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Otro factor es que los medios de crecimiento usualmente tienen un alto grado de
infiltración, lo que limita el movimiento lateral del agua dentro de la masa del suelo.
Cuando el agua es aplicada con rapidez, gran parte se mueve hacia abajo en un flujo
de saturación a través de los macroporos del medio y solo se logra un
humedecimiento parcial de la masa de suelo. Aplicaciones más lentas (gota a gota)
resultan en un humedecimiento mas completo del suelo.
El agua aplicada sobre la superficie del suelo puede entrar al suelo o escurrirse sobre
él. La escorrentía ocurre cuando el agua fluye sobre la superficie mas rápido de lo que
puede penetrar en el suelo. Para prevenir la escorrentía debe haber una barrera física
como la que se obtiene al no llenar completamente un envase, lo que permite que el
agua penetre dentro del medio de crecimiento. La velocidad con la que el agua
penetra en el suelo se llama infiltración y puede ser determinada por el número y
tamaño de los poros del medio. El tipo de cultivo, el tipo de suelo y enmiendas como el
aserrín o la paja, afectan estas aberturas y por lo tanto la capacidad de infiltración del
agua. Para una rápida infiltración, se deben mantener una gran cantidad de
macroporos. La temperatura y la duración del riego también afectan la velocidad de
infiltración. Generalmente la velocidad de infiltración se incrementa con la temperatura,
pero disminuye cuando la duración del riego aumenta.
Una buena estructura del suelo puede ser destruida por la fuerza de las gotas de agua
que golpean el suelo, lo que rompe y dispersa sus agregados, formando una costra de
partículas finas que contiene muchas aberturas pequeñas. Para prevenir la formación
de estas costras, el agua debe ser aplicada lo más suavemente posible sobre la
superficie del suelo. Un buen diseño de riego y el uso de rompegotas para reducir la
velocidad del agua, permitirá que el flujo discurra suavemente sobre la superficie del
suelo.
En el suelo el agua está casi siempre en movimiento hacia abajo, pero también va
hacia arriba cuando se evapora o hacia los lados cuando va de regiones húmedas a
secas. El agua fluye a través de los macroporos, y es rápido cuando el riego es
abundante.
c. Humedad Disponible
Al margen del sistema de riego a utilizar, el productor debe decidir cómo y cuanto debe
regar. La frecuencia de riego está determinada por el tipo de planta, el tamaño del
envase y la retención de humedad del medio de crecimiento. La planta nunca debe ser
dejada sin agua disponible, pues puede retrasar su crecimiento o lo que es peor
causar la muerte del tejido radicular o la muerte de toda la planta. Además, muchos
medios, particularmente aquellos que contienen musgo, son difíciles de humedecer
una vez que se han secado.
A pesar que este método puede afinarse para lograr una adecuada programación de
riego basado solo en el tiempo, existen numerosos problemas. Uno es que el sentido
del tacto no es una buena medida de la tensión o contenido de humedad. Cualquiera
que sea la agua disponible uno puede sentirla, mientras que la ausencia de agua se
siente solo cuando las tensiones no son buenas para el crecimiento de las plantas. En
general, la tensión de humedad está muy por debajo de las que coinciden con la
marchitez o el cambio de color previos a la marchitez deben ser mantenidos para un
optimo crecimiento. Si el riego está basado solamente en la apariencia de la planta o
la sensibilidad del suelo, las plantas estarán considerablemente sujetas al stress. Si
las plantas se adaptan al stress, será menos notorio aun cuando permanezca por
debajo del crecimiento óptimo.
b. Método Gravimétrico
Una manera de determinar qué cantidad de agua tiene un envase es pesarlo, eliminar
el agua y luego pesarlo de nuevo. Desgraciadamente, esto no es posible mientras una
planta este creciendo en el envase, pues el procedimiento la mataría. De hecho, una
manera de eliminar toda el agua del medio es colocarlo en un horno. Mientras que
este método es útil para determinar las propiedades de medio, no puede ser usado
para medir con precisión el contenido de agua durante el cultivo.
Sin embargo, es posible utilizar el peso como una herramienta en la programación del
riego. Generalmente los cambios de peso por el crecimiento de la planta son mucho
más pequeños que los cambios de peso ocasionados por la pérdida de agua en el
envase. Por lo tanto, es posible pesar el envase diariamente y determinar cuánta agua
se pierde. Como se conoce el volumen y la capacidad de retención de agua del medio,
es posible rastrear el uso aproximado de agua. Sin embargo, existen riesgos de
inexactitud. Por ejemplo, cuando las raíces llenan el envase toman parte del espacio
que de otra manera estaría ocupado por agua. Por lo tanto, el volumen del agua
disponible disminuye cuando la planta crece. En plantas con exceso de raíces esto
puede ser significativo.
Existen balanzas especialmente diseñadas para el uso del control de riego. Sin
embargo nos son comúnmente usadas debido a sus ajustes frecuentes e
inexactitudes.
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El tensiómetro consiste en un tubo con una punta de cerámica en uno de los extremos
y un manómetro en el otro. En sistemas automáticos, el manómetro esta abastecido
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con un transductor (dispositivo eléctrico que convierte un tipo de energía a otra) para
convertir la tensión (succión) en una señal eléctrica que pueda ser percibida por una
computadora. El tubo se llena con agua, y el aparato es sellado e insertado en el
suelo, donde la punta de cerámica llegue a la zona de raíces.
Una vez que el tensiómetro ha sido insertado en la zona radicular, se toma una lectura
de saturación. Los puntos altos y bajos de tensión están entre 1 y 5 kPa (kilopascal)
respectivamente. El punto de alta tensión representa la tensión a la cual se inicia el
riego. Durante el riego la tensión cae. Si el riego se hace a través de un sistema de
goteo, el tensiómetro puede ser usado para monitorear la tensión cuando cae. Una
vez que la tensión es de 1kPa por encima del punto de saturación, el sistema se
cierra.
Conversor analógico
Transductor digital
Gotero
Tensiómetro
Bateria
6v
Computadora
Agua
Switch
Transformador
Es posible calcular cuánta agua a utilizado un cultivo y luego regar para reemplazarla.
Una manera de lograrlo es colocar un tanque de agua (lisímetro) para medir el nivel de
evaporación. La evaporación de agua del tanque puede relacionarse con la
evapotranspiración (ET) del cultivo y desarrollar un programa de riego basándose en
esas medidas.
superficie del suelo por evaporación y de la superficie de las plantas por transpiración.
La evaporación adquiere mayor importancia cuando las plantas son pequeñas y la
superficie del suelo no está suficientemente cubierta por el follaje. Cuando la planta
crece, la perdida de agua por transpiración se incrementa notablemente.
Transpiración Riego
Lluvia
Evaporación
Escorrentía
Otro método estima el déficit de presión de vapor (DPV) en el aire y lo relaciona con la
tasa de evapotranspiración. El DPV mide básicamente cuánta agua puede ser tomada
por el aire. El DPV en conjunción con otras variables puede ser usado para estimar la
tasa de evapotranspiración a través del tiempo. Sin embargo, si se implementa
dejando de lado las variables luz, temperatura, velocidad del viento y área foliar, los
cálculos solo pueden servir como una aproximación gruesa que necesita de
modificaciones constantes.
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Cuando se use un método en particular es importante entender como han sido hechos
los cálculos y que variables han sido utilizadas en los programas. Los métodos que
basan sus cálculos de ET en las medidas de temperatura, luz, humedad relativa y
velocidad del viento tienen un gran potencial, pero se necesita del agricultor para que
el cultivo desarrolle.
En resumen, hay circunstancias bajo las cuales ninguno de los sistemas de riego o de
las estrategias de control funciona adecuadamente. Sin embargo, para cada cultivo o
método de cultivo, existe un sistema que generalmente es el mejor. Las principales
variables que determinan cual es mejor sistema, incluyen los costos de instalación y
mano de obra así como el grado en que cada sistema está capacitado para mantener
el cultivo en condiciones de humedad óptimas.