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Economía Politica
Docente
Armando Camejo
POLITECNICO GRANCOLOMBIANO
Colombia, 2018
Análisis desde las escuelas económicas y el comercio
Objetivo
Ahora bien, frente al TLC suscrito con corea plantea varias dificultades:
El autor plantea un golpe peor que el TLC suscrito con Estados Unidos por cuanto
en la suscripción de los TLC Colombia no equipara sus condiciones productivas a
las competencias del mercado extranjero a fin de salvaguardar los intereses de los
productores locales, lo cual termina en la adquisición de los bienes importados y el
desacelere de la economía de los sectores productivos colombianos que son
incapaces de competir con las condiciones del mercado internacional.
La defensa del libre comercio internacional por parte de Adam Smith representa un
ataque decisivo y directo sobre la práctica mercantilista del proteccionismo
comercial como medio para acumular la mayor cantidad posible de metales
preciosos.
Para la concepción mercantilista, los metales preciosos representan el fundamento
de la riqueza nacional: mientras más metales preciosos pueda acumular un país,
más rico y más próspero será.
“El trabajo anual de cada nación es el fondo que en principio la provee de todas las
cosas necesarias y convenientes para la vida, y que anualmente consume el país.
Dicho fondo se integra siempre, o con el producto inmediato del trabajo, o con lo
que mediante dicho producto se compra de otras naciones”.
“De acuerdo con ello, como este producto o lo que con él se adquiere, guarda una
proporción mayor o menor con el número de quienes lo consumen, la nación estará
mejor o peor surtida de las cosas necesarias y convenientes apetecidas”.
Para David Ricardo, al igual que para Adam Smith, el libre comercio internacional
es benéfico para todos los países involucrados:
En pocas palabras, Smith desde su obra “La Riqueza de las naciones”, expresa
sobre este tema lo siguiente: “Si un país extranjero puede suministrarnos un artículo
más barato de lo que nos cuesta fabricarlo, nos conviene comprarlo. La población
no duda en comprar lo que necesita, a quien lo venda más barato”. Más adelante
dice: “Los extranjeros que quieran invertir en un país, repeten sus leyes,
establezcan negocios, generen empleo y paguen impuestos, deben ser apreciados
como los nacionales. Que nadie olvide, que todos somos extranjeros” (Adam Smith,
1776).
Desde la escuela de Economía Clásica Smith y Ricardo estarían a favor del libre
comercio en un espacio de justicia lo cual es importante para Smith y desde el
respeto por el trabajo digno, al tiempo que se genere crecimiento economico, lo cual
es importante para Ricardo.
Bibliografía