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Una persona puede experimentar ataduras en una, varias o todas las áreas de su vida. Existen
diferentes géneros y tipos de ataduras. Ataduras viejas y nuevas, propias y generacionales,
voluntarias e involuntarias, visibles e invisibles. Una atadura existe dentro de uno de estos seis
grupos: ataduras físicas, emocionales, espirituales, culturales, sociales y económicas. Cuando una
persona está cautiva por una atadura, experimenta lo que Sansón experimentó en Gaza: girar en
círculos en un molinete, dando vueltas en el mismo sitio sin poder avanzar, derrochando esfuerzo y
energía para el beneficio de otro. Siempre habrá alguien que se beneficia de una atadura: el infierno
y las personas que operan bajo las tinieblas. La persona que ha tenido una atadura por mucho
tiempo, muchas veces no es conciente de esa atadura, hasta que es expuesta por la luz y el poder de
Dios. A Sansón le arrancaron los ojos; esto proféticamente nos dice que donde no hay visión no hay
avance, pero además predomina una ataudura. Las ataduras traen ceguera espiritual, falta de visión,
de entendimiento y de esperanza.
Si has estado experimentando todo esto ¡necesitas un urgente rompimiento que acabe con todas esas
ataduras! Este artículo no ha llegado a tus manos por casualidad, sino porque ¡Dios hoy quiere
comenzar un proceso de liberación para que experimentes su Presencia en el ahora y entres a su
propósito!
Toda atadura o ligadura, con el paso del tiempo termina desarrollando un hábito y una conducta, que
luego generan más hábitos y más conductas destructivas. Una atadura es también un ámbito
espiritual de destrucción en donde se aceleran el deterioro físico, espiritual y moral de la persona. El
alimento de las ataduras son el pecado contra Dios y la ausencia de Él. Es decir, cuando alguien no
lidia a tiempo con una atadura, esta irá echando
raíces hasta establecer otra atadura, y luego otra atadura en otra área, hasta que la persona queda en
completa cautividad. En cambio cuando existe una comunión intima con Dios y
y una obediencia a su visión, propósito y diseño, día a día Dios va limpiando, sanando, liberando y
rompiendo las ataduras cuando estas recién quieren arraigarse.
Las grandes ataduras comienzan con pequeñas puertas abiertas, y van creciendo y arraigándose al
punto de convertirse en fortalezas y luego en maldiciones. Toma tiempo y rebelión que una atadura
inicial se transforme en una maldición generacional.
Por ejemplo, las ataduras físicas tienen que ver con la manifestación demoníaca en el ámbito del
cuerpo y la influencia que ejercen sobre el, aunque la raíz esté en el alma. Algunos ejemplos de
ataduras en el ámbito físico se manifiestan en forma de vicios y son: uso de drogas, dependencia
innecesaria de fármacos, alcoholismo, hábitos y conductas sexuales desordenadas y desenfrenadas,
falta de higiene u obsesión por la misma, desordenes alimenticios que se manifiestan en la obesidad,
la bulimia o la anorexia. Sansón había desarrollado una seria conducta viciosa y un estilo de vida
desordenado en su sexualidad, en su llamado y en su identidad. Eso provocó que una atadura llevara
a una fortaleza, y finalmente a la destrucción. Normalmente una atadura física tiene un equivalente
en una atadura emocional y espiritual. Es decir, lo físico es reflejado en lo emocional.
El último nivel de atadura, tiene que ver con la herencia de los padres a los hijos hasta la
tercera y cuarta generación. Llega un momento en que la atadura forma parte de la identidad,
y esta se transmite por sangre a las generaciones posteriores. Esto explica porqué hay familias
enteras y naciones enteras atadas y amarradas a un patrón común. Existen naciones marcadas
por la corrupción, otras por la explotación la pobreza y la ignorancia, otras por las masacres y
por el orgullo y la arrogancia y otras por la envidia y los conflictos permanentes. Las ataduras
generación. Todos persiguieron a los enviados de Dios, todos siempre estuvieron a un paso de
entregarse y hacer lo correcto, y todos murieron de la forma mas terrible. La peor herencia
que le puedes dejar a tus hijos, es saber que han existido maldiciones y ataduras por