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U. La revolución científica de los siglos XVI y XVII 2.

Gilbert, Bacon y el método experimental

Así pues, la tradición artesanal del siglo XV1 podía pro-


ducir buenos experimentalistas, como Norman, aunque
no teóricos. Con todo, podían hacerlo los hombres cul-
tos de la época, por lo que quienes de ellos se interesa-
ban en los escritos artesanales suministraban la teoría de
que carecían los artesanos. En el campo del magnetismo,
el estudioso más notable de este período fue William
Gilbert de Clochester, médico de la corte de la reina Isa-
bel, quien compuso su obra, Del imán) en 1600. Gilbert
asumió y amplió la obra experimental de Robert Nor-
man y del autor del siglo xm Pierre de Maricourt. Si-
guiendo a Maricourt, confeccionó piedras imán esféricas
que denominaba «tierrecillas», cartografiando sus meri-
dianos magnéticos con brújula y tiza. Mostró que sus pie-
dras imán esféricas presentaban el fenómeno de la inclina- Dec~ación magnética en diversos puntos de la Tierra según el De Magnete
ción descubierto por Norman, puesto que la aguja de una de Gilbert. (El Polo Norte está en C.)
brújula se inclinaba hacia la vertical sobre sus superficies.
También mostró que una piedra imán esférica con una su- a sus experimentos con piedras imán esféricas, presumía
perficie irregular poseía meridianos magnéticos irregula- que la Tierra era un imán gigante construido totalmente
res, por lo que colegía qué desviación de la aguja respecto a base de piedra imán con tan solo una cubierta superfi-
al Norte verdadero en la superficie de la tierra se debía a cial de agua, rocas y tierra. Pensaba que el magnetismo
la presencia de las masas de tierra. Muchos de sus traba- de una piedra imán era afín al alma en el cuerpo, que
jos experimentales no eran realmente originales, siendo provoca movimiento y cambio. Así, se sentía atraído por
en su mayor parte de naturaleza cualitativa. Son excepción la teoría de Pierre de Maricourt según la cual las esferas
su descubrimiento de que las piedras imán armadas de de piedra imán rotan espontáneamente, si bien añadía:
hierro poseen virtudes magnéticas multiplicadas, así «Hasta ahora no hemos conseguido verlo». Creía en el
como su estudio de la relación entre el tamaño de la pie- giro diurno de la Tierra sobre su eje; el gran imán terres-
dra imán y sus poderes atractivos sobre un trozo de hie- tre, decía, «gira en torno por una virtud magnética y pri-
rro dado, que resultó ser una proporcionalidad directa. maria». La virtud magnética de la Tierra alcanzaba hasta
Basándose en los hechos magnéticos conocidos, Gil- los cielos, según creía, manteniendo al mundo cohesio-
bert construyó un considerable cuerpo teórico. Merced nado. Para Gilbert, la gravedad no era sino magnetismo.

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II. La revolución ciem ífica de Jos siglos XVI y XVI I 2. Gilben, Bacon y el método experimental

Gilbert dedicó su obra a una nueva tradición, la de Al comienzo del siglo XVII, el desarrollo de la ciencia
«quienes buscan el conocimiento no en los libros, sino moderna se hallaba en marcha, por más que su modo de
en las cosas mismas~~. Rechazó la vieja tradición culta proceder fuese un tanto renqueante y sus nuevas carac-
que; según decía, se componía de «gente que confía cie- terísticas no se hallasen plenamente reconocidas. Lastra-
gamente en la tradición, en idiotas literarios, gramáti- diciones artesanal y culta habían confluido gradualmen-
cos, leguleyos y mediocridades perversas». Gilbert se te a lo largo del siglo XVI para producir un nuevo método
asociaba asimismo con los artesanos y los hombres cul- de investigación, si bien pocas personas se dieron cuenta
tos interesados en la tradición artesanal. Gilbert tilda a de lo que auguraba tal desarrollo, siendo menor aún el
Georg Bauer, el médico de las montañas de Harz, de número de aquellas que eran conscientes de la naturale-
persona «sobresaliente en ciencia». Consideraba que za del nuevo método y de las potencialidades de su apli-
Maricourt era «sabio, teniendo en cuenta la época», cación. Francis Bacon, 1561-1626, lord canciller de In-
mientras que alababa a Robert Norman como «experto glaterra bajo Jacobo I, fue uno de los primeros en tomar
marino e ingenioso artesano», el cual «inventó e hizo conciencia del significado histórico de la ciencia y de la
públicos instrumentos magnéticos y métodos útiles de función que podía desempeñar en la vida de la humani-
observación, necesarios para los navegantes y viajeros a dad. Lo que vio le pareció bien, por lo que decidió im-
largas distancias». pulsar y canalizar el nuevo movimiento científico, anali-
La obra de Gilbert y Norman ejemplifica el comienzo zando y definiendo la metodología general de las ciencias
de una unión entre la tradición artesanal y el conocimien- e indicando de qué modo habrían de aplicarse.
to culto, así como entre el estudio empírico y la interpre- Bacon era fundamentalmente un filósofo y no un
tación teórica de la naturaleza. Norman no llegó a superar científico. Se propuso explorar las posibilidades del
del todo la vieja tradición artesanal, dado que era incapaz método experimental, ser un Colón de la filosofía,
de desarrollar explicaciones de sus descubrimientos. Del como él decía, interesando a otras personas para que
mismo modo, Gilbert no podia evitar la influencia de la llevasen a término dichas posibilidades. Su primera
vieja tradición culta que rechazaba. Sus teorías eran de na- obra sobre el tema era El avance del saber; publicada en
turaleza especulativa aun cuando se basasen en experi- 1605, que constituía una p rimera exposición popular
mentos. Además, como Francis Bacon señalaría más ade- de sus opiniones. Su obra fundamental fue La gran ins-
lante, Gilbert no usaba sus hipótesis como guía para un tauración del saber; que se publicó parcialmente' en 1620,
ulterior trabajo experimental, sino que fraguaba sus teo- sin acabarse de hecho nunca. Bacon pensaba dividirla
rías una vez que había realizado su trabajo experimental, en seis partes, primero una introducción general, para
sin proceder a ingeniar ulteriores experimentos que con- lo que, según decía, serviría El avance del saber. La se-
firmasen su explicación. gunda parte, la más completa, consta de un análisis del

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ll. La revolución científica de los siglos XVI y XVII 2. Gilbcn, Bacon y el método experimental

método cienúfico o El nuevo instrumento, como la llama- primitivos autores, y muestra luego una subsiguiente dege-
ba. La parte tercera iba a ser una enciclopedia del saber neración. La mejor explicación de tan opuestas fortunas es
artesanal y de hechos experimentales, mientras que la que en las artes mecánicas los talentos de muchos individuos
cuarta, que falta, había de mostrar cómo habría que apli- se combinan para producir un resultado único, mientras que
car el nuevo método a tales hechos. La parte quinta se en filosofía un talento individual destruye varios. Muchos se
ocuparía de las teorías científicas pasadas y presentes, de- rinden al liderazgo de uno [...] tornándose incapaces de aña-
dicándose la sexta a la propia filosofía nueva, la síntesis fi- dir nada nuevo, pues cuando la filosofía se desgaja de sus
nal de las hipótesis extraídas de la enciclopedia de hechos raíces en la experiencia, donde brotó y creció, se vuelve algo
y de la teoría científica existente. muerto.
Bacon llevó a cabo una parte muy pequeña de este vas-
to plan. La gran instauración del saber consta de poco Así, para Bacon la tradición culta contemporánea era
más que su análisis del método científico, aunque se tra- estéril por haber perdido contacto con la experiencia;
ta de algo que ejerció una gran influencia en Inglaterra pero, al mismo tiempo, la experiencia de la tradición arte-
durante el siglo XVII y en Francia durante el XVIII. Por lo sanal no era plenamente efectiva científicamente, ya que
que atañe al método, Bacon se esforzó por unir los pro- en gran medida no se hallaba registrada. Así, escribió, cuan-
cedimientos de las tradiciones culta y artesanal a fin de do «la experiencia haya aprendido a leer y a escribir, son
propiciar, como él decía, de esperar cosas mejores». Estas «cosas mejores» eran
nuevos principios científicos y nuevas invenciones técni-
el verdadero y legal desposamiento de las facultades empíri- cas. Del mismo modo que Gilbert tomó los experimentos
cas y racionales cuya antinatural y malhadada separación ha hechos en el siglo XIII por Pierre de Maricourt, Bacon
introducido la confusión en todos los asuntos de la familia tomó las ideas de su tocayo del siglo XIU, Roger Ba-
humana. con, quien había visto el futuro adornado de invenciones
técnicas surgidas de la aplicación del método experimen-
Al evaluar ambas tradiciones tal y como se presenta- tal. También Francis Bacon tuvo una visión similar: la
ban en su época, Bacon contrastaba el crecimiento acu- unión de la interpretación teórica y del control práctico de
mulativo de las artes con el curso más errático de la filo- la naturaleza produciría, escribía, «una caterva de inven-
'
ciones que hasta cierto punto puede vencer y superar las
sofía:
necesidades y miserias de la humanidad».
Con sus primeros autores -escribía-, las artes mecánicas re- Con todo, Bacon no era en absoluto un utilitarista en
sultan crudas, toscas y caóticas, pero van adquiriendo nueva sentido estricto: la comprensión científica y el control
fuerza y capacidades. La filosofía es más vigorosa con sus técnico de la naturaleza iban de la mano, y eran ambos

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ll. La revolución científica de los siglos XV1 y XVII 2. G übcrt, Bacon y el método experimental

producto de la aplicación del método científico. Bacon mente aquellos hechos que apoyaban sus nociones pre-
se senúa muy impresionado por el desarrollo de la im- concebidas:
prenta, la pólvora y la brújula, inventos que ponía como
ejemplo del conocimiento superior del hombre moder- Hay un tipo de historia natural que se hace por sí misma -es-
no respecto a los antiguos griegos. Constataba que todas cribía-, otra que se recoge para la información del entendi-
estas cosas se basaban en nuevos principios. La imprenta miento en orden a la edificación de la filosofía, y ambos tipos
no era un medio de escribir rápido ni las armas de fuego de historia difieren además en otros aspectos, especialmente
una mejora de la antigua catapulta, sino que incorpora- en el que sigue, que el primero de ellos contiene las diversas
ban principios de distinto tipo que los utilizados ante- Especies Naturales, mientras que el segundo engloba las Ar-
riormente en las artes a las que se aplicaban. Además, ta- tes Mecánicas. En efecto, del mismo modo que en los asuntos
les principios eran a menudo de considerable interés civiles las capacidades de cada persona se manifiestan mejor
científico, tal y como muestra la obra de Maricourt, en situaciones difíciles que en las otras, así las cosas ocultas
Norman y Gilbert, que surgía de la brújula. de la naturaleza se traicionan más a sí mismas cuando las pro-
Así pues, señalaba Bacon, el primer requisito del vocan las Artes que cuando siguen su propio curso.
nuevo método para hacer avanzar a las ciencias y las ar-
tes era la investigación de nuevos principios, procesos y A este respecto, no todos los procesos artesanales se
hechos. Tales hechos y principios podrían derivarse del hallaban en pie de igualdad. Son las «artes que exponen,
saber artesanal y de la ciencia experimental. Una vez alteran y preparan los cuerpos y materiales naturales» las
comprendidos, llevarían a nuevas aplicaciones tanto en que revelan las operaciones ocultas de la naturaleza, más
las artes como en las ciencias. Pensaba que muchos bien que aquellas «que constan principalmente de movi-
principios se hallaban ocultos o desapercibidos en los mientos sutiles de manos o instrumentos».
procesos artesanales de todos los días, los cuales se Bacon confeccionó una lista de unos ciento treinta te-
convertían por ello en una valiosa fuente de conoci- mas y procesos que consideraba merecedores de investi-
miento científico. Tales procesos resultaban de particu- gación, y pidió que Jacobo I ordenase la recolección de
lar interés por cuanto poseían un carácter activo y ex- información relativa a tales temas, aunque sin resultados.
perimental, entrañando el cambio y transformación de El requisito principal de su método consisúa en la reco-
las sustancias naturales. En estos contextos, la naturale- lección de un vasto cuerpo de hechos, y ciertamente creía
za manifestaba sus obras ocultas trayéndolas ante la que con una enciclopedia informativa unas seis veces ma-
atención humana, mientras que en la contemplación yor que la Historia Natural de Plinio sería capaz de expli-
pasiva de la naturaleza, como en la observación de los car todos los fenómenos naturales. Sostenía que con seme-
animales y plantas, la mente humana seleccionaba fácil- jante acervo de datos podría investigarse cualquier tema

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JI La revolución científica de los siglos XVI y xvn 2. Gilben, Bacon y el mérodo experimenral

clasificando conjuntamente los hechos relativos a él. En sostenía que tras el mundo visible de la naturaleza había
primer lugar, habría que elaborar una lista de «instancias estructuras y procesos que permanecían ocultos para no-
positivas» del fenómeno en cuestión; es decir, casos en los sotros por la naturaleza de nuestros órganos de los senti-
que el fenómeno se hallaba presente. Así, al estudiar la dos. Denominaba a dichas estructuras y procesos «confi-
naturaleza del calor, serían instancias positivas los rayos guraciones latentes» y «procesos latentes» de la naturaleza,
del sol, las llamas, etc. En segundo lugar, era precisa una y era tarea del científico hallar cuáles eran. El propio
lista de <<instancias negativas», o casos en los que el fenó- Bacon pensaba que la «configuración latente» de la natu-
meno se hallaba ausente. Así, por ejemplo, el calor no es- raleza era de carácter atómico, mientras que el «proceso
taba presente en los rayos de la luna, en el aire, en el agua, latente» del calor era un movimiento de tales átomos o
etc. En tercer lugar, habría que señalar «grados de com- partículas.
paración», como por ejemplo la variación del calor ani- Pensaba que el método de obtener hipótesis a partir
mal con el ejercicio o el calor de fricción con el vigor del de tablas de hechos podría aplicarse a las propias hipó-
movimiento que lo produce. El conocimiento científico tesis a fin de obtener axiomas de mayor generalidad. En
podría obtenerse a partir de estas listas ensayando diver- cada estadio del proceso, las hipótesis, axiomas o teorías
sas hipótesis, excluyendo las improbables y contrastando habrían de contrastarse experimentalmente, aplicándose
más a fondo las más plausibles. A este fm habría que re- a usos humanos si ello resultaba conveniente. Así se cons-
currir a otras «instancias» para discriminar entre hipó- truía una pirámide de teoría científica por procedimien-
tesis rivales, a saber, las «instancias solitarias», en las que tos inductivos, hallándose sólidamente basada en una
el fenómeno en cuestión se aislaba de las asociaciones enciclopedia de información fáctica, con aplicaciones
confundentes con otros fenómenos, y las «instancias lu- surgiendo de cada etapa. No todos los niveles de la pirá-
miníferas», en las que el fenómeno se manifestaba a sí mide eran igualmente fructíferos a este respecto, pues,
mismo en su forma más intensa. como sostenía Bacon, las generalizaciones intermedias
De este modo, Bacon ensayó diversas hipótesis relati- son las más útiles.
vas a la naturaleza del calor, llegando a la conclusión de
que la esencia de calor era el movimiento, puesto que Los axiomas inferiores no difieren sino insignificantemente
dondequiera que se hallase el calor se producía algún de la mera experiencia -escribía-, mientras que los axiomas
tipo de movimiento. No planteó esta idea en el sentido más elevados y generales son conceptuales y abstractos, ca-
obvio de que la fricción siempre produce calor, sino que reciendo de solidez. Sin embargo, los intermedios son ver-
era el «movimiento de las partículas menores de los daderos, sólidos, vivos, dependiendo de ellos los asuntos y la
cuerpos» que tiene lugar bajo la superficie de los fenó- fortuna humanas.
menos el que producía el efecto sensible del calor. Bacon

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Il. La revolución científica de los siglos XVI y xvu 2. Gilbert, Bacon y el método experimental

Puede decirse que esta generalización contiene una «que tanto los que piensan que la Tierra rota como los
buena dosis de verdad. La idea generalizada de Gilbert que sostienen el Primum Mobile y la vieja construcción
de que el magnetismo mantiene cohesionado al mundo se hallan igual e indiferentemente apoyados por los fenó-
no podría aplicarse en gran medida ni en las artes ni en menos». Para decidir entre los sistemas copernicano y
las ciencias, mientras que su «axioma intermedio» de ptolemaico consideraba que era preciso trabajar aún mu-
que las masas de tierra causan la distorsión de los meri- cho más, especialmente en el terreno de los problemas fí-
dianos magnéticos, aunque falaz, se adoptó tanto en la sicos, como la naturaleza de la «rotación espontánea»
ciencia como en la navegación, estimulando ulteriores que Copérnico había atribuído a los cuerpos celestes. En
investigaciones. este respectO se oponía a la doctrina de Aristóteles según
La concepción baconiana del método científico era la cual la física de los cielos y la física de la Tierra son de
esencialmente experimental, cualitativa e inductiva. Des- distinto tipo. Hablando de la filosofía de Aristóteles, es-
confiaba de las matemáticas y del arte de la lógica deduc- cribió:
tiva que las acompañaba. No dejaba de percibir la utili-
dad de las matemáticas como instrumento de la ciencia, si Si se examina cuidadosamente esta filosofía, se hallará que
bien consideraba que ya se hallaban bien desarrolladas, propone determinadas opiniones deliberadamente orienta-
«como la lógica, a pesar de lo cual hasta el presente no das a mutilar la empresa. Tales opiniones son la concepción
habían sido las siervas de las ciencias, sino que habían de que el calor del Sol es distinto del calor del fuego, o que
ejercido su dominio sobre ellas». Era contrario al método el hombre solo puede yuxtaponer las cosas, mientras que la
que Galileo estaba desarrollando, consistente en aislar los naturaleza es la única que puede hacerlas actuar unas sobre
fenómenos de su contexto natural, estudiando tan solo otras.
los aspectos de dichos fenómenos que resultaban medí-
bies, erigiendo luego un vasto cuerpo de teoría matemá- Bacon rechazaba también la doctrina de los griegos de
tica sobre los resultados. Bacon deseaba tomar en cuenta que los movimientos de los cuerpos celestes son circula-
todos los hechos que pudieran ser pertinentes para el res y uniformes; eso era simplemente «algo imaginado y
asunto que se traía entre manos, como la naturaleza física supuesto para facilidad y simplificación del cálculo».
de los cuerpos celestes en astronomía, cosa que Copérni- De este modo, Bacon rechazaba los axiomas metodoló-
co no había considerado importante, o la función de la gicos de los griegos, como la superioridad de los cuerpos
resistencia del aire en la caída gravitatoria, cosa que Gali- celestes y la circularidad de sus movimientos, si bien acep-
leo ignoraba. taba parte del contenido de sus doctrinas, como la posi-
Considerando todos los hechos de la astronomía, Ba- ción central de la Tierra en el universo. En general, sólo
con llegó a la conclusión, nada irracional en la época, de resultaba original por lo que respe,ta al nuevo método

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1!. La revolución cienúfica de los siglos XVI y XVl l

que promovía, e incluso éste no recibió una aplicación in-


mediata. Durante el siglo XVII, el progreso en la ciencia se
3. Galileo y la ciencia de la mecánica
produjo principalmente gracias al método matemático-
deductivo desarrollado por Galileo y elaborado por Des-
cartes, y fue tan solo en el siglo XIX cuando el método
cualitativo-inductivo de Bacon llegó a su apogeo con el
desarrollo de la geología y la biología evolucionista. Fue
entonces cuando se recogieron de todo el globo vastas
colecciones de hechos, básicamente de carácter cualitati-
vo, apHcándose el razonamiento inductivo a la elabora-
ción de teorías geológicas y biológicas.
En la ciencia aplicada, Bacon se interesaba fundamental-
mente por los procesos artesanales e industriales. Cierta-
mente, era tildado de «el filósofo de la ciencia industrial»,
no interesándose demasiado por el comercio y la navega- La ciencia de la astronomía estuvo asociada con el sacer-
ción que florecían en sus días. De nuevo aquí su programa docio y la tradición culta desde la Antigüedad remota
no surtió efecto hasta el siglo XIX, por más que sus planes hasta la época moderna. En astronomía no hubo tradi-
para el desarrollo de las artes atrajesen mucha atención du- ción artesanal de alguna importancia hasta los grandes
rante el XVII. El método de Bacon era un desarrollo y clari- descubrimientos geográficos, momento en que la astro-
ficación más de los valores y procesos de la tradición arte- nomía entró en contacto con la navegación con vistas a la
sanal que de los de los eruditos. Del mismo modo, el determinación de la longitud y latitud en alta mar. De
método de Descartes expresaba más el punto de vista de acuerdo con ello, hallamos que los astrónomos moder-
los eruditos que el de los artesanos, tal y como veremos. nos empleaban los métodos matemáticos de la vieja tra-
Así pues, ninguna de las personas del XVII que se pusieron dición culta, siendo originales en las teorías producidas
a analizar y codificar la nueva metodología de las ciencias y conservadores en la metodología. Copérnico y Kepler,
consiguió integrar plenamente ambas tradiciones, unifi- en sus comienzos, no consideraban a las matemáticas como
cando <das facultades empírica y racional>>. Así pues, se- una mera herramienta intelectual, como un ~étodo de
guía vigente la sombra de la vieja barrera entre el artesano desarrollar una teoría científica con independencia del
y el estudioso, y se mantenía ciertamente aún en la distin- contenido de dicha teoría. Sus matemáticas eran de ca-
ción de estatus entre el científico experimental y el mate- rácter metafísico, incorporando las preconcepciones de
mático, entre el científico puro y el aplicado. Pitágoras y Platón. Los cuerpos celestes eran necesaria-

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U. La revolución ciemifica de los siglos XVI y XVlJ 3. Galileo y la ciencia de la mecánica

mente esféricos por lo que respecta a la forma, mientras netismo y el método inductivo cualitativo, mientras que
que sus movimientos eran necesariamente circulares. La los alemanes, empleando viejos métodos, desarrollaron
observación habría de acomodarse a estos presupuestos, la ciencia de la astronomía.
ya que las formas matemáticas, las armonías, determina- Tras el estancamiento de la escuela del impetus en las
ban la estructura del universo, y eran una realidad previa universidades, la mecánica se desarrolló en el siglo XVI
a la percepción de los órganos de los sentidos. Descartes gracias sobre todo a los ingenieros, si bien los eruditos
escribió en 1628: continuaron con las discusiones acerca del impetus, y final-
mente el tema adoptó una forma moderna con el profe-
Cuando recapacitaba cómo era que los primeros filósofos de sor de universidad Galileo. Los ingenieros se pusieron rá-
épocas pretéritas se negaban a admitir al estudio de la sabi- pidamente a la cabeza de los teóricos del impetu_s por lo
duría a quien no supiese matemáticas [... ], vi confirmadas que atañe al método, practicando experimentos en lugar
mis sospechas de que tenían conocimiento de un tipo de ma- de limitarse a discutir. Además sus experimentos eran
temáticas muy distinto del que es usual en nuestro tiempo. cuantitativos. Medían y correlacionaban las variables es-
tudiadas a fin de obtener leyes físicas empíricas. El artista
En el siglo XVII, las matemáticas habían pasado a for- e ingeniero Leonardo da Vinci, 1452-1519, estudió diver-
mar parte de la lógica del método científico, siendo una sos problemas de construcción de manera experimental.
herramienta neutral de investigación más bien que un Utilizando modelos a escala, investigaba de qué manera
determinante a priori de la naturaleza de las cosas, y el peso vertical que podían soportar pilares verticales y
Descartes constató el profundo cambio que había tenido vigas horizontales variaba con el grosor y la altura o lon-
lugar en la condición de las matemáticas. El cambio no gitu d. Sus experimentos lo llevaron a los resultados de
tuvo lugar principalmente en la astronomía, sino en la que el poder de sustentación de un pilar de un material y
ciencia de la mecánica. En esta área se había dado una altura dados variaba como el cubo de su diámetro, y que
larga tradición tanto de práctica artesanal como de dis- la capacidad de sustentación de una viga era directamen-
cusión culta, siendo en la mecánica donde surgió el mé- te proporcional a su grosor e inversamente proporcional
todo científico experimental-matemático. La ciencia de a su longitud.
la mecánica y el método matemático experimental se de- Tales experimentos indican que Leonardo apreciaba la
sarrollaron durante el siglo XVI en el norte de Italia, que importancia de la experimentación cuantitativa en el mé-
era entonces quizá la región más avanzada técnicamente todo científico, siendo a la vez consciente del valor de las
de toda Europa, especialmente por sus arquitectos e in- matemáticas. «No hay certeza en la ciencia sí no se pue-
genieros. Frente a ello, Inglaterra, que se hallaba menos de aplicar una de las ciencias matemáticas», escribía.
desarrollada técnicamente, produjo la ciencia del mag- Pensaba que la mecánica era la más noble de las ciencias,

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11. La revolución científica de los siglos XVI y xvu 3. Galileo y la ciencia de la mecánica

«puesto que vemos que por medio de ella realizan sus tres partes: en primer lugar, un movimiento rectilíneo
acciones todos los cuerpos animados que poseen movi- bajo la acción del ímpetus; en segundo lugar, una por-
mientO)). En sus opiniones teóricas, Leonardo no avanzó ción curva en la que se mezclaba la gravedad y el impetus,
más allá de los teóricos del ímpetus, si bien amplió el al- y en tercer lugar, una caída vertical bajo la fuerza de la
cance de la mecánica más allá de las cuestiones físicas, gravedad.
hasta la naturaleza animada. Consideraba que los huesos
y articulaciones de los animales eran sistemas de palan- ¡..; '/ ,
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cas operados mediante la fuerza de los músculos. • J .. .. !'


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Un problema mecánico que cobró importancia con el 1

desarrollo de las armas de fuego era el de la naturaleza '·'


del movimiento de los proyectiles. Los griegos solo ha-
bían sido capaces de habérselas con combinaciones de
fuerzas o movimientos que se hallasen en la misma lí-
nea recta o en líneas paralelas, como en las palancas.
Los movimientos de los proyectiles siempre fueron más
bien un problema, puesto que se debían a una fuerza
de proyección y a la fuerza de gravedad, que rara vez se
hallaban en la misma línea o eran paralelas. Los aristo-
télicos de la Edad Media eran de la opinión de que un
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proyectil se movía inicialmente hacia arriba a lo largo


de una recta inclinada hasta que se agotaba la fuerza de
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proyección, y caía entonces verticalmente hacia abajo
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por la fuerza de la gravedad. De este modo, no combi- 1
naban la fuerza de proyección con la fuerza de la grave-
dad, sino que las consideraban consecutivamente. Los
partidarios de la teoría del ímpetus estimaban que la
gravedad podría comenzar a actuar un poco antes de
que el ímpetus del proyectil se agotase, de manera que
el punto superior de su trayectoria no sería un ángulo
agudo, sino de forma redondeada. Leonardo abrazó
esta opinión. En la trayectoria de un proyectil había Trayectorias parabólicas de proyectiles.

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fl. La revolución cientwca de los siglos XV I y XVII 3. Galileo y la ciencia de la mecánica

Los trabajos de Leonardo fueron seguidos de los de Girolamo Cardano, 1501-1576, un rico estudioso que
Tartaglia, 1500-1557 , un ingeniero autodidacta, agri- daba clases en la escuela platónica de Milán, era contem-
mensor y contable que escribió sobre matemáticas y poráneo de Tartaglia. Frente a Tartaglia, Cardano soste-
mecánica. En 1546, publicó un libro sobre táctica mili- nía que las formas geométricas y las armonías aritméticas
tar, municiones y balística en el que estableció que el determinaban el carácter de las cosas naturales, confi-
impetus de proyección y la fuerza de la gravedad actúan riendo al hombre el estudio de las matemáticas poderes
conjuntamente sobre un proyectil a lo largo de toda su ocultos sobre la naturaleza. En el campo de la mecánica
trayectoria. Así, la trayectoria de un proyectil es curva no era un experimentalista, o al menos no contrastaba sus
en todo su recorrido, pues «siempre hay alguna parte generalizaciones experimentalmente, puesto que sostenía
de la gravedad apartando el proyectil de su línea de que la fuerza necesaria para mantener a un cuerpo en re-
movimiento». Tartaglia halló también una regla empíri- poso en un plano inclinado era proporcional al ángulo
ca que conectaba el alcance de un cañón con su ángulo del plano, enunciado que los experimentos refutarían para
de inclinación. El alcance es máximo, decía, cuando el ángulos de magnitud apreciable.
cañón se halla inclinado un ángulo de 45°, y a medida Algo más tarde, Benedetti, 153 0-15 90, de la Universidad
que el ángulo aumenta o disminuye, el alcance disminu- de Padua, continuó la discusión de la teoría del impetus.
ye, al principio lentamente y luego más aprisa. Tartaglia Su libro De la mecánica (1585) era básicamente una crítica
estaba muy preocupado por la promoción de las mate- de la teoría aristotélica. Benedetti rechazaba la idea aristo-
máticas y de la mecánica. Hizo la primera traducción ita- télica de que la velocidad de un cuerpo aumentaba a medi-
liana de la geometría de Euclides y publicó la primera da que se hallaba más próximo al centro del universo, sos-
edición de la mecánica de Arquímedes en 1543. Para él, teniendo que la velocidad de tal cuerpo en caída libre
las matemáticas se ocupaban exclusivamente del método aumentaba a medida que se alejaba del punto de partida.
de la ciencia, sin que representasen verdades metafísicas Benedetti pensaba que una piedra tirada a un pozo que
a las que hubiesen de ajustarse las teorías científicas. atravesase la Tierra no se detendría en el centro, como
había supuesto Aristóteles, porque el impetus que adqui-
El objetivo del estudioso de la geometría -escribió Tarta- riera la haría avanzar, de manera que habría de oscilar aquí
glia- es siempre hacer con la mayor habilidad las cosas que y allá en torno al centro hasta que su impetus se agotase. No
puede construir en materiales. obstante, Benedetti creía que los cuerpos de igual .forma y
tamaño caerían con velocidades proporcionales a sus den-
Así, las matemáticas eran útiles en la ciencia tan solo sidades, cayendo más rápidamente el cuerpo más pesado.
en la medida en que eran aplicables a cuestiones físicas Simón Stevin, 1548-1620, de Brujas, era un notable es-
concretas. tudioso de la mecánica en esta misma época fuera de Ita-

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il. La revolución científica de los siglos XVI y XVII 3. Galileo y la ciencia de la mecánica

lía. Como Tartaglia, comenzó su carrera como tenedor paralelogramo formado al trazar otras dos líneas parale-
de libros e ingeniero militar, si bien Stevin tuvo más éxi- las a las dos primeras. Las matemáticas antiguas, como se
to, se hizo consejero técnico del príncipe Mauricio de recordará, nunca habían conseguido abordar la combi-
Nassau, y acabó sus días como capitán general de Holan- nación de fuerzas que no fuesen ni lineales ni paralelas.
da. Stevin era al principio un autodidacta, pero adquirió En relación con la construcción naval, Stevin hizo pro-
mayor educación que Tartaglia, acudiendo a la Universi- gresar la ciencia de la hidrostática, añadiendo al principio
dad de Lovaina cuando tenía treinta y cinco años. En de floración de Arquúnedes la proposición de que cual-
1586, Stevin publicó una obra de mecánica que contenía quier cuerpo flotante adopta una posición tal que su cen-
varios resultados importantes. Realizó un experimento tro de gravedad se halle en la misma línea vertical que el
refutando la opinión aristotélica de que los cuerpos pe- centro de gravedad del fluido desplazado. Era también un
sados caen más aprisa que los ligeros, experimento que agudo exponente del sistema decimal, defendiendo su uso
se ha atribuido incorrectamente a Galileo. en la representación de fracciones para pesos, mediciones
y monedas. En lo que atañe al método, era un consumado
El experimento contra Aristóteles es el siguieme -escribía experimentalista y un científico aplicado. Los experimen-
Stevin-: Tomemos [. .. ] dos balas de plomo, una de ellas diez tos, señalaba, «son la sólida base sobre la que han de edi-
veces mayor en peso que la otra, que dejaremos caer jumas ficarse las artes». Además, defendía la cooperación de va-
de la altura de treinta pies sobre una plancha u otra cosa que rias personas en un proyecto científico común, pues
suene con claridad, y se verá que la más ligera no emplea afirmaba que «el error o negligencia de uno se compensa
diez veces más tiempo para caer que la más pesada, sino que con la precisión del otro».
caen con tanta igualdad sobre la plancha que ambos ruidos En mecánica, como en magnetismo, hallamos que los ar-
parecen una única sensación de sonido. tesanos e ingenieros podrían desarrollar el método científi-
co y nuevos experimentos, pero no nuevos cuerpos teóri-
Stevin obtuvo también una comprensión intuitiva del cos. Tanto en magnetismo como en mecánica fue el
paralelogramo de fuerzas, un método para hallar la ac- estudioso interesado en la tradición artesanal que se opo-
ción resultante de una combinación de dos fuerzas que nía a la vieja tradición culta el que originó nuevas teorías.
no se hallan en la misma recta ni en líneas paralelas. El La vieja mecánica fue rechazada, y la nueva, fundada por
método fue formulado explícitamente por primera vez un hombre así: Galileo Galilei, 1564-1642, de las Universi-
por Newton y Varignon en 1687, consistiendo en la re- dades de Padua y Pisa. Galileo nació en Pisa, donde estu-
presentación de las dos fuerzas, en magnitud y dirección, dió y enseñó un corto período de tiempo en la universidad.
mediante dos líneas rectas que se originan en un punto En 1592 se mudó a la más liberal e ilustrada Universidad
común, viniendo dada la resultante por la diagonal del de Padua, donde permaneció dieciocho años, desarrollan-

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