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 FUNCIONAMIENTO DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES

El funcionamiento de los ecosistemas se refiere al proceso dinámico que ocurre


en su interior: el movimiento de materia y energía y las interacciones y
relaciones de los organismos y materiales en el sistema.

Los dos procesos fundamentales en cualquier ecosistema son el flujo de


energía entre las partes y el ciclo de nutrimentos.

Flujo de Energía

Cada individuo en un ecosistema usa constantemente energía para llevar a


cabo sus procesos fisiológicos, por lo tanto, sus fuentes de energía deben ser
continuamente renovadas. El flujo de energía en un ecosistema está
directamente relacionado con su estructura trófica. La energía que fluye dentro
de un ecosistema es el resultado de la captura de la anergia solar por las
plantas, las productoras del sistema. Así, la energía se mantiene almacenada
en las estructuras químicas de la biomasa que las plantas producen. Los
ecosistemas varían en su capacidad de convertir la energía solar en biomasa.

Los herbívoros (consumidores primarios) se alimentan de la biomasa vegetal y


la convierten en biomas animal, los depredadores y parásitos que se alimentan
de los herbívoros u otros consumidores conforman el grupo de consumidores
secundarios, terciarios, etc. continuando así el proceso de conversión de la
biomasa en otros niveles tróficos. Sin embargo solamente un pequeño
porcentaje de la biomasa de un nivel trófico se convierte en biomasa en el
siguiente nivel trófico. Esto se debe a que gran cantidad de la energía
consumida, hasta el 90%, es utilizada para el funcionamiento del organismo en
cada nivel trófico. Adicionalmente, otra importante cantidad de biomasa en
cada uno de los niveles no es consumida (y parte de la que es consumida no
es digerida totalmente), esta biomasa en forma de materia muerta y/o fecal es
consumida eventualmente por los organismos detritívoros y descomponedores.

El proceso de descomposición libera en forma de calor mucha de la energía


que fue utilizada en la formación de la biomasa y la restante se incorpora al
suelo como materia orgánica. La energía que abandona al ecosistema natural
es principalmente en forma de calor, generado en parte por la respiración de
los organismos de los diferentes niveles tróficos y por la actividad de
descomposición de la biomasa. La cantidad total de energía que abandona el
sistema usualmente es similar a la energía solar capturada en la biomasa de
las plantas.

Ciclo de Nutrimentos
Los organismos requieren entradas de materia para mantener sus funciones
vitales. Esta materia — en forma de nutrimentos que contienen una variedad de
elementos y compuestos cruciales — es usada para formar células, tejidos y
las complejas moléculas orgánicas que se requieren para el funcionamiento de
células y organismos.

El ciclo de nutrimentos en un ecosistema está conectado con el flujo de


energía: la biomasa transferida de un nivel trófico a otro contiene tanto energía
como nutrimentos. La energía, sin embargo, fluye en los ecosistemas en una
sola dirección — sol, productores, consumidores, atmósfera. En contraste, los
nutrimentos se mueven en ciclos — pasando de los componentes bióticos a los
abióticos y regresando a los bióticos. Debido a que tanto los componentes
bióticos como abióticos están involucrados en este proceso, estos se
denominan ciclos biogeoquímicos. Como un todo, los ciclos biogeoquímicos
son complejos e interconectados, adicionalmente muchos ocurren a escala
global, trascendiendo así los ecosistemas individuales.

Muchos nutrimentos son reciclados en el ecosistema. Los nutrimentos más


importantes son: carbono (C), nitrógeno (N), oxigeno (0), fósforo, (P), azufre (S)
y agua. Con excepción del agua, cada uno de estos se conocen como
macronutrimentos. Para el carbono, el oxígeno y el nitrógeno, la atmósfera
funciona como un banco de reserva abiótico, de tal modo que podemos
visualizar ciclos a nivel global. Una molécula de dióxido de carbono exhalado
por un organismo en un lugar cualquiera, puede ser incorporada en la biomasa
de una planta localizada en el lado opuesto del planeta.

 COMPARACIÓN DE ECOSISTEMAS NATURALES CON


AGROECOSISTEMAS.

1. Flujo de Energía

El flujo de energía en un Agroecosistemas es alterado significativamente por la


interferencia humana. Las entradas al sistema provienen principalmente de
fuentes manufacturadas por el ser humano, que a menudo no son sostenibles.
De este modo, los Agroecosistemas se convierten en sistemas abiertos debido
a que una cantidad considerable de energía sale en cada cosecha, en lugar de
almacenarse en forma de biomasa y quedarse dentro del sistema.

2. Ciclo de Nutrimentos

En la mayoría de los Agroecosistemas el reciclaje de nutrimentos es mínimo


porque una cantidad considerable abandona el sistema con la cosecha, debido
a la perdida por lixiviación o por erosión, lo cual sucede en parte por la carencia
de biomasa permanente en el sistema.

3. Mecanismos de Regulación de Poblaciones


Debido a la simplificación del ambiente y la reducción de los niveles tróficos, las
poblaciones de plantas o de animales en los Agroecosistemas raramente se
autorregulan. Las poblaciones son reguladas por los insumos humanos en
forma de semillas o agentes de control de poblaciones, que a menudo
dependen de enormes subsidios de anergia. La diversidad biológica es
reducida, la estructura trófica tiende a ser simplificada y muchos nichos no son
ocupados.

4. Estabilidad

Debido a su reducida diversidad en estructura y función los Agroecosistemas


son menos resistentes a las perturbaciones que los ecosistemas naturales.

La atención casi exclusiva en la cosecha domina cualquier "intento" de auto


equilibrio, de modo que el sistema solamente puede ser sostenido por la
actividad humana en forma de trabajo o de insumos externos.

A pesar de que existen marcadas diferencias entre Agroecosistemas y


ecosistemas naturales, ambos sistemas existen como un continuo, uno junto al
otro. En una parte de este continuo podemos ubicar a ecosistemas que son
totalmente naturales, sin influencia humana directa; por el otro lado, los
Agroecosistemas varían dependiendo del nivel de influencia humana.

 AGROECOSISTEMAS SOSTENIBLES

El principal reto en el diseño de Agroecosistemas sostenibles es obtener las


características de un ecosistema natural y al mismo tiempo mantener una
cosecha deseable. Esta es una forma viable para alcanzar la sostenibilidad del
sistema. El flujo de energía puede ser diseñado para depender menos de
insumos no renovables, de modo que exista un balance entre la energía que
fluye dentro del sistema y la que abandona el sistema en forma de cosecha. El
agricultor puede desarrollar y mantener ciclos de nutrimentos casi cerrados
dentro del sistema, de modo que los nutrimentos que salen del sistema en
forma de cosecha puedan ser reemplazados en una forma sostenible.

Los mecanismos de regulación de poblaciones pueden tener más éxito en un


sistema, que como un todo ofrece mayor resistencia a plagas y enfermedades,
incrementando el número de hábitats y permitiendo la presencia de enemigos
naturales y antagonistas. Finalmente, un Agroecosistemas que incorpora las
cualidades de un ecosistema natural como resistencia a perturbaciones,
estabilidad, productividad y balance, proporcionara las condiciones que
aseguran el equilibrio dinámico necesario para lograr un sistema sostenible.

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