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¿Existiría la vida sin Fe?

Nuestro cuerpo no sólo no podría funcionar sin el hierro sino que, además, es
posible que la vida en la Tierra nunca hubiera aparecido sin él.
Desde el punto de vista tecnológico, el hierro (con el símbolo
químico Fe) en sí no es demasiado útil. Esta afirmación puede sonar
rara pero es que, comparado con otros metales, el hierro puro es un
metal muy blando que se oxida muy fácilmente... Lo que desde luego
no mejora sus propiedades mecánicas. Pero cuando el hierro se
funde y se mezcla con un poco de carbono, el producto que resulta
cuando se enfría es acero, el material al que debemos gran parte del
espectacular avance tecnológico que la humanidad ha experimentado durante el último siglo. Pero eso
no significa que el hierro en estado puro no tenga ningún uso importante, claro.

En los últimos años se ha empezado a investigar la reactividad del hierro con el fin de utilizar este
elemento para la remediación de aguas contaminadas con un impacto ambiental y un coste
mínimos. El proceso consiste en reducir el hierro a partículas de tamaño nanoscópico para aumentar en
la máxima medida posible su superficie de contacto con el entorno y crear con ellas una barrera. Cuando
el agua pasa a través de esta barrera, las partículas contaminantes que contiene reaccionan con el hierro,
quedándose pegadas a él o descomponiéndose en otras sustancias menos tóxicas. Es una tecnología
innovadora pero, de momento, el elevado coste producción de las nanopartículas de hierro impide que
se haga realidad a gran escala.

Dejando el mundo de la tecnología a un lado, el hierro interpreta un papel vital en el guion que nos
mantiene vivos: los glóbulos rojos contienen hierro en su interior que, al oxidarse con facilidad, les
permite atrapar el oxígeno absorbido en los pulmones y transportarlo al resto del cuerpo. De hecho, los
síntomas que produce la anemia (la falta de hierro en el organismo), son el resultado de que no llegue
suficiente oxígeno al cuerpo.

Pero, si nos vamos al extremo, es posible que la vida ni siquiera hubiera llegado a aparecer en la Tierra
si no hubiera sido por el hierro.

Tanto el núcleo sólido de nuestro planeta como el núcleo externo líquido están compuestos
principalmente por hierro. Mientras el núcleo externo se mueve alrededor del interno, el material líquido
va perdiendo electrones y forma un potencial eléctrico. Al estar en movimiento, estas cargas eléctricas
generan el campo magnético que protege a la Tierra del viento solar. Viento solar que, si no tuviera ese
campo magnético encargado de desviarlo, barrería nuestra atmósfera hacia el espacio y haría que
desaparecieran nuestros océanos. Curiosamente, esto es lo que le pasó a Marte en el pasado. Y ya veis
lo muerta que quedó su superficie.

Fuente: http://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/existiria-la-vida-sin-fe-331465214516

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