La figura fundamental de cualquier empresa es el empresario. A lo largo del siglo XX, distintos autores han elaborado diferentes teorías sobre el papel que el empresario debe desempeñar en la empresa, destacando las características más importantes que, a su juicio, definen el papel del empresario. A continuación estudiaremos las más importantes: 2.1.1. La teoría del empresario riesgo de Knight Para este autor. El riesgo es lo que define al verdadero empresario. La actividad empresarial supone anticipar y asegurar el pago de los factores a cambio de unos hipotéticos ingresos futuros. Según esta teoría, el empresario adquiere o contrata los factores productivos a unos precios predeterminados y les paga la renta acordada con ellos (alquileres, sueldos y salarios, intereses y beneficio ordinario, que son los costes de la empresa) antes de conocer los ingresos que obtendrá por la venta de sus productos, buscando, con ello, un beneficio empresarial o renta residual que es siempre incierto o desconocido, debido a la existencia de incertidumbre en el desarrollo de la actividad empresarial. Esta incertidumbre implica que el empresario no conoce con certeza las consecuencias que se van a derivar de su actuación empresarial obligándole a realizar una serie de previsiones para afrontar el futuro económico de la empresa. Si el empresario acierta en sus previsiones y los ingresos son mayores que los costes, obtendrá un beneficio o renta residual (beneficio extraordinario), que es lo que le quedará después de haber pagado a los propietarios de los factores productivos por su utilización, pero si su cálculo es erróneo, tendrá que soportar las pérdidas que se originen. Las previsiones que debe realizar el empresario son: Conocer las necesidades de los consumidores y estimar la demanda para sus productos. Determinar (establecer) los precios de venta de sus productos, o bien, adecuar sus costes a los precios de venta que él prevé que tendrán sus productos en el mercado en el momento en que los tenga que vender. En función de la información y el grado de conocimiento que el empresario posea sobre la situación económica y el comportamiento de los agentes económicos, el grado de incertidumbre será mayor o menor y en consecuencia las previsiones que realice serán más o menos acertadas. En cuanto a la incertidumbre, esta puede ser medible, en cuyo caso se puede contratar un seguro que la cubra y así el empresario no asume el riesgo (Ej.: El empresario estima que un 5% de los productos saldrán defectuosos y se los devolverán, así que contrata un seguro que le cubra ese riesgo, pero, en contrapartida aumentarán sus costes y disminuirá su beneficio empresarial), o no medible, en cuyo caso no se puede asegurar y el empresario debe asumir el riesgo (Ej.: La demanda de sus productos puede aumentar o disminuir). En resumen, el economista inglés Frank Knight presenta una teoría del empresario en la que su principal papel consiste en asegurar las rentas a los propietarios de los factores productivos (alquileres, sueldos y salarios, intereses y beneficio ordinario) soportando el riesgo de la actividad económica de la empresa, y persiguiendo un beneficio empresarial o renta residual (beneficio extraordinario) como recompensa por asumir dicho riesgo. 2.1.2. El empresario innovador de Schumpeter Para Schumpeter, el empresario es el principal protagonista del desarrollo económico capitalista y su principal función es la innovación, es decir, la aplicación de las invenciones tecnológicas a usos comerciales o industriales. Según este autor, el sistema económico tiende a estar en una situación de equilibrio en la que los ingresos de las empresas son iguales a los costes de producción más el salario del empresario por dirigir la empresa y que denomina beneficio ordinario; en esta situación, la renta residual o beneficio Ingresos = Costes de producción + Salario del empresario (beneficio ordinario)
extraordinario es cero.
Esta situación de equilibrio continuará hasta que un empresario realice
alguna innovación (introduciendo un bien nuevo, abriendo un mercado nuevo, introduciendo un método de producción nuevo, etc.). Mediante esta innovación, la situación de equilibrio se altera y la empresa consigue temporalmente una situación de monopolio que le permite aumentar el precio de sus productos y obtener un beneficio extraordinario o renta residual, que es lo que le quedará al empresario después de haber pagado a los propietarios de los factores productivos por su utilización y de haber cobrado su salario por dirigir la empresa. Con el paso del tiempo, otros empresarios (imitadores) atraídos por el alto beneficio, introducen imitaciones con las que compiten con el empresario innovador. Esta competencia hace que los beneficios extraordinarios se reduzcan hasta la situación inicial de equilibrio, en la que no hay beneficio extraordinario y por tanto no entrarán nuevos empresarios imitadores. En consecuencia, según Schumpeter, el desarrollo económico en el sistema capitalista es consecuencia del cambio tecnológico, y el empresario es el principal protagonista de este cambio. Añade que el cambio tecnológico es un proceso que se lleva a cabo en tres fases distintas que son realizadas por personas diferentes que, además, responden a distintas personalidades: Invención: Se refiere a la creación o descubrimiento de nuevos productos o de nuevos procesos productivos. No es exclusiva de los hombres de empresa y las personas que las realizan pertenecen al campo de la inventiva y la creatividad. Innovación: Acción de poner en práctica inventos que ya existen o aplicación de la invención a usos comerciales o industriales. Esta función es el principal papel del empresario innovador. Imitación: Copia de la innovación, a la que se cambian aspectos secundarios (diseño, envase, color, etc.). La imitación es realizada por empresarios conservadores o seguidores que cumplen la función de incrementar la competencia, por lo que el beneficio extraordinario de los innovadores disminuye. Finalmente, es necesario resaltar que el beneficio extraordinario o renta residual es, según Schumpeter, la recompensa que recibe el empresario por haber sido capaz de realizar una innovación aplicable al mercado. En esto difiere de la teoría de Knight, cuando dice que es la recompensa que recibe el empresario por el riesgo que asume en el desarrollo de la actividad empresarial; sin embargo, en opinión de Schumpeter, el empresario no tiene porqué ser necesariamente la persona que asuma el riesgo, sino que ésta sería el propietario, que es el que aporta el capital, o el prestamista, que es el que concede los préstamos, ya que éstos son los que sufren las pérdidas si la empresa fracasa.
2.1.3. El empresario como tecnoestructura de Galbraith
En los países occidentales más desarrollados la actividad económica está dominada por las grandes corporaciones empresariales que tienen el poder suficiente para influir en el mercado según su conveniencia. Estas grandes compañías ya no pueden ser dirigidas por una sola persona, sino que necesitan un gran número de técnicos profesionales (economistas, ingenieros, jefes de taller, abogados,...) que actúan de forma conjunta y a los que Galbraith llama tecnoestructura. La tecnoestructura es el nombre con que se designa al grupo de personas que aportan a la empresa conocimiento especializado, talento o experiencia para tomar decisiones de grupo que rebasan la capacidad de conocimiento de cada uno de ellos por separado. Este grupo de personas, llamados directivos o administradores, son los que disponen de los datos necesarios para tomar las decisiones importantes en las grandes empresas y quienes realmente las gobiernan (aunque muchos de ellos no son accionistas), porque los accionistas no tienen ningún poder real en ese tipo de empresas. Cuando Galbraith habla del empresario, no se refiere a una sola persona, sino al grupo dirigente definido como tecnoestructura. La causa de la dominación de la tecnoestructura es debida a la separación entre la propiedad de la empresa (accionistas) y el control o administración de la empresa (directivos o administradores). Esta separación se produce porque los accionistas al estar muy divididos, mantienen una actitud pasiva y ceden sus derechos a los administradores, de los cuales esperan recibir una remuneración adecuada por sus aportaciones de capital en forma de una determinada cantidad de beneficios por acción, que se denomina dividendo. Las consecuencias de la situación anterior son: Los directivos o administradores se quedan con el control de la empresa y ejercen la función de empresario. Buscan el crecimiento y la eficiencia de la empresa para mantener la confianza de los propietarios y conservar el poder y a la vez alcanzar sus metas personales (dinero, fama, prestigio,...).