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Constance Sharper
Agradecimientos Page
Moderadora de traducción |
Staff
krispipe Pili katiliz94
EvaMedina Vafitv emi_93
Izzi Mais020291 Isane33
marthatithy1 Pili
laurasoto Xiime~
Moderadora de Corrección
Staff
MewHiine
Sarii Sisbelmari Marthatithy1
Diseño
MewHiine
Índice Page
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Agradecimientos Capítulo 10 Capítulo 21
Sinopsis
A
very sabía que tenia un don para atraer
problemas, pero ella misma se sorprende
cuando un harpie1 de más de metro ochenta
aparece en su puerta. ¿Hacer frente a la existencia
de una raza mitológica? Muy bien. ¿Encontrarse a si
misma sin darse cuena en medio de un feroz conflicto
harpie? Mas bien no. ¿Depender de un chico harpie
arrogante que se mete bajo su piel? Ahora, eso es
algo de lo que Avery no está muy segura de poder
manejar.
E
lla huyó, adentrándose en el oscuro bosque con sólo la tenue luz
de la luna como su guía. Irrumpió a través de la primera capa de de
árboles y su carrera murió. El aire de octubre se había helado sobre
las enormes raíces traicioneras que cubrían el suelo del bosque y cada paso más
allá, el camino se oscureció. El terreno a partir de ahí era demasiado peligroso
para seguir corriendo y Avery a regañadientes desaceleró a un agonizante paso
de tortuga. Extendió las manos para trazar su entorno antes de dar otro paso
cuidadoso. Sus dedos encontraron corteza áspera y levantó sus botas sobre otra
raíz.
Maniobrando con cuidado, lanzó una mirada apresurada hacia atrás. Más
allá del bosque mismo, podía ver la pista de los fluorescentes artificiales
iluminados en la colina. El ligero olor a rico humo de madera roja de las
jadeantes chimeneas la alcanzó. Su casa, en lo alto de la colina, ahora parecía tan
lejana, en comparación con el amargo aire frío o seco en el bosque en que estaba
parada ahora. Ella nunca tuvo la oportunidad de ser absorbida en la nostálgica
imagen. El chasquido seco de una rama cercana rompiéndose la puso nerviosa
de nuevo. Se suponía que debía tener más tiempo que este. Se suponía que
debía tener un buen comienzo.
Toda su camisa estaba manchada de sangre. Con ojos penetrantes sobre él,
buscó el origen de sus lesiones más graves. La falta de luz lo hizo difícil, pero
con cuidado, trazando su mano sobre su ala flácida, encontró la fuente del
líquido caliente cerca de la base del ala. Se había cortado gravemente y la herida
no había ni remotamente sanado. Sangre carmesí continuó empapando
constantemente sus plumas blancas. Se tragó la bilis antes de que cualquier
amenaza aumentara en la parte posterior de su garganta.
Ansiosa, quiso moverse justo entonces hacia allá pero sabiendo que no
podía levantar a Mason, fue forzada a una sumisión en silencio mientras
esperaba que el peligro pasara. Su mente giró, sólo aterrizando sobre la misma
pregunta repetitiva: ¿cómo fue exactamente que terminó aquí?
Lo recordaba ahora.
Ella había apretado sus manos fuertemente mientras los neumáticos del
coche avanzaban pesadamente sobre otra maraña de rocas y ramas. El camino
pavimentado había terminado mucho antes de que la entrada de la escuela
hubiera empezado y los bajos del taxi claramente no estaban para tomar los
golpes del terreno. Avery le hizo señas al conductor para que parara allí.
Ya podía ver lo suficiente de los chapiteles góticos de ladrillo
pertenecientes a la Academia Mayweather para saber que había llegado.
Se deslizó fuera del taxi sólo escuchando el brusco murmullo molesto del
conductor antes de que la puerta de cerrara. A pesar de que le dio buena
propina, no podía precisamente culparlo. Si bien el internado estaba situado en Page
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las fronteras de la ciudad de Seward, el viaje aquí los condujo por una carretera
desolada después que parecía que toda la civilización hacía tiempo que había
terminado. Escondido entre las montañas y oculta por árboles centenarios,
nadie encontraría la Academia por accidente. El taxista había jurado que
estaban perdidos hasta que llegaron a la única señal a un kilómetro.
El taxi entonces despegó en una explosión de polvo. Con los ojos ardiendo,
Avery excavó hacia adelante a través de las pesadas puertas de hierro forjado y
las escaleras que conducían a un lado de la colina. Apenas había llegado a la
mitad de la escalera cuando oyó un aullido que la hizo paralizarse.
Antes incluso de que despejara el último paso entre ella y Avery, abrió los
brazos y dio un salto hacia adelante. La combinación de peso extra y
movimiento lateral casi tira a Avery a sus pies. La chica entonces la cerró en un
fuerte abrazo.
Sabes que te gusta este lugar más que eso Leela tenía que provocar,
sabiendo muy bien que aguardaban el último año como un paso más cerca de la
libertad.
¿Amigo?
Ese chico contigo Indicó Avery pero mirando hacia atrás, el hombre
había desaparecido , Uh…no importa Enmendó Avery, y se sacudió el mal
sentimiento tan rápido como pudo.
Oh. Veo que ya has recogido tu tarjeta Morrison había terminado la pila
y se echó hacia atrás.
Avery negó con la cabeza. Leela tenía una tarjeta de asignación en la que
figuraba Avery como su compañera de cuarto designada, así que ella ya sabía
su habitación, pero Avery se suponía que tenía que recibir una tarjeta también.
Morrison hojeó toda la pila de tarjetas azules por segunda vez. Con las cejas
apretadas, miró por encima de los papeles a su portapapeles. Page
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No estoy segura de por qué, pero no te tengo aquí. Estás registrada como
estudiante… Ella hojeó algunos papeles más antes de darse por vencida . ¿Y
estás segura de que nadie más lo cogió por ti?
Avery asintió. Sin contar a Leela, sus amigos en esta escuela eran
inexistentes. No es que no fuera popular…sólo que estaba en la mayoría de la
gente marginada.
Supongo que podría haberse mezclado por cortesía del caos del primer
día. Diría que debes ir a comprobar las otras mesas.
Sin decir una palabra, Avery se deslizó libre de la multitud y siguió a Leela
subiendo la colina más cercana. Los sénior estaban colocados en el más viejo y
casualmente mejor dormitorio. El Salón Crepuscule había sido construido al lado
del río. Inmerso en los bosques a cada lado, era el más lejano del centro del
campus. Casi como una entidad propia, el edificio de ladrillo con puertas
cerradas y sus propias cocinas. Afuera había un largo balcón que era el hogar
de fiestas locas. Además, este salón era el único en el campus que podía ser
mixto.
Fui a buscar conchas marinas a la playa y cogí vidrio o algo así Mostró
a Leela los moratones morados y negros. No había un corte visible y la Page
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enfermera de la clínica había superado las preocupaciones de Avery.
Con la cara ardiendo, Avery apretó los puños antes de poder reaccionar de
forma exagerada. Volviendo de nuevo al hombre detrás de ella, le dio una
mirada dura.
Olvídate de eso Dijo a Leela a regañadientes sabiendo muy bien que era
una batalla que acaba de comenzar.
¿Así que tú eres Avery Zane? Te he visto antes. Mi nombre es Mason, soy
nuevo aquí Esto sonaba forzado como una línea ensayada por una persona
tímida y característica de una conversación dolorosa, él sonrió pero rehusó abrir
la boca hasta el final. Para que Avery se sintiera ofendida. Hasta ahora, parecía
más como un espíritu afín.
Uh, algo así Hizo una pausa por un espeso momento de silencio. Antes Page
de que ella pudiera pensar en algo más, él preguntó , ¿Así que tu compañera |
de cuarto ha salido?
Oh, sí. Ella fue a…—Avery se detuvo. Leela estaba en la fiesta, pero ese
no era precisamente un detalle que le diría a un miembro del personal. Peor
aún, él era nuevo y era probable que las vendiera en un santiamén . Ella acaba
de salir. Estará de vuelta antes del toque de queda.
Espera Él tendió una mano para impedir que la puerta se cerrara . ¿Te
importaría dar un paseo conmigo? Preguntó en el siguiente segundo.
¿Qué? ¿Cómo una cita? Esto se deslizó antes de que pudiera detenerlo.
Con el rostro enrojecido, Avery se maldijo mentalmente por ser tan falta de
tacto . No creo que podamos salir con el personal Dijo de inmediato en el
mejor tono de broma que pudo. Si él lo compró o no, no lo sabía. Su rostro no
había cambiado mucho de la misma plácida mirada.
Con su rostro todavía ardiendo, ella asintió. Un paseo con un miembro del
personal, lindo o no, no hace daño.
Está bien, sólo, uh, dame un minuto Ella pegó un solo dedo en el aire
hasta que él retrocedió para despejar la entrada. Tan pronto como se cerró,
corrió por su teléfono. Rasgando hojas, cogió el aparato azul de su escondite.
Leela estaba en el marcado rápido y el teléfono empezó a sonar antes de
que Avery incluso lo llevara a la oreja. Con su mano libre, buscó en su bolso de
lona.
Con previo aviso, se habría puesto algo atractivo, pero con treinta segundos
o menos, tuvo que conformarse con sus agradables jeans oscuros y un top Page
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negro.
Él se había colocado contra la pared opuesta cuando ella salió. Desde aquí,
se veía incluso larguirucho con sus piernas extendidas y cruzadas.
Aunque la puerta no estaba conectada a una alarma, nadie salía de esta Page
manera. Fuera había empinadas escaleras macizas que bajaban directamente al |
bosque. Desde ahí, el campus estaba a unos veinte minutos a pie después de
tener que rodear la colina a través del bosque primero. Esta salida nunca tenía
luces tampoco. Por la noche, el camino era negro y traicionero.
Prefiero que nos atrapen que morir Su voz se quebró y dio la vuelta.
Una sensación desagradable se deslizó por su espalda y vio el pasillo vacío.
Me aseguraré de que nada te pase. Vamos Dijo él, pero su voz sonaba
de todo menos tranquilizadora. De hecho, mordió las palabras con dureza. Sus
músculos juntándose fuertemente, su postura cambió por completo. La
transición ocurrió en un santiamén. Avery nunca tuvo la oportunidad de
reaccionar adecuadamente.
Tuve que seguirte todo el camino hasta este maldito lugar, maldita
ladrona. ¡Entiendes cuánto tiempo me costó esto! Rugió él.
Esa noche mi jefe dejó caer un colgante. Era un brillante colgante negro
de la costa. Este colgante tiene una manera particular de ser encontrado de
nuevo. Lo busqué donde quedó varado por el oleaje y luego los rastreé hasta
Seward, Alaska. Lo rastreé de vuelta a ti.
Está bien Anunció finalmente . Por lo menos habla conmigo para que
pueda encontrar la salida de este bosque.
Cepillando los dedos por encima del árbol, dio un paso con cuidado para
evitar las sobresalientes raíces. En sus últimas patadas de verano, había optado
por usar un par de sandalias de tiras. Sabiendo que sólo necesitaba un paso en
falso y un firme golpe en una roca le daría un serio dolor, se trasladó
lentamente. Page
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Tienes mi palabra, no voy a hacerte daño. Sólo tengo…problemas de
temperamento Admitió la última parte como una ocurrencia tardía.
La luna salió otra vez, e iluminó el claro delante de ella. Mason estaba en el
centro y detrás de él estaban los escalones de vuelta a su dormitorio y de vuelta
a casa. Feliz de ver esto, corrió hacia adelante, pero sólo logró atrapar una raíz y
tambalearse. Con las manos agitándose en la oscuridad, se desequilibró.
Golpeando el suelo, besó la tierra. Avery no podía levantarse lo suficientemente
rápido. Sólo ella, en presencia de un delirante hombre psicótico, sería aún así de
torpe.
Una sombra cayó al suelo. Al mirar hacia arriba, lo vio elevándose sobre
ella. Con movimientos deliberadamente lentos y suaves, le ofreció una mano.
Esto no es bueno.
Capítulo 3 Page
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—M
ira, lo siento si lo he recogido, y lo siento si lo he roto.
Pero créeme, ya no lo tengo dijo Avery.
Ella lo miró sin expresión, esperando por la frase clave. Cuando eso nunca
vino, ella sacudió su cabeza y retrocedió.
Esto es...
¿Irreal? Ofreció.
Entonces sus alas desataron una rápida ráfaga y las frías mechas que
golpearon su cara la sacaron de su aturdimiento.
Pensé que los Harpies eran pájaros reales ella pensó en las fotos de sus
libros de mitología. La mayoría eran criaturas blancas con pico, gran abdomen
emplumado y garras. El hombre que estaba delante de ella era sólo eso, un
hombre.
Lo estudió de pies a cabeza una última vez. Ella había sabido que él era
alto, pero ese hecho combinado con sus desgarbadas y largas extremidades, de
repente tomó un nuevo significado. La estatura de su cuerpo entero, y lo que es
más importante sus amplios hombros, debería haberse acostumbrado a
mantener el equilibrio del peso de sus alas. Su esbelto cuerpo probablemente lo
mantenía ligero para el vuelo. Sus uñas eran un poco más afiladas de lo que
deberían ser también, no sólo para un hombre, sino para todo humano.
Ella solía dibujar a su madre como mitad humana, mitad Harpie gruñendo Page
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acerca de sus deberes. Por supuesto, incluso esa versión de un Harpie no se
acercaba ni un poco al que estaba delante de ella ahora.
¿Eras serio acerca de la magia? Dejando salir una bocanada de aire, ella
sacudió su cabeza . De ninguna manera. Esto no es real. Esto sencillamente no
sucede.
Ella abrió su boca para hablar pero no pudo pensar en ninguna palabra. Su
mente finalmente captó toda la situación. Incapaz de controlar el movimiento
facial de sus expresiones, se volvió y miró hacia el bosque. Su mano derecha
dolía ante la revelación. La mancha negra que ella había tenido en el pasado
Julio todavía arruinaba su palma como si se hubiese quemado ayer. Eso
combinado con la increíble evidencia que estaba a unos pasos de ella la dejó
estremeciéndose.
La magia no te herirá. Pero hay gente ahí fuera que lo quiere. Gente
peligrosa y ellos te matarán para conseguirla.
2 Juego de palabras intraducible. Originalmente: "We ven derived the term harping
from them.. uh you". Siendo harping “machacar”; cansar de estar siempre con la
misma perorata; dar la vara...
cerró su palma y escondió la marca negra. Eso apenas se sintió reconfortante. Su
áspera piel quemaba y él apretó su mano demasiado.
Súbitamente, sus alas se abrieron. Él usó el agarre sobre ella para girarla Page
alrededor lo suficientemente rápido para marearla. Desde allí, ella vio sus alas |
claramente. Poco más de diez pies, ellas casi tocaban la línea de los árboles y las
escaleras.
Ella hizo justo eso. Reforzando sus codos contra su pecho, empujó hacia
atrás para romper su agarre.
Correré el riesgo.
Sabes que tengo que ponerte en el aviso ahora Morrison sonaba casi
tan vaga como Avery se sentía. Morrison siempre llevaba puestas las zapatillas,
así todos podrían oírla venir y nadie podría ser pillado. Por supuesto, un
estudiante no podría oír las zapatillas si ellos estaban fuera siendo reprendidos
por una criatura mitológica. Ella parecía esperar la excusa de Avery tanto como
Avery esperaba su propia excusa. Pero en ese momento, Avery no podía pensar
en una sola mentira.
Avery caminó hasta su puerta y golpeó dos veces para despertar a Leela.
La puerta se abrió y antes de que Morrison diga otra palabra, Avery cargó
hacia delante y casi derriba a Leela en su camino. La pesada madera se cerró
detrás de ella encerrándolas dentro del dormitorio. Avery no hizo nada hasta
que ella pudo oír los últimos repiqueteos de los tacones de Morrison al final del
vestíbulo. Entonces ella desplazó su atención hacia la habitación.
Cálmate Leela estaba entre los dos . Sólo nos estábamos escondiendo
hasta que Morrison se fuera.
Antes que nada, Avery notó que Leela sólo se dirigía hacia ella y ni una vez
reprendió a Nathan. Segundo, ella vio el resto de la habitación. Las sábanas de
la cama de Leela estaban perfectas, almidonadas e intactas. La televisión estaba
en un lío de cables desenganchados y la única luz encendida era la
dolorosamente brillante luz del techo fluorescente. Leela, por primera vez,
desabrochó sus zapatos y los pateó hacia una esquina. Avery supuso que ellos
no habían estado allí mucho y que definitivamente no el suficiente tiempo para
meterse en problemas. Aún así, el pensamiento casi la hace estremecerse.
La escuché pillarte. Tienes suerte de que te haya dejado entrar,
trayéndola aquí de ese modo. ¿Tienes idea de en cuántos problemas me podría
haber metido?
Deberías irte ella le respondió. Él hizo una mueca de dolor sólo por un
efecto teatral y entonces se escabulló fuera de la puerta. Una vez que se cerró
firmemente detrás de él, Leela se volvió hacia Avery.
Eso fue grosero. ¡Él sólo estaba aquí para verme! ¿Qué tienes en contra de
Nathan? Leela, incluso cuando no fue incluida en el inicial intercambio, había
estado claramente avergonzada.
Yo... Nada. Quiero decir, sé que él usa a las chicas. No quiero que te
juntes con él. Avery se frotó los brazos, ya sintiéndose lo suficientemente
inquieta.
E
l invierno se acercó, robando las pocas horas de luz solar que había
en Seward3. Incluso con la luz fluorescente del cartel del colegio, la
oscuridad atenuada nunca era bienvenida. El inevitable frío, negro
hielo y las congelaciones vendrían con el invierno. Aunque Avery
había vivido en Alaska la mayor parte de su vida, el invierno este año parecía
menos apetecible que nunca.
Consulten sus notas para tener las pautas de cómo hacer el pre—
experimento. No quiero excusas continuó la profesora, elevando la voz lo
justo para que los vagos del fondo pudieran escuchar todas sus palabras.
Avery supo del tipo que eran. Ellos decían: "Sé que ella no estaba en la
fiesta. Creo que la vi fumando fuera". Una chica incluso dejó caer el "Escuché
que ella espera a que todos se vayan para rebuscar en sus habitaciones". Los
rumores se volvieron cada ver más estúpidos cada año. Si ella tuviera que
quedarse en el colegio un año más, la llamarían la asesina del hacha el siguiente
mes.
Avery las miró fijamente cuando una de las chicas chismosas arriesgaba
una mirada rápida hacia atrás en su dirección. La chica empalideció y se giró en
su asiento, enterrando su nariz en un libro. Dejando salir un profundo suspiro,
Avery se echó hacia atrás en su silla de plástico. La profesora le dio a la clase
una mirada astuta antes de dejarlos salir. Ella cerró la cubierta de su libro y se
puso de pie para estirarse cuando alguien vino por detrás de ella.
—Oye, Avery.
Avery apretó los dientes y tuvo que esforzarse para ser civilizada. Ella
odiaba a Nate, pero Leela era su amiga y no quería empezar otra pelea si podía
evitarlo.
Espera. ¿Qué?
—Cassie del tercer piso dijo que te vio con ese chico moreno y alto que ni
siquiera va a este colegio. Ella les ha estado diciendo a todos que te pillaron
cuando te escabullías para verlo.
Espera, ¿eso es todo lo que dijo? Preguntó ella. Sabía que Cassie se
estaba refiriendo a Mason totalmente. No había muchos chicos morenos y altos
en Mayweather, mucho menos uno que no fuese al colegio. Además, Cassie
incluso sabía que esa fue la noche en la que ella fue pillada después del toque
de queda. Avery entró en pánico.
¿Qué más vio Cassie? Quizá la chica había mirado por la ventana en el
momento equivocado y había visto las alas de Mason en toda su gloria. Mason
no se había estado escondiendo precisamente y Avery había estado gritando
para llamar la atención. Avery se pellizcó el tabique de la nariz e intentó no
perder el control de sí misma. Las alas no eran exactamente un detalle que se
podría dejar a un lado. Si Cassie vio algo sobrenatural esa noche, eso debería
haber estado en la cadena de cotilleos también, ¿verdad? La lógica no era
prueba suficiente. Quizá Cassie vio algo, pero pensó que era demasiado
increíble. Ella podría haber estado en el mismo estado dubitativo en el que
estaba Avery ahora.
Ohh. ¿Era lindo? No soy una gran fan de chicos altos, pero él suena
lindo.
¡Aw! Es una pena. Las citas dobles podrían haber sido alucinantes.
La sonrisa de Leela no disminuyó, pero lanzó una mirada a reloj del centro
del patio.
Sí, te meterás en problemas si te pillan. Mejor te vas a casa. Voy a ir a la
biblioteca ahora, pero ¿quizá podemos asaltar la cocina esta noche y hablar de
chicos?
Para cuando ella había retornado del camino de piedra del vestíbulo de
Callaway, las luces se habían apagado y el edificio se había oscurecido. El
silencio inusual fue suficiente para hacer a Avery titubear en la puerta. Nadie
tenía permitido estar aquí después de hora, pero si ella estaba sola, no podrían
pillarla. Ella estiró del frío picaporte de hierro hasta que la puerta se abrió.
Dentro, los corredores estaban cubiertos de oscuridad. El hueco de las ventanas
dejaba pasar poca de la luz de luna.
Justo cuando ella los alcanzó, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Antes
de que ella pueda moverse, la puerta se cerró de un portazo. Su corazón se paró
ante el brusco sonido, a Avery se le cayeron sus cosas y miró alrededor de la
habitación. Estaba demasiado oscuro para ver algo.
En frente de ella había tres personas. Sus altos cuerpos dejaban sus cabezas
contra el techo y sus desplegadas alas llenaban el sitio entre ellos. Harpies (de
eso Avery no tenía duda), pero estos Harpies era distintos. Sus alas eran grises
y harapientas con plumas rasgadas colgando como si estuviesen a punto de
caerse. Sobre sus pechos usaban unas cubiertas de bronce grabadas con
espirales góticas. Los dos harpies que estaban en las esquinas del grupo eran
hombres. Ambos tenían brazos hinchados, barbillas afiladas y cabello de retales.
En el medio estaba una chica y aunque ella no parecía tan grande como sus
compañeros, los hombres le daban un amplio lugar incluso en la sala
abarrotada.
Cuando ella vio a Mason por primera vez, ella estaba mucho más
preocupada con las alas y el peligro que los nombres y las identidades. En ese
tren de pensamiento, ella intentó canalizar tanta emoción real como pudo, como
shock y confusión. Esos Harpies se veían tan locamente raros que ella no tuvo
que actuar.
S
in esperar más tiempo, los Harpies machos cogieron a Avery y la
elevaron de sus pies. Golpearon los escritorios sacándolos del
camino, enviando las mesas contra la pared destrozándolas con un
estruendoso estallido. Arrastrándola parcialmente, se abrieron
camino a la salida. Atravesando la primera puerta y saliendo al vestíbulo. Los
ojos de Avery buscaron desesperadamente. El vestíbulo estaba oscuro y vacío
como ella inicialmente lo había dejado. Dejó salir un suspiro de incredulidad.
Tenía que haber un conserje en alguna parte. ¿Por qué nadie podía oír el
estrépito?
La gente debería haber oído sus gritos en cada dormitorio del campus, pero
si lo había hecho, ella nunca tendría la oportunidad de contarlo.
Avery buscó ayuda, pero fuera estaba tan solitario como dentro del
vestíbulo. La esperanza amenazó con dejarla hasta que sus ojos aterrizaron en la
parte delantera de la oficina en mitad del campus. Las luces permanecían
encendidas. Siempre tenía que haber alguien ahí. Llena de desesperación,
Avery se decidió. Con la sorpresa de su lado, Avery se levantó y en cuanto sus
botas tocaron el hielo, corrió.
El Harpie más grande era más torpe que el resto e hizo un salvaje y vano
agarre. Avery lo esquivó brincando en el último paso. La persiguieron, pero el
sonido de los pasos tronando tras ella solo hizo a Avery correr más rápido. Page
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¡Compañía! Un chillido sonó detrás. Avery no tuvo oportunidad de
comprender antes del impacto del golpe que la hizo retroceder.
Con los pies súbitamente colgando, ella sintió pánico. Sus brazos la
sujetaban bajo los hombros, pero el agarre no era el más fuerte. Él voló hacia lo
alto y atajó bruscamente a la izquierda. El mundo giró borroso con su vuelo
agresivo. Ella vio los árboles coronados de blanco un momento y las estrellas en
el cielo nocturno al siguiente. El movimiento la mantenía apenas consciente de
la localización exacta de sus perseguidores pero podía oír los tonos altos de los
chillidos mientras la perseguían.
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Volviendo al presente, Avery se estremeció mientras recordaba cómo había
|
llegado exactamente a este momento. La Banda de Ladrones les había
perseguido al bosque y ella se había escondido con Mason herido a su lado.
Mason y Avery habían permanecido callados, esperando que los Harpies sobre
sus cabezas pasasen, y usando los preciosos momentos para recobrar sus
fuerzas. Finalmente hubo silencio, y permaneció silencioso durante un tiempo.
Avery lanzó una mirada de reojo a Mason. Él parecía peor que nunca. El
carmesí empapaba sus alas y su piel, y le volvía pálido. Aunque
sorprendentemente, él parecía plenamente consciente y dándose cuenta
rápidamente.
Saben que estamos aquí pero se están reagrupando para volver con un
plan Susurró él cansadamente.
El espeso bosque había atrasado a los otros Harpies, ya que no eran capaces
de aterrizar con los árboles acumulados tan cerca, pero se darían prisa a pie en
breve. Avery sabía que tenían muy poco tiempo para escapar.
Tenemos que correr. No puedo luchar con ellos en el cielo con un humano
ensangrentado en mi espalda.
Sin una palabra, sujetó su codo con las garras tensas y apuntó al norte. Ella
no se movió. Con la respiración aún contenida, solo se centró en los crujidos y
ruidos aumentando cerca.
Después alzó tres dedos en el aire que eran apenas visibles en la débil luz.
Cogiendo el mensaje mudo, Avery preparó sus músculos para que todo valiese
la pena. Los delatores indicios de pasos aumentaban cerca y Avery ahora
podría decir que había un número de gente. La mezcla de sonidos alrededor del
bosque distrajo su atención. Estaban rodeando el área. Estaban encerrando a
Mason y Avery dentro.
Los dedos de Mason bajaron, uno por vez, en un agonizante y lento ritmo.
Cuando el último bajó, la energía contenida en sus músculos explotó. Corrieron
a toda velocidad hacia delante, corriendo a través de los bosques rápidamente.
Un árbol se interpuso entre ellos y se separaron. Justo cuando Mason se perdió
de vista, un inadvertido agarre arremetió y atrapó la camisa de Avery. Antes de
que se diera cuenta de ello, la tela se desgarró de su espalda y la envió girando
al suelo. Con los ojos dando vueltas a través de la oleada de vértigo, divisó otro
Harpie. Uno de los machos masculinos mirando lascivamente hacia ella.
Medio minuto más tarde, aún la agarraba del mismo modo. Los ojos de
Avery se abrieron y algo se le ocurrió lentamente. Los Harpies ya no estaban
intentando matarla, Avery se dio cuenta. Viendo una oportunidad en ello, alzó Page
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su bota e impactó con la caja torácica del Harpie. Cuando funcionó, Avery fue
rápida en golpearle con otro pie, y esta vez se dirigió a su rótula. La suela de su
bota y el centro de su hueso colisionaron con una fuerza devastadora. El Harpie
tropezó hacia atrás, más furioso que nunca, pero no le daría una segunda
oportunidad. Finalmente Mason reapareció y golpeó al harpie desde atrás. El
macho torpe agresor cayó y Mason pasó sobre su cuerpo retorcido.
Pasos furiosos golpeaban tras ellos, y Avery no necesitaba oírlo dos veces.
Se deslizaron más allá de la línea de árboles cuando uno de los Harpies
perseguidores gritó.
Su cuerpo entero se deslizó dentro y golpeó el agua helada como una pared
de ladrillos. Avery intentó nadar, pero el frío conmocionó sus nervios. Su
cuerpo no podía llevar a cabo los movimientos necesarios. Cada reacción
llegaba un minuto tarde. Cada movimiento no actuaba correctamente. La
corriente continuaba golpeándola. Con los pies incapaces de tocar el suelo,
estaba completamente a merced del río. Su mundo se volvió azul. El agua
corriendo por su cara. Al mismo tiempo, el río les empujaba corriente abajo. La
familiar línea de árboles desapareció rápidamente tras ellos.
Entonces Avery chocó con una roca saliente en la orilla del río. Con el golpe
torcido, sus extremidades se sacudieron y la fuerte corriente la empujó hacia
abajo. Con la cabeza bajo el agua, sus pulmones ardían. La negrura se arrastró
por el borde de su visión.
D
Corregido por tamis11
e alguna manera, ella sintió un hormigueo de sentimientos
volviendo a sus dedos. Seguramente estaba alucinando. Avery
sacudió sus miembros. Todos reaccionaron. Con la sangre
bombeando por su cuerpo iluminado con energía. Ya no dudaba.
Incorporándose, estudió el mundo a su alrededor y localizó a Mason cerca.
Mason sentado sobre su trasero, con las piernas estiradas delante de él. La
suciedad y el lodo embarraban su rostro y ensuciaban su pelo. Sus alas tenían
más plumas hechas jirones que antes. Aún así, el parecía sorprendentemente
bien considerándolo todo.
Se tomó otro momento para entender la situación. Sus ojos fueron hasta su
palma derecha y lo que vio casi hizo que su corazón se parase. La marca negra
mágica se había estirado por el antebrazo abajo y estirado hacia sus codos.
Avery restregó el negro como si pudiera quitarlo. La marca permaneció.
¡Ahora no estás ayudando! Le gritó ella, con los ojos tan brillantes que
parecían borrosos.
Mason se inclinó lejos de ella, poniendo una cara que ella no podía
distinguir. Al minuto siguiente, oyó su tono cambiar.
Conocí a la chica una vez… Su nombre era Eva y la conocí antes de que se
convirtiera en una fugitiva. El conjunto de esos Harpies se llama la Banda de los
Ladrones. Y originalmente tenían que intentar robar el amuleto de nuestro
príncipe, Jericho cada palabra calmada que dijo hizo a su rostro ruborizarse.
Sí, pero no era solo el príncipe. Era mi padre aclaró Mason y continuó.
Bueno, tu padre lo creó, ¿no? Entonces él sería el único que sabe cómo
sacarlo de mí. Solo tenemos que encontrarle antes de la Banda de Ladrones nos
encuentre a nosotros.
Los ojos de Jericho pasaron por la playa y sobre ella, pero mirando a ciegas
como si ella no estuviese allí. Rafael continuó embistiéndole pero Jericho se
alejó moviéndose con gracia. Un mármol brillando captó su mirada a
continuación. El mármol brillante era el amuleto que colgaba del cuello de
Jericho casi burlonamente, brillando con un débil azul y manteniéndose
siempre una pulgada fuera del alcance de Rafael.
Debemos irnos antes de que nos encuentren aquí. Además, el mal tiempo
nos hará movernos. Tenemos que alcanzar la costa del sur antes de que acabe el
día.
Le hizo señas para que se acercase con una mano abierta. Ella la cogió y le
dejó guiarla hasta el claro. Las uñas de Mason parecían más afiladas ahora y
parecían más como garras. Quizá las había afilado antes de ir a por ella a la
escuela. Quizá la mayoría de lo que ella veía era una ilusión. Empujando las
posibilidades al fondo de su mente, miró al cielo. Como prometió, las nubes se
habían formado en el horizonte pero la oscuridad tapaba su extensión.
¡Oh no! ¿Cómo sabes que puedes volar así? Ella se alejó sin soltar la
mano.
Tiró de ella hacia su pecho desnudo y dobló sus brazos para que llegase a
rodear su cuello. Regañándose mentalmente a sí misma por sonrojarse, Avery
miró hacia el suelo. La postura parecía incómoda. Avery apenas alcanzaba los
cinco pies de altura y Mason tenía una altura importante sobre ella. Él no lo
encontraría importante una vez que estuvieran en el aire.
Ella forzó su cabeza hacia atrás en un ángulo raro para mirarle a la cara.
A
cien metros de la atmósfera se volvió absolutamente ensordecedor
y, sin embargo Avery se encontró gritando por encima del
zumbido del viento en sus oídos.
Los músculos temblorosos, ella luchaba por acercarse más a Mason que
parecía su calentador personal. Ella nunca había puesto mucho pensamiento
sobre por qué los Harpies eran veinte grados más calientes que los seres
humanos, pero esto se presentó como la mejor explicación. A unos cientos de
metros en el aire, hacía frío. Y su cuerpo humano no era feliz.
¿Sabes dónde estamos? Se quejó ella otra vez, sabiendo que era un
poco infantil, pero estaba harta de la posición.
El estado de Alaska era enorme, y la mayor parte era las tierras rurales, sin
utilizar las tierras de hielo o masas boscosas. Incluso si tuviera la ventaja de más
altura, ellos no eran un avión y no lo harían muy bien. Pensamientos
descarriados, Avery movió la cabeza para echar un vistazo a la herida en el ala
izquierda de Mason. La herida en la base de su ala había comenzado a
mostrarse de nuevo. . Las plumas que la había cubierto una vez comenzaron a
revelar parte de la herida en carne viva. Sujeto su brazo izquierdo con fuerza
alrededor del cuello de él, ella movió su mano derecha con los dedos en la
herida. Su ala chasqueó duro en señal de protesta. Page
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Lo siento Murmuró ella y retrocedió . Pero cada vez es peor.
Hey, yo dije que no sabía si podías volar. Una herida abierta es una
herida abierta Ella dijo sin inmutarse.
No importa lo mucho que hizo para callarla sobre el tema, El ala de Mason
claramente le hacía daño. Voló en un ángulo torcido y su ala se negó a abrir
completamente. Ellos dieron la vuelta en el aire, controlado, pero cada vez más
incómodo.
Ella abrió la boca para protestar, y nunca tuvo la oportunidad. Sus alas
cambiaron abruptamente y perdió altura, el nauseabundo desplazamiento de
altura dejó su estómago en nudos.
Una ráfaga paralizante les golpeó justo en ese momento. La ala herida de
Mason se torció primero y los envió en espiral hacia atrás en un ángulo
incómodo. El patrón de vuelo completo en ruinas, comenzaron a caer en picada.
El mundo en espiral y Avery repente vi lo que estaban enfrentando. Habían
volado a la derecha dentro de una tormenta de nieve. El miedo pateando,
Avery gritó. Las alas de Mason se batían en un último intento para ponerlos de
manera vertical, pero el viento las hacia templar.
¡Mason!
Ella no pudo detectar nada más que la nieve y las montañas coronadas de
blanco. Ella entrecerró los ojos desesperadamente pero no mota nada de color
café, canela o negro que atrapara sus ojos. Arrastrándose sus pies, ella se
empujó hacia adelante. Enterrada hasta las rodillas, no podía caminar derecha.
Cada músculo de su cuerpo protestó cuando ella tiró de sus tobillos y se obligó
a dar un paso más.
¡Mason!
Avery freno sus retorcidos pensamientos para revisarlos uno por uno. No
había visto exactamente a Mason, pero el ruido metálico que oyó fácilmente
podría haber sido un cuerpo cayendo. Avery tomó aire para tranquilizarse a sí
misma. El movimiento que había visto se originó a partir de tan sólo unos
metros de distancia, pero el tiempo hizo una milla virtual. También, salir de la
cueva ahora puede significar que no encontraría el camino de vuelta en la
confusión absoluta. Page
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Confróntalo Se dijo con audacia mucho más razonable de lo que ella
sentía. Alcanzando su bufanda de algodón, Ella descubrió la tela azul marcada
hasta que se agrupo en sus manos.
Mason gritó ella. Justo cuando ella dio un paso más, pisó algo duro y
lleno de baches. Mirando más adelante, vio la figura acostada en la nieve por
primera vez. La cara de Mason y el pelo castaño desordenado se destacó por
encima de la nieve.
El azul de la bufanda abrió el camino, a pesar de que había sido volada por
la ingobernable tormenta. Una última oleada de adrenalina de las carreras a
través de sus venas, Avery lo tiró a la cueva. El viento se desaceleró en el
interior. La nieve todavía apilada en la parte frontal de la cueva, pero no lo
suficientemente alto como para interferir con el movimiento. Ella lo condujo,
tropezando con Mason una vez más, el colapso cuando ella alcanzo el final.
Poca luz alcanza el interior de la cueva, y menos aún durante la tormenta.
Sin embargo, las paredes estrechas estaban cerca lo suficiente para que ella
pudiera trazar todo el lugar solo por el tacto. Mason había caído por debajo de
ella, utilizando sólo energía suficiente para rodar sobre su espalda y doblar sus
alas destrozadas por debajo de él. Con manos que se mueven rápidamente, Page
Avery sacudió la nieve por última vez de los dos. Cuando se derritiera, estarían |
mojados de nuevo. Esta vez, probablemente se congelarían hasta morir. Mason
se movió cuando ella lo tocó.
Mucho más que tú. Soy malditamente inmortal esta semana Ella soltó
una risa ronca, aunque probablemente no era gracioso.
Ella no podía verlo por lo que se inclinó con cuidado. Luego la mano de él
se acercó por detrás de ella y la atrajo hacia sí. Avery saltó al principio, cuando
él tiró con fuerza contra su pecho desnudo pero ella los puso juntos
rápidamente. Se había unido su calor a su cuerpo—algo que era especialmente
útil cuando una de las personas tiene corrientes de calor todo el tiempo—.
Inmediatamente sintió la diferencia, Avery se apoyó en él para calentarse. Ella
maniobró la cara en el hueco de su cuello y dejó escapar un suspiro. Ella no
podía mentir, aplastada tan cerca de Mason —incluso en la vida o escenarios de
la muerte— parecía un poco demasiado personal. No estaba segura de qué
hacer con él, sin embargo, ella no lo mencionó.
¿Qué?
Ella lo escuchó con claridad esta vez, pero no tenía una respuesta
inmediata. Su mente daba vueltas. Había sacado su persistente mano de la nuca
de su cabello, pero no se había movido. Desesperadamente deseando poder ver Page
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su cara, ella no salto a conclusiones, así que se tragó el nudo en la garganta.
Él se echó a reír.
Ella renunció a pensar que quería decir algo más y cambió su enfoque.
De todas formas, tenía que ver a todos tus amigos. La chica tenía sentido.
Pero Nathaniel era extraño. Pensé que estabas saliendo con él.
Bueno, no lo estoy.
A
very se despertó sobresaltada y se tomó un momento para
recordar dónde estaba. Todavía estaba oscuro y frío, y ella fue
abruptamente consciente de las ásperas paredes de la cueva que se
clavaban en su espalda. Se había quedado enredada con Mason toda la noche,
pero ahora despierta, se deslizó fuera de él.
Ella negó con la cabeza, de pronto frustrada y con pánico. Mason necesitaba
antisépticos y asas de vendas por lo menos, los antibióticos y suturas a lo sumo.
¡No vas a conseguir mejorarte aquí! No podemos esperar más Ella siseó .
¿Y si simplemente no te despiertas? Entonces estaríamos en serios
problemas Mason dejó escapar un largo suspiro y le hizo señas para que se le
acercara.
Ella sacudió la cabeza, atrapada entre sus emociones. Mason al menos se las
había arreglado para ser condescendiente. Dejó su actitud fuera a pesar de las
circunstancias recientes y volvió su atención a la herida. Usando la luz de su Page
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teléfono, examinó la herida de nuevo mientras reprimía las arcadas. No olía
horrible para una infección —probablemente una señal de que no se había
extendido mucho— pero Avery apenas podía soportar mirarlo. La herida fue
formando costras y las plumas alrededor eran de color marrón con sangre.
Estaba convencida de que había algo de inflamación. Avery no podía dar un
consejo médico real, pero ella sabía que debía ser limpiado y envuelto.
Está bien, deja eso Ella escupió . Mira a la pared o algo así Le
temblaban las manos lo suficiente para que ella luchara por ponerse la sudadera
con capucha correctamente. Avery perdió el balón con la cremallera.
¡No estoy nerviosa! Creo que hay temas más importantes que yo Se
concentró en la camisa ahora, rompiendo el algodón en dos franjas separadas. Page
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El primero ella lo coloco en el suelo y luego le dejó caer un montón de nieve
blanca y limpia en el interior de la tela. Envolviéndolo hacia arriba, ella lo
deslizó por debajo de su chaqueta sufriendo a través de la frialdad. Ella
necesitaba agua.
La fiebre te hace delirar, claramente, porque tendrías que estar loco para
pensar que hablaría contigo sobre esto.
Ella se arrastró hacia él y extendió su ala. El ala tembló con vida propia,
pero dejo de resistirse y se extendió hasta que pudo ver la herida. Su teléfono se
quedó encendido pero con el tiempo iba a morir por lo que tenía que trabajar
con rapidez.
Sé que no me odias, Avery. Creo que has tenido bastante tiempo para
acostumbrarte a mí.
¿Crecer en mí? Suena como una mala hierba. Pero eres algo. Y para que
conste, yo no entiendo por qué un hombre no iría a por ti. Yo podría haber…
Mason fue cortado inmediatamente.
Recordar la escuela sólo sirvió para hacerla sentir nostálgica. Había sabido
que ella estaría alejada por un tiempo pero ahora Avery no estaba del todo
segura de que nunca tendría la oportunidad de volver. Parecía irreal. Cómo
Avery había pasado de paria social a la persona más buscada en la costa oeste,
no estaba muy segura.
¿Qué pasa con los Harpies en general? ¿Ustedes tienen que esconderse de
los humanos? ¿Qué sucede si hablas de ellos?
Estás pensando que estamos alejados por las diferencias de los seres
humanos. No tenemos un código o ley para nada, pero si me mostraba con mis
alas a todas las personas que conocí, yo tendría problemas. Es más fácil de esta
manera Cerró los ojos con firmeza y dejó escapar un medio silbido y suspiro.
Avery le tocó la frente de nuevo y descubrió que la fiebre no se había ido.
De hecho, parecía que se estaba poniéndose peor.
A
very se encontraba afuera apretando el amuleto mensajero carmesí
en su puño hasta que los bordes en ángulo cortaron su mano. La
condición de Mason no había mejorado y ahora ella se aferró a su
única esperanza de sobrevivir.
Al mirar hacia abajo, rodó la piedra transparente rubí rojo a través de sus
dedos. Originalmente intrigada, Avery la había estudiado en la caminata hacia
abajo. Mason había tirado algo como esto a la banda de ladrones cuando se
había escapado en el bosque. Incluso el amuleto original, que había agarrado en
la playa se parecía a este amuleto. No hacía falta ser un genio para conectar las
piezas. Las arpías contenían magia dentro de estas piedras de cristal. Y éste,
Avery recordó a sí misma sin hacer nada, enviaría una señal de socorro.
Imaginando a Mason herido y esperando, ella se preparaba. Apenas había
estado consciente cuando ella se había ido. Los pensamientos negativos
instando a ella, Avery dio un codazo a los copos de nieve de la roca que
sobresalía. Una vez que la piedra había sido limpiada, levantó el cristal rojo en
su mano. Conteniendo la respiración, Avery apuntó y tiro el amuleto.
Avery se quedó mirando el cielo, sin saber qué esperar. Las más altas y
monstruosas montañas comieron la mayor parte del horizonte. La distancia se
había desvanecido ya en completa oscuridad. Esperó a que un familiar destello
de movimiento revoloteara por el cielo. Esperó a que las arpías llegaran.
La dejaron esperando. Avery recogió sus rodillas temblorosas en sus brazos a
regañadientes. La temperatura caía de nuevo, Avery envió un pensamiento
ausente hacia la excavación de la bufanda que le faltaba. Incluso la tela azul
vivaz se había perdido enterrada durante la noche por lo que incluso si la
encontraba, estaría mojada. Cuando el último sol se desvanecía, ella vio algo en
la distancia.
¿Novia? Repitió Avery sólo para asegurarse de que había oído bien.
¿Dónde está? Tengo que verlo Instó Adalyn, haciendo a Avery a salir
de su estupor.
Él está aquí. Está herido Avery comenzó a dar marcha atrás a la cueva,
pero Adalyn no la siguió.
Page
¿Cómo? Preguntó la mujer Harpie. |
¿Cómo fue que se lesionó? Adalyn había retrocedido por lo menos una
docena de metros. Sus alas se cerraron y abrió los ojos. Con la frente apretada,
examinó a Avery con una tensión insoportable. Eso hizo clic en la cabeza de
Avery. Probablemente Adalyn sospechaba ella, lo cual era justificado.
Entendiéndolo, Avery se volvió hacia ella y explico con un amplio espacio entre
ellas.
¿En serio? Adalyn ladeó la cabeza hacia un lado, tenia labios de color
rosa . ¿Por qué fue que la banda los ataco? ¿Por qué estaba Masón contigo?
Presentando las preguntas serias en voz baja, mortal, Adalyn avanzó unos
pasos. Por vez primera, un brillo de plata brillante se hizo visible a su lado. Los
ojos de Avery se clavaron en él antes de que pudiera detenerse. El destello brilló
fuera una daga que había escondido Adalyn estratégicamente en el cinturón. Su
reciente aparición significaba que lo había desabrochado de la hebilla con un
ligero movimiento de su brazo. Con su estómago convirtiéndose en nudos,
Avery se obligó a mirar hacia atrás en los ojos azules de Adalyn entrecerrados.
Sosteniendo sus manos abiertas hacia arriba, Avery explicó.
A pesar de que había conseguido la marca en una fecha tan lejana como el
Cuatro de Julio, sólo ahora se expandía y se hinchaba con tal ferocidad. En la
cueva, Mason había estado cansado cuando mencionó el razonamiento. Page
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Cuanto más utilice su energía para sobrevivir Había justificado . Más se
convierte en parte de ti Con ese pensamiento enfermo, Avery se había
apresurado para convocar a la Harpie que estaba delante de ella.
Avery asintió con la cabeza y con ese pensamiento, echó una rápida mirada
cansada en el cielo. Adalyn arrancó la daga de su cinturón, y giró su postura en
cuclillas.
¡Si llamaste aquí! ¡Te van a seguir aquí! ¿Dónde está Mason? Gritó ella.
Avery se volvió y corrió hacia la cueva. Se deslizó hasta detenerse justo donde
está la entrada al túnel y se asomó desde la base de la roca. Adalyn la golpeó al
pasar y se zambulló en la entrada del canal con sus alas chasqueando detrás de
su espalda. Conociendo el interior apretado, Avery no la persiguió. Demorada
en la entrada, oyó que Adalyn caía de rodillas.
Con las mejillas enrojecidas, Avery dio marcha atrás hacia el centro del
valle poco profundo. Los tonos de voz se habían convertido rápidamente en
algo que Avery no estaba muy de acuerdo con la audición de nuevo. Ella miró
hacia abajo, hacia la nieve reluciente y se centró en la solución de su mente que
giraba. Pensó cosas. Mason no había dicho nada sobre el mundo Harpie. No
debería de haberse encontrado tan sorprendida de que él tuviera una novia. O
una. Casi—mujer Después de todo, Avery recordó a sí misma, Mason no tenía
intención de quedarse allí cuando consiguiera el amuleto él se iría. Iba de vuelta
a su propia vida y Avery volvería a la suya como si nada hubiera pasado.
¿Dónde estoy? Preguntó ella con voz ronca. Ella examinó sus
alrededores con una rápida mirada.
Sin embargo, la habían golpeado y se movió porque con ella aquí no habían
sido amables. A pesar que la adrenalina le impedía sentir dolor, todavía se
sentía el aguijón punzante de una cuerda atrapándola en una silla dura.
Inclinándose hacia delante, se puso sus ataduras. Habían apretado lo suficiente
como para cortar su presión arterial. Las cuerdas ni siquiera se movieron.
Rafael observó sus movimientos suaves con la dura mirada de un depredador.
Ella se dio por vencida y se encogió de hombros hacia él inocentemente. Nunca
se había movido de su posición en la pared pero ella no quería darle la razón a Page
cualquiera. Avery nunca había dominado los juegos de la supervivencia, pero |
algo le dijo que siguiera hablando.
Él le sonrió.
Los labios de Eva se apretaron y ella se acercó hasta estar delante de Avery.
Avery se retorció cuando la atmósfera se espeso con tensión asfixiante, pero no
podía alejarse.
Puede que no sea tan fácil ya, Rafael. Tú debes saber eso Eva tarareaba
en voz baja. Moviéndose de nuevo, caminó alrededor de la silla de Avery hasta
que llego al punto que Avery no podía verla.
E
l mundo se recuperó desde el punto de vista desigual de Avery y si
tan solo pudiera ver lo que la rodeaba, sólo parecía una mancha
desagradable en el cielo azul y la grava gris. Escupiendo las plumas
que se metieron de golpe en su boca, Avery se movió e intentó ver más allá del
ala mástil de Rafael. La había sacado de la silla, la tiró por encima del hombro y
la llevó como una muñeca de trapo de la cabina. Y en un Harpie, el viaje no fue
muy agradable.
Hasta aquí, Rafael . La voz de Eva les llevó de nuevo fuera de la ruta y
la suciedad. Rafael finalmente se detuvo en seco y rodo a Avery de su hombro
antes de que ella hubiera tenido la oportunidad de prepararse a sí misma.
Estrellarse contra el suelo envió una fuerte sacudida de dolor a lo largo del
esqueleto de Avery, pero ella lo ignoró. Ella no estaba más atada, no estaba
atrapada, y estaba lista para escapar. Rodando sobre sus pies, se puso de pie
sólo para congelarse debido a lo que veía.
Alrededor de los restos de madera vieja había más Harpie de lo que había
visto antes. Cada uno de ellos llevaba una placa de bronce con una familiar
insignia de remolino, igual al de ella. La mera visión la hizo volver al duro
pecho de Rafael y él lo utilizo para rebotarla de vuelta hacia el centro del
círculo.
Mason hablo una vez de los miembros de la banda que había encontrado en
su infancia. En el momento parecía tonto, pero ahora sonaba como
absolutamente cierto. Nuevas Harpie que no había visto antes por lo menos
diez años. Incluso Eva se escabulló detrás de ellos y desapareció en el fondo.
Avery asintió. Por supuesto, pensó, era más fácil de esta manera. Él le
dirigió una sonrisa torcida y su mano se desvió de su barbilla. Aterrizo en su
hombro, dejó que sus manos vagaran por el costado de su brazo y sus dedos
dejaron una sensación caliente en su paso. Su mano tomó la de ella por fin y lo
sacó entre ellos.
Ella flexionó los dedos y se concentró, con ganas de sentir la magia para él.
No pasó nada al principio, y luego Mikhail, la guío.
Avery negó con la cabeza. Ella no quería, pero se sentía obligada cuando los
ojos negros de Mikhail se encontraban en ella. Con los músculos doloridos,
obedeció hasta que la magia realmente la daño. La electricidad se hizo más
fuerte, más grande, pero nunca llegó más allá de la muñeca.
¿Te duele? , Preguntó Mikhail, pero sonaba más como curiosidad que
preocupación.
Eva se presentó.
El amuleto
Él la interrumpió.
Dame tiempo. Dame tiempo y puedo hacer que funcione de nuevo. Ella
susurró finalmente, lamiéndose los labios secos y retorciéndose las manos
húmedas.
Era temporada baja y el edificio fue cerrado. Aunque Avery escapara, ella
no sería capaz de encontrar un teléfono o ayuda en su interior.
Eva de repente se dio la vuelta para mirarla. Algo explotó hacia arriba
desde un movimiento racheado. Cuando la nube se había reducido, la cara de
Eva se había torcido en algo feo. Su estatura entera se había puesto algo tensa... Page
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en algo peligroso.
¿Qué? ¿De qué estás hablando? Avery entonces le solicito. Eva se alejó,
dejando clara la distancia entre ellas como si su mano con espasmos corría el
riesgo de azotar hacia fuera en cualquier momento. Se dirigió al extremo del
claro y se dirigió a Avery con ojos cerrados.
Mason llamo a Jericho esa noche sabiendo que sería una emboscada, y
puso a su propio padre arriba. La banda le ofreció un trato... que le ayudaría a
conseguir el amuleto de Jericho por nuestra ayuda a cambio. ¿Ya conoces a esa
amiguita suya? Bueno, ella estaba comprometida para casarse con otra persona
y Mason quería que el chico se hubiera ido. Mason quería que lo matara.
Explicó lentamente. Pero cuando la prometida de Adalyn apareció muerta,
la policía siguió el rastro de sangre directamente a Mason. Lo exiliaron, y la
única razón de que Mason no está preso, es porque no puedo probarlo.
Entonces Mason se puso nervioso y decidió ocultar el amuleto de nosotros. Su
locura me va a meter en problemas. Así que Mason se lo merece todo. Se
mordió la última parte, a través de los dientes apretados.
Avery abrió la boca para replicar, pero nunca tuvo la oportunidad. Eva
levantó una mano silenciándola en el aire y siseó. Cállate.
L
as estrellas en el cielo desaparecieron cuando una multitud de
harpies se reunieron en el cielo sobre su cabeza. El thunderous de
enorme alas ocupaba la cima de la montaña, pero una concentración
de los mismos rodeo el centro de la montaña.
Avery, ya podía oír los gritos y los chillidos de la batalla cuando la policía
harpie se enfrento con la Banda de Ladrones. Ella juraría que oyó el silbido
desgarrado de los harpoons4 a través del aire y la inevitable música del impacto.
Insegura de cómo reaccionar, ella se volvió hacia Eva, solo para encontrar
que Eva la había dejado de pie sola en la calle.
4Harpoons: Es un instrumento parecido a una lanza utilizado en la pesca. Para capturar mamíferos
grandes
El Harpie la empujó y se fue de bruces contra el pavimento. El Harpie
aterrizó encima de ella y la atrapó esta vez. Ella no podía ver más que la
carretera y los árboles desde su nuevo punto de vista, pero podía oír un
desconocido susurro masculino en su oreja.
Los dedos de Avery apenas tenían uñas, mucho menos garras. También era
baja para ser humana y definitivamente par ser un Harpie.
Ella sabía que no funcionaría. No era necesario ser un genio para saber que
una humana huyendo de una Banda de Ladrones tendría algo que explicar.
Mire, no soy nadie realmente. Sólo tropecé con todo esto por accidente y
solamente quiero irme a casa.
Avery no necesitó alzar la vista hacia el cielo para saber que más policías
llegaban, que su oportunidad para defender su causa se estaba agotando.
Avery dejo escapar un grito frustrado. Ese enfoque. Había pensado que
dejar caer el nombre de Mason podría haberle dado un indulto al menos.
Avery gruñó cuando tiró de ella hasta sus pies. El Harpie estaba listo para
irse con ella pero Avery no podía dejarlo.
Funcionó al igual que antes, consiguiéndolo más fácil esta vez, y pronto
Avery sintió la carga eléctrica de la magia en las yemas de los dedos. Lo uso,
agarrando al oficial de policía con las manos. La electricidad estallo
chisporroteando, sorprendiéndolo.
Un minuto pasó antes de que Avery finalmente quitara sus dedos blancos
pegados al asfalto y recordara como respirar. Se recostó, sentándose en la nieve
húmeda y tirando de sus rodillas hacia sí.
Ahora más cerca podía ver al hombre en detalle. Su desaliñada barba rojiza Page
hacía que la mayor parte de su rostro desapareciera, pero sus suaves ojos |
verdes todavía eran visibles. Vestido con botas de trabajo pesado, él podría
haber sido un guardabosque pero Avery no podía estar segura de eso.
Él camino con ella hasta su coche, haciendo mucho para soportar el peso de
Avery, y abrió la puerta para que se sentara. Avery se lo agradeció. Las luces
del coche se encendieron y los ojos del hombre se abrieron y la mandíbula se le
aflojó cuando pudo echarle un vistazo. Avery no tenía un espejo pero no era
necesario ser un genio para saber que estaba cubierta del todo, de nieve y
sangre. Casi muerta de hambre, congelada y asustada, probablemente ella
parecía un poco nerviosa para empezar a hablar.
Uh, uh, casi . Nada de lo que estaba diciendo tenía sentido cuando su
cerebro se negaba a funcionar correctamente.
Yo sólo, quería ver, pero, luego me perdí. Me pareció que algo me estaba
persiguiendo así que corrí… Ella utilizaba cada trozo de energía que había
dejado para hacer que su historia sonara más auténtica.
Él se la creyó.
Echó un vistazo al cielo cuando lo dijo. Mason podría proteger a los seres
humanos pero sabía que Eva no lo haría. Una vez conseguido que el policía
Harpie la persiguiera, ella sabía que Eva estaría de vuelta.
Te acompañare hasta la ciudad . El hombre decidió sin vacilar y cerró la
puerta del coche una vez que las piernas de Avery estuvieron dentro.
Echó una ojeada rápida. Eva probablemente había seguido volando pero
inevitablemente daría la vuelta. Era solo cuestión de tiempo. La camioneta
rebotó debido a un bache. Estremeciéndose, Avery se giró para echar un vistazo
detrás de ella. La visión de una familiar barba rojiza saludándola y ella dejo
escapar un suspiro.
De prisa frotó para limpiar el cristal trasero del vaho. El hombre había
brincado sobre su propia camioneta. Demasiado cerca de ella para ver detalle.
Escuchó el ruido metálico del clic hasta que el hombre terminó y apareció en la
puerta de la camioneta. Pero esta vez Avery comprendió que llevaba una
escopeta. El la sostuvo durante la inspección antes de arrojarla a la cabina con
ellos.
No te voy a hacer daño, pero si hay un animal por ahí fuera, no queremos
toparnos con él dos veces . Él subió en la camioneta haciendo crujir la
suspensión.
No es ilegal estar aquí fuera, pero desde luego es estúpido. Dijo por
encima del constante zumbido del motor.
Page
Confía en mí. Lo sé. |
Avery noto que ella misma había estado apretando su brazo. Antes de
responderle él añadió. Deberías mirar debajo de tu asiento.
Lo hizo y encontró una caja verde con el equipo del cazador. Levantando la
caja en su regazo, la abrió. El olor a alcohol flotó por el aire. Con el borde a
rebosar, la caja contenía algodón, suministros médicos, vendas y gasas en la
parte superior. El hombre le fue haciendo señas y ella fue rebuscando entre los
envoltorios de plástico los suministros hasta que encontró lo que quería
enrollado en el fondo.
E
l centro de Anchorage, que carecía de lúgubres bosques o
espeluznantes carreteras oscuras, había llegado como una vista
bienvenida. El guardabosque la había acompañado en su trayecto
hacia la ciudad, así que Avery no sólo había hecho el viaje hasta
ahí, sino que también aceptó su oferta de dejarla en el aeropuerto. Había
agarrado un billete y estaba lista para irse. Los harpies tendrían que perseguirla
a través del lower 485 si querían agarrarla ahora.
5 Lower 48 se dice a los otros Estados de Alaska, no incluyendo a Hawai, también se conoce
como “el exterior” o “infierno”.
que las palabras apenas pasasen su propia desaliñada barba. Una de sus manos
distraídamente acunó la base de madera de su escopeta.
— Hola. — debían haber sido cinco horas demasiado temprano para que él
contestara en la mañana. Aunque, Avery estaba feliz de oírlo.
— Hola Chase.
— ¡Avery! — gritó él, esta vez enojado. El crujido en la otra línea le hizo
saber que ahora él estaba levantado y moviéndose, probablemente a unos pasos
de zambullirse en su viejo Ford y venir en una misión de rescate. La mejor
cualidad de Chase era también la peor. Chase era completamente
sobreprotector.
— Bueno, mi avión sale en veinte minutos así que... ¿en cinco horas quizá?
Silencio de nuevo.
Había hablado con su madre antes sólo para averiguar que la Academia
Mayweather había estado llamando a su madre incesantemente desde que ella
había desaparecido. Probablemente lo hicieron para decidir si necesitaban a un
agente que buscase a alumnos que hacen novillos o a un equipo de búsqueda de
cadáveres. Después de disculparse profusamente, ella simplemente le dijo a su
madre que había ido de viaje hasta Anchorage y que paso los últimos días de
un lado a otro en la ciudad. Avery había tejido una historia convincente sobre
cómo había demasiado drama en la escuela y su madre no tuvo ningún
problema con que se tomase un fin de semana de descanso en California. Su
madre se lo tragó fácilmente – lo hizo, después de todo, ella había criado a
Chase, quien era especialista en causar problemas. En comparación con todo lo
que hizo Chase, que Avery dejara la escuela unos pocos días sería de risa.
Era fácil dirigirse a su madre, pero tratar con Chase sería distinto. El mero
hecho de que Avery necesitase un supuesto descanso de la escuela, para Chase
significaba que era necesario matar a alguien en su nombre.
Ella asintió con la cabeza aunque él no la pudiera ver y luego colgó. Resultó
que se había apresurado a subir al avión sin ninguna razón. Las únicas otras
diez personas ya habían encontrado sus asientos y la auxiliar de vuelo aún no
había terminado la charla sobre seguridad. Avery cayó en su asiento
súbitamente agotada, y le dio un breve vistazo a las otras personas. Ella no
reconoció a nadie y nadie tenía las características de un harpie.
Avery odiaba los aviones la mayoría de las veces. La cabina era sofocante y Page
|
el pequeño ventilador soplaba aire ventilado, que olía demasiado a gasolina. Sin
embargo, hoy no le molestaba. Ésta era la forma de volar. Un bonito ambiente
cerrado, medianamente desagradable, con nadie tratando de matarla y sin
posibilidad de que alguien la dejase caer.
— Alteza.
— ¿Cómo estás? — preguntó ella, las palabras resbalaron por su boca como
si ya estuvieran escritas.
Ella caminó hacia la fuente y se posó en el borde. Desde allí vio su reflejo en
el agua. Unos ojos verdes agudos la contemplaban. Incluso a través de la
distorsión, reconoció su propio reflejo como el famoso rostro de Jericho. Parecía
que ella era Jericho.
— Aw, tan rápido a los negocios. ¿Cómo has estado, Samuel? — dijo ella
cortésmente, y con su pequeño cabeceo, el harpie Samuel se acercó unos pasos.
Ahora sólo a un pie de estar en frente a la fuente, Samuel parecía más relajado.
— Siempre bien estos días, mi Señor. Sabe, mi hija pronto se casa. — la voz
de Samuel se elevó con orgullo y su pecho se infló con júbilo.
— Muy bien. La nueva pareja tiene mi bendición. — dijo ella en la voz de Page
Jericho. |
Ella asintió.
6 Jibberish o galimatías es un juego o lenguaje secreto, similar al Pig latín (consiste en situar la
primera consonante de la palabra al final de la misma junto con –ay, por ejemplo de pig sería igpay) que
se reproduce en Estados Unidos, Canadá e Irlanda del Norte. El nombre de galimatías se le da por el
sonido absurdo de las palabras dichas/habladas según las reglas de este juego.
— ¿Y por esa razón no estas seguro de lo que este amuleto es capaz o
incluso qué tan fuerte puede ser? – preguntó Samuel.
La mera mención del nombre de Eva hizo que su ánimo se oscureciera más
allá de cualquier comparación. Una nueva clase de rabia hervía a fuego lento en
la boca de su estómago haciendo que sus puños le dolieran por la tensión.
Clavó sus garras en sus manos hasta que se provocó sangre y expandió sus
ansiosas alas hasta que ellas, ahora en su completa anchura, parecían enormes.
— ¿No crees que sé sobre Eva? — sus palabras fueron breves, dulces, y
sobretodo, fríamente amenazantes. La advertencia hizo al aire ponerse pesado y
la belleza del jardín se desvaneció en un telón de fondo negro. Esperó a que el
harpie le diera razón suficiente para dejar de reprimir la furia creciente.
Avery se despertó del sueño por el aterrizaje del avión y los chirridos de las
ruedas arrastrándose a lo largo de la pista de aterrizaje. La normal sensación de
inestabilidad la empujó hacia delante y el paisaje móvil en las ventanas se
desaceleró. Avery agarró el almidonado tejido de su reposabrazos hasta que el
último sueño inducido por el vértigo se disipó. Ella se sentó junto a la ventana,
contemplando la parte trasera de un asiento del avión.
Con la magia había venido una parte de Jericho. Ahora, que Avery supiera,
eso sólo hacía las cosas más complicadas.
Capítulo 13 Page
|
—¿Qué pasa? oí que estas tomando unas mini vacaciones. —Chillo ella
cuando Avery salió del auto.
—Algo como eso. —Avery camino por las escaleras y le dio a la chica un
abrazo.
Avery le dio las gracias, por lo general amaba estar allí. Chase y Michelle
habían logrado pescar una casa a una cuadra y media dela playa. Mientras un
apartamento de un dormitorio era apenas considerada una vida de estreno, la
posición lo compensaba todo. Desde esta casa podía dar un paseo corto a la
playa y un paseo marítimo donde cada marca que existía tenía un frente a la
tienda. El motivo de esta visita, sin embrago, ponía freno a la diversión.
Chase lanzo las llaves del auto en un recipiente verde por la puerta de la
calle con inquietante exactitud y se paseó dentro con su andar medio agachado.
Ahora en el interior, fue al sofá marrón y se dejó caer delante de la televisión.
Nada aparecía en la pantalla plana negra, pero él la miraba como si hubiera
algo.
—¿Estas segura?
—¿Qué es esto?
—Solo sé que no has traído nada de ropa o cualquier cosa, así que pensé que
te gustaría pedir prestado algo por un tiempo. —Michelle ofreció.
Avery acepto a toda prisa y cerró la puerta del baño con un ruido firme
metálico. Dentro, se volcó en el agua tan caliente como lo permitiría. El cuarto
de baño diminuto se empañaba en muy poco tiempo pero Chase solo tendría
que hacer frente a la condensación más tarde. Avery tenía suficientes días de
sudor, sangre y lágrimas por lavar. Con esto, probablemente se llevaría fuera
algunas capas de piel.
La ducha también le dio un tiempo muy necesario para pensar. Los restos
del sueño volvieron cuando pensó en ello. Estaba en un jardín, se vio a si misma
viendo el reflejo distorsionado de Jericho que miraba hacia ella en el agua de la
fuente. El sueño parecía tan real esta vez. La mención del nombre de Eva le
envió una rabia oscura que ni siquiera podía manejar incluso en sus años
góticos de la escuela media. Algo sobre todo esto la llevo de vuelta a las propia
palabras de Jericho.
Ahora sentía como si Jericho estaba con ella. O en ella. En la forma del
amuleto mágico. Sin duda, no sería la cosa más extraña que jamás había
escuchado. Ahora, para lanzar la idea a Mason que su difunto padre vivía en
una magia que está en ella… no pudo ver como saldría bien.
Avery grito.
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—Oye, ¿estás bien? cariño, abre la puerta. —La voz de Michelle estaba en el
otro lado de la puerta en cuestión de segundos.
—No estoy apresurándote. Pero hay un chico que quiere verte. Dice que es
importante. Te siguió desde Alaska o algo así.
—¿Qué?
No espero a que Michelle lo repitiera. Avery agarró la ropa a toda prisa.
Mientras Michelle pudo haber sido solo una talla menos, la parte superior de la
camiseta llegaba hasta su estómago y la correa espagueti reveló cada pulgada
adicional del patrón de la quemadura del amuleto.
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—Es un chico bastante alto y Chase le está totalmente dando el tercer
grado7. Tal vez deberías ser rápida.
—Michelle, por favor, dime que tienes ropa más recatada que esto. —Avery
ya había deslizado los shorts cortos de mezclilla blanco, pero había dejado la
camiseta sobre el mostrador cercano al lado de su vendaje usado. No tenía
tiempo para envolver su brazo.
Dejando escapar un suspiro, Avery calmó sus nervios para poder pensar.
Luego recordó su chaqueta de invierno en el pasillo, optó por ello, pero al
hacerlo, inevitablemente tendría que pasar a Michelle antes de que lo consiga.
La chica no podía guardar un secreto para salvar su vida.
—Ni siquiera tienes 18¡Avery! —exclamó Michelle, solo por suerte, en voz
abaja.
Obviamente, ella pensó que era un tatuaje. El nuevo aspecto pesado sin
duda ayudo. Pasando su brazo en la última manga, Avery maniobró pasando a
la chica a la sala de estar con un dedo presionando sus labios.
7
La expresión “Tercer grado” hace referencia a someter a alguien a un interrogatorio exhaustivo
o una fuerte presión.
Ella se dirigió hacia el interior, donde se encontró con Mason y Chase de pie
en lados opuestos de la sala mirándose. La sobreprotección de Chase estaba a
toda marcha y un Harpie no perdía un concurso de mirar fijamente. Pero
cuando entró en la habitación, la atención de Mason se rompió y se volvió hacia
ella al instante. Page
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Chase parecía un segundo lejos de protestar, pero Avery tomó solo medio
segundo para salir por la puerta. Mason estaba sobre sus talones
automáticamente. Ella apenas camino hasta el final de la cuadra, justo donde la
arena de la playa comenzó a acumularse y no escuchó a ningún residente.
Luego se volvió hacia Mason.
A pesar de estar en su lecho de muerte, la última vez que ella lo vio, se veía
muy bien hoy. Él se puso de pie en toda su estatura, con hombros anchos y la
postura perfecta. Su piel había tomado color, las mejillas en tonos rosa y los ojos
amplios y atentos. Avery estaba casi feliz de verlo tan saludable pero desde la
charlacon Eva todo de repente parecía falso. Una mezcla persistente de
sentimientos mantuvo a Avery insegura, no sabía que pensar. De cualquier
manera, ella lo golpeó con un puñetazo.
Mason siguió.
—La pandilla me atrapó, ¿cómo sabes que alguna vez aparecería? —Salió
más grosero de lo que había previsto, bien, pero ella no lo cambiaría.
—Este era el único lugar en el que sabía que podría tener una oportunidad
de encontrar incluso un rastro de ti. No esperaba que aparecieras a aun paso de
la puerta, sin embargo.
—Espera, ¿Qué quieres decir? —preguntó ella. Presa del pánico que estaba
creciendo rápidamente.
—¿Así que ellos están en peligro ahora? ¿Chase, Leela mi madre? están
todos en peligro. —Lo ultimó no fue una pregunta. Eva podría usarlas contra
ella. De hecho, si Eva atrapaba a Leela o Chase,Avery nunca intentaría
escaparse. Ellos sabrían esto también. Todo alrededor era un toque lógico pero
los Harpies jugaban sucio.
—Está bien, ya lo tengo. —Su mente le dio vueltas a los planes que tenía
para asaltar algunas bibliotecas. Tendría que vagar a través de cientos de
páginas de textos potencialmente inútiles, pero la ciencia y el mito le darían
una buena dirección. Después de todo, ellos estaban en lo correcto con algunas
cosas acerca de las Harpies. Un destello de la vieja personalidad de Mason
regresó cuando la rastreó.
Un momento entero realmente logró enfurecerla una vez más con la cólera
maniaca que le recuerda sospechosamente a Jericho.
—¿Sí, en serio? Ni siquiera estoy segura de que estés tratando de ayudarme.
Me entere de que me has estado mintiendo todo el tiempo. ¿Tratando de salvar
el amuleto de tu padre? No lo creo. Hiciste un trato con la pandilla.
Surostro blanco. Page
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—Sitú…Si tú aún quieres que te dirija una palabra, me dirás todo ahora.
La voz de Avery se quebró. Sabía que no debería confiar en él, pero ella
quiso confiar en él y le daría una oportunidad.
—T
ú sabes lo que es el helado, ¿verdad? —Avery por fin
tuvo la necesidad de preguntar después de que Mason
continuase mirando hacia abajo a la cuchara de helado
de doble chocolate de menta en su mano.
Ella lo había estado mirando desde que llegaron a la tienda Edy's justo fuera
de la playa. Ella los había conducido lejos de la casa de Chase, sabiendo que su
hermano tenía la costumbre de escuchar a escondidas, y paró en un puesto que
parecía como un buen lugar para hablar. Había gente por toda la playa, pero
realmente nadie se detenía a escuchar, prestaban más atención a los aspirantes a
cantantes que cantaban canciones a voz en cuello o a las nobles chicas modelo
pavonearse en sus reveladores bikinis rojos.
Hacía mucho calor y la humedad era densa fuera, y ahí había una pequeña
sombra por la decoración del patio donde ellos se sentaron. Ella podría haber
incluso pagado por su helado también, sólo para tener un poco de alivio por el
tiempo meteorológico, pero él se había negado rotundamente.
—Sí —se burló él, pero su mirada nunca cambió—. ¿Es este un momento
adecuado para un helado?
—Bien, no comas uno —dijo ella con un calor infantil y empezó a comer
antes de que el helado se derrita completamente en su mano. Ella podría haber
estado evitando la inminente y seria conversación, pero Mason no la dejaría
olvidarlo.
—Creo que no entiendes esto, Mason. No te diré una sola palabra hasta que
me digas la verdad, toda la verdad.
—Lo entiendo.
—¡He hablado con tu hermana! —habló ella por encima de él. Algunas
personas que pasaban se voltearon al incremento del volumen y Avery se calló
a regañadientes y se inclinó hacia atrás en su asiento. Sólo cuando la tensión se
fue lo suficiente, un pálido Mason habló.
—Lo fue. —él apoyó su propio comentario cuando ella se negó a responder.
Él explicó más. —Okay, ¿qué te parece esto? Yo te diré mi versión y luego tú
comparas.
Avery levantó un dedo para pararlo y dijo algo acerca de la siguiente parte.
—¿Tú contrataste a la Banda para matarlo?
—No. Te equivocas otra vez. ¡No puedes escuchar a Eva! ¡Eva miente! —
gruñó él.
—Sí, pero también te saliste del camino al contarme una completa historia
idealizada acerca de lo que pasó con Jericho. Te estás guardando cosas todo el
tiempo.
Mason se puso de pie tan repentinamente que su asiento cayó hacia atrás e
hizo que Avery se estremezca. Presionando sus palmas planas sobre la mesa, él
se inclinó hacia delante.
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—No me juzgues por guardarme cosas, Avery. Te he visto mentirle a la cara
a Leela todos los días sobre Nate. Tú eres igual.
Avery no supo cómo reaccionar a eso, así que no lo hizo. Dejando salir un
suspiro profundo, ella apartó la mirada de él.
—Bien. —Admitió por fin ella, Mason levanto su silla y se sentó de vuelta
en su asiento—. Pero tienes que hacer un trato conmigo.
Él ladeó su cabeza a su propuesta y ella se encontró con sus ojos otra vez.
—Tenemos que parar con este asunto de los secretos. Esta cosa del amuleto
me está sacando mucho más de lo que habíamos esperado, así que necesitamos
confiar en el otro.
Mason asintió firmemente. Antes de que Avery pudiese decir algo más, el
asiento entre ellos se movió abruptamente. Una chica se sentó para unirse a la
conversación y a Avery le tomó un minuto reconocerla. Adalyn había dejado
sin atar su rubio cabello rizado y se embelleció con un maquillaje más
abundante. Las alas se escondían bajo un apretado abrigo negro, ella parecía
pequeña y delgada. Le frunció el ceño a Avery con labios rojos y parpadeó a
través de su abundante rímel. Mason no hizo mucho, sólo levantar la mirada,
indicando que él había sabido que la rubia había estado cerca todo el tiempo.
—Bien, no quiero que llueva sobre su paseo, pero no creo que necesites
resolver nada más con esta chica. Encontraremos otra manera de quitar tu
destierro.
—¿A qué te refieres? —espetó Avery, rápidamente molesta por el
comentario. Adalyn ni siquiera la miró a ella, pero siguió hablando con Mason.
—¿Qué? —Mason y Avery habían jadeado al unísono, pero ella saltó fuera
de su asiento primero.
—¡No ataqué a nadie! —gritó ella. Herida e indefensa, ella estaba teniendo
problemas para procesar las noticias.
—Fue en el... —ella aminoró, sabiendo que tenía que empezar desde el
principio—. Tu hermana me levantó y me llevó a ese lugar llamado Hatcher
Pass. Su jefe, o alguien de más arriba, no estoy segura, querían ver si él podía
usar la magia. Es difícil de explicar, pero él casi me muestra cómo manifestarlo.
En realidad pude usarlo.
Ella pensó que era asombroso, pero el ceño de Mason indicaba que él no. La
dejó seguir hablando.
Avery ya sabía eso, pero escucharlo mandó escalofríos por su espina dorsal.
—Mason, nos tenemos que ir pronto. No podemos ocuparnos de esto ahora
mismo, ¿recuerdas? Sabemos dónde está ella, así que podemos volver más tarde
cuando en realidad tengas respuestas —dijo Adalyn, aparentemente eligiendo
ese momento para recordarle alguna aparente cita sin revelar. Mason hizo una
mueca, pero estuvo de acuerdo silenciosamente.
—En el peor de los casos, supongo que puedes pelear contra ellos sin usar la
magia. —ofreció finalmente Mason.
—¿A qué te refieres con pelear contra ellos sin magia? —preguntó ella,
parcialmente temiendo su respuesta.
Mason se agazapó en una postura de lucha para demostrar algo, pero todo
lo que hizo fue llamar la atención. Avery intentó ignorarlo, esperando que un
chico de 6 pies8 y algo, que viste una trinchera, no mereciera que nadie llame a
la policía. A Mason no le importó.
Page
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—Mira, hay dos cosas que tienes que recordar. La debilidad más grande de
los harpies son sus alas. Las alas son fácilmente accesibles y fácilmente
lesionables. Si les quitas las alas, no pueden volar y eso te da mayor igualdad de
condiciones.
—Así que, aparte de eso, tienes que recordar que los harpies no pesan
mucho. La densidad de nuestros huesos es menor que la de los humanos para
ayudarnos a compensar el vuelo. Entonces, cuando llegue el momento, la fuerza
bruta es una buena forma de llevarlo. Simplemente golpéalos.
—De ninguna manera, no soy buena en eso tampoco. —ella apretó sus
puños y los levantó para probar su punto. Con densidad ósea o no, Avery más
bien podría romperse sus puños que usarlos correctamente.
8 182,88 cm
—Espera, ¿me estás diciendo que... use mi cuerpo como un ariete? —ella
trató de entender.
—Toma esto —Mason se acercó y presionó algo cálido y duro como la roca
en su mano. Apenas vislumbrándolo, Avery lo reconoció como un amuleto se
zafiro azul.
E
l aroma sofocante de mosto9 y moho, explotó en el aire mientras ella
pasaba las frágiles páginas doradas. El texto pesado se mantuvo
legible aunque la encuadernación del libro cayó a un lado en sus
manos. Cuidadosamente, cerró el libro y miró de nuevo sobre la
cubierta deslucida sin rostro.
―Lo siento, pero los harpies no son un tópico caliente fuera de la mitología
Griega y ya te he enseñado esos.
―Magia‖
Esto era. Estaban hablando sobre amuletos. Incluso con el revoltijo técnico,
el texto dio una pista al mundo real. Tal vez el autor ya sabía sobre unas
cuantas harpies.
Tensa, Avery casi arrancó las páginas mientras las pasaba. A través de la
confusión, escogió oraciones.
Leela. Reconoció.
Se apresuró para coger sus libros antes que la señal se perdiera y tuviese
que remarcar. Rellenando los papeles en un paquete al azar en sus brazos, se
dirigió hacia la salida y al cielo azul abierto. El chico Emo en la mesa de
información cayó en una tos pesada antes que pasara a través de los sensores de
detección. Inquieta con impaciencia, luchó por liberar el libro del paquete de
papeles donde estaba atrapado.
Trotando de regreso, le lanzó el libro a él con casi suficiente tiempo para ver
si él lo había atrapado. Girando, colocó un dedo en su oreja y escuchó
duramente. Acababa de salir cuando la señal se aclaró lo suficiente para
escuchar la voz femenina al otro lado.
―¿Avery?
―Donde Chase.
―¿Chase?―repitió.
La línea murió.
Avery no se había dado cuenta que Chase estaba de pie por encima de ella
hasta que habló. No podía estar fuera de clase tan temprano, pero llegar hasta la Page
mitad era un cumplido para Chase. Él siempre había sido un espíritu libre |
desde que había ido a la universidad, había abrazado completamente la escena
hippie y eso no ayudaba a su motivación. Balanceando el largo cabello rubio y
la holgada ropa andrajosa hacia el campus, el profesor probablemente estaba
sorprendido que él se hubiese presentado.
―¿Qué? ―Avery había estado tan preocupada que no estaba segura de a qué
se estaba refiriendo.
―Bien. No estoy seguro que debas estar cerca de él. Se ve un poco mayor
para ti. Ustedes no están saliendo, ¿verdad?
Tal vez era porque Mason no era humano, pero sus acciones le daban
bastantes señales mezcladas. En lo alto de la montaña, cuando estaban
atrapados por la ventisca, ella había pensando que se habían acercado, pero
luego encontró que él tenía una prometida. Le dolió a Avery pensar sobre ello,
pero debió ser la última cosa en su mente.
―Sí. Además ―agregó Avery―. Creo que Nate está saliendo ahora con Leela.
―Oh, eres tú. ―Nathan ni siquiera fingió educación, pero ella aún podría
haber saltado con felicidad.
―Nate…y no Nate en su mala manera. Solo está chequeando a Leela por mí.
Y esa es una larga historia.
Así que los chicos en su vida eran confusos. No era un crimen, sólo
realmente irritante.
―¿Qué?―preguntó rápidamente.
Traducción Mais020291
Corrección EvaMedina
T
ocó el amuleto azul zafiro mientras lo examinaba. Con la luz directa
de la lámpara detrás, ella podía ver una neblina azul que se
arremolinaba dentro. Mason no le había dicho cómo usar este, así
que se basó en su conocimiento literario. Si con sólo tocarlo no activaba nada,
ella tenía que abrirlo y liberar la concentración de energía. Recostándose en el
sillón, volvió a revisar que la habitación estuviera vacía. Incluso a las nueve de
la noche, la casa estaba en completo silencio.
— ¿Avery?
— ¿Mason?
— No la van a matar. O hacerle daño. Aún no. Si ella fue tomada por
harpies, entonces se la llevaron para usarla contra ti. Pero todavía no te tienen
para obligarte a obedecer haciéndole daño a ella. Así que hasta entonces, no
debemos preocuparnos. — la voz tranquilizadora de Mason apenas funcionó,
pero asimiló la idea.
Ella se lo soltó.
— No lo es. ¿De qué otra manera sabría que Samuel es el padre de Adalyn?
¿El jardín? No me corregiste porque sabes que estas cosas son reales.
— ¿Mi padre Samuel? ¿Qué pasa con él? — reconoció la voz de Adalyn
viniendo sobre la línea.
— No creo que fuese hace mucho tiempo, así que probablemente su padre
fue el último en tener el diario de Jericho. Si podemos recuperarlo,
encontraremos una forma de arreglar esto. — explicó Avery bruscamente.
Avert sabía la frase ―el mejor lugar para esconderse es a plena vista‖, pero
eso probablemente no contaba en la seriedad de la situación.
— No. Él cree que voy a regresar al colegio. — ella tuvo que que actuar
como si realmente fuera allí. Avery había hecho que su hermano la lleve hacia el
aeropuerto. Una vez que él se fue, ella salió y llamó a un taxi para que la llevase Page
|
a la ciudad. No era una solución permanente, pero le compraba un poco de
tiempo.
— Ella no puede vestir eso, a menos que quieras que destaque como una
señal de neón. — Adalyn le dijo a Mason e hizo gestos al traje de Abery con una
cara menos que agradable.
Avery vestía jeans, zapatillas y una pesada chaqueta azul que mantenía su
tatuaje mágico escondido. Mason hizo una mueca que indicaba que estaba de
acuerdo.
— ¿En serio?
— Bien. — dijo ella sólo para tranquilizarlo. — No tengo nada que sea
formal para los harpies, ya sabes. — agregó como una idea tardía.
— Trajimos algo. Pero tendrás que ser cuidadosa. La marca en tu brazo aún
está emitiendo una aura intensa.
Nunca dejes que se diga que los harpies no piensan en todo, Avery
reflexionó. Lo tomó de él. Tocar su cálida piel causó que sus mejillas tuviersen
un matiz rojo. Redireccionando su rostro a los tablones grises de abajo, trabajó
en quitarse la chaqueta súper grande. Adalyn ya había tirado la pila ropa blanca
y canela a sus pies. El material que se podía ver era muy suave. Hecho de micro
polar, aparentemente hace mucho por mantener un cuerpo caliente intacto.
Mason se volteó, poniendo su atención en el océano y dándole a Avery un
momento para ponerse su nueva ropa.
Exactamente como había esperado, la ropa era para alguien más alto que
ella. Colgaba de sus manos y pisaba el dobladillo inferior. Tenía que empujar
las mangas hacia sus hombros unas cuantas veces. Al menos los pantalones
tenían un cinturón con el que podía ajustarse la ropa. Avery se echó un vistazo
en una pieza oxidada de maquinaria.
— Genial. Page
|
Capítulo 17 Page
|
R
esulta que el cuartel general de los harpies se encontraba en una
isla de la costa de California. Aunque no era lo suficientemente
grande para la cartografía del mapa, aún así tenía un enorme
radio. Se parecía a uno de esas isla que la gente rica compra
como un lugar para las vacaciones con verdes jardines, piscinas azules y
resplandecientes cascadas. También era muy moderno. La infraestructura
realmente no tiene cabida para coches pero estaba llena de senderos/caminos.
Lo que Avery encontró más llamativo fue la falta absoluta de interferencia
humana en la isla. ¿Existe un grupo de otras especies con su propia isla y ni una
sola palabra sobre ello se filtró a los medios? Las autoridades tampoco han
hablado sobre algo de esto o de tener profunda magia harpie depositada en la
zona. Adalyn comenzó a descender el primer elegante de un harpie que Avery
había hecho nunca y estaba agradecida por cada pulgada lisa del camino. El
paisaje se hizo más claro a medida que se acercaban lo suficiente para que
Adalyn dejara de bombear sus alas y planeasen. Los edificios que había visto
desde lo alto revelaron su verdadero e imponente tamaño y su monumental
diseño sencillo. Mientras que ellos incluyeron grandes alcobas y enormes arcos,
el diseño se efectuó desde Inglaterra a mitad de siglo, con ladrillos grises claros.
Los harpies lo decoraron bien aunque. Los edificios se asientan muy distantes
entre sí con grandes caminos que los conectan y donde crecieron flores
multicolores, matorrales en los bordes, y con pequeños estanques como si ello
perteneciera a alguna película de Disney.
Le llevó un rato a Avery darse cuenta que no tenían árboles con ramas
largas. De hecho todo sobre el lugar exigía un amplio espacio para los harpies y
su gran longitud de alas. Adalyn planeó sobre el borde más lejano de la isla
donde la civilización ni siquiera había empezado. Los pies de Avery no habían
tocado la arena cuando Adalyn la dejó caer y el posterior aterrizaje la dejó
escupiendo suciedad.
No estaba exactamente segura de cómo de ilegal era eso para las normas de
un harpie pero a todas partes donde Avery fuera la seguía el peligro. La dura
expresión de Adalyn no parecía suavizarse. Mejor dicho, ella puso las manos
sobre sus caderas y la contempló de arriba abajo con un brillo de superioridad.
Sólo haré esto bajo una condición. Después de todo esto, tienes que
prometerme que no hablaras con Mason de nuevo.
Avery envolvió sus brazos entorno así, una vez más a la defensiva. No es
posible. Ella no había hecho todo esto para que Mason siguiera adelante y
abandonase su vida. ¿Qué clase de amiga hace eso?
Adelyn enseñó los dientes como un perro rabioso. Sus alas se crisparon y se
abrieron lo suficiente como para que su aspecto pareciese enorme. Elevándose
sobre Avery, ella intimidaba.
Esto esta saliendo del detector mágico, como una alarma. Puedo evitarlo.
Dijo y luego dio un toque al amuleto que se encontraba descansando sobre su
propio pecho. Avery se dio cuenta el amuleto que él llevaba detectaba magia y
concretamente la radiación mágica de ella. Él había asumido que era el cristal
ya que el matiz rojo del detector no se había disipado.
¿Era realmente necesario? Adalyn se quejó, pero basándose en su tono,
ella probablemente lo esperaba.
Ella miró atrás hacia Adelyn, lista para reclutar ayuda. Pero justo cuando
Avery se volvía para mirar la puerta se cerró. La voz fuerte de Avery apenas
paso a través de la madera pesada.
Oyó el murmullo de una tercera persona sin duda el jefe del Consejo antes
mencionado. Avery sabía que ella debía alejarse de la puerta.
Estoy tan cansada de escuchar esa excusa. ¿Es esto lo que tengo que hacer
para conseguir que hables conmigo? Dijo Adalyn.
Movida por la esperanza, ella corrió hacia allí y lo agarró del estante
elevado. Avery no tenía necesidad de abrirlo, para saberlo a ciencia cierta. La
insignia memorable de una media luna de plata confirmaba que se trataba del
diario de Jericho.
Dejo caer el libro y puso ambas palmas en el punto muerto sobre los dos
tornillos que mantenían la rejilla en su lugar. Luego trató de hacer aparecer
estimulando la sensación en las yemas de sus dedos la magia palpable, caliente
que había logrado antes.
El interior era lo bastante grande como para que Avery pasara. Teniendo
problemas dentro Avery tiró del metal para cerrarlo justo cuando la puerta de Page
|
madera de la sala se abrió.
Capítulo 18 Page
|
A
very nunca había sido de las claustrofóbicas. Nunca había peleado
por el asiento de la ventana con sus compañeros de clases o se
había preocupado particularmente por dormitorios desordenados
y abarrotados. Ahora podía, por primera vez en su vida, describir
honestamente la sensación de estar en una caja. Da la casualidad de ser causado
por gatear a través de un conducto de aire donde el frío metal presionaba en
todos lados. No tenía suficiente espacio para darse la vuelta sino que debía
serpentear alrededor de las angostas esquinas.
El diablo esta en los detalles. Tendría que volver a encontrarse con Adalyn
para salir de la isla y eso asumiendo que los guardias no estuvieran ya detrás de
ellos. Doblándose alrededor de otra esquina, Avery oyó algo que la congeló en
su lugar. En el lado del conducto de adelante había otra rejilla de metal, pero
esta era demasiado pequeña para que pudiera gatear a través de ella. El sonido
que había oído se convirtió en voces saliendo de esa minúscula rejilla. Avery
contuvo su respiración para mantenerse quieta y se retorció otra pulgada. Salía
luz de la rejilla y combinado con la gruesa red de metal, la habitación era
invisible.
—Te arrepentirás de esto. ¡Vendrán por mí! —gritó una chica. Le tomó un
momento pero Avery reconoció la voz.
—¿Y por qué debería darte esta información? —Eva no detuvo su ruleta
verbal. Su voz era ligera y despreocupada pero Avery sabía que estaba
probando sus límites y aprendiendo sus opciones. La chica podía haber estado
demente pero aún no había atacado a Avery como una estúpida.
—Te hemos asociado estando con las manos en la masa, a la muerte del
príncipe Jericho. El motivo era robar el amuleto de Willow… una intención que
fue fallidamente completada.
—Caso abierto y cerrado huh. ¿En qué exactamente quieres que te ayude
entonces? ¿Qué información, si no es sobre la Banda, podrías posiblemente
querer? —preguntó Eva goteando sarcasmo.
Quien sea que fuera, claramente tenía alguna afiliación con Jericho. En
realidad, ese extraño pensamiento trajo una imagen de un harpie a la mente de
Avery. Bajo para un harpie, era corpulento como la mayoría de los guardias.
Era mayor, tenía una cara cuadrada con arrugas y grandes ojos marrones. La
imagen en su mente la deslumbró con tal certeza que supo que el recuerdo
debía venir de la parte de Jericho infundida en ella.
—No es coincidencia que la Banda entera supiera exactamente donde
estaría Jericho y el momento exacto. Le tendieron una trampa para que
caminara hacia la emboscada —dijo el macho.
—¿Qué quieres que diga? Hasta ahora sólo me estás hablando hombre, no
creo que esté funcionando. Page
|
Avery pudo oír un chasquido y vio las sombras cambiar. Parecía que el
guardia, la figura más grande, le había pegado a Eva amenazadoramente.
—Quizás.
—No creí que Mason pudiera haberlo hecho. No Mason —confesó el harpie
macho. Avery podía imaginarse al pálido y tembloroso guardia en su mente
pero no le podía poner un nombre. En cambio, escuchó el repentino alivio en su
voz.
—¡Jaja! No estoy diciendo que eso es lo que pasó. Sólo digo que es una
teoría. Nunca te confesaré una palabra, bastardo. Mis amigos están viniendo
por mí y luego te mataré en mi camino fuera de este antro —dijo Eva entonces.
En una ráfaga de movimiento, se arrancó los grilletes que la mantenían sujeta.
Las cadenas chirriaron en protesta y pateó liberando sus pies. Derribando la Page
silla del macho, la madera voló y chocó contra la pared con un estruendo |
ensordecedor.
—¡Te arrepentirás de esto! ¡Juro que te arrepentirás de esto! —gritó Eva con
voz maniática.
Avery palideció, sabiendo que Eva estaba oficialmente hablándole. Aún así,
Avery se quedó callada mientras pensaba en su próximo movimiento.
—Sé exactamente cómo se siente la magia ahora. Puedo sentirla desde mil
millas de distancia tan naturalmente que diez pies no son nada. Y fue en el
momento oportuno de tu parte también. Justo conseguiste escuchar
exactamente lo que tienen en mente para nosotros. —El tono de Eva mostraba
que disfrutaba de esto. Avery sólo escuchó.
—Entonces dime. ¿Cuáles son tus otras opciones? El gobierno harpie sabe
sobre ti ahora y si esa magia no puede ser removida entonces te convertirás en
un riesgo para ellos. Déjame decirte algo. No hay nada en las leyes harpie que Page
|
impida que un harpie mate humanos. Así que si piensas por un segundo que
estas a salvo con ellos, estas demente.
—¿Así que no cooperarás con nosotros para ayudarte? Envidio eso. Corre el
riesgo. Tienes mucho valor. ¿Pero qué hay de tu pequeña novia? ¿Cooperarías
con nosotros para salvarla?
Avery abrió su boca para replicar, para amenazar, para pensar en algo
completamente desagradable, pero nunca tuvo la oportunidad. La puerta en la
habitación se abrió y la atención de Eva cambió a cualquier otro lugar. Sin un
momento de duda, Avery se empujó a través del conducto.
Dejando la rejilla detrás, dobló otra esquina y vio un final sin salida. Fue
rápidamente hasta la rejilla final y se preparó para escurrirse a través de las
hélices de nuevo, pero esta vez la rejilla cedió cuando ella apenas la tocó. Avery
gateó para atrapar el metal antes de que éste hiciera añicos contra el piso. Ahora
forzada a moverse rápido, sacó su cabeza por la abertura y miró alrededor
ansiosamente.
A
very cerró los ojos y escuchó intensamente el latido de su propio
corazón. La puerta había conducido a un pequeño pasillo del cual
no pudo escudriñar los alrededores de la esquina, pero había
escuchado el sonido de abundante actividad en el exterior. Los pasos sonaban
fuerte en el suelo de la moqueta, las personas reían y las puertas se abrieron con
un chirrido y se cerraron. El fuerte aroma del café y de los dulces pasteles para
hornear flotaba en el aire. Tenía que haber al menos una docena de personas.
Quizá más.
Avery abrió los ojos y miró el horrendo papel floral de la pared a través del
pasillo. Solo a partir de la decoración de este lado del edificio, no pensaba que
había salido a algún lugar cercano al cuartel de policía. Más bien los arrogantes
colores verde, rosa y canela del esquema se veían más como una casa con un
atroz decorador.
Chase le había dicho una vez que si actuabas como si pertenecieses, las
personas no lo cuestionarían. Por supuesto, él lo había usado para irrumpir en
la escuela e infiltrarse en el dormitorio de las chicas. Pero, probablemente la
teoría suponía lo mismo. Avery decidió que era eso o intentar apartarlos del
camino con su apenas contenida magia. Tampoco sonaba muy atractivo, pero la
primera sonaba menos peligrosa.
―Tú ―balbuceó.
Luchando para darse a la fuga, Avery giró y corrió. Escuchó a los harpie
detrás de ella.
―¡Seguridad!
Al igual que otra harpie pacifista se posaba sobre ella, saltó por la ventana.
Rozó el umbral superior e hizo añicos el cristal. Estrellándose contra el suelo del
exterior, absorbió la fuerza del paralizante impacto con sus hombros y rodó por
el suelo. El cristal llovió a cantaros. Así como la descarga que había arrasado
sobre ella, las harpie detrás suyo llegaron a un punto muerto. Sabiendo que
había ganado sólo unos preciosos segundos para escapar, Avery forzó a su
dolorido cuerpo a pararse. Había caído en un jardín, pero no capturó la vista
del escenario. Se apartó hacia abajo del sendero de piedras. El pavimento
tomaba a una afilada izquierda y como Avery podía ver la siguiente esquina,
derrapó hasta una parada.
―¡Mierda! ―maldijo.
―Te rogaría que no me robes —dijo él, sorprendiéndola—. Pero sólo en este
caso, quizá, lo toleraría.
―¿Qué quieres decir? ―Ella no trató de hacerse la tonta pero desde luego
salió de esa manera. Con el diario de Jericho todavía apretado entre sus blancos
puños, supo el qué y no el por qué.
Avery envió una mirada fatigada más atrás. Debería haber escuchado las
pesadas botas golpeando sobre el suelo y los gritos o ruidosas exigencias del
equipo de seguridad. Tan pronto como Samuel había aparecido, parecía que
alguien más había aprovechado la oportunidad para desaparecer.
―He leído el diario de Jericho muchas veces por lo que perdóname si ya veo
como terminará esto. Pero como tal, no encuentro daño en continuar unos
pocos días para que Mason consiga su propia opinión. Tal vez como la misma
sangre de Jericho, él encontrará el motivo en lo que yo no.
―Eso podría ser genial ―murmuró. La migraña regresó como si algo sobre
estar en ese lugar apagase los mágicos recuerdos de Jericho.
―Pero el libro y tu no podéis iros. Hay otra isla cerca de esta costa en la que
Mason todavía puede poner el pie. Este será el único lugar que te permito
conocer y estudiarlo.
―No soy aficionado a sus ideas de niño. Dudo que vayan a funcionar.
Tampoco soy la fuente de afecto de mi hija. No quiero revocar mi oferta para Page
|
ayudarle... pero digamos que estoy comenzando a pensar que soy más necio al
segundo por hacer eso.
―Lo estás haciendo porque Jericho te lo pidió. Sé que era tu amigo. Sé que
no quieres ver fallar a Mason ―dijo tranquilamente, inmediatamente
lamentando lo que la poseía para decirlo. Presionando el libro contra su pecho,
retrocedió un paso.
Por primera vez, Avery notó la presencia cerniéndose detrás de ella. Otra
harpie con un nítido traje azul le tendió la mano. Sintiéndose más torpe por el
segundo, cogió la mano del guardia y pronto vio la isla desapareciendo por
debajo.
Más cerca, pudo ver la silueta de la plana azotea. En uno se asentaba un alto
escritorio de madera. En el medio se sentaban unos pocos solitarios asientos de
aceros. Detrás de eso había una gran cantidad de bancos. El amplio espacio
abierto en lo alto de la azotea obviamente había sido utilizado para una sala de
audiencias. Una parada de compras, pensó Avery con amargura.
Mason felizmente le hizo señas para acercarse hasta que los dos estuvieron
uno al lado del otro y más lejos del alcance del oído del guardia.
―Conociéndote, no lo dudo.
―Ábrelo ―dijo.
Mason asintió.
Los ojos de Mason parpadearon ante el resto de la isla detrás de ellos. Con
los labios adelgazando, frunció el ceño. No había demasiados guardias a la
vista, pero Avery no había dudado de que la seguridad había permanecido
fuera de la vista.
Mason forzó a Avery a moverse otra vez, esperando abajo hacia la roca al
lado de la costa. Al igual que decidió llegar a su destino, dijo algo más. Page
|
―No importa. Por ahora tenemos la oportunidad de hacer que todo esto
desaparezca. Para de preocuparte por eso, Avery. Un paso a un tiempo. Incluso
si tenemos menos tiempo de lo que pensé.
L
a sal del agua del océano había cobrado su peso en los ladrillos de las
murallas de la prisión. El exterior de la construcción había empezado a
pudrirse y desfigurarse con la erosión. Dentro, la humedad provocó por el
moho y un sofocante hedor. Sin ventanas, el aire fresco ni siquiera vino en una ida de
la prisión esencialmente de una oscura, fría y húmeda tumba.
Avery todavía encontró ridículo que en realidad hubiesen elegido estar dentro de
la prisión en lugar de fuera en los banquillos de picnic en la orilla. Tan malas como
eran las condiciones dentro, Mason se preocupaba bastante sobre Mikhail para elegir la
ruta más segura.
Usando la luz de la vela para dirigir el camino, Avery caminó cautelosamente para
no tocar nada viscoso. Solo había estado aquí unos pocos días y ya se sentí como si la
suciedad la cubriese en capas sin importar cuan cuidadosamente ella rodeaba el lugar.
Un guardia con su propia vela la acompañó hacia abajo a la cafetería sin representar la
autoridad real. Musculoso y grande, él aparentemente descartó a Avery alguna
amenaza real.
De hecho, los guardias no habían tomado muchas medidas con Mason o Avery
como prisioneros. Estaban bloqueados en la celda donde residían pero los guardias
vinieron para liberarles de lo que fuese que necesitasen. En este caso, Avery pidió
conseguir algo de comida pero además solo necesitaba alejarse de Mason. Habían
estado resquebrajándose la cabeza más que nunca.
—¡Avery, piensa! —La había sacudido el cuándo le demandó eso—. ¿Qué quiso
decir mi padre cuando dijo eso? Tienes esos recuerdo, ¿verdad?
Avery había pasado las horas entrecerrando los ojos ante las páginas del diario de
Jerico mientras tenía la esperanza de que pudiera hallar alguna explicación en su
cabeza. No lo hizo. Hizo memoria de los recuerdos que tuvo sobre el jardín y la línea
de la costa. Nadas los desencadeno. Con la cabeza empezando a doler, Avery había
retrocedido y en Mason aumentó la frustración.
Avery sabía que todos simplemente estaban furiosos con los otros por el intenso Page
estrés. El tiempo se estaba agotando y estaban sin respuestas. Al final le había dejado |
por detrás por un descanso para la comida y para aclarar su cabeza.
—¿Qué día es hoy otra vez? —Preguntó al guardia, incapaz de recordar cuanto
tiempo había pasado desde que habían sido enviados a la isla.
Los días estaban eran borrosos ante lo mejor entre dormir, probar la magia, y
recordar los pequeños pedazos de recuerdos de Jerico.
—Dos días. Tienes menos de 23 horas restantes. ¿Hiciste algún progreso con el
amuleto? —Preguntó el, sonando más curioso que interesado.
Riendo ella dijo, ―No soy la persona indicada para hablar. Solo estoy aquí por las
mierdas y las risitas tontas.
Avery y el guardia giraron la última esquina hacia el cuarto con un bufet libre.
Como no era exactamente una prisionera, los guardias le permitieron comer la comida
de la administración. No es que jamás podría llamarlo mucho de un favor. El bufet
contenía una variedad de fruta fresca y verdes verduras que recibieron un golpe de la
atmósfera entorno aquí. El rocío se acumulaba entorno a las marchitas verduras y la
fruta era blanda. La carne, al rojo caliente en colorante, parecía comida envenenada
esperando a que sucediese. El pan estaba lo bastante duro que podía ser usado para
azotar a alguien. Quizá todo el lote estaba de acuerdo al apetito de las Harpie pero ella
había pasado un momento difícil deslizándolas por su garganta.
—Al menos si Mason huye con el amuleto mágico lejos de mí, todo estará bien,
¿verdad? ¿Cómo se eliminó su destierro? —Preguntó mientras empujar el plátano para
probar su suavidad.
—¿Eso es el por qué necesita el amuleto? ¿Así que puede probar que no se lo dio a
la Banda? —preguntó.
El asintió, aparentemente dispuesto a hablar con ella. Por el sonido de eso, la cosa
entera había estado en la mente del guardia durante un tiempo hasta ahora.
Estableciendo sus escasas raciones, Avery tomó un plato de papel y lo puso en una
torcida, mesa de madera.
—Sip. Lo cual succiona para ti a largo plazo. No podemos dejarte ir a menos que
estés libre de magia. Si te dejamos marchar con esa magia de Sauce dentro de ti,
entonces podías potencialmente terminar de regreso con la Banda y Mason sería
incapaz de probar su inocencia.
Avery entendió la necesidad de saber por certeza que la magia no era usada por la
Banda pero no disfrutó a que fuese referida como un peón.
—Bien, ¿no encontraron la evidencia en la escena del crimen que podía probar que
no estaba en cualquier otro lugar? ¿ADN? ¿Huellas de los dedos? ¿Impresiones de
alas? No sé... nada.
Mason dijo a Avery que señaló en blanco que no mató a la prometida de Adalyn
por lo que la prueba forense no debería ser un problema. El guardia se deslizo al
asiento frente a ella y se inclinó hacia delante.
—Pero es la parte divertida, ¿verdad? Sabemos que no era Mason porque las
huellas de los pies en el suelo eran demasiado pequeñas. Durante el forcejeo, el hombre
en realidad tenía manchas de pintalabios y esquirlas de esmalte de uñas por todo el.
Ahora me atrevo a decirte que no suena como una mujer para ti.
—No hay muchas mujeres que habrían tenido una mano en un futuro inminente
del hombre. Eso es porque ellos lo creen, con la sincronización, todo era un
compromiso. Es realmente un caso absorbente. —Conjeturó él.
Los pensamientos escaparon de ella, Avery ausentemente tiró de la piel del plátano
y llevo la suave fruta a su boca. Eva no la golpeo como el tipo de diva pero ciertamente
encajaba con los hechos... incluso Avery lo tenía que admitir.
—Los humanos lo llaman los tunes de la visión cuando la policía consigue fijarlo
en una persona. ¿Qué ocurre si había más personas en la vida del chico al que solo Page
quería muerto? —Señaló. |
El Harpie rió.
—Eres una humana audaz. Entonces dime, ¿no crees que Mason tenía al chico
asesinado?
—Estoy segura de que no tenía a nadie para matar a alguien —Dijo—. Eso solo un
mala coordinación. Realmente una mala coordinación.
El guardia la estudió con diversión en sus ojos. Al parecer había pensado tan bajo
de Avery que cualquier visión de inteligencia puesta de parte de ella era sorprendente.
—No creo que es eso. Estas aceptando a Mason porque estas obviamente con él.
—Con Adalyn o sin Adalyn. Te gusta él. —Puso un particular énfasis en el "te".
Avery se estabilizó.
—Desde luego es mi amigo. Quiero decir, tiene que gustarme un poco. Es el único
aquí trabajando por salvar mi vida. —Se detuvo antes de iniciar el "Por qué todos los
demás me quieren muerta" despotricar.
—No lo sé, ¿lo hacen? —Ahora Avery quería saberlo. Había sabido que las Harpies Page
se habían cruzado con los humanos pero no sabía que definía la norma. |
Algo sobre el giro de sus pensamientos la hizo doler la cabeza. Dejando caer la
comida, Avery presionó la cabeza entre sus palmas abiertas. Los colores bailaban
detrás de sus pestañas. Era uno de los recuerdos de Jerico. Desesperada por retenerlo,
miró lejos del guardia y se concentró.
El recuerdo no vino con facilidad. Luchó por captarlo y pronto Avery se encontró
en una habitación más diferente que la prisión. Las mohosas paredes y los fangosos
suelos fueron reemplazados por un diseño floral en el papel pintado y suelos de
madera. Estaba sentada en una cómoda silla unos pocos pies lejos de una desternillante
chimenea. Ante ella estaba un escritorio, y sobre el escritorio estaba un negro amuleto
familiar de Sauce. Alguna parte instintiva de ella sabía que el amuleto era una cascara
de vidrio vació, libre de magia. Más cerca del amuleto estaba el diario de Jerico, abierto
y esperando. La mayor parte del libro aún no había sido llenado y una pluma
estilográfica descansaba al lado del libro esperando a llenar el vacío.
—La magia no se pega —dijo al abrir el aire. Recordó ahora intentar capturar la
magia en el amuleto de cristal. El azul remolino de magia había temporalmente
permanecido dentro del cristal pero en segundos escapó del cristal y desapareció en el
aire. Dejó salir un gruñido y rasgó los nudillos en lo alto del escritorio.
—No voy a mezclar dos energías que no podrán ser mezcladas. Esto debería
funcionar. Solo estoy fortaleciendo una energía que ya existe...
Se llevó la mano arriba frente a su cara y se pinchó el dedo con la uña del pulgar.
Con las afiladas uñas de Harpie, rompió la piel con facilidad y surgió una gota de
sangre. La epifanía la hizo irradiar. Cogió el amuleto y lo untó de rojo con la sangre.
—¡Hey, hey, chica!
—Solo estoy molesta... —pero tropezó con las palabras—. Sobre Mason. Si, solo
estaba pensando en eso.
Era una mentirosa atroz pero el guardia se lo tragó. Con la furia drenando de su
rostro, parecía más relajado.
—Las chicas estáis locas. Está claro que el chico te gusta. Podía haberte convertido
ayer y todo esto podría terminar. Esto es más prueba que las flores o poemas que jamás
podía traer.
—Ayudarme podía significar que solo es mi amigo. Nada más—. Señaló Avery
rápidamente antes de que su cabeza flotase en el espacio.
—Bueno, gracias por bajarme aquí pero realmente creo que ahora necesito volver
con Mason.
S
osteniendo cuidadosamente la vela medio consumida en sus manos,
mantuvo la llama azul para guiarse mientras bajaba por el pasillo.
Impulsada por su nueva revelación, pisó cada charco del camino e
ignoró el barro que manchaba sus jeans azules. A pesar de su ansiedad, tuvo
que esperar al guardia para que la guiara a través de los intrincados corredores.
A mitad de camino, Avery pudo escuchar gritos que la llevaron directo a la
celda.
Más cerca ahora, Avery pudo ver a la rubia harpie parada justo fuera de la
celda. La puerta hacia la celda podía ser desbloqueada desde un panel ubicado
en la mitad del pasillo, pero Adalyn no la había abierto o entrado. Ella tenía sus
alas desplegadas, la espalda arqueada, y garras envueltas alrededor de los
barrotes de acero. Avery apenas pudo ver a la figura desplomada de Mason
dentro de la celda, pero lo escuchó.
No puede ser. Avery jadeó más fuerte de lo que pretendía, esta vez se
impulsó hacia adelante, tocando su brazo.
Él se rió amargamente.
Fría, Avery retrocedió hasta la pared opuesta. Las punzadas de celos que
había sentido se transformaron en desprecio. ¿Por qué había creído que tenía
una oportunidad con Mason? Él estaba demasiado lejos, bajando por el río
Adalyn sin remos. Se forzó a controlar sus emociones. Se sentía como con
Natanial nuevamente. Se había enamorado del chico popular e irresistible, y él
se lo había tirado a la cara. Forzándose a no sobreactuar, dirigió su atención al
obstáculo en sus manos.
Lo leí antes… pero no reuní todas las piezas. Estoy seguro de lo que
significa ahora.
Así que… puedo llevarte ante las autoridades para que te consideren
potencialmente peligrosa y, eventualmente, te maten. Tendré que ver a la única
persona inocente en todo este asunto cargar con las culpas. Obtener mi Page
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destierro eliminado a tiempo para ir a juicio por asesinar al prometido de
Adalyn. O… dijo Mason.
Creo que tendremos que escapar y evitar a las autoridades por el resto de
nuestras vidas. ¥Su tono estaba salpicado de histeria y él la soltó. Libre de ella,
caminó por delante de los barrotes y los golpeó. Avery se pegó a la pared,
mirando al harpie.
Con su corazón latiendo con fuerza, Avery apenas pudo oír los pasos que
se acercaban, pero cuando lo hizo, se acercó al lado de Mason rápidamente.
¡Mason, cállate!
Cállate, Mason.
Los pasos se acercaban. Todas las celdas del piso estaban vacías, así que los
pasos inevitablemente estaban dirigidos hacia ellos. Mason no luchó contra ella,
pero de pronto actuó contenidamente para esperar también. La figura
finalmente se hizo visible, y Avery se congeló cuando vio quien era.
Esta vez, una oscura sensación en sus entrañas hizo dudar a Avery. Las
garras de Mason aparecieron de pronto y agarraron el hombro de Avery.
Tirando de su espalda, él siseó.
Vuelve a la celda.
No lo hizo.
Esta vez Avery prestó atención. Las pupilas de Leela estaban dilatadas al
doble de los normal, hasta el marrón de sus iris había desaparecido. La chica
estaba parada demasiado tiesa también. Ella no había respirado naturalmente,
ni parpadeado ni una sola vez.
¿Qué le han hecho? jadeó Avery.
Avery también lo sabía, sabía que estaban usando a Leela contra ella, y
sabía que ella iba a caer en él. Peligroso o no, no podía dejar que Leela muriera
por su culpa.
Leela, por favor detente. Esos no son tus pensamientos, ni tus ideas. No
tienes que obedecerles le pidió Avery.
Ellos voltearon en una esquina y, por primera vez, Avery pudo ver el
inconfundible brillo naranja de la luz del sol. Considerando que la prisión no
tenía ventanas, Avery quiso preguntar de dónde venía. Pero antes de tener que
hacerlo, se acercaron lo suficiente como para descubrirlo. La pared había sido Page
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volada, en una nube de polvo y escombros. El sol brillaba por la abertura. A esa
altura, catorce pisos y una costa se extendían por debajo de ellos.
Es una trampa, Avery. Las paredes de la prisión tienen magia que nos
protegen de indeseados harpies que quieran entrar, pero si salimos de aquí,
¡entonces seremos vulnerables!
Mason se lanzó detrás de ella con las alas desplegadas. Avery se acercó
velozmente a la abertura y miró hacia abajo. Mason había atrapado a Leela,
pero algo más llamó su atención. Avery intentó echarse atrás, pero antes de que
pudiera hacerlo el harpie estaba sobre ella. Sus espolones la arrancaron del lado
del edificio. Ella se defendió al instante. Agarrándolo, cogió una extremidad
libre y forzó a la magia de su pecho a salir. El harpie atacante chilló, soltándola,
y Avery cayó.
Una sombra apareció de pronto sobre ella y luego una mano veloz la sacó
del agua. Avery miró hacia arriba, hacia el rostro sonriente de Eva.
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Capítulo 22 Page
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L
a magia corría por el aire en vibrantes parpadeos de azul, verde y
dorado. El cielo nocturno se iluminó como si hubiera tormenta.
Cada segundo, las nubes brillarían, dejando ver las violentas
sombras que luchaban arriba. Eva maniobró a través de la batalla que se libraba
con facilidad que solo da la práctica. Quince pisos por encima, ella tiró a Avery
en lo más alto del edificio. El resultante golpe incómodo contra los ladrillos dejó
a Avery desplomada en el piso húmedo. Eva se sentó a su lado y tiró de ella
hacia arriba por la parte de atrás de su cuello.
Avery todavía no había pensado en usar su magia. El viento sobre ella era
fiero, y la salada agua helada se había aferrado a su piel para dejarla
dolorosamente entumecida. Con los huesos adoloridos, se calmó
obedientemente. Sólo tenía que esperar, se dijo a sí misma. Sólo tenía que
esperar por Mason. Con ese pensamiento en la cabeza, Avery dirigió su
atención a la situación a la que se enfrentaba.
Oh, chica tonta, nosotros no matamos al Príncipe para dejar que nuestro
premio escapara.
Eva se burló.
¿Entonces por qué sigues aquí, Mason? Si ella no sirve para otro
propósito, ya la habrías negociado con el gobierno hace tiempo preguntó Eva
intencionadamente.
Dime querida, ¿por qué sigues aquí? ¿Qué descubrió Mason sobre la
magia Sauce?
Avery, ¡detente!
Leela no contestó. Sus ojos marrones estaban fijos en Mikhail, parecía que el
resto de su mundo había sido completamente olvidado.
Mason estaba enojado. Él dijo que Avery debía morir Si ella moría,
entonces la magia se trasladaría al organismo vivo más cercano. Ella obtuvo la
magia de la misma forma cuando el amuleto se rompió.
Los ojos de Mikhail se abrieron de golpe, su rostro reflejaba alguna
emoción indistinguible.
Avery aulló hacia sus zapatos, mientras que el harpie femenino descendía Page
hacia lo más alto del edificio. Mason aún estaba desaparecido, y el pánico de |
Avery se incrementó. Eva cruzó el techo y sujetó a Avery nuevamente.
Inmovilizada, Avery no pudo escapar cuando Mikhail pasó la garra por su
mejilla.
¿Así que está magia puede ser absorbido por otra persona? Eso significa
que, una vez que mueras, aquel que esté más cerca de ti recibirá la magia. Y
ellos pueden utilizar esa magia como un arma invaluable conjeturó Mikhail.
Eva abrió la boca para protestar, pero Mikhail la hizo callar con una
sacudida de la cabeza.
Él no volvió a avanzar.
S
u agitada trayectoria finalmente descendió con un desplazamiento
hacia abajo. La costa se aproximó rápidamente y apenas disminuyó la
velocidad lo suficiente para aterrizar. Avery se escabulló de él
después del aterrizaje y rodó sobre la tierra. Jadeando y escupiendo, rodó y se
impulsó hacia arriba. Mason había caído en una espiral de plumas cerca. Éste se
paró y alisó sus plumas antes de desenredar un abrigo que había sido insertado
detrás de su cuello. Se había claramente preparado para la vida humana y no
había olvidado su disfraz. Mason estaba entonces de pie para encontrarse con
ella mientras Averycargaba a través de la playa. Viéndola venir, la interceptó
antes de que pudiera abofetearlo.
—¿Qué hiciste? —Gritó ella e intentó pegarle otra vez. Con práctica, Mason
capturó sus muñecas y las sujeto juntas con sus largos dedos. Ella luchó y
golpeó. Arrojó una patada a su rótula pero Mason solo la levantó de sus pies.
Colgando, se dejó caer en el aire.
—¡Bájame! ¡No puedo creerte! —Estaba lista para acertarle otra vez si solo
pudiera conseguir un golpe.
Esta vez pareció considerarlo. Mason finalmente la posó sobre sus pies,
pero Avery no se dio por vencida tranquilamente. Se movió de prisa hacia atrás
pero la arena le hizo perder el equilibrio. Aterrizando sobre su trasero en la
rígida tierra, se cruzó de brazos. Lágrimas calientes se deslizaban por su cara y
ella pestañó para aclarar su visión.
—Si la policía ha ganado la lucha, no tengo duda de que estará bien. —Él
dijo, pero debió haber mentido a través de sus dientes. Había una duda. Una
muy seria. La policía no había exactamente demostrado mucha restricción
cuando lidiaban con humanos. Considerándolos locos hasta ahora, Avery no los
pondría por encima de cometer otro asesinato. Él sacudió su cabeza como si
leyera sus pensamientos.
—Leela no tiene nada que ver con esto. Esos que están forzados a menudo
no suelen tener memoria. Y tener humanos desapareciendo a diestra y siniestra
no es beneficioso para nadie. No es Leela por la que te tienes que preocupar. Es
por ti. Tú eres la que tiene la cabeza del millón de dólares sobre tus hombros.
Tenían algo de tiempo libre pero no habían volado lejos. Incluso si habían
alcanzado la costa de California, Avery sabía que no era suficientemente lejos.
Debían seguir moviéndose pero no estaba segura de estar de acuerdo con la
idea de moverse más lejos de Leela. Durante sus reflexiones, Mason estiró un
brazo y frotó sus nudillos. Ella relajó su puño de mala gana y él tomó su mano y
la atrajo a la suya. El gentil contacto hizo poco para tranquilizarla. Avery sólo se
sentía culpable ahora.
—No te preocupes por ella. Estará bien. —Dijo y luego explicó por qué—.
El amuleto de encanto de Mikhail no tiene que estar en contacto para funcionar.
Puede dejar una impresión duradera. Así es como hizo que Leela caminara
dentro de la prisión. Pero algunas personas no son realmente vulnerables a la
magia. Pueden luchar contra ella o hacer que desaparezca más rápido. No creo
que Leela sea una de esas personas.
—¿Crees que fue atrapado y arrestado? Había tantos policías. Avery habría
asumido que nadie podía escapar del amontonamiento de perros bajo el cual
Mikhail había estado pero ya la había sorprendido algunas veces antes. No le Page
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extrañaría nada de él.
Por primera vez, Avery se dio cuenta de que había estado sangrando
constantemente. Había sido golpeado lo suficiente por Mikhail para ciertamente
garantizarlo pero la adrenalina lo había mantenido fuera de su mente. Tocando
su cabeza vacilantemente, encontró el sitio blando y la sangre pegajosa se
encontró con la punta de sus dedos.
Optó por envolver el trapo alrededor de ella, atándolo una vez alrededor
de su frente. Se veía más como una señal de una banda que como una de Page
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primeros auxilios. Su negro cabello barrido por el viento colgaba sobre el blanco
hasta que la notable apariencia del vendaje se disolvió en el fondo.
—¿Qué tan lejos debemos escapar? ¿Qué tan lejos hasta que no puedan
rastrear la magia? —No había olvidado como Mason la había rastreado todo el
camino a Alaska. La mayoría de la gente no podía ni siquiera encontrar la
Academia Mayweather con un mapa. Encontrarla accidentalmente era
simplemente sin precedentes. Él frunció el ceño, su cara oscureciéndose con
sombras.
—No estoy seguro. No era así de malo cuando absorbiste la magia por
primera vez. Después de que mi padre muriera, me llevó meses de búsqueda
encontrar el rastro de magia. E incluso entonces solo encontré una pista después
de hablar con humanos que estaban en la playa esa noche—. Mientras pensaba
en voz alta, dibujó figuras en la arena. La primera era una pequeña figura de
palitos11 usando un vestido triangular. —Eras, en todos los intentos,
prácticamente invisible… pero desde que comenzaste a usar su poder…
—Más pronto que tarde estoy seguro. Nuestro tiempo se está acabando.
11
Esos dibujos que hacen los niños, con un circulo por cabeza y un palito por cuerpo y por cada
extremidad.
Sus palabras colgaron en el aire calmado y el constante ruido de las olas no
hizo nada para incitarlos a hablar. Sin tener palabras para responder, Avery se
quedó absorta en el dibujo y se quedó en silencio. Mason parecía conforme con
eso también.
De mala gana se dejó preguntarse si alguna vez volvería a ver las paredes
de piedra cubiertas de hiedra del salón Crepuscule o si incluso se graduaría en
el fluido vestido negro como había planeado. Si seguían corriendo, no sería
capaz de volver allí. Pero bueno, como Mason dijo, no serían capaces de escapar
por mucho tiempo.
V
olvió en sí lentamente con la feliz ignorancia del recién despertar.
Fría, se acurrucó en las mantas que olían a pan horneándose. El
aire acondicionado silbaba en sus oídos y el sol entraba por la
ventana iluminando toda la habitación. Dejando sus párpados bien cerrados, se
estiró y bostezó.
— No es que… — dijo.
Su atención finalmente cambió y notó a Avery por primera vez. Sus ojos
atrapando los de ella, le dio una larga y vacía mirada. Luego, después de un
momento, escribió de un tirón unas pocas coordenadas en la niebla
disipándose.
— Diez minutos. Dame diez minutos. — Dijo Adalyn antes de que la línea
muriera.
— Tierra adentro. Algún lugar con un grupo de gente. Es más difícil rastrar
a una sola persona, especialmente si tienen que ir a la ciudad a pie. Vamos.
El harpie parecía haber pensado en eso. Dio un paso atrás hacia ella y
sacudió las alas.
— Volaremos tierra adentro y luego tomaremos las calles. ¿Cuáles son las
grandes ciudades dentro de cuatrocientas millas?
Por primera vez, se dio cuenta de cuan completamente cerca se ponía él.
Podía oler la menta en su aliento y sentir el perceptible calor en su piel. Sus
manos quedaron sobre sus hombros y sus ojos estudiaron su cara. Un alarmante
sentimiento cariñoso se revolvió desde dentro del pecho de Avery y su pulso se
aceleró. Su garganta se secó pero ella se relamió los labios.
Los harpies de uniforme azul los circundaron. Aún apretando los largos
dedos de Mason, le rogó que saliera de su estupor.
Un policía harpie eligió ese momento para someter a Avery por detrás. Con
habilidades practicadas, la giró con un simple toque. Luego desde atrás, le puso
esposas de metal pesado. No peleó más. Saltaron hacia Mason y éste cayó en
una masa de cuerpos gritando.
En pocos minutos, fuertes pasos hacían eco por el corredor hasta que
detuvieron fuera de la celda. Avery miró hacia arriba para encontrarse con
Adalyn, parada a seis pies y algo, alzándose sobre Avery. Avery saltó a sus pies
y presionó contra los barrotes otra vez. Nunca hubiera pensado que estaría feliz
de ver a Adalyn, pero aquí estaba.
Avery palideció y, temblando, se rodeó con sus brazos. Los harpies eran
despreciables. Sin sentido de empatía o simpatía. Sabía eso pero siempre la
tomaba por sorpresa cuando un harpie dejaba caer un comentario Page
|
particularmente cruel.
Sabía que Adalyn habría arremetido contra ella a través de los barrotes si
hubiera podido. La mujer de mala gana se conformó con sostener los barrotes y
mostrarle a Avery una afilada hilera de dientes blancos.
— Yo no…
— ¡Ja! — Adalyn se rió fuerte. — Creí que estabas a punto de decir que no
estabas colada por Mason. ¿Qué tan estúpida crees que soy?
E
l guardia fue a buscarla a la mañana siguiente y Avery lo reconoció.
Era el mismo harpie que la entretuvo mientras ella estuvo en la
prisión con Mason, sólo dos días atrás.
—Te creo, pero no puedo prometer que ellos lo harán. Gira por favor.
Tengo que esposarte.
Él había tomado un gran riesgo en huir con ella. La corte podría interpretar
sus acciones como él tratando de robar el amuleto. Cualquier buen abogado
podría contrarrestar esa idea con la verdad, pero no estaba segura de cuanta
esperanza poner en el sistema de justicia de aquí.
—Chica —dijo él—. Sólo preocúpate por ti misma ahora.
La agarró del brazo y la condujo por el pasillo. Con el pasillo iluminado mucho
más que la noche anterior, Avery finalmente pudo ver las celdas del alrededor.
Demacrados harpies la miraron de soslayo detrás de los barrotes oxidados y
Page
rasparon sus garras contra el cemento. Algunos prisioneros apoyaron sus sucias |
caras contra las barras y le dieron una sonrisa escalofriante. Avery no pudo
evitar perder un poco de la compostura que había logrado. Su cabeza giró,
buscando una salida. No había otros guardias de pie en sus puestos en el
sótano. El único guardia fue el que la sostuvo y la condujo hacía la puerta.
Avery sabía que no había nadie más aquí para detenerla.
El guardia abrió la puerta. Los brillantes rayos de luz del sol y el olor del
aire libre eran contradictorios. Sus ojos se adaptaron rápidamente y le permitió
ver lo que estaba frente a ella. Un balcón de diez pies se extendía desde el lado
del edificio, desde la base de roca de granito. A unos pocos metros, podía ver
las bancas de acero donde Mason y ella una vez se sentaron y leyeron un diario
de Jericho. Detrás estaba el océano vacío.
El guardia la dejó ir de nuevo y se giró para cerrar la puerta tras ellos. Eran
los únicos en el balcón, pero podía oír los sonidos muy débiles de conmoción en
la azotea.
Ella flexionó las esposas en sus muñecas, con sólo un momento para
pensar. Podía salir de las esposas, golpear al guardia y correr. ¿Dónde podría ir
entonces? Ella no podía volar y aunque se fuera de la isla, ¿no podían ellos
simplemente seguir su rastro? Tal vez podría salir e ir a la policía humana.
Indecisa, Avery dejó escapar una respiración sibilante. El guardia terminó de
cerrar sus alas y abrió sus alas.
Al oírlo, la mandíbula de Avery cayó. Por primera vez, se dio cuenta que
no había ningún testigo cerca del estrado del juez. ¿El jurado tenía una opción
en la corte harpie? ¿Por qué estaban allí?
Los harpies del jurado sólo murmuraban y asentían con la cabeza. Ninguno
destacó como el presidente del jurado. Ninguno se levantó a emitir su juicio.
—¡Usted debe estar loco! —dejó escapar con pánico—. No puede matarme
por eso, no puede…
El alguacil le dio un codazo en el estomago tan fuerte que ella se dobló. Los
harpies sólo miraban con cansancio como sus gritos sonaban por encima de
ellos.
—¡No puedes matarme! ¡No estoy usando la magia para dañar a nadie! ¡La
Page
gente sabrá que he desaparecido! |
—¿Mi vida? —Se hizo eco Mikhail en voz baja—. ¿Crees que es mi vida la
que tienes en tus manos?
—Ni yo mi querido juez. ¿Cien años y crees que me puedes capturar ahora?
—Mikhail sacó lentamente las palabras, en una clara amenaza.
Intranquilo el juez levantó las manos abiertas para indicar los alrededores.
Los guardias, rígidos y alertas, ya estaban listos. El público se veía intrigado y
cansado. Sólo los miembros de jurado parecían preocupados en lo más mínimo.
E
n un primer momento llegó tranquilamente. El humo ondeó en el
aire desde el edificio de la Fundación. Mikhail no se había movido
de su lugar y el juez iba todavía farfullando, claramente incapaz de
evocar las palabras por su miedo e indignación. El auditorio comenzó a agitarse
y la multitud irrumpió confusa y hablando atropelladamente.
El viento aulló sobre los obstáculos en la azotea del alto edificio y el agua
caía con mucha más rabia.
Él sin duda había venido por su jefe. Luego llego un sonido fuerte.
Avery sabía que el harpie imaginaba que ellos podrían despegar hacia el
cielo, pero luego surgieron las complicaciones. La atención de todo el mundo se
dirigió hacia abajo pero solo Avery la concentró hacia lo que estaba haciendo
Mikhail. El harpie dio un gran paso y abrió sus alas tanto como las fuerzas le
permitían. Luego se produjo una abrupta explosión –fue una explosión
ensordecedora que dejó sus oídos pitando y una nube de humo ondeando hacia
arriba. Todo el edificio se desplazó y el tejado soltó un quejido horrible. El lado
superior izquierdo del edificio había sido sacado fuera extrayendo la tribuna
del juez y los guardias de Mikhail. La explosión de hierros torcidos y rocas
bombardeó el aire. Los escombros cayeron y regaron a la multitud de harpies.
—¡Que nadie escape! –Ordenó. Los gritos de miedo y las hordas de pánico
se intensificaron.
Lo que había quedado claro era que la explosión había hecho pedazos los
cimientos y la mitad de los apoyos del edificio. Avery supo entonces que la
azotea inclinada era el menor de sus problemas. Todo el edificio cedería pronto.
La guardia harpie que realmente no había sido amistosa con ella había sido
abatida. Una barra de acero había bajado con la explosión y golpeado a los
muertos. Sus ojos se abrieron, mirando fijamente sin expresión hacia arriba.
Mason utilizó las llaves para abrir sus esposas. Luego puso una mano en su
hombro.
—¡Ayúdame! –Oyó.
Al instante supo que se trataba de la elección. Cada cuento tenía uno. Pero
esto no era un cuento de hadas y si ella elegía mal, Avery no viviría lo suficiente
para el felices para siempre. Decidió y moviéndose rápidamente, se desprendió
de sus garras. Mason giró alrededor sorprendido, pero ella ya había partido.
Los temblores del edificio iban de mal en peor y Avery dejo escapar un
suspiro ahogado. Cambiando su enfoque, coloco sus palmas abiertas sobre la
roca y trató de agitar la magia en su pecho.
—Venga Jericho, ayúdame a hacer esto –Susurró —Sé que se puede utilizar
la magia. Muéstrame como.
La sensación eléctrica de la magia en su pecho empujando para salir. Las
manos firmes sobre la roca, ella quiso que funcionase. Entonces, con una
explosión de sentimiento, los escombros temblaron y súbitamente cedieron. El
hormigón fue realmente lanzado fuera de Samuel y patinó en el suelo al menos
diez pasos de distancia. Page
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Samuel invoco a la vida y quito los escombros restantes de su propio
cuerpo Sus ojos abiertos atraparon los de ella después que pudo ponerse de pie.
—Mikhail – Dijo con más audacia de la que sentía –Supongo que sabía que
estabas por aquí en algún lugar.
Mason le disparó una media sonrisa, pero mantuvo sus ojos alerta en
Mikhail. El líder de la Banda había recuperado el movimiento rápidamente y
volvió sobre sus talones. El arma de Mikhail tenía una ventaja natural y el la
usaba. Mikhail se lanzó por Mason esta vez, un movimiento de deslizamiento
táctico que agarró el hombro de Mason. La sangre salía a borbotones un grito
escapó de la garganta de Mason. Mikhail siguió, listo para lanzar otro ataque.
Ella espero hasta que desapareció, luego susurro –lo hicimos. Ella no podía
haberlo hecho mejor con Jericho mirando sobre su hombro. Triunfante, una
sonrisa la alcanzó en el momento de todo esto y se giró para encontrar el rostro
pálido de Mason mirando hacia atrás.
El dolor creció más intenso por segundos hasta que su abdomen entero fue
consumido por una sensación abrasadora. Manchas negras ocupaban su visión.
Entonces el hormigueo regresó a su sangre. Pero la magia familiar pronto
pareció tan desconocida. Empujada fuera de su cuerpo con la consistencia del
hielo picado.. Entre el millón de cosas atiborrando su cerebro una resonó en
voz alta.
E
lla volvió en sí con un sobresalto, lanzándose hacia adelante e
inmediatamente lamentando el movimiento. Con una punzada en el
abdomen, se irguió con cautela la segunda vez.
—No podía llevarte muy lejos —dijo y pudo oír la crudeza de su voz. Page
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—¿Qué hacemos ahora, Mason? —Ella bajó su voz, perdiendo su energía
rápidamente.
El juez declaró:
—El alto jurado informa que muchas de las sentencias implicadas por la
Sra. Avery Zane han sido oficialmente cambiadas. —Su voz monótona logró
mantener su perceptible atención.
Incrédula, Avery captó la mirada de Mason con una expresión confundida. Page
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Samuel se quedó, exigiendo su atención antes de que Avery pudiera entender
completamente lo que acababa de ocurrir.
—No todos somos malos y yo me acuerdo de lo que has hecho por mí. —
dijo Samuel enfáticamente a Avery—. He marcado en los libros oficiales que
estas muerta. Así que sería muy imprudente mostrar tu rostro en nuestra
sociedad de nuevo. No puedes obtener la misma misericordia que la segunda
vez.
—Por supuesto, estoy muerta. —Ella hizo el movimiento de tachar con las
manos por si acaso.
Mason hizo la misma mala cara retorcida como lo había hecho la primera
vez que lo había mencionado.
—Entonces, ¿qué vas a hacer ahora, señor harpie desterrado? —Se inclinó
hacia adelante para tener un mejor ángulo, pero el movimiento la sorprendió
con un estallido de dolor. La herida en su abdomen encendiéndose con agonía,
ella se dobló. Cuando bajó, las sábanas de la cama se resbalaron y estuvo a
punto de caerse del colchón. Las manos de Mason la cogieron, probablemente
con facilidad practicada en este punto y la hizo retroceder hacia arriba.
Ella actuó ciegamente en el impulso. Inclinándose, tocó sus labios con los
suyos. Sorprendentemente más suaves de lo esperado, sus labios moldearon a
los suyos. El beso duró casi un minuto antes de que Mason se apartara
bruscamente, sacándola del momento.
—Avery. —Él dijo su nombre en voz baja ronca.
—No sé lo que voy a hacer. Mikhail todavía anda por ahí en alguna parte
—dijo.
—¿Y qué, él va a volver todos locos? —dijo más informal que lo que el tema
merecía. Mikhail, en el mejor de los casos, era psicótico. En el peor, era mortal.
El hecho de que casi la había matado debería haber sido suficiente prueba.
Además, con la magia de Willow o no, había ido tras ella por pura venganza.
—De eso no tengo ninguna duda. Si él viene por ti, estarás en problemas.
Ya no tienes la magia de Willow.
—Leela ya está allí en realidad —dijo con voz chillona—. Sin recuerdos,
como lo había imaginado. Los amuletos de Allure pueden hacer eso. La Page
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llevaron a su casa esta mañana.
Avery dejó escapar el aliento aliviado sabiendo que Leela estaba a salvo.
No sabía cómo explicarle a Leela el tiempo perdido en la escuela todavía, pero
se preocuparía de eso más tarde.
L
a Academia Mayweather lucía mejor la segunda vez que ella
regresó. La dura cadena de Weather se había roto en algo
hermoso. El aire, fresco y crujiente, se mantenía lo
suficientemente cálido para que no cayera más nieve, pero aún
estaba reunida en pilas en los tejados y había parches amarillos
de pasto. Pinceladas de sol se perfilaban entre la oscuridad y hacían al campus
más brillante.
Ella caminó por los suaves y salados caminos con más apreciación que
nunca antes. Sus días de duro trepar, aullar y esforzarse estarían fuera del mapa
por un tiempo. Su abdomen reducido aún le dolía de vez en cuando, pero el
júbilo la mantenía en movimiento.
Ella fue detrás de la señora Morrison, el miembro del personal, quien era la
asignada para ayudarla con el tiempo escolar que se había perdido.
La escuela reconoció su ausencia como debida a una emergencia médica ― la
historia oficial ― riñón reventado. Ella tenía una cicatriz para probarlo, a pesar
de que no le gustaba pensar en ello. Cuando Mikhail estuvo cerca de matarla, le
dejó una marca que se extendía casi de cadera a cadera. La cicatriz
probablemente no llegara a curarse del todo, dejando a Avery con el
permanente recuerdo de que Mikhail aún la quería muerta. Avery se negó a
caer en tan mórbidos recuerdos y se distrajo felizmente.
La señora Morrison iba muy rápido, incluso con esos toscos zapatos de tacón
alto, dejando a Avery esforzándose por alcanzarla.
― Mucho me temo que no vas a poder ponerte al día con algunas de tus
clases durante este semestre. El estado dictamina que tenemos una cierta
cantidad de tiempo que puedes pasar sentada en la silla para tus clases. Por otro
lado, puedes tener la tarea para tus electivas y terminar esos créditos. ―
impartió Morrison. ― Tal vez tengas que quedarte en el semestre de verano.
― Ella podría quedarse. Yo estaré aquí. ― Comentó Leela, desde el otro lado
de Avery. La única persona en el mundo más pequeña que Avery que se las
arregló para cegarla en el piso.
― Lo que quiero que hagas y lo que se supone que tengo que recomendar
son dos cosas distintas. ― Rió Morrison. ― Pero tú puedes decidir cuando Page
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vuelvas a visitar la carga de trabajo.
― Muy bien, lo haré. ― Asintió Avery hacia el miembro del personal. Ella ya
tenía su asignación y decidió que la escuela de verano probablemente sería
necesaria. Avery no estaba tan lejos, pero su semestre de primavera había sido
completamente arruinado. Ella tendría que recuperar las horas.
Leela se pausó y miró al vacío. Sus ojos marrones se vidriaron y sus labios
formaron palabras sin pronunciarlas. Antes de que Avery pudiera vocalizar
cualquier preocupación, Leela volvió a estar alerta.
― Los horarios están esperando en la oficina para ser recogidos. ― Dijo ella.
Avery se distrajo con sus pensamientos antes de replicar. Nate siempre fue
el chico lindo, e incluso hoy se veía fantástico. Su chaqueta de cuero apoyada en
los hombros, con el cuello al descubierto y su cabello perfectamente despeinado
al viento.
Ella ya había aceptado el hecho de que el no dejaría de ser él mismo, o
particularmente molesto, pero algunas semanas atrás le había preocupado que
Mason era igual. Ellos compartían una serie de perturbadoras similitudes.
A la luz de los eventos recientes, parecía tonto que ella hubiera rebajado a
Mason al nivel de Nate.
― Está bien. No puedo decir que estuviera esperando verte, para nada. ― Le
disparó en respuesta, finalmente.
― Ella es tu novia. Yo no te debo por decirte que vayas a ver cómo está.
Además, yo estaba en lo cierto.
Ella sabía que Nate no se daría por vencido tan fácil. Nunca lo hacía pero,
cuando había dado un solo paso hacia adelante, algo cayó del cielo. Un trozo de
madera roto aterrizó en la acera con un golpe capaz de detener un corazón.
Avery casi se sale de su propia piel y pone cinco pies de distancia entre ellos en
el proceso. Su primera reacción fue mirar hacia arriba. El cielo estaba oscuro,
pero ella juraría que vio una sombra parpadear contra la luz de las estrellas.
― No puedes hacer eso. ― Dijo ella, posiblemente a un cielo vacío, pero era
más probable que fuera hacia una Harpie cercana. La línea de árboles a unos
metros era gruesa y, probablemente, un buen lugar para posarse. Ella esperó
una respuesta, pero ésta le llegó desde atrás.
― ¿Qué estás diciendo? ― Leela había venido desde atrás flameando una
carta azul en sus dedos.
― Sí, tengo física y química juntas. Apenas puedo con una sola. ― Leela Page
pateó el polvo con disgusto. Avery se encogió de hombros, teniendo el mismo |
miserable horario, pero dispuesta a ver el lado positivo.
― Lo decía por ti. Ya sabes, solo en caso de que las cosas entre Nate y tú no
funcionen. ― Y Avery estaba segura de que no lo harían. ― Además, no es como
tú crees. No tengo novio. ― Agregó ella.
Avery trató de actuar como si nada pasara. ― No creo que fuera una buena
idea. ― Dijo ella lentamente.
Avery usó ese momento para mirar a Leela sin parecer sospechosa. Mason
le había asegurado que las memorias de la chica eran poco claras y que no
distinguiría un Harpie de un ave. Pero eso creaba la pregunta de qué recordaba
Leela. La historia oficial tuvo que ser algo así como una escapada de fin de
semana con amigos. A pesar de las normas de la escuela, esto no era del todo Page
ilegal desde que Leela tenía dieciocho. Y, a diferencia de Avery, ella no se había |
ido tanto tiempo. De hecho, lo único que preocupaba a Avery eran algunos
comportamientos, ella la había visto con ojos vidriosos, distante y olvidadiza.
― ¿Qué?
― Sí, él.
Su horario escolar podía ser caótico y ella aún tenía un confuso amor súper-
humano sobre el que pensar, pero lo peor había pasado ya.
Leela asintió y, sin perder un momento, trotó hacia adentro. Avery esperó
hasta que el área estuvo libre antes de correr hacia el borde del bosque.
Mason sonrió tan sinuosamente que Avery tuvo problemas para evitar que
su corazón saliera volando. ― Tuvo suerte de que fallara. No me gusta ese
chico. De hecho, tampoco a ti.
Ella puso los ojos en blanco y dejó escapar un exagerado suspiro. ― Bueno,
tú estás viviendo con una ahora, así que trata de acostumbrarte.
Ellos todavía no sabían si eso iba a funcionar. Mason no podía quedarse con
ella en su cuarto por las noches, pero no le importaba quedarse en los árboles.
Él ya se había estado encargando de encontrar algunos para quedarse. Ella
podía robar comida para él y pasar tiempo juntos cada vez que pudiera
escabullirse. Los detalles eran vagos, pero podría funcionar una vez que Avery
se graduara. Ahora, antes de la graduación, estaban en territorio gris. ¿Podría él
mudarse con ella? Mientras no le molestara tener compañero de cuarto, ¿cuánta
presión le agregaría eso a la relación? ― Cualquiera fuera el tipo de relación.
Avery rehuyó reflexionar acerca de ello en ese momento.
― ¿Viviendo con una? Estoy viviendo cerca de una. No estoy viviendo con
una hasta que ella me deje compartir su cuarto o su cama, hasta entonces…
La magia Willow se había movido. Ella lo supo. Lo sintió. Pero ella tampoco
había muerto del todo. La posibilidad de que algo de magia aún sobreviviera se
veía más plausible de lo que quería creer.
― No puede ser.
P
or fin, Avery pensó que había
vuelto a una vida normal de
escuela secundaria—excepto por
las amenazas de muerte sobre su
cabeza y el Harpie en su patio
trasero.
Los problemas nunca se quedan
muy lejos, sin embargo, y Mikhail trazó
un plan que pone en peligro la vida tal
y como ella la conoce. Avery es
arrastrada de nuevo a una viciosa
guerra Harpie y finalmente se ve
obligada a enfrentarse a su relación con Mason esté lista o
no.
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