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de Norteamérica, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe, escrita en lengua española durante el periodo colonial y a
partir de la Independencia americana en el siglo XIX hasta la actualidad. esta que será una breve reseña de los cuentos
de las tradiciones limeñas, me gustaría comentar varios puntos que me llamaron la atención y por qué las considero lo
más destacable en estos textos. Primero está el cómo la gente de aquellos tiempos era sumamente supersticiosa y muy
temerosa de la suerte. el cual me recordó a dos textos: "Oro, caballo y hombre" de Rafael F. Muñoz por este enfoque
del caballo que se transformó casi en un protagonista y en detonador de la acción, y a Edipo Rey por este modo en el
que el destino se le regresó a Barrabás. Me pareció un cuento extraordinario, al estilo de un mito que, en mi opinión,
podría confundirse con una antigua historia de los dioses griegos.
Pero estos tan sólo son opiniones y varios de los rasgos más destacados de este texto por estas razones que ya
especifiqué.
Tradiciones y expresiones orales” abarca una inmensa variedad de formas habladas, como proverbios, adivinanzas,
cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos y poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones,
representaciones dramáticas, etc. Las tradiciones y expresiones orales sirven para transmitir conocimientos, valores
culturales y sociales, y una memoria colectiva. Son fundamentales para mantener vivas las culturas.
Algunos tipos de expresiones orales son de uso corriente y pueden ser utilizadas por comunidades enteras, mientras que
otras están circunscritas a determinados grupos sociales, por ejemplo los varones o las mujeres solamente, o los
ancianos de la comunidad. En muchas sociedades, el cultivo de las tradiciones orales es una ocupación muy
especializada y la comunidad tiene en gran estima a sus intérpretes profesionales, que considera guardianes de la
memoria colectiva. Estos intérpretes se encuentran en comunidades de todo el mundo. Mientras que en las sociedades
no occidentales son de sobra conocidos los poetas y narradores como los griots y los dyelli de África, también en Europa
y en América del Norte subsiste una rica tradición oral. En Alemania y en los Estados Unidos, por ejemplo, hay
centenares de narradores profesionales de cuentos.
Al transmitirse verbalmente, las expresiones y tradiciones orales suelen variar mucho. Los relatos son una combinación
de imitación, improvisación y creación que varían según el género, el contexto y el intérprete. Esta combinación hace
que sean una forma de expresión viva y colorida, pero también frágil, porque su viabilidad depende de una cadena
ininterrumpida de tradiciones que se transmiten de una generación de intérpretes a otra.
MÚSICA DE COSTA RICA incluye diversas manifestaciones culturales de Costa Rica que abarcan tanto la música como las
danzas, las leyendas y tradiciones, las bombas y retahílas, los instrumentos coloniales y las canciones tradicionales, que
generalmente son utilizadas durante las festividades populares y patronales, y que varían de acuerdo a cada región y
pueblo del país.
La música folclórica costarricense se produce en cuatro zonas específicas del país: Guanacaste, el Valle
Central, Limón y Puntarenas. Sin embargo, cabe mencionar que cada provincia es autónoma por lo que cuenta con su
propia idiosincrasia, además la música amerindia está presente en las diversas zonas y complementa la cultura nacional.
Música guanacasteca
La música guanacasteca es la más conocida, cuenta con influencia española, nicaragüense, yucateca, cubana, panameña
y colombiana, y se manifiesta en la forma de puntos, batambas, arranca
terrones, floreos, tambitos, garabitos, parranderas y barranquitas entre otros. Es característico que se acompañe el baile
y la música con la entonación de bombas, que son coplas cortas y alegres en forma de cuartetos, en las cuales los
hombres y las mujeres se lanzan frases ingeniosas con fondo romántico o picaresco. Gran cantidad de las canciones
típicas o folclóricas que se interpretan en Costa Rica provienen de la región guanacasteca, como por ejemplo el Punto
guanacasteco, El torito, Pasión, Amor de temporada, Pampa, Luna liberiana, Caballito nicoyano y muchas otras más.
Destacan compositores como Jesús Bonilla Chavarría, Héctor Zúñiga Rovira y Mario Chacón Segura.
Música del Valle Central
La música del Valle Central tiene más influencia española y se manifiesta en la forma de las serenatas campesinas, con
batambas distintas a las guanacastecas (sobresale el estilo "jorqueño"), y las canciones se caracterizan porque cada
estrofa es más larga que la frase musical, por lo que la letra "no calza bien" con la música, y el cantor debe "echar una
carrera" en ciertas partes para no perder el compás, diciendo la letra en forma "atropellada", lo que le da un matiz
característico como por ejemplo El Tambito Josefino, La Tinaca, Café de Costa Rica, etc. También existe otro género
llamado aire nacional, más acompasado y similar al vals, en la que destacan las canciones Caña dulce y Guaria morada.
Música puntarenense
La música costeña puntarenense se distingue por la campera que es la combinación de música campesina con algún
ritmo criollo, como por ejemplo, la cumbia colombiana y el tambito generaleño que es más alegre y que se toca con
guitarra: esto debido a que durante la colonia, Puntarenas recibió influencia tanto del Virreinato de Nueva España como
el Virreinato de Nueva Granada, por lo que esta zona se caracteriza por la celebración de las tonadas, inspiradas en las
"fiestas de los novios", las "velas de los angelitos", el Carnaval de Puntarenas, o las leyendas propias de la región.
Música caribeña limonense
La música caribeña limonense tiene dos influencias: la española y la afroantillana. Esta última es la más rítmica del país y
se manifiesta en forma de comparsas, con gran cantidad de danzas de carácter bufo o descriptivas, así como el sinkit,
más carnavalesco. De la unión de las dos influencias nacen ritmos como el son, melodioso y cadencioso. También está
el calipso, ritmo antillano que tiene su manifestación propia en esta provincia del Atlántico. Este ritmo utiliza
instrumentos como el bajo de cajón, el ukulele, el sheky-sheky, las maracas, la guitarra, tambores, bongoes, tumbas
y cencerro. Entre sus intérpretes más conocidos se encuentran Walter Ferguson, autor de calipsos como Cabin in the
Wata, Callaloo y Carnaval Day, así como Cyril Silvan, Manuel Monestel, Herberth Glinton, autor de Nowhere like Limón, y
el grupo Cantoamérica. Finalmente, otro aspecto que caracteriza a la música limonense es la presencia de canciones y
melodías tipo góspel, que se entonan principalmente en las iglesias protestantes de la región.
Música amerindia
La música amerindia era ante todo de carácter utilitario, es decir, que cumplía una función determinada, en su caso
especialmente religiosa: se le utilizaba ante todo para acompañar los ceremoniales y las danzas dedicadas a tal o cual
deidad, por ejemplo, «Sibö», máximo dios bribri, o « Cha Cónhe» para los maleku. Incluso la música para bailar, propia
de festejos y celebraciones, se incluye en esa categoría porque dichas festividades por lo general estaban asociadas al
culto religioso.
JEROGLÍFICOS