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LA OBRA DE ARTE EN LA ÉPOCA DE SU REPRODUCTIBILIDAD TÉCNICA 53

VI* genes que están al servicio de la magia. Lo impof1:ante de


estas imágenes está en el hecho de que existan, y no en que
sean vistas. El búfalo que el hombre de la Edad d e Piedra
Valar de culto y valor de exlllbición dibuja sobre las paredes de su cueva es un instrumento mági-
co que sólo casualmente se exhibe a la vista de los otros; lo
Sería posible exponer la historia del art~ como una disputa importante es, a lo mucho, que lo vean los espíritus. El valor
entre dos polaridades dentro de la propia obra de arte, y ritual prácticamente exige que la o~ra de arte sea mantenida
distinguir la historia de su desenvolvimiento como una suce- en lo oculto: ciertas estatuas de dioses sólo son accesibles para
sión de desplazamientos del predominio de un polo a otro de los sacerdotes en la ceDa; ciertas imá~enes de la Virgen per-
la obra de arte. Estos dos polos son su valor ritual y su valor manecen ocultas por un velo durante gran parte del año; cier-
de e;m_¡bición. 3t La producción artística comienza con imá- tas esculturas de las catedrales góticas no son visibles para el
espectador al nivel del suelo. Con la emancipación que saca a
los diferentes procedimientos del arte fuera · del seno del d -
* En C y en D, V. tual, aumentan para sus productos las oportunidades de ser
t En D entra aquí la siguiente nota (11):
"La transición del primer tipo de recepción artística al segundo deter- exhibidos. Un retrato en busto, que puede ser enviado de un
mina el decurso histórico de la recepción artística en general. No obstante, lugar o a otro, tiene más probabilidades de ser exhibido que
en principio, en cada obra de arte singular se puede observar una os- la estatua de un dios, que tiene su lugar fijo en el interior del
cilación entre ambos tipos contrapuestos de recepción. Así, por ejemplo,
en la Madonna Sixtina. Es conocido, después de la investigación de Hu- templo. Lo mismo sucede con un cuadro si lo comparamos
bert Grimme, que la Madonna Sixtina fue pintada originalmente para fines con el mosaico o el fresco que lo precedieron. Y aunque por
de exhibición. Grimme recibió el impulso para sus investigaciones de la sí misma una misa no estaba menos destinada a la exhibición
pregunta: ¿qué hace ahí la tira de madera sobre la que están sentados los
que una sinforúa, de todos modos la sinforúa apareció en un
dos ángdes, en la parte delantera de la imagen? ¿Cómo pudo Rafael,
continuó preguntándose Grimme, dotar al cielo de un par de porteros? La momento en que su capacidad de ser exhibida prometía ser
investigación dio como resultado que la Madonna Sixtina había sido en- mayor que la de una misa.
cargada para la capilla ardiente del Papa Sixto. Las capillas ardientes de Con los diferentes métodos de reproducción técnica de la
los papas se colocaban en una capilla lateral de la Catedral de San Pedro.
La imagen de Rafael había sido colocada, durante la ceremonia solemne, obra de arte, su capacidad de ser exhibida ha crecido de
sobre el féretro, en una especie de nicho al fondo de la capilla. Lo que .
Rafael representa en esta imagen es cómo la Madona, viniendo del fondo
del nicho delimitado por los porteros verdes, se aproxima al féretro papal.
El extraordinario valor de exhibición de la imagen de Rafael encontró así en festividades fúnebres. Esta prescripción devaluaba, dentro de ciertos
su realización en los funerales del Papa Sixto. Un tiempo después la ima- límites, la obra de Rafael. A fin de alcanzar de todos modos un precio
gen pasarla al altar mayor del templo en el monasterio de los monjes adecuado por ella, la: curia decidió entregar, junto a la imagen, su acept-
negros de Piacenza. La razón del exilio está en el ritual romano. El ritual ación tácita para que ocupara el altar mayor. Para evitar el escándalo se
romano prohíbe llevar al altar mayor imágenes que hayan sido expuestas entregó la imagen a esa hermandad de la lejana ciudad provincial".

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TÉCNICA 55
54 WALTI.R BENJAMIN

Al servicio de la magia, el arte de los tiempos prehistóricos


maner a tan gigantesca, que el desplazamiento cuantitativo entre
sus dos polos la lleva a una transfo rmació n pareci da a la de conser va ciertas propie dades que tienen utilidad práctica.*
los tiempo s prehis tórico s, que invierte cualitativame nte su Que la tienen, proba blemente, en la ejecución de operac iones
consistencia. En efer;:to, así como en los tiempo s prehistóricos mágicas (tallar la figura de un ancestro es en sí mismo un pro-
la obra de arte fue ante todo un instru mento de la magia en cedimiento mágico), en la prefiguración de las mismas Oa fi-
virtud del peso absoluto que recaía en su valor ritual -un gura del an~estro mode la una posición ritual) o como objeto
instrum ento que sólo más tarde fue recono cido en éierta me- de una contem plació n mágic a (mirar la figura del ancestro
dida como obra de arte-, así ahora, cuand o el peso absoluto fortalece la capac idad sobren atural del que la mira). Los obje-
recae en su valor de exhibi ción, la obra de arte se ha converti- tos con este tipo de propie dades ofrecían imágenes del ser
do en una creaci ón dotad a de funciones compl etame nte nue- human o y su entorn o, y lo hacían en obedie ncia a los reque-
vas, entre las cuales destac a la que nos es conocida: la funció
n rimientos de una socied ad cuya técnica sólo existe si está con-
a
. artística -la misma que más tarde será recono cida tal vez como fundid a .con el ritual. t Se trata por supuesto de una técnic
atrasa da si se la compa ra con la de las máquinas. Pero esto no
acceso ria-.* De lo que no hay duda es de que el cine es
actual mente el hecho que más se presta para llegar a esta es lo impor tante para una consid eración dialéctica; a ésta le
conclu sión. Tamb ién es indud able que el alcance histórico de interesa la diferencia tendencia! entre aquella técnica y la nues-
este cambio de función del arte -que se presen ta de la ma- tra, diferencia que consiste en que mientras la prime ra invo-
nera más adelan tada en el cine- permi te que se lo confronte lucra lo más posible al ser human o, la segun da lo hace lo
no sólo formal sino tambi én materialmente con la época ori- menos posibl e. En cierto modo, el acto culminante de la pri-
mera técnic a es el sacrificio human o; el de la segun da está en
ginaria del arte.
la linea de los aviones teledirigidos, que no requieren de tripu-

nota (12):
*En A:. ~como rudime ntaria". En D entra aquí la siguiente lleva el
cómo *En C, el texto que va de esta frase hasta el final de esta Tesis
"En otro p lano, Brecht hace consideraciones análogas: 'Si no hay número Vl.
aquella cosa que aparece cuan-
manten er el concep to de obra de arte para A se encuen tra
ida en mercan cía, debemo s entonce s, de t En el manuscrito y también, con ciertos cambios, en
do una obra de arte es convert aquí un texto divergente:
sa y pruden te, pero con valentia , abando nar dicho con-
manera cuidado técnica
os elimina r la función misma de esa 'cosa. Es una "Esta socieda d represe ntaba el polo opuesto de la actual, cuya
cepto. Ello, si no querem liberad a se enfrent a, sin embarg o, como
se trata de un es la más liberad a. Esta técnica
fase por la que ella debe pasar, y sin segund a intenció n. No a la socieda d actual, y como una naturale za n o
consecu encias; lo que acontez- una segund a naturale za
desviarse del camino correct o que no tenga que aquella que tenía ante sí la socieda d originaria. Ante
entalme nte; borrará a tal grado su menos elemen tal
ca aquí con ella la cambia rá fundam ha dejado
concep to fuera retoma do más tarde -y lo ser~ ¿por esta segund a naturaleza, el hombre -que la inventó y a la que
p asado, que si el viejo aún no domina todavía - necesita
á ningún recuerd o de aquello a lo que hizo referen- de domina r hace mucho, o a la que
qué no?- ya no desatar el que realizó ante la primera .Y
realizar un proceso de aprendi zaje como
cia una vez'" [Bertolt Brecht, "El proceso de tres c~ntavos", en
Versuche 1-
el que se pone a su servicio , especia lmente el cine".
es nuevam ente. el arte
4, Suhrka mp, 1959, p. 295].
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ladón alguna. Lo que guía a la primera técnica es el "de Úna enseña que la servidumb re al servicio del mismo sólo será
vez por todas" (y en ella se juega o bien un error irremedia ble sustituida por la liberación mediante el mismo cuando la cons-
o bien un sacrificio sustitutivo eternamen te válido). Lo que titución de lo humano se haya adaptado a las nuevas fuerzas
guía a la segunda es, en cambio, el "una vez no es ninguna" (y productivas inaugurad as por la segund~ técnica.4
tiene que ver con el experimen to y su incansable capacidad
d e variar los datos de sus intentos). El origen de la segunda
técnica hay que buscarlo allí donde, por primera vez y con
una astucia inconsciente, el ser humano empezó a tomar dis-
tancia frente a la naturaleza. En otras palabras, hay que bus-
carlo en el juego.
Seriedad y juego, rigor y desentend imiento aparecen en-
trelazados entre sí en toda obra de arte, aunque en propor-
ciones swnamen te cambiantes. Con ello está dicho que el
arte se conecta lo mismo con la segunda técnica que con la
primera. De todos modos es preciso observar aquí que es
muy discutible caracterizar la finalidad de la segunda técnica
como el "dominio sobre la naturaleza"; sólo la caracteriz a si
se la considera desde el punto d e vista de la primera técnica.
La intención de la primera sí era realmente el dominio de la
naturaleza; la intención de la segunda es más bien la inter-
acción concertad a entre la naturaleza y la humanida d. La fun-
ción social decisiva del arte actual es el ejercitamiento en esta
interacció n concertad a. Esto vale en especial para el cine. El
cine sirve para. ejercitar al ser humano en a.queUa.s percepcio nes
y reaccione s que estiín condicion adas por el trato con un siste-
ma de aparatos cuya importanc ia en su vida. crece día a día.*
Al mismo tiempo, el trato con este sistema de aparatos le

* En el manuscrito se encuentra aquí un texto divergente:


"Contribuir a que el inmenso sistema técnico d e aparatos de nuestro
tiempo, que para el individuo es una segunda naturaleza, se convierta en
una primera naturaleza para el colectivo: esa es la tarea histórica del cine".

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