijera, 'así soy yo', estaría admitiendo una identidad individual,
un yo y una personalidad independientes, y en tal caso no sería un Buddha Perfectamente
Iluminado."

"¡Oh, Honorado-por-todo-el-mundo! Ha declarado que yo, Subhuti, sobresalgo entre Sus


hombres santos en el conocimiento de la bienaventuranza del samadhi, en estar
prefectamente contento en soledad, y en estar libre de pasiones. Pero no me digo, "así soy
yo", porque si alguna vez pensara en mí mismo de tal manera, no sería verdad que he
escapado de la ilusión del ego. Sé que en realidad no existe Subhuti y que por lo tanto
Subhuti no mora en ninguna parte, que ni conoce ni ignora la bienaventuranza, que ni es
libre ni es esclavo de las pasiones."
10. Dijo el Buddha, "Subhuti, ¿qué piensas? En el pasado, cuando el Thatagata estuvo con
Dipankara, el Completmente Iluminado, ¿aprendí alguna doctrina de él?"

"No, Señor. No existe una doctrina que pueda ser aprendida."

"Subhuti, date cuenta también de que si un Bodhisattva dijera, "crearé un paraiso", estaría
hablando falsamente. ¿Y por qué? Porque un paraiso no puede ser creado ni no creado.

"Date cuenta entonces, Subhuti, que todos los Bodhisattvas, grandes o menores,
experimentarán la mente pura que sigue a la extinción del ego. Una mente como esta no
discrimina haciendo juicios sobre sonido, sabor, tacto, olor, o cualquier otra cualidad. Un
Bodhisattva debería desarrollar una mente que no forme ataduras ni aversiones hacia nada.

"Suponte que un hombre estuviera dotado de un cuerpo grande, tan grande como el de
Sumeru, rey de las montañas. ¿Sería grande su cuerpo?"

"Sí, Señor. Sería grande, pero 'cuerpo' es tan solo un nombre. En realidad, él ni existiría ni
no existiría."

11. Subhuti, si hubiese tantos ríos Ganges como granos de arena hay en el lecho del
Ganges, ¿serían muchos los granos de arena de todos ellos?"

"Sí, muchos, Honorado-por-todo-el-mundo. ¡Sería imposible contar todos los ríos Ganges,
y mucho más sus granos de arena!"

"Subhuti, te diré una gran verdad. Si alguien llenara tres mil galaxias con los siete tesoros
por cada grano de arena de todos esos ríos Ganges, y las diera como caridad, ¿obtendría un
gran mértiro?"

"Realmente grande, Señor."

Entonces el Buddha declaró, "Subhuti, si alguien estudia nuestro Discurso y comprende


solamente cuatro líneas, pero se las explica a otro, el mérito conquistado será mucho más
grande."

12. "Además, Subhuti, en cualquier lugar que sean pronunciadas estas cuatro líneas, ese
lugar debería ser venerado como un Santuario del Buddha. ¡Y la veneración debería ser
mayor cuanto mayor fuera el número de líneas explicadas!

"Alguien que comprenda y explique este Discurso en su totalidad alcanza la más alta y más
maravillosa de todas las verdades. Y dondequiera que la explicación sea dada, allí, en ese
lugar, deberías conducirte como si estuvieras en presencia del Buddha. En ese lugar
deberías hacer reverencia y ofrecer flores e incienso."

13. Entonces Subhuti prenguntó, "Honorado-por-todo-el-mundo, ¿cómo se debería llamar


este Discurso?"
El Buddha respondió, "Este discurso deberá ser conocido como El Vajracchedika Prajna
Paramita - El Diamante Cortador de Sabiduría Trascendental - porque la Enseñanza es
fuerte y afilada como un diamante que corta a través de los malos enjuiciamientos y la
ilusión."

14. En ese momento el impacto del Dharma provocó lágrimas en Subhuti. Entonces,
mientras se limpiaba la cara, dijo, "¡Señor, qué precioso es que vos pronunciéis este
profundo Discurso! Hace tiempo que se abrió mi ojo de la sabiduría por primera vez; pero
desde entonces hasta ahora nunca había escuchado un explicación tan maravillosa sobre la
naturaleza de la Realidad Fundamental.

"Señor, sé que en años venideros habrá muchos hombres y mujeres que, aprendiendo de
nuestro Discurso, lo recibirán con fe y entendimiento. Serán liberados de la idea de una
identidad egótica, liberados de la idea de un alma personal, liberados de la idea de un ser
individual o una existencia separada. ¡Qué memorable logró será esta libertad!"

16. "Subhuti, aunque en este mundo ha habido millones y millones de Buddhas, y todos
merecedores de gran mérito, el mérito más grande de todos le corresponderá al hombre o
mujer que, al final de nuestra Época Búdica, en el último periodo de quinientos años, reciba
este discurso, lo considere, ponga su fe en él, y entonces se lo explique a otro, salvando así
nuestra Buena Doctrina del colapso final."

17. "Señor, ¿cómo deberíamos entonces instruir a aquellos que desean tomar los votos de
Bodhisattva?"

Decidles que si desean alcanzar la Iluminación Perfecta que Trasciende las Comparaciones
deben ser resueltos en sus actitudes. Deben estar decididos a liberar a cada uno de los seres
vivos, aunque en realidad comprendan que no hay seres individuales o separados.

"Subhuti, para ser llamado verdaderamente Bodhisattva, un Bodhisattva debe estar


completamente desprovisto de cualquier concepción de un sí mismo.

18. "Dime, Subhuti. ¿Posee el Tathagata el ojo humano?

"Sí, Señor, lo tiene."

"¿Posee el Tathagata el ojo divino?"

"Sí, Señor, lo tiene."

"¿Posee el Tathagata el ojo espiritual?"

"Sí, Honorado-por-todo-el-mundo."

"¿Y posee el ojo de la sabiduría trascendetal?


"Sí, Señor."

"¿Y posee el Tathagata el ojo-Búdico de la omnisciencia?"

"Sí, Señor, lo tiene."

"Subhuti, aunque hay incontables Tierras Búdicas, e incontables seres de formaciones


mentales muy diferentes en esas Tierras Búdicas, el Tathagata los comprende a todos con
su Mente que Todo lo Abarca. Pero en cuanto a sus formaciones mentales, simplemente se
las llama "mentales". Tales formaciones mentes no tienen existencia real. Subhuti, es
imposible retener estados mentales pasados, imposible mantener estados mentales
presentes, e imposible aprehender estados mentales futuros, ya que en ninguna de sus
actividades tiene la mente substancia o existencia."

32. "Y por último, Subhuti, date cuenta de nuevo de que si un hombre da todo lo que tiene -
tesoro suficiente para llenar innumerables mundos- y otro hombre o mujer despierta al
pensamiento puro de la Iluminación y toma solamente cuatro líneas de este Discurso, las
recita, las considera, las comprende, y entonces, para el beneficio de los demás, da a
conocer estas líneas y las explica, su mérito será el mayor de todos.

"Ahora, ¿cuáles deberían ser las formas de un Bodhisattva cuando explica estas líneas?
Debería estar desprendido de las cosas fraudulentas del Samsara y debería morar en la
verdad eterna de la Realidad. Debería saber que el ego es un fantasma y que tal engaño no
tiene que seguir existiendo.

Y así debería mirar el mundo temporal del ego-

"Como una estrella que cae, o Venus eclipsada por el alba,

Un burbuja en una corriente, un sueño,

La llama de una vela que chisporrotea y se va."

Cuando el Buddha hubo terminado, el Venerable Subhuti y el resto de asamblea se llenó de


gozo con Su enseñanza; y llevándola sinceramente en el corazón, emprendieron sus
caminos.

* Una versión abreviada. Las secciones de la 19 a la 31 han sido omitadas debido a que
repiten secciones previas. El capítulo 17 ha sido omitido por el traductor, Edward Conzen
porque, según sus palabras: "En el capítulo 17 el sutra se repite. La pregunta del capítulo 2
se formula de nuevo, y lo mismo sucede con la respuesta del capítulo 3. 17-a-d considera
sucesivamente tres etapas de la vida del Bodhisattva, tal como sucede en los capítulos del 3
al 5, y de nuevo en el 10. Con la ausencia de una entidad real como idea principal, el
capítulo 27 vuelve una vez más sobre materia ya vista. 17a corresponde al 3; 17b al 10a;
17d al 7; 14g al final del 8; 17e al 10c; y 17g al 10b."

SAN DO KAI
del Maestro Sékito (700 - 790)

La unión de la esencia y de los fenómenos


El espíritu del gran Maestro de la India se transmitió fielmente del este al oeste.
Existen diferencias en la personalidad humana. Algunos son inteligentes, otros menos. Pero
en la Vía, el sur y el norte no existen. El manantial de la vía espiritual es claro y puro, sólo
los afluentes fangosos fluyen en la oscuridad. Demasiado apegarse a los fenómenos es
causa de ilusión. Seguir, encontrar la esencia no es el verdadero Satori. Dirigidos por la ley
de interdependencia, todas las puertas y todos los objetos se interpenetran, juntos y no-
juntos. Si este encuentro armonioso no se realiza, los dos se quedan en su posición. La
esencia de todos los objetos visibles posee según cada objeto, cualidades e imágenes
diferentes. La raíz de la voz cambia según la felicidad o el sufrimiento. Esta profundidad
oscura es el mundo de la combinación de los elementos, en todas las direcciones, por arriba,
por abajo, en el medio. Pero en presencia de la luz los objetos son claros, y en su posición
existencial podemos discernir lo que es puro de lo que es impuro. La naturaleza de los
cuatro grandes géneros vuelve automáticamente a su manantial como un niño reencuentra a
su madre. El fuego quema, el viento esta en movimiento, el agua está húmeda, la tierra está
dura. Para los ojos existe el color, las orejas perciben los sonidos, la nariz percibe los
olores, la lengua puede diferenciar lo salado de lo dulce. Pero todas las existencias, como
las hojas del árbol, están alimentadas por la raíz. El origen y el fin resultan del mismo
manantial: Ku. El origen y el fin retornan a la nada. Noble o vulgar, ¡Cómo queráis!. En la
oscuridad existe la luz, no miréis con una visión oscura. En la luz existe la oscuridad, no
miréis con una visión luminosa. Luz y oscuridad crean una oposición, pero dependen una
de otra como el paso de la pierna derecha depende del paso de la pierna izquierda. Cada
existencia tiene su utilidad, usadla cualquiera que sea su posición. Fenómenos y esencia se
encajan perfectamente. La flecha y la lanza se entrechocan. Recibiendo este lenguaje,
debéis entender su fuente. No permanezcáis en concepciones egoístas y equivocadas. Si no
podéis entender la Vía aunque caminéis por ella no podréis obtenerla. Avanzando vuestros
pies, aquí y ahora, no existe ni lo cercano ni lo lejano. La más mínima duda crea una gran
separación como una montaña está alejada de un río. Los que buscáis el Camino, os lo
ruego, no perdáis el momento presente.
HOKYO ZAN MAI
del Maestro Tozan (807 - 869)

El Samadhi del espejo precioso


Sin error, sin duda, así es el Dharma. Buda y los Maestros de la transmisión no han
hablado de él. Ahora podéis obtenerlo. Por eso, os lo ruego, conservadlo intacto. La nieve
blanca se amontona en la bandeja de plata. La luz de la luna envuelve la garza blanca. Son
cercanas pero no idénticas. Están íntimamente mezcladas pero cada una entiende su estado.
La conciencia no es lenguaje. Si la ocasión se presenta, también debemos ir ahí. Turbado
por las palabras, caéis en un abismo. En desacuerdo con las palabras llegáis al callejón sin
salida de la duda. Ir en contra, tocar, ni uno ni otro valen, eso es como una bola de fuego. Si
os expresáis con un lenguaje florido, ¡eso es del dominio de las manchas! Medianoche es la
verdadera luz, el amanecer no es claro. Esta frase se convierte como la regla de lo material.
Si la utilizáis, podéis rechazar todos los sufrimientos y dificultades. Aunque no es sin
conciencia, no es sin lenguaje. Pero si es inconsciente, eso se vuelve lenguaje. Como
contemplarse en un espejo: la forma y el reflejo se miran. No eres el reflejo, pero el reflejo
eres tú. De la misma manera que son los bebés en el mundo, tienen las cinco características:
no van mas que vienen, no surgen... no permanecen... no hablan... Baba wawa... Finalmente
no pueden obtener sus objetos porque su lenguaje no es correcto. Las seis líneas del
hexagrama "shuri" inclinan el juego mútuo. No obstante, la causa del establecimiento del
tres resulta ser el cinco. Como los cinco gustos de la planta chisso. Exactamente como un
cetro de diamantes (vajra). Cuando lo derecho y lo oblicuo se encuentran y se encajan
(como las piernas en loto), maravillosamente hay pregunta y respuesta fundidas. Es íntimo
con el origen, es familiar con la Vía. Si esto se mezcla, hay felicidad. Pero no debemos
hacer ninguna equivocación. Es inocente y misterioso, eso no pertenece ni a la ilusión ni al
Satori. La ley de interdependencia y la oportunidad pueden estar realizadas en la claridad y
el silencio del corazón. El macrocosmos entra en el infinito. El limite del macrocosmos es
el limite propio del cosmos. Si se crea una diferencia, aunque sea ínfima, eso no puede
armonizarse con el ritmo de la música. Ahora existe lo súbito y lo gradual, el Zen se
convierte en sección, eso es una medida de comparación. A pesar de la compresión a través
de las escuelas y la realización de la idea, eso es una mancha en el verdadero Satori. Al
exterior...la tranquilidad, al interior...el movimiento. Es como el caballo trabado, como el
ratón escondido. Dado que todos los Maestros de la transmisión se han afligido por este
punto, sienten la necesidad de hacer don del Dharma. Dado que las personas siguen la
ilusión llena de errores, confunden lo blanco con lo negro. Cuando la ilusión se desvanece,
en este mismo instante, cada uno puede entender por sí mismo. Si deseáis adaptaros,
intimar con las antiguas huellas transmitidas, os lo ruego, mirad con atención el ejemplo de
los antiguos predecesores. El árbol ha sido observado desde hace diez millones de años
para alcanzar la Vía de Buda. Como el punto débil del tigre, como los ojos nocturnos del
caballo. Dado que los hombres tienen el horror en su espíritu, con su complejo de
inferioridad, mirando los objetos, los artículos, como una joya rara, el Maestro debe
cambiarse en gato o en buey blanco. El Maestro del tiro al arco, con su elevada técnica,
puede alcanzar el blanco incluso en las distancias más grandes. Pero si la flecha y la lanza
chocan en pleno vuelo, la mas alta técnica pierde entonces toda su eficacia. El hombre de
madera canta, la mujer de piedra se levanta y baila. Los súbditos deben obedecer al rey, el
hijo debe seguir a su padre. No seguir no es el deber filial del hijo, no obedecer no es ser un
verdadero súbdito. La acción escondida, secretamente, íntimamente utilizada parecerá
estúpida y limitada. Lo que se llama el sujeto en el sujeto, solo triunfa eso.
FUKANZAZENGI
del Maestro Dogen (1200 - 1253)

La Vía es fundamentalmente perfecta. Penetra todo. ¿Cómo podría depender de la


práctica y de la realización? El vehículo del dharma es libre y despejado de todas las trabas.
¿Dónde es necesario el esfuerzo concentrado del hombre? En verdad el Gran Cuerpo está
más allá del polvo del mundo. ¿Quién podrá creer que existe un medio de desempolvarlo?
No es nunca distinto de cualquiera que sea, siempre exactamente allí donde esté. ¿Para que
sirve ir aquí o allí para practicar?

Sin embargo, si hay una fosa, por muy estrecha que sea, la Vía queda tan alejada
como el cielo de la tierra. Si se manifiesta la menor preferencia o la menor antipatía, el
espíritu se pierde en la confusión. Imaginad a quien se pavonea de comprender y que se
hace ilusiones de su propio despertar, entreviendo la sabiduría que penetra todas las cosas,
une la Vía y clarifica el Espíritu y hace nacer el deseo de escalar el cielo mismo. Esta
persona ha emprendido la exploración inicial ilimitada de las zonas frontales pero está
todavía de forma insuficiente sobre la Vía vital de la emancipación absoluta.

¿Tengo yo necesidad de hablar de Buda, que estaba en posesión del conocimiento


innato? Se siente todavía la influencia de los seis años que él vivió, sentado en loto en una
inmovilidad total. Y Bodhidharma, la transmisión hasta nuestros días del sello ha
conservado el recuerdo de sus nueve años de meditación delante de una pared. ¿Si esto
sucedía con los santos de la antigüedad, como los hombres de hoy pueden dispensarse de
negociar la Vía?

Debéis en consecuencia abandonar una práctica basada en la comprensión


intelectual, corriendo detrás de las palabras y mintiéndoos a la letra. Debéis aprender la
semivuelta que dirige vuestra luz hacia el interior, para iluminar vuestra verdadera
naturaleza. El cuerpo y el espíritu ellos mismos se borrarán, y aparecerá vuestro rostro
original. Si queréis alcanzar lo que "es así", debéis practicar lo que "es así" sin tardar.

Para Zazen, conviene una habitación silenciosa. Comed y bebed sobriamente.


Rechazad todo empeño y abandonad todos los asuntos. No pensad: "esto está bien, esto está
mal". No toméis partido ni por, ni contra. Parad todos los movimientos del espíritu
consciente.

No juzgad los pensamientos ni las perspectivas. No tened ningún deseo de


convertiros en Buda. Zazen no tiene absolutamente nada que ver con la posición sentada o
la posición tumbada.

En el sitio donde tenéis la costumbre de sentaros, extended una alfombrilla de paja y


poned el zafu arriba. Sentaos en loto o en medio loto. En la postura del loto, poned primero
el pie derecho en el muslo izquierdo y el pie izquierdo en el muslo derecho.
Cuidad de aflojar vuestra ropa y vuestro cinturón, arreglándolos convenientemente.

Poned entonces la mano derecha sobre la pierna izquierda y la mano izquierda dirigida
hacia arriba sobre la mano derecha; los extremos de los pulgares se tocan.

Sentaos bien rectos, en la actitud corporal correcta, ni basculada a la izquierda, ni


basculada a la derecha, ni hacia delante, ni hacia atrás.

Tened cuidado de que las orejas estén en el mismo plano que los hombros y que la
nariz esté en la misma línea vertical que el ombligo.

Poned la lengua pegada al paladar; la boca está cerrada; los dientes se tocan.

Los ojos deben quedarse siempre abiertos, y debéis respirar suavemente por la nariz.

Cuando habéis conseguido la postura correcta, respirar profundamente una vez,


inspirar y expirar. Basculad el cuerpo de derecha a izquierda; e inmovilizaros en una
posición sentada estable. Pensad en no pensar. ¿Cómo se piensa en no pensar? No-
pensamiento (Hishiryo). Eso es en sí mismo el arte esencial del Zazen.

El Zazen del cual hablo no es el aprendizaje de la meditación, no es otra cosa que el


Dharma de paz y felicidad, la práctica-realización del despertar perfecto. Zazen es la
manifestación de la última realidad. Las trampas y las redes no pueden nunca alcanzarlo.
Una vez que habéis asido su corazón, sois idénticos al dragón cuando sale del agua e
idénticos al tigre cuando penetra en la montaña. Pues hay que saber que en este momento
preciso - cuando se practica Zazen - el verdadero Dharma se manifiesta y que desde el
principio hay que apartar el aflojamiento físico y mental y la distracción.

Cuando os levantéis, moveros suavemente y sin prisa, calmada y deliberadamente.


No os levantéis de súbito o bruscamente. Cuando se echa una mirada sobre el pasado, se
percibe que la trascendencia de la iluminación o la no iluminación, que morir sentado o de
pie, siempre ha dependido del vigor del Zazen.

Además, la apertura a la iluminación en una ocasión dada por un dedo, una bandera,
una aguja, un martillo, el cumplimiento de la realización gracias a un cazamoscas, un puño,
un bastón, un grito, todo eso no puede ser asido totalmente por el pensamiento dualista del
hombre. En verdad, esto no puede ser mejor conocido mediante el ejercicio de los poderes
naturales. Eso está más allá de lo que el hombre escucha y ve - ¿no es un principio anterior
a los conocimientos y a las percepciones? -.

Dicho esto, importa poco que seamos o no inteligentes. No hay diferencia entre el
tonto y el listo. Cuando uno concentra su esfuerzo en un solo espíritu, eso en sí mismo es
negociar la Vía. La práctica-realización es pura por naturaleza. Adelantar es un asunto de
cotidianeidad.
En conjunto, este mundo y los otros, a la vez en India y en China, respetan el sello
de Buda. La particularidad de esta escuela prevalece: devoción a la meditación sentada todo
sencillamente, sentarse inmóvil en un compromiso total. Aunque se dice que hay tantas
almas como hombres, todos negocian la Vía de la misma manera, practicando zazen. ¿Por
qué abandonar el lugar que os está reservado en la casa para errar en las tierras polvorosas
de otros reinos? Un solo traspiés, y os escapáis de la Vía trazada toda recta delante de
vosotros.

Habéis tenido la suerte única de tomar una forma humana. No perdáis vuestro
tiempo. Lleváis vuestra contribución a la obra esencial de la Vía de Buda. ¿Quien cogería
un placer vano de la llama que surge del silex? Forma y sustancia son como el rocío en la
hierba, el destino semejante a un relámpago - desvanecido en un instante.

Os lo ruego, honorados discípulos del Zen. Acostumbrado desde hace mucho


tiempo a tantear al elefante en la oscuridad, no temáis del verdadero dragón. Concentrad
vuestra energía en la Vía que indica el absoluto sin pérdida. Respetad al hombre realizado,
que se sitúa más allá de los actos de los hombres. Poneos en armonía con la iluminación de
los Budas; suceded a la dinastía legítima del Satori de los Patriarcas. Conducios siempre así
y seréis como ellos son. Vuestra habitación del tesoro se abrirá por si misma, y la utilizareis
como mejor os parezca.

Gatha de Seng T’san, Tercer Patriarca Zen


Traducido desde el inglés por Shi Chuan Fa

No es difícil descubrir tu Mente Búdica


Simplemente deja de buscarla.
Deja de aceptar y de rechazar posibles lugares
Donde pienses que pueda estar
Y aparecerá ante tí.

¡Ten cuidado! La más leve señal de preferencia


Abrirá una sima tan ancha y profunda
como el espacio que separa cielo y tierra.

Si quieres encontrar tu Mente Búdica


No albergues opiniones acerca de nada.
Las opiniones dan lugar al argumento
Y la disputa es un deseo de la mente.

Sumérgete en las profundidades.


La quietud es profunda.
No hay nada profundo en las aguas superficiales.
La Mente Búdica es perfecta y engloba al universo.
No tiene carencia de nada y nada tiene en exceso.
Si piensas que puedes elegir entre sus partes
Perderás de vista su esencia verdadera.

No te aferres a las apariencias, a las cosas opuestas,


a las cosas que existen como relativas.
Acéptalas con imparcialidad
Y no tendrás que perder el tiempo en elecciones insubstanciales.

Los juicios y las discriminaciones bloquean el flujo


y suscitan las pasiones.
Irritan la mente que necesita quietud y paz.
Si vas de uno a otro, de esto a eso,
o hacia cualquiera de los innumerables opuestos,
Perderás de vista el todo, el Uno.
Siguiendo un opuesto te estarás extraviando,
lejos del centro que está en equilibrio.
¿Cómo esperas alcanzar el Uno?

Decidir lo que es, es determinar lo que no es.


Pero determinar lo que no es te puede ocupar tanto
que se convierta en lo que es.
Cuanto más hablas y piensas, más lejos te encuentras.
Deja de hablar y de pensar, y lo encontrarás en todas partes.

Si permites que todas las cosas vuelvan a su origen,


eso está bien.
Pero si dejas de pensar que esa es tu meta
Y que de ello depende el éxito
Y luchas y luchas en vez de simplemente dejar pasar,
No estarás practicando Zen.
En el momento en que empiezas a discriminar
y a preferir equivocas el camino.
Buscar la verdad también es un falso
punto de vista que deberí a ser igualmente abandonado.
¡Deja pasar! Deja de buscar y de escoger.
Las decisiones dan lugar a las confusiones,
y ¿adónde puede ir una mente confundida?

Todos los pares de opuestos provienen


de la Unica Gran Mente Búdica.
Acepta los opuestos con dócil resignació n.
La Mente Búdica permanece calma y quieta,
Ten presente esto y nada podrá perturbarte.
Lo inofensivo y lo dañino dejan de existir.
Los sujetos cuando son liberados de sus objetos se desvanecen
Al igual que los objetos cuando son liberados de sus sujetos.
Cada uno depende de la existencia del otro.
Comprende esta dualidad y verás
que ambos provienen del Vacío del Absoluto.

El Fondo de todo Ser contiene todos los opuestos.


Todas las cosas nacen del Uno.
¡Qué perdida de tiempo escoger entre basto y fino!
Ya que la Gran Mente da nacimiento a todas las cosas,
Abárcalas todas y deja morir tus prejuicios.

Para realizar la Gran Mente no seas vacilante ni ansioso.


Si intentas cogerla, agarrarás aire
y caerás en el camino de los heréticos.
¿Dónde está el Gran Dao? ¿Lo puedes guardar?
¿Permanecerá o se irá?
¿No te espera en todas partes para unir
tu naturaleza con Su naturaleza y liberarte
de los problemas al igual que El lo está?

No canses tu mente preocupándote por qué es real y qué no lo es,


Sobre qué aceptar o qué rechazar.
Si quieres conocer el Uno, no detengas tu experiencia sensorial,
Pero no te veas afectado ni enredado por los datos.
El sabio actúa sin emoción y parece como si no actuara.
El ignorante permite implicarse a las emociones.
El sabio comprende todas las cosas como parte del Uno.
El ignorante ve diferencias en todas partes.

Todas las cosas son iguales en su esencia,


así que aferrarse a unas y abandonar otras
Es vivir en el engaño.
La mente no es juez ecuanime de sí misma.
Tiene prejuicios en su favor y en su contra.
No puede ver nada objetivamente.

La Bodhi está más allá de toda noción de bien y mal,


más allá de los pares de opuestos.
Los ensueños son ilusiones y las flores nunca florecen en el cielo.
Son invenciones de la imaginación y no merecen ser considerados.
Ganancia y pérdida, correcto y erróneo, basto y fino.
¡Deja que se vayan todos!
Permanece atento. Mantén abiertos tus ojos.
Tus ensueños desaparecerán.
Si no haces juicios, todo será como verdaderamente es.
Profunda es la sabiduría del Tathagata,
Excelsa y más allá de todas las ilusiones.
A este Uno regresan todas las cosas
siempre que no las separes, manteniendo unas y desechando otras.
De todos modos, ¿dónde las puedes dejar?
Todas están dentro del Uno.
No hay afuera.

Lo Elemental no tiene modelo, no alberga dualidad,


y nunca es parcial.
Confía en esto. Mantén viva tu fe.
Cuando abandonas todas las distinciones no queda nada
salvo la Mente que se vuelve pura, que irradia sabiduría,
y nunca se cansa.

Cuando la Mente abandona las discriminaciones


Los pensamientos y los sentimientos
no pueden sondear sus profundidades.
El estado es absoluto y libre. No hay ni yo ni otro.
Tan solo te darás cuenta de que eres parte del Uno.
Todo está dentro y nada está fuera.

Los sabios de todo el mundo lo comprenden.


Este conocimiento está más allá del tiempo, ya sea largo o corto,
Este conocimiento es eterno. Ni es ni no es.
Todo está aquí y lo más pequeño es igual a lo más grande.
El espacio no puede limitar nada.
Lo más grande es igual a lo más pequeño.
No hay límites, ni dentro ni fuera.
Lo que es y lo que no es son lo mismo,
Pues lo que no es, es igual a lo que es.
Si no despiertas a esta verdad, no te preocupes.
Ten fe en que tu Mente Búdica no está dividida,
Que acepta todo sin discernimiento.
No prestes atención a palabras, discursos, o métodos bonitos
Lo eterno no tiene presente, pasado ni futuro.
LOS SESSHINES
Son períodos extensos de zazen intensivo y en silencio para meditadores
experimentados. Se sigue un horario riguroso durante de dos a siete días.

Un día de sesshin comienza a las 4:00 a.m. y termina a las 9:30 p.m. Hay diez horas
de zazen formal cada día, y se promueve el zazen informal durante los períodos de
descanso. Otros elementos del sesshin son: meditación ambulante, cantos, postraciones,
trabajo, períodos de descanso, ejercicios y comidas vegetarianas. Se ofrece dokusán
(instrucción privada con el Sensei) tres veces al día, y hay teishos diarios (comentarios
zen).

Debido a las exigencias de los sesshines, sólo deben solicitar participación aquellas
personas que han estado sentándose con regularidad. Para asistir a un sesshin son requisitos
la participación en un taller y en un día de zazen. También es aconsejable participar en un
sesshin corto antes de solicar participar en uno de mayor duración.

HORARIO DIARIO DE SESSHIN


Primera noche Cada día
7:00................................Ceremonia de apertura 4:00 a.m...........................Campana
7:30................................Zazen 4:20................................Kinhin afuera
9:30................................Fín de zazen formal 4:35................................Cantos, zazen, dokusán
6:45................................Desayuno
7:10................................Período de trabajo
8:15................................Período de descanso
9:30................................Zazen
10:15..............................Teisho
11:15..............................Zazen
12:30 p.m.........................Almuerzo/descanso
2:00................................Zazen y dokusán
4:00................................Cantos
4:20................................Período de ejercicios
5:00................................Zazen
5:30................................Cena/descanso
7:00................................Zazen y dokusán
9:30................................Fín de zazen formal

Sesshin de Becerril de la Sierra, Madrid 6-7-8 de


Diciembre 1997
Shikantaza es solamente sentarse aquí y ahora. Significa también concentración y
observación. Concentración de la postura correcta, la fuerza, el ánimo. Concentración en la
actitud del espíritu correcta. Observación del movimiento, de los pensamientos.
Tranquilidad. Siempre vamos y venimos en el tiempo. Zazen es aquí y ahora, el momento
presente. Y normalmente eso expresa el instante de la práctica. En Zazen, en la práctica del
Zen, expresamos siempre la cosa real; no hay visión o mística.

En el Sutra del Loto, Shakyamuni Buda dice: "los Budas solos, junto con todos los
Budas, son directamente capaces de realizar que todos los fenómenos son la forma real".
Así, durante Zazen, la forma real es nuestro cuerpo y nuestro espíritu, aquí y ahora.

Incluso la enseñanza, o los libros, o los Sutras expresan la cosa real. El mundo
invisible es solo el mundo del espíritu, que a veces divaga.

Zazen es cuerpo-espíritu uno, aquí y ahora, concentrarse en el momento presente. Y


lo mismo sucede en la vida. En la Prajna Paramita está dicho: "el tiempo es un dharma
inmutable, sin causa propia. Es sutil, invisible e incognoscible. Es por sus efectos, sus
flores, sus frutos que podemos conocer su existencia y ver sus caracteres como en otro
tiempo, o hace poco, o lentamente, o rápidamente... Aunque no vemos el tiempo es posible
conocer su existencia. Porque es viendo el efecto que conocemos la existencia de la causa.
Y es por eso que existe un dharma-tiempo. Como este Dharma es inmutable, es eterno. El
tiempo presente es parecido a una bola de barro, el tiempo futuro a un cántaro de barro, y el
tiempo pasado al polvo de la tierra". Si el tiempo es una situación única, eterna, el pasado
no hace el futuro ni tampoco el presente. Cuando pensamos en el pasado, no existe más
como pasado, existía como presente; así el pasado no existe. Cuando se realiza el futuro no
existe como futuro, existe como presente. Así el futuro no existe. Esa es la forma de pensar
de los antiguos indios de la India: observan la mente desde todos los lados.

El Dharma-tiempo es la existencia y la existencia es el tiempo, el ahora que


vivimos, el ahora eterno, inmutable. Hacer una sesshin es realmente asir el momento
presente. No escaparse a un futuro y a un pasado que no existen. Tocar la cosa real, el
cuerpo real. El cuerpo de Buda; no un Buda de sueño, ilusión de pasado, sino el Buda vivo,
actual.

El 8 de diciembre es el día de la Inmaculada, la sin mancha. También es el


cumpleaños de Jacques y el aniversario del despertar de Shakyamuni Buda. También es el
aniversario de Ananda, su primo y el que fué su secretario durante 20 años.

Ananda fué el que abrió la Sangha a las mujeres. Pidió al Buda que también las
mujeres practicasen. Su nombre, Ananda, significa alegría porque, en primer lugar, a causa
de su buen karma pasado, Ananda era muy guapo, causando alegría tan sólo al verlo.
Cuando el Buda debía mandar a un discípulo a la corte del rey para enseñar, las princesas
pedían siempre a Ananda. Era tan guapo que tenía el derecho de cubrirse los dos hombros
con el vestido para ocultar un poco su belleza. Cuando entraba en las casas para pedir
comida, siempre le ocurrían aventuras con las chicas.

También se llama Alegría porque al nacer Ananda, el rey, el padre de Shakyamuni


Buda, acababa de enterarse del despertar de su hijo.
Cuando murió el Buda, Ananda fué rechazado por la Sangha. Aunque sirvió 20 años
al Buda, no era Arhat, como los demás discípulos. Un Arhat es como un inmaculado,
alguien que ha abolido toda mancha y ha alcanzado el estado de Nirvana, la extinción
completa, no teniendo que entrar en más vidas sucesivas. También, un Arhat tiene un
conocimiento perfecto.

Ananda había hecho el voto de ser el primero de ser aquel que más oyera la
enseñanza. Pero a veces oír mucho es ser como una persona que cuenta el tesoro de otro sin
tener un duro en el suyo.

También Ananda era el secretario del Buda, y así, no era Arhat, ya que los Arhat,
habiendo cumplido el Gran Asunto - la destrucción de las pasiones - se quedan sentados
junto al Buda sin hacer nada.

Ananda ponía su karma al servicio del Buda, de la Vía, pero durante 20 años sirvió
al Buda, y después, durante 20 años sirvió a Makashyapa, el cual le transmitió la verdadera
ley.

Es muy importante estudiar la Transmisión. No son historias o cuentos. Es la


realidad, la realidad de la práctica, la realidad del despertar.

El Arhat era el símbolo del Budismo antiguo y el Bodhissatva es el símbolo del


Mahayana, el Budismo de hoy. Pero en la práctica, en el Dharma de las cosas tal como son,
es la misma persona, el discípulo de Buda, el que ha alcanzado el Despertar perfecto y
universal, Anutarra Samyak Sambodhi. En el Sutra del Loto están representados como
habiendo acabado con los excesos, viviendo sin ser molestados por los fenómenos de la
vida, realizando todos los compromisos de la existencia y liberados en el espíritu. La
ignorancia, la equivocación, es creer que el estado profundo de zazen, la realización de la
naturaleza profunda Anutarra Samiak Sambodhi, vale sólo para uno mismo. El Buda, el
verdadero Maestro, enseña la realidad, las cosas tal como son, y esto no se realiza, o existe,
para una sola persona, sino para todas las existencias, para todos los seres vivientes,
partícipes todos de la naturaleza de Buda." Budas solos, juntos con todos los Budas,
capaces de realizar profundamente que todos los Dharma son la forma real, y lo que
llamamos todos los Dharma son las formas tal como son, la naturaleza tal como es, el
cuerpo tal como es, la energía tal como es, la acción tal como es, las causas tal como son,
las condiciones tal como son, los efectos tal como son, los resultados tal como son, y el
último estado de equilibrio entre Ku y los fenómenos tal como es. Todo ello son todos los
Dharmas, la cosa real, la naturaleza Anutarra Samiak Sambodhi, el despertar perfecto y
universal"

El Buda Shakyamuni habla de las diez direcciones: el cosmos entero, el espacio


entero. No es el caminar por la acera de una ciudad para ir al trabajo, sin ver nada, ni a
nadie, sin sentir la existencia viva junto a nosotros. El espacio entero, las diez direcciones
es el cuerpo de la tierra, el cuerpo del cielo, nuestro cuerpo entero, vivo.

En el Zen, en la práctica de Zazen se habla sólo de la vida, como vivir. No nos


importa mucho lo que pueda pasar después de la muerte, lo que pasa en nuestra existencia
nos importa. Queremos siempre sacar provecho de todo, de la gente, de las cosas, de la
materia, del espiritualismo. El Zen, al final, es abandonar cuerpo y espíritu, rechazar cuerpo
y espíritu. Más allá. Así, el cuerpo entero vivo se convierte en cuerpo de Despertar. El
espíritu, en espíritu de Despertar. Hishyrio. Sentarse, andar, tumbarse, comer; todo se
convierte en práctica. Práctica viva, en el tiempo eterno, en el espacio total, con el cielo,
con la tierra.

Una Sesshin no es únicamente un fin de semana en el que se practica más Zazen.


También es el tiempo de desarrollar la semilla de Prajna, la sabiduría. Durante el Zazen hay
silencio; normalmente el espíritu encuentra la tranquilidad, la paz. Pero también lo que
sigue debe reflejar Zazen. Ahora hay muchas palabras, la gente habla siempre. Habla
durante la comida, habla al cortar la verdura, habla cosiendo...¿de qué? ¿De sí mismo, de su
historia?. Está bien acabar un poco con su mundo social. Cuando hay mucho ruido la gente
se cansa más, se dispersa, pierde fuerza. Normalmente, durante la Guen Mai, durante la
comida a medio día, no se habla, tan sólo al final, en el postre. El Samu es concentrarse en
cada acción, hacer cada acción totalmente, con el mismo espíritu de zazen: concentración y
observación. Así tendréis más energía, más fuerza, más paciencia, más sabiduría. Está bien
olvidar un poco nuestra historia personal, cambiar las costumbres, la manera de vivir,
cambiar el mundo.

La enseñanza del Maestro Deshimaru era bastante libre: postura correcta. Después,
cada cual es responsable de sí mismo. A veces no se hace de modo natural, pero está bien
detener un poco las palabras, el karma de la boca, de los labios.

El Maestro Dogen dice: "una persona que es capaz de creer en Anutarra - Samiak -
Sambodhi es un Arha. Desear y perseguir el despertar universal es jugar con el ojo - tal
como se entiende en el Shobogenzo - el Ojo del Tesoro de la verdadera Ley. Desear y
perseguir el despertar universal es sentarse haciendo frente a la pared. La pared nos está
haciendo frente y nos está haciendo abrir el ojo. Es el mundo entero, y al mismo tiempo, los
dioses que aparecen y los demonios que se desvanecen. Es el mundo todo entero y los
Arhat rechazándose a sí mismos en un instante".

Así, el satori, el despertar perfecto universal Anutarra Samyak Sambodhi, no está


reservado a un inmaculado, a una persona más allá de los mundos, sin pasiones. Solo hacer
frente a la pared. La pared enfrente de sí mismo. Practicar.

El maestro Kokukon dice: "cuando las personas de los tiempos antiguos habían
alcanzado la esencia, entraban en la montaña profunda, y vivían en chozas lejanas y
oscuras, comiendo arroz cocido en calderos rotos durante 20 años. Olvidaban totalmente el
mundo humano y decían adiós para siempre a los polvorosos asuntos humanos. En mi
época no deseo una situación igual, sino solo ocultar mi nombre, cubrir mis huellas y
continuar mi trabajo. Convertirme en un viejo monje, con su cara austera, y sus huesos de
guerrero de la Vía, que se pone de acuerdo naturalmente con el estado experimentado por
todos los Budas. Recibir y utilizar el estado dado por mi propia competencia. Dejar mi
karma pasado derretirse y adoptar la costumbre de una práctica larga. Si me sobra energía,
la extenderé hacia los demás, estableciendo las condiciones para Prajna, e intentando
perfeccionar nuestras mismas piernas y nuestros pies.
Juntos conoceremos la existencia y juntos seremos libres de la vida y de la muerte,
creando más y más beneficios para el futuro, y reembolsando la profunda conversión de los
Budas. Si el hielo y el rocío no pueden estar parados para que madure el fruto, me
armonizaré con las circunstancias. Me abriré y cultivaré los seres humanos y los dioses.
Pero nunca daré media vuelta a mi espíritu hacia el provecho. Dependeré aún menos del
poder social. Tampoco me convertiré en un maestro vulgar, que desafía a los santos con su
comportamiento, uno que persigue las ganancias y los éxitos, produciendo la llama del
infierno. Aunque me falten elementos esenciales y también buenas condiciones, si solo
puedo ir por el mundo así, y ser sin efectos kármicos, ¿podré yo ser un verdadero Arhat,
más allá del polvo?". Sale el sol. Es muy importante hacer Zazen por la mañana. Seguir la
naturaleza.

Cuidado con la posición de la cabeza y la espalda. La base, la cadera empuja el zafu.


Bascular bien la base, a nivel de la 5ª vértebra lumbar. No olvidéis tener fuerza en los
riñones, y de estirar la columna vertebral desde la 5ª vértebra lumbar. Estirar los omóplatos;
estirar la nunca, entrar el mentón y empujar el cielo con la cima de la cabeza. Empujar la
tierra con las rodillas. Encontrar el equilibrio perfecto de la postura. Así no hay demasiado
peso del cuerpo en las rodillas y podéis expirar profundamente. El vientre está libre, sin
tensión.

La vía de la transmisión del Zen es diferente de las otras tradiciones. Ananda había
oído mucho; había tenido un largo aprendizaje con el Buda, pero el Buda no le había dado
su aprobación. Transmitió a Makashyapa a través de una sonrisa, girando la flor en el Pico
del Buitre.

En este momento Ananda no podía entrar en la habitación del Tesoro. Dije que
Ananda había sido rechazado por la Sangha después de la muerte del Buda, pues no era
Arhat. Un día, todos los discípulos menos Ananda, se reunieron. Todos estaban tristes. Su
problema era no recordar las palabras de su Maestro. Ananda no podía entrar en el lugar de
la reunión. Practicó Zazen. Entró en Samadhi profundo. Tocó Anutarra Samyak Sambodhi.
Makashyapa le dijo: "ahora utiliza tus poderes para entrar en el sitio de la reunión". Ananda
se hizo minúsculo y entró a través de la cerradura.

Un discípulo dijo: "Ananda ha oído mucho como secretario del Buda. Es como agua
pasando de un recipiente a otro sin que se pierda una gota. Ananda posee la enseñanza del
Buda. Por favor, te pedimos que repitas esta enseñanza". Makashyapa le dijo: "los monjes
te han elegido. Entonces, siéntate y repite lo que te ha dicho el Buda".

Siguiendo esta solicitud, Ananda hizo Sampai delante de la Sangha, se sentó en su


zafu y dijo: "así he oído en una circunstancia al Buda", y empezó a repetir la enseñanza
santa del Buda vivo. Es por eso que los sutras que tenemos ahora empiezan siempre de la
misma forma: "Así, he oído en una circunstancia, el Buda estaba en...".

Makashyapa preguntó: "¿Es diferente de la enseñanza del Tagatha?". Y los


discípulos, a una sola voz, contestaron: "no sabemos si el Buda ha vuelto o si habla a través
de Ananda. El gran maestro del Dharma fue al interior de Ananda. Lo que dice Ananda
ahora es el océano de la enseñanza del Buda". Y así, Ananda se reintegró en la Sangha.
Pero oír mucho, saber mucho, no es la realización de la Vía. Y durante 20 años,
Ananda sirvió a Makashyapa como secretario, y un día el fruto estuvo maduro. Un día
Ananda preguntó a Makashyapa: "hermano mayor en el Dharma, tengo una pregunta.
Nuestro maestro, el más honrado del mundo, te transmitió su Kesa. Pero, ¿El te ha
transmitido algo más que su kesa?". Ahora entramos en el punto preciso de la transmisión:
el Shin. El punto exacto, como el punto que toca la aguja de acupuntura, El Shin de I Shin
den Shin. Recibir el Kesa. Recibir el rakusu. Recibir la transmisión. No es ya más un ideal.
Es la cosa real que se transmite, que se practica. Va más allá de todos los pensamientos,
ideas, dudas, conocimientos. Es la realización perfecta y se transmite a través del Kesa. Dar
y recibir, recibir y dar. Es como encontrarse directamente en Zazen. Hay zazenes de
infierno, de dolores, de dudas, y hay zazenes de despertar.

La diferencia es como un punto, el punto preciso. No sabemos, no podemos elegir.


Al final es más allá de las causas y de las circunstancias, más allá del nacimiento y de la
extinción. Pertenece a la Vía y la Vía nos pertenence. Y, así, es la paz, la tranquilidad total.

Ananda significa alegría. Hay gente que practica Zazen y siempre pone una cara
rígida, mala, severa, austera, sin sonrisas. La alegría también forma parte de la práctica.
Alegría de practicar. Es uno de los caracteres del Samadhi. De la unión entre concentración
y observación aparece el Samadhi.

El Samadhi hace que se desarrolle Prajna, la sabiduría, pero en Zazen la sabiduría


puede existir solo en la alegría de practicar, en la alegría de realizar el gran asunto.

Esto es importante: no parecer como una puerta de cárcel. Ser feliz, estar feliz de practicar,
de despertarse, aunque cueste.

Voy a acabar con el mondo de la transmisión entre Ananda y Makashyapa.


"Hermano mayor en el Dharma, dijo Ananda, cuando el maestro, el más honrado del
mundo, te transmitió su Kesa dorado, ¿El te ha transmitido algo más que su kesa?".
Makashyapa le llamó: "Ananda". Ananda contestó. Makashyapa le dijo: "baja la bandera
delante de la puerta principal". Ananda se despertó.

En la India antigua, cuando había un mondo entre dos grupos, cada grupo tenía una
bandera que se ponía en un asta flotando en el cielo. En la India les gustaba discutir sobre la
Vía. A los Chinos les gustaba también. Cuando uno de los dos había fallado, bajaba su
bandera; la derrota estaba indicada sin palabras. En este momento, entre Makashyapa y
Ananda no había ni victoria ni derrota, solo una bandera que descendía y otra que aparecía.

El secreto de la transmisión que buscaba Ananda íntimamente, era lo uno sin más
discusión, sin más secreto. Automáticamente el Kesa dorado apareció en la cabeza de
Ananda. Makashyapa y Ananda se encontraron como una sola persona, como uno.

Cuando queremos comprender, entender, estudiar, lo hacemos con la luz de nuestro


ego. Es normal, humano. Como ayer por la noche: había mucho ruido, muchas palabras
inútiles. Es importante darnos cuenta de lo que hacemos.
Mucha gente lo hace para su ego, para su "yo". No les importa los demás. Andan
como ciegos por las aceras de la ciudad, siguen lo mismo en sus actos. Siempre hay que
cuidarse de su comportamiento. No un espíritu especial, no un gesto especial, sino acabar
con su egoísmo.

En el Zen, en la práctica de Zazen, siempre llega un momento en que debemos


soltar, soltar prenda. El Zazen da mucha fuerza, pero no tenéis que equivocaros de
dirección, sobre la fuerza, sobre sí mismo. Hay que soltar, no hay que coagularse con la
energía de Zazen. Siempre mirar su existencia a la luz de la práctica. Zazen, es decir
concentración, cuerpo-espíritu, expirar profundamente, pensar desde el no- pensar,
Hishyrio. Solo eso, práctica de Zazen y fuerza de Zazen puede cambiar nuestra vida y
cambiar la vida en general. Es muy sencillo. Después se puede penetrar en las cosas
profundamente y abandonarlas, rechazarlo todo. Pero primero hay que penetrar, ser uno,
penetrar nuestro cuerpo-espíritu y abandonar nuestro cuerpo-espíritu. Eso es Zazen,
rechazar nuestro cuerpo-espíritu.

Eso es el Satori del Maestro Dogen: rechazar cuerpo-espíritu, cuerpo-espíritu


rechazado es la verdadera libertad, la libertad del bodhissatva en la tierra, la libertad de los
Budas solos, junto con todos los Budas.

Todo el mundo tiene una buena postura, Incluso los principiantes. Hay fuerza en el
Dojo. Está bien.

SUTRA ZEN
PURIFICACION

TODO EL MAL KARMA, SIEMPRE CREADO POR MÍ DESDE TIEMPOS


ANTIGUOS,

EN ADICION A MI INTERMINABLE AVARICIA, ODIO E IGNORANCIA,

NACE DE MI CONDUCTA, PALABRA Y PENSAMIENTO,

AHORA CONFIESO ABIERTA Y COMPLETAMENTE.

VANDANA
NAMO TASSA BHAGAVATO ARAHATO SAMMASAMBUDDHASSA.

TI-SARANA

BUDDHAM SARANAM GACCHAMI;

DHAMMAM SARANAM GACCHAMI;

SANGHAM SARANAM GACCHAMI.

LOS CUATRO VOTOS

Los seres vivientes son innumerables, prometo liberarlos

Los deseos son inagotables, prometo eliminarlos

Los darmas son ilimitados, prometo dominarlos

El camino de Buda es insuperable, prometo alcanzarlo.

SHIGUSEIGANDO

Shu-jó mu-hen sei-gan do.

Bon-nó mu-jin sei-gan dan.

Hó-mon mu-ryó sei-gan gaku.

Butsu-dó mu-jó sei-gan jó.

GATHA DEL KESA


Vasto es el manto de liberación,

Un campo amorfo de benefacción,

Yo manifiesto las enseñanzas de Tathagata,

Salvando todos los seres vivientes.

INICIO DEL SUTRA

El darma incomparablemente profundo e infinitamente sutil,

Es raramente encontrado aún en millones de vidas

Ahora lo vemos, lo oímos, lo recibimos y lo sostenemos

Ojalá logremos realizar completamente el verdadero significado de las enseñanzas de


Tathagata.

MAHA PRAJNA PARAMITA HRIDAYA CORAZON


SUTRA
El Sutra de la Gran Sabiduria

Cuando el Bodhisattva Avalokitesvara, estaba haciendo la práctica profunda del


Prajna Paramita,

Claramente vio el vacío de todas las cinco condiciones,

Mitigó así su infortunio y su hondo padecer.

Oh Shariputra, forma aquí solo es vacío, vacuidad es sólo forma; forma es


exactamente vacío, vacío es exactamente forma; sensación, concepción, discriminación,
conciencia son todos también absolutamente vacíos.

Oh Shariputra, todos los Darmas son formas del vacío, no nacen, no son
aniquilados.
Sin mancha, sin pureza, sin pérdida, sin ganancia.

Así, en el vacío no hay forma, no hay sensación, ni concepción, ni discriminación,


ni conciencia; no hay ojos, ni oídos, nariz, lengua, cuerpo, mente; no hay color, ni sonidos,
olor, gusto, tacto, fenómeno; no hay un campo de visión... tampoco región de conciencia;
no hay ignorancia, no hay fin a la ignorancia... no hay vejez, ni muerte, y no hay final de la
vejez ni de la muerte; no hay sufrimiento, ni causa de sufrimiento, ni aniquilación, ni
sendero; no hay sabiduría, no hay ganancia y es así que El Bodhisattva vive en Prajna
Paramita sin impedimentos en la mente, sin impedimentos, por lo tanto no hay temor,
mucho más allá de los pensamientos engañosos, esto es Nirvana.

Todos los Budas pasados, presentes y futuros viven en Prajna Paramita, y por
consiguiente alcanzan Anuttara-Samyak-Sambodhi.

La suprema iluminación perfecta.

Sepan pues, que Prajna Paramita es el Gran Mantra, el Mantra vivo, el mejor
mantra, el Mantra insuperable; que completamente alivia todo dolor; esta es la verdad, no
una mentira.

Proclamen pues el Mantra del Prajna Paramita

Proclamen este Mantra y dígan:

Gate! Gate! Paragate! Parasamgate!

Bodhi svaha! Prajna corazón sutra.


Hannya Shingyo
Maka Hannya Haramita Shingyo
Kan Ji Zai Bo Sa
Gyo Jin Han Nya Ha Ra Mi Ta Ji
Sho Ken Go On Kai Ku
Do Issai Ku Yaku Sha Ri Shi Shiki Fu I Ku
Ku Fu I Shiki Shiki Soku Ze Ku
Ku Soku Ze Shiki Ju So Gyo Shiki Yaku Bu Nyo Ze
Sha Ri Shi Ze Sho Ho Ku So Fu Sho Fu Metsu
Fu Ku Fu Jo Fu Zo Fu Gen Ze Ko Ku Chu
Mu Shiki Mu Ju So Gyo Shiki
Mu Gen Ni Bi Zes Shin Ni
Mu Shiki Sho Ko Mi Soku Ho Mu Gen Kai Nai Shi
Mu I Shiki Kai Mu Mu Myo
Yaku Mu Mu Myo Jin Nai Shi Mu Ro Shi
Yaku Mu RoShiJin Mu Ku Shu Metsu Do
Mu Chi Yaku Mu Toku I Mu Sho Tok Ko
Bo Dai Sat Ta E Han Nya Ha Ra Mi Ta Ko
Shin Mu Ke Ge Mu Ke Ge Ko
Mu U Ku Fu On Ri Is Sai Ten Do Mu So
Ku Gyo Ne Han San Ze Sho Butsu
E Han Nya Ha Ra Mi Ta Ko Toku A Noku Ta Ra
Sam Myaku San Bo Dai Ko Chi Han Nya Ha Ra Mi Ta
Ze Dai Jin Shu Ze Dai Myo Shu
Ze Mu Jo Shu Ze Mu To Do Shu No Jo Is Sai Ku
Shin Jitsu Fu Ko Ko Setsu Han Nya Ha Ra Mi Ta Shu
Soku Setsu Shu Watsu

Gya Tei Gya Tei

Ha Ra Gya Tei
Ha Ra So Gya Tei
Bo Ji So Wa Ka
Han Nya Shin Gyo

1ER SERVICIO DEDlCAClON


La naturaleza de Buda se extiende por la totalidad del universo existiendo aqui y
ahora.

Al recitar...

Todos: EL MAHA PRAJNA PARAMITA CORAZÓN SUTRA

Dedicamos sus meritos a:

El gran maestro Shakyamuni Buda daiosho,

Y a los extensos y eternos Tres Tesoros,

A todos Arhats y Bodisatva Mahasattvas y a sus relaciones a traves de los mundos


del Darma.

Que nuestros votos sinceros de lograr el camino de Buda, se hagan realidad para
todos juntos.

Todos: TODOS LOS BUDAS A TRAVES DEL TIEMPO Y ESPACIO

TODOS LOS BODHISATTVAS MAHABATTVAS

MAHA PRANA PARAMITA.

IDENTIDAD DE LO RELATIVO Y LO ABSOLUTO


La mente del Gran Sabio de India fué íntimamente transmitida de Este a 0este.

Entre los seres humanos hay hombres sabios y hay tontos, pero en el camino no hay
patriarca del Norte o del sur.

La fuente sutil es clara y brillante, las corrientes tributarias fluyen a través de la


obscuridad.

Apegarse a las cosas es ilusión; encontrar lo absoluto no es todavia iluminación.

Todas y cada una de las esferas objetivas y subjetivas están relacionadas, al mismo
tiempo son independientes.

Relacionadas, cada una en su trabajo, cada una en su lugar.

La forma hace cualidades y apariencias diferentes; el sonido distingue armonias y


disonancias.
La obscuridad hace todas las palabras una, la brlllantez distingue frases buenas y
malas.

Los cuatro elementos regresan a su naturaleza como niño a su madre.

El fuego es caliente, el viento se mueve; el agua es húmeda, la tierra dura.

Ojos ven, oídos oyen, hay olores, hay lo salado y lo agrio.

Cada uno es independiente de otro; causa y efecto tienen que retornar a la gran
realidad.

Las palabras alto y bajo son usadas relativamente.

En la luz hay obscuridad, pero no trates de entender esa obscuridad; en la


obscuridad hay luz pero no busques esa luz.

Luz y obscuridad son un par, como el pié de adelanto y de atrás al caminar.

Cada cosa tiene su propio valor en sí misma y está relacionada, a todo lo demás en
función y posición.

La vida ordinaria encaja en lo absoluto como una caja y su tapa.

Lo absoluto trababa junto con lo relativo, como dos flechas encontrándose en el


aire.

Leyendo palabras deberias comprender la gran realidad.

No juzgues por ninguna norma.

Si no ves el camino, no lo ves aunque vayas caminando sobre él.

Cuando camines el camino no está cerca, no está lejos.

Pero engañado, estás montañas y ríos alejado de él, digo respetuosamente a quienes
deseen ser luminados:

No se aparten del presente, no desperdicien su tiempo de noche o de dia.

2do SERVICIO DEDICACION

LA NATURALEZA DE BUDA SE EXTIENDE POR LA TOTALIDAD DEL


UNIVERSO EXISTIENDO AQUI Y AHORA. AL RECITAR...
Todos: LA IDENTIDAD DE LO RELATIVO Y LO ABSOLUTO.

DEDICAMOS SUS MERITOS A:

LOS SIETE ANCESTRALES BUDAS DAIOSHO

EL GRAN MAESTRO SHAKYAMUNI BUDA DAIOSHO

BODHIDHIARMA DAIOHSO

TOZAN RYOKAI DAIOSHO

EIHEI DOGEN DAIOSHO

KEIZAN JOKIN DAIOSHO

A TODOS LOS SUCESORES DAIOSHO

APRECIAMOS SU BENEVOLENCIA Y MOSTREMOS NUESTRA GRATITUD

REALIZANDO EL CAMINO DE BUDA JUNTOS.

Todos: TODOS LOS BUDAS A TRAVES DEl TIEMPO Y ESPACIO

TODOS LOS BODHIBATTVAS MAHASATTVAS

MAHA PRAJNA PARAMITA.


DAI HI SHIN DHARANI
NAMU KARA TAN NO TORA YA YA NAMU ORI YA BORYO KI CHI SHIU RA
YA

FUJI SATO BO YA MOKO SATO BO YA MO KO KYA RUNI KYA YA EN SA

HARA HA EI SHU TAN NO TON SHA NAMU SHIKI RI TOI MO ORI YA BORYO
KI

CHI SHIU RA RI TO BO NA MU NO RA KIN JI KI RI MO KO HO DO SHA MI

SA BO O TO JO SHU BEN O SHU IN SA BO SA TO NO MO BO GYA MO HA

DE CHO TO JI TO EN O BO RYO KI RYO GYA CHI KYA RYA CHI I KIRI

MO KO FUJI SA TO SA BO SA BO MO RA MO RA MO KI MO KI RI TO IN

KU RYO KU RYO KI MO TO RYO TO RYO HO JA YA CHI MO KO HO JA YA


CHI

TO RA TO RA CHIRI NI SHIU RA YA SHA RO SHA RO MO MO HA MO

RA HO CHI RI I KI I KI SHI NO SHI NO ORA SAN FURA SHA RI

HA ZA HA ZA FURA SHA YA KU RYO KU RYO MO RA KU RYO KU RYO

KI RI SHA RO SHA RO SHI RI SHI RI SU RYO SU RYO

FUJI YA FUJI YA FUDO YA FUDO YA MI CHIRI YA NORA KIN JI

CHIRI SHUNI NO HOYA MONO SOMO KO SHIDO YA SOMO KO

MOKO SHIDO YA SOMO KO SHIDO YU KI SHIU RA YA SOMO KO

NORA KIN JI SOMO KO MO RA NO RA SOMO KO SHIRA SU OMO GYA YA

SOMO KO SOBO MOKO SHIDO YA SOMO KO SHAKI RA OSHI DO YA SOMO


KO

HODO MOGYA SHIDO YA SOMO KO NORA KIN JI HA GYARA YA SOMO KO

MO HORI SHIN GYARA YA SOMO KO NAMU KARA TAN NO TORA YA YA

NAMU ORI YA BORYO KI CHI SHIU RA YA SOMO KO


SHITE DO MODO RA HODO YA SO MO KO.
ENMEI JUKKU KANNON GYO

KAN ZE ON KANZEON

NA MU BUTSU YO VENERACION A EL BUDA

BUTSU U IN CON BUDA YO TENGO ORIGEN

YO BUTSU U EN CON BUDA YO TENGO AFINIDAD

BUP PO SO EN AFINIDAD CON BUDA, DARMA, SANGA

JO RAKU GA JO ETERNIDAD, ALEGRIA Y PUREZA

CHO NEN KAN ZE EN LAS MAÑANAS MIS PENSAMIENTOS SON KANZEON


ON
EN LAS NOCHES MIS PENSAMIENTOS SON KANZEON
BO NEN KAN ZE ON
PENSAMIENTO TRAS PENSAMIENTO SE LEVANTA EN LA MENTE
NEN NEN JU SHIN
KI PENSAMIENTO TRAS PENSAMIENTO NO ESTA SEPARADO DE LA
MENTE
NEN NEN FU RI
SHIN

KANNON GYO
MYOHORENGEKYO KAZEON
BOSATSU FOMONBON DAI NIJUGO

NI JI

MUJINI BOSA

SOKU JU ZA KI
HENDAN U KEN

GASSHO KO BUTSU

NI SA ZE GON.

SESON

KANZEON BOSA

I GA INNEN

MYO KANZEON

BUTSU GO MUJINI BOSA.

ZENNAN SHI.

NYAKU U MURYO.

HYAKU SEN MAN NOKU SHU JO

MON ZE KANZEON BOSA

SOKU JI KANGO ON JO

KAI TOKU GE DATSU

NYAKU U JI ZE KANZEON BOSA MYO SHA

SETSU NYU DAI KA

KA FU NO SHO.

U ZE BOSA I JIN RIKI KO.

NYAKU I DAI SUI SYO HYO

SHO GO MYO GO

SOKU TOKU SEN JO

NYAKU U HYAKU SEN MAN NOKU SHU JO

I GU KON GON
RURI SHAKO ME NO

SAN GO KO NAKU

SHIN JU TO HO

NYU O DAI KAI

KE SHI KOKU FU

SUI GO SEN BO

HYO DA RA SE KI KOKU

GO CHU NYAKU U NAI CHI

ICHI NI SHO KANZEON BOSA MYO SHA

ZE SYO NIN TO

KAI TOKU GE DATSU RA SETSU SHI NAN.

I ZE INNEN

MYO KANZEON.

NYAKU BU U NIN

RIN TO HI GAI

SHO KANZEON BOSA MYO SHA.

HI SYO SHU TO JO

JIN DAN DAN E

NI TOKU GE DATSU

NYAKA SAN SEN DAI ZEN KOKU DO

MAN CHU YA SHA RA SETSU

YOKU RAI NO NIN

MON GO SHO KANZEON BOSA MYO SHA


ZE SHO AKU KI

SHO FU NO I AKU GEN JI SHI

KYO BU KA GAI.

SETSU BU U NIN

NYAKU U ZAI

NYAKU MU ZAI

CHU KAI KA SA

KEN GE GO SHIN

SHO KANZEON BOSA MYO SHA

KAI SHITSU DAN E

SOKU TOKU GE DATSU.

NYAKU SAN SEN DAI SEN KOKU DO

MAN CHU ON ZOKU

U ICHI CHO CHU

SHO SHO SHO NIN

SAI JI JU HO

KYO GA KEN RO

GO CHU ICHI NIN

SA ZE SHO GON

SHO ZEN NAN SHI

MOTSU TOKU KU FU

NYO TO O TO ISSHIN

SHO KANZEON BOSA MYO SHA


ZE BO SA

NO I MU I SE O SHU JO

NYO TO NIAKU SHO MYO SHA

O SHI ON ZOKU

TO TOKU GE DATSU.

SHU SHO

NIN MON

GU HOTSU SHO GON.

NAMU KANZEON BOSA

SHO MYO GO

SOKU TOKU GE DATSU.

MU JIN NI

KANZEON BOSA MAKASA

I ZIN SHI RIKI.

GI GI NYO ZE

NYAKU U SHU JO

TA O IN YOKU

JO NEN KU KYO KANZEON BOSA

BEN TOKU RI YOKU.

NYAKU TA SHIN I

JO NEN KU KYO KANZEON BOSA

BEN TOKU RI SHIN.


NYAKU TA GU CHI

HO NEN KU KYO KANZEON BOSA

BEN TOKU RI SHIN.

NYAKU TA GU CHI

JO NEN KU KYO KANZEON BOSA

BEN TOKU RI CHI.

MU JIN NI

KANZEON BOSA

U NYO ZE TO DAI I JIN

RIKI TA SYO NYO YAKU

ZE KO SYO JO

JO U SHIN NEN.

NYAKU U NYO NIN

SETSU YOKU GUNAN

RAI HAI KUYO KANZEON BOSA

BEN SHO FUKU TOKU CHI E SHI NAN

SETSU YOKU GU NYO

BEN SYO TAN SYO U SO SHI NYO

SHUDU JIKI TOKU FON

SHU NIN AI KYO.

MY JIN NI

KANZEON BOSA

U NYO ZE RIKI
NYAKU U SHU JO

KU GYO RAI HAI KANZEON BOSA.

FUKU FU TO EN.

ZE KO SHU JO

KAI O JU JI

KANZEON BOSA MYO GO.

MU JIN NI

NYAKU U NIN

JU JI ROKU JU NI

OKU GO GA SHA BOSA MYO JI

BU JIN GYO

KUYO ON JIKI

E BUKU. GA GU. I YAKU.

O NYO I GUN GA

ZA ZE NAN SHI

ZE NYO NIN

KU DOKU TA FU

MU JIN NI GO. JIN TA.

SESON. BUTSU GON.

NYAKU BU U NIN

JUJI KANZEON BOSA MYO GO

NAI SHI ICHI JI

RAI HAI KUYO


ZE NI NIN BUKU

SHO TO MU I

O HYAKU SEN MAN NOKU KO

FU KA GU JIN.

MU JIN NI

JU JI KANZEON BOSA MYO GO

TOKU NYO ZE MU RYO

MU HEN FUKU TOKU SHI RI.

MU JIN NI BOSA

BYAKU BUTSU GON.

SESON.

KANZEON BOSA

UN GA YU SHI SHABA SE KAI

UN GA NI I SHU JO SEPPO

HU BEN SHI RIKI

GO JI UN GA

BUTSU GO MU JIN NI BOSA

ZEN NAN SHI

NYAKU U KOKU DO SHU JO

O I BU SHIN TOKU DO SHA.

KANZEON BOSA

SOKU GEN BU SHIN NI I SEPPO.

O I BYAKU SHI BU SHIN


TOKU DO SHA SOKU GEN

BYAKUSHI BUSHIN NI I SEPPO.

O I SHOMON SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

SHOMON SHIN NI I SEPPO.

O I BONNO SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

BONNO SHIN I SEPPO.

O I TAI SHAKU SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

TAI SHAKU SHIN NI I SEPPO.

O I JIZAI TEN SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

JIZAI TEN SHIN NI I SEPPO.

O I DAI JIZAITEN SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

DAI JIZAITEN SHIN NI I SEPPO.

O I TEN DAI SHOGUN SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

TENDAI SHOGUN SIN NI I SEPPO.

O I BISHAMON SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

BISHAMON SHIN NI I SEPPO.


O I SHOO SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

SHOO SHIN NI I SEPPO.

O I CHOJA SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

CHOJA CHIN NI I SEPPO.

O I KOJI SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

KOJI SHIN NI I SEPPO.

O I SAIKAN SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

SAIKAN SHIN NI I SEPPO.

O I BARAMON SHIN

TOKUDO SHA SOKO GEN

BARAMON SHIN NI I SEPPO.

O I BIKU, BIKUNI, UBASOKU, UBAI SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

BIKU, BIKUNI, UBASOKU, UBAI SHIN I SEPPO.

O I CHOJA, KOJI, SAIKAN, BARAMON, BUNYO SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

BUNYO SHIN NI I SEPPO.

O I DONAN, DONYA SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN


DONAN, DONYA SHIN NI I SEPPO.

O I TENRYU, YASHA KENDATSUBA,

ASURA, KARURA, KINNARA, MAGORAGA,

NINBI, NINTO SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

SHI NI I SEPPO.

O I SHU KONGO SHIN

TOKUDO SHA SOKU GEN

SHU KONGO SHIN NI I SEPPO.

MU JIN NI.

KANZEON BOSA

JOJU NYO ZE KUDOKU

I SHU JU GYO

YU SHO KOKUDO

DO DATSU SHU JO

ZE KO NYO TO

O TO ISSHIN

KUYO KANZEON BOSA

ZE KANZEON BOSA MAKA SA

O FU I KYU NAN SHI CHU

NO SE MUI

ZEKO SHI SHA BA SE KAI

KAI GO SHI
I SE MUI SHA.

MU JIN NI BOSA

BYAKU BUTSU GON.

SESON. GA KON TO

KUYO KANZEON BOSA

SOKU GE KYOSHU

SHU SHO JU YO RAKU GE

JIKI HYAKU SEN RYO GON

NI I YO SHI SA ZE GON.

NINSHA

JU SHI HO SE CHIN BO YO RAKU

JI KANZEON BOSA

FU KO JU SHI

MU JIN NI

BU BYAKU KANZEON BOSA GON

NINSHA

MIN GA TOKO

JU SHI YO RAKU

NIJI BUTSU

KANZEON BOSA TO MIN SHI

MU JIN NI BOSA

GYU SHI SHU. TENRYU, YASHA,

KENDATSUBA, ASURA, KARUNA,


KINNARA, MAGORAGA,

NINPI NIN TOKO

JU ZE YO RAKU

SOKU JI KANZEON BOSA

MIN SYO SHI SHU

GYO O TENRYU

NINPI NIN TO

JU GO YO RAKU

BUNSA Nl BUN

ICHI BUNBU SHAKAMUNI BUTSU

ICHI BUNBU TA BUTSU TO

MU JIN NI KANZEON BOSA

U NYO ZE JIZAI JIN RIKI

YU O SHABA SE KAI.

NIJI MU JIN NI BOSA

I GE MON WATSU

KANNON GYO
El sutra de la Gran Compasión

As lo he odo:

Después de que el Buda Skakyamuni hubo hablado en el Pico de los Buitres delante
de una inmensa multitud de monjes, bodhisattavas y discpulos laicos, el bodhisattva de la
Perfecta comprensión, Mujini, se levantó pidamente de su asiento, cubrió su hombro
izquierdo con la parte superior de su Keza, hizo Gassbo al Buda en señal de respeto y le
preguntó:
"iOh, Muy Venerable Maestro de este mundo! ¿Por qué Karma el Bodbisattva de la
Verdadera Libertad (Kanjizai) es llamado Kanzeon?

El Buda Shakyamuni respondió:

"Mi querido Mujini, los seres sensibles de este mundo son infinitos y todos
experimentan un gran número de sufrimientos. Sin embargo, todos pueden alcanzar la
Verdadera Libertad (Gedatsu: el no-apego) inmediatamente, si pronuncian con una gran
concentración de espíritu (isshin sho myo) el nombre de KANZEON BOSATSU, o si lo
oyen, no solamente con los oídos, sino con todo el espíritu, con todo el cuerpo, con una
gran atencin, en una actitud perfectamente Mushotoku.

Si un ser sensible se encuentra sumergido en alguno de los seis sufrimientos, o se ve


envuelto en alguno de los siete accidentes o se encuentra esclavizado por los Tres Venenos,
si pronuncia u oye el nombre de KANNON con una gran concentración, el poder de la
Verdadera Libertad, ell poder de KANZEON le liberará inmediatamente de todas las
penalidades."

Mujini preguntó de nuevo:

"iOh, el Ms Respetado de los Maestros de este mundo! ¿Cómo actúa KANZEON


BOSATSU en este mundo? ¿Cómo ayuda a los demás? ¿Cómo imparte su enseñanza?
¿Cómo habla? ¿Qué medios, qué métodos, qué poderes emplea?"

El Budha Skakyamuni responde:

"Mi guerido Mujini, KANZEON BOSATSU no tiene ningún aspecto definido, no


está apegado a ninguna forma, pero gracias a su poder inconmensurable es capaz de
adquirir cualquier forma con el fin de manifestarse en este mundo y ayudar a todos los seres
sensibles.

Su método es un no-método. Gracias a esta libertad es capaz de utilizar cualquier


método para salvar a los seres sensibles.

Su poder es un no-poder, de esta forma su capacidad de salvar a las miríadas de


seres es infinita.

Mi querido Mujini, KANZEON BOSATSU es la Verdadera Felicidad. Sus méritos


son infinitos. A través de todas sus encarnaciones puede manifestarse en todos los pases y
ayudar a todos los seres.

Debéis ofrecerle KUYO (ceremonia, manifestación de respeto y devoción, sin


esperar nada a cambio). De esta manera podréis llegar a ser plenamente felices y podréis
conocer la Libertad Infinita.

El Bodhisattva Mujini preguntó:


"Venerable Maestro ¿Cómo practicar KUYO? ¿Cómo manifestar nuestro respeto y
nuestra devoción a KANZEON BOSATSU? ¿ Qué podemos ofrecerle?"

Shakyamuni el Buda responde:

"Debis ofrecerle los Ocho Tesoros de este mundo: Diamantes, Mirra, Perlas
Preciosas, Oro, Esmeraldas, Rubíes, Zafiros y Topacios. Esto significa que debéis ofrecerle
vuestro comportamiento justo en la Vía, vuestras palabras justas en la Vía, vuestro
pensamientos justos en la Vía, vuestra sabidura, vuestro desapego al yo y a lo mío, vuestra
práctica santa y vuestro Satori. Ya que, en verdad, estos son los Tesoros más elevados de
este mundo."
3er SERVICIO DEDICACION

EL BUDA DA VUELTA A LA RUEDA DEL DARMA,

Y ASI LA REALIDAD SE MUESTRA EN SUS MULTIPLES FORMAS.

LIBERA A.TODOS LOS SERES VIVIENTES QUE SUFREN

Y LOS LLEVA AL GRAN GOZO.

SINCERAMENTE BUSCAMOS LA GUIA BENEFICA DE LOS TRES


TESOROS.

AL RECITAR...

Todos: EL DAIHISHIN DHARANI Y EL ENMEI JUKKU KANNON GYO

DEDICAMOS SUS MERITOS A:

TODOS LOS ANCESTROS DE LOS MIEMBROS DEL CENTRO ZEN,

Y A TODOS LOS SERES EN LOS MUNDOS DEL DARMA,

* Y ESPECIALMENTE POR... (NOMBRE DEL FALLECIDO)...

Y POR LOS ESPIRITUS DE LOS HABITANTES FALLECIDOS DE ESTE


VALLE.

QUE LA LUZ PENETRANTE DISIPE LA OBSCURIDAD DE LA


IGNORANCIA.

QUE TODO KARMA SEA DESTRUIDO Y QUE LA FLOR DE LA MENTE

FLOREZCA EN ETERNA PRIMAVERA.

QUE TODOS ASCENDAMOS AL TRONO DE LA ILUMINACION

Y REALIZEMOS EL CAMINO DE BUDA JUNTOS.

Todos: TODOS LOS BUDAS A TRAVES DE TIEMPO Y ESPACIO


TODOS LOS BODHISATTYAS MAHASATTVAS, MAHA PRAJNA
PARAMITA.

* Usar solo cuando el servicio es dedicado a alguien que ha fallecido.

SHO SAI MYO KICHIGO DHARANI


(Darani para prevenir desastres)

NO MO SAN MAN DA, MOTO NAN OHA RA CHI KOTO SHA,

SONO NAN * TO JI TO, EN GYA GYA GYA KI GYA KI,

UN NUN, SHIU RA SHIU RA, HARA SHIU RA HARA SHIU RA,

CHISHU SA CHISHU SA * CHISHU RI CHISHU RI,

SOWA JA SOWA JA, * SEN CHI GYA, SHIRI EI SOMO KO

4to SERVICIO DEDICACION

LA LUZ ABSOLUTA, LUMINOSA A TRAVES DE TODO EL UNIVERSO,

INEFABLE EXCELENCIA PENETRANDO POR DOQUIER;

CADA VEZ QUE ESTA INVOCACION DEVOTA ES EMITIDA,

ES PERCIBIDA Y SUTILMENTE CONTESTADA.

DEDICAMOS ESTOS MERITOS A TODOS LOS BUDAS Y BODHISATTVAS

EN LA ESFERA DE SABIDURIA DEL PRAJNA;

A LOS DEICISEIS GUARDIANES Y A TODOS LOS PROTECTORES DEL


DARMA,

Y SUS RELACIONES A TRAVES DEL ESPACIO Y TIEMPO.


QUE PUEDA EL CUERPO DEL DARMA MANTENER FUERZA Y SALUD

Y QUE NUESTROS VOTOS SEAN COMPLETAMENTE REALIZADOS,

Y QUE PODAMOS VIVIR EN PERFECTA PAZ CON EL BUDA-DARMA,

ESPECIALMENTE ORAMOS POR LA SALUD Y BIENESTAR DE...

QUE GUARDE SERENIDAD DURANTE SU ENFERMEDAD Y RECUPERE

SU SALUD CON TRANQUILIDAD Y PAZ,

Y QUE PODAMOS REALIZAR EL CAMINO DE BUDA JUNTOS.

Todos: TODOS LOS BUDAS A TRAVES DEL TIEMPO Y EBPACIO

TODOS LOS BODHISATTVAS MAHASATTVAS

MAHA PRAJNA PARAMITA.


GATHAS DE LAS COMIDAS
Antes de las comidas.

Todos: Buda nació en Kapilavastu, se iluminó en Magadha, enseñó en Paranasi,


entró Nirvana en Kusinagara. Ahora abro los utensilios de comida de Buda
Tathagata podremos ser aliviados del auto-adherimiento con todos los seres
vivientes

Antes de servir

Guía: En medio de los tres tesoros con todos los seres vivientes permitenos recitar
los nombres del Buda.

Todos: Puro Dharmakaya Vairochana Buda

completo Sambhogakaya Lochana Buda

numerosos Nirmanakaya Shyakyamuni Buda

futuro Maitreya Buda

todos los Budas a través del tiempo y del espacio

Mahayana Saddharma Pundarika Sutra

Gran Manjusri Bodhisattva

Mahayana Samantabhadra Bodhisattva

Gran compasivo Avalokitesvara Bodhisattva

Todos los Bodhisattva Mahasattvas

Maha Prajna Paramita

Desayuno

Guía: Esta comida viene de los esfuerzos de todos los seres vivientes, del pasado y
del presente, y sus diez ventajas nos dan un bienestar físico y espiritual y promueve
la práctica pura.
Comida

Guía: Ofrecemos esta comida de tres virtudes y seis sabores a Buda, Darma, y
Sangha, y a todas las vidas en los mundos del Darma. (terminaron de servir)

Todos: Primero, setenta y dos labores, nos traen esta comida: debemos saber como
viene a nosotros.

Segundo, mientras recibimos este ofrecimiento, consideremos si nuestra virtud y


práctica merecen esto.

Tercero, deseamos el orden natural de la mente: para estar libres de apegos debemos
estar libres de codicia.

Cuarto, para sostener nuestra vida tomamos esta comida.

Quinto, para lograr nuestro camino tomamos esta comida.

Solo comida: A todos aquellos en los mundos espirituales ahora les doy este
ofrecimiento. Que esta comida penetre en todo lugar.

Cuchara: Primero, esta comida es pará los tres tesoros

Segundo, es para nuestros maestros, nuestros padres, nuestra nación y todos los
seres vivientes.

Tercero, es para todos los seres en los seis mundos, de este modo comemos esta
comida con todos.

Tomar plato: Comemos para detener el mal, prácticar lo bueno, para salvar a todos
los seres vivientes, y para lograr el camino de Buda.

Limpieza de platos (se empiezan a lavar los utensilios)

Todos: El agua con la que lavo est'os platos sabe a ambrosia,

La ofrezco a los varios espiritus para satisfacerlos.

Om, Makurasai Svaha!

Después comidas.
Guía: Ojalá que podamos vivir en agua turbia con la pureza de loto.

De este modo nos inclinamos ante Buda.


CEREMONIAS
Día de Kannon (enero): postraciones, cantos y ofrendas de incienso para honrar y
expresar gratitud al bodisatva de la compasión

Paranirvana del Buda (alrededor del 13 de febrero): Dia entero de zazen que
concluye con un servicio especial de cantos que relatan el Paranirvana del Buda.

Jukai (una vez al año): Ceremonia formal de entrada al camino del Buda, que
incluye una ceremonia de arrepentimiento breve; cantos; ofrenda de incienso; toma de los
tres refugios, las tres resoluciones generales y los diez preceptos cardinales.

Vésak: celebración del cumpleaños del Buda (entre abril y mayo): Exhibición de un
bebé Buda, ofrendas de té dulce, flores y regalos pequeños para bebés; cuentos u obra de
teatro sobre el nacimiento del Buda; piñata y regalos para todos los niños.

Día de Bodidarma (octubre 5 o cerca): Zazen o día de zazen; servicio de cantos


especial con ofrenda de incienso en polvo.

Día de ayuno Oxfam (dos veces al año): Ceremonia de día de ayuno cuyos
productos monetarios y alimenticios van a organizaciones encargadas de aliviar el hambre.
La gente ayuna de acuerdo con sus deseos y habilidades (por ejemplo, no ingerir comida
sólida por un día o saltarse una comida); zazen seguido de cantos, postraciones y
circunvalación con ofrendas monetarias, de incienso y de comida.

Iluminación del Buda (8 de diciembre): Sesshin de cinco u ocho días que comienza
con una ceremonia, o una ceremonia que se realiza en una sesión regular de meditación. Se
lee la historia de la iluminación del Buda; cantos; circunvalación; se leen sutras.

Purificación de la casa (finales de diciembre, antes del año nuevo): Los miembros
limpian sus casas en preparación para el año nuevo; ceremonia de cantos, circunvalación
por la casa y ofrendas al altar o los altares. Todos los miembros de la familia pueden
participar en esta ceremonia.

Ceremonia del año nuevo (31 de diciembre): Zazen; ceremonia completa de


arrepentimiento; se leen en voz alta las resoluciones (las cuales no se firman); ofrendas de
incienso en los altares de la casa; circunvalación para sacar a los demonios; ceremonia de
los preceptos; ceremonia de candelas usando gongs; oración de año nuevo; música y
refrigerio.

Ceremonia de Auxilio y ceremonia de alivio del hambre (cada 3 meses): Zazen;


cantos; postraciones; circunvalación con ofrenda de incienso y, en caso de una ceremonia
de alivio del hambre se hacen ofrendas de comida seca o enlatada y dinero; Eco especial
para que el mérito vaya al motivo de la ceremonia.
NOTA: Las ceremonias de alivio del hambre se realizan no menos de una vez cada
tres meses. Generalmente se alternan con Ceremonias de Alivio del Hambre los cuales
también son días de ayuno. Se han realizado ceremonias de auxilio para animales (durante
la temporada de cacería), zonas de guerra en el mundo, y para individuos que están pasando
por una crisis. Otros servicios que se llevan a cabo en el centro incluyen bodas, ceremonias
para ponerle nombre a los bebés, ceremonias de nuevos estudiantes, ceremonia de los
muertos y funerales.

GLOSARIO de términos budistas zen


A continuación se brinda una compilación de algunos términos usados. Todas las
palabras que no están en español son japonesas a menos que se especifique de otra manera.
Favor observe que otros centros pueden usar estos términos de una manera diferente.

Días de zazen: Comienzan a las 8:30 a.m. y terminan alrededor de las 4 p.m., estos
retiros de un día le dan a los miembros la oportunidad de practicar zazen intensivamente, y
cuando Sensei está en el país se pueden escuchar charlas formales de zen (teisho) y recibir
dokusán o instrucción privada. Los días de zazen terminan con un período de cantos,
después del cual se limpia la casa y se sirve un refrigerio.

Bodisatva: Palabra en sánscrito que significa ser (satva) de sabiduría (bodi). Es una
persona despierta que, por dedicarse a ayudar a que todos los seres vivos alcancen la
iluminación, pospone su propia liberación suprema por el beneficio de los demás.

Buda: Palabra en sánscrito que significa: (1) verdad o realidad suprema; o (2)
alguien que ha despertado a la verdadera naturaleza de la existencia, es decir, una persona
que sabe quién y qué es. La palabra Buda también se refiere al personaje histórico Sidarta
Gautama, que nació alrededor del año 563 A.C. Después de su iluminación a los 35 años
fue conocido como el Buda Shakyamuni.

Darma: Palabra en sánscrito que significa: (1) las enseñanzas del Buda Shakyamuni
y (2) Ley o verdad universal. Con A minúscula usualmente significa los fenómenos o las
cosas de la existencia.

Heredero(a) Darma: Un(a) discípulo(a) zen que ha alcanzado al menos el mismo


grado de comprensión que su maestro(a) y que ha recibido permiso para enseñar y
transmitir las enseñanzas a sus propios sucesores(as).

Discípulo(a): Un(a) estudiante que ha solicitado formalmente practicar budismo zen


con un maestro(a) en particular. La relación de un(a) discípulo(a) con su maestro(a) es
mucho más profunda que la de un(a) estudiante, y se considera un compromiso de por vida.
Dokusán/Instrucción privada: Una reunión privada entre maestro(a) y estudiante
en un lugar dedicado especialmente para ese fin (el cuarto de dokusán). Durante dokusán
(para los estudiantes formales de Sensei) un(a) estudiante puede traer a colación cualquier
asunto o pregunta directamente relacionado con su práctica. En la instrucción privada (para
miembros en período de prueba o para quienes no son estudiantes) la persona puede además
llevar asuntos que no están relacionados directamente con la práctica. El dokusán y la
instrucción privada son estrictamente confidenciales.

Iluminación: También llamado despertar, autorrealización, kensho, satori. Esta es


la experiencia de ver en la verdadera naturaleza y despertar a la perfección fundamental de
toda la existencia. Hay diversos grados de despertar.

Gassho: El gesto de juntar las palmas de las manos enfrente del cuerpo, indicando
respeto, gratitud, humildad o las tres cosas.

Han: Trozo de madera que se golpea con un mazo justo antes de comenzar el zazen.
En la parte de atrás del han de nuestro centro están escritas las siguientes palabras, que
supuestamente fueron dichas por el Buda:

Importante es el asunto de la vida y la muerte,

Todo pasa rápidamente,

El tiempo no espera a nadie.

¡Despierta! ¡Despierta!

No pierdas ni un minuto.

Campana Inkín: Campana utilizada para señalar el inicio y el final de cada período
de zazen y kinhin.

Jukai: Ceremonia en la que se reciben (ju) los preceptos budistas (kai). Esta
constituye una iniciación formal al budismo, lo convierte a uno en un miembro de la familia
del Buda.

Karma: Sánscrito. Una compleja doctrina fundamental en las enseñanzas del


budismo. Significa acción y sus frutos, el proceso contínuo de causa y efecto. Desde un
punto de vista moral, karma implica que las personas son arquitectos de su propio destino,
se cosecha lo que se siembra. Karma no es lo mismo que predestinación, pues es construido
y cambiado por nosotros mismos.

Keisu: Gong en forma de jarro de diámetro variable, se utiliza en los servicios de


cantos.
Kinhin: Zazen caminando o en movimiento que se realiza entre los períodos en los
que se medita sentado frente a la pared.

Kotsu: Cetro que un maestro Zen ha recibido de su maestro cuando se les ha dado
permiso de enseñar. Tiene una curva en forma de As, similar a la columna vertebral.

Loto: En budismo, la flor de loto simboliza la pureza y perfección intrínseca de


todos los seres. El loto comienza su vida en el lodo, y sin embargo crece hacia arriba, y
florece después de haber salido de la superficie del agua. Similarmente, los humanos,
atascados en la oscuridad de la ignorancia, despliegan las verdaderas cualidades de
sabiduría y compasión una vez que han transcendido sus deseos, enojo e ignorancia. La
posición de loto es una postura con las piernas cruzadas, utilizada por algunas personas
para hacer zazen.

Mokugyo: Literalmente pez de madera. Un tambor de madera esculpido


elaboradamente, que se golpea con un palo forrado durante los servicios de cantos. Los
peces, como nunca duermen, simbolizan el estado de alerta y atención necesaria para
alcanzar la budeidad.

Monitor(a): Persona responsable de dirigir las sentadas. Cualquier pregunta sobre


etiqueta en el zendo puede ser dirigida al monitor(a).

Preceptos: En budismo hay 16 preceptos. Los Tres Refugios (establecen nuestra


confianza en Buda, Darma y Sanga), las Tres Resoluciones Generales (evitar el mal, hacer
el bien y liberar a todos los seres sintientes) y las tres Prohibiciones Cardinales:
No matar sino respetar toda forma de vida.

No tomar lo que no me es dado sino respetar las cosas de los demás.

No hacer mal uso de la sexualidad sino ser responsable y cuidadoso.

No mentir sino decir la verdad.

No hacer que otros ingieran sustancias que confundan la mente ni hacerlo yo mismo,
sino mantener la mente clara.

No hablar de las faltas ajenas sino ser comprensivo y compasivo.

No alabarme a mí mismo ni menospreciar a otros sino superar mis propias


limitaciones.

No negar ayuda espiritual ni material a nadie sino darla libremente cuando se


necesite.

No dar lugar al enojo sino ejercer autocontrol.

No injuriar los Tres Tesoros (Buda, Darma y Sanga) sino respetarlos y mantenerlos.

Rakusu: Prenda de vestir que es utilizada sobre la túnica de meditación por aquellas
personas que han practicado zazen por varios años y que han tomado el Jukai. El rakusu
simboliza la túnica del Buda.

Roshi: Literalmente significa venerable maestro (espiritual). Así se le llama a un


maestro de zen maduro, quien puede ser un monje, un sacerdote, un laico, hombre o mujer.
La función del roshi es la de guiar e inspirar a sus estudiante en el camino de la
autorrealización. En occidente generalmente se reserva la palabra Roshi para los maestros
de la primera generación que entrenaron en Japón a principios de los años cincuenta.

Sanga: Sánscrito. La comunidad de los que practican las enseñanzas del Buda. En
un sentido estricto, los que practican en un centro en particular. En el sentido amplio, todos
los practicantes del budismo.

Sensei: Literalmente cualquier tipo de maestro. En occidente muchos maestros


budistas zen de la segunda generación cuyos maestros estudiaron en Japón usan el término
Sensei y no Roshi.

Sesshin: Un período intensivo de práctica de zazen, que puede durar de dos a siete
días. La rutina diaria comienza a las 4:00 a.m. y termina a las 9:30 p.m. Hay perídos de dos
o tres horas de zazen con kinhin y dokusán, teisho, cantos, comidas, perídos de trabajo y de
descanso. Se dice que una semana de sesshin equivale de uno a tres años de práctica
ordinaria, aunque definitivamente no es sustituto de la práctica diaria.
Estudiante: Alguien que ha hecho un compromiso formal de practicar budismo zen
con un(a) maestro(a) en particular. No necesariamente implica una relación de por vida.

Teisho: Charla formal del maestro(a) que consiste en una presentación de la


comprensión budista. A diferencia de un sermón o una lectura, que tienen un elemento
didáctico, un teisho es una demostración directa de la visión del maestro en el tema en
cuestión. En términos zen, un teisho sale Ade las entrañas.

Zazen: Literalmente za: sentarse zen: concentración enfocada en un solo punto o


absorción. Así, hacer zazen significa sentarse con la mente intensamente enfocada en una
sola cosa. Este es el tipo de meditación que se enseña en la secta zen de budismo y
constituye la piedra angular de la práctica espiritual del budismo zen.

Zendo: Lugar donde se practica zazen.

Bibliografía para iniciarse en la práctica


Título Autor Editorial
La Práctica del Zen Taisen Deshimaru Kairós
Preguntas a un maestro Zen Taisen Deshimaru Kairós
¿Qué es el Zen? Dokushô Villalba Miraguano Ediciones
Curso de meditación Zen Asociación italiana Zen Soto Ed. de Vecchi
Zazen Katsuki Sekida Kairós
Los tres pilares del Zen Philip Kapleau Kairós
Mente Zen, mente de principiante Shunryu Suzuki Roshi Ed. Estaciones
Introducción a la práctica del Zen Albert Low Kairós
El cuenco y el bastón Taisen Deshimaru Visión Libros
Para profundizar

Título Autor/es Editorial


La práctica de la concentración Taisen Deshimaru Visión Libros
El Canto del inmediato Satori Taisen Deshimaru Visión Libros
Zen y autocontrol Taisen Deshimaru y Yujiro Ikemi Kairós
Zen y cerebro Taisen Deshimaru y Paul Chauchard Kairós
Gakudo Yojinsh Taisen Deshimaru Sirio
Historias Zen. Taisen Deshimaru Sirio
Autobiografía de un monje Zen Taisen Deshimaru Luis Cárcamo
Zen y artes marciales Taisen Deshimaru Luis Cárcamo
El espejo vacío Janwillem van de Wetering Kairós
Reflejos en la nada Janwillem van de Wetering Kairós
El ámbito del Zen D.T. Suzuki Kairós
Diccionario Zen E. Wood Paidós
El despertar del Zen en Occidente Philip Kapleau Kairós
El sermón sobre el Zen Tetsugen Paidós
Vida y enseñanza de Huei-neng el Sexto Patriarca. Luis Cárcamo
La esencia del Zen Thomas Cleary Kairós
Manual de Budismo Zen D.T. Suzuki Kairós
La mente del trebol Robert Aitken Roshi Arbol Editorial
La meditación Zen como terapia Dr. Tomio Hirai Ibis
Misterios de la sabiduría inmóvil Takuan Paidós
La aurora del Zen . Sirio
Vivir sin cabeza Douglas E. Harding Kairós
Vida simple, corazón profundo Dokushô Villalba
Fluyendo en el presente eterno Dokushô Villaba
El Sutra de la Gran Sabiduría Comentarios de Taisen Deshimaru
El Sutra de la Gran Compasión Comentarios de Taisen Deshimaru
Las enseñanzas de Vimalakirti Comentarios de Taisen Deshimaru.
Shobogenzo Zuimonki Dogen Zenji
El Poema de la Fé en el Espíritu Comentarios de Taisen Deshimaru
La Clara Luz del Ser Menzan Zuihô
La Doma del Buey Comentarios de Dokushô Villalba
INDICE
BUDISMO ZEN 2

Origen del Zen

Breve historia del Budismo Zen. 3

El Zen en India. El Zen en China. El Zen en Japón. El Zen en Occidente. La línea de transmisión

Breve intoducción a la práctica de la meditación Zen. 6

El Lugar. ¿Cómo sentarse?¿Cómo inmovilizarse? ¿Cómo hacer zazen? Posición corporal


justa.Respiración Justa. La actitud justa de la conciencia. Principales errores en la práctica de
Zazen

Zen y Civilización.

Ser no es tener. Zen y vida cotidiana. Zen y psicosomática. La figura del Maestro Zen. Zen, aqui y 11
ahora. Zen es conocerse a sí mismo. Zen y psicología. Zen y artes marciales. Karate y Zen. Zen y
calidad de Vida. Zen y creatividad.Zen y educación. Zen y religión. Zen y libertad. El Zen en el
pensamiento occidental. Zen y medicina. Zen y eficacia. Zen y arte.

Zen en la vida diaria

Principios. Metodología del Zen. La vida cotidiana es Zen.

17
La ansiedad de actuar

La respiración saludable revisada


20
Otro estudio Zen. 21

¿Qué es el Zen, Koan.

22

Una reformulación moderna de la ética budista

TEXTOS ZEN 28

EL SHODOKA del Maestro Kodo sawaki.

HOTSU BODAISHIN El espíritu del despertar. 29

ZAZENSHIN

MAKA HANNYA HARAMITA SHINGYO Sutra de la Gran sabiduría (español)

VAJRACCHEDIKA PRAJNA PARAMITA El Sutra del Diamante (español)

SAN DO KAI del Maestro Sekito (700 – 790) La unión de la esencia y de los fenómenos.

HOKYO ZAN MAI del Maestro Tozan (807 – 869) El samadhi del espejo precioso.

KUKANZAZENGI del Maestro Dogen (1200 – 1253)

GATHA DE SENG T’SAN Tercer patriarca Zen

LOS SESSHINES

SESSHIN DE BECERRIL DE LA SIERRA, MADRID

68

SUTRA ZEN

CEREMONIAS 72
GLOSARIO de terminos budistas Zen 83

BIBLIOGRAFÍA 83

INDICE 85

87

* Material obtenido del Dojo Zen de Francia.

* Libro “¿Qué es el Zen? de Dokusho Villalba, ediciones Miraguano.

* Textos extraidos del libro ¿Qué es el Zen? de Dokushô Villalba con la autorización

* Por Sheng -Yen Fa - Shih

* por la Reverenda Chuan Heng Shakya. Traucido desde el inglés por Shi Chuan Fa

* por el reverendo Chuan Zhi Shakya. Traucido desde el inglés por Shi Chuan Fa

* "Tao de la Física" Fritjof Capra. Traducción Mogens Gallardo

* Arturo Escandón

* del maestro zen Thich Nhat Hanh.

* Material facilitado por la AZI Francesa.


https://dharmadata.org/index.php?option=com_content&view=article&id=185:budismo-
zen&catid=57&lang=en&Itemid=161

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