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CONCEPCIÓN EN CÓDIGO CIVIL PERUANO

La posesión como derecho es la consecuencia jurídica de la posesión como hecho, es


decir, la posesión se sustenta en la apariencia de un derecho frente a terceros (conducta
posesoria). El fundamento de la posesión en la doctrina difiere, sin embargo, como
señala el autor, en nuestro país el Código Civil ha adoptado uno, el cuál debe ser
adecuado acorde al tiempo y al sistema registral. La posesión se configura como un
sustituto de la prueba de propiedad ante la dificultad que significa acreditar el dominio
en cada momento, aunque ilegítimos (no propietarios) se beneficien de ello; por ello la
aspiración es perfeccionar la prueba de la propiedad. Es decir, la posesión es ahora sólo
la mejor fórmula que existe para resolver el problema de las dificultades probatorias.

CONCEPTO

La posesión es una figura jurídica a través de la cual se ejerce ánimo se señor y dueño
sobre una cosa con la finalidad de adquirir la propiedad por prescripción con el
transcurrir del tiempo.

Entonces la persona que posea la cosa debe ejercer ánimo de señor dueño, es decir, realizar
todos los actos propios de una persona que es propietaria tales como el mantenimiento y
conservación de la cosa; no es requisito que el poseedor tenga la cosa por sí mismo, puede otra
persona tener la cosa, por ejemplo una casa dada en arrendamiento por el poseedor a otra
persona.
Es la posesión una presunción en la cual el poseedor es considerado el dueño mientras no se
compruebe lo contrario; esta figura jurídica creada por el legislador es muy importante ya que si
una persona propietaria abandona una cosa y la deja a su suerte, pero otra persona la posee la
cuida, la conserva, la mejora, es justo que con el transcurrir del tiempo exista una figura que le
permita adquirir la propiedad de ese bien al cual le ha dado una utilidad y a gastado tiempo en
conservarlo. Es la posesión el camino para que con el transcurrir del tiempo se adquieran los
bienes por prescripción adquisitiva de dominio.
Existe dos clases de posesión, la posesión regular y la irregular la primera es la que se tiene por
un titulo justo y se posee de buena o mala fe, pero siempre acompañada de un titulo justo, ¿Qué
se considera titulo justo? El código civil define como justo titulo el constitutivo o traslaticio de
dominio se considera constitutivo de dominio la ocupación, las accesión y la prescripción y
traslaticios de dominio la venta, al donación entre vivos, la permuta etc.
Por otro lado la posesión irregular es aquella que carece de uno o más requisitos de los de la
posesión regular, por ejemplo cuando no se posea titulo justo, el código menciona algunos
títulos no justos tales como, el falsificado, el que adolece de un vicio de nulidad y los demás
contemplados en el artículo 766.
Por último existe la posesión violenta y la clandestina, la primera es la que se adquiere por
medio de la fuerza y la segunda la que se hace de manera oculta a todo el que tiene una cosa
reconociendo dominio ajeno.

CLASES DE POSESIÓN

Según el artículo 905 del Código Procesal Civil “es poseedor inmediato es el poseedor
temporal en virtud un título”, corresponde la posesión mediata a quien confirió el título.
El poseedor mediato es aquel quien transmitió el derecho en favor del poseedor inmediato.
Poseedor mediato es el titular del derecho, por ejemplo, el propietario, es aquel que cede la
posesion quien confirio el titulo

El poseedor inmediato es el poseedor temporal, posee en nombre de otro de quien le cedio


la posesion en virtud de un titulo y de buena fe, por ejemplo el inquilino que posee para el
propietario.

Posesión de Buena fe

Prevista por el artículo 906º del Código Civil, “La posesión ilegítima es de buena fé cuando
el poseedor cree en su legitimidad, por ignorancia o error de hecho o de derecho sobre el
vicio que invalida su título”.

La buena fe es la conviccion que tiene el poseedor de que su titulo es legitimo y eficiente,


esa creencia deriva de la ignorancia o error de hecho o derecho sobre el vicio que invalida
su titulo.

Posesión de Mala fe

Nuestro Código Civil exprtesamente no define la posesión de mala fe, la posesión de mala
fe es aquella que se ejercita cuando el poseedor tiene conocimiento que no tiene titulo o el
que tiene padece de nulidad. La mala fe es una posesion ilegitima y viciosa sin título o con
título inválido, la mala fe empieza cuando cuando termina la creencia de la legitimidad de la
posesion al descubrirse el error o vicio que invalida el titulo.

La Posesión Precaria

La posesión precaria está legislada en el artículo 911º de nuestro Código Civil; el cual
prescribe que: “La posesión precaria es la se ejerce sin título alguno o el que se tenia ha
fenecido”.

Como podemos apreciar es una posesión ilegítima, porque falta título posesorio, ya sea
porque no existió antes, o porque el título legítimo que dio nacimiento a la posesión
terminó, quedando el poseedor sin título alguno que ampare su posesión.

La posesión precaria por falta de tiulo, es una posesión ilegítima ya que se carece
absolutamente de titulo, por ejemplo tenemos las invasiones para fundar Pueblos Jóvenes y
los Asentamientos Humanos Marginales.

Cuando el poseedor pierde la eficacia, ya que se extinguió los efectos del titulo, se trata de
una persona que entro en posesión como poseedor ilegítimo y se transforma en poseedor
ilegítimo al haberse vencido el plazo o haberse cumplido lac ondición resolutoria, como
podemos ver ene este caso no existe buena fe ya que el poseedor es conciente del
fenecimiento del tíitulo que tenia y por lo tanto es poseedor de mala fe desde el momento
que se extinguio su titulo, pues tiene conocimiento que este ha expirado y que esta
poseyendo indebidamente un determinado bien. como por ejemplo el arrendatario,
anticrecista, usufructuario o comodatario quienes a pesar de haberse terminado el plazo aun
continuan en la posesión

No se debe confundir la posesión ilegítima con la posesión precaria; ya que en la posesión


ilegítima existe un título pero adolece de un defecto de forma o fondo, sin embargo en la
posesión precaria se dapor falta absoluta del titulo.
La posesión puede ser legítima o ilegítima, dependiendo de su conformidad o no con el
derecho, siendo la posesión de buena fé y la posesión de mala fé una subclasificación de la
posesión ilegítima, la ilegitimidad de la posesión no sólo está dada por la existencia de un
título viciado, es decir que adolece de alguna causal de nulidad o anulabilidad, sino que
además esta se da cuando ésta se basa en un título el que el transfiriente carece de
legitimidad para ello, es decir cuando el defecto es de fondo

Vamos a analizar brevemente las diferentes clases de posesión, a saber: posesión natural y
civil; posesión en nombre propio y en nombre ajeno; posesión en concepto de dueño y en
concepto distinto del de dueño; posesión mediata e inmediata, y posesión de buena o mala fe.

- Posesión natural y posesión civil


Posesión natural es la tenencia de una cosa o disfrute de un derecho por una persona.
Posesión civil es esa misma tenencia unidos a la intención de haber la cosa o derecho como
suyos.

- Posesión en nombre propio y posesión en nombre ajeno


La posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la misma persona que los tiene y
disfruta, o por otra en su nombre.

Es clara la disociación entre el tener y el ejercer. El que tiene la posesión puede ejercer por
sí el poder de hecho sobre la cosa. Pero también otra persona, en nombre de aquél, podrá
ejercer sobre la cosa ese poder.

- Posesión en concepto de dueño y posesión en concepto distinto del de


dueño
La posesión de los bienes y derechos puede tenerse en uno de estos dos conceptos: o en el
de dueño, o en el de tenedor de la cosa o derecho para conservarlos o disfrutarlos,
perteneciendo el dominio a otra persona.

Es poseedor únicamente quien posee como dueño, y los demás que eventualmente pudieran
tener poderes sobre la cosa para conservarla o disfrutarla (el usufructuario, el arrendatario,
el depositario, etc.) son meros tenedores de la misma.

- Posesión mediata y posesión inmediata


El poseedor mediato posee por medio del poseedor inmediato, que es la persona que por
estar ligada con una relación jurídica con aquél se encuentra en una posesión directa con la
cosa. Así, por ejemplo, el propietario que da en arrendamiento la finca es poseedor mediato
mientras que el arrendatario sería un poseedor inmediato.

- Posesión viciosa y posesión no viciosa


Los actos meramente tolerados, y los ejecutados clandestinamente y sin conocimiento del
poseedor de una cosa, o con violencia no afectan a la posesión.

- Posesión de buena fe y posesión de mala fe


Se reputa poseedor de buena fe al que ignora que en su título o modo de adquirir exista vicio
que lo invalide. Se reputa poseedor de mala fe al que se halla en el caso contrario.

La posesión de buena fe recae sobre un título por el que se adquiere el derecho que nos da, a
su vez, el derecho a poseer la cosa en el concepto que lo hacemos.

Por aplicación de las normas de la buena fe, la creencia (o ignorancia) ha de ser siempre
excusable. Si ha podido salir el poseedor de ese estado con el empleo de una diligencia media,
no hay duda de que posee con mala fe.

La posesión adquirida de buena fe no pierde este carácter, sino en el caso y desde el momento
en que existan actos que acrediten que el poseedor no ignora que posee la cosa indebidamente.

1 Distintas formas de la posesión.-

Nuestra Legislación civil y procesal distingue según sea de buena fe o mala fe, viciosa
o no la posesión; razón por la cual analizaremos en detalle cada una de ellas, porque
depende de estas en muchos casos la adquisición o pérdida de Derechos Reales.

Otras Legislaciones[1] además cuentan con la posesión legítima o ilegítima; y se da la


primera cuando la posesión es consecuencia de un derecho real conforme a derecho,
de conformidad con el Código Civil además de ser apta o idónea para adquirir
derecho. Es ilegítima cuando se obtenga sin título, o por un título nulo o fuese
adquirida por un modo insuficiente para adquirir derechos reales o cuando se adquiera
del que no tenía derecho a poseerla o no la tenía para trasmitirla legalmente.

2 Posesión de buena fe.-

La posesión es de buena fe, cuando el poseedor, por ignorancia o error de hecho, se


persuadiere de su legitimidad; es decir, el poseedor es refutado de buena fe cuando
cree haber adquirido del verdadero propietario o titular la cosa o el derecho que
ostenta. La posesión de buena fe nunca es viciosa como analizaremos más adelante.

Con mucho criterio expone la profesora Zeballos que "para haya buena fe es
necesario que el poseedor ostente un justo título, porque el mismo no puede estar
persuadido de su legitimidad de su posesión si no tiene un justo título y debe
entenderse al mismo como el acto apto para transmitir el derecho de propiedad u otro
derecho real; esto no excluye la posibilidad de que ese título luego sea declarado nulo,
anulable o porque un tercero demuestre su mejor derecho sobre la cosa. El segundo
aspecto es que el poseedor crea haber adquirido la cosa del verdadero propietario, ya
sea por ignorancia o error de hecho"[2].

La buena fe se identifica con la ignorancia de la existencia de vicios en el título de


adquisición en que el futuro invalide al mismo. Varios estudiosos del
Derecho[3] argumentan que por título no solamente debe entenderse por el docu-
mento, sino una causa - fuente suficiente para transferir la posesión.

Para que la posesión sea reputada de buena fe debe ostentar los siguientes requisitos:

- El poseedor debe ostentar un justo título.

- El poseedor, por ignorancia o error de hecho, se convenciera de su posesión


legítima. La contraparte debe desvirtuar este hecho.

Sobre este punto con mucha solvencia la Legislación de España establece "Se reputa
poseedor de buena fe el que ignora que en su título o modo de adquirir exista vicio que
lo invalide. Se reputa poseedor de mala fe al que se halla en el caso contrario"[4].

Al respecto igualmente la Legislación de Colombia infiere que "la buena fe es la


conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos exentos
de fraudes y de todo otro vicio. Así en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe
supone la persuasión de haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de
enajenarla y de no haber fraude ni otro vicio en el acto o contrato. Un justo error en
materia de hecho, no se opone a la buena fe. Pero el error en materia de derecho
constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en contrario".[5]

Para los efectos de la posesión sólo se tomará en cuenta la buena fe inicial; es decir,
que la posesión adquirida de buena fe no pierde este carácter sino solamente en el
caso y desde el momento en que existan actos que acrediten que el poseedor no
ignora que posee la cosa indebidamente.

Finalmente, se presume que la posesión se sigue disfrutando en el mismo concepto en


que se adquirió, mientras no se pruebe lo contrario.

3 Presunción de buena fe.-

La buena fe se presume; por lo tanto, quien alega que hubo mala fe, debe probarla; es
decir, la buena fe exige una convicción sobre la legitimidad que no admite dudas y
este hecho debe ser probado por quien alegue la mala fe.

La buena fe se presume siempre, al que afirma la mala fe de un poseedor corresponde


la prueba de ese hecho; por lo tanto, la existencia de mala fe requiere una declaración
expresa de los jueces. La buena fe es cuestión de hecho y de apreciación
sentenciadora.

La Jurisprudencia de la Suprema Corte de España indica que "mientras que la buena


fe se presume, la mala fe es preciso probarla o existe la primera o surge la segunda, lo
que traduce en que no acreditada la mala fe en ninguno de las dos partes, aparece
ineludiblemente la buena fe".[6]
Sobre este punto la Legislación del Perú señala que "la buena fe dura mientras las
circunstancias permitan al poseedor creer que posee legítimamente o, en todo caso,
hasta que sea citado en juicio, si la demanda resulta fundada"[7].

4 Efectos de la posesión de buena fe.-

Cuando una persona tiene una cosa de buena fe, la misma es válida para adquirir
derechos, en especial Derechos Reales y concretamente el más importante, la
propiedad por intermedio de la usucapión.

En materia de muebles de cosas no robadas o perdidas, la posesión de buena fe lleva


a la adquisición de la propiedad; es decir, que conforme al Art. 100 del Código Civil
(1976), la posesión de cosas muebles vale por título, salvo prueba en contrario.

Tiene también efectos e importancia la buena fe en la adquisición de frutos, en la


indemnización de mejoras, resarcimientos de gastos, responsabilidad por pérdidas, el
régimen de la usucapión, tanto de inmuebles como muebles, como analizaremos en
los artículos subsiguientes.

5 Posesión de mala fe.-

Debemos partir del principio que la posesión es de mala fe, cuando el poseedor sabe o
conoce que no tiene derecho a la misma o no tiene título suficiente para ostentar esta
calidad. Puede poseer el Corpus pero le falta el animus.

Este tipo de posesión no es válida para adquirir derechos, ni menos para producir
efectos o estos son muy limitados como veremos en esta obra.

La posesión de mala fe puede o no ser viciosa: La posesión es viciosa cuando fuere


de cosas muebles adquiridas por hurto, robo, estelionato o abuso de confianza; y
siendo de inmuebles, cuando sea adquirida por violencia o clandestinidad.

6 Vicios de la posesión.-

Los vicios de la posesión son la violencia, clandestinidad y abuso de confianza, que se


encuentran íntimamente ligadas con la posesión pública y pacífica.

6.1 Violencia

- Violencia; es decir, cuando se adquiere la posesión por vías de hecho, acompañadas


de violencia materiales o por amenazas de fuerza contra personas o cosas.

El profesor Tafur señala "que mediante la posesión violenta se coacciona injustamente


a una persona para que se desprenda de la posesión o tenencia de un bien. Arrebatar
un bien a una persona es una fuerza actual, y es inminente cuando existe de por
medio una amenaza suficiente para intimidar al poseedor, propietario o tenedor. Existe
violencia también cuando alguien se apodera de la cosa en ausencia de su dueño y al
regresar éste, lo repele".[8]
6.2 Clandestinidad

- Clandestinidad; es decir, cuando los actos por los cuales se tomó o se continuó
fueron ocultos o se tomó en ausencia del legal poseedor o con precauciones para
sustraerla al conocimiento de los que tenían derecho a oponerse.

Lo que caracteriza a la clandestinidad es el sigilo, el ocultamiento con que ha


procedido el poseedor.

El profesor Zeballos señala que "no habrá clandestinidad si no obstante el que tomó la
posesión en ausencia del anterior poseedor se lo comunicó por medios idóneos en el
momento o inmediatamente"[9].

6.3 Abuso de confianza

- Abuso de confianza, es decir, cuando alguien ha recibo una cosa legalmente y luego
se niega a entregar la cosa, alegando otro título.

El profesor Borda sobre este punto señala que "Existe abuso de confianza cuando la
persona que ha recibido una cosa a título de acreedor (arrendatario, comodatario,
depositario, etc.) intervierte su título y pretende tener sobre la cosa su título y pretende
tener sobre la cosa un verdadero derecho de posesión. Es decir que no se trata de la
negativa del tenedor a restituir la cosa, en tanto se limite a defender su derecho de
tenedor precario de la cosa; el abuso de confianza consiste en pretenderse poseedor
pleno de ella"[10].

7 La posesión debe ser publica y pacífica. -

A efectos de poder adquirir el derecho de propiedad por efectos de la prescripción


adquisitiva (usucapión) la posesión debe ser pacífica y pública, caso contrario aunque
transcurran mil (1000) años no sirve para esta institución; es decir, la posesión violenta
o clandestina no funda usucapión sino desde el día en que cesan la violencia o
clandestinidad; empero, el plazo de cómputo de la usucapión se cuenta desde que ha
cesado la violencia o clandestinidad en la posesión y deja de ser ésta viciosa.

La mayoría de las legislaciones de Latinoamérica[11] establecen que la posesión ha


de ser en concepto de dueño, pública, pacífica y no interrumpida; es decir, de tener la
cosa como dueño (no como tenedor), por actos no clandestinos y en forma
ininterrumpida.

La posesión es pública o no violenta cuando no se conjuga con actos de clan-


destinidad; es decir, no poseerla a espaldas del propietario y de la sociedad; por
ejemplo, es pública cuando se paga impuestos, cuando se participa en una determina
zona o lugar como legítimo propietario de la cosa, ejerce alguna acción posesoria,
policial, municipal para defender su posesión, etc.

La posesión para ser válida en la usucapión debe ser pública, no en el sentido de que
el poseedor tenga que difundirla o hacerla notoria ante los demás o en otros términos,
que sea un pregonero de la posesión, sino que sus actos comunes de posesión se
efectúen según la naturaleza del bien sin ocultarlos a quien tiene derecho a oponerse
a ellos. Por ejemplo, si el inquilino de una propiedad urbana oculta al propietario de un
bien que al fondo del inmueble una tercera persona viene realizando construcciones
en su terreno, esta posesión debe reputarse clandestina.
Desde el instante en que cesa la conducta viciosa, la posesión recupera su carácter de
útil y vuelve a producir sus efectos normales porque la violencia y clandestinidad son
viciosos temporales de la posesión; por consiguiente, la posesión violenta o
clandestina no funda prescripción adquisitiva (usucapión) sino desde el día en que
cesan la violencia o clandestinidad.

https://www.gerencie.com/que-es-la-posesion-y-sus-clases.html

http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2010/10/14/las-clases-de-
posesion-en-el-peru/

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