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Contabilidad Mesopotámica

El texto de Keister comienza con un poco de historia para entrar en contexto y, cuando escribe sobre lo
bien que les iba con las cosechas a los agricultores del valle del Tigris y el Eufrates (Mesopotamia) se
puede apreciar la intención del autor de mostrar los registros contables como algo necesario, algo que
tuvo que surgir para coordinar el comercio de estas civilizaciones.

En una parte de esta sección se menciona que en esa época se usaba el papiro, solo que no tanto porque
era necesario importarlo desde Egipto, ya que, probablemente se incurría en muchos costos para importar
los papiros, lo que hace que producir las tablillas sea una mejor opción, este pequeña acción hace ver que
la idea de apertura económica y el fomento del crecimiento de productos nacionales vienen de hace miles
de años.

En sección “Las tablillas” se describen las “Hojas de papel” de esa época, que nos hace reflexionar
acerca de las facilidades que tenemos en la actualidad, ya que en la antigüedad se debía tener mucho
cuidado con estas tablillas, especialmente cuando se secaban al sol (parte del proceso de producción de
las tablillas), ya que son muy frágiles, por ello las horneaban para que quedaran mucho mas resistentes, y
de esto se encargaba incluso el mismo escriba (por decirlo así, el contador de esa época) cosa que hoy en
día es muy diferente, ya que el proceso de producción de las hojas de papel se delega a las compañías
encargadas de fabricar estas hojas, que, de hecho ya fueron sustituidas por programas de computadora
como Word y se utilizan las Hojas de Cálculo para facilitar en gran medida los registros y operaciones
necesarias para llevar a cabo los registros contables.

Cuando la tablilla quedaba lista para poder “escribir” sobre ella, los escribas cogian un palo rectangular y
sin punta y empezaban a escribir presionando la punta del palo con la “hoja de arcilla”, y gracias a la
forma cuadrada del palo quedaban formas triangulares en la escritura (llamada cuneiforme), ya que
seguramente no escribían presionando el palo en toda su base (Así quedarían formas cuadradas), sino,
solo la punta.

El ser humano siempre ha buscado simplificar lo más posible las cosas, por lo que desde que se utilizaban
los pictogramas y la dificultad para dibujarlos en la arcilla, se buscó una forma más sencilla de escribir, y
encontraron que realizar líneas rectas y cortas con un pedazo de palo era mucho más fácil y rápido, a
pesar de que era necesario crear un nuevo idioma, esto sería una inversión a largo plazo, tan largo que
dejaron un legado de escritura, siendo estos (los sumerios) los que tienen los primeros registros de
escritura formal de la humanidad, incluso se dice que la escritura cuneiforme se filtró hasta egipto y allí se
desarrolló la escritura egipcia y esta idea se volvió “viral” hasta llegar al mundo moderno.

Como los antiguos contadores de mesopotamia, los escribas debían usar los números como herramienta
fundamental, sin embargo según los registros que se tienen en la actualidad de ellos, no poseían la idea
del “cero” , lo que da mucho que decir de la cultura ya que, sin esta idea no tenían la noción de la “no
existencia de algo” y probablemente fué poco exacta la contabilidad de estos escribas para contar
números grandes.

Los escribas tenían una forma de hacerse reconocer en sus escritos y lo hacían con una piedra tallada de
una forma única (muchas veces con su propio nombre), dicha piedra la rodaban en la arcilla quedando
grabado su sello para identificar el escritor, algo que deja claro las intenciones y necesidad de
reconocimiento en la sociedad y también la parte legal de estas civilizaciones, ya que si se perdía ese
sello, se podían falsificar documentos, una práctica que existe desde que existe la escritura misma.

Con el abundante analfabetismo de Mesopotamia, el romper esas barreras y aprender a leer y escribir era
una labor de gran prestigio, ya que era una oportunidad que se le otorgaba a los que destacaran entre los
demás, desde niños llevaban a estos niños diferentes a un templo donde aprendían “lectura, escritura,
aritmética, derecho…” lo que me recuerda el pensum de Contaduría Pública de la Universidad Nacional
de Colombia, que inicia con español y comunicación, cálculo diferencial, luego ve derecho comercial,
constitucional, laboral, y muchas más asignaturas, sin embargo, comparado con la densidad de estudio
que tenía que ver un escriba de mesopotamia, habría que estudiar varias carreras aparte de Contaduría,
como Derecho ya que el escriba era el único que sabía leer y escribir.

Aunque, dejando a un lado el conocimiento privilegiado que nadie más tenía, el prestigio, debía ser una
labor que se consumiría al escriba en sì mismo, ya que como era algo que nadie más podía hacer y al
mismo tiempo era muy demandado, su agenda debía estar llena de trabajo y poco disfrutar de salidas con
amigos, hacer deporte (como la lucha o la caza), o hacer algo diferente a leer y escribir.

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