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Ontología del

lenguaje

Gestión de
Equipos de Alto
Rendimiento

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¿Qué entendemos por
ontología del lenguaje?
Estamos participando en una transformación histórica
fundamental, se está gestando una nueva y diferente
comprensión de los seres humanos … Los primeros en
comprender la naturaleza de este importante cambio,
podrán ser capaces de emprender caminos que otros
encontrarán más difíciles y de obtener ventajas que
eventualmente les permitan convertirse en pioneros y
líderes en sus respectivos campos. (Echeverría, 1994, p. 19).

¿Qué es el coaching ontológico?


En la actualidad, la palabra “coaching” o “coach” podríamos
decir que está a la moda. Coaching, como verbo, es
entrenar; por lo que coach, adhiere a un entrenador. El
entrenamiento en sí en cualquier ámbito, implica potenciar
a una persona, logrando que sus resultados sean
superadores a los que conseguía anteriormente.

Se utiliza el coaching en ambientes organizacionales,


deportivos, sociales; sin embargo, debemos hacer una
diferenciación en un entrenamiento tradicional, y el
coaching ontológico. La palabra “onto”, con orígenes
griegos, significa “Ser”, como ser humano. Es entonces el
coaching ontológico, una disciplina que estudia la persona,
entrena y desarrolla características del ser y hacer de un
individuo. (Echeverría, 1994, p. 28).

Ontología del Lenguaje

El término Ontología se basa en la tradición inaugurada por


el filósofo alemán Martin Heidegger, para quien la Ontología
se relacionaba con su investigación acerca de lo que llamaba
el Dasein, que es el modo particular de ser como somos los
seres humanos. En este sentido, Echeverría afirma que la
Ontología hace referencia a nuestra comprensión genérica,
nuestra interpretación, de lo que significa ser humano … de

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las dimensiones constituyentes que nos confieren una
particular forma de ser. (Echeverría, 1994, p. 28).

Julio Olalla dijo en 2009: “Coaching ontológico es el arte de crear espacios


de aprendizaje donde los seres humanos florezcan” (Olalla, como se cita en
Asociación Argentina de Profesionales de Coaching, 2011, p. 20).

Según el Artículo N.° 1 del Estatuto de la Asociación Argentina de


Profesionales del Coaching; “el Coaching es la disciplina que entrena
individuos y organizaciones en procesos de cambio cultural y su
efectividad” (Agüero, y Sturich, 2008, p. 32).

El devenir

Cercano al año 700 a. C. la historia de la humanidad se vio


afectada con una gran invención: el Alfabeto. Fue un hito
con gran envergadura, ocurrido en Grecia, ya que conllevó a
una nueva manera de comunicarse entre los seres humanos.
Modificó lo que llamábamos la comunicación mediante el
lenguaje del devenir; el mismo implicaba que tanto la acción
como el lenguaje estaban unidos, y con ello se representaba
a la realidad.

En ese periodo de tiempo, la educación era repartida por


los llamados juglares, y los poetas; quienes, mediante
fábulas, cuentos, historias, contaban a la población
episodios llevados a cabo por dioses y humanos.

El caso más común es el de Ulises, quien era conocido


como “Ulises el sabio”. Por lo que la enseñanza se radicaba
en que, si alguien quería ser sabio, debía actuar como Ulises.
Otro caso fue también Aquiles, conocido por ser un
referente de valentía. Si una persona quería convertirse en
alguien valiente, debía hacer lo que Aquiles hacía, debía
actuar como él, y so lo hacía valiente.

Cuando se produce el hecho histórico de invención del


alfabeto, se genera una ruptura del proceso de orador y
acción. Para escribir, ya no era necesaria la existencia de un
orador. Y por consecuente, se separa también la acción,
generativa del ser.

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Para representar a la valentía o sabiduría no
necesitábamos hablar de lo que hizo Ulises o Aquiles. Ellos
se convirtieron en un ejemplo, de valentía o sabiduría; pero
no eran el concepto en sí mismo.

Empieza a cobrar relevancia el lenguaje, a través del


verbo Pensar; se interpuso el pensamiento racional y
científico para comunicarnos, expresarnos y representar a la
realidad.

La irrupción del lenguaje electrónico con sus distintas


configuraciones de multimedia, convirtió al mundo en una
aldea global cambiando la forma en que convivimos. El
cambio se ha convertido en un aspecto permanente de la
vida. Nada permanece igual por demasiado tiempo. Con
esta vertiginosidad de los cambios y bajo circunstancias
filosófico científicas muy diferentes a las de la antigüedad,
se está produciendo un regreso al concepto del devenir. En
este proceso, el lenguaje está recuperando el lugar de
privilegio que, por siglos, ocupó la razón. Un hilo conductor
basado en el reconocimiento de la importancia del lenguaje
en la comprensión de la vida humana, está creando una
unidad y una síntesis coherente entre disciplinas hasta
ahora separadas como la Psicología, la Antropología, la
Biología, la Sociología y la Lingüística. La práctica de esta
disciplina unificadora y emergente ha dado en llamarse
Coaching, de base ontológica. (Echeverría, pág. 18, 2009)

Postulados y principios básicos del coaching ontológico

A los fines de simplificar la comprensión de este nuevo


abordaje, propondremos tres postulados básicos y tres
principios fundamentales sobre los que se construye la
disciplina del coaching ontológico, tratados por Rafael
Echeverría. (Echeverría, 1994, p. 30).

Postulados básicos

Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos. El lenguaje es lo


que hace a los seres humanos el tipo particular de seres que son: seres
lingüísticos, seres que viven en el lenguaje. Es mediante el lenguaje que
conferimos sentido a nuestra existencia y es también desde el lenguaje que

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nos es posible reconocer la importancia de los dominios existenciales no
lingüísticos. Los seres humanos habitamos en el lenguaje.

Interpretamos el lenguaje como generativo. Decimos que el lenguaje


genera ser. El lenguaje no solo nos permite hablar sobre la realidad que
nos rodea, de las cosas que nos suceden a nosotros y a otras personas o
describir lo que percibimos y observamos, sino que también es generativo:
a partir de lo que decimos, construimos un mundo diferente. No sucede lo
mismo luego de que hemos dicho algo que si no lo decimos.

El modelo de coaching cuestiona esta concepción tradicional y reconoce


que el lenguaje no solo nos permite hablar sobre las cosas: el lenguaje hace
que sucedan cosas. El lenguaje generativo crea “realidades”. El lenguaje
genera ser, es acción. A través del lenguaje, no solo hablamos de las cosas,
sino que alteramos el curso espontáneo de los acontecimientos: hacemos
que ocurran cosas. Por medio de él, participamos del proceso continuo del
devenir.

Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y


a través de él. Desde tiempos remotos algunas posturas filosóficas asumen
que cada individuo nace dotado de un alma fija e inmutable que le confiere
una particular forma de ser permanente, y la vida sería un espacio en el
cual esta forma de ser se revela y despliega. La vida nos permitiría,
entonces, descubrir cómo somos realmente. El coaching se permite
presuponer que la vida es un espacio en el que los individuos se inventan a
sí mismos lo que les permite diseñar la manera en que desean ser. Los
seres humanos podemos ser los creadores de nuestra propia obra de arte,
diseñarnos a nosotros mismos.

Esto no permite ser activos en nuestra propia vida y ser las personas que
realmente queremos ser, al confiar en la posibilidad de reconstruirnos a
nosotros mismos, de acuerdo a nuestros valores, historias, creencias,
deseos y visiones.

Nuestro ser es indeterminado, es un espacio abierto que apunta hacia el


futuro, un campo susceptible de diseño. Estamos en un proceso de flujo
constante, estamos en un “devenir”.

Principios fundamentales

“No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las
observamos, o como las interpretamos. Vivimos en mundos
interpretativos”:

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La moderna biología ha demostrado que nuestras
percepciones resultan de las condiciones propias de nuestra
estructura biológica y no de los rasgos de los agentes
perturbadores de nuestro medio. Los sentidos no nos
proporcionan una fiel representación de cómo son las cosas,
independientemente del observador que las perciba. En
este contexto, decir que algo es verdadero solo equivale a
sostener que es coherente con otras proposiciones que
aceptamos como válidas.

Igualmente, enfatizamos que no toda interpretación es igual


a cualquier otra. Lo que permite discernir entre diferentes
interpretaciones es el juicio que podemos efectuar sobre el
poder de cada una de ellas.

“La acción genera ser, lo que hacemos nos hace una persona
diferente; pero también de acuerdo a como somos, son las
acciones que llevaremos a cabo:

Nuestro ser nos hace actuar de diferente manera ante


diversas situaciones. De acuerdo a cómo somos, serán los
mecanismos que llevaremos a cabo para enfrentar una
situación. Pero son también las cosas que hacemos en
nuestro actuar diario las que nos transforman en un ser con
ciertas características. Si hacemos tales o cuales cosas,
somos de tal o cual manera. Nuestras acciones también nos
permiten transformarnos, ser diferentes.

“Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a


los que pertenecen. Pero a través de sus acciones, aunque
condicionadas por estos sistemas sociales, también pueden
cambiar tales sistemas sociales”: El tercer principio básico
del enfoque ontológico es el reconocimiento de que el
comportamiento humano es modelado por la estructura del
sistema al que pertenece el individuo y por la posición que
ocupa en el sistema. (Echeverría, 1996, p.30)

Los sistemas a los que pertenecemos nos hacen ser como somos. De la
misma manera, es válido que seamos nosotros, como individuos, los
creadores del sistema. La capacidad recursiva del lenguaje nos permite
observarnos a nosotros mismos y al sistema al que pertenecemos e ir más
allá de nosotros y de esos sistemas. Podemos intervenir en el diseño de
nuestros entornos sociales y, al hacerlo, intervenir en el diseño de muchos
otros individuos gracias la capacidad generativa del lenguaje. En la relación

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entre el individuo y el sistema, entre las partes y el todo, se produce la
dinámica del devenir.

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Bibliografía de referencias
Agüero, A. M., y Sturich, T. (2008). Formación en Coaching Ontológico.
Córdoba: Consultora R.Q.

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como posibilidad. Córdoba: Consultora S.R.L.

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Significación del Coaching Ontológico constructivista y sistémico. (2015)
Lenven Anclas

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Comunicaciones Noreste Ltda.

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Comunicaciones Noreste Ltda.

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de Chile: Dolmen.

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