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La vida del ser humano se constituye a lo largo de los años, por medio de experiencias y
hechos que van determinando la personalidad de cada uno, en donde diversos factores de
distintas índoles como personales, sociales, familiares, etc. influirán en la forma en como
reaccionamos a diferentes sucesos inesperados (Fernández, 2010), pero cada persona lo hará de
distinto modo, esto dependiendo del contexto y gravedad del evento, por lo tanto puede llegar a
generarse un desequilibrio emocional y psíquico que traería con ello tanto consecuencias que
pudieran afectar la interacción de la persona con su entorno como su quehacer de la vida diaria.
Por lo tanto, surge el interés de realizar el presente trabajo, que tiene como propósito explicar
las características del desequilibrio psíquico que surge a partir de un evento inesperado y
repentino, a lo que su le conoce como crisis, al igual que poder explicar de forma breve el
proceso de intervención y de apoyo a las personas que se enfrenten a dichas situaciones, ya que,
Es preciso entender en primera instancia lo que es una crisis y que esta puede ser de dos tipos:
las de desarrollo, que son aquellas que ocurren en cada etapa del desarrollo del ser humano en
donde se efectúan cambios significativos en la vida de la persona, que conforman esta transición
de una etapa a otra, pero depende de cómo se resuelvan estos cambios, puede que al no lograr
desequilibrio psíquico; estas crisis del desarrollo o vitales se considerarían esperadas, ya que algo
como la muerte por la edad o enfermedad son parte de este proceso de crecimiento .
El otro tipo de crisis son las circunstanciales, que son eventos totalmente inesperados y
accidentales, y que en su mayoría están determinadas por factores ambientales, por ejemplo,
desastres naturales, o la perdida inesperada de una ser amado(Slaikeu, 1996), y la crisis incide en
el impacto que genero él evento en el equilibrio psíquico de la persona, de acuerdo a lo que dice
principalmente por una incapacidad del individuo para manejar situaciones particulares
utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener
El autor Caplan (1966) describe que el factor esencial para que se genere una crisis, es el
desequilibrio entre la importancia y la dificultad del suceso y los recursos con los que cuenta la
persona para poder afrontar el problema en ese momento. Estos recursos pueden ser materiales,
sociales y emocionales, que son esenciales al momento de evaluar el impacto de la crisis al igual
que otros factores importantes como la severidad del evento y el contexto social en el que se
encuentra la persona.
Los factores personales que tienen influencia sobre el desarrollo de la crisis son aquellos que
se relacionan con la historia y desarrollo psicosocial del individuo, sus creencias y la perspectiva
que tenga del evento; Los factores sociales son los se relacionan con las interacciones sociales y
también las redes de apoyo de las que disponga; los factores materiales son aquellos relacionados
con los servicios a los que tenga disponibilidad, si posee los recursos económicos para buscar un
las relaciones sociales, familiares y laborales, e incluso síntomas físicos como dolor de cabeza,
mareos y presión elevada, etc. que posteriormente pudieran ocasionar algun trastorno en la
persona.
La crisis puede traer consigo tanto consecuencias negativas como positivas, como Caplan (1966)
lo afirma:
psicológico. Es una estación de paso en un sendero que se aleja o se dirige hacia el trastorno
pasada. Otras surgen del medio ambiente habitual, particularmente los cambios en la intensidad
La crisis se conforma por diferentes fases que dependen de los recursos con los que cuenta la
persona:
La primera fase consta de una elevación de la tensión por el impacto de un suceso externo, y
es aquí en donde la persona utiliza sus métodos habituales para solucionar problemas de esa
índole. Posteriormente, si estos métodos fallan ante la solución del problema, y este continua
significativamente. Cuando esto sucede, se buscan otras formas de solucionar el problema con tal
de reducir la tensión, estas pueden ser las siguientes: buscar la forma de reducir la amenaza
externa, tener éxito en las nuevas estrategias para solucionar el problema, redefinir el problema,
o renunciar a propósitos fijos que resulten difíciles de cumplir. Empero, si nada de esto funciona
y la tensión sigue en aumento, llegara el punto limite que dará lugar a la desorganización
conforman de diferentes pasos que Slaikeu (1996) describió y son los siguientes:
atentamente los hechos y los sentimientos, al mismo tiempo que invitar a la reflexión,
tomar una postura empática y en ocasiones tener contacto físico como apoyo afectivo.
revisar cuáles son sus fortalezas y debilidades, así como conocer los recursos personales,
requieran.
persona.
Después de los PAP, viene lo que es la intervención de segunda instancia, la terapia de crisis
“Este proceso de translaboración es un esfuerzo mucho más extensivo que los primeros auxilios
psicológicos, y que requiere más tiempo y un nivel más alto de entrenamiento para el
terapeuta”(Slaikeu, 1996). Esta es más eficaz si se lleva a cabo en momentos cercanos al evento
de desorganización, como esta idea de la ley de Hensel: la efectividad el proceso dependerá de la
cercanía que se tenga al evento, mientras más próximo, más efectivo será.
En conclusión, se entiende que este tipo de intervención difiere en gran manera a la forma
paciente, en la forma de afrontamiento a los problemas, al igual que el tiempo que comúnmente
se establece en la terapia tradicional, que suele ser de una hora aproximadamente, en estos casos
los pasos de los PAP en una sola sesión, para así posteriormente pasar a la terapia de crisis.
Es impresionante como el ser humano es capaz de lograr esta homeostasis cuando cuenta con
las herramientas y los recursos necesarios para hacerlo, pero también resulta interesante que no
todas las personas tienen la accesibilidad a estas herramientas, o que simplemente no cuentan
con los recursos personales, sociales y familiares para afrontar estos eventos, empero, la
intervención en crisis busca brindar este apoyo y soporte a las personas cuando se encuentran en
estas circunstancias.
Por último, es importante destacar la importancia de estar calificados para poder ser herramienta
encuentre en peligro y que requiera estos primeros auxilios psicológicos, ya que no es algo que
sea de índole única para los profesionales de la salud, sino que refiere a todo aquel que desee
Slaikeu, K. (1996). Intervención en Crisis. manual para practica e investigación (2.a ed.).