José Tomás Errázuriz Urmeneta (Santiago, noviembre de 1856 – Gran Bretaña, 1 de abril de

1927) fue un pintor y diplomático chileno, que vivió la mayor parte de su vida en Europa y que
es conocido, ante todo, por sus retratos y paisajes.
Estudió arte en la Academia de Pintura, de Santiago, donde fue alumno de Ernesto Kirchbach,
el segundo director de esta institución.

En 1880, a los 24 años, se casa con Eugenia Huici, una de las mujeres más bellas de su
época, quien influyó grandemente en su obra y quién llegó a ser una personalidad gravitante
en el ambiente intelectual europeo de principios del siglo XX.. Su primer año de matrimonio lo
pasan en la hacienda familiar de los Errázuriz (el fundo Panquehue, en San Felipe, valle del
Aconcagua)
Un tiempo después, en 1893, la pareja parte a París, donde el también pintor Ramón
Subercaseaux —que estaba casado con Amalia, hermana de José Tomás— ejercía como
cónsul de Chile. En la ciudad luz, Errázuriz conjuga su labor diplomática con clases de pintura
en la escuela que tienen los artistas francés Henri Gervex y belga Alfred Hubert.3 Participa en
el Salón de 1886 con el cuadro Laveuses a Étretat, marée haute (Lavanderas en Étretat,
marea alta) y en el 1888, donde presenta un retrato y un paisaje titulado Sur led dunes, au
printemps (En las dunas, en primavera).
Con Subercaseaux y Alberto Orrego Luco formó el grupo de artistas que comenzaron su labor
pictórica a fines del siglo XIX y que fueron llamados pintores diplomáticos, por haber ejercido
esa profesión y haber pasado gran parte de su vida en el Viejo Continente. Errázuriz realizó
allí casi la totalidad de su obra, haciendo solo viajes esporádicos a su patria.4
Hacia 1900 se mudan a Londres; la tuberculosis del pintor lo obligan a pasar largas
temporadas en Suiza. En Gran Bretaña, José Tomás se ve influenciado por la escuela inglesa,
aunque también es un gran admirador de la tradición paisajística francesa. Pinta en repetidas
ocasiones la costa de Normandía, donde reside por extensos periodos.
Contemporáneo del impresionismo, nunca adhirió a este movimiento. Un año antes de morir,
en 1926, Errázuriz envió, a través de su hermana Amalia, la mayoría de sus cuadros a Chile
para ser subastados con fines de beneficencia.6

El tema principal de sus cuadros de interiores "fue la mujer pensativa y triste", donde "logró
una calidad cromática excepcional", se dice en el perfil que le dedica el Portal del Arte,,7 que
destaca, asimismo, el "papel prioritario" desempeñado por el dibujo" en su visión pictórica,
elemento plástico que él dominó con gran maestría y calidad: estructura el objeto, lo delimita y
lo define".5

La pintura, para Errázuriz, fue principalmente una afición; el escritor Jorge Edwards lo ha
definido como "pintor de fines de semana", pero "a pesar de eso estimable".8